sentencia del tribunal antiimperialista 4 de febrero de

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SENTENCIA DEL TRIBUNAL ANTIIMPERIALISTA
4 DE FEBRERO DE 2007
El presente Tribunal Antiimperialista, constituido en la Ciudad de Sevilla, en el marco de las Jornadas
Antiimperialistas desarrolladas contra la reunión de ministros de Defensa de los países miembros de la OTAN,
el día 4 de febrero de 2007, recoge el legado de juzgar los hechos objeto de denuncia, de parte de otros
Tribunales de concienciación y rechazo al imperialismo constituidos en tiempos pasados. Nos adherimos, pues,
a los documentos y sentencias siguientes: al Tribunal Russell de Bruselas, en su reunión de Abril de 2004
contra el militarismo imperial dominante; al Tribunal Permanente de los Pueblos, en sus documentos y
sentencias de Mayo de 2006 contra la acción del imperialismo multinacional y la violación sistemática de
derechos humanos que el mismo provoca; al Tribunal Benito Juárez, en su llamamiento de defensa de la
Humanidad, de 2005; al Tribunal Internacional contra la Impunidad en su Sentencia de 25 de noviembre de
2006; y a todos los pronunciamientos que en ocasión de los diversos Festivales Mundiales de la Juventud y los
Estudiantes se han celebrado en los últimos años. Reconocemos, pues, las sentencias, documentos y
pronunciamientos dictados por estos tribunales como jurisprudencia vinculante para la resolución de este
caso. Nuestro Tribunal, en su reunión de 4 de febrero de 2007, dirige su atención y basa su legitimación última
en los siguientes hechos: el clamor de los pueblos aplastados por el imperialismo hegemónico que los Estados
Unidos y sus aliados están imponiendo globalmente, en las luchas sociales que se están extendiendo por todo
el mundo contra los genocidios militares, sociales, culturales y económicos realizados bajo la legitimación de
dicho imperialismo y, en especial, en el grito de las gentes atropelladas y expoliadas por un orden global
basado en la acumulación continuada e irrestricta de capital. A estas gentes, colectivos y pueblos sometidos al
imperialismo globalizado del capital es a quienes esta Sentencia debe dar voz.
HECHOS PROBADOS
Este Tribunal Antiimperialista, conociendo de los cargos imputados, las pruebas practicadas y las alegaciones
del Fiscal de este Tribunal, permite aseverar la comisión de muy graves crímenes contra la Humanidad que se
manifiestan en:
• Conspiración contra la paz: Instalación y proliferación de bases militares para garantizar la hegemonía
imperialista y la violación de todo tipo de derechos humanos en beneficio de intereses geoestratégicos de
dominación y explotación.
• Actos de agresión: Guerras abiertas de conquista y colonización, bajo la égida del capitalismo en su
estrategia neoliberal. Uso de prácticas terroristas, de todo tipo, contra una multitud de pueblos a lo largo y
ancho del planeta. Derrocamiento y desestabilización de Gobiernos democráticos y legítimamente
constituidos. Atentados a Jefes de Estado o Dirigentes Políticos. Guerra económica. En este sentido,
consideramos el pago de la deuda externa de los países empobrecidos por el imperialismo neoliberal como
otro acto de agresión, dado que se sustenta en el robo de recursos que impiden a estos pueblos empobrecidos
el acceso a la autonomía política y financiera, a la salud, a la educación, al agua y al resto de derechos
sociales, económicos y culturales.
• Genocidio: planes de destrucción contra la población civil, como son, entre otros, la apropiación y negación
de uso a las capas pobres, de los recursos naturales básicos para la supervivencia humana, con fines
comerciales, y la destrucción de la biodiversidad, soporte de la vida en los diversos territorios. La destrucción
que ese sistema ha provocado del planeta y de millones de seres humanos, la cultura individualista de
consumo que lo acompaña y lo nutre, y su imposición a través de fuerzas imperialistas, ya no son aceptables
porque está en cuestión la vida misma de la Humanidad.
• Crímenes de guerra: Uso de armas nucleares, químicas y biológicas, y de otras armas prohibidas por los
diversos convenios internacionales. Uso ilimitado de la tortura indagatoria durante las propias guerras de
agresión.
En concreto, de las intervenciones de los testigos llamados a declarar ante este Tribunal se deducen los
siguientes hechos:
-
Respecto al Sahara Occidental: guerra de agresión por ocupación del territorio de Sahara Occidental,
crímenes de guerra contra el pueblo saharaui, crimen de genocidio por exilio forzado; por parte del
régimen dictatorial marroquí, con la complicidad del imperialismo internacional.
-
Respecto a Colombia: guerra de agresión contra el campesinado colombiano, crimen de genocidio
contra el pueblo; por parte de la burguesía colombiana, por inducción de los Estados Unidos.
-
Respecto a Nicaragua: actos de agresión en forma de sabotajes, guerra de agresión con utilización de
mercenarios; por parte de los Estados Unidos.
-
Respecto a Venezuela: actos de agresión a través del intento de golpe de Estado, la guerra
económica y el uso de mercenarios; por parte del imperialismo norteamericano y sus aliados.
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-
Respecto a Cuba: actos de agresión mediante la utilización de bloqueo económico y campañas de
sabotaje, crimen de genocidio con la utilización de actividad terrorista indiscriminada y desarrollo de
guerra bacteriológica; por parte de los Estados Unidos.
Se certifica que los testimonios aportados demuestran que el actual imperialismo globalizado ha ocasionado
incontables muertes, desaparecidos, torturados, atentados a la dignidad del ser humano, malformaciones
genéticas, hambre, desplazamiento de la población, pandemias, migraciones, explotación de los trabajadores,
deformación de las economías de los Estados e imposición –con la complicidad de oligarquías y gobiernos
sometidos– de políticas neoliberales, que generan una enorme deuda externa, saquean sus recursos,
profundizan la desigualdad y la exclusión social y degradan el medio ambiente. Esas políticas condenan a
millones de seres humanos a una vida de explotación y muerte.
De estos hechos, este Tribunal considera igualmente probada la autoría del Imperialismo político y económico
hegemónico en todos estos desastres, y a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a la que
debe considerarse como brazo armado del Imperialismo. Asimismo, queda probada la hegemonía imperial que
se ha convertido e impuesto por todo el globo: Estados Unidos, sus gobiernos aliados, las transnacionales que
controlan las finanzas, el comercio y las tecnologías en estrecha asociación con Organismos Internacionales
como el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio
(OMC). Estos hechos están condicionando las políticas internas y vulneran la soberanía de los Estados
empobrecidos, que cercenadas sus esperanzas de desarrollo endógeno y autocentrado.
Este Tribunal constata el papel de cooperación necesaria que desempeñan los grandes monopolios de la
información y de la comunicación, los cuales imponen una visión enajenada del mundo en concordancia con
los intereses del Imperialismo. La ceguera o la ocultación que dichos monopolios ciernen sobre el contexto
imperialista manipulan y esconden la verdadera situación del planeta. Sirven, como entidades mercantiles que
son, al propio sistema social al que pertenecen.
Por ello,
Este Tribunal, aplicando:
Primero: Las normas de Derecho Internacional:
- Carta de Naciones Unidas.
- Declaración Universal de los Derechos del Hombre.
- Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
- Pacto Internacional de los Derechos Sociales.
- Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales.
- Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados.
- El Convenio para la Prevención y Represión del Crimen de Genocidio.
- La Convención contra la Tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.
- Estatuto de la Corte Penal Internacional.
Segundo: Los principios de imprescriptibilidad de los delitos contra la humanidad y la obligación de
persecución universal contra dichos crímenes; así como la obligación de la comunidad internacional de
cooperación en la persecución y en la represión de los mismos.
Tercero: Sumándonos a la Carta de Principios del Foro Social Mundial, al Llamamiento de Bamako firmado por
cientos de asociaciones de todo el mundo durante la celebración del Foro Social Mundial de 2006; y la Carta
contra la Deuda aprobada en el marco del Foro Social Mundial de 2007.
Cuarto: Aplicando la jurisprudencia en vigor de los Tribunales Antiimperialistas citados más arriba.
DECLARA
PRIMERO.- Culpable al Imperialismo de todos los hechos delictivos antes mencionados y le condena por sus
crímenes contra la humanidad, por su agresión permanente contra los pueblos y por constituir una real
amenaza contra la supervivencia de la especie humana.
SEGUNDO.- En particular, declaramos culpable al Presidente de Estados Unidos, George W. Bush y exigimos su
inmediata puesta a disposición de la justicia internacional por ser responsable directo de la comisión de los
referidos crímenes.
TERCERO.- Asimismo, declaramos a las organizaciones internacionales FMI, OMC, BM y OTAN como entidades
instrumentales necesarias para la comisión de los hechos delictivos anteriormente probados, y exigimos su
inmediata disolución.
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CUARTO.- Por último, este Tribunal decide remitir esta sentencia a los siguientes Organismos Internacionales
para que conozcan los criterios aquí expuestos: a la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, a la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a la Secretaría de la Organización de Estados Americanos y a
la Organización Amnistía Internacional y a las organizaciones del movimiento obrero, juvenil y popular de todo
el mundo.
***
Esta Sentencia es una expresión de que los pueblos desarrollan una activa resistencia y reivindican todas las
formas de lucha por la dignidad, a la hora de construir un mundo mejor, más justo, igualitario y rebelde:
valores básicos de nuestro compromiso con el Socialismo.
Por ello, en tanto en cuanto existan las diversas formas imperialistas, y por ende siga la lucha contra su
criminal actuación, este Tribunal seguirá constituido, en el seno del Aula de Derechos Humanos “José Carlos
Mariátegui” de la Universidad Pablo de Olavide, en vigilancia y denuncia de la actividad de los grandes
poderes contra los pueblos del mundo.
En Sevilla, a 4 de febrero de 2007.
Suscribimos la presente Sentencia:
Presidente del Tribunal - Joaquín Herrera Flores:
Universidad Pablo de Olavide, Director del Aula de
Derechos Humanos “José Carlos Mariátegui”.
1er Vocal del Tribunal – Francisco Sierra Caballero:
Universidad de Sevilla, Decano de la Facultad de
Comunicación.
2º Vocal del Tribunal – Raúl Martínez Turrero:
Abogado miembro del Comité Estatal por la
liberación de los Cinco. Miembro de la Asociación
Libre de Abogados de Asturias.
Fiscal del Tribunal – Eduardo Román Vaca:
Universidad de Sevilla, Profesor de la Facultad de
Derecho. Miembro del Consejo Consultivo de
Andalucía.
Abogado Defensor – AUSENTE.
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