Ver - Suprema Corte de Justicia de la Nación

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 170/2016
QUEJOSA: **********
MINISTRO PONENTE: JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ
SECRETARIA: DOLORES RUEDA AGUILAR
En atención a lo dispuesto por el artículo 73, segundo párrafo, de la
Ley de Amparo, así como la jurisprudencia de rubro: “PROYECTOS
DE RESOLUCIÓN DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA
NACIÓN Y DE LOS TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO.
SÓLO DEBEN PUBLICARSE AQUELLOS EN LOS QUE SE
ANALICE LA CONSTITUCIONALIDAD O LA CONVENCIONALIDAD
DE UNA NORMA GENERAL, O BIEN, SE REALICE LA
INTERPRETACIÓN
DIRECTA
DE
UN
PRECEPTO
CONSTITUCIONAL O DE UN TRATADO INTERNACIONAL EN
MATERIA DE DERECHOS HUMANOS.”1, a continuación se hace
público el fragmento del proyecto de sentencia del amparo directo en
revisión 170/2016, en el cual se realiza el estudio de constitucionalidad
respectivo:
54.
Estudio. Como se advierte de los elementos antes sintetizados,
esta Primera Sala estima que la única cuestión jurídica que
subsiste en el presente asunto es la siguiente:
¿Fue correcta la determinación del Tribunal Colegiado de que el segundo párrafo
del artículo 25 de la Ley del Seguro Social, no es violatorio de la garantía de
legalidad tributaria ni constituye doble tributación?
1
Jurisprudencia P./J. 53/2014 (10a.), publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Décima Época, Pleno, Libro 12, Noviembre de 2014, Tomo I, Página: 61.
55. Para resolver dicha cuestión, se estima necesario realizar las
siguientes precisiones.
56. Como se advierte, la empresa sustancialmente alegó que el segundo
párrafo del artículo 25 de la Ley del Seguro Social –que establece que
para cubrir las prestaciones en especie del seguro de enfermedades y
maternidad de los pensionados y sus beneficiarios, los patrones, los
trabajadores y el Estado, aportarán una cuota de 1.5%, sobre el
salario base de cotización, en los seguros de riesgos de trabajo,
invalidez y vida, así como de retiro en edad avanzada y vejez–, es
violatorio del principio de legalidad tributaria y constituye una doble
tributación.
57. Lo anterior, dada la interpretación de la Sala responsable en el sentido
de que el segundo párrafo del artículo 25 de la Ley del Seguro Social,
no tiene relación con su primer párrafo ni con el numeral 23 de la
propia ley, siendo que conforme al criterio sostenido por esta Primera
Sala en la tesis aislada III/2002, dicho segundo párrafo, del referido
artículo 25, debía ser entendido en función del diverso 23 de la misma
ley. Así, de aceptar la interpretación de la Sala responsable, de que el
segundo párrafo del artículo 25 de la Ley del Seguro Social, es
autónomo
e
independiente,
éste
carece
de
los
elementos
indispensables para definir la base del tributo, pues no establece sobre
el salario base de cotización de qué personas (trabajador, pensionado,
beneficiario o de cualquier otro), se va a aplicar la cuota del 1.5%,
Tampoco específica la época de pago y la periodicidad con la que
debe hacerse el entero, por lo que provoca incertidumbre jurídica.
Además de que provoca doble tributación respecto del pago de las
prestaciones en especie del seguro de enfermedades y maternidad de
los pensionados y sus beneficiarios, ya que se encuentra inmerso en
el seguro de enfermedades y maternidad, que se entera conforme al
régimen financiero del artículo 106 de la misma ley.
58. Para dar respuesta a la litis planteada, es necesario realizar la
interpretación del segundo párrafo del artículo 25 de la Ley del Seguro
Social que se tilda de inconstitucional. Dicho numeral establece:
“Artículo 25. En los casos previstos por el artículo 23, el Estado
aportará la contribución que le corresponda en términos de esta
Ley, independientemente de la que resulte a cargo del patrón por
la valuación actuarial de su contrato, pagando éste, tanto su
propia cuota como la parte de la cuota obrera que le
corresponda conforme a dicha valuación.
Para cubrir las prestaciones en especie del seguro de
enfermedades y maternidad de los pensionados y sus
beneficiarios, en los seguros de riesgos de trabajo, invalidez y
vida, así como retiro, cesantía en edad avanzada y vejez, los
patrones, los trabajadores y el Estado aportarán una cuota de
uno punto cinco por ciento sobre el salario base de cotización.
De dicha cuota corresponderá al patrón pagar el uno punto cero
cinco por ciento, a los trabajadores el cero punto trescientos
setenta y cinco por ciento y al Estado el cero punto cero setenta
y cinco por ciento.”
59. Como se advierte, el segundo párrafo del precepto transcrito,
establece la regla de que los patrones, los trabajadores y el Estado
aportarán una cuota de 1.5% sobre el salario base de cotización, la
cual se destinará para cubrir las prestaciones en especie del seguro
de enfermedades y maternidad de los pensionados y sus beneficiarios,
en los seguros de riesgos de trabajo, invalidez y vida, así como retiro,
cesantía en edad avanzada y vejez. De dicha cuota, el patrón debe
pagar el 1.05%, los trabajadores el 0.375% y el Estado el 0.075%.
60. El párrafo en comento, no contiene ninguna expresión o frase que
establezca alguna condición o excepción en el pago de la cuota
referida. Simplemente estatuye que debe pagarse una cuota de 1.5%
sobre el sueldo base de cotización, y aclara cuál es su finalidad:
financiar las prestaciones en especie del seguro de enfermedades y
maternidad de los pensionados y sus beneficiarios. Asimismo,
contiene la precisión de que son los pensionados y sus beneficiarios
en los seguros de riesgos de trabajo, invalidez y vida, así como retiro,
cesantía en edad avanzada y vejez.
61. Como puede verse, la discrepancia en la interpretación de dicho
párrafo surge al considerar que se encuentra ubicado en el artículo 25
de la Ley del Seguro Social, cuyo primer párrafo establece una regla
aplicable a los casos previstos por el artículo 232 de ese mismo
2
Artículo 23. Cuando los contratos colectivos concedan prestaciones inferiores a las otorgadas
por esta Ley, el patrón pagará al Instituto todos los aportes proporcionales a las prestaciones
contractuales. Para satisfacer las diferencias entre estas últimas y las establecidas por la Ley, las
partes cubrirán las cuotas correspondientes.
Si en los contratos colectivos se pactan prestaciones iguales a las establecidas por esta Ley, el
patrón pagará al Instituto íntegramente las cuotas obrero patronales.
En los casos en que los contratos colectivos consignen prestaciones superiores a las que concede
esta Ley, se estará a lo dispuesto en el párrafo anterior hasta la igualdad de prestaciones, y
respecto de las excedentes el patrón quedará obligado a cumplirlas. Tratándose de prestaciones
económicas, el patrón podrá contratar con el Instituto los seguros adicionales correspondientes, en
los términos del Título Tercero capítulo II de esta Ley.
ordenamiento, los cuales se refieren a los supuestos en que se pacten
prestaciones contenidas en la Ley del Seguro Social en los contratos
colectivos. El primer párrafo del artículo 25 precisa que, en esos
casos, el Estado aportará la contribución que le corresponda en
términos de dicha ley, independientemente de la que resulte a cargo
del patrón por la valuación actuarial de su contrato, pagando éste tanto
su propia cuota como la parte de la cuota obrera que le corresponda
conforme a dicha valuación.
62. Por otro lado, el segundo párrafo del artículo 25 de la Ley del Seguro
Social no tiene una relación tal con el primer párrafo de ese mismo
precepto que permita concluir que son aplicables a los mismos
supuestos, o que la condición del primero afecte también al segundo.
Contiene una cuota general para el financiamiento de las prestaciones
en especie del seguro de enfermedades y maternidad de los
pensionados y sus beneficiarios, la cual no está condicionada ni
restringida en su aplicación a los supuestos a que se refiere el primer
párrafo de la referida disposición.
63. En ninguno de los dos párrafos del artículo 25 existe alguna expresión,
referencia o palabra que permita establecer alguna relación de
sucesión, continuidad, contraste o jerarquía entre ellos. Sólo tienen
como único elemento común que se encuentran ubicados en el mismo
artículo, el cual, además, carece de algún encabezado que permita
El Instituto, mediante estudio técnico-jurídico de los contratos colectivos de trabajo, oyendo
previamente a los interesados, hará la valuación actuarial de las prestaciones contractuales,
comparándolas individualmente con las de la Ley, para elaborar las tablas de distribución de
cuotas que correspondan.
esclarecer el contenido temático de dicho numeral y, por ende, la
relación que existe entre los dos párrafos de que se trata.
64. Asimismo, el artículo 25 de la Ley del Seguro Social se encuentra en
el capítulo I “Generalidades” del título segundo correspondiente al
“Régimen obligatorio”. Este capítulo incluye de los artículos 11 a 263,
3
Artículo 11. El régimen obligatorio comprende los seguros de:
I. Riesgos de trabajo;
II. Enfermedades y maternidad;
III. Invalidez y vida;
IV. Retiro, cesantía en edad avanzada y vejez, y
V. Guarderías y prestaciones sociales.
Artículo 12. Son sujetos de aseguramiento del régimen obligatorio:
I.
Las personas que de conformidad con los artículos 20 y 21 de la Ley Federal del
Trabajo, presten, en forma permanente o eventual, a otras de carácter físico o moral o
unidades económicas sin personalidad jurídica, un servicio remunerado, personal y
subordinado, cualquiera que sea el acto que le dé origen y cualquiera que sea la
personalidad jurídica o la naturaleza económica del patrón aun cuando éste, en virtud
de alguna ley especial, esté exento del pago de contribuciones;
II.
Los socios de sociedades cooperativas, y
III.
Las personas que determine el Ejecutivo Federal a través del Decreto respectivo, bajo
los términos y condiciones que señala esta Ley y los reglamentos correspondientes.
Artículo 13. Voluntariamente podrán ser sujetos de aseguramiento al régimen obligatorio:
I. Los trabajadores en industrias familiares y los independientes, como profesionales,
comerciantes en pequeño, artesanos y demás trabajadores no asalariados;
II. Los trabajadores domésticos;
III. Los ejidatarios, comuneros, colonos y pequeños propietarios;
IV. Los patrones personas físicas con trabajadores asegurados a su servicio, y
V. Los trabajadores al servicio de las administraciones públicas de la Federación, entidades
federativas y municipios que estén excluidas o no comprendidas en otras leyes o decretos como
sujetos de seguridad social.
Mediante convenio con el Instituto se establecerán las modalidades y fechas de incorporación al
régimen obligatorio, de los sujetos de aseguramiento comprendidos en este artículo.
Dichos convenios deberán sujetarse al reglamento que al efecto expida el Ejecutivo Federal.
Artículo 14. En los convenios a que se refiere el artículo anterior se establecerá:
I. La fecha de inicio de la prestación de los servicios y los sujetos de aseguramiento que
comprende;
II. La vigencia;
III. Las prestaciones que se otorgarán;
IV. Las cuotas a cargo de los asegurados y demás sujetos obligados;
V. La contribución a cargo del Gobierno Federal, cuando en su caso proceda;
VI. Los procedimientos de inscripción y los de cobro de las cuotas, y
VII. Las demás modalidades que se requieran conforme a esta Ley y sus reglamentos.
Artículo 15. Los patrones están obligados a:
I.
Registrarse e inscribir a sus trabajadores en el Instituto, comunicar sus altas y bajas, las
modificaciones de su salario y los demás datos, dentro de plazos no mayores de cinco
días hábiles;
II.
Llevar registros, tales como nóminas y listas de raya en las que se asiente
invariablemente el número de días trabajados y los salarios percibidos por sus
trabajadores, además de otros datos que exijan la presente Ley y sus reglamentos. Es
obligatorio conservar estos registros durante los cinco años siguientes al de su fecha;
III.
Determinar las cuotas obrero patronales a su cargo y enterar su importe al Instituto;
IV.
Proporcionar al Instituto los elementos necesarios para precisar la existencia,
naturaleza y cuantía de las obligaciones a su cargo establecidas por esta Ley y los
reglamentos que correspondan;
V.
Permitir las inspecciones y visitas domiciliarias que practique el Instituto, las que se
sujetarán a lo establecido por esta Ley, el Código y los reglamentos respectivos;
VI.
Tratándose de patrones que se dediquen en forma permanente o esporádica a la
actividad de la construcción, deberán expedir y entregar a cada trabajador constancia
escrita del número de días trabajados y del salario percibido, semanal o
quincenalmente, conforme a los períodos de pago establecidos, las cuales, en su caso,
podrán ser exhibidas por los trabajadores para acreditar sus derechos.
Asimismo, deberán cubrir las cuotas obrero patronales, aun en el caso de que no sea
posible determinar el o los trabajadores a quienes se deban aplicar, por incumplimiento
del patrón a las obligaciones previstas en las fracciones anteriores, en este último caso,
su monto se destinará a la Reserva General Financiera y Actuarial a que se refiere el
artículo 280, fracción IV de esta Ley, sin perjuicio de que a aquellos trabajadores que
acreditaren sus derechos, se les otorguen las prestaciones diferidas que les
correspondan;
VII.
Cumplir con las obligaciones que les impone el capítulo sexto del Título II de esta Ley,
en relación con el seguro de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez;
VIII.
Cumplir con las demás disposiciones de esta Ley y sus reglamentos, y
IX.
Expedir y entregar, tratándose de trabajadores eventuales de la ciudad o del campo,
constancia de los días laborados de acuerdo a lo que establezcan los reglamentos
respectivos.
Las disposiciones contenidas en las fracciones I, II, III y VI no son aplicables en los casos de
construcción, ampliación o reparación de inmuebles, cuando los trabajos se realicen en forma
personal por el propietario, o bien, obras realizadas por cooperación comunitaria, debiéndose
comprobar el hecho, en los términos del reglamento respectivo.
La información a que se refieren las fracciones I, II, III y IV, deberá proporcionarse al Instituto en
documento impreso, o en medios magnéticos, digitales, electrónicos, ópticos, magneto ópticos o de
cualquier otra naturaleza, conforme a las disposiciones de esta Ley y sus reglamentos.
Artículo 15 A. Cuando en la contratación de trabajadores para un patrón, a fin de que ejecuten
trabajos o presten servicios para él, participe un intermediario laboral, cualquiera que sea la
denominación que patrón e intermediarios asuman, ambos serán responsables solidarios entre sí y
en relación con el trabajador, respecto del cumplimiento de las obligaciones contenidas en esta
Ley.
No serán considerados intermediarios, sino patrones, las empresas establecidas que presten
servicios a otras, para ejecutarlos con elementos propios y suficientes para cumplir con las
obligaciones que deriven de las relaciones con sus trabajadores, en los términos de los artículos
12, 13, 14 y 15 de la Ley Federal del Trabajo.
Sin perjuicio de lo dispuesto en los párrafos anteriores, cuando un patrón o sujeto obligado,
cualquiera que sea su personalidad jurídica o su naturaleza económica, en virtud de un contrato,
cualquiera que sea su forma o denominación, como parte de las obligaciones contraídas, ponga a
disposición trabajadores u otros sujetos de aseguramiento para que ejecuten los servicios o
trabajos acordados bajo la dirección del beneficiario de los mismos, en las instalaciones que éste
determine, el beneficiario de los trabajos o servicios asumirá las obligaciones establecidas en esta
Ley en relación con dichos trabajadores, en el supuesto de que el patrón omita su cumplimiento,
siempre y cuando el Instituto hubiese notificado previamente al patrón el requerimiento
correspondiente y éste no lo hubiera atendido.
Asimismo, el Instituto dará aviso al beneficiario de los trabajos o servicios, del requerimiento a
que se refiere el párrafo anterior.
Los contratantes deberán comunicar trimestralmente ante la Subdelegación correspondiente al
domicilio del patrón o sujeto obligado, y del beneficiario respectivamente, dentro de los primeros
quince días de los meses de enero, abril, julio y octubre, en relación con los contratos celebrados
en el trimestre de que se trate la información siguiente:
I.
De las partes en el contrato: Nombre, denominación o razón social; clase de persona moral
de que se trate, en su caso; objeto social; domicilio social, fiscal y, en su caso,
convencional para efectos del contrato; número del Registro Federal de Contribuyentes y
de Registro Patronal ante el IMSS; datos de su acta constitutiva, tales como número de
escritura pública, fecha, nombre del notario público que da fe de la misma, número de la
notaría y ciudad a la que corresponde, sección, partida, volumen, foja o folio mercantil, en
su caso, y fecha de inscripción en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio;
nombre de los representantes legales de las partes que suscribieron el contrato.
II. Del contrato: Objeto; periodo de vigencia; perfiles, puestos o categorías indicando en este
caso si se trata de personal operativo, administrativo o profesional y el número estimado
mensual de trabajadores u otros sujetos de aseguramiento que se pondrán a disposición
del beneficiario de los servicios o trabajos contratados.
El patrón incorporará por cada uno de sus trabajadores, el nombre del beneficiario de los
servicios o trabajos contratados en el sistema de cómputo autorizado por el Instituto.
Cuando el patrón se obligue a poner a disposición del beneficiario, trabajadores para prestar los
servicios o ejecutar los trabajos en varios centros de trabajo ubicados en la circunscripción
territorial de más de una subdelegación del Instituto, el patrón y el beneficiario deberán comunicar
la información a que se refiere el quinto párrafo de este artículo, únicamente ante la subdelegación
dentro de cuya circunscripción se ubique su respectivo domicilio fiscal.
La información prevista en este artículo podrá ser presentada a través de los medios señalados
en el último párrafo del artículo 15 de esta Ley, conforme a las reglas generales que para tal efecto
emita el Consejo Técnico.
Para los efectos de este artículo, el Gobierno Federal, en ningún caso, será considerado como
intermediario laboral.
Artículo 15 B. Las personas que no se encuentren en el supuesto establecido en el penúltimo
párrafo del artículo 15 de esta Ley, que realicen en su casa habitación ampliaciones,
remodelaciones, o bien, la construcción de su propia casa habitación y aquéllas que de manera
esporádica realicen ampliaciones o remodelaciones de cualquier tipo de obra, podrán celebrar
convenio de pago en parcialidades de las cuotas obrero patronales que resulten a su cargo, desde
el momento en que den de alta a los trabajadores que se encarguen de las mismas,
individualizando la cuenta del trabajador.
Artículo 16. Los patrones que de conformidad con el reglamento cuenten con un promedio
anual de trescientos o más trabajadores en el ejercicio fiscal inmediato anterior, están obligados a
dictaminar el cumplimiento de sus obligaciones ante el Instituto por contador público autorizado, en
los términos que se señalen en el reglamento que al efecto emita el Ejecutivo Federal.
Los patrones que no se encuentren en el supuesto del párrafo anterior podrán optar por
dictaminar sus aportaciones al Instituto, por contador público autorizado, en términos del
reglamento señalado.
Los patrones que presenten dictamen, no serán sujetos de visita domiciliaria por los ejercicios
dictaminados a excepción de que:
I.
El dictamen se haya presentado con abstención de opinión, con opinión negativa o con
salvedades sobre aspectos que, a juicio del contador público, recaigan sobre elementos
esenciales del dictamen, o
II.
Derivado de la revisión interna del dictamen, se determinaren diferencias a su cargo y
éstas no fueran aclaradas y, en su caso, pagadas.
Artículo 17. Al dar los avisos a que se refiere la fracción I del artículo 15 de esta Ley, el patrón
puede expresar por escrito los motivos en que funde alguna excepción o duda acerca de sus
obligaciones, sin que por ello quede relevado de pagar las cuotas correspondientes. El Instituto,
dentro de un plazo de cuarenta y cinco días hábiles, notificará al patrón la resolución que dicte y,
en su caso, procederá a dar de baja al patrón, al trabajador o a ambos, así como al reembolso
correspondiente.
La información que proporcionen los patrones para su registro podrá ser analizada por el
Instituto, a fin de verificar la existencia de los supuestos y requisitos establecidos en esta Ley. Si el
Instituto determina que no se dan los supuestos previstos en el artículo 12, fracción I, de esta Ley,
notificará al presunto patrón para que éste, en el plazo de cinco días hábiles manifieste lo que a su
derecho convenga y, en el caso de que no desvirtúe tales situaciones, el Instituto procederá a dar
de baja al presunto patrón, a los presuntos trabajadores o a ambos.
En el caso anterior, el Instituto aplicará los importes pagados a resarcir sus gastos de
administración y de operación, quedando a salvo los derechos del presunto trabajador para
reclamar, en su caso, los importes que hayan sido depositados en la cuenta individual abierta a su
nombre, en los términos de la presente Ley.
Artículo 18. Los trabajadores tienen el derecho de solicitar al Instituto su inscripción, comunicar
las modificaciones de su salario y demás condiciones de trabajo y, en su caso, presentar la
documentación que acredite dicha relación, demuestre el período laborado y los salarios
percibidos. Lo anterior no libera a los patrones del cumplimiento de sus obligaciones ni les exime
de las sanciones y responsabilidades en que hubieran incurrido.
Asimismo el trabajador por conducto del Instituto podrá realizar los trámites administrativos
necesarios para ejercer los derechos derivados de las pensiones establecidas por esta Ley.
Artículo 19. Para los efectos de esta Ley, las sociedades cooperativas pagarán la cuota
correspondiente a los patrones, y cada uno de los socios a que se refiere la fracción II del artículo
12 de esta Ley cubrirán sus cuotas como trabajadores.
Artículo 20. Las semanas reconocidas para el otorgamiento de las prestaciones a que se
refiere este título, se obtendrán dividiendo entre siete los días de cotización acumulados, hecha
esta división, si existiera un sobrante de días mayor a tres, éste se considerará como otra semana
completa, no tomándose en cuenta el exceso si el número de días fuera de tres o menor.
Artículo 21. Los avisos de baja de los trabajadores incapacitados temporalmente para el
trabajo, no surtirán efectos para las finalidades del Seguro Social, mientras dure el estado de
incapacidad.
Artículo 22. Los documentos, datos e informes que los trabajadores, patrones y demás
personas proporcionen al Instituto, en cumplimiento de las obligaciones que les impone esta Ley,
serán estrictamente confidenciales y no podrán comunicarse o darse a conocer en forma
nominativa e individual.
Lo dispuesto en el párrafo anterior no se aplicará cuando:
I.
Se trate de juicios y procedimientos en que el Instituto fuere parte;
II.
Se hubieran celebrado convenios de colaboración con la Federación, entidades
federativas o municipios o sus respectivas administraciones públicas, para el
intercambio de información relacionada con el cumplimiento de sus objetivos, con las
restricciones pactadas en los convenios en los cuales se incluirá invariablemente una
cláusula de confidencialidad y no difusión de la información intercambiada;
III.
Lo soliciten la Secretaría de la Función Pública, la Contraloría Interna en el Instituto, las
autoridades fiscales federales, las instituciones de seguridad social y el Ministerio
Público Federal, en ejercicio de sus atribuciones, y
IV.
En los casos previstos en ley.
en los cuales hay precisiones generales sobre el contenido, sujetos y
las obligaciones correspondientes al régimen obligatorio, el cual
comprende los seguros previstos en el artículo 11.
El Instituto podrá celebrar convenios de colaboración con los sectores social o privado para el
intercambio de información estadística, relacionada con el cumplimiento de sus objetivos, con la
restricción a que se refiere el primer párrafo de este artículo y aquellas pactadas en los propios
convenios.
La información derivada del seguro de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez será
proporcionada directamente, en su caso, por las administradoras de fondos para el retiro, así como
por las empresas procesadoras de información del Sistema de Ahorro para el Retiro. Esta
información estará sujeta, en materia de confidencialidad, a las disposiciones de carácter general
que emita la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, en términos de la ley
correspondiente.
Artículo 23. Cuando los contratos colectivos concedan prestaciones inferiores a las otorgadas
por esta Ley, el patrón pagará al Instituto todos los aportes proporcionales a las prestaciones
contractuales. Para satisfacer las diferencias entre estas últimas y las establecidas por la Ley, las
partes cubrirán las cuotas correspondientes.
Si en los contratos colectivos se pactan prestaciones iguales a las establecidas por esta Ley, el
patrón pagará al Instituto íntegramente las cuotas obrero patronales.
En los casos en que los contratos colectivos consignen prestaciones superiores a las que
concede esta Ley, se estará a lo dispuesto en el párrafo anterior hasta la igualdad de prestaciones,
y respecto de las excedentes el patrón quedará obligado a cumplirlas. Tratándose de prestaciones
económicas, el patrón podrá contratar con el Instituto los seguros adicionales correspondientes, en
los términos del Título Tercero capítulo II de esta Ley.
El Instituto, mediante estudio técnico-jurídico de los contratos colectivos de trabajo, oyendo
previamente a los interesados, hará la valuación actuarial de las prestaciones contractuales,
comparándolas individualmente con las de la Ley, para elaborar las tablas de distribución de
cuotas que correspondan.
Artículo 24. Los patrones tendrán el derecho a descontar del importe de las prestaciones
contractuales que deben cubrir directamente, las cuantías correspondientes a las prestaciones de
la misma naturaleza otorgadas por el Instituto.
Artículo 25. En los casos previstos por el artículo 23, el Estado aportará la contribución que le
corresponda en términos de esta Ley, independientemente de la que resulte a cargo del patrón por
la valuación actuarial de su contrato, pagando éste, tanto su propia cuota como la parte de la cuota
obrera que le corresponda conforme a dicha valuación.
Para cubrir las prestaciones en especie del seguro de enfermedades y maternidad de los
pensionados y sus beneficiarios, en los seguros de riesgos de trabajo, invalidez y vida, así como
retiro, cesantía en edad avanzada y vejez, los patrones, los trabajadores y el Estado aportarán una
cuota de uno punto cinco por ciento sobre el salario base de cotización. De dicha cuota
corresponderá al patrón pagar el uno punto cero cinco por ciento, a los trabajadores el cero punto
trescientos setenta y cinco por ciento y al Estado el cero punto cero setenta y cinco por ciento.
Artículo 26. Las disposiciones de esta Ley, que se refieren a los patrones y a los trabajadores,
serán aplicables, en lo conducente, a los demás sujetos obligados y de aseguramiento.
65. En los artículos 23, 24 y 25, de dicho capítulo se contienen reglas
sobre la forma en que se deben cubrir las aportaciones cuando
algunas prestaciones que regula dicha ley se prevean también en los
contratos colectivos.
66. Por tanto, a partir de los elementos textuales como son los enunciados
que integran el párrafo a interpretar y su ubicación, no es posible
sostener que exista una evidente y estrecha relación entre los dos
párrafos del artículo 25, que lleve a sostener, sin duda alguna, que la
cuota a que se refiere el segundo sólo es aplicable al supuesto
regulado en el primero (cuando exista relación de trabajo regulada por
un contrato colectivo). La infortunada técnica legislativa no puede
llevar a una conclusión que esté por encima de la verdadera voluntad
del legislador.
67. De este modo, un importante elemento a considerar en la
interpretación de la ley es la intención del legislador. Así, en la
exposición de motivos de la Ley del Seguro Social, presentada ante la
Cámara de Diputados del Congreso de la Unión el nueve de
noviembre de mil novecientos noventa y cinco, se ponderó lo
siguiente:
“Es de señalarse que desde 1944, a través de distintas
modificaciones a la ley, los beneficios del ramo se han
aumentado sustancialmente tales como: pensiones a familiares
ascendientes, reducción de las semanas necesarias para tener
derecho a los beneficios, gastos médicos a pensionados y sus
derechohabientes, ayuda asistencial, extensión de la edad límite
para la pensión de orfandad, asignaciones familiares, incremento
de los montos de las pensiones, indización de las mismas al
salario mínimo, un mes de aguinaldo e incrementos de las
cuantías mínimas, las cuales se encontraban en 1989 en cerca
del 35% de un salario mínimo del Distrito Federal, pasando, a
partir del 1o. de enero de 1995, al 100% del mismo.
En cambio, las cuotas de este seguro sólo se han incrementado
en dos ocasiones: en 1991, cuando se aumentaron del 6% al 7%
sobre los salarios cotizables, además de un aumento anual de
0.2% hasta llegar al 8% en 1996 y el 0.5% que se agregó en las
reformas a la ley en 1993. No obstante, esto ha resultado
insuficiente para cubrir las prestaciones que otorga este ramo.
Más aún, debe recordarse que, por mandato legal, los
remanentes de este ramo de seguro se invirtieron en la
construcción de una amplia red de infraestructura para la
atención médica y las prestaciones sociales en beneficio de los
derechohabientes y la población en general.
Durante la trayectoria institucional de cinco décadas, se han
efectuado transferencias de recursos entre los distintos ramos de
aseguramiento, muy especialmente de los ramos de la IVCM
(invalidez, vejez, cesantía en edad avanzada y muerte) y
guarderías para apoyar al de enfermedades y maternidad, el
cual ha operado prácticamente desde su inicio con déficit
financiero.
La IVCM, por tanto, no cuenta con las reservas líquidas
necesarias, además de que el ramo de enfermedades y
maternidad fue omiso en retribuir la renta correspondiente por
las inversiones hechas en su favor.
(…)
Se propone que el seguro de invalidez, vejez, cesantía en edad
avanzada y muerte sea dividida en dos seguros, de conformidad
con la naturaleza propia de los riesgos o situaciones a cubrir.
Esto implica también, modificar la forma de otorgar prestaciones
a fin de hacerlas congruentes entre los dos seguros, así como
con las del seguro de riesgos de trabajo al que nos referimos
posteriormente. Los dos seguros que se crean son: la Invalidez y
Vida (IV), y retiro, cesantía en edad avanzada y vejez (RCV).
Asimismo, se establece una reserva específica para financiar los
gastos médicos de todos los pensionados.
(…)
La prima propuesta para este seguro (invalidez y vida) es del
2.5% del salario base de cotización, la cual se cubrirá de
manera, tripartita. Para efecto de darle transparencia a la
administración financiera del instituto se crea una reserva
especial destinada al financiamiento de los gastos médicos de
todos los pensionados, que es una de las prestaciones más
significativas desde el punto de vista económico y social que
reciben los trabajadores retirados y que representa uno de los
rubros de mayor erogación en la institución. La prima de dicha
reserva, también de naturaleza tripartita, será de 1.5% del salario
base de cotización.
(…)
Todo lo anteriormente descrito ha colocado al IMSS en una difícil
situación financiera, que de no tomar las medidas necesarias
con oportunidad, lo llevaría a poner en entredicho el
cumplimiento de las obligaciones del ramo de la IVCM en
perjuicio de millones de mexicanos. El costo fiscal de la iniciativa
que se propone, como se verá más adelante, es menor que el
costo que se tendría que cubrir de no realizar modificaciones
(…)
Es necesario recapitular que la cuota del 8.5% de los salarios
cotizables que actualmente se aportan a la IVCM, de manera
tripartita, se dividirá en tres: 2.5% para el seguro de invalidez y
vida; 4.5% para retiro, cesantía en edad avanzada y vejez y
1.5% para la reserva especial de gastos médicos a pensionados,
distribuyéndose en el mismo porcentaje de contribuciones
tripartitas que actualmente se considera. Por su parte el 2%
patronal de la subcuenta de retiro del SAR se incorporará al
seguro de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez, es decir,
esta propuesta no implica modificación alguna en las
contribuciones de obreros y patrones sino una mejor asignación
de acuerdo a la naturaleza de las prestaciones que financian.”
68. De los demás documentos del proceso legislativo se advierte que la
cuota del 1.5% para financiar las prestaciones en especie del seguro
de enfermedades y maternidad a favor de los pensionados y sus
beneficiarios no se modificó, sino que fue aprobada por las Cámaras
del Congreso de la Unión.
69. La finalidad del legislador se reafirma como elemento relevante para
dilucidar el sentido del segundo párrafo del artículo 25 de la Ley del
Seguro Social, si se considera el contenido de los demás artículos
relacionados con el seguro de enfermedades y maternidad, así como a
su financiamiento.
70. Para tal efecto, resulta pertinente atender al contenido de los artículos
84, 91, 93, 105, 106 y 281 de la Ley del Seguro Social, los cuales, en
lo conducente, establecen:
“Título Segundo
Del régimen obligatorio
Capítulo IV
Del seguro de enfermedades y maternidad
Sección Primera
Generalidades
Artículo 84. Quedan amparados por este seguro [enfermedades
y maternidad]:
I. El asegurado;
II. El pensionado por:
a) Incapacidad permanente total o parcial;
b) Invalidez;
c) Cesantía en edad avanzada y vejez, y
d) Viudez, orfandad o ascendencia;
III. La esposa del asegurado o, a falta de ésta, la mujer con
quien ha hecho vida marital durante los cinco años anteriores a
la enfermedad, o con la que haya procreado hijos, siempre que
ambos permanezcan libres de matrimonio. Si el asegurado tiene
varias concubinas ninguna de ellas tendrá derecho a la
protección.
Del mismo derecho gozará el esposo de la asegurada o, a falta
de éste el concubinario, siempre que hubiera dependido
económicamente de la asegurada, y reúnan, en su caso, los
requisitos del párrafo anterior;
IV. La esposa del pensionado en los términos de los incisos a),
b) y c) de la fracción II, a falta de esposa, la concubina si se
reúnen los requisitos de la fracción III.
Del mismo derecho gozará el esposo de la pensionada o a falta
de éste el concubinario, si reúne los requisitos de la fracción III;
V. Los hijos menores de dieciséis años del asegurado y de los
pensionados, en los términos consignados en las fracciones
anteriores;
VI. Los hijos del asegurado cuando no puedan mantenerse por
su propio trabajo debido a una enfermedad crónica o
discapacidad por deficiencias físicas, mentales, intelectuales o
sensoriales, hasta en tanto no desaparezca la incapacidad que
padecen o hasta la edad de veinticinco años cuando realicen
estudios en planteles del sistema educativo nacional;
VII. Los hijos mayores de dieciséis años de los pensionados por
invalidez, cesantía en edad avanzada y vejez, que se encuentren
disfrutando de asignaciones familiares, así como los de los
pensionados por incapacidad permanente, en los mismos casos
y condiciones establecidos en el artículo 136;
VIII. El padre y la madre del asegurado que vivan en el hogar de
éste, y
IX. El padre y la madre del pensionado en los términos de los
incisos a), b) y c) de la fracción II, si reúnen el requisito de
convivencia señalado en la fracción VIII.
Los sujetos comprendidos en las fracciones III a IX, inclusive,
tendrán derecho a las prestaciones respectivas si reúnen
además los requisitos siguientes:
a) Que dependan económicamente del asegurado o pensionado,
y
b) Que el asegurado tenga derecho a las prestaciones
consignadas en el artículo 91 de esta Ley.
Sección Segunda
De las prestaciones en especie
Artículo 91. En caso de enfermedad no profesional, el Instituto
otorgará al asegurado la asistencia médico quirúrgica,
farmacéutica y hospitalaria que sea necesaria, desde el
comienzo de la enfermedad y durante el plazo de cincuenta y
dos semanas para el mismo padecimiento.
No se computará en el mencionado plazo, el tiempo que dure el
tratamiento curativo que le permita continuar en el trabajo y
seguir cubriendo las cuotas correspondientes.
Artículo 93. Las prestaciones en especie que señala el artículo
91 de esta Ley, se otorgarán también a los demás sujetos
protegidos por este seguro que se mencionan en el artículo 84
de este ordenamiento.
Los padres del asegurado o pensionado fallecido, conservarán el
derecho a los servicios que señala el artículo 91 de la Ley.
Sección Cuarta
Del régimen financiero
Artículo 105. Los recursos necesarios para cubrir las
prestaciones en dinero, las prestaciones en especie y los gastos
administrativos del seguro de enfermedades y maternidad, se
obtendrán de las cuotas que están obligados a cubrir los
patrones y los trabajadores o demás sujetos y de la contribución
que corresponda al Estado.
Artículo 106. Las prestaciones en especie del seguro de
enfermedades y maternidad, se financiarán en la forma
siguiente:
I.
Por cada asegurado se pagará mensualmente una cuota
diaria patronal equivalente al trece punto nueve por ciento de un
salario mínimo general diario para el Distrito Federal;
II.
Para los asegurados cuyo salario base de cotización sea
mayor a tres veces el salario mínimo general diario para el
Distrito Federal; se cubrirá además de la cuota establecida en la
fracción anterior, una cuota adicional patronal equivalente al seis
por ciento y otra adicional obrera del dos por ciento, de la
cantidad que resulte de la diferencia entre el salario base de
cotización y tres veces el salario mínimo citado, y
III. El Gobierno Federal cubrirá mensualmente una cuota
diaria por cada asegurado, equivalente a trece punto nueve por
ciento de un salario mínimo general para el Distrito Federal, a la
fecha de entrada en vigor de esta Ley, la cantidad inicial que
resulte se actualizará trimestralmente de acuerdo a la variación
del Índice Nacional de Precios al Consumidor.
Título Cuarto
Del Instituto Mexicano del Seguro Social
Capítulo VII
De la inversión de las reservas
(REFORMADO, D.O.F. 20 DE DICIEMBRE DE 2001)
Artículo 281. Se establecerá una Reserva Operativa para cada
uno de los siguientes seguros y coberturas:
I. Enfermedades y Maternidad;
II. Gastos Médicos para Pensionados;
III. Invalidez y Vida;
IV. Riesgos de Trabajo;
V. Guarderías y Prestaciones Sociales;
VI. Seguro de Salud para la Familia, y
VII. Para otros seguros o coberturas, que en su caso, se
establezcan con base en esta Ley.
[…]
71. En estos preceptos se regula el seguro de enfermedades y
maternidad, dentro del cual se reconoce el derecho de los
pensionados y sus beneficiarios a recibir prestaciones en especie.
72. Posteriormente, en la sección cuarta destinada al “régimen financiero”,
se incluye el artículo 106, en el cual se regula el financiamiento de las
prestaciones en especie, y en las diversas fracciones de ese artículo
se realiza el cálculo por cada asegurado.
73. Sin embargo, en atención a la necesidad de financiar los gastos
médicos de los pensionados y sus beneficiarios, se prevé en el artículo
281, fracción II, de la Ley del Seguro Social la constitución de una
reserva para ese fin, que, conforme se expuso en la iniciativa, se
integra por las aportaciones reguladas en el segundo párrafo del
artículo 25 de dicha ley, mas no con los recursos recaudados
conforme al 106, el cual se refiere al financiamiento de las
prestaciones en especie de los asegurados.
74. Lo expuesto corrobora que el legislador creó una fuente de
financiamiento distinta para los gastos médicos de los pensionados y
sus beneficiarios, la cual incluyó en el capítulo de generalidades del
régimen obligatorio y que constituye una reserva distinta y autónoma
de la establecida para cubrir el seguro de enfermedades y maternidad
de los asegurados, el cual incluye prestaciones en especie y en
dinero, y que se financia con las aportaciones reguladas en los
artículos 106 y 1074 de la Ley del Seguro Social.
75. Esta interpretación, además, facilita la realización del plan legislativo
tendiente a garantizar el financiamiento de las prestaciones médicas
de los pensionados y sus beneficiarios, lo cual representaba una
necesidad apremiante al promulgarse la Ley del Seguro Social. Tal
finalidad tiende, además, a fortalecer la sostenibilidad del plan de
seguridad social adoptado en dicha ley, lo cual es acorde al mandato
constitucional establecido en el artículo 123, apartado A, fracción
XXIX, de la Constitución Federal.5
76. Por otra parte, no existe ningún elemento que justifique considerar que
en el caso excepcional en que se pacten en los contratos colectivos
prestaciones amparadas en la ley de seguridad social, sólo en ese
caso exista obligación de pagar la cuota del 1.5% para financiar las
prestaciones médicas de los pensionados y sus beneficiarios. La única
razón para sostener tal conclusión es que en el artículo 25 de la Ley
4
Artículo 107. Las prestaciones en dinero del seguro de enfermedades y maternidad se
financiarán con una cuota del uno por ciento sobre el salario base de cotización, que se pagará de
la forma siguiente:
I. A los patrones les corresponderá pagar el setenta por ciento de dicha cuota;
II. A los trabajadores les corresponderá pagar el veinticinco por ciento de la misma, y
III. Al Gobierno Federal le corresponderá pagar el cinco por ciento restante.
5 Artículo 123. Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se
promoverán la creación de empleos y la organización social de trabajo, conforme a la ley.
El Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases siguientes deberá expedir leyes sobre el
trabajo, las cuales regirán:
A.
Entre los obreros, jornaleros, empleados domésticos, artesanos y de una manera general,
todo contrato de trabajo:
(…)
XXIX. Es de utilidad pública la Ley del Seguro Social, y ella comprenderá seguros de invalidez, de
vejez, de vida, de cesación involuntaria del trabajo, de enfermedades y accidentes, de servicios de
guardería y cualquier otro encaminado a la protección y bienestar de los trabajadores, campesinos,
no asalariados y otros sectores sociales y sus familiares.
del Seguro Social se incluyeron los dos párrafos referidos, y uno de
ellos contiene una regla sobre la forma de calcular las aportaciones
cuando haya contrato colectivo, lo cual también es signo de que en
ese numeral se incluyeron dos reglas generales, que precisan la forma
de calcular aportaciones, una para los supuestos en que haya
contratos colectivos y la otra para financiar las prestaciones médicas
de los pensionados y sus beneficiarios.
77. Además, de la exposición de motivos antes transcrita, claramente se
aprecia que la intención del legislador no fue gravar exclusivamente a
los trabajadores que cuenten con un contrato colectivo de trabajo para
la constitución de la reserva especial para financiar los gastos médicos
de los pensionados y sus beneficiarios, toda vez que estableció que
quienes gozarían de dichos beneficios serían todos los pensionados y
no sólo los pensionados que, cuando se encontraban activos
laboralmente, hayan contado con un contrato colectivo de trabajo, por
lo que todos los trabajadores, patrones y el Estado, son los sujetos
obligados al pago de dicha aportación tripartita.
78. Así, entendido de la segunda forma antes señalada, esto es, que el
segundo párrafo del artículo 25 de la Ley del Seguro Social establece
la cuota del 1.5% como una regla general aplicable a todos los sujetos
del régimen obligatorio, y no únicamente para quienes se rijan por un
contrato colectivo, resulta no sólo conforme con la letra de dicho
precepto, sino también con la finalidad perseguida por el legislador,
con el sistema del plan de seguridad social regulado en dicha ley y con
la sostenibilidad de éste.
79. Las consideraciones anteriores, y que esta Sala comparte, fueron
sostenidas por la Segunda Sala de esta Suprema Corte de Justicia de
la Nación, al resolver la contradicción de tesis 396/215, por
unanimidad de votos, en sesión de ocho de abril de 2015, y que dio
lugar a la jurisprudencia 63/2015, de rubro y texto siguientes:
“SEGURO SOCIAL. LA CUOTA ESTABLECIDA EN EL
ARTÍCULO 25, SEGUNDO PÁRRAFO, DE LA LEY RELATIVA,
NO ESTÁ CONDICIONADA A QUE EXISTA CONTRATO
COLECTIVO DE TRABAJO. El artículo y párrafo citados
establecen que los patrones, los trabajadores y el Estado
aportarán una cuota de 1.5% sobre el salario base de cotización,
para cubrir las prestaciones en especie del seguro de
enfermedades y maternidad de los pensionados y sus
beneficiarios, en los seguros de riesgos de trabajo, invalidez y
vida, así como de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez.
Ahora bien, de la interpretación de dicha porción normativa se
obtiene que tal cuota es de aplicación general a todos los sujetos
del régimen obligatorio, y a pesar de que el primer párrafo del
artículo 25 indicado contenga una disposición dirigida a
especificar la forma de calcular las aportaciones en los
supuestos en que se hayan pactado en los contratos colectivos
prestaciones de seguridad social, ello no limita ni condiciona a
este último supuesto la aplicación de la cuota del segundo
párrafo, lo que se ajusta no sólo a la letra de dicho precepto, sino
también a la finalidad perseguida por el legislador, al sistema del
plan de seguridad social regulado en la Ley del Seguro Social y
a su sostenibilidad.”
80. En este orden de ideas, dado que esta Primera Sala comparte la
interpretación que realizó la Segunda Sala de este Alto Tribunal,
respecto de que la cuota del 1.5%, sobre el salario base de cotización,
establecida en el segundo párrafo del artículo 25 de la Ley del Seguro
Social, es aplicable en general, para todos los sujetos del régimen
obligatorio, a pesar de que en su primer párrafo se refiera a los
supuestos en que exista contrato colectivo, conduce a apartarse del
criterio sostenido en la tesis aislada III/2002, de la anterior integración,
de rubro: “SEGURO SOCIAL. EL ARTÍCULO 25, SEGUNDO
PÁRRAFO, DE LA LEY RELATIVA QUE ESTABLECE LA FORMA
EN QUE SE CUBRIRÁN LAS APORTACIONES EN ESPECIE PARA
DIVERSOS SEGUROS, NO TRANSGREDE LA GARANTÍA DE
LEGALIDAD TRIBUTARIA CONSAGRADA EN EL ARTÍCULO 31,
FRACCIÓN IV, DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL”.6
81. Debe precisarse además, que el punto central a dilucidar en el amparo
directo en revisión 2331/1998, que le dio origen, consistió en un tema
de ausentismo, pues se alegó que el artículo 31, fracciones I y IV, de
la Ley del Seguro Social, violaba legalidad y seguridad jurídica, porque
al no presentarse a laborar un trabajador no existía base de cotización
por no existir salario; porque se le obligaba a cubrir el seguro de
enfermedades y maternidad sobre trabajadores que no asistieron a
laborar por un período de hasta catorce días; que existía trato
6
1a. III/2002 (9ª.); Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XV, Febrero de 2002,
Pág. 31. De texto: “Al establecer el artículo 25, segundo párrafo, de la Ley del Seguro Social que
los patrones, los trabajadores y el Estado aportarán una cuota de uno punto cinco por ciento sobre
el salario base de cotización para cubrir las prestaciones en especie sobre los seguros de
enfermedades y maternidad de los pensionados y sus beneficiarios, de riesgos de trabajo,
invalidez y vida, así como de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez, si bien no proporciona a
cabalidad los elementos indispensables para definir la base sobre la cual se aplicará el tributo, en
tanto que no se sabe a qué personas corresponde el salario base de cotización que debe tomarse
en cuenta, ello no lo torna conculcatorio de la garantía de legalidad tributaria. Lo anterior es así,
porque el texto íntegro del precepto citado sólo puede entenderse, por un lado, en función del caso
a que se contrae el diverso artículo 23 de la ley invocada, pues está destinado a regular el monto y
la forma de las aportaciones a cubrir al Instituto Mexicano del Seguro Social cuando las relaciones
laborales están reguladas por un contrato colectivo y, por otro, en relación con el contenido de los
diversos artículos 11, 12, fracción I y 15, fracción I, de la ley en mención, que señalan quiénes son
los deudores y acreedores de los beneficios sociales referidos, por lo que es indudable que el
elemento esencial de las aportaciones de seguridad social, consistente en la base, se encuentra
plenamente identificado, pues se refiere al salario base de cotización de todos los trabajadores con
los que el patrón tenga celebrado contrato colectivo de trabajo.”
inequitativo en cuanto a trabajadores eventuales y normales o de
planta, respecto de los solicitados al sindicato, pues se le obligaba a
pagar por todos; así como que se le obligaba a pagar por los
trabajadores que se encontraran con incapacidad médica expedida por
el Instituto.
82. En cuanto al segundo párrafo del artículo 25 de la Ley del Seguro
Social (que no fue el tema central, en aquél asunto) la inconformidad
consistió en que era violatorio de legalidad tributaria, por no precisar a
qué sujetos debía aplicarse la cuota del 1.05% sobre el salario base
de cotización, al no aclarar si era por la totalidad de los trabajadores o
sólo por unos cuantos (la línea argumentativa fue de si se trataba de
los trabajadores eventuales o los de planta), y la entonces quejosa
hizo la comparación de que el artículo 106 de la propia ley, sí
precisaba que la cuota del 13.9%, se aplica por todos los trabajadores
asegurados, y la adicional del 6%, sólo por los trabajadores que
obtengan un salario base de cotización mayor a tres veces el salario
mínimo.
83. En consecuencia, se reitera, esta nueva integración, adopta el criterio
de la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en el sentido de que la cuota
del 1.5%, sobre el salario base de cotización, para el financiamiento de
las prestaciones en especie del seguro de enfermedades y maternidad
de los pensionados y sus beneficiarios, establecida en el segundo
párrafo del artículo 25 de la Ley del Seguro Social, es general y debe
aplicarse
a
todos
los
sujetos
del
régimen
obligatorio,
independientemente de si se trata de trabajadores regulados o no por
un contrato colectivo.
84. No obstante lo anterior, cabe precisar que la determinación de la
Primera Sala en la tesis aislada referida fue correcta al establecer que
el artículo 25, segundo párrafo, de la Ley del Seguro Social no es
violatorio de la garantía de legalidad tributaria, pues, así como lo
señaló la antigua integración, debe entenderse relacionado con los
numerales 11, 12, fracción I y 15, fracción I, que señalan los deudores
y los acreedores que en el caso son los patrones, trabajadores y el
Estado, por lo que se trata de una cuota obrero patronal tripartita. Sin
embargo, no fue afortunada la interpretación de que sólo resultaría
aplicable para los trabajadores que se encontraran regulados por un
contrato colectivo de trabajo, sino que de tales preceptos se advierte,
sin lugar a dudas, que se refiere a la totalidad de los trabajadores en
activo con independencia de si existe o no un contrato colectivo que
regule dicha relación laboral.
85. Expuesto lo anterior, se procede a dar contestación a los
argumentos de agravio de la empresa recurrente.
86. En el primer agravio, que ya quedó sintetizado en los párrafos
precedentes, la recurrente aduce sustancialmente que el Tribunal
Colegiado efectuó un análisis incorrecto de sus conceptos de
violación, ya que si bien, como se resolvió en la ejecutoria, el precepto
cuestionado sí hace la precisión del sujeto obligado al entero de la
aportación, el trabajador, su planteamiento versó sobre que si el
segundo párrafo del artículo 25 de la Ley del Seguro Social, se
interpretaba de manera aislada e independiente de su primer párrafo,
sería violatorio de la garantía de legalidad tributaria, ya que no
establece con precisión la base del tributo, pues si bien refiere que la
tasa se calculará sobre el salario base de cotización, no precisa al
salario de qué trabajadores se refiere, si al de los que tienen un
contrato colectivo o al de los que no lo tienen.
87. Asimismo, la recurrente aduce que contrario a lo afirmado por el
Tribunal Colegiado, los artículos 38 y 39 de la Ley del Seguro Social,
no resultan aplicables para establecer la época de pago y la
periodicidad con la que debe enterarse la aportación prevista en el
artículo 25 cuestionado, pues el propio Tribunal Colegiado determinó
que se trata de una reserva operativa en términos del artículo 281,
fracción II de la misma ley y no de una cuota obrero patronal.
88. Esta Primera Sala estima que los argumentos vertidos en el primer
agravio, resultan infundados e inoperantes, en primer término, toda
vez que contrario a lo afirmado por la empresa recurrente, el Tribunal
Colegiado analizó la litis tal y como le fue planteada.
89. En efecto, como ya se ha relacionado en esta ejecutoria, a lo largo de
su demanda de amparo, específicamente en su cuarto concepto de
violación, la quejosa sostuvo que el segundo párrafo del artículo 25 de
la Ley del Seguro Social, si se interpretaba de manera independiente
de su primer párrafo y del artículo 23, sería violatorio de la garantía de
legalidad
tributaria,
ya
que
no
proporcionaba
los
elementos
indispensables para definir la base del tributo señalando:
“…ya que no precisa las personas obligadas al entero del
concepto previsto; la base del tributo, ya que si bien dispone
que se hará conforme al salario base de cotización, también
lo es que no especifica a qué personas corresponde
dicho salario, pudiendo ser éste el del trabajador, el del
pensionado o inclusive el de sus beneficiarios, o algún
otro;…” (Página 53 último párrafo de la demanda).
90. El Tribunal Colegiado sostuvo que los elementos base de la
contribución establecida en el segundo párrafo del artículo 25 de la
Ley del Seguro Social, si bien no están determinados específicamente
en dicho párrafo, no puede soslayarse que el mismo se encuentra
inmerso en el Capítulo I (relativo a Generalidades del título segundo y
correspondiente al régimen obligatorio) y la interpretación armónica y
sistemática de los artículos 11 al 26 de la referida Ley del Seguro
Social, lo cual revela que no existe incertidumbre, ya que se aprecia
que las aportaciones contenidas en el artículo combatido forman parte
del régimen obligatorio y como se desprende, dijo el Colegiado, de la
ejecutoria de la Segunda Sala de este Alto Tribunal al resolver la
contradicción de tesis 396/2014, la propia ley establece los sujetos y
obligaciones que corresponden al citado régimen obligatorio.
91. El Órgano Colegiado advirtió que la lectura del propio segundo párrafo
del artículo cuestionado, al señalar que “los trabajadores” deberán de
realizar dichas aportaciones a fin de cubrir las prestaciones en especie
del seguro de enfermedades y maternidad “de los pensionados y sus
beneficiarios”, implica una clara diferenciación entre (trabajadores,
pensionados y sus beneficiarios), por lo que se entiende que la
obligación corre a cargo de los propios trabajadores asegurados que
no estén pensionados. En este sentido, el Colegiado insistió que debía
entenderse que se trata de los trabajadores que son asegurados no
pensionados y que tampoco son beneficiarios; es decir, se trata de los
trabajadores asegurados en activo, por lo que no existe la
incertidumbre de si dicho entero corresponde o no, también a los
pensionados o sus beneficiarios.
92. Asimismo, el Colegiado sostuvo que su postura se confirma con lo
indicado en el criterio sostenido por esta Primera Sala en la tesis
aislada III/2002, que la quejosa citó en apoyo a sus aseveraciones, en
el que se indicó que la porción tildada de inconstitucional, debe ser
entendida en relación con los diversos 11, 12, fracción I y 15, fracción
I, de la misma Ley, que señalan quienes son los deudores y
acreedores de los beneficios sociales referidos, por lo que es
indudable que el elemento esencial de las aportaciones de seguridad
social, consistente en la base, se encuentra plenamente identificado.
93. Como se advierte, contrario a lo afirmado por la recurrente, el Tribunal
Colegiado sí dio contestación de manera correcta a lo expresado en el
cuarto concepto de violación tal y como le fue planteado.
94. Por otra parte, los otros argumentos del primer agravio devienen
inoperantes, toda vez que como se advierte, en ningún momento se
desprende del escrito de amparo que la quejosa argumentara que la
violación a la garantía de legalidad tributaria, atribuida al segundo
párrafo del artículo 25 de la Ley del Seguro Social, por la falta de
precisión de la base, fuera por no precisar al salario de qué
trabajadores se refiere, si al de los que tienen un contrato colectivo de
los que no lo tienen. Esto es, puso en juicio si el salario base de
cotización para la aplicación de la tasa sería el salario de los
trabajadores, los beneficiarios o los pensionados, no así de si se
refería al salario de los trabajadores en activo que se encuentran o no
regulados por un contrato colectivo de trabajo, como ahora argumenta
en esta instancia.
95. Por lo anterior, en ese aspecto, los argumentos del primer agravio,
resultan inoperantes por novedosos. Sirve como apoyo a la anterior
determinación la jurisprudencia 1a./J. 150/2005 de esta Primera Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de rubro: “AGRAVIOS
INOPERANTES. LO SON AQUELLOS QUE SE REFIEREN A
CUESTIONES NO INVOCADAS EN LA DEMANDA Y QUE, POR
ENDE,
CONSTITUYEN
ASPECTOS
NOVEDOSOS
EN
LA
REVISIÓN.”7
96. Por otra parte, contrario a lo que aduce la empresa recurrente, en la
última parte de su primer agravio, en cuanto a la temporalidad y época
de pago del tributo, fue correcta la determinación del Tribunal
Colegiado, en el sentido de que si resultan aplicables los artículos 38 y
7
1a./J. 150/2005 (9ª.); Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXII, Diciembre de
2005, Pág. 52
39 de la misma Ley del Seguro Social,8 toda vez que tales preceptos
se encuentran en el Capítulo II denominado “DE LAS BASES DE
COTIZACIÓN Y DE LAS CUOTAS”, donde se regula la temporalidad
en que se causarán las cuotas obrero patronales, la forma de
retenerlas y enterarlas. Esto es, se causará por mensualidades
vencidas, deben ser retenidas y entregadas al Instituto por el patrón,
en los plazos y términos que la propia ley señala. Ahora, el hecho de
que los recursos se destinen a una reserva operativa prevista en el
numeral 281, fracción II, de la propia Ley, antes transcrito, no cambia
la naturaleza de la aportación de cuota obrero patronal (aportación
tripartita de seguridad social), sino sólo es la intención del legislador,
plasmada en mandato de ley, de cómo serán administrados dichos
recursos.
97. Debe decirse además, que el artículo combatido entró en vigor en mil
novecientos noventa y siete, en atención a las necesidades
8
Artículo 38. El patrón al efectuar el pago de salarios a sus trabajadores, deberá retener las
cuotas que a éstos les corresponde cubrir.
Cuando no lo haga en tiempo oportuno, sólo podrá descontar al trabajador cuatro cotizaciones
semanales acumuladas, quedando las restantes a su cargo.
El patrón tendrá el carácter de retenedor de las cuotas que descuente a sus trabajadores y
deberá determinar y enterar al Instituto las cuotas obrero patronales, en los términos establecidos
por esta Ley y sus reglamentos.
Artículo 39. Las cuotas obrero patronales se causan por mensualidades vencidas y el patrón
está obligado a determinar sus importes en los formatos impresos o usando el programa
informático, autorizado por el Instituto. Asimismo, el patrón deberá presentar ante el Instituto las
cédulas de determinación de cuotas del mes de que se trate, y realizar el pago respectivo, a más
tardar el día diecisiete del mes inmediato siguiente.
La obligación de determinar las cuotas deberá cumplirse aun en el supuesto de que no se
realice el pago correspondiente dentro del plazo señalado en el párrafo anterior.
Los capitales constitutivos tienen el carácter de definitivos al momento de notificarse y deben
pagarse al Instituto, en los términos y plazos previstos en esta Ley.
económicas apremiantes en que se encontraba en Instituto Mexicano
del Seguro Social. Desde aquel momento, se pensó en esta fuente de
financiamiento para el seguro de enfermedades y maternidad para los
pensionados y sus beneficiarios. Así, el artículo 281 fue creado hasta
dos mil uno, lo que revela que sólo fue un cambio en el esquema
administrativo de los recursos que percibía el instituto para un manejo
más eficiente y transparente, sin que por ello se entienda que los
tributos antes establecidos cambiarían de naturaleza en función de
cómo serían administrados.
98. En su segundo agravio, que ya quedó sintetizado con antelación, la
recurrente sostiene medularmente que el Tribunal colegiado realizó un
análisis incorrecto de sus conceptos de violación tendientes a
demostrar que el artículo combatido representa una doble tributación.
Lo anterior, pues dicho gravamen tiene el mismo objeto que el seguro
de enfermedades y maternidad, y si se crea una reserva específica,
los recursos deberán provenir de la cuota enterada por el seguro
correspondiente.
99. De igual forma, la recurrente precisa que el concepto “Gastos médicos
para pensionados”, debe ser entendido como una cobertura y no como
un seguro (pues no está enumerado en el artículo 11 de la ley), por lo
que contraviene el artículo 277-E de la Ley del Seguro Social,9 pues
9
Artículo 277 E. Sin perjuicio de lo dispuesto por la Ley Federal de Presupuesto y
Responsabilidad Hacendaria, los ingresos y gastos de cada seguro se registrarán contablemente
por separado. Los gastos indirectos comunes se sujetarán a las reglas de carácter general para la
distribución de costos, al catálogo de cuentas y al manual de contabilización y del ejercicio del
gasto que al efecto emita el Consejo Técnico a propuesta del Director General, quien deberá
contar con la opinión previa de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
éste dispone que los recursos financieros obtenidos por el Instituto por
cada ramo de los seguros del régimen obligatorio, sólo podrán
utilizarse para cubrir prestaciones, beneficios y constituir reservas del
mismo ramo.
100. Esta Primera Sala estima que tales argumentos son infundados, pues
fue correcta la determinación del Tribunal Colegiado en cuanto que el
artículo 25, segundo párrafo, de la Ley del Seguro Social, no
constituye una doble tributación.
101. Lo anterior, pues si bien es cierto que el artículo 277-E, de la Ley del
Seguro Social, establece que los recursos de cada ramo de seguros,
sólo podrán utilizarse para cubrir las prestaciones y pago de beneficios
y constitución de reservas que correspondan a cada uno de ellos.
Claramente se diferencia que los recursos recaudados de conformidad
con el artículo 25, segundo párrafo, de la Ley del Seguro Social,
constituirán una reserva especial para el pago de los gastos médicos
de pensionados y sus beneficiarios (esto es, de los trabajadores que
ya no estén en activo y las personas que tengan la calidad de sus
beneficiarios). Por otro lado, el seguro de enfermedades y maternidad,
el cual es recaudado en términos del numeral 106 de la ley combatida,
El catálogo de cuentas y el manual de contabilización y del ejercicio del gasto deberán tomar
como base los equivalentes que al efecto se establezcan por las autoridades competentes para las
entidades de la administración pública federal, adecuándolos a las características y necesidades
del Instituto.
Los recursos de cada ramo de seguros a que se refiere esta Ley sólo podrán utilizarse para
cubrir las prestaciones y pago de beneficios y constitución reservas que correspondan a cada uno
de ellos.
se utilizará para cubrir a los trabajadores (en activo) y sus
beneficiarios.
102. La recurrente tiene razón al afirmar que, bajo el seguro de
enfermedades
y
maternidad,
se
encuentran
amparados
los
pensionados y sus beneficiarios. Sin embargo, esto no es obstáculo
para que el legislador considerase la necesidad de establecer un
régimen de financiamiento distinto –o adicional– respecto del régimen
obligatorio para el caso específico de los pensionados y sus
beneficiarios, como es el caso establecido en el artículo 25, párrafo
segundo, de la Ley del Seguro Social. Es decir, si bien el concepto
“gastos médicos a pensionados” no pertenece a la clasificación
taxativa de los seguros establecidos en el diverso 11 de la Ley del
Seguro Social, también es cierto que el artículo 25 combatido implica
un gravamen para garantizar las coberturas en especie para los
pensionados y sus beneficiarios.
103. Por lo tanto, no puede entenderse que existe una doble tributación, ya
que la contribución establecida específicamente para sufragar los
gastos médicos a pensionados y sus beneficiarios contenida en el
artículo 25, segundo párrafo, de la Ley del Seguro social es autónoma
e independiente de la contribución establecida en el diverso 106 de
dicho ordenamiento, pues, como ya se señaló, los recursos obtenidos
de esta última, serán utilizados para garantizar dicho seguro de
enfermedades y maternidad sólo a los trabajadores en activo y sus
beneficiarios, mientras que los recursos obtenidos de aquélla,
constituirán una reserva especial que será utilizada exclusivamente
para el mismo destino, pero respecto de los pensionados y sus
beneficiarios.
104. En virtud de lo anterior, ante lo infundado e inoperante de los
planteamientos que hizo valer la parte recurrente en el recurso de
revisión, lo procedente es confirmar la sentencia recurrida y negar el
amparo solicitado.
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