FUNCIÓN PÚBLICA Régimen de incompatibilidades El desempeño de puesto de trabajo que comporte un complemento específico superior al 30 por ciento de la retribución básica impide el reconocimiento de la compatibilidad con actividad privada. Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de las Illes Balears, sala de lo contenciosoadministrativo, sección 1, de 24 de junio de 2013 (Roj STSJ BAL 752/2013). Antecedente normativo Cita: -Ley 53/1984, de 26 de diciembre, de Incompatibilidades del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas. -Ley 7/2007, de 12 de abril, del Estatuto Básico del Empleado Público. -Ley Balear 3/2007, de 27 de marzo, de la Función Pública de la Comunidad Autónoma de las IIles Balears. 1. Planteamiento. El Tribunal Superior de Justicia de las Illes Balears en sentencia de 24 de junio de 2013, resuelve un recurso de apelación interpuesto por un funcionario municipal frente a la sentencia del juzgado de lo contencioso administrativo que concluye que el recurrente no es acreedor de la compatibilidad solicitada dado que la cuantía del complemento específico correspondiente al puesto de trabajo desempeñado es superior al 30 por ciento de su retribución básica. El asunto se plantea ante el acuerdo adoptado por el Pleno de un Ayuntamiento en la resolución de la petición de un funcionario, auxiliar administrativo, relativa al reconocimiento de compatibilidad del desempeño de la función pública con el ejercicio de la abogacía. El acuerdo denegaba el reconocimiento de la compatibilidad para el ejercicio profesional como actividad laboral de carácter privado, pero autorizaba su alta como abogado no ejerciente “a los solos efectos de poderse incorporar en el Colegio de Abogados para eximirse de las pruebas de capacitación previstas en la Ley 34/2006”, autorización, ésta, limitada sobre un aspecto de la compatibilidad que no había sido solicitada. Interpuesto recurso contencioso administrativo, el Juzgado de lo contencioso lo desestimó en base a lo establecido en el artículo 16 de la Ley de Incompatibilidades del personal al servicio de las Administraciones públicas y con reproducción de los razonamientos de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de 28 de septiembre de 2012. El régimen de incompatibilidades del personal al servicio de las Administraciones Públicas está regulado en la Ley 53/1984, de 26 de diciembre y, aunque niega como regla general la posibilidad de que dicho personal preste servicios en otro puesto de trabajo, bien en ejercicio de actividades públicas o de actividades privadas, reconoce una serie de excepciones. En concreto, el artículo 16 de la referida Ley, en su apartado cuarto, 1 establece como excepción a la regla general, y sin perjuicio de las limitaciones previstas en los artículos 1,11,12 y 13 de la Ley, la posibilidad de reconocerse compatibilidad para el ejercicio de actividades privadas al personal que desempeñe puestos de trabajo que comporten unos complementos específicos o concepto equiparable, de cuantía no superior al 30 por ciento de su retribución básica, excluidos los conceptos derivados de la antigüedad. La superación de este porcentaje en complemento específico impide el reconocimiento de la compatibilidad. En el supuesto planteado, el funcionario superaba este porcentaje, por lo que el juzgado desestima el recurso contencioso administrativo interpuesto. 2. Consideraciones del Tribunal Superior de Justicia El Tribunal Superior de Justicia en la resolución del recurso de apelación analiza, en primer lugar, si la sentencia de instancia ha incurrido en incongruencia omisiva al no resolver sobre la petición del recurrente (a) y, en segundo lugar, se detiene en el análisis del artículo 16 de la Ley 53/1984, y en su aplicación al caso planteado (b). a) Sobre la incongruencia omisiva ante la falta de resolución de la petición del recurrente Respecto a si la sentencia de instancia ha incurrido en incongruencia omisiva acerca de la conformidad o disconformidad a derecho de la autorización concedida únicamente para que el recurrente se pudiera incorporar al Colegio de Abogados como no ejerciente, “sólo a los efectos de no precisar la prueba de capacitación prevista en la Ley 34/2006, de 30 de octubre, sobre el acceso a las profesiones de Abogado y Procurador de los Tribunales”, el Tribunal se centra en el objeto de la pretensión del recurrente. Así observa cómo el recurrente pretende la anulación del acto administrativo en cuanto resuelve una petición no formulada y le concede un derecho legalmente previsto, si bien limitado en sólo uno de sus aspectos. En efecto, el Ayuntamiento sin que el recurrente nada pidiese o alegase, le autorizó a darse de alta como no ejerciente en un Colegio de Abogados y sólo a los efectos de eximirse de la prueba de capacitación prevista en la Ley 34/2006, de 30 de octubre, sobre el acceso a las profesiones de Abogado y Procurador de los Tribunales. En este sentido, considera el Tribunal que el Ayuntamiento en la adopción de su acuerdo se excedió de las potestades recogidas en la legislación sobre incompatibilidades de los funcionarios públicos a su servicio “primero, al autorizar un derecho de alta colegial como no ejerciente derivado de la normativa específica, y segundo, al limitar los efectos de la inscripción a la exención de la prueba de capacitación.” b) Sobre la aplicación del artículo 16 de la Ley 53/1984 El Tribunal, en el análisis del artículo 16 de la Ley, recuerda que el artículo, en su apartado primero, contiene una regla general contraria a la autorización de compatibilidad; este apartado, modificado por el Estatuto del Empleado Público cuya entrada en vigor quedó supeditada a lo dispuesto en la disposición final 2 cuarta 2 de la Ley 7/20071, establece: “1. No podrá autorizarse o reconocerse compatibilidad al personal funcionario, al personal eventual y al personal laboral cuando las retribuciones complementarias que tengan derecho a percibir del apartado b) del artículo 24 del presente Estatuto incluyan el factor de incompatibilidad al retribuido por arancel y al personal directivo, incluido el sujeto a la relación laboral de carácter especial de alta dirección.” La percepción de retribuciones complementarias según el artículo 24. b) del Estatuto, se establecerán por las correspondientes leyes de cada Administración Pública, en función de “la especial dificultad técnica, responsabilidad, dedicación, incompatibilidad exigible para el desempeño de determinados puestos de trabajo o las condiciones en que se desarrolla el trabajo”; es decir, a juicio del Tribunal, la percepción de retribuciones complementarias que incluyan este factor de incompatibilidad “impide la autorización de compatibilidad para el ejercicio de una segunda actividad, pública o privada.” El apartado tercero del mismo artículo 16 como excepción a la prohibición indicada, dispone: “3. Se exceptúan de la prohibición enunciada en el apartado 1, las autorizaciones de compatibilidad para ejercer como Profesor universitario asociado en los términos del apartado 1 del artículo 4.º, así como para realizar las actividades de investigación o asesoramiento a que se refiere el artículo 6.º de esta Ley, salvo para el personal docente universitario a tiempo completo.” Es decir, la regla general de prohibición no rige en la actividad de profesor universitario asociado en régimen de dedicación no superior a la de tiempo parcial y con duración determinada2. El apartado cuarto del artículo 16 añade otro supuesto de excepción a la regla general, esta vez limitado a la cuantía de los complementos específicos asociados al puesto de trabajo. Así dice: “4. Asimismo, por excepción y sin perjuicio de las limitaciones establecidas en los artículos 1.o 11, 12 y 13 de la presente Ley, podrá reconocerse compatibilidad para el ejercicio de actividades privadas al personal que desempeñe puestos de trabajo que comporten la percepción de complementos específicos, o concepto equiparable, cuya cuantía no supere el 30 por 100 de su 1 La disposición final cuarta del Estatuto del Empleado público, relativa a su entrada en vigor, establecía en su apartado segundo lo siguiente: “2. No obstante lo establecido en los Capítulos II y III del Título III, excepto el artículo 25.2, y en el Capítulo III del Título V producirá efectos a partir de la entrada en vigor de las Leyes de Función Pública que se dicten en desarrollo de este Estatuto. La disposición final tercera 2 del presente Estatuto producirá efectos en cada Administración Pública a partir de la entrada en vigor del Capítulo III del Título III con la aprobación de las Leyes de Función Pública de las Administraciones Públicas que se dicten en desarrollo de este Estatuto. Hasta que se hagan efectivos esos supuestos la autorización o denegación de compatibilidades continuará rigiéndose por la actual normativa.” 2 El artículo 4, apartado 1 de la Ley 53/1984, de 26 de diciembre, permite la autorización de la compatibilidad de puesto de trabajo en actividad docente en régimen de dedicación parcial y con duración determinada. Así dice: “1. Podrá autorizarse la compatibilidad, cumplidas las restantes exigencias de esta Ley, para el desempeño de un puesto de trabajo en la esfera docente como Profesor universitario asociado en régimen de dedicación no superior a la de tiempo parcial y con duración determinada.” 3 retribución básica, excluidos los conceptos que tengan su origen en la antigüedad.” El artículo 16, apartado cuarto, se refiere a complementos específicos o concepto equiparable, sin hacer mención a los factores que intervienen en la estructura de las retribuciones complementarias a la que se refiere el artículo 24. b) del Estatuto del Empleado Público, al que se remite el apartado primero del mismo artículo 16. El Tribunal trae a colación en este punto, lo determinado por la Audiencia Nacional en sentencia de 15 de abril de 2013 al respecto. Esta sentencia dice: “Por lo que la percepción de complemento específico por importe superior al establecido en el apartado 4 para la autorización de compatibilidad, impide obtener la misma. En consecuencia, la referencia que a la percepción de retribución por el factor de incompatibilidad hace el apartado 1 del artículo 16 (regla general) no es de aplicación al supuesto subsumible en el apartado 4 (regla especial), cuya constitucionalidad, desde la perspectiva de los arts. 9.3 y 134.2 CE fue declarada por sentencia constitucional núm. 67/2002, de 21 de marzo. No se comparte, por tanto, la interpretación que de dicho precepto legal sostiene la parte recurrente. En cualquier caso, es de señalar que la entrada en vigor de la reforma introducida en el apartado 1 por la Ley 7/2007 quedó diferida al cumplimiento de los requisitos establecidos en la disposición final cuarta, 2, de la referida Ley 7/2007, de 12 de abril”. Ante la alegación del Ayuntamiento conforme a que la redacción del artículo 16 aquí tan citado, aplicable en el ámbito balear, es la anterior a la recogida en el Estatuto del Empleado Público, por cuanto en este ámbito territorial este desarrollo no se produjo por la Ley 3/2007, de 27 de marzo, aprobada con anterioridad al Estatuto y, por tanto, los conceptos retributivos son los previstos en la Ley 30/1984, no los del artículo 24 del Estatuto básico, el Tribunal considera que esta alegación afectaría al apartado primero del artículo 16, no al cuarto que es independiente del primero y, por lo tanto, no afecta al límite del 30 por ciento referido. 3. Conclusiones del Tribunal Superior de Justicia El Tribunal Superior de Justicia estima, en primer lugar, en parte el recurso en cuanto el acuerdo del Ayuntamiento se excedió en la autorización de compatibilidad limitada al alta en el Colegio Profesional y a los solos efectos de eximirle de las pruebas de capacitación previstas en la Ley 34/2006; en este sentido, anula el acuerdo. También estima, sorprendentemente, en parte el recurso interpuesto contra la sentencia del juzgado de lo contencioso administrativo, sentencia que revoca, a pesar de afirmar en sus fundamentos jurídicos, como hiciera el juzgado que en el supuesto planteado, que las alegaciones de la demanda carecen de fundamento pues, el funcionario solicitante de la autorización para el ejercicio de actividades privadas, no era acreedor del reconocimiento de la compatibilidad solicitada al desempeñar un puesto de trabajo que comporta la percepción de un complemento específico o concepto equiparable, superior al 30 por ciento de su retribución básica. La autorización, por tanto, era improcedente. 4