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Anuncio
revista digital de talleres literarios
MAYO
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año 1 número 1 JUNIO 2014
INICIO DE
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CUENTOS DE
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TALLERES
REVISTA DIGITAL DE DISTRIBUCIÓN GRATUITA
Frederick Morgan imagen de tapa
The Gleaners
EDITORIAL
SUMARIO
foto de portada .................2
editorial......... ...................3
cuentos de talleristas........4
cine...................................9
talleres en el maM..........10
noticias de la cultura.......11
autores nacionales..........12
autores internacionales...15
día del libro.....................18
rincon de homenajes......20
artes plasticas.................28
EQUIPO EDITORIAL
María Inés Andrade
Sebastián Burgues
Hoy nace la revista digital “esquinaliteraria”.
Las características de esta revista que
tendrán desde principios del mes junio, y
mensualmente, será en formato accesible
a todos, el PDF.
Tendrá páginas fijas con diferente temática:
la editorial, la página de homenaje, el autor del mes, textos de los
integrantes, inéditos o no. Eventos, música, cine y la plástica,
porque creemos que las artes todas, hacen del ser humano un
ser libre y creador.
La literatura, la creación individual y también colectiva de los
talleristas, los eventos literarios, son la prioridad. Sabemos con
certeza que iremos creciendo en directa proporción con el interés
de los lectores. Por eso también en ella podrán encontrar la
página de “Los talleres amigos”, aquí estarán las voces de esos
talleres que conocemos y los que no, que tienen las mismas o
diferentes características y que se irán sumando, porque el
denominador común es el amor por la literatura.
Vemos con agrado el nacimiento y desarrollo de muchos talleres,
la revista nos servirá para ver el crecimiento de esta comunidad,
para conocernos, realizar intercambios y disfrutar más allá de las
ruedas de taller.
Las propuestas de las ramas culturales estarán bien a mano en
la página: esquinaliteraria.tuars.com, allí podrán encontrar los
enlaces para escuchar y ver las propuestas del mes y también un
correo electrónico para comunicarnos.
Es éste un proyecto largamente pensado y soñado, que se ve
concretado en este espacio virtual.
Una revista es una herramienta y esta pretende serlo para todos.
Dejamos abiertas las puertas, pensando que sólo es posible
crecer en unidad y armonía.
Agradecemos a todos los colaboradores, porque ellos también
tienen sus sueños para concretar.
correo de la revista
[email protected]
sitio web
esquinaliteraria.tuars.com
número 1 junio 2014
ESQUINALITERARIA
3
textos
DE TALLERISTAS
VIDA
NIÑAS
Espacio infinito.
Naturaleza,
universo.
Soy luz,
y soy mi hueco.
Fluyen de él,
fe
esperanzas.
Se entremezclan,
energía,
bienestar.
Reflejada como
espejos,
siente.
Carcasa
que avanza.
Naturaleza
poderosa.
Unida
a ese fluir de luz.
Armonía.
Vida.
“Ejemplares raros de diversas nervaduras”
Cristina Peri Rossi
Esas niñas
Pasan por la vida,
Arrastrando
Colcha de retazos
Por ciudades, por soledades.
“ejemplares raros
De diversas nervaduras”
Saltean el juego
Abrazan el amor.
Lilia Carrera
Casona del Parque Posadas
(Una extraña magia en el azul)
2012
Esas niñas
Anónimas
Se potencian
Se convierten
En “mujeres paridoras”
Ganan un nombre
Juegan
Abandonan su soledad
Compartiendo
La colcha de retazos.
Mirta Ron
Taller Esquinas
(Una extraña magia en el azul)
2012
UNA EXTRAÑA MAGIA EN EL AZUL
LIBRO COLECTIVO
EDITORIAL RUMBO
2012
ESQUINALITERARIA
4
textos
DE TALLERISTAS
LA ESPERA
Un día se fue, la dejó sola, sumida en la pena y la tristeza.
Quiso entender las razones, que le quitaron el calor único que le trascendía en una vida
feliz y compartida.
Lo buscó en la brumosa brisa matinal, en el rumor del viento, en la caricia intermitente de
la lluvia, entre las sombras insondables de la noche.
Se le iba la vida en el intento, sin reparar en el inevitable transcurrir del tiempo.
En esa angustiante espera, instalada en una nebulosa emocional, la razón de la sinrazón
le hacía saber que volvería a buscarla.
Llegó la última noche de octubre, en el último tren.
Por la mañana la encontraron. Parecía dormida, una foto amarillenta entre las manos y
en la cara una casi sonrisa inanimada.
El naranjo, amanecido en azahares entró por la ventana, perfumando suavemente la
partida tan deseada.
Nelly Palermo
Casona del Parque Posadas
(Una extraña magia en el azul)
2012
I
La lluvia cae y no la siento
La noche húmeda grita mi nombre
La calle está mojada y me resbalo
Caigo por la pendiente de la noche
Y ese calor y esas dos copas,
Las últimas dos copas de mi vida,
Las últimas dos copas que bebí contigo.
Sebastián Burgues
Taller Esquinas
(Una extraña magia en el azul)
2012
UNA EXTRAÑA MAGIA EN EL AZUL
LIBRO COLECTIVO
EDITORIAL RUMBO
2012
ESQUINALITERARIA
5
textos
DE TALLERISTAS
HOLOGRAMA
Estaba con los cabellos desmadejados y sueltos. Me miró como a través de un espejo,
donde ella misma se reflejaba, pero en otro plano. Yo era su holograma. -Hola, Sofía -la saludéElla estaba con los brazos en jarra, caminando por la linea que unía las baldosas del piso sin
apartarse ni un ápice, y continuó su caminata, sin responderme.
La habitación estaba a media luz como siempre, las persianas bajas, de esta forma no
se veían las rejas infames. No verlas, era mejor, y podía pensar que estaba de vacaciones. En
la libertad, ya dejaría de verlas.
El olor a encierro me negaba el paso; no me dejaba respirar.
A Sofía la conozco desde siempre. Su madre era un ser solitario, siempre conversaba
consigo misma en voz alta, aun en la calle, no se nada de su familia ni quien es su padre. Un
día apareció en el barrio y eso es todo lo que recuerdo.
Todo comenzó para ella el día que murió su madre. Encontraron a Sofía sentada a su
lado mirando hacia la puerta, tomada de su mano, vestida para salir y descalza. Rehusó
ponerse los zapatos, a pesar de que esa mañana estaba helada.
No respondió, cuando se le preguntó -¿Qué le pasó a tu mamá? Solo nos miraba y de a
ratos hablando sola igual que lo hacia su madre -decía-. Solo se murió.
Y aquí está, ¡Es tan joven aún!
Llegó el doctor a verla. Yo aún estaba en el umbral de la puerta no queriendo entrar a la
habitación. Miré alrededor. Solo había allí una vieja silla, una cama de hierro desordenada y
debajo asomaban unos zapatos rojos de niña ¡Aquellos zapatos!
´
-¿Qué pasa, Inés? -me preguntó el doctor- ¡Entra pues! el fuerte olor acre y los ruidos
ocasionados por los otros pacientes eran insoportables, los lloros acongojados, las palabras sin
sentido, hacían que ya no quisiera volver allí.
-A ver Sofía, ¿cómo estás hoy?, le preguntó el galeno con cariño y paciencia, -Aquí
estoy como ve, doctor -respondió Sofía, subiendo y bajando esta escalinata. pero lo único es
que no tiene principio ni fin. ¿Sabe usted por qué?
-No, no lo sé. A ver cuéntame qué te pasa. -Mire doctor. Yo voy subiendo esta larga
escalinata y cuando bajo la mirada cada peldaño es una letra, y en cada descanso, no hay
nada. Quiero bajar y no puedo. No tiene principio ni fin. No se puede...
-Mire Sofía. Usted tiene una idea fija de buscar a Sofía, Sofía es usted, piénselo, esa es
usted. Aquí no hay ninguna escalera con letras, ni sin letras, vamos, quedese quieta, ¿no está
acaso su amiga? Hable con ella, pregúntele...
Usted no entiende, doctor. Soy yo quien está perdida, y me tengo que encontrar. Por eso
busco y busco y sé que si la dejo de buscar la pierdo de vista y me perderé a mi misma.
-Trate de descansar Sofía. Mañana vendré a verle -dijo- y se fue sacudiendo la cabeza.
Ella seguía con su caminata interminable. De pronto se paró delante de mi, y me
preguntó -¿Tú quién eres?, ¿Acaso sabes quién soy? -¡Claro que lo sé! Yo soy Inés y tu eres
Sofía, mi amiga, -¿Pero por qué no me encuentro con ella? Estoy sola en esta escalinata de
letras y no consigo encontrar a Sofía. Si pierdo esta escalera pierdo el alma. Puedo sentirlo.
Tengo que seguir subiendo -decía mientras seguía recorriendo el cuarto de lado a lado,
haciendo equilibrio con las manos para no “caerse de ella”.
ESQUINALITERARIA
6
textos
DE TALLERISTAS
Me puse a llorar, me senté en la única silla destartalada que había, de espaldas a los zapatos. Me
daba terror mirarlos ¿Qué hacían allí? Tenia que pensar con urgencia que hacer. Qué inútil me parecía todo.
Sofía había perdido su pasado, pero tenía quizá aunque fuera un futuro y era finito y se acabaría,
algo había que hacer.
El laberinto estaba instalado allí. Había que encontrar el camino de salida, pero hallarlo cuando tu
corazón te dice que es infranqueable, que no han quedado huellas para el camino de retorno, y que aunque
no las vea, están allí también las rejas y la oscuridad.
Solo había un nombre. ¿Cómo era posible que alguien se busque a si mismo, a través de su nombre,
y que el sea tu propia muralla? No lo podía entender.
Me pare bruscamente. Un segundo de claridad, esa que aparece en la aurora y que no se repite igual
nunca más, atropelló mi mente. Busqué un lápiz. Yo sabía dónde lo tenía guardado. Escribí un nombre en la
paredes con las mismas letras de la escalinata, lo miré varias veces como para fijarlo bien en mi retina. el
nombre era ¡Inés!
Apagué la luz y lo borré a tientas. Ya no tenía que buscarlo más, ¡cómo no me di cuenta antes, de
que para que desapareciera todo sólo debía apagar la luz!
Me recosté en la cama. antes miré a ver si estaban mis zapatos rojos en su lugar. la escalera se
había ido y yo estaba muy cansada. Mañana me los pondría.
Brenda Alzamendi
Casona del Parque Posadas
(Una extraña magia en el azul)
2012
UNA EXTRAÑA MAGIA EN EL AZUL
LIBRO COLECTIVO
EDITORIAL RUMBO
2012
ESQUINALITERARIA
7
taller amigo
Una sección para crear comunidad entre talleres literarios.
Todos los meses tendremos un texto de algún taller amigo.
SE DICE DE MI
Soy una larga serpiente con cara de
cocodrilo. Mis enormes alas se pliegan sobre mis
cuatro patas. Escupo lenguas de fuego.
Habito en pantanos. Hombres y mujeres en
occidente y oriente me veneran hace siglos.
Soy considerada para unos, símbolo de
poder y sabiduría. Para otros una criatura benéfica.
Me acerco a ellos cada vez que me
necesitan. Mi poder radica en transmitir mis dones.
Lamentablemente muy pocas veces lo logro.
Graciela Sujanoff
Taller de Alejandro Camino
y Carmen Galusso
(Bestiario)
2013
BESTIARIO
LIBRO COLECTIVO
EDITORIAL RUMBO
2013
ESQUINALITERARIA
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CINE
EXPRESIONISMO ALEMAN
O LOS ORIGENES DEL TERROR EN EL CINE
A pesar de que existen antecedentes de películas
de terror en el cine mudo, fue el expresionismo
alemán el que delineó los parámetros por los que
se conocería el terror en el futuro. En el cine
expresionista se puede apreciar una influencia
del expresionismo pictórico en la estilización
de los decorados, en los gestos y la
iluminación, fruto, sobre todo, de la influencia
de diseñadores como Walter Reimann. Si el
expresionismo buscaba expresar sentimientos
y emociones por encima de la realidad
objetiva, nada mejor que crear unos decorados
que imposibiliten cualquier referencia a la
realidad. La primera película que se puede
enmarcar en este movimiento es El gabinete del
doctor Caligari de 1919, pero sin duda la obra más
significativa del período es Nosferatu, de Murnau,
que debido a que no pudo hacerse con los
derechos de la novela Dracula, que en ese
momento todavía estaban en manos de la familia
del autor, tuvo que cambiar tanto los nombres de
los personajes como el escenario en que se
desarrolla la acción. Sin embargo logró dar vida al
único vampiro capaz de rivalizar en fama con el
de Bram Stoker. En el año 2010 se logró
recuperar una copia perdida de Metropolis en la
Argentina, perteneciente a una colección privada,
y gracias a eso se pudo exhibir en las salas una
versión restaurada de casi dos horas, hasta ahora
inédita. Recomiendo ver el documental Metropolis
refundada, donde se narra ese hecho.
ESQUINALITERARIA
OBRAS DESTACADAS
DEL IMPRESIONISMO
El gabinete del doctor Caligari - 1919
Nosferatu - 1922
La brujería a través de los tiempos - 1922
El hombre de las figuras de cera - 1924
Metropolis - 1926
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TALLERES LITERARIOS EN EL MAM
17 DE MAYO
El sábado 17 de mayo comenzó
el ciclo 2014 de la actividad de
talleres literarios en el Marcado
Agrícola de Montevideo,
convocada por el taller Ruben
D’Alba coordinado por Lauro
Marauda. Los primeros talleres
invitados fueron los de María
Inés Andrade y los de Alejandro
Camino y Carmen Galusso.
Como siempre los talleristas
leyeron textos de su creación, y
además disfrutamos de la música
tradicional de nuestro país, el
tango.
Este año la actividad es el tercer
y cuarto sábado de cada mes en
la sala Quijote ubicada en el
subsuelo del mercado.
ESQUINALITERARIA
El remodelado mercado agrícola
es un lugar muy recomendable
tanto como centro comercial
como para pasear con la familia.
Ofrece gran variedad de locales
de todo tipo de productos, una
extensa plaza de comidas, y
además allí se realizan diversas
actividades culturales.
Para más información se puede
visitar el sitio web
www.mam.com.uy.
10
NOTICIAS
DE LA CULTURA
TEATRO
Marie Christine Barrault en el Solís
Una visita de lujo: Marie Christine Barrault, actriz francesa, sobrina de los
célebres actores Jean-Louis Barrault y Madeleine Renaud, se presentará
en Uruguay junto a la pianista Marcela Roggeri, en un singular concierto
lectura, a beneficio del Hospital Maciel.
Miércoles 18 de junio a las 20:30 horas
danza
Ópera hecha danza
Con coreografía de Walter Matteini, la compañía de danza italiana llega a
Uruguay para ofrecer la historia del hijo de "Madame Butterfly”.
Teatro Solís el sábado 7 y domingo 8 de junio a las 20.30 horas.
cine
El Ballet del Sodre retratado en "Avant"
La película uruguaya Avant tendrá su estreno mundial en Barcelona. El
filme del director Juan Álvarez Neme, protagonizado por Julio Bocca y
el Ballet Nacional del Sodre, tendrá su estreno en el marco del Festival
Internacional de cine Documental DocsBarcelona.
Se discute solución a la alternativa de
distribución digital
Se dio a conocer en Presidencia el plan de trabajo del
Compromiso Audiovisual previsto para el período 2015 2020 y que busca atender a seis puntos clave de la
producción nacional en ese campo: la formación técnicoprofesional, la salvaguarda del patrimonio audiovisual, la
producción, la formación de públicos, el posicionamiento
internacional y la ampliación de mercados y, por último,
la distribución, exhibición y circulación de contenidos.
Homenaje a José Gervasio Artigas en El
Vaticano
La celebración es doble. Por un lado, se
adelanta la fecha del 19 de junio, cuando se
cumplirán 250 años del natalicio del prócer de
la patria Oriental. Con ese motivo, la embajada
de Uruguay ante la Santa Sede decidió honrar
la memoria de Artigas 6 de junio.
Alumnos de la Escuela Nacional de Danza bailaron con Drexler
Jorge Drexler convocó a casi 4 mil personas en las dos funciones que realizó en el Auditorio Nacional del Sodre, embarcado en
la gira de presentación de Bailar en la cueva. El cantautor invitó a su público a moverse y sorprendió una vez más.
ESQUINALITERARIA
11
Para escuchar poemas de Mario Benedetti leídos por él mismo ingrese en nuestra web esquinaliteraria.tuars.com palabra clave benedetti
rincon de autores
NACIONALES
Este mes recordamos a
Mario Benedetti a cinco
años de su muerte.
BREVE BIOGRAFIA
Nacio en Paso de los Toros el 14 de setiembre
de 1920. A sus dos años la familia se trasladó a
Tacuarembó, y poco después a Montevideo.
Estudió la primaria en la Deutsche Schule y
aprendió alemán. Cursó parte de la secundaria
en el liceo Miranda, pero la terminó como alumno
libre. Estudió taquigrafia y fue el primer traductor
de Kafka en el país. Se formó como periodista en
el semanario Marcha. Se casó con Luz López
Alegre, fallecida en el año 2006.
Mario Benedetti fallece el 17 de mayo de 2009
en su casa de Montevideo.
DE SU OBRA
Desde 1968 a 1971 dirigió el Centro de
Investigaciones Literarias, de la Casa de las
Américas, en La Habana, y además integró el
Consejo de Dirección de esa misma Institución.
De 1971 a 1973 dirigió el Departamento de
Literatura Hispanoamericana, en la Facultad de
Humanidades y Ciencias de Montevideo. En
1973 a raíz del golpe militar renunció a este
último cargo y debió abandonar el país por
razones políticas. Etapas de sus doce años de
exilio fueron Argentina, Perú, Cuba y España. A
partir de 1985, con el restablecimiento de la
democracia en su país residió una parte del año
en Montevideo y otra en Madrid.
Ha publicado más de 80 libros con más de 1200
ediciones y ha sido traducido a más de 25
lenguas. Su obra aborda diversos géneros:
ESQUINALITERARIA
poesía, cuento,
novela, ensayo
y crítica literaria.
Como humorista
publicó
numerosas
crónicas bajo el
seudónimo
Damocles,
primero en
Marcha y luego
en la revista Peloduro. Ha escrito además
numerosas letras de canciones, reunidas en el
volumen Canciones del Más Acá (1988) e
incorporadas al repertorio de más de cuarenta
cantantes, entre los que figuran Joan Manuel
Serrat, Nacha Guevara, Los Olimareños, Daniel
Viglietti, Alfredo Zitarrosa, Pablo Milanés,
Soledad Bravo, Amparo Ochoa, Laura Canoura,
Rosa León, los Gambino, Eduardo Darnauchans,
Adriana Varela, Numa Moraes, Tania Libertad,
Marilina Ross, etc. El recital A dos voces, de
canto (Daniel Viglietti) y poesía (Mario Benedetti)
ha sido presentado en veinte ciudades de
América Latina y Europa.
Ha integrado jurados de cine en los festivales
internacionales de La Habana, San Sebastián y
Valladolid, y de literatura en Uruguay, Argentina,
Cuba, México, Ecuador, Panamá y España.
El Consejo de Estado de Cuba le otorgó en 1982
la Orden Félix Varela y en 1989 la medalla
Haydée Santamaría. En 1987, Amnistía
Internacional confirió en Bruselas el Premio
Llama de Oro a su novela Primavera con una
esquina rota, y en 1995 le fue otorgada en Chile
la medalla Gabriela Mistral, así como en 2005 la
medalla Pablo Neruda. En 1996 obtuvo en
Uruguay el Premio Especial Bartolomé Hidalgo a
su obra ensayística. En 1993 la Universidad de
Buenos Aires lo designó Profesor Honorario, y en
1996 en Uruguay le fue otorgado el título de
12
rincon de autores
NACIONALES
Profesor Emérito en la Facultad de Humanidades
y Ciencias. En 1997 fue nombrado Doctor Honoris
Causa por las Universidades de Alicante,
Valladolid y La Habana, y en el 2004 recibió igual
distinción de la Universidad de la República en
Montevideo. En 1999 le fue otorgado en España
el VIII Premio Reina Sofía de Poesía
Iberoamericana. En el mismo año, en Uruguay, el
Ministerio de Educación y Cultura le otorgó
(conjuntamente con el narrador Julio da Rosa) el
Gran Premio Nacional a la Actividad Intelectual.
En 1999 la Cámara de Representantes de
Colombia le otorgó la Orden de la Democracia en
el grado Gran Cruz. En el año 2005 le fue
otorgado en Santander, España, el Premio
Internacional Menéndez Pelayo. Recibió el Premio
Alba en la categoría Letras y la Orden Francisco
de Miranda Primera Clase por parte del Gobierno
Bolivariano de Venezuela en 2007, y en 2008 el
Doctorado Honoris Causa de la Universidad de
Córdoba, Argentina.
Algunas veces en compañía de su mujer y en
otras ocasiones en forma individual emprendió
numerosos viajes, que incluyen países como
España, Francia, Alemania, Suiza, Dinamarca,
Noruega, Suecia, Bélgica, Gran Bretaña, Austria,
Finlandia, Italia, Grecia, Portugal, Unión Soviética,
Bulgaria, Egipto, Estados Unidos, Argentina,
Cuba, México, Nicaragua, Brasil, Chile, Ecuador,
Colombia, Venezuela, Perú, Panamá y Costa
Rica.
BENEDETTI
EN FRASES
“
Después de todo
la muerte es sólo
un síntoma de
que hubo vida
La mariposa
recordará
por siempre
que fue gusano
ESQUINALITERARIA
En los últimos días sus restos fueron
trasladados junto con los de su esposa al
Cementerio Central.
Los restos de Mario Benedetti fueron trasladados
el jueves 29 de mayo desde el Panteón Nacional
al nicho 148 del Cementerio Central junto a los de
su esposa Luz López Alegre, un pedido que había
realizado el propio literato, quien siempre expresó
que quería descansar junto a su esposa.
“Nos parece que, por encima de cualquier
concepto filosófico o religioso, es conjurar de
algún modo a la muerte, un gesto de infinitud,
de simbólica continuidad del hondo
sentimiento que unió por seis décadas a Luz y
Mario”, expresó el cantautor Daniel Viglietti.
“Estamos aquí como Fundación cumpliendo
este deseo de reunir las dos amorosas
mitades”, señaló el cantautor.
Viglietti, en representación la Fundación Mario
Benedetti, el director nacional de Cultura, Hugo
Achugar, y la intendenta de Montevideo, Ana
Olivera, participaron del traslado de los restos del
escritor uruguayo y de su esposa Luz López
Alegre.
Para más información visitar
www.fundacionmariobenedetti.org
Cinco minutos
bastan para
soñar toda una
vida, así de
relativo es el
tiempo.
Yo no sé si
Dios existe,
pero si existe,
sé que no le
va a molestar
mi duda.
Cuando creíamos
que teníamos todas
las respuestas, de
pronto, cambiaron
todas las preguntas.
13
rincon de autores
ALGUNOS POEMAS DE MARIO BENEDETTI
NACIONALES
Botella al mar
Defensa de la alegría
El mar es un azar
¡Qué tentación echar una botella al mar!
Defender la alegría como una trinchera
Defenderla del escándalo y la rutina
De la miseria y los miserables
De las ausencias transitorias
Y las definitivas
Defender la alegría como un principio
Defenderla del pasmo y las pesadillas
De los neutrales y de los neutrones
De las dulces infamias
Y los graves diagnósticos
Defender la alegría como una bandera
Defenderla del rayo y la melancolía
De los ingenuos y de los canallas
De la retórica y los paros cardíacos
De las endemias y las academias
Defender la alegría como un destino
Defenderla del fuego y de los bomberos
De los suicidas y los homicidas
De las vacaciones y del agobio
De la obligación de estar alegres
Defender la alegría como una certeza
Defenderla del óxido y de la roña
De la famosa pátina del tiempo
Del relente y del oportunismo
De los proxenetas de la risa
Defender la alegría como un derecho
Defenderla de Dios y del invierno
De las mayúsculas y de la muerte
De los apellidos y las lástimas
Del azar
Y también de la alegría.
Poner en ella por ejemplo
un grillo, un barco sin velamen, y una espiga
sobrantes de lujuria, algún milagro
Y un folio rebosante de noticias
Poner un verde, un duelo, una proclama,
dos rezos, y una cábala indecisa
El cable que jamás llegó a destino
Y la esperanza pródiga y cautiva
El mar es un azar
¡Qué tentación echar una botella al mar!
Poner en ella por ejemplo un tango
que enumerara todos los pretextos
para apiadarse a solas de uno mismo
y quedarse en el borde de otro sueño
Poner promesas como sobresaltos
Y el poquito de sol que da el invierno
y un olvido flamante y oneroso
y el rencor que nos sigue como un perro
El mar es un azar
¡Qué tentación echar una botella al mar!
Poner en ella por ejemplo un naipe,
un afiche de Dios, el de costumbre,
el tímpano banal del horizonte
el reino de los cielos y las nubes
Poner recortes de un asombro inútil,
un lindo vaticinio de agua dulce
una noche de rayos y centellas
y el saldo de veranos y de azules
El mar es un azar
¡Qué tentación echar una botella al mar!
Pero en esta botella navegante,
sólo pondré mis versos en desorden
en la espera confiada de que un día
llegue a una playa cándida y salobre
y un niño la descubra y la destape
y en lugar de estos versos halle flores
y alertas y corales y baladas
Y piedritas del mar y caracoles
El mar es un azar
¡Qué tentación echar una botella al mar!
ESQUINALITERARIA
Enamorarse y no
Cuando uno se enamora las cuadrillas
Del tiempo hacen escala en el olvido
La desdicha se llena de milagros
El miedo se convierte en osadía
Y la muerte no sale de su cueva
Enamorarse es un presagio gratis
Una ventana abierta al árbol nuevo
Una proeza de los sentimientos
Una bonanza casi insoportable
Y un ejercicio contra el infortunio
Por el contrario desenamorarse
Es ver el cuerpo como es y no
Como la otra mirada lo inventaba
Es regresar más pobre al viejo enigma
Y dar con la tristeza en el espejo.
14
Para ver el corto “Ladrón de sábado” basado en el cuento de García Márquez ingrese en nuestra web esquinaliteraria.tuars.com palabra clave garciamarquez
rincon de autores
INTERNACIONALES
En este primer número
recordamos a Gabriel
García Márquez a pocos
días de su fallecimiento.
Gabriel José García Márquez nació en
Aracataca (Colombia) en 1927. Cursó estudios
secundarios en San José a partir de 1940 y
finalizó su bachillerato en el Colegio Liceo de
Zipaquirá, el 12 de diciembre de 1946. Se
matriculó en la Facultad de Derecho de la
Universidad Nacional de Cartagena el 25 de
febrero de 1947, aunque sin mostrar excesivo
interés por los estudios. Su amistad con el
médico y escritor Manuel Zapata Olivella le
permitió acceder al periodismo. Inmediatamente
después del "Bogotazo" (el asesinato del
dirigente liberal Jorge Eliécer Gaitán en Bogotá,
las posteriores manifestaciones y la brutal
represión de las mismas), comenzaron sus
colaboraciones en el periódico liberal El
Universal, que había sido fundado el mes de
marzo de ese mismo año por Domingo López
Escauriaza.
Había comenzado su carrera profesional
trabajando desde joven para periódicos locales;
más tarde residiría en Francia, México y
España. En Italia fue alumno del Centro
experimental de cinematografía. Durante su
estancia en Sucre (donde había acudido por
motivos de salud), entró en contacto con el
grupo de intelectuales de Barranquilla, entre los
que se contaba Ramón Vinyes, ex propietario de
una librería que habría de tener una notable
influencia en la vida intelectual de los años
1910-20, y a quien se le conocía con el apodo
de "el Catalán" -el mismo que aparecerá en las
últimas páginas de la obra más célebre del
escritor, Cien años de soledad (1967). Desde
1953 colabora en el periódico de Barranquilla El
ESQUINALITERARIA
nacional: sus
columnas revelan
una constante
preocupación
expresiva y una
acendrada
vocación de estilo
que refleja, como
él mismo
confesará, la
influencia de las
greguerías de Ramón Gómez de la Serna. Su
carrera de escritor comenzó con una novela
breve, que evidencia la fuerte influencia del
escritor norteamericano William Faulkner: La
hojarasca (1955). La acción transcurre entre
1903 y 1928 (fecha del nacimiento del autor) en
Macondo, mítico y legendario pueblo creado por
García Márquez. En 1961 publicó El coronel no
tiene quien le escriba, relato en que aparecen ya
los temas recurrentes. En 1962 reunió algunos
sus cuentos bajo el título de Los funerales de
Mamá Grande, y publicó su novela La mala
hora. Muchos de los elementos de sus relatos
cobran un interés inusitado al ser integrados en
Cien años de soledad. En la que Márquez
edifica y da vida al pueblo mítico de Macondo (y
la legendaria estirpe de los Buendía): un
territorio imaginario donde lo inverosímil y
mágico no es menos real que lo cotidiano y
lógico; este es el postulado básico de lo que
después sería conocido como realismo mágico.
Se ha dicho muchas veces que, en el fondo, se
trata de una gran saga americana. En suma,
una síntesis novelada de la historia de las tierras
latinoamericanas. En un plano aún más amplio
puede verse como una parábola de cualquier
civilización, de su nacimiento a su ocaso.
Tras este libro, el autor publicó la que, en sus
propias palabras, constituiría su novela
preferida: El otoño del patriarca (1975), al que
seguiría el libro de cuentos La increíble historia
de la cándida Eréndira y de su abuela
desalmada (1977), y Crónica de una muerte
15
rincon de autores
INTERNACIONALES
anunciada (1981).
OBRA DE GABRIEL
GARCIA MARQUEZ
El amor en los tiempos del cólera, se publicó en
1987.
En 1982 se le otorgó el Premio Nobel de
Literatura.
Una vez concluida su anterior novela vuelve al
reportaje con Miguel Littin, clandestino en Chile
(1986), escribe un texto teatral, Diatriba de amor
para un hombre sentado (1987), y recupera el
tema del dictador latinoamericano en El general
en su laberinto (1989), e incluso agrupa algunos
relatos desperdigados bajo el título Doce cuentos
peregrinos (1992). Del amor y otros demonios
(1994) y Noticia de un secuestro (1997). En 2002,
García Márquez publicó el libro de memorias Vivir
para contarla, el primero de los tres volúmenes de
sus memorias. La novela, Memoria de mis putas
tristes, apareció en 2004.
En 2007, la Real Academia Española y la
Asociación de Academias de la Lengua Española
lanzaron una edición popular conmemorativa Cien
años de soledad.
Murió el 17 de abril de 2014.
GARCIA MARQUEZ EN FRASES
La memoria del corazón
elimina los malos
recuerdos y magnifica
los buenos, y gracias a
ese artificio, logramos
sobrellevar el pasado.
El día que la
mierda tenga
algún valor, los
pobres nacerán
sin culo.
ESQUINALITERARIA
1955.- “La hojarasca”
1961.- “El coronel no tiene quien le escriba”
1962.- “La mala hora”
1962.- “Los funerales de la Mamá Grande”
1967.- “Cien años de soledad”
1968.- “Isabel viendo llover en Macondo”
1968.- “La novela en América Latina: Diálogo” (junto a M. Vargas Llosa)
1970.- “Relato de un náufrago”
1972.- “La increíble y triste historia de la cándida Eréndira
y de su abuela desalmada”
1972.- “Ojos de perro azul”
1972.- “El negro que hizo esperar a los ángeles”
1973.- “Cuando era feliz e indocumentado”
1974.- “Chile, el golpe y los gringos”
1975.- “El otoño del patriarca”
1975.- “Todos los cuentos de Gabriel García Márquez: 1947-1972”
1976.- “Crónicas y reportajes”
1977.- “Operación Carlota”
1978.- “Periodismo militante”
1978.- “De viaje por los países socialistas”
1978.- “La tigra”
1981.- “Crónica de una muerte anunciada”
1981.- “Obra periodística”
1981.- “El verano feliz de la señora Forbes”
1981.- “El rastro de tu sangre en la nieve”
1982.- “El secuestro: Guión cinematográfico”
1982.- “Viva Sandino”
1985.- “El amor en los tiempos del cólera”
1986.- “La aventura de Miguel Littín, clandestino en Chile”
1987.- “Diatriba de amor contra un hombre sentado:
monólogo en un acto”
1989.- “El general en su laberinto”
1990.- “Notas de prensa, 1961-1984”
1992.- “Doce cuentos peregrinos”
1994.- “Del amor y otros demonios”
1995.- “Cómo se cuenta un cuento”
1995.- “Me alquilo para soñar”
1996.- “Noticia de un secuestro”
1996 – “Por un país al alcance de los niños”
1998.- “La bendita manía de contar”
1999.- “Por la libre: obra periodística (1974-1995)"
2002.- “Vivir para contarla”
2004.- “Memoria de mis putas tristes”
2010 – “Yo no vengo a decir un discurso”
Me desconcierta
tanto pensar que
Dios existe, como
que no existe.
El secreto de
una buena vejez
no es otra cosa
que un pacto honrado
con la soledad.
“
La sabiduría
nos llega cuando
ya no nos sirve de nada.
16
rincon de autores
INTERNACIONALES
Ladrón de sábado
Cuento completo.
Hugo, un ladrón que sólo roba los fines de
semana, entra en una casa un sábado por la
noche. Ana, la dueña, una treintañera guapa e
insomne empedernida, lo descubre in fraganti.
Amenazada con la pistola, la mujer le entrega
todas las joyas y cosas de valor, y le pide que no
se acerque a Pauli, su niña de tres años. Sin
embargo, la niña lo ve, y él la conquista con
algunos trucos de magia. Hugo piensa: «¿Por qué
irse tan pronto, si se está tan bien aquí?» Podría
quedarse todo el fin de semana y gozar
plenamente la situación, pues el marido -lo sabe
porque los ha espiado- no regresa de su viaje de
negocios hasta el domingo en la noche. El ladrón
no lo piensa mucho: se pone los pantalones del
señor de la casa y le pide a Ana que cocine para
él, que saque el vino de la cava y que ponga algo
de música para cenar, porque sin música no
puede vivir.
A Ana, preocupada por Pauli, mientras prepara la
cena se le ocurre algo para sacar al tipo de su
casa. Pero no puede hacer gran cosa porque
Hugo cortó los cables del teléfono, la casa está
muy alejada, es de noche y nadie va a llegar. Ana
decide poner una pastilla para dormir en la copa
de Hugo. Durante la cena, el ladrón, que entre
semana es velador de un banco, descubre que
Ana es la conductora de su programa favorito de
radio, el programa de música popular que oye
todas las noches, sin falta. Hugo es su gran
admirador y. mientras escuchan al gran Benny
cantando Cómo fue en un casete, hablan sobre
música y músicos. Ana se arrepiente de dormirlo
pues Hugo se comporta tranquilamente y no tiene
intenciones de lastimarla ni violentarla, pero ya es
tarde porque el somnífero ya está en la copa y el
ladrón la bebe toda muy contento. Sin embargo,
ha habido una equivocación, y quien ha tomado la
ESQUINALITERARIA
copa con la pastilla es ella. Ana se queda dormida
en un dos por tres.
A la mañana siguiente Ana despierta
completamente vestida y muy bien tapada con
una cobija, en su recámara. En el jardín, Hugo y
Pauli juegan, ya que han terminado de hacer el
desayuno. Ana se sorprende de lo bien que se
llevan. Además, le encanta cómo cocina ese
ladrón que, a fin de cuentas, es bastante atractivo.
Ana empieza a sentir una extraña felicidad.
En esos momentos una amiga pasa para invitarla
a comer. Hugo se pone nervioso pero Ana inventa
que la niña está enferma y la despide de
inmediato. Así los tres se quedan juntitos en casa
a disfrutar del domingo. Hugo repara las ventanas
y el teléfono que descompuso la noche anterior,
mientras silba. Ana se entera de que él baila muy
bien el danzón, baile que a ella le encanta pero
que nunca puede practicar con nadie. Él le
propone que bailen una pieza y se acoplan de tal
manera que bailan hasta ya entrada la tarde. Pauli
los observa, aplaude y, finalmente se queda
dormida. Rendidos, terminan tirados en un sillón
de la sala.
Para entonces ya se les fue el santo al cielo, pues
es hora de que el marido regrese. Aunque Ana se
resiste, Hugo le devuelve casi todo lo que había
robado, le da algunos consejos para que no se
metan en su casa los ladrones, y se despide de
las dos mujeres con no poca tristeza. Ana lo mira
alejarse. Hugo está por desaparecer y ella lo
llama a voces. Cuando regresa le dice, mirándole
muy fijo a los ojos, que el próximo fin de semana
su esposo va a volver a salir de viaje. El ladrón de
sábado se va feliz, bailando por las calles del
barrio, mientras anochece.
FIN
Gabriel García Márquez 1972
17
DIA DEL LIBRO
26 DE MAYO
El 26 de Mayo se celebra en el Uruguay el “Día
del libro”, por ser el aniversario de la apertura
pública de la Biblioteca Nacional.
El 4 de agosto de 1815, el presbítero Dámaso Antonio Larrañaga
envió una carta al Cabildo en la cual proponía suplir con buenos
libros la falta de maestros e instituciones.
Planteó la necesidad de crear una biblioteca pública donde
pudiesen concurrir nuestros jóvenes, y todos aquellos que
quisieran acceder al saber.
Cabildo de Montevideo
El propio Larrañaga se ofrecía para desempeñar la función de
director, y solicitaba un edificio para instalarla, a lo que responde
José Artigas: "...yo jamás dejaría de poner el sello de mi
aprobación a cualquier obra que en su objetivo llevase esculpido el
título de la pública felicidad. Conozco las ventajas de una biblioteca
pública y espero que V.S. cooperará con el esfuerzo e influjo a
perfeccionarla coadyuvando los heroicos esfuerzos de tan
virtuosos ciudadano...".
José Gervasio Artigas, nuestro héroe, quien se hallaba en el
Campamento de Purificación, cursó una nota fechada el 12 de
agosto de 1815 al Cabildo.
En la misiva daba el visto bueno para que se procediera a la
creación de aquella primera Biblioteca Pública.
El 28 de agosto del mismo año, Artigas le escribió a Larrañaga
transmitiéndole su convencimiento sobre la utilidad de la iniciativa:
"...y su esperanza de que el Cabildo continuará con cuanto Ud.
juzgue necesario para su mejor adorno y pronto arreglo."
quien legó un importante acervo bibliográfico. A esta donación se
sumaron los libros aportados por José Raimundo Guerra, los
padres franciscanos y el donativo del propio Larrañaga quien ya
poseía en aquella época una vasta colección.
La primera Biblioteca Pública fue instalada en los altos del fuerte
de Montevideo, actual Plaza Zabala. El presbítero Larrañaga en su
carácter de director, pronunció la "Oración Inaugural", donde
expresó: Fuerte de Montevideo. Primer edificio de la primera
Biblioteca Nacional
"Una biblioteca no es otra cosa que un domicilio o ilustre asamblea
en que se reúnen, como de asiento, todos los más sublimes
ingenios del orbe literario o por mejor decir, el foco en que se
reconcentran las luces más brillantes que se han esparcido por los
sabios de todos los países y de todos los tiempos. Estas luces son
las que el ilustrado y el Gobierno vienen a hacer comunes a sus
conciudadanos."
Artigas, sensible a la repercusión pública del hecho, dispuso que el
30 de mayo el santo y seña de su ejército en Purificación fuera:
"Sean los orientales tan ilustrados como valientes".
Un aporte interesante para dotar de libros a la nueva biblioteca,
llegó a través del legado del presbítero José Manuel Pérez
Castellano, ilustre ciudadano fallecido el 5 de setiembre de 1815,
FERIAS DEL LIBRO EN URUGUAY
FERIA DEL LIBRO – COLONIA
Fecha: 30 de Julio de 2014 AL 2 de Agosto de 2014
FERIA DEL LIBRO – SAN JOSÉ
Fecha: 8 al 14 de setiembre 2014
FERIA DEL LIBRO – DURAZNO
Fecha: 18 al 21 de setiembre de 2014
14ª FERIA DEL LIBRO INFANTIL Y JUVENIL
FERIA DEL LIBRO – FLORIDA
Fecha: 26 de mayo al 8 de junio de 2014.
Fecha: 6 al 9 de noviembre de 2014
FERIA DEL LIBRO – RIVERA
37ª FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE MONTEVIDEO
Fecha: 13 al 16 de noviembre 2014
Fecha: 1º al 12 de octubre de 2014.
ESQUINALITERARIA
18
DIA DEL LIBRO
26 DE MAYO
Los uruguayos festejamos el día del libro al conmemorar la creación de la Biblioteca
Nacional el 26 de mayo. Por lo tanto durante todo el mes, hay jornadas que hacen
referencia y que tienen como protagonista al libro. Nosotros como talleres de literatura
lo festejamos en La Casona del Parque Posadas, el pasado 23 de mayo. Cómo siempre
la casa se vistió de fiesta esta vez, para deleitarnos con Malva Postiglione y Sebastián
Nabón en lo que llamaron “En voz baja”. Malva Postiglione, narradora oral, con una
voz impresionante, conmovedora, nos acercó al escritor gallego Manuel Rivas. La
guitarra de Sebastián Nabón, acompañó las narraciones, con música creada para el
espectáculo, que fue de una delicadeza y sentir tan profundo que hicieron que el evento
movilizara todos los sentidos. Intercalando con los textos, ambos, nos deleitaron con
solos de piano y guitarra, acercándonos al músico uruguayo Eduardo Fabini.
Salimos conmovidos y gratificados por el trabajo de dos grandes artistas, músicos y
narradores. Aplaudimos también, la hermosa selección de cuentos de Manuel Rivas.
ESQUINALITERARIA
19
Para ver más textos, entrevistas y videos de Juan Carlos Onetti ingrese en nuestra web esquinaliteraria.tuars.com palabra clave onetti
rincon de homenajes
JUAN CARLOS ONETTI
El 30 de mayo se cumplieron veinte
años del fallecimiento de Juan Carlos
Onetti, en medio de múltiples
homenajes en todo el mundo, excepto
en Uruguay, donde no se realizó ningún
acto oficial.
Onetti nació en Montevideo el 1º de julio
de 1909, y murió en Madrid el 30 de mayo
de 1994.
Y es en Madrid justamente donde más
se lo recuerda.
En España hay más gente atenta al
calendario. El 2014 ha sido proclamado el
Año Onetti, y las actividades dieron
comienzo el 22 de enero en el Centro de
Arte Moderno de Madrid con una mesa
redonda en la que participaron Juan Cruz
Ruiz, Eduardo Becerra y Ernesto Pérez
Zúñiga. En el mismo lugar hubo el 20 de
febrero una lectura de textos de Onetti a
cargo de la actriz Hilda Fuchs y también se
oyó la voz del autor leyendo Bienvenido
Bob. Más cerca hubo proyecciones de
films basados en el escritor (El astillero, El
infierno tan temido).
BIOGRAFIA
Onetti nació en Montevideo el 1º de julio de 1909,
y murió en Madrid el 30 de mayo de 1994.
ESQUINALITERARIA
Tras crecer en un ambiente en el que no terminó
los estudios secundarios y en el que tuvo que
trabajar en diferentes oficios, Onetti viajó a
Buenos Aires en 1930, al casarse con su primera
esposa. Una vez en Argentina comenzó a publicar
críticas de cine y a colaborar en revistas.
Tras su divorcio, Onetti regresa a Uruguay,
aunque viaja de manera regular a Argentina,
donde mantiene buenas relaciones. Durante estos
años Onetti no deja de escribir pese a que no
encuentra facilidades para publicar. En 1936 trata,
sin éxito, de alistarse en las Brigadas
Internacionales para participar en la Guerra Civil
española.
20
rincon de homenajes
A partir de 1939 comienza a trabajar para la
revista Marcha y publica su primer libro, El pozo
(1939). En 1941 pasa a formar parte de la Agencia
Reuters y en 1950 publica La vida breve,
considerada su mejor novela, libro fundacional de
Santa María.
En 1975 decide fijar su residencia en Madrid
alejándose de la dictadura militar instaurada en
Uruguay. Sigue escribiendo y en 1980 es
propuesto al Premio Nobel de Literatura. Ese
mismo año recibe el más alto galardón de las
letras hispanas: el Premio Cervantes. Además
cosechó otros premios, como el Nacional de
Literatura de Uruguay o el de la Crítica de
Narrativa.
En 1993 se publicó su última novela: Cuando ya
no importa, en la que cierra el universo creado
alrededor de Santa María.
Por eso nosotros desde este espacio
queremos recordar al que Cortázar llamó "el
más grande novelista latinoamericano" como
seguramente le hubiera gustado que lo
recordaran, a través de su obra.
La araucaria
Cuento completo.
El padre Larsen bajó de la mula cuando esta se
negó a trepar por la calle empinada del villorrio.
Vestía una sotana que había sido negra y ahora
se inclinaba decidida a un verde botella, hijo de
los años y de la indiferencia. Continuó a pie,
deteniéndose cada media cuadra para respirar
con la boca entreabierta y diciéndose que debía
dejar de fumar. Con la pequeña maleta negra que
contenía lo necesario para salvar las almas que
estaban a punto de apartarse del cuerpo y huir del
sufrimiento y la inmediata podredumbre. No lo
precedía un monaguillo con una campanilla, nadie
agitaba una vinagrera, nadie rezaba, salvo él
durante cada descanso.
ESQUINALITERARIA
OBRA DE JUAN CARLOS ONETTI
Santa María 2010
Cuentos, artículos y miscelánea 2009
Cuentos completos 2003 (2008)
Confesiones de un lector 1995
Cuando ya no importe 1993 (2009)
Obra selecta 1989
Cuando entonces 1987
Presencia y otros cuentos 1986
Dejemos hablar al viento 1979
Réquiem por Faulkner 1975
Tiempo de abrazar 1974
La muerte y la niña 1973
Obras completas 1970
La novia robada y otros cuentos 1968 (2009)
Las máscaras del amor 1968
Novelas cortas completas 1968
Juntacadáveres 1964 (2001)
Tan triste como ella 1963 (2002)
El infierno tan temido y otros cuentos 1962
El astillero 1961 (2009)
La cara de la desgracia 1960
Para una tumba sin nombre 1959
Los adioses 1954 (2003)
Un sueño realizado y otros cuentos 1951
La vida breve 1950 (2006)
Para esta noche 1943
Tierra de nadie 1941
El pozo 1939
La pequeña casa pintada de un sucio blanco
estaba emparedada por otras dos, casi iguales, y
las tres se abrían al camino de tierra dura por
puertas hostiles y estrechas.
Le abrió un hombre de años indiscernibles, con
alpargatas y bombachones blancos. Se persignó y
dijo:
-Por aquí, padre.
Larsen sintió la frescura de la pieza encalada y
casi olvidó el sol agresivo de las calles mal
hechas.
Ahora estaba en una habitación pobre de
muebles, en una cama matrimonial una mujer se
retorcía y variaba del llanto a la risa desafiante.
21
rincon de homenajes
Después llegaron palabras, frases
incomprensibles que atravesaban el silencio, la
momentánea quietud del sol, buscando llegar a
las sombras que se habían aproximado.
Un silencio, un mal olor persistente, y de pronto
la mujer agonizante trató de levantar la cabeza;
lloraba y reía. Se aquietó y dijo:
-Quiero saber si usted es cura.
Larsen paseó las manos por la sotana, para
mostrarla, para saber él mismo que seguía
enfundado en ella, Mostró al aire -porque ella
tenía muy abiertos los ojos y solo miraba la
pared blanca opuesta a su muerte- mostró
estampas de bruscos colores desleídos,
medallas pequeñas de plomo, achatadas por los
años, serenas algunas, trágicas otras con
desnudos corazones asomando exagerados en
pechos abiertos.
Y de pronto la mujer gritó el principio de la
confesión salvadora. El padre Larsen la recuerda
así:
-Con mi hermano desde mis trece años, él era
mayor, jodíamos toda la tarde de primavera y
verano al lado de la acequia debajo de la
araucaria y solo Dios sabe quién empezó o si
nos vino la inspiración en conjunto. Y jodíamos y
jodíamos porque, aunque tenga cara de santo,
termina y vuelve y no se cansa nunca, y dígame
qué más quería yo.
El hermano se apartó de la pared, dijo no con la
cabeza y adelantó una mano hacia la boca de su
hermana, pero el cura lo detuvo y susurró:
-Déjala mentir, deja que se alivie. Dios escucha y
juzga.
inevitables en el poblacho despojado de
hombres que se llevó la guerra o la miseria; pero
tal vez ninguno tan tenaz y reiterado, casi
matrimonial. Quería saber más y murmuró
convincente: "es la vida, el mundo, la carne, hija
mía".
Ahora ella volvía a dilatar los ojos perdiéndose
en la pausa protectora de la pared encalada.
Volvió a reír y a llorar sin lágrimas como si llanto
y risa fueran sonidos de palabras y graves
confidencias. Larsen supo que no estaba
moribunda ni se burlaba. Estaba loca y el
hermano, si era el hermano, vigilaba su locura
con una rígida cara de madera.
Equivocándose, ordenó padrenuestros y
avemarías y, como en el pasado, vaciló con el
viejo asco mientras se inclinaba para bendecir la
cabeza de pelo húmedo y entreverado; no pudo
ni quiso besarle la frente.
Oyó mientras salía guiado por el impasible
hermano:
-Cuando otra vez me vaya a morir, lo llamo y le
cuento lo del caballo y la sillita de ordeñar. Él me
ayudó, pero nada.
En la calle, bajo la blancura empecinada del sol,
la mula restregaba el hocico en las piedras
buscando, en vano, mordiscar.
Al regreso, de retorno al corral, la bestia trotó
dócil y apresurada mientras el padre Larsen, sin
abrir el quitasol rojo, hacía balance de lo
obtenido y aguardaba, esperanzado, a que
llegara la segunda agonía de la mujer.
El padre Larsen buscó sin encontrar ninguna
araucaria.
FIN
Aquellas palabras habían agregado muy poco a
su colección. Tenía ya varios incestos,
ESQUINALITERARIA
22
rincon de homenajes
El cerdito
Cuento completo.
La señora estaba siempre vestida de negro y
arrastraba sonriente el reumatismo del dormitorio a
la sala. Otras habitaciones no había; pero sí una
ventana que daba a un pequeño jardín parduzco.
Miró el reloj que le colgaba del pecho y pensó que
faltaba más de una hora para que llegaran los
niños. No eran suyos. A veces dos, a veces tres
que llegaban desde las casas en ruinas, más allá
de la placita, atravesando el puente de madera
sobre la zanja seca ahora, enfurecida de agua en
los temporales de invierno.
Aunque los niños empezaran a ir a la escuela,
siempre lograban escapar de sus casas o de sus
aulas a la hora de pereza y calma de la siesta.
Todos, los dos o tres; eran sucios, hambrientos y
físicamente muy distintos. Pero la anciana siempre
lograba reconocer en ellos algún rasgo del nieto
perdido; a veces a Juan le correspondían los ojos
o la franqueza de ojos y sonrisa; otras; ella los
descubría en Emilio o Guido. Pero no trascurría
ninguna tarde sin haber reproducido algún gesto,
algún ademán de nieto.
Pasó sin prisa a la cocina para preparar los tres
tazones de café con leche y los panques que
envolvían dulce de membrillo.
entre ellos de fracasos y traiciones. La anciana no
los comprendía pero los miraba comer con una
sonrisa inmóvil; para aquella tarde, después de
observar mucho para no equivocarse, decidió que
Emilio le estaba recordando el nieto mucho más
que los otros dos. Sobre todo con el movimientos
de las manos.
Mientras lavaba la loza en la cocina oyó el coro de
risas, las apagadas voces del secreteo y luego el
silencio. Alguno caminó furtivo y ella no pudo oír el
ruido sordo del hierro en la cabeza. Ya no oyó
nada más, bamboleó el cuerpo y luego quedó
quieta en el suelo de su cocina.
Revolvieron en todos los muebles del dormitorio,
buscaron debajo del colchón. Se repartieron
billetes y monedas y Juan le propuso a Emilio:
-Dale otro golpe. Por si las dudas.
Caminaron despacio bajo el sol y al llegar al
tablón de la zanja cada uno regresó separado, al
barrio miserable. Cada uno a su choza y Guido,
cuando estuvo en la suya, vacía como siempre en
la tarde, levantó ropas, chatarra y desperdicios del
cajón que tenía junto al catre y extrajo la alcancía
blanca y manchada para guardar su dinero; una
alcancía de yeso en forma de cerdito con una
ranura en el lomo.
FIN
Aquella tarde los chicos no hicieron sonar la
campanilla de la verja sino que golpearon con los
nudillos el cristal de la puerta de entrada, la
anciana demoró en oírlos pero los golpes
continuaron insistentes y sin aumentar su fuerza.
Por fin, por que había pasado a la sala para
acomodar la mesa, la anciana percibió el ruido y
divisó las tres siluetas que habían trepados los
escalones.
Sentados alrededor de la mesa, con los carrillos
hinchados por la dulzura de la golosina, los niños
repitieron las habituales tonterías, se acusaron
ESQUINALITERARIA
Bienvenido, Bob
Cuento completo.
Es seguro que cada día estará más viejo, más
lejos del tiempo en que se llamaba Bob, del pelo
rubio colgando en la sien, la sonrisa y los lustrosos
ojos de cuando entraba silenciosamente en la
sala, murmurando un saludo o moviendo un poco
la mano cerca de la oreja, e iba a sentarse bajo la
lámpara, cerca del piano, con un libro o
simplemente quieto y aparte, abstraído,
mirándonos durante una hora sin un gesto en la
23
rincon de homenajes
cara, moviendo de vez en cuando los dedos para
manejar el cigarrillo y limpiar de cenizas la solapa
de sus trajes claros.
Igualmente lejos -ahora que se llama Roberto y se
emborracha con cualquier cosa, protegiéndose la
boca con la mano sucia cuando toso- del Bob que
tomaba cerveza, dos vasos solamente en la más
larga de las noches, con una pila de monedas de
diez sobre su mesa de la cantina del club, para
gastar en la máquina de discos. Casi siempre
solo, escuchando jazz, la cara soñolienta, dichosa
y pálida, moviendo apenas la cabeza para
saludarme cuando yo pasaba, siguiéndome con
los ojos tanto tiempo como yo me quedara, tanto
tiempo como me fuera posible soportar su mirada
azul detenida incansablemente en mí,
manteniendo sin esfuerzo el intenso desprecio y
la burla más suave. También con algún otro
muchacho, los sábados, alguno tan rabiosamente
joven como él, con quien conversaba de solos,
trompas y coros y de la infinita ciudad que Bob
construiría sobre la costa cuando fuera arquitecto.
Se interrumpía al verme pasar para hacerme el
breve saludo y no sacar los ojos de mi cara,
resbalando palabras apagadas y sonrisas por una
punta de la boca hacia el compañero que
terminaba siempre por mirarme y duplicar en
silencio el silencio y la burla.
A veces me sentía fuerte y trataba de mirarlo:
apoyaba la cara en una mano y fumaba encima
de mi copa mirándolo sin pestañear, sin apartar la
atención de mi rostro que debía sostenerse frío,
un poco melancólico. En aquel tiempo Bob era
muy parecido a Inés; podía ver algo de ella en su
cara a través del salón del club, y acaso alguna
noche lo haya mirado como la miraba a ella. Pero
casi siempre prefería olvidar los ojos de Bob y me
sentaba de espaldas a él y miraba las bocas de
los que hablaban en mi mesa, a veces callado y
triste para que él supiera que había en mí algo
más que aquello por lo que había juzgado, algo
próximo a él; a veces me ayudaba con unas
copas y pensaba "querido Bob, andá a contárselo
a tu hermanita", mientas acariciaba las manos de
ESQUINALITERARIA
las muchachas que estaban sentadas a mi mesa
o estiraba una teoría sobre cualquier cosa, para
que ellas rieran y Bob lo oyera.
Pero ni la actitud ni la mirada de Bob mostraban
ninguna alteración en aquel tiempo, hiciera yo lo
que hiciera. Sólo recuerdo esto como prueba de
que él anotaba mis comedias en la cantina. Tenía
un impermeable cerrado hasta el cuello, las
manos en los bolsillos. Me saludó moviendo la
cabeza, miró alrededor enseguida y avanzó en la
habitación como si me hubiera suprimido con la
rápida cabezada: lo vi moverse dando vueltas a la
mesa, sobre la alfombra, andando sobre ella con
sus amarillentos zapatos de goma. Tocó una flor
con un dedo, se sentó en el borde de la mesa y se
puso a fumar mirando el florero, el sereno perfil
puesto hacia mí, un poco inclinado, flojo y
pensativo. Imprudentemente -yo estaba de pie
recostado contra el piano- empuje con mi mano
izquierda una tecla grave y quedé ya obligado a
repetir el sonido cada tres segundos, mirándolo.
Yo no tenía por él más que odio y un vergonzante
respeto, y seguí hundiendo la tecla, clavándola
con una cobarde ferocidad en el silencio de la
casa, hasta que repentinamente quedé situado
afuera, observando la escena como si estuviera
en lo alto de la escalera o en la puerta, viéndolo y
sintiéndolo a él, Bob, silencioso y ausente junto al
hilo de humo de su cigarrillo que subía temblando;
sintiéndome a mí, alto y rígido, un poco patético,
un poco ridículo en la penumbra, golpeando cada
tres exactos segundos la tecla grave con mi
índice. Pensé entonces que no estaba haciendo
sonar el piano por una incomprensible bravata,
sino que lo estaba llamando; que la profunda nota
que tenazmente hacía renacer mi dedo en el
borde de cada última vibración era, al fin
encontrada, la única palabra pordiosera con que
podía pedir tolerancia y comprensión a su
juventud implacable. Él continuó inmóvil hasta que
Inés golpeó la puerta del dormitorio antes de bajar
a juntarse conmigo. Entonces Bob se enderezó y
vino caminando con pereza hasta el otro extremo
24
rincon de homenajes
del piano, apoyó un codo, me miró un momento y
después dijo con una hermosa sonrisa: "¿Esta
noche es una noche de lecho o de whisky?
¿Ímpetu de salvación o salto en el vacío?".
No podía contestarle nada, no podía deshacerle la
cara de un golpe; dejé de tocar y fui retirando
lentamente la mano del piano. Inés estaba en la
mitad de la escalera cundo él me dijo: "Bueno,
puede ser que usted improvise".
El duelo duró tres o cuatro meses, y yo no podía
dejar de ir por las noches al club -recuerdo, de
paso, que había campeonato de tenis por aquel
tiempo- porque cuando me estaba por algún
tiempo sin aparecer por allí, Bob saludaba mi
regreso aumentando el desdén y la ironía en sus
ojos y se acomodaba en el asiento con una mueca
feliz.
Cuando llegó el momento de que yo no pudiera
desear otra solución que casarme con Inés cuanto
antes, Bob y su táctica cambiaron. No sé cómo
supo mi necesidad de casarme con su hermana y
de cómo yo había abrazado esa necesidad con
todas las fuerzas que me quedaban. Mi amor por
aquella necesidad había suprimido el pasado y
toda atadura con el presente. No reparaba
entonces en Bob; pero poco tiempo después hube
de recordar cómo había cambiado en aquella
época y alguna vez quedé inmóvil, de pie en la
esquina, insultándolo entre dientes,
comprendiendo que entonces su cara había
dejado de ser burlona y me enfrentaba con
seriedad y un intenso cálculo, como se mira un
peligro o una tarea compleja, como se trata de
valorar el obstáculo y medirlo con las fuerzas de
uno. Pero yo no le daba ya importancia y hasta
llegué a pensar que en su cara inmóvil y fija
estaba naciendo la comprensión por lo
fundamental mío, por un viejo pasado de limpieza
que la adorada necesidad de casarme con Inés
extraía de debajo de los años y sucesos para
acercarme a él.
ESQUINALITERARIA
Después vi que estaba esperando la noche; pero
lo vi recién cuando aquella noche llegó Bob y vino
a sentarse a la mesa donde yo estaba solo y
despidió al mozo con una seña. Esperé un rato
mirándolo, era tan parecido a ella cuando movía
las cejas; y la punta de la nariz, como a Inés, se le
aplastaba un poco cuando conversaba. "Usted no
va a casarse con Inés", dijo después. Lo miré,
sonreí, dejé de mirarlo. "No, no se va a casar con
ella porque una cosa así se puede evitar si hay
alguien de veras resuelto a que se haga". Volví a
sonreírme. "Hace unos años -le dije- eso me
hubiera dado muchas ganas de casarme con Inés.
Ahora no agrega ni saca. Pero puedo oírlo, si
quiere explicarme...". Enderezó la cabeza y
continuó mirándome en silencio; acaso tuviera
prontas las frases y esperaba a que yo completara
la mía para decirlas. "Si quiere explicarme por qué
no quiere que yo me case con ella", pregunté
lentamente y me recosté en la pared. Vi enseguida
que yo no había sospechado nunca cuánto y con
cuanta resolución me odiaba; tenía la cara pálida,
con una sonrisa sujeta y apretada con los labios y
dientes. "Habría que dividirlo por capítulos -dijo-,
no terminaría en la noche".
"Pero se puede decir en dos o tres palabras. Usted
no se va a casar con ella porque usted es viejo y
ella es joven. No sé si usted tiene treinta o
cuarenta años, no importa. Pero usted es un
hombre hecho, es decir deshecho, como todos los
hombres a su edad cuando no son
extraordinarios". Chupó el cigarrillo apagado, miró
hacia la calle y volvió a mirarme; mi cabeza estaba
apoyada contra la pared y seguía esperando.
"Claro que usted tiene motivos para creer en lo
extraordinario suyo. Creer que ha salvado muchas
cosas del naufragio. Pero no es cierto". Me puse a
fumar de perfil a él; me molestaba, pero no le
creía; me provocaba un tibio odio, pero yo estaba
seguro de que nada me haría dudar de mí mismo
después de haber conocido la necesidad de
casarme con Inés. No; estábamos en la misma
mesa y yo era tan limpio y tan joven como él.
"Usted puede equivocarse -le dije-. Si usted quiere
25
rincon de homenajes
nombrar algo de lo que hay deshecho en mí...".
"No, no -dijo rápidamente-, no soy tan niño. No
entro en ese juego. Usted es egoísta; es sensual
de una sucia manera. Está atado a cosas
miserables y son las cosas las que lo arrastran. No
va a ninguna parte, no lo desea realmente. Es eso,
nada más; usted es viejo y ella es joven. Ni
siquiera debo pensar en ella frente a usted. Y
usted pretende...". Tampoco entonces podía yo
romperle la cara, así que resolví prescindir de él,
fui al aparato de música, marqué cualquier cosa y
puse una moneda. Volví despacio al asiento y
escuché. La música era poco fuerte; alguien
cantaba dulcemente en el interior de grandes
pausas. A mi lado Bob estaba diciendo que ni
siquiera él, alguien como él, era digno de mirar a
Inés a los ojos. Pobre chico, pensé con
admiración. Estuvo diciendo que en aquello que él
llama vejez, lo más repugnante, lo que
determinaba la descomposición era pensar por
conceptos, englobar a las mujeres en la palabra
mujer, empujarlas sin cuidado para que pudieran
amoldarse al concepto hecho por una pobre
experiencia. Pero -decía también- tampoco la
palabra experiencia era exacta. No había ya
experiencias, nada más que costumbre y
repeticiones, nombres marchitos para ir poniendo
a las cosas y un poco crearlas. Más o menos eso
estuvo diciendo. Y yo pensaba suavemente si él
caería muerto o encontraría la manera de
matarme, allí mismo y enseguida, si yo le contara
las imágenes que removía en mí al decir que ni
siquiera él merecía tocar a Inés con la punta de un
dedo, el pobre chico, o besar el extremo de sus
vestidos, la huella de sus pasos o cosas así.
Después de una pausa -la música había terminado
y el aparato apagó las luces aumentando el
silencio-, Bob dijo "nada más", y se fue con el
andar de siempre, seguro, ni rápido ni lento.
Si aquella noche el rostro de Inés se me mostró en
las facciones de Bob, si en algún momento el
fraternal parecido pudo aprovechar la trampa de
un gesto para darme a Inés por Bob, fue aquella,
entonces, la última vez que vi a la muchacha. Es
ESQUINALITERARIA
cierto que volví a estar con ella dos noches
después en la entrevista habitual, y un mediodía
en un encuentro impuesto por mi desesperación,
inútil, sabiendo de antemano que todo recurso de
palabra y presencia sería inútil, que todos mis
machacantes ruegos morirían de manera
asombrosa, como si no hubieran sido nunca,
disueltos en el enorme aire azul de la plaza, bajo
el follaje de verde apacible en mitad de la buena
estación.
Las pequeñas y rápidas partes del rostro de Inés
que me había mostrado aquella noche Bob,
aunque dirigidas contra mí, unidas a la agresión,
participaban del entusiasmo y el candor de la
muchacha. Pero cómo hablar a Inés, cómo tocarla,
convencerla a través de la repentina mujer apática
de las dos últimas entrevistas. Cómo reconocerla o
siquiera evocarla mirando a la mujer de largo
cuerpo rígido en el sillón de su casa y en el banco
de la plaza, de una igual rigidez resuelta y
mantenida en las dos distintas horas y los dos
parajes; la mujer de cuello tenso, los ojos hacia
delante, la boca muerta, las manos plantadas en el
regazo. Yo la miraba y era "no", sabía que era "no"
todo el aire que la estaba rodeando.
Nunca supe cuál fue la anécdota elegida por Bob
para aquello; en todo caso, estoy seguro de que
no mintió, de que entonces nada -ni Inés- podía
hacerlo mentir. No vi más a Inés ni tampoco a su
forma vacía y endurecida; supe que se casó y que
no vive ya en Buenos Aires. Por entonces, en
medio del odio y del sufrimiento me gustaba
imaginar a Bob imaginando mis hechos y eligiendo
la cosa justa o el conjunto de cosas que fue capaz
de matarme en Inés y matarla a ella para mí.
Ahora hace cerca de un año que veo a Bob casi
diariamente, en el mismo café, rodeado de la
misma gente. Cuando nos presentaron -hoy se
llama Roberto- comprendí que el pasado no tiene
tiempo y el ayer se junta allí con la fecha de diez
años atrás. Algún gastado rastro de Inés había aún
en su cara, y un movimiento de la boca de Bob
26
rincon de homenajes
alcanzó para que yo volviera a ver el alargado
cuerpo de la muchacha, sus calmosos y
desenvueltos pasos, y para que los mismos
inalterados ojos azules volvieran a mirarme bajo
un flojo peinado que cruzaba y sujetaba una cinta
roja. Ausente y perdida para siempre, podía
conservarse viviente e intacta, definitivamente
inconfundible, idéntica a lo esencial suyo. Pero era
trabajoso escarbar en la cara, las palabras y los
gestos de Roberto para encontrar a Bob y poder
odiarlo. La tarde del primer encuentro esperé
durante horas a que se quedara solo o saliera para
hablarle y golpearlo. Quieto y silencioso, espiando
a veces su cara o evocando a Inés en las
ventanas brillantes del café, compuse
mañosamente las frases del insulto y encontré el
paciente tono con que iba a decírselas, elegí el
sitio de su cuerpo donde dar el primer golpe. Pero
se fue al anochecer acompañado por tres amigos,
y resolví esperar, como había esperado él años
atrás, la noche propicia en que estuviera solo.
Cuando volví a verlo, cuando iniciamos esta
segunda amistad que espero no terminará ya
nunca, dejé de pensar en toda forma de ataque.
Quedó resuelto que no le hablaría jamás de Inés ni
del pasado y que, en silencio, yo mantendría todo
aquello viviente dentro de mí. Nada más que esto
hago, casi todas las tardes, frente a Roberto y las
caras familiares del café. Mi odio se conservará
cálido y nuevo mientras pueda seguir viviendo y
escuchando a Roberto; nadie sabe de mi
venganza, pero la vivo, gozosa y enfurecida, un
día y otro. Hablo con él, sonrío, fumo, tomo café.
Todo el tiempo pensando en Bob, en su pureza, su
fe, en la audacia de sus pasados sueños.
Pensando en el Bob que amaba la música, en el
Bob que planeaba ennoblecer la vida de los
hombres construyendo una ciudad de
enceguecedora belleza para cinco millones de
habitantes, a lo largo de la costa del río; el Bob
que no podía mentir nunca; el Bob que
proclamaba la lucha de los jóvenes contra los
viejos, el Bob dueño del futuro y del mundo.
Pensando minucioso y plácido en todo eso frente
ESQUINALITERARIA
al hombre de dedos sucios de tabaco llamado
Roberto, que lleva una vida grotesca, trabajando
en cualquier hedionda oficina, casado con una
mujer a quien nombra "mi señora"; el hombre que
se pasa estos largos domingos hundido en el
asiento del café, examinando diarios y jugando a
las carreras por teléfono.
Nadie amó a mujer alguna con la fuerza con que
yo amo su ruindad, su definitiva manera de estar
hundido en la sucia vida de los hombres. Nadie se
arrobó de amor como yo lo hago ante sus fugaces
sobresaltos, los proyectos sin convicción que un
destruido y lejano Bob le dicta algunas veces y
que sólo sirven para que mida con exactitud hasta
donde está emporcado para siempre.
No sé si nunca en el pasado he dado la bienvenida
a Inés con tanta alegría y amor como diariamente
le doy la bienvenida a Bob al tenebroso y
maloliente mundo de los adultos. Es todavía un
recién llegado y de vez en cuando sufre sus crisis
de nostalgia. Lo he visto lloroso y borracho,
insultándose y jurando el inminente regreso a los
días de Bob. Puedo asegurar que entonces mi
corazón desborda de amor y se hace sensible y
cariñoso como el de una madre. En el fondo sé
que no se irá nunca porque no tiene sitio donde ir;
pero me hago delicado y paciente y trato de
conformarlo. Como ese puñado de tierra natal, o
esas fotografías de calles y monumentos, o las
canciones que gustan traer consigo los
inmigrantes, voy construyendo para él planes,
creencias y mañanas distintos que tienen luz y el
sabor del país de juventud de donde él llegó hace
un tiempo. Y él acepta; protesta siempre para que
yo redoble mis promesas, pero termina por decir
que sí, acaba por muequear una sonrisa creyendo
que algún día habrá de regresar al mundo de las
horas de Bob y queda en paz en medio de sus
treinta años, moviéndose sin disgusto ni tropiezo
entre los cadáveres pavorosos de las antiguas
ambiciones, las formas repulsivas de los sueños
que se fueron gastando bajo la presión distraída y
constante de tantos miles de pies inevitables.
27
artes plasticas
Comenzamos esta sección con la
pintura que adorna nuestra
primera portada.
The gleaners (las recogedoras) de
Frederick Morgan.
Fue un pintor de retratos inglés, de animales y de
escenas domésticas de su país. Nació en
Londres. Se lo conoce como Fred Morgan, hijo de
John Morgan, un artista exitoso.
A los 14 años fue sacado de la escuela por su
padre quien le enseñó el arte y a los 16, su pintura
"El ensayo" se exhibió en la Royal Academy. Tras
un paréntesis de varios años sus pinturas se
empezaron a mostrar de una forma regular.
Con el tiempo se volvió hacia otros temas de su
arte, en particular, escenas de género idílicas de
la vida de campo y de la infancia. Se lo conoce
sobre todo por sus pinturas románticas y
sentimentales de los niños, en el mismo estilo de
su contemporáneo Arthur John Elsley.
En 1872 se casó con Mary Alice Havers y tuvieron
tres hijos. Su hijo mayor conocido como Val
Havers siguió los pasos de su padre. Frederick
Morgan se casó dos veces más.
Las pinturas de Morgan se exhiben en numerosas
galerías de arte y museos como Galería de Arte
Walker en Liverpool y el Museo Russell-Cotes, en
Bournemouth.
Morgan basó su obra en dos temas, la niñez, y la
vida del campo, siempre dentro del
impresionismo. Su pintura se caracteriza por el
uso de colores brillantes y un excelente balance
compositivo.
Su obra mas reconocida es Charity.
ESQUINALITERARIA
28
Dicen que en Uruguay
hay 3 mil ones de
directores técnicos..
En Uruguay hay
3 millones de uruguayos
Porque la cultura es el conjunto de actividades humanas que hacen a la identidad
de un pueblo, y porque el fútbol es también parte de la cultura, nos sumamos a la fiebre
mundial, que en tan solo días estará ocupando gran parte de la vida de todos.
Le deseamos a la celeste, que tanta gloria nos ha dado que reescriba la historia en
el mismo lugar donde la escribió originalmente.
Este año les toca a ellos...
Y vos ¿ya te pusiste la camiseta?
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