AMPARO EN REVISIÓN 353/2001. Número de registro: 17565 Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: Tomo XVII, Mayo de 2003 Página: 1132 AMPARO EN REVISIÓN 353/2001. CONSIDERANDO: CUARTO. Los agravios propuestos por el recurrente, son esencialmente fundados y, por ende, suficientes para revocar la sentencia recurrida. El quejoso destacó como acto fundamentalmente reclamado el desposeimiento de la unidad motriz que refirió de su propiedad y posesión, marca Nissan, Tsuru GST, modelo 1992, tipo sedán, cuatro puertas, color rojo metálico, con números de motor E16-492049M y de serie 2BLB13-35815, por parte de las autoridades responsables, sin que previamente se hubiese instaurado juicio alguno en el que pudiera hacer uso de su garantía de audiencia, en contravención a los artículos 14 y 16 constitucionales. De las constancias que como apoyo a su informe justificado remitió el agente del Ministerio Público responsable, a las que es de conferírseles eficacia demostrativa plena, al tenor de los artículos 129 y 202 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Amparo, por disposición expresa de su artículo 2o., se advierte, en lo que aquí interesa, que en la diligencia que tuvo verificativo el siete de julio de dos mil uno, dentro de la averiguación previa número 4466/2001, se hizo constar la recepción del oficio 7895 suscrito por los agentes de la Policía Ministerial del Estado, con residencia en Celaya, Guanajuato, Nicolás Marmolejo Rea y Javier Lozano López, mediante el cual fue puesto a disposición de dicha representación social el vehículo de motor marca Nissan, Tsuru, modelo 1992, color rojo, con números de motor E16-492049M y de serie 2BLB13-35815, al haberlo detectado a la entrada de la colonia El Puente de aquella localidad, cuando era conducido por una persona del sexo masculino que respondió al nombre de ... quien se ostentó como el propietario del vehículo descrito, ello en virtud de que dicha unidad motriz se encontraba reportada como robada en el Estado de México, con fecha cinco de agosto de mil novecientos noventa y ocho (fojas 78 y 79 del expediente principal). Al efecto, el mencionado agraviado ... no sólo exhibió diversas documentales, entre otras, la consistente en la factura número V 2684, cuya cesión a su reverso obra a su nombre, en relación con el supracitado vehículo, sino también ofreció la prueba testimonial durante el juicio de amparo, que fue desahogada a cargo de Eder Ramiro Tierrafría y Eliseo Sánchez -1- AMPARO EN REVISIÓN 353/2001. Zúñiga, durante la celebración de la audiencia constitucional de diez de septiembre de dos mil uno (fojas 239 a 241), de cuyo resultado se desprende que por lo que hace a ambos testigos, el quejoso además de ostentarse como el único propietario de la unidad motor descrita en este fallo, también detentó su uso diario hasta el siete de julio del año que corre. Como puede verse, lo anterior torna manifiesto que tal como se alega, el inconforme fue privado de sus derechos de propiedad y posesión a consecuencia de un acto de autoridad carente de fundamentación, puesto que no se advierte que el desposeimiento reclamado hubiese estado respaldado por procedimiento legal alguno, esto es, mediante juicio seguido ante un tribunal en el que se cumplieran con las formalidades esenciales del procedimiento, justamente al momento en que fue desposeído del mismo por parte de agentes de la Policía Ministerial y esta sola situación, en oposición a lo sostenido por el Juez Federal, es suficiente para estimar que los actos desposesorios reclamados por el agraviado lo facultan para solicitar la protección constitucional, por la sencilla razón de que, como el propio juzgador de amparo lo establece en su sentencia, el acto concreto de aseguramiento no constituyó fundamentalmente el acto reclamado, que en realidad se traduce en un acto necesariamente posterior al desposeimiento de la unidad motriz asegurada, hecho este que sí fue destacado como acto reclamado y que este Tribunal Colegiado estima ilegal. Más aún, como lo precisa el recurrente, a la fecha en que promovió su demanda de garantías, diecinueve de julio de dos mil uno, todavía no se había emitido el acuerdo de aseguramiento destacado por el Juez de Distrito. Así pues, en el caso concreto, es de atenderse a que el inconforme reclamó, esencialmente, la privación ilegal de sus derechos de propiedad y posesión en relación con el vehículo de motor aludido, como una violación directa a la garantía de audiencia consagrada en el artículo 14 constitucional y, en esas condiciones, sólo debe estudiarse si la autoridad emitente del acto lo oyó o no previamente. Se cita como aplicable, en lo conducente, la tesis sustentada por el Segundo Tribunal Colegiado del Vigésimo Primer Circuito, con cuyas razones comulga este Tribunal Colegiado, visible en la página cuatrocientos cincuenta y nueve, Tomo III de la Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, correspondiente al mes de febrero de mil novecientos noventa y seis, que establece: "POSESIÓN, ACTOS VIOLATORIOS DE LA. INFRINGEN LOS DERECHOS SUSTANTIVOS CONTENIDOS EN EL ARTÍCULO 14 CONSTITUCIONAL CUANDO NO SE BRINDA AL POSEEDOR LA OPORTUNIDAD DE SER OÍDO. Tratándose de actos violatorios del derecho de posesión, el artículo 14 constitucional establece la garantía de audiencia, sin exigir requisito alguno en cuanto a la calidad de dicha posesión; de ahí que acreditándose el hecho de la detentación material, los Jueces de Distrito estén obligados a -2- AMPARO EN REVISIÓN 353/2001. protegerla, sin hacer declaración alguna sobre si es originaria, derivada, legítima, ilegítima, de buena fe o de mala fe, lo que es propio de los órganos de instancia ante quienes se dirima tal cuestión." En consecuencia, al haber resultado esencialmente fundados los agravios propuestos, atento lo establecido en el artículo 91, fracción I, de la Ley de Amparo, este Tribunal Colegiado procede a revocar la sentencia recurrida y entrar, en su justa dimensión, al estudio de los conceptos de violación cuyo examen omitió el Juez de Distrito. QUINTO. Los conceptos de violación que hace valer la parte quejosa son del tenor literal siguiente: "Primero. Dispone el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: ‘Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su ... posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento. ...’. Hipótesis plenamente aplicable a mi persona, a mi familia, a mi domicilio y a mis posesiones y propiedades y, en la especie, a mi vehículo. Sostengo lo anterior, porque como lo he manifestado en supralíneas, yo obtuve el vehículo de buena fe y ello se acredita plenamente con las documentales que se exhiben a la presente, motivo por el cual me opuse y me opongo rotundamente a la privación de que fui objeto de dicho automotor, puesto que mi vendedor, según lo he manifestado, también actúo al igual que yo, vendiéndomelo de buena fe y ello se obtiene de la existencia de la factura que me fue entregada y demás documentos, así como las circunstancias que precedieron a la compraventa y que he narrado en el capítulo de antecedentes, por eso ahora que mi vehículo lo tienen en proceso de retención (por investigación de un delito) lo convirtieron las responsables en mi perjuicio; primero, en desposesión material y dominical, y segundo, en la pretensión de privarme de mi derecho de propiedad. Ahora bien, no soslaya la suscrita que la mayoría de las leyes de procedimientos penales y de manera específica la ley procesal penal de nuestro Estado, en su artículo 115 prevé: ‘Artículo 115. Tan luego que el Ministerio Público o los funcionarios encargados de practicar en su auxilio diligencias de averiguación previa, tengan conocimiento de la probable existencia de un delito ... dictarán todas las providencias necesarias ... para impedir que se pierdan, destruyan o alteren ... y los instrumentos o cosas, objetos o efecto del mismo ...’. También en el mismo ordenamiento procesal prealudido, el distinto numeral 170 establece: ‘Artículo 170. Los instrumentos del delito y las cosas objeto o efecto de él, así como aquellos en que existan huellas del mismo o pudieran tener relación con éste, serán asegurados ya sea recogiéndolos, poniéndolos en secuestro judicial o simplemente al cuidado y bajo la responsabilidad de alguna persona, para el objeto de que no se alteren, destruyan o desaparezcan. ...’. Dispositivos procesales que, al menos en el caso de mi vehículo no pueden ser aplicados por las autoridades responsables, por las motivaciones y fundamentaciones legales que expreso a continuación: No tenían las responsables, al menos previamente al momento en que me despojaron y me retuvieron mi vehículo (7 de julio de 2001), ni un -3- AMPARO EN REVISIÓN 353/2001. mínimo indicio para considerar que la unidad de la que se habla era producto de un determinado robo, por las motivaciones que siguen: a) Carecían del conocimiento de que alguna persona física o moral hubiera denunciado que había sido desapoderada del vehículo que yo tengo en carácter de propietario y poseedor. Denuncia, aclaro, que hubiera sido presentada ante alguna autoridad de otra entidad federativa o de otro país. b) Carecían del conocimiento de que alguna persona física o moral hubiera denunciado que había sido desapoderada del vehículo que yo tengo en carácter de propietario y poseedor. Denuncia, aclaro, que hubiera sido presentada ante alguna de las autoridades que señalo como responsables. c) No existía, tan siquiera, reporte alguno de las policías, de que determinada persona física o moral, esto es, persona cierta y conocida hubiera informado que mi vehículo era propiedad de un tercero que había sido desapoderado. Sin embargo, tanto antes de la obligada entrega para retención como también ahora, siguen careciendo las responsables de lo preanotado en los incisos a), b) y c). Siendo así las cosas, mi vehículo no es instrumento ni objeto o efecto de un delito o delitos. Bajo este orden de ideas, si no hubo quien se diga dueño de mi vehículo; si no hubo, ni hay denuncia; si no fue, ni es instrumento, objeto o efecto de un delito; si no hay, por consecuencia, cimiento para hablarse, en el caso de mi vehículo, de un probable delito, carecen por lógica y legal consecuencia de facultades, las autoridades responsables para dictar contra mis particulares bienes patrimoniales (vehículo) cualesquiera providencia porque su actuar no estará ajustado a los artículos 115 y 170 preinvocados, y me están violando la garantía de seguridad jurídica prevista por el artículo 16 constitucional que es mi prerrogativa. A mayor abundamiento, están violando la garantía de audiencia que me otorga el mismo artículo 16 de la Ley Fundamental de la nación, porque: a) Sin mandamiento escrito; b) Expedido por autoridad competente; y c) Que estuviere fundando y motivando la causa legal del procedimiento. Repito, porque sin cumplir esos predichos requisitos están desposeyéndole, interrumpiéndole y reteniéndole, un vehículo a un ciudadano adquirente de buena fe, que ya es de su propiedad y posesión, y sobre el que no existe dato alguno para considerarlo como instrumento, objeto o efecto de un delito, y todo esto por abusivo pisoteo de las garantías individuales de seguridad jurídica y de legalidad. Segundo. Ahora bien, estatuye el artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: ‘Artículo 14. Nadie podrá ser privado ... de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho. ...’. Hipótesis garantizadora en la que me apoyo por ajustarse cabalmente a mi caso, pues las autoridades responsables, después de desposeerme y luego de privarme de mi unidad, me están afectando en el ejercicio y goce de mis derechos de propiedad y posesión. Acciones seriadas, ordenamiento y ejecuciones de las responsables que son plenamente violatorias de las garantías individuales que me otorga el dispositivo legal pretranscrito. En efecto, para privarme de mi patrimonio deben instaurarme un procedimiento, no cualquiera o arbitrario sino ante un tribunal, y conforme a lineamientos legales procesales. Actos de autoridad (los legales prealudidos) que las responsables no llevaron a cabo, sino que arbitraria y abusivamente consumaron un despojo en mi perjuicio. -4- AMPARO EN REVISIÓN 353/2001. Ignacio Burgoa Orihuela, en el texto ‘Las Garantías Individuales’ al referirse a las garantías de seguridad jurídica concretamente a las del artículo 14 constitucional expresa: ‘La privación es la consecuencia o el resultado de un acto de autoridad y se traduce o puede consistir en una merma o menoscabo (disminución) de la esfera jurídica del gobernado, determinado por el egreso de algún bien, material o inmaterial (derecho), constitutivo de la misma (desposesión o despojo), así como de la impedición para ejercer un derecho.’. La garantía de audiencia en nuestro actual artículo constitucional se integra, según hemos afirmado, mediante cuatro garantías específicas de seguridad jurídica, necesariamente concurrentes, y que son: 1. El juicio previo al acto de privación. 2. Que dicho juicio se siga ante tribunales previamente establecidos. Aquí la decisión no puede ser salomónica, esto es, pretender partir el vehículo y darle una mitad al comprador anterior y la otra mitad al comprador posterior de buena fe, pues tanto la legal justificación de dichos derechos civiles y la decisión jurisdiccional de dicho conflicto de intereses, no corresponde a las responsables, sino que es competencia de la autoridad civil. Recuérdese que debe ser: a) Mediante juicio seguido ante los tribunales (competentes). b) Con pleno ajustamiento a las formalidades de un procedimiento (civil) y conforme a las leyes (civiles) expedidas con anterioridad al hecho. Todo ello, si se quiere respetar la Ley Fundamental de la nación ‘en la teoría y en la práctica’ y dar seguridad jurídica y erigir el Estado de derecho. Tercero. Como ya lo manifesté con anterioridad las autoridades responsables violaron en mi perjuicio la garantía de legalidad que consagra el segundo párrafo del artículo 14 constitucional, ya que las responsables sin que se haya seguido previamente juicio en el que se me diera la oportunidad de ser oído y vencido en el mismo, me privaron de la posesión de mi vehículo y ahora con la pretensión de privarme de la propiedad, pretendiendo reivindicárselo a un supuesto tercero quien según ellos tiene mejor derecho cual si fueran autoridades civiles. Así también conculcaron las responsables en mi perjuicio lo dispuesto por el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que sin mandamiento de autoridad competente que fundara y motivara la causa legal del procedimiento, me despojaron de mi automóvil y más aún que supuestamente lo aseguraron al no devolvérmelo, sin que haya mediado para ello, como ya lo manifesté, mandamiento escrito de autoridad competente, puesto que en el caso concreto, se trata del Ministerio Público, quien acorde al artículo 21 constitucional sólo tiene facultades para la persecución de los delitos y no para la imposición de penas, como es el caso, en el que supuestamente pretenden resarcir el daño a quien supuestamente es agraviado, constituyéndose en tribunales invadiendo, por tanto, la esfera propia y exclusiva de la autoridad judicial, lo que es inaceptable al vulnerar la legalidad y la constitucionalidad a que me he venido refiriendo. Además, como ya lo manifesté en reiteradas ocasiones, la responsable conculca lo dispuesto por el artículo 21 constitucional, toda vez que las penas de privación de propiedad y posesión de mi automóvil y la reparación del daño que se pretende efectuar, en favor de quien supuestamente es el agraviado, o bien, la restitución civil de las cosas son facultad exclusiva de la autoridad judicial y no del Ministerio Público y de la Policía Judicial o Ministerial, a quienes sólo incumbe la persecución de los delitos y de los delincuentes, y en el caso sometido a su Señoría a estudio, resulta que acreditada se encuentra -5- AMPARO EN REVISIÓN 353/2001. la adquisición de buena fe por mi parte del automóvil predescrito, por lo que deviene improcedente el aseguramiento de mi automóvil por parte de la responsable, y en reparación de las violaciones de garantías y en estricto respeto de las mismas, solicito a este tribunal federal, se me conceda el amparo y protección de la Justicia de la Unión a fin de que se me restituya en el pleno uso y goce de mis garantías violadas y se me restituya en la posesión y propiedad de mi automóvil marca Nissan, Tsuru GST, modelo 1992, sedán 4 cuatro puertas, motor número E16-492049M, con número de serie 2BLB13-35815, color rojo metálico. Sirven de apoyo a lo anteriormente argumentado, los criterios sustentados por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los cuales a la letra rezan: ‘ASEGURAMIENTO DEL OBJETO DEL DELITO, SÓLO PUEDE ORDENARLA EL MINISTERIO PÚBLICO, TRATÁNDOSE DE FLAGRANTE DELITO.’ (se transcribe). Tomo LXI. Página 4305. 11 de septiembre de 1939. Unanimidad de 4 votos. Primera Sala. Semanario Judicial de la Federación. Quinta Época; ‘ASEGURAMIENTO DE LA COSA MATERIA DEL DELITO.’ (se transcribe). Tomo XXXI. Página 1970. 26 de marzo de 1931. Primera Sala. Semanario Judicial de la Federación. Quinta Época; ‘ASEGURAMIENTO DEL OBJETO DEL DELITO.’ (se transcribe). Quinta Época. Instancia: Primera Sala. Fuente: Apéndice de 1995. Tomo II, Parte HO. Tesis: 783. Página: 507; ‘ASEGURAMIENTO DEL OBJETO DEL DELITO.’ (se transcribe). Quinta Época. Instancia: Primera Sala. Fuente: Apéndice de 1995. Tomo II, Parte HO. Tesis: 782. Página: 507; ‘ASEGURAMIENTO DEL OBJETO DEL DELITO.’ (se transcribe). Quinta Época. Instancia: Primera Sala. Fuente: Apéndice de 1995. Tomo II, Parte SCJN. Tesis: 35. Página: 20; ‘ASEGURAMIENTO DEL OBJETO DEL DELITO.’ (se transcribe). Octava Época. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Tomo: XII, julio de 1993. Tesis: II.3o.219 P. Página: 162; ‘ASEGURAMIENTO DE BIENES PERTENECIENTES O EN POSESIÓN DE TERCEROS. REQUISITOS.’ (se transcribe). Novena Época. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo: VI, agosto de 1997. Tesis: XIX.2o.28 P. Página: 670; ‘AMPARO. EFECTOS QUE DEBE TENER LA SENTENCIA QUE LO CONCEDE, CUANDO SE RECLAMAN UNA ORDEN DE ASEGURAMIENTO Y SU EJECUCIÓN.’ (se transcribe). Novena Época. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo: VI, diciembre de 1997. Tesis: III.1o.A.33 K. Página: 651; y, ‘ASEGURAMIENTO DEL OBJETO O PRODUCTO DEL DELITO. CASO EN QUE VIOLA LA GARANTÍA DE AUDIENCIA.’ (se transcribe). Novena Época. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo: V, abril de 1997. Tesis: XII.2o.11 P. Página: 220." SEXTO. Son fundados los conceptos de violación. Como se recordará, quedó evidenciado que el quejoso fue objeto, el siete de julio de dos mil uno por parte de las autoridades responsables, del aseguramiento del vehículo motor marca Nissan, Tsuru, modelo 1992, color rojo, con números de motor E16-492049M y de serie -6- AMPARO EN REVISIÓN 353/2001. 2BLB13-35815, porque el mismo había resultado con reporte de robo en el Estado de México; lo que se corrobora con el oficio 7895 signado con esa misma fecha por los agentes de la Policía Ministerial del Estado, intervinientes en tal aseguramiento (foja 79) y con la diligencia respectiva de recepción por parte del representante social responsable (foja 78), es claro entonces que el impetrante de garantías demostró que al momento en que ocurrió el desposeimiento reclamado, sí se encontraba en posesión de la unidad motriz en comento; por lo que en esas condiciones, el desposeimiento reclamado violenta en su perjuicio la garantía de audiencia a que se contrae el artículo 14 constitucional al no haber mediado juicio seguido ante un tribunal en el que se cumplieran con las formalidades esenciales del procedimiento, lo que, desde luego, amerita conceder la protección constitucional solicitada para el efecto de que ésta sea restituida en el goce de la garantía violada, esto es, para que sea puesto en posesión de la unidad motriz cuyo desposeimiento reclama a través de la devolución respectiva. Es aplicable al caso la jurisprudencia número 44, visible en la página 33 del Tomo II del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, Materia Penal, Primera Parte, que es del texto y rubro siguientes: "ASEGURAMIENTO DEL OBJETO DEL DELITO.-El aseguramiento de los objetos que constituyen la materia del delito, puede llevarse a cabo sin necesidad de juicio previo, cuando se encuentran en poder del mismo acusado, o de algún causahabiente suyo que puede ser considerado como inodado en la ejecución de los actos criminosos; pero cuando se encuentren en poder de un tercero de buena fe, es necesario vencer en juicio a dicho poseedor." Y se comparte la tesis XII.2o.11 P, sostenida por el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito, visible en la página 220 del Tomo V del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, correspondiente al mes de abril de 1997, que a la letra reza: "ASEGURAMIENTO DEL OBJETO O PRODUCTO DEL DELITO. CASO EN QUE VIOLA LA GARANTÍA DE AUDIENCIA.-La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha considerado que el aseguramiento de los bienes relacionados con el delito no infringe la garantía prevista en el artículo 14 constitucional, aunque se dicte sin audiencia previa, por tratarse de una medida provisional que constituye un acto de simple molestia, ya que su finalidad consiste en la preservación de los bienes con el propósito de garantizar, entre otros, la eventual aplicación de la pena de decomiso. Este tribunal estima que el criterio a que se alude debe entenderse en términos hábiles, es decir, el aseguramiento del objeto o producto del delito constituye un acto provisional o de molestia, en la medida en que sólo se convierte en definitivo si el Juez de la causa decreta el decomiso u ordena la restitución al ofendido; pero su naturaleza incuestionablemente se altera cuando en vez de afectar al delincuente o a -7- AMPARO EN REVISIÓN 353/2001. sus cómplices o encubridores, viene a recaer en bienes en poder de terceros adquirentes de buena fe, pues frente a éstos el aseguramiento adopta un carácter distinto, desde el momento en que por su calidad de terceros no están en posibilidad de defenderse en el proceso para impedir que el objeto se decomise o se restituya al ofendido, y sería absurdo sostener que aun así debieran esperar a que el acto cambiase su condición de provisional y se consumara, para reclamar entonces que se violó su derecho de audiencia y pretender la devolución. Por tanto, el aseguramiento puede infringir y de hecho conculca la garantía de audiencia, si tiene lugar sobre bienes de esos terceros, como también sucede, por ejemplo, tratándose del embargo, el cual, como se sabe, constituye un acto de privación provisional que tiende únicamente a garantizar el resultado del juicio, pero que es capaz de violar la garantía de audiencia cuando recae sobre bienes que no son del demandado." Así, al concederse la protección constitucional en torno al acto reclamado que la parte quejosa atribuyó al agente del Ministerio Público número XI, señalado como autoridad responsable ordenadora, debe el mismo pronunciamiento hacerse extensivo respecto del diverso acto de ejecución que reclamó del jefe, comandante o coordinador de la Policía Ministerial del Estado, autoridades todas con residencia en Celaya, al no combatirlo por vicios propios. Se comparte la tesis II.3o. J/12, sustentada por el Tercer Tribunal Colegiado del Segundo Circuito, consultable en la página 41 del tomo 55, Octava Época de la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, correspondiente al mes de julio de 1992, que establece: "AUTORIDADES EJECUTORAS, ACTOS DE LAS, NO RECLAMADOS POR VICIOS PROPIOS.-Cuando el amparo y protección de la Justicia Federal se concede en contra de actos atribuidos a las autoridades ordenadoras, tal concesión debe hacerse extensiva a las ejecutoras al no existir impugnación por vicios propios." Por lo expuesto y fundado, se resuelve: PRIMERO.-Se revoca la sentencia recurrida. SEGUNDO.-La Justicia de la Unión ampara y protege a ... en contra del acto que reclamó del agente del Ministerio Público XI y del jefe, comandante o coordinador de la Policía Ministerial del Estado, autoridades todas con residencia en Celaya, coordinador mismo que precisado quedó en el resultando primero de esta ejecutoria. El amparo se concede para los efectos señalados en la parte final del considerando sexto que antecede. Notifíquese; engrósese, con testimonio autorizado de esta resolución vuelvan los autos a su lugar de procedencia y, en su oportunidad, archívese el presente expediente como asunto concluido. -8- AMPARO EN REVISIÓN 353/2001. Así, lo resolvió el Quinto Tribunal Colegiado del Décimo Sexto Circuito, por unanimidad de votos de los señores Magistrados: presidente José Juan Trejo Orduña, Lorenzo Palma Hidalgo y Sergio González Esparza, siendo relator el segundo de los nombrados. -9-