ensamblando leyendas de nuestra provincia cordillera

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ENSAMBLANDO LEYENDAS DE NUESTRA PROVINCIA CORDILLERA
Jota Jota Conus
Durante largo tiempo algunos estudiosos se han dedicado a transcribir y
recopilar leyendas de nuestra Provincia Cordillera, entre ellos destacan las grandes
labores desarrolladas por Johana Cavada, María Teresa Quezada y Julio Arancibia. Sin
embargo, pienso que este trabajo está estancado y debe dar otro paso hacia adelante. Es
por esto que me he visto en la grata obligación de crear el presente ensayo con el fin de
dar una idea de lo que pretendo. La forma más fácil será planteando en forma inmediata
la aseveración con la cual trabajaré, y que surge del ensamblaje de dos leyendas locales.
Y esta es la siguiente: Cuando Ramón Subercaseaux Mercado iba al Cajón del Maipo, La
Llorona huía espantada. Pero antes de concentrarme en ella, considero necesario
diferenciar el mito y la leyenda debido a que es muy frecuente que estos términos se
utilicen como sinónimos. De hecho, solo basta echar un somero vistazo en internet para
encontrarnos con el mito de La Llorona y la leyenda de la Llorona para referirse a una
misma versión de la historia cuando lo correcto es la última denominación y esto ocurre
por las razones que verá a continuación:
En Los mitos. Consensos, aproximaciones y distanciamientos teóricos, el profesor
Néstor Taipe señala que disciplinas como el folklore, la epistemología, la etnolingüística,
la filología, etc. se han dedicado a estudiar los mitos, ofreciendo cada una de sus
escuelas una definición propia, la cual muchas veces se contrapone con la ofrecida por
otra. Sin embargo, en dicho trabajo, después de un riguroso estudio, define al mito
“en cuanto relato oral, como una práctica discursiva social sobre los acontecimientos
sagrados y primordiales ocurridos en el principio de los tiempos, entre seres
sobrenaturales, y que dan cuenta de la cosmogonía, de la antropogonía y del origen de
algo en el mundo como los elementos naturales y los pertenecientes a los derivados de la
naturaleza humana.”1
Según lo anterior, y aplicando parte de la competencia que tengo en relación al
tema, el mito corresponde a una narración situada en un tiempo primordial, anterior al
tiempo histórico y como tal, a la presencia del ser humano. Es un relato colectivo- y por
ende, anónimo debido a que su creación no está asociada a un autor individual- en
donde se desarrollan acontecimientos que se articulan como un sistema de creencias
sagradas, de ahí su carácter religioso, los cuales explican, a través de la intervención de
personajes de carácter sobrehumano como dioses, semidioses, titanes, gigantes, etc.,
algunos hechos importantes: el origen del mundo, del hombre, del bien y el mal, entre
muchos otros. De esto se desprende que el mito tiene un carácter universal, ya que trata
de dar respuestas a trascendentales preguntas que se ha hecho el ser humano a lo largo
de toda su existencia, ¿Quién soy?, ¿De dónde vengo?, ¿Por qué estoy aquí?, ¿Cómo se
creó el mundo?, etc.
Un claro ejemplo lo encontramos en el Génesis, en donde un Dios todopoderoso
crea el cielo, la tierra y todos los seres que habitan en estos lugares. Al respecto, siempre
se debe tener presente que el mito trata de los principios y/o causas de la creación, he
aquí su carácter cosmogónico, el cual se refiere a la explicación del origen del mundo.
El Génesis, además, posee un carácter antropogénico, o sea, narra la creación del ser
humano a partir del polvo de la tierra2. También es importante señalar que este mito tiene
1
www.ugr.es/~pwlac/G20_16NestorGodofredo_Taipe_Campos.html
Génesis 2: 7-8 En
www.bibliaonline.net/biblia/?livro=1&versao=54&capitulo=&leituraBiblica=&tipo=&ultimaLeitura=&lang=es
-AR&pag_ini=30&cab =
2
características morales, pues se explica la existencia del bien y del mal. Recordemos
cuando la serpiente (para muchos el diablo) ofreció el fruto prohibido por Dios a Eva y
ésta a Adán.
Por su parte, las leyendas corresponden a relatos, en un principio orales, de una
historia que trata el origen de un personaje, una institución o cualquier elemento natural o
cultural que forma parte de una tradición. Según el Diccionario de la Real Academia de la
Lengua Española corresponde a una “relación de sucesos que tienen más de
tradicionales o maravillosos que de históricos o verdaderos”3. Se presentan, al igual que
los mitos, como historias verídicas y con una función etiológica, es decir, explican la causa
o el principio de algo, por ejemplo el de un volcán, un lago, un río o del poder político de
determinado linaje o raza. Sin embargo, a diferencia de los mitos, muchas poseen
elementos históricos y las acciones narradas son desarrolladas por personajes en
lugares que son claramente reconocibles por los receptores, tal como lo afirma García de
Diego “una narración tradicional fantástica esencialmente admirativa, generalmente
puntualizada en personas, época y lugar determinados"4. Otra característica que también
comparten con los mitos es la presentación de hechos y personajes sobrenaturales, pero
en este caso, encontramos brujos, diablos, seres alados, etc.
Un claro ejemplo de lo que hemos expuesto se encuentra en la leyenda El pacto
del diablo con Ramón Subercaseaux5 en donde se le atribuye al demonio el origen de la
riqueza natural del valle de Pirque. Los elementos históricos que encontramos en ella son
principalmente el canal La Sirena o canal Pirque, cuya construcción comenzó, según
diversas fuentes consultadas en 18346, y la presencia del personaje llamado Ramón
Subercaseaux, quien nació el 10 enero del año 1790 en la aldea Nancoto y falleció el 30
octubre de 1859 en la ciudad de Santiago. Este importante señor, primero se destacó
como comerciante en La Serena, luego se estableció en Valparaíso, donde tuvo su casa
de comercio, después adquirió la hacienda Pirque y posteriormente compró El Llano que
lleva su nombre y el Colmo. También fue uno de los principales accionistas del Ferrocarril
de Valparaíso a Santiago. Senador entre los años 1840 y 1849, y desde el año 1852
hasta el año 18617.Un personaje con gran poder económico, político y social como se
infiere.
Como más arriba se indicó, a diferencia del mito, el cual responde a preguntas
trascendentales de la humanidad, la leyenda posee lugares que son perfectamente
identificables y esto se debe a su temática localista. En este caso, el espacio
corresponde a Pirque, una de las comunas de la Provincia Cordillera.
3
lema.rae.es/drae/?val=leyenda
García de Diego, Vicente. Antología de leyendas. Barcelona, Labor, 1953.
5
www.identidadesdelmaipo.cl/njunqueras/literatura
6
www.pirque.com/historia_de_pirque.php
es.wikipedia.org/wiki/Pirque
www.tesorosdechile.cl/casona-y-pirque
www.pirque.cl/turismo/contenido.php?id=4&idioma=0
www.biblioredes.cl/bibliotecas/4150/noticias/7122
7
www.genealog.cl/Chile/S/Subercaseaux/ Sabemos que Ramón Subercaseaux Mercado falleció en 1859, por
lo tanto, se deduce que fue senador hasta su muerte.
4
Si ahora nos concentramos en el origen y el desarrollo del relato en cuestión,
puedo afirmar que éstos ocurren por razones que se interrelacionan entre sí. La primera
de ellas es mencionada en forma explícita en el texto y se debe al “asombro de quienes
aún no creen que las aguas del canal La Sirena puedan ascender por las laderas de los
cerros para regar el valle de Pirque”. Efectivamente, Ramón Subercaseaux “(…) no pudo
sufrir por largo tiempo esa burla continua que le hacía el Maipo con el ruido de esa turbia i
sonante corriente”8 y decidió conducir sus aguas hacia la hacienda pircana por medio de
un canal, cuyas obras de construcción se iniciaron bajo sus órdenes a partir del año 18349
. Esta tarea fue considerada una locura por la mayoría de la gente, pues se debió cavar el
resistente mármol y cortar profundamente las montañas. Además, los obreros se
mantuvieron en pie solamente amarrados para no caer en los hondos abismos donde
aún fluye el río, los cuales tenían 70 metros de profundidad aproximadamente. Un
trabajo sobrehumano fue el que se llevó a cabo para desviar las aguas maipinas hasta la
hacienda pircana. Nunca resultó una tarea fácil, alguna extraña presencia actuó en la
construcción del cauce. Así fue, qué duda cabe, si hasta la misma Asociación de
Canalistas del Canal de Pirque habla sobre la participación de fuerzas sobrenaturales:
“La leyenda cuenta que don Ramón decidió construir un canal para regar la
Hacienda de Pirque (hasta el sector de Santa Rita). La labor era una empresa de
proporciones para la época, por lo que, se dice, don Ramón decidió hacer un pacto con el
diablo, quien le ayudaría a terminar el canal, a cambio de su alma. Así, entre los obreros
empezó a circular el rumor de que durante las noches el diablo trabajaba en la
construcción y terminación del canal sin descanso.”10
La segunda razón, según mi parecer, se encuentra gatillada por la impensada
transformación que sufrió Pirque, cuyas tierras de secano se convirtieron en nutritivos
campos gracias al canal.
“(…) obra osada i perfectamente conducida desde la boca – toma hasta la Puntilla de
San Juan que es donde comienza a regar los terrenos de la hacienda. Gracias a él esta
posesión se halla al presente completamente transformada, en vez de desiertos e incultos
montes i de áridas i pedregosas llanuras se ven ahora vastas y estensas campiñas de
verdes pastos o amarillas mieses, orladas de grandes hileras de álamo que formando
interminables i umbrosas alamedas permiten al viajero contemplar libre del calor de un sol
de verano, los prodijiosos efectos producidos por las fecundas aguas del Maipo.”11
La leyenda El pacto del diablo con Ramón Subercaseaux señala que “El agua
transformó los campos de Pirque y permitió la riqueza de las viñas y el vino de tanta
importancia en nuestra historia local y nacional” a la que también debemos sumar su
carácter internacional, ya que el año 2012 la más importante de sus viñas, Concha y Toro,
fue “reconocida como “La Marca de Vinos Más Admirada del Mundo””12 y en la actualidad
“es el principal exportador de vinos de Latinoamérica y una de las marcas vitivinícolas
más importantes a nivel mundial. Desde el año 2001, la compañía forma parte del Club
des Marques (Club de Marcas), transformándose en la única viña latinoamericana que
8
Miquel, Manuel 8. “El Canal de Pirque”. En Antología de Pirque. Ilustre Municipalidad de Pirque. Santiago –
Chile. 1982. p. 57- 58.
9
Véase www.tesorosdechile.cl/casona-y-pirque
10
http://www.canaldepirque.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=12&Itemid=27
11
Miquel, Manuel. Op. Cit. p. 57.
12
www.conchaytoro.com/web/la-compania/historia/?lang=es
integra esta asociación, la cual reúne a las marcas más destacadas de la industria
vitivinícola mundial.”13 Motivos, entre otros varios, por los cuales muchos consideran a
Pirque “La Capital del vino”14. No está de más decir que muy ansiosos esperamos el mes
de abril para celebrar la Fiesta del Vino de esta comuna. ¡Salud! Lo siento, no lo pude
evitar.
La pregunta inevitable que surge en estos momentos es, ¿Por qué, entonces, no
se le atribuyó la obra a Dios, quien por medio de Jesucristo ayudó al señor Subercaseaux
Mercado? Creo que por la sencilla razón de que, tal cual lo señala La Sagrada Biblia, no
se puede amar a Dios y al dinero:
“Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias
necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; / porque raíz de
todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y
fueron traspasados de muchos dolores. / Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas
cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.”15
“Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o
estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”16.
No tengo la menor duda de que dichos pasajes se les enseñaban a los
innumerables peones en las capillas a través de las periódicas misas costeadas por
quien se convirtió en un hombre poderosamente rico, el que incluso en un determinado
momento se adueñó de todas estas tierras y de sus aguas “Hubo una época en que
Pirque pertenecía hasta tal punto a los Subercaseaux, que Don Ramón hizo poner una
puerta, candado y cadena en el puente que lleva su nombre”17 con el fin de evitar robos y
saqueos. Seguramente, alguna vez algún parroquiano le preguntó por la situación y
conducta de su patrón a quien oficiaba la ceremonia, o por temor a perder su empleo, lo
hizo mientras se confesaba, ante lo cual el presbítero respondía que contra los propósitos
de la Divina Providencia estaba prohibido atentar, pues ella sabía por qué hacía las
cosas y todos debían aceptarlas, sin excepción alguna. Insistía en que los campesinos
debían preocuparse solamente de trabajar la tierra para el dueño, que contribuía con la
producción del país, y cuyo aporte iba para el Estado, quien entregaba puntualmente el
diezmo a la Santa Iglesia Católica. El labrador, inquieto y disconforme con la respuesta
obtenida, le recordaba lo aprendido en las misas, pero el cura, por su parte, le decía, con
el fin de tranquilizarlo, que no se preocupara, ya que Dios se encargaría del Juicio Final e
incorporaba a su discurso religioso otros pasajes bíblicos, como los que cito a
continuación:
“No juzguéis, para que no seáis juzgados. / 2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis
juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. / ¿Y por qué miras la paja que
está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? / ¿O
cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?
13
Cita extraída de los folletos que entrega la viña.
www.pirque.com/fiesta_del_vino.php
15
1ª Timoteo 6: 9 -11 en
www.bibliaonline.net/biblia/?livro=54&versao=54&capitulo=&leituraBiblica=&tipo=&ultimaLeitura=&lang=e
s-AR&pag_ini=90&cab=
16
Op. Cit. Mateo 6:24
17
Ruiz – Tagle, Carlos. “Prólogo de Antología de Pirque”. En Antología de Pirque. p. 10.
14
/ ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la
paja del ojo de tu hermano.”18
Finalmente, le recordaba que gracias a la labor de Ramón Subercaseaux
Mercado, iluminado por Dios, ellos tenían trabajo. Sin embargo, el campesino, que solo
pedía lo justo, no quedaba satisfecho con la plática y salía de la capilla a reafirmar el
rumor de la estrecha relación entre el diablo y el magnate de Pirque. Rumor que con el
paso del tiempo se convirtió en leyenda y cuyos efectos llegaron hasta el día de hoy, y de
los cuales, obviamente, también se hicieron parte sus familiares, como su nieto Julio
Subercaseaux, quien de esta manera lo recuerda:“(…) una vez un capataz nos mostró un
banco de piedra partido por un rayo y nos dijo que ahí el diablo se había sentado con el
patrón don Ramón, mi abuelo”19
Volvamos al texto en donde aparece la leyenda que nos interesa para hablar de
su desenlace. Ya se dijo que este tipo de relato surge de la oralidad, y como bien
sabemos al ir compartiéndose por este medio, de interlocutor en interlocutor a través del
tiempo, algunos van “poniéndole de su propia cosecha”. De esta manera, encontramos
distintas variantes, o
diferentes versiones y El pacto del diablo con Ramón
Subercaseaux, obviamente, no escapa a esta situación. En él aparece que después de
salir de su casona20, y mientras atravesaba el puente, actualmente conocido como San
Ramón, el carruaje se detuvo, y el demonio, quien es descrito como “un personaje alto,
de bigotes en punta, totalmente vestido de negro”21 salió del vehículo para cobrar la
palabra y llevarse su alma. Pero también existe otro final, en donde aparece que un
carruaje negro, guiado por jamelgos con alas, desciende al mismo puente para buscar al
Sr. Subercaseaux. Patricia O’ Shea Lecaros afirma que a este personaje tan importante
para la historia pircana se le atribuye un pacto con el diablo, “Aunque las razones que
tuviera […] varían según a quienes le pregunte (en general, se dice que fue para que
Pirque prosperara), lo que sí se cuenta es que mientras éste cruzaba el río Maipo, un
carruaje negro con caballos alados descendió a buscar a don Ramón”22. Esta misma
situación se reitera en la novela El Chupacabras de Pirque, en donde la bruja Melisa le
dice a Ricki y a su primo Dante lo siguiente:
“- Pues les contaré que hace mucho más de cien años, el Marqués de Concha y Toro le
vendió su alma al Diablo por preservar una bodega de vinos. No querrán saber ustedes
lo que sucedió allí. Pero eso no es todo. Años después, el señor Ramón Subercaseaux
también hizo un pacto con Lucifer y dicen que cierto día al cruzar el río Maipo, un carruaje
negro con caballos alados descendió a buscar a don Ramón”23.
Permítaseme la libertad de aplicar el concepto de veracidad al fragmento que
acabo de citar para indicar que el ente ficticio y creo que con él, su autores cubanos, Pepe
Pelayo y Batán, incurren en un desacierto, ya que afirma que el señor Ramón
Subercaseaux estableció un trato con Lucifer después que lo hiciera con Melchor Concha
y Toro, ¡Craso error histórico!, pues, si mal no recuerda, los inicios de la construcción del
18
Op. Cit. Mt 7, 1-5
Subercaseaux, Julio Reminiscencias. Antología de Pirque. p. 73.
20
www.tesorosdechile.cl/nosotros En la casona que Ramón Subercaseaux mandó a construir en 1830, hoy
se encuentra el restaurant Tesoros de Chile.
21
Características que se repiten en otras leyendas sobre el Diablo.
22
O’ Shea Lecaros, Patricia. “Aspectos de Pirque”. En Antología de Pirque. p. 171.
23
Pelayo, Pepe y Betán. El Chupacabras de Pirque. Alfaguara. Cuarta edición. 2005. p. 46.
19
canal La Sirena datan del año 1834, mientras que la leyenda del Casillero del Diablo,
introduce como fecha el año 188324. Comprendo que la bruja no quiera asustar a Ricki y a
Dante, por eso decide no contar la historia de lo que sucedía en la bodega de vinos. Pero
a todos nosotros sí nos interesa saber qué ocurrió en dicho lugar. Sin embargo, esto
quedará reservado para otro estudio, en donde se analizará el Casillero del Diablo: La
leyenda del vino, ya que por ahora mi interés se concentra en la presencia del diablo en
el canal Pirque y su relación con Ramón Subercaseaux Mercado con el fin de profundizar
el párrafo de Oresthe Plath que habla sobre las “Leyendas del diablo”:
“El pueblo, a la vez, recuerda en Chile a numerosas personas que han vendido su alma al
Diablo y que se han salvado de los pactos valiéndose de sus respectivas contras. De
aquí, según el pueblo, los terrenos de rulo que de la noche a la mañana se convierten en
fértiles campos de plantío y la prosperidad de la hacienda o el éxito de los negocios de
muchas personas de las cuales se da el nombre”25
Como se puede comprobar, resulta imprescindible hablar del Diablo y esto porque
a partir de las relaciones que establecen con él, tanto Ramón Subercaseaux Mercado
como La Llorona, podré respaldar la afirmación con la cual se inicia este ensayo. Sobre la
leyenda de este último personaje, Stella Rodríguez y Gabriel Verduzco, señalan lo
siguiente:
“La leyenda de «La Llorona», en su forma más simple, es la siguiente: «La Llorona» es la
historia de una mujer de tiempos de la Nueva España que, al saberse engañada por el
hombre al que ama, se venga de él matando a sus hijos. Cuando repara en lo que ha
hecho pierde la razón y muere para después aparecer por las noches penando, dando
alaridos por las calles de la ciudad lamentándose por sus hijos muertos. El clásico grito
lastimero de la Llorona es: «¡ay, mis hijos!».”26
Tal como se indicó más arriba, cuando analizábamos la leyenda El pacto del diablo
con Ramón Subercaseaux, este tipo de relatos sufre alteraciones a través del tiempo y el
espacio, conformando distintas versiones. De esta manera, nos encontramos con que la
leyenda de La Llorona27 del Cajón del Maipo corresponde a un relato único, del cual no
tengo registros de su existencia en otro lugar hasta el momento. En La Llorona: análisis
simbólico- literario se da cuenta de las distintas variantes de esta leyenda, según cada
narrador:
“En primer lugar la mujer a veces es criolla, mestiza o indígena; en segundo lugar, la
forma de cómo la Llorona mata a sus hijos: en algunas es ahogándoles en la laguna y en
otras les mata con un cuchillo; en tercer lugar está el efecto de «La Llorona» como alma
en pena: para unos ella viene a llevarse a los niños —a cualquier niño— ya que la Llorona
tiene nostalgia por sus hijos; en otra variante las personas que llegan a ver a la Llorona
24
Existe un blog en Internet, blog.uvinum.es/leyenda-casillero-diablo-852566, el cual sorprendentemente,
después de ofrecer el comercial afirma en forma errónea que “La leyenda empieza a mediados del siglo XIX
(1871), cuando Don Melchor de Concha y Toro, dueño y fundador de la Viña Concha y Toro (Chile),
reservaba sus mejores botellas de vino para él y sus allegados, pero estas joyas embotelladas desaparecían
extrañamente, a pesar que eran guardadas bajo llave.”
25
Plath, Oreste. Geografía del mito y las leyenda chilenos. Santiago de Chile. Grijalbo, 2000. p.79.
26
27
e-archivo.uc3m.es/bitstream/handle/10016/8675/llorona_LITERATURA_2008.pdf?sequence=1 p. 311.
www.identidadesdelmaipo.cl/literatura
pierden la razón. La última variante dice que la Llorona se deja ver en las noches de luna
por aquellas personas, varones principalmente, que andan en malos pasos, pretendiendo
engañar a su [sic.] esposas o prometidas, ya que aparentemente es una mujer muy
atractiva pero cuando es abordada por el galán, ella tiene rostro de calavera o de
caballo.”28
Apliquemos cada una de ellas en el relato que nos interesa:
En primer lugar, al no señalarse si la protagonista es criolla, mestiza o indígena,
claramente no podemos precisar qué origen posee. Pero de lo que sí podemos estar
seguros es que el personaje no asesina a sus hijos, por lo tanto se descarta la segunda
variante. Con respecto a la tercera, muchos afirmarán que no se trata de un alma en
pena, ya que en ningún momento se habla del fallecimiento de Norma. Se sabe que este
tipo de alma corresponde a aquella que no logra el descanso después la muerte, ya que
está condenada a vagar por la tierra sin descanso alguno durante largo tiempo o por toda
la eternidad sin tener consciencia de su estado. Las causas son innumerables, puede ser
una defunción inesperada, por ejemplo una muerte súbita, puede ser que esta alma
pena debido a que dejó asuntos irresueltos que tratará de solucionar, o debido al
vehemente deseo de proteger un objeto material o a un sujeto muy querido, como
puede ser un automóvil o un hijo, respectivamente. También puede tratarse de una
persona que fue asesinada y su alma está buscando justicia, etc. En muchas versiones
que he oído se habla del suicidio del personaje, luego de matar a sus hijos, pero en La
Llorona del Cajón del Maipo no se hace una mención explícita de la muerte del personaje.
Eso sí, se puede inferir, basándonos en las descripciones físicas y en la conducta
adquirida por Norma, que luego de perder la razón y producto de la pena, la rabia y el
dolor, sufre la muerte corporal para que después su atormentada alma se dedique a vagar
por la zona “enloqueció de pena, gritando de rabia y dolor […] Y sucedió que después de
los lamentos, la piel de Norma se secó y su cuerpo se marchitó, y comenzó a llorar de una
forma horrenda y escalofriante por siempre jamás.”, y algunos “habían visto un cadáver
caminar flotando por el aire”. Siguiendo con esta misma variante, de lo que sí no cabe
duda alguna, es que nuestro personaje se lleva a los niños “También se dice que la
Llorona busca raptar niños para absorberles el alma y dejar sus cuerpos tirados cerca
del río o en los cerros”, por nostalgia señalan Rodríguez y Verduzco. Pero también, ¿Por
qué no? Puede ser movida por la venganza. La siguiente variante también está presente,
pues existe la pérdida de la razón en las personas que llegan a verla “Unas pocas
personas que en aquellos tiempos la pudieron ver, luego enloquecieron”. El hecho de que
se deja ver por varones que quieren serles infieles a sus esposas no aparece porque
recordemos que la protagonista, a diferencia de otras versiones más difundidas, no es
engañada por el marido, por lo tanto, en este sentido, no tiene por qué castigar a otros
hombres para vengarse, y en cuanto a su apariencia física, en La Llorona del Cajón del
Maipo no se nos dice que sea atractiva ni que cuando se le acerca un galán tiene el rostro
de un caballo, pero sí podemos estar de acuerdo en que tiene rostro de calavera, pues,
como recordará, quienes la han visto hablan de un cadáver. Lo cual, según mi modo de
ver, refuerza la idea de que se trata de un alma en pena.
Ahora conviene hablar de la presencia del Diablo en la leyenda que nos interesa
debido a que Norma se relaciona directamente con él para ofrecerle sacrificios. El Diablo
está presente en la mayoría de las leyendas que se difunden en todo Chile y
especialmente en el Cajón del Maipo. En este territorio tenemos los relatos de La Pata del
28
Rodríguez Tapia, Stella Maris y Verduzco Argüelles, Gabriel Ignacio Op. Cit. p. 313.
Diablo, La Carreta del Diablo, La Muchacha de La Primavera, El Puente del Diablo, entre
muchos otros. En el presente ensayo, el sentido que se le dará al personaje está
directamente relacionado con el que aparece en una de las versiones de La Pata del
Diablo:
“[…] dicen que el Maligno siempre reaparece. Aquel ángel caído nos atrae de alguna u
otra forma, con su aire perverso, quizás como reflejo inconsciente de nuestros retenidos e
inconfesables deseos. Por eso aparece y vuelve a aparecer, porque está oculto, soterrado
en lo más profundo de la psique humana.”29
En Religiosidad y demonios en la cordillera30, Nicolás Junqueras, luego de realizar
un breve resumen de la leyenda de La Pata del Diablo, señala que el relato relaciona la
figura del apuesto personaje con el pecado, debido a que su incontrolable deseo lo lleva a
perseguir a la hija del alcalde a cualquier lugar31. Después de esto, menciona la leyenda
de El Puente Colgante, la cual corresponde a otra versión de La pata del Diablo, aquí,
también después de hacer un breve resumen del relato, señala que “La creación de la
figura maligna del Diablo es construida por los propios hombres para justificar sus deseos
pulsionales”32 cuando, tal como lo afirma el maligno personaje “ustedes mismos son
responsables de todo el infierno que llevan.” O sea, la imagen del Diablo es creada por los
propios seres humanos, quienes la relacionan con las pulsiones, es decir con aquellos
impulsos psíquicos que buscan ser suprimidos y que en el caso de la protagonista de la
leyenda La Llorona son de carácter sexual. Basta recordar que Norma, al no soportar
la soledad, decide dar rienda suelta a sus pulsiones. “Se sabe, sin embargo, que la
soledad, la paz, suele hacer surgir desde lo más hondo de la psique humana aspectos
desconocidos y a veces siniestros de la personalidad. Eso fue lo que aconteció con
Norma.”. Su deseo carnal desenfrenado debido a la prolongada ausencia del marido,
quien trabajaba en la mina de plata San Pedro Nolasco, trataba de ser apaciguado con
Satanás, y es así como “se entregaba a juegos prohibidos con un macho cabrío negro de
ojos rojos mientras invocaba al Señor de la Oscuridad.” porque “ella lo prefirió ante la
ausencia del esposo”.
Aquí debemos detenernos un momento para dedicar algunas palabras al macho
cabrío. Esta figura, de tronco humano con patas, cola y cuernos de carnero, proviene de
la mitología griega. Dicha imagen zoomorfa, tradicionalmente, se asocia a Pan, dios
violento y lujurioso, quien a raíz de un proceso histórico que no explicaremos acá debido
a la digresión que generaría, se relaciona con el apetito sexual, al igual que los sátiros
“Todos ellos son esclavos de sus instintos y todos ellos comparten el gusto por la música,
el vino, el sexo y los animales que formaban parte del cortejo dionisíaco, seres que
también se relacionan con las conductas sexuales.”33 Tengo entendido que fue en la Edad
Media, cuando la Iglesia Católica debido a los cultos paganos que se rendían en honor a
esta deidad le otorgó dichas características al diablo. Como puede apreciar no es
producto del azar ni de capricho alguno que aparezca Norma teniendo sexo con un
macho cabrío, pues él simboliza la lujuria. Este aberrante acto es observado por su
marido, quien la siguió, impulsado por los comentarios que había escuchado sobre su
29
www.identidadesdelmaipo.cl/njunqueras/literatura. Texto recopilado por Julio Arancibia O.
www.identidadesdelmaipo.cl/njunqueras/ensayos
31
Considero que en esta interpretación no solo se debe mencionar a la hija, sino a la mujer cajonina en
general “cualquiera hubiera dicho que vino a esta región solo atraído por la belleza femenina”
32
Junqueras, Nicolás. Op. Cit.
33
www.scielo.org.ar/pdf/synth/v19/v19a05.pdf p. 68.
30
esposa. El minero, presa del terror y el pánico decidió escapar con sus hijos para nunca
más volver. Cuando Norma se percató de este hecho se originó su eterna congoja, la que
está directamente relacionada con el Diablo, pues con él se iniciaron todos sus males. Por
eso, es que escapa de todos aquellos quienes tienen un trato con el maligno “se dice que
si alguien tiene pacto con el diablo no puede sufrir daño por ella, porque huye, sin querer
mezclarse con Satanás, ya que de él vendría toda su desgracia, que se inició el día en
que ella lo prefirió ante la ausencia de su esposo.” Es por esto y por todo lo anterior que
afirmo categóricamente que cuando Ramón Subercaseaux Mercado se dirigía al Cajón
del Maipo, imposible resistirse a los encantos de esta zona, La Llorona huía espantada.
Como puede percatarse, queridísimo lector, este trabajo se concentra en dos
relatos de nuestra Provincia Cordillera, las leyendas El pacto del diablo con Ramón
Subercaseaux y La Llorona, e incorpora para sus análisis, estudios referentes a las
leyendas de La Pata del Diablo y de El Puente Colgante. Por lo tanto, considero que con
este trabajo se ha dado un paso adelante, en donde los primeros fueron la transcripción y
la recopilación.
Ahora bien, si no nos basta con relacionar a estos personajes y cuatro leyendas
de nuestra zona, podemos afirmar que la Llorona también escapa del protagonista de otra
de las cuatro versiones que conozco de La Pata del Diablo34, en donde aparece como
protagonista un personaje que ha hecho un pacto con el Diablo. Una mina de oro y una
vasija con un vino interminable son las dos primeras peticiones. La última, antes de
entregar su alma al diablo en forma definitiva es la construcción de un puente en la
Noche de San Juan que le sirva como vía para dejar todas las pertenencias
correspondientes a la época de su pobreza en el otro lado del río. El Diablo accede al
último de sus deseos, pero le resulta difícil cumplir el objetivo porque al comenzar a
trabajar se va encontrando con cruces de madera enterradas en cada lugar que va
siendo escavado, las cuales no cumplen otra función que retrasar la demoniaca tarea
para que el maléfico ser sea sorprendido por la madrugada y no le quede otra opción que
salir arrancando con un impulso que deja la marca de un pie, una huella.
Y si queremos seguir relacionando más leyendas, tenemos La Carreta del
Diablo35, en donde Pedro, quien era dueño de una parcelita en El Melocotón se convirtió
en Don Pedro al hacer un pacto con el diablo. Aquel pidió ser multimillonario y buena
salud, así que una oscura noche esperó a que el maligno personaje pasara con su carreta
por la vía que actualmente se conoce con el nombre de Camino al Volcán para hacerle
tales peticiones a cambio del sometimiento de su alma. Don Pedro nunca contó el origen
de su repentina fortuna y de tanto callar, olvidó el trato, pero treinta años después la
frialdad, la calma y la oscuridad de la noche atrajeron a Don Pedro para que saliera a dar
un paseo en su ostentoso carruaje arrastrado por caballos de fina sangre. Nunca más
regresó y desde aquella vez no se supo más de él. Solo apareció su chupalla en el
carruaje mucho tiempo después en el sector de El Toyo. (Aprovecho para contar que de
este último relato llama mucho la atención la variedad de nombres que aparecen para
referirse al Diablo: “Príncipe de las Tinieblas”, “Luzbel”, “Maligno”, “Señor Oscuro”,
“Satanás”, “Satán” y “Espíritu del Mal”. De las cuales, cuatro denominaciones se suman
a la larga enumeración que ofrece Oreste Plath36).
34
www.identidadesdelmaipo.c/njunqueras/literatura. Texto recopilado por Ernesto Mosqueira
www.identidadesdelmaipo.cl/literatura Texto recopilado por Julio Arancibia O.
36
Plath, Oreste. Op. Cit. p.80.
35
Paciente lector, se nos acaba el espacio. Por lo tanto, me veo en la necesidad de
manifestar a usted el objetivo de este trabajo, el cual no es otro que transformarse en un
aporte para la enseñanza escolar de la Provincia Cordillera, pues entrega análisis e
interpretaciones de leyendas locales que sin el menor inconveniente pueden ser utilizadas
en los colegios de nuestra zona, tanto por docentes como por estudiantes, debido al
lenguaje sencillo que se emplea. De esta manera, no quepa la menor duda, nos
acercaremos a nuestros innumerables personajes y lugares con la penetración
adecuada para conocerlos y reconocernos en ellos, ¿Se imaginan cómo se
complementaría esta información con una salida pedagógica?
Estoy consciente de que un ensayo no necesariamente exige un aparato erudito
con citas y notas a pie de página como el que he expuesto. Pero esto obedece al hecho
de querer entregar las herramientas necesarias para facilitar la difícil labor del docente.
Para finalizar, solo me queda recordar que el título de este ensayo contiene un gerundio.
Esta forma invariable no personal del verbo sirve para nombrar lo que se mantiene en el
tiempo, y esto se debe a que este trabajo está muy lejos de finalizar. Todo lo contrario.
Esto recién comienza. Por tal motivo, no me queda más que invitarlo a que continúe
ensamblando las innumerables leyendas de nuestra querida Provincia Cordillera y a que
visite www.identidadesdelmaipo.cl, página que con mucho cariño estamos construyendo
para usted.
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