doc: "Articulo para revista Soberania Alimentaria Coop."

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LA ESTRUCTURA ACTUAL DE LAS COOPERATIVAS AGRARIAS CONVENCIONALES
¿ESTA AL SERVICIO DEL NEGOCIO DE LA AGRO-INDUSTRIA-QUIMICA-BIOTECNOLOGICA?
La importancia como economía social de las cooperativas agrarias convencionales en los pueblos ha sido muy
importante. La necesidad de agrupar la producción para su comercialización, tener información a nivel general,
estar al corriente de las nuevas normativas, orientación en la producción, servicios, etc. etc… es lo que las mantiene
vivas.
Estamos viviendo desde hace unos años unos cambios muy fuertes en la sociedad en todo el mundo y nos afecta a
los agricultores directamente. El desarrollo de la agricultura convencional se orientó hacia la “productividad”
haciendo hincapié en la necesidad de mecanización, cambiar semillas, potenciar monocultivos más rentables, más
abonados, la utilización de pesticidas para combatir plagas y las “malas hierbas”, y las nuevas tecnologías
transgénicas. Al mismo tiempo se desregulaban los mercados, “libre mercado” dominado por las corporaciones
internacionales y el sistema financiero. Y se creaba una agricultura y ganadería subsidiada dependiente de ayudas
públicas en nuestro caso europeas. Todas estas medidas han supuesto gran endeudamiento, dependencia y
frustración para muchos agricultores que se han quedado en el camino y sin continuidad por parte de los jóvenes.
Reordenándose la propiedad de la tierra cada vez en menos manos e invirtiendo gente ajena al sector.
La repercusión de estos cambios a los agricultores afecta directamente a las Coop. de las que somos socios. Por un
lado el socio necesita más ingresos y facilidades que su coop. no le puede ofrecer sin correr riesgos que afectan su
continuidad y competitividad en el mercado. Por otro lado la necesidad de mantenerse la coop. en este “rio
revuelto”. Para cubrir los costes de su estructura son necesarios conseguir más ingresos. Cada vez son menores por
la venta agrupada de los productos, los mercados son muy volátiles, inseguridad en los cobros de las ventas, etc…
hace que los márgenes comerciales se reduzcan. Las inversiones para la transformación de los productos son cada
vez más arriesgadas por el control del mercado por parte de las grandes superficies. La nueva ley de integración
cooperativa tampoco resuelve nada está pensada para el clientelismo político.
¿Dónde se pueden conseguir márgenes interesantes de beneficios? “para mantener la coop.” En la venta de los
productos más o menos novedosos al agricultor por lo que se incentiva el gasto. Se recomiendan semillas nuevas
transgénicas, más abonados, más tratamientos herbicidas, insecticidas, fungicidas etc.. con el fin de conseguir mayor
producción, eso sí avalado todo con estudios “científicos” que son puras campañas de marketing para favorecer las
ventas y conseguir buenos márgenes comerciales, ingresos para la cuentas de resultados de las coop.. Al agricultor si
es necesario se le financian los gastos hasta la cosecha, con el compromiso de que la entregue a la coop., se le
facilita el endeudamiento . También se suelen ofrecer seguros para “paliar algunos riesgos”, más gastos.
Las coop. intentan mantener su estructura y consciente o inconscientemente son muchos los gerentes y juntas
directivas que nos conducen por este peligroso camino. Dirigen la economía social, sus coop., entrando en el proceso
de potenciar la agro-industria-química-biotecnológica que es la que obtiene los beneficios de sus patentes, controla
el mercado y genera la dependencia del agricultor hacia sus productos normalmente peligrosos y contaminantes.
Consiguen destruir el principal activo del agricultor la fertilidad de su tierra ya que nos cargamos la materia orgánica,
los microorganismos rizomas, bacterias, etc.. con los pesticidas y la salinizamos con sus abonos. Con esta política se
garantiza el gasto que hay que pagar pero no la rentabilidad y se vuelve en contra del socio más vulnerable.
Hace tiempo que vivimos momentos muy críticos para la agricultura y la alimentación y es gratificante desarrollar
vías alternativas a las marcadas por las grandes corporaciones agroalimentarias. Son rentables y se aplican con
técnicas respetuosas con nuestro medio natural. La economía social, las coop. convencionales siguen siendo
necesarias en nuestros pueblos con la orientación adecuada a nuestros intereses de lo contrario tenemos los días
contados.
Artículo publicado en la revista Soberanía Alimentaria
Juan José Mallén vicepresidente Coop. Joaquin Costa
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