203 Breviario para mis nietos Ibrahim González-Urbaneja La Página de los Jueves Copyright © TXu 1-703-206 ESTRUCTURA DEL AGUA Y DE LA NIEVE Edición: Norka Salas ESTRUCTURA DEL AGUA Y DE LA NIEVE A gua. Es el nombre que comúnmente se aplica al estado líquido de la sustancia compuesta por hidrógeno y oxígeno en la proporción de H2O. En 1781 el químico británico Henry Cavendish sintetizó agua detonando una mezcla de hidrógeno y de aire. Sin embargo, los resultados de este experimento no fueron interpretados claramente hasta dos años más tarde, cuando el químico francés Antoine Laurent de Lavoisier propuso que el agua no era un elemento sino un compuesto de oxígeno e hidrógeno. En un documento científico presentado en 1804, el químico francés Joseph Louis Gay-Lussac y el naturalista alemán Alexander von Humboldt demostraron conjuntamente que el agua consistía de dos volúmenes de hidrógeno y uno de oxígeno, tal como se expresa en la fórmula actual H2O. 1818 El agua químicamente pura es un líquido inodoro e insípido; incoloro y transparente en capas de poco espesor, tomando un color azul cuando se mira a través de un espesor mayor de seis u ocho metros, debido a que absorbe las radiaciones rojas de la luz. El hielo se funde en cuanto se calienta por encima de su punto de fusión, el agua líquida se mantiene sin solidificarse algunos grados por debajo de la temperatura de cristalización, agua subenfriada, y puede conservarse líquida a –20° en tubos capilares o en condiciones extraordinarias de reposo. La solidificación del agua va acompañada de desprendimiento de 79,4 calorías por cada gramo de agua que se solidifica. La cristalización es el proceso por el que el agua pasa de su estado líquido al sólido cuando la temperatura disminuye de forma continua. En la cristalización su volumen aumenta en un 9 por 100. Cristaliza en el sistema hexagonal y adopta formas diferentes, según las condiciones de cristalización. A consecuencia de su elevado calor específico y de la gran cantidad de calor que pone en juego cuando cambia su estado, el agua actúa como un excelente regulador de temperatura en la superficie de la Tierra y en las regiones marinas. 1819 El agua es un compuesto bastante versátil principalmente debido a que el tamaño de su molécula es muy pequeño, y a que su molécula es buena donadora de pares de electrones, que conforman los puentes de hidrógeno favorecedores de los enlace entre sí, de las diminutas moléculas de agua. Entre las moléculas de agua se establecen enlaces mediante los puentes de hidrógeno debido a la formación de dipolos electrostáticos (sistemas formados por dos cargas eléctricas de igual magnitud pero de signos opuestos, es decir un polo es positivo + , y el otro es negativo - ). El oxígeno, al ser más electronegativo que el hidrógeno, atrae más, hacia sí mismo, los electrones compartidos en los enlaces covalentes con el hidrógeno, cargándose negativamente, mientras los átomos de hidrógeno se cargan positivamente, estableciéndose así dipolos eléctricos. Los enlaces por puentes de hidrógeno entre las moléculas del agua pura son responsables, entre otras cualidades, de la dilatación del agua al solidificarse, es decir, su disminución de densidad cuando se congela. En estado sólido –hielo–, las moléculas de agua se ordenan formando tetraedros, situándose en el centro de cada tetraedro un átomo de oxígeno y en los vértices dos átomos de hidrógeno de la misma molécula y otros dos átomos de hidrógeno de otras moléculas con las cuales se enlazan electrostáticamente por puentes de hidrógeno con el átomo de oxígeno. La estructura cristalina resultante es muy abierta y poco compacta, menos densa que en estado líquido. Por medio de estos enlaces se van incrementando, o separando los volúmenes de agua. 1820 Nieve. Si hay algo que caracteriza a los cristales de hielo que componen los copos de nieve, es la variedad de su forma. A pesar de que, en general, todos tienen una simetría hexagonal, se dice que prácticamente es imposible encontrar dos cristales exactamente iguales ¿Por qué ocurre esto, si se forman dentro de una misma nube, sometida a las mismas condiciones atmosféricas. El secreto está, como sabemos, en la temperatura y la super saturación del vapor de agua en el momento en que los cristales se desarrollan. El cristal comienza a crecer alrededor de una pequeña impureza química –generalmente el polvo que se encuentra por incontables millones flotando en la atmósfera– en el aire. La estructura molecular del cristal de hielo es extremadamente sensible a los factores ambientales mencionados, y pequeñas variaciones en algunos de esos parámetros dan como resultado cristales simétricos completamente diferentes. Hoy creemos comprender los principios físicos que gobiernan su desarrollo, aunque seguimos siendo incapaces de predecir con algún grado de certeza cuál será la forma exacta que caracterizará a un diminuto cristal, esencia y alma de los añorados copos de nieve. La gente –y en especial los científicos– se han sentido atraídos por la formación de los cristales de hielo que constituyen los copos desde prácticamente la primera vez que un humano vio nevar. Johannes Kepler y luego René 1821 Descartes hicieron estudios meteorológicos. Pero estos estudios se limitaron a describir la variedad de cristales existentes, sin lograr explicar su origen. Hubo que esperar hasta finales del siglo XIX, cuando la invención de la fotografía permitió realizar un análisis más profundo de los cristales de hielo. Es así como Wilson Bentley pudo crear un catalogo de más de 5.000 figuras y publicó la mayor parte de ellas en un libro editado en 1931. Es posible que la belleza de las imágenes capturadas por Bentley sean las responsables de la temática figurativa o iconográfica que los cristales de nieve dan origen en la estación más fría del año. Los cristales de nieve se han convertido en un verdadero icono del frío invernal, ¿Cómo se producen estructuras tan diferentes a partir del mismo material? Fue el japonés Ukichiro Nakaya quien realizó los primeros estudios «de laboratorio». Intrigado, al igual que sus predecesores, por la forma que adoptaban los cristales durante su crecimiento, logró, en 1933, obtener los primeros cristales de nieve «sintéticos». Nakaya realizó experimentos en los que variaba ligeramente la temperatura y el nivel de sobresaturación del agua, y observó la influencia que esto tenía sobre la forma de los cristales obtenidos. 1822 Masaru Emoto, científico japonés, demostró cómo el efecto de determinados sonidos, palabras, pensamientos, y sentimientos alteran la estructura molecular del agua. La técnica consiste en exponer el agua a esos agentes, congelarlas y después fotografiar los cristales que se forman con la congelación. De gran interés para la sanación y para el bienestar diario son los efectos extremos que sobre los cristales de agua tienen las palabras e ideas negativas. Aquí se pueden ver los resultados obtenidos con las palabras «Me das asco» aplicadas a otra muestra de agua destilada. Curiosamente, el modelo obtenido al aplicar estas palabras fue casi idéntico al de aplicar música heavy metal. 1823 El perfil general de todos los copos siempre será hexagonal. A pesar de la variedad casi infinita de cristales que pueden generarse, es la forma de la molécula de agua la que dicta su simetría. Dado que el H2O es un perfecto triángulo equilátero, cada nodo de crecimiento del cristal no tiene otra opción que «pegarse» en un ángulo de exactamente 60 grados con respecto a los vértices del triángulo. Este hecho es el responsable de que, en cada «capa» de crecimiento, seis de esos «triángulos moleculares» formen la base del crecimiento siguiente, por lo que la forma será siempre hexagonal. Sin embargo, conocer esto no basta para determinar la forma del cristal resultante. Copo de nieve tomado con una cámara digital en modo manual y macro. Al examinar dos nevadas separadas por sólo unas horas uno pueda encontrar cristales con agujas muy diferentes. La distancia entre el Sol y la Tierra y la combinación de radiación solar recibida y el efecto invernadero en la atmósfera aseguran que la superficie terrestre no sea demasiado fría o caliente para el agua líquida. Si la Tierra estuviera más alejada del Sol, el agua líquida se congelaría. Si estuviera más cercana, su temperatura superficial elevada limitaría la formación de las capas polares o forzaría al agua a existir sólo como vapor. Hielo. Al estar el agua en estado sólido, todas las moléculas se encuentran unidas mediante un enlace de hidrógeno, éste es un enlace intermolecular que da origen a una estructura 1824 parecida a un panal de abejas, lo que explica que el agua sea menos densa en estado sólido que en el estado líquido. La energía cinética de las moléculas es muy baja, es decir que las moléculas están casi inmóviles. Por su parte, el agua glacial sometida a extremas temperaturas y presiones criogénicas, adquiere una alta capacidad de sublimación, –pasar un cuerpo directamente del estado sólido al gaseoso– al pasar de sólida a vapor por la acción energética de los elementos que la integran –oxígeno e hidrógeno– y del calor atrapado durante su proceso de congelación-expansión. Es decir, por su situación de confinamiento a grandes profundidades se deshiela parcialmente, lo cual genera vapor a una temperatura ligeramente superior del helado entorno, suficiente para socavar y formar cavernas en el interior de los densos glaciales. Estas grutas, que además contienen agua proveniente de sistemas subglaciales, involucran las tres fases actuales del agua, donde al interactuar en un congelado ambiente subterráneo y sin la acción del viento se transforman en el cuarto estado del agua: plasma semilíquido o gelatinoso. Cuando el agua está en estado líquido, al tener más temperatura, aumenta la energía cinética de las moléculas, por lo tanto el movimiento de las moléculas es mayor, produciendo quiebres en los enlaces de hidrógeno, quedando algunas moléculas sueltas, y la mayoría unidas. 1825 Vapor de agua. Cuando el agua es gaseosa, la energía cinética es tal que se rompen todos los enlaces de hidrógeno quedando todas las moléculas libres. El vapor de agua es tan invisible como el aire; el vapor que se observa sobre el agua en ebullición o en el aliento emitido en aire muy frío, está formado por gotas microscópicas de agua líquida en suspensión, lo mismo que las nubes. El agua es el principal e imprescindible componente de nuestro cuerpo. El ser humano no puede estar sin beberla más de cinco o seis días sin poner en peligro su vida. El cuerpo humano tiene un 75 % de agua al nacer y cerca del 60 % en la edad adulta. Distribución. Un hombre de 70 kilos contendrá aproximadamente 42 litros de agua total corporal, 28 lts como agua intracelular y 14 lts como agua extracelular, de los cuales aproximadamente 3 lts serán de plasma y otros 11 lts serán fluidos intersticiales. 1826