EIh~ESTO La contra en Radio Educación o cómo entiende su director el pluralismo Ciro Gómez Leyva JAURETCHE LOSQUE VUELVEN A -ARGENTINA El caso Gelman sentó jurisprudencia. Susana Sánz y Miguel Bonasso solicitaron el mismo beneficio. Lo obtuvieron y hoy estarán en Buenos Aires declarando ante el juez ,' '. rr~ ;p - CUATRO Un cuento del , _ ~,~{;~ ". MOVIMIENTOS chicano ~'--- ", _.. ~.~SEXUALES y UN Jaime .=-~ • ,,_ 'f1A: • -' . *. ~ Vera I una experiencia "La L Uple t a " ,de autogestión fem~nina en Nicaragua - Pablo ~érez a cultura en MEXIC Ryszard Kapuscióski n 18 culfilra 1:if.l*UJemQ.d~E!J' Argelia cubre Núm 1353 México DF 9 de Marzo de 1988 su rostro / II Y final i del otro lado de la mesa estuviera alguno de esos productores que form6 parte del esplendor de Radio Educaci6n en los postreroS' años setenta y los tempranos ochenta, habría que preguntarle, obligadamente, cómo piensa que juzgará la historia la gestión de Héctor Murillo Cruz al frente de la emisora (1983-88). Habría que hacerle la pregunta desde el escepticismo. Basta charlar unos minutos con esos productores, locutores, redactores, para comprobar lo que se intuye que ha sucedido durante estos cinco aftos: el avance del oficialismo en la programaci6n; la reducción de espacios participativos, otrora motivo de orgullo para la emisora; el crecimiento de la burocracia administrativa; el desempeño torpe de funcionarios neófitos en el quehacer radiofónico, a quienes Murillo Cruz ha sostenido a capa y espada. O abrir el archivo y hallar afirmaciones como la del pintor Felipe Ehrenberg ("Radio Educaci6n es en la actualidad apabullantemente aburrida:') o de la escritora Gabriela Rábago Palafox ("Lo que me parece nefasto es la transmisi6n de las sesiones del senado, me parece un atropello, una imposición"). O acudir a un foro sobre trabajadores y medios masivos, y encontrar a sindicalistas de. la estación denunciando una serie de arbitrariedades que ellos imputan a la administración del actual rector. O, simplemente, entrar a la emisora y sentir que el aire creativo se ha fundido con uno de rutina, de tedio, de abandono. La historia marca siempre una relación entre el presente y el pasado. Un presente triste conlleva la mitificaci6n del pasado. ¿Pero quién, más ·allá deJa nostalgia, sustentaría que Radio Educación sigue siendo la tercera opci6n de la radio, cuando su programación suena cansada y ha deJado de ser el modelo a reproducir por las estaciones ·onales-culturales? Ah{ está el caso de la reci temente inaugurada Radio Querétaro: prefirió nspirarse en experiencias más renovadas, como la michoacana, la mexiquense, la quintanarroense. Por eso cabe sumarse a la corriente que cree que a pesar de "El derecho a la ciudad", "Una cosb:a porosa", "México bárbaro", "Panorama folclórico", la nueva serie "La ciudad y los derechos humanos". algunos espacios de cabina y. en general, su programación musical, Radio Educaci6n ha dejado de ser un espacio dinámico de diálogo social y participaci6n ciudadana. Ha dejado de ser, en menos palabras. la vanguardia de la radio social y cultural de este país. S fi- tbi Q;f.4() ~ L..aS Z>CA::!t1 -n:Jve:=.HtS ()tJ ~~A DfS(.»..(O,... 11JTt:.P-E S ... LA~LSPIJ PELAS s~S~E:.s ........ ~( ___________CUANDO LOS "COMBATIENTES DE LA LIBERTAD" GANARON RADIO EDUCACION Ciro G6meZ Leyva 36 _ I Hédor MuriIlo Cruz Conocí a Héctor Murillo Cruz en abril de 1984, en la Primera reunión nacional de la radiodifusi6n estatal y cultural. Podía leerse en la prensa de, entonces el descontento que sus imposiciones estaban provocando entre los trabajadores y rolaboradores de la estación. Sobre su participaci6n en aquella reunión. el semanario Punto publicó el 21 de ~yo de 1984: "Murillo Cruz no . vacil6 al decir quq grupúsculos minoritarios hostigan á. su estaciór" '105 mismos que en Juchitán DO quieren admitir que los hemos derrotado'... Siendo director de .Radio Mexiquense, probé sus ansias hegemónicas en septiembre de 1985. Recibí un telefonema de su secretario particular, quien, prepotente, me daba un ultimátum: o nos enlazábamos con las "transmisiones de Radio Educaci6n deIde el senado de la República o teDdriamas problemas con el secretario de Educacl6n Pública, Miguel Conzález Avelar. Tenía 20 miDat. para decidirlo. No sólo me sorpreDdíó el toDO burdo y soberbio de la intimidación, sino que el secretario partieu1ar de UD funcionario ·que tanto gustaba Ñtunir alaS definiciones lega- i listas desconociera lo elemental: la autonornfa jurídica y operativa que teníamos frente a la SEP por el simple hecho de depender de un gobierno estatal. Por respeto mínimo al radioescucha, jamás transmitimos una de esas sesiones. Obviamente, DO tuvimos problema algúno con Conzález Avelar. Pude leer, más tarde, sus polarizados conceptos sobre soberanía y defensa nacional, eKpuestos en el Congreso anual de la radiodffusiÓD pública en Estados Unidos (abril 13 y 14 de 1986): "Quisiera expresar un punto de vista personal por cuanto a mi realidad patria, que algunos apetitos de la prensa internacional, y grupos mexicanos de interés económico e ideología conservadora. y una fracción del clero sensibüizada por el em-enúsmo marxista, tieDden a distorsionar, acentuando nuestros defeetOlt para alarmar a la opini6n pública en el sentido de que. el sistema polftico mexicano ·está exhausto". No me serprendi6, por tanto, leer su alegato publicado en El Unif1eratJl, el pasado 14 de feb. . ro. Esa prepotellcia referida y la seducd6n que al parecer ejerce el discurso anticomunista sobre él, explican su incapacidad para aceptar lo que a t~ das luces fue un descuido de sus noticieros. A cambio, recurrió a un estilo de polémica que avergonzaría a más de un funcionario público de su jerarquía. El señor director se convirti6 de repente en un bravucón que tira navajazos denigratorios. Quiso reducir al coordinador de la sección cultural de ese diario, Andrés Ruiz, acusándolo de tener "mentalidad ultramontana, forjada en la peor burocrachr cM: l~ UN~. La voz de la contra en el 1,060 Los noticieros de Radio Educación distaD de ser la quintaesencia del maDejo informativo plural , ~ocr'tico. Pero son. a no dudarlo y junto con los de .Radio Universidad y algunu eacepciOl* (notable el caso de Adriana Pérez CaDedo en el !IleI'Viclo informatiYO '"Para empezar". de EsI&eo lOO-FM), lo mM plural ea el ~ oft. cial......, ftItieaI y gris6ceo cuadrante eapitaltDo. Por lo mismo, pareció acesivo el ardcuIo de Andrés Ruiz (El Universal, febrero 7), al criticar una nota de apoyo a la contra nicaragüense, difundida un día antes en el servicio matutino de Radio Educación. Escribió Andrés Ruiz: "Este tipo de mensajes no eran comunes en la radiodifusora. Los contrarrevolucionarios nicaragüenses ya conquistaron un espacio en las ondas hertzianas mexicanas a través de una estación oficial que repite, como eco, la voz de la contra en México". El mensaje aludido por Andrés Ruiz era el despacho de un corresponsal con base en Miami, que daba voz a Enrique Bermúdez, jefe del frente norte del llamado Ejército de la resistencia nicaragüense. Bermúdez lamentaba el bloqueo del Congreso estadounidense a los fondos que la Casa Blanca planeaba poner en manos de los "combatientes de la libertad". El jefe contra desplegaba un cañoneo verbal, que sintetizaba con el consabido "es un triunfo para el régimen comunista de Managua y una derrota para la democratización del continente". El despacho terminaba, textual, con este llamado de Bermúdez: "No me cabe la menor duda que no sólo en Estados Unidos, sino en otros países, habrá sectores y organizaciones que estén interesados en la paz de Centroamérica, y que desarrollarán actividades encaminadas a obtener fondos para nuestra lucha". Una información de este tipo no requiere mayores explicaciones. Tampoco defensas apasionadas en aras de la pluralidad ideológica. Podría argumentarse que la difusión de una noticia no significa ser necesariamente solidario con un llamamiento político, y nada más. La difusión del mensaje contra y la actitud de Murillo Cruz en la polémica con Ruiz provocaron malestar en más de un colaborador de Radio Educación. Si bien es cierto que bajo la tutela censora del subdirector de información, Víctor Manuel Alier, el desfile de boletines oficiales ha avanzado en los noticieros, también 10 es el trabajo que a contracorriente realizan redactores y reporteros para mantener los noticieros como un espacio abierto. Digno es el enfoque con que han tratado el conflicto universitario. Las luchas de sindicatos independientes y organizaciones urbano-populares suelen encontrar resquicios para colarse en los noticieros transmitidos por el 1,060. No había motivo para buscar la riña. Como periodista, Andrés Ruiz tenia el derecho de ejercer la crítica sobre una radio cultural. Más, en una página respetable como es la cultural de El Universal. Sólo que la humildad y la autocrítica no han sido las mejores compañeras de Murillo Cruz a lo largo de estos cinco años. No tenían por qué serlo esta vez. ¿Por qué no aceptar que se trató de un descuido o de un exceso liberalista que, desde luego, no ha vuelto ni volverá a suceder? ¿Por qué no reconocer que la supuesta eficiencia financiera hace que jóvenes que prestan su servicio social en Radio Educación asuman responsabilidades que deberían cumplir profesionales experimentados y bien remunerados, por ejemplo: evaluar los despachos de los corresponsales? La soberbia acaba siendo mala compañera. Había que pelear, aunque fuera con argumentos endebles, que no resisten un primer nivel de análisis. Respondió Murillo Cruz en El Universal: "pretendemos siempre estar .en la noticia, sin acallarla y menos aún desvirtuarla, presentarla sin adjetivos, ni sensacionalismos, preferentemente con los protagonistas del hecho, dentro del más estricto pluralismo, lo que nos ha conducido al ba1lazgo de un estilo propio: directo, conciso". Sólo una abstracción científica (o tecnocrática), ajena al pulso periodístioo, concibe uf la pluralidad, como UJ) abanico ideológico sin sectarismos, donde los protagonistas exponen en plena libertad sus posiciones encontradas. El .,nocida maecería entonces el mismo espacio que 101 sobrevivieDtes; el tortundor, el mismo que la víctima; el mercenano, igual consideración que una revolución popular. Los conceptos de "objetividad pura" planteados por Murillo Cruz están huecos y bien distantes del discurso y el manejo periodístico de los tiempos actuales. ¿Conocerá la hipótesis de Ryzard lCapuSciDski de que el valor de un texto no está en lo que se publica sino en sus consecuencias? ¿Cómo refutarla el director de Radio Educación la frase final del artículo de Andrés Ruiz: "Los radioescuchas habituales de la estación de la SEP esperamos no escuchar próximamente algún alegato a favor del apartheid sudafricano, o fragmentos del discurso de la enésima reelección de Stroessner, o alguna filípica del general Pinochet"? En 10 cotidiano, Murillo Cruz es mucho más inteligente que sus definiciones. No sabemos que su vocación pluralista haya promovido la realización de programas sobre los desaparecidos políticos en nuestro país; o impulsado esa pluralidad sentando frente a frente a José Domingo Ramírez Garrido Abreu y Alejandro Varas aquellos días de las pesquisas en la colonia Buenos Aires; o peleado para que se produjera un audio de dos minutos que resumiera el discurso de "Magú" en la jornada nacional de repudio al Pacto de Solidaridad Económica, para luego enviarlo a las estaciones que se enlazan con Radio Educación; ni, mucho menos, sugerido la elaboración de amplios reportajes sobre las luchas de la CNTE en Chiapas y Oaxaca. Si estas omisiones son naturales, consabidas y obvias en un medio gubernamental, por qué rasgarse las vestiduras por los mercenarios nicaragüenses y recurrir a un discurso tan trillado de defensa democrática. Por 10 demás, difundir una declaración de la contra en la radio mexicana no va exactamente en el mismo sentido de la diplomacia nacional, promotora de acuerdos políticos para la pacificación del área centroamericana. Hay una contradicción. Mucho más evidente si el promotor es un priista confeso que gusta decir que Radio Educación mantiene una actitud des¡lerta hacia los problemas internacionales. La historia no es lineal Seaún MurilIo Cruz (artículo firmado por él en la edicióIl de enero de 1986 de la revista Div(Jga- ci6n, del Partido Revolucionario Institucional), -con una potencia de 5 mil watts, la señal de la emisora llega a cubrir en ciertos horarios un radio de 1,800 kilómetros, lo que equivale a decir que la Radio Educación de hoy tiene capacidad para alcanzar zonu inimaginadas en otro tiempo. Su sistema de enlaces con emisoras regionales le da presencia prácticamente en todo el territorio nacional, y su participación en programas romo el Nacional de las Fronteras puede trasladar la producción de Radio Educación a las naciones vecinas. Pero entre la expansión territorial y el desarrollo cualitativo de un proyecto radiofónico hay un largo trecho. Murillo Cruz podrá decir (avalado en las exclusivísitnas, y por eso susceptibles de suspicacia, cifras del International Research Associates) que durante su gestión la emisora pudo captar, como promedio anual, más de 140 millones de horas-escucha. Podrá saludar con sombrero ajeno y arrogarse que Manuel Clouthier, Rosario Ibarra y Cuauhtémoc Cárdenas han desfilado por las cabinas de la estacióIJ.; los candidatos opositores estuvieron en Radio Educación a pesar de su director. Las cifras de la era Murillo Cruz quizá logren dormir el sueño de los justos en algún anaquel polvoso. La historia viva seguramente opinará que durante su gestión se frenó uno de los esfuerzos más avanzados de democratización en los medios electrónicos de que se tenga memoria en el México contemporáneo. El periodo 1983-88 se inscribirá como época de oscurantismo burocrático. Más de un productor, locutor, redactor, cuenta los días que le quedan d~ vida a la administración murillista. El primero de diciembre es anhelado con la confianza de que se abrirá un parteaguas que rompa con el pasado reciente y permita transitar de nuevo por caminos más . brillantes, creativos, democráticos. Habrá que ver si esto es posible, habrá que ver qué tan oxidados quedaron los resortes y con cuál proyecto arriban los futuros directivos. Y Héctor Murillo Cruz, ¿a dónde irá? ¿Se sentará en el banquillo de los acusados en algún juicio histórico? ¿Será esto posible en el país de la impunidad? Qué va. Seguirá por ahí. Bien lo dijo Sartre: un burócrata nunca muere, porque jamás ha nacido. 37 Volvemos, a pesar de todo: EL RETORNO '. DE DOS EXILIADOS DE LA~ DEMOCRACIA I Ernesto Jauretche • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • \ E t~ma o o 1 argentino ha vuelto a ganar la atención de la prensa y parte de la opinión pública mexicana. Primero fue la rebelión militar del ex-teniente coronel Aldo Rico y sus "carapintadas" lo que llevó a poner la vista en los frágiles principios que sostienen al gobierno de Raúl Alfonsín. Después, la perspectiva de que retornen a su patria los exiliados de una tipica democracia moderna. En estas páginas se anunció y celebró el regreso del poeta Juan Gelman, quien obtuvo la eximición de prisión bajo fianza juratoria y espera, en París, el veredicto del juicio en su contra por "asociación ilícita". Quizá en este momento; Susana Sánz y Miguel Bonasso, .acusados bajo el mismo cargo, estén declarando en el edificio de Tribunales, allá en el centro de Buenos Aires. Sánz y Bonasso llegaron a Argentina sin la certeza de que habrán'de cOrrer la misma suerte de Gelman. La justicia argentina podría impedirles la salida del país mientras no se conozca el resultado del proceso judicial, que podría demorar meses, años incluso. De ocurrir esto, los exiliados de la .democracia pasarían a convertirse en rehenes de un régimen constitucional. taron la violencia contra el propio pueblo. Frente al caos deSatado por esos jóvenes irresponsables que colocaban bombas y ejecutaban asesinatos inexplic~bles, las fuerzas armadas argen: tin , en defensa de la nación, de sus valo es y soberanía, se vieron obligadas tomar las armas ~e la institución. Ya reprimir. Durante el desarrollo de la represión, implícitamente justa, algunos miembros de las fuerzas de seguridad cometieron "ciertos excesos". Consta así en las mismas definiciones judiciales referidas a las condenas de los comandantes militares, a des\pechó de la definición del fiscal de estado, Alfredo Strassera, quien califiro la represión del periodo militar como metodologia ten~brosa, elaborada conscientemente por los altO&. mandos castrenses. La teoría de la obediencia debida Del mismo modo que para exculpar a la institución militar de los crímenes que orgánicamente come.lió fue elaborada una teoría de la obediencia debida, se dio por puesto que en las oJ;ganiza~iones. guerrilleras también hubo diferentes grados de responsabilidad en -la vioLa teoría de Jos dos demoni?S lencia. Así como los comandantes de arma y los de cuerpos del ejército Al hacerse ~aigo del gobierno'el pre- eran depositarios finales de la ressidente electo Raúl Alfonsín (19~), ponsabilidad por los "~xcesos" comesubsistieron ciertas formas de en- tidos por sus subordinados (lo q~e cuadramiento legal de la' conducta exculpaba a éstos. de todo delito), se polmca de la oposición a la dictadu- supuso que los jefes de las organizara militar. ciones populares tenían absoluta resCon base en la llamada "teoría de ponsabilidad en la acción de los los dos demonios', se puso en un pie cuadros medios e inferiores. Con de igualdad ant~ la justicia a víctj.. ello, se intentó demostrar que el mas y victimarios. Se daba por suenfrentamiento fTlilitar en~re las puesto que la violencia desatada en . fuerzas armad~ y los insurgentes el país d\U'ante la década de loS sehabían sido una' lucha de aparatos. y tenta había sido el resultado de tirta no una expres~ón de la lucha de clasuerte de invasión de teorías exóti- ses: ni las fuerzas armadas habían cas~ Este principio era enarbolado, defendido los intereses de un orden. entre otros, por Antonio Tr6coli, el constituido por las clases cl>minanministro del Interior. Tr6coli afir- tes, ni la guerrilla expresaba la resismaba que esas ideas exóticas habían tencia popular a la explotación y la ' sido asumidas por minorías de jóve- represión. Naturalmente, esta concepción nes irresponsables, t:uando no marginales resentidos, que tomaron las ar- ocultaba la práctica consecuente de mas y, en nombre del pueblo, desa- la doctrina de la seguridad nacional su-- o 38 (tan exótica como el marxismo, en todo caso), porque tampoco se quería adjudicar a la guerrilla una ideología propia. Se trató de mostrar que tanto esos guerrilleros que desataron una violencia irracional (sin ninguna explicación lógica, social ni política), como los miembros de las fuerzas armadas que cometieron "excesos", eran marginales a la sociedad argentina. Por deCreto y junto con el pedido de enjuiciárnjento a los comandantes militares, el presidente Alfonsín libró orden de procesamiento contra Mario Eduardo Firmenich, Fernando Vaca Narvaja y Roberto Perdia Oefes de los montoneros), Ricardo Obregón Cano y Oscar Bidegain Oefes del Movimiento Peronista Montonero), Rodolfo Galimberti (máximo dirigente de la Juventud Peronista) y Enrique Gorriarán Merlo (único sobreviviente de la dirección del Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo). Obregón Cano fue condenado y purgó una pena de seis años de prisión. Firmenich está en la cárcel yel fiscal solicita se le condene a cadena perpetua. El resto vive el exilio. La asociación ilícita La incipiente democracia, aunque sus nutrientes ideológicos encontraban sustento en las dos teorías referidas, implicó la recuperación de los mecani<il¡lOS constitucionales y la independiencia de los poderes republicanos. Compartiendo la lógica sobre la que se asentó el poder político, la justicia llevó al banquillo de los acusados a los responsables de la desaparición de 30 mil militantes populares' y a las figuras visibles de la conducción de la resistencia social. Al abrigo de ese marco político. jurídico, el titular del juzgado número seis de San Martín, provincia de Buenos Aires, el juez Miguel Pons, inició una causa rotulada asOCÍllción ilícita. La causa sería aplicada contra los integrantes de la conducción del Movimienlo Peronista Montonero que en nOviembre de 1977, en la ciudad de Roma, dieron a conocer o un documento titulado "Resistir es vencer". ~ La asociación ilícita está tipificada como violación al artículo 210 del código penal argentiho, y castiga con prisión de 3 a 10 años y de 5 a 10 años, respectivamente, a los integrantes y a los jefes de cualquier agrupación, de más de tres personas, organizada con objeto de cometer delitos. No obstante que el delito, en este caso, haya sido resistir a las autoridades "de facto" de la dictadura militar, cuyo poder surgiera de un aeto sedicioso como es el golPe de Estado. Una treintena de artistas, sindicalistas, abogados, periodistas, diputados y ex-funcionarios, dirigéntes del movimiento popular peronista, quedaban sujetos a las sanciones judiciales. Entre ellos: Juan Gelman, Miguel Bonasso, Susana Sánz, René Chávez, Jaime Dri, Pablo Fernández Long, Lili Masaferro, Pablo Ramos, Julio Rodríguez Anido, Daniel Vaca Narvaja y el autor de este artículo. En 1985, la justicia argentina libró orden de ~aptura en contra de casi todos. \ La ba181lZJ La aplicación de la teoría de la obediencia debida a los ciViles se halla implícita sólo en la calificación de los delitos por parte del juez. No puede aplicar una ley que beneficia exclusivamente a los militares. Si el ~riterio se hubiera aplicado con rigor, sólo debería juzgarse a ~irmenich y Obregón Cano y los den'láS je- __ fes, ya que en el caso de los militares, -- todos los oficiales con mandos intermedios fueron "desprocesados" y puestos en libertad con expresa declr racióp de que lo ocurrido no menoscaba su' "buen nombre y honor" (a pesar de la existencia de pruebas suficientes para condenarlos por torturadores, asesinos o secuestradores). La ley de obedieno tina y se reintegró a sus actividades en la UNESCO. El caso Gelman sentó jurisprudencia. Susana Sánz y Miguel Bona'iSo solicitaron el mismo beneficio. Lo obtuvieron y hoy estarán declarando ante el juez, a quien deberán solicitar autorización para salir del país mientras dura el proceso judicial. Regreso sin amparo cia debida sólo admitió que fueran sancionados aquellos oficiales que hubieran cometido delitos contra la propiedad. Pero ocurre que a la teoría cualitativa de los dos demonios, en el marco de la moderna "política de lo posible", se agregó un ingrediente cuantitativo: el de la balanza. Por cada militar detenido debía haber un militante popular como compensación. A medida que avanzaron las denuncias de los organismos de derechos humanos contra los represores, los jueces incrementaron eJ número de ci viles acusados, ampliando así la lista de capturas recomendadas y, aun, la de detenidos. Hace un año, aproximadamente, a los 12 presos políticos que heredó el gobierno alfonsinista -condenados por tribunales militares o bajo la presión castrense cuando todavía estaba en el poder la dictadura-, se sumó otra media docena de nuevos presos políticos, ex-montoneros o integrantes de organismos de masas. Gelman, Sánz, Bonasso El pasado 30 de diciembre, en cumplimiento de una cuidadosa maniobra jurídica, Juan Ge1man solicitó al juez Pons se le admitiera presentar indagatoria en su causa, bajo el amparo de la eXÍmición de prisión mientras durara el proceso. Pans le exigió una fianza absurda de 80 mil australes, equivalentes en su momento a unos 16 mil dólares. Aprovechando el periodo vacacional de los jueces, Celman apeló la decisión del juez de primera instancia a la Cámara Federal en lo penal. Obtuvo la eximición de prisión bajo fianza juratoria y la autorización para permanecer fuera del país mientras dure el jtúcio. Hacia fines de enero, se presentó a declarar, con lo que quedó "a derecho"; es decír: ya no es un prófugo de la justicia, sino un procesado en orden. Salió de Argen- Somos exiliados a pesar de que en Argentina existe un gobierno constitucional. Se castiga nuestro intento de haber tratado de hacer la revolución y nuestra persistencia en creer que en Argentina hacen falta cambios estructurales para que desaparezcan la explotación y la injusticia. o somos exiliados voluntarios. Tampoco exiliados económicos. Si estamos fuera de nuestro país es porque tenemos captura recomendada por una causa judicial que, paradójicamente, sanciona a quienes luchamos por la democracia y contra la dictadura militar. Sánz y Bonasso regresan sin estar bajo el amparo de ninguna amnistía, de ningún perdón. Repudiamos toda intención del gobierno alfonsinista de amnistiar a los genocidas, aunque ese beneficio pudiera alcanzar a lo que llaman delitos políticos. Primero, porque consagraríamos el intento de poner en condiciones de igualdad a los que luchamos por la democracia con los comandantes de la guerra sucia contra el pueblo. Segundo, porque la democracia sólo se puede construir sobre la justicia, y todo perdón a los verdugos del pueblo argentino llevaría implícita una impunidad para que en el futuro se repitan los métodos genocidas aplicados por la junta militar que gobernó entre 1976 y 1983. Por eso aprovechamos esta oportunidad que se abre. En Argentina hubo un conflicto social en el que participamos activamente como militantes populares. Vamos a hacernos cargo de nuestro pasado ante esta justicia porque así lo establece la actual relación de fuerzas entre el campo popular y la reacción. Es seguro que, dadas las condiciones imperantes, seremos condenados por una justicia dócil a las presiones militares y- que comparte los criterios que sustenta el Partido Radical desde el poder. Eso no será obstáculo para que sigamos sosteniendo los mismo ideales por los que fuimos perseguidos por el gobierno militar y que provocaron nuestro exilio. Volvemos para estar "a derecho" con la autoridades judiciales argentinas, a pesar de todo. Para abrir una posibilidad futura de regresar defiñitivamente \' sumarnos a la lucha contra el d~reimiento yel "posibilismo" contra una democracia formal, sin contenido social ni participación popular en las decisiones fundamentales de la nación. Tenemos la obligación de aportar nuestra experiencia en la formulación de propuestas de organización popular en todos los niveles ven todas las instancias. . Susana Sánz: __ ~~Quedan • muchos cam'lnos por recorrer " n la carta que Gabriel Gar-cía Márquez dirigiera hace unos dias a la Cámara de Apelaciones argentina para pedir que se permitiera el retorno de Miguel Bonasso a su patria, el escritor lo definió con estas palabras: "Miguel Bonasso ha servido a su país hasta con el decoro de su exilio, su concurso no debería faltar en el interior d~ Argentina en estos tiempo de tantos menesteres". Decorosa ha sido, a no dudarlo, su trayectoria en México. En casi una década de exilio, Bonasso se ha ganado la admiración y credibilidad de sus lectores, tanto del semanario Proceso como de este suplemento. En México, Bonasso escribió la novela Recuerdos de la muerte, impresionante ejercicio narrativo para dejar testimonio del mundo carcelario y los campos de concentración de la dictadura militar de los Videla, Viola, Galtieri. En México presidió la Asociación de corresponsales extranjeros y dirigió la oficina de AJasei. Otra es la actividad profesional de feministas con las de liberación naSusana Sánz, menos espectacular cional y social. pero igualmente rica en el terreno ¿Volver, para qué? ¿Acaso para dél trabajo social. Sánz llegó junto alentar la llama de las utopías liberacon miles de argentinos en 1980, doras que animaron las luchas sociales de los setenta? venía a vivir la segunda parte de su - Tenemos que aportar nuestras exexilio, iniciado en España, en 1977. periencias. A nuestros pueblos les Argentina ya no era hogar para "la quedan muchos caminos por reabogada laboral y asesora de sindicorrer y alternativas a desarrollar en catos. La Argentina militar hubiera esta larga lucha que se da en todo el reprimido, de haber podido, a la continente contra las pretensiones de otrora dirigente nacional de la agruEstados Unidos. Creo firmemente pación Evita o a la abogada defensora de presos políticos, gremiales, es- • que el camino de la revolución no está cerrado ni agotado, como lo detudiantiles. muestran Nicaragua y los pueblos Becada por organismos internacionales, Susana Sánz realizó estuchileno y salvadoreño. dios de maestría en antropología so¿Una revolución que, entre muchas cial en nuestra Escuela acional de cosas más, dé realmente un nuevo Antropología e Historia, donde se papel a la mujer latinoamericana? Waduó en 1987. Lo hizo con las más -Estoy segura de que seremos capaaltas calificaciones y tln trabaJó de ces de encontrar nuevas formas de tesis sobre los mecanismos de despojo organización, de unidad y de deal campesino y la depredación del mocracia. Siempre de acuerdo a nuestras necesidades, cultura yexpemedio ambiente mexicano. Actualriencia. Como mujer, creo que a nomente es profesora en un importante sotras nos toca cumplir un papel funinstituto nacional y coordina parte damental desde el cuestionamiento de una investigación interdisciplinade las estructuras más elementales de ria sobre tecnologías alternativas pala opresión, que se generan en la para la producción agropecuaria en reja, en la familia; hasta en la desiOaxaca. Además prepara, desde su gualdad de los sexos-o Ya es hora de propia experiencia de trabajo con lograr de una vez por todas la igualmujeres en la Argentina, un libro dad de los seres humanos. sobre los posibles y necesarios meca[Ciro Gómez Leyva] nismos de integración de las luchas 39 E __________ARGELIA CUBRE SU ROSTRO . . II Y final------Ryszard KapuScUíski Los aciertos de Den Bell. Tres años de gobierno de Ben Bella. Los de la oposición le reprochan haber realizado poco. ¿Será verdad? Ben Bella fue de una individualidad tremenda, dominaba claramente la amplitUd de los horizontes con profundidad de pensamiento. Su forma de pensar ha sido valiente, fructífera aunque frecuentemente inconsecuente. Fue un personaje extraordinario, sólo que muy complicado y desigual. El balance del gobierno de Ben Bella tiene sus aristas positivas: Antes que nada, organizó a un país que recién salía de la guerra, activó a Argelia, puso en mareha el aparato dd país, la economía, la .educación, encarriló la vida diaria normal. Realizó el valiente acto de nacionalizar las plantaciones e instituciones abandonadas, antiguamente en manos de los colonizadores, para entregarlas a la gestión de los trabajadores. De esa manera propició la apertura de un amplio sector socialista en la economía de Argelia. Impidió la guerra civil que amenazaba al país Yque podría haberlo llevado a una caída de larga duración. . Preparó una nueva etapa de la reforma agraria que podría haber modificado la vida de algunos cientos de miles de trabajadores argelinos. Entregó a Argelia él prestigio de ~ un país la vanguardia, miembro destacado del tercer mundo. Quiso hacer de Argelia un puente wtre Europa y Africa, que franqueara a la izquierda europea y a los partidos comunistas el camino a Mrica y al mundo árabe. Fue uno de los portavoces activos de la lucha anticolonial' Es importante destacar que la ideología de Ben Bella no estaba impregnada de cargas de ningún tipo de ortodoxias, ni tampoco de ningún fanatismo. Era de mente abierta, en permanente absorción de ideas, aunque un tanto selectiva. En su juventud, Ben Bella nunca fue alumno de ninguna escuela o corriente ideológica. Se unió al movimiento porque anhelaba una Argelia libre. Luchó, pasó años en la cárcel. Cuando asumió el poder, sus ideas comulgaban muy cercanamente a las de la derecha. Luego giró hacia la izquierda. Fue una evolución clara, realizada no a través del camino del pensamiento intelectual, sino por la participación de Ben Bella en la práctica política. Por eso, algunos afirman que el socialismo de Ben Bella era sentimental, dicen que Bell Bella era "un corazón a la izquierda", que sencillamente le gustaba el socialismo. Por ello, hubo también comunistas argelinos en su gabinete. Ben Bella escuchaba sus opiniones y ejecutaba muchas de las cosas sugeridas. Ben Bella estaba cambiando el clima de las costumbres de Argelia, un clima que continuaba siendo muy cercano a lo conservador. Procuró brindarle a la juventud mejores condiciones para su desarrollo, librar a los jellah de la opresión feudal, liberar aJos esclavos, luchar por los derechos de las mujeres. Después de la noticia del derrocamiento de Ben Bella, reinó la tristeza entre las mujeres argelinas. Anduvieron de luto. Una de ellas me dijo: ..... él quiso fundarnos la vida. Ahora, los hombres de nuevo nos encerraron en las casas" . El socialismo de Ben Bella fue un experimento valiente y original. Sintetizando, se iba a construir sobre una economía socialista, pero preservando la superestructura islámica. Los de la oposición le reprochaban que hablaba mucho y hacía poco. Que el socialismo en la edición de Ben Bella era verbal. Luchas intestinas ¿Cuánto tiempo dedica el presidente de Argelia a la lucha contra la oposición? Ben Bella estaba en constante lidia. En lugar de preocuparse de un programa positivo, se dedicaba a ajustar las cuentas con sus adversarios. Nos encontramos ante una situación típicamente argelina. Todo el tiempo se producen complots y el gobierno se encuentra inmovilizado por el peligro de constantes revueltas. En el mismC' año de 1963, en abril, Ben Bella depone a Khider (secretario del Frente de Liberación Nacional), quien preparaba unk conspiración contra él; en junio, arresta a Budiafa por una conjura contra el gobierno; elUder de los Kabiles, Alt Ahmed, anuncia en julio la guerra abierta al gobierno; en agosto, Ferhat Ahbas es depuesto de su cargo como presidente de la Asamblea Nacional al descubrir Ben Bella que Abbas está abiertamente en oposición al partido; en septiembre, remqeve a Rab.aha Bitata por su actividad antagónica; también en septiembre, se deshace del coronel EI-Hadzi por organizar rebeliones en Kabilia. En octubre y noviembre se producen grandes levantamientos en Kabilia. Los kabiles representan casi 115 parte del total de la población argelina. Esos son tan sólo los apellidos importantes en Argelia, pero ¿cuántos complots pequeños o ahogados en embrión, o cuántos opositores irrelevantes? Nada termina en Argelia con discursos. Todos tienen aqui su propia opinión y además, todos sienten la necesidad de expresarla, a fuerza de demostrar su r~ mediante proclamas de guerra abierta contra'el régimen, o también a través del montaje de alguna conspiración. La falta de disciplina política, la absoluta escasez de habilidades para pensar en la categode los intereses de estado.1 Se requieren años, generaciones. Y, además, todo eso acontece en un contexto ideológicamente líquido, indefinido, porque esto DO es capitalismo, al cual nadie reconoce; tampoco es socialismo, aquí desconocido; igualmente ya no es islamismo ortodoxo: nace entonces una nueva cualidad, la cual no trae enmarcada toda·vía ninguna doctrina y cada quien la entiende como puede y quiere. De ahí pues tanto desorden y tantas contradicciones en la mentalidad argelina, tantas ideas montadas sobre elementos fantásticamente contradictorios. Eso dificulta tremendamente la lucha política, porque los opositores -que no tienen.concepciones c1aras--- no pueden comunicarse. ni definir sus actitudes. La lucha se pasa a los niveles de conflicto personal, se reviven viejos pleitos y disputas sectarias. Al parecer, Ben Bella se mueve hábilmente en ese laberinto. Poco a poco, la oposición es en- na _ cerrada en las prisiones o emigra al extranjero. ¿Tal vez Ben Bella piensa que su posición es ya bastante sólida? o es verdad. Ben Bella no está fortalecido. El punto más débil de su doctrina política es su posición ante el problema del partido. Precisamente esto, a final de cuentas, fue decisivo para la derrota del presidente argelino. De los tres elementos del poder: el aparato administrativo, el partido y el ejército, el líder de cualquier nación debería tener los tres, pero mínimamente a uno de ellos. Ben Bella no tuvo ninguno. Ben Bella se encontraba en el vacío -escribió el egipcio Heikal en el periódico Al Ahram. En esa frase estaba dicho todo. El partido en Argelia era el politburó y los camités provinciales. El aparato administrativo tuvo una actitud desfavorable hacia los programas je Ben Bella, temiendo los ajustes salariales. La alianza de Ben Bella con el ejército fué siempre de carácter táctico. En el mundo árabe no existen tradiciones de un partido político, como fuerza social destacada y organizada. Es muy dificil construir un partido así. Ben Bella no se dedicó a esa tarea, el partido le bastaba como fachada. Como colaborador. Eso fue todo. ,I I • El lujo de la política exterior ¿Qué ocurrió en Argelia durante el período que antecedió al golpe? Nada bueno. Para juzgar la situación en ese país, siempre se habla de los problemas que no han sido resueltos hasta hoy: millones de desempleados, miseria en el campo, absoluto desorden en el sector de autogestión, carencia de cuadros, distancia entre las intenciones del gobierno y el estado real del país, balances desequilibrados. Ben Bella no logró cambiar eso y tampoco está claro quién y cuándo lo hará. La atmósfera de la élite era todavía peor. El estancamiento económico, la animadversión interna, la impotencia de la burocracia, la inmovilidad de las masas, empujan casi siempre a los políticos del tercer mundo hacia dos salidas: en dirección de la dictadura; o hacia la activación de la política exterior. Ben Bella siguió precisamente esos caminos. Recompensaba sus derrotas interiores con una poUtica exterior que le construía prestigio en el mUl1do. Poco a poco comenzó a dedicar más tiempo y mayor pasión a esa política. Le deleitaban las visitas y las conversaciones de mesa redonda. Sabía ser encantador, la gente quedaba fascinada con su personalidad. llegaron lejos sus ambiciones en ese campo. Pensaba acerca de la ayuda militar a los rebeldes de Angola y Mozambique, entrenaba combatientes de Africa del Sur. Ofreció a Argel como sede para la 11 Bandung (Conferencia Mroasiática). Dicen que él mismo dirigía los preparativos y no compartía las tareas con nadie. Mucho antes de la conferencia, inició un amplio proceso de comunicaciones con los jefes de diversos países de Asia y Africa. Invitó a Chou En-Lai, que visitó Argelia en junio de 1965. Eslaba preparando un viaje para entrevistarse en julio con De Gaulle. Organizó en Argel el festival mundial de la juventud. Argelia se convertía en uno de los principales paises del tercer mundo, pero los costos de estos avances, principalmente las cargas financieras, fueron enormes. Todo eso rbía millones de dólares, que faltaban país. Las desproporciones entre la poU riOl' Y la interior comenzaron gradualmente a ampliarse. Los contrastes se hacían más profundos: la fama que adquirió Argelia en el mundo fué de un pais revolucionario, con una política valiente, decidida y din'mi~ una imágen de país que abriga y apo>,a a los que luchan contra los opre- sores, país modelo que seguirán los continentes de color, que da un ejemplo claro y apasionante. Mientras tanto, reinaba en el país el estancamiento, los desempleados tomaban los espacios públicos de las principales ciudades, no había inversiones, dominaba el analfabetismo, se señoreaba la vieja burocracia, la reacción y el fanatismo. La atención de los gobernantes se centraba en las intrigas. La separación de la política interior y la exterior, típica de muchos países del tercer mundo, no puede sostenerse por mucho tiempo. El país, el propio país, jalará siempre esa política hacia abajo, hacia la tierra. El país no puede sobrellevar esa política. No tiene dinero para eso y ni siquiera está interesado. Tal vez la salida de Ben Bella fue el anuncio del final de la época de los grandes líderes del tercer mundo, de aquellos que crecieron más allá de lo miserable de la vida diaria en sus países. De aquellos que fueron más líderes que administradores de sus países. Hasta Julius Nyerere y Sekou Touré perdieron en la dinámica que les imprimió lo económico. Asfixian las dificultades económicas, la falta de capital, los problemas comerciales. Tal vez se acerca el tiempo en el que la política exterior se convierta en un lujo de los países ~ sarrollados, y los paises pobres tendrán que ajustarse a sus posibilidades, no tan amplías, generalmente mucho más abajo de las ambiciones nacionalistas. Las razones del golpe Antes del golpe de junio, fue en aumento el conflicto entre Ben Bella y Sus colaboradores más cercanos. La historia de ese conflicto es bastante compleja. Algunos de sus eJe tuvieron su origen en 1962, otros se ~ en el periodo de la lucha contra la oposición. No tOOa la élite con- sideraba a los enemigos de Ben Bella como los suyos propios. Algunos juzgaban que Ben Bella trataba a la oposición con democrática rudeza, otros consideraban que demasiado suave. Poco antes de su caída, Ben Bella inició tratos con los opositores kabiles. Eso no era del agrado de Bumedien, quien los detestaba. Ben Bella 10 hizo a espaldas del gobierno. Poco después, comenzó a variar, llegando íncluso a negar públicamente toda esta historia. Su alineamiento en la política ínternacional no se le permitió internamente. Le irritaba a sus allegados esa política que fue hecha exclusivamente para obtener efectos internacionales, porque los gigantescos espectáculos eran demasiado para las posibilidades económicas de los argelinos. Se temía que el nombre de Ben Bella en el mundo lo volviera más inaccesible y dificultara el control de sus acciones. En realidad, Ben Bella tenía más renombre en el extranjero que en la propia Argelia. No obstante, fueron dos razones las que influyeron decisivamente para el golpe: . - el estilo de gobierno del presidente; - los preparativos de Ben Bella para debatir con Bumedien. Como todo autócrata, Ben BelJa se deshacia de la gente pensante y que está presta a defender sus opiniones. A los que permanecían, no los respetaba ni consideraba sus opiniones. De manera decisiva los dominaba con su nivel y formas. Se apegaba J:ercamente a sus conceptos, a los que arribaba por la vía de una asombrosa resistencia. La ligereza y facilidad con que expresaba la gente sus opiniones lo irritaba y ponía nervioso. No apreciaba esas opiniones. Ben Bella pasó gradualmente a no hacer caso a sus colllboradores cercanos. Empezó a no tolerarlos. I..Fs gritaba. No acordaba con ellos las decisiones importantes. Simplemente los mandaba llamar para comunicarles sus resoluciones. "Hoy decidi esto y esto otro" -fué la tónica para iniciar reuniones dpl buró político. Al mismo tiempo funcionaba un mecanÍ.SJT'n , ., exactamente atrás de él, sino alIado: el ejército. No veía, no sabía, no sentía lo aislado y desesperanzado de su lucha. El ejército no eran solamente los uniformados, sino también los que ya no lo utilizaban e iniciaron su carrera en él. La mitad del gobierno, del comité central, del parlamento, eran ejército actual o antiguo, emigrantes o combatientes. Resultaba que en el equipo de Ben Bella, la mayoría pertenecía al de Bumedien y no al de Ben Bella. Ben Bella partió de dos acciones tácticas. Primero decidió crear destacamentos de una milicia popular, los que suplftlstamente iban a establecer un equilibrio de fuerzas, que igualaría la influencia del ejército. Después, cuando Bumedien fue a Moscú, Ben Bella nombró a Tahar Zabiri como jefe del cuartel general, hecho que nunca sería aceptado por Bumedien, pues Zabiri era un guerrillero. Dicen que a principios de junio era inaguantable la atmósfera en la élite. Ben Bella empezó claramente a preparar la limpia. El mismo la anunció. El sábado 12 de junio, una semana antes del golpe de estado, Ben Bell anunció en la reunión del buró político que la siguiente junta del politburó se regiría por la orden del día que sigue: l. Cambios en el gabinete; 2. cambios en la jefatura militar; 3. liquidaci6rl de la oposición militar. c...'Ortesano que llevó al líder a un estado de aislamiento. Arriba del candelabro, pero solo. La residencia '~Joly" se vaciaba poco a poco. Ben Bella perdió contacto hasta con sus antiguos amigos. No había tiempo para ellos o le irritaban. Cuando alguien llegaba para comunicarle sus opiniones, Ben Bella se encerraba, llamaba a la guardia y los mandaba detener. Empezaron a evitarlo, le tenían miedo, era un hombre visceral, fácilmente se enojaba y luego entristecía lúgubremente. Al excitarse no medía sus palabras. Poco antes del golpe de estado gritó durante una reunión de gobierno: "¡Echaré a todosl" En realidad los echaba. Ya no creía en nadie. La gente, o preparaba complots o lo saboteaba. En alguna ocasión present6 a Bumedien con un periodista egipcio diciendo: "Este es el hombre que está preparando un complot en contra mía", y le preguntó: "¿Cómo van las intrigas?" "Muy bien, gracias", contestó Bumedien. Día tras día concentraba más el poder en sus manos. Era el presidente de Ja república y el secretario general a la vez. Empezó a ocuparse personalmente de algunos ministerios. Decidía solo quién sería miembro del buró político, quién ingresaría al comité central, quién en el parlamento, quién en el gobierno. "Decidía todo", .aseguró después Buteflika a los periodistas. Era de personalidad complicada y de muchas aristas. Por un lado no confiaba en nadie y por el otro, procuraba asegurarse que todos dieran aprobaci6n a sus decisiones. Por la mañana se reunía con la izquierda, juraba y no cumplía; en la tarde hablaba con la derecha, afirmaba cumplir y tampoco lo hacía. La gente ya no le creía. Crecían las sospechas mutuas y se profundizaba una tensa atmósfera. Jugaba. improvisaba. Era una gran improvisador, un táctico. Sin embargo, esa táctica no era empleada hacia un pensamiento estratégico claro. Su táctica no incluía un solo plan. era pura improvisación. No permitía que nadie le dijera nada. No aceptaDa la crítica. Creía en su poder, en su estrella y en su popularidad. Hasta'el último momento tuvo buena prensa. No era de buen tono escribir mal sobre Ben Bella. Los periodistas lo querían. El los recibía con agrado. _ . Estaba tan seguro de sí mismo, que sintió la llegada del momento para acabar con su principal enemigo utilizando la misma fuerza que lo ~vó al poder. la que lo mantenía, que estaba no Bumedien no participó en esa reunión, acababa de romper definitivamente con Ben Bella. Pero la mitad del bur6 era gente de Bumedien. Al concluir la reunión, Ben Bella abord6 un avi6n v se fue una semana a Orán. Fue solo. Los 'amenazados persistieron solos en Argel. La situación empeor6, nadie sabía exactamente quién volaría. En silencio, cada quien debía de realizar su propio examen de conciencia. Todos se sentí~n inseguros y esa inseguridad los unía en un bloque único. Parece que durante la ausencia de Ben Bella, continuaron las discusiones sobre si se llevaba a cabo el golpe o no. ¿Tal vez bastaría con asustar a Ben Bella con un golpe? El viernes 18 de junio, unas horas antes del golpe,BenBella tuvo en Orán un mitin.Afirmó allá: "Argelia está unida como nunca antes". Y que todos los chismes y rumores sobre las fracturas en el gobierno carecían de sentido, eran propaganda enemiga. Dl ~ués del mitin fue a ver un encuentro de futbol, no se perdía ninguno. Por la tarde retomó a Argel. Aparentemente alguien lo llamó para llevar a cabo una reunión extraordinaria de gobierno. Contestó que estaba cansado, que se iba a dormir. En la madrugada, poco después de las 2 fue Please note: An unrelated section of four colored pages was not scanned. Although there is a break in pagination, no text is missing. Atención: Una sección adicional de cuatro páginas de publicidad en colores no ha sido escaneada. Aunque hay un lapso en la paginación, no falta ningún texto. despertado por su amigo, Tahar Zabiri, de casco y con metralleta en mano. Ben Bella desapareció sin dejar vestigios. El coronel Bumedien Técnicamente el golpe fue provocado por Ben Bella. El organizador del golpe fue el primer vicepremier, ministro de la defensa nacional, miembro del buró político, miembro del Frente de Liberación Nacional, miembro de la asamblea nacional argelina, jefe del ejército nacional popular, exmaestro de literatura árabe: el coronel Houari Bumedien (su verdadero nombre era Bukharuba Mohamed). Era coronel porque el carácter popular, campesino y revolucionario del ejército argelino no permite la existencia de grados de general, ni de mariscal. Las condecoraciones son bien modestas, los uniformes de soldado raso y de oficiales son idénticos, no existen diferencias ni en el corte, ni en la calidad de la tela. Bumedien no es nada fotogénico; además, los periódicos que no lo quieren le retocan el rostro de tal manera que su cara aparezca rapaz. En realidad, Bumedien da una impresión simpática. Es de estatura mediana, muy delgado. Su El no habla para nada". La verdad, Bumedien es un callado herméticamente cerrado. Si Bumedien tiene que decir algo, lo hace con tal esfuerzo, como puede ser el tallado de una roca. Prefiere hablar con monosílabos o con movimientos de cabeza. No pronuncia discursos. El año pasado lo hizo una sola vez. Lee los discursos directamente de sus apuntes. Son siempre cortos y contienen tesis secas. Dicen que Burnedien no tiene fe en los civiles, que no le agrada el chismorreo diplomático y las pláticas de mesa redonda. Da siempre la impresión de un hombre concentrado, hundido en algún pensamiento particularmente difícil e importante. Por eso, raramente sonreía. No tiene los rasgos comunes de un líder: no acaricia las cabecitas de los niños, no alza los brazos, no quiere sobresalir. No le interesa la publicidad ni la fama. Se viste descuidadamente, se le fruncen los pantalones demasiado largos, se cierra el saco cón botones cruzados. No usa corbata ni camisa blanca, utiliza playeras y ropa de dril. Su única pasión es el ejercicio. En su sangre es un soldado del ejército. Bumedien se irritaba .ampre que Ben Bella tiraba el dinero en conferencias y visitas, porque deseaba que el dinero fuera para el ejército. El mundo de Bumedien es el mundo de los cuarteles y polígonos de práctica. Ben Bella y Bumedien eran dos carácteres opuestos, dos tipos de corte diferente, dos mentalidades distintas. No obstante, de seguro cada uno de ellos era una indivi<lualidad. Bumedien debía estar irritando a Ben Bella, pero a la vez Ben Bella le temía a Bumedien. Bumedien con carácter de hierro. Ciertamente, es un hombre sin dudas. Políticamente hablando, Bumedién es un nacionalísta revolucionario árabe, defensor de la cuestión campesina argelina y de la gente de provincia. Por ellos, más que por nadie, Bumedien tratará de hacer algo. Ellos son el elemento social más entendido y añorado por el propio coronel. Son el 90 % de la sociedad argelina. El ejército, única fuerza de cohesión social rostro es oval, casi as;cético, de pómulos hundidos y mandíbula sobresaliente. Sus ojos, muy enterrados, calés, muy ágiles, de una perspicacia increíble. Bumedien no aparenta ser árabe. De pelo castaño, ondulado, de bigote corto y rojizo por la nicotina, no para de fumar. Me asombra su manera de ser. Lo vi unos días después del golpe, pensé que me encontraría con un personaje a la medida de un déspota. En cambio Bumedien se comporta de una manera confundida y modesta. Estuve presente en la recepción ofrecida en el palacio popular. Se inclinaba saludando a todos como un adolescente. Durante todo el tiempo no sabía qué hacer con sus manos y se comportaba de tal manera, con su falta de práctica para comportarse en esos eventos, que resultaba de alguna manera atrayente. Después de saludar a los invitados, se sentó en un sillón y en silencio observaba la esquina vacía de la sala. Ignoro si durante la recepción intercambió con alguien unas pasabras. Le pregunté a uno de los corresponsales acreditados en Argel: ¿Alguno de ustedes ha hablado con Bumedien? "Nadie. El no habla con nadie. La ambición de Bumedien es el ejército político, en el sentido ejército-país. Salvar a la patria a través del ejército, su desarrollo a través del ejército. Los civiles nunca han hecho nada bueno, son pura demagogia y corrupción, llevan siempre al país a la crisis. Hay que tener a algunos civiles en el gobierno, porque así son las costumbres en el mundo, pero para mantener al país bien parado, sólo sirve el ejército, sobre todo en un país donde reina el desorden, donde las fracciones de la sociedad se devoran entre sí sin considerar el bien común. Bumedien se encontró por vez primera con Ben Bella en El Cairo en 1954. Entonces, Bumedien era un don nadíe, tenía 28 años, trabajaba en una escuela enseñando árabe. Ben Bella jaló a Bumedien a la lucha de liberación. Posteriormente, Bumedien ascendió a Ben Bella al poder. A cambio de eso, Ben Bella defendía a Bumedien ante la jefatura del partido que deseaba un ejército apolítico. Intercambiaron favores durante muchos años. Aparecían juntos en todos lados: al frente, Ben Bella, un líder nato, mundano; atrás, como su sombra. silenciosa e inmóvil, Bumedien. El disgusto más generalizado en la opinión argelina fue el provocado por el golpe. Actuó aquí el factor ambición. Los argelinos sienten ser la aristocracia árabe, creen ser árabes de nivel cultural superior y opinan que cuestiones como las revueltas son adecuadas en Iraq o en Libia, pero jamás para ellos. El golpe comprometía la imagen de Argelia ante el mundo, sobre todo Wr haber ocurrido una semana antes de la Bandung 11. o En Argel había revueltas y pocos días después, la conferencia afroasiática. Imperó un desorden increíble. No se pudo saber nada.o La junta revoIUl::ionaria actuaba subterráneamente, como la mafia. Nadie sabía su domicilio, ni quiénes eran sus miembros. No existía ninguna auto 'dad oficial. Se presentaban diversos voceros como repre- I sentantes del nuevo ordeño Nadie los conocía. ¿Quién carajo podía saber si es un vocero verdadero o inventado? Circulaban los chismes pbr la ciudad corno enjambres. Ben Bella vive, Ben Bella murió, va a haber conferencia, no va a haber conferencia, que se organizará una manif~ tación, que una rebelión, vendrá Nasser, ChQU En-Lai, todos vendrán, no va a estar nadie, arrestan a los comunistas, arrestan a los egipcios, arrestan a todos, iniciará a partir de hoy, empezará mañana, en una semana comenzará. Para compJetar el cuadro se presentaron terribles bochornos. La genteose desmayaba de calor. Un fervoroso simpatizante de Ben Bella me dijo: "El pueblo no organizará nada de rebeliones. Hace demasiado calor". Realmente, durante el día reinaba el silencio, por la tarde se ini- 1 .' .7 El golpe mostró a Argelia tal cual. Como un ciaban las demostraciones. Las manifestaciones típico país del tercer mundo. Abajo: los campesise sucedieron durante cinco tardes. Participaba nM eRo eterna pobreza, en el miedo que produce gente joven, los muchachos de la calle..l.o hacía la sequía, en la oración a Alá por un plato de alicon fervor y pasión, pero sin ninguna organizamentos, porque la tierra estéril no lo puede dar. ción. En la manifestación más grande en Argel Arriba: en los salones. alguien encierra a alguien, participaron d&.; o tres mil personas. Salió el ejército contra ellos. Ese ejército tiene muy practicauno derrota al o ro~ son dos mundos sin ninguna da la táctica de lucha contra las muchedumbres. conexión "entre sí. A los seis dfas después del golpe, cesaron las maDespués del golpe en Argelia. una junta revonifestaciones y el ejército regresó al cuartel. lucionaria tomó el poder. La junta tiene de su lado a la mayor parte de la élite de el ejército argeCon excepción de los jóvenes, en la sociedad lino. El ejército es grande, cuenta con 100 mil . reinaba el silencio. El partido, los sindicatos y elementos, incluyendo &.la policía. Está bien arotras organizaciones permanecían en silencio. Se mado. comentaba que discutían qué hacer, había En el contexto que prevalece en Africa, el gomuchas dudas. El golpe vino a clarificar la absobierno de Bumedien es de izquierda y nacionalisluta dispersión de la sociedad, la falta de unión, ta. la carencia de una cohesión, la completa ausenNo es posible aplicar en Mrica el criterio de socia de una fuerza organizada. cialismo puro, en tanto no existe tal socialismo. La fuerza estaba del lado del ejército. Yel ejérEñ Africa, las fuerzas de izquierda se encuentran cito detentaba el poder. en un estado impuro, como elemento de un comCampeaba el pesimismo entre la gente de izplejo cuadro de la realidad política y social, aún quierda. Esperaban la represión, no dormían en sus hogares. La represión nunca llegó. Bumedien no formada definitivamente. El esquema de esta realidad nunca es preciso. no arrestó a ningún comunista ni izquierdista. El temor se derivaba del desconocimiento del ejérciJJl vez-existían formas de evitar el golpe, to, por lo cual la gente le temía. Es una sociedad - ~ puesto que en realidad fue un paso rudo desde el punto de vista táctico, pero hay que recordar desintegrada que teme a cualquier fuerza entera. El ejército es la única fuerza cohesionada en Arotra cosa adicional: todo ocurre en un ambiente gelia. Bumedien no se ocupa de convencer a la de genteJ'oven, sobre todo si se toma en cuenta gente, Bumedien actúa -es un hombre que se los están ares de la política europea. El prome-encierra completamente en las actividades prácdio de edad de los miembros de la junta revoluticas. En Africa, a la gente le gusta tener líderes cionaria oscila entre los 32 y 34 años. En este me-~ue hablan, que se explican y se confiesan. En un dio, Bumedien es el más grande entre ellos, tiene mitin, Nasser hizo confesiones frente al pueblo, 39 años. La política en Argelia está dominada por gente de entre 20 y 30 años. Toda la política. lamentando que su hija reprobó un examen y no Además son árabes, gente inauditamente orfue admitida en la universidad. Lo decía con pe-na, como padre de un hijo que ha experimentado gullosa, muy sensible en asuntos de honor, gente un fracaso, lo reconocía ante miles de padres que de sangre caliente, que salta ante cualquier cosa tienen problemas similares. al cuello del otro. "Ben Bella nos faltó al El pueblo cree y respeta a un líder asi. respeto", eso -m.stó para encerrar a Ben Bella. Muchas de las fallas y errores en la política africana, tienen de fondo el hecho que la política es hecha por gente sin suficiente experiencia, por gente que no sabe preveer los resultados irreversibles de sus decisiones, por gente qu.e aún no se ha impregnado de los consejos y de la seriedad de los viejos consejeros políticos. Todo esto es muy complicado y no permite una comparación bajo los viejos esq m rie verificación política. Es mucho más fácil dentro de la política europea, donde se sabe que Suiza conservará la neutralidad, que la RFA no reconocerá a la RDA, y que, en Inglaterra, de no gobernar los laboristas, lo harán los conservadores. En Mrica no hay nada conocido con seguridad. Los países más reaccionarios "':""como el Congo Brazzaville- se toman revolucionarios en un mes y los países muy revolucionarios -como Kenya- caen en el transcurso de do meses al fondo de la reacción. Un político que durante años fue símbolo de la ideología pro-occidental, en dos semanas se toma en el entusiasta más grande en Mrica de la revolución. Por otro lado, un político que durante años fue símbolo de la política anticolonial (Kenyatta), aparece en los siguientes meses como el más satisfecho reaccionario. Quedó el ejército en la arena política de Arge-lia. Se sabe poco sobre las relaciones existentes en el ejército de Argelia. El ejército tiene algo de mafia, algo de secta religiosa. Los oficiales se saludan de mano y besándose las mejillas y no de manera militar. La junta revolucionaria se integra con personas de distinta orientación política. Reaccionarios y progresistas, anteriormente unidos por su miedo común a Ben Bella. En este grupo seguirá existiendo la lucha, se llevarán a cabo divisiones y fracciones. Todo puede ocurrir todavía: un nuevo complot, otro golpe, la rebelión del ejército, la insurrección de los kabiles. "La revolución argelina es una revolución de sorpresas", dijo Bumedien a Heikal. [Publicado en el libro Wojna Futbolooa, Warszawa 1981. Traducido del polaco por Auna Koriat de Arredondo) a cultura en EXICO n 18 culfilra, Director Generul: JOIé Pa,és Llergo ~Ior: Paco Ignario Taibo II Jefe M ~ Geranio de la Tone ~ Beatriz Mira BetltM:d6fl: FrudIco Pérez Arce, Mauricio Ciechanower, RogeIio Viu.iM , EmlHa"O Pérez Cruz, Luis Hemández, ec.me Omelas, Jorp Belarmino Femández Tomás, Jesús Anaya Rosique, ADdrés Ruiz, Orlando Ortiz, Vfctor Ronquillo, J...... Payán, IIédor R. de la Vep, CarloI Puig, Angel V"tierra, Pilar V uez, Armando Castellanos, Ciro G4mez Leyva, Miguel 8ooasIo, Eduardo Monteverde, AIain Derbez M.'" Fabiú CoBdJea NepíD, Celia Faajul, 1UcanIo PeI8ez , ... ftUt'ÍlSll: ada hora el tren que subía a la mina rayaba su pensamiento como los dibujos hechos en el pizarrón por un niño loco. Doña Chona hacía tortillas de esas grandes tipo Sonora. Las extendía primero con un rodillo y luego las estiraba lentar;nente dándoles una cuarta vuelta cada vez. Ella era alta y delgadita, como decía la canción, tenía una trenza larga y gruesa que pesaba tanto que casi ni se movía cuando andaba. Sus ojos eran negros, y vivos como grillos en botella. Al lado izquierdo de la parte inferior de la nariz tenía una verruga grande y negra. Usaba un vestido viejo de percal, zapatos tenis, un delantal negro, y un suéter viejo de lana. Ya hacía tiempo que doña Chona vivía en el cañón. Decían que había venido de Sonora con un reenganche de gringos en el año 1913, y que había sido soldadera, y que el hijo que tenía se lo había hecho un cabo que había andado con Pascual Orozco. Sin embargo, cuando llegó a San José del Oro venía casada con un tal don Rómulo que murió a los cuantos años. La casa en la orilla del arroyo del cañón era de adobe, bajita y con cerco de piedras (sobre el cual se hallaban baldes viejos en donde crecían los claveles más olorosos del pueblo.) Estaba debajo de unos nogales viejos. Hacia arriba comenzaban las lomas llenas de táscate, piñón, y aguarices. Todavía más allá se veían los altos picos de las Rocallosas. En el patio raso picoteaban tres gallinas; tras la casa había un exclolSado y un cerco de piedras que alojaba por las noches a diecinueve cabras. La estufa era estrecha, igual que la COCina, tenía patas de tabiques rotos, y quedaba a unos cuantos eentimetros del catre donde dormía el mjo de doña Chona, Talpo. El catre trababa en parte la puerta que daba al único otro cuarto de la casa, una recámara. En ella se veía otro catre más ancho, un ropero con dos espejos, y una silla de mimbre; las paredes estaban decoradas por un número de santos y una ardilla disecad~. Las dos ventanas estaban llenas de geranios. Doña Chona acabó de estirar la tortilla y la comenzó a cocer en cuatro partes. Puso la tortilla sobre la estufa, la tortilla se esponjó e hizo globos blancos y redondos que soltaban un vaporcito suave y dulce -dulce como el olor del gringo que le decían uEI Venado", que venía cada quincena a visitarla. Venía por las tres y quince antes que salieran los demás trabajadores. Era mayordomo y podia darse esa escapadita. A Chona le gustaban los gringos por limpios ya que podían bañarse-cuantas veces quisienn en sus casas que sí tenían agua potable y el excusado de agua. "El Venado" siempre comentaba sobre el olor de sus claveles (esto lo hacían todos los que venían) pero luego se iban para la recámara y se empelaban -ena rápidamente y él despacito. Chona se sentaba sobre la sUla de mimbre en la esquina del cuarto pues le gust.ba sentir las con- _______CUATRO MOV.IMIENTOS SEXUALES y UN ASESI ATO Jaime Armando Estrada Maya torsiones del mimbre sobre su piel desnuda. De allí lo veía a él desnudarse lentamente y llenar suavemente su cuarto pobre de ese olor a esa limpieza que tanto añoraba. Una qe dos cosas que apasionaban a "El Vellado" era la verruga de Chona. ComeDiaba su acto de amor con unos mordiscos a los pezones de las tetas de Chona y de allí se iba en seguida a la verruga que chupaba con ansiedad hasta que terminaba la pasión. Chona le dio vuelta a la tortilla, la presionó con un trapo, los globos se rompieron y soltaron su gas limpio. La segunda parte se coció, y ella la presionó una vez más. le dio otra vuelta, y comenzó a cocer la tercera parte. La superficie de la tortilla quedó en parte cubierta de un sal- _ pullido café claro. Gonzalo, uEI Pestañas de Vaca", venía a ver a doña Chona todos los lunes a las nueve de la mañana en punto. Tenía una tiendita -donde compraba toda la gente mexicana su mercancía. Daba crédito, igual que la tienda de la compañía, y por lo general sus precios no eran mucho más altos. Además, llevaba las mercancías hasta la puerta de las casas en una camionetita Ford. Era así como lo había conocido doña Chona. Gonzalo también comentaba sobre el olor de sus claveles y siempre pedía instrucciones sobre el cultivo de estas plantas para dárselas a su esposa. A doña Chona uEl pestañas" le recordaba un poco a su amante allá en la revuelta de México. Tenía el mismo color suave, la misma cortesía al tratarla y era siem- pre un poco tosco -y hasta yergonzoso':""- en el acto sexual. Eso sí' no olía a México: -nada del mezquite quemado, ni de lana y algodón mojado, ni de nalgas mal lavadas, y sobre todo, un poquitito a orines. La ausencia de todo esto hacía a doña Chona que 10 repudiara y que con frecuencia dejara a "El Pestañas" a medias. Ella siempre le negó su verruga pero, sin embargo, "El Pestañas" seguía viniendo. Doña Chona coció la cuarta parte de la tortilla. Esta se cocía rápidamente y por eso salía más blanca. Talpo que a los diecinueve se negaba a tener amoríos. Doña Chona lo conocía como puro. Era un poco más blanco que su padre y mucho más blanco que ell Talpo pasaba sus dias en el campo (desde chico se dedicó a las cabras y se negó a ir a la escuela) y ella lo veía nada más por las tardes y por las mañanas. Doña Chona lo bañó en el arroyo de enfrente hasta que tuvo trece años y nunca vio. que su miembro se parara y e había dejado de pensar sobre la sexualidad de su híjo. Tuvo vergüenza de hablar con Talpo sobre esto y por las dudas y con mucho miedo, doña Chona, en sus orosos, clavaba sus ojos so imagen de la Santísima Virge el Carmen, Upar avor, Virgencita, que no llegue Talpo". Doña Chona acabó la primera tortilla de la tarde. la dobló en cuatro partes y la puso en el chiquihuite. Talpo era menos alto que su madre pero sí tan delgadito; su pelo era negro, largo hasta el pescuezo y más bien lacio. Sus ojos eran más grandes que los de su madre, más almendrados y menos negros. Siempre usó camisas blancas. que su mamá le compraba en la tienda de la compañía: tenían botones de nacaro Sus pantalones, que hacía su madre de telas que estaban en barata en la tienda de don Gonzalo, eran por lo general de lona liviana, de mezclilla o de pana. De vez en cuando eran de franela. Nunca conoció la ropa interior y usaba huaraches de llan.ta que hacía él mismo bajo las instrucciones da<w por el difunto don Rómulo. Talpo se había aburrido de su casa y de su madre hacía tiempo (sobre todo de los constantes refranes: "Más vale pájaro en mano... , Del plato a la boca... , En el país de los ciegos..."). Tenía tres pasiones todas igualadas una con otra: el campo, sus cabras, y masturbarse. No importaba el día de la semana ni el mes del año, él salía al camw con su rebaño de 19 cJd>ras a las cinco de la mañana para regresar a las siete. Subf~ por el callón del arroyo y luego daba vuelta al cañón del pocito de agua. De allí se internaba en los cañoDeS mú profundos donde. coma el agua cristalina y donde brotaben 101 zacates sabrosos y retoños de plantas que las cabras gustaban. Por las bajadas creclan los sotoles, magueyales, nopeles, yencioos. Mú abajo, crecían los mezquites, tabachines, y otras leguminosas de varios tipos. En las cúspides de las montadas se veían los pinos; en _ arroyos los ilamos y sauces. Esos catton.: UeDOI de cantos de calandrias y tórtolas en el verabO, de los 49 ¡ritos de los gavilanes y cuervos. de pláticas inagotables de los gorriones y priJqveras y el cbiUido de los trepapuedes del caAón. Estos últimos tenían un canto que comenzaba muy alto y luego bajaba en un espiral agudo. Si a mucha gente le daba escalofria, a Talpo se le paraba el miembro. Pero IU cuerpo J'P.8Odonaba asf bajo muchos actos sensibles de la naturaleQ tanto Wuales como auditivos: ellodo fresco de los riachuelos que COI'Pan entre las rocp después de la lluvia. el Glor del hoctco de las cabras y más toJavfa. la combinación de olores de hierba recién cortada y hocico de cabra. Esto lo lograba hincándose cer~ de los animales cuando pasteaban. Otra oombinación puional se lograba en dias de tormentas otoftales cuando Talpo se subía a los acantilados más al· tos del caftón y esperaba que la cre-. cfente de agua producida por la tormenta rumoreara por el estrecho pasaje. Entonces Talpo empuñaba su miembro y cantando la popular canción que tema una frase que decía "Eres como una espinfta. que se me ha clavado en el corazón", seguía hasta lograr que su esperma fuera a dar 1111' abajo en la creciente de agua. Las cabras comían de todo y sabían bien qué comer, sin embargo, Talpo siempre cuidaba que no fueran a comer alguna hierba mala camo el toloache. En el verano había que cuidarlas de las víboras. De vez en cuando las espantaba un mapache diurno o un caeomixtle confundido, entonces él les cantaba una canción. Una vez al mes las llevaba a una vega de zacate corto que había cerca de una pequeña laguna. Era terreno de los vaqueros gringos y tenfa que cortar el alambre de púa -esto lo bacía con cuidado y siempre lo unía- para internarse. Un día a po se le olvidó unir el cerco ya que venía una tormenta y quería dejar las cabras en la pradera para subir al acantilado cercano. Santa Rita era el pueblo que quedaba al norte de San José. Estaba habitado por mexicanos de todas partes -muchos de Sonora y Chihuahua. Sus casas eran de la compañía. todas estaban pintadas de un amarillo sucio y ninguna tenía agua potable o electricidad. Estos mexicanos vivian en las partes más próximas a la mina abierta mientras los gringos vivían en las partes planas donde se regaban con dedicación todas las praderas y patios sembrados de zacate. John Stag vivía en una de estas casas rodeado por árboles de chabacano y con un patio que tenía el zacate más bien cuidado del pueblo. Stag era un gringo bien parecido. Tenía cejas gruesas y ojos bien azules como las lagunas de agua de cobre que se. encontraban en el fondo de la mina. Había venido a Santa Rita en una de esas oleadas de gente de OkIahoma que habría de reemplazar todo lo mexicano con costumbres gringas. Era bajo de estatura pero sí bien fornido. Siempre vestía con ropa. de me:t.eltlla, uñ chaleco de borrega café oscuro -el mismo que usaba 50 todo el año. Usaba botas medianas de amarrarse y una cachucha con rayas blancas y azules de esas que usaban los que operaban las palas de vapor y también los que operaban las locomotoras del tren del Sante Fe. John llegó temprano a la jugada ese día ya que sabía que el trabajo en la mina iba a cesar temprano por la tormenta que venía. Estas jugadas se llevaban todos los días menos los domingos en el café El Elite. Los miembros en estas jugadas variaban pero por lo general asistían el cherife gringo, el dueño del único restaurante mexicano "El Restaurante Domínguez", el policía -un mexicano trinquetero y genioso- yel juez local. Estos señores tenían en común su flojera y su desdén por los mexicanos -aunque el policía era del estado de Guanajuato. Jugaban al póquer todos los días menos el sábado cuando se dedicaban a jugar dominó con toda la gente. del pueblo. El camión de las tres llegó y se estacionó bajo el inmenso nogal que quedaba en frente del cine. (Este cine tenía funciones de películas mexicanas una vez por semana y en estos días todO& los concurrentes podían sentarse dondequiera ya que los de- ' más días de la semana la parte derecha de la sala era para los mexicanos, la parte izquierda para los gringos y la del medio para ambos.) John vio que los agentes de Albuquerque se bajaban del camión y esperaban con paciencia la abertura de las cajuelas para bajar sus enormes baúles. Había jugado mal y en su estómago comenzaba una ansiedad tremenda y bien conocida. Esta ansiedad le convertía su mente en un número limitado de imágenes sexuales en dt>nde dominaban La Chona, y su becerra nueva, La Pinta. La Pinta ya tenía seis meses y él la había cogido desde que tenía un mes. Era la más reciente entre una serie de becerras que había cogido desde que él tenía diez años. Esta habilidad la había aprendido de un amigo mexicano que ya había muerto en un accidente en la mina y John, a los 33 años, todavía seguía con este hábito. El camión de las tres siguió rumbo a San Vicente y John se despidió de sus amigos de póquer, subió en su camioneta Chevrolet y se fue rumbo a la vega del cañón de San José donde bien sabía que estaba La Pinta. La tormenta se habfa formado y entre El Cerro de la Aguja y El Cerro de La Santa Fe se veían nubes negras de donde salían relámpagos y truenos que producían ecos infinitos én los cañones. Doña Chona salió con apuro a meter una ropa que estaba en el tendedero y vio que un perro de tres patas huía hacia la parte central del pueblo. Era el Fum, un perro de manchas amarillas, cafés, negras y blancas. Este perro vivía debajo de los escalones de una de las casas centrales. Desde este dominio ladraba con ferocidad y de vez en cuando daba una buena mordida a un descuidado -las mujeres del pueblo lo odiaban con igual ferocidad. Fum tenía cuatro patas pero las dos de atras estaban juntitas ya qne se había roto la pelvis tratando de me- -"\el e ,,- -<:. .~ , terse entre la puerta y el poste de un corral donde estaba encerrada la perra más codiciada del pueblo, Xóchitl. El Fum salía todas las tardes a mear con precisión todos los arbustos y piedras entre San José y las pilas de rezago que producía la mina y que tapaban el cañón al norte de San José. El viaje de este perro era placentero en todas las épocas del año menos al final del verano ya que los truenos de las tormentas le daban un terror que sólo apaciguaba en los recónditos más oscuros del sótano. Esa tarde el perro corría hacia el pueblo. Stag dio la vuelta aguda después del puente que cruzaba el arroyo y casi mediomató a un perro que iba en la dirección opuesta. Stag se internó en el cañón <le San José, la tormenta azotó con fuerza su camioneta por media hora, paró su camioneta en el arroyo a la entrada del cañón del podto, esperó que pasara la lluvia intensa y se fue a buscar a pie a La Pinta. El campo había quedado fresco con la corta pero intensa lluvia y quedaría fresca y hasta fría la tarde pues ya venía el otoño y a esas alturas el frío llegaba temprano. Stag no tardó en llegar al cerco y notar de inmediato que La Pinta se habia salido; se la veía pastear en la base de la montaña cercana con unos caballos blancos. Stag oyó dos cosas: el rumor de la creciente que venía y el canto de un hombre -ya que en la cúspide del acantilado esta Talpo. Stag subió silenciosamente, se acercó, tomó una piedra y la arrojó con tal tino que le pegó en la nuca a Tal- ,.( po quien cayó hacia el cañón todavía empuñando su miembro. Stag dio vuelta, se dirigió hacia el cerco para componerlo, y se puso a cantar con muy mala voz y pésimo gusto una canción de moda que decía: ..Aquí me tienes again Aquí en your puertas again Norte es la tierra again La frontera de México otra vez. Se repite la historia otra vez Las campanas están aquí otra vez y el amor prohibido otra vez North of the border, otra vez:' Acabó de componer el cerco y se fue a ver si encontraba a la Chona. El tren de las cinco bajaba de la mina cargado de las rocas de mena que iría a Hurley donde la refinadora produciría barras de cobre. Chona escuchaba el rechino de los frenos de los carros repletos del metal. (parecía el llorido de las almas en el purgatorio). Dobló la última tortilla de la tarde -ésta se había quemado cuando ella salió por la ropa- y murmUTÓ en voz baja, "Más vale pájaro en mano que un ciento volando"; puso el chiquihuite cerca de la estufa y.&,Fltó a esperar a Talpo: Furo salil- del sótano y con alegría notóeotreabiertalapuerta del <:erro de la Xóchitl. La creciente pasaba. Uevaba arrastrando una camioneta.• [Tomado de palabra nueva: Cuentos cbicanos n, Dos Pasos Editores, El paso 1987, pp. 88-94] es "LA LUPITA" :'_-------una experiencia ~e autogestión femenina en ______--------Nicaragua Pablo Pérez Vera uien esto escribe es cómplice de la lucha fuerte y decidida que están dando 70 mujeres de extracción campesina, provenientes del cultivo. del tabaco, que han quedado viudas por la guerra que sufre este pueblo o que han sido desplazadas por esa misma causa de sus lugar~ de origen, de sus comunidades, de Miraflor, de Wiwilí, de Yalí, de San Juan del Río Coco, ¡putal puros pasaderos de la contra (hasta 1987). Otras vienen de aquellos barrios más "vergu~ ados" por la guardia... el Rosario, el 14 de Abril, el Oscar A. Romero, con sus casifM de lo que sea: tablas, adobe, ladrillo, cuarterón las más "el~ gantes", con sus calles llenas de lodo y chigftines. Algunos de estos niños comenzaron a ayudar a sus madres en la construcción de la fábrica, muy al principio, hace 2 años, cuando todo era puro monte, pero luego ya no fueron, porque la joda era muy fuerte, el sol está arrecho todo el día, la cargadera de palos, piedras, mezcla y ~uartero­ nes quiere "hacerle huevo", y la verdad es que uno aguanta un tiempo, pero siempre está feo. Ahora no, ya la fábrica está medio funcionando, las de alfarería están haciendo trastes muy bonitos, rojitos, rojitos, muy brillantes; las de mermeladas comienzan en marzo; las más jodidas son las del (COI) Centro de Desarrollo Infan- . til; "Jhonny Moreno Rizo" que hicimos en puros domingos rojinegros, con el trabajo de todas las madres y los ~at:0nes que trabajamos aquí. Desde hace dos meses estos niños han estado comiendo sólo frijolitos con tortilla ó arrocito con frijolitos (gallo pinto le dícen para que no se sienta feo), el presupuesto se terminó a causa de esta jodida inflación, pero ni modo, habrá que hacer algo, lo que ~a, lo importante es que estos niños tengan que comer para que sus mamás puedan trabajar y terminen su fábrica y produzcan las mermeladas, chocolate y demás chunches que hacen. . Esta historia que pretende ser un relato de lo que viven cotidianamente estas mujeres. Como Ada Luz Pravía, de Miraflor, con sus 10 hijas, quien no obstante sus graves problemas, diariamente se presenta al uabajo, sonriéndole a la adversidad, enfrentando con serenidad su condición de mujer. su orgullo de madre y su conciencia de revolucionaria, ella es una de las que nunca fallan a la vigilancia nocturna, ni aún cuandola cosa se ha puesto más fea, porque sabe que aquí, en la cooperativa, su vida cambió, que aquí ha encontrado una fuente de trabajo permanente. la posibilidad de hacerse un futuro, ··de apoyar a la revolución". como me dijo una vez durante la hora de descanso, luego del almuerzo, recostada sobre los tubos y las bolsas de cemento. "El trabajo ha sido duro y dificil. sobre todo al comienzo. cuando no sabiamos manejar las h~ rramientas, las carretillas llenas de cemento se nos volteaban y las dolencias de rabadilla eran jodidísimas, muchas compañeras sólo aguanta- ir a donde su mamá, a mí me decía: Martita no vaya a salirse, ·hágale huevo', mire que por sus hijos, por la revolución, yo vaya parir a mi hijo y regreso. Cuando terminamos de construir la fábrica vino un ratito con sus tres chigüines, nos f~ licitó por lo adelantado que llevamos la cooperativa, se le miraron ganas de volver... el problema es su viejo jodido". En una ocasión, conversando con la Ena, me platicaba de las cosas que le decla su marido, camo que lo que estaban haciendo era por Nicaragua, por el pueblo; que abara Nicaragua tenía más problemas porque era un país independiente sin que los gringos se metieran, y que como ellos lo controlan todo, pues Nicaragua estaba en una posición difícil; por eso ella decidió 'Volver a la cooperativa, a trabajar como le decia su esposo, ahí me mostró la fotografía (la carga como una reliquia) que le tomaron el día que lo velaron, dicen que murió luego de un intenso combate, era de las tropas guardafrontera, ... "cuando me fui ya sabia hacer trastos y pensaba que era puro cuento esto de la cooperativa, ahora que la miro terminada y funcionando, comenzando, me da gusto, porque mi hija va a tener una vida mejoi-. me la cuidarán en el CDI Y yo podré ponerme a tornear o a hacer esmaltes. Me ·arrecha' que algunas compañeras pongan tantos pretextos para uabajar, cuando aquí estamos construyendo nuestro futuro, como decía mi viejo... ¿sabe? voy a hacerle un par de floreros y se los pondré en su tumba·~. Así piensa Ena Zamora de 21 años. El comienzo fue un trabajo que hicieron unos compañeros y compañeras de las comunidades de base para formar dos colectivos, uno de mermeladas y otro de alfarena, incluso mandaron a un compafiero a que se capacitara en una escuela cerca de Ocotal, en Mozonte, ahí fue donde tomamos contacto con el p'royecto y pomencé mi aprendizaje y el carifio tan grande por Nicaragua... y sus mujeres, en ese entoces no me imaginaba que la onda era una fábricll de proporciones agro-industriales, disefiada para dar empleo a 200 mujeres con problemas. Luego de un tiempo hice algunos diseños de lo que debena ser la planta física, pero cuando la miré hace 15 meses, en septiembre del 86.¡casi me desmayol Fue cuando empecé a darme cuenta de la importancia que tiene el proyecto y la fuerza de voluntad que han demostrado estas mujeres•. porque levantar y organizar una fábrica de 5 mil metros cuadrados no es cualquier cosa, organizar a 70 mujeres con grandes. problemas de todo tipo eS muy difícil y "hacer" alfareras de mujeres con estas características parecía algo no muy difícil. pero... bueno, a pesar de todo hemos ido trabajando. El afio 86 fue bueno, porque fuimos la Coo~ rativa Vanguardia del país, ganamos el primer lugar regional y salimos destacadas a nivel nacional en los ejercicios de las brigadas contra incendios; para el año 87 bajamos mucho, pero la verdad fue un año muy duro, porc¡ue tuvimos que trabajar casi todos los domingos para IKX!er ter-' minar la f'1>rica. Los problemas de a .. o qy ~viinos ~ I principio del año nos obligaro a desviar .recursos y esfu~rzos para co~ el COló ~ que las mujeres pudieran trabajar, el problema ahora es cómo darles de comer a los niños, nO pueden ~ guir con arroz y frijoles, hay que hacer lo que sea, hasta escJjbir un rollo con algun8S"~en­ cias y pláticas de las mujeres; lo dificil será hacerlo de. tal manera que no parezca cuento y se tome en serio lo que aquí se dice. Lo bueno es que ahí está la cooperativa y sus mujeres, en Esteli, a 300 varas al norte de la Normal, en la Región 1, en la Nicaragua libre; lo "arrecho" es que nadie me conoce, como dijo Nubia la responsable del cm, "hay que hacer lo que sea, estos niños no pueden seguir sin alimentarse com'o Dios manda" y aquí estoy,-tratando de explicar este proyecto de D\lujert'J que han de- ron un mes y ahí nomasito corrieron. Yo a veces como que quería renunciar, pero luego pensaba que mis compañeras se quctdarian con los clavos y la derrota, así que no que<1aba de otra y agarraba a Al&edito a tuto y me lo llevaba a la cooperativa, en el camino platicaba con mis compañeras que había que· hacerle huevo' y llegar hasta el final; ahora, cuando miro la fábrica ya funcionando, me da mucha alegria, porque a pesar de t~­ tos problemas que tenemos vamos terminando... lo jodido es el CDI... cuando me tocó ser la coordínadora sufrí mucho, porque tuve que aprender muchas cosas, como estudiar pero ahora me dá gusto, porque ya no soy la Nora Pérez de antes. uA mí lQ. que me encachimba es que esos jodidos machos la tengan a una tan sometida, que las mujeres no seamos capaces de hacer las cosas camo es debido, que seamos tan débiles, tan frágiles. Me acuerdo cuando la. doñita aquella, creo que se llamaba Dora, se nos desmayaba a cada rato, porque la muy jodida se nos venía sin comer para llegar temprano. pero no le importaba estar con sus siete meses de embarazo; no, ella se cargaba los ladrillos a tuto y le daba abasto a dos ofi~ ciales a la vez, ella sí era güevona, 1e hacía huevo' a todo, dejó de venir porque el marido la cachimbeó un día que andaba ·volo' y se tuvo que =t . . > ,_ /,., I ~.l • cidido construir su propia fuente de trabajo, dirigirlo y aprender, aprender todo, desde albañilería, administración, cerámica, mermeladas y conservas, a cuidar los niños de las compañeras y todavía la otra jornada en la casa. Nuestros avances son significativos, porque desde marzo de 1987 comenzamos a trabajar para poner en funcionamiento el área de cerámica, la sección de CQIlServas estará funcionando para marzo y eso nos ayudará a reforzar nuestros ingresos y poder cumplir con el pago del dinero que nos han dado y que han de convertirse en más proyectos como éste, porque la mujer en Nicaragua ha roto con el miedo y se ha decidido por la revolución; los hombres siguen en la primera fila, en la mera "runga", garantizando nuestra seguridad, eso lo saben ellas y por eso trabajan como verdaderas mulas, se cansan y mandan a la chingada grande todo, a veces por unos dias, pero luego vuelven, los grandes logros que se tienen cada n'uevo día se pierden en el cansancio de la joda cotidíana, por 10 pronto ya decidimos no trabajar los domingos, porque todas dicen que "tienen mucho trabajo rezagado en la casa". La Lupita en la revolución . Cuando nos decidimos a emprender este proyecto pensamos que sería más fácil, los problemas que hemos tenido para hacer que las mujeres asuman su papel protagónico en el desarrollo de la cooperativa ha sido lo más difícil, la herencia de sumisión e irresponsabilidad pesa demasiado en ellas. "Nosotros queremos resolver los problemas que tiene nuestro pueblo -dicen-, la fábrica de cerámica nos permitirá llevar platos y vasos muy baratos a nuestros campesinos, a nuestros obreros, ellos no alcanzan a comprar los vasos de vidrio que tenemos que ímporbu' del exterior, pagados en dólares salen muy caros, por eso las vajillas de barro que se fabricarán en la cooperativa resolverán este problema paulatinamente. También nos permitirá generar fuentes de trabajo permanentes y beneficiar a muchas familias-que tendrán un ingreso fijo, ropa, comida y muchos más beneficios a los que tienen derecho t~ los obreros organizados". El rescate que haremos de la fruta que se des- perdicia actualmente en las zonas productivas que se encuentran abandonadas por causa de la guerra, nos permitirá ampliar las posibilidades de desarrollo de la Región 1, puesto que este proyecto generará a su vez otras fuentes de trabajo; por lo pronto ya tenemos hechos los contactos con las cooperativas campesinas de Jalapa, en la zona fronteriza con Honduras, para que recolecten la fruta para la cooperativa; en los aserraderos de la región están concentrando toda la madera de pino para los hornos de cer~ca. La capacitación técnica que están recibiendo estas mujeres nos garantiza elevar la calificación de nuestras obreras, comenzando a desarrollar rubros productivos qtle en el pasado no se conocían, porque Somoza lo importaba toditito, era parte de su negocio. Ahora tenemos más roope~ativas campesinas que tienen que planificar sus cosechas de acuerdo con las necesidades de la región, dejando los cultivos anárquicos y desorganizados. Los apoyos financieros que se han canalizado hacia esta cooperativa han dado mejor resultado, pues hay una mayor planificación de las ínver- ' siones y rentabilidad de las mismas, puesto que son las propias socias las que garantizan una rápida recuperación de la inversión, al ser ellas mismas las copropietarias de la fábrica y, por otro lado, hemos ido garantizando un núcleo de mujeres organizadas en un proyecto augestiona-, rio que las ha incorporado a los grandes problemas nacionales de participación, autodefensa, producción, organización, desarrollo de la revolución, fortalecimiento de las organizaciones de masas y del propio FSLN. Este proyecto significa un ejemplo más de la democracia participatlva que impulsa el gobierno revolucionario. La Lupita Y su realidad Para concluír, quiero enfatizar el hecho de que la Cooperativa de producción de cerámica y alfarería "Guadalupe Carney" (La Lupita) existe y trabaja mucho, en ella las mujeres (y yo también) hemos ido descubriendo el mundo maravilloso de la cerámica, torneando piezas de barro, construyendo hornos de ladrillo refracta~ río Y calentándolos basta mil 300 grados centígrados para esmaltar con sal; calcinando alambres de cobre obtenemos el óxido de cobre para decorar nuestras piezas. el hierro lo sacamos de los basureros de carros viejos. Las compañeras de conservas junto a las que trabajan en cerámica, realizan la presentación de la fábrica el día 24 de octubre del año pasado, en donde pudimos probar las ricas mermeladas y el chocolate que hicieron nuestras compañeres du~ rante el curso de capacitación que recibieron en Managua durante tres meses. Las vajillas no las pudimos presentar, porque terminamos la quema ese mismo día, a las 5 de la mañana, y no podíamos abrir el horno, porque aún estaba caliente. Para diciembre, y con muchos esfuerzos'debido a nuestras limitaciones en materia de infraestructura (maquinaria), hicimos nuestras primeras ventas de cerámica, obteniendo un buen ingreso ¡el primero desde que comenzó el trabajol Pero aún insuficiente para nuestras necesidades de gastos, lo que más se lleva es la cocina y el CDI, porque ahí comemos todos, socias yoficiales albañiles, los técnicos, los niños, el compañero Horacio, responsable del proyecto y alguno que otro colado de esos que nunca faltan. Por eso es que cuando el COI se quedó sin dinero para comprar sus alimentos, decidimos que nos rebajaran nuestra ración de comida para que los niños coman. porque de 10 contrario los niños dejaráh de ir al COI Y si no van al COI significa que sus mamás irán a buscar trabajo a otro lado, y al no trabajar en la cooperativa... pues ésta se para, ya que no podemos estar preparando mujeres para que se nos vayan. Lo mejor será que este mexicano que ayuda a Nicaragua con mucho cariño y modestos conocimientos en cerámica haga un roIlito y lo dé a ronocer para que la solidaridad de otros mexicanos permita que "La lupita" no sea lo que parece: un cuento, por que es tan real como la guerra que vive a diario el pueblo de Nicaragua, con sus crueles crímenes que han quitado la vida a tantos civiles inocentes y desarmados, como las dos sobrinitas de Adaluz Pravia que mató la contra una semana antes de que yo escribiera este rollo, cuando atacaron la Cooperativa campesina "Teadoncio Pravia" en Mirafior. ¡Ahl y como dijeron cuando nos despedimos: Dígales a sus amigos mexicanos que las mujeres de la "Guadalupe Carney" ni se venden ni se rinden y que aquí estamos para tener una patria libre o morir. LOS NOMBRES _ DE LA ROSA y DE LA VERDAD ;1;- :. /~ ~~:' '" • • • • • • • • • • José Hemández Prado 1 estreno en México de la versión cinematográfica de El Nombre de la Rosa, dirigida por Jean-Jacques Arnaud (1986), invita a reflexionar sobre algunos aspectos de la novela de Umberto Eco que por fuerza se omiten e;l el exitoso film. Es cierto que la película logra una narración más nítida de la trama "policiaca" del libro, y asimismo, que ambienta con gran realismo y belleza el microcosmos-monasterio donde tienen lugar los asesinatos a esclarecer por Guillermo de BaskerviIle y Adso de Melk. Sin embargo, los personajes de la novela, con toda su rlq~leza discu.-siva~ están apenas esbozados. Especialmente la rivalidad del propio Guillermo con el monje anciano y ciego Jorge de l'urgos, queda reducida a la tradicional entre detective y criminal, cuanto que el verdadero criminal, el estricto causante de las muertes de la abadía es un libro: el enigmático Libro Segundo de la Poética de Aristóteles. Según la reconstrucción que Guillermo hace de este libro, Aristóteles habría escrito en él que la comedia lleva al ridículo los vicios y los defectos de hombres comunes y corrientes, ademAs de utilizar )a risa como algo sano y de virtudes cognoscitivas. En la comedia la risa, "haciendo como si mintiese", enseña a ver las cosas de distinta manera y mejor. El Aristóteles de Guillermo piensa así que la risa es capaz de acceder a la verdad, ppes muestra al mundo y a los hombres "peor de 10 que son o de lo que creemos que son" . Guillermo pregunta a Jorge por ~u6 quiso proteger en ~ial este übru, habiendo en la bibüoteca mu~ ! los que podría aHlSideI'. . . mflspe~.Jorge responde -ma. que ocultaba el Libro Segundo de la Poética precisamente porque allí se elogia la risa, y se la eleva al mundo espiritual convirtiéndola en objeto de filosofía. No era la primera vez" que "el más grande de los filósofoS' trastocaba el verdadero orden del universo, en esta ocasión concediendo a la risa autoridad espiritual. La risa, "instrumento del vientre" y no "del intelecto", ha de ser motivo de escarnio entre los hombres, pero jamás de orgullo. ¿Qué quedaría de sagrado y valioso en el mundo si lo que es por excelencia signo de lo impuro, se convirtiera en camino legítimo para alcanzar lo puro? Nada, nada salvo la propia risa, entonces ya un fin en sí misma y lo único capaz de establecerse incólume entre cualesquiera contrarios, de los que daría igual que fueran lo que fueran, o aún que fuesen o no fuesen. El día que la risa triunfe intelectual y espiritualmente, sostiene Jorge, nada será sagrado. A esto contesta Guillermo que no necesariamente; que puede haber cosas sagradas apuntaladas por el ingenio. "Yo lucharía -dice Guillermo-. Mi ingenio contra el ingenio del otro". T9da verdad pronunciada sin el menor asomo de duda, es arrogancia del espíritu, es arrogancia que implica una fe desprovista de sonrisa, una fe autocomplaciente que relega sus fundamentos y es, en consecuencia, demoníaca. Un mundo donde se ponderara la ~' y en el que incluso fuera ¡n;lb!~ reirse de ella. sería con seguridad un mundo mejor. r~, ¿qué definiría los lados contendientes?, responde Jorge, ¿cómo identificar la verdad y el error, si tanto la una como el otro pueden descalifi· carse al no tomarse en serio? Si estuviese permitido reírse de la verdad ella dejaría de ser verdad, pues aceptaríase como verdadero al error. En este contexto, error y verdad pierden sus perfiles, se funden, y ningún consuelo da reírse..de tal o cual error presuntuosamente verdadero, porque ello implica fortalecerlo en su insolencia y en su altivez. Suprimir la risa respecto- de lo que puede ser verdadero o falso no es obra del díablo. sino de Dios. Pero Dios no esconde. replica por último Guillermc, ~;no que crea~ y si defender ia verdad induce a menospreéiar la creatividad divina, entonces debe abandonarse la verdad, o en rigor, relativizarse la dicotomía entre verdad yerro., Los problemas ~bre la risa y la verdad ponderados en esta discusi6D son el punto nodal de la novela de Eco, son el pilar de su construcción. Sin estos problemas posiblemente la historia detectivesca ubicada en el monasterio medieval no alcanzada los niveles de profundidad estética y filosófica que la caracterizan, y sU retrato de época no rebasaría. como sin duda lo hace. las notas de Jo curioso y lo pintoresco. Pero los conceptos vertidos en esta discusión merecen un comentario detenido que persiga comprender el encanto. velado o manifiesto. que ejercen sobre el lector. Dicho comentario puede organizarse a partir de las siguientes cuatro proposiciones: la verdad existe y es estimable, pero la capacidad humana para alcanzarla, en apariencia todopoderosa, es en rigor limitada; Esa limitación implica un dogmatismo, al mismo tiempo que la propia risa; bsa ~ita­ ción reivindica la tesis de una multiestructuración de la réalidad; y dicha multiestructuración obliga a una modestia indispensable de los sabios. ' 1. Guillermo de Baskerville y Jorge de Burgos piensan que la verdad existe y es asequible. Piensan completamente posible la formulación de juicios que prediquen algo de algo, Y que establezcan cómo en efecto cierto algo corresponde a otro algo. Más allá de esto, creen que la proposición de semejantes afirmaciones es valiosa en sí. misma, dado que, a su vez, el conócimiento U!".ne ~~lor. Conocer es adquirir conciencia de ¡ii {'.reación divina; es poder desenvolverse de determinada mane- ' ra en medio de esa obra. Dicha manera difiere en Jorge y en Guillermo, pues para el primero parte de la conciencia adquirida es conciencia del pecado que pulula en el mundo, mientras que para el segundo es conciencia de la conmovedor ironía presente en los 'incontables actos de los seres humanos. Pero de cualquier modo es factible y deseable conocer la creación, generando enunciados con referencia a las cosas qy'e~ sen adecuadamente lo que ellas son 1 Jorge 'de Burgos manifiesta gr8lL confianza en cuanto a la adquisici6n de conocimientos verdaderos. El está seguro de su dictamen en contra de la r~ v seguro también de conocer la "'C!!l~ntad divina con respecto al destino del Seg~ ',ibro de .~a Poética. Las convkdones de G~r!DO, en contraste, devienen de la critica de las certidumbres jorgian8:' m~ que de la inamovible certeza de ~ SS, / propios contenidos. Guillermo piensa que lo que Jorge dice no es verdad, y propone otra interpretación de la risa que puede en cambio ser verdadera, pues es a su juicio una interpretaci6n más convincente, aunque nada más. Está claro que Guillermo vindica las ideas de su maestro, el otro Guillermo, el de Occam, y estima referir no formas universales, sino entidades particulares. Propone que el conocimiento cierto es más factible si referido a individuos concretos que si referido a entidades abstractas postuladas como lo real, y que en consecuencia la risa, entendida como un universal, es sólo equivocadamente algo "bajo"; la risa es siempre algo particular ubicado en individuos particulares con determinada razón de ser. La voluntad divina, por su parte, no es tampoco algo inteligible en orden a la jerarquía ontológica de los uni versales; es presumiblemente un designio particular que sólo puede descifrarse caso por caso. Guillermo enmudece ante la alternativa que le ofrece Jorge: si la verdad deja de ser verdad se convierte irremediablemente en error. Enmudece porque planteadas las cosas de esta manera, la verdad y el error devienen .bsolutos, y los absolutos, por apodícticos, resultan inobjetables. Lo que impulsa a Guillermo a disentir de Jorge es que en efecto la verdad y el error sean absolutos. ¿No es posible pensar la verdad, además de como lo que no es error, como lo que no es verdad también? Después de todo, puede ser verdad que algo no sea algo otro: sin duda es verdadero que los cab,.Ilos no son animales racionales. No sólo-tiene que ser verdad que algo "sea así"; también puede ser verdad que ese algo "no sea asi. Verdad y error coexisten sin negarse uno a la otra. Al menos Guillermo lo cree así, y por eso cuestiona el pensar y el proceder de su interlocutor invidente. Puede conocerse la verdad de las cosas por lo que ellas no son, como lo muestra la risa; a esta no hay por qué proscribirla en virtud de lo que ella afirma, en rigor, puros atributos que "no son". 2. No alcanzar la verdad total es para Jorge inadmisible y para Guillermo ir6nico. Pero en honor a la verdad, Guillermo no ríe de que sólo a medias sea posible el acceso a la verdad; ríe de las pretensiones por llegar completamente a la verdad. Su risa revela:. que el total arribo a la verdad es para él algo falso, y que lo verdadero dice más bien que nunca se podrá conocer la verdad absoluta respecto a algo, ni siquiera respecto a este propío pensamiento. Ello.. al menos, porque es inseguro que la concepción de la realidad que postula un acceso a verdades definitivas sea ella misma verdadera, valga la argumentaci6n. Según esta concepción, el mundo está compuesto de cosas: piedras, árboles, seres humanos, gobiernos, ro-sas todas que poseen una esencia o sustancia y unos accidentes. La esencia de dichas cosas es lo que ellas son 54 se pone de mal ifiesto lo que hay de común entre al~nos ambientes filosóficos de los siglos XIV y XX, así como cuanto deben ciertos modernos fil6sofos de la ciencia a sugerentes y casi an6nimos pensadores de la Edad Media. en sí mismas y lo que explica su comportamiento en la realidad, los hechos del mundo. Por ejemplo, el vuelo de las _avesl l&-caída de- los cuerpos, la actividad legítima de los Estados, etc. A partir de aquella sustancia se vuelven comprensibles las causas de tales hechos. Luego entonces, para conocer las causas de los hechos hay que conocer a fin de cuentas las sustancias de las cosas. Como este conocimiento evidencia que las cosas guardan una jerarquía definida y deben ser necesariamente finitas en número, puede él ser total y definitivo. La verdad es por tanto completamente asequible. Pero Guillermo no suscribe dogmáticamente estas reflexiones metafísicas, al igual que debi6 hacer su personal estagirita, y encuentra en ellas una muy humana ironía que le mueve a risa. La ontología aristotélica le resulta más o menos convincente, pero no exenta de problemas. La actitud de Guillermo es a la vez escéptica y esperanzada. Guillermo duda, sonríe ante las verdades absolutas como puede reir también de la risa y de su duda. Pero sólo es posible reir de lo dudoso si a la vez se duda de ello y se cree implícitamente en algo indubitable. Reirse de la risa es una forma de expresarle que se encuentra equivocada, y de expresarle que la tácita verdad que ella propone no es verdad; es decirle, en último término, que a la verdad siempre ha de defendérsele. La risa de la risa supone entonces una fe, una esperanza en y un amor a la verdad; implica una filo-sofía. El que pueda reírse de la risa, será mucho menos escéptico de lo que parece. y aquí es pertinente destacar que la actitud escéptica y esperanzada de Guillermo es actual DO sólo para su siglo XIV, sino que lo es también ahora, para el último cuarto del siglo XX. Es una postura actual frente al auténtico Jorge y ante modernos y figurados jorges, capaces únicamente de reírse de presuntas verdades absolutas, pero no de su propia risa, no de esa forma posmoderna que han adquirido muchas "verdades absolutas". 3. Que la verdad no sólo puede expresarse en términos positivos, sino además en términos de "lo que no es" ("un gato no es un caballo") es un hecho para Guillermo. Pero esto sig- nifica la negación del precepto según el cual la verdad en referencia a los entes se Limita al enunciado de sus esencias. Si se acepta como verdad la proposición de todo lo que no es sustancia entre tales entes, esta sustancia se expone peligrosamente a su disoluci6n, a la consideraci6n de su impertinencia. El conocimiento deja de restringirse entonces a las sustancias de las cosas y se expande al vasto mundo de los hechos.. entendidos ahora como comportamientos de las cosas que O'J dependen de sus formas o sustancias. Conocer es afirmar cuanto acontece, cuanto es un hecho; no sólo es afirmar lo que las rosas, presuntos motores de los hechos, en sí mismas son. Razonamientos de este tipo son los que llevan a Guillermo a mirar con simpatía formas de explicación de los hechos diferentes de la sustancialista-aristotélica, acaso como la adoptada por sus hermanos franciscanos Robert Grosseteste y Roger Bacon. De acuerdo con estos excéntricos doctores, la sustancia única que motivaba los hechos era una materia regulada matemáticamente, que permite explicar aquellos hechos apelando a determinadas leyes de su comportamient<?, leyes cuya estructura es matemática. La época de Guillermo de Basker:ville no realiz6 los frutos de semejantes concepciones, pero en cambio pudo soñarlos y prepararlos. Guillermo parece sustentar una tesis que en la actualidad es muy familiar: la realidad no se deja inteligir bajo s610 una estructura ontol6gica. Hay, ciertamente, una estructuración en o de la realidad, y la denominada ciencia de toda la cultura afincada en el pensamiento griego ha pretendido descubrir esa estructura, si bien únicamente para encontrarse con que ella se adecúa s610 hasta cierto punto con diferentes e incluso divergentes estructuras ontol6gicas. Hoy por hoy, se habla en filosofía de la ciencia de paradigmas de conocimiento, de programas y tradiciones de investigación científica, de progreso y crisis al interior de esas tradiciones y de inconmensurabilidad entre unos paradigmas y otros. Guillermo recuerda un Lakatos o un Laudan cuando insinúa que el (:onocimiento de la realidad admite muchas maneras de plantearse. Con ello 4. El ejercicio de la verdad sin el menor asomo de duda es demoníaco para Guillermo, pues implica desplantes de soberbia cabalmente ajenos a la santidad humana y a la divinidad. Las verdades de tipo absoluto despiertan las suspicacias del sa~io; aún y si Dios las permitiera en su omnisciencia infinita, de todos modos se cuidaría muy bien de descubrir esa omnisciencia limitada por ellas. La divinidad tiene que ser capaz de añadir a cada verdad otras que la rectifiquen y profundicen, y manifestarse no s610 a través de las verdades encontradas, sino también a través de la inasibilidad definitiva de tales verdades. El sabio debe creer, pues, en la verdad, debe cultivar la filo-sofía, aunque sin pensar en poseerla o en poder aprehenderla completamente. Quien como Jorge no pueda reirse de supuestas verdades insuperables considerará que las posee. El que ría de las verdades establecidas, pero no de su propia risa, juzgará ingenuamente que puede aprehenderlas; pensará que en realidad las ha encontrado, sólo que en otra parte, y que dichas verdades no radican en verdad donde se pensaba que estaban. Para creer en la verdad sin presumir al mismo tiempo su total posesión, es necesario poder reírse de ella, como reírse además de aquella risa; eS preciso ser capaz de cierta risa "purificadora" de la risa original. Tanto en"la empresa medieval como en l~ empresa contemporánea de dominar teórica y prácticamente la realidad, resulta obligada la modestia intelectual de los sabios. Dicha modestia afecta y cuesta por igual a serios y risueños dueños de presuntas verdades absolutas, y su efectiva realización enmarca los límites de la ciencia más convincente, del mismo modo que enseña a reír incluso de la risa, paradójicamente reinvindicando así la simple verdad. Los pensamientos expuestos en estos cuatro puntos componen una interpretación de El Nombre de la Rosa que persigue penetrar "con verdad" en algunos de sus secretos. La novela, y más precisamente la discusión aludida, justifican esta interpretaci6n. Ella pondera cuanto hay de prudente y de excéntrico en el pensamiento de Guillermo; pondera todo lo que este pensamiento tiene de heterodoxo y a la vez de sentido ro-mÚD. Pueden los espectadores de la peUcula y los lectores de la obra y de esta nota ir hacia uno u otro lado: pueden y deben ser ellos los que coloquen los acentos en el criterio del monje inglés. Lo cierto es que en este criterio florece una curiosa y reveladora síntesis de modernidad y tradición; prospera un feliz encuentro entre el desencanto por llegar a poseer la verdad y el más sincero amor hacia ella.