INTA – Estación Experimental Agropecuaria Rafaela. INFORMACION TECNICA DE TRIGO Y OTROS CULTIVOS DE INVIERNO, CAMPAÑA 2007 Publicación Miscelánea Nº 107 EL AMBIENTE DEL SUELO Y EL CRECIMIENTO DE LAS RAÍCES. GIL Rodolfo C. Profesional, Ing. Agr. MSc. del Instituto de Suelos INTA Castelar Generalidades Las raíces de los vegetales juegan un rol fundamental en la producción de alimentos. En condiciones naturales la provisión de agua y nutrientes a la planta depende en gran medida de la posibilidad y capacidad de absorción de las raíces. La disponibilidad de estos elementos depende a su vez de las reservas del medio, su dinámica en el suelo y la colonización que hagan de este las raíces del vegetal. La superficie del sistema radical en general es muy inferior a la correspondiente de los constituyentes del suelo, pudiendo ser del orden de 1000 a 10000 veces menor; por consiguiente el movimiento de la solución del suelo (agua más solutos ) hacia las superficies absorbentes de las raíces, y una buena colonización de las mismas juegan un rol protagónico en la nutrición de las plantas. Al mismo tiempo, el crecimiento del sistema radical esta estrechamente ligado a la provisión de glúcidos de la parte aérea, por lo tanto, todo factor que actúe sobre esta última, también incidirán sobre el crecimiento y funcionamiento de la parte subterránea. Numerosas propiedades del suelo de índole física, química y biológica (afectadas por el manejo antrópico), junto con las características climáticas y el componente genético del vegetal están involucradas en los procesos que regulan el comportamiento radical y de la parte aérea. Por ende sus interrelaciones impactarán sobre la respuesta final en la producción de los cultivos. Por ejemplo, la tasa de profundización de los cultivos anuales pueden variar desde menos de 2 mm/día con temperaturas de suelo bajas y resistencias mecánicas altas, a más de 80 mm/día en condiciones cálidas y de buena humedad. En general, los sistemas radicales de los cultivos anuales difícilmente se extienden mas allá de los 3 metros de profundidad. De todas maneras, la proliferación de raíces en medios sin restricciones, como los suelos fértiles y profundos, puede alcanzar valores muy significativos. Por ejemplo, en condiciones de buena humedad y clima templado, cultivos como maíz, sorgo y trigo pueden desarrollar raíces poco más de 1,5 metros; la soja 2 m y el girasol puede superar los 3 metros. Pero generalmente, del total de las raíces, más de la mitad se concentra en las capas más superficiales del perfil del suelo. 12 INTA – Estación Experimental Agropecuaria Rafaela. INFORMACION TECNICA DE TRIGO Y OTROS CULTIVOS DE INVIERNO, CAMPAÑA 2007 Publicación Miscelánea Nº 107 Efecto del contenido hídrico del suelo sobre el crecimiento y funcionamiento de las raíces. Efecto de la resistencia mecánica del suelo (RM). En condiciones de campo las fluctuaciones en las resistencias mecánicas del suelo, en el contenido hídrico y en la macroporosidad, son las principales fuentes de variación de la respuesta de los sistemas de raíces de los cultivos. La compactación del suelo reduce el volumen ocupado por poros, especialmente de aquellos de tamaño relativamente grande, macroporos. En forma natural, o más frecuentemente por el transito de la maquinaria agrícola, se producen capas densificadas o compactadas que originan resistencias o impedancias mecánicas y que limitan la profundización de las raíces. Desde el punto de vista de al extensión radical y el rendimiento de los cultivos, más que la medida de la máxima presión que pueden ejercer las raíces de las plantas debería centrarse la atención en las resistencias mínimas ejercidas por el suelo que son capaces de afectar el crecimiento del sistema radical, y con ello la provisión de agua y nutrientes. También la condición del perfil del suelo provocada por el tipo de laboreo puede hacer variar la incidencia de la resistencia mecánica sobre el crecimiento radical. La presencia de bioporos generados por lombrices o raíces de cultivos anteriores, grietas naturales o provocadas por la labranza, pueden permitir la elongación de las raíces en zonas del suelo aun con valores altos de resistencia. Es bastante generalizado que cuando las resistencias del suelo exceden los 20 kg/cm2 el crecimiento de las raíces puede verse seriamente afectado o restringido. Sin embargo, es tanto más importante recordar que la velocidad o tasa de elongación puede decaer marcadamente, por ejemplo a más de la mitad, con niveles muy inferiores al mencionado. La RM de un suelo depende principalmente del tipo de suelo (textura), la densidad aparente y el contenido de humedad. A medida que el suelo se seca, la RM aumenta exponencialmente. Por otra parte el incremento en la RP debido al secado del suelo es tanto más marcado cuanto mayor es la densidad aparente El contenido hídrico o más específicamente los potenciales hídricos a lo largo del perfil del suelo afectan directamente la distribución de raíces como también su morfología y su comportamiento funcional. A mayores potenciales de agua en el suelo se produce un mayor crecimiento radical, ya sea por provocar una menor resistencia a la penetración como así también generar un gradiente de potencial agua para un flujo rápido hacia las células radicales. De esta manera las raíces tienden a proliferar en las zonas más húmedas del perfil del suelo. En otras palabras, las raíces no crecen buscando agua sino que crecen porque hay agua. Generalmente se considera que un potencial de -15 bares en toda la zona radical puede generar el marchitamiento permanente en la mayoría de los cultivos. Pero debe tenerse en cuenta que la tasa de extensión radical puede verse comprometida a valores muy superiores de potencial, por ejemplo entre -0,5 y -1 bar, pudiendo continuar creciendo cada vez más lentamente hasta que el potencial agua del suelo caiga por debajo de los - 7 bares o más. Un comportamiento frecuente en la mayoría de los cultivos en condiciones de campo es que la densidad de raíces bajo buenos contenidos de humedad declina exponencialmente con la profundidad, pero cuando la zona más superficial del suelo se seca se puede producir una proliferación de raíces en profundidades con mayores contenidos de humedad. A menudo las plantas pueden desarrollar crecimiento compensatorio de raíces en zonas del suelo favorables cuando el crecimiento normal de estas se ve restringido en otra parte. De la misma manera puede haber crecimiento de raíces en zonas cercanas al punto de marchitamiento permanente si otras partes del sistema radical se encuentra en suelo húmedo. 13 INTA – Estación Experimental Agropecuaria Rafaela. INFORMACION TECNICA DE TRIGO Y OTROS CULTIVOS DE INVIERNO, CAMPAÑA 2007 Publicación Miscelánea Nº 107 Rango óptimo de humedad en el suelo para el desarrollo y funcionamiento de las raíces. Normalmente se considera Agua Útil para los cultivos a la comprendida entre la capacidad de almacenaje de un suelo (capacidad de campo o límite máximo), y e punto de marchitamiento permanente o límite mínimo de humedad por debajo del cual la planta no puede sobrevivir o el grado de estrés hídrico es tal que la producción se ve muy significativamente limitada. Sin embargo, estos límites son afectados por un sinnúmero de factores, y en general, la cantidad de agua realmente disponible resulta menor que la que surge de la diferencia entre tales constantes físicas de capacidad de campo y punto de marchitamiento. En suelos que presentan estructuras densificadas naturalmente como las observadas en aquellos horizontes muy enriquecidos en arcillas (horizontes B); o en suelos con estructuras afectadas por el manejo inadecuado, con síntomas de compactación, la difusión de oxígeno cuando el perfil se encuentro en el punto máximo de almacenamiento de agua, puede verse limitada por una insuficiente macroporosidad. En estos casos por lo tanto, el contenido de agua ideal para un correcto desarrollo y funcionamiento de las raíces resulta inferior al de capacidad de campo. A medida que un suelo se deseca se produce una disminución significativa en su capacidad para transmitir o conducir agua hacia las raíces debido a una brusca caída de su conductividad hidráulica; por lo tanto, la distancia desde la cual las raíces pueden extraer agua de un suelo relativamente seco se reduce a unos pocos milímetros. Es por ello que la extracción de agua a bajos contenidos de humedad depende de la presencia de densos sistemas de raíces. El contenido de humedad afecta marcadamente a la tasa de difusión de oxígeno. La difusividad del oxígeno es 10.000 veces inferior en agua que en aire. En consecuencia, el suministro de oxígeno a las raíces depende de la existencia de un sistema continuo de poros ocupados por aire. Por consiguiente, el contenido de humedad, la distribución del tamaño de poros y la posición topográfica son propiedades de los suelos que afectan directamente la aireación de las raíces. Es comúnmente aceptado que cuando el volumen de aire de un suelo es inferior a 10 % en volumen, el suministro de oxígeno a las raíces se ve afectado. En el otro extremo, el límite inferior de disponibilidad de agua coincide con el punto de marchitamiento siempre y cuando las raíces puedan sortear las altas resistencias mecánicas que se desarrollan en suelos con esos bajos niveles de humedad. C LI 33 V o l.(c m /c m ) RH LS PM Densidad aparente (g/cm3) Estas limitaciones del concepto clásico de agua útil condujeron a algunos investigadores a definir más precisamente el rango de agua útil como el “rango hídrico óptimo” (RHO) o rango no limitante de disponibilidad de agua entre dos puntos: 1) El límite superior (LS) que en este caso estaría representado por el contenido de humedad por encima del cual la disponibilidad de oxígeno se vuelve insuficiente, cuando el valor fuera inferior al correspondiente a capacidad de campo (CC). Al respecto se menciona reiteradamente que un 10% de macro-porosidad, porosidad efectiva o porosidad de aireación sería la necesaria para asegurar un buen suministro de oxígeno a las raíces de las plantas; y 2) El 14 INTA – Estación Experimental Agropecuaria Rafaela. INFORMACION TECNICA DE TRIGO Y OTROS CULTIVOS DE INVIERNO, CAMPAÑA 2007 Publicación Miscelánea Nº 107 límite inferior (LI) que quedaría definido como el contenido de humedad por debajo del cual la resistencia mecánica del suelo impide el crecimiento de las raíces (RP), en aquellas situaciones en que este valor resulte superior al correspondiente a marchitamiento permanente (PMP). Muchos trabajos de investigación realizados han prestado considerable atención a los valores críticos de RP por encima de los cuales no se produce crecimiento de raíces. Algunos investigadores observaron que la máxima presión que las raíces pueden ejercer es entre 7 y 13 kg/cm2 en la dirección axial, y entre 4 y 6 kg/cm2 en la dirección radial. Considerando una amplia gama de tipos de suelo, especies vegetales y técnicas experimentales, los valores críticos de RP han variado entre 10 y 56 Kg/cm2. Esta amplia variación sugiere que la RP medida con un penetrómetro no contempla todos los factores físicos del suelo que afectan el desarrollo de las raíces. En general se menciona un valor de resistencia mecánica de 20 Kg/cm2 como umbral que limita significativamente el desarrollo y crecimiento de las raíces. Otros trabajos establecen una algunos investigadores observaron que la máxima presión que las raíces pueden ejercer es entre 7 y 13 kg/cm2 en la dirección axial, y entre 4 y 6 kg/cm2 en la dirección. proporción de poros mayores a 50 - 100 micrones como un indicador de la capacidad de un suelo para permitir el desarrollo de raíces. Como se observa en el gráfico un aumento en la densidad aparente del suelo, provocará una disminución en el rango de humedad del suelo dentro del cual las raíces podrán expresar mejor crecimiento y funcionamiento. El RHO, se convierte así en un interesante indicador para interpretar mejor la calidad de funcionamiento del suelo, dado que guarda estrecha relación con los cambios estructurales y por lo tanto con aquellos factores de manejo que directa y/o indirectamente los producen, como por ejemplo el sistema de laboreo, las rotaciones, y principalmente todo lo que incida sobre el balance del carbono orgánico del suelo. Sin embargo, si bien se mencionan algunos valores orientativos sobre porosidad de aireación y resistencia mecánica, estos constituyen valores empíricos que carecen de validez en un amplio rango de situaciones. Por lo tanto se crea la necesidad de ajustar con mayor precisión, para cada ambiente, los rangos más apropiados que reflejen las características funcionales del suelo y el impacto que sobre el mismo tiene el manejo agronómico. Algunas consideraciones sobre relaciones hídricas suelo – planta. las Más del 95 % del agua extraída por el vegetal es transferida a la atmósfera, por lo tanto la intensidad de transpiración en la planta determina la intensidad con que el suelo debe reponer tal cantidad de agua. Es indudable que la producción del cultivo esta íntimamente ligada a la transpiración. Los estomas sobre la epidermis de las hojas son las válvulas que permiten la difusión del vapor de agua desde estas a la atmósfera, y simultáneamente permiten entrar el dióxido de carbono para su fijación en el proceso de fotosíntesis. Es lógico pensar entonces, la importancia que tiene el contar con un buen sistema de raíces que permita más entrada de agua a la planta para la transpiración. El funcionamiento del sistema radical no puede analizarse en forma aislada. La utilización de agua por las plantas lleva necesariamente a la consideración de un conjunto de factores, edáficos biológicos y climáticos, con sus respectivas características, que repercuten directa e indirectamente sobre la respuesta del cultivo, pero básicamente el aporte de agua al cultivo y la posibilidad de satisfacer su requerimiento involucra: almacenaje de agua dentro del suelo; capacidad de las raíces de extraerla; capacidad del tejido vegetal de transmitirla a la parte aérea; y capacidad de las raíces de explorar nuevos volúmenes de suelo. Por otra parte la tasa de absorción de agua por las raíces depende de: la tasa de transpiración; la longitud radical y la tasa de absorción de agua por unidad de longitud 15 INTA – Estación Experimental Agropecuaria Rafaela. INFORMACION TECNICA DE TRIGO Y OTROS CULTIVOS DE INVIERNO, CAMPAÑA 2007 Publicación Miscelánea Nº 107 radical; y de la diferencia de potencial agua en el continuo suelo – planta – atmósfera La eficiencia de absorción de las raíces depende de la permeabilidad al agua, la cual tiende a decrecer con la suberización de los tejidos que sigue a la diferenciación y maduración de las raíces. Por esta razón, en un momento determinado, el sistema radical de un cultivo exhibe una amplia gama de permeabilidad, por presentar raíces que recién inician su desarrollo, hasta aquellas que ya se encuentran en estado avanzado de suberización. La absorción es más rápida a corta distancia del ápice radical, donde ya los vasos están bien diferenciados y la suberización no se ha iniciado o es solo incipiente. También es la zona de mayor proliferación de pelos absorbentes. Esto puede tener implicancias practicas de importancia, relacionado con las técnicas de manejo. La densidad de las raíces presentes para extraer agua desde un nivel del perfil, y por lo tanto la cantidad de vasos xilemáticos disponibles para transportar agua, condicionan la respuesta de absorción. Generalmente los patrones de extracción de agua, muestran un mayor consumo de las partes más superficiales del perfil al comienzo, con una progresiva profundización a medida que avanza la estación de crecimiento. A medida que las capas más superficiales del suelo se van agotando, la extracción de agua va cambiando hasta las capas más profundas. Este patrón es acentuado por el hecho que los estratos más superficiales del suelo están explorados por las primeras raíces, con frecuencia muy abundante respecto a los más profundos. Cuando la absorción es pequeña en superficie, por suelo más seco, las raíces absorben mas cantidad de agua a mayor profundidad donde presenta niveles de humedad superior. Si bien bajo condiciones de buena humedad, la mayor parte del agua es extraída de las partes más superficiales, muchos resultados indican que a medida que el suelo se va agotando, una pequeña cantidad de raíces en zonas húmedas más profundas puede proveer cantidades proporcionales a su número. de agua no Bibliografía Dardanelli, J; D. Colino; M.E. Otegui y V. O. Sadras. 2004. Bases funcionales para el manejo del agua en los sistemas de producción de los cultivos de grano, p:377434; en: Satorre E.H. y col. Eds. Producción de Granos: Bases funcionales para su manejo. Facultad de Agronomía. UNBA. Gil R., 1994. Crecimiento radical de la soja en un suelo Haplustol éntico del centro de la provincia de Córdoba: efecto de la humedad y de la resistencia mecánica del perfil del suelo. Trabajo de Tesis presentado para optar al grado académico de Magíster Scientiae. Curso de Postgrado en Ciencias del Suelo. Escuela de Graduados. Facultad de Agronomía. UNBA., pp: 92. Gil. R. 2005. 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