LA CRITICA Y SU PROBLEMÁTICA por ALONE Cierto número de escritores chilenos, entre los cuales hay de indudable talento, han tomado la costumbre de reunirse, en ciudades lejanas, para hablar mal de los críticos. algunos Hasta a veces lo habían hecho en privado o aisladamente; pero la y no debe olvidarse que, además, existe una circunstancia nueva. En otros tiempos la publicación de una obra importaba rudos sacrificios al autor. Tenía que costearla él y, por lo general, perdía su dinero. El vuelo que han tomado las casas edito riales deja hoy día utilidades pecuniarias no siempre despreciables, lo que cambia mucho la situación y también lógicamente las actitudes, los procedimientos. A la pasión literaria se agrega el negocio. ahora actualidad es comunitaria El crítico que emite una opinión en público, sea quien sea, influye los lectores, modera o estimula el interés de los libreros y pesa sobre la balanza de pagos, aumentando o disminuyendo las entradas, sobre regulando hasta cierto punto los derechos de los autores. No ocurre siempre; pero conviene considerar ese factor. Los otros, que han actuado desde que hay críticos y escritores, se asimismo reforzados por la publicidad cada día más vasta y la difusión de las bellas letras, incluso en la masa. ven Basta consultar las pran en proporción más Ahora bien, por aliente en su fuero estadísticas. libros grande íntimo En Chile se lee mucho, que en cualquier país que se suponga el novelista o el se com latinoamericano. la idea de sí mismo que poeta, el sufragio público, — 195 la aprobación de los desconocidos anónimos, la nombradla, la la gloria, constituyen para él una alimentación indispensable. Se la ha comparado to, al aire que al agua al (según Montherlant) para el sedien le permite respirar y también oxígeno que respira, hidrógeno que, acrecentando subir por los espacios. al Todo fama, el volumen, los dilata haciéndolos La perspectiva de ver de las miradas, tema de los comen horizonte, tarios, le parece el preludio de la vida inmortal. En el mismo senti miento se mezclan un egoísmo vecino a la egolatría y juntamente la fraternidad universal, el amor a todas las creaturas en cuyo seno se hallaría grabada con caracteres imperecederos, la imagen de su yo. escritor aspira con vehemencia a eso. su silueta sobre el Debemos objeto ponernos en mos comprender su los ponen el ira y comprenderlo. Sobre todo, debe que, entre él y ese paraíso, se inter su caso al pensar críticos. Ellos le miden hidrógeno. el agua, le suministran el oxígeno, le administran Son los eternos intrusos, los intermediarios estrechos, llenos de caprichos, individuos con frecuencia fracasados, desprovistos de fan tasía creadora, ignorantes y frivolos, en los cuales no arde la chispa divina ni el calor humano, incapaces y entrometidos, que no se sabe cómo detentan un fragmento de soberanía y que no solamente los discuten y atacan, sino, el colmo, los ignoran a veces, los relegan, a veces, al silencio, sumergidos en las tinieblas exteriores. ¿Con qué 'derecho? Por mi parte les hallo razón. Nunca he sentido el absurdo y la injusticia de semejante estado día que, sujeto a tratamiento médico, bajo las manos de un masajista, detuvo éste sus maniobras para preguntarme con aire de curiosidad qué era lo que yo escribía para los diarios. Parece que había oído vagamente algo de mí. Procurando ponerme a su altura, le con testé que los escritores me enviaban ssu libros para que los leyera 5/ que yo decía, después, si me habían gustado o no me habían gustado. como un Recuerdo su ¿Y le pagan cara de estupefacción. por eso? Hube de responderle que lidad, volvió a sus masajes, sí. Haciendo un gesto de total incredu sin agregar palabra. Detalle curioso: años más tarde me mandó los originales de novela. 196 — una La los de parcial, autores no lo a esta desempeña una función "un verdadero crítico", un ilustrado, incorruptible, que no sería social indispensable crítico objetivo, im; obedezca a sus preferencias y otras virtudes. y reúna, además, Surge la dificultad de y quiénes los falsos. situación aceptan. el crítico que sea personales gustos término pdherle Pero los críticos. Según ellos, a condición de más eficaz manera suprimir a averiguar quiénes los "verdaderos son crí ticos" Muy sencillo: un decreto, enseñe los a críticos deberes sus que para ponga que se si reglamento, un Corporación de Reforma Literaria las quiere produzcan lo una más, cosas en orden que y, les el país necesita. Cuestión de planificación, de técnica. Años y años atrás, en Francia, un gran novelista, Maupassant, menos, esbozó algo parecido en el prólogo de su más famosa novela. Ahí están, formulados, en su prosa terminante los artículos nada del Código de la Crítica. Examinándolos ese código término, con imperioso. Y su clásica sonrisa, Anatole France analizaba a los pobres críticos. En último en esclavos. A un lado como cosas compadecía su suerte era convertirse inútiles, la experiencia, la sensibilidad, el tacto, cuanto constituye en todo orden el valor v la fuerza de la personalidad humana. Su panel, se debía limitar al de espejos obedientes que reflejaran con exactitud la intención, las ideas, los prejuicios del autor, sin deformación algu Sólo así tenían derecho bre de "verdadero crítico". na. la a existencia podrían aspirar al nom de la realidad, con hallaba preferible no inter venir tanto y dejar aue la lucha oor la vida y la selección natural arreglaran el asunto. Que juzgara el público, que opinaran los lectores. Llevando cluía con un el problema desolador al terreno y escepticismo movedizo que el crítico, replican los autores, lo primero taue hace de los lectores y dirigirse al público. Y es, justamente, quiere impedir. ¿Entonces? Pero es que es apoderarse lo que se Volvemos a la autoridad. Reconozcamos sus de fueros. No la es una Ahí Premio Nacional de Literatura y sus tangibles beneficios. ¿Quién podría discutir sus fallos? Astros que se iban consumiendo y apagando han sido colocados nuevamente en órbita, gracias a su novedad absoluta el magisterio algunos sobre mayoría. está el sabiduría, — 197 Apliquemos Desde tiempos, No luego, nadie "carnet" el existe el sistema a diálogo ha pagado debería crítica. ejercerla sin un "carnet" estampillas, las cuales, sus cualquier debidamente inscrito y que ventajas, presentan puede incrementar los fondos entre otras que con su producto financiamiento de tener "carnet". En estos del conglomerado humano. sin es una pieza esencial posible la inapreciable de para el la cosa. Los escritores nacionales deberían analizar esa problemática. "carnet" Sólo la existencia y la existencia del garantizan la se guridad de que algjún día aparezca, por fin, el "verdadero crítico", infa lible e inapelable, definidor del bien y del mal, inteligente, culto, ecuánime y, lo que nunca está de más, dotado de cierta capacidad de escribir. Pero no de mándolos en su escribir para dimensión burlarse de ellos, como algunos, sino to de Mesías, iluminado con la vista profunda penetrante en el porvenir. En mo el fondo, la provisto entren ahí, de sin problemática ruedas y se reduce construir un a engranajes para que molestias para nadie, y comiencen a funcionar, de todos, administrativamente. Es lo denominarse la integración de la crítica en la sociedad se debe, mecanis los dientes del con provecho crítico como que podría contempo ránea. DÍAZ ARRIETA, HERNÁN (ALONE). Crítico chileno. Miembro de la Academia Chilena de la Lengua. Premio Nacional de Literatura (1959). Su con libro data de 1910: "PROSA Y VERSO", en colaboración más tarde: "DIARIO DE UN ESCRITOR", publicada en la revista "SUCESOS", bajo ei pseudónimo de Alone; INQUIETA" SOMBRA (1916); "ENSAYO SOBRE MARCEL primer Jorge Hübner. Siguen serie "LA PROUST" CIEN (1933); "DON MEJORES POESÍAS ALBERTO BLEST CHILENAS" GANA" (1941); "LAS (1949); "LA TENTACIÓN DE MORIR" (1953); "HISTORIA PERSONAL DE LA LITERATURA CHI (1954); "APRENDER A ESCRIBIR" (1955). Es, además, autor de "PORTALES INTIMO"; "EL LINCOLN DE LUDWIG"; "PANORA LENA" MA DE LA LITERATURA CHILENA DEL SIGLO XX"; "MEMORIA LISTAS CHILENOS"; "HISTORIA DE LA BIOGRAFÍA". En 1963 pu blica "LOS CUATRO GRANDES DE LA LITERATURA CHILENA", etc. 196