tema 7 el s xvii: el reformismo borbónico y la ilustración.

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Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración
TEMA 7
EL S XVII: EL REFORMISMO
BORBÓNICO Y LA ILUSTRACIÓN.
En 1700 se instala en España una nueva dinastía, la de los Borbones. El proceso no
fue fácil al generar una Guerra de Sucesión que desembocó en un conflicto internacional y,
en el interior de la Península, en una guerra civil. Como resultado, la monarquía borbónica
española perdió sus posesiones en Europa pero avanzó hacia la unidad del Estado español, al
eliminar los fueros de Valencia, Aragón y Cataluña. El siglo XVIII es expansivo. Aumenta la
demografía y crece la economía. España se sumó a la política de reformas que caracteriza
al despotismo ilustrado y sus monarcas tuvieron el acierto de rodearse de ministros
inteligentes y laboriosos.
Los Borbones reforzaron las relaciones con nuestras colonias, con las Indias.
Inglaterra, la gran beneficiada de la Guerra de Sucesión Española, buscaba enriquecerse a
costa de ellas y España, convertida ya en “segunda potencia”, buscó un contrapeso con una
política exterior de alianza con Francia con los llamados Pactos de Familia. Para España,
cuando se estaba viviendo en una etapa expansiva y de reformas, el estallido de la
Revolución francesa complicó su desarrollo político. El monarca Carlos IV no estuvo a la
altura de las circunstancias y un motín, en 1808, acabó con su reinado. Poco después
estallaba la Guerra de la Independencia, catastrófica para nuestro país, que acabó con el
Antiguo Régimen y puso en marcha la Edad Contemporánea.
Reyes borbones del S XVIII
I. LOS BORBONES EN ESPAÑA
1. La Guerra de Sucesión (1701-1713).
a) La cuestión sucesoria.
A finales del siglo XVII España sigue conservando importantes territorios
en Europa: Flandes, Milán, Nápoles y Sicilia, se por lo tanto, una potencia temida y
respetada, aun cuando haya cedido a Francia la hegemonía continental. Desde el
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Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración
punto de vista internacional el panorama es el siguiente: Francia es la potencia más
poderosa pero Inglaterra está en una etapa de crecimiento sin precedentes, la
tradicional idea de hegemonía o predominio de siglos anteriores va a ser
cuestionada por Inglaterra que propondrá un equilibrio entre países aliados.
En España el testamento definitivo de Carlos II deja a Felipe de Anjou,
nieto de Luis XIV de Francia, como heredero en todas sus posesiones;
evidentemente una misma dinastía gobernando en Francia y España atentaría a la
idea de equilibrio propugnada por Inglaterra, así a este testamento se van a
oponer: Austria (quieren poner a su propio candidato el archiduque Carlos),
Inglaterra y Holanda. En España, Castilla acepta el testamento, pero los reinos de
la Corona de Aragón no aceptan a un Borbón como rey (en Francia los Borbones
tienen fama de centralistas y estos reinos temen perder los fueros y privilegios
que conservaban desde la Edad Media y que habían sido respetados por los
Austrias).
b) El desarrollo de la guerra de Sucesión.
Al ser elegido Felipe de Anjou como rey de España, (Felipe V desde 1700),
los borbones ganaban en influencia en Europa. Su abuelo, Luis XIV, estaba
satisfecho y arrogante. El más perjudicado, Leopoldo I de Austria, al no ser
elegido su hijo el archiduque Carlos, poco podía hacer sin aliados. Pero al actuar
Luis XIV como si España fuera suya, ello facilitó la constitución, en 1701, de la
Gran Alianza de La Haya integrada por Inglaterra, Holanda, Austria y otros
pequeños estados. El objetivo de los aliados era expulsar a Felipe de Borbón de
España y proclamar como rey al archiduque Carlos de Austria.
Se luchó en varios frentes. En los Países Bajos, Alemania, Italia, España y
los mares. En los tres primeros las derrotas borbónicas fueron sumándose una tras
otra; sólo en España Felipe de Borbón lograba triunfos, aunque con dificultades. En
España la situación para Felipe V se complicó cuando los territorios de la Corona de
Aragón decidieron aclamar al archiduque Carlos como rey, convirtiendo la guerra
exterior en guerra civil. En 1704, una escuadra inglesa se apoderó del Peñón de
Gibraltar. El archiduque Carlos estableció su corte en Barcelona, desde donde
dirigió campañas contra Castilla (en 1706 llegó a entrar en Madrid).
La causa de Felipe V parecía perdida, pero la fidelidad del pueblo castellano
lo mantuvo en el trono. En 1707 tiene lugar la decisiva batalla de Almansa cuya
victoria permitió a los borbónicos recuperar Valencia. Felipe V firmó un decreto
aboliendo, como castigo, los fueros; esta medida contribuyó a endurecer la
resistencia catalana.
Otra vez la situación se puso difícil en 1710, cuando el archiduque Carlos
volvía a entrar en Madrid; sin embargo, nuevas victorias de Felipe de Borbón
alejaron el peligro austríaco de Madrid y lograron abrir el camino a la recuperación
de Aragón y Cataluña.
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Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración
c) El Tratado de Utrecht de 1713 y el final de la Guerra.
Por el Tratado de Utrech de 1713 y Rastadt de 1714, se pone fin al conflicto
y al Imperio español en Europa. Felipe V era reconocido como rey de España y de
las Indias, pero se perdían los dominios de la monarquía española en Europa: Países
Bajos, Milán y Nápoles pasaban a Austria. Por otro lado, Gibraltar y la isla de
Menorca (ocupada en 1708) pasaban a Inglaterra, que obtuvo además ventajas
comerciales en América. En España, en medio de la indiferencia de las potencias, un
ejército francoespañol sitió Barcelona hasta su redición el 11 de septiembre de
1714. La isla de Mallorca se ocupó sin resistencia en 1715.
2. Reyes y ministros del siglo XVIII.
a) Felipe V (1700-1746).
Con él se inicia la dinastía
borbónica en España. Será famoso por la
centralización administrativa, lo que
esperaban los catalanes, aragoneses y
valencianos se cumplió. Además de
centralizar la administración y suprimir
los fueros de la Corona de Aragón, realizó
una serie de reformas que no siempre
tuvieron éxito. En la primera etapa de su
reinado contó con ministros extranjeros
como Orry y Alberoni, pero más tarde
prefirió a los españoles como José Patiño
que reorganizó el Ejército, la Hacienda y
la Marina.
Felipe V, en su primer matrimonio,
tuvo descendencia en sus hijos Luis, que
Felipe V (1683-1746)
murió dos años después de que su padre
abdicara en él, y Fernando. Tras enviudar, contrajo matrimonio con Isabel de
Farnesio. Una mujer ambiciosa y enérgica que logró del monarca, de débil ánimo y
con depresiones, cuanto se propuso. Como los hijos de este segundo matrimonio no
podían ser reyes de España, intentó por todos los medios colocarlos en territorios
italianos; ella era italiana, era de Parma. Los problemas internacionales van a
permitir que el sueño de Isabel de Farnesio se haga realidad. En efecto, en 1733
estalló la Guerra de Sucesión de Polonia. España y Francia lucharon unidas contra
Austria, firmando el Primer Pacto de Familia (1733). España atacó en Nápoles,
territorio entonces de Austria. Al finalizar la guerra, el hijo de Isabel de Farnesio,
el infante Carlos, se convirtió en rey de Nápoles y Sicilia.
En 1740 estalla la Guerra de Sucesión de Austria, en la que otra vez Francia
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Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración
y España van unidas firmando el Segundo Pacto de Familia (1743). La guerra
finalizó en 1748, dos años después de la muerte de Felipe V, y en ella el segundo
hijo de Isabel, el infante Felipe, fue reconocido como duque de Parma.
Los Decretos de Nueva Planta: centralización y reformas. Al iniciarse el
siglo XVIII en España el poder del rey era muy diferente según las regiones. En
Castilla tenía mucho poder y de ahí habían sacado los reyes de la casa de Austria
hombres y recursos para las guerras en Europa en los siglos anteriores. La realidad
en la Corona de Aragón (confederación de reinos semiindependientes de Aragón,
Valencia, Baleares y Cataluña) era bien distinta, el poder del rey estaba muy
limitado por las instituciones particulares y los fueros territoriales, las Cortes
podían impedir la aprobación de un tributo o la leva de soldados para la guerra. La
unidad lograda por los Reyes Católicos era una unidad débil, no había instituciones
comunes entre la Corona de Castilla y la de Aragón, salvo la figura de los monarcas
comunes y la política exterior. En tiempos de Felipe IV el Conde duque de Olivares
había intentado una uniformización y reducir todos los reinos a las leyes de
Castilla, pero se encontró con un fuerte rechazo en los territorios no castellanos
que a punto estuvieron de hacer saltar la escasa unidad.
El inicio de la Guerra de Sucesión entre el archiduque Carlos de Austria y
Felipe de Anjou hace que los reinos de la Corona de Aragón se pongan del lado del
austriaco ya que los Borbones tienen fama de centralistas y eso supone una
amenaza parar sus fueros. No obstante, territorios forales como Navarra, Álava,
Guipúzcoa y Vizcaya apoyaron al Borbón. Felipe V aprovechó la adhesión de los
territorios de la Corona de Aragón a la causa austracista para abolir los fueros, es
decir, la legislación propia y el sistema político de gobierno por el que se regía cada
uno, y realizar la unidad político-administrativa con Castilla. Los decretos de
abolición son conocidos con el nombre de Decretos de Nueva Planta: para Valencia y
Aragón en 1707, Mallorca en 1715 y Cataluña en 1716. Más duro fue el caso
valenciano porque fue el único territorio que además perdió todas sus leyes. En el
caso de Aragón en 1711 se restituye parcialmente la vigencia de las leyes propias.
El 9 de octubre de 1715 le llega el turno a Cataluña, que pierde sus instituciones
típicas: Cortes, Generalitat (consejo que se encarga de cumplir los acuerdos de las
Cortes cuando éstas no están reunidas)... y se le impone el castellano como lengua
oficial. Ese mismo año, el 28 de noviembre, le llega el turno a Mallorca, con
recortes más suaves.
¿Cómo justifica Felipe V estos hechos? En primer lugar como derecho de
conquista esgrime que puede hacer lo que quiera con esos territorios que ha ganado
por las armas en la Guerra de Sucesión, de esa manera les impone un “castigo”. En
segundo lugar pretende reformar y racionalizar la administración que en muchos
casos se mantiene casi invariable desde la Edad Media y hacer así más gobernables
los reinos reduciéndolos todos a las leyes de Castilla. Que la idea de castigo tiene
importancia queda de manifiesto por el hecho que los territorios forales que le
apoyaron en la Guerra no sufrieron recortes, y que aún hoy conservan
peculiaridades fiscales diferentes del resto de las actuales comunidades
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Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración
autónomas: Navarra y País Vasco.
Con carácter general el rey aumenta el poder real y modifica de manera
radical todo el entramado institucional vigente en los reinos españoles, logrando
una centralización efectiva con muy pocas excepciones. Las Cortes independientes
de cada reino dejan de reunirse, con la excepción de las de Navarra que lo hará
hasta 1841, y a las Cortes Castellanas acudirán representantes de todos esos
territorios, transformándose así en Cortes Generales de todo el Reino. En línea
con esas ideas de reforma suprime todos los virreinatos y la división en reinos, el
país se dividirá en provincias, dirigidas por un intendente representante del poder
real, y las leyes ya no saldrán de las Cortes sino exclusivamente de la mano del rey.
Los distintos consejos de la época de los Austrias (Castilla, Aragón, Indias...) son
suprimidos, con la excepción del de Castilla, donde se concentran las funciones de
todos los anteriores.
Pero los Decretos de Nueva Planta van más allá de la centralización,
inspirado por las ideas de la Ilustración que someten todo a la diosa razón, se van a
poner en marcha toda una serie de reformas tendentes a racionalizar el
funcionamiento del Estado, modernizándolo en todos sus aspectos. De destacar es
la reforma de la Hacienda, para racionalizar y actualizar los tributos en función de
los recursos se puso en marcha la elaboración de un catastro, Ensenada lo llevó a
cabo en Castilla y Campillo en Aragón, el catastro un catálogo detallado de los
bienes de cada pueblo para que los impuestos fueran equitativos y respondieran al
grado de riqueza de las poblaciones. El ejército también sufrió una reforma
importante, se pasa de la división en tercios típica de los Austrias, a la división en
cuerpos y brigadas, copiados del modelo francés. También se puso mucho empeño
en la reforma de la Armada y la construcción de una flota importante.
La reacción contra la modernización (opositores a las reformas): Frente
a los partidarios de las reformas: burgueses sobre todo, encontramos un hondo
espíritu reaccionario en la nobleza y el clero por un lado y en el mundo rural por
otro, es decir, más del 90% de la población se opone a las reformas. En general son
estamentos que siguen aferrados a su catolicismo tradicional barroco desde la
época de los Austrias, impermeables a cualquier renovación que no ven bien y
reaccionarios con el pensamiento ilustrado que viene de fuera, de Francia sobre
todo.
Los nobles se sienten rechazados, son sustituidos por los burgueses, ven
cómo sus privilegios son recortados, se les prohíbe que expulsen a los
arrendatarios, se declara compatible su título con el trabajo, se recortan los
privilegios de la Mesta y se acaba con la justicia de los señores. El alto clero sufre
como terratenientes los mismos ataques, pero además se suma otra amenaza,
tienen miedo a los proyectos de desamortización (expropiación de la propiedad
eclesiástica, no se hará efectiva en este siglo pero sí en el siguiente y es ahora
cuando surgen los primeros proyectos); tienen miedo también a las ideas ilustradas
europeas que colocan a la razón por encima de la fe. La expulsión de los jesuitas les
da una idea de lo que puede pasar. También las masas populares, que siguen
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Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración
viviendo en una situación miserable y las reformas no han sido lo suficientemente
profundas, se muestran hostiles a las ideas reformadoras. El campesinado,
analfabeto en su mayoría y controlado ideológicamente por la Iglesia, rechaza todo
lo que venga del exterior.
Con la Revolución Francesa estas ideas tradicionalistas (del pueblo llano, del
clero y de los nobles) lucharán contra las ideas renovadoras de la Ilustración. El
ideal de estas gentes se resumen en estas tres palabras: Monarquía-ReligiónTradición.
b) Fernando VI (1746-1759).
Felipe V, en 1724, abdicó en su hijo Luis I pero éste falleció pocos meses
después por lo que Felipe V volvió a recuperar la
corona. En 1746, al fallecer le sucede su otro hijo
Fernando VI, casado con la portuguesa Bárbara
de Braganza. Fue un rey culto, inteligente y
pacífico, pero de salud quebradiza. Su objetivo
fundamental fue la modernización del Estado. Este
reinado va unido a la labor de su ministro el
marqués de la Ensenada, que llevó a cabo
importantes reformas interiores. Arreglo de
caminos, construcción de carreteras y de canales,
como el Canal de Castilla. Introdujo la figura de los
intendentes, uno en cada provincia del reino, con
atribuciones en todos los campos (ejército,
hacienda, justica, urbanismo, sanidad, educación…).
Quiso aplicar una reforma fiscal, introduciendo un
nuevo y único impuesto proporcional a la riqueza.
Para ello se realizó el llamado catastro de
Ensenada (1749), es decir, un censo o registro
donde figuraba la riqueza de cada contribuyente.
Sin embargo, la oposición de la aristocracia y del
Fernando VI (1713-1759)
clero a la reforma fiscal terminó impidiendo su
aplicación. También durante su mandato se firmó con Roma el Concordato de 1753.
Por él la Corona obtenía el nombramiento de todos los cargos eclesiásticos
importantes de la Iglesia en España. A su vez, parte de los ingresos de la Iglesia
española, que partían hacia Roma, ahora se quedaban aquí.
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Fernando VI y la reina eran de talante pacífico. Así, cuando estalló la
Guerra de los Siete Años (1756-1763) España se mantuvo neutral. En ella se
enfrentaron Francia y Gran Bretaña. Fue un conflicto muy importante pues se
decidía el fortalecimiento colonial de uno u otro país, pero España no entró en él.
Un matrimonio sin hijos, en 1758 fallece Bárbara de Braganza. El fallecimiento de
la reina, sobre la que el rey sentía un profundo afecto, desencadenó en Fernando
VI un trastorno mental que terminó llevándose su vida pocos meses después (1759).
c) Carlos III (1759-1788).
Al fallecer Fernando VI le sucede Carlos III, hijo de Felipe V y de Isabel
de Farnesio. Estaba como rey en Nápoles, donde llevaba 25 años de reinado. Dejó
Nápoles a uno de sus hijos y regresó a España. Su reinado está unido a múltiples
reformas, por lo que es considerado como un ejemplo del despotismo ilustrado.
La política exterior: Al iniciarse el reinado seguía abierta la Guerra de los
Siete Años; Gran Bretaña venía derrotando a Francia. España, sin embargo, decidió
incorporarse a ella firmando con Francia el Tercer Pacto de Familia (1761). Se
buscaba la recuperación de Gibraltar y Menorca pero no se pudo. Los ingleses
también se impusieron a España. Se firmó la paz de Paris en 1763, muy favorable a
Gran Bretaña. De Francia obtuvo el Canadá y las posesiones de la India; de España,
la Florida. Francia decidió entregar a España, en compensación, el territorio de la
Luisiana, es decir, el recorrido por el río Misisipi hasta su desembocadura en Nueva
Orleans.
En 1776 estalló la guerra de independencia de las trece colonias
norteamericanas, pertenecientes a Gran Bretaña, origen de los actuales Estados
Unidos. Francia y España intervinieron a favor de los colonos. Era una ocasión de
oro para desquitarse de la derrota de 1763. Finalizó
con la derrota británica firmándose la paz de
Versalles en 1783 por la que se reconocía la
independencia de los Estados Unidos. España, a su
vez, recuperó la Florida y la isla de Menorca, pero no
así Gibraltar, en donde fracasaron todos los
intentos para su recuperación.
La política interior: Está marcada por tres
de sus principales ministros: Esquilache, Aranda y
Floridablanca. Cuando Carlos III se convierte en rey
de España trae consigo a ministros italianos, entre
ellos a Esquilache, que protagonizó un amplio
programa de reformas. En la villa de Madrid,
entonces sucia y pestilente, introdujo reformas
urbanísticas propias de una población moderna.
Aprobó la libertad de comercio de granos, medida
Carlos III (1716-1788)
positiva pero peligrosa al facilitar la especulación
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Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración
con los precios agrícolas. En Madrid introdujo otra medida, muy impopular, como la
de cambiar la forma de vestir, con sombreros anchos y capas largas. Se pensaba
que el vestir así servía para encubrir a los malhechores. El pueblo de Madrid se
rebeló contra el ministro y sus decretos (Motín de Esquilache 1766). Días después
también ocurrían incidentes en otras poblaciones castellanas. El monarca dio
marcha atrás destituyendo a Esquilache. A Carlos III le impresionó el motín. Se
pensaba que no había sido espontáneo sino más bien promovido o instigado. Se abrió
una investigación llegándose a la conclusión de que los instigadores de la revuelta
habían sido los jesuitas. En el informe se aconsejaba su expulsión. Al año siguiente
del motín, en 1767, los jesuitas eran expulsados de España y de América. En la
actualidad, se cree que detrás del motín había intereses de grupos privilegiados,
dispuestos a lanzar al pueblo a la calle con la intención de frenar una política de
reformas que afectaban a sus privilegios. No se ha podido comprobar que la
Compañía interviniese en el motín; sí está claro que había una ofensiva contra ellos
y que el mismo monarca los veía perjudiciales para la Iglesia y para la monarquía
absoluta.
Conde de Aranda: Tras la caída de Esquilache, el conde de Aranda se
convierte en el gobernante más influyente. Entre las medidas de su etapa de
gobierno está la repoblación de territorios despoblados, así se crearon las Nuevas
Poblaciones de Sierra Morena, en Andalucía. Se fundaron unas veinte poblaciones,
estableciéndose la capitalidad en La Carolina. Para poblar estos lugares vinieron
inmigrantes alemanes, a los que se les proporcionó tierra y ganado.
Conde de Floridablanca: A partir de 1776, manteniéndose hasta el final del
reinado, figura al frente del gobierno el conde de Floridablanca. Los ingresos de la
Hacienda venían incrementándose pero el gobierno al ampliar sus gastos decidió
emitir deuda pública (“vales reales”), que, a la larga, al abusarse en las emisiones,
sus consecuencias sobre la economía española fueron nefastas. Los que compraban
vales reales recibían un interés del 4% anual y al cabo de veinte años quedaban
amortizados. Para asegurar esta operación se creó, en 1782, el Banco de San Carlos
(origen del actual Banco de España), encargado de abonar los intereses de los vales
y su amortización. Para activar el comercio exterior, se amplió libertad de
comercio con América, medida de la que se habla más adelante. Durante esta etapa
se desarrollaron las Sociedades Económicas de Amigos del País que animaban al
desarrollo de las reformas en la agricultura, la industria y el comercio. Conectaban,
por tanto, con el espíritu ilustrado de la época.
d) Carlos IV (1788-1808).
Carlos IV (1788-1808) sucede a su padre Carlos III, es un rey débil y sin
carácter, que no estará a la altura de las circunstancias. Como hecho curioso
diremos que intentó derogar la Ley Sálica (las mujeres no podían reinar) pero la
Pragmática Sanción (hoy diríamos Real Decreto) no llegó a publicarse; este dato es
importante porque ocasionaría problemas a la muerte de su hijo Fernando VII.
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Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración
España ante la Revolución Francesa. La Revolución Francesa había
estallado en 1789, todas las monarquía europeas tienen miedo a que se extienda y
la población se contagie de estas ideas (recordemos que en Francia se acaba con el
poder absoluto del rey y se llega a guillotinar más tarde al monarca). El marqués de
Floridablanca (primer ministro) llega a cerrar las fronteras con Francia, a impedir
que los estudiantes salieran a estudiar fuera y a establecer una censura sobre los
libros. Llegó incluso a prohibir la enseñanza del francés para que no se extendieran
libros y escrito procedentes de ese país. En 1792 el rey destituye a Floridablanca y
nombra a Aranda que intenta una aproximación a Francia, estará sólo unos meses en
el poder. En noviembre Aranda es derrocado y ascenderá a las más altas instancias
del poder Manuel Godoy, amante de la reina, se convierte así en valido del rey y en
un auténtico dictador. Dirigirá los destinos de España entre 1792 y 1808, excepto
entre 1798 y 1800. Tuvo siempre en contra a los absolutistas más exacerbados y a
los simpatizantes de la revolución.
En política internacional Godoy se alió
con Gran Bretaña cuando en 1793 los
revolucionarios franceses guillotinaron a Luis
XVI. Varias naciones europeas, incluida
España, declaran la guerra a la República
Francesa, es llamada Guerra de la
Convención, por ser la Convención el principal
órgano
de
gobierno
de la
Francia
revolucionaria en esos momentos. La guerra
conoce dos etapas muy claras, en la primera
las tropas españolas, al mando del general
Ricardos, invaden el Rosellón y obtienen
algunas
victorias
a
pesar
de
una
desorganización evidente. La rápida reacción
francesa y la elevada moral de los ejércitos
revolucionarios dan la vuelta a la situación y
Carlos IV (174-1819)
los franceses toman Gerona, Guipúzcoa,
Vizcaya, Álava y Navarra, volviéndose apurada la situación para los españoles. En
julio de 1795 se firma la Paz de Basilea, por ella España perdió la parte Oriental de
la isla de La Española (actual República Dominicana).
La alianza hispano-francesa y sus consecuencias. En 1796, por el Pacto de
San Ildefonso, Godoy dio un giro a la política exterior española y optó por la alianza
con Francia, lo que suponía el enfrentamiento inevitable con Inglaterra. En esos
momentos la Revolución había desembocado en el poder unipersonal de Napoleón.
Para Napoleón España tenía mucho interés, en su enfrentamiento con Inglaterra la
guerra se llevaba al frente comercial, toda Europa debía bloquear comercialmente
a Inglaterra y así ésta se vería arruinada, lógicamente España entraba dentro de
ese plan. En 1797 las flotas española y francesa fueron derrotadas en la batalla del
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Cabo de San Vicente, era sólo un aperitivo de lo que iba a suceder ocho años
después en Trafalgar.
Entre tanto la situación económica era desastrosa: malas cosechas,
carestías y, fruto de ello, un riesgo de bancarrota para las finanzas reales, este
último problema se intentó solucionar con una subida de impuestos –lo que motivó
que aumentara el descontento contra Godoy- y con la venta, por primera vez, de
tierras del clero, aquellas de los jesuitas expulsados en 1767 y las que la Iglesia
destinaba a la beneficencia.
En 1801 se produce la Guerra de las Naranjas, una guerra entre España y
Portugal debido a la ambición de Godoy, Napoleón apoya a España frente a
Portugal, tradicional aliado de Inglaterra. Francia pretende que Portugal cierre sus
puertos al comercio inglés. Tras dos años de escaramuzas la Paz de Badajoz selló la
paz, Portugal cerraría sus puertos y España recibirá la localidad de Olivenza. En
1805 se produce una derrota aplastante de las escuadras francesa y española
frente a los ingleses en Trafalgar. Allí se hundió una flota poderosa y moderna que
había sido armada con gran sacrificio a mediados de siglo. España se quedaría sin
flota, y las colonias españolas de América se quedarían incomunicadas. El
descontento por la derrota iba dirigido contra Godoy, y es el príncipe de Asturias –
el futuro Fernando VII-quien acaudilla la oposición al primer ministro.
En 1807 Godoy firma con Napoleón el Tratado de Fontainebleau para
repartirse Portugal, una parte sería para Francia, otra para España y una tercera
sería un principado personal para Godoy; lógicamente para llegar las tropas
francesas a Portugal tenían que pasar por España, con esta excusa atravesarían la
Península y tomarían las principales ciudades del país.
El motín de Aranjuez y la caída de Godoy. Entre tanto un grupo de
nobles, a cuya cabeza está el príncipe de Asturias, instiga al pueblo para la
revuelta, es el Motín de Aranjuez, Godoy cae y Carlos IV huye a Francia, mientras
su hijo Fernando reclama el trono, es el 19 de marzo de 1808. En Bayona (localidad
francesa próxima a la frontera española) Napoleón reúne a Carlos IV y a su hijo
para actuar como árbitro entre sus disputas, allí el 5 de Mayo de 1808 obliga a los
dos a abdicar en él y proclama como rey de España a su hermano José I Bonaparte.
El 2 de Mayo se produjo un levantamiento sangriento en Madrid que sería
violentamente reprimido al día siguiente.
II.
ECONOMÍA Y SOCIEDAD.
1. Economía.
En el siglo XVIII se produce en España un crecimiento de la población, se
pasó de 7 a 11 millones de habitantes, siendo mayor el crecimiento en la periferia
(Galicia, Asturias, País Vasco, Cataluña, Valencia, Alicante y Andalucía) que en el
interior. Al crecer la población hubo una mayor demanda de productos agrarios y
de tierras para cultivar. Los precios agrícolas fueron al alza, al igual que la renta
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Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración
de la tierra (la parte exigida a los campesinos arrendatarios por los propietarios
agrícolas).
El panorama agrario: Se produce un crecimiento en la producción, pero no
por la implantación de nuevas técnicas de cultivo sino por el aumento de la
superficie cultivable debido a la roturación de tierras anteriormente incultas. Es el
sector económico más importante, aproximadamente el 80% de la población
trabajaba en el campo. El contraste por regiones es enorme, hemos de señalar la
escasa productividad de la Meseta y el Valle del Ebro, por ejemplo, donde
predomina el secano, frente a zonas de alta productividad por la utilización del
regadío y la introducción de cultivos rentables, el ejemplo más destacado es la
franja mediterránea. Pero el modelo de propiedad de la tierra no se atrevieron a
tocarlo. La tierra seguía en manos de la Iglesia, de la nobleza y de los
ayuntamientos, y, jurídicamente, se encontraba amortizada o vinculada, con lo que
la tierra no se podía poner a la venta por sus titulares. También se mantenía la
institución del mayorazgo por la que la herencia era trasmitida a un solo heredero,
sin posibilidad de venta o división de los bienes sujetos al mayorazgo. Con carácter
general podemos decir que la tierra sigue en manos de la nobleza y el clero, y el
campesino tiene que pagar una renta elevada por cultivarla. Con todo, la situación
del campesino varía por regiones. El campesino catalán tiene más derechos sobre la
tierra frente al abuso de los señores y las rentas son más bajas. En el otro
extremo se encuentra los campesinos andaluces que en su mayoría son jornaleros,
es decir, no propietarios y únicamente dueños de sus manos y que son empelados en
las distintas campañas de recolección. El resto de los campesinos oscilan entre
estos dos extremos.
Desde mediados del siglo XVIII se crearon las Sociedades Económicas de
Amigos del País, asociaciones para fomentar el desarrollo nacional, estas
sociedades fueron fomentadas desde la Corona; desde ellas se estudiaban las
distintas posibilidades de desarrollo de las localidades y campos y las propuestas
de mejora. El gobierno emprendió además obras de gran envergadura para
aumentar el regadío: el Canal de Castilla que irrigaba extensas zonas de la Meseta,
el Canal Imperial de Aragón, etc. Pero el intento más serio de cambiar el panorama
fue con Carlos III, se introducen medidas de colonización y de reparto de tierras
de la Corona o de los municipios, es el inicio de la colonización interior de nuevos
territorios en zonas despobladas como Sierra Morena, se crearon nuevos
establecimientos como La Carolina, Guarromán... a menudo poblados por colonos
alemanes que introdujeron nuevos sistemas de cultivo, Pedro Pablo de Olavide se
encargaría de coordinar estos proyectos.
La industria: Es verdaderamente difícil calcular cual era exactamente la
producción industrial, por un censo de 1787 sabemos que el 14% de la población
activa se dedicaba a esta actividad. El pequeño taller artesano era el sistema más
extendido, normalmente era un negocio familiar y el mercado era muy reducido. La
industria textil era la más destacada y en su proceso se distinguen dos etapas: el
hilado (transformar la lana bruta en hilo o hebra) lo realizaban las mujeres en casa,
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Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración
y el tejido (tejer los hilos) lo realizaban tejedores en pequeños talleres.
Los monarcas crearon manufacturas reales en las que el Estado se
convertía en empresario, aportando los capitales necesarios. Eran grandes
industrias a cargo del Estado que se dedicaban normalmente a elaborar productos
(casi siempre de lujo) para abastecer los palacios reales, eran importantes las de
porcelana del Buen Retiro en Madrid, los paños de Brihuega y Guadalajara, la Real
Fábrica de Tapices...el control técnico y financiero se encuentra bajo supervisión
del Gobierno. A menudo no son industrias rentables, pero se mantienen por las
subvenciones estatales.
Las zonas de mayor peso industrial fueron Valencia y Cataluña. En la primera
se desarrolló la industria de la seda; en Cataluña, junto a la producción lanera
surgió en el último tercio del siglo las manufacturas de indianas (telas de algodón)
que eran enviadas al mercado interior castellano y al americano. De entre todas las
industrias del país destacaron por su pujanza, llamadas así porque trabajaban el
algodón que venía de las India s (de América). Los estampados de algodón
adquieren un gran desarrollo desde mediados de siglo. Se caracterizan estas
industrias por tener un escaso grado de mecanización pero sí una estructura
capitalista: concentración de telares en un sitio, propiedad del dueño de la fábrica,
ningún derecho de los trabajadores. A finales de siglo van a experimentar un gran
crecimiento al importar máquinas inglesas de segunda mano. También a finales de
siglo se va a producir un aumento del salario de los empleados en esta industria
textil.
El comercio: Dos datos podemos adelantar sobre el comercio en este siglo,
en primer lugar una decadencia del comercio americano y en segundo lugar que
falta un mercado nacional unificado, debido a las pésimas comunicaciones los
productos no podían llevarse a larga distancia. En cuanto al comercio interior, se
inicia a lo largo del XVIII la formación de un mercado nacional. Veamos la situación
por zonas: En el interior había pequeñas zonas que intercambiaban dentro de ellas
sus escasos excedentes, rara vez los productos salían de una zona a otra. Sólo
Madrid generaba una llegada de productos de otras zonas. En la costa se produce
un aumento del comercio debido, tal vez, a la mejora de las comunicaciones
marítimas con el resto de España y Europa. A mediados de siglo solamente
Cataluña había logrado crear un mercado regional integrado. ¿Cuáles son las
causas de este escaso desarrollo del comercio? dos fundamentalmente, la casi
total ausencia de comunicaciones que faciliten la movilidad de los productos y la
existencia en el interior de masas de población con un poder adquisitivo nulo.
El comercio exterior tiene una mayor importancia, influye el hecho de que
el transporte de mercancías por barco sea el más rentable, lógicamente podemos
deducir que casi todo este comercio internacional se producía en las zonas
costeras. Veamos las dos zonas con las que se comerciaba principalmente: Comercio
con Europa, se basaba fundamentalmente en la tradicional exportación de lana a
Gran Bretaña, además se completaba con la venta de vinos y aguardientes a
diversos países norteños y la reexportación de productos americanos. En el
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Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración
capítulo de las importaciones vemos que se compraba algodón hilado o en rama
procedente de Malta y productos manufacturados de Gran Bretaña, Francia y
Holanda. El comercio con América se basó al principio en el monopolio del puerto
de Cádiz. Más tarde se concedió la libertad de comercio con América y se creó una
zona de librecambio (zona sin aduanas ni tarifas) entre América y España,
lógicamente esto generó un auge del comercio que se desarrollaba con preferencia
desde los puertos de Cádiz (50% del volumen de intercambios), Santander,
Barcelona...
Importante en este siglo es la minería en América, la explotación de la plata
adquirió unos niveles desconocidos, las minas más famosas estaban en el cerro de
Potosí en Bolivia. Estos metales son importantes para España porque gracias a ellos
se equilibra el presupuesto del Estado (diferencias entre ingresos y gastos) y la
balanza comercial.
2. Sociedad.
La estructura de la sociedad: Los artífices de las reformas y sus
partidarios son sólo una reducida minoría. Durante el XVIII no se logra, pese a las
reformas, reducir el número de campesinos y trabajadores urbanos pobres, lo que
supone entre un 80 y un 90% de la población. La movilidad social es nula, en Europa
ya se empiezan a romper las fronteras entre algunos estamentos, pero en España
todo sigue inmóvil. La aristocracia sigue siendo rentista y recaudando impuestos,
es decir, en algunos sentidos perviven aún esquemas feudales y los grandes señores
tienen jurisdicción muy amplia sobre grandes zonas del país. Los Borbones con su
política centralista recortarían un gran número de estos privilegios y provocarían el
malestar de estos nobles al declarar, además, compatible el título de nobleza con la
posibilidad de trabajar, el trabajo era considerado innoble hasta entonces, esta
idea en Europa hacía tiempo que había desaparecido. Los eclesiásticos, ingresar en
el clero era un medio de acceso rápido, o por lo menos de no morirse de hambre, se
accedía a la cultura, al poder y a la riqueza. Como vemos se funden en este
estamento gentes de origen noble y de origen plebeyo, aunque lógicamente los
primeros acaparan los principales c argos, cargos que no están cerrados a los
segundos y puedan llegar a ellos en virtud de su valía personal. El número de
clérigos en España sobrepasaba ampliamente los 250.000, una cifra increíble y
desproporcionada. La Iglesia goza de enormes privilegios, no paga impuestos y
posee el 25% de la tierra cultivable del país a la llegada de los Borbones. Los reyes
ilustrados ven en la Iglesia a un estamento culto que se opone a sus reformas y que
al controlar la enseñanza en el país garantiza que los modelos tradicionales se
reproduzcan (controlan ideológicamente al pueblo a través de la educación). El
choque más frontal se dará en 1767 cuando Carlos III expulse a los Jesuitas. El
campesinado, vivía en unas condiciones precarias y veía con recelo cualquier
reforma modernizadora. La burguesía, va apareciendo muy lentamente a lo largo
del siglo XVIII en las ciudades. Estará formada por gentes de clase media:
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Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración
funcionarios, militares, profesionales liberales y comerciantes enriquecidos
(abundantes en las zonas costeras). Su máxima aspiración es el ennoblecimiento, así
comprarán títulos o se emparentarán con la nobleza vieja arruinada.
2. Economía y sociedad en la América española del S XVIII
El siglo XVIII fue una etapa de prosperidad para el Imperio español.
Contribuyó a ello la política de los Borbones, interesados en la defensa y
engrandecimiento de los dominios americanos. La población de la América española
aumentó en torno al 50%. A mediados de siglo se calcula que habrían unos 15
millones de habitantes, de los cuales, unos tres millones eran blancos, un
millón y medio de negros (esclavos o libertos) y, el resto, indios y mestizos. La
población blanca estaba formada por españoles (peninsulares, que ocupaban los
altos cargos de la Administración y del clero) y sus descendientes nacidos en
América (criollos, que contaban con poder económico y prestigio social, pero
apartados del poder político, lo que daba lugar a rivalidades entre ellos y los
peninsulares). Al lado de los metales preciosos, se desarrollaron, plantaciones de
azúcar, cacao y algodón y tabaco trabajadas por mano de obra esclava. Potenciar
el comercio colonial fue otra de las preocupaciones de la nueva dinastía. El
monopolio comercial que tenía Sevilla lo perdió, en 1717, al trasladarse la Casa de
Contratación a Cádiz. Más importantes fueron los decretos, con Carlos III, que
acababan con el monopolio comercial en Cádiz y establecían la libertad de comercio
(1765 y 1778) de los puertos españoles con América. Cataluña, con su industria de
indianas, se vio muy favorecida con estas medidas, siendo Barcelona uno de los
puertos con mayor comercio con América.
En cuanto a divisiones administrativas, el de Nueva España siguió siendo el
único para los territorios de América del Norte, pero en la del Sur fueron
segregados del virreinato de Perú dos nuevos virreinatos: el de Nueva Granada
(actuales Colombia, Venezuela, Panamá y parte de Ecuador), con capital en Santa Fe
de Bogotá, y el de Río de la Plata (actuales Argentina, Paraguay y Bolivia) con
capital en Buenos Aíres.
En otro orden de cosas, la expulsión de los jesuitas fue un duro golpe para
las misiones (las “reducciones”) de Paraguay. En California, el esfuerzo de los
jesuitas fue seguido por los franciscanos.
La cultura se vio estimulada con la creación de universidades (Santiago de
Chile, La Habana y Quito), el auge de las imprentas y de la prensa y las
expediciones científicas, como la de Jorge Juan y Antonio de Ulloa, que exploró el
Perú y que consiguió la medición de un arco de meridiano (1736-1744).
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Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración
III. LA ILUSTRACIÓN, EL DESPOTISMO ILUSTRADO Y
LA REVOLUCIÓN LIBERAL BURGUESA.
El siglo XVIII ha sido llamado el siglo de la Razón o de las Luces. La
Ilustración es un movimiento filosófico y cultural que se extiende por Europa, sus
puntos principales son: la crítica contra todo, el someter todo al análisis de la diosa
razón, cuestionar los argumentos religiosos y el poder de la Iglesia, el hombre
debe aspirar a ser libre y feliz, en lo político tienen que haber división de poderes.
Andando el tiempo estas ideas y otras parecidas serían la base de la Revolución
Francesa.
El objetivo fundamental de los ilustrados españoles fue acabar con la
decadencia española, cuya causa es fundamentalmente económica, por lo que hay
que reformar la economía mediante varias actuaciones: Desarrollando las ciencias
útiles consideradas como base para la renovación tecnológica y el resurgir
económico, por lo tanto hay que reformar la enseñanza. En general se critica lo
teórico en favor de la ciencia aplicada. Hacen un análisis crítico de la estructura
económica y social del país y muestran un gran interés por conocer las teorías
políticas europeas, sobre todo la nueva manera de concebir y justificar el poder
del rey (Rousseau y el Contrato Social, Montesquieu y la separación de poderes...).
La monarquía se va a apoyar en las ideas de estos hombres para transformar
el país, pero de las ideas ilustradas toman sólo lo que les interesa, la idea de razón
iba en contra de la idea de rey por la gracia de Dios. El poder real se justificará a
través de los escritos de varios ilustrados franceses, Rousseau dice que el poder
del rey no le viene de Dios, el rey gobierna porque desde tiempos inmemoriales la
sociedad siente la necesidad de ser gobernada y establece un pacto con los
primeros gobernantes. Los reyes gobernaban a través del despotismo ilustrado, es
decir, seguían teniendo el mismo poder que en épocas anteriores (es un déspota, un
rey con poderes absolutos) pero ahora su máxima preocupación es el progreso y el
bienestar de sus súbditos, pero sin preguntarles a ellos, el pueblo es menor de
edad desde el punto de vista político, esto se resumen en la famosa frase de “todo
para el pueblo pero sin el pueblo”. Pero el despotismo ilustrado no tocaba lo
esencial del sistema del Antiguo Régimen, el poder absoluto de los monarcas y la
división estamental de la sociedad. Para ello era necesario aplicar los principios
defendidos por Montesquieu y Rousseau, que, respectivamente, defendían la
división de los poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) y el principio de la
soberanía nacional.
El logro de estas ideas pasaba por el triunfo de la revolución liberal
burguesa, siendo la revolución francesa, en 1789, la primera en iniciarse en Europa
y con la que da comienzo la Edad Contemporánea. Como veremos, España no podía
permanecer al margen de este proceso revolucionario, puesto en marcha el año
siguiente de iniciar su reinado Carlos IV.
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Tema 7. El S XVIII: El reformismo borbónico y la Ilustración
Ideas y principios fundamentales de la Ilustración. Su desarrollo en
Europa
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