anales-87 - Real Acadèmia de Cultura Valenciana

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ANALES
DE LA
REAL ACADÈMIA DE
CULTURA VALENCIANA
CREADA DURANTE EL DECANATO DE JOSÉ SANCHIS SIVERA EN 1928
NÚMERO 87
VALENCIA
2012
Índice
ESTUDIOS……………………………………………………………… 7
Contribución a la historia de los
Miscellanea Philologica de Pedro Juan Núñez……………………… 9
Toribio Fuente Cornejo
“Fuera de la muralla de Alicante el Reino de Valencia
ha dejado de existir” El cónsul británico P. C. Tupper y
la caída de Valencia en 1812………………………………………… 23
Elías Durán de Porras
El ocaso del republicanismo histórico: lerrouxistas y
blasquistas ante las elecciones de 1936.…………………………… 75
Roberto Villa García
La Iglesia oculta en Checoslovaquia (1948-1989)……………… 121
Alejandro Martínez Relanzón
La pedagogía en la Compañía de Jesús, ayer y hoy ……………… 149
Julián García del Pozo Jiménez
El acceso a la dirección por parte de los directores
de los colegios de infantil y primaria valencianos.
Reflexiones a partir de un análisis empírico.……………………… 199
José Eliseo Valle
Análisis del estado de la proactividad medioambiental
en el sector industrial valenciano.
¿Qué buscan las empresas, mejorar la responsabilidad
social corporativa o lavar su imagen?.…………………………… 227
Segarra Oña, M.; Peiró Signes, A.; de Miguel Molina, M. y de Miguel Molina, B.
Breve curriculum de los autores……………………………………………… 259
VIDA ACADÉMICA…………………………………………………… 263
RESUM DE LA MEMÒRIA D’ACTIVITATS DEL CURS
ACADÈMIC 2011-2012…………………………………………………… 265
Desamparados Cabanes Pecourt
1761-30 de julio-2011
250º aniversario de la muerte
del escultor Francisco Vergara Bartual
(L’Alcúdia, 1713-Roma, 1762)………………………………………… 285
Andrés de Sales Ferri Chulio
DISCURSO DE APERTURA DEL CURSO 2012-2013.
REAL ACADÉMIA DE CULTURA VALENCIANA:
LA CIUDAD DE VALENCIA Y EL MAR: DE TOSCA A SOROLLA.
Metáfora o ficción.…………………………………………………… 291
Javier Domínguez Rodrigo
estudios
Anals de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana nº 87 (2012)
Toribio Fuente Cornejo
Contribución a la historia de los
Miscellanea Philologica de Pedro Juan Núñez
RECEPCIÓN:16-05-2012
REVISIÓN:13-09-2012
ACEPTACIÓN:10-12-2012
PUBLICACIÓN:30-12-2012
Contribución a la historia de los
Miscellanea Philologica de Pedro Juan Núñez
Resumen:
En este artículo se revisa la correspondencia de los hermanos Mayans con los eruditos Francisco Cerdá y Rico y José Vega Sentmenat, para reconstruir la historia de los
manuscritos que configuran los Miscellanea Philologica del humanista valenciano Pedro
Juan Núñez, desde la donación de Besora a la Biblioteca de los Carmelitas Descalzos
de Barcelona hasta la visita a dicha biblioteca de Jaime Villanueva a comienzos del
siglo XIX.
Palabras clave: Manuscritos, Pedro Juan Núñez, correspondencia Mayans.
Contribution to the history of the
Miscellanea Philologica of Pedro Juan NÚÑez
Abstract:
This study aims to analyze the correspondence between the Mayans brothers and
the scholars Francisco Cerdá and José Vega Sentmenat, in order to reconstruct the
history of the manuscripts in Miscellanea Philologica, written by the Valencian humanist
Pedro Juan Nuñez. Particularly, it focuses on the period going from the donation
by Besora to Carmelitas Descalzos library in Barcelona to Jaime Villanueva’s library
viewing at the beginning of the 19th century.
Keywords: Manuscripts, Pedro Juan Núñez, correspondece Mayans.
Toribio Fuente Cornejo / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 9-22
13
En un trabajo reciente titulado “Notas bibliográficas sobre Pedro Juan Núñez, humanista valenciano”1, el Profesor Juan María Núñez trazó la historia de los cuatro
manuscritos que configuran los Miscellanea Philologica de Pedro Juan Núñez (vol 1.
Institutiones oratoriae ex variis scriptoribus ac praesertim ex Hermogene, ms. BNM 9153; vol. II.
Praecepta ad epistolas artificio contexendas atque illustrandas, ms. BUB 1185; vol. III. De historia
Romana, BNM 9154; y vol IV. Comentarios latinos a la geografía de Dionisio Africano, ms. BUB 1003), desde la donación de Don José Gerónimo Besora hasta la
distribución actual de los mismos en las Bibliotecas Universitaria de Barcelona y la
Nacional de Madrid.
En este trabajo queremos, a partir de la correspondencia de los hermanos Mayans
i Siscar, Gregorio y Juan Antonio, que ahora se puede consultar gracias a la edición
de la Biblioteca Valenciana Digital2, con los eruditos Francisco Cerdà y Rico y José
Vega Sentmenat3, aportar nuevos datos a la historia de las mencionadas obras, relativos al periodo que va desde la donación de Besora hasta la visita de Jaime Villanueva
a la biblioteca de los PP. Carmelitas Descalzos de Barcelona, de la que informa a su
hermano por carta recogida en su monumental Viage literario por las Iglesias de España4.
Núñez González, Juan María, “Notas bibliográficas sobre Pedro Juan Núñez, humanista valenciano”, Liburna 4
(2011), pp. 257-263.
2
Se puede acceder a esta edición a través de <www.bivaldi.gva.es>
3
La correspondencia de los hermanos Mayans con Francisco Cerdá y Rico, copiada por Serrano Morales, bibliotecario del Ayuntamiento de Valencia, fue publicada por Menéndez Pelayo en la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos,
en los años 1905-6; la mantenida con el erudito catalán José Vega Sentmenat, también de manera incompleta,
se publicó en la Revista crítica y literaria correspondiente al año 1901. En el 2000 Amparo Alemany publicó una
edición completa de la correspondencia de los hermanos Mayans con cuatro importantes eruditos como se
recoge en el título del volumen Mayans y Siscar, Gregorio, Epistolario. XVII. Cartas literarias. Correspondencia de los hermanos
Mayans con los hermanos Andrés, F. Cerdà y Rico, Juan Bta. Muñoz y José Vega Sentmenat, estudio preliminar, transcripción y notas
por Amparo Alemany Peiró, Valencia, 2000.
4
Villanueva, Jaime, Viage literario a las Iglesias de España, vol. XVIII, Madrid, 1851, pp. 213-214.
1
14
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 9-22 / Contribución a la historia de los Miscellanea…
La historia de los códices comienza con la donación del canónigo de Lérida D. José
Gerónimo Besora a los Carmelitas Descalzos de Barcelona, que cuenta con cierto
detalle Don Félix Torres Amat en su obra Memorias para ayudar a formar un diccionario crítico
de los escritores catalanes y dar alguna idea de la antigua y moderna literatura de Cataluña5, publicada
en 1836. El canónigo Besora quiso donar la colección de libros que había reunido,
compuesta por 5577 tomos6 “de buena calidad”, a la Academia de Barcelona, pero
con ciertas condiciones, que se “despreciaron”, por lo que hizo la donación a favor
a los Carmelitas Descalzos para que el público disfrutase de tan importante colección7. El propio Besora redactó el testamento en 1654 que entregó al notario barcelonés Bartolomé Plea8. A la muerte del canónigo ilerdense ocurrida el 14 o el 15 de
febrero de 1665, la colección, en su mayor parte manuscritos, pasó a la Biblioteca
de los Carmelitas según consta en el recibo, en poder del notario barcelonés don
Francisco Llauder, que firmó el convento ese mismo año.
En 1784 el erudito José Vega Sentmenat escribe a Juan Antonio Mayans, el hermano
menor de los Mayans, una carta con fecha del 16 de marzo comunicándole el descubrimiento de unas obras de Pedro Juan Núñez relativas a traducciones de oraciones y escolios, que , sin duda, serían del agrado de D. Gregorio9, pero sin ninguna
otra indicación: “de Juan Núñez tengo que decir cosas que disminuyen la pena
que tenía D. Gregorio en su Bibliotheca, i capítulo será para otro correo, pues éste
escapa, es un descubrimiento que he hecho de Núñez de traducciones de oraciones
de Cicerón i scholios ricos, etc., que merecen lugar al lado del que acaba de hacer
el Sr. Cerdá”10. Una noticia de la que Juan Antonio dará cuenta inmediata a Cerdà:
“D. Josef Vega Sentmenat, Presidente de la Academia de la Historia de Barcelona,
Torres Amat, Félix, Memorias para ayudar a formar un diccionario crítico de los escritores catalanes y dar alguna idea de la antigua y
moderna literatura de Cataluña, Barcelona, Imprenta J. Verdaguer, 1836.
6
Villanueva habla de 5567 volúmenes en su mayoría manuscritos, Villanueva, Jaime, Viage literario, p. 208.
7
Torres Amat, Félix, Memorias, pp. 107-108.
8
Villanueva, Jaime, Viage literario, p. 209.
9
La admiración que Gregorio Mayans sentía por Pedro Juan Núñez fluye por doquier en su epistolario, sirvan estas palabras que escribe al médico Andrés Piquer como muestra: “luego que sepa Vm. leer quatro palabras, dirán
que Vm. es un Comendador Griego o un Pedro Juan Núñez, que en mi opinión ha sido el que más ha sabido en
España de esta lengua que San Agustín no se atrevió a aprender”, Mayans a Piquer, 21-11-1570, Mayans y Siscar,
G., Epistolario, I, Mayans y los médicos, Transcripción, notas y estudio preliminar de V. Peset, Valencia, 1972, p. 111.
10
J. Vega Sentmenat a J. A. Mayans, 16-03-1784. Mayans y Siscar, G., Epistolario, vol. XVII, nº 47, p. 480. BMV, Serrano
Morales, 7284-74.
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es discípulo de D. Josef Finestres, sobrino del Sr. Patriarca, i aficionadíssimo a las
letras i me dice que ha hecho descubrimientos de Pedro Juan Núñez, de traduciones de
Oraciones de Cicerón, i de Scholios, etc. de que me hablará en otra carta que comunicaré
a Vmd”11.
Cuando el menor de los Mayans escribía estas líneas ya Vega Sentmenat había tomado la pluma, la carta tiene fecha del 20 de marzo, para describir con detalle, es
la primera descripción que conocemos, los dos códices de Núñez que había descubierto en la biblioteca de los Descalzos. Del primero, que se corresponde con el vol.
I de los Miscellanea Philologica, dice: “en la bibliotheca de los Descalzos de ésta, bajo la
letra O, nº. 396, hay un códice en folio manuscrito, que contiene: Institutiones oratoriae
ex variis scriptoribus ac praesertim ex Hermogene, auctore Petro Iohanne Nunnezio, valentino. Acaban
por el cap. De actione. Síguese la Oración de Cicerón Pro Marco Marcello. La traducción
española. Scholia in Orationem M. Marc. Formulae. Lo mismo de la Actio 1ª. in Verrem i de la
Philípica, excepto las fórmulas que faltan en esta última, con que remata el tomo
de cerca de quatro dedos de alto, bien leíble, excepto algún parage que se escapa
ya”12. A continuación describe el segundo de los manuscritos descubiertos, el vol.
2 de los mencionados por Villanueva: “bajo la letra O, nº. 392, hay otro códice en
folio manuscrito, también del Núñez, con este título: Praecepta ad epistolas artificio contexendas atque illustrandas, auctore Petro Ioanne Nunnesio, valentino. Comprehende pocas hojas.
Síguese M. Tulii Ciceronis Epistolae selectae per genera cum versione hispana et scholiis, auctore Petro
Ioanne Nunnezio, valentino. Argumentum epistolae en latín la carta, i en español, de todos géneros. Síguese Annotationes aliquas epistolas M.T. Ciceronis expositas per genera a P.I.N.V.,
en pocas hojas. Síguese: Aliae variae formulae ad imitationem earum epistolarum selectarum quas
suscepit tractandas Nunnesius. El (sic) latín en español. Síguese Formulae aptae ad epistolas rescribendas comendatitias etc. (comprende todos los géneros de cartas) en muchas hojas.
Síguese: Ratio imitandi eandem periodum en pocas hojas. Item: In Aphtonii Progymnasmata
dictata accuratissima et suis omnibus numeris absoluta, auctore P.I.N, tira a muchas hojas, i acaba
J.A. Mayans a F. Cerdá, 23-03-1784. Mayans y Siscar, G., Epistolario, vol. XVII, p. 342. nº 202. BMV, Serrano Morales, 7276-56.
12
J. Vega Sentmenat a J.A. Mayans, 20-03-1784. Mayans y Siscar, G., Epistolario, vol. XVII, p. 483. nº 49, BAHM, GM,
790. Villanueva se refiere en estos términos: “vol. I. Institutiones oratoriae ex variis scriptoribus ac praesertim ex Hermogene. =
La oracion pro M. Marcello, traducida al español. =Escolios sobre su texto latino, y varias fórmulas de elocuencia
escogidas de ella. Actio 1ª in Verrem, y la Philipica nona, ambas traducidas con escolios como la antecedente”, Villanueva, Jaime, Viage literario, p. 213.
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con la Oración de Cicerón Pro L. Manilia, traducción i escholios con que remata el tal
códice, de igual carácter que el otro i escrito con buenas márgenes”13.
Juan A. Mayans traslada a Cerdà el 27 de marzo tan cuidada información añadiendo,
tan solo, dos comentarios: uno referente a la cátedra de la Universidad de Valencia
regentada por Bardaxi y Palmireno que se ocupaba de enseñar a escribir cartas: “en
la Universidad de Valencia avía cáthedra destinada para enseñar a escrivir cartas, que
tuvieron Bardaxi i Palmireno, como se dice en la Vida de Vives”14; y otro que justifica
estos manuscritos como el material utilizado por el maestro Núñez en sus clases en
Barcelona y en Valencia: “ciertamente éstos son los trabajos de Núñez para instruir
la juventud en las letras humanas. Otro tanto hacía en Valencia. Por el Specimen se
aclara esto”15.
La noticia, evidentemente, fue del agrado a Cerdà: había proyectado una edición,
Clarorum hispanorum opuscula, de las obras de los humanistas españoles difíciles de
encontrar en las bibliotecas y, en algunos casos, como en el de Pedro Juan Núñez,
no solo carecía de buena parte de sus obras, sino que tampoco las encontraba a
la venta, tal como confiesa a D. Gregorio: “yo quisiera que comenzássemos por
Núñez; pero no sólo carezco de casi todas sus obras, sino que ni aun las he visto
venales en esta Corte”16. De ahí que escriba al menor de los Mayans celebrando el
descubrimiento y comprometiéndose a incluirlas en el tomo 2 de los Opúsculos, al
tiempo que le pide su mediación para que Vega consiga una copia o, mejor aun,
para que los Carmelitas envíen a Madrid los originales voluntariamente o por orden real: “excelentes noticias son las que Vm. me comunica de las obras de Núñez
descubiertas en Barcelona. Aunque algunas de las obras que Vm. cita creo sean de
las que imprimió, con todo hai muchas más que no sabíamos. Yo tendría disposición aquí de imprimirlas todas, porque aunque no sean proprias de los Opúsculos
J. Vega Sentmenat a J.A. Mayans, 20-03-1784. Mayans y Siscar, G., Epistolario, vol. XVII, p. 483 nº 49. BAHM, GM
790. Compárese con la descripción de Villanueva: “Vol. II. Praecepta ad epistolas artificio contexendas atque illustrandas. =
M.T.Ciceronis epistolae selectae per genera con la traducción española, escolios y análisis de sus frases. In Aphthonii progymnasmata dictata acuratissima.= Oratio XIII. pro lege Manilia, con versión castellana, escolios, etc.”, pp. 213.
14
J. A. Mayans a F. Cerdá, 27-03-1784. Mayans y Siscar, G., Epistolario, vol. XVII, p. 343, nº 203. BMV, Serrano Morales, 7276-56.
15
J. A. Mayans a F. Cerdá, 27-03-1784. Mayans y Siscar, G., Epistolario, vol. XVII, pp. 343-4, nº 203. BMV, Serrano
Morales, 7276-56.
16
F. Cerdá a G. Mayans 18-7-1766. Mayans y Siscar, G., Epistolario, vol. XVII, pp. 169-79, nº 38. BAHM, 47.
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esas traducciones de Oraciones de Cicerón i fórmulas de Cartas, convienen para las
escuelas y Sancha. Lo que convendría saber es si ese cavallero Vega Senmenat podría
facilitar una copia, que se le pagaría el amanuense; aunque sería mejor siempre que
viniese el original por lo que conviene ver lo que es de letra del autor etc. Puede ser
que los PP. Carmelitas llevasen a bien enviar el tomo que se les restituiría bona fide,
porque lo han hecho así muchos bienhechores de la colección de Opúsculos, i si no
siempre nos queda el brazo sano para que dé orden por el Rei; pero los PP. informados del buen uso que se va a hacer en obsequio del público, no quieran privarle
de este beneficio, i ellos carecen de la gloria que les resultará”17.
La propuesta de publicación de las obras de Núñez es favorablemente acogida por
el menor de los Mayans que le contesta a vuelta de correo, el 13 de abril, confirmándole la mediación de Sentmenat en el préstamo de los manuscritos y advirtiéndole de la necesidad de hacer una copia que asegure su conservación: “D. Josef Vega
Sentmenat es un cavallero principal, hijo de una hermana del Sr. Patriarca, Presidente de la Academia de la Historia de Barcelona, mui aplicado al adelantamiento de las
letras, que aprendió siendo discípulo del Sr. Finestres, i como tal hará de su parte lo
que deve en que se franqueen las obras manuscritas de P. J. Núñez, pero sería justo
assegurar su conservación por medio de una copia, aviendo tantas contingencias en
estas ideas latinas, reducidas a pocos i ocupados sugetos”18.
Sin embargo, el proyecto de impresión de las obras Núñez no era una tarea fácil,
había que superar dos serios obstáculos: el económico y el préstamo de los manuscritos. El problema económico, del cual sabemos por la carta de Cerdà a Juan
Antonio19 comunicándole la solución, se resuelve con la generosa aportación del
Conde de Floridablanca, quien no solo da el visto bueno al tomo II de los Opúsculos
sino que también acepta hacer colecciones separadas de obras de varios autores,
entre ellos de las de Núñez, e, incluso, se interesa por los manuscritos inéditos del
humanista valenciano: “ahora digo a Vm. que está ya allanado todo, i el Sr. conde
F. Cerdá a J. A. Mayans 8-4-1784. Mayans y Siscar, G., Epistolario, vol. XVII, pp. 344-5, nº 205. BMV, Serrano Morales, 7263-10.
18
J. A. Mayans a F. Cerdá, 13-4-1784. Mayans y Siscar, G., Epistolario, vol. XVII, p. 345, nº 206. BMV, Serrano Morales,
7276-56.
19
Hay una carta de Cerdá a J. A. Mayans que no llegó a su destino y en la que posiblemente comentase dicho
problema a tenor de la carta del 21 de junio de 1784.
17
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de Floridablanca, quem aget penna metuente solvi fama superstes20, sufraga los gastos, et aliquid
amplius. No hai más detención que la de no estar concluida la fundición. Como presenté a S.E., no sólo el plan del tomo II, sino también una larga lista de opúsculos,
i noté en ella que podría hacer colección separada de los de Morcillo, Núñez, etc.,
le pareció mui bien; con este motivo hablamos de lo inédito de Núñez i quiso la
nota para pedirlo por Real Orden; lo suspendí por ver si Vm. me contestava. Pero
será preciso que Vm. se tome el trabajo de repetirme los tratados que son, i dónde
se hallan, porque no tengo a la mano su carta”21.
Juan A. Mayans recibe con satisfacción la noticia de la continuación del proyecto de
publicar la colección de Opúsculos pues a los pocos días, el 3 de julio, le contesta por
extenso reiterando la información, en esta ocasión, de tres de las cuatro obras del
humanista valenciano que constituyen los Miscellanea Philologica y que tenían que formar parte del tomo II: los códices correspondientes a las Institutiones oratoriae, vol. I, y
a los Pracepta ad epistolas artificio, vol. 2, de los que le había dado puntual información
en carta del 20 de marzo de 1784, y, además, los comentarios a Dionisio Africano,
vol. IV de los descritos por Villanueva22, pero sin vincularlo a los Carmelitas Descalzos23, sino a la copia de la Biblioteca Real que Josef Borrull realizó por encargo de D.
Gregorio Mayans a partir del ejemplar que guardaban los jesuitas de Granada24. Los
Comentarios de Dionisio habían sido objeto prioritario de publicación ya desde
Horacio, Od., 2,2,7-5.
F. Cerdá a J.A. Mayans, 21-07-1784. Mayans y Siscar, G., Epistolario, vol. XVII, pp. 346-7, nº 208. BAHM, GM, 788.
22
Villanueva lo describe así: “El vol. IV solo contiene unos comentarios latinos a la geografía de Dionisio Africano.
Y aunque no se hallan atribuidos en el título á Nuñez, como se observa en los antecedentes, se sabe por Don
Nicolás Antonio y Ximeno que son obra suya. Al fin de ella y á renglón seguido de la obra se lee lo siguiente: His
scribendis finem imposuit Berenguarius á Castro, filius primogenitus Baronis Lacunae, et Vice-Comitis Hillae tertio kal. Maias ann. 1576”,
Villanueva, Jaime, Viage literario, p. 214
23
Sobre los Comentarios de Núñez a Dionisio Afro, D. Gegrorio Mayans escribió: “Vi el Núñez de Salvador, i saqué
todas las varias lecciones, i el egemplar que D. Nicolás Antonio hizo mención que avía en Granada i quánto avía
que ver. El que está en la Librería Real es copia del egemplar de Granada, que hizo hacer por mi medio Don
Josef Borrull quando estava en aquella Chancillería. El que embió se sacó de la librería del Conde de Cervelló;
después lo cotegé con el de Salvador i con el de Granada”. G. Mayans a F. Cerdá, 21-08-1779. Mayans y Siscar,
G., Epistolario, vol. XVII, p. 242, nº 106. BMV, Serrano Morales, 7274-35.
24
Juan Antonio Mayans explica en la carta, junto a algunas instrucciones para la edición, el origen de la copia de la
Biblioteca Real: “... pensava añadirle la Descripción de España de Núñez sacada de los Comentarios a Dionisio, que mi hermano
hizo copiar en Granada del egemplar de los jesuitas que cita D. Nicolás Antonio, por medio de D. Josef Borrull entonces Oidor en aquella Chancillería, i colocó en essa Bibliotheca Real, i no hallado en un alzado de ella. Vm. tiene la
copia que se sacó de la Castelviniana cotejada con otra de Josef Vicente del Olmo. Los tres códigos se han desaparecido i sólo queda el que está en poder de Vm. i el de la Bibliotheca, ambos conservados por mi hermano”. J.A. Mayans
a F. Cerdá, 23-10-1784. Mayans y Siscar, G., Epistolario, vol. XVII, p.348, nº 209. BMV, Serrano Morales, 7276-56.
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el momento de la fijación del proyecto, de hecho en carta a D. Gregorio en 1779,
apenas cinco años antes de que Vega descubriese las dos obras de Núñez, Cerdá
hablaba ya de los Comentarios como “el adorno del tomo 2”25.
El otro problema al que tenía que hacer frente Cerdà ofrecía más difícil solución: los
frailes Carmelitas Descalzos, celosos de su patrimonio, no querían prestar los manuscritos de Núñez, tal como Vega confiesa a Juan Antonio: “no hai que pensar en que voluntariamente embíen los tomos. No entienden otra utilidad pública que missas, confessorio i púlpito, i como tan enemigos de la gloria, aborrecen lo que no tire a abatirlos.
Sobre esso son propicios, piensan que se dismembraría una gran parte del convento,
que perdería el manuscrito i desconfían de todo. Si les viene orden del rei, sospecharán
de mí. Quiçá lo ocultarán, i por esto no les aviso antes, porque de fixo nos burlarán”26.
En una de las visitas a la biblioteca de los Carmelitas Descalzos, Vega Sentmenat descubre un nuevo manuscrito que atribuye a Pedro Juan Núñez por la coincidencia
en la forma, en el carácter y la mano con los otros, que contiene la Historia Romana de
L. Floro; esto es, el vol. III de los vistos y descritos por Villanueva. De este descubrimiento informará a J.A. Mayans con cierto detalle: “di con otro códice, que yo creo
de obras inéditas de P. J. Núñez, distinto de los que avisé en otra ocasión. Digo ser
del Núñez porque está en la misma forma que aquellos dos, es del mismo carácter
i mano. Contiene la exposición de la Historia Romana de L. Floro, scolios in libros Ciceronis de finibus, etc. Acaba al libro 5º. Síguese la Égloga 7 del Virgilio, su traducción
española i scolios. Luego de examine orationis M. T. C. pro L. Manilia, con el título: Quae
spectentur in bona oratione ex Dionisio. Síguese un fragmento de la oración pro L. Cornelio Balbo, a cap. 4 ad 7, escolios i traducción i otras pieças de varios autores. Nada
de lo que contiene el tal códice, que se halla bajo la O. 394, he visto atribuido al
Núñez. Lo estimaría el Sr. Cerdá”27. Juan Antonio Mayans también lo considera así
F. Cerdá a G. Mayans, 10-08-1779. Mayans y Siscar, G., Epistolario, vol. XVII, p. 231, nº 101. BMV, Serrano Morales,
7263-10.
26
J. Vega a J.A.Mayans, 17-4-1784. Mayans y Siscar, G., Epistolario, vol. XVII, p. 486, nº 52. BAHM, GM, 790.
27
J. Vega Sentmenat a J.A. Mayans, 5-11-1784. Mayans y Siscar, G., Epistolario, vol. XVII, p. 493, nº 57. BMV, Serrano
Morales, 7284-74. Compárese con la descripción de Villanueva, que atribuye a Núñez sin comentario alguno:
“Vol. III. De historia Romana (son escolios al Epitome de L. Floro). Scholia in libros de finibus M.T.Ciceronis.= Traducción
en prosa de la Egloga VII de Virgilio: Forte sub arguta con sus escolios.= De examine orationis M.T.C. pro lege Manilia.= Scolia
in quodam fragmentum orationis pro L.Corn. Balbo, con su versión.= Quam viam sequatur Valerius Maximus ad colligenda exempla”,
Villanueva, Jaime, Viage literario, pp. 212-213.
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pues inmediatamente transmite la noticia a Cerdà en carta fechada el 23 de octubre.
Naturalmente Cerdà la recibe con entusiasmo, replanteándose su proyecto de publicar una colección de obras del humanista valenciano con el apoyo del conde de
Floridablanca, una idea que comparte con Mayans quien, a su vez, se lo notifica al
descubridor, Vega Sentmenat: “D. Francisco Cerdà ha estimado la noticia del nuevo
descubrimiento de las obras manuscritas de Pedro Juan Núñez que viene oportunamente al deseo del Sr. Conde de Floridablanca de que se haga colección de ellas”28.
Este interés del Conde de Floridablanca29 choca con la desconfiuanza de los Carmelitas al préstamo de manuscritos, pues no han enviado a Madrid las obras de Núñez
ni se han hecho copias, quizá, como explica Vega Sentmenat, porque “es mui agrio
el actual bibliothecario, que no ha mucho llamavan llibreter, i bastante inepto en lo
que toca a la literatura, para decir que es equivocada la especie, i aun quizá para
resistirse a soltar”30. No obstante el problema se resuelve tras una conversación de
Cerdà con el Procurador Carmelita de Indias en la que le pide la mediación del Padre General para que permitan ver los mansucritos. Mayans lo expone así en carta
a Vega en marzo de 1785: “D. Francisco Cerdá me escrive aver entregado dos cartas
mías, en que le dava noticia del hallazgo de las obras manuscritas de Pedro Juan
Núñez, al Procurador Carmelita de Indias, para que hablasse al Padre General por si
quería dar orden a fin de que las viesse. La respuesta fue que la avía dado al Padre
Prior de Barcelona que los remitiesse la primera ocasión a manos de su Revma. i
passarlos a las de D. Francisco, i que éste destinasse aí persona que reconociesse qué
otras cosas podrían servir a sus ideas literarias. I me escrive que le diga el nombre
del descubridor de Núñez (lo que hago con gran gusto mío) i si querrá tomarse
esta molestia, que tengo por provechosa al público”31.
La intervención de Cerdà tuvo éxito y de la Biblioteca de los Descalzos, aunque no
sin recelo, salieron, posiblemente en diciembre de 1785, dos manuscritos, los vols.
J.A. Mayans a J. Vega Sentmenat, 39-11-1784. Mayans y Siscar, G., Epistolario, vol. XVII, p. 496, nº 59. BMV, Serrano
Morales, 7276-58.
29
“El tomo 2 de Opúsculos quedará en la prensa para su ida a Aranjuez. El Sr. Conde de Floridablanca favorece esta
empresa larga manu”. J.A. Mayans a J. Vega Sentmenat, 15-03-1785. Mayans y Siscar, G., Epistolario, vol. XVII, p. 508,
nº 69. BMV, Serrano Morales, 7276-58.
30
J. Vega Sentmenat a J.A. Mayans, 22-3-1785. Mayans y Siscar, G., Epistolario. vol. XVII, p. 509, nº 70. BAHM, GM,
790.
31
J.A. Mayans a J. Vega Sentmenat, 15-3-1785. Mayans y Siscar, G., Epistolario. vol. XVII, p. 508, nº 69. BMV, Serrano
Morales, 7276-58.
28
Toribio Fuente Cornejo / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 9-22
21
I y II, de Núñez para Madrid, tal como confirma Vega en una carta a Juan Antonio
el 14 enero de 1786: “ya Vm. sabrá que se llevaron de la Bibibliotheca de los Descalços los tomos manuscritos de P. J. N. de que di aviso a Vm. por cuyo medio huvo
la nota. Desearía mucho que no se descuidassen a su tiempo de restituirles para que
se saque a los frailes de su preocupación por la que me miran como un espión de
sus cosas”32.
El deseo de Vega no se cumple, el nombramiento de Cerdá como oficial de la Secretaría de Estado y del Despacho Universal de Gracia y Justicia de Indias en 1783 le
apartan de sus proyectos literarios, como prueba que en 1789, tres años más tarde
del envío de los manuscritos de Núñez, aun no habían sido devueltos a la biblioteca
de los Carmelitas. De ello se queja Sentmenat que especifica el número de manuscritos que fueron enviados y que deben ser devueltos: “¿Querrá Vm. Creer que de
Madrid aún no han restituido los 2 tomos manuscritos de Pedro Juan Núñez (vi
otro en Montserrat), ni sé adelanten la edición anunciada? No son constantes”33.
Según esto el vol. III, De Historia Romana, nunca viajó a Madrid. Cuando Jaime Villanueva visita la Biblioteca de los Carmelitas Descalzos, los tomos manuscritos de
Núñez ya están en la Biblioteca y puede describirlos, no sin antes lamentarse de que
hayan vuelto de Madrid sin haber sido publicados34.
El 25 de julio de 1835 el convento de los Carmelitas Descalzos fue destruido por el
fuego35. Una parte importante de su librería fue llevada, junto con otras bibliotecas
monacales, al monasterio de San Juan de Jerusalén, donde se constituyó la Biblioteca Pública y Provincial, que luego, a partir de 1847, pasaría a llamarse Biblioteca
Provincial y Universitaria. En ese grupo de obras estaban incluidos los tomos II y
IV, actualmente custodiados en el fondo de la Biblioteca Universitaria de Barcelona,
mientras que los tomos I y III, conservados en la Biblioteca Nacional de Madrid,
tuvieron una incierta existencia hasta que fueron adquiridos por esta, según se
puede leer en las guardas del vol. III, el 9 de abril de 1863.
J. Vega Sentmenat a J.A. Mayans, 14-1-1786. Mayans y Siscar, G., Epistolario, vol. XVII, p. 513 nº 73, BAHM, GM,
790.
33
J. Vega Sentmenat a J.A. Mayans, 25-07-1789. Mayans y Siscar, G., Epistolario, vol. XVII, p. 549, nº 108, BAHM, GM,
790.
34
Villanueva, Jaime, Viage literario, p. 213.
35
Núñez González, Juan María, “Notas bibliográficas”, pp. 258 y ss.
32
22
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 9-22 / Contribución a la historia de los Miscellanea…
Bibliografía:
Mayans y Siscar, G., Epistolario. I. Mayans y los médicos, Transcripción, notas y estudio preliminar de V. Peset, Valencia, 1972.
Mayans y Siscar, G., Epistolario. XVII. Cartas literarias. Correspondencia de los hermanos Mayans
con los hermanos Andrés, F. Cerdà y Rico, Juan Bta. Muñoz y José Vega Sentmenat, estudio
preliminar, transcripción y notas por Amparo Alemany Peiró, Valencia, 2000.
Menéndez Pelayo, Marcelino, Bibliografía Hispano-Latina Clásica, vol. II, Madrid, 1950.
Núñez González, Juan María, “Notas bibliográficas sobre Pedro Juan Núñez, humanista valenciano”, Liburna 4 (2011), pp. 257-263
Torres Amat, Félix, Memorias para ayudar a formar un diccionario crítico de los escritores catalanes
y dar alguna idea de la antigua y moderna literatura de Cataluña, Barcelona, Imprenta J.
Verdaguer, 1836.
Villanueva, Jaime, Viage literario a las Iglesias de España, vol. XVIII, Madrid, 1851.
Anals de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana nº 87 (2012)
Elías Durán de Porras
“Fuera de la muralla de Alicante el
Reino de Valencia ha dejado de existir”
El cónsul británico P. C.Tupper y
la caída de Valencia en 1812
RECEPCIÓN:20-06-2012
REVISIÓN:10-09-2012
ACEPTACIÓN:10-09-2012
PUBLICACIÓN:30-12-2012
“Fuera de la muralla de Alicante el Reino de
Valencia ha dejado de existir”
El cónsul británico P. C. Tupper
y la caída de Valencia en 1812
Resumen:
En enero de 1812 Suchet entró al frente de su ejército en Valencia tras la capitulación de Blake. Entre todos los que vivieron aquellos momentos históricos se encontraba un testigo de excepción, Peter Carey Tupper, cónsul de Su Majestad Británica
en Valencia y miembro de la Junta de la ciudad. Este artículo ofrece su testimonio
de lo que ocurrió aquellos tristes días, justo cuando se va a cumplir el bicentenario
de la toma de Valencia.
Palabras clave: Peter Carey Tupper, Henry Wellesley, Valencia, Suchet, Alicante, Cónsul, Blake, Reino de Valencia, Guerrilla, Foreign Office.
“Outside of the wall of Alicante the kingdom of
Valencia no longer exist”
British Consul P. C. Tupper and the fall of Valencia in 1812
Abstract:
On January 1812 Suchet headed the entrance of his troops in Valencia after the surrender of Blake. Among those who lived those historical moments was an exceptional witness, Peter Carey Tupper, His Majety’s Consul in Valencia and member of
the Board of the city. This article provides his testimony of what happened during
those gloomy days just when the bicentenary is upcoming.
Key words: Peter Carey Tupper, Henry Wellesley, Valencia, Suchet, Alicante, Consulship, Blake, Kingdom of Valencia, Guerrilla, Foreign Office.
.
Elías Durán de Porras / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 23-74
27
“El enigmático ‘cónsul’ británico, Pedro Tupper”. Así define Ronald Fraser al que
fuese cónsul de Valencia durante la Guerra de la Independencia1. Un hombre que
luchó a lo largo del conflicto por enaltecer a sus aliados españoles, pertrecharlos
con suministros ingleses, enrolar hombres para la lucha, establecer una red de
agentes, servir al Gobierno de su Majestad e intentar, de todas las formas posibles,
convencer a sus superiores de la necesidad de abrir un segundo frente inglés en
el Este de la Península para lograr así que el fértil Reino de Valencia no cayese en
manos de las tropas del Rey José.
No existe mucha bibliografía de quien fuera uno de los miembros de la Junta del
Reino de Valencia. Parece ser que existe un panegírico que le dedicó el religioso
Juan Rico2, así lo cita la investigadora Remedios Solano Rodríguez3. Por desgracia
nos ha sido imposible su consulta en la Biblioteca Nacional, en donde no hay
constancia de dicho opúsculo y la referencia que tan gentilmente nos ofreció la
investigadora se corresponde a otra obra de Rico. También poseemos descripciones
de Tupper en la obra de Napier4, en los despachos de Wellington5 y en otra obra del
fraile6. Poca cosa, creemos, para quien fue el encargado de apoyar a las fuerzas de
FRASER, Ronald. La maldita guerra de España. Historia social de la Guerra de la Independencia (1808-1814). Barcelona, Crítica,
2006. p. 714.
2
RICO, Juan. Memorias históricas sobre Pedro Tupper, s.l., s.d.
3
SOLANO RODRÍGUEZ, Remedios. La influencia de la Guerra de la Independencia en Prusia a través de la prensa y propaganda: la forjadura
de una imagen sobre España (1808-1815). Tesis doctoral. Madrid, Universidad Complutense, 1998. p. 241. Como puede
observarse en una nota anterior referida a Lady Holland, Tupper conocía lo que acontecía en la Europa Central.
4
NAPIER, Sir William. History of the war in the Peninsula and in the South of France. Bruselas, Meline, Cans and Co., 1834.
Las referencias a Tupper se verán más adelante.
5
Por ejemplo, The Dispatches of Field Marshall the Duke of Wellington during his various campaigns from 1799 to 1818. Londres,
John Murray, 1838. Libro X, p. 143. Carta de Wellington a Tupper desde Freneda, 25 de febrero de 1813.
6
RICO, Juan. Memorias históricas sobre la revolución de Valencia, que comprende desde el 23 de mayo de 1808 hasta fines del mismo año
y sobre la causa criminal formada contra el P. F. Juan Rico, el Brigadier D.Vicente González Moreno, el Comisario de Guerra D. Narciso Rubio
y otros. Las escribe y publica el primero para inteligencia de la Nación y de la Europa, Cádiz, 1811. El Ayuntamiento de Valencia
acaba de editar una edición con una introducción de Germán Ramírez Aledón y Vicente León Navarro, de la
Universidad de Valencia.
1
28
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 23-74 / Fuera de la muralla de Alicante el Reino de Valencia…
Mina, Empecinado, Nebot y Durán; organizó la propaganda de guerra en diferentes
zonas de Europa; difundió panfletos ingleses traducidos al español; animó a la deserción de los soldados franceses e incluso gestionó los fondos ingleses destinados
a sufragar los gastos del Rey Fernando durante su estancia en Valencia. Todo ello le
valió el título de Barón del Socorro a petición de la ciudad de Valencia, distinción
que nunca le fue reconocida en su país.
El objeto de este trabajo será ilustrar las misivas que el cónsul de Valencia mandó
al Foreign Office en las que detalló la campaña en el Este de España y la caída de
Valencia. Unas cartas que hasta la fecha han despertado poco interés y que apenas
ocupan espacio en la tesis doctoral inédita de Daniel Yépez7, el libro de Fraser8 o en
la obra de Napier9.
¿Quién fue Peter o Pedro Carey Tupper? Creemos que no hay nada mejor que su
propio testimonio para ilustrar sus méritos durante la guerra. Para ello acudimos
a una carta que él mismo escribió el 23 de julio de 1818 desde Barcelona (en
aquellas fechas era cónsul en la ciudad condal) a Henry Wellesley, embajador de
Su Majestad Británica en Madrid. En su escrito pedía al menor de los Wellesley que
intercediese ante la corte inglesa para que le fuera concedido el permiso necesario
para aceptar el título que le había otorgado Fernando VII10.
Sir, tengo el honor de transmitir a su Excelencia que durante su última ausencia de Madrid Su
Católica Majestad tuvo la gentileza, en consideración a mis servicios, concederme a mí y a mis
descendientes el título de Barón, como recoge la copia de la notificación que he recibido del vicepresidente del Consejo de Castilla.
Mr.Vaughan dio noticia de ello al Vizconde Castlereagh para que contase con la aprobación con
Su Alteza Real el Príncipe Regente, pero su Ilustrísima me respondió el pasado nueve de agosto de
1816 que la normativa vigente impedía a Su Señoría presentar mi solicitud a Su Alteza Real para
que pudiese aceptar tan alta distinción que ha tenido a bien hacerme el Rey de España.
YÉPEZ, Daniel. La imagen de España a través de las narraciones británicas de la guerra peninsular (1808-1814). Tesis Doctoral.
Barcelona, Universidad Autónoma, 2009.
8
FRASER, Ronald. Op. cit, p. 714.
9
NAPIER, Sir William, op. cit. “Mr Tupper’s report to Sir Henry Wellesley (extract)”. January 22-27, 1812. Apéndice, p. 707 y 708.
10
NATIONAL ARCHIVES. FOREIGN OFFICE (en adelante FO) 72/212 (1818), p. 197.
7
Elías Durán de Porras / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 23-74
29
En consecuencia, ruego a su Excelencia me permita detallar brevemente los servicios que me han
hecho digno de tal honor, todos ellos reconocidos por los representantes de la Ciudad de Valencia,
que solicitaron el título.
En el mes de mayo de 1808 fui nombrado miembro de la Junta Suprema, donde me convertí en
uno de los organizadores más de la revolución. El cuatro y cinco de junio fui uno de los que más
contribuyó en aplacar a las masas que atacaron a los residentes franceses, de los que salvé varias
vidas. El 28 del mismo mes mis esfuerzos no desfallecieron en defender la ciudad del ataque del
Ejército del general Moncey, y en derrotarlo también. Fui el primero que propuso redactar proclamas para animar la deserción de los soldados extranjeros del ejército francés, con el gran gasto que
ocasionó su impresión y circulación, medida en la que continué debido a lo útil que fue durante
toda la guerra.
Propuse hacer llegar a las Cortes de San Petersburgo, Berlín, y Viena nuestra revolución, e incluso
recomendé hacer lo mismo a la Junta Central, que hizo lo mismo, e incluso sufragué yo solo [subrayado en el original] el viaje de una de mis dos embarcaciones hacia Trieste con despachos
que llegaron en tiempo muy breve. El mes de junio de 1810 lo dediqué noche y día a la ejecución
de casi todas las medidas importantes que mandaba el gobierno, y recibí repetidas muestras de
gratitud de la Junta Central y de la Regencia.
En junio de 1810 y sufragando yo mismo todos los gastos, embarqué con destino Inglaterra
comisionado por las Juntas de Guadalajara,Valencia y Soria para solicitar suministros de nuestro
Gobierno, misión que logré. Inmediatamente después volví a Valencia donde asistí al general Blake
en todo aquello que me pidió hasta su derrota final ante Suchet, después de la cual y tras haber
puesto a buen recaudo la gran parte de la ayuda de Nuestro Gobierno, marché a Alicante para
establecer un depósito gracias al cual pude abastecer mensualmente y durante casi dos años todas
las guerrillas del interior de España, particularmente las de Mina, Empecinado y Duran11.
Después de la caída de Valencia quedé como el único miembro de la Junta, debido a que todos sus
miembros decidieron disolverla y regresar a sus hogares. Consecuencia de ello decidí establecer un
gobierno provincial en Alicante y luego embarqué hacia Cádiz para dar cuenta de mis actuaciones
Otro de los que ensalzará la figura de Tupper será Asensio Nebot. Véase El procurador General de la Nación y del Rey, del
sábado 17 de abril 1813, p. 1626, o bien lo que dice Wellesley de sus esfuerzos en asistir al guerrillero de Nules.
FO 72/143 (28 de enero de 1813), p. 180.
11
30
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 23-74 / Fuera de la muralla de Alicante el Reino de Valencia…
a las Cortes, que gentilmente las aprobaron y por lo que poco después fui nombrado uno de los
comisionados del Gobierno destinados a dicha provincial, donde continué con mis servicios hasta
el final, ya fuese en labores de mayor o de menos envergadura.
Antes de dejar Cádiz recibí el rango por parte de la Regencia de Intendente del Ejército [subrayado
en el original] y me nombraron el comisionado más importante del interior del país. No obstante,
ante las objeciones de su Excelencia, que consideraba que dichos cargos me conferían demasiado
poder, renuncié a ellos y acepté el cargo de Agente Británico que usted me propuso. Me halaga saber
que usted ha reconocido siempre mis esfuerzos, como también el Duke de Wellington, del que pude
leer una carta que usted me envió con fecha siete de marzo de 1813 en la que Su Ilustrísima
elogiaba mi trabajo en la costa Este de la Península.
Durante todo el conflicto abandoné por completo mis negocios comerciales y sacrifiqué largas
sumas en los asuntos que estaban bajo mi atención. En repetidas ocasiones presté dinero a este
gobierno, que no he podido aún recuperar con el grave perjuicio que ha causado este hecho en mis
intereses y las continuas quejas que he recibido de mi casa de negocios. Por ultimo, hay que destacar
el tremendo odio que Suchet tenía hacia mi persona. Por ser uno de los que más resistencia ofrecía
a su dominio de Valencia, me fueron confiscadas y destruidas todas mis posesiones en dicha ciudad,
de tal forma que cuando comenzó la revolución me encontraba en la mejor de circunstancias posibles y he acabado casi arruinado por los motivos que he expresado con anterioridad12.
Espero que el juicio que su Excelencia haga de los servicios prestados a la causa Aliada hasta
1811 y después los que realicé como Agente Británico bajo sus órdenes sean suficiente para que Su
Excelencia pueda recomendarlos a Su Alteza Real el Príncipe Regente, y confío que Mi Real Alteza
tenga a bien conceder Su Real aprobación la distinción que me ha sido conferida por el gobierno de
España por los servicios prestados a la causa aliada.
Tupper presenta de esta manera sus méritos a lo largo de la guerra, que fueron reconocidos por Henry Wellesley en una carta desde Madrid del 1 de septiembre de
1818 dirigida al Vizconde Castlereagh, donde apoyó la petición de su subordinado
con estas palabras: “De entre todas las personas que se distinguieron en los asuntos
El Duque de la Albufera reconoció los méritos del inglés en sus memorias. Mémoires du Maréchal Suchet, Duc D’Albufera,
sur ses campagnes en Espagne. París, Anselin, successeur de Magimel, 1834, p. 229.
12
Elías Durán de Porras / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 23-74
31
civiles prestados durante la última guerra en España, no hay nadie que merezca un
reconocimiento mayor que Mr. Tupper”. “No hay nada más que pueda añadir a los
hechos que él mismo presenta en la carta que le adjunto, salvo mi testimonio de
que son todos ciertos”13, añade el entonces embajador de Su Majestad Británica
en España. Henry Wellesley conocía bien a su compatriota porque lo tuvo bajo su
mando durante gran parte de la guerra.
Una visión bien distinta de nuestro héroe la ofrece el coronel Green. El consejero
militar inglés en el ejército catalán escribió el 13 de enero de 1810 a su amigo
el coronel Bunbury su parecer sobre el cónsul en Valencia, dentro de una descripción general de aquellos que servían al Gobierno británico en el noroeste
español14.
El cargo de cónsul de Valencia, desde siempre importante, pero ahora muchísimo más, está en manos de un comerciante inglés joven, tengo entendido que de principios incuestionables, justo y de
gran carácter. Este caballero ha obtenido una notable posición gracias a su espíritu emprendedor,
circunstancia que le ha otorgado una gran importancia, sobre todo en este periodo en el que él es
representante de una Oficina dependiente del Gobierno Británico. Debido a la influencia que tiene
entre los valencianos, así como de la posibilidad de influencia, podría haber asistido a la ciudad de
Valencia con armas. Además, ha sido admitido como uno de los miembros de la Junta de Valencia,
y siento decir que ha formado parte de la Junta en uno de los periodos de más inacción, hecho que
se supone en el que no debe incurrir un joven hombre de negocios, sin intentar forzar a un gobierno
incapaz de formar Planes de Defensa.
Green critica en la misma carta duramente a Tupper (“Este caballero es peor que un
Cyther15”), porque actuó de manera “indiferente” y “negligente”, según opinión
del militar, cuando pidió a su compatriota que hiciese ver a sus compañeros de
la Junta de Valencia la necesidad de trasladar el depósito de comida confinado en
FO 72/212 (1818) p. 195. Wellesley explica a su superior que escribe porque Tupper, cumpliendo las órdenes
dictadas por su propio Rey, no puede aceptar distinción alguna sin el consentimiento del Gobierno británico.
Por eso pide que le sea concedida la gracia.
14
FO 72/102 (1810). “...para darle mi opinión e información sin reservas sobre el estado del noroeste español,
me veo en la obligación de hacerle algunas apuntaciones sobre las personas al frente de los consulados británicos en la costa de Cataluña y Valencia”.
15
Se refiere a los habitantes de isla griega de Kythira.
13
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Morella a Tortosa y Peñíscola, para evitar que cayese en manos francesas, hecho que
finalmente ocurrió ante la pasividad de los valencianos16.
Con anterioridad a la guerra y como confirma el propio Tupper, dirigía una de las
más solventes empresas de la capital del Turia. Era socio tanto del comerciante Guillermo Price17 como de los Bertrán de Lis18. También figuraba como cónsul danés y
desde luego así figura en el libro de Juan Rico19, en la documentación del Archivo
Histórico Nacional como veremos y en el Almanak Mercantil ó Guía de comerciantes para el
año de 180820.
El apellido Tupper tiene bastante abolengo21. En dicha época, los Tupper disfrutaban
de una sólida posición en Londres gracias a sus intereses comerciales. La familia
era originaria de Guernsey, donde eran, al igual que los Carey, familias dedicadas al
comercio gracias a los beneficios fiscales que disponían las empresas allí afincadas
y donde era muy común el contrabando22. De hecho, los que más ingresaban a
través del puerto de Guernsey (St. Peter) en 1780 eran John Carey y Elizée Tupper23.
Green fue asimismo muy crítico con los valencianos porque consideraba que no se tomaban la guerra en serio.
En la misma carta confiesa que en uno de los viajes de vuelta de Inglaterra pasó tres días en Valencia. “Fui testigo
de tres días de festivales públicos. Las calles cubiertas de papeles, los balcones repletos de adornos, descargas de
artillería. Una gran gasto en dinero y provisiones, trabajo y tiempo, y todo por orden de la Junta de Valencia en
conmemoración del cumpleaños de Fernando, y creo que esto duró una semana. En esos momentos la pobre,
medio hambrienta División iba camino de unirse al ejército de Blake en Aragón, mal vestida; la mitad de ellos
con armas inservibles y sin dinero sobrante (…) por lo que creo que la derrota de Blake y la dispersión del
Ejército de Aragón ocurrió precisamente a la vez que dicha pantomima de Valencia se celebraba”. Green simuló
estar enfermo cuando fue invitado por el Capitán General a la fiesta porque no quería dañar el prestigio del
uniforme inglés, situación que sí dejó por escrito al propio Tupper.
De la misma manera reflexiona Napier, op. cit, Libro IV, p. 32 (septiembre de 1809). “La Junta Local en dicha
provincia, no contenta con demostrar su exclusiva autoridad, creía que podia mantener Valencia de manera
independiente, a pesar de que el resto de la Península fuese conquistada”.
17
Archivo Histórico Nacional (AHN). Estado, Legajo 638/7. Documentación facilitada por D. Jorge Planas, del
Foro para el Estudio de la Historia Militar de España.
18
FRASER, Ronald. Op. cit, p. 669. ARDIT, Manuel. Revolución Liberal y revuelta campesina (1783-1840). Barcelona, Ariel,
1977, p.145. El capitán general de Valencia y Lady Holland lo relacionan con otro comerciante inglés, Guillermo
Price, como veremos.
19
RICO, Juan. Memorias históricas sobre la revolución de Valencia. op. cit, p. 64.
20
Madrid, Imprenta de Vega y Compañía, p. 324.
21
BROCK TUPPER, Ferdinand. The history of Guernsey and its Biliwicks; with occasional notices of Jersey. Guernsey, Stephen
Barbet, New Street, 1854.
22
BERRY, William. The History of the Island of Guernsey. Londres, Longman, 1815, pp. 269 y ss.
23
STEVENS-COX, George. St. Peter Port, 1680-1830. Woodbridge, Suffolk, Baydell and Brewer, 1999, p. 104.
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Elías Durán de Porras / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 23-74
33
Y a esas familias, como al resto de comerciantes, de España le interesaban el vino,
brandy, los jabones, la seda y el terciopelo24.
Uno de los hermanos de nuestro héroe, Martin Tupper, gozaba de una gran posición, pues no dudó en escribir a Castlereagh en 1814 para pedirle el favor de que
le fuese concedido el consulado de Barcelona. Por el texto podemos entender que
Castlereagh y Martin Tupper se conocían y confirmaría el hecho de que la empresa
de negocios de Tupper tuviera cierta relevancia en Londres25.
Lo que no sabemos es cómo logró ser representante danés en Valencia Peter Carey
Tupper. Conocemos por la documentación del Archivo Histórico Nacional26 que
la Junta General de Comercio y Dependencias de Extranjero de España solicitó su
nombramiento como cónsul el 28 de abril de 1804. Y lo fue a instancia de Daniel
Follexus, “Cónsul danés en los Reinos de Valencia. Murcia, Islas Baleares y puertos
adyacentes, residente en Alicante”. Lo interesante del documento es el informe
sobre Tupper que ofrece el Capitán General de Valencia, Domingo Izquierdo, que
afirma:
Por lo que toca á Tupper se le conoce en esta ciudad por su genio intrigante, no está domiciliado
en ella, se ocupa en el comercio juntamente con Don Guillermo Price, inglés de cuya nación se
sabe también es Inglesa Tupper, aunque siempre se ha imputado olandés, es soltero y no profesa
la religión católica. No tiene bienes, y no ha hecho ausencia notable de esta plaza, en la que solo
existe como cosa de un año.
Por tanto, ya se reconoce en Tupper un “genio intrigante” pese a llevar en la ciudad
tan sólo un año y afirmar que no era inglés, sino holandés. Podemos elucubrar que
obtuvo el cargo simplemente por interés comercial, ya que los comerciantes de
Guernsey y los daneses tenían muchas relaciones y porque Valencia no estaba entre
los puertos conectados por St. Peter Port, en Guernsey27. El mismo cónsul danés
estaba localizado en Alicante, uno de los destinos de los mercaderes de Guernsey
junto a Gibraltar y Barcelona.
Ibíd, p. 25.
FO 72/167 (27 de abril de 1814), p. 193.
26
AHN, Estado, Legajo 638/7.
27
STEVENS-COX, George. Op. cit., p. 26.
24
25
34
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Lo que sí parece evidente es que no tenía contacto con el representante inglés de
España antes de la guerra, John Hunter28, o no estaba entre sus colaboradores29.
Tupper afirmaría años más tarde que cuando comenzó el conflicto Hunter sí le
nombró cónsul, pero no de una manera oficial30. De hecho no fue oficialmente
investido cónsul hasta años más tarde. El dos de abril de 1812, Henry Wellesley
escribe a su superior, Lord Castlereagh, para que desde el Foreign Office se otorgase algún nombramiento oficial a Tupper, debido a que el representante inglés en
Valencia tenía el temor de poder ser fusilado por Suchet en el caso de ser hecho
prisionero, al entender los franceses que no era un representante inglés sino un
espía31.
El hecho de que Tupper llegase en 1803 explica que no aparezcan referencias significativas de él antes de la guerra. Lady Holland y Charles Richard Vaughan, dos de
los más insignes ingleses que visitaron Valencia antes del conflicto, concretamente
entre 1802 y 1803, y que han dejado memorias de su estancia en la capital del Turia, no le citan. Posiblemente porque estuvieron antes de que nuestro héroe llegase
a tierra valencianas. Ambos, en cambio, sí mantuvieron una estrecha relación con el
anterior procónsul en la capital del Turia, Thomas Vague32, pero de Tupper no dicen
John Hunter asumió el cargo de cónsul general en 1802 (FO 72/63). Cuando estalla la guerra pasa a ser Comisario general para el canje de prisioneros (Archivo Histórico Nacional, AHN, Estado, Legajo 64-E. Ambas
referencias proceden de la obra de LASPRA, Alicia. Intervencionismo y revolución. Asturias y Gran Bretaña durante la Guerra de
la Independencia (1808-1813). Oviedo, Real instituto de Estudios Asturianos, 1992, p. 141.
De todas maneras, el documento más completo sobre quiénes eran los representantes ingleses en España se
encuentra en FO 72/105 (3 octubre de 1810), pp. 22-40. “List of consuls and merchants employed to His
Majesty’s Services at Spain (1783-1808)”.
29
John Hunter no le cita entre sus colaboradores antes de la guerra en una carta escrita el 12 de enero de 1810 al
Foreign Office. FO 72 /102 (1810), p. 39. El documento tiene validez porque podría explicar las desavenencias
posteriores entre Tupper y Hunter. Para el cónsul general británico, sus dos grandes colaboradores en el Levante
español fueron Bernard Athy, posterior cónsul en Alicante, “que ha servido en dicho puesto desde siempre con
gran empeño y habilidad”, y D. Félix Merino, “quien sirvió durante la última Guerra como mi agente para el
intercambio de prisioneros en Valencia, y que sufrió notablemente en consecuencia de de su empeño en llevar
a cabo lo encomendado”. Posteriormente Hunter no propondrá a Athy cuando se constituyó el consulado de
Alicante debido a que, conforme a la ley, no podía serlo por ser católico. FO 72/104 (1810), pp. 5 y 17.
30
FO 72/130 (Cádiz, 2 de abril de 1812), p. 7.
31
FO 72/130 (5 de abril de 1812), pp. 5-9.
32
VASSAL FOX, Elizabeth. (Ed. Earl of Ilchester). The Spanish Journal of Elizabeth, Lady Holland. Londres, Longmans, Green
and co, 1920, pp. 18-22.
VAUGHAN, Charles Richard, The Spanish Travel Jorunals (Vaughan Papers K2/10). Codrington Library, All Souls College, Oxford, p. 154 y ss.
28
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35
nada33. No obstante, Lady Holland lo nombra en sus memorias en 1810, si bien de
una manera colateral34.
Posteriormente y ya iniciada la contienda, escribió sobre el cónsul de Valencia Sir
John Carr, que en su estancia en la capital del Reino de Valencia en 1809 se alojó
en el palacio de Tupper, del que exaltó sus riquezas, así como la bella villa que el
representante inglés tenía en Patraix35.
Por tanto, Tupper comienza a tener un papel relevante, como él mismo atestigua en
la carta remitida a Wellesley, en 1808. No cabe duda que ser socio de los Bertrán de
Lis le había permitido estar al tanto de todas las intrigas valencianas. Esta antigua familia, originaria de Játiva, había recuperado su antiguo esplendor después de haber
perdido su notable posición en el siglo XVIII por dar su apoyo al bando austracista.
Poseían los nobles valencianos una gran fortuna gracias al comercio ultramarino
y los tres hermanos al frente de los negocios en aquella época (Vicente, Manuel
y Mariano) estaban bien relacionados con la Corte mediante un familiar que los
introdujo en las intrigas del bando fernandino desde los sucesos del Escorial36. Era
un triunvirato de un “liberalismo larvado”37 que al parecer controlaba de verdad
la Junta Central del Reino y en el que recaerían grandes responsabilidades políticas
durante el Trienio38.
No aparece asimismo en las breves memorias y anotaciones sobre Valencia del Dr. Allen, fiel servidor y amigo de
Lord y Lady Holland. Journal kept in France, with notes on Spanish Laws, trade, Goverment and politics, to 18 may 1808. BRITISH
LIBRARY, Holland House papers, Allen Papers, 52198.
34
“Mr. Tupper (el socio de Price, un comerciante inglés en Valencia) escribe que varios cantones suizos se han
levantado porque no aceptan que se les imponga como Rey a Berthier”. VASSAL FOX, Elizabeth, op. cit., p. 292
(1 de marzo de 1809).
35
CARR, Sir John. Descriptive travels in The Southern and Eastern Parts of Spain and the Balearic Isles in the year 1809. London,
Sherwood, Nelly and Jones, 1811, pp. 222 y 231. Un estudio sobre la obra puede leerse en el nº 84 de esta
misma revista (DURÁN DE PORRAS, Elías, Sir John Carr, un bestseller en el olvido).
36
BOIX, Vicente. Historia de la ciudad y reino de Valencia. Tomo II. Valencia, Imprenta de D. Benito Monfort, 1845, p. 131.
También habían tenido mucha importancia en los disturbios ocasionados con motivo de los alistamientos para
luchar contra la Revolución Francesa.
37
MARTÍNEZ RODA, Federico. Valencia y las Valencias: su Historia Contemporánea (1800-1975). Valencia, Fundación Universitaria San Pablo CEU, 1998, p. 122. También se dice que eran los “más conspicuos liberales”, p. 254.
38
ARDIT, Manuel, op. cit., pp.120, 212 y 144-145.
33
36
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Gracias a ellos Tupper pudo tener un papel acentuado, y es normal que aparezca
en todas las referencias de lo que él mismo llama “revolución” valenciana39, así
como en uno de los cuadros más famosos de aquella época, Valencia declara la guerra a
Napoleón40.
El comerciante inglés aceptó ser el encargado del Comercio al por mayor de la Junta
Suprema, no sin antes hacer una declaración en la que afirmaba haber nacido en
Inglaterra y rechazar su puesto como cónsul danés para evitar “infundir sospechas
en el mismo pueblo” (Dinamarca era entonces aliada francesa). En la obra de Rico
leemos41: “Sí, lo soi [inglés, al ser preguntado por Rico] no solo por naturaleza,
sino por afecto y sentimientos: y mui persuadido estoi de que abrazarán mis compatriotas con gusto y con empeño la causa de los españoles: y yo siendo inglés haré
ver también que soi digno del nombre español, sacrificándome por la causa”.
En los primeros meses del conflicto, Tupper se dedica a establecer comunicación
con sus compatriotas y a labores de propaganda42. En el Manifiesto de la Junta del Reino de Valencia de 180943 se explica que los representantes valencianos, a petición
del cónsul inglés, mandaron circulares a los virreyes en América, y también a los
e­mbajadores de España en Dresde, Berlín, Copenhague, San Petersburgo y Milán,
Hay que significar, no obstante, que Vicente Bertrán de Lis no le cita en sus memorias. BERTRÁN DE LIS, Vicente.
Apuntes biográficos de don Vicente Bertrán de Lis o sea Apéndice a los folletos titulados Los Gobiernos y los intereses materiales escritos por el
mismo. Madrid, Establecimiento Tipográfico Militar de los Señores Mateo y Torrubia, 1852.
40
Valencia declara la guerra a Napoleón. Museo de bellas Artes de Valencia, 1810. La pintura, obra de Vicente Castelló,
representa cuando el Conde de la Conquista selló la alianza con Inglaterra a través de Tupper, que aparece en el
cuadro secundando a un oficial del la armada británico, y obtuvo el primer premio de primera Clase del Concurso de Pintura en el Concurso general de 1810 organizado por la Academia de San Carlos de Valencia. PAGÁN,
Ester Alba. La Pintura y los pintores valencianos durante la guerra de la independencia y el reinado de Fernando VII (1808-1833). Tesis
Doctoral. Universidad de Valencia, 2003, pp. 716-718.
41
RICO, Juan, op. cit., p. 65. Rico opina a continuación: “En efecto los relevantes y distinguidos servicios que ha
hecho en todo el periodo de aquella revolución este patriota Anglo-Hispano acreditan lo acertada que fue esta
elección”.
42
Ibíd., p. 116. Tupper contactó en Tortosa con una “casa de comercio inglesa de mucho influxo y poder en aquel
puerto, a fin de que proporcionarse socorros a la división de Moreno”. También sería el encargado de empezar
a conectar con los oficiales británicos al mando de las diferentes escuadras que rodeaban España.
43
Manifiesto que hace la Junta Superior de observación y defensa del Reyno de Valencia, de los servicios y heroycos esfuerzos prestados por este desde
el día 23 de mayo de 1808, en favor de la libertad é independenica de la nación, y de los derechos de su augusto y legítimo soberano El Sr. D.
Fernando Séptimo, de eterna memoria. 1809. pp. 53-54. RICO, Juan, Memorias históricas sobre Pedro Tupper, op. cit, pp. 23-24 y
32-39, citado por SOLANO, Remedios, op. cit, p. 241. La investigadora demuestra el relevante papel de Tupper
para los envíos de propaganda a Gibraltar y centroeuropa a través de Sicilia del Wilhelm Ferdinand Genotte,
representante de las Ciudades Hanseáticas, p. 242-243.
39
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así como a los representantes de Rusia y Alemania residentes en Madrid, “remitiéndoles una colección completa de las proclamas y papeles impresos con tan digno
objeto: habiendo tenido la satisfacción de que estos ministros hubiesen enviado
por su mano la correspondencia, y de ser el camino por donde el Norte tuvo las
primeras noticias de nuestra revolución, las quales servirían para acelerar los planes
que en la actualidad desenvuelve con tanta energía, como ventajas para la causa
santa que defendemos”. De todo ello fue responsable y promotor Tupper, que no
dudó en utilizar recursos suyos, que indican la sólida posición económica que tenía
en España:
El mismo D. Pedro Tupper cuidó con particular esmero de difundir proclamas y papeles en Malta,
Sicilia, Italia y el Norte: abrió una correspondencia con el Gobernador de Gibraltar, y con el
Ministerio de Relaciones Exteriores de Londres para enterarles de las ocurrencias de España, demostrarles que era general el movimiento, y hacerles notorias las victorias conseguidas en Aragón
y Cataluña: y no contento con esto demostró á la Junta las ventajas que produciria el despachar a
Viena un correo con noticias exactas de quanto pasaba, ofreciendo para ello a un hermano suyo que
conduciria los pliegos con un barco propio de 14 cañones44. La Suprema Junta Central instruida de
todo por la de Observación de Valencia, admitió la proposición, y envió al correo de gabinete Rósi,
que se hizo a la vela en el Grao a las tres horas de su arribo; y por la via de Trieste llevó al Norte
la relación verídica de nuestras acciones y de nuestras glorias.
También a través de los canales abiertos será capaz de ofrecer información sobre
Napoleón a la Junta Central45. De hecho, la Junta de Valencia dará cuentas a la
Central de que el 10 de enero había aprobado que Tupper hiciese llegar, tanto al
representante de Inglaterra en España como a los miembros del Gobierno español,
toda información y proclama adquirida “cuidadosamente para averiguar por ellos
el estado de nuestros enemigos”46.
Sus funciones no se limitarán sólo a la propaganda. A propuesta suya se elevó a
la Junta Suprema la petición de que Valencia pudiese formar una Junta Superior
El hermano de Tupper le asistió en el envío por mar de refuerzos a diferentes partes de la costa española. Un
ejemplo lo tenemos en 1812, cuando Tupper refiere a Henry Wellesley que su hermano había llevado provisiones a Peñíscola en enero 1812. FO 72/129 (22 de enero de 1812), p. 179.
45
ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL (AHN). Estado. Junta de Valencia. N486-487.
46
AHN. Estado. Junta de Valencia. N499-500.
44
38
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excepcional en el caso de que un avance francés cortase la comunicación entre la
capital y el resto de pueblos. También fue muy oportuna su presencia en Valencia,
pues gracias al cónsul el Ejército de Blake pudo beneficiarse de un adelanto de un
millón de reales, “para socorrer el exercito que manda el General D. Joaquín Blake”,
acordando la Central, “que Vuestra Excelencia de las gracias en su Soberano nombre
a este extranjero apreciable que tantos servicios á prestado a nuestra nación”47. Adelanto, por cierto, que Tupper pidió que se reintegrase al cónsul británico en Cádiz,
Mr. Duff, con los metales preciosos que llegasen de América48.
En 1810 su protagonismo será mayor. Después de establecer un seguro canal de
abastecimiento para las partidas españolas en el interior de España, cuestión que
abordaremos en otro momento, nuestro protagonista se traslada a Londres como
representante de Valencia y Guadalajara para solicitar audiencia con el Marqués Wellesley, secretario del Foreign Office, “para adquirir suministros de armas y municiones, y también para darle cuenta a su Ilustrísima del estado de dichas provincias”49.
Su iniciativa no era nueva, pues desde el comienzo de la guerra varias delegaciones
de las distintas Juntas habían partido con destino Londres para obtener empréstitos.
Pero en este caso era un inglés el que actuaba como representante de los españoles.
Parece que no fue recibido ni logró sus fines en un principio, a tenor de otra misiva
que enviará más adelante, en la que informa que está presto a regresar a España,
salida que se retrasará ante la falta de respuesta del Marqués de Wellesley50.
Esta falta de atención, parece que desesperó a Tupper. El 16 de marzo escribirá una
carta cuyos contenidos repetirá en otras dos que enviará a Wellesley antes de que
acabe el mes51. En ella insiste en llevar suministros ingleses al Levante por las penurias que están pasando los ejércitos a tenor de uno de los últimos mensajes que ha
recibido de Valencia. Carta que irá acompañada de un “Manifiesto de los Servicios
de Valencia”, redactado por la Junta del Reino y del que hemos hablado, amén de
otro memorando sobre el estado de las fuerzas en Aragón, Guadalajara y Valencia.
AHN. Estado. Junta de Valencia. N299-302 y 322-323.
AHN. Estado. Junta de Valencia. N299-302 y 322-323.
49
FO 72/104, p. 134 (29 de agosto de 1810, 13 New Burlington Street, Londres).
50
FO 72/104, p. 199 (19 de noviembre de 1810, 13 New Burlington Street, Londres).
51
FO 72/120, p. 121 (16 de marzo de 1811), p. 157 (24 de marzo de 1811) y p. 165 (28 de marzo de 1811).
47
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39
Sobre esta última dice que es “la más rica y abundante provincia de España” y que
desde la caída de Tortosa “puede ser invadida rápidamente”.
Esta provincia –continúa– abastece toda España con productos tan esenciales como el arroz y ha
mantenido a los ejércitos de Cataluña y del centro desde el comienzo de la revolución. Anteriormente Madrid se abastecía de Valencia y cuando el Ejército español invadió Portugal se abasteció por
tierra desde Valencia. Los astilleros de Cádiz y Cartagena se abastecen por completo con el cáñamo
que crece en los alrededores de la ciudad. El enemigo sabe la importancia que estos recursos tienen
para el ejército español y el gran daño que le ocasionaría en caso de que tomasen la capital, pues
los suministros a Cataluña y al centro quedarían cortados y dispondrían, asimismo, de enormes
recursos para abastecer sus propias necesidades.
El cónsul valora que la pérdida de Valencia podría ocasionar un efecto desastroso
para los intereses de los aliados. Asimismo, certifica que la moral de los valencianos
es alta y su rechazo de los franceses incuestionable, pero que carecen de suficientes
mosquetes, munición y cartuchos para enfrentarse a los franceses y que llevan dos
años recibiendo promesas de ayuda del Gobierno de Cádiz que nunca se cumplen.
Por tanto, la única opción que tienen es acudir a su Majestad Británica. Concluye
con su opinión de que en caso de que los pertrechos no lleguen pronto, las águilas
francesas podrían iniciar su avance para sitiar la capital del Turia en mayo.
En otra de sus cartas de “presión” para obtener aquello que reclama, fechada el
12 de abril52, confiesa haber tenido conocimiento de los planes del Gobierno de
Su Majestad Británica de establecer un arsenal en Mallorca, así como de constituir
fuerzas españolas bajo mando y pago inglés, como ha ocurrido con las tropas portuguesas53. Es un documento muy interesante pues demuestra el conocimiento que
tiene el representante inglés de sus aliados españoles.
Tupper aconseja cautela. Afirma que Portugal y España son naciones muy distintas y lo que ha funcionado bien en un país no tiene por qué obtener los mismos
FO 72/120 (12 de abril de 1811), pp.216 y ss.
SEVERN, John. A Wellesley Affair, op. cit., p. 187. Wellington quería disponer de 30.000 españoles bajo su mando,
que serían pagados y mantenidos por el Gobierno inglés.
52
53
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resultado­s en el otro. El cónsul asegura que hay que valorar el hecho de que España
no ha sido una nación de tradicional comercio con Inglaterra como con Portugal, y
que los militares españoles tienen mucha mayor influencia en el reino que los portugueses. Asimismo, considera que, a diferencia de España, el poder de la nobleza
portuguesa es prácticamente inexistente al haber huido una gran parte a Brasil y
estar la otra a favor de Francia. Por último manifiesta que Inglaterra pudo constituir
un ejército portugués bajo su mando porque éste prácticamente se había desintegrado con la invasión francesa.
En su opinión, los planes ingleses encontrarían gran resistencia, pues España presenta varios problemas. En primer lugar, España está dividida, en su opinión, en
provincias tan dispares entre sí que parecen naciones distintas, pero todas ellas con
un elevado grado de orgullo y altivez, “que miran con superioridad a los portugueses, a los que ven por detrás de ellos en cien años en Cultura, Civilización y
Disciplina Militar, y esto por sí solo haría que los españoles rechazasen el sistema
aplicado en Portugal”.
Igualmente considera un problema la reacción de los militares, pues aunque era
verdad que al comienzo de la guerra España tenía pocas tropas, según Tupper, por
el contrario era muy elevado el número de oficiales que mantenían su rango y que
éstos han aumentado en número e influencia desde el inicio del conflicto.
Otra oposición a la estrategia del gabinete de Saint James, según el representante
inglés, vendría de la nobleza española, que si bien perdió poder al inicio de la
revolución, momento en el que considera que Inglaterra podría haber utilizado
la misma estrategia que en Portugal, en los dos últimos años había recuperado su
poder secular.
Tupper recomienda otra estrategia: alistar a los contingentes extranjeros que servían a la corona española: valones, irlandeses, flamencos, suizos y alemanes, etc.,
que junto a otros reclutas y oficiales españoles podrían dejarse mandar por oficiales
ingleses, “que deben ser siempre que se pueda católicos”.
Es evidente que Tupper conocía bien a los españoles y a su vez las necesidades inglesas y sus problemas para abordar una estrategia que convenciese tanto a Londres
Elías Durán de Porras / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 23-74
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como a Cádiz. El cónsul era favorable, como su superior, Henry, y el propio Wellington, con algunas reticencias eso sí54, al establecimiento de un segundo frente
que impidiese que las fuerzas francesas presentes en la raya de Portugal recibiesen
contingentes de refuerzo de otros escenarios peninsulares. Una opción que se barajaba era la de establecer tropas en Mallorca para fijar a Suchet y que contaría con
el apoyo de las tropas inglesas de Sicilia, comandadas por Lord William Bentinck55,
pero éste se encontraba demasiado ocupado con los avatares políticos de la isla
mediterránea y la amenaza francesa. La verdad es que el hijo del Duque de Portland
nunca estuvo de acuerdo con enviar sus tropas a cualquier otro escenario con la
salvedad de atacar en el Norte de Italia siempre que contase con apoyo austriaco.
Aunque puede considerarse que Bentinck hacía la guerra por su cuenta, cabe señalar que su visión fue compartida por el mismo Castlereagh, al menos al comienzo
del conflicto. Sicilia era un enclave estratégico para mantener, junto a Malta, una
base de operaciones y descanso para la escuadra inglesa que bloqueaba Tolón. Consecuentemente, el Mediterráneo occidental era un teatro de operaciones en donde
debía prevalecer una estrategia defensiva y no ofensiva56. Tupper llegó a escribir al
hijo del Duque de Portland, por indicación de Henry Wellesley, para informar de la
situación del frente del Este de España57.
Hay que comprender, por otra parte, que los británicos tenían problemas bien
preocupantes como para aventurarse en otra gran misión. A la falta de confianza de
determinados sectores ingleses en su aliado español, sobre todo después del desastre de Chiclana, y a la falta de dinero, se sumaba la desconfianza mutua entre ambos
aliados. Era lógico. El gobierno español sabía que la junta independentista venezolana había enviado dos emisarios a Londres que fueron recibidos oficialmente (no
FO 72/130 (Badajoz, 11 de abril de 1812), p.54-55. Por aquel entonces Valencia había caído y existía un plan
para recuperarla. Bentick era favorable en tomar Barcelona y Wellington Tarragona.
55
SEVERN, John. Architecs of Empire.The Duke of Wellington and his Brothers, University Oklahoma Press, p. 335. Una completa visión puede leerse en los capítulos 10, 11 y 12 de la obra, aunque para conocer una mejor relación de
los sucesos a los que se enfrentaron los Wellesley en España puede consultarse del mismo autor A Wellesley Affair:
Richard Marques Wellesley and the Conduct of Anglo-Spanish Diplomacy, 1809-1812. Tallase, 1981.
56
HALL, Christopher D. British Strategy in the Napoleonic War, 1803-1815. Manchester University press, pp. 87 y 195.
SHERWIG, John M. Guineas and Gunpowder. British Foreign Aid in the wars with France, 1793-1815. Cambridge, Harvard
University Press, 1969, pp. 265-271.
57
NOTTINGHAN UNIVERSITY LIBRARY. Correspondence from P.C. Tupper to Lord William Bentinck, Pw Jd
5185-5186, (27 de junio de 1813); Intelligence from Valencia, Pw Jd 5186/2 (28 June 1813).
54
42
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olvidemos que antes de partir a Portugal al comienzo de la guerra, Wellington se
estaba preparando para una acción en Venezuela)58. La prensa gaditana no paraba
de publicar noticias sobre presuntas conspiraciones inglesas para hacerse con Ceuta
y Cádiz. Además, a muchos no les hacía nada de gracia los intentos británicos de
firmar un tratado comercial que garantizase la presencia de productos británicos en
las posesiones españolas de Ultramar59.
Por su parte, los británicos también tenían motivos para recelar. Consideraban que
los españoles se dedicaban más a discutir sus fórmulas de gobierno que a luchar
contra los franceses. Desconfiaban de la capacidad de los mandos españoles y estaban muy molestos por destinar grandes sumas de dinero a sostener el esfuerzo de
guerra español, sin recibir como muestra de agradecimiento un acuerdo comercial
con América60.
Pero en lo que a la misión específica de Tupper nos concierne, parece que las constantes reclamaciones del cónsul fueron atendidas, y el 25 de junio de 1811 la Cámara del Tesoro informaba de que ya habían embarcado los suministros pedidos
para Mallorca y para los patriotas de Guadalajara, éstos últimos comisionados por
Tupper61. El cónsul regresaría a Valencia en octubre, donde sería aclamado y donde
viviría uno de los momentos más duros de su vida: la caída de la capital del Reino
de Valencia.
Puede ser que las intenciones del cónsul británico no fuesen sólo en beneficio de
sus amigos españoles. En aquellos tiempos Tupper había iniciado una maniobra
para hacerse también con el consulado de Alicante, en manos entonces de Bernard
Athy, como vicecónsul en sustitución de Thomas Arabot. Las batallas por las recomendaciones por los consulados parecen comunes en los archivos del Foreign Office que hemos consultado. Hemos podido leer muchas cartas de r­ecomendaciones
HIBBERT, Christopher. Wellington, a personal history. Londres, Harper Collins Publishers, 1998, p. 67. Wellington era
contrario a dicha operación en la que estaba implicado Francisco Miranda, en aquel entonces en el exilio tras
su intentona revolucionaria de 1806.
59
SEVERN, John. A Wellesley Affair. Richard Marquess Wellesley And the Conduct of the Anglo-Spanish Diplomacy. Tallahasse. University of Florida presses, 1981. Capítulo. 9.
60
Ibídem.
61
FO 72/121 (1811), pp. 265-268.
58
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y de apoyo a varias personas. Tupper perderá la ansiada plaza de Alicante, en parte
debido, a la luz de los documentos, a las presiones de John Hunter62, pero también
por John Hookham Frere, el que fuese primer representante oficial de Inglaterra
en España, que además de recomendar a su propio candidato para Alicante, que se
haría con la plaza, no dudó en emitir un duro juicio del cónsul en Valencia: “Tengo
interés en ofrecer a Mr. Arabot porque tengo recelos de que Mr. Tupper ya ha pedido que Alicante forme parte de su consulado. No sé si son conscientes de que Mr.
Tupper (a pesar de un hombre que puede ser útil por su brío y diligencia) tiene
muy mala reputación en lo referido a su honestidad”63.
Por tanto, la misión de Tupper, al margen de sus buenas intenciones de servir a
sus amigos españoles, podría tener también el fin de presentarse como una de las
personas claves en el teatro del Este peninsular y así obtener algunas prebendas. Los
consulados no llevaban retribución directa en muchos casos, pero las comisiones y
privilegios debían de ser en algunos casos bastante altas64.
Pero al fin y al cabo, Tupper tuvo una importancia capital a la hora del esfuerzo bélico contra Napoleón. Además de triunfar en su misión de llevar nuevos suministros
al Levante español en 1811, como hemos visto, el otrora cónsul danés se encargaría
de pertrechar a las guerrillas en Guadalajara, Cuenca y Soria y se convertiría en un
elemento indispensable en el esfuerzo bélico en dichos lugares. En una de las cartas escritas al Marqués de Wellesley durante su estancia en Londres para conseguir
suministros, encontramos un interesante informe anexo sobre el estado, número
y necesidades de intendencia de las tropas españolas en Aragón, Soria, Cartagena,
Cuenca y Guadalajara, memorando que iba acompañado de una explicación sobre
cómo trasladaría a dichos teatros de operaciones todos y cada uno de los suministros que llegasen al Reino Valencia65.
Modo de Transporte: Los suministros llegados a Valencia, enclave central, partirían en pequeñas
caravanas de mulas y asnos, por caminos a través de las montañas, donde el enemigo aún no ha
FO 72/104 (1810), p. 5, 17, 25, 26 y 29. FO 72/120, p. 119 (15 de marzo de 1811).
FO 72/104, p. 224 (11 de septiembre de 1810).
64
FO 72/105, p. 40 (1810). “Memorandum on the Establishment of British Consulation in Spain”.
65
FO 72/105, p. 16 (3 de octubre de 1810).
62
63
44
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ll­egado. Para conducirlas se ha contratado a gente de confianza, personas que han demostrado su
capacidad, como demuestra el hecho de que todavía el enemigo no ha interceptado ni una. Van
precedidos tanto por los flancos como por su vanguardia por hombres contratados para dar noticia
exacta de las posiciones del enemigo, además de que las Juntas del Interior, conociendo las rutas y
tiempos de llegada de las caravanas, tienen desde el comienzo de la revolución a voluntarios encargados de avisar con tiempo suficiente. Un miembro de una de las más respetables juntas66, familiarizado con el país, y que está muy bien relacionado con las diferentes autoridades del interior, y
finalmente el Cónsul de Su Majestad, si se me considera útil para este propósito, se encargarán de
distribuir los suministros requeridos. Me permito ofrecer mis servicios, y creo que seré feliz si mis
esfuerzos son útiles, aunque sea en pequeño grado para el éxito de la causa. Tengo canales seguros
y regulares hacia el interior de España y podría comprometerme en entregar cualquier tipo de
suministro a pocas leguas de Madrid o en cualquiera de las provincias que he mencionado.
No cabe duda, pues, de que el papel de Tupper sí fue destacable en este punto y que
Mina, Durán, Nebot y el Empecinado se beneficiaron mucho de su esfuerzo67, así
como los Wellesley, que tenían a alguien de suma confianza en el levante español.
Y este hecho tuvo su importancia porque el testimonio sobre la caída de Valencia
de Tupper que recibió el embajador español tiene un valor incuestionable, como
testigo directo de los acontecimientos en una batalla que se antojaba clave para la
resolución del conflicto68.
Aunque los informes más numerosos sobre el teatro de operaciones del Este español corresponden a los militares Doyle, Roche y Green, según se desprende de la
consulta de los archivos del Foreign Office, Tupper va a ofrecer, quizás, un relato
más dramático o personal. De hecho, es en este momento cuando detenemos la
historia de Tupper para ahondar en sus narraciones sobre el fracaso aliado para
retener Valencia y el éxito de la campaña de Suchet.
Se refiere a un Bertrán de Lis.
Hechos que también recoge Sir William Napier, op. cit, Libro XIII, p. 349, y Libro XV, p. 514. En la actualidad
trabajo en un documento del Audit Office en el que se recoge todos y cada uno de los pertrechos, destinos, gastos, entregas realizados por Tupper, dentro de la auditoria que se hizo entre los años 1822 y 1824. NATIONAL
ARCHIVES, Autit Office, Declared Accounts, AO 1/230/794. Roll 794. Hay, asimismo, varias anotaciones en las
gacetas valencianas y gaditanas sobre la ayuda que trajo Tupper de Londres como veremos más adelante.
68
PRIEGO LÓPEZ, Juan. PRIEGO LÓPEZ, Juan. Guerra de la Independencia. Madrid, Editorial San Martín, 1972. Vol.
VI, pp 283 y 287. Una derrota del ejército de Aragón en Valencia pondría en jaque todo el frente del Este. Los
franceses los sabían como lo demuestran las memorias de Suchet. Napoleón quería a toda costa tomar Valencia,
pues sabía que la ciudad era vital para la resistencia española.
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El primer documento de interés de Tupper con respecto a la campaña de Suchet
por tierras valencianas lo tenemos el cuatro de octubre de 181169. El cónsul acaba
de llegar a Valencia después de un año en Londres. Tras ofrecer una información
completa del estado de la guerra en esa parte de España y el avance inexorable de
los franceses hacia la capital del Turia, el cónsul afirma: “No existe un estado de
opinión pública más favorable. Todo el mundo coincide en defender la ciudad hasta
el final; entre los campesinos se ha extendido un fuerte espíritu de resistencia que
será difícil que el enemigo pueda acabar con él”.
Sobre uno de los grandes protagonistas de la campaña, Blake, al que luego hará
responsable de toda la derrota, constata: “El General Blake goza de gran popularidad a pesar de que cuando llegó lo tenía todo en contra. Trabaja sin cesar y es muy
reservado con sus planes. Nada trasciende (…) y eso es muy bueno, pues siempre
he tenido la impresión de que los generales franceses saben todo lo que ocurre en
nuestro Cuartel General”. En el mismo texto afirma que Suchet ha fusilado a dos de
sus espías al no haber obtenido de ellos nada nuevo.
Es interesante cómo aborda el conocido pulso que mantuvo el marqués del Palacio
con Blake por el mando supremo del ejército. A Domingo Mariano Traggia, que en
esos momentos se encontraba en Alcira según Tupper, le dedica el cónsul otro interesante párrafo en su carta: “Durante el breve tiempo que estuvo aquí se hizo con
una gran cantidad de apoyo de los frailes. Hubiese sido un perfecto capitán general
en tiempos de paz porque el pueblo disfrutaba con sus fiestas y procesiones [subrayado en el original]”70. El comerciante inglés añade que no se explica cómo Blake
no ha ordenado su arresto cuando el marqués mandó publicar una proclama en la
que pedía hacerse con el mando supremo del Ejército de Blake.
En dichas cartas Tupper hace también referencia a los empréstitos que ha dirigido
al interior de España a través de los mismos convoyes que utilizaba desde el principio del conflicto71. Encontramos además una relación de dónde ha situado los
FO 72/114 (4 de octubre de 1811), pp. 59 y ss.
Parece ser que el Mariscal de Campo D. Ramón Pírez y Pavía, asistente de Blake, era de una opinión similar. PÍREZ
Y PAVÍA, Ramón. Apuntaciones sobre el Ejército de Valencia en 1811. Edición de José Luis Arcón Domínguez. Valencia,
Museo Histórico Militar de Valencia, 2010, p. 14.
71
FO 72/114 (11 de octubre de 1811), pp. 68 y .ss.
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principale­s depósitos. También da nuevas de Mina y El Empecinado y de sus acciones del frente72.
Las cartas fechadas el 17, 21 y 22 de octubre de 181173 van a dar más detalles sobre
el estado de la guerra en el Reino de Valencia74. El cónsul informa a su superior
de las acciones que han tenido lugar en la fortaleza de Sagunto, en donde algunos
franceses han desertado. “Tienen pánico tanto de los campesinos, temor que he
fomentado, como del general Blake”, confiesa.
La moral de Tupper es alta y también su optimismo como puede leerse en este fragmento: “Soy de la opinión de que Suchet no puede mantener su posición mucho
tiempo y que se retirará a Tortosa”. No obstante, lamenta el hecho de no disponer
de 10.000 mosquetes para enviar al centro de la Península, hecho que según el
cónsul británico, “daría un nuevo giro a la guerra. El enemigo no tiene muchas
fuerzas acuarteladas y Madrid podría cuando menos ser bloqueada”75.
El 25 de octubre76 informa a Wellesley que ha entregado una suma por valor de
2.500 libras a Blake y que ha recibido una orden de cobro de los Reales Guardias
españoles que ha enviado a Cádiz. Adjunta, asimismo, una gaceta de Soria e información de alguna victoria de Mina. Pero lo más interesante de la carta es que
narra la batalla de Murviedro, de tan triste fortuna para la suerte de los valencianos.
Tupper apunta lo que ve en directo como si de un corresponsal de prensa se tratase:
Esta mañana comenzó la acción. Desde el amanecer he estado observando cuanto ocurría para
informar cuanto antes a Su Excelencia.
Espoz y Mina refiere: “bastante seguida era mi correspondencia con varios extranjeros, y particularmente con
el cónsul británico en Valencia, C. Tupper”. ESPOZ Y MINA, Francisco. Memorias del General Don Francisco Espoz y Mina
escritas por él mismo. Madrid, Imprenta y Estereotipia de M. Rivadeneyra, 1851. Vol. I, p. 232.
73
FO 72/115 (21 de octubre de 1811), pp.6-11.
74
Para una completa comprensión de los acontecimientos recomendamos la obra del historiador José Luis Arcón
Domínguez Sagunto. La batalla por Valencia (II). Museo Histórico Militar de Valencia, 2004.
75
Ibid, pp. 14-16. No sabemos si Tupper conocía que en enero de 1811 Wellington había enviado 16.000
mosquetes a su hermano en Cádiz para que los distribuyera en el frente del Este. Por lo que parece no eran
suficientes para la campaña. SHERWIG, John M. op. cit, p.247.
76
FO 72/115, pp. 86 y ss.
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Al amanecer las tropas españolas avanzaron en línea desde el Valle de Jesús [en el original] hacia la
costa. Me parece que la división de Albuera ocupó el flanco derecho, las Alturas de Puzol, Puig y la
playa. La reserva, con la caballería de Villacampa y O’Donnell, se encontraba en las estribaciones
montañosas de la izquierda. El General Mahy marchaba hacia Murviedro por las carreteras de
Chelva y Liria.
Sobre las nueve de la mañana la Infantería de la reserva se encontró con los franceses en el Puente
de Puzol y los obligó a retirarse hacia Murviedro, cerca de dicho lugar se hizo con cuatro piezas de
cañón que tuvo que dejar cuando 400 coraceros, 300 dragones y 300 húsares cargaron sobre ellos,
no teniendo otro remedio que retirarse hasta que se encontraron bajo la protección de la caballería
española, y donde formaron a los dos lados de la carretera principal, entre los árboles.
La avanzadilla de nuestra caballería pronto entabló contacto con la caballería francesa, y siento
decir que se retiraron sin entrar casi en acción, y menos mal que la infantería española mantuvo
su posición gracias a su constante y bien dirigido fuego de fusilería obligando a los franceses a
retirarse a Murviedro.
Villacampa comenzó una acción parcial de diez a once de la mañana, me inclino a pensar que hizo
lo que pudo.
La División de la Derecha luchó cerca de tres horas, aunque el enfrentamiento no fue generalizado.
Sobre las dos de esta tarde se observó algo de fuego de fusilería hacia Gilet, imagino que debía ser
la división de General Mahy.
El cuerpo de reserva regresó esta tarde en el mayor orden posible. Lo componen tropas bisoñas que
se han comportado con gran bravura; ninguno de ellos ha perdido sus trabucos.
El General Suchet comandaba sus 15.000 infantes y 1.200 jinetes personalmente.
Esto es lo que puedo contar a Su Excelencia de lo ocurrido hasta esta tarde, según lo que he podido
observar personalmente y de la información obtenida de algunos desertores que abandonaron sus
posiciones con la retirada de la caballería francesa.
El enemigo dispuso una nueva batería a unas 150 yardas del Castillo de Sagunto. La brecha es
ahora muy grande y supongo que esta noche la asaltarán.
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La siguiente carta de Tupper tiene fecha de 29 de octubre77. El cónsul informa que
los franceses han avanzado hacia Valencia sin resistencia alguna y que la fortaleza de
Murviedro ha capitulado. Tupper concluye que las tropas que se han retirado a la
capital del Turia podrían haber salido al día siguiente a combatir debido a su buen
estado y confía en que lo puedan hacer en el futuro. Por estas fechas, el cónsul aún
mantiene su moral bien alta. “Suchet tiene su cuartel general en Puzol. No cabe
duda de que se dirigirá hacia esta ciudad, pero antes deberá prepararse para otra
batalla, de la que tengo esperanzas sea de mejor suerte para los españoles”, afirma
Tupper, que narra que Caro ha sido hecho prisionero por los franceses y que se
encuentra herido en la cara y un brazo. Por último, atestigua que con los franceses
tan cerca será difícil dar salida a las mercancías de que aún dispone78.
El 5 de noviembre Tupper vuelve a relatar las operaciones bélicas y su tono se vuelve más grave: ya no es tan optimista79. Según cuenta en su informe, los franceses
iniciaron una fuerte ofensiva en la zona de Quart contra las tropas de Albuera, Villacampa y Mahy. Los franceses avanzaron en columnas y fueron rechazados gracias
al fuego artillero y fusilería, que duró, según Tupper, hasta el anochecer. “Observé
toda la acción desde una torre”, relata el cónsul. El documento es interesante pues
Tupper también da detalles del estado del frente gracias a la información de uno de
sus agentes. Las posiciones francesas estaban en ese momento, según cuenta, en el
Grao, Paterna, San Miguel de los Reyes, calles de Murviedo y Alboraya. La artillería
francesa se encontraba concentrada cerca de Puzol y la componían 12 cañones,
cuatro morteros y varios Howitzers (obuses o cañones sin retroceso), “que pudo
contabilizar uno de mis sirvientes que envié ayer a Murviedro y que se hizo con un
pasaporte del general francés en dicha zona”.
La presión sobre los valencianos crecía cada día a tenor de lo que escribe Tupper:
“Desde anoche varios edificios han sido pasto de las llamas por orden del General Blake para evitar que el enemigo se protegiese en ellos de nuestra artillería. El
FO 72/115, pp. 90 y ss.
La carta incluye un aviso al público firmado por Ramón Pírez, con fecha 26 de octubre, por el que Blake deja
constancia de que Suchet mediante una carta que ha hecho llegar a los valencianos ha pedido la capitulación de
la plaza al no disponer de suficientes fuerzas para resistir y que ha sido rechazada por Blake al considerarlo un
“ridículo papel”.
79
FO 72/115, pp. 119-120.
77
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Convent­o de San Juan de la Ribera arde y creo que cuando la lluvia se detenga
pronto le seguirán las calles de Alboraya y Murviedro”.
Tupper comunica también las acciones del día nueve y el avance de las tropas de
Mahy para acabar con las defensas de unos franceses que hostigaban a la artillería
española situada en Manises y obligarlos a retroceder hasta Paterna. Da cuenta,
igualmente y gracias a unos agentes, de acciones de Mina y El Empecinado80.
Por último, Tupper informa de su situación personal y de su testimonio puede
desprenderse la impresión de que Valencia está perdida: “Permaneceré en mi sitio
hasta cuando pueda para poder ofrecer de la manera más exacta a Su Excelencia
todo cuanto ocurra. Me he visto en la necesidad de comprar un caballo y varias
mulas. El enemigo prácticamente nos ha rodeado y seguramente me veré obligado
a dejar los caminos principales ante el peligro inminente que sufro”.
El 10 de noviembre81 vuelve a escribir al embajador inglés para explicarle las últimas noticias de Mina. El guerrillero ruega que le sean enviadas municiones y
ropa. Tupper informa a Wellesley que sólo puede mandar a Mina municiones y que
espera recibir lo segundo en futuros suministros desde Cádiz. Igualmente, en el
mismo mensaje encontramos una carta de Durán desde Calatayud. El oficial español
le confirma que ha recibido los abastecimientos y agradece la ayuda que está recibiendo del Gobierno inglés. De Valencia sólo dice que los franceses están realizando
trabajos para dirigir su artillería contra la Puerta del Mar.
Henry Wellesley escribe a su hermano Richard el siete de diciembre82. El embajador le envía noticias de Green desde Cataluña y de Tupper desde Valencia. Asevera
que en Cádiz las últimas cartas que se han recibido desde Valencia son de finales
de noviembre y que todas ellas eran irrelevantes. La carta que adjunta Wellesley
del cónsul en la capital del Turia es del día 12 de noviembre. Los franceses, según
Tupper parece que tenía a sueldo a varios de ellos por todo el Levante y el interior de España como refiere a
Wellesley en otra de sus cartas. “Estoy enviando agentes hacia el interior y espero poder ofrecer a su Excelencia
noticias regulares de lo que ocurre en el interior de España”. FO 72/115 (4 de octubre 1811), p. 62.
81
FO 72/115, pp. 115-116.
82
Ibíd., pp. 141 y ss.
80
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T­upper, continuaban con las labores de sitio detrás del convento de San Juan de
Ribera mientras eran bombardeados por la artillería española.
En esta carta Tupper demuestra que su papel en el sitio fue relevante. Después de
dar noticia de la herida recibida por Suchet en la espalda en la batalla de Murviedro, explica que descubrió cuáles eran los planes de Suchet para sorprender a los
valencianos a través de una estratagema que consistía en preparar a los españoles
para la entrada en la capital del Turia de un rebaño inmenso de ovejas que en realidad iban escoltadas por soldados franceses. Todo gracias a uno de sus hombres de
confianza. “El hombre que utilizó Suchet para tal fin era de mi confianza y vino a
contármelo todo. Inmediatamente di cuenta de todo al general Blake, que tomó las
correspondientes precauciones. Suchet tiene como rehenes en Puzol a la familia y
mujer de dicho hombre”.
El 14 de diciembre Henry Wellesley vuelve a recibir noticias de su cónsul en Valencia83. Tupper explica que los franceses han terminado las obras de sus reductos para
que en cada uno de ellos se alojen hasta 90 soldados y puedan asegurar de esta manera una comunicación fácil entre sus tropas de San Miguel y el Grao. Además informa de las fuerzas de los franceses en todo el frente obtenidas de desertores galos.
De las posiciones españolas dice que el frente entre Manises, Quart, Aldaya y Torrente era sólido, pero con una débil retaguardia que no aguantaría en caso de que
los franceses rompan el frente. La salida de la ciudad hacia la costa, por su parte,
estaba vigilada por guerrillas. “El enemigo, como hace habitualmente, maniobra
de manera continua y sus continuos movimientos y cambios de posición hacen
imposible adivinar su número”, prosigue.
Los generales franceses, según Tupper, hacen lo que pueden para evitar deserciones
en su ejército, que por las cifras que da el inglés, de los días 10 a 14 de diciembre
ascendieron a un total de 34. Estos soldados que se pasaron a los españoles explicaron que sus generales atemorizaban a sus hombres con lo que les ocurriría en caso
de que cayesen en manos de campesinos españoles. “Esta artimaña impide que las
deserciones sean mayores”, según el cónsul, que confiesa que esos momentos hacía
Ibíd., pp. 294 y ss.
83
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todo lo que podía para llevar otra impresión a los soldados galos para que abandonasen sus filas en masa. De hecho, Tupper ya había informado a su superior de sus
intenciones de incrementar las deserciones, aprobadas por el mismo Blake: “Varios
desertores se han pasado desde el ejército de Suchet. Creo que muchos más lo harían si se estableciese un buen plan. He tenido varias ideas, que el general Blake ha
aprobado, y voy a poner todo mi empeño en ello”. En noviembre de ese año dos
periódicos gaditanos, El Redactor General, y El Conciso, publicaron proclamas de Tupper
llegadas de Valencia en las que se animaba a los franceses a pasarse a los españoles84.
Volviendo a los dramáticos sucesos de la batalla por Valencia, Tupper constata que el
general Freire se encuentra en Requena con sus hombres y que el Conde de Montijo ha partido hacia Aragón para unir sus fuerzas a las de Durán y El Empecinado
con el fin de obligar a Suchet a enviar refuerzos para evitar que le copen cuando
dichas tropas acudan en auxilio de Valencia.
Da cuenta, además, de lo que le ha trasladado uno de sus agentes de vuelta del
frente de Navarra sobre Mina, y refiere que los suministros hacia el interior siguen
saliendo, si bien anda escaso de pólvora, armas y ropa. Según el cónsul, era necesario llevar más suministros al interior y ruega a Wellesley que presione al Gobierno
para que envíen más abastecimientos a su cargo. “En estos momentos me es muy
difícil negociar con Cádiz o con Gibraltar mis gastos”, añade.
Las penurias de las tropas de Durán, El Empecinado y Mina eran inmensas, según
Tupper, y también de aquellas que defendían Valencia: “La cantidad de raciones que
necesitan cada día las tropas asciende a 36.000. Todavía no hay demanda de pan
pero en los últimos días las tropas han recibido la mitad del rancho que les corresponde y no hay carne y pescado para todos, artículos éstos de los que no queda casi
nada. El General Blake y el Comisario del Gobierno me han pedido que les ayude a
pagar las 3.000 libras que han llegado a la bahía porque el ejército necesita de 120
a 150 quintales cada día”.
Proclama de P. C. Tupper, cónsul inglés en Valencia, dirigida a los soldados extranjeros del ejército de Napoleón, incitándoles a desertar y ofreciéndoles premios y dando instrucciones para pasarse a las filas españolas, s.l., s.d. También aparece en El Redactor General, 13 de
noviembre de 1811, bajo el título: “Soldados del exército francés, alemanes, italianos, polacos, rusos, austriacos, suizos y demás”. El número es casi un monográfico de Tupper a su vuelta de Londres sacado de la prensa
valenciana y un detallado informe de los pertrechos que trajo con él.
“Españoles”. El Conciso, 11 de noviembre de 1811.
84
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También da cuenta de la pólvora y cartuchos que ha enviado desde Valencia hacia
Cataluña en un buque español85. El cónsul vuelve a apelar a Wellesley para que se
envíen más suministros para las tropas de Cataluña y del interior de España y que
suplique en lo posible al Gobierno español.
Henry, por su parte, volverá a escribir a su hermano el 13 de enero de 1812. Tiene
noticias de que Suchet con los últimos refuerzos recibidos había roto la línea defensiva de Valencia el 26 de diciembre, pero las noticias no le han llegado a través
de Tupper, del que no sabe nada86. La situación cambia con una carta de Roche y
Tupper del 3 de enero. Ambos confirman los sucesos de Valencia y atestiguan que la
ciudad no se ha rendido pero es probable que lo haga en breve87.
Tupper vuelve a dar una buena descripción de la batalla del día 26. Los franceses
con maniobras y contramaniobras lograron fijar a los españoles mientras rompieron el frente por Torrente. La caballería española se encontraba, según Tupper, en un
auténtico estado de confusión intentando adivinar los movimientos del enemigo.
Desde Monte Olivete y el Grao la artillería francesa bombardeaba el otro lado de las
posiciones españolas, que visitó a caballo el propio Tupper, donde pudo observar
cómo la caballería francesa tras varios intentos con apoyo de su artillería rompió
las líneas defendidas por la “guerrilla” y cruzó el río. “La caballería me persiguió
durante algún tiempo –refiere Tupper– y cuanto me di cuenta de que mi camino
de vuelta a Valencia estaba cortado, hice lo que pude para llegar campo a través
hasta Cullera, donde muy poco después de mi llegada, a las dos de la mañana del
27 de diciembre, entraron los restos de la división y con el amanecer las fuerzas de
Villacampa.”
La desbandada era generalizada, según Tupper. El cónsul pudo saber que Mahy se
había retirado hacia Alcira tras sufrir muchas bajas y perder una gran cantidad de
No será la primera vez que Tupper ayude a sus hermanos del Norte. José Canga Argüelles recuerda en sus Observaciones sobre la Historia de España: “No ignoro que en el año de 1809, los catalanes recibieron del gobierno británico,
por medio de Tupper, cónsul inglés en Valencia, hasta 12.000.000 de reales si no me engaña la memoria; pero
ésta me recuerda también que el gabinete español los reintegró con metales preciosos que tenía en Cádiz”. CANGA ARGÜELLES, José. Observaciones sobre la historia de la Guerra de España, que escribieron los señores Clarke, Southey, Londonderry y
Napier, publicadas en Londres el año de 1829. Madrid, Imprenta de Miguel de Burgos, 1833. Tomo I, p. 270.
86
FO 72/129 (13 enero de 1812), p. 16.
87
Ibíd., (22 de enero de 1812), p.54. La carta de Tupper está fechada el tres enero desde Denia.
85
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equipo. Blake, por su parte, después de ser derrotado se había hecho fuerte en el
interior de Valencia dando instrucciones a Mahy de unir sus fuerzas con las de
Villacampa y marchar contra el enemigo. Además, parece ser que Blake ordenó
a Freire que marchase desde Requena y a El Empecinado y Montijo que bajaran
desde Segorbe.
En Cullera y mientras se ocupaba de las provisiones, Tupper se enteró por una cañonera que había abandonado el Grao que los franceses ya atacaban las murallas de
Valencia. El cónsul confiesa a Wellesley que espera que las vituallas dejadas a Blake
fueran suficientes para su resistencia.
Dos días antes de la batalla tuve la fortuna de desembarcar provisiones muy cerca del enemigo,
al alcance de tiro de un mosquete. 1.000 barriles de harina enviada por su Excelencia, así como
zapatos, ropa, pólvora y unos 1.500 quintales de pescado partieron hacia Blake, como informé en
mi carta anterior. Por tanto, las tropas de Valencia tienen para resistir un mes, pero me temo que la
población va a sufrir mucho en aproximadamente 10 ó 12 días.Tengo esperanzas de que un ataque
coordinado entre el ejército de Blake y Freire pueda salvar la ciudad.
Tupper había cumplido una vez más con aquellos que le habían demandado los
militares españoles. El uno de enero ya se encontraba en Denia donde había cargado un mercante con el resto de provisiones que tenía con él. La situación era desesperada porque se temía que los franceses llegasen a Denia de manera inminente
mientras un fuerte viento de levante impedía salir a la mar. Consecuentemente, el
cónsul dio instrucciones al capitán del barco de quemar todo en caso de que se
corriese el riesgo de caer en manos francesas.
El tres de enero todavía se encuentra en Denia a la espera de poder embarcar por
culpa del mal tiempo y con los franceses a cuatro leguas88. Sabe que Valencia aún
resiste, “pero mis temores crecen al escuchar que van a capitular ante la falta de
víveres”.
Desde ese momento y hasta el 22 de febrero Wellesley no recibirá noticia alguna de
Tupper. La angustia crece en Cádiz por la suerte de Valencia. El embajador informa
FO 72/129 (13 enero de 1812), pp. 65-ss.
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el tres de febrero89 a su hermano que aunque sigue sin noticias, una carta privada
desde Gibraltar informaba que la capital del Reino de Valencia aún no había caído
el 21 de enero, algo que era incierto.
Pero al final los malos presagios se hicieron reales. El 22 de febrero Wellesley envía a
Londres cartas del Coronel Green y de Tupper desde Alicante, con fecha 27 de enero
de 181290. El embajador destaca que “la conducta de los franceses, una vez obtuvieron posesión de Valencia, se caracterizó por su acostumbrada crueldad. Varios sacerdotes han sido asesinados por haber fomentado la resistencia del pueblo antes de la
Capitulación, y se han pedido una Contribución de más de dos millones de reales”.
Alicante, 27 de enero de 812
El 14 Suchet hizo entrada en Valencia con gran pompa. Se ordenó una iluminación general de tres
días. Se ha impuesto a la ciudad una contribución de 2 millones de reales inmediata y otra de 20
millones en tres plazos (aunque luego se ha rebajado a 12).
Los habitantes han sido desarmados y todos los frailes fueron confinados en el Convento de San
Francisco. Los que tenían más de 50 se les dejó allí y los otros partieron hacia Murviedro91.Todos
los partisanos92 fueron conducidos hacia la Plaza San Domingo, aquellos bajo la condición de
casados fueron desarmados y enviados a sus hogares, mientras que los restantes fueron encerrados
en San Miguel de los Reyes, y se supone que o bien serán enviados a Francia o tomarán las armas
con los Juramentados [en el original].
Al Arzobispo, que se encontraba en Gandía, se le trajo de vuelta y fue repuesto en sus funciones.
El día 17 los franceses dictaron una orden por la que se confiscaron todas las propiedades británicas
y donde se instó a los habitantes a dar cuenta de todos los productos ingleses que tenían bajo su
propiedad.
Ibíd. p. 107
Ibíd. p. 146
91
Posteriormente referirá que según varios testigos que llegaron a Alicante el prior de los capuchinos y tres frailes
más fueron fusilados en Murviedro. FO 72/129, (Alicante, 5 de febrero 1812), p.184.
92
“Guerrillas” en el original.
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Es en el mismo envío donde encontramos un texto muy detallado sobre la batalla
del día de Navidad de 1811, la derrota de los españoles y la consecuente estampida de sus tropas. Además, Tupper narra todos los acontecimientos desde esa fecha
hasta los intentos por reconstruir la resistencia valenciana contra los franceses en
Alicante un ambiente total de derrota. El documento, un extracto del cual ofrecemos al final de este artículo, denuncia los errores de los españoles y culpabiliza de
todo el desastre a Blake.
No es objeto de este texto analizar lo que vivió Tupper en Alicante en su huída de
Valencia. Pero una buena muestra es el hecho de que cuando llegó Mahy con 4.000
hombres y 700 oficiales, “todo se volvió un caos. Sin raciones, sin paga, ni ropa; y
los oficiales en la obligación de vender sus caballos para subsistir (…) los soldados
desertaban a cientos cada día”93. Y todo esto mientras los franceses llegaban a las
puertas de la ciudad con un buen tren de artillería que comenzó a bombardear la
ciudad a la par que se ofrecía una capitulación para los que se encontraban en su
interior. Por cierto, que si no se aceptó, según Tupper, fue debido también a sus
intrigas y a las de Roche, al menos de eso les culparon los franceses94.
La Junta de Valencia había quedado disuelta. Todos sus miembros menos uno, “regresaron vergonzosamente a sus hogares en la ciudad caída donde tenían sus posesiones; dejaron sus cargos a disposición de Mahy después de dimitir, dejando la
provincia sin su única representación, la que fue confiada a ellos. Todo quedó en un
estado de anarquía y a merced de la voluntad del enemigo, dejando los inmensos
recursos de la provincias sin dirección”.
Según Tupper, esta “escandalosa” actuación de los miembros de la Junta “descorazonó” más a los valencianos que la propia caída de Valencia, y por eso explica
el cónsul que los valencianos hicieron lo mismo que hicieron sus representantes,
bajar los brazos, porque cundió el ánimo de que “todo se ha perdido; y sin autoridades que les protegiesen, a la gente no le quedó otra opción que someterse al
yugo del enemigo”.
El mérito de Tupper y Roche para evitar más deserciones también lo recogió Napier basándose, creemos, en este
mismo documento. NAPIER, op. cit, Libro XV, p. 530.
94
FO 72/129 (22 enero de 1812), p. 177.
93
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Posteriormente95, Tupper chocará con Mahy y con el intendente Rivas, que no verán bien establecer una comisión que vele por el Reino de Valencia en Alicante,
como quería el inglés. El cónsul refiere a Wellesley que sus planes pasaban por
nombrar un gobernador que se encargase del gobierno civil, asistido por una comisión de cinco patriotas, mientras que un general se encargaría de la resistencia
ante la espera de que el Gobierno inglés mandase dos regimientos, si fuese posible.
La respuesta de Mahy fue contraria a esa idea y en todo caso le dijo que la comisión
tendría que estar en Cartagena por ser un lugar más seguro.
Esto no es más que un subterfugio y una pérdida de tiempo, porque qué efectos va a tener esa nueva
autoridad cuando todos los recursos de Valencia están a punto de caer en manos de los enemigos; y
sobre todo para qué instaurar una comisión en Cartagena que no va a tener efectividad alguna por
la gran distancia que habrá entre ella y las tierras ocupadas por el enemigo. En resumen, nada se
ha hecho, nada se hará y, lo vuelvo a dejar claro, fuera de la muralla de Alicante el Reino de Valencia
ha dejado de existir [subrayado en el original].
Henry Wellesley debió quedar muy impresionado y lleno de malos augurios al
leer el texto que le envió Tupper. En una carta al Foreign Office dirigida todavía a su
hermano, que en breve sería sustituido por Lord Castlereagh, el embajador escribe
que los desastres españoles son continuos y que la guerra va a terminar pronto con
una conquista total de las principales ciudades españolas donde no estén las tropas
inglesas96. El Ejército español es a sus ojos incapaz de hacer frente a los franceses y
pone como ejemplo los desastres de los últimos dos años como la batalla de Barrosa
o Chiclana, el sitio de Badajoz y la caída del frente del Este.
Oficiales seleccionados por el General Blake, de notoria incapacidad, y muchos de ellos de principios bien peligrosos, fueron puestos al mando del Ejército y de las distintas fortalezas del Reino, y
como consecuencia de ello tenemos la pérdida de casi toda la Costa Este de España, y de entre ellas
las fortalezas de Lérida,Tortosa,Tarragona, Murviedro y la ciudad de Valencia, con todas sus tropas
refugiadas dentro, cuando era bien sabido que iban a verse obligadas a rendirse en breve tiempo
ante la falta de víveres.
FO 72/129 (Alicante, 26 de enero de 1812), p. 180 y ss.
The Times en su edición del 27 de enero de 1812 reconoció que el desastre no se hubiese producido de haber
contado el frente del Este con un ejército inglés de 15.000 hombres.
95
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Wellesley quería, como sus hermanos, interferir más en el Ejército y lograr que el
mando conjunto pasase a manos inglesas, como al final ocurriría con el nombramiento de Wellington como Generalísimo de los Ejércitos españoles. Un hecho
que según el historiador José Luis Arcón, podría haber sido el motivo de la desidia
inglesa desde el principio para acabar con una Regencia que le era hostil97.
Mientras, Pedro Tupper prosiguió con su esfuerzo por revitalizar la guerra en el
Reino de Valencia. El 21 de febrero informa al embajador que ha decidido partir
a Cádiz al enterarse de que O’Donnell va a dirigir el resto de las tropas españolas
del Este de España. Su intención es entrevistarse con el general español y convencerle de que es necesario formar una nueva comisión que acabe con el estado de
indisciplina y anarquía que vivía dicho teatro de operaciones. Tupper promete a su
superior que se reunirá con él para explicarle cuáles son detalladamente sus planes
y qué impresión ha obtenido de O’Donnell98.
De sus maquinaciones en Cádiz tenemos un fiel reflejo en las memorias del diputado en las Cortes de Cádiz Joaquín Lorenzo Villanueva. Este valenciano natural de
Játiva va a mantener varias reuniones con Tupper durante las vísperas de la aprobación del primer texto constitucional español. El diputado cuenta en sus memorias
gaditanas que el 12 de marzo al salir del Congreso se encontró a Tupper, que le
aguardaba. Quería el cónsul reunir a todos los diputados del Reino de Valencia
para que convenciesen a la Regencia de la necesidad de establecer una nueva Junta
con poderes suficientes para dirigir el esfuerzo de guerra. Según Villanueva, Tupper
logró congregarlos para establecer una estrategia común. Asimismo, se entrevistó
con miembros de la Regencia, con su embajador y con O’Donnell, todos los cuales
vieron bien las medidas que promovía. Si bien no logró una respuesta concreta de
la Regencia en un primer momento, un mes más tarde conseguía en parte su deseo
a través de una carta que matizaba algunos puntos ideados por el cónsul inglés99.
ARCÓN, José Luis, op. cit. p.27 y ss. Parece ser, no obstante, que los Wellesley sí querían haber forzado las posiciones de Suchet mediante el envío de tropas desde Sicilia. OMAN, Charles. A History of the Peninsular War. Greenhill
Books, 2004. Vol. V., p. 498.
98
FO 72/129 (Alicante, 21 de febrero de 1812), pp. 292 y ss.
99
VILLANUEVA, Joaquín Lorenzo. Mi viaje á las Cortes. Madrid, Imprenta Nacional, 1860, pp.334-354. AHN. Consejos, 12919, EXP. 1. Expediente acerca del modo en que se debe formar una comisión de gobierno en el reino
de Valencia para sustituir en sus facultades a la Junta superior que había suspendido su actividad.
97
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Por cierto, Villanueva da fe de que Tupper quería llevarse una copia de la Constitución para imprimirla en Alicante y que también solicitó la ciudadanía española100.
Lo que ocurrió a su vuelta a Alicante merece, quizás, otro estudio. Desde luego nuestro héroe siguió apoyando a las partidas. Pero también participó en el enfrentamiento
con Joaquín Caamaño y Pardo, gobernador de Alicante en 1812, que disolvió la comisión de Gobierno101 tan ansiada por Tupper, y le llegó acusar de cohecho. Un conflicto
que llegó incluso a la prensa gaditana. Puede leerse un completo y duro texto contra la
actitud de Caamaño en el número uno de El Articulista español, del 2 de enero de 1813102.
En su página 5 y ss. Se da “Respuesta á la contestación dada por el S. D. Joaquín Caamaño y Pardo, al artículo inserto en el número 8 del Tribuno: é impresa en un folleto
de ocho páginas en la imprenta patriótica”. Quizás lo que afirma el periódico de Tupper sirva para aproximarnos aún más a la imagen que se tenía de nuestro personaje:
El señor Pedro Tupper tiene tan bien sentada su baza entre los buenos españoles, como la noble
Nación á quien pertenece.Valencia le asoció á la Junta Suprema que en el año de 1808 desempeñó
la soberanía:Valencia le vió ejercer el mando con una satisfacción que desmiente las groseras calumnias con que le zahiere Caamaño:Valencia le vió seguir con ardor el curso de la insurrección,
en el cual ha sacrificado una gran parte de sus haberes: su Nación le ha confiado el manejo de
gruesas sumas empleadas en el bien de la España: y en los cinco años de lucha que llevamos, solo los
franceses se han encarnizado contra él, empleando las mismas inventivas que usa Caamaño contra
su persona, y contra la generosidad de la Noble Nación Británica (…) Pero los franceses no deben
perdonar a Tupper el zelo y actividad con que procura animar a nuestro levantamiento: los socorros
que de su leal Gobierno ha logrado para mantenerle: la sagacidad y arte con que ha promovido la
deserción en el exército enemigo: y el aprecio que le tienen los valencianos.
Toca ya acabar con la semblanza de un hombre y de sus hechos en los más difíciles
momentos de Valencia durante la Guerra de la Independencia. Llegados a este punto sólo nos queda resumir brevemente la vida de Tupper desde 1813 a 1825, año
de su muerte, con cuarenta años de edad103.
Villanueva, op. cit., p. 352. Puede leerse el texto de la petición de Tupper en las Actas secretas de las cortes generales y
extraordinarias. Sesión del 8 de mayo de 1812, p. 625. Tupper había pedido la ciudadanía el 26 de abril.
101
AHN. Consejos, 49619, EXP. 3.
102
Para saber más de este periódico o impreso, SÁNCHEZ HITA, Beatriz. Los periódicos del Cádiz de la Guerra de la Independencia (1808-1814). Catálogo comentado. Cádiz, Diputación de Cádiz, 2008, pp. 52-55.
103
BROCK TUPPER, Ferdinand, op. cit, p. 399. Tupper nació en 1784.
100
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El cónsul inglés fracasará en su intento de hacerse con el consulado de Alicante.
Su idea de unir todo el Reino de Valencia en sus manos queda en saco roto por las
intrigas de Frere y Hunter, como hemos explicado anteriormente. Desconsolado,
apelará a su embajador para que interceda ante Castlereagh, dando cuenta de lo que
hizo después de la caída de Valencia104. No serviría de nada. Se le mantendrá como
cónsul en Valencia, cargo con el que no está conforme debido a los pocos ingresos
que origina el puesto a pesar de que el Gobierno inglés le había concedido además
una pensión vitalicia de 600 libras105. En 1814 pedirá el consulado de Barcelona,
que sí le será entregado en medio de otras intrigas que incluso llegaron a implicar
a miembros de la realeza británica106.
También fracasará en su intento de que se reconozca su título en su país. 20 años
después de su muerte, uno de sus sobrinos apeló al Gobierno para poder disfrutar
del título español y de los beneficios que debía tener en Inglaterra. Su reclamación
no fue tenida en cuenta107.
Antes de integrarse definitivamente en la vida civil, Tupper será el encargado de
administrar el dinero enviado por el Gobierno inglés para sufragar los gastos del
Rey Fernando VII durante su famosa estancia en Valencia108, donde su casa volvió a
ser de las más destacadas por la decoración de su fachada con transparencias en las
que se representaban alegorías sobre la alianza angloespañola, la vuelta de Fernando y una burla de Suchet y José109. Por Tupper, supieron el rey y sus acompañantes
la derrota de los franceses en Tolosa110.
FO 72/144 (Alicante, 3 de abril de 1813), pp. 100 y ss.
Dejará en su lugar a otro de sus recomendados, Jasper Warig, con el que mantendrá también correspondencia
menor y sujeta a formulismos económicos.
106
FO 72/160 (17 de mayo de 1814), p. 116.
107
FO 43/468. General. Foreign titles of nobility. 1822-75, (20 de junio de 1742). Home Office: Registered Papers. HO
45/8818 (1842).
108
FO 72 /161. Account of Advances made to Spanish Government under Authority of Sir Henry Wellesley between 1 January to September
1814., p. 233.
109
SIDRO VILAROIG, Fray Facundo. Memoria de los regocijos públicos que en obsequio del Rey nuestro señor D. Fernando VII. en su tránsito por esta capital dispuso la muy noble, leal y fidelísima ciudad de Valencia. Imprenta Benito Montfort, 1814, p. 47 y 48. Cuenta
el agustino que Tupper ya destacó en 1808 por ofrecer espectáculos similares. Las burlas más celebradas en 1814
eran una representación de José I con una botella rota; y otra con Suchet siendo perseguido por murciélagos y
con una inscripción que decía “Duque de las Fochas”, con la que se entendía que lo único que le había quedado
al Duque de “su” Albufera, según el agustino, era esa ave de escaso valor.
110
Ibíd., pp. 98 y 99.
104
105
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Y también será el encargado y responsable de recibir el dinero destinado a las tropas aliadas en el Sur de Francia, si bien los responsables de su envío al frente serán
los coroneles Campbell y Carrol111.
En Barcelona parece que se aburre pese a ser testigo del levantamiento de Lacy112.
Pasará algún tiempo en Madrid y en su país y tendrá que justificar su ausencia ante
el Foreign Office por haber dejado a un sustituto de nacionalidad americana al
frente de los negocios ingleses113. Posteriormente, se ofrecerá como agente inglés
en la revolución del Perú114 (uno de sus hermanos llegaría a ser cónsul en Caracas),
acompañará al embajador William A’Court a recibir al rey en Cádiz en 1823, y recibirá con alborozo el nombramiento de su hermano Thomas como secretario de
los representantes británicos de la Comisión Anglo-Española de reclamaciones por
daños de guerra. Motivo por el que partirá a Madrid tras recibir permiso de George
Canning115. Morirá, como hemos dicho, en la capital española en 1825.
FO 72/175 (Madrid, 13 de julio de 1815), p. 131-132 y 194 (Madrid, 1 de agosto de 1815).
FO 72/201 (Barcelona, 9 de abril de 1817), p. 275 y ss.
113
Ibíd., (15 de enero de 1817), p. 270.
114
FO 72/227 (Londres, 20 de marzo de 1819), p. 204.
115
FO 72/293 (Londres, 11 de octubre de 1823), p. 12y ss.
111
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D O C U M E NT O
Alicante, 22 de enero de 1812
Tengo el honor de dirigirme a Su Excelencia desde Denia para ofrecer el más exacto relato de lo
sucedido en la batalla del 25 de diciembre que puedo dar después de lo que viví desde las 10 de la
mañana de dicho día, y la información que me he procurado de los oficiales y tropas que dejé atrás
en mi retirada hacia Cullera y Denia.
La posición de Quart y Manises, como mencioné hace tiempo a su Excelencia, había sido fortificada de manera muy negligente en la vanguardia hacia Paterna y en la retaguardia hacia Aldaya
y Torrente; y el Brigadier Carban defendía el puente de Ribarroja con una fuerza menor. La divisón
de Albuela y el resto de las mejores tropas ocupaban la ciudad, los alrededores y junto a las del
General Blake constituían una cuerpo de unos 18 a 20.000 hombres, en lo que sin duda era el
mejor ejército que los españoles habían tenido hasta este momento en el terrero, bien abastecidos
con un abundante tren de artillería.
El general Miranda ocupaba las líneas de Monte Olivete y desde esa posición hacia el Mar (una
distancia de milla y media) el frente había quedado en mano de las guerrillas y de los campesinos,
sin otra defensa que la cobertura de dos piezas emplazadas cerca de la orilla del mar.
Estas eran las posiciones ocupadas por el Ejército desde el mes de noviembre. Suchet había ocupado
con sus fuerzas las alturas de Paterna, con unos 5.000 hombres bajo las órdenes de Arispe, el
campo anterior a San Miguel con unos tres o 4.000, y el Grao con una fuerza que podría variar
entre los 500 y 2.000 hombres.
Ambos generales permanecieron inactivos casi dos meses. Suchet esperaba refuerzos, y Blake, aunque no los esperaba, tenía puestas sus esperanzas en una retirada de Suchet debido a la necesidad de
mantener sus tropas. Asimismo, Blake se guió por el principio de que cuanto más tiempo tuviese
fijado a Suchet ante Valencia, más oportunidades daría a los catalanes de organizarse, y también a
las fuerzas del interior, que prácticamente no contaba con tropas desde que Montijo había partido
para cooperar con Durán y El Empecinado.
Tengo razones para creer que Blake no confiaba demasiado en sus tropas como para arriesgarlas
en una batalla, pero a la vez me sorprende que no iniciase acción alguna para acosar al enemigo
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con sus numerosas guerrillas y que no enviase cada día tres o cuatro partidos de unos doscientos
o trescientos hombres para ocasionar bajas y hostigar al enemigo, y que acostumbrase a la vez a
sus hombres al fuego para convertirlos en soldados. Pero nunca se efectuó plan alguno y el enemigo,
con tan solo 12.000 hombres, mantenía con tranquilidad la mitad de la provincia y todos sus
recursos.
Las fuerzas de Duran y el Empecinado podrían también haberse empleado sobre las fronteras de la
provincias, y hubiesen desviado la atención de los franceses hacia Teruel, donde tienen sus depósitos
y sólo 200 hombres acuartelados.
Blake, a pesar de sus inmensos recursos prefirió permanecer inactivo, y se contentó con observar los
movimientos del enemigo mientras se fortificaba ante las murallas de la ciudad.
Con el permiso de Blake, levanté un cuerpo de 180 hombres para actuar como guerrilleros, y
mientras ideaba un plan de ataque, confiaba en que mi ejemplo fuese seguido. Además, solicité que
me fuese concedida la dirección de una batería situada en Santa Catalina desde donde hostigamos
mucho al enemigo por espacio de 30 días y le causamos varios muertos. Y con excepción de la
batería contigua de San José y la de la Puerta del Mar, todas las demás permanecieron en un estado
de completa inactividad.
El general Blake, completamente confiado en que el enemigo no atacaría hasta recibir refuerzos,
tampoco había tomado medidas de tipo alguno.
En la mañana del 26, Suchet ordenó a 800 jinetes y a un considerable cuerpo de infantería marchar hacia Ribarroja, donde la división de Carbon opuso alguna resistencia antes de verse obligado
a retirarse. El enemigo, mientras, iniciaba un falso ataque sobre los puentes de Quarte y Manises
para dar tiempo a las tropas que habían cruzado Ribarroja a caer sobre la retaguardia de los españoles.Tras una acción parcial las tropas españolas, atacadas por todos los flancos, se retiraron en
desorden hacia Chirivella, abandonando toda su artillería, municiones, equipamientos, etc.
Blake, Zayas, Lardizabal, y los demás, con la división de Albuera, tomaron Mislata y expulsaron
a los enemigos que intentaban cruzar el río por el paso de Campanar, donde tenían cañones que
habían hostigado considerablemente a los españoles.
Los franceses expulsados de Mislata, maniobraron río arriba y lo cruzaron a mitad del camino
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haci­a Quart, donde no encontraron tropas algunas que ofreciesen resistencia, al haber sido derrotados los hombres de Obispo y Mahy.
De Mislata salen dos caminos, a la derecha hacia Quart y por la izquierda a Torrente. Por éste
último camino cayó la caballería del enemigo que procedía de Ribarroja encontrándose a los españoles que huían de Quarte hacia Chirivella que a pesar de ser muy hostigados lograron tomar el
camino principal hacia Alicante.
Obviamente Blake, en el momento que la caballería enemiga caía sobre su retaguardia, tuvo que
abandonar Mislata y retirarse en perfecto orden hacia Valencia, a pesar de momentos antes Zayas
insistiese en ganar el camino hacia Alicante mientras quedase tiempo y tropas antes de quedar
rodeados dentro de las murallas de Valencia. A pesar de los avisos Blake permaneció en silencio
y cuando no quedó remedio alguno se retiró hacia Valencia con las tropas que aún permanecían
unidas, unos 10.000 de sus mejores hombres.
Mientras se producía todo aquello el enemigo había abierto fuego desde sus reductos frente al Grao
y Monte Olivote con cinco o seis piezas de gran calibre y tres morteros. Los partisanos mantuvieron
sus posiciones durante algún tiempo; muchos de ellos cayeron víctimas de la metralla y el intenso
fuego. La caballería francesa fue rechazada en su primer intento de cruzar el río a eso de las diez de
la mañana; pero sin tren de artillería y ante el nuevo avance de la caballería enemiga, cuyos jinetes
iban seguidos por infantes, los partisanos, sin ser respaldados por tropas regulares, no tuvieron otro
remedio que huir siendo muchos de ellos copados y rodeados por la caballería.
Esto tuvo que ocurrir de una a dos de la tarde, hora en la que había dejado las líneas españolas,
y encontrando mi camino hacia la ciudad cortado, huí a través del campo perseguido en algunos
momentos por la caballería, de la que escapé de milagro y siendo disparado en varias ocasiones por
la infantería116.
Hacia las dos de la tarde, una parte de la caballería francesa que había cruzado el río por Catarrosa
y dejado a la derecha Torrente, tomó Silla, donde tomó muchos prisioneros además de municiones
Además del texto de Rico, otra obra también recoge esta aventura de Tupper: Alabanzas a Nuestro Dios Inmortal. Honor
á nuestras sapientísimas cortes y demas cooperadores. Eterna gratitud á nuestros caros aliados los ingleses. Murcia. Imprenta Herederos
de Muñiz, 1813, pp. X-XII. Esta obra es de Fray Miralles, religioso de San Juan de Dios de Murcia. Puede leerse
en la obra de GONZÁLEZ Castaños, Juan; MARTÍN CONSUEGRA, Ginés José. Impresos de patriotas. Antología de la
Publicística en el Reino de Murcia durante la Guerra de la Independencia. Murcia, Editora Regional, 2006, p. 166.
116
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y suministros, arrojando en un gran estado de confusión a las pequeñas fuerzas de Mahy y Obispo
que marchaban por el camino principal, que tuvieron que dejar para marchar hacia Cullera por
la orilla de la Albufera y por los campos de arroz, donde la caballería enemiga no podía actuar. El
propio Mahy se salvó de ser hecho prisionero con su estado mayor por un grupo de lanceros gracias
a la intervención de algunos de sus jinetes.
La persecución del enemigo acabó en Silla, lo que permitió a Mahy y al resto de sus tropas alcanzar
Alcira; mientras que Obispo maniobró hacia Cullera, donde entró a las tres de la mañana del día
27, la noche después de hacerlo yo.
La tarde del 26 el enemigo completó su cerco sobreValencia y el 28 toda comunicación quedó cortada.
No obstante, Blake pudo transmitir la orden a Mahy de mantener la posición del Júcar en Alcira y
Cullera. Creo que mencioné que el enemigo no tenía muchos hombres, porque pensaba que Suchet
atacó con 10.000 hombres, pero ahora se sabe que sus refuerzos bajo el mando de Rielli y Cafarelli,
desde Navarra, llegaron el día 23, por lo que Suchet recibió 8.000 hombres y atacó con 20.000.
El enemigo, como he dicho anteriormente, atacó a primeras horas de la mañana, pero ningún
refuerzo o artillería se envió hacia Quart antes de las once, a pesar de que la distancia es de tan
solo una legua.
El gran error cometido por Blake fue haber colocado sus peores tropas en Quart; soy de la opinión
de que si los hombres de Albuera llegan a estar allí y las de Mahy y Obispo cerca de Valencia, en
Mislata, la suerte de la batalla habría sido bien distinta. Porque si las tropas de Mahy hubiesen
sido rebasadas, su retirada hacia Valencia no hay duda de que hubiese sido segura, mientras la
división de Albuera hubiese mantenido sus posiciones en Quart mucho mejor que las otras tropas
en las que el propio Blake no tenía confianza.
He sido asimismo informado por los oficiales españoles que se encuentran aquí que Suchet esperaba
que Blake hubiese avanzado con todos su hombres entre Torrente, Aldata y Quart, aunque tengo
razones para pensar que ni siquiera la mitad de las tropas de Blake entró en acción, y la división
de Mahy se retiró de Quart sin haber opuesto mucha resistencia.
La caballería, como de costumbre, no actuó; y si lo hizo no tuvo efecto alguno. El Regimiento de
Fernando hizo una carga cerca de Alaquas, donde perdió 40 hombres y al verse en medio de una
emboscada bajo un intenso fuego iniciaron su retirada y de la caballería no se supo nada más.
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En Alcira aproximadamente 1.300 jinetes hicieron su entrada mucho antes que la infantería lo
que demuestra que no hicieron esfuerzo alguno en cubrir la retirada. El General Freire, que ocupaba
uno de los pasos, después de la batalla se retiró hacía Almansa.
El balandro de guerra ‘Papillon’, bajo el mando del Capitán Hay, se aproximó todo lo que pudo a
la orilla y si las cañoneras españolas hubiesen cumplido con su deber, creo que el enemigo jamás
hubiese cruzado el río, o en caso de hacerlo lo hubiese hecho a costa de muchas bajas. Pero las
cañoneras salieron a la mar incluso antes del primer disparo de los franceses.
El ‘York’, bajo el mando del capitán Barton, se encontraba fondeado frente al Grao, pero su calado
le impedía acercarse a la orilla para batir a las piezas enemigas.
Durante todo el combate continué desembarcando provisiones para el ejército y sobre las dos
o tres de la tarde perdí el último barco cargado de pescado a unas tres millas río adentro por
lo que tuve que dejarlo. Mi equipaje y todos mis papeles, con otros documentos, se encontraban
en Silla, al alcance de la caballería enemiga; pero gracias a la confusión que reinaba por todas
partes mi sirviente, muy familiarizado con el terreno, logró escapar campo a través. A pesar
de ello, como esperaba poder volver a Valencia, dejé mis mejores posesiones allí, junto a una
cantidad de dinero de unos 3.000 dólares, si bien confío en que mis amigos sean capaces de
poner a buen recaudo.
Esto es todo lo que puedo narrar a Su Excelencia de lo ocurrido el día 26. El 29, Mahy logró juntar
lo que quedaba de sus tropas en Alcira y ordenó a Obispo reunirse con él desde Cullera; pero esa
misma medianoche decidió abandonar el Júcar al saber que el enemigo había reclamada 12.000
raciones al gobernador de Alcira. A las tres de la mañana del día 30 la división entera estaba en
plena retirada.
El gobernador era de la opinión de que la posición podía defenderse y que los conventos podían
fortificarse en poco tiempo, y aunque Mahy no disponía de artillería alguna, en dicha localidad
había algunas piezas de categoría inferior y pólvora suficiente, que si bien no tenían sin munición
adecuada, podrían haberse utilizado con otro tipo de munición.
Los franceses entraron al día siguiente en Alcira con 2.000 infantes, unos 500 jinetes y dos piezas
de cañón; Mahy se había retirado hacia Alcoy y dado órdenes a Obispo de dejar Gandía e ir hacía
Pego para luego unirse en las montañas con las fuerzas de Mahy.
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En esos momentos comenzó una intensa Nevada que duraría tres días, quizás la mayor que se
recuerde en dicha parte del país, lo que de verdad puso muy difícil que el ejército pudiese unirse y
previno a Mahy de iniciar medida alguna para organizar sus tropas.
Después de la retirada del Júcar se perdió toda esperanza de liberar Valencia, y a pesar de que
todo el mundo culpa a Mahy por abandonar Alcira de la manera que lo hizo, nada podía hacer cuando había perdido todo lo que constituye cualquier ejército, equipamiento, artillería,
munición, etc., y no podía hacer frente a un ejército con unos soldados desmoralizados y sin
esperanzas de victoria. Por consiguiente el general Blake es el verdadero culpable, por no haber
fortificado Alcira a tiempo, y por no haber tomado otras precauciones para mantener el Júcar
en caso de derrota.
Mientras Mahy se retiraba de Alcira, me encontraba en Denia ocupado en salvar las mercancías
desembarcadas en dicho puerto, como le informé en mi despacho de septiembre; entonces pensaba
que el Júcar se iba a defender y que sería necesario abastecer las tropas desde Denia.
Como mencioné a su Excelencia en mi última carta, un violento temporal del Este obligó al ‘York’
a cortar sus cables y al resto de embarcaciones a mantenerse en el puerto. Ante esta situación que
duró tres largos días, en los que el enemigo se acercó a tan sólo tres leguas de este lugar completamente abandonado y que podía ser tomado por tan solo 50 hombres que se hubiesen apoderado de
todos los suministros y hacerme prisionero, tomé la determinación con la aprobación del capitán
Barton de que en el caso de que el enemigo llegase, se prendiese fuego a todo; y menos mal que al
final me fue posible escapar tres días antes de que los franceses entrasen en Denia, y ahora tengo
conmigo todas las mercancías a buen recaudo en Alicante.
La primera intención de Mahy era la de unir sus tropas en Alcoy y avanzar hacia Alcira. Al enterarse de que la división del General Montbrun, compuesta por 4.000 hombres, 500 jinetes y
cinco piezas de cañón y dos Howitzards bajaban desde Puente del Arzobispo –que anteriormente
había intentado unirse a Suchet a través Requena– con la orden de manobrar hacia el flanco y
retaguardia del ejército de Mahy, dejó por completo Valencia a su suerte.Verdaderamente creo que
si Mahy se hubiese mantenido firme en Alcoy, su ejército en el estado de desorganización en el que
estaba hubiese sido completamente hecho prisionero o dispersado.
Mientras lo anterior ocurría en Alcira y en la retaguardia del Júcar, Blake, con sus 10.000 mejores
hombres dentro de Valencia, permanecía completamente rodeado por el ejército de Suchet, que ahora
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ocupaba ambos lados del río. Blake decidió forzar su salida con el reto de salvar su ejército. El 29
de diciembre, con todo el equipamiento, artillería, etc. listo, las tropas recibieron la orden de salir a
través del Puente de San José. Michelena con 80 jinetes y 500 infantes marchaba al frente. Lardizabal le seguía. Se tomaron muy pocas precauciones para dirigirlos hacia un camino adecuado,
y los soldados tuvieron que superar una ancha y profunda acequia, cuando a pocas yardas existía
un camino practicable.
Michelena cumplió su objetivo y apremió a Lardizabal para que le siguiese; pero el último había
recibido órdenes de Blake de retirarse de vuelta hacia la ciudad, cosa que hizo, y con ello se perdieron todas las esperanzas de salvar el ejército mediante una salida.
Al día siguiente las líneas de circunvalación se abandonaron y fueron rápidamente tomadas por
Suchet, que comenzó sin tregua a situar sus baterías ante las murallas de la ciudad.Varios howitzer
se situaron en Ruzafa y tres morteros fueron dispuestos en los jardines de los capuchinos, en la otra
ribera del río.
El cinco de enero comenzó el bombardeo, que fue particularmente duro durante la noche. Durante
las primeras 24 horas se dispararon unos 1.800 proyectiles, casi todos ellos dirigidos sobre el
centro de la ciudad, el cuartel de Blake en la casa de aduanas y el palacio de Cervellón, donde había
residido O’Donnell.
El día seis y bajo una bandera de tregua, Suchet pidió la rendición de la plaza, que fue denegado.
El bombardeo duró hasta la noche. Las calles de Zaragoza, Santa Catalina y San Martin quedaron
prácticamente destruidas; el palacio del Arzobispo ardía en llamas e igual suerte corría la Universidad. Los dos edificios quedaron destruidos. Un gran número de habitants había perecido por culpa
de la metralla debido a que la ciudad no ofrecía protección alguna porque no hay sótanos como
en Zaragoza y muy pocos edificios podían resistir el impacto de las bombas. Una delegación del
consulado, Ayuntamiento, nobleza y demás suplicaron a Blake que rindiese la ciudad con la mejor
capitulación que pudiese obtener del enemigo.
Mientras ocurría eso un fraile, con una bandera que denominaba El estandarte de la fe [en el original], y seguido por una muchedumbre se presentó ante Blake y le instó a defender la plaza hasta
el final. Blake envió un piquete de soldados comandados por un oficial para dispersar a la multitud.
El oficial fue asesinado por un disparo de un Labrador. El fraile y su compañía fueron finalmente
dispersados y algunos de los patriotas hechos prisioneros, de los que desconozco su suerte.
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Blake envió una bandera de tregua a Suchet y le pidió que le dejase salir de la ciudad con sus armas
y equipo con dirección al lugar donde se encontrasen las tropas españolas más cercanas. Pero ante
su negativa, los siguientes términos fueron acordados por Zayas al día siguiente.
El ejército español se mantendrá en España hasta que sea intercambiado por el mismo número de
franceses, incluidos los que se encuentran prisioneros en Alicante y Cartagena.
Las propiedades de los habitantes serían respetadas y se tramitarían pasaportes para todos aquellos
que quisieran marcharse y se les perdonaría cualquier acción o militancia pasada.
Lo anterior es lo más destacado de la capitulación, de la que no he visto el original.
A las cinco de la tarde del día nueve, el enemigo tomó una de las puertas de la ciudad. El día diez
Blake, con lágrimas en sus ojos y junto a su hermano y dos personas más, partió hacia Murviedro
donde le esperaba Suchet para cenar.
No hay duda de que Valencia hubiese aguantado 15 o 20 días más si se hubiese establecido un
efectivo sistema de defensa. Pero no se había establecido precaución alguna contra un bombardeo.
Las calles no se habían fortificado y si los franceses hubiesen dispuesto sus baterías contra las
murallas, no hubiesen tardado más de dos horas en abrir una brecha. Además las provisiones escaseaban, y no había carne desde hacía 10 días. Bajo esas circunstancias no era posible aguantar y
después de 14 días de sitio y cuatro días y noche de bombardeo, en los que se dispararon cerca de
3.000 obuses,Valencia no tuvo otra opción que capitular con el enemigo.
El 14 siete oficiales españoles en libertad condicional llegaron aquí, a Alicante, para reclamar
prisioneros franceses que fueran intercambiados por prisioneros españoles en Valencia. Se reunió un
consejo de Guerra que se negó debido a que el intercambio en caso de efectuarse, podría decidir el
destino de la ciudad, otorgando a Suchet la ventaja de aumentar su ejército, además de que es probable de que ni la mitad de los españoles intercambiados hubiesen vuelto, ya que un gran número
de ellos se retirarían a sus hogares, como han hecho muchos de ellos en su viaje hacia Francia.
Soy asimismo de la opinión de que si los españoles liberasen a los prisioneros franceses, les privaría
del poder de las represalias, en el caso de que el enemigo no moderase su crueldad.
Finalmente los prisioneros han sido embarcados hacia Mallorca y Cabrera el día 21, en un convoy
dirigido por el Capitán Loyton (…).
Elías Durán de Porras / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 23-74
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Anals de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana nº 87 (2012)
Roberto Villa García
El ocaso del republicanismo histórico:
lerrouxistas y blasquistas
ante las elecciones de 1936*
* Este trabajo está especialmente dedicado al Dr. Luis Arranz Notario, al que debo muchos de mis conocimientos
sobre historia política, y quien alienta constantemente mi vocación y espíritu crítico. Se realizó en el marco del
Proyecto de Investigación I+D+I “Cultura Política, Democracia y Violencia en la Segunda República Española
(1931-1936)”, financiado por el Ministerio de Educación y Universidades (Ref. HAR-2009-11492).
RECEPCIÓN:14-09-2012
REVISIÓN:23-10-2012
ACEPTACIÓN:10-12-2012
PUBLICACIÓN:30-12-2012
EL OCASO DEL REPUBLICANISMO HISTÓRICO:
LERROUXISTAS Y BLASQUISTAS ANTE LAS ELECCIONES DE 1936
Resumen:
Este trabajo pretende mejorar el conocimiento sobre el republicanismo histórico
en la Segunda República, representado en este periodo por el Partido Republicano
Radical y las organizaciones de carácter provincial adheridas al lerrouxismo, caso
del pujante Partido de Unión Republicana Autonomista. Se centra en ofrecer una
explicación compleja sobre su declive electoral en 1936, que trascienda las referencias a la corrupción y al oportunismo político que hasta ahora han predominado
en la historiografía. Para ello, se incorporan al análisis las últimas aportaciones de
la Ciencia Política a la organización de los partidos, se reinterpreta el papel desempeñado por el Partido Radical en la vida política republicana y la significación del
giro liberal-demócrata auspiciado por Alejandro Lerroux.
Palabras clave: España, Segunda República, Elecciones, Partido Radical, Alejandro
Lerroux.
THE DECLINE OF OLD SPANISH REPUBLICANISM: LERROUXISTAS
Y BLASQUISTAS IN THE GENERAL ELECTIONS OF 1936
Abstract
This article aims to improve the knowledge about old spanishh republicanism in
the Second Republic, represented by the Radical Party and the provincial organizations related to lerrouxismo, like the Autonomist Party of Valencia. It focuses on
providing a complex explanation about its electoral decline in 1936, going beyond
references to corruption and political opportunism that have been prevalent in the
historiography. This is done by incorporating the latest contributions to the analysis
of political science at the party organization. Also, this article reinterprets the role
played by the Radical Party in the Second Republic politics and the significance of
the Liberal Democrat turn sponsored by Alejandro Lerroux.
Key words: Spain, Second Republic, Elections, Radical Party, Alejandro Lerroux.
Roberto Villa García / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 75-120
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El Partido Republicano Radical y su fundador, Alejandro Lerroux, han adquirido
una importancia singular como objetos de estudio historiográfico.1 No es algo
casual. Su papel dinamizador de la vida política de la Restauración, su condición
de heredero del republicanismo histórico y de puente con los nuevos movimientos
republicanos de los años veinte, y el hecho de ser la fuerza política más extensa y
mejor organizada durante la Segunda República constituyen argumentos de indudable peso. Sin embargo, hay uno especialmente relevante. El protagonismo de los
radicales, vinculado al notable número de escaños parlamentarios que obtuvieron
en las elecciones generales de 1931 y 1933, hizo de su proyecto de “República para
todos los españoles” una alternativa viable a los planteamientos intransigentes y
exclusivistas en boga durante la década de los treinta. Si bien en la Restauración el
espacio político del Partido Radical había sido el mismo que ocupó más tarde la izquierda republicana, en 1910, tan sólo dos años después de su fundación, Lerroux
lo convirtió en un movimiento liberal-demócrata e interclasista, abandonando toda
veleidad obrerista e insurreccional. Y, pese a que con la desaparición de los viejos
patriarcas del republicanismo del XIX se convirtió en la figura más representativa
del movimiento, durante los últimos años de la Monarquía liberal el jefe radical
comenzó a ensayar discursos y gestos posibilistas, y dio a entender que no excluía
la posibilidad de participar en un gobierno.2
Análisis generales, en Romero Maura, J., La Rosa de Fuego. El obrerismo barcelonés de 1899 a 1909, Barcelona, Grijalbo,
1975; Ruiz Manjón, O., El Partido Republicano Radical (1908-1936), Madrid, Tebas, 1976; De Blas Guerrero, A., “El
Partido Radical en la política española de la Segunda República”, Revista de Estudios Políticos, nº 31-32 (1983), pp.
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política de centro en España (1931-1936), Madrid, Taurus, 2002.
2
Ruiz Manjón, O., El Partido…, pp. 117-118. Álvarez Junco, J., El Emperador…, pp. 424-426.
1
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Por tanto, la llegada de la República no supuso un cambio sustancial en los planteamientos de Lerroux. Antes al contrario, el veterano político buscó situar a su
partido en una posición central, entre los republicanos de izquierda y la derecha
republicana de Alcalá-Zamora. Consciente de la heterogeneidad de las fuerzas políticas que formaban en la conjunción republicano-socialista, el jefe radical concebía
la República como una democracia liberal que debía permitir la participación de
todos aquellos partidos que acatasen sus reglas de juego y renunciaran a forzar el
cambio político por la vía insurreccional. El gobierno quedaba, eso sí, reservado
a los que aceptasen positivamente la forma de Estado republicana, algo que para
Lerroux nunca equivalió a comulgar con todos y cada uno de los artículos de la
Constitución de 1931.3
Esto era lo que distinguió al Partido Radical de los partidos de la izquierda republicana. El proyecto liberal-democrático de Lerroux adquiere especial relevancia si se
contrapone al de azañistas y radicales socialistas. Para estos, la República no suponía
un simple cambio de régimen, sino que debía significar una profunda reforma,
que calificaban sin ambages de “revolucionaria”, vinculada a un programa político
concertado entre los partidos que formaban parte de la conjunción republicanosocialista, vencedora el 14 de abril de 1931. Este programa estaba destinado a
reducir la influencia política y social de lo que denominaban los “anti-Estados” (el
Ejército, la Iglesia, los terratenientes), a otorgar un papel político relevante al obrerismo organizado y a construir una nueva ciudadanía republicana, difundiendo
los principios laicistas e igualitarios que habían su seña de identidad fundamental.
De ahí que las reformas militares, la legislación laboral, el desarrollo de un sistema
educativo estatal y obligatorio, la modificación de las relaciones Iglesia-Estado, las
disposiciones secularizadoras o las directamente anticlericales, y la reforma agraria
no fueran consideradas como medidas de partido. Eran “consustanciales” con la
República, formaban parte de su médula espinal y sin ellas, el régimen se desnaturalizaría. Por ello, todas estuvieron tácita o explícitamente contempladas en la
Constitución de 1931, sobre todo gracias a la conjunción de esfuerzos entre la
izquierda republicana y el PSOE, que sumaban una cómoda mayoría parlamentaria
Payne, S.G., El colapso de la República. Los orígenes de la Guerra Civil (1933-1936), Madrid, La Esfera de los Libros, 2005, p.
30. Las declaraciones de Lerroux al respecto, en Ruiz Manjón, O., El Partido…, pp. 177-178.
3
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en las primeras Cortes republicanas. Sin embargo, la aplicación de ese programa
destinado a transformar el país era una obra que trascendía la aprobación de la
Constitución. Requería el mantenimiento de la conjunción republicano-socialista
y su monopolio del poder político hasta que la obra quedase realizada. Esto explica que la izquierda republicana tuviese poco interés en buscar acuerdos con los
sectores políticos derrotados el 14 de abril, los defensores de la Monarquía constitucional. A estos, se los consideraba simples testaferros de los “anti-Estados” y
responsables de la decadencia histórica del país y, por ello, sólo les quedaba aceptar
el nuevo estado de cosas. Podían resistirse presentándose a las elecciones, pero bajo
ningún concepto podrían gobernar. Tampoco paralizar las reformas, sin las cuales
la República se “monarquizaría”, esto es, se convertiría en algo similar al “régimen
caciquil” de la Restauración, que la izquierda republicana denostaba de forma estentórea.4
Ciertamente, su pasado izquierdista y sus posiciones maximalistas dentro del movimiento republicano auguraban una aceptación de estos planteamientos por una
parte de los dirigentes y militantes del Partido Radical. De hecho, un sector del
partido se identificaba con ellos, como por ejemplo buena parte de los blasquistas
del PURA,5 consciente de que se garantizaba así un largo, aunque compartido,
disfrute del poder político. Incluso el propio Lerroux asumió, tras los resultados
electorales de 1931, que como no podría obtener una mayoría sin los republicanos
de izquierda, debía aceptar la consustancialidad de ese programa con la República.
Por ello, los radicales colaboraron activamente en la redacción de la Constitución
y, durante el primer bienio, sólo se comprometieron a gestionar ese programa sin
estridencias y previa negociación.
Esa concesión al realismo político no quiere decir que Lerroux, y el sector más
inequívocamente “lerrouxista” del partido, coincidiese en el fondo o en el método con la izquierda republicana. El veterano dirigente radical tenía sesenta y siete
años cuando se proclamó la República. Había desarrollado toda su carrera política
El carácter patrimonial que la izquierda republicana imprimió al nuevo régimen se constata en Álvarez Tardío,
M., El camino a la democracia en España, 1931 y 1978, Madrid, Gota a Gota, 2005, pp. 301-377; y “Cultura política,
exclusión y violencia en el republicanismo radical-socialista en España, 1929-1933”, Revista de Estudios Políticos, nº
148 (2010), pp. 11-43.
5
Alós Ferrando, V., Reorganización, supremacía y crisis final del Blasquismo, Valencia, Ayuntamiento, 1992.
4
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durante el periodo de la Monarquía liberal, tan sólo interrumpida por la dictadura
primorriverista. Por tanto, Lerroux había asumido la práctica política de la Restauración, que conocía bien y de la que tenía una consideración más positiva. Precisamente por eso, su percepción de la política no era dogmática e intransigente sino,
por el contrario, más pragmática, circunstancial, pactista e integradora. Lerroux
no podía concebir que la República se asentase sobre una coalición permanente
de partidos. Por el contrario, una vez aprobada la Constitución y a semejanza de
las dos grandes agrupaciones políticas de la Monarquía, la República debía basarse
en coaliciones cambiantes articuladas en torno a dos polos. Como las elecciones
de 1931 habían definido dos partidos que sobresalían sobre el resto, el PSOE y el
Partido Radical, este último debía asumir el papel del centro-derecha republicano.6
Pero lo que indignó especialmente a los dirigentes socialistas y de la izquierda republicana fue que Lerroux decidiera, desde el mismo 14 de abril, abrir su partido
a antiguos políticos monárquicos liberales y conservadores, lo suficientemente representativos como para ampliar la base de sustentación del nuevo régimen. Como
buen político de la Restauración, Lerroux consideraba que la pervivencia de la
República estaba vinculada de forma directa a su capacidad integradora, que permitiría restar adeptos a los monárquicos. A eso debía supeditarse cualquier propósito reformista, y sobre todo los que podían crear divisiones y poner en peligro la
consolidación del nuevo régimen. De ahí sus declaraciones públicas a favor de una
República conservadora, que garantizase la libertad de conciencia, el orden público
y el derecho de propiedad.7
Precisamente porque no deseaba continuar con la conjunción republicano-socialista después de aprobada la Constitución, Lerroux se negó a figurar en un gobierno con Azaña si este antes no prescindía de los socialistas. Los radicales quedaron fuera del gobierno a la espera de que sus todavía potenciales aliados de la
izquierda republicana rompiesen con el PSOE y accediesen a formar una mayoría
De Blas Guerrero, A., “El Partido…”, p. 149.
Existen en esta percepción, evidentes analogías con el papel estabilizador que un sector del republicanismo
asumió en Francia cincuenta años antes y que permitió la consolidación de la III República. Una comparación
en Álvarez Tardío, M. y Villa García, R., El precio de la exclusión. La política durante la Segunda República, Madrid, Encuentro,
2010, pp. 17-46.
6
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de “concentració­n republicana” con esas mismas Cortes. Pero las previsiones de
Lerroux fallaron doblemente. No se llegó durante el primer bienio a más concentración que el efímero gobierno Lerroux de septiembre de 1933, derribado
precisamente por Azaña y la mayor parte de la izquierda republicana. Tampoco una
concentración republicana en torno al Partido Radical consiguió la mayoría en las
elecciones generales de 1933.8
Fue entonces cuando Lerroux decidió incorporar a su coalición a los sectores posibilistas de la derecha católica y agraria. Lo que suponía un cambio de papel porque
el triunfo parcial de la CEDA, pareja al debilitamiento del Partido Radical tras la
escisión de Martínez Barrio, hizo que el lerrouxismo dejara de ser el partido más
importante de la coalición de centro-derecha, aún cuando continuase constituyendo uno de sus pilares decisivos. Además, el pacto con los católicos posibilistas
tuvo otro efecto. El Partido Radical abandonó definitivamente su rol de “partido
conservador de la revolución”, y se comprometió a la definitiva “republicanización” de sus aliados. Para ello, Lerroux defendió una reforma constitucional que
satisficiera las aspiraciones mínimas de la CEDA, el Partido Agrario Español y la Lliga de Cataluña, y que les permitiera pasar del acatamiento a la aceptación positiva
del ordenamiento legal.9 Era otra muestra del realismo de los radicales, atentos a la
evolución de la opinión pública. Pero también de que su proyecto pragmático de
República equivalía a un régimen de libertades que pudiera desplazarse un poco
más a la izquierda o a la derecha, siempre a requerimiento del cuerpo electoral y
con el partido ocupando una posición central.
El definitivo fiasco del proyecto de la izquierda republicana en julio de 1936, que
como se sabe no hizo más que alimentar intransigencias y reforzar las posiciones
de los sectores de la derecha autoritaria –con la que, por cierto, coincidía en considerar la República consustancial con un régimen de partido–, supuso que parte de
la historiografía haya revalorizado el papel desempeñado por el Partido Radical y
Un análisis de la doblemente fallida “concentración republicana”, en Villa García, R., La República en las Urnas. El
despertar de la democracia en España, Madrid, Marcial Pons, 2011, pp. 107-122 y 439-446. Su viabilidad y sus efectos
sobre la estabilidad de la República se analizan de forma magistral en Arranz Notario, L., “La Segunda República
y las exigencias de la democracia”, en Rey Reguillo, F. y Álvarez Tardío, M. (eds.), El Laberinto Republicano, Madrid,
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9
Payne, S.G., El colapso…, pp. 195-196.
8
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Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 75-120 / El ocaso del republicanismo histórico
por Alejandro Lerroux, durante el quinquenio republicano. Estudios rigurosos han
matizado o rechazado las visiones maniqueas que desde el catalanismo, la extrema
izquierda o la extrema derecha asociaban el radicalismo a un movimiento político
caudillista y demagógico, sin ideas ni programa, sólo atento al disfrute del poder
político con fines lucrativos, y que precisamente murió enfangado en corrupción.
Desde esta visión se ha pasado a otra en la que los lerrouxistas fueron “el único
gran partido que apoyaba la democracia liberal” y “los principales defensores y
practicantes de una República democrática para todos.”10
Si bien la trayectoria del partido y su líder es bien conocida, apenas se ha avanzado en la explicación de por qué se hundió el Partido Radical y con él su proyecto
de consolidar un régimen de libertades, respetuoso con el pluralismo. De hecho,
aún sigue asociándose la crisis del partido a los casos de corrupción del segundo
semestre de 1935, sin más explicación. Esto es, sin cuestionarse lo desproporcionado de sus efectos disgregadores, para lo que habría que evaluar más bien otros
factores como la implantación electoral del Partido Radical durante el segundo
bienio, las vicisitudes del grupo parlamentario –que tenía un papel relevante en la
articulación del partido– y, ante todo, una serie de coyunturas que contribuyeron,
entre diciembre de 1935 y febrero de 1936, a hacer del republicanismo histórico
una fuerza marginal.
Este artículo pretende ofrecer una explicación compleja sobre las causas del declive
electoral del Partido Radical en toda España y, en especial, de una de sus organizaciones más fuertes, el Partido de Unión Republicana Autonomista. No volverán a
tratarse el “Straperlo” y “Nombela” que aquí no se consideran causas directas del
hundimiento del partido, como no lo fueron escándalos más graves como Stavisky
para el radicalismo francés, o la venta de cargos y condecoraciones para el Partido
Liberal de Lloyd George, por poner ejemplos más o menos coetáneos. El trabajo
se centrará en otro tipo de factores, unos endógenos (el liderazgo y la estructura
organizativa del partido, su arraigo electoral y el faccionalismo) y otros exógenos
(el proyecto del “centro” de Alcalá-Zamora y Portela, las exigencias del sistema
Idem, p. 230. En este sentido destacan sobre todo la excelente monografía de Octavio Ruiz Manjón, que con casi
cuarenta años de distancia continúa siendo el trabajo de referencia, y el artículo de Andrés de Blas, ambos ya
citados.
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e­lectoral, y su influencia en la conformación de las candidaturas de centro-derecha). Finalmente, el artículo también intentará dar una respuesta empírica a una de
las cuestiones que aún parecen abiertas, la de hacia dónde marcharon los electores
que en 1933 votaron por el republicanismo histórico en sus versiones lerrouxista y
blasquista, con el fin de observar si las bases del partido apoyaron o, por el contrario, se disociaron del giro conservador patrocinado por su líder.
Debilidades endógenas.
El Partido Radical era, al alborear la Segunda República, la organización republicana más antigua tras el Partido Federal. Había nacido en 1908, cuando Lerroux se
desmarcó de Nicolás Salmerón en su política de colaboración con el catalanismo.
En las primeras elecciones generales del quinquenio republicano, las de junio de
1931, el Partido Radical contó con más diputados que ningún otro grupo republicano, un total de 94.11 Sin embargo, no podía equipararse al tipo de partido que
se generalizó en Europa a partir de 1945. Pese a cumplir 23 años de existencia,
el Partido Radical no constituía en 1931 más que un sumando de organizaciones
republicanas de carácter provincial o local, con poca relación entre sí, y que sólo
compartían su adhesión a Lerroux.
En realidad, el Partido Radical había sido, en sentido estricto, la organización que
hasta 1923 operaba en la circunscripción urbana de Barcelona. De hecho, su minoría parlamentaria de 1931 se formó por la agregación post-electoral de diputados
que concurrieron con la etiqueta de “lerrouxistas” junto con otros que ni siquiera
se habían presentado como tales: diputados del PURA y de los partidos republicanos autónomos de otras provincias, e independientes que habían figurado con la
etiqueta de “Alianza Republicana” o de la “Conjunción Republicano-Socialista”.
Pese a estas limitaciones, la minoría de 1931 constituyó un salto cuantitativo abismal desde la modesta cifra de diputados que los radicales habían llevado a las Cortes de la Monarquía, nunca más de una decena.12 De hecho, la expansión nacional
del lerrouxismo a partir de abril de 1931 y un grupo parlamentario tan numeroso
Ruiz Manjón, O., El Partido…, p. 193.
Martínez Cuadrado, M., Elecciones y Partidos políticos de España, Madrid, Taurus, 1969, Vol. 2.
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suponían una redimensión tan profunda del partido que prácticamente equivalió a
una refundación.13 Ese crecimiento tuvo, sin embargo, notables lagunas. El radicalismo seguía sin estar organizado o tenía una presencia precaria en la mitad de la
geografía nacional. La mayoría de sus escaños habían sido obtenidos en coalición
con otros grupos republicanos y el PSOE, aún cuando los lerrouxistas aportaran
un porcentaje importante de sufragios. Además, su buen resultado se obtuvo en
un contexto bastante favorable para la conjunción republicano-socialista, en unas
elecciones realizadas desde el gobierno y con el retraimiento de los partidos monárquicos.
En resumidas cuentas, a mediados de 1931 el Partido Radical era percibido como
una fuerza política nacional básicamente por dos elementos cohesivos: el liderazgo
de Lerroux, que daba razón de ser al partido, y el grupo parlamentario, los diputados adictos a la persona del jefe y a su significación política. A falta de una estructura de partido ajena a las Cortes, los diputados eran también los únicos intermediarios entre el líder nacional y los comités provinciales y locales. Esta situación no se
modificaría demasiado durante todo el quinquenio republicano.
No obstante, tras las elecciones a Cortes constituyentes, Lerroux se decidió a iniciar el proceso de institucionalización del partido, con el fin de convertirlo en una
organización nacional, jerarquizada y coherente.14 En julio de 1931 se creó un
primer embrión, la Junta y el Comité Ejecutivo nacionales, gestado en el grupo
parlamentario. Un mes después, la Junta Nacional emitió una circular que puso
los primeros andamiajes para dotar de coherencia al abigarrado mundo de comités
provinciales y locales, casinos, sociedades y periódicos lerrouxistas. Sin embargo,
no sería hasta la Asamblea Nacional extraordinaria de octubre de 1932 cuando tomara carta de naturaleza una estructura de partido aparte del grupo parlamentario,
con una división de funciones y cierto contrapeso de poderes entre sus órganos
Arranz Notario, L., “Modelos de partido”, en Juliá, S., Política en la Segunda República, Madrid, Marcial Pons, 1995,
pp. 81-110.
14
Aquí se entiende “institucionalización” al modo en que la define el politólogo Angelo Panebianco: “la consolidación de la organización, el paso de una fase de fluidez estructural inicial… a una fase en que al estabilizarse,
desarrolla intereses estables en la propia supervivencia y lealtades organizativas igualmente estables”. La organización pasa, así, de ser un medio a convertirse en un fin en sí misma. Vid. Panebianco, A., Modelos de partido, Madrid,
Alianza, 1990, p. 56.
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nacionales, y una organización territorial uniformizada y dependiente jerárquicamente de éstos.15
Fue por tanto entre 1931 y 1932, no antes, cuando el Partido Radical comenzó un
verdadero proceso de transición que debía llevarle de ser una formación básicamente caudillista y parlamentaria a otra realmente institucionalizada y moderna.
Un proceso que no culminaba, sino que solo se ponía en marcha, con la enunciación y aprobación de los reglamentos. Que para su éxito necesitaba liderazgo y
tiempo, sobre todo para adecuar el funcionamiento de lo que era una coalición de
notables, a los nuevos estatutos del partido. Lo que suponía integrar y disciplinar a
las organizaciones locales adheridas, que debían traspasar una parte de su amplia
autonomía a los organismos provinciales y aceptar una relación de subordinación
a sus cuadros directivos. También implicaba que los partidos provinciales adheridos al “lerrouxismo” a través del grupo parlamentario, como el PURA u otros
republicanos autónomos, así como las redes clientelares de algunas notabilidades
monárquicas recién integradas, aceptasen constituirse en secciones territoriales del
partido, sometidas a los organismos nacionales antes que a los liderazgos locales.
Por último, era necesario que esos organismos nacionales, la Junta y el Comité
Ejecutivo –que incluía un Vicepresidente y un Secretario Nacional del partido–, pudieran constituirse en contrapeso efectivo del grupo parlamentario y restarle peso
en la dirección del partido. De ese modo, el Partido Radical adquiriría presencia
efectiva al margen de su líder nacional, y podría superar la prueba definitiva de la
sucesión sin riesgo aparente de disgregación.
Tiempo es lo que no hubo, vista la corta duración del periodo republicano. Pero
tampoco voluntad por parte de Lerroux de culminar la institucionalización su partido, anclado como estaba en la práctica política de la Monarquía liberal. Son estos
factores, más que los resultados electorales coyunturales, los que impidieron al
Partido Radical convertirse en algo más que el amplísimo grupo de seguidores de
don Ale. Porque la desaparición del partido no se produjo en febrero de 1936, por
mucho que desde entonces hasta julio llevase una vida lánguida, ni era tan irreversible como la debacle electoral dejó entrever. Cabe recordar que el descalabro
Un buen análisis de este proceso, en Ruiz Manjón, O., El Partido…, pp. 629-638.
15
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de los republicanos de izquierda en noviembre de 1933, parejo al de los radicales
en 1936, no acabó con ellos, sino que los llevó a un proceso de fusión orgánica
y a una política de alianzas con la izquierda obrera. Eso sí, si bien fue la Guerra
Civil, y no tanto las elecciones, las que frustraron definitivamente la reconversión
del Partido Radical, las insuficiencias, contradicciones y tensiones del proceso de
institucionalización del partido en los tres años anteriores contribuyeron a lastrar
sus posibilidades electorales en la difícil coyuntura de 1936.
En efecto, no era sólo cuestión de tiempo o voluntarismo. Aunque el Partido Radical no respondía a la estructura de un partido moderno, y por tanto sus modelos no
son del todo adaptables, las teorías acuñadas por Angelo Panebianco contribuyen a
clarificar las debilidades de su incipiente institucionalización. Precisamente porque
los radicales estaban al inicio del proceso, el peso de lo que Panebianco denomina
“modelo originario” –el conjunto de factores y decisiones que contribuyeron a
modelar al partido en sus inicios– resulta especialmente esclarecedor en dos de sus
aspectos. En primer lugar, el Partido Radical creció en la Segunda República más
por difusión, absorbiendo partidos provinciales y locales ya constituidos, y con
enormes variantes organizativas, que por penetración, mediante la creación ex novo
de organizaciones territoriales homogéneas, conforme a los estatutos del partido. Y,
en segundo lugar, los radicales eran un partido puramente carismático, constituido
para reforzar las posibilidades políticas de un liderazgo preexistente. Además, sus
organismos nacieron del grupo parlamentario y los diputados controlaron durante
todo el periodo el máximo órgano ejecutivo entre Congresos, el Comité ejecutivo nacional. La pervivencia de esos aspectos del modelo originario entorpeció de
consuno la creación de un aparato de partido autónomo, homogéneo y burocratizado.16
En primer lugar, la persistencia del liderazgo absorbente de Lerroux y la desmedida
influencia del grupo parlamentario en la gestión del partido, contribuyeron a sobredimensionar los efectos del faccionalismo, en lugar de aminorarlos. Las disputas
Panebianco, A., Modelos…, pp. 107-114 y 137. El único estudio que ha aplicado los modelos de Panebianco a
los partidos de la Segunda República, con resultados tan sugerentes que han cambiado la percepción sobre su
solidez organizativa, es Arranz Notario, L., “Modelos…”. El análisis sobre el Partido Radical que sigue es deudor
de sus páginas 100 a 102.
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entre notables locales, en lugar de ser canalizadas y absorbidas por unos organismos nacionales que apenas funcionaron con regularidad entre 1932 y 1936, continuaron siendo resueltas personalmente por Lerroux y sus más directos colaboradores. Como la identificación entre el jefe y el partido continuaba siendo tan estrecha,
su decisión final exigía acatamiento absoluto, con lo que a nivel provincial apenas
quedaba resquicio para la búsqueda de liderazgos y estrategias políticas alternativas
dentro de la organización –a través de congresos provinciales, por ejemplo–. Lo
que suponía que diferencias coyunturales y puramente personales se saldasen, igual
que en la Monarquía liberal, con la disidencia y la creación de comités autónomos
que se declaraban en franca rebeldía contra la dirección nacional, y que acababan
formando un nuevo partido o integrándose en otro. Fue el caso de Murcia en
enero 1936 en que Lerroux medió para otorgar la jefatura provincial del partido a
Salvador Martínez-Moya, en perjuicio de José Cardona que reunía el apoyo de los
notables y de la práctica totalidad de los comités locales. Probablemente el caudillo
radical desconocía las fuerzas que representaban cada uno, pero tampoco se esforzó
en medirlas en un congreso provincial, aplazando el conflicto hasta después de las
elecciones de febrero. El resultado fue que Cardona creó un nuevo partido y arrastró con él a 41 de los 42 comités locales del Partido Radical murciano.17 En fin, la
extensión del arbitraje directo de Lerroux en los conflictos internos de las organizaciones provinciales de toda España, reliquia de la época en que los radicales eran
un pequeño partido barcelonés, generaba un desgaste de su liderazgo que acababa
asumiendo por extensión su partido.
Esto repercutía, igualmente, en la disgregación de la minoría parlamentaria, que
se convertía en la caja de resonancia de estos conflictos si alguno de los notables
tenía escaño, sin que los organismos representativos del partido pudieran ejercer
de amortiguador. Lo que implicaba que, cuando las discrepancias eran irresolubles, las disputas solieran saldarse con la escisión, esto es, la salida de uno o varios
diputados del grupo parlamentario. En el Partido Radical, esto se patentizaba aún
más por cuanto que los trabajos para dotar de disciplina y cohesión a su minoría,
y coordinarla para las tareas parlamentarias, fueron pobres y con pocos resultados
prácticos. La indolencia de Lerroux durante todo el periodo republicano en este
El Sol, 29-I-1936; Ahora, 30-I-1936; ABC, 3-II-1936; y Heraldo, 5-II-1936. En Ruiz Manjón, O., El Partido…; y Townson, N., La República... se describen intervenciones de Lerroux en conflictos parecidos con el mismo resultado.
17
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aspecto resultaría fatal, sobre todo cuando se potenciasen las tendencias centrífugas
en el segundo semestre de 1935. Y no por falta de precedentes. Ya durante el primer
bienio, la minoría había pasado de 94 diputados en julio de 1931 a 85 en octubre
de 1932.18
La disolución de las Cortes constituyentes y los 101 diputados con los que la minoría radical comenzó las primeras ordinarias, disimularon los efectos de esas primeras escisiones. Hasta que el fenómeno se reprodujo con más fuerza a comienzos de
1934. En febrero eran dos diputados del PURA (Julio Just y Vicente Marco) los que
se separaban y, tres meses después, les seguían Martínez Barrio y quince diputados
más. Las organizaciones en provincias, donde los radicales habían obtenido buenos
resultados en 1933, como La Coruña, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla y Valencia quedaron seriamente mermadas. El goteo de separaciones se prolongaría durante todo
1935, hasta dejar la minoría radical, tras la clausura de las Cortes, en 72 escaños,
si bien en ese año sólo la de Basilio Álvarez se produjo por oposición al pacto con
la CEDA.19
Porque, en efecto, la falta de pujanza de unos organismos nacionales de carácter extraparlamentario agravaban también las consecuencias de las escisiones. Esto
impedía que el Partido Radical lograse un control efectivo sobre sus organizaciones territoriales que permitiera fidelizarlas directamente a la dirección nacional.
Es curioso que un liderazgo de tanto peso como el de Lerroux no viniese acompañado de un proceso efectivo de centralización. Aunque había un vicepresidente
Ruiz Manjón, O., El Partido…, pp. 638-642.
Aunque las escisiones de 1934 tienen un claro pretexto ideológico, provocado por una cuestión de política
nacional, la posibilidad de llegar a una coalición de gobierno efectiva con la CEDA, parte de los diputados que
se marcharon con Martínez Barrio lo hicieron por razones de índole interna. Fue el caso de Eduardo Frápolli,
enfrentado con el jefe radical de Málaga Pedro Armasa; de los diputados coruñeses José Miñones y José GarcíaRamos, que disputaban el control del partido en esa provincia a Gerardo Abad Conde; y, dentro del PURA, entre
quienes pretendían separarlo del lerrouxismo (los diputados disidentes José García-Berlanga y Faustino Valentín), y los que pretendían mantenerlo a toda costa como Sigfrido Blasco-Ibáñez, Ricardo Samper o Gerardo
Carreres. Aunque esta idea no se desarrolla, es lo que parece desprenderse de la información que aportan Ruiz
Manjón, O., El Partido…, pp. 437-438; y Townson, N., La República..., pp. 276-277. Datos sobre la minoría a finales
de 1935, en Archivo del Congreso de los Diputados (ACD), “Registro de Diputados por Grupo Parlamentario
1933-1935.” Aparte de la de Basilio Álvarez, las otras cuatro fugas se produjeron hacia la minoría independiente de Chapaprieta (Joaquín Mallo y José María Ruiz Pérez-Águila) y hacia la derecha independiente de Abilio
Calderón (Gumersindo Rico y Enrique Izquierdo).
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del p­artido y un secretario nacional, ni uno ni otro ejercían tutela alguna sobre
los comités provinciales. Y la Junta Nacional, que era el principal órgano representativo entre Congresos y permitía una relación directa de los jefes territoriales
con Lerroux, apenas se reunía. El hecho de que, entre 1932 y 1936, los diputados
continuaran siendo los interlocutores únicos entre el líder del partido y sus organizaciones provinciales y locales, hacía que el Partido Radical, lejos de ofrecer la
imagen de un partido moderno, fuera percibido como un partido de notabilidades
en torno a Lerroux.
Más aún, los comités provinciales solían ser, en buena parte, hechura de estos notables puesto que, ante Lerroux, personificaban el partido en su circunscripción de
influencia. Sigfrido Blasco-Ibáñez en Valencia, Martínez Barrio en Sevilla, Pedro Armasa en Málaga, Pareja Yébenes en Granada, Guerra del Río en Las Palmas, Emiliano
Iglesias en Pontevedra, Fernando Gasset en Castellón, Manuel Marraco en Zaragoza,
Eloy Vaquero en Córdoba, José Cardona en Murcia… no eran diputados sometidos
a un aparato de partido, sino los dueños de una maquinaria provincial compuesta
por numerosos comités locales vinculados al Partido Radical sólo a través de ellos.
En la práctica, esto suponía que cada notable actuara de forma autónoma en su
circunscripción, sin que en el plano organizativo sufrieran interferencias ni de Lerroux ni de ningún organismo nacional del partido. Por esto mismo, la absorción
del PURA o de otros partidos republicanos autónomos no implicó nunca su control efectivo. Más bien se alcanzó un pacto tácito para que cada cual conservase el
predominio en su circunscripción, pues la incorporación de los notables al Comité
Ejecutivo Nacional y la marginación de la Junta Nacional –que aglutinaba a representantes de las provincias, independientemente de si eran o no parlamentarios–
aseguró que nada cambiase. El hecho de que los notables continuaran controlando
su maquinaria provincial y que los comités locales sólo respondieran ante estos
implicaba que, cuando se marchaban del partido, les siguiese buena parte de la organización. Y esto facilitaba el desmoronamiento del partido en la circunscripción
afectada.
Por tanto, aunque pretendió iniciar un proceso de institucionalización, el Partido
Radical no fue otra cosa durante el quinquenio republicano que una coalición de
notables unida en torno al liderazgo de Lerroux. Este liderazgo era el principal
recurso de la organización, pues le infundía personalidad y constituía el nexo fun-
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damental que la mantenía soldada. De ahí que, cuando la escandalosa tramitación
parlamentaria del “Straperlo” y “Nombela” cuestionó la gestión gubernamental de
Lerroux, una mácula de corrupción se extendiera sobre sus seguidores, estuviese o
no justificada. Pero el verdadero problema no estribó en una ruleta o una orden de
pago heterodoxa, sino en que los recursos que habían sido el fundamento organizativo tradicional del partido, el liderazgo de Lerroux y la minoría parlamentaria,
colapsaron sin que una estructura de partido apenas esbozada y absolutamente dependiente de ambos pudiera sustituirles con ventaja. El declive de Lerroux suponía
la centrifugación de la coalición de notables articulada en torno a él. De ahí que la
frágil construcción que era el Partido Radical comenzara a tambalearse.
El desproporcionado peso del liderazgo se aprecia bien en cómo afectó a su partido
la actitud de Lerroux tras los escándalos. El viejo caudillo radical, que nunca había
sido muy adicto al trabajo parlamentario, literalmente desapareció de las Cortes
dejando a la deriva, esto es, sin una postura definida a su minoría acerca de cómo
habían de liquidarse las responsabilidades por la corrupción y, sobre todo, cómo
debía redefinir su papel dentro del bloque de centro-derecha.20 Lo peor es que la
crisis de liderazgo no pareció un episodio efímero. Lerroux ya no pidió el poder
para él, sino que accedió a que Santiago Alba aceptase el encargo de formar gobierno en nombre del Partido Radical. Además, le hizo presidente de su Comisión
Reorganizadora y, cuando se convocaron las elecciones, lo puso al frente de sus
trabajos.21 Esta concentración de poderes en Alba abría la puerta a una redefinición de la elite que controlaba el partido, con su secuela de luchas internas entre
los notables por conservar o aumentar su influencia. Además, era especialmente
problemática en un partido “carismático puro”, como lo denomina Panebianco,
donde el liderazgo de Alba en ningún caso podría suscitar el mismo consenso y
adhesión que el de Lerroux, por mucho que éste se esforzara en transmitírselo. De
hecho, al delegar en Alba, el caudillo radical atizó la disgregación de su partido, al
agotar precisamente uno de los recursos básicos que lo mantenía en pie. Sólo los
rumores de que Lerroux se retiraba de la política aflojaron los vínculos que unían
Gil-Robles, J.M., No fue posible la paz, Barcelona, Planeta, 1998, pp. 345-346, 349 y 414. Chapaprieta, J., La Paz fue
posible, Barcelona, Ariel, 1971, pp. 280-281; Jalón, C., Memorias Políticas, Madrid, Guadarrama, 1973, pp. 228-230.
Indirectamente, Lerroux lo confirma en sus propias memorias (Lerroux, A., La pequeña historia, Madrid, Afrodisio
Aguado, 1964, pp, 384-385).
21
Ruiz Manjón, O., El Partido…, pp. 535-540 y 548-550.
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a sus notables, algunos de los cuales comenzaron a plantearse pasarse a otros proyectos políticos más prometedores, como la CEDA o el “centro” de Portela. A falta
de atributos carismáticos, como Alba tampoco contaba con un aparato de partido
que aportase cohesión, ni su elevación se hizo siquiera de forma negociada con el
resto de notables, la decisión de Lerroux contribuyó decisivamente a potenciar la
centrifugación de su partido.
Si la débil e incipiente institucionalización del partido, condicionada por un modelo originario de crecimiento por difusión y liderazgo carismático en quiebra,
contribuye a explicar el notable desmoronamiento del Partido Radical en el segundo semestre de 1935 y la subsiguiente debacle electoral en 1936, sin embargo no
cabe asumir una posición puramente determinista, como si los radicales hubieran
estado abocados inevitablemente a su propia extinción. De hecho, la coyuntura
histórica, determinada por otro tipo de factores exógenos que se analizarán en el
apartado siguiente, también tuvo un papel relevante en ese desenlace.
En realidad, el cuadro no estaría completo si no se hiciera referencia a los logros
del Partido Radical entre 1931 y 1935, basados en los mismos recursos que podrían haberle asegurado capear la crisis de finales de ese último año y, por tanto,
haber afrontado las elecciones generales de 1936 en mejores condiciones. Porque
con una institucionalización endeble, y la competencia de dos fuerzas del fuste del
PSOE y la CEDA, el Partido Radical fue capaz de ocupar un lugar relevante en la
política de los treinta, de lograr arraigo electoral palpable y un grado de autonomía
notable a la hora de formular y ejecutar sus propias estrategias y, en definitiva, de
convertirse en la fuerza política republicana de mayor continuidad e importancia
del periodo. No hay más que comparar a los radicales con Acción Republicana o
los radicales-socialistas, internamente más inestables, con un apoyo popular más
reducido, y muy condicionados por las consideraciones estratégicas del PSOE, para
comprender el relativo éxito de los primeros.22
Los modelos de partido de Panebianco resultan también de utilidad para determinar
sobre qué se basó este relativo éxito y, de paso, rebatir algunos tópicos recurrentes
Avilés Farré, J., La izquierda burguesa y la tragedia de la II República, Madrid, CAM, 2006.
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sobre el Partido Radical. El hecho de que fuera este partido y no otro –cualquiera
de los partidos de la izquierda republicana o la Derecha Liberal de Alcalá-Zamora
o Maura– quien suscitase mayor atractivo en el campo republicano entre 1931 y
1933, y se alzase como la principal alternativa al pujante PSOE tuvo que ver con
una eficiente combinación de lo que Panebianco llama “incentivos colectivos” e
“incentivos selectivos”. Los incentivos colectivos se expresan en términos de identidad e ideología, son los beneficios que dan sentido y estimulan la militancia de
base de un partido y, además, le otorgan a éste legitimidad y cohesión. Los incentivos selectivos aluden a compensaciones de tipo material o de estatus –cargos públicos–, susceptibles de ser disfrutadas por la elite dirigente y los cuadros del partido, y contribuyen también en este nivel a cohesionar el partido. Esa combinación
contribuyó a que los radicales conservaran el grueso de sus cuadros, militantes y
electores, la “vieja guardia”, al tiempo que, a partir de abril de 1931, captaban una
enorme cantidad de organizaciones, maquinarias y electores procedentes tanto del
republicanismo local como de los partidos liberal y conservador.23
No hace falta justificar la importancia de los incentivos selectivos en el Partido
Radical, dada la imagen desideologizada, clientelar y hasta corrupta que nos han
legado de él testimonios coetáneos, no siempre objetivos, y hasta parte de la historiografía.24 Lo que debe cuestionarse es lo trascendental de esos incentivos selectivos para explicar la progresión y hasta la misma supervivencia del partido. Porque
si el Partido Radical se hubiera basado únicamente en estos para consolidarse y
crecer, cabría preguntarse cómo continuó ganando terreno aún después de salir
del gobierno en diciembre de 1931 y, sobre todo, por qué Lerroux decidió asumir
un coste tan alto, cuando lo razonable hubiera sido continuar dentro la conjunción
republicano-socialista para seguir así disfrutando, aunque fuese de forma compartida, de las prebendas gubernamentales. Es verdad que esta ruptura no suponía
perder la representación conquistada en los ayuntamientos en las elecciones de
abril y mayo de 1931, pero sí podía salirle muy cara en términos de poder político.
Panebianco, A., Modelos…, pp. 39-43. Cohesión y captación del Partido Radical, en Arranz Notario, L., “Modelos…”, p. 101; y Townson, N., La República…, pp. 62-74.
24
Imagen cuyas exageraciones y descontextualizaciones ya refutó De Blas Guerrero, A., “El Partido Radical…”, pp.
141-145.
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Significaba, amén de renunciar a los apetecibles gobiernos civiles, que los radicales
se desentenderían del gobierno municipal y provincial allá donde la izquierda republicana gobernase con los socialistas, precisamente la alianza que por entonces
patrocinaban por todas partes los dirigentes de Acción Republicana y el Partido
Radical-Socialista.
El riesgo era calculado porque, sorprendentemente, Lerroux pensaba que el Partido Radical no se debilitaría en la oposición, sino todo lo contrario.25 Desde luego,
esto hubiera sido imposible si los radicales carecieran de otros incentivos que los
puramente derivados del ejercicio y disfrute de cargos públicos. Por el contrario,
en el radicalismo había incentivos colectivos muy potentes. En este caso, el liderazgo carismático de Lerroux, ejercido de manera efectiva, y su notable popularidad
durante el primer bienio, sí fue un poderoso recurso que sirvió para cohesionar a
grupos tan dispares como la vieja militancia del partido y los nuevos afiliados atraídos por los discursos moderados e integradores del caudillo radical. Obviamente,
el significado de este liderazgo era traducido de diversas formas por ambos grupos.
Entendida en sentido amplio, la “vieja guardia” continuaba viendo en Lerroux la
personificación de los símbolos y lemas del republicanismo histórico, el luchador
infatigable contra el régimen monárquico, el campeón de la democracia republicana y el amigo de las capas populares, “el viejo león”, en definitiva, que había
hecho posible la Segunda República.26 Los nuevos militantes se habían acercado al
radicalismo porque percibían a Lerroux de otra forma, bastante más ajustada a la
imagen que el líder radical quería proyectar en 1931. Veían a un hombre moderado
y de gobierno, que deseaba darle un contenido conciliador, integrador, liberal y
democrático al nuevo régimen, partidario de negociar la ejecución de las reformas
que había puesto en marcha el Gobierno Provisional, defensor de una República
conservadora compatible con el mantenimiento de la propiedad privada, el orden
público y el respeto a las creencias religiosas, y opuesto a cualquier extremismo.
Esta imagen y su creciente labor de oposición contra los socialistas y Azaña, el hombre que no permitía que se gobernase “en republicano” por su tenaz resistencia a
desligarse del PSOE, hizo que el Partido Radical se convirtiera en muchos pueblos
Lerroux, A., La pequeña…, pp. 128-131.
Un compendio de esta imagen, en Álvarez Junco, J., El Emperador…, pp. 226-235.
25
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en la esperanza de pequeños propietarios y arrendatarios, industriales y comerciantes, afectados por los efectos de las leyes laborales y el desorden público.27
En este sentido, poco importa si el Partido Radical tenía o no articulado un verdadero programa de gobierno que, por cierto, tampoco llegaron a poseer “azañistas”
y radicales-socialistas.28 Sus credenciales republicanas, su proyecto amplio y tolerante de “República para todos los españoles”, su alejamiento de todo extremismo
y su oposición al socialismo sirvieron al objeto no sólo de mantener unido y cohesionado al partido en la oposición sino, y esto es lo verdaderamente destacable, hacerlo crecer. Aunque no se debía a una posición meramente oportunista, porque ese
discurso era el propio de Lerroux antes incluso de la proclamación de la República,
se reveló especialmente rentable en términos electorales. Pese a no disfrutar de las
prebendas del poder, como sus adversarios socialistas, los radicales los derrotaron
en las elecciones municipales de abril de 1933 y en las del Tribunal de Garantías
Constitucionales de septiembre de ese año.29 Estas victorias añadieron, además,
incentivos selectivos, por cuanto que los radicales comenzaron a ver próximo un
gobierno de su líder y, por tanto, expectativas crecientes de cargos públicos y beneficios de tipo material. En las elecciones generales de noviembre de 1933, sin el
cobijo de la conjunción republicano-socialista, el Partido Radical volvió a aumentar
su número de escaños y logró una cifra superior a la del PSOE y la izquierda republicana juntos. Después de esas elecciones, no había partido republicano digno de
tal nombre más que el lerrouxista.30
Eso sí, el éxito electoral de los radicales tenía severas limitaciones, que merecen la
pena enunciarse para evaluar con objetividad su declive de 1936. El porcentaje de
apoyo obtenido en noviembre de 1933 les dejaba lejos de poder constituir uno de
los pilares del sistema bipartidista que había pretendido Lerroux. De ahí el disgusto
El discurso de Lerroux entre 1930 y 1932, en Ruiz Manjón, O., El Partido…, pp. 176-178, 186-191, 217-222 y
289-297. La oposición a los socialistas y sus réditos, en Macarro Vera, J.M., Socialismo, República y Revolución en Andalucía (1931-1936), Sevilla, Universidad, 2000, pp. 292-293; y Del Rey Reguillo, F., Paisanos en lucha. Exclusión política
y violencia en la Segunda República española, Madrid, Biblioteca Nueva, 2008, pp. 317-320.
28
De Blas Guerrero, A., “El Partido Radical…”, pp. 148-149.
29
Villa García, R., “Burgos Podridos y Democratización: las elecciones municipales de abril de 1933”, Hispania, nº
240 (2012), pp. 147-176; y Ruiz Lapeña, R.M., El Tribunal de Garantías Constitucionales en la II República Española, Barcelona, Bosch, 1982.
30
Villa García, R., La República…, pp. 337-339.
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del líder radical por la gestión electoral de su lugarteniente, Martínez Barrio.31 Las
urnas revelaron que los radicales, aliados con otros pequeños partidos republicanos, superaban el 25 por ciento de los votos en sólo 23 de las 60 circunscripciones
electorales en que se dividía el país. Bien es verdad que añadiendo a las anteriores
las circunscripciones en que acudieron junto a la CEDA y los agrarios, la cifra se
elevaba a 34, poco más de la mitad. El Partido Radical concentraba sus votos en
Andalucía, Aragón, Canarias, Extremadura, Galicia, Madrid y Valencia, así como en
las provincias manchegas de Albacete y Ciudad Real. En el resto del país alcanzaba
porcentajes bastante modestos. En coalición con otros partidos republicanos, las
candidaturas radicales alcanzaron 1,4 millones de votos, a los que cabría sumar
otros 800.000 adicionales de las candidaturas conjuntas con cedistas y agrarios. Es
decir, poco más de un 25% de los votos emitidos, un porcentaje algo mayor que el
de los socialistas, aunque inferior al obtenido por la CEDA y sus aliados agrarios y
monárquicos. Con esos votos, los radicales obtuvieron 101 escaños, por 115 de la
CEDA y sólo 59 de los socialistas. Del centenar de diputados radicales, sólo la mitad
obtuvo el escaño en candidaturas propias, lo que de todas formas suponía un hito si
lo comparamos con la dependencia absoluta que la izquierda republicana tenía de
los socialistas para alcanzar representación, mientras que la otra mitad, cincuenta
exactamente, la obtuvo con el apoyo o la colaboración de las derechas.32
De hecho, el poder acumulado por los radicales durante el segundo bienio fue
desproporcionado si se tiene en cuenta que, con su centenar de escaños, no copaban ni la cuarta parte de las Cortes. Ningún partido como el de Lerroux rentabilizó
mejor, durante la Segunda República, un resultado electoral en términos de poder
político, y en todos los niveles –nacional, provincial y local–. Lo que confirma que
la apuesta del caudillo radical por centrar el partido y abrirlo a la colaboración
con la derecha posibilista fue, en definitiva, un acierto estratégico. Así fue si se
compara con los magros resultados obtenidos por el ala izquierda del partido que,
liderado por Martínez Barrio, se escindió en mayo de 1934. Merece la pena terminar este apartado recordando que su obcecado veto a la CEDA llevó a convertir a
Unión Republicana en una fuerza irrelevante durante el segundo bienio, y en un
mero auxiliar de Azaña dentro del Frente Popular. Aunque la plataforma al menos
Lerroux, A., La pequeña…, pp. 175-176. Bipartidismo, en De Blas Guerrero, A., “El Partido Radical…”, p. 149.
Villa García, R., La República…, pp. 351 y 437-438.
31
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serviría para que Martínez Barrio se sentara en la presidencia de las últimas Cortes
republicanas.
Amenazas exógenas.
Como se ha podido apreciar, la falta de institucionalización del partido explica su
deterioro, sí, pero en combinación con una coyuntura desfavorable. Por sí sola no
había perjudicado el crecimiento de los radicales años antes, por lo que no debe
tomarse como el factor determinante de su declive. De hecho, los déficits de institucionalización eran comunes a todos los partidos españoles de la época y, de entre las
formaciones nacionales, sólo dos obreras (PSOE y PCE) y la derecha católica (CEDA)
habían avanzado en ese proceso de forma notable. Además, no hay que olvidar que
partidos poco institucionalizados, más recientes y con una implantación notoriamente menor a la que había tenido el Partido Radical, como Izquierda Republicana
y Unión Republicana, salieron bien parados de la prueba electoral de 1936.
Además, aunque los radicales habían quedado seriamente dañados por las escisiones, la de Martínez Barrio había supuesto una ventaja en términos de homogeneidad y cohesión, pues abría la posibilidad de una colaboración menos problemática
y más estrecha con la CEDA. De hecho, contra lo que su lugarteniente pensaba,
Lerroux había logrado llevarse al grueso de su partido al centro-derecha, mostrando lo minoritaria que era el ala izquierda.33 Los radicales poseían importantes
bazas para seguir jugando un papel relevante en la política republicana. Continuaban siendo la segunda minoría más importante del bloque de centro-derecha y
resultaba impensable prescindir de ellos en las Cortes y en las diferentes combinaciones gubernamentales. Prácticamente monopolizaban los Gobiernos Civiles, y
mantenían una presencia notable en las Diputaciones y los Ayuntamientos. Incluso
el nombramiento de comisiones gestoras tras la insurrección de octubre de 1934
la había aumentado.34 Ante una hipotética convocatoria electoral en la que se deli-
Ruiz Manjón, O., El Partido…, pp. 432-438.
Las estadísticas oficiales revelan que el Partido Radical controlaba, durante el segundo bienio, un 30% de los
ayuntamientos de toda España como mínimo, lo que le convertía en la primera fuerza política del país a nivel
municipal. Vid. Archivo Histórico Nacional (Salamanca), P-S Madrid, 1860.
33
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neaba una amplia coalición entre las izquierdas republicanas y las obreras, los sufragios que pudieran aportar los radicales continuaban siendo fundamentales para
el triunfo del centro-derecha. Y no obstante, tres circunstancias vinieron a invalidar
estas ventajas de partida a finales de 1935. La primera, el proyecto del jefe del Estado, Niceto Alcalá-Zamora, de crear una fuerza política de centro. La segunda, una
precipitada convocatoria electoral que guillotinó la reorganización que el Partido
Radical había emprendido en noviembre de ese año tras los escándalos de corrupción. Y la tercera, las exigencias del sistema electoral republicano y su influencia en
la formación de las candidaturas de centro-derecha en febrero de 1936.
La primera circunstancia, la aspiración de Alcalá-Zamora de crear un “partido” o un
“bloque” de centro que pudiera servir de contrapeso y moderador de izquierdas y
derechas, es bien conocida aunque no hayan sido ponderados sus efectos en el debilitamiento y dispersión en los partidos de centro-derecha que ya existían. En realidad, escindida su ala izquierda, ni Lerroux ni su partido podían asumir el papel de
bisagra, ni tampoco lo deseaban. Las relaciones políticas con Azaña y los socialistas
se habían roto en octubre de 1933, tras la moción de censura encubierta que dio al
traste con el primer gobierno radical, y las diferencias se habían hecho insalvables
tras la insurrección de octubre de 1934. Por el contrario, la apuesta de Lerroux a
lo largo de 1935 fue la de fortalecer el bloque de centro-derecha y, dentro de él,
mantener la ventajosa posición de su partido. Además, a disgusto de Alcalá-Zamora,
Lerroux dejó claro que los radicales sostendrían un gobierno de la CEDA, en reciprocidad al apoyo que la derecha católica llevaba otorgándole desde diciembre de
1933. De ahí que el líder radical transigiera cada vez menos con los intentos del jefe
del Estado de incluir en las combinaciones gubernamentales, durante las crisis de
gobierno, a los partidos de izquierda, lo que socavaba el bloque parlamentario de
centro-derecha y aislaba a la CEDA. A esto cabe añadir las relaciones cada vez más
tormentosas entre Alcalá-Zamora y Lerroux, causadas por las frecuentes injerencias
del jefe del Estado en la labor ministerial, que se traducía en continuas crisis de
gobierno. En definitiva, la puesta en marcha del “centro” fue consecuencia directa
del cada vez más estrecho alineamiento de los radicales con la CEDA y de su menor
permeabilidad a los planteamientos de Alcalá-Zamora.35
Lerroux, A., La pequeña…, pp. 192 y 331. Alcalá-Zamora, N., Memorias, Barcelona, Planeta, 1977, pp. 264-265 y 274.
Encargos de ampliación por la izquierda, también en Gil-Robles, J.M., No fue..., pp. 212-213, 281, 360 y 363.
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Los proyectos centristas del presidente no vinieron como consecuencia de la crisis
del Partido Radical tras los escándalos de corrupción, sino que fueron más bien la
causa. La intervención torticera de Alcalá-Zamora en la difusión de las denuncias
del “Straperlo” y “Nombela” está, a estas alturas, fuera de toda duda.36 Como lo está
que esta intervención abocase a que las denuncias tomasen estado parlamentario y
se enjuiciasen antes en las Cortes que en los tribunales, a la búsqueda de responsabilidades políticas por delitos que aún no habían sido declarados como tales por
un juez.37 El hecho de que ambos casos afectasen indirectamente a la figura del
caudillo radical –el “Straperlo” por la implicación de su hijo Aurelio, y “Nombela”
por la de su subsecretario, Guillermo Moreno Calvo–, indica que la intervención de
Alcalá-Zamora buscaba socavar el liderazgo de Lerroux y, de ese modo, romper la
cohesión de la minoría radical. Como el mismo presidente de la República refleja
en su dietario, el nuevo “centro” necesitaba ocupar el espacio político del “lerrouxismo” si quería tener virtualidad.38
Los argumentos esgrimidos por Alcalá-Zamora para la operación de centro no pueden ser más peregrinos y sorprende que parte de sus biógrafos los hayan asumido
sin una mínima reflexión.39 Según éste, la nueva formación política venía a “sanear” el espacio de centro, sustituyendo los modos clientelares y corruptos del
Partido Radical, para lo que era necesario, primero, su eliminación y, segundo,
la absorción de sus elementos más “potables”.40 Esta justificación, en la pluma
de un político del Partido Liberal de la Restauración –que había llegado, tras una
larga carrera política, a ministro–, no deja de ser baladí, considerando que AlcaláZamora había practicado, sin demasiados problemas morales, los mismos hábitos
Ruiz Manjón, O., El Partido…, pp. 504-506 y 542. De Blas Guerrero, A., “El Partido…, pp. 160-161. Townson,
N., La República..., pp. 367-369, 377 y 386-388. Incluso su colaborador más estrecho en el proyecto “centro”,
Manuel Portela, lo reconoce abiertamente cuando define el “Straperlo” como “un escándalo terriblemente y
estúpidamente trompeteado desde lo alto”. Portela, M., Memorias, Madrid, Alianza, 1988, p. 149. En p. 154 habla
incluso de “denuncia presidencial”.
37
Con las monografías anteriores, son coincidentes las memorias de dirigentes del bloque de centro-derecha. Vid.
Lerroux, A., La pequeña…, pp. 382-384 y 396; Gil-Robles, J.M., No fue..., pp. 288-289 y 328-329; Chapaprieta, J.,
La Paz…, pp. 254-256, 261-263 y 305-308; Royo-Villanova, A., Treinta años de política antiespañola, Valladolid, Librería Santaren, 1940, p. 258; Jalón, C., Memorias..., pp. 236-237. Cuestión que, sin embargo, no parece recordar
Alcalá-Zamora en sus memorias, que trata el asunto con una lejanía poco justificable.
38
Alcalá-Zamora, N., Asalto a la República, Madrid, La Esfera de los Libros, 2011, pp. 85-86, 91 y 112.
39
Vid. Alcalá Galve, A., Alcalá-Zamora y la agonía de la República, Sevilla, Fundación José Manuel Lara, 2002, pp. 576-580
y 618-619; y Gil Pecharromán, J., Niceto Alcalá-Zamora. Un liberal en la encrucijada, Madrid, Síntesis, 2005, pp. 359-362.
40
Alcalá-Zamora, N., Asalto…, p. 118 y 140.
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clientelares y el uso partidista de la administración pública. Por si esto fuera poco,
el “saneado” centro no surgiría fruto de una movilización de los electores y de la
creación de una estructura de partido moderna, sino que Alcalá-Zamora pensaba
en intensificar precisamente los viejos métodos. Para ello nombraría presidente y
ministro de la Gobernación a un talento inédito en esas lides, Manuel Portela, que
debía montar la nueva formación política utilizando los resortes del poder político.
Los gobernadores civiles serían los encargados de reclutar a los notables que quisieran ingresar en ella, a los que se otorgaría a cambio, sin elecciones de ningún
tipo, el control de Diputaciones Provinciales y Ayuntamientos. Una vez montada la
estructura del “partido”, los mismos gobernadores serían los encargados de configurar las candidaturas para las elecciones, que recibirían respaldo moral del gobierno y, más importante, tendrían a su disposición recursos de la administración
pública para salir elegidos. En definitiva, la alternativa de Alcalá-Zamora pasaba no
sólo por imitar los supuestos comportamientos que achacaba al Partido Radical –y
que le invalidaban como fuerza política “respetable”– sino por intensificarlos para
conseguir una minoría parlamentaria afín en las futuras Cortes.
El segundo argumento con el que Alcalá-Zamora justificaba la creación de un partido de centro, era que el Partido Radical se había inclinado demasiado a la derecha, “entregándose” a la CEDA. Por tanto, había dejado de ser el eje moderador
de la política republicana para convertirse en un componente más de la coalición
conservadora. El nuevo centro supliría con ventaja a los radicales, pues permitiría
reconstruir los puentes con la izquierda republicana y los socialistas y se convertiría
en un factor de moderación de éstos. Más aún, como Alcalá-Zamora y Portela pensaban que ninguno de los bloques de izquierda y derecha conseguiría la mayoría
absoluta, su nuevo partido habría de convertirse en la pieza clave para la formación
de gobiernos.41 En la práctica, esto supondría un aumento de la influencia del jefe
del Estado en la política republicana. Sin embargo, los resultados electorales de
1936 hicieron naufragar esos planes. El nuevo centro de Portela constituyó, a la
postre, una minoría irrelevante en las últimas Cortes de la Segunda República. Irónicamente, el que aspiraba ser eje de la política republicana obtuvo la gran mayoría
de sus escaños en coalición con la CEDA, el partido al que, según Alcalá-Zamora, se
Alcalá-Zamora, N., Asalto…, pp. 85-86. Portela, M., Memorias, Madrid, Alianza, 1988, pp. 152-153.
41
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habían “entregado” los radicales y la alianza que les había invalidado como opción
de centro.42
En realidad, este proyecto tuvo por efecto la centrifugación del espacio político que
pretendía ocupar, potenciando su debilitamiento y fragmentación respecto a las
Cortes de 1933. Ni siquiera suponía la construcción de un partido moderno, que
superara con ventaja las carencias organizativas del Partido Radical. Por el contrario,
el hecho de que Alcalá-Zamora encomendase a Portela la organización del “centro”
significaba que este se haría en el molde de los viejos partidos de notables, y de
índole exclusivamente parlamentaria. Peor aún, en los planteamientos de ambos
no se concibe ni tan siquiera el “centro” como un partido unificado, sino como un
amalgama informe de notabilidades y partidos de esa significación. Se pretendía
englobar en sus candidaturas a partidos ya organizados y que no tenían intención
de disolverse como la Lliga, el PURA, el Partido Agrario, el Republicano Conservador, el Progresista, etcétera.43
Junto con el proceso de creación del “centro”, la suspensión de las sesiones de
Cortes y la convocatoria de elecciones generales fue la segunda circunstancia que
perjudicó a los radicales. Después de unos días de desconcierto por la actitud de
Lerroux tras la tramitación del escándalo “Nombela”, a finales de noviembre el
líder radical pareció decidido a afrontar la reorganización del grupo parlamentario
y de todo el partido.44 Además, intentó recuperar la iniciativa política y reactivar
la coalición de centro-derecha. Tras la dimisión de Chapaprieta, Lerroux apoyó las
aspiraciones de la CEDA de liderar un nuevo gobierno y se aseguró el apoyo de
Los “portelistas” y progresistas coaligados con la CEDA y electos fueron 20 de 26: Leopoldo López (Albacete);
José Rosado Gil y Fermín Daza (Badajoz); Juan March Servera, Pedro Matutes y Jaime Suau (Baleares); Teodoro
Pascual (Cáceres); José Antonio Canals (Cádiz); Federico Fernández Castillejo, Rafael Delgado y José Tomás
Rubio (Córdoba); Natalio Rivas, Gonzalo Muñoz y Melchor Almagro (Granada); Joaquín Urzáiz (Huelva); José
Acuña (Jaén); Manuel Rico-Avello y Francisco Medina (Murcia); Manuel Figueroa y Antonio Seras (Sevilla). Vid.
ACD, Leg. 141.
43
Portela, M., Memorias, Madrid, Alianza, 1988, pp. 168. En Alcalá-Zamora, N., Asalto…, no se habla en ningún
momento de “partido”. Sin embargo, sí que reconoce en p. 160 que los efectos de su operación política podrían
dar como resultado “un centro débil fraccionario, y con riesgo de dispersión.”
44
Las reuniones de la minoría se hicieron frecuentes y, en diciembre, se llegó a celebrar una Asamblea Extraordinaria en la que se puso en marcha esa reorganización. Ruiz Manjón, O., El Partido…, pp. 548-551. Reseña, en
Ahora, 22 y 24-XII-1935.
42
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Gil-Robles si Santiago Alba o él mismo eran los encargados de hacerlo.45 Pensaba
que la reorganización se llevaría a cabo con éxito si el Partido Radical seguía percibiéndose como necesario en las combinaciones gubernamentales y, en concreto,
si continuaba ocupando parcelas de poder. Sin embargo, como ya se comentó, que
Lerroux no liderara la reorganización y traspasara cuotas crecientes de responsabilidad a Santiago Alba, amortizó el recurso principal de un partido carismático, al
acrecentarse los rumores que presentían la retirada del caudillo radical de la política. Y esos rumores potenciaban, a su vez, la disgregación de la coalición de notables
en torno suya.
En este contexto, la disolución de las Cortes paralizó la reorganización de una minoría que había dejado de existir, mientras que la convocatoria electoral aplazó la
del partido y provocó un impasse que se revelaría fatal. Los conflictos en algunas
provincias, lejos de poder canalizarse con la convocatoria de congresos, se agravaron por las disputas en torno a la elección de candidatos. La proximidad de las
elecciones hacía que la solución de esas divergencias hubiera de hacerse por la vía
rápida de las desautorizaciones desde arriba. Alba, y cuando no se le hacía caso el
mismo Lerroux, decidían de manera tajante quién representaba la postura oficial
del partido y quién no. Como vimos, esto provocaba que el notable o el sector desautorizado se marcharan seguidos de varios comités locales, debilitando al partido.
Y además, en un contexto que parecía favorecer las escisiones, pues Portela y sus
gobernadores estaban al acecho para engrosar sus escuálidas filas con todos los que
abandonaban la disciplina lerrouxista.
Por último, la tercera circunstancia que lastró al Partido Radical fue que, en esta
ocasión, no pudo adaptarse a las exigencias de un sistema electoral tan mayoritario
como el de la Segunda República, que condicionaba severamente la conformación
de las candidaturas. La ley electoral entonces vigente dividía España en sesenta
grandes circunscripciones electorales (cincuenta y dos por cada una de las provincias, Ceuta y Melilla, más ocho de las capitales de provincia que superasen los
150.000 habitantes) sobre las que se repartían los 473 escaños en juego siguiendo
criterios demográficos. La conversión de votos en diputados se realizaba, dentro de
ABC, 10-XII-1935; Chapaprieta, J., La Paz…, p. 342.
45
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cada circunscripción, mediante el llamado sufragio restringido, en virtud del cual
el elector sólo podía votar un número menor de candidatos que de escaños en juego. Dependiendo de la circunscripción, la proporción de candidatos que podían ser
incluidos en la papeleta por cada elector variaba entre el 67 y el 80 por ciento del
número total de escaños. Por ejemplo, la circunscripción de Barcelona capital tenía
20 escaños, pero sus electores sólo podían votar 16 candidatos. Mientras, Soria tenía 3 escaños y sus electores sólo podían votar 2. De modo que eran proclamados
diputados los candidatos más votados, hasta completar el número de escaños de
una circunscripción.
El efecto de este sistema electoral, que combinaba grandes circunscripciones y sufragio restringido, era que el partido o la coalición vencedora, aunque lo fuese
por una sola papeleta, obtenía tantos escaños como votos poseía el elector en una
circunscripción. Para ello, aparte de colocar a sus candidatos como los más votados,
al menos uno de ellos debía haber obtenido como mínimo el 40 por ciento de los
votos emitidos en la circunscripción. En román paladino, el partido que venciera
en una circunscripción y cumpliese la regla del 40 por cierto se llevaba entre el 67
y el 80 por ciento de los escaños en juego –el llamado “cupo de las mayorías”–.
El segundo partido más votado, aunque hubiera perdido por un solo voto, se quedaba con el porcentaje restante –el “cupo de las minorías”–, y el tercer partido no
obtenía un solo escaño aunque la diferencia con los anteriores hubiera sido mínima. Por tanto, el sistema electoral, además de no dejar resquicio para los terceros
partidos, otorgaba un premio tan desproporcionado para la candidatura vencedora
que obligaba a los partidos a coaligarse entre sí para ganar al precio que fuese. De
esta regla no se escapaban ni los grandes partidos, por muy fuertes que fuesen en
determinadas circunscripciones, porque su pujanza solía suscitar una coalición de
partidos rivales para disputarle la victoria. Lo que hacía que al partido grande no le
quedase otra que buscar aliados para, sumando los votos que pudieran aportar, restablecer su primacía. Esa era la única posibilidad que tenían los partidos medianos
y pequeños de obtener representación con ese sistema: vender su contingente de
votos a cambio de puestos en candidaturas de coalición.46
Villa García, R., “Una ley para consolidar la República. La reforma electoral de 1933”, Barataria. Revista de Ciencias
Sociales, nº 11, pp. 197-217.
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Si en 1933, en un contexto favorable y ocupando el gobierno, el Partido Radical
se había visto obligado a buscar aliados y apenas había presentado candidaturas en
solitario, las circunstancias de 1936 hacían esta necesidad más perentoria. Pese a lo
que se ha apuntado,47 los radicales actuaron, en general, con mucho realismo. No
hubo giro a la izquierda más que de un sector muy minoritario que achacaba, de
forma simplista, todas las desgracias a su alianza con las derechas. Los organismos
nacionales del partido y prácticamente todas las asambleas provinciales –incluida la
de Barcelona, bastión de la “vieja guardia”– votaron por unanimidad o amplia mayoría acordar la unión del Partido Radical con la CEDA y el resto de las derechas.48
Incluso el comité nacional dio muestras de absoluta transigencia y aprobó no poner objeciones a la inclusión de los partidos monárquicos en la alianza de centroderecha.49 La unión del centro-izquierda republicano con las izquierdas obreras era
ya un hecho y obligaba a los partidos de contrarios a actuar del mismo modo si
no querían perder las elecciones. Precisamente por ello, el Partido Radical esperaba
obtener a cambio de su contingente de votos un número de puestos importante
que, aunque sensiblemente menor al de 1933, siguieran pesando de forma decisiva
para conformar una mayoría parlamentaria. Los radicales continuaban siendo imprescindibles para Gil-Robles, por cuanto la CEDA no era lo suficientemente fuerte
como para obtener por si misma una mayoría parlamentaria y tampoco podía conseguirla de la mano de los partidos monárquicos, con los que además no podría
contar para una coalición de gobierno.
Sólo el PURA no pudo seguir por este camino a los radicales, puesto que sus malas
relaciones con la Derecha Regional Valenciana, la agrupación provincial de la CEDA,
hacía a priori difícil cualquier entendimiento electoral. Sigfrido Blasco-Ibáñez tanteó la posibilidad de incluir al PURA en el Frente Popular pero fue rechazado.50 La
maniobra de Blasco resulta sorprendente por cuanto las relaciones de su partido con
Izquierda Republicana, formada a raíz de varias escisiones del PURA, habían sido
tradicionalmente muy tensas. Además, Blasco no había impugnado el a­cercamiento
Gil-Robles, J.M., No fue..., pp. 414. Ruiz Manjón, O., El Partido…, pp. 537-540 y 562.
Ejemplos: Jaén (ABC, 18-XII-1935), Huelva (El Socialista, 4-I-1936), Córdoba (ABC, 7-I-1936), Badajoz (La
Vanguardia, 12-I-1936), Toledo (Ahora, 14-I-1936), Pontevedra (Ahora, 15-I-1936), Valladolid (El Sol, 21-I-1936),
Barcelona (Ahora, 23-I-1936) y Zaragoza (Ahora, 25-I-1936).
49
ABC y Ahora, 14-I-1936. Ruiz Manjón, O., El Partido…, p. 560.
50
El Sol y Heraldo, 20 y 22-I-36. Alós Ferrando, V., Reorganización…, pp. 237-239.
47
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de Lerroux a la CEDA ni tampoco se alineó con Martínez Barrio cuando decidió
marcharse del partido.51 Su maniobra de acercamiento al Frente Popular parece
puramente gestual, realizada sin convicción y con la única pretensión de demostrar
al ala izquierda del partido que el PURA no se había “derechizado”. Y, sobre todo,
que era el rechazo de las izquierdas republicanas y obreras lo que motivaba que
el PURA hubiera de entrar en conversaciones con las derechas. De hecho, Blasco
buscaría también algún tipo de entendimiento con la Derecha Regional, también
sin éxito por la intransigencia de Luis Lucia, y acabó coaligándose con el “centro”
de Portela para procurarse al menos apoyo oficial.52
Sin embargo, lo sucedido con el PURA fue algo excepcional. A nivel nacional, la
solicitud de alianza de los radicales fue aceptada de inmediato por la CEDA, y ello
a pesar del veto que un sector de los monárquicos liderado por Calvo Sotelo intentaba imponerles.53 Los problemas eran otros. El primero, de índole interna. Como
se vio, Lerroux había vuelto a delegar en Alba la representación del Partido Radical
dentro de la alianza de centro-derecha. Si bien esto no supuso un obstáculo en las
negociaciones con los socios de la coalición en Madrid, sí que se volvió a transmitir una sensación de debilidad y desunión, sobre todo cuando algunos notables
del partido se negaron a acatar los acuerdos alcanzados por su representante en la
conformación de las candidaturas. De hecho, la falta de autoridad de Alba, provocó
una creciente intervención de Lerroux durante el mes de febrero, a petición de
Gil-Robles y Cambó.54 Pero los peores problemas serían externos al partido y derivarían, primero, del modo en que los partidos de centro-derecha negociaron las
candidaturas y, segundo, de la irrupción electoral del “centro” de Portela.
Ruiz Manjón, O., El Partido…, p. 433. Para comprender el contexto político valenciano, es valioso el estudio de
Martínez Roda, F., Valencia y las Valencias. Su historia contemporánea, Valencia, Fundación San Pablo-CEU, 1998, pp. 423426.
52
Portela reveló que en Valencia había un entendimiento entre el PURA y la DRV para repatirse los puestos de las
mayorías y las minorías. Vid. Portela, M., Memorias, Madrid, Alianza, 1988, p. 165. Sin embargo, parece que el
pacto sólo alcanzaba al “portelista” Martí de Veses, porque ambos partidos presentaron candidaturas completas
para disputarse el cupo de las mayorías, lo que estorbaba la pretendida unión. Referencias a negociaciones del
PURA con DRV y Portela, en Alós Ferrando, V., Reorganización…, p. 239; Valls Martínez, R., La Derecha Regional Valenciana, Valencia, Edicions Alfons el Magnànim, 1992, p. 223; y Comes Iglesia, V., En el filo de la navaja. Biografía política de
Luis Lucia Lucia, Madrid, Biblioteca Nueva, 2002, pp. 331-332.
53
ABC, 24-XII-1935. Gil-Robles, J.M., No fue..., p. 392.
54
La Vanguardia. 14-II-1936; y Ahora, 15-II-1936.
51
Roberto Villa García / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 75-120
107
La primera cuestión estaba relacionada con la heterogeneidad de la alianza de centro-derecha, que unía a formaciones políticas ideológicamente diversas e incluso
contrapuestas. Sobre todo, la incompatibilidad entre los republicanos moderados
de una parte (Alba, Maura, Cid) y los monárquicos autoritarios imposibilitaba un
pacto electoral con un programa común. Además, las relaciones entre la CEDA y los
partidos monárquicos no sólo no habían mejorado, sino que las divergencias entre
Gil-Robles y Calvo Sotelo continuaron siendo públicas incluso durante la campaña
electoral.55 Muy pronto quedó claro que la unión de los republicanos moderados
y la CEDA con los monárquicos era sólo con fines electorales y que, después de
las votaciones, cada fuerza política recuperaría su autonomía. Esto era una simple
fórmula que, como ya pasó en 1933, quería decir que los monárquicos autoritarios
quedarían fuera de la futura mayoría parlamentaria y de la coalición gubernamental de centro-derecha, que conformarían la CEDA y sus aliados republicanos –radicales, liberales demócratas, agrarios, regionalistas, independientes de Chapaprieta
y Abilio Calderón, “mauristas”–. La incompatibilidad mutua entre los republicanos
moderados y los monárquicos era tal que en varias provincias sus dirigentes se negaron a figurar juntos en la misma candidatura. Como esto imposibilitaba que los
puestos se pudieran repartir desde Madrid, fue Gil-Robles el que prefirió otorgar
autonomía a sus organizaciones provinciales para pactar las alianzas que considerasen convenientes para conseguir la victoria. Eso sí, la CEDA debía reservarse un
número suficiente de puestos que le garantizaran una minoría parlamentaria más
importante que la de 1933, con el fin de que no se cuestionase su derecho a liderar
el futuro gobierno.56
Para el Partido Radical, al igual que para el resto de socios de la coalición, que los
puestos no fuesen negociados desde Madrid fue una mala noticia. Pues supuso que
los radicales quedaran excluidos de las candidaturas allí donde la CEDA priorizó la
alianza con los monárquicos, por ser éstos el socio que más votos podía aportar a
la coalición. Pero esto no fue lo peor. En las circunscripciones donde los socialistas tenían mucha fuerza, básicamente las andaluzas, extremeñas y murcianas, los
dirigentes provinciales de la CEDA entraron en conversaciones con el “centro” de
Álvarez Tardío, M., “La estrategia de la CEDA ante las elecciones de 1936”, Bulletin de Histoire Contemporaine de
l´Espagne, nº 47 (2012) En prensa.
56
Gil-Robles, J.M., No fue..., p. 471.
55
108
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 75-120 / El ocaso del republicanismo histórico
Portela a principios de febrero de 1936. La razón estribaba en que, como la lucha se
preveía igualada, una alianza con los “portelistas” ofrecía ventajas. La fundamental,
era evitar candidaturas de centro que pudieran restar votos a la CEDA, pues en estas
provincias Portela había logrado captar notables u organizaciones escindidas de
otros partidos con arraigo efectivo. Además, aparte de este contingente de votos, la
CEDA tendría en estas provincias críticas el apoyo del gobernador civil y, ante todo,
se aseguraba el restablecimiento de los ayuntamientos en los que tenía una presencia importante. Claro que los puestos otorgados en las candidaturas a los “portelistas” iban en detrimento de otras fuerzas políticas del centro-derecha republicano.
A quien perjudicaba sobremanera era a los radicales que, además de la merma de
puestos, fueron vetados por los “portelistas” –algunos de ellos ex radicales que habían rivalizado con aquéllos por el control del partido–. Los dirigentes provinciales
de la CEDA casi siempre capearon el veto, pero en algunas provincias (Alicante,
Málaga), los “portelistas” lograron expulsar a los radicales de las candidaturas.57
La conjunción de estos factores hizo que el Partido Radical sólo pudiera incrustar
candidatos, dentro de la coalición centro-derecha, en 18 de las 60 circunscripciones. De los 67 candidatos que finalmente presentó a las elecciones de 1936, sólo
23 lo hicieron en alianza con la CEDA. Los 44 restantes se presentaron en candidaturas alternativas a la del centro-derecha que, con ese sistema electoral, tenían
pocas opciones de salir elegidos.58 El único dato positivo es que la intensa labor
de captación llevada a cabo por Portela tuvo magros efectos en las filas radicales.
Sólo una decena de antiguos notables lerrouxistas se presentaron como candidatos
“centristas”, si bien concentrados en una serie de provincias donde las escisiones
dejaron al Partido Radical debilitado o desmantelado, caso de Alicante, Cuenca,
Lugo, Murcia, Orense, Pontevedra y Sevilla. Fútil consuelo, porque las condiciones
de la lucha no podían ser más sombrías. Las estimaciones más optimistas reducían
la minoría radical a una veintena de escaños. Las más pesimistas rebajaban estas
previsiones a la mitad.59
El Sol, 22 y 31-I, y 4-II-1936. Tusell, J., Las elecciones del Frente Popular en España, Madrid, Edicusa, 1971, vol. 1, pp. 73
y 95-96.
58
ACD, Leg. 141.
59
Heraldo, 18-I-1936. ABC, 13-II-1936. Ahora, 16-II-1936.
57
Roberto Villa García / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 75-120
109
La diáspora radical.
Los resultados electorales confirmaron la magnitud de la debacle. El Partido Radical
sólo obtuvo ocho escaños. Posteriormente, la revisión en los resultados que introdujo la Comisión de Actas redujo su representación a cinco diputados. El propio
Lerroux se había quedado sin acta, aunque al menos Santiago Alba había logrado
salvarla en su bastión de Zamora.
Se ha apuntado la hipótesis de que el electorado que había votado a los radicales
en 1933 se pronunció mayoritariamente por el Frente Popular en 1936. El gran
aumento del voto a las izquierdas a nivel nacional, parejo al descenso del Partido
Radical, parecía confirmarlo.60 Además, había que contar con un atractivo añadido
para incentivar al elector radical a votar a las izquierdas: en el Frente Popular había
candidatos, la mayoría de Unión Republicana, que en la elección anterior se habían
presentado como lerrouxistas. De hecho, con los resultados de 1933 parecen salir
las cuentas. Si las izquierdas lograron entonces 3 millones de votos en números
redondos y los radicales lograron, fuera de las candidaturas conjuntas con la CEDA,
1,4 millones de votos, la suma se corresponde con los 4,4 millones de votos que
obtuvo el Frente Popular en 1936.61 Habría que descontar los votos residuales que
el Partido Radical cosechó en 1936, pero esto vendría compensado por la otra variable a la que suele atribuirse, con cierto simplismo, el triunfo de las izquierdas
coaligadas: el voto anarcosindicalista.62 Suelen citarse algunos casos provinciales en
que los resultados parecen confirmar el desplazamiento del voto radical hacia la izquierda. Por ejemplo, en Valencia el hundimiento del PURA benefició sobre todo al
Frente Popular, que se hizo con la victoria tanto en la circunscripción urbana como
en la rural. En Castellón, los electores radicales deshicieron, en la segunda vuelta,
el empate registrado en la primera entre el Frente Popular y la CEDA, otorgando el
triunfo a aquél.
Tusell, J., Las elecciones…, vol. 2, pp. 70-71. Ruiz Manjón, O., El Partido…, p. 573.
Votos de 1933, en Villa García, R., La República…, pp. 348-349. Los votos del Frente Popular, a partir del escrutinio oficial de las Juntas Provinciales del Censo: ACD, Leg. 141.
62
Estudios que cuestionan la relevancia de la aportación anarcosindicalista: Vilanova, M., “Anarchism, Political
Participation, and Illiteracy in Barcelona between 1934 and 1936”, American Historical Review, Vol. 97, nº 1 (Feb.
1992), pp. 96-120; y Macarro Vera, J.M., Socialismo…, pp. 399-400.
60
61
110
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 75-120 / El ocaso del republicanismo histórico
Los estudios citados parecen basar esta hipótesis en que un sector importante del
Partido Radical habría impulsado, tras los escándalos del “Straperlo” y “Nombela”,
un giro a la izquierda para satisfacer la demanda de sus bases. La coalición con
la CEDA había supuesto una crisis de identidad en el partido, una disminución
de los incentivos colectivos, que explicaría las constantes escisiones habidas desde
febrero de 1934 y su estado de postración ante las elecciones de 1936. El masivo
desplazamiento del voto radical hacia el Frente Popular no haría sino confirmar
esta hipótesis, de implicaciones notables. Pues supondría descalificar la estrategia
de Lerroux entre 1933 y 1936 de pactar con la derecha posibilista, por cuanto su
desarrollo disoció al partido sus bases, ideológicamente más cercanas a las izquierdas republicana y obrera.
La cuestión no es baladí y requiere, por tanto, un análisis más enjundioso. Porque, en efecto, conocer hacia dónde se inclinaron los electores del Partido Radical
puede dar pistas sobre su perfil ideológico. Pero conviene introducir antes dos
matices previos sobre la hipótesis anterior. El primero es que el supuesto giro a la
izquierda de principios de 1936, aunque pudiera afectar a algún sector minoritario del partido, no es algo que deba presentarse como un fenómeno general. Por
el contrario, como se ha visto, los organismos nacionales del partido siguieron
defendiendo, entre diciembre de 1935 y febrero de 1936, la colaboración con las
derechas. Y las asambleas provinciales, con representación de los comités locales
del partido, sancionaron por amplias mayorías, incluso por aclamación, la alianza
electoral con la CEDA. El segundo matiz es que no pueden extraerse conclusiones
firmes comparando sólo los resultados electorales obtenidos a nivel nacional por
unas y otras candidaturas. Sobre todo porque la distinta composición de las coaliciones a nivel provincial entre 1933 y 1936, introducen distorsiones que pueden
invalidar el análisis. Para empezar, cabría preguntarse por qué si los electores del
Partido Radical se desplazaron masivamente a la izquierda, las candidaturas de
derechas y centro-derecha cosecharon entre 700 mil y 1,1 millones de votos más
en 1936.63 Por eso, para afinar los resultados del análisis, este debe hacerse a nivel
de circunscripción.
Votos de las coaliciones de derecha en 1933 y 1936, en Villa García, R., La República…, pp. 348-349; y ACD, Leg.
141.
63
Roberto Villa García / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 75-120
111
Para apreciar con mayor claridad esta cuestión, conviene diferenciar las circunscripciones en que los “lerrouxistas” ya se presentaron en coalición con las derechas en 1933, de las que se presentaron en solitario o aliados a otros partidos del
centro-izquierda o centro-derecha republicano. Para el primer grupo, bastará con
contabilizar el voto a los partidos de centro y derecha en 1933 y en 1936. Si existe
aumento, esto significa que no hubo fuga de electores radicales, mientras que la
disminución constataría lo contrario. Para el segundo grupo, habrá que medir la
mengua del voto radical y su impacto, primero, en el apoyo al resto de opciones de
centro-derecha, con las que el Partido Radical había decidido coaligarse, o pedir el
voto desde fuera, en 1936. Si el aumento del centro-derecha es superior a las pérdidas del Partido Radical, esto querrá decir que el desplazamiento del voto lerrouxista
al Frente Popular hubo de ser necesariamente marginal. Si lo inverso, entonces sí
podemos hablar de un desplazamiento efectivo, aunque habrá que valorarlo conforme al volumen total de voto radical y el tipo de alianzas electorales a las que llegó en 1933. Las tablas ayudarán a apreciar mejor el producto de estas operaciones.
TABLA I: Variación del voto a las coaliciones de centro-derecha
que incluyeron al Partido Radical en la primera vuelta electoral de 1933
Circunscripciones
Albacete
Badajoz
Cáceres
Granada
Jaén
Las Palmas
Tarragona
Zamora
Votos al centro-derecha Votos al centro-derecha
(1933)
(1936)
76.255
77.324
141.517
141.849
116.243
98.577
121.976
147.862
142.383
135.081
55.242
44.456
60.148
69.109
74.770
78.093
Saldo
1933-1936
+ 1.069
+ 332
- 17.666
+ 25.886
- 7.302
- 10.786
+ 8.961
+ 3.323
Datos elaborados a partir de: Archivo del Congreso de los Diputados, Legs. 139 y 141. El número total
de sufragios ha sido obtenido calculando la media aritmética de los votos obtenido por cada uno de los candidatos.
Los datos de la Tabla I presentan resultados dispares que matizan el desplazamiento
del electorado radical al Frente Popular. De hecho, en 5 de esas 8 circunscripciones no se produjo en absoluto, siquiera con la escisión de Martínez Barrio. Por
el contrario, sí que parece que Unión Republicana restó votos a los radicales en
112
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 75-120 / El ocaso del republicanismo histórico
Cáceres, donde uno de los diputados que había sido elegido como “lerrouxista”
en 1933, Fulgencio Díez Pastor, se separó de la minoría y figuró como candidato
del Frente Popular en 1936. De todas formas, los resultados de Cáceres no son del
todo concluyentes, pues allí está demostrado que la sustracción de actas electorales
por el gobernador civil interino del Frente Popular restó votos a la candidatura de
centro-derecha, que era la que realmente había triunfado el día 16.64 En cuanto a
Jaén y Las Palmas el descenso de votos tiene que ver con la pérdida no de electores
radicales –Unión Republicana tenía escasa presencia en ambas provincias– sino de
republicanos de izquierda (radicales-socialistas y federales) que en 1933 habían
votado contra los socialistas.65
TABLA II: Desplazamiento del voto radical y de sus aliados
republicanos en la primera vuelta electoral de 1933 y 1936
Variación del
Porcentaje de
Aliados del Partido Variación del voto al voto al resto del
Circunscripción*
absorción de
Radical en 1933 Partido Radical (1) centro-derecha
voto (2) – (1)
(2)
Álava
Alicante
Almería
Ávila
Baleares
Barcelona capital
Barcelona prov.
Burgos
Cádiz
Castellón
Ceuta
Ciudad Real
Córdoba
Sin aliados
IRS
AR
AR y PRP
Sin aliados
Sin aliados
Sin aliados
AR y PRRS
PRC y PRRS
Sin aliados
Sin aliados
PRP y PRRS
PRP
- 2.382
- 43.942
- 38.246
- 26.453
- 19.531
- 38.955
- 7.770
- 7.722
- 20.214
- 23.477
+ 1.002
- 44.761
- 46.550
+ 3.983
+ 32.614
+ 21.659
+ 11.348
+ 11.630
+ 6.613
+ 14.203
+ 5.543
+ 16.068
+ 12.807
- 1.417
+ 42.479
+ 29.886
100%
74,2%
56,6%
42,9%
59,5%
17,0%
100%
71,8%
79,5%
54,6%
0,0%
94,9%
64,2%
En ACD, Leg. 141 se encuentra el acta de escrutinio de la Junta Provincial del Censo de Cáceres en la que se
constata no sólo el fraude sino la violación de la ley electoral al escrutar documentación electoral que venía con
sobres abiertos y el lacrado forzado.
65
Villa García, R., La República…, pp. 340-345.
64
Roberto Villa García / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 75-120
Cuenca
Gerona
Guadalajara
Guipúzcoa
Huelva
Huesca
La Coruña
León
Logroño
Lugo
- 29.823
- 1.500
- 7.821
- 13.832
- 29.404
- 20.581
- 15.002
- 32.099
- 1.892
- 64.453
+ 22.881
+ 11.575
+ 3.553
+ 12.941
+ 24.878
+ 14.555
+ 42.720
+ 11.854
+ 8.281
+ 122.923
76,7%
100%
45,4%
93,6%
84,6%
70,7%
100%
36,9%
100%
100%
- 72.442
+ 53.313
73,6%
PRC
- 26.944
+ 21.848
81,1%
Málaga capital
Málaga provincia
Melilla
Murcia capital
Murcia provincia
Navarra
Orense
Oviedo
Palencia
Pontevedra
Salamanca
Sin aliados
Sin aliados
Sin aliados
Sin aliados
PRC
Sin aliados
Sin aliados
PRC y PRF
PRC
PRC y PLD
PRC
- 10.031
- 31.872
- 3.494
- 9.972
- 22.412
- 5.190
- 38.486
- 35.994
- 7.217
- 58.843
- 11.730
+ 1.968
+ 21.003
+ 2.134
+ 9.413
+ 28.814
+ 4.888
+ 52.456
+ 26.510
+ 5.301
+ 53.210
+ 21.460
19,6%
65,9%
61,1%
94,4%
100%
94,2%
100%
73,7%
73,5%
90,4%
100%
Sta. C. de
Tenerife
Sin aliados
- 26.851
+ 13.560
50,5%
PRC
PRC
Sin aliados
PRC y PRRS
Sin aliados
PRRS
PLD, PRSI y AR
Sin aliados
- 13.788
- 15.595
- 26.637
- 38.431
- 4.230
- 24.193
- 20.428
- 46.690
+ 11.961
+ 17.470
+ 6.152
+ 37.588
+ 6.997
+ 13.730
+ 17.744
+ 10.726
86,7%
100%
23,1%
97,8%
100%
56,8%
86,9%
23,0%
Madrid capital
Madrid
provincia
Santander
Segovia
Sevilla capital
Sevilla provincia
Soria
Teruel
Toledo
Valencia capital
PRC
Sin aliados
Sin aliados
AR y PRF
Sin aliados
Sin aliados
Sin aliados
PRRS y AR
Sin aliados
PRC
PRC, PRF, PRP y
PLD
113
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114
Valencia prov.
Valladolid
Zaragoza capital
Zaragoza prov.
PRC
PRC y PRF
Sin aliados
Sin aliados
- 77.616
- 9.034
- 13.002
- 19.127
+ 34.137
+ 4.543
+ 9.821
+ 14.435
44,0%
50,3%
75,5%
75,5%
* En Lérida y las dos circunscripciones vizcaínas, el Partido Radical no presentó candidatura en 1933,
por lo que no se incluyen en la tabla.
Abreviaturas: AR (Acción Republicana), IRS (Izquierda Radical-Socialista), PLD (Partido Liberal-Demócrata), PRC (Partido
Republicano Conservador), PRF (Partido Republicano Federal), PRP (Partido Republicano Progresista),
PRRS (Partido Republicano Radical-Socialista) y PRSI (Partido Radical-Socialista Independiente).
Datos elaborados a partir de: Archivo del Congreso de los Diputados, Legs. 139 y 141. El número total de
sufragios ha sido obtenido calculando la media aritmética de los votos obtenido por cada uno de los candidatos.
Como se desprende de los datos de la Tabla II, en efecto hubo cierto desplazamiento de electores del Partido Radical hacia el Frente Popular. Sólo que, en general, no es comparable al deslizamiento que hubo hacia las candidaturas de la
CEDA y, en menor medida, hacia los republicanos moderados (“centro”, agrarios,
liberal-demócratas y regionalistas). Y eso que los votantes radicales de 1933 incluyeron un sector de centro-izquierda importante. Conviene no olvidar que en
esas elecciones, Martínez Barrio y los disidentes izquierdistas del PURA no habían
roto la disciplina radical y, por tanto, aún no se habían patentizado el número de
votantes que podían arrastrar. Lo que hacía que los radicales también ventilaran
en las elecciones de 1936 las consecuencias de las escisiones del primer semestre
de 1934.
Pues bien, en 11 de las 49 circunscripciones, el aumento del voto a la CEDA y a los
restantes partidos de centro-derecha compensaron sobradamente las pérdidas del
Partido Radical. Descontando los nuevos electores que el centro-derecha pudiera
atraer, parece lógico argumentar que en esas circunscripciones, donde el porcentaje
de absorción supera al 100%, los electores radicales votaran en bloque las candidaturas de la CEDA, máxime cuando las derechas no podían crecer de otro modo más
que sumando los votos que en 1933 fueron a parar a las candidaturas republicanas
de centro. La única excepción de este grupo sería Álava, donde el aumento del voto
a la CEDA también podría estar relacionado con el descenso del PNV.
Roberto Villa García / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 75-120
115
El comportamiento de los radicales en las 38 circunscripciones restantes se muestra
más plural, con deslizamientos a izquierda y derecha. Pero en muy pocas el reparto
de las pérdidas del Partido Radical se hace de forma equilibrada. Por el contrario,
en 29 de esas 38, las candidaturas de centro-derecha absorben más de la mitad
de los electores radicales. Los porcentajes son especialmente contundentes en 19,
pues indican que, al menos, siete de cada diez votantes radicales pasaron a apoyar
las candidaturas de la CEDA. En este grupo se encuentran las circunscripciones madrileñas, lo que es otro claro indicio del desplazamiento del Partido Radical a posiciones conservadoras. Estas proporciones son, además, engañosas en las circunscripciones donde los radicales habían pactado alianzas con partidos republicanos
de izquierda para las elecciones de 1933. En ellas, probablemente el porcentaje de
electores radicales que marcharon hasta posiciones derechistas es mayor de lo indicado, porque los votos que no fueron absorbidos en 1936 por el centro-derecha
no eran de electores radicales sino republicanos de izquierda. Otro dato que avala
esas cifras es que las circunscripciones con transferencia masiva de voto desde el
lerrouxismo al centro-derecha coinciden con las provincias donde la escisión de
Martínez Barrio tuvo nula incidencia. Una señalada excepción es la circunscripción
rural de Sevilla donde, pese a que todos los diputados radicales se pasaron a Unión
Republicana, los datos avalan que el Partido Radical no quedó desmantelado y pudo
transferir la mayoría de sus efectivos al centro-derecha.
En las otras diez circunscripciones, el desplazamiento de voto radical a la CEDA y
sus aliados es mayoritario, pero no abrumador. Claro que habría que diferenciar
igualmente las circunscripciones donde el Partido Radical se coaligó con los republicanos de izquierda y, por tanto, estos últimos electores pasaron al Frente Popular.
El caso más significativo es Almería, donde en 1933 los radicales habían pactado
con el “azañista” Augusto Barcia, que tenía fuerte arraigo en la provincia. En 1936,
Barcia lideró la candidatura frentepopulista por aquella provincia, mientras que los
radicales habían pasado mayoritariamente a sostener a la CEDA. De ahí que los electores de cada uno se partieran, a razón de un 43% para las izquierdas y un 57% para
las derechas. Sin embargo, exceptuando los casos similares de Teruel y Valladolid, el
resto de circunscripciones de este grupo se caracterizan por la transferencia de porciones minoritarias, pero crecientes, de voto radical al Frente Popular. En general,
esto fue fruto de las fuerzas que pudo llevarse consigo Unión Republicana (Málaga
provincia, Melilla, Santa Cruz de Tenerife), del desplazamiento a la i­zquierda de las
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Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 75-120 / El ocaso del republicanismo histórico
agrupaciones provinciales del Partido Radical que en 1933 habían tenido como
rival directo a la CEDA y no al PSOE (Baleares y Castellón) y del abandono de electores republicanos de izquierda que en 1933 habían elegido votar a los radicales
frente a los socialistas (Córdoba). Aún así, en provincias como Castellón o Santa
Cruz de Tenerife, donde los cedistas habían sido los grandes competidores de los
lerrouxistas en las elecciones de 1933, lo coherente hubiera sido un desplazamiento casi en bloque de los segundos hacia posiciones izquierdistas. Y, sin embargo,
la dinámica de colaboración del segundo bienio posibilitó que la CEDA pudiera
absorber algo más de la mitad de los votos radicales, superando el contingente que
apoyó al Frente Popular.
Por último, sólo en ocho circunscripciones puede hablarse de una transferencia
minoritaria de votos radicales a las derechas. Y en algunas de ellas no es exactamente así, caso de Ávila y León, donde en realidad la mayoría de los votantes no
absorbidos por la CEDA no eran radicales sino seguidores de dirigentes del centroizquierda republicano, como Claudio Sánchez-Albornoz, Félix Gordón y Gabriel
Franco. Los tres eran destacados notables –cosechaban incluso más votos que los
socialistas en esas provincias– que volvieron a concurrir en 1936 pero en las listas
del Frente Popular. En realidad, donde las izquierdas absorbieron la mayoría de los
votos radicales fue en Barcelona capital, Guadalajara, Málaga capital, Sevilla capital
y Valencia capital y provincia, donde el triunfo del Frente Popular se explica, sin
duda, sobre todo por la masiva transferencia de votos desde el PURA. Era algo que
no podía sorprender dada la cercanía ideológica de los autonomistas con los republicanos de izquierda y, sobre todo, después de que Sigfrido Blasco-Ibáñez hubiera
expresado públicamente mayor afinidad hacia el Frente Popular. En este contexto,
lo asombroso es que la Derecha Regional Valenciana acopiase hasta el 44% de las
pérdidas del PURA en Valencia provincia, lo que indica que en el mundo rural valenciano el autonomismo era menos izquierdista que en la capital.
No sorprende que Martínez Barrio se hiciese con casi ocho de cada diez votantes
radicales en Sevilla capital, lo que dio un gran triunfo allí a las izquierdas. Su escisión también explica que más de la mitad del radicalismo alcarreño apoyase al
Frente Popular, lo que no sirvió en este caso para derrotar a la poderosa coalición
entre la CEDA y los “romanonistas”, que se llevó todos los escaños. El caso de
Barcelona capital, aunque excepcional en la región catalana –donde los votantes
Roberto Villa García / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 75-120
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lerrouxistas se alinearon en bloque con las derechas–, patentiza la liquidación del
radicalismo como fuerza política en su antiguo feudo. Ni la presencia de Lerroux
en la candidatura del Frente Catalán de Orden fue suficiente para inclinar a su
electorado a votar a las derechas. Sólo uno de cada seis electores radicales de 1933
lo hizo de forma efectiva. Un caso similar fue el de Málaga capital, aún cuando las
cifras oficiales de voto en esta circunscripción conviene dejarlas en cuarentena, ya
que las elecciones en buena parte de sus colegios hubieron de repetirse los días
posteriores al 16 de febrero entre constantes disturbios.66 En definitiva casos significativos pero excepcionales, que dejaban entrever que la mayoría de los electores
que votaron al Partido Radical en 1933 no buscaban refrendar el viejo programa izquierdista del partido, sino el proyecto liberal-demócrata e integrador que Lerroux
patrocinaba en oposición al de Azaña y los socialistas. Algo que se volvería a repetir
en 1936 una vez saldado el coste de las escisiones: los cuadros y los votantes radicales que quedaron, que aún suponían el grueso del partido, sancionaron la política
de acercamiento a la CEDA y a los republicanos moderados y, con las excepciones
señaladas, se alinearon de forma muy mayoritaria con el centro-derecha.
Conclusión.
Este trabajo ha pretendido arrojar luz sobre la crisis del Partido Radical y de las
organizaciones del republicanismo histórico, como el PURA, que se integraron en
el lerrouxismo durante la Segunda República. Aquí se ha pretendido discutir algunas de las tesis que explican esta crisis de manera simplista, validando una serie de
argumentos (el oportunismo, la corrupción y la desmedida apetencia de poder,
que le llevó a pactar con la derecha católica al precio de disociarse de su electorado tradicional) que ya fueron esbozados durante esta etapa por los socialistas y
la izquierda republicana. Y se ha querido delimitar el significado de esta crisis: un
fuerte declive electoral que en 1936 llevó a los radicales a una posición marginal,
pero que no significó la desaparición del partido, ni tenía por qué prejuzgarla. Una
vez más, conviene recordar que los partidos republicanos de izquierda sufrieron
un declive incluso mayor en las elecciones de 1933, sin que esto significase la
Tusell, J., Las elecciones…, vol. 2, pp. 126-127.
66
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Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 75-120 / El ocaso del republicanismo histórico
defunción. Su reorganización y una adecuada política de alianzas le devolvieron el
protagonismo perdido a partir de febrero de 1936.
No cabe duda que el Partido Radical tenía una serie de debilidades endógenas que
derivaban precisamente de sus orígenes. A pesar de que los métodos de movilización y captación de electores puestos en práctica en la Barcelona de principios de
siglo eran sumamente modernos para la época, sin embargo no hubo una labor
de institucionalización pareja que convirtiera a los radicales en algo más que en
una coalición de casinos, periódicos y sociedades afectas a Lerroux. De hecho,
este proceso hubo que esperar a julio de 1931 –en un partido que ya contaba 23
años– para ver el primer intento de racionalización organizativa y de creación de
una estructura de partido independiente de la minoría parlamentaria. Sin embargo,
ese proceso se acometió de forma tan lenta e intermitente, que incluso durante la
Segunda República el Partido Radical continuó siendo básicamente el partido de
Alejandro Lerroux y de los notables que formaban en la minoría parlamentaria.
Estos últimos, y no los nuevos organismos nacionales y provinciales creados por la
circular de 1931, continuaron actuando como rectores del partido en su respectiva
circunscripción y como intermediarios entre Lerroux y los comités provinciales y
locales. Lo endeble de la organización hacía que el cuestionamiento del liderazgo o
las tensiones en el seno de la minoría parlamentaria contribuyesen decisivamente
a la disgregación del partido.
Pero los problemas fueron sobre todo externos. Más que la escisión de 1934, la
escandalosa tramitación del “Straperlo” y “Nombela” actuó como un corrosivo que
desgastó el recurso de liderazgo, del que dependía enormemente la supervivencia
del partido, y la coalición de notables que constituía columna vertebral de la minoría. Detrás de los escándalos estaba el proyecto de “sanear” el centro mediante
un nuevo grupo que actuase a instancias de Alcalá-Zamora y Portela. No obstante,
esos planes habrían fracasado si el Partido Radical hubiera iniciado un proceso de
reorganización que le llevara a rehacer su minoría parlamentaria y a adelantar el
proceso de institucionalización del partido, siguiendo la estela de sus aliados de la
CEDA. Una estructura de partido sólida hubiera podido afrontar, acto continuo, un
proceso de sucesión en el liderazgo. Pero la reorganización debía ser liderada antes
por Lerroux, que continuaba siendo el activo más importante de su partido. En
lugar de esto, el caudillo radical se apartó del proceso, otorgando verosimilitud a
Roberto Villa García / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 75-120
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su posible retirada de la política, y potenciando así la tendencia a la desintegración
del partido.
Peor aún, la convocatoria electoral suspendió la reorganización. Y la configuración
descentralizada de las alianzas volvió a perjudicar notablemente a los radicales,
que en algunas provincias fueron sustituidos por los “centristas” como aliados de
la CEDA. De hecho, los dirigentes provinciales de la derecha católica erraron al no
priorizar la unión con los radicales, pues la coalición con los “centristas” apenas
les aportó votos y, por el contrario, acabaron cediendo los escaños de las minorías
a los candidatos de Portela. Fuera de las alianzas de centro-derecha en 42 de las 60
circunscripciones y con un sistema electoral en el que, para obtener representación, sólo valía figurar en una de las dos grandes coaliciones, el Partido Radical se
hundió.
La tesis que aquí se maneja no sólo descarta que la corrupción resultase por sí
misma factor de disolución del Partido Radical. También niega que lo fuese su
pretendido “oportunismo”, al minar sus incentivos colectivos al embarcarse en
una alianza con la derecha católica. En realidad, el giro de los radicales al centroderecha a instancias de su líder, era un fenómeno perceptible no ya en noviembre
de 1933, sino a mediados de 1931, cuando menos “oportuno” podía ser en términos de poder político. Si Lerroux hubiera priorizado el poder, lo razonable es que
apostase por preservar la conjunción republicano-socialista, que le garantizaba una
cuota sustanciosa. Por el contrario, prefirió aceptar las consecuencias de su discurso
liberal-demócrata y disociarse del proyecto republicano que patrocinaban Azaña y
los socialistas, saliendo acto continuo del gobierno.
De hecho, los incentivos ideológicos e identitarios del radicalismo le permitieron
sobrevivir en la oposición e, incluso, acrecentar su fuerza. Es verdad que el proceso
de “derechización” podía incomodar a la militancia más veterana e izquierdista.
Pero Lerroux demostró llevarlo con habilidad, permitiendo que el partido se presentase cohesionado en las elecciones generales de 1933 y consiguiese mejorar los
resultados de 1931. Cierto es que el problema estalló cuando Lerroux quiso llevar
hasta las últimas consecuencias este proceso, pactando una alianza estable con la
CEDA. Pero el problema quedó resuelto el primer semestre de 1934, cuando se
marchó del partido su ala izquierda. Aunque la escisión fue traumática y Lerroux
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Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 75-120 / El ocaso del republicanismo histórico
la recuerda en sus memorias con notable amargura, sin embargo demostró a las
claras que el grueso del partido no compartía las tesis de los escindidos, que apenas
representaban una quinta parte de la minoría parlamentaria. Lo mismo ocurrió
en el PURA donde su rivalidad provincial con la Derecha Regional Valenciana no
fue óbice para que la mayoría de sus efectivos comprendiese la necesidad de una
alianza nacional con la CEDA. De hecho, esta alianza hizo que el Partido Radical
acumulase un enorme poder político entre 1934 y 1935, mayor que ningún otro
partido político durante la Segunda República.
Además, no conviene olvidar que los electores radicales ya habían sancionado con
su voto la alianza con las derechas, como demuestran los excelentes resultados de
la coalición radical-cedista en las elecciones de 1933. Y, como aquí se demuestra,
en 1936 volvió a repetirse este fenómeno en un número de circunscripciones incluso mayor que en 1933, y ello pese a que los radicales, por las razones apuntadas,
quedaron excluidos de muchas de esas candidaturas. Este fenómeno es aún más
destacable teniendo en cuenta que el partido de Martínez Barrio recogió una cantidad votos radicales mucho menos significativa que la CEDA o los republicanos
moderados. Lo que era la mejor demostración de las deficiencias estratégicas del ala
izquierda del partido. La marginación e inoperancia de Unión Republicana a partir
de febrero de 1936, patentizó la habilidad de Lerroux para buscar un espacio político propio y convertir a su partido en la fuerza política republicana más relevante
de los años treinta.
Anales de la Real Academia de Cultura Valenciana nº 87 (2012)
Alejandro Martínez Relanzón
La Iglesia oculta en Checoslovaquia
(1948-1989)
RECEPCIÓN:16-08-2012
REVISIÓN:23-10-2012
ACEPTACIÓN:10-12-2012
PUBLICACIÓN:30-12-2012
La Iglesia oculta en Checoslovaquia
(1948 – 1989)
Resumen:
En numerosas ocasiones a través de su larga historia, la Iglesia Católica se ha encontrado con la oposición de regímenes que la consideraban una amenaza. Uno de
los casos más recientes podemos encontrarlo en la época comunista en la antigua
Checoslovaquia, donde el régimen trató sistemáticamente de anular la influencia
de las Iglesias, especialmente la de la Iglesia de Roma ya que era esta la de mayor
jerarquía y poder. Debido a la persecución iniciada, muchas comunidades católicas
se estructuraron en secreto para preservar sus actividades creando una Iglesia oculta, donde obispos y sacerdotes fueron ordenados sin el conocimiento del Vaticano,
algunos de ellos casados. Este artículo describe este período y se centra en el grupo
más representativo, los llamados Koinótés de Félix María Davídek.
Palabras clave: Koinótés, Félix María Davídek, Iglesia clandestina, sacerdotes casados.
The hidden Church in Czechoslovakia
(1948 – 1989)
Abstract:
On numerous occasions throughout its long history, the Catholic Church has met
with opposition from regimes that considered it threat.. One of the most recent
cases we can find in the communist era of Czechoslovakia, where the regime systematically sought to nullify the influence of the churches, especially the Church of
Rome and that this was the most senior and power. Since the persecution iniciated,
many Catholic communities were structured to preserve their activities secretly
creating a hidden church, where bishops and priests were ordained without Vatican
knowledge, some of them married This article describes this period and focuses on
the most representative group, called Felix Maria Davidek Koinótés.
Key words: Koinótés, Felix Maria Davidek, underground Church, married priests.
Alejandro Martínez Relanzón / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 121-148
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Introducción
Después del golpe de Estado comunista en Febrero de 1948, el régimen en Checoslovaquia comenzó una dura represión hacia las Iglesias a las que consideraba
enemigas del Nuevo Estado. La Iglesia Católica Romana tuvo que hacer frente a las
mayores persecuciones y ataques por ser la más poderosa1 del país y cuya cabeza,
el Papa, estaba fuera de los territorios del bloque comunista. Sacerdotes y Obispos
fueron perseguidos y el Consejo Episcopal pasó a ser nombrado por comisarios estatales quienes hicieron imposible la labor apostólica del clero checo. El presidente
Klement Gottwald dictó varias leyes que pusieron a la Iglesia directamente en las
manos del Estado, haciendo que ésta perdiera su soberanía. Ante esta situación, el
Papa Pio XII otorgó a los obispos checos poderes extraordinarios para consagrar
clandestinamente a nuevos sacerdotes y obispos. Esta situación ya se dio durante
la revolución mexicana de principios de SXX, por lo que a estos privilegios se les
denominará “las facultades mexicanas” y serán los que más adelante utilizarán los
Obispos de la Iglesia oculta2 también llamada Ecclesia silentii.
Como consecuencia de las medidas tomadas para eliminar la Iglesia y Clero, comunidades religiosas se fueron formando secretamente para proporcionar a creyentes
la posibilidad de estudiar teología y otras ciencias y practicar su Fe. Realizaban sus
actividades clandestinamente ya que, a causa de la persecución, no podían realizarlas en público3. Dentro de la Iglesia oculta, el personaje con más relevancia fue
En 1950 tres cuartas partes de la población checa se declararon Católicos. Oficina Checa de Estadísticas. Czech,
“Sčítání lidu v roce 1950, tab. 4: Přítomné obyvatelstvo podle náboženského vyznání a národnosti k 1. 3.
1950”, Disponible online: <http://www.czso.cz/sldb/sldb.nsf/i/scitani_v_roce_1950>.
2
Corley, “The secret Clergy in Communist Czechoslovakia”, en Religion, State and Society, 1993(2): 21, p. 171.
3
Fiala, “Felix Davídek a jeho spolupracovníci. Poznámky k historii skryté církve na Moravě”. En Souvislosti
1/1993, Disponible online: www.souvislosti.cz/archiv/fiala1-93.htm.
1
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sin duda el Obispo consagrado secretamente Felix Maria Davídek y su comunidad
conocida como “Koinótés”. En 1964, tras su salida de prisión, Davídek ordenó secretamente a una gran cantidad de sacerdotes y a algunos obispos que desarrollaron
su labor ilegalmente. Tras la caída del comunismo, la Iglesia tuvo que revisar estas
ordenaciones muchas de ellas de dudosa validez. Como es de suponer, el papel
de la Iglesia Católica durante el comunismo en Checoslovaquia fue difícil. En este
artículo se intenta describir la situación de la Iglesia en este país, especialmente en
la actual República Checa, y, en particular, las actividades de la Iglesia oculta y sus
consecuencias.
2. Historia de la Iglesia Católica en Checoslovaquia
2.1 Status de la Iglesia Católica hasta 1948
Durante décadas, la Iglesia Católica en los territorios que después conformaron
Checoslovaquia fue percibida negativamente: como el pilar de la antigua monarquía de los Habsburgo. Una vez obtenida la independencia, las relaciones diplomáticas entre Praga y el Vaticano no fueron muy fluidas4. Tras la ocupación por parte de
la Alemania nazi de Bohemia y Moravia en 1939 la Iglesia checa se ajustó al nuevo
régimen, aunque con el desarrollo de la guerra tomó posiciones más combativas:
algunos de sus miembros, como los monjes que marcharon a luchar al frente durante la Segunda Guerra Mundial5, pasaron a la resistencia activa.
Después de la guerra, la Iglesia Católica Checa estaba, en contraste con la de Eslovaquia, en el lado ganador y gran parte de la sociedad pasó de verla como un
apoyo de la antigua monarquía a considerarla un miembro perseguido de la nación
checa, por lo que, al final de la guerra y después de varios siglos, la Iglesia obtuvo,
Las relaciones entre el Vaticano y el gobierno de Checoslovaquia fueron complicadas por muchas decadas. Este
factor hay que tomarlo en cuenta para entender las actividades de la Iglesia oculta al final de la década de los
cincuenta. Vaško, “Neumlčená: kronika katolické církve v Československu po druhé světové válce”, Praha, Zvon,
1990, pp.260.
Balík, Hanuš, “Katolická církev v Československu 1945-1989”, Brno, Centrum pro studium demokracie a kultury, 2007, pp. 399
5
Ludvík, “České katolické kněžstvo s národem a lidem v boji, utrpení a práci pro lepší zítřek”, Praha, Arcidiecézní pastorační ústředí, 1946, p. 7-10.
4
Alejandro Martínez Relanzón / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 121-148
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gracias a las valientes acciones de unos pocos de sus miembros, crédito y una gran
autoridad moral6.
2.2 La Iglesia Católica Checoslovaca durante el periodo comunista
Los comunistas fueron la fuerza más votada en las elecciones en 1946 con el 38%
de los votos, sin embargo no fue hasta dos años más tarde, y gracias a un golpe de
Estado en Febrero de 1948, que tomaron todo el poder que mantuvieron durante
más de cuarenta años. Podríamos dividir el período comunista en cuatro fases: los
primeros años son los de las persecuciones más crueles y violentas. A esta época
sucedió una progresiva relajación en los años sesenta que duró hasta la época de
la Normalización, en que se volvió al comunismo duro tras la fallida Primavera de
Praga. La última fase va desde la elección del Papa Juan Pablo II en 1978 hasta la
caída del comunismo con la Revolución de Terciopelo. Seguidamente se analizan
más detalladamente estas fases.
2.2.1 El comienzo del comunismo
El conflicto Iglesia-Estado comenzó pronto: tras el golpe de Estado de los comunistas en 19487. Los comunistas han considerado siempre a la religión como un mal a
extirpar de la sociedad8 y, como tal, es un oponente del comunismo. Sin embargo,
no fue únicamente la vertiente ideológica la culpable de la persecución, porque la
Iglesia Católica en Checoslovaquia era vista por los nuevos gobernantes como un
incómodo y muy poderoso competidor
Chvatík, Perzekuce katolických duchovních na Moravě od počátku okupace do konce II. En: Fiala, Petr – Hanuš,
Jiří (eds.): “Katolická církev a totalitarismus v českých zemích”, Brno, CDK, 2001, p. 55-84.
7
Este cambio no solo afectó a la Iglesia. En el día a día la vida cotidiana se vio afectada por muchas restricciones,
entre otras, derechos humanos básicos tales como la libertad de creencia política o religiosa, libertad de expresión, de reunión y de educación. La censura se aplicó a la prensa y la vida diaria, así como la restricción a viajar
a “países hostiles”. Balík, Hanuš, “Katolická”, p. 73.
8
Según Karl Marx, la religión es una fantasía de la clase dominante para el control de las masas, una manera de
consolar a la clase trabajadora oprimida que sufre de una injusta explotación del sistema social, por lo tanto
ayudará a aquellos explotados a sobrevivir en este sistema. En un mundo sin clases la religión desaparecería. No
es, por lo tanto, necesario prohibir la religión, pero primero cambiar el orden social. Marx, Engels, “Zur Kritik
der Hegelschen Rechtsphilosophie. Einleitung”, Berlin, Dietz Verlag, 1976. p. 378-391.
6
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Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 121-148 / La Iglesia oculta en Checoslovaquia (1948-1989)
“La Iglesia era considerada como un potencial adversario poderoso para el régimen: una tradición de asociaciones religiosas, confianza en sacerdotes locales y la
habilidad de la Iglesia para movilizar e integrar a las comunidades locales la convertían en un posible obstáculo para la manipulación de masas”9. Además, era una
organización con una clara jerarquía que no confiaba en Instituciones nacionales.
“Dentro de la nueva práctica del régimen de control y destrucción de la Iglesia Católica, se puso especial énfasis en anular el poder de obispos y sacerdotes”10. Centenares de miembros del clero fueron encarcelados o enviados a trabajos forzados”11.
Con la promulgación de las leyes de Junio de 1949 y de la “Akce K” en 1950, el
poder de la Iglesia prácticamente desapareció, sus actividades quedaron bajo control estatal12 y gran parte de sus bienes y propiedades confiscados.
2.2.2 Época de máxima represión y posterior relajamiento, 1950-1968
Entre 1948 y 1951, el poder estatal consiguió la total supervisión de la Iglesia Católica. Se promulgaron las famosas Leyes Akce K y Ř por las que los monasterios dejaron de funcionar y cientos de monjes fueron encarcelados13. En el año 1950, fue
Kusá, “Persecution of Churches and Believers under the Communist Regime in Slovakia”. Disponible online:
www.religiousfreedom.com. p. 1.
10
Corley, “The Secret”, p. 173.
11
Muchos líderes de la Iglesia que mantuvieron (real o supuestamente) contactos con centros eclesiásticos extranjeros fueron acusados de espionaje y traición. La exageración de cualquier actividad pastoral servía para
justificar gran cantidad de juicios políticos. Kusá, “Persecution”, p. 1.
12
Articulo 178 del código criminal: “El clero puedo llevar a cabo su ministerio solamente con el consentimiento
previo del Estado”. Los sacerdotes tenían una licencia como empleados del Estado, revocar esta licencia significaba la pérdida irrevocable de licencia sacerdotal y le obligaba a buscar otro tipo de trabajo bajo pena de ser
detenido por parasitismo”. Seminaristas podían atender al Seminario únicamente con permiso estatal. Kusá,
“Persecution”, p. 2.
13
A raíz de la ley llamada “Acke K” en 1950 todas las casa religiosas y conventos en el país fueron asaltados y
alrededor de 2,300 monjes deportados a los llamados “colección de monasterios” los cuales eran bastante similares a campos de concentración. Esta ley fue seguida por la llamada ley “Acke Ř” tras la cual ceca de 8,000
mojas sufrieron la misma suerte. Tampoco quedaron exentos los sacerdotes Ortodoxos afectados por la “Acke
P”. Durante los veinte años entre Febrero de 1948 y la primavera de Praga en 1968 fueron condenados en tierras
checas 365 monjes y 95 monjas a prisión.
Chalupová, “Katolická církev v českých zemích v letech 1945-1948. Brněnská diecéze – církevní školství a
činnost církve pro mládež”. Brno, Masaryk university, 2008, p. 90
Balík, Hanuš, “Katolická”, p. 32.
9
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129
fundado el Movimiento Pacífico del Clero Católico14 a través del cual el régimen actuaba y podía tener más control desde dentro de la Iglesia. Este movimiento estaba
encabezado por sacerdotes en colaboración con el partido comunista que incluso
actuaban de cara a la sociedad en representación del clero, aun cuando la mayoría
de él rechazaba a estos “líderes colaboracionistas”15. Las actividades públicas de la
Iglesia se limitaron únicamente a ceremonia religiosas dentro de las iglesias porque
la educación religiosa fue eliminada de los colegios, (“la posibilidad de educación
religiosa necesita el acuerdo mutuo de los padres del estudiante con el director de
colegio”16).
El estudio religioso se hizo más difícil como resultado del traslado de la única Facultad de Teología a la lejana ciudad de Litoměřice.
“Por la implementación sistemática de las normas legales, la organización, libertad
y autoridad espiritual de las Iglesias quedaron minadas. No será hasta después de la
revolución de terciopelo que el creado Departamento Estatal para Asuntos Eclesiásticos deje de supervisar todas y cada una de las actividades de la Iglesia, controlarlas
y decidir sobre cuestiones relativas a su funcionamiento interno”17.
Al menos hasta el principio de la década de los sesenta, la Iglesia Católica en Checoslovaquia estaba paralizada, aunque los oficiales del gobierno se habían generalmente abstenido de las prácticas radicales de la década anterior. La relación entre la
Iglesia y el estado comunista continuaba siendo muy tensa ya que, si bien es verdad
que a la mayoría de presos católicos les fue dada una amnistía18, al salir de la cárcel
se les privó de licencia para la práctica pastoral. Comunidades ilegales de Iglesias
ocultas comenzaron a crearse en esta época alrededor de sacerdotes recién liberados (Jan Zvěřina, Oto Mádr, Felix Davídek y otros) quienes preparaban y ordenaban
Este movimiento duro hasta 1968 y en 1971 fue sustituido por la Asociación de Clero Catolico “Pacem in terris”. Vaško, “Neumlčená”, p. 104.
15
Balík, Hanuš, “Katolická”, p. 129-131.
16
Kusá, “Persecution”, p. 3.
17
Kusá, “Persecution”, p. 2.
18
Numerosos sacerdotes arrestados durante la década de los cincuenta fueron amnistiaos en el quinceavo aniversario del final de la guerra el 9 de Mayo de 1960. Aquellos que no firmaron un compromiso de lealtad al orden
establecido permanecieron internado hasta 1963, cuando este compromiso fue firmado por el Arzobispo Beran.
Kusá, “Pesecution”, p. 2.
14
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en secreto a seminaristas que se negaban a estudiar en la Facultad de Teología controlada por el estado, o quienes simplemente eran rechazados por razones políticas.
Estos sacerdotes, incluso en prisión, crearon las “prisiones universitarias” y tras su
liberación continuaron la preparación al sacerdocio a nuevas vocaciones19.
El único momento de claridad en veinte años de comunismo llegó durante 1968
con la llamada Primavera de Praga en la que muchos sacerdotes en situación ilegal
dieron un paso adelante mostrándose en público y, entre ellos, algunos obispos
como Trochta, Skoupý o Hlouch recibieron el permiso estatal para desarrollar su
labor legalmente. Este período, para desgracia del clero, no duró mucho y en agosto
del mismo año, con la entrada de las tropas del Pacto de Varsovia, se volvió irremediablemente a la situación de persecución y hostigamiento anterior.
2.2.3 Época de Normalización hasta la llegada de Juan Pablo II
Tras la ocupación, con la llamada “normalización” se intentó volver al status quo
anterior a las reformas, ello supuso muchas destituciones y una oleada de represiones20. En la esfera católica, se creó, heredero del antiguo “Movimiento Pacífico del
Clero Católico”, un nuevo movimiento también colaboracionista con el régimen
comunista llamado “Asociación de Clero Católico Pacem in Terris” (1971-1989).
Los miembros de Pacem in Terris llegaron a ser 726 sacerdotes checos (un tercio
del total) y 350 sacerdotes eslovacos (un cuarto)21. Desde el principio era obvio
que Pacem in Terris estaba al servicio del régimen comunista, incluso intentó romper la unidad de la Iglesia dentro del país y causar su desintegración interna. Uno
de sus métodos era actuar en nombre de ella sin permiso, lo que creaba disputas
entre sacerdotes y obispos, pero, sin duda, será tristemente recordada por delatar a
numerosos sacerdotes secretos y entregarlos a la temida policía secreta, StB22.
Balík, Hanuš, “Katolická”, p. 314-319.
Las escuelas no podrían contratar a profesores creyentes que públicamente se reconocían miembros de una
religión, iban a oficios religiosos o enviaban a sus hijos a instituciones religiosas. Las carreras laborales de los
padres dependían de ello, y los padres que no se adherían a estas directrices sabían que estaban restringiendo la
educación y carrera profesional de sus hijos así como las suyas propias” Kusá, “Persecution”, p. 3.
21
Balík, Hanuš, “Katolická”, p. 131-135.
22
Parece que muchos sacerdotes entraron en esta asociación para salvaguardar sus parroquias de párrocos “controvertidos”. Zbranek, “Sdružení katolických duchovních Pacem in terris”, Brno, Masarykova univerzita, 2007, pp. 137.
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Son en estos años de “normalización” cuando muchos sacerdotes fueron privados
de licencias para la práctica espiritual, así, la mitad de las 2.000 parroquias no disponían de párroco, y solo 2 de 17 diócesis estaban ocupadas23. La vuelta a las prácticas de los años más duros en la década de los cincuenta se aceleró tras la muerte de
tres importantes obispos checos (Skoupý, Hlouch, Trochta) y tres eslovacos (Nécsey, Lazík, Pobožný). Solo quedó un obispo, František Tomášek24, quien pronto se
convertiría en cardenal. En esta situación, la diplomacia Vaticana intentó negociar
la consagración de nuevos obispos, a lo que el gobierno accedió solo con aquellos
nombres de sacerdotes que no hubieran mostrado ningún signo de oposición, dando preferencia a aquellos que hubieran colaborado directamente con el régimen.
El nombramiento de nuevos obispos “aceptables” al gobierno agrandó la división
entre la “Iglesia oficial” y la “Iglesia clandestina”, criticando esta última fuertemente a organizaciones como Pacem in Terris o la Facultad de Teología25. Tras estos hechos, las actividades de la Iglesia Oculta se intensificaron: algunos de sus miembros
establecieron contacto con disidentes civiles e Iglesias no católicas26 o comenzaron
a publicar literatura prohibida (samizdat)27. Fue este un tiempo represivo y cruel
que duró hasta finales de la década, pues en 1978 la situación dió un cambio fundamental con la llegada al Papado de Juan Pablo II.
2.2.4 Últimos años y final del comunismo
A partir de la elección del nuevo Papa las relaciones entre el régimen comunista y la
Iglesia tienden a normalizarse. El nuevo pontífice que conocía bien el comunismo,
Vaško, “Církev v ohrožení totalitami” In Teologické texty, 2003/2.
František Tomášek fue en 1949, con el consentimiento del Vaticano, secretamente ordenado obispo. Formó
parte de la Iglesia oculta y apoyó la caida del régimen comunista. Tomášek fue ordenado cardinal en 1976.
Participó en la preparación de la primera visita del Papa Juan Pablo II a Checoslovaquia en 1990.
Balík, Hanuš and col. “Primasové katolické církve: země střední Evropy v čase komunismu”, Brno, Centrum pro
studium demokracie a kultury, 2010. pp. 212.
Liška, “Církev v podzemí a společenství Koinótés”, Brno, Sursum, 1999, p. 40.
25
Balík, Hanuš, “Katolická”, p. 136-137.
26
Balík, Hanuš, “Katolická”, p. 261-264.
27
En checo “Samizdat” el hecho de publicar literatura prohibida o de autores prohibidos.
Mádr, “Takzvaná podzemní církev”, In Teologické texty, 2008/3. Disponible online:
http://www.teologicketexty.cz/casopis/2008-3/Takzvana-podzemni-cirkev.html
23
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trajo un gran cambio a la Iglesia Católica en Checoslovaquia. Fundamental fue en
1982 la publicación Papal de Quidam episcopi prohibiendo al clero la asociación en
organizaciones políticas (como lo era Pacem in Terris). Pocos meses después sale a
la luz el Código de Derecho Canónico limitando todavía más la colaboración de sus
vicarios con el gobierno. Es ahora, en 1984, que el cardinal Tomášek y otros sacerdotes empiezan a mostrar abiertamente su oposición al régimen e incluso invitaron
al Papa a visitar Checoslovaquia. El régimen, como era de prever, y todavía más
temeroso tras el impacto que tuvo la visita del Papa a Polonia en 1979, no permitió
la visita pero no pudo evitar el masivo peregrinaje a la basílica de Velehrad: el hecho
de que más de 200.000 creyentes atendieran la ceremonia ante la total impotencia
de la StB (como admitió mas tarde la propia policía)28 produjo un nuevo brío a
los católicos checoslovacos que se manifestaron en Bratislava abiertamente contra
el régimen en la manifestación de las Velas29. Esta manifestación, organizada por
disidentes católicos en 1988, acabó siendo reprimida por la policía pero significó
la culminación de las actividades secretas de la Iglesia, y hoy en día se la considera
como una de las más importantes expresiones de los ciudadanos y creyentes contra
el régimen. Supuso el principio del final del comunismo en el país30.
2.3 Época democrática
Tras las masivas manifestaciones antigubernamentales en la llamada Revolución de
Terciopelo, el partido comunista abandonó el poder poniendo fin al régimen y así
acabaron las restricciones impuestas sobre la Iglesia, pero su reconstrucción tras
más de cuarenta años de persecución no fue fácil: “la Iglesia tuvo que hacer frente
a los problemas derivados de la escasez de clero preparado, la falta de iglesias y de
otros edificios debido a las confiscaciones de propiedad eclesiástica”31. Obispados
De los materiales de la StB descubiertos se deduce su impotencia durante esta década para controlar las actividades religiosas. Cabe también mencionar la labor de los Salesianos movilizando grupos de jóvenes para
campamentos de veranos en los llamados “Letny Tabor”. Balík, Hanuš, “Katolická”, p. 56-58.
29
Balík, Hanuš, “Katolická”, p. 59–61.
30
La caída del comunismo, evidentemente, estuvo influenciada por muchos factores más. En Vaško, “Neumlčená”.
31
Catholic News Service. Disponible online:
http://www.americancatholic.org/Features/JohnPaulII/transition/CardinalsVlk.asp
28
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vacantes durante décadas fueron ocupados de nuevo, la mayor parte de la p­ropiedad
confiscada fue devuelta y las relaciones con el Vaticano restablecidas en 199032.
Más complejo fue el hacer frente a los problemas derivados de las acciones de la
Iglesia oculta cuyas ordenaciones clandestinas de hombres casados e incluso de
mujeres eran consideradas a priori dudosas. Muchos sacerdotes anteriormente en la
clandestinidad pidieron ser integrados y se estudió cada caso por separado.
3. Iglesia oculta
Debido a la gran dificultad para operar y de comunicación con Roma, el Papa Pio
XII concedió en 1951 a la Iglesia en Checoslovaquia privilegios pontificios extraordinarios por los que sus obispos podían ordenar nuevos sacerdotes y obispos sin
el consentimiento de Roma siempre y cuando la situación fuera tan crítica que no
hubiera otra posibilidad33. Esto permitió a miembros de la Iglesia checoslovaca,
en situaciones difíciles, además de celebrar servicios religiosos en prisión o en
apartamentos, ordenar a nuevos sacerdotes sin el conocimiento ni de Roma ni de
las autoridades. Los obispos estaban preparándose para la transición a la ilegalidad
suponiendo la creación de la Iglesia oculta34.
El mayor estímulo para la Iglesia oculta fue el miedo a la persecución y la fuerza motriz para construir una estructura secreta fue la Fe y el convencimiento en
Ponencia del Arzobispo Vlk en la conferencia “Relaciones entre la Iglesia, sociedad y estado en los cambios en
tierras checas en tiempos modernos”, Munich, 6 Mayo 2004.
33
Facultad mexicana es el término general para un conjunto de dispensas por el cual el Papa concede temporalmente a los obispos en tiempos de persecución de la Iglesia el poder realizar independientemente actos que
en condiciones normales requieren del consentimiento y aprobación de sus superiores. Estos incluyen estudio
secreto, ordenación sacerdotal y consagración de obispos sin el consentimiento del Papa, administración de
sacramentos, celebración de la Eucaristía fuera de la Iglesia, etc. Liška, “Církev”, p. 57.
34
La Iglesia oculta incluyó miembros de órdenes religiosas, sacerdotes sin licencia estatal, activistas de movimientos desautorizados por el gobierno y presbíteros consagrados secretamente. Konzal, “Skrytá církev, její poslání
za totality, přínos do současného křesťanství”.
Disponible online http://www.rkckomunio.cz/JK_skryta_cirkev_za_totality_prinos_do_soucasnosti.
La Iglesia oculta se consideró también fuerte en Eslovaquia. Kusá, “Persecution”.
32
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asegura­r la continuidad de la vida religiosa incluso bajo la brutal persecución e
intensa actividad en contra de oficiales eclesiásticos.35
Hay que tener en cuenta que estas comunidades ilegales, disgregadas y sin comunicación con Roma, fueron creadas con mentalidad temporal: el cardenal alemán
Lehmann comentó al respecto que “no se esforzaron sistemáticamente en crear
una Iglesia secreta, sino de crear temporalmente pequeñas redes de comunidades
religiosas independientes, a veces aisladas”36
Educación cristiana y espiritualidad sufrieron un claro declive como consecuencia directa de los métodos destinados a su total eliminación, y por ello la Iglesia
secreta los tomó como sus dos líneas de actuación, lo que en la práctica serían: la
ordenación secreta de sacerdotes y los seminarios impartidos en viviendas particulares, que tenían como fin el adoctrinamiento del laicado (catequesis). Para estos
seminarios se intentó implementar educación religiosa y teológica para el desempeño de los servicios espirituales ya que solamente cristianos con sólida formación
podrían servir en la misión de la Iglesia en la sociedad. Una de las características
de los ponentes que organizaban estos seminarios era el acceso, aunque limitado,
a literatura extranjera37.
También reseñable por su dimensión espiritual fue el dar acceso a los sacramentos
a los enfermos, prisioneros y otros excluidos sociales. Estas y otras acciones necesarias para mantener la llama de la Fe en la sociedad requerían de sacerdotes y para
ordenar sacerdotes se requerían obispos. El régimen, gradualmente pero sistemáticamente, destruyó obispados y dejó que los sacerdotes fueran muriendo38, por
lo que hubo una necesidad real de contar con nuevos obispos, legal o ilegalmente.
Como comentó el Arzobispo Vlk, las actividades de la Iglesia oculta contribuyeron
a preservar la Fe “en condiciones de límites externos y falta de libertad, la libertad
Podemos encontrar comunidades cristianas ocultas en cualquier país comunista y algunas de ellas todavía existen en China
36
Entrevista con el cardenal Karl Lehmann, ex presidente de la Conferencia Episcopal Alemana. Febrero 2003.
Disponible online: http://www.getsemany.cz/node/492.
37
Liška, “Církev”. p. 112.
38
Liška, “Církev”, p 128.
35
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interna creció, lo que llevó a muchos creyentes a seguir la vida rigurosa según
Evangelio”39.
La policía secreta del StB intentó infiltrarse constantemente en estos círculos secretos y descubrir nombres de obispos y sacerdotes, para ello realizaba seguimiento,
interrogaciones e infiltraciones. Parte del clero oficial con licencias estatales, ocasionalmente asistía al StB traicionando y dando los nombres de sacerdotes en la clandestinidad40 y, si no era suficientemente peligroso el exponerse, todavía quedaba el
grupo colaboracionista de Pacem in Terris41. A causa de esto, numerosos sacerdotes
no revelaron ni siquiera a miembros de sus familias que habían sido ordenados42.
El Arzobispo Vlk dividió la vida de la Iglesia clandestina en dos fases: entre 1950 y
1968, época en la que existían solamente algunos obispos secretos los cuales ordenaban sacerdotes en la clandestinidad “con el consentimiento de la Santa Sede”43, y
el segundo período que va desde la época de la “Normalización” hasta la caída del
comunismo donde se produjeron ordenaciones totalmente inusuales. Fueron estos
los años de mayor actividad del controvertido obispo checo Félix Davídek, la figura
más importante de la Iglesia secreta44, pues, si bien su comunidad no fue la única
clandestina dentro de la Iglesia en Checoslovaquia, fue, sin duda, la más influyente.
3.1 Félix María Davídek y su comunidad secreta “Koinótes”
“Es esta carismática pero controvertida figura la que determina la actitud de mucha gente sobre la
entera cuestión del clero clandestino”45.
Ponencia del Arzobispo Vlk en la conferencia “Relaciones”
11,5 % de los sacerdotes en Checoslovaquia eran colaboradores del régimen y de la StB. Corley, “The Secret”.
41
El sacerdote secreto František Lízna recalcó: “ellos algunas veces no informaban a Roma sobre secretas ordenaciones porque podía pasar que la policía secreta lo averiguara.” Entrevista en la revista Faith, Abril de 1992, p.
16.
42
Muchos padres de sacerdotes clandestinos se sorprendieron tras 1989 al descubrir el papel de sus hijos en la
Iglesia clandestina. También algunas de sus esposas no sabían que sus maridos habían sido ordenados. Corley,
“The Secret”, p. 186.
43
Entrevista con el Arzobispo Vlk. “Czech Cardinal speaks of “clandestine priests”. 29th May 1996. Disponible
online: www.catholicculture.org/news/features/index.cfm?recnum=586.
44
Corley, “The Secret”, p. 176.
45
Ibídem.
39
40
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Félix María Davídek nació en Chrlice, Moravia el 12 de enero de 1921, desde su
infancia sintió la vocación sacerdotal y se ordenó tras la guerra el 29 de junio de
1945. Persona con una extensa cultura, políglota, aficionado a las ciencias naturales,
medicina y poesía. Durante la II Guerra Mundial tuvo la idea de establecer una Universidad católica en Moravia46. Creó Atheneum, seminarios de estudios para preparar a adolescentes en la enseñanza del catecismo. Tras el golpe de estado comunista,
Davídek estableció grupos de enseñanza cristiana para estudiantes cuya educación
había sido prohibida por el nuevo régimen. En 1950, año en que la presión sobre
el clero católico aumentó, Davídek es sentenciado a 24 años en prisión a causa de
enseñanza ilegal47, prisión de la que no salió hasta 196448. Inmediatamente tras su
liberación y analizar la situación, insistió de nuevo en la creación de una Universidad católica ahora también con el apoyo de su colaboradora Ludmila Javorová49.
Es ahora cuando se forma el círculo de Davídek, un grupo de creyentes, algunos de
ellos con vocación religiosa pero sin opción oficial para entrar en el clero.
Pronto se incorporara al círculo el profesor Stanislav Krátký. Krátký organizaba
estudios ilegales de teología para aquellos que no podían estudiar en el seminario controlado por el régimen de Litoměřice. Así pues, junto con otros sacerdotes clandestinos, crean ilegales seminarios de teología, (estos cursos se impartían
normalmente en viviendas particulares50). A esta comunidad deciden llamarla
Davídek se mantuvo fiel a esta idea toda su vida y una y otra vez trató de realizarla. Fiala, Hanuš, “Koinótés. Felix
M. Davídek a skrytá církev”, Brno, Proglas, 1994, p. 31.
47
Fiala, Hanuš, “Koinótés”, p. 56.
48
En prision fué frecuentemente trasladado de celda por celebrar misa abiertamente, así como por organizar
seminarios telógicos. Fiala, Hanuš, “Koinótés”, p. 58.
49
Davídek conoce Javorová desde la niñez. Ludmila Javorová nació en Brno en 1932, en el seno de una familia
católica. A causa de la disolución de los monasterios en , no pudo ver cumplido su deseo de consagrarse en
una orden religiosa. A raíz de su colaboración y amistad con Davídek entra en Koinótés, grupo al que se dedica
devotamente, llegará a convertirse vicaria general y mano derecha de Davídek y en 1970 recibe a manos de este
la ordenación sacerdotal. Tras la revolución, su sacerdocio no fue reconocido, por lo que ya no pudo ejercer el
ministerio sacerdotal. Actualmente enseña religión. Entrevista con Ludmila Javorová, 13 de Noviembre de 2011.
Disponible online: http://www.munimedia.cz/prispevek/pripravovala-jsem-se-na-kriminal-rika-spoluzakladateleka-podzemni-cirkve-ludmila-javorova-2295/
50
Javorová sobre las actividades secretas del grupo: “Nosotros organizábamos estudios nocturnos no únicamente
para teólogos expulsados del seminario por razones políticas, sino también para otras personas interesadas en
el tema. Desde luego todo el mundo tenia que respetar los principios de seguridad, silencio, secretismo para
evitar las sospechas vecinales. Nuestras clases no eran únicamente espirituales sino también, históricas, políticas,
científicas, etc. Hablamos de política, cultura y poesía. Nuestra primera tarea era la de no dejar solos a aquellos
que no podían estudiar el sacerdocio. También queríamos educar al laicado, tanto mujeres como hombres. La
tarea de un sacerdote era la de enseñar, santificar, y despertar su espíritu. Estos sacerdotes encontraron personas
46
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Koinóté­s51. Mas tarde, Davídek vió la necesidad de ordenar a varios candidatos
pero sólo un obispo puede ordenar sacerdotes por lo que decidió que él tenía
que llegar a ser obispo52. Su ordenación episcopal se produjo secretamente el 29
de octubre de 196753 a manos de Jan Blaha, un estudiante del grupo de Davídek
recientemente ordenado obispo.
Tras la ocupación soviética en 1968, la mayoría de obispos decidió que más ordenaciones secretas eran contraproducentes54. Davídek permaneció escéptico durante
las reformas de primavera por lo que no reveló sus actividades secretas55, lo cual,
desde una perspectiva histórica, parece muy razonable. Preparado para lo peor (total destrucción de la Iglesia con el posible traslado del clero a la Unión Soviética,
etc,), se planteó la idea de tener un gran número de obispos secretos en el país
quienes aseguraran la pervivencia de la Iglesia en caso de confirmarse sus peores
augurios. Con este fin y haciendo uso de las “facultades mexicanas”, ordenó obispo
a Stanislav Krátký y otros de sus colaboradores56, la mayoría de los cuales habrían
supuestamente ejercido su ministerio episcopal únicamente en situación de peligro
o en prisión. En total, el número de obispos ordenados por Davídek asciende a 15
y el de sacerdotes entre 120 y 15057. La ordenación de obispos permitía a Koinótes
el tener una estructura propia y autosuficiente.
a las que servir, familias, enfermos, jóvenes y mayores. La seguridad era primordial y ello significó en algunos
casos el desconocimiento entre familiares de los sacerdotes sobre su ordenación” Ibid.
51
Davídek ideó la estructura clandestina como una comunidad dividida y relacionada entre sí en la cual cada
persona se forma como elemento independiente con la habilidad de crear su propio grupo similar a Koinótés.
Fiala, Hanuš, “Koinótés”.
52
Otros obispos en esta época no podían ordenar a otros obispos por estar bajo arresto domiciliario permanentemente vigilados, algunos rehusaron por razones de seguridad o por desconocer a los candidatos. Por ello se
ordenaban en el extranjero, pero era muy difícil para la mayoría el salir del país. Ibídem.
53
Liška, “Církev”, p. 72.
54
Corley, “The Secret”. p. 176.
55
Fiala, Hanuš, “Koinótés”, p. 99-100.
56
“Todas estas ordenaciones eran guardadas en estricto secreto” reitera Krátký. La Ordenación episcopal de Stanislav Krátký fue tipica de Davídek. Davídek informa a Krátký pocos días antes informándole de la fecha y
hora. Davídek era muy prudente. Aquellos imprudentes o negligentes eran excluidos. “De esta gente,” recuerda
Javorová, “Felix cortó la comunicación por completo”. Entrevista con Stanislav Krátký para Český rozhlas, 25 de
Abril de 2010. Disponible online:
http://www.rozhlas.cz/nabozenstvi/prameny_proudy/_zprava/skryta-cirkev-210-zacatky--724323
Entrevista con Ludmila Javorová, 2 Mayo 2010. Disponible online:
http://www.rozhlas.cz/nabozenstvi/prameny_proudy/_zprava/skryta-cirkev-310-felix-maria-davidek--727427
57
Liška, “Církev”, p. 176.
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Conforme a testimonios de sus colaboradores, documentos y de sus propias notas58, Davídek intentó en la cuestión de las ordenaciones, respetar y seguir las
leyes canónicas en la medida de lo posible, aunque abusara de las facultades extraordinarias concedidas por el Vaticano59, para ello se valía para las ordenaciones
sacerdotales de hombres casados y de fórmulas válidas como el bi-ritualismo.
Para las ordenaciones que no permitían ningún tipo subterfugio legal (ordenación de mujeres o de obispos casados) Davídek simplemente ignoró el Derecho
Canónico.
Al comienzo de la década de los ochenta la ya delicada salud de Davídek empeoró
tras un accidente de coche y se agravó con una caída sufrida que, además de producirle una lesión en la cabeza, le causó daños irreparables en sus piernas. Es a partir
de esta época (1984) cuando Davídek vivió un completo aislamiento, tumbado en
su cama visitado únicamente por sus colaboradores más próximos. Debido a la desconfianza que le producía el acudir a un hospital a causa de la StB, se automedicó
sin salir de casa lo que no ayudó en su recuperación. Sin embargo su salud no le
impidió continuar su trabajo secreto ni el celebrar eucaristía, aun cuando apenas
podía levantar el cáliz60. Murió el 16 de agosto de 1988, poco antes de la caída del
régimen.
3.1.1 Ordenación de hombres y mujeres casados
Consciente del don carismático del sacerdocio, Davídek ordenó sacerdotes tanto a
hombres casados como a célibes61. Hay que recordar que gran parte del clero de
la época en Checoslovaquia estaba o bien internado o bien en libertad pero sin
licencia estatal para servir como tal. En esta situación, era el obispo quien tenía
la responsabilidad del desarrollo espiritual de la comunidad católica. Davídek, ya
En particular, relatos de seminaristas sobre los sacramentos son una prueba de que Davídek estaba firmemente
arraigado en la tradición de la Iglesia. Fiala, Hanuš, “Koinótes”, p. 88.
59
Fiala, “Felix Maria Davídek a jeho spolupracovníci (Poznámky k historii skryté církve na Moravě)”, Souvislosti
1/1993.
60
Corley, “The Secret”, p. 179.
61
Davídek escoge para el sacerdocio a aquellos candidatos a los que conocía bien tras años de colaboración. Ante
todo, escogía a aquellos con condiciones para el servicio pastoral. Fiala, Hanuš, “Koinótés”, p. 100.
58
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siendo obispo, pensó que era su responsabilidad, como ministro de la Iglesia y
para la subsistencia de ésta, la ordenación de sacerdotes. El hecho de que algunos
estuvieran casados se solucionó de una manera que, si bien no infringía las leyes
canónicas, era un claro abuso de las concesiones recibidas.
El bi-ritualismo62 es una facultad ocasionalmente otorgada por Roma por la que
un sacerdote puede utilizar otro rito dentro de la Iglesia en caso de necesidad. El
rito oriental63 (típico de provincias orientales en Eslovaquia) acepta a sacerdotes
casados por lo que Davídek les ordenaba como bi-rituales, así en la práctica serán
sacerdotes de Rito Latino pero técnicamente de Rito Oriental.
Exceptuando a estos sacerdotes, Davídek, insistía en el celibato sacerdotal. Una vez
hecho el voto de castidad, tenían que respetarlo. Dentro de las tareas pastorales del
grupo, Davídek consideraba que era la responsabilidad de los miembros de Koinótés llevar a cabo aquellas que sacerdotes con licencia estatal no podían desarrollar,
tales como la administración de los sacramentos a enfermos y moribundos en hospitales, la organización de educación religiosa para jóvenes y adultos y la formación
y ordenamiento del nuevo clero64.
Tras la caída del comunismo, los miembros de Koinótés buscaron la reinserción
dentro de la Iglesia católica “pública” o simplemente abandonaron su labor, en
el caso de los casados. El Arzobispo Vlk comentó al respecto: “La mayoría de los
sacerdotes casados han sido incorporados dentro de comunidades de rito oriental.
Pero algunos sacerdotes todavía operan clandestinamente rechazando la cooperación con la jerarquía católica checa”65.
La mayoría de los sacerdotes de Koinótés respetaron la petición de la Iglesia de
guardar discreción y no hablar en público sobre los detalles de sus ordenaciones ni
Bi-ritualismo es un privilegio para celebrar la liturgia y administrar los sacramentos en más de un Rito – Davidek ordenaba a los sacerdotes en el Rito Romano (el mas común dentro de la Iglesia de Occidente) y en el Rito
Oriental.
63
Dos son los ritos de la Iglesia Católica, el de Occidente y el de Oriente.
64
Corley, “The Secret”, p. 180
65
Entrevista con el Arzobispo Vlk. “Czech Cardinal speaks of “clandestine priests”. 29 de Mayo de 1996. Disponible online: www.catholicculture.org/news/features/index.cfm?recnum=586.
62
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de las negociaciones con la jerarquía66. Sin embargo, hay tres casos muy representativos que han salido a la luz: un obispo casado, una sacerdotisa y un sacerdote de
rito romano casado y hoy en día aceptado por el Vaticano como válido.
El más destacado obispo casado es Fridolín Zahradník 67. Davídek escogió a Zahradník como sacerdote estando casado, pues su condición de hombre casado le hacía
menos sospechoso para la StB. Zahradník. Aunque familiarizado con el rito oriental,
siempre celebró eucaristía en rito latino y, si bien su ordenación sacerdotal podía
de alguna manera ser válida, no lo era por el contrario su ordenación episcopal, ya
que incluso en el rito oriental los obispos casados no son aceptados68.
Jan Kofroň es el único sacerdote de rito romano casado en servicio dentro de la
Iglesia Católica Checa. Fue ordenado en 1988 y re-ordenado sub conditione por el
obispo Václav Malý el 12 de Mayo de 2008. El Papa Benedicto XVI hizo una excepción y Kofroň está autorizado a llevar su trabajo pastoral, especialmente con los
ancianos e inválidos así como para administrar sacramentos69. Kofron explica sus
razones para su ordenación en rito romano: “tras 1998, cuando 18 de mis compañeros aceptaron ordenación en rito oriental, hubo un exceso de sacerdotes en
este rito entre nosotros,”70. A pesar de la ordenación de Kofroň, la actitud de Roma
hacia el celibato no ha cambiado: hay únicamente algunas pocas excepciones de
sacerdotes casados en la Iglesia de rito occidental71. Según el Arzobispo Vlk, Kofroň
fue re-ordenado sacerdote especialmente por su labor con los ancianos.
Corley, “The Secret”, p. 197.
Davídek suspendió a Zahradník ya que este no aceptó la ordenación de una mujer, sin embargo Zahradník no
tuvo problemas en ser ordenado obispo aun estando casado. Entrevista con Fridolín Zahradník for Český rozhlas, 30 de Mayo de 2010. Disponible online: http://www.rozhlas.cz/nabozenstvi/prameny_proudy/_zprava/740093.
68
Corley, “The Secret”, p. 180.
69
Opinión del Obispo Krátký: “No me importa si la Eucarística la celebra un hombre casado o no. En la Iglesia
occidental hombres casados no pueden ser sacerdotes mientras en la Iglesia oriental es posible, Esta no es una
disposición divina sino eclesiástica. Quien no entienda este hecho, quizás sea visto como subversivo”. Fiala,
Hanuš, “Koinótés”, p. 101.
70
Entrevista con Jan Kofroň, 6 de Junio de 2008. Disponible online: http://rentapriest.blogspot.com.
es/2008/06/czech-roman-catholics-have-first.html.
71
Existen algunos sacerdotes casados en la Iglesia Católica. Un vicario anglicano puede contraer matrimonio y si
se convierte en sacerdote católico está autorizado por Roma para servir en el rito occidental.
66
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Es sabido que en 1970 Davídek consideró seriamente la idea de ordenar mujeres
al sacerdocio72. Davídek concluyó de su estudio de historia eclesiástica que “la sociedad necesita mujeres como un instrumento especial para la santificación de la
humanidad”73. La exclusión de las mujeres del sacerdocio no tiene base doctrinal74:
fue a partir de la creación de una asamblea de padres cardenalicios en el Siglo X que
el poder de la Iglesia se centralizó y a los ojos de Davídek fue una simple cuestión
de administración eclesiástica en la sociedad de entonces el dejar fuera de ella a las
mujeres. Davídek pensaba que el hecho de que las mujeres en los primeros siglos
del cristianismo bautizaran y llevaran la Eucaristía a los enfermos, entre otras tareas,
les otorgaba un lugar dentro de la jerarquía eclesiástica. También asumía el hecho
de que el Código de Derecho Canónico no consideraba todas las posibilidades y
circunstancias surgidas durante la era comunista. Desde la práctica, Davídek conocía bien la situación de las prisiones de mujeres y sus necesidades75. Según la información de Fiala y Hanuš, desde 1971 Davídek ordenó diáconas a varias mujeres y
al menos una de ellas aceptó la ordenación sacerdotal76. Consciente de que estaba
actuando en contra del Código de Derecho Canónico, y, por lo tanto, contra la
normativa de la Iglesia, Davídek antepuso su convencimiento personal al Código77.
3.1.2 Davídek y el Vaticano
Fue a mediados de la década de los setenta que el StB descubrió que Davídek era
un obispo y la vigilancia se incrementó –incluso fue interrogado78. La táctica de
Sus opiniones sobre mujeres sacerdotisas es bien conocido, particularmente en Eslovaquia, aunque con reacciones opuestas.
73
Notas del estudio de F. Davídek. “O svěcení žen”, Agosto de 1970. Archivo privado de L. Javorová.
74
Más importante que el Código de Derecho Canónico, era para Davídek las enseñanzas de San Pablo quien insistía
en la igualdad entre sexos. Fiala, Hanuš, “Koinótés”, p. 104.
75
“Davídek sabía que muchas mujeres en prision anhelaban el administrar sacramentos pero no podían ya que la
Iglesia únicamente confió su administración a hombres. Hombre y mujeres en prisió no podian sociabilizar y
estaban separados por un muro desde donde Davidek les administraba el perdón de los pecados”. Entrevista a
Ludmila Javorová. 13 de Noviembre de 2011. Disponible online:
http://www.munimedia.cz/prispevek/pripravovala-jsem-se-na-kriminal-rika-spoluzakladateleka-podzemnicirkve-ludmila-javorova-2295/
76
Segun Liška, Davídek ordenó a tres mujeres. Liška, “Církev”, p. 168.
77
Fiala, Hanuš, “Koinótés”, p. 104-106.
78
Corley, “The Secret”, p. 178
72
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la policí­a secreta no fue el hostigamiento a la comunidad de Davidek, sino la de
utilizar la figura de Davídek y de su grupo como instrumento para promover la
desconfianza y las tendencias cismáticas en el clero “oficial”, de esta manera sembrarían dudas respecto la lealtad de la Iglesia clandestina y obligaría al Vaticano a
intervenir79. Esta política, que en parte funcionó, se inició. entre los círculos de
oposición al régimen (revistas prohibidas, Radio Free Europe y Voice of America). La
campaña de descrédito hacia Davidek, incluía rumores sobre su autenticidad como
obispo y dudas respecto a la legalidad de sus acciones. Davídek no respondió a las
provocaciones. Temía que, al hacerlo, revelaría la estructura de la comunidad o delataría a alguno de sus miembros
El Vaticano por su parte quiso determinar la amplitud de las actividades de Koinótés
y, en caso necesario. Davídek, por su parte continuó sin modificar su labor y sin
prestar atención a las advertencias de algunos sectores de la Iglesia para que cesara
su trabajo. Davídek estaba firmemente convencido de que las “facultades mexicanas” eran todavía válidas80. Ninguna descalificación hacia su labor fue firmada por
el Papa, por el contrario, en los años siguientes recibió garantías de que el Santo
Padre no ponía objeciones a su comunidad81, asimismo también tenía el apoyo del
Arzobispo Tomášek.
3.2 Consecuencias de las actividades de los “Koinótés”
Tras la caida del comunismo, en ámbitos eclesiales se afirmó que existían dudas
con respecto a la validez de las ordenaciones sacerdotales. Asimismo la ordenación
de hombres casados y mujeres planteó serios problemas a la Iglesia tanto en Praga
como en Roma. En 1992, el Vaticano publicó Normae, un compendio de normas
que condicionaban el trabajo del clero clandestino a la ordenación sub conditione, por
Ibídem.
Es posible que estas advertencias estuvieran relacionadas con la Ostpolik, y fueran hechas sin el conocimiento
Papal. Por ejemplo, el sacerdote Kamil Vanča se reunió con el Papa Pablo VI. en 1977 quien le confirmo que
conocía de las actividades de Davídek y todo estaba en orden. Fiala,“Felix”, 1(1993). Disponible online: www.
souvislosti.cz/archiv/fiala1-93.htm.
81
Otra razón podría ser el hecho de que Davídek tenía el convencimiento de la necesidad de su labor, y quizás
también creyó que la situación en el país no era percibida desde el Vaticano tan seriamente como debería.
79
80
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lo que todos los sacerdotes ordenados sin el consentimiento del Vaticano deberían
de someterse a una revisión para validar las ordenaciones secretas82. La Sub conditione
fue criticada por los miembros de la Iglesia oculta por infundada y teológicamente
inusual, por lo que parte de sus miembros la rechazaron83. Es posible que parte de
este grupo temiera el rechazo de la Iglesia y no quisiera salir a la luz pública. A día
de hoy, la mayoría de sacerdotes secretos todavía no ha informado de su situación
a la institución eclesiástica correspondiente84.
Respecto de los obispos, el Vaticano distinguió entre aquellos ordenados con su
aprobación de aquellos cuya ordenación se consideraba dudosa. De 17 obispos,
cuatro estaban casados. “De estos cuatro, dos firmaron una declaración renunciando al ejercicio del ministerio episcopal, y de los dos restantes se ocuparon obispos
locales” El problema con la validez de las ordenaciones episcopales residía en que
los obispos habían ordenado a su vez a sacerdotes. Por lo que estos sacerdotes en
caso de ser admitidos en el clero de nuevo deberían de ser re-ordenados de nuevo85. Javorová y otras sacerdotisas no solicitaron la revisión sub conditione. Ella misma
comentó al respecto: “Obedecí el mandato que nos excluye a las mujeres del sacerdocio, sin embargo, un don una vez recibido no es reembolsable y lo que Dios ha
dado no puede ser devuelto. Por lo que seré sacerdotisa hasta mi muerte, aunque
no pueda ejercer públicamente mi ministerio sacerdotal”.
Al clero casado que superó la revisión sub conditione, se le ofreció labor pastoral
como diáconos o como sacerdotes de rito oriental en Eslovaquia. Una parte de
ellos rechazó esta propuesta, incluso habiendo tenido la posibilidad de trabajar en
la práctica como sacerdotes de doble rito mayormente en rito occidental86. Hasta
el momento el Vaticano ha aceptado a 65 sacerdotes clandestinos en la antigua
Checoslovaquia, como comenta el cardenal Dominik Duka: “Queremos tratar con
todos los casos con gran sensibilidad”(…)“Debemos de tener en cuenta que estos
religiosos realizaron enormes servicios a la Iglesia”.
Entrevista con el Arzobispo Vlk, “Ing. Jan Kofroň přijal kněžské svěcení”, 26 de Mayo de 2008. Disponible online: http://www.apha.cz/ing-jan-kofron-prijal-knezske-sveceni/.
83
Liška, “Církev”, p. 189.
84
“Czech hierarchy bars some priests”, 8 de Diciembre 1991. Disponible online: www.nytimes.com/1991/12/08/
world/czech-hierarchy-bars-some-priests.html.
85
Corley, “The Secret”, p. 195
86
Corley, “The Secret”, p. 196
82
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4. Conclusión
La Iglesia Católica tuvo que hacer frente tras el final del comunismo en Checoslovaquia a un problema que requería de gran sensibilidad. La interpretación interesada
de los privilegios pontificios otorgados al clero checo por obispos como Davidek
y sus métodos nada ortodoxos, considerados por algunos como cismáticos, unido
a la falta de comunicación con Roma, supuso la pérdida del control del Vaticano
sobre las actividades de Davidek y su grupo87. El Código de Derecho Canónico de
1983 estaba vigente. Sin embargo, dentro de la Iglesia checa, ya antes del 1983, se
había creado clandestinamente una red de obispos y sacerdotes de dudosa legalidad
que, sin embargo, no tuvieron intención alguna de romper con Roma y cuyo objetivo fue el mantenimiento de la Iglesia Católica dentro de un sistema que quería
destruirla. Por ello se tuvo que tratar el problema con delicadeza y sobre todo con
mucha comprensión. El principal protagonista, Félix Davidek ignoró leyes básicas
del Derecho Canónico en algunas ordenaciones, por lo que resulta lógico que muchas de sus ordenaciones no fueran aceptadas por el Vaticano. Tristemente, estos
sacerdotes y obispos clandestinos que habían luchado por extender la palabra de
Dios poniendo en riesgo por ello sus trabajos y los de sus familiares, no recibieron
reconocimiento alguno. Paradójicamente, el clero que colaboró con el gobierno,
incluido delatores de Pacem in Terris, fue reintegrado dentro de la Iglesia católica
checa en su totalidad. Desde un punto de vista humano resulta injusto, ¿pero que
podía, si no, hacer el Vaticano? En 1990 la Iglesia Católica en la antigua Checoslovaquia necesitaba una reestructuración: el clero era insuficiente88, existía un enfrentamiento entre miembros de la Iglesia que había sido oficial con los de de clandestina, tal vez lo menos indicado hubiera sido iniciar una purga dentro de la oficial. En
la recién estrenada democracia checoslovaca la sociedad hizo un borrón y cuenta
nueva y siguiendo el criterio de Václar Havel no se exigieron responsabilidades a
la antigua clase dirigente ni a sus delatores, la Iglesia hizo lo mismo. El desconcierto y frustración de muchos de los miembros de Koinótés fue evident­e, algunos
Tagliabue, “Czechoslovak Church´s Quandary: Married Priests”, 22 de Noviembre de 1990. Disponible online:
www.nytimes.com/1990/11/22/world/czechoslovak-church-s-quandary-married-priests.html.
88
Entre 1948 y 1968, el clero descendió a la mitad, de los restantes la mitad superaba los 60 años de edad. La
Iglesia católica tuvo que hacer frente a grabes problemas relacionados con la falta de personal en sus parroquias.
Kusá, “Persecution”, p. 7.
87
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145
como Zahradnik, que en 1989 exigió su total admisión como obispo dentro de la
Iglesia, desistieron, y otros como Luzmila Javorova simplemente ni lo intentaron.
Hasta ahora, la Iglesia ha aceptado a alrededor de 65 sacerdotes clandestinos, otros
muchos (entre 100 y 600) o no han sido ratificados o simplemente (la mayoría)
no pidieron serlo. La jerarquía católica suele ser estricta en cuestiones eclesiásticas,
pero parece mostrarse indulgente en esta cuestión y reconocer todo el trabajo del
clero clandestino durante el comunismo. Todavía, a día de hoy, mantiene conversaciones con aquellos que desean re-ordenarse y continuar su labor pastoral.
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5. Bibliografia y referencias
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Anales de la Real Academia de Cultura Valenciana nº 87 (2012)
Julián García del Pozo Jiménez
La pedagogía en la Compañía de Jesús,
ayer y hoy
RECEPCIÓN:16-08-2012
REVISIÓN:23-10-2012
ACEPTACIÓN:10-12-2012
PUBLICACIÓN:30-12-2012
LA PEDAGOGÍA EN LA COMPAÑÍA DE JESÚS,
AYER Y HOY
Resumen:
Se analiza históricamente la labor educativa de la Compañía y los documentos que
la regulan. Se han escogido tres acontecimientos que han dejado huella en dicha
labor: Contrarreforma y Concilio de Trento, expulsiones y disolución de la Compañía en el siglo XVIII y finalmente el Concilio Vaticano II. La hipótesis central de
este artículo es que la Compañía en sus nuevos documentos pedagógicos deja ver
la influencia de corrientes pedagógicas vinculadas con los movimientos liberacionistas
en América Latina, en particular del pedagogo Paulo Freire, aunque sus redactores
entroncan el modelo resultante con la llamada visión ignaciana y con lo más conspicuo
de la obra de San Ignacio: Ejercicios Espirituales. Tal influencia en la pedagogía jesuita
puede responder al giro social que adopta la Compañía en su Congregación General
XXXII, concomitante con el protagonismo que en la llamada teología de la liberación y
corrientes afines tienen los jesuitas tanto individual como colectivamente.
Palabras clave: Compañía de Jesús, pedagogía, liberación, praxis, experiencia, reflexión y acción.
Pedagogy in the Society of Jesus,
Yesterday and Today
Abstract:
We analyze historically the educational work of the Company of Jesus and the governing documents. We have chosen three events that have their mark on this work:
Counter-Reformation and the Council of Trent, expulsion and dissolution of the
Company in the eighteen century and finally the Second Vatican Council. The central hypothesis of this paper is that the Company in its new educational documents
reveals the influences of pedagogical views linked liberationist movements in Latin
America, particularly the educator Paulo Freire, although its authors tie in the resulting model so-called Ignatian vision and most conspicuous of the work of St.
Ignatius Spiritual Exercices. Such influence on Jesuits pedagogy can respond to the
social twist that takes the Company in its General Congregation XXXII, concomitant with the leading role in the so-called liberation theology and related currents
assume the Jesuits both individually and collectively.
Key words: Company of Jesus, pedagogy, liberation, praxis, experience, reflection
and action.
Julián García del Pozo Jiménez / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 149-198
153
Introducción
En 1986 se da la redacción definitiva a Características de la educación de la Compañía de Jesús
por parte de la Comisión Internacional para el Apostolado de la Educación de la
Compañía (ICAJE). Dicho documento tenía por finalidad poner en claro las líneas
maestras de la labor educativa en los colegios y escuelas jesuitas, intentando ser
fiel al carisma inicial de la Compañía (esto es, a la visión espiritual de San Ignacio) en
su aplicación concreta al apostolado de la educación, al tiempo que se pretendía
tener en cuenta los nuevos contextos sociales, culturales, políticos y eclesiales que
resultaban de los profundos cambios que se habían producido durante el siglo XX,
particularmente en su segunda mitad.
Las preguntas que surgen a continuación son: ¿Cuáles son las razones, motivos,
circunstancias que han llevado, después de más de cuatro siglos de labor educativa
de la Compañía de Jesús, a la necesidad de formalizar y aclarar las características de
la educación en los colegios de los jesuitas? ¿Es la insuficiencia de los documentos
que hasta entonces se tenían por inspiradores de la educación jesuítica (Constituciones
y Ratio Studiorum)? ¿Es la complejidad que a lo largo de estos cuatro siglos, y particularmente en el pasado siglo XX, ha ido adquiriendo la Pedagogía y su desarrollo
práctico, en especial de la mano de una nueva disciplina con pretensiones científicas como es la Psicología? ¿Es la lógica consecuencia de un profundo movimiento
renovador presente en toda la realidad eclesial y por tanto también en la Compañía
de Jesús, que fue el Concilio Vaticano II y que no podía dejar de sentirse en su labor
educativa?
Se tratará de dar respuesta a estas preguntas empezando por describir el contexto
en que se produjo la asunción por la recién erigida Compañía de Jesús del apostolado de la educación y la rápida fundación de numerosos colegios. Posteriormente
154
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 149-198 / La pedagogía en la Compañía de Jesús, ayer y hoy
se analizarán los principales trazos pedagógicos que resultan de los documentos
originarios de la Compañía: Ejercicios Espirituales, Constituciones parte IV y Ratio Studiorum.
Se hará un breve repaso histórico de la situación de la Compañía de Jesús a través
de tres acontecimientos que creemos han determinado el devenir pedagógico de
la Compañía, a saber: Reforma protestante y Concilio de Trento, la expulsión de la
Compañía de los reinos borbónicos y su extinción en 1773, y finalmente el Concilio Vaticano II.
Se examinarán los documentos pedagógicos actuales de la Compañía, Características
de la educación de la Compañía de Jesús y Pedagogía Ignaciana. Un planteamiento práctico, y a partir
de dicho examen se tratará de poner en relación las posibles novedades que en ellos
aparezcan con algunas corrientes pedagógicas en boga, particularmente con aquellas que frente a la concepción de la escuela tradicional propugnan una educación
más social y liberadora.
I.- Fundación de los colegios de la Compañía.
La educación no era en principio contemplada específicamente por Ignacio de Loyola y sus compañeros como una actividad propia de la Compañía, y si bien en la
Fórmula que para su aprobación es presentada al Papa Paulo III, entre las finalidades
que se señalaban para la nueva orden que trataba de erigirse figura la propagación de
la fe mediante lecciones públicas…, y concretamente por medio de la instrucción de los niños y de los
ignorantes en el cristianismo1, sin embargo no se estaba pensando en una labor educativa
o escolar propiamente dicha, sino más bien catequética.
Si acaso un tal interés pedagógico podía obedecer en la mente de Ignacio a la necesidad de una adecuada formación en relación con los futuros jesuitas2; él mismo había
experimentado la necesidad de completar su deficiente formación en letras para poder
ayudar a las ánimas3.
Fórmula del Instituto. Por tal se entiende el documento presentado al Papa Paulo III para la aprobación de la Compañía.
2
MESNARD, 1985 p.59.
3
IGNACIO DE LOYOLA (1952), Autobiografía [50], en Obras Completas. (Madrid). B.A.C.
1
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155
En la bula pontificia de Paulo III, Regimini Ecclesiae militantis, por la que se confirma la
erección de la Compañía de Jesús y que es trasunto casi literal de la Formula instituti
que con tal fin se le presentó, se hace alusión a la existencia de seminarios, que se
denominan “colegios”, junto a las ciudades que poseían universidad, a la que acudirían los que en dichas casas o colegios se preparasen para profesar como jesuitas
para completar su formación y obtener los correspondientes grados4. En 1541 y
1542 empieza la fundación de estas casas-colegios para la formación de los futuros
jesuitas: Lisboa, Coímbra, Padua5.
Un motivo para que no se pensase en principio en instituciones educativas propiamente dichas en la Compañía podía obedecer a la disponibilidad absoluta que se
esperaba de sus miembros para acudir allá donde más necesaria fuera su presencia6,
y los colegios podían suponer una cierta atadura. Otro podría ser el peligro que
para la regla de pobreza acarreaban tales instituciones, que precisaban de recursos
permanentes para su sostenimiento7.
Sólo la fuerza de los hechos motivó la pronta asunción de la educación como actividad apostólica de la Compañía. Concretamente la experiencia de Francisco Javier
en un colegio en la isla de Goa (Estos edificios erigidos sobre Cristo procuran muchas victorias
contra los infieles, escribe a Ignacio de Loyola, dando a entender la apertura de tales
edificios para los indígenas en la labor evangelizadora), o la extensión de esta experiencia de apertura de colegios como medio eficaz de respuesta al avance de las
ideas reformadas en Europa8.
El primer colegio mixto en el sentido de abierto a todo tipo de alumnos, no sólo a
los futuros jesuitas, fue instituido en Messina (Sicilia) en 1548, y ese mismo año
se abrió otro en Gandía (Valencia). En 1550 se funda el Colegio Romano, que llegará
a ser el centro radial de todo el amplio sistema de colegios de la Compañía, no
solo en cuanto en él se constituirá una suerte de primera Escuela Normal, para la
formación de los jesuitas como futuros profesores en los colegios, sino sobre todo
6
7
8
4
5
MESNARD, 1985, p59.
Ibídem, pp. 143 y ss.
ICAJE, 1986, [184].
LACOUTURE, 2006, pág. 118.
ICAJE, 1986, [185].
156
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porque será en él donde se centralicen las experiencias de los distintos colegios para
ser sometidas a una confrontación fecunda9.
Según Características [185] es también novedoso el que por primera vez la Iglesia extendiera su labor educativa más allá de la Filosofía y la Teología, y se centrara en las
Humanidades y en la fundación de una educación secundaria en sí misma considerada, sin entenderla necesariamente como paso previo a los estudios superiores.
El extraordinario desarrollo que aun en vida de Ignacio alcanzaron los colegios de
la Compañía, por la mera fuerza de los hechos y de la vocación apostólica de sus
miembros y sin que ello fuera de resultas de un plan de acción premeditado trajo
consigo una de las características que se ha reconocido a la pedagogía ignaciana:
responder a una puesta en común de las experiencias educativas en los distintos
colegios (este fue el proceso a través del cual se elaboró la Ratio Studiorum), que permitiera formular una suerte de reglas generales que garantizaran la unidad y el espíritu común entre los diferentes colegios, pero al mismo tiempo respetar ese otro
principio, característico de la Compañía, la accomodatio o adaptación a las específicas
circunstancias y necesidades del lugar, tiempo y personas.
II.- La pedagogía jesuita en sus documentos originarios (Ejercicios Espirituales,
Constituciones (IV)10, Ratio Studiorum):
1- Ejercicios Espirituales.
Los Ejercicios Espirituales (1523, aunque su texto definitivo data de 1534) constituye
a juicio de los autores un documento donde de alguna manera ya se esboza una
suerte de pensamiento pedagógico en Ignacio de Loyola11. Es en la mutua relación
entre el que da los ejercicios y el ejercitante donde se puede rastrear cierto paralelismo con la relación pedagógica docente /discente, respondiendo en última
MESNARD, 1985 pág. 61.
Se trata de la parte cuarta de las Constituciones.
11
“A primera vista parece extraño que un libro de ascetismo sea a la vez un libro de pedagogía […] Antes de enseñar, el profesor jesuita ha
adquirido durante su primera formación unos hábitos que le inclinan a seguir en todas las cosas un método espiritual […] ¿Se podrá creer
que el día que se encargue a su vez de la educación de otros, deje de ver ante todo en sus alumnos unas almas que formar?”. CHARMOT,
1952 pág. 100.
9
10
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instancia a la que se da entre Cristo, maestro bueno y en el fondo único (Mt. 23-8) y
sus discípulos.
Quedaría fuera del propósito de este trabajo el tratar con más detenimiento este
extraordinario instrumento de piedad que Ignacio de Loyola elaboró en pleno proceso de conversión, pero sí conviene hacer algunas alusiones a las Anotaciones que
preceden a los Ejercicios12 propiamente dichos, en las que se dan algunos consejos
que dejan traslucir una sabia práctica pedagógica. Son, sobre todo, directrices para
el director de los ejercicios, aunque también las hay para el que los sigue o ejercitante.
Entre las más atinentes al tema se podrían citar las siguientes:
–La 2.ª Anotación relativa a la conveniencia de que el director de los ejercicios
no desentrañe ni relate o describa en su mínimo detalle el contenido de la
meditación para que sea el ejercitante quien por sus propio discurso y entendimiento pueda llegar al fin propuesto, porque “no el mucho saber harta y satisface
al ánima, mas el sentir y gustar de las cosas internamente” (necesidad de participación
activa del alumno o principio de actividad en su proceso de aprendizaje13).
–3.ª que pone de manifiesto cómo en los ejercicios se implican en el ejercitante
tanto el entendimiento discurriendo como la voluntad affectando.
–4.ª y 18.ª que aconsejan adaptar la duración y contenido de los ejercicios a las
aptitudes y condiciones de los ejercitantes para llegar a los fines que se persiguen durante cada una de las semanas, pues dado que unos sean más diligentes que
otros […] requiérese algunas veces acortar la semana y otras alargarla (anotación 4ª); y según
edad, letras o ingenio se han de aplicar los tales ejercicios; porque no se den a quien es rudo o de poca
complisión cosas que no pueda descansadamente llevar, y aprovecharse con ellas (anotación 18ª)
(principio pedagógico de adaptación o Accomodatio).
LOYOLA, 1952, pág. 154 y ss.
La referencia a distintos principios pedagógicos modernos está inspirada en el esquema sobre principios y métodos
que aparece en: CAPITÁN DÍAZ, Historia del pensamiento pedagógico en Europa (Vol. I), 1984, pág. 436.
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–6.ª y 7.ª parecen hacer referencia a la necesidad por parte del director de evaluar el progreso del ejercitante indagando las causas que puedan impedirlo, y
tratar de motivarle dándole ánimo y fuerzas para adelante (principio de motivación).
–9.ª y 11.ª aconsejan ir asentado los ejercicios de cada semana sin tratar de
avanzar o adelantar los siguientes, mientras no se hayan conseguido los objetivos de la semana en curso (característica de la corriente psico-pedagógica
constructivista).
–13.ª aludiría a la necesidad de que el ejercitante trabaje o dedique a las meditaciones el tiempo preciso y tasado, esté su ánimo predispuesto o no. Lo cual
desde el punto de vista educativo parece conducir al consejo de la necesidad
de crear hábitos regulares en el estudio y trabajo (principio de la autoeducación
y del esfuerzo).
2.- Constituciones (IV).
Si los Ejercicios Espirituales constituyen un código encriptado de pedagogía las Constituciones, cuya redacción definitiva datan de 1558, dos años después de la muerte de
S. Ignacio, encarnan o dan contenido, particularmente en su Cuarta Parte (IV), a los
principios que encierran aquellos en normas precisas acerca del instruir en letras y en
otros medios de ayudar a los próximos los que se retienen en la Compañía14.
Como se ha visto más arriba, la asunción definitiva de la enseñanza como misión
apostólica por la Compañía vino dada por la fuerza de los hechos15; es precisamente
en Constituciones (IV) donde se da carta de naturaleza definitiva a la labor pedagógica
en colegios y Universidades propios al indicar, después de reiterar al principio de
dicha parte IV el fin último (scopo) de la Compañía16, que Para esto [procurar el edificio de
letras y modo de usar dellas] abraza la Conpañía los Colegios y también algunas Universidades.
Este es el encabezado de Constituciones (IV), p.440 de la edición de las Obras Completas de S.Ignacio que manejamos.
MESNARD, 1985 pág.60.
16
“…ayudar las ánimas suyas y de sus próximos a conseguir el último fin para que fueron criadas”. LOYOLA, 1952, Constituciones
(IV),[307].
14
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Dejando de lado las normas que en dicha parte cuarta se refieren a temas ajenos a
la pedagogía propiamente dicha (memoria de los fundadores y bienhechores, medios materiales como rentas, obligaciones, curas de ánimas…), se puede hacer un repaso de
las normas pedagógicas más relevantes.
El ingreso en el colegio de los scolares, que no tienen intención de profesar ni ponerse a prueba para ello, se recomienda sea a la edad de entre catorce y veintitrés
años si no fuesen personas que tienen principio de letras, pero se ha de tener gran miramiento
a la hora de admitirlos, debiendo hacerse gran discernimiento de los mismos, en
prevención seguramente de una posible influencia adversa sobre los escolares propios
que han hecho votos o se encuentran en prueba para hacerlos.
De modo muy genérico se alude a la necesidad de una vida de los colegiales ordenada y equilibrada en todos los órdenes: en lo que atañe al cuidado del cuerpo (que
duerman tiempo suficiente) como al estudio para que así puedan durar en ellos, e incluso de
forma sorprendente se sugiere también moderación en lo que a las cosas espirituales
concierne (mortificaciones, oraciones y meditaciones largas), pues se entiende que
el tiempo que en el estudio de las letras se emplea con recta intención de servicio
a Dios será no menos, antes más grato a Dios, aún cuando, como suele ser lo normal para
que sea provechoso, requiera entregarse el hombre entero a dicho estudio durante el
tiempo del mismo17.
Se señala a continuación un programa o plan de estudios que comprende diversas
facultades: las Letras de Humanidad, la Filosofía y finalmente la Teología. Esto con
carácter universal, si bien cada Rector, encargado principal del Colegio, podrá determinar en qué parte del curriculum convenga insistir más, así como hasta dónde
haya de llegarse en ellas atendiendo al fin de la Compañía, atentas las circunstancias de
tiempos y lugares y personas18. También corresponde al rector determinar cuándo se ha
de pasar de una facultad a otra. Con carácter universal se determinará por la Compañía
los autores que hayan de estudiarse y los que no, atendiendo a que su doctrina sea
Ibídem, [339 y 340]. A propósito de esta última indicación de que durante el tiempo de estudio el escolar se
entregue a él entero, conviene recordar cómo en su Autobiografía el propio Ignacio recuerda la dificultad de avanzar
en los estudios de gramática “pues cuando comenzaba a decorar,…, le venían nuevas inteligencias de cosas espirituales y nuevos gustos;
y esto con tanta manera, que no podía decorar, ni por mucho que repugnase las podía echar”. LOYOLA, 1952, Autobiografía pág. 64.
18
Constituciones (IV),[351].
17
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las más segura y aprobbada, descartándose en el estudio de Humanidades la parte de
los libros étnicos (léase paganos o no cristianos) que sea deshonesta, y aún tratándose de
libros cristianos aunque fuesen buenos en doctrina si el autor fuese malo19.
El plan de estudios, que se detallará en la Ratio studiorum de 1599 y que aparece esbozado en esta parte de las Constituciones, pone de manifiesto que, aunque la facultad
o materia última de los estudios era la Teología y la Scritura sacra, era conveniente
asentar bien los conocimientos, por lo que no se debía pasar al estudio de las Artes
(Filosofía) antes de estar bien asentado el latín (Humanidades), ni pasar a la teología antes de que oigan las Artes20.
En Constituciones parece contemplarse con cierto recelo el estudio de las lenguas (se
entiende del griego y del hebreo en que está escrita o traducida la Scriptura), pues
queda a discreción del Superior el permitir su estudio antes o al tiempo del de la
Sagrada Escritura según la variedad y disposición de los colegiales, pero para ello se
procurará que sea graduado o avezado en teología sabiendo las determinaciones de los Doctores santos y de la Iglesia […] para que el estudio de las lenguas aproveche y no dañe; prevenciones
que lógicamente no se tienen para con el latín. En cualquier caso, si se permite el
estudio de las lenguas dichas lo ha de ser con el claro propósito de defender la traducción
que tiene aprobada la Iglesia, clara alusión a la polémica doctrina reformada de la libre
interpretación de la Biblia y su traducción a las lenguas vernáculas de la Europa
reformada. En la parte dedicada a las Universidades de la Compañía no se pone ya
obstáculo alguno al aprendizaje de las lenguas (latina, griega y hebrea), y aún se
admiten otras (caldea, arábiga e indiana) cuando el ministerio de ayudar al prójimo
y servir a Dios lo hagan necesario o útil21.
Un lugar destacado ocupa en la parte de las Constituciones dedicada a los colegios
el tema de los exercicios scolásticos ya sean repeticiones o disputaciones, en donde se pone de
manifiesto algunos de los principios pedagógicos característicos de la Compañía,
En nota al pie de página de Constituciones (IV), Obras Completas, p.453, se hace alusión a que, según García-Villoslada, R. (1941): Manual de Historia de la Compañía de Jesús, Madrid, Aldecoa, pág. 35., el autor que tenía en mente San
Ignacio al hacer esa apreciación era Erasmo de Rotterdam, cuyo influjo pudo sentir durante su estancia en la
Universidad de Alcalá, de gran predicamento entre los humanistas, pero poco seguro en materias dogmáticas.
20
LOYOLA, 1952 Constituciones (IV), [366].
21
Ibídem, [447].
19
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cual son el de actividad y el de motivación, lográndose esta por medio de certámenes, premios, honores… Se trata de que todos los estudiantes participen de una u
otra forma en su propio proceso de aprendizaje y pongan en práctica lo aprendido
como ejercicio memorístico o como medio de resolver dificultades, para lo que se
señala algún tiempo cada día a fin de que se exerciten los ingenios y se aclaren las cosas difíciles.
A los humanistas se les prescribe que hablen en latín comúnmente22.
3.- Ratio Studiorum.
La Ratio Studiorum, fórmula abreviada de Ratio atque Institutio Studiorum Societatis Iesu, cuya
redacción definitiva data de 1599, constituye el primer plan de estudios para la
educación secundaria (aunque se extiende también a la enseñanza superior de las
facultades de Artes y de Teología) elaborado con esa específica finalidad de servir de marco
normativo a la educación que había de desarrollarse en los colegios de los jesuitas23.
Ya se ha indicado en este mismo trabajo que la Ratio no es una elaboración puramente teórica, a modo de sistema deductivo a partir de unos principios generales,
sino que es fruto de la práctica educativa en los diferentes colegios de la Compañía:
se parte de la experiencia ya acumulada (p. ej. reglas del Colegio Romano durante
la regencia del P. Ledesma), se abstraen por una comisión ad hoc los principios y
normas metodológicas que se consideran pertinentes según el espíritu de la Compañía, y a continuación se vuelven a someter a su ensayo o prueba en los colegios
de las distintas provincias para que durante tres años se observaran estrictamente24.
Se distribuye en treinta y un apartados o capítulos, que van regulando el plan de
estudios o curriculum completo de la enseñanza de los jesuitas (secundaria y universitaria en términos actuales) bajo la rúbrica de Reglas del Profesor de…(añádase la
facultad de que se trate: Teología Escolástica, Lengua Hebrea, Filosofía Moral, Humanidades, Gramática superior, media,… etc.), donde se detallan objetivos (el grado de
Ibídem,[378 a 380].
Charmot señala que se adelantó en un cuarto de siglo al “Método” de los Oratonianos, y en un siglo al Tratado de
Estudios Monásticos (1691) de Mabillon para uso de los Benedictinos. CHARMOT, 1952 pág. 394.
24
CAPITÁN DIAZ, 1984 págs. 440-441.
22
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esta clase[de Retórica][…]dispone a la perfecta elocuencia), contenidos (Se puede decir en general que
consta de tres partes principales: los preceptos del hablar, el estilo y la erudición), métodos de trabajo
y división del tiempo de enseñanza (A primera hora de la mañana ejercítese la memoria; las
composiciones recogidas[…]corríjalas el maestro; mande entre tanto[…]varios ejercicios), criterios
de evaluación (Al corregir la composición indíquese lo que haya faltado en el artificio oratorio, en la
elegancia, en el cultivo de la palabra, en el unir las sentencias), actividades o ejercicios (Los ejercicios de los discípulos, mientras el maestro corrige serán por ejemplo: imitar algún pasaje de un poeta u
orador, hacer una descripción[…],variar una frase de distintas maneras, traducir al griego una frase latina
o viceversa)25.
No sólo contiene la Ratio las reglas prácticas a las que cada profesor, según su facultad y curso o grado, ha de atenerse, sino también las de los distintos responsables de los colegios (provincial, rector, prefecto de estudios…), estableciéndose una clara
jerarquía, muy en consonancia con la estructura jerárquica de la Compañía y su
característico cuarto voto, que se traduce en la dupla autoridad/obediencia como uno
de sus principio pedagógicos más reconocidos. Lógicamente dicho principio dual
debe, para ser eficaz, estar basado en un espíritu de disciplina, garantizado por la
motivación religiosa en el caso de los colegiales jesuitas, mientras que los alumnos
externos requieren de otras motivaciones, cuando no atienden a sus deberes de hijos/
discípulos. No obstante, se suele decir por los autores que los castigos físicos son
más bien excepcionales, y que en todo caso se evita que se identifique al maestro
o profesor con su aplicación, por lo que se instituye la figura del corrector, que no sea
de la Compañía26.
Otro principio que trasluce la Ratio es el de necesaria adaptación a las circunstancias
de lugar, tiempo y sobre todo persona; de ahí la proliferación de ratios u ordines en
tanto no se cuente con una que sepa integrar lo común y universal de todas ellas. Sin
embargo, donde más se aprecia la virtualidad de tal principio de accomodatio es en
relación con las características particulares de los alumnos, evitando por ejemplo
que se mezclen en una misma clase grados diferentes. Ello exige en primer lugar
una observación, conocimiento y análisis de la personalidad de cada uno de los
discípulos, particularmente tratándose de la educación de las dimensiones afectiva
Ratio, 1599, Reglas del Profesor de Retórica.
MESNARD, 1985 págs. 68-69 y Ratio, 1599. Reglas del Prefecto de los Estudios Inferiores.
25
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y espiritual de los colegiales. Un medio, que acabará por convertirse en práctica
usual, para dar cumplimiento a dicho principio es el de que los maestros acompañen, al menos durante el primer ciclo (Letras Humanas), a los alumnos en su paso
de un grado a otro, lo cual por otra parte repercutirá en una suerte de formación
continua del profesor27.
Precisamente un medio que permite al profesor el mejor conocimiento de la persona de los alumnos, es la aplicación metódica del llamado principio de actividad, que
se encuentra regulado de forma muy concienzuda en la Ratio respecto de cada uno
de los niveles educativos (Letras, Filosofía y Teología) y dentro de ellos en cada
uno de sus grados o cursos. A través de diversos tipos de ejercicios (certámenes o
disputationes, composiciones, pruebas escritas, pruebas orales…) puede el maestro
apreciar las aptitudes y actitudes de los alumnos y recibir otros muchos datos del alumno, los
que, aunque son importantes, no afloran con facilidad en la vida normal del aula28. Pero el fin primordial de los ejercicios tal y como aparecen configurados en la Ratio es sobre todo el
de facilitar el aprendizaje por parte de los alumnos, hacer de estos los protagonistas
activos de aquel. Según algún destacado comentarista de la pedagogía de la Compañía este principio conlleva entender de una forma particular la relación entre el
docente y el discípulo, en la que el primero es guía, orientador y estimulador , y
el segundo es quien debe asumir la responsabilidad del aprendizaje, y lo hace a
través de un continuo repetir y poner en práctica lo aprendido29. Así por ejemplo
en Reglas del profesor de retórica se recomienda para la formación de los jesuitas que ya
en casa cultiven la memoria, aprendiendo algo cada día, y leer mucho y atentamente. La sabia combinación de repetición y disputa o argumentación en los ejercicios evita el riego de
un aprendizaje memorístico estéril. Por ello se intentaba hacer aplicación práctica
de lo aprendido, y los ejercicios orales o escritos, individuales o en grupo cumplían
este papel30.
MESNARD, 1985 págs. pp.68-69.
CAPITÁN DÍAZ, 1991 pág. p.361.
29
LABRADOR, 2002 pág. 32.
30
“Las verdades e ideas interesaban sobre todo en función de su aplicabilidad real. Se busca la integración del pensar con el saber hacer, que se
demuestra en el saber hablar y en el saber escribir. Esta línea pedagógica buscaba preparar al alumno para la acción y la práctica de la vida…”.
Ibídem, pág. 33.
27
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El ejercicio, en sus diversas modalidades, se practica no solo para asentar los contenidos sino también para adquirir los correspondientes hábitos de estudio, orden
y disciplina, por eso se regulan con tal minuciosidad y se prescriben los tiempos y
días en que deben realizarse cada uno de ellos31. La variedad de actividades didácticas a lo largo del día mantiene por otra parte el preciso grado de atención, requerido para el aprendizaje por parte del alumno pues con nada se debilita tanto la aplicación de
los adolescentes, como con la monotonía.
III.- Tres acontecimientos históricos condicionantes de la labor educativa de la
Compañía de Jesús.
Para entender la labor educativa de la Compañía de Jesús hay que hacer referencia,
ya desde sus mismos inicios y también en nuestros días, a los acontecimientos históricos que la contextualizan y condicionan. Así entre todos ellos se han destacado
los siguientes: la Reforma protestante y Trento, el enciclopedismo y la Ilustración y
finalmente el Concilio Vaticano II.
1.- La Reforma protestante y Trento.
Pese a su relevancia en la llamada Contrarreforma católica no parece que la Compañía, según la intención primera de San Ignacio, respondiese a un intento de
contrarrestar el movimiento reformado que se extendía por buena parte del Imperio y aún por Francia. En 1534, Ignacio de Loyola junto con sus compañeros (entre
otros Francisco Javier, Diego Laínez, Pierre Lefreve) hacen voto de consagrarse a la
salvación de las almas de los infieles musulmanes32. La imposibilidad de alcanzar
Tierra Santa por la guerra entre Venecia y el Imperio Otomano hace que decidan
someterse al parecer del pontífice romano sobre aquello que más convenía a la cristiandad33.
Es esta solución posibilista frente al suicidio que suponían sus planes de misión entre
“La distribución del tiempo –que consta de dos horas al menos por la mañana y otras tantas por la tarde…– deberá ser siempre la misma,
para que se sepa con seguridad qué horas están ocupadas y en qué ejercicios”. GIL CORIA, 2002 pág.331.
32
Los votos pronunciados en París el 15 de agosto de 1534 eran “ pobreza, castidad e ir peregrinando a Jerusalem y emplearse
en la conversión de las almas”
33
LACOUTURE, 2006, pág. 110.
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los musulmanes la que llevará a los compañeros a asumir lo que se convirtió en
enseña de la Compañía de Jesús: su famoso cuarto voto de obediencia al Papa, que
al poco tiempo convirtió a los jesuitas en uno de los más importantes instrumentos
de Roma contra los reformados, haciendo proféticas las palabras de Paulo III en
1541 de ver el dedo de Dios en las Constituciones que se le presentaron para la erección
de la Compañía.
Dejando a un lado la destacada intervención que desde sus inicios tuvieron los jesuitas Diego Laínez y Alfonso Salmerón en el Concilio de Trento como acreditados
teólogos de la Santa Sede, la tarea de los jesuitas frente a la reforma protestante se
desenvolvió principalmente en el ámbito educativo, mediante la fundación de numerosos colegios allí donde había peligro de contagio.
El peligro, según Mesnard, se encontraba sobre todo en el Mediodía y Este de
Francia, donde se había difundido la transformación de escuelas municipales en
colegios de educación secundaria, pensionados donde se imparte una educación cada
vez más completa, al modo del colegio de Santa Bárbara en París, que por cierto
frecuentó San Ignacio durante su estancia en dicha ciudad34. En estos nuevos colegios del mediodía francés los profesores se reclutaban en un proletariado de humanistas
nómadas seducido en la mayoría de los casos por las novedades luteranas, por lo que
los colegios se convirtieron en focos protestantes35: Angulema, Lyon, Dijon, Burdeos, Alenzón…De ahí que buena parte de los hugonotes procedieran del mediodía francés. No obstante tras las guerras francesas de religión pasaron tales colegios
a manos de los jesuitas, gracias a la labor educativa y misionera que ejercieron en
dicha región36.
Sin embargo, la difusión e influjo en Francia de los colegios de la Compañía fue más
tardía que en el Imperio debido a las disputas políticas entre Carlos V y Francisco I,
MESNARD, 1985 págs. 56-57.
Según destacados historiadores esta profusión de núcleos protestantes en la Aquitania y el Languedoc se debió
a la presencia en esas zonas en la Baja Edad Media de herejías como la valdense.
36
En la recuperación para el catolicismo de esta región francesa los jesuitas desplegaron una actividad que iba
mucho más allá de la mera labor educativa, y que respondía más al primer designio de su fundador. El historiador de la Compañía, García-Villoslada, habla de mucha enseñanza del catecismo y mucha caridad con los pobres […] llegando
en ocasiones al heroísmo al asistir a los contagiados de peste que hacía estragos en la región.
34
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pero sobre todo a la animadversión de la Universidad, del Parlamento y del Obispo
de París que se negaban a dar licencia a la Compañía para ejercer su ministerio37.
En el fondo tales suspicacias y recelos en territorio francés se debían al tradicional
galicanismo y temor de ver acrecentado el poder del Pontífice. Las primeras fundaciones de colegios de la Compañía en Francia tuvieron lugar en Billom (1556) y
en Mauriac (1560), en el bastión frente a los hugonotes que en Francia supuso en
un primer momento el Macizo Central gracias sobre todo al Obispo de Clermont.
Precisamente en honor de su fundador, Guillermo du Prat, Obispo de esa ciudad
de Auvernia, se llamó Colegio de Clermont al erigido en París en 1564, y en el que
alcanzaron enorme prestigio como profesores entre los teólogos y humanistas de
la época los jesuitas Maldonado y Mariana. El enorme éxito de este colegio parisino
suscitó de nuevo el recelo contra los jesuitas del Parlamento (celoso de su autonomía frente al poder romano), de la Universidad (celosa esta de su monopolio
de enseñanza) y finalmente de los sectores calvinistas que prácticamente dominaban el ambiente universitario. Frente a los intentos de todos estos enemigos de la
Compañía el colegio pudo continuar su actividad gracias al interés de Pio IV y sus
gestiones en defensa de los jesuitas ante el rey Carlos IX, la reina madre Catalina
de Médicis y los cardenales de Borbón y de Lorena todos los cuales mostraban favor a la
Compañía, porque veían en ella un valladar contra los novadores38.
Pero el verdadero campo de batalla para la labor educativa de la Compañía frente a
la Reforma se produce en Alemania, hasta el punto que junto al Colegio Romano,
verdadera Escuela Normal de la Compañía y embrión de la futura Universidad Gregoriana, se fundó en Roma por la Compañía, a propuesta del legado pontificio en
Alemania, cardenal Morone el Colegio o Seminario Germánico (1552), centro de
formación para jóvenes alemanes de nación y de lengua, pues comunica Ignacio en carta al P.
Le Jay que el único medio de mantener la religión en los países de Europa Central
y de lengua alemana donde había triunfado la Reforma era enviar a estos lugares al mayor
número posible de hombres altamente versados en la fe y de espíritu firme, que con las armas de la
elocuencia, de la ciencia teológica y de la voluntad firme y sanas costumbres, cualidades de que ha de estar revestido un buen jesuita, puedan romper el velo de la ignorancia
y de los vicios que cubre los ojos de sus compatriotas y disponerles así a que vean la luz de la verdadera
GARCÍA-VILLOSLADA, 1954, pág.106.
Ibídem, pág. 194.
37
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fe católica. Lógicamente de la formación de estos futuros clérigos se ocuparían un
equipo de doctos maestros de la Compañía y de origen alemán o limítrofe39.
La importancia de este seminario alemán en Roma trascendió la tarea de reconquista
católica de Centroeuropa, para convertirse en referente o modelo de la institución
de los seminarios para la formación del clero secular que se reguló en Trento, cap.
XVIII del decreto de reforma de la sesión XXIII, cuyas disposiciones al respecto
guardan por esa misma razón una cierta familiaridad con la parte IV de Constituciones40. Así pues no es aventurado señalar que a través del Colegio Germánico, regentado por la Compañía, el sistema educativo de ésta haya dejado su impronta en la
organización y funcionamiento de los seminarios diocesanos.
2.- El enciclopedismo y la Ilustración. Expulsión y disolución de la compañía
en el s. XVIII.
El protagonismo apenas buscado que en la Reforma católica había correspondido a
la Compañía de Jesús en sus diversos ámbitos (en las cuestiones dogmáticas que se
debatieron y decidieron en las sesiones del Concilio de Trento, en el ámbito de la
enseñanza con su incansable fundación de colegios, en su labor apostólica y misionera en las viejas y también en las nuevas tierras…) hizo de ella el principal instrumento de la Santa Sede, y su prestigio creciente iba no obstante concitando a la par
una serie de enemistades. Así la apertura en sus colegios de cátedras de Filosofía y
de Teología suscita la animadversión de las Universidades, particularmente la de Salamanca (cuyo claustro como es sabido estaba formado por numerosos dominicos,
cuya relación con los jesuitas no era del todo buena, ya desde el famoso incidente
entre el P. Laínez y el dominico Melchor Cano), que ven peligrar así su monopolio.
Otro foco de persecución para la Compañía procede del jansenismo por la sospecha
FLICHE-MARTIN, 1976, t. XIX, pp. 159 y ss.
Así por ejemplo en el decreto se hace alusión a que los alumnos serán instruidos en la gramática, el canto y en
todas las demás artes liberales o humanidades, sin hacer mención de Trivium y Quadrivium, que era la base de la
formación escolástica hasta entonces. Lo cual significaba que la Iglesia acogía como signo de los tiempos lo que
ya se había impuesto de hecho: la formación humanista, que no podía faltar a cualquier hombre culto. Junto a
esta formación humanística y por supuesto a la eclesiástica (Sagrada Escritura, libros eclesiásticos…) se hacía
alusión a la formación religiosa y moral de los seminaristas. Ibídem, pp. 241-242.
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de los seguidores del obispo de Ypres, Cornelio Jansenio, de que la condena por
la bula Unigenitus de 1713 de alguna de las proposiciones de este obispo en su obra
Augustinus había sido inspirada por los jesuitas41.
Precisamente uno de los títulos con los que han pasado a la historia los enemigos
de la Compañía de Jesús es el de jansenistas. Si bien como nos explica el insigne
polígrafo santanderino D. Marcelino Menéndez Pelayo en su Historia de los heterodoxos
españoles, bajo tal apelativo lejos de encontrar partidarios de la doctrina de Jansenio
relativa a la gracia y la predestinación (muy próxima a posiciones luteranas) lo
normal es encontrar sujetos que, lejos de disputas teológicas tales, se ocupan de
cánones relativos a la jurisdicción de los obispos, concilios y poder regios frente
a la autoridad pontifical42. Y añade que el jansenismo de algunos más bien debiera
llamarse hispanismo, en el mal sentido en que decimos galicanismo.
En el fondo de toda esta enemistad hacia la Compañía subyace, ya en el siglo XVIII,
el espíritu del llamado Siglo de las Luces, cuyo objetivo último es la misma Iglesia católica que representa para dicho espíritu ilustrado la oscuridad de la razón y la sumisión del hombre a una permanente minoría de edad. De ahí que los enciclopedistas e
ilustrados, al no poder o no considerar prudente atacar de frente a la Iglesia católica
y a su cabeza, se dirigen contra uno de sus valladares como lo es la Compañía de
Jesús, y en dicha lucha no dudan en aliarse con cualquiera que tenga querellas con
la misma, aún tratándose de otros miembros de la Iglesia. Como bien reconocerá
uno de los enciclopedistas, D’Alembert, el jansenismo y los magistrados no han sido más que
los procuradores de la filosofía, por quien verdaderamente han sido sentenciados los jesuitas, para a continuación anunciar que este triunfo contra la falange macedónica facilitará a la razón la
destrucción de las demás órdenes y ello sin necesidad de emplear violencia, sino
por puro agotamiento y consunción, de donde se desprende el papel activo y de
guardia de corps que en el imaginario, ya no del simple pueblo llano, sino de estas
elites ilustradas, tenían los hijos de San Ignacio en el seno de la Iglesia católica43.
Curiosamente, como sugiere Lacouture, el laxismo que los jansenistas y particularmente Blaise Pascal achacaron
al casuismo jesuita se transforma, a raíz de la bula Unigenitus y su cortejo de represiones para con los jansenistas que no
renegaban, en la acusación de rigoristas que les llevaría a su perdición. LACOUTURE, 2006, pág. 540.
42
Con su típica sorna D. Marcelino no obstante concede que tal apelativo de jansenistas no les iba mal por “la afectación
de nimia austeridad y de celo por la pureza de la antigua disciplina…,en el odio mal disimulado a la soberanía pontificia…y finalmente en
el aborrecimiento a la Compañía de Jesús”. MENÉNDEZ PELAYO, 1998 págs. 73-74.
43
Ibídem, pág. 108
41
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Y es que, pese a la aparición en estos dos siglos que ahora estamos considerando
de otros institutos religiosos y órdenes dedicadas a la educación44, la mayor parte
de la educación, sobre todo la secundaria, se encontraba en manos de los jesuitas
y en sus numerosos colegios se formaban los hijos de las clases dirigentes y las
futuras elites de todo orden (el teatro inmortal del XVII tanto en Francia como en
España es obra de alumnos de los colegios de jesuitas: Lope de Vega y Calderón,
Corneille y Molière), algo que por cierto ha dado lugar con mayor o menor razón
a la acusación de elitismo en su labor educativa, y del que la misma Compañía se
ha auto-inculpado en las últimas décadas del siglo XX45.
Esa labor educativa de la Compañía era la que suscitaba los ataques de los enciclopedistas, pues si se quería alumbrar un hombre nuevo, libre del prejuicio irracional
de la religión era preciso empezar a iluminarlos desde las primeras letras. En esto
los enciclopedistas vienen a coincidir extrañamente con los propios jesuitas, pues
basta recordar la máxima del P. Bonifacio ya en el siglo XVI: la educación de los niños es
la renovación del mundo. En el fondo pues de la persecución y finalmente extinción de la
Compañía en el siglo XVIII subyace el enciclopedismo y el iluminismo volteriano
deísta cuando no directamente ateo, por más que en los diferentes países (Portugal,
Francia, España y Parma) se haya querido disfrazar el motivo de la expulsión apelando a intentos de regicidio (como en el caso portugués) o a la supuesta promoción por jesuitas de ridículos motines (España) o la responsabilidad económica de toda
De entre ellas merece destacarse la orden de clérigos regulares de las Escuelas Pías, conocidos como Escolapios
o Piaristas, y que fue fundada por San José de Calasanz , dando a dicho instituto su específico apostolado educativo popular, por el que se pretendía la liberación del hombre de las lacras sociales que lo atenazan. También cabe
citar a los oratorianos cuyo instituto fue fundado por el padre Berulle (1575-1629); la educación que impartían
obedeció asímismo a una Ratio (Ratio Studiorum a magistris et proffesoribus congregationis Oratorii Domini Jesu observanda) y
era de corte más realista y moderno, con inspiración racionalista de corte cartesiano, queriendo diferenciarse
de cierto misticismo que pretendían descubrir en los jesuitas. CAPITÁN DIAZ, 1984 págs. 451-452.
45
A propósito del real o supuesto elitismo en la labor educativa de la Compañía, el documento elaborado por la
Provincia de Castilla de la Compañía de Jesús relativo a la fundación de colegios y del que se hace mención en
Bibliografía, señala que fue por la falta de bienhechores que dotaran los colegios por lo que se estableció la
necesidad de pensionar por parte de los alumnos, y aquí estaría la causa del riesgo de elitismo, pues solo las clases
pudientes y por tanto inclinadas al conservadurismo podían acudir a dichos colegios (aunque se reconoce también
la existencia de escuelas para pobres con subvenciones de fundaciones o administraciones). No obstante también
podría interpretarse el elitismo del que se acusa a los colegios de la Compañía a partir del siglo XIX por el hecho
de que precisamente las elites europeas eran las más afectadas por el espíritu de la Ilustración y del liberalismo,
de suerte que la opción por las elites como población colegial característica en los colegios jesuitas obedecería
en última instancia al famoso magis o mayor servicio a Dios, todo lo cual contrasta paradójicamente con la opción
preferencial por los pobres de que ha hecho gala la Compañía a partir de la CG XXXII.
44
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Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 149-198 / La pedagogía en la Compañía de Jesús, ayer y hoy
la Compañía por los manejos de alguno de sus miembros (asunto del P. Lavalette
en Francia).46
La consecuencia de la expulsión de la Compañía en los diferentes países por sus
gobernantes despóticos y volterianos, y de su extinción como orden de regulares
por el breve papal Dominus et redemptor noster de 21 de julio de 1773, aparte del inmenso
latrocinio47 de sus bienes, fue dar el primer paso en el proceso de secularización de
la enseñanza y de la progresiva asunción por parte del Estado de esta tarea socializadora que hasta entonces había estado principalmente en manos de la Iglesia, al
menos en la Europa católica.
El insigne escritor santanderino (de cuyo fallecimiento se cumple precisamente
este mayo su centenario), en la obra citada, comentando el propósito de los autores
de la expulsión de los jesuitas de España, dice que consistía en acabar con la independencia de las viejas universidades y centralizar la enseñanza, y que para ello entre otras medidas
se sometieron tales centros a inspección de censores regios, cargos que por lo general
eran desempeñados por fiscales de audiencias y chancillerías, llegándose al extremo
de requerir el control y aprobación previa de todas las conclusiones que habían de defenderse
(entiéndase en las disputas dialécticas según el modo de proceder escolástico).
Por su parte el historiador de la Compañía, P. García Villoslada, se refiere al descenso y degradación que sufrieron en nuestra patria la educación y la moral cristiana, por el
cierre de 112 colegios en España y 120 en América […], y por la simultánea inundación de las obras
Lacouture sugiere que tal vez la razón de la persecución de la Compañía por parte de los ilustrados no responda
tanto a la filosofía como a la constitución, en todas partes, del Estado nacional moderno y autoritario alérgico a
todo tipo de empresa transnacional que atentare contra sus intereses directos; e incluso afirma inquietantemente que los jesuitas
del tiempo de la Enciclopedia son portadores de un mensaje mucho más próximo al de los “filósofos” que el
de sus adversarios más encarnizados, los jansenistas. LACOUTURE, 2006, pág. 532-534.
47
Expresión esta de Menéndez Pelayo que sin embargo aplica en Historia de los heterodoxos al expolio que sufrió la
Iglesia católica española en sus bienes inmuebles por la célebre desamortización de 1836, obra del ministro
de Hacienda Mendizábal. No obstante para algunos otros autores los sucesivos expolios que la Iglesia católica
experimentó fundamentalmente a manos del liberalismo y progresismo del siglo XIX sirvió, como designio
inescrutable de la Providencia, para liberarla de peligrosas adherencias materiales que tal vez distraían a sus
miembros de su verdadero fin: la salus animarum. Y tal vez un efecto de esta purificación de intenciones se encuentre en
la enorme difusión que en el último tercio del siglo XIX tienen las diversas iglesias cristianas, aunque tampoco
se puede desconocer que esta difusión del cristianismo va asociada a la expansión colonial que se produce de
forma coetánea y que responde a intereses más mundanos que espirituales.
46
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de V­oltaire, Diderot, D’Alambert y demás filósofos irreligiosos. Pone además el acento y peso
negativo de dicha expulsión más que en la pérdida de insignes jesuitas españoles,
maestros de la ciencia en sus diversas ramas, como hace Menéndez y Pelayo, en la
falta de buenos educadores48.
Para terminar con este apartado consignemos el dato curioso de que el breve papal
de extinción del año 1773 se aplicó con mayor lenidad e incluso no se aplicó en
naciones en las que a priori debería presuponerse un mayor interés en la desaparición de la Compañía. Así en la luterana Prusia del ilustrado Federico II se acogió por
parte de éste con no disimulada alegría la expulsión de la Compañía de España49, y
sin embargo cuando de aplicar en sus estados el breve de disolución se trataba no
estuvo dispuesto a ello, arguyendo razones tan sarcásticas como que siendo hereje
(para la Iglesia católica) ni siquiera el Papa podía dispensarle de la obligación de
cumplir la palabra dada en el tratado de Breslau (1742) por el que se comprometía
a mantener la religión católica en la región de Silesia adquirida a consecuencia de
dicho tratado. O frente a las instancias de sus amigos ilustrados, dando lecciones
de humanidad50 o bien de pragmatismo avant la lettre, señala que, ante la falta de
católicos letrados en Silesia fuera de los jesuitas, es necesario mantenerlos en las
escuelas lo mismo que en la Universidad de Breslau, pues en caso contrario habría
que cerrar aquellas y enviar a los estudiantes de teología de ésta a Bohemia, lo cual
sería contrario a los intereses de su gobierno frente al Imperio austríaco51.
Otro llamativo caso de comprensión y asilo de los jesuitas, expulsados de las monarquías católicas y disueltos por el mismísimo Papa, por parte de monarcas no católicos es el de Catalina II de Rusia (al igual que Federico II ilustrada y luterana de origen), que ante la comunicación del breve pontificio de disolución de 1773 prohíbe
su difusión y publicación, bajo pena de severos castigos, considerándolo nulo y sin valor. Efectivamente
GARCÍA-VILLOSLADA, 1954 pág. 549.
En carta a D´Alambert exclama “¡Vivan los filósofos! ¡ He ahí a los jesuitas arrojados de España! el trono de la superstición está
socavado, y se derrumbará en el siglo venidero”. Ibídem, pág. 562.
50
“Y, vosotros, filósofos, no me reprochéis que trate a los hombres con bondad, y que ejerza la humanidad indistintamente con todos los de
mi especie, sea cual fuere la religión o sociedad a que pertenezcan”. Carta del rey Federico II de Prusia de enero de 1744 a
D’Alambert, citada en LACOUTURE, 2006, pág. 26.
51
“Si la orden hubiese sido suprimida, la universidad ya no existiría; y habría necesidad de enviar a los silesios a estudiar teología a Bohemia
[…]Todas estas razones me han convertido en paladín de esta orden”. Carta a Voltaire de 18 de noviembre de 1773 en LACOUTURE, 2006, pág. 27.
48
49
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Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 149-198 / La pedagogía en la Compañía de Jesús, ayer y hoy
las casas y colegios de los jesuitas en la que, a partir de la partición de Polonia en
1772, se conoció como Rusia Blanca se mantuvieron y respetaron por la Zarina
en cumplimiento de la promesa que hizo a sus nuevos súbditos de respetar sus
creencias52; por lo que en verdad la Compañía puede afirmar en sus documentos53
la continuidad sin solución de la orden, gracias a ese resto en Bielorrusia.
3.- Concilio Vaticano II.
En el siglo posterior a los hechos que hemos tratado en el apartado anterior los
estudios humanísticos van perdiendo mucha de su importancia, al menos para las
clase media o burguesa, que como sabemos fue la que dio un enorme impulso a
los colegios de la Compañía durante el siglo XVII, como medio para la promoción
social de sus vástagos. En lugar del estudio de las lenguas clásicas y del resto del currículum tal y como aparece en la Ratio, el positivismo del siglo XIX va imponiendo
unos estudios más científicos (ciencias, geografía, historia) y prácticos (técnica y
comercio).
Por otra parte las instituciones educativas de la Compañía empiezan a sufrir dificultades financieras por la falta de bienhechores que doten económicamente tales
colegios, y se ha de generalizar el pago de los estudios y pensionados. Lo cual como
ya se ha apuntado supone un serio riesgo de elitismo y clasismo (pues sólo pueden
hacerlo las familias acomodadas), riesgo contra el que ya advertía San Ignacio en
las Constituciones54.
No obstante estas cuestiones, que también tienen su importancia como se verá
en los actuales documentos pedagógicos de la Compañía, se ha señalado como
tercer acontecimiento histórico relevante en la evolución y desarrollo de su labor educativa el Concilio Vaticano II, sus desarrollos y consecuencias. Este magno
Lacouture añade como razón de esta buena disposición de Catalina II hacia los jesuitas el que estos padres en el
momento de la anexión se hubiesen mostrado partidarios arrastrando consigo al pueblo, a la nobleza y al resto
del clero. Ibídem, pág. 30.
53
PROVINCIA DE CASTILLA DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS. La fundación de colegios en la Compañía: su evolución y sentido ayer
y hoy, pág.4.
54
Ibídem, pág. 4.
52
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a­contecimiento de la Iglesia Católica supuso una auténtica revolución en la forma
de entenderse la misma Iglesia y de entender su misión, y en consecuencia la de
sus miembros colectivos e individuales, y entre ellos, como no podía ser menos, la
Compañía de Jesús.
El propósito del Papa Juan XXIII, según se deduce de la constitución apostólica de
convocatoria del Concilio, es que la Iglesia sepa fortalecer su fe, y adaptándose al
ritmo de los tiempos irradie nuevas luces, logre nuevas conquistas, eso sí permaneciendo siempre idéntica a sí misma55.
El concilio dio como fruto cuatro constituciones, de las cuales la relativa al papel de
la Iglesia en el mundo, conocida como Gaudium et spes, es donde más de manifiesto
se puso ese famoso espíritu de aggiornamento perseguido, y del que se hizo uso (y
frecuentemente abuso) para interpretar más allá de sus palabras lo que los padres
conciliares dejaron plasmado en este documento. Es en esta constitución donde
aparecen en toda la magnificencia que da el soporte institucional de un Concilio
Ecuménico temas de índole social, económica, política, que supusieron el cambio
formal y explícito de visión por parte de la Iglesia de la realidad del mundo y de la
relación que aquella debía mantener con este. Así frente a la postura de oposición
defensiva al mundo moderno o modernista de una cierto catolicismo intransigente
que podríamos identificar con el espíritu que subyace al famoso Syllabus (1864)
de Pío IX, Gaudium et spes trata de coronar56 una suerte de adaptación ofensiva, esto
es procurando imponer sus propias condiciones, a las realidades temporales del
mundo moderno en aquello que se aparta y choca frontalmente con lo nuclear de
su concepción del mundo, del hombre y de Dios
A la par que tenía lugar el concilio y en parte como consecuencia de este, pero también en cierta forma siendo un antecedente difuso de su convocatoria se o­bserva
Constitución Apostólica Humanae salutis, de Juan XXIII, por la que se convoca el Concilio Vaticano II, en Documentos
del Vaticano II. Biblioteca de Autores Cristianos (1982), Madrid.
56
Utilizamos este término porque los intentos de la Iglesia en este sentido conciliador no pueden limitarse al
Concilio Vaticano II (aunque sí ejemplificarse en él como manifestación más explícita y universal), pues suele
citarse la Rerum novarum de León XIII (1891) como origen de la llamada Doctrina Social de la Iglesia, que ha
cumplido más de un siglo tratando temas sociales, económicos y políticos a través de numerosos documentos
de varios Papas como la Quadragesimo anno de Pío X, Octogesima adeveniens de Pablo VI y Centesimus annus de Juan Pablo
II.
55
174
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 149-198 / La pedagogía en la Compañía de Jesús, ayer y hoy
en el subcontinente Latinoamericano por lo que a la Iglesia Católica se refiere un
cierto ambiente de efervescencia, motivado por la aparición de distintos movimientos renovadores, algunos de índole organizativa e institucional (la Conferencia
Episcopal Latino Americana –CELAM– en 1955 que jugará un importante papel en
el posconciliarismo como instrumento de moderación de la jerarquía eclesial ante
los devaneos radicales de la iglesia de base en dicha región57), otros de origen y
actividad más espontáneos como son las comunidades de base, a través de las cuales
laicos comprometidos desarrollaban una labor pastoral, que en sus orígenes era en
nombre del ordinario del lugar58.
Precisamente para el origen y desarrollo posterior de las Comunidades Eclesiales
de Base (CEB) desempeñó un importante papel un personaje que será más adelante
objeto de atención en este trabajo por la posible influencia que su pensamiento y
modelo educativo ha podido tener en el conocido como Paradigma Pedagógico Ignaciano
(PPI), documento actual de la Compañía de Jesús relativo a su método pedagógico.
Nos referimos a Paulo Freire, promotor de la llamada educación de base, en las diócesis del
Nordeste [del Brasil], a través de las escuelas radiofónicas59.
Así pues las CEB también en su origen estaban unidas a la jerarquía eclesial y venían
a suplir las carencias de su red pastoral en territorios tan amplios y poblaciones tan
dispersas. Sin embargo en la misma solución del problema (comunidades comprometidas de laicos para la vivencia de la fe allá donde no alcanzaban los obispados)
estaba también su peligro: la posible infiltración ideológica y política en dichas
comunidades, máxime teniendo en cuenta sus paupérrimas condiciones sociales,
económicas y políticas60.
Las conferencias CELAM de Medellín (1968) y Puebla (1979). Respecto de la primera dice Juan Pablo II “Medellín
quiso ser un impulso de renovación pastoral, un nuevo espíritu de cara al futuro, en plena fidelidad eclesial en la interpretación de los signos
de los tiempos en América Latina”. ALDEA, Q. y CÁRDENAS, E. Manual de Historia de la Iglesia X: La iglesia del siglo XX en España,
Portugal y América Latina. Barcelona 1987, p. 731.
58
“Constituían pequeñas comunidades menores que el pueblo y la parroquia […] Se catequizaba por la radio. Los domingos se reunían las
comunidades (sin presbítero) en torno al aparato para contestar a la misa que el obispo celebraba y para escuchar su palabra […], llevando a
la formación de pequeñas comunidades humanas y eclesiales […], que se evangelizaban y eran evangelizadoras”. Ibídem, pág.822.
59
Ibídem.
60
“Juntamente con esa preocupación evangelizadora y partiendo de ella, se sintió la responsabilidad de mirar a la realidad global del mundo,
comprometiéndose con los más pobres y víctimas de la injusticia. Por eso aparecieron también las CEB principalmente y de modo intenso en
las áreas más desafiantes, donde el hombre estaba aplastado por las condiciones adversas”. Ibídem, p. 823.
57
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El complejo contexto internacional de la época (bipolarización ideológica y Guerra Fría, movimientos estudiantiles del 68, liberación sexual, proceso descolonizador...) unido al acontecimiento de apertura o, en expresión querida de Juan XXIII,
de aggiornamiento de la Iglesia que supuso el Vaticano II, junto con las peculiares
características socio-económico-políticas de Latinoamérica precipitó en dicho subcontinente una dinámica eclesial conocida como Teología de la Liberación. A diferencia de las anteriormente citadas CELAM y CEB que tienen su origen en instancias
eclesiales, este otro fenómeno es más bien para-institucional, fruto de una suerte
de maduración de pensamiento teológico por parte de un grupo de teólogos que
acaba por dar cobertura más bien ideo que teo-lógica a un movimiento social de
corte revolucionario.
Todos estos datos, citados de pasada, pues su estudio pormenorizado queda fuera
del propósito de este trabajo, nos sirven para contextualizar el papel relevante que
en esta dinámica en Latinoamérica tuvo la Compañía de Jesús. Destacados teólogos
de la liberación eran jesuitas: Gonzalo Arroyo, Víctor Codina, Fernando Cardenal,
Ignacio Ellacuría, Jon Sobrino, Juan Luis Segundo, José González Faus...Y asimismo fue numerosa la presencia de jesuitas entre los no teólogos, esto es entre los
activistas en el terreno socio-pastoral local, en particular a través de las misiones61.
También fueron jesuitas quienes fundaron los llamados Centros de Investigación y
Acción Social (CIAS), que tuvieron sede en las mayores concentraciones urbanas
del continente, y que según el Dr. Malik Tahar contribuyeron a la aparición de la
TAHAR CHAOUCH, M. (2007). La Compañía de Jesús y la teología de la liberación: convergencias y divisiones
sociopolíticas del catolicismo en América Latina. Historia y Grafía, núm. 29, 95-129. La tesis central de este artículo es que la Compañía de Jesús tuvo con la teología de la liberación una suerte de relación ambigua, pues
jesuitas había desde luego, y muy significativos, entre los teólogos y prácticos de la liberación, pero también los
había como agentes del poder romano y contrapoder; y entre estos últimos se cita por ejemplo a Roger Vekemans, director
del Centro para el Desarrollo Económico y Social de América Latina, y que posteriormente fue inspirador de
la primera Instrucción sobre algunos aspectos de la teología de la liberación (1984), también conocida como Libertatis
nuntius, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, dicasterio ya dirigido por el entonces cardenal Joseph
Ratzinger, actual Papa Benedicto XVI. Esa presencia ambigua de jesuitas en torno a la teología de la liberación es
un símbolo, en opinión del autor, del mismo carácter ambivalente de dicha teología en relación con el pensamiento de la Iglesia, respecto del cual supone a la vez ruptura (una nueva modernidad religiosa, que ya no tiene nada
que ver con la respuesta conciliadora o de tercera vía entre liberalismo y socialismo, característica de la Doctrina
Social de la Iglesia) y continuidad (que se manifiesta en que es una respuesta, que al igual que la DSI encierra
tensiones y contradicciones, al mismo problema que se planteó la Iglesia durante todo el siglo XIX: su relación
con el mundo, la política y las ciencias modernas).
61
176
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teología de la liberación en algunos de sus rasgos más característicos como son la
integración de la reflexión teórica con la acción colectiva y la intención de vincular
pensamiento católico con las ciencias humanas62.
Esa afinidad electiva de que habla Tahar entre sectores de la Compañía de Jesús y
la teología de la liberación, no podía dejar de traslucirse de alguna manera ad intra
de la propia orden. Con ocasión de la Congregación General XXXI celebrada en
1965 para la elección del nuevo Prepósito General, el elegido P. Pedro Arrupe, en su
alocución final a la Congregación General, después de constatar una preocupante
defección de miembros de la Compañía, propone un debate interno para la revisión de la institución, de acuerdo con el espíritu de renovación del Concilio63.Sin
embargo tal proceso ahondó en la crisis de identidad de la Orden, pues se trataba
de responder de manera eficaz a las exigencias del momento histórico, pero procurando a la vez
permanecer fieles a la naturaleza y carisma de su vocación fundacional64.
Esta dinámica llevó finalmente a entender toda la labor apostólica de la Compañía
en dicha clave social, y así lo proclama la Carta de los Provinciales Jesuitas de América Latina, conocida como Carta de Río, de mayo de 1968, puesto que, aun admitiendo dichos Provinciales que un apostolado tal podría suscitar reacciones negativas continuaremos en la predicación del Evangelio de los pobres cualesquiera que sean estas reacciones65.
Cabe ahora preguntarnos cuáles son los efectos de ese debate interno propuesto en
la labor educativa de la Compañía. La opción preferencial por los pobres, fórmula que se
impuso en toda la Iglesia para significar el giro social que imponía el nuevo espíritu
Algo que por otra parte hemos visto constituye uno de los rasgos de la pedagogía jesuita tal y como aparece
reflejada en la Ratio, si bien con la diferencia de que en esta las ciencias con las que debía conjugarse el pensamiento teológico eran las humanísticas, mientras que en la coyuntura de la segunda mitad del pasado siglo
dichas ciencias eran las de corte sociológico y económico.
63
ASPE ARMELLA, M.L. (2007). Las repercusiones del Concilio y de la apertura de la Iglesia y de la Compañía al
mundo, en la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús (Pulgas: julio de 1967 - noviembre de 1969). Historia
y Grafía, núm. 29, 131-163.
64
En este punto vemos como coinciden Malik Tahar y Aspe Armella: la división que la opción por la justicia y la equidad
social (en esto se pensaba que consistían fundamentalmente las exigencias del momento histórico) provocó en el seno de
la Compañía, por la radicalidad con que fue entendida por algunos de sus miembros, llegando a la “implicación
política de muchos jesuitas, en el cauce de la teología de la liberación”; otros por el contrario vieron en dicha opción preferencial por la justicia social una postergación de otras obras apostólicas características de la Compañía, como por
ejemplo las educativas (ASPE ARMELLA, M. L. (2007), p.150).
65
Ibídem, 151-2
62
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conciliar, llevó a algún sector radical de la Compañía a peguntarse si ante la urgencia
de la nueva misión de los jesuitas tenía sentido mantener sus instituciones educativas (a las que incluso desde dentro de la misma Compañía se tenían por elitistas
y reproductoras del orden social injusto, que ahora se tenía combatir). Finalmente se
optó, dada la importancia que el apostolado educativo tenía en la universal Orden,
por mantener sus colegios y universidades pero estableciendo la promoción de la justicia como condición de fecundidad respecto de todas nuestras tareas apostólicas66, lo que supone
convertir dicha promoción en el criterio con el que valorar y reorganizar todo su
sistema educativo, lo que acabará plasmándose en Características (1986) y en Pedagogía
Ignaciana (1993).
Antes de llegar a esta profunda renovación pedagógica, que supuso arrumbar definitivamente la Ratio, es característico en este giro social que tomó la Compañía a
consecuencia (entre otras) del movimiento modernizador que inspiró el Concilio
Vaticano II, el discurso del Padre Arrupe en el X Congreso de la Confederación
Europea de antiguos alumnos de Jesuitas, celebrado en Valencia el año 1973, y que
se considera un hito en el proceso de renovación pedagógica de la Compañía en la
medida en que en él se admite el déficit de formación de sus alumnos en su dimensión social como hombres para los demás. Reconoce el P. Arrupe que en la educación impartida en los Colegios de los jesuitas existe una carencia, de la que se siente, como
Prepósito General, responsable, y es la educación para la justicia, entendiendo justicia con
toda la profundidad de que hoy la ha dotado la Iglesia.
Califica la educación que se imparte comúnmente como individualista, que en vez
de concebir la formación como una capacitación para el servicio, se fomenta una mentalidad que exalta la
posesión y que degrada a la escuela, al colegio y a la universidad al nivel del campo de aprendizaje de técnicas para escalar puestos, ganar dinero y situarse –a veces explotadoramente– sobre los demás. Es el tipo
de educación que Paulo Freire califica de bancaria, y que el orden social imperante se
encarga de imponer a través de los medios de comunicación, de suerte que dicho
orden social siga reproduciéndose mediante hombres que el mismo orden desea, es decir, un
hombre creado a su imagen67.
Decreto 40 [29], Congregación General XXXII.
Es en dicho discurso, como hemos visto, cuando el P. Arrupe acuñará una expresión que desde entonces está
presente en todos los documentos educativos de la Compañía de Jesús, y que expresa el tipo de hombres y
mujeres que pretende su labor educativa, el fin de esta: hombres y mujeres para los demás.
66
67
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Tratando de poner remedio a esa falta de educación para la justicia, propone en
dicho discurso que no basta con reeducarse y convertirse personalmente, puesto
que el mal está instalado socialmente en las estructuras, y esto supone una suerte
de concupiscencia colectiva o tendencia social a la injusticia (así como el pecado original
y los pecados personales hieren la naturaleza humana y la predisponen al pecado),
que es preciso corregir para que sea eficaz la educación que busca un hombre nuevo,
un hombre para los demás.
Promover la justicia supone enfrentar las estructuras (sociales, económicas y políticas), y para ello es preciso analizar y conocer cuáles son sus mecanismos y sus fuerzas; este análisis exige por su parte utilizar las aportaciones de las nuevas ciencias
humanas68. Esta mediación de técnicas e ideologías para el análisis tendrá también
su reflejo a escala colegial en Características de la Educación de la Compañía de Jesús, cuando
apunta que el análisis de la sociedad dentro del plan de estudios viene a ser así una reflexión basada en
un contacto efectivo con dimensiones estructurales de la injusticia [80].
Educar para la justicia es formar hombres que sean agentes eficaces de transformación y cambio. En esta
fórmula se anticipa también otro de los rasgos que aparecerán más extensamente
elaborados en los documentos pedagógicos actuales de la Compañía de Jesús: la
necesidad de que los valores que tratan de inculcarse en los centros educativos
encarnen en los alumnos, de tal suerte que estos se convierten en actores o agentes
multiplicadores de tales valores.
iii.- La pedagogia de la Compañía de Jesus hoy (Características y pedagogia ignaciana).
Son múltiples los factores que han determinado que a finales del siglo pasado la
Compañía se embarcara en la tarea de revisar y poner al día aquellos aspectos de su
pedagogía y sistema educativo que por el transcurso del tiempo lo exigiera. Pero
para ello era preciso que previamente se pusiera en claro cuál era, si no ya la letra, el
espíritu que dejaban traslucir sus documentos históricos (Ejercicios Espirituales de San
Esto en el fondo equivale a reconocer la funcionalidad de los análisis marxistas acerca de la realidad social y
política.
68
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Ignacio, Constituciones [IV], Ratio Studiorum…) y al que respondía el sistema educativo
de la Compañía, de tal suerte que fuera posible la adaptación a los nuevos tiempos
y desafíos pero sin perder el hilo conductor con su origen, la ignacianidad de sus
instituciones educativas, los rasgos y características que permitían identificar sus
colegios como de la Compañía69.
Pues bien, a esta necesidad de claridad y precisión respondió la iniciativa que partiendo en 1980 de un grupo de estudio de jesuitas y seglares acerca de la educación primaria y secundaria en los colegios de la Compañía condujo al importante
documento Características de la Educación de la Compañía de Jesús de 1986, a través de un
proceso de elaboración que, siguiendo un esquema parecido al que cuatro siglos
antes se empleó para elaborar la Ratio, mezclaba sabiamente la reflexión, la consulta
y el discernimiento.
De esos factores que determinaron la puesta en marcha de dicha actualización sería
lógico pensar que algunos tuvieran que ver con los nuevos modelos pedagógicos
que dominaban la práctica educativa, y que habían experimentado un enorme desarrollo desde mediados del siglo XIX, pero sobre todo a partir del segunda mitad
del siglo XX. Otros por el contrario responderían a acontecimientos y desarrollos
históricos que desde finales del siglo XVIII hasta nuestros días se han producido
en el mundo y en la Iglesia y que no han dejado de repercutir en las instituciones
educativas de la Compañía de Jesús.
Entre los más destacados factores socio-políticos se encuentra el creciente intervencionismo estatal en los diversos aspectos de la educación, ya se trate de la titularidad de la misma, ya en sus contenidos o programas, en la cualificación que han de
reunir quienes la impartan, en su dirección e inspección... Esta injerencia creciente
del Estado contemporáneo en el ámbito de la educación ha determinado que en
muchos casos el rasgo de identidad común de instituciones educativas de la Compañía en diversos países se circunscriba a la presencia de jesuitas en los claustros y a
veces tan solo en los órganos de dirección, de cuya voluntad y decisión dependería
que el colegio mantuviera el mismo objetivo fundamental que en términos de la
GIL CORIA, 2002 pág. 258.
69
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Ratio consistía en mover a sus oyentes [entiéndanse alumnos] al servicio y amor de Dios y de las
virtudes.
No obstante esta característica de la educación de los jesuitas desde sus comienzos
de procurar la formación de los alumnos en la totalidad de sus dimensiones como
personas (intelecto, voluntad y carácter, espíritu o alma, y por supuesto su dimensión social como miembro de una comunidad), lo cierto es que la educación en los
tiempos actuales, pero ya desde los orígenes de la sociedad burguesa, ha quedado
reducida en el ánimo de muchos padres y alumnos a una suerte de capacitación y
habilitación para el ejercicio profesional o para comenzar estudios superiores que
permitan conseguir un empleo bien remunerado.
Por otra parte la comunidad educativa en los colegios jesuitas ha experimentado
importantes cambios: la apertura de dichos colegios a la coeducación, la masiva
incorporación de seglares a los claustros hasta el punto de ser mayoría en ellos,
pero también en la administración y dirección de los centros, el aumento extraordinario del número de instituciones escolares y de alumnos paralelo al descenso de
miembros de la Compañía.
También sería plausible pensar que los factores más determinantes para el proceso
de renovación en el sistema educativo de la Compañía que se ha experimentado a
partir del último cuarto del siglo pasado hasta nuestro días, han sido los profundos
cambios e innovaciones, que desde mediados del siglo XIX, se vienen produciendo
en torno a la Pedagogía y la Psicología (habiendo ambas llegado a alcanzar estatuto científico propio); de suerte que con los nuevos documentos Características de la
Educación de la Compañía de Jesús y Pedagogía Ignaciana la Compañía trata de incorporar su
sistema educativo a las nuevas corrientes en boga.
Cabe entonces preguntarse legítimamente sobre cuál es el influjo real que dichas
corrientes y modelos (Escuela Nueva, educación personalizada…) tienen en los
nuevos documentos que la Compañía ha elaborado sobre su labor educativa. Recordemos que sobre el carácter innovador o no de su modelo pedagógico, la Compañía con su fundador a la cabeza nunca se ha mostrado celosa de originalidad. San
Ignacio se mostraba partidario del modo parisiense para los colegios de la Compañía,
como el más apropiado a sus fines, y actualmente la Compañía también se decanta
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por escoger aquello que más eficaz se haya mostrado, que aparezca contrastado por
la práctica y el éxito y que mejor se adapte a sus características y propósitos. De
hecho en los documentos recientes que venimos citando no se hace alusión explícita a escuela o corriente pedagógica y/o psicológica alguna, como no sea muy de
pasada y de forma no singularizada en Características cuando en su Introducción dice:
La psicología evolutiva y las ciencias sociales, juntamente con los avances pedagógicos y educativos, han
proyectado nueva luz sobre el modo como los jóvenes aprenden y maduran como personas dentro de una
comunidad; y esto ha influido en el contenido de las programaciones, en las técnicas de enseñanza y en la
orientaciones de los centros70.
Asi pues, dada esta resistencia típica de la Compañía a poner nombre y apellidos a
las corrientes pedagógicas de las que pueda tomar algún elemento o de las que se
reclame en alguna medida deudora, lo más que cabría hacer a este respecto es tratar
de bucear en los documentos actuales relativos a su sistema educativo, para intentar
hallar paralelismos con las corrientes pedagógicas imperantes. Pero esto no permite
afirmar en absoluto que haya una relación de influjo directo entre estas y la pedagogía jesuítica de hoy.
1.- Características de la educación de la Compañía de Jesus (1986).
En 1980 se reunió en Roma un grupo de jesuitas y seglares con el propósito de
examinar la situación de la educación primaria y secundaria de la Compañía, ante
los serios interrogantes acerca de la actual eficacia de sus centros educativos. A su juicio responder a tales interrogantes exigía previamente una comprensión de la naturaleza peculiar de
la educación de la Compañía, y solo a partir de ella se podría hacer frente a los retos que
el mundo actual presenta a dicha labor educativa de los centros jesuitas a condición de
que fueran fieles a su peculiar herencia jesuita71.
A ese propósito de clarificar las señas de identidad de la educación de los jesuitas, tal y como resultan de la llamada visión espiritual de Ignacio de Loyola, responde
ICAJE, 1986 [7].
ICAJE, 1986, [1-2])
70
71
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C­aracterísticas. Este es un documento que tiene un enfoque de visiones y finalidades, pero
no metodológico, aspecto al que en cambio atiende Pedagogía Ignaciana (1993).
Según Características: la educación de la Compañía reconoce a Dios como Autor de toda la realidad, toda
la verdad y todo conocimiento, lo cual supone que todo conocimiento remite en última
instancia a Dios; se trata de una doble vía de conocimiento, pues el conocimiento
de la realidad del mundo creado lleva a una indagación y aproximación (no tanto
ni tan solo intelectual, sino afectiva y religiosa) a su Creador, y la relación amorosa
con Dios supone considerar cada elemento de la creación como digno de estudio y contemplación,
lo que hace posible la implicación afectiva del sujeto (cognoscente) y por tanto su
gozo en el aprendizaje y el deseo de un saber más amplio y profundo72.
El aspecto afectivo no solo hace relación con el carácter amable de la realidad objeto
de la relación de enseñanza-aprendizaje entre docente y alumno, sino que también
constituye uno de los aspectos del discente que precisan de formación, puesto que
la afectividad es uno de los elementos que constituyen la totalidad de la persona,
y es esta en toda sus dimensiones (corporal, psíquica-intelectiva, afectiva-volitiva,
social y religiosa o espiritual) el objetivo de la educación jesuita: ayudar al desarrollo
más completo posible de todos los talentos concedidos por Dios a cada individuo.
En lo relativo a la formación intelectual el documento que examinamos reconoce
que en la actualidad se prima en general más los contenidos de las disciplinas científicas (físicas y sociales) y tecnológicas, en detrimento de los estudios humanísticos, que han sido durante buena parte de la historia de la educación jesuita su seña
de identidad y la que le confería su prestigio. No obstante Características consigue
rescatar el valor de la elocuencia y del saber escribir y redactar haciendo alusión a la
importancia de los medios de masas en nuestras sociedades, que no por casualidad
se denominan de la comunicación y de la información.
El carácter integrador de la formación intelectual en la educación de los jesuitas
no se limita a la presencia equilibrada en los currículos de disciplinas científicas,
humanísticas y tecnológicas; es preciso, además de procurar la competencia o si se
Ibídem, [23-24])
72
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quiere el dominio de los alumnos en tales disciplinas, que desarrollen una capacidad
de razonar reflexiva, lógica y críticamente73, que antaño se procuraba a través de los ejercicios dialécticos que prescribía la Ratio. Como veremos al analizar Propuesta Pedagógica
Ignaciana, la reflexión constituye un elemento clave o angular de la tríada experienciareflexión-acción, en que según dicho documento consiste el método pedagógico ignaciano que han de seguir hoy los Colegios de la Compañía. Reflexión que si bien
tiene resonancias del discernimiento de que nos hablan los Ejercicios Espirituales, también
podría tenerlas del momento interpretativo de la realidad, como paso previo para
su transformación, característico de los métodos sociales e históricos de análisis de
la realidad con mucho predicamento entre los teólogos de la liberación.
Igual genealogía ambigua (¿discernimiento ignaciano o ideología liberacionista?) puede
hacerse con otro adjetivo que se emplea en Características para referirse al tipo de
estudio que el alumno debe hacer de la tecnología74. La sospecha de un cierto influjo
ajeno a la espiritualidad ignaciana se acrecienta cuando en el apartado 30 se alude a los
programas en los colegios que capaciten a los alumnos para comprender y evaluar críticamente
el influjo de los medios de comunicación de masas, sobre todo si se tiene en cuenta que para
aquella ideología los mass media suelen concebirse como un instrumento de alienación.
Todos los aspectos que se mencionan para la formación total de cada persona persiguen
que esta no carezca del equilibrio que le aproxime al insuperable modelo de hombre griego,
si bien en su versión cristiana, tal y como recogió el P. Arrupe en su discurso Nuestros
colegios hoy y mañana (Roma, 1980):
…todos los valores anteriormente citados –académicos, evangélicos, de servicio, de apertura, de
sensibilidad ante el presente y el futuro– …se potencian mutuamente cuando se equilibran mutuamente. No es el ideal de nuestros colegios producir esos pequeños monstruos académicos, deshumanizados e introvertidos. Nuestro ideal está más cerca del insuperable modelo griego, en su versión
cristiana, equilibrado, sereno y constante, abierto a cuanto es humano.
Ib. [26]
“La educación de la Compañía incluye un estudio atento y crítico de la tecnología”. Ibídem, [27].
73
74
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Pero si hay una dimensión personal del alumno en la que Características incide con
mayor ahínco es la condición del educando como miembro de la comunidad humana, por ello la educación de la Compañía pretende formar hombres y mujeres para los
demás. A propósito de dicha dimensión social recordemos las sinceras palabras del
P. Arrupe en su discurso en el, ya citado más arriba, X Congreso Internacional de
Antiguos Alumnos de la Compañía de Europa, celebrado en Valencia el año 1973:
…no os hemos educado para la justicia, tal como hoy Dios lo exige de nosotros. Y creo que puedo también
pediros a vosotros la humildad de responder igualmente…que no estáis educados para la justicia y que
tenéis que completar la educación recibida75.
Esta dimensión social de la persona del alumno y de la de todo miembro de la comunidad educativa, que trae su origen del Decreto 4 de la Congregación General XXXII,
se convierte en Características76 en orientación central de la escuela jesuita: una educación para la
justicia, que supone introducir los problemas de justicia en el plan de estudios con
un análisis crítico de la sociedad77, pero también una autoevaluación del centro en su
compromiso con la justicia en la comunidad social en la que se asienta, así como
una labor activa en su consecución pues: no hay auténtica conversión a la justicia, si faltan
obras de justicia78.
Precisamente el reciente giro social o de formación para la justicia como eje central
de la educación de la Compañía ha provocado en torno al tema de la excelencia
formativa de los colegios jesuitas (muy ponderada a lo largo de los siglos, incluso
por quienes mantenían proyectos pedagógicos con ideario totalmente contrario79)
y que en Características aparece bajo la conocida fórmula jesuita del magis, un cambio
de perspectiva: pues si en la Ratio la excelencia (la superación de uno mismo) se lograba por un sistema de motivación en los alumnos, a través de diversos e­jercicios
Arrupe, P. (s.f.). Discurso al X Congreso de la Confederación Europea de AA. de Jesuitas,Valencia 1973. Recuperado el 16 de mayo
de 2012, de http://antiguosalumnosdejesuitas.net/documentos/1973_Arrupe_Valencia.pdf.
76
ICAJE, 1986, [77].
77
En el apartado 78 de Características en que se prescribe en el plan de estudios un análisis crítico de la sociedad, se señalan como fuentes para dicho análisis la Escritura, la DSI y las ciencias humanas, que como venimos repitiendo
insistentemente en el contexto de la época equivale a las ciencias sociales e históricas de inspiración marxista.
78
La importancia del tratamiento de los problemas de justicia en el plan de estudios de los colegios de la Compañía se refleja en que no sólo se pide la inclusión en aquel plan de cursos complementarios, sino que ha de
tratarse como tema presente en todo el desarrollo curricular.
79
MESNARD, 1985 pág. 102
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competitivos, de la emulación y de premios, honores y reconocimientos públicos80, en Características se admite que tal vez la emulación en un mundo tan competitivo como el actual fomenta, más que la superación de sí mismo, la eliminación
del competidor, el afán de éxito a toda costa, por lo que se pide a los alumnos que la
distinción, la excelencia lo sea por su capacidad de trabajar unidos, su sensibilidad y servicialidad para con los demás81.
2.– Pedagogía ignaciana. Un planteamiento práctico (1993).
Este documento, epílogo natural de Características, responde a la necesidad de que los
profesores y educadores, laicos o jesuitas, en los colegios de la Compañía se familiaricen y asimilen un sistema de enseñar y aprender, el Paradigma Pedagógico Ignaciano,
resultado de la incorporación de aquellos métodos que mejor puedan contribuir a
la educación integral de sus alumnos82.
En realidad éste es un documento que por su naturaleza metodológica trata más
bien de la formación del profesor, que de la del alumno; esta última será la consecuencia de la asimilación y puesta en práctica por el profesor de las directrices
relativas a cuál sea, por ejemplo, la relación profesor-alumno (pues como sabemos
no es lo mismo una relación jerárquica-directiva que una tuitiva-orientadora), o a
qué se entienda por enseñanza-aprendizaje (¿meramente instruccional, esto es limitada a la transmisión de conocimientos, o bien social-reproductiva que trata de capacitar
a las nuevas generaciones para ir ocupando los roles que permiten la renovación
generacional en la sociedad, o bien la social-revolucionario o innovadora que pretende a
través de la educación crear un hombre nuevo, o más bien humanística o personalizadora, cual
parece que es la que persigue Pedagogía Ignaciana en la mejor tradición de la Compañía, y que consiste en tratar que el alumno desarrolle lo más plenamente posible
sus potencialidades como persona, esto es como ser siempre por hacerse?).
CAPITÁN DÍAZ, 1984 págs. 445-446
ICAJE, 1986, [112]
82
ICAJE, 1993, [7-8 y 9].
80
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No obstante una pedagogía no se limita a los métodos de enseñanza-aprendizaje,
sino que debe contemplar el proceso educativo en toda su complejidad, empezando por una determinada visión del mundo y sobre todo del hombre (puesto que
en última instancia este es el protagonista y fin de dicho proceso). En expresión del
P. Arrupe que ha hecho fortuna en todos los documentos de la Compañía relativos
a la educación, el objetivo de esta es la formación de hombres y mujeres para los demás, pues
solo se contempla a la persona como siendo miembro de la comunidad, nunca de forma
aislada o individual.
De forma aún más descriptiva el P. Kolvenbach, Prepósito General de la Compañía,
habló en 1989 de la persona que debía salir de los centros de la Compañía como
equilibrada, intelectualmente competente, abierto al crecimiento, religiosa, compasiva y comprometida con
la justicia en el servicio generoso al pueblo de Dios83.
Explícitamente se cuestiona que el simple proceso educativo (cuando se limita a la
mera transmisión de conocimientos) lleve a la virtud, según aquella máxima socrática de que el mal es consecuencia de la ignorancia: Estamos perdiendo la fe en la ingenua
idea de que toda educación, con independencia de su calidad, empeño o finalidad, conduce a la virtud84.
Uno de los motivos por los que en las instituciones educativas en general no se
atienden a dimensiones importantes del educando, limitándose al bagaje intelectual necesario para una futura carrera profesional, se encuentra en el fuerte componente utilitarista y económico de nuestras sociedades modernas, que ha tenido su
reflejo como no podía ser de otra forma en los currículos educativos que imponen
los gobiernos y las autoridades educativas, en los que se prescinde de todo componente humanístico. Para evitar esta deficiencia, se insiste en la necesidad de que
todo educador de los colegios de la Compañía saque a relucir, cualquiera que sea su
disciplina, los aspectos de la misma que tengan relación con el hecho y la realidad
del ser persona.
En la búsqueda de un modelo pedagógico que sirva para poner en práctica los objetivos y la visión de Características, el documento que analizamos recurre al Decreto
ICAJE, 1993,[13].
Ib., [14].
83
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1 de la Congregación General XXXIII de la Compañía (1983), en el que se anima a
los miembros de la Compañía a revisar o discernir de modo constante sus respectivos ministerios, sean estos tradicionales en la Compañía (piénsese por ejemplo
en la educación, la misión, los ejercicios…) o novedosos (pensamos en medios
de comunicación, promoción de justicia social…), de suerte que se produzca una
suerte de renovación de los modos habituales de pensar.
Dicha transformación o metanoia debería atender a dos guías o criterios según el
mencionado decreto de la CG XXXIII: la Escritura y la tradición ignaciana, y resultar
de la interacción constante entre Experiencia, Reflexión y Acción. Es en este punto precisamente donde la Comisión Internacional para el Apostolado de la Educación de
la Compañía (ICAJE) encuentra el paradigma educativo, el esquema del que partir
para elaborar un modelo pedagógico, a la vez actual y propio, y que sirva para poner en práctica los objetivos e ideales que se plasman en Características de la Educación
de la Compañía de Jesús85.
Su carácter actual parece ponerse de manifiesto en que la tríada de elementos responden a las modernas corrientes pedagógicas que exigen, para que el proceso de
aprendizaje sea efectivo y significativo, la integración de la experiencia en dicho
proceso, de suerte que escuela y vida sean co-determinantes, esto es que la escuela enseñe
para la vida y la vida sea una circunstancia continua de educación86.
Mientras que el carácter propio o ignaciano de dicho paradigma resultaría de la
conexión que los redactores de Pedagogía Ignaciana quieren ver con lo más característico de la Compañía de Jesús: los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. Lo que resulta
de dicha obra es el proceso por el que el ejercitante se enfrenta a una serie de experiencias de oración (elemento experiencial), que le confrontan con su trasfondo
vital, axiológico y de creencias (elemento reflexivo) y que finalmente le impulsan
a la toma de decisiones sobre la conducción de su vida (elemento activo)87.
Ibídem, [22].
CAPITÁN DIAZ, 1984 págs.10-11. Dice Capitán en estas páginas iniciales de su segundo tomo de Historia del pensamiento pedagógico en Europa: “La insistencia de las escuelas nuevas y progresivas en que la enseñanza se base en los hechos y en la experiencia
y en que la teoría suceda a la práctica…, no es sino un correlato en la práctica del principio de la experiencia educativa”.
87
ICAJE, 1993, nn. 22-24
85
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En este proceso complejo el ejercitante no se encuentra solo, sino guiado por el
director de los ejercicios, y esto como ya hemos señalado es un trasunto de la relación pedagógica que se entabla entre el educador y educando, docente-discente,
maestro-pupilo. Sin embargo, donde más inciden los redactores de Pedagogía para
relacionar este documento con Ejercicios es en el hecho de que esta práctica católica
(también en su sentido de universal) supone la puesta en juego de todas las dimensiones del ser humano: cuerpo, mente, corazón y alma; y el juego de las mismas
se traduce en esa tríada del paradigma ignaciano: experiencia, reflexión y acción.
Estos tres elementos del paradigma y de la práctica de los Ejercicios no operan de
forma aleatoria y espontánea, tal como se presenten en el tiempo, sino metódicamente, a través de un itinerario o camino. En realidad Ejercicios Espirituales no es sino
un método (µέΘοδος) por el que quien da los ejercicios acompaña y guía al ejercitante para buscar y hallar la voluntad divina en la disposición de su vida88, y esta idea de camino
para un fin es la que se emplea en Pedagogía para definir qué se entiende por pedagogía:
camino por el que los profesores acompañan a los alumnos en su crecimiento y desarrollo89.
Es la reflexión la que permite el paso de la experiencia a la acción, y tanto experiencia
como acción (y como elemento previo de esta: la decisión) tienen como sujeto al
ejercitante, pues nadie por él puede tener la experiencia de Dios o de la verdad, y
tampoco nadie puede decidir por él (a menos que renuncie a hacerlo, en cuyo caso
no podemos hablar de acción libre propiamente dicha90, y recordemos que el fin
de la educación según resulta de este documento de la Compañía es que el alumno
alcance la madurez en el conocimiento, pero también en su libertad91). La reflexión
es ya en sí un proceso formativo y liberador, que permite al sujeto sacar a la superficie de la
conciencia el sentido o significado de la experiencia (sea esta un acontecimiento
exterior o íntimo, una idea, un tema, una intención, un sentimiento…). La reflexión según resulta de este documento forma la conciencia de los alumnos, y esta y no el
mero conocer es la que impulsa a actuar92.
Ejercicios Espirituales [1]
ICAJE, 1993, [11]
90
La renuncia a elegir, es desde luego una de las posibilidades del ejercicio de la libertad, pero no parece ser el
modo propio de ejercicio de dicha facultad humana.
91
“La educación en la fe y a favor de la justicia comienza por el respeto a la libertad… Esto significa […] acompañarles en su propio camino
hacia un mayor conocimiento, libertad y amor”. ICAJE, 1993 [18].
92
Ibídem, [48].
88
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189
Dado que el profesor solo debe ayudar o acompañar al alumno en este proceso de
formación de la conciencia en el que consiste la reflexión formulando preguntas que amplíen su sensibilidad y le hagan considerar el punto de vista de los demás, especialmente el de los pobres93,
se advierte a este propósito del riesgo de indoctrinación o manipulación, por lo que se
reitera la necesidad de un escrupuloso respeto a la libertad de los alumnos94.
En el engarce entre experiencia y acción el papel del discente (en el caso de los
Ejercicios el director de los mismos) es clave95. Su misión consiste en ayudar al
estudiante en su proceso de descubrimiento de la verdad al modo de un nuevo
Sócrates y de su conocido método de la mayéutica. Como el modelo para esta labor
del profesor, mediadora entre el alumno y la experiencia, y que es necesaria para la
apropiación personal de lo que se va aprendiendo, es el papel que en los Ejercicios Espirituales cumple el director o acompañante mencionaremos los cuatro puntos que,
según M. Bertrán Quera S.J., resumen el papel psico-pedagógico del ejercitador (director o acompañante, trasunto del profesor) con respecto al ejercitante (alumno):
a) Conocimiento del perfil del ejercitante, b) Adaptación y acomodación a su modo de ser, c) Ayudar a
que el ejercitante busque y halle la voluntad de Dios, d) Fomentar la actividad personal del ejercitante96.
Quizás el punto que más aclaración requiere para comprender en qué medida es
trasunto de la relación pedagógica entre profesor-alumno sea el c). Con él se quiere
hacer notar que el papel del director-profesor es el de mero instrumento para facilitar el
encuentro del alumno con la verdad (en Ejercicio Espirituales entre el Criador y su creatura).
Y se señala la conveniencia de que el director-acompañante deje que sea el mismo Creador
y Señor [quien se] comunique a la su ánima devota, lo que está en perfecta sintonía con la
doctrina de la Iglesia de que la verdad no se impone de otra manera que por la fuerza de la misma
Ibídem, [55].
“Debemos ser respetuosos con la libertad individual de quien se resiste a madurar”. Ibídem, [56]. Nada que ver sin embargo esta
libertad con la propia de corrientes pedagógicas muy en boga a mediados del siglo pasado como la que puso
en práctica, en la Escuela de Summerhill, el pedagogo A. S. Neill (1883-1973), y que podemos resumir en esta
frase “los niños necesitan aprobación y libertad para ser naturalmente buenos” (CAPITÁN DIAZ, 1984 pág. 513) y que se trata
de una variante de la bondad natural rousseaniana. Por el contrario la libertad de un alumno “incluso después de un
proceso reflexivo, [para] decidir actuar de forma egoísta” (ICAJE, 1993 pág. [56]), responde más a la antropología cristiana
en la que la naturaleza humana herida por el pecado, puede incluso conociendo la verdad no ser coherente con
ella, y así se menciona como justificación el pasaje evangélico del joven rico.
95
“La reflexión constituye para Ignacio el punto central del paso de la experiencia a la acción; tanto es así, que confía al director o guía de las
personas que hacen los Ejercicios Espirituales la responsabilidad primordial de ayudarles en el proceso de reflexión”. ICAJE, 1993,[25].
96
LANGE CRUZ, 2005 pág. 41 y ss.
93
94
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verdad, que penetra suave y a la vez fuertemente en las almas97. Del mismo modo en la relación
pedagógica es la fuerza misma de la verdad (sea un teorema, un valor, un sentimiento, un deber…) la que ha de acabar por imponerse en el alumno, y el profesor
simplemente le habrá señalado el camino para su descubrimiento.
El sucederse epidérmico de informaciones o datos que van desplazándose sucesivamente en el común de los alumnos es algo característico de la escuela tradicional,
que como se nos recuerda en Pedagogía se basaba no en una tríada, sino en la dupla
Experiencia-Acción, en una suerte de relación contractual en la que la experiencia del
alumno se limita a la recepción pasiva de la información, completa y elaborada,
que aporta el profesor, y la acción es a modo de contraprestación del alumno y
consiste en demostrar al profesor que se conoce la materia (para lo cual bastaba la
puesta en juego de la facultad memorística).
La alusión al modelo de la escuela tradicional, en la que falta el elemento de la
reflexión y en la que por tanto el alumno se limita a acumular la información que le suministra el profesor98, parece tener en mente uno de los conceptos que el pedagogo
brasileño Paulo Freire (1921-1997), al que a partir de ahora vamos a aludir con
frecuencia en este análisis de Pedagogía Ignaciana por entender que pudiera ser una de
las fuentes ocultas que sus redactores utilizaron para dar forma a la llamada Propuesta
Pedagógica Ignaciana99, intuyó y puso en circulación: educación bancaria. Con dicha expresión significaba la idea de que en la relación entre educador y educando, a este no
le quedaba otra alternativa que aceptar y repetir todo lo dicho por el educador. El educando acumulaba
“conocimientos”, saberes. Era un banco receptor y depositario de los mismos100.
Frente a la educación bancaria Paulo Freire propone la educación liberadora en la que educador y educando se colocan en un plano de igualdad u horizontal y la relación
Declaración Dignitatis humanae sobre libertad religiosa del Concilio Vaticano II.
“…gran parte de la enseñanza que aún se imparte continúa limitada a un modelo educativo de dos pasos: Experiencia-Acción en el cual el
profesor juega un papel mucho más activo que el alumno…y cuyo objetivo pedagógico primordial es el desarrollo de la capacidad de memorización por parte de los alumnos”. ICAJE, 1993, [31].
99
Hablamos de fuente oculta porque no se quiere reconocer de forma explícita este influjo de una de las personalidades, que al menos en el campo educativo, se asocian al movimiento latinoamericano de la Teología de la
Liberación y afines. Esto a su vez nos hace sospechar que la alusión a la tradición ignaciana del esquema experiencia-reflexión-acción como ya presente o intuida en Ejercicios Espirituales es una forma ad hoc de dar carta de naturaleza
ignaciana a lo que no es sino un esquema (el de análisis-praxis) de eco social-marxista.
100
GÓMEZ GARCÍA, 1982 pág. 34.
97
98
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pedagógica queda mediatizada por la realidad, de suerte que es esta la que hace del
educador un educando y del educando un educador; ambos asumen el doble papel
educador-educando por la relación dialéctica entre ellos mismos y con la realidad.
Nadie educa a nadie; nadie se educa a sí mismo; los hombres se educan en comunión mediatizados por el
mundo, escribe el mismo Freire en Pedagogía del oprimido (1970)101.
Ciertamente en Pedagogía Ignaciana no se llega tan lejos y se sigue manteniendo la
relación desigual102 entre profesor-alumno, sin embargo no dejan de aparecer rasgos
que sugieren una mayor nivelación, así se dice que la relación entre profesores y
alumnos requiere confianza y respeto, y que estas actitudes solo se consiguen y alimentan de una continua experiencia del otro como genuino compañero de aprendizaje, lo que sugiere que
también el profesor es sujeto cognoscente o educando en la relación educativa103.
Abundando en la posible conexión de Pedagogía Ignaciana con la propuesta pedagógica
de Paulo Freire, podemos aludir al concepto de educación que este formula en La
educación como práctica de la libertad (1971) y que define como praxis, reflexión y acción del
hombre sobre el mundo para transformarlo. La similitud entre este concepto de educación y
el modelo pedagógico ignaciano de experiencia-reflexión-acción es evidente. El mismo
concepto freireano de educación liberadora, que alude al proceso de humanización o de liberación de los oprimidos por su propia acción (de ahí los dos rasgos característicos
de la pedagogía de Freire: el protagonismo del educando como su propio educador
–de la misma forma que la liberación del oprimido no puede venir de ningún otro
fuera de él mismo– y la inextricable dinámica liberadora de teoría-práxis)104, parece
Ibídem, pág. 35
Desigual no por estar jerárquicamente subordinado el alumno al profesor, sino más bien por ser el alumno el
verdadero protagonista del proceso enseñanza-aprendizaje, siendo el profesor, como hemos visto más arriba al
hablar del modelo pedagógico de los Ejercicios Espirituales para el Paradigma Pedagógico Ignaciano, simplemente un
mediador .
103
No obstante para no faltar a la verdad en este intento de señalar la posible influencia de la pedagogía de Freire
en Pedagogía Ignaciana conviene advertir de nuevo que los autores de esta propuesta procuran buscar en la tradición
de la Compañía y en sus documentos los antecedentes que sirvan de soporte a sus propuestas pedagógicas, y
así para justificar este clima de confianza y conocimiento mutuo entre profesor y alumno en los Colegios de la
Compañía se recurre a una fórmula tradicional de la Compañía: cura personalis, es decir el amor auténtico y la atención
personal a cada uno de nuestros estudiantes( Ibídem [40]); pero probablemente no se puedan sustraer a la influencia de los
pedagogos más reputados de la época.
104
“…para la educación problematizadora [otro nombre de la educación liberadora], en tanto quehacer humanista y liberador, la
importancia radica en que los hombres sometidos a la dominación, luchen por su emancipación…superando el intelectualismo alienante,
superando el autoritarismo del educador bancario, superando también la falsa conciencia del mundo”. CAPITÁN DIAZ, 1984 pág. 827.
101
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encontrar reflejo en la constante alusión que se hace a la libertad como una de las
aspiraciones fundamentales de la educación ignaciana tal y como resulta en los
nuevos documentos pedagógicos de la Compañía, pues en estos la libertad que se
persigue no es tanto (aunque también) la interior libertad respecto del pecado105,
sino sobre todo una liberación de las estructuras mentales o prejuicios (sociales)
que impiden al alumno hacerse hombres y mujeres para los demás106.
A pesar de todas estas similitudes entre un modelo concreto de pedagogía, el de
Paulo Freire, que podríamos calificar como liberacionista (no sólo porque así lo denomina el mismo autor, sino por su evidente influjo en movimientos políticos y
sociales muy en boga en Latinoamérica durante las década de los sesenta, setenta
y ochenta del s. XX) y ciertos aspectos (no menores) de la pedagogía que resulta
de Características y de Pedagogía Ignacia, lo cierto es que hay al menos una notable diferencia que salta a la vista: la pedagogía de Freire va dirigida fundamentalmente
a los oprimidos, mientras que la nueva pedagogía ignaciana no puede sino tener
por sujetos a los hijos de los opresores, pues la red de colegios de la Compañía en su
mayor parte estaba de facto al servicio de la educación de las clases dirigentes y las
elites, o cuando menos de las clases medias107.
Esta diferencia se salva no obstante en los documentos pedagógicos de la Compañía
mediante el argumento (en coincidencia con el mismo Freire) de que la liberación
lo es también del opresor, al liberar al alumno de los prejuicios y esquemas mentales
que le llevarán en su edad adulta a reproducir esa conducta opresora.
El modelo pedagógico que opera sobre el triángulo experiencia-reflexión-acción tiene, y así se sugiere en el apartado [28] de Pedagogía, una eficacia individual y una
En la Instrucción Libertatis nuntius de la Congregación de la Doctrina de la Fe (1984) se hace alusión precisamente
a la idea de que frente a una teología de la liberación que se centra en la lucha contra las estructuras sociales de opresión, la verdadera doctrina cristiana sobre la libertad y la liberación va a la raíz última de toda opresión que es
el pecado y el poder de la muerte en el corazón de los hombres, sin desconocer el carácter también opresor de
las estructuras sociales y políticas.
106
“El contexto socio-económico, político, cultural dentro del cual se mueve un alumno puede afectar seriamente a su crecimiento como “hombre
para los demás”…Estos y otros muchos factores pueden restringir la libertad, que tanto desea promover la pedagogía ignaciana”. ICAJE,
1993 [39].
107
Recuérdese al respecto el discurso del P. Arrupe a los antiguos alumnos en Valencia (1973).
105
Julián García del Pozo Jiménez / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 149-198
193
d­inámica laboriosa y lenta, que parece contradecir ciertas aspiraciones de transformar
inmediatamente el mundo entero en una comunidad de justicia, paz y amor.
Esta dinámica transformadora de la conciencia del educando y por tanto motivadora de su acción en el entorno en que aquel se desenvuelve nos recuerda vivamente
otra de las aportaciones pedagógicas de Paulo Freire: la llamada concientización, que
consiste en una suerte de dialéctica de reflexión-acción, y no en una mera actitud
intelectual o contemplativa de la realidad108. Freire define la concientización como
un proceso mediante el cual, en la relación sujeto-objeto, el sujeto adquiere la capacidad de captar en
forma crítica la unidad dialéctica entre el yo y el objeto. Por ello hay que insistir en que no hay concientización fuera de la praxis, fuera de la teoría-práctica, fuera de la unidad reflexión-acción109. También
en Pedagogía Ignaciana se destaca que el proceso pedagógico quedaría truncado si se
limitara simplemente a la comprensión intelectual de la experiencia y de las reacciones
afectivas; por el contrario el proceso empieza en la experiencia a la que sigue la
reflexión, y finalmente a través de la acción sobre la realidad a que compromete la
reflexión se vuelve a tener una nueva experiencia, y vuelta a empezar, alcanzando el
sujeto cada vez mayor grado de madurez y plenitud personal110.
Este proceso es capaz de generar hábitos permanentes de aprendizaje, que es realmente el
objetivo de las nuevas corrientes pedagógicas, en las que se trata no tanto de aprender soluciones concretas a problemas determinados como de aprender a resolver
cualesquiera problemas o como se dice en fórmula expresiva: aprender a aprender; esto
permitirá según Pedagogía Ignaciana permanecer abierto al crecimiento a lo largo de la vida, lo que
se reconoce como necesario para los ciudadanos responsables del tercer milenio, sometidos a
un continuo y acelerado cambio tecnológico en los medios de producción que les
obliga a la llamada formación continua111.
“Para Freire la concientización es un proceso continuo por cuanto incide en un mundo “haciéndose” , promoviendo la creación de una nueva
realidad, que a la vez sugiere, como objeto, una nueva reflexión crítica, mediante la cual el hombre recrea otra nueva realidad…; y así, sucesivamente”. CAPITÁN DIAZ, 1984, pág. 818.
109
GÓMEZ GARCÍA, 1982 pág. 40, citando al propio Freire, P. (1976), Entrevista a Paulo Freire, Cuadernos de pedagogía,
Barcelona.
110
ICAJE, 1993 [68-70]
111
También Paulo Freire parece admitir la idea de educación permanente, pero en él no responde al continuo cambio tecnológico, sino más bien al permanente proceso de liberación que ha de llevar a cabo el hombre a lo largo de su
vida. “Freire sabe que los problemas que la educación plantea no se terminan en el marco de la institución escolar. La educación se continúa
con el hombre como sujeto de un devenir que es su propia vida”. GÓMEZ GARCÍA, pág. 44.
108
194
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 149-198 / La pedagogía en la Compañía de Jesús, ayer y hoy
V.- Conclusiones
En el análisis comparado de la pedagogía jesuita en sus documentos originales y
en los más recientes, tratando de justificar el cambio de unos a otros en base a los
acontecimientos históricos que más han marcado a la Compañía, se ha llegado a
la hipótesis central de este trabajo, a saber: que en los nuevos documentos pedagógicos de la Compañía, Características de la Educación de la Compañía de Jesús (1986) y
Pedagogía Ignaciana (1993) se ha dejado sentir fuertemente el que en este trabajo se ha
denominado giro social en la Compañía de Jesús, y que encuentra su expresión más
autorizada en el conocido Decreto 4 de la Congregación General de la Compañía de
Jesús nº. XXXII (1974/1975), paralelo al apogeo de la llamada Teología de la Liberación
y movimientos afines en Latinoamérica.
Se ha tratado de vincular asimismo la labor educativa y método pedagógico actual de la Compañía con los conceptos pedagógicos de Paulo Freire ( concientización,
educación bancaria vs. liberadora, acción-reflexión como dialéctica propia de la praxis educativa…), puesto que este eximio pedagogo brasileño tuvo un papel protagonista
en la renovación del pensamiento pedagógico en Latinoamérica de la mano de los
movimientos liberacionistas.
No obstante esta posible influencia, en tales documentos pedagógicos se ha omitido cualquier referencia extraña a la propia tradición jesuita y así se ha querido
vincular la renovada propuesta pedagógica ignaciana con lo que constituye la seña de
identidad más característica de la Compañía: Ejercicios Espirituales de San Ignacio. En
realidad uno y otro modelo pedagógico, el ignaciano y el freireano, salvando algunos
aspectos más típicamente jesuíticos en aquel y más conspicuamente liberacionistas en
este, podrían pasar uno por otro, por lo que probablemente el afán de los redactores de la Propuesta Pedagógica Ignaciana de entroncar esta con Ejercicios Espirituales se deba
al propósito de evitar su adscripción a una corriente pedagógica, como la freireana,
de tan marcado sesgo ideológico.
Esta renovación en la pedagogía de la actual Compañía de Jesús, consistente en formar hombres y mujeres para los demás, se justifica por ser el más eficaz instrumento para
dicho apostolado de promoción de la justicia, del mismo modo que fueron razones
de eficiencia en el apostolado las que llevaron a Ignacio de Loyola y sus c­ompañeros
Julián García del Pozo Jiménez / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 149-198
195
a asumir al poco de la fundación de la Compañía la tarea educativa, pues como
escribió el P. Ribadeneyra a Felipe II justificando la asunción por la Compañía de
dicha labor: Se ve diariamente cuán difícil es a los que han envejecido en el vicio y las malas costumbres despojarse de sus inveteradas costumbres para convertirse en un nuevo hombre y consagrarse a Dios,
y hasta qué punto todo el bien de la cristiandad y de la sociedad entera depende de una buena educación
de la juventud; esta, blanda como la cera, recibe la impresión de la forma que se quiere […]La misma
Compañía se rebajó a asumir esa parte menos honorable, pero no menos fructuosa, de la instrucción de los
niños y de los jóvenes.
196
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 149-198 / La pedagogía en la Compañía de Jesús, ayer y hoy
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Anales de la Real Academia de Cultura Valenciana nº 87 (2012)
José Eliseo Valle
El acceso a la dirección por parte de los directores
de los colegios de infantil y primaria valencianos.
Reflexiones a partir de un análisis empírico.
RECEPCIÓN:09-11-2012
REVISIÓN:14-11-2012
ACEPTACIÓN:10-12-2012
PUBLICACIÓN:30-12-2012
El acceso a la dirección por parte de los directores
de los colegios de infantil y primaria valencianos.
Reflexiones a partir de un análisis empírico.
Resumen:
En este artículo se exponen parte de los resultados de una investigación más amplia
sobre la dirección de centros educativos públicos valencianos de infantil y primaria,
partiendo de su consideración como elemento clave en la revitalización pedagógica
y en el logro de la excelencia educativa. En concreto se analizan temas como las vías
de acceso a la dirección, el número de candidaturas existentes o los motivos que les
han llevado a desempeñar el rol directivo. También se estudia el grado de atracción
que ejerce el puesto de director en los docentes, las razones que explican tal circunstancia, así como su percepción en torno al reconocimiento social del puesto. El
estudio combina técnicas cuantitativas y cualitativas de aproximación al objeto de
análisis, y conecta con otros trabajos teóricos y empíricos que abordan la cuestión.
Palabras clave: Acceso a la dirección escolar, Liderazgo educativo, Organización
educativa y gestión escolar, centros públicos.
Access to the school management in
Valencian nursery and elementary schools.
Observations based on an empirical analysis.
Abstract:
Based on the belief that school management is a key factor in the revitalization of
pedagogic approaches as well as in achieving academic excellence, this article presents results of a larger research conducted around the managing of public schools
in Valencia in nursery and primary level. In particular, it explores the ways of becoming headmaster, the number of applications to the post and the reasons that
motivated the current principals to apply for it. Furthermore, this study analyzes
the degree of attraction for teachers to become the school principal and how such
a post is perceived considering the social recognition and the duties that it entails.
Finally, the research combines quantitative and qualitative analysis, and connects
with other theoretical and empirical work addressing the issue.
Key words:Access to the school management, educational leadership, school management and educational organization, public schools.
José Eliseo Valle / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 199-226
203
1.– Planteamiento de la cuestión y fundamentación teórica.
La función directiva y el liderazgo que el director ejerce sobre un centro docente
constituye un elemento de esencial influencia como factor de calidad y mejora en
la buena marcha del mismo1, configurándose como esencial por su contribución a
los procesos de enseñanza-aprendizaje. En esta misma línea, los directivos han sido
calificados como auténticos agentes de cambio, resaltando su papel fundamental en
los procesos de planificación, ejecución y evaluación de los proyectos institucionales en materia educativa2.
El perfil de la dirección de centros educativos en España es ciertamente peculiar, y
el mismo es un elemento que contribuye a explicar gran parte de las actitudes de
los actuales directores, y de los docentes en general, hacia su desempeño. Así, se
trata de una labor que cumple gran parte de los rasgos delimitadores y requisitos
exigibles a las actividades profesionales, según los modelos teóricos elaborados al
respecto3, aunque adolece de otros, debido al modelo de dirección que consagran
Existe un amplio acuerdo sobre tal afirmación, hoy avalada por la mayor parte de las investigaciones sobre educación, siendo en consecuencia numerosísimos los autores que así lo estiman. Por todos, citaremos a algunos,
como Manuel Álvarez, que señala que “función directiva es un factor clave en la mejora de los centros (álvarez,
Manuel, 2004, p. 78), o a Antonio Montero, para el que el liderazgo escolar es relevante por su contribución
a la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje; en particular destaca que “el liderazgo escolar tiene
como función importante la de propiciar el aprendizaje organizacional del que se deduce, como consecuencia,
la escuela que aprende, es decir, la escuela que adquiere capacidades para que su organización y funcionamiento
procuren altos desempeños y procesos de mejora continua…” (montero, Antonio, 2011, pp. 2-3). En la misma
línea se sitúan también Luis batanaz (batanaz, Luis, 2006) o Manuel Lorenzo (lorenzo, Manuel, 2004).
2
Una opinión extendida, expresada con acierto por Joaquín gairín (gairín, Joaquín, 2004).
3
Entre ellos podemos citar los realizados por Agustín escolano (1980); Heinz Elmar tenorth, 1998 –citado por
batanaz, Luis, 2006–; o, finalmente, Peter William musgrave, 1965 –citado por fernández pérez, Miguel, 2000).
En particular para Peter William musgrave los rasgos más característicos con que podemos identificar cualquier
perfil profesional, son los conocimientos específicos, el control que se ejerce cuando ingresa en la profesión, la
existencia de códigos de conducta profesionales, la libertad en el ejercicio de su trabajo, la pertenencia a organizaciones profesionales, las condiciones en que desarrolla su trabajo y el reconocimiento social de su profesión.
Una visión que sería posteriormente cuestionada por considerarla excesivamente rígida y elitista.
1
204
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 199-226 / El acceso a la dirección
las leyes españolas y a la falta de profesionalización de dicha tarea. Entre los primeros, podríamos citar la vocación –el valor o expectativa de servicio que implica su
actividad profesional–; la orientación hacia unos destinatarios, hacia los cuales se
ordena la actividad profesional; o la existencia de un colectivo que comparte actividades, obligaciones, derechos y responsabilidades para con la comunidad educativa. Un segundo grupo de factores no se da en la dirección de centros docentes:
así, no se trata de una actividad que requiera una formación académica, ni que se
halle respaldada por un saber especializado adquirido de forma sistemática; los
directores no ejercen influencia ni mucho menos control sobre las normas y códigos reguladores de la profesión y el acceso a la misma; y desde luego difícilmente
podría afirmarse que posean autonomía para definir los ejes básicos –en materia
de personal, organización financiera, etc.– de funcionamiento de un centro, y con
ello ejercer un verdadero liderazgo en el mismo. Finalmente, un tercer grupo de
elementos caracterizadores de las profesiones se percibe en los directores, pero en
forma muy mitigada (su competencia innovadora; o el reconocimiento social de
sus competencias técnicas y su prestigio).
Sea como fuere, son muchos quienes reconocen un elevado potencial de actuación
a los directores de centros para actuar como líderes e introducir importantes líneas innovadoras y de excelencia en las organizaciones educativas a cuyo frente se
sitúan, mejorando sus resultados. Se destacan en este sentido sus posibilidades de
aproximación a docentes y no docentes, que prestan servicios en el centro; facultades de fomento de relaciones entre dichos sectores; o de aproximación a entidades
y personas externas al centro, que podrían realizar aportaciones valiosas para los
fines de la escuela4.
Las investigaciones más recientes en la materia demuestran que el modo de acceso
y el tipo de organización perfilado por el marco normativo condicionan poderosamente el perfil y el estilo de dirección5. En el modelo directivo español, es precisamente la falta de autonomía que comporta una dirección sin espacio profesional
En esta línea se expresa Gordon A. donaldson (2000) citado Luis batanaz (batanaz, Luis, 2006), quien concibe el
liderazgo en las escuelas como un proceso relacional en el que la influencia de diferentes elementos provocan
la movilización personal.
5
Destacan en este ámbito los trabajos realizados por Manuel Álvarez (2006).
4
José Eliseo Valle / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 199-226
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para su desarrollo, abrumada por la creciente complejidad de las tareas que debe
desempeñar y las presiones de los diferentes sectores de la comunidad universitaria6, y cuyas directrices de actuación las marca la Administración educativa de
forma agotadora, la que se apunta quizá como causa más importante de la falta de
candidatos a la dirección7. No se cuenta con autonomía suficiente en aspectos clave, lo que imposibilita ejercer adecuadamente las tareas que como tal incumben al
director, como la jefatura de personal o la dirección pedagógica8.
El paisaje resultante de este estado de cosas no es otro que un combinado de complejidad en las tareas y exigencias por parte de los diversos sectores de la comunidad educativa, sin una verdadera capacidad de actuación para responder a tales
factores. Y es que los directores se perciben a sí mismos como puros administradores de centros o burócratas9, como docentes que temporalmente gestionan una
dirección de carácter burocrático sin las necesarias competencias y formación. El
papel del director escolar en España es, además, más indefinido y contradictorio
que en otros lugares de Europa10, ambigüedad e indeterminación que aumentan la
problemática asociada al ejercicio de tal cargo11.
Junto a estos factores, que perfilan en gran parte el significado de la dirección
en nuestro país, adquiere asimismo importancia el reconocimiento y valoración
que los líderes escolares perciben de su labor profesional. Diversos estudios han
concluido que los directores se ven valorados como meras piezas del engranaje
administrativo12, como simples burócratas que hacen funcionar el sistema y no
Factores que son sintetizados por Joaquín Gairín y Diego Castro (2010).
Así lo creen Pello aramendi, Joan teixidó y José Luís bernal (2010); y en el mismo sentido se han pronunciado
otros autores, como Manuel álvarez (2004) o de nuevo Joaquín gairín (2004).
8
Tal es la opinión de Serafín Antúnez (2006).
9
La idea de una dirección centrada en tareas puramente burocráticas es una constante repetida en numerosos
planteamientos y análisis sobre la materia, destacando por todos Manuel álvarez (2004); o, en la misma línea,
Joaquín gairín y Diego Castro (2010).
10
Esta es una de las conclusiones que presenta Inmaculada egido, tras dar cuenta de un estudio en torno a los
modelos políticos de definición del director en Francia, Reino Unido y España, países representativos no solo
de diferentes modelos de dirección escolar, sino de gestión del sistema educativo en su conjunto (egido, Inmaculada, 2006).
11
Así lo entiende Manuel álvarez (2004).
12
La idea, sustentada por diversas investigaciones, y que se verá magníficamente expresada por los propios protagonistas, los directores valencianos, en alguno de los testimonios recogidos en las páginas de este artículo, la
apuntan entre otros autores Joaquín gairín y Diego castro (2010).
6
7
206
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 199-226 / El acceso a la dirección
como líderes educativos de los centros a cuyo frente se sitúan. La ubicación social
de la dirección es un importante factor a considerar, en el marco de una perspectiva
cognitiva, según la cual el ejercicio directivo está influido por las percepciones y
expectativas propias y las del resto de la comunidad educativa13.
Finalmente, el hecho de que los docentes no deseen asumir funciones directivas es,
por otro lado, un factor que se tilda muy acertadamente de alarmante, en cuanto
anómalo en cualquier organización, en la que la dirección sería lógicamente una
meta apetecible14. En este caso no sólo no lo es, sino que la situación es claramente
la contraria.
En la presente investigación nos planteamos como objetivo averiguar cuál es la
situación de los directores de centros de infantil y primaria (en adelante, CEIPS) valencianos al respecto. Queremos saber de qué modo han accedido a la dirección, así
como si su desempeño profesional resulta atractivo para los docentes, conociendo
la argumentación que soporta sus respuestas. También deseamos averiguar cuáles
son, en todo caso, los factores que les han llevado a ocupar sus actuales cargos y,
finalmente, si estiman que su labor es objeto de reconocimiento. Las opiniones de
los directores nos llevarán a concluir si estamos ante un caso que ofrezca o no coincidencias con otros estudios anteriores, llevados a cabo en otros contextos temporales y geográficos en nuestro país, algunas de cuyas conclusiones se han expuesto
en esta introducción.
El objeto último de la investigación es profundizar en algunas de las debilidades
y fortalezas de la dirección, con el ánimo de enriquecer el debate y mejorar las
políticas públicas para fomentar el liderazgo educativo en las escuelas. La dirección
es, sin duda, uno de los factores esenciales en los procesos de calidad y mejora de
los centros, innovación y dinamización15, ya que su implicación y capacidad de
Así lo considera Joan Teixidó, citado por Antonio Montero (2008).
Óscar Sáenz y Santiago Debón concluyen tal hecho, tras explicar algunos de los factores que estarían detrás del
mismo, muchos de los cuales han sido ya apuntados en esta introducción, y a los que estos autores añaden la
brega constante con la Administración, la escasez de recursos y los medios insuficientes, las difíciles relaciones
con los padres, o la atonía, resistencia e insolidaridad de los compañeros(Sáenz, Óscar y Debón Santiago, 2000)
15
Una premisa sentada por autores numerosos y bien diversos, entre los que citaremos por todos a Manuel Álvarez
(2004); o a Joaquín Gairín y Diego Castro (2010).
13
14
José Eliseo Valle / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 199-226
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actuación son muy relevantes y poseen un importantísimo caudal de posibilidades.
De ahí la necesidad de avanzar en el conocimiento de los factores que la rodean, y
en particular los que explican y condicionan el acceso a la dirección, que suman o
restan, animando a los docentes a aceptar dicho cargo o impidiendo que se postulen al mismo.
2.– Diseño de la investigación.
La elección de una determinada metodología como herramienta a través de la cual
investigar y aprehender la realidad social, constituye un elemento fundamental en
el diseño de toda investigación. Resulta obvio que la realidad social es rica, variada
y compleja, difícil de captar y comprender por sus múltiples aspectos u objetos
de estudio. Cada objeto de conocimiento tiene, como apunta Miguel Beltrán, unas
necesidades perfectamente diferenciadas16, las cuales justifican y reclaman la aplicación de diferentes métodos o técnicas de aproximación a dicha realidad.
Las tipologías metodológicas utilizadas por los distintos autores son muy diversas,
todas ellas reconducibles a dos enfoques o perspectivas diferentes. La primera es la
perspectiva cuantitativa, que pone el énfasis en la medición objetiva de los hechos
sociales, a través de una recogida de información estructurada y sistemática. Por
contra, el paradigma cualitativo responde a una epistemología interpretativa, centrándose en la dimensión intersubjetiva, en el sujeto individual, en el mundo del
significado, los motivos y las intenciones del individuo o del grupo social.
Actualmente se ha abierto camino la complementariedad o integración metodológica en el seno de una misma investigación, con el propósito de efectuar validaciones cruzadas, en la pretensión de “paliar las limitaciones de cada método, contrarrestándolas con las potencialidades de los otros métodos”17. Esta última técnica,
la triangulación metodológica entre métodos, entre las perspectivas cuantitativa y
cualitativa, ha sido la elegida en la presente investigación, con objeto de analizar
Una idea acertada, que es clave en el diseño metodológico de toda investigación científica (Beltrán, Miguel
2000).
17
Así lo apunta Mª Ángeles Cea (Cea, Mª A., 1997:52).
16
208
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 199-226 / El acceso a la dirección
todas las motivaciones que están detrás de un fenómeno que es complejo y cuya
adecuada comprensión exige el abordar sus múltiples perfiles. El acceso a los cargos
directivos de los centros docentes no puede explicarse utilizando exclusivamente
cifras que reflejen los resultados numéricos de las distintas variables objeto de análisis, ni tampoco hubiera podido basarse de forma única en el mundo de significados y vivencias de un grupo de protagonistas del estudio, resultando en tal caso
una mera descripción, sin apoyo en cifras demostrativas de la verdadera situación
en los diversos aspectos analizados.
En línea con dicho planteamiento, las técnicas de investigación utilizadas en el estudio han sido dos: a) Una encuesta realizada a una elevada muestra representativa
de los directores de centros docentes de infantil y primaria de las tres provincias
de la Comunidad Valenciana (n=234, con un índice de respuesta del 93,6 % sobre las 250 encuestas realizadas), con un cuestionario estandarizado, remitido y
devuelto por correo electrónico, que combinaba preguntas cerradas (ya con respuestas de alternativa dicotómica o de elección múltiple) con otras parcial o totalmente abiertas, y en el que el tema del acceso a la dirección constituía uno de
sus bloques temáticos; y b) La realización de una serie entrevistas en profundidad
semi-estructuradas a una selección de directores determinados (20), cuyo perfil
es altamente coincidente con el de los directores encuestados. Se trata de opciones
metodológicas distintas que en un momento posterior se han articulado de una
forma conjunta en la interpretación del objeto de estudio general y de los ítems
específicos que lo componen.
José Eliseo Valle / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 199-226
209
Tabla nº 1: Perfil de los directores encuestados y de los centros que dirigen.
PERFIL DE LOS DIRECTORES/AS ENCUESTADOS/AS (234)
Y DE LOS CENTROS QUE DIRIGEN
SEXO
Hombre
Mujer
EDAD
Menor de 30 años
De 31 a 40 años
De 41 a 50 años
Mayor de 50 años
ANTIGÜEDAD EN LA
DOCENCIA
Hasta 10 años
De 11 a 20 años
De 21 a 30 años
De 31 a 40 años
Más de 40 años
53,8
46,2
1,7
9,8
28,6
59,8
4,7
21,4
31,2
40,2
2,6
NÚMERO DE ALUMNOS/AS
 
Hasta 100
Entre 101 y 300
Entre 301 y 500
Entre 501 y 700
 
NÚMERO DE
PROFESORES/AS
 
Hasta 25
Entre 26 y 50
Entre 51 y 75
 
8,1
47,4
37,6
6,8
52,6
47,0
0,4
 
3.– Resultados de la investigación:
3.1.– Acceso a la dirección.
Un tema clave de la investigación sobre la dirección de CEIPS en la Comunidad
Valenciana ha sido el modo en que estos docentes accedieron a la dirección de tales
centros. La Ley Orgánica 2/2006, de Educación, (LOE) establece un sistema de selección de los directores a través de un concurso de méritos en el que queden acreditados los principios constitucionales de igualdad, mérito, capacidad y publicidad
que rigen el acceso a todo puesto o cargo público. Dicha vía, configurada como
vía teórica de acceso a la dirección, no es sin embargo la única, ya que la propia
LOE regula el que denomina nombramiento extraordinario, previsto para centros
de nueva creación o para aquellos casos en los que no existan candidatos o la Comisión competente no haya procedido a seleccionar a ningún aspirante, supuesto
210
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en el que será la Administración educativa la que nombre un director o directora
entre los docentes que reúnan determinados y requisitos que la propia ley concreta.
Tabla nº 2: Modo de acceso a la dirección.
MODO DE ACCESO A LA DIRECCIÓN
 
 
 
Candidatura espontánea y elección por órganos competentes
Total
 
 
52,1%
Impulso por parte de la Inspección o Administración educativa a su candidatura 28,6%
Nombramiento obligatorio o forzoso
Otras vías de acceso
14,5%
4,7%
 
TOTAL
 
 
(234)
 
La primera conclusión que arroja el análisis de las vías de acceso a la dirección
seguidas por los directores valencianos es que, la que debía ser la vía abrumadoramente mayoritaria de acceso, en tanto que vía ordinaria establecida por la ley, es
decir, la presentación de una candidatura de forma espontánea y la selección por
los órganos competentes, de facto no lo es. Tanto es así que sólo un número ligeramente superior a la mitad de docentes acceden por esta vía (el 52,1 %), frente al
47,8 % que accede de otro modo.
En este último grupo predominan los que llegaron a ser directores mediante impulso por parte de la Inspección o Administración educativa a su candidatura, que
son un 28,6 %. Este último supuesto es muy habitual, y se produce ante la falta de
candidaturas espontáneas, lo que provoca que sea en la mayor parte de los casos la
Inspección, que tiene un contacto regular con los centros, la que proponga a uno
de los docentes que se postule para director, argumentando la necesidad de que alguno de los maestros del centro asuma tales cometidos, la idoneidad del candidato
para ese cargo, etc:
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“Entonces un día me llamaron al despacho y me dijeron que me tenía que presentar a la dirección,
que me lo pensara. (…) Y aquella persona me insistió mucho: “piénsatelo, piénsatelo, que estáis
muy unidas y formáis un buen equipo…” –Entrevista nº 18–).
Descendiendo un escalón en la escala de voluntariedad, nos encontramos con los
casos de nombramiento forzoso, que se produce ante la ausencia de candidatos, ya
espontáneos o ya convencidos por la Administración educativa de que asuman tal
cargo: de ese modo han accedido un 14,5 %, que adicionados a los que asumieron
la dirección persuadidos por la Inspección o la Administración educativa, totalizan
un 43,1 %.
En los casos en que el director repite un segundo mandato, tal situación suele
responder al patrón de docente que en un momento determinado es persuadido
por la Administración educativa a hacerse cargo de la dirección del centro ante la
falta de candidaturas, y lo hace, en muchas ocasiones sin ni siquiera presentar un
proyecto de dirección. Pasados los cuatro años del primer mandato, en algunos supuestos concurren determinadas circunstancias (por ejemplo, el director entiende
que está llevando a cabo una labor positiva en determinadas áreas, aún no completada; de nuevo la falta de candidatos que se quieran hacer cargo de la dirección; la
necesidad de consolidar los logros conseguidos en el primer mandato directivo…)
que motivan que, esta vez presentando una candidatura, un proyecto directivo,
y cumpliendo el resto de requisitos legales, el director renueve su mandato. Una
segunda variante de este mismo supuesto podría responder asimismo al caso en el
que un docente presenta una candidatura espontánea a la dirección, y expirado el
primer mandato decide volver a presentarse, de nuevo de forma voluntaria, con la
intención de continuar el trabajo emprendido, entendiendo que la duración ordinaria de cuatro años no es suficiente para poner en marcha y completar un proyecto de dirección, o bien ante la ausencia de otras candidaturas, o en definitiva por
un conjunto de circunstancias diversas.
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Tabla nº 3: Patrón 1 de Repetición de mandato directivo.
PATRÓN 1 DE REPETICIÓN DE MANDATO DIRECTIVO
PRIMER
MANDATO
Candidatura inducida por la Inspección o Administración educatIva
Candidatura espontánea y elección por órganos competentes
+
 
SEGUNDO
MANDATO
Candidatura espontánea y elección por órganos competentes
Existe un segundo patrón de repetición de mandato directivo, y es aquel que han
seguido determinados directores que asumieron el primer mandato ya voluntariamente, ya inducidos por la Administración educativa o incluso aceptando un
nombramiento obligatorio en la dirección, y que sin embargo no desearon de motu
proprio presentar una candidatura para revalidar su cargo directivo y continuar al
frente del centro docente. Sin embargo, debieron hacerlo, ya convencidos por la
autoridad educativa, o de nuevo forzosamente, ante la falta de candidaturas voluntarias de otros compañeros:
“En mi centro, en las últimas etapas, cuando ha habido que presentar proyectos y candidaturas a la
dirección, no las ha presentado nadie. A mí me designó la Administración educativa. Dos periodos
he estado designada” –Entrevista nº 7–.
Tabla nº 4: Patrón 2 de Repetición de mandato directivo.
PATRÓN 2 DE REPETICIÓN DE MANDATO DIRECTIVO
Candidatura espontánea y elección por órganos competentes
PRIMER
MANDATO
Candidatura inducida por la Inspección o Administración educatIva
Nombramiento obligatorio o forzoso
+
 
SEGUNDO
MANDATO
Candidatura inducida por la Inspección o Administración educativa
Nombramiento obligatorio o forzoso
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Por otro lado, en la inmensa mayoría de casos (85,6 %), los docentes han concurrido al proceso de selección para la dirección como candidatos únicos, ante la ausencia de compañeros que desearan asumirla. Tan sólo en el 14,4 % de los supuestos
ha existido concurrencia, y con ella competencia con algún otro candidato que se
postulara para lograr la dirección del centro docente.
3.2.– Proyecto de dirección y motivaciones para el acceso al cargo.
La LOE exige como uno de los requisitos de participación en el concurso de méritos previsto como vía ordinaria de selección de los directores, el presentar un
proyecto de dirección que incluya, entre otros, los objetivos, líneas de actuación y
la evaluación. En los colegios valencianos, prácticamente tres de cada cuatro así lo
hicieron (el 74,8 %), mientras que el 25,2 % no presentó proyecto alguno, en muchos casos debido a que el suyo fue un nombramiento forzoso o al menos inducido
o directamente promovido por la Administración educativa.
En cualquier caso, tanto los directores que presentaron un proyecto, como los que
formalmente no lo hicieron, nos han hablado de cuáles son las líneas de actuación
que persiguen en su labor directiva. Los objetivos relacionados pueden agruparse
en una triple tipología, existiendo algunos de ellos que se encuentran a caballo en
dicha clasificación. Destacan, en primer lugar, los objetivos claramente pedagógicos
o académicos. Un segundo tipo, de amplia caracterización, se podrían describir
como relacionales, actitudinales, así como de dinamización e implicación de toda la
comunidad educativa; estos buscan cambiar pautas de funcionamiento en el colegio,
lograr un buen ambiente y unos niveles razonables de satisfacción de todos los sectores en torno al centro docente y su actividad. El tercer grupo de objetivos tienen
relación con la consecución de recursos, ya humanos o materiales, para los colegios.
En concreto, los cuatro objetivos que una mayor proporción de directores coincide
en incluir en sus proyectos de dirección han sido los siguientes: mejora de la relación y el ambiente entre los miembros de la comunidad educativa; perfeccionamiento de la enseñanza y/o del nivel académico del centro; introducción de mejoras académicas o de otro tipo (idiomas, uso de TIC, actividades extracadémicas…);
y finalmente, mejora de las infraestructuras e instalaciones.
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Por otro lado, el análisis de las motivaciones que llevaron a los directores a acceder al cargo muestra que son dos las razones esgrimidas como motivos clave para
asumir tal rol. Así, la motivación fundamental, aquélla que declaran compartir 3
de cada 4 directores, es la naturaleza de reto y compromiso profesional con que
perciben y asumen dicha responsabilidad (75,4 %). A una discreta distancia encontramos la voluntad de mejorar el centro (71,4 %), ya se incida en el ámbito
estrictamente pedagógico o educativo, o en otras cuestiones, como los servicios e
infraestructuras del colegio que ahora dirigen.
Tabla nº 5: Motivaciones para el acceso al cargo de director.
MOTIVACIONES PARA EL ACCESO AL CARGO DE DIRECTOR
 
 
 
Total
 
 
Voluntad de mejorar el centro
Reto y compromiso profesional
Como experiencia profesional diversa, dentro de la carrera docente
Mantener la línea de trabajo del centro y consolidación del nivel conseguido
Disposición de autonomía y capacidad de decisión
Promoción profesional
Interés por la dirección y organización escolar
A solicitud de algunos compañeros/as
Por petición expresa de la Inspección u otros órganos educativos
Por el complemento económico
Evitar a otro candidato/a, del mismo o de otro centro
Consolidar la posición y prestigio en el centro
Reducción de carga docente
Prestigio social
Otros motivos
 
71,4%
75,4%
50,9%
42,9%
26,3%
21,0%
42,4%
42,4%
31,7%
8,9%
4,0%
14,3%
3,1%
4,0%
5,3%
 
(234)
TOTAL
 
 
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Uno de cada dos directores (50,9 %) explica su dedicación a la dirección por el
hecho de que la misma constituye una experiencia profesional diversa, dentro de
la carrera docente, que como tal es valorada positivamente y que les lleva a acceder
al cargo. Siguiendo esta escala de importancia descendente, existen tres motivos
cuya influencia a la hora de aceptar la dirección u optar a la misma, es prácticamente idéntica. Se trata de su voluntad de mantener la línea de trabajo del centro
y consolidación del nivel conseguido (42,9 %); el interés por la dirección y organización escolar; y el haberse postulado a solicitud de algunos compañeros (estos
dos últimos motivos han sido elegidos por el 42,4 % de los directores y directoras
valencianos).
Casi un tercio de los directores (el 31,7 %) apunta que accedió a la dirección
motivado por la petición expresa que a estos efectos les formuló la Inspección o
Administración educativa. Y a partir de esta respuesta, el resto de motivos pueden ordenarse de mayor a menor importancia del modo siguiente: consolidar la
posición y prestigio en el centro (14,3 %); un 8,9 % declaran haber optado a la
dirección movidos por el complemento económico; un 4 % lo hizo por evitar a
otro candidato, del mismo o de otro centro; un porcentaje idéntico al que tuvo en
cuenta factores relacionados con el prestigio social; y finalmente, para un 3,1 %
pesó la reducción de la carga docente que la dirección supone.
3.3.– Interés por la dirección y reconocimiento de la labor directiva.
La primera cuestión planteada inquiría sobre la eventual inclinación por parte de
los profesores hacia el cargo de director, y por tanto la percepción del mismo como
un puesto deseable o ambicionado. Los docentes no han vacilado en sus respuestas, existiendo práctica unanimidad al considerar que el puesto de director no se
contempla como una responsabilidad y un cargo que pueda ser interesante como
experiencia profesional. El 98,3 % de los directores así lo estiman, frente a un exiguo 1,3 % que opina lo contrario; finalmente, un 0,4 % no tiene un claro parecer
al respecto.
Tales opiniones resultan del balance que los protagonistas de nuestra investigación
realizan de los escasos pros y numerosos contras de la dirección de centros, cuando
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Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 199-226 / El acceso a la dirección
en sus reflexiones sopesan de un lado el trabajo, las responsabilidades y otros problemas, y de otro las escasísimas compensaciones o satisfacciones que el cargo de
director puede suponer a quien lo ocupa. La consecuencia no es otra que el hecho
de que el mismo no resulte un puesto apetecible, debido a una serie de factores,
entre los que los que los directores valencianos destacan los siguientes:
1)¿Verdaderos directores o meros burócratas? Si hay una idea recurrente en
los discursos de los directores de los CEIPS valencianos, es el hecho de que
hoy por hoy la dirección se pierde en un mero trabajo burocrático, impuesto desde la Administración, que no deja tiempo para hacer nada más. Los
directores se sienten meros gestores o burócratas, lo que consideran una de
las principales causas de potencial ineficiencia de los cometidos directivos
y por ello del funcionamiento de los centros. Una queja que conecta con
dos ideas clave: la primera, que la mera burocracia absorbe su energía profesional; la segunda, que sensu contrario, carecen de verdaderos cometidos
propios de lo que en su concepción debiera ser la dirección, así como de
autonomía y poder de actuación, imprescindibles en un líder educativo, al
ser la Administración, directamente o a través de la Inspección, quien toma
las decisiones. Es necesario, por tanto, que se aumente la autonomía de los
directores, facilitando que su labor se centre en temas pedagógicos y otros
esenciales para la organización de los centros, en lugar de hacerlo en la pura
burocracia, sin tener un verdadero poder para conducir el centro educativo.
La Administración debe comenzar a ceder espacios a la dirección.
2)Excesiva responsabilidad: La dirección es el vértice del centro, y por tanto
la persona que la ocupa es la última responsable de todo lo que acaece en
el mismo. Todos los sectores de la comunidad universitaria se dirigen a tal
instancia buscando solución a sus diversos problemas, apenas tengan la más
mínima relación con el centro, al tiempo que exigen explicaciones por cualquier factor relacionado con su funcionamiento.
3)Importante carga de trabajo: Un elemento fundamental a considerar en la
mayor o menor atracción que ejerce el puesto de director, es sin duda la
complejidad y el importante número labores que debe asumir la dirección
de un centro público, lo que resulta del hecho de que en el modelo español
José Eliseo Valle / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 199-226
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estamos ante una dirección no profesional, que además carece de personal
de apoyo de administración, y que se encuentra en determinados momentos
del curso académico sofocada por los innumerables requerimientos burocráticos, ya mencionados.
4) Inseguridad, motivada por inexperiencia, escasa formación encaminada a la
dirección, etc. Muchos docentes, sin experiencia en los equipos directivos, y
con una inexistente o escasísima formación para dirigir un centro educativo,
no se ven suficientemente capacitados, o se ven sobrepasados, ante el desempeño de tal cargo. Su ejercicio puede complicarse en determinados centros,
en los que podrían verse cuestionados en su ejercicio si el ambiente entre el
personal o con los padres no es el más deseable.
“Tienen miedo a desempeñar la tarea de dirección en cargos unipersonales, hasta jefe de estudios.
Tienen miedo a enfrentarse a determinadas situaciones. (…) Hay mucho miedo: miedo a no saber
desempeñar la dirección bien, a la responsabilidad….” (Entrevista nº 4).
5)Fuerte implicación personal: La dirección, en su perfil actual, supone un
importante compromiso personal de la persona que la desempeña, y en este
sentido cualquier tema que afecte al colegio, afecta también al director incluso más allá de la esfera estrictamente profesional.
“Si hay algún problema en el centro que te salpica a nivel personal (pues un problema con algún
padre, a nivel jurídico…), pues eso se sabe, y el resto de compañeros tampoco envidia tu posición
en tales situaciones; tiene un claro efecto disuasorio” (Entrevista nº 15).
6)Escasas compensaciones: Las cuestiones que pueden recompensarte como
director –complemento económico por el desempeño del cargo académico,
reconocimiento de la comunidad educativa…– son escasas, y difícilmente
equilibran el esfuerzo y las dificultades que acarrea el desempeño de la dirección.
Es por ello unánime la opinión de que existen más desventajas que ventajas para
los directores de centros, considerando todas las cuestiones apuntadas hasta ahora,
que anotan en positivo o negativo al analizar la dirección:
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Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 199-226 / El acceso a la dirección
“Es una labor compleja, que puede acarrearte problemas, para coordinar todo lo que hay en un
centro, y que no vale la pena por tanto ejercerla, porque desde ningún punto de vista compensa: ni
por el reconocimiento, ni económicamente, ni por nada” (Entrevista nº 4).
Las opiniones de los directores sobre el particular son juicios ciertamente fundados, y lo son sobre todo porque el de director no es un cargo que los eventuales
candidatos desconozcan. Por el contrario, casi un tercio de las personas encuestadas
(31,2 %) llevan entre 21 y 30 años en la docencia, y un 40,2 % de 31 a 40, umbral
este último que superan el 2,6 por cien; en definitiva, prácticamente tres de cada
cuatro directores de CEIPS valencianos (74 %) llevan más de dos décadas ejerciendo
en colegios públicos. De manera que han tenido sobradas ocasiones para saber qué
significa ser director, qué problemas y satisfacciones entraña, cuáles son sus cometidos, su rol e interacciones con el resto de la comunidad educativa, y por ello han
podido desarrollar una opinión altamente fundamentada sobre si resulta personal
y profesionalmente atractivo ocupar dicho cargo. La inmensa mayoría no lo cree
así, y de ahí que el desempeño de este puesto responda más bien a compromisos
de índole puramente personal para con el buen funcionamiento de los centros,
desarrollados por profesores que han consagrado su vida profesional a la docencia
en colegios públicos y que consideran su responsabilidad en un momento determinado el dirigir el centro, empujados por circunstancias muy diversas.
La opinión de los protagonistas se complementa con la percepción que los mismos
poseen sobre la valoración y reconocimiento que del rol directivo se realiza desde
la comunidad educativa (padres y Administración) y desde la sociedad. Preguntados sobre el particular, los directores valencianos consideran que merecen una
consideración relativamente razonable por parte de los tres actores e instancias
objeto de análisis. El mayor reconocimiento lo perciben de los padres y madres de
los estudiantes, con una valoración de 7,40 sobre diez. Una respuesta lógica habida
cuenta de que quizá son aquéllos que perciben de una forma más cercana cuál es la
labor de la dirección, o al menos conocen el centro en el que estudian sus hijos, el
nivel pedagógico del mismo, los servicios que ofrece; son además quienes que se
dirigen al máximo responsable del colegio cuando tienen un problema.
José Eliseo Valle / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 199-226
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Gráfico nº 1: Reconocimiento del cargo de director por parte de diversos
actores de la comunidad educativa y por la sociedad.
El reconocimiento que los directores perciben por parte de la Administración educativa se cifra en un 6,73 sobre 10, por encima de la valoración de la sociedad,
con un 6,60 sobre 10. Con relación a estas dos últimas valoraciones, hay que hacer
constar que son más generosas que las expresadas en las entrevistas, en las que los
directores muestran opiniones divididas, pero en general aprecian un tibio reconocimiento de la labor directiva por parte de la sociedad, no excesivo, y en línea con
la escasa valoración de la función docente.
Por lo que respecta a la Administración educativa, de nuevo hay opiniones de todos
los signos, predominando las que consideran que ésta sólo percibe a los directores como “tramitadores de papeles” (Entrevista nº 4), considerándolos “meros
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g­estores, que llevamos el centro y sacamos las castañas del fuego” (Entrevista nº 8),
y sintiéndose valorados en determinadas ocasiones por criterios un tanto sui generis:
“A la Administración lo que más le importa es que los padres estén tranquilos y conformes.Yo creo
que tú puedes ser un director estupendo, a los ojos de la Administración educativa, si no molestas
nada, mientras no haya quejas de padres que vayan a Consellería a exponerlas…” –Entrevista
nº 17–.
4.– Conclusiones y algunas propuestas en clave de mejora.
El estudio nos ha mostrado que los centros docentes públicos valencianos de infantil y primaria no son una excepción en el mapa general de falta de candidatos a
la dirección, siendo muy habituales factores como la falta de voluntarios a ocupar
tales cargos, su designación por parte de la Administración educativa y aun su continuación en el cargo por idénticos motivos. La mayor parte de directores no han
llegado a sus puestos de forma voluntaria; lo han hecho en muchos casos a instancias de los poderes públicos, o movidos por factores diversos, en un ejercicio de
responsabilidad hacia los centros en que ejercen como maestros, ante una situación
de falta de candidatos. Hemos visto también cuáles son los factores que explican la
escasa atracción que la dirección ofrece para los docentes que pueden postularse
como candidatos, algo ciertamente inusual en materia de cargos directivos de las
diversas organizaciones, cuya tónica es que sean puestos apetecibles, por motivos
bien diversos.
Una dirección profesional sin duda eliminaría muchos de los factores apuntados
como problemas actuales: imposibilidad de desarrollar determinados proyectos
por la incertidumbre que conlleva la limitada duración de los mandatos; falta de
tiempo, inversión de horas que exceden con mucho el tiempo que la Administración concede como reducción horaria para el desempeño del cargo; falta de autoridad, al no ser un verdadero profesional de la dirección y ante la certeza de volver
a ser un mero docente de ese mismo centro en breve; las rigideces de los centros
públicos, que limitan la posibilidad de acción de todo director, que se ve reducido
a ser un mero gestor, siguiendo en todo caso instrucciones de la Administración
educativa…. Sin embargo, la dirección profesional no es el sistema hoy vigente, por
José Eliseo Valle / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 199-226
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lo que habría que empezar por realizar algunas propuestas de mejora factibles en
el marco actual, tales como la introducción de verdaderos incentivos para animar
la presencia de candidatos a la dirección, como estímulos en términos económicos,
u otros alicientes en la carrera profesional18. La exención de docencia directa también es una posibilidad que daría sus frutos19, y desde luego el incrementar en lo
posible una autonomía en la actualidad escasa, habilitándolos como líderes capaces
de tomar decisiones propias, abriendo para ello verdaderos espacios de actuación
profesional que superen la mera actuación burocrática20. Autonomía y profesionalización son dos ejes básicos sobre los que habría que articular un consenso hoy
por hoy inexistente en nuestro país sobre la dirección y el liderazgo educativo21.
Porque tras las críticas al sistema vigente, algunos de cuyos elementos actúan como
handicaps, hay que valorar en sentido muy positivo determinados factores como
el elevado nivel de compromiso que se observa en los directores de centros docentes; su importante experiencia y profundo conocimiento de los centros y sus
problemas; y el hecho de que, pese a llegar a la dirección en ocasiones de una
forma involuntaria, los mismos cuentan con una programación clara de objetivos
–pedagógicos y organizativos, muchos de ellos claramente dirigidos a la mejora e
innovación en el centro, a los cuales se ha hecho referencia–, que en la medida en
que el sistema vigente vaya abriendo espacios de actuación, posibilitarían en mayor
grado su puesta en práctica y eficacia. Todos estos elementos podemos conceptuarlos como fortalezas de la dirección, y son altamente positivos en un panorama en
el que la escasa atracción por el cargo, y los factores que están detrás del mismo,
constituyen claros puntos de mejora.
En cuanto al reconocimiento que los directores perciben de sus cometidos por parte de la comunidad universitaria y de la sociedad, aunque la misma alcanza niveles
razonables, ofrece un tono de reproche con relación a la Administración educativa.
Estos u otros elementos, enumerados por Luís batanaz (2006), podrían actuar como acicate, potenciando la
atracción por la función directiva.
19
De nuevo es el mismo autor el que apunta un nuevo factor de motivación (batanaz, Luis, 2006)
20
Así lo estima, entre otros autores, José Luis San Fabián (2006).
21
Constatamos una vez más que la ampliación de espacios de autonomía a la función directiva es, sin duda, un
factor esencial para garantizar la efectividad en su desempeño, y como tal contribuiría exponencialmente a
configurar una verdadera dirección en el ámbito educativo (Gairín, Joaquín y Castro, Diego, 2010).
18
222
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De nuevo aquí es necesario que la Administración tenga una clara voluntad de
contar con verdaderos directores, y no con meros brazos ejecutores de sus políticas, centradas fundamentalmente en temas burocráticos. Para ello debe concederles
mayor margen de actuación en diversos aspectos clave, y en este sentido es interesante traer a colación alguna de las iniciativas tímidamente iniciadas en esta línea,
como la recientemente proyectada por la Administración autonómica valenciana,
conforme a la cual los centros públicos de Primaria y Secundaria que suscriban un
contrato programa con la Conselleria de Educación podrán acceder a determinados
beneficios vinculados a la mejora del éxito escolar; y entre ellos destaca el de capacitar al director para tener capacidad de acción en el ámbito de su profesorado, a
fin de disponer de efectivos que puedan ayudar en el desarrollo de acciones específicas con este objetivo. Dos medidas parece que pueden cambiar el panorama en
esta línea: la intervención del director en la concesión de comisiones de servicio,
tanto para conseguir funcionarios que puedan implicarse en objetivos relacionados
con la mejora de las tasas de abandono y fracaso escolar, como para retener en su
puesto a docentes que han funcionado bien en tales acciones innovadoras y que
puedan correr el riesgo de perder la plaza, sobre todo tras la reciente ampliación de
las ratios y las horas lectivas22.
Se trata, lógicamente, de pequeños avances, pero que van en la buena dirección:
la de aumentar el potencial de acción de los directores, dotándoles de verdaderos
contenidos, capacidad de decisión en aspectos clave de su función, así como de los
medios oportunos para ser eficientes. Y es que potenciar la autonomía y el liderazgo es una idea fuerza, clave en cualquier propuesta de nuevos enfoques políticos,
de gestión y organizativos de las instituciones educativas en el contexto actual y
ante los nuevos tiempos23, y es importante que exista un verdadero compromiso de
los poderes públicos en dicho sentido, que pase del mero discurso teórico exento
de reflejo práctico en la vida diaria de los centros docentes24.
En base a todos los factores apuntados, puede concluirse que la dirección precisa
de nuevos modos y modelos, más acordes con la realidad cotidiana de nuestros
Ver Diario Las Provincias 20/5/12, en http://www.lasprovincias.es/
Lo apuntan acertadamente Joaquín Gairín y Mario Martín Bris (2004).
24
Así lo expresa Joaquín Gairín (2004).
22
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223
centros docentes y más sensibles a la complejidad en que están inmersos25. Las organizaciones educativas merecen un modelo de dirección con un perfil más profesional, capaz de enderezar un estado de precariedad que se instalado en la función
directiva como un elemento cotidiano y permanente, y que se revele como idóneo
para reclutar directores y directoras motivados que lideren y gestionen los centros
educativos públicos del siglo XXI.
Finalmente, cabe insistir en mantener vivo un debate, el del perfil directivo de
centros docentes, con todos los aspectos susceptibles de análisis que el mismo lleva
consigo, que se ha cronificado26, sin haber dado como fruto actuaciones relevantes de mejora a partir del mismo, y que nos aleja de modelos y avances europeos.
La discusión se ha ralentizado, es hoy por hoy un problema sin resolver27 y no da
muestras de tener un claro rumbo en su trayectoria ni tampoco parece existir una
voluntad política de cambio. La dirección y el liderazgo de centros docentes es un
asunto demasiado importante para que nos podamos permitir que ello ocurra.
Una conclusión en la que nos mostramos totalmente de acuerdo con Serafín Antúnez (2002). El modelo de
dirección vigente revela problemas, que lo hacen no estar a la altura de los grandes retos a los que estos profesionales deben enfrentarse en el día a día de las organizaciones escolares.
26
Así lo entienden Joaquín gairín y Diego castro (2010).
27
Cierto que requiere de mayores análisis, y de un consenso político para ser reformado, configurándolo del
modo más eficiente para enfrentar los problemas y aprovechar al tiempo las potencialidades que en nuestros
días supone el estar al frente de un centro educativo supone (Álvarez, Manuel, 2004).
25
224
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Anales de la Real Academia de Cultura Valenciana nº 87 (2012)
Segarra Oña, M.; Peiró Signes, A.;
de Miguel Molina, M. y de Miguel Molina, B.
Análisis del estado de la proactividad
medioambiental en el sector industrial valenciano.
¿Qué buscan las empresas, mejorar la
responsabilidad social corporativa o lavar su imagen?
RECEPCIÓN:18-01-2012
REVISIÓN:23-10-2012
ACEPTACIÓN:10-12-2012
PUBLICACIÓN:30-12-2012
ANÁLISIS DEL ESTADO DE LA PROACTIVIDAD MEDIOAMBIENTAL
EN EL SECTOR INDUSTRIAL VALENCIANO.
¿QUÉ BUSCAN LAS EMPRESAS, MEJORAR LA RESPONSABILIDAD
SOCIAL CORPORATIVA O LAVAR SU IMAGEN?
Resumen:
La proactividad medioambiental, basada en la adopción de prácticas voluntarias de
carácter medioambiental y elemento clave en la responsabilidad social corporativa,
se está erigiendo como un elemento fundamental en la estrategia empresarial y de
posicionamiento de las empresas, ya que genera beneficios tanto tangibles como
intangibles. El paradigma de consumo de los países desarrollados ha cambiado y
los aspectos medioambientales se presentan como impulsores de la competitividad
internacional. Conocer el estado de la proactividad medioambiental en las empresas resulta de gran interés. En este trabajo se analizan 135 empresas industriales
valencianas con el fin de detectar los aspectos que se deben potenciar para que la
proactividad medioambiental actúe como elemento diferenciador y generador de
ventajas competitivas.
Palabras clave: Proactividad medioambiental, industria, Comunidad Valenciana.
ANALYSIS OF THE ENVIRONMENTAL PROACTIVITY IN THE
VALENCIA’S REGION INDUSTRY.
DO COMPANIES SEEK TO IMPROVE CORPORATE SOCIAL
RESPONSIBILITY OR TO MAKE A GOOD IMPRESSION?
Abstract:
Environmental proactivity, as a key element in corporate social responsibility, is
emerging in business strategy and corporate positioning, generating both tangible
and intangible benefits. The paradigm of consumption in developed countries has
changed and the environmental aspects are presented as one of the drivers of international competitiveness. Thus, knowing the status of environmental proactivity in
business is imperative. In this paper we analyzed 135 industrial companies of Valencia Region to identify which aspects should be enhanced so that environmental
proactivity will act as a differentiator and generator of competitive advantage.
Key words: Environmental proactivity, manufacturing, Valencia region
Segarra Oña, M; Peiró Signes, A; de Miguel Molina, M. y B. / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 227-258 231
1.-Introducción
El impacto negativo del sector industrial sobre el deterioro medioambiental ha
ido reduciéndose a lo largo de los años, debido al incremento de la preocupación
medioambiental de los ciudadanos y a la implementación de normativa regulatoria
para controlar los niveles de la contaminación y reducir el impacto ambiental (Fairchild, 2008), propicia que las empresas adopten diferentes estrategias medioambientales (González-Benito y González-Benito, 2006) desde la respuesta medioambiental hasta la proactividad medioambiental.
En la última década son varios los autores que han estudiado el potencial económico de los denominados productos ecológicos y de la orientación medioambiental
de las empresas (Kilbourne y Beckmann, 1998; Porter y Van Der Linde, 1995),
lo que se refleja en el creciente número de certificaciones, distintivos, etiquetas y mensajes publicitarios que tratan de demostrar dicho compromiso con el
entorno (González-Benito y González-Benito, 2007; Miret-Pastor at al., 2011).
Sin embargo, más allá de la clasificación de las empresas como medioambientalmente
sostenibles, la proactividad medioambiental empieza a formar parte de la estrategia
de negocio de las empresas (Singh et al., 2008) y debe tenerse en cuenta en la
actividad productiva (Da Silva et al., 2009) para asegurar la competitividad a
largo plazo.
Cada día crece el número de empresas que consideran los aspectos relacionados
con el desarrollo sostenible (De Miguel-Molina et al., 2010), la actitud medioambiental (Segarra-Oña et al. 2011c), la eco-innovación (Peiró-Signes et al, 2011) o
la gestión medioambiental (Miret-Pastor at al., 2011) como un activo de primera
clase a nivel estratégico (Dowell et al., 2000; Christmann, 2000; Noci y Verganti,
1999, Claver et al., 2007), puesto que ofrecen una visión de futuro integrando
232
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 227-258 / Análisis del estado de la proactividad medioambiental
objetivo­s a medio y a largo plazo y acciones a nivel local y global que aúnan aspectos económicos, sociales y medioambientales como componentes interdependientes e inseparables en el progreso humano (Aragón-Correa, 1998).
Diversos estudios han detectado la relevancia de factores como la presión social
(Kalantari y Asadi, 2010), la legislación medioambiental (Telle y Larsson, 2007,
Vargas-Vargas at al., 2011), las ventajas competitivas (Segarra-Oña et al, 2011b), la
apertura internacional (Brunnermeier y Cohen, 2003) o el compromiso de la gerencia hacia el enfoque medioambiental de la compañía (Russo y Harrison, 2005)
como aspectos clave en la integración del factor medioambiental en la estrategia de
negocio (Hitchens et al., 2005). Asimismo, la definición estratégica de la empresa
(Walker et al., 2008, Bravo et al., 2005, Liu et al., 2010) o su adaptación a la normativa (Mezquita et al., 2009; Carretero, 2009) motivan a la empresa a moverse
hacia la protección medioambiental en lo que se llama corporate environmentalism (Banerjee, 2002, Banerjee et al., 2003).
Así pues, resulta de elevado interés conocer la situación en la que se encuentran
las empresas valencianas en términos de proactividad medioambiental, con el fin
de proponer medidas impulsoras y políticas públicas eficientes, potenciando así la
competitividad a nivel internacional de las empresas.
En este trabajo, en primer lugar, se presenta la situación actual en cuanto a proactividad medioambiental y se plantean los objetivos de la investigación en los dos
primeros apartados. A continuación, se describe la metodología utilizada y las características de la muestra estudiada para concluir con el análisis de los resultados
y las conclusiones. Se presentan también las limitaciones del estudio y las futuras
líneas de investigación.
2.- La estrategia medioambiental y el comportamiento medioambientalmente proactivo: una
revisión del estado del arte.
Son varios los autores que han realizado clasificaciones empresariales en función de
la estrategia medioambiental. En la tabla 1 se presentan algunas de las clasificaciones de las estrategias medioambientales difundidas en la literatura.
Segarra Oña, M; Peiró Signes, A; de Miguel Molina, M. y B. / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 227-258 233
Tabla 1.- Alternativas de clasificación de las estrategias medioambientales.
Autor
Clasificación
HUNT y AUSTER (1990)
Principiante, luchadora, preocupada,
pragmática, proactiva
WINSEMIUS y GUNTRAM
(1990)
Reactiva, receptiva,
constructiva proactiva
ROOME (1992)
No cumplimiento, cumplimiento,
cumplimiento extendido,
excelencia, liderazgo
SADGROVE (1993)
Penalizada, atrasada,
conformista, líder
ARAGÓN-CORREA (1998)
No cumplimiento, cumplimiento,
cumplimiento extendido,
excelencia, liderazgo
VASTAG, KEREKES y RONDINELLI (1996)
Reactiva, previsora en crisis,
estratégica, proactiva
SCHAEFER y HARVEY (1998)
Principiante, luchadora,
preocupada, pragmática,
proactiva
HENRIQUES y SADORSKY
(1999)
Reactiva, defensiva,
acomodativa, proactiva
BANERJEE (2002)
Empresas con orientación medioambiental interna,
OMI, empresas con orientación medioambiental
exterior, OME, empresas con estrategia corporativa
medioambiental, ECM y empresas de marketing
medioambiental, EMM
FUNDACIÓN ENTORNO (2003)
Líder, proactiva, reactiva, indiferente y negativa
GONZALEZ BENITO Y
GONZALEZ BENITO (2005)
Reactiva, pro-certificación, pro-diseño,
pro-logística y pro-comercial
Fuente: Elaboración propia a partir de Álvarez, De Burgos y Céspedes (2001) y Vázquez et alter (2002)
Como se puede observar, en términos generales, se definen cuatro aproximaciones en función de los riesgos medioambientales endógenos y exógenos: reactiva,
proactiva, estratégica y preventiva.
234
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 227-258 / Análisis del estado de la proactividad medioambiental
Algunos autores han aplicado las teorías desarrolladas hasta el momento para identificar qué factores afectan a la orientación medioambiental que las empresas adoptan. En el sector de los bienes de consumo, se ha identificado que, factores tales
como la influencia de fuerzas de presión externas, la orientación ambiental, las
estrategias corporativas y de marketing, el tamaño y si tiene o no departamento de
marketing van a influir en la adopción de una determinada estrategia medioambiental (Buil et al., 2005)
Gónzalez-Benito y González-Benito (2005) identifican distintas estrategias de
proactividad medioambiental en tres sectores industriales, el eléctrico, el químico y
el mobiliario, constatando el carácter multidisciplinar de la proactividad medioambiental, además de identificar los aspectos determinantes de ésta.
Está demostrado que las regulaciones medioambientales tienen el potencial de
cambiar las actuales formas de pensar en las empresas. López-Gamero y otros
(2009) estudian, tanto de manera cuantitativa como cualitativa, cómo la regulación medioambiental afecta de forma diferente a la empresas en función del sector
al que pertenezcan, identificando una mayor afectación sobre aquellas empresas
pertenecientes a sectores potencialmente más contaminantes como son el sector
primario y el sector secundario que sobre las empresas del sector servicios.
Así pues, las empresas pueden tomar fundamentalmente dos posturas: la reactiva
que consiste en introducir los cambios necesarios para adaptarse a la normativa vigente, y la proactiva que consiste en la adopción de prácticas voluntarias de carácter
medioambiental (Winsemius y Gumtram, 1992).
Por otra parte, se han desarrollado algunos estudios que intentan identificar los factores que afectan la orientación medioambiental adoptada por las empresas. Entre los
factores determinantes de la orientación medioambiental proactiva destacan, como
aspectos internos de la compañía, el tamaño, el nivel de internacionalización, la posición en la cadena de valor, la actitud de la gerencia o la motivación y la actitud estratégica de la empresa. Como aspectos externos destacan la localización geográfica, y
como un factor determinante, la implicación de propietarios y accionistas (GonzálezBenito 2006). Por otra parte, Murillo et al. (2004) clasifican los factores como externos (legislación, clientes, vendedores, compañías en el secto­r, entidades financieras,
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aseguradoras, medios de comunicación, ecologistas y/o ciudadanos o comunidades
cercanas) e internos (tipo de dirección, compañeros y accionistas y/o empleados).
En otra línea, diversos autores han estudiado los factores determinantes de los gastos medioambientales en las actividades de innovación (Jaffe y Palmer, 1997; Pickman, 1998) o las repercusiones de estas medidas de gestión medioambiental sobre
las actividades de innovación empresarial (Rennings et al., 2006, Rehfeld et al.,
2005), concluyendo que las medidas de organización medioambiental voluntarias
que se llevan a cabo en la empresa estimulan la innovación, tanto la de producto
como la de proceso.
El incremento de la proactividad medioambiental de la empresa se puede explicar
por el creciente aumento del interés por parte de la opinión pública, clave en la
reputación de las empresas, por la repercusión de manera positiva en las eficiencias
operativas, o por la búsqueda de ventajas competitivas (Bansal y Roth, 2000) y, según Sharma y Vrenderburg (1998), es mayor conforme mayor sea la implantación
media de medidas de interés medioambiental.
Según Alafranca (2009), la mejora de la actuación medioambiental de una empresa puede comportar unos mejores resultados financieros o económicos que no
supongan un aumento del coste a través de la posibilidad de participar en nuevos
mercados, la oportunidad de diferenciar la producción y la posibilidad de vender
tecnología orientada a controlar la contaminación.
Así pues, parece claro que las prácticas medioambientales no sólo deben enfocarse
a los límites de la organización, sino que deben ampliarse a toda la cadena de valor.
Existen importantes áreas de desarrollo de las tecnologías medioambientales, desde
el diseño de la producción (Shrivastaka, 1995), mediante la reutilización, el reciclado y la refabricación (Sarkis, 1998), hasta la cadena de aprovisionamiento, ampliando el concepto a las redes de valor, más allá de la propia empresa (Handfield et
al., 1997). Muchas empresas han optado por el desarrollo de estándares de gestión
medioambiental, por ejemplo la norma ISO14001, que permiten demostrar la adecuación de la empresa con las normas medioambientales, contribuyendo además
con un impacto positivo en la opinión pública y en sus resultados e­conómicos
(Segarra et al, 2011b).
236
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 227-258 / Análisis del estado de la proactividad medioambiental
La Unión Europea apuesta firmemente por estudiar el potencial que representan las
PYMES en la economía verde (OECD, 2011 ya que es cada día más evidente la necesidad de integrar en el estilo directivo empresarial, la estrategia de diferenciación
a través de la sostenibilidad como factor estratégico. Por tanto, es necesario analizar
el factor medioambiental como aspecto proactivo de la dirección de la empresa y
cuáles son los determinantes que favorecen que la empresa se oriente hacia la protección del medio ambiente.
El objetivo del presente trabajo es analizar la incorporación real de la proactividad
medioambiental en la estrategia global de las empresas industriales valencianas
como elemento diferenciador y creador, por tanto, de ventajas competitivas, analizando hasta qué punto el factor medioambiental forma parte de la estrategia empresarial, qué características presentan aquellas empresas que están más orientadas
hacia la proactividad medioambiental.
3.- Metodología de análisis.
Siguiendo a Kaplan (1986), resulta difícil imaginar que se puedan verificar teorías en el campo de la dirección de empresas si el estudio no se realiza dentro del
contexto organizativo. Estas investigaciones han de servir no sólo para describir la
existencia o no de procedimientos, sino también para deducir y contrastar cómo
y por qué ciertas prácticas tienen que ser implantadas. Según Rouse y Daellenbach
(1999) los estudios de casos en profundidad proporcionan una información de
campo muy valiosa que es capaz de señalar factores que tienen influencia en la
gestión.
El método empleado en este estudio, entrevistas en profundidad, se clasifica como
recolección directa de información (Stake, 1995). El modelo de entrevista utilizado ha sido la entrevista estructurada semi-abierta (King, 1994), ya que combina
las ventajas de los cuestionarios cerrados con las de los cuestionarios abiertos de
investigación cualitativa. Según Dubé y Paré (2003) los estudios de casos requieren algunas recomendaciones para tener un alto nivel de rigor en la investigación.
Se han seguido en este estudio dichas recomendaciones y son las siguientes: la
primera sería considerar los aspectos relacionados con el diseño, identificando las
Segarra Oña, M; Peiró Signes, A; de Miguel Molina, M. y B. / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 227-258 237
preguntas de investigación, la segunda sería: considerar aspectos relacionados con
la recolección de datos propiamente dicha, y la tercera sería: considerar aspectos de
procedimiento, como el uso de una entrevista guía, el uso efectivo de tablas para
resumir información acerca del proceso de recogida de datos o cómo triangular
datos para incrementar la validación interna de los resultados y obtener explicaciones claras del proceso. Y, por último, con respecto a los procedimientos de análisis
de resultados para obtener descripciones claras de los métodos y procedimientos
analíticos, hacer uso de técnicas y herramientas de análisis preliminar de datos y
comparar los resultados con la literatura existente.
Las entrevistas se han realizado personalmente, por lo que se ha recogido información cualitativa adicional. Las entrevistas se realizaron siguiendo una estructura,
para lo que se preparó un cuestionario compuesto por un total de 42 preguntas
enfocadas a identificar los aspectos que permiten caracterizar a la empresa en términos de su proactividad medioambiental, así como aspectos de la organización,
estableciendo un sistema para medir la integración de la proactividad medioambiental en la estrategia empresarial de la compañía. Antes de su utilización final, el
cuestionario fue sometido a una prueba para verificar y discutir lo apropiado de las
cuestiones. Las entrevistas fueron realizadas a directores o gerentes de compañías
personalmente, para así obtener resultados más fiables.
3.1.- Descripción de la muestra.
El estudio se ha realizado sobre una muestra de las empresas de la Comunidad
Valenciana de distintos tamaños (según el número de empleados) dedicadas a actividades industriales.
Se han estudiado un total de 135 empresas. En la tabla 2 puede verse la clasificación
de las mismas según su tamaño.
238
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 227-258 / Análisis del estado de la proactividad medioambiental
Tabla 2. Clasificación de empresas estudiadas por tamaños.
> 250
Frecuencia
32
Porcentaje
23,7
50-250
<50
80
23
59,3
17
Total
135
100
Fuente: Elaboración propia a partir de datos facilitados por las empresas.
Por otra parte, las empresas también se han clasificado atendiendo a su presencia en
los mercados. Las empresas clasificadas como de enfoque multinacional están presentes a nivel internacional pero con delegaciones y centros de producción en otros
países, las empresas con enfoque internacional, están presentes fuera del mercado
español, las de enfoque nacional son las que operan en territorio español y aquellas
clasificadas como de enfoque local son las que están presentes únicamente en el ámbito de la Comunidad Valenciana y provincias limítrofes (ver tabla 3)
Tabla 3. Clasificación de las empresas estudiadas atendiendo al ámbito de actuación.
INTERNACIONAL
LOCAL
MULTINACIONAL
NACIONAL
Total
Frecuencia
29
27
27
52
135
Porcentaje %
21,5
20
20
38,5
100
Fuente: Elaboración propia a partir de datos facilitados por las empresas.
En la tabla 4 se presentan las empresas clasificadas en función del sector industrial
al que pertenecen (conforme a la clasificación CNAE-2009).
Segarra Oña, M; Peiró Signes, A; de Miguel Molina, M. y B. / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 227-258 239
Tabla 4. Sector industrial al que pertenecen las empresas estudiadas
Sector CNAE 2009
Frecuencia
Porcentaje
10. Industria de la alimentación
11. Fabricación de bebidas
13. Industria textil
15. Industria del cuero y del calzado
16. Industria de la madera y del corcho, excepto muebles; cestería y espartería.
17. Industria del papel
20. Industria química
22. Fabricación de productos de caucho y plásticos
23. Fabricación de otros productos minerales no
metálicos
24. Metalurgia; fabricación de productos de hierro,
acero y ferroaleaciones
25. Fabricación de productos metálicos, excepto maquinaria y equipo
27. Fabricación de material y equipo eléctrico
28. Fabricación de maquinaria y equipos
29. Fabricación de vehículos de motor, remolques y
semirremolques
30. Fabricación de otro material de transporte
31. Fabricación de muebles.
32. Otras industrias manufactureras
35. Suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire
acondicionado.
42. Ingeniería civil
43. Actividades de construcción especializada
45. Venta y reparación de vehículos de motor y motocicletas
46. Comercio al por mayor e intermediarios del comercio, excepto vehículos de motor y motocicletas.
47. Comercio al por menor, excepto de vehículos de
motor y motocicletas.
55. Servicios de alojamiento
73. Investigación y desarrollo
B. Industrias extractivas
17
2
8
2
12,6
1,5
5,9
1,5
1
0,7
5
12
10
3,7
8,9
7,4
33
24,4
2
1,5
2
1,5
9
2
6,7
1,5
8
5,9
1
6
4
0,7
4,4
3
1
0,7
1
3
0,7
2,2
1
0,7
1
0,7
1
0,7
1
1
1
0,7
0,7
0,7
Fuente: Elaboración propia a partir de datos facilitados por las empresas.
240
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 227-258 / Análisis del estado de la proactividad medioambiental
4.- Análisis de resultados.
Los datos indican que, de las empresas estudiadas, el 56,3% disponen de departamento propio de gestión medioambiental. Algo más de la mitad (50,4 %) dispone
de algún tipo de acreditación medioambiental, mientras que el 23% se encuentran
en algún proceso para conseguirla. La mayoría de las empresas estudiadas (55,6%)
dispone de un Sistema de Gestión Medioambiental (SGMA), mientras sólo un 5,2%
han desarrollado alguna patente relacionada con una actuación medioambiental, lo
que pone de manifiesto que la actuación formal de innovación medioambiental es
escasa y preocupante.
En las figuras 1, 2, 3 y 4 que se muestran a continuación se refleja en qué grado las
empresas desarrollan medidas de ahorro relacionadas con el medio ambiente, de
gestión de residuos, de formación e información en materias ambientales y en qué
medida usan y conocen los sistemas de gestión medioambiental.
Prácticamente la totalidad de las empresas estudiadas llevan a cabo actuaciones para
el ahorro de agua o energía. Sin embargo, apenas la mitad cuantifica los costes y
los ahorros ambientales, lo que representa una dificultad a la hora de garantizar
que los recursos, inversiones e innovaciones introducidas estén empleándose de
manera efectiva.
Figura 1. Análisis de las actuaciones relacionadas con el
medio ambiente en las empresas estudiadas.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos facilitados por las empresas.
Segarra Oña, M; Peiró Signes, A; de Miguel Molina, M. y B. / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 227-258 241
Más del 90% de las empresas manifiesta gestionar los residuos derivados de su
actividad, mientras que el nivel de reciclabilidad de los productos es bajo, sólo
el 60% de los encuestados se manifiesta totalmente de acuerdo o medianamente
de acuerdo, y el nivel de uso de productos ecológicos es francamente pequeño,
inferior al 20%. Estos resultados muestran claramente la tendencia reactiva de la industria frente al entorno existente. Mientras prácticamente todos realizan la gestión
de residuos conforme a la obligación que establece la normativa vigente, una parte
relativamente pequeña, teniendo en consideración la gran presión existente, usa
en sus productos materiales reciclables y apenas unos pocos introducen productos
ecológicos en sus productos avanzándose a los requerimientos normativos e intentando satisfacer la demanda de clientes más concienciados.
Figura 2. Análisis de las actuaciones relacionadas
con la gestión de residuos
Fuente: Elaboración propia a partir de datos facilitados por las empresas.
Sólo una parte de las empresas divulga las acciones desarrolladas en materia
medioambiental, mientras que el 50% de las empresas estudiadas manifiesta utilizar en mayor o menor medida argumentos ecológicos en sus campañas de marketing.
242
Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 227-258 / Análisis del estado de la proactividad medioambiental
Figura 3. Análisis de las actuaciones relacionadas con las
medidas de formación e información en materia ambiental.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos facilitados por las empresas.
Destaca que sólo cerca un 40% de las empresas inviertan en la formación medioambiental de sus empleados. Este último aspecto es fundamental si se quiere cambiar
la cultura de la empresa en temas medioambientales (Sarkis et al., 2010). Las decisiones de los trabajadores a todos los niveles deben considerar también las implicaciones medioambientales de las mismas.
Figura 4. Análisis de las actuaciones relacionadas
con el uso y conocimiento de los SGMA.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos facilitados por las empresas.
Segarra Oña, M; Peiró Signes, A; de Miguel Molina, M. y B. / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 227-258 243
Figura 5. Análisis de la percepción de los SGMA
por parte de las empresas estudiadas.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos facilitados por las empresas.
El análisis de la figura 5 denota que el grado de implantación de los sistemas de gestión medioambiental y su conocimiento es intermedio pero quizá insuficiente si se
tiene en cuenta el potencial de estas herramientas para gestionar la mejora continua en materia medioambiental (Darnall et al., 2008) y las sinergias que se pueden
conseguir integrando este sistema dentro de otros sistemas de gestión como el de
calidad o seguridad (Bernardo et al., 2009). Las empresas estudiadas consideran
mayoritariamente que los SGMA son aplicables, que no suponen un alto coste y
que mejoran el control y la toma de decisiones, mientras algo menos del 50% lo
considera como una inversión necesaria.
Por otra parte, tal como se observa en la figura 6, la mayoría de las empresas no ven
los aspectos medioambientales como una amenaza y están comprometidas con el
cumplimiento de la normativa, aunque sólo un 40% ve en los aspectos medioambientales una oportunidad para la innovación o la mejora.
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Figura 6. Percepción de la preocupación medioambiental en las empresas estudiadas.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos facilitados por las empresas.
El nivel de influencia de los distintos agentes sobre las decisiones que se toman en
las empresas relacionadas con el medioambiente muestra que son los directivos
de las empresas y las administraciones las que más influencia ejercen sobre estas
decisiones (ver figura 7), en concordancia con los estudiados previamente por
otros autores (De Bakker y Den Hond, 2008, González-Benito y González-Benito,
2010). Según el estudio realizado, en torno a un 60% de las empresas encuestadas
valoran de forma alta o muy alta la implicación, el compromiso y el esfuerzo de la
dirección en materia medioambiental y el 50 % manifiesta incorporarla en la planificación estratégica de las empresas. Destaca el menor nivel de influencia que tienen
los socios, quienes deben ser los que muestren firmemente el compromiso de la
empresa con el medio ambiente para que se produzca el cambio de la cultura empresarial. Por otra parte, el nivel de influencia de clientes y proveedores es similar
e inferior al que genera la administración, lo que denota un carácter más reactivo
que proactivo a la hora de abordar aspectos medioambientales.
Destaca también la baja influencia de los empleados en este tipo de decisiones, lo
que puede deberse al carácter de las actuaciones realizadas, ya que las empresas
estarían tomando en consideración decisiones medioambientales de mayor envergadura en lugar de realizar pequeñas mejoras en cada unos de los puestos de tra-
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bajo, lo que generalmente lleva aparejado un mayor esfuerzo de tipo económico
que no siempre se traduce en unos mejores resultados, como se ha demostrado en
otros ámbitos organizativos en aspectos relacionados por ejemplo con la calidad o
seguridad.
Por otra parte, la influencia de los competidores en las decisiones es baja reflejando
de nuevo que los aspectos medioambientales no son considerados hoy como una
amenaza por las empresas.
Los resultados de la importancia del compromiso medioambiental de las empresas
para los distintos agentes no difieren significativamente de los obtenidos para la
influencia en la toma de decisiones relacionadas con el medio ambiente, demostrando que el interés que muestran los agentes por los aspectos medio ambientales
está directamente relacionado con decisiones que toman las empresas y por tanto,
con sus actuaciones, como se puede observar en la figura 7.
Figura. 7.- Influencia de los agentes en las decisiones relacionadas con el medio ambiente.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos facilitados por las empresas.
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Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 227-258 / Análisis del estado de la proactividad medioambiental
Como se observa en la figura 8, las empresas analizadas establecen como los obstáculos más importantes para las actuaciones medioambientales el escaso apoyo
institucional y financiero, mientras la escasez de recursos tanto humanos como técnicos parece ser una limitación sólo para un porcentaje relativamente pequeño de
las empresas (20-25%), lo que refuerza la necesidad de conocimiento en la materia
para poder dotar de los instrumentos financieros y administrativos y promover así
aquellas acciones más efectivas y eficientes en materia medioambiental.
Figura. 8.-Obstáculos que las empresas encuentran
al desarrollar actuaciones medioambientales.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos facilitados por las empresas.
Las posibles motivaciones para realizar actuaciones de tipo medioambiental vienen
determinadas por las consecuencias o beneficios presentes o futuros que dichas acciones pueden reportar (ver figura 9). Así, las empresas entienden mayoritariamente que las actuaciones de respeto medioambiental van a mejorar su imagen corporativa y les ayudará a evitar sanciones. Esperan mayoritariamente que los beneficios
y/o ahorros en el largo plazo y aproximadamente la mitad esperan un cambio en
cuanto a sus relaciones empresariales a través del incremento del número de clientes, nuevas oportunidades de negocio o aumento de la competitividad, coincidiendo con los resultados de la repercusión esperada de la inversión en investigación y
desarrollo sobre nuevos productos y procesos más ecológicos.
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Figura 9.- Beneficios de las actuaciones
de respeto y protección del medioambiente.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos facilitados por las empresas.
Estos resultados muestran de nuevo una manera de hacer frente al problema
medioambiental un tanto efectista o “marketiniana” con una cierta falta de convencimiento de las oportunidades presentes y futuras que presenta la apuesta por una
estrategia medioambientalmente proactiva (Baumgartner y Ebner, 2010, Peattie y
Charter, 1997).
En cuanto a la innovación tecnológica, se observa en la figura 10 que son pocas
las empresas que utilizan sistemas de gestión tecnológica aunque, aproximadamente la mitad, pretende mejorar las tecnologías y hacerlas más respetuosas con
el medio ambiente, a pesar de que sólo la mitad de las actuaciones tenían éste
como principal objetivo. Y cuando lo hacen (Ver figura 11), los objetivos perseguidos son, básicamente, ser líder del mercado o aumentar su cuota de mercado,
lo que de nuevo esta ligado más a una estrategia de “greenwashing” orientada a
mejorar su imagen hacia el exterior que basada en una firme creencia de respeto
medioambiental.
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Figura 10.-Inversion en tecnologías limpias/Sistemas de gestión de la tecnología.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos facilitados por las empresas.
Figura 11.- Objetivo de la inversión en tecnología medioambientalmente sostenible.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos facilitados por las empresas.
A nivel empresarial se considera (de manera mayoritaria en las empresas estudiadas) que la proactividad medioambiental forma parte de la estrategia general de la
empresa y que está fuertemente apoyada por la dirección, como se puede observar
en la figura 12.
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Figura 12.- La proactividad en la estrategia y el apoyo de la dirección
Fuente: Elaboración propia a partir de datos facilitados por las empresas.
5.- Conclusiones y discusión.
En este trabajo hemos analizado las principales líneas que caracterizan la orientación medioambiental de las empresas industriales de la Comunidad Valenciana. Se
han estudiado el tipo de actuaciones que llevan a cabo, relacionadas con las gestión de residuos, con la formación y la información en materia medioambiental,
si divulgan o no las actuaciones ecológicas que desarrollan y cómo se integran en
el marketing, el nivel de implantación de herramientas de gestión medioambiental y, lo que desde nuestro de vista resulta más importante, la percepción que las
empresas industriales tiene con respecto a las actuaciones medioambientales. Las
oportunidades, los obstáculos y los objetivos que pueden encontrar al orientar sus
actuaciones hacia actividades de mayor respeto medioambiental.
Los resultados del análisis no indican que las empresas buscan mejorar su imagen
y que las actuaciones se realizan principalmente para adaptarse a los gustos de los
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consumidores que demandan, cada vez más, productos medioambientalmente sostenibles (CITAS). Las motivaciones principales están altamente relacionadas con el
mercado y con estrategia de marketing, siguiendo la línea de lo que se denomina
a nivel académico greenwashing (Bazilier, 2010). Estos resultados revelan la falta de
adecuación del empresariado industrial valenciano a las nuevas demandas a nivel
internacional. La competitividad, la innovación y la sostenibilidad son elementos
con una estrecha interrelación en la actual estructura económica global.
El estudio tiene implicaciones importantes tanto para el empresariado como a nivel público, ya que proporciona algunas claves sobre las que se puede actuar para
mejorar la proactividad medioambiental y estar así en disposición de aprovechar
las oportunidades que esto puede ofrecer a las empresas y, por otra parte, dado que
las autoridades en cuestiones de política industrial están destinando importantes
líneas de actuación para mejorar y fomentar la eco-innovación y las actuaciones
respetuosas con el medioambiente (European Community, 2007, Huppes, 2008,
OECD 2011a, OECD 2011b), este trabajo puede servir para orientar de manera más
adecuada los esfuerzos.
Las conclusiones no están exentas de limitaciones, ya que aunque con una muestra
de 135 empresas resulta a todos los efectos suficiente para realizar un análisis cualitativo como el desarrollado en este trabajo y, aunque se ha intentado que estuvieran
presentes todos los sectores y todo el espectro en cuanto a tamaños y orientación,
se debería tratar de ampliar el estudio con un número mayor de empresas así como
reforzar en un futuro las conclusiones obtenidas con este análisis descriptivo con
estudios cuantitativos. En esta línea seguiremos trabajando en el futuro para complementar el estudio.
Segarra Oña, M; Peiró Signes, A; de Miguel Molina, M. y B. / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 227-258 251
Agradecimientos
Los autores agradecen la ayuda financiera recibida del Ministerio de Ciencia e Innovación a través del proyecto de investigación de referencia EC02008-05895-C02-01/
ECON, a la Universidad Politécnica de Valencia por la concesión del periodo sabático de investigación a la profesora M. Segarra, y a la Universidad de Cornell (EE.UU)
por acoger a los profesores Peiró y Segarra durante la estancia de investigación.
Asimismo, los autores desean agradecer la colaboración de las empresas que han
participado en el estudio, pues sin su ayuda no habría sido posible llevarlo a cabo.
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Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 227-258 / Análisis del estado de la proactividad medioambiental
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Autores de los artículos
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AUTORES DE LOS ARTÍCULOS
Toribio Fuente Cornejo es Doctor en Filología Románica y Profesor Titular
de Universidad de Filología Románica de la Universidad de Oviedo. Sus líneas de
investigación son la Lingüística Románica, la Literatura Románica y la Literatura
aljamiado-morisca. En este sentido ha publicado dos libros La canción de alba en la lírica
románica medieval (Oviedo, 1999) y La poesía religiosa aljamiado-morisca (Madrid, 2000),
así como diversos artículos, entre ellos, “El tema de la falsa acusación en la novela
II,8 del Decamerón”, “Levad’amigo, que dormides as manhanas frias: una relectura de la cantiga
de Torneol” o “La narrativa breve aljamiado-morisca: algunos aspectos de su edición y estudio”. Actualmente colabora en un proyecto sobre la obra del humanista
valenciano Pedro Juan Núñez.
Elías Durán de Porras es Decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias
de la Comunicación de la Universidad CEU Cardenal Herrera. Con anterioridad ha
desempeñado los puestos de Coordinador de Periodismo, Vicedecano de Periodismo y Vicedecando de Ciencias de la Comunicación en la misma institución docente. Doctor en Ciencias de la Información, con Premio Extraordinario, ha trabajado
en la agencia Servimedia, RNE, Agencia EFE y EL PAIS Internacional. Especializado
en la Historia del Periodismo, tiene publicado el libro Galicia, The Times y la Guerra de
la Independencia. Henry Crabb Robinson y la corresponsalía de The Times en A Coruña (Fundación
Pedro Barrié de la Maza, 2008), y un total de 20 aportaciones científicas entre
capítulos de libro, artículos en revistas y actas de comunicaciones y ponencias en
congresos. Roberto Villa García es Doctor en Historia y Profesor Titular de Historia
Política de la Universidad Rey Juan Carlos. Sus líneas de investigación se orientan
al estudio de los procesos de nacionalización y democratización de los sistemas
representativos contemporáneos, centrándose en los procesos electorales y la violencia política. Sus últimos libros son La República en las Urnas. El despertar de la Democracia
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Autores de los artículos
en España (2011) y, con Manuel Álvarez Tardío, El Precio de la Exclusión. La Política durante
la Segunda República (2010). Además, es autor de varios artículos en revistas científicas
nacionales e internacionales. Ha sido investigador invitado en las Universidades de
Wisconsin-Madison (Estados Unidos) y París-IV Sorbonne (Francia).
Alejandro Martínez Relanzón es Licenciado en Historia por la UVEG,
Master por la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid. Amplió estudios en
Georgia College & State University (E.E.U.U.), en la Facultade de Sao Bento (Brasil) y en la Université de Bretagne Occidentale (Francia). Su línea de investigación
principal es la relación entre Iglesia y sociedad. Trabaja desde el año 2007 en Oracle
Czech s.r.o. con residencia en Praga (República Checa)
Julián García del Pozo Jiménez es Licenciado en Derecho y en Filosofía
por la Universidad Complutense de Madrid, Máster Universitario en Formación
para Profesor de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato por la Universidad CEU San Pablo. Ha ejercido la abogacía como colegiado en el Ilustre Colegio
de Abogados de Albacete. Actualmente imparte clases de Lengua y Literatura en el
Centro Educativo OSCUS de Madrid.
José Eliseo Valle es Profesor del Departamento de Didáctica y Organización
Escolar de la UVEG, Director Académico del Hispanic Studies Program de la Universidad
de Virginia y Director Residente del Summer Program de Michigan State University, en
Valencia. Autor de diversos libros y artículos sobre las conexiones entre literatura
e historia y en temas de género, actualmente investiga sobre Equipos directivos,
Liderazgo educativo y en general en materias de Organización Escolar.
Marival Segarra es profesora Titular en la Universidad Politécnica de Valencia
donde imparte cursos de Estrategia en servicios en el Master de Gestión de Empresas en la Facultad de Administración de Empresas y cursos sobre Innovación y
Competitividad en la Escuela de Ingenieros. Es Ingeniera Industrial e Ingeniera en
Organización Industrial. Doctora en Gestión y Administración de Empresas por la
Autores de los artículos
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Universida­d Politécnica de Valencia. Investigadora asociada al CHR (Center for Hospitality Research) de la universidad norteamericana de Cornell. Autora de diversos
artículos y ponencias sobre clusters, medioambiente y proactividad medioambiental.
Ángel Peiró Signes es profesor del departamento de Organización de Empresas
de la Universidad Politécnica de Valencia. Ingeniero Industrial, Ingeniero en Organización Industrial e Ingeniero de Materiales. MBA y Doctor en Administración y Dirección de Empresas. Investigador asociada al CHR (Center for Hospitality Research)
de la universidad norteamericana de Cornell. Autor de diversos artículos y ponencias
sobre eco-innovación y el efecto cluster sobre los resultados económicos.
María de Miguel Molina es Licenciada en Derecho por la UVEG. y Doctora
en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). Profesora Titular de Universidad en el Departamento de Organización de Empresas de la UPV, adscrita a la Facultad de Administración y Dirección de
Empresas. Es Directora del Máster Universitario en Gestión de Empresas, Productos
y Servicios que se imparte conjuntamente con una universidad alemana. Su trabajo
se centra en estudiar estrategias que fomenten la responsabilidad social. Actualmente participa en distintos proyectos de investigación relacionados con el turismo, la
sostenibilidad y las industrias creativas.
Blanca de Miguel Molina es profesora del Departamento de Organización
de Empresas de la Universidad Politécnica de Valencia, imparte docencia en el Máster Universitario en Gestión de Empresas, Productos y Servicios de la Facultad de
Administración y Dirección de Empresas y en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales. Es Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por
UVEG, Doctora en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad
Politécnica de Valencia, y Master of Business Administration por Anglia Ruskin University (UK). Sus investigaciones se centran, principalmente, en el estudio de la
estrategia e innovación de empresas creativas y culturales, y de su impacto en las
regiones, temas sobre los que ha escrito diversos artículos en revistas internacionales y participado en proyectos de investigación.
VIDA ACADÉMICA
Anals de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana nº 86 (2011)
RESUM DE LA MEMÒRIA D’ACTIVITATS
DEL CURS ACADÈMIC
2011-2012
Mª Desamparados Cabanes Pecourt
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MEMÒRIA DEL CURS ACADÈMIC
2011 - 2012
Mª Desamparados Cabanes Pecourt
Secretària
El curs acadèmic 2011-2012 començà el dia 17 de novembre de 2011. L’acte
d’Apertura tingué lloc en el Saló del Consulat del Mar de la Llonja de Valéncia, a on
es llegí la memòria del curs 2010-2011. El discurs inaugural fon pronunciat per
l’acadèmic de Número i Decà de la RACV l’Excm. Sr. En Vicent Ll. Simó Santonja, en
el títul “La Personalitat Valenciana”.
I.- JUNTES GENERALS I DE GOVERN
Durant el curs 2011-2012 s’han celebrat 10 Juntes Generals i 10 Juntes de
Govern, en una gran assistència de les Senyores i els Senyors Acadèmics.
II.- INGRÉS DE NOUS ACADÈMICS
Feu el seu ingrés l’acadèmic Ilm. Sr. En Salvador Vila Soria, el dia 1 de decembre de 2011, en el Saló del Consulat de la Llonja de la Seda de Valéncia. Cobrix la
vacant deixada per l’Ilm. Sr. En Francisco J. León Tello, en la medalla número 35, i
va llegir el discurs titulat “De Mislata a Valéncia, un passeig evocador”, fon contestat per
l’Acadèmic de Número Excm. Sr. En Rafael Gómez-Ferrer, el discurs del qual va
llegir el Sr. Decà, per haver patit l’irreparable pèrdua del Sr. Gómez Ferrer.
Anals RACV nº 87 (2012) / Memòria del Curs Acadèmic. 2011-2012
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També ingressà l’Acadèmic Ilm. Sr. En Ramón Serra de Álzaga, el dia 12 de
giner de 2012, en el Saló del Consulat de la Llonja de la Seda de Valéncia. Cobrix
la vacant deixada per l’Ilm. Sr. En José Martínez Ortíz, en la medalla número 7, i
llegí el discurs titulat “Coleccionar, Restaurar, Conservar: una aventura por amor al
arte”, fon contestat per l’Acadèmic de Número Ilm. Sr. En Guillermo Carnero Arbat.
I per últim efectuà el seu ingrés l’Acadèmic Ilm. Sr. En Ricardo José Vicent
Museros, el dia 6 de març de 2012, en el Saló del Consulat de la Llonja de la Seda
de Valéncia. Cobrix la vacant deixada per l’Ilm. Sr. En José Alminyana Vallés, en
la medalla número 40, i llegí el discurs titulat “El Taller de Imprenta de Lambert
Palmart”, fon contestat per l’Acadèmic de Número i Decà de la RACV Excm. Sr. En
Vicent Ll. Simó Santonja.
Fon nomenat Acadèmic Electe l’Ilustríssim Senyor:
En Salvador Chuliá Fernández.
Foren nomenats com a Acadèmics d’Honor:
L’Ilm. Sr. N’Anfóns Ramon i García
i l’Excm. Sr. En Dario Maravall Casesnoves
III.- ACTIVITATS EN TORN ALS LLIBRES
PUBLICACIONS
Durant el present curs s’han editat les següents:
1.Anals núm. 86
2.Conferència Inaugural del Curs 2011-2012. “La personalitat del poble valencià”.
3.Série Històrica, núm. 32
4.Estudios de Lenguas y Epigrafía Antiguas. ELEA núm. 12
5.“Carn de pomes essencials”
Mª Desamparados Cabanes Pecourt
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REVISTA DIGITAL DE LA RACV
La posada en marcha de la “Revista Digital” de la RACV i l’accés a les noves tecnologies de l’informació a través de les nostres pàgines Webs, ha supost
l’incorporació de més de quinze artículs, tenint repercussió determinats artículs de
la Secció d’Ingenieria Cartogràfica “Jorge Juan” en “Google Acadèmic”.
BIBLIOTECA
Durant este curs, les activitats més destacades en la nostra Biblioteca Especialisada, ademés de servir de soport a les activitats acadèmiques, aixina com a
l’investigació, en la missió del foment i la difusió de la cultura valenciana, han segut:
Ingrés i adquisició de llibres d’interés per als usuaris, fent un total de
719 volums, tant per mig d’intercanvi com de donació, aixina com també per
l’incorporació de les nostres publicacions.
Sobre les donacions, han cedit llibres un total de 23 persones entre acadèmics
i colaboradors, hem de destacar la de N’Emili Miedes i les dels cronistes.
El fondo bibliogràfic de la nostra Institució consta de 16.371 volums catalogats
(front als 15.852 de l’any passat), 326 títuls de revistes registrades en l’Índex i 907
títuls catalogats.
La biblioteca oferix una série de servicis com són l’informació i orientació a
l’usuari, préstam a investigadors, consulta en sala, investigació documental, busca
de referències bibliogràfiques, solicitut i suministrament de documents respecte a
l’Archiu, investigació documental en unes atres biblioteques i hemeroteca.
IV.- CONFERÈNCIES I PRESENTACIÓ DE LLIBRES
• 27/03/2012 Conferència “Sant Vicent Ferrer i la cultura valenciana”, a càrrec de l’Excm. Sr. En Vicent Lluís Simó Santonja, Decà de la
Anals RACV nº 87 (2012) / Memòria del Curs Acadèmic. 2011-2012
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RACV; dins dels actes de l’inauguració de l’Exposició Fotogràfica de Manuel Guallart “El Milacre de l’Altar del Tossal”.
• 12/05/2012 Conferència “Un viaje a Estambul, entre la historia y la
leyenda”, a càrrec de l’Ilm. Sr. En José Luis Medina García, Acadèmic de
Número de la RACV.
• 07/06/2012 Conferència “Los mejores ejemplos de ballet u ópera clásica y su
influencia en la cultura valenciana”, a càrrec de la Sra. Na Victoria Savelieva,
Agregada Colaboradora de la Secció d’Història de l’Art Valencià.
• 03/04/2012 Presentació del llibre “Varela, el general antifascista de
Franco”, de l’Ilm. Sr. En Federico Martínez Roda, Acadèmic de Número
de la RACV, la presentació estigué a càrrec de l’Ilm. Sr. N’Enrique de Miguel Fernández, Acadèmic de Número de la RACV.
V.- SECCIONS
En independència de les activitats pròpies d’investigació i treball interior, a
lo llarc del curs acadèmic les seccions d’esta RACV han organisat distints cicles
de conferències, exposicions i cursos, divulgant les seues conclusions en diverses
publicacions.
Entre unes atres activitats podem destacar les següents:
SECCIÓ D’HISTÒRIA D’ART VALENCIÀ “Mariano Benlliure Gil”
I.- INVESTIGACIÓ
Des de finals del curs 2011 i primer trimestre de l’any 2012.
1.-En l’àrea de “Artistes Valencians” s’ha treballat sobre els escultors del sigle
XVIII, material revisat en la Real Acadèmia de Belles Arts de San Fernando
de Madrit.
Mª Desamparados Cabanes Pecourt
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2.-En esta llínea s’ha fet una consulta a l’Archiu del Palau Real de Madrit,
a fi de localisar les figures del “Belem del Príncip” realisades per l’escultor
José Esteve Bonet entre 1780 i 1785. S’han localisat aquelles figures en el
Palau Real de Madrit i unes atres tres en el Museu Nacional d’Arts Decoratives de Madrit
En el segon trimestre de 2012
L’Agregada Colaboradora Doctora Na Concha de Soto Arándiga, presentà un
proyecte, aprovat per la Secció, a fi de divulgar a través de la revista digital el treball d’experts baix el títul PASSAT, PRESENT I FUTUR DEL PATRIMONI ARTÍSTIC
VALENCIÀ en el que obrí un camp cap a l’Arquitectura i arts aplicades fins al moment desconegudes com a Patrimoni Artístic Valencià. Inclou aixina mateix des
de les obres d’Art recuperades a través de la restauració en l’identificació de peces
excepcionals de pintura i fusta, fins a l’historiografia virtual d’obres singulars desaparegudes.
A partir del més de maig de 2012
En ocasió de celebrar-se el cent cinquanta aniversari del naiximent de l’escultor
que honra titular ad esta Secció (1862) i coincidint en l’acontenyiment del “Any
Mariano Benlliure” proclamat per la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana, l’aportació fonamental ha segut la de colaborar en l’Institut de Conservació i
Restauració de Bens Culturals en l’elaboració de la memòria històrica cultural sobre
el Mausoleu de Joselito, l’original del qual en algeps va donar l’artiste al Museu de
Belles Arts de Valéncia en 1940, el qual es va a restaurar i expondre en breu.
II.- DIVULGACIÓ
El segon curs oferit a l’Escola Superior d’Estudis Valencians ha segut impartit
per l’agregada colaboradora Na Pura Benito Vidal, Doctora en Història de l’Art, que
en 10 sessions ha abordat el tema de la Pintura Valenciana del sigle XIX , primera
part, al grup C, a on ha relacionat l’Art en les circumstàncies històriques que li
acompanyaren.
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Anals RACV nº 87 (2012) / Memòria del Curs Acadèmic. 2011-2012
També en eixe mateix grup, l’agregada colaboradora Doctora N’Asunción Alejos Morán s’ha impartit un tema específic al qual ha aplicat la metodologia de
l’Iconografia i Iconologia General. El dit tema porta per títul: La Pintura espanyola
del sigle d’Or i ho ha centrat en una primera part a manera d’introducció històric
artística.
III.- PUBLICACIONS
Ademés, l’obra fonamental de Na Pura Benito ha segut l’elaboració del llibre
“Pintura Valenciana del sigle XX : tradició i vanguarda” dins de l’àrea “Conéixer
l’Art Valencià” la publicació del qual acceptà realisar la Junta de Govern de la Real
Acadèmia en el curs 2011.
En la revista digital s’han publicat sèt artículs sobre les àrees que té establides
la Secció: danses populars, monuments, artesania i arquitectura. Al mateix temps,
també en la revista digital s’ha publicat al complet el llibre Monuments commemoratius Valencians de Na Violeta Montolíu que s’havia agotat el curs anterior.
SECCIÓ CRONISTES DEL REGNE
Seguint l’acort de la Junta General de la RACV, s’ha convingut assignar ad esta
Secció de Cronistes del Regne de la RACV el nom de l’ilustre personage valencià “ROC
CHABÀS”, tan relacionat en la nostra Acadèmia. Aprofitant la conjuntura d’haver-se
celebrat, l’any 2011, el Centenari de la seua mort.
L’acontenyiment principal, a destacar en el curs passat, ha segut el compliment
del proyecte presentat en la nostra memòria del Curs 2010-2011: “Un encontre en els
nous membres de la Secció per a la reorganisació i posada en marcha d’esta”.
En efecte, es celebrà el 29 de juny d’enguany. Prèviament, el Director de la
Secció l’Ilm. Sr. En Benjamín Agulló, junt a En Vicente A. Gómez, Gerent de la RACV,
tingueren un canvi d’impressions en els senyors Cronistes Acadèmics Corresponents En Vicente Sebastián (Croniste de Chulilla) i En José Martí Coronado (Croniste d’Azuébar i Chóvar), en representació dels Cronistes corresponents de les
Mª Desamparados Cabanes Pecourt
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Províncie­s de Valéncia i de Castelló, respectivament –no pogué assistir el representant de la Província d’Alacant– per a elaborar el “Orde del Dia” de la jornada i
convocar als membres de la Secció.
Començà la Jornada a les 10’30, en la sala de juntes de la RACV, presidits pel
Director de Seccions, Ilm. Sr. En Francisco J. Ballester-Olmos, i actuant de Secretari el
senyor Gerent, En Vicente A. Gómez. Obrírem la sessió en unes paraules de benvinguda
a la concurrència, que omplia la Sala de Juntes, i senyalant els objectius de l’encontre.
El senyor Ballester-Olmos destacà l’importància de la Secció de Cronistes Oficials per la conexió que s’establia entre l’història i cultura de les distintes poblacions
de la Comunitat Valenciana i la RACV, oferint als Cronistes els mijos d’investigació
i divulgació de que dispon esta Real Acadèmia, augurant èxits per ad esta jornada i
fruits recíprocs en breus determinis.
A continuació es va fer una ronda de presentació personal dels reunits, manifestant els seus treballs, els seus propòsits i els seus anhels.
Des de la Real Acadèmia se’ls oferí la possibilitat de solicitar els fondos bibliogràfics de que dispon, aixina com de les exposicions ambulants i de la seua
Revista Digital. També s’anuncià un curs de Paleografia que proyecta impartir, la
pròxima primavera d’hivern, la Doctora Na Mª Desamparados Cabanes, Secretària
d’esta institució, al qual s’invitarà oportunament. Els concurrents manifestaren la
seua satisfacció i el seu propòsit de participar pel be, que no dubten, els aportarà en
els seus treballs d’investigació.
Espontàneament sorgí l’idea de constituir una Comissió Delegada de conexió,
a fi de sugerir temes i iniciatives per a futures trobades. Foren elegits 2 representants per cada província.
Per la vesprada tinguérem la satisfacció d’escoltar la conferència de l’Ilm. Sr.
En José Manuel Miralles Piqueres, director general de Coordinació del Desenroll
Estatuari de la Generalitat Valenciana, a qui presentà el Decà de la RACV, Excm. Sr.
En Vicente L. Simó Santonja. Hi hagué una animada tanda de preguntes i respostes
sobre diverses qüestions.
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Anals RACV nº 87 (2012) / Memòria del Curs Acadèmic. 2011-2012
En este solemne acte fon clausurada la Jornada, en gran satisfacció per part
dels participants. Satisfacció que se nos ha manifestat posteriorment de distintes
maneres.
El nostre propòsit actual és dur a terme els acorts de la reunió i complir el
desig de tindre, almenys, un parell d’encontres a l’any, per a fomentar estes mútues
relacions de la Secció. Aixina mateix donar a conéixer la figura de ROC CHABÀS, a
qui hem dedicat la Secció.
SECCIÓ D’ECONOMIA “Luis de Santángel”
La Secció d’Economia celebrà diverses sessions durant el curs, analisant la situació econòmica de la Comunitat Valenciana.
En octubre de 2012 tingué lloc dins dels actes del 30 aniversari de l’Estatut
d’Autonomia de la Comunitat Valenciana, un acte per a examinar el passat, present i futur de l’Economia Valenciana, a on participaren destacats membres de
l’Universitat i l’Empresa que analisaren els Sectors Agrícola, Industrial, de la Construcció i dels Servicis.
El director de la Secció impartí cursos en Colòmbia (Universitat de Santander),
en Bucaramanga i Sant Josep de Cúcuta.
Ingressà com a acadèmic adscrit a la Secció l’Ilm. Sr. En. Salvador Vila Soria.
SECCIÓ DE MUSICOLOGIA “Juan Bautista Comes”
El Director de la Secció, ha finalisat la transcripció del manuscrit 387 de la
Biblioteca de Catalunya. Es el Ms. en més Versos de tota la Biblioteca.
Ha escrit una chicoteta Biografia de Cabanilles que està a punt de publicar-se.
Ha publicat en Internet “El mestre de Joan Cabanilles: Onofre Guinovart”, en
Mª Desamparados Cabanes Pecourt
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la transcripció de la seua Missa In honorem B. M. Virgine. Mai s’havia fet. Se cantà
per a l’Assumpta.
SECCIÓ D’INGENIERIA CARTOGRÀFICA “Jorge Juan”
Activitats de la Secció han segut les següents:
Durant el passat curs 2011-12, la Secció d’Ingenieria Cartogràfica de la RACV
ha publicat en la Revista Digital de la RACV dos treballs d’investigació, d’una extensió mijana de 150 pàgines cada un d’ells, estant actualment en trànsit de publicar
un quint, sobre “Ajuste, Cálculo e Interpretación de redes Locales y Microgeodésicas de Precisión”. Es
tracta d’una colaboració en l’Equip d’Investigació de la Fundació Giménez Lorente,
afecta a l’Universitat Politècnica de Valéncia, dirigida i coordinada per l’Acadèmic i
Director de la Secció i Equip mencionats Manuel Chueca Pazos.
Els seus títuls ordenats cronològicament per data de publicació són:
1.-Recintos de error y su interpretación en el Ajuste Gaussiano de una red local observada con
GNSS y ajustada por Incrementos de Coordenadas.Teoría y Praxis.
2.-Cuestiones básicas en interpretación de una red clásica libre ajustada por el Método de Incrementos de Coordenadas.
La llínea d’Investigació descrita està orientada a produir una patent tecnològica, hui en tramitació, un nou Manual de Microgeodèsia i Rets locals s’entén que
innovador, i tres Tesis Doctorals de les professores, investigadores, i coautores dels
treballs resenyats, Ingenieres Superiors en Geodèsia i Cartografia.
SECCIÓ DE CIÈNCIES MIG AMBIENTALS I AGROALIMENTÀRIES
“Eduardo Primo Yúfera”
Organisà per al dia 31 de giner de 2012 la celebració del Dia de l’Arbre, per
mig de la conferència titulada “La palmera en el jardín valenciano”, a càrrec del
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Anals RACV nº 87 (2012) / Memòria del Curs Acadèmic. 2011-2012
l’Ilm. Sr. En José Fco. Ballester-Olmos i Anguís, Prof. de la UPV i Director de la
Secció de Ciències Mig Ambientals i Agroalimentàries de la RACV. Com ya ve sent
tradicional, en acabar la conferència els assistents foren obsequiats en una planta.
SECCIÓ DE LLENGUA I LITERATURA VALENCIANES “Lluís Fullana Mira”
I.- ACTIVITATS DESENROLLADES
Presentació del llibre de poemes “Li ho diguí a la nit / Se lo dije a la noche”
El 30 de novembre de 2011 es presentà en l’Ateneu de Valéncia el llibre de
poemes i DVD del poeta de Burgos, Juan Carlos García Hoyuelos, que s’ha traduït
a les llengües peninsulars i en el qual ha colaborat traduint a la llengua valenciana,
la RACV, aixina com Lo Rat Penat, la Cardona i Vives el Grup Cultural Ilicità. En una
gran assistència de públic, en la presència de l’autor, la participació de rapsodes i
en la destacada intervenció musical en directe de Vicent Savall acompanyat de la
soprano Maria Kodarenko, interpretant els dos temes que ha musicat en el DVD del
llibre, l’acte resultà altament emotiu.
Dia de la Llengua i Cultura Valencianes
En caure el dia 3 en dissabte, es traslladaren els actes commemoratius al dijous
dia 1. Es realisà la missa en recort a Ausias March en la Sèu de Valéncia, oficiada pel
seu canonge Josep Climent i Barber, acadèmic de la RACV. Finalisada la missa es
procedí a l’ofrena floral en la tomba d’Ausias en unes paraules de l’Excelentíssim
Sr. En Vicent Simó Santonja, Decà de la RACV.
L’acte d’exaltació de la Llengua Valenciana es realisà enguany en el Saló d’Actes
de l’Ateneu. Primerament s’entregaren el Premi i l’Accèssit al Millor Us del Valencià en
les Falles. A continuació el Director de la Secció, l’Ilustríssim Sr. En Voro López Verdejo
presentà el “Informe sobre la llengua valenciana i propostes de revalencianisació”, el qual ha tingut una important repercussió en la prensa. L’informe defén i propon reforçar les
formes llingüístiques més genuïnes i pròpies.
A continuació, l’Agregat Colaborador de la Secció, el Sr. Bernat Arlandis i Mañó,
explicà les millores i ampliacions que han anat incorporant-se en la pàgina web del
Diccionari General de la Llengua Valenciana, aixina com l’incorporació d’imàgens.
Mª Desamparados Cabanes Pecourt
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És d’agrair en este punt l’aportació de colaboradors externs, com la del Sr.
Xavier Gil.
Enguany l’acte es dedicà a la figura de l’ilustre croniste Roc Chabàs, del qual
es commemorava el primer centenari de la seua mort. L’Ilustríssim Sr. Acadèmic En
Daniel Sala Giner, membre també de la Secció, glossà una breu biografia sobre la
figura de tan magne valencianiste.
Semana del Llibre Valencià –
Enguany la Semana del Llibre Valencià s’ha reconduït per tal d’oferir llibre
antic i de coleccionisme que en les nostres dependències i en la de les entitats
participants s’acumulaven, obtenint uns destacadíssims resultats de vendes aixina
com de públic visitant. La Semana s’ha completat en la presentació de les novetats
bibliogràfiques, els XIX Recitals Poètics de l’AELLVA i una interessantíssima exposició dels treballs editorials de Vicent Garcia Editors, que gràcies al nou acadèmic,
l’Ilustríssim Sr. En Ricart Vicent ha segut possible i que finalisà en una magna conferència que nos oferí en el Saló d’Actes.
Pàgina web de la Secció
Com sempre, es manté un permanent treball d’assessorament, informes i traduccions a entitats i particulars que es dirigixen a la Secció en busca d’ajuda o
consell.
A destacar enguany la traducció de la pàgina de la Clínica Gastaldi, la més
important en medicina deportiva de Valéncia (entre atres porta l’atenció mèdica
del Valéncia C. F. o el Pamesa Basquet). Aixina com la traducció de tots els cartells i
ròtuls del nou centre de Leroy-Merlin en Elig. S’ha habilitat un apartat en la pàgina
web per a que tota aquella persona o entitat que vullga realisar una donació a la
Secció la qual li serà aplicable la corresponent deducció en el seu IRPF, puga fer-ho.
A destacar la donació del Sr. En Manuel Solís i Martínez.
Diccionari General de la Llengua Valenciana en internet
El Diccionari General en internet és un dels èxits de la Secció, i per lo tant, de
la RACV. Gràcies al treball de l’Agregat Colaborador de la Secció, el Sr. En Bernat
Arlandis i Mañó, informàtic per la Politècnica de Valéncia, el Diccionari ha alcançat
unes quotes d’accessibilitat, d’informació i prestacions elevadíssimes. I prova d’açò
és el nivell de visites i consultes que en els últims mesos ve registrant. Els números
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Anals RACV nº 87 (2012) / Memòria del Curs Acadèmic. 2011-2012
que la pàgina en este principi de més de novembre oferix són de 131.103 visites
i 278.141 consultes. El Diccionari és consultat sobretot des de Valéncia i Espanya, pero destaquen també el número de consultes de Regne Unit, Estats Units,
Alemanya, França, Brasil, Itàlia, Argentina, Mèxic... Tant la pàgina del Diccionari
General com la del Diccionari Ortogràfic s’han convertit en webs referents dels
diccionaris valencians en internet, apareixent en les tres primeres posicions en els
buscadors.
II.- PUBLICACIONS
Informe sobre la llengua valenciana i propostes de revalencianisació.
Llibret i CD. Març 2012
III.- ALTES I BAIXES DE MEMBRES DE LA SECCIÓ
La Secció aprovà en data de 1 d’octubre l’incorporació com Agregat Colaborador del Sr. N’Òscar Rueda i Pitarque. El Sr. Rueda és Ingenier de Camins Es refrendà
el nomenament en la Junta General de la RACV.
IV.- ATRES TEMES D’INTERÉS GENERAL (Proyectes futurs)
La Secció procedix en estos moments a l’ampliació contínua i constant del
Diccionari General, a l’actualisació respecte d’este del Diccionari Ortogràfic i del
Corrector. I s’escomencen els treballs de la Gramàtica.
SECCIÓ DE GENEALOGIA I HERÀLDICA
En publicacions, la Secció té en tràmit la del VI Tom de “Escuts d’Armes dels
antics Llinages del Regne de Valéncia”, obra de la qual és autor En Pascual Guardiola
i Spuche, membre colaborador d’esta Secció.
Manté intercanvi en institucions afins com l’Acadèmia Valenciana de Genealogia i Heràldica (Bolletí), Real Asociación de Hidalgos de España, Acadèmia Matritense d’Heràldica i Genealogia (Bolletí i Anals), Federació Espanyola de Genealogia
i Heràldica (Quaderns d’Ayala), Diputació Provincial de Valéncia (Revista Dival),
Diputació Provincial de Castelló, Diputació Provincial d’Alacant i en l’ Escola de
Genealogia Marqués d’Avilés.
Mª Desamparados Cabanes Pecourt
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Les investigacions genealògiques, aixina com les consultes, sobre llinages valencians o habitants en Valéncia han continuat en archius i biblioteques valencianes
i nacionals.
Durant el present Curs la Secció s’ha reunit tots els dimecres de matí en la
finalitat d’atendre el treball corrent de la Secció i evacuar les consultes que es presenten, que enguany han segut més de 50, sobre temes de Genealogia, Heràldica i
Nobiliària.
A l’igual que en cursos anteriors els membres de la secció han impartit diverses conferències.
SECCIÓ D’HISTÒRIA
Els acadèmics que pertanyen a la Secció d’Història de la RACV han participat i
desenrollat numeroses activitats acadèmiques i docents durant el curs 2011-2012.
Els seus components han colaborat en les activitats programades per la RACV: classes
en la “Escola Superior d’Estudis Valencians”, realisació de visites culturals, XXXIII
Curs d’Història dedicat al “Bicentenari de les Corts de Cadis” i a commemorar el
“VI Centenari del Compromís de Casp”; també intervingué en el III Simpòsium “El
Túria: riu de vida” celebrat en Ribarroja del Túria; activitats dirigides i coordinades
pel Dr. En José Aparicio Pérez.
Acadèmics de la secció, assistiren a l’anual Assamblea General de la CECEL celebrada enguany 2012 en Madrit, organisada per l’Institut d’Estudis Madrilenys i la
Real Acadèmia Matritense d’Heràldica i Genealogia.
Acadèmics de la secció han publicat llibres i artículs sobre temes referents als
seus diferents camps d’investigació –a recordar l’obra “Varela, el general antifascista de Franco”, de l’académic de la Secció Sr. Martínez Roda ya citada–, en independència de la llabor docent que desenrollen en les universitats de Saragossa, Estudi
General de l’Universitat de Valéncia, Universitat Cardenal Herrera-CEU, Universitat
“Senior” de la Politècnica de Valéncia, Universitat Internacional Valenciana (VIU),
Instituts de Bachillerat, etc.
280
Anals RACV nº 87 (2012) / Memòria del Curs Acadèmic. 2011-2012
La secció d’Història planificà i posà en funcionament el X curs de la “Escola
Superior d’Estudis Valencians”, desenrollat en el transcurs de 2011-2012. Acadèmics i colaboradors pertanyents a la secció d’Història i a unes atres seccions de la
RACV han impartit docència. En conjunt s’han donat al voltant de 120 hores de
classe en cada un dels tres grups existents, lo qual supon unes 360 hores en el còmput total, havent participat una plantilla docent de 26 professors.
Celebràrem l’acte d’Apertura del curs Acadèmic de la “Escola” en la presència
del Decà En Vicent Lluís Simó Santonja, diversos professors acadèmics i numerosíssims alumnes. La lliçó inaugural estigué a càrrec del professor En Francisco Llácer
Bueno, la dissertació del qual versà sobre “Reflejos del derecho foral civil y comparado en la obra de Jaume Roig”.
VISITES CULTURALS REALISADES
En el curs 2011-2012, els alumnes acompanyats de professors i guies han
pogut contemplar una part del nostre patrimoni cultural, artístic, paisagístic, etnològic, a través de les visites guiades a museus, poblacions històriques, llit fluvial del
Túria, jardins i exposicions.
• A finals del més d’octubre de 2011, excursió a les poblacions d’Alcoy i
Bocairent, assistint a l’exposició de “Camins d’Art”, dins de la Llum de
les Imàgens, d’Alcoy i visitant uns quants recints que albergaven coleccions artístiques. Posteriorment, trasllat a Bocairent a on passejaren pel
recint migeval de la població i contemplaren en la lluntania les denominades “covetes dels moros”.
• El 19 de decembre se celebrà el menjar del “Esperit del Nadal”. Assistiren
més d’un centenar de comensals, prenent la paraula alumnes dels tres
grups i professors de l’Escola, desijant-nos un Feliç Nadal i un Pròsper
any 2012.
• El 15 de febrer de 2012, excursió a Benicarló i visita al jaciment arqueològic d’época ibèrica del Puig de la Nau en un guia local. Posteriorment
Mª Desamparados Cabanes Pecourt
281
anaren a l’antic convent de Sant Francesc, convertit actualment en sala
d’exposicions, una d’elles dedicada a les troballes de les excavacions del
mencionat jaciment. Contemplaren l’antiga iglésia del convent, en estat
de restauració, i el claustre. Aixina mateixa, pogueren entrar en l’Iglésia
archiprestal i se visità el port de la població.
• El 22 de febrer desplaçament a l’antic Monasteri de Sant Miquel dels Reis
on reberen les explicacions sobre l’història d’este cenobi i contemplaren
l’exposició del 2º centenari de les Corts de Cadis ”Els Valencians i la Constitució de 1812”, exposta en una de les seues dependències.
• El dia 23 de març visita a l’exposició de “Valencians 1812: Constitució i
Llibertats” en el Museu del Carme. Exposició montada per a commemorar el Bicentenari de la Constitució de Cadis.
• El 24 d’abril desplaçament a Sagunt. Efectuaren un recorregut pel Museu
de la Casa dels Berenguers, el Museu Històric de la ciutat, la Juderia, i
assistiren a la representació de la tragèdia Electra de Sòfocles en el marc
del Teatre Romà de Sagunt. Posteriorment, anaren a Canet d’en Berenguer
on contemplaren l’excelent plaja en les seues dunes naturals.
• El 26 d’abril, dirigits pel professor Ballester-Olmos, anaren al parc de
Sant Antoni en Cullera i al jardí mediterràneu de l’Albarda en Pedreguer,
rebent excelents explicacions sobre botànica i jardineria. Posteriorment,
guiats pel professor Daniel Sala s’adinsaren en la comarca de Vall de Laguar. Excursió que es repetí el 26 de maig.
• Durant el més de maig alumnes de l’Escola organisaren dos viages: un
a La Alberca (Salamanca), visitant entre unes atres localitats la ciutat del
Tormes i les poblacions de Ciutat Rodrigo i Béjar, adinsant-se en les comarques de la Batuecas i Las Hurdes; i un atre, a Nàpols i Costa Amalfitana, recorrent part de la Magna Grècia.
• En el més de juny, la RACV organisà un viage a Moscou i Sant Petersburc per
a contemplar la riquea monumental i artística que alberguen estes dos ciutats.
282
Anals RACV nº 87 (2012) / Memòria del Curs Acadèmic. 2011-2012
• El 7 de juny de 2012, en numerosa assistència de professors i alumnes
se celebrà l’Acte de Clausura de l’Escola Superior d’Estudis Valencianes
en el Saló Alfons el Magnànim de la Beneficència, a on el Director de la
“Escola”, En José Vicente Gómez Bayarri expongué la memòria del curs
acadèmic; tres alumnes, un de cada un dels grups, pronunciaren un breu
parlament d’agraïment, i s’impartí la conferència “Fuentes de Valéncia” a
càrrec del Sr. En José Luis Medina García. Tancà l’Acte el nostre Decà, Excm.
Sr. En Vicent Lluís Simó Santonja en unes enceses i elogioses paraules.
SECCIÓ DE PREHISTÒRIA, ARQUEOLOGIA I ESTUDIS IBÈRICS
“Domingo Fletcher Valls”
Junt a les reunions periòdiques dels seus membres, la Secció ha desenrollat les
següents activitats: • Organisació del XIV Seminari d’Estudi sobre Art Prehistòric “Antonio
Beltrán Martínez”, celebrat en Gandia (Valéncia), del 3 al 5 de juliol de
2012, sobre “Novetats en el coneiximent i investigació de l’Art Prehistòric durant el curs acadèmic 2011-2012”.
• Visita d’Estudi al Pla de Petracos.
• Atenció a l’intercanvi científic distribuint el núm. 23 de la Série Arqueològica, números anteriors i los Varia IX i X.
• XXIX Campanya d’excavacions arqueològiques en la Cova Foradà d’Oliva.
• Publicació del núm. 12 de ELEA en les ponències dels Seminaris d’Estudi
d’anys anteriors.
• Organisació del XXVIII Seminari de Llengües i Epigrafia Antigues celebrat
en Gandia (Valéncia) del 10 al 12 de juliol, sobre “Alvanços i problemes
en el coneiximent i en l’investigació de les llengües i de l’epigrafia antigues durant el curs 2011-2012”.
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• Visita d’estudi guiada al jaciment de la Benimaquia (Dénia).
• Correspondència sobre seminaris i publicacions.
AULA D’HUMANITATS I DE CIÈNCIES VALENCIANES
Han segut activitats de la Secció:
• Publicació del Número 32 de la Série Històrica en els temes del XXXI
Curs d’Història i del V Seminari d’Història de la Ciència i atenció al seu
intercanvi científic.
• Organisació de l’Aula 2012, coordinant els Seminaris d’Estudi i organisant el XXXIII Curs d’Història.
• Organisació del VII Curs de Ciències, del 6 al 10 d’agost en Gandia.
• Organisació del IV Seminari “Aqua: Fons Vitae” celebrat en Ribarroja,
dins del III SIMPÒSIUM “EL TÚRIA: RIU DE VIDA” el 14 de juny.
• Publicació del número I de la Revista “Aqua: Fons Vitae”, en els temes del
I i II Seminari.
• Organisació del III Simpósium “El Túria: Riu de Vida. Estudi Integral”, el
13 de juny, en Ribarroja del Túria (Valéncia).
• Creació de l’Universitat Valenciana d’Estiu per mig de la firma d’un conveni entre l’Universitat Catòlica de Valéncia, la Real Acadèmia de Cultura
Valenciana, l’Ajuntament de Ribarroja i el Dr. i Ingenier En Javier Cremades de Adaro, participant en el seu desenroll la Diputació Provincial
de Valéncia i l’Ajuntament de Gandia. Açò ha permés la realisació dels
Seminaris, els Cursos, el Simpòsium i l’edició del número 1 de la Série
“Agua y Vida”, el Varia X d’arqueologia, el número 32 de la Série Històrica
i diversos números de la Série Popular.
En Valéncia, a 21 de novembre de 2012
Anales de la Real Academia de Cultura Valenciana nº 87 (2012)
1761-30 de julio-2011
250º aniversario de la muerte del escultor
Francisco Vergara Bartual
(L’Alcúdia, 1713-Roma, 1762)
Andrés de Sales Ferri Chulio
Director del Archivo de Religiosidad Popular del Arzobispado de Valencia
Académico correspondiente de Bellas Artes de San Carlos y de la Real de la Historia
ABSTRACT: On 30 July 1761 the Valencian sculptor Francisco Vergara Bartual died
in Rome, where he arrived in 1745. Sponsored by the Royal Academy of Fine Arts
of San Fernando. His most important piece of art, San Pedro de Alcantara in the
Vatican Basilica (1753), distinguishes him as the first Spanish artist in Rome.
Desde Roma don Manuel de Roda, ministro plenipotenciario, informa por carta
al ministro de Estado Ricardo Wall: “Ha fallecido el escultor Dn. Francisco Vergara,
que havia sido pensionado de S.M., sujeto en su profesión de los más capaces y
acreditados de esta Corte”1. Esta lacónica noticia necrológica nada precisa sobre la
causa del fallecimiento del artista valenciano, que un manuscrito biográfico sobre
este excelente escultor tampoco aclara: “Vida de D. Francisco Vergara Bartual... Pasó
a Roma con pensión, donde estudió con tanto aprovechamiento que llegó á ser
uno de los artífices de primer orden de aquella ciudad; y si la muerte no le hubiera
cortado el hilo de la vida en tan temprana edad, le constituiera su mérito en profesor distinguido en Europa y aún singular”2. Antonio Ponz que reside en Roma
A.G. Simancas, Estado 4965, Roma 30 de julio de 1761.
Madrid. Real Academia de San Fernando. Archivo, Ms 68-2/5.
1
2
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Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 285-290 / 250 Aniversario de la muerte de Francisco Vergara
entre 1753-1759 equivoca la edad del artista alcudiense, pues muere a los 47 años
de edad, y anota, sin precisar más”... en medio de su carrera le asaltó la muerte,
habiendo fallecido de 48 años, el 30 de julio de 1761”3.
Vergara Bartual murió intestado y su viuda Teresa Saturni comisiona al letrado Lorenzo Bondacca para que se encargue de realizar el inventario de los bienes de su
difunto esposo, que tiene lugar los días 26 y 27 de agosto, y se reinicia y concluye
el 4 de septiembre en el “Studio incisoris lapidum posit prope supradictam domum”, que según el propio artista es “el maior que ai en esta Corte”. El notario
Francesco Nicola Andreoli anota en el “Inventarium Bonorum Haereditariorum
bo(nae) me(moriae) Francisci Vergara” que el malogrado escultor muere en su
propia casa “obitum in domo dum vixit”, sin precisar la causa de su defunción. Es
posible que el artista alcudiense falleciera como consecuencia de la “fuerte constelación de calenturas y ardientes tercianas, que según dizen los médicos proviene de
la gran sequedad que messes haze se padece en este término, y por todas partes”4.
La temida “calamidad de las calenturas malignas” motiva que en numerosas poblaciones se proceda a votar un “santo defensor” que, por otra parte, en algunos casos
es rechazado en primer instante al ser desconocido por la propia feligresía5.
El maestro Vergara Bartual y su familia habitan en la entonces llamada Via Felice
–hoy Via Sixtina–, en una casa situada enfrente de la iglesia de San Ildefonso, de
los agustinos reformados españoles. En la “Sala, o’sia, prima Stanza” se hallan “Un
Rittrato in misura di tre’palmi con sua cornice dorata a’vernice rappresentante la
d(ett)ª bo(na) me(moria) Fran(ces)co Vergara, et un busto di creta rappresentante
al med(essimo)”. El retrato de Vergara Bartual de autor anónimo (mide 0’67x0’50)
pasa a la galería de la Academia de San Lucas, donde se encuentra colgado, mientras que del busto tallado en caliza blanca que efigia al mismo artista –no se anota
tampoco el nombre del autor, que pudo ser él mismo– se desconoce su paradero.
En el rótulo lapidario situado al pie del retratado se lee textualmente: FRANCISCVS
BERGARA DOMO VALENTIA IN HISPANIIS SCALP/TOR IN ALBUM ACCADEMICORUM S. LVUCAE VRBIS RE/LATVS OBIIT ROMAE ANNO MDCCLXI AETATIS SVAE
A. Ponz. Viage de España. Tomo tercero. 1774, p. 66.
Sueca. Archivo Municipal. Actas Capitulares, 1 de noviembre de 1760.
5
Así ocurre por ejemplo, en Benimodo el 25 de enero de 1785, cuando es elegido san Felipe Benicio, y en Relleu
(ca. 1800) con San Alberto de Sicilia.
3
4
Andrés de Sales Ferri Chulio / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 285-290
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P.M. XLV. Las letras P.M. abrevian la frase PLUS MINUSVE que según el poeta Marcial
significan POCO MÁS O MENOS. Como el escultor alcudiense nace el 19 de noviembre de 1713 fallece, por tanto, a los 47 años.
Repartidos por las diversas estancias de la casa se hallan una pila para el agua bendita y trece pinturas, todas de tema religioso, sobresaliendo por su tamaño el lienzo
San Vicente Ferrer predicando, muestra de la devoción que los valencianos profesamos al
Pare Sant Vicent. En ningún caso se registra el nombre del autor de las pinturas,
dos con la Dolorosa y otras dos la Virgen y el Niño; otras dos a Jesucristo; ocho a
diferentes santos y, por último, un cuadro representa La Iglesia. El culto a la Virgen
Dolorosa estaba muy arraigado en Roma, sobre todo en la Congregazione della
Buona Morte, a la que debía pertenecer Vergara Bartual. Veamos la relación de estas
obras de arte:
– Una pila de agua bendita de piedra caliza blanca con San Juan Bautista bautizando al Señor, plateada, y dorada (2 escudos).
– Tres pequeños cuadros con la Virgen y el Niño, San Juan Bautista y la Dolorosa (4 escudos).
– Dos cuadros de 3 palmos de alto por 1 de ancho, uno con la Dolorosas, y el
otro, con Nuestro Señor.
– Un cuadro con el Santísimo Salvador (1’50).
– Dos cuadritos de 1 palmo de alto con la Virgen y el Niño, y San José y el Niño
(3).
– Un cuadro de 5 palmos de alto por 3 palmos de ancho, con San Vicente Ferrer predicando (4 escudos).
– Un cuadro de parecidas dimensiones, en octángulo, con La Iglesia y varios
personajes (4 escudos).
– Un cuadro de palmo y medio, poco más o menos, con San Carlos Borromeo
y Santa Francisca Romana (60 bajochis).
– Dos cuadros, uno con S. Francisco Javier, y otro, con La Magdalena (2 escudos).
El inventario efectuado el 4 de septiembre de 1761 en el Estudio del escultor Vergara
Bartual, demuestra la marcada influencia que el barroco romano ejerció en el San
Pedro de Alcántara, y en toda la obra del artista valenciano. Junto a las numerosas
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Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 285-290 / 250 Aniversario de la muerte de Francisco Vergara
copias de esculturas antiguas y las aún más abundantes estampas, de las que no se
indica el nombre del grabador en ningún caso, se mencionan tres escultores muy
celebrados: François Du-quesnoy (1597-1643), Camilo Rusconi (1658-1728), «il
più grande scultore del settecento romano», Académico y Príncipe de San Lucas, maestro de
Pietro Bracci y Filippo Della Valle (1725-8), y, Angelo De’ Rossi (1671-1715), también Académico de S. Lucas, que colaboró con Pierre Le Gros.
El primero, natural de Quesnoy (Flandes), fue conocido como Francesco «el Fiammengo», y colaboró con Bernini en la decoración del Baldaquino de San Pedro del Vaticano. En sus composiciones incluyó muchas figuras de angelitos que fueron muy
apreciados e imitados en su tiempo, esto explica que la reproducción de originales
suyos conocidos como «putti del Fiammengo» se encuentren en el inventario del escultor valenciano y de otros artistas romanos del Settecento. El interés de Francisco
Vergara por el escultor Duquesnoy queda patente, además, con la copia de yeso que
tenía en su estudio de la estatua marmórea de Santa Susana, labrada por éste para la
iglesia de Santa Maria di Loreto de Roma (1629-33): «La S. Susanna, sopra la porta della
Sagrestia, è del Fiammingo, ed è stimata una delle più eccellenti statue moderne». Considerada desde
el primer momento como una obra maestra que encarnaba el ideal clásico, la Santa
Susana de Duquesnoy ejerció una gran influencia en los escultores del barroco romano. Filippo della Valle se inspiró en esta estatua para la Templanza entallada para
la Capilla Corsini en S. Giovanni in Laterano.
En la magnífica colección de láminas se encontraban reproducciones de las obras
de los más excelentes pintores: Rafael de Urbino (1483-1520), Polidoro da Caravaggio (ca. 1500-1543), Giovanni Lanfranco (1582-1647), Salvatore Rosa (16151673), Carlo Maratti (1625-1713), Carlo Cignani (1628-1719), Sebastiano Conca
(1680-1764) y Giuseppe Righini (s. XVIII). Un repertorio de magníficos artistas
puesto a disposición de sus alumnos para conocer su aportación a la historia del
arte, después de haber asimilado la sabiduría de los clásicos. Como había efectuado
el propio Vergara, y reflejan sus obras, y los dibujos conservados en el Museo de
Bellas Artes de Valencia. Hago relación de estas obras, agrupándolas, para facilitar
su lectura:
Andrés de Sales Ferri Chulio / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 285-290
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Stanza dietro allo Studio grande:
– Due altre figure di creta del Cav(alie)ro Rusconi si valutano scudi otto ............8[fol 557 v]
– Una Santa Susanna di gesso del fiammetto con un Putto rotto di gesso; un altro putto
di gesso del fiammengo senza bracci e mani, un bustino di gesso del fiammengo.... [fol 558 v]
Studio della Stanza Grande:
– Due Putti di cretacotta copia del fiammengo con una testa di bassorilievo
si stimano scudo uno [fol 559 v]....................................................................... 1
– Sei teste di bassorilievo di Angelo de Rossi si stimano baj(occhi) trenta .........30 [fol 561 v]
– Una stampa di carta in grande rappresentante [fol 563 v]
due figure del Cignani si stima baj(occhi) dieci .......................................................10
– Sette stampe di Raffaele si stimano baj(occhi) cinquanta ..........................50 [fol 564 v]
– Otto stampe rapp(resenta)nti Archi trionfali del Righini si stimano baj(occhi)
quindici ..........................................................................15 [fol 564 v, y 564 v]
– Due stampe rappresentanti Dafne, e Appollo di Carlo Maratta si stimano baj(occhi)
cinquanta ......................................................................................50 [fol 564 v]
– Tre altre stampe in grande di Carlo Maratta si stimano baj(occhi)
quarantacinque................................................................................45 [fol 564 v]
– Sei paesi in carta di Cignani si stimano baj(occhi) trenta .........................30 [fol 564 v]
– Quattro Angeli di Lanfranco si stimano baj(occhi) sette, e mezzo .............07’5 [fol 564 v]
– Sei carte in piccolo rappresentanti diversi figure et Istorie di Polidoro di Caravaggio
si stimano baj(occhi) quindici ............................................................ 15 [fol 565 r]
– Altre quattro del sud(etto) autore si stimano baj(occhi) sette, e mezzo ....... 07’5 [fol 565 r]
– Diecisette figure in piccolo di Salvator Rossa si stimano baj(occhi) trenta....... 30 [fol 565 r]
– Tre’stampe del Conca rappresentanti santi si stimano baj(occhi) trenta.......... 30 [fol 565 r]
– Diecinove stampe rapp(resenta)nti la Vita della Madonna Ssma. del Pofino si stimano
scudo uno, e b(ajocchi) cinquanta .................................................... 1 50 [fol 565 r]
– Cinquantacinque stampe rapp(resenta)nti il Testamento Vecchio del Raffaele
si stimano scudi due ........................................................ 2 [fol 565 r y fol 565 v]
(Archivio di Stato di Roma. Protocolos Notariales de Francesco Nicola Andreoli [1761], vol. 590).
Las 55 estampas mencionadas en este inventario con diversos temas del Antiguo y
Nuevo Testamento, diseñadas por Rafael, formaban parte de un gran empeño editorial con 500 grabados calcográficos, en folio mayor, que ilustraban una edició­n
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Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 285-290 / 250 Aniversario de la muerte de Francisco Vergara
de la Biblia muy apreciada por los artistas y bibliófilos, y contó con diversas ediciones.6
En el Ayuntamiento de L’Alcúdia, pueblo natal del escultor Vergara Bartual, hubo un
retrato del artista colgado en el despacho del secretario municipal, aunque la fecha
de su nacimiento estaba equivocada y era errónea la profesión del artista (pintor,
decía el rótulo): “En la secretaría de aquel Ayuntamiento existe un retrato al óleo
con la inscripción siguiente “Francisco Vergara, célebre pintor(sic), nació en esta
Villa el día 13 de Diciembre de 1713”7.
La Real Academia de San Fernando de la que Francisco Vergara Bartual era académico de Mérito (1 de abril de 1757) le dedica una breve nota necrológica, dos años
más tarde, al dar a la imprenta la relación de premios concedidos el 3 de junio de
1763 a los alumnos más destacados “de las tres Nobles Artes”: En Roma murió D.
Francisco Vergara, natural de Valencia, insigne escultor, aplaudido en aquella Corte,
y estimado por uno de los primeros en su Arte... Admiró la estatua del San Pedro
de Alcántara en mármol que se colocó en la Basílica de San Pedro, y admira las que
trabajó para la Catedral de Cuenca y otras muchas que le hicieron famoso. Fue creado Académico de Mérito en primero de Abril de mil setecientos cinquenta y siete.8
Andrés de Sales Ferri Chulio. Francisco Vergara Bartual. Vida y Obra. 2007, p. 287 y 291.
Luis Tramoyeres. “La Familia Vergara”. Archivo de Arte Valenciano, 1917, p. 148.
8
Distribución/ de los premios concedidos por el Rey/... 3 de junio de 1763. Madrid, Real Academia de San
Fernando, p. 8.
6
7
Anales de la Real Academia de Cultura Valenciana nº 87 (2012)
DISCURSO DE APERTURA DEL CURSO 2012-2013.
REAL ACADÉMIA DE CULTURA VALENCIANA.
22 de noviembre de 2012
LA CIUDAD DE VALENCIA Y EL MAR: DE TOSCA A SOROLLA.
Metáfora o ficción
Javier Domínguez Rodrigo
Académico de Número
Catedrático de la Universidad CEU-Cardenal Herrera
“Valencia es amiga de un mar: el Mediterráneo. Pero novia de un río: el Turia.
……….
Como enamorada, la Ciudad se mira en su Río.Y compone un rostro: mirar es eso.
……….
La imagen de Valencia no se concibe sino con el Turia a sus pies”.
Joaquín Arnau.1
Arnau Amó, Joaquín “El Palacio del Temple” –pág.2– en El Palacio del Temple. Real y Sacro Convento de Nuestra Señora de
Montesa y Santa María del Temple –Colectivo–. Ministerio de Administraciones Públicas. Caja de Ahorros del Mediterráneo. Valencia, 2005.
1
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Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 291-368 / Discurso de Apertura del Curso 2012-2013
La prosa elegante y precisa de Arnau2 explicita las claves de la vinculación de
la Valencia romana, islámica y cristiana con el meandro y lecho en que se asienta
resguardándose de las cercanas playas de levante.
El protagonismo geomorfológico3 del Guadalaviar (llanura de inundación costera, regadíos, humedales,…) y de su desembocadura en el mar, singular puerta
de acceso y comunicación a lo largo de la historia, ha dejado importantes huellas
en la memoria y en las tramas urbanas que confirman el heterogéneo proceso de
formación de la actual metrópoli.
Vista de la ciudad de Valencia (1563) de Anton van der Wijngaerde conservada en la Biblioteca Nacional de Austria.Viena.
En la imagen predomina la intención pictórica que caracteriza la ciudad por sus principales edificios
(palacios, conventos, sistemas defensivos,…) idealizando la forma urbana (geometrización,…)
Desde la antigüedad la ciudad –de la polis griega a las civitas latina– ha sido un
auténtico instrumento de poder, esencial desde el punto de vista geopolítico para
garantizar el control de amplios territorios4. Más allá de su primaria función defensiva, religiosa, administrativa o comercial, su existencia y también su esplendor han
ido asociados al de las grandes civilizaciones de nuestro mundo5.
La correlación entre prosperidad y urbanización se remonta a la Atenas platónica y socrática. El crisol de los tiempos aporta numerosos ejemplos: la Tebas de
El profesor Arnau dictó –1996– en la Universidad Politécnica de Valencia un curso titulado “Prosa y Poesía de un
lecho. El viejo cauce del río Turia en la ciudad de Valencia”. Facilitaba así una revisión de la relación ciudad-curso
fluvial: “El Turia es el asiento de Valencia. Y el espejo adonde prefiere mirarse”……… “En el linde del Turia, las
sucesivas ciudades se solapan. Y su historia se decanta y precipita. Es un borde denso y saturado……”.
3
Carmona González, Pilar. “Geomorfología de la llanura de Valencia. El río Turia y la ciudad”, Historia de la Ciudad.
II. Territorio, sociedad y patrimonio, págs. 17-29. ICARO, CTAV, Ayuntamiento de Valencia y Universidad de València.
Valencia, 2002. Edición a cargo de Sonia Daukšis Ortolá y Francisco Taberner Pastor.
4
Chueca Goitia, Fernando. Breve Historia del Urbanismo. Alianza Editorial. Madrid, 1998.
5
Fernández Güell, José Miguel. Planificación estratégica de ciudades. Nuevos instrumentos y procesos.“Colección Estudios Universitarios
de Arquitectura” nº 10. Editorial Reverté, SA. Barcelona, 2006.
2
Javier Domínguez Rodrigo / Anales RACV nº 87 (2012) / ISSN: 1130-426X, pp. 291-368
293
Ramsés II, la Florencia de Brunelleschi y de los Medici, el París de Napoleón III, la
Barcelona de Cerdá, el Detroit de Ford, el Nueva York de Rockefeller…
La historiografía suele situar las primeras concentraciones urbanas en las riberas de los ríos Tigris y Eufrates6. Porque el agua, sea formando ríos, lagos, mares,
bahías, estuarios, albuferas, marjales,… está en el origen fundacional de los primigenios asentamientos agrícolas que marcaron el tránsito al sedentarismo de los
pueblos nómadas (cazadores-recolectores).
Panorámica de la Albufera (1563) de Anton van der Wijngaerde conservada en la Biblioteca Nacional de Austria.Viena.
La sociedad, cultura y economía egipcia indisolublemente asociadas al curso
del Nilo y a la fertilidad de su valle, ilustran a la perfección las ventajas estratégicas,
productivas, de abastecimiento, transporte y conexión que suponen para la población la proximidad a los caminos del agua.
El conjunto de Tebas (Luxor, Karnak…) con sus impresionantes necrópolis
(Valle de los Reyes,…) o la mítica Alejandría, fundada a orillas del delta en el 331
a.C. por Alejandro Magno7, testifican el papel neurálgico de la ciudad fluvial y marinera, como centro de consumo e intercambio.
El agua, inestimable fuente de recursos y riqueza, se torna un elemento iniciático y místico8, que está presente en la literatura, en las artes y sobre todo en
La Cité antique: étude sur le culte, le droit, les institutions de la Gréce et de Rome publicada en 1864 es el título de la obra más
conocida del historiador francés Fustel de Coulanges . Ver Moses I. FINLEY “La cité antique. De Fustel de Coulange à Max Weber et au-delà” en Mythe, Mémoire, Histoire. Paris, Flammarion, 1981, págs. 89-120.
7
La elección del promontorio que separa el lago Marcotis del Mediterráneo, al abrigo de las crecidas del Nilo y su
excepcional situación, en competencia directa con los puertos fenicios de Tiro y Sidón la convertiría en la gran
megalópolis de su época.
8
Para el historiador Mircea ELIADE el agua constituye una de las hierofanías de lo sagrado, origen de la gestación
y también de la evolución en las culturas arcaicas.
6
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las religiones: “Luego el ángel me mostró el río de agua de vida, limpia como el cristal, que surge del
trono de Dios y del Cordero… Y en las dos orillas del río crecía el árbol de vida que daba doce frutos”.
(Apocalipsis, 22,1)9.
El simbolismo del agua, uno de los cuatro elementos constitutivos del universo
e indispensable para la vida (aqua fons vitae), es muy rico en todas las culturas. La mitología provee abundantes ciclos narrativos sobre las divinidades del mar10, como
las Nereidas, Neptuno, su esposa Anfitrite, madre de Aquiles,… cuya epopeya –La
Ilíada–11 continua siendo una pieza fundamental de la literatura occidental.
El agua fuente de sanación (purificación), de juventud (regeneración) y de vida
eterna (renacimiento) resulta esencial para la cosmogonía acuática judeocristiana. Son
muchos los textos bíblicos: Jesús caminando sobre las aguas (Jn 6, 16-21, Mc 6,
45-52, Mt 14, 22-33), la pesca milagrosa en el lago Tiberiades (Jn 21, 1-14), las
bodas de Caná (Jn 2, 1-12), el diluvio universal y el Arca de Noé12 (Génesis, 6),
el bautismo en el Jordán de San Juan y de Jesús (Mc 1,8),… que muestran con un
lenguaje metafórico cómo el agua vivificante es, siguiendo la tradición patrística,
uno de los grandes símbolos del Espíritu y de la Iglesia triunfante.
La magia y las liturgias hídricas son poderosas y todas las comunidades han
sucumbido a su atractivo e influjo. Su ancestral vocación para el uso doméstico
y agropecuario –ramblas, marismas, embalses,…– y su íntima relación con el
Traité d’Histoire des Religions. Payot. París, 1964. Cito por la edición española Tratado de Historia de las religiones. Ediciones
Cristiandad, SL. Madrid, 2000.
Igualmente sugerente resulta la concepción filosófica del tiempo formulada por el mismo autor en Le mythe de
I‘éternel retour. Archétypes et repetition. Paris, 1951. Cito por la edición española El mito del Eterno Retorno. Arquetipos y repetición. Alianza Editorial, SA. Madrid, 2000.
9
Ese pasaje profético del último libro del Nuevo Testamento reproduce nítidamente la expresión cosmológica del
binomio agua-árbol. El profeta Ezequiel (47, 1-12) se refiere al agua de la Vida que nace en el Paraíso, excepcional centro cósmico surcado por los cuatro ríos.
Ver Lexique de symboles. Zodiaque, St. Léger Vauban, a, 1979. Cito por la edición española Léxico de los Símbolos con textos
de Olivier Beigbeder. Vol.15 de la “Serie Europa Románica”. Ediciones Encuentro. Madrid, 1989.
Y también Le monde des Symboles. Zodiaque, St. Léger Vauban, 1972. Cito por la edición española Introducción a los
Símbolos traducida por P. Abundio Rodríguez. Vol.7 de la “Serie Europa Románica”. Ediciones Encuentro. Madrid, 1984,
págs.47 y ss.
10
Héros et dieux de l’Antiquité. Guide iconographique de Irène Aghion, Claire Barbillon y François Lissarrague. Flammarion.
Paris, 1994. Cito por la versión española de Antonio Guzmán Guerra Héroes y dioses de la Antigüedad. Guía Iconográfica.
Alianza Editorial, SA. Madrid, 1997.
11
Homero Ilíada. Traducción y prólogo de Emilio Crespo Güemes. Biblioteca clásica Gredos. Editorial Gredos, SA.
Madrid, 1996.
12
El arca y el barco cuya representación románica recuerda con frecuencia por su forma de media luna al drakkar
escandinavo, preparan el camino hacia la salvación.
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desarroll­o y progreso social, contribuirían definitivamente a reforzar su carácter
sagrado.
Los avances y el perfeccionamiento de la navegación consagrarían las posibilidades comerciales de costas y riberas abarrotando el litoral europeo de enclaves
y ciudades estrechamente interrelacionados con sus frentes marítimos y fluviales:
Estocolmo, San Petersburgo, Londres, Génova, Venecia, Oporto, Lisboa, Cádiz,…
Rotterdam testimonia las sinergias y beneficios que la conectividad supone
para un territorio. Hasta mediados del siglo XIX, los barcos de vela tardaban tres
meses y medio en comunicarla con la India. Gracias a la máquina de vapor y a la
construcción del canal de Suez, la duración del viaje se reduciría a un mes a partir
de 1869.
La prosperidad de ese emporio holandés sito en el delta del Rin y del Mosa en
el Mar de Norte, es inseparable de la preciada localización de su puerto, autentico
pórtico de entrada del transporte fluvial de los grandes ríos centroeuropeos a la
navegación oceánica.
En la edad moderna, suele citarse a Nueva York (originariamente Nueva Ámsterdam) como principal referencia ya que desde el siglo XVIII fue el estuario más
importante para las colonias inglesas al garantizar el tráfico de trigo y harina con
destino a los vastos dominios imperiales del sur del continente americano dedicados al cultivo del tabaco y del azúcar.
Los muelles fuertemente protegidos de Manhattan, su accesibilidad al Hudson
de 506 Km. y su valiosa centralidad, la convertirían en privilegiado nodo de las
rutas del comercio transatlántico, y en el XIX en un gigante industrial13, posición
que mantendría hasta que la globalización diluyo su preeminencia como centro
productivo y manufacturero en favor de otros escenarios.
Valencia no es una excepción a ese determinismo hidrográfico y se encuentra
doblemente condicionada tanto desde un punto de vista histórico, como geográfico y urbanístico por la presencia del agua14. Primero con la arteria del Turia que
conforma su fachada fluvial (Tosca) y más tarde con el Mediterráneo que la ancla
Al respecto resulta interesante la publicación de uno de los mejores expertos en Economía Urbana, el profesor
de la Universidad de Harward Edward Glaeser Triumph of the City. How Our Greates Invention Makes Us Richer, Smarter,
Greener, Healthier, and Happier. Cito por la edición castellana El Triunfo de las Ciudades. Cómo nuestra mejor creación nos hace más
ricos, más inteligentes, más ecológicos, más sanos y más felices. Santillana Ediciones Generales, SL. Madrid, 2011.
14
Juan Pecourt “Introducción”, págs. 11-12 en Juan Pecourt y Juan Luis Piñón. La Valencia Marítima del 2000. Estudio del
frente marítimo desde Sagunt hasta Cullera. Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana. Valencia, 1997.
13
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Vistas de la ciudad de Valencia, a partir de fotografías tomadas desde un globo. De la colección de Alfred Guesdon titulada L
‘Espagne à vol d’oiseau. Paris Imp.de Fois Debrue (1858). Biblioteca Nacional. Madrid. BDH-BNE
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económicamente y culturalmente (Blasco, Sorolla) al devenir de su mar y de su
puerto15.
El río que en la planicie deltaica dará origen a la rica huerta valenciana16, nace
a 200 kilómetros de ésta, en el corazón de los Montes Universales. Al caminar hacia
el mar labrará recónditas gargantas y cañones, como el barranco Hondo y bañará
amplias vegas formando algunos de los ecosistemas naturales de mayor valor botánico y biológico.
En su recorrido sinuoso dibujará hermosos paisajes que jalonan en tierras aragonesas poblaciones medievales como Tramacastilla o Albarracín, cuya pintoresca
arquitectura popular se exhibe en sus casas colgadas sobre la hoz del Guadalaviar
que envuelve su casco antiguo.
Los Serranos facilitan su penetración natural en la región, expandiéndose a
partir de Pedralba en un fértil abanico aluvial de excepcionales condiciones para la
rotación de cultivos merced al regadío (patatas, cebollas, melones, chufa,…).
L´Horta de Valencia17 se configura así como un elemento clave de identidad territorial, como un paradigma de la diversidad agrícola –frutales, hortalizas,…– que
ya en 1563 el artista flamenco Anthonie Van den Wijngaerde plasmaría para Felipe
II en sus célebres perspectivas18.
Las abundantes construcciones hidráulicas –azudes, norias, acueductos, balsas, canales, molinos arroceros, fuentes…– y sobre todo la extraordinaria y tupida
red de acequias (Moncada, Rascanya, Mestalla, Rovella,…), indispensable para la
La Real Academia de Cultura Valenciana organizó en junio de 2010 el I Simposio “El Turia Rio de Vida” que contó
con la participación de numerosos especialistas y expertos.
16
Cisneros Alvarez, Pablo. “El Guadalaviar y la configuración de Valencia. Su interpretación a partir de las vistas
urbanas modernas” en Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles nº 37. Madrid, 2004, págs. 33-48.
17
Piqueras Haba, Juan. “La agricultura” en Hermosilla Plá, J. (coord.). Historia, Geografía y arte de la ciudad de Valencia (2
vols.). Universidad de Valencia, 2009, págs. 187-208.
18
Este paisajista recorrería España entre 1562 y 1570 elaborando una colección de 62 vistas de poblaciones y
parajes. Dos de ellas representan geografías valencianas: la Albufera y una vista de la ciudad desde el norte.
El valor material, descriptivo, iconográfico e histórico de sus dibujos es extraordinario como nos enseña el
profesor Vicent Rosselló i Verger Les vistes valencianes d´Anthonie Van den Wijngaerde (1563). Generalitat Valencia, 1990.
El trabajo de Antonie Van den Wijngaerde (1563) al igual que las litografías aéreas realizadas por el arquitecto de
Nantes Alfred Guesdon (1858) constituyen un excepcional registro gráfico que posibilita comparar visualmente
la realidad física y urbana de Valencia en relación a otras ciudades de la época.
Kagan, RL. (dir) Ciudades españolas del siglo del oro. Las vistas de ciudades españolas de Anton Van den Wijngaerde. Ed. El Viso. Madrid, 1986.
Llopis Verdú, Jorge, Torres Barchino, Ana. “Utopía y ciudad: la imagen de Valencia de Anthoine van den Wijngaerde”, en EGA. Revista de Expresión Gráfica Arquitectónica. Nº 13. Editorial UPV. Valencia, 2008, págs. 114-119.
15
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explotación hortícola constituyen el principal legado patrimonial del Turia para el
área metropolitana de la capital19, que se completa con el Tribunal de las Aguas,
declarado en 2009 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad20.
Muchos son los historiadores (Beuter, Viciana,…) y científicos (Cavanilles,
Münzer,…) que se han deleitado ante la enorme belleza de ese privilegiado espacio
periurbano que es ese exuberante vergel de l´Horta21.
Pero si alguien contribuyó a inmortalizar tan singular hábitat y sobre todo a
sus gentes fue el escritor, periodista y político Vicente Blasco Ibáñez: Arroz y tartana
(1894), La barraca (1898), Entre naranjos (1900), Cañas y barro (1902),…22
La barraca y la huerta valenciana representadas en uno de los mosaicos que decoran
las estancias de la antigua Estación del Norte.
El naturalismo literario de su ingente obra refleja magistralmente los usos sociales, las costumbres autóctonas, la vida doméstica cotidiana y sobre todo paisaje
López Gómez, Antonio “Los croquis y mapas del Reino de Valencia de López y Cavanilles: dos geógrafos y dos
métodos opuestos”. Cuadernos de geografía. Nº 62, Universitat de València, 1997, págs. 537-586.
20
Sala Giner, Daniel. El Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia. Edición Institucional. Valencia, 2012.
21
Guinot Rodriguez, Enric. “El paisaje de la Huerta de Valencia. Elementos de interpretación de su morfología
espacial de origen medieval” en Historia de la Ciudad V.Tradición y progreso. ICARO-CTAV-COACV. Valencia, 2008, págs.
115-129. Edición a cargo de Mar Alonso Monterde, Málek Murad Mateu y Francisco Taberner Pastor.
22
Hollywood adaptaría cinematográficamente con notable éxito muchas de las novelas del escritor republicano
(Los cuatro jinetes del Apocalipsis –1921–, Sangre y arena –1922,1941–,…), que sería redescubierto en España
a partir de los años setenta.
En 1997, el Ayuntamiento de Valencia convertiría en Casa Museo la residencia de verano del fundador del diario
El Pueblo en la playa de la Malvarrosa. Magnífico ejemplo de la arquitectura burguesa de principios del XX –historicismo neogriego (cariátides, pilares jónicos,…)– es obra del maestro Vicente Bochons.
19
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y el ambiente rural de su tierra natal. Su narrativa vitalista exhibe un realismo y
luminosidad que se complementaría con la mirada amable, con la pincelada vigorosa y colorista de su gran amigo el pintor Joaquín Sorolla y Bastida: Pescadores
valencianos (1895), El baño del caballo (1909), Niños en la playa (1910),...
Plano de la Ordenación Estructural y Pormenorizada del término municipal con indicación de los municipios colindantes,
suscrito por los arquitectos Juan Antonio Altés y Emilio Ordeig Fos (Escala 1:50.000).
Revisión Simplificada del Plan General de Valencia. Julio 2010.
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FUNDACIÓN ROMANA. LA CIUDAD COMO PALIMPSESTO.
El origen prerromano de Valentia (la Tyris ibérica del poema de Avieno), propuesto ya por Gregorio Mayans en el XVIII, ha sido una de las cuestiones más polémicas a las que se ha enfrentado la historiografía valenciana en las últimas décadas.
La heurística ha aportado valiosos datos acerca del origen de la ciudad: textos
literarios (Escolano, Diago, Beuter...), fuentes numismáticas, toponímicas, epigráficas,... pero fueron las modernas campañas y excavaciones arqueológicas de la
necrópolis de la Boatella, Almoina, plaza de Nápoles y Sicilia, Baños del Almirante,
Cortes Valencianas, cárcel de San Vicente, calle Ruaya,... las que revolucionaron el
conocimiento que se tenía sobre la primigenia historia urbana.
Aún así, poco se sabe de la fundación romana del oppidum valentino en el año
138 a.C., por el cónsul Junio Bruto (aqui sub Viriatho militaverant ... ») a tres kilómetros
del mar, en la parte alta de una pequeña terraza fluvial del Turia atravesada por la vía
Heraclea y a medio camino entre Saguntum y Cartago Nova.
La arqueología23 ha confirmado la procedencia itálica de aquellos primeros
pobladores, proveyéndonos de imprescindibles vestigios sobre sus espacios públicos, su cultura material, sus costumbres culinarias, sus hábitos y ritos funerarios,...
Los investigadores han revelado paulatinamente las características morfológicas de aquella Valentia republicana e imperial, sus sistemas defensivos24, su trama
hipodámica, su imponente centro neurálgico o Foro, en la intersección de la kardus
y decumanus maximus.
Las evidencias proporcionadas por los trabajos de campo se corroboran por el
tratado del siglo I a.C. –De Architectura– que legó Marco Lucio Vitruvio25 en el que
describe con detalle la arquitectura y el urbanismo de la polis romana, cuyo corazón late en esa monumental plaza rectangular rodeada de pórticos columnados, el
Foro, auténtico nodo social, comercial y político.
José Luis Jiménez Salvador y Albert V. Ribera i Lacomba “La Topografía Religiosa de Valentia Romana”, págs. 18-34
y Albert V. Ribera i Lacomba “La primera topografía cristiana de Valencia”, págs. 35-52, en Historia de la Ciudad IV.
Memoria Urbana. CTAV-Ayuntamiento de Valencia, 2005. Edición a cargo de Mar Alonso Monterde, Málek Murad
Mateu y Francisco Taberner Pastor.
24
El historiador Salustio -Historiae- cita las murallas al referirse a las guerras sertorianas y al hecho de que en el año
75 a.C. las tropas de Pompeyo derrotaran a las de Setorio a los pies de las mismas: “inter laeva moenium et dexterum
flumen Turiam, quod Valentiam parvo intervalo praeterfluit…”.
25
VITRUBIO, Marco Lucio I Dieci Libri Della Architectura. Cito por la edición castellana del profesor Agustín Blánquez
Los Diez Libros de Arquitectura. Editorial Iberia. Barcelona, 1970.
23
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En su entorno se erigirían los edificios más representativos, como la Basílica, el
Erario, la Curia, la Cárcel, los templos, el Ninfeo o gran fuente pública y el mercado
–macellum–, rodeado de tiendas –tabernae–.
Los hallazgos arqueológicos han posibilitado además localizar en la zona periforal diversos hábitats domésticos (domus o casas señoriales), con tipologías de
opus quadratum, mosaicos, terracotas ... un importante horreum o almacén, de al menos
cuatro naves, las termas con sus salas –praefurnium, caldarium, tepidarium, apoditerium ...– y
el circo.
Detalle de restos arqueológicos de época romana y de la muralla islámica de la Balansiya taifal,
integrados en el núm. 14 de la calle Almirante junto al Palacio del Temple.TAJD
Porque la arqueología constituye la principal fuente documental para el estudio de la ciudad en época romana –Valentia–, visigoda e islámica –Balansiya– pero
también resulta enormemente esclarecedora para las etapas posteriores. De ahí la
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importancia de las excavaciones supervisadas por el Servicio de Investigación Municipal –SIAM–, desde la aprobación en 1988 de las Áreas de Vigilancia Arqueológica, previstas por el Plan General de Ordenación Urbana.
La Valencia actual acumula en su subsuelo una mezcla de estratos con numerosos fragmentos de las sucesivas ciudades que la precedieron. Desenterrar esos restos
supone recuperar y poner en valor singulares y olvidados paisajes históricos de su
memoria antropológica, cuyo pasado evocan poetas y eruditos, y cuyas descripciones quedaron plasmadas para siempre en la planimetría antigua de la ciudad, de la
que los arquitectos Herrera, Llopis, Martínez, Perdigón y Taberner realizaron una
excelente recopilación26.
Esenciales para el conocimiento de la evolución y el desarrollo urbanos les
archives du sol, formulados por el francés Henri Galinié, permiten contemplar la
ciudad como un único y predecible yacimiento arqueológico27.
Perspectiva del Colegio de San Pío V y Palacio Real de Valencia, ca.1807. Ilustración dibujada por
Antonio Rodríguez y grabada por Vicente Rodríguez. Biblioteca Nacional. Madrid. BDH-BNE
Herrera, José Mª y otros. Cartografía Histórica de la Ciutat de Valencia. 1704-1910. Ayuntamiento de Valencia. Valencia,
1985.
27
Galinié recoge las aportaciones de Weber, Bourdieu, Di Méo,… construyendo una sugerente lectura de las identidades y estructuras sociales en el espacio urbano.
Galinié, Henri Espace urbain et archéologie. Edición castellana a cargo de Ricardo González Villaescusa con traducción
de Daniela Márquez Ciudad, Espacio Urbano y Arqueología. La Fábrica urbana. Universitat de València, 2012.
26
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Y es que, si importantes son las áreas cementeriales visigóticas y las primeras
edilicias cristianas, no menos relevante resulta la arquitectura de época islámica, de
la Madinat al-Turab, cuya muralla fue construida por el nieto de Almanzor Abd alAziz, tras el ataque berebere del año 1010.
El geógrafo musulmán al-Udzrí describe en el siglo XI aquel recinto fortificado de la Balansiya, con sus puentes y puertas: Bab al-Qantara –o puerta del Puente–,
al-Warraq –de la Hoja–, Ibn Sajar –de la Piedra–, al-Xaria –de la Ley o de la Xerea–,
al-Baytala –de la Oración o de la Boatella–, al-Qaysariya –de la Alcaicería– y alHanax –de la Culebra–.
Sus textos facilitan también importantes noticias sobre las hermosas fincas de
recreo y jardines de la Zayda, Ruzafa, la Almunia de Abd al-Aziz (hoy Viveros), la
Vila Nueva,... con sus huertos y regadíos.
Pero la potencia y el interés de los depósitos arqueológicos de la ciudad no
finalizan tras la conquista cristiana28, ya que desgraciadamente la destrucción del
paisaje urbano perdurará hasta el siglo XX.
Han desaparecido los grandes jardines humanistas de la Lonja, del Arzobispo
Ribera, del Infante D. Enrique de Aragón,... Y también, primero con la francesada
(palacio del Real,...) y luego con la exclaustración, sucumbirán la inmensa mayoría
de los conventos valencianos (San Francisco, Santa Clara,...), de los colegios de Enseñanza, capillas de las Cofradías,... cuyas trazas y huellas continúan invisibles bajo
las modernas tramas urbanas29.
Guerras, revoluciones, incendios, expolios, operaciones especulativas,... son
las principales causas de esa mutilación masiva del contexto y de la memoria histórica de esta milenaria ciudad.
Sin embargo, aún hoy, la arqueología brinda la oportunidad de desenterrar
partes importantes de ese pasado (Palacio Real,...), de recuperar muchos de esas
edilicias ocultas (Plan de la Muralla Árabe,...) y de restituir su memoria documental.
Montesinos i Martínez, Josep “La ciutat ideal d’Eiximenis i la València del segle XIV” en Ferrer Navarro, Ramón
(coord.) Eiximenis i la seua obra. Academia Valenciana de la Llengua. Valencia, 2010, págs. 163-187.
29
Ver el artículo de Carmen Gracia Beneyto “La Ciudad Olvidada: Jardines enterrados bajo el trazado urbano de la
Valencia actual” en Historia de la Ciudad IV. Memoria Urbana. Op. Cit, págs. 251-275.
28
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Superposición de la planta y trazas del Palacio Real de Valencia
sobre una fotografía aérea tomada en 2009.TAJD
La localización en 2004 –Archives Nationals, París– por el historiador Josep Vicent Boira30 del archivo personal y familiar del mariscal
Louis Gabriel Suchet permitiría acceder a los planos del Palacio Real de
Valencia.
Se trata del levantamiento realizado por el ingeniero militar Manuel Cavallero en 1802 con motivo
de las reformas llevadas a cabo a raíz
de la visita de la familia de Carlos IV
a la capital31.
Gracias al hallazgo del profesor
Boira, pudo acometerse una excavación en extensión que sacara a la luz
los cimientos y restos de la antigua
sede de los reyes de Aragón y residencia de la corte virreinal que afortunadamente hoy puede contemplarse en el interior de los jardines
de Viveros.
Al posibilitar un uso museístico y educativo de las ruinas con actuaciones
como la descrita o la del Museo de la Almoyna, se potencia tanto la recuperación
del patrimonio arqueológico como la decodificación de sus enigmas32.
Boira Maiques, Josep Vicent Valencia. La Ciudad. Tirant lo Blanch. Valencia, 2010, págs. 210 y ss. Y también Boira
MaiqueS, Josep Vicent (coord.) El Palacio Real de Valencia. Los planos de Manuel Caballero (1802). Ayuntamiento de Valencia,
2006.
Insausti, Pilar, Vigil, Adolfo. Claves de un plano: las familias del Palacio Real de Valencia. Editorial UPV. Valencia, 2012.
31
Piquer Cases, Juan Carlos. “Análisis y reconstrucción virtual del Palacio Real de Valencia (1239-1810). Desde
la planta de Vicente Gascó de 1761 a los planos de Manuel Cavallero de 1802, resultados de la investigación
gráfica” en EGA. Revista de Expresión Gráfica Arquitectónica. Nº 13. Editorial UPV. Valencia, 2008, págs. 212-223.
Arciniega García, Luis “Construcciones, usos y visiones del Palacio del Real de Valencia bajo los borbones” en
Archivo de Arte Valenciano nº 85. Real Academia de Bellas Artes de San Carlos. Valencia, 2005.
32
Puede consultarse el trabajo de la Red Estatal de Ciudades Educadoras –RECE– que ha promovido numerosas
iniciativas a favor del desarrollo de las actividades educativas en entornos patrimoniales.
Coma Quintana, Laia y Santacana i Mestre, Joan Ciudad educadora y patrimonio. Ediciones Trea, SL. Gijón, 2010.
30
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Singulares referencias identitarias y temporales esas arquitecturas olvidadas que todavía continúan ocultas en ese gigantesco palimpsesto que es el territorio permitirían
recomponer la rica herencia antropológica y cultural de la ciudad33.
Vista del Palacio Real de Valencia, Sala de Armas del Círculo Recreativo Militar Rey Juan Carlos.Valencia.
Los avances científicos resultan decisivos en esa tarea. Por un lado, la identificación de numerosos manuscritos y códices palimpsestados fue posible gracias primero
a la lámpara de Wood (rayos ultravioleta) y más tarde a la digitalización multiespectral, que pondría fin al uso de reactivos (tintura de Giobert) en general muy
agresivos para el pergamino.
Por otro, las nuevas tecnologías (dendrocronología, datación por radioisótopos, termoluminiscencia, paleomagnetismo,…), las técnicas geofísicas de reconocimiento del subsuelo (tomografía eléctrica, georadar,…), la profunda renovación
metodológica de la disciplina (arqueología analítica, procesual –Binford34, Clake,
Renfrew,…–) y la incorporación de modelos computacionales han abierto todo
un mundo de posibilidades a la exploración de los entornos y espacios del pasado.
Consultar la colección Histoire de l’Europe Urbaine dirigida por Jean-Luc Pinol. Éditions du Seuil. Paris, 2003. Cito
por la edición castellana Historia de la Europa Urbana (cinco volúmenes). Universitat de València, 2010.
En el primer volumen se describe el origen de las ciudades europeas analizando su constante transformación
como un palimpsesto de experiencias históricas.
34
Binford, Lewis. In Pursuit of the Past: Decoding the Archeological Record. University of California. Berkeley, 1983. Cito por
la edición castellana En busca del pasado. Descifrando el registro arqueológico. Editorial Crítica. Barcelona, 1988.
33
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Vista de Valencia tomada del camino que conduce al Grao. AHCTAV
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LA VALENCIA DEL PLANO DE TOSCA.
Plano de Valentia Edetanorum, vulgo Del Cid, delineata a Dre.Thoma Uincentio Tosca Congr. Oratorij Presbytero (1704). AHMV
El detallado plano de Valencia, dibujado entre los años 1701-1704 por el presbítero Tomás Vicente Tosca Mascó –“el capellà de les ralletes”– constituye una auténtica
joya de la cartografía histórica de la ciudad35.
Su versión en el grabado realizado por José Fortea hacia 173836 y su posterior
reimpresión en 1889 por la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos le dieron
una extraordinaria difusión incorporándolo al imaginario colectivo.
Ver Joan J. Gavara Prior (coord.) El Plano de Valencia de Tomás Vicente Tosca (1704) editado por la Consellería de Cultura,
Educación y Deporte de la Generalitat Valenciana en 2003, a raíz de la restauración del original por el Centre
Técnic de Restauració.
Conservado en el Archivo Municipal, la monografía incluye textos de Joan J. Gavara Prior, Miguel Angel Catalá
Gorgues, Francesc Fuster Pellicer, Vicenç M.Rosselló Verger, Francisco Taberner Pastor y José Vicente Vergara Peris.
36
Francisco Taberner Pastor. Los grabados del plano de Tosca: su difusión y permanencia en las cartografías de la ciudad de Valencia (17381761). Op. Cit., págs. 159 y ss.
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Reproducción grabada por Joseph Fortea del plano de Valentia delineata a Dre.Thoma Uincentio Tosca (1738). AHMV
La abundante, pormenorizada y fidedigna información planimétrica, toponímica e histórica
sobre la Valencia barroca que alumbra el siglo de
las luces y el indudable valor documental del plano lo convierten en un elemento imprescindible
para el reconocimiento de la ciudad.
La axonometría metódica de Tosca37 permite
recorrer el soberbio recinto fortificado que mandara construir Pedro IV el Ceremonioso para la
protección de la plaza. En él se descubre el solar
Portada de la obra “Regiment de la Cosa Publica” de Francesc Eiximenis
(València, Cristófor Cofman, 1499).
Está inspirada en la del romano Antonio Manceli de 1608 –Nobilis ac regia civitas Valentie in Hispania– según señala
el historiador Miguel Angel Catalá Gorgues, que recoge numerosas semejanzas entre ambos dibujos. En Joan J.
Gavara Prior. Op. Cit., págs. 31 y ss.
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del Temple, punto de encuentro de la muralla árabe y cristiana con el río Turia que
hoy sólo es una marca en la trama metropolitana, aunque su memoria gráfica recuerda el antiguo portal de Bab-el-Sachar, del Cid y del Temple, guarnecido por la
torre de Albuphat Muley.
Testimonio de importantes dispositivos defensivos, nos recuerda el papel de la
ciudad como instrumento militar y el protagonismo de las murallas como caracterizadoras del urbanismo occidental38.
Detalle de la maqueta del plano de Tosca conservada en el MuVIM y realizada por Julio García Ribas. En ella puede verse el
antiguo portal de Bab-el-Sachar guarnecido por la torre de Albuphat Muley.TAJD
De Seta, Cesare y Le Goff, Jacques (coord.) y otros La città e le mura. Laterza & Figli Spa. Roma, Bari, 1989. Cito por
la edición española La ciudad y las murallas. Ediciones Cátedra, SA. Madrid, 1991.
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Naumaquia con motivo del tercer centenario de la canonización de San Vicente Ferrer. Grabado calcográfico
realizado por Carlos de Francia y reproducido en el libro “Fiestas Populares” de Tomás Serrano (1765).
Real Biblioteca del Patrimonio Nacional de Madrid.
Pocas ciudades españolas poseen unos cajeros fluviales comparables a los pretiles valencianos, construidos a lo largo de siglos, para salvaguardar el municipio de
las peligrosas crecidas del Guadalaviar.
Un privilegio del rey Pedro IV en 1358, a raíz de una fatídica inundación, fue
el origen de aquella institución, que hallaría su mayor esplendor en el siglo XVI en
que se levantarían nuevos puentes: el de Serranos (1518), el del Mar (1596) y el
del Real (1599). Paralelamente se ejecutarían los mejores pretiles, en su mayoría a
base de sillares, que se enriquecerían con sobrios ornamentos en sus barandales,
rampas, escalinatas,…
Expulsión de los moriscos en el Grao de Valencia. 1613.
Pintura al óleo sobre lienzo de Pere Oroming.
Colección de Arte. Bancaja Obra Social.
Expulsión de los moriscos en el Grao de Denia. 1613.
Pintura al óleo sobre lienzo de Vicent Mestre.
Colección de Arte. Bancaja Obra Social.
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EL PUENTE DEL REAL.
Desde sus inicios esos puentes habían sido piezas claves de un milenario sistema viario. Así, si el de Serranos –dels Serrans o de Al-Quantara– unía el casco
antiguo de la Seu con la Al-Kudya islámica, el de la Trinidad –dels Catalans o de AlWarraq– lo comunicaba con el arrabal de la Vilanova (hoy calle de Alboraya). Y si el
del Mar era el paso obligado hacia el Cabañal, el Grao, el puerto…, el del Temple o
del Real conducía al Palacio Real.
El Puente del Real, tal y como hoy se conoce, es en realidad el que se reconstruyó a raíz de la avenida del 1589. Ya la gran riada de 1517 se lo había llevado con
anterioridad e incluso en agosto del 1528 se hundió en parte como consecuencia
del peso del inmenso gentío que se agolpó para ver la llegada del emperador Carlos
I, lo que ocasionó numerosas víctimas.
Sus fábricas definitivas se terminarían aceleradamente en 1598, a fin de que pudieran servir para la boda de Felipe III con la Archiduquesa de Austria. P­recisamente
Vista del puente del real tomada por Gérard Lévy en 1888. Archivo Roger Violet. Paris. L.P.AJH
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para esta efemérides se cerraría en la muralla la puerta del Temple o de Bab el Shadchar y se abriría la nueva Porta del Real, cuya copia (fue demolida en 1868) puede
verse en la plaza Porta de la Mar.
El del Real era el puente más bello
de la ciudad39. No en vano la comunicaba con una de las zonas más distinguidas en la que se encontraba el Palacio Real y sus delicados jardines (hoy
Viveros) y el paseo del Prado (luego la
Alameda).
Desgraciadamente, las crecientes
demandas del tráfico urbano motivaron que en 1968 –al mismo tiempo
se demolía el palacio de Ripalda– se
ensanchara espectacularmente (hasta
veintiséis metros) arruinándose las escalinatas que bajaban al cauce40.
La imagen de Tosca revela la presencia de una urbe densamente poblada, rodeada por una rica vega (huertos,
jardines, cultivos,…) y que aglutina
intramuros numerosos edificios religiosos y civiles: monasterios, iglesias,
El puente desde el Jardín del Turia.TAJD
Formado por diez arcos escarzanos sin clave, su silueta aparece resaltada por unos tajamares triangulares sobre
dos de los cuales –los segundos– se elevan unos casilicios que, sufragados por el arzobispo Tomás de Rocabertí
en 1682, albergan las imágenes de San Vicente Ferrer y de San Vicente Mártir, realizadas por Lleonart Esteve.
Derribadas en 1936, hoy no son sino réplicas de las originales, obra de Carmelo Vicent la primera y de José
Esteve Bonet la otra.
40
Aun cuando se llevó a cabo una ampliación en estilo conservándose su rica ornamentación barroca –pedestales,
entradas, bancos y canapés en ménsula, pomos,...– fueron modificadas sus trazas y proporciones. Para el peatón,
desde el jardín del Turia la visión del aquel ensanchamiento resulta muy elocuente.
El triunfo de unos discutibles valores funcionales –el puente podía haberse mantenido de una sola dirección o
peatonalizado– sobre los estéticos, propiciaría veinte años después el definitivo enterramiento de las ruinas del
Palacio Real.
Mejor fortuna tuvo el puente de Serranos salvado de la ampliación debido al estrechamiento que se producía
en las torres, o el del Mar que fue peatonalizado (ya en 1933 se había restringido el tráfico rodado) por el arquitecto Javier Goerlich (1945), quien defendió su conservación a ultranza: «es pieza casi de Museo... sin otra
utilidad apenas que el puro goce de su contemplación».
39
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campanarios, casonas señoriales,… siendo los más significativos –catedral metropolitana, lonja de mercaderes,… auténticos hitos, que además aparecen reseñados
en las cartelas.
Comenzaremos pues el recorrido evocando el monumento más representativo
de la arquitectura gótica civil valenciana y de su floreciente actividad económica.
El puente en su contexto urbano.TAJD
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LA LONJA DE LA SEDA41.
Vista de la Lonja, desde la plaza del Mercado.TAJD
La prosperidad del Reyno era una consecuencia de su ventajosa posición geográfica en el Mediterráneo y del auge y prestigio de sus industrias artesanas –seda,
curtidos, tintes, cerámicas, orfebrería, muebles,...– favorecidas por los privilegios
otorgados tras la reconquista por el rey Jaime I.
Los mercatores42 y sobre todo, los mercaderes sedentarios, fueron los principales actores de aquella increíble revolución comercial que a partir del siglo XII
Monumento Nacional desde 1931 fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 1996.
En la inscripción latina sita en la cenefa de las paredes de la sala de Contratación, sobre fondo azul destacan los
caracteres dorados que traducidos dicen:
“Casa famosa soy, en quince años construida. Compatricios, comprobad y ved que bueno es el comercio que no
lleva el fraude en la palabra, que jura al prójimo y no le falta, que no da su dinero con usura. El mercader que
así haga rebosará de riquezas y después gozará de la vida eterna”.
Aldana Fernandez, Salvador La Lonja de Valencia. Consorci D’Editors Valencians, SA. Valencia, 1988, pág.73.
41
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tuvo lugar en toda la Europa cristiana. Gracias a ellos se consolidaron vías marítimas y caminos fluviales, fueron renovadas y mejoraron las flotas, se superaron
los obstáculos religiosos y morales instaurándose un avanzado sistema financiero
de créditos y se rompió el aislamiento feudal, desarrollándose modernas redes de
distribución y de negocios.
El edificio de la Lonja nacerá como muestra del poder de una gran ciudad,
Valencia, que en su siglo de oro –XV– va a vivir un periodo de gran esplendor
económico y cultural. Su construcción, que comenzó el 5 de febrero de 1483, se
encargó al maestro Pere Compte, consagrado ya por sus trabajos en la catedral, que
asumió el reto de superar la Lonja de Guillén Sagrera de la vecina Mallorca.
Fotografías del mercado y de la Lonja, del francés Gérard Lévy realizadas en 1888. Archivo Roger Violet. Paris.LP.AJH
Ambos monumentos se estructuran, como las Hallenkirche alemanas, a partir de
un gran espacio-salón columnario –Sala de Contratación– que materializan bóvedas de crucería sobre amplias naves.
Su gran altura se enfatiza con las ocho columnas helicoidales exentas que se
abren como palmeras al encontrarse con la techumbre. A ello contribuye la sobriedad y desnudez muraria de sus cuatro fachadas, que cuentan con sus correspondientes puertas, siendo la recayente a la plaza del Mercado, la principal.
Los continuos alardes de que hace gala su estereotomía constructiva –pilares,
nervios, fenestraciones, escaleras de caracol,…– son una muestra de la excelencia
de Compte «molt sabut en 1’art de pedres» y de los maestros Juan Yvarra, Joan Corbera,
Miguel Magaña y Domingo Urtiaga que le sucedieron.
El conjunto arquitectónico, de planta rectangular, está integrado por varias
piezas autónomas: la mencionada Sala de Contratación y el Consulado del Mar43,
El Consulado del Mar (1498-1548) consta de un semisótano y tres plantas con salones. El inferior albergó en
su origen el Tribunal de Comercio. En la planta noble, a la que se accede desde el jardín por una escalera de
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que se entrelazan por el jardín y la Torre de base cuadrada y destinada a cárcel de
mercaderes en quiebra, que hace de nexo.
Aunque, sin duda, lo más relevante es la galería protorenacentista superior de
arcos conopiales y un importante friso de medallones bajo las almenas, de gusto
italianizante.
Para los historiadores Santiago Sebastián44, Salvador Aldana45 y Vicente Simó46,
autores de relevantes trabajos sobre el monumento, nos encontramos ante el palacio humanista. Concebido como «Casa o Templo de la Fama» según la visión
alegórica de Ovidio –Metamorfosis– y sin olvidar la descripción ideal del palacio real
de Constantinopla de Tirant lo Blanch, nos ofrece una serie de héroes de la Antigüedad
–medallones– que narran un ciclo histórico de hazañas.
Porque la Lonja es ante todo un auténtico gozo para los sentidos, cuya traducción iconográfica como «Templo del Mercader Cristiano» encuentra en el profesor
Sebastián su mejor intérprete.
La lectura bibliocristiana, pero sobre todo en clave literaria, que nos facilita a
través de las obras de Joanot Martorell –Tirant lo Blanc–, Jaume Roig –Spill de dones–,
Juan de Mandeville –Libro de las Maravillas del Mundo–,... resulta imprescindible para
comprender socioculturalmente el edificio.
Como tantos otros monumentos medievales, la Lonja muestra una fachada
cristológica –Cristo Rey del Mundo– y otra en sentido mariano –la Virgen y el Niño,
«la salutació de la gloriosa Verge Maria…»–, en su portada principal, al ser la Purísima la
patrona del gremio de mercaderes.
Pero, como señala Sebastián, es tal la proliferación de personajes secundarios
–monstruos haciendo música, arqueros, acróbatas, centauros, dragones, ánades,
tortugas, monos, demonios,…– que resulta muy complejo descifrar ese abigarrado
programa simbólico, en el que la brujería, el amor mundano y la vida cotidiana
inspiran buena parte de sus escenas.
piedra a cielo abierto, se conserva desde 1921 un magnífico artesonado que decoró la «Cambra Daurada» de la
desaparecida Casa de la Ciudad.
Realizada de 1418 a 1455 por el maestro Juan de Poyo, destaca por su magnífico programa figurativo –profetas,
bestiario,…– que se completa con el lienzo de los Jurados a los pies de la Inmaculada (1622) de Jacinto Espinosa.
44
Sebastian Lopez, Santiago. La Lonja y su entorno sociocultural. Ayuntamiento de Valencia. Valencia, 1984.
45
Aldana Fernandez, Salvador La Lonja. Consell Valencia de Cultura. Valencia, 1991 y La Lonja de Valencia. Op. Cit.
46
Simó Santonja, Vicente L. Los medallones del Salón del Consulado del Mar de la Lonja de Valencia. Cámara de Comercio, Industria
y Navegación de Valencia, 2006.
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Gárgola representando un Animal fantástico en relación
con el sexo TAJD
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Gárgola representando un Angel músico.TAJD
No conviene olvidar que, si bien el trasfondo iconográfico responde inicialmente a un modelo eclesiástico al uso, éste se hace laico, recreándose en la dicotomía entre lo divino y lo terrestre, de acuerdo con la tradición literaria renacentista47.
Realmente maravillosa es la serie de fantásticas gárgolas antropomorfas y zoomorfas que rematan su coronamiento, que constituyen admirables filigranas en
piedra esculpidas por los canteros góticos valencianos. Estos supieron representar
lo animalístico, lo monstruoso, el pecado, la sátira,… con genial maestría, contribuyendo a hacer de la Lonja, uno de los monumentos de mayor riqueza iconográfica.
La Lonja de la Seda es uno de los grandes iconos arquitectónicos que dotan de
personalidad propia a la ciudad de Tosca, lo que la convertiría durante siglos en un
eficaz instrumento del branding urbano.
Prueba de ello es la construcción de una réplica parcial a escala de la misma
como pabellón de España para la Exposición Universal de Chicago de 1893, dedicada a la celebración del IV Centenario del descubrimiento del Nuevo Mundo.
Especialmente hermosas son las alegorías medievales con representaciones animalísticas de los siete pecados
capitales: el león como el Orgullo, la cabra como la Lujuria, el asno como la Pereza,..., que componen un espléndido cuadro satírico moral.
47
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Plano de la Ciudad de Valencia al ser atacada por el Mariscal Moncey en 1808. SGE, Arm. G,Tabla 2ª, Carp. 4ª, nº 168.
El proyecto a cargo del arquitecto valenciano Rafael Guastavino evidencia la
creciente fascinación por la que era considerada una de las obras más emblemáticas
del gótico en la segunda mitad del XIX48.
Otro de los episodios que corrobora Tosca es la prolongada carencia de unas
sólidas instalaciones portuarias49 debido a las características geomorfológicas de la
Ver el interesante texto de Fernando Vegas Lopez-Manzanares “Los orígenes valencianos en la obras de Guastavino” en Las bóvedas de Guastavino en América. CEHOPU. CEDEX. Madrid, 2001.
La edición a cargo de Santiago Huerta Fernández fue realizada con ocasión de la exposición “Guastavino Co.
(1885-1962). La reinvención de la bóveda”, celebrada en el Museo de América de Madrid del 25 de octubre de
2001 al 6 de enero de 2002 comisariada por Javier García-Gutiérrez Mosteiro.
Vegas destaca el embrujo de la Lonja valenciana en un momento en que la cultura hispana está dominada por
el exotismo oriental que representa la arquitectura islámica de Al-Andalus: Alhambra, Generalife,…
49
Martínez Roda, Federico. El Puerto de Valencia. Estudio geográfico (1950-1978). Departamento de Geografía. Valencia,
1980, págs. 25 y ss.
48
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costa: extensas playas sin calado, sin abrigo y en consecuencia con enormes obstáculos técnicos para el dragado y la construcción de muelles y escolleras.
La cartografía histórica muestra como la presencia del Turia (aporte de aluviones, migraciones del lecho, avenidas,…) dificultó gravemente la consolidación
de un puerto de relevancia en el Grao, razón por la que su emplazamiento sería
cuestionado hasta prácticamente los inicios del siglo XIX.
Puerto de Valencia y vista del Grao.Tomás López Enguídanos. 1795. Biblioteca Nacional. Madrid. BDH-BNE
La ausencia de un fondeadero seguro y el reiterado colapso del primitivo puente de madera explotado como embarcadero desde 1483, hacía que las operaciones
de carga y descarga se hicieran frecuentemente en pésimas condiciones y que las
dársenas de Cullera y Denia acabaran funcionando como antepuerto refugio50.
Ver el excelente trabajo sobre el comercio marítimo en la Edad Moderna de la historiadora Emilia Salvador
Esteban. La economía valenciana en el siglo XVI. Comercio e importación. Universidad de Valencia, 1972.
50
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Los sucesivos intentos –Evaristo Barberá (1676), Tomas Güelda (1686), Marco
Corsiglia (1697)51,…– que en el XVII se acometieron terminarían en estrepitosos
fracasos, abriéndose un paréntesis de casi un siglo hasta que en 1792 el ingeniero
y marino Manuel Mirallas retomara con éxito la empresa52.
El puerto mantendría pese a su
creciente tráfico sus patológicas disfunciones hasta el siglo XVIII. Sin embargo, durante todo ese período se
incrementó notablemente el conocimiento técnico que se tenía sobre el
problema: caracterización de los fondos marinos, estudios de corrientes y
oleajes, mecánica de fluidos,…
De ahí que en 1762 el ingeniero
militar Pedro de Ara auxiliado por el
teniente de navío Pedro García Aguilar
proyectara por primera vez un contramuelle que evitara la entrada en la rada
de los aportes del río. Dos años más
tarde el vicario Manuel Gómez Marco
propuso premonitoriamente la desviación de la desembocadura del río Turia, mediante un canal hacia el sur53.
Plano de las Obras del Puerto con las direcciones del Muelle y Contra Muelle, sus Caminos, Almacenes y demás
que por orden de S.M. se construye en la Playa de Valencia según la proyección del Capitán de Fragata e Yngeniero
en segundo de Marina D.Manuel Mirallas…;V. Capilla lo gravó. 1798. Biblioteca Nacional. Madrid. BDH-BNE
En 2002 con motivo de las obras de construcción de un aparcamiento para la America’s Cup en el interior de la
dársena pudieron reconocerse in situ los restos de aquellos ensayos fallidos (Pont de Fusta).
52
Boira i Maiques, Josep Vicent. “Les fortificacions històriques de la València Marítima. Dues representacions del
baluard del Grau al segle XVII, págs. 247-258 en Historia de la Ciudad VI. Proyecto y Complejidad. ICARO-CTAV-COACV.
Valencia, 2010. Edición a cargo de Málek Murad Mateu y Francisco Taberner Pastor.
Boira i Maiques, Josep Vicent. “El primer intento de construir un puerto en Valencia”, Op. Cit Págs.189 y ss.
53
Giménez-Font, Pablo. “Cartografía histórica y alteración de cursos fluviales en la España mediterránea” en Alberola, Amando y Olcina, Jorge (Eds). Desastre natural, vida cotidiana y religiosidad en la España moderna y contemporánea.
Universidad de Alicante, 2009, págs. 391-433.
51
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El auge creciente
de los astilleros –drassanes reials–, el establecimiento en la ciudad
de la jurisdicción marítimo comercial del
“Consolat de Mar”
(Privilegio Real de
1283)54 y el continuo crecimiento del
tráfico y de las exportaciones55 hubieran
exigido la realización
mucho más tempraMapa de la particular contribución de Valencia.
Aparece en la obra Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Pona de importantes
Reyno de Valencia (1795-1797).Tomo I de Antonio José Cavanilles
infraestructuras por- blación y Frutos del(1795),
pág.129. Imprenta Real. Madrid. BIVALDI
tuarias. Ello llevaría
incluso a personalidades como Cavanilles56 a lamentarse de lo inadecuado del puerto para una potencia marítima como la valenciana y de sus graves consecuencias
para la economía y el futuro del Reyno.
La gran lección de Tosca es que los grandes espacios y paisajes urbanos se
transforman constantemente haciendo de la ciudad un palimpsesto al que hoy se ha
desprovisto del topográfico vestigio de un río otrora protagonista –el Guadalaviar–.
Su oculta lejanía y su ausencia silenciosa, contrastan con el lento proceso de formación de su puerto y de su fachada al mar.
La secular vocación marinera de la Corona de Aragón y la supremacía de su actividad mercantil portuaria en el
Mediterráneo está en el origen de aquella institución medieval.
El Llibre del Consolat de Mar es la primera recopilación de reglas, usos y costumbres para regular el comercio
marítimo.
Libre del Consolat de Mar. Arxiu Municipal de València 1407. Introducción, transcripción y traducción castellana por
Antoni Ferrando Francés. Vicent García Editores. Valencia, 1979.
Chiner Gimeno, J y Galiana Chacón, J.P. (Edición y estudio) Libro llamado Consulado de mar (Valencia, 1539). Cámara
Oficial de Comercio, Industria y Navegación. Valencia, 2003.
55
Ferrer Navarro, Ramón La exportación valenciana en el siglo XIV. CSIC. Escuela de Estudios Medievales. Zaragoza, 1977,
págs. 351 y ss.
56
Cavanilles Palop, Antonio José Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, población y frutos del Reyno de Valencia.
2 vols. Imprenta Real. Madrid, 1795-1797. Vol. I (1795). Albatros Ediciones. Madrid, 1977, págs. 190 y ss.
54
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EL JARDÍN DEL ANTIGUO CAUCE DEL TURIA.
Para comprender el origen y razón de ser del actual Jardín del Turia como
expresión topológica, territorial, socioeconómica y cultural, resulte imprescindible
un enfoque arquitectónico57.
El parque de Cabecera (2001-2004) de los arquitectos Arancha Múñoz Criado, Eduardo de Miguel Arbones y
Vicente Corell Farinós.TAJD
De hecho el protagonismo de los arquitectos en la definición de propuestas y en su posterior ejecución trasciende los ámbitos del diseño urbano y de la planificación.
Por ejemplo el colectivo Vetges Tú i Mediterrània (VTiM arquitectes) jugaría un papel relevante liderando el discurso moderno en los movimientos reivindicativos populares valencianos de los años de la transición política,
a los que aportaría un mayor conciencia medioambiental.
Precisamente al arquitecto Amando Llopis Alonso integrante del equipo se deben los excelentes textos: “El Jardín del Turia: Otros tiempos, otros proyectos, otras imágenes”, págs. 273 a 290 en Historia de la Ciudad VI. Proyecto
y Complejidad. Op. Cit. y “Desviar el Turia como símbolo de progreso en Valencia. El proyecto de Joaquín Llorens y
Andrés Soriano de 1885”, Amando LLOPIS ALONSO, págs. 299-313 en Historia de la Ciudad V.Tradición y progreso. Op.
Cit.
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La documentación cartográfica –Tosca, Mancelli58,…– corrobora el papel esencial del Turia en el urbanismo de la ciudad, desde la primitiva Valentia romana hasta
el momento actual en que no es sino una huella de su rica memoria antropológica.
En el recuerdo queda la pericia de los gancheros de Chelva, cuando el río era
una importante vía de transporte para la madera procedente de las talas de las tierras altas de Cuenca y de Teruel hasta el puerto.
Y también la grandiosa naumachia celebrada el 12 de julio de 1755 en conmemoración del tercer centenario de la canonización de San Vicente Ferrer59, ampliamente reseñada en las actas del concejo valenciano e ilustrada por un sugerente
grabado del mismo año.
En él pueden contemplarse tanto el lago artificial construido en el cauce mediante la colocación de diques en los puentes del Real y de la Trinidad como la
recreación de los montes del Vesubio y del Parnaso. La batalla naval, el concierto y
el posterior castillo de fuegos artificiales lanzado desde las barcazas compondrían
un espectáculo barroco que sería rememorado durante lustros.
Testigos excepcionales de esa presencia fluvial son las defensas levantadas a
lo largo de siglos, primero por la Fábrica Vella de Murs i Valls y luego por la Fábrica Nova
del Riu (1590), para salvaguardar la población de las continuas avenidas del Turia60.
La frecuencia de las crecidas propiciaría que a finales del XIX fuera arraigando
la idea de desviar el tramo final del curso del río, lo que se concretaría por primera
vez en 1885 en un ambicioso proyecto impulsado por el político Joaquín Llorens
y Fernández de Córdova y el ingeniero Andrés Soriano Ibarra.
Habría que esperar sin embargo al Plan General de 1946 dirigido por los arquitectos Germán Valentín-Gamazo y Manuel Muñoz Monasterio que propondrían
dentro de un modelo radiocéntrico la urbanización parcial del cauce una vez finalizara la construcción del pantano del Generalísimo (hoy Benageber)61, al pensar
equivocadamente que éste evitaría los recurrentes desbordamientos aguas abajo.
Ver Gavara Prior, J. Op. Cit.
El historiador Josep Vicent Boira. Op. Cit., págs. 219-222 recoge con detalle los pormenores del evento.
60
Ver la obra de LOP, Iusep De la Institució, Govern Politich y Iuridich, Costums y Observancies de la Fabrica Vella, dita de Murs e Valls
y Nova, dita del Riu. Impresa en 1675. Introducción de PONS ALÓS, Vicent. Ajuntament de Valencia, 2001.
61
Incluido en el Plan de Obras Hidráulicas de 1912, en 1931 su proyecto y construcción –embalse de Blasco Ibáñez– fue encargado al ingeniero Fausto Elio Torres y posteriormente modificado por Carlos Dicenta. Las obras
comenzarían en 1933 si bien no finalizarían hasta 1955.
58
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Será la gran riada de los días 13 y 14 de octubre de 1957 y sus devastadores
efectos la que supondrá un giro copernicano para la transformación y el futuro de
la capital y su comarca. La formulación de un nuevo Plan General (1966)62 y el desvío del Turia a un nuevo cauce de más de 12 Km de longitud, marcarán la etapa más
desarrollista de la ciudad, en la que se construirá en apenas dos décadas la mitad de
su parque inmobiliario.
El entonces joven arquitecto asturiano Fernando Martínez García-Ordoñez63
fue uno de los artífices del cambio y la renovación urbana tras la tragedia: creación
del barrio Virgen del Carmen (1958-1962),...
Gran valedor de la Solución Sur que posibilitaba las sucesivas ampliaciones del
puerto a la vez que recuperaba los trabajos de Eustaquio Berriochoa para resolver
la caótica red ferroviaria local, este Mestre d’Arquitectura fue un auténtico impulsor
del planeamiento de la época que hizo de la zonificación –R. Baumeister– y de las
grandes infraestructuras los elementos clave de la ordenación.
Con las obras de la Solución Sur a punto de concluir64, se planteó la ocupación
del lecho como distribuidor de tráfico, una autopista de 28 metros de anchura que llegaría hasta el mar. Afortunadamente la protesta popular ante el expolio
medioambiental de la urbanización de un ecosistema natural de extraordinario
valor ecológico como el de la Dehesa del Saler y el cambio político, lo impidieron65.
Fue redactado por la Oficina Técnica de Gran Valencia, siendo los arquitectos responsables del mismo Mauro
Lleó Serret, Victor Bueso Bellot y Antonio Gómez Llopis.
63
En 1960 funda con Juan Mª Dexeus Beatty el estudio GODB Arquitectos Asociados. Entre sus obras destacan la Escuela-Jardín Guadalaviar (1958) y la Iglesia de Nuestra Señora del Loreto en Xàbia, singulares referentes de la arquitectura moderna valenciana que serían recogidas en numerosas publicaciones profesionales
(L´Architecture d´aujourd´hui, The Architect,…).
64
A raíz de la catástrofe, en enero de 1958 se había constituido una Comisión Técnica Especial presidida por el
ministro Pedro Gual Villabí y el director general de urbanismo Pedro Bidagor Lasarte.
El Plan General de 1966 continuaba evitando afrontar la relación con la costa, eludiendo la conexión con el
frente litoral. Al mismo tiempo proponía un paso elevado de la autopista del Mediterráneo por el interior de la
dársena.
Al respecto puede consultarse “Pensar la Ciudad. Las aportaciones de Fernando M. García-Ordóñez al Urbanismo de Valencia”, también de Juan Ramón Selva Royo en Historia de la Ciudad VI. Proyecto y Complejidad. Op. Cit., págs.
291-309 y “Principio y fin del área metropolitana de Valencia. De la autarquía a la democracia”, Antonio García
Heredia, en Historia de la Ciudad V.Tradición y Progreso. Op. Cit, págs.257-277.
65
En la defensa de la preservación de lo que más tarde sería un parque natural, resultó decisiva la posición del
diario Las Provincias que lideró la oposición al proyecto gubernamental.
Finalmente, el 1 de diciembre de 1976 el rey Juan Carlos I firmará el Real Decreto 2763/1976 por el que se
efectuaba la cesión gratuita al Ayuntamiento de Valencia de la práctica totalidad de los terrenos del viejo lecho
del río Turia (BOE 2 de diciembre de 1976).
62
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El llit és nostre y el volem verd, fue el punto de partida para su recuperación como
eje vertebrador y zona verde66, tarea que tras las primeras elecciones democráticas
de 1979, asumiría el gobierno de coalición –PSPV, PC– presidido por el socialista
Ricard Pérez Casado.
Nacerá así el Plan Especial del Viejo Cauce del Turia67, cuando éste es ya un río
contaminado y exhausto en su encuentro con el mar, marcado por un entorno fabril
tras el azud del oro (Avda. de Francia, Moreras,…), recuerdo de su pasado agrícola.
Su diseño se encargaría al Taller de Ricardo Bofill, quien finalmente no realizaría más que el sector 11 (15 Ha) junto a la avenida de Jacinto Benavente y al Palau
de la Música68. De ese modo se desechaban definitivamente todas las propuestas
anteriores, como la del ingeniero industrial Luis Merelo y Mas que planteaba una
marina junto a un canal navegable, a la vez que proponía la implantación del tren
vertebrado aéreo de Goicochea.
Igualmente interesante era el anteproyecto del arquitecto madrileño Julio
Cano Laso, ganador del concurso de ideas (1979) convocado por razones de oportunidad política, por la última corporación franquista.
La realidad presente viene marcada inequívocamente por aquella complicada
situación de la Transición y sus enormes dificultades económicas y políticas. La urgencia por remediar las graves frustraciones colectivas y urbanas: carencia de todo
tipo de equipamientos, congestión viaria,… haría del cauce un cajón de sastre para
las demandas sociales y un puzzle que facilitara su prolongada ejecución por fases.
Antifuncional y seudohistoricista, el autor del Versalles de los pobres concibió
un singular parque lineal de uso lúdico69 en el que no podría faltar la réplica americana, el Gulliver como versión prêt à porter de los productos Disney.
El cauce siempre asumió un papel relevante en las fiestas populares valencianas, especialmente en la Pascua:
bailes, celebraciones camperas, exhibiciones de tiro y arrastre,…
Además en el siglo XX acogería el estadio del Gimnástico FC que al finalizar la guerra civil se fusionaría con el
FC Levante denominándose a partir de 1941 Levante UD.
67
Plan Especial de Reforma Interior del Viejo Cauce del Turia, aprobado definitivamente el 10/10/84 (BOP 7/11/84).
68
ICARO. Guía de Arquitectura de Valencia. CTAV. Valencia, 2007 (1ª ed.) y 2010 (2ª ed.), págs. 224 y ss.
69
Desde que en 1485 Leon Battista Alberti –De re aedificatoria– introdujera el tema del jardín –libro IX-, quedó fuera
de discusión su genuina condición arquitectónica: configuración de espacios, de significados, materialidad
natural (agua, vegetación, roca,…) y tectónica,…
Así se explica el permanente trasvase de los conceptos y soluciones formales de las artes plásticas al paisajismo,
que en el siglo XX asumirá las posiciones más avanzadas de las vanguardias: Bernard Tschumi, Peter Walter,
Dicter Kienast,...
Ver Alvárez Alvárez, Darío. El Jardín en la arquitectura del siglo XX. Naturaleza artificial en la cultura moderna. Editorial Reverté.
Barcelona, 2007.
66
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El sector T2 proyectado por Vetges
Tu i Mediterrània, SL se desarrolla entre el puente de Campanar y
el Azud de Rovella. Es uno de los
tramos más sugerentes del antiguo cauce que plantea una lectura
como línea o mejor como grieta en
el que el nexo con la naturaleza se
resuelve con una permanente referencia al agua.TAJD
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Treinta años después el jardín que continúa inconcluso, evidencia los resultados de una actuación a golpes, sin un proyecto unitario y global. Es indudable
que en ese gigantesco collage verde se han realizado tramos de gran calidad, como
el 2 de Vetges Tu i Mediterrània o el 3 de Juan Otegui, José Luis Gisbert y Francisco
Noguera.
Aunque es en el parque de Cabecera (2001-2004) de Arancha Muñoz, Eduardo de Miguel y Vicente Corell70 donde encontramos la intervención de mayor valor
paisajístico: lago artificial, bosques de ribera, paseo del Molí del Sol, islas de aluvión,
bancales,…
Los jardines clásicos del Turia fueron diseñados por el Taller de Arquitectura de Barcelona de Ricardo Bofill, a quien se había
encargado inicialmente el Plan Especial de Reforma Interior del Viejo Cauce del Turia.
Este tramo explicita la rigurosa composición geométrica del catalán que explota las posibilidades
tardomodernas del vocabulario clásico de la antigüedad.
El autor del Versalles de los pobres obtendría un gran éxito mediático, si bien su proyecto
resultaba excesivamente rígido y extraño a la realidad física del cauce.
70
Corell Farinós, Vicente y otros Guía de Arquitectura de Valencia. Op. Cit, pág.260 y Via Arquitectura. Premios 2003-2004.
Colegio Oficial de Arquitectos de Valencia. Valencia, 2005, págs. 64-69.
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Este tramo permite enlazar con el Parc Fluvial del Turia71, auténtico corredor
verde de 35 km, hábitat de notable biodiversidad y uno de los grandes pulmones
forestales del área metropolitana que atraviesa las valiosas masas boscosas de Les
Rodanes y La Vallesa.
Detalles del Parque de Cabecera.TAJD
Conviene reivindicar la necesidad de concluir el Jardín y de corregir las múltiples disfunciones que la errática gestión de su dilatada ejecución ha conllevado.
En primer lugar es necesario cuestionarse la tipología de jardín encauzado, acotado por dos importantes vías rápidas de tráfico rodado, que dificultan la inserción
con el casco antiguo y la accesibilidad con los jardines históricos –Alameda, Viveros, Botánico,…– ya que, pese a su posición de borde, su conexión perimetral
queda interrumpida por las arterias viarias.
El contrasentido es tal, que Valencia ha levantado más puentes (de las Artes,
de las Flores, de l’Assut de l’Or, de Fusta,…) en la etapa democrática, cuando el cauce
era ya un jardín, que en los dos milenios anteriores. Y no se puede continuar con
ese culto totémico al automóvil. Debe reconsiderarse globalmente la planta viaria,
limitando su impacto medioambiental (contaminación atmosférica, acústica,…)
peatonalizándose sin demora los puentes históricos y devolviendo el protagonismo
al transeúnte-viandante, ciclista,… permitiendo que el jardín se desborde y como
un auténtico pulmón verde se expanda por toda la ciudad.
Son muchas las deseconomías de escala que se generan por no poner en valor las potencialidades del subsuelo (infraestructuras de transporte, aparcamientos,
71
El Parque Natural del Turia declarado por Decreto 43/2007, de 13 de abril, del Consell –DOCV nº5493, de
19/4/07–, abarca 4480 Ha.
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servicios, equipamientos deportivos, culturales,…) las cuales fortalecerían el papel
estructurante del parque y sus posibilidades como espacio público.
Por ello resulta especialmente importante el diseño del final y de sus márgenes
–Balcón al Mar– ya que constituyen un elemento esencial para el definitivo acercamiento entre la ciudad y el mar.
El cauce resulta inseparable de ese contexto y si en el centro histórico es en el
jardín, hoy con campos de fútbol vallados de escaso interés, donde debería hacerse
un esfuerzo de cualificación y adaptación, en el sector del Grao resulta vital que las
fachadas al parque y los nuevos tejidos urbanos sean capaces de dignificar y monumentalizar la periferia.
No debe olvidarse la conveniencia de revalorizar la lectura arquitectónica e
histórica de las preexistencias, comenzando por sus puentes y pretiles que deberían
recuperar sus trazas originales (Real). Igualmente, deberían abordarse las restituciones de mayor envergadura tanto en aquellas áreas de mayor riqueza iconográfica
(San Pío V, Alameda, Torres de Serranos,…), como en aquellas en las que resulta
más constatable la gravedad de las alteraciones.
Imprescindible
es introducir criterios y soluciones
de compatibilidad
medioambiental
(aprovechamiento
de los recursos hídricos, energéticos,…),
haciendo del agua
un elemento unificador del conjunto,
con mayor relevancia en aquellos lu- La imponente volumetría náutica del Palau de les Arts Reina Sofía 2005 remata el colosal
y escultórico conjunto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.TAJD
gares en que forma
parte de la memoria colectiva (naumaquias, azuds, puentes, acequias, fuentes,…).
Porque aprovechar el efecto reordenador y revitalizante sobre la estructura
urbana y mejorar la calidad de vida, exige reformular una actuación con escasas
luces y demasiadas sombras, que debería asumir con criterios de sostenibilidad las
enormes potencialidades con las que un día fue capaz de soñar todo un pueblo.
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EL NACIMIENTO DE LA VALENCIA MODERNA.
Plano de Valencia de 1899 –construcción del Ensanche– del arquitecto José Manuel Cortina Pérez.
Archivo Histórico Municipal. AHMV
La segunda mitad del XIX acota un punto de inflexión en el urbanismo de la
capital, que alumbrará el derribo de sus murallas (1865) y la configuración de su
primer Plan de Ensanche (1864-1887) redactado por los arquitectos José Calvo
Tomás, Luis Ferreres Soler y Joaquín Mª Arnau Miramón72.
Aunque las fuentes sobre este período son abundantes, debe destacarse el trabajo de Juan Luis Piñón Pallarés Los
orígenes de la Valencia moderna. Notas sobre la reedificación urbana de la primera mitad del siglo XIX. Edicions Alfons el Magnànim.
Valencia, 1988.
El autor analiza el marco socioeconómico de la urbe y la concentración de las rentas y propiedades por parte del
clero y de la burguesía local (Padrón de riqueza y de la contabilidad de la congregación de San Felipe Neri,….).
El economista Joaquín Azagra Ros Propiedad inmueble y crecimiento urbano.Valencia 1800-1931. Editorial Síntesis. Madrid,
1993, abunda en las mismas tesis que sitúan a una minoría de apenas setecientas personas acumulando más de
la mitad de los predios intramuros y casi dos tercios de la riqueza total.
72
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La explosión demográfica, el impacto del maquinismo, la industrialización
y los ideales reformadores e higienistas marcaron el declive de la polis cerrada de
Tosca, fortificada y conventual. Tras ella nacerá una nueva, que adoptará el modelo
de l´Eixample, basado en el uso de la retícula ortogonal y de la manzana con patio
interior ajardinado y chaflanes en sus esquinas73, e ideado años antes en Barcelona
por Ildefonso Cerdá.
El XIX representa también un cambio profundo en la relación de la ciudad con
el mar. En 1802 se abrirá el Camino Nuevo del Grao (actual Avenida del Puerto),
un amplio viario arbolado de extraordinaria belleza que mejorará la accesibilidad a
los muelles dada la pujanza de la actividad exportadora y el incremento del tráfico
marítimo74.
Plan de Valence/ Asfiegée et prise le 9 janvier 1812 par l’Armée Française d’Aragon/ Aux Ordres de S.E. LE MARECHAL
SUCHET. Duc d’Albufera. Suscrito por el Capitán de Artillería Dumolín. BV-NP (Sign. 1. 12524).
Ver Bohigas i Guardiola, Oriol, Barcelona entre el Pla Cerdà i el Barraquisme. Edicions 62. Barcelona, 1963 y también su
artículo “En el centenario del Plan Cerdà” publicado en Cuadernos de Arquitectura nº 34. COAC. Barcelona, 1958.
74
BOIRA MAIQUES, Josep Vicent y SERRA DESFILIS, Amadeo. El Grao de Valencia: la construcción de un espacio urbano. Edicions Alfons el Magnànim. Valencia 1994.
73
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En 1897 se producirá la definitiva anexión administrativa de la Villanueva del
Grao75 y el vecino poblado de pescadores conocido como Poble Nou de la Mar
(Cabanyal-Canyamelar). De ese modo se consumará la codiciada expansión del
municipio hacia la franja norte litoral, incorporando una playa de más de 2500
metros de extensión.
En ese contexto resultó decisiva la introducción del ferrocarril76 por el Marqués de Campo, fundador de la Sociedad Valenciana de Crédito y Fomento, que adquirió en 1850 a Próspero Volney la concesión de la línea Madrid-Valencia. Como
parte de ella y en apenas cuatros años, se pudieron construir según el proyecto
–1847– de J. Beatty y J. Shepherd, los 56 Km. que unirían el Grao de Valencia con
San Felipe de Játiva77.
Proyecto General del Ensanche de la Ciudad de Valencia/ 1858, formado de orden de su Exmo. Ayuntamiento
por los arquitectos D.Sebastian Monleón, D.Antonino Sancho y D.Timoteo Calvo. AHMV.
La decisión de construir dos estaciones, una en el Grao, más próxima al puerto,
para favorecer el transporte comercial de mercancías y otra intramuros en el corazón
El historiador Federico Martínez Roda. Op. Cit, págs. 25-51, refiere la existencia de un embarcadero anterior a la
conquista cristiana, documentando la fundación en 1249 de la “Vila nova maris Valentiae”, cuyos pobladores
tendrían franquicias para la marinería.
76
La historiografía data en 1830 el comienzo de la Era de Ferrocarril. Ese año la locomotora Rocket ideada por
George Stephenson y capaz de alcanzar una velocidad de 22 Kms. por hora, iniciaría su andadura comercial con
la línea entre Liverpool y Manchester, situando a Gran Bretaña al frente del mundo en cuanto a la construcción
y explotación de ferrocarriles.
Ver Kranzberg, Melvin y Carroll W. Pursell, Jr. (eds) Technology in Western Civilization. The Emergence of Modern Industrial
Society. Early times to 1900. Oxford University Press, 1967. Cito por la edición castellana a cargo de Ignacio Paricio
Ansuategui Historia de la Tecnología. La técnica en Occidente de la Prehistoria a 1900 (2 vols.). Editorial Gustavo Gili. Barcelona, 1981.
77
La aparición de este sistema de transporte, supondría importantes transformaciones en el territorio, marcadas
por el retraso normativo (la Ley General impulsada por José Echegaray es de 1870) que privilegiaría en los
trazados los numerosos intereses particulares en ausencia de un planteamiento global.
75
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del casco antiguo78, aprovechando los huertos y jardines de los conventos desamortizados de San Francisco y San Pablo, haría del Grao un emergente polo de actividad..
Con la llegada del ferrocarril se aceleró la transformación de un cap i casal que
conservaba íntegramente su recinto murado79. Se inició así, un periodo de importantes actuaciones urbanísticas con el trazado de la avenida del Reyno de Valencia,
para enlazar la red con el puerto, del Paseo de Ronda –calle Játiva,…– y la construcción de una nueva estación central80, que inaugurada en 1917, se convertiría
en un verdadero icono no sólo de la Compañía del Norte, sino de la propia ciudad.
El hall de ingreso.TAJD
Detalle de la combinación de ebanistería y
cerámica en la decoración.TAJD
Su artífice Demetrio Ribes81, que optó por la tipología (Reynaud y Daly) de
cabeza o término concibió una estación en forma de U asimétrica y nos legó una de
las grandes joyas de la arquitectura secessionista española, en la que la influencia de
la escuela austriaca y especialmente de Otto Wagner resulta más madura y explícita82.
Abad Balboa, Tomás y Chías Navarro, Pilar. La Estación del Norte en Valencia. La unión de todas las artes. Lunwerg Editores, SA.
Barcelona, 1993.
79
Aguilar Civera, Inmaculada. Historia de las estaciones: arquitectura ferroviaria en Valencia. Diputación Provincial de Valencia,
1984.
80
La estructura de su colosal bóveda metálica formada por doce grandes arcos biarticulados de 45 metros de luz,
si bien era ligeramente superada en dimensión por la de Atocha –48’75 metros– sobrepasaba en tamaño a las
europeas de París –l’Est–, Berlín –Este– y Viena –Emperador Fernando–.
81
Aguilar Civera, Inmaculada. Demetrio Ribes Arquitecto (1875-1921). Generalitat Valenciana. Valencia, 2004.
82
El edificio macla dos grandes espacios autónomos, el vestíbulo que a modo de rótula organiza el cuerpo principal en el que destaca un singular café-restaurante, y la cubierta interior que a base de celosías tipo Pratt, de
doble directriz elíptica y circular crea una nave de 196 metros de longitud y una altura de hasta 25 metros en
su limatesa, recorrida por un imponente lucernario.
78
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La exquisita composición y volumetría se ve enriquecida por la delicada incorporación de todas las artes aplicadas que fusiona con su arquitectura: plafones
–Maumejean–, paneles y mosaicos cerámicos policromados con representaciones
alegóricas de la huerta, la Albufera, el Miguelete,…, motivos decorativos y artesanales vernáculos como los remates almenados (coronación de la Lonja), guirnaldas,
racimos florales,…, vidrieras, carpinterías y zócalos de madera, cerrajería artística,
piezas móviles,… logrando un conjunto monumental único e irrepetible.
La Estación del Norte desde la calle Xàtiva.TAJD
La burguesía impulsora de aquellas transformaciones industrial, ideológica y
revolucionaria será la principal actora y también la gran beneficiaria del cambio de
la ciudad histórica a la contemporánea, alzándose con el gobierno municipal y obteniendo cuantiosos réditos patrimoniales (desamortización,…).
Porque la obligación primero de definir alineaciones, levantando planos
geométricos –R.O. de 1846–83 y más tarde de promover planes de Reforma y En Real Orden de 25 de julio de 1846 sobre planos geométricos de las poblaciones.
En Valencia el coronel Vicente Montero levantó el primer plano geométrico de la ciudad. Ver Taberner Pastor,
Francisco. “Los inicios de la planificación urbana en Valencia. El plano geométrico de Don Vicente Montero de
Espinosa.” CIMAL nº 17. Valencia, 1982.
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sanche crearía las bases del mercado de suelo. El trazado racional se consolidaría
como un eficaz y ágil instrumento para la parcelación y venta de terrenos, implantando como apunta Solá Morales84 los modos jurídico-económicos de la promoción liberal privada.
Fotografía de las fachadas de las Casas Chapa en la plaza de Cánovas del Castillo.TAJD
EL LEGADO DE LA EXPOSICIÓN REGIONAL (1909).
Aunque sin duda es la Exposición Regional Valenciana de 190985, la que marcaría un auténtico hito tanto para el desarrollo arquitectónico y urbanístico de la
ciudad como para la modernización de la economía y de su sociedad.86
Solá-Morales i Rubió, Manuel de. “Los ensanches: hacia una definición”. Arquitectura bis, nº 13. Barcelona, 1976.
Fernando Vegas López-Manzanares. La Arquitectura de la Exposición Regional Valenciana de 1909 y de la Exposición Nacional de
1910. Ediciones Generales de la Construcción. Biblioteca TC. Valencia, 2003.
86
Su balance económico negativo, debido fundamentalmente al estallido de la guerra del Rif y a los sangrientos
sucesos de la Semana Trágica de Barcelona, forzaría, a fin de rentabilizar la inversión, su prolongación con carácter Nacional en 1910. Catálogo de la Muestra Grafica La Exposición Regional Valenciana de 1909 en su Centenario. RACV.
Valencia, Junio 2009.
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La Valencia ferial y cosmopolita de hoy –de la America’s Cup y la Fórmula 1– debe
mucho a aquella efemérides y a su principal impulsor Tomás Trénor Palavicino.Y no
solamente por los dos millones de pesetas de subvención que entonces consiguió
del gobierno español, sino sobre todo por lograr que la Exposición supusiera un
verdadero renacimiento en todos los campos. No en vano, el himno que él encargó
personalmente para el certamen al Maestro Serrano con letra de Maximiliano Thous
acabaría convirtiéndose en 1929 en el Himno Regional Valenciano.
El evento motivó la realización de numerosas mejoras urbanas, como la terminación del camino de Tránsitos, la urbanización del Llano del Remedio, la construcción del nuevo puente de la Pasarela, de la nueva Estación de Aragón, del Matadero… Aunque quizá fue el adoquinado de las calles más céntricas y populares y
de los caminos de la Soledad y del Grao lo que más haya perdurado en la retina de
muchos de sus habitantes.
Como es lógico, las nuevas edificaciones no se limitarían a los pabellones y
recintos de aquellas 16 hectáreas junto a la Alameda. De hecho, el Ayuntamiento
decretó la exención de arbitrios para quienes limpiaran y restauraran sus fachadas
de ciutat vella. De ahí la imagen renovada de tonos claros y abundante blanqueo
que ha permanecido como color de la ciudad histórica, cuando la cartografía cromática anterior era otra, mucho más rica, variada y bien diferente de “la blancura”
de aquella operación de económica cosmética.
Plano de la ciudad de Valencia y el territorio de El Cabañal con sus alineaciones y constreñido por las líneas de ferrocarril.
–1877–. SGE, Arm. G,Tabla 2ª, Carp. 3ª, nº 134.
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Vista general del Palacio Municipal proyectado por Francisco Mora.
Detalle de la entrada principal formada por un gran arco de medio
punto coronado por un alfiz escalonado.TAJD
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La Exposición fue una especie de pistoletazo de salida para la renovación y el
progreso. A raíz de ella, la arquitectura valenciana del siglo XX generaría una amplia
nómina de obras y autores, que legaron un universo de formas e ideas con las que
interpretaron con un lenguaje propio los lugares y las topografías locales.
Valencia había afrontado el cambio de siglo sumergida en un proceso de profunda transformación morfológica. Ésta se había iniciado con el acceso al poder de
la burguesía liberal, que propició el derribo de las murallas e importantes operaciones de cirugía interior y reequipamiento, utilizando los grandes espacios desamortizados (conventos de San Francisco, la Magdalena,…).
La capital afrontaba uno de los periodos más regeneradores de su historia,
haciéndose eco de las tesis higienistas y haussmanianas (apertura de la calle de la
Paz,…), de las teorías de Ildefonso Cerdá (Planes de Ensanche, Grandes Vías,…) y
del progresismo idealista de Howard (Paseo al Mar)…
Pero sería la celebración de la Exposición la que daría un impulso definitivo al urbanismo, poniendo en valor las futuras zonas de ensanche (Mora)87 y las
reformas interiores (Aymaní) con las que se plasmaba la política municipal del
blasquismo88.
Cartel de Ramón Stolz para la Exposición Regional Valenciana (2º Premio). Ateneo Mercantil. Imprenta y Litografía J.Ortega.
BV Colección Valenciana. Signatura: CartelAnt/60-TG. Nº registro: 1145618. BIVALDI.
La rápida consolidación del primer Ensanche de Calvo, Ferreres y Arnau daría pie a una reformulación más
ambiciosa del mismo redactada por Francisco Mora y el ingeniero Vicente Pichó, aprobado en 1917. Goerlich
Lleó, J. Francisco Mora, compañero y amigo. Archivo de Arte Valenciano. Valencia, 1961. Núm. Único, pág. 57.
88
Martínez Roda, Federico. La Valencia Contemporánea. Historia General del Reino de Valencia. Volumen V. RACV. Valencia, 2003.
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La arquitectura de aquella época evidencia el creciente auge comercial de una
capital, que haría de sus mercados –Central, de Colón,…– y de la nueva estación
sus principales referencias iconográficas.
El de Colón89 se inscribe en la tradición funcional de los mercados europeos
y de la arquitectura del hierro (La Madeleine de París –1824–, la Lonja de pescado
de Hungerford en Londres –1835–…). Considerado un símbolo del reformismo
higiénico-sanitario, sus dos espléndidos testeros, en los que resulta patente la influencia de Doménech y de Gaudí, y la riqueza espacial de sus naves hacen de él
una pieza arquitectónica única.90
Inserto en la vieja trama medieval, el Mercado Central (1910-1928), diseñado
por los arquitectos Francisco Guardia Vial y Alejandro Soler March, es la obra más
relevante y representativa de nuestro modernismo. Su estructura vista, su compleja
cubrición, su planta irregular y orgánica, su gran cúpula de hierro, cristal y cerámica,… constituyen un gran deleite para los sentidos.
La población iba a experimentar a lo largo del siglo XX una expansión sin
precedentes. Durante la primera mitad y pese al obligado paréntesis que supuso la
guerra civil, se ejecutó y consolidó la totalidad del ensanche proyectado por Francisco Mora Berenguer (1912).
Porque afortunadamente la huella de aquellas Exposiciones no se encuentra
tanto en esas escasas piezas aisladas supervivientes del evento –Asilo de Lactancia,
Fábrica de Tabacos…– como en las sinergias urbanas que supo generar impulsando
la construcción en las siguientes décadas de algunos de los grandes iconos de la
arquitectura valenciana del siglo XX.
Finalizado en apenas tres años (1916), pese a que su realización no estaba prevista en los primitivos planos de
Ensanche, su inauguración se adelantaría en más de una década al gran mercado de la ciudad, el Central. Éste
impulsado en 1884 por el barón de Alcahalí no lograría un proyecto definitivo hasta 1914, si bien sus autores
Soler y Guardia, del taller de Doménech i Montaner, cesarían por desacuerdo, de la dirección de las obras que
culminaría en 1928 el arquitecto municipal Enrique Viedma.
90
El mercado de Colón consta de dos ámbitos bien diferenciados: una gran plataforma de piedra suavemente
elevada define una planta de corte basilical cubierta por tres naves y dos imponentes marquesinas, resueltas mediante una estructura metálica aporticada. En torno al conjunto Mora proyecta una cinta libre perimetral que se
aísla del espacio urbano adyacente mediante una verja calada de exquisito diseño de forja sobre un basamento
pétreo.
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EL PASEO AL MAR.
“Ante la imposibilidad de traer el mar a Valencia,
vamos a llevar Valencia al mar.”
Manuel Sorní Grau91
Uno de los más ambiciosos proyectos de la Valencia decimonónica fue la apertura de un gran camino-paseo hasta el Mar, que uniera la ciudad desde los jardines
del Real con los poblados marítimos, facilitando la conexión y el acceso a las playas
de Levante y de la Malvarrosa, convertidas por aquel entonces (1893) en lugar de
veraneo y esparcimiento.
Concebido por el ingeniero Casimiro Meseguer, con una anchura de 100 metros, tres grandes plazas de 200 metros de diámetro y una gran alameda central
de 60 metros, debía tener una primera línea de villas exentas y una segunda de
viviendas en bloque.
Sin embargo, la pretensión de construir aquella ciudad-jardín en consonancia
con el urbanismo utópico de Ebenezer Howard92 y del español Arturo Soria93 se
vería seriamente perjudicada tanto por el derribo del antiguo barrio de Pescadores, como por el de las murallas. La rápida consolidación del ensanche noble y el
consiguiente retraso en la ejecución del Paseo, originaría numerosos y sustanciales
cambios en su diseño, ante el fracaso de crear aquella anhelada ciudad-jardín.
Su elevado coste lo haría finalmente inviable. Hoy, sólo una pequeña muestra
de los popularmente conocidos como chalets de los periodistas del arquitecto Enrique Viedma Vidal, en el arranque del paseo rememoran aquel sueño urbanístico.
Profundamente modificado, la apertura del Paseo propició además otras actuaciones como la instalación de la Feria de Muestras sobre parte de los solares
El proyecto pionero -1865- de Manuel Sorní (AHM), anterior en varias décadas al de Meseguer representa el
origen en el que se plasmaría la primera ideación de conectar el municipio con el Poble Nou de la Mar, urbanizando la margen izquierda del Turia.
Boira i Maiques, Josep Vicent. “Els orígens del Passeig de València al Mar. El proyecte de Manuel Sorní de 1865”.
Cuaderns de Geografia nº67/68, Valencia, 2000, págs. 191-208.
92
Howard, Ebenezer. Garden Cities of To-Morrow. Londres 1902. La obra fue reimpresa en 1946 con un texto introductorio de Lewis Munford.
93
Maure Rubio, Miguel Ángel. La Ciudad Lineal de Arturo Soria. COAM. Madrid, 1191.
91
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del Palaci­o Real y la construcción de las Facultades de Medicina (1918-49) y de
Ciencias (1906-44), que padecieron enormes retrasos debido a la guerra civil.94
Testimonio de aquel incipiente campus universitario es el colegio mayor Luis
Vives, ideado en 1935 por Javier Goerlich Lleó en un racionalismo exquisito y sobrio, que busca sus referencias en la edilicia naval.
Pero si tanto la dictadura de Primo de Rivera (1926) como la República (1931)
impusieron notables alteraciones, sería en los años del desarrollismo cuando definitivamente –P.G.O.U. de 1966– se abandonaría el atractivo plan original para
procederse a un notable incremento de la edificabilidad en los márgenes del Paseo.
Antigua Facultad de Ciencias (1908-1944) al comienzo del Paseo. Obra de los arquitectos José Luis Oriol Urigüen
(proyecto inicial) y de Mariano Peset Aleixandre, que fue quien la finalizó tras la guerra civil y a quien debe
su expresionismo de clara influencia alemana (Der Ring).TAJD
Ambos centros docentes han sido objeto de numerosas reformas y ampliaciones en las últimas décadas, si bien
se ha respetado su estructura y fisonomía. En el 2000 la otrora Facultad de Ciencias, obra de Mariano Peset
Aleixandre, fue habilitada por los arquitectos Antonio Escario y Luis Carratalá como nueva sede del Rectorado
de la Universitat de València.
94
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La actual avenida de Blasco Ibáñez termina en la Estación del Cabañal. Basta
recorrerla para constatar una sucesión de intervalos absolutamente desordenados
e inconexos –en el Jardín del Turia se repite la misma triste historia–, que revela la
miopía con que se ha gestionado la ciudad en determinados momentos.
De ahí que sea únicamente, y pese a las brutales sustituciones –pabellones
feriales, casas de los periodistas...–, en el recorrido inicial que va desde los Viveros
hasta la antorcha olímpica de Huntington, donde todavía puede percibirse la riqueza urbana y paisajística del proyecto primitivo.
Mención aparte merecen los edificios universitarios –Derecho, Filosofía y
Agrónomos– que a partir de la década de los cincuenta levantó el arquitecto Fernando Moreno Barberá. Gran conocedor del discurso y del trabajo de Mies van der
Rohe y de Le Corbusier, su obra constituye uno de los mejores ejemplos del movimiento moderno en la región95.
Las construcciones docentes valencianas de Moreno Barberá96 destacan tanto
por su claridad funcional y compositiva como por la cuidada volumétrica que pone
de manifiesto el extenso y rico catálogo de recursos arquitectónicos utilizados por
su autor.
La claridad formal de la piel, la utilización de elementos de protección solar
–brise soleil– y la disposición de patios y espacios libres ajardinados hablan de un
depurado vocabulario moderno fiel a la abstracción miesiana, atento a los condicionantes climáticos y de una extraordinaria coherencia estructural y constructiva.
No menos relevante resulta la sede de la Confederación Hidrográfica del Júcar
(1965-72), incluida como los anteriores en el Registro Internacional DOCOMOMO Ibérico97 y sin duda una de las mejores obras del profesor Miguel Colomina
Barberá98.
Moreno Barberá se dará a conocer como un exigente planificador, lo que debe entenderse consecuencia del
influjo de su estancia (1940-1943) como pensionado por la “Humboldt Stiftung” berlinesa trabajando en la
oficina de Paul Bonatz, de quien será un aventajado discípulo.
Blat Pizarro, Juan (dir). Cátalogo de la Exposición Fernando Moreno Barberá. Arquitecto. ÍCARO. CTAV. COACV. Valencia,
2006.
96
Jordà Such, Carmen. Universidad Laboral de Cheste, 1967-1969. Fernando Moreno Barberá. Colegio de Arquitectos de
Almería, 2005.
97
DOCOMOMO es el acrónimo de Documentation and Coservation of buildings, sits and neighbourhoods of the
Modern Movement, organización internacional creada en 1990 con sede actualmente en Barcelona.
www.docomomoiberico.com.
98
Perello, Ricardo (comisario). Miguel Colomina. COACV. ÍCARO. Valencia, 1998.
95
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Y no es precisamente un problema de lenguajes artísticos lo que ha arruinado
el Paseo, sino de racionalidad y de sensibilidad. Porque si hermosa es la torre del
observatorio astronómico de la Facultad de Ciencias, de rasgos tan inspirados en el
expresionismo alemán –Hans Poelzing–, no menos sugestivo resultaba el primer
Guadalaviar de GODB (1958), refinado ejemplo de una arquitectura escolar de
tono intimista diseminada entre jardines.
Vista del tramo inicial del Paseo.TAJD
Pero tras los Colegios –El Pilar, de Pablo Soler Lluch…– la arquitectura se
esfuma de la escena anunciando la imposibilidad de la integración de la ciudad
con el litoral, objetivo último de aquel Paseo que concibió la burguesía ilustrada
valenciana.
Por otro lado, la valoración de la primitiva apertura de un gran camino-paseo
hasta el mar –1893– formulada por Casimiro Meseguer debe realizarse (Taberner,
Boira,…) en su contexto histórico y, por tanto, asociado a la idea de ciudad-jardín
de su autor.
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El trazado, ampliamente documentado99, concluye sin llegar hasta el mar en el
término municipal de Valencia, ya que la agregación de los Poblados Marítimos no
tiene lugar hasta 1897 en que dejaron de ser municipios independientes.
Una lectura en profundidad del proyecto evidencia las limitaciones tanto ideológicas (planeamiento), como materiales (puerto, accesos, vías férreas,...) de la
ciudad parar asumir su fachada marítima, explicándose así los sucesivos fracasos de
Manuel Sorní (1865), Francisco Mora –Colonia Sanatorio (1902)– y Carlos Carbonell –Ciudad Jardín (1915)–.
Tras el obligado paréntesis que supuso la guerra civil, en 1946 el Plan General
de Valencia y su cintura, de Valentín-Gamazo y Muñoz Monasterio, asume la primitiva idea de un gran paseo hasta el mar, si bien modifica la morfología, la traza y la
anchura del proyecto de Meseguer, aunque mantiene la propuesta de ciudad-jardín.
Antigua Facultad de Filosofía y Letras (1960-1970), obra del arquitect Fernando Moreno Barberá.TAJD
De las valiosas referencias, cabe destacar el plano titulado “Paseo de Valencia al Cabañal” aprobado por Ley de 10
de agosto de 1893, que aparece suscrito con fecha 25 de junio de 1899 por el entonces arquitecto del Ensanche
José Manuel Cortina Pérez.
El plano a escala 1:10000 que se conserva en el Archivo Histórico Municipal refleja la veloz ejecución del Ensanche, con excepción de la actual Gran Vía Marqués del Turia.
Herrera, J.Mª y otros. Op. Cit, págs. 47-48.
Ver también Benito Goerlich, Daniel. La arquitectura de Eclecticismo en Valencia.Vertientes de la arquitectura valenciana entre 1875
y 1925. Ayuntamiento de Valencia. Valencia, 1983.
99
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La riada de 1957 sería decisiva para la conformación estructural de la Valencia
actual. El Plan General de 1966 contemplaría la apertura del Paseo de Valencia al
Mar, tomando como referencia el proyecto –1959– de Fernando Moreno Barberá100, si bien apostaría por una propuesta mucho más ambiciosa, al llevar la prolongación hasta la misma Autovía del Mediterráneo en las playas de la Malvarrosa.
Abortadas aquellas grandiosas realizaciones viarias, los poblados marítimos
alcanzarían el periodo democrático manteniendo casi intacta su armazón funcional, aunque el creciente déficit en cuanto a sus dotaciones básicas (zonas escolares,
verdes,…) y las alteraciones sustanciales en su morfología (demoliciones indiscriminadas,…) conllevaron un grave deterioro paisajístico y social para el conjunto.
La dilatada pervivencia de la planificación desarrollista de 1966, constituiría
una de las principales causas de la degradación tipológica y ambiental del distrito
Cabanyal-Canyamelar, al que los abundantes derribos y sustituciones edilicias privarían de buena parte de su memoria construida101.
Desafortunada fue también la acción de las corporaciones democráticas, que
desde 1979 se sucedieron al frente del gobierno municipal. La tibieza, cuando no
el olvido que caracterizó la gestión pública del barrio, privó al Marítimo de la inversión y el reequipamiento necesario para su recualificación y modernidad.
Precisamente por ello, al posponer el Plan General de 1988, la conexión con
la fachada al mar se retrasó excesivamente en el tiempo la aprobación de un Plan
Especial que posibilitara la rehabilitación y conservación integrada del núcleo histórico102.
En ese contexto y sin un modelo de referencia, el Paseo Marítimo que en 1989
proyectaron los arquitectos Miguel Colomina Barberá y Juan Luis Piñón Pallarés103
En la década de los cincuenta la corporación había impulsado los Planes Parciales 13 y 12-B redactados por los
técnicos municipales Javier Goerlich Lleó y Julio Bellot Senent.
De ellos nacerán conjuntos residenciales como la Isla Perdida. El Polígono de la avenida de Blasco Ibáñez redactado por Moreno Barberá sería aprobado por el Ayuntamiento en agosto de 1960.
101
Habría que esperar al año 1993 para que el Gobierno de la Generalitat Valenciana declarara (Decreto 57/1993,
de 3 de mayo- DOGV nº 202 de 10 de mayo de 1993) Bien de Interés Cultural el “Núcleo original del Ensanche
del Cabanyal”.
102
El PGOU de 1988 aplazó sine die el problema para el que fijó “una ficha de planeamiento diferido”.
Diez años más tarde, en julio de 1998 se formalizaría el encargo de elaborar una propuesta definitiva la sociedad
pública municipal AUMSA. Esta concretaría un Plan Especial de Protección y de Reforma Interior del CabanyalCanyamelar, con Catálogo de Bienes Protegidos y modificación del PGOU con homologación (DOGV nº 348 de
23 de abril 1999).
103
Los directores del proyecto fueron los técnicos municipales José María Tomás Llavador y el ingeniero José Manuel Izquierdo Silla.
100
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no fue sino un voluntarioso ejercicio académico para el tratamiento paisajístico de
la primera crujía, como acertadamente señaló el profesor Juan Pecourt104.
En suma, una concepción insularizada de los poblados marítimos determinó
el aislamiento de los mismos, sin que operaciones de regeneración tan importantes
como el soterramiento de las vías del ferrocarril o la ejecución de un descontextualizado bulevar de Serrería (1990-1993) hayan servido para poner en valor el
conjunto.
Primaron así propuestas de borde, sin valor de sutura, maclado, conectabilidad
y carentes de una visión unitaria y global. La recuperación en 1999 de la alternativa
de gran prolongación en el PEPRI de los arquitectos Vicente Corell Farinós y Joaquín
Monfort Salvador despertaría una enorme oposición vecinal que solicitaría el amparo judicial consiguiendo la paralización del proyecto105.
Pecourt, Juan y Piñon, Juan Luis. La Valencia Marítima del 2000. Estudio frente marítimo desde Sagunt hasta Cullera. Op. Cit.
El Plan conllevaba cambios sustanciales en el trazado viario (aperturas…) y la demolición de 453 inmuebles.
Ver el “Dictamen de la Junta de Gobierno del CTAV, en la sesión celebrada el día 3 de noviembre de 2009, con
relación al posible expolio producido por el Plan de Protección y Reforma Interior –PEPRI–, aprobado por la
COPUT por Resolución de 2 de abril de 2001”.
104
105
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Plano de Valencia y sus alrededores. 1883.
Suscrito por los miembros del Estado Mayor del Ejército Francisco Ponce de León, Jesús Tamarit, Pedro Bentabol y Antonio
González Samper. SGE, C-7ª, 1º a, nº 24, Arm.G, tabla 2ª, carp. 4ª nº 170.
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LA CIUDAD Y EL MAR.
“El final de Blasco Ibáñez es una frontera que determina un capítulo del
Paseo. Cierra un recinto de la ciudad concertada y redonda de Tosca y abre sus
incertidumbres a la desconcertante Valencia de Sorolla”106
Joaquín Arnau Amó
La Valentia romana se erigió estratégicamente sobre una de las terrazas aluviales
del Guadalaviar a poco más de tres kilómetros de una costa peligrosa e insalubre.
Desde su fundación, su vínculo atávico con el mar fue siempre problemático y
distante, tanto histórica como geográfica y urbanísticamente.
Valencia. Playa de Levante.
Plan Geográfico de la Población de la Playa de la Ciudad de Valencia, desde la Alquería del Capitan Alegre o de la Linterna, hasta
el Río Turia, y después del incendio acaecido el día 21 de Febrero de 1796, formado de Orden del Exmo. Sor. Dn. Luis de Urbina
Capn. Gl. de dicha Ciudad y Reyno, Presidente de la Real Audiencia. Biblioteca Nacional. Madrid. BDH-BNE
Incluso en el XIX cuando la revolución industrial, la implantación de redes
ferroviarias y el higienismo, presagiaban el fin de ese modelo dual ciudad-poblados
litorales, la azarosa inestabilidad política y financiera del país imposibilitaría que
cristalizara una alianza estable y definitiva.
Texto entresacado de la entrevista al catedrático de Estética y Composición de la ETSAV Joaquín Arnau Amó,
publicado en Las Provincias, Sección Habitar, el sábado 24 de febrero de 1990, pág. 49. En la misma, añadía:
“La ciudad real de 1989 ha crecido en virtud del desarrollo de dos formas –una concéntrica y otra lineal–, de
distinta opulencia pero del mismo rango histórico. Que la forma opulenta barra la forma convaleciente –que la
Ciudad de la Tierra arrase la Ciudad del Mar– es un atropello urbano sin sentido. …………….”
“Que el tráfico rodado dé un rodeo para acercarnos al mar es de poca monta. Se resuelve con buen sentido, diluyéndolo en la red de arterias de la ciudad y a otra cosa”.
106
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Desgraciadamente ni Blasco Ibáñez con su metafórico ropaje ideológico y literario, ni artistas internacionales como Joaquín Sorolla, Ignacio Picazo o José Benlliure, lograron pese a sus loas y relatos del paisaje mediterráneo, de su luz y sus
gentes, cubrir la indigencia intelectual y estética que impidió intervenir con acierto
reconociendo la rica personalidad de ese excepcional espacio de oportunidad (Tomás,
Vicens,…)107 que sigue siendo el Marítimo.
A pesar de la creciente actividad exportadora (Ferrer, Salvador,…), durante
siglos primaron las enormes dificultades dada la singularidad de la costa para hacer
realidad un puerto forzosamente artificial. Ni aquellos navegantes y mercaderes
que en la Baja Edad Media hicieron de la capital del Turia uno de las principales
nodos comerciales del Mediterráneo occidental, ni aquella burguesía ilustrada que
en el XIX consagró un uso lúdico de las playas, supieron incorporar a la ciudad
aquellos antiguos núcleos de Vilanova del Grau y Poble Nou de la Mar.
Valencia. Playa de Levante.
Plano topográfico de la población que se proyecta en la Playa de la Ciudad de Valencia, y sitio que ocupan las Barracas,
demostrado en otro según su estado después de los incendios ocurridos en los días 21 de Febrero, 23 de Marzo,
y 2 de Abril del año 1796. Biblioteca Nacional. Madrid. BDH-BNE
Valencia mantiene una deuda permanente con el mar. Por el contrario, enclaves
norteños, como San Sebastián, Santander o San Vicente de la Barquera, y mediterráneos como Barcelona, Alicante o Denia, encontraron siempre en el mar y en sus
puertos su fachada y su arquetipo territorial, sentando las bases de una colonización genuinamente náutica: ocupaciones, defensas costeras, sinergias portuarias,
explotaciones pesqueras, infraestructuras de transporte,...
Tomás Llavador, José María y Vicens Salort, Remedios. “Valencia marítima. De ciudad soñada a realidad conquistada”, págs. 213-227 en Historia de la ciudad VI. Proyecto y complejidad. Op. Cit.
107
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Sin embargo, pese a la urgencia por recomponer su waterfront (accesos, rediseño
de la escena urbana, usos,...), el maridaje de la ciudad con el mar continua siendo
una asignatura pendiente, pospuesta erróneamente por el Plan General de 1988,
que centró todas las expectativas en la continuación de la avenida de Blasco Ibáñez.
La reducción del problema de conexión con el frente litoral, a las tres únicas
variantes de ordenación formuladas por aquel planeamiento: la plaza como final
frente a aperturas de directrices recta o quebrada con anchuras variables, resultó
errática y exageradamente simplista108.
Conceptualmente eran muchas más las posibles soluciones, dadas las peculiaridades del primigenio sitio y perímetro del Cabanyal-Canyamelar, y también las
variables que desde la óptica del legado y diseño urbano podían haberse considerado.
Lástima que el concurso de ideas convocado entonces (1988) fuera un fracaso de participación109. Mal planteado (información deficiente, escasa dotación
económica de los premios, carácter no vinculante del resultado,…) únicamente se
presentarían ocho propuestas locales y acabaría declarándose desierto.
A ello contribuyó la oposición generalizada al sventramento por parte de los equipos finalistas que coincidirían en el respeto y mantenimiento de la morfología y de
las tramas residenciales existentes. La mayoría plantearon bien rótulas y articulaciones sin penetración, bien mejoras de esponjamiento, conectividad y permeabilidad
de la retícula ecléctica protegida, derivada de la reconstrucción de las alineaciones
de las antiguas barracas tras el incendio de 1875110.
El 27 de marzo de 1988 el Pleno del Ayuntamiento de Valencia acordó someter a información pública tres variantes de ordenación, justificando posteriormente la elección de la solución –3– directriz quebrada hacia el norte
con reducción de la anchura viaria de cien a cuarenta y ocho metros.
La corporación la consideró idónea por su capacidad vial, mejor adaptación a las preexistencias y menor afección patrimonial.
La realidad es que la incidencia real –anchura de la banda– sobre la zona era de ciento cincuenta y cinco metros
para la primera alternativa, de ciento dos para la elegida por el Consistorio y nula para la alternativa desechada
de plaza final sin prolongación.
Igualmente se descartarían las alternativas en peine alegándose siempre dificultades financieras y de gestión
pese a que generaran un impacto menor en las tramas existentes.
109
Los ocho anteproyectos presentados fueron: “Mar Adentro” (Raúl Martínez y Gabriel García de Leonardo),
“Cubic” (Carlos Fernández y Gabriel Santos), “Continuitat” (Javier Pérez Igualada, José Luis Cabanes, Agustín
Malonda y Francisco Picó), “Llisa” (José Rafael Escudero y José Antonio Berzosa), “Tierra, fuego, mar y aire”
(Joaquín Arnau, Javier Poyatos y Rafael Gómez-Lechón), “Cañas y Barro” (Iñaqui Albisu), “NOJ” (Luis Casado,
Vicente Colomer y Vicente Alcacer), “RSV” (José Luis Ros y Marilda Azulay).
ICARO. Catálogo del Concurso Internacional Público de Ideas para la conexión de Valencia con el frente marítimo de la ciudad.Valencia al
Mar. COACV. Valencia, 1989.
110
El impacto del mismo puede valorarse en el plano geográfico levantado por orden del Capitán General y Presidente de la Real Audiencia D. Luis de Urbina que se conserva en la Biblioteca Nacional
108
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Muchos son los edificios del Marítimo
con un elevado interés artístico por sus ricos revestimientos de cerámica aplicada: casas modernistas de la calle de la Reina, la
avenida del Puerto111… Y también son numerosos sus monumentos: las Atarazanas,
la Ermita del Padre Mariana, el Baluarte, el
Matadero, la Casa dels Bous, la Lonja del
Pescado, el Pósito, El Progreso, los Mercados
del Cabanyal y El Grau,… Y las Estaciones
del ferrocarril, el Edificio del Reloj, la Casa
Calabuig, el Refugio, las Barracas del Cabanyal, el asilo-hospital de San Juan de Dios, las
villas de la Malvarrosa,…112
La Valencia marinera nació y creció alrededor del puerto y el papel que éste siempre desempeñó, tanto desde un punto de
vista estructural como económico, constituye el verdadero leif motiv de ese singular
tejido urbano113.
El traslado del cauce varios kilómetros
hacia el sur tras la riada de 1957 auspiciaría la construcción del Dique del Este (1700
m de longitud), aumentando considerablemente la superficie abrigada de la dársena.
Vistas del Puerto del Grao. Fotografías realizadas por el francés Lévy en 1888 y rescatadas por Josep Huguet. Fueron hechas con la
finalidad de reunir un archivo que pudiera proporcionar material gráfico a los interesados en los viajes y en la geografía.L.P.AJH
Benito Goerlich, Daniel. Arquitectura Modernista Valenciana. Bancaixa Obra Social i Cultural. Valencia, 1992.
ICARO. Guía de Arquitectura de Valencia. Op. Cit.
113
Piqueras Haba, Juan. “El Puerto de Valencia”, págs. 227-242 en Hermosilla Plá, J. (coord.) y otros Historia, Geografía
y Arte de la Ciudad de Valencia. Op. Cit.
111
112
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Calles del Cabanyal. Fotografías realizadas por el francés
Lévy en 1888 y rescatadas por Josep Huguet. LP.AJH
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La política competitiva de la Autoridad Portuaria a partir de los setenta favorecería la integración de las cadenas logísticas de suministro en la red marítima
mundial y la especialización en el tráfico de contenedores (Muelle Príncipe Felipe
–1999–,…), haciendo del puerto uno de los principales pilares de la economía
valenciana.
Ajeno al devenir urbanístico de su hinterland, el puerto se consolidaría como una
magnífica plataforma intermodal en el Mediterráneo, favorecido por su proximidad
a la ruta Suez-Gibraltar.
La incapacidad de formular e integrar esa nueva centralidad portuaria, esencial
para el desarrollo global del sector turístico y del entorno industrial y tecnológico
de la Comunitat (exportaciones de azulejos, calzado, vino, vehículos –Ford–,…)
explica el incomprensible divorcio entre la capital y su periferia marítima.
Porque no sólo el PGOU de 1988 pospuso la resolución del encuentro con la
costa (Grau, Nazaret…). Tampoco las Normas de Coordinación Metropolitana de
1987114, como instrumento de planificación de ámbito subregional se plantearían
el análisis y la gestión de los recursos del litoral115.
Incluso cuando la globalización fue una realidad incuestionable y la ciudad
debía definir y proyectar su posicionamiento internacional asumiendo los retos
de la modernidad, el Plan Estratégico –1993– impulsado por el Ayuntamiento, ni
siquiera se cuestionó la concreción de un futuro modelo territorial116.
Normas de Coordinación Metropolitana en el ámbito de los municipios integrantes del Consell Metropolità de l’Horta. Decreto 103/1988,
de 18 de julio, del Consell de la Generalitat Valenciana (DOGV nº 875, de 25/7/88).
115
Burriel de Orueta, Eugenio L. “La planificación territorial en la Comunidad Valenciana (1986-2009)” en Scripta
Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Universidad de Barcelona, 2009, vol.XIII, nº 306. http://www.
ub.es/geocrit/sn/sn-306.htm.
116
El Consejo General del Plan se constituyó en Valencia el 11 de mayo de 1994.
Plan Estratégico 1993. http://www.fhcm.org.ar/art/Plan%20estrategico%20de%20Valencia%20-%20Espa%F1a.htm
114
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LA MARINA REAL.
“Veles e vents han mos desigs cumplir
faent camins dubtosos per la mar;……..”
Ausiàs March.
El acceso al poder autonómico del Partido Popular que situaría en 1995 a
Eduardo Zaplana como Presidente de la Generalitat a la vez que Rita Barberá era
reelegida alcaldesa del cap i casal conllevaría un drástico giro en la promoción de la
imagen exterior de la Comunitat117.
El cambio de ciclo político en España (VI y VII legislaturas) coincidiría con
una década de bonanza económica sin precedentes, que llevaría a la mayoría de
las grandes ciudades del país a capitalizarse mejorando su oferta cultural, turística,
deportiva, sanitaria, dotacional, terciaria,…118
En Valencia la apuesta fue ante todo grandilocuente y mediática favoreciendo la desmesurada proliferación de ostentosos proyectos institucionales plagados
de excesos. En 1996 se impulsaría la creación de un gigantesco parque temático,
Terra Mítica, que sería inaugurado en el 2000 con un coste de casi 300 millones
de euros119. Le seguirían la Ciudad de la Luz y del Cine –Alicante–, Mundo Ilusión
–Castellón–,…
La capital centró el debate en la Ciudad de la Ciencia y la Tecnología –CCT–
concebida en 1991 por Santiago Calatrava por encargo del último gobierno socialista de Joan Lerma. Con las obras muy avanzadas el proyecto sería rebautizado
Mediante pactos Eduardo Zaplana Hernández-Soro y Rita Barberá Nolla habían alcanzado en las elecciones
municipales del 20 de mayo de 1991 las regidorías de Benidorm y Valencia respectivamente.
118
Ejemplos como el museo Guggenheim de Frank Gehry en Bilbao demuestran la bondad de aunar una excelente
arquitectura con una contribución decisiva a la reconversión urbanística y económica. Muchos son los factores
determinantes de su éxito y las sinergias y beneficios (empresariales, sociales,…) que propició, recuerdan el
renacimiento de Sydney con la construcción de su ópera (Jørn Utzon) o de París en la década de los 80 con
François Mitterand (Museo del Louvre de Ieoh Ming Pei,…).
119
La sociedad Parque Temático de Alicante SA entró en suspensión de pagos en 2004. En 2012 el parque fue vendido a Aqualandia España, SA por 67 millones de euros, generándose unas pérdidas en las arcas públicas y en
las cajas regionales superiores a los 320 millones de euros.
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como Ciudad de las Artes y las Ciencias ampliándose y modificándose sustancialmente120.
Vista aérea de la Marina Real de Juan Carlos I. JMT
Fuera de contexto e incapaz de adaptarse a una topografía de gran valor pero
con unas dimensiones y una escala realmente grandiosas, la Ciudad de las Artes
es hoy una colección colosal de grandes artefactos antropomórficos: l’Hemisfèric
(1998), el Museo Príncipe Felipe y l’Umbracle (2000), el Palau de las Artes (2005)
y l’Àgora (2009).
La obra que representa la mayor inversión pública de la Generalitat, fue concebida como un proyecto cultural
global inspirado en el Parque de La Villette y su Cité des sciences et de l industrie.
Calatrava formalizó un cohesionado puzzle arquitectónico integrado por un Planetario, una Torre de Telecomunicaciones y un Museo de la Ciencia.
Situada en la ribera del antiguo cauce del río, la CCT se organizaba con total autonomía a partir de un eje estructurante interior definido por la espectacular Torre de 325 metros de altura, con la que Valencia fortalecería
su candidatura mediterránea, pujando por ser la sede de la televisión europea –Euronews–, privilegio que
finalmente se otorgaría a Lyon.
120
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Tan sólo el sugerente formalismo de inspiración orgánica de Calatrava (estructuras-esqueleto, pieles-carcasa, naves, espejos de agua,…), su irreverente desmesura y su poética ensimismada, repetitiva pero ricamente plástica (hormigón
blanco, acero, trencadís, blanco y azul,…) definen esa grandiosa monumentalidad
que caracteriza el depurado vocabulario biomórfico del valenciano, al que tanto
rédito icónico ha sacado121.
La dársena integrada en el circuito urbano del Gran Premio de Fórmula I –2008– JMT
Paralelamente a la floración de esas megalómanas construcciones emblemáticas,
Valencia conseguirá con su designación en noviembre de 2003 como sede de la
regata de la 32 nd America´s Cup un éxito sin precedentes que reforzaría su liderazgo
y el prestigio y valor de su marca en el mapa mundial122.
Gertien, F. Santiago Calatrava. El Socialista, el Arquitecto y la Turning Torso. Colección “ARquia/documental” núm. 6. Fundación
Caja de Arquitectos. Barcelona, 2008
122
La competición regresaba a Europa tras más de siglo y medio, generando una enorme expectación.
En 2010 se disputaría por segunda vez consecutiva en Valencia –33rd–, si bien debido a los litigios entre los
participantes hubo de limitarse al duelo entre los equipos de Oracle Challenge y Alinghi.
121
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Más allá de su enorme capacidad para dinamizar e impulsar la economía regional, favoreciendo su visibilidad, la celebración de tan relevante cita deportiva
suponía una ocasión única para mejorar las grandes infraestructuras estratégicas,
fortaleciendo el atractivo inversor y turístico de la metrópoli.
El escenario era idóneo para alcanzar definitivamente una solución integral al
maclaje y continuidad de la ciudad hasta su fachada marítima. Además, la incorporación del sector del Grao sería clave para acoger a partir de 2008 el Gran Premio de
Europa de Fórmula 1 en un circuito de carreras callejero (5473 metros) diseñado
por el alemán Hermann Tilke123.
Sin embargo, pese a las enormes perspectivas e ilusiones suscitadas y a la formidable inversión pública acometida, como sucediera anteriormente con otros
grandes eventos nacionales –Exposición Universal de Sevilla (1992)124– el resultado no sería el esperado.
La Marina Real Juan Carlos I es el principal legado de la America’s Cup cuya nominación en 2003 hizo pensar que serviría para zanjar esa brecha infranqueable
con el mar, creándose un nuevo epicentro de actividad y atracción urbana.
La recuperación de la dársena interior del puerto para su disfrute cultural y
lúdico y la rehabilitación de ese privilegiado espacio que es el Marítimo constituían
una vieja aspiración ciudadana todavía pendiente en el nuevo milenio.
En las últimas décadas Europa había presenciado una auténtica eclosión del
urbanismo de los waterfronts, impulsada por la necesidad de valorizar las identidades
locales en un contexto de creciente competición territorial. Y como había sucedido
con los astilleros (Euskalduna,…) y la ría de Bilbao o con los puertos de Barcelona
(Bohigas,…) y de Génova (Piano,…), la modernización de las infraestructuras
portuarias existentes, posibilitaba la disponibilidad de las obsoletas áreas industriales del XIX, definitivamente amortizadas funcionalmente.
De hecho la Copa América estaba considerada el tercer acontecimiento deportivo con mayor impacto económico tras los Juegos Olímpicos y el Mundial de
Futbol. ¿Cómo explicar entonces la actual situación, tras dos ediciones valencianas
El circuito albergaría también la GP2, la Fórmula BMW, el International GT Open, la Fórmula 3 Española,…
La Expo’92, como se la conoce popularmente, estaba dedicada al V Centenario del descubrimiento de América.
Tras su finalización las infraestructuras fueron reconvertidas en un parque tecnológico –Cartuja 93– y en otro
temático –Isla Mágica–.
Ver Guía Oficial Expo’92. Sociedad Estatal para la Exposición Universal Sevilla 92, SA. Centro de Publicaciones
Expo’92, SA. Sevilla, 1992.
123
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consecutivas –2007 y 2010– y pese a los enormes recursos y potencialidades de
la Marina?
Buena parte de ese escenario recesivo tiene su origen en la permanente confrontación política en el seno del Consorcio Valencia 2007125, cuya inoperancia ha
impedido asumir e impulsar cualquier plan estratégico propio.
Sin duda, es la actual crisis la que ha sacado a relucir las múltiples disfunciones
y flaquezas jurídico-administrativas del mismo: graves errores planificadores (no
participar en el desarrollo comercial del Gran Premio de Fórmula I,…), permanentes conflictos competenciales (Ministerio, Comunidad, Ayuntamiento,…), ausencia
de criterios de viabilidad económico-financiera (devolución del crédito ICO, previsión de indicadores socioeconómicos adversos, estabilidad presupuestaria,…),
indefinición del modelo urbanístico (desafectación del dominio público estatal a
favor del municipio, nuevo diseño de la dársena, reutilización de las bases,…),…
Todo ello ha impedido que una de las mayores apuestas públicas en la Comunidad Valenciana sirviera como catalizador de una profunda transformación urbana
–Balcón al Mar–, auspiciando una mínima eficiencia territorial y en consecuencia
la lógica sostenibilidad económica y reversibilidad inversora.
Urge, pues, un cambio copernicano en la gestión. La Marina Real podría ser,
pese a la inacción que padece, la principal marina urbana europea y un singular
foco de captación turística: deporte, ocio, tecnología, negocios,…
No conviene olvidar que la apuesta de Valencia por la Copa América se hizo
buscando tanto la internacionalización, como una ambiciosa estrategia de renovación del sistema productivo y de transformación de la ciudad.
A tal fin, se convocó un Concurso Internacional de Ideas, para la ordenación de un
ámbito 1.35 millones de m2 y una lámina de agua de 565.000 m2, que ganaron ex aequo los equipos dirigidos por Jean Nouvel y Hubert Nienhoff –GMP International–126.
Está integrado por la Administración del Estado, la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia.
El jurado reunido el 28/2/07 declaró dos ganadores del Primer Premio exequo, que correspondió a los equipos: GMP International Architects and Engineers, dirigido por Hubert Nienhoff, Jochen Köhn, Martin Glass,
Kristian Uthe-Spenker, Kerstin Otte y Florian Schwarthoff.
El otro, correspondió a la sociedad formada por Ateliers Jean Nouvel, J. Ribas González-J. Ribas Folguera Arquitectos Asociados y Tomás Llavador Arquitectos S.L.
El equipo contó con la colaboración de Pierre Pelissié, Rolf Wiethege, Remedios Vicens y José Ignacio Añón.
El Tercer Premio recayó en CMD Domingo y Lázaro Ingenieros, S.L/ Showa Sekkei, Inc.
Y se otorgaron Menciones Honoríficas a: Cavanilles 16, S.L, Foster+Partners y Antonio Monge Martínez y Reyes JM.
El Acta puede verse en: http://www.valencia2007.com/noticias/noticias_detalle.asp?id_noticia=37
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Cinco años después únicamente el PAI del Grao (393.000 m2) redactado por el
arquitecto José María Tomás Llavador127, colindante al antiguo cauce del Turia mantiene su vigencia aunque sólo sea administrativamente. El estallido de la burbuja
especulativa ha acabado por abortar la ejecución de un proyecto excesivamente
expuesto a la crisis del modelo inmobiliario-turístico valenciano.
Imágenes de la propuesta, del equipo dirigido por Jean Nouvel e integrado por J. Ribas G.- J. Ribas F. Arquitectos Asociados/
Tomás Llavador Arquitectos S.L, para el Concurso Internacional de Ideas Valencia del Mar. Marina Real Juan Carlos I.JMT
El inevitable paréntesis que impone la actual recesión debería servir para reconsiderar un desarrollo basado en el keynesianismo espacial y cuya principal debilidad es la falta de una idea-motor caracterizadora lo suficientemente atractiva para
captar capitales exógenos y apoyos entorno a la misma, liderando la prospectiva y
el urbanismo postAmerica’s Cup.
Entretanto, resulta imprescindible rectificar y adoptar medidas correctoras si
se quiere generar dinamismo económico, atraer inversiones en sectores de interés
estratégico y sobre todo hacer de ese emblemático espacio un verdadero lugar de
encuentro ciudadano.
José Mª Tomás Llavador obtuvo en 2007 el 1er Premio en el concurso internacional de ideas para el desarrollo
del nuevo waterfront de La Spezia (Italia).
Formó parte del equipo dirigido por Jean Nouvel que también ganó el Masterplan 32nd America’s Cup.
Obtuvo el 3er Premio en el concurso para la Rehabilitación Integral de las Zonas Turísticas de Calvià, Mallorca
(2009) y fue finalista en el Masterplan Platja de Palma (2008).
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¿Tan difícil es dirigir la actividad lúdico-social de la ciudad hacia su fachada
marítima? Ya sería hora de que la administración se pronunciara sobre los usos (y
tipo de público) que desea: escuelas de vela, zonas de patinaje, gimnasios, pesca
deportiva, actividades náuticas, cines de verano, ferias populares, aeromodelismo
naval, restauración, locales de ocio y outlet,…
Aunque lo verdaderamente esencial es aprobar un business plan que introduzca
racionalidad, reduzca déficits y desajustes, permita afrontar externalidades y ponga
en valor los enormes valores y fortalezas de la Marina Real.
Muchas son las acciones que de forma prácticamente inmediata se podrían
acometer: mejorar la identidad corporativa e implantar un plan de comunicación;
clarificar la forma de gestión (externalizada, directa, mixta,…); decidir la conservación o no y los futuros usos de las bases (dotacional, terciario,…); consolidar el
sector de megayates (pantalanes exclusivos, espacios de Captain’s Club,..); habilitar
zonas a modo de cluster tecnológico; implementar áreas de Varadero con travel lift;
participar e incluso impulsar un Salón Náutico Internacional propio; revitalizar las
arquitecturas preexistentes (tinglados, docks de Ribes y Gozalvez,…),…
Es una auténtica lástima que incluso el soberbio edificio de Veles e Vents, diseñado por el británico David Chipperfield, buque insignia de la Copa América, tenga
que conformarse con su papel de pieza aislada sin vida propia y sin más rol que
homenajear al gran poeta del siglo XV Ausias March.
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EL PAISAJE DEL MARITIMO: UN SUEÑO PARA EL SIGLO XXI.
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,…….
Jorque Manrique128.
La confluencia de una privilegiada localización geográfica, de una personalidad polivalente, de una extraordinaria tradición y de una cultura cosmopolita ha
hecho de Valencia una ciudad universal que puede afrontar el futuro con optimismo y esperanza en casi todos los campos.
La radiografía de Tosca, las fotografías de Alfred Guesdon, la mágica luz de Sorolla, la prosa de Blasco y la mirada galáctica del astronauta Pedro Duque, permiten
captar muchos de esos lugares invisibles del palimpesto urbano, cuyo hallazgo facilita
el reencuentro con la historia.
Porque reconocer las solidas raíces que sustentan la realidad valenciana y los
logros y posiciones ya alcanzados, permite vislumbrar las enormes opciones y metas que todavía se pueden conseguir para que en este milenio Valencia sea ese gran
centro de progreso y prosperidad que la posicione como eje de influencia social,
cultural y económica en la escena mediterránea europea.
La ciudad se encuentra en un momento crucial, que debe implicar un proceso
de reconciliación irreversible con su fachada al mar. La recuperación de ese paisaje
del marítimo, singular espejo de su propia identidad, debe constituir una obligación ineludible.
Defender la pervivencia de las tramas históricas frente a los procesos de sustitución masiva, apostar por un urbanismo solidario, con amplio respaldo social y
ecológicamente consciente y hacer del espacio público el verdadero constructor
de la ciudad, el símbolo de la expresión y memoria colectiva, deberían constituir
objetivos básicos con los que los valencianos pudieran reconstruir un nuevo pacto
social capaz de impulsar ese nuevo modelo territorial que la ciudad necesita para
hacer frente a los desafíos del siglo XXI.
Es imprescindible recuperar la visión global e integradora de los proyectos
ganadores de Jean Nouvel y Hubert Nienhoff –GMP International– y concebir la
Manrique, Jorge. Coplas por la muerte de su padre. 1477.
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ciudad como un todo, en el que cualquier pieza (Grau, Cabanyal…) tiene valor
propio.
Además el conocimiento, la gestión y puesta en valor del patrimonio natural,
cultural y arquitectónico es una necesidad imperiosa de la sociedad para poder
alcanzar un desarrollo sostenible.
La arquitectura constituye el hábitat y el contexto, el auténtico biotopo que
envuelve y expresa el devenir de la vida. En su dimensión territorial, paisajística,
antropológica, cultural, urbana y edilicia, la arquitectura resulta esencial para satisfacer gran parte de esos derechos humanos básicos (económicos –acceso a la
vivienda–, sociales, culturales…) recogidos hace ya seis décadas en la Declaración
de la ONU.
Más allá del pesimismo asociado a la actual crisis, las ciudades están llamadas
a ser una vez más auténticos motores de la recuperación económica por su enorme
capacidad para fortalecer la innovación y el progreso.Y en el siglo XXI serán además
más verdes, saludables, prósperas, solidarias y atractivas que nunca.
Verdaderos puntos de encuentro entre mercados y culturas, el principal valor
de las ciudades es su papel como genuina puerta de acceso al conocimiento y al
intercambio de ideas, imprescindible para impulsar el capital humano y abrir el
camino al bienestar, la igualdad de oportunidades y la prosperidad.
Porque es necesario seguir luchando por afianzar los derechos humanos, por
que los habitantes recuperen el protagonismo perdido, por una nueva concepción
de la gobernanza y también de la gestión pública. Y en esa tarea el papel humanizador,
sostenible, geopolítico, racionalizador,… de la ciudad es vital e insustituible.
El crisol que supone el obligado tiempo de espera infligido por la recesión
debería servir para desarrollar un documento en el que se establezcan tanto los
mecanismos e ideas básicas que garanticen desde la planificación y gestión integral
de todo el frente litoral, la elección de un modelo metropolitano sin fecha de caducidad, en el marco de una estrategia respetuosa, eficiente y sostenible.
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Pecourt, J. y Piñón, J.L. La Valencia Marítima del 2000. Estudio del frente marítimo desde Sagunt
hasta Cullera. COACV. Valencia, 1997.
Rosselló Verger, V.M. El Grau de Valencia, un puerto difícil. Estudios Geográficos. Madrid,
1990.
Salvador Esteban, E. La economía valenciana en el siglo XVI. Comercio e importación. Universitat
de València, 1972.
Tomás Llavador, J.M. y Vicens Salort, R. “Valencia marítima. De ciudad soñada a la
realidad conquistada”, Historia de la ciudad.VI Proyecto y complejidad.
Autoridad Portuaria de Valencia. www.valenciaport.com
Créditos Fotográficos.
FB
Fundación Bancaja.
BDH-BNE Biblioteca Digital Hispánica. Biblioteca Nacional de España
BIVALDI Biblioteca Valenciana Digital.
Biblioteca Valenciana. Nicolau Primitiu.
BV-NP
TAJD
Taller de Arquitectura Javier Domínguez.
AHMV Archivo Histórico Municipal de Valencia.
AHCTAV Archivo Histórico del Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia.
LP.AJH
Las Provincias. Archivo de José Huguet Chanzá.
RB-PN Real Biblioteca del Patrimonio Nacional de Madrid.
SGE
Servicio Geográfico del Ejército.
JMT
José Mª Tomás Llavador
Anales de la Real Academia de Cultura Valenciana nº 87 (2012)
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NORMAS PARA LA PUBLICACION DE
TRABAJOS EN ANALES
1. Las lenguas de la revista son la española y la valenciana. Al comienzo de los
artículos se incorporará un breve resumen (con una extensión máxima de
diez líneas) en castellano o valenciano y en inglés seguidos de las correspondientes palabras clave.
2. Los trabajos se enviarán a la dirección de la revista: ANALES DE LA R.A.C.V.,
C/ Avellanas, 26, 46003, Valencia. Irán identificados por una hoja en la que
figurará el título del artículo, el nombre del autor (o autores), su dirección,
teléfono y, correo electrónico o fax, así como si pertenece a alguna institución o desarrolla labores en ella.
3. Los trabajos, originales e inéditos, deben ser enviados en soporte informático, especificando la aplicación utilizada; acompañados de copia en papel
(en UNE A4), impresos por una sola cara, en tamaño de letra 12, tipo Times
New Roman, y a doble espacio. Para las notas a pie de página, un espacio.
4. En las citas de las notas a pie de página, el nombre del autor se pondrá en
escritura normal (caracteres redondos) y los apellidos en versalita minúscula.
5. En la bibliografía, los títulos de las obras deben ir en cursiva y los de los
artículos entre comillas. La mención a revistas, homenajes, colecciones,
misceláneas irá en cursiva y entre comillas, el título del estudio. El tomo o
volumen de caracteres romanos (irá en arábigos si la revista se numera en
romanos). A continuación el año y el número de páginas.
Ejemplo
Libro
APELLIDOS, Nombre, Título, lugar, editorial, año, p./pp.
Capítulo
APELLIDOS, Nombre, “Título”, Título libro, ed. Nombre APELLIDOS, lugar,
editorial, año, p./pp.
Artículo Revista
APELLIDOS, Nombre, “Título”, Nombre Revista, nº volumen (año), p./pp.
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Anales de la Real Academia de Cultura Valenciana nº 87 (2012)
6. Las indicaciones ob. cit., op. cit. loc. cit., ibidem, passim, etc., u otras posibles deberán ir en cursiva.
7. Cuando el título de una revista o de las grandes colecciones se repita con
frecuencia, sólo se pondrá completo la primera vez.
8. Los indicadores de fondos archivisticos irán en escritura normal: Se pondrá el nombre completo la primera vez: Archivo Municipal de Valencia (en
adelante AMV).
9. Cuando se citan folios debe indicarse si se trata del recto o del verso: fol, 14
o fol, 14 v. y si es uno (f.) o varios (ff.).
10.Cuando se usen repetidamente denominaciones de archivos, revistas repertorios, colecciones, se pondrá una tabla.
11.Si un libro o artículo se cita repetidamente, después de la primera vez sólo
se pondrá el primer apellido del autor y la primera palabra del título.
12.Los títulos de los diversos apartados del artículo irán en versalita minúscula.
Se prescinde de la negrita.
13.Los apéndices documentales deben ir numerados en caracteres arábigos,
figurará la fecha, lugar, registro y signatura.
14.El material gráfico (mapas, planos...) ha de ser original, presentándolo en
soporte informático, como mínimo a 300 ppp de resolución. La responsabilidad sobre la redacción y el contenido de los textos, así como los derechos de reproducción de la documentación gráfica, corresponde a los
autores de los artículos.
15.Sistema de admisión: El autor entregará su texto redactado de manera
definitiva y acorde con las anteriores normas de publicación, antes del 15
de septiembre de cada año para su revisión por expertos independientes y
los correspondientes Consejos de Anales quienes decidirán la aceptación o
devolución de los trabajos.
16.El plazo para la corrección de pruebas de imprenta será de quince días.
17.Los autores de los trabajos enviados tendrán derecho a recibir 25 separatas
de su colaboración, así como un ejemplar de la revista ANALES en la que se
publique.
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Esta revista, núm 87 dels Anals,
s’acabà d’imprimir en el dia 30 de decembre
de l’Any 2012,
Festivitat de Sant Raúl
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