' AÑO X X I . MADKID 30 DE n»n. , . i.ill SEPTIEMBRE DE lÜOS Sortija á la prometida. 422 EL ÁLBUM IBERO-AMERICANO S XT IS/T -A^ T?» I o T e x t o : Crónica europea y americana, por Francisco de P. Flaq u e r . - Cosas d« la Ytlla, por El Abate San Komkn.—Krudictón ai uso, por C. Moreno GArciB..—Arqueología mexicayia, por León Lí'ieal.— Cómo Miguel Ángel adornó la Capilla Sixtina^ por Alej a n d r o Pamas.—Cuentos breves: Lo imprevisto, por P a b ' o y \ íctor Margúeritte.— Los dos en un abanico, por el Cantor de Guadarrama.—F/onV/m/, por Horacio F. Ko^Tignez. — Xiiñez dé Arce, por Félix Martínez Dolz. — Variedades. ~ Teatro Eapa' Hol. — .VttíKÍros grfíiiado9, pt^r l a Redacción. — jlnuncios. CírabailoN: Sorttja á la prometida. — Regreso de una cacrria en Suiza.—Antes de la vendimia. — México: Ciztdad de Jalapa, capital del Kstado de Veracriiz. — Aquí está el ladrón. Cr^OHICAEüeOPüAYAMEECANA £1 otoño.—En Madrid.— Política española.—En kanes.— Austria-Hungría.— Convenio con Torneo femenino.— Vanarías.—Desfile de la los BalMéxico.— Granja. EMOS llegado á la estación del año que sirve de agradable transición entre los fuertes calores estivales y los hielos del invierno, á esta época en que la naturaleza va perdiendo su vigor, como si fuera llegando á su ocaso para envolverse pronto en sudario de nieve. El otoño, sin embargo, con sus frutos y su clima templado, con el sol menos ardiente, con sus noches tranquilas y soñadoras, tiene particular encanto, por esa dulce melancolía que se siente á nuestro alrededor. Es bella la aurora que nace, pero no es menos bello el crepúsculo que se tiende en el espacio. La estación del otoño no era conocida de los antiguos, que sólo contaban tres estaciones. Su existencia es relativamente moderna, ya que sólo la vemos entre los griegos y romanos. Los germanos, posteriores á éstos, no tenían idea de ella, y muchos pueblos meridionales dividían el año en dos estaciones, pues únicamente consiideraban á la primavera como un verano menos caluroso. * * * En Madrid la estación otoñal es la más agradable del año. A ella vuelven las familias de su forzado veraneo, la política toma más bríos, los teatros empiezan sus tareas, se abren los salones, y los paseos se ven más concurridos por damas elegantes y apuestos caballeros. Los teatros de la Princesa, Español y Comedia nos han dado á conocer los nombres de los reputados artistas que trabajarán en esta temporada, y pronto se dará al público la lista de los notables artistas que han de cantar en el Real; siendo dichos teatros el centro de la buena sociedad madrileña, ávida de escuchar buena música y de encantarse con el drama y la comedia. También tienen excelentes compañías de zarzuela los teatros Lírico, Jovellanos y Moderno. En el Lírico vuelve á cantarse con gran éxito la hermosa ópera La Dolores, letra y música del inspirado maestro Bretón y que canta magistralmente el tenor Simonetti. Después de la tempestad viene la calma, aunque ésta sea siempre precursora de nuevas tormentas. Así sucede con nuestra política, que ha vegetado tranquila durante los meses de verano, pero que ya empieza á agitarse con la vuelta de los personajes políticos y con la próxima reapertura de las Cortes. Siguen las mtervieus á la moda con los grandes prohombres de la política española, de los cuales resulta lo de siempre: que los que gobiernan lo hacen mal, y que los de oposición lo h a r í a n mejor. No queremos ahondar la materia para saber quién tiene razón, pero sí puede observarse que todos pecan de poca modestia. De todos modos, debemos apreciar que la situación económica ha ido mejorando hace algún tiempo, y que debe esperarse mayor bienestar si el Gobierno realiza la nivelación de presupuestos sin gravar la industria, agricultura y comercio, que son las grandes fuentes de riqueza de las naciones. * * * No ha cambiado en los Balkanes la situación creada por turcos y macedonios, pues siguen cometiéndose por ambas partes toda clase de atrocidades. El Sultán quiere que se suspenda la persecución á los cristianos; pero éstos reclaman la suspensión de hostilidades y el planteamiento de las reformas ofrecidas. Se dice que Rusia y Austria intervendrán; pero no se nota iniciativa alguna y sólo se ve que los países balkánicos son completamente hostiles á Turquía. Ya se aguarda que en Servia triunfen los demócratas en el Parlamento de Belgrado, los cuales son partidarios de la alianza con Bulgaria contra Turquía, lo cual les ha dado gran popularidad. Son muy alarmantes las noticias de AustriaHungría que manifiestan la actitud de los húngaros de querer separarse de los austríacos. Por las calles grandes grupos cantan el himno de la independencia, y los estudiantes realizan á diario manifestaciones contra los personajes que militan en el partido austríaco. Todos los periódicos piden que Hungría se emancipe de la tutela de Austria, ya que, según ellos, los húngaros sólo participan de los deberes, monopolizando los austríacos todos los derechos. Ya se ha ratificado el Convenio de propiedad científica, literaria y artística celebrado entre España y México y que durará por espacio de cinco años. México tiene grandes escritores, inspirados poetas y notables artistas. En el concurso parisiense, presidido por la Reina de Rumania, que firma sus producciones literarias con el seudónimo de Ca.rmen Syha, han concurrido ocho mil literatas, adjudicándose setecientas recompensas. Ante el éxito obtenido per Fémina en este torneo, la mencionada ilustración ha dispuesto perpetuar este género de certámenes, que, como en este año, se verificarán en los sucesivos, procediéndose en ellos de manera algo semejante á la establecida para los Juegos Florales. Es decir: cada año se designará una reina de la fiesta, que ejercerá la suprema jerarquía literaria hasta el siguiente, en que, por sus propias manos, coronará á la vence- dora del próximo concurso que h i de sucederle en el espiritual reinado. Interesante es la descripción de un viaje a Canarias que hace el ilustrado joven Ricardo Ruiz Benítez de Lugo, y que da preciosos datos históiicos poco conocidos de la generalidad de las personas, que sólo se ocupan de lo que les rodea, achaque que no es sólo español, sino muy parisiense, pues esos ciudadanos no se preocupan de lo que no sea París. Las islas Canarias son conocidas en la antigüedad con el nombre de Afortunadas, y por su excelente clima y por la belleza del suelo han tenido los títulos de Campos Elíseos, Hespérides, Bienaventuradas, Paraíso terrenal y Purpurinas. Toca á su fin la temporada veraniega de la Granja, que inaugura todos los años la Infanta Isabel y que termina al ausentarse la augusta dama. Aristocráticos aficionados han representado las graciosas comedias. El Regimiento de Liqñón y La calle de la Montera., habiendo lucido su talento en el cauto la precoz artista Lulú Gastelain. S. A. la Infanta Isabel obsequió con su esplendidez acostumbrada á t o d o s cuantos tomaron pirte en la función teatral que se la dedicó. FRANCISCO DE P . FLAQÜER. COSAS DE I A VILLA 0 | "sTE año hemos estado en Biarritz en la " ' gloria enteramente. ¡Qué temperatura! —Completamente francés, ¿eh? — ün paraíso. — ¿Y en Carabanchel? ¡ah! Si hubieran podido venirse á pasar un par de días en el Alto, de seguro que muchas personas no vuelven al extranjero, ni á los balnearios de cartel que hay en varias provincias de España. Nada más que dos diítas en el Alto —¿En globo? —En Carabanchel Alto, quiero decir, ó en Bajo. —Vamos, sí; ó en San Isidro del Campo. ¿De qué han de hablar las personas importantes, y las que fingen serlo, más que del veraneo? ¡Seres felices, tostados por el sol de Suiza! que dirá algún poeta de secano. Regresan á cuarteles de invierno á codearse con las clases sedentarias que no han abandonado á Madrid sino en sueño, como el protagonista del viaje cómioo-lírico De la noche á la mañana. En Madrid no encontrarán novedad. Todo está donde estaba. Empiezan á exhibirse en las calles y paseos las primeras caras morenas. Morenas artificiales, por decirlo así, también salen algunas. Es decir, no tostadas por el sol y el viento, ni bañadas por la brisa, sino por los aires matritenses y las a,gna.s jaboneras del Lozoya. Las señoritas Redondo andan por ahí con E L ÁLBUM IBERO-AMERICANO 423 Regreso de una cacería en Suiza. los sombreros de campo, como testimonio pvíblico de que han veraneado. Su papá se ha dejado crecer el bigote y el cabello. Parece un salvaje propiamente. —Mira—decía, viéndole, una joven y transeúnte oficiala del modisto Mr. Antoiue á otra del mismo obrador—; parece un húngaro de esos que traen los calderos. Y un amigo que tropezó con el del bigote y las melenas en la calle de Peligros, le preguntó: —Pedro, ¿de dónde sales? ¿Has estado preso ó emigrado? —Vengo del veraneo. — Habrás veraneado en la Tartaria ó en el Sudán. —No lo creas: en un pueblecito de Portugal, que es una antesala del cielo, ¡Qué país, chico! —¿Pero está habitado ese pueblecito? — ¡Ya lo creo! Familias opulentas d e l reino dos Algarbes y de España. Pero ¡qué delicia! Todos allí casi en cueros, puede decirse, en familia, sin ceremonias, sin etiquetas —Sin vergüenza, vamos. —El mar lame los bajos de las casas, — ¡Qué asquerosidad! —La pleamar se deja la casa llena de pes- cados y de mariscos, tan frescos, que están vivos. —Y el sol ¿se encargará de freirlos ó de cocerlos? — Frutas de todos los climas, desde el naranjo hasta la patata; carnes —Muy frescas; si andabais todos en carnes... —¿Y vino y agua? Y no quiero hablarte de la baratura. —¿Por qué, hombre? Habla todo lo que quieras. —Nosotros somos siete de familia: mi esposa, mi cuñada, mis dos niñas grandes y mis dos menores, y yo. ' — Cuenta justa: siete cabezas de familia: — Es decir, cabezas de familia, más la tuya, pero vale por siete. Pues ya sabes cómo se come en casa. —No tengo el gusto —Bien, pues es lo mismo; en casa se come bien, á Dios gracias; no digamos hasta el derroche, pero con esplendidez; su cuarto de kilo de carne no hay quien nos le quite en cada comida. — 1 \ ^ desgraciado del que lo intentara, entre siete bocas! —Y' nuestro cuartillo de vino al día. —Estaréis siempre con la pajxiUna puesta; ¡Qué exceso! —No se economiza de lo necesario, —Ya lo veo. —Pues ¿á que no aciertas lo que venimos á gastar diariamente, incluyendo el alquiler de un hotelito con ruedas? — ¡Qué sé yo! —Echa un cálculo. —¿Para qué? —Tres pesetas, perro más, perro menos. — ¡Así habréis venido todos! —Salvo las niñas, que no pueden engordar, porque están amando. —¿Mamando? ¡Angelitos! ¡á los veintidós y veinticinco años! —-Que están enamoradas, hombre: es la edad. —¡Ya! —Los pequeños vienen más ágiles —Lo creo. Hay otra variedad muy cómica entre los que regresan. La de los que no han encontrado casa buena, bonita y barata. Está claro: en ninguna parte se puede vivir bien sin gastar dinero. —¿Cómo lo ha pasado usted?—se les pre • gunta—. —Mal, muy mal— responden.— ¡Ojalá no me hubiera movido de Madrid! —¿Y Biarritz? 424 E L ÁLBUM IBEEO-AMERICANO —Malo. — ¡Pero hombre, en Francia! —No me hable usted de Francia, ni de Biarritz. He pagado un franco sin ropa y he vivido como nna, paria. — ¡Qué atrocidad! ¡Y un franco! —Y otro por comer. —¿Y qué? —Que he perdido el estómago. E n uno de aquellos restaurants comí, involuntariamente, carne de caballo. — ¡Hola! —Sí, señor; caballo padre de familia. Pasé una noche horrible: á la mañana siguiente me levanté y arranqué al trote, y estuve trotando durante doce horas. Grracias á un facultativo, volví á ser persona decente. Son preferibles los viajeros benévolos. Er^ ABATE S A N R O M Á N . ERUDICIÓN AL USO JOCAS cosas más fáciles de aparentar que I ™ la erudición que hoy se estila. Un —V^ poco de paciencia, si se trata de redactar un trabajo periodistico, y otro poco de memoria, si de hablar en público se trata, basta y sobra para salir airoso del empeño. Nada de largas vigilias consumidas en r e volver impresos, pergaminos y manuscritcs; ' n a d a de gastar petróleo, vela*, aceite, gas ó fluido eléctrico, hojeando obras antiguas y modernas, exponiéndose á que con tanta lectura el meollo se seque; con veinticinco m i nutos de trabajo se puede dejar al lector ú oyente deslumhrado con un aluvión de citas, reveladoras de una profunda sabiduría. Supongamos que acerca del «eterno femenino» se discute ó escribe. Materia vasta, tan vasta por lo menos como la extensión del planeta donde la3 mujeres habitan, y sobre la cual pocos serán los hombres que no hayan emitido su parecer, opiuióa ó juicio. Materia interesantísima, -además, porque aparte la curiosidad que despierta la observación de que sobre ella no coQcuerdanlos pireceres de los hombres, nada debe haber para éste que más interés le produzca que ocuparse en examinar esa mitad del género humano por la que solemos andar de cabeza casi toda nuestra vida. Prescindiremos de lo que acerca del tema piensen ó hayan pensado los autores castellanos, ó mejor españoles. Presta más autoridad á lo que se dice y escribe, y viste más, porque acusa conocimientos menos vulgares, la cita de un autor latino ó que escrib era en latín, traducida iumediatamente á nuastra habla á fia de demostrar que somos humani-tas completos, que la da veinte esciitorf s nacidos en la patria, asi se:in todo lo clásicos que se desee. Por Plutarco comenzaremos. Sabrán ustedes quién fué este señor, que escribió unas Vidas no sé si perpendiculares ó paralelas. Si lo ignoran es lo mismo; lo esenci-il es la cita. NuUiim omnino ve-rbum de alienis mvlierihus faciendum est, dicen que dijo. De mujeres ajenas no se debe platicar, aunque sea en honra suya. Podremos seguir por Tito Livio, otro romano que compuso una historia de su tierra. Despue's de llamarla animil indomitiim, escribe: femenina cutn par esse ceperit superior efficitur. Lo cual acaso signifique: si á la mujer la haces tu igual, may^p la haces. E n seguida Quintiliano. Sin duda e^te maeítro, engolfado en redactar obras didácticas pira sas discípulos, no aludió eu ellas á las damas más que por esta verdad, que bien pudiera pasar por de Perogrullo: admirialilior in femina, qtiam in viro rirtus, que equivale á: más admirable es la virtud en las mujeres que en los hombres. Después Séneca, un filósofo que debía poseer gran sabiduría, cuando aún se emplea la frase vulgar para encomiar á un hombre que parece un pozo de ciencia, diciendo: es un Séneca. De él son estos galantes pensamientos: aperte r.um mala es vudier, tune demum est bona (buena es la mu'er cuando claramente es mala); mulier ant amant^ aut odit, non liabet inedinm (la mujer ó ama ó aborrece, no tiene término medio), nnllns iratae femeninae dolus sat est (no hay mal que no haga una mujer cou ira); mulieres natura desiderant (es propio de mujeres re crearse con adornos); y amor castae conjugis perennis manes (el amor de una mujer honrada es perpetuo.) arranques de sabiduría económica y prestada: Consilium midieris est invalidum, opinaba. El consejo de la mujer no tiene fuerza. Mulieris sunt media pars hominuiii liberarum, creía; la mujer es la m i t i d d e u n hombre libre. Tampoco la cita de Juvenal, el rey de la sátira, ha de dejar de anotarse: vindicta memo mai/is gaudet, quam femina; propio es de la mujer alegrarse con la venganza; é intolerabilius, nihil est quam femina dives; nada hay más insufrible que una mujer que se precia de rica. Digno remate á erudición tan vasta (perdónese el endecasílabo) serán los testimonios de lo? PadrcS Santos Jerónimo, Agustín, Ambrosio y Juan Crisóstomo, por no hacer más insoportable este articulillo con tanta cita. .Del primero pueden copiarse estas palabras: teñera res in femines, faniapudicitiae; cosa delicada es en mujeres la fama de su honra. Del segundo estas otras: adulterum viru¡n facit mulier, ab eo discedens: la mujer que abandona á su marido es la causa del adulterio de éste. Del tercero las que siguen: puellae parentnm judicia expectent in sponsúlibus; las hijas virtuosas atiendan al casarse el consejo de sus padres. Y del último éstas: uxoris celans crimen patronus est turpitudinis: el que encubre delito da su mujer es reo de su falta. Y así sucesivamente. Como de las mujeres, se puede ostentar brillante eriidición, comparable á las Ixioes que despiden los diamantes/tiísos, con poquísimo esfuerzo, tratándose del amor, de la educación de los príncipes, de la gobernación del Estado, de la moral privada y pública, etc , etc. Todo ello por lo que cuesta un juguete de ferii; por poco más de «real y medio la pieza», que es lo que vale un diccionario de sentencias en un puesto de libros viejos. Tras del filósofo español no estaría mal una cita de Plinio el Maj'or; pero como este naturalista no debió preocuparse mucho r^e las mujeres, apuradillos nos veríamos para hallarla. Quizi esta opinión suya acerca del amor nos sacase del compromiso: snis cuique amor, atrccissimus videtur: á cada uno le parece su amor el más grande. Y tras de Plinio el Mayor, lógico es mentar á Plinio el Menor, ó el Mozo, como le apellidan muchos, probablemente porque su vida la pasase en estado «de merecer». Non est taní validus mulier, quem copiae principales non ad luxum detorqueint: no hay mujer tan virtuosa á la que C . MoHENo G A R C Í A . no traiga algún vicio la abundancia. Salustio, un historiador de no sé qué clases de guerras ó contiendas, nos facilitará esta verdadera sentencia: virtas mnlieris ipsa se satis ARQUEOLOGÍA MEXICANA ostendit:\a. virtud en la mujer se deícubre por si sola. Y Lucio Floro, un poeta de aquellos tiempos, esta otra no menos cierta: si mulier N el México moderno, ciertos trabajos fermosam diiserif, habehis curam; si deformem, de utilidad pública y varias excapoenam; si tomas mujer hermosa, tendrás 'i vaciónos hechas á propósito de ellos cuidado; si fea, castigo. por un arqueólogo distinguido, van dando á De Cicerón, que forzosamente habráu u s - luz, de cuando en cuando, algunos descubritedes oído nombrar y nombrado en multitud mientos parciales, principalmente en los alrede ocasiones, es este pensamiento: facilius dedores do la Catedral y del Sagrario, que mulieris incomiptam antiqíiitatem conservant fueron ocupando poco á poco el sitio de la faeiiqne tenent semper quae prima dedicere. De mosa pirámide. En 1790 se descubrieron las un tal Publio Mimo, este otro: malo in con- Dos Piedras, ó sea dos grandes monolitos essilio, femine vincunt viros. De Platón el si - culpidos, cuya interpretación por León y Gaguíente: midiere dictum est neininem vitare ma 1 señaló el punto de partida de la arqueoposse fortunam . Y de Ovidio, finalmente, el logíafiguradaen México. Muy recientemente, adjunto: lis est cum forma magna pudiciiite. en 1900, tuvieron lugar las excavaciones de Taducidas más o menos libremente las opi- la calle délas Escalerillas, exploradas por el niones expuestas, quizá resultasen de este servicio nacional de autigüedades. Pero, en modo: «frcilmente guardan las mujeres las definitiva, nos faltan elementos para juzgar á costumbres antiguas, y con más consistencia los Aztecas como artistas, como arquitectos retienen lo que primero aprenden», la de y como escultores. Marco Tullo; «en el consejo malo, siempre Sin embargo, otras razas más antiguas aún el de la mujer vence», la del segundo; «entre han dejado la huella de su genio en el terrimtijeres es máxima común la de que nadie torio de Nueva España, y en particular los puede escapar á su destino», la del tercero; y Toltecas y los Mayas. Los Toltecas, de raza la del último: «la hermosura y la castidad náhuatl, como los Aztecas, precedieron á éstos siempre estuvieron en guerra». Aristóteles, el llamado maestro de la anti1 Detcripción histórica y cronológica de laa Do» Piegüedad, no ha de quedar sin mención en estos dras. (.México, Zúñiga y Ontiveros, 1793, en 4.°) E L ÁLBUM I B E R O - A M E R I C A N O e ñ el Anahuao y les legaron—lo mismo qiie los Griegos á los Romanos — muchas t r a d i ciones y enseñanzas. Los Mayas, habitantes ilel Yucatán, de Tabasco, de Chiapas y de varias Repúblicas de las que se hallan actualmente en el istmo, son considerados también, por muchos mexicanistas de hoy día, como los discípulos de los Toltecas^ á pesar de la diferencia de raza y de lenguaje. Todos estos hombres fueron pueblos constructores por excelencia. Según la leyenda de los Nahuas, los Toltecas pasaban por haber inventado la arquitectura, y, á mayor abundamiento, su nombre era sinónimo de edificadores y artistas. Gracias á ellos y á algunos otros, toda la América del Centro ofrece á la arqueología un vasto campo de estudio que se ensancha sin cesar, puesto que, sólo en Yucatán, surgen cada día del bosque tropical nuevos monumentos, y el número de sitios importantes, evaluados por Brinton, hace diez ó doce años, en sesenta, puede hoy estimarse en ciento. E n el Anahuac ó en sus vertientes marítimas, San J u a n Teoiihuacan, Tula, Oholula, Xoohicalco y Mitla; en las regiones yucateóas, Chichen-Itza, Uxmal, LorillardCity, cuyo descubrimiento corres-ponde á un francés. Copan, Comalcalco, y sobre todo Palenque, esa «Tebas americana», para no citar sino las más bellas «ciudades muertas del Nuevo Mundo», son las que me propongo dar á conocer. Ellas nos revelan una arquitectura original y verdaderamente grande, sea que emplease la piedra, sea que revistiese el ladrillo y los guijarros unidos con cemento, con un revestimiento de piedra de talla, de estuco de colores ó de mosaicos, como en Mitla. El antiguo arquitecto tolteca ó maya labró, como el arquitecto egipcio, para la religión y para los reyes templos y palacios, necrópolis reales ó sacerdotales; éstas son, pues las principales manifestaciones de su talento. El templo,' generalmente fortificado, se alzaba de costumbre en un cerro natural ó artificial. L a parte esencial de la obra era una pirámide de dimensiones casi colosales. La pirámide de Comalcalco, en Tabasco, alcanza, á pesar de las injurias del tiempo que la desmoronan cada día, y de toda clase de degradaciones, de 30 á 35 metros de altura por 285 de lado en su base; el templo de Cholula, más imponente aún, se desarrolla en una superficie total de 18 hectáreas, con una altura de más de 50 metros. Como la pirámide faraónica, éstas contenían numerosas habitaciones interiores, probablemente cámaras funerarias; p e r o eran truncadas, como los zigurats de Caldea, y sostenían una plataforma, á la que se sub'a por medio de una escalera monumental que tenía cuatro mesetas sucesivas. En la citada plataforma se alzaba la capilla propiamente dicha, galería rectangular, que daba abrigo á las imágenes divinas y contenía un patio provisto de fuentes para las abluciones litúrgicas. Por último, y tal es el caso de San J u a n Teotihuacan, á ocho leguas al NE. de México había calles de pirámides más pequeñas que precedían y servían de cortejo al monumento principal. Por lo que hace al palacio de los reyes, hay que buscar su tipo en Chiapas, en el palacio cuadrado de Palenque. Con proporciones relativamente restringi- das (la superficie es apenas la del patio del Louvre) revela, por su orientación, por el puesto que ocupa sobre una colina en el centro de la Metrópoli, por sus numerosas salidas, por la torre que lo domina, por sus galerías llenas de sombra 3' de frescura, un perfecto estudio de las condiciones del clima y un ingenioso esfuerzo para procurar toda seguridad á sus moradores, ya fuesen un rey ó un gran sacerdote. Mitla, llamada también Lyoban, ofrecería el ejemplo más característico de Ja necrópolis precolombina en México, sobre todo en las misteriosas criptas cruciformes recientemente estudiadas por M. H. M. Saville, del Amcrican Musaim, y en ese famoso Palacio de las columnas, que posee igualmente su sala hipostila sostenida por seis admirables monolitos. Tumbas, palacios, santuarios de los dioses, todas esas obras revelan la perfecta maestría de sus autores. Estos supieron—y esta es la verdadera señal de las grandes arquitecturas—utilizar para la decoración ciertas disposiciones de construcción, las bóvedas voladas, la forma de construcciones que se dibujan ya en forma de cruz, ya de tau, ya, merced á una curiosa coincidencia con el estilo árabe, en forma de herradura, de trébol, etc. T a m bién se observan algunas combinaciones geométricas, como el losange, los lazos, las grecas, ó, por último, ese signo enigmático, que la arqueología del Antiguo Mundo llama swstika, y la reproducción de idiogramas complicados y confusos de las escrituras i n dígenas, de todo lo cual han sacado afortunados efectos de ornamentación los arquitectos. Desde este punto de vista no han desdeñado ni los recursos que les ofrecía la policromía (Mitla, con su decoración de mosaico blanco, rojo y negro y sus pinturas murales jeroglíficas, es buena prueba de ello), ni los que podía suministrar la escultura. Esta, bastante mediana, preciso es confesarlo, en estatuaria propiamente dicha y en la reproducción del cuerpo humano, manifiesta gran desembarazo cuando se ha tratado de embellecer los edificios. Para esta empresa, la imaginación de los artistas, sostenida por mitos y leyendas, ha hallado combinaciones de formas animales á veces monstruosas, pero de maravilloso aspecto; y cuando han tenido al hombre por modelo sus bajorrelieves, en esos grandes conjuntos en que la harmonía general atenúa los errores de detalle, llegan hasta causar asombro por la vigorosa energía de expresión y por el modelado exacto y bastante delicado. Véase si no el bajorrelieve azteca de la colección Uhde, el de las Criadas de la Reina de Palenque, reproducidos ambos por Waldeck, ó, por último, esas bellas figuras de las escaleras y de las rampas de Copan que los misioneros del Peahody Museum han hecho conocer en los relatos de sus expediciones. 425 CÚilimKLmBiUCiLUSilIi EA en 1508; Miguel Ángel, llegado de Bolonia, se apeó en el Vaticano, aun fatigado de la carrera, polvoriento y cubierto por el sudor. El Papa le recibió en sus brazos y le colmó de bondades y de caricias. —¿Y mi estatua?—le preguntó —. —Terminada. El bronce llegó oportunamente. El retrato de Vuestra Santidad, tres veces mayor del natural, respira majestad y terror. Una espada desnuda brilla en vuestra mano izquierda, tal como lo deseabais. — Ahora hablemos de nuestros grandes proyectos. Todo tu tiempo me pertenece. ¿Verdad? —Estoy á las órdenes de Vuestra Santidad, Nuevos testimonios de benevolencia y de amistad. El Papa se levantó en seguida y, a p o y á n dose en el brazo de su artista favorito, se apresuró á enseñarle todo lo que se había hecho durante su ausencia: las constrncciojies de San Galo, los cuadros de Bramante, los frescos de Rafael. Miguel Ángel, equitativo aun para sus enemigos, no escaseó los elogios. Atravesaron la plazi de San Pedro. Los enormes bloques de Carrara estaban aiin allí esperando, solicitando a ú n el c i n c e l del maestro. En fin, después de haber recorrido en todos sentidos la iglesia, los jardines y el palacio, Julio I I y Miguel Ángel entraron en la Capilla Sixtina. El día comenzaba á declinar. E l Papa se detuvo en medio de aquella extensa Capilla y, alargando la mano hacia la bóveda, le dijo: —Desde la muerte de mi tío, el adorno de este hermoso monumento ha permanecido sin terminar en su mayor parte. Quiero que se diga: «Julio II ha terminado lo que Sixto IV había comenzado.» He ahí la obra que te reservo. Tú serás á la vez el arquitecto, el pintor y el decorador. Para ti es esa inmensa bóveda, llénala de frescos y de adornos, puéblala de innumerables figuras. Hasta ahora sólo ha sido conocida una parte de tu genio, y yo quiero que el mundo sepa, al admirar el techo de la Capilla Sixtina, que Miguel Ángel es tan gran pintor, como inimitable escultor. Miguel Ángel miró al Papa fijamente para ver si hablaba formalmente. —¿Y bien, no me contestas? — dijo el Papa—. —Creo no haber comprendido bien—contestó el artista, asombrado—. - ^ T e he elegido para pintar al fresco el techo de la Capilla Sixtina. ¿Has comprendido bien ahora? LEÓN LEJEAL ' . —Vuestra Santidad se burla de su humilde servidor. 1 El Sr. león Lrjeal desempaña con la mayor au—¿Cómo es eso, maesa Buonarotti? toridad y competencia en el Colegio de Francia una — Mi profesión es manejar el cincel y el cátedra de Autiíjücdadcs americanas. Esta cátedra, martillo; no he pintado nunca en mi vida, y así como otra análoga en Beilín, son debidas á li muniflcenc'a del notable americanista Sr. Duque de Loubat, que consagra á la investigación de las anti- dito d scurso, del que hemos tomado el texto de la güedades americanas, no sólo BU inteligencia y su presente lectura. El Sr. Lejeal da dos cursos semalabor personal, sino también una gran parte de su nales: uno el jueves sobre Las Fuentes españólasele fortuna. El Sr. León Lejeal inauguró sus lecciones la Historia precolombina, y otro el sábado sobre Aren Enero del año actual con un brillante y muy eru- qwologia mexicana. .A-ntes d e l a veao-d-inaia. /<^tI:'í!lli'Slil!l»PSTSiP!l?T:!B^ N: OS o w Q C c <i3 o <! Q P <¡ C LJ I—1 ü o 428 E L ÁLBUM IBERO-AMERICANO hasta desconozco los procedimientos materiales del fresco. Verdad que dibujé un boceto para la sala del Consejo, en Florencia; pero aquello era no más que un dibujo. ¿Cómo queréis que á mi edad cambie repentinamente de profesión? Repito otra vez que esto debe ser una broma, y Vuestra Santidad quiere probarme. —He dicho «quiero» y á ti te toca obedecer. —Y yo digo, Padre Santo, que esta idea no ha nacido, no podia nacer de Vuestra Santidad. Es un lazo infame que me han tendido mis enemigos. Si rehuso, he de permanecer en un obscuro rincón, sin trabajo, é incurro en vuestra desgracia; si acepto, fracasaré sin remedio y perderé la escasa reputación que he adquirido en mi profesión. Pues bien, prefiero arrostrar la cólera de Vuestra Santidad que exponerme á una segura deshonra. Mi partido está tomado. Parto ahora mismo para Florencia. — ¡Esta vez lo veremos!—exclamo Julio II. Y se retiró bruscamente, dejando al artista presa de muda desesperación. Lo que pasó entonces en el interior de Miguel Ángel sólo Dios y él pueden saberlo. La historia no nos ofrece ejemplo de semejantes torturas. Si no sucumbió á aquel golpe, es porque estaba dotado de una fe sobrehumana. ¡Figúrense un hombre que tiene ya ideadas cuarenta estatuas, que no tiene más que dar golpes en el mármol para ver surgir y animarse sus creaciones gigantescas, que llega dichoso y confiado para poner manos á la obra; figúrense este mismo hombre, por medio de un esfuerzo sublime, inaudito, desesperado, cambiando súbitamente de plan, de objeto, de medios, olvidando su pétreo pueblo y evocando todo un reino de sombras y de colores, pasando de un arte á otro en el espacio de una noche! ¡Lucha inmensa! ¡Este es el más brillante triunfo de la voluntad humana! . * * * Al día siguiente, Julio II encontró al artista en el mismo sitio en que lo había dejado la víspera. Tenia la cabeza baja, la mirada fija, los brazos cruzados sobre el pecho y parecía absorto en profunda meditación. Los sufrimientos de aquella prolongada noche habían dejado señales manifiestas en sus pálidas mejillas y en sus enrojecidos y secos ojos; pero en su frente brillaba el fuego del genio. —¿Y bien?—preguntó el Papa—. —Acepto—dijo Miguel Ángel—. —Estaba seguro. Créeme, Miguel Ángel; tus enemigos creian humillarte y te proporcionan un nuevo triunfo. —¡Que hagan venir inmediatamente á Bramante P&T& construir los andamies! Preso en sus propias redes, el envidioso arquitecto trató al menos de hacer repartir los trabajos de la bóveda entre Miguel Ángel y Rafael, su propio sobrino; pero Julio II permaneció inquebrantable. Bramante recibió secamente \a, orden de preparar los tablones y las cuerdas necesarias para montar los andamios de Miguel Ángel. E n cuanto á éste, se había encerrado, con rabia en el corazón y fiebre en la cabeza, rehusando ver á nadie. Cuando todo estuvo listo, el fogoso artista enseñó sus dibujos y quiso asesorarse, para la valoración de sus trabajos, con Julián de San Galo, uno de sus principales enemigos. Mas esta vez la envidia y el odio no carecieron de pudor. Han Galo propuso la suma de mil ducados y el negocio quedó planteado inmediatamente. Después Miguel Ángel se dirigió á la Capilla Sixtina y, dirigiendo por primera vez la palabra á Bramante, le dijo, en presencia del Papa y con tono altivo y de insultante ironía: —¿Cómo se las compondrá usted, maestro, para construir el andamio? —Como lo exige el arte, — contestó Bramante, con no menos orgullo—. —¿Es decir? —Es decir, señor, puesto que usted parece ignorar las reglas elementales del oficio que emprende por primera vez, que haré abrir agujeros en la bóveda y por estos agujeros haré bajar los cuadernales que sostendrán el andamio móvil en que trabajará usted. —¡Perfectamente, maese Bramante! pero ¿me permite usted una sencilla pregunta? —Diga —¿Cómo cerrará usted los agujeros, una vez haya yo piutado la bóveda? —Ya lo veremos—contestó Bramante con mal humor—. Miguel Ángel se encogió de hombros, y llamando en voz alta al maestro carpintero, le dijo: —Maestro, tome todas estas cuerdas, yo se las regalo. Después explicó al Papa, asombrado, por medio de qué mecanismo ingenioso y sencillo quería construir el andamio, valiéndose de estacas clavadas en la pared y según el modelo que ha servido durante muchos años para estas grandes obras. Durante los días siguientes hizo venir de Florencia á Jacobo de Sandro, Ángel de Domnino, Bajiardini, Granni y, en fin, á los más conocidos prácticos de la pintura al fresco. Los hizo subir al andamio y les destinó un paño de pared para que trabajaran á su lado. Dos'ó tres horas le bastaron para ponerse al corriente del mecanismo que desconocía. Les retribuyó generosamente, borró todo lo que habían hecho, se encerró en la Capilla y ya no quiso ver á nadie. ALEJANDRO DUMAS. (Concluirá ) CUENTOS BREVES LO IMPREVISTO 'h! cuan monótona es la vida!—declaró Gervoise estirando los brazos. — No ^<¡>^ acaban de llegar nunca el deseado premio gordo de la lotería, ni la herencia de América, ni la buena fortuna en amor, ni la noticia que asombra como el rayo. Con lo irritado de su mirada, no parecía sino que maldijese al cielo inexorablemente azul, al sol que abrasaba y á los inmóviles follajes del jardín, mientras Acol, muy apacible, lleno de elegante soltura, con las manos blancas y finas, preparaba el ponche con champaña en una ensaladera rústica de porcelana con flores. —¡Pero si lo imprevisto existe! ¡Si en la vida no hay otra cosa! Mira, Fromont, cuan sencillo es. Azúcar, limón, canela. Las fresas y las frambuesas no son de lo más ortodoxo que digamos; tanto peor, puesto que, á serlo, aromatizan. Gaseosas, dos botellas de champaña (uno tras otro saltaron entonces los tapones), hielo, y — a y ú d e n m e ustedes asentir. Los tres contemplaban fijamente la mezcla de color de oro pálido, la deliciosa alquimia, la maravillosa bebida helada, en la cual burbujas á millares se precipitaban á través de la espuma. Estaban impacientes. La lengua se les pegaba al paladar, el calor les rendía: no tenían más que una idea: beber fresco, y echaban miradas de niño goloso al líquido compuesto de hielo y frutas. Hasta el mismo Gervoise llegó á olvidar sus quejas. —¿Por qué no llega algo nuevo?—suspiró Gervoise. — Mi vida está regulada por una especie de pentagrama como el papel de música. Jamás he tenido aventuras ni me he encontrado en circunstancias fortuitas. Esta monotonía de lo diario me desconsuela, me desespera. —¿Lo imprevisto quieres?—contestó Fromont—. Búscalo desde ahora. Pero tú huyes de él. ¿Cómo es posible que éutre en tu vida mecánica? Te has impuesto una disciplina de autómata. Es preciso que sepas vivir. —Sí—añadía Acol—¡nosotros tememos lo desconocido. Nuestra casta, nuestro estado de fortuna, nuestras cosas de familia, las conveniencias, los hábitos, los prejuicios, todo nos mantiene de la mañana hasta la noche en un círculo estrecho de ideas y de actos, de sentimientos y de seasaciones, del cual no nos sabemos evadir. ¿Por ventura saldríamos á la calle sin sombrero? ¿Comeríamos tres horas antes ó después de lo acostumbrado? ¿Iríamos por curiosidad ó con intención caritativa á ÍQstalarnos en un za^juizamí de un barrio de trabajadores? Por temor de caer en el ridículo ó de que se nos tachase de incorrección, no sabríamos arriesgarnos á romper con nada de lo que no3 es habitual. Fromont volvió á tomar la palabra en estos términos: —Hay personas á las cuales un instinto particular pone sobre la pista de la aventura, y éstos son la presa desesperada ó arrebatada de los dramas más agitados, de las desventuras más extravagantes. Estos hacen fortuna y se arruinan súbitamenta; hoy sabemos que se casan y mañana tenemos noticia de que han huido al fin del mundo; pasan por todas las metamorfosis, caen en todas las zanjas, saltan en todos los trampolines. Son las víctimas y los triunfadores de lo impensado. Gervoise zampóse un bocado de fresas y frambuesas y sólo se detuvo ante un pedazo de limón que fué á atravesársele. Tras de lo cual respiró. —¡Bah!—murmuraba entonces—. Si hay que darse tanta pena para procurarse a l g u nas emociones E n verdad, Gervoise estaba resuelto á no darse ninguna. Hallándose bien colocado en una grande administración, se encarnaba en él la regularidad llevada hasta la manía. Calzar zapatos nuevos le hacía desgraciado. EL ÁLBUM IBEEO-AMERICANO Era preciso que el pantalón formase determinados pliegues. Iba por tal acera y no por otra. Exigía platos guisados en cierto n ú mero de minutos contados reloj en mano. ¡Y él, él era quien pretendía que la existencia está falta de variedad! — No —dijo Acol—, no es necesario ir muy lejos para encontrarse cara á cara con el suceso que trabuca para siempre el destino de un hombre. ¿No has resbalado nunca en una corteza de naranja? Por más que entonces ibas tieso y con aire vencedor, ¡crac! te ves patas arriba. Te levantas hecho una lástima, y los circunstantes se ríen á tu costa. Ya traiga dicha ó desdicha, lo imprevisto no puede ser cosa larga. En cuanto á mí, en vez de llamarle, le consagraría cierta desconfianza supersticiosa. ¿Has pensado en lo que una mirada, un amor súbito, pueden hacer que se pierda del presente y del porvenir? Lo imprevisto es el telegrama mortal, la enfermedad y sus terrores; rara vez trae buena cara ni sonrisa de buen augurio. Lo dicho, yo le temo. Acol había sido desgraciado casándose joven y sin reflexióü. Aquella boda concluyó trágicamente, en un duelo, en la muerte de un hombre y en la reclusión de la mujer, la cual se volvió loca. Por más que hubiese transcurrido mucho tiempo desde entonces y todo se hubiera olvidado ya, quedaba de ello una sombra de melancolía en el flaco y altivo rostro de Acol. Fromont continuaba así: —Lo mismo que el premio gordo de la lotería, lo imprevisto se ofrece á ciertas personas sólo una vez, y entonces es como un genio bienhechor que cuanto toca lo transforma y embellece. ¿Conocéis á Ménal y á su linda esposa? Seres dichosos, si los hay, aquéllos. Sacudió la ceniza del cigarrillo y evocó en su mente el recuerdo de la joven pareja. Ménal, médico de una población agrícola, era colega suyo; los dos habían sido camaradas de coiegio, y Ménal, pobre en aquellos tiempos, era ya rico; Ménal, con no ser gallai'do ni hermoso, era amado de una mujer encantadora, en tanto que él, el pobre F r o mont, luchaba trabajosamente en París para hacerse una clientela. Este no sentía envidia alguna: sin embargo, consideraba que el azar había hecho bien las cosas para otro. —¿Y qué?—preguntó Gervoise—. —¿Sabes cómo, de la noche á la mañana, encontró mujer, posición y fortuna? — continuó Fromont—. —No—respondía Acol —. Lo que sí sé es que los esposas llevan un buen tren, aun cuando vivan sencillamenta. Tienen caballos y automóviles y su propiedad es muy hermosa. —Pues, nada—siguió diciendo Fromont—: que Mena], una vez, viajando, equivocó el tren. Al notarlo, encontróse en una ciudad de poca importancia, y allí se detuvo. No había medio práctico para volverse hasta caatro horas más t jrde. Ya está, pues, divagando por el clásico paseo, y luego por las calles medio desiertas; procura ver cómo matará el tiempo. Ve la iglesia con su portada. El café del Comercio, donde hay muchas moscas en la cerveza Periódicos ilustrados de un mes atrás Se pasea por el espacio / 429 Scre)cxS^íre>o<5:)Í^^S^^55S©^Scro)o(st)íe)o<B>5c)5^^5^ ( ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ S S ^ ^ ^ © $ ^ © ^ 9 0 ^ 0 5 ^ 3 ® ^^®3c!9o©c^©$^® í^©3c^©^^©clS§5(^ 7\quí está el ladrón. desierto del juego del mallo, pasa frente al cuartel de la gendarmería se dirige otra vez á la estación. Aún faltan tres horas. E n t r a en una peluquería para que le corten el pelo; ha ganado media hora. Busca cambalacheros, pero allí no los hay. Y el fastidio y el deseo del tren, que no llega, y la consideración de un día perdido, le hacen aquella población odiosa Silencio abrumador aceras sucias perros llenos de lodo t o mando el sol escasos viandantes, labradoras feas, ciudadanos engreídos todos ellos con aire torpe ¡vaya, una atmosfera de estupidez y esplin!.... Aquello era insoportable. ¡Y" faltaban aún dos horas! Ménal volvía por tercera vez á la estación, cuando, atraído por la verdura de un hermoso y fresco j a r din, entró maquinalmente en una callejuda. Vio una verja, tras de la cual había césped y grupos de plantas: las calles enarenadas aparecían limpias; á través de los árboles levantábase una casa de ladrillo rojo, con galería exterior y escalinata, y adornaban las ventanas cortinillas de seda obscura; todo aquello respiraba una calma dichosa. E n u n a luciente plancha de cobre leyó Ménal un nombre que, aun cuando le era desconocido, causóle un pequeño sufrimiento, pues á aquel nombre precedía la palabra «Doctor». No podía menos de confesarse que el colega no estaba mal instalado. Ménal leyó después: «Consulta de una á cuatro.» E l doctor, pues, recibía en su casa. De pronto se oyó un piano á intervalos, cesó luego la música, y surgiendo de entre las flores, una aparición radiante, una luz dorada, una joven, subió á la galería. Cogido en flagrante delito de espionaje, Ménal ruborizóse. ¿Le tomaría acaso por un mendigo ó un soplón? La joven había m i rado algo sorprendida á aquel forastero Este no vaciló ya, y con ademán espontáneo é irresistible tiró del cordón de la campanilla, sin darse cuenta de la extravagancia de aquel acto hasta que la aparición hubo salido de la galería y llegó una criada. —¿El doctor?.... Si éste no se hallaba en casa, aún podía Ménal escaparse del lance. —Allí está el doctor — contestó la sirvienta—. ¿Qué hacer? ¿Qué decir? ¿Pretextaría una consulta? Pero he ahí que se le presenta sonriendo un caballero de rostro franco é inteligente mirada. Un hombre excelente con seguridad. Ménal no tuvo valor para mentir: explicóle su visita, lo del tren equivocado Le habló como de colega á colega, concluyendo por revelarle lo que poco antes no 430 osara, esto es, el súbito é imperioso a t r a c civo de la joven. E l buen doctor, q u e sería u n h o m b r e original, e n c o n t r ó n a t u r a l í s i m a la cosa. H u b o p r e g u n t a s , conversación y refrescos. —¡Teresa! ¡ T e r e s a ! — g r i t ó el médico. Y presentó al forastero su única b i j a . E l d o c t o r era viudo. A l p r o n t o , Ménal no sabía q u é h a c e r s e . . . . después fué t o m a n d o alientos. C o n v e r s a r o n á m á s y mejor y los tres g u s t á r o n s e u n o á otro. Ménal fué i n v i t a d o á volver á la casa. N o dejó de hacerlo. P o r fin, casóse. F r o m o n t vació su vaso. — S í —dijo pensativo Acol—, eso es lo imprevisto. — Y de lo mejor e n su clase — c o n v i n o G e r v o i s e — ; pero sólo u n a vez e n t r e cien m i l llega en semejante forma. EL ÁLBUM IBERO-AMEEICA.NO Con péñola de hierro y voz de trueno levantó una nación agonizante: ¡de todo un siglo fué Quevedo y Dante, y al Viciofustigó, de enojo lleno! Fué un corazón excelso y luminoso, un espíritu sol, un vigoroso poeta-rey, de estrofas de granito; un luchador del Bien, de arpa broncínea, que alzó el alma sin mácula, apolínea, á la región de luz del infinito FÉLIX MARTÍNEZ DOLZ. ria, de D. Manuel Linares Rivas; Mariucha, y El abuelo, de D. Benito Pérez Galdós; La Mantálvcz, de D. José María Quintanilla (inspirada en la novela del mismo título de D. José Maria de Pereda); La guitarra, de D, Salvador Rueda; Amémonos, de don Federico Urales; una obra que aún no tiene título, de D. Manuel Ecliegaray, y la obra premiada en el Concurso de Comedias abierto en El Liberal. NUESTROS GRABADOS Míxico. Sortija n la promclldn. — Hoy la pulsera de pedida ha sustituido á la sortija que antiguamente se le regalaba á la novia en prenda de pronto despoVARIEDADES sorio. Re;;re80 de una eaeeri'a en ítuiza.—Los trajes Preguntaron á un empresario de teatros: de los suizos en todos les casos recuerdan siempre — ¿Es usted supersticioso? —Mucho. Cuando veo que en la sala no hay más á los de los tiempos antiguos. Los cazadores de nuestro grabado no dejan de usar algo de la época que trece personas, me aterro. PABLO Y VÍCTOB MABGUEBITTE. del libertador de ese gran pueblo, del inmortal Guillermo Tell. Una receta milagrosa; — ¿El doctor ha hecho algo extraordinario para Anteíi de la vendimia. — La piadosa muchacha LOS DOS EN DN ABANICO precipitar tu curación? de nuestro grabado, uniendo inconscientemente á — Sí, me ha dicJio que cobraba cinco duros por prácticas paganas sus creencias católicas, ofrece ala visita. EL. Virgen de su devoción racimos de uvas, pidiéndole Cuando perfumado el viento, Elisa, profundamente disgus-tada porque su no- que la vendimia sea favorable, colmándolos deseos vio, que paseaba siempre por delante de sus balco- de la familia. Carmen, tu abanico mueva, nes, no se deja ver desde hace quince días, exclama: no olvides que el pensamiento México: Ciudad de J a l a p a , capital del E Ü — ¡Qué infeliz soy! de tu fiel amante lleva tado de Veracrui.—Es una de las mejor situadas Una amiga, para tranquilizarla, le dice: con su corazón y aliento. —No te aflijas, mujer; todo pasa en este mundo. en la República Mexicana y de las más antiguas, — Sí —contesta Elisa suspirando—, todo me- pues Hernán Cortés la encontró fundada, teniendo ELLA. nos él. ya alguna importancia. Hállase situada al pie de la Como una alegre canción montaña. Macuiltepec, que significa cinco cerros. Su tu aliento y tu corazón, población es de unos 20.000 habitantes, siendo las Áureo, en mi abanico siento. T e a t r o Español.—TEMPORADA DB 1903 Á 1904 clases pebres industriosas y honradas. Posee un ¿Cómo olvidarte un momento, Compañía Dramática. — M a r í a O i i r r r c r o . clima primaveral. si ellos mi esperanza son? ' F e r n a n d o llinz de .flendoia. Jalapa, desde la administración del actual GoberKL CANTOR DE GUADABKAMA. nador, D. Teodoro A. Dehesa, es ciudad que ofrece Madrid. todos los adelantos modernos, poseyendo suntuosos LISTA DE LA CO.\lPAiÑIA edificios, tanto oficiales como particulares. Es patria Director Artístico: D. FEDERICO BALART. de los notables mexicanos Antonio López de SanFlor ideal. tana, Manuel Fernández Leal y Sebastián Lerdo de Tejada. Agudín, Luis. Alvarez, Amparo. Yo conozco una flor de cuya esencia Aquí esto el ladrón. —Con gran alegría presenta Carsi, Felipe. Aranáz, Concepción. Cayuela. Francisco. Blanco, Josefina. mi corazón se embriaga á la distancia: el chicuelo de nuestro cuadro al Micifuz, á quien se Cirera, Alfredo. Bofill, Encarnación. es una flor que tiene tu inocencia, Díaz, Manuel. atribuye el haberse comido una golosina. ¿Quién Bueno, Matilde. Díaz de Mendoza,FerBando. habrá sido el goloso? ¿Cargara el felino con culpas Cancio, María. tu virginal pureza y tu fragancia. Colorado, Margarita. Díaz de Mendoza, Mariano. Fernández, Hilario. Coy, Cecilia. ajenas? Cuando mi ser de pena se consume, Gil, Manrique. Galván, Matilde. LA REDACCIÓN. ella, que todas mis tristezas sabe, Guerrero, Ramón. Guerrero, María. Jufcte, Ricardo. Menéndez, Emilia. en mi espíritu exhala su perfume, Medrano, Luis. Sánchez, Amalia. Miquel, Alberto. eu perfume de amor, místico y suave. Segura, Josefa. EMPRÉSTITO DE MARRUECOS Palanca, Francisco. Socías, Laura. Soriano Viosca, José. Torres, Eugenia. Como el encaje de la espuma leve, Urquijo, Francisco. "Villar, Concepción. del sol el rayo ni el calor recibe: Hallándose en poder del Banco de España las Vilallonga, Fernando. Villar, Dolores, es un jazmín de pétalos de nieve Obligaciones del Empréstito de Marruecos, por diez REPEHTOBIC —OBRAS NUEVAS.—REFUNDICIONES que eu el santuario de mi alma vive. millones de pesetas, los señores partícipes en dicho DEL TEATRO CLÍSICO. Empréstito pueden acudir á la Caja de Efectos en Anoche, en sueño de ideal ventura, Calixto, y Melibea, de Rojas, por D. Francisco F. custodia, desde el dia 28 del corriente, á las horas 8u secreto me dijo conmovida, Villegas; Fuente-Ovejuna, de Lope de Vega, por don ordinarias de oficina, á verificar el canje de sus cary hoy sé que eres la ñor candida y pura Manuel Bueno y D. Ramón del Valle-Inclán; }M petas provisionales por los títulos definitivos. que embalsama el ambiente de mi vida! confusión de un jardín, de Morete, por D. Carlos Díaz Madrid 25 de Septiembre de 1903. — El Secretario HORA ero F. RODBÍGUKZ. Valero; El socorro de los mantos, de Leyva, por don general, GABRIEL MIRANDA. Santa Fe (República ÁTgentina). Narciso Díaz de Escobar; El conde de Sex, de « Un ingenio de la Corte», por D. Cristóbal de Castro. Nuestros apreciables lectores leerán en la presente edición un anuncio de la bien r e p u t a d a firma ESTRENOS. de los Sres. Valentín & Cía., Banqueros y ExpenNÚÑEZ DE ARCE La zagala, de D. Joaquín y D. Serafín Alvarez deduría general de lotería en l l a n i k u r g o , tocante á Quintero; El dragón de fuego, de D. Jacinto Benala lotería de Hamburgo, y no dudamos que les inteA mi querido amigo el insigne vente; Ganelón, de D. Manuel Cano y Cueto; El emir, poeta español Salvador Uuedaresará mucho, ya que se ofrece por pocos gastos alde D. Juan Antonio Cavestany; La desequilibrada, y canzar en un caso feliz una fortuna bien importante. Los dos sindicatos, de D. José Echegaray; El avión Fué un genio potentísimo y sereno E s t a f'atia envía tauíliién ^ r a t h y franco el de D. Francisco Grandmontagne; Agua que corre, y que robó el rayo á Júpiter tonante, proí^peeto oficial á quien lo pida. Andrcnica, de D. Ángel Guimerá, traducida al casy á Víctor Hugo su estro de diamante, tellano por D. Luis López-Ballesteros; Maria Victopara poner al Mal terrible freno. Imp. del Asilo de Hudrfanos, Juan Bravo, 5 Telíf. 2198. EL ÁLBUM IBEKO-AMERTCANO BANCO DE ESPAÑA El Banco tiene á dispos-ición del público cajas cerradas para alquilar, instaladas en un departamento blindado que ofrece toda clase de seguridades. Está abierto al servicio diariamente de nueve de la mañana á seis de la tarde. Madrid 1." de Julio de 1903. —El Secretario general, GABRIEL MIRANDA. P.AGOS DE LA EOl ITATIVA Según cablegrama del 5 corriente, esta Sociedad ha pagado desde su fundación (año de 1859) á sus tenedores de pólizas, por varios conceptos, la suma de 406.062.601 dollars. La Sucursal Española, desde la fecha de su autorización (R. O. de 10 de Octubre de 1882) hasta 31 de Diciembre de 1902, ha pagado: Pesetas. Por fallecimientos 21,960.410,35 » pólizas dótales y de acumulacióa 5.508.727,61 » pólizas compradas 1.666.980,79 » dividendos anuales, rentas vitalicias, etc., etc 1.662.601,70 rN H J I A O i n i I |J^ M A o l L L L ':S'..±-k.-k±X±±'k±.±1^X'ki^'k.-k-k.±^'k±-k^ 16, Rué Scribe, 15. I FELIO Precio: 3 , 4 y 6 pesetas libra. Hay cajas para regalo, de 12 paquetes, á 16,24 y 26 pesetas. +! >^ —ooo— yultramarinosyconfiterías de España. Fabrieasiempre las mismas excelentes clases de Ohocolates, quede tanla predilección gozan entre las persona? de buen gusto. Pídanse siempre estos Chocolates, que se encuentran en todoslos comercios de Ultramarinos de España, ^ ^ Lunas con bisel, grabadas, y ^ •K decoradas. >+ «< Lunas en blanco, azogadas, y >}. ^ plateadas. ^ Despacho: C u a t r o Calles DIRECTOR t CASA Jlítilrl)!.— Escorial. PERANTÓN! 5, Plaza de Bilbao, 5. •K VENANCIO VÁZQUEZ A.nnl»rust.er LA MATÍAS LÓPEZ premiado en Filadelfia en 1897. Este grandioso hotel, dotado de los más excelentes adelantos modernos, hállase situado cerca de la Grande Ópera y de los Bulevares del centro de París. —•!) DEPOSITO D[ CfilSTSLES fUAICESES ÚNICO CHOCOLATE - PARÍS - DENTISTA. \Q\9~ f LO MAS SANO para coDvalecientes GMiHitslflel'itlÉfi i^ssai ENERO 1903 Por faliecimientos 201.266,44 » - pólizas dótales y de acumulación 78.735,00 » dividendos anuales, rentas vitalicias, etc., etc 11.860,16 Tolal hasta 31 de Enero de 1903.... 31.090.591,08 Madrid, 10 Febrero 190.S.—El Gerente, M. Rosillo.—El Secretario, Fernando Mellado. 30.7íí8.729,51 í-::r3!>^j!. E. 431 Oflclnast r>ALMA,8 Oepóilto centrar: MONTERA, 26. Están premiados con 36 Medallas. GAFES, TES, DULCES "^ysrg:"y<j;:::'«c>gx::: •^::M. Bgg] --.§> @¡ i GUILLERMO GARCÍA i £;¿tractOS HIJO Y SUCESOR DE para el P A N D E LO MELCHOR GARCÍA Capellanes, 1 duplicado, principal. MADfílD SONIA ORQUÍDEA AMARIS - DEPÓSITO CENTRAL m i n e r a l e s . © VENTA AL POR MAYOR Catálogos Zocionespara el Cabello MODERN STYLE - ACTRICES — KANANGA ^aua de ColonialUodern Sttjfle gratis. * Parfumerie V- RIGAUD, 1, faubourg St-Honoré (Rué Royale), París. EbdAEON HIEb D E V A C A MARfASi LA GIRAbDA^COnUNICAAL CUTIS LASüAVIEíAD DEL TBMOPBIiO Y LAnÁ3 PERFECTA BLAlíCURA^ ES BLKEJOR YELJMÁSHIGIÉNíeOÍ©, DE VENTAD E N LAS PRINCIPALES "Y P E R F U M E R Í A S BOUQUET DEL ELÍSEO —0'JÍ,'V^A^>- NACIONALES Y EXTRANJER.'\S Se envían FRESCA MODERN STYLE LUCRECIA — KANANGA VIOLETA BLANCA. ESPECIALIDADES FARIVIACEUTICAS !O.A.g"u.as LUIS XV - ARCO IRIS - — DE — — MIMOSA — VIOLETA DROS UERIAS « ¡ ^ •>a casa T I I 0 1 I . 4 K , Sevilla i l , proseiila, en c ó m o d a y eiapléiidlda liiiitalneión, eaprlcho.sos objetos p a r a regaloüi, marcaduti á preelos m u y itajoü. Jjtk casn T I I O r a A S , S e i l t l a ¡S, vende l a perfumería íiiia á p r e e l o s m u y rediie!do<a. Lífl c a s a T I I O . H A S , Kevilla 3 , lin estalileeido u n a ^ r a n expo!)ieión d e tarjetaf) p o s t a l e s ilii«lradas q u e , c o m o lo a n t e r i o r , vende n prrr¡o.s r e d u c i d o s . C V S V X H O M . \ S , S e v i l l a , 3 . — PulHflo <le lii EÍHJITATIVA ií<S)-»!^3^i^Q<iíí=&í¿#£x¿í^S3f DE VENTA: Establecimientos de los Sres. Bernardo Gómez, Desengaño, 3; Ignacio González, Ptiencarral, 74; Sobrino de Morfno, Plaza del Ángel, 17; Viuda do Gómez, Serrano, 7; Perfumería de Urquiola, Mayor. Al por mayor: « i U I L L E R l I O 0 4 R C Í 4 , «^apellanes, 1.^ P D A D A n n Q ^'^ alquilan en esta Administración, CAMPOMANB^S, 3, Ufr» A D A U U i ^ al precio de 5 céntimos centímetro cuadrado. EL PROBLEMA FEMINISTA CoDfci'ciicia (le CoDCcpciÓD GÍIBCDO k Flaficr en el Ateneo de Madrid. Edición de lujo: UNA PESETA ejemplar. LIBRERÍA DE FERNANDO F E CABRERA DE SAN .JERÓNIMO, 2 432 EL ÁLBUM IBERO-AMElilOANO '^ÍS CACAOLINA FOSFATADA BELON A. C O I P E L í LalIilFelFÉÉEsisi • • • FLORISTA Alimento comi)leto de los ni- Concepción Jeróniíiia, 4, pral. ( ños en el período del crecimieni t o , ancianos, convalerientes y Compañía de Seguros reunidts. • • oXXo ; personas débiles. Es de un sabor AGENCIAS ; muy agradable. > en tilas las proíincias ie [spaña, fraiíia j hñ¡i\. ] 39 A K O S m EXISTENCIA ilfE la rníMm contra INCÍlOli B a r q u i l l o , 1. — M a d r i d . i EN MADRID: E n las priiici- I • pales Perfumerías y Peluquerías m ] X en la de P u i g , Preciados, 6. ' é No confundirse c o n las t i e n d a s . - ^^ ^K Ji LAS DOS P A L A B R A S EL. ÁOUiL_A r,R.4N BAZAR DE HOPAS HECHAS POLUCIÓN BENEDICTO FÁBRICA DE C O R S É S Hijas de Julia A. de Zugasti CORSETERAS DE I. A IlEAL CASA t jlicen-fosfatí ie cal cci U pnmtadat en varias Exposiciones, I n v e n t a d o hace años el Corsé/aja de Salud, que ha dado tan buenosresultados , pueden hoy ofreoei los de otros sis temas m á s modernos, para dis minuir el volumen del cuerpo y tener más agiliLAS DOS PALABRAS ¿ad. Corsés parn OalleHortaleza.l contrahechas, va riedad enfajasy corsos para novia. Se remiten á provincias y al ex tranjero. Y GÉNEROS PARA CONFECCIONAR A LA MEDIDA CREOSOTAL Preparación la riiás racional para curar la tuberculosis, bronquitis, catarros crónicos, infecciones f í r i p a l e s , enfermedades consuntivas, inapetencias, debilidad general, postración nerviosa, neurastenia, impotencia, enf e r m e d a d e s mentales, caries, raquitismo, escrofulisino, etcétera. F r a s c o , 2,50 p e s e t a s . F a r m a c i a del Dr. Benedicto, San B e r n a r d o , 41, Madrid. PRECIO FIJO Preciados, 3, esquina i la de Tetuán. Teléfono número 661. Marca registrada MADRID Invitación para participar á l a p r ó x i m a Gran Lotería de Dinero. ir y.» S^©®C! !s®®e S^fcL-iüQ OE Lí CilPli im] I3E f I j f i i o a , <lo C i i l > a . y >±«'.iioo. Servicio mensual áVeracruz,saliendo de Bilbao el 16, de Santander el 19 y de Corufia oí 20 de cada mos, directamente para Habana y Veracruz. Combinaciones para el litoral de Cuba, Isla de Santo Domingo, CentroAmérica y Norte y Sur del Pacífico. r i o IV«"w->^oi'lc, Cut>}* y >I<'j¡oo Servicio mensual, saliendo de Barcelona el 26. de Mál»ga el 28 y de Cádiz el 30 de cada mes, directamente para Ne-vc-York, Habana y Veracruz. Combinaciones para distintos puntos de los Estados Unidos y litorales de Cuba. También se admite pacaje para Puerto Plata, con transbordo en Habana. l ^ í n o a . «lo 'Voiio:«ii<?la.-Ooloml»ÍH.. Servicio mensual, saliendo de Barcelona el 11, el 13 de Málaga y de Cádiz el 15 de cada mes, directamente para las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Santa Cruz de la Palma, Puerto Rico, Habana, Puerto Limón, Colón, Sabanilla, Ciiragao, l'uerto Cabello y la Guayra, admitiendo pasaje y carga para Veracruz con transbordo en Habana. Combina por el ferrocarril de Panamá con las Compañías de navegación del Pacífico, para cu3'08 puertos admite pasaje y carga con billetes y conocimientos directos. Combinación para el litoral de Cuba y Puerto Rico. Se admite pasaje para Puerio Plata, con transbordo en Puerto Rico; y para Santo Domingo y San Pedro de Macoris, con transbordo en Habana. También carga para Maracaibo, Garupano y Trinidad con transbordo en Curagao. § L f n o a . < l o Bii«;n.oíBi A l r o s . Servicio mensual, saliendo de Barcelona el 2, de Valencia el 3, d.í Málaga el 5 y de Cádiz el 7 de cada mes, directamente para Santa Cruz de Tenerife, Montevideo y Buenos Aires. X^fiio» d o O a n a r í a s . Servicio mensual, saliendo do Barcelona el 17, de Valencia el 18, el 19 do Alicante y de Cádiz el 22 de cada mes, directamente para Casablanoa, Mazagán, Las Palmas, Santa Cruz do la Palma y Santa Cruz do Tenerife, regresando por Cádiz, Alicante, Valencia y Barcelona. L f n o a , d e F ' c i - i i a . n d o Ir*«lo. Servicio bimestral, saliendo de Barcelona el 25 de Enero y de Cádiz el 80 y así sucesivamente cada dos meses para Fernando Póo, con escala en Casablanoa, Mazagán y otros puertos de 1» costa occidental de África y üolfo de Guinea. L í n e a d o TJlníí-or". Salidas de Cádiz: Lunes, Miércoles y Viernes. Salidas de Tánger: Martes, Jueves y Sábados. Estos vapores admiten carga con las condiciones más favorables, y pasajero.», á quienes la Compañía da alojamiento muy cómodo y trato muy esmerado, como ha acruditado en su dilatado servicio. Rebajas á familias. Precios convencionales por camarotes de lujo. Rebajas por pasajes de ida y vuelta. La Empresa puede asegurar las mercancías en sus buques. Aviso Iniportantc.—La Compañía previene á los señores comerciantes, agricultores ó industriales, que recibirá y encaminará á los destinos que los mismos designen las muestras y notas de precios que con este objeto se le entreguen. Esta C(/mpañia admito carga y expide pasajes para todos los puertos del mundo servidos por líneas regulares. i2fS)<0^ ]VX;ifoosí B-A.K,aEIL,01Sr.i!V X^fíica, d e F i H p i i i « s . Trece vi jes anuales, saliendo de Bar< olonaoada cuatro sábados, ó sean: 3 y 31 do íJner.), 28 Febrero, 28 Marzo, L^5 Abril, 23 Mayo, 20 Junio, 18 Julio, 15 Agosto, 12 Septiembre, 10 Octubre, 7 Noviembrs y 5 ÚicifmVjrc; directamente para Port-Said, Suez, Colombo, Sm^apore y Manila, sirviendo por transbordo los puertos de la costa oriental de África, de la India, Java, Sumatra, China, Japón y Australia. Línea, 00.000 0(sr~ ' rmi>o^s¡s^s^6 I.a Tjotería de Dinero "bien i o i p o r t a n t e , a u t o r i z a d a por el a l t o Gobierno lie Híimb u r g o y garantiza'ía por 'íi HanieniUi públicH (iel Estado, contiene 111.000 billetes, (le los cuales 5 3 . 7 0 5 deben obtener premios, inclusive ocho premios e.xtr.iordinarios. — Ademiís B6 r e p a r t e n HI final d e l a lotería 5 7 . 2 0 5 bt.letes g r a t u i t o s , valederos p a r a l a p r i m e r a cla^e de l a siguienta lotería.—Todo el capital ase/ende á ó aproxim:id;imeiite Pcsctas1.000.000 como premio mayor pueden ganarseen caso más feliz en la nueva gran Lotería de dinero garantlzida por el Estrdo de Hamburgo. bispecialmentt; 1 P..ÍO 3 0 0 0 0 0 i.';^^". 200000 1 .>:= iooooo 1 . r t 80000 1 ^^. 60000 2rí= 50000 l ^ t 45000 Sa'^ía™- 40000 JL á.Mal eos 51= 5r= ^* Íj*y^J Jyj 80000 20000 á Marcos 15000 16 l^Z 10000 40 r = . 5 0 0 0 1.00 r = " 3000 160r= 2000 ( ) 1 9 n = 1000 812rM::y400 3 2 0 1 4 - r = 109 200l7/:^r::300,200,144, III, 100, 78, 45, 21. Marcos 10.856.562 6 sean m á s de I'íi.SETAS 18.000.000 La instalación favorable de esta l.otpria está a r r e g l a d a de tal m a n e r a , que todos los a r r i b a indicados 5 5 . 7 0 5 prtnnio.s, inolnso ocho premios e x t r a o r d i n a r i o s , h a l l a r á n sf'guranientfl su decisiós en sifte clases sucesivas. E l premio m a y o r en caso m á s fortuiito de l a p r i m e r a clase pu^^de importHr Marcos 50.000, el d é l a s e g u n d H 5 5 . 0 0 0 , asciende en l a t e r c e r a á (iO.OOO, en l a cnartrt á 7 0 . 0 0 0 , en la q u i n t a á 7 5 . 0 0 0 , en l a sexta ¡i 8 0 , 0 0 0 , y cu la s é p t i m a c l a s e puede, en caso más feliz.eventaal mente imp o r t a r « 0 0 . 0 0 0 , especialmente 3 0 0 . 0 0 0 , 2 0 0 . 0 0 0 1 0 0 . 0 0 0 iMavcos, ere. La Oasa Infrascrita invita por la presente á Ínter' sarse en e s t a g r a n ÍJ Jteria de Dinero. Las personas que nos envian sus podidi)S se servirán a ñ a d i r A la VPZ los respectivos import--s en b i l l t t e s de Bauco ó sellos de correo, remitiéndono¡>los i»or Valores declarados A en l i b r a n z a s de Giros Mutuos sobre Madrid ó Barcelona, t-xtendidas á n u e s t r a orden, ó en ledras de cambio fácil á c o b r a r , p o r certificaco. Se p u e d e n h a c e r e n t r e g a s p o r n u e s t r a c u e n t a t a n t o en t i Cródit Lyoiiuais de Madrid como en todas las agencias de est^ establecimiento en provincias; en e&te ú l t i m o caso se debe indicar q u e l a oonsiguinnte e n t r e g a h a de t r a s p a s a r s e al Orédit l.yonnais e n Madrid p a r a su abono en nuestra cuenta. En todo cHíío se debo miindarnos con el pe lido el recibo c o r r e s p o n ü e n t e á H a m b u r g o . Para el sorteo de la primera clase cuesta: 1 Billete orig^njl, entero; Ptas. 10 1 Billete original, medio: Ptas. 5 F.l precio de los billetes de las clases siguientes, como también la inst dación de todos los premios y las fechas de los sfjrteos, en íi i, todos los p o r m e nores, se verá del p r o s p e c o oficial Cada persona recibe los biiletds originales directamente, que se hallan provüstos d e las Trinis del Kstado, como también el prospecto oficial. Verificado el s o r t e o , se envía á tudo interesado la lista oficia! de los números a g r a c i a d o s , provista de las armas del E s t a d o . El p a g o de los p r e m i j s se verifica según las disposiciones indicad is en e' prospecto y bajo g a r a n t í a del E s t a d o . Kii caso que el contení lo del prospecto no convenga á los interesados, IÜS billet ;s podrán devolvérsenos, pero siempre antes del sorteo, y el i m p o r t e remitido será restituido, l.os pedidos deben reniiiÍDienoi d i r e c t a m e n t e lo más pronto posible, pero s i e n i p e antes del 20 de Octubre de 1903. Valentín y C Hanil>uj:*^o. (Alemania.) Para orientarse se envía gratisy franco el prospecto oficial á.qulen lo pida.