semana machadiana.cdr - Antonio Machado y Baeza. 1912

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70 aniversario MUERTE
III SEMANA MACHADIANA
del 16 al 22 de febrero - Baeza-09
Semana Machadiana - 2009
Edita: Excmo. Ayuntamiento de Baeza
Portada, maquetación y diseño: A. Tornero
Imprime: Publimax Impresores
Alcalde de Collioure y Alcalde de Baeza-2008
PRESENTACIÓN
Un año más Febrero nos trae a la memoria el recuerdo de
D. Antonio Machado y nuestro compromiso de, al hilo del
aniversario de su muerte, rendir tributo de admiración
desde este rincón andaluz que él definiera en aquellos
momentos donde la ausencias tenían embargada su alma,
como “un pueblo húmedo y frío, destartalado y sombrío entre
andaluz y manchego”. Justo este año en que la climatología
se empeña en hacer buena aquella primera impresión de
D. Antonio nosotros volvemos a nuestro compromiso de
dedicar una semana a su memoria.
El año pasado el eje sobre el que giraron las múltiples
actividades que se llevaron a cabo fue el viaje colectivo a la
pequeña ciudad francesa donde reposan sus restos. Hasta
allí nos desplazamos un grupo de baezanos y baezanas a
los que nos unía la admiración por el maestro, la ilusión de
depositar en su tumba unas sencillas flores y leer algunos
de sus poemas.
Una bellísima exposición fotográfica de la Baeza de
Machado preparada con esmero por Antonio Tornero
Gámez, una colección facsímil de los documentos
administrativos que se conservan en el Instituto Stma.
Trinidad y una magnífica conferencia pronunciada en la
Casa de la Cultura de Collioure por Salvador García
Ramírez fue el regalo que llevamos a aquel pequeño
pueblo que con tanta devoción cuida la tumba del poeta.
La semana machadiana del año pasado cumplió con creces
nuestras expectativas, fue más de lo que queríamos, fue
más que un acto de justicia para honrar y recuperar su
memoria, porque como señala Antonio Gamoneda “…la
memoria es siempre consciencia de una pérdida” y son ya
muchos los años de esa pérdida, en los que nuestro poeta
está soñando los campos de Baeza y estos, a la vez, lo
siguen soñando y recreando. Precisamente fue ése el texto
de la placa que depositamos en su tumba de Collioure
“Soñando están contigo los campos de Baeza”.
Este año y gracias a la colaboración permanente con la
Sede Antonio Machado de la Universidad Internacional
de Andalucía, nuestra Semana Machadiana se ve
completada con la presencia de personalidades en el
mundo de la cultura y del espectáculo como es el caso,
entre otros, del hispanista Ian Gibson, de la escritora Ana
Rosetti o del cantaor Calixto Sánchez. Pero también con
el impulso del Club UNESCO Baeza se vuelven a realizar
tertulias, siempre con temática machadiana, que aúnan a
las personas que admiran al Poeta. Y no podemos olvidar,
por un lado, a los Centros educativos que presentan los
trabajos artísticos y literarios de sus alumnos al que es el
“II Concurso de Literatura y Artes Plásticas “Antonio
Machado en los Centros de Enseñanza”, y a todas las
demás instituciones y asociaciones y a aquellas personas
que desde su ámbito o a título personal, con su
colaboración y asistencia, hacen posible que esta Semana
Machadiana llegue a buen puerto.
Leocadio Marín Rodríguez
Alcalde de Baeza
Collioure: Fondo izquierda Hotel Bougnol-Quintana
Tumba de Antonio Machado
VIAJE A COLLIOURE - 2008
Esta mañana me he levantado con la garganta rota pero
con la conciencia tranquila, como quien ha cumplido con
el deber,querido,voluntario y deseado.
Desde que comenzamos a preparar esta II Semana
Machadiana, han sido muchas las pequeñas -y no tan
pequeñas- cosas a tener en cuenta de nuestra parte, para
que todo saliera como Don Antonio Machado se merece.
Creo que todos nos hemos volcado en ello, el
Ayuntamiento, la Universidad, la Diputación, el Instituto
-donde él diera clase- y nosotros, Club UNESCO-Baeza.
El sábado por la noche llegábamos a Collioure, después de
un viaje en armonía y buen entendimiento, como si
hubiese flotado en el ambiente el espíritu de sabiduría y
bondad del gran poeta.
Seis días tardó Machado, desde Barcelona a Collioure, en
un penosísimo éxodo hacia el exilio. Murió veinticuatro
días después de su llegada.
Cuando cruzamos la frontera francesa recordé el episodio
que Gómez Burón relata en su libro “Machado: los
últimos 30 días”: “De esta manera, rodeado de espanto de
miles de refugiados, extenuado, al límite de su resistencia
física y moral, camino del exilio, en un éxodo dramático,
Antonio Machado atraviesa la frontera francesa, en la
noche del 27 al 28 de Enero de1939”.
…”Al fin, llegan al puesto fronterizo. Una vez allí, el
escritor exhibe su documentación y solicita ser servido por
el comisario de policía francés. Unos instantes después se
halla ante él, dentro de la caseta de la Aduana, en la que
arde la chimenea. El comisario le interroga con la mirada.
Corpus Varga vuelve a exhibir su documentación.
-En nuestro pequeño grupo vienen también Antonio
Machado y su madre, ambos se encuentran muy enfermos
y debilitados por los penosos acontecimientos de los
últimos días.
-¿Antonio Machado? –pregunta el comisario, a quien
no dice nada el nombre.
-Antonio Machado es en España lo que es Paul Valéry
en Francia. El más grande poeta actual. Permítales a él y a
su madre que, mientras se resuelven los trámites del paso,
permanezcan descansando aquí junto a la chimenea.
- ¿Y como piensan continuar el viaje, si Machado y su
madre vienen en tal estado?
- Iré yo al vecino pueblo de Cerbère a buscar un coche
para que, por lo menos, los acerque hasta allí. Ya
buscaremos algún lugar donde pasar la noche y mañana
seguiremos viaje a París.
- No es necesario que vaya usted a Cerbère a buscar un
coche –dice el comisario-. Si Antonio Machado es para
España lo que Paul Valéry para nosotros los franceses, yo
pongo a su disposición mi automóvil para que lo traslade
juntamente con su madre hasta Cerbère.”
A pocos metros de nuestro hotel -donde pasamos la fría
noche machadiana-, está aquel otro en el que Don
Antonio viviera los pocos días hasta que la muerte le
sorprendiera: El Hotel Bougnol-Quintana, ahora fuera
de servicio. También a corta distancia la tumba donde
reposan sus restos, desde hace 69 años. Personalmente
opino que el cuerpo debe reposar allí donde la muerte le
sorprende; lo mismo que don Antonio dice que “uno es de
donde nace al amor y no a la vida”. Bien está en ese
precioso y marinero pueblecito francés, tan próximo a
España, donde el mundo entero le rinde culto y
admiración.
Ayer, en Collioure, pudimos comprobarlo en vivo y en
directo. Además de las representaciones que allí
estábamos de algunas de las Ciudades Machadianas,
supimos que gentes de todo el mundo vienen hasta su
tumba a rendirle ese culto de admiración y respeto;
algunos rezan, otros recuerdan sus hazañas bélicas o
políticas en voz alta; los más, en silencio, nos
identificamos con él. Don Antonio, desde el silencio de la
Eternidad –como no podía ser de otra manera-, asume
cuanto de él y por él se dice y se hace.
Ayer en Collioure, insisto, una representación baezana,
amantes de la obra de este nuestro gran Poeta, le rendimos
un sentido homenaje, sin pensar en protagonismos de
ningún tipo, todos a una, pretendiendo dejar en buen
lugar a la Ciudad que representábamos.
La cultura no debería tener fronteras de entendimiento,ni
de idioma ni de ideología. Y eso es lo que entiendo que
ocurrió ayer en Collioure. Y si algo me contraría, es que
algunos quieran seguir haciéndolo más suyo por
sentimiento político que por sus auténticos valores; y,
aunque “el hombre es el hombre y sus circunstancias y
éstas cambian a lo largo de la vida de una persona” escribiría don Antonio-, él nunca militó en partido
político alguno, pero siempre estaría, eso sí, de parte de lo
que decidiera el pueblo, ése que le enseñó cuanto sabía,
aunque mucho menos de lo que éste sabe, confesaría.
Hecha esta matización, el acto de ayer en Collioure
–repito una vez más-, fue un sentido, sencillo y, a la vez,
hermoso homenaje al gran Poeta Antonio Machado; al
margen de discursos, análisis de su poesía y emotiva
ofrenda floral, de cuantos, desde distintos lugares y
aspectos, le admiramos. Lástima que no siempre
centremos toda nuestra atención y esfuerzo únicamente
en el Poeta y Filósofo, y, por qué no, en el hombre bueno
que fue Antonio Machado.
La fuerte y fresca brisa marinera de las primeras horas de la
mañana -antes de asistir a los actos-, nos azotaba el rostro,
en nuestro paseo matinal, y nos traía el recuerdo de
aquellos últimos días de Don Antonio,triste y enfermo,en
este pueblecito francés,donde le acogieron y donde reposa
su cuerpo junto al de su madre, muerta tres días después.
El último acto de nuestra visita fue la ofrenda floral en su
tumba, donde, aparte de las flores, depositamos una
inscripción en piedra, adornada con un ramo de olivo
trabajado en hierro, en la que se lee: “Soñando están
contigo los campos de Baeza”- 22, Febrero, 2008.
Siempre contigo,Don Antonio.
AntonioTornero Gámez.26 -2 -08.
Inscripción en piedra: Juan Ángel Cabrero.
Rama de olivo trabajada en hierro: “Luis y Ramón”.
Este año nuestra visita debería ser a Soria,“donde naciera
al amor”, pasear por “las márgenes del Duero” y subir al
“alto Espino” para depositar unas flores en la tumba de su
joven esposa, Leonor. Posteriormente, comprobar si el
“olmo seco” sigue allí, como monumento y recuerdo, y,
finalmente, viajar hasta la “Laguna Negra”, donde se
consumaría la tragedia de Alvargonzález.
Febrero, 2009.
ANTE LA TUMBA DEL POETA EJEMPLAR
Antes de llegar aquí, Antonio, he querido visitar la tumba
de tu amada Leonor. Las sensaciones, los recuerdos, los
pensamientos que ante ella acudían a mi mente nada
tienen que ver con los que se me agolpan ante la tuya.
Allí, en Soria, en el Espino, ante la tumba de la mujer-niña
he pensado que la muerte de Leonor, la muerte de tan
joven mujer era un error, una crueldad del destino.
Llegaste a Soria casi por obligación. Las plazas a las que
podías optar eran Soria, Baeza, Mahón. Mahón huele a
destierro, Baeza, a Andalucía; pero la Andalucía que
acabas de ver en la obra de los Quintero El genio alegre no
te convence, así que sólo queda Soria. Allí, después de una
breve estancia en otra pensión, recalaste en la de Ceferino
Izquierdo, cuya hija Leonor, tu Leonor, sólo tiene trece
años. No estabas muy a gusto en Soria, te agobiaba la vida
provinciana. Intentaste, sin éxito, marcharte de Soria.
¿Te lo impidió la burocracia administrativa o fue el
incipiente amor hacia Leonor lo que te hizo desistir? La
diferencia de edad no fue obstáculo para que ese amor
creciese incesantemente,a pesar de la incomprensión de la
sociedad soriana. ¿Fue ésa la causa de vuestra escapada
¿huida? a París? Pero en la bellísima ciudad, cuando te
encuentras feliz, tremendamente feliz, comienza la
tragedia el 14 de julio de 1911. Escribiste a tu madre “…la
enfermedad de Leonor nos hirió como un rayo en plena
felicidad”. No se han cumplido ni dos años desde que os
casasteis. La enfermedad de Leonor te lleva de nuevo a
Soria, en donde continúa el calvario que terminará el día
primero de agosto del año siguiente. En esa misma carta a
tu madre escribes “Nuestro ánimo, al fin, se adapta a todo,
y las ocupaciones y deberes que impone la misma
desgracia son otros tantos cauces del dolor que lo alivian y
mitigan. De eso sabes tú más que yo, pues que tu vida ha
sido continuo sufrimiento por los seres queridos.Además,
la felicidad es simplemente una cuestión de egoísmo o de
inconsciencia. Siempre tenemos motivos para sufrir; pero
los únicos dolores que no denigran y que llevan su
consuelo en sí mismos, son los que pasamos por los
demás”
Aquí, en Collioure, todo es distinto. Se me vienen a la
cabeza las circunstancias tan penosas desde que saliste de
Barcelona. La última noche en España, en el Mas Faixat,
que tu hermano resume en “la constante inquietud”, ésa
que hace que nadie pueda dormir. “La guerra nos ha
matado el sueño a todos” “El Poeta, –escribe tu hermano
José- en esta noche de pesadilla, parecía una verdadera
alma en pena entre aquella desasosegada multitud.
Miraba en silencio aquellos diversos corrillos que se
habían formado aquí y allí… El alba nos iba a encontrar a
todos mucho más viejos que cuando llegamos… En
aquella noche demoníaca entraba y salían milicianos con
sus mantas y fusiles, cargados con grandes ramas para
revivir el fuego,ya casi extinguido. El frío del amanecer se
sentía hasta la médula de los huesos… El Poeta
entumecido y agobiado guardaba el más profundo silencio
viéndose rodeado de todas estas gentes que como en una
última oleada infernal y en un postrer espasmo de
movimiento, recogían sus pobres bagajes de maletas,
sacos y bultos de las más extrañas formas, para seguir el
triste camino del destierro”. La tristeza te invadía, por eso
llegaste a decir “Yo no debía salir de España. Sería mejor
que me quedara a morir en una cuneta”. Cuando en la
huida se oye el siniestro sonido de los aviones, la caravana
se para y la gente se tira a las cunetas. En una de estas
ocasiones dijiste “que era muy natural tener miedo, pero
aunque no fuese más que por decoro,no había para qué dar
este espectáculo y que…, por lo demás, si le cayera una
bomba, como ésta llevaba en sí misma la solución
definitiva del problema vital,no había por qué apresurarse
tanto”. El frío intenso, la lluvia abundante, la empinada
cuesta hicieron más dolorosa la llegada a la frontera.
Tuvisteis que dejar los equipajes y hasta tu pequeño
maletín. Bastante tenías con atender a tu madre de
ochenta y muchos años. De aquí hasta tu muerte (llegaría
veintitantos días después) se acumularon las penalidades;
las mismas o similares que tuvieron que pasar
cuatrocientos mil de los nuestros que salieron hacia
Francia. En los procesos judiciales sumarísimos que
siguieron al final de la guerra he visto informes con un
final que se repetía a menudo “No debe tener cabida en la
nueva España”. Ésa fue la causa, seguramente, por la que
más de un millón de españoles abandonó nuestra tierra.
Tu muerte no fue como la de Leonor ni un error ni una
crueldad del destino. Tampoco fue sólo fruto de la
enfermedad; tu muerte, como la de tantos, fue el resultado
de la crueldad humana.
Por esto, al cumplirse setenta años desde que aconteció,
queremos recordarte, a ti y a cuantos soportaron el mismo
sufrimiento…A LA LUMINOSA MEMORIA DE LOS
VENCIDOS.
Alcázar Cruz Rodríguez
Pedro Martín Guzmán
VIAJE A COLLIOURE. FEBRERO - 2008
Es difícil para mi plasmar en pocas palabras nuestra
experiencia del viaje“ homenaje“ a D.Antonio Machado a
la ciudad que le dio asilo y lo vio morir, y que hoy por hoy
es ruta obligada de todos aquellos que aman la poesía .
El viaje comenzó como uno más, todos hemos hecho
viajes en grupo y por lo tanto no tenía en principio nada de
extraordinario, lo extraordinario estaba muy lejos de
Baeza, de la Plaza del Pópulo o Fuente de los Leones , que
nos dio su despedida y nos vio salir con dirección a
Granada-Aeropuerto,para desde allí volar hacia Gerona.
Hasta este punto decir que el viaje había sido
relativamente corto, tal vez fruto de la buena compañía de
las experiencias nuevas, sobre todo para los que no
estamos cogiendo aviones muy a menudo .
Estábamos en Gerona y con un cierto nerviosismo que
nos inundaba, teníamos prisa por llegar, descubrir y ver
con nuestros propios ojos la ciudad que acogió y vio morir
al poeta .
Tras una parada obligada para la cena llegamos a
Collioure ya tarde, la ciudad parecía vacía, unas personas
nos esperaban para llevarnos a los hoteles, no había
tiempo para pasear, hacia frío, algunos aprovecharon para
tomar una copa en el único pub que había abierto.
Madrugamos, apenas había luz solar cuando fuimos a
desayunar, la jornadas y el horario estaban muy ajustados .
Fue entonces cuando conocimos realmente la ciudad y
tengo que decir que en mi humilde opinión es una ciudad
preciosa, una ciudad como salida de una postal o de la
imaginación de un pintor y estuviera plasmada en un
lienzo, creo que no exagero y que aquellos que
compartieron con nosotros esta experiencia podrán
confirmarlo.
Las conferencias no puedo decir que fuesen como tantas
otras a las que estamos acostumbrados a asistir y en las que
piensas ¿a qué he venido o qué hago aquí? Todo lo
contrario: cuando ves a tu ciudad expuesta en una
conferencia ligada a la vida del poeta y en la distancia, no
cabe más recuerdo que reflexionar lo que tuvo que sufrir el
poeta en su exilio, enfermo, lejos de Sevilla, Soria, Baeza y
que, como cualquier planta, si le cortas sus raíces se seca y
muere .
La visita y ofrenda floral a la tumba así como la lectura de
los poemas fueron extraordinarios , tal vez cortos , tal vez la
jornada debió empezar por ahí. “Nos supo a poco”.
Tengo que destacar que la tumba de D. Antonio Machado
es una tumba sencilla, orientada al este, es decir al sol
saliente donde los amaneceres en la ciudad de Collioure
cobran una belleza plástica extraordinaria y donde D.
Antonio Machado seguía soñando con los campos de
Baeza.
Desde Baeza he venido
para dejar para siempre
grabado en mi recuerdo
la tierra que te acogió.
A esta tumba fría
vengo a traerte el recuerdo
de los olivos y olivares
con los que soñaste un día.
Ginés Sánchez Moreno
COLLIOURE: PIEDRA Y AGUA PARA MACHADO
En recuerdo de Mari, de cuya compañía prudente y bondadosacomo tantas otras veces- disfrutamos todos en nuestro viaje a
Colliure.
En julio de 2001 viajé por primera vez a Colliure con mi
mujer y mis tres hijos. Después de unos días de precioso
recorrido por el norte de España, de visitar en Soria la tumba
de Leonor y los otros lugares del poeta y de atravesar
ensimismados la belleza agreste de los Pirineos, como
machadiano confeso, Colliure constituía el destino final de
un peregrinaje obligado. El deseo de visitar el lugar donde
reposan los restos de Antonio Machado, era algo que me
había acompañado siempre. Y efectivamente, como me
habían dicho, en la tumba de Machado siempre hay flores
frescas y siempre hay españoles. Emoción especial frente al
gran poeta, frente al hombre bueno al que un destino atroz
llevó a morir fuera de España. Hoy aquel trozo de
cementerio abierto a los aires mediterráneos constituye un
símbolo perpetuo de una tragedia fratricida que nunca debió
ocurrir.
En febrero del pasado año, dentro de los actos organizados
para conmemorar la muerte de Antonio Machado, y junto a
una poblada embajada de baezanos, encabezada por su
Alcalde, tuve la fortuna de volver a Colliure en un viaje muy
emotivo y muy especial, pues con él la ciudad de Baeza
saldaba una deuda con la memoria del poeta y con el bello
pueblo que lo acogió en su último viaje. Fueron
verdaderamente horas inolvidables, tanto por el conmovedor
homenaje en la tumba del poeta como por la divertida
armonía que reinó todo el tiempo entre todos los
expedicionarios.
Aunque andábamos lidiando con días de lluvia y de frío,
quiso el tiempo ofrecernos una tregua machadiana que nos
hizo disfrutar especialmente de nuestro viaje. Fueron
momentos inolvidables ya desde la partida, sobre todo
porque íbamos provistos de la mejor disposición y alegría. Y
es que nuestro viaje no sólo fue la seriedad oficial, sino que
fue también la maleta de Antonio Tornero, algunas tarjetas
de embarque en el avión que no llegaban y las consiguientes
caras preocupadas de Antonio y Mari, los chistes y juegos de
María Ortega, la gracia de los hermanos Morales, el buen
ánimo de Leocadio, la comida frente al mar, las
conversaciones del autobús y tantos otros buenos momentos
que, recordándolos, extraña pensar que se produjeran en tan
poco tiempo.
Tiene Colliure el encanto de los pueblos con mar que no han
sido maltratados por la avaricia especulativa del hombre, que
no han sucumbido a los destrozos del turismo de masas.
Piedra y agua anegan la vista mires donde mires. A un lado la
omnipresencia majestuosa de un mar de intenso azul, apenas
inquietado por el espigón del puerto;al otro,el sencillo
caserío de siempre de colores pastel y no más de tres alturas,
separado de las murallas protectoras por un canal con patos.
Como población costera, en otro tiempo tan vulnerable al
ataque desde el mar, fue ciudad fortificada y aún hoy
conserva buena parte de su muralla bañada por las aguas del
Mediterráneo y un castillo en la parte más elevada de la villa.
De entre todos los edificios,hay uno que compone el perfil de
Colliure y que atrae todas las miradas: la torre con reloj de la
iglesia, y no tanto por su altura o monumentalidad, sino por
su situación privilegiada junto al mar, en un extremo del
espigón, que la hace parecer antes faro que campanario.
Ningún edificio interfiere para contemplarla, redonda y
siempre nítida,como surgida del agua misma.
En Colliure nada es grandilocuente ni vocinglero, todo
conserva la autenticidad de lo modesto, de las proporciones
humanas abarcables por la vista y el paseo. Por esto y porque
allí descansan los restos de Machado, este encantador
pueblecito ejerce un magnetismo especial. Todos sabíamos
que estábamos viviendo unos momentos irrepetibles.Fueron
apenas unas horas pero de una enorme intensidad. Nada más
acomodarnos en el hotel, los más inquietos disfrutamos de
un precioso paseo junto al mar, prácticamente solos por el
pueblo, hasta bien tarde, lo que hizo, junto al cansancio del
viaje, que apenas extrañáramos las camas francesas, y eso que
el nivel de calidad de la hostelería de nuestros vecinos anda
bastante por detrás del de la nuestra.
Al día siguiente tocaba madrugar para asistir en el Centro
Cultural a todos los actos oficiales: intervenciones de
alcaldes y representantes de las ciudades machadianas,
conferencias, lecturas poéticas, etc., una densa mañana que
culminó con el emocionante paseo de todos los asistentes,
más la prensa y otras muchas personas del lugar, hasta el
cementerio donde se depositaron flores y otros recuerdos.
Allí, bajo un enorme ciprés, con la severidad y sentimiento
que inspiraba el lugar, se leyeron poemas y se pronunciaron
emocionadas palabras; era el acontecimiento principal del
viaje,su motivo y fundamento,por el cual,solamente,ya valía
la pena haber hecho un desplazamiento tan largo.
Al salir del cementerio pasamos por el Hotel Quintana,
donde murió Don Antonio, y por ser día de mercadillo, los
puestos más variados ocupaban toda la zona; sobresalían los
de flores y recordé lo mucho que le gustaban a Machado y
cómo echaba de menos allá donde llegaba las macetas de su
madre, y pensé que realmente, en ese pueblo, nuestro poeta
descansaba a gusto, siempre rodeado, no sólo de piedra y de
agua, sino también de españoles y de flores.
ROGELIO CHICHARRO
BAEZA,febrero de 2009
ALEGORÍA A UN ROMÁNTICO
En un viaje que hicimos a Collioure
Para Antonio Tornero Gámez
En ese cuerpo pequeño
en andadura,
-con su sueño-,
y esa única postura
y la blancura
de un pelo alborotado,
largo y de cuello acoplado,
y barba blanca,
en el rito que el bohemio canta,
nace y cría,
vive y anda
la blancura total que en su garganta,
raya con los ancestral
de su bufanda.
Anda…
Chaquetón definido
y pantalón de pana,
gafas de Valleinclán orondas
y en su nido,
una mirada sana
defiende las risitas jondas
donde amigos,
lo esperamos para el lúcido viaje
que en su traje,
y a sus manos, atónitos miramos
con la mirada quieta,
el átomo imperial de su maleta.
Esquinas reforzadas,
asas de cuero
a manos amarradas…
tela de cuadros desiguales
donde el todo más menos
de sus manos,
dan cobijo, a la tela,
al cuero, a los metales,
al hechizo que anhela,
un poema con notas musicales…
Este Tornero tan tuno,
como el Berson del poema,
es el bufón que en su lema
cuenta dos, y pasa uno.
Y en la maleta,
esa diminuta y quieta
pieza de filantropía,
¿qué llevará?
¿un pañuelo
con sueños de la poesía
o un arrebol para el cielo
y la mirada sujeta
a ese Poema de un Día…?
¿qué llevará la maleta?
De todas formas relata
que él “para todo viaje”
es una casa sensata
llevar poquito equipaje.
Y salimos…
rumbo al vuelo
o a las nubes,
a los sueños que vivimos
con los versos machadianos,
todos con algo en las manos
que llevamos, y trajimos.
Hasta la vuelta, ¡Tornero!,
sube al autobús.
Tú, primero…
¡Tu maleta…!
“A mi vida está sujeta,
no te preocupes,
ni chupes,
del dedo la nicotina.
Camina,
que Collioure está lejos
y los que ya para viejos
sorteamos el camino,
sabemos,
que el oro fino
no es de metal ni podemos,
ni debemos
decaer de los empeños
de la mente.
Junto a corazón se siente
la esencia de nuestros sueños.
¿no te parece?
¡Marchemos!.
Fuente de los Leones, Baeza, 23 de febrero de 2008
Antonio Checa
“ESTOS DÍAS AZULES Y ESTE SOL DE LA INFANCIA”…
Este verso alejandrino de Antonio Machado-quizá el
último que escribió antes de morir-puede expresar mejor
que ningún otro lo que algunos sentimos en Collioure
hace justamente un año. Era una mañana de domingo
espléndido y soleado cuando llegó el momento
culminante de rendir homenaje ante su tumba al poeta
que ha sido símbolo de la España tras terrada desde hace
70 años.
Sobre una losa humilde y resquebrajada, Leocadio Marín,
alcalde de Baeza, y su homólogo de Collioure, Michel
Moly,depositaron un ramo de flores,y una pequeña lápida
de piedra, con una inscripción que simbolizaba la sintonía
cordial que el pueblo baezano siente con su poeta:
“Soñando están contigo los campos de Baeza…”.
Después del acto, los testimonios recogidos de diversos
vecinos de Collioure nos sirvieron para comprobar cómo
todavía permanece vivo el recuerdo del poeta de Campos
de Castilla.
Hijos y nietos de los que vieron y conocieron a Antonio
Machado en aquellos fríos días de febrero de 1939, nos
evocaron anécdotas de los últimos momentos del poeta.
Pero, sin duda, la sorpresa más grata para nosotros fue el
encuentro en el mismo cementerio con la famosa escritora
granadina Antonina Rodrigo, quien nos comentaba que
“venimos todos los años a Collioure, por estas fechas, a
rendir homenaje a Antonio Machado, pues su recuerdo
debe permanecer siempre vivo”. Fruto de aquel encuentro
fue una ilustración-con texto de la propia escritora-, que
trasportamos con cuidado durante todo el viaje y que
ahora guardamos con especial cariño.
De aquellas horas pasadas en Collioure también
guardamos innumerables recuerdos: aquella noche
fresca-pero plácida-, oyendo el dulce y suave rumor de las
olas contra la orilla; aquellas gratas conversaciones
durante la madrugada, y el intenso domingo que después
nos aguardaba,repleto de actos.
También recuerdo gratamente a nuestras alumnas del
Instituto (Laura, Eva, Toni, y Rocío), ganadoras de los
premios de la semana machadiana; el acto académico
celebrado en la casa de la cultura de Collioure, la
exposición bibliográfica y los avatares para montarla a
tiempo…Pero, sin duda, el mar…y esa orilla que acogió a
miles de españoles exiliados tras perder la guerra civil,
justo cuando se cumplen 70 años del fin de aquella terrible
contienda.
Para terminar esta breve semblanza, quisiera reproducir
lo que escribió José Machado, tras acompañar a su
hermano Antonio y a la madre de ambos, Doña Ana Ruiz,
en estos últimos días:
“Unos días antes de su muerte me dijo: vamos a ver el mar.
Esta fue su primera y última salida. El sol del mediodía no
daba casi calor. Hacía mucho viento, pero él se quitó el
sombrero que sujetó con una mano en la rodilla, mientras
que la otra mano reposaba sobre la cayada de su bastón.Así
permaneció absorto,silencioso,ante el constante ir y venir
de las olas. Al cabo de un rato me dijo: Quién pudiera vivir
ahí tras una de esas ventanas, libre ya de toda
preocupación. Después se levantó con gran esfuerzo y
emprendimos el regreso en el más profundo silencio.”
Juan Carlos Ortiz Lozano
LO CUBRE EL POLVO DE UN PAÍS VECINO
Buscando nuevos caminos de libertad “marchó el poeta
lejos del hogar”, aunque su hogar estuvo dónde nació al
amor, cerca del Duero. Así, en ese largo caminar,
buscando, buscando unas veces a Dios entre la niebla,
buscando al hombre que hay en cada uno, buscando un
lugar dónde el dolor le sea más leve… dejando atrás. Atrás
quedó su Sevilla natal, Soria, la ciudad que no volvería a
pisar, París, la ciudad de la luz, Baeza, a la que soñaría en la
distancia, Segovia de estabilidad y aquel Madrid de
infancia, juventud y madurez. Ya en las postrimerías,
Valencia y Barcelona,el último suelo español antes de salir
al exilio, para llegar a Collioure, cerca del mar, a
emprender el viaje del que nunca ha de tornar.
Esa última travesía la emprendió un 22 de febrero, hace
ahora 70 años. Poco pudo buscar allí, aunque encontró los
días azules y el sol de la infancia, de aquella niñez, en la que
como canta a Julio Castro en Nuevas Canciones decía:
…mi infancia marinera,
que yo también,de niño,ser quería
pastor de olas,capitán de estrellas.
En conmemoración de esa fecha, el año pasado se retomó
la realización de una nueva Semana Machadiana,
siguiendo la que se celebró del 21 al 26 de abril de 1997,
aunque durante ese paréntesis se había seguido realizando
el Paseo Machadiano, escuchamos a Serrat y a Carlos
Cano, las tertulias radiofónicas y se hizo algún que otro
acto sencillo recordando al Poeta. En ambas Semanas
tomé parte activa y de cada una de ellas guardo buenos
recuerdos, vivencias, emociones y amigos que forman
parte de ese ligero equipaje intangible que nos acompaña y
que, aunque difícil de contar, quiero compartir la última.
Una de esas vivencias tuvo lugar en una fecha
significativa, la tarde del 22 de febrero, en la que fui
literalmente protagonista, en el ámbito académico y en el
marco del Curso dirigido por Antonio Chicharro
Chamorro dedicado a Antonio Machado en la UNIA. Se
presentaba el libro Apuntes de Filosofía de Antonio
Machado, fruto de una laboriosa investigación y
trascripción de los manuscritos de Burgos durante la
realización de mi Doctorado en Arte y Literatura
Comparada y que la Universidad de Granada publicó
meses antes. Un trabajo en el que aunaba mi dos pasiones,
la Filosofía, por la formación que adquirí durante la
Licenciatura, y la de la Literatura. Gracias desde aquí a
Antonio Chicharro y a Rafael Bellón por su presentación
Es difícil transmitir la emoción que supone ver culminado
un trabajo ilusionante, que una institución prestigiosa
publique tu primer libro, que éste se presente en tu ciudad
natal y, a pesar de la coincidencia con otros actos
programados, encontrarse arropada en un salón de actos
lleno de público, de amigos, de machadianos - “oficiales” y
“no confesos”- porque, no se nos olvide, Machado fue
declarado por la UNESCO Poeta de los Valores
Universales en 1989 y no es propiedad de unos pocos que
en muchas ocasiones abanderan su nombre.
Otro momento central, para recordar, fue el de Collioure,
hacía donde partimos al día siguiente un grupo reducido
de “privilegiados”, peregrinos de la voz poética que ayuda
a conversar con uno mismo. Un viaje entre la razón y el
corazón, para mantener vivas sus palabras y añadir nuevos
sentimientos a la leyenda machadiana. Primero Granada,
allí casi se quedan en tierra algunos pasajeros, después
“parada y fonda” en Gerona, continuando en autobús a
Collioure. Llegamos una noche fría y a un hotel “helado”,
pero calor y emoción en todos nosotros porque al día
siguiente haríamos la tan ansiada visita y ofrenda a la
tumba del Poeta. Esa noche pude conocer en persona a
Monique Alonso, nuestra interlocutora e intermediaria
con Collioure, a la que doy las gracias por todo su apoyo y
amistad.
Y ya por la mañana, una jornada maratoniana de discursos
y conferencias. En un descanso me acerque a la Plaza del
pueblo donde había un mercadillo (¡me pierden!) con
frutas, ropa… y flores y compré un pequeño ramillete
para, tras el homenaje oficial, depositarlas
inadvertidamente sobre la lapida pétrea, siempre llena de
flores, de poemas, de banderas y sobre todo de
sentimientos y emociones.
Allí junto a la tumba coincidimos con muchos más,
llegados de todos sitios y por distintos motivos y para los
que, como dijo el escritor Leopoldo de Luís, Machado es
“ejemplo y lección”. Unos, hijos, hijas, nietos de exiliados,
algunos, antiguos republicanos, otros, personas sin más
tocadas por sus versos y, en todos, una emoción
compartida y cómplice con el Poeta.
Y no puedo finalizar esta “memoria sentimental” de la
Semana Machadiana sin recordar a Mari, la inseparable
esposa y compañera de Antonio Checa, machadiana por
contagio y convicción,mujer afable,tierna y amable que ni
la muerte pudo borrar la sonrisa de sus labios, sólo cerrar y
apagar sus ojos, esos ojos que eran todo ella, porque su
mirada luminosa lo decía todo. Allí en Collioure, de la
mano de Antonio, ni una mueca, ni un quejido, solo una
frase “no estoy mal”, únicamente trascendía la emoción
de compartir junto a su esposo un largo sueño y así, hasta
el final. Mari tú tampoco te has ido de vacío, te vas llena de
amor y cariño, de admiración y respeto, de trabajo y de
amigos. Descansa en paz en el reino de las musas y espera
en aquella rivera la llegada de tu poeta.
Filomena Garrido Curiel
VIAJE A COLLIOURE
Señor,me cansa la vida
y el universo me ahoga.
Señor,me dejaste solo,
solo,con el mar a solas.
Desolación. Esa es la palabra que mejor define tu último
viaje. Ese viaje de no retorno que emprendiste un 22 de
enero de 1939 y que te llevaría hasta Collioure, donde un
mes después la tristeza te ahogó.
Cuentan quienes te conocieron que tu agonía comenzó
cuando te subiste a ese coche que os recogió a ti, a tu
madre, a tu hermano José y a tu cuñada en Torre Castañer,
para conduciros al exilio tras el anuncio del Estado Mayor
de la República de que Barcelona sería tomada en breve
por los nacionales.
Tu agonía perduró durante seis largos, húmedos y fríos
días de enero, en los que tuviste que aceptar que la
confusión y la barbarie de la Guerra Civil, te obligaban a
renunciar a tu tierra.
Una barbarie que, cuentan los que te acompañaron,
procurabas eludir en tus conversaciones.Tu refugio fue la
poesía y los poetas, como lo fue tantas veces ante tantas
adversidades, para ocultar o disimular lo que te afligía.
Cuentan quienes emprendieron el camino contigo que la
primera noche de tu exilio francés la pasaste en un vagón
de ferrocarril en Cerbère junto a tu familia,y que el frío y la
humedad hicieron mella en tu ya deteriorada salud.
Al día siguiente, 28 de enero, ya estabas en Collioure,
acompañado de los tuyos. Pudiste dormir bajo techo en la
que sería tu última residencia, la pensión Quintana. Allí
tu madre, ya enferma y a sus 88, apenas salía de la cama y tú
pasabas largas horas a su lado. A veces te permitías salir a
pasear por las callejuelas del pueblo y contemplar el mar.
Empeoraste, tenías 64 años, estabas agotado, muerto ya de
pena antes de que la parca viniera a verte un 22 de febrero,
sin haber vivido siquiera un mes en el exilio.
Y te quedaste junto al mar, aunque no solo, en ese
pueblecito francés de inmensos y luminosos días azules
Expectación. Sí, yo también fui a Collioure, tras la estela
de tu memoria, para rememorar junto a unos amigos tu
viaje final. Pero a ti, al Machado que yo admiro, lo
encuentro en los versos, en esos versos universales y no
bajo una piedra fría.
En una mañana de domingo, soleada, azul y fría, estuve en
el cementerio que te aloja. Allí, una sencilla tumba
encierra tu cuerpo y el de tu madre, que no supo o no quiso
dejarte solo, y se fue contigo. La hallé llena de flores, de
recuerdos de mil rincones y de vida.
Sí, de vida, porque bajo aquella lápida no está un Antonio
Machado muerto, sino un poeta aún vivo y recordado.
Querido y admirado.
En el homenaje que se te hizo en el sexagésimo noveno
aniversario de tu muerte se leyeron tus poemas –tú sigues
vivo en ellos-,se te ofrecieron flores y se te quiso.
Se te quiso como se quiere a quien te acompaña en la vida,
porque tus versos han acompañado y acompañan a cada
uno de los que allí estuvimos, a lo largo de nuestro, a veces
fácil,a veces difícil,caminar.
Adelaida Herrera
TRABAJOS PREMIADOS EN EL
I CONCURSO DE LITERATURA Y
ARTES PLÁSTICAS
"ANTONIO MACHADO EN LOS
CENTROS DE ENSEÑANZA"
1er PREMIO DE POESÍA:
DESDE LAS MURALLAS
Caminando por las calles
De Baeza,
Vago meditabunda
Arrastrando los pies.
Sin rumbo ni dirección,
Camino solitaria
Por donde me lleva el corazón.
Todo está desierto,
Apenas el ruido de mis pasos
Rompen el frío silencio.
Sobre la vieja muralla
Me encuentro situada,
Disfrutando del bello paisaje
De alegres campos y grises olivares,
Cuando me trae la suave brisa
Unos versos de su vida...
"De la ciudad moruna
Tras las murallas viejas
Yo contemplo la tarde silenciosa,
A solas con mi sombra y con mi pena".
Apoyada en una vieja estatua,
Saco mi pluma y mi papel
Y comienzo a escribir
Sobre aquel que me enseñó a vivir:
"Gracias a ti
Un día encontré mi camino,
Hoy sé que mi destino
Es el arte de escribir.
Siempre me pregunté
Por mi lugar en el mundo,
Y tú me hiciste entender
Que las cosas se pueden ver
Desde el corazón,
Y la única forma que encuentro
Es escribiendo acerca de lo que siento.
Tu poesía hoy me llenó de vida,
Tu forma de ver el mundo,
Hoy es mi alegría"
Contemplo la estatua
Y siento en el alma
Que por muchos años que pasen,
En aquellas murallas
Quedará un trozo de mí,
Pues el hombre que tantas
Bellas palabras escribió,
Estuvo un día aquí.
Aquel que tanto me enseñó,
Vio los campos
Que hoy contemplo yo.
Y con un sentimiento extraño
Termino mi poesía
Con una frase
Dictada en el corazón
Y de un tímido suspiro
Nacen estas palabras
Para el olvido:
"GRACIAS MACHADO
POR HACERME ENCONTRAR EN MÍ
LO QUE NADIE HA ENCONTRADO"
ANTONIA CARRASCO GARCÍA
2º Bachillerato A
I.E.S. Santísima Trinidad
1er PREMIO COMPARTIDO DE PROSA
DIARIO DE DON ANTONIO MACHADO
BAEZA,2 de Noviembre de 1912
Ayer llegué a esta ciudad que espero me haga olvidar el
dolor que supuso tu pérdida. Aún está muy reciente, pero
confío en que los pocos años que me quedan antes de
reunirme contigo de nuevo no estén bañados por la
tristeza y la nostalgia. Ésta es la labor que le he
encomendado a Baeza, aunque ella misma será un
obstáculo para lograr su objetivo: ¡me recuerda tanto a
Castilla! ¡Me recuerda tanto a ti...! Nada más llegar noté
cómo la lluvia empapaba mi gabardina (no llevaba
paraguas, ya sabes lo despistado que soy), esa lluvia que a ti
tanto te gustaba, que tú tanto añorabas cuando tus ojos no
la veían, esa lluvia que tanto te recordaba a tus orígenes
sorianos y esa lluvia que hoy me recuerda tanto a ti.
Iré conociendo poco a poco los rincones de esta ciudad,
aunque me frene el hecho de que tú no estés aquí para
explorarla conmigo ...pero sé que debo sacar fuerzas de
flaqueza para hacerlo, para que tu recuerdo no suponga un
sacrificio para este corazón solitario, porque sé que desde
alguna parte tu energía me hará ver la luz para seguir
adelante...
Mañana comienzo a impartir las clases de francés en el
Instituto Santísima Trinidad, ya seguiré escribiendo
sobre mis primeras impresiones del instituto y de la
ciudad. Mañana será otro día... espero que mejor que
éste...
BAEZA,3 de Noviembre de 1912
Hoy he conocido el instituto y a los que serán mis
compañeros durante, por lo menos, este año que ante mis
ojos se presenta. El instituto posee unas joyas
arquitectónicas maravillosas, acorde con el nivel artístico
en cuanto a monumentos se refiere que posee Baeza.
Quizás esté ya adaptándome a esta "Salamanca
andaluza"que me acogerá durante algún tiempo.
Ahora iré a pasear y a conocer algunos rincones en los que
poder emplear mis ratos libres,ya que este apartamento no
es lo suficientemente grande como para entretenerme
durante mucho tiempo y no creo que oculte muchos
secretos que atraigan mi atención.
Acabo de regresar a casa. Lo cierto es que no he llegado
muy lejos con mi exploración, ya que he pasado toda la
tarde en una cafetería situada al otro lado de la manzana.
Se llama Café Mercantil y, aunque por ahora no puedo
expresar una opinión respecto del mismo, ya que sólo lo he
visitado una vez, sí que puedo decir que probablemente no
sea la última vez que lo haga, debido a su cercanía con mi
vivienda y a que, como primera impresión, me ha gustado
su ambiente.
BAEZA,6 de Noviembre de 1912
Creo que cada vez me adecuo más a esta ciudad. Es
cuestión de conocerla bien. De darse tiempo a uno mismo
para explorarla y de darle tiempo a ella para mostrar su más
profundo interior y, lo que es más importante aún: lo que
puedes llegar a ahondar en tu más profundo interior sólo
con observar sus paisajes. Ésta es la conclusión a la que he
llegado tras encontrar esta tarde un lugar que
verdaderamente ha logrado hipnotizarme. Hablo de las
Murallas de Baeza, un lugar desde el que se alcanzan unos
contornos excepcionales e indescriptibles sólo con la vista
y la imaginación acompañadas simplemente de la soledad.
Sí, de la propia soledad, de esa soledad a la que muchos
temen pero a la que, sencillamente, es necesario conocer
bien para disfrutar de ella y hacerla partícipe (de vez en
cuando) de nuestra estancia en este mundo, hacerla parte
de nuestro propio ser sin verla como un estorbo o como un
obstáculo que salvar, sino como algo que nos puede
ofrecer una solución inmejorable a nuestros conflictos
internos:el conocemos a nosotros mismos.
Como estaba diciendo, las Murallas constituyen uno de
los tesoros de esta tierra, uno de esos "secretos" que al
principio de mi estancia esperaba encontrar y que,
curiosamente,tenía la seguridad de que iba a hallar.
Definitivamente, me he topado con un sitio que, estoy
seguro, visitaré muy a menudo y al que puedo catalogar
como fuente de mi inspiración y de mi paz interior.
BAEZA,9 de Noviembre de 1912
Hoy he despertado sobre los exámenes que me quedé
corrigiendo hasta tarde y sobre unos borradores de
poemas que empecé a escribir hace unos días.
"Desde mi ventana,
¡campo de Baeza,
a la luna clara!"
Después, he llegado al instituto, pero no he podido dar la
clase. He mandado a mis alumnos unos ejercicios para que
los hicieran y me entregaran cuando finalizara la hora
mientras yo miraba a través de la ventana la razón de mi
pesadumbre. Cada gota de lluvia que caía era un recuerdo
junto a ti. Cada gota de lluvia era una de tantas y tantas
lágrimas que derramé por ti. A veces no puedo evitar
maldecirte y señalarte como el origen de todos mis
sufrimientos y de todo mi dolor por haberme abandonado
en este mundo que no concibo sin tu amor, por haberme
dejado solo y huérfano en este reino de imperfección y
defectos, de angustia y consternación... Pero entonces
siento como el mundo se detiene y sólo una frase ocupa mi
pensamiento:
"Mais je t'aime..."
LAURA CABALLERO RABANAL
4° E.S.O.A
I.E.S.SantísimaTrinidad
1er PREMIO COMPARTIDO DE PROSA
MACHADO Y BAEZA
-Resonante
jadeante
marcha el tren,el campo vuela.
Voy camino de Baeza, a mi pesar. Si hubiera podido
escoger entre otros institutos, seguramente no hubiera
elegido éste de Baeza, pero tras los consejos de mi
hermano Manuel opté por solicitar la primera plaza
vacante que hubiera en cualquier punto de la geografía
española. En un pr incipio, me produjo g ran
insatisfacción, la posesión de la cátedra de Lengua
Francesa, del Instituto de Segunda Enseñanza de Baeza.
Pero era la única salida para superar la depresión que me
produjo, hace tres meses, la pérdida prematura de mi
jovencísima Leonor. Yo hubiera preferido mil veces
morirme, a verla morir. A este terrible golpe no creo
reponerme a pesar del éxito de Campos de Castilla, ni por
la distancia.
Por muy lejos que esté de Soria y muchos años que viva,
siempre vivirán en mí los recuerdos de ella y los momentos
tan felices que juntos pasamos en Soria.
-Adiós tierra de Soria
Adiós el alto llano
Ya he pasado de tierra manchega, entramos en
Despeñaperros.
-Ya en los campos de Jaén
amanece,corre el tren.
Es una mañana de Otoño, hace un día fresco, aunque
soleado de este año 1912.
-Solo, triste, cansado, pensativo y viejo, más envejecido en
tres meses que en treinta años. Pregunté por el instituto de
Segunda enseñanza y ¡Oh! ¡Sorpresa!. Yo que creía haber
llegado ya a la ciudad moruna, y estaba en una estación a
orillas del río del Guadalimar y a catorce kilómetros de la
ciudad, y unida a ella por un modesto tranvía con paradas
en Canena,Rus y la Yedra, en el que se tarda casi tres largas
horas en recorrer el trayecto.
En este mi primer viaje de la estación a la ciudad, acepto la
invitación de un buen hombre, que con su carro tirado por
una yunta de mulos me invitó a llevarme.
Cuando llego a Baeza me instalo en la habitación número
quince del hotel Comercio.
Por la tarde voy a presentarme al director del Instituto y
cuál sería mi sorpresa cuando pregunto por Don
Leopoldo, a Gregoria la sirvienta, y me dice: Don
Leopoldo está en la agonía ¡Oh! ¡Vaya por Dios! Lo siento,
yo no sabía que...
¡No!, me aclaró la muchacha; si la agonía es donde se
reúnen cada día, y como los labradores, siempre se quejan
de que no llueve,pues de ahí le viene el nombre.
Ya trabajando en Baeza; el instituto, además de lugar de
trabajo me sirve de lugar de consuelo y alivio de mis
pesares.
-Heme aquí,ya profesor
En un pueblo húmedo y frío
destartalado y sombrío,
entre andaluz y manchego
Ya llevo varios meses en Baeza, hace calor y no me parece
muy acertado haber solicitado traslado, para haber venido
aquí, a un pueblo levítico, pero sin gota de religiosidad,
donde más de doce mil de sus habitantes no sabe leer,
aunque tiene instituto, seminario y varios colegio de
primaria y enseñanza secundaria. Está llena de mendigos
y de señoritos arruinados en el juego.
Mi gran afición es dar largos paseos; el otro día fui, como
otras veces, a la vecina Úbeda, allí tomé café y compré
cerillas; como hace calor por el camino descanso a la
sombra de una encina.
-La encina negra
A medio camino
De Úbeda a Baeza
Casi todos los días paseo por el camino de las murallas.
-De la ciudad moruna
Tras las murallas viejas
Yo contemplo la tarde silenciosa
A solas con mi sombra y con mi pena
Observo y admiro el valle del Guadalquivir, y el
maravilloso paisaje que desde aquí se contempla, y a mi
gusto, es la mayor satisfacción que he encontrado en
Baeza.
-Paseo a solas,
con mi sombra y con mi pena
-Camino de los campos
¡Ay! Ya no puedo caminar con ella
A veces voy acompañado por Don Florentino, el profesor
de dibujo,que por cierto,habla poco,bueno,como yo.
Paso parte de mi tiempo libre en el casino de los
Artesanos, a veces acompañado por el catedrático de
Geografía,Don Mariano Ferrer.
Ya llevo un año aquí, pero el sueldo no me permite el gasto
excesivo que conlleva vivir en el hotel, así que he buscado
una casa de alquiler en el Prado de la cárcel, para vivir con
mi madre donde escribiría lo que algunos críticos van a
llamar lo mejor de mis obras.
Anochece, me voy a la botica del farmacéutico Almazán
que está aquí, cerca de mi casa. Allí hacemos tertulias con
Don Leopoldo, el director del instituto, Don José León, el
que fue alcalde cuando gobernaban los conservadores,
Don Juan Martínez, el médico, Manuel Olivera, el
concejal, Don Pedro Gutiérrez, el notario, el abogado
Don Emilio, el secretario del instituto Don Antonio
Parra,Don Miguel Silvestre,el registrador,entre otros.
Cuando se habla de política yo me aburro y estoy casi todo
el tiempo callado.
-Es de noche se platica
al fondo de la botica
Conforme pasan los años, me voy acostumbrando más a
esta gente de esta ciudad provinciana, que hasta no hace
mucho, me producía desprecio y aislamiento, quizá por lo
cercano y lo vigente que estaba el recuerdo de Leonor y de
Soria.
Poco a poco voy superando el ambiente de tristeza que me
envolvía, cuando vine a esta cátedra. Gracias a la poesía
filosófica,la angustia de su memoria me la va enjugando.
-Los olivos grises
Los caminos blancos
el sol ha sorbido el calor del campo
y hasta tu recuerdo me lo va secando.
En los largos paseos por el camino de las murallas, me
inspiro para muchas de mis poesías
Campo, campo,campo
y entre los olivos los cortijos blancos
Le escribo a casi todos los puntos de su geografía. A veces
como soy tan meticuloso, tacho algo que no me gusta y lo
corrijo.
-En Begíjar se cantaba
si la luna sale
mejor entre los olivos
que entre los espartales
Pero mejor cambio el nombre de Begíjar, no suena
poético.
-En Alicún se cantaba....
Así se oye mejor.
Si es cierto que la primera impresión de Baeza y de su
gente fueron de choque, con el paso del tiempo, terminé
cautivado en sus encantos, que acabaron venciendo mi
susceptibilidad. Aunque a la mayoría de la gente, con la
que conviví el tiempo que estuve en Baeza, pasaba
inadvertida mi aptitud como poeta.
Una de las pocas personas que se empezó a interesar por
mis versos fue María, la hija del director del instituto,
cuyos ojos tan seductores no olvidaré jamás, sin olvidar a
mi gran amiga Francisca de la Poza, de la que he hablado
en rara ocasión.
Fueron algunas de las personas que me hicieron salir de las
ataduras de mi pasado en Soria.
Si de algo estoy seguro,es que si volviera a Baeza en el siglo
XXI, sería mejor acogido que lo fui en los años que estuve
de docente.
Es evidente que soy embajador de Baeza y de sus campos
-Campos de Baeza
soñaré contigo
cuando no te vea.
Pero Baez a ag radecida me ha cor respondido
devolviéndome sobradamente mi afecto, poniendo mi
nombre a la Universidad de verano, al paseo de las
murallas (que tanto me gustaba ir), a un colegio de
primera enseñanza,a una calle...
Hoy no me imagino a Machado sin Baeza,Machado sin su
obra sugerida y escrita en Baeza, no me imagino a Baeza
sin Machado, en la que cada calle, cada plaza, cada rincón
rezuman y evocan los versos de Machado; a juicio de
muchos críticos,lo mejor de sucosecha.
Quiero terminar derramando gratitud a esta ciudad que
después de casi noventa años que la dejé, me recuerda más
vivo y con más cariño que nunca.
-Venga Dios a los hogares
y a las almas de esta tierra
de olivares y olivares.
EVA MARÍA GARCÍA MARTOS
2º Bachillerato
I.E.S. SantísimaTrinidad
1er Premio - Canciones de Guiomar
Rocío Salcedo - 4º E.S.O.- I.E.S. Santísima Trinidad
Accésit - El sentir de Machado
Carmen García - 1º Bachillerato - Escuela de Arte “Gaspar Becerra”
Accésit- Antonio Machado Pop-Art
Carmen Espadas - 1º Bachillerato - Escuela de Arte “Gaspar Becerra”
PROGRAMACIÓN
DÍA 16 DE FEBRERO,LUNES:
Conferencia a cargo de Miguel Ángel García, profesor de
la Universidad de Granada sobre “Lecturas de Antonio
Machado:Los poetas del 50 y el realismo crítico”.
Lugar: Salón de Actos de la Sede Antonio Machado de la
UNIA
Hora:19’00
DÍA 17 DE FEBRERO,MARTES:
“La tierra de Alvargonzález”, recitada por el profesoractor Juan Padilla Buger.
Posteriormente, coloquio sobre la misma y Antonio
Machado.
Lugar:HotelTRH Baeza
Hora:19’00
DÍA 18 DE FEBRERO,MIÉRCOLES:
Audición de poemas en las voces de Fernando Fernán
Gómez, Agustín González y Ana María Noé, con
posterior tertulia-coloquio.
Lugar:Hotel Palacio de los Salcedo
Hora:17’00
DÍA 19 DE FEBRERO, JUEVES:
Lectura de poemas escritos en Baeza, con la intervención
de quienes deseen participar.
Lugar:Hotel La Casona del Arco
Hora:17’00
DÍA 20 DE FEBRERO,VIERNES:
Entrega Premio “II Concurso de Literatura y Artes
Plásticas Antonio Machado en los Centros de
Enseñanza”.
Presentación Convocatoria “XIII Premio Internacional
de Poesía Antonio Machado en Baeza”.
Lugar:Salón de Actos del antiguo Cuartel de Sementales
Hora:19’00
DÍA 21 DE FEBRERO,SÁBADO:
(Programación de la Sede Antonio Machado de la UNIA)
- Lectura Poética.
Patio Sede Antonio Machado de la UNIA
Hora:12’00
- Proyección del Documental:
“Antonio Machado:Destierro y muerte de un poeta”.
- Mesa Redonda.
Intervienen:
Ian Gibson,Ana Rosseti
Modera:Antonio Chicharro Chamorro
Sede Antonio Machado de la UNIA
Hora:17'00
- Recital Flamenco:Homenaje a Antonio Machado,
por Calixto Sánchez.
Teatro Montemar
Hora:20’00
Organiza:Sede Antonio Machado de la UNIA
DÍA 22 DE FEBRERO,DOMINGO:
Inauguración de la Escultura de Antonio Machado, obra
del escultor Antonio Pérez Almahano.
C/ San Pablo
Hora:12’00
A continuación Paseo Machadiano:
Comienzo junto a la Escultura en C/ San Pablo,
continuando por Pasaje del Cardenal Benavides (frente a
la casa en la que vivió el poeta), y otros lugares
machadianos: Instituto, Catedral, Murallas y
Monumento,con lectura de poemas y ofrenda de flores.
Coilloure - 2008
PROVERBIOS Y CANTARES: ANTONIO MACHADO
I
Nunca perseguí la gloria
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebarse
II
¿Para qué llamar caminos
a los surcos del azar?...
Todo el que camina anda,
como Jesús, sobre el mar.
III
A quien nos justifica nuestra desconfianza
llamamos enemigo, ladrón de una esperanza.
Jamás perdona el necio si ve la nuez vacía
que dío a cascar al diente de la sabiduría.
IV
Nuestras horas son minutos
cuando esperamos saber,
y siglos cuando sabemos
lo que se puede aprender.
V
Ni vale nada el fruto
cogido sin sazón...
Ni aunque te elogie un bruto
ha de tener razón.
VI
De lo que llaman los hombres
virtud, justicia y bondad,
una mitad es envidia,
y la otra no es caridad.
VII
Yo he visto garras en las pulinas manos;
conozco grajos mélicos y líricos marranos...
El más truhán se lleva la mano al corazón,
y el bruto más espeso se carga de razón.
VIII
En preguntar lo que sabes
el tiempo no has de perder...
Y a preguntas sin respuesta,
¿quién te podrá responder?
IX
El hombre, a quien el hambre de la rapiña acucia,
de ingénita malicia y natural astucia,
formó la inteligencia y acaparó la tierra.
¡Y aun la verdad proclama! ¡Supremo ardid de guerra!
X
La envidia de la virtud
hizo a Caín criminal.
¡Gloria a Caín! Hoy el vicio
es lo que se envidia más.
XI
La mano del piadoso nos quita siempre honor;
mas nunca ofende al darnos su manos el lidiador.
Virtud es fortaleza, ser bueno es ser valiente;
escudo, espada y maza llevar bajo la frente;
porque el valor honrado de todas armas viste:
no sólo para, hiere, y más que aguarda, embiste.
Que la piqueta arruine, y el látigo flagele;
la fragua ablande el hierro, la lima pula y gaste,
y que el buril burile, y que el cincel cincele,
la espada punce y hienda y el gran martillo aplaste.
XII
¡Ojos que a la luz se abrieron
un día para, después,
ciegos tornar a la tierra,
hartos de mirar sin ver!
XIII
Es el mejor de los buenos
quien sabe que en esta vida
todo es cuestión de medida:
un poco más, algo menos...
XIV
Virtud es la alegría que alivia el corazón
más grave y desarruga el ceño de Catón.
El bueno es el que guarda, cual venta del camino,
para el sediento, el agua; para el borracho, el vino.
XV
Cantad conmigo en coro: Saber, nada sabemos,
de arcano mar vinimos, a ignota mar iremos...
Y entre los dos misterios está el enigma grave;
tres arcas cierra una desconocida llave.
La luz nada ilumina y el sabio nada enseña.
¿Qué dice la palabra? ¿Qué el agua de la peña?
XVI
El hombre es por natura la bestia paradójica,
un animal absurdo que necesita lógica.
Creó de nada un mundo y, su obra terminada,
"Ya estoy en el secreto-se dijo-, todo es nada."
XVII
El hombre sólo es rico en hipocresía.
En sus diez mil disfraces para engañar confía;
y con la doble llave que guarda su mansión
para la ajena hace ganzúa de ladrón.
XVIII
¡Ah, cuando yo era niño
soñaba con los héroes de la Ilíada!
Ayax era más fuerte que Diomedes;
Héctor, más fuerte que Ayax,
y Aquiles el más fuerte; porque era
el más fuerte... ¡Inocencias de la infancia!
¡Ah, cuando yo era niño
soñaba con los héroes de la Ilíada!
XIX
El casca-nueces-vacías,
Colón de cien vanidades,
vive de supercherías
que vende como verdades.
XX
¡Teresa, alma de fuego;
Juan de la Cruz, espíritu de llama,
por aquí hay mucho frío, padres, nuestros
corazoncitos de Jesús se apagan!
XXI
Ayer soñé que veía
a Dios y que a Dios hablaba;
y soñé que Dios me oía...
Después soñé que soñaba.
XXII
Cosas de hombres y mujeres,
los amoríos de ayer,
casi los tengo olvidados.,
si fueron alguna vez.
XXIII
No extrañéis, dulces amigos,
que esté mi frente arrugada.
Yo vivo en paz con los hombres
y en guerra con mis entrañas.
XXIV
De diez cabezas, nueve
embisten y una piensa.
Nunca extrañéis que un bruto
se descuerne luchando por la idea.
XXV
Las abejas de las flores
sacan miel, y melodía
del amor, los ruiseñores;
Dante y yo-perdón, señores-,
trocamos-perdón, Lucía-,
el amor en Teología.
XXVI
Poned sobre los campos
un carbonero, un sabio y un poeta.
Veréis como el poeta admira y calla,
el sabio mira y piensa...
Seguramente, el carbonero busca
las moras o las setas.
Llevadlos al teatro
y sólo el carbonero no bosteza.
Quien prefiere lo vivo a lo pintado
es el hombre que piensa, canta o sueña.
El carbonero tiene
llena de fantasías la cabeza.
XXVII
¿Donde está la utilidad
de nuestras utilidades?
Volvamos a la verdad:
vanidad de vanidades.
XXVIII
Todo hombre tiene dos
batallas que pelear.
En sueños lucha con Dios;
y despierto, con el mar.
XXIX
Caminante son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.
XXX
El que espera desespera,
dice la voz popular.
¡Que verdad tan verdadera!
La verdad es lo que es,
y sigue siendo verdad
aunque se piense al revés
XXXI
Corazón, ayer sonoro,
¿ya no suena
tu monedilla de oro?
Tu alcancía,
antes que el tiempo la rompa,
¿se irá quedando vacía?
Confiemos
en que no será verdad
nada de lo que sabemos.
XXXII
¡Oh fe del meditabundo!
¡Oh fe después del pensar!
Sólo si viene en corazón al mundo
rebosa el vaso humano y se hincha el mar.
XXXIII
Soñé a Dios como una fragua
de fuego que ablanda el hierro,
como un forjador de espadas,
como un bruñidor de aceros
que iba firmando en las hojas
de luz: Libertad.-Imperio.
XXXIV
Yo amo a Jesús que nos dijo:
Cielo y Tierra pasarán.
Cuando Cielo y Tierra pasen
mi palabra quedará.
¿Cuál fué, Jesús, tu palabra?
¿Amor? ¿Perdón? ¿Caridad?
Todas tus palabras fueron
una palabra: Velad.
Como no sabéis la hora
en que os han de despertar,
os despertarán dormidos,
si no veláis: despertad.
XXXV
Hay dos modos de conciencia:
una es luz, y otra paciencia.
Una estriba en alumbrar
un poquito el hondo mar;
otra, en hacer penitencia
con caña o red, y esperar
el pez, como pescador.
Dime tú: ¿Cuál es mejor?
¿Conciencia de visionario
que mira en el hondo acuario
peces vivos,
fugitivos,
que no se pueden pescar,
o esta maldita faena
de ir arrojando a la arena,
muertos, los peces del mar?
XXXVI
Fe empirista. Ni somos ni seremos.
Todo nuestro vivir es emprestado.
Nada Trajimos; nada llevaremos.
XXXVII
¿Dices que nada se crea?
No te importe; con el barro
de la tierra, haz una copa
para que beba tu hermano.
XXXVIII
¿Dices que nada se crea?
Alfarero, a tus cachorros.
Haz tu copa, y no te importe
si no puedes hacer barro.
XXXIX
Dicen que el ave divina
trocada en pobre gallina,
por obra de las tijeras
de aquel sabio profesor
-fué Kant un esquilador
de las aves altaneras;
toda su filosofía,
un sport de cetrería-,
dicen que quiere saltar
las tapias del corralón,
y volar,
otra vez, hacia Platón.
¡Hurra! ¡Sea!
¡Feliz será quien lo vea!
XL
Sí, cada uno y todos sobre la tierra iguales:
el ómnibus que arrastran dos pencos matalones,
por el camino, a tumbos, hacia las estaciones;
el ómnibus completo de viajeros banales,
y en medio un hombre mudo, hipocondriaco, austero,
a quien se cuentan cosas y a quien se ofrece vino...
Y allá, cuando se llegue, ¿descenderá un viajero
no más? ¿O habránse todos quedado en el camino?
XLI
Bueno es saber que los vasos
nos sirven para beber;
lo malo es que no sabemos
para qué sirve la sed.
XLII
¿Dices que nada se pierde?
Si esta copa de cristal
se me rompe, nunca en ella
beberé, nunca jamás.
XLIII
Dices que nada se pierde,
y acaso dices verdad;
pero todo lo perdemos,
y todo nos perderá.
XLIV
Todo pasa y todo queda;
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.
XLV
Morir... ¿Caer como gota
de mar en el mar inmenso?
¿O ser lo que nunca he sido:
uno, sin sombra y sin sueño,
un solitario que avanza
sin camino y sin espejo?
XLVI
Anoche soñé que oía
a Dios gritándome: ¡Alerta!
Luego era Dios quien dormía,
y yo gritaba: ¡Despierta!
XLVII
Cuatro casos tiene el hombre
que no sirven en la mar:
ancla, gobernalle y remos,
y miedo de naufragar.
XLVIII
Mirando mi calavera
un nuevo Hamlet dirá:
He aquí un lindo fósil de una
careta de carnaval.
XLIX
Ya noto, al paso que me torno viejo,
que en el inmenso espejo,
donde orgulloso me miraba un día,
era el azogue lo que yo ponía.
Al espejo del fondo de mi casa
una mano fatal
va rayando el azogue, y todo pasa
por él como la luz por el cristal.
L
-Nuestro español bostezaba.
¿Es hambre? ¿Sueño? ¿Hastío?
Doctor, ¿tendrá el estómago vacío?
-El vacío es más bien en la cabeza.
LI
Luz de alma, luz divina,
faro, antorcha, estrella, sol...
Un hombre a tiendas camina;
lleva a la espalda un farol.
LII
Discutiendo están dos mozos
si a la fiesta del lugar
irán por la carretera
o campo atraviesa irán.
Discutiendo y disputando
empiezan a pelear.
Ya con las tranca s de pino
furiosos golpes se dan;
ya se tiran de las barbas,
que se las quieren pelar.
Ha pasado un carretero,
que va cantando un cantar:
“Romero, para ir a Roma,
lo que importa es caminar;
a Roma por todas partes,
por todas partes se va.”
LIII
Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo, te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.
Baeza, Febrero 2009
Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
Excmo. Ayuntamiento
de Baeza
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