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UNIVERSIDAD VERACRUZANA
Facultad de Antropología
TITULO DEL TRABAJO
“Lágrimas y deseos. Reflexión en torno al uso del dolor como disciplina
y control del cuerpo. Casos de la ciudad de Puebla”
TRABAJO RECEPCIONAL EN LA MODALIDAD DE:
ENSAYO
Que para obtener el título de:
LICENCIADA EN ANTROPOLOGÍA
HISTÓRICA
PRESENTA:
Carmen Sabina Garcés Bonilla
DIRECTORA:
Mtra. Cristina María Millán Vásquez
XALAPA, VER.
MAYO 2014
Agradecimientos:
Quiero agradecer a todas las personas que me apoyaron durante este tiempo,
especialmente a Pilar Sabina Bonilla Fernández, José Alfonso del Carmen Garcés
Báez y Esdras Alfonso Garcés Bonilla; mis papás y mi hermano por todo su
apoyo. Agradecer a todos los que fueron mis profesores en la Facultad de
Antropología, especialmente a Cristina María Millán Vásquez, Federico Colín
Arámbula y Guadalupe Osorno Maldonado; quienes fueron mi asesora, mi
profesor de Experiencia Recepcional y mi lectora. Muchas gracias por todo lo que
me apoyaron.
Quiero agradecer a todas aquellas personas que participaron en este trabajo, a
todos mis seres queridos, amigos y personas cercanas en general, todos están en
mi pensamiento y en mi corazón.
1
Índice.
Preámbulo
4
Introducción
5
Metodología
6
Marco teórico
8
1. El cuerpo doliente
18
1.1 El estudio del dolor y su significación social desde la antropología histórica
18
1.2 El dolor utilizado para disciplinar y controlar al cuerpo: casos de la ciudad de
Puebla
31
2. El dolor como disciplina y control del cuerpo
37
2.1 Usos del dolor
37
2.2 Usos sociales del dolor
46
2.3 Castigar y disciplinar al cuerpo
54
3. La importancia del pensamiento religioso en la concepción del dolor: casos
de la ciudad de Puebla
61
3.1 La importancia del pensamiento religioso en la concepción del dolor
61
3.1 La disciplina y control del cuerpo en los conventos novohispanos de la ciudad de
Puebla
71
3.2 El exvoto como representación del dolor en la ciudad de Puebla
83
4. Reflexión final
96
5. Bibliografía
99
2
Índice de imágenes.
Imagen 1. Fotografía del templo de San Francisco
74
Imagen 2. Fotografía del templo de Santo Domingo
75
Imagen 3. Fotografía del templo del Carmen
75
Imagen 4. “El lirio de Puebla”
83
Imagen 5. Fotografía de la plazuela de “Los sapos”
90
Imagen 6. Fotografía de exvoto
91
Imagen 7. Fotografía de exvoto
92
Imagen 8. Fotografía de exvoto
92
Imagen 9. Fotografía del “Niño cieguito”
93
Imagen 10. Fotografía del altar del “Niño cieguito”
93
Imagen 11. “El señor de las maravillas”
94
Imagen 12. Fray Sebastián de Aparicio
95
3
Preámbulo
El dolor es una experiencia corporal esencial del ser humano y forma parte de
nuestra propia historia. Durante nuestra vida experimentamos a través de
nuestro cuerpo distintas sensaciones que nos impactan a tal grado que éstas
quedan grabadas en la memoria y puede llegar a representar una de las
experiencias que nos pueden resultar más traumáticas. Por esto mismo, a lo
largo de la historia, el ser humano le ha dado distintos significados y usos
sociales a esta experiencia, en gran medida influenciada por la religión.
Como la antropología histórica nos permite involucrarnos y comprender la
condición humana, tenemos la oportunidad de analizar el comportamiento del
ser humano frente al dolor; no únicamente la manera en la que la persona lo
experimenta en su cuerpo, sino también como es que también lo puede utilizar.
En este trabajo se reflexiona sobre el uso del dolor como forma de disciplinar y
de controlar el cuerpo, utilizando como objeto casos específicos de la ciudad
de Puebla, los cuales dan pie a distintas reflexiones; también se aborda el
tema sobre la manera en que el dolor y el padecimiento humano puede ser
representado de diversas formas, como es el caso de los exvotos.
4
Introducción.
Este ensayo propone desde la perspectiva de la carrera de Antropología Histórica
y de la línea de investigación de Cuerpo y Sexualidad una reflexión acerca de una
faceta del ser humano con respecto a su cuerpo; la manera en que éste
experimenta el dolor. Tomando en cuenta y siendo conscientes de que el dolor
puede ser utilizado para distintos fines, a través de diversos usos sociales; en este
trabajo se reflexiona sobre su utilización como un medio para la disciplina y el
control del cuerpo, a partir de casos específicos de la ciudad de Puebla.
El primer capítulo del ensayo, que se titula “El cuerpo doliente” está compuesto
por dos apartados; el primero se titula “El estudio del dolor y su significación social
desde la antropología histórica”; en el cual se reflexiona acerca de las distintas
concepciones que puede haber en torno al cuerpo y al dolor, así como en la
importancia de aquellas cosas sencillas y cotidianas que son primordiales en
nuestro sentir, se reflexiona también acerca de la importancia del aspecto histórico
que nos ayuda a comprender procesos. El segundo apartado se titula: “El dolor
utilizado para disciplinar y controlar al cuerpo: casos de la ciudad de Puebla”, y en
él se hace una reflexión que surge a partir de las experiencias, opiniones,
sensaciones y sentimientos de las personas que fueron encuestadas durante la
investigación de campo.
El segundo capítulo se titula: “El dolor como disciplina y control del cuerpo”, el cual
está compuesto por tres apartados; el primero se titula “Usos del dolor”, en el que
se hace una reflexión sobre esos usos que le son asignados al dolor, sobre la
manera en la que el cuerpo puede llegar a ser utilizado como un instrumento,
sobre cómo la manera de sentir puede repercutir en las relaciones sociales y la
manera en que a lo largo de la historia se ha utilizado el dolor para escarmentar.
El segundo apartado de este capítulo es el dedicado a los “Usos sociales del
dolor”, en el cual se reflexiona lo referente a esos usos sociales que se le han
asignado al dolor más allá de los usos biológicos, así como la manera en la que
repercuten en las actividades cotidianas. El tercer apartado de este capítulo se
titula: “Castigar y disciplinar al cuerpo”, en el que se trata la manera en como a lo
largo de la historia podemos ver ejemplos en los cuales el dolor se ha utilizado
5
para la corrección de la conducta y para amedrentar, acerca de la manera en
como el castigo tiene un propósito.
El tercer capítulo se titula: “La importancia del pensamiento religioso en la
concepción del dolor: casos de la ciudad de Puebla”, el cual a su vez está
compuesto por tres apartados; el primero es: “La importancia del pensamiento
religioso en la concepción del dolor”, en el cual se reflexiona acerca de la
influencia que puede ejercer la religión en la concepción del dolor, la manera en
que influye en los comportamientos, así como las diferencias y relaciones que
puede haber entre distintas religiones; el segundo apartado se titula: “La disciplina
y control del cuerpo en los conventos novohispanos de la ciudad de Puebla”, en el
que se reflexiona en torno a un ejemplo en la historia que se encuentra
relacionado con el apartado anterior; el último apartado se titula: “El exvoto como
representación del dolor en la ciudad de Puebla”, en cual podemos reflexionar
acerca de otro ejemplo en el que es posible ver la manera en la que el dolor puede
ser representado. La reflexión final surge a partir de todas aquellas distintas
reflexiones, que a su vez que se muestran a lo largo del trabajo, todo aquello que
nos puede dar en que pensar.
Metodología.
Para la realización de este ensayo fue primordial la investigación; tanto
documental en distintas bibliotecas de las ciudades de Xalapa, México D.F. y
Puebla; como de campo, a través de la aplicación de encuestas a hombres y
mujeres en distintos espacios de la ciudad de Puebla, en los que diariamente se
puede observar un gran flujo de personas, como son: el Zócalo, la plazuela del
Teatro Principal, la plazuela Lic. Vicente Lombardo Toledano, la plaza de la
Democracia y Ciudad Universitaria. Las encuestas fueron realizadas durante los
dos períodos de práctica de campo en el año 2012.
El acercamiento con las personas participantes en la investigación, se basó en la
propuesta de Jesús Galindo Cáceres1, quien en su obra “Sabor a ti. Metodología
1
Licenciado en Comunicación, maestro en Lingüística, doctor en Ciencias Sociales
6
cualitativa en investigación social”, menciona que cuando una persona solicita
información de otra, aquel que busca la información define el principio de la
situación, abre la posibilidad de comunicación y es quien tiene la responsabilidad
de las consecuencias del contacto, el marco de la experiencia que surge es el
trabajo de campo que guía al proceso de investigación como una vivencia de
exploración constante, la exploración es el primer componente de la experiencia
del conocimiento2; por otra parte, tomé las pautas para la realización de un ensayo
académico de acuerdo a lo que las autoras Socorro Sánchez y Norma I.
Albaladejo3, en su obra “Guía para la elaboración y presentación de un ensayo”,
mencionan las características que debe tener este tipo de género discursivo como
son: poseer una estructura libre, la cual va desde lo descriptivo hasta la
interpretación del tema; ser una reflexión que parte de la reflexión de otros, debe
convencer con los argumentos que se exponen y tener un carácter discursivo,
pues las ideas se entrelazan en forma organizada para dar lógica al escrito 4.
También considero lo propuesto por la autora Yildret del Carmen Rodríguez Ávila 5
con relación a las características de un ensayo, pues menciona que en él, pueden
tratarse temas de distinta índole, como son: filosóficos, literarios, artísticos y
humanísticos; esta autora dice que se debe escribir desde lo personal y subjetivo
del autor. Su labor es ofrecer una interrogante al lector, dejarlo en la duda y
hacerlo partícipe para que difiera o afirme el texto6. Por otra parte, considero
importante lo que menciona Gregorio Delgado García7, acerca de que no es
posible concebir un miembro de la comunidad social sin el conocimiento de su
historia, el autor sostiene que la historia es una de las ramas más importantes del
conocimiento humano porque es la base fundamental de todo profesional e
imprescindible para la formación ideológica de los ciudadanos de cada país 8.
2
Galindo Cáceres Luis Jesús (1997) Sabor a ti: Metodología cualitativa en investigación social; Universidad
Veracruzana; Xalapa, México
3
Profesoras de la Universidad Metropolitana de Puerto Rico
4
Sánchez Socorro, Albaladejo Norma I.; Guía para la elaboración y presentación de un ensayo, Universidad
Metropolitana
5
Profesora en Lengua, especialista en promoción de la lectura y escritura.
6
Rodríguez Ávila Yildret del Carmen (2007), El ensayo académico: Algunos apuntes para su estudio, Sapiens
Vol. 8, Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Caracas, Venezuela
7
Historiador y médico cubano de la Universidad de La Habana
8
Delgado García Gregorio, Conceptos y metodología de la investigación histórica, Revista Cubana de Salud
Pública, N.36, 2010
7
Asimismo, consideré los ejercicios de escritura y reflexión de María Teresa
Serafini9 en su obra “Como se escribe”, en lo referente a la organización de las
ideas para realizar un trabajo escrito, pues es importante la elección de las ideas
principales dentro de un tema, dentro de esta tarea es importante elegir ideas que
vamos a desarrollar de una forma correcta; cada una de ellas exige concentración
y capacidad para examinar un problema dentro de su complejidad10
Marco teórico.
El proceso de investigación documental sirvió para conocer lo que diferentes
autores, de diversos campos de estudio, conciben como el dolor y su función; esto
permitió conformar un marco teórico conceptual a través del cual analizar ese
aspecto de la realidad que me interesaba conocer.
El dolor es parte de los seres humanos, nadie tiene la certeza de poder librarse de
él, puede ser visto de distintas maneras y también ser utilizado para distintos fines.
Aparece frente a nosotros con distintas caras y distintos usos con los cuales
estamos en contacto en nuestra vida cotidiana, pues son parte de nuestro entorno.
El dolor puede ser un maestro, un enemigo, una disciplina, un mensajero, una
fortaleza, una advertencia, un castigo o un instrumento de poder y de control. A
continuación menciono a los autores y los conceptos que he elegido de cada uno
de ellos para la realización del ensayo.
Emanuele Amodio11 nos refiera a la antropología histórica, menciona que esta
antropología se interesa en estudiar la sociedad en su sincronía, cruzando los
niveles estructurales con los conformados por los acontecimientos12. Aquellas
características que menciona Amodio son fundamentales, pues durante el ensayo
se toma en cuenta la perspectiva histórica.
Moisés González García13 habla acerca de que la historia de la humanidad
también ha sido la historia de la crueldad. Nos dice que el sufrimiento y el dolor
9
Graduada en Letras Modernas por la Universidad de La Sapienza de Roma, maestra en Lingüística por la
Universidad de Standford
10
Serafini María Teresa (1996), Cómo se escribe, Paidós, México D.F.
11
Profesor de la Universidad Central de Venezuela
12
Amodio Emanuele (2010), El silencio de los antropólogos. Historia y Antropología: Una ambigua relación, en
Arbor, Ciencia, Pensamiento y Cultura, No. 743, Universidad Central de Venezuela, Caracas, Venezuela
13
Catedrático de Historia de la Filosofía Medieval y Renacentista
8
han sido poderosos medios empleados para que las leyes, las costumbres, las
jerarquías y los códigos morales se impusieran y quedaran grabados en la
memoria de los hombres14. He elegido el concepto de este autor porque no se
puede hablar de dolor sin antes considerar a la historia, la cual siempre ha estado
caracterizada por la crueldad y el sufrimiento de diversas maneras; es por eso que
no puede considerarse como un fenómeno aislado o que ha surgido
recientemente.
Ana María Pérez15 menciona como la significación social se encuentra
relacionada con el conjunto de representaciones sociales que elaboran las
sociedades y los grupos a lo largo de su historia y son los medios por los cuales
se nombran, se definen e interpretan los diferentes aspectos de la realidad de
todos los días16. Es importante considerar el origen de la manera en cómo
interpretamos nuestra realidad, dentro de esta realidad se encuentra la
experiencia con el dolor con la cual el ser humano se enfrenta en algún momento
de su vida y forma parte de su cotidianeidad.
Por su parte, Peter Burke17 nos dice que la nueva historia es aquella que se
dedica a estudiar casi cualquier actividad humana, por la razón de que todo tiene
un pasado, todo tiene una historia que se puede reconstruir y relacionar con el
resto del pasado; en ella se toman en cuenta los puntos de vista de la gente
común y corriente, la gente común que hace la historia18. Lo que menciona el
autor es fundamental en este trabajo, pues es un acercamiento con la gente
común y la historia; la historia que se encuentra ligada a la vida de cada una de
las personas.
Jim Sharpe19 habla acerca de la importancia de abrir nuestra mente a distintas
perspectivas, pues tradicionalmente se considera que la historia se concibe
como el relato de los acontecimientos de grandes personalidades, pero explorar
14
González García Moisés (2006), Filosofía y dolor, Editorial Tecnos, España, Madrid
Licenciada y doctora en psicología por la Universidad Complutense de Madrid
16
Pérez Ana María (1996), Los significados sociales en torno al trabajo, Revista Latinoamericana de
Psicología, Vol. 28, núm. 1, Fundación Universitaria Konrad Lorenz, Colombia
17
Historiador inglés
18
Burke Peter (1996), Obertura: La nueva historia, su pasado y su futuro en Formas de hacer historia,
Alianza Editorial, Madrid
19
Profesor en el Departamento de Historia de la Universidad de York
15
9
otras fuentes nos permite conocer otras perspectivas del pasado20. Estas nociones
son fundamentales, pues en este ensayo se aborda a la historia desde distintas
perspectivas que a su vez se encuentran ligadas entre sí.
Cuando Cristóbal Pera21 habla acerca del cuerpo, habla de ese cuerpo humano
como lugar donde se asientan el dolor y el placer; se refiere al dolor como un
mensajero que nos quiere avisar algo, incluso proteger, cuando, por ejemplo, con
un gesto de reflejo aleja al cuerpo del agente agresor22. Esta noción del cuerpo es
fundamental, pues el ensayo aborda el tema del dolor desde la perspectiva de la
Línea de Investigación de Cuerpo y Sexualidad. Otro autor que maneja esta
noción es Javier Moscoso23, pues para él, el cuerpo es ese ejemplo en diferentes
representaciones, diferentes han sido sus usos y también sus formas de
consumo24.
Juan David Nasio25 reflexiona acerca de la percepción, la cual, en el caso del
dolor, graba en la persona la imagen de ese lugar lesionado en el cuerpo, de esa
parte suya, esta imagen queda en la conciencia, la representación mental de
aquella parte de su cuerpo que se encuentra lesionada26. La noción de percepción
es muy importante porque cada individuo percibe de una manera distinta el dolor
en su cuerpo y son muchos factores los que intervienen en la misma.
Para Lluís Duch27 y Joan Carles Mélich28, los sentidos corporales, son aquellos
que son imprescindibles para expresar la vida psíquica y espiritual del ser
humano29. El hablar de estos sentidos es hablar del cuerpo, pues todos los
utilizamos en todo momento y se encuentran involucrados cuando llegamos a
experimentar dolor.
20
Sharpe Jim (1996), Historia desde abajo en Formas de hacer historia, Alianza Universidad, Madrid, España
Catedrático de cirugía y profesor de la Universidad de Barcelona
22
Pera Cristóbal (2006), Pensar desde el cuerpo. Ensayo sobre la corporeidad humana, Triacastela España,
Madrid.
23
Profesor investigador de Historia y Filosofía de las Ciencias en el Instituto de Filosofía del CSIC, Doctor en
Filosofía
24
Moscoso Javier (2011), Historia cultural del dolor, Taurus, México
25
Psicoanalista argentino
26
Nasio Juan David (2007), El dolor físico, Gedisa Editorial, Barcelona España
27
Doctor en Antropología y Teología de la Universidad de Tübingen
28
Licenciado en Filosofía y doctor en Ciencias de la Educación
29
Duch Lluís, Mélich Joan Charles (2005), Escenarios de la corporeidad, Editorial Trotta, Madrid, España
21
10
Carmen López Sáenz30 habla de la búsqueda de la conciencia corporal, destaca
el valor del cuerpo vivido, cuerpo vivido como un horizonte y un motor de la
experiencia en las relaciones que entablamos con las demás personas31. El
concepto de conciencia corporal se encuentra unido a la vida, pues esa conciencia
la vamos adquiriendo a través de distintas experiencias en las que nos
involucramos y se encuentra muy ligado a lo que dice Moisés González García32,
él nos refiere a esa existencia sensible que tiene el ser humano, la cual es parte
del sentir del cuerpo33. Todos nos encontramos involucrados con todas esas
sensaciones, con ese sentir que nos caracteriza.
Luc Bolansky34 hace referencia a esa atención que tenemos los seres humanos
con nuestro cuerpo, la cual aumenta en medida que disminuye la actividad física 35.
El concepto que utiliza este autor nos refiere a la vida cotidiana y a la manera en
cómo los seres humanos nos llegamos a desligar de nuestro cuerpo, olvidándolo
por momentos a causa de las ocupaciones y obligaciones que día a día tenemos
que cumplir.
En el ensayo son fundamentales las nociones que se encuentran relacionadas con
el dolor y el sufrimiento: David Le Breton36 menciona que el dolor es íntimo pero
también está impregnado de materia social, cultural, relacional, y es fruto de una
educación37. Esta noción acerca del dolor implica la manera en como nuestra
individualidad a su vez se ve permeada por todo nuestro entorno, por todo aquello
que nos rodea y es importante tomarlo en cuenta para poder comprender la
manera en cómo se desarrolla, pues ningún ser humano se encuentra aislado.
María Luisa Pfeiffer38 dice que la enfermedad es aquello que tiene relación con la
divinidad, puede ser un signo de elección, un premio o incluso un castigo39. Con
30
Licenciada en Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Barcelona y doctora en Filosofía por parte
de la Universidad Autónoma de Barcelona
31
López Sáenz Ma. Carmen (2010), Hermenéutica del cuerpo doliente-dolido desde la fenomenología del
sentir, en Investigaciones Fenomenológicas, Vol. Monográfico 2: Cuerpo y alteridad, Madrid, España
32
Catedrático de Historia de la Filosofía Medieval y Renacentista
33
González García Moisés (2006), Filosofía y dolor, Editorial Tecnos, España, Madrid
Profesor Emérito de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París
35
Bolansky Luc (1975); Los usos sociales del cuerpo, Ediciones Periferia, Argentina
36
Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Ciencias Humanas Marc Bloch de
Estrasburgo, doctor en Sociología por la Universidad de Tours
37
Le Breton David (1999), Antropología del dolor, Seix Barral Los Tres Mundos, Barcelona, España
38
Doctora en filosofía por la Universidad de París y docente de Bioética en la Universidad de Buenos Aires
34
11
esto podemos ver nuevamente la manera en como el sufrimiento de cualquier tipo
suele estar ligado a la religión, pues existen distintas maneras de interpretarlo;
dentro de todas ellas se encuentra el sentir humano.
Entre los distintos usos que existen del dolor se encuentra el castigo para
amedrentar y corregir; Michel Foucault40 menciona que el castigo es una función
social compleja, esta función tiene un papel dentro de nuestra sociedad, pues el
castigo no es algo que surge como una coincidencia, es algo que busca un fin 41.
Este concepto es importante porque el castigo es un uso social que se le ha dado
al dolor a lo largo de la historia y el cual incluso en nuestra actualidad podemos
apreciar.
Julio González Zapata42 habla acerca de una de las formas para someter al
cuerpo, la tortura hecha por parte de las autoridades religiosas; la tortura era
aquello que no únicamente tenía como fin hacer sufrir y despedazar al cuerpo,
sino también, salvar el alma43. El concepto de tortura es importante porque es la
manera en que no únicamente se utiliza el dolor, sino que se busca el completo
sometimiento del ser, el deshacer el cuerpo; sin embargo, podemos darnos cuenta
de que en muchas ocasiones se considera el hecho de que el ser humano no es
únicamente la carne, pues de alguna manera queda pendiente el hecho de que
algo más como es el alma, también tiene un papel fundamental.
En otro sentido, Ana Barragán Solís44 dice que la experiencia del dolor es una
construcción singular, pero también es colectiva 45. Como podemos ver, a pesar de
que cada ser humano tiene su propia individualidad y su propio sentir, siempre va
a compartir y va a existir la afinidad con otros seres humanos; es por eso que a
pesar de que es una experiencia muy personal, siempre tendrá una repercusión
en los otros seres, puede ser compartido, aunque no de la misma manera. Esto se
39
Pfeiffer María Luisa (1998), El cuerpo enfermo en Ágora Papeles de Filosofía, Vol.17 No.1, Universidad de
Buenos Aires
40
Filósofo e historiador francés
41
Foucault Michel (2008), Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión, Siglo Veintiuno Editores, México D. F.
42
Profesor en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia, Colombia.
43
González Zapata Julio, La práctica del cuerpo en las prácticas punitivas. De la disciplina al control, Facultad
de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia”, Colombia
44
Doctora en Antropología, línea de semiótica y hermenéutica. Profesora Investigadora de la Escuela
Nacional de Antropología e Historia ENAH- INAH, México.
45
Barragán Solis Ana (2006), El dolor crónico: Una visión antropológica de acuerdo a familiares y pacientes
Archivos en Medicina Familiar, vol 8, num. 2, Medigraphic Artemisa en línea
12
encuentra relacionado con lo que dice Dulce María Martínez López46 acerca de
que esa interpretación personal del dolor en el ser humano47, es aquella que se
puede desarrollar y permite padecer el dolor propio y también el de otros
individuos de su especie; ser empático con el sufrimiento es una característica del
ser humano.
Ana María Tapia Adler48, menciona un elemento importante dentro del judaísmo, el
bikur jolim; que es aquella visita que se hace a los enfermos, se hace porque es
un deber el brindarles comodidad, también reanimarlos y orar para que se
recuperen49. Como podemos ver, esta noción es parte de esa empatía que siente
el ser humano frente al dolor de otros, pues a pesar de que es otra persona la que
está sufriendo; dentro de esta concepción está la preocupación por esa
comodidad que debe sentir la persona y que se considera es parte del deber el
brindarla.
Anton P. Baron50, refiere a otro concepto que se encuentra ligado con lo espiritual,
refiere el caso del budismo, pues la vida es aquello que se encuentra lleno de
sufrimientos e insatisfacciones y el apego a toda clase de deseos es el origen del
sufrimiento51. En esta concepción nos damos cuenta de la manera en cómo se
considera en donde es que tiene su origen el sufrimiento y es fundamental para la
manera en cómo consideramos a esta experiencia por la que atraviesa el ser
humano a lo largo de su vida.
Por su parte, Ayman Al Shboul52, resalta la importancia que tiene el control del
cuerpo por dentro y por fuera en el Islam, el cuerpo tan sólo es una proyección de
lo que sucede en la mente, ahí aparece el dolor y el sufrimiento53. El concepto del
cuerpo para este autor es desde la perspectiva del Islam, pues la manera en cómo
46
Médica psiquiatra, adscrita al servicio de Psicooncología del Instituto Nacional de Cancerología de la
Universidad Nacional Autónoma de México
47
Martínez López Dulce María (2006), El manejo del dolor; aspectos bioéticos, Revista Digital
Universitaria, Vol. 7, No.4, México
48
Directora del Centro de Estudios Judaicos, Universidad de Chile
Tapia-Adler Ana María (2008), Concepción de la muerte en el judaísmo, en Revista Cultura y Religión
50
Filósofo e investigador polaco
51
Baron Anton P. (2001), Vida y enseñanza de Buda, Publicación de Bosque Theravada, Edición Digital
52
Profesor de la Facultad de Arqueología y Antropología de la Universidad de Yormouk, Jordania
53
Al Shboul Ayman (2012), La cultura del cuerpo en el Islam (Nacimiento y muerte del cuerpo y la
circuncisión), en Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas, Universidad Complutense de
Madrid, No.34
49
13
llegamos a concebirlo está influenciada religiosamente; esta es únicamente una
manera de las distintas en las que podemos concebirnos y explicarnos el origen
de la experiencia del dolor.
Beatriz Sánchez Herrera54 realiza una clasificación de distintos tipos de dolor,
menciona el dolor espiritual, el cual tiene su origen en las incomprensiones55.
Este dolor aparece a partir de todo aquello que los seres humanos no podemos
llegar a comprender, al no ser capaces de poder encontrar una explicación para
todo lo que ocurre a nuestro alrededor.
M. Gómez Sancho56 habla acerca del sentido que tiene el dolor57, es importante
pensar en la manera en que el ser humano busca dar un sentido a aquello que no
se encuentra en sus manos, a aquello que no puede controlar porque no se
encuentra en sus manos.
Una aportación importante es la de Susan Sontag58 cuando habla acerca del papel
que juegan las imágenes en la representación del sufrimiento59. La autora
sostiene que las imágenes pueden ser un referente y una influencia en las
personas que las miran ya que tienen un impacto en la mente y en la memoria. La
manera en cómo llega a representarse el sufrimiento es importante para la forma
en la que las personas lo concebimos, pues es parte de la manera en cómo nos
relacionamos con nuestro entorno. Dentro del ensayo podemos reflexionar acerca
de un ejemplo en el que las imágenes tienen un papel importante en la
representación del dolor, es decir, las imágenes religiosas. Esto se encuentra
relacionado con lo que menciona Antonio Linde Navas60 acerca de la imagen,
pues dice que es un lenguaje muy apropiado para poder reflejar la expresividad
del sufrimiento y del dolor61; dentro de nuestra vida cotidiana podemos
encontrarnos con imágenes que nos representan el dolor del ser humano.
54
Enfermera, profesora titular de la Universidad Nacional de Colombia
Sánchez Herrera Beatriz (2003) en Abordajes teóricos para comprender el dolor humano en Aquichan Vol.3
No.3, Universidad de La Sabana, Colombia
56
Director de la Unidad de Medicina Paliativa del Hospital Universitario de Gran Canaria, España
57
M. Gómez Sancho (1998), Dolor y sufrimiento. El problema del sentido; en Rev Soc Esp Dolor
58
Novelista y ensayista estadounidense
59
Sontag Susan (2004), Ante el dolor de los demás, Santillana Ediciones Generales, Madrid
60
Profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Málaga, España
61
Linde Navas Antonio, Reflexiones sobre los efectos de las imágenes de dolor, muerte y sufrimiento en los
espectadores, Artículo de La televisión que queremos, hacia una TV de calidad
55
14
La autora Doris Bieñko de Peralta62, nos muestra que existen constantes
referencias al sufrimiento y al martirio en los escritos de las religiosas
novohispanas63. Dentro de estas referencias podemos encontrar un ejemplo de la
relación que existe entre el dolor y la concepción religiosa, esta relación influye en
la manera en que percibimos al dolor.
Los conceptos relacionados con la religión son importantes dentro del ensayo,
existen diversas ideas y concepciones que son importantes para tomar en cuenta:
Adriana Rodríguez Delgado64, nos muestra que la Iglesia en la sociedad
novohispana era un mecanismo regulador de un comportamiento moral, religioso,
social, económico y político de las personas65. Rosendo Bolívar Meza66 nos dice
que la sociedad novohispana, fue aquella donde existía una gran variedad de
grupos raciales, en los que tenía gran influencia el lugar de nacimiento de la
persona y lo racial67. Podemos darnos cuenta como la religión es capaz de ejercer
un poder sobre las personas, regulando las ideas y los comportamientos.
Francisco Morales68 menciona que los conventos eran esos lugares donde se
seguían ciertas reglas ya establecidas69, ocupaban un lugar dentro de la sociedad,
el cual tenían que cuidar y mantener, debían ser un ejemplo para la sociedad; la
imagen que proyectaban era muy importante. Estos lugares son un ejemplo de la
manera en que se vivía la relación entre el dolor y la concepción religiosa. Rosalva
Loreto López70 nos dice que los establecimientos religiosos, fueron aquellos que
tuvieron papel importante en los fines poblacionales y evangelizadores de los
62
Profesora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, investigadora del Instituto Nacional de
Antropología e Historia, Licenciada en Etnohistoria por parte de la ENAH y pasante de Doctorado en Historia
por parte de la UNAM
63
Bieñko de Peralta Doris (2008), en De sendas brechas y atajos: Contexto y crítica de las fuentes
eclesiásticas, siglos XVI-XVIII; CONACULTA, México D.F
64
Investigadora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia
65
Rodríguez Delgado Adriana (2008) en De sendas brechas y atajos: Contexto y crítica de las fuentes
eclesiásticas, siglos XVI-XVIII; CONACULTA, México D.F
66
Doctor en Ciencia Política por la Universidad Nacional Autónoma de México
67
Bolívar Meza Rosendo (2002), Historia del México Contemporáneo I; Instituto Politécnico Nacional; México
D.F.
68
Licenciado en Historia de América en la Universidad de Sevilla
69
Morales Francisco (2001), Estudios de Historia Novohispana; en” Reseñas”, EHN 25
70
Doctora en Historia, especializada en Humanidades y Ciencias de la Conducta
15
conquistadores71. Podemos reflexionar acerca de la influencia que estos lugares
tenían en la población.
Para Leticia Mendoza Pérez72 la Iglesia católica era ese aliado poderoso del
gobierno virreinal que administraba los sacramentos, se dedicaba a evitar el
regreso del paganismo y también administraba a las órdenes religiosas, dedicadas
a la educación y a la propagación y convencimiento de la religión 73. Podemos
reflexionar acerca de la manera en que la Iglesia se encargaba de los
establecimientos religiosos y su funcionamiento, en este caso reflexionamos
acerca de los conventos.
Tomando en cuenta lo que dice Stephanie Kirk74, la enfermedad era algo
altamente valorado por las autoridades eclesiásticas en la época de la Nueva
España, porque posibilitaba el poder forjar una santidad femenina; el sufrimiento
puede ser considerado como un acercamiento a la santidad 75. Es posible
reflexionar acerca del sufrimiento provocado por la enfermedad, tomada en cuenta
desde este punto de vista, porque de esta manera podemos comprender algunas
ideas y comportamientos.
Por otra parte, el autor Antonio Rubial García76, nos habla acerca de los castigos
que eran aplicados dependiendo de la gravedad de la falta considerada dentro de
los conventos de los frailes mendicantes77. Con esto podemos ver un ejemplo de
la manera en cómo se utiliza el dolor para amedrentar y disciplinar por medio del
castigo.
Existen distintas representaciones en las imágenes, las cuales se encuentran
vinculadas al dolor del ser humano:
71
Loreto López Rosalva (2000), Los conventos femeninos y el mundo urbano en la Puebla de los Ángeles del
siglo XVIII, El Colegio de México, México D.F.
72
Licenciada en Ciencias Humanas, maestra en Historia de México
73
Mendoza Pérez Leticia, http://bvirtual.ucol.mx/descargables/180_mundo_novohispano.pdf
74
Profesora en el Departamento de Lenguas Romances y Literatura de la Universidad de Washington en San
Luis
75
Kirk Stephanie (2009); Padecer o morir: Enfermedad, ejemplaridad y escritura en el convento novohispano,
en Estudios 17:33
76
Doctor en Historia por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México
77
Ruibal García Antonio (2009), Historia de la vida cotidiana en México II. La cuidad barroca, coord. Antonio
Ruibal García, Fondo de Cultura Económica, Colegio de México, México D. F.
16
Gloria Fraser Giffords78, habla del arte votivo, aquel que se caracteriza por su
diversidad y su relación con el sufrimiento del ser humano79. El exvoto es una
muestra de esto; por otra parte, María Eugenia De Luna Villalón80 menciona que el
exvoto es aquella representación que tiene el objetivo de pedir, agradecer y
ofrecer a una fuerza que se considera superior81. Es importante considerar la
manera en como el sufrimiento tiene distintas expresiones, pues el ser humano es
diverso en sus ideas y en su creatividad.
Patricia Arias82 y Jorge Durand83 hacen referencia a las leyendas y relatos
milagrosos, los cuales hicieron que cada localidad aprendiera a reconocer y
también a reconocerse a sí mismos en las imágenes y santuarios, lo cual hacía
posible pedir, recibir favores y dar las gracias por medio de un retablo 84. Moisés
Gámez85 y Oresta López86 dicen las características de un exvoto pictórico, pues
consideran que frente a lo desconocido y al desamparo del dolor y la pobreza,
se colocan elementos de la medicina científica al lado de lo celestial87. Los
conceptos que manejan estos autores nos hacen pensar en la vida, en la manera
en la que el ser humano se encuentra en una búsqueda constante, pidiendo y
agradeciendo por distintas situaciones a las que llega a enfrentarse, muchas de
ellas dolorosas.
78
Conservadora profesional de arte y autora líder sobre arte colonial español.
Fraser Giffords Gloria (2001), El arte de la devoción, en Artes de México No.53, México D.F.
80
Maestra en lingüística aplicada, Doctora en Estudios Hispánicos, por parte de la Universidad de Western
Ontario.
81
De Luna Villalón María Eugenia (2010), Prácticas de lectoescritura en los exvotos , en Lectura y Vida,
Ensayos e Investigaciones, Ontario, Canadá
82
Licenciada y Maestra en Antropología Social por parte de la Universidad Iberoamericana de la ciudad de
México; así como Doctora en Geografía y Ordenamiento Territorial por parte de la Universidad de Tolouse-Le
Mirail, Francia.
83
Antropólogo y profesor investigador titular del Departamento de Estudios sobre los Movimientos Sociales de
la Universidad de Guadalajara en Jalisco. Ha estudiado el fenómeno migratorio entre México y Estados
Unidos.
84
Arias Patricia, Durand Jorge (2002), La enferma eterna. Mujer y exvoto en México, siglos XIX y XX,
Universidad de Guadalajara, El Colegio de San Luis, Guadalajara, México
85
Doctor en Historia Económica
86
Licenciada en Historia, maestra en Antropología social, doctora en Ciencias Sociales
87
Gámez Moisés; López Oresta (2002); en Tesoros populares de la devoción. Los exvotos pintados en San
Luis Potosí, Colegio de San Luis, San Luis Potosí, México
79
17
“Canek dijo:
—En la fe el espíritu descansa; en la razón vive;
en el amor goza; solo en el dolor adquiere conciencia”
Ermilo Abreu Gómez “Canek”
1. El cuerpo doliente
1.1
El estudio del dolor y su significación social desde la antropología
histórica
Estudiar el dolor desde la Antropología Histórica es reflexionar acerca de una
experiencia esencial del ser humano y de su propia historia; es reflexionar sobre
el sentir de su cuerpo y sobre su propio ser. Todos los seres humanos vivimos a
través de nuestro cuerpo y somos capaces de sentir; vivimos nuestra historia en
él.
Peter Burke nos hace pensar en la nueva historia, que nació como reacción en
contra del paradigma tradicional de la historia; la nueva historia se dedica a
estudiar casi cualquier actividad humana, por la razón de que todo tiene un
pasado, todo tiene una historia que se puede reconstruir y relacionar con el resto
del pasado; es por eso que aquello que antes se consideraba como algo estático y
sin cambios, se ve desde esta perspectiva como una construcción, esta
construcción que se encuentra sometida a variaciones en el tiempo y también en
el espacio y que puede cambiar durante un proceso que se da con el tiempo. El
fundamento de la nueva historia es la idea de que la realidad está social y
culturalmente construida, en ella se toman en cuenta los puntos de vista de la
gente común y corriente sobre su propio pasado; la gente común que hace la
historia88. Es importante tomar en cuenta ciertas cosas que pueden pasar
desapercibidas, por lo regular a las cosas más sencillas y cotidianas se les resta
importancia, pero realmente son primordiales para que podamos comprender
mejor la historia.
Dentro de la Línea de investigación de Cuerpo y Sexualidad se busca conocer y
entender el cuerpo de una manera integral y completa, su conocimiento es algo
88
Burke Peter, Op. Cit.
18
esencial para poder conocer más al ser humano; pues es a través de él que se da
su existencia. Son importantes aquellos saberes del cuerpo, los cuales nos
ayudan a comprendernos mejor y se encuentran presentes en nuestra vida y en
nuestra realidad.
El saber del cuerpo, que en parte es consensuado y que está basado en las
tradiciones; es compartido también por la comunidad. Este saber se suele sustituir
por un saber de especialistas; quienes tienen un conjunto de reglas, las cuales
buscan una validez que sea independiente de las culturas y también de la historia.
La separación entre los saberes del cuerpo es muy marcada89. El que los saberes
estén separados de esta manera, influye en la concepción que podamos tener
acerca del cuerpo, acerca de la idea que llegamos a tener con respecto a nosotros
mismos y a los demás, acerca de la manera en cómo se puede concebir el cuerpo
no de una forma integral, sino más bien incompleta.
Es importante que al hablar de dolor tomemos en cuenta los sentidos corporales,
los cuales nos permiten percibir y también expresarnos de diversas maneras: “Los
sentidos corporales han sido altamente valorados desde distintas perspectivas y
se consideran imprescindibles para expresar aspectos de la vida psíquica y
espiritual del ser humano”90. Es a través de nuestros sentidos que podemos
percibir lo que hay a nuestro alrededor, nuestra realidad; e influyen en la manera
en cómo nos desenvolvemos en nuestro entorno y con otros seres humanos.
Cuando sentimos dolor es por medio de nuestros sentidos corporales que lo
hacemos.
Los seres humanos de acuerdo con aquello que sentimos, a la manera en como lo
percibimos e interpretamos le damos un significado; el ser humano siempre va a
interpretar todo aquello que lo rodea de cierta manera, de acuerdo a su vida y a su
experiencia; es por esto que al dolor también le damos un sentido, no pasa por
ninguno de nosotros desapercibido.
Al escuchar hablar del cuerpo, es común que se haga referencia a un saber
anatómico y fisiológico, en el cual se apoya la medicina moderna. El saber
89
90
Le Breton David, Op. Cit.
Duch Lluís, Mélich Joan Carles, Op. Cit., p.171
19
biomédico es la representación oficial del cuerpo humano de hoy91. Con esto
podemos pensar en la manera en que el cuerpo se puede llegar a ver como un
mecanismo que funciona de cierta manera y al que se le debe dar mantenimiento
si existe alguna falla, es esa máquina impresionante que debe funcionar
correctamente, independiente del ser que exista en ella.
Actualmente podemos darnos cuenta de que cada persona tiene un conocimiento
muy vago acerca de su cuerpo, acerca de su fundamento físico, de la manera en
cómo funciona; de la constitución interna del cuerpo, de los órganos que lo
componen y su funcionamiento; recurrimos a muchas otras referencias para
disipar nuestras dudas92. Probablemente muchos vivimos el día a día sin darnos
cuenta de aquello que es parte de nosotros, sin saber escucharlo e incluso
apreciarlo, solamente nos preguntamos por él porque al sentir un malestar,
cuando algo está ocurriendo y la mayor parte del tiempo no somos conscientes del
mismo. Esa importancia de conocer nuestro cuerpo va más allá de conocer una
máquina que funciona de cierta manera; no únicamente es tarea de los médicos el
tener un conocimiento acerca del cuerpo y su funcionamiento; esto es tarea de
todos los que poseemos un cuerpo y va más allá de memorizar. Se trata de ser
conscientes, de interesarnos por el conocimiento de nosotros mismos.
Los saberes acerca del cuerpo que se encuentran en las tradiciones populares
son muchos, con frecuencia están basados en saberes que dibujan una cierta
imagen del cuerpo. Son saberes acerca del ser humano, porque el cuerpo nunca
es considerado como algo ajeno al mismo, algo separado de él; lo cual si puede
suceder en el saber biomédico. Le Breton menciona que los conocimientos
tradicionales no aíslan el cuerpo del universo, están dentro de un tejido en el que
se corresponden93. En las tradiciones populares el cuerpo se encuentra unido al
mundo, a su entorno y es inseparable del universo; es por eso que las
concepciones del cuerpo que rigen explicaciones de distintos trastornos y
enfermedades son muy numerosas. Aquella diversidad que se encuentra en las
distintas concepciones nos da una oportunidad de apreciar el cuerpo y reflexionar
91
Le Breton David, Op. Cit.
Ibid.
93
Ibid.
92
20
como a la hora de construir nuestro conocimiento cada día, no hay un camino
únicamente que debemos considerar; pues existe toda esa diversidad de saberes
que tiene una razón de ser, una historia. Un conocimiento integral lo podemos
construir con base en los distintos saberes que existen.
Existe una actitud individualista de muchos sectores de la sociedad, esta actitud
permite que los sujetos sean relativamente libres en sus elecciones94. El ser
humano va creando una imagen acerca de todo lo que ocurre, con base en la
información que tiene a su alcance. Cada persona construye una visión personal
del cuerpo y la arma como si fuera un rompecabezas; el individuo tiene la
posibilidad de elegir entre una gran cantidad de saberes posibles. Todos tenemos
la libertad de poder elegir nuestros saberes, de ir poco a poco construyendo
nuestro conocimiento, pues siempre existirán misterios para nosotros, siempre
habrá preguntas que necesiten responderse y de nosotros depende buscar y
encontrar aquello que deseamos saber.
En la actualidad podemos apreciar que existe información generalizada acerca del
cuerpo y somos bombardeados por distintos medios; sin embargo, es importante
reflexionar acerca de aquello que asimilamos, ¿Qué tanto realmente contribuye a
ese conocimiento integral del cuerpo, de nuestro cuerpo?, ¿Será que solamente
dejará un hueco, un vacío, que más adelante pueda causarnos confusión?, ¿Es
probable que solamente cuando sentimos algún dolor, alguna molestia, es que nos
gustaría saber qué es lo que ocurre en realidad con nosotros?. Es común ver
como esa información que nos llega a través de anuncios comerciales toman al
cuerpo como una imagen, como algo que debe verse y sentirse bien, dejando de
lado la importancia que tiene y la consciencia que debemos tener de él.
El conocimiento de nuestro cuerpo comienza en aquello que es más próximo a
nosotros, en donde crecemos y nos desarrollamos en un día a día. En el
sentimiento de seguridad que nace en lo familiar donde se desarrolla nuestro
conocimiento, el uso ordenado del cuerpo tiene un papel esencial.95 Ese papel que
tiene forma parte de nuestra vida y de nuestra educación.
94
95
Ibid.
Ibid.
21
Conforme pasan los días, los seres humanos vivimos, envejecemos poco a poco,
amamos, sentimos tanto placer como dolor; distintas sensaciones, a lo largo de
nuestra vida, son las que experimentamos. Los seres humanos tenemos nuestra
propia historia, esa historia es también la historia de nuestro cuerpo; es por eso
que poco a poco aprendemos a conocernos y a manifestarnos. La socialización
del sujeto lleva al sentimiento de habitar un cuerpo del que es imposible
diferenciarse. Es a través de las acciones diarias, que el cuerpo puede llegar a
volverse invisible para nosotros, porque podemos llegar a obviarlo, a no prestarse
atención; a pesar de existir y vivir a través de él, olvidarlo. Al convertirse en algo
tan cercano a nosotros, llega un momento en el que ya no lo sentimos, pues
nuestra mente llega a ocuparse con ideas externas, con preocupaciones diversas
que nos alejan de nosotros mismos, pero al momento de sentir dolor, nuestra
atención nuevamente recae en nuestro cuerpo, en aquello que en algún momento
olvidábamos que existía.
El dolor tiene una dualidad que divide la presencia, la experiencia del placer puede
enriquecer con una nueva dimensión. La experiencia del dolor o de la enfermedad,
implica angustia y también incertidumbre por aquello que se siente y porque no se
sabe que es lo que va a ocurrir96. En muchas ocasiones aquello que sentimos
llega a romper con todo lo anterior, sensaciones nuevas pueden causar en nuestro
cuerpo una gran conmoción; sin embargo, cuando llega el alivio y la tranquilidad
se aprecia de una manera distinta.
El ser humano puede llegar a tener el sentimiento de que el cuerpo es de alguna
manera algo diferente de él, de que lo posee como a un objeto muy especial97.
Sabe y también recibe constantemente información acerca de la importancia del
cuidado de su cuerpo y lo puede percibir como eso que tiene que proteger de
alguna manera, de eso que es importante; toda esa información la puede recibir
de distintas fuentes.
La identidad entre el ser humano y su cuerpo se puede llegar a romper, por la
relación de propiedad que existe; por el hecho de poseer un cuerpo y a la vez ser
el mismo. Las modalidades del cuerpo acompañan la presencia humana, en cierto
96
97
Ibid.
Ibid.
22
modo se funden con ella98. El cuerpo somos nosotros todo el tiempo, pero por otro
lado nos pertenece; tal vez en algún momento llegamos a olvidar un poco que eso
somos y le damos más importancia a la idea de que nos pertenece.
La experiencia humana está basada en lo que se realiza, las personas habitamos
corporalmente el tiempo y el espacio de la vida. Para el hombre ocupado, su
propio cuerpo se convierte en un obstáculo que le impide avanzar 99. Es posible
que si no llegamos a apropiamos de nuestro propio cuerpo, a tener consciencia de
él, se vuelva entonces difícil el llevarlo a cuestas, como algo que tenemos que
cargar aunque no queramos, algo que es ajeno a nosotros y que nos estorba.
María Luisa Pfeiffer nos dice que nuestro cuerpo es un habitar, “es un contraer
hábitos y al contraerlos es construir un mundo”100; menciona también que nuestro
cuerpo no es un soporte de intenciones. Los hábitos son importantes para la forma
en que llegamos a vivir, pues cualquier hábito que contraemos impacta
directamente en nosotros.
La autora menciona que hay dos maneras fundamentales de habitar, dos modos
primarios en que podemos significar el mundo; estos son la salud y la enfermedad.
Si estoy sano “puedo”, si estoy enfermo “no puedo”. El poder o no poder
condicionan todo nuestro mundo. La salud y la enfermedad son dos maneras de
manifestarse en nosotros101.El que padezcamos algún desequilibrio en nuestro
cuerpo va a tener un impacto en nuestra vida, en nuestras actividades que
realizamos, en nuestro sentir, en la manera que vivimos, en la manera en cómo
nos relacionamos con los demás.
Pfeiffer menciona que la enfermedad es totalmente dependiente de nuestra
imagen médica del hombre, es la falla de una función o de un órgano. Dice que en
algunas culturas el proceso de curación se produce conjuntamente con toda la
sociedad102. La enfermedad por lo regular puede llegar a ser vista como algo que
hay que combatir, atacar, ese enemigo al que hay que ganarle la batalla; como
algo ajeno a nosotros, pero que a la vez también es parte de nosotros y no queda
98
Ibid.
Ibid.
100
Pfeiffer María Luisa, Op. Cit., p.137
101
Ibid.
102
Ibid.
99
23
más que enfrentarnos a él; sin embargo, no únicamente la persona es la que tiene
un papel, sino también todas aquellas personas que la rodean y forman parte de
su entorno.
Con la medicina se puede llegar a superar el estado de pequeñez y vulnerabilidad
que la enfermedad propicia en la persona y pasa a ser la enemiga declarada de la
enfermedad y también de la muerte. La ciencia convierte toda realidad, incluido el
cuerpo del hombre en objeto de experimentación y de manipulación. La medicina
es fundamentalmente una ciencia del cuerpo del hombre103. Con esto podemos
reflexionar cómo el ser humano puede llegar a pasar a segundo plano, pues todo
se convierte en una lucha entre la medicina y la enfermedad, la enfermedad es
eso contra lo que hay que luchar; pero no debemos olvidar que ese cuerpo que
lucha no es algo vacío, es un ser.
Todos nos encontramos en un espacio, en un lugar que no es ajeno a nosotros,
vivimos y nos adaptamos a él; al vivir podemos decidir no hacerlo mecánicamente;
sino tener consciencia de aquello que hacemos, de aquello que es lo que sucede
con nosotros, por muy pequeño que pueda llegar a parecernos; sin embargo, es
importante.
Con la enfermedad dejamos de contar con nuestro cuerpo y se hace extraño a
nosotros; al extrañarnos de nuestro cuerpo también lo hacemos del mundo, nos
separamos de él y nos aislamos104. El sufrir repercute en nuestro sentir y nuestro
estado de ánimo, podemos percibir que llegamos a estar solos, pues nuestro
propio cuerpo ya no nos responde de la manera que quisiéramos
Cada ser humano sabe cuál es el límite en sí mismo, en qué momento pasa de
estar bien a estar enfermo y padecer, pues jamás podremos llegar a ser ajenos a
lo que pase dentro de nuestro cuerpo, es posible el sentir cuando algo dentro de
este cambia o es anormal.
Carmen López Sáenz, se propone tematizar el dolor dentro de una búsqueda
constante de interpretaciones de la conciencia corporal. Destaca el valor del
cuerpo vivido como un horizonte y un motor de la experiencia en las relaciones
103
104
Ibid.
Ibid.
24
que entablamos con las demás personas; intenta comprender el cuerpo doliente,
el cuerpo enfermo, envejecido y que se encamina a la muerte.
López Sáenz hace referencia a Merleau Ponty en dos aspectos; el distinguir dos
cuerpos, uno de ellos es el distinguir el cuerpo objetivo que tenemos del cuerpo
vivido que somos; ese cuerpo vivido es la fuente de intencionalidades y ambos
niveles están interrelacionados. Ambos modos de experimentar el cuerpo no están
enfrentados, más bien coexisten105. Esos modos en los que experimentamos
nuestro cuerpo no se pueden separar.
Cada una de las experiencias que vivimos pasa por nuestro cuerpo, no somos una
máquina que está programada a la cual hay que cambiar o reparar una de sus
partes cuando falla, el ser humano es mucho más que eso; incluso cada
organismo es distinto a otro y dos seres humanos pueden reaccionar de distinta
manera a un mismo padecimiento, es por eso que es importante comprender el
cuerpo como algo más que un organismo, como comportamiento de un sujeto,
porque ser cuerpo es a la vez existir. Gracias al cuerpo vivido inhabilitamos un
espacio que no sólo es visual, sino también táctil. El cuerpo es existir y abrirse al
mundo106. Con base en esto podemos reflexionar como es que nunca estaremos
separados de nuestro propio ser que es nuestro cuerpo y por medio de él es que
nos enfrentamos al mundo.
La autora hace referencia a las obras de Merleau Ponty, en las cuales el cuerpo es
caracterizado como “yo puedo”, como centro de acción y también como condición
de actualización de todo proyecto que existe. El cuerpo es una inteligencia del
mundo, podemos pensar en la manera en que en todo lo que realizamos
necesitamos de él, independientemente de cuál sea la actividad que realizamos.
El cuerpo propio muestra un lado que es únicamente accesible para el ser humano
que es su titular, es lugar de intercambio entre la acción y la recepción, entre la
cultura y la naturaleza, entre lo que es propio y lo que es ajeno y las
transformaciones que se producen en la transición de uno a otro107. Uno no puede
saber exactamente lo que siente corporalmente otra persona, probablemente
105
Ibid.
Ibid.
107
Ibid.
106
25
puede imaginarse o comprender por algo parecido que hayamos experimentado
también; sin embargo, esa experiencia, ese sentir es único y solo la persona que
habita en el cuerpo lo conoce.
El cuerpo instituye la vida encarnada que somos y por la que sabemos a partir de
nuestra experiencia, que nos envuelve por todas partes o la conciencia que
siempre está comprometida con su situación. Las ciencias llegan a obviar la
experiencia vivida del cuerpo para un ideal de conocimiento objetivo, el ideal del
conocimiento científico.
Otro punto que toca la autora haciendo referencia al autor Merleau Ponty es la
importancia de la adquisición de hábitos, con ellos el ser humano comprende
mediante una reorganización del esquema corporal; el cual nos suministra una
experiencia unitaria de nuestro cuerpo, la integración de los conocimientos
adquiridos en los proyectos del organismo108. De igual manera la importancia de
los hábitos y su impacto en el cuerpo vuelve a aparecer en nuestra reflexión, pues
los vamos adquiriendo con el tiempo y tienen un papel muy importante en nuestra
vida.
La esquematización del cuerpo puede proporcionar el equilibrio que define al
cuerpo sano a través de una experiencia unitaria que en la enfermedad se llega a
distorsionar. El dolor paraliza el sentir, el cuerpo se vuelve en torno a él. En
algunas ocasiones se evita pensar al cuerpo, se suele entonces tender a explicarlo
y objetivarlo109. Probablemente lo más fácil y cómodo sea el evitar pensar el
cuerpo y el objetivarlo porque requiere menos esfuerzo; sin embargo, lo que
sucede con el cuerpo no se debe obviar, pues lo que ocurra en él es de mucha
importancia para cada ser humano; al obviarlo, de alguna manera estamos
tomando a las personas como si únicamente fueran una máquina, máquinas que
funcionan de la misma manera.
La relación entre la persona que vive y el medio cambia con la enfermedad, el
mundo que nos rodea se transforma y se siente de otro modo cuando estamos
enfermos. La autora nos menciona que entiende la enfermedad como una
108
109
Ibid.
Ibid.
26
expresión más del cuerpo vivido, que no solamente es material, sino también
espiritual; pues esa es una parte esencial del ser humano.
Todo dolor de una u otra manera se encarna en nosotros. Hace tomar conciencia
del cuerpo como pocos fenómenos lo hacen, el cuerpo vivido no solamente siente
el dolor como algo físico y localizado, sino como una afección global que implica a
replantear su vida. Comprender la naturaleza del dolor es buscar un significado
que apele a acciones que puedan llegar a eliminarlo110. La manera en como los
seres humanos percibimos y vivimos el dolor emocional, que probablemente no
sea un dolor que podamos localizar en alguna parte de nuestro cuerpo; sin
embargo, lo sentimos, lo vivimos también a través de él.
La experiencia del dolor siempre es vivida por el ser humano, él mismo es quien la
hace sentir. Es solamente otra de las múltiples dimensiones de la existencia del
individuo, de las experiencias que vive a lo largo de su vida; y es posible
comprenderla pero no como la comprensión de un objeto, sino de que existimos
interpretativamente111. Cada una de las personas interpreta su sentir con las
diversas experiencias a las que se enfrenta, cada una de ellas es parte de la
existencia.
Carmen López Sáenz dice que en la vivencia del dolor, el perceptor y el dolor
percibido se funden en una sola carne doliente, la intensidad de la sensación
depende de la afección que causa, del dolor tenemos conciencia inmediatamente
cuando lo sentimos112. El dolor llega para quedarse y fundirse con el cuerpo, de
ninguna manera se le puede ignorar, pues captura nuestros sentidos y toda
nuestra atención.
La presencia del dolor condiciona todo nuestro entorno, determina una nueva
orientación de la vida cotidiana. Si la persona sana vive el tiempo como totalidad,
el dolor le hace experimentarlo degradado, quien sufre vive en un presente
absoluto que le aprisiona e impide realizar sus proyectos. El dolor amenaza con
deshacer el mundo y la continuidad de la existencia. Con esto que menciona
López Sáenz podemos reflexionar en la manera en que las actividades más
110
Ibid.
Ibid.
112
Ibid.
111
27
cotidianas pueden resultar afectadas cuando existe un padecimiento, todo obliga a
cambiar, la persona tiene que buscar y encontrar nuevas maneras de vivir, de
realizar sus proyectos.
A través de esta experiencia podemos conocer una manera de pensar los límites
de sí mismo, es inherente a la existencia porque anuncia la precariedad de la vida
humana, la amenaza de la muerte que la truncará para siempre113. El dolor puede
hacernos reflexionar acerca de nosotros mismos, qué tanto es que podemos llegar
a soportar, de lo vulnerables que somos y sobre aquello con lo que queremos
continuar.
Ninguna persona puede vivir sin sentir aquello que afecta su cuerpo, no puede
desentenderse de él ni del mundo en el que vive y experimenta cada día. Todo lo
que le sucede al cuerpo afecta al ser y al mundo, porque cualquier experiencia
corporal es un modo de estar implicado114. Ningún ser humano se encuentra
totalmente aislado, en una burbuja donde nada lo pueda tocar y donde no sienta
absolutamente nada y deje de ser vulnerable.
Según su condición social o
su historia personal, los seres humanos no
reaccionan de la misma manera frente a una herida o enfermedad idénticas
porque no tienen el mismo umbral de sensibilidad115. La relación íntima con el
dolor depende también del significado que éste tenga en el momento en el que
afecta al individuo. El dolor es un hecho situacional también, lo cual implica que lo
que la persona en esos momentos experimenta es primordial para la manera en
cómo es asimilado. De acuerdo a lo que menciona Le Breton, el dolor es íntimo
pero a la vez está impregnado de materia social, cultural, relacional y es fruto de
una educación; el dolor nunca va a escapar al vínculo social. Al ser parte de la
condición humana, siempre tendrá una relación con lo social, pues es parte del
sentir del individuo.
Lluís Duch y Joan Carles Mélich, nos hablan acerca de que el dolor
históricamente, a pesar de que tiene un carácter escandaloso y también
provocador, casi no ha sido tomado seriamente en la reflexión antropológica.
113
Ibid.
Ibid.
115
Le Breton David , Op. Cit.
114
28
Sitúan al que sufre en un mundo cerrado e individualizado, inaccesible para los
demás. El sufrimiento es la muestra de esa incapacidad que tiene el ser humano
para poder ir más allá de los límites que se le presentan116. Cuando el cuerpo
sufre, conoce que tiene un límite y su vulnerabilidad ante el mundo en el que vive;
lo cual tal vez no es posible experimentarlo cuando no existe ningún tipo de pesar.
El dolor es universal y acompaña al ser humano todo el tiempo, desde que nace
hasta que muere. Cada persona es única en su experiencia con el sufrimiento,
porque cada ser humano es su propia historia y esta misma experiencia que cada
una de las personas vive con su sufrimiento, tiene una importancia primordial
porque anticipa la experiencia de la muerte. Con esto que los autores mencionan
es posible reflexionar acerca de la diversidad que existe en el ser humano, pues
cada uno tendrá su propia historia que no repetirá ningún otro, puede que algunas
se parezcan en algunos aspectos o coincidan en ciertas cosas, pero ninguna será
la misma, cada ser humano es único y a la vez comparte una colectividad, aquello
con lo que se identifica con las demás personas.
El dolor es una evidencia que siempre se encuentra conectada con el misterio, en
la vida es un examen duro al que el ser humano tiene que enfrentarse tarde o
temprano, con el que tiene que lidiar117. Al enfrentarse al dolor
surge una
búsqueda en la manera de superarlo, puede despertar la voluntad de la persona
para salir de ese estado.
La persona que siente dolor puede hacer una reflexión en profundidad, el dolor
puede provocar reflexionar a la persona que lo padece, en torno a su vida, a su
cuerpo, a su ser, a su sentir, a su entorno y a su realidad. Es un momento tal vez
inesperado en el cual la persona se ve obligada a enfocarse en sí misma.
A pesar de los avances enormes que ha traído la medicina, los distintos dolores
continúan manifestándose en la persona; son acontecimientos a los cuales el ser
humano se encuentra sometido, los especialistas nunca podrán arrancarlos del
cuerpo y tampoco de la conciencia de los seres humanos118. El ser humano no es
únicamente un conjunto de funciones biológicas, dentro del él tiene un universo.
116
Duch Lluis, Mélich Joan Carles, Op. Cit.
Ibid.
118
Duch Lluis, Mélich Joan Charles, Op. Cit.
117
29
Ha habido antiguas jerarquías, las cuales han favorecido a la mente sobre el
cuerpo, le han dado mayor importancia a esta y en la actualidad se están haciendo
intentos para cambiar eso. A cada uno de ellos se le han dado atributos y también
distintas connotaciones, se considera que el cuerpo es el servidor de la voluntad,
de la conciencia, de la mente; esta idea de alguna manera degrada al cuerpo 119.
Es importante que consideremos al ser humano como un ser completo, tratando
de no degradar ninguna de sus partes, pues todas son muy importantes, se
complementan entre sí.
Jim Sharpe, al mencionar que varios historiadores han trabajado sobre una
diversidad de países, de tipos de historia y de periodos se dieron cuenta de que
existía una posibilidad de explorar otras fuentes, las cuales ofrecían otras
perspectivas del pasado; nos permite reflexionar acerca de la información que
podemos encontrar en distintas fuentes que tal vez no son las tradicionales, en la
importancia de abrir nuestra mente a distintas perspectivas; pues menciona que la
historia tradicionalmente se concibe como un relato de los hechos de grandes
personalidades. Sin embargo, hay que ser conscientes de que la historia se
encuentra en lo más sencillo, en la vida de las personas, es en la misma vida
donde la podemos encontrar.
Emanuele Amodio nos refiere a la antropología histórica, menciona que se
interesa en estudiar la sociedad en su sincronía, cruzando los niveles estructurales
con los conformados por los acontecimientos, dice que hay que cerrar el círculo
que nunca se tenía que haber abierto entre la historia y la antropología. Con esto
podemos pensar en esa correspondencia y coincidencia de los acontecimientos
que ocurren dentro de nuestro entorno, de los cuales formamos parte; en la
importancia de ver cada una de sus partes y la manera en cómo se complementan
para poder comprender de una mejor manera lo que ocurre.
Todos podemos conocer al ser humano desde un punto de vista histórico,
podemos realizar un viaje a través de la antropología histórica, que nos ayude a
conocer los procesos que nos hacen reflexionar acerca de los cambios que
ocurren a través del tiempo, podemos encontrar respuestas dentro de ese
119
Burke Peter, Op. Cit.
30
universo y esa diversidad que somos nosotros mismos. Podemos ser parte de la
construcción del conocimiento del ser humano, de nuestra realidad, si es que así
lo deseamos.
1.2. El dolor utilizado para disciplinar y controlar al cuerpo: casos de la
ciudad de Puebla.
Cada persona tiene su propia opinión acerca del dolor, algunas de ellas coinciden
en ciertos aspectos; sin embargo, de acuerdo a sus experiencias personales y a
su manera de pensar, existe una gran variedad de ideas. Cada una de las
opiniones nos permite reflexionar sobre nosotros mismos, sobre nuestras
experiencias, sobre experiencias que han vivido otras personas y que nosotros no
conocemos; así como sobre aquellas cosas que como seres humanos tenemos en
común. Podemos pensar que el dolor es visto por la mayoría de las personas
como algo negativo, algo que no se busca y no se desea, algo que la mayoría
quisiera lejos y que le gustaría poder vivir sin tener que experimentarlo; sin
embargo, existen opiniones diversas, las cuales incluyen sentimientos y
sensaciones distintas entre sí. Pueden surgir miedos dependiendo de la vida y la
sensibilidad de cada persona.
A continuación podremos reflexionar en torno al sentir de distintas personas y a
partir de ahí surgirán nuevas inquietudes, distintas preguntas que buscaremos
responder, en las cuales indagaremos para ser capaces de ver las cosas de una
manera distinta.
Una de las caras que encontramos del dolor es la de la disciplina, cuando se
puede considerar que es un duro maestro en la vida y que no nos queda más que
aprender de él. Con algunos ejemplos que podemos imaginar a partir de las
distintas opiniones, podemos ver cómo es que la concepción religiosa llega a tener
una gran influencia en este sentir y podemos completar esa reflexión
relacionándola con distintos ejemplos que se encuentran en la vida cotidiana.
Al dolor se le llega a considerar como una parte de la vida de las personas, algo
que tarde o temprano tenemos que llegar a enfrentar cara a cara, sin tener otra
alternativa. El dolor sentimental es el que más puede afectarnos; tanto el dolor
31
físico como el sentimental son parte de la vida y del ser humano, todos llegamos a
tener en nuestra vida alguna experiencia con el dolor y tenemos que aprender a
vivir con él120. De acuerdo a la opinión de esta persona el dolor es parte de la vida
y en algún momento nos enfrentamos con él; sin embargo, considera que es el
dolor sentimental el que más puede afectar a una persona. Esto podemos
asociarlo a esa clasificación del dolor que hace Beatriz Sánchez Herrera, un tipo
de dolor que menciona es el espiritual, el cual tiene su origen en las
incomprensiones; como pueden ser la muerte, las injusticias y la soledad, por
mencionar algunos ejemplos. Surge una desarmonía en el individuo al
experimentarlo.
El dolor es visto como una experiencia no muy buscada ni deseable, pues trae
consigo distintas sensaciones que pueden ser consideradas muy desagradables,
como son la ansiedad, el estrés y la angustia. Es una experiencia que la mayoría
de las personas desean evitar; pues causa estrés, confusión y melancolía121. Sin
embargo, también es visto como una condición del ser humano que ayuda a pesar
de todas las consecuencias que traiga consigo, porque puede identificar un
malestar que tengamos, que no sabíamos que lo teníamos y también nos permite
buscar alguna alternativa para poder cambiar ese estado122, hace que busquemos
curarnos. Podemos ver como de acuerdo a lo que opinan estas personas, el dolor
siempre viene de la mano con sensaciones desagradables; sin embargo hay quien
considera que nos motiva a buscar que es aquello que se encuentra mal en
nuestro cuerpo. Esto se relaciona con lo que menciona Beatriz Sánchez acerca
del dolor físico que dice que es una sensación de molestia, este puede ser
causado por alguna lesión o algún mal funcionamiento en alguna parte del cuerpo.
A pesar de que sabemos que el dolor puede ser algo muy desagradable al
momento en el que lo experimentamos, también es considerado un maestro que te
está dando una lección de vida, que después de él nada volverá a ser igual. Lo
que trae consigo son experiencias desagradables pero que siempre te dejan una
120
121
122
Encuesta Número 1, persona de sexo masculino, 20 años, año 2012, Puebla, Pue.
Encuesta Número 2, persona de sexo femenino, 21 años, año 2012, Puebla, Pue.
Encuesta Número 3, persona de sexo femenino, 21 años, año 2012, Puebla, Pue.
32
enseñanza123. M. Gómez Sancho124 habla acerca del sentido que tiene el dolor y
podemos relacionarlo con lo que opina esta persona; el autor menciona que en
ocasiones cuando el sufrimiento es inevitable, la persona busca encontrarle un
sentido; esta necesidad que tiene el ser humano de poder encontrar ese sentido a
su mismo dolor y sufrimiento, es parte de su espiritualidad. El autor también
menciona que la diferencia entre dolor y sufrimiento, es que el sufrimiento
acompaña durante la vida y no siempre se tiene que sentir dolor físico cuando se
sufre125.
Otro pensamiento que encontramos es el siguiente; de que a pesar de los distintos
niveles del dolor que el ser humano puede llegar a vivir, es benéfico, porque llegas
a diferenciar los peligros a los que te encuentras expuesto126. Lo que podemos
reflexionar con este pensamiento es que probablemente después de que
experimentes el impacto y la sensación de dolor desagradable, la próxima vez
tendrás más cuidado, tomarás precauciones, pues sabes que es lo que puede
ocurrir y lo que se puede llegar a sentir. Podemos reflexionar también acerca de
esos trastornos que tienen que ver con las insensibilidad al dolor y las
consecuencias que con ellos pueden venir, pues una persona puede lastimarse o
tener algún padecimiento sin siquiera saberlo, sin imaginar que algo no está bien
en su cuerpo.
El dolor también puede llegar a ser placentero para algunas personas y provocar
un estado de bienestar; este puede ser el caso de las personas que entrenan y
constantemente se ejercitan. Es una sensación de satisfacción por haber realizado
un esfuerzo en el ejercicio, el dolor es una palabra que está muy pegada a
nosotros; las personas sufren sin en verdad conocer lo que es el dolor y asocian lo
que sienten a referencias sociales, pero no a las suyas127. De acuerdo a la
reflexión que hace el individuo, podemos considerar que al momento de practicar
algún deporte, se está sometiendo al cuerpo a una disciplina, someterse a ese
dolor es bien visto en general, pues se tiene la idea de que lo que se sufre durante
123
Encuesta Número 4, persona de sexo masculino, 18 años, año 2012, Puebla, Pue.
Director de la Unidad de Medicina Paliativa en el Hospital Universitario de Gran Canaria, España
125
M. Gómez Sancho; Op. Cit.
126
Encuesta Número 5, persona de sexo masculino, 21 años, año 2012, Puebla, Pue.
124
127
Encuesta Número 6, persona de sexo femenino, 18 años, año 2012, Puebla, Pue.
33
un entrenamiento deportivo es benéfico y tarde o temprano tendrá una
recompensa, pues la resistencia física de la persona será cada vez mayor.
Nuevamente encontramos la idea de nuestro dolor como una enseñanza; el dolor
nos enseña a cuidar nuestro cuerpo y nuestra alma, a aprender para que no nos
ocurran accidentes que puedan alterar nuestro estado de salud y nuestro
ánimo128. Para algunas personas, como aquí se puede ver, el dolor cumple la
función de que a través de él aprendamos a apreciar, a respetar nuestro cuerpo,
pues conocemos su valor al momento en el que sufrimos y sentimos dolor.
Hay quienes por otro lado consideran que es algo muy desagradable y nada
deseable129. El dolor puede ser visto como algo que simplemente no se desea
para nada ni para nadie, que no tiene ninguna función ni tampoco ningún valor,
algo que se vive en algún momento, que se tiene que enfrentar, pero que siempre
es una mala experiencia y no sirve para nada.
A partir de la idea de que si el dolor no existiese, no sabríamos que es lo que nos
hace daño, nos perjudica, que de cierta manera nos indica que es aquello que nos
gusta y lo que nos hace sentir bien; que es una forma empírica para aprender130,
podemos pensar que más allá de que nos enseña a soportar ciertas cosas,
también nos motiva a buscar lo contrario, para saber que eso es precisamente lo
que no queremos para nosotros y logremos ser capaces de apreciar esa
contraparte, aquello que es agradable para nosotros, que nos causa bienestar,
para posteriormente buscarlo.
El dolor también es algo que no podemos evitar, todos los seres humanos somos
vulnerables a él pero cualquiera que sea lo que se nos presente, podemos llegar a
superarlo131. Esta persona confía en la fortaleza que tiene el ser humano para
poder enfrentar todo aquello que se le presenta, sea lo que sea; pues a pesar de
la variedad de casos que puedan existir, el ser humano a lo largo de la historia ha
demostrado que le puede hacer frente a cualquier cosa y a infinidad de problemas.
128
Encuesta Número 7, persona de sexo masculino, 32 años, año 2012, Puebla, Pue.
Encuesta Número 8, persona de sexo masculino, 30 años, año 2012, Puebla, Pue.
130
Encuesta número 9, persona de sexo femenino, 23 años, año 2012, Puebla, Pue.
131
Encuesta número 10, persona de sexo masculino, 22 años, año 2012, Puebla, Pue.
129
34
Las personas pueden tomar en cuenta que no únicamente el cuerpo es lo que
puede ser lastimado, al decir que todo ser humano debe pasar y pasa por ciertas
situaciones que llegan a lastimar su cuerpo y también su alma132. A lo largo de
nuestra vida, siempre va a haber cosas que nos lastimen, tanto física como
emocionalmente; pero eso es parte de vivir y debemos enfrentarlo de alguna u
otra manera. Gómez Sancho menciona que la esfera espiritual define al ser
humano y por lo tanto hay necesidades que la persona necesita cubrir; hace
referencia a como por lo regular se pueden considerar como sinónimos la
espiritualidad y la religión, sin embargo no es lo mismo, la espiritualidad abre al ser
humano la posibilidad de auto trascendencia y se encuentra vinculada con valores;
tiene que ver con la conciencia.
Dentro de las sensaciones mencionadas se encuentra la de la intensidad con la
que puede llegar a sentirse el dolor. Es la única forma que el cuerpo tiene para
hacernos saber que algo está mal133. A través de él nuestro cuerpo nos da avisos,
en nosotros está el si tomamos atención a eso o no. En muchas ocasiones
depende de la intensidad con la que el dolor se presenta, pues al momento en el
que ya no nos permite hacer nuestras actividades cotidianas no tenemos otra
opción más que prestarle toda la atención. Beatriz Sánchez hace referencia a la
intensidad del dolor, pues menciona que existen distintas escalas para poder
medirlo utilizando los números, la escala va del cero al diez; el cero representa la
ausencia total de dolor y el diez el máximo dolor que se puede soportar.
Encontramos el pensamiento de que bajo ciertas circunstancias es algo bueno
porque te enseña, también hay que superarlo y aprender a vivir con él134. En
algunas ocasiones el dolor es capaz de enseñarte y existen otras ocasiones,
cuando afecta de por vida, entonces es necesario aprender a vivir con él. Para
poder conocer nuestro propio dolor y poder sobrellevarlo, primero tenemos que
conocernos nosotros mismos y la manera en cómo funciona nuestro cuerpo, sólo
de esa manera podemos lograrlo.
132
Encuesta número 11, persona de sexo femenino, 18 años, año 2012, Puebla, Pue.
Encuesta número 12, persona de sexo masculino, 20 años, año 2012, Puebla, Pue.
134
Encuesta número 13, persona de sexo femenino, 22 años, año 2012, Puebla, Pue.
133
35
La sensibilidad es un aspecto muy importante que debemos considerar, pues hay
quien piensa que el dolor es una sensación que es indispensable para los seres
humanos, es un signo de que estás vivo135. Para esta persona el sentirlo es una
buena señal, ya que al sentir dolor, aunque se sabe que algo no está bien, es
señal de que tus sentidos están trabajando de una forma correcta y puedes hacer
algo por curarte.
Hay una persona que piensa lo siguiente: “Considero que el dolor es algo bueno,
porque por medio de él podemos llegar a determinar lo que es sano e insano para
nuestra persona”136. A través del dolor es posible que conozcamos que es aquello
que nos daña y aquello que nos beneficia, nosotros somos capaces de que a partir
de nuestras experiencias con el dolor, posteriormente conozcamos aquello que
debemos evitar para que no nos lastime, ya que nuestro cuerpo no es igual al de
las demás personas y cada quien puede tener una reacción distinta a ciertas
cosas.
Existen opiniones muy diversas respecto a este tema, pero todas se encuentran
ligadas entre sí, pues algunos aspectos son mencionados en más de una ocasión,
podemos encontrar como es que al dolor se le asignan distintos usos y el cómo
nuestro sentir, las opiniones se puede encontrar muy ligadas a esa parte espiritual
que tal vez no mencionemos, pero que se encuentra presente. Es importante el
aprender cómo es que cada una de nuestras experiencias, así como la educación
que hemos recibido y nuestras propias ideas influirán siempre en la manera como
pensamos, en la actitud que tenemos frente a alguna situación. Cada una de las
opiniones de los demás es una oportunidad que tenemos para reflexionar.
135
136
Encuesta número 14, persona de sexo femenino, 20 años, año 2012, Puebla, Pue.
Encuesta número 15, persona de sexo femenino, 20 años, año 2012, Puebla, Pue.
36
2. El dolor como disciplina y control del cuerpo.
2.1 Usos del dolor.
En nuestra vida las personas le damos distintos usos a las cosas, dependiendo de
aquello que queremos alcanzar, de lo que deseamos obtener. Los objetos los
utilizamos como instrumentos, creamos herramientas para poder facilitar ciertas
actividades. Sin embargo, no únicamente los objetos se utilizan como
instrumentos o herramientas.
A nuestro propio cuerpo lo podemos utilizar también de cierta manera, lo
convertimos en un instrumento que se encuentra disponible para nosotros, el cual
nos tiene que responder en todo momento. En este capítulo se reflexiona acerca
de la manera en la que el dolor humano puede ser considerado y utilizado para
ciertos fines; varios autores hablan acerca de que el dolor cumple con una
determinada función, o incluso hay quienes consideran que cumple con variadas
funciones.
Al dolor se le pueden dar distintos usos dependiendo del fin que se quiere
conseguir, o se puede considerar que sirve para ciertas cosas. Todas esas
funciones que se le asignan al dolor las podemos encontrar en la vida cotidiana, si
es que prestamos un poco de atención en eso y reflexionamos de acuerdo a lo
que dicen distintos autores. Cristóbal Pera, menciona que el cuerpo es ese lugar
donde el dolor se asienta; este autor habla de algunas funciones que cumple el
dolor; una de ellas es el de ser una señal de alarma, el de avisar cuando hay una
lesión en nuestro cuerpo, puede ser el inicio también de algún daño oculto que ha
permanecido en silencio y que ya empieza a manifestarse, puede proteger
también con un gesto de reflejo en el momento en que eres lastimado 137. Aquellas
funciones que puede cumplir el dolor que son mencionadas por el autor,
se
refieren principalmente a funciones fisiológicas, a ese dolor físico que nos causa
alarma y que nos alerta de lo que está pasando en nosotros.
El cuerpo humano es vulnerable y también se deteriora con el paso del tiempo o
por alguna enfermedad, por un padecimiento; dependiendo de las circunstancias;
es por eso que se puede convertir fácilmente en un cuerpo herido, lastimado y
137
Pera Cristóbal, Op. Cit.
37
toda herida traspasa las fronteras del cuerpo138. Todos nos encontramos
vulnerables a cualquier herida, a cualquier enfermedad o accidente; es posible
darnos cuenta cómo podemos ser muy frágiles, nuestro cuerpo tiene su propia
fortaleza y es resistente, nosotros mismos podemos cuidarlo y darle resistencia;
pero siempre será vulnerable y tendrá sus propios límites.
Cuando el cuerpo está enfermo la conciencia de la persona dice que algo no está
bien, puede saberlo por aquello que está sintiendo y se ve obligada a dejar de
hacer lo que antes hacía, a modificar parte de su vida, pues el dolor limita y te
absorbe. En el cuerpo enfermo se desarrolla una nueva experiencia y se ve
obligado entonces a tener que aprender a vivir de otra manera, tiene que
adaptarse a sus nuevas circunstancias y sensaciones. Los cuerpos enfermos se
han transformado históricamente, siendo parte fundamental el contexto de cada
sociedad y lo ha hecho mediante el abundante uso de metáforas”139. Cuando una
persona se enferma o experimenta algún cambio en su cuerpo, se ve obligada a
adaptarse a aquello que siente, a sobrellevarlo de la mejor manera para poder
realizar sus actividades cotidianas.
González García es un autor que nos hace reflexionar acerca de la existencia del
ser humano y de su relación con el dolor; sin embargo también habla del placer,
pues de alguna manera se encuentra muy relacionado con el sentir del cuerpo;
tanto el dolor como el placer, son parte de esa existencia sensible que tiene el ser
humano. Es importante que reflexionemos en esa otra parte del sentir, que es el
placer y la relación que puede haber entre estas dos sensaciones, ya que al igual
del dolor, el placer también es algo que el cuerpo llega a experimentar; en nuestra
vida nos enfrentamos con esas dos partes y a partir de ahí las asociamos con
nuestras experiencias.
El dolor puede ser visto como un reflejo de la inteligencia que tiene el cuerpo y de
su función de informarnos que hay algo que no funciona de la misma manera en
el organismo, de algo que está alterado. Esta es la función principal que se
relaciona al dolor, la de dar un aviso, una advertencia, probablemente esta es tan
solo una de las respuestas cuando nos preguntamos ¿por qué sentimos dolor?
138
139
Ibid.
Pera Cristóbal, Op. Cit.
38
El sufrimiento en los seres humanos adquiere un matiz bajo una autoconciencia
que se pregunta por su sentido; el dolor te obliga de alguna manera a hacer
conciencia acerca de tu cuerpo, de tu sentir140, te obliga a preguntarte si realmente
existe un sentido de sentir ese dolor. Con esto que el autor menciona, podemos
pensar que existe una relación que se da entre el dolor y el conocimiento, la cual
le da esa profundidad al mismo, transformándolo en algo incomprensible para
otros y también algo que en muchas ocasiones no se encuentra en nuestras
manos, en algo que el ser humano intenta comprender. Cuando una persona
nunca ha experimentado el mismo dolor que otra siente,
puede intentar
comprender aquello que sucede, pero al no conocerlo no se puede identificar con
esa situación e incluso puede llegar a mostrarse insensible con el dolor ajeno. Es
por eso que el dolor también cumple con la función de ser un instrumento para
identificarse, pues una persona que ha sentido en alguna ocasión lo mismo que
otra, que conoce aquello a lo que la otra persona se enfrenta, llega a
sensibilizarse.
Moisés González García menciona que el placer y el sufrimiento de alguna
manera nos llevan el uno al otro y si es que uno de los dos se quiere, es necesario
quererlos a los dos, porque ambos son estados que acompañan a la acción y el
hecho de que sean distintos no quiere decir que sean lo contrario 141. De acuerdo a
lo que dice podemos pensar que tanto el placer como el sufrimiento forman parte
de lo mismo de alguna manera, pues al ser distintos se complementan y nos
forman a nosotros como seres humanos, quienes llegamos a experimentar las dos
partes.
El autor dice que la historia de la humanidad ha sido la historia de la crueldad
también, pues el dolor y el sufrimiento han sido medios poderosos, empleados
para que las leyes, las costumbres y los códigos morales queden grabados y se
impongan en la memoria de los hombres142. El dolor tiene esa función de
escarmentar a las personas, de recordarles su condición vulnerable frente al poder
y se puede utilizar para dominar.
140
Ibid.
González García, Op. Cit.
142
Ibid.
141
39
Juan David Nasio, dice: “Lo que se quiebra sufre y se convierte en dolor es todo el
ser”143. La percepción del dolor graba en la persona la imagen de ese lugar
lesionado en el cuerpo, de esa parte suya, esta imagen queda en la conciencia la
representación mental de aquella parte de su cuerpo que se encuentra lesionada.
Aquella parte del cuerpo que está afectada es la que llega a formar un todo, pues
para la persona que lo experimenta, ocupa toda su atención. Esa parte de su
cuerpo es la que en ese momento se siente, es lo más importante.
David Le Breton dice que las distintas sociedades integran el dolor en la
concepción que tienen del mundo, le dan un sentido y también le dan un valor. El
darle un sentido al dolor permite al ser humano mantener su mirada sobre las
cosas, a mantener la calma y rechazar el pánico cuando es golpeado por la
adversidad, pues de esa manera es más fácil sobrellevarlo 144 Lo que menciona
permite reflexionar acerca de la manera en que cuando una persona sufre, le es
de utilidad pensar que eso por lo que está pasando tiene una razón de ser, su
sufrimiento tiene un sentido; sea cual sea el sentido que encuentre, de alguna
manera le da fortaleza para poder seguir, sobrellevarlo e incluso vencerlo.
Los seres humanos encuentran su capacidad de resistencia personal en lo que
saben acerca de la resistencia de los demás, lo que conocen que otras personas
han llegado a soportar. Cuando el dolor se integra a las personas que le dan un
sentido y también un valor, el dolor se vuelve más áspero145 . Cuando una persona
está pasando por algo, suele interesarse en la manera en como otras personas
han llegado a soportar eso mismo, tiene distintas referencias acerca de eso y
puede conocer la manera de sobrellevarlo de una forma más sencilla.
El autor menciona que las dosis de dolor esperadas y también las maneras de
responder a él se van transmitiendo de generación en generación; cada
enfermedad, experiencia y lesión está asociada a un límite impreciso de
sufrimiento. Cuando la enfermedad o el padecimiento es común, es conocido, se
puede tener una noción de cuales son aquellas dosis de dolor que se esperan.
143
Nasio Juan David, Op. Cit., p.18
Le Breton David, Op. Cit.
145
Ibid.
144
40
Mientras más conocido es un padecimiento o un tipo de dolor, se tienen ya ciertas
expectativas acerca de lo que enfrenta una persona.
El umbral de sensibilidad es semejante para un conjunto de sociedades humanas,
el umbral del dolor en el que reacciona el individuo y la actitud que adopta están
vinculados de alguna manera con su trama social y cultural. Frente al dolor
pueden entrar en juego la concepción que tiene el individuo del mundo, sus
valores religiosos y también su vida personal146. Con esto que el autor menciona
es posible pensar en cómo podemos dejar de lado ciertas cosas que son de
mucha importancia para comprender por lo que puede estar pasando una
persona, pues no únicamente debemos poner atención a lo biológico.
La relación que tiene el hombre con el dolor es uno de los hechos indicativos de lo
variables que pueden llegar a ser las condiciones corporales, el ser humano con
su cuerpo puede experimentar en días distintos condiciones muy diferentes que
siempre van a tener un impacto en su persona, en su forma de sentir y también en
sus relaciones sociales.
Hacer del dolor un simple dato biológico es insuficiente, pues su humanización es
necesaria para que se presente a la conciencia, porque los hombres no sufren del
mismo modo, ni tampoco sufren en el mismo momento147 . Lo que menciona Le
Breton tiene mucha importancia, pues a pesar de que las funciones que suele
considerarse que tiene el dolor son las biológicas, no debemos deshumanizarlo,
pues todos somos distintos, tenemos una individualidad y existen distintos factores
que tienen mucha importancia y deben ser considerados.
La manera en que un individuo reacciona al dolor tiene mucho que ver con sus
primeros años de vida y con el tipo de atención que le dieron los padres a sus
heridas y enfermedades. Es en la familia donde se forman las modalidades
corporales y la relación del niño con el mundo148. El autor da mucha importancia a
la etapa de la infancia en el ser humano, para la actitud que la persona tomará
posteriormente; la actitud de la madre anima o disuade, también calma o alimenta
el dolor. Aquellas experiencias que tenemos cuando somos niños también
146
Le Breton David, Op. Cit.
Ibid.
148
Ibid.
147
41
marcarán la manera en como posteriormente reaccionaremos a un dolor o a una
enfermedad.
En la relación con su cuerpo, el individuo es capaz de transformar las sensaciones
experimentadas en sus propias categorías, esas sensaciones las vuelve suyas 149.
El autor menciona que si las condiciones de existencia determinan una relación
con el sufrimiento, entonces las sociedades desarrollan también recursos
psíquicos y morales que vuelvan a las personas más aptas y las ayuden para
poder soportar sus males. La familiaridad con el dolor puede impregnar el carácter
e incita a no detenerse demasiado en él para no dificultarlo, pues se considera
como algo cotidiano. Una vez que el dolor llega, el ser humano tiene una actitud
frente a él, una actitud que será importante para la manera en que el dolor tenga
un impacto en la persona, así como para la resistencia de la misma.
Es posible que en ocasiones podamos ver como dos personas pueden reaccionar
de una manera distinta frente a un dolor, las afecta de formas diferentes porque su
actitud es distinta, independientemente de que el tratamiento y el padecimiento
puedan ser el mismo. Entran en juego distintos factores como los que acabamos
de ver que tienen relación con el entorno social y la historia de vida de la persona.
Con frecuencia los médicos con sus pacientes pueden llegar a proyectar sus
valores y con frecuencia sus prejuicios sobre aquello que están viviendo sus
pacientes150 , pues aunque deben ser objetivos, no dejan de ser humanos.
Un criterio determinante de la relación del individuo con el dolor es el significado
que le da a la prueba soportada151. Según las circunstancias el individuo sufriente
experimenta variaciones en su dolor, no siempre permanece siendo el mismo.
El significado que las personas le otorgan al hecho doloroso es de gran
importancia e influye en la actitud para enfrentarlo; así como el estado de ánimo
de las mismas, pues estos dos aspectos son las matrices que le dan forma al
sentimiento del dolor152.
149
Le Breton David, Op. Cit.
Ibid.
151
Ibid.
152
Ibid.
150
42
El dolor crónico es tan solo un ejemplo de la manera en como el dolor puede
modificar las relaciones que la persona tiene con los demás, porque le da al sujeto
un estatuto, un reconocimiento. El dolor puede llegarle a procurar al individuo, lo
que algunas personas considerarían como beneficios secundarios; como son por
ejemplo, esa atención y ese reconocimiento especial por parte de las demás
personas.
La religión tiene un papel importante en el dolor, pues la fe puede volver deseable
el sufrimiento, lo puede convertir en una fuente de gozo al aproximarse a la
santidad; pues la santidad puede consentir un camino de dolor que conduce a la
proximidad de Dios153. Es por eso que dolor es un valor cuya búsqueda aseguraría
la salvación, aquí es donde podemos ver otra de las funciones que se le da al
dolor. Se puede considerar que por muy difícil que sea el camino que se tiene que
recorrer, tarde o temprano habrá una recompensa para todo aquello.
Por otro lado, la elección del dolor como una forma de devoción marca también la
intensidad de la fe. El dolor puede ser visto como una ofrenda a Dios, las
mortificaciones pueden ser diversas, de distintas formas y a veces alcanzan el
autosacrificio por la exposición de un dolor deliberado alimentado por esa virtud
religiosa. El sufrimiento puede convertirse en una ofrenda, dependiendo de la
devoción y de las ideas que tenga el individuo
Existe una predisposición al dolor, aún fuera de la vida religiosa, David Le Breton
menciona que hay personas que también conducen su existencia por un camino
de dolor, el cual ninguna circunstancia puede llegar a eliminar. Esta predisposición
al dolor afecta ciertos tipos de personalidad, una culpabilidad oculta es un ejemplo
de algo que puede alimentar una predisposición a sufrir, surgiendo una y otra vez,
esto permite al individuo existir154. Existen personas que su existencia la llevan por
medio del dolor, es un instrumento que utilizan y a través de él se manifiestan e
incluso logran relacionarse con las demás personas.
El dolor también se encuentra relacionado con la compasión y con la culpabilidad
que puede provocar. Es por esto que se puede convertir también en un medio
153
154
Ibid.
Ibid.
43
para estar acompañado, para ser compadecido, para ser amado y también para
ser reconocido155. Muchas personas encuentran a través del dolor estos
beneficios, sobretodo el beneficio de ser reconocido y valorado por los demás.
El dolor funciona como un mecanismo que permite mantenerse en el filo de una
vida inestable y amenazada156. Le Breton menciona que hay ocasiones en que las
personas que lo buscan suelen hablar de sus males quejumbrosamente, pero a la
vez inspiran el sentimiento de una fuerza que permanece intacta a pesar de las
pruebas por las que pasan, en muchas ocasiones causando la admiración de otras
personas. Sin el dolor sus existencias no serían posibles, pues aunque el dolor se
vuelva contra el doliente, también es un instrumento de control para la otra
persona. Puede llegar incluso a ser un arma política, donde se le utilice como
forma de protesta; cuando algunas personas se dan cuenta que su dolor de
alguna manera puede traerles ciertos beneficios, es cuando deciden utilizarlo de la
mejor manera para ellos.
El infligir un dolor a una persona, aun sin haberlo querido, trae consigo el
sentimiento de una culpabilidad que de alguna manera obliga a una reparación. El
lugar del dolor puede ser variable, depende también de las historias personales; el
momento y los recuerdos que perduran en el corazón de la persona157. Cuando
en algún momento llegamos a sentir que lastimamos a alguien, el pensar que de
alguna manera causamos o estamos causando dolor nos empuja a querer
solucionar aquello que provocamos, eso de lo que somos culpables. El dolor de
otra persona puede ser también nuestro propio dolor; aquí se encuentra otra de
sus funciones.
Por otra parte, el dolor puede salvaguardar a la persona, porque de alguna
manera contribuye a mantener un sentido de su identidad. Esto tiene que ver con
que el dolor siempre va a tener un impacto en la persona que lo sufre, no será
nunca indiferente a él y queda vivo en la persona que lo hace suyo y lo convierte
en parte de sí misma.
155
Ibid.
Ibid.
157
Ibid.
156
44
Por otra parte, el dolor puede ser utilizado como una forma para gobernar al otro,
dominio de su comportamiento y de su conciencia cuando es infligido a una
persona que se encuentra desprotegida158, pues no solamente es el dominio físico
sobre ella, sino también emocional y psicológico. La persona puede ser totalmente
sometida, de todas las formas posibles.
El dolor aplicado a un individuo es un castigo y sanciona la conducta que se
considera que es errónea159, también señalándola; haciendo que quede grabada
en la memoria. El autor habla de que en la historia de la educación se puede
apreciar la manera en que la misma ha progresado con el apoyo del dolor como
posible sanción a toda mal conducta; el disciplinar por medio de sanciones y
castigos también es parte de la educación. Existe corrección en la memoria, pues
la persona no llega a olvidar ese castigo y de esta manera recuerda cual es la
conducta apropiada.
Los castigos corporales en la educación permanecieron durante un largo tiempo
funcionando, sobre todo en las clases de la enseñanza primaria, el dolor ha sido
un aliado para la corrección de las conductas que no se consideran apropiadas.
Podemos ver aquí otra función que se le da al dolor, la cual durante mucho tiempo
no fue mal vista; si no más bien fue parte de la vida cotidiana de las personas.
Juan David Nasio dice que el dolor siempre surge en el nivel de un límite, puede
ser el límite entre el cuerpo y la psique o entre el yo y el otro160. Cuando llega a
ocurrir un accidente muy grave por ejemplo, el sujeto ya no queda disociado del
cuerpo y deja de percibirlo como una unidad exterior, sino como sí mismo. Lo que
menciona este autor nos refiera a esos momentos en los que recordamos que ese
cuerpo somos nosotros, pues aquello que se siente en ese momento nos regresa
a nosotros mismos y podemos darnos cuenta que ese cuerpo somos nosotros, no
algo ajeno que llevamos.
La sacudida interna que provoca el dolor siempre es perturbadora y su impacto
imprime una imagen en la memoria de la persona, que es el recuerdo y también
158
Ibid.
Ibid.
160
Nasio Juan David, Op. Cit.
159
45
una imagen en el inconsciente161. El impacto del dolor siempre quedará grabado
dentro del individuo, esta imagen será muy importante para su concepción del
dolor y la manera en que lo enfrente posteriormente.
Cuando pensamos en esos usos que tiene el dolor pueden venir a nuestra mente
las funciones biológicas de aviso y de alarma que nos dicen que algo no está bien;
sin embargo, sabemos que puede haber más usos que esos, muchos más, como
son algunos de los ejemplos sobre los cuales pudimos reflexionar en este
apartado; pensar en todos los factores que tienen un papel importante y que no
siempre se toman en cuenta. Nosotros podemos descubrirlos si es que lo
deseamos; si deseamos reflexionar sobre esa parte del ser humano. Depende de
la historia de cada individuo, única y diferente; de su entorno, de la sociedad; de
las distintas necesidades que pueden llegar a surgir en el momento de
experimentarlo. En el siguiente apartado podremos reflexionar un poco acerca de
los usos sociales que se le dan al dolor.
2.2 Usos sociales de dolor.
Dentro de la sociedad es posible encontrar que el dolor cumple con funciones, las
cuales encontramos en diversas ocasiones; pues los mismos seres humanos le
hemos dado distintos usos. En cada uno de nosotros existe una relación con el
dolor, ya sea con el de nosotros mismos o con el dolor de otra persona o
personas.
No únicamente cumple una función fisiológica como anteriormente
vimos y es importante tomar esto en cuenta; en este apartado se busca reflexionar
acerca de esos usos sociales que se le pueden dar al dolor, es esencial indagar
acerca de ello para una sensibilización y concientización acerca de este tema.
Para concientizarnos acerca de un tema que se encuentra muy ligado al ser
humano, como es en este caso el dolor; podemos reflexionar acerca de nuestra
autoconciencia, acerca de esa conexión que tenemos con nosotros mismos. El
acceso del ser humano a la autoconciencia, a conocerse y observarse a sí mismo
acompaña la experiencia del dolor. Esa experiencia que el ser humano llega a
161
Ibid.
46
tener es consigo mismo y con nadie más, es algo íntimo 162. Lo que comentan
Duch y Mélich es que el dolor no es ajeno al ser humano, a su cuerpo.
Probablemente lo puede considerar ajeno cuando no lo siente; sin embargo al
momento de sentirlo, es parte de sí mismo. No debería ser necesario el
experimentarlo; el sufrir, para ser capaces de tener conciencia de él, pero aquello
que ocurre con nosotros mismos siempre será una referencia para aquello que
ocurra después.
Suele suceder que por aquellas actividades que debemos realizar en la vida
cotidiana, entre las cuales se encuentra el trabajo y las distintas obligaciones que
tenemos, no tenemos tiempo para nosotros, para nuestro cuerpo y en algunos
casos, no prestamos atención a las molestias que pueden surgir. Hay algunas
actividades diarias que requieren más resistencia física que otras. Lo que nos dice
Bolansky es que el interés y la atención que los individuos atribuyen a su cuerpo
aumenta en medida que disminuye la resistencia física de los individuos 163; hay
ocasiones en que cuando nos encontramos activos y ocupados en nuestras
actividades, no hay ninguna molestia o tal vez la pueda haber, pero lo le
prestamos mucha atención, al considerar que hay otras cosas más importantes
por las que preocuparse o más urgentes; a diferencia de cuando tenemos tiempo
libre y no tenemos muchas preocupaciones en la cabeza. Al decirnos que los
miembros de las clases trabajadoras valoran la resistencia al dolor y para
consultar al médico esperan que la sensación alcance un grado muy alto de
intensidad que les impida hacer uso de su cuerpo; nos permite una reflexión que
tiene relación con las necesidades y el tiempo; pues al no haber tiempo para
sentirse mal, ni otro remedio más que trabajar, en muchas ocasiones es necesario
seguir a pesar de las molestias que se puedan sentir y por eso se tiende a
minimizarlas.
El autor nos menciona que por lo regular el consumo médico de las mujeres es
mayor al de los hombres, principalmente cuando se trata de analgésicos, sedantes
y digestivos164. Existen diferencias en la manera en cómo se enfrenta el individuo
162
Duch Lluis, Mélich Joan Charles, Op. Cit.
Bolansky Luc, Op. Cit.
164
Bolansky Luc, Op. Cit.
163
47
al dolor, pues se encuentra relacionado con lo más cotidiano; como son las
actividades que realiza cada persona cada día y la forma en que una molestia
puede llegar a afectar en ellas; es por eso que una de las funciones que tiene el
dolor, es la de poner un alto a las actividades cotidianas que realizas, o si no un
alto, se hace un cambio en ellas.
Como existen distintos tipos de padecimientos, en algunos de ellos las personas
se enfrentan a un dolor constante, que no acaba nunca. Ana Barragán Solís, quien
nos habla de las enfermedades crónicas desde la antropología, dice que el dolor
históricamente ha sido un componente principal en el padecimiento de este tipo de
enfermedades165. Como podemos ver, con los avances médicos se ha buscado
mejorar la calidad de vida de personas que padecen este tipo de enfermedades,
para que afecte lo menos posible en su vida y sus actividades. La experiencia del
dolor es una construcción singular, pero también es colectiva, pues son distintas
personas las que se encuentran involucradas, entre las que se encuentran
principalmente: la familia, los amigos y los mismos médicos o personas que
participan en la curación; de esta manera es posible darnos cuenta como el dolor
se vuelve social, pero no deja de ser íntimo. El control social es uno de los usos
que menciona esta autora acerca de los cuales podemos reflexionar, pues hay
aflicciones que se pueden esconder detrás del dolor; las cuales incluyen el abuso
y su utilización como un medio de control. Es posible darnos cuenta cómo es que
esta manera de utilizarlo es muy común, pues es una manera de mantener a la
persona o personas sometidas.
La búsqueda de respuestas para que las personas tengamos una mejor calidad de
vida ha llevado al ser humano por muchos caminos. Dulce María Martínez López
hace mención de cómo el deseo del ser humano por controlar el dolor, ha sido
siempre un motor del desarrollo social; esto podemos verlo a lo largo de la historia,
el ser humano siempre ha buscado curas para todos los padecimientos. El ser
humano tiene la capacidad para desarrollar una interpretación personal del dolor,
la cual le permite padecer el dolor propio y también el de otros individuos de su
165
Barragán Solis, Op. Cit.
48
especie, ser empático con el sufrimiento166. Cuando se tiene esa empatía es
posible actuar no solamente de acuerdo a lo que a cada quien le convenga, sino
también pensando en otro u otros seres humanos; porque tenemos la capacidad
de ponernos en el lugar de los demás. Es de mucha importancia el desarrollar esa
empatía, porque el individualismo únicamente podrá conduce a la insensibilidad.
La actitud que cada persona toma de acuerdo a lo que ocurre en su vida es
importante para la manera en cómo vive con su padecimiento, las circunstancias
en que cada persona se encuentra y el apoyo que tiene, pueden tener un gran
significado. Frida Kahlo mencionó que no se preocupaba, sabía que no tenía
remedio y que
llorar en su dolor no era bueno, que tenía voluntad de hacer
muchas cosas y no se sentía decepcionada con la vida167. Uno tiene la libertad de
actuar frente a una situación y de expresarse de la forma que quiera.
En la religión podemos ver que el dolor no únicamente encuentra un refugio, sino
también se mueve, cambia, no permanece estático. Puede llegar a tener un papel
importante, porque es una manera en que la persona compensa algo de lo cual se
siente culpable, el dolor es su instrumento. Puede llegar a ser utilizado para
movilizar el pecado y la satisfacción de la culpa168. Puede ser utilizado como un
intercambio, pues ese malestar sentido en el cuerpo de alguna manera está
compensando ese malestar de la conciencia, de esa manera estás expiando una
culpa; no solamente demostrando que estás arrepentido, sino también
imponiéndote un castigo. Este es un ejemplo de un uso social que los seres
humanos damos al dolor y que es posible apreciarlo a lo largo de la historia.
Podríamos pensar que cuando uno sufre de alguna manera con el cuerpo, ya sea
con una enfermedad, un padecimiento, un accidente, o sea cual sea la situación,
únicamente se trata de un asunto fisiológico que se resuelve en un hospital, con
algún médico; pero en realidad no es así, hay muchas otras cosas que se
encuentran implicadas. Duch y Mélich dicen que en torno al dolor y las
enfermedades se puede originar un conflicto de interpretaciones, porque al
momento en el que una persona tiene algún problema de salud y va al médico, no
166
Martínez López, Op. Cit.
Kahlo Frida (1936) Querido doctorcito. Correspondencia entre Frida Kahlo y Leo Eloesser, México D.F.
168
Duch Lluis, Mélich Joan Charles, Op. Cit.
167
49
únicamente entran los conocimientos fisiológicos del cuerpo que puede tener el
médico o aquella persona que cura; sino la manera en como interpretan la
situación, en como la perciben169. El ser humano es diverso, puede haber
personas que sufran de lo mismo, pero las situaciones y las historias son distintas;
lo cual puede ser la razón por la que tomen una actitud diferente frente a su dolor
y la manera de combatirlo o sobrellevarlo.
El dolor es algo íntimo, algo personal de cada uno de nosotros, algo que no
compartimos con otra persona, de alguna manera nos obliga a un viaje en nuestro
interior. Puede sentirse y también es evaluado subjetivamente, es privado porque
ninguna persona es idéntica a otra y percibe de la misma manera; es por eso que
dentro de cada uno de nosotros se encuentra nuestro sentir 170.
En algunas
ocasiones eso que se encuentra muy guardado dentro de nosotros puede salir de
alguna forma, pues necesita hacerse escuchar, no puede permanecer en silencio
dentro siempre.
Por otra parte, otro de los usos que tiene el dolor es el de llegar a cumplir una
función en la sensibilidad de las personas, pues es capaz de despertar en una
persona el impulso de ayudar a otra y también de consolarla, de acercarse a ella,
surgiendo de esa manera una relacionalidad social; se da una relación al
sensibilizarse con aquello que le ocurre a otro ser humano, es de esta manera que
el dolor se socializa171. De acuerdo a esto que dicen Duch y Mélich, es posible que
a pesar de que no experimentemos en nuestro propio cuerpo aquello que vemos,
escuchamos y percibimos en otra persona, tengamos conciencia de ello al
ponernos en su lugar, al suponer, al imaginar lo que aquella persona está
sintiendo.
El medio principal por el cual nuestro dolor se expresa, es nuestro cuerpo. No
existe otro, ni otra manera por la cual se exprese, pues cualquier cosa que
realicemos en reacción será por medio del cuerpo; el dolor permite que las
personas que rodean a quien sufre participen de alguna manera en ese
sufrimiento, a pesar de que no se encuentren en ese cuerpo y no lo perciban en
169
Duch Lluis, Mélich Joan Charles, Op. Cit.
Ibid.
171
Ibid.
170
50
carne propia. Aquellas personas cercanas a la persona que está padeciendo
también tienen una relación con ese dolor172, aunque no de una manera tan
directa como la persona afectada. Esto lo podemos ver reflejado en las personas
que se encuentran más cercanas a quien está sufriendo, como es el caso de la
familia y los amigos, quienes a pesar de que no lo sienten en su cuerpo
directamente también tienen una relación con ese dolor, pues aquella persona es
tan cercana a ellos, que es imposible que no formen parte de esa relación y se
encuentren sumergidos de alguna manera en ese mismo sufrimiento.
Javier Moscoso habla acerca de que en el Mundo Moderno se podrían distinguir
cinco grupos de representaciones, en las cuales el padecimiento físico adquirió
preeminencia visual; los cuales son: El contexto teológico, la actividad bélica, el
ámbito punitivo, la representación anatómica y la práctica de la medicina; los
cuales a su vez también pueden subdividirse en distintos grupos. En todos estos
casos la representación del sufrimiento se encuentra en un contexto imaginario,
apoyado de elementos visuales y narrativos173. Las imágenes que derivan de
estos elementos hacen que tengamos una idea de lo que es el dolor, el
padecimiento físico, ilustran ciertas situaciones. Ellas pueden tener una gran
influencia en la mente de las personas, pues de alguna manera la imagen queda
grabada en la memoria y posteriormente aparece al asociarla con otra cosa.
El autor menciona que la cultura visual del dolor que se dio a finales del siglo XX
no podría haber existido sin la proliferación de imágenes de formas
estandarizadas y mecánicas. Hay una relación que se da entre el dolor y la
memoria, han tenido mucha importancia las imágenes de culto, los grabados de
las guerras religiosas; así como también las representaciones anatómicas. El
cuerpo llegó a convertirse en un ejemplo en diferentes representaciones,
diferentes fueron sus usos y también sus formas de consumo. Actualmente
podemos darnos cuenta que las imágenes del cuerpo se encuentran por todos
lados, día a día somos bombardeados con ellas y existen imágenes que se
172
173
Ibid.
Moscoso Javier, Op. Cit.
51
quedarán grabadas en nuestra memoria, que están hechas para impactarnos;
algunas de ellas para causarnos temor, para causarnos miedo.
Actualmente solemos arrastrar valores y prácticas de antes, en muchas ocasiones
sin que seamos conscientes de ello; ya que nos han enseñado y transmitido
distintas ideas y representaciones en el momento de educarnos; que puede que
las razonemos y analicemos o que simplemente las asumamos como propias 174.
Muchas veces no nos damos tiempo para analizar y poder pensar, razonar lo que
ocurre con ciertas ideas, si es que de alguna manera nos las han transmitido y el
por qué.
Un uso muy distinto a aquello que hemos mencionado es cuando al dolor se le
puede dar un uso creativo. En algunos casos al dolor se le llega a considerar
sagrado y en algunos cuerpos incluso puede llegar a transformarse en creatividad,
en parte de ella, en aquello que puede impulsarla para la creación de nuevas
cosas; este es el caso por ejemplo de algunos artistas que a través del dolor son
capaces de expresar aquello que sienten o que les llega a atormentar. La
experiencia del dolor es capaz de dar a la persona que sufre la certeza de la
existencia de su propio cuerpo175. Lo que dice Cristóbal Pera acerca de esa
creatividad impulsada por el dolor
permite reflexionar acerca de cómo es
imposible callarlo, pues de alguna manera llega a encontrar una salida distinta,
hay salidas diversas, las cuales surgen dependiendo de cada ser humano.
El dolor puede llegarse a transmitir, pues puede ser expresado de diversas
maneras, no solo por medio de gritos o lágrimas, puede tener distintas caras o
incluso distintos colores: “Cada rasgo, cada pincelada de color, cada textura es
reflejo de mi dolor”176. Lo que menciona el pintor Julio Galán nos permite darnos
cuenta como existen diferentes maneras en que el dolor suele salir, maneras de
desahogarse, de expresar; en las cuales se ve reflejada la creatividad que tiene el
ser humano.
174
Moscoso Javier, Op. Cit.
Pera Cristóbal, Op. Cit.
176
Palabras del pintor mexicano Julio Galán, citadas en un artículo publicado el 14 de agosto de 2006,
publicado en Anodis.com: http://anodis.com/nota/7566.asp
175
52
Cada persona dentro de su ser único encuentra distintas manera de expresarse,
todos tenemos una parte creativa, en algunas ocasiones esa parte puede ser
alimentada por el dolor, por aquellas cosas que atormentan, que no decimos de
una forma directa; tal vez algunas por experiencias que sucedieron en la vida:
“Nunca lo niego, mis obras son un espejo de mi propio dolor, es así como exorcizo
mis fantasmas para abrirme al abismo de una nueva vida que son aventuras. Es la
forma de mimetizarme con el ambiente, eso me encanta, me escondo de mis
propios reflejos, igual me escondo tras la máscara del estrafalario”177.
Ana Barragán Solís dice que el dolor es humano y también corporal; es una
corporeidad sociohistórica, en la que se encuentra inscrita la memoria, las
experiencias de vida y las tradiciones culturales. Es una experiencia que trastoca y
obliga a la re significación, a la búsqueda de sentido178. Permite recuperar la
creatividad humana y asumir el riesgo de recuperar el cuerpo; es posible que cada
ser humano busque un sentido distinto, dependiendo de la personalidad, de las
habilidades, de las ideas, pues su experiencia es única.
En el siguiente apartado podremos reflexionar acerca de un uso social que se le
da al dolor que es muy común, la manera en cómo se utiliza para tener un control
del cuerpo y disciplinarlo. Un ejemplo de esos distintos usos sociales que se le
pueden dar, como los que vimos en este apartado anterior y que cada uno de ellos
nos deja mucho para reflexionar en torno al ser humano.
Es necesario pensar que las personas no somos máquinas hechas en serie, por
eso tenemos una historia cada quien, tenemos nuestro propio origen. Dentro de
esa historia somos capaces de descubrirnos a nosotros mismos y a los demás;
pues no es necesario haber vivido lo mismo que otro ser humano para ser
capaces de descubrirnos dentro de él.
177
178
Ibid.
Barragán Solis, Op. Cit.
53
2.3 Castigar y disciplinar al cuerpo.
Entre los tantos usos que podemos encontrar que en la historia se le han dado al
dolor se encuentra el de utilizarlo para castigar y disciplinar a las personas, en
distintos espacios y distintas circunstancias. Esta forma en que es utilizado es
para corregir una conducta o amedrentar; sobre todo, para tener un control sobre
las personas.
El castigo afecta directamente el cuerpo del ser humano tanto física, mental como
emocionalmente y sin duda tiene un fin, una razón de ser, un propósito. De
cualquier manera este castigo tendrá un impacto en la persona que lo experimenta
y dejará una marca, nuca le será indiferente. Pueden llegar a nuestra mente
distintas reflexiones en torno a este tema, aquí están algunas de ellas.
Michel Foucault habla acerca de la expiación que hace el cuerpo y la manera en
que causa estragos en el mismo, a esta expiación debe suceder un castigo que
actúe en profundidad en el corazón, en el pensamiento, en la voluntad y en las
disposiciones179. En esta expiación se está pagando algo y el cuerpo es el
instrumento; sin embargo, el cuerpo no solamente es la carne que puede ser
lastimada, el castigo marcará a la persona no sólo física, también emocional y
mentalmente, lo cual traerá consecuencias, todo el ser completo será afectado.
Un saber, unas técnicas, unos discursos científicos se forman y se entrelazan con
la práctica del poder de castigar; de acuerdo al autor, el castigo es una función
social compleja. El mismo castigo también ha cambiado con el paso del tiempo; el
autor menciona que en una época en la que la moneda y la producción están poco
desarrolladas siempre habrá conflictos y por lo tanto también habrá un brusco
aumento de castigos corporales, por ser el cuerpo en muchas ocasiones el único
bien accesible y correccional; sin embargo, los conflictos y los castigos corporales
siempre se encuentran presentes. Podemos pensar que para poder castigar
también se necesita un conocimiento, en muchas ocasiones, el cuerpo mismo es
quien recibe aquello por lo que se tiene que pagar, al ser esa posesión más
valiosa y preciada, con la que contamos todos los seres humanos.
179
Foucault Michel, Op. Cit.
54
Existe una economía política del cuerpo y los sistemas punitivos se encuentran
dentro de ella, aunque no se recurra a castigos que son violentos o sangrientos,
cuando se utilizan los métodos que se consideran “suaves”, que encierran o
corrigen, siempre es del cuerpo del que se trata y el que lo resiente. Es el
individuo mismo el que sufre cualquier tipo de sanción, sin importar la intensidad o
rigurosidad de la misma. Siempre hay una repercusión en los castigos que se
imponen a la persona, los cuales se encuentran permitidos.
El autor menciona que los historiadores han tratado la historia del cuerpo desde
hace largo tiempo. El cuerpo se encuentra susceptible a relaciones de poder que
operan sobre él, que lo cercan, lo marcan, lo doman, lo someten al suplicio y lo
fuerzan al trabajo. Nuestro cuerpo está sometido a reglas, ideas y concepciones
que se tienen en torno a él y a las distintas autoridades con las que se encuentra y
a las que se somete, a los diversos contextos. Se convierte en fuerza útil cuando
es cuerpo productivo y cuerpo sometido. Si tiene una productividad será valorado.
Como podemos ver, no somos del todo libres, pues nuestras acciones también se
encuentran condicionadas por distintos factores que tienen que ver con nuestro
entorno social.
Foucault habla acerca de la tecnología política del cuerpo, la cual es un saber;
pero no el de la ciencia y su funcionamiento, sino más bien de su dominio, de las
formas de dominar al cuerpo. Los castigos y la prisión son un ejemplo de cómo es
aplicada esta tecnología política del cuerpo; dentro de las instituciones que llegan
a castigar el cuerpo existe un conocimiento del mismo, un saber que de alguna
manera apoya y respalda ese castigo que se aplica. Nos dice que también existe
un código jurídico del dolor; la pena que se aplica no cae al azar, pues está
calculada de acuerdo con reglas escrupulosas. El suplicio debe ser señalado, está
destinado por la cicatriz que deja en el cuerpo, por la resonancia que lo
acompaña, vuelve infame a quien es su víctima y ese es su objetivo. Por parte de
la justicia que lo impone, el suplicio debe ser resonante y comprobado por todos,
en cierto modo como su triunfo sobre esa falta, es una lucha. Es por eso que ese
castigo va a triunfar sobre el cuerpo, el cual reconoce y recuerda que en algún
55
momento fue sometido, que siempre será vulnerable180; pues hay cosas con las
que simplemente no puede luchar, porque siempre lo rebasarán, siempre será
más vulnerable y llegará a un límite. El ser humano recuerda que siempre de
alguna manera se encontrará sometido y que su cuerpo siempre estará a merced
de aquellas consecuencias de sus actos. De alguna manera eso es lo que busca
el castigo.
En algunas sociedades que son fuertemente religiosas, la enfermedad tiene
mucha relación con la divinidad, pues puede ser un signo de elección, un premio o
incluso, un castigo; todos esos significados puede tener. Pfeiffer menciona que la
enfermedad la pensamos y la imaginamos como un mal que nos sobreviene y que
hay que soportar, hay que luchar contra él. En muchas ocasiones, al enfermarnos
solemos asumir a la enfermedad como eso que tenemos que combatir y también
debemos tener la fuerza suficiente para soportarlo y vencerlo; o en todo caso
sobrellevarlo181. Sin embargo, también puede ser apreciado de una manera
distinta en la religión, como una prueba de fe.
Un ejemplo claro en el que podemos apreciar la manera en como el dolor es
utilizado para disciplinar el cuerpo es en el deporte, en el que poco a poco al
cuerpo se le da una dosis de dolor para que poco a poco llegue a soportar más y
obtenga más resistencia. La actividad deportiva re quiere varias cosas; no sólo
exige una técnica y una aptitud particular para resistir el esfuerzo y la fatiga, al
mismo tiempo es una lucha interior contra el sufrimiento, y también contra la
tentación, la tentación de no seguir. Cuando el cuerpo se vuelve enemigo de todo
esfuerzo, el individuo se enfrenta y maneja a su dolor, acrecienta sus rendimientos
cada vez más, aumentando poco a poco su resistencia a aquello que es
intolerable182. Cada persona conoce cuáles son sus límites en las dosis de
sufrimiento que se administra, así como también conoce cuáles son sus avances
de acuerdo a la disciplina que ha llevado.
David Le Breton menciona que el dolor que nace de la prueba deportiva
permanece siempre bajo el control del deportista, quien es el dueño de la
180
Foucault Michel, Op. Cit.
Pfeiffer María Luisa, Op. Cit.
182
Le Breton David, Op. Cit.
181
56
intensidad de la pena que se inflige, también es dueño de su duración; sabiendo
que puede suspender un esfuerzo demasiado intenso en cuanto así lo desee.
Cada persona sabe a la hora de practicar un deporte hasta donde es capaz de
llegar su cuerpo, ya que lo va sintiendo, sabe hasta dónde puede soportar; cada
quien es dueño de esa resistencia y de esa flexibilidad que tiene. En el momento
en el que se llega a un límite, el cuerpo mismo pide parar; una persona que
practica constantemente un deporte se dará cuenta que posteriormente podrá
resistir durante más tiempo y con mayor intensidad aquello que en un principio no
podía.
El dolor es el sacrificio que el atleta hace a cambio de un beneficio. El papel del
entrenamiento, aparte de mejorar la competencia técnica o el aprendizaje de las
sensaciones, la mejora física en general; consiste para el deportista también en
soportar el dolor, acostumbrarse a sentirlo, hacerlo algo cotidiano y acostumbrarse
a él cada vez más183. La repetida imposición de un sufrimiento medido durante los
entrenamientos es una condición necesaria para llegar más allá durante el
sufrimiento de la prueba, el atleta paga lo que es el precio del endurecimiento para
cuando llegue un día en el que se tenga que poner a prueba; o simplemente para
poco a poco superar su marca personal y tener fuerza y condición física. Los
entrenamientos tienen el fin de someter a la persona a un sufrimiento, pero que es
gradual, para que poco a poco se endurezca; esto a la persona le dará más fuerza
y resistencia, que parecerán imperceptibles; sin embargo, en un tiempo, serán
muy notorias, pues la misma persona podrá notarlas.
Los deportistas se relacionan con el dolor como con un elemento para aquello que
realizan con su cuerpo, es un instrumento que utilizan, no es un enemigo; sino
más bien un aliado que te permitirá ser cada vez más fuerte. Cuando se encuentra
bajo el control del individuo tiene la ventaja de poder proporcionarle un límite;
cuanto más intenso haya sido el sufrimiento, más seguro es el avance; pues
posteriormente te será más fácil soportarlo, pues el cuerpo por su parte también
tiene una memoria, la cual poco a poco va superando; lo recuerda, pero también lo
supera.
183
Ibid.
57
Los ritos de paso también son un ejemplo en la manera como el cuerpo es
sometido a un sufrimiento, en este caso con el fin de una transición, la cual implica
sacrificio para la persona que la experimenta. El autor menciona que el dolor
acompaña los ritos iniciáticos de muchas sociedades, que es un recuerdo que
queda en la carne como una marca que en adelante repercutirá en la apariencia
física del individuo iniciado184. Aquella prueba es muy importante y es algo para lo
que tienen que estar preparadas las personas; pues sin duda, marcará su vida,
por lo que tienen que hacerle frente. Lo que la persona soporta en ese momento lo
hace fuerte y le da incluso cierta autoridad ante los demás.
El dominar la violencia del dolor sin perder el conocimiento expresa la valentía, de
esa manera prueba su pertenencia a la comunidad. Aquel que huye ante el dolor
demuestra una falta de carácter y su cobardía, en tales condiciones no podría
convertirse en un hombre completo que necesita enfrentarse a la vida; de alguna
manera esa prueba dolorosa está representando la vida, pues a lo largo de ella se
van presentando distintas situaciones que necesitan el carácter y la fuerza de
aquella persona que tiene la disposición de salir delante de cualquier manera; a
diferencia de simplemente rendirse y darle vuelta a los problemas, no enfrentarlos
nunca cara a cara. Aquella persona que soporta una dura prueba, es vista como
alguien que sabrá enfrentar cualquier dificultad que pueda llegar a presentarse
posteriormente.
El joven nunca está solo para enfrentarse al mal en el caso de estas pruebas,
pues ese dolor es algo común también; algo que se comparte y que otras
personas han pasado por él, el dolor es un ejercicio que significa mucho; sólo lo
infligen los mayores a los más jóvenes, nunca a la inversa; estos es para poder
endurecerlos y para contribuir en formar un carácter que los vuelva dignos de la
responsabilidad futura.
El autor nos dice que el dolor sustrae a la persona de su quietud y lo obliga a
aquello que es insoportable, es por eso que obliga a un cambio, porque rompe con
la monotonía y queda con un recuerdo. Podemos pensar que es a partir de ese
dolor que hay una persona nueva, que se volvió fuerte por ese sentimiento de
184
Le Breton David, Op. Cit.
58
haber superado la prueba. Eso posteriormente tendrá una influencia en aquellas
experiencias a las que se enfrente la persona, una vez pasada la prueba tendrá
esa seguridad de haber superado algo muy duro.
Algunas veces es posible el olvidar la importancia y el valor que tiene nuestro
cuerpo, el cargar con él en todo momento puede ocurrir que incluso lo obviemos;
es por eso que una virtud del dolor consiste en recordar el precio que tiene la
existencia, lo que nosotros mismos valemos y la dicha de poder disponer de
nosotros mismos sin obstáculos, sin nada que nos vuelva extraños a nosotros
mismos
El dolor se encuentra muy ligado a la vida y a la conciencia de existir. Implica ser
arrancado de sí mismo en ese momento; es una herramienta de conocimiento,
una manera de pensar en los límites que existen dentro de uno mismo, y una
manera de poder acercarse a los demás, de sensibilizarse. Por medio del dolor no
solamente eres capaz de reconocerte a ti mismo, sino también al otro ser humano
que igual que tú posee su propio cuerpo y en él llega a experimentar, aunque
puede que no lo mismo, ni de la misma manera. El conocimiento de nuestro propio
ser, también implica el aproximarnos al otro.
Para el ser humano el sufrimiento puede ser una desgracia, donde se pierde por
entero y pierde el control, donde desaparece su dignidad. En el no es posible que
una persona se quede, porque todo ser humano necesita un descanso, necesita
poder recuperar su equilibrio185. Sabemos que por mucho que una persona sea
capaz de soportar sufrimiento, necesita en algún momento volver a tener el
control, necesita salir de ahí.
Por otro lado, es posible ver otro ejemplo de la manera en como al individuo se le
somete; pues dentro de la religión al cuerpo se le puede considerar como algo que
es transitorio, algo que es efímero; como lo menciona Julio González Zapata; pues
hace referencia a la tortura, a la manera en como el cuerpo era destruido por parte
de las autoridades religiosas, pues la Iglesia ejercía su poder y si se le torturaba
no era únicamente para hacerlo sufrir, pues se creía que era una manera en la
que el alma se podía salvar. El cuerpo era despedazado y destruido para poder
185
Le Breton David, Op. Cit.
59
salvar el alma.186. Es posible reflexionar como es que existen múltiples maneras y
concepciones por medio de las cuales se utiliza el dolor como un instrumento para
ejercerlo sobre el individuo. En el siguiente apartado podremos reflexionar acerca
de la manera en que la religión puede tener una gran influencia en todas esas
ideas que tenemos acerca de nosotros como seres humanos y en este caso, del
dolor.
186
González Zapata Julio, Op. Cit.
60
3. La importancia del pensamiento religioso en la concepción del dolor:
casos de la ciudad de Puebla
3.1. La importancia del pensamiento religioso en la concepción del dolor.
La religión participa en la manera en la que las personas pueden llegar a percibir y
a concebir el dolor. Si prestamos un poco de atención a esta relación que existe
entre una y otra parte; la cual podemos encontrar en nuestra vida cotidiana, en
aquellas anécdotas que son cercanas a nosotros; comprenderemos de una mejor
manera como es que para reflexionar acerca del dolor del ser humano es
importante tomar en cuenta esta parte religiosa que tiene una gran influencia en
nuestra percepción.
Cuando Javier Moscoso nos refiere que la fe y la virginidad se protegen
mutuamente, que el martirio quebranta la fe para corromper la virginidad, hace
pensar en nuestra manera de relacionar nuestras acciones y comportamientos con
aquello que creemos que está bien o mal, con lo moral y con la educación que
hemos recibido; de cómo se puede llegar a tener la idea de que una vez que se
corrompe la fe se puede corromper el cuerpo también. Acerca de la
representación, la violencia y el dolor, comenta que existe una profunda relación
entre esos tres elementos. La representación de la violencia coincide con la
violencia de la representación, pues en las representaciones podemos llegar a
encontrar lo violento y la violencia por otra parte, es la que crea esas
representaciones, porque el dolor ha sido uno de los elementos de aquellos
valores que se encuentran más arraigados187.
David Le Breton hace referencia a las distintas religiones que existen y nos
muestra como en ellas podemos encontrar elementos en común; por ejemplo, la
forma en que los sistemas religiosos han integrado el sufrimiento en sus
explicaciones del universo, justificándolo cada uno con su relación con Dios, con
distintos dioses o con el mismo cosmos, dependiendo de la religión que se trate.
Estos sistemas religiosos también buscaron indicar las maneras en las que el ser
humano debe combatir o asumir el sufrimiento, las formas de enfrentar a esa
situación, la actitud que se debe de tomar y la manera en la que se debe de
187
Moscoso Javier, Op. Cit.
61
actuar. Cuando se llega a humanizar el dolor, éste pasa por la determinación
religiosa que ve su causa, aquello que lo provoca y una moral de los
comportamientos que se deben seguir. El autor nos dice que desde la antigüedad
podemos ver un esfuerzo de las personas para integrar y dominar el dolor, así
como la voluntad de introducirlo en una explicación que sea coherente para
nosotros y darle un significado; en esa parte juega un papel importante la religión.
Es interesante ver la manera en como las personas buscamos una explicación al
dolor, todas esas ideas que lleguemos a tener de acuerdo a la experiencia de
cada persona y también de acuerdo a la situación que se presente van a traer
consigo ideas de la manera en como tenemos que afrontar, que es aquello que
debemos hacer, si tenemos que sufrir o tal vez combatir.
Le Breton se remonta a los textos bíblicos, él menciona como es que la
enfermedad y el dolor aparecieron después que Adán y Eva cedieron a la
serpiente y comieron del fruto del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal. Surge la
reflexión de que el dolor es una consecuencia de la llegada de la conciencia,
porque el hombre se vuelve entonces responsable de su destino, el ser humano
aprende que tiene que pagar por sus actos. El castigo recae sobre aquel que se
aleja del camino recto y provoca la cólera divina; de acuerdo a esto, el sufrimiento
está muy ligado a los actos del ser humano. El dolor puede llegar a verse como
una consecuencia de los actos realizados que de alguna manera se considera que
no fueron los correctos y que entonces tienes que afrontar.
Dentro de la religión cristiana podemos encontrar una idea, el hecho de que se
considera que aquellas personas que actúan de la manera correcta no tienen que
lidiar con el dolor, porque no se enfrentan con ningún castigo: “El justo es feliz y
sin historia, el malo paga su extravío con su dolor”188. Las consecuencias del
castigo de los padres pueden llegar a extenderse a veces a los hijos, es un mal
que puede heredarse, los actos malos trascienden a las siguientes generaciones.
De acuerdo con la perspectiva que acabamos de ver anteriormente, el dolor se
identifica algunas veces con el pecado y se representa como una mancha para el
cuerpo y para el alma; al dolor se le admite como un rigor divino. Puede ser visto
188
Le Breton David, Op. Cit.
62
como una marca que queda en nosotros para siempre, un tatuaje con el que
tenemos que lidiar y al ser inferiores a un ser superior debemos sentir ese rigor
divino que nos enseña quien manda.
El autor refiere que puede ser que el sufrimiento tenga un significado; sin
embargo, éste está más allá de la inteligencia humana, nunca es algo inútil y
tampoco es gratuito. Es algo que nosotros no podemos comprender, pero tenemos
que lidiar con él, pues aparece siempre por alguna razón. Uno puede reflexionar
como es que a pesar de que el dolor es algo tan común y cotidiano, es tan difícil
de comprender.
En las diferentes religiones que existen podemos encontrar distintas concepciones
acerca del dolor, similitudes y diferencias que nos dan mucho para poder
reflexionar. En la concepción judía por ejemplo; el dolor no es una transformación
del alma, es un mal que se encuentra fuera del alcance del entendimiento, del que
el hombre puede lamentarse cuando se siente afectado injustamente, cuando
considera que no ha hecho nada para recibir ese sufrimiento que tiene. Se
conceden licencias para oponerse al dolor, por lo tanto es válido quejarse, el judío
es ajeno a la mortificación y, el infligirse voluntariamente dolor para acercarse a
Dios, no tiene ningún sentido.
Ana María Tapia Adler, nos muestra elementos importantes en el judaísmo; como
es el caso del bikur jolim; que es aquella visita que se hace a los enfermos,
porque es un deber brindarles comodidad, reanimarlos y orar para que se
recuperen, sin embargo, esta práctica por muy sencilla que parezca, se encuentra
reglamentada, pues se debe evitar causar pena o dolor al enfermo con alguna
visita. Está prohibido cualquier acto que se haga con el fin de acelerar la muerte
de una persona, pues se considera que ese don de la vida y la muerte solamente
le corresponde a Dios189. Existe una sensibilidad frente al dolor ajeno, pues hay
una preocupación por la comodidad y el sentir de aquella persona que se sabe
que está sufriendo.
Dentro del cristianismo podemos apreciar maneras en que se puede concebir al
dolor; entre ellas se encuentra la que el dolor no es un castigo, sino un camino de
189
Tapia-Adler Ana María, Op. Cit.
63
redención. Suele ser relacionado con el pecado original, no es un castigo divino
que es infligido a aquellas personas que son menos dignas, ni tampoco es
consecuencia de un pecado para castigar, amedrentar o marcar; sino una
oportunidad para participar en los sufrimientos de Cristo en la cruz; de alguna
manera compartir y acercarnos a ese sacrificio. La aceptación del dolor es una
manera posible de devoción que hace posible el acercarse a Dios y también a
purificar el alma.
Durante mucho tiempo se le ha considerado como una gracia particular, pues se
consideraba que era capaz de desarrollar la humildad en las personas y también
que templaba el alma. Se tiene la idea que después de sufrir ya no se verán las
cosas de la misma manera, pues te das cuenta de lo vulnerable y pequeño que
eres. El dolor desde esta perspectiva se puede llegar a cultivar, a veces como
piedad o como una representación mística, como nos dice el autor; esta
representación aparece a través de un camino considerado un calvario y en una
forma de vida que demuestra la capacidad de elección, el dominio sobre la vida
propia. Se considera que aquella persona que es capaz de soportar y lidiar con su
dolor día a día tiene el dominio de sí misma.
Le Breton nos dice que es en el cristianismo y sobretodo en la versión católica
donde hay una forma de culto al dolor, pues prueba el espíritu del creyente y le
ofrece la oportunidad de demostrar sus méritos; de alguna manera el mostrar la
fortaleza que tiene. Ese culto al dolor es posible apreciarlo en las distintas
imágenes religiosas; un claro ejemplo de eso es la imagen de Jesucristo
crucificado. Estas imágenes pueden llegar a ser tan comunes para nosotros que
pareciera que pasan desapercibidas; pero en realidad no es así, ese mensaje
puede quedar dentro de nosotros.
El Islam, por otra parte, demuestra tener una actitud distinta ante el dolor. El
musulmán no suele revelarse ante la adversidad o los sufrimientos que lo afectan,
lucha contra el mal con sus medios sin entregarse a lamentaciones: pues los
males del mundo son tan solo pruebas para poder medir su fe. Esa fe le permite
asimilar su dolor sin tener que lamentarse, simplemente es aquello que tiene que
vivir. Aquello que tiene que enfrentar lo logra también a través de su fe.
64
En el Islam podemos apreciar ideas distintas, Dios sobretodo es el poder absoluto
y si Dios ha querido el dolor, el hombre no puede alejarse de él. El ser humano no
puede hacer otra cosa más que asimilar aquello que Dios ha impuesto, lo que
manda y no es necesario lamentarse ni reflexionar en eso, sino asumir. Aunque
los designios de la divinidad escapen del entendimiento humano, no pueda
comprender la razón de ciertas cosas que ocasionan el dolor, el hombre se debe
someter a ellos; el dolor no es la sanción de una falta, más bien está escrito desde
antes del nacimiento; aparece como parte de un destino, del cual no es posible
escaparse. Si Dios ha creado el dolor, también le ha dado al hombre instrumentos
para poder combatirlo y depende de él la manera en como los utilizas; es
mediante la plegaria y la medicina que se puede auxiliar; del creyente se requiere
la paciencia y la temple, de esta manera Dios mide su fe. El culto del dolor en el
islam es desconocido, el musulmán no se abandona al dolor, no se entrega a él
por alguna razón. Podemos reflexionar acerca de que existe una gran diferencia
entre el cristianismo, aunque también el dolor sirva para medir la fe, aquí no existe
un culto, ni el buscarlo para estar más cerca de lo divino190.
En el Islam tiene gran importancia el control del cuerpo por dentro y por fuera, así
nos menciona Ayman Ashboul, pues la religión define la visión que las personas
tienen del mismo, así como la manera en que debe ser tratado; el cuerpo no es
únicamente propiedad del ser humano que lo posee, sino es propiedad también
del creador, de Allah; es por eso que las personas tiene una gran obligación con
respecto a su cuerpo, sobretodo de protegerlo de aquellas cosas que se
consideran malas; pues su cuerpo fue creado para hacer culto a Dios; la mente es
de gran importancia, pues es la responsable de aquello que en la vida sucede. Lo
que enferma primero no es el cuerpo, es la mente, el cuerpo tan sólo es una
proyección de lo que sucede en la mente, ahí aparece el dolor y el sufrimiento191.
En religiones orientales, por ejemplo: el hinduismo, el janaísmo y el budismo,
podemos encontrar ciertas características; entre éstas se encuentran que,
consideran el sufrimiento en el centro de sus reflexiones y de sus pensamientos;
190
191
Le Breton David, Op. Cit.
Ashboul Ayman, Op. Cit.
65
comprueban el carácter doloroso que tiene la condición humana y proponen la
liberación y sacar al ser humano del sufrimiento, esto mediante una disciplina
constante. Únicamente mediante la disciplina se puede lograr el no sufrir, el no
perderse en el dolor y tampoco en la ignorancia, en todas aquellas cosas que son
nocivas para el ser humano192.
Por otra parte, Anton P. Baron nos habla acerca de esa Verdad que dijo Buda 193
acerca de que la vida se encuentra llena de sufrimientos y de insatisfacciones;
considera que este hecho está ligado a todas las cosas del mundo; ésta es la
razón por la cual la vida resulta insatisfactoria para la mayoría de las personas.
Esto es visto como una realidad que compartimos todos en nuestra vivencia
cotidiana, no es algo extraño ni tampoco fuera de lo común. No es posible que
esté lleno el corazón del hombre de una completa felicidad; es por esto que contra
el sufrimiento no se debe luchar, sino más bien entenderlo, entender su origen y
su naturaleza; porque únicamente de esta manera es que uno puede lograr
liberarse de él.
Desde esta perspectiva religiosa, el apego es el principal origen del sufrimiento,
sobretodo el apego a toda clase de deseos, aquellos deseos de lo que no somos y
lo que no tenemos; eso puede ocupar nuestros pensamientos. El ser humano
siempre busca el ser reconocido por los demás. De la misma manera, para lograr
la liberación del sufrimiento es posible únicamente por medio de un estado mental,
esto se encuentra ligado al que el ser humano es capaz de observarse a sí mismo
y al mundo en el que se encuentra. Existen distintos pasos para poder liberarse
del sufrimiento, entre los más importantes se encuentra el de no infringirse a uno
mismo ningún dolor de una manera consciente, tampoco hacerlo con otras
personas ni con los otros seres vivos; pues se cree que aquellos actos más
crueles e inhumanos tienen su origen en inseguridades y miedos 194. Con esto
podemos ver como desde el budismo el ser humano es capaz de un gran poder,
es poder de liberarse del sufrimiento; sin embargo, no es evitándolo si no
haciéndole frente.
192
Le Breton David, Op. Cit.
Baron Anton P., Op. Cit.
194
Ibid.
193
66
Le Breton hace referencia a Buda195, quien afirma que el ser humano desde que
nace hasta que muere se encuentra inmerso en un dolor infinito, pero sin
embargo, no todo queda ahí porque espiritualidad no se hunde en la
desesperanza, la miseria de la vida humana no es producto de ningún castigo;
más bien de la ignorancia de los hombres, es por eso que de ellos depende esa
liberación. El autor nos habla de otro aspecto que tiene importancia en el budismo;
se trata del karma, esa ley en la que las dosis personales de sufrimiento y su
naturaleza se encuentran sometidas. La suma de dolores y alegrías no es
producto del azar, sino más de la herencia necesaria. El ser humano debe trabajar
de una manera constante si es que quiere salir de ese estado que lo sumerge en
el dolor, en el sufrimiento. El hombre que sufre se enfrenta a sí mismo, le tiene
que hacer frente a su propio dolor.
Desde la perspectiva religiosa podemos ver otra manera de pensar en el dolor;
tiene otra cara, aquella que se encuentra ligada a la purificación de las malas
acciones que han sido acumuladas por distintas razones. Resistir al dolor forja
determinación en el carácter y aumenta la consciencia de sí, también la fortaleza.
No solamente tiene esa cara amarga, pues a pesar de ese trago amargo por el
que al momento se tiene que pasar, es posible ver también buenos resultados
después, pensando desde esta perspectiva.
Nos dice Le Breton que el dolor puede traer consecuencias morales para los
individuos, incluso si estos no son religiosos, porque este siempre va a afectar y
no es común que ese acontecimiento pase indiferente o como algo neutro 196. El
dolor suele impactar de tal manera que no es posible que pase desapercibido para
cualquier persona, pues todos tenemos cierta sensibilidad; nos impacta emocional
y psicológicamente; independientemente de la religión.
La idea que tenemos de que la enfermedad es merecida, de que el sufrimiento
viene para castigar la conducta de un individuo todavía se encuentra muy
arraigada en las conciencias de las personas, como dice el autor. Esto nos permite
pensar que de alguna manera uno se buscó aquello que le está pasando, “¿Será
195
196
Le Breton David, Op. Cit.
Ibid.
67
que Dios me está castigando?”; esta idea también influye en la manera en que la
persona se enfrenta a sí misma en esos momentos.
Como podemos darnos cuenta con estos sencillos ejemplos, existen diferencias
entre las distintas religiones, las ideas que se tienen en cada una de ellas acerca
de aquellas cosas esenciales que el ser humano experimenta en su vida y la
manera en cómo las tiene que enfrentar pueden variar. Esto no puede ayudar a
explicarnos el porqué de distintas actitudes y contradicciones de las personas.
Doris Bieñko de Peralta nos muestra una parte del dolor muy ligada a la religión en
el ámbito conventual y en el peso que llegó a tener la escritura autobiográfica
novohispana, pues hace referencia a Juan de Palafox en su texto publicado “Vida
interior”, nos dice que este texto lo hace refiriéndose a sí mismo como “este
pecador” y enumera sus culpas y mercedes que Dios le otorgó. La autora resalta
que en este tipo de escritura, por lo regular siempre se tiende a resaltar esa
inferioridad con respecto a lo divino, a minimizarse.
Por otra parte menciona que en los escritos de las religiosas novohispanas
podemos encontrar que son muy constantes las referencias al sufrimiento y al
martirio que eran provocados por tener que escribir, porque este ejercicio solía
percibirse como una imposición, la cual no proporcionaba ninguna satisfacción 197
Podemos pensar que era una actividad obligatoria, la cual tenía que ser realizada,
sin importar si la persona deseaba hacerlo o no.
Ella nos dice que dentro del cristianismo se puede llegar a considerar parte de la
condición humana el ser ingrato y pecador, con esto podemos pensar en esa idea
de que el ser humano es imperfecto 198.Tanto en los hombres como en las mujeres
se puede apreciar el énfasis en la escritura por obediencia, el auto desprecio y la
ambigüedad respecto a su autovaloración. En esas características podemos
apreciar no únicamente la búsqueda del sufrimiento físico, sino también el
atormentarse emocionalmente por esa inferioridad en la que se considera, el
buscar estar más cerca de Dios.
197
198
Bieñko de Peralta Doris, Op. Cit.
Ibid.
68
Adriana Rodríguez Delgado nos ayuda a reflexionar acerca del origen de este tipo
de pensamientos y concepciones con respecto al sufrimiento en nuestra sociedad,
pues nos dice que a la Nueva España los españoles llegaron con la religiosidad
que ya se encontraba desarrollada en la Metrópoli, y esto propició que se
implantara la Inquisición en América. La Iglesia misma se convirtió en un
mecanismo regulador de un comportamiento: moral, social, religioso, económico y
político de las personas199; también llegó a ser la principal institución que infringió
dolor, regulando su uso por medio de castigos y aparatos diseñados
especialmente para infringir dolor a las personas. Podemos darnos cuenta que en
todo aquello tenía un gran control y una gran influencia la religión; lo cual consigo
provocaría distintos comportamientos y miedos en las personas.
De acuerdo a lo que señala la autora; las principales características de la Santa
Inquisición fueron el secreto y el tormento, todo esto como una vía para obtener la
confesión de la culpabilidad, así como también la obtención de algunas otras
acusaciones; como son por ejemplo: situaciones, nombres y lugares. El cuerpo era
el instrumento por medio del cual la Iglesia obtenía lo que quería, no había manera
de que un ser humano pudiera escapar a esos métodos que lograban someterlo,
llevándolo al límite. Aquí podemos reflexionar acerca de aquello mencionado al
final del apartado anterior, la manera en como el alma buscaba ser salvada a
través de ese tormento, de la destrucción de ese cuerpo.
El propósito de la tortura utilizada también era la confesión de los hechos de los
cuales era acusada la persona. De acuerdo con lo establecido en la época, tres
sesiones de tortura era lo máximo que se podía administrar al individuo200. Pero a
pesar de que existían esas reglas, la tortura que se ejercía sobrepasaba los límites
que un ser humano puede soportar.
Bieñko de Peralta nos dice que la Santa Inquisición operaba por medio por medio
de una estructura, pues era un organismo que era regulador de la conducta en los
habitantes, en los siglos XVI, XVII y XVIII; tiempo en el cual fácilmente abarcaba
su vida entera201. Al saber la manera en cómo funcionaba esta estructura; no
199
Rodríguez Delgado Adriana, Op. Cit.
Bieñko de Peralta Doris, Op. Cit.
201
Ibid.
200
69
podía pasar desapercibida, pues todos sabemos lo vulnerables que somos, que
existen maneras de quebrarnos física y psicológicamente, todo esto para un fin
específico. Los delitos que se consideraba que iban contra la moral católica
representaban una violación a los sacramentos de la Iglesia. Por la importancia de
esta Institución, el individuo quedaba sometido al castigo, al considerarse que
había violado esa moral; sus acciones no sólo eran suyas, sino también formaban
parte de la sociedad.
Las imágenes tienen un papel importante en la manera en cómo es representado
el sufrimiento, pueden ser un referente y tener una influencia en las personas que
las miran, pues tienen un impacto en la mente, en la memoria; Susan Sontag
menciona que hay algunos sufrimientos específicos que se consideran dignos de
representar; como es el caso de aquellos que son resultado de la ira, ya sea de las
personas o aquella que se considera divina. Las imágenes de las ejecuciones de
los mártires cristianos son un ejemplo de esas imágenes que están destinadas a
conmover y a emocionar, pero también de alguna manera, a ser un ejemplo.
Existe mucho deseo por imágenes de cuerpos dolientes, al igual que las de
cuerpos desnudos; el tormento suele ser representado en la pintura, existe esta
práctica de representar sufrimientos que son atroces y todo esto forma parte de la
historia de las imágenes202. El pensamiento de las personas puede variar al
apreciarlas; sin embargo, siempre serán imágenes que causen un impacto.
La imagen es un lenguaje muy apropiado para poder reflejar la expresividad del
sufrimiento y del dolor; sin embargo, el interés que se puede presentar en la
violencia, en el dolor y el sufrimiento en general no es algo nuevo; así lo plantea
Antonio Linde Navas, pues eso ha formado parte de las narraciones religiosas en
la historia. Probablemente lo que hace la diferencia actualmente es la
comunicación visual de masas que existe con los acontecimientos. Esa gran
audiencia que tiene este tipo de acontecimientos es porque sabemos que se trata
de algo que puede afectarnos individual o también familiarmente; pues tiene que
ver con la vida203. Las personas solemos asociar distintos acontecimientos con
202
203
Sontag Susan, Op. Cit.
Linde Navas Antonio, Op. Cit.
70
nosotros mismos, aún si se trata de experiencias que no hayamos vivido; es
posible que surja esa empatía con el otro.
Podemos apreciar que existen múltiples ejemplos de la manera en cómo puede
encontrarse ligado el dolor o el sufrimiento con la religión, en el siguiente apartado
podemos reflexionar acerca de un ejemplo muy específico de esta relación; es la
manera en cómo era disciplinado el cuerpo dentro de los conventos novohispanos
en la ciudad de Puebla, es tan solo una de las maneras en la que el dolor del ser
humano puede ser utilizado.
3.2 La disciplina y control del cuerpo en los conventos novohispanos de la
ciudad de Puebla.
Muchas situaciones que han ocurrido en la historia pueden ejemplificar la manera
en la que el cuerpo se somete a una disciplina, a un control y el medio con el que
se consigue es el dolor; ya sea para uno o diversos fines e intereses de algunas
personas. Es manejado para tenerlo controlado y sometido, para que cumpla con
aquello que se considera que es lo correcto o corrija aquello que se considera que
no lo es. La manera en cómo se llevaba a cabo la disciplina y el control del cuerpo
dentro de los conventos involucraba totalmente a la persona, a todo su ser.
Rosendo Bolívar Meza menciona que en la sociedad novohispana existía una gran
variedad en grupos sociales, en los que tenía gran influencia el lugar de
nacimiento de la persona y lo racial204. Esto tenía gran importancia para la vida
cotidiana de las personas, pues influía de gran manera, no únicamente en el
entrono en el que cada persona se desarrollaba; sino también en las actividades
que realizaba.
Francisco Morales hace referencia a la autora Rosalva Loreto López y nos dice
que gracias a los diversos estudios que se han realizado, actualmente tenemos
una visión de la vida religiosa y enclaustrada más cercana, pues los estudios han
abierto diversos temas de reflexión en torno a ello. Podemos pensar en que han
surgido distintas ramificaciones dentro de este tema que se encuentran
relacionadas entre sí; nos menciona también que para poder comprender mejor la
204
Bolívar Meza Rosendo, Op. Cit.
71
vida que se daba dentro de los conventos es necesario que veamos las amplias
redes de conexiones que tenían los monasterios con los lugares donde fueron
fundados y donde se llevó a cabo su desarrollo 205. Cada uno de esos lugares no
se encontraba aislado, pues recibían influencias de otros conventos a su vez y
seguían ciertas reglas ya establecidas, ocupaban un lugar dentro de la sociedad,
el cual tenían que cuidar y mantener, debían ser un ejemplo para la sociedad. La
imagen que proyectaban era muy importante.
El autor menciona que trece patronos fueron apareciendo en Puebla, dos de ellos
se encontraban relacionados con la fundación de conventos; uno de ellos es el
convento de Santa Rosa; el cual comenzó como un beaterio, teniendo algunas
diferencias y otro es el convento de la Concepción. Las prácticas que se
realizaban dentro de los conventos crearon un patrón de comportamiento cristiano
que incluso llegó a extenderse fuera de los mismos, por el modelo educativo que
representaban las monjas. Aquellas prácticas e ideas, eran un modelo a seguir de
comportamiento, formaban parte de ellas una serie de reglas que llegaban más
allá de las paredes de los conventos, a la sociedad, formando parte de la vida
cotidiana de las personas.
Hubo un tiempo en el que en la ciudad de Puebla se construyeron muchas iglesias
y diversos edificios eclesiásticos; esto fue durante los siglos XVI y XVII
principalmente; esto lo menciona la autora Rosalva Loreto. Estos establecimientos
tuvieron un papel importante en los fines poblacionales y evangelizadores de los
conquistadores206. Todos estos establecimientos posteriormente tendrían mucha
influencia en la sociedad, cumpliendo cada uno de ellos con funciones específicas.
Los primeros monasterios femeninos que fueron fundados entre 1568 y 1604 son
los siguientes: Santa Catalina, La Concepción, San Jerónimo, Santa Teresa,
Santa Inés, La Santísima Trinidad y Santa Clara; todos ellos con una ubicación
muy próxima a la catedral. Posteriormente surgieron otros: Santa Rosa,
Capuchinas, La Soledad y Santa Mónica; entre 1680 y 1748. Cada uno de ellos
tenía sus propias características; por ejemplo, de acuerdo a lo que dice la autora,
205
206
Morales Francisco; Op. Cit.
Loreto López Rosalva; Op. Cit.
72
Santa Inés, Santa Rosa y Santa Catalina eran de monjas dominicas; los de la
Santísima Trinidad, Santa Clara, Capuchinas y la Purísima Concepción eran
franciscanas; Santa Teresa y La Soledad, eran Carmelitas Descalzas y Santa
Mónica, era de agustinas.
Leticia Mendoza Pérez por medio de un ensayo nos da un recorrido por la Nueva
España en el siglo XVII, enfocándose sobre todo a lo que fue la vida de las
mujeres en esa época, así como también dentro de los conventos. Nos menciona
que en ese siglo la sociedad se caracterizaba por las contradicciones que se
daban dentro de ella, pues la manera de actuar en muchas ocasiones era
contraria a las ideas que se tenían, existía una doble moral. Por otro lado, fueron
años agitados con diversas manifestaciones que se dieron por distintas causas207.
Podemos reflexionar sobre el ideal que se tenía del comportamiento, el cual se
creía que era el adecuado y del esfuerzo de las personas por aparentar frente a
los demás el encajar dentro de esos estándares, aunque su forma de actuar fuera
muy distinta a eso.
La autora nos menciona que el gobierno virreinal tenía un aliado muy poderoso,
ese aliado era la Iglesia católica, la cual administraba los sacramentos, se
dedicaba a evitar el regreso del paganismo y también administraba a las órdenes
religiosas, dedicadas a la educación y a la propagación y convencimiento de la
religión. Las conductas, los pensamientos y las angustias de las personas se
encontraban muy ligadas a la religión, a todas aquellas ideas que en ese tiempo
se tenían, a esos temores que todo aquello podía provocar.
Podemos encontrar que el mundo barroco se conformó con ciertas características,
que son las siguientes: multiétnico, multicultural y multirracial; un mundo de alguna
manera masculino, en el que el sitio de la mujer a su vez, también dependía de la
raza y posición social, pero siempre bajo la tutela de un hombre; ya sea el padre,
el esposo o el hermano208. Reflexionando acerca de lo que dice la autora,
podemos pensar en esas limitantes que existían, las cuales se encontraban
totalmente ligadas al entorno y también a la religión.
207
208
http://bvirtual.ucol.mx/descargables/180_mundo_novohispano.pdf
Mendoza Pérez Leticia, Op. Cit.
73
Las órdenes religiosas masculinas tuvieron un papel muy importante, pues la
evangelización fue la principal tarea para las órdenes mendicantes; tenían voto de
pobreza, sosteniéndose de limosnas y de caridad. Sus fundaciones se dieron
entre los siglos XVI y XVII; existieron también otro tipo de fundaciones masculinas
con misiones diferentes, como son por ejemplo: la educación, la vida
contemplativa y el cuidado de los enfermos. En la ciudad de Puebla se asentaron
franciscanos,
dominicos,
agustinos
y
carmelitas.
Posteriormente
también
dieguinos, betlemitas, oratorianos de San Felipe Neri, hospitalarios de San Juan
de Dios, mercedarios y jesuitas. Todos ellos se regían por obedecer a su regla y al
prior del convento. Estos son algunos ejemplos de lo que anteriormente fueron
conventos masculinos en Puebla.
El convento franciscano en la ciudad de Puebla es el Templo Conventual de las
Cinco Llagas de Nuestro Seráfico Padre San Francisco, mejor conocido el templo
de San Francisco, se encuentra en el Boulevard Héroes del 5 de mayo y la
Avenida 14 Oriente; dentro de esta Iglesia hay un culto especial al beato fray
Sebastián de Aparicio, el patrono de los choferes209.
Imagen 1. Fotografía tomada del portal de Servicios Profesionales para la Arquitectura y la Construcción en
210
Puebla
209
Guía de Patrimonio Religioso de la Ciudad de Puebla; Gobierno Municipal; Patrimonio Religioso;
UNVESCO; Patrimonio Mundial; Puebla, Pue; 2012
210
Página de internet: http://www.arquitectronica.com.mx/arquitectura-puebla/convento-de-san-francisco.html,
el 19 de enero de 2014
74
El Templo Conventual de Santo Domingo de Guzmán o la Iglesia de Santo
Domingo se encuentra en la Avenida 5 de mayo y 4 poniente; fue de los
dominicos. Dentro de esta iglesia se encuentra la Capilla del Rosario
Imagen 2. Fotografía tomada de la Guía de Patrimonio Religioso de la Ciudad de Puebla
El Templo Conventual de Nuestra Señora del Carmen, conocido como el templo
del Carmen, se encuentra ubicado entre las calles 17 oriente y 16 de septiembre;
perteneció a los carmelitas descalzos.
Imagen 3. Fotografía tomada de la Guía de Patrimonio Religioso de la Ciudad de Puebla
La Iglesia, por medio de la religión, de la educación que se daba y también por
medio del confesionario influía mucho en las conciencias y en la vida íntima de los
individuos. El cuerpo era considerado como la parte pecaminosa del ser humano,
75
pues era el responsable de todas aquellas tentaciones consideradas malas; por lo
tanto, se tenía la idea de que debía ocultarse y mortificarse. También considerado
vulnerable a fuerzas externas que podían llegar a dañarlo; sin embargo, en el
exterior el comportamiento se guiaba por una doble moral, pues en la mayoría de
los casos, la manera de actuar era muy distinta a ese ideal que se imponía.
En la Nueva España la religiosidad se mantuvo en los siglos XVI y XVII. Es una
época que se caracteriza por los milagros, por la beatería, por el culto a las
imágenes y también a las reliquias. Culpas y demonios se encuentran en la mente
de las personas, todo eso a causa de ese cuerpo humano que es provocador de
tentaciones y por lo tanto; también merecedor de castigos, para poder salvar el
espíritu se tienen que hacer fuertes penitencias211. Esas penitencias son una
parte sumamente importante para mantener al cuerpo controlado, para que se
pueda limpiar de aquella culpa cometida y que aparte, se amedrente para no
volverlo a hacer.
La Iglesia y el Estado eran quienes reglamentaban la sexualidad; el matrimonio
cumplía con la función para beneficio del orden social. Se refuerza la idea del
matrimonio, la institución donde se permite la sexualidad con el propósito de
procrear. La virginidad es algo muy importante, pues la pureza de sangre es
apreciada y es indispensable para seguir en las capas de la sociedad que son
privilegiadas; pues las aspiraciones de la vida de la mujer se encuentran en el
matrimonio o en el convento. Lo que menciona la autora Leticia Mendoza Pérez,
nos hace pensar en la manera como la sociedad es regulada, en esas
instituciones que tienen una gran influencia para la manera en cómo se lleva a
cabo la vida de las personas.
En los conventos la división social también se basa en el color de la piel y la
riqueza de las familias; de la misma forma que fuera de ellos. Dentro de los
mismos había privilegios y también discriminación. Los jesuitas al considerar a la
mujer débil a las tentaciones sexuales hacían campañas de purificación
enclaustrándolas212. Podemos reflexionar en la manera en cómo trataba de
211
212
Mendoza Pérez Leticia, Op. Cit.
http://bvirtual.ucol.mx/descargables/180_mundo_novohispano.pdf
76
evitarse que el cuerpo estuviera expuesto a distintas tentaciones, al pensar en esa
debilidad y vulnerabilidad que se tiene frente a ellas; ésta tan sólo es una manera
de tratar de evitar todo eso.
Por otra parte, Stephanie Kirk reflexiona acerca de que la enfermedad era algo
altamente valorado por las autoridades eclesiásticas en la época de la Nueva
España, porque posibilitaba el poder forjar una santidad femenina; se puede
considerar como un acercamiento a ella. El producir un cuerpo enfermo a través
de actos de auto-mortificación en parte funcionaba como una respuesta al control
masculino que había. El cuerpo femenino siempre se encontraba operando en un
espacio entre la santidad y el pecado. Se dedica a examinar la producción del
cuerpo enfermo femenino como una manifestación de ejemplaridad en la vida
espiritual de las monjas en la Nueva España del siglo XVII y también de principios
del siglo XVIII213. La autora menciona cómo de acuerdo a ese control que había
sobre las mujeres que se encontraban dentro de los conventos, el cuerpo enfermo
era un medio por el cual se podían acercar a ese ideal que se tenía.
La escritura tenía un papel muy importante en las enfermedades y en los martirios,
porque esos escritos dependían de la aprobación y la vigilancia del confesor; la
manera en la que se representa la experiencia mística se encontraba conectada a
su vez con las enfermedades y con los castigos corporales. Podemos ver como
esa experiencia mística es completamente corporal, pues involucra todos los
sentidos.
La mortificación, la enfermedad y el dolor prometían a su vez riquezas espirituales
muy profundas; es por eso que en algunas ocasiones incluso se buscaban; no
cualquiera de ellos se consideraba especial, sólo algunos que reunían ciertas
características. Los casos de mortificación que se consideraban como ejemplares
debían ser clasificados por la vigilancia y también el respaldo del confesor; quien a
su vez de alguna manera también deseaba sacar provecho de aquella situación 214.
Aquellas monjas cuyas prácticas producían un cuerpo mortificado y muy enfermo
podían llegar al umbral de la santidad, logrando de esa manera una conexión con
213
214
Kirk Stephanie, Op. Cit.
Ibid.
77
Jesús; podemos pensar que en ese padecimiento había una identificación y que
las otras que no llegaban a esos límites veían en aquellas que lo experimentaban,
un ejemplo el cual debían seguir.
El cuerpo dócil era el cuerpo ejemplar, ese cuerpo contenido y controlado que
ayuda de alguna manera a borrar los pecados. La autora menciona que existían
distintos actos aparatosos de auto mortificación; sin embargo, no se podía permitir
que los conventos se convirtieran en centros de auto mortificación desenfrenada y
sin límite, es por eso que este tipo de actividades eran vigiladas y controladas.
El someter el cuerpo a la disciplina y al control se puede utilizar de distintas
maneras. Uno de ellos es la manera en como el espectáculo del cuerpo femenino
dañado y enfermo por actos de mortificación, ofrecía material también para los
textos de los clérigos mexicanos, los cuales eran destinados para un público
interesado en relatos de extraordinaria devoción.
La enfermedad en ocasiones era resultado del maltrato corporal, llegaba a ser
parte del tema central de las vidas escritas por las monjas y de las cuales sus
confesores daban mucha importancia; incluso algunas las habían designado como
vidas ejemplares. La enfermedad tenía una estrecha relación con las visiones y
con las experiencias místicas, lo cual presentaba una visión del cuerpo enfermo
femenino y escarmentado como ese camino para alcanzar la perfección
religiosa215. El cuerpo enfermo llegaba a ser sobrevalorado y a formar parte de un
ideal.
Stephanie Kirk menciona cómo es que las autoridades eclesiásticas tenían el
deseo de imponer un modelo restrictivo de comportamiento; en el que la mujer
tenía más oportunidad de acercarse a Dios a través de una enfermedad y del
sufrimiento, más que con los logros intelectuales. Es por eso que se le daba
mucha importancia a esa mortificación del cuerpo.
La educación que era proporcionada por los monasterios femeninos en los siglos
XVII y XVIII estaba enfocada en la construcción de la vida de perfección, en el ser
un ejemplo para la sociedad, basándose principalmente en la transmisión de
215
Kirk Stephanie, Op. Cit.
78
valores
morales
y religiosos216.
Quienes se
encontraban dentro tenían
obligaciones tanto para sí como para los demás, tenía que haber mucho cuidado
en las acciones.
Las reglas influyeron profundamente en las conductas individuales; ejemplo de
esto es lo que menciona Rosalva Loreto, que inculcaron controles, refrenaron
afectos, censuraron pulsiones y acrecentaron las exigencias de pudor217.A través
de la lectura y memorización de los textos que eran aprendidos, se debía reflejar
en el comportamiento todo aquello que era aprendido, en la manera de hablar;
esos tan sólo son unos ejemplos de cómo debían ser reflejadas aquellas
enseñanzas.
Un ejemplo que menciona la autora de las lecturas que tenían que ser realizadas,
es que para las celebraciones especiales se recomendaba leer El arte de servir a
Dios, durante las Cuaresmas, para que las religiosas pudieran reinterpretar
cíclicamente la liturgia y también la pasión, asociándolo con conductas
determinadas; como eran el silencio, los ayunos, las penitencias y las
mortificaciones. Podemos ver esa relación que llegaba a haber entre aquello que
era leído y la vida ejemplar que se tenía que llevar; esos sufrimientos llegaban a
convertirse en algo cotidiano. El voto de castidad era muy valorado, pues con él se
ponía a prueba el amor de la religiosa por Dios; se consideraba que de esta forma
podían consagrarse con mayor intimidad y por esta importancia había que estar en
una vigilancia y un control constante.
Otro de los aspectos muy importantes dentro de los conventos era la obediencia,
la cual consistía sobretodo en mantener el orden y seguir las reglas establecidas.
Cada determinado tiempo las monjas solían congregarse en reuniones, durante
las cuales discutían la obediencia y se exponían las culpas, también los errores
cometidos de cada una. Dependiendo de la falta cometida se aplicaban
penitencias, como salvos o venias; sin embargo para las culpas graves había otro
tipo de penitencias, como son por ejemplo; el ser aisladas en la cárcel conventual
y comer únicamente pan y tomar agua, el llegar desnudas de la espalda para
216
Loreto Rosalva (2008) , De sendas brechas y atajos: Contexto y crítica de las fuentes eclesiásticas, siglos
XVI-XVII,; CONACULTA, México D.F.
217
Loreto Rosalva, 2000, Op. Cit.
79
recibir disciplinas de todas las religiosas218. Podemos ver la manera en cómo el
cuerpo tenía que ser controlado y también corregido, dependiendo de qué tan
grave se consideraba la falta que se cometía, tenía que ser la penitencia.
Parte de la disciplina es el ayuno, el cual también se encontraba profundamente
relacionado con la expiación de las culpas, tanto las individuales como las
colectivas; se consideraba que lo más importante era el alimento del alma, no del
cuerpo; se tenía la idea de que por medio del castigo y el ayuno llegaba a
purificarse el espíritu. Podemos reflexionar de acuerdo con lo que dice Rosalva
Loreto, con esta manera de mortificar el cuerpo y someterlo a un sufrimiento con el
fin de darle más importancia a la espiritualidad que al cuerpo. En el sentir de las
religiosas, su cuerpo jugó un papel primordial; pues las experiencias místicas se
reflejaban en él, era el objeto de sus atenciones.
Un ejemplo de lo mencionado anteriormente es que en algunos casos algunas
religiosas podían llegar a sentir en su propio cuerpo las penas del purgatorio, se
creía que con ese dolor físico que sufrían podían salvar a algún alma que se
encontrara en el purgatorio219 . Podemos ver que ese dolor que tenían que
soportar de alguna manera tiene una recompensa, pensando en aquello que a
cambio se recibe.
Antonio Rubial García, nos habla acerca de los delitos y los castigos que había
dentro de los conventos de frailes mendicantes. Ellos debían confesar ante sus
hermanos de hábito las faltas que cometieron durante la semana y someterse al
castigo que el prior del convento les impusiese.
Algunas faltas eran consideradas leves; como son por ejemplo: el no ser puntual,
el tratar con descuido los libros, dormir en tiempo de estudio, beber o comer antes
de tiempo, el reír en coro o hacer reír a los demás, decir palabras indecorosas y
salir del convento sin permiso.
Había faltas que eran consideradas graves; como son: el fijar la mirada donde
había mujeres, decir amenazas o maldiciones, hablar a solas con una mujer o
sembrar la discordia entre los hermanos.
218
219
Loreto Rosalva, 2000, Op. Cit.
Ibid.
80
Los castigos eran aplicados de acuerdo a lo grave que era considerado el delito;
entre los diferentes castigos podemos encontrar el comer únicamente pan y agua,
ser llevados a la cárcel conventual, recibir azotes por parte del superior en público.
Algunos de los castigos se hacían en privado para evitar un escándalo acerca de
la falta cometida, un ejemplo es el de quemar estopas en la espalda. Ciertos
delitos considerados muy graves como por ejemplo el homicidio, se podían
castigar con cárcel perpetua220.
En este apartado podemos reflexionar con un ejemplo de la manera en como el
cuerpo puede ser sometido a una disciplina y a un control, así como la forma en
que se encuentra profundamente vinculado con lo religioso; en la historia podemos
encontrar diversos ejemplos que nos permiten pensar y cuestionarnos acerca de
el sentir del ser humano con respecto al dolor.
A continuación podremos reflexionar por medio de un ejemplo acerca de la
manera en que se podía llevar la vida dentro de los conventos y como el dolor
estaba incluido en esta. Este es el caso de las monjas iluminadas, el caso de
María de Jesús de Tomelín y del Campo, conocida como “el lirio de Puebla” nos
puede dar una idea de ese ideal que se tenía con respecto al comportamiento.
El conjunto de prácticas que solían acompañar la vida de una monja iluminada
incluían el buscar la perfección cristiana por medio de distintos actos; como son
los ayunos, el uso permanente de púas, las flagelaciones, distintas formas de
sufrimiento y destrucción del amor propio.
María de Jesús de Tomelín y del Campo es considerada una monja iluminada,
pues se dice que lograba ver a Jesús de niño y de adulto en la hostia; entre sus
virtudes que se consideraban ejemplares, se destaca la paciencia, a pesar de que
fue calumniada por otras monjas, el autor Armando González Morales, menciona
que en sus biografías se dice que se le aparecían en las sombras del abismo
figuras de hombres desnudos; estas apariciones eran constantes y era de esta
manera que tenía que probar su castidad.
220
Rubial García Antonio, Op. Cit.
81
Es importante remontarse a la infancia para tener una idea más completa del
origen de la situación. La autora Asunción Lavrin221 menciona que hay madres que
destinan a sus hijas a la religión desde antes de su nacimiento como es el caso de
Sor María de Jesús, quien es reconocida por su “santidad”, su proceso de
beatificación duró años. Su madre había querido ser monja, María de Jesús nació
antes de tiempo y le faltó la leche materna, lo cual le acarreó diversos problemas
de salud. Se menciona que desde los tres años tenía oración y también visiones,
así como llagas que recibió en unos de sus arrobos222.
Armando González223 menciona, cuando se refiere a la vida de María de Jesús
que su padre llegó a presionarla mucho para que se casara con un rico caballero,
pero en 1598 pidió entrar al Convento de la Concepción para tomar un poco de
agua y no volvió a salir jamás.
El convento de la Purísima Concepción en Puebla de monjas calzadas, permitía a
las monjas de velo negro vivir gracias a la dote que daban sus familias; aquellas
que no reunían el dinero suficiente para la dote, se quedaban como monjas de
velo blanco. Cada celda llegaba a reproducir el estatus social al que cada religiosa
pertenecía224.
María de Jesús fue maestra en el éxtasis religioso, pues sabía comunicar su
propia experiencia como algo fundamental; sus biógrafos mencionan que recibía
las visitas de las almas del purgatorio, mencionan que a los cinco años vio a su tío
difunto pidiéndole que le dijera a su padre que dedicara misas por su alma. Dentro
del convento ella tenía gran atención a su propio cuerpo, en sus sentidos
auditivos, olfativos y visuales. Tenía cautela en sus ojos, sus pensamientos y
acciones; no miraba a los hombres a los ojos ni prestaba atención en sus
facciones. Se cree que tenía capacidad de penetrar en las conciencias, pues fue
capaz de descubrir a su compañera de celda que recopilaba información sobre
sus actos para el obispo Alonso Mota. Falleció en el año de 1637, se le reconocen
once milagros de sanación que realizó en vida y numerosos milagros después de
221
Profesora de Historia en la Universidad de Arizona
Lavrin Asunción (2007), La construcción de la niñez en la vida religiosa. El caso novohispano, en Historia
de la Infancia en América Latina, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, Colombia
223
Maestro en Historia, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
224
Ibid.
222
82
muerta, se dice que cuando murió se podía oler un aroma agradable que emanaba
de su sudor y al pasar el tiempo persistía ese aroma en el lugar. Algunas monjas
realizaron milagros con la tierra de su sepulcro225
Imagen 4. María de Jesús de Tomelín y del Campo “El lirio de Puebla”, imagen tomada de la página Pregunta
Santoral el 1 de marzo de 2014
Con este ejemplo podemos imaginar ese ideal de comportamiento que se tenía,
aquello que se consideraba que eran las virtudes que debían cultivarse y que eran
un ejemplo para los demás. En la manera en como el cuerpo tenía que ser
controlado, debía estar disciplinado.
3.2 El exvoto como representación del dolor en la ciudad de Puebla.
Podemos pensar ahora acerca de otra de las maneras en que la influencia
religiosa se relaciona con el sentir y el dolor de las personas, al igual que en el
apartado anterior; sólo que en este caso, es acerca de la importancia que pueden
tener las imágenes, la narración de un suceso, en la importancia que puede llegar
a tener un objeto dentro de un acontecimiento y convertirse en un agradecimiento.
Existen diversas maneras en las que el ser humano puede expresar su propio
sentir, su propia experiencia y en este caso, su propio dolor ante distintas
225
González Morales Armando (2002), Dolor y sensualidad. La vida cotidiana de una monja iluminada en
Puebla en Elementos 26
83
situaciones. El exvoto es una muestra de todo esto, pues en él se puede ver
plasmada una historia.
Gloria Fraser Giffords habla acerca del arte votivo, acerca de su diversidad y de
que se caracteriza por su relación con el sufrimiento del ser humano: “a lo largo de
la historia de las civilizaciones, el arte votivo ha sido una especie de ventana al
sufrimiento del hombre: sus diversas manifestaciones son testimonios de la
angustia, el dolor y la piedad, de la necesidad humana de encontrar una fuerza
superior que disipe sus temores”226. Por medio de este tipo de manifestación
artística la persona busca expresar más que nada su propia experiencia, su propia
historia y en algunas ocasiones su propio dolor; pidiendo o agradeciendo la mejora
de un mal o el alivio del mismo.
Gloria Fraser nos menciona que el ser humano ha encontrado alivio en fuerzas
que invoca, a las que les pide y agradece; podemos darnos cuenta de que estas
fuerzas las considera superiores, ante ellas se siente vulnerable. Las diversas
creencias le han llevado a desarrollar distintas ofrendas, regalos votivos
obsequiados a seres sobrenaturales para agradecer favores y también para pedir
ayuda, dependiendo de la situación en la que se encuentra la persona.
María Eugenia de Luna Villalón nos dice como existen diferentes tipos de exvotos,
podemos encontrar muy diversas maneras de representarlos; pues aunque el
objetivo de pedir, agradecer y ofrecer siempre será el mismo, se puede manifestar
por medio de figuras de distintos materiales, de fotografías, objetos personales,
pinturas, mensajes, listones, cartas, el propio cuerpo, como es el caso del cabello
e incluso por medio de las nuevas tecnologías227 como es el caso del internet;
también las situaciones y las historias son muy diversas. Es por eso que
encontramos muchas maneras distintas de expresar con distintos materiales.
La autora nos menciona que antes de la Conquista, en Europa se desarrolló una
tradición, la cual consistió en ofrecer retribuciones a manera de pinturas
pequeñas; los ejemplos más antiguos de exvotos pintados pertenecen a la mitad
del siglo XV y son italianos. Esta manera de exvoto permite incrementar la
vivacidad del retablo y también hacer el milagro más explícito. Eso lo podemos
226
227
Fraser Giffords Gloria, Op. Cit., p.8
De Luna Villalón María Eugenia; Op. Cit.
84
apreciar tanto en la imagen como en la descripción que se hace de lo que
ocurrió228. Cuando vemos la imagen y la asociamos a la descripción de los hechos
nos permite imaginar cómo es que sucedieron las cosas, pues nos ilustra el
acontecimiento.
Después de la llegada de los españoles, los exvotos también se convirtieron en un
testimonio religioso en el continente americano. En la época virreinal el arte votivo
fue encargado por parte de los ricos y los nobles, podían consistir en ofrendas
muy elaboradas como la pintura de algún artista reconocido, famoso. Fue en los
siglos XIX y XX cuando comenzaron a colocarse pinturas pequeñas al lado de los
santos, en las que se podía apreciar la situación de un milagro y también figuras
de metal o de cera de algunas partes del cuerpo229. Podemos apreciar las distintas
maneras que existían para realizar un exvoto y como la posición social tenía una
influencia, pues aquellas personas que tenían la posibilidad de pagar a un artista
que fuera reconocido, lo hacían de esta manera.
El exvoto pictórico es una manifestación, es una muestra de la manera en cómo
puede ser representado el dolor y el sentir del ser humano. En él podemos
apreciar la manera en cómo se encuentra plasmada la angustia y el sufrimiento de
distintas personas, tanto hombres como mujeres, por distintas causas en una
época y un lugar determinado; el exvoto tiene un gran valor histórico, pues es una
manera de las distintas formas en cómo puede ser representado el dolor, la
angustia y el sufrimiento. Aspectos que por mucho que pasen los años, siguen
formando parte del ser humano.
La autora menciona que el exvoto mexicano, durante el siglo XIX; sobre todo
después de la guerra de Independencia, se convirtió en una manifestación de las
clases más desprotegidas, pues aparecieron pinturas votivas que fueron
realizadas por autodidactas, las mismas personas realizaban su propio exvoto,
narrando su experiencia230. Podemos ver cómo es que aunque estas personas no
contaban con la posibilidad de que un artista reconocido y famoso les pintara un
228
Fraser Giffords Gloria, Op. Cit.
Ibid.
230
Ibid.
229
85
exvoto, no lo necesitaban, pues lo realizaban por su cuenta; lo importante era
representar el suceso y mostrar su agradecimiento.
María Eugenia de Luna Villalón habla acerca de los exvotos pictóricos, nos dice
que son un tipo de manifestación religiosa espontánea, la cual representa la vida
cotidiana y es realizada por los fieles católicos con la finalidad de pedir o de
agradecer un favor; ya sea a un santo, a la Virgen o a Cristo231. Ella menciona que
en la narrativa, tanto pictórica como escrita es posible estudiar la manera en cómo
se unen los elementos culturales y sociales para poder entender los hábitos, el
lenguaje y las costumbres de le gente de un determinado lugar, el cual se
encuentra situado histórico y geográficamente. Como podemos ver, el exvoto nos
comunica sucesos y nos muestra la vida, la manera en la que se desarrolla.
Patricia Arias y Jorge Durand hablan acerca del exvoto pictórico y de la manera en
cómo es representado, de la relación que existe entre la imagen y la persona que
es protagonista de la misma. En algunas ocasiones es la misma persona quien
representa la manera en como sucedió el acontecimiento, es cuando se puede
apreciar a partir de su propia perspectiva su sentir.
El exvoto pintado puede ser apreciado desde dos puntos de vista; uno es desde la
expresión de la cultura popular, el valor que tiene el exvoto, por ser una
representación del sentir de las personas, de su entorno social e histórico y el otro
punto de vista por el que es apreciado es por los valores y atractivos estéticos que
pueda tener. Los autores nos mencionan que el mundo del exvoto pictórico
principalmente se ubica principalmente en los estados de Guanajuato, Jalisco,
Querétaro, Michoacán, San Luis Potosí y Zacatecas232
La veneración de una imagen determinada, así como el hábito de agradecer por
medio de retablos la podemos ver como una tradición que se aprende en casa y
que es transmitida de generación en generación. En algunos estados de la
República esta es más frecuente que en otros, es posible darnos cuenta de
acuerdo a lo que dicen los autores que el realizar exvotos lo podemos encontrar
con más frecuencia en ciertos lugares que en otros, dependiendo de la historia del
lugar e incluso de la familia.
231
232
De Luna Villalón María Eugenia, Op. Cit.
Arias, Durand, Op. Cit.
86
Las leyendas y los relatos de milagros hicieron que cada localidad aprendiera a
reconocer y también a reconocerse a sí mismos en las imágenes y santuarios, lo
cual hacía posible pedir, recibir favores y dar las gracias por medio de un retablo.
El hacer y colocar un retablo forma parte del compromiso que se contrae en el
momento en el que se pide un favor. Si este compromiso o promesa llega a
posponerse, cualquier contratiempo o problema que pueda surgir posteriormente
es interpretado como un castigo por no cumplir la promesa hecha, pues los seres
superiores también pueden castigar233. El recibir un favor implica también
comprometerse a cumplir, pues se debe dar y recibir.
Los autores mencionan la existencia de exvotos a los cuales se les llama
“normativos”, estos dan cuenta de contratiempos y daños sufridos por haber
olvidado cumplir una promesa. Entre las promesas más comunes podemos
encontrar el ir a visitar la imagen sagrada al menos una vez al año a algún templo.
En las ocasiones en que el deudor muere, otro miembro de la familia es quien se
encarga de pagar la deuda. Cumplir el compromiso de los difuntos es una manera
de ayudarles a cumplir sus pendientes para que puedan descansar en paz. La
responsabilidad de cumplir aquello que se promete es muy importante para poder
estar a mano.
Por otra parte, podemos encontrar exvotos que expresan la recompensa de las
personas por ser cumplidores en sus promesas; pues el exvoto es ese
agradecimiento que hay que hacer público y perdurable234. Podemos reflexionar
acerca de ese papel que tienen esas fuerzas consideradas superiores, pues no
únicamente castigan, si no también premian a aquellas personas que cumplen con
sus promesas en agradecimiento a ese favor recibido.
La enfermedad es uno de los temas tratados en los exvotos y que se encuentra
muy relacionado con el dolor; pues cuando hay enfermedad, de una u otra manera
hay sufrimiento. Podemos apreciar que esto se encuentra presente en numerosas
ocasiones; en este tipo de exvotos podemos ver cómo es representado el
padecimiento, el sufrimiento; tanto de la persona que lo protagoniza como de
aquellas que la acompañan, ya sea familiares o amigos. Las enfermedades y la
233
234
Ibid.
Ibid.
87
muerte formaban parte de las preocupaciones constantes de las personas, al igual
que en la actualidad. En las representaciones pictóricas de los exvotos podemos
apreciar cómo se representaba cada una de las enfermedades; la persona que
padecía por lo regular se encontraba en su recámara, acompañada de sus
familiares. De acuerdo a lo que nos mencionan los autores, podemos apreciar
cómo es que en numerosos exvotos pictóricos la persona enferma se encuentra
postrada en una cama y a su alrededor se encuentran aquellas personas que
acompañan al enfermo en su padecimiento.
De acuerdo a lo que dicen Patricia Arias y Jorge Durand, durante el siglo XIX
fueron frecuentes los exvotos por enfermedades; especialmente por aquellas
enfermedades que eran muy contagiosas; como por ejemplo: los piojos, la
pulmonía, la lepra, la viruela, el cólera, la escarlatina, la angina de pecho,
padecimientos del corazón, entre otros más235. Podemos darnos cuenta cómo es
que en ese tiempo la presencia de aquellas enfermedades angustiaba a la
población. Acompañando a las enfermedades, también las cirugías estaban
presentes: “El horror de las operaciones realizadas sobre las mesas en casas
particulares es compartido por el espectador”236. Para aquellos casos en los que la
medicina y la cirugía no son suficientes y no logran aliviar a la persona que
padece, se recurre a las fuerzas divinas en busca de ayuda, esto se muestra en
los exvotos.
Las enfermedades afectaron a gran parte de la población; sin embargo, no todas
las personas acudían con algún médico, pues algunas de ellas no llegaban a ser
diagnosticadas médicamente y más bien eran representadas por medio de un
exvoto237. En los mismos podemos ver también toda clase de accidentes, heridas
ocasionadas por pistolas y por cuchillos, resultados de un ataque violento, como
puede ser por ejemplo un asalto; heridas ocasionadas también por la violencia
doméstica. Todas estas escenas son parte de la vida cotidiana.
En el caso de los hombres enfermos que aparecen en los exvotos, en muchas
ocasiones fueron mandados hacer por la esposa o por la madre del mismo, en
235
Arias, Durand, Op. Cit.
Fraser Giffords Gloria, Op. Cit., p.19
237
Ibid.
236
88
general, por algún familiar; también los padres en el caso de los hijos eran quienes
pedían el milagro para su mejora y curación. Los exvotos que están relacionados
con enfermedades, por lo regular suelen ser muy descriptivos; los recursos
económicos condicionan las posibilidades de atención a la enfermedad, a la
asistencia médica. Frente a lo desconocido y al desamparo del dolor y la pobreza,
se colocan elementos de la medicina científica al lado de lo celestial238. Se
agradece de cualquier manera a esa fuerza superior, la cual, por medio de un
médico o sin él, realizó el milagro de la curación.
María Eugenia de Luna Villalón habla acerca de la lectura y escritura que se
encuentra en los exvotos pictóricos. Nos dice que el exvoto es esa expresión de
aquel reconocimiento de la incapacidad personal que tenemos para resolver
problemas y de las necesidades que se encuentran fuera del alcance humano.
Pueden ser realizados por aquellas personas que los están ofreciendo, por alguna
persona que es cercana a ellos o por encargo a alguien239. Distintas personas son
las que suelen realizar exvotos, eso puede variar, dependiendo de la situación; un
exvoto siempre será el reflejo de las necesidades y de la vulnerabilidad humana.
En la ciudad de Puebla se encuentran productores de exvotos, los cuales son
copistas de exvotos que son antiguos, realizan copias de buena calidad; por otro
lado, también son productores de algunos diseños originales, los cuales se venden
como artesanías. Lo hacen para poder ofrecer a sus clientes un costo bajo de los
exvotos, pues los originales tienen un valor muy elevado 240. Un lugar en el cual
podemos encontrarlos es en la Plazuela de los Sapos, ubicada en las calles 5
oriente y 6 Sur de la ciudad.
238
Gámez Moisés; López Oresta, Op. Cit.
De Luna Villalón María Eugenia, Op. Cit.
240
Ibid.
239
89
Imagen 5. Fotografía de la Plazuela de los Sapos, tomada del portal del periódico “El Sol de Puebla” del día
26 de agosto del año 2013
241
En el Museo Regional de Puebla podemos apreciar tres exvotos pictóricos, pues
los demás exvotos que forman parte de su colección se encuentran en
restauración actualmente en el año 2014, su colección consta de nueve exvotos
en total. Este museo forma parte del Centro Cívico 5 de Mayo Los Fuertes. Fue en
1974 que la escuela de artesanías del estado le dio al Instituto Nacional De
Antropología e Historia este espacio para poder albergar las oficinas regionales y
el Museo Regional de Puebla.
En el Museo Regional podemos apreciar distintas salas con diversas temáticas,
entre las cuales se encuentra la sala de “El periodo independiente”; en la cual
podemos encontrar armas y cañones, pues en la descripción del museo se
menciona que en tres cuartos del siglo XIX la ciudad sufrió diversos trastornos
sociales y diez sitios. Es por eso que se muestran objetos de las distintas
actividades militares242.
En la sala “El periodo independiente” se encuentran dos exvotos que muestran
distintas situaciones; el primero que es del año de 1828, narra e ilustra la manera
en la que un hombre que fue atacado por un toro y que casi se ahoga, pues el toro
lo llevó hasta el agua sin que la persona que lo acompañaba se diera cuenta de
eso. Da las gracias a la Santa Imagen de la Sangre de Cristo, pues la invocó y al
poco tiempo se encontraba sano, lograron sacarlo del agua.
241
242
Página de internet: http://www.oem.com.mx/elsoldepuebla/notas/n3100918.htm
Información tomada de la página de internet del Instituto Nacional de Antropología e Historia
90
Imagen 6. Fotografía de exvoto tomada en el Museo Regional de Puebla
El segundo exvoto corresponde a una situación distinta pero que de igual manera
se encuentra relacionada con el dolor; pues este exvoto que se encuentra muy
deteriorado es del año de 1879 y narra el acontecimiento de un hombre que fue
asaltado en el camino por nueve malhechores, quienes a pesar de que le
dispararon varias veces, aún así no lograron matarlo. Agradece a la imagen de
Cristo por haberlo salvado al invocarla.
Imagen 7. Fotografía de exvoto tomada en el Museo Regional de Puebla
El siguiente exvoto que podemos encontrar de igual manera en el Museo Regional
se encuentra en otra sala, la cual se titula “La vida cotidiana”; en esta sala
encontramos objetos de la vida diaria, se muestran distintos objetos como son
91
ropa, juguetes, medicamentos y útiles escolares. El tercer exvoto lo podemos
encontrar en esta sala; describe un acontecimiento del 8 de junio de 1867, cuando
una mujer salió a prender la basura y con ella se prendió su ropa, por lo que
agradece a la Virgen de Guadalupe por no haber resultado lastimada 243.
Imagen 8. Fotografía de exvoto tomada en el Museo Regional de Puebla
Podemos ver que estos tres exvotos pictóricos hacen alusión a distintos
accidentes, vinculados a lo que puede ser un daño muy grande en el cuerpo y
causante de mucho dolor. Podemos encontrar ese vínculo con lo religioso, con
esa imagen a la cual invocaron y agradecen el estar con vida.
Existen otro tipo de exvotos, a continuación veremos tres ejemplos de imágenes
religiosas a las cuales las personas acuden llevando objetos en agradecimiento
también; ya sea por la curación de un enfermo o por un favor concedido; como son
por ejemplo: fotografías, partes del cuerpo pequeñas hechas de metal, cabello,
cartas, veladoras y en algunas ocasiones juguetes.
La primera imagen es la del “Niño Cieguito”, la cual se encuentra dentro del
Templo conventual de San Joaquín y Santa Ana o de las Religiosas Capuchinas,
ubicado en la calle 16 de septiembre, número 904 de la ciudad de Puebla.
243
Fotografías de exvotos por Pilar Sabina Bonilla Fernández y José Alfonso del Carmen Garcés Báez
92
Imagen 9. Fotografía tomada del portal del periódico La Jornada de Oriente del día 22 de diciembre del año
244
2010
La imagen se encuentra situada dentro de una urna en la nave del lado del
evangelio, goza de una gran fama milagrosa y mucha devoción; sus ojos están
ensangrentados y siempre se encuentra rodeada de distintos objetos que las
personas le llevan. En la siguiente imagen, tomada de la Guía de Patrimonio
Religioso de la Ciudad de Puebla, se pueden apreciar los distintos objetos que son
llevados en agradecimiento a la imagen del Niño Cieguito245.
Imagen 10. Fotografía tomada del portal del periódico La Jornada de Oriente del día 22 de diciembre del año
246
2010
244
Página de internet: http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2010/12/22/puebla/medieros.php
Guía de Patrimonio Religioso de la Ciudad de Puebla; Gobierno Municipal; Patrimonio Religioso; UNESCO;
Patrimonio Mundial; Puebla, Pue; 2012
246
Página de internet: http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2010/12/22/puebla/medieros.php
245
93
La siguiente imagen es la que se encuentra en la Iglesia del Templo Conventual
de Santa Mónica, ubicada en la calle 5 de mayo y 18 Poniente, es la imagen del
“Señor de las Maravillas”. Del lado del evangelio dentro de una urna se encuentra
esta imagen, a la cual se le atribuyen muchos milagros; es por eso que
constantemente las personas acuden a visitarla y a tocar la urna. Las personas
colocan una veladora pidiendo un favor; siempre se encuentra decorada con
milagritos de metal y flores, en agradecimiento a todos los favores concedidos. Su
fiesta se celebra el día primero de julio de cada año247.
Imagen 11. Fotografía tomada de la Guía de Patrimonio Religioso de la Ciudad de Puebla
Dentro de la Iglesia de San Francisco, ubicada entre el Boulevard Héroes del 5 de
mayo y la avenida 14 Oriente, se encuentra la capilla de fray Sebastián de
Aparicio, en la que se encuentran los restos de este fraile que fue beatificado en
1789. Dentro de una urna que muestra imágenes ordenadas cronológicamente
con los acontecimientos relevantes de su vida248 podemos encontrar esta imagen
de gran importancia. Esta capilla atrae una gran variedad de visitantes cada día,
quienes acuden pidiéndole ayuda o bien para agradecerle algún favor concedido.
247
248
Ibid.
Ibid.
94
Imagen 12. Fotografía tomada de la Guía de Patrimonio Religioso de la Ciudad de Puebla
Se tiene la idea de que fray Sebastián de Aparicio también cuida a los
conductores, a los choferes; es por eso que también se puede apreciar como
distintas personas llevan sus vehículos a bendecir, con el fin de ser protegidos y
evitar accidentes en la carretera.
Es posible apreciar que el ser humano se expresa de diversas maneras, el exvoto
en sus distintas representaciones es una forma de mostrar ese sentir del individuo,
los ejemplos anteriores nos permiten reflexionar en torno a esas relaciones que
surgen del dolor, del sufrimiento del ser humano con lo religioso, con una parte
espiritual del ser humano que no podemos negar. Existen infinidad de ejemplos en
nuestra vida cotidiana, los cuales si analizamos nos podrán ayudar a
95
comprendernos mejor, a entender y apreciar de otra manera distintos
comportamientos que tenemos los seres humanos.
3.5 Reflexión final.
La antropología y la historia son muy importantes para poder conocernos mejor
como seres humanos, nuestro cuerpo será nuestro acompañante para toda la
vida, pues ese cuerpo somos nosotros, es nuestro patrimonio más valioso. Es
probable que cada día nos alejemos más de nosotros mismos, llenándonos de
distintas preocupaciones; al alejarnos de nosotros, también nos alejaremos de los
demás y perderemos sensibilidad, es por eso que siempre es importante encontrar
un momento de reflexión acerca de nuestra condición humana.
El dolor es una experiencia por la que en algún momento de nuestra vida los seres
humanos atravesamos; no importa cuál sea ni de qué tipo, es algo que tenemos
que enfrentar en uno u otro momento. Es posible que cada quien perciba y le
haga frente de muy diversas maneras, porque todos somos diferentes y no
únicamente influye lo biológico, pues la historia de vida de la persona, sus
creencias y su entorno social siempre tendrán gran importancia.
Es posible darnos cuenta de que al dolor se le atribuyen distintas funciones,
muchas de ellas relacionadas con las funciones fisiológicas del cuerpo. Al
experimentarlo uno sabe que algo está ocurriendo; sin embargo, existen muchos
más usos que se le dan a esta sensación que los que podemos imaginar. El ser
humano es mucho más que datos biológicos, son muchos factores los que
marcarán la manera en como una persona reacciona frente a un dolor, a una
enfermedad o un padecimiento.
Un aspecto muy importante para la reflexión de este tema es esa conciencia que
tenemos de nosotros mismos, de nuestro propio ser; es importante porque nos
ayuda a sensibilizarnos con esta experiencia humana. El dolor siempre afectará en
la vida cotidiana de la persona y en las actividades diarias que realiza, en las
distintas obligaciones y responsabilidades que tiene que cumplir.
El pensar que el dolor se encuentra sumergido en infinidad de usos sociales que el
mismo ser humano le da nos lleva a reflexionar en las distintas formas de vida, en
96
aspectos que puede que se encuentren muy cercanos a nosotros pero que no les
prestamos atención porque son muy sencillos; existen muchos ejemplos que nos
pueden ilustrar la manera en como esto sucede. La manera en como el cuerpo se
utiliza para una disciplina y un control por medio del dolor es más común de lo que
creemos. Es posible ver cómo es que el entorno social y la religión influyen de
gran manera en las formas de castigar, de amedrentar a las personas.
Podemos encontrar que hay ocasiones en que el individuo mismo por voluntad
propia puede someter a su cuerpo a cierto sufrimiento en pequeñas dosis con un
fin específico, pues se encuentra en búsqueda de algo. Todo ser humano necesita
tranquilidad y volver a su equilibrio, necesita volver a tener control de sí mismo, de
su ser.
El cuerpo puede ser sometido de diversas maneras; sin embargo, la religión tiene
un papel muy importante. Existen diversas religiones donde esta experiencia del
ser humano es fundamental, pues cada una tiene ideas diversas acerca de por
qué existe el dolor, como se origina y de la manera en cómo se debe actuar,
dependiendo de la religión de la que se trate. Con algunos ejemplos podemos ver
maneras en las que el dolor se encuentra ligado a una parte espiritual del ser
humano.
Cada una de las reflexiones de las personas nos muestran una manera de
concebir el dolor; sin embargo, la forma en cómo es utilizado para la disciplina y
control del cuerpo se encuentra muy presente en todo momento, pues se
considera que el dolor puede ser un maestro en la vida que te hace pasar tragos
amargos pero que te fortalece.
En esta reflexión se ligan pequeñas piezas de un rompecabezas que se unen para
construir una idea. El fin de este ensayo es el propiciar la reflexión en torno a un
tema muy específico, con la idea de ligarlo siempre con algo más; de que no sea
algo aislado que sólo pueda interesarle a cierto número de personas; si no más
bien pensando en que se trata de un tema muy común y que no es ajeno a ningún
ser humano, pues es algo cotidiano y de la vida misma. A través de él se busca
compartir con las personas que lo deseen una reflexión por medio de la
Antropología Histórica, lograda a partir de aquellos escritos de diversos autores y
97
de las experiencias mismas de los individuos. Busca el propiciar distintas
reflexiones en torno a otros temas que se encuentran relacionados, pues cada
persona tiene su propia opinión y sus diversas inquietudes.
98
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