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M o LXl.-RÉnero 2a.l97
PUNTOS DE SUSORIPOIÓN
imnSTBAClÓH: CALLE DE LA LIBEBTAO. 18
1 a US NmopiLa LBKIÍIS U lum \ nmm
Paría.—HesBíenn Boyrean et GhaTÜlet, ra« de bi
Mnqne, 29.
Anuncios eapaAoles, á 2B o6ntlmo8 de p«Nta
«upa en cuaila plana.
ídem extranjeroa y reolamoa, á preoioi con*
vcncionalea.
dada anuncio aatisíarA 10 oéatimofl de impaeito.—
ffity h' Stmo 1906.)
DmooidN TuMBino&s ÉPOCA.-HADsn>.
nUVpiO lÜI. W
APJATAOO i t H UKI
RO n ianma.Tn toa OBIOIIIAIJÍ
-Aw-v.-í
MAIJ^HD.— Jueves 2 8 de Octubre de 1909.
PRECIOS DE SÜSORIPOIÓM
LA
KADRID.—Da mea, 2 p«a«taai trimaitreí Ci i»^
meatre, 1 2 | afio 2 4 .
PROVINOIA&—Ttímeatra, S peaetaai aema»
tare, 12) afio, 2 4 .
Fortogal, Gibraltar y Uarraeoot, el mtamo praolo.
EXTRANJERO.—Trimeetre, 10 trancoai fieme»
tro, 3 0 | año, 6 0 tranoofl.
Número del día, 10 céntlmoa.—Atraaado, IB.
La oorrespondenoia de Admlnistraolda dirí]aae al
administrador de LA ÉPOCA.
D i m o s TELEüRAMAS Y NOTICIAS DE LA TA8BE
^STmMi^
me y castiga esas O I ' I M U N E S , sino los Tribunales que la Nación se h a dado, ai^licando leyes
igualmente emanadas de a<iuella soberanía
M Cfírreo y ohos maurófotooa acreditados nacional, que nadie en ese punto ha iiretendi« ^ recibido como agua deMaCFouaa de las do nunca reformar; lo (pie significaría, (pie la
mentalidad incompatible con la cirilización
«inBaai crónicaa de Maeatu, pori^tie en ella ae
que consagra como opinioneis aquellos ([ue á
w«ot» ^ t a abrumadora enormidad:
—'Wm que convencer á las clases medias nosotros siguen i)areciéndonos vrimeneH, sería
^^iMIoias de (^ue Maura y í^a Cierva tienen la de la Nación española entera: no la de éste
ó aquel gobernante (Jue se limita á presidir el
ineétalidades incompatibles con la civilización. Hay que mostrar con firmeza que si se cumplimiento recto (le sus leyes.
Y ahora diga el lector si tales cosas se estrata de seguir gobernando con la violencia
«o las bayonetas y con la supresión de las epí- criben por un español, ¿qué dirán los extranjeros que en él se inspiren, ó (lue tomen sus
mone;-, no h a y fuerza humana capaz de evitar
referencias caprichosas por renejo de la reacJ ñn de Esuafia.
Como no nabrá medio de evitar el fin de Es- lidad de nuestra Espafia? ¿Será licito hacer
paña es siguiendo por esc camino de los «in- esas cosas, sea cual sea la moral á cuya luz
se examinen? ¡Y es con semejante conducta
nindios» á caño libre, de l a s falsedades y de
Ja ligereza a c e r c a de Espafia, por cl que co- con la que se pretende cducaí- á nuestro pueblo, sacándolo d é l a s sombras de la reacción
rren desbocados algimos cspaflolcs. Porque si
H la liviandad con que en el extranjero se nos á los esplendores de la más refinada civilizasentencia sin Juz^^arnos, ó se nos juzga sin co- ción espiritual!
nocernos, se adhieren y se afiaden los inielecmahs españoles, claro está ([uc no es u n a pesadilla de cronista desocupado, sino una prcVisión certera del porvenir, eso de la intervenSi es exacto, como afirma La ('orresponduitcia,
ción extranjera en nuestra vida interior, y h a y
que un ministro ha dicho, refir endose á las cen«n el mundo no pocos ejemplos de lo que tal saras formuladas por el Sr. Maura, que no afectan
al Gobierno, que le tienen sin cuidado ti <iste, poraumunitaria intervención significa.
. £ a r a los que tenemos del castizo genio in- (lUe «van más altas, van á la Corona, (jue ha creído oportuno, en uso de sus altísimas facultades,
Wés la idea de u n a g r a n seriedad y de una
llamar al Poder al partido liberal», si esto es
Wena conciencia, de una leal objetividad en
exacto, cl ministro que tal'S cosas ha dicho no
^©atudio de los hombres y de las cosas, esas
sabe una ]ialabra d(! derecho constitucional, y
l ^ i l a e z t u escribe muestran, como dice u n a . además, con semejante lenguaje, falta á sus más
J ^ c l á s i c a , que si él ha entrado en Inglatcelementales deberes.
^1 I n g l a t e r r a no h a entrado en »'l; poríiuo
El Rey es irresponsable; los rcsponsaV)les son
rj*«a tan a p a r t a d o de aquella seriedad y de los ministros, y cuando éstos, e i vez de escudar
con su responsabilidad al Monarca, cmpUjan len**iuella consciencia, nada tan divorciado do
guaje como (;I (lue da á conocer oí citailo col(íga,
*lUella objetividad, como el párrafo transcri^ del cronista de La Corregiwndencia de l^Ja- y señalan á la Corona como punto de atftíjue, cometen un verdadero delito.
Paña.
'
No; no hay censura alguna, do cuantaK pueden
C Maeztu no sube cómo es la mentalidad del formularse al juzgar una crisis, (luc en un r6gl^flor Maura y del Sr. La Cierva, ni cómo h.in men como el nuestro, y con un Rey tan escrupulosamente constitucional como 1). Alfonso XIII,
ííobornado, á p a r a Maeztu es mentalidad in''Oínpatible con la civilización toda la que no j)aoda alcanzar ni remotamente á la Corona.
En las crisis, el ministro saliente responde de to^ ajusta á la que él so h a forjado como ideal.
dos los actos de la Corona hasta cl momento en
^' 'O primero, ¡qué imperdonable ligereza,
(lue se le admite la dimisión, y cl ministro entrancuando con ella se viene A robustecer l a camte asume la responsabilidati de la solución dada á
pana injuriosa contra España! Si lo segundo,
Híiuélla; de modo (jue siemjn'e (lueda á cubierto
tquó vanidad tan intolerable!
la acción del Poder Real.
Porque esto no es cuestión de ser maurista ó
Decir lo contrario, afirmar que hay ataque a l a
jJjHimauriata, sino de ser verídico ó no serlo.
Corona en la censura de la solución dada á una
?' la mentalidad de un gobernante ó de un crisis,'es sostener una herejía constitucional, y
eludir, aunque no sea más (lue por ignorancia, ¿1
nombre de Estado se lia de deducir del análicumplimiento de un deber elemental de los mi®'S de sus pensamientos, ;.qué pensamientos
nistros.
|^>"ee Maeztu que tiene cl Sr. Maura? Valdría
¿Es que el Sr. Moret no acepta en absoluto, sin
r* pona de (pie nos los dijera, indicando, por
distingos y sin reservas de ninguna especie, la
^"puesto, de dónde loa h a tpmado; porque claresponsabilidad de la solución de la crisis? No poj p que si él no los conoce más que á través
demos creerlo, y no creyéndolo, debemos suponer
que esos dislates del aludido ministro merecerán
^^ las versiones de los ijeriédicos del fntst, está
su pública y toriuinanto reprobación.
ttviado.
¡Pues no faltaba más!
Tómese el último discurso del Sr. Maura,, y
^fiarnos en él algunos rasgos de su mentalidad:
«Nosotros no nos asustamos de que se despliegue
*' viento cualquier programa y cualquier bande'ft~dice el Sr. Maura—, por radicales que sean
(DB NUESTRO Bsavioio PARTIOULAR)
8U8 lemas, aunque nos pare/can nocivos, ruinosos
y temerarios, i>orque con igual derecho otros esjja- Interesante sesión en el Ayuntamiento.—I<a voz
'lole^, en su conciencia y en su patriotismo, los
del buen sentido.—Derrota de los radicales
Pueden creer salvadores; lo que nosotros exigisocialistas.
"^0*1 lo que nosotros tenemos derecho á exigir, es
PAKÍS 27.—Auuíiue y a ha comunicado el telé^
que programa alguno entre en las esferas del Gografo el acuerdo del Ayuntamiento do París con^nerno y recoja los elementos del Poder púljlico,
tra la proposición de dar el nombre del anaríjuis°lu haber sido admitido por la oi)inión nacional, ni
ta Ferrer á una calle de la capital de Francia, pa«"quiera conocido de la opinión nacional.»
réccme intí^rcsante enviar alguno.s detalles comY en oti-o pasaje ile su discurso dice el schor
plementarios de la sesión.
Maura:
Ante todo, debo decir ((uc la población sensata
ha recibido con muestras de satisfacción el acuer•^Puos contra eso no hay más que una defensa,
^Ue consiste en actuar con la ciudadanía, con el do del Ayuntamiento. Realmente, hubiera resultado bochornoso jmra la Ville íjumiern (jue por el
l^oto, con la propaganda, eon las manifestaciones,
triunfo de una iniciativa auilaz quedase moralíjo contentándose con decir al oído del deudo ó
^cl amigo lo que se opinu, sino interviniendo to- mente asociado París a las maniobras de los revoáoslos españoles, los electores y los que no lo son, luciimarios y ananifuistas españoles y de otros
países.
^^1 la vida pública, para hacer sentir á todos los
La proposición relativa á lo do Ja calle Ferrer
Joderes púljlicos el verdadero espíritu, el verdaestaba firmada por cl alcalde de París, M. Chausse,
Jicro estado del alma nacional, sin que sea posible
y por los concejales Mossot, Pannelicr, Fleurot,
Jfansferir, como á ello propenden muchas veces
Virot, Dclpech, Ranvier y Achillo, todos ellos per'*8 clases acomodadas é inteligentes, á instituciotenecientes al grupo radical-socialista ó socialista.
ifff ^' ^ '^'"ganos constitucionales del régimen noEllos constituían la Comisión encargada do pre'iiico de un país, las funciones de la sociedad, las
sentar y defender el proyecto.
'Iliciones de la masa electoral, las funciones, en
"lima, de osa soberanía que so regula más ó mcDesde el comienzo de la sesión pudo advertirse
"08, que tiene míis ó menos forma en las leyes po- que la opinión del resto del Municipio era com|iio^tivas, poro que os la única determinante en la tamente hostil á la moción. Y aunque el desaten'Ida pública de los pueblos cultos.»
tado ))royecto hubiera muerto en flor por el simple procedimiento do echar abajo la Comisión, se
Y éstos no son rasgos aislados de un discurprefirió abrir un extenso debate, áflnde (juc los
^ - eso es lo (pie al través de toda la obra del
hechos quedaran más al descubierto, y fuera, por
^ftor Maura so asienta y se alirma como esentanto, más justificada la condona.
'r** de su pensamiento político. No h a b r á quien
Habló primero el presidente, M. Chausnc, en defensa de la proyiosición.
p é s e n t e de él un solo párrafo, ni una sola fra—Habladnos de los hijos del agento Dufresnc—
^> que invalido eso. ;E8 eso u n a mentalidad
exclamó M. Ü'Audigné.
•^Compatible con la civilización? ;,Puode tener
- ¡Cada cosa á su tiempo!--replicó Chausse . L a
"í'ra ningún demócrata verdaderfi, ningún versegunda Comisión tiene entre manos una (hnnan^'adero liberal?
da de pensión piara esos niños, y oportunamente
Y no se puedo decir que el ]icnsamiento v a y a projiondrá el voto Uí^ccsario.
l^r un lado y los hechos iior otro; pues desde
Antes de que la discusión llegase al período álj^s reformas p a r a l a s Antillas hasta la de las gido, el prefecto do la Scine pidió al (>)nsejo (¡uc
se inspirase en las iialabriis |)ronuncittdas por cl
l'istitucloncs lócales en Esiiaña, que queda á
punto de ser terminada, ;.qué son todas las ministro de Negocios Extranjeros en cl Parlamento.
^bras políticas del Sr. ;Maura, sino desenvol—Dominad vuestros sentimientos viarticularcs
ymientx> y aplicación de aquel iirincinio fundijo- , porque el interés de Francia debe ser la
jlamental de la soiioranía nacional y del pueprimera de vues'^ras preocupaciones.
.'O) como única fuente de todo poder y único
Recordó laego al Consejo municipal (luc sus
^siento de toda autx)ridad? ¿Es otra cosa la re- acuerdos no pu-den ser ejecutados sin el consen'^ot'ma, y a vigente y dos veces ensayada, del
timiento del Gobierno, y que es inútil dejarse llevar do ciertos entusiasmos.
procedimiento electoral, que transfiere de orEl prefecto terminó diciendo:
K*nismos del Poder á entidades populares, tan
—^i.e veo, señores, en la obligación de restirvar
independientes y constdentes como nuestra sovoto en todo aquello (jue no sea cl orden del
*"iedad pueda darlas de Si, cl funcionamiento mi
día jiura y simplemente.
^01 sistema?
A partir de este momento se 8U(^edieron los ora.IjUego viene en el párrafo copiado del cro- dores en la tribuna.
'Jista eso de la «violencia de las bayonetas», y
Los radicales socialistas fueron batidos en toda
do Ui «aupresióu d e . l a s opiniones», que son la línea.
^traa dos monstruosas falsedades, que acrediMonsieur Massard hizo observar al Consejo que
la persona cuyo nombre se quiero dar á cualquier
\^n, ó una ignorancia absoluta de la verdad,
callo debía haber fallecido con cinco años de an'^ una notoria incapacidad p a r a analizarla.
por lo menos.
-a violencia de las bavonetas, y el propio terioridad
—Por
este
motivo-siguió diciendo—habéis reoret, portaestandarte de la chñlizaciún en la chazado el nombre
de Zola. ¿Es admisible esta expresentí» aventura, ha acusado de remisa y de cepción á favor de Ferrer?
'••anda la acción de Uis bayonetas en los moEl concejal M. Paul Escudier dio el golpe do
fíiies revolucionarios de Barcelona! ¡La supregracia á la proposición, expresándose en los siguientes términos:
sión de las opiniones, y durante loa treinta
—Es falso ((ue Ferrer haya sido condenailo por
Primeros meses de la dominación conservadoun delito de opinión. ¿Y qué es un delito de opi['"^ han estado funcionando hasta esas Escuelas llamadas laicas, cuya labor fué por los nión? Pues un testaferro, tras del cual se cultiva
y pone en valor Iss doctrinas anarquistas y las
Conservadores mismos 'denunciada en líKKÜ
teorías destructoras de todo orden social, ¿Fiemos
'^1 Maeztu lee la Prensa española. ¿]>odrá enolvidado y a la revuelta de Barcelona, losa-sesinaí^outrar en la Inglesa ni en la de ninguna partos, las bombas y los incendios aue esparcieron la
^^ «layor libertad?
consternación y la muerte en esa capital...? Pues
Ahora, si el cronista entiende poi' (>})¡nwHf^ bien: Ferrer ha sido ejecutado por haber sido cl
instigador de todo lo de Barcelona.
Mué hoy que i'e8i)etar el alzarse en armas, y
Los consejeros municipales |Denais y Chassai•^Mevantar barricadas, y el incendiar edifigne-Goyon se expresaron en análogos términos,
*-ioa
::..„., .,
^'i°s, ,r
y „i
el saquear sus ruinas,
y «1
el violar
violar screprobando la injuria que so trataba de inferir á
rtinente á un
^nituras, y o l invitar directa y clarainem
país amigo y vecino.
nacer todo eso, la cosa v a r i a r á un poco de asDespués se pasó á la votación, cuvo resultado
vf'^to p a r a quien examine la critica del seFior
ya conocen nuestros lectores.
*ia.eiitu: pero aun a?í. habría (lue contestarle
La piiii.»osición pasó á mejor vida, \ M. ('Iiaus:-;c
dejó de ser alcalde de París.
'PH; lio es el .Sr. Maura quien suprime ó r(q.>ri-
¡Qué ministros!
LA CDGSTION FERRER EN PARÍS
Í
mamid isuetto, iO cénfidnos.
LOS SUCESOS ]>£ BARCELONA
DATOS PñRflTA HISTORIA
XiO que dice el Sr. Pnig^ y Cadafaloh. Una
crónica de la semana sangprlenta. — Carácter
anarquista del movimiento Su org^anizaoión.
Escenas infames.
Sabido (;s (|ue el Sr. Puig y Cadafalch, diputado
jior Barcelona, se proponía intervenir cu el debate político del Congreso, para hacer un relato do
los tristes y v(Tí,íonzos'i3 sucesos deH.-irrollados en
aquella ca¡)itai, y exponer su juicio acerca de los
mismos.
Esc discurso, (pie prometín ser iutcri'santc, se
ha quedado sin pronunciar. V es sensible <iuc así
haya sucedido; jiues el .Sr, Puig y (Jadafalch, que
estat)a en Barcelona por a(iuello8 días, hubiciM
aportado datos curiosos para cl estudio dol movimiento sedicioso de Barcelona.
Nosotros hemos hablado con el Sr. Puig de lo
ocurrido en la capilul de C'^taluñ;i y pueblos iimi
trefes, durante la semanR írájrica, .y vamos á reproducir algo de loque le oímos, á manera de níntesis del discurso que s(^ proponía pronunciar.
(Jonfiadas á la memoria WÍS manifestaciones, es
posible í|ue incurramos enitólgún (^rror involunta
rio ; pero substancialniení»^! crí^omoH rclicjar ci
pensamiento dol Sr. Puig y Cadafalch:
«La historia de lo ocuriíldo en Barcelona i'(v
menzó á decirnos—permanece todavía incompleta. Falta comjirobar algunas hechos y reconstruir
otros; pero con los que se ^onowí basta jiara ilustrar cl juicio público. Y vwM" si esto no bastara,
tengo entendido (luocn liárcolona se está |)re¡iaraiido la f)ubli(;ación de utálibro (luc ha de eonlc
ner, perfectamente docummitada, la crónica, sangrienta de aquellos luctuoitis sucesos.
¿Mo pregunta usted cónt| estalló la huelga general? La huelga se declaro el lunes, y la verdad
es que fué tolerada, y has^a vista con siiupatía,
por una gran parte de lapoblaciim. l'Ju los primeros momentos no se cometieron desmanes. Los
obreros niantuvifironse en actitud pacífica. Kl día
transcurrió sin gran motivo do alarma.
Son muciios los que atribuyen la actitud (pie
adoptó Barcelona, contraria a la guerra, A que no
había preparado el Gobierno á la oi'inión, y so
fundan en que tan pronto como a>: conocieron los
verdaderos móviles de la campaña, cesó la resistencia y lu hostilidad, debilitándose considerablemente la importancia de la protesta.
Tengo el convencimiento de «pie si cl Sr. Maura
hubiera dicho, por medio de la Prensa ó cu cual(juier otra forma, algo de lo (pie más tardo ha
dicho en el Parlamento, explicando las causas de
la guerra, hubiesen desaparecido en gran parte
los recelos de la opinión, y la protesta no hubiera
adquirido tan graves proporciones. El sentimiento general en Barcelona en>o opuesto, es cierto, á
la guerra, porque se descono(^ían esas razones y
porque el envío de los reservistas casados imjiresionó )irofundamentc á la opinión.
Organizada la buega general, (ixcitados los ánimos, desbordadas las iiasjpues, amaneció el martes, que fué el día de los incendios. Estos se realizaron por la tarde, coma BÍ los revolucionarios
respondieran a u n a consigna y obedeciesen á una
organización iicrleeta.
El mismo día einjiieza la r(;vuelta en los pueblos
extremos, en los barrios obreros, en el Paralelo;
arden lop edificios de los l*trdrc8 Esculapios y Maristas, y se ataca furiosamente al Clot.
Hay que advertir que este día estaban ya en
suspenso las garantías constitucionales, y la ciudad en ostadi; de guerra.
Pero antes de continuar quiero exponer una
opinión personalísima. \'o creo (jue si al gobernador civil se le deja dominar solo la situación, acaso lo hubiera conseguido. Desde luego puede afirmarse (jU(; no hubiera ocurrido más d(>. lo ipi(! ocurrió, y es lícito supon(ír que los sucesos no hubiesen llegado á ser tan graves.
T^a escasez de tropas no permitía dominar un
movimiento tan amplio. El inisiuo capitán general lo reconoció así, al declarar á un periodista
(.[UC le faltaron fuerzas para proteger la iglesia y
el Colegio de los l^adi-cs Escolajíios.
Se ha, dicho, y es verdad, que al frente dolos
incendiarios iban mujeres y chiquillos. No es un
hecho nuevo. Los chi(|uillos y las mujeres han
constituido cu todas las épocas y en todos los países la vanguardia de las revoluciones.
Simultáneamente con los incendios, comienzan
los sediciosos á levantar barricadas. En un yiunto
aparecen .'iO; en otro, 100; en otros, muchas más.
Baste decir que fueron removidos 2.0 o metros
cuadrados de pavimento. Algunas barricadas estaban muy bien hechas, y en Gracia fueron colocadas tan estratégicamente para dificultar c!
paso de las tro|)as, (^úe un oficial a,lem;in llegó á
decir que no las hubieran construido iiKijoi' los in
genieros.
¿Quiere usted saber el carácter del movimiento?
Éste se hizo notar al principio )ior ataques diferentes, i>or agresiones aisladas á todo edificio
(|uc tenía carácter religioso; hasta á los rrstnin-nntx
obreros, servidos v^or llermanas de la Caridad; á
las salas de los Asilos donde eran atendidos los
hijos de los obreros, á los edificios de las monjas
(|ue van á velar á los enfermos pobres.
Hasta las Asuncionistas, respetadas en Fran
d a , fueron perseguidas en l^arcelona. Y téngase
en cuenta (pie la olira de estas admirables mu.jeres no inicric ser más meritoria. Como que su olv
jeto es sustituir en el hogar do los trabajddorí^s a
la mujer ó al marido (jue. por iiallarse uno (bí los
dos enfermo, tiene (pie abandonar l;t casa ó el trabajo. Pues ni á estas santas mujeres, verdaderos
áng(desdel hogar, i'esj)ei.aron los incendiarios. ¿No
se advierte aiiuí el carácter anarquista del movimiento?
iíl incendio de IHS Escuelas ó institucioníís de
enseñanza, aun aquellas qui'. no eran ri'.gidaii por
religioso!^, como algunas que estaban á cargo de
señoritas de la socieda(i, demuestra también que
el movimiento iba dirigido contra las E-tcuelas
([ue no fuesen las llamadas Modernas, y contra
los planes de enseñanza (pío no fuesen los de estas
peligrosas Escuelas. A este mismofinso encaminaban también las propagandas do Ferrer.
Por eso se explica i|ue la tea in(rendiaria no se
detuviera ante las Escuelas municipales, ni ante
las Bibliotecas populares, de las que tiene á su cargo la Sociedad de .Amigos del País.
Las llamas consumen monumentos artísticos (bí
tan inapreciable valor como San Pedro de las
Pucllas, obra prodigiosa del siglo \ , restaurado
después dol incendio (le Almanzor; el archivo de
las Mínimas; la biblioteca de los Franciscanos,
(pie se salvó de la barbarie popular cl año .30; una
capilla del siglo .\(i. donde existía el monumento
postal más antiguo de España, y, en fln, cuanto
representaba la tradición, la historia y la cultura.
Los incendios consumálianse por zonas. En algunas, donde era más deficiente ó no existía la
organización revolucionaria, observábase absoluta tranquilidad. ¿No demuestra esto (lue hubo
verdadera inteligencia entre los sediciosos, y (pie
]>rocedíttn de acuerdo con las concretas instrucciones rcci indas?
En la orgía desenfrenada á í\\xe se entregaron
los revolucionarios, hubo episodios ¡nenarral.)les,
que producen en el ánimo el horror de lo monstruoso.
La profiinación de cadáveres en el convento
de las Mínimas quedará como una página infamante en la historia de la Humanidad! Guardemos silencio, avergonzados, ante osos hechos inicuos, pero levántese acta de ellos para definir
más claramente el carácter anarquista, de bajo
fondo social, (pie tu\ o (Í1 movimiento,
mm
Kii (''stc intervinieron diversos (ílementos, y ofreció tres fases distintas; primera, huelga general,
organizada ¡lor la Solidaridad obrera; segunda,
cooperación de los grupos lerrouxistas, revolucionarios, republicanos radicales y anaríiuistns, y
tercera, intervención del hanqia., de la Ciinalla
miserable, (pie aprovechándose de las circunstancias, se entregí'» al roiní y al sai|ueo, cometieiido
las mayores atrocidades.»
El Sr. Puig y Ca,dal'aleh nos habló á continuación de la conducta observada dura,iil(í los sucesos por el vecindario de Harcclona; pero el asunto
tiene bastante inteivVs para, qu(í íca materia de
otro artículo.
Así se fatigará menos d lc(ítor.
VELADAS TEATRALES
En el Español.
MAHÍA
ROSA.
-
I'ri'íifiitii.i-ión
di- florriis.
Ant(í un iiúídieo f|ue ocupaba todas las loealid;idesdcl Español, presentóse anocluí Furique iiori'á;;,
interpretando el pajicl de Ramón cu et drama d(í
Guimcrá titulado Muría Roan. ^
Gran noelic fu('i la de ay(ír para, el insiu-nc artis
ta. El público, ip.ie hace'tiemini no tenía oeasii'm
(le aphiudir á un gran anor. se ciituBÍa.=iinó unoduí
antíí cl traliajo de Hornls. Durante la repr(í5<!iitación no cesaron los aplausos. Al tinal de la obra,
el púlílieo. en pie, hizo al a^ti^ta lo i|ue en .jorga
de gacetilla se llama una. delirante ovación.
\ bien la, mereeia cl actor: la cncnrnaeión total
del personaje, el g(íSto, hidiecióu, los arreba,tos do
cólera^ los movimientos de a(>»KÍona(ia ternura...
tirdo fué arto verdadero, expresión fiel >• sincera
de los estados violentos y apasionados del ahna.
t.'armen Cobefla dosciupciV) con su luibitual
nmestría cl papel d(! María Rosa, rtílicjando, dentro de la natural sencillez del personaje, la lucha
de afO'ítos encontrados qu(! cl autor infundió en el
carácter d(í la prota,gonista,. ,]os(ílina Alv.irez hizo
deliciosamente su gracioso pa|icl, y (bornes, Manso, Cohci'ia y Ucqucna, dieron á los'suyos el relieve y la verdad i\w exigían.
En una iiala.t)ra: la inter]irotación de María liona fué perfecta. I'ocas veces hemos visto en los
teatros do Madrid, en donde suelen funcionar arias
coreadas, una compañía tan comiileta como la i.-jue
ahurü funciona cu cl Español.
ZKDA.
INFORMACIONES
El tratado comercial con Cuba.
Han visitado al jefe del Gobierno los diputados
catalanes republicanos Sres. Zuluela y Rahola,
para pedirle ¡luc el Gobierno procur(i est^ablecer
cuanto antes un tratado con la República cubana,
como medio de favorec(ír á la producción española.
El ]U'esidente del Consejo manifestó que el Gobierno tendrá muy en cuenta las indicacion(ís, y
l^rocurará ((Ue en el i)lazo más lirev(i posible so
lleve á cabo cl tratado comercial eon Cuba.
Los presos en Barcelona y Lérida.
Los mismos diputados han solicitado del señor
JIoreí; uno se interese i)ara (jue se otorgue la libertad provisional á los presos quií están en las
cárceles (hí Barcelona, eoin¡irom(íti(io.s en los SUC(Ísos de la «semana trágica», y cuya responsabilidad sea, ievtí.
Igual solicitud han hecho los Sres. Moles, Rodes
y IJari, resp(;cto ;t los pr(.'S()S en la provincia de
Lérida.
El Sr. .Moret contestó que tenia contraídoelc(unjiromiso de (pie l'uííran puestos en libertad cuantos
jiresos fuera posible, y cuya culpabilidad en los
sucesos no estuviera pienainente demostrada.
El Sr. Lerroux.
Dice un |icriód¡co ipie en esta, semana llegarii. á
Madrid cl Sr. Lerroux, cl cual, acompañado del
señor (íiner de los Ríos, saldrá á los i)Ocos días
para Barcelona, con ob.jeto de oea¡>arse de las
liróximas elecciones.
Loa cultivadores de remolacha.
l'na (,'omÍ8ión de cultivadores d<! remolacha ha
conferenciado con el Sr. Moret, solicitando (pie interceda en las cuestiones (|uc respecto a! iiríício de
dií'ho artículo vienen teniendo con la Sociedad general Azucarera.
¥A prcsidenlíi firometió recomendar cl asunto al
ministro de Fomento.
«meeting^» repubiioauo.
El domingo próximo, á las diez y uuídia d(í la
mañana, celebrarán los rcymblicanosiíl anunciado
hiccUng c,\\ cl l''r('iiión ('entral.
Kl Sr. Di(íenla leerá unas cuartillas, (pie escri
l)irá cl Sr. Pérez Galdós, y harán uso de la palabra los Sres. Romero, Soriano, Alvarcz (1), Mel(juiadesj, Sol y ('irl(íga y Pablo Iglesias,
NOTICIAS DE^ SOCIEDAD
C A r Í T ü L O DK B O D A S ;
El día 1 de Noviembre se celebrará eii //irnuz
la boda de la encautailora señorita D." Brígid.H,
lUI Delgado, hija do los nmriiueses de Berna, con
cl conde do Santa (,'oloma.
Los novios 8Ígu(Mi recibiendo nniclios y valiosos
regalos de sus amigos,,
—En la catdlla del )<alacio do laeinbajada csp.i,
ñola, cerca dol Vaticano, se vorifit^ará til día:u ta
boda de 1). .Jaime Ojeda, prini(!r secretario d é l a
embajada ó hijo del representante español, con la
bella marquesa Faviola F. de Ljcnzoni, perleneciente á ilustre familia italiana.
A causa del reciento luto de los señores d(! Gjií
da, la boda se celebrará en familia.
- -^lla sido ped (ia la mano de la bella, señorita
doña María díí la Concepción Caro para el joven
oficial de la Armada I) •Ins^n Ferrándiz, hijo del
exministro do Marina \). José Ferrándiz.
La boda se verificará en cl jiróximo mes de Dici<imbrc.
L o s HIC&ORK» DI-; lílVIÍKO:
Continúa Siendo mu.y agasajado en Madrid <Í1
ilustre periodista cubano I). Nicolás Hivero, director del Di'trio d<: la Marina, cuyas gestiones
para estrechar los lazos de amistad 'entre España
y Cuba están siendo justamente elogiadas.
Acompañan en su viaje a! Sr. líivero su (ísposa
y sus hijas, á quieuí.'s se ha iiodido ver ertt,:)s días
en algunos teatros.
I/U señora de Rivero es una dama muy distinguida y amable, y sus hijas son dos lindas y graciosas cubanas, que representan dignamente la
l)elleza de su pais.
Deseamos (pie la est.ancia en Madrid sea grata
á tan distinguidos huéspedes,
NoTiíUAS V A R I A S :
El día '2',í, festividad de San Eusel)io, (celebran
sus días el ciuide de Gúeü y su hijo D. Eusebio'el
;ÍO, festividad de San Claudio, el marqués do Comillas, y el día !.", fiesta de Todos los Santos, los
señores ,\rias de Miranda y Rodríguez Valdés.
— Los mar(|uesos de Santa Genoveva están recibiemlo numerosas manifcstaeione? d(í pésame polla desgracia de fmuilia que acaban de sufrir.
- 101 mar((Ués de la Mina, (pie viiu,) á Madrid al
rcflnudar,-)e las sesiones (.le Cortes, volvííni al castillo (le Da ve, cu Bélgica, (bmde continúa,!) su ma-
1 AUistraclúiL' UBEBTAD, 18
dre, la ducjuesu de i'*ernún-Núñez; su esposa y sus
hijos.
—La marquesa de S(|uilaclie salió ayer para cl
balneario de Alhama de Aragón, donde pasará
una breve temporada.
—También han salido: }>ara Iluolva, la raanpiesa viuda de Ncrva y Gliva, y jiura París, el dmpic
de Béjar.
-Los señores de Diosdado se han trasladado de
Biarritz á Sevilla.
—Hun regresado: de su finca de Las Fragua.s,
los du(iiies de Santo Mauro; de Villafranca, (¡I duduíiue del Infantado; de l<'ortuna, el mar(¡ué8 ác
Pidal; de Zaruuz, la inar((U(;Ka de San Miguel de
Agii;;yo; de París, D. Kccfpiiel ()rd(')ñez; de San
S,íbas'i.ií<n, el marqués de Mirufiores; de Alpcdrete,
les señores do May cas; de Alba de Torraes, don
Ángel María (.''astei y su familia, y de Bilbao, don
Juan LóiKV, Dóriga y I), j.uis Aznar.
El día :!1 in;i,uirururi sus linki la aristocrática
Sociedad Madrid-I'olo-tiolf.
(ionio es sabido, á IÜS reuniones (pie allí í^e celebran asisten siempre muchas distinguidas damas.
LA NUEVA SITUACIÓN LIBERAL
Más gobornadorec civiles.
I;a Crí/ccíí-r, ))ulilica los decretos (jue ayer firmó
Su Majestad el Key, iiomlirando los siguientes gobernadores civiles;
De Alliaccte, 1). Niceto Alca.lá //ainora,, diiuitado á ('ort(ís.
De Almería, D. Modesto Sánchez Ortiz, cxgo
bcrnador civil y director (|ue fué de La, Vniii/anrdia., de Barcelona.
De Avila, D. Luis Fuentes,'exgobernador civil.
De Bale.ires, D. Ángel l''ernández Caro, senador
vitali(;io é inspectíU' d(í Sanidad df la Annadu.
De Burgos, D. José Rodríguez de l\Iora!eH, m«i((ués d(í Santa María, «('nadoi'.
De ('áceres. I). Mariano Martínez del Rinci'jti,
coronel d<í Inl^antería.^
De Castellón, D. .lulián Settier, exgobernador
civil y antiguo (leriodista.
De (.'iudad Real, I). l''ran(MHco K'uano, exdiputado á Cortes.
D e Cuenca, D. líafael Mesa de la Peña, e.\diputado provincial d(í Madrid y exdirector d(í El Li
bcral, de Barcelona.
De (..íerona, D. l''edcrico Sclnvurtz, esgobt;rnador.
De Huclva, D. José Lu(|ué, diiiulado provineitil
de (Jádiz.
De León, D. Antonio Cemljrano, ccsant(í de dicho cargo.
De Lérida, D. Juan i^astorín, cai>itán de navio
y ex gobernador.
De Lugo, D. Luis Belaúnde, exdiputado á
Cortes.
De Murcia, D. Federico Orda.x Avecilla, (íxgi.»bcrnador.
De Oviedo, D. Lorenzo Rodríguez de Gálvez,
marqués viudo d(í Mondéjar, exdipntadoYi Cortes.
De Pontevedra, I). José Borente, cxgobernador.
De Santander, D. Benito del Cami'O, exgobernador.
De Segovia, i). Jaime A¡)aricio, exgoberuador.
De Toledo, D. Juan Mora (jarzón, comandante
de Estado Mayor.
De Valladolid, 1). Agustín La Serna y Ruiz, senador j)or Iluegca.
•
,
Do Vizcaya, D. Luis López García, teniente (ÍOroiiel de Estado Mayor.
Fallan jiiu" prove(ir los gobiernos civiles de Ali
cante, Badajoz, Canarias, Huesca., Jaén, Logroño,
Navarra, Paleneiu, Sevilla, Soria y /.umora.
Liberales y demócratas.
Refiere Kl Correo K^pañol (pie el exministro de
ILuíiciiila Sr, Navarro Jíeverter realizó anteayer
un acto político.
<;i']l Sr, Naxarro entiende dice el citado periódico (jUc lia sido injustamente iiostcrgado en la
última crisis, y como no 1(Í place tolerar (píese
|u-escindrt de su persona, adoptó la grave dcterminacii'ui d(í visitar al general López Diuníngucz,
ofr(íciéndoKeie d(í una manera incondicional.
El jiíl'e de los demócratas-añade Kl (Uirreo Enpruiol- , cpie no perdona al Sr. Alvarado i|uc haya,
preferido la cartera de Hacienda al al'ecto de su
,iefe á los compromisos de su partido, acogií) al stsñor Navarro con los lirazos abiertos.»
.\o nos sorprende el disgusto del Sr. Navarro
Rcv(írter, pero no nos exfilicamos que su disgusto
le haya llevado á ingiHí.sar en las filas democráticas. ¿Pues no forman un solo partido liberales y
demócratas? ¿N'^ dijo cl St. (Jaiíalejas, al sor consultado por S. M,, (pie el Sr. Moret era, su j(ífe? ¿No
(piuría decir esto ((ue !¡b(iralcs y .¡emócratas formaban una sola ;;;.rrii(iación, ó es (pie (Í1 Sr (¿ana
ieja,s se ha separado del general López Domíngne??
Conviene aclarar esto, portpie recordam(,is (pie
en .iniiio de pi .'"> lo.-¡ Sres, Aloret y Monteri) Rí.->a
so pnvientaron ante la (.;oroua eomidetamente unidos, >'á los pocos días se hacía,n ya una guerra
sorda, que dio lugar al tri.ste cspcciáculo (pie i>rcs(ínció el país durante año y medio,
¿Fs ((ue ahora stí ha repetido la escena entre, los
señores l^lo'-ct y López Domínguez?
Loa altos cargaos do Marina,
Leemos;
«lia sido comenladisimo que cl ministro de Marina sólo haya puesto ;i la firma dol Monarca el
decreto nombrando al general Barrasa segundo
jefe del Estado Mayor de la. Armada.
Y los decr<>tos nombrando á los sencralesEstrán
y Spottorno, (jue anuncian los diarios del irt'.nf,
¿dónde están?
S('>lo lo sabe el Sr. (Joncas, y lo suiKmtínvoH nosotros.*
Lamentaremos q\u\ la copia do las ant(!r¡ores lineas nos haga incurrir en el enojo de Kl Imparci'd, (imícnsu papel d(í órgano ministerial despliega cl celo d(íbi(lo.
l'ero cl asunto tiene oti'a importancia do la que
ordinariamente puede revestir el que se (juede nn
decreto sin firmar-cosa (¡ue ha (M-urrido más do
una vez -. Significa, ]>or la relación (luo tieno t^on
antccedent(!3 de todos conocidos, que por fortuna
no so pueden hacer impunemente ciertas cosas, ni
cabe llevar á toda« horas y en fdrmá tan ruda, á
las esferas del Gobierno, pasiones y compromison
ponsonales, cou cierto mencx-icabo de los priuoipiíis
esenciales (ÍU que so funda la disciplina militar.
Relevo comentAdo.
lis objeto de comentarios la sustitución, decretada por cl Sr. ('oncas. del segundo jefe del Esta
do Mayor central de la Armada; cargo (pie con
tanto acierto venía desempeñando (Í1 general don
.lulián García de la Vega.
Saliido es que <'] general tíarcía d(^ la Vega,
como la mayoría dií sus compañeros, discutieron
la actitud del Br. í'oncas cuando éste exterioriz(),
de una maiuíra velada á los militares, sus simpatías por el Sr. Macías, detenido y procesado por
un Tribunal superior, y á ello se atribuye la resolución tomada con dicho distinguido jc'fe, el cual,
por otra parte, deseaba (puí se le relevase del
cargo.
El general Weyler.
El general U'eylcr ha anunciado que hasta cl
,•)! del corriente ó el 1," de Noviembre no tomará
posesión de la capitanía general de Cataluña.
Be personal.
Dicen varios iicritidicos (pie están acordados los
nombramientos del conde de Sagasta jxira gobernador d(íl Banco de España, cuyo nombramiento
anunciamos hace días, y de D. Ángel Galarjsa para
la Dirección genera! d(;! Imstilnto Geográfico y
Fstít distiro.
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