Servicio sanitario de la Armada Invencible

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LA VIDA
MARÍTIMA
Servicio sanitario de la Armada Invencible
A destrucción de la escuadra conocida entre
nosotros con el nombre de «Armada Invencible», constituye uno de los hechos
más memorables de nuestra Historia. Propios y extraños lo consideran como suceso
de importancia excepcional, en el que tuvieron su origen el aniquilamiento de nuestra Marina y la supremacía y preponderancia de la inglesa. Concepción atrevida
y grandiosa de un pensamiento político de
suma trascendencia, elaborado lenta y sigilosamente en el transcurso del tiempo, la
•Armada Invencible» se desvaneció, como
se desvanece el humo, al soplo de violentos temporales desatados contra nosotros
por la mano de Dios y al influjo de imprevisiones, impericias y faltas lamentables y funestas cometidas por las personas e n c a r g a d a s de
utilizarla.
Hondas diferencias religiosas , añejos agravios, ultrajes recientes,
ofensas jamás olvidadas, ambiciones nunoa
satisfechas, recelos y
desconfianzas m u t u a s
alimentadas por rencores y odios recíprocos,
que en vano trataban de
disimularse con ardides
políticos y hasta con actos de estrecha cordialidad, mantuvieron constantemente entre Isabel
de Inglaterra y Felipe II
de España una rivalidad
y un odio inextinguibles,
á cuyo impulso se preparó en nuestro país un
golpe decisivo que de
una vez y para siempre
acabase con aquel estado de cosas y diera satisfacción c u m p l i d a á
quien, por ningún concepto, podían inferírsele
impunemente, ni sabía
tolerar ninguna c l a s e
de agravios.
No cumple á nuestro
propósito referir hechos
que tan escrupulosa y
fielmente han sido relaISABEL DE
tados por escritores ilustres que gozan en todas
partes de justa y merecida fama, ni analizar sucesos que
repetidas veces han pasado por el crisol de la crítica imparoial, que ha sabido darle a cada uno lo que merece, sin
apasionamientos que á nada bueno conducen, ni prejuicios
contraproducentes é injustificados. Nuestro objeto al escribir este trabajo es bien distinto. Sencillamente nos proponemos hacer un estudio que tal vez á alguien le parezca
cosa baladí y sin importancia. No queremos, sin embargo,
dejar ds hacerlo, porque creemos que todo asunto de interés
histórico sirve, por lo menos, para relacionar lo que fué con
lo que es, y para deducir el progreso de lo presente por el
examen de lo pasado. Además, existe en este caso concreto
otra razón, que vamos á exponer en pocas palabras.
Iluce ahora precisamente un año, un médico de la Marina
Imperial alemana, que accidentalmente se encontraba en
Madrid, por intermedio de un distiguido Jefe de Ingenieros
navales, me manifestó su deseo de conocer la organización
de nuestro Cuerpo de Sanidad de la Armada. Estaba haciendo un estudio comparativo de los Cuerpos de Sanidad de los
diferentes países de Europa y de Asiérica, y quería que yo
le facilitara los datos relativos á España. Como es natural
me apresuré á complacerle, y lleno de buena voluntad le
dijo de palabra cuanto creí que podría convenirle para la
realización de su propósito, y á fln de que pudiera fijar mejor sus ideas, le di algunas notas escritas y hasta le facilitó
algún que otro reglamento. De este modo creía yo cumplir
con los deberes que la hospitalidad impone, y satisfacer los
deseos de mi colega extranjero.
Desgraciadamente no era así. Nuestro compañero de la
Armada alemana no se contentaba con conocer la organización del Cuerpo y los servicios sanitarios de la época actual.
Con ese espíritu investigador y filosófico que caracteriza á
todos los de su raza, quería penetrar en las nebulosidades
de los tiempos pasados, y después de discurrir latamente y
con envidiable competencia acerca de las antiguas Marinas,
me rogó con exquisita cortesía que le sirviera de práctico
para hacer un viaje á través de las vicisitudes históricas que
había sufrido la nuestra.
Su petición me extrañó un poco, pero no me
sorprendió del todo. Pocos meses antes había
yo leído en la prensa
profesional e x t r a n j e r a
que algunos médicos de
la Armada de distintas
naciones escudriñaban
con avidez el pasado,
animados del loable propósito de recoger datos
que sirvieran de b a s e
para llegar al conocimiento exacto de la evolución del servicio sanitario de las diversas Armadas europeas, y deseoso de contribuir en la
medida de mis fuerzas á
la realización de pensamiento tan interesante,
le prometí á mi colega
alemán hacer en su obsequio cuanto me fuera
dable y escribir alguna
cosa donde tal vez podría c o n s i g n a r datos
que, utilizados por él,
servirían sin duda para
que hiciese un luminoso
trabajo en el que todos
encontraríamos m u c h o
qne aprender y mucho
que admirar. Mas soliciINGLATERRA
tada mi a t e n c i ó n por
asuntos de índole diferente, el tiempo ha pasado sin que J^o me diera cuenta de
que no había cumplido mi oferta, y así hubiéramos seguido,
sabe Dios hasta cuándo, si de nuevo no me viese requerido
á poner manos á la obra.
Esta vez es también un médico de la Armada alemana el
que tiene interés en que se le faciliten algunos antecedentes
relativos al asunto que con tanto afán perseguía su corapañe •
ro; sólo que en vez de entenderse directamente conmigo, se
ha valido de un distinguido Jefe y amigo mío, á quien por
la estimación que le tengo.y el alto concepto que me merece, ni puedo, ni debo, ni quiero negarle nada, y esto me
obliga á hacer precipitadamente, en una semana, lo que con
toda comodidad he podido hacer en un año. Hago constar
esto, no sólo para echar sobre mi Jefe y amigo la parte de
responsabilidad moral que pueda caberle por la confección
de este trabajo, sino para que el lector disculpe mi atrevimiento y no pare mientes en las deficiencias y lagunas que
seguramente encontrará á cada paso.
Una de las cosas que nuestros colegas alemanes tienen
más empeño en conocer es la «organización del servicio
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