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EIh~ESTO
La contra en
Radio Educación o
cómo entiende su director
el pluralismo
Ciro Gómez Leyva
JAURETCHE
LOSQUE
VUELVEN A
-ARGENTINA
El caso Gelman sentó
jurisprudencia. Susana
Sánz y Miguel Bonasso
solicitaron el mismo
beneficio. Lo obtuvieron
y hoy estarán
en Buenos Aires
declarando ante el juez
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CUATRO Un cuento del
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Vera I una experiencia
"La L Uple t a " ,de autogestión
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Pablo
~érez
a cultura en
MEXIC
Ryszard Kapuscióski
n 18 culfilra
1:if.l*UJemQ.d~E!J' Argelia cubre
Núm 1353 México DF
9 de Marzo de 1988
su rostro /
II Y final
i del otro lado de la mesa estuviera alguno de esos productores que form6
parte del esplendor de Radio Educaci6n en los postreroS' años setenta y los
tempranos ochenta, habría que preguntarle, obligadamente, cómo piensa que juzgará la historia la gestión de Héctor Murillo Cruz
al frente de la emisora (1983-88). Habría que hacerle la pregunta desde el escepticismo.
Basta charlar unos minutos con esos productores, locutores, redactores, para comprobar lo que
se intuye que ha sucedido durante estos cinco
aftos: el avance del oficialismo en la programaci6n; la reducción de espacios participativos,
otrora motivo de orgullo para la emisora; el crecimiento de la burocracia administrativa; el desempeño torpe de funcionarios neófitos en el
quehacer radiofónico, a quienes Murillo Cruz ha
sostenido a capa y espada. O abrir el archivo y
hallar afirmaciones como la del pintor Felipe
Ehrenberg ("Radio Educaci6n es en la actualidad apabullantemente aburrida:') o de la escritora Gabriela Rábago Palafox ("Lo que me parece
nefasto es la transmisi6n de las sesiones del senado, me parece un atropello, una imposición"). O
acudir a un foro sobre trabajadores y medios masivos, y encontrar a sindicalistas de. la estación
denunciando una serie de arbitrariedades que
ellos imputan a la administración del actual
rector. O, simplemente, entrar a la emisora y
sentir que el aire creativo se ha fundido con uno
de rutina, de tedio, de abandono.
La historia marca siempre una relación entre
el presente y el pasado. Un presente triste conlleva la mitificaci6n del pasado. ¿Pero quién, más
·allá deJa nostalgia, sustentaría que Radio Educación sigue siendo la tercera opci6n de la radio,
cuando su programación suena cansada y ha deJado de ser el modelo a reproducir por las estaciones
·onales-culturales? Ah{ está el caso de
la reci temente inaugurada Radio Querétaro:
prefirió nspirarse en experiencias más renovadas, como la michoacana, la mexiquense, la
quintanarroense.
Por eso cabe sumarse a la corriente que cree
que a pesar de "El derecho a la ciudad", "Una
cosb:a porosa", "México bárbaro", "Panorama
folclórico", la nueva serie "La ciudad y los derechos humanos". algunos espacios de cabina y.
en general, su programación musical, Radio
Educaci6n ha dejado de ser un espacio dinámico
de diálogo social y participaci6n ciudadana. Ha
dejado de ser, en menos palabras. la vanguardia
de la radio social y cultural de este país.
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___________CUANDO
LOS "COMBATIENTES
DE LA LIBERTAD"
GANARON
RADIO EDUCACION
Ciro G6meZ Leyva
36
_
I
Hédor MuriIlo Cruz
Conocí a Héctor Murillo Cruz en abril de 1984,
en la Primera reunión nacional de la radiodifusi6n estatal y cultural. Podía leerse en la prensa
de, entonces el descontento que sus imposiciones
estaban provocando entre los trabajadores y rolaboradores de la estación. Sobre su participaci6n en aquella reunión. el semanario Punto
publicó el 21 de ~yo de 1984: "Murillo Cruz no
. vacil6 al decir quq grupúsculos minoritarios hostigan á. su estaciór" '105 mismos que en Juchitán
DO quieren admitir que los hemos derrotado'...
Siendo director de .Radio Mexiquense, probé
sus ansias hegemónicas en septiembre de 1985.
Recibí un telefonema de su secretario particular,
quien, prepotente, me daba un ultimátum: o nos
enlazábamos con las "transmisiones de Radio
Educaci6n deIde el senado de la República o
teDdriamas problemas con el secretario de Educacl6n Pública, Miguel Conzález Avelar. Tenía
20 miDat. para decidirlo. No sólo me sorpreDdíó
el toDO burdo y soberbio de la intimidación, sino
que el secretario partieu1ar de UD funcionario
·que tanto gustaba Ñtunir alaS definiciones lega-
i
listas desconociera lo elemental: la autonornfa
jurídica y operativa que teníamos frente a la SEP
por el simple hecho de depender de un gobierno
estatal. Por respeto mínimo al radioescucha, jamás transmitimos una de esas sesiones. Obviamente, DO tuvimos problema algúno con Conzález Avelar.
Pude leer, más tarde, sus polarizados conceptos sobre soberanía y defensa nacional, eKpuestos
en el Congreso anual de la radiodffusiÓD pública
en Estados Unidos (abril 13 y 14 de 1986):
"Quisiera expresar un punto de vista personal por
cuanto a mi realidad patria, que algunos apetitos
de la prensa internacional, y grupos mexicanos
de interés económico e ideología conservadora. y
una fracción del clero sensibüizada por el em-enúsmo marxista, tieDden a distorsionar, acentuando nuestros defeetOlt para alarmar a la opini6n pública en el sentido de que. el sistema
polftico mexicano ·está exhausto".
No me serprendi6, por tanto, leer su alegato
publicado en El Unif1eratJl, el pasado 14 de feb. .
ro. Esa prepotellcia referida y la seducd6n que al
parecer ejerce el discurso anticomunista sobre él,
explican su incapacidad para aceptar lo que a t~
das luces fue un descuido de sus noticieros. A
cambio, recurrió a un estilo de polémica que
avergonzaría a más de un funcionario público de
su jerarquía. El señor director se convirti6 de repente en un bravucón que tira navajazos denigratorios. Quiso reducir al coordinador de la
sección cultural de ese diario, Andrés Ruiz, acusándolo de tener "mentalidad ultramontana, forjada en la peor burocrachr cM: l~ UN~.
La voz de la contra en el 1,060
Los noticieros de Radio Educación distaD de ser
la quintaesencia del maDejo informativo plural ,
~ocr'tico. Pero son. a no dudarlo y junto con
los de .Radio Universidad y algunu eacepciOl*
(notable el caso de Adriana Pérez CaDedo en el
!IleI'Viclo informatiYO '"Para empezar". de EsI&eo
lOO-FM), lo mM plural ea el ~ oft.
cial......, ftItieaI y gris6ceo cuadrante eapitaltDo.
Por lo mismo, pareció acesivo el ardcuIo de
Andrés Ruiz (El Universal, febrero 7), al criticar
una nota de apoyo a la contra nicaragüense, difundida un día antes en el servicio matutino de
Radio Educación. Escribió Andrés Ruiz: "Este tipo de mensajes no eran comunes en la radiodifusora. Los contrarrevolucionarios nicaragüenses
ya conquistaron un espacio en las ondas hertzianas mexicanas a través de una estación oficial
que repite, como eco, la voz de la contra en México".
El mensaje aludido por Andrés Ruiz era el despacho de un corresponsal con base en Miami, que
daba voz a Enrique Bermúdez, jefe del frente
norte del llamado Ejército de la resistencia nicaragüense. Bermúdez lamentaba el bloqueo del
Congreso estadounidense a los fondos que la Casa
Blanca planeaba poner en manos de los "combatientes de la libertad". El jefe contra desplegaba
un cañoneo verbal, que sintetizaba con el consabido "es un triunfo para el régimen comunista de
Managua y una derrota para la democratización
del continente". El despacho terminaba, textual,
con este llamado de Bermúdez: "No me cabe la
menor duda que no sólo en Estados Unidos, sino
en otros países, habrá sectores y organizaciones
que estén interesados en la paz de Centroamérica, y que desarrollarán actividades encaminadas
a obtener fondos para nuestra lucha".
Una información de este tipo no requiere mayores explicaciones. Tampoco defensas apasionadas en aras de la pluralidad ideológica. Podría
argumentarse que la difusión de una noticia no
significa ser necesariamente solidario con un llamamiento político, y nada más.
La difusión del mensaje contra y la actitud de
Murillo Cruz en la polémica con Ruiz provocaron malestar en más de un colaborador de Radio
Educación. Si bien es cierto que bajo la tutela
censora del subdirector de información, Víctor
Manuel Alier, el desfile de boletines oficiales ha
avanzado en los noticieros, también 10 es el trabajo que a contracorriente realizan redactores y
reporteros para mantener los noticieros como un
espacio abierto. Digno es el enfoque con que han
tratado el conflicto universitario. Las luchas de
sindicatos independientes y organizaciones
urbano-populares suelen encontrar resquicios para colarse en los noticieros transmitidos por el
1,060.
No había motivo para buscar la riña. Como
periodista, Andrés Ruiz tenia el derecho de ejercer la crítica sobre una radio cultural. Más, en
una página respetable como es la cultural de El
Universal. Sólo que la humildad y la autocrítica
no han sido las mejores compañeras de Murillo
Cruz a lo largo de estos cinco años. No tenían por
qué serlo esta vez. ¿Por qué no aceptar que se trató de un descuido o de un exceso liberalista que,
desde luego, no ha vuelto ni volverá a suceder?
¿Por qué no reconocer que la supuesta eficiencia
financiera hace que jóvenes que prestan su servicio social en Radio Educación asuman responsabilidades que deberían cumplir profesionales experimentados y bien remunerados, por ejemplo:
evaluar los despachos de los corresponsales?
La soberbia acaba siendo mala compañera.
Había que pelear, aunque fuera con argumentos
endebles, que no resisten un primer nivel de análisis. Respondió Murillo Cruz en El Universal:
"pretendemos siempre estar .en la noticia, sin
acallarla y menos aún desvirtuarla, presentarla
sin adjetivos, ni sensacionalismos, preferentemente con los protagonistas del hecho, dentro del
más estricto pluralismo, lo que nos ha conducido
al ba1lazgo de un estilo propio: directo, conciso".
Sólo una abstracción científica (o
tecnocrática), ajena al pulso periodístioo, concibe uf la pluralidad, como UJ) abanico ideológico
sin sectarismos, donde los protagonistas exponen
en plena libertad sus posiciones encontradas. El
.,nocida maecería entonces el mismo espacio
que 101 sobrevivieDtes; el tortundor, el mismo
que la víctima; el mercenano, igual consideración que una revolución popular. Los conceptos
de "objetividad pura" planteados por Murillo
Cruz están huecos y bien distantes del discurso y
el manejo periodístico de los tiempos actuales.
¿Conocerá la hipótesis de Ryzard lCapuSciDski de
que el valor de un texto no está en lo que se publica sino en sus consecuencias? ¿Cómo refutarla el
director de Radio Educación la frase final del
artículo de Andrés Ruiz: "Los radioescuchas habituales de la estación de la SEP esperamos no escuchar próximamente algún alegato a favor del
apartheid sudafricano, o fragmentos del discurso
de la enésima reelección de Stroessner, o alguna
filípica del general Pinochet"?
En 10 cotidiano, Murillo Cruz es mucho más
inteligente que sus definiciones. No sabemos que
su vocación pluralista haya promovido la realización de programas sobre los desaparecidos políticos en nuestro país; o impulsado esa pluralidad
sentando frente a frente a José Domingo Ramírez
Garrido Abreu y Alejandro Varas aquellos días
de las pesquisas en la colonia Buenos Aires; o peleado para que se produjera un audio de dos minutos que resumiera el discurso de "Magú" en la
jornada nacional de repudio al Pacto de Solidaridad Económica, para luego enviarlo a las estaciones que se enlazan con Radio Educación; ni,
mucho menos, sugerido la elaboración de
amplios reportajes sobre las luchas de la CNTE
en Chiapas y Oaxaca. Si estas omisiones son naturales, consabidas y obvias en un medio gubernamental, por qué rasgarse las vestiduras por los
mercenarios nicaragüenses y recurrir a un discurso tan trillado de defensa democrática.
Por 10 demás, difundir una declaración de la
contra en la radio mexicana no va exactamente
en el mismo sentido de la diplomacia nacional,
promotora de acuerdos políticos para la pacificación del área centroamericana. Hay una contradicción. Mucho más evidente si el promotor es un
priista confeso que gusta decir que Radio Educación mantiene una actitud des¡lerta hacia los
problemas internacionales.
La historia no es lineal
Seaún MurilIo Cruz (artículo firmado por él en la
edicióIl de enero de 1986 de la revista Div(Jga-
ci6n, del Partido Revolucionario Institucional),
-con una potencia de 5 mil watts, la señal de la
emisora llega a cubrir en ciertos horarios un radio de 1,800 kilómetros, lo que equivale a decir
que la Radio Educación de hoy tiene capacidad
para alcanzar zonu inimaginadas en otro tiempo. Su sistema de enlaces con emisoras regionales
le da presencia prácticamente en todo el territorio nacional, y su participación en programas romo el Nacional de las Fronteras puede trasladar
la producción de Radio Educación a las naciones
vecinas.
Pero entre la expansión territorial y el desarrollo cualitativo de un proyecto radiofónico
hay un largo trecho. Murillo Cruz podrá decir
(avalado en las exclusivísitnas, y por eso susceptibles de suspicacia, cifras del International Research Associates) que durante su gestión la emisora pudo captar, como promedio anual, más de
140 millones de horas-escucha. Podrá saludar
con sombrero ajeno y arrogarse que Manuel
Clouthier, Rosario Ibarra y Cuauhtémoc Cárdenas han desfilado por las cabinas de la estacióIJ.;
los candidatos opositores estuvieron en Radio
Educación a pesar de su director.
Las cifras de la era Murillo Cruz quizá logren
dormir el sueño de los justos en algún anaquel
polvoso. La historia viva seguramente opinará
que durante su gestión se frenó uno de los esfuerzos más avanzados de democratización en los medios electrónicos de que se tenga memoria en el
México contemporáneo. El periodo 1983-88 se
inscribirá como época de oscurantismo burocrático. Más de un productor, locutor, redactor,
cuenta los días que le quedan d~ vida a la administración murillista. El primero de diciembre es
anhelado con la confianza de que se abrirá un
parteaguas que rompa con el pasado reciente y
permita transitar de nuevo por caminos más
. brillantes, creativos, democráticos.
Habrá que ver si esto es posible, habrá que ver
qué tan oxidados quedaron los resortes y con cuál
proyecto arriban los futuros directivos. Y Héctor
Murillo Cruz, ¿a dónde irá? ¿Se sentará en el
banquillo de los acusados en algún juicio histórico? ¿Será esto posible en el país de la impunidad?
Qué va. Seguirá por ahí. Bien lo dijo Sartre: un
burócrata nunca muere, porque jamás ha nacido.
37
Volvemos, a pesar
de todo: EL RETORNO '. DE
DOS EXILIADOS
DE LA~ DEMOCRACIA
I
Ernesto Jauretche • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
\
E t~ma
o
o
1
argentino ha vuelto a
ganar la atención de la prensa y parte de la opinión pública mexicana.
Primero fue la rebelión militar del
ex-teniente coronel Aldo Rico y sus
"carapintadas" lo que llevó a poner
la vista en los frágiles principios que
sostienen al gobierno de Raúl Alfonsín. Después, la perspectiva de que
retornen a su patria los exiliados de
una tipica democracia moderna. En
estas páginas se anunció y celebró el
regreso del poeta Juan Gelman,
quien obtuvo la eximición de prisión
bajo fianza juratoria y espera, en
París, el veredicto del juicio en su
contra por "asociación ilícita".
Quizá en este momento; Susana
Sánz y Miguel Bonasso, .acusados bajo el mismo cargo, estén declarando
en el edificio de Tribunales, allá en
el centro de Buenos Aires. Sánz y Bonasso llegaron a Argentina sin la certeza de que habrán'de cOrrer la misma suerte de Gelman. La justicia argentina podría impedirles la salida
del país mientras no se conozca el resultado del proceso judicial, que
podría demorar meses, años incluso.
De ocurrir esto, los exiliados de la
.democracia pasarían a convertirse
en rehenes de un régimen constitucional.
taron la violencia contra el propio
pueblo.
Frente al caos deSatado por esos
jóvenes irresponsables que colocaban
bombas y ejecutaban asesinatos inexplic~bles, las fuerzas armadas argen:
tin , en defensa de la nación, de sus
valo es y soberanía, se vieron obligadas tomar las armas ~e la institución. Ya reprimir.
Durante el desarrollo de la represión, implícitamente justa, algunos
miembros de las fuerzas de seguridad cometieron "ciertos excesos".
Consta así en las mismas definiciones
judiciales referidas a las condenas de
los comandantes militares, a des\pechó de la definición del fiscal de
estado, Alfredo Strassera, quien califiro la represión del periodo militar
como metodologia ten~brosa, elaborada conscientemente por los altO&.
mandos castrenses.
La teoría de la obediencia debida
Del mismo modo que para exculpar
a la institución militar de los
crímenes que orgánicamente come.lió fue elaborada una teoría de la
obediencia debida, se dio por
puesto que en las oJ;ganiza~iones.
guerrilleras también hubo diferentes
grados de responsabilidad en -la vioLa teoría de Jos dos demoni?S
lencia. Así como los comandantes de
arma y los de cuerpos del ejército
Al hacerse ~aigo del gobierno'el pre- eran depositarios finales de la ressidente electo Raúl Alfonsín (19~),
ponsabilidad por los "~xcesos" comesubsistieron ciertas formas de en- tidos por sus subordinados (lo q~e
cuadramiento legal de la' conducta exculpaba a éstos. de todo delito), se
polmca de la oposición a la dictadu- supuso que los jefes de las organizara militar.
ciones populares tenían absoluta resCon base en la llamada "teoría de ponsabilidad en la acción de los
los dos demonios', se puso en un pie cuadros medios e inferiores. Con
de igualdad ant~ la justicia a víctj.. ello, se intentó demostrar que el
mas y victimarios. Se daba por suenfrentamiento fTlilitar en~re las
puesto que la violencia desatada en . fuerzas armad~ y los insurgentes
el país d\U'ante la década de loS sehabían sido una' lucha de aparatos. y
tenta había sido el resultado de tirta
no una expres~ón de la lucha de clasuerte de invasión de teorías exóti- ses: ni las fuerzas armadas habían
cas~ Este principio era enarbolado,
defendido los intereses de un orden.
entre otros, por Antonio Tr6coli, el constituido por las clases cl>minanministro del Interior. Tr6coli afir- tes, ni la guerrilla expresaba la resismaba que esas ideas exóticas habían tencia popular a la explotación y la
'
sido asumidas por minorías de jóve- represión.
Naturalmente, esta concepción
nes irresponsables, t:uando no marginales resentidos, que tomaron las ar- ocultaba la práctica consecuente de
mas y, en nombre del pueblo, desa- la doctrina de la seguridad nacional
su--
o
38
(tan exótica como el marxismo, en
todo caso), porque tampoco se quería adjudicar a la guerrilla una
ideología propia. Se trató de mostrar
que tanto esos guerrilleros que desataron una violencia irracional (sin
ninguna explicación lógica, social ni
política), como los miembros de las
fuerzas armadas que cometieron "excesos", eran marginales a la sociedad
argentina.
Por deCreto y junto con el pedido
de enjuiciárnjento a los comandantes
militares, el presidente Alfonsín
libró orden de procesamiento contra
Mario Eduardo Firmenich, Fernando Vaca Narvaja y Roberto Perdia
Oefes de los montoneros), Ricardo
Obregón Cano y Oscar Bidegain Oefes del Movimiento Peronista Montonero), Rodolfo Galimberti (máximo
dirigente de la Juventud Peronista) y
Enrique Gorriarán Merlo (único
sobreviviente de la dirección del Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del
Pueblo). Obregón Cano fue condenado y purgó una pena de seis años
de prisión. Firmenich está en la cárcel yel fiscal solicita se le condene a
cadena perpetua. El resto vive el exilio.
La asociación ilícita
La incipiente democracia, aunque
sus nutrientes ideológicos encontraban sustento en las dos teorías referidas, implicó la recuperación de los
mecani<il¡lOS constitucionales y la independiencia de los poderes republicanos. Compartiendo la lógica sobre
la que se asentó el poder político, la
justicia llevó al banquillo de los acusados a los responsables de la desaparición de 30 mil militantes populares'
y a las figuras visibles de la conducción de la resistencia social.
Al abrigo de ese marco político.
jurídico, el titular del juzgado número seis de San Martín, provincia de
Buenos Aires, el juez Miguel Pons,
inició una causa rotulada asOCÍllción
ilícita. La causa sería aplicada
contra los integrantes de la conducción del Movimienlo Peronista Montonero que en nOviembre de 1977, en
la ciudad de Roma, dieron a conocer
o
un documento titulado "Resistir es
vencer".
~
La asociación ilícita está tipificada como violación al artículo 210 del
código penal argentiho, y castiga
con prisión de 3 a 10 años y de 5 a 10
años, respectivamente, a los integrantes y a los jefes de cualquier
agrupación, de más de tres personas,
organizada con objeto de cometer
delitos. No obstante que el delito, en
este caso, haya sido resistir a las
autoridades "de facto" de la dictadura militar, cuyo poder surgiera de un
aeto sedicioso como es el golPe de Estado.
Una treintena de artistas, sindicalistas, abogados, periodistas, diputados y ex-funcionarios, dirigéntes del
movimiento popular peronista, quedaban sujetos a las sanciones judiciales. Entre ellos: Juan Gelman,
Miguel Bonasso, Susana Sánz, René
Chávez, Jaime Dri, Pablo Fernández Long, Lili Masaferro, Pablo Ramos, Julio Rodríguez Anido, Daniel
Vaca Narvaja y el autor de este artículo. En 1985, la justicia argentina
libró orden de ~aptura en contra de
casi todos.
\
La ba181lZJ
La aplicación de la teoría de la obediencia debida a los ciViles se halla
implícita sólo en la calificación de
los delitos por parte del juez. No
puede aplicar una ley que beneficia
exclusivamente a los militares. Si el
~riterio se hubiera aplicado con rigor, sólo debería juzgarse a ~irmenich y Obregón Cano y los den'láS je- __
fes, ya que en el caso de los militares, -- todos los oficiales con mandos intermedios fueron "desprocesados" y
puestos en libertad con expresa declr racióp de que lo ocurrido no menoscaba su' "buen nombre y honor"
(a pesar de la existencia de pruebas
suficientes para condenarlos por torturadores,
asesinos
o
secuestradores). La ley de obedieno
tina y se reintegró a sus actividades
en la UNESCO.
El caso Gelman sentó jurisprudencia. Susana Sánz y Miguel Bona'iSo
solicitaron el mismo beneficio. Lo
obtuvieron y hoy estarán declarando
ante el juez, a quien deberán solicitar autorización para salir del país
mientras dura el proceso judicial.
Regreso sin amparo
cia debida sólo admitió que fueran
sancionados aquellos oficiales que
hubieran cometido delitos contra la
propiedad.
Pero ocurre que a la teoría cualitativa de los dos demonios, en el marco
de la moderna "política de lo
posible", se agregó un ingrediente
cuantitativo: el de la balanza. Por
cada militar detenido debía haber
un militante popular como compensación. A medida que avanzaron las
denuncias de los organismos de derechos humanos contra los represores, los jueces incrementaron eJ número de ci viles acusados, ampliando
así la lista de capturas recomendadas
y, aun, la de detenidos.
Hace un año, aproximadamente,
a los 12 presos políticos que heredó el
gobierno alfonsinista -condenados
por tribunales militares o bajo la
presión castrense cuando todavía estaba en el poder la dictadura-, se
sumó otra media docena de nuevos
presos políticos, ex-montoneros o integrantes de organismos de masas.
Gelman, Sánz, Bonasso
El pasado 30 de diciembre, en
cumplimiento de una cuidadosa maniobra jurídica, Juan Ge1man solicitó al juez Pons se le admitiera presentar indagatoria en su causa, bajo
el amparo de la eXÍmición de prisión
mientras durara el proceso. Pans le
exigió una fianza absurda de 80 mil
australes, equivalentes en su momento a unos 16 mil dólares. Aprovechando el periodo vacacional de
los jueces, Celman apeló la decisión
del juez de primera instancia a la
Cámara Federal en lo penal. Obtuvo
la eximición de prisión bajo fianza
juratoria y la autorización para permanecer fuera del país mientras dure el jtúcio. Hacia fines de enero, se
presentó a declarar, con lo que
quedó "a derecho"; es decír: ya no es
un prófugo de la justicia, sino un
procesado en orden. Salió de Argen-
Somos exiliados a pesar de que en Argentina existe un gobierno constitucional. Se castiga nuestro intento de
haber tratado de hacer la revolución
y nuestra persistencia en creer que
en Argentina hacen falta cambios
estructurales para que desaparezcan
la explotación y la injusticia.
o somos exiliados voluntarios.
Tampoco exiliados económicos. Si
estamos fuera de nuestro país es porque tenemos captura recomendada
por una causa judicial que, paradójicamente, sanciona a quienes luchamos por la democracia y contra la
dictadura militar.
Sánz y Bonasso regresan sin estar
bajo el amparo de ninguna amnistía,
de ningún perdón. Repudiamos toda
intención del gobierno alfonsinista
de amnistiar a los genocidas, aunque
ese beneficio pudiera alcanzar a lo
que llaman delitos políticos. Primero, porque consagraríamos el intento
de poner en condiciones de igualdad
a los que luchamos por la democracia con los comandantes de la guerra
sucia contra el pueblo. Segundo,
porque la democracia sólo se puede
construir sobre la justicia, y todo
perdón a los verdugos del pueblo argentino llevaría implícita una impunidad para que en el futuro se repitan los métodos genocidas aplicados
por la junta militar que gobernó
entre 1976 y 1983.
Por eso aprovechamos esta oportunidad que se abre. En Argentina hubo un conflicto social en el que participamos activamente como militantes populares. Vamos a hacernos cargo de nuestro pasado ante esta justicia porque así lo establece la actual
relación de fuerzas entre el campo
popular y la reacción. Es seguro que,
dadas las condiciones imperantes, seremos condenados por una justicia
dócil a las presiones militares y- que
comparte los criterios que sustenta el
Partido Radical desde el poder. Eso
no será obstáculo para que sigamos
sosteniendo los mismo ideales por
los que fuimos perseguidos por el gobierno militar y que provocaron
nuestro exilio.
Volvemos para estar "a derecho"
con la autoridades judiciales argentinas, a pesar de todo. Para abrir una
posibilidad futura de regresar defiñitivamente \' sumarnos a la lucha
contra el d~reimiento yel "posibilismo" contra una democracia formal, sin contenido social ni participación popular en las decisiones fundamentales de la nación. Tenemos la
obligación de aportar nuestra experiencia en la formulación de propuestas de organización popular en
todos los niveles ven todas las instancias.
.
Susana Sánz:
__
~~Quedan
•
muchos cam'lnos
por recorrer "
n la carta que Gabriel Gar-cía Márquez dirigiera hace
unos dias a la Cámara de
Apelaciones argentina para pedir que se permitiera
el retorno de Miguel Bonasso a su
patria, el escritor lo definió con estas
palabras: "Miguel Bonasso ha servido a su país hasta con el decoro de su
exilio, su concurso no debería faltar
en el interior d~ Argentina en estos
tiempo de tantos menesteres".
Decorosa ha sido, a no dudarlo, su
trayectoria en México. En casi una
década de exilio, Bonasso se ha ganado la admiración y credibilidad de
sus lectores, tanto del semanario Proceso como de este suplemento. En
México, Bonasso escribió la novela
Recuerdos de la muerte, impresionante ejercicio narrativo para dejar testimonio del mundo carcelario
y los campos de concentración de la
dictadura militar de los Videla,
Viola, Galtieri. En México presidió
la Asociación de corresponsales
extranjeros y dirigió la oficina de
AJasei.
Otra es la actividad profesional de
feministas con las de liberación naSusana Sánz, menos espectacular
cional y social.
pero igualmente rica en el terreno
¿Volver, para qué? ¿Acaso para
dél trabajo social. Sánz llegó junto
alentar la llama de las utopías liberacon miles de argentinos en 1980,
doras que animaron las luchas sociales de los setenta?
venía a vivir la segunda parte de su
- Tenemos que aportar nuestras exexilio, iniciado en España, en 1977.
periencias. A nuestros pueblos les
Argentina ya no era hogar para "la
quedan muchos caminos por reabogada laboral y asesora de sindicorrer
y alternativas a desarrollar en
catos. La Argentina militar hubiera
esta
larga
lucha que se da en todo el
reprimido, de haber podido, a la
continente
contra las pretensiones de
otrora dirigente nacional de la agruEstados Unidos. Creo firmemente
pación Evita o a la abogada defensora de presos políticos, gremiales, es- • que el camino de la revolución no está cerrado ni agotado, como lo detudiantiles.
muestran Nicaragua y los pueblos
Becada por organismos internacionales, Susana Sánz realizó estuchileno y salvadoreño.
dios de maestría en antropología so¿Una revolución que, entre muchas
cial en nuestra Escuela acional de
cosas más, dé realmente un nuevo
Antropología e Historia, donde se
papel a la mujer latinoamericana?
Waduó en 1987. Lo hizo con las más
-Estoy segura de que seremos capaaltas calificaciones y tln trabaJó de
ces de encontrar nuevas formas de
tesis sobre los mecanismos de despojo
organización, de unidad y de deal campesino y la depredación del
mocracia. Siempre de acuerdo a
nuestras necesidades, cultura yexpemedio ambiente mexicano. Actualriencia. Como mujer, creo que a nomente es profesora en un importante
sotras nos toca cumplir un papel funinstituto nacional y coordina parte
damental desde el cuestionamiento
de una investigación interdisciplinade las estructuras más elementales de
ria sobre tecnologías alternativas pala opresión, que se generan en la para la producción agropecuaria en
reja, en la familia; hasta en la desiOaxaca. Además prepara, desde su
gualdad de los sexos-o Ya es hora de
propia experiencia de trabajo con
lograr de una vez por todas la igualmujeres en la Argentina, un libro
dad de los seres humanos.
sobre los posibles y necesarios meca[Ciro Gómez Leyva]
nismos de integración de las luchas
39
E
__________ARGELIA
CUBRE SU ROSTRO
.
.
II Y
final------Ryszard KapuScUíski
Los aciertos de Den Bell.
Tres años de gobierno de Ben Bella.
Los de la oposición le reprochan haber realizado poco. ¿Será verdad?
Ben Bella fue de una individualidad tremenda,
dominaba claramente la amplitUd de los horizontes con profundidad de pensamiento. Su forma de pensar ha sido valiente, fructífera aunque
frecuentemente inconsecuente. Fue un personaje
extraordinario, sólo que muy complicado y desigual.
El balance del gobierno de Ben Bella tiene sus
aristas positivas:
Antes que nada, organizó a un país que recién
salía de la guerra, activó a Argelia, puso en
mareha el aparato dd país, la economía, la .educación, encarriló la vida diaria normal.
Realizó el valiente acto de nacionalizar las
plantaciones e instituciones abandonadas, antiguamente en manos de los colonizadores, para
entregarlas a la gestión de los trabajadores. De
esa manera propició la apertura de un amplio
sector socialista en la economía de Argelia.
Impidió la guerra civil que amenazaba al país
Yque podría haberlo llevado a una caída de larga
duración.
. Preparó una nueva etapa de la reforma agraria
que podría haber modificado la vida de algunos
cientos de miles de trabajadores argelinos.
Entregó a Argelia él prestigio de ~ un país la
vanguardia, miembro destacado del tercer mundo. Quiso hacer de Argelia un puente wtre Europa y Africa, que franqueara a la izquierda europea y a los partidos comunistas el camino a Mrica y al mundo árabe.
Fue uno de los portavoces activos de la lucha
anticolonial'
Es importante destacar que la ideología de Ben
Bella no estaba impregnada de cargas de ningún
tipo de ortodoxias, ni tampoco de ningún fanatismo.
Era de mente abierta, en permanente absorción de ideas, aunque un tanto selectiva. En su
juventud, Ben Bella nunca fue alumno de ninguna escuela o corriente ideológica. Se unió al movimiento porque anhelaba una Argelia libre. Luchó, pasó años en la cárcel. Cuando asumió el
poder, sus ideas comulgaban muy cercanamente
a las de la derecha. Luego giró hacia la izquierda. Fue una evolución clara, realizada no a través del camino del pensamiento intelectual, sino
por la participación de Ben Bella en la práctica
política. Por eso, algunos afirman que el socialismo de Ben Bella era sentimental, dicen que Bell
Bella era "un corazón a la izquierda", que sencillamente le gustaba el socialismo.
Por ello, hubo también comunistas argelinos
en su gabinete. Ben Bella escuchaba sus opiniones y ejecutaba muchas de las cosas sugeridas.
Ben Bella estaba cambiando el clima de las
costumbres de Argelia, un clima que continuaba
siendo muy cercano a lo conservador. Procuró
brindarle a la juventud mejores condiciones para
su desarrollo, librar a los jellah de la opresión
feudal, liberar aJos esclavos, luchar por los derechos de las mujeres. Después de la noticia del
derrocamiento de Ben Bella, reinó la tristeza
entre las mujeres argelinas. Anduvieron de luto.
Una de ellas me dijo: ..... él quiso fundarnos la vida. Ahora, los hombres de nuevo nos encerraron
en las casas" .
El socialismo de Ben Bella fue un experimento
valiente y original. Sintetizando, se iba a construir sobre una economía socialista, pero preservando la superestructura islámica. Los de la oposición le reprochaban que hablaba mucho y hacía poco. Que el socialismo en la edición de Ben
Bella era verbal.
Luchas intestinas
¿Cuánto tiempo dedica el presidente de Argelia a
la lucha contra la oposición? Ben Bella estaba en
constante lidia. En lugar de preocuparse de un
programa positivo, se dedicaba a ajustar las
cuentas con sus adversarios. Nos encontramos ante una situación típicamente argelina. Todo el
tiempo se producen complots y el gobierno se encuentra inmovilizado por el peligro de constantes
revueltas. En el mismC' año de 1963, en abril, Ben
Bella depone a Khider (secretario del Frente de
Liberación Nacional), quien preparaba unk
conspiración contra él; en junio, arresta a Budiafa por una conjura contra el gobierno; elUder de
los Kabiles, Alt Ahmed, anuncia en julio la
guerra abierta al gobierno; en agosto, Ferhat Ahbas es depuesto de su cargo como presidente de la
Asamblea Nacional al descubrir Ben Bella que
Abbas está abiertamente en oposición al partido;
en septiembre, remqeve a Rab.aha Bitata por su
actividad antagónica; también en septiembre, se deshace del coronel EI-Hadzi por organizar rebeliones en Kabilia. En octubre y noviembre se producen grandes levantamientos en Kabilia. Los
kabiles representan casi 115 parte del total de la
población argelina. Esos son tan sólo los apellidos
importantes en Argelia, pero ¿cuántos complots
pequeños o ahogados en embrión, o cuántos opositores irrelevantes? Nada termina en Argelia con
discursos. Todos tienen aqui su propia opinión y
además, todos sienten la necesidad de expresarla,
a fuerza de demostrar su r~ mediante proclamas de guerra abierta contra'el régimen, o también a través del montaje de alguna conspiración. La falta de disciplina política, la absoluta
escasez de habilidades para pensar en la categode los intereses de estado.1 Se requieren años,
generaciones.
Y, además, todo eso acontece en un contexto
ideológicamente líquido, indefinido, porque esto
DO es capitalismo, al cual nadie reconoce; tampoco es socialismo, aquí desconocido; igualmente
ya no es islamismo ortodoxo: nace entonces una
nueva cualidad, la cual no trae enmarcada toda·vía ninguna doctrina y cada quien la entiende como puede y quiere. De ahí pues tanto desorden y
tantas contradicciones en la mentalidad argelina,
tantas ideas montadas sobre elementos fantásticamente contradictorios. Eso dificulta tremendamente la lucha política, porque los opositores
-que no tienen.concepciones c1aras--- no pueden
comunicarse. ni definir sus actitudes. La lucha se
pasa a los niveles de conflicto personal, se reviven
viejos pleitos y disputas sectarias.
Al parecer, Ben Bella se mueve hábilmente en
ese laberinto. Poco a poco, la oposición es en-
na
_
cerrada en las prisiones o emigra al extranjero.
¿Tal vez Ben Bella piensa que su posición es ya
bastante sólida?
o es verdad. Ben Bella no está fortalecido.
El punto más débil de su doctrina política es su
posición ante el problema del partido. Precisamente esto, a final de cuentas, fue decisivo para
la derrota del presidente argelino. De los tres elementos del poder: el aparato administrativo, el
partido y el ejército, el líder de cualquier nación
debería tener los tres, pero mínimamente a uno
de ellos.
Ben Bella no tuvo ninguno.
Ben Bella se encontraba en el vacío -escribió
el egipcio Heikal en el periódico Al Ahram.
En esa frase estaba dicho todo.
El partido en Argelia era el politburó y los camités provinciales. El aparato administrativo tuvo una actitud desfavorable hacia los programas
je Ben Bella, temiendo los ajustes salariales. La
alianza de Ben Bella con el ejército fué siempre
de carácter táctico.
En el mundo árabe no existen tradiciones de
un partido político, como fuerza social destacada
y organizada. Es muy dificil construir un partido
así. Ben Bella no se dedicó a esa tarea, el partido
le bastaba como fachada. Como colaborador.
Eso fue todo.
,I
I •
El lujo de la política exterior
¿Qué ocurrió en Argelia durante el período que
antecedió al golpe?
Nada bueno.
Para juzgar la situación en ese país, siempre se
habla de los problemas que no han sido resueltos
hasta hoy: millones de desempleados, miseria en
el campo, absoluto desorden en el sector de autogestión, carencia de cuadros, distancia entre las
intenciones del gobierno y el estado real del país,
balances desequilibrados. Ben Bella no logró
cambiar eso y tampoco está claro quién y cuándo
lo hará.
La atmósfera de la élite era todavía peor.
El estancamiento económico, la animadversión interna, la impotencia de la burocracia, la
inmovilidad de las masas, empujan casi siempre
a los políticos del tercer mundo hacia dos salidas:
en dirección de la dictadura; o hacia la activación de la política exterior.
Ben Bella siguió precisamente esos caminos.
Recompensaba sus derrotas interiores con una
poUtica exterior que le construía prestigio en el
mUl1do. Poco a poco comenzó a dedicar más
tiempo y mayor pasión a esa política. Le deleitaban las visitas y las conversaciones de mesa redonda. Sabía ser encantador, la gente quedaba
fascinada con su personalidad. llegaron lejos sus
ambiciones en ese campo. Pensaba acerca de la
ayuda militar a los rebeldes de Angola y Mozambique, entrenaba combatientes de Africa del Sur.
Ofreció a Argel como sede para la 11 Bandung
(Conferencia Mroasiática). Dicen que él mismo
dirigía los preparativos y no compartía las tareas
con nadie. Mucho antes de la conferencia, inició
un amplio proceso de comunicaciones con los jefes de diversos países de Asia y Africa. Invitó a
Chou En-Lai, que visitó Argelia en junio de
1965. Eslaba preparando un viaje para entrevistarse en julio con De Gaulle. Organizó en Argel
el festival mundial de la juventud. Argelia se
convertía en uno de los principales paises del tercer mundo, pero los costos de estos avances, principalmente las cargas financieras, fueron enormes. Todo eso
rbía millones de dólares, que
faltaban
país.
Las desproporciones entre la poU
riOl' Y
la interior comenzaron gradualmente a ampliarse. Los contrastes se hacían más profundos: la fama que adquirió Argelia en el mundo fué de un
pais revolucionario, con una política valiente,
decidida y din'mi~ una imágen de país que
abriga y apo>,a a los que luchan contra los opre-
sores, país modelo que seguirán los continentes
de color, que da un ejemplo claro y apasionante.
Mientras tanto, reinaba en el país el estancamiento, los desempleados tomaban los espacios
públicos de las principales ciudades, no había inversiones, dominaba el analfabetismo, se señoreaba la vieja burocracia, la reacción y el fanatismo. La atención de los gobernantes se centraba
en las intrigas.
La separación de la política interior y la exterior, típica de muchos países del tercer mundo,
no puede sostenerse por mucho tiempo. El país,
el propio país, jalará siempre esa política hacia
abajo, hacia la tierra. El país no puede sobrellevar esa política. No tiene dinero para eso y ni siquiera está interesado.
Tal vez la salida de Ben Bella fue el anuncio
del final de la época de los grandes líderes del tercer mundo, de aquellos que crecieron más allá de
lo miserable de la vida diaria en sus países. De
aquellos que fueron más líderes que administradores de sus países. Hasta Julius Nyerere y Sekou
Touré perdieron en la dinámica que les imprimió
lo económico. Asfixian las dificultades económicas, la falta de capital, los problemas comerciales.
Tal vez se acerca el tiempo en el que la política
exterior se convierta en un lujo de los países ~
sarrollados, y los paises pobres tendrán que ajustarse a sus posibilidades, no tan amplías, generalmente mucho más abajo de las ambiciones nacionalistas.
Las razones del golpe
Antes del golpe de junio, fue en aumento el
conflicto entre Ben Bella y Sus colaboradores más
cercanos. La historia de ese conflicto es bastante
compleja. Algunos de sus eJe
tuvieron su
origen en 1962, otros se ~ en el periodo de
la lucha contra la oposición. No tOOa la élite con-
sideraba a los enemigos de Ben Bella como los suyos propios. Algunos juzgaban que Ben Bella trataba a la oposición con democrática rudeza,
otros consideraban que demasiado suave. Poco
antes de su caída, Ben Bella inició tratos con los
opositores kabiles. Eso no era del agrado de Bumedien, quien los detestaba. Ben Bella 10 hizo a
espaldas del gobierno. Poco después, comenzó a
variar, llegando íncluso a negar públicamente toda esta historia. Su alineamiento en la política ínternacional no se le permitió internamente. Le
irritaba a sus allegados esa política que fue hecha
exclusivamente para obtener efectos internacionales, porque los gigantescos espectáculos
eran demasiado para las posibilidades económicas de los argelinos. Se temía que el nombre de
Ben Bella en el mundo lo volviera más inaccesible
y dificultara el control de sus acciones. En realidad, Ben Bella tenía más renombre en el extranjero que en la propia Argelia.
No obstante, fueron dos razones las que influyeron decisivamente para el golpe:
.
- el estilo de gobierno del presidente;
- los preparativos de Ben Bella para debatir con
Bumedien.
Como todo autócrata, Ben BelJa se deshacia de
la gente pensante y que está presta a defender sus
opiniones. A los que permanecían, no los respetaba ni consideraba sus opiniones. De manera decisiva los dominaba con su nivel y formas. Se apegaba J:ercamente a sus conceptos, a los que arribaba por la vía de una asombrosa resistencia. La
ligereza y facilidad con que expresaba la gente
sus opiniones lo irritaba y ponía nervioso. No
apreciaba esas opiniones. Ben Bella pasó gradualmente a no hacer caso a sus colllboradores
cercanos. Empezó a no tolerarlos. I..Fs gritaba.
No acordaba con ellos las decisiones importantes.
Simplemente los mandaba llamar para comunicarles sus resoluciones. "Hoy decidi esto y esto
otro" -fué la tónica para iniciar reuniones dpl
buró político.
Al mismo tiempo funcionaba un mecanÍ.SJT'n
,
.,
exactamente atrás de él, sino alIado: el ejército.
No veía, no sabía, no sentía lo aislado y desesperanzado de su lucha. El ejército no eran solamente los uniformados, sino también los que ya no lo
utilizaban e iniciaron su carrera en él. La mitad
del gobierno, del comité central, del parlamento,
eran ejército actual o antiguo, emigrantes o combatientes. Resultaba que en el equipo de Ben
Bella, la mayoría pertenecía al de Bumedien y no
al de Ben Bella.
Ben Bella partió de dos acciones tácticas. Primero decidió crear destacamentos de una milicia
popular, los que suplftlstamente iban a establecer
un equilibrio de fuerzas, que igualaría la influencia del ejército. Después, cuando Bumedien fue a
Moscú, Ben Bella nombró a Tahar Zabiri como
jefe del cuartel general, hecho que nunca sería
aceptado por Bumedien, pues Zabiri era un
guerrillero.
Dicen que a principios de junio era inaguantable la atmósfera en la élite. Ben Bella empezó
claramente a preparar la limpia. El mismo la
anunció.
El sábado 12 de junio, una semana antes del
golpe de estado, Ben Bell anunció en la reunión
del buró político que la siguiente junta del politburó se regiría por la orden del día que sigue: l.
Cambios en el gabinete; 2. cambios en la jefatura
militar; 3. liquidaci6rl de la oposición militar.
c...'Ortesano que llevó al líder a un estado de aislamiento. Arriba del candelabro, pero solo. La residencia '~Joly" se vaciaba poco a poco. Ben Bella
perdió contacto hasta con sus antiguos amigos.
No había tiempo para ellos o le irritaban. Cuando alguien llegaba para comunicarle sus opiniones, Ben Bella se encerraba, llamaba a la
guardia y los mandaba detener. Empezaron a
evitarlo, le tenían miedo, era un hombre visceral, fácilmente se enojaba y luego entristecía lúgubremente. Al excitarse no medía sus palabras.
Poco antes del golpe de estado gritó durante una
reunión de gobierno: "¡Echaré a todosl"
En realidad los echaba.
Ya no creía en nadie. La gente, o preparaba
complots o lo saboteaba. En alguna ocasión present6 a Bumedien con un periodista egipcio diciendo: "Este es el hombre que está preparando
un complot en contra mía", y le preguntó: "¿Cómo van las intrigas?" "Muy bien, gracias", contestó Bumedien.
Día tras día concentraba más el poder en sus
manos. Era el presidente de Ja república y el
secretario general a la vez. Empezó a ocuparse personalmente de algunos ministerios. Decidía
solo quién sería miembro del buró político, quién
ingresaría al comité central, quién en el parlamento, quién en el gobierno. "Decidía todo",
.aseguró después Buteflika a los periodistas.
Era de personalidad complicada y de muchas
aristas. Por un lado no confiaba en nadie y por el
otro, procuraba asegurarse que todos dieran
aprobaci6n a sus decisiones. Por la mañana se
reunía con la izquierda, juraba y no cumplía; en
la tarde hablaba con la derecha, afirmaba cumplir y tampoco lo hacía. La gente ya no le creía.
Crecían las sospechas mutuas y se profundizaba
una tensa atmósfera.
Jugaba. improvisaba. Era una gran improvisador, un táctico. Sin embargo, esa táctica no era
empleada hacia un pensamiento estratégico claro. Su táctica no incluía un solo plan. era pura
improvisación.
No permitía que nadie le dijera nada. No aceptaDa la crítica. Creía en su poder, en su estrella y
en su popularidad. Hasta'el último momento tuvo buena prensa. No era de buen tono escribir
mal sobre Ben Bella. Los periodistas lo querían.
El los recibía con agrado. _
.
Estaba tan seguro de sí mismo, que sintió la
llegada del momento para acabar con su principal enemigo utilizando la misma fuerza que lo
~vó al poder. la que lo mantenía, que estaba no
Bumedien no participó en esa reunión, acababa de romper definitivamente con Ben Bella. Pero la mitad del bur6 era gente de Bumedien.
Al concluir la reunión, Ben Bella abord6 un
avi6n v se fue una semana a Orán. Fue solo.
Los 'amenazados persistieron solos en Argel.
La situación empeor6, nadie sabía exactamente quién volaría. En silencio, cada quien debía de
realizar su propio examen de conciencia. Todos
se sentí~n inseguros y esa inseguridad los unía en
un bloque único. Parece que durante la ausencia
de Ben Bella, continuaron las discusiones sobre si
se llevaba a cabo el golpe o no. ¿Tal vez bastaría
con asustar a Ben Bella con un golpe?
El viernes 18 de junio, unas horas antes del golpe,BenBella tuvo en Orán un mitin.Afirmó allá:
"Argelia está unida como nunca antes". Y que todos los chismes y rumores sobre las fracturas en el
gobierno carecían de sentido, eran propaganda
enemiga.
Dl ~ués del mitin fue a ver un encuentro de
futbol, no se perdía ninguno.
Por la tarde retomó a Argel.
Aparentemente alguien lo llamó para llevar a
cabo una reunión extraordinaria de gobierno.
Contestó que estaba cansado, que se iba a dormir.
En la madrugada, poco después de las 2 fue
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Aunque hay un lapso en la paginación,
no falta ningún texto.
despertado por su amigo, Tahar Zabiri, de casco
y con metralleta en mano.
Ben Bella desapareció sin dejar vestigios.
El coronel Bumedien
Técnicamente el golpe fue provocado por Ben
Bella.
El organizador del golpe fue el primer vicepremier, ministro de la defensa nacional, miembro
del buró político, miembro del Frente de Liberación Nacional, miembro de la asamblea nacional
argelina, jefe del ejército nacional popular, exmaestro de literatura árabe: el coronel Houari
Bumedien (su verdadero nombre era Bukharuba
Mohamed). Era coronel porque el carácter popular, campesino y revolucionario del ejército argelino no permite la existencia de grados de general, ni de mariscal. Las condecoraciones son bien
modestas, los uniformes de soldado raso y de oficiales son idénticos, no existen diferencias ni en el
corte, ni en la calidad de la tela.
Bumedien no es nada fotogénico; además, los
periódicos que no lo quieren le retocan el rostro
de tal manera que su cara aparezca rapaz.
En realidad, Bumedien da una impresión simpática. Es de estatura mediana, muy delgado. Su
El no habla para nada". La verdad, Bumedien es
un callado herméticamente cerrado. Si Bumedien tiene que decir algo, lo hace con tal esfuerzo, como puede ser el tallado de una roca. Prefiere hablar con monosílabos o con movimientos
de cabeza. No pronuncia discursos. El año pasado lo hizo una sola vez. Lee los discursos directamente de sus apuntes. Son siempre cortos y contienen tesis secas. Dicen que Burnedien no tiene
fe en los civiles, que no le agrada el chismorreo
diplomático y las pláticas de mesa redonda.
Da siempre la impresión de un hombre concentrado, hundido en algún pensamiento particularmente difícil e importante. Por eso, raramente sonreía. No tiene los rasgos comunes de un
líder: no acaricia las cabecitas de los niños, no alza los brazos, no quiere sobresalir. No le interesa
la publicidad ni la fama. Se viste descuidadamente, se le fruncen los pantalones demasiado
largos, se cierra el saco cón botones cruzados. No
usa corbata ni camisa blanca, utiliza playeras y
ropa de dril.
Su única pasión es el ejercicio. En su sangre es
un soldado del ejército.
Bumedien se irritaba .ampre que Ben Bella tiraba el dinero en conferencias y visitas, porque
deseaba que el dinero fuera para el ejército. El
mundo de Bumedien es el mundo de los cuarteles
y polígonos de práctica.
Ben Bella y Bumedien eran dos carácteres
opuestos, dos tipos de corte diferente, dos mentalidades distintas. No obstante, de seguro cada
uno de ellos era una indivi<lualidad. Bumedien
debía estar irritando a Ben Bella, pero a la vez
Ben Bella le temía a Bumedien.
Bumedien con carácter de hierro. Ciertamente, es un hombre sin dudas.
Políticamente hablando, Bumedién es un nacionalísta revolucionario árabe, defensor de la
cuestión campesina argelina y de la gente de provincia. Por ellos, más que por nadie, Bumedien
tratará de hacer algo. Ellos son el elemento social
más entendido y añorado por el propio coronel.
Son el 90 % de la sociedad argelina.
El ejército, única fuerza de cohesión social
rostro es oval, casi as;cético, de pómulos hundidos
y mandíbula sobresaliente. Sus ojos, muy enterrados, calés, muy ágiles, de una perspicacia
increíble. Bumedien no aparenta ser árabe. De
pelo castaño, ondulado, de bigote corto y rojizo
por la nicotina, no para de fumar.
Me asombra su manera de ser. Lo vi unos días
después del golpe, pensé que me encontraría con
un personaje a la medida de un déspota. En cambio Bumedien se comporta de una manera confundida y modesta. Estuve presente en la recepción ofrecida en el palacio popular. Se inclinaba
saludando a todos como un adolescente. Durante
todo el tiempo no sabía qué hacer con sus manos
y se comportaba de tal manera, con su falta de
práctica para comportarse en esos eventos, que
resultaba de alguna manera atrayente. Después
de saludar a los invitados, se sentó en un sillón y
en silencio observaba la esquina vacía de la sala.
Ignoro si durante la recepción intercambió con
alguien unas pasabras.
Le pregunté a uno de los corresponsales acreditados en Argel: ¿Alguno de ustedes ha hablado
con Bumedien? "Nadie. El no habla con nadie.
La ambición de Bumedien es el ejército
político, en el sentido ejército-país. Salvar a la
patria a través del ejército, su desarrollo a través
del ejército. Los civiles nunca han hecho nada
bueno, son pura demagogia y corrupción, llevan
siempre al país a la crisis. Hay que tener a algunos civiles en el gobierno, porque así son las costumbres en el mundo, pero para mantener al país
bien parado, sólo sirve el ejército, sobre todo en
un país donde reina el desorden, donde las fracciones de la sociedad se devoran entre sí sin considerar el bien común.
Bumedien se encontró por vez primera con Ben
Bella en El Cairo en 1954. Entonces, Bumedien
era un don nadíe, tenía 28 años, trabajaba en
una escuela enseñando árabe. Ben Bella jaló a
Bumedien a la lucha de liberación. Posteriormente, Bumedien ascendió a Ben Bella al poder.
A cambio de eso, Ben Bella defendía a Bumedien
ante la jefatura del partido que deseaba un ejército apolítico. Intercambiaron favores durante
muchos años. Aparecían juntos en todos lados: al
frente, Ben Bella, un líder nato, mundano; atrás,
como su sombra. silenciosa e inmóvil, Bumedien.
El disgusto más generalizado en la opinión argelina fue el provocado por el golpe. Actuó aquí el
factor ambición. Los argelinos sienten ser la aristocracia árabe, creen ser árabes de nivel cultural
superior y opinan que cuestiones como las revueltas son adecuadas en Iraq o en Libia, pero jamás
para ellos.
El golpe comprometía la imagen de Argelia
ante el mundo, sobre todo Wr haber ocurrido
una semana antes de la Bandung 11.
o En Argel había revueltas y pocos días después,
la conferencia afroasiática. Imperó un desorden
increíble. No se pudo saber nada.o La junta revoIUl::ionaria actuaba subterráneamente, como la
mafia. Nadie sabía su domicilio, ni quiénes eran
sus miembros. No existía ninguna auto 'dad oficial. Se presentaban diversos voceros como repre- I
sentantes del nuevo ordeño Nadie los conocía.
¿Quién carajo podía saber si es un vocero verdadero o inventado? Circulaban los chismes pbr la
ciudad corno enjambres. Ben Bella vive, Ben
Bella murió, va a haber conferencia, no va a haber conferencia, que se organizará una manif~
tación, que una rebelión, vendrá Nasser, ChQU
En-Lai, todos vendrán, no va a estar nadie,
arrestan a los comunistas, arrestan a los egipcios,
arrestan a todos, iniciará a partir de hoy, empezará mañana, en una semana comenzará.
Para compJetar el cuadro se presentaron
terribles bochornos. La genteose desmayaba de
calor. Un fervoroso simpatizante de Ben Bella me
dijo: "El pueblo no organizará nada de rebeliones. Hace demasiado calor". Realmente, durante el día reinaba el silencio, por la tarde se ini- 1
.'
.7
El golpe mostró a Argelia tal cual. Como un
ciaban las demostraciones. Las manifestaciones
típico país del tercer mundo. Abajo: los campesise sucedieron durante cinco tardes. Participaba
nM eRo eterna pobreza, en el miedo que produce
gente joven, los muchachos de la calle..l.o hacía
la sequía, en la oración a Alá por un plato de alicon fervor y pasión, pero sin ninguna organizamentos, porque la tierra estéril no lo puede dar.
ción. En la manifestación más grande en Argel
Arriba: en los salones. alguien encierra a alguien,
participaron d&.; o tres mil personas. Salió el ejército contra ellos. Ese ejército tiene muy practicauno derrota al o ro~ son dos mundos sin ninguna
da la táctica de lucha contra las muchedumbres.
conexión "entre sí.
A los seis dfas después del golpe, cesaron las maDespués del golpe en Argelia. una junta revonifestaciones y el ejército regresó al cuartel.
lucionaria tomó el poder. La junta tiene de su lado a la mayor parte de la élite de el ejército argeCon excepción de los jóvenes, en la sociedad
lino. El ejército es grande, cuenta con 100 mil
. reinaba el silencio. El partido, los sindicatos y
elementos, incluyendo &.la policía. Está bien arotras organizaciones permanecían en silencio. Se
mado.
comentaba que discutían qué hacer, había
En el contexto que prevalece en Africa, el gomuchas dudas. El golpe vino a clarificar la absobierno de Bumedien es de izquierda y nacionalisluta dispersión de la sociedad, la falta de unión,
ta.
la carencia de una cohesión, la completa ausenNo es posible aplicar en Mrica el criterio de socia de una fuerza organizada.
cialismo puro, en tanto no existe tal socialismo.
La fuerza estaba del lado del ejército. Yel ejérEñ Africa, las fuerzas de izquierda se encuentran
cito detentaba el poder.
en un estado impuro, como elemento de un comCampeaba el pesimismo entre la gente de izplejo cuadro de la realidad política y social, aún
quierda. Esperaban la represión, no dormían en
sus hogares. La represión nunca llegó. Bumedien
no formada definitivamente. El esquema de esta
realidad nunca es preciso.
no arrestó a ningún comunista ni izquierdista. El
temor se derivaba del desconocimiento del ejérciJJl vez-existían formas de evitar el golpe,
to, por lo cual la gente le temía. Es una sociedad - ~ puesto que en realidad fue un paso rudo desde el
punto de vista táctico, pero hay que recordar
desintegrada que teme a cualquier fuerza entera.
El ejército es la única fuerza cohesionada en Arotra cosa adicional: todo ocurre en un ambiente
gelia. Bumedien no se ocupa de convencer a la
de genteJ'oven, sobre todo si se toma en cuenta
gente, Bumedien actúa -es un hombre que se
los están ares de la política europea. El prome-encierra completamente en las actividades prácdio de edad de los miembros de la junta revoluticas. En Africa, a la gente le gusta tener líderes
cionaria oscila entre los 32 y 34 años. En este me-~ue hablan, que se explican y se confiesan. En un
dio, Bumedien es el más grande entre ellos, tiene
mitin, Nasser hizo confesiones frente al pueblo,
39 años. La política en Argelia está dominada
por gente de entre 20 y 30 años. Toda la política.
lamentando que su hija reprobó un examen y no
Además son árabes, gente inauditamente orfue admitida en la universidad. Lo decía con pe-na, como padre de un hijo que ha experimentado
gullosa, muy sensible en asuntos de honor, gente
un fracaso, lo reconocía ante miles de padres que
de sangre caliente, que salta ante cualquier cosa
tienen problemas similares.
al cuello del otro. "Ben Bella nos faltó al
El pueblo cree y respeta a un líder asi.
respeto", eso -m.stó para encerrar a Ben Bella.
Muchas de las fallas y errores en la política africana, tienen de fondo el hecho que la política es
hecha por gente sin suficiente experiencia, por
gente que no sabe preveer los resultados irreversibles de sus decisiones, por gente qu.e aún no se
ha impregnado de los consejos y de la seriedad de
los viejos consejeros políticos.
Todo esto es muy complicado y no permite una
comparación bajo los viejos esq m rie verificación política. Es mucho más fácil dentro de la
política europea, donde se sabe que Suiza conservará la neutralidad, que la RFA no reconocerá a
la RDA, y que, en Inglaterra, de no gobernar los
laboristas, lo harán los conservadores.
En Mrica no hay nada conocido con seguridad. Los países más reaccionarios "':""como el
Congo Brazzaville- se toman revolucionarios en
un mes y los países muy revolucionarios -como
Kenya- caen en el transcurso de do meses al
fondo de la reacción. Un político que durante
años fue símbolo de la ideología pro-occidental,
en dos semanas se toma en el entusiasta más
grande en Mrica de la revolución. Por otro lado,
un político que durante años fue símbolo de la
política anticolonial (Kenyatta), aparece en los
siguientes meses como el más satisfecho reaccionario.
Quedó el ejército en la arena política de Arge-lia. Se sabe poco sobre las relaciones existentes en
el ejército de Argelia. El ejército tiene algo de
mafia, algo de secta religiosa. Los oficiales se saludan de mano y besándose las mejillas y no de
manera militar.
La junta revolucionaria se integra con personas de distinta orientación política. Reaccionarios y progresistas, anteriormente unidos por su
miedo común a Ben Bella. En este grupo seguirá
existiendo la lucha, se llevarán a cabo divisiones
y fracciones.
Todo puede ocurrir todavía: un nuevo complot, otro golpe, la rebelión del ejército, la insurrección de los kabiles. "La revolución argelina
es una revolución de sorpresas", dijo Bumedien a
Heikal.
[Publicado en el libro Wojna Futbolooa, Warszawa
1981. Traducido del polaco por Auna Koriat de Arredondo)
a cultura en
EXICO
n 18 culfilra,
Director Generul: JOIé Pa,és Llergo
~Ior: Paco Ignario Taibo II
Jefe M ~ Geranio de la Tone
~
Beatriz Mira
BetltM:d6fl: FrudIco Pérez Arce,
Mauricio Ciechanower, RogeIio
Viu.iM , EmlHa"O Pérez Cruz, Luis
Hemández, ec.me Omelas, Jorp
Belarmino Femández Tomás, Jesús
Anaya Rosique, ADdrés Ruiz, Orlando
Ortiz, Vfctor Ronquillo, J......
Payán, IIédor R. de la Vep, CarloI
Puig, Angel V"tierra, Pilar V uez,
Armando Castellanos, Ciro G4mez
Leyva, Miguel 8ooasIo, Eduardo
Monteverde, AIain Derbez
M.'"
Fabiú CoBdJea NepíD,
Celia Faajul, 1UcanIo PeI8ez
, ... ftUt'ÍlSll:
ada hora el tren que subía
a la mina rayaba su pensamiento como los dibujos
hechos en el pizarrón por
un niño loco. Doña Chona hacía tortillas de esas grandes tipo
Sonora. Las extendía primero con un
rodillo y luego las estiraba lentar;nente dándoles una cuarta vuelta cada
vez. Ella era alta y delgadita, como
decía la canción, tenía una trenza
larga y gruesa que pesaba tanto que
casi ni se movía cuando andaba. Sus
ojos eran negros, y vivos como grillos
en botella. Al lado izquierdo de la
parte inferior de la nariz tenía una
verruga grande y negra. Usaba un
vestido viejo de percal, zapatos tenis,
un delantal negro, y un suéter viejo
de lana.
Ya hacía tiempo que doña Chona
vivía en el cañón. Decían que había
venido de Sonora con un reenganche
de gringos en el año 1913, y que
había sido soldadera, y que el hijo
que tenía se lo había hecho un cabo
que había andado con Pascual Orozco. Sin embargo, cuando llegó a San
José del Oro venía casada con un tal
don Rómulo que murió a los cuantos
años.
La casa en la orilla del arroyo del
cañón era de adobe, bajita y con cerco de piedras (sobre el cual se hallaban baldes viejos en donde crecían
los claveles más olorosos del pueblo.)
Estaba debajo de unos nogales viejos. Hacia arriba comenzaban las lomas llenas de táscate, piñón, y aguarices. Todavía más allá se veían los
altos picos de las Rocallosas. En el
patio raso picoteaban tres gallinas;
tras la casa había un exclolSado y un
cerco de piedras que alojaba por las
noches a diecinueve cabras.
La estufa era estrecha, igual que
la COCina, tenía patas de tabiques rotos, y quedaba a unos cuantos eentimetros del catre donde dormía el mjo de doña Chona, Talpo. El catre
trababa en parte la puerta que daba
al único otro cuarto de la casa, una
recámara. En ella se veía otro catre
más ancho, un ropero con dos espejos, y una silla de mimbre; las paredes estaban decoradas por un número de santos y una ardilla disecad~.
Las dos ventanas estaban llenas de
geranios.
Doña Chona acabó de estirar la
tortilla y la comenzó a cocer en
cuatro partes. Puso la tortilla sobre
la estufa, la tortilla se esponjó e hizo
globos blancos y redondos que soltaban un vaporcito suave y dulce
-dulce como el olor del gringo que
le decían uEI Venado", que venía cada quincena a visitarla. Venía por
las tres y quince antes que salieran
los demás trabajadores. Era mayordomo y podia darse esa escapadita.
A Chona le gustaban los gringos por
limpios ya que podían bañarse-cuantas veces quisienn en sus casas que sí
tenían agua potable y el excusado de
agua. "El Venado" siempre comentaba sobre el olor de sus claveles (esto
lo hacían todos los que venían) pero
luego se iban para la recámara y se
empelaban -ena rápidamente y él
despacito. Chona se sentaba sobre la
sUla de mimbre en la esquina del
cuarto pues le gust.ba sentir las con-
_______CUATRO
MOV.IMIENTOS
SEXUALES
y UN ASESI ATO
Jaime Armando Estrada Maya
torsiones del mimbre sobre su piel
desnuda. De allí lo veía a él desnudarse lentamente y llenar suavemente su cuarto pobre de ese olor a esa
limpieza que tanto añoraba.
Una qe dos cosas que apasionaban
a "El Vellado" era la verruga de
Chona. ComeDiaba su acto de amor
con unos mordiscos a los pezones de
las tetas de Chona y de allí se iba en
seguida a la verruga que chupaba
con ansiedad hasta que terminaba la
pasión.
Chona le dio vuelta a la tortilla, la
presionó con un trapo, los globos se
rompieron y soltaron su gas limpio.
La segunda parte se coció, y ella la
presionó una vez más. le dio otra
vuelta, y comenzó a cocer la tercera
parte. La superficie de la tortilla
quedó en parte cubierta de un sal-
_
pullido café claro. Gonzalo, uEI Pestañas de Vaca", venía a ver a doña
Chona todos los lunes a las nueve de
la mañana en punto. Tenía una tiendita -donde compraba toda la gente mexicana su mercancía. Daba crédito, igual que la tienda de la compañía, y por lo general sus precios no
eran mucho más altos. Además, llevaba las mercancías hasta la puerta
de las casas en una camionetita
Ford. Era así como lo había conocido doña Chona. Gonzalo también
comentaba sobre el olor de sus claveles y siempre pedía instrucciones
sobre el cultivo de estas plantas para
dárselas a su esposa. A doña Chona
uEl pestañas" le recordaba un poco a
su amante allá en la revuelta de México. Tenía el mismo color suave, la
misma cortesía al tratarla y era siem-
pre un poco tosco -y hasta yergonzoso':""- en el acto sexual. Eso sí' no
olía a México: -nada del mezquite
quemado, ni de lana y algodón mojado, ni de nalgas mal lavadas, y
sobre todo, un poquitito a orines. La
ausencia de todo esto hacía a doña
Chona que 10 repudiara y que con
frecuencia dejara a "El Pestañas" a
medias. Ella siempre le negó su
verruga pero, sin embargo, "El Pestañas" seguía viniendo.
Doña Chona coció la cuarta parte
de la tortilla. Esta se cocía rápidamente y por eso salía más blanca.
Talpo que a los diecinueve se negaba
a tener amoríos. Doña Chona lo
conocía como puro. Era un poco más
blanco que su padre y mucho más
blanco que ell Talpo pasaba sus
dias en el campo (desde chico se dedicó a las cabras y se negó a ir a la escuela) y ella lo veía nada más por las
tardes y por las mañanas. Doña Chona lo bañó en el arroyo de enfrente
hasta que tuvo trece años y nunca
vio. que su miembro se parara y e
había dejado de pensar sobre la sexualidad de su híjo. Tuvo vergüenza
de hablar con Talpo sobre esto y por
las dudas y con mucho miedo, doña
Chona, en sus
orosos, clavaba sus ojos so
imagen de la
Santísima Virge
el Carmen, Upar
avor, Virgencita, que no llegue Talpo". Doña Chona acabó la primera
tortilla de la tarde. la dobló en
cuatro partes y la puso en el chiquihuite.
Talpo era menos alto que su madre pero sí tan delgadito; su pelo era
negro, largo hasta el pescuezo y más
bien lacio. Sus ojos eran más grandes
que los de su madre, más almendrados y menos negros. Siempre usó camisas blancas. que su mamá le
compraba en la tienda de la compañía: tenían botones de nacaro Sus
pantalones, que hacía su madre de
telas que estaban en barata en la
tienda de don Gonzalo, eran por lo
general de lona liviana, de mezclilla
o de pana. De vez en cuando eran de
franela. Nunca conoció la ropa interior y usaba huaraches de llan.ta que
hacía él mismo bajo las instrucciones
da<w por el difunto don Rómulo. Talpo se había aburrido de su casa y de su
madre hacía tiempo (sobre todo de los
constantes refranes: "Más vale pájaro
en mano... , Del plato a la boca... , En
el país de los ciegos..."). Tenía tres pasiones todas igualadas una con otra: el
campo, sus cabras, y masturbarse. No
importaba el día de la semana ni el
mes del año, él salía al camw con su
rebaño de 19 cJd>ras a las cinco de la
mañana para regresar a las siete.
Subf~ por el callón del arroyo y luego
daba vuelta al cañón del pocito de
agua. De allí se internaba en los cañoDeS mú profundos donde. coma el
agua cristalina y donde brotaben 101
zacates sabrosos y retoños de plantas
que las cabras gustaban. Por las bajadas creclan los sotoles, magueyales,
nopeles, yencioos. Mú abajo, crecían
los mezquites, tabachines, y otras leguminosas de varios tipos. En las cúspides de las montadas se veían los pinos; en _ arroyos los ilamos y sauces.
Esos catton.: UeDOI de cantos de calandrias y tórtolas en el verabO, de los
49
¡ritos de los gavilanes y cuervos. de
pláticas inagotables de los gorriones y
priJqveras y el cbiUido de los trepapuedes del caAón. Estos últimos
tenían un canto que comenzaba muy
alto y luego bajaba en un espiral agudo. Si a mucha gente le daba escalofria, a Talpo se le paraba el miembro.
Pero IU cuerpo J'P.8Odonaba asf bajo
muchos actos sensibles de la naturaleQ tanto Wuales como auditivos: ellodo fresco de los riachuelos que COI'Pan
entre las rocp después de la lluvia. el
Glor del hoctco de las cabras y más
toJavfa. la combinación de olores de
hierba recién cortada y hocico de cabra. Esto lo lograba hincándose cer~
de los animales cuando pasteaban.
Otra oombinación puional se lograba
en dias de tormentas otoftales cuando
Talpo se subía a los acantilados más al·
tos del caftón y esperaba que la cre-.
cfente de agua producida por la tormenta rumoreara por el estrecho pasaje. Entonces Talpo empuñaba su
miembro y cantando la popular canción que tema una frase que decía
"Eres como una espinfta. que se me ha
clavado en el corazón", seguía hasta
lograr que su esperma fuera a dar 1111'
abajo en la creciente de agua.
Las cabras comían de todo y sabían bien qué comer, sin embargo,
Talpo siempre cuidaba que no fueran a comer alguna hierba mala camo el toloache. En el verano había
que cuidarlas de las víboras. De vez
en cuando las espantaba un mapache diurno o un caeomixtle confundido, entonces él les cantaba una
canción. Una vez al mes las llevaba a
una vega de zacate corto que había
cerca de una pequeña laguna. Era
terreno de los vaqueros gringos y
tenfa que cortar el alambre de púa
-esto lo bacía con cuidado y siempre lo unía- para internarse. Un
día a
po se le olvidó unir el cerco
ya que venía una tormenta y quería
dejar las cabras en la pradera para
subir al acantilado cercano.
Santa Rita era el pueblo que quedaba al norte de San José. Estaba habitado por mexicanos de todas partes
-muchos de Sonora y Chihuahua.
Sus casas eran de la compañía. todas
estaban pintadas de un amarillo sucio y ninguna tenía agua potable o
electricidad. Estos mexicanos vivian
en las partes más próximas a la mina
abierta mientras los gringos vivían
en las partes planas donde se regaban con dedicación todas las praderas y patios sembrados de zacate.
John Stag vivía en una de estas casas
rodeado por árboles de chabacano y
con un patio que tenía el zacate más
bien cuidado del pueblo.
Stag era un gringo bien parecido.
Tenía cejas gruesas y ojos bien azules
como las lagunas de agua de cobre
que se. encontraban en el fondo de la
mina. Había venido a Santa Rita en
una de esas oleadas de gente de
OkIahoma que habría de reemplazar
todo lo mexicano con costumbres
gringas. Era bajo de estatura pero sí
bien fornido. Siempre vestía con ropa. de me:t.eltlla, uñ chaleco de borrega café oscuro -el mismo que usaba
50
todo el año. Usaba botas medianas
de amarrarse y una cachucha con rayas blancas y azules de esas que usaban los que operaban las palas de vapor y también los que operaban las
locomotoras del tren del Sante Fe.
John llegó temprano a la jugada ese
día ya que sabía que el trabajo en la
mina iba a cesar temprano por la
tormenta que venía. Estas jugadas se
llevaban todos los días menos los domingos en el café El Elite. Los
miembros en estas jugadas variaban
pero por lo general asistían el cherife
gringo, el dueño del único restaurante mexicano "El Restaurante Domínguez", el policía -un mexicano trinquetero y genioso- yel juez local.
Estos señores tenían en común su flojera y su desdén por los mexicanos
-aunque el policía era del estado de
Guanajuato. Jugaban al póquer todos los días menos el sábado cuando
se dedicaban a jugar dominó con toda la gente. del pueblo. El camión de las tres llegó y se estacionó bajo el inmenso nogal que
quedaba en frente del cine. (Este cine tenía funciones de películas mexicanas una vez por semana y en estos
días todO& los concurrentes podían
sentarse dondequiera ya que los de- '
más días de la semana la parte derecha de la sala era para los mexicanos, la parte izquierda para los gringos y la del medio para ambos.) John
vio que los agentes de Albuquerque
se bajaban del camión y esperaban
con paciencia la abertura de las cajuelas para bajar sus enormes baúles.
Había jugado mal y en su estómago
comenzaba una ansiedad tremenda
y bien conocida. Esta ansiedad le
convertía su mente en un número limitado de imágenes sexuales en dt>nde dominaban La Chona, y su becerra nueva, La Pinta. La Pinta ya tenía seis meses y él la había cogido
desde que tenía un mes. Era la más
reciente entre una serie de becerras
que había cogido desde que él tenía
diez años. Esta habilidad la había
aprendido de un amigo mexicano
que ya había muerto en un accidente
en la mina y John, a los 33 años, todavía seguía con este hábito. El camión de las tres siguió rumbo a San
Vicente y John se despidió de sus
amigos de póquer, subió en su camioneta Chevrolet y se fue rumbo a
la vega del cañón de San José donde
bien sabía que estaba La Pinta.
La tormenta se habfa formado y
entre El Cerro de la Aguja y El Cerro
de La Santa Fe se veían nubes negras
de donde salían relámpagos y truenos que producían ecos infinitos én
los cañones. Doña Chona salió con
apuro a meter una ropa que estaba
en el tendedero y vio que un perro de
tres patas huía hacia la parte central
del pueblo. Era el Fum, un perro de
manchas amarillas, cafés, negras y
blancas. Este perro vivía debajo de
los escalones de una de las casas
centrales. Desde este dominio ladraba con ferocidad y de vez en cuando
daba una buena mordida a un descuidado -las mujeres del pueblo lo
odiaban con igual ferocidad. Fum
tenía cuatro patas pero las dos de
atras estaban juntitas ya qne se
había roto la pelvis tratando de me-
-"\el
e
,,-
-<:.
.~
,
terse entre la puerta y el poste de un
corral donde estaba encerrada la perra más codiciada del pueblo, Xóchitl. El Fum salía todas las tardes a
mear con precisión todos los arbustos
y piedras entre San José y las pilas de
rezago que producía la mina y que
tapaban el cañón al norte de San José. El viaje de este perro era placentero en todas las épocas del año menos al final del verano ya que los
truenos de las tormentas le daban un
terror que sólo apaciguaba en los recónditos más oscuros del sótano. Esa
tarde el perro corría hacia el pueblo.
Stag dio la vuelta aguda después
del puente que cruzaba el arroyo y
casi mediomató a un perro que iba
en la dirección opuesta. Stag se internó en el cañón <le San José, la tormenta azotó con fuerza su camioneta
por media hora, paró su camioneta
en el arroyo a la entrada del cañón
del podto, esperó que pasara la lluvia intensa y se fue a buscar a pie a
La Pinta. El campo había quedado
fresco con la corta pero intensa lluvia y quedaría fresca y hasta fría la
tarde pues ya venía el otoño y a esas
alturas el frío llegaba temprano.
Stag no tardó en llegar al cerco y notar de inmediato que La Pinta se habia salido; se la veía pastear en la base de la montaña cercana con unos
caballos blancos. Stag oyó dos cosas:
el rumor de la creciente que venía y
el canto de un hombre -ya que en la
cúspide del acantilado esta Talpo.
Stag subió silenciosamente, se acercó, tomó una piedra y la arrojó con
tal tino que le pegó en la nuca a Tal-
,.(
po quien cayó hacia el cañón todavía
empuñando su miembro. Stag dio
vuelta, se dirigió hacia el cerco para
componerlo, y se puso a cantar con
muy mala voz y pésimo gusto una
canción de moda que decía:
..Aquí me tienes again
Aquí en your puertas again
Norte es la tierra again
La frontera de México otra vez.
Se repite la historia otra vez
Las campanas están aquí otra vez
y el amor prohibido otra vez
North of the border, otra vez:'
Acabó de componer el cerco y se
fue a ver si encontraba a la Chona.
El tren de las cinco bajaba de la
mina cargado de las rocas de mena
que iría a Hurley donde la refinadora produciría barras de cobre. Chona escuchaba el rechino de los frenos
de los carros repletos del metal.
(parecía el llorido de las almas en el
purgatorio). Dobló la última tortilla
de la tarde -ésta se había quemado
cuando ella salió por la ropa- y murmUTÓ en voz baja, "Más vale pájaro en
mano que un ciento volando"; puso el
chiquihuite cerca de la estufa y.&,Fltó a esperar a Talpo:
Furo salil- del sótano y con alegría
notóeotreabiertalapuerta del <:erro de
la Xóchitl. La creciente pasaba. Uevaba arrastrando una camioneta.•
[Tomado de palabra nueva: Cuentos cbicanos n, Dos Pasos Editores, El paso
1987, pp. 88-94]
es
"LA LUPITA" :'_-------una experiencia
~e autogestión femenina en
______--------Nicaragua
Pablo Pérez Vera
uien esto escribe es cómplice de la
lucha fuerte y decidida que están dando 70 mujeres de extracción campesina, provenientes del cultivo. del tabaco, que han quedado viudas por la
guerra que sufre este pueblo o que han sido
desplazadas por esa misma causa de sus lugar~
de origen, de sus comunidades, de Miraflor, de
Wiwilí, de Yalí, de San Juan del Río Coco, ¡putal
puros pasaderos de la contra (hasta 1987).
Otras vienen de aquellos barrios más "vergu~
ados" por la guardia... el Rosario, el 14 de Abril,
el Oscar A. Romero, con sus casifM de lo que sea:
tablas, adobe, ladrillo, cuarterón las más "el~
gantes", con sus calles llenas de lodo y chigftines.
Algunos de estos niños comenzaron a ayudar a
sus madres en la construcción de la fábrica, muy
al principio, hace 2 años, cuando todo era puro
monte, pero luego ya no fueron, porque la joda
era muy fuerte, el sol está arrecho todo el día, la
cargadera de palos, piedras, mezcla y ~uartero­
nes quiere "hacerle huevo", y la verdad es que
uno aguanta un tiempo, pero siempre está feo.
Ahora no, ya la fábrica está medio funcionando, las de alfarería están haciendo trastes muy
bonitos, rojitos, rojitos, muy brillantes; las de
mermeladas comienzan en marzo; las más jodidas son las del (COI) Centro de Desarrollo Infan- .
til; "Jhonny Moreno Rizo" que hicimos en puros
domingos rojinegros, con el trabajo de todas las
madres y los ~at:0nes que trabajamos aquí.
Desde hace dos meses estos niños han estado
comiendo sólo frijolitos con tortilla ó arrocito con
frijolitos (gallo pinto le dícen para que no se sienta feo), el presupuesto se terminó a causa de esta
jodida inflación, pero ni modo, habrá que hacer
algo, lo que ~a, lo importante es que estos niños
tengan que comer para que sus mamás puedan
trabajar y terminen su fábrica y produzcan las
mermeladas, chocolate y demás chunches que
hacen.
.
Esta historia que pretende ser un relato de lo
que viven cotidianamente estas mujeres. Como
Ada Luz Pravía, de Miraflor, con sus 10 hijas,
quien no obstante sus graves problemas, diariamente se presenta al uabajo, sonriéndole a la adversidad, enfrentando con serenidad su condición de mujer. su orgullo de madre y su conciencia de revolucionaria, ella es una de las que nunca fallan a la vigilancia nocturna, ni aún cuandola cosa se ha puesto más fea, porque sabe que
aquí, en la cooperativa, su vida cambió, que aquí
ha encontrado una fuente de trabajo permanente. la posibilidad de hacerse un futuro, ··de apoyar a la revolución". como me dijo una vez durante la hora de descanso, luego del almuerzo,
recostada sobre los tubos y las bolsas de cemento.
"El trabajo ha sido duro y dificil. sobre todo al
comienzo. cuando no sabiamos manejar las h~
rramientas, las carretillas llenas de cemento se
nos volteaban y las dolencias de rabadilla eran
jodidísimas, muchas compañeras sólo aguanta-
ir a donde su mamá, a mí me decía: Martita no
vaya a salirse, ·hágale huevo', mire que por sus
hijos, por la revolución, yo vaya parir a mi hijo y
regreso. Cuando terminamos de construir la fábrica vino un ratito con sus tres chigüines, nos f~
licitó por lo adelantado que llevamos la cooperativa, se le miraron ganas de volver... el problema
es su viejo jodido".
En una ocasión, conversando con la Ena, me
platicaba de las cosas que le decla su marido, camo que lo que estaban haciendo era por Nicaragua, por el pueblo; que abara Nicaragua tenía
más problemas porque era un país independiente
sin que los gringos se metieran, y que como ellos
lo controlan todo, pues Nicaragua estaba en una
posición difícil; por eso ella decidió 'Volver a la
cooperativa, a trabajar como le decia su esposo,
ahí me mostró la fotografía (la carga como una
reliquia) que le tomaron el día que lo velaron, dicen que murió luego de un intenso combate, era
de las tropas guardafrontera, ... "cuando me fui
ya sabia hacer trastos y pensaba que era puro
cuento esto de la cooperativa, ahora que la miro
terminada y funcionando, comenzando, me da
gusto, porque mi hija va a tener una vida mejoi-.
me la cuidarán en el CDI Y yo podré ponerme a
tornear o a hacer esmaltes. Me ·arrecha' que algunas compañeras pongan tantos pretextos para
uabajar, cuando aquí estamos construyendo
nuestro futuro, como decía mi viejo... ¿sabe? voy
a hacerle un par de floreros y se los pondré en su
tumba·~. Así piensa Ena Zamora de 21 años.
El comienzo fue un trabajo que hicieron unos
compañeros y compañeras de las comunidades de
base para formar dos colectivos, uno de mermeladas y otro de alfarena, incluso mandaron a un
compafiero a que se capacitara en una escuela
cerca de Ocotal, en Mozonte, ahí fue donde
tomamos contacto con el p'royecto y pomencé mi
aprendizaje y el carifio tan grande por Nicaragua... y sus mujeres, en ese entoces no me imaginaba que la onda era una fábricll de proporciones agro-industriales, disefiada para dar empleo
a 200 mujeres con problemas.
Luego de un tiempo hice algunos diseños de lo
que debena ser la planta física, pero cuando la
miré hace 15 meses, en septiembre del 86.¡casi me
desmayol Fue cuando empecé a darme cuenta de
la importancia que tiene el proyecto y la fuerza
de voluntad que han demostrado estas mujeres•.
porque levantar y organizar una fábrica de 5 mil
metros cuadrados no es cualquier cosa, organizar
a 70 mujeres con grandes. problemas de todo tipo
eS muy difícil y "hacer" alfareras de mujeres con
estas características parecía algo no muy difícil.
pero... bueno, a pesar de todo hemos ido trabajando.
El afio 86 fue bueno, porque fuimos la Coo~
rativa Vanguardia del país, ganamos el primer
lugar regional y salimos destacadas a nivel nacional en los ejercicios de las brigadas contra incendios; para el año 87 bajamos mucho, pero la verdad fue un año muy duro, porc¡ue tuvimos que
trabajar casi todos los domingos para IKX!er ter-'
minar la f'1>rica.
Los problemas de a
.. o qy ~viinos ~
I
principio del año nos obligaro a desviar .recursos
y esfu~rzos para co~ el COló ~ que las
mujeres pudieran trabajar, el problema ahora es
cómo darles de comer a los niños, nO pueden ~
guir con arroz y frijoles, hay que hacer lo que
sea, hasta escJjbir un rollo con algun8S"~en­
cias y pláticas de las mujeres; lo dificil será hacerlo de. tal manera que no parezca cuento y se
tome en serio lo que aquí se dice.
Lo bueno es que ahí está la cooperativa y sus
mujeres, en Esteli, a 300 varas al norte de la Normal, en la Región 1, en la Nicaragua libre; lo
"arrecho" es que nadie me conoce, como dijo Nubia la responsable del cm, "hay que hacer lo
que sea, estos niños no pueden seguir sin alimentarse com'o Dios manda" y aquí estoy,-tratando
de explicar este proyecto de D\lujert'J que han de-
ron un mes y ahí nomasito corrieron. Yo a veces
como que quería renunciar, pero luego pensaba
que mis compañeras se quctdarian con los clavos y
la derrota, así que no que<1aba de otra y agarraba
a Al&edito a tuto y me lo llevaba a la cooperativa, en el camino platicaba con mis compañeras
que había que· hacerle huevo' y llegar hasta el final; ahora, cuando miro la fábrica ya funcionando, me da mucha alegria, porque a pesar de t~­
tos problemas que tenemos vamos terminando...
lo jodido es el CDI... cuando me tocó ser la coordínadora sufrí mucho, porque tuve que aprender
muchas cosas, como estudiar pero ahora me dá
gusto, porque ya no soy la Nora Pérez de antes.
uA mí lQ. que me encachimba es que esos jodidos machos la tengan a una tan sometida, que las
mujeres no seamos capaces de hacer las cosas camo es debido, que seamos tan débiles, tan frágiles. Me acuerdo cuando la. doñita aquella, creo
que se llamaba Dora, se nos desmayaba a cada
rato, porque la muy jodida se nos venía sin comer
para llegar temprano. pero no le importaba estar
con sus siete meses de embarazo; no, ella se cargaba los ladrillos a tuto y le daba abasto a dos ofi~
ciales a la vez, ella sí era güevona, 1e hacía
huevo' a todo, dejó de venir porque el marido la
cachimbeó un día que andaba ·volo' y se tuvo que
=t . .
>
,_ /,.,
I
~.l
•
cidido construir su propia fuente de trabajo, dirigirlo y aprender, aprender todo, desde albañilería, administración, cerámica, mermeladas y
conservas, a cuidar los niños de las compañeras y
todavía la otra jornada en la casa.
Nuestros avances son significativos, porque
desde marzo de 1987 comenzamos a trabajar para poner en funcionamiento el área de cerámica,
la sección de CQIlServas estará funcionando para
marzo y eso nos ayudará a reforzar nuestros
ingresos y poder cumplir con el pago del dinero
que nos han dado y que han de convertirse en
más proyectos como éste, porque la mujer en Nicaragua ha roto con el miedo y se ha decidido por
la revolución; los hombres siguen en la primera
fila, en la mera "runga", garantizando nuestra
seguridad, eso lo saben ellas y por eso trabajan
como verdaderas mulas, se cansan y mandan a la
chingada grande todo, a veces por unos dias, pero luego vuelven, los grandes logros que se tienen
cada n'uevo día se pierden en el cansancio de la
joda cotidíana, por 10 pronto ya decidimos no
trabajar los domingos, porque todas dicen que
"tienen mucho trabajo rezagado en la casa".
La Lupita en la revolución
.
Cuando nos decidimos a emprender este proyecto
pensamos que sería más fácil, los problemas que
hemos tenido para hacer que las mujeres asuman
su papel protagónico en el desarrollo de la cooperativa ha sido lo más difícil, la herencia de sumisión e irresponsabilidad pesa demasiado en ellas.
"Nosotros queremos resolver los problemas que
tiene nuestro pueblo -dicen-, la fábrica de cerámica nos permitirá llevar platos y vasos muy
baratos a nuestros campesinos, a nuestros obreros, ellos no alcanzan a comprar los vasos de
vidrio que tenemos que ímporbu' del exterior, pagados en dólares salen muy caros, por eso las vajillas de barro que se fabricarán en la cooperativa
resolverán este problema paulatinamente. También nos permitirá generar fuentes de trabajo
permanentes y beneficiar a muchas familias-que
tendrán un ingreso fijo, ropa, comida y muchos
más beneficios a los que tienen derecho t~ los
obreros organizados".
El rescate que haremos de la fruta que se des-
perdicia actualmente en las zonas productivas
que se encuentran abandonadas por causa de la
guerra, nos permitirá ampliar las posibilidades
de desarrollo de la Región 1, puesto que este proyecto generará a su vez otras fuentes de trabajo;
por lo pronto ya tenemos hechos los contactos con
las cooperativas campesinas de Jalapa, en la zona
fronteriza con Honduras, para que recolecten la
fruta para la cooperativa; en los aserraderos de la
región están concentrando toda la madera de pino para los hornos de cer~ca.
La capacitación técnica que están recibiendo
estas mujeres nos garantiza elevar la calificación
de nuestras obreras, comenzando a desarrollar
rubros productivos qtle en el pasado no se
conocían, porque Somoza lo importaba toditito,
era parte de su negocio. Ahora tenemos más roope~ativas campesinas que tienen que planificar
sus cosechas de acuerdo con las necesidades de la
región, dejando los cultivos anárquicos y desorganizados.
Los apoyos financieros que se han canalizado
hacia esta cooperativa han dado mejor resultado,
pues hay una mayor planificación de las ínver- '
siones y rentabilidad de las mismas, puesto que
son las propias socias las que garantizan una rápida recuperación de la inversión, al ser ellas
mismas las copropietarias de la fábrica y, por
otro lado, hemos ido garantizando un núcleo de
mujeres organizadas en un proyecto augestiona-,
rio que las ha incorporado a los grandes problemas nacionales de participación, autodefensa,
producción, organización, desarrollo de la revolución, fortalecimiento de las organizaciones de
masas y del propio FSLN. Este proyecto significa
un ejemplo más de la democracia participatlva
que impulsa el gobierno revolucionario.
La Lupita Y su realidad
Para concluír, quiero enfatizar el hecho de que la
Cooperativa de producción de cerámica y
alfarería "Guadalupe Carney" (La Lupita) existe
y trabaja mucho, en ella las mujeres (y yo también) hemos ido descubriendo el mundo maravilloso de la cerámica, torneando piezas de
barro, construyendo hornos de ladrillo refracta~
río Y calentándolos basta mil 300 grados
centígrados para esmaltar con sal; calcinando
alambres de cobre obtenemos el óxido de cobre
para decorar nuestras piezas. el hierro lo sacamos
de los basureros de carros viejos.
Las compañeras de conservas junto a las que
trabajan en cerámica, realizan la presentación de
la fábrica el día 24 de octubre del año pasado, en
donde pudimos probar las ricas mermeladas y el
chocolate que hicieron nuestras compañeres du~
rante el curso de capacitación que recibieron en
Managua durante tres meses. Las vajillas no las
pudimos presentar, porque terminamos la quema
ese mismo día, a las 5 de la mañana, y no podíamos abrir el horno, porque aún estaba caliente.
Para diciembre, y con muchos esfuerzos'debido a nuestras limitaciones en materia de infraestructura (maquinaria), hicimos nuestras primeras ventas de cerámica, obteniendo un buen
ingreso ¡el primero desde que comenzó el trabajol Pero aún insuficiente para nuestras necesidades de gastos, lo que más se lleva es la cocina y el
CDI, porque ahí comemos todos, socias yoficiales albañiles, los técnicos, los niños, el compañero
Horacio, responsable del proyecto y alguno que
otro colado de esos que nunca faltan.
Por eso es que cuando el COI se quedó sin dinero para comprar sus alimentos, decidimos que
nos rebajaran nuestra ración de comida para que
los niños coman. porque de 10 contrario los niños
dejaráh de ir al COI Y si no van al COI significa
que sus mamás irán a buscar trabajo a otro lado,
y al no trabajar en la cooperativa... pues ésta se
para, ya que no podemos estar preparando mujeres para que se nos vayan.
Lo mejor será que este mexicano que ayuda a
Nicaragua con mucho cariño y modestos conocimientos en cerámica haga un roIlito y lo dé a ronocer para que la solidaridad de otros mexicanos
permita que "La lupita" no sea lo que parece: un
cuento, por que es tan real como la guerra que vive a diario el pueblo de Nicaragua, con sus crueles crímenes que han quitado la vida a tantos civiles inocentes y desarmados, como las dos sobrinitas de Adaluz Pravia que mató la contra una semana antes de que yo escribiera este rollo, cuando atacaron la Cooperativa campesina "Teadoncio Pravia" en Mirafior.
¡Ahl y como dijeron cuando nos despedimos:
Dígales a sus amigos mexicanos que las mujeres
de la "Guadalupe Carney" ni se venden ni se rinden y que aquí estamos para tener una patria libre o morir.
LOS NOMBRES _
DE LA ROSA
y DE LA VERDAD
;1;- :.
/~ ~~:'
'"
• • • • • • • • • • José Hemández Prado
1 estreno en México de la
versión cinematográfica
de El Nombre de la Rosa,
dirigida por Jean-Jacques
Arnaud (1986), invita a
reflexionar sobre algunos aspectos de
la novela de Umberto Eco que por
fuerza se omiten e;l el exitoso film.
Es cierto que la película logra una
narración más nítida de la trama
"policiaca" del libro, y asimismo,
que ambienta con gran realismo y
belleza el microcosmos-monasterio
donde tienen lugar los asesinatos a
esclarecer por Guillermo de BaskerviIle y Adso de Melk. Sin embargo,
los personajes de la novela, con toda
su rlq~leza discu.-siva~ están apenas
esbozados. Especialmente la rivalidad del propio Guillermo con el
monje anciano y ciego Jorge de l'urgos, queda reducida a la tradicional
entre detective y criminal, cuanto
que el verdadero criminal, el estricto
causante de las muertes de la abadía
es un libro: el enigmático Libro Segundo de la Poética de Aristóteles.
Según la reconstrucción que Guillermo hace de este libro, Aristóteles
habría escrito en él que la comedia
lleva al ridículo los vicios y los defectos de hombres comunes y corrientes, ademAs de utilizar )a risa como
algo sano y de virtudes cognoscitivas. En la comedia la risa, "haciendo
como si mintiese", enseña a ver las
cosas de distinta manera y mejor. El
Aristóteles de Guillermo piensa así
que la risa es capaz de acceder a la
verdad, ppes muestra al mundo y a
los hombres "peor de 10 que son o de
lo que creemos que son" .
Guillermo pregunta a Jorge por
~u6 quiso proteger en ~ial este
übru, habiendo en la bibüoteca mu~ ! los que podría aHlSideI'. . . mflspe~.Jorge responde
-ma.
que ocultaba el Libro Segundo de la
Poética precisamente porque allí se
elogia la risa, y se la eleva al mundo
espiritual convirtiéndola en objeto
de filosofía. No era la primera vez"
que "el más grande de los filósofoS'
trastocaba el verdadero orden del
universo, en esta ocasión concediendo a la risa autoridad espiritual. La
risa, "instrumento del vientre" y no
"del intelecto", ha de ser motivo de
escarnio entre los hombres, pero jamás de orgullo. ¿Qué quedaría de sagrado y valioso en el mundo si lo que
es por excelencia signo de lo impuro,
se convirtiera en camino legítimo para alcanzar lo puro? Nada, nada salvo la propia risa, entonces ya un fin
en sí misma y lo único capaz de establecerse incólume entre cualesquiera contrarios, de los que daría
igual que fueran lo que fueran, o
aún que fuesen o no fuesen.
El día que la risa triunfe intelectual y espiritualmente, sostiene Jorge, nada será sagrado. A esto contesta Guillermo que no necesariamente; que puede haber cosas sagradas
apuntaladas por el ingenio. "Yo lucharía -dice Guillermo-. Mi ingenio contra el ingenio del otro". T9da
verdad pronunciada sin el menor
asomo de duda, es arrogancia del espíritu, es arrogancia que implica
una fe desprovista de sonrisa, una fe
autocomplaciente que relega sus
fundamentos y es, en consecuencia,
demoníaca. Un mundo donde se
ponderara la ~' y en el que incluso
fuera ¡n;lb!~ reirse de ella. sería con
seguridad un mundo mejor. r~,
¿qué definiría los lados contendientes?, responde Jorge, ¿cómo identificar la verdad y el error, si tanto la
una como el otro pueden descalifi·
carse al no tomarse en serio? Si estuviese permitido reírse de la verdad
ella dejaría de ser verdad, pues
aceptaríase como verdadero al error.
En este contexto, error y verdad
pierden sus perfiles, se funden, y
ningún consuelo da reírse..de tal o
cual error presuntuosamente verdadero, porque ello implica fortalecerlo en su insolencia y en su altivez.
Suprimir la risa respecto- de lo que
puede ser verdadero o falso no es
obra del díablo. sino de Dios. Pero
Dios no esconde. replica por último
Guillermc, ~;no que crea~ y si defender ia verdad induce a menospreéiar
la creatividad divina, entonces debe
abandonarse la verdad, o en rigor,
relativizarse la dicotomía entre verdad yerro.,
Los problemas ~bre la risa y la
verdad ponderados en esta discusi6D
son el punto nodal de la novela de
Eco, son el pilar de su construcción.
Sin estos problemas posiblemente la
historia detectivesca ubicada en el
monasterio medieval no alcanzada
los niveles de profundidad estética y
filosófica que la caracterizan, y sU
retrato de época no rebasaría. como
sin duda lo hace. las notas de Jo curioso y lo pintoresco.
Pero los conceptos vertidos en esta
discusión merecen un comentario
detenido que persiga comprender el
encanto. velado o manifiesto. que
ejercen sobre el lector. Dicho comentario puede organizarse a partir de
las siguientes cuatro proposiciones:
la verdad existe y es estimable, pero
la capacidad humana para alcanzarla, en apariencia todopoderosa,
es en rigor limitada; Esa limitación
implica un dogmatismo, al mismo
tiempo que la propia risa; bsa ~ita­
ción reivindica la tesis de una multiestructuración de la réalidad; y
dicha multiestructuración obliga a
una modestia indispensable de los sabios.
'
1. Guillermo de Baskerville y Jorge
de Burgos piensan que la verdad
existe y es asequible. Piensan
completamente posible la formulación de juicios que prediquen algo de
algo, Y que establezcan cómo en
efecto cierto algo corresponde a otro
algo. Más allá de esto, creen que la
proposición de semejantes afirmaciones es valiosa en sí. misma, dado
que, a su vez, el conócimiento U!".ne
~~lor. Conocer es adquirir conciencia de ¡ii {'.reación divina; es poder
desenvolverse de determinada mane- '
ra en medio de esa obra. Dicha manera difiere en Jorge y en Guillermo,
pues para el primero parte de la conciencia adquirida es conciencia del
pecado que pulula en el mundo,
mientras que para el segundo es conciencia de la conmovedor ironía
presente en los 'incontables actos de
los seres humanos. Pero de cualquier
modo es factible y deseable conocer
la creación, generando enunciados
con referencia a las cosas qy'e~
sen adecuadamente lo que ellas son 1
Jorge 'de Burgos manifiesta gr8lL
confianza en cuanto a la adquisici6n
de conocimientos verdaderos. El está
seguro de su dictamen en contra de
la r~ v seguro también de conocer
la "'C!!l~ntad divina con respecto al
destino del Seg~ ',ibro de .~a Poética. Las convkdones de G~r!DO,
en contraste, devienen de la critica
de las certidumbres jorgian8:' m~
que de la inamovible certeza de ~
SS,
/
propios contenidos. Guillermo piensa que lo que Jorge dice no es verdad, y propone otra interpretación
de la risa que puede en cambio ser
verdadera, pues es a su juicio una interpretaci6n más convincente, aunque nada más. Está claro que
Guillermo vindica las ideas de su
maestro, el otro Guillermo, el de Occam, y estima referir no formas universales, sino entidades particulares.
Propone que el conocimiento cierto
es más factible si referido a individuos concretos que si referido a entidades abstractas postuladas como lo
real, y que en consecuencia la risa,
entendida como un universal, es sólo
equivocadamente algo "bajo"; la risa es siempre algo particular ubicado
en individuos particulares con determinada razón de ser. La voluntad
divina, por su parte, no es tampoco
algo inteligible en orden a la jerarquía ontológica de los uni versales; es
presumiblemente un designio particular que sólo puede descifrarse caso
por caso.
Guillermo enmudece ante la alternativa que le ofrece Jorge: si la verdad deja de ser verdad se convierte
irremediablemente en error. Enmudece porque planteadas las cosas de
esta manera, la verdad y el error devienen .bsolutos, y los absolutos, por
apodícticos, resultan inobjetables.
Lo que impulsa a Guillermo a disentir de Jorge es que en efecto la verdad y el error sean absolutos. ¿No es
posible pensar la verdad, además de
como lo que no es error, como lo que
no es verdad también? Después de
todo, puede ser verdad que algo no
sea algo otro: sin duda es verdadero
que los cab,.Ilos no son animales racionales. No sólo-tiene que ser verdad que algo "sea así"; también
puede ser verdad que ese algo "no
sea asi.
Verdad y error coexisten sin negarse uno a la otra. Al menos Guillermo lo cree así, y por eso cuestiona el pensar y el proceder de su interlocutor invidente. Puede conocerse la verdad de las cosas por lo que
ellas no son, como lo muestra la risa;
a esta no hay por qué proscribirla en
virtud de lo que ella afirma, en rigor, puros atributos que "no son".
2. No alcanzar la verdad total es para Jorge inadmisible y para Guillermo ir6nico. Pero en honor a la verdad, Guillermo no ríe de que sólo a
medias sea posible el acceso a la verdad; ríe de las pretensiones por llegar completamente a la verdad. Su
risa revela:. que el total arribo a la
verdad es para él algo falso, y que lo
verdadero dice más bien que nunca
se podrá conocer la verdad absoluta
respecto a algo, ni siquiera respecto
a este propío pensamiento. Ello.. al
menos, porque es inseguro que la
concepción de la realidad que postula un acceso a verdades definitivas
sea ella misma verdadera, valga la
argumentaci6n.
Según esta concepción, el mundo
está compuesto de cosas: piedras, árboles, seres humanos, gobiernos, ro-sas todas que poseen una esencia o
sustancia y unos accidentes. La esencia de dichas cosas es lo que ellas son
54
se pone de mal ifiesto lo que hay de
común entre al~nos ambientes filosóficos de los siglos XIV y XX, así como cuanto deben ciertos modernos
fil6sofos de la ciencia a sugerentes y
casi an6nimos pensadores de la Edad
Media.
en sí mismas y lo que explica su comportamiento en la realidad, los hechos del mundo. Por ejemplo, el vuelo de las _avesl l&-caída de- los cuerpos, la actividad legítima de los Estados, etc. A partir de aquella sustancia se vuelven comprensibles las
causas de tales hechos. Luego entonces, para conocer las causas de los
hechos hay que conocer a fin de
cuentas las sustancias de las cosas.
Como este conocimiento evidencia
que las cosas guardan una jerarquía
definida y deben ser necesariamente
finitas en número, puede él ser total
y definitivo. La verdad es por tanto
completamente asequible.
Pero Guillermo no suscribe dogmáticamente estas reflexiones
metafísicas, al igual que debi6 hacer
su personal estagirita, y encuentra
en ellas una muy humana ironía que
le mueve a risa. La ontología aristotélica le resulta más o menos convincente, pero no exenta de problemas.
La actitud de Guillermo es a la
vez escéptica y esperanzada. Guillermo duda, sonríe ante las verdades
absolutas como puede reir también
de la risa y de su duda. Pero sólo es
posible reir de lo dudoso si a la vez se
duda de ello y se cree implícitamente
en algo indubitable. Reirse de la risa
es una forma de expresarle que se encuentra equivocada, y de expresarle
que la tácita verdad que ella propone no es verdad; es decirle, en último
término, que a la verdad siempre ha
de defendérsele. La risa de la risa supone entonces una fe, una esperanza
en y un amor a la verdad; implica
una filo-sofía. El que pueda reírse de
la risa, será mucho menos escéptico
de lo que parece.
y aquí es pertinente destacar que
la actitud escéptica y esperanzada de
Guillermo es actual DO sólo para su
siglo XIV, sino que lo es también
ahora, para el último cuarto del siglo
XX. Es una postura actual frente al
auténtico Jorge y ante modernos y figurados jorges, capaces únicamente
de reírse de presuntas verdades absolutas, pero no de su propia risa, no
de esa forma posmoderna que han
adquirido muchas "verdades absolutas".
3. Que la verdad no sólo puede
expresarse en términos positivos, sino además en términos de "lo que no
es" ("un gato no es un caballo") es un
hecho para Guillermo. Pero esto sig-
nifica la negación del precepto según
el cual la verdad en referencia a los
entes se Limita al enunciado de sus
esencias. Si se acepta como verdad la
proposición de todo lo que no es sustancia entre tales entes, esta sustancia se expone peligrosamente a su disoluci6n, a la consideraci6n de su
impertinencia. El conocimiento deja
de restringirse entonces a las sustancias de las cosas y se expande al vasto
mundo de los hechos.. entendidos
ahora como comportamientos de las
cosas que O'J dependen de sus formas
o sustancias. Conocer es afirmar
cuanto acontece, cuanto es un hecho; no sólo es afirmar lo que las rosas, presuntos motores de los hechos,
en sí mismas son.
Razonamientos de este tipo son los
que llevan a Guillermo a mirar con
simpatía formas de explicación de los
hechos diferentes de la sustancialista-aristotélica, acaso como la adoptada por sus hermanos franciscanos
Robert Grosseteste y Roger Bacon.
De acuerdo con estos excéntricos
doctores, la sustancia única que motivaba los hechos era una materia regulada matemáticamente, que permite explicar aquellos hechos apelando a determinadas leyes de su
comportamient<?, leyes cuya estructura es matemática. La época de
Guillermo de Basker:ville no realiz6
los frutos de semejantes concepciones, pero en cambio pudo soñarlos y prepararlos.
Guillermo parece sustentar una
tesis que en la actualidad es muy familiar: la realidad no se deja inteligir bajo s610 una estructura ontol6gica. Hay, ciertamente, una estructuración en o de la realidad, y la denominada ciencia de toda la cultura
afincada en el pensamiento griego ha
pretendido descubrir esa estructura,
si bien únicamente para encontrarse
con que ella se adecúa s610 hasta
cierto punto con diferentes e incluso
divergentes estructuras ontol6gicas.
Hoy por hoy, se habla en filosofía de
la ciencia de paradigmas de conocimiento, de programas y tradiciones
de investigación científica, de
progreso y crisis al interior de esas
tradiciones y de inconmensurabilidad entre unos paradigmas y otros.
Guillermo recuerda un Lakatos o un
Laudan cuando insinúa que el (:onocimiento de la realidad admite muchas maneras de plantearse. Con ello
4. El ejercicio de la verdad sin el menor asomo de duda es demoníaco para Guillermo, pues implica desplantes de soberbia cabalmente ajenos a
la santidad humana y a la divinidad.
Las verdades de tipo absoluto despiertan las suspicacias del sa~io; aún
y si Dios las permitiera en su omnisciencia infinita, de todos modos se
cuidaría muy bien de descubrir esa
omnisciencia limitada por ellas. La
divinidad tiene que ser capaz de añadir a cada verdad otras que la rectifiquen y profundicen, y manifestarse
no s610 a través de las verdades encontradas, sino también a través de
la inasibilidad definitiva de tales
verdades.
El sabio debe creer, pues, en la
verdad, debe cultivar la filo-sofía,
aunque sin pensar en poseerla o en
poder aprehenderla completamente.
Quien como Jorge no pueda reirse de
supuestas verdades insuperables considerará que las posee. El que ría de
las verdades establecidas, pero no de
su propia risa, juzgará ingenuamente que puede aprehenderlas; pensará
que en realidad las ha encontrado,
sólo que en otra parte, y que dichas
verdades no radican en verdad donde se pensaba que estaban. Para creer en la verdad sin presumir al mismo tiempo su total posesión, es necesario poder reírse de ella, como reírse
además de aquella risa; eS preciso ser
capaz de cierta risa "purificadora"
de la risa original.
Tanto en"la empresa medieval como en l~ empresa contemporánea de
dominar teórica y prácticamente la
realidad, resulta obligada la modestia intelectual de los sabios. Dicha
modestia afecta y cuesta por igual a
serios y risueños dueños de presuntas
verdades absolutas, y su efectiva realización enmarca los límites de la
ciencia más convincente, del mismo
modo que enseña a reír incluso de la
risa, paradójicamente reinvindicando así la simple verdad.
Los pensamientos expuestos en estos cuatro puntos componen una interpretación de El Nombre de la Rosa que persigue penetrar "con verdad" en algunos de sus secretos. La
novela, y más precisamente la discusión aludida, justifican esta interpretaci6n. Ella pondera cuanto hay de
prudente y de excéntrico en el pensamiento de Guillermo; pondera todo
lo que este pensamiento tiene de heterodoxo y a la vez de sentido ro-mÚD. Pueden los espectadores de la
peUcula y los lectores de la obra y de
esta nota ir hacia uno u otro lado:
pueden y deben ser ellos los que coloquen los acentos en el criterio del
monje inglés. Lo cierto es que en este
criterio florece una curiosa y reveladora síntesis de modernidad y tradición; prospera un feliz encuentro entre el desencanto por llegar a poseer
la verdad y el más sincero amor hacia ella.
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