II ASAMBLEA INTERNACIONAL DE LA FAMILIA ACI Madrid, 24 de febrero – 2 de marzo, 2014 “Familia ACI, Don del Espíritu… Familia para el Mundo.” EXPERIENCIA SOLIDARIA EN JAPÓN Hola, soy Chie Yoshitake, de Japón. Me gustaría hablarles de la Familia ACI de Japón. Antes de eso, me gustaría contarles cómo la religión católica ha aumentado en mi país. Japón es el país más oriental del mundo. Su área es de 378 kilómetros cuadrados, la población es de 130 millones de personas. Dentro de ella la población católica es de solamente 0,1%. En 1549, San Francisco Javier, de la Compañía de Jesús, vino a Japón como primer misionero. En ese tiempo, el gobierno japonés había aprobado el Cristianismo pensando que eso ayudaría a Japón a beneficiarse por tener mejores relaciones con los países occidentales. Sin embargo, como el Cristianismo se hacía cada vez más popular en Japón, el Budismo, que tenía gran poder detrás del gobierno de aquel tiempo, empezó a tener conciencia de la crisis y logró que el gobierno prohibiera el Cristianismo. En solamente 100 años, el Cristianismo desapareció de todo Japón por la supresión severa y el martirio, excepto en Nagasaki Goto Retto, donde las personas que creían en Jesucristo se escondieron, incluso bajo la represión del gobierno. Más de 100 años pasaron, y en 1862, cuando el gobierno japonés abrió sus puertas a los países después de unos 200 años de aislamiento nacional llamado "Sakoku", el Cristianismo empezó a expandirse de nuevo. En consecuencia, una gran cantidad de misioneros llegó a Japón y se dedicaron a especialmente a la educación. La mayoría de las escuelas, que ahora son famosas por la buena educación en Japón, son las que se encuentran basadas en el Cristianismo. Seisen, fundada por las Hermanas Esclavas, es sin duda una de ellas y está ahora en Tokio, Kamakura y Nagano. Gracias al camino recorrido, nació la Familia ACI de Japón. Sin embargo, a pesar de que la libertad religiosa quedó aprobada, los japoneses no están familiarizados con el Cristianismo y sigue habiendo la sensación de que el cristianismo es una religión occidental. Se puede constatar lo pequeña que es la comunidad cristiana en Japón, por el hecho de que solamente el 0,1 % de la población es cristiana. Pero las escuelas cristianas tienen un papel importante al permitir que la gente se sienta más familiarizada con el cristianismo, considerando que prácticamente nadie que no sea de la Iglesia o de escuela cristiana habla con los niños o adultos sobre Jesucristo. Entonces, se puede deducir el rol tan importante que las escuelas cristianas tienen en el deseo de las personas de convertirse al Cristianismo. En nuestra Familia ACI hay miembros bautizados y no bautizados. Entonces, no todos los miembros de la Familia son necesariamente cristianos. En mi casa, solamente mi hija, mi hijo y yo somos cristianos. Esto tiene sentido, ¿verdad? La Familia ACI cumple su misión siguiendo a Santa Rafaela María. Hay 6 grupos de Familia ACI en Japón. Por lo general, cada grupo tiene su actividad, pero el 2 de marzo tenemos una reunión, una Misa y comida juntos. Y el 18 de mayo celebramos a Santa Rafaela María con una Eucaristía. Desde el gran terremoto del Este de Japón el 11 de marzo de 2011, uno de los miembros de la Familia ACI, la Hermana Nogami, inició una actividad en la zona afectada por el gran terremoto y el tsunami, y la Familia ACI decidió dedicarse a apoyar a la gente de allí, que sufrió gran daño físico y psicológico. Más específicamente, los miembros de Familia ACI colaboramos en esta actividad tanto como nos sea posible. Muchas personas colaboran económicamente, y esa ayuda es usada para el transporte de los voluntarios a la zona del desastre, al norte de Japón. Con el fin de realizar estas actividades, organizamos una recolección de fondos para ayudar a las víctimas del terremoto, a través del bazar de caridad. Estas actividades realmente nos permiten estrechar nuestros vínculos como miembros de la Familia ACI, uniéndonos y rezando por las personas de las zonas afectadas por el terremoto y el tsunami. A pesar de que el lugar afectado está en camino de recuperación, poco a poco, estamos tratando de estar cerca de cada persona allí. Y nos gustaría estar siempre ahí con la gente damnificada, separada de su familia, con pérdida de sus hijos y de todo lo que tenían, sin tener otra opción que salir del lugar donde nacieron, debido a la radiación nuclear. Gracias.