MAGNUS HIRSCHFELD Y SU APORTACION A LA SEXOLOGIA

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MAGNUS HIRSCHFELD
Y SU APORTACION
A LA CIENCIA SEXOLOGICA
por
Angeles Llorca Díaz
2
Angeles Llorca Diaz
INDICE DE CONTENIDOS
I. Datos biográficos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
II. Actividad en el movimiento de reforma sexual . . . . . . . . . .
II.1 La reforma sexual sobre bases sexológicas . . . . . . .
II.2 El Wissenschaftlich-humanitäres Komitee . . . . . . .
II.3 El Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen . . . . . . . .
II.4 La Weltliga für Sexualreform . . . . . . . . . . . . . . . . .
III. Obra sexológica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
III.1 La Zeitschrift für Sexualwissenschaft . . . . . . . . . .
III.2 La Ärztliche Gesellschaft für Sexualwissenschaft und
Eugenik . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
III.3 El Institut für Sexualwissenschaft . . . . . . . . . . . . .
III.4 Relaciones con el psicoanálisis . . . . . . . . . . . . . . .
III.5 Obra sexológica escrita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
IV. Contenidos de la obra sexológica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
IV.1 La "teoría" de los Zwischenstufen . . . . . . . . . . . . .
IV.2 El impulso sexual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
IV.3 La homosexualidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
IV.4 La patología sexual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
V. La ciencia sexológica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
V.1 La sexología como ciencia natural. Artículos
programáticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
V.2 La influencia del monismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
VI. Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
VI.1 Fuentes bibliográficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
VI.2 Bibliografía secundaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
- Apéndice: Cuestionario psicoanalítico de Magnus Hirschfeld
4
Angeles Llorca Diaz
Per scientiam ad justitiam.
Magnus Hirschfeld
De los científicos pertenecientes al movimiento
sexológico alemán de primeros de siglo es Magnus Hirschfeld uno
de los más conocidos. Su implicación social y política por la
reforma sexual, especialmente por la despenalización de los actos
homosexuales y la igualdad de derechos de hombres y mujeres, su
participación activa en favor de la República de Weimar, sus
conferencias sobre sexualidad humana, las actividades de su
Instituto de Sexología en Berlín y sus múltiples publicaciones en
sexología hicieron de él uno de los personajes más populares de
aquel tiempo.
Probablemente su obra sexológica escrita sea, de
todas sus facetas, la más olvidada. El empeño de Hirscheld de
explicar la sexualidad desde bases biológicas, su teoría de la
intersexualidad humana y su esfuerzo por situar las diferentes
expresiones del impulso sexual fuera de un marco patológico, son
tan poco citadas en los trabajos sexológicos actuales que parece
que no hubieran existido nunca, o que la quema de las obras de
este sexólogo alemán el diez de mayo de 1933 en la plaza de la
Opera de Berlín hubiera sido definitiva. Por suerte, este olvido ha
empezado a despejarse en Alemania en los últimos años de la
mano de una serie de investigadores que tratan de rescatar este
importante capítulo de su historia cultural.
Esta monografía pretende ser una presentación de
los aspectos más importantes de la sexología de Magnus
Hirschfeld, y de su vida y otros ámbitos de su obra en la medida
que tienen que ver con ella.
6
Angeles Llorca Diaz
I. DATOS BIOGRAFICOS
Magnus Hirschfeld nació el catorce de mayo de
1868 en Kolberg (Pomerania). Fue el séptimo de los ocho hijos
del médico judío Hermann Hirschfeld y su mujer Friederike
(nacida Mann). Dos de sus hermanos fueron también médicos y
una de sus hermanas fue la escritora Franziska Mann.
Hermann Hirschfeld desarrolló en Kolberg una intensa
labor como médico. Colaboró durante treinta años con la
Kolberger Zeitung für Pommern escribiendo un apartado llamado
politische Wocheschau y trabajó por la modernización técnica de
la ciudad, procurando la canalización y el abastecimiento de agua
corriente. En 1864 fue cofundador de un comité de apoyo a los
bañistas judíos pobres, que diez años después había reunido
suficientes medios para abrir un hospital de cura judío, del que fue
director, si bien nunca cobró por este puesto. Murió el diecinueve
de junio de 1885 y un año después se le levantó un monumento en
homenaje en Kolberg, que sería destruido posteriormente por los
nacionalsocialistas. No se sabe casi nada de la mujer de Hermann
Hirschfeld, que sobrevivió unos veinte años a su marido. Sobre su
vida familiar escribiría su hijo Magnus:
"Crecí, desde 1868 hasta 1888, en medio del tropel
de siete hermanos, como hijo de un médico, en
una casa paterna a orillas del mar Báltico, cuya
vida y felicidad familiar era modélica. Ya esto
explica que en los primeros apuntes que me hice
sobre la Geschlechtswissenschaft [ciencia sexual]
esté el siguiente lema ante todo: 'La unidad de
padre, madre e hijo constituye como familia,
social y biológicamente, el basamento y el núcleo
del sexo humano' y del orden social. Todo lo que
honra y refuerza esta trinidad, lo que la configura
más sana y natural, sirve al continuo progreso"1.
1
M. Hirschfeld (1926), XII-XIII.
8
Angeles Llorca Diaz
Magnus Hirschfeld aprobó el Abitur en Kolberg en
1887 y pasó a estudiar filosofía y literatura en la Universidad de
Breslau, carrera que abandonó pronto por la de medicina:
"Yo mismo abandoné mi primer amor, pero 'no
infielmente', porque, cuando después me pasé a los
estudios de ciencias naturales y medicina, ello
sucedió más por razones externas. Interiormente
me sentí toda mi vida más ligado esencialmente a
los periodistas y literatos, escritores, poetas y
artistas [...]"2.
Entre 1888 y 1889 estudia dos semestres en la
Universidad de Estrasburgo, donde lee Die Frau und die
Sozialismus -La mujer y el socialismo- de August Bebel,
quedando fuertemente impresionado por su contenido. Los dos
siguientes semestres de medicina los realiza en Múnich, donde
conoce a Henrik Ibsen, y los tres siguientes, entre 1890 y 1891, en
Heidelberg. El servicio militar lo haría en 1890 y 1893 en esta
misma ciudad, la última parte ya como médico.
Entre 1891 y 1892 continúa sus estudios de
medicina en Berlín, donde conoce a August Bebel y entabla
amistad con él. El trece de febrero de 1892 aprueba el examen de
promoción con Rudolf Virchow y Emil Dubois-Reymond con un
trabajo sobre las enfermedades nerviosas de la Influenza3. Los
escritos de Darwin, Nietzsche y Haeckel tuvieron mucho peso en
su formación. Más tarde pertenecería a la Liga Monista.
Al año siguiente, el veintisiete de agosto, emprende
un viaje por los Estados Unidos, en el que visita la exposición
universal en Chicago, y que financia escribiendo artículos y
reportajes para periódicos alemanes. Regresará, pasando por
Marruecos, Algeria y España, en 1894. Antes de volver a
Alemania participa en Roma en el Congreso Internacional de
2
Cit. en R. Dose (1989), 9.
3
M. Hirschfeld (1892).
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
9
Médicos, que tuvo lugar entre el veintinueve de marzo y el cinco
de abril y donde conoció a Cesare Lombroso, cuyo método de
investigación -medición de todos los aspectos constitucionales de
los delincuentes- impresiona a Hirschfeld, y a Paolo Mantegazza.
Ambos colaborarán posteriormente en la Zeitschrift für
Sexualwissenschaft -Revista de Sexología-. A su regreso abre una
consulta médica en Magdeburg:
"El 9 de abril de 1894 llegué de Norteamérica,
norte de Africa y sur de Europa a la vieja patria, y
catorce días después colgué la vieja placa de
porcelana de mi padre con la inscripción: 'Dr.
Hirschfeld, médico práctico y de ayuda al parto'"4.
Parece que la ciencia académica no satisfacía a
Hirschfeld, sobre todo en la medida en que la tenía en muchos
aspectos por un taller de reparaciones, por lo que la placa del
padre no duró mucho tiempo en su puerta: siguiendo el ejemplo
de su hermano mayor, director de un gran sanatorio en
Milwaukee, se orientó a la medicina fisicodietética5, comenzó a
anunciarse en Magdeburg como médico naturista y como tal
trabajó desde primavera de 1894 hasta aproximadamente mayo de
1896. Durante este tiempo fundó una Hausarztkasse, cuyos
miembros podían recibir tratamiento médico por poco precio. En
su clínica celebró también, entre julio y agosto de 1894, dos
cursos de dos semanas sobre higiene social, tema sobre el que
publicó en aquella ciudad diversos artículos médicos6.
Su interés por la medicina natural no disminuiría
durante toda su vida. Todavía en la obra Geschlechtskunde insiste
en cómo el consumo de drogas y alcohol afecta a la voluntad y al
impulso sexual y ofrece una serie de reglas encaminadas a la vida
natural y a la buena formación del cuerpo, la mente y la vida
sexual: ser uno mismo, fortalecer cuerpo y alma, mantener las
4
M. Hirschfeld [1986], 192.
5
J. Gaulke (1918).
6
K. H. Tiermann (1993).
10
Angeles Llorca Diaz
sustancias y energías naturales en equilibrio, evitar el consumo de
drogas, disfrutar del sol y el aire puro, practicar deporte, juego,
danza y marchas, dormir no menos de un cuarto y no más de un
tercio de día, amar y trabajar, entre otras muchas7.
El veinticinco de mayo de 1895 la justicia
londinense condena a Oscar Wilde a causa de su homosexualidad
a dos años de prisión con trabajos forzosos. El impacto de este
proceso unido al del suicidio de un paciente suyo homosexual
llevaría al entonces médico de Magdeburg a implicarse tanto
política como científicamente en el tema de la homosexualidad.
En 1896 se traslada a Charlottenburg, cerca de
Berlín, y abre allí su nueva consulta médica. En agosto aparece
bajo el seudónimo Th. Ramien su obra Sappho und Sokrates. Wie
erklärt sich die Liebe der Männer und Frauen zu Personen des
eigenen Geschlechts? -Safo y Sócrates ¿Cómo se explica el amor
de hombres y mujeres hacia personas del mismo sexo?-. El editor,
Max Spohr, y un médico amigo, Baer, habían aconsejado a
Hirschfeld la publicación del escrito bajo seudónimo; una medida
de seguridad que no volverá a tomar nunca. En esta obra presenta
el amor homosexual como un valor superior, cosa que tampoco
volverá a hacer con el tiempo, inclinándose en el resto de sus
escritos sobre el tema a recalcar la igualdad del amor homo y
heterosexual. Algunos oponentes en el movimiento homosexual8,
como Adolf Brand y Benedikt Friedländer, defendieron siempre,
en el sentido de Oscar Wilde, la mayor belleza del amor
homosexual.
La colaboración entre Spohr y Hirschfeld a partir
de esta primera publicación fue estrechísima y supuso que éste
encontrara siempre en la editorial de aquél vía de salida a sus
obras. Tras la muerte de Spohr en 1905, el manuscrito de Die
Transvestiten (1910) sería enviado a una veintena de editores
antes de encontrar quien lo quisiera publicar.
7
8
M. Hirschfeld (1926).
El médico berlinés Georg Merzbach fue el primero en hablar en el Jahrbuch für sexuelle
Zwischenstufen de 1902 de un "movimiento" homosexual. M. Herzer (1992).
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
11
En 1897 funda el médico pomerano el
Wissenschaftlich-humanitäres Komitee -Comité científicohumanitario-, que dirigió hasta 1929. El Comité tenía tres fines
principales: informar al pueblo y a las instituciones de que la
homosexualidad no es una enfermedad ni un crimen, eliminar el
artículo 175 del Código Penal Imperial (el que penaba los actos
homosexuales entre varones) y ayudar a homosexuales en caso de
persecución o necesidad. La primera petición al Reichstag para la
abolición del 175 se elevó, sin resultados positivos, ese mismo
año.
Entre 1896 y 1900 trabaja como redactor del
semanario de vida y medicina natural Der Hausdoctor, con
escritos sobre filología, psicología de guerra y cuestiones
relacionadas con el alcohol. En ellos se muestra partidario de la
responsabilidad de cada uno ante su propia salud: los daños
causados por consumo de drogas, tabaco y alcohol serían
achacables a quienes los consumen. Más tarde participará muy
activamente en el movimiento antialcohol y elevará una petición
al Ministro de Cultura en la que aboga por la explicación en las
escuelas de las consecuencias del consumo del alcohol. En su obra
sexológica dedicará también numerosas páginas el estudio de la
influencia del alcohol en la vida sexual.
Desde 1900 trabaja en la Humboldt-Akademie y en
las universidades populares -Volkshochschulen- dando clases
sobre sexología. Comenzó su labor docente con una serie de tres
conferencias tituladas Der Mensch und sein Geschlecht -El
hombre y su sexo-, Das Geschlechtsleben und seine Gesetze -La
vida sexual y sus leyes- y Die Liebe im Lichte der Wissenschaft
-El amor a la luz de la ciencia-, que serían las más visitadas de los
cursos de estas escuelas populares9.
Un año antes, en 1899, había aparecido el primer tomo del
Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen -Anuario para los estadios
sexuales intermedios-, como órgano de publicaciones del Comité.
En él se publica la primera versión de un cuestionario de ochenta
9
M. Hirschfeld (1926).
12
Angeles Llorca Diaz
y cinco preguntas relacionadas con la vida sexual, con el ruego de
que sean constestadas por los lectores por escrito y enviadas al
Comité. Hirschfeld llegó pronto a poseer más de mil cuestionarios
cumplimentados, que constituyeron, como veremos, un material
esencial en su posterior trabajo. Sus dos obras más importantes en
los comienzos del Comité, Der Urnische Mensch -La persona
úrnica- (1903) y Vom Wesen der Liebe -De la esencia del amor(1906) recogen en gran medida los resultados de su análisis.
El cuestionario sufrió diversas modificaciones, de
forma que las versiones posteriores contienen cada vez más
preguntas y se orientan cada vez más hacia la heterosexualidad,
con vistas a conseguir información para la obra
Geschlechtskunde10.
Un año después, en 1901, aparece por primera vez
el folleto de educación popular Was soll das Volk vom dritten
Geschlecht wissen? -¿Qué debe saber el pueblo sobre el tercer
sexo?-, que fue ampliamente vendido al precio de 0,20 marcos. La
intención de este folleto era una mejor comprensión popular de la
homosexualidad, la misma que perseguiría el libro Berlins Drittes
Geschlecht -El tercer sexo de Berlín-, que aparecería en 1904.
En diciembre de 1903 lleva a cabo el Comité
Científico-humanitario, con nuestro autor a la cabeza, una
encuesta entre tres mil estudiantes de la Escuela Técnica Superior
de Charlottenburg, y en febrero de 1904 entre 5721 trabajadores
del metal. El objetivo final de ambas era recabar información
estadística sobre el porcentaje de hombres homosexuales en la
población. El siete de mayo del mismo año Hirschfeld es
condenado a pagar doscientos marcos de multa o pasar veinte días
en prisión por una denuncia concerniente a la primera de ellas.
En estos años su consulta médica parece ser muy
exitosa: en el mismo artículo en que se publican los resultados de
10
M. Herzer (1992).
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
13
las encuestas anteriores comenta tener más de treinta pacientes
diarios11.
En 1907 acontecen en Berlín los casos Eulenburg
y Moltke, en cuyos juicios participará como médico perito para
gran disgusto de la prensa antisemita. A partir de aquí este tipo de
prensa abandona la táctica empleada hasta entonces de alabar la
figura de Hirschfeld y desprestigiar su causa y algunos de sus
colaboradores se empiezan a interesar por la figura del "médico
hebreo", como lo llamaba el escritor Dühring12.
En 1908 edita el sexólogo pomerano los doce
números mensuales de la Zeitschrift für Sexualwissenschaft, la
primera revista que llevó en su título el nombre de la nueva
ciencia. Un año antes había publicado Iwan Bloch Das
Sexualleben unserer Zeit -La vida sexual contemporánea-, en
cuyo prólogo acuñaba el término Sexualwissenschaft y que
influiría notablemente en él. Manfred Herzer supone que a causa
de ella cambió Hirschfeld su opinión sobre los métodos
anticonceptivos y el control de la natalidad, volviéndose un firme
partidario de ellos13.
Los partidos políticos de base trabajadora -y
nuestro autor perteneció a la SPD (Partido Socialista Alemán),
probablemente ya desde sus tiempos de estudiante- se mostraron
hasta después de la guerra contrarios al uso de estos métodos:
"Inolvidable permanece para mí, en relación con
esto, una de las más grandes asambleas populares
en las que jamás participé. En la sala de la Neue
Welt en la Hasenheide berlinesa, que congregó a
más de cuatro mil personas, dio un conocido
médico socialista una conferencia sobre la 'huelga
de partos', en la que proponía a los trabajadores
11
M. Hirschfeld (1904b).
12
M. Herzer (1992), 20.
13
M. Herzer (1992).
14
Angeles Llorca Diaz
proveer a 'este' estado de los menos reclutas
posibles mediante el uso de métodos
anticonceptivos. Entonces se levantaron dos de las
líderes del movimiento radical de trabajadores y
de la mujer, Klara Zetkin y Rosa Luxemburg, y se
volvieron con su impresionante discurso contra la
limitación artificial de la natalidad, aclarando que
precisamente el fuerte aumento del proletariado
sería en la lucha final una de las armas más
valiosas contra el sistema capitalista de dos
niños"14.
El veintiuno de agosto de 1908 participa Hirschfeld
junto a Karl Abraham, Iwan Bloch y otros en la constitución de la
Asociación Psicoanalítica Berlinesa. En las primaveras de 1908
y 1909, y para descansar de los problemas surgidos en el Comité,
viaja a Italia. De camino a este país visita a Sigmund Freud en
Viena, produciéndose así el primer encuentro entre ellos dos.
En enero y febrero de 1910 viaja a Londres,
Edimburgo, Cambridge, París y Amsterdam y a su regreso se
publica la obra Die Transvestiten, en la que acuña el término que
aparece en su título. Este mismo año se traslada de
Charlottemburg a Berlín, donde abre una consulta como "médico
especialista en dolencias nerviosas y psíquicas".
En 1912 aparece Naturgesetze der Liebe -Leyes
naturales del amor-, obra en la que reafirma su tesis de que la
dirección del impulso sexual es tan innata como los caracteres
sexuales primarios y donde aparece una clara crítica a Freud. Este
mismo año se encontrará con Ernst Haeckel en Jena.
El veintiuno de enero de 1913 funda en Berlín
junto a Iwan Bloch, Albert Eulenburg y otros la Ärztliche
Gesellschaft für Sexualwissenschaft und Eugenik -Asociación
médica de Sexología y Eugénica-. Poco después participa en el
14º Congreso Médico Internacional en Londres y se encuentra en
14
M. Hirscheld (1928), 393.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
15
Viena con Eugen Steinach en su instituto de investigación.
Steinach mostró a Hirschfeld los preparados de sus experimentos
con animales y éste le hizo la observación de que sería interesante
experimentar implantando a un mismo animal al mismo tiempo
tejido de testículos y de ovarios15. Steinach ya tenía en mente este
tipo de experimentos y los llevó a cabo posteriormente, haciendo
públicos los resultados el once de mayo de 191616. En 1914
aparece Die Homosexualität des Mannes und des Weibes -La
homosexualidad del hombre y la mujer-.
Con el inicio de la Primera Guerra Mundial
pertenece el médico pomerano a los fundadores del Bund Neues
Vaterland, liga cercana a la SPD de la que fueron miembros, por
ejemplo, Helene Stöcker y Albert Einstein, y que abogaba por el
inmediato restablecimiento de la paz y por la democratización de
Alemania. La actividad de la Liga fue prohibida en febrero de
1916 y pudo ser retomada poco despúes del final de la
contienda17. Durante el tiempo de guerra investiga Hirschfeld su
influencia en la vida sexual y se ocupa especialmente de los
problemas de los homosexuales en los campos de batalla. En
1915, publica Warum haßen uns die Völker? -¿Por qué nos odian
los pueblos?-, donde trata cuestiones de psicología de guerra. En
este tiempo se dedica también al cuidado de presos. En verano de
1918, recién nombrado Sanitätsrat, entra en contacto con líderes
pacifistas de Suiza, entre ellos August Forel, Romain Roland y
Stefan Zweig.
El once de noviembre de 1918, dos días después de
la proclamación de la República, pronuncia el sexólogo socialista
un discurso delante del Reichstag en un encuentro del Bund Neues
Vaterland a favor de la nueva república, en el que exige la
inmediata disolución del Reichstag, la elección de una Asamblea
Nacional y la unidad de los pueblos. Con la llegada al poder de la
SPD esperaba encontrar apoyo en el Parlamento para su lucha por
15
M. Hirschfeld (1917c).
16
E. Steinach (1916).
17
M. Herzer (1992).
16
Angeles Llorca Diaz
la reforma del Código Penal, pero lo que el partido prometía en la
oposición y lo que hace en el poder resultan ser cosas distintas. La
propuesta de Hirschfeld de amnistiar a todos los procesados bajo
la monarquía y la dictadura por el artículo 175 no obtiene
respuesta, lo que trae como consecuencia que, aparte de su
participación en la campaña electoral para la Asamblea Nacional,
permanezca como miembro pasivo del partido18. Con la fundación
del Partido Comunista será éste el que se convierta en el apoyo
político de las reformas sexuales, siguiendo el modelo soviético.
En estos años se implica Hirschfeld también por la constitución de
un Ministerio de Sanidad.
En 1917 se publica el primer tomo de su
Sexualpathologie, obra con la que pretende ofrecer una revisión
de la Psychopathia sexualis de Krafft-Ebing a la luz de los nuevos
conocimientos en sexología.
En 1918 el Comité Científico-humanitario celebra
el medio siglo de vida de Hirschfeld con la publicación de un
número de sus Vierteljahrsberichte dedicado exclusivamente a él.
De este tiempo contamos con la siguiente descripción de LouisCharles Royer en su obra L'Amour en Allemagne:
"Se trata de un cincuentón rechoncho, con un gran
bigote que le atraviesa el rostro. Detrás de sus
gafas brilla una mirada fina y sosegada"19.
El veinticuatro de mayo de 1919 se celebra en el
teatro Apolo de Berlín el preestreno de la película Anders als die
anderen, basada en la novela del mismo nombre que Bill Forster
había publicado en 1904. Magnus Hirschfeld había colaborado
con el director, Richard Oswald, en su realización. Se pretendía
con ella que el público conociera las terribles consecuencias que
la penalización de actos homosexuales acarreaban para los
inculpados. La película sería prohibida un año después: Kraepelin,
18
Ibid.
19
L.-Ch. Royer [1930] (1993), 170.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
17
Moll y Placzek firmaron un informe contra su exhibición pública
por considerarla peligrosa para el pueblo y dañina para los
jóvenes. El mismo año y también en colaboración con Richard
Oswald rueda la película Die Prostitution, que también sería
prohibida.
El seis de julio de 1919 inaugura en Berlín el
Institut für Sexualwissenschaft. A partir de entonces vivirá en una
habitación de la primera planta, junto a la de Karl Giese, su
compañero, secretario y director del Archivo del Instituto.
En marzo de 1920 se lleva a cabo un atentado con
bombas fétidas y petardos en un local de Hamburgo en que iba a
dar una conferencia. El cuatro de octubre del mismo año sufre un
nuevo ataque por parte de jóvenes nacionalsocialistas en una calle
de Múnich, del que sale gravemente herido. Internado en el
hospital leerá en un periódico la noticia de su propia muerte.
Catorce días después Adolf Hitler comenta el atentado en un
discurso público y afirma que de haber estado allí hubiera
participado en él personalmente.
Hirschfeld, que se calificaba de ateo y no era
partidario del sionismo, comentó pocas veces este tipo de
agresiones, que no sólo se dirigieron contra él, sino también
contra el Comité y el Instituto. En las discusiones del Reichstag
sobre las peticiones del Comité los representantes de los partidos
de la derecha más radical cebarán sus argumentaciones en contra
en la condición judía del sexólogo. En el segundo tomo de
Geschlechtskunde criticará éste más tarde algunos contenidos de
la ideología racista de entonces, poniendo en cuestión conceptos
como raza aria y semita como tales y como términos opuestos y
atacando fuertemente las consideraciones pretendidamente
científicas de la superioridad de unas razas sobre otras y de las
consecuencias negativas del cruzamiento de diferentes razas.
Hirschfeld veía en la tarea eugénica de cada nación un paso hacia
la paz, en la medida en que cada una procurase mejorar lo que de
bueno tiene y por ello opone el término Galtonismo al de
18
Angeles Llorca Diaz
Gobineauismo20. Estos temas ya habían sido tratados por él en la
obra Warum hassen uns die Völker?.
En 1921 es nombrado miembro de honor de la
British Society for the Study of Sex Psychology. Entre los días
quince y veinte de septiembre del mismo año se celebran en el
Instituto las Primeras Jornadas Internacionales de Reforma
Sexual, que recibirán una fuerte crítica por parte de Albert Moll
y sus seguidores. Entre los días diecinueve y veintisiete de marzo
de 1922 lleva a cabo una gira de conferencias por Holanda, a
petición del Comité Científico-humanitario de aquel país. El
mismo año se estrena la película Mann oder Weib? -¿Hombre o
mujer?-, en colaboración con el departamento cultural de la UFA.
En junio de 1926 realiza un viaje a Moscú y
Leningrado por invitación del gobierno de la Unión Soviética.
También este año se publica el primero de los cinco tomos de la
obra Geschlechtskunde -Ciencia sexual-, que no parece haber sido
un éxito de ventas, por lo menos en comparación con las obras de
Bloch y de Forel que Hirschfeld consideraba precursoras.
En 1927 se prohibe la película Gesetze der Liebe
-Leyes del amor- por contener numerosos cortes de Anders als die
anderen (estos cortes, en una versión ucraniana son los únicos que
se conservan de esta última). Entre los días uno y cinco de junio
de 1928 tiene lugar en Copenhague la fundación de la Weltliga für
Sexualreform -Liga mundial para la Reforma sexual-.
Según Manfred Herzer, puede hablarse de un punto
alto de la popularidad de Hirschfeld en estos años hasta su marcha
al exilio. Pareciera que su nombre poseyera valor propio, de forma
que se lo menciona como colaborador en libros en los que no
participa (éste parece ser el caso de Das erotische Weltbild y
Sexualgeschichte der Menschheit de 1929, de Berndt Götz) o
como editor en obras que no edita (como en los dos tomos de la
Sittengeschichte des Weltkrieges de 1930). También aparecen con
su nombre algunos medicamentos, como las Perlas Titus, el
20
M. Hirschfeld (1928), 527-659.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
19
Patentex y el Testifortan, aunque él nunca llevó a cabo
investigaciones farmacológicas21.
Entre los días nueve y trece de septiembre de 1929
tiene lugar el tercer congreso de la Liga Mundial en Londres.
Dora Russell, una de las organizadoras, escribiría más tarde sobre
el médico alemán en sus memorias:
"Guardo una viva memoria de este hombre
pequeño e inquieto, con una mata de pelo gris y
espeso, dinámico aquí y allá, consumido por un
resplandeciente entusiasmo por sus ideales.
Recuerdo esto aquí en su memoria, en
agradecimiento por la alegría de nuestra breve
colaboración, y porque, después de la llegada de
Hitler al poder, el trabajo de la vida de Hirschfeld
en el Instituto de Berlín literalmente se esfumó"22.
En octubre del mismo año la comisión de derecho
penal del Reichstag decide la reforma del derecho penal
homosexual y se elimina la penalización de los actos "simples"
entre homosexuales. También en 1929 se prohibe la publicación
de la revista Die Aufklärung -La Ilustración-, que Hirschfeld
editaba. Tucholsky publicará un artículo criticando la medida de
censura. Entre el trece y el veinte de septiembre de 1930 se
celebra el cuarto congreso de la Liga Mundial en Viena.
Precisamente a partir de 1929 Hirschfeld participa
aún menos en actos públicos. Su posición frente a los
nacionalsocialistas es publicada en órganos antifascistas
independientes, como las revistas Die Wahrheit y Der Aufruf de
Praga o Die Sammlung de Klaus Mann en Amsterdam y los
periódicos Pariser Tageblatt y Deutsche Freiheit. Como
socialista, homosexual, luchador por la igualdad jurídica y social
de los homosexuales, sexólogo, pacifista, monista liberal y de
21
M. Herzer (1992).
22
D. Russell (1978), 219.
20
Angeles Llorca Diaz
procedencia judía, es Hirschfeld una víctima propicia para
encarnar lo que desde la extrema derecha se entendía como la
representación de lo "no ario". Los ataques provenientes de la
prensa de esta orientación contra Hirschfeld, el Comité y el
Instituto arrecian en esta época. El quince de noviembre de 1930
acepta Hirschfeld de buen grado una invitación como
conferenciante en Estados Unidos, de donde regresa a Viena, tras
un viaje alrededor del mundo, el dos de abril de 1932,
acompañado de Karl Giese y Tao-Li. El desarrollo de la situación
política en Alemania hace impensable su regreso a Berlín y se
traslada a Ascona y Zúrich, donde publica Die Weltreise eines
Sexualforschers -El viaje alrededor del mundo de un investigador
sexual-.
En el prólogo de esta obra cuenta haber recibido en
noviembre de 1930 una propuesta para dar una conferencia
("Sobre el estado actual de la patología sexual") el primero de
diciembre en la Fundación médica germano-americana de Nueva
York y participar en la fiesta del séptimo decenio de la Fundación.
Tras esta conferencia en la Academy of Medicine recibió
numerosas invitaciones para otras posteriores, que le llevaron a
diferentes ciudades de los Estados Unidos. En San Francisco tomó
la decisión de regresar a Europa por Asia, lo que se convirtió
finalmente en un viaje alrededor del mundo. El interés en todos
los países visitados fue tan grande que se fue subvencionando el
viaje con el trabajo que iba realizando. Dio casi doscientas
conferencias en quinientos días, en Estados Unidos, Japón, China,
Filipinas, Java, India (donde enfermó de malaria), Egipto,
Palestina y Siria23. En China conoció al estudiante de filosofía y
medicina Tao-Li, que se convertirá en su compañero de viaje, de
vida y de exilio.
En 1932 se celebra el quinto congreso de la Liga
Mundial en Bruno (Checoslovaquia). En 1933, todavía en Ascona,
recibe una carta de tres empleados del Instituto en que le
comunican la forma "armoniosa" en que funcionarios del Estado
23
El libro posee, además, una introducción sobre etnología sexual y está dividido en cuatro partes
en que se recogen las observaciones de Hirschfeld a lo largo de su viaje: lejano Oriente, Indonesia,
India y cercano Oriente.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
21
(policía criminal) habían investigado el Instituto y la visita de
miembros de la SA para preguntar por la afiliación de Hirschfeld.
Otros trabajadores del Instituto sacaron diferentes conclusiones de
estas visitas y comenzaron a poner a salvo el material que allí se
encontraba. El Institut für Sexualwissenschaft fue saqueado por
estudiantes de ideología nacionalsocialista y cerrado el seis de
mayo de 1933. Gran parte del material allí robado fue quemado en
la plaza de la Opera el famoso diez de mayo de 1933. En la misma
hoguera ardió un busto de su fundador y director como "símbolo
de la suciedad y de lo no ario". Muchos libros, fotografías y
diapositivas fueron subastados por el Estado para pagar las deudas
del Instituto con el fisco, que provenían de que el gobierno
nacionalsocialista le había retirado el carácter de utilidad pública
y exigía con carácter retroactivo el pago de los impuestos
deducidos por ello.
Desde Suiza marcha Hirschfeld a París, donde
casualmente ve en un cine el saqueo de su Instituto. Allí publica
algunos artículos sobre cuestiones sexuales y escribe dos libros,
que se publican en 1935: L'âme et l'amour y Le sexe inconnu; así
como la serie de artículos Phantom Rasse sobre la ideología
nacionalsocialista. Desde el ascenso al poder de Hitler no pudo el
médico pomerano publicar en Alemania: El escrito Phantom
Rasse. Ein Hirngespinst als Weltgefahr -El fantasma raza. Una
quimera como peligro mundial- se publicó entre verano de 1934
y mayo de 1935 en la revista Wahrheit de Praga, que había sido
fundada en 1921 como publicación pacifista. En los dos años en
que se publicó este escrito aparecieron también artículos de
Stephan Heym, Thomas y Heinrich Mann, André Gide, Oskar
Kokoschka, Kurt Hiller, Albert Einstein y Lion Feuchtwanger,
entre otros. La última parte de la serie de Hirschfeld apareció ya
el veinte de mayo de 1935 y tras ella una nota comunicando la
muerte de su autor24.
Desde abril de 1934 escribe su correspondencia en
papel con membrete del Institut des sciences sexologiques, sito en
24
R. Herrn (1993).
22
Angeles Llorca Diaz
la Avenue Charles Floquet, 24. Poco antes había comunicado a los
miembros de la Liga Mundial la apertura de este Instituto, del que
aparte de la dirección se desconoce todo. El veinticuatro de abril
de 1934 da una conferencia en la Sorbonne. El diez de mayo un
discurso en la inauguración de la Biblioteca de los Libros
Quemados, también en París.
Todavía el treinta y uno de enero de 1934 escribe
Albert Moll una carta al decano de la Facultad de Medicina de
París, Gustave Roussy, denunciando que Hirschfeld no era
perseguido en Alemania por su condición judía o socialdemócrata,
sino que había salido del país antes de que el Gobierno de
entonces llegara al poder; el cinco de febrero del mismo año Moll
envía otra carta al Ministro de Asuntos Exteriores alemán
comunicándole la denuncia que había hecho y enviándole copia
de la carta anterior25.
A principios del invierno se traslada Hirschfeld a
Nizza, buscando en el clima mediterráneo una mejora de su salud.
A la vista del inseguro ambiente europeo, espera poder viajar de
nuevo a Estados Unidos.
El catorce de mayo de 1935, el día que cumplía
sesenta y siete años, muere en Nizza. La prensa local informa de
la incineración del cadáver el día veintiuno y de su funeral,
preparado por la Ligue Internationale contre l'Antisémitisme. A
sus herederos, Karl Giese y Tao-Li, legó el sexólogo alemán todo
su patrimonio:
"[...] con la imposición explícita de no usar su
parte de la herencia para uso personal, sino
exclusivamente para los objetivos de la sexología
en el sentido de mis ideas, trabajos y esfuerzos
sexológicos [...]"26.
25
V. Sigusch (1995).
26
Cit. en M. Baumgardt (1984), 9.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
23
Karl Giese se suicidó en Bruno en 1938. Tao Li se
trasladó a Hongkong, donde se le pierde la pista.
24
Angeles Llorca Diaz
II. ACTIVIDAD EN EL MOVIMIENTO DE REFORMA
SEXUAL
II.1 LA REFORMA
SEXOLOGICAS
SEXUAL
SOBRE
BASES
Una de las principales razones de ser que
Hirschfeld encontraba en la ciencia era su aplicación en la
resolución de problemas prácticos de la población. El lema de su
vida, "por la ciencia a la justicia", da buena cuenta de ello. La
ciencia tenía que ser capaz de ofrecer el basamento necesario para
la creación de una moral nueva y en este sentido entendía también
la sexología. Ella habría de servir de fundamento teórico para la
reforma sexual de la sociedad, lo que él llamaba la "reforma
sexual sobre bases sexológicas".
Durante casi toda su vida Magnus Hirschfeld
estuvo implicado en el movimiento que entonces se llamó de
reforma sexual. La despenalización de los actos homosexuales, la
popularización de los métodos anticonceptivos, la legalización del
aborto, la igualdad jurídica entre hombres y mujeres y la reforma
del derecho matrimonial y sexual en general fueron los objetivos
que con mayor ardor persiguió.
En 1897 fundó en Charlottenburg el
Wissenschaftlich-humanitäres Komitee, la primera organización
de lo que posteriormente se llamaría "movimiento homosexual"
y desde la que se luchó incansablemente por la abolición del
artículo 175 del Código Penal, que castigaba los actos
homosexuales entre hombres. Como perito forense en
numerosísimos juicios relacionados con la vida sexual en general
o con la homosexualidad en particular, actuó en defensa de los
26
Angeles Llorca Diaz
procesados, procurando por todos los medios -por todos los
trucos- legales posibles su absolución27.
Fue también miembro del Bund für Mutterschutz
-Liga para la protección de la madre-, fundada en enero de 1905
por Helene Stöcker (1869-1943) con los fines primordiales de
conseguir una igual consideración jurídica para los hijos nacidos
fuera y dentro del matrimonio, una mejora del trato social y
jurídico de las madres solteras, la legalización del aborto
voluntario y la igualdad de derechos de hombres y mujeres. La
colaboración entre Stöcker y él fue muy estrecha, no sólo en el
Bund für Mutterschutz y otras asociaciones dedicadas a la reforma
sexual, sino que se extendió, como en el caso de tantos
reformadores sexuales, al movimiento pacifista. El movimiento
feminista en general seguía con expectación el trabajo de los
sexólogos de la época; especialmente la teoría de la
intersexualidad de Hirschfeld pareció, para algunos sectores de
este movimiento, un buen punto de apoyo teórico para la
consecución de sus fines prácticos:
"Todas estas corrientes nos muestran que más bien
tenemos que aceptar en la vida amorosa sólo
diferencias graduales, ya no tan rígidas diferencias
de calidad en el ser de lo masculino y lo femenino,
y que todas estas diferencias son más móviles de
lo que se creyó antiguamente en el rígido
dogmatismo, en el desconocimiento y la
inexperiencia"28.
Hirschfeld fue también el principal promotor de la
Weltliga für Sexualreform, que tuvo su oficina en su Instituto
hasta que éste desapareció.
En 1925 el gobierno alemán preparaba un nuevo
proyecto de Código Penal que dificultaría aún más la situación
27
Werthauer reconoce el gran papel que Hirschfeld habría llevado a cabo en este sentido,
consiguiendo la salvación de numerosísimos acusados por la justicia. J. Werthauer (1918).
28
H. Stöcker (1918), 46.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
27
legal de los homosexuales. Un grupo de socialdemócratas,
comunistas e independientes constituyó entonces el Kartell für die
Reform des Sexualstrafrechts -Cartel para la reforma del derecho
penal-, cuya sede fue también el Institut für Sexualwissenschaft.
Formaron parte del Kartell el departamento de reforma sexual del
Instituto y las asociaciones Wissenschaftlich-humanitäres
Komitee, Bund für Mutterschutz, Deutsche Liga für
Menschenrechte -Liga alemana para los derechos humanos-,
Gesellschaft für Geschlechtskunde -Asociación de ciencia sexual-,
Gesellschaft für Sexualreform -Asociación de reforma sexual- y
Verband Eherechtsreform -Federación de reforma del derecho
matrimonial-. En la comisión de redacción del contraproyecto nos
encontramos los siguientes nombres: Felix Halle, Kurt Hiller,
Magnus Hirschfeld, Arthur Kronfeld, Richard Linsert, Heinz
Stabel, Helene Stöcker, Felix A. Theilhaber, Siegfried Weinberg
y Johannes Werthauer. Kurt Hiller, como jurista, era el
responsable de la redacción final29. En correspondencia con las
asociaciones que lo formaban, la finalidad del Kartell no fue sólo
la eliminación del artículo 175, sino también la posibilidad del uso
de anticonceptivos, la legitimación del aborto voluntario y la
igualdad jurídica de los hijos nacidos dentro y fuera del
matrimonio.
Die Aufklärung -La Ilustración- fue el último
proyecto de revista informativa y de reforma sexual llevado a
cabo por Hirschfeld, en este caso junto a Maria Krische. Apareció
desde 1929 hasta 193230.
En el segundo tomo de su obra Geschlechtskunde (1928)
dedica el sexólogo alemán amplio espacio a diversos temas
relacionados con la reforma sexual. El capítulo en que trata el
problema demográfico, escrito bajo el lema de Comte "savoir c'est
prévoir, prévoir c'est prévenir", parte de que en el tema de la
reproducción es el aspecto biológico el que interesa al individio,
el social al estado y ambos a la familia. De acuerdo con Grotjahn
29
30
H. Lehfeldt (1985), 22.
El tomo de 1929 y los tres cuadernos del primer cuarto de 1930 nombran a Hirschfeld y Krische
como editores. R. Dose (1991).
28
Angeles Llorca Diaz
opina el autor que la limitación voluntaria de los nacimientos es
un signo de desarrollo en el sentimiento de responsabilidad.
Hirschfeld diferencia desde Malthus tres periodos: el del
matrimonio célibe, el del Neomalthusianismo (iniciado por
Francis Place y James Mill) y el de la lucha por los nacimientos.
En este último distingue dos bandos, el de orientación más de
izquierdas, que aboga por una "huelga de partos", y el más
conservador, que habla de la "obligación del parto".
Tras un repaso de los métodos anticonceptivos y
abortivos conluye en este capítulo que el descenso de la natalidad
está condicionado objetiva y no subjetivamente: depende de las
circunstancias, no de la disposición del individuo. La reducción
del número de miembros familiares es, según él, un avance en el
desarrollo historicoeconómico de la familia humana, similar al
paso del matrimonio múltiple al monógamo. El descenso de la
natalidad no puede, por tanto, ser combatido mediante la
prohibición de sus medios, sino luchando contra sus causas, sobre
todo a través de la consecución de las condiciones económicas y
sexuales que llevan "de forma natural" al deseo de tener hijos31.
En cuanto a la eugénica, nos dice Hirschfeld en esta misma obra:
"Debemos desear que las más personas posibles
tengan muchos genes buenos. Sólo así es posible
un desarrollo elevado de la humanidad. Cuanto
más arraigue el pensamiento eugénico, cuanto con
más fuerza penetre en toda la Tierra, tanto
mejor"32.
En el tomo tercero (1930) continúa con este tema.
Se muestra convencido de la necesidad de la aplicación de normas
eugénicas para la mejora de la humanidad, si bien considera que
su imposición desde el estado resulta enormemente dificultosa y
problemática. Se trataría, según él, de reforzar el conocimiento de
la eugénica entre el pueblo, de manera que, mediante el
31
M. Hirschfeld (1928), 385-526.
32
Ibid., 595.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
29
fortalecimiento de la responsabilidad personal, se tengan en
cuenta estas medidas a nivel personal a la hora de procrear.
Para Hirschfeld representa el matrimonio una de
las "soluciones más felices" de la cuestión sexual, pero
entendiendo que es necesaria una reforma matrimonial que
posibilite la separación, el divorcio y la igualdad de derechos y de
posiciones de los sexos. Matrimonio es para él:
"[...] más que una comunidad sexual, más que una
comunidad procreativa, más que una comunidad
de trabajo; es una comunidad de destino,
comunidad de vida. Un verdadero matrimonio es
la más alta forma de confianza entre dos
personas, una confianza que permanece
inalterable incluso cuando aparentemente es
desilusionada. El matrimonio ha de ser la patria
de una persona en otra"33.
Pero, puesto que el matrimonio es algo natural, ha
de ser también posible sin mediación de contratos escritos,
constituyendo lo que él llama "matrimonios naturales", frente a
los eclesiásticos y estatales, y que habrían de ser posibles tanto
entre heterosexuales como entre homosexuales34.
Reconoce una relación entre la solución de la
prostitución y la de la cuestión sexual completa. Se muestra
partidario del abolicionismo y convencido de que la prostitución
sólo puede combatirse mediante las leyes de la eugénica -de forma
que nadie sienta la inclinación a vender su cuerpo (Hirschfeld no
se separa del todo de la teoría de que existe cierta disposición
innata a la prostitución)- y mediante una mejora de la economía
-para que nadie tenga razones económicas para prostituirse-. Otros
tres puntos importantes para terminar con la prostitución serían:
facilitar a ambos sexos una unión más fácil, sea como matrimonio
33
M. Hirschfeld (1930a), 171.
34
Ibid., 239-292.
30
Angeles Llorca Diaz
temprano, de camaradas o como unión libre; educación corporal
y mental de las muchachas y muchachos con lastre hereditario; y
mayor información sobre los grandes peligros de la prostitución
y las enfermedades venéreas. Entre las condiciones sociales
necesarias para terminar con aquélla estaría la igualdad jurídica de
los sexos35.
En lo que se refiere al derecho penal, critica su
enorme relatividad: la diferencia de leyes y morales en diferentes
países y en distintas épocas, conlleva que a uno le suponga la
cárcel en Alemania un acto que no le causaría problemas con la
justicia en Francia. Él es partidario de una moral sexual basada en
el conocimiento científico de la sexualidad humana y éste
correspondería mayormente a médicos y naturalistas:
"[...] a la santa profesión del médico y el
naturalista corresponde deducir inmediatamente de
la naturaleza las leyes morales [...]"36.
II.2
EL
WISSENSCHAFTLICH-HUMANITÄRES
KOMITEE
Entre los años sesenta y setenta del siglo XIX el
jurista alemán Karl Heinrich Ulrichs (1825-1895) publicó doce
folletos en que presentaba una teoría de la homosexualidad "uranismo", decía él- natural e innata y un programa completo
35
Ibid., 293-383.
36
Ibid., 77.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
31
para la emancipación de los homosexuales. Su obra influyó
grandemente los comienzos de la de Hirschfeld e,
indiscutiblemente, el movimiento homosexual de la época. En un
texto de 1865 de Ulrichs se puede leer un esbozo de organización
homosexual, que sería llevado a la práctica treinta y dos años más
tarde por Magnus Hirschfeld con el Comité Científicohumanitario37. En 1898 se ocupó él mismo de la reedición de la
obra de Ulrichs.
El desconocimiento es, según el sexólogo
pomerano, la primera causa del odio que los heterosexuales
sienten hacia los homosexuales. Como segundo factor menciona
el sentimiento de vergüenza de éstos, causado no tanto por la
persecución que sufren, como de forma natural. Para nuestro
autor, no puede caber ninguna duda de que las opiniones y leyes
de su tiempo sobre homosexualidad hunden sus raíces históricas
en las del judaísmo y el cristianismo. Muerte, hoguera, castración
y privación de libertad serían algunas de las penas con las que se
habrían castigado las relaciones homosexuales:
"No sin interés son los malhechores mencionados
junto a los homosexuales en los distintos artículos
penales: en primera línea nos encontramos a los
homosexuales reunidos hasta nuestros días con
personas que cohabitan con animales, después con
aquéllos que utilizan los cadáveres, donde es de
destacar que en la mayoría de los países
actualmente la profanación de cadáveres no se
incluye como penalizable; pero no rara vez se
incluyó también en los libros penales medievales
la cohabitación entre cristianos y judíos junto a la
homosexual [...]"38.
Una consecuencia especialmente dolorosa de estas
leyes, y particularmente del artículo 175 en Alemania, sería el
37
M. Herzer (1987).
38
M. Hirschfeld (1914b), 823.
32
Angeles Llorca Diaz
chantaje al que muchos homosexuales se ven expuestos bajo
amenaza de denuncia.
La historia del Wissenschaftlich-humanitäres
Komitee -Comité Científico-humanitario- arranca de 1896, año en
que publica Hirschfeld Sappho und Sokrates oder wie erklärt sich
die Liebe der Männer und Frauen zu Personen des eigenen
Geschlechts? -Safo y Sócrates, o ¿cómo se explica el amor de
hombres y mujeres por personas del propio sexo?- en la editorial
de Max Spohr. En ésta habían aparecido ya desde 1893 más
folletos que pretendían una nueva consideración social y jurídica
de la homosexualidad, pero fue precisamente este escrito el que
llevó a la consecución de un movimiento encaminado a esta meta,
lo que le mereció en determinados círculos el nombre de
"manifiesto homosexual".
Hirschfeld había publicado su libro bajo el
seudónimo de Th. Ramien, con indicación al editor de dar el
verdadero nombre a cualquiera que lo pidiera verbalmente o por
escrito. Eduard Oberg, un funcionario ferroviario que leyó el
libro, fue el primero en pedir esta información y buscó entrar en
contacto con su autor. El primer encuentro entre ellos dos se
produjo el primero de octubre de 1896 y a partir de ahí
desarrollaron una intensa correspondencia con Max Spohr.
El quince de febrero de 1897 visita el sexólogo a
Spohr en Leipzig para conocerlo personalmente. En el viaje en
tren escribe un esbozo de las razones por las que considera que
debe modificarse la opinión pública sobre la homosexualidad y
eliminarse el artículo 175 del Código Penal Imperial. Este escrito,
que entusiasma al editor, se convertiría más tarde en la primera
petición al Reichstag contra el artículo 175.
El quince de mayo de 1897, en el piso de
Charlottenburg de Hirschfeld, Eduard Oberg, el editor Max Spohr,
el escritor Franz Josef von Bülow y él mismo se constituyen en
Comité Científico-humanitario, con tres fines principales:
informar al pueblo y a las instituciones de que la homosexualidad
no es una enfermedad ni un crimen, eliminar el artículo 175 del
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
33
Código Penal y ayudar a homosexuales en caso de persecución o
necesidad. El Comité fue principalmente una organización de
hombres y dirigida a la consecución de una consideración jurídica
y social diferente de la homosexualidad masculina (la única que
castigaba el 175), si bien con el tiempo participaron en él algunas
mujeres.
Desde su constitución en mayo hasta diciembre, en
que se elevó la primera petición al Reichstag solicitando la
abolición del artículo 175, el Comité recogió más de doscientas
firmas de hombres relevantes (se prefirió optar por un criterio de
"calidad" en vez de por uno de "cantidad" en su recogida)39. Los
únicos líderes socialdemócratas que firmaron la petición fueron
Bebel y Kautsky. Bernstein, que volvió en 1901 de su exilio en
Londres, se puso inmediatamente en contacto con el Comité para
colaborar con él.
El trece de enero de 1898 August Bebel defiende
en el pleno del Reichstag la petición del Comité. El mismo año,
tras las elecciones y la constitución del nuevo parlamento, se
vuelve a elevar la propuesta, firmada ya por casi mil hombres40.
La petición siguiente, en 1904, contiene ya dos mil doscientas
firmas; se desconoce el número concreto de las que acompañaron
a las posteriores (1907, 1922 y 1926), si bien Hirschfeld habla de
casi cuatro mil. Sólo estas dos últimas versiones llevan también
firmas de mujeres prominentes, que tras la guerra habían
alcanzado pleno derecho como ciudadanas.
"Que esa petición de hecho supuso un punto de
cambio en la historia de la liberación homosexual
se expresa en que mientras la suma total de todos
estos trabajos científicos que trataban el tema casi
no pasó de cien hasta el año 1897, sólo en el
siguiente decenio aparecieron no menos de mil
39
Hirschfeld describirá más tarde estos meses de arranque del Comité como los más felices de su
vida.
40
Entre ellos Albert Eulenburg, Albert Neisser, Richard von Krafft-Ebing, Max Liebermann,
Friedrich S. Krauss, Max Marcuse, Albert Moll, Paul Näcke, Julius Pagel y Rainer Maria Rilke.
34
Angeles Llorca Diaz
diferentes contribuciones sobre la cuestión
homosexual [...]"41.
Paralelamente al aumento de firmantes de la
petición fue creciendo el de número de miembros del Comité, que
llegó a ser de unos quinientos. Los miembros no eran
necesariamente homosexuales o, por lo menos, no se presentaban
públicamente como tales en su inmensa mayoría, sino como
ciudadanos interesados en la lucha por los derechos de los
homosexuales sobre bases puramente científicas y humanitarias.
Tras la primera petición el Comité y con él el
movimiento homosexual viven sus mejores momentos, que
durarán, como veremos, hasta 1907 en que se provocará una
gravísima crisis.
En 1899, apenas a dos años de su constitución, el
Comité Científico-humanitario publica el primer número del
Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen -Anuario de los estadios
sexuales intermedios-, que será su órgano de publicaciones hasta
que la crisis económica obligue a su desparición en 1923. Sólo el
nombre de este anuario da una idea de la posición teórica que
había detrás de los esfuerzos humanitarios del Comité: los
homosexuales son estadios intermedios sexuales y su condición
es dada biológicamente, innata e invariable.
En sus esfuerzos por hacer extensa esta teoría sobre
la homosexualidad, el Comité invitó en diversas ocasiones a
científicos a que conocieran en Berlín, de la mano de Hirschfeld
y otros miembros, el ambiente homosexual más de cerca. Paul
Näcke fue uno de ellos y en octubre de 1903 viajó allí para
concluir sobre la veracidad de las teorías de aquél y si el Comité
tenía razón o no en sus peticiones42.
41
42
Ibid., 973.
Paul Näcke publicó los resultados de este viaje en el artículo "Ein Besuch bei den
Homosexuellen in Berlin". Archiv für Kriminalanthropologie und Kriminalistik, Bd. XV, Heft 1
u. 2. M. Hirschfeld (1986).
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
35
Albert Moll, uno de los firmantes de la primera
petición contra el artículo 175 que el Comité elevó al Parlamento,
atacó durísimamente al Comité en 1906 a raíz de las encuestas
sobre homosexualidad llevadas a cabo por Hirschfeld. En un
artículo, publicado en Berliner Morgenpost el ocho de abril de
1906 bajo el título "Suggestion von Verbrechen" -Sugestión al
crimen-, Moll tacha al Comité de perversor. El mismo año publica
Bloch una nota en el Jahrbuch expresando su anexión a la causa
del Comité, a pesar de no compartir sus teorías sobre la
homosexualidad.
Poco después, igual que había hecho Näcke, Bloch
acepta una invitación del Comité para conocer más de cerca, junto
a Hirschfeld, el ambiente homosexual berlinés. Su cambio de
postura teórica se verá reflejado en Das Sexualleben unserer Zeit
-La vida sexual contemporánea-, obra que Moll también criticará
con dureza. En 1906 fue Bloch nombrado Obmann del Comité43.
En diciembre de 1906 se constituye bajo el
liderazgo de Wilhelm Stekel un subcomité austríaco, a pesar de
que el psicoanalista no compartía en todo las teorías de Hirschfeld
sobre la homosexualidad:
"Puedo ser de otra opinión en muchas
apreciaciones teóricas. Cuando se trata de luchar
contra la penalización bárbara de impulsos
poderosos, me situaré siempre del lado del gran
investigador y filántropo Dr. Magnus
Hirschfeld"44.
La crisis de que hablábamos antes se desató en
1907 por dos razones diferentes: los casos de Moltke y Eulenburg
y la secesión de una parte del Comité por diferencias sobre la
forma en que se debían alcanzar los objetivos perseguidos.
43
R. Seidel (1969).
44
W. Stekel (1918), 58.
36
Angeles Llorca Diaz
El periodista Maximilian Harden había tachado
indirectamente de homosexuales en su revista Die Zukunft a altos
políticos y militares cercanos al Kaiser, por lo que algunos de los
afectados fueron separados de su servicio al Estado. Uno de ellos,
el general Kuno von Moltke, denunció a Harden por injurias. En
el proceso que siguió a esta denuncia participó Hirschfeld como
perito y afirmó, el veinticinco de octubre de 1907, que Moltke era
"inconscientemente homosexual". Este informe trajo como
consecuencia la puesta en libertad de Harden. El dieciséis de
diciembre, en un segundo proceso contra Harden, contradijo
Hirschfeld su informe en virtud del cambio de declaración de su
principal informante, la mujer de Moltke, con lo que Harden es
condenado a cuatro meses de cárcel. En el caso Eulenburg, otro
de los afectados por las denuncias de Harden, interviene también
Hirschfeld como perito.
La prensa siguió con expectación la actuación de
Hirschfeld en ambos casos. Para la antisemita era claro que se
trataba de una "conjura judía": Harden, su abogado y Hirschfeld,
calificados como "hebreos", pretendían tachar de homosexuales
a cristianos alemanes como Moltke y Eulenburg, ya que eran
incapaces de comprender la "amistad ideal entre hombres", lo
"más digno que los alemanes tenemos"45. Ese mismo año y
delante de la puerta de su casa se reparten panfletos invitando a
una conferencia antisemita, con el encabezamiento: "Dr.
Hirschfeld: un peligro público - los judíos son nuestra desgracia".
En ese año se separa del Comité una fracción
cercana al Bund der Eigenen -Liga de los peculiares- de Adolf
Brand y se constituye bajo el liderazgo de Benedikt Friedländer
como Bund für männliche Kultur -Liga de la cultura masculina-.
Esta nueva Liga combatió la teoría de los Zwischenstufen estadios intermedios- y sostenía que la distinción entre homo y
heterosexual era superficial, puesto que todas las personas eran en
esencia bisexuales. La tendencia de este grupo a glorificar las
conductas sexuales desviadas de la norma había resultado ya
peligrosa para la imagen del Comité. La Bund für männliche
45
M. Herzer (1992), 20-21.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
37
Kultur existió, tras el suicidio de Friedländer, por lo menos hasta
1909, año en que se pierden sus huellas.
La crisis del Comité se traduce en la no aparición
aquel año del Jahrbuch. El Monatsbericht, una revista editada
también por el Comité durante seis años, aparece en diciembre de
1907 por última vez. Para descansar de la tensión inicia
Hirschfeld un viaje que le llevará a Italia.
En 1908 entra el jurista Kurt Hiller en el Comité y
se destacaría en él por su papel activo. Propuso posteriormente,
por ejemplo, la creación de un partido político homosexual (que,
contando con el voto de los homosexuales alemanes, un 1% de los
electores según los cálculos más pesimistas de Hirschfeld,
alcanzaría como mínimo cuatro parlamentarios46). Otra propuesta
suya, con vistas a alcanzar los objetivos del Comité, fue la
autodenunciación masiva de homosexuales47.
No la autodenunciación, sino la denuncia masiva
de homosexuales relevantes fue otra de las vías propuestas para
conseguir las metas del movimiento homosexual, lo que Moll
había llamado "camino sobre cadáveres"48 en la misma revista Die
Zukunft de Maximilian Harden. Igual que Harden hizo con
Eulenburg y Moltke, Adolf Brand denunció en 1907 en un escrito
que la cabeza del gobierno, el canciller Bernhard von Bülow, era
homosexual, lo que trajo consigo el encarcelamiento de Brand y
el fin de su asociación. Hirschfeld se mostró siempre contrario a
ambas vías.
El estallido de la guerra supuso la reorientación de
las actividades del Comité. Durante estos años se lleva a cabo un
intensísimo trabajo de seguimiento de soldados en el frente: el
46
K. Hiller (1918).
47
El mismo Karl Kraus se había mostrado con anterioridad partidario de esta vía en un artículo
publicado en su Fackel, escribiendo que si él fuera homosexual no dudaría un momento en hacerlo
público.
48
Cuando Moll escribió en Die Zukunft el texto sobre el "camino sobre cadáveres" no había
comenzado, según Hirschfeld, "su periodo de involución". M. Hirschfeld [1986], 89.
38
Angeles Llorca Diaz
Comité se convierte en centro de correspondencia y de
información de homosexuales movilizados y llega a conseguir la
liberación de algunos que habían caído prisioneros.
Tras la guerra, igual que va sucediendo en el
trabajo de Hirschfeld, el desarrollo de la investigación de la
secreción interna se convierte en la nueva esperanza explicativa
de la homosexualidad para el Comité. Ya en 1917 apareció en el
Jahrbuch una colaboración de Steinach en la que comunica haber
curado a un "homosexual pasivo con caracteres sexuales
femeninos" mediante la implantación del testículo de un
heterosexual. En el mismo tomo, Hirschfeld, que siempre se había
mostrado contrario a la necesidad y la posibilidad de curar la
homosexualidad, pide a sus lectores que se pongan a disposición
del investigador vienés para este tipo de experimentos. En los
años siguientes él mismo envió, tanto a éste como a sus
colaboradores, pacientes homosexuales, que, con el deseo de
convertirse en heterosexuales, se dejaban extirpar los testículos e
implantar en su lugar otros de heterosexuales. En el tercer tomo
de Geschlechtskunde comunicará Hirschfeld muy brevemente la
inutilidad de estos transplantes49.
En 1923 aparece el último número del Jahrbuch.
El Comité, fuertemente afectado por la crisis económica, hace en
él un dramático llamamiento para conseguir apoyo financiero. El
dinero recaudado no resulta ser suficente y el Comité no volverá
a tener ya un órgano de publicaciones. Desde este mismo año el
comunista Richard Linsert trabaja en la organización como
secretario con sueldo50, lo que propició un mejor encuentro entre
su partido y el movimiento homosexual.
El veinticuatro de noviembre de 1929, tras un
ataque de Hodann y Linsert, Hirschfeld dimite de su cargo en la
junta directiva. Tres meses después es nombrado Obmann.
49
50
M. Hirschfeld (1930a).
Durante los primeros cinco años de vida del Comité Hirschfeld se encargaba personalmente del
trabajo de oficina, tanto de redacción como técnico.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
39
El día ocho de junio de 1933 el Comité Científicohumanitario se autodisuelve en Berlín.
II.3 EL JAHRBUCH FÜR SEXUELLE ZWISCHENSTUFEN
En 1899 apareció el número uno del órgano de
publicaciones del Wissenschaftlich-humanitäres Komitee, bajo el
nombre Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen unter besonderer
Berücksichtigung der Homosexualität -Anuario de los estadios
sexuales intermedios, con especial consideración de la
homosexualidad-, en la editorial de Max Spohr. En el prólogo de
este número, firmado por los editores en Berlín y Leipzig en enero
de 1899 se puede leer:
"Así, existe una completa serie de individualidades
formadas particularmente, que muestran en parte
características corporales, en parte psíquicas, en
parte corporales y psíquicas del otro sexo. A la
investigación y el reconocimiento de estos
estadios intermedios, de estos hermafroditas en el
más amplio sentido de la palabra, se dedica este
anuario en primera línea [...] Acercarles la
comprensión de sus semejantes más felices, será
una tarea más de este anuario"51.
Hirschfeld, que a partir del segundo número
figurará en la carátula como editor, veía la tarea del Jahrbuch en
registrar las variantes intersexuales y su extraordinaria diversidad,
en valorarlas histórica, biológica, etnológica y socialmente.
51
Die Herausgeber (1899), 1.
40
Angeles Llorca Diaz
Este primer Anuario se abre con un artículo suyo
que llegaría a ser un clásico dentro de su producción sobre el tema
de la homosexualidad: "El diagnóstico objetivo de la
homosexualidad"52 y que inicia una serie de monografías que irá
publicando en los siguientes años53. La primera petición elevada
por el Comité al Reichstag para la supresión del artículo 175, con
las firmas de apoyo conseguidas hasta entonces cierra este
número.
El Jahrbuch se estructura de diferente manera a lo
largo de su cuarto de siglo de existencia, componiéndose en
general de artículos originales, bibliografía o reseñas de
publicaciones, recortes de prensa, noticias del Comité e informe
anual de sus actividades y cuentas. Apareció normalmente una vez
al año, si bien este proceder se vio frecuentemente modificado por
diversas circunstancias. En 1903 y 1905 se publica en dos tomos
y el número de 1907 no existió por la crisis interna del Comité. En
1909 lo que era el Jahrbuch aparece en números trimestrales
(octubre, enero, abril y julio) con el nombre Vierteljahresberichte
des Wissenschaftlich-humanitären Komitees, bajo el que se
explica que se trata de la continuación de los Monatsberichte (que
se habían editado entre 1902 y 1908) y del Jahrbuch. Editor y
editorial siguen siendo los mismos y varía ligeramente la
estructura: se publican numerosas opiniones sobre el nuevo
proyecto de código penal y un apartado de materiales, que recoge
diversas noticias. Esta forma de publicación se mantiene durante
los años siguientes, faltando los correspondientes a octubre de
1913 y enero de 1915.
A partir de 1915 el número de páginas y
colaboraciones disminuye considerablemente, hasta que empieza
a mejorar de nuevo en los números de 1917. La guerra afectó al
Jahrbuch tanto como al Comité de que era órgano de
publicaciones. Durante estos años nos encontramos dos apartados
52
M. Hirschfeld (1899).
53
Ver bibliografía.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
41
nuevos, uno sobre los tiempos de guerra y otro sobre el papel de
las mujeres como soldados.
En 1919 vuelve a variarse el nombre de la
publicación para retomarse el de Jahrbuch für sexuelle
Zwischenstufen mit besonderer Berücksichtigung der
Homosexualität, pero con la indicación de ser editado dentro de
los Vierteljahrshefte del Comité. En 1923, en el que será el último
número, vuelve a recuperar su nombre original y a publicarse
anualmente, con más artículos originales y menos noticias.
De los numerosísimos artículos publicados en el
Jahrbuch destacaremos, además de los de Magnus Hirschfeld, de
los que hablaremos más adelante, la contribución de Iwan Bloch
sobre literatura e historia cultural54; los escritos de Paul Näcke55;
el de J. Sadger, sobre psicoanálisis y homosexualidad56; los de
Eduard Carpenter sobre homosexualidad y profecía57; el artículo
de Ernst Haeckel en que aplica al desarrollo de la homosexualidad
su máxima biológica de que la ontogenesis repite a pequeña escala
la evolución filogenética58; el de Hermann Rohleder sobre la
consideración de la homosexualidad como variedad59; y las
aportaciones de Arthur Kronfeld60 y Arthur Weil61, que empezaron
a aparecer coincidiendo con su trabajo en el Instituto de Sexología
de Berlín. Mención aparte merece el ingente trabajo del jurista
Numa Prätorius, que desde el primer número del Jahrbuch hasta
el último publicó, entre otras cosas, diferentes partes de una
54
I. Bloch (1906).
55
P. Näcke (1903), (1906), (1908a).
56
J. Sadger (1908).
57
E. Carpenter (1911a,b).
58
E. Haeckel (1913).
59
H. Rohleder (1922).
60
A. Kronfeld (1920), (1921), (1922) y (1923).
61
A. Weil (1921a,b), (1922a,b,c), (1923).
42
Angeles Llorca Diaz
bibliografía sistemática sobre el tema de la homosexualidad
(excepto en los años de guerra en que apareció en la Zeitschrift für
Sexualwissenschaft)62.
El Jahrbuch, con sus artículos originales, noticias,
materiales y resúmenes de actividades del Comité constituye, sin
duda, un riquísimo material para quien esté interesado en la
historia del movimiento homosexual y de la consideración
científica y jurídica de la homosexualidad durante esos
veinticinco años. Desgraciadamente no hay hasta ahora una
monografía resultado de una investigación seria sobre esta
publicación o sobre la asociación que la sustentaba63.
II.4 LA WELTLIGA FÜR SEXUALREFORM
Desde el Instituto de Sexología de Berlín organizó
su director junto a Arthur Weil en 1921 las Primeras Jornadas de
Reforma Sexual sobre bases científicas. La intención era realizar
una reunión de este tipo anualmente, pero el proyecto hubo de
posponerse siete años. A las jornadas de Berlín seguirían unas
segundas en Copenhague, ya en 1928, en las que se constituyó la
Weltliga für Sexualreform -Liga Mundial para la Reforma Sexual, que Hirschfeld presidió hasta su muerte. Otros congresos de la
Liga se celebraron en Londres en 1929, Viena en 1930 y Bruno en
1932. Con su creación pretendía Hirschfeld dar carácter
internacional al movimiento de reforma sexual y aunar en una
organización los diferentes esfuerzos de los grupos que
funcionaban en distintos países:
62
N. Praetorius (1899b), (1900b), (1901b), (1902a,b), (1903), (1904b), (1905), (1906), (1908b),
(1909), (1910b,c,d,e), (1911a,b,c,d) (1912a,b,c,e), (1913a,b,c), (1914a,c,e), (1919), (1920), (1921b),
(1922a).
63
Una revisión más detallada del Jahrbuch puede encontrarse en R. Seidel (1969), 24-63.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
43
"La sexualidad en el individuo es lo más
internacional y al mismo tiempo también lo más
franqueable que existe. Por ello también debe ser
internacional la lucha espiritual por una mayor
libertad sexual y un orden sexual"64.
La Liga Mundial fue disuelta en 1935, tras la
muerte de Hirschfeld, por sus otros dos presidentes, Haire y
Leunbach65.
64
M. Hirschfeld (1930a), 762.
65
Para una información más detallada sobre la Liga Mundial puede consultarse A. Llorca (1995).
44
Angeles Llorca Diaz
III. OBRA SEXOLOGICA
La actividad de Magnus Hirschfeld en el terreno de
la sexología puede ser considerada como un permanente trabajo
guiado por un doble objetivo: la articulación de un cuerpo teórico
propio de la ciencia sexual y su institucionalización como
disciplina independiente aceptada por la comunidad científica.
Los esfuerzos, difícilmente separables, que se
hicieran en ambos sentidos debían confluir para otorgar razón de
ser a la Sexualwissenschaft al lado de las demás ciencias
naturales. Al primer plano correspondería directamente la obra
sexológica escrita de Hirschfeld; al segundo, la creación de
revistas, asociaciones y centros de investigación.
III.1 LA ZEITSCHRIFT FÜR SEXUALWISSENSCHAFT
En 1908 edita el sexólogo de Pomerania junto al
etnólogo Friedrich Salomon Krauß y al médico Herman Rohleder
la Zeitschrift für Sexualwissenschaft -Revista de Sexología-, la
primera revista que lleva en su título el nombre de la nueva
ciencia y en cuyos números de enero, octubre y diciembre publica
Hirschfeld tres artículos programáticos sobre la articulación de la
ciencia a la que la revista se consagra66. La revista, de tirada
mensual, subsistió como tal sólo durante este primer año para ser
después absorbida por Sexual-Probleme, editada por Max
66
M. Hirschfeld (1908a), (1908b), (1908c).
46
Angeles Llorca Diaz
Marcuse. En este año nos encontramos colaboraciones de Karl
Abraham67, Alfred Adler68, Iwan Bloch69, August Forel70,
Sigmund Freud71, Arthur Kronfeld72, Cesare Lombroso73, Paolo
Mantegazza74, Paul Näcke75, Hermann Rohleder76 y Wilhelm
Stekel77, entre otros.
Los doce números de la Zeitschrift für
Sexualwissenschaft ofrecen una profunda visión del estado de
cosas en el terreno científico con respecto a la sexualidad y
supusieron el punto de arranque de otras muchas publicaciones
que vendrían después en el tiempo.
ÄRZTLICHE GESELLSCHAFT
SEXUALWISSENSCHAFT UND EUGENIK
III.2
LA
FÜR
El veintiuno de febrero de 1913 se celebró la
primera asamblea pública de la Ärztliche Gesellschaft für
Sexualwissenschaft und Eugenik -Asociación médica de Sexología
67
K. Abraham (1908).
68
A. Adler (1908).
69
I. Bloch (1908).
70
A. Forel (1908).
71
S. Freud (1908).
72
A. Kronfeld (1908).
73
C. Lombroso (1908).
74
P. Mantegazza (1908).
75
P. Näcke (1908b,c,d).
76
H. Rohleder (1908a,b,c,d).
77
W. Stekel (1908).
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
47
y Eugénica-, que había sido creada por Magnus Hirschfeld, Iwan
Bloch, Albert Eulenburg y Karl Abraham, entre otros, y de la que
Hirschfeld fue vicepresidente durante los primeros años.
La Asociación celebró regularmente durante toda
su existencia sesiones científicas entre sus miembros, que
supusieron un foro de exposición y debate de múltiples temas
sexuales; tuvo dos revistas diferentes como órganos de
publicaciones, la Zeitschrift für Sexualwissenschaft entre 1914 y
1919, editada por Albert Eulenburg e Iwan Bloch, y el Archiv für
Frauenkunde und Konstitutionsforschung -Archivo de Ciencia de
la Mujer e Investigación de la Constitución- entre 1924 y 1933,
editado por Max Hirsch; y celebró tres congresos diferentes en
Berlín: "Secreción interna y Sexualidad" en 1920, "Constitución
y Sexualidad" en 1923 y "Constitución y Carácter" en 1927.
La Ärztliche Gesellschaft dejó de existir en 1933.
III.3 EL INSTITUT FÜR SEXUALWISSENSCHAFT
En 1908, en un artículo sobre el método de la
sexología, escribía Magnus Hirschfeld:
"Me parece muy deseable la consecución de un
Archivo de Sexología, un museo biológico-sexual,
algo análogo al Instituto Filogenético de Haeckel
en Jena o al Instituto Bacteriológico de Pasteur en
París. Aquí se podrían coleccionar, con fines
estrictamente científicos, junto a una biblioteca
especializada, valiosos escritos y documentos
originales, así como basamentos alegóricos y de
otro tipo para investigadores de colecciones, datos,
48
Angeles Llorca Diaz
estadísticas para folclore y jurisdicción
comparada, además de representaciones gráficas,
resultados de mediciones comparativas,
preparados, fotografías, diapositivas, [...]
instrumentos, símbolos sexuales, etc., etc.;
también serían coleccionables recortes de
periódicos de determinado contenido [...]"78.
Y más adelante, en el mismo artículo:
"Me parece importante con todo eso, que un
instituto de esta clase no esté consagrado a una
cuestión sexual específica, sino que comprenda la
sexología completa"79.
En la sesión de la Ärztliche Gesellschaft für
Sexualwissenschaft und Eugenik del diecisiete de mayo de 1918,
en la que se celebró el quincuagésimo cumpleaños de Hirschfeld,
comunicó éste a sus compañeros que había recibido la aprobación
del Ministerio del Interior para crear una fundación de
investigación sexual científica a la que él mismo contribuiría con
quince mil marcos. Poco más de un año después inauguraba
Hirschfeld en Berlín su Institut für Sexualwissenschaft. En 1924
consiguió que el Estado declarara la Fundación de interés público.
En correspondencia con el artículo décimo del
estatuto de la Fundación Magnus Hirschfeld la totalidad de sus
bienes deberían ponerse a disposición de la Universidad de Berlín
tras la muerte de su impulsor y, a cambio, ésta debería establecer
una cátedra de sexología. Se entiende así que la creación del
Instituto fue, entre otras cosas, un ingente esfuerzo encaminado a
la institucionalización de la sexología en el plano académico, cuya
posibilidad parecía ser por primera vez real con la instauración de
la República de Weimar. El mismo Hirschfeld dirá que su
Instituto es un "hijo de la Revolución". Por si no quedaba claro,
78
M. Hirschfeld (1908c), 700-701.
79
Ibid., 701-702.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
49
en 1924 regaló el sexólogo el Instituto al Estado Prusiano
mediante carta al Ministro de Ciencia, Arte y Educación, en la
esperanza de que:
"[...] al resultado de casi treinta años del trabajo de
vida, a la construcción de un lugar digno para la
investigación estrictamente científica de la vida
sexual y amorosa humana, le sean aseguradas
existencia y continuidad con independencia de mi
persona"80.
El Institut für Sexualwissenschaft, situado en un
palacete de Berlín, se inauguró el seis de julio de 1919. Los
cofundadores, junto a Magnus Hirschfeld, fueron el neurólogo y
psiquiatra Arthur Kronfeld (1886-1941) y el dermatólogo
Friedrich Wertheim81.
Pronto faltó espacio para las actividades que allí se
realizaban y se compró también la casa vecina, constituyendo
ambos edificios un conjunto de ciento quince habitaciones
distribuidas, en principio, en cuatro grandes departamentos:
medicina, biología, sociología y etnología. El Wissenschaftlichhumanitäres Komitee y la Weltliga für Sexualreform tuvieron
también una oficina en el Instituto, en lo que fue el departamento
de reforma sexual82.
En el Instituto se organizaron regularmente
conferencias educativas acompañadas de proyecciones
cinematográficas y se ofrecieron cursos de formación permanente
para médicos, enfermeros y asistentes sociales en la sala Ernst
Haeckel. Con el tiempo se contó, además, con servicio de
80
Cit. en S. Rössler (1992), 59-60.
81
El Instituto de Sexología de Berlín fue, sin duda, el primero en crearse en Europa, pero no el
único, en las primeras décadas de este siglo. En los saludos de apertura de las Jornadas de Reforma
Sexual de Berlín en 1921, anunció Ferdinand Percirka la pronta inauguración en Praga de un
Instituto de Sexología dependiente de la Universidad; sabemos también de la existencia de un
Instituto de Investigación sexual en la ciudad de Viena.
82
R. Dose (1993b).
50
Angeles Llorca Diaz
dolencias sexuales físicas, de dolencias sexuales psíquicas, de
eugénica materna e infantil, radiológico, de cirugía sexual, de
consulta matrimonial, de consulta profesional, de peritaje médicolegal, policlínica médico-sexual, clínica de patología sexual,
servicio auxiliar de investigación endocrina, de investigación
genealógica y familiar, de enseñanza externa y servicio de
hospedaje. Además de los departamentos y las consultas había una
biblioteca y un archivo. Sobre la biblioteca escribió L. Ch. Royer:
"[...] ocho grandes paredes tapizadas de pesados
volúmenes. Allí hay todo cuanto los hombres han
observado o imaginado por lo que atañe al deseo,
sus manifestaciones y sus consecuencias"83.
Sabemos que en 1932 poseía el Instituto unos
veinte mil tomos y su colección contaba con más de treinta y
cinco mil fotografías de todo el mundo. Doce mil de estos libros
serán quemados el diez de mayo de 1933 en la plaza de la Opera
de Berlín.
Arthur Kronfeld fue no sólo cofundador del
Instituto, sino quizá también el mejor apoyo para Hirschfeld en
cuestiones organizativas. Trabajó con él en la elaboración de
informes periciales y en conferencias y fue director del
departamento de dolencias sexuales psíquicas hasta su marcha del
Instituto84. Friedrich Wertheim dirigió hasta 1921 el servicio de
afecciones sexuales corporales, encargándose sobre todo de las
enfermedades venéreas; realizaba, además, análisis de semen y
sangre, que servían, entre otras cosas, de apoyo a los peritajes de
Hirschfeld y Kronfeld. El radiólogo y urólogo August Bessunger
trabajó a finales de 1919 en el mismo servicio que Wertheim y
tenía a sus órdenes el instituto de radiología. El
otorrinolaringólogo E. Littaur se encargó del servicio de
afecciones sexuales corporales tras la marcha de Wertheim y
Bessunger, participaba en los programas de enseñanza y practicó
83
L.-Ch. Royer [1930] (1993), 171.
84
I.-W. Kittel (1985).
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
51
operaciones de "rejuvenecimiento". El mismo servicio fue
dirigido por el dermatólogo Bernhard Schapiro (nacido en 1885)
entre 1924 y 1933, también junto al de radiología; Schapiro vivió
en el Instituto hasta 1931, participando en los cursos,
estableciendo dictámenes periciales y dedicándose a la
investigación hormonal. Karl Giese (fallecido en 1938) cumplía
las funciones de secretario personal de Hirschfeld, secretario del
Instituto y director del Archivo; actuaba también como guía en las
visitas del público85. El médico naturalista Hans Graaz (18791953) dirigió en 1923 el servicio de eugenesia y la consulta
matrimonial, familiar y ginecológica. El grafólogo Karl Besser
(fallecido en 1931) trabajó desde 1924 hasta 1931 en el Instituto,
primero dirigiendo el servicio auxiliar de genealogía e
investigación familiar y, posteriormente, creando el de grafología
y estudios de la expresión. El neurólogo Walter Wolf trabajó en
1924 en el servicio de investigación genealógica y después en el
de neurología, con Kronfeld, hasta la marcha de éste. El médico
cirujano Hans Kreiselmaier actuó, entre 1924 y 1926, como
médico asistente en el servicio de eugenesia materna e infantil y
en el de cirugía sexual. El médico cirujano Ludwig Levy-Lenz
(nacido en 1889) fue jefe del servicio ginecológico y del de
consulta sexual entre 1925 y 1933; practicó las primeras
operaciones quirúrgicas de transformación sexual, redactó
informes forenses y editó desde el Instituto la revista Die Ehe -El
matrimonio-. El médico y pedagogo sexual Max Hodann (18941946) fue en el Instituto director del servicio de eugenesia
materna e infantil y organizó tardes públicas de educación sexual
entre 1926 y 1929. El fisiólogo y antropólogo Hans Friedenthal
(nacido en 1870) dirigió desde 1919 el servicio de biología
experimental y entre 1922 y 1923 el de antropología. El médico
y veterinario Arthur Weil vivió en el Instituto desde 1921 hasta
1923; fue jefe del servicio de radiología y terapéutica orgánica y
después del de investigación de secreciones internas. Weil
organizó desde el Instituto las Primeras Jornadas de Reforma
Sexual. El médico Franz Prange fue desde 1924 jefe del servicio
auxiliar de investigación endocrina y desde 1926 del de
afecciones psíquicas, tras la marcha de Kronfeld. El etnólogo
85
E. Baekgaard (1985).
52
Angeles Llorca Diaz
Ferdinand Freiherr von Reitzenstein (1876-1929) fue jefe del
servicio de etnología antropológica desde 1923; entre 1919 y 1925
editó la revista Geschlecht und Gesellschaft -Sexo y Sociedad-,
que ya existía desde 1905, y convirtió su suplemento,
Sexualreform -Reforma sexual-, en órgano de publicaciones del
Instituto. El escritor Wilhelm Kauffmann fue jefe del servicio de
reforma sexual desde 1929, desde donde actuó como secretario de
la Liga Mundial para la Reforma Sexual, y publicó en su editorial
el órgano oficial de la Liga, la revista Sexus. El médico Felix
Abraham fue entre 1929 y 1933 jefe del servicio forense y
participó en los cursos de sexología. El psiquiatra Berndt Götz
(nacido en 1891) actuó como perito ante tribunales y realizó
algunas publicaciones con Magnus Hirschfeld. El psiquiatra Otto
Juliusburger redactó dictámenes periciales junto a Hirschfeld.
Otros colaboradores del Instituto fueron los
abogados Siegfried Chodziesner, Walther Niemann, Felix Halle
y Johannes Werthauer (nacido en 1866); el médico cirujano
Richard Mühsam, director médico del hospital Rudolf Virchow de
Berlín, que practicó trasplantes de testículos; el cirujano y
ginecólogo Heinrich Stabel, que realizó las mismas operaciones
y a finales de los años veinte practicó la fecundación artificial;
Heinrich Poll, director del seminario de ciencia de la herencia de
la Universidad de Berlín; el neurólogo Bruno Saaler, que ofreció
en el Instituto conferencias sobre sexualidad y educación; el
médico Carl Müller-Braunschweig, docente en el Instituto
berlinés de Psicoanálisis, que ofrecía conferencias introductorias
al psicoanálisis en los cursos para médicos y estudiantes; el
ginecólogo Friedrich Helmbold, que llevó a cabo fecundaciones
artificiales; la ginecóloga y pediatra Dorothea Selig; el neurólogo
Hans Abraham, que investigó sobre transvestismo femenino; y el
psicólogo social Erich Bauer.
Entre los visitantes y usuarios del servicio de
hospedaje son mencionables el antropólogo y arqueólogo inglés
Francis Turville-Petre (nacido en 1901); el escritor inglés
Christopher Isherwood (1904-1986), que extrajo allí un fecundo
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
53
material para sus novelas86; el político comunista Willi
Münzenberg (1889-1940) y el artista Till Brugman (1888-1958).
A la planta alta del Instituto eran llevadas también en régimen
interno personas inculpadas por la justicia por delitos relacionados
con su conducta sexual, para su observación y peritaje en el
centro87.
El Institut für Sexualwissenschaft llegó a ser una
institución popularmente conocida en Berlín. Era el punto de
referencia no sólo para los científicos interesados por temas
sexuales, sino también para quienes deseaban recibir consejo o
tratamiento sobre cuestiones relacionadas con la sexualidad, para
aquéllos que necesitaban informes médicos por asuntos jurídicosexuales, para los que se sentían perseguidos por la justicia a
causa de su sexualidad y para quienes, sencillamente, tenían
curiosidad por el tema. El Instituto organizaba visitas guiadas por
sus colecciones, cursos populares y tardes de preguntas que
tuvieron gran afluencia de público. Se pedía a los pacientes del
Instituto que rellenasen un cuestionario sobre su vida sexual,
elaborado por Magnus Hirschfeld, de los que llegó a haber
alrededor de cuarenta mil contestados.
Manfred Herzer califica el Institut für
Sexualwissenschaft como un producto típico de la cultura de los
años veinte, como lo fue el teatro de Bertold Brecht, la Weltbühne
de Carl von Ossietzky o las películas de Fritz Lang88. Como tal
fue saqueado y cerrado por la dictadura nacionalsocialista: el seis
de mayo de 1933 cientos de estudiantes miembros de la
asociación de ideología nacionalsocialista Deutsche
Studentenschaft se presentaron en el Instituto con camiones y una
banda de música. Entraron tirando la puerta y, mientras la banda
86
Isherwood escribió entre otras obras Goodbye to Berlin, sobre la que se realizó el guión de la
película musical Cabaret.
87
Toda la información sobre los trabajadores, colaboradores y visitantes del Instituto está extraída
de los textos de la exposición 75 Jahre Institut für Sexualwissenschaft -75 años del Instituto de
Sexología-, producida por la Magnus-Hirschfeld-Gesellschaft -Asociación Magnus Hirschfeld- y
expuesta por primera vez en Berlín en verano de 1994.
88
M. Herzer (1992).
54
Angeles Llorca Diaz
tocaba música militar, procedieron al saqueo del Instituto. El diez
de mayo llevaron en procesión nocturna con antorchas el busto de
Magnus Hirschfeld hasta la Opernplatz, donde lo arrojaron a la
hoguera en que ardió junto a doce mil volúmenes de la biblioteca
del Instituto. El edificio fue utilizado por la dictadura para
diferentes departamentos de su organización antes de que fuera
destruido por un bombardeo en 1943. En 1950 se volaron las
ruinas que quedaban en pie porque suponían un peligro para los
viandantes.
El director del Archivo del Instituto, Karl Giese,
partió al exilio para encontrarse con Hirschfeld, tuvo que
abandonar Francia en 1934 y marchó a Viena y Bruno, donde se
suicidó en 1938. Al psiquiatra Arthur Kronfeld se le prohibió en
1933 toda actividad pública; posteriormente, se le excluyó del
trabajo en las cajas de seguros y se le retiraron la autorización
para enseñar y la aprobación para trabajar como médico. En 1935
emigró a Suiza, donde no consiguió derecho de asilo y se trasladó
en 1936 a Moscú, donde trabajó en el Instituto neuropsiquiátrico
Gannuskin. En 1937 adquirió la nacionalidad soviética. En 1941
se suicidó, junto a su mujer, en Moscú. El dermatólogo Bernhard
Schapiro emigró en 1933 a Zúrich y después a Israel. Al cirujano
Ludwig Levy-Lenz se le retiró la nacionalidad alemana en 1939
y se exilió a El Cairo. El médico y pedagogo sexual Max Hodann
fue arrestado en 1933, pero consiguió huir y partir al exilio en
Estados Unidos. El abogado Felix Halle marchó en 1933 a Moscú
y el psiquiatra Bernd Götz se exilió a Palestina en 193489.
III.4 RELACIONES CON EL PSICOANALISIS
89
Toda la información sobre el destino de los colaboradores del Instituto está extraída de los textos
de la exposición 75 Jahre Institut für Sexualwissenschaft.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
55
Como doctrina en desarrollo que situaba la
sexualidad humana en el centro de sus teorías explicativas, el
psicoanálisis resultó ser enormemente atractivo para algunos de
los sexólogos de primeros de siglo, de la misma forma que los
psicoanalistas seguían con interés la publicación de los trabajos de
aquéllos.
En 1905 aparecen los Tres ensayos para una teoría
sexual, donde Sigmund Freud pone de relieve la importancia
causal de la experiencia infantil en la elección de objeto sexual90.
Con ello estaba servido el punto de controversia entre él y
Hirschfeld, que, sin embargo, no estallaría hasta unos años más
tarde. En la medida en que el psicoanálisis seguía refiriéndose a
la constitución biológica como factor explicativo de la
homosexualidad fue posible establecer puntos de encuentro entre
ambas teorías.
A finales de 1906 el Wissenschaftlich-humanitäres
Komitee informa de la fundación en Viena de un subcomité
presidido por Wilhelm Stekel y J. Nicoladoni. En mayo de 1907
figura Freud en las cuentas del Comité alemán con una
contribución de veinte marcos.
En la primavera de 1908 viaja Hirschfeld a Italia,
donde pretende descansar de los problemas del Comité. De
camino visita a Freud en Viena, donde tiene lugar su primer
encuentro. La cooperación amistosa que se establece entre ambos
desde entonces se traduce en la colaboración de varios
psicoanalistas en la Zeitschrift für Sexualwissenschaft, entre ellas
la de Freud con un artículo sobre la relación entre las fantasías
histéricas y la bisexualidad, que había preparado en realidad para
el Jahrbuch. La elección del tema no es casual: el interés por el
estudio de la bisexualidad era en aquella época, como veremos,
uno de los puntos de interés común de los dos científicos.
El quince de abril del mismo año se discute en la
reunión de la Sociedad de los Miércoles una propuesta del
90
S. Freud [1905]. Ed. cit. IV, 1169-1237.
56
Angeles Llorca Diaz
sexólogo alemán para colaborar en la elaboración de su
cuestionario. Freud, Sadger, Adler, Hitschmann, Steiner y Wittels
se muestran partidarios, al contrario que Stekel. Con ocasión de
la distribución de este cuestionario el grupo aparece por primera
vez en público dándose el nombre de Asociación Psicoanalítica y
en diciembre Hirschfeld publica una versión del cuestionario en
la Zeitschrift für Sexualwissenschaft bajo el nombre "cuestionario
psicoanalítico", agradeciendo en una nota su colaboración a Karl
Abraham, Heinrich Koerber y Fülöp Stein, entre otros91. Esta
versión se publicará después como separata y será mencionada
varias veces en la correspondencia entre Freud y Jung, en la que
éste se muestra partidario de terminar el trabajo común con
Hirschfeld. Una cuarta versión del cuestionario se imprimirá en
1915 ya bajo el nombre "cuestionario psicobiológico"92.
El día 21 de agosto de 1908 escribe Abraham a
Freud:
"¡La cosa va hacia adelante!. El día 27 celebrará
sesión por primera vez la Asociación
Psicoanalítica Berlinesa. Participarán los
siguientes caballeros (sólo médicos): Hirschfeld,
Iwan Bloch, Juliusburger y Körber (presidente de
la Liga Monista). Creo que rápidamente vendrán
otros"93.
En la respuesta de Freud, fechada el 24 de agosto
de 1908, podemos leer:
"Le felicito por este comienzo. Berlín es un suelo
difícil, pero lleno de importancia y sus esfuerzos
por cultivarlo para nuestras intenciones son dignos
de todo reconocimiento. De los miembros será,
probablemente, sólo Juliusburger una completa
91
Esta versión del cuestionario de Hirschfeld puede consultarse en el Apéndice.
92
M. Herzer (1992), 103.
93
Abraham-Freud (Hrsg.) (1980), 60.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
57
ganancia, porque los otros tienen otros campos
principales de interés, pero si éstos otros fueran
sólo ligeramente tocados por algunos
componentes, eso sería también valioso"94.
Abraham había visitado a Hirschfeld a primeros de
1908 y posteriormente éste le envió algunos pacientes para
tratamiento. El grupo psicoanalítico de Berlín fue el segundo en
constituirse, tras el de Zúrich, además del de Viena. De sus
primeros años de existencia se sabe poco, sólo desde 1910 en que
se constituyó la Asociación Psicoanalítica Internacional
aparecieron reseñas de las sesiones del grupo de Berlín en su
Correspondenzblatt, en ellas se puede leer la participación de
Hirschfeld el treinta y uno de agosto de 1910 "Sobre simbólica y
fetichismo" y el cinco de enero del siguiente año sobre
"Elementos psicológicos sobre un hijo de una relación incestuosa
de padre e hija"95.
Los dos últimos días de marzo de 1910 participa
Hirschfeld en el Segundo Congreso Internacional de Psicoanálisis
en Nürenberg, donde sucede el segundo encuentro entre él y
Freud. Dos meses después aparece Un recuerdo infantil de
Leonardo de Vinci, donde Freud, sin nombrar a Hirschfeld, abre
polémica contra él96:
"Los homosexuales han emprendido en nuestros
días una enérgica campaña contra la limitación
que las leyes imponen a su actividad sexual y
gustan de presentarse, por boca de sus
representantes teóricos, como una especie sexual
diferenciada desde un principio: esto es, como un
grado sexual intermedio y un tercer sexo. Según
ellos, son hombres cuyas condiciones orgánicas
los obligan desde su nacimiento a gustar del
94
Ibid., 61.
95
M. Herzer (1992), 109.
96
S. Freud [1910]. Ed. cit. V, 1577-1619.
58
Angeles Llorca Diaz
hombre y a repeler, en cambio, a la mujer. Aunque
por consideraciones de orden humanitario
pudiéramos inclinarnos a suscribir sus peticiones,
no debemos, en cambio, aceptar sus teorías, que
han sido construidas sin tener en cuenta para nada
la génesis psíquica de la homosexualidad"97,
aunque más adelante afirma:
"[...] no podemos tampoco rechazar la
colaboración de factores constitucionales
desconocidos, de los cuales se suele derivar
exclusivamente, en general, la homosexualidad"98.
Hirschfeld se muestra en principio expectante ante
el desarrollo de la explicación de la homosexualidad por parte del
psicoanálisis. En una reseña de este artículo de Freud en el
Jahrbuch reproduce los fragmentos que considera más
significativos y compara el trabajo psicoanalistas y sexobiólogos
con el de los trabajadores de un túnel que hubieran empezado por
dos lugares diferentes: si ambos mantienen la dirección correcta
habrán de encontrarse en el centro99.
En 1911 viaja Hirschfeld a Weimar para participar
en el Tercer Congreso Psicoanalítico Internacional. Allí recibe en
público un ataque verbal de C. G. Jung y a la vuelta de Weimar
éste abandona la Asociación Psicoanalítica. En una carta del
veintinueve de octubre del mismo año comunica Abraham a Freud
sus fallidos intentos de que Hirschfeld reconsidere su postura.
Tres días después escribe Freud a Jung:
"En Berlín se ha separado Magnus Hirschfeld de
nuestras líneas. Ninguna pena, es un tipo [...] poco
apetitoso y no aparece estar en condiciones de
97
Ibid., 1598.
98
Ibid., 1599.
99
M. Hirschfeld (1910b).
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
59
aprender nada. Naturalmente pretexta la
apreciación por su parte en el congreso.
Susceptibilidad homosexual. ¡No derramemos
lágrimas!"100.
Tras su separación del movimiento psicoanalítico
comienzan las críticas directas de Hirschfeld a la teoría de Freud.
En Naturgesetze der Liebe -Leyes naturales del amor-, de 1912,
reafirma su tesis de que la dirección del impulso sexual es tan
innata como los caracteres sexuales primarios y critica duramente
por primera vez la teoría psicoanalítica sobre la génesis de la
homosexualidad.
En el primer tomo de Geschlechtskunde (1926)
dice haber profundizado en las teorías de Freud para conocer la
influencia de los factores no constitucionales en la sexualidad, a
pesar de lo cual está convencido de que no se corresponde con la
realidad lo que esta escuela afirma acerca del efecto de los
sucesos externos en la infancia sobre el desarrollo del impulso
sexual. Sin embargo, expone a continuación estas teorías, porque
considera que una obra sobre el estado actual de la sexología
estaría incompleta sin ellas.
Frente a la definición de algunos psicoanalistas de
su teoría como "psicología profunda", opone Hirschfeld que no lo
es suficientemente: para serlo no debería quedarse en el estudio
del recién nacido, sino ir a los factores que determinan la
sexualidad desde la concepción. La constitución sexual, adquirida
e innata, es para él la causa primera de las manifestaciones
sexuales y no los sucesos que sobre esa base acaecen.
Tras esta crítica pasa a comentar las que considera
contribuciones más importantes del psicoanálisis: la teoría sobre
la histeria, el uso de la asociación libre, la teoría del
desplazamiento, el superyó, el significado de los lapsus, el de los
sueños, la simbólica sexual y la idea de que la vida mental hunde
sus raíces en la sexual ("y ésta en la vida de las glándulas", añade
100
Cit. en M. Herzer (1992), 112.
60
Angeles Llorca Diaz
él). Hirschfeld tiene por la más importante contribución de Freud
su teoría de la represión sexual y los mecanismos de defensa a ella
asociados.
En esta obra no duda el autor en comentar los
problemas del fundador del psicoanálisis con algunos de sus
alumnos, con especial crudeza los que tuvo con Jung, quien igual
que Adler, según Hirschfeld, habría intentado asexualizar el
psicoanálisis. De Stekel dice que, por el contrario, habría dado
todavía más importancia a la sexualidad, rechazando la de la
constitución. Las teorías de Stekel serían las de Freud, pero en un
grado superlativo, por lo que, se permite interpretar el sexólogo
alemán, Freud habría tratado a Stekel con tanta brusquedad
precisamente a consecuencia de haberse visto retratado en él101.
III.5 OBRA SEXOLOGICA ESCRITA
El mismo Magnus Hirschfeld distingue tres
periodos creativos en su producción sexológica. El primero es el
dedicado a la investigación y el trabajo de determinadas formas
especiales de la vida sexual y amorosa humana -sobre todo de las
distintas variantes sexuales intermedias-, de algunos trastornos del
desarrollo sexual y de la influencia de drogas y alcohol sobre la
vida sexual. Este periodo se cierra con dos obras compendiadoras,
Die Transvestiten de 1910 y Die Homosexualität des Mannes und
des Weibes -La homosexualidad del hombre y la mujer- de 1914.
En el segundo se ciñó más al terreno de las dolencias sexuales
mentales y su compendio serían los tres tomos de la
Sexualpathologie, que aparecieron entre 1917 y 1920. El último
es el dedicado al estudio de la vida sexual y amorosa humana en
su totalidad. Sus expresiones más esenciales serían la creación del
101
M. Hirschfeld (1926), 179-243.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
61
Institut für Sexualwissenschaft en 1919 en Berlín y la obra
Geschlechtskunde (1926-1930)102.
- Primer periodo
La producción sexológica de Hirschfeld se abre en
1896 con la obra Sappho und Sokrates. Wie erklärt sich die Liebe
der Männer und Frauen zu Personen des eigenen Geschlechts? Safo y Sócrates. ¿Cómo se explica el amor de hombres y mujeres
hacia personas del mismo sexo?-, con la que entra de lleno en el
tema de la homosexualidad.
Con la aparición del Jahrbuch für sexuelle
Zwischenstufen tres años después inicia una serie de artículos
sobre este mismo tema: "Die objektive Diagnose der
Homosexualität" -El diagnóstico objetivo de la homosexualidadde 1899 y "Sind sexuelle Zwischenstufen zur Ehe geeignet?" ¿Son los estadios intermedios aptos para el matrimonio?- de 1901,
serían los dos primeros.
El tercero de la serie, "Ursachen und Wesen des
Uranismus" -Causas y esencia del uranismo- de 1903 es más bien
una monografía sobre la homosexualidad, dividida en los
siguientes capítulos:
- I. El niño úrnico
- II. Lo armónico de la personalidad úrnica
- III. La inextinguibilidad de la homosexualidad
- IV. La necesidad natural de la homosexualidad
- V. Heredad de la homosexualidad
- Apéndice: historia de vida del trabajador úrnico Franz S.
contada por él mismo
102
Ibid., VIII.
62
Angeles Llorca Diaz
Junto al interés por el conocimiento de las causas
de la homosexualidad se empeñó el autor en el estudio estadístico
del número de homosexuales. Para ello, como ya sabemos, realizó
dos encuestas, cuyos resultados fueron publicados también en el
Jahrbuch bajo el título "Das Ergebnis der statistischen
Untersuchungen über den Prozentsatz der Homosexuellen" -El
resultado de las investigaciones estadísticas sobre el porcentaje de
homosexuales- en 1904. En esta línea aparecerían más adelante
"Neuere Ermittelungen über die Verbreitung der Homosexualität"
-Nuevas pesquisas sobre la extensión de la homosexualidad- en
1912 y "Nachträge zu den neueren Ermittelungen über die
Verbreitung der Homosexualität" -Suplementos a las nuevas
pesquisas sobre la extensión de la homosexualidad- en 1913.
La siguiente monografía publicada en el Jahrbuch
en 1906, "Vom Wesen der Liebe. Zugleich ein Beitrag zur Lösung
der Frage der Bisexualität" -De la esencia del amor. Igualmente
una contribución a la solución de la cuestión de la bisexualidad-,
se ordena en los siguientes capítulos:
- I. La gran pasión amorosa
- II. Impulso sexual y comercio sexual
- III. Los estadios del amor
- IV. La constancia relativa del impulso sexual
- V. Sobre la teoría e historia de la bisexualidad
- VI. Sobre la atracción parcial
En 1910 aparece en Berlín, en la editorial de Alfred
Pulvermacher & Co., Die Transvestiten. Eine Untersuchung über
den erotischen Verkleidungstrieb -Los travestidos. Una
investigación sobre el impulso erótico de transformismo-, en que
Hirschfeld comunica sus investigaciones sobre el impulso erótico
a vestir ropas correspondientes al otro sexo y para el que acuña el
término Transvestitismus.
La obra está dividida en tres grandes capítulos. En
el primero de ellos, el casuístico, presenta la descripción
minuciosa de veintisiete casos clínicos por él tratados o conocidos
y pasa posteriormente a su análisis. La segunda parte está
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
63
dedicada a la consideración crítica de lo expuesto en la primera en
los siguientes apartados: diagnóstico diferencial, el vestido como
forma de expresión del estado psíquico, la teoría de los
Zwischenstufen -estadios intermedios- (que sería publicado por
separado el mismo año en la revista Sexual-Probleme bajo el
nombre "Die Zwischenstufen-'Theorie'") y nombre, concepto,
pronóstico y terapia del Transvestitismus. La tercera parte cierra
el libro con un largo estudio histórico-etnológico del fenómeno.
A Die Transvestiten seguirían todavía en 1912 dos
artículos en el Jahrbuch sobre homosexualidad: "Über den Begriff
der Widernatürlichkeit" -Sobre el concepto de antinatural- y
"Gründe für das Angeborensein der Homosexualität" -Razones
para lo innato de la homosexualidad-.
Toda esta producción sobre homosexualidad
culmina con Die Homosexualität des Mannes und des Weibes -La
homosexualidad del hombre y la mujer- de 1914, publicado como
tercer tomo del Handbuch der gesamten Sexualwissenschaft in
Einzeldarstellungen -Manual de la completa sexología en
monografías- que editaba Iwan Bloch.
En su introducción cuenta el autor cómo Bloch le
había convencido de la obligación de compendiar sus
conocimientos sobre el tema trabajándolos desde diversos puntos
de vista en función de todo el material que había ido recopilando
en los años pasados:
"La parte homosexual de la humanidad constituye
en el gran mundo un mundo por sí, pequeño en
relación al resto, pero suficientemente grande en
extensión e importancia como para ser investigado
de la forma más concienzuda. Quien quiera
conocer y valorar correctamente esta terra
incognita debe despojarse como un explorador
para estudiar el territorio extraño desde su base.
Sobre todo, el material desde el que el
64
Angeles Llorca Diaz
investigador extrae sus conclusiones no debe ser
un producto casual"103.
Se trata, explica Hirschfeld, de una obra
enciclopédica guiada, no tanto por la intención de decir cosas
nuevas sobre el tema, como por la de ofrecer una ordenación
visible, una elaboración creativa y una presentación sistemática de
lo ya sabido sobre homosexualidad.
La introducción finaliza con un largo listado de
agradecimientos encabezado por los nombres de tres médicos, tres
juristas y dos filólogos: Iwan Bloch, Ernst Burchard y Arthur
Weil, Prätorius, Sassen y Dettmering, y Hermann Michaëlis y
Hans Licht.
El contenido de la obra se divide en dos grandes
partes, una biológica y otra social, en la que los capítulos se
reparten de la siguiente manera:
PRIMERA PARTE: Hombres y mujeres
homosexuales como manifestación biológica
- I. Nombre y concepto de la homosexualidad
masculina y femenina
- II. El diagnóstico de la homosexualidad del
hombre y de la mujer: El comportamiento de
hombres y mujeres homosexuales frente al propio
sexo
- III. El diagnóstico de la homosexualidad del
hombre y de la mujer: El comportamiento de
hombres y mujeres homosexuales frente al otro
sexo
- IV. Infancia y madurez de muchachos y
muchachas úrnicos. Diagnóstico temprano de la
homosexualidad
- V. El diagnóstico de la homosexualidad
masculina y femenina: incongruencias sexuales:
a) Caracteres del otro sexo en el terreno corporal
103
M. Hirschfeld (1914b), VII.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
65
- VI. El diagnóstico de la homosexualidad
masculina y femenina: incongruencias sexuales:
b) Caracteres del otro sexo en el terreno de la vida
nerviosa y anímica
- VII. Diagnóstico diferencial entre amistad y
amor del mismo sexo
- VIII. Diagnóstico diferencial entre
homosexualidad y pseudo-homosexualidad
- IX. Diagnóstico diferencial entre
homosexualidad y bisexualidad
- X. Diagnóstico diferencial entre homosexualidad
y horror heterosexual
- XI. Diagnóstico diferencial entre
homosexualidad y los tres grupos restantes de
transiciones sexuales: hermafroditismo,
ginandromorfia y Transvestitismus
- XII. Métodos de investigación de los hombres y
las mujeres homosexuales
- XIII. División de la homosexualidad masculina
y femenina: puntos de vista generales
- XIV. División de los homosexuales según su
peculiaridad personal
- XV. División de los homosexuales según la
orientación de su gusto y las formas de
satisfacción
- XVI. División de los homosexuales según la
formación y las manifestaciones que la
acompañan
- XVII. Causas y explicaciones de la
homosexualidad masculina y femenina: razones a
favor de lo innato de la homosexualidad
- XVIII. Razones en contra de lo innato de la
homosexualidad
- XIX. La doble sexualidad como fundamento de
la homosexualidad masculina y femenina
(Zwischenstufentheorie)
- XX. ¿Es la homosexualidad degeneración,
enfermedad o variedad?
66
Angeles Llorca Diaz
- XXI. Tratamiento y pronóstico de la
homosexualidad masculina y femenina.
Tratamiento mediante comercio heterosexual
(terapia matrimonial)
- XXII. Sobre tratamiento medicamentoso,
higiénico, operativo y psíquico de la
homosexualidad masculina y femenina
- XXIII. Tratamiento de adaptación (terapia de
acomodación) de la homosexualidad
SEGUNDA PARTE: La homosexualidad del
hombre y de la mujer como manifestación
sociológica
- XXIV. La extensión de la homosexualidad
masculina y femenina: apoyos estadísticos
- XXV. La homosexualidad en las diferentes capas
sociales
- XXVI. La homosexualidad en los pueblos
germánicos, anglosajones y sus colonias
- XXVII. La homosexualidad en los pueblos
románicos y sus colonias
- XXVIII. La homosexualidad en Europa oriental
y Asia
- XXIX. La homosexualidad en el reino animal
- XXX. El papel de los hombres y las mujeres
homosexuales dentro de la sociedad humana.
Simbiosis de los homosexuales
- XXXI. Vida grupal y puntos de encuentro de
hombres y mujeres homosexuales
- XXXII. Formas de relación de hombres y
mujeres homosexuales
- XXXIII. La historia de la homosexualidad. La
homosexualidad en la Antigüedad clásica
- XXXIV. La persecución de hombres y mujeres
homosexuales mediante la ley y la sociedad. Las
leyes correspondientes de la Tierra
- XXXV. La persecución de los homosexuales
mediante extorsionadores y chantajistas
- XXXVI. Las consecuencias de la persecución
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
67
- XXXVII.El informe forense civil y penal de
hombres y mujeres homosexuales
- XXXVIII. La rehabilitación de hombres y
mujeres homosexuales. Precursores de la lucha de
liberación de Goethe hasta Krafft-Ebing
- XXXIX. El movimiento organizado contra la
persecución de los homosexuales. Los promotores
intelectuales de la lucha de liberación
Dentro de este período creativo en el tiempo, pero
de contenidos claramente diferenciados, se pueden mencionar los
artículos "Über Sexualwissenschaft" -Sobre la Sexología-,
"Einteilung der Sexualwissenschaft" -División de la Sexología- y
"Zur Methodik der Sexualwissenschaft" -Sobre el método de la
Sexología-, publicados en la Zeitschrift für Sexualwissenschaft en
1908 y la obra Naturgesetze der Liebe. Eine gemeinverständliche
Untersuchung über den Liebes-Eindruck, Liebes-Drang und
Liebes-Ausdruck -Leyes naturales del amor. Una obra inteligible
sobre la impresión del amor, la impulsión del amor y la expresión
del amor- de 1912.
Si los tres artículos representan, junto a la revista
en que se publicaron, el primer intento del autor de definir una
ciencia sexológica en el contexto de las ciencias naturales,
Naturgesetze der Liebe sería, según él mismo, su primera obra
propia de estudios en el terreno biológico-sexual. Se trata de una
investigación sobre el impulso sexual al modo de las
Untersuchungen über die Libido sexualis -Investigaciones sobre
la L. s.- de Albert Moll, en la que Hirschfeld busca distanciarse
tanto de éste como de Freud. Significativamente, el volumen está
dedicado a Ernst Haeckel y toma como punto de partida su
expresión "quimiotropismo erótico" como fuente del amor.
En el prólogo a la segunda edición se congratula el
autor de que mediante esta obra haya sido reconocido el amor
como objeto de investigación científica104. Precisamente "Amor
104
M. Hirschfeld [1912] (1914a), 1.
68
Angeles Llorca Diaz
y ciencia" es el título de la introducción, a la que siguen tres
grandes partes:
- La impresión amorosa (la fase centrípeta del
amor)
- El impulso amoroso (la fase central del amor)
- La expresión amorosa (la fase centrífuga del
amor)
- Segundo periodo
Dos temas centrales ocupan a Hirschfeld en esta
segunda fase: las implicaciones en la sexualidad de la secreción
interna y la patología de la vida sexual humana.
A este periodo pertenecen, entre otros muchos, los
artículos "Kastratenstudien. Untersuchungen über sexuellen
Chemismus" -Estudios sobre castrados. Investigaciones sobre el
quimismo sexual- de 1912, "Zur Frage der psychischen Impotenz
als Folgeerscheinung sexueller Totalabstinenz beim Manne" Sobre la cuestión de la impotencia psíquica como manifestación
consecuente a la abstinencia total en el hombre- de 1913, "Ein
Fall von Geschlechtsberechtigung bei einem drei Monate alten
Kinde" -Un caso de determinación sexual en un bebé de tres
meses- de 1914 (éstos dos últimos escritos con Ernst Burchard),
"Sexuelle Hypochondrie und Skrupelsucht" -Hipocondría sexual
y manía escrupulosa- de 1915, "Kryptorchismus und
Infantilismus" -Criptorquidia e infantilismo- de 1916, "Die
Psychoneurosen der Entwicklungsjahre" -Las psiconeurosis de los
años de desarrollo- de 1916 (correspondiente a una conferencia
ofrecida en la Ärztliche Gesellschaft für Sexualwissenschaft en
mayo del mismo año), "Metatropismus" -Metatropismo- de 1917
(extraído de otra conferencia en la misma asociación) y "Die
Untersuchungen und Forschungen von Professor E. Steinach über
künstliche Vermännlichung, Verweiblichung und
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
69
Hermaphrodisierung" -Las investigaciones y exploraciones del
profesor E. S. sobre masculinización, feminización y
hermafroditización artificiales-, también de 1917 (se trata de una
conferencia leída en el Wissenschaftlich-humanitäres Komitee en
noviembre del año anterior).
Según el mismo autor este periodo se cierra con los
tres tomos de la obra Sexualpathologie. Ein Lehrbuch für Ärzte
und Studierende -Patología sexual. Un tratado para médicos y
estudiantes-, aparecidos entre 1917 y 1920, de los que ya en 1921
se hizo necesaria una segunda edición.
En el prólogo, fechado en Berlín a primero de
noviembre de 1916, recuerda Hirschfeld la aparición en latín en
1844 de la primera Psychopathia sexualis de la mano de Heinrich
Kaan y en alemán en 1886 de la obra del mismo título de Richard
von Krafft-Ebing. En los treinta años transcurridos desde entonces
la sexología habría alcanzado un nivel muy distinto de
conocimientos, especialmente el ámbito de las secreciones
internas, prácticamente desconocida para Krafft-Ebing, que es
precisamente la que guía la escritura de esta obra.
La dependencia de lo mental de lo material que,
según el autor, habría sido puesta de manifiesto por la
investigación en secreciones internas, contribuiría a la
dificultadosa delimitación entre los hechos psíquicos y los
somáticos, razón por la que evita el título clásico y elige el de
Sexualpathologie105, si bien sin renunciar a honrar con él, quizá
irónicamente, a los seguidores del erudito de Viena:
"A los seguidores de Krafft-Ebing dedico
este libro. Si mi Sexualpathologie alcanza
en nuestro tiempo el mismo fin que la
Psychopathia sexualis en el suyo, entonces
105
M. Hirschfeld (1917a), V-IX.
70
Angeles Llorca Diaz
se ha conseguido la meta a la que
aspiro"106.
El contenido de los tres volúmenes está repartido
de la siguiente manera:
Tomo I: Trastornos del desarrollo, con especial
consideración de la onanía:
- I. La carencia de glándulas sexuales
- II. El infantilismo
- III. La madurez precoz
- IV. Crisis sexuales
- V. La onanía (Ipsation)
- VI. El automonosexualismo
Tomo II: Estadios sexuales intermedios. La mujer
masculina y el hombre femenino
- I. Hermafroditismo
- II. Androginia
- III. Transvestitismus
- IV. Homosexualidad
- V. Metatropismo
Tomo III: Trastornos en el metabolismo sexual, con
especial consideración de la impotencia
- I. Fetichismo (simbolismo sexual)
- II. Hipererotismo
- III. Impotencia
- IV. Neurosis sexuales (represión sexual)
- V. Exhibicionismo
- Epílogo
Posteriores a su Sexualpathologie son los artículos
"Hodenbefunde bei intersexuellen Varianten" -Hallazgos en
testículos de variantes intersexuales- de 1921 (conferencia en la
Ärztliche Gesellschaft für Sexualwissenschaft de noviembre de
1920, donde expone los últimos resultados de Steinach en la
exploración histológica del tejido testicular) y "Die intersexuelle
Konstitution" -La constitución intersexual- de 1923.
106
Ibid., IX.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
71
- Tercer periodo
En la línea iniciada en Naturgetze der Liebe de
1912, publica Hirschfeld entre 1926 y 1930 Geschlechtskunde, auf
Grund dreißigjähriger Forschung und Erfahrung bearbeitet Ciencia sexual, redactada sobre la base de la investigación y la
experiencia de treinta años-.
En el prólogo, datado en Berlín a primero de
diciembre de 1925, presenta el sexólogo la obra como un resumen
del trabajo de su vida y como una exposición -y reconocimientode las aportaciones de otros al mismo terreno.
Desde la aparición de los compendios de temática
sexual de Forel y Bloch habían transcurrido casi dos décadas, por
lo que cree el autor conveniente lanzar esta nueva obra como
visión general de la vida sexual humana en correspondencia con
el estado actual de la ciencia. A Forel y Bloch y a todos los que se
ocupan de la cuestión sexual "tan seriamente como yo" dedica su
Geschlechtskunde.
Como entrada al texto coloca el médico pomerano
al final de este prólogo las mismas palabras que figuran en la
puerta de su Instituto de Sexología: Amori et dolori sacrum107. El
índice de contenidos se reparte de la siguiente manera:
Tomo I: Los fundamentos psiquicocorporales
- I. Concepto y ámbito de la Geschlechtskunde. La
sexualidad psiquicocorporal
- II. Persecución sexual. La visión ascética del mundo
- III. La abstinencia desde el punto de vista de la higiene
sexual. La necesidad sexual humana
- IV. ¿Educación sexual o superstición sexual?
107
M. Hirschfeld (1926), VII-XIII.
72
Angeles Llorca Diaz
- V. Influencias dañinas sobre la vida sexual. Educación
en la naturaleza
- VI. Infancia y sexualidad. Las teorías sexuales de Freud
- VII. La verdadera esencia de la autosatisfacción. La
soledad sexual
- VIII. Voluntad sexual y fuerza del impulso. Modo de
vida y sabiduría de vida
- IX. La maravilla de las glándulas sexuales. La madurez
sexual corporal
- X. La persona masculina y femenina. Los órganos
sexuales
- XI. El sexo intermedio. La condición constitucional de
la homosexualidad
- XII. La constitución sexual infantil. Fórmulas
glandulares y sexo
Tomo II: Deducciones y consecuencias
- XIII. Leyes de la atracción del amor. Lazos sexuales,
centro sexual, elección de tipo
- XIV. Sensualidad y moralidad. Fetichismo y
antifetichismo sexuales
- XV. Actos sexuales. Del comercio de los sexos hasta el
comercio sexual
- XVI. Paternidad y maternidad. Cómo se forma una
nueva persona
- XVII. Embarazo y parto. Del primer grito al primer paso
- XVIII. Fertilidad y voluntad de reproducción. El
problema demográfico
- XIX. De Malthus a Mendel. La mejora de la especie
humana
Tomo III: Ojeadas y panoramas
- XX. Carga y descarga hereditarias. Selección voluntaria
- XXI. Horda, estirpe y familia. Formación del matrimonio
- XXII. Deformación del matrimonio. Matrimonios que no
lo son
- XXIII. La unión amorosa libre. Madres solteras y sus
hijos
- XXIV. El comercio sexual como profesión. Causas y
superación de la prostitución
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
73
- XXV. Beneficiaros de la prostitución. Alcahuetes,
rufianes y tratantes de mujeres
- XXVI. Las enfermedades sexuales. ¿Cómo protegerse de
la infección?
- XXVII. Desviaciones en la dirección del impulso.
Confesiones de raros sexuales
- XXVIII. Sexualidad aumentada y disminuida. Asesinato
con concupiscecia y exhibicionismo
- XXIX. El derecho penal sexual. Atentados contra la
libertad sexual
- XXX: El amor en la edad. El problema del
rejuvenecimiento
Tomo IV: Ilustraciones
Tomo V: Registros
74
Angeles Llorca Diaz
IV. CONTENIDOS DE LA OBRA SEXOLÓGICA
IV.1 LA "TEORIA" DE LOS ZWISCHENSTUFEN ESTADIOS INTERMEDIOSLa teoría de la intersexualidad de Magnus
Hirschfeld se fundamenta principalmente en tres pilares: la
aplicación al terreno sexual de la idea de Haeckel de que la
ontogenesia repite la evolución filogenética -el proceso de
división de los sexos tendría lugar de nuevo en cada individuo-;
la tesis -ya presente en Amos Comenius, retomada en 1704 por
Leibniz y 1751 por Linné- de que la naturaleza procede de forma
gradual y no dando saltos108; y la observación empírica de casos.
Desde sus primeros escritos sobre temas sexuales
aborda el médico pomerano el de la diferenciación de hombres y
mujeres. Los primeros esbozos de su teoría sobre la
intersexualidad ya se encuentran en Sappho und Sokrates (1896).
En "Die objektive Diagnose der Homosexualität" -El diagnóstico
objetivo de la homosexualidad- de 1899 anota que cuanto más se
amplía la investigación antropológica tanto más inciertos son los
resultados en este terreno.
A la vista de sus investigaciones hasta el momento,
supone el autor que sólo es posible atenerse a diferencias sexuales
referidas a tipos medios y las clasifica en cinco grupos:
- el punto de formación de las células germinativas:
. en la mujer: ovario para los óvulos
. en el hombre: testículo para las células
espermáticas
- las vías que siguen las células germinativas:
. en la mujer: trompa, matriz y vagina
108
R. Seidel (1969), 72.
76
Angeles Llorca Diaz
. en el hombre: epidídimo, conducto espermático
y pene
- las propiedades corporales que aparecen con la primera
madurez:
. en la mujer: crecimiento del pecho, aparición del
periodo y otras
. en el hombre: crecimiento de la nuez, (cambio de
voz), crecimiento de la barba, etc.
- las diferencias mentales. Entre otras:
. la mujer es más reproductiva, persistente, fiel,
práctica, afectuosa, excitable, infantil, superficial
y meticulosa que el hombre
. el hombre es más activo, productivo, cambiante,
emprendedor, ambicioso, fuerte y abstracto que la
mujer
- el impulso sexual:
. la mujer se siente atraída por el hombre
. el hombre por la mujer
La constatación más importante sobre estas
diferencias residiría en que todas ellas provienen de una
constitución primaria igual para ambos sexos. Todas las
diferencias, impulso sexual incluido, son de partida neutras y se
desarrollan sólo como diferencias graduales.
Puesto que en el crecimiento de los cinco grupos
de características puede darse que determinadas partes se
desarrollen demasiado y otras dejen de hacerlo demasiado pronto,
existen numerosas desviaciones de los grados medios, que son
tanto más frecuentes cuanto más tarde se comience a diferenciar
el grupo al que pertenecen: cuanto antes se comienza a manifestar
un carácter sexual, tanto con más seguridad actúa la naturaleza.
Por ello la menor cantidad de ejemplos "fracasados" se encuentran
en lo que se refiere a las gónadas, que son las que se constituyen
antes (el verdadero hermafroditismo, estaría teóricamente
descrito, pero no habría sido visto nunca en la práctica).
En los cinco grupos, pues, las fronteras se
relativizan y la diferencia entre los sexos, que parece tan evidente
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
77
a primera vista, no resulta ser primaria sino gradual. Las
desviaciones observables en diferentes grupos guardan cierta
relación entre sí: en los tres últimos se encontrarían difícilmente
anormalidades aisladas, pudiéndose decir, como regla general, que
cuando aparece una anormalidad en el tercero también se da en el
cuarto y el quinto, y al revés, cuanto más contrario es el
sentimiento sexual, tanto más caracteres intermedios de los grupos
tercero y cuarto existirán.
Este artículo, como vimos más arriba, abre el
primer tomo del Jahrbuch für sexuelle Zwischestufen, y supone en
él una primera aproximación a la explicación de qué son estos
"estadios sexuales intermedios" a los que el anuario se consagra.
Será cuatro años más tarde, en "Ursachen und Wesen des
Uranismus" -Causas y esencia del uranismo- de 1903, donde
Hirschfeld plantee por primera vez, como tal, su principio divisor
de los Zwischenstufen de la siguiente manera:
"Ninguna manifestación está aislada en la
naturaleza, cada una muestra las innumerables
conexiones con los demás cuerpos naturales, en
todos lados hay transiciones; como entre el niño y
el adulto, el joven y la joven, así representan entre
el hombre y la mujer el urning y la urania una
necesidad natural. Probablemente se hubieran
podido reconocer y apreciar estas series de
transiciones mucho antes si no aludieran a cada
carácter sexual en sí, sin que
correspondientemente estuvieran los otros
implicados, pero en eso consiste precisamente la
increíble variación y la casi inapreciable
diversidad. En el fondo, cada persona es
comprensible sólo mediante la proporción interna
de mezcla entre partes masculinas y femeninas. De
forma grosera, la diversidad de formas y la
cantidad de desviaciones es tan grande que todo
intento de colocar en un determinado orden los
estadios intermedios corporales y mentales ha
fracasado. Entre los hermafroditas verdaderos, los
78
Angeles Llorca Diaz
pseudohermafroditas y los hermafroditas
psíquicos, las formas en apariencia puramente
somáticas y las a la vista puramente mentales, no
se pueden establecer fronteras seguras. Con la
cantidad de observaciones científicas se ha
complicado el sistema siempre más, para al final
simplificarse por el hecho de que, en el fondo,
cada caso en la cantidad enorme de estadios
intermedios constituye un caso en sí, una clase por
sí, un sexo por sí.
"El hombre completo y la mujer completa son en
realidad sólo formas imaginarias que tenemos que
llamar en nuestra ayuda para poseer un punto de
partida para los estadios intermedios"109.
Calculadas teóricamente en porcentajes las
cantidades masculina y femenina de una persona, se darían casos
desde el 99% masculino y 1% femenino hasta el 1% masculino y
99% femenino, teniendo en cuenta que alguien constituido, por
ejemplo, en un 75% por elementos masculinos y en un 25% por
femeninos no tendría que ser necesariamente un hombre. Lo que
es válido para el conjunto lo sería también para las partes, para
cada célula del individuo, para cada órgano, para cada propiedad.
En Die Transvestiten dedica Hirschfeld un capítulo
a la explicación de su "teoría" de los estadios sexuales
intermedios, que fue publicado muy poco tiempo después en la
revista Sexual-Probleme. A esta versión nos vamos a referir a
continuación.
En ella comienza considerando que esta "teoría" es
uno de los logros y de las tareas más importantes, no sólo de la
sexología, sino también de la biología y la psicología. El
permanente entrecomillado de la palabra "teoría" -que es del autor
y no nuestro- hace referencia a que, aunque de hecho se la
denomine así, él no considera sino que se trata de un principio
109
M. Hirschfeld (1903), 126-127.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
79
divisor. Como veremos, se entiende, en general, como estadios
sexuales intermedios, mujeres que poseen en su constitución
rasgos masculinos y hombres que los poseen femeninos, en todos
los grados posibles.
Naturalmente, la condición previa de esta división
habría de ser la cuestión que el autor se venía planteando desde
hacía tiempo, la correcta aclaración de qué es masculino y qué es
femenino:
"[...] y en ello descansa la mayor dificultad y
punto de discordia, toda vez que junto a
características puramente masculinas y femeninas
también hay otras que no son ni masculinas ni
femeninas o, mejor expresado, son tanto
masculinas como femeninas. Pero que este monto
de características no condicionan la completa
igualdad de los sexos está fuera de duda; los sexos
pueden ser de igual valor o tener los mismos
derechos, pero sin duda no son iguales"110.
Si antes consideraba Hirschfeld cinco grupos
diferentes de caracteres masculinos y femeninos, nos ofrece ahora
una división en sólo cuatro:
- los órganos sexuales
- las restantes características físicas
- el impulso sexual
- las restantes características anímicas
El hombre y la mujer, como absolutos
representantes de su sexo son, para él, extremos construidos,
abstracciones imposibles de ser observadas en la realidad:
"Ya que en el uso del lenguaje se acostumbra a
caracterizar a los poseedores de óvulos
directamente como mujeres, a los portadores de
110
M. Hirschfeld (1910c), 116.
80
Angeles Llorca Diaz
células espermáticas sencillamente como hombres,
existen por tanto mujeres con porciones
masculinas y hombres con femeninas, y estas
formas mixtas son las que se comprenden bajo la
expresión 'estadios sexuales intermedios'"111.
El sexólogo alemán supone que el espermatozoide
y el óvulo poseen antes de su unión un presignificado masculino
o femenino y que la expresión de la herencia de ambos sexos
estaría reunida en los cuerpos cromosómicos de ambos, de forma
que los hijos heredan sus caracteres masculinos y femeninos tanto
del padre como de la madre.
Al primer grupo de estadios sexuales intermedios
pertenecerían los hermafroditas en estricto sentido, si existieran,
y todos los estadios intermedios con relación a los genitales. Al
segundo, por ejemplo, los hombres con ginecomastia o las
mujeres con pechos sin desarrollar, las mujeres con movimientos
masculinos y todos los correspondientes a los caracteres físicos
que no son genitales. Al tercero, entre otros, los hombres que
tienen relaciones sexuales de forma femenina, como los que
gustan de situarse debajo en el coito, los que aman mujeres
agresivas, los de gustos masoquistas; mujeres que prefieren
hombres femeninos o mujeres masculinas; bisexuales y
homosexuales. En el grupo cuarto nos encontramos, por ejemplo,
hombres con rasgos psíquicos femeninos, con gustos o
sensibilidades más bien femeninos, hombres que se visten como
mujeres o viven como tales, mujeres de carácter o pensamiento
masculino o las que gustan de vestirse y vivir como hombres.
Cada estadio sexual intermedio constituiría un tipo
sexual. Suponiendo que dentro de cada uno de los cuatro grupos
sólo existiera una característica diferencial (que podría ser
masculina, femenina o masculina y femenina) el número de tipos
sexuales resultantes sería de 34, y calculando un mínimo de cuatro
características dentro de cada grupo tendríamos 316, lo que
equivaldría a un monto de 43.046.721 tipos de estadios
111
Ibid., 123.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
81
intermedios. Todas estas variedades sexuales constituirían un
círculo perfecto y cerrado, en cuya periferia los tipos intermedios
serían sólo puntos especialmente marcantes y entre los que no
existirían huecos vacíos. En realidad, pues, todos los humanos
serían estadios intermedios y el número de variedades sexuales
sería ilimitada.
Se pueden considerar los estadios intermedios
desde un punto de vista patológico (lo que sería impensable, dice
Hirschfeld, para un biólogo de factura darwiniana), o tomar como
patológicos los grados más fuertes y los más débiles como
fisiológicos (en cuyo caso sería especialmente dificultoso trazar
la línea divisoria entre ambos) o entenderlos, como él hace, como
variedades sexuales. Cualquiera de estas tres posturas sería una
decisión secundaria frente al hecho primario de que los estadios
sexuales intermedios son una manifestación natural y significativa
con la que se ha de contar.
Partiendo de este principio divisorio se podría
empezar a hablar de una teoría en el momento en que se busque
la explicación de la presencia y la frecuencia de estas formas
mixtas. Esta explicación radicaría en el hecho de que cada niño y
cada niña, por provenir de una mezcla sexual de hombre y mujer,
posee características paternas y maternas innatas, siendo la
proporción de la herencia variable en cada caso. La explicación
última, opina Hirschfeld, habrá de esperar a que la ciencia sea
capaz de dar cuenta de por qué en unos casos se producen niñas
y en otros niños. Finalmente, hacer responsable a la herencia de
la existencia de estadios intermedios, hace concluir al autor que
la conformación sexual como tal, tanto física como mental, es
dependiente de ella y, por tanto, es una constitución preformada,
relativamente independiente de influencias externas y que se
mantiene esencialmente igual durante toda la vida.
En su Sexualpathologie (1917-1920) vuelve sobre
el tema en un capítulo del segundo tomo titulado "Estadios
sexuales intermedios. La mujer masculina y el hombre femenino",
donde comienza insistiendo en el carácter heredado de la
82
Angeles Llorca Diaz
constitución sexual112: ya en los gametos que constituirán el huevo
fecundado encontramos mucho de lo que más tarde caracterizará
al futuro hombre y la futura mujer: la esencia pasiva, receptiva,
expectacte del óvulo; la esencia activa, motórica, buscadora del
espermatozoide.
Las transiciones sexuales son divididas
definitivamente en esta obra en los mismos cuatro grupos, si bien
el que agrupaba los rasgos del impulso sexual es denominado
ahora de los rasgos psicosexuales y se invierte el orden de los dos
últimos, con la finalidad de reorganizar el esquema en función del
momento de aparición de los caracteres incluidos en cada grupo.
Lo primero en manifestarse en la historia sexual individual sería
el aparato genital, posteriormente los demás rasgos sexuales
corporales, más tarde la psique y, por último los rasgos sexuales
dependientes de ella.
Las transiciones sexuales entre hombre y mujer se
agruparían, pues, en los siguientes cuatro grupos:
- genitales (mezcla de órganos sexuales masculinos y
femeninos): sería el hermafroditismo en sentido estricto,
si existiera, y las variantes a él asociadas
- somáticas (mezcla de otras diferencias sexuales
masculinas y femeninas): es lo que Hirschfeld llama
androginia y ginandria
- psíquicas (mezcla de diferencias sexuales mentales):
donde se incluiría el transvestismo
- psicosexuales (impulso sexual masculino en la mujer,
femenino en el hombre): donde nos encontraríamos la
homosexualidad, la bisexualidad y el metatropismo
- Estadios sexuales intermedios genitales
112
En 1913 había publicado Ernst Haeckel en el Jahrbuch für sexuelle Zwischestufen uno de sus
últimos trabajos bajo el título "Gonochorismus und Hermaphroditismus" en el que aplicaba su "ley
biogenética fundamental" al desarrollo sexual. Igual que cada individuo repetiría en su propio
desarrollo el de la especie, así se repetiría en la historia individual el camino de la monosexualidad
a la bisexualidad. E. Haeckel (1913).
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
83
Para cada ser, masculino o femenino, existe
embrionariamente la misma forma genital originaria, siendo la
diferencia posterior en este nivel, una cuestión de crecimiento de
unas partes y regresión de otras. Pero sucede excepcionalmente
que lo que debía crecer en un sexo a veces decrece o que lo que
debería decrecer se desarrolla, pudiendo resultar así múltiples
configuraciones en función de las partes que sufran este proceso
anómalo. Y en este "más o menos" de la configuración genital
descansa el hermafroditismo.
Para la explicación de estos fenómenos propone
Hirschfeld como causa fundamental un estado degenerativo
heredado que provocaría ciertos trastornos funcionales:
"También el hecho de que con mucha frecuencia
el hermafroditismo se relacione con otros
trastornos corporales y mentales de naturaleza
endógena, demuestra que no se trata aquí nada
menos que de un defecto genital, sino mucho más,
de la manifestación parcial de un cuadro
degenerativo [...] Pero la verdadera causa de estas
desviaciones genitales hemos de buscarlas en
trastornos funcionales del sistema
poliglandular"113.
La causa inmediata no ha de ser buscada sólo en
las gónadas, sino también en la hipófisis y en las suprarrenales. El
autor prefiere dejar de lado la teoría de algunos autores de que el
hermafroditismo se explicaría por la existencia de un tercer tipo
de óvulo114 mientras la medicina no pueda explicar que del óvulo
fecundado se produzcan individuos de un sexo o de otro en
proporciones casi iguales.
113
M. Hirschfeld (1918), 13.
114
Según Halban habría óvulos masculinos, femeninos y hermafroditas.
84
Angeles Llorca Diaz
Estados previos al hermafroditismo serían la
criptorquida y la hipospadia en el hombre, la hipertrofia del
clítoris y la atrofia del útero en la mujer.
En función de las partes que configuran los
caracteres sexuales primarios, glandulares, tubulares y exteriores,
distingue Hirschfeld entre:
- hermafroditismo genitalis glandularis: tiene que ver
tanto con la parte generativa como con la intersticial de las
gónadas115
- hermafroditismo genitalis tubularis
- hermafroditismo genitalis conjugalis
- Estadios sexuales intermedios somáticos
La androginia se definiría por la existencia de
caracteres físicos no genitales (aunque vayan acompañados de
ellos) correspondientes al otro sexo y dependientes de la secreción
interna de las gónadas. Dado que, siguiendo los resultados de los
experimentos de Steinach, la acción de las glándulas de secreción
interna ejerce un efecto sexualizante de todas las células del
organismo, existen numerosas variantes del tipo andrógino.
De la misma manera que los estigmas andróginos
se encuentran asociados entre ellos en numerosas variaciones, se
dan también a menudo asociados a otras desviaciones del tipo
sexual, que descansan en parte en el terreno de los órganos
genitales y en parte en el de los caracteres sexuales psíquicos. En
contra de la concepción de Krafft-Ebing, que entendía que una
constitución corporal andrógina iba siempre ligada a la
homosexualidad, Hirschfeld arguye que éstas pueden darse
unidas, pero que su relación no sería en ningún caso una ley
natural.
115
Sobre la base del hermafroditismo de la glándula de la pubertad, la parte intersticial, se pueden
desarrollar, como veremos, la androginia, el Transvestitismus y la inversión del impulso sexual.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
85
Como patologías asociadas a la androginia describe
el autor la manía y el delirio andróginos. La primera consistiría en
la proyección exterior de una feminización o masculinización
condicionada endocrinamente (el sujeto buscaría, con su arreglo
personal y su comportamiento, ajustar su completa personalidad
a los rasgos físicos correspondientes al otro sexo). En el delirio
andrógino el sujeto creería que pertenece, efectivamente, al otro
sexo y que su cuerpo está configurado en correspondencia con
esta pertenencia supuesta.
- Estadios sexuales intermedios psíquicos
El ejemplo más característico de este grupo sería
el Transvestitismus116, el impulso a vestir y a aparecer como
perteneciente al sexo que no se corresponde con los órganos
sexuales visibles. Para su explicación nos centraremos en la obra
de 1910 en la que Hirschfeld acuñó este término como descriptor
de una serie de fenómenos que había observado repetidamente en
su consulta117.
En ella expone la historia clínica de veintisiete casos, en
su inmensa mayoría varones, cuyo común denominador es la
116
Utilizaremos para la expresión de este término en español la palabra "transvestismo", si bien
Hirschfeld no acuña el término Transvestitismus en la acepción que se utiliza actualmente. Serán
Harry Benjamin y Gutheil quienes separen en 1953 de forma clara, desde un punto de vista
psiquiátrico, los síndromes del transvestismo y el transexualismo, dando lugar al uso actual de los
dos términos. R. Seidel (1969), 109.
117
Hirschfeld elige el término Transvestismus, de trans y vestitus, utilizable para los dos sexos,
constatando que su mayor desventaja es que, aun poniendo de manifiesto la parte más visible del
fenómeno no toca de ninguna manera su esencia.
86
Angeles Llorca Diaz
impulsión a vivir en la vestimenta de aquel sexo que no
corresponde con la constitución corporal propia. El primer rasgo
señalable sería que la ropa no supone "una cosa muerta", sino una
forma de expresión de la personalidad interna, un signo de la
forma de sentir.
En la mayoría de los casos esta impulsión se puede
observar desde la infancia, crece y aparece de forma más clara en
la conciencia del individuo durante la pubertad y se mantiene
invariable durante el resto de la vida. Desde temprano se une a
ella cierto sentimiento de vergüenza o de pudor, que permite al
investigador suponer su enraizamiento en la vida sexual. En
muchos de ellos la tendencia no se reduce a la vestimenta, sino
que lleva asociado el deseo de desempeñar socialmente el papel
del otro sexo, lo que tiene como consecuencia llevar una especie
de doble vida. Notable es también que el deseo de estar vestido y
comportarse como mujer, en los varones, aparece con frecuencia
precisamente en la compañía de mujeres.
Otro fenómeno común consiste en que en los
momentos en que el transvestismo es imposible, como en el
trabajo o en situaciones sociales comprometidas, los sujetos llevan
al menos una prenda de ropa correspondiente al otro sexo oculta
tras las externas del propio (ropa interior, medias, corsés, etc.),
que sirve en estos casos como pars pro toto. La vestimenta,
además, no se reduce a tal en sentido estricto, sino que se extiende
a sombreros, perfumes, joyas y otros accesorios, de manera que
los hombres llegan a poseer un completo vestuario femenino,
revistas de moda y, más allá del vestido, se observa la tendencia
a vivir en un espacio femenino, realizar tareas del hogar y llevar
a cabo un trabajo típicamente femenino. El deseo de realizar
tareas femeninas llega hasta la ilusión de las correspondientes a
la maternidad: concepción, embarazo, parto, lactancia y vida
maternal juegan en la fantasía de estos varones un papel
importante.
Todas estas características, sigue Hirschfeld, no
poseen, ni dándose juntas, los rasgos de una idea delirante: los
sujetos conocen la contradicción profunda existente entre su
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
87
cuerpo y su psique, por lo que es comprensible que muchos de
ellos deseen haber nacido como mujer, deseo que se da en estos
casos con mucha mayor frecuencia que entre los homosexuales.
Entre los varones homosexuales femeninos, por otra parte, se
pueden apreciar muchos más estigmas femeninos que entre los
travestidos, entre los que los caracteres sexuales secundarios, y en
mucho mayor grado los primarios, corresponden formalmente a
su constitución sexual externa.
Otra característica común en los casos estudiados
es la relativamente tardía aparición de la madurez sexual,
especialmente del impulso sexual, que suele estar disminuido ante
el impulso al cambio de ropas y, cuando se manifiesta, lo hace
hacia una persona correspondiente a la constitución corporal del
otro sexo.
En lo que se refiere a la actividad sexual, casi todos
los casos de varones analizados prefieren situarse en el coito
debajo de su pareja. Los hombres travestidos manifiestan el deseo
de tener relaciones con mujeres varoniles o con apariencia de
tales, superiores a ellos corporal o mentalmente. Hirschfeld
entiende que esta preferencia se da en muchos hombres no
travestidos, especialmente en aquéllos que poseen rasgos
psíquicos femeninos, de la misma forma que las mujeres con
rasgos masculinos pueden preferir a hombres de características
femeninas. Huye, sin embargo, nuestro autor, de generalizaciones,
entendiendo que, llevado este argumento hasta el absurdo, se
concluiría la existencia de reglas matemáticas de atracción entre
hombres y mujeres.
Que el hecho de cambiar la ropa conlleva un
carácter erótico sin estar necesariamente relacionado con una
segunda persona se deduce, dice Hirschfeld, de la sensación de
placer sexual que a ella se asocia, además del sentimiento de
vergüenza o de pudor mencionado antes: sería como si la parte
masculina de la psique se excitase ante la parte femenina, como
si el individuo no sólo se sintiera atraído por las mujeres del
entorno, sino también por la "mujer interna".
88
Angeles Llorca Diaz
Tanto como resulta peculiar la vida impulsiva de
estas personas, lo es también, sigue el médico pomerano, el hecho
de que parezcan poseer una elevada inteligencia. Casi todos,
además, proceden de familias con buen estado de salud, lo que no
excluye, según el autor de la obra, que al mismo tiempo no pueda
estar presente una disposición neurótica, quizá incluso en el
sentido de una constitución degenerativa.
El diagnóstico diferencial de este cuadro ha de
hacerse frente a los de homosexualidad, autoerotismo, en el
sentido de Ellis (automonosexualismo según Rohleder o
narcisimo según Näcke), masoquismo, fetichismo del vestido y
paranoia (de la idea delirante de pertenecer al otro sexo).
Diagnóstico que Hirschfeld plantea bajo el lema "en lugar de
ninguna ley sin excepciones se debería decir ninguna excepción
sin ley":
a) En los casos de transvestismo no se puede hablar en
absoluto de homosexualidad, mucho menos de verdadera
o innata. Afeminación y homosexualidad son
manifestaciones independientes: no todos los
homosexuales son afeminados y no todos los afeminados
son homosexuales. En caso de que el sujeto en cuestión
sea, además, homosexual, el diagnóstico diferencial viene
dado porque en los travestidos el impulso sexual se
corresponde más bien con sus características físicas, en el
homosexual con las psíquicas.
b) Automonosexualismo se daría, según Rohleder, cuando
el impulso sexual está dirigido exclusivamente hacia sí
mismo. Autoerotismo, según Ellis, es el fenómeno de
excitación sexual sin estimulación directa o indirecta de
otra persona (lo que Latamendi llamó autoerastía). Ambos
son fenómenos relacionados con lo que Hufeland llamó
onanía mental, Kaan onanía psíquica, Jäger masturbación
monosexual, Kurkiewicz Ipsatio y Näcke y Feré
narcisismo y están claramente diferenciados del
transvestismo en la medida en que en éste juega la ropa
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
89
del otro sexo el papel más importante y sí existe la
capacidad de excitación por otras personas.
c) El transvestimo recuerda más al fetichismo del vestido.
Según Krafft-Ebing el interés sexual del fetichista varón
se concentra exclusivamente en una determinada parte
corporal de la mujer o también en una prenda determinada
de su ropa. Pero una atracción parcial, dice Hirschfeld,
que se dirige a la completa apariencia de una mujer es, en
sí misma, una contradicción. Además, en los casos de
fetichismo el objeto de preferencia se relaciona con una
segunda persona o, en casos extremos, es excitante de
forma aislada, pero nunca es una parte considerada como
propia como sería el caso del transvestismo.
d) En los casos presentados en el apartado de casuística se
dan algunos en los que el autor aprecia ciertas tendencias
masoquistas. Pero éstas pueden explicarse, dice, por el
deseo de feminización: el desagrado corporal se ve
compensado con creces por el agrado psíquico de sentirse
como una mujer. El masoquismo sería, en todo caso, una
manifestación que puede acompañar al impulso de vestirse
con ropas del otro sexo, pero nunca el motivo causante; de
la misma manera, en el caso de las mujeres travestidas no
se daría siempre la presencia de deseos sádicos.
e) Por más que los hombres travestidos se sientan como
mujeres en las ropas de éstas y las mujeres como hombres
en las de ellos, permanecen siempre conscientes de que no
lo son. Si tuvieran la seguridad de pertenecer al otro sexo
cuando se visten con sus ropas, se podría hablar, según
Hirschfeld, de una idea delirante, de una enfermedad
mental, de una paranoia. Si bien, ciertamente entre unos y
otros se dan casos fronterizos en los que el diagnóstico
diferencial resulta enormemente dificultoso.
f) Por último, busca el autor diferenciar el cuadro del
transvestismo del de las ideas obsesivas. Definidas por
Westphal, serían elementos psíquicos que impulsan en
90
Angeles Llorca Diaz
primer plano de la conciencia y sin tocar la inteligencia ni
el conocimiento, que no se pueden ahuyentar pese a la
oposición de quien las padece y que atraviesan el curso
normal de las imaginaciones. El transvestismo poseería las
características principales de este cuadro118. Hirschfeld
opina que resulta también difícil diferenciar otro tipo de
trastornos del cuadro de las obsesiones, como las
manifestaciones que acompañan a la hipocondría, histeria,
neurosis, melancolía, locura degenerativa, anomalías
sexuales y de otro tipo. Incluso el enamoramiento sería
difícilmente diferenciable de un estado obsesivo. Para él,
en la determinación de una anomalía sexual, sea
patológica o no, no debe bastar la constatación de su
pertenencia a las manifestaciones obsesivas o a los
impulsos delirantes, sino que se ha de estudiar sobre todo
su mecanismo de aparición, las raíces en las que se basa,
los elementos psíquicos inconscientes a los que toca, y en
este tipo de cuestiones resultaría de gran ayuda la teoría de
Freud.
La causa última de esta manifestación remitiría a
la de los demás estadios intermedios. En cuanto al pronóstico, el
médico pomerano tiene la desaparición del impulso a travestirse
por muy improbable, si bien dice no contar todavía con datos
suficientes para establecer un juicio definitivo. En caso de que se
quiera proceder al tratamiento él aconseja una unión de
psicoanálisis con terapia sugestiva, además de un tratamiento
general del sistema nervioso central, con vistas a fortalecer la
energía de la voluntad, y una regulación de la forma de vida. En
caso de que con la terapia no se alcance el fin deseado, Hirschfeld
se pregunta en qué medida no sería aconsejable permitir que el
paciente ceda a su impulso, puesto que, en palabras de Hartmann,
la no satisfacción de un impulso puede ser un mal mucho mayor
que su satisfacción. Por otra parte:
118
Según Magnan, cita Hirschfeld: impulsión, irresistibilidad, lucidez, intranquilidad y miedo y,
finalmente, satisfacción consecutiva.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
91
"No tenemos derecho a maldecir a personas a las
que no podemos curar, a las que no podemos
ayudar. No tenemos derecho a juzgar a alguien
porque su ser nos resulta extraño, incomprensible,
quizá incluso hasta desagradable"119.
En lo que se refiere a la posibilidad de matrimonio
de personas travestidas, el autor aconseja incondicionalmente que
la futura pareja conozca esta característica. Sin embargo, a pesar
de que no se aprecian signos morbosos en estos pacientes y de que
sus hijos gozan de buena salud, teme Hirschfeld que aparezcan
rasgos de degeneración en la descendencia. En contra del
matrimonio de las mujeres travestidas hablaría, además, su
frecuente deseo de aventura y su espíritu intranquilo, que las
incapacitaría en cierta medida para la vida del hogar familiar.
En la última parte de esta obra, la históricoetnológica, procura el sexólogo alemán hacer una contribución a
una futura primera historia del transvestismo. Concluye que el
vestido y las ropas son una parte menos exterior de lo que se cree,
en el sentido de que reflejan el interior de la persona, pero, al
mismo tiempo, son elementos más externos de lo que se piensa,
puesto que son símbolos, proyecciones externas del interior de la
persona. Fundamentar esta esencia de la personalidad sería una de
las principales tareas para poder juzgarla correctamente.
- Estadios sexuales intermedios psicosexuales
Pertenecen a este grupo el metatropismo, la
bisexualidad y la homosexualidad, a la que dedicaremos el
siguiente apartado.
a) Metatropismo
119
M. Hirschfeld (1910a), 561.
92
Angeles Llorca Diaz
Ya conocemos la distinción de Hirschfeld entre
impulso sexual masculino y femenino, caracterizados como activo
y pasivo respectivamente. De mayor importancia es para este tema
el hecho de que el hombre haya de ser activo, según él, a la hora
de introducir sus células germinativas en el cuerpo femenino, lo
que para el sexólogo se traduce en que el varón, para este fin, se
sitúa en el acto sexual encima de la mujer.
En analogía con el heliotropismo de las plantas,
habla Hirschfeld del quimiotropismo de las células germinativas
como tropismo sexual o genotropismo. La atracción entre óvulo
y espermatozoide, caracterizada por Häckel como
"quimiotropismo erótico" se convierte así en espejo a pequeña
escala de la relación sexual entre hombre y mujer. La lucha entre
los sexos, según nuestro autor, se traduce en el impulso del
hombre a tomar a la mujer y el de ésta a resistirse, siendo ambos
impulsos constituyentes de unos y otras también fuera de la esfera
amorosa:
"Con independencia de si se dan en el hombre o en
la mujer, dominar y tomar es el principio activomasculino, entrega y servidumbre el pasivofemenino"120.
Si se ha llamado tropismo sexual al
comportamiento "normal" de los sexos entre ellos, se puede de la
misma manera denominar metatropismo al proceder "anormal", en
que la mujer juega el papel activo y el hombre el pasivo.
Krafft-Ebing ya había reconocido -y Eulenburg
coincidió con él- que el comportamiento masoquista del hombre
contenía un carácter femenino, mientras que el sádico de la mujer
uno masculino. Hirschfeld añade, por su experiencia clínica, que
el metropista heterosexual, igual que el homosexual y el
travestido, ofrece una impresión femenina, no sólo psíquica, sino
también corporalmente. La caracterización de Krafft-Ebing
120
M. Hirschfeld (1917b), 283.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
93
tocaría el núcleo del problema: el masoquismo del hombre y el
sadismo de la mujer serían manifestaciones metatrópicas:
"Desde el punto de vista psicosexual, el
masoquismo de la mujer y el masoquismo del
hombre son dos cosas básicamente distintas, e
igualmente el sadismo del hombre y el de la mujer.
En un caso se trata de un exceso, en el otro de una
inversión, un caso significa sólo un aumento, pero
el otro una inversión total del tipo sexual
propio"121.
En lo que se refiere a las denominaciones de esta
manifestación, el médico pomerano es contrario a las de KrafftEbing (masoquismo) y Schrenck-Notzing (algolagnia) por
considerar que no ponen de manifiesto el fenómeno subyacente.
En sentido corporal, el hombre metatrópico se
sentiría atraído por las características femeninas que representen
lo contrario de lo que busca el hombre de tropismo sexual normal;
en edad, las que le sobrepasan (la gerontofilia tendría que ver en
los hombres casi siempre con el metatropismo infantil);
espiritualmente, dos tipos de mujeres, la que es fuertemente
intelectual y la que es inferior social, moral y mentalmente; y en
cuanto al trabajo, la mujer con ocupación.
El hombre metatrópico desea ser humillado y ello
es posible en cinco sentidos: en cuanto a la posición (servilismo),
la edad (metatropismo infantil), el sexo (metatropismo en que el
hombre desea adoptar el papel de mujer y que ella adopte el
masculino); la humillación como animal (metatropismo
zoológico) y como cosa (metatropismo impersonal).
En la relación del hombre metatrópico con la
mujer, ésta ha de tomar el papel activo. Muchos, sigue el autor,
viven su pasión por escrito, de donde la abundancia de literatura
sadomasoquista; o mediante el intercambio de palabras; otros
121
Ibid., 283.
94
Angeles Llorca Diaz
gustan de juegos en que se sienten inferiores, como jugar a ser
alumno de la mujer; o desean realizar trabajos humillantes, como
sirvientes; algunos prefieren ser tratados como si fueran animales;
otros, ser privados de libertad; unos, ser pegados o fustigados;
otros, son activos en actos picacistas -en término de Ellis-, en los
que gusto y olfato tendrían un papel importante y cuyas
manifestaciones más extremas serían la copro y la urolagnia;
otros, finalmente, realizar el coito estando debajo de la mujer.
La mujer metatrópica desea en el hombre formas
débiles, tipos femeninos (por lo que gusta tanto de la amistad de
homosexuales), más jóvenes que ella122 y que vistan de forma
diferente al hombre medio, o con mucho arreglo o con mucho
desarreglo, por lo que sienten también simpatía por los
travestidos.
La mujer metatrópica desea ser independiente del
hombre, realizar trabajos elevados y dominar personas, valores y
opiniones, tanto en la vida como en el amor. En cuanto a la
relación con el varón gusta de ser viril, dar órdenes, dominar y
adoptar una postura superior en el coito. Sólo en el terreno del
picacismo se comporta pasivamente.
El metatropismo no sólo se refiere necesariamente
a personas del otro sexo: hay metatrópicos homosexuales y
heterosexuales. En este caso, como en tantos otros, dice el
sexólogo, las fronteras de lo fisiológico y lo patológico son
imperceptibles.
b) La bisexualidad
La postura de Hirschfeld ante la existencia y la
explicación de este fenómeno cambió con el tiempo. En
"Ursachen und Wesen des Uranismus" -Causas y esencia del
uranismo- (1903) dice carecer de material clínico para apreciar la
importancia numérica de la bisexualidad. Teóricamente, ésta no
se explica por la teoría de los estados sexuales intermedios, ya que
122
Un buen ejemplo de mujer metatrópica sería, dice Hirschfeld, George Sand.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
95
cada carácter sexual, entendía el autor entonces, puede
desarrollarse masculina o femeninamente, por lo que una
inclinación del impulso sexual hacia ambos sexos resultaría
improbable.
Tras sus investigaciones estadísticas sobre el
número de homosexuales en Berlín al año siguiente, afirma la
existencia de la bisexualidad, a la que incluye posteriormente en
su esquema como un estadio sexual intermedio psicosexual.
En Die Homosexualität des Mannes und des
Weibes -La homosexualidad del hombre y la mujer- (1914) define,
finalmente, como bisexual a quien se siente sexualmente atraído
por personas de ambos sexos. Se refiere con ello a la orientación
de la libido y no a la simple facultad de realizar o no actos
sexuales. Los pseudohomosexuales y los casos descritos como
homosexuales tardíos serían con frecuencia bisexuales. No se trata
de una inclinación al 50%, sino de que la tendencia sexual exista
hacia los dos sexos en mayor o menor medida. Tampoco el
bisexual pueda preferir uno u otro sexo a voluntad, sino que la
atracción depende de las impresiones del objeto deseado y de
otros muchos factores.
- El infantilismo
El infantilismo es la permanencia de algunos
caracteres del individuo en una fase infantil. Estaría fundado sobre
trastornos de la secreción interna y llevaría asociado, en función
de cada individuo y de cada tipo, determinadas anormalidades en
el comportamiento sexual. En función de los cuatro grupos en que
se dividen los estadios sexuales intermedios, se puede hablar de
cuatro tipos de infantilismo: genital, somático, psíquico y
psicosexual -desde la criptorquidia123 hasta el impulso sexual
123
M. Hirschfeld (1916a).
96
Angeles Llorca Diaz
hacia niños124- en virtud de qué elementos sean los que en el
desarrollo individual han permanecido estancados en una fase
infantil.
No se trata de un estadio sexual intermedio en el
sentido de los que hemos visto hasta aquí, situados entre el
hombre y la mujer ideales, sino dentro de la propia evolución
sexual, pero que, en sus diferentes variantes, puede aparecer
asociado a los estadios intermedios en sentido estricto.
En "Die intersexuelle Konstitution" -La
constitución intersexual- de 1923 hace Hirschfeld un repaso de
sus investigaciones sobre intersexualidad humana:
"Cuando hace 24 años edité el primer tomo de los
Jahrbücher für sexuelle Zwischenstufen [...] la
teoría de la intersexualidad humana era
relativamente desconocida y chocaba con poca
comprensión. Lo que hoy se da casi por todos
como manifestación evidente, casi como banal, se
tomaba todavía como grotesca idea loca. No
habían aparecido entonces ni los trabajos
biológicos de Neugebauer, Tandler y Steinach, ni
las llamativas obras de Fließ, Freud y Weininger,
y tampoco habían empezado los experimentos de
cruces de Morgan, Goldschmidt y otros. Las leyes
de la herencia de Mendel eran todavía pasto de un
'silencio mortal' y las opiniones de Brown Séquard
sobre secreción interna no se habían tomado en
serio; el concepto mismo de sexología era todavía
casi tan desconocido como el nombre"125.
La pasión con que Hirschfeld se entregaba al
estudio de la variabilidad sexual se pone de manifiesto en muchos
124
M. Hirschfeld (1917a).
125
M. Hirschfeld (1923), 8-9.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
97
párrafos de los escritos que hemos ido comentando en este
capítulo. Como ejemplo y para cerrar este capítulo traemos aquí
las frases con que cierra él Die Transvestiten:
"Dos manifestaciones hay en la naturaleza más
milagrosas y asombrosas que todos los milagros
bíblicos juntos: la herencia y la variedad, lo
común y lo peculiar, lo perdurable y lo cambiante.
Los milagros de la herencia, unidos a dos gametos
[...] han sido muy estudiados en las últimas
generaciones, si bien todavía no lo suficiente. Pero
todavía mucho menos sabemos hasta ahora de las
leyes de la variedad, de la esencia de la
personalidad.
"Los ejemplos dados aquí del grupo de los
travestidos son casos evidentes,
marcantes, aunque también relativamente
raros; pero su importancia no descansa
tanto en sí mismos como en que los grados
más fuertes nos hacen comprensibles los
más débiles. Hacia una dirección vimos
cómo el impulso a vestirse como el otro
sexo aumenta hasta la idea delirante del
cambio de sexo, pero por el otro lado están
las numerosas personas dispares en las que
se manifiesta la misma tendencia del otro
sexo de forma insignificante, pero
reconocible y sin duda digna de atención.
"Cuanto más profundicemos en la esencia
de la personalidad, en tanto mayor medida
reconoceremos que en este mundo rico en
bellezas naturales y maravillas no hay
nada tan atractivo y digno de ser
reconocido y vivido como la persona"126.
126
M. Hirschfeld (1910a), 562.
98
Angeles Llorca Diaz
IV.2 El impulso sexual
- La finalidad del impulso sexual
El interés de Magnus Hirschfeld por la
homosexualidad le llevó necesariamente de forma inmediata a la
investigación del impulso sexual, a cuya explicación teórica
dedicaría muchas páginas a lo largo de su obra.
La reproducción como fin último del impulso
sexual en particular y de la naturaleza en general, tan explícita en
los trabajos de diversos autores, resulta inaceptable para él. En
"Ursachen und Wesen des Uranismus" -Causas y esencia del
uranismo- (1903), ateniéndose a la separación de Albert Moll del
impulso sexual en impulso de contrectación (impulso al
acercamiento sexual, referido a los procesos centrales) y
detumescencia (impulso a la descarga sexual, referido a procesos
periféricos), plantea que el primero, que es el esencial en la
dirección del impulso, no tiene que ver en absoluto con la
procreación, mientras que el segundo, con todo lo importante que
pueda ser para ella, no deja de estar subordinado a aquél. Tan
clara ve esta diferencia que hipotetiza que si la reproducción
humana volviese a ser asexual, la inclinación sexual no
desaparecería por ello.
Partiendo de la siguiente cita de Bunge:
"La conjugación, la procreación sexual, no es
esencial para la reproducción. Lo esencial es la
procreación mediante la división de una célula,
que no es algo distinto del crecimiento. Qué
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
99
significado tiene la procreación sexual, es algo
que no sabemos"127,
afirma Hirschfeld la equivalencia entre crecimiento y
reproducción: crecimiento sería la reproducción dentro de las
fronteras del individuo y procreación el crecimiento fuera de él.
Por tanto, el individuo que crece fuera de sí mismo mediante la
producción de nuevos pensamientos o de nuevas obras, se
reproduce, y este tipo de reproducción no está vedada a los
homosexuales. Frente a la idea de Möbius de la reproducción
como fin primero de la naturaleza, Hirschfeld opone la de Wundt
de la producción de creaciones mentales como fin de la vida.
En "Vom Wesen der Liebe. Zugleich ein Beitrag
zur Lösung der Frage der Bisexualität" -Sobre la esencia del
amor. Igualmente una contribución a la solución de la cuestión de
la bisexualidad- (1906) insiste en este tema al afirmar que todo
impulso es necesariamente impulso hacia el placer, siendo
cualquier otra finalidad, si la hubiera, inconsciente e impensada.
- La constancia, la especificidad y el carácter
innato del impulso sexual
Otra diferencia que le interesa a nuestro autor
establecer es la existente entre la dirección impulso sexual y acto
sexual. En esta misma obra plantea que los reflejos genitales
funcionan en muchos casos en que no se puede hablar de
intervención del impulso, pudiéndose así hablar de una relativa
independencia entre el centro sexual cerebral y el aparato genital.
Por tanto, el acto sexual no es en absoluto una prueba
demostrativa de la dirección del impulso sexual, más bien:
"[...] la suma de los estímulos sensoriales
necesarios es inversamente proporcional al
impulso sexual, el grado de la actividad es
127
Bunge (1901): Lehrbuch der Physiologie. Cit. en M. Hirschfeld (1903), 156.
100
Angeles Llorca Diaz
directamente proporcional a la fuerza de
atracción del objeto"128.
Especialmente importante para considerar si el acto
sexual tiene su origen en el impulso sexual cerebral sería el
comportamiento tras la relación sexual: los actos no
correspondientes al gusto sexual se caracterizan porque no
disminuyen la excitación sexual.
Puesto que los actos sexuales, debido a la
complicidad de su ocurrencia y al difícil significado de sus
matices, no ofrecen seguridad como punto de partida para evaluar
la dirección el impulso, Hirschfeld se propone buscar la solución
de la mano de los grados más ligeros de atracción erótica. Se
pueden distinguir, continúa, tres grados de atracción sexual: la
excitación involuntaria de los sentidos, la producida mediante el
contacto de la piel y la excitación y atracción sexual propiamente
genital, que serían grados de la misma sensación. La manera de
sentir en el segundo estadio sería, dice el autor, decisiva para dar
cuenta de la naturaleza erótica o no de la atracción.
Pero no queda conforme con esta división. Para él,
todas las hipótesis vertidas en la literatura científica sobre el
impulso sexual se habrían limitado a la construcción de nuevas
expresiones para viejas manifestaciones -confundiéndose, como
tantas veces, el descubrimiento de nuevas palabras con el de
nuevos hechos- o a la división en partes, fases y componentes del
impulso sexual. Y esta crítica sería tan válida para la división de
Moll en impulso de contrectación y detumescencia, como para su
propia distinción de tres estadios de atracción. Todas estas
opiniones, sigue el autor, son correctas porque sólo son
descriptivas, pero no tocan el núcleo del fenómeno:
"El amor y el impulso sexual representan un
movimiento molecular o una energía de naturaleza
completamente específica fluyente por el sistema
nervioso, casi similar a las ondas de calor, luz y
128
M. Hirschfeld (1906), 28.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
101
electricidad que fluyen por un cuerpo, de las
cuales podemos opinar mucho sin delatar su
formación molecular"129.
A favor de la hipótesis de la existencia de células
cerebrales sexuales hablaría el hecho de que la formación del
"sentido sexual" (término que Hirschfeld opone a los de instinct
de la reproduction de Gall y sens génésique de Moreau de Tours)
es constante en cada individuo y extraordinariamente diferente
entre individuos distintos. Que aparezca funcionalmente tarde en
relación a otros sentidos no hablaría ni en contra su especificidad
ni de su calidad innata.
La idea de especificidad del sentido sexual
contradice la afirmación de distintos investigadores -Iwan Bloch
entre ellos- de que el impulso sexual humano está sometido a una
fuerte necesidad de variación: se puede hablar de una interminable
variación interindividual, de forma que no se pueden encontrar
dos personas con el mismo impulso sexual, pero la necesidad de
variación individual se mueve, dice Hirschfeld, entre fronteras
muy estrechas en cuanto se han asentado las características del
impulso.
En la misma obra distingue tres rasgos del impulso
sexual: su fuerza, la forma de manifestarse y su dirección. Y si
bien no pretende con ellas hacer un análisis del impulso, le parece
que, cuando menos, esta diferenciación resulta correcta para la
psicopatología sexual, en la medida en que permite distinguir
desviaciones que acontecen análogamente en homosexuales,
bisexuales y heterosexuales:
- en cuanto a la fuerza del impulso sexual:
anestesia sexual, impotencia psíquica, frigidez,
hiperestesias (erotomanía, priapismo, satiriasis,
ninfomanía) y paradojas sexuales
- en cuanto a la manifestación del impulso sexual:
sadismo, masoquismo, onanía y exhibicionismo
129
Ibid., 60.
102
Angeles Llorca Diaz
- en cuanto a la dirección del impulso sexual:
fetichismo, paidofilia, gerontofilia, necrofilia, etc.
Homosexualidad, heterosexualidad y bisexualidad
estarían en dependencia de la dirección del impulso, pero no en un
esquema que la considere desde un punto de vista patológico.
Fuera de este esquema, la fuerza del impulso sería, con algunas
variaciones, una constante.
En cuanto a las formas de satisfacción distingue
Hirschfeld dos básicas: el homo incubus, la forma masculina,
cuyo grado morboso se manifiesta en el sadismo, y el homo
sucubus, la forma femenina, cuyo grado morboso es observable en
el masoquismo. Entre ellas existirían diferentes transiciones
intermedias.
El sadismo sería, para el autor, una hipertrofia de
la actividad masculina y el masoquismo de la femenina -sobre esta
idea, como vimos, descansa su concepto de "metatropismo"-; el
hombre masoquista y la mujer sádica presentarían no sólo
anímica, sino también corporalmente elementos del otro sexo.
Estos caracteres activo y pasivo del impulso sexual, incluidas las
formas extremas, se deben -tal y como indicó Krafft-Ebing en su
Psychopathia sexualis- a la constitución del individuo, son
propiedades innatas y constantes. Incluso la forma de practicar la
actividad sexual manifiesta, según Hirschfeld, una menor
necesidad de variación de lo que se cree.
Igual que la fuerza y la manifestación del impulso,
también está su dirección determinada de forma característica: no
alcanza jamás a todos los hombres o a todas las mujeres, sino sólo
a determinadas personas, que constituyen un grupo muy reducido,
capaces de provocar "vibraciones" eróticas.
Como todos los rasgos sexuales, sigue el autor en
esta obra de 1906, el impulso sexual pasa por un estado de
indeterminación o neutralidad antes de manifestarse su carácter
propio, lo que lleva a algunos científicos a afirmar que la
orientación del impulso sexual se determina y se decide mediante
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
103
influencias externas, teoría en la que se basa la creencia en la
posibilidad de variarla mediante seducción, tratamiento u otros
mecanismos. Para el sexólogo alemán, sólo la conformación de la
psique sexual, de lo que él llama órgano nervioso central, la
constitución interna, puede ser determinante del tipo de estímulos
que "encienden" el impulso sexual.
La fijación del impulso sexual se daría al mismo
tiempo que la del carácter individual en sentido corporal y mental,
finalizando ambas en la tercera década de vida.
- La atracción parcial
Nuestro autor critica también en esta obra la ley de
atracción sexual propuesta por Weininger, según la cual se
sentirían atraídos siempre un hombre y una mujer completos,
aunque éstos se encuentren repartidos de diversa manera entre los
dos individuos. En esta tesis, comenta Hirschfeld, lo que es
correcto no es nuevo y lo que es nuevo no es correcto: no es nueva
la idea de que se busca en el amor aquello de que se carece y es
nueva, pero incorrecta, la de que en la atracción por un individuo
se busca la mitad matemática que constituye el todo.
Leonardo da Vinci, W. Helmus y Havelock Ellis
habrían llamado la atención, por el contrario, sobre la similitud de
las personas que se sienten atraídas entre sí. Para el médico
pomerano es claro que la dependencia de la excitación sexual de
la propia personalidad completa es la solución del problema
sexual: no excita lo diferente ni lo igual, sino el resultado de una
suma de elementos iguales y diferentes.
Se podría suponer, sigue el autor, que la tendencia
a persistir de la atracción por determinados tipos estaría en
104
Angeles Llorca Diaz
contradicción con la atracción duradera por alguien, puesto que
ese alguien cambia con el tiempo. La explicación de ello se
encontraría, además de en la camaradería fuera de relación erótica
y en el poder de la costumbre, en la atracción por determinados
caracteres especiales: la atracción parcial, a la que Krafft-Ebing
llamó fetichismo. Para Hirschfeld esta atracción es sólo morbosa
cuando la parte es objeto de atracción con independencia de la
persona. No es morbosa la atracción parcial en sí, sino que
constituye la base de la atracción sexual total: de la suma de las
atracciones parciales depende la fuerza del amor. La atracción
parcial estaría, además, sujeta en casi todos los casos a un sexo
determinado.
Para la explicación del fetichismo se adhiere
Krafft-Ebing a la teoría de Binet de la asociación ocasional, lo que
para nuestro autor es insatisfactorio, porque, entiende, el objeto
sexual no configura nunca el impulso sexual, sino que la dirección
del impulso es primaria y su objeto secundario: en el amor no hay
casualidades, sino leyes. Lo innato y primario es la esencia del
carácter de la propia personalidad y, en correspondencia con esta
esencia, el impulso sexual y el amor ("es un don de la
naturaleza"):
"Y además no es sólo la dirección del impulso en
general, igual hacia qué sexo, lo único basado en
la naturaleza, sino también la preferencia especial
por un grupo de personas caracterizadas de
determinada forma de ese sexo"130.
Cuando alguien se siente atraído por una parte hay
que suponer ésta como el resultado de una concentración
simbólica; se trataría también de asociación de ideas, pero no
ocasionales en el sentido de Binet y Krafft-Ebing, sino de
representaciones, normalmente no conscientes para el individuo,
que le unen al objeto deseado. Seguir este juego del pensamiento
es, según Hirschfeld, una de las tareas científicas nuevas más
apasionantes.
130
Ibid., 152-153.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
105
El hecho de que la atracción sexual esté basada en
la parcial explica que tan variadas como son las personas lo sea el
amor. La variabilidad del impulso sexual entre unos individuos y
otros es absoluta y los que claman por la libertad, concluye el
autor, deberían referirse más a la desigualdad de las personas que
a su igualdad.
Finalmente, las variaciones del impulso que
resultan dañinas para un tercero deberían ser más bien objeto de
la ciencia médica que de la justicia:
"Los médicos serán los jueces del
futuro"131.
- El mecanismo reflejo del amor
Seis años después de plantear esta teoría de la
atracción parcial publicará Hirschfeld su obra Naturgesetze der
Liebe -Leyes naturales del amor-. Su finalidad es una doble
demostración: que el amante, a pesar de su actividad, no es el
sujeto sino el objeto del amor, y que éste es un mecanismo reflejo
escalonado al que se oponen los mecanismos de represión.
El amor es, plantea el autor, algo que se desarrolla
en el indiviudo como parte sufriente, de forma que el gran
significado que pueda tener para una segunda persona y, más allá,
para los que puedan nacer de la relación, son fenómenos
secundarios. Lo primario sería el cambio en la propia esencia.
"Amor", tal y como ha de ser entendido en esta obra, es el
"involuntario ser atraído"132.
El amor es su propio fin y no la reproducción: de
la misma forma que el amor existe sin posibilidad de
131
Ibid., 284.
132
M. Hirschfeld [1912] (1914a), 32.
106
Angeles Llorca Diaz
reproducción, ésta puede darse sin amor. Tal y como Albert Moll
había dicho, aunque sin mencionarle, afirma Hirschfeld que no
existe un impulso de procreación, pero sí un impulso sexual y,
aunque la procreación fuera de hecho no sólo un efecto, sino un
fin del amor, ello no querría decir que el amor exista para servirla,
que ésta sea su única finalidad:
"El amor podría así servir triplemente a la
conservación de la vida. Primero, atándonos
mediante el sentimiento de placer a la vida;
segundo, uniendo dos individuos uno con otro,
efectuando una conexión entre el 'yo' y el 'tú' de la
que la humanidad se desarrolla como organismo
más elevado; tercero, haciendo crecer al hombre
y la mujer anímica y corporalmente más allá de sí
mismos"133.
Y todavía sin nombrar a Moll arremete Hirschfeld
contra su diferenciación del impulso sexual:
"Suena muy erudito hablar de impulso de
contrectación, tumescencia y detumescencia [...],
pero no es, bien considerado, más científico que si
se quisiera dividir el impulso de [...] defecación en
un impulso de aproximación al cuarto de baño y
en uno de evacuación"134.
La expresión "impulso de contrectación" es, para
él, una tautología, puesto que en la misma esencia del impulso
descansa su capacidad para impulsar al individuo allí donde será
satisfecho. Tumescencia y detumescencia serían sólo fenómenos
concomitantes.
El autor entiende en esta obra el funcionamiento
del amor, ese "involuntario ser atraído", como un mecanismo
133
Ibid., 42-43.
134
Ibid., 44.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
107
reflejo compuesto de tres fases: centrípeta (o de impresión),
central y centrífuga (o de expresión). Los estímulos sexuales
exteriores excitarían las terminaciones nerviosas de la superficie
corporal y viajarían mediante los nervios asociados al órgano
final, al cerebro. Aquí producirían una excitación sexual que
buscaría periódicamente su satisfacción (en lugar de los estímulos
externos se podría hablar también de recuerdos o fantasías). La
excitación producida en el cerebro se encontraría con otros
mecanismos de frenado y reguladores, contrainstintos o
representaciones contrarias, que descansarían en terrenos
higiénicos, éticos, religiosos, sociales o de otro tipo:
"Se representa así el amor humano como una
lucha entre reflejos y reflexiones, como un efecto
conjunto de instinto e intelecto"135.
Lo que hace el reflejo amoroso humano más
complicado que otros es que la excitación sexual puede provenir
de cada lugar de la superficie corporal y que, en realidad, no se
trata de un reflejo simple, sino escalonado, donde excitación,
deseo y reacción se retroalimentan. Al final de la escala refleja
existiría en casi todos los seres vivos un momento en que el
mecanismo trabaja casi de forma automática.
De la misma forma que la fisiología de los
estímulos emplea el término "tropismo" para las reacciones
involuntarias -entendiendo por ello, desde Löb, movimientos
regulados que mueven al ser vivo hacia determinados estímulos
externos-, así como se habla de heliotropismo en las plantas o de
quimiotropismo en los átomos, habla Hirschfeld de un
"genotropismo" humano.
No todas las impresiones sensoriales tendrían el
efecto de una excitación sexual, sino sólo las que producen la
excitación del órgano central, las que impulsan a una resolución
sexual. Sin embargo, con frecuencia, el placer de determinadas
impresiones visuales, auditivas u olfativas se remite a conexiones
135
Ibid., 45.
108
Angeles Llorca Diaz
inconscientes con recuerdos sexuales, de forma que la asociación
de ideas puede dotar de fundamento erótico inconsciente a
impresiones que, en principio, no tienen la menor relación con la
vida sexual.
Toda la superficie corporal del objeto puede ser en
todas sus partes punto de arranque de excitaciones sexuales, que
se pueden clasificar en dos grupos: las que llegan a la superficie
corporal mediante el aire (serían recibidas por la vista, el oído y
el olfato) y las que llegan por contacto directo (gusto y tacto),
siendo aquéllas primarias en el tiempo y éstas secundarias.
En función de la teoría de la atracción parcial
nunca sería la personalidad total la provocadora de excitación,
sino que en todos los casos se darían impresiones que parten sólo
de una parte o de algunas características del objeto y que
provocan la excitación. A esta primera excitación se irían uniendo
posteriormente las impresiones de otros atributos, que la refuerzan
o disminuyen. La dificultad del amante para explicar qué le atrae
o qué le repele se explicaría por tratarse de características
inconscientes o difíciles de determinar, de particularidades
especialmente pequeñas y tan variadas como personas existen.
Estos estímulos especiales son tanto más efectivos cuanto más
finamente está diferenciado el órgano de los sentidos a que
afectan.
El amor hacia un tipo, hacia una característica, es
el punto de partida del amor: los órganos de los sentidos no
reaccionan a todos los objetos de su alrededor, sino que realizan
una selección dentro de un grupo determinado, que es siempre
limitado, sea grande o pequeño.
Puesto que el estímulo y la reacción sexual son
observables, sigue Hirschfeld, es necesario suponer la existencia
de una instancia intermedia, como en todos los reflejos, aunque
ésta se oculte al observador. Sería la región del cerebro en que las
energías sexuales centrípeta y centrífuga se encuentran y se
transforman una en otra, el lugar central en que se localizarían las
células definitorias de la dirección del amor. A la gran
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
109
especialización de las fuentes estimulares se ha de corresponder
una especialización del lugar en que los estímulos se reciben: la
diferencia de la orientación del impulso se debe, pues, a una
diferencia del centro cerebral correspondiente, y no sólo la
dirección del impulso, sino también la causa de ésta.
La existencia de este centro sería la explicación de
la gran variedad de gustos sexuales entre los individuos, que
tendría, sigue el autor, dos consecuencias inmediatas: la
imposibilidad de una valoración objetiva de la variedad de
necesidades sexuales y la posibilidad de la ley natural que Darwin
denominó "selección natural".
Ya sabemos que, según Hirschfeld, en el amor se
busca tanto la similitud como la diferencia:
"No es exacto que en el amor sólo atrae lo distinto;
tampoco es correcto que sólo lo igual atrae: debe
existir un elemento actuante en una suma de
propiedades diferentes e iguales [...]"136,
pero existiendo siempre una preferencia por un tipo determinado.
De nuevo se plantea aquí si esta predilección es innata o
adquirida. A favor de su carácter innato presenta los siguientes
argumentos:
. la dirección del impulso es la misma desde la
infancia más temprana (Freud habla también en
sus Tres ensayos de una predisposición que se
desarrolla en la infancia)
. la dirección del impulso se une orgánicamente
con gran fuerza a la personalidad: sólo es variable
la actividad del impulso y su fuerza, pero no su
dirección137
136
137
Ibid., 144.
Aquí aprovecha Hirschfeld para criticar la terapia de asociación de Moll comparándola con un
tratamiento que pretendiese curar a un ciego que oye muy bien aplicando fuentes de luz de gran
fuerza a sus oídos.
110
Angeles Llorca Diaz
. la analogía con todos los demás caracteres
sexuales
. lo dado no es la constitución de los estímulos
externos sino la que los recibe
Como vimos, para nuestro autor el principio de
actividad es masculino y el de pasividad femenino. Cuanto más
claramente domine la psique el elemento masculino o el
femenino, tanto más fortaleza y unidad poseerá ésta, cuanto más
compitan los dos elementos tanto más lábil y complicada será la
vida anímica completa. Fuera de cuestión estaría también que para
conocer la esencia de la personalidad y la de la atracción sexual,
el punto de partida ha de ser, precisamente, esta mezcla de cuotas
activas y pasivas.
Las vías nerviosas que poseen su final y su punto
de partida en el centro sexual cerebral son las siguientes:
- vías de percepción
- vías de imaginación (las imaginaciones sólo
pueden representar a los estímulos que afectan los
sentidos cuando poseen el mismo contenido para
el que el centro sexual posee la excitabilidad
específica):
"El puente entre el estímulo sexual y el centro
sexual, así como la conexión entre las importantes
leyes del parcialismo y el electivismo sexual, están
dados por asociaciones centrales, que hunden sus
raíces en una psique sexual del todo específica"138.
- vías de represión, que parten de la superficie
cerebral y llegan al centro sexual funcionando
como reguladores
- vías de acción, que son las vías motoras
conectadas en el centro sexual con las sensitivas y
en relación con los centros cerebrales locomotores
138
Ibid., 159-160.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
111
- vías impulsivas: la excitación refleja no lleva
siempre al acto sino con frecuencia sólo al
impulso, a deseos e intenciones sexuales
- debe existir, además, una conexión entre el
centro sexual y otras partes del cerebro
relacionadas con la especificidad espiritual del
individuo
Hirschfeld supone este centro sexual cerebral
situado en mitad del cerebro (lo que probablemente habla más de
la importancia que él le da que de sus conocimientos anatómicos)
y pone en cuestión la idea de Gall de que sea el cerebelo el lugar
del impulso sexual y la de otros autores de que lo sean la epífisis
o la hipófisis.
En cuanto a la influencia de las secreciones
internas es de momento cauteloso en cuanto a su procedencia,
puesto que considera que el centro sexual no queda sin actividad
cuando se extirpan las gónadas139:
"[...] la sustancia química que vitaliza las fuerzas
dormidas en el centro sexual no proviene
directamente de las gónadas y no está relacionada
incondicionalmente y sin mediación a su
presencia y su actividad"140.
A esta sustancia química, cuyo efecto vitalizador
sobre el centro sexual no sería comparable al de ninguna otra, la
denomina, en el caso de los varones, Andrin, y supone, en las
mujeres, la existencia de una sustancia similar, independiente de
los ovarios, a la que llama Gynäcin.
Si bien en su funcionamiento químico el hombre
y la mujer serían iguales cualitativamente, no deja de comentar el
139
En 1912 había publicado Hirschfeld un artículo en que analizaba la influencia de la castración
en la vida sexual, donde concluía la influencia de aquélla sobre la fuerza del impulso sexual, pero
no sobre su orientación. M. Hirschfeld (1912a).
140
M. Hirschfeld [1912] (1914a), 179.
112
Angeles Llorca Diaz
autor la creencia de algunos científicos en la existencia de una
diferencia cuantitativa, aunque él sólo la admita con reservas.
Según éstos, el impulso sexual de la mujer empezaría a
manifestarse gracias a la relación sexual con el hombre, de donde
se podría conluir que sólo tras la primera "inyección espermática"
la sustancia química excitante de la mujer es vertida en el fluido
sanguíneo. Pudiera ser, dice Hirschfeld, que el Andrin contenido
en el vertido espermático fuera el agente excitante, en lugar de
una sustancia propia de la mujer. En este tipo de mecanismos
habría que buscar la explicación de la telegonía141. En cualquier
caso, el efecto estimulante y regenerador de las sustancias
masculinas llegadas así a la sangre de la mujer tendría su
confirmación en que:
"[...] la forma de la mujer, su expresión facial, su
estado anímico y nervioso son influenciados a ojos
vista a mejor mediante el comercio sexual"142.
Las sustancias excitantes de secreción interna sólo
tendrían un efecto irritativo sobre el sistema nervioso, pero no
creativo:
"Recordemos de nuevo brevemente las
condiciones que hemos reconocido como previas
de estos efectos orientados al exterior. Son tres.
Primero, un lugar en nosotros mismos
determinado sólo para los correspondientes
estímulos exteriores, individual y organizado;
segundo, objetos vivos de los que parten los
estímulos sensoriales (o que en lugar de los
estímulos directos permiten imágenes en el
recuerdo), para los que el centro sexual posee la
capacidad asociativa de recepción; tercero, una
materia circulante en nosotros que empapa este
141
Semejanza del hijo no con su progenitor masculino, sino con una anterior pareja de la madre.
Mientras Loisel y Orth suponían no sólo la existencia de este fenómeno, sino también una
causalidad química en él, Rohleder cree más bien en una influencia psíquica.
142
Ibid., 185.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
113
lugar central despertándolo así a la vida y
manteniéndolo vivo. De las excitaciones no son ni
las nerviosas exteriores ni las químicas internas
prescindibles. Si faltasen las exteriores se haría
probablemente notar de la misma manera la
tensión sexual interna en forma de una oscura
hambre sexual, pero sería un impulso sin meta y
sin gobierno. Si faltasen las materias excitantes
internas, probablemente las impresiones exteriores
llegarían también hasta el lugar central, pero allí se
desviarían como sin efecto e indiferentes
sexualmente, ya que falta la sustancia
embriagadora cuya disgregación provoca el
sentimiento de deseo"143.
Al empezar a hablar de la fase centrífuga del
reflejo amoroso distingue el sexólogo entre los términos amor y
sexo -Liebe y Geschlecht-. El primero tendería hacia la
monogamia, el segundo a la poligamia, porque el impulso sexual
buscaría entre las manifestaciones próximas a su tendencia
aquéllas que le son más cercanas. El amor sería el impulso sexual
individualizado144: no sólo no se trata de elementos opuestos, sino
que entre el impulso sexual más amplio y el amor individual
existiría una línea continua. Al hablar de impulso sexual Geschlechtstrieb- se deben abarcar todas estas posibilidades y no
tomar sólo en cuenta los acontecimientos genitales como pars pro
toto, como harían, dice el autor, aquéllos que confunden impulso
sexual con impulso de reproducción o con impulso de
contrectación y detumescencia. Para evitar este reduccionismo él
habla de un impulso amoroso -Liebestrieb- o sexual.
Otra diferenciación importante es la que se plantea
entre excitación o estímulo -Reiz- y deseo -Lust-, conceptos que
poseen un doble sentido, subjetivo y objetivo:
143
144
Ibid., 186-187.
Sin nombrarlo hace referencia Hirschfeld aquí a la idea de Bloch de una "individualización del
amor" en la historia humana.
114
Angeles Llorca Diaz
"De esta forma coinciden en nosotros la
desembocadura de las excitaciones y la fuente del
deseo y fuera de nosotros la fuente de las
excitaciones y la desembocadura del deseo"145.
"Sustancia embriagadora" llamaba Hirschfeld más
arriba a las secreciones internas y nos recuerda que ya con
anterioridad a los conocimientos médicos sobre la acción de las
propias sustancias químicas en el mecanismo del amor se hablaba
en las bellas letras de éste como embriaguez. De la misma forma
que el placer sexual provoca una serie de cambios fisiológicos que
pueden compararse con la embriaguez, su contrario, la vida sexual
insatisfecha provocaría las reacciones contrarias. Estos cambios
fisiológicos pueden desembocar en las neurosis de angustia y
otros trastornos, ya que las sustancias desprendidas en el cuerpo
mediante la actividad sexual representan un importante factor en
su construcción. La cantidad necesaria de esta actividad estaría en
dependencia de factores individuales146.
La mitad motora del reflejo amoroso, la fase
centrífuga, procuraría la consecución de tres objetivos: excitación,
deseo y embriaguez147 y existirían dos formas opuestas de
alcanzarlos: la activa, cuyo máximo representante sería Don Juan,
y la pasiva, cuyo máximo exponente sería Werther.
"Desde el momento en que uno aspiró a la
posesión del otro, y ése es el mismo momento en
que la naturaleza, probablemente en persecución
de una mayor diferenciación y perfeccionamiento
de los seres vivos, pasó a separar los sexos,
comenzó entre ellos una lucha por el dominio que
145
Ibid., 190.
146
Hirschfeld supone que el uso de medios artificiales de embriaguez sería menor si en la cultura
humana la actividad sexual fuera más satisfactoria.
147
Lo que implica, dice el sexólogo alemán, que quien ama se comporta de la forma más egoísta
imaginable. Que el amor sea al mismo tiempo un sentimiento altruista, continúa, estaría en función
de que el objeto que se desea poseer es, al mismo tiempo, un sujeto.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
115
todavía hoy no se puede entender como finalizada:
la lucha por un sexo fuerte y uno débil"148.
En esta competición sería el sexo masculino el
mejor situado , de forma que, históricamente, la mujer se habría
servido de la resistencia activa y pasiva a los deseos del hombre
como armas150. El darse a las excitaciones corresponde a la
pasividad, el deseo de ellas a la actividad del amor, y de la misma
forma que la excitación y el deseo son uno dentro y fuera de
nosotros, así la actividad y la pasividad en el amor son
inseparables y se dan en diferentes proporciones en cada
individuo.
149
Un medio de ganar el objeto amado tiene que ver
no tanto con lo que hacemos como con lo que somos y aquí
descansaría una razón de las estrechas relaciones entre
productividad sexual e intelectual. Otra de ellas había sido puesta
de manifiesto por Bloch y Freud con los términos "equivalentes
sexuales" y "sublimación", respectivamente. Hirschfeld critica la
escasa delimitación teórica de estos mecanismos, porque no cree
que toda actividad humana haya de ser comprendida como
sublimación de deseos sexuales.
También los mecanismos de represión, con los que
la expresión sexual habrá de competir, están fundamentados en la
psique como los mecanismos reflejos. Los mecanismos
psicológicos de represión de la libido pueden ser de naturaleza
instintiva, intelectual o sugestiva. En este sentido entiende nuestro
autor, como veremos, muchos de los efectos de las religiones
sobre el impulso sexual. Factores represores serían la vergüenza,
la subjetividad y la diferenciación de las sensaciones sexuales
(normalmente inconscientes), las costumbres y la moral.
148
Ibid., 212-213.
149
Si bien Hirschfeld opina que el hombre no debe su dominio tanto a condiciones biológicas,
como a su supremacía capitalista fundada en ellas.
150
Esta es una idea que nos encontramos con anterioridad en Eulenburg y Bloch.
116
Angeles Llorca Diaz
Cuando las impresiones sexuales no encuentran su
correspondiente expresión por la actuación de los mecanismos de
represión no se satisface el impulso, sino que se crea un estado de
displacer e intranquilidad, que no siempre puede pasar sin
manifestarse de forma motora. La parte del impulso reprimido que
provoca este desasosiego busca su expresión de diferentes formas:
gritar, llorar, hablar151, escribir, viajar, etc. La neurastenia y la
histeria, además de otros trastornos psíquicos, pueden tener aquí
su origen, si bien no sistemáticamente.
En qué lugar se sitúa el óptimo de actividad sexual
depende del grado de excitabilidad, de la fuerza de la tensión
creada, del poder de la represión y del ritmo cíclico personal. Para
el médico pomerano, hay un ritmo sexual dependiente del ritmo
vital (las diferentes edades), impulsivo (según el funcionamiento
de las sustancias químicas influyentes; así, cuanto más fuerte sea
la excitación interna por sustancias químicas tanto menor
excitación externa se necesitará, y viceversa) y anual (según las
estaciones del año). Estos ritmos mostrarían en su configuración
final una independencia de la necesidad sexual y del
funcionamiento de las gónadas: la capacidad de impresión sexual
sería más duradera que la de expresión.
- Las tres etapas históricas del amor
Considerando el amor como fenómeno histórico
humano, su carácter de mecanismo reflejo habría tenido su
máxima expresión en un primer periodo. En el segundo, en el que
según el autor nos encontramos todavía, habrían salido a primer
plano los mecanismos represores. En el tercero, cuyos primeros
signos ya aparecerían en el horizonte hace algunos siglos, se habrá
de encontrar un equilibrio entre los mecanismos reflejos y los
represores: del conocimiento de lo que hasta ahora en este terreno
era desconocido se ha de llegar a una ley moral basada en
fundamentos naturales.
151
Por ello, entiende Hirschfeld, es la palabra un instrumento eficaz en terapia.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
117
En Geschlechtskunde (1926-30) volverá Hirschfeld
sobre la diferencia entre impulso sexual y amor: el impulso sexual
busca un tipo, el amor un individuo. Puesto que el tipo abarca a
muchas personas con las mismas propiedades corporales y
psíquicas, entre los que el individuo deseado es sólo un
personalidad que según el amante posee esas características en
mejor y más fuerte conexión, es el impulso sexual polígamo, el
amor, monógamo. El impulso sexual tiende al cambio y el amor
a la permanencia, el primero llena al individuo de intranquilidad,
el segundo de tranquilidad, y sólo el amor dota a las personas del
equilibrio psiquicocorporal deseado, por lo que:
"El hombre tiene derecho al amor, como a
la alimentación, como al trabajo y al
divertimento. Quien promociona el amor
hace más felices a las personas, quien lo
persigue, más infelices"152.
La persecución del amor sería, precisamente, la
característica principal de esta segunda fase de su historia. De la
misma forma que existen relaciones entre sexualidad y clima las
habría entre éste y la ascesis: la modalidad de ascesis de
reformados y puritanos se adaptaría mejor a los países del norte
de Europa, la del catolicismo a los del sur y la del budismo al
paisaje indú.
La transformación de fuerzas impulsivas sexuales
en religiosas no hubiera sido posible, dice Hirschfeld, sin la
existencia de cierto parentesco entre el éxtasis sexual y el
religioso. Igual que se encuentran en algunas manifestaciones
religiosas los equivalentes correspodientes a ciertas
manifestaciones desviadas del impulso sexual, así se dan estrechas
relaciones psicológicas entre el acto de entregarse a un dios y el
de entregarse a una persona. Todo ello habría hecho posible el
desarrollo exagerado de los mecanismos de represión del reflejo
sexual, configurando esta segunda fase histórica de la que habría
de salir:
152
M. Hirschfeld (1926), 24.
118
Angeles Llorca Diaz
"La visión ascética del mundo ha tenido dos
milenios de tiempo para desenvolverse y someterse
a prueba. ¿Ha superado este tiempo de examen?
¿Le ha sido posible producir un ennoblecimiento
de la humanidad?, ¿se han vuelto los hombres
bajo su dominio más felices y más satisfechos, más
perfectos, y también más morales, más puros y
mejores? Pues ésta era la meta a conseguir, el
pensamiento rector explícito [...]"153.
La característica principal de la vida sexual
humana sería que no está relacionada directamente con la
naturaleza en virtud de influencias culturales:
"En las cuestiones sexuales la cultura ha
convertido al hombre en inseguro. Lo más fácil se
ha vuelto lo más difícil. La voz de la naturaleza ha
sido silenciada"154,
y al resultado de esta operación llama el autor inseguridad sexual
-Geschlechtsunsicherheit-.
Insiste en que una de las consecuencias más
terribles de este periodo es que los representantes religiosos de la
ascesis sexual hayan conseguido también el favor de aquéllos que
habían de gobernar a los pueblos, de manera que existen, en
correspondencia con las diferentes morales religiosas, leyes que
castigan determinadas manifestaciones del impulso sexual.
Un concepto de gran importancia para la
consideración jurídica de los actos sexuales sería el de "voluntad
sexual" -Geschlechtswille-. De la misma forma que una persona
no puede saltar sobre su sombra, tampoco puede pasar por encima
de su constitución sexual, pero el hombre no es un producto de la
herencia, sino el resultado de disposición y situación -Anlage y
153
Ibid., 55.
154
M. Hirschfeld (1928), 156.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
119
Lage- y sus actos no son sólo expresión de sus sensaciones, sino
del impulso y la resistencia -Trieb y Widerstand-. Disposición e
impulso son propiedades dadas con la constitución, innatas;
situación y resistencia no lo son fundamentalmente, sino que se
constituyen a lo largo de la vida y dependen esencialmente de la
forma de vida y de las costumbres. Estas condiciones externas
influyen en mayor grado, positiva o negativamente, la voluntad
que regula el impulso sexual (en la medida en que éste es
regulable): cuanto mejor sea la salud psiquicocorporal de una
persona tanto más fuerte y sana será su voluntad sexual, que
afectará a prácticamente todos los ámbitos de su vida, porque:
"No hay ningún terreno de la forma de vida que no
esté inluenciado por el sexo y que no influya en el
sexo. La forma del trabajo y la diversión, la
elección de profesión y de compañía, todo el
entorno, la vestimenta, la vivienda y la
alimentación de los hombres, todo lo que somos y
lo que sucede con nosotros tiene alguna relación
con el sexo. Discutir todos los puntos que aquí
vienen a cuento significaría ampliar la ciencia del
sexo -Geschlechtskunde- a la ciencia de la vida Lebenskunde-, significaría la concepción de una
doctrina de la salud -Gesundheitslehre- desde el
punto de vista sexológico [...]"155.
- El amor como energía
Si más arriba equiparaba el sexólogo alemán el
amor y el impulso sexual a una energía de naturaleza específica
fluyente por el sistema nervioso, en Geschlechtskunde afirmará
que la ley de conservación de la energía es aplicable a la fuerza
sexual. La suma de las energías activas y pasivas que se movilizan
en el impulso amoroso será siempre la misma:
155
M. Hirschfeld (1926), 319.
120
Angeles Llorca Diaz
"El amor es conversión de la energía pasiva en
viviente"156.
Existen, dice el autor, cuatro cosas que comparten
el carácter de "eternas": materia, energía, espacio y tiempo, que
serían reducibles, en primer lugar, a la energía que equivale al
tiempo y a la materia equivalente al espacio y, puesto que con el
paso del tiempo la energía agotada queda asociada
indisolublemente a la materia, sólo permanece como elemento
último
"[...] la divinidad abarcadora
interminable, eterna, de las
religiones"157,
de todo,
diferentes
que vendría a ser el "tao" de Laotse, la cosa en sí -Ding an sichde Kant, la razón esencial -Wesensgrund- de Eckehard y como
quiera que hayan denominado otras personalidades,
"[...] la mayoría [de ellas] con una conjugación
especialmente fuerte de ambos sexos en sí"158,
al gran "desconocido".
Otro par que estaría en relación estrecha con los
dos anteriores es el de hombre-mujer:
"Tan místico, metafísico y paradójico (misterioso,
sobrenatural y contradictorio en sí) como suena,
así de claro reconoce el pensador que en la
dualidad de hombre y mujer el hombre encarna la
energía y el tiempo, la actividad creadora, el
156
Ibid., 336.
157
Ibid.
158
Ibid.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
121
elemento dador; la mujer, la materia, el espacio, la
pasividad aceptante, el elemento abnegado [...]"159,
lo que no quiere decir, como ya sabemos, que el hombre
represente la energía y la mujer la materia, puesto que ambos
serían esencialmente la una y la otra. Existen, según Hirschfeld,
cinco pares conceptuales que se dan en oposición y en unidad
indisoluble: energía y materia, tiempo y espacio, dios y mundo,
hombre y mujer, espíritu y cuerpo, pero:
"[...] como undécimo está encima y debajo, dentro
y fuera de estos diez el sexo. El sexo resuelve todo
lo dualístico (=contradictorio) en monístico (=en
unidades) y todo lo monístico (=unitario) en
dualístico (=en contradicciones). Quien lo pueda
entender que lo entienda"160.
Igual que en el impulso de alimentación se habla
en el sexual, aunque con menos frecuencia, de metabolismo Stoffwechsel-. Sería todavía más correcto hablar, dice Hirschfeld,
de una transformación de la energía sexual -Sexualkraftwechselmás que de la materia sexual -Sexualstoffwechsel-, de la
transformación de la energía en reposo en energía vital y
viceversa, en virtud de la ley de conservación de la energía.
Lo común de todos los actos sexuales, desde los
que responden a las primeras excitaciones hasta la mayor descarga
sexual es la transformación de la energía en reposo. Esta energía
tiene una doble finalidad: el fin general consciente sería el alivio
-Entspannung-, no la procreación sino la liberación, que, según
mostraría la experiencia, está asociada al mayor sentimiento de
placer que existe (el "premio" de la naturaleza); el fin particular
sería el ser determinado del que parten los estímulos que provocan
la excitación:
159
Ibid., 336-337.
160
Ibid., 337.
122
Angeles Llorca Diaz
"El amor es el premio para la vida. Quien ha de
vivir sin amor ha sacado en la lotería de la vida un
boleto sin premio. Quien no ha conocido el amor
ha sido engañado en el salario de la vida"161.
Pero no sólo es placentero el acto relacionado con
el sexo, sino que todo el mundo estaría lleno de estímulos
placenteros procurantes de placer y alegría, y serían éstos los que
tan fuertemente nos atan a la vida.
Finalmente, habla Hirschfeld de las diferentes
curvas de placer de hombres y mujeres en el acto sexual. La de
aquéllos sería más escarpada, mientras que la de éstas asciende y
desciende más lentamente: se podría comparar, dice, la primera
con el pene del varón y la segunda con el pecho de la mujer.
161
M. Hirschfeld (1928), 158.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
123
IV.3 LA HOMOSEXUALIDAD162
Como sabemos, Hirschfeld entró en el tema de la
homosexualidad de la mano de una publicación bajo el seudónimo
Th. Ramien: Sappho und Sokrates. Wie erklärt sich die Liebe der
Männer und Frauen zu Personen des eigenen Geschlechts? -Safo
y Sócrates. ¿Cómo se explica el amor de los hombres y mujeres
hacia personas del mismo sexo?- de 1896.
La obra se abre con una cita de Nietzsche: "Lo que
es natural no puede ser inmoral"163, con lo que el autor se contesta
de entrada la pregunta que había hecho figurar en el título: el amor
de hombres y mujeres hacia personas del mismo sexo se explica,
de alguna manera, por causas naturales. En las páginas siguientes
se plantean las siguientes tres tesis:
- la homosexualidad verdadera es siempre innata
(en contra de la división de Krafft-Ebing y otros
entre homosexualidad innata y la adquirida)
- la esencia de la homosexualidad está en relación
con la constitución primaria bisexual de todos los
seres vivos
- la homosexualidad no es una enfermedad
- El carácter innato de la homosexualidad
162
"Homosexualidad" fue un término utilizado por primera vez en 1869 por el médico húngaro
Karl Maria Benkert en un folleto publicado bajo el seudónimo K. M. Kertbeny. El mismo año el
psiquiatra berlinés Carl Westphal acuñó el de "sentimiento sexual contrario", que fue retomado por
Krafft-Ebing, Moll y Ellis para titular diferentes obras sobre el tema. "Uranismo", tan utilizado por
Hirschfeld en sus primeras obras, fue acuñado por el jurista alemán Kalr Heinrich Ulrichs en 1864,
que lo tomó de El Banquete de Platón, e "inversión", por Charcot y Magnan, en 1882. De estas
denominaciones la que mayor acogida tuvo, finalmente, en la literatura científica fue la primera,
si bien la terminación "sexual" condujo al uso del término como expresión de actos sexuales y no
de la orientación del impulso, tal y como había sucedido con "pederastía" y "tribadismo". De
importancia para Hirschfeld al utilizar cualquiera de estos términos es el referirse con ellos a la
inclinación del impulso sexual, no a los actos del sujeto. M. Hirschfeld (1914b).
163
Cit. en M. Hirschfeld (1896), 35.
124
Angeles Llorca Diaz
En el artículo que abre el primer tomo del
Jahrbuch, "Die objektive Diagnose der Homosexualität" -El
diagnóstico objetivo de la homosexualidad- de 1899 propone que
la investigación sobre la persona homosexual no se restrinja a su
sexualidad explícita, sino que se amplíe a la completa
individualidad: las inclinaciones sexuales serían sólo síntomas,
consecuencias secundarias de la psique como factor primario.
Como vimos, ya en este artículo plantea el autor
que el resultado más valioso de la investigación en el terreno de
la homosexualidad sería la constatación de que entre hombre y
mujer, en todos los aspectos mentales y corporales, sólo existen
diferencias graduales, cuantitativas, que aparecen en todas las
formas posibles entre ellos. La naturaleza trabaja de forma
progresiva, se rige por la ley de no dar saltos, y la homosexualidad
es una cuestión de "más o menos" en el desarrollo de ciertos
caracteres, aunque éstos no sean observables en el momento del
nacimiento:
"Si los pertenecientes al 'tercer sexo'164 fueran tan
fácilmente reconocibles en el nacimiento como los
otros dos sexos, la cuestión de la homosexualidad
no se habría convertido nunca en una cuestión"165.
Para investigar este "más o menos" se lanzó
nuestro autor, con paciencia y método dignos de Lombroso, a la
realización de miles de mediciones de todos los aspectos
corporales posibles en sus pacientes. La anamnesis, la observación
clínica y el cuestionario psicosexual habrían de dar cuenta de los
aspectos psicológicos.
164
Gustav Fritsch escribió en el Archiv für Sexualforschung el artículo "Das angeblich dritte
Geschlecht des Menschen" -El supuesto tercer sexo del hombre-, en que considera el término
"tercer sexo" como un invento del Wissenschaftlich-humanitäres Komitee, que no debería tener
aplicación científica. La respuesta de Magnus Hirschfeld apareció en un artículo del mismo nombre
publicado en la Zeitschrift für Sexualwissenschaft de 1919: El término "tercer sexo", dice, se
menciona ya en El Banquete de Platón y en el Kamasutra de Vatsyayana. Explica no haber usado
nunca esta expresión en publicaciones científicas, sino la de "estadio sexual intermedio" o
"hermafrodismo" y reconoce que Fritsch tiene razón al indicar que "tercer sexo" no debe ser
expresión usada científicamente. M. Hirschfeld (1919).
165
M. Hirschfeld (1899), 5.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
125
En "Sind sexuelle Zwischenstufen zur Ehe
geeignet?" -¿Son los estadios intermedios apropiados para el
matrimonio?- de 1901 critica el médico pomerano el error de
muchos colegas de pensar que la homosexualidad es una
desviación que desaparece mediante el matrimonio. No sólo esta
"terapia" sería inapropiada, sino que resulta difícil decidir si es
deseable que los homosexuales tengan descendencia: si la
descendencia no es homosexual estará en cualquier caso tarada
hereditariamente. Para él, es indudable que la homosexualidad se
da en muchas personas sanas y fuertes, pero también que aparece
muchas veces sobre la base de una disposición familiar
neuropática, por lo que se pregunta:
"¿No será quizá la homosexualidad, que nace del
suelo del lastre neuropático, un medio con el que
la naturaleza se esfuerza en para poner fin a un
linaje?"166.
"Ursachen und Wesen des Uranismus" -Causas y
esencia del uranismo- de 1903 es la primera gran monografía
sobre el tema que Hirschfeld publica en el Jahrbuch y en la que
critica especialmente la consideración de la homosexualidad que
Iwan Bloch había expresado en sus Beiträge zur Aetiologie der
Pscychopathia sexualis -Contribuciones a la etiología de la P. s.(1902-1903), insistiendo en la necesidad de la observación clínica
para extraer conclusiones. El mismo término "homosexualidad"
le parece una monstruosidad en su forma y en su contenido,
porque, dice, en realidad el urning no ama al mismo sexo, sino a
otro.
El autor acentúa que homosexual es aquél que
siente como tal, con independencia de su conducta sexual. La
necesidad de variación sexual, tan traída y llevada por Bloch
como causa de las desviaciones sexuales, no puede ser factor
etiológico de la homosexualidad, puede afectar la forma de la
actividad sexual, pero no la inclinación del impulso.
166
M. Hirschfeld (1901), 61.
126
Angeles Llorca Diaz
El tema central de este artículo lo constituye la
esencia innata de la homosexualidad. Krafft-Ebing y Moll ya
concedían mayor peso a la constitución innata del individuo y un
papel secundario a los momentos ocasionales en su formación; del
otro lado estarían Tarnowsky, Schrenck-Notzing, A. Hoche, A.
Cramer, K. Kautzner, Sänger, Meinert, Wollenberg, Rosenbach,
Siemerlin y Bloch. Pero si los elementos ocasionales fueran
causales, dice Hirschfeld, se habría encontrado una vía
terapéutica.
Para hablar de lo innato de una propiedad es de
gran importancia, sigue el sexólogo, que ésta se presente, según
los recuerdos del individuo, desde una edad temprana. Tanto
Magnan como Schrenck-Notzing dan noticia de los recuerdos
homosexuales tempranos de sus pacientes, pero Bloch opinaba
que los homosexuales "falseaban" su autobiografía
reinterpretándola en función de sus inclinaciones sexuales.
Hirschfeld considera que la suposición de la existencia de un
impulso sexual prepuberal indiferenciado en el sentido de Dessoir
es sólo correcta en la medida en que se habla de un impulso
latente, pero no inexistente.
A favor del carácter innato de una propiedad, dice
nuestro autor, habla el hecho de que esté ligada a toda la
personalidad. Para la consideración de un enigma natural no
debemos atenernos sólo a la parte, sino buscar en el todo: una
parte corporal nos puede llevar a error, pero lo psíquico, "cuya
importancia en nuestro tiempo tan materialista está tan
infravalorada", nos acerca más a la solución. Puesto que hay más
de dos sexos, no sólo la manifestación externa, sino el sentimiento
interno es lo decisivo y las manifestaciones de este sentimiento
interno no se limitan de ninguna manera, como sabemos, a los
actos puramente sexuales.
Pero, además, los tipos hombre-urning-urnindamujer no se alínean simplemente uno al lado del otro, sino que
existen transiciones entre ellos: si considerásemos hombre,
homosexual y mujer como tres sexos fuertemente diferenciados
estaríamos cayendo en el mismo error que al considerar sólo dos.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
127
Igual que en el caso del hombre y la mujer, sólo se puede hablar
del urning como tipo medio, que se definiría, según Hirschfeld,
por su carácter situado entre uno y otro sexo: el urning no es tan
activo como el hombre, pero tampoco tan pasivo como la mujer,
y sus características físicas son una mezcla de las masculinas y las
femeninas.
La capacidad de amar del homosexual sería en todo
equivalente a la del heterosexual. Igual que Näcke, opina el autor
que no se ha de contemplar la homosexualidad bajo un punto de
vista "teológico ni teleológico, sino científico": incluso cuando
fuera la muerte de un linaje el final principal de la
homosexualidad, sería innecesario suponer que la
heterosexualidad es mejor que ella, ambas están enraizadas en lo
más profundo de la personalidad. Así como los heterosexuales no
pueden volverse homosexuales, los homosexuales no pueden
volverse heterosexuales:
"Esta absoluta congruencia que se extiende sin
excepcion a todo lo que en el amor y en el impulso
sexual hay de fisiológico y de patológico, de
elevado y de bajo, de bueno y de malo, de
hermoso y de odioso, es sólo comprensible y
explicable si se trata de dos orientaciones del
sentimiento análogas, una al lado de otra y
formadas de igual manera también en sus
causas"167.
Hirschfeld interpreta todo el material recopilado
por él como contrario a la teoría de Bloch de que la dirección del
impulso sea fuertemente influenciable por causas ocasionales o
que la necesidad de variación sea el fenómeno primario
explicativo de toda la vida sexual. Si diferentes personas son
influenciadas de diferente manera ante la misma ocasión, se ha de
suponer en el resultado otra causa distinta a esta influencia:
167
M. Hirschfeld (1903), 104.
128
Angeles Llorca Diaz
"La razón de ello sólo puede encontrarse en la
diferente formación de la psique del afectado, sólo
la diferente constitución puede producir que frente
a las mismas condiciones los hombres se
comporten tan diferentemente. Por ello lo esencial
es la disposición innata168.
Otra prueba de lo natural y original de una
manifestación sería que ésta se ordenara en una serie de
manifestaciones naturales emparentadas, de tal forma que su no
existencia supusiera una carencia en la continuidad de esta línea,
lo que se demostraría de forma clara para la homosexualidad.
Sería altamente extraño, según el sexólogo alemán, que de todas
las transiciones que hay de cada órgano y de cada función entre
uno y otro sexo la del impulso sexual fuera una excepción. La
inexistencia de la homosexualidad sería un misterio mucho mayor
que su existencia:
"Igual que se pudo contar de antemano, según el
peso atómico, con las materias que faltaban en la
tabla del sistema periódico de elementos antes de
que se encontraran; igual que se describieron,
según la distancia de los planetas, el lugar y la
órbita de Neptuno antes de descubrirlo [...] así una
cabeza inteligente hubiera podido demostrar la
existencia de los homosexuales antes de haberlos
visto cara a cara"169.
Que las diferencias sexuales sean mayores entre los
animales menos evolucionados (entre los machos y las hembras
de algunos insectos, por ejemplo) que entre los humanos, hace
descartable la idea de que la homosexualidad sea un atavismo en
sentido evolutivo: si la aparición de dos sexos es un escalón más
elevado en la escala evolutiva que su ausencia, de la misma
168
Ibid., 118.
169
Ibid., 126.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
129
forma, la existencia de estadios intermedios supone un progreso
hacia la existencia de más sexos.
Pero que la homosexualidad sea innata no supone,
dice el autor, que sea heredada. Para él, la cuestión de cómo
padres heterosexuales pueden tener hijos homosexuales es
difícilmente contestable mientras no se sepa de qué depende que
se tengan hijos o hijas170. Estadísticamente, sigue el sexólogo, está
comprobado que la homosexualidad, casi nunca es heredada y esta
constatación contradice el que sea en todos los casos un signo de
degeneración, como lo entienden Magnan, Krafft-Ebing171,
Möbius y Moll; igual que Hirschfeld y Burchard, Näcke ya había
ido en contra de esta tesis. Si la homosexualidad estuviera en
relación con la degeneración, no sólo los signos de ésta serían
constatables en homosexuales, sino que la homosexualidad sería
comprobable en gran medida en los degenerados, y éste no es el
caso.
Ciertamente, dice Hirschfeld, la homosexualidad
representa una minoría dentro del sentimiento sexual, de forma
que, comparativamente, puede ser considerada como anormal,
pero no como una anomalía en sentido patológico. Eulenburg y
Bloch entienden que la ubicuidad de la homosexualidad, su
independencia de la época y del lugar, de la raza y de la forma de
cultura, es un argumento contra la teoría de que es una
manifestación de degeneración. Nuestro autor, que se congratula
de estar en esto de acuerdo con Bloch, lamenta que, de la idea de
que la homosexualidad no sea un producto cultural, no haya
concluido éste que es un producto natural.
Un argumento frecuentemente utilizado, por
ejemplo por Wachenfeld y Krafft-Ebing, a favor del carácter
patológico de la homosexualidad es el de su incapacidad para la
170
En Geschlechtskunde (1926-30) habla Hirschfeld por primera vez de la teoría cromosómica
de la determinación sexual.
171
Krafft-Ebing había ya manifestado un cambio en su punto de vista en el tercer tomo del
Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, diciendo: "[...] que el sentimiento sexual contrario en y por
sí no debe ser considerado como degeneración psíquica o como enfermedad". R. v. Krafft-Ebing
(1901), 6.
130
Angeles Llorca Diaz
procreación. Como vimos, el médico pomerano opone a esta idea
la de una capacidad productiva en otros sentidos, pero también la
del carácter "derrochador" de la naturaleza:
"[...] la materia productiva para la reproducción
del comercio homosexual desaparece
porcentualmente frente a la que se derrocha
consciente e inconscientemente en el comercio
sexual normal. La naturaleza creadora procede en
todas partes de forma enormemente derrochadora
con la materia productiva. Le basta cuando de esta
materia sólo un porcentaje muy reducido sirve a la
fertilización"172.
Y termina este artículo con una declaración
personal de intenciones:
"En tanto el estado y la sociedad vean criminales
en estos imposibilitados para la reproducción, pero
no para el amor, la Edad Media no habrá llegado
a su fin. Yo por mi parte no cejaré en la lucha por
el derecho de estos oprimidos, no por afán de
gloria, sino porque no podría soportar ser
cómplice inactivo de una injusticia tan
violenta"173.
En Die Homosexualität des Mannes und des
Weibes -La homosexualidad del hombre y la mujer- de 1914
vuelve sobre la relación entre reproducción y homosexualidad:
"En cuanto se reconoce que la reproducción no es
el fin último del amor, pierde la manifestación bajo este supuesto enigmática- de la
homosexualidad una buena parte del enigma y,
todavía en mayor grado, cuando se reconoce que
172
Ibid., 154.
173
Ibid., 159.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
131
el amor también es productivo cuando no brota de
él una nueva vida, que también existe la
fecundación espiritual y que el valor de una
persona depende de los valores que crea, con
independencia de si éstos son materiales o
espirituales"174.
En la misma obra enumera sinópticamente sus
argumentos a favor del carácter innato de la homosexualidad:
- la homosexualidad se abre paso a pesar de todas
las costumbres y de la sugestión asociada a ella
- en la infancia se aprecian en el niño que será
homosexual determinados rasgos que lo
diferencian de los demás
- antes de la pubertad existe una atracción hacia
personas del mismo sexo, si bien es
inconscientemente sexual
- casi todos los homosexuales recuerdan que su
deseo sexual se orientó hacia los del mismo sexo
desde el comienzo de la edad adulta
- los primeros sueños eróticos poseen contenido
homosexual
- la homosexualidad se funde estrechamente con el
resto de la personalidad
- la homosexualidad (como la heterosexualidad) es
inextinguible
- la homosexualidad se asemeja a la
heterosexualidad en todas las manifestaciones
anímicas que la acompañan, si ésta es innata
también lo será aquélla
- todas las diferencias sexuales muestran
desviaciones de la media masculina o femenina
- entre la parentela consanguínea de los
homosexuales se encuentran personas que poseen
también caracteres intermedios
174
M. Hirschfeld (1914b), 312.
132
Angeles Llorca Diaz
- la homosexualidad ha existido durante todos los
tiempos y en todas las culturas
Con estos argumentos rechaza el autor en esta obra
que la necesidad de variación (Bloch), la abstinencia (Marcuse),
la onanía (Braunschweig, Rohleder, Moll), la seducción (Groß),
la sugestión (Tarnowsky, Schrenck-Notzing, Cramer, Casper), una
asociación patológica (Binet) o una obsesión (Magnan) sean
responsables de la aparición de la homosexualidad.
Cercana a la concepción francesa, sigue Hirschfeld,
estaría la hipótesis de Freud de la aparición de la homosexualidad
por sucesos sexuales infantiles (influencias ocasionales), si bien
no se refiere a un choc fortuit sino a la represión y otros procesos
como responsables. Las escuelas francesa y vienesa coincidirían
también en aceptar una disposición endógena. En sus Tres
ensayos afirma Freud que la elección de objeto se determina por
sucesos de la infancia temprana. Además de la constitución sexual
menciona el psicoanalista otros factores influyentes, como la
madurez sexual temprana en el sentido de Löwenfeld.
Dentro del psicoanálisis, se ocupó también Sadger
del tema de la etiología de la homosexualidad. Para él, además de
la constitución sexual, se ha de considerar que el homosexual
tendría en sus primeros años de vida tendencias heterosexuales
anormalmente fuertes (hacia la madre) y bajo la impresión de las
decepciones que destruyeron el ideal heterosexual se habría vuelto
hacia la homosexualidad (hacia el padre). El factor último que
explica por qué la represión lleva hacia una u otra dirección sería
constitucional. Posteriormente dará Sadger más importancia en
este proceso a la fijación de la libido en uno mismo, al narcisismo,
que al papel del padre. Tanto Freud como Sadger, critica
Hirschfeld, hablan de la constitución sexual como elemento
determinante en la aparición de la homosexualidad, pero ésta no
tiene un papel importante en la explicación última que ofrecen.
Aparentemente, sigue el sexólogo, bajo el concepto "constitución"
remiten los psicoanalistas a algo similar a Binet cuando habla de
una "prédisposition", una hiperestesia nerviosa general (que
estaría también presente en las teorías de Schäfer, Meynert y
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
133
Schrenck-Notzing). Para Hirschfeld lo determinante no sería una
constitución neuro o psicopática, sino una constitución sexual
individual.
- El porcentaje de homosexuales
Bajo el lema de que la tarea de la estadística es
descubrir regularidades y leyes, llevó a cabo Hirschfeld dos
investigaciones encaminadas a poner de manifiesto el porcentaje
de heterosexuales, homosexuales y bisexuales existente en la
población berlinesa. El resultado de estas investigaciones fue
publicado en el artículo "Das Ergebnis der statistischen
Untersuchungen über den Prozentsatz der Homosexuellen" -El
resultado de las investigaciones estadísticas sobre el porcentaje de
homosexuales- de 1904.
La importancia de estas investigaciones descansaba
en saber qué número de personas se hallaban bajo peligro de ser
inculpadas jurídicamente por su inclinación sexual y en el
desacuerdo existente entre los investigadores sexuales sobre el
número de homosexuales. Así, Bloch hablaba en sus Beiträge de
que la homosexualidad poseería significado social si el número de
homosexuales fuera efectivamente el que éstos decían ser. Casper,
Westphal y Krafft-Ebing suponían un porcentaje reducido de
homosexuales, mientras que Näcke y Moll consideraban que
debía ser bastante elevado. Ya en su trabajo Sappho und Sokrates
se quejaba nuestro autor de que las cifras estimadas hasta entonces
sobre el número de homosexuales eran puras conjeturas.
Tras treinta pruebas hechas sobre muestras
escogidas al azar, de las que se concluyó un porcentaje
aproximado de 1,99 de homosexuales varones sobre la población
total de hombres, se llevaron a cabo dos encuestas encaminadas
al objetivo previsto, entendiendo que lo decisivo no era el acto
sexual en sí sino el impulso sexual.
134
Angeles Llorca Diaz
La primera encuesta se dirigió a tres mil
estudiantes varones de la Escuela Superior Técnica de
Charlottenburg, con la petición de que devolvieran
cumplimentada una tarjeta en que se preguntaba si su impulso
amoroso (sexual) se orientaba hacia hombres, mujeres o a ambos.
De todas las cartas 103 fueron devueltas por el correo y de las
restantes fueron contestadas 1756, de las que sesenta fueron
anuladas. Los resultados fueron los siguientes:
heterosexuales
homosexuales
bisexuales
1593
26
77
de 1696
"
"
= 94%
= 1,5%
= 4,5%
Para Hirschfeld el resultado más importante no era
tanto el número exacto obtenido, como el saber que a la hora de
hablar de los "desviados de la norma" había que referirse a ellos
en términos de porcentajes y no de por miles. Estos datos
coincidían, además, aproximadamente, con los de otra
investigación llevada a cabo en Amsterdam por von Römer.
La segunda encuesta se llevó a cabo entre
trabajadores del metal de Berlín, con lo que se pretendía abarcar
a hombres de mayor espectro de edad, tanto solteros como
casados y pertenecientes a la clase trabajadora. La elección del
tipo de trabajo se debía a que éste se consideraba típicamente
masculino, de la misma forma que los estudios de la muestra de
la primera encuesta. La pregunta que se realizó esta vez hacía
referencia a si el impulso sexual se había dirigido siempre hacia
hombres, siempre hacia mujeres o a ambos, señalando en este
último caso si había preferencia por uno de los dos sexos, con lo
que se pretendía constatar la constancia de la orientación sexual.
La tarjeta con esta cuestión se envió a 5721
trabajadores. 1137 volvieron devueltas por el correo y 1912
fueron contestadas. Después de anular 27 respuestas se obtuvieron
lo siguientes resultados:
- orientación hacia mujeres:
1802
94,25%
=
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
- orientación hacia hombres:
- hacia ambos igualmente:
- hacia ambos con preferencia
por las mujeres:
- hacia ambos con preferencia
por los varones:
135
22 = 1,15%
14 = 0,73%
36 =
1,88%
11 =
0,58%
De donde Hirschfeld concluye un porcentaje de
homosexuales del 1,73 (sumando los grupos segundo y quinto).
Un resultado interesante de la investigación fue, para su autor, la
constatación de la existencia real de bisexuales.
Calculando la media entre los resultados de las tres
encuestas, las dos de Berlín y la de Amsterdam, el sexólogo
alemán conluye que el número de varones homosexuales ha de
variar entre 1,5% (con sólo inclinación hacia los hombres) y 2,2%
(sumando a los anteriores aquéllos que se sienten inclinados hacia
hombres y mujeres, pero con preferencia por los primeros). Dada
la constancia de las cifras, Hirschfeld cree haber apoyado
estadísticamente la teoría de que la dirección del impulso sexual
es constitucional e independiente de la edad del sujeto.
Finalmente, haciendo un cálculo aproximado del
número de actos homosexuales que se realizarían al año y que
caerían bajo el artículo 175 del Código Penal Imperial y
comparando la cifra resultante con el número de inculpados
efectivamente al año por ello, resulta que sólo se penalizaba en
Alemania entre 0,007% y 0,3% de los actos homosexuales, cifras
que hablarían por sí mismas de la inutilidad de dicho artículo.
- El diagnóstico de la homosexualidad
En 1914 publicó Hirschfeld Die Homosexualität
des Mannes und des Weibes -La homosexualidad del hombre y la
136
Angeles Llorca Diaz
mujer-, donde dedica diferentes capítulos al tema del diagnóstico
de la homosexualidad.
El primer factor a tener en cuenta sería la
constatación de atracción sexual hacia personas del mismo sexo
y la de repulsión sexual por las del otro. En segundo lugar se ha
de estudiar la presencia o no de dos características:
incongruencias sexuales, es decir, rasgos sexuales psíquicos o
corporales que no se corresponden con el carácter sexual de los
genitales, y una disposición neuropática, no en sentido de
degeneración, sino como una labilidad relativamente fuerte del
sistema nervioso central presente también en otros miembros de
la familia.
De estas cuatro características es la más importante
la primera. En todos los casos de homosexualidad, hasta la
aparición del primer acto homosexual, se puede apreciar, dice
Hirschfeld, una inclinación anímica hacia las personas del mismo
sexo, que es muy anterior a la aparición de la conciencia de su
carácter sexual.
Näcke daba importancia en el diagnóstico de la
homosexualidad al contenido homosexual de los sueños. Nuestro
autor distingue en ellos dos grupos: aquéllos en los que se sueña
con que uno realiza tareas correspondientes al otro sexo y
aquéllos en que se sueña con relaciones eróticas con el mismo
sexo. Tarnowsky destaca también la existencia de un sentimiento
de vergüenza hacia el propio sexo, lo que a Hirschfeld le parece
un buen indicador.
Para el diagnóstico de la homosexualidad juega el
comportamiento sexual frente al otro sexo un papel casi tan
importante como frente al propio. Si éste está tintado de deseo
aquél no lo está o es, sencillamente, indiferente. Los hombres y
mujeres homosexuales se diferencian de los heterosexuales, en
cuanto a las relaciones sexuales con el otro sexo, en su
sentimiento antes, durante y después de la relación sexual: antes
y durante el acto falta el deseo de él, durante el acto aparecen
síntomas como eyaculación precoz o incapacidad para tocar los
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
137
genitales y tras él surgen sentimientos de rechazo, asco y hasta
odio; la excitación sexual no sólo no desciende, sino que aumenta.
Especialmente las mujeres homosexuales sometidas a la
"obligación matrimonial" sufren con el tiempo de estados de
miedo, insomnio y fuertes depresiones.
Al margen de las relaciones sexuales, dice el
sexólogo alemán, se observa en las relaciones con el otro sexo no
sólo carencia de atracción, sino en algunos casos misoginia o
androfobia. Por el contrario, puede aparecer también un
sentimiento de camadería con el otro sexo referido a la
pertenencia en cuanto al elemento sexual.
Los hombres homosexuales se sienten
especialmente atraídos en el plano afectivo por su madre, lo que
sería, según el autor, una consecuencia del desarrollo homosexual
infantil y no una causa, como pretende la escuela psicoanalítica.
La presencia de signos ginándricos facilitaría el
diagnóstico de la homosexualidad en edades tempranas. Sin llegar
a conclusiones tajantes, sigue Hirschfeld, se puede decir que una
mujer homosexual nunca será en sus rasgos psicosexuales igual
que la mujer completamente femenina, lo que es aplicable
también a los hombres homosexuales: el homosexual lleva desde
el principio el sello de su característica física y mental.
Tarnowsky, entre otros, aconseja apartar al niño de actividades
que puedan considerarse femeninas para frenar así el desarrollo de
una posible homosexualidad, contra lo que el médico pomerano
argumenta que así se puede afectar al desarrollo nervioso del niño
que, por otra parte, está determinado de forma innata a ser
homosexual. Los juegos infantiles poseerían casi tanto valor
diagnóstico como el contenido de los sueños eróticos.
El diagnóstico de probabilidad del niño y la niña
úrnicos se centraría en los siguientes tres puntos:
- El muchacho úrnico prefiere juegos femeninos,
posee caracteres, y con frecuencia también
apariencia, femenina. La muchacha úrnica prefiere
138
Angeles Llorca Diaz
juegos masculinos, posee caracteres masculinos en
su esencia, sus movimientos y su apariencia
- Frente al otro sexo: el muchacho se encuentra
mejor en compañía de muchachas y se da una
fijación anímica en la madre. La muchacha
prefiere la compañía masculina y tiene una
relación más estrecha con el padre
- Frente al propio sexo: el muchacho siente un
retraimiento instintivo y vergüenza frente a los
muchachos y fantasea a menudo con un profesor
o compañero. La muchacha siente vergüenza
frente a sus iguales y fantasea con una profesora,
una compañera u otra persona de su propio sexo
Cada uno de estos síntomas no sería prueba de
homosexualidad, pero en caso de que se den todos juntos se
podría hablar con gran seguridad de estar en presencia de un
urning o urninda.
En lo que se refiere a la posesión de caracteres del
otro sexo en el terreno corporal, el aparato genital de los
homosexuales, sigue Hirschfeld, no muestra desviaciones notables
frente al de heterosexuales (en contra de Ellis, que habla de una
débil similitud con el infantil). Los espermatozoides tampoco
muestran diferencias. Utero y ovarios de mujeres homosexuales
serían más pequeños y se darían más a menudo en ellas trastornos
de la menstruación (aparece más tarde y dura menos días al mes),
que se vive como un suceso penoso. En los hombres
homosexuales se daría periódicamente, con más frecuencia que en
los demás, una serie de sucesos psíquicos que pueden
corresponderse con la menstruación y se aprecia una especie de
climaterio. Los trastornos propios de la época de maduración se
dan en menor medida en las mujeres homosexuales.
La voz profunda y la barba en los varones, el
crecimiento de los pechos y las caderas en las mujeres, sufrirían
ligeras variaciones en los homosexuales. La voz de hombres y
mujeres homosexuales se sitúa mayormente entre las de alto y
tenor. La nuez de las mujeres homosexuales es más masculina. La
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
139
cabellera de los hombres homosexuales es más fina, suave y
abundante, la de las mujeres homosexuales relativamente fuerte
y más corta que la de las heterosexuales. El vello púbico de los
hombres homosexuales puede tener forma triangular femenina y
el del cuerpo es menos frecuente que entre heterosexuales.
Los defectos en el crecimiento de pechos, tanto en
hombres como en mujeres, no son relacionables con el
sentimiento sexual, si bien en mujeres homosexuales se puede
observar incapacidad para el amamantamiento y un tamaño menor
de las mamas y en los hombres pezones desacostumbradamente
grandes.
El desarrollo mayor de los hombros y de las
caderas serían rasgos más frecuentes en las mujeres y los hombres
homosexuales, respectivamente. En ellas son pies y manos
mayores y en ellos menores que en los heterosexuales. El tipo de
musculatura y la forma corporal resultante suele ser más
masculina en las mujeres y más femenina en los hombres
homosexuales, con más frecuencia que en los heterosexuales. La
textura de la piel de los homosexuales se acerca también más a la
del otro sexo que en los heterosexuales.
En lo que se refiere a la presencia de caracteres del
otro sexo en el terreno de la vida nerviosa y anímica, Hirschfeld
empieza describiendo la gesticulación facial de hombres y
mujeres como esencialmente diferente:
"Quizá pudiera decirse que la mímica del hombre
expresa una afirmación o una negación de la vida,
la de la mujer es más una pregunta a la vida"175.
La mímica de los homosexuales tiende más al tipo
del otro sexo, como media, que en el caso de los heterosexuales.
En cuanto al movimiento de brazos y manos, a la gesticulación en
general, el autor considera la de algunos homosexuales tan
característica del otro sexo que habla de "transgestismo". El
175
Ibid., 148-149.
140
Angeles Llorca Diaz
movimiento del tronco es más femenino en los hombres
homosexuales y más masculino en las mujeres de la misma
condición. La forma de andar de los hombres homosexuales es,
para el sexólogo alemán, definitivamente característica, de manera
que afirma poder distinguir a uno de ellos según entra por su
consulta.
La escritura es definida como un movimiento
especial en el que se reflejan muy diferentes rasgos de distintos
campos del individuo y, puesto que la psique de la mujer y la del
hombre se diferencian esencialmente, también lo hacen sus
escrituras. En la de las mujeres homosexuales aparecen más
rasgos masculinos y más femeninos en los hombres homosexuales
que en el resto.
El carácter psicomotor que se manifiesta tanto en
la escritura como en la forma de andar tiene expresión también en
una especie de sello vital, de forma que las mujeres homosexuales
son más enérgicas, agresivas, heroicas y aventureras que las
heterosexuales, lo que se traduce en sus actividades cotidianas o
en la elección de profesión, mientras que en los hombres
homosexuales se da una mayor sensibilidad ante la alegría, la
esperanza, el entusiasmo y el dolor que entre los heterosexuales.
En la inteligencia no ve el autor diferencias entre homosexuales
y heterosexuales.
La más débil musculatura masculina en el caso de
los homosexuales se corresponde frecuentemente con una mayor
"musculatura de la lengua", de forma que, igual que las mujeres,
son especialmente habladores. Si bien, contra las apreciaciones de
Moll, Hirschfeld considera que la atribución de una mayor
costumbre de mentir a los hombres homosexuales no es más que
un prejuicio o una prueba de la incapacidad del médico para
ganarse su confianza.
Los objetos de los que se hacen rodear los
homosexuales muestran también diferencias frente a los de los
heterosexuales, así, la casa en que viven, los adornos que utilizan,
las telas, las ropas, etc.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
141
El sistema nervioso de hombres y mujeres
homosexuales brinda dos características comunes: una gran
elasticidad y una gran labilidad, de forma que es a veces difícil
distinguir cuándo una respuesta nerviosa se puede atribuir a esta
labilidad y cuándo a una constitución nerviosa.
A pesar de la tríada de características señaladas
(inclinación hacia el propio sexo, indiferencia o repulsa hacia el
otro y caracteres propios del otro sexo) el diagnóstico de la
homosexualidad resulta enormemente dificultoso. La inclinación
erótica por el propio sexo resulta frecuentemente de difícil
distinción de la que no lo es. En el segundo grupo se puede
confundir la homosexualidad con la asexualidad o la
monosexualidad. En el tercero nos encontramos con
características presentes, pero difícilmente perceptibles, y rasgos
notables del otro sexo, pero atribuibles a otra causa diferente de
la homosexualidad.
Sólo se puede hablar de verdadera homosexual
cuando lo corporal tiene expresión en lo anímico, mientras que
para las relaciones homosexuales sin sentimiento homosexual se
ha de emplear, dice Hirschfeld, la expresión
pseudohomosexualidad acuñada por Bloch:
"Todo el problema de la homosexualidad se
simplificaría esencialmente si el acto sexual fuera
la expresión absoluta del impulso sexual. Pero éste
no es -casi añadiría aquí desgraciadamente- sin
más el caso [...]"176.
El diagnóstico diferencial entre homosexualidad y
horror heterosexual resulta importante jurídicamente, porque la
homosexualidad de un miembro de la pareja se suele aducir como
motivo de separación. En estos casos se ha de determinar si el
rechazo se refiere a una persona en concreto, a todos los
miembros de un sexo o a un carácter determinado del otro sexo.
Las mayores manifestaciones de rechazo contra un sexo se suelen
176
Ibid., 187.
142
Angeles Llorca Diaz
dar, dice Hirschfeld, por parte de los heterosexuales y no de
homosexuales.
La presencia de rasgos del otro sexo puede ser
coincidente, como vimos, con la homosexualidad, y ayudar a su
diagnóstico, pero no es conditio sine qua non, de hecho, los rasgos
más visibles del otro sexo (como la barba en mujeres o la
ginecomastia en hombres) se darían con más frecuencia en
heterosexuales. Cada caso de homosexualidad requiere, además,
para su diagnóstico, un examen detenido de la conformación del
aparato genital, con vistas a diferenciar los casos de
homosexualidad de los de mala atribución de sexo por rasgos
hermafroditas. El transvestismo es, como ya vimos, un rasgo
secundario en la homosexualidad y primario en la
heterosexualidad.
Ante un paciente Hirschfeld es partidario de no
lanzar nunca la pregunta directa por su inclinación sexual. La
entrevista habrá de comenzar por su vida sexual "normal":
"[...] al paciente le es mucho más fácil hablar
sobre el lado negativo de su estado, su frigidez
sexual normal, que sobre la parte positiva, su
inclinación hacia el propio sexo"177.
Tras tratar la relación con el otro sexo se toca el
tema de la excitación sexual involuntaria durante el sueño y la
masturbación y después se puede preguntar por el contenido de
sueños y fantasías y si la masturbación sucede de forma solitaria
o en compañía.
El siguiente punto sería la inclinación espiritual
hacia el propio sexo y, progresivamente, si ha acaecido actividad
sexual o si existe tendencia a ella con el propio sexo.
Posteriormente se pasa a dar un repaso por la vida anímica del
paciente en busca de rasgos o intereses andróginos y, muy
detalladamente, por las características de la familia. Sólo entonces
177
Ibid., 238.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
143
se pasa a la exploración corporal. Finalmente, se ofrece al
paciente un cuestionario, de forma que pueda pensar sobre las
preguntas escritas con tranquilidad.
Para el diagnóstico final se cotejaran los datos
recogidos por el médico y los expuestos en el cuestionario por el
paciente.
- Las clasificaciones de la homosexualidad
Ante la diversidad de las manifestaciones
homosexuales muchos autores han propuesto diversas
clasificaciones del fenómeno: en función de las características del
homosexual (masculino o femenino), de quien provoca la
atracción (personas jóvenes o mayores), de la actividad sexual
(pasivos y activos), según el momento de aparición de la
homosexualidad (innata o adquirida), etc. Hirschfeld critica estas
clasificaciones insistiendo en la no existencia de dos individuos
iguales, en que cada homosexual es un caso diferente por sí.
Según su peculiaridad personal, la clasificación
más correcta sería, según el autor, aquélla que diferencia entre
hombres y mujeres homosexuales femeninos y masculinos, con
muy diferentes grados entre ambos extremos y cuya proporción
sería aproximadamente la misma. El médico alemán se muestra
contrario a concluir de estas características personales los gustos
del individuo en cuestión, lo que no quiere decir en absoluto que
éstos sean independientes de aquéllas, sino que los factores que
entran aquí en juego son enormemente variados y difíciles de
considerar. Se daría sin duda una constancia del tipo de gusto.
En "Vom Wesen der Liebe" de 1906 distinguía
nuestro sexólogo tres grupos de homosexuales: efebófilos (gusto
por jóvenes puberales y hasta los veinte años), andrófilos (entre
veinte y cincuenta) y gerontófilos (hasta ancianos). En 1914
modifica este criterio distinguiendo dos grandes grupos y otros
dos secundarios: en el caso de los hombres se hablaría de
144
Angeles Llorca Diaz
efebófilos (entre catorce y veinte años) y andrófilos (desde el
comienzo de la edad adulta hasta el de la vejez), contándose en
cada uno de ellos el 45% de los homosexuales, y entre paidófilos
y gerontófilos a partes iguales el restante 10%. En las mujeres se
hablaría de partenófilas, ginecófilas, corófilas y graófilas,
respectivamente.
Esta diferenciación no supone una clasificación del
gusto de los homosexuales, ya que dentro de cada grupo se darían
diferencias en función de otras características de la persona
deseada: que sea homo o heterosexual o que la orientación sexual
del otro sea indiferente, que sea o no del mismo estrato social, que
se establezca una relación de enseñante o de alumno, de actividad
o de pasividad sexual, etc.
Hirschfeld distingue, además, cuatro formas
principales de relaciones homosexuales: manual, oral, femoral y
anal (membral, para las mujeres), entendiendo que esta
diferenciación tiene importancia criminal (unos actos están
penalizados y otros no), pero no a la hora de valorar o entender a
quienes las realizan o a la de establecer diferenciaciones morales
como hacen Rohleder y Friedländer.
Desde que Krafft-Ebing la propuso en su
Psychopathia sexualis muchos autores aceptaron la división de la
homosexualidad, en virtud de su aparición, en innata y adquirida.
Para el médico pomerano, como sabemos, es sólo verdadera
homosexualidad la constitucional y endógena; en función de ello
algunos autores, como Bloch, dejaron de basarse en las
suposiciones de Krafft-Ebing y comenzaron a distinguir entre
homosexualidad verdadera o falsa, entre homosexualidad y
pseudohomosexualidad.
En la literatura forense y psiquiátrica de la época
se distingue también entre homosexuales sanos y nerviosos o, lo
que es lo mismo, entre los que tienen un sistema nervioso estable
o lábil. Una última clasificación derivada de la praxis, dice
Hirschfeld, es la que distingue entre homosexualidad complicada
o sencilla, en función de vaya acompañada o no de anomalías del
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
145
impulso sexual. Diferenciación que es posible, según él, porque
todas las perversiones que se observan en heterosexuales son
también posibles en homosexuales.
Resumiendo, se pueden distinguir tres grupos de
hombres y mujeres adultos en función de la dirección de su
impulso sexual:
a) heterosexuales (aprox. 94%)
b) homosexuales (aprox. 2%)
c) bisexuales (aprox. 4%)
Los hombres y mujeres homosexuales se pueden
clasificar:
I. Según sus propiedades personales:
a) viriles (aprox. 50%)
b) femeninos (aprox. 50%)
eventualmente todavía se puede especificar más:
a) fuertemente viriles (aprox. 25%)
b) débilmente viriles (aprox. 25%)
c) fuertemente femeninos (aprox. 25%)
b) débilmente femeninos (aprox. 25%)
II.
Según la dirección del impulso:
a) efebófilos o partenófilas (aprox. 45%)
b) andrófilos o ginecófilas (aprox. 45%)
y junto a ellos:
c) paidófilos o corófilas (aprox. 5%)
d) gerontófilos o graófilas (aprox. 5%),
como grupos posteriores en función de la
característica del objeto sexual:
a) homoiófilos (aprox. 33,3%)
b) aloiófilos (aprox. 33,3%)
c) anfífilos (aprox. 33,3%)
III. Según la actividad del impulso y con menor
precisión:
a) activos (aprox. 50%)
b) pasivos (aprox. 50%)
En función del acto mismo:
a) manuales (aprox. 40%)
b) orales (aprox. 40%)
146
Angeles Llorca Diaz
c) femorales (aprox. 12%)
d) anales para hombres y membrales para
mujeres (aprox. 8%)
IV. En función de la implantación de la
homosexualidad:
a) verdaderos (homosexualidad innata)
b) falsos (pseudohomosexuales)
V. Entre los cuales se distinguirían:
a) los sanos o estables (aprox. 50%)
b) los nerviosos o lábiles (aprox. 50%)
VI. Una última clasificación sería la de:
a) sencillos
b) complicados
Entendiendo, concluye el autor, que esta
clasificación es artificial y que, como en todo en la naturaleza, las
líneas delimitadoras no pueden ser claras tampoco aquí.
- La doble sexualidad humana como fundamento de la
homosexualidad masculina y femenina
Celesia y Penta explican la presencia de la
homosexualidad como un atavismo que remitiría a un tiempo en
el que no había sexos. Hirschfeld busca, como sabemos, la
explicación en otras causas. Para él, de la misma forma que no se
puede determinar por qué un embrión se diferencia hacia un sexo
u otro, no se puede saber por qué será hetero u homosexual. Igual
que el embrión, dice, no posee en un principio un sexo
determinado, si se pudiera localizar en todo su proceso el impulso
sexual, se haría posible el hallazgo de restos de una originaria
hermafrodisia del impulso. Lo que se traduce en que no se puede
hablar de una enfermedad, sino en todo caso de un trastorno
innato del desarrollo. Hirschfeld retoma aquí la comparación de
Symonds y Ellis entre el daltonismo y la homosexualidad:
"Esta comparación es tanto más remarcable cuanto
que el daltónico, aunque ve el mundo de otra
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
147
forma que la mayoría de la gente, no puede ser
considerado en sentido acostumbrado como un
enfermo o un degenerado, sino sólo como
perteneciente a una minoría"178.
La investigación de las secreciones internas le
parece a Hirschfeld uno de los caminos más seguros para ofrecer
una mayor claridad sobre el tema de la homosexualidad.
Bloch, y tras él Freud, se habrían situado contra la
teoría de la degeneración como explicación de la homosexualidad.
Löwenfeld habla también de la independencia de la
homosexualidad de los procesos morbosos o degenerativos.
Rohleder se refiere una disposición neuropática y Krafft-Ebing
habla en su Psychopathia sexualis de degeneración, si bien varió
su opinión posteriormente. Magnan y Möbius ven también en la
homosexualidad un signo claro de degeneración. Hirschfeld niega
categóricamente que la homosexualidad suponga por sí misma un
estado de degeneración y, según su experiencia, la descendencia
de los hombres y las mujeres homosexuales sería perfectamente
sana. A pesar de ello, como vimos, desaconseja que los
homosexuales tengan hijos por la posibilidad de que se transmitan
ciertos rasgos degenerativos179.
Según Moll la homosexualidad es una enfermedad
porque supone una contradicción entre el estado corporal y mental
del sujeto, lo que para nuestro autor sólo sería correcto si el
homosexual estuviera constituido corporal y mentalmente como
el heterosexual, pero no es éste el caso.
178
179
Ibid., 373.
Hirschfeld no descarta que la homosexualidad sea un "truco" de la naturaleza para terminar un
linaje en el que se van transmitiendo determinados rasgos propios de una constitución nerviosa. La
homosexualidad no sería un estado morboso, sino la forma de acabar con la posibilidad de que éste
se manifieste. El permanente malabarismo -valga la expresión- que hace Hirschfeld con sus
argumentos en este tema puede entenderse, por otra parte, como un "truco", no de la naturaleza,
sino suyo, para terminar con la frecuente costumbre de los psiquiatras de la época de "recetar"
relaciones heterosexuales, e incluso el matrimonio, como terapia de la homosexualidad.
148
Angeles Llorca Diaz
Hirschfeld caracteriza la homosexualidad de la
siguiente manera:
- la verdadera homosexualidad es siempre un
estado innato
- este estado innato descansa en una constitución
específica homosexual del cerebro
- esta constitución cerebral específica se
caracteriza por una relación proporcional de
sustancia hereditaria masculina y femenina
- esta relación proporcional está acompañada
frecuentemente por una fuerte labilidad del
sistema nervioso
- entre la constitución específica del órgano central
y la labilidad nerviosa existe una relación causal
- todas las causas externas son sólo efectivas en
presencia de la constitución homosexual interna
- las causas externas son manifestaciones tan
generales que en el 99% de los casos la
constitución homosexual innata aparece en la
conciencia más tarde o temprano
- la homosexualidad no es ni enfermedad ni
degeneración, ni lastre ni crimen, sino un
fragmento del orden natural, una variante sexual:
"Muchos se han esforzado en resolver el enigma
del amor homosexual; pero cómo si, en el fondo,
no hay aquí más enigma que en cualquier otra
manifestación natural. La pregunta por el 'porqué'
no es siempre sólo un signo de profunda sabiduría,
sino también a menudo de limitación infantil. Si
alguien quisiera saber por qué hay mamíferos, o
por qué personas, se creería inútil darle una
respuesta, aunque valiese la pena una descripción
de las diferentes especies de mamíferos o una
investigación de las tareas de la humanidad.
Vemos el hecho de su existencia como algo dado,
porque la naturaleza es ilimitada en la producción
de sus seres, también de aquéllos a los que el
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
149
hombre denomina sin sentido, con lo que no está
dicho que lo sean, sino sólo que se lo parecen
porque no se ajustan a la representación que él se
hace cada vez del mecanismo del mundo
intrincado en cada relación"180.
- La terapia de la homosexualidad
En función de su concepción de la
homosexualidad, el sexólogo pomerano hace una crítica general
a los tratamientos destinados a curarla, puesto que se basan en el
falso criterio de que es una enfermedad.
Schrenck-Notzing y Rohleder entienden que la
homosexualidad es curable mediante hipnosis. Hirschfeld, que se
adhiere en la valoración de estas terapias a la opinión de KrafftEbing, ve en ellas sólo un efecto de la sugestión y no un cambio
en la orientación sexual. Por otra parte, añade, que un paciente así
tratado comience a tener relaciones heterosexuales no habla de
una cura y, mucho menos, de que se le haya hecho un buen
servicio.
Krafft-Ebing propuso en su Psychopathia sexualis
tres pasos a seguir: a) lucha contra la onanía y los demás
elementos dañinos de la vita sexualis, b) tratamiento de las
neurosis relacionadas con la vita sexualis, y c) tratamiento
psíquico, en el sentido de lucha contra los sentimientos
homosexuales y favorecimiento de los heterosexuales.
Precisamente en virtud de esta tercera vía algunos terapeutas
aconsejaban el matrimonio a los homosexuales. Como ya
sabemos, para nuestro autor es claro que la homosexualidad no
desaparece mediante el matrimonio, que con él se daña, además,
a la pareja y que existe cierta probabilidad de que la descendencia
180
Ibid., 395.
150
Angeles Llorca Diaz
sea también homosexual o esté, cuando menos, hereditariamente
dañada.
A algunos pacientes, comenta el autor, se les trata
de impotencia, ya que hablan más de ésta hacia con la mujer que
de su inclinación hacia los hombres. Los medicamentos así
utilizados tienden a aumentar la libido, que lo hace, en todo caso,
en la dirección que ya tenía. En sentido contrario, se utilizan
también medicamentos encaminados a reducir la libido y a evitar
con ello que se realicen actos homosexuales, lo que, argumenta el
autor, no es en absoluto tratar la homosexualidad, sino provocar
la abstinencia o, en todo caso, la neutralidad del impulso sexual.
Otros preparados utilizados ejercen su influencia sobre las
glándulas del sistema endocrino, pero la opinión del sexólogo es
que el conocimiento que se tiene de estos mecanismos es tan
escaso que se debe ser cuidadoso y escéptico con estos
tratamientos.
En vista de los escasos resultados obtenidos con la
terapia algunos médicos aconsejan el aislamiento (internar al
paciente en una institución, como Burghauser y Braunschweig) o
la castración (Rieger y Benedikt) para terminar con el problema.
En cuanto a la primera, aparte de criticarla desde el punto de vista
médico y ético, Hirschfeld arguye que sólo Berlín necesitaría un
establecimiento con diez mil camas para sus hombres y mujeres
homosexuales. Igual que Rohleder, él tiene la castración por una
medida criminal.
Los métodos psicológicos más usados serían,
además de la terapia hipnótica, el psicoanálisis de Freud y la
terapia de asociación de Moll. Nuestro autor entiende el
psicoanálisis por incapacitado para el tratamiento de la
homosexualidad: si bien los pacientes observan "una mejoría" al
principio del tratamiento, aquélla no desaparece con éste. Stekel,
en contra de Sadger, también declara no haber visto nunca un
homosexual curado con el tratamiento psicoanalítico. En cuanto
a la terapia de Moll remitimos a lo dicho más arriba en la nota
137.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
151
Magnus Hirschfeld propone como tratamiento para
la homosexualidad lo que él llama tratamiento de adaptación o
terapia de acomodación: Después de un fino reconocimiento y de
establecer un diagnóstico diferencial, que el médico tiene la
obligación de estar capacitado a hacer, la primera tarea consiste
en tranquilizar al paciente explicándole que se trata de un impulso
natural y no culpable. Los deprimentes intentos de cohabitación
con el otro sexo deben terminarse, sobre todo, la idea de
matrimonio. En caso de que el paciente sufra por su estado
nervioso se aconseja una cura en un sanatorio bajo la dirección de
un médico de confianza. Finalmente, se le recomiendan al
paciente buenas lecturas y se le facilitan conexiones con personas
con el mismo sentimiento sexual.
Se procurará alimentar sus necesidades espirituales
a través de medios culturales o asociaciones científicas, trabajos
adecuados, etc. La cuestión más difícil a resolver sería la
satisfacción del impulso sexual, puesto que aconsejar el comercio
homosexual está penado por la ley. Se hablará al paciente de los
perjuicios que las relaciones homosexuales pueden acarrearle y de
las ventajas que éstas tendrían, de forma que la decisión última
sea tomada por él.
La terapia de adaptación no se terminaría aquí, sino
que incluye la solución de múltiples problemas que los pacientes
pueden llevar a la consulta, de los que los más importantes tienen
que ver con las relaciones con su entorno social: si cambiar o no
de trabajo, si viajar o trasladarse a un país en que los actos
homosexuales no estén penalizados, si comunicar su naturaleza a
las personas más allegadas, etc.
- La homosexualidad y las secreciones internas
En la medida en que se iba desarrollando, la
investigación de las secreciones internas y, en especial, los
experimentos de Eugen Steinach, iba ofreciendo a los sexólogos
152
Angeles Llorca Diaz
de la época diferente material de estudio. Para nuestro autor, las
investigaciones de Steinach tuvieron un triple significado en lo
que se refiere al tema de la homosexualidad: sirvieron al objetivo
de estudiar el fenómeno científicamente, ayudaron a su mejor
valoración jurídica y en otros aspectos y, finalmente, abrieron
perspectivas en su tratamiento.
Hirschfeld, que en sus primeros trabajos asocia los
estadios sexuales intermedios a una correlación orgánica
neuronal, fue encontrando cada vez más en el efecto de la
secreción interna su principio causal. Ya en 1912 presentó su
teoría de las hormonas, que llamó Andrin y Gynäzin, cuyo efecto
sobre el centro sexual cerebral comparó al de sustancias
embriagantes, si bien sus estudios sobre castrados le hicieron
suponer que no provenían de las gónadas. Con los experimentos
posteriores de Steinach considera probada su teoría de la
condición innata de las variedades intersexuales y su origen en el
funcionamiento del sistema hormonal. Algunos autores hablaron,
incluso, de la teoría Steinach-Hirschfeld181.
En un trabajo aparecido el veinticuatro de octubre
de 1916, consideraba Steinach que la explicación de la
homosexualidad se remitía a la presencia de glándulas de la
pubertad de carácter hermafrodita, dando la razón a Hirschfeld en
su suposición de la disposición innata de la homosexualidad182. La
única causa de todas las manifestaciones hermafroditas es, según
el investigador de Viena, la existencia de glándulas de la pubertad
hermadroditas por una diferenciación incompleta y, por tanto, en
función del grado de incompletud de esta diferenciación se
establecerían diversos grados de hermafrodismo. Hirschfeld ve
aquí definitivamente confirmadas sus teorías sobre los estadios
sexuales intermedios y encontró así la explicación que esperaba
para su teoría de la intersexualidad:
181
R. Seidel (1969), 80-81.
182
E. Steinach (1916).
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
153
"Si la diferenciación no se ha llevado a cabo
firmemente, de forma que están presentes y son
efectivas células de la pubertad masculinas y
femeninas al mismo tiempo, entonces se producen
estadios sexuales intermedios, hermafroditas en el
más amplio sentido"183
Con relación a los resultados de los experimentos
llevados a cabo por Steinach implantando en animales tejido de
testículos y de ovarios al mismo tiempo, el sexólogo alemán
considera que constituyen sin duda una constatación de su
concepción de la homosexualidad y otras manifestaciones
emparentadas con ella, como los estadios de carácter bisexual
condicionados constitucionalmente.
Según K. F. Jordan, la investigación de la
secreción interna habría convertido la teoría de Hirschfeld de la
intersexualidad en una ley natural184.
IV.4 LA PATOLOGIA SEXUAL
Entre 1917 y 1920 publicó Hirschfeld los tres
tomos de su Sexualpathologie, donde pretedía dar una nueva
visión del tema frente a las Psychopathia sexualis de Kaan y
Krafft-Ebing. En el epílogo del último volumen explica el autor
que las diferencias entre esta obra y las precedentes se deben a la
profundización y ampliación de la sexología en el tiempo que
media entre unas y otra. Por ello también algunos de los nombres
utilizados por Krafft-Ebing, como sadismo, masoquismo u onanía,
han sido sustituidos por otros, como metatropismo, hipererotismo
e Ipsation. En el mayor conocimiento que los sistemas nervioso
y el endocrino juegan en el impulso sexual centra Hirschfeld su
clasificación patológica:
183
M. Hirschfeld (1917c), 13.
184
K. F. Jordan (1918).
154
Angeles Llorca Diaz
"Como esencia interna, punto nuclear y de partida
de cada manifestación sexual patológica nos
encontramos siempre de nuevo con el paralelismo
psicoincretor, la igual dependencia del impulso y
la peculiaridad sexual de arriba y abajo, de lo
psíquico y lo material, de la corriente nerviosa y
sanguínea, de los hemisferios cerebrales y del par
de gónadas. Esta relación recíproca la
reconocimos en los trastornos del desarrollo
sexuales de la primera parte no menos que en los
estadios intermedios sexuales de la segunda y en
los trastornos del metabolismo sexual en el tercer
tomo"185.
Mediante estas conexiones orgánicas, por una
parte, y su consideración causal, por otra, se eleva, dice
Hirschfeld, el saber en el terreno sexual al grado de ciencia.
El primer tomo (1917) está dedicado a los
trastornos del desarrollo sexual, el segundo (1918) a los estadios
intermedios y el tercero a los trastornos del metabolismo sexual
(1920). Puesto que ya dedicamos un capítulo a la intersexualidad,
seguiremos en esta exposición el orden establecido en los tomos
primero y último.
- Trastornos del desarrollo sexual
En este volumen distingue el autor seis cuadros
diferentes: carencias en las glándulas sexuales, infantilismo,
madurez precoz, crisis sexuales, Ipsation y automonosexualismo.
- I. Carencias en las glándulas sexuales
185
M. Hirschfeld (1920), 327.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
155
La ausencia de secreción externa provocaría
infertilidad, la de interna la carencia o la formación anormal de
numerosos caracteres sexuales.
- II. Infantilismo
Distingue Hirschfeld, como vimos, infantilismo
genital, somático, psíquico y psicosexual, en virtud de qué
elementos sean los que en el desarrollo individual han
permanecido estancados en una fase infantil. El infantilismo
estaría fundado sobre trastornos de las secreciones internas y
llevaría asociado, en función de cada individuo y de cada tipo,
determinadas anormalidades en el comportamiento sexual.
- III. Madurez precoz
No sería tan frecuente como el infantilismo y
también podría dividirse en genital, somática, psíquica y
psicosexual.
- IV. Crisis sexuales
En este apartado repite el autor lo dicho en su
artículo "Die Psychoneurosen der Entwicklungsjahre" -Las
psiconeurosis de los años de desarrollo- (1916), cuya exposición
seguimos aquí.
La explicación de los trastornos propios de los
periodos de "evolución e involución sexual" ha de buscarse en
causas nerviosas, sucesos del aparato genital y en el quimismo
interno, teniendo en cuenta, además, el elemento puramente
psíquico, sobre todo en individuos dispuestos neuropática o
psicopáticamente. Sería esta disposición la explicación última de
que ante los mismos hechos enfermen unos individuos sí y otros
no.
El médico alemán clasifica los trastornos de los
periodos de evolución e involución sexual en los siguientes
grupos: neurosis y psicosis de la pubertad, del climaterio, de la
156
Angeles Llorca Diaz
menstruación, del embarazo, del alumbramiento, del puerperio y
de la lactancia.
En el caso de las manifestaciones fisiológicas de la
pubertad la línea delimitadora con lo patológico es enormemente
difícil de definir, por lo que sólo los grados avanzados han de
considerarse como morbosos. En la mayoría de estos casos, como
en los demás periodos evolutivos e involutivos, se podría afirmar
una relación causal entre las neurosis y psicosis y los cambios en
los órganos sexuales; hecho apoyado, según Hirschfeld, porque
casi todas estas dolencias tienen un tinte directamente sexual.
El autor divide en tres grupos las dolencias de la
pubertad, en función de su duración y pronóstico: las del primero
aparecen y desaparecen tras un tiempo más o menos corto durante
la pubertad, las del segundo desaparece sólo con el final de ésta
y las del tercero se asientan en la pubertad y se siguen
manifestando posteriormente. En estos últimos casos se trataría de
estados que se desarrollan sobre la base de una constitución
psicopática. La ambigüedad con que Hirschfeld emplea la
expresión "constitución psicopática" es explicada por él mismo de
la siguiente forma:
"Con el concepto de constitución psicopática, que
posee el mismo significado que inferioridad
psicopática, degeneración o disposición
degenerativa, conseguimos un concepto agrupador
que es indispensable para la comprensión de los
trastornos mentales que aparecen en la pubertad.
Ciertamente este concepto morboso deja que
desear, es demasiado general y no está firmemente
delimitado como contraste del ámbito de la
constitución sana, fisiológicamente normal; y, sin
embargo, no nos podemos pasar sin él si no
queremos perder el suelo debajo de los pies en la
abundancia de manifestaciones fluctuantes.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
157
También una división precisa de las constituciones
psicopáticas choca con dificultades"186.
Las dolencias típicas del climaterio, de las que
enfermarían muchas personas con una carga neuropática o
psicopática, se pueden dar no sólo en mujeres, sino también en
hombres solteros, viudos o de constitución femenina. También las
neurosis y psicosis de la menstruación se presentarían en algunos
hombres en que existen ciertos rudimentos de trastornos
menstruales, especialmente en hombres muy feminizados y, sobre
todo, en travestidos.
- V. Onanía (Ipsation)
De las manifestaciones sexuales que acompañan a
los años de desarrollo ninguna sería tan frecuente como la
autosatisfacción187; puesto que su no existencia es mucho más rara
no se la considera por sí una manifestación patológica.
El sexólogo pomerano ve dos causas diferentes en
la autosatisfacción sexual: una central y una periférica. La central
sería la tendencia espontánea e instintiva del impulso a
satisfacerse, lo que sucede cuando las secreciones internas de las
glándulas sexuales erotizan (en término de Steinach) el centro
nervioso sexual provocando un estado de tensión sexual. La
periférica puede venir dada por seducciones de otras personas o
por estímulos sobre los genitales provenientes del medio (roces
con tejidos, cambios acaecidos por la menstruación, afecciones
186
187
M. Hirschfeld (1916b), 158.
Hirschfeld opina que el término alemán Selbstbefriedigung es más explicativo del fenómeno
que otros. Masturbation sería más utilizado desde que Rohleder lo empleó en el título de una
monografía sobre el tema, y vendría a ser, con base latina, lo mismo que Cheiromanie con base
griega. Ambas palabras hacen referencia al uso de la mano y nuestro autor considera más oportuno
el uso de términos no tan restrictivos. Onanie vendría a significar en su uso bíblico más bien coitus
interruptus, si bien se utiliza como masturbación desde que Tissot publicase en 1760 su obra De
l'onanisme ou dissertation physique sur les maladies produites par la masturbation. Este término
puede emplearse en el sentido de "onanismo mutuo", lo que sería una contradicción hablando de
autosatisfacción. El polaco Kurkiewicz utiliza el término Ipsatio, que, para Hirschfeld, explicita
mejor la actividad sexual sobre el propio cuerpo. Términos como Autismus (Bleuler), Autoerotismus
(Ellis), Autoerastie (Latamendi) o Narzißmus (Näcke) deberían ser empleados, según él, en otros
casos. M. Hirschfeld (1917a).
158
Angeles Llorca Diaz
genitales o de la zona anal e irritaciones de zonas no
necesariamente genitales, pero que obran efecto sobre su
excitabilidad). El grado de excitación alcanzado de forma
periférica estaría en relación con una disposición innata: cuanto
más fuerte sea el sistema nervioso tanto mayores deberán ser los
estímulos para provocar un estado necesitado de satisfacción, y
viceversa. Hirschfeld critica aquí la insistencia de algunos
psicoanalistas en el papel de las manipulaciones del personal de
servicio encargado de lavar y vestir a los niños.
Todos los grados de debilidad mental, la presencia
de una constitución psicopática, favorecerían el impulso a la
búsqueda de sensaciones placenteras en el propio cuerpo. El
insomnio, la abstinencia y las tendencias anómalas del impulso
sexual no satisfechas serían otras causas de masturbación.
Acostumbradamente, sigue el autor, los hombres
y mujeres desviados de la normalidad acompañan sus
masturbaciones de imaginaciones de contenido también desviado,
en función de sus gustos personales. En neurópatas o en personas
en que la libido está anormalmente aumentada acontece
ocasionalmente el orgasmo sin fricción de los órganos sexuales188.
En virtud de las múltiples causas centrales y
periféricas que pueden llevar a la onanía no es de extrañar que sea
éste un fenómeno enormemente extendido en todas las culturas y
tiempos, variando su frecuencia en función de múltiples factores
personales, como la edad, si bien comenzaría ya en muchos casos
desde la infancia.
Las formas más extendidas de masturbación se
podrían clasificar, según el médico pomerano, en manuales,
femorales y a modo de cohabitación, en lo que se refiere a las
centradas en los genitales. El autor menciona también la onanía
mamal y uretral como ejemplos de variantes de aquéllas. Otra
188
A este suceso le denomina Rohleder "onanía mental o moral". Desde que Hufeland en su
Makrobiotik hablara de una onanía mental -geistige Onanie- la expresión "onanía psíquica" se
extendió por la literatura especializada sin entrar a dar con ello, critica Hirschfeld, una explicación
del fenómeno.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
159
clasificación podría distinguir entre onanía prolongata, interrupta
e incompleta, siendo la primera una variante en que el sujeto
interrumpe con pausas el acto para prologar el placer, la segunda
es interrumpida completamente (de forma voluntaria o no) antes
del orgasmo y la tercera -introducida por Rohleder en la literatura
científica- es aquélla en que la expulsión de semen no acompaña
al orgasmo.
Hirschfeld describe una especie de hipocondría
onanista, en la que quienes practican la masturbación buscan en
su cuerpo signos de enfermedad consecuente a ella. Después de
ofrecer un pintoresco y crítico listado de estos posibles síntomas
físicos, concluye el autor la imposibilidad de diagnosticar onanía
objetivamente mediante una exploración física. Este hecho
debería bastar, según él, para convencer a muchos médicos de que
las consecuencias de la masturbación no pueden ser tan malas
como se recoge en muchas obras. Nos encontramos aquí, dice él,
con una sugestión en masa de la cual son víctimas numerosas
personas: la masturbación no acarrea en personas sanas ninguna
consecuencia dañina que no sea producto de la sugestión. Incluso
en personas enfermas no se producen cambios que no puedan ser
atribuidos a otros factores: no existe, según él, una enfermedad
cuya causa específica sea la onanía; la única consecuencia de ésta
que se puede afirmar con gran probabilidad sería una debilidad de
la excitación nerviosa (neurastenia sexual) normalmente ocasional
o local (ejaculatio praecox) en constituciones neuropáticas;
además, pueden darse depresiones de coloración hipocondríaca
como reacción endógena a la excitación sexual.
En estos casos sería necesario, según el autor,
emprender una terapia de la masturbación. Cinco serían los
medios disponibles: psíquicos, higiénicos, medicamentosos,
instrumentales y operativos. A los primeros pertenecerían la
hipnosis y la educación; a los higiénicos, de nuevo la educación
sexual y, además, el cuidado del cuerpo, el ejercicio físico,
vestimenta y alimentación apropiadas y medidas psíquicas
(fortalecimiento de la voluntad, tareas intelectuales, etc) y
sexuales (abstinencia, matrimonio, etc.). Los medicamentosos
(sedantes o medios homeopáticos), instrumentales (como los
160
Angeles Llorca Diaz
cinturones para evitar poluciones) y operativos (ablación del
clítoris o de los labios menores, castración, etc.) no son
aconsejables, según el sexólogo, por causar mayores daños de los
que pretenden evitar.
En el primer tomo de su Geschlechtskunde (1926)
mencionará la soledad sexual, la carencia de una segunda persona
para satisfacer el impulso, como la más frecuente de las múltiples
causas de la masturbación. En esta obra compara, además, los
listados de signos por los que se manifiesta la masturbación según
los libros especializados con los dados por los de la Inquisición
para demostrar que una mujer es una bruja o que un hombre está
poseído por el diablo y no dudará en calificar a los autores que
hablan de las terribles consecuencias de la masturbación, entre los
que menciona a Tissot y Kant, de hipocondríacos masturbatorios.
La última causa de la masturbación, dice Hirschfeld, como la de
cualquier acto sexual, habrá de ser buscada en la relación entre el
impulso sexual y las resistencias que se le oponen; dos
componentes que habrá de tener en cuenta la terapia sexual que
pretenda enfrentarse con ella.
- VI. El automonosexualismo
Mientras que la Ipsatio se da sin imaginaciones o
acompañada de pensamientos "adecuados", ya sean normales o
no, el automonosexualismo sería un trastorno del desarrollo
consistente en que la propia persona no es sólo el objeto corporal
sino también el psíquico del acto sexual. "Narcisismo" o
"autismo" serían términos que se adaptarían a este fenómeno. Los
espejos o cualquier representación de uno mismo supondrían en
este caso fuentes de excitación, de forma que se llega a dar una
especie de autoexhibicionismo, pudiendo ser la causa de la
excitación tanto el cuerpo (vestido o no) como partes de él, olores
o sonidos propios y objetos utilizados por la misma persona,
siendo así posible la presencia de una especie de fetichismo
relacionado con objetos propios. El automasoquismo (como los
autoflagelantes de la Edad Media), el carácter travestido y la
mezcla con infantilismo son variantes de este fenómeno.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
161
Hirschfeld critica el esquema freudiano de
desarrollo sexual, que supone el narcisismo como un estadio
normal en el desarrollo de todos los hombres y mujeres, por
entender que no existe base experimental ninguna en la que se
soporte. Para él, el automonosexualismo constituiría un grupo
bien diferenciado dentro de las perversiones sexuales; incluso,
puesto que supone una coloración neuropática y una base
constitucional psicopática como bastante probable en estos casos,
entiende que la pérdida de los propios gametos en la
autosatisfacción puede ser una medida profiláctica para impedir
la extensión de la degeneración.
Para el tratamiento de esta manifestación aconseja
el autor la consideración de las causas y las consecuencias
nerviosas, el fortalecimiento de la voluntad, la actividad
intelectual y la regulación de la forma de vida. Tras estas medidas
se puede intentar, por medio de la psicoterapia, la liberación del
paciente de sus "enamoramientos autistas". Pero para comenzar
una terapia se habrá de tener en cuenta la demanda del paciente,
ya que no tenemos derecho, dice el sexólogo, a liberar a nadie de
algo que le place, le tranquiliza y no causa daño al derecho de
otro.
- Trastornos en el metabolismo sexual
Fetichismo, hipererotismo, impotencia, neurosis
sexuales y exhibicionismo serían los cuadros pertenecientes a este
grupo.
- I. Fetichismo (simbolismo sexual)
Como sabemos, para Hirschfeld, la atracción
sexual no proviene nunca de la personalidad completa, sino que
se basa en atracciones parciales. Krafft-Ebing ya distinguía el
fetichismo fisiológico del patológico, que sería aquél que tiene
que ver con el objeto con absoluta independencia de la persona,
162
Angeles Llorca Diaz
diferenciación que hacía también Binet189 bajo el nombre de
pequeño y gran fetichismo, dándose en éste último una completa
sustitución de la persona por el objeto. Nuestro autor prefiere para
este fenómeno la expresión "atracción parcial" o "simbolismo
sexual", empleado por Eulenburg, que, según él, hablaría más de
la esencia que de la apariencia de lo que nombra.
Fetichismo sería el reverso del antifetichismo, que
consistiría en una repulsión sexual por el todo a partir de la
sentida por una parte. Las fronteras delimitadoras del fetichismo
y el antifetichismo fisiológicos y patológicos son, dice el médico
alemán, de difícil definición.
El número de fetiches posibles sería ilimitado,
puesto que no existe una parte del cuerpo, del adorno personal o
una característica de la persona que no pueda ser parte objeto de
atracción sexual. El diagnóstico diferencial habrá de hacerse
frente al de autoerotismo, en el caso de que el sujeto lleve encima
el objeto de atracción; frente al de masoquismo, por ejemplo en
los casos de fetichismo del frío o de presión habría que distinguir
si lo primario es la sensación orgánica o el objeto; y del sadismo,
como en la atracción hacia anomalías o defectos.
Frente a la teoría explicativa de Binet de una
asociación fortuita, Hirschfeld supone un efecto recíproco de la
constitución sexual del sujeto y de las experiencias vitales,
entendiendo que es fundamentalmente la primera la responsable
última. Sólo la individualidad psicosexual sería capaz de explicar
que ante las mismas situaciones unos objetos se conviertan en
fetiches para unas personas y otros para otras. El hecho de que
existan como fetiches objetos que no aparecen en la infancia de
los individuos hablaría, además, contra la teoría psicoanalítica de
las impresiones infantiles como causantes del fenómeno.
La atracción parcial no se basa, pues, en un
encuentro casual, sino en la peculiaridad de la naturaleza
189
Binet acuñó el término "fetichismo" para la patología sexual en la obra Du Fétichisme dans
l'amour de 1887. M. Hirschfeld (1920), 3.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
163
psicosexual individual, que explicaría la posibilidad de que se den
determinadas asociaciones con determinados estímulos. Sería un
proceso similar, como ya apuntó Lipschütz, al reflejo
condicionado explicado por Pavlov, en que las secreciones
internas intervendrían en la medida en que son responsables de la
constitución psicosexual.
En función del órgano captor de los estímulos del
objeto, fetichismo y antifetichismo pueden ser clasificados en:
ópticos, acústicos, olfativos, gustativos y tactiles, siendo los tres
primeros distales y los dos últimos proximales. Los cinco tipos de
fetichismo serían los que recibirían los nombres franceses de
voyeurs, écouteurs, renifleurs, lêcheurs y frotteurs,
respectivamente.
El carácter patológico de la relación con el fetiche
puede venir dado por dos vías: mediante la concentración
exclusiva de las representaciones en el objeto o porque el placer
sexual no venga dado por el coito con el poseedor del fetiche, sino
por la manipulación de éste. Cuando esta manipulación, dice
Hirschfeld, no está relacionada con los genitales, constituye una
de las mayores desviaciones del gran fetichismo.
En función de la parte del cuerpo objeto de
atracción o repulsión sexual se puede distinguir entre fetichismo
o antifetichismo de cabeza (de cabello, de trenzas, del color del
cabello, de la barba, del color de los ojos, de nariz, de boca, de
orejas, de barbilla, de lágrimas, etc.), de tronco (de pechos,
caderas y genitales, de cuello, de nuez, etc.) y de extremidades (de
manos, músculos de los brazos y piernas, de pies, de danza, etc.).
El fetichismo coherente es el que tiene que ver con objetos
relacionados con la persona (anillos, relojes, tatuajes,
enrojecimiento de la piel) y el adherente con su ropa o adornos
(corsés, zapatos, medias, uniformes, pieles, telas, etc.).
El fetichismo de pieles, sigue el autor, facilitaría la
comprensión de lo que Krafft-Ebing llama zoofilia y otros
bestialismo o sodomía. Éste ya hablaba de la zoofilia como
fetichismo de animales. Hirschfeld distingue los actos cometidos
164
Angeles Llorca Diaz
por hombres con animales hembras, sobre todo en el campo, los
cometidos por mujeres con animales machos, con más frecuencia
en las ciudades, y los que llevan a cabo los homosexuales. Los
hombres practicarían más bien la penetración, mientras que las
mujeres se harían lamer los genitales por el animal. Esta es para
Hirschfeld una de las desviaciones del impulso sexual menos
perjudiciales para un tercero.
Igual que con los animales, se pueden dar actos
sexuales relacionados con el fetichismo de plantas, en función de
su olor, tacto o forma, y con minerales, metales o piedras. Dentro
de éste sería destacable el pigmalionismo (relación amorosa con
estatuas), que guardaría con la necrofilia la misma relación que el
de pieles con la zoofilia.
- II. Hipererotismo
Las secreciones internas juegan un papel muy
importante en la concepción de Hirschfeld de la patología sexual,
sobre todo en las desviaciones cuantitativas del impulso, a las que
pertenecen, por un lado, el hipererotismo o crecimiento
desmedido del impulso y, por el otro, el hipoerotismo o
impotencia. La fuerza del impulso es, como vimos, independiente
de su orientación.
El problema del diagnóstico diferencial del
hipererotismo, para nuestro autor, es la consideración de cuál es
la medida no patológica del impulso sexual, que varía
enormemente de unos individuos a otros. Desde un punto de vista
jurídico la importancia de la fuerza del impulso sexual tiene que
ver con su relación con la capacidad de controlarla.
El sexólogo alemán critica el concepto de
"paradojas sexuales" referidos al crecimiento de la libido en edad
prepuberal y en la vejez. En el primer caso se hablaría, dice él, de
madurez temprana y en el segundo no se puede considerar el
estado como patológico a no ser que el crecimiento sea
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
165
especialmente fuerte. Prefiere, además, no usar los términos de
satiriasis, ninfomanía o erotomanía, empleados por otros autores.
En general, la capacidad de impresión sexual es
más duradera con los años que la de expresión. A tener en cuenta
en la valoración de la fuerza del impulso sexual serían factores
como el clima, la raza, el ambiente, la familia, la forma de vida,
los ritmos sexuales, el consumo de alcohol o drogas, etc.
Como hipererotismo, dice Hirschfeld de forma
genérica, se puede entender cualquier grado de la libido en que la
demanda de actividad sexual se despierta inmediatamente o muy
poco después de la distensión sexual y clasifica el fenómeno
según sus formas polígama o monógama, a las que denomina
polierotismo y superfijación, respectivamente.
El hipererótico polígamo vive casi exclusivamente
en la esfera sexual:
"[...] es, por así decirlo, no una persona con un
órgano sexual, sino un órgano sexual con una
persona"190,
lo que se traduce en una actividad de "caza" permanente de
objetos sexuales. Estos hombres practican acostumbradamente,
junto a la cohabitación o en su lugar, otro tipo de actos, como el
comercio sexual oral, diferentes posturas en el coito, relaciones
sexuales en lugares abiertos, etc. Notable es, siempre según
Hirschfeld, que el estado de salud orgánico no sufre por estos
excesos, excepción hecha de la neurosis sexual y de las
enfermedades venéreas que se contraigan. A muchos de ellos les
atribuye, además, "otras extravagancias", como la pasión por el
juego o por drogas. En el caso de las mujeres estos estados se dan
con la misma frecuencia y, tratándose sobre todo de familias sin
medios, son una fuente de prostitución. El exhibicionismo, tan
poco frecuente en mujeres, aparece precisamente cuando padecen
de estados hipereróticos. En las mujeres estos estados se deben
190
M. Hirschfeld (1920), 88.
166
Angeles Llorca Diaz
con más frecuencia a una incapacidad de los mecanismos de
represión que a un aumento exagerado de la libido. En algunos
casos se dan alucinaciones de coito en estas mujeres, normalmente
en histéricas, y sensaciones orgásmicas en estados de sueño y de
embriaguez.
La imbecilidad, continúa el autor, se da con
frecuencia entre los hombres y mujeres polieróticos, mientras que
entre los monógamos sobrefijados no aparecen estados de
debilidad mental, aunque sí con más frecuencia histerias,
neuropatías o manías.
Si en la forma polígama del hipererotismo la libido
crece ante un tipo, en la monógama lo hace ante un individuo. En
estos casos es aún más difícil la delimitación entre los estados
fisiológicos y los patológicos. El exceso de pasión amorosa lleva,
en unos casos, a una actividad desmedida, en otros, a un nivel
exagerado de pasividad, dependencia y falta de voluntad, hasta el
punto de que se puede hablar de obediencia sexual, que puede
llevar a la utilización del otro para la comisión de delitos.
Hirschfeld critica que Krafft-Ebing incluya estos últimos casos
dentro del cuadro del masoquismo, si bien considera que el
hipererotismo monógamo puede llevar al establecimiento de
relaciones sadomasoquistas.
La comprensión de estas conductas violentas en el
terreno sexual la refiere el autor a que todo acto sexual contiene
en sí algo de violencia y que en muchos casos resultaría difícil
diferenciar el fracaso de la represión del hipererotismo (el
aumento de la libido). De importancia para la comprensión de
determinados actos violentos es el hecho de que muchos de estos
hombres deban superar violentamente una resistencia para tener
una erección.
Un aumento de la libido en sentido sádico se ha de
suponer, sigue Hirschfeld, donde existe la tendencia a maltratar
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
167
físicamente a la mujer191 en la relación sexual. En muchos casos
se da sadismo de representación, cuando los malos tratos existen
sólo en la fantasía. Entre estas fantasías (que a menudo conllevan
un carácter obsesivo) y la consecución del acto hay una distancia
que, dice Hirschfeld, el individuo no suele recorrer.
Para reforzar su ilusión sexual se sirve el
hipererótico de tres medios: la palabra, el escrito (lo que Bloch
llamaba erotografomanía) y la imagen, apareciendo en estos casos
equivalentes exhibicionistas, aunque no se trata muchas veces de
actos realizados con una segunda persona, sino en solitario. El
punto opuesto a la contemplación de estas colecciones lo
constituiría el impulso a mostrarse en forma exagerada, del que el
exhibicionismo sería una forma perversa. De la misma manera, el
impulso a contemplar escenas sexuales, presente en casi todas las
personas, tendría su expresión patológica en el "visionismo". El
sentimiento de placer por el placer de los demás tiene también su
forma extrema en el alcahueteo, especialmente en las mujeres.
Otros excesos sexuales se encaminan a superar la
resistencia de que hablábamos por medios físicos: lesiones,
quemaduras, ataduras, cortes, pinchazos, etc., siendo su grado más
elevado el asesinato con concupiscencia, que muchas veces se
produce involuntariamente cuando sólo se pretendía hacer daño.
Niños, jóvenes y mujeres prostitutas suelen ser las víctimas de
estos excesos, cuyo opuesto sería el asesinato por celos o por
venganza sexual. En el verdadero asesinato por placer sexual,
sigue Hirschfeld, se produce el crimen en lugar del coito, como
equivalente de él. Según su experiencia, los asesinos que caen
dentro de esta categoría serían todos psicópatas sobre bases
heredadas fuertemente degenerativas, sobre todo epilépticos o
serios débiles mentales.
Sólo un crimen relacionado con el placer sexual
entraría dentro del terreno del sadismo; caracterizar como tal otros
cuadros, entiende el autor, sería equivocar el diagnóstico. Se
191
El sadismo femenino y el masoquismo masculino no son tratados aquí, porque forman parte
de las manifestaciones que nuestro autor denomina metatrópicas.
168
Angeles Llorca Diaz
trataría habitualmente de personas a las que no se puede atribuir
una fuerza natural brutal, sino que son habitualmente
considerados como débiles, dándose así una especie de
sobrecompensación.
El impulso sádico se puede dirigir también a
objetos sin vida, cuadros, estatuas, ropas, etc., combinándose así
con representaciones antifetichistas o fetichistas. Aquí incluye el
médico alemán, entre otros fenómenos, los atentados contra obras
de arte por razones eróticas y el daño a las estatuas.
El hipererotismo, junto al carácter sádico del acto
y el sueño como fetiche serían factores a considerar en la
explicación de la necrofilia, que suele llevarse a cabo, dice el
autor, por tipos imbéciles o psicópatas.
El hipererotismo físico, no necesariamente en
relación con el psíquico, se caracterizaría por priapismo,
frecuentes eyaculaciones, poluciones y espermatorrea. Causas de
priapismo pueden ser disfunciones espinales, picaduras de
insectos, estados de fuerte creatividad y enfermedades generales,
como la epilepsia, la tuberculosis y otras. No se trata de un estado
de excitación sexual, sino frecuentemente de erecciones
acompañadas de dolor. Para las poluciones habrá de considerarse
cuál es la frecuencia normal en cada individuo y las condiciones
físicas y psíquicas que las originan. Mientras que éstas suceden
normalmente por causas generales, la espermatorrea suele ser
síntoma de problemas locales.
El tratamiento del hipererotismo, termina
Hirschfeld, debe ser sintomático y causal. El primero se relaciona
con la higiene y la profilaxis sexual, pero debe incluir también
sedativos medicamentosos y psíquicos. La terapia etiológica se
centrará en la modificación de las secreciones internas y en casos
extremos se refiere el sexólogo a la castración del individuo: si
bien él cree que un juez o un médico no debiera ser partidario de
estas medidas, sí comenta la existencia de casos en que ésta se ha
llevado a cabo a solicitud del implicado, que normalmente
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
169
encuentra más fácil tras la operación el sometimiento a su
voluntad del impulso sexual.
- III. Impotencia
Con este término se refiere Hirschfeld a los estados
de disminución de la libido y de sus manifestaciones, tanto en
hombres como en mujeres.
Comienza criticando la división de la impotencia
en coeundi y generandi. La incapacidad para la erección puede
estar, dice él, condicionada orgánicamente, de forma periférica,
espinal y central, pero puede ser también de naturaleza funcional,
y ésta sería la más extendida, tanto en hombres como en mujeres.
La orgánica sería total y la psíquica relativa. En realidad sería
cada persona sólo relativamente potente y, por tanto,
relativamente impotente, por lo que la división de la impotencia
entre total y parcial es también incompleta. Un ejemplo de la
parcial sería la matrimonial, en que el hombre es impotente sólo
en la relación sexual con su mujer, y para cuyo tratamiento tiene
el sexólogo por muy recomendable la ayuda de ésta.
Hirschfeld, que aconsejará un tratamiento
etiológico, propone una división de la impotencia según sus
causas:
- caída del impulso sexual (libido deficiens), un
estado igualmente extendido en los dos sexos
- caída del placer sexual (orgasmus deficiens), que
acaece más en mujeres que en hombres
- caída de la erección (erectio deficiens), la
"verdadera impotencia" del varón. Se corresponde
en la mujer con la falta de erección del clítoris, de
forma que los movimientos del pene "no alcanzan
el órgano del placer femenino", con lo que no se
produce el orgasmo
- caída de la eyaculación (ejaculatio deficiens y
seiuncta), para los dos sexos
170
Angeles Llorca Diaz
- caída de las glándulas sexuales (incretio
deficiens), una anomalía que acontece más en
hombres que en mujeres
- en mujeres existen otras dos formas de
impotencia, relacionadas con la incapacidad de
gestar y de dar a luz (impotentia gestandi et
parturiendi)
Estas manifestaciones se pueden remitir a las
cuatro estaciones principales del camino que sigue el impulso
sexual, de las que resulta la siguiente división:
- impotencia cerebral
. carencia de impulso (anerotismo,
asexualidad)
. carencia de placer (anorgasmia)
- impotencia espinal
. trastornos de la erección
. trastornos de la eyaculación
- impotencia genital
. defectos de los genitales masculinos, que
impiden mecánicamente el coito
. defectos de los genitales femeninos, que
impiden:
- el coito
- la fecundación
- el nacimiento
- impotencia germinal
. esterilidad masculina
. esterilidad femenina
La carencia de impulso sexual puede ser
consecuencia del consumo de drogas o de enfermedades orgánicas
con los mismos efectos, como algunas que afectan la secreción
gonadal. La potencia es, además, dependiente del estado de
ánimo, dándose estados paradójicos en que la tristeza o la
desgracia aumentan la libido. Entre las anomalías del impulso que
pueden llevar a impotencia cuenta Hirschfeld
automonosexualismo, fetichismo, antifetichismo, representaciones
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
171
nerviosas represoras (como miedo al embarazo, sugestión de
incapacidad de desflorar, sentimientos de miedo por abstinencia,
por masturbación o relaciones con prostitutas, etc.).
La ausencia de placer sería más frecuente en
mujeres, según el autor, porque el hombre, como parte activa,
procura y ejecuta el acto sexual en función de sus deseos. Se dan
también casos de dolencias físicas que impiden la consecución del
placer sexual.
En el tomo segundo de su Geschlechtskunde
(1928) vuelve sobre el tema de la ausencia de placer en las
mujeres. Haciendo un repaso del tratamiento de otros autores,
comenta que Otto Adler, en su obra Die mangelhafte
Geschlechtsempfindung des Weibes -El sentimiento sexual
defectuoso de la mujer- (1924, 4ª ed.), calcula el número de
mujeres frígidas en un 10% y supone que este porcentaje podría
ser en realidad cuatro veces mayor, mientras que Stekel entiende
que la mitad de las mujeres serían de naturaleza frígida. La
posición de Hirschfeld no es tan tajante, y cree que en muchos
casos no se puede hablar de frigidez absoluta cuando las mujeres
no experimentan sensaciones placenteras en el coito, sino que la
rapidez de la eyaculación masculina sería una de las primeras
causas a considerar, junto al infantilismo sexual. En cuanto a la
apreciación de Adler de que la masturbación sería causa de
frigidez, nuestro autor supone que sería más bien una
consecuencia. Otra causa sería que el hombre no corresponda al
gusto de la mujer, o que no correspondan a éste los hombres en
general. La "muerte de la carne" llevada a cabo por creencias
religiosas (como propone Anton Nyström en su obra Sexualleben
und Gesundheit -Vida sexual y salud- de 1902) y otro tipo de
creencias (como que el embarazo es más fácil cuando la mujer no
siente durante la relación sexual) son mencionados también como
elementos a tener en cuenta.
Los trastornos de la erección incluibles en la
impotencia espinal tendrían en parte causa orgánica (daños en la
médula) y en parte funcional (representaciones y autosugestiones
de naturaleza sutil e inconsciente que se oponen a la actividad
172
Angeles Llorca Diaz
automática del centro espinal). Estas últimas serían las más
frecuentes.
Los trastornos espinales de la eyaculación se
relacionarían con anomalías reflejas en el centro medular
responsable. En caso de eyaculación precoz se trataría de una
deficiencia sensorial, en la sejuncta de una motora.
La impotencia genital es la atribuida a defectos de
los genitales que impedirían mecánicamente el coito (en el
hombre: defectos innatos o adquiridos del pene, tamaño
anormalmente pequeño o grande del pene, hipospadia, fimosis,
fracturas del pene y otras; y en la mujer: pseudohermafroditismo
femenino, cierre de la vagina, prurito vulvar, estrechez vaginal,
excesivo grosor del himen, presencia de una segunda membrana,
etc.). La femenina, además de impedir el coito, puede
imposibilitar la fecundación o el alumbramiento.
La impotencia germinal hace referencia a la
esterilidad, tanto masculina, como femenina. En la masculina
habría que distinguir la no formación de gametos de la no
eyaculación, y en la femenina de la imposibilidad de asentamiento
del embrión en el útero y otras.
La condición previa para el tratamiento de la
impotencia es su correcto diagnóstico etiológico. En caso de que
sea orgánica se tratará médicamente la causa que la produce. En
las funcionales se tratará el estado neurótico general, no se
aplicará terapia local sino individual y se usarán también
procedimientos medicamentosos y físicos: implantación de un
régimen que corresponda a la peculiaridad psíquica del paciente
y de su enfermedad, que regule su forma de vida general y su
comportamiento sexual y que trate específicamente la disfunción.
El tratamiento psíquico se basará en la sugestión en
hipnosis (el psicoanálisis puede servir de ayuda, pero no ser el
único recurso). La sugestión perseguirá la mejoría del estado
general del paciente, desactivar los acontecimientos, miedos y
recuerdos que frenan la potencia y ofrecer la seguridad en la
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
173
propia capacidad sexual. Durante el tratamiento se prohibirá
cualquier tipo de relación sexual, con la finalidad de paralizar la
fuente de los frenos psíquicos, y se apoyará con medicamentos o
terapia orgánica según los casos. Importante en esta terapia es la
constancia de paciente y terapeuta.
- IV. Neurosis sexuales (represión sexual)
"Bajo neurosis sexuales entendemos dolencias y
disfunciones del sistema nervioso central que se
presentan en una persona a causa de
comportamiento sexual inadecuado. Cada persona
tiene su ley y su media sexual; si no sigue esta ley
sexual interna, si se aparta demasiado de aquello
que es necesario para él, hacia arriba o hacia
abajo, en un grado que significa demasiado o
demasiado poco para su individualidad, en una
dirección que va contra su propia naturaleza (no
contra la naturaleza de los demás), entonces a la
larga sufre subjetivamente y enferma
objetivamente"192.
Hirschfeld incluye en este apartado la neurastenia
sexual, la histeria y la hipocondría como causas etiológicas de lo
que nosológicamente llama neurosis sexuales, porque no cree que
los tres cuadros anteriores puedan entenderse siempre en relación
con trastornos sexuales.
Los estados morbosos que, según su experiencia,
se dan más frecuentemente con las neurosis sexuales serían los de
debilidad general (abulia, somnolencia), miedo sexual hacia el
presente y el futuro (se trata de sensaciones de displacer que se
presentan en todas las neurosis sexuales y que se manifiestan
como fobias), sensaciones corporales displacenteras (dolor de
cabeza, de corazón, tendencia a llorar, problemas de lenguaje,
hiperestesias en la boca), vagotonías (enlentecimiento de la
192
Ibid., 221.
174
Angeles Llorca Diaz
actividad del corazón, cambios del tono arterial, frío en manos y
pies, sequedad de la piel, problemas estomacales, etc.), problemas
de la esfera urogenital, manifestaciones nerviosas denominadas
histéricas (como problemas de motilidad, temblores,
enrojecimientos), etc.
En los casos de histeria sexual, junto a las
disfunciones vasomotoras y tróficas se dan con frecuencia
también las de la secreción, los reflejos muestran desviaciones del
comportamiento normal (suelen faltar o estar aumentados el
palpebral y conjuntival, el vaginismo está con frecuencia presente
en las mujeres y la eyaculación precoz en los varones), numerosos
trastornos de la sensibilidad (hipersensibilidad de la piel, anestesia
o semianestesia general o local, sensación de presión en la zona
de los ovarios y dolores en diversas zonas del cuerpo).
Una gran parte de las dolencias sexuales
hipocondríacas193 aparecen, sobre todo en los varones, como
fobias sexuales (sifilidofobia o fobia a otras enfermedades
venéreas, hipocondría masturbatoria y de poluciones, de
cohabitación, ideas obsesivas hipocondríacas, hipocondría de
desfloración, de la constitución de los propios genitales o de los
del compañero), obsesión celosa (en forma de ideas fijas, que se
pueden convertir en delirio celoso), fantasía de que el compañero
o compañera es homosexual, etc. A menudo estas fantasías
adquieren un carácter paranoico, apareciendo la creencia de ser
perseguido por motivos sexuales. Estos estados, que el autor
observa con frecuencia en la época del climaterio masculino y
femenino, se diferencian de la verdadera paranoia en que suelen
tener mejor pronóstico.
Uno de los síntomas más frecuentes que aprecia en
las neurosis sexuales es el consumo de narcóticos, alcohol, tabaco,
cocaína y otros, para combatir la intranquilidad interna y el miedo.
La compulsión a comprar, la cleptomanía, la piromanía, el
193
Un estudio anterior sobre estas dolencias fue publicado ya por Hirschfeld en 1915 en su
artículo "Sexuelle Hypochondrie und Skrupelsucht".
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
175
coleccionismo y la mentira patológica también se pueden entender
como síntomas de estos trastornos.
Hirschfeld no comparte la apreciación de
Eulenburg y Lewandowsky de que la neurastenia o la histeria sean
estados innatos. Si bien cree que puede existir un sistema nervioso
relativamente lábil desde el nacimiento, considera que la ausencia
de actividad sexual satisfactoria puede producir neurosis sexuales
en los sistemas nerviosos más fuertes y mejor constituidos.
En la explicación de estos estados coincide nuestro
autor con Freud en lo que se refiere a cómo cada persona elabora
su sexualidad y a las consecuencias de esta elaboración sobre la
vida nerviosa y psíquica. Pero, como sabemos, él entiende que la
sexualidad, sobre todo su orientación y su fuerza, es explicable
por la constitución sexual individual, dependiente de las glándulas
sexuales y su quimismo, y sin relación causal directa con
complejos psíquicos y experiencias infantiles.
Los factores que pueden ser causa de la expresión
de neurosis sexuales, en la medida en que se alejan cualitativa o
cuantitativamente de un óptimo sexual, máximo o mínimo, serían:
abstinencia sexual194, relaciones sexuales inadecuadas, "amor
infeliz", coitus interruptus o prolongatus, ejaculatio praecox,
Ipsation, enfermedades venéreas, inmoderación sexual y sueños
sexuales195.
- V. Exhibicionismo196
"Bajo exhibicionismo entendemos la impulsión
morbosa a satisfacerse sexualmente mediante el
194
Sobre los efectos de la abstinencia sexual escribió Hirschfeld con Iwan Bloch "Thesen über
die sexuelle Abstinenzfrage" en 1911 y con Ernst Burchard "Zur Frage der psychischen Impotenz
als Folgeerscheinung sexueller Totalabstinenz beim Manne" en 1913.
195
196
Ibid., 265.
El término fue introducido en el terreno científico por Lasègue en el escrito "Les
Exhibitionistes", publicado en la revista L'Union medicale del uno de mayo de 1877. Ibid., 294.
176
Angeles Llorca Diaz
descubrimiento de las partes sexuales delante de
los ojos de las personas que atraen
sexualmente"197.
La amplia casuística conocida por Hirschfeld en
este terreno proviene de procesos jurídicos. En el exhibicionismo
juegan, según él, un papel importante dos factores, uno endógeno,
caracterizable exteriormente por intranquilidad nerviosa, estados
de miedo y una mezcla de excitación y abatimiento, y otro
exógeno, que parte de una impresión determinada que lleva a la
exhibición y que posee siempre una naturaleza fetichista. De
importancia diagnóstica menciona también los actos que
acompañan a la exhibición, que pueden ocultar ante el terapeuta
el verdadero carácter del acto.
La satisfacción del acto exhibicionista sería
esencialmente dependiente de la manera en que la "víctima"
reacciona. Merzbach, Bloch y Wulffen ven en el exhibicionismo
una forma de sadismo; para Hirschfeld, se podría caracterizar, en
todo caso, como un acto masoquista, en la medida en que el actor
se pone en situación de avergonzarse socialmente, pero entiende
que el exhibicionismo es un estado obsesivo por sí, independiente
de sadismo y masoquismo, y que se da casi específicamente en
hombres. Sería una anomalía delimitada, cuyo núcleo consistiría
en una reacción morbosa a un estímulo que obra de forma
fetichista. Como condición previa supone una constitución
psicopática, acostumbradamente de carácter infantil.
Finalmente, confía el autor en que la investigación
de las secreciones internas permitan con el tiempo la producción
de un medio que aumente la capacidad voluntaria de control del
impulso sexual en estos casos.
197
Ibid.
V. LA CIENCIA SEXOLOGICA
V.1 LA SEXOLOGIA COMO CIENCIA NATURAL.
ARTICULOS PROGRAMATICOS
Ya en "Vom Wesen der Liebe" de 1906 se quejaba
Hirschfeld de que una manifestación natural tan significativa
como el amor humano hubiera pasado hasta entonces inadvertida
a la investigación natural, como si amor y ciencia fueran cosas
opuestas:
"Ciencia es el ordenamiento de la diversidad en
uniformidades; conocimiento y juicio; ciencia
natural, la consecución de leyes naturales
mediante el conocimiento de las manifestaciones
naturales. Todo ello alcanza ciertamente a la
investigación de la vida sexual humana, para la
que, además, más que nunca, es válido el que el
espíritu del tratamiento es el que presta dignidad al
objeto"198.
Atribuye la complejidad de la solución científica
de los problemas sexuales a la dificultad de acceso al objeto, al
individualismo sexual, a la interminable diversidad del objeto y a
la cantidad de los casos. Supone, además, que muchas opiniones
diversas no serían, en realidad, más que sensibilidades diversas y,
por último, critica que se caractericen con las mismas palabras
cosas completamente distintas, produciéndose así muchas
discusiones científicas estériles.
Será en la Zeitschrift für Sexualwissenschaft que
editó en 1908 donde, fuertemente influenciado por Das
Sexualleben unserer Zeit de Iwan Bloch (1907), publique tres
artículos que pueden considerarse programáticos sobre la ciencia
198
M. Hirschfeld (1906), 4.
178
Angeles Llorca Diaz
sexual: "Über Sexualwissenschaft" -Sobre la Sexología-,
"Einteilung der Sexualwissenschaft" -División de la Sexología- y
"Zur Methodik der Sexualwissenschaft" -Sobre el método de la
Sexología-.
En el primero de ellos, que abre el número de
enero de la revista, comienza planteando que la Sexología no es
una tierra nueva, sino que siempre hubo eruditos e investigadores
que se enfrentaron a la cuestión de la vida amorosa y sexual, si
bien sólo recientemente se habría hablado de una Sexología
exacta, desarrollándose así un nuevo campo de investigación que
puja por su reconocimiento:
"Se ha querido negar a la Sexología el carácter
científico, un destino que sufrieron en sus inicios
muchas disciplinas que hoy gozan de gran
reconocimiento"199.
Distingue la ciencia del mero saber en que no sólo
conoce los hechos como fenómenos aislados, sino que los enlaza
explicándolos causalmente. La ciencia natural, a la que la
Sexología pertenece:
"[...] reúne las manifestaciones naturales, es decir,
es sobre todo descriptiva, pero entonces también
nos permite comprender los hechos, precisamente,
y esto lo comparte con cada una de las demás
ciencias, sobre todo también con la respetable
trilogía teología, jurisprudencia y filosofía,
mediante la introducción de ideas en los
fenómenos y su unión mediante ellas. El principio
fundamental del pensamiento es en este caso la
simplificación, el análisis de las manifestaciones
variadas en fenómenos básicos hasta el punto en
que ya no es posible un mayor análisis. En tanto
no abarquemos las cosas con nuestro pensamiento
199
M. Hirschfeld (1908a), 1.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
179
ninguna ciencia, y menos las altas, podrá
prescindir de determinadas teorías"200.
Como en cada rama de la ciencia natural, una de
las tareas principales de la Sexología ha de ser el hallazgo de
leyes naturales y fórmulas a partir de simples constataciones,
agrupando y describiendo los fenómenos simples y deduciendo
con ayuda del pensamiento la ley natural, que a su vez ha de servir
para hacer comprensibles los nuevos fenómenos que se presenten
al investigador.
En el número de octubre de la revista se ocupa el
autor de la división de la Sexología, a la que supone conformada
por las siguientes ramas: anatomía sexual, química sexual,
fisiología sexual, psicología sexual, evolución sexual, biología
sexual comparada, higiene sexual, profilaxis sexual, política
sexual, legislación sexual, ética sexual, etnología sexual, estudio
de las variedades sexuales y patología sexual201.
La anatomía sexual constituiría el fundamento de
la Sexología:
"No ha de limitarse sólo a la disección y
descripción de los órganos propiamente sexuales,
a la morfología de los caracteres sexuales
secundarios, sino que ha de abarcar sobre todo el
sustrato material del completo y diverso mundo de
las manifestaciones sexuales. La anatomía sexual
debe comprender cada parte corporal aislada, cada
tejido corporal y, si es posible, hasta la estructura
de la célula, donde finalmente quizás se llegue a
un protoplasma de índole masculina y femenina,
dos sustancias diferentes de cuya proporción en la
200
Ibid., 2.
201
M. Hirschfeld (1908b).
180
Angeles Llorca Diaz
mezcla resulte la característica
individualidad sexual"202.
de
una
La química sexual ha de atender fundamentalmente
el tema de la secreción interna. La fisiología sexual sería uno de
los capítulos más importantes de la Sexología:
"Si la fisiología general se ocupa de los
acontecimientos y transformaciones de la vida
animal y vegetal en estado normal, la fisiología
sexual tiene por objeto los acontecimientos y
transformaciones normales causados por el amor
y el impulso sexual" 203.
Estos acontecimientos deberían poder ser
reducidos a leyes físicas y químicas, pero con ello, explica
Hirschfeld, no se debe pensar nunca que se habrá entendido la
esencia del amor:
"Tan poco como estará resuelto el enigma de la
vida en sus últimas causas cuando un día nos sea
posible descomponer con microscopio y cuchillo
el cuerpo en sus partes componentes más pequeñas
y podamos especificar con exactitud según qué
reglas circula la sangre, trabaja el músculo, se
forma la sangre [sic] en el ojo y el sonido en el
oído, igualmente tampoco habremos revelado el
enigma del amor cuando hayamos descubierto la
formación del deseo, las leyes de la atracción y el
afecto, el significado de los caracteres sexuales
secundarios [...]"204.
Las tareas fundamentales de la fisiología sexual
serían la fundamentación de las funciones de los órganos y los
202
Ibid., 570-571.
203
Ibid., 573.
204
Ibid., 573-574.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
181
caracteres sexuales y la explicación de las razones de que
determinados objetos produzcan en individuos concretos en
momentos específicos una excitación erótica.
Esta última tarea es compartida con la psicología
sexual, que no sólo se encargaría del estudio de los efectos
psíquicos de los estímulos externos, sino también de las
proyecciones de la vida sexual en el exterior: las relaciones entre
vida sexual y cultura, arte, modas, usos, virtudes, carencias, etc.
A la evolución sexual reserva el sexólogo la tarea
de estudiar el desarrollo sexual de los individuos, de los cambios
que la vida sexual experimenta desde la fecundación hasta la
muerte y las etapas por las que atraviesa. De la misma manera, la
biología sexual comparada ha de ocuparse del desarrollo sexual
filogenético, al que también llama el autor "el del
perfeccionamiento".
Todas las ramas anteriores habrán de permitir
conocer aquello que, desde un punto de vista sexual, resulta
beneficioso y dañino para los humanos. De este terreno se
ocuparía la higiene sexual, que, siempre "de la mano de un
material de observación verdaderamente exacto"205, abordaría las
cuestiones de la castidad, la higiene del comercio sexual, del
matrimonio, la menstruación, el embarazo, puerperio y lactancia,
del climaterio, la herencia, la prevención de la infertilidad y la
fertilidad desmedida, las relaciones entre la forma de vida y la
capacidad de dominar el impulso sexual y de la educación sexual.
Como una rama especial de la higiene sexual entiende Hirschfeld
la profilaxis sexual, la prevención de enfermedades asociadas a la
vida sexual.
La tarea de la política sexual sería el
aprovechamiento del impulso sexual para el Estado, sobre todo,
"en la consecución de un orden sexual"206. Las leyes del Estado,
205
Ibid., 577.
206
Ibid., 580.
182
Angeles Llorca Diaz
por otra parte, no han de contradecir las naturales, y de ello se
ocuparía la legislación sexual como rama de la política sexual. En
relación con ésta última estaría la ética sexual:
“Pero igual que la higiene sexual y la política
sexual, la ética sexual, finalmente, tiene que
doblegarse a la fisiología sexual. Herbert Spencer
nos ha enseñado en su trabajo clásico Sobre los
principios de la sociología y la ética que no hay
otra ley moral que aquélla que resulta de la propia
naturaleza humana. Una exigencia ética que sea
imposible según la ley natural es un absurdo.
Tampoco el moralista más estricto puede disponer
exigencias morales como 'no comerás', 'no
dormirás', 'no respirarás'"207.
La ley de la igualdad habrá de ser el principal
fundamento de la ética sexual:
"Si queréis vosotros dos, personas adultas, que no
se inmiscuya nadie en vuestra voluntad a dos que
se muestra en vuestro amor y en vuestra relación,
no os inmiscuyáis tampoco en la voluntad de amar
de otras dos personas adultas"208.
Para la ética sexual ha de ofrecer la etnología
sexual un material especialmente valioso, concerniente a la
historia de la vida sexual humana en todos los pueblos de la
Tierra. Al mismo tiempo, la etnología serviría con sus datos al
estudio de las variedades sexuales y de la patología sexual. Este
último terreno, precisamente porque ha sido objeto de amplia
consideración por parte de la medicina, no ha de ser
supervalorado por la Sexología:
207
Ibid., 583.
208
Ibid., 584.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
183
"El amor sin complicaciones entre hombre y mujer
es el torrente más extenso y fructífero, la arteria
para la vida y, correspondientemente, también
para la Sexología"209.
Todas estas partes de la Sexología habrán de
formar un todo orgánico superior,
"Como los órganos aislados uno tras otro en su
actividad dependiente del cuerpo se alzan en un
organismo completo [...]"210.
El tercero de los artículos programáticos, aparecido
en el número de diciembre, está dedicado a los métodos de la
Sexología211. Hirschfeld comienza insistiendo en la necesidad de
partir de la reflexión natural y volver siempre a ella:
"Esto diferencia la ciencia natural general
esencialmente de otras disciplinas que, a causa de
su elevada edad, han gozado frecuentemente
todavía de una gran consideración, la teología, la
ciencia del derecho y la filosofía, que se apoyan en
conjunto, en medida fuertemente desigual, en la
tradición y la reflexión. De forma puramente
exterior se expresa esta contradicción en que las
ciencias mencionadas tienen lugar en las
universidades en un edificio central y en algunas
salas para seminarios, mientras que la ciencia
natural y la medicina necesitan bloques completos
para albergar los institutos, laboratorios, clínicas,
museos y colecciones necesarios para dar
clases"212.
209
Ibid., 585.
210
Ibid., 588.
211
M. Hirschfeld (1908c).
212
Ibid., 681.
184
Angeles Llorca Diaz
Puesto que la observación está dificultada para el
investigador por enfrentarse con procesos psicofísicos de gran
sutiliza y complejidad, que no se presentan sin más ante los
sentidos del observador, se ha de contar con métodos de ayuda y
con un material de observación muy extenso para poder
proporcionar a la ciencia resultados utilizables.
La anatomía sexual y la biología sexual comparada
y patológica se habrán de servir de bisturí, medida y microscopio,
técnicas avanzadas de coloración e iluminación y fotografía. La
química utilizará los métodos que le son propios, de reacción y
análisis, y la fisiología de la experimentación. Además de todos
ellos:
"[...] uno de los complementos más importantes de
la observación en Sexología, como en el resto de
la medicina práctica, es la anamnesis meticulosa,
el cuestionario racional profundo, la exploración
psicoanalítica"213.
Contra las objeciones sobre la subjetividad e
inexactitud de la información recogida mediante anamnesis alega
el médico pomerano que el investigador puede tomar
determinadas medidas de precaución encaminadas a la exactitud
de los datos: el interrogador ha de ser hábil, el interrogado debe
tener plena confianza en él y conocer la importancia de la
veracidad de sus respuestas, se ha de cuidar no herir el pudor del
interrogado, formular las preguntas de forma que no se note qué
fines concretos se persiguen con cada una, evitar las preguntas
sugerentes, etc.
Otra fuente importante de datos para la Sexología
serían las autobiografías y las biografías sexuales de diferentes
personajes.
213
Ibid., 683. La expresión "exploración psicoanalítica" la utiliza Hirschfeld en un momento en
que, como sabemos, había solicitado a algunos seguidores de Freud ayuda para la elaboración del
cuestionario que se publica, precisamente, en este mismo artículo. En obras posteriores hablará más
bien de exploración psicológica, psicosexual o, simplemente, anamnesis para referirse a esta
técnica, aunque siempre concedió importancia a la aportación psicoanalítica en el desarrollo de este
método de extracción de información.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
185
La encuesta es entendida también como método de
gran ayuda en el descubrimiento de regularidades y leyes. De la
misma forma que el mismo Hirschfeld se ocupó de averiguar con
él el porcentaje de homosexuales varones en la población,
propone investigar temas como la extensión de la masturbación,
de la frigidez sexual, la impotencia, las tendencias fetichistas, la
frecuencia del uso de anticonceptivos, del aborto provocado, etc.
Ciencia auxiliar de la Sexología sería la lingüística,
que puede contribuir a la explicación del origen de las palabras y
de algunos aspectos de la vida mental.
La creación de un archivo de Sexología, la
publicación de revistas y monografías especializadas, la creación
de asociaciones de sexólogos y la realización de congresos serían
otros cuatro puntos importantes para el desarrollo de la nueva
ciencia. En cuanto a qué se debe exigir al investigador sexual, nos
dice el autor:
"[...] primero, absoluta seriedad, debe estar lleno
de lo elevado de su tarea, después, realismo
incondicional unido con buen talento observador
y, tercero, la capacidad de poder extraer
consecuencias estrictamente lógicas, todo ello
ininfluenciable por la opinión pública (que
normalmente sólo es la opinión de aquéllos que
hasta ahora pueden expresar la suya más alto),
independiente de las simpatías y antipatías
personales, libre de arrogancia e hipocresía"214.
V.2 LA INFLUENCIA DEL MONISMO
214
Ibid., 703.
186
Angeles Llorca Diaz
En sentido amplio, monismo es aquella
Weltanschauung que entiende la existencia de un único principio
o un único fundamento como constitutivo de la realidad215. Dios
y mundo, espíritu (conciencia) y naturaleza, alma y cuerpo,
energía y materia, son los principales opuestos a cuya unificación
aspira216. Uno de sus principales defensores en Alemania, de gran
influencia en esta época, fue Ernst Haeckel, que entendía el
monismo desde un punto de vista evolutivo partiendo de las
teorías de Darwin. Die natürliche Schöpfungsgeschichte -La
historia de la creación natural-, uno de sus trabajos más
importantes, se publicó en 1868, el mismo año del nacimiento de
Hirschfeld. En 1906 fundó Haeckel el Deutsche Monistenbund Liga monista alemana-, a la que nuestro autor perteneció.
Experiencia, causalidad y evolución son los tres ejes teóricos en
que este monismo se basa y que, como fines prácticos, aboga por
la separación entre iglesia y escuela, secularización del estado,
prueba de salud de los contrayentes de matrimonio y otros.217.
Más influencia en la obra posterior de Hirschfeld
tendrá el monismo entendido según Wilhelm Ostwald. Este
químico de Leipzig fundaba su monismo sustancial en el concepto
cientificonatural de energía: él no sólo entendía las
manifestaciones corporales como un producto de la energía, sino
que también creyó poder hacer comprensibles los procesos
psíquicos como capacidades de trabajo con transformaciones de
energía en sentido cientificonatural218. En el primer congreso
monista, celebrado en Hamburgo en septiembre de 1911, dio
Ostwald una conferencia titulada "Die Wissenschaft" -La ciencia-,
en la que distinguía ciencia de simple saber en virtud de que
aquélla es capaz de hacer predicciones que posibilitan una mejora
de la humanidad219. Las ciencias naturales, las únicas que, según
215
A. Drews (1908), 1.
216
Ibid., 40.
217
R. Seidel (1969), 14.
218
A. Drews (1907), 24.
219
W. Ostwald (1911), 20.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
187
él, poseerían un verdadero carácter como tales son clasificadas en
esta conferencia, siguiendo a Auguste Comte, en un "sistema de
las ciencias", en función de los grupos de conceptos que manejan,
siendo posible la división de los conceptos en virtud de dos
características: su contenido y su amplitud. El primer grupo de
ciencias sería, para el químico de Leipzig, el de las del orden Ordnungswissenschaften- (lógica, matemática y geometría); el
segundo, el de las físicas o energéticas -physische oder
energetische Wissenschaften- (mecánica, química y física); y el
tercero, el de las ciencias biológicas -biologische Wissenschaften(fisiología, psicología y sociología). La psicología es entendida
por Ostwald como ciencia natural en la medida en que se
construye sobre el edificio de la física como ciencia de las
manifestaciones vitales que tienen que ver con el sistema nervioso
central y de las funciones dependientes de él220. Cada ciencia
técnica, de las que la medicina sería una de las más importantes,
llamaría en su ayuda a algunas de estas ciencias puras221. La
finalidad de la ciencia, por último, sería la misma que la de la
completa existencia: la felicidad -Glück-, con lo que se llegaría a
la cuestión fundamental de la ética, el fin primordial para el que
las ciencias tienen que abrir camino222.
La influencia de diversos autores de esta corriente
en la obra de Hirschfeld se deja traducir en diferentes capítulos de
su obra (la insistencia en una diferenciación gradual entre
hombres y mujeres recuerda enormemente a la que Haeckel
establecía entre animales y personas, así como la caracterización
del amor y del impulso sexual como una corriente energética
recuerda al concepto de energía de Ostwald), pero empieza a
hacerse más patente a partir de Naturgesetze der Liebe -Leyes
naturales del amor- (1912). En este trabajo repite la consideración
de la Sexología como ciencia natural según lo hizo en su primer
artículo programático, pero ahora caracterizando la ciencia,
citando a Wilhelm Ostwald, de la siguiente manera:
220
Ibid., 34.
221
Ibid., 39.
222
Ibid., 43-45.
188
Angeles Llorca Diaz
"El nombre ciencia se refiere, según su primer
significado, a aquello que se sabe, donde bajo
saber se entiende un conocimiento de lo pasado y
lo presente. En su nuevo significado, por el
contrario, ciencia debe denominar lo que, desde el
conocimiento del pasado y del presente, posibilita
la predicción del futuro. Sólo esta última
caracterización hace de un saber una ciencia y
todo saber no merece ser llamado ciencia si no
posee esta aplicabilidad en el futuro"223.
El autor vuelve a quejarse en esta obra de que las
ciencias naturales, y dentro de ellas la psicología, no se hayan
ocupado de la sexualidad humana. Precisamente la psicología, a
la que Hirschfeld incluye, como Ostwald, dentro de las ciencias
naturales, habría tenido que acercarse en primer término a este
objeto de estudio, y ello por la importancia del sistema nervioso
en el tema:
"Puesto que el lugar y el órgano del amor es el
alma, el cerebro y el sistema nervioso del hombre,
no 'la carne', como enseña una orientación
materialista todavía hoy muy extendida entre el
pueblo. Los órganos sexuales mismos son sólo un
instrumento del alma"224.
Además del desprecio por la materia, nuestro autor
supone en esta obra tres causas principales que habrían alejado a
la ciencia del estudio de la vida amorosa:
- el mimetismo sexual. De la misma forma que
Darwin utiliza este concepto para explicar la
similitud de plantas y animales al ambiente en que
viven, él lo emplea para dar cuenta de que en el
223
W. Ostwald, en Monistische Sonntagspredigten 7, 9. Cit. en M. Hirschfeld [1912] (1914a), 50-
51.
224
M. Hirschfeld [1912] (1914a), 15.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
189
terreno sexual casi todas las personas se adaptan a
su entorno:
"La unidad de las impresiones no está en ningún
terreno tan en contradicción con la variedad de los
fenómenos como en el sexual"225
- diferencias en la comprensión de conceptos y
expresiones básicas, como "amor" y "sexo"
- inaccesibilidad del alma humana, que determina
la incapacidad de los métodos de investigación
Entre 1926 y 1930 publicó Magnus Hirschfeld su
Geschlechtskunde -Ciencia sexual-, en la que emplea por primera
vez el término que aparece en el título en lugar del acostumbrado
Sexualwissenschaft. En toda la obra procura el autor el uso
terminología de procedencia estrictamente alemana con intención
de ser comprendido por un amplio público, pero ya en el primer
tomo, establece la igualdad de los términos Sexualwissenschaft,
Sexuologie, Sexologie y Geschlechtskunde226.
En el primer capítulo de este primer
volumen se ocupa del concepto y el ámbito de lo que llama
Geschlechtskunde. Esta es para él una parte de la ciencia de la
naturaleza, especialmente de la biología:
"Si la ciencia natural comprende todas las
manifestaciones naturales y sucesos de la vida sin
excepción, la ciencia del sexo comprende sólo
todas las formas de manifestarse y los efectos de la
sexualidad"227.
225
Ibid., 17-18.
226
M. Hirschfeld (1926), 13.
227
Ibid., 3.
190
Angeles Llorca Diaz
Pero, puesto que la sexualidad es la fuente de toda
la vida, dice Hirschfeld, se podría considerar también que la
ciencia de la vida es una parte de la sexual.
Destaca el autor que desde hace un siglo se ha ido
haciendo cada vez más claro en el círculo de los científicos
naturales que las manifestaciones y expresiones corporales körperlich- y anímicas -seelisch- se relacionan dependiente e
indisolublemente, existiendo entre ellas una relación recíproca
inseparable. En lo que se refiere a la sexualidad humana, esta
unidad animicocorporal -Körperseele- sería especialmente válida:
nunca es sólo corporal o sólo psíquica, sino siempre las dos cosas
al mismo tiempo. Por ello la ciencia sexual humana tiene como
objeto:
"[...] la total sexualidad psíquicocorporal"228.
Uno de los temas que, como sabemos, más le
preocupan es el de la clarificación de términos, por lo que en esta
obra hace un repaso del significado de algunos conceptos que
considera claves: sexo -Geschlecht-, sexualidad -Sexualität-,
erótica -Erotik- y amor -Liebe-, cuyas raíces lingüísticas va
analizando. El término sexo se emplearía referido a la sexualidad
psiquicocorporal individual humana, la constitución sexual y la
proyección sexual en su doble expresión masculina y femenina,
en general, y a todas sus expresiones vitales, como hombres y
mujeres, en particular.
Como vimos en el apartado sobre el impulso
sexual, es en esta obra donde el sexólogo pomerano entiende el
sexo como factor "eterno" resolutivo de las dualidades objeto de
preocupación del monismo. Allí donde Ostwald situaba la energía
coloca Hirschfeld el sexo, al decir que, junto a los pares
conceptuales energía y materia, tiempo y espacio, dios y mundo,
hombre y mujer, espíritu y cuerpo,
228
Ibid., 7.
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
191
"[...] como undécimo está encima y debajo, dentro
y fuera de estos diez el sexo. El sexo resuelve todo
lo dualístico (=contradictorio) en monístico (=en
unidades) y todo lo monístico (=unitario) en
dualístico (=en contradicciones)."229.
Sexualidad y erótica serían términos que se
solapan, tanto en sus significados primarios como en su desarrollo
histórico, y ambos se refieren a la sexualidad psiquicocorporal de
los individuos particulares. En cuanto al amor, Hirschfeld repite
aquí su caracterización como impulso sexual individualizado.
La Sexología como ciencia natural había de
encontrar en los hechos biológicos su principal fundamento.
Precisamente fue su estricta orientación biológica el mérito que,
como sexólogo, más a menudo se le reconoció a Magnus
Hirschfeld en su tiempo. Sobre su obra sexológica escribió
Heinrich Koerber:
"La Sexuologie es el hijo más joven de la ciencia
médica. Largo tiempo no conocida, ignorada, se ha
ganado hace sólo como mucho tres décadas el oído
atento del mundo científico. Representa hoy, como
disciplina independiente, la ciencia de las
manifestaciones y efectos de la sexualidad en
sentido corporal y mental, individual y social. Pero
sólo podrá hacer justicia a estas variadas tareas en
la medida en que se mantenga orientada
estrechamente a los hechos biológicos. Aquí
descansa el gran servicio de Hirschfeld [...]"230.
229
Ibid., 337.
230
H. Koerber (1918), 36.
192
Angeles Llorca Diaz
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Skrupelsucht". Zeitschrift für Sexualwissenschaft, II 121-131
- (1916a): "Kryptorchismus und Infantilismus". Zeitschrift
für Sexualwissenschaft, III, 35-37
- (1916b): "Die Psychoneurosen der Entwicklungsjahre".
Zeitschrift für Sexualwissenschaft, III, 153-168
- (1917-1920): Sexualpathologie. Ein Lehrbuch für Ärzte
und Studierende. A. Marcus & E. Webers Verlag, Bonn:
Teil I (1917a): Geschlechtliche Entwicklungsstörungen,
mit besonderer Berücksichtigung der Onanie
Teil II (1918): Sexuelle Zwischenstufen. Das männliche
Weib und der weibliche Mann
Teil III (1920): Störungen im Sexualstoffwechsel, mit
besonderer Berücksichtigung der Impotenz
- (1917b): "Metatropismus". Zeitschrift für
Sexualwissenschaft, IV, 281-286, 295-300, 343-351
- (1917c): "Die Untersuchungen und Forschungen von
Professor E. Steinach über künstliche Vermännlichung,
Verweiblichung und Hermaphrodisierung". Jahrbuch für
sexuelle Zwischenstufen, XVII, 3-21
- (1919): "Das angeblich dritte Geschlecht des Menschen".
Zeitschrift für Sexualwissenschaft, VI, 22-27
- (1921): "Hodenbefunde bei intersexuellen Varianten".
Archiv für Frauenkunde und Eugenetik, VII, 173-174
- (1923): "Die intersexuelle Konstitution. Erweiterung
eines am 16. März 1923 im hygienischen Institut der
Universität Berlin gehaltenen Vortrags". Jahrbuch für
sexuelle Zwischenstufen, XXIII, 3-27
- (1926-1930): Geschlechtskunde, auf Grund
dreißigjähriger Forschung und Erfahrung bearbeitet.
Julius Püttmann Verlagsbuchhandlung, Stuttgart
198
Angeles Llorca Diaz
Teil I (1926): Die körperseelischen Grundlagen
Teil II (1928): Folgen und Folgerungen
Teil III (1930a): Einblicke und Ausblicke
Teil IV (1930b): Bilderteil
Teil V (1930c): Registerteil
- (1933): Die Weltreise eines Sexualforschers. BözbergVerlag, Brugg
- (1934-1935): "Phantom Rasse". Wahrheit (Prag), XIIIXIV
- (1986): Von einst bis jetzt. Geschichte einer
homosexuellen Bewegung. Verlag Rosa Winkel (Herzer y
Steakley, hrsg.), Berlin
JORDAN, K. F. (1918): "Das Geschlechtsleben als Gegenstand
der Naturforschung". En: PLOCK, G. (Hrsg.): "Festschrift zu Dr.
Magnus Hirschfelds 50. Geburtstag -14.Mai 1918-".
Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlich-humanitären Komitees
-Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, XVIII-, 65-73
JORDAN, M. A. (1918): "Dem Helfer und Berater". En: PLOCK,
G. (Hrsg.): "Festschrift zu Dr. Magnus Hirschfelds 50. Geburtstag
-14.Mai 1918-". Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlichhumanitären Komitees -Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen,
XVIII-, 89-90
KAMMERER, P. (1918): "Brief". En: PLOCK, G. (Hrsg.):
"Festschrift zu Dr. Magnus Hirschfelds 50. Geburtstag -14.Mai
1918-". Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlich-humanitären
Komitees -Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, XVIII-, 59-60
KOERBER, H. (1918): (sin título). En: PLOCK, G. (Hrsg.):
"Festschrift zu Dr. Magnus Hirschfelds 50. Geburtstag -14.Mai
1918-". Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlich-humanitären
Komitees -Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, XVIII-, 36-37
KRAFFT-EBING, R. v. (1901): "Neue Studien auf dem Gebiete
der Homosexualität". Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, III,
1-36
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
199
KRAUß, F. S. (1918): "Dem Beschützer unschuldig Verfolgter".
En: PLOCK, G. (Hrsg.): "Festschrift zu Dr. Magnus Hirschfelds
50. Geburtstag -14.Mai 1918-". Vierteljahrsberichte des
Wissenschaftlich-humanitären Komitees -Jahrbuch für sexuelle
Zwischenstufen, XVIII-, 61-64
KRONFELD, A. (1908): "Das Divergenzprinzip und die sexuelle
Kontrektation. Ein Beitrag zur Sexualtheorie". Zeitschrift für
Sexualwissenschaft, 257-279
- (1920): "Nervöse Folgeerscheinungen der
Homosexualität". Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen,
XX. Jahrgang, Heft 3 u. 4, 99-106
- (1921): "Geschlechtstrieb und Persönlichkeit - eine
biologische Fragestellung". Jahrbuch für sexuelle
Zwischenstufen, XXI. Jahrgang, Heft 3 u. 4, 106-112
- (1922): "Zu den Problemen der Konstitution bei der
Homosexualität". Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen,
XXII. Jahrgang, Heft 3 u. 4, 22-32
- (1923): "Über einen bestimmten Typus metatropischer
Frauen". Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, XXIII.
Jahrgang, 38-45
LIPSCHÜTZ, A. (1918): "Kampf gegen sexuelle Heuchelei und
Barbarei". En: PLOCK, G. (Hrsg.): "Festschrift zu Dr. Magnus
Hirschfelds 50. Geburtstag -14.Mai 1918-". Vierteljahrsberichte
des Wissenschaftlich-humanitären Komitees -Jahrbuch für
sexuelle Zwischenstufen, XVIII-, 76-78
LOMBROSO, C. (1908): "Liebe, Selbstmord und Verbrechen".
Zeitschrift für Sexualwissenschaft, 409-434
MANTEGAZZA, P. (1908): "Idiogamie". Zeitschrift für
Sexualwissenschaft, 223-227
NÄCKE, P. (1903): "Einige psychologisch dunkle Fälle von
geschlechtlichen Verirrungen in der Irrenanstalt". Jahrbuch für
sexuelle Zwischenstufen, V. Jahrgang, Band I, 194-204
200
Angeles Llorca Diaz
- (1906): "Einige psychiatrische Erfahrungen als Stütze für
die Lehre von der bisexuellen Anlage des Menschen".
Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, VIII. Jahrgang,
583-604
- (1908a): "Über Homosexualität in Albanien". Jahrbuch
für sexuelle Zwischenstufen, IX. Jahrgang, 313-326
- (1908b): "Penta als einer der besten Kenner und Förderer
der Sexualwissenschaft". Zeitschrift für
Sexualwissenschaft, 74-80
- (1908c): "Die Homosexualität in romanischen Ländern".
Zeitschrift für Sexualwissenschaft, 359-363
- (1908d): "Der Fu$fetischismus der Chinesen".
Zeitschrift für Sexualwissenschaft, 660-671
OSTWALD, H. (1918): (sin título). En: PLOCK, G. (Hrsg.):
"Festschrift zu Dr. Magnus Hirschfelds 50. Geburtstag -14.Mai
1918-". Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlich-humanitären
Komitees -Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, XVIII-), 88
OSTWALD, W. (1911): Die Wissenschaft. Alfred Kröner Verlag,
Leipzig
PLOCK, G. (Hrsg.) (1918): "Festschrift zu Dr. Magnus
Hirschfelds 50. Geburtstag -14.Mai 1918-". Vierteljahrsberichte
des Wissenschaftlich-humanitären Komitees -Jahrbuch für
sexuelle Zwischenstufen, XVIII-, 49-107
PRAETORIUS, N. (1899a): "Die strafrechtlichen Bestimmungen
gegen den gleichgeschlechtlichen Verkehr". Jahrbuch für sexuelle
Zwischenstufen, I. Jahrgang, 71-158
- (1899b): "Bibliographie der Homosexualität". Jahrbuch
für sexuelle Zwischenstufen, I. Jahrgang, 215-238
- (1900a): "Michel Angelo's Urningtum". Jahrbuch für
sexuelle Zwischenstufen, II. Jahrgang, 254-267
- (1900b): "Die Bibliographie der Homosexualität für das
Jahr 1899, sowie Nachtrag zu der Bibliographie des ersten
Jahrbuchs". Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, II.
Jahrgang, 345-445
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
201
- (1901a): "Oskar Wilde. Ein Bericht". Jahrbuch für
sexuelle Zwischenstufen, III. Jahrgang, 265-274
- (1901b): "Die Bibliographie der Homosexualität für das
Jahr 1900, sowie Nachtrag zu der Bibliographie des ersten
und zweiten Jahrbuches". Jahrbuch für sexuelle
Zwischenstufen, III. Jahrgang, 326-520
- (1902a): "Bibliographie. I. Teil. Homosexualität und
Strafgesetz von Dr. F. Wachenfeld, Professor der Rechte
Rostock". Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, IV.
Jahrgang, 670-774
- (1902b): "Teil II. Die Bibliographie der Homosexualität
für das Jahr 1901 mit Ausschluss der Belletristik".
Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, IV. Jahrgang, 775920
- (1903): "Bibliographie der Homosexualität". Jahrbuch
für sexuelle Zwischenstufen, V. Jahrgang, Band II, 9431156
- (1904a): "Homosexualität und Bürgerliches
Gesetzbuch". Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, VI.
Jahrgang, 1-62
- (1904b): "Die Bibliographie der Homosexualität für das
Jahr 1903". Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, VI.
Jahrgang, 449-646
- (1905): "Die Bibliographie der Homosexualität für das
Jahr 1904". Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, VII.
Jahrgang, Band II, 671-948
- (1906): "Die Bibliographie der Homosexualität für das
Jahr 1905"". Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, VIII.
Jahrgang, 701-886
- (1908a): "Inwiefern widerspricht des § 175 des St.-G.-Bdem 'richtigen Recht'?". Jahrbuch für sexuelle
Zwischenstufen, IX. Jahrgang, 1-34
- (1908b): "Die Bibliographie der Homosexualität. Nicht
belletristische Werke aus den Jahren 1906 und 1907.
Belletristik aus den Jahren 1905, 1906 u. 1907". Jahrbuch
für sexuelle Zwischenstufen, IX. Jahrgang, 425-618
- (1909): "Die Bibliographie der Homosexualität aus den
Jahren 1908 und 1909. Abteilung I. Schriften der
Mediziner und Juristen". Vierteljahrsberichte des
202
Angeles Llorca Diaz
Wissenschaftlich-humanitären Komitees, I. Jahrgang, Heft
1, 36-106
- (1910a): "Homosexuelle Ereignisse in Frankreich und in
Italien aus den Jahren 1908 und 1909".
Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlich-humanitären
Komitees, I. Jahrgang, Heft 2, 173-193
- (1910b): "Die Bibliographie der Homosexualität aus den
Jahren 1908 und 1909. Abteilung I. Schriften der
Mediziner und Juristen (Forts.)". Vierteljahrsberichte des
Wissenschaftlich-humanitären Komitees, I. Jahrgang, Heft
2, 194-230
- (1910c): "Die Bibliographie der Homosexualität aus den
Jahren 1908 und 1909. Abteilung II. Die Schriften der
Nichtmediziner". Vierteljahrsberichte des
Wissenschaftlich-humanitären Komitees, I. Jahrgang, Heft
3, 313-339
- (1910d): "Die Bibliographie der Homosexualität aus den
Jahren 1908 und 1909. Abteilung III. Belletristik".
Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlich-humanitären
Komitees, I. Jahrgang, Heft 4, 431-439
- (1910e): "Die Bibliographie der Homosexualität aus den
Jahren 1908 und 1909. Abteilung III. Belletristik
(Fortsetzung u. Schluß". Vierteljahrsberichte des
Wissenschaftlich-humanitären Komitees, II. Jahrgang,
Heft 1, 67-111
- (1911a): "Die Bibliographie der Homosexualität aus den
Jahren 1908 und 1909. Schluß des nichtbelletristischen
Teils". Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlichhumanitären Komitees, II. Jahrgang, Heft 2, 201-226
- (1911b): "Die Bibliographie der Homosexualität aus den
Jahren 1908 und 1909. Schluß des nichtbelletristischen
Teils". Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlichhumanitären Komitees, II. Jahrgang, Heft 3, 319-341
- (1911c): "Die Bibliographie der Homosexualität aus den
Jahren 1908 und 1909. Schluß des nichtbelletristischen
Teils". Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlichhumanitären Komitees, II. Jahrgang, Heft 4, 409-442
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
203
- (1911d): "Die Bibliographie der Homosexualität aus dem
Jahre 1910". Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlichhumanitären Komitees, III. Jahrgang, Heft 1, 92-121
- (1912a): "Die Bibliographie der Homosexualität aus dem
Jahre 1910 (Fortsetzung)". Vierteljahrsberichte des
Wissenschaftlich-humanitären Komitees, III. Jahrgang,
Heft 2, 230-242
- (1912b): "Die Bibliographie der Homosexualität aus dem
Jahre 1910 (Fortsetzung und Schluß)".
Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlich-humanitären
Komitees, III. Jahrgang, Heft 3, 341-378
- (1912c): "Die Bibliographie der Homosexualität aus dem
Jahre 1911". Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlichhumanitären Komitees, III. Jahrgang, Heft 4, 465-494
- (1912d): "Cambacérès, der Erzkanzler Napoleons I. und
sein Ruf als Homosexueller". Vierteljahrsberichte des
Wissenschaftlich-humanitären Komitees, IV. Jahrgang,
Heft 1, 23-42
- (1912e): "Die Bibliographie der Homosexualität aus dem
Jahre 1911 (Fortsetzung)". Vierteljahrsberichte des
Wissenschaftlich-humanitären Komitees, IV. Jahrgang,
Heft 1, 93-119
- (1913a): "Die Bibliographie der Homosexualität aus dem
Jahre 1911 (Fortsetzung und Schluß)".
Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlich-humanitären
Komitees, IV. Jahrgang, Heft 1, 210-247
- (1913b): "Die Bibliographie der Homosexualität aus dem
Jahre 1912". Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlichhumanitären Komitees, IV. Jahrgang, Heft 3, 343-373
- (1913c): "Die Bibliographie der Homosexualität aus dem
Jahre 1912 (Fortsetzung)". Vierteljahrsberichte des
Wissenschaftlich-humanitären Komitees, IV. Jahrgang,
Heft 4, 466-493
- (1914a): "Die Bibliographie der Homosexualität aus dem
Jahre 1912". Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlichhumanitären Komitees, V. Jahrgang, Heft 1, 74-113
- (1914b): "Die Homosexualität in Frankreich und Italien
in den Jahren 1910, 1911, 1912". Vierteljahrsberichte des
204
Angeles Llorca Diaz
Wissenschaftlich-humanitären Komitees, V. Jahrgang,
Heft 2, 156-182
- (1914c): "Die Bibliographie der Homosexualität aus dem
Jahre 1912 (Fortsetzung)". Vierteljahrsberichte des
Wissenschaftlich-humanitären Komitees, V. Jahrgang,
Heft 2, 222-245
- (1914d): "Die Homosexualität in Frankreich und Italien
in den Jahren 1910, 1911, 1912". Vierteljahrsberichte des
Wissenschaftlich-humanitären Komitees, V. Jahrgang,
Heft 3, 297-319
- (1914e): "Die Bibliographie der Homosexualität aus dem
Jahre 1912 (Fortsetzung)". Vierteljahrsberichte des
Wissenschaftlich-humanitären Komitees, V. Jahrgang,
Heft 3, 342-371
- (1917): "Zur Homosexualität von Walt Whitman".
Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlich-humanitären
Komitees, VIII. Jahrgang, Heft 2 u. 3, 68-77
- (1918a): "Magnus Hirschfelds Wissenschaftliches
Werk". En: PLOCK, G. (Hrsg.): "Festschrift zu Dr.
Magnus Hirschfelds 50. Geburtstag -14.Mai 1918-".
Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlich-humanitären
Komitees -Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, XVIII-,
19-35
- (1918b): "Die Bestrafung homosexueller Handlungen
nach dem Vorentwurf zu einem Schweizerischen
Strafgesetzbuch in der Fassung der zweiten
Expertenkomission vom Oktober 1916".
Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlich-humanitären
Komitees, IX. Jahrgang, Heft 1, 18-23
- (1919): "Zur Bibliographie der homosexuellen
Belletristik aus den Jahren 1913-1918". Jahrbuch für
sexuelle Zwischenstufen, XIX. Jahrgang, Heft 1 u. 2, 6981
- (1920): "Die Bibliographie der homosexuellen
Belletristik aus den Jahren 1913-1917". Jahrbuch für
sexuelle Zwischenstufen, XX. Jahrgang, Heft 3 u. 4, 160170
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
205
- (1921a): "Die Homosexualität in Frankreich und Italien
in den Jahren 1910, 1911, 1912". Jahrbuch für sexuelle
Zwischenstufen, XXI. Jahrgang, Heft 1 u. 2, 67-71
- (1921b): "Bibliographie der Homosexualität aus den
Jahren 1917 und 1918 (mit Ausschluß der Belletristik)".
Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, XXI. Jahrgang,
Heft 3 u. 4, 148-176
- (1922a): "Bibliographie der Homosexualität aus den
Jahren 1917 und 1918 (mit Ausschluß der Belletristik)".
Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, XXII. Jahrgang,
Heft 1 u. 2, 37-55
- (1922b): "Die Homosexualität in Frankreich und Italien
in den Jahren 1910, 1911, 1912 (Schluß)". Jahrbuch für
sexuelle Zwischenstufen, XXII. Jahrgang, Heft 1 u. 2, 8294
- (1922c): "Über die Homosexualität in Frankreich".
Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, XXII. Jahrgang,
Heft 3 u. 4, 42-48
ROHLEDER, H. (1908a): "Die Sexualwissenschaft in ihrer
Bedeutung für die ärztliche Allgemeinpraxis". Zeitschrift für
Sexualwissenschaft, 65-73
- (1908b): "Dr. C.R. Drysdale, der Hauptvertreter der
neumalthusianischen Lehre. Ein Nachruf". Zeitschrift für
Sexualwissenschaft, 139-154
- (1908c): "Masturbatio interrupta". Zeitschrift für
Sexualwissenschaft, 458-483
- (1908d): "Die Abstinentia sexualis". Zeitschrift für
Sexualwissenschaft, 625-659
- (1918): "Hirschfeld als Sexologe". En: PLOCK, G.
(Hrsg.): "Festschrift zu Dr. Magnus Hirschfelds 50.
Geburtstag -14.Mai 1918-". Vierteljahrsberichte des
Wissenschaftlich-humanitären Komitees -Jahrbuch für
sexuelle Zwischenstufen, XVIII-, 48-52
- (1922): "Die Homosexualität, eine biologische Variation
oder eine Krankheit?". Jahrbuch für sexuelle
Zwischenstufen, XXII. Jahrgang, Heft 3 u. 4, 16-21
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Angeles Llorca Diaz
SADGER, J. (1908): "Fragment der Psychoanalyse eines
Homosexuellen". Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, IX.
Jahrgang, 339-424
STEINACH, E. (1916): Pubertätsdrüsen und Zwitterbildung.
Sonderabdruck aus dem Archiv für Entwicklungsmechanik der
Organismen, XLII. Band, 3. Heft, Leipzig
STEKEL, W. (1908): "Die sexuelle Wurzel der Kleptomanie".
Zeitschrift für Sexualwissenschaft, 588-600
- (1918): (sin título). En: PLOCK, G. (Hrsg.): "Festschrift
zu Dr. Magnus Hirschfelds 50. Geburtstag -14.Mai 1918". Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlich-humanitären
Komitees -Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, XVIII-,
58
STÖCKER, H. (1918): "Zu Dr. Magnus Hirschfelds 50.
Geburtstag". En: PLOCK, G. (Hrsg.): "Festschrift zu Dr. Magnus
Hirschfelds 50. Geburtstag -14.Mai 1918-". Vierteljahrsberichte
des Wissenschaftlich-humanitären Komitees -Jahrbuch für
sexuelle Zwischenstufen, XVIII-, 44-47
WEIL, A. (1921a): "Hans Blühler und die Homosexualität".
Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, XXI. Jahrgang, Heft 1 u.
2, 3-39
- (1921b): "Die Körpermaße der Homosexuellen als
Ausdrucksform ihrer besonderen sexuellen Veranlagung".
Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, XXI. Jahrgang,
Heft 3 u. 4, 113-120
- (1922a): "Internationale Tagung für Sexualreform auf
sexualwissenschaftlicher Grundlage vom 15.-20. Sept.
1921 in Berlin". Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen,
XXII. Jahrgang, Heft 1 u. 2, 3-16
- (1922b): "Gustav Wyneken, 'Eros'". Jahrbuch für
sexuelle Zwischenstufen, XXII. Jahrgang, Heft 1 u. 2, 1722
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
207
- (1922c): "Homosexuelle Charaktere". Jahrbuch für
sexuelle Zwischenstufen, XXII. Jahrgang, Heft 3 u. 4, 3341
- (1923): "Geschlechtsbestimmung und Intersexualität".
Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, XXIII. Jahrgang,
28-37
WERTHAUER, J. (1918): "Dr. Magnus Hirschfeld als
forensischer Sachverständiger". En: PLOCK, G. (Hrsg.):
"Festschrift zu Dr. Magnus Hirschfelds 50. Geburtstag -14.Mai
1918-". Vierteljahrsberichte des Wissenschaftlich-humanitären
Komitees -Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen, XVIII-, 38-43
VI.2 BIBLIOGRAFIA SECUNDARIA
ABRAHAM, H.-C.; FREUD, E.-L. (Hrsg.) (1980): Sigmund
Freud - Karl Abraham, Briefe 1907-1926. Fischer Verlag,
Frankfurt a.M.
AMEZUA, E. (1992): Sexología, cuestión de fondo y forma: La
otra cara del sexo. En: Revista de Sexología, 49-50. Publicaciones
del Instituto de Sexología, Madrid
- (1993): Los hijos de don Santiago, paseo por el casco
antiguo de nuestra Sexología. En: Revista de Sexología,
49-50. Publicaciones del Instituto de Sexología, Madrid
BAEKGAARD, E. (1985): "Das Sexualwissenschaftliche Institut
in Berlin". Mitteilungen der Magnus-Hirschfeld-Gesellschaft, 5,
32-35
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Angeles Llorca Diaz
BAUMGARDT, M. (1984): "Hirschfelds Testament".
Mitteilungen der Magnus-Hirschfeld-Gesellschaft, 4, 7-9
- (1985): "Zeittafel Magnus Hirschfeld". Mitteilungen der
Magnus-Hirschfeld-Gesellschaft, 6, 42-44
DOSE, R. (1989): "Magnus Hirschfeld als Arzt". Mitteilungen der
Magnus-Hirschfeld-Gesellschaft, 13, 14-24
- (1991): "Aufklärungen über Die Aufklärung - Ein
Werkstattbericht". Mitteilungen der Magnus-HirschfeldGesellschaft, 15, 31-43
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Memoria de las ciudades. Berlín 1919-1933. Gigantismo,
crisis social y vanguardia: la máxima encarnación de la
modernidad. Alianza Editorial, Madrid, 163-166
HERRN, R. (1993): "Phantom Rasse. Ein Hirngespinst als
Weltgefahr". Mitteilungen der Magnus-Hirschfeld-Gesellschaft,
18, 53-62
HERZER, M. (1985): "Max Hodann und Magnus Hirschfeld:
Sexualpädagogik am Institut für Sexualwissenschaft".
Mitteilungen der Magnus-Hirschfeld-Gesellschaft, 5, 5-17
- (1987): "Karl Heinrich Ulrichs und die Idee des WhK.
Zu einem unbekannten Ulrichs-Text". Mitteilungen der
Magnus-Hirschfeld-Gesellschaft, 10, 34-38
- (1992): Magnus Hirschfeld. Leben und Werk eines
jüdischen, schwulen un sozialistischen Sexologen. Campus
Verlag, Frankfurt/New York
KITTEL, I.-W. (1985): "Arthur Kronfeld - Leitender Arzt am
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LLORCA, A. (1995): La Liga Mundial para la reforma sexual
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Publicaciones del Instituto de Sexología, Madrid
- (1996): La obra sexológica de Iwan Bloch. En: Revista
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Sexología, Madrid
RÖSSLER, S. (1992): Leben und Werk von SR Dr. med. Magnus
Hirschfeld (1868-1935). Diss., Leipzig
ROYER, L.-Ch. (1993): "También André Gide". Memoria de las
ciudades. Berlín 1919-1933. Gigantismo, crisis social y
vanguardia: la máxima encarnación de la modernidad. Alianza
Editorial, Madrid, 169-173 (fragmento de L'Amour en Allemagne.
Editions de France, París 1930)
RUSSEL, D. (1978): The tamarisk tree. My quest for liberty and
love. Virago, London
SEIDEL, R. (1969): Sexologie als positive Wissenschaft und
sozialer Anspruch. Zur Sexualmorphologie von Magnus
Hirschfeld. med. Diss., München
SIGUSCH, V. (1995): "Albert Moll und Magnus Hirschfeld. Über
ein problematisches Verhältnis vor dem Hintergrund
unveröffentlicher Briefe Molls aus dem Jahr 1934". Zeitschrift für
Sexualforschung, 8, 122-159
TIERMANN, K.-H. (1993): "Hirschfelds Wirken als Naturarzt in
Magdeburg (1894-1896) - eine Dokumentation". Mitteilungen der
Magnus-Hirschfeld-Gesellschaft, 18, 13-32
210
Angeles Llorca Diaz
- APENDICE: Cuestionario psicoanalítico de Magnus
Hirschfeld1
Nuestro cuestionario2 dice así:
Cuestionario Psicoanalítico
Advertencia: En su propio interés y en el de la
investigación científica le rogamos no escatimar tiempo ni
esfuerzo y contestar las siguientes preguntas con estricta
veracidad y lo más exactamente posible.
Debe contar Vd. con la más estricta discreción. Quien
albergue dudas sobre si firmar el cuestionario con su nombre
completo, cuyo secreto cae dentro del secreto profesional médico,
puede dotarle con un número o con cualquier letra. Para algunas
preguntas, como por ejemplo aquéllas que se refieren a la
procedencia y la infancia, sería recomendable una conversación
con ascendientes mayores. Rogamos dejar sencillamente sin
rellenar tanto las preguntas cuyas respuestas, contra toda
previsión, despierten sospechas, como aquéllas cuya respuesta se
desconoce. Le rogamos, además, completar en lo posible en el
formato del cuestionario las preguntas que han de contestarse
brevemente y las que poseen además una disposición particular.
Finalmente, sería deseable, pero en ningún caso necesario, la
adición de alguna fotografía (eventualmente en distintas edades),
así como una segunda que reproduzca aproximadamente el tipo
hacia el que tiende su inclinación.
I. Personal
a) Nombre, edad, sexo, raza, trabajo, lugar de residencia, religión.
b) ¿Casado o no?
II. Procedencia
1
2
M. Hirschfeld (1908c), 684-695.
Para prevenir malentendidos, hago notar expresamente que este cuestionario no está preparado
para los fines de una encuesta, sino que sólo ha de ser tomado en consideración como fundamento
para las consultas y los dictámenes médicos.
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Angeles Llorca Diaz
¿Viven sus padres todavía; son éstos sanos, o de qué
padecen; en su caso, de qué y a qué edad murieron?
¿Fueron los padres o los abuelos parientes consanguíneos
(en caso de que sí, en qué modo, primo y prima, tío y
sobrina, etc.)?
¿Acontecen frecuentemente en su familia matrimonios
entre parientes consanguíenos (se casaron, por ejemplo,
hermanos de sus parientes)?
¿Qué edad tenían los padres cuando Vd. nació? ¿Cuál era
la diferencia de edad entre el padre y la madre?
¿Ha nacido Vd. dentro de un matrimonio?
¿Se parece Vd. más al padre o a la madre (corporal y
mentalmente)?
¿Cuántas hermanas y hermanos son? ¿Cuál es la secuencia
y la edad de los hermanos (por ej., hermano, hermana, yo,
hermano)?
¿Sabe Vd. si la madre deseaba más antes de su nacimiento
un niño o una niña?
¿Era la vida en común de los padres feliz o infeliz? ¿Se
casaron los padres por inclinación o por razones externas
(reproducción de un árbol genealógico, intereses
económicos, etc.)?
¿Eran sus padres más bien cariñosos o severos con los
niños? ¿Era más enérgico el padre o la madre?
¿Tenía Vd. mayor simpatía por uno de los padres?
¿Padecían parientes cercanos de disfunciones nerviosas o
mentales (algo como espasmos, baile de San Vito, histeria,
debilidad mental, melancolía o sífilis o desarrollo corporal
deficiente, como hernia, labio leporino, deformación del
oído, bocio, etc.); y esto:
a) entre padres y abuelos?
b) entre los hermanos mayores o más jóvenes?
c) en la parentela restante?
¿Cómo se comportaban los padres frente a las bebidas
espirituosas (cerveza, vino, aguardiente)?
¿Acaecieron suicidios entre los familiares? ¿En qué
familiares y por qué motivos?
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
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¿Entraron parientes de forma notable en conflicto con la
ley?
¿Se encuentran entre sus parientes muchos solteros
mayores de 30 años (sobre todo entre sus hermanos)?
¿Hay miembros de la familia masculinos con apariencia
femenina y femeninos con apariencia masculina?
¿Conoce Vd. casos en sus parientes (padres, hermanos,
parientes colaterales) de inclinaciones sexuales
anormales?
III. Infancia y Juventud
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¿Cuándo aprendió Vd. a andar y a hablar? ¿Cómo y
cuándo fueron la primera y la segunda dentición?
¿Padeció Vd. de encefalitis, lesiones craneales, dolores de
cabeza, espasmos, baile de San Vito, estrabismo,
anormalidades dentales, de estreñimiento crónico, de
incontinencia nocturna; en su caso, hasta qué edad?
¿Era Vd. miedoso o espantadizo; cómo le fue con
pesadillas, gritos nocturnos? ¿Tartamudeaba Vd.?
¿Sucedió comerse las uñas, chuparse el dedo, hurgarse en
la nariz, inclinación a vagabundear, a mentir, a robar, a
llorar en abundancia?
¿Prefería Vd. jugar con niños o con niñas? ¿Le gustaban
más los juegos de chicos, como las bolas de nieve, las
peleas, los caballos de batalla, los soldados, etc., o tendía
Vd. a juegos infantiles femeninos, como muñecas, cocinar,
hacer ganchillo y hacer punto?
¿Notaba Vd. que era distinto a los otros niños? ¿Le
gustaba la soledad? ¿Se apartaba del trato con coetáneos?
¿Parecía Vd. llamativamente antes de la pubertad como
una niña, o más como un niño? ¿Se hacían observaciones
como "él es como una niña" o "ella es un puro
muchacho"?
¿Se acuerda Vd. de sueños de su infancia, especialmente
de aquéllos que se repetían frecuentemente? ¿Qué
contenido tenían?
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Angeles Llorca Diaz
27.
¿Cómo aprendió Vd. y hacia qué estaba Vd. mejor
predispuesto? ¿Por qué asignaturas se interesó más en la
escuela?
¿Fue Vd. castigado físicamente o si no duramente por sus
padres o maestros? ¿En qué forma?
¿Cómo fue su educación? ¿Fue Vd. educado junto a
muchos otros en una institución de pensionado, un
claustro, una academia militar o en casa de sus padres?
¿Cómo fue la vida en la institución? ¿Acaecían allí
seducciones sexuales por parte de compañeros mayores o
de personajes más jóvenes o mayores; por parte femenina
o masculina?
¿Existían amistades cálidas hacia camaradas o una
adoración interior desacostumbrada hacia personajes
adultos? ¿Hacía quién tendía Vd.?
¿Tuvo lugar el hecho de dormir con personajes adultos o
no adultos (padre, madre, hermanos, personal doméstico
u otros)? ¿En la misma cama o en la misma habitación?
¿Se bañaba Vd. junto con éstos?
¿Cuándo oyó Vd. hablar por primera vez de cosas
sexuales y bajo qué circunstancias?
¿Tuvo Vd. vivencias sexuales ya antes de la pubertad y de
qué tipo?
¿Se masturbaba Vd.? ¿Cuando empezó con ello? ¿Cómo
llegó a ello? ¿Tuvieron lugar seducciones para ello por
parte de personas de la misma edad, del mismo o del otro
sexo? ¿Hasta qué edad, con qué intervalos, en qué manera
y con qué fantasías se efectuaba, en su caso, la
masturbación?
¿Cuándo llegó la madurez sexual; en su caso, la primera
polución o menstruación?
¿Cuándo se desarrollaron otros signos de madurez sexual
(como voz profunda, crecimiento de barba para el sexo
masculino, del pecho para el femenino?
¿A qué edad tuvo lugar el primer intento de relación
sexual y bajo qué circunstacias sucedió?
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IV. Estado Actual
Magnus Hirschfeld y su aportación a la ciencia sexologica
215
Para las preguntas subrayadas es posible añadir qué
particularidades prefiere Vd. en el mismo aspecto en las otras
personas.
A. Particularidades y estado corporal
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¿Cuánto mide y pesa Vd.? (bastan datos aproximados,
como pequeño, mediano, grande)
¿Los músculos están desarrollados fuerte o débilmente?
¿Es la carne blanda o dura (firme)?
¿Qué actividad corporal le gusta más, ya sea profesional,
como deporte, juego, etc.? ¿Se inclina Vd. más al duro
trabajo muscular, remar, montar, o a los movimientos
gráciles como la danza, o es Vd. opuesto a toda actividad
corporal; en su caso, por qué razones?
¿Son sus pasos pequeños, lentos, cortos y rápidos o
grandes, firmes, solemnes? ¿Permanece el tronco quieto
y afirmado al andar o sucede un contoneo en los hombros
o las caderas? (mejor buscar el juicio de un tercero)
¿Sabe Vd. silbar?
¿Es su piel (el tono) más clara u oscura, pura o impura?
¿Es el pelo de la cabeza largo, grueso, más débil o fuerte?
¿Cómo es la vellosidad corporal (brazos, piernas, tripa,
espalda, etc.)? ¿Cómo es el color del pelo y el peinado (a
raya, desordenado, rizado, etc.)? ¿El crecimiento de la
barba es duro o sólo hay pelusa?
¿Se ruboriza Vd. o palidece fácilmente?
¿Es la sensibilidad al dolor grande o pequeña?
¿Son manos y pies pequeños o grandes? (eventualmente,
número de calzado) ¿Cómo da Vd. normalmente la mano?
¿Cómo es su escritura? En caso de que no haya rellenado
Vd. mismo el cuestionario, rogamos aquí una prueba de su
escritura.
¿Son las líneas del cuerpo más esbeltas, angulosas o
redondeadas, especialmente en los hombros?
¿Son sus caderas más anchas o más estrechas que los
hombros? (talla)
¿Cómo son los pechos? ¿Llenos, redondos, escasos o
planos? ¿Son los pezones o las tetillas especialmente
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grandes? ¿Hay excedentes atrofiados de restos de pezones,
en su caso dónde?
¿Son las orejas grandes, separadas, aumentadas, pequeñas,
finas o llamativas de alguna manera?
¿Cómo son los ojos? ¿Qué color tienen? ¿Es la mirada
más firme o intranquila? ¿Tierna, cariñosa o dura, coqueta
u ofrece alguna particularidad?
¿Tiene Vd. preferencia por determinados olores? ¿Le
gustan los perfumes?
¿Tiene Vd. preferencia por comidas dulces o amargas,
ácidas, saladas o fuertemente picantes?
¿Es la expresión facial más masculina o femenina, así
como cómo la encuentran los demás? Se solicita fotografía
(eventualmente también de aquella persona que
corresponde a su gusto).
¿Cómo es la construcción de la laringe? ¿Se adelanta la
nuez poco, fuertemente o en absoluto? ¿Es la voz aguda o
grave, alta o baja, sencilla o melindrosa?
¿Tiene tendencia a hablar o cantar con falsete o con bajos?
¿Es Vd. zurdo?
¿Hay disfunciones del sistema nervioso, como dolor de
cabeza, migraña, insomnio, gran lasitud, intranquilidad,
temblores, vértigos?
¿Están presentes en los genitales o en su entorno defectos
de formación apreciables?
B. Propiedades y estado mental
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63.
64.
¿Cómo es su temperamento, más débil o fuerte?
¿Existe una fuerte sensibilidad hacia la alegría y el dolor?
¿Hay una inclinación particular hacia llorar o reír
(Eventualmente también en ocasiones que no corresponde,
como llorar de alegría, reír de dolor o de tristeza)? ¿Crece
el llanto o la risa hasta ataques compulsivos?
¿Es su esencia más homogéneamente tranquila o es Vd.
dependiente del humor, a menudo muy reprimido, a
menudo retozón, alegre ("himmelhochjauchzend, zu Tode
betrübt")?
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¿Está Vd. con facilidad violento, furioso, excitado
excesivamente (exaltado)?
¿Es el sentido familiar fuerte o débilmente expresado?
¿Depende Vd. mucho del padre o la madre? ¿Del hogar,
la tierra, la patria?
¿Posee Vd. bondad, amabilidad, autosacrificio,
filantropía, necesidad de amor?
¿Tiene una fuerte ambición, sobreestimación de la
personalidad (o subestimación), susceptibilidad por la
admiración y la aprobación, inclinación llamativa, afán de
dominar?
¿Es Vd. hablador, curioso, callado? ¿Es aficionado a los
chismes? ¿Es Vd. más bien desconfiado o confiado?
¿Cómo es Vd. frente a la religión (devoto, indeferente, no
creyente, perteneciente a una secta)? ¿Cómo se sitúa Vd.
frente a lo metafísico, la creencia en los milagros, la
superstición, el espiritismo, las apariciones de espíritus,
los presentimientos, la mística? ¿Tiene Vd. experiencias
propias que apuntar en las que se sostenga su opinión; en
ese caso, cuáles? ¿Ha cambiado Vd. de creencias?
¿Está presente la búsqueda de aventuras? ¿Tendencia a lo
romántico? ¿Inclinación a vagabundear?
¿Es Vd. ordenado (pedantemente) o desordenado, puntual
o impuntual, ahorrador o derrochador? ¿Colecciona Vd.
algo; en su caso, qué?
¿Sufre Vd. impulsos obsesivos, fantasías o descuidos? En
su caso, ¿de cuáles?
¿Es Vd. rencoroso o conciliador?
¿Tiene Vd. voluntad, energía, temor o valor fuertes o
débiles?
¿Tiene Vd. una gran inclinación a vivir bien o a la
modestia, al trabajo mental o corporal o a la comodidad?
¿Cómo es Vd. con el beber y el fumar? ¿Puede Vd. digerir
bien las bebidas alcohólicas?
¿Cómo son la memoria, la atención, la fantasía? ¿Tiende
Vd. a una esencia soñadora? ¿Le gusta a Vd. crear
historias fantásticas?
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79.
¿Es su disposicion mental más bien nuevamente creada o
ideológicamente compenetrada? ¿Más examinante o
fácilmente influenciable (productiva, crítica o receptiva)?
¿Existe capacidad para las matemáticas y las tareas
abstractas; condición literaria, artística, como talento para
la pintura, la plástica, etc.? ¿Lee y estudia Vd. mucho?
¿Qué lecturas prefire (lecturas de trabajos científicos,
poesías, arte, novelas policíacas, humorísticas,
periódicos)? ¿Le gusta a Vd. escribir cartas?
¿Cómo se comporta Vd. ante la música?
¿Posee Vd. inclinación a la interpretación?
¿Qué personalidades de los mitos y la historia (pasada y
actual) le interesan más, o son respectivamente su ideal?
¿Tiene Vd. tendencia a determinadas ocupaciones como
cocinar, limpiar, trabajos manuales, o como deporte, caza,
tiro, etc.? ¿Por qué temas se interesa Vd. especialmente?,
por ejemplo, política, moda, teatro, caballos, flores, etc.
¿Toma Vd. parte en la vida política? ¿Es Vd. más bien
comedido o radical? ¿Desempeña Vd. cargos honoríficos
públicos?
¿Se siente Vd. contento con su trabajo, o por qué trabajo
se siente Vd. atraído?
¿Juega la ropa un papel importante en sus pensamientos?
¿Le gustan más los vestidos sencillos o excéntricos,
ceñidos o sueltos, de cuello alto o con el cuello libre? ¿Se
da una fuerte atracción correspondiente o una aversión
hacia el adorno? ¿Le gusta un color determinado; cuál?
¿Es Vd. en general más querido o no querido? ¿Le gusta
vivir con relaciones sociales o más bien aislado en sí,
solo? ¿Mejor en el campo, en una ciudad pequeña o en la
gran ciudad?
¿Tiene Vd. una capacidad o un mérito especial que
mostrar; en su caso, cuál?
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C. Impulso sexual
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¿Tiene Vd. inclinaciones sexuales o carece de ellas por
completo?
¿Hacia qué sexo se orienta su impulso sexual?
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¿Ha notado Vd. que la dirección de su impulso ha
cambiado durante o después de la madurez sexual, o ha
permanecido ésta siempre igual?
¿Cuáles son aproximadamente los límites superior e
inferior de edad de las personas hacia las que Vd. tiende;
o le da igual la edad?
¿Le atraen más las personas que están mental y
socialmente por encima o por debajo de Vd.; las
naturalezas más refinadas, delicadas o más rústicas,
fuertes? ¿Prefiere Vd. un determinado estado? ¿Le gustan
las personas sobre las que Vd. puede ejercer una
educación?
¿De qué impresiones proviene la atracción que ejercen
sobre Vd. las personas del sexo al que tiende?
a) ¿De percepciones del sentido visual? ¿Qué le
parece de la cara, del conjunto, especialmente
bello? ¿Le excita más el cuerpo desnudo, vestido
o a medias?
b) ¿De percepciones del oído, es decir, le atrae
particularmente la voz de la persona que le excita?
c) ¿De percepciones del tacto? ¿Ejerce, por
ejemplo, una atracción especial sobre Vd. la piel
blanda y turgente o la musculatura que siente
fuerte y rígida?
d) ¿De percepciones del olfato? ¿Le atrae o le
repugna la transpiración de determinadas
personas? ¿Juega en ello algún papel la
transpiración de determinadas partes del cuerpo?
e) ¿O tiene Vd. la atracción por algo pura o
predominantemente mental, tocante a las
propiedades del carácter, la voluntad, el intelecto,
etc.?
¿Le gusta una persona a causa de determinadas
características que Vd. mismo posee igualmente o que Vd.
no tiene, por ejemplo, en su caso, tamaño, color del pelo,
formación espiritual, etc.?
¿Se siente movido su impulso sexual por personas con el
tipo correspondiente del sexo que le atrae (es decir, por
apariencias verdaderamente masculinas o verdaderamente
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femeninas), o por tipos sexuales menos pronunciados, es
decir, mujeres que tienen aspecto y carácter masculino u
hombres que muestran rasgos femeninos?
¿A qué sexo tiende Vd.; en su caso, qué contenido tienen
sus sueños eróticos?
¿Llaman en público, en la calle, en el teatro, etc. más
mujeres u hombres su atención? ¿En qué compañía se
encuentra Vd. más a gusto?
¿Se interesa Vd. más por cuadros, fotografías,
representaciones plásticas de personajes masculinos o
femeninos?
¿Frente a qué sexo está Vd. despreocupado? ¿Posee Vd.
un pudor pronunciado, y es mayor frente a personas
femeninas o masculinas?
¿Es Vd. en sus inclinaciones más cambiante o estable?
¿Le gusta el 'flirt' (el llamado 'cortejo')?
¿Cómo distingue Vd. amistad y amor? ¿En qué se basa,
según su opinión, una relación de amistad? ¿Tuvo lazos de
amistad durante largo tiempo? ¿Puede la amistad para Vd.
suplir al amor?
¿Contrajo Vd. matrimonio, y por qué razones? ¿Cómo fue
la vida marital?
¿Tuvo Vd. hijos y cuántos? ¿Los quiere? ¿Ha notado Vd.
en ellos particularidades (también en sentido sexual)?
¿Cómo era la fuerza y la dominabilidad del impulso
sexual? ¿Considera Vd. éste para sí como invencible a la
larga? ¿En qué medida se reprimieron las inclinaciones, en
qué medida se doblegaron ante Vd. o fueron suplidas
mediante masturbación?
¿Con qué frecuencia tuvieron o tienen lugar como media
actividades sexuales? ¿Llega la satisfacción rápida o
lentamente?
¿Qué tipo de actividad sexual corresponde más a su gusto?
¿Prefiere Vd. en la relación sexual una variante
determinada? ¿Es su comportamiento en las relación
sexual más masculinamente activo o femeninamente
pasivo?
¿Tiene repugnancia o indiferencia hacia el acto normal?
¿Tuvieron lugar, a pesar de ello, intentos de llevarlo a
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cabo? ¿Qué sensación tuvo Vd. después? ¿Existió una
imposibilidad o un obstáculo para completar el acto sexual
normal (impotencia, en su caso, causada por qué)?
¿Tiene Vd. relaciones con prostitutas y por qué (por
ejemplo, carencia de otras relaciones, inclinación especial)
o siente rechazo por ello?
¿Comprende el impulso sexual siempre sólo personas de
uno o también personas del otro sexo; en el mismo o en
igual, en su caso, en qué grado (bisexualidad)?
¿Es la relación exclusivamente posible con personas del
otro sexo o también con personas del propio? ¿Tiene Vd.
que imaginarse en la relación, con ayuda de la fantasía,
una persona de distinto sexo a con la que tiene la relación?
¿Existió siempre inclinación a personas inmaduras
sexualmente?
¿Tuvo Vd. inclinación a producir a la persona amada
dolores corporales, humillaciones mentales, otros daños o
actos violentos posibles (sadismo)?
¿Tuvo Vd. el deseo de sufrir un trato así por la persona
amada?
¿Tiene Vd. una pasión predominante por determinadas
partes del cuerpo (pelo, mano, pie, lunares, etc.) o por
determinadas prendas de vestir (ropa blanca, zapatos,
guantes, uniformes) o por determinados tejidos, como piel,
terciopelo, seda, piel, charol, etc. (fetichismo)? ¿Le excita
vestir la ropa del otro sexo (impulso al disfraz erótico)?
¿Tiende a desnudarse delante de otros (exhibicionismo)?
¿Le excita sexualmente sólo su propio cuerpo
(automonosexualismo)?
¿Tiene Vd. tendencia a observar a otras personas en la
ejecución de actos confidenciales (voyerismo)?
¿Le han excitado alguna vez los animales (zoofilia)?
¿Sufre Vd. de otra desviación sexual de la norma no
mencionada aquí?
En caso de que exista uno de los impulsos mencionados en
111-121.
a) ¿Puede Vd. aclarar ese impulso? ¿Cree Vd. que
es atribuible a una seducción, a un suceso
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determinado en la infancia o en edad posterior o a
una predisposición interna?
b) ¿Cuándo y en qué ocasión descubrió Vd. el
impulso anormal en sí?
c) ¿Ha practicado Vd. esta inclinación?
¿Ha luchado Vd. fuertemente contra su naturaleza? ¿Con
qué medios y con qué resultados? ¿Se sometió Vd. a un
tratamiento médico, cuál, con qué resultados?
¿Se sintió Vd. muy infeliz? ¿Sufrió Vd. de tedio de la
vida, intentó Vd. suicidarse? ¿Tuvo Vd. conflictos
(contrariedades) con su familia, autoridades o de otro tipo;
por ejemplo, chantajes? ¿Le produjo conflictos su impulso
con su parecer religioso o social?
¿Qué opina Vd. mismo de su estado sexual? ¿Cree Vd. ser
culpable o inocente, enfermo o sano, natural o
contranatural? ¿Deseó Vd., si fuera posible, que cambiase
su naturaleza, o está Vd. contento con su condición sexual
actual?
¿Qué experiencias tiene Vd. con otros con respecto a
anomalías sexuales como bisexualidad, homosexualidad,
masoquismo, etc.? ¿Tiene relaciones en círculos de
semejantes o está Vd. solo? ¿Conoce Vd. gente que siente
como Vd.; cuántos aproximadamente? ¿En qué cantidad
estima Vd. su número y por qué razones? ¿Ha observado
a éstos más a menudo en miembros de determinados
estados, clases, pueblos que en otros?
¿Se ha formado Vd. una opinión sobre la naturaleza de su
propio sentimiento sexual y cuál?
Otras observaciones.
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