El histórico calamón En los primeros años del siglo XX, en la

Las Provincias
09/03/2006
El histórico calamón
En los primeros años del siglo XX, en la mayoría de las
zonas húmedas de la Comunidad Valenciana, se extinguió
como nidificante el calamón, la hermosa ave de plumaje
azulón brillante y notable tamaño, que puede alcanzar
grados de domesticidad y atención. Era una especie
realmente amenazada, cuya población se reducía a un
grupo en la isla de Cerdeña y a otro en las marismas del
Guadalquivir
Su reintroducción en el Parque Natural de la Albufera, fue
una apuesta ambiciosa de Juan Antonio Gómez, director de
el Centro de Recuperación de Fauna La Granja, cuyo
trabajo comenzó con la recogida de un grupo en Doñana,
que se instaló en un ambiente acondicionado al máximo,
rodeado de vegetación palustre. Y debió gustarles el
ambiente porque desde 1988 han nacido decenas de
calamones, que han liberado en la Albufera y humedales
valencianos.
La grata experiencia e comunicó a otras localidades y
mantuvieron colaboración con el Instituto de Mar
(Universidad de Coimbra) y el Instituto Conservaçao da
Natureza, para reintroducir la especie en zonas húmedas
próximas a Coimbra, en las que también se había
extinguido en 1970.
Igualmente, La Granja envió cera de doscientos calamones
a humedales de Sicilia, en una acción coordinada por el
Instituto Nazionale per la Fauna Selvática Alessandro Ghili,
que cuenta con cooperación de la Lega Italiana Protezione
Uccelli.
Por lo que se ha investigado, el calamón está representado
en mosaicos de la época romana, tanto en las ruinas de
Conimbriga (Coimbra), como en la villa siciliana de Casale,
s. III d. C., en Piazza Armerina. También se descubrió en
un fresco de Pompeya y en el Museo del Bardo (Túnez).
Las Provincias
09/03/2006
El director de La Granja refiere también que es citado en el
Bestiario de Juan de Austria, elaborado por Martín
Villaverde, y que Arévalo Vaca afirmó que era abundante y
sedentario en la Albufera, hallándose en domesticidad en
los alrededores de nuestro lago.
Obediente a la llamada del chasquido de los dedos, el
histórico calamón de los romanos, volvió al área
mediterránea, gracias a La Granja.