Juan Manuel de Rosas

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Juan Manuel de Rosas asumió su segundo mandato el 13 de abril de 1835 con plenos poderes
y ratificado por la abrumadora mayoría en un plebiscito realizado entre el 26 y el 28 de marzo:
9320 votos a favor y 8 en contra. Entre sus primeras medidas se encontró la destitución de todos
los cismáticos en la administración pública, muchos de los cuales optaron por emigrar al exterior,
la renovación de la obligatoriedad del uso de la cinta punzó y la persecución de los asesinos de
Facundo Quiroga, que fueron ejecutados el 25 de octubre de 1837. El 18 de diciembre de 1835, el
gobierno de Rosas, a cargo de las relaciones exteriores, aprobó la Ley de Aduanas. Esta ley, que
entraría en vigencia al año siguiente, protegía a la agricultura e industria de las provincias
arruinadas por la avalancha de productos importados a partir de la apertura comercial impuesta
desde la Revolución de Mayo. Sin embargo, Buenos Aires permaneció como puerto único
acaparando en su aduana el comercio exterior.
Entre las actividades internas en contra del Restaurador se encuentra la Generación del 37, un
movimiento intelectual y político que pretendía revivir los ideales de la Revolución de
Mayo. Esteban Echeverría y Juan Bautista Alberdi fundaron el Salón Literario en agosto de 1837,
lugar de lectura y conversación de jóvenes porteños y dedicados a la actividad política. Pero la
Mazorca descubrió sus actividades clandestinas y ante las amenazas la sociedad tuvo que emigrar
a Montevideo donde continúo sus actividades como la Asociación de Mayo.
El 28 de marzo de 1838 los franceses iniciaban el bloqueo al Río de la Plata y en julio de 1839 el
general Juan Lavalle retomaba sus actividades desde el Uruguay con una campaña que contaba
con la ayuda de unitarios, federales cismáticos y los propios franceses, que prestaron sus barcos a
la expedición. Luego de ser derrotado por Pascual Echagüe en la batalla de Sauce Grande (Entre
Ríos) en abril de 1840, Lavalle cruzó el Paraná y desembarcó sorpresivamente en Baradero para
avanzar directamente sobre Buenos Aires. Pero la hostilidad de la población siempre fiel a Rosas,
lo escaso de sus fuerzas y el cambio de actitud en la política de Francia que buscó negociar con
Rosas y terminó firmando el Pacto Mackau-Arana y levantando el bloqueo comercial. Lavalle optó
entonces por retirarse hacia el norte donde Salta, Jujuy, Catamarca y La Rioja habían formado una
Liga unitaria contra el Restaurador, pero fue completamente derrotado en Quebracho Herrado en
noviembre de 1840 y la liga unitaria llegó a su fin. Lavalle y los restos de su ejército fueron
perseguidos hasta Jujuy donde el jefe unitario fue muerto accidentalmente.
Aprovechando la invasión del Ejercito Libertador de Lavalle, un grupo de jóvenes, simpatizantes de
la joven Argentina, decidió asesinar a Rosas y organizar un levantamiento en la provincia. Para ello
contaron con la ayuda del coronel Ramón Maza, mano derecha del gobernador y amigo de su hija
Manuelita. Pero el movimiento fue descubierto y Maza fue encarcelado y luego fusilado el 27 de
junio de 1839. Ese mismo día, su padre era asesinado por la Mazorca. En noviembre de ese año
surgieron levantamientos en varios pueblos del sur bonaerense que se resistan a abonar los
derechos de enfiteusis reclamados por el gobierno. El movimiento, conocido históricamente
como Los Libres del Sur, tuvo como principales focos los pueblos de Chascomús (29 de octubre) y
Dolores (6 de noviembre). Rosas encargó la tarea de represión a su sobrino Ortiz de Rosas, quien
derrotó a los sublevados en y fusiló a su cabecilla Pedro Castelli.
El general Paz, que había sido liberado de su prisión en Luján y había logrado escapar al Litoral,
también inició una campaña en contra de Rosas. Paz, al frente de las tropas correntinas, venció
en Caaguazú a los rosistas y avanzó sobre Entre Ríos. Pero las diferencias con el gobernador Ferré
terminaron por alejarlo de la lucha. Los unitarios serían luego vencidos por Rosas en Arroyo
Grande y los federales se adueñarían del Litoral y pondrían sitio a Montevideo fortificada y
defendida ahora por el propio general Paz.
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