Guelatao, ensayo de historia sobre una comunidad serrana

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Guelatao
Ensayo de historia
sobre una comunidad serrana
Jaime Martínez Luna
CONACULTA
CULTURAS POPULARES E INDIGENAS
Primera edición, 2006
Coedición:
Senado de la República
Dirección General de Culturas Populares e Indígenas
CONSEJO NACIONAL PARA LA CULTURA Y LAS ARTES
Cuidado editorial:
Subdirección de Publicaciones de la DGCPI
Pintura de la cubierta: “Guelatao” de Estanislao García Diseño de portada e interiores: E
Mendoza García
DR © 2006
Senado de la República
Xicoténcatl 9, Centro Histórico, C.P. 06010
Ciudad de México, Distrito Federal
Dirección General de Culturas Populares e Indígenas
Av. Revolución 1877, 6° piso
San Angel, C.P. 01000
México, D.F.
ISBN: 970-55-1012-4
Impreso y hecho en México
ÍNDICE
Presentación 9
Prólogo
11
Introducción 15
1. Su naturaleza
21
I Origen indescifrable 27
A) Versión de posible origen 27
B) La Colonia 33
C) La Independencia 36
D) El porfiriato
38
E) Soberanía y Revolución 44
F) Historia reciente
48
G) Y nos llega la hecatombe de 1967
III. Economía 63
IV. Guelatao en la política
71
Y. La cultura y sus recovecos
VI. Algo sobre el deporte
Algunas ideas finales 91
Nota bibliográfica
93
89
78
51
PRESENTACIÓN
El libro es y seguirá siendo esencial para preservar y difundir el conocimiento y valoración
de la diversidad y riqueza cultural de México. Con base en este principio, la Dirección
General de Culturas Populares e Indígenas, DGCPI, del CONACULTA, lo conserva e
impulsa como instrumento fundamental para conocer, estudiar y escribir de y sobre
nuestros pueblos.
Mediante su colección de Memoria Histórica, la DGCPI publica textos sobre la historia de
los pueblos, barrios o regiones; sobre sus tradiciones o testimonios que hacen posible
acercarse a su pasado, entender sus identidades, comprender su presente y con ello su
futuro. De ahí que Guelatao, ensayo de historia sobre una comunidad serrana, de Jaime
Martínez Luna, sea una obra que enriquece esta colección creada desde 1992, en tanto que
nos permite conocer ese lugar emblemático para la cultura política de nuestro país donde
nació Don Benito Juárez, desde un esquema particular de investigación colectiva en el que
mediante a voz de los mismos pobladores se conocen los saberes cotidianos, la vida
familiar, social y mítica; esto es, la identidad de Guelatao.
Es una obra en la cual su autor, al llevarnos por la geografía serrana y la historia de la
región, nos acerca principalmente a la figura del héroe de la Reforma; sin embargo, el
mayor acierto de Cuela tao, ensayo de historia sobre una comunidad serrana radica en ser
una historia contada por hombres comunes, llena de significados que constituyen su
patrimonio histórico y cultural.
Por tanto, publicar esta obra de Jaime Martínez Luna en coedición con el Senado de la
República y en el marco del Bicentenario del Natalicio de Don Benito Juárez García, es un
hecho de suma trascendencia que fortalece el trabajo de la Dirección General de Culturas
Populares e Indígenas y que permite constatar la importancia que tiene el que más
Instituciones se propongan rescatar y preservar nuestra historia.
Soc. Griselda Galicia García
Directora General de Culturas Populares
e Indígenas del CONACULTA
PRÓLOGO
El Bicentenario del Natalicio de Don Benito Pablo Juárez García es un acontecimiento
memorable en la vida de México, porque una vez más se evidencia la necesidad de
reflexionar sobre el enorme legado del Benemérito de las Américas, del gran hombre que
en condiciones extraordinariamente difíciles supo con enorme entereza restablecer y
consolidar la’República. Juárez se erige como el símbolo de la unidad y la defensa de la
soberanía.
La herencia del republicanismo liberal, en gran parte cifrada en las Leyes de Reforma,
constituye la base de la modernidad del país. Este es el legado de un hombre con una
biografía concreta, de la que forma parte un conjunto de circunstancias entre las que
destaca su nacimiento.
Los hechos y la memoria colectiva remiten a Guelatao, donde nació el 21 de marzo de
1806. En este aniversario, resulta significativo interrogarse sobre la cuna de Juárez. Sobre
su evolución e interacción social a lo largo de su existencia.
El pueblo de San Pablo Guelatao integra la Unión Liberal de Ayuntamientos de la Sierra
Juárez, es una de las áreas de máxima heterogeneidad ambientar en México. Sus
pobladores, poseedores de una gran riqueza cultural en sus lenguas y tradiciones se
preocupan por estar a la altura de las circunstancias actuales y participan activamente en el
diseño de estrategias proyectos y acciones surgidas del seno mismo de las comunidades, lo
cual constituye una excelente oportunidad para impulsar su desarrollo de acuerdo a todo un
proceso de comunalidad, mediante la toma de decisiones en base a sus leyes
consuetudinarias y sistemas propios de vida.
En este contexto, el Ayuntamiento de Guelatao encomendó a Ja Martínez Luna la tarea de
realizar un estudio que rindiera cuenta de la historia de Guelatao, desde una perspectiva que
abarca una serie de aspectos de señalada relevancia. Así lo hace el autor en la presente obra,
cuando resalta el contenido geográfico y las características naturales del pueblo y la región,
aspectos que han influido en la vocación social y productiva de sus pobladores a lo largo de
la historia.
Para comprender la historia de Guelatao, el autor hace un examen fundamental desde un
enfoque que privilegia el origen y el desarrollo de la comunidad, resalta su economía en sus
diversos aspectos y es evidente que es necesaria su reactivación y continúa como un desafío
que deberá ser atendido en forma eficaz a lo largo de los próximos años, pues de ello
depende el incremento de los niveles de vida y del bienestar de sus habitantes, por lo que el
autor nos estimula a pensar sobre tales retos.
En sus diferentes capítulos el autor nos hace una reflexión histórica de la evolución de su
estatus político, jurídico y administrativo, de las estructuras de poder, del funcionamiento
de los órganos de gobierno ye papel que han desempeñado los partidos políticos en el
ámbito municipal. Describe el comportamiento histórico e idiosincrásico de los habitantes
de Guelatao, en el marco de las relaciones entre tradición y modernidad, entre comunidad e
individuo,
El autor atiende el aspecto cultural, artístico, educativo y religioso de una comunidad
predominantemente zapoteca, da testimonio y reconocimiento de la existencia de pintores,
músicos, poetas y artesanos en la historia de Guelatao y resalta al deporte como una
expresión cultural vigente y un fenómeno de socialización enmarcado en la celebración del
natalicio de Juárez.
También se valora la experiencia positiva del papel que ha desempeñado la radio lugareña
en el impulso a la consolidación del patrimonio cultural de la región, des de una perspectiva
antropológica amplia, que fortalece el sentido de identidad comunitaria.
Los lectores experimentarán la convicción de que este estudio era necesario, porque
Guelatao encierra en sí un conjunto de hechos y circunstancias determinantes en la vida de
Juárez, que a 200 años de su nacimiento, sus enseñanzas nos convocan a la unidad para
fortalecer la Nación Mexicana,
Sen. Sadot Sánchez Carreño
Presidente de la Comisión Especial para
Conmemorar el Bicentenario del Natalicio
del Benemérito de as Américas,
Don Benito Juárez García
INTRODUCCIÓN
Contar la historia de una casa cuando se vive en ella resulta un verdadero reto. Se corre el
peligro de tener aciertos, pero un acierto, para otro puede resultar un error. Una gran
enseñanza de este trabajo es que la objetividad queda sumergida en la subjetividad y
viceversa. Conocer con las herramientas de una racionalidad, un momento irracional no
garantiza la explicación de lo racional ni de lo irracional. Guela tao es historia en la medida
que ha sido reservorio de energías encontradas, es decir, guarda en su seno el calor y el frío
de una amplia región que le rodea. Una región que atraviesa sus huesos, que e forta lece,
pero que también le mina sus capacidades de organización.
Esta historia quiere deslindarse de los protagonismos humanos, desea centrarse en la
participación integral de seres humanos que no ven en la individualidad su realización, por
el contrario, encuentran en la comunalización el tronco y la semilla para desarrollar una
nueva sociedad que esté sustentada en sus propios recursos y en su propia energía.
Este trabajo es resultado de dos décadas de reflexión compartida. No es el acopio de la
información, ya que el autor puede perderse de manera in mediata en la emotividad
cotidiana y con ello puede abandonar el sentido de la reflexión. Se hizo pensando en la
provocación. Cada capítulo está sembrado de preguntas, este libro no va a contestarlas
todas, pero sí quiere estimular la investigación en las nuevas generaciones, no sólo desde
los centros educativos sino desde la calle misma.
Es difícil separar Guelatao de Benito Juárez. Los habitantes de Guelatao se revuelven en la
necesidad del desciframiento de su personalidad, esto genera una gran expectativa en sus
corazones. Se puede incluso no ser juarista pero amar a Guelatao, como se puede vivir en
Guelatao simplemente por aprender la obra del prócer.
Invitados por el Ayuntamiento de la comunidad, emprendimos la tarea de este ensayo no
sólo por oficio sino fundamentalmente por aceptarnos protagonistas de su propia
realización. El trecho caminado nos muestra que mucho tenemos que conocer, desde la
naturaleza hasta las intimidades sociales. Dar un orden a este conocimiento resulta más
complicado cuando se tiene un accidente histórico que modifica tanto emotividad como
naturaleza. De alguna manera intentamos hacer teoría de la historia; sin embargo estamos
seguros que todo esto es una aproximación.
El primer capítulo de este libro busca entrar en los detalles de su naturaleza. Esto también
resulta complejo dada la relación natural entre lo que tiene Guelatao como territorio y lo
que tienen las comunidades vecinas. Desde nuestro punto de vista no existen límites
naturales, y los límites sociales son a fin de cuentas caprichosos, y resultaron de lo rico a lo
pobre en las relaciones sociales entre las comunidades. En el segundo capítulo pretendernos
quizás la tarea más difícil: definir el origen y el desarrollo histórico de esta comunidad. Los
datos obtenidos son también trabajos de ensayo, pero un poco más rigurosos en materia de
archivos, Resulta paradójico que la historia de la región haya sido más amplia mente tratada
por investigadores extranjeros que por nuestra gente. Nuestras hipótesis son señaladas
como tales, pero la información obtenida y sistematizada en el pasado es para nosotros el
valuarte central para el origen de esta población. Periodos como el de la Independencia es
difícil enriquecerlos por la falta de información directa e indirecta, sin embargo al pensar en
otras regiones y en los personajes que protagonizan este periodo, se puede tener un
acercamiento a lo que fue una época de hermosa creatividad política y jurídica en este país.
En el siguiente capítulo tenemos información ampliamente sistematizada; sin embargo no
toda refleja la realidad regional a pesar de que tos abuelos protagonizaron la dignificación
no sólo de sus ideas, sino también de La necesidad de soberanía estatal. No nos extendemos
mucho en este capítulo a pesar de la vasta información. Creernos que es tarea para las
próximas generaciones que estén interesadas en, por lo menos, confrontar el concepto
soberanía frente al de revolución.
El cuarto capítulo es una crónica tanto dramática como festiva porque es la realización de
Guelatao dentro del plano de la modernidad. Pesa la figura de Juárez, sin embargo sigue
siendo la organización social comunitaria la que le da una dimensión distintiva a este
proceso social, que es enriquecido como el esfuerzo de hombres y mujeres.
El siguiente capítulo es dedicado a la economía profundamente contradictoria pero, a fin de
cuentas, expositora de una historia económica que ha envuelto al país y de la cual Guelatao
no puede estar fuera. En el capítulo de política intentamos se parar o propio de lo ajeno, no
porque consideremos que esto sea una verdad a gritos expresada, sino por que ambas
dimensiones de actividad política son diferentes aunque se unen en una sola realidad que en
otros textos hemos llamado comunalicracia. Lo que corresponde a la cultura pareciera
exponerse con el mismo interés o con & mismo sentido; sin embargo para nuestra sorpresa
vemos que tanto la educación como la comunicación, incluso la lingüística, dan unidad a
una cultura que pareciera estar en un remolino de pasiones. Los deportes son el colofón de
un esfuerzo comunitario que se convierte en regional.
En la elaboración de este ensayo han participado muchas personas: académicos,
campesinos, albañiles, que en sus reflexiones adoctrinan con su experiencia. Hombre. y
mujeres se han convertido en constructores de una manera de pensar que tiene dificultades
para ser entendida. En esta experiencia no prevalece lo occidental, por el contrario, se funda
en una práctica aparentemente anquilosada, pero innovadora a partir de sus principios y de
una dinámica guardada incluso en la clandestinidad. Reconocemos la intención de personas
que al poseer documentos consideraron invaluable su contribución, personajes como don
Eliseo Pérez García y Constantino García inspiran neciamente la realización de este trabajo
en su memoria, al igual que Josefina Luna Pérez y Joel Ramírez, y muchos otros que han
estado empecinados en que Guelatao tenga su propia personalidad.
I. SU NATURALEZA
Guelatao es una comunidad ubicada en la región natural más agresiva del papel arrugado
que revela a Oaxaca. Está en la zona norte, la cordillera que se para al Golfo de México del
centro del estado. Es la barrera de contención de los vientos, lluvias y humores que llegan
de ambas partes. Sus suelos van desde los 1400 metros sobre el nivel del mar hasta los
2000 en Guelatao y hasta 3300 en la región. Según los biólogos es la región con la
biodiversidad más importante de Oaxaca, al igual que la región de los Chimalapas. Cuenta
con siete ecosistemas, de los cuales cuatro de ellos hacen habitar a Guelatao. Los
ecosistemas son el bosque alto de pino-encino que se reconoce por el verdor permanente de
los pinares. El otro es bosque de encino, es decir, una vegetación más baja pero muy útil
para los cultivos y la extracción de leña. También más abajo hay un bosque tropical, el cual
pierde sus hojas verdes en temporadas secas. Un cuarto ecosistema tiene un nombre técnico
rarísimo: “Matorral Xerófilo”, que es la parte que está al lado del Río Grande en donde
prevalecen los cactus.
Como se podrán imaginar, va desde el río hasta 2000 metros de altura de montaña. Estos
cuatro ecosistemas no sólo son la característica de Guelatao. Todas las comunidades
serranas se amarraron del río a la montaña, esto forja un carácter complejo, a veces frío,
pero también caliente para la fiesta. Esta definición de territorios se explica en función de
las necesidades reales: la obtención de madera, de agua, de terrenos de cultivo y de
materiales para la construcción, como lo es la piedra y la arena.
Nuestros antepasados cuidaron la sobrevivencia como ética vivencial y así se fueron
ubicando y tratando de que todos contáramos con lo necesario.
Cada ecosistema aporta sus dones: en la parte alta, en el paraje denominado Río Tortuga se
encuentra el “Venero de la Barranca”, que desde 1942 abastece de agua limpia a la
comunidad. Esta zona es muy distinta a “Cerro Tambor”, que aunque su atractivo es
turístico no es usado para labores agrícolas. En Cerro Tambor nace el Río Seco, su
vegetación es encino, pero es más seca en las partes bajas.
Los estudios realizados por los biólogos sobre la base de la memoria y la experiencia de los
abuelos señalan como parajes de importancia los siguientes: Luu-shiaa, que está ubicado
cerca del Cerro de los Cuarenta Días, El Mirador, y otro fundamental es El Molino. Cerca
de este río hubo un molino de nixtamal y más tarde, en los cuarenta, una planta de energía
eléctrica y además albergó uno de los pri meros aserraderos de Ixtlán.
La naturaleza de Guelatao ha estado enmarañada con las instituciones, de esto platicaremos
más adelante, pero debemos mencionar que entre La Mojonera de El Peñasco y la de El
Zopilote existe una área que durante más de seis décadas fue vio lentamente aprovechada
para la alimentación de los niños estudiantes del internado de Guelatao. La leña no sólo
aquí sino en todo este bosque es de encino provisto de cacho de venado, encino, chamizo,
ocotillo, chamizo negro, pingüica, espinal y güizache, que se utilizaron para la elaboración
de la comida cotidiana de un número no menor de 150 personas, además de la consumida
por la comunidad.
Por la ladera de los hornos que ahora tiene bosque, antes se pudo aprovechar la cal. Este
producto permitió que se hicieran y pintaran tanto el internado como el. viejo palacio
municipal.
Hay mojoneras que se les ha dado como nombre la fecha de sus acuerdos: tenernos la del
11 de Enero, 14 de Febrero, etc. Un dato reciente en los escritos de tos biólogos incluye las
antenas de las dos emisoras que existen y cuyas ubicaciones están en la zona limítrofe con
Santa María Yahuiche. Es importante señalar que hay vegetación para los chivos, los
borregos y venados, como ejemplo está el paraje denominado Tierra Colorada. Y no se
crea, también hay áreas de bosque incendiado. Casi no hay pinos, algunos se nos han
quemado, debemos aceptar que esto ha sido por nuestra propia irresponsabilidad o
ignorancia en la apertura de terrenos de cultivo.
En el área de Cruz de Piedra podríamos tener maguey para hacer mezcal, para así no
depender de los del Valle de Oaxaca. Cruz de Piedra produce tepeguaje y güizache
amarillo. El maguey tobalá se empleó en el pasado para elaborar un dulce que se cocía y
molía con una hierba llamada “coyul”; en esta zona también se da la calistolenda que se usa
para productos artesanales, pues es una vara que permite usarse en múltiples cosas, por
ejemplo las marmotas.
Existen otras mojoneras como la de Palo de Grano, la de La Toma, la de El Puente. Hablar
de la mojonera de El Puente es hablar del río. Este río es historia, trataremos de esto en
capítulos más adelante. Las pinturas de Velasco y de García, así como las fotos de Méndez,
nos pueden ayudar en este dibujo tan complejo, tan arrugado como la vida misma de este
pueblo.
Nuestros terrenos de cultivo apenas si se acercan a las 14 hectáreas. LAA-Z La Cheta, LAA
Chirrila LAA-CHIRE son quizás los espacios más sobresalientes porque cuentan con agua.
Hay problemas para su conducción, pero de esto ya amplia remos más adelante.
Consideramos tener el terreno suficiente para la sobrevivencia, pero los problemas de la
agricultura no son sólo de Guelatao, son del país y, quizás, de América Latina.
El agua es nuestro tendón de Aquiles. Hay agua por todos lados, la naturaleza es como una
regadera, pero ningún chorrito nos baña en serio. Por el lado norte corre el río Sho-betoo,
en las partes habitadas hay veneros, al lado de El Río Tortuga, en el corazón de la
comunidad, hay una laguna, y en la parte encinal y de cultivo hay veneros en varios
lugares. ¿Qué es lo que pasa entonces? Son muchas razones que tienen relación con varios
capítulos de nuestra historia. Es importante señalar que hay mu cha agua, y esto le da una
estética específica a la comunidad, porque al tener mucha agua los edificios se convierten
en verdaderos bailarines. Pese a todo la presencia de tanta agua le permite a Guelatao ser
una comunidad que puede ser autosuficiente. Para el colmo existe el Río Grande, que
aunque es patrimonio de todas las comunidades que habitamos esta microrregión, baña
terrenos de cultivo ubica dos en sus playas, todo esto sin tomar en cuenta que hay
precipitaciones o lluvias anuales, que van de los 700 a los 1000 milímetros en temporadas
que van de mayo a octubre. La temperatura oscila entre los 15 y 19 grados, claro,
dependiendo de la altura.
La cantidad de población que habita Guelatao es muy variable. Se podrí a decir que son
alrededor de 700 personas, según datos del INEGI, pero a la comunidad acude una fuerte
población flotante: estudiantes, técnicos, profesores, lo que hace del total de habitantes una
cantidad que rebasa las 1000 personas.
Un dato tomado en cuenta en la población permanente es que más del 50% es menor de 50
años, o sea, está integrada por chavos. Esto no quiere decir que no haya emigración;
jóvenes que se van a estudiar a otros lugares, mujeres que se casan en otras comunidades,
hombres y mujeres que se van al Norte, etc. Las actividades económicas las platica remos a
lo largo de todo este trabajo, sólo podemos adelantar que Guelatao no es una población
campesina, es de servicios de carácter cívico y a últimas fechas comunicacional.
La naturaleza hasta aquí descrita busca circunscribirse a Guelatao, pero resulta que no
estamos solos: al norte contamos con la compleja vecindad de Ixtlán, al occidente con
Santa María Yahuiche, al sur con San Juan Chicomezúchil y al noreste con Santa María
Jaltianguis, cuya cercanía y serie de intereses, así como por los lazos de historia, nos
provocan la pregunta de si en el futuro no llegaremos a integrar una sola comunidad. De
esto ya platicarán nuestros tataranietos.
II. ORIGEN INDESCIFRABLE
A) Versión de posible origen
En 1521, los españoles logran escalar las escarpadas montañas que ahora conocemos como
Comaltepec. El sitio de mayor importancia urbana y de poder político era Tiltepec. En esta
comunidad había más de 10,000 personas de identidad zapoteca, que fue arrasada por los
españoles que encontraron en las contradicciones internas su mejor aliado. Las pugnas con
los mixes y los chinantecos hicieron débil la resistencia a los conquistadores. Del
desmembra miento de Tiltepec surgen muchas comunidades pequeñas y las que ya existían
crecen con la llegada de los expulsados de Tiltepec.
Es importante aclarar que Chicomezúchil, Ixtepeji y Teococuilco contaban ya con un cierto
grado de crecimiento, zapotecos provenientes del señorío de Monte Albán que también
fueron expulsados por las presiones de los míxtecos que domina ron los últimos tiempos de
grandeza zapoteca. Los chinantecos de la montaña son otros expulsados de la parte baja.
Los aztecas llegaron y dominaron lo que ahora conocemos como Tuxtepec, pero no
lograron do minar las montañas. La resistencia de los ya entonces zapotecos de la Sierra fue
bastante efectiva. Estos datos los encontramos en el libro de John Chance, quien en la
década de los 70 y 80 del siglo XX hurgó en todos los archivos los datos que nos permiten
afirmar lo anterior.
Otro norteamericano Howard Cline, es el historiador que menciona directamente a
Guelatao en un artículo que titula “Los terrazgueros de Guelatao”; este artículo da cuenta
de los conflictos que por mucho tiempo sostuvo Guelatao con su vecino Ixtlán. Cline
proporciona datos de Guelatao desde el año de 1591, esto quiere decir que Guelatao tiene
más antigüedad, sólo que no existen datos precisos al respecto antes de esa fecha.
Lo que sí es claro es que Guelatao, tanto como Santa María Yahuiche, provienen de San
Juan Chicomezúchi si nos basamos en el mapa y los archivos consultados por Cline. Un
detalle que lo muestra es que en ambos casos estas comunidades responden a nombres en
zapoteco: Guelatao (yela Loo) significa lagunita y Yahuiche significa árbol que riega; otro
elemento es que ambas comunidades aparecen como poblados ubicados para la defensa del
territorio de San Juan, el cual desde el siglo XVI se convierte en parroquia bajo la asesoría
dominica. Desgraciadamente estas afirmaciones no dejan de ser hipótesis ya que no hay
datos firmes escritos al respecto.
Una versión de esta misma historia se encuentra en el archivo del C. Constantino García,
que a la letra afirma lo siguiente:
“De este modesto pueblo de fama mundial se dan los siguientes datos:
No tiene nombre mexicano, porque vino a la vida en pleno periodo colonial; alguien
asegura que en una época se llamó San Antonio Tochimilco; pero no se han encontrado
datos que lo confirmen. Tampoco se han hallado huellas arqueológicas en el lugar. El
topónimo zapoteca Yelatoo o Cuela Loo proviene de los vocablos Yela o Cuela significa:
laguna, y la terminación Too: este diminutivo de donde la traducción literales lagunita ó
lagunilla, nombre que corresponde exactamente al accidente geográfico dominante, puesto
que en este lugar existe una histórica laguna, que sólo tiene un diámetro de 60 m., por 12
de profundidad yen cuyas márgenes en un tiempo crecieron tules y carrizales de cuyas
raíces se formaban minúsculos islotes, que en la actualidad han desaparecido; las
depresiones y alzamientos de las tierras dieron lugar a la formación de otras 2 lagunillas
que a la fecha han desaparecido, pero de las que todavía se conservan huellas.
Son zapotecos legítimos de la raza de Chicornezúchitl, de quienes se desprendieron en una
época no fijada, pero que corresponde al periodo precolombiano, para establecerse en
unos bosques espesos que denominaron Rabetze, con el transcurso de los años, de aquel
núcleo nuevamente se desprendieron algunas familias, para buscar otro sitio en lo que
ahora es el camino de Ixtlán a Yahuiche, cercano a Latís-ta, que según la tradición, se
llamó Taa-xiac o sea “bajo el cerro”, pero que según los escritores del siglo XVII se llamó
Raguxa o sea “bajo la ciénega”, en ambos sitios siempre vivieron bajo el amparo de los de
Capulalpam, de quienes se consideraban sus tributarios.
Por los años de 1560 a 1580, cuando las ideas del cristianismo se afirmaban entre sus
habitantes, careciendo los de Raguxa, de sitio para la erección de su templo católico
solicitaron y obtuvieron de los de lxtlán permiso para ocupar el lugar donde ahora se
levantan las ruinas del templo de la Asunción, que se amplió para algunos lotes, viviendas
y cementeras; el contrato verbal se convirtió en formal con el carácter de arrendamiento,
que en aquella época se llamaba Terrazgo, por lo que pagaba la cantidad de 6 pesos de
oro común, más la obligación de concurrir todos los años el 2 / de diciembre día de Santo
Tomás, patrón de Ixtlán, con trompetas, arcos y ramos de flores para dar a las fiestas
mayor solemnidad. Así vivieron alrededor de 50 años hasta que por el año 1632 se
negaron a cumplir con sus obligaciones, con lo que se inició un verdadero conflicto, en la
que intervinieron no sólo las autoridades afectadas sino Las de Capulalpam, Ixtepeji,
Teococuilco, Chieomezuchttl, el alcalde mayor de la nueva antequera, el juzgado general
de los indios de la Ciudad de México, la Real Audiencia y el Virrey que era el Marqués de
Cadereyta que falló en sentido de que se respetara el convenio. Desprendiéndose de
Capulalpam para quedar como Barrio de Ixt e incorporándose a la alcaldía mayor de la
nueva Antequera
Guelatao fue Barrio de lxtlán por mucho tiempo, vivieron en la mayor armonía, los
habitantes de Guelatao iban a Ixtlán a presentar sus servicios personales y los pobladores
de Ixtlán acudían a tomar participación en las actividades del Barrio de Guelatao, las
costumbres fueron evolucionando y a principios del siglo los habitantes de Guelatao
pagaban una renta; pero posteriormente compraron los terrenos en los que ahora se
asienta el pueblo. “Debido a su fundación tardía, el pueblo ostenta su nombre zapoteca, ya
que los lugares vecinos, que habían sucumbido a la invasión azteca perdieron sus antiguas
denominaciones para tomar los de la lengua náhuat con que ahora se conocen.”
(Afirmación que considero equívoca.)
Por el año de 1638 ya estaba en construcción el templo de la asunción de Guelatao del que
en la actualidad sólo quedan ruinas, los temblores seguramente aceleraron su destrucción
y después la mano del hombre para emplear el material en otras obras, este material era
de alta calidad compuesto de cantera verde labrada correctamente.
Por los datos que proporcionan las Memorias del Lic. Benito Juárez a sus hijos, se deduce
que por los años 1815 a 1818, el barrio sólo tenía alrededor de 100 habitantes. Hacia el
año 1824 el barrio de Cuelatao obtuvo la categoría de “Pueblo”, seguramente como
consecuencia de las ideas libertarias que trajo la guerra de Independencia. En 1851
sumaron sus esfuerzos a los de Ixtlán y otros pueblos para la construcción del puente de
calicanto y vigas, lo que les ocasionó molestias y perjuicios por el número de vidas y
lisiados que resultaron del arrastre de las maderas desde los bosques de Ixtlán. Este
puente lo construyeron de calicanto y vigas sobre Río Grande para evitar las molestias
anuales de reponer las vigas, madres de madera”.
Con base en las más recientes publicaciones e investigaciones realizadas durante el siglo
XX, continuamos con nuestro relato que nos conduce a lo siguiente:
Joward Cline (1943) afirma:
“En el siglo XVI Ixtlán sostuvo que las tierras trabajadas por los comuneros de Guelatao
eran propiedad suya y éstos sólo eran terrazgueros (rentistas perpetuos). Los de Guelatao
sostenían que esas tierras eran ya de sus ancestros. El pleito que se inició en 1591 se ventiló
a diversas autoridades y en él intervinieron intereses particulares y burocráticos
contrapuestos. Los de lxtlán ganaron el primer pleito y el 11 de septiembre de 1629 los
guelateños firmaron un documento aceptando su condición dc terrazgueros,
comprometiéndose a pagar una renta de $ 6.00 anuales a los de Ixtlán y traer provisiones
para su iglesia. Sin embargo, la paz fue rota de nuevo y los juicios se reiniciaron. En 1633
llegaron hasta el virrey quien hizo conocer su decisión sobre el caso, pero debido a algunas
irregularidades legales que acompañaron al veredicto virreinal la reyerta se reinició El
pleito sólo terminó en 1 727 cuando los de Guelatao aceptaron definitivamente su
condición de terrazgueros, de acuerdo con los documentos comenzaron al fin con sus
obligaciones en dinero y servicios (C pp.I6 1-184; 1946.)
B) La Colonia
Identificado Guelatao como soldado de la tierra, su presencia tiene que ser analizada a la
luz de los conquistadores. Los dominicos fueron los responsables de la integración de las
comunidades, muchas de las poblaciones se ubicaban cerca de las áreas de cultivo. La
construcción de un templo motivó la organización y presionó a que cada comunidad tuviera
una identificación precisa. Esto significó separación, atomización y control Durante el siglo
XVI-XVII Guelatao prevaleció conformado con iglesia o sin iglesia, siguió pagando
contribuciones a la parroquia de Ixtlán, antes se defendió de la parroquia de San Juan, más
tarde pasamos a ser contribuyentes de Ixtlán.
Los españoles lo que querían era oro, pero encontraron muy poco. Talca fue uno de los
fundos más importantes, tanto así que su aprovechamiento se extiende hasta el periodo
independiente con Miguel Castro a la cabeza. La construcción de templos mantuvo
entretenidos a los dominicos, tan es así que en Guelatao se construyen dos templos en esos
siglos. El hecho puede demostrar o evidenciar lo bailarín del suelo de Guelatao.
En el siglo XVII Guelatao vivió del campo, se abastecía y contribuía con Ixtlán. Llega el
siglo XVIII y las cosas cambian. En este siglo se introduce el cultivo de la cochinilla. El
mercado internacional era muy benévolo para este producto. Es digno reconocer que la
cochinilla es un cultivo en el que puede participar toda la familia, esto le abrió una positiva
reacción entre los habitantes de todo el estado de Oaxaca, quienes prácticamente abandonan
el cultivo de maíz y de frijol, dado que el precio de la cochinilla abre nuevos mercados con
la posibilidad de un circulante mayor. Con este cultivo hubo mayor capacidad de compra,
renacen los llamados caciques que en tiempos precolombinos eran líderes de conocimiento
y que ahora se convierten en administradores de la producción de la grana.
Cabe aclarar que los caciques fueron práctica mente exterminados en el siglo XVI y XVII,
pues se negaban a colaborar con los españoles y su papel de líderes les dotaba de un grado
de capacidad elevado de resistencia ante los conquistadores. Las plazas o mercados también
conocidos como tianguis nacen en este mismo siglo, también en esta época hacen su
aparición tos franciscanos, que impulsan fuerte mente el comercio ajeno. Es decir, las
autoridades de la Iglesia retiran a los dominicos para en su lugar dejar a los franciscanos.
Estos, con una mentalidad más represora, elevan el número de convertidos a la religión
católica por medio de la violencia y el so metimiento. Digno ejemplo nos lo ofrecen los mal
llamados ‘Mártires de Cajonos”. Se dicen mal llama dos porque se les llama mártires a las
víctimas que ya estaban convertidas a la fe católica y no se toma en cuenta su contraparte
en la que se encuentran más de 50 ciudadanos que murieron asesinados por practicar su
religión original. Historia local que mar ca los cambios que también conducen a la región a
un mayor consumismo de la producción exterior. Por otra parte, en este mismo sangriento
ciclo se impone la lecto-escritura y de ahí se desprende una nueva modalidad en la
educación. Este proceso se extiende y permite abrir el periodo independiente.
C) La Independencia
En este periodo nuevamente la montaña resguarda y da color al carácter y personalidad de
los serranos, mixes, zapotecos y chinantecos. Al tenor de ideas provenientes de Europa se
consigue la independencia, movimiento en el que participan los habitantes del centro del
país, suceso en el que Oaxaca es también movilizado pero con escasa presencia militar.
Guelatao juega el papel de enlace comercial debido a su ubicación estratégica. Diríamos
que los serranos apoyaron más en el mantenimiento de ejércitos independentistas que en la
acción militar misma. De este periodo no se tienen datos muy precisos; sin embargo los
historiadores que han trabajado este período en el ámbito estatal apuntan detalles que nos
permiten ver a comunidades serranas muy arraigadas a las decisiones virreinales, es decir,
lo que podemos entender es que el impacto de la Colonia fue tal que encontramos una débil
participación en las acciones. Destaca más tarde la presencia de personajes como Benito
Juárez, que abren la ventana para interpretar un poco más la actividad cotidiana de los
serranos, pero se ratifica el hecho de que no son movilizados para la guerra en estricto
sentido, sino principalmente en la producción de alimentos y el comercio que en aquellos
años podía darse.
Otro elemento que define el papel que pudo haber jugado la Sierra y como tal Guelatao en
el movimiento de Independencia es su carácter comunitario de existencia. Esta realidad ha
permitido a las comunidades serranas enfrentar visiones privatiza doras fundadas en el
razonamiento comunal. El hecho que las contradicciones sociales y económicas entre
conquistadores y población no hayan sido tan antagónicas explica la baja motivación hacia
la movilización. En el centro de México prevalece y se desarrolla con mayor velocidad la
concepción de la propiedad privada. La tierra es acaparada por pocas manos lo mismo que
el comercio y en lo general se despliega el monocultivo. Es en estas zonas donde se observa
una mayor explotación de la población nativa, por ello mismo tienen la capacidad y el
arrojo necesario para participar en la guerra de independencia. No así los serranos fincados
en la producción de maíz y frijol. Se podría decir que la imagen serrana y como tal la de
Guelatao es prácticamente de una relativa paz.
Llega el periodo de la Reforma y las nuevas agresiones colonizadoras ahora de Francia y de
Estados Unidos. Tanto nacionalismo recién instaurado como la presencia de personajes
oaxaqueños vinculados cercanamente a los serranos, hacen de la imagen regional algo
totalmente distinto, si, una región con mayor interés en la movilización como en la
definición de su situación jurídica tanto territorial como gubernamental.
Muchos podríamos pensar que las Leyes de Reforma pudiesen haber movilizado
intensamente a una región identificada como comunal. Recordemos que una de las Leyes
de Reforma es precisa mente la desamortización de los bienes del clero y los bienes
comunales. El impacto de este proceso no se observa en La Sierra. Estas leyes son
utilizadas más bien en el centro del país que en el estado de Oaxaca. ¿Se debe esto a la
cercanía de Juárez con la región?, o más bien se explica por el hecho de que en el centro del
país las condiciones eran más álgidas y las regiones indígenas por su ubicación geográfica
son más protegidas. Todo es posible, lo que sí es cierto es que en esos tiempos Guelatao
solicitó el apoyo de Benito Juárez para solucionar algunos de sus problemas, y éste no pudo
satisfacer estas necesidades por las condiciones que privaban en el país
D) El Porfiriato
La relación entre los pueblos serranos y Juárez no fue la misma que tuvieron con Porfirio
Díaz. Este entendió la importancia de fortalecer a la comunidad y al municipio. Gracias al
apoyo de los serranos Porfirio Díaz encabezó el plan de Tuxtepec que cifró como propuesta
una lucha frontal contra el equipo de trabajo que había integrado Benito Juárez García. La
revuelta de Tuxtepec movilizó a un buen número de serranos que, con el afán de
consolidarse como comunidad, apoyaron los deseos de poder del que más tarde se
convertiría en un dictador. Guelatao estuvo ahí representado por más de una veintena de
ciudadanos cuyos nombres desgraciadamente no los atestigua ningún documento. Es en
esta movilización donde nace lo que ahora conocemos como el himno de la Sierra Juárez.
Es de tomarse en cuenta que no sólo el concepto de patria se establece en este canto, sino
también un reconocimiento a la memoria de Benito Juárez. El impacto de este suceso lleva
al poder a Porfirio Díaz durante seis años, lo cual le permite integrar un equipo de trabajo
que en la sucesión con Manuel González se prepara para reasumir el poder. Los serranos y
fundamentalmente Guelatao siguen desarrollando sus personalidades e integrándose
formalmente como municipios o como agencias. Los cultivos básicos de esa época siguen
siendo el maíz y el frijol que se sembraban en los terrenos que ya se mencionaron y como
fruto comercial lo fue el café, producto que estableció la necesidad de la comunicación
terrestre.
Un factor de integración regional en el cual participó de manera directa Guelatao siguió
sien do el mantenimiento del puente Río Grande. Este puente era mantenido por todas las
comunidades circunvecinas, las cuales turnándose cada tres años ofrecían un árbol
completo para hacer e puente. Una nota literaria de esta historia del puente nos la dice el
siguiente cuento, que paradójicamente explica también el desarrollo económico de toda la
región:
El Río
Recuerdan los abuelos que el río era muy grande, en él no sólo aprendían a nadar, sino
también se daban el lujo de pescar bobo, sí, ese pez que sobresale por su sabor y por su
tamaño. Era un río caudaloso que más abajo se convertía en mar, nadie supo que pasó de
ese río, muchos pueblos lograban regar sus maizales, tenía tal fuerza que con un poquito
de maña se le arrancaba el agua que se quería, el nacimiento de ese río provenía de
diferentes mantos como: Santa Martha, San Pedro, La Luz, en fin muchas comunidades a
través de sus montañas hacía que su caudal se pera haciendo más grande. Así duró por
siglos, todo era igual, e río representaba la unión y la fuerza de aquellos pueblos. Esto se
veía por ejemplo cuando se tenía que cambiar la madera del puente, todos los pueblos
asistían, se armaban grandes fiestas cuando el puente quedaba terminado.
Después que el puente se hizo de fierro con el apoyo del entonces presidente de la
República Porfirio Díaz, desaparecieron las celebraciones de cada comunidad por el corte
de su árbol anual, lo mismo las faenas para el traslado del árbol desde el monte hasta la
comunidad, y luego hasta el río Toda esta organización, algarabía para reparar el puente
como por arte de magia se esfumó en más de quince pueblos. La reconstrucción del puente
en verdad era todo un acontecimiento, que movilizaba a la gente, y éste religiosamente
asistía cada año, con devoción y con mucho respeto al río. Muchos murieron en estas
reparaciones porque era una faena delicada. Era un tequio pesado, peligroso. Los muertos
se convertían en los cuidadores del puente. Pero con el puente nuevo y la suspensión del
tequio regional empezaron las desgracias.
En Santa Martha brotó una epidemia de tifo que casi arrasó con todos los habitantes; las
comunidades vecinas aun que poco, también resintieron la epidemia. Las autoridades, los
médicos naturales no podían detener el avance de la epidemia hasta que unos gringos, que
quién sabe de dónde salieron, curaron medianamente el problema. No se quedaron, se
fueron luego; unos decían que eran enviados de Dios, otros que no, que eran
representantes del diablo. No hablaban español pero sí se observó una cosa rara. En los
días que estos güeros estuvieron en Santa Martha subieron al monte como cinco veces. La
gente preocupada por la epidemia no comentó nada de este extraño comportamiento.
Apareció una nueva calamidad allá por La Luz, el ganado que andaba suelto empezó a
morir. No había rastro de que otro animal los hubiera atacado. Eran decenas, más tarde
centenas de reses que morían. La gente estaba aterrorizada, no alcanzaban a entender qué
pasaba. Sin tener una explicación, la muerte fue disminuyendo su fuerza hasta
desaparecer. La gente había perdido lo que consideraba sus ahorros, su patrimonio. Todo
estaba perdido.
En Santa Martha se empezó a sospechar del puente. Primero porque la fiesta entre todos
había desaparecido. Inmediatamente llegó la epidemia y un regalo que ya todos decían
“de muerte” ante la presencia de aquellos güeros, y para colmo la extraña y nunca
explicada muerte del ganado. Con el puente de fierro llegaron extraños personajes de
acero y así como ellos se vio el traslado de maquinaria.
El río en pocos días empezó a cambiar de color, tenía un color cenizo, que nadie se
arriesgaba a bañarse. El culpable de aquel cambio, luego se enteró la gente que fue la
minera ubicada en Santa Julia. Los peces que había se empezaron a morir. La naturaleza
que rodeaba al río era grisácea, el verde desapareció.
La gente consideró que era otra maldad del maldito puente de fierro. Regresaron los
güeros. Pero ahora ya en camionetas verdes y amarillas. Fue entonces y en español, que
estas personas se presentaron. Eran canadienses y venían a comprar la madera de toda la
región. La gente se rió mucho ante sus ofrecimientos, en qué cabeza podía estar la idea de
sacar árboles que a toda la comunidad les costaban mucho, de nueva cuenta se acordaban
del puente antiguo. Nadie entendía nada. Calamidad tras calamidad, lodos ya esperaban
ver lo malo que esta nueva señal significaba. De nueva cuenta el puente de fierro se
anunciaba como el culpable. Efectivamente el bosque empezó a ser trasladado no a lomo
de hombre o a rastra de mulas, salía en camiones que parecían monstruos. Todo empezó a
cambiar, llegó más dinero y con esto la gente empezó a afirmar que se avecinaba una
nueva calamidad. El río empezó a enflacar, ya no bajaba la cantidad de agua que antes,
los manantiales donde la gente tomaba agua para sus alimentos empezaron a secarse,
arroyitos temporaleros prácticamente desaparecieron. Para colmo de males el Gobierno
Federal y Estatal empezaron a encargarse del control del agua. Aún con esto el caudal
siguió disminuyendo.
La mina suspendió actividades, el agua empezó a limpiarse pero su cantidad seguía
disminuyendo. La preocupación de la región iba en aumento. “El agua es nuestra vida”,
decían. Muy a su manera y para detener esta situación decidieron hacer una procesión. Se
volvieron a reunir todos los pueblos en el puente tal y como había sucedido en el pasado.
Le hablaron al puente de fierro, le dijeron que se fuera, que lo que ellos querían era su río
y lo querían grande como antes.
(No se sabe si fueron las montañas, los dioses, los san tos, o los santos del mal, el caso es
que en recientes fechas una máquina que cargaba otra máquina destruyó el puente de
fierro; el ánimo llegó a los pueblos, se pensó en las antiguas fiestas pero ahora ya en cada
comunidad. Nuevas generaciones se interesaron en atender la venta de su bosque pero
ahora sí desde sus propias autoridades. Nadie supo cómo fue que se hizo otro puente, ya
no de fierro, éste ahora es de concreto. El agua de este río es hoy un hilo y para colmo de
todos estos males pareciera que la sonrisa de estas comunidades pende de un hilo. Sí, de
un hilo de agua porque al final de todo el río se convirtió de un hilo. Un hilo de vida o un
hilo de muerte.)
El levantamiento maderista cambia la fisonomía del país y le toca a los serranos y en
particular a Guelatao ser protagonista de una historia de importantes consecuencias, no sólo
para el estado sino para el país.
E) Soberanía y revolución
Benito Juárez hijo, avanzado ya de edad, logra la gubernatura en el año de 1910. Para
protegerse integra un batallón que le denomina Batallón Sierra Juárez Al frente de este
batallón quedan tres personajes encargados de las compañías: la primera de Pedro León,
comerciante originario de San Pedro Nexicho, la segunda queda a cargo de Onofre
Jiménez, comerciante originario de Ixtlán de Juárez, y la tercera queda bajo la
responsabilidad de Isaac M. Ibarra originario de Lachatao. Por su edad o quizás como lo
sospechan algunos historiadores, Juárez fallece antes de concluir el año de su mandato
quizás envenenado. Este hecho provoca que el batallón Sierra Juárez se desintegre y cada
compañía regrese a sus lugares de origen. La compañía de Pedro León es la única que
retiene su armamento y regresa a su región, no sin antes cobrar algunas cuentas con
Tlalixtac de Cabrera con quien Ixtepeji tenía rencillas territoriales de antaño.
Es importante señalar que tanto Ixtepeji, Guelatao, San Juan y muchas otras tenían ciertas
diferencias con la cabecera de distrito.
En principio, Ixtepeji había dejado de ser cabecera de distrito, responsabilidad que recayó
en Ixtlán. Por otra parte San Juan dejó de ser la única parroquia, la que también se
estableció en Ixtlán. Guelatao tenía rencillas territoriales con la cabecera, lo que explica un
elevado grado de belicosidad en contra de Ixtlán, lo cual se manifiesta en la actitud que
asume la compañía comandada por Pedro León. En estos sucesos, Guelatao se ve
seriamente comprometido por su relación con la fábrica de hilados y tejidos establecida en
Xía, así como con ciudadanos que trabajaban en la minera de Natividad, centros de trabajo
que simpatizaban con las acciones de Ixtepeji en contra de Ixtlán. A este suceso se le ha
llamado La “revuelta ixtepejana”, sin embargo, como ya se afirmó, participaron muchas
más comunida des. El hecho de que Ixtlán concentrara importancia política y a la vez
comercial, promovió condiciones para que todas las comunidades que se sentían afec tadas
se unieran a Ixtepeji en esta revuelta. Guelatao tenía trabajadores en la fábrica de hilados de
Xía y también en la minera de Natividad, todo ello hizo que Guelatao se ubicara en el ojo
del huracán, sin tener fuerza política, económica, militar ni territorial.
Por no haber castigado, como debía de ser, las fuerzas de Pedro León asesinaron al juez, a
su secretario y otros más precisamente en Xía, lugar de paso y controlado por los
ixtepejanos. Este hecho dio fuerza a Pedro León, y para enfrentar al gobernador en turno se
dio el lujo de tomar la ciudad de Oaxaca. Esto motivó que tanto Onofre Jiménez como
Isaac M. Ibarra hicieran alianza y se enfrentaran a las fuerzas de Pedro León. Queriendo
llegar a Quiotepec para negociar con Pedro Castillo, Pedro León es sometido en Atepec,
único pueblo aliado de Ixtlán. Dos días después Pedro León es fusilado en Ixtlán de Juárez.
La revuelta prosiguió bajo el mando de Juan Carrasco, quien era presidente municipal de
Ixtepeji, y de Pedro León hijo. Los enfrentamientos entre ambos ejércitos dejan una herida
que ha tardado muchas décadas en cerrar. El triunfo fue para Ixtlán y Lachatao. Pueblos
como Guelatao e Ixtepeji fueron totalmente arrasa dos, incendiados y abandonados. De este
proceso surge algo de suma importancia que es la defensa de la Soberanía del Estado
Oaxaqueño, bandera que enarbolan Ixtlán y Lachatao y tas comunidades que para ese
entonces habían hecho alianza. La gente de Guelatao e Ixtepeji emigraron para incorporarse
a las fuerzas federales.
Guelatao se empieza a reintegrar después de 1920, Poco a poco van reorganizando su
capacidad comunitaria yen 1955 su ciudadanía, siendo agencia de Ixtlán de Juárez, logra
dar un paso de vital importancia.
En sus memorias, ‘Don Cheo” nos dice:
En 1932 el cargo le volvió a tocar a mi papá y entonces le comenzaron a arreglar la
madera; eso de que unos piensan una cosa, otros piensan en otra, sobre el material,
decían; no, que se haga a manera de viguetas para que dure, no, otros que no... por fin,
que lo hicieron así, a modo de morillos.., pero quedó pendiente a partir de esos años de
1932.
Del pequeño conjunto musical que formábamos, recuerdo bien a Fausto, Daniel Santiago,
Bernabé Santiago, Demetrio Martínez, Emilio García, Taurino García, Taurino Santiago,
Fe lipe García, Ismael Pérez, Esteban Ramírez, Margarito García, Asunción Santiago,
Faustino García Contreras, Faustino Méndez, Patrocinio López, Maximino López,
Patrocinio Pérez... a Fausto lo nombraron Regidor Primero . . no doy en que año fue.
El día en que logré ser Agente Municipal, tratamos de conseguir la jerarquización del
Municipio libre.., vamos Juventino... El Municipio libre fue la chispa que se prendió en tre
los dos pueblos. Por espacio de unos tres o cuatro años fuimos mal vistos por los de Ixtlán
por aquella lucha de conseguir la autonomía. Así pasaron los años... recuerdo que dormía
con el arma colgada, entonces era muy fácil conseguir un máuser o un 3 - 30, no las
escondían y en la casa había dos; mi papá se quedaba en el corredor, yo le decía:
- No papá, yo me acuesto ahí, porque el pleito es mío, yo estoy enrolado en esto, usted, ya
no..
No -dice-, hasta que yo viva, yo te cuido...
Había aquella tensión nerviosa entre los dos pueblos. Recuerdo que por esos años, e
mismo pueblo de Ixtlán se dividió, al parecer mataron a dos de los más acérrimos, de
aquellos que todavía pensaban que las cosas se iban a arreglar a balazos. Siempre
teníamos la vista en Fausto. Mi padre dijo lo siguiente:
— Tú te comprometiste, te comprometiste, sí nos estás comprometiendo, ahora lo tenemos
que sacar a como dé lugar...
Y así llegó1936, vino don Antonio Mor, que fueron hermanos con el finado José García y
entonces en una plática que tuvimos en el templo, él nos llevó al templo -dice- Qué vamos hacer con nuestro templo, está diunavez deteriorado. Si esto ya no es templo,
este es cualquier corral de gallinas, ¿qué no les da pena?
- Sí, Don Antonio, pero usted sabe que los recursos económicos no lo permiten...
Y así nos fuimos, me acuerdo yo, con un señor, que entonces era Agente Municipal, se
llamaba Margarito García, ese señor vivía atrás de la iglesia y allí nos juntábamos:
Daniel, José, Taurino Santiago y otros, a comentar porque era novedad para el pueblo que
alguien que no viviera aquí, lo viniera a visitar, siempre eran bien acogidas las personas y
allí entre plática y plática dijo Fausto a Don Antonio...
- Antes de seguir pensando en nuestro santo patrón, que por ahorita sí tiene sombra,
piensa - le dijo - que nuestro pueblo necesita salir de esta situación, no es posible
aguantarla, somos maltratados, vejados, se nos dan las cosas cuando quieren y si quieren.
De veras, ya que tienes esa oportunidad, que vas a ser el diputado por el Distrito de
Juchitán, ayuda a tu pueblo...
Así comenzó aquel pacto, dice:
- Voy hacer todo lo posible, me toca 1937 a 1939, en tres años vamos hacer lo posible...
Estas son partes de una memoria histórica del maestro Eliseo, esto da pie a entender qué es
lo que sucede en los futuros años. Personajes, eventos, políticas, que van de alguna manera
delineando lo que es la historia particular de una comunidad.
En 1957, Guelatao obtiene la categoría de municipio libre y soberano, siendo gobernador
del estado Constantino Chapital.
F) Historia reciente
Con la creación en 1938 del internado de “Guelatao de Juárez’, Guelatao cambió totalmente
de fisonomía. Los edificios de este centro educativo y la afluencia de alumnos de diversas
comunidades, mostraron a Guelatao como la sede del desarrollo que el estado mexicano
diseñó para sí mismo. En aquella época la mayor parte de la población era analfabeta, lo
que motivó que el internado albergara a jóvenes que incluso rebasaban los 20 años. Se
dinamizó el civismo, las artes y oficios, durante un tiempo que mostraron las bondades de
una educación vinculada reciamente al trabajo y a la investigación. Asistían a este internado
alrededor de 150 niños y jóvenes, que durante más de tres décadas tuvieron acceso a una
formación verdaderamente especial, que es deseable en nuestros tiempos.
Fue también con Lázaro Cárdenas que llega la luz a esta microrregión, las turbinas
generadoras fueron ubicadas en Xía y con ello las dinámicas de la región. En Ixtlán de
Juárez se estableció un centro de salud y así como en muchas comunidades, fue ron
construidas escuelas de nivel primaria, con una lógica de operación distinta a la del
internado, pero sustentadas fuertemente en el trabajo. En Guelatao, a la par del internado,
fue gestionándose el estable cimiento de la escuela primaria, con el entendido de que el
internado era una respuesta regional, y la escuela rural era directamente de la comunidad.
Con seguridad jurídica y política, además de contar con un internado y electricidad,
Guelatao asume el papel de un nuevo pueblo con seguridad territorial, que le es ofrecida
por el entonces presidente de la República General Lázaro Cárdenas. Por Guelatao pasaba
tanto la población cafeticultora de El Rincón como el traslado de los minerales obtenidos en
aquellos tiempos. Es decir reafirma su papel de pueblo tránsito, imagen que en 1955 se
agiganta con la gestión realizada por caracterizados y autoridades de la zona ante Adolfo
Ruiz Cortines, presidente de la República. Para ello debemos señalar que el gobierno de
Miguel. Alemán había diseñado seis años antes un programa de desarrollo que hizo sentar
sus bases precisamente en Guelatao, en las riberas de la laguna. Con este programa
denominado “Comisión del. Papaloapan”, se introdujeron a la región especies de árboles no
conocidos y varios paquetes tecnológicos que poco a poco, y ya dentro de los periodos de
Ruiz Cortines y López Mateos, le dieron a Guelatao y a la región una nueva imagen. Se re
forzó la agricultura, el cultivo del trigo, se realizaron plantaciones de eucalipto y la labor de
entubamiento de agua casi en todas las comunidades, se construyeron escuelas y casas de
salud. El desarrollo en pleno vestía a esta comunidad, que en breves años vería con sus
propios ojos la modificación del trazo carretero Oaxaca-Tuxtepec y la pavimentación de
este mismo tramo, que en palabras de Ruiz Cortines llenaba dos objetivos: el cívico y el
industrial. El primero, referido al tramo Oaxaca-Guelatao y el segundo, de Guelatao a
Tuxtepec. El que se refiriera Ruiz Cortines a un tramo de carácter industrial causó
extrañeza, sin embargo no tuvo impacto negativo. Eso sí, la primera sorpresa es que esta
carretera no comunicaba directamente a las comunidades sino más bien atravesaba la
montaña boscosa y fue hasta entonces que nos dimos cuenta del atractivo forestal que
tenían nuestras montañas, y el interés que satisfacía a través de este medio de comunica
ción. Antes de la construcción de este nuevo trazo, el antiguo ya permitía el traslado de
camiones tanto de carga como de pasajeros, Macario es un ejemplo muy conocido del
traslado de pasajeros. El nuevo trazo, que va de Oaxaca a Guelatao, no modificó gran parte
el servicio de comunicación. Comunidades que habían estado aisladas permanecieron en las
mismas condiciones, tanto Ixtepeji, San Miguel, San Pedro, lograron su comunicación hasta
más tarde, y tanto el. Punto como Guelatao e Ixtlán firmaron su papel de pueblos tránsito.
Paralelo a la pavimentación de esta carretera, se introduce el suministro de electricidad
proveniente de la presa Miguel Alemán ubicada en Temazcal. Estos mismos tiempos
cobijan el proceso más complejo que ha tenido que enfrentar la región: la explotación
forestal.
Gúelatao no cuenta con bosque pero sí con buenas tierras y carrizales, lo que denota su
personalidad acuífera, sin embargo el impacto económico de la explotación forestal lo
resiente de diversas maneras: la economía que gira en torno a los alimentos, hospedaje, y el
albergue a oficinas de distintas áreas de trabajo ejecutivo. De esto, lo que más sobresale, es
lo sucedido durante los años 66-67-68 que merecen una atención especial de nuestra parte.
G) Y nos llega la hecatombe de 1967
Es indudable que la presencia o la memoria del Lic. Benito Juárez García se introduce a
todos los poros del pensamiento, en todos los ámbitos y en todas las instancias, desde el
gubernamental hasta la sociedad civil, Una rutina que se establece desde la visita del
general Lázaro Cárdenas, es la asistencia de todos los presidentes de la república el día 21
de marzo o bien el 18 de julio, fechas de nacimiento y muerte del patricio. Esto orienta a
Guelatao a con formarse una imagen fundamentalmente de centro cívico, también de un
centro de desarrollo. Revisemos la versión oficial de lo sucedido en 1967 para comparar
criterios:
EL PRESIDENTE DIAZ ORDAZ EN GUELA TAO. Inauguraciones conmemorativas: el
sistema de riego por aspersión.
Para conmemorar el centésimo primer aniversario del natalicio del Benemérito Benito
Juárez, el presidente Gustavo Díaz Ordaz asistió a las ceremonias llevadas a cabo en
Guelatao de Juárez, Oaxaca, inaugurando diversas obras de servicio público construidas
por seis dependencias del Ejecutivo Federal, entregando más de 769 mil Ha. a 7376 jefes
de familias campesinas en 3 1 poblaciones del estado de Oaxaca y donando habitaciones
construidas por el Gobierno Federal a 69 jefes de familia, entre los que figuran
descendientes del presidente Juárez.
El presidente municipal de Guelatao, Sr. Joel Ramírez Ruiz, entregó al Primer
Mandatario, según usanza tradicional zapoteca, el bastón de mando como máxima
autoridad del país, dirigiéndose entonces el señor Presidente acompañado por los
presidentes municipales de 28 municipios del estado hacia el Centro Cívico, en donde se
efectuó él homenaje a don Benito Juárez; a continuación, tanto el presidente Díaz Ordaz
como los 28 alcaldes depositaron sus bastones de mando sobre la plancha circular de
mármol que señala el lugar donde nació el Sr. Juárez, reconociendo así de manera
simbólica la máxima autoridad del Padre de nuestra Constitución. El Sr. Presidente estuvo
acompañado por una numerosa comitiva visitando el nuevo internado indígena, el nuevo
palacio municipal e inaugurando el servicio telefónico por el que transmitió el apotegma
del presidente Juárez: “EL RESPETO AL DERECHO AJENO ES LA PAZ”.
Como testimonio concreto del homenaje rendido a la memoria del presidente Juárez, se
construyeron los distintos ser vicios con que se dotó al pueblo de Guelatao, entre los que se
cuenta el sistema de riego por aspersión que construyó la Secretaría de Recursos
Hidráulicos por intermedio de la Comisión del Papaloapan.
Siendo muy ondulado el terreno de Guelatao, no se puede usar el método usual de riego
‘rodado”, que provocaría erosión y se dispone además de escaso volumen de agua, por lo
cual se decidió instalar un sistema de riego por aspersión, utilizando las aguas del arroyo
Sho-betoo que se captan en la presa Erturi y se conducen por un canal de 1600 m de
longitud y capacidad de 100 l/s., hasta el tanque “El Guajal” de 600 m3 de capacidad,
situado a más de 100 m de altura sobre los terrenos por regar, de manera que se evita el
uso de bombas, puesto que el desnivel del terreno produce una carga de más de 10 kg. Esta
característica hace de esta obra la primera construida en el país.
El agua se distribuye mediante tuberías fijas de asbesto cemento y longitud de 4100 m
enterradas y provistas de hidrantes, a los cuales se acoplan los tubos móviles de aluminio
que llevan los aspersores y que se cambian de lugar según progrese el riego.
Se benefician con este sistema 4 unidades con 60 hz. En conjunto, que recibirán riego
seguro y se pueden regar 10 más cuando haya suficiente agua. Estas obras tuvieron un
costo de 740 mil pesos y se espera que con ellas se aumente el valor de cosecha por
hectárea, que hasta la fecha era de $1,08 70 al año, a $107000 ó $ $12,000, dejando una
utilidad máxima de $8,000 mensuales.
La Secretaría de Agricultura está promoviendo la diversificación de cultivos para
implantar otros más remunerado res que los tradicionales de maíz y frijol, tratando de
establecer huertas de frutales que en esa región prosperan admirablemente; de esta
manera se aumentarán los rendimientos agrícolas.
Por ser Guelatao punto de paso a la zona de Altos Cajo nos y del camino que se interna
hacia Villa Alta, centro comercial más importante de la Sierra Juárez, puede confiarse en
que el ejemplo de esta obra y sus beneficios se difundan en la región, enseñando métodos
nuevos para el mejoramiento agrícola, económico y social de sus habitantes.
Veamos ahora desde el punto de vista de la población. Como ya se dijo, se contaba con el
internado, y es en 1967, siendo presidente de la Re pública el Lic. Díaz Ordaz, cuando se
emprende un programa de trabajo integral, que no sólo buscaba utilizar a Guelatao como
centro de exposición de lo que debía ser el desarrollo sino también el ánimo de garantizarle
su sobrevivencia como comunidad y como centro histórico. Los diseñadores de este
programa partían del hecho que la producción agrícola y pecuaria representaría la
sobrevivencia plena y el desarrollo integral de la comunidad, que el establecimiento de
instalaciones adecuadas podían darle a Guelatao una personalidad sobresaliente. Es dentro
de este marco que se reconstruye el interna do, el palacio municipal, las canchas de
básquetbol se arreglan las calles, las casas habitación de cada ciudadano, incluso éstas son
dotadas de establos con vacas lecheras, paquete de aves, frutales, etc., la comunidad entera
se vio socavada por un ritmo de construcción ajeno a sus capacidades, al fin y al cabo, del
interés general de la ciudadanía.
Fueron cientos o más de mil trabajadores que en poco menos de dos años cambiaron la
fisonomía general del pueblo. Las casas que eran de adobe se convirtieron en casas de
ladrillo, los excusados o baños aparecieron como por arte de magia. La cocina y la
recámara, que representaban una sola habitación, fueron divididas. Los techos que eran de
tejamanil se convirtieron en techos de tejas. Los establos fueron construidos de ladrillo y
diseñados para albergar ganado en permanente crecimiento, hectáreas de terreno antes
utilizadas en el cultivo de maíz fueron convertidos en terrenos de pastos para ganado, con
un consecuente sistema de riego que poco brilló.
Con el tiempo, en lugar de usar los veneros o chorros de agua que antes eran centros de
reunión de hombres y mujeres, aparecieron las regaderas en cada casa. El internado fue
transformado en un moderno complejo habitacional con comodidades propias de una
ciudad. Se adornaron las calles con flores y se sembraron frutales de toda naturaleza.
Algunos de estos tuvieron buenos resultados y a la fecha nos ofrecen productos como la
papaya.
Muchos de los aspectos de trabajo solidario que se observaba de manera natural
desaparecieron ante el ritmo acelerado y el sistema de trabajo individual que imperó en toda
la construcción. Las instalaciones en su construcción se responsabilizaron a las
dependencias de gobierno y áreas de su atención; por ejemplo, la Secretaría de Salud se
encargó de las obras en su ramo, lo mismo hizo la de Educación Pública, Comunicaciones y
Transportes, etc.
La participación de la gente estuvo mediatizada por la presencia de tantos técnicos, y sólo
en algunos casos la comunidad logró modificar planteamientos técnicos como en la calidad
de los mate riales; todo fue una imposición y la recreación de un modelo de vida urbano
rural, que tiene que ver con las aspiraciones que prevalecían en la mentalidad y desarrollo
hegemónico de esos días. El agua dentro de la casa no se conocía y mucho menos el drenaje
para la atención del desagüe. Estos cambios hicieron mella en la mentalidad y el
comportamiento de la ciudadanía local. Con estos cambios, aparecen nuevos problemas que
a la fecha son una pesadilla que no se alcanza a resolver; los sistemas de conducción de
agua fueron construidos sin tomar en cuenta los grados de inclinación de territorio, por que
en la actualidad se cuenta con una conducción llena de problemas, en muchos casos ya
irresolubles.
El agua, que se consideraba potable, fue abandonada y tuvieron que pasar más de 20 años
para que un nuevo sistema apareciera para dar ese ser vicio, el sistema de riego fue
inutilizándose por sus propias características, las vacas empezaron a morir por falta de
alimento. Las casas empezaron a mostrar fracturas muy serias por problemas de
cimentación. El Palacio Municipal tuvo que ser abandonado 25 años más tarde; los
paquetes de aves, si bien fueron útiles, no fueron una solución definitiva para elevar la
calidad de vida y los ingresos de la población.
Si bien es cierto que la fruticultura amplió la calidad y cantidad de estos productos tampoco
resolvió el problema alimentario. Por el contrario, la producción de maíz y frijol decayó
terriblemente. Sobre esto nos ampliaremos más adelante. Lo que podemos entender como
modernidad para Cuela- tao representa un decaimiento en su energía y en su creatividad, a
pesar de lo que digan los críticos que consideran que el campesino es flojo por naturaleza y
que Guelatao no supo aprovechar los aportes del Estado mexicano para su desarrollo.
Cambiar de imagen o de vestimenta no es asegurarse una buena alimentación. Reforzar la
individualidad en la habitación impacta directamente en las relaciones comunitarias.
Aspectos culturales como el bautizo, la boda o el fallecimiento no son tomados en cuenta
en el diseño de las casas habitación. Con ello la ciudadanía tuvo la necesidad de derrumbar
paredes y ampliar espacios que resultan necesarios en la vida cotidiana.
Paralelo a este proceso se realiza la pavimentación de la carretera Guelatao-Tuxtepec, obra
que fue lograda en 1955, pero que se termina hasta ya bien entrados los setenta. Una
primera parte de esta obra fue la modificación del trazo, y la segunda, la pavimentación.
En 1980 se da un proceso social de gran envergadura, que es el resultado de lo que hasta
ese momento había sido la explotación forestal en beneficio de Fábricas de Papel Tuxtepec
para la producción de papel. El decreto de concesión para el aprovechamiento de los
bosques en 1956 le permitió a Fábricas de Papel Tuxtepec contar con un abasto de materia
prima por 25 años. Su culminación sería en 1983 y es por ello que se siente dentro de la
región un ambiente movilizador para evitar que se emitiera un decreto por otros 25 años
más. Guelatao, sin ser un pueblo forestal, encabeza la movilización.
Esta historia es resultado del ascenso de una nueva generación de ciudadanos con
sensibilidades más regionales. Encabezados por Inocencio García Martínez, se reúnen en
Guelatao 26 comunidades que se fijan como meta detener las posibilidades de un nuevo
decreto de concesión forestal. En esas asambleas sobresale la presencia de San Pablo
Macuiltianguis, Santiago Comaltepec, San Miguel Aloapan, La Trinidad, y muchas otras
que definieron la estrategia de cómo evitar una nueva imposición gubernamental. A la par
de este tipo de demandas, hubo otras como la de caminos, proyectos productivos, proyectos
de cultura y el establecimiento de una emisora de radio.
Diríamos que un 80% de las demandas fueron satisfechas. Lo más importante fue el hecho
de que las comunidades en 1982 y 1985 se ampararan en contra del decreto que José López
Portillo había emitido para favorecer por 25 años más a Fábricas de Papel Tuxtepec. A
finales de 1983 el nuevo presidente, Miguel de la Madrid Hurtado, abroga el decreto
emitido y se inicia la etapa productiva de comunidades forestales que hasta estos años
encauza el aprovechamiento de los bosques de toda la región. En este proceso se logran
molinos de nixtamal, talleres de costura, carpintería, salas de cultura; la emisora de radio se
obtiene hasta 1989. La personalidad de Guelatao en este movimiento social se ofrece como
interlocutora.
Su papel estratégico, ya no como pueblo tránsito sino como pueblo histórico, permite el
impulso de la energía regional en pro de soluciones no nada más comunitarias. La nueva
generación de dirigentes abre su pensamiento a un protagonismo que no se había
manifestado en décadas anteriores, lo que le da a Guelatao el papel de un centro de
promoción para el desarrollo, papel que ha jugado desde esas fechas en varias dimensiones
de la vida: lo político, lo cultural y a últimas fechas lo comunicacional. De esto
comentaremos más ampliamente después.
Una conclusión de la historia reciente es identificar a Guelatao como pueblo cívico que a la
sombra de la figura del Lic. Benito Juárez García moldea un ritmo de vida que debemos
aceptar, se le impone dada la relevancia del Benemérito de las Américas. No obstante no le
es fácil obtener servi cios. La comisión del Papaloapan, que más tarde se convierte en
Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos y a últimas fechas en SAGARPA, utiliza
a Guelatao como centro de operación, esto mismo sucede con el Instituto Nacional
Indigenista (INI) hoy CDI, la Secretaría de Educación Pública y otras instituciones que
hacen de este pequeño poblado un centro de servicios o de carácter administrativo. Con ello
la economía va dibujando una nueva complejidad que a la fecha aún no le garantiza un
horizonte claro en su reproducción social.
La historia del internado adquiere nuevas características ante la modificación de programas
educativos, que ha llevado a este centro educativo a ser regido por la Dirección de
Educación Indígena, cuya concepción paralelo a la propuesta del Instituto Nacional
Indigenista, le da un carácter de diferencia cultural que no se relaciona directamente con las
intenciones de la población, que había estado sujeta a una identidad distinta. La dimensión
indígena es relativamente comprendida y Guelatao se convierte en un espacio de residencia
de ideas y programas, en los cuales participa sólo para la solución de sus problemas
comunitarios. El internado ahora denominado Centro de Integración Social prosigue su
atención a niños de origen comunitario diverso.
El Centro Coordinador Indigenista atiende a toda la región, la SAGARPA da servicio a
todo el Distrito, incluso el Centro de Salud beneficia a más de cinco comunidades aledañas.
Este proceso de Desarrollo Gubernamental hace que Guelatao padezca una visión de
identidad contradictoria. Su papel de pueblo tránsito hace que su ciudadanía se confor me
de población diversa, su naturaleza de centro de operación gubernamental le conforma un
carácter básicamente de atención. Su ubicación estratégica en el plano educativo le hace ver
como un pueblo prácticamente cosmopolita, más aún si tomamos en cuenta que los que
habitan el poblado provienen de diferentes pueblos. Guelatao se convierte en una torre de
Babel en el cual se practican de manera cotidiana más de cinco idiomas y con el paso de las
décadas, el español se dignifique como lengua franca y con ello se deje de hablar el
zapoteco propio. Todo este proceso revela que Guelatao es víctima de múltiples factores, lo
relevante es que mantiene una organización y una dinámica social que le equipa ra a
cualquier comunidad de la región. Veamos por partes todo esto:
1990 es un año trascendental. De nueva cuenta Guelatao aparece como centro estratégico
para el desarrollo regional. En estos años Carlos Salinas de Gortari inicia su periodo de
gobierno. Varias organizaciones de las regiones cafetaleras y particulares encuentran en los
nuevos programas de gobierno alternativas para la solución de sus problemas. Éstas se
organizan en torno y convocadas por el Instituto Nacional Indigenista y nace el programa
de Fondos Regionales de Solidaridad. Se revela la necesidad de construir nuevos caminos
para la extracción de café, se apoyan programas de vivienda regional y de apoyo a los
productores de café orgánico. Parte central de esta etapa es la autorización en 1989 de la
creación de la emisora de radio demandada en 1980. Esta emisora cuyo nombre es XEGLO
“la voz de la Sierra”, se establece y abre los cauces para darle a Guelatao una personalidad
diferente. De nuevo, una institución que no responde sólo a los intereses comunitarios sino
a los de la región. En 1994, con la energía de la sociedad civil local y regional se
experimenta el establecimiento de un canal de tele visión. Este esfuerzo no fructifica, sin
embargo in troduce la señal de la televisión gubernamental del estado de Oaxaca. En estos
mismos años, al amparo de un programa gubernamental se crea un estudio de grabación
que ha dejado huella en la producción cultural de la música regional. De esto y otras cosas
más se comentarán en otro capítulo.
III. ECONOMÍA
El origen de Guelatao es el trabajo agrícola. Éste, a pesar de las confusiones territoriales,
permitió la sobrevivencia de varias generaciones. Los productos básicos que se obtenían
eran el maíz, eL frijol, la calabaza y muchos otros más. El conflicto territorial entre
Guelatao- Ixtlán en el cual participan también San Juan Chicomezúchitl y Capulalpam, no
fue obstáculo para que los pobladores de Guelatao obtuvieran los elementos básicos para su
sobrevivencia. Baluarte importante en esta actividad es la existencia de suficiente agua para
el desarrollo de los cultivos, esto fue alentado por el papel de lugar de tránsito que jugó esta
población. Es decir, los requerimientos para dar servicio a los arrieros fueron de alguna
manera el estímulo para hacer permanecer una economía que por un lado abastecía a la
comunidad y por el otro aportaba la atención a los transeúntes.
La situación territorial se define hasta 1972. En esta definición intervienen, como ya se
mencionó en capítulos anteriores, dos ejecutivos federales:
el general Lázaro Cárdenas, quien sentó las bases de una relación armónica entre Guelatao
e Ixtlán y Luis Echeverría Alvarez, quien finiquita el conflicto de más de cinco siglos con
la incisión de una resolución presidencial Con el afán de tener una idea más precisa leamos
una parte esencial de esta resolución
“RESULTADO SEGUNDO. Terminando los trabajos mencionados, en el Resultado
anterior y analizadas las constancias que obran en el expediente relativo, se llegó al
conocimiento de lo siguiente. Con fecha 16 de marzo de 1937 en el Salón de Cabildos del
H. Ayuntamiento de Ixtlán de Juárez, estando reunidas ante el C. Presidente de la
República Gral. de División Lázaro Cárdenas, las autoridades de San Pablo Guelatao e
Ixtlán de Juárez y con motivo de la carencia de tierras por parte de la comunidad de San
Pablo Guelatao, las autoridades de este poblado solicitaron del C. Presidente la ayuda del
Gobierno Federal a fin de satisfacer sus necesidades agrarias, así como la realiza ción de
obras de infraestructura. Al efecto, el C. Presidente de la República Gral. de División
Lázaro Cárdenas, dirigiéndose a las autoridades municipales de Ixtlán de Juárez, les hizo
notar las necesidades del poblado de San Pablo Guelatao, entre ellas las de contar con
montes para satisfacer sus necesidades domésticas y construir sus casas, disponer de
aguas para el riego de sus tierras y las que consideraba más importante, proporcionarles
tierras para sus cultivos agrícolas; expresando que consideraba que sien do vecinos del
propio municipio y estando enclavado el poblado de San Pablo Guelatao dentro de los
terrenos comunales reconocidos a Ixtlán de Juárez y no habiendo otros terrenos de donde
dotar al núcleo solicitante, se les debía reconocer el derecho al aprovechamiento de los
terrenos comunales. En la misma fecha, se levantó acta en la que se asentó la conformidad
de las autoridades municipales de Ixtlán de Juárez, en el sentido de aceptar las
proposiciones hechas por el C. Presidente de la República y dar cuenta a la comunidad.
Posteriormente se ratificó el acuerdo levantándose con feb 6 de mayo de 1968, el Acta
correspondiente que a la letra dice: “Acta de Asamblea Extraordinaria de comuneros de
“IX TLAN DE JUÁREZ”, Municipio y Distrito del mismo nombre, del estado de Oaxaca,
relativo a la sesión de terrenos comunales que hace esta comunidad a GLJELÁTAO DE
JUÁREZ y fijación de límites jurisdíccionales. En la Comunidad de LXTLAN DE JUÁREZ,
Municipio y Distrito del mismo nombre, del estado de Oaxaca, siendo las veinte horas del
día 6 de mayo de 1968, re unidos en el Salón de Actos la mayoría de comuneros, en uso de
la palabra el C. Mario Jiménez Delegado, representante comunal propietario, manifestó:
Que estando muy avanzados los trabajos técnicos e informativos, para la confirmación y
titulación de los bienes comunales de los pueblos y teniendo en cuenta que la comunidad
de SAN PABLO GUELATAO se encuentra enclavada dentro de la jurisdicción comunal del
pueblo de IXTLÁN, así como la solicitud que los vecinos del citado GUELA TAO han
hecho para que se les ceda una fracción de terrenos para sus labores agrícolas, tomados
de los comunales de IXTFLÁN, era oportuno hacer tal cesión y señalar definitivamente los
límites entre ambos pueblos. Puesto el caso a discusión después de una amplia
deliberación fue aprobado por la mayoría, ceder al pueblo de GUELATAO la fracción de
tierras que unida a las que actual mente poseen se localizan en los puntos que a
continuación se describen: Partiendo de la margen derecha del Río Grande, con rumbo NE
por todo río seco, hasta los peñascos de El Tambor, de este sitio con rumbo NE sobre el
borde de El Peñasco, mismo de El Tambor, hasta encontrar el cruce de la vereda que
conduce de Jaltiánguis al poblado mismo de GUELATAO conocido con el nombre de
Barranca Blanca de este sitio doblando con rumbo SE en línea recta hasta tocar la curva
de la carretera Oaxa ca-Tuxtepee debajo de la Subestación de la comisión Federal de
Electricidad, siguiendo sobre la carretera con rumbo a Oaxaca, hasta encontrar la actual
brecha y línea de transmisión de energía eléctrica de la propia comisión que va con
dirección a Yahuiche, siguiendo por toda la mencionada brecha, hasta encontrar los
puntos o líneas que limita los terrenos comunales de Yahuiche e Ixt de este punto
continuando por toda la línea divisoria con Yahuiche con dirección a Río Grande hasta el
lugar conocido con el nombre de la Toma que se localiza sobre el Kio Grande, punto trino
reconocido entre Yahuiche, Chicomezúchil e Ixtlán, de este punto, siguiendo por toda la
línea que dividen los comu nales de Ixt y Chicomezúchil, hasta cerrar la poligonal a la
confluencia del Río Grande con Río Seco o punto de partida de este deslinde. A petición de
los asistentes, se acordó que todos los terrenos particulares o comunales en labor, que
como consecuen cia de este deslinde quedasen dentro de una u otra jurisdicción, sean
respetados mutuamente reteniendo al pueblo de Ixtlán, el dominio de posesión de terrenos
lugar donde en años anteriores estuvo instalada la planta de luz eléctrica y un molino de
trigo de propiedad municipal, que con motivo de este deslinde queda dentro de la
jurisdicción que le corresponderá a GUELATAO. Por último se ratifica el contenido del
acta-convenio levantada entre ambos pueblos el 16 de marzo de 1937, ante el C. Presi
dente de la República General de División Lázaro Cárdenas, por que se relaciona el
aprovechamiento por parte de los vecinos de Guelatao, de madera para sus usos
domésticos, agua y pastos, siempre ajustándose a las limitaciones de las leyes federales co
rrespondientes.- No habiendo más asuntos que tratar, se dio por terminado el acto,
levantándose la presente que previa lectura es firmada por todos los que en ella
intervinieron.- Damos fe. Publicado en el Diario Oficial de la Federación de fecha martes
7 de marzo de 1972.”
Volviendo a la economía, es importante señalar a la fruticultura como actividad
complementaria. La naturaleza ecológica de la comunidad le ha permitido tener una amplia
variedad de posibilidades que van del níspero hasta el café, del plátano a la papaya, de la
lima hasta la naranja, de la guayaba hasta la anona. La fruticultura también ha tenido
altibajos. Los temporales en ocasiones han resultado agresivos y han extinguido especies
que en otros momentos fueron de alta productividad. Pese a ello, esta fruticultura ha
contribuido también en la alimentación de la población que habita por temporadas. Un caso
clásico es el de los niños o jóvenes del internado, quienes ante los escasos recursos
alimenticios con que cuenta, suelen de manera cotidiana abastecerse de las frutas de la
comunidad. Esto ha provocado no pocos conflictos y, en algunos casos, hasta el abandono
del cultivo de estos frutales.
La presencia de instituciones de servicio, a la par de ser un pueblo de tránsito, hace que
varias familias de Guelatao centren su atención a esta ciudadanía en la producción de
alimentos, apertura de comercios, renta de habitaciones, productos para alimentación de los
animales de carga; en fin, una actividad productiva que es planeada para la dotación de
estos servicios. Esta economía ha ido creciendo a la par de la de sus propias necesidades;
recientemente se instaló un Centro de Educación Media Superior, cuyo personal reclama
para sí no sólo alimento sino atención en sus necesidades de orden doméstico.
Un aspecto central que acrecienta las necesidades de consumo en los servicios es el
resultado de los eventos de carácter cultural, social, cívico, y educacional que se realizan en
esta población, toman do como base el carácter histórico de la población en estos eventos.
No sólo se manifiestan en reuniones internas sino en convenciones de organizaciones que
provienen de lugares lejanos. La dotación de alimentos sigue siendo vital para una
economía que, paradójicamente, en los años 70 empieza a señalar un abandono virtual al
campo. Decimos que es una paradoja porque es precisamente después de que se incrementa
una gran propuesta de irrigación para tos terrenos agrícolas, lo que ya vimos se da en 1967
como la definición de la resolución del largo conflicto territorial que se da en 1972. La
situación tiende a volverse más crítica con el inicio de lo que en principio se llamó
bracerismo, que más tarde es conocido llanamente como emigración. El atractivo de
mayores ingresos, y el de conocer otros espacios en la actividad agrícola, generan un
verdadero colapso. El sistema de irrigación por goteo que surte en gran medida al de agua
rodada, no alcanza a de tener una emigración que, fundada en tos altos cos tos en la
producción del maíz, se ofrece como una solución adecuada e irreversible.
Por un lado se cuenta con terrenos posibles de elevar la productividad, pero por otro, surgen
los altos costos en la producción. Los servicios reclaman alimentos, y es en este momento
que la dependencia de lo exterior empieza a crecer y a manifestarse como la imagen sincera
de la visión del desarrollo que el Estado mexicano pretende.
Se acaban los conflictos territoriales, pero la dependencia se agiganta con la instauración de
pro gramas de abasto. A través de la Comisión Nacional de Subsistencias Populares
(CONASUPO) se busca detener el impacto negativo de los costos de producción de los
granos básicos, ofreciendo maíz, frijol y arroz producidos en otros territorios o países. Esto
le da la picota final a la producción agrícola de un pequeño poblado llamado a ser ejemplo
de un desarrollo comunitario autosuficiente, sostenible y semiurbano.
Con base en esta información podemos afir mar que la autosuficiencia prevaleciente en
Guelatao mina su capacidad y se incorpora a una estructura dependiente que a la fecha ya
no sólo marca a Guelatao sino a la mayoría de las comunidades serranas.
Los programas gubernamentales que se dan en 1976, al año 2000 no han logrado eliminar
esta situación de dependencia, a pesar de las propuestas innovadoras y altamente
participativas que se presentan en los 80. La producción forestal hace crecer la circulación
de moneda, a través de un crecimiento relativo de las fuentes de empleo, pero consolida la
dependencia regional de la producción externa; esto es lo’que se conoce como
paternalismo, concepción que hace de Guelatao víctima central de un proceso económico
que es decidido desde el exterior. Las instituciones establecidas en Guelatao, si bien es
cierto apoyan a la población en ciertas actividades, padecen también la lógica económica
que priva en el país. Por eso podemos decir que Guelatao no era, lo volvieron dependiente.
Le asignaron un papel de servidor dentro de un marco económico que no resolvió su
economía. Sin embargo sus esperanzas están ahí, los terrenos abandonados reclaman de
trabajo, y por el contrario todo se orienta al establecimiento de una economía fundada en la
educación, la cultura y la comunicación, entendidas éstas, como actividades que hacen de
Guelatao una población de mayor dependencia económica.
IV. GUELATAO EN LA POLÍTICA
Podemos suponer que desde la llegada de los es pañoles Guelatao, como un pequeño
caserío, con tó con una organización específica. A decir de los documentos, primero como
dependiente de San Juan Chicomezúchitl, luego como tributario de Capulalpam y más tarde
como terrazgueros de Ixtlán, Guelatao debió haber contado con grados de representatividad
que fueron evolucionando con el paso de los siglos. Los que encabezaron la lucha territorial
tuvieron grados de responsabilidad para el tratamiento de acuerdos, tanto ante las
autoridades vecinas como ante el propio virrey. No dudamos tampoco que estos
representantes hayan sido manejados para el control de ciertos productos, como los tributos
de maíz y frijol para los encomenderos, como también para la recolección y comercializa
ción de la cochinilla en el siglo XVIII. Podemos su poner también que su asamblea estuvo
conformada desde estos tiempos, instancia de la cual derivaron sus órganos de gobierno. Es
hasta el siglo XX que al adquirir Guelatao la jerarquía de municipio en 1937, contó ya con
un presidente tres regidores y un síndico. Desde entonces este cabildo ha tenido como
apoyo un alcalde, un secretario, un tesorero, mayores y topiles, cantidad que ha variado
dependiendo de condiciones particulares, como pueden ser: conflictos, compromisos,
emigración, etc. A la fecha de la publicación de este documento suman 33 cabildos.
Como presidentes, se ha tenido a maestros, comerciantes, profesionistas, campesinos,
albañiles, etc., todos formados dentro de una estructura de participación comunitaria que
representa un modelo político propio, que caracteriza a la región y que le ha dado una
presencia específica en la dinámica de representatividad existente en el país. Para llegar a
ser presidente municipal se empieza a exigir la participación desde niño en las actividades
de la Iglesia, más tarde como topiles o auxiliares, luego como mayores y más tarde como
integrantes del cabildo. En cada escaño hay diferentes grados de responsabilidad, que van
evidenciando las capacidades de cada ciudadano. Hay ciudadanos que solamente llegan a
ser topiles, pero hay otros que llegan a ser presidentes, incluso alcaldes, es decir personajes
dotados de información, experiencia y capacidades sobresalientes.
Los órganos de gobierno tienen o alcanzan resultados distintos, dependiendo de las
personas que lo integren y de los compromisos que les toque enfrentar. Cada Ayuntamiento
busca dejar como huella una gestión, una obra, y la solución de problemas que la asamblea
les demande.
La asamblea sigue siendo la instancia supe rior: la que diseña, evalúa, premia o castiga la
labor del cabildo en turno. Tanto la asamblea como el cargo, como se le denomina de
manera popular al representante comunitario, son los elementos esenciales que definen la
personalidad de la ciudadanía. Resulta lógico aspirar a la representación del pueblo, pero
esto se logra a través del trabajo, de la dedicación y, por lo mismo, de la responsabilidad
que se asume y se demuestra.
La realización de los trabajos decididos por la asamblea y que ejecuta el cabildo en turno,
en su mayoría son satisfechos a través del tequio. El tequio es el trabajo gratuito de toda la
ciudadanía para el mantenimiento de caminos, construcción de obras, incluso de
aportaciones intelectuales que reclama el trabajo de gestión. El tequio es una obligación que
de principio se realiza de manera directa. Con el tiempo esto ha venido cambiando; los
tequios pueden ser realizados no directamente, es decir, a través de la participación de otra
persona, o bien pueden ser pagados en cantidades acordadas desde la asamblea.
El tequio, así como en todas las comunidades, ha representado una elevada aportación entra
bajo a la comunidad; es una institución o costumbre que no se observa en los núcleos
urbanos, en donde las contribuciones son directamente en moneda y administrados por
equipos especializados. Sin desear entrar en polémica, concibamos que el tequio ha sido
desvalorado desde cualquier punto de vista que se le vea. Si a esta contribución se le da una
connotación económica, podríamos ver que un ciudadano comunitario contribuye cinco
veces más de lo que lo hace un ciudadano urbano. Esta situación tiende a corregirse.
Guelatao ha tomado la iniciativa de valorar económicamente al tequio para explicar el
monto real de las contribuciones de una población que encuentra en el trabajo físico la
única posibilidad de resolver sus necesidades. Esta práctica de trabajo, que bien puede ser
un ejemplo para el desarrollo del país, ha sido relegada a una interpretación de costumbre
indígena en proceso de extinción.
Como parte de las actividades o de las responsabilidades del cabildo en turno, se da el caso
también de resolver la atención a servicios específicos, que van de lo gubernamental a lo
propio. Tales son los casos de la Comisión de Salud, del Comité de Educación, la junta
Vecinal, el Comité de Padres de Familia y el Comité Pro-25 de Enero, que es el responsable
de organizar las actividades del evento quizás más importante de la comunidad como tal.
Estos comités tienen bajo su responsabilidad tareas básicamente de mantenimiento,
principalmente lo referente a la salud y a la educación, situación que no es del todo
positiva, porque estos comités deberían vigilar los contenidos en la educación y las
prácticas de salud para lograr de estas instituciones un impacto de mayor importancia. La
comisión del 25 de Enero es un organismo que concentra diversos tipos de participación.
Esto refleja que la fiesta es el evento que aglutina el ánimo, el trabajo, la contribución y el
ánimo general de la población.
Cada uno de los cabildos, en su proceder, va adquiriendo una experiencia múltiple. A su
interior existen cabildos que les preocupa más la obra, a otros los eventos, otros más las
relaciones con el exterior, algunos de ellos se preocupan por la educación y otros por la
salud, pero estoy seguro que por la fiesta se preocupan todos. Hay cabildos que se sienten
satisfechos por la realización de una obra, como el adoquinamiento de la calle central, la
construcción de un nuevo palacio municipal, el entuba miento del agua potable, la
continuación de la obra de drenaje, la edificación de un jardín de niños, la rehabilitación de
la escuela primaria, la construcción de una cancha municipal, etc.
Pero hay otros que se preocupan por las relaciones con las comunidades de la región, por el
cuidado y el desarrollo de los bosques, por el mantenimiento de carreteras, otros más por la
instalación de los medios de comunicación; radio, televisión, teléfono; algunos, incluso,
hasta por los servicios de transporte que aunque son variados, a veces no llenan las
expectativas que tiene la población local. Son pocos los interesados en la participación, en
la política de oficio, es decir, en procesos electorales. Estos últimos son casos de elevada
crítica, debido a que son actividades determinadas por organismos en los que no interviene
la decisión de una asamblea. Como tal se consideran ajenos y, además, actividades que en
gran manera dividen a la población. Los partidos políticos han tenido en Guelatao un
espacio de expresión libre y neutral.
Algunos ciudadanos, no podemos negarlo, hemos tenido nexos con estos trabajos de
militancia; sin embargo su relación no deja de ser más que un intento por al a la comunidad
apoyos en beneficio de sus periodos de cabildo o bien para mantener dentro de la
comunidad un prestigio de constante preocupación comunitaria. Otros cabildos, y esto más
en las recientes generaciones, se han empeñado en darle a Guelatao la identidad de una
comunidad crítica, es decir, no dependiente de grupos hegemónicos de poder. Por el
contrario, abanderan causas regionales y procuran que Guelatao continúe como espacio
libre de expresión para todas las corrientes de pensamiento que puedan florecer en México.
Esto último ha creado ciertas tensiones frente a la hegemonía del Partido Revolucionario
Institucional, motivo por el cual el partido, que duró más de 70 años en el poder, ha
preferido como espacio para su desarrollo la Cabecera de Distrito. Estos deberes de carácter
político hacen de Guelatao un espacio de expresión crítica, imagen que se ha subrayado a lo
largo de los últimos 25 años, en los que el magisterio oaxaqueño ha logrado manifestar en
todas sus formas su inconformidad por las condiciones que le envuelven.
Como espacio político de expresión, no se puede negar que los partidos de oposición han
encontrado en la cuna del Benemérito de las Américas una posibilidad de disertación y de
definición de sus líneas de trabajo. No son pocos los candidatos a ocupar un puesto de
representación popular los que ven en esta población una tribuna para la exposición de sus
ideas. Todo esto ha sido en enseñanza para los que integran los cabildos municipales, que
por esta misma actitud tienen acceso a foros de toda naturaleza.
No se puede negar que ha sido la herencia de Juárez la que ha marcado la identidad política
de Guelatao. Como constructor de la República, a Juárez no se le puede cuestionar más que
en su apego a ciertos valores que parten de la sociedad mexicana en su conjunto. Guelatao
mantiene una actitud política sólida que promueve en el pensamiento de las nuevas
generaciones la discusión de principios para las ideas que respeten y se fundamenten en lo
propio. Los conceptos surgidos en los últimos años, que son el resultado intelectual de sus
herederos, son tema para otra publicación tanto por su profundidad como por la distancia
que guardan de las ideas patrimoniales de Juárez.
Como tribuna para los estadistas mexicanos, Guelatao ya no es tanto la fuente de
inspiración sino el ideario juarista. Esto debemos tenerlo muy claro para marcar la
diferencia entre lo político comunitario y político liberal; entre lo político comunitario y lo
político republicano; entre la propiedad comunal y {a propiedad privada; entre la asamblea
y el partido político y, de manera bastante general, entre lo rural y lo urbano. La visión
comunitaria está por exponerse; mucho habrán de aprender los líderes internacionales de la
organización política de las comunidades que, como Guelatao, fundamentan en lo propio su
quehacer cotidiano. Sin embargo Guelatao no dejará de ser un ámbito de exposición
política en todos los órdenes, mucho tiene que aprender y desarrollar para que lo suyo sea
reconocido como un elemento más del patrimonio, que nos heredan los hombres
convencidos en el respeto a los demás.
V. LA CULTURA Y SUS RECOVECOS
Hablar de la cultura en Guelatao es también un aspecto de importancia central. Su
naturaleza de tránsito hace que los diversos pueblos de la montaña, a su paso, integren en
Guelatao un abanico cultural que se enriquece al institucionalizarse; la presencia de
instituciones educativas y de actividad gubernamental, los orígenes aparentemente
indescifrables de Guelatao le declaran su zapotequidad. San Juan Chicomezúchitl como
pueblo original le marca a Guelatao su carácter militar en la defensa de sus territorios. Es
un pueblo indígena, practica el zapoteco como lengua básica, pero está integrado por
ciudadanos provenientes de diferentes rincones. Esto no le resta originalidad. Le marca
carácter, le define identidad dentro de un complejo regional cultural, que nada se opone con
la integridad cultural de las comunidades agrarias. Su historia le ratifica esta personalidad,
pero debemos reconocer que es Juárez quien le imprime un sello diferente o particular,
sello que no riñe con su originalidad; esto significa entender a Guelatao más bien como un
centro cultural que con el tiempo se convierte en cívico y más tarde en comunicacional.
Pilar para la reproducción cultural es el evento, sea éste ceremonial religioso o ceremonial
profano. Los eventos que con el tiempo se van convirtiendo en eje de identidad particular
son, ya bien entrado el siglo XX, la fórmula que reproduce su energía de organización. Los
eventos van articula dos a los hechos históricos que le toque enfrentar. La presencia de la
escuela rural mexicana abre tas puertas a un modelo en el cual el evento cívico le subraya a
Guelatao su carácter histórico. No olvidemos que la grandeza de Juárez empieza a
convertirse en patrimonio después de su muerte. Con ello, lo cívico se articula a lo cultural
y esto, a su vez, se con vierte en piedra fundamental para la educación. En el plano
religioso, la reestructuración de Guelatao en 1925 fortalece la emotividad en torno a su
santo patrón. Esta fiesta, hasta ese momento desaparecida por la historia local, renace a la
par de la lucha de las inequidades con respecto a su parroquia, Ixt El maestro Cheo nos
platica parte de esta situación que no deja de ser tensa, además de ilustradora de la
capacidad reorganizativa de una comunidad en torno a su fe religiosa.
Debemos aclarar que la actitud de Guelatao en torno a su religiosidad, incluso por encima
de la in corporación de su identidad histórica, se promueve a sí misma dentro de los valores
heredados desde la Colonia. Esto quiere decir que las Leyes de Reforma, en materia
religiosa y en Guelatao, no trascienden aún a pesar del personaje originario de estas
Reformas. El espacio que nos muestra ampliamente esta situación es el camposanto o
panteón, como se en tienda. El panteón actual es el corredor de la segunda iglesia que
albergó la fe guelataense. Juárez prohibió que se enterrara a los habitantes en los
alrededores de las iglesias, pidió que cada comunidad tuviera su espacio civil para el
ejercicio de esta necesidad. En Guelatao esto no se da, incluso podríamos pensar que hasta
como forma de berrinche, el panteón de Guelatao ha seguido siendo el entorno de la iglesia
desaparecida en el siglo XIX. Desde este enfoque, la cultura, la educación y la religión
empiezan a ser en Guelatao un solo nudo de relaciones. Los niños en el panteón, los
maestros en el ayuntamiento y los artistas, en todo momento nos hacen sentir en estos tres
elementos una sola expresión. Para ser precisos: en la fiesta patronal hay bailables
originados en la escuela, a la actividad cultural se encadena el fervor religioso, no pueden
estar separados los coheteros de los músicos de la banda, como éstos tampoco del sacristán
o del párroco de la zona.
El civismo repercute de manera directa en una nueva cotidianeidad. La celebración del naci
miento del Benemérito como la conmemoración de su muerte se convierten en eventos que
trastocan la rutina, obligan a una organización específica que en un principio era de los
protagonistas de la región, es decir, presidentes municipales, agentes, di rectores de escuela,
alumnado, y que ahora invade comisiones especiales del gobierno federal y estatal, las que
intervienen en el diseño y realización de los eventos del 21 de marzo y del IB de julio.
Estos eventos no sólo han sido espacios de manifestación política, sino ahora, de
emotividades interculturales y deportivas. El 21 de marzo, por ejemplo, no es una fiesta
normal. Con el paso de los años se ha convertido en la celebración cívica más importante
del país que se realiza en una comunidad, incluso de mayor movilización que la que se
atribuye Anenecuilco por la memoria de Zapata. La presencia de presidentes de la república
ha incrementado la importancia de un evento que sale de la capacidad organizativa de la
comunidad. El civismo está estacionado en Guelatao. Un ejemplo especial fue lo que
sucedió en 1972, por la conmemoración del centenario de la muerte de Benito Juárez. No
hubo día que una escuela venida de cualquier parte de la república rindiera homenaje al
prócer. Estos eventos continúan desarrollando su importancia, la que en algunos casos se ve
debilitada por la apatía de los dos últimos presidentes de la república: Ernesto Zedillo
Ponce de León y Vicente Fox. Lo anterior podría decirse que resulta paradójico, si
reconocemos que los principios de la Reforma avalan en gran medida la política económica
promovida por esos presidentes.
Si pensamos que la cultura está integrada de la práctica de las artes, diríamos que Guelatao
ha te nido la oportunidad y el privilegio de reunir a músicos, poetas, pintores y artesanos en
cada uno de estos eventos que se realizaron durante todo el siglo XX. El internado de
Guelatao acuña a artistas de di versa naturaleza, un ejemplo lo representa el maestro
Faustino Méndez López, que en el trayecto de su labor logra el reconocimiento de las
comunidades vecinas y lejanas. El maestro “Tino” fue compositor y maestro de varias
generaciones en el internado que fundó Lázaro Cárdenas, estableció una escuela sui géneris
de maestros de música que apoyaron la labor educativa en todo el país. El intercambio de
maestros de música, tanto zapotecos como mixes, enriqueció su labor a tal grado que en la
actualidad se les reconoce en todos los rincones de la región. De la obra, tanto del maestro,
de los poetas, de los pintores, de los fotógrafos, expondremos una muestra representativa al.
final del presente capítulo.
El programa educativo que inicia José Vasconcelos en 1920 ha tenido una repercusión en
todos los ámbitos. Esta educación, al ser diseñada desde el centro de la república, contiene
principios nacionalistas que le imprimen a la región una necesaria reflexión de en qué lugar
está ubicada. La historia es diseñada por protagonistas ajenos a la región. Las Ciencias
Naturales exponen una geografía nacional que no se centra en la riqueza de la comunidad.
Las matemáticas son tan sofisticadas e inútiles que resultan más que un apoyo, un obstáculo
para el conocimiento. Se trabaja comunicándose en español y no se respeta la lengua
materna. Estos factores hacen que la educación quede de alguna manera maniatada, poco
utilizada en la realidad y más bien distinga la amplia capacidad de perder el tiempo y
solamente favorecer la reunión de los jóvenes, quienes se socializan y elaboran sus propios
esquemas de vida. Esto le da al ritmo social y cultural de la comunidad una aportación más
cívica que educacional. Todo esto se contrapone con lo que sucede se da de una manera
más libre en la década de los 90 y principios del 2000.
En 1999 sale al aire XEGLO “La Voz de la Sierra”, la cual fortalece elementos que
antropológica mente se consideran patrimonio cultural de la región: la música de banda, la
medicina tradicional, la organización social, los avisos e información, esto le da a Guelatao
una nueva tarea de atención regional. La comunidad que quiere que sea difundido el
programa de su fiesta anual tiene que acudir a Guelatao, la banda que quiere que se difunda
su mate rial se acerca a Guelatao, los médicos tradicionales piden el reconocimiento a su
labor y se allegan a Guelatao; todo esto va conformado una nueva red de relaciones que se
traducen en un nuevo evento más, la fiesta de la radio. Este evento reúne una gran cantidad
de protagonistas culturales y autoridades que demuestran que el trabajo radiofónico
trasciende de manera inmediata. Esta fiesta se convertía en un verdadero intercambio, en un
espacio físico ya de por sí cargado de intercambios.
El ánimo por la comunicación no se detiene e invade la televisión. Como ya se dijo, en
1994 sale al aire un canal de televisión cuya señal cubre sólo a ocho comunidades. Desde la
sociedad civil, bajo el nombre de “Fundación Comunalidad”, se experimenta el desarrollo
de la producción de la imagen, esfuerzo que logra un impacto sobresaliente, pero que no
trasciende dado los elevados costos de esta labor. En el año 2000 esta misma organización
lo gra el establecimiento de una emisora de radio más, cuyo nombre es XHGZ “Estéreo
Comunal”. Esta nueva emisora se fundamenta en el gusto musical de los jóvenes y alcanza
popularidad de manera inmediata. Entre el nacimiento de una y otra emisora también quedó
establecido un estudio de grabación que ha permitido la grabación de materiales de más de
350 asociaciones y grupos musicales. Se integra también un laboratorio de fotografía cuya
repercusión ha sido sobresaliente, al grado de haber ganado ya un premio nacional.
La integración de estas instancias de comunicación le dan a Guelatao otra oportunidad, que
se puede sintetizar en lo que es el fortalecimiento de la oralidad y la imagen. Proceso
educativo y cultural que si bien no contradice, sí dista mucho del impacto logrado por la
lecto-escritura que impone el sistema educativo nacional Con eso tenemos a un Guelatao en
proceso de comunicación, que le ratifica la identidad de centro de transformación social, ya
no sólo comunitaria sino regional, incluso estatal y nacional. Estos datos permiten entender
que la cultura y la educación en Guelatao se han convertido en laboratorios permanentes
que cuentan con herramientas de trabajo. Esto puede dar una mayor brillantez al reciente
establecido bachillcrato comunitario, el cual se sustenta en una pre ocupación fundamental,
que es esencia analítica de lo que es Guelatao como comunidad dependiente. porque busca
fortalecer el trabajo desde la decisión comunitaria. De lograrse la realización de esta cu
rrícula de nivel medio superior, podremos imaginar la posibilidad de una universidad que
resuelva necesidades concretas, y que impulse en la región un modelo de vida y de
satisfacción social propio. Guelatao está llamado para seguir siendo el espacio de reflexión
sobre estos temas y con ello consolidar su imagen, si bien dependiente en materia agrícola,
sí propositiva en los planos de la cultura y la educación.
PERSONAJES
A continuación una muestra representativa de la obra de trabajadores de la cultura, que
integrados a una vida comunitaria, desarrollan sus capacidades, sus ánimos y su energía:
FAUSTINO MÉNDEZ LÓPEZ
Músico, poeta y loco que dentro de su obra sobresale “Juventud zapoteca”.
GONZALO MÉNDEZ HERNÁNDEZ
Compositor romántico, quien dedica su labor musical y social al desarrollo de su
comunidad.
RODOLFO MÉNDEZ HERNÁNDEZ
Compositor de música infantil que deja una huella imborrable en toda la región, una de sus
obras es “El señor tejón”.
LUIS RUIZ
Poeta y campesino quien a pesar de las responsabilidades formales de la vida, escribe para
él y para todos sus compañeros de vida:
SAN PABLO GUELATAO
19-marzo-1995
Tierra de historia, leyenda y poesía,
santuario cívico de mi Patria amada,
cuna de hombre que nos marcó un camino,
de justicia, de lucha y de esperanza.
Eres oasis en medio de un desierto,
porque abres tus brazos sin distinción de credos
y de razas,
a todo aquel que hasta ti se yergue
para venir a tomar de tu conciencia,
el derecho a la vida y el respeto a la democracia
Tú eres un vergel florido,
símbolo de tu eterna primavera,
donde anidan las aves que te arrullan,
y se transforma el agua en tu laguna,
tal vez por el encanto que existe en su leyenda.
Eres de mi Patria el altar de los altares,
lugar de promesas y de juramentos,
vive en ti la razón de mi existencia,
de mis alegrías y de mis sentimientos.
Todo en ti es bello, el paisaje y tus costumbres,
el trabajo común entre tus hombres,
y hasta el cielo azul conque te cubres,
en tus noches de estrellas y de luna,
que incitan el amor entre tus flores.
Eres pequeño pero fuerte,
como el roble que crece en tus montañas,
porque ni el tiempo, ni las huellas de un pasado
llenos de sufrimientos y egoísmos,
han podido borrar tu nombre,
del libro universal de nuestra historia.
¡Oh! Pueblo mío, yo te venero,
hasta que llegue el eclipse total de mi existencia,
y si pudiera adorarte más allá del infinito,
se alzará mi voz del fondo de la tierra,
para volver a bendecir tu nombre,
¡SAN PABLO GUELATAO!
PUEBLITO DE MIS RECUERDOS
Añoro tus calles empedradas y torcidas
iluminadas en las noches por la luz de las luciérnagas,
y arrullado por el canto de los grillos,
escondidos entre los cercos de piedra.
Acá se perdió mi infancia,
entre cuentos de brujas, de fantasmas, de leyendas,
cómo olvidar las yuntas ja el arado,
ver tus campos cubiertos de espigas,
y en las tardes cuando el sol moría,
las golondrinas cruzando el espacio.
El tiempo ha pasado, ya no eres el mismo,
y poco a poquito te van transformando.
Se pierde la imagen de aquel pintoresco y bello pueblito,
que fuiste hace años.
Hoy cambian tus casas de adobe y de teja,
destruyen frutales para hacer banquetas,
la modernidad del tiempo te va convirtiendo,
en cemento y arena.
Pero hay algo que no se transforma y nunca se olvida,
tu fiesta de enero, tus flores de mayo,
y en el mes de julio blancas azucenas,
tu lago pequeño con sus aguas verdes,
seguirá por siempre como una leyenda.
Tu nombre en la historia con letras doradas
estará grabando a través del tiempo,
yo sé que algún día dejaré de verte,
y se irá perdiendo mi huella en tus calles,
bajo construcciones de arena y cemento.
HERMENEGILDO GARCÍA SANTIAGO
Músico de origen, autoexiliado del pueblo, nos ofrece su poesía.
Ml QUERIDO PUEBLO
Débil mi lira para loar tu nombre,
ungido de cariño urdí mi pensamiento,
que aflora sin cesar de sentimiento,
cual lámpara votiva, excelsitud de hombre.
Cuántas veces te soñé mi GIJELATAO,
sobre el tálamo azul en que te meces,
nido de cándidas aves canoras me pareces,
soberano de la Sierra... GUELATAO.
Para llegar a ti se precipita mi alma,
al divisar tu caserío desde LA ROMPA,
cual si fueran perlitas de jabón en pompa,
radiante nacimiento de diciembre en calma.
Tu apostura es sencilla y provinciana,
do se respira la paz de tu remanso,
el corazón se entrega a su cabal remanso,
al disfrutar de tu ambiente campirano
OH GUELATAOL. te yergues majestuoso
entre el follaje verde-azul de primavera,
como la alondra que trina dulce tempranera,
así eres tú: sereno humilde y generoso.
Eres la apoteosis de la atracción vigente,
el turista sueña en ti antes de verte,
y e JUARISTA te alaba al conocerte,
vergel florido.., de la Sierra ingente.
.
VI. ALGO SOBRE EL DEPORTE
Cualquier comunidad desarrolla una manera de ejercicio. Sin embargo el trabajo no es lo
mismo que la distracción. Los jóvenes, por los pocos planos que se dan en nuestra
orografía, han decidido darle cauce a deportes como el básquetbol, el voleibol, y en menor
medida al fútbol. Los niños en las escuelas desarrollan los juegos de canicas, el trompo, el
balero, el yoyo, y a últimas fechas hasta los tazos.
El básquetbol ha propiciado la reunión que en la mayoría de los casos ha desembocado en
una organización. Guelatao ha sido sede de un pro ceso especial al respecto. La celebración
del 21 de marzo, dentro de sus atractivos tiene el de atraer a los jóvenes de distintas edades
para competir en un campeonato que en las últimas tres décadas ha despertado un interés
inusitado que refrenda el calor que ofrece esta celebración. La “Copa Benito Juárez” se ha
convertido en un certamen que desarrolla capacidades, ‘pero fundamentalmente relaciones
entre las comunidades. La organización de este evento ha rebasado la capacidad
comunitaria; sin embargo, las comunidades la conciben como la posibilidad para el
desarrollo de habilidades físicas e incluso políticas de la región. La realización de este
certamen tiene mucha relación con lo que se va generando desde la escuela primaria,
secundaria y todos aquellos espacios que permiten el desenvolvimiento de la energía de la
sociedad, Esto hace de Guelatao un espacio integral, en el cual no sólo la cultura, la política
y la comunicación son lo central. A todo ello se incorpora el deporte, lo que contribuye a
herma nar las relaciones entre las comunidades. Y de nueva cuenta Guelatao, como pueblo
tránsito, se ve presionado para desenvolver su capacidad de servicio.
ALGUNAS IDEAS FINALES
La historia de Guelatao es una exacta exposición del modelo de desarrollo que ha diseñado
el Estado mexicano para todo el país. Sus enfermedades tanto como sus elementos de
orgullo revelan una esquizofrenia cultural, una dependencia económica y un creciente
ánimo cívico que fortalece la imagen de unidad nacional, fundada en la obra del Lic. Benito
Juárez. Esta historia nos podría servir para entender lo que debe y lo que no debe hacerse en
materia de desarrollo rural. No partir de las condiciones propias, de las capacidades internas
y de la energía local nos pone en un serio peligro de desestructuración comunitaria. La
fortaleza de Guelatao nos demuestra que los fundamentos de la comunalidad son pilares de
la comunidad indígena en el desenvolvimiento de su riqueza social y material.
El entender este trabajo como un ensayo significa convocar a la construcción de su historia
cotidiana y valorar entre todos nuestra participación en la defensa permanente de la
personalidad de la comunidad en la que participemos. No podemos hacer a un lado la falta
de información que a veces impide tener mayor precisión en nuestras ideas. Se debe seguir
investigando, tanto desde los archivos como desde los testimonios directos de cada
ciudadano. Esta investigación puede ser lograda si se insiste desde el nivel bachillerato, lo
mismo desde los espacios que a futuro puedan ser diseñados desde la Universidad de la
Sierra, institución que está abriendo sus puertas a la juventud serrana.
NOTA BIBLIOGRÁFICA
Resulta cruel darnos cuenta que a elaboración de este material concentra tanto lecturas
como testimonios recogidos sistemáticamente durante más de 30 años. Lo poco que se ha
publicado es básicamente sobre la región. El estudio directo de Guelatao no ha trascendido
más allá de breves pero sanos intentos por de9arrollar esta historia. Por esta razón tanto el
libro de John Chance La conquista de la Sierra, como el artículo de Howard Cline “Los
terrazgueros de Guelatao”, le aportan al texto firmeza en las aseveraciones. “Las memorias
del Maestro Cheo” que aún no han sido publicadas, así como los documentos que son parte
del archivo del Sr. Constantino García, permiten tener más clara la visión sobre la historia
reciente. La economía ha sido estudiada de manera directa y publicada en varios ensayos y
artículos que amplían los criterios para la definición regional. La obra de Julio de la Fuente,
como la de Jorge L. Tamayo, resultan enriquecedoras de as apreciaciones sobre la
naturaleza y la organización social. El estudio realizado por los biólogos Gustavo y Rosario
Ramírez, así como por Norma Angélica, fundamentados en la comunicación con la
ciudadanía, nos permite la identificación más precisa de la vegetación. No dudo que este
libro sea más bien un proceso de auto investigación o de investigación colectiva, que a
partir de esta primera publicación vaya creciendo por sí mismo, con el único objetivo que
nuestras nuevas generaciones tengan estos elementos para que valoren con mayor
profundidad a su comunidad. De lograrse este objetivo, nos damos por satisfechos
.
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