1 VOL. 70 ENERO-FEBRERO DEL 2016 1 Vol. 70 Enero-febrero, 2016 REVISTA DE SANIDAD MILITAR Fundada el 10 de Junio de 1948 CONSEJO EDITORIAL DIRECTOR General de Brigada M.C. D.E.M. DANIEL GUTIÉRREZ RODRÍGUEZ Director General de Sanidad Militar General Brigadier M.C. EDUARDO NERI-RUZ Subdirector Administrativo de Sanidad Militar General Brigadier C.D. FERNANDO RICARDO BURGOS-AVELARDE Subdirector Técnico de Sanidad Militar EDITOR EN JEFE Coronel M.C. GASPAR ALBERTO MOTTA RAMÍREZ Unidad Médica de consulta externa, SDN EDITORES ANTERIORES Mayor M.C. ALBERTO ROMERO PÉREZ (1948-1949) Coronel M.C. RICARDO PICO NAVARRO (1949-1950) Teniente Coronel M.C. GABRIEL DÍAZ ORDÓÑEZ (1950) Coronel M.C. OSWALDO ARIAS CAPETILLO (1951-1952) Teniente Coronel M.C. ÁNGEL DE LA GARZA BRITO (1951-1954) General de Brigada M.C. D.E.M. Ret. SALVADOR HERNÁNDEZ VELA (1954 - 1962) General de Brigada M.C. Ret. JOSÉ ANTONIO RUIZ MORENO (1972-1983) General Brigadier M.C. Ret. SERGIO MENDOZA HERNÁNDEZ (196 –1971; 1983-1997) Editor Emérito a partir de 1998 General de Brigada M.C. Ret. ANTONIO REDÓN TAVERA (1997-2000) Editor Emérito a partir de 2001 Teniente Coronel M.C. JOSÉ DE JESÚS ALMANZA MUÑOZ (2000-2014) COMITE EDITORIAL General de Brigada M.C. FERNANDO FEDERICO ARCAUTE VELÁZQUEZ Hospital Central Militar General de Brigada M.C. JOSÉ LUIS OJEDA DELGADO Hospital del Estado Mayor Presidencial Teniente Coronel M.C. Ret. JOSÉ MARÍA RIVERA-CRUZ General Brigadier M.C. MANUEL QUIRARTE MEDINA Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología Mayor M.C. Ret. M.SC ANTONIO MORENO GUZMÁN La Revista de Sanidad Militar (Rev Sanid Milit Mex) (ISSN 0301-696X) es el órgano oficial de comunicación científica de la Dirección General de Sanidad, Secretaría de la Defensa Nacional. Los artículos y fotografías son responsabilidad exclusiva de los autores. Los derechos de autor están reservados conforme a la Ley y a los convenios de los países signatarios de las Convenciones Panamericana e Internacional de Derechos de Autor. La reproducción parcial o total de este número sólo podrá hacerse previa autorización escrita del Dr. Gaspar Alberto Motta Ramírez, Editor de la Revista de Sanidad Militar. Revista de Sanidad Militar. Toda correspondencia en relación con la revista; suscripciones, canje y envío de material deberá ser enviada directamente al Editor: Dr. Gaspar Alberto Motta Ramírez, a la Oficina Editorial ubicada en la Unidad Médica de Consulta externa de la Secretaría de la Defensa Nacional. Dirección: Blvd. Manuel Ávila Camacho S/N, C.P. 11200, México, D.F. Tel/Fax: 5557-3100 ext. 1928. Correo electrónico: [email protected]. Registro Postal PP09-0706. Publicación periódica autorizada por SEPOMEX. Suscripciones: Costo $500.00 M.N. con pago a la cuenta: 035–470631-4. 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En la INTERNET se encuentran disponibles en texto completo en www.revistasmedicasmexicanas.com.mx Arte, diseño editorial, composición tipográfica, proceso fotomecánico, impresión y acabado por Edición y Farmacia, SA de CV. Oficinas: José Martí 55, colonia Escandón, CP 11800, México, DF. Tel.: 5678-2811. Correo electrónico: [email protected] REVISTA DE SANIDAD MILITAR Fundada el 10 de Junio de 1948 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero, 2016 CONTENIDO CONTENTS EDITORIAL EDITORIAL 1 1 4 17 23 La Revista de Sanidad Militar conforma su comité editorial Daniel Gutiérrez-Rodríguez, Eduardo Neri-Ruz, Fernando Ricardo Burgos-Avelarde, Gaspar Alberto Motta-Ramírez El impacto de la sonrisa en la relación del servicio de sanidad militar para con sus pacientes Martha Rocelia García-Hernández, Gaspar Alberto MottaRamírez, Irma Dora Díaz-Aguilar, Georgina Valdés-Becerril, Magallii Santos-Matías, Gabriela Motta-Ramírez El chocolate oscuro y los polifenoles nuestros de cada día Reynaldo de Jesús Michel-Aceves, Ana Celia Izeta-Gutiérrez, Marisela Franco-Lira, Salvador Marín-Beltrán, José Antonio Vázquez-Galeana, Saraid Cerda-Reyes, Lilian CalderónGarcidueñas Niños producto de tres progenitores biológicos Mario Castañeda-Morales 4 17 23 Journal of Military Health shapes its editorial board Daniel Gutiérrez-Rodríguez, Eduardo Neri-Ruz, Fernando Ricardo Burgos-Avelarde, Gaspar Alberto Motta-Ramírez Smile impact and relationship between military health service and their patients Martha Rocelia García-Hernández, Gaspar Alberto MottaRamírez, Irma Dora Díaz-Aguilar, Georgina Valdés-Becerril, Magallii Santos-Matías, Gabriela Motta-Ramírez The dark chocolate and….. polyphenols our daily Reynaldo de Jesús Michel-Aceves, Ana Celia Izeta-Gutiérrez, Marisela Franco-Lira, Salvador Marín-Beltrán, José Antonio Vázquez-Galeana, Saraid Cerda-Reyes, Lilian CalderónGarcidueñas Three-parents babies Mario Castañeda-Morales ARTÍCULOS ORIGINALES ORIGINAL ARTICLES 27 27 33 39 47 55 63 72 Tratamiento de la embolia pulmonar con trombolisis dirigida por catéter asistido por ultrasonido (EKOS) Hugo Gutiérrez-Leonard, Luis Enrique Berumen-Domínguez, Aldo Siney Hernández Casas, Higinio García-Velásquez, Bruno Fuentes-Córdova, Ricardo Aguilar-Oliva Correcta estratificación del riesgo trombótico y aplicación de medidas tromboprofilácticas en pacientes de cirugía general Rodrigo López-Inclán, Sergio Hernández-Aguilar, Mario Óscar Flores-Orellana, Ricardo Antonio Sánchez-Arteaga, Mario Enrique Rendón-Macías, Walter López-Cadena Tratamiento de reestenosis intrastent con stent bioabsorbible vs balón medicado Hugo Gutiérrez-Leonard, Aldo Siney Hernández-Casas, José Luis Ojeda Delgado, Patricia Martin Hernández, Luis Enrique Berúmen-Domínguez, Miguel Ángel Ramírez-Aldaraca, Antón Meneses-Bonilla Tratamiento del infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST mediante el diferimiento del stent para prevenir el fenómeno de no reflujo Hugo Gutiérrez-Leonard, Higinio García-Velásquez, José Luis Ojeda Delgado, Antón Meneses-Bonilla, Luis Enrique Berúmen-Dominguez, Aldo Siney Hernández-Casas Epidemiología de las fracturas de cadera por estrés en militares de nuevo ingreso al Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos Marcelo de la Rosa-Aguilar, Carlos Martín HernándezToscano, Jesús Rafael García-Andino, Ricardo Brian PalmieriBouchan, Luis Roberto García-Valadez, Jorge Sáenz-Guerra Histerectomía obstétrica, último recurso en el tratamiento de hemorragia obstétrica René Hernández-Sánchez, Juan José Díaz-Ramírez Valoración de las concentraciones plasmáticas de la proteína plasmática A asociada al embarazo (PAPP-A) a nivel coronario y periférico en pacientes con cardiopatía isquémica sometidos a cateterismo cardíaco Hugo Gutiérrez-Leonar, Lara-Padilla Eleazar, Esaú FlorianoSánchez, Alfonso Eduardo Fierro-Macías, Luis Enrique Berúmen-Domínguez, Higinio García-Velásquez www.nietoeditores.com.mx 33 39 47 55 63 72 Treatment of pulmonary embolism with catheter-directed thrombolysis assisted by ultrasound (EKOS) Hugo Gutiérrez-Leonard, Luis Enrique Berumen-Domínguez, Aldo Siney Hernández Casas, Higinio García-Velásquez, Bruno Fuentes-Córdova, Ricardo Aguilar-Oliva Correct thrombotic risk stratification and the implementation of measures tromboprophylactic patients of general surgery Rodrigo López-Inclán, Sergio Hernández-Aguilar, Mario Óscar Flores-Orellana, Ricardo Antonio Sánchez-Arteaga, Mario Enrique Rendón-Macías, Walter López-Cadena Restenosis In-stent, treatment whith bioabsorbable scaffold vs medicated ballon Hugo Gutiérrez-Leonard, Aldo Siney Hernández-Casas, José Luis Ojeda Delgado, Patricia Martin Hernández, Luis Enrique Berúmen-Domínguez, Miguel Ángel Ramírez-Aldaraca, Antón Meneses-Bonilla Experience in the treatment of myocardial infarction with ST-segment elevation by deferring the stent to prevent no-reflow phenomenon Hugo Gutiérrez-Leonard, Higinio García-Velásquez, José Luis Ojeda Delgado, Antón Meneses-Bonilla, Luis Enrique Berúmen-Dominguez, Aldo Siney Hernández-Casas Epidemiology of stress hip fractures in mexican army and air force recruits Marcelo de la Rosa-Aguilar, Carlos Martín HernándezToscano, Jesús Rafael García-Andino, Ricardo Brian PalmieriBouchan, Luis Roberto García-Valadez, Jorge Sáenz-Guerra Obstetric hysterectomy, the ultimate resource to manage obstetric hemorrhage René Hernández-Sánchez, Juan José Díaz-Ramírez Rating plasma concentrations of plasma protein A- associated with pregnancy (PAPP-A) in coronary and peripheral levels in patients with ischemic heart disease undergoing cardiac catheterization Hugo Gutiérrez-Leonar, Lara-Padilla Eleazar, Esaú FlorianoSánchez, Alfonso Eduardo Fierro-Macías, Luis Enrique Berúmen-Domínguez, Higinio García-Velásquez Contenido 87 95 Prevalencia de obesidad infantil relacionada con hábitos alimenticios y de actividad física Juan Isaac Reyes-Sepeda, Emmanuel García-Jiménez, Jan Jacobo Gutiérrez-Sereno, Mayra Cristina Galeana-Hernández, María Eugenia Liliana Gutiérrez-Saucedo Puntuaciones del cuestionario PODCI en una población urbana de sujeto mexicanos sanos y la de sus padres como proxies Rodrigo Azcona-Cervera, Armando Torres-Gómez 87 95 Prevalence of childhood obesity in the medical specialties unit related to diet habits and physical activity Juan Isaac Reyes-Sepeda, Emmanuel García-Jiménez, Jan Jacobo Gutiérrez-Sereno, Mayra Cristina Galeana-Hernández, María Eugenia Liliana Gutiérrez-Saucedo PODCI instrument score for an urban population of healthy Mexican subjects and the validity of their parents as proxies Rodrigo Azcona-Cervera, Armando Torres-Gómez INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO MILITAR MILITARY RESEARCH AND DEVELOPMENT 102 102 111 122 Análisis de la secuencia del exoma de 100 genes y sus variantes tipo SNP en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 por pirosecuenciación Sergio Araujo-Betanzos, José Juan Ceballos-Macías, Elsa Saldaña-Rivera, Fabiola Esther G Enríquez-Espinosa, Eleazar Lara-Padilla, Esaú Floriano-Sánchez Valor predictivo de la determinación de LRG (leucine-rich alpha-2-glycoprotein) en orina mediante el método de ELISA en apendicitis aguda del paciente pediátrico Francisco Garibay-González, Edgar López-Virgen, Juan Pedro Galán-Luis, Rafael Torres-Castañón, Mariana Aragón-Flores, Salvador Martín Polo-Soto Asociación de los polimorfismos rs1805192(pparg), rs5219 (kcnj11) y rs7901695 (tcf7l2) con el fenotipo metabólico de pacientes con diabetes mellitus tipo 2 en una muestra de la población mexicana Sergio Araujo-Betanzos, Elsa Saldaña-Rivera, José Juan Ceballos-Macías, Javier Ángeles-Martínez, Fabiola Esther Enríquez-Espinosa, Lucila Maritza Lozano-Trenado, Esaú Floriano-Sánchez 111 122 Sequence analysis of the exome of 100 genes an their variants type snp in patients with diabetes mellitus type 2 by pyrosequencing Sergio Araujo-Betanzos, José Juan Ceballos-Macías, Elsa Saldaña-Rivera, Fabiola Esther G Enríquez-Espinosa, Eleazar Lara-Padilla, Esaú Floriano-Sánchez Predictive diagnostic value of urine leucine-rich alpha2-glycoprotein (LRG) in children with suspected acute appendicitis Francisco Garibay-González, Edgar López-Virgen, Juan Pedro Galán-Luis, Rafael Torres-Castañón, Mariana Aragón-Flores, Salvador Martín Polo-Soto Association of polymorphisms rs1805192(PPARG), rs5219 (KCNJ11) y rs7901695 (TCF7L2) with the metabolic phenotype of patients with type 2 diabetes in a sample of the Mexican population Sergio Araujo-Betanzos, Elsa Saldaña-Rivera, José Juan Ceballos-Macías, Javier Ángeles-Martínez, Fabiola Esther Enríquez-Espinosa, Lucila Maritza Lozano-Trenado, Esaú Floriano-Sánchez CASOS CLÍNICOS CLINICAL CASES 132 132 138 143 148 Plasmocitoma orbitario. Reporte de un caso Ana María Borbolla-Pertierra, Gabriela García-Nieto, Gildardo Agustín Garrido-Sánchez, César Manuel LópezHernández, Víctor Miguel Moreno-Estrada, David Rey Morales-Baños Mieloma múltiple IgA con afección craneal, torácica, cutánea, testicular y cavidad abdominal. Reporte de un caso Fernando Pérez-Zincer, Blanca Evelyn Lucio-García, Federico Maldonado-Magos, Juan Carlos Chagoya-Bello Respuesta hematológica completa en pacientes con leucemia mieloide crónica con mutaciones tratados con trasplante de células progenitoras hematopoyéticas. Reporte de casos Juan Uriarte-Duque, Carolina García-Castillo, Álvaro Campo- Cortés, Tania Lizbeth Martínez-Cornejo, Oscar del Ángel Guevara-Montes Cruz Rosa María-Lilian Tratamiento con trióxido de arsénico en paciente con recaída de leucemia promielocítica aguda t. Reporte de un caso Álvaro Campos-Cortés, Jessica Nájera-Martínez, Juan Uriarte-Duque, Carolina García-Castillo 138 143 148 Orbital plasmacytoma. A case report Ana María Borbolla-Pertierra, Gabriela García-Nieto, Gildardo Agustín Garrido-Sánchez, César Manuel LópezHernández, Víctor Miguel Moreno-Estrada, David Rey Morales-Baños IGA multiple myeloma involving skull, chest, skin, testis and abdominal cavity. A case report Fernando Pérez-Zincer, Blanca Evelyn Lucio-García, Federico Maldonado-Magos, Juan Carlos Chagoya-Bello Complete hematological response in patients with chronic granulocitic leukemia with mutations, treated with hematopoietic progenitors trasplant. Case reports Juan Uriarte-Duque, Carolina García-Castillo, Álvaro Campo- Cortés, Tania Lizbeth Martínez-Cornejo, Oscar del Ángel Guevara-Montes Cruz Rosa María-Lilian Treatment with arsenic trioxide in a patient with relapsed acute promyelocytic leukemia t (15; 17): a case report Álvaro Campos-Cortés, Jessica Nájera-Martínez, Juan Uriarte-Duque, Carolina García-Castillo HISTORIA Y FILOSOFÍA DE LA MEDICINA HISTORY AND PHILOSOPHY OF MEDICINE 152 152 Síntesis histórica de la Escuela Médico Militar. Plantel militar emblemático del CEMICSA Antonio Moreno-Guzmán Summary of The History of The Military Medical School. Emblematic Military Campus of the CEMICSA Antonio Moreno-Guzmán www.nietoeditores.com.mx Editorial Rev Sanid Milit Mex 2016;70:1-3. La Revista de Sanidad Militar (RSM) conforma su comité editorial Journal of Military Health shapes its editorial board Daniel Gutiérrez-Rodríguez1 Eduardo Neri-Ruz2 Fernando Ricardo Burgos-Avelarde3 Gaspar Alberto Motta-Ramírez4 1 Gral. Bgda. M.C. D.E.M. Director General de Sanidad Militar, 2 Gral. Brig. M.C. Subdirector Administrativo de Sanidad Militar, 3 Gral. Brig. C.D. Subdirector Técnico de Sanidad Militar, 4 Cor. M.C. Editor de la Revista de Sanidad Militar. Las revistas científicas arbitradas en su estructura organizativa cuentan con un grupo de profesionales responsables de su gestión. El editor-jefe, conjuntamente con el comité editorial, del que es su director, el consejo asesor, el cuerpo de árbitros o revisores, y su equipo operativo (coordinador de edición, coordinador de canje y distribución, y asistentes) son garantes de la producción de la publicación con la rigurosidad y estándares científicos y académicos exigidos para este tipo de publicaciones. Es un equipo donde todos son de vital importancia, pero entre los que destaca con supremacía el rol del “editor”, quien se constituye en el capitán y brújula en la gestión.1,2 La profesionalidad, rigurosidad y dedicación de los distintos componentes del equipo editorial en el cumplimiento de las tareas asignadas, y en especial la del editor-jefe, es la piedra angular de la existencia próspera y el progreso de una revista científica.1,2 La función de editor es una responsabilidad que compromete la calidad científica, académica y reputación del mismo, ya que se constituye en garante de la ética del investigador que desea publicar, al aceptar un manuscrito, de alguna manera se está haciendo co-responsable de los bienes alcanzados por la investigación científica.1,2 El editor en jefe, los coeditores o editores asociados de la revista no deberán formar parte del cuerpo directivo (directores y subdirectores) de la institución sede de la revista, ni de la Junta Directiva (presidentes y secretarios) para el caso de revistas de asociaciones o sociedades. www.nietoeditores.com.mx Fecha de recepción: 1 de Diciembre del 2015 Fecha de aceptación: 19 de Enero del 2016 Correspondencia Correo electrónico: [email protected] 1 Revista de Sanidad Militar El cuerpo directivo de la institución podrá formar parte del consejo consultivo o consejo editorial. La Revista de Sanidad Militar en su integración del Comité Editorial tiene como función principal garantizar la institucionalidad en la vida de la revista, dar certidumbre y asegurar el cumplimiento de los objetivos, así como trazar la política general de la revista en función de las decisiones tomadas a partir de consensos académicos. El Comité Editorial de la Revista de Sanidad Militar es el grupo de especialistas, académicos o científicos en la disciplina que cubre la revista seleccionados por su calidad científica para que propongan y asesoren al Editor para el mejoramiento continuo de la publicación y en la toma de decisiones.2 El Comité Editorial estará integrado por 10 miembros permanentes y activos: 8 serán internos y 2 externos. En apego a los criterios generales de evaluación para el Índice de Revistas Mexicanas de Investigación Científica y Tecnológica del CONACYT, 2014-20153 el Comité Editorial debe estar formado por investigadores en activo y de méritos reconocidos por la comunidad científica nacional e internacional de cada área del conocimiento. Es obligatorio que este cuerpo editorial sea multiinstitucional y es deseable su carácter multinacional. 2 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 2. Contar con un proyecto de investigación; haber publicado resultados de la misma en los últimos tres años y que sus artículos publicados cumplan con los lineamientos establecidos en la revista. 3. Preferentemente formar parte del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) o bien de las Academias Mexicana de Medicina y de Cirugía, por citar las de mayor trascendencia, sin que sean las únicas. Para verificar que el comité editorial esté integrado por investigadores activos en su campo de especialidad, se deberán entregar, en hoja de cálculo, las tres últimas citas de los trabajos publicados. Los investigadores externos que sean invitados a ser miembros del comité editorial, para cubrir los espacios de carácter externo, deberán: tener proyectos de investigación y haber publicado en los últimos tres años de manera regular, preferentemente sobre temas apegados a los criterios establecidos en los lineamientos de la Revista de Sanidad Militar, en publicaciones arbitradas. Las funciones y obligaciones del Comité Editorial serán: 1. Definir las directrices y características editoriales específicas de la revista, con apego a los lineamientos editoriales. Los requisitos que para tal hecho establece el consejo editorial considerando que para cubrir los espacios de carácter interno, deberán contar con el siguiente perfil: 2. Verificar la observancia de los parámetros de originalidad, validez científica, aportación al conocimiento, pertinencia, trascendencia, vigencia e innovación que se estimen necesarios y que hayan sido considerados por los miembros del comité editorial. 1. Ser profesores de tiempo indeterminado, con antigüedad de tres años cuando menos. 3. Participar activamente en la generación de manuscritos para la Revista de Sanidad Militar, como autor, remitiendo por lo menos 1 al año. Gutiérrez-Rodríguez D y col. La Revista de Sanidad Militar (RSM) conforma su comité editorial 4. Dirigir y velar por la calidad académica de la revista; al conformar el Comité Editorial coordinar y orientar la transparencia de la Revista. Editorial en la aceptación en índices es hacer visible la composición del comité, publicando los nombres, país y afiliación de los miembros. 5. Asesorar en la definición de los parámetros de calidad científica de la revista. 7. Promover la difusión de la revista en los medios académicos nacionales e internacionales. 6. Invitar a miembros reconocidos de la comunidad académica nacional e internacional para que publiquen sus trabajos; buscar la composición de un Comité Editorial mayoritariamente conformado por especialistas, con méritos académicos reconocidos en el área de la revista y con publicaciones recientes (en los últimos 2 a 5 años). Es recomendable evitar la endogamia: concentración de la afiliación de la mayoría de los miembros del comité editorial en la institución que edita la revista, o a una única institución o a un lugar geográfico; esto se puede dar, pero no debiera superar 20%. Otro criterio extendido acerca del Comité 8. Asesorar el Comité Editorial para la revisión por pares de artículos. REFERENCIAS 1. Hernández Fernández L. El rol de editor en las revistas científicas. Revista Venezolana de Gerencia, 2012;17(58):203205. 2. Rojas VMA, Rivera MS. Guía de Buenas Prácticas para Revistas Académicas de Acceso Abierto. URL: http://www. derechosdigitales.org 3. Criterios generales de evaluación para el Índice de Revistas Mexicanas de Investigación Científica y Tecnológica del CONACYT, 2014 – 2015. 4. Cardona R, Sánchez J, Sánchez A. Grupos de investigación biomédica. Algunas recomendaciones. Revista Alergia 2015;62:219-225. 3 Editorial Rev Sanid Milit Mex 2016;70:4-16. El impacto de la sonrisa en la relación del servicio de sanidad militar con sus pacientes Resumen Las relaciones interpersonales están implícitas en la atención médica y en el profesional médico y de enfermería. Se originan en los breves contactos de la enfermera con el paciente mientras lo cuida. El sentido de la práctica médica y de enfermería, desde el punto de vista de las relaciones interpersonales, sustenta su ejercicio profesional. Los procedimientos enfocados a proporcionar este cuidado deben basarse en principios científicos, en habilidades resultado de la experiencia, y en el equilibrio a la hora de ejecutarlos. La clave para lograr una atención de calidad reside en una efectiva comunicación entre el paciente y el equipo de salud y los diferentes componentes que intervienen en su atención. Palabras clave: relaciones interpersonales, atención médica, relación médico-paciente, relación paciente-enfermera. Martha Rocelia García-Hernández1 Gaspar Alberto Motta-Ramírez2 Irma Dora Díaz-Aguilar3 Georgina Valdés-Becerril4 Magallii Santos-Matías5 Gabriela Motta-Ramírez6 1 Cap. 1º Enfra., Jefa del grupo de Calidad y adscrita al Grupo de Enlace de la Dirección de la Unidad Médica de Consulta Externa, Dirección General de Sanidad, Secretaría de la Defensa Nacional, 2 Cor. M.C., radiólogo con postgrado en Imagen Seccional del Cuerpo, director de la Unidad Médica de Consulta Externa y editor de la Revista de Sanidad Militar, Dirección General de Sanidad, Secretaría de la Defensa Nacional. 3 Cap.1º Enfra., jefa del personal de Enfermería de la Unidad Médica de Consulta Externa, Dirección General de Sanidad, Secretaría de la Defensa Nacional, 4 M.M.C. de la Unidad Médica de Consulta Externa, Dirección General de Sanidad, Secretaría de la Defensa Nacional, 5 Tte. Enfra., adscrita al Grupo de Enlace de la Dirección de la Unidad Médica de Consulta Externa, Dirección General de Sanidad, Secretaría de la Defensa Nacional, comisionada habilitada. 6 Licenciada en Psicología, Rectora Regional Zona Sureste de la Universidad del Valle de México. Smile impact and relationship between military health service and their patients Abstract Interpersonal relationships are implicit in professional medical and nursing care. They originate in the brief contacts between the nurse and the patient while carrying out care. The sense of medical and nursing practice from the point of view of interpersonal relationships, conceptualizing real aspects that support the professional practice. The procedures aimed at providing care should be based on scientific principles and experienced-based skills, both running parallel as the basis for practice. The key to patient safety lies in effective face-to-face communication between patients and health care staff or between the different staff involved in the care of an individual patient. Key words: Interpersonal relations, medical care, and nursing care. 4 Recibido: 23 de diciembre 2015 Aceptado: 26 de enero 2016 Correspondencia Cor. M.C. Gaspar Alberto Motta Ramírez Unidad Médica de Consulta Externa Dirección General de Sanidad Secretaría de la Defensa Nacional [email protected] www.nietoeditores.com.mx García-Hernández MR y col. El impacto de la sonrisa en la relación del servicio de sanidad militar El trabajo es amor hecho visible. Y si no podéis trabajar con amor sino sólo con disgusto, es mejor que abandonéis el trabajo y que os sentéis a la puerta del templo a recibir la limosna de quienes trabajan con alegría. Khalil Gibran. La sonrisa es un maravilloso acto de equilibrio, incluso tan simple que al hacerse con entusiasmo puede aliviar tensiones y generar armonía.1 ¿Cuántos no han escuchado que “una sonrisa dice más que mil palabras” o que “la felicidad no se da ni se regala, sólo se comparte”? 2 Sin embargo, ¿cuántos se levantan todos los días con una sonrisa o cuántos al llegar al trabajo le sonríen al compañero de a lado? La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)3 ubica a México como uno de los países con mayores índices de felicidad y satisfacción, pues asegura que 85% de los mexicanos dicen tener más experiencias positivas en un día normal (sentimientos de paz, satisfacción personal, profesional y gozo) que negativas (dolor, preocupación, tristeza y aburrimiento), todo esto a pesar de encontrarnos entre los países miembros con la peor situación socioeconómica en rubros de: educación, desigualdad y empleo. Aunque para muchos esto pareciera una paradoja, los expertos en psicología positiva y en temas de felicidad afirman que la situación económica de las personas sólo representa un bajo porcentaje de los factores que componen a un ser completo, íntegro y feliz. De acuerdo con la International Society for Humor Studies (ISHS),4 las personas que sonríen en el trabajo son menos propensas a tener enfermedades laborales como: estrés, depresión, tristeza, baja autoestima y falta de motivación; y al sonreír mejoran la calidad de vida y el ambiente laboral. Algunos beneficios de sonreír y de la risa: libera endorfinas, que funcionan como analgésico na- tural del cuerpo, mueve el diafragma, aumenta la respiración y la capacidad pulmonar, tonifica, relaja los músculos y disminuye la tensión, baja la hipertensión al aumentar el flujo sanguíneo, y fortalece el corazón, ayuda a reducir las concentraciones de colesterol, mejora el estado de ánimo, causa una sensación de bienestar al generar optimismo y ganas de vivir, aumenta la autoestima y la confianza y elimina el miedo.5 El servicio de sanidad militar es el responsable de promover, recuperar y mantener la salud de los militares y sus derechohabientes, mediante una atención médica integral, especializada, oportuna, efectiva, eficiente, ética, cálida y con el menor riesgo posible, dentro del marco legal vigente, en un ambiente laboral satisfactorio y seguro. En nuestra estructura militar debemos combinar la medicina, que son los conocimientos y las habilidades necesarias para ejercer este campo de la ciencia, con las cualidades y habilidades indispensables para desarrollar el carácter militar y unir ambas características para obtener una medicina operacional de manera que en nuestras escuelas de formación logremos que el personal de sanidad militar sea un profesional capaz de desempeñarse con eficiencia en ambos ambientes. Tener en mente, además, que en la medicina militar el paciente es una persona que tiene un cargo militar que desempeña las 24 horas, los 7 días de la semana, que el personal de sanidad militar es responsable de salvaguardar su salud; su comportamiento debe estar dictado de acuerdo con sus conocimientos científicos, a las órdenes de su comandante y a la situación particular en la que se encuentre su unidad. Brindar una atención de calidad en salud es algo deseado. El personal de sanidad militar usa sus destrezas para el trato humano a través de sus 5 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 sonrisas para propósitos sociales específicos porque envían señales que son útiles.6 El personal militar que labora en los escalones del servicio de sanidad (Figura 1) deberá aplicar actitudes corporales que apoyen eficientemente el servicio ofrecido al usuario, lo que incluye sonreír si la situación se presta. 6-9 El personal militar que labora en los escalones del servicio de sanidad7-10 (Figura 1) muestra la imagen de la organización. Por ello debe cuidar su postura y lenguaje, que son reflejo de la cultura organizacional al mostrar lealtad a su institución con hincapié en los factores que resaltan al servicio: confiabilidad (la velocidad de la confianza, el valor que lo cambia todo),11 competencia (que comienza al sentirse competente),12 acceso, credibilidad, respuesta y cortesía. Este último caracterizado por un nivel de respeto, consideración, trato y sentido de amistad en el contacto personal. Aún con los enormes avances de la ciencia, el encuentro interpersonal entre personal militar que labora en los escalones del servicio de sanidad13 y el paciente permanece como la piedra angular de la atención médica.14 El concepto de trato humano tiene muchos matices diferentes y principalmente implica ser tratados como personas. El significado de este pensamiento representa una serie de constructos que interactúan entre sí y que le dan sentido a la idea de ser tratado como persona, que se asocian con: mirar, escuchar, saludar, tener en consideración su opinión, ser cordiales e, incluso, cariñosos. Es interesante observar que en algunos de ellos (los que “saludan”) en sí mismos se vinculan mentalmente a la identificación de la sonrisa o actitud de alegría, que es valorada más allá́ que un saludo amable. El saludo unido a la sonrisa se percibe positivamente y es interpretado como que a esa persona 6 Figura 1. Personal de enfermería de la U.M.C.E. S.D.N. De izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. Fila superior: Sargento 1º, Auxiliar de Enfermería Guillermina Arroyo Scougall, Sargento 2º, Auxiliar, Asistente de Enfermería Jorge Armando López Ramírez, Soldado Auxiliar Asistente de Enfermería América Yuridiana Méndez González, Soldado Auxiliar Asistente de Enfermería Rosalba Celedonio Nájera, Sargento 1º afanadora Juana Martínez García, Cabo Auxiliar Asistente de Enfermería María Guadalupe Hernández Saavedra, Cabo Auxiliar Asistente de Enfermería Maria de Los Angeles Santos Reyes y soldado auxiliar Asistente de Enfermería Angélica Galván Orozco. Fila de abajo: Teniente Enfra. Teresa Roaro López, Teniente Enfra. Araceli Cortés López, Capitán 1º Enfra. Martha Rocelia Garcia Hernandez, Coronel M.C. Gaspar Alberto Motta Ramírez, Capitán 1º Enfermera Irma Dora Díaz Aguilar, Capitán 2º enfermera Marisol Escobar Alvarez, Teniente enfermera Magallii Santos Matías y Cabo Auxiliar Asistente de Enfermería Analilia Cristóbal Vite. “le gusta lo que hace”, le importo y disminuye la ansiedad.15 En el manuscrito de Egnew13 se señalan siete conductas que fortalecen el ejercicio del arte de la Medicina: 1) enfóquese en el paciente, 2) establezca una conexión con el paciente, 3) establezca y mantenga la comunicación16 con el paciente, sobre todo orientada hacia la García-Hernández MR y col. El impacto de la sonrisa en la relación del servicio de sanidad militar respuesta a la enfermedad y al sufrimiento, 4) la comunicación debe ser congruente, alcanzando un entendimiento mutuo y con la aceptación final, 5) favorezca el toque humano, 6) recurra al humor y la sonrisa para crear esa conexión indispensable y 7) muestre empatía.17,18 Sea cual sea el estado emocional de los usuarios, cautelosos o confiados, para cada uno de ellos es importante que comprenda lo que están tratando de decirle y su percepción del servicio que quieren que se le proporcione.16,18 Cuando se responde a las emociones del usuario, resulta útil distinguir entre la empatía y la simpatía. Ambas tienen que ver con cómo se responde a las emociones de los demás. La simpatía implica identificarse con las emociones de otra persona e, incluso, adoptarlas. La empatía significa reconocer y afirmar el estado emocional de la otra persona. Responder a los usuarios con simpatía, sintiéndose tan molesto como ellos no es lo correcto. Lo que debe hacer es estar atento y sensible en lo emocional sin involucrar sus emociones. Cuando usted responde con empatía, permanece calmado y en control de sí mismo. Sólo entonces está en la mejor forma para estar listo, dispuesto y capaz de ayudar a satisfacer las necesidades del usuario y resolver su problema. Mostrar empatía por los usuarios permite trabajar de modo profesional y, al mismo tiempo atento hace que los usuarios se sientan importantes.17,18 ce, AMCC) es un modelo en el que se evalúan las destrezas, las actitudes y el conocimiento relacionado con las competencias culturales militares. El militar merece una atención centrada en el paciente, competente culturalmente como cualquier otro grupo. El ser parte de las fuerzas armadas, directamente o como derechohabiente, se reconoció recientemente como una competencia cultural que influye en la atención de salud. Es vital generar este tipo de competencia cultural en los recién graduados, incluidos los egresados de planteles militares.22,23 La comunicación no verbal en la relación médico-paciente24 condiciona que, con frecuencia, las preocupaciones de los pacientes no se expongan directa y espontáneamente a través del lenguaje verbal, sino que se manifiestan de manera encubierta a través de señales no verbales. Los pacientes son sensibles al comportamiento no verbal del profesional. Éste puede ayudar a establecer un clima de respeto, confianza y empatía que fortalezca la alianza terapéutica. Es indispensable redescubrir la relevancia de la comunicación no verbal en el contexto de la sanidad militar y mejorar la capacidad de observación y el comportamiento no verbal en la práctica clínica. La sonrisa es un comportamiento no verbal recomendado para el profesional y es un factor primordial que influye en la interpretación de la información obtenida a través del canal no verbal. La competencia cultural es la capacidad de trabajar eficazmente y con sensibilidad dentro y a través de varios contextos culturales.20-21 Las destrezas clínicas se enriquecen y se refuerzan al responsabilizarse de y en la atención médica de tan diversos grupos culturales, que incluyen al personal militar y sus derechohabientes, reduciendo la posibilidad de cualquier disparidad en salud. La sonrisa es la imagen que refleja que la calidad es reconocida explícita y fehacientemente como un valor de la cultura organizacional del sistema de salud y como evidencia confiable de mejoras sustanciales que sean percibidas con satisfacción por los usuarios, por la población en general y por los prestadores de servicios.25 La competencia cultural militar (de sus siglas en Inglés, Assessment of Military Cultural Competen- En las bases del proceso de comunicación verbal es importante resaltar los fenómenos 7 Revista de Sanidad Militar psicológicos en una relación médico-paciente como: 1. Las transferencias son las reacciones emocionales del paciente hacia el médico (sentimientos negativos o positivos), 2. La contratransferencia es la reacción emocional del médico hacia el paciente, lo mismo que los sentimientos de frustración por no poder resolverle su problema de salud, y las conductas que a veces se tornan rudas con intención evidente de acortar el encuentro, cuando el médico desconoce cómo afrontar las respuestas se afecta en gran medida su relación con el paciente. 3. La empatía es la habilidad del médico para recibir y descodificar la comunicación afectiva de sus pacientes, esto puede permitirle el entendimiento de los sentimientos del paciente, 4. El rapport incluye el estado de mutua confianza y respeto entre el médico y el paciente y 5. La resistencia es la reacción del paciente en contra de su relación con el médico.26 8 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 pasarles en el futuro cercano. La convivencia incluye compartir información personal entre enfermeras y pacientes, así́ como bromas, buen humor, sonrisa y un trato agradable. Por lo que hace a la dimensión de la confianza señalaron la importancia de que las enfermeras se anticipen a las necesidades de los pacientes, que llevarán un seguimiento en la atención. En cuanto a que el cuidado proporcionado supere las expectativas, señalaron como importante que el personal sea amigable, que las enfermeras se tomen el tiempo para conocer un poco más al paciente, que escuchen sus preocupaciones e, incluso, que se involucren en la resolución de sus problemas. 27 Hay diferencias culturales y de género acerca de cómo y por qué sonreímos. Las mujeres sonríen más que los hombres. He aquí 10 formas de usar la sonrisa para enviar mensajes de fiabilidad, atractivo, sociabilidad y más.6 1. Haz que confíen en ti. En un mundo donde todos están por sí mismos, ¿en quién podemos confiar? Una señal que sugiere que somos confiables es la sonrisa. Las sonrisas genuinas envían el mensaje a otras personas de que somos fiables y por eso pueden cooperar con nosotros. Las personas que sonríen se consideran generosas y extrovertidas, y cuando otros comparten con ellas tienden a sonreír también.29 En un estudio cualitativo realizado por Fosbinder27,28 en 1994, con el propósito de conocer los aspectos importantes del cuidado desde la perspectiva del paciente, mostró en el análisis de los datos que para este grupo de pacientes la competencia interpersonal fue el aspecto más importante de la atención y no la competencia técnica. Las cuatro dimensiones del cuidado son: información, convivencia con el personal de enfermería, confianza en las enfermeras y proporcionarle el cuidado que supere sus expectativas. Los economistas consideran que la sonrisa tiene un valor. En un estudio realizado por Scharlemann en 200130 los participantes estaban más dispuestos a confiar en alguien si sonreía. Este estudio encontró que una sonrisa puede incrementar la confianza en 10%. Por lo que se refiere a la información, los pacientes demandan se les notifique lo que les está sucediendo en ese momento o lo que puede 2. Sonríe por indulgencia. Cuando la gente hace cosas “malas” suele sonreír si son atrapadas. ¿Es esto benéfico? Según un estudio conducido por García-Hernández MR y col. El impacto de la sonrisa en la relación del servicio de sanidad militar LaFrance y Hecht en 199531 podría ser. Somos más indulgentes con quienes han roto las reglas si sonríen después de hacerlo. No importa si la sonrisa es falsa, una sonrisa miserable o una verdadera, todas funcionan para que no seamos tan duros con el transgresor. Esto parece funcionar porque encontramos a las personas que sonríen, después de hacer algo malo, más confiables que quienes no lo hacen. Es indispensable satisfacer a todos los usuarios. Por ello nos debemos asegurar que cada usuario que entre a nuestro servicio salga satisfecho. 3. Recupérate de errores sociales. ¿Olvidaste comprarle a tu pareja un regalo de aniversario o el nombre de un cliente importante? ¿Accidentalmente golpeaste a un niño? Si metiste la pata, la vergüenza es la emoción a representar. La función de la vergüenza es sacarte de esos errores sociales.32 La sonrisa de vergüenza incluye mirar hacia abajo y a veces emitir una risita tonta. Esto está diseñado para producir empatía en los otros, los haga pensar menos en el error y te perdonen más rápido. Es recomendable dejar la vida personal en casa. No es permisible el que su propio humor afecte la manera en que se trata a un usuario. Como dice el dicho “Siempre estás en escena”. Siempre debes darle a todos y a cada uno de los usuarios lo mejor de ti. 4. No te sientas mal. Muchas veces sonreímos por cortesía, como cuando alguien se entusiasma porque ahorró un poco de dinero al encontrarse un billete debajo del sofá. Es difícil justificar esa sonrisa, pero debes esbozar una de todas formas por cortesía. 5. Ríe para eliminar el dolor. Sonreír es una de las formas más efectivas para reducir el estrés que causan distintas situaciones. Los psicólogos lo llaman “hipótesis de la respuesta facial”. Incluso una sonrisa forzada, cuando no tenemos ganas de sonreír, es suficiente para mejorar el ánimo ligeramente. Una advertencia: sonreír frente a malas situaciones puede funcionar pero los demás no lo ven bien. Cuando Ansfield en 200733 hizo ver a participantes videos estresantes, quienes sonrieron se sintieron mejor que los que no lo hicieron. Pero los que sonrieron fueron juzgados como “desagradables” por los otros. 6. Sonríe para la inteligencia. Cuando estamos nerviosos nuestra atención tiende a nublarse. Dejamos de percibir lo que ocurre a nuestro alrededor y sólo vemos lo que está frente a nosotros. Esto es cierto tanto metafórica como literalmente: cuando nuestros nervios se estresan somos menos capaces de pensar en cosas que estén al límite de nuestro razonamiento. Para ser más perspicaz frente a un problema, a menudo necesitamos estas ideas periféricas. El sonreír nos hace sentir mejor, lo que incrementa nuestra flexibilidad de atención y nuestra habilidad para pensar de manera holística. Cuando esta idea fue probada por Johnson en 2010,34 los resultados mostraron que los participantes que sonrieron lo hicieron mejor en tareas de atención que requerían pensar en todo el panorama. Así que una sonrisa puede realmente ayudarte a mejorar tu inteligencia. 7. Sonríe a todos por amistad. Saluda a cada uno. La regla de oro debe ser, siempre a todos los usuarios, por su jerarquía y nombre. El nombre del usuario es el sonido más agradable en cualquier idioma que puedas oír. Nunca califique a sus usuarios por su apariencia o jerarquía:35 recuerde la tarea, olvide los rangos. Adapta tu respuesta al usuario. Un gran profesionista no tiene solamente un estilo: siempre se adapta. 9 Revista de Sanidad Militar 8. Oculta lo que piensas realmente. Los psicólogos solían pensar que una sonrisa genuina nunca miente. Las sonrisas falsas involucran solo la boca, mientras que las sonrisas reales (llamadas sonrisas Duchenne por los psicólogos) hacen que los ojos suban. En investigaciones recientes se sugiere que 80% de las personas puede fingir el gesto de los ojos de una sonrisa real. Por eso, las sonrisas pueden usarse para esconder lo que pensamos, aunque no es fácil fingir una sonrisa real porque el gesto de los ojos debe estar sincronizado correctamente con la sonrisa. La clave para una sonrisa de confianza es no hacerla tan rápida, una sonrisa normal tarda medio segundo en ocupar toda la cara. Una investigación encontró que en comparación con una sonrisa rápida (una décima de segundo en ocupar toda la cara), las lentas son juzgadas como más fiables, auténticas y coquetas. 9. Sonríe y (la mitad) el mundo te sonreirá. Uno de los simples placeres de la vida social, que pasa casi inadvertido por ser automático, es sonreírle a alguien y que te corresponda con una sonrisa. Como seguro se habrán dado cuenta, no todo el mundo responde con una sonrisa. La bibliografía sugiere que cerca de 50% de la gente devuelve el gesto. 10 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Sonreír no cuesta nada, es gratis. Cualquier persona que tenga relación con un usuario debería tener una sonrisa permanente porque, en la atención al usuario, una sonrisa puede llegar a valer mucho más que mil palabras. Cuando atendemos a una persona, usuario, visitante, paciente u otro, el hecho de sonreír y aportarle un poco de esa luz nos ayuda a conectar mejor con esa persona y a hacerla sentir bien atendida. El asunto de la sonrisa no debe dejarse solo en manos de la buena (o mala) voluntad de quienes atienden a los usuarios, sino que debe ser una noción importante para toda la estructura de la unidad, pues la sonrisa (física, telefónica u otra) es a menudo la primera tarjeta de presentación de la unidad y no está reñida, en absoluto, con el profesionalismo, más bien todo lo contrario, cuando se trata de estar en contacto con los usuarios. La sonrisa es tan importante como el uniforme del militar. Aunque sonreír no implica grandes esfuerzos, no es una acción que se desarrolle con frecuencia en el ambiente laboral ni en el trato directo con usuarios.37 10. Sonríe para vivir más. Si ninguno de estos estudios te convence para sonreír, entonces deberías considerar esto: las personas que sonríen viven más tiempo. Un estudio sobre fotos de beisbolistas efectuado en 1952 sugiere que quienes sonrieron vivieron siete años más que los que no.36 Una sonrisa puede disponer la actitud del usuario y cambiar su humor. Sirve para dar la bienvenida y expresar la buena disposición de atención que se tiene en un punto de ésta. Y más que eso, también aumenta la sensación de empatía con el interlocutor por lo que se generan lazos de confianza para suplir las necesidades. El usuario acude con nosotros porque somos quienes sabemos, y cuidaremos de él, y debemos demostrárselo siempre, ofreciéndole opciones sin perder de vista que nuestra palabra vale mucho. Saber sonreír debe ser un requisito para desempeñarse en el servicio de sanidad militar, sobre todo si se quiere tener éxito, construir una imagen sólida y ser un referente de buena atención. García-Hernández MR y col. El impacto de la sonrisa en la relación del servicio de sanidad militar Efectos de una sonrisa El contacto directo con los usuarios puede marcar una clara diferencia en el proceso de atención. Un usuario con una buena experiencia volverá no sólo por el servicio, sino también por una atención grata y eficiente. En primera instancia, una buena sonrisa “rompe el hielo” y no sólo desde un punto de vista profesional. Aunque satisfacer las necesidades y consultas del usuario es lo primordial, crear un contacto con calidez también es importante. Una sonrisa puede crear esa cercanía que un usuario tímido necesita. La mercadotecnia personal también se beneficia con esta práctica. Verse feliz, optimista y hacer sentir bien al usuario es una forma de fortalecer la imagen de la unidad médica. Una sonrisa no sólo tiene implicaciones físicas, también es casi imposible hablar de mala manera cuando se sonríe. La entonación de la voz y la intención cambian, se tornan más amigables. Por ello, también dirige la conversación, le imprime un tono grato y cordial. No toda sonrisa es bien vista. Es notorio cuando se finge una sonrisa o un estado de ánimo. Los músculos faciales se contraen de forma distinta como ya se señaló y cuando se sonríe forzosamente puede resultar contraproducente. Recuerde siempre que el trabajo con los usuarios requiere un trato personal, ameno y cálido. Les recomendamos complementar sus servicios de calidad con amplias y sinceras sonrisas para concretar la atención. Esto permitirá relajar el ambiente de trabajo y reducir las cargas de estrés.37 La atención al usuario es un esfuerzo permanente y no un ejercicio que dura un sexenio. Lo que a menudo falta es una sonrisa, un elemento clave de las interacciones y el servicio al usuario.38 (Figura 2) 1. Una sonrisa es más que una expresión. Sonreír no es un simple gesto facial: comunica un estado de ánimo y es la mejor manera de iniciar un contacto. 2. Una sonrisa comunica una forma de pensar. Más allá de considerarlo parte de una estrategia de servicio al cliente, una sonrisa es un reflejo de una organización porque es una validación de la promesa de esa organización. Ayuda a formar la primera impresión del usuario, una indicación de la promesa de ofrecer un servicio satisfactorio y esa actitud se contagia. 3. Una sonrisa es una actitud. Este gesto cuenta nuestra historia más allá de las primeras impresiones. Es un toque personal que extiende nuestra promesa de servicio al usuario y refleja nuestra pasión. 4. Una sonrisa es una invitación. Lo más importante es que sonreír establece un tono. Sienta las bases de una relación e inicia la confianza, la piedra angular de todas las relaciones. 39,40 El trabajo de Hildegard Peplau representa la influencia más significativa a nivel mundial en el desarrollo de la práctica de la enfermería Sonríe Recuerda que una sonrisa Comunica una forma de pensar Es más que una expresión Es una actitud Es una invitación La sonrisa es tan importante como el uniforme militar Figura 2. El impacto de la sonrisa en la relación del servicio de sanidad militar para con sus pacientes. 11 Revista de Sanidad Militar orientada hacia la psiquiatría. Su teoría de las relaciones interpersonales creó la base para definir el potencial significado de la enfermera no tan solo en el apoyo psiquiátrico sino como un agente terapéutico en todas sus acciones hacia y con el paciente. Ella señaló el significado de porqué las enfermeras deben enfocarse hacia el paciente, hacia el individuo que muchas de las veces es etiquetado. Su escrito clarificó el amplio rango de roles que la enfermera, en general y en particular, posee.39,40 No podemos controlar todo lo que se desarrolla durante las interacciones con los usuarios, pero sí podemos controlar la actitud que trasmitimos, como la amabilidad, la energía y la emoción, así como el compromiso de satisfacer deseos o necesidades del usuario. Esto deberá verse reflejado en la satisfacción del usuario, el mayor indicador de que estamos haciéndolo bien siempre serán las respuestas de los usuarios en nuestros buzones. A pesar de que una sonrisa no puede resolver todos los problemas, en muchos casos nuestra actitud puede triunfar sobre muchas complicaciones que ocurren durante la interacción y nuestra sonrisa puede convertirse en una ventaja competitiva. En pocas palabras: una sonrisa es uno de los componentes más fáciles de hacer e integra una estrategia de atención. La omisión de la sonrisa en la ecuación deja de lado el ingrediente decisivo en cualquier interacción personal. Y cuando olvidamos sonreír, nos olvidamos cómo hacerlo.38 La atención al usuario: más allá de las palabras Cada día, todos somos usuarios de algún servicio público. Y a todos nos gusta que nos atiendan con amabilidad y eficacia. ¿Qué ingredientes no verbales son clave para que el usuario se sienta satisfecho? 12 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Siempre hay que tratar bien a un usuario porque si está satisfecho habla bien de nuestro servicio. El servicio que brindamos ocurre gracias a la intervención de personas que tienen un papel decisivo. La actitud y la forma de comunicarse de todos los profesionales que intervienen en el proceso de atención hacen que esta experiencia, para el usuario, sea positiva o negativa. Y esto favorece la fidelidad. En la actividad interpersonal que desempeñamos durante el servicio es innegable que están los factores emocionales. Nos gusta sentir que somos importantes, que somos especiales, que no somos solo un número o un usuario al que hay que atender solo por atender. Amabilidad no verbal En el servicio de la unidad médica es imprescindible fomentar entre el personal la conciencia de que sin el usuario, no existiría el puesto de trabajo. Podemos trasmitir esta actitud a través de la comunicación no verbal. La comunicación no verbal precede a la verbal, en el sentido que es la primera que aprendemos e incorporamos antes. Algunas investigaciones ponen el acento en que la comunicación no verbal juega un papel más importante que la verbal en los procesos cotidianos de comunicación interpersonal. Se suele considerar que la palabra representa el 7% del contenido total de la comunicación; el tono de voz alcanza una representatividad del 38%; y el lenguaje corporal es el elemento más importante, conteniendo por sí mismo más de la mitad de la información que se pone en juego en los procesos de comunicación.41 En las funciones de los significantes no verbales, sonreír, en su función de comunicación, es decisiva.41 García-Hernández MR y col. El impacto de la sonrisa en la relación del servicio de sanidad militar He aquí un resumen, en 10 puntos principales, de los mensajes no verbales que reflejan esta actitud positiva y de servicio. 3,10,42,43 8. Ser diligente en la atención. Bien y de buenas. La espera sienta muy mal, especialmente si no hay motivos aparentes. Decálogo de la comunicación NO verbal en la atención al usuario 9. Mantener un volumen de voz agradable y cálido. Los gritos y el ruido ambiental provocan ganas de salir del local. 1. El servicio es responsabilidad de todos. Es pertinente establecer contacto visual con la persona que entra para demostrarle que la hemos visto, que nos importa, ¡que existe! Si seguimos con una tarea en la computadora, hablando por el teléfono, leyendo una revista o haciendo cualquier otra cosa es lo mismo que ignorarla. Esto causa una predisposición negativa en este usuario que se comportará con quien lo atiende de forma más seca, a la defensiva o exigente porque no tiene muchas expectativas de una buena atención. 2. Sonreír. La sonrisa es el gesto de la amabilidad por excelencia. Sin sonrisa no hay bienvenida. 3. Escuchar atentamente, asintiendo en señal de escucha y comprensión. Con la cabeza ladeada podemos tener un aspecto más amable y servicial. Tener clara la necesidad del usuario. 4. Además de recibir al usuario con la cabeza erguida, sin cruzar los brazos, con la mirada directamente a los ojos, escuchándolo con atención, respondiéndole con respeto, sin tutearlo y sin interrumpirlo cuando manifiesta el motivo de acudir al servicio.7 5. Levantarse de la silla para mostrar diligencia o guiar al usuario en su búsqueda (en donde sea necesario). La actitud siempre es de proactividad hacia el paciente. 6. Moverse con gestos suaves, sin brusquedad, sin ruidos. 7. Mantener una posición del cuerpo elegante y positiva, no cansada o de desgano. 10. Cuidar la imagen personal con un aspecto aseado y adecuado al puesto de trabajo es la primera muestra de respeto hacia el usuario. Cuidar el olor. Un ambiente cargado provoca sensaciones desagradables. No excederse en perfume, ya que el olor también es una forma de invasión del espacio de los demás. 11. Mantener limpios y ordenados los espacios de trabajo. El caos nos genera una sensación de falta de higiene y poca organización. La impresión que nos llevamos es negativa y no nos gusta permanecer en un sitio donde no hay orden. 12. El método CICERO para la comunicación con el paciente: 44 C, Concentración; I, Interés; Comunicación no verbal; E, empatía; R, rebuscar; y por último, O, la regla de oro, el afecto. Un lenguaje no verbal anti usuario. Quizá nuestro personal que desempeña estas tareas de contacto con el usuario se sienta poco valorado y cansado de las exigencias de los usuarios. Entonces, su lenguaje no verbal reflejará esta actitud y estado de ánimo. Cada vez es más importante brindar un servicio de calidad. Un buen servicio no se basa, exclusivamente, en la forma, sino en el fondo. La realidad es que para dar un buen servicio se requiere ser efectivo y eficiente. Esta experiencia tiene que resultar positiva para ellos. Si tienen que atender a 50 o más personas al día, son 50 o más oportunidades para relacionarse de una forma agradable, positiva y humana. Un buen trato reporta satisfacciones la mayoría de 13 Revista de Sanidad Militar las veces. Ayudar y hacer más agradable la vida de los demás también es placentero. No se hace para cumplir una orden, para evitar correctivos, sino por propio bienestar y el de los demás que son personas iguales a quien presta el servicio; se hace porque se siente valorado y respetado. Es una cuestión de empatía: se trata al usuario de la misma forma que se desea ser tratado.Tú también eres un usuario. Para lograr que el paciente sea primero debemos admitir que va de la mano con la experiencia de nuestro personal, misma que se debe facilitar y re-alimentar; no solo es aportar una atención con alto nivel de complejidad técnica, es también enfocarse en un trato amable y empático. Y si el argumento es “sonreír todo el día es cansado”: no, al contrario, es factible que ayude a ser más relajado, a hacerle sentir mejor físicamente, más positivo y enérgico. Podemos elegir nuestra expresión del rostro, el tono de voz y la actitud corporal y según lo que elijamos estaremos potenciando un tipo de emociones u otras. Al elegir mala cara, elijo el mal humor, la agresividad, el cansancio. Y los demás me corresponderán con la misma moneda. Las emociones se contagian. Con una gestualidad abierta, positiva y activa cada persona puede iniciar un proceso benéfico para su salud, para su estabilidad emocional y para manejar mejor las relaciones con los demás. Recuerda que la relación con el usuario es cosa de dos y el servicio de sanidad militar tiene la obligación de tratar amablemente al usuario: es su deber como profesional y como persona. El usuario tiene la obligación de dirigirse con educación a cualquier profesional, facilitando la labor de este trabajador que está al servicio de los usuarios. El servicio de sanidad militar tiene trabajo gracias al usuario y todos tenemos un buen servicio gracias a los profesionales. 7-10 14 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 El grado de satisfacción del usuario es congruente con la actitud de todo el personal de sanidad militar, incluido el médico que establece la relación médico-paciente, determinada por la cortesía al recibirlo, la actitud al interrogarlo y durante la exploración física, la imagen de confianza que se proyecta durante la atención, la forma como se presta el servicio, el interés mostrado, la permisividad para la participación del usuario en el proceso de atención y la atención en general. En la unidad médica se reconoce un lugar y una población acostumbrada a la disciplina, en donde se debe tratar con respeto y cortesía al usuario. Errar es de humanos pero hay que aprender. Se destaca la importancia de la educación profesional del servicio para valorar la relación servicio de sanidad militar-paciente y lograr trasmitir confianza en procedimientos y tratamientos médicos y asesoramiento científico en prácticas alternativas.10 “La vida se domina sonriendo, o no se domina.” Proverbio chino Agradecimientos: al personal de enfermería de la Unidad Médica de Consulta Externa de la Secretaría de la Defensa Nacional, Dirección General de Sanidad: Sgto.1º A.A.E. Guillermina Arroyo Scougall, Sgto.1º A.A.E. Jorge Armando López Ramírez, Cabo A.A.E. Ananila Cristóbal Vite, Cabo A.A.E. María de los Ángeles Hernández Saavedra, Cabo A.A.E. Angélica Orozco Galván, Soldado A.A.E. América Yuridiana Méndez González y Soldado A.A.E. Rosalba Celedonio Nájera quienes con su labor cotidiana y abnegada materializan una atención de calidad. REFERENCIAS 1. Mumford J, Potdevin P. Coaching para dummies. Capitulo 21: Diez acciones diarias que mantienen el equilibrio. 1ª ed. 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Los mecanismos antioxidantes celulares suelen afectarse en ciertas ocasiones; no obstante, la alimentación puede complementarlos con una gran variedad de sus compuestos activos (polifenoles) contenidos en frutas, verduras, especias aromáticas y granos, principalmente el cacao y el chocolate obscuro. Los polifenoles de la dieta, previa interacción con la microbiota intestinal, pueden modular la respuesta inflamatoria endotelial, mejorar la biogénesis mitocondrial e incrementar la captación de glucosa. También tienen la capacidad de evitar o retardar la aparición de enfermedades, por lo que resulta interesante combinar una dieta con los diferentes polifenoles, con la esperanza que nos libre de una polifarmacia. Reynaldo de Jesús Michel-Aceves1 Ana Celia Izeta-Gutiérrez2 Franco Lira Marisela3 Salvador Marín-Beltrán4 José Antonio Vázquez-Galeana4 Saraid Cerda-Reyes5 Lilian Calderón-Garcidueñas6 Cor. M.C. director del Hospital Militar de Zona, Campo Militar 1-A. 2 Cor. M.C. departamento de Cuidados Intensivos Cardiovasculares, Hospital Central Militar, 3 Tte. Cor. M.C. Ret. Hospital Ángeles, Puebla, Puebla. 4 M.M.C. Hospital Militar de la Mujer y Neonatología. 5 M.M.C. Unidad de Especialidades Médicas. 6 Center for Structural and Functional Neurosciences, University of Montana. 1 Palabras claves: óxido-reducción, especies reactivas de oxigeno, estrés oxidativo, disfunción endotelial, antioxidantes, polifenoles, microbiota. The dark chocolate and polyphenols our daily ABSTRACT From The redox cellular process essential for life, results free radicals (RL) and reactive oxygen species The redox imbalance is called "oxidative stress" that induces endothelial dysfunction: environmental pollution and other stimuli are inducers of oxidative stress, and endotelial dysfunction, leading to a chronic inflammatory state, with at least 100 related diseases. (diabetes, obesity, arterial hypertension, Alzheimer's and physiological processes such as aging). Cellular antioxidant mechanisms are frequently exceeded, our food can complemented with a variety of antioxidants (polyphenols) contained in fruits, vegetables, spices and grains such as cocoa, and dark chocolat, polyphenols with a previous interaction with the intestinal microbiota, can modulate endothelial inflammatory response, improve mitochondrial biogenesis, increasing glucose uptake, it has the potential to prevent or delay onset of disease, therefore we can achieve a diet with a variety of polyphenols, hoping to free us from polypharmacy. Keywords: Redox, reactive oxygen species, oxidative stress, endothelial dysfunction, antioxidants, polyphenols, microbiota. www.nietoeditores.com.mx Recibido: 27 de mayo 2015 Aceptado: 25 de enero 2016 Correspondencia Cor. M.C. Michel Reynaldo de Jesús Director del Hospital Militar de Zona Campo Militar 1-A [email protected] 17 Revista de Sanidad Militar "Que tu alimento sea tu medicina, y que tu medicina sea tu alimento". Hipócrates. El proceso de óxido-reducción desempeña funciones importantes en la fisiología celular, pues abarca desde la producción de energía hasta la renovación de membranas celulares;1 sin embargo, también generan la formación de radicales libres y especies reactivas de oxígeno.2 La regulación adecuada del estado de reducción y oxidación (redox) es fundamental para la viabilidad celular y la función de los órganos. El desequilibrio del proceso de óxido-reducción se conoce como "estrés oxidativo". Diferentes estímulos (contaminación ambiental, radiaciones de todo tipo, hábitos tóxicos [tabaquismo, alcoholismo y estupefacientes], alimentación inadecuada, exposición a sustancias tóxicas (fertilizantes y pesticidas), elevado estrés físico o psicológico) pueden alterar el funcionamiento celular normal y provocar un exceso de radicales libres y especies reactivas de oxígeno, lo que resulta en estrés oxidativo. La importancia de las especies reactivas de oxígeno radica en que producen la oxidación de lípidos, proteínas y ADN. Al alterarse el metabolismo celular inducen la liberación de diversas citocinas que generan la respuesta inflamatoria en el endotelio vascular.1-3 El endotelio vascular es una fina capa celular, que forma el recubrimiento interno de los vasos sanguíneos, linfáticos, cavidades cardiacas y de los ventrículos cerebrales. El endotelio tiene una extensión aproximada de 1,500 m2 y se considera el órgano más grande del cuerpo.4 Al mismo tiempo representa un blanco y elemento activo en todos los procesos fisiológicos y patológicos, es decir, interviene en la salud y la enfermedad, participa activamente en la respuesta inflamatoria y los procesos inmunológicos, además de sintetizar moléculas con 18 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 diversas funciones vasoactivas, hormonales, neuropéptidos, neurotransmisores, citocinas, factores de crecimiento, moléculas de adherencia y receptores de membrana, solo por citar las más importantes. Actualmente se considera a la disfunción endotelial un factor de riesgo para desencadenar un proceso inflamatorio crónico (debido a la respuesta de diferentes estímulos), pues provoca la sobreproducción de especies reactivas de oxígeno y, por ende, estrés oxidativo: una reacción en cadena que con el paso del tiempo genera enfermedades específicas.5,6 En las últimas dos décadas se ha reconocido la participación del estrés oxidativo y disfunción endotelial en el inicio y evolución de poco más de 100 procesos fisiológicos alterados y múltiples enfermedades.1-3,6 Entre los procesos fisiológicos implicados está el envejecimiento y algunos padecimientos como: aterosclerosis, cáncer, diabetes mellitus, hipertensión arterial, inflamación, enfisema pulmonar, neuroinflamación, deterioro cognitivo y bajo rendimiento escolar, demencia senil, enfermedad de Alzheimer o Parkinson.4-6 Aunque el panorama no parece muy alentador, no todo está perdido; los efectos biológicos de las especies reactivas de oxígeno en la salud y enfermedad de los seres vivos son regulados por mecanismos intracelulares. Los más importantes se relacionan con un grupo de enzimas denominadas antioxidantes: superóxido dismutasa, glutatión peroxidasa, glutatión reductasa y catalasa, entra las más conocidas. Con frecuencia estos mecanismos normales se ven rebasados en su capacidad. Desde hace tiempo se conocen compuestos naturales con funciones antioxidantes en forma de vitaminas, minerales u otros nutrientes como: vitamina E, carotenoides, flavonoides, fenoles, fitoestrógenos, selenio, manganeso, ácido lipóico y coenzima Q10. Recientemente las investigacio- Michel-Aceves RJ y col. El chocolate obscuro y los polifenoles nes se han enfocado en otros compuestos, por ejemplo: fitonutrientes fenólicos (polifenoles), que se encuentran en concentraciones variables en frutas, vegetales, granos y especias aromáticas (clavo de olor, orégano, romero y canela) disponibles en los alimentos comunes. Se han identificado alrededor de 8,000 tipos; no todos han sido estudiados, pero se han demostrado sus efectos positivos para la salud.6-8 Entre los polifenoles, los flavonoides constituyen el grupo más importante. Incluyen más de 5,000 compuestos bien identificados y se clasifican en 6 subgrupos: flavonoides, flavonas, flavononas, isoflavonas, antocianinas y catequinas 9 Los flavonoides, flavanoles, catequinas, epicatequinas y procianidinas se encuentran en el cacao, los arándanos y el vino tinto. Los efectos del vino tinto en la salud cardiovascular han sido bien estudiados desde su descripción en la década de 1980, con la publicación de la denominada “paradoja francesa.”10 Recientemente se ha dado importancia a los beneficios del chocolate obscuro para la salud cardiovascular y el sistema nervioso central. Como bebida milagrosa y euforizante, maravilló a los españoles por el uso que le daban los aztecas y cuyos efectos se describieron en los códices Badiano y Florentino.11-12 Con el paso del tiempo se ha considerado al chocolate desde una medicina, o solo una bebida euforizante con fines afrodisíacos, hasta ser prototipo de un estilo de vida inadecuado, promotor de caries dentales y obesidad. En las últimas dos décadas se han publicado los efectos benéficos del cacao y el chocolate obscuro para la salud. Con esos datos el chocolate se ha reposicionado en su reputación primaria: un delicioso “alimento-medicina”.13 La composición de los granos de cacao consiste en: 54% manteca de cacao, 11.5% proteínas, 9% celulosa, 7.5% almidón y pentosanos, 6% taninos, 5% agua, 2.6% oligoelementos y sales, 1.2% teobromina, 1% azúcares y 0.2% cafeína. El chocolate contiene elevadas concentraciones de flavonoides, principalmente catequinas, epicatequinas y procianidinas. Dentro de estos compuestos, las catequinas del chocolate tienen 4 veces más efecto antioxidante que el té. El licor de cacao, cocoa y chocolate son términos diferentes y no son intercambiables. El licor de cacao contiene 55% de manteca de cacao y juntos comprenden los sólidos del cacao. La cocoa es el componente no graso del licor de cacao (granos de cacao finamente molidos que se utilizan para preparar el chocolate, o bien, como cocoa en polvo para preparar bebidas y cocinar). El chocolate se elabora mediante la combinación de cocoa, manteca de cacao, azúcar, vainilla, canela, etc., según la receta de cada productor.14-16 Aún se discute si el consumo de bebidas con abundante concentración de polifenoles disminuye su actividad antioxidante cuando se mezcla con leche. Estudios metabólicos y epidemiológicos indican que el consumo regular de productos derivados del cacao incrementa la concentración plasmática de antioxidantes, que pueden prevenir la oxidación del colesterol-LDL y proteger contra enfermedades cardiovasculares, además de tener efecto antiagregante plaquetario y vasodilatador, mediado por el óxido nítrico.17-19 Los efectos de los flavanoles del cacao en la cognición y circulación sanguínea cerebral resultan interesantes. Para mantener el funcionamiento óptimo del cerebro es importante tener un flujo sanguíneo cerebral adecuado y asegurar el suministro requerido de oxígeno y glucosa para las neuronas y favorecer la excreción de residuos tóxicos.19 Los flavanoles del cacao son eficaces para contrarrestar la disfunción endotelial asociada con el envejecimiento; por tanto, deben indicarse en sujetos de edad avanzada.20 Otra 19 Revista de Sanidad Militar de sus funciones es la estimulación de la angiogénesis. Es importante considerar el potencial del chocolate para limitar la degeneración neuronal y prevenir o retrasar el deterioro cognitivo relacionado. Un estudio efectuado en la Ciudad de México para evaluar la disfunción endotelial relacionada con la contaminación ambiental, con mediciones de la calidad del aire (principalmente PM 2.5 y ozono), en niños sanos de 8 a 12 años de edad reportó concentraciones séricas elevadas de endotelina-1 y mediante estudios de resonancia magnética cerebral y espectroscopía se detectaron grandes cantidades de proteína TAU y amiloide en los lóbulos frontales. Ambas proteínas se consideran los principales marcadores asociados con enfermedades neurodegenerativas, principalmente Alzheimer y Parkinson; por su parte, la endotelina-1 es el vasoconstrictor más potente, además de un marcador de disfunción endotelial.21 En ese trabajo se administró la preparación de chocolate con 60% de cacao (620 mg de flavanoles). Después de 2 semanas de ingerir 30 g/día se observó disminución de 50% en las cifras de endotelina-1 y mejor función cognitiva. Estudios recientes establecen la reversibilidad de la hipoperfusión cerebral mediada por la endotelina-1 en pacientes con esclerosis múltiple.21 La investigación concluyó que los niños de la Ciudad de México exhiben hiperintensidades en la materia blanca prefrontal, extensas lesiones vasculares difusas con ruptura de la barrera hematoencefálica y altas concentraciones plasmáticas de endotelina-1 provocadas por los elevados índices de contaminación ambiental, todos los días y en el mismo horario. Estos resultados sugieren que la inflamación cerebral y pulmonar puede ser la principal fuente de endotelina-1. El daño vascular cerebral focal, la hipoperfusión y las lesiones hiperintensas de la sustancia blanca pueden alterar la conectividad neural y, por lo tanto, la cognición.21-22 20 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 El consumo de alimentos funcionales representa una opción prometedora en niños que residen en zonas urbanizadas, para disminuir los efectos perjudiciales de la endotelina-1 provocados por la contaminación ambiental, además de considerar el daño adicional en los vasos sanguíneos y el corazón, los riñones, el sistema endocrino y sistema nervioso central, y la disfunción cognitiva.22 Los efectos protectores de los flavonoides, desde las primeras etapas de la exposición a la contaminación ambiental y al estrés oxidativo, representan un tema importante durante la infancia y adolescencia, etapa en la que el rendimiento cognitivo es crítico.23,24 Es necesario investigar la respuesta de los flavanoles del cacao en sujetos que residen en las grandes ciudades de todo el mundo. Esto es fundamental, porque la respuesta metabólica relacionada con los contaminantes ambientales no sólo depende de los componentes tóxicos del aire o de sus concentraciones, sino también de los antecedentes genéticos de la población expuesta, su régimen alimenticio y la microbiota intestinal (un factor recientemente estudiado).25 El chocolate puede considerarse un prebiótico. El estudio actual de los efectos benéficos del cacao y sus derivados en la salud se ha observado en estudios moleculares, que hasta el momento han recibido poca atención. Recientemente se investigó la función del cacao en la regulación y composición de la microbiota intestinal, inflamación, protección neuronal, estrés oxidativo, obesidad, resistencia a la insulina y control de la diabetes. Gracias al avance de las tecnologías analíticas se han descifrado las vías metabólicas del cacao, que proporcionan información esencial de sus efectos benéficos.25-29 El cacao estimula la pérdida de peso, pues mejora la biogénesis mitocondrial, además de incrementar la captación de glucosa en el músculo mediante la inserción de un transportador de glucosa-4 en la membrana de todos los músculos esqueléticos.28,29 Si la obesidad es un problema Michel-Aceves RJ y col. El chocolate obscuro y los polifenoles de salud pública en México y el mundo (donde la resistencia a la insulina es parte del cuadro clínico), la pérdida de peso y la disminución de la resistencia a la insulina con suplementos de cacao representa un efecto deseable en niños y adultos.30 Los polifenoles del cacao incrementan la cognición y mejoran el estado de ánimo, estimulan la protección neuronal y activan el factor neurotrófico derivado del cerebro ([BDNF] una neurotrofina esencial para el desarrollo y mantenimiento del sistema nervioso). El BDNF desempeña un papel importante en la cognición, el aprendizaje y la memoria; por tanto, tiene potencial terapéutico para la enfermedad de Alzheimer.19,31 Además, los polifenoles del cacao, una vez procesados por la microbiota, influyen en la permeabilidad intestinal, disminuyen la liberación de inmunoglobulina E, modulan la respuesta inmunitaria en las alergias32,33 y reducen los procesos inflamatorios mediante la inhibición del factor nuclear-kb. Después de conocer los diversos beneficios para la salud asociados con el consumo de chocolate, resulta ser una delicia gastronómica y un factor potencial para la prevención y tratamiento de algunas enfermedades.30 El tiempo y los ensayos clínicos darán mejores respuestas y colocarán en el lugar correspondiente al cacao y sus derivados, particularmente al chocolate obscuro (polifenoles), que de momento cobra importancia para incluirlo en nuestra alimentación, pues sus compuestos se encuentran en diferentes alimentos como: frutas, verduras, granos y especias aromáticas. En los adultos debe considerarse la indicación de vino tinto, debido a su función reguladora, protectora y preventiva de enfermedades cardiovasculares y envejecimiento celular. Debemos intentar equilibrar el estilo de vida activo y frugal, que nos aleje de la dependencia de alguna polifarmacia.33 REFERENCIAS 1. Sies H. Introductory remarks. In: Sies H, editor. Oxidative stress. 1st ed. 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Debido a que el material procede de la línea germinal humana, los problemas éticos despertados por esta manipulación genética han sido – y seguirán siendo – resueltos por organizaciones formales, nuevas y ad hoc, en Inglaterra y Estados Unidos. Palabras clave: mutaciones mitocondriales, línea germinal humana, manipulación genética. Three-parents babies ABSTRACT Mitochondrial human genetic diseases lack any medical treatment. Nevertheless, progress in Molecular Biology and In Vitro Fertilization is beginning to offer a solution: Mitochondrial Replacement. The procedure involves the utilization of a donated oocite with non-mutagenic variations and without nuclear genome as a receptor of the nuclear genome of the affected parents. The ethical problems inherent to this human germline genetic manipulation are being addressed by the inception of ad hoc authorities in England and U.S. Key words: Mitochondrial replacement, human germline genetic manipulation. www.nietoeditores.com.mx Recibido: 3 de noviembre 2015 Aceptado: 9 de febrero 2016 Correspondencia Cor. M.C. Ret. Doctor en Bioquímica Mario Castañeda Morales Flores Magón 1711 91910, Veracruz, Veracruz. [email protected] 23 Revista de Sanidad Militar La biomedicina se ha enriquecido enormemente debido al gran desarrollo que ocurre desde el siglo pasado, primero conceptual y luego técnico, dentro de la biología molecular1 y sus áreas afines. La demostración de las bases moleculares de la herencia, los mecanismos del flujo de información y regulación genética, la manipulación de bloques de secuencias nucleotídicas, secuenciación de diversos genomas (incluido el humano) y la modificación de secuencias de bases en genes de interés para la industria y la medicina, han puesto al alcance del médico y el paciente intervenciones específicamente dirigidas a enfermedades hereditarias, cancerosas (disponiendo por fin de los mecanismos inmunitarios y ayudados por virus oncolíticos) o reumatoides (con el bloqueo del factor de necrosis tumoral como prototipo). Las enfermedades trasmitidas por el genoma mitocondrial (mtADN) se han visto rezagadas por su enorme complejidad; sin embargo, debido a la actual experiencia en fertilización in vitro, este campo de herencia mitocondrial se encuentra al alcance de medidas intervencionistas a nivel técnico. Con ello, la biomedicina sigue compitiendo cada vez más fuerte y rápidamente con la evolución natural del humano. Las tragedias biológicas, como las plagas por infecciones (tuberculosis y SIDA con 1.5 y 1.2 millones en 2014, respectivamente, representaron las principales causas de muerte por enfermedades infecciosas en todo el mundo, según el reporte de la OMS en 2015), la fiebre puerperal (el primer ejemplo del uso exitoso de estadística en medicina), entre otras enfermedades (cardíacas), están siendo mejor tratadas y las terapias basadas en evidencia, y no en opinión, siguen tomando su lugar. Actualmente la manipulación humana de su propia herencia es un campo fascinante y preocupante a la vez. La transferencia de material genético siempre ha existido en la naturaleza. Es común en vi- 24 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 rus y bacterias (procariotes), que además de trasmitirlos verticalmente (de padres a hijos) lo hacen entre ellos mismos de manera lateral. En organismos eucariotes (células con núcleo anatómicamente definido), la trasmisión es fundamentalmente vertical, aunque estas células son en realidad híbridos entre bacterias y procariotes originales. Este suceso apareció hace más de mil millones de años y se conserva hasta la fecha. Las mitocondrias (organelos de células eucariotas animales) son estructuras de origen bacteriano que fueron asimiladas por el proceso de endosimbiosis. Lo mismo sucedió con los cloroplastos de las células vegetales. Durante ese proceso de vida unitaria, la mayor parte de los genes originales de la mitocondria han migrado al núcleo eucariote, que recíprocamente suple con sus genes nucleares las funciones importantes de la mitocondria, con la finalidad de formar una unión indisoluble, es decir, una unión de interdependencia mutua. Las mutaciones patogénicas de la función mitocondrial se originan en los genes localizados en la mitocondria y el núcleo eucariote, y representan el grupo más complejo de enfermedades hereditarias.2 Por si fuera poco, no existe una sola mitocondria por célula, sino miles de ellas; además, cada una contiene incluso una decena de copias de mtADN y no todas las copias contienen secuencias nucleotídicas iguales (homoplasmia), sino diferentes dentro de una misma célula (heteroplasmia) y entre diferentes células del organismo. Esta es la razón de que hasta ahora no exista una opción clínica viable para evitar la trasmisión vertical de dichos padecimientos a la progenie. Las únicas opciones, sobre todo en mutaciones homoplásticas, se limitan a la donación de óvulos o la adopción. Cuando las mutaciones permiten llegar a la etapa adulta de la persona, solo es posible controlar las complicaciones cardíacas, diabéticas y epilépticas. La mayor parte son fatales en etapas tempranas, debido a la alteración de la síntesis de Castañeda-Morales M. Niños nacidos de tres progenitores biológicos proteínas en las mitocondrias y la replicación de su ADN. Cuando el defecto se localiza en el proceso de fosforilación oxidativa, específicamente relacionado con ubiquinona (otro acarreador de electrones), entonces puede indicarse su suplementación en la dieta. Hasta el momento no han sido confiables las investigaciones que han intentando aumentar la función mitocondrial en modelos animales. Los trasplantes han representado una opción viable dentro de la medicina; por ejemplo, el de órganos corporales (riñón, hígado o corazón) por lesiones y disfunción, células hematopoyéticas en pacientes con cáncer sanguíneo, incluso el de miembros y cara en situaciones o accidentes complejos. Ante este panorama surgen diversas preguntas: ¿Pueden trasplantarse los organelos mitocondriales del óvulo? 1) desde luego, pero es necesario deshacerse de todas y cada una de las mitocondrias, 2) es difícil identificar y localizar a las que contienen el mtADN patogénico, y 3) aún si fuera posible, el daño infligido al óvulo sería grande. Quizá lo más conveniente sea extraer el núcleo sano del óvulo o del pronúcleo del cigoto y colocarlo “en casa nueva”, sin inquilinos, claro. Es decir, para esto se requiere de la célula germinal índice (primer progenitor), de la fecundación espermática (segundo progenitor) y de una donación a la madre, de otra femenina con mtADN no patogénico y sin información genética nuclear (tercer progenitor). En caso de utilizar el cigoto de la paciente, la manipulación se inicia en dos vías paralelas: a) el oocito es fertilizado para obtener el cigoto, y b) el óvulo donado, previamente fertilizado y en etapa de pronúcleo, es enucleado. Posteriormente: c) el pronúcleo de a) es transferido al cigoto enucleado de b). Estos ensayos, conocidos como reemplazo mitocondrial, se han realizado en oocitos humanos.3,4 ¿Esta opción ofrece un “final feliz” para las madres y las parejas afectadas, incluso para la sociedad en general y la médica en particular? La vida y la medicina son entidades complejas. Las “soluciones” son parciales y presentan complicaciones inherentes; por ejemplo: en pacientes con infarto cerebral ¿debe omitirse la prescripción de anticoagulantes o indicar tratamiento con rtPA durante las primeras 3 a 4 horas y provocar la hemorragia cerebral? Desde el punto de vista biológico, el genoma humano incluye al mtADN. Si bien es cierto que cada molécula de mtADN contiene solo 17,000 pares de bases y 37 genes versus la nuclear de 3,000 millones de pares de bases y casi 20,000 genes, entonces deducimos que 1,500 genes nucleares están implicados en la función mitocondrial y, viceversa, el intercambio mitocondrial en dos cepas de Drosophila melanogaster (moscas de la fruta) afecta a 1,000 genes nucleares. Incluso en ratones se obtienen resultados semejantes. Si todo progresara bien, ¿Esta opción es favorable para realizar una mayor manipulación del genoma humano? y ¿Abrirá un camino hacia la eugenesia? La sociedad actual maneja bien la eufenesia, es decir, la cirugía plástica facial, la remodelación de senos, cadera y glúteos, hasta la liposucción; todo ello sin una buena regulación. Aunque implica sólo un cambio estético para obtener un fenotipo visual particular, no se tienen problemas éticos con este abordaje; sin embargo, el fantasma de la eugenesia es un asunto serio que debemos reconocer y tomarlo en cuenta. También es importante considerar qué hacer si la ética es un pensamiento y una actividad de carácter reactivo, que se activa en respuesta a los nuevos sucesos, sobre todo en procesos biológicos donde a pesar de una constante exploración del panorama “la liebre salta donde menos se espera”. 25 Revista de Sanidad Militar Los riesgos encontrados en la mosca y el ratón tienen la gran objeción de tratar con organismos altamente consanguíneos que resultan de la selección humana, con el objeto de obtener cepas “puras” y eliminar variaciones individuales en la explicación de resultados experimentales. Esta situación favorece los resultados de combinaciones incompatibles. Teórica y prácticamente tienen poca importancia en el humano. Hace 40,000-50,000 años tuvimos apareamientos sexuales con Homo neanderthalensis. Actualmente, 5 a 10% de nuestro ADN proviene de ellos. Las poblaciones humanas han seguido entremezclándose y no se ha identificado ninguna alteración de incompatibilidad mitocondria-núcleo. Estos y más aspectos detallados se han consultado, durante varios años, con investigadores y el público en Inglaterra a través del UK Human Fertilisation and Embryology Authority. Como resultado, el Parlamento Inglés aprobó a principios del 2015 el procedimiento de reemplazo mitocondrial en el humano. Su aplicación es específica y sólo para evitar enfermedades serias; queda prohibido como tratamiento de infertilidad o para editar y cambiar secuencias nucleotídicas. Los centros de reproducción que realicen el procedimiento serán aprobados con una licencia que garantice su competencia y cada paciente tendrá que seleccionarse individualmente. Además, dichos centros estarán 26 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 obligados al monitoreo clínico de los niños nacidos. El cálculo de mujeres elegibles es aproximadamente de 150 por año en Inglaterra y de 800 por año en Estados Unidos, evaluadas a través del Instituto de Medicina y la FDA. Esas disposiciones y su puesta en práctica servirán de referencia para futuras intervenciones del ADN. Las técnicas moleculares para realizar la cirugía fina en sitios precisos del ADN existen desde hace algunos años. Su aplicación en humanos es profesionalmente adecuada y superior a las opciones actuales, además de ser éticamente aceptables. Por ejemplo, ¿acaso es preferible someter a una paciente con mutaciones patogénicas en sus genes BRCA1/BRCA2 a mastectomía bilateral e implantes posteriores, en lugar de editar dichas secuencias? El futuro es, sin duda, más interesante y complejo, o simplemente complejo y por ello más interesante. REFERENCIAS 1. Castañeda, M. Antología de biología molecular. 2ª ed. México: UNAM, 1985. 2. Lightowlers R, Taylor R y Turnbull D. What is new in mitochondrial disease, and what challenges remain? Science 2015;349:1494-1499. 3. Tachibana M, Amato P, Sparman M, Woodward J, Sanchis DM, Ma H, et al. Towards germline gene therapy of inherited mitochondrial diseases. Nature 2013;493:629-631. 4. Paull D, Emmanuele V, Weiss KA, Treff N, Stewart L, Hua H, et al. Nuclear genome transfer in human oocytes eliminates mitochondrial DNA variants. Nature 2013;493:632-637. Artículo original Rev Sanid Milit Mex 2016;70:27-32. Tratamiento de la embolia pulmonar con trombolisis dirigida por catéter asistido por ultrasonido (EKOS) RESUMEN Antecedentes: el embolismo pulmonar masivo se caracteriza por inestabilidad hemodinámica o colapso circulatorio y el pulmonar submasivo, o de riesgo intermedio, se asocia con disfunción ventricular derecha, a su vez vinculada con elevación de biomarcadores de daño miocárdico (troponina I) y presión arterial normal. Hugo Gutiérrez-Leonard1 Luis Enrique Berumen-Domínguez2 Aldo Siney Hernández-Casas3 Higinio García-Velásquez4 Bruno Fuentes-Córdova4 Ricardo Aguilar-Oliva3 Cor. M.C., cardiólogo intervencionista, jefe del área de Medicina Interna. 2 M.M.C., cardiólogo intervencionista, jefe del servicio de Hemodinamia. 3 M.M.C., residente de Cardiología Intervencionista. 4 Residente de Cardiología Intervencionista. Hospital Central Militar, Ciudad de México. 1 Objetivo: evaluar los resultados del tratamiento con aspiración con catéter y trombolisis dirigida en pacientes de riesgo intermedio y alto con contraindicación para trombolisis sistémica. Material y método: estudio piloto, no comparativo, en un solo centro (Hospital Central Militar, Ciudad de México) efectuado en pacientes a quienes se realizó angiografía pulmonar con trombectomía por aspiración con catéter JR 8 Fr y aplicación de trombolítico dirigido por catéter, con asistencia de ultrasonido (EKOS), con infusión continua del fibrinolítico durante 10 a 20 horas. Al día siguiente se les realizó una angiografía pulmonar de control para valorar el retiro del sistema EKOS o efectuar otra intervención. Resultados: se estudiaron 17 pacientes, casi todos con riesgo intermedio de mortalidad temprana por tromboembolia pulmonar, con 82% (n=14). El índice de Miller alto (>0.522) antes de la intervención se observó en 52.9% (n=9) y posterior a la intervención en 5.8% (n=1). Palabras clave: embolia pulmonar, trombectomía percutánea, trombolisis, índice de Miller, hipertensión pulmonar. Treatment of pulmonary embolism with catheter-directed thrombolysis assisted by ultrasound (EKOS) ABSTRACT Background: Massive pulmonary embolism is characterized by hemodynamic instability or circulatory collapse and submassive or intermediate-risk lung, is associated with right ventricular dysfunction, in turn linked with elevated biomarkers of myocardial injury (troponin I) and normal blood pressure. www.nietoeditores.com.mx Recibido: 14 de octubre 2015 Aceptado: 3 de febrero 2016 Correspondencia Cor. M.C. Hugo Gutiérrez Leonard José Rubén Romero 1 53100 Naucalpan, Estado de México. [email protected] 27 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Objective: To evaluate the results of treatment with aspiration catheter directed thrombolysis in patients with intermediate and high risk with contraindications to systemic thrombolysis. Material and methods: Non-comparative, single-center (Hospital Central Militar, Mexico City) performed in patients in whom pulmonary angiography was performed aspiration thrombectomy catheter 8 Fr JR and application of thrombolytic catheter directed, assisted by ultrasound (pilot study EKOS), with continuous infusion of the fibrinolytic for 10 to 20 hours. The next day he underwent pulmonary angiogram to assess EKOS removal system or make new intervention. Results: The group of 17 patients, most patients are stratified in to an intermediate risk of early death from pulmonary thromboembolism, 82% (n = 14). Miller's score high (>0.522) before surgery was observed in 52.9% (n = 9) and after the intervention was 5.8% (n = 1). Key words: Pulmonary embolism, percutaneous thrombectomy, thrombolysis, Miller score, and pulmonary hypertension. ANTECEDENTES El embolismo pulmonar es un padecimiento que puede amenazar la vida; es causa de más de 300,000 muertes anuales en Estados Unidos, con incidencia de más de 600,000 casos al año. La tasa de mortalidad en los primeros tres meses posteriores al diagnóstico de embolismo pulmonar es de entre 15 y 18%.1-4 El embolismo pulmonar masivo se caracteriza por inestabilidad hemodinámica o colapso circulatorio y es un padecimiento de alta letalidad, asociado con riesgo de mortalidad incluso tres veces superior en comparación con los pacientes que permanecen hemodinámicamente estables;5-7 por lo general la muerte sobreviene en el trascurso de la primera hora posterior a la manifestación clínica. El embolismo pulmonar submasivo, o de riesgo intermedio, es el que se asocia con disfunción ventricular derecha y elevación de biomarcadores de daño miocárdico (troponina I) y presión arterial normal. Los pacientes en esta situación están en riesgo de evolución de la enfermedad si no se tratan oportunamente. (Cuadro 1) 28 La estrategia de tratamiento óptimo es motivo de controversia porque la letalidad del embolismo pulmonar es comparable con la del infarto agudo de miocardio, sin que haya sido posible alcanzar una reducción de la mortalidad en las tres décadas pasadas,8-10 debido a la falta de estudios con asignación al azar que respalden de forma contundente una modalidad de terapéutica ideal. Para los pacientes con inestabilidad hemodinámica secundaria a embolismo pulmonar masivo el tratamiento de elección es la fibrinólisis sistémica.11-15 Aún es escasa la evidencia que favorezca la trombolisis dirigida por catéter; sigue siendo superior el tratamiento con trombolisis que la anticoagulación sistémica con heparina no fraccionada (HNF) o de bajo peso molecular en relación con una resolución más oportuna del embolismo pulmonar y la restauración de la función del ventrículo derecho.16,17 Desde la introducción de la heparina no fraccionada hace más de 4 décadas, la anticoagulación ha sido el tratamiento de la trombosis venosa profunda y del embolismo pulmonar; su efectivi- Gutiérrez-Leonard H y col. Tratamiento de la embolia pulmonar por EKOS Cuadro 1. Clasificación de la gravedad de la embolia pulmonar Embolismo pulmonar de bajo riesgo Mortalidad < 1% Embolismo pulmonar agudo sin hipotensión arterial, concentraciones normales de biomarcadores de daño miocárdico y sin evidencia de disfunción del ventrículo derecho. Embolismo pulmonar de riesgo intermedio Mortalidad 9.5% 1. Embolismo pulmonar agudo sin hipotensión arterial: TA > 90 mmHg. 2. Disfunción ventricular derecha por ecocardiografía o tomografía computada. - Elevación del BNP > 90 pg/mL - Cambios electrocardiográficos: a) BRDHH de nueva aparición. b) Elevación o depresión del segmento ST e inversión de la onda T de localización anteroseptal. - Elevación de biomarcadores de necrosis miocárdica: a) TrI > 0.04 ng/mL. dad radica en prevenir la formación del trombo, activa la fibrinólisis endógena que permite la disolución del trombo de manera gradual en un periodo de semanas a meses.18 Durante la década pasada la administración de heparina de bajo peso molecular resultó tan efectiva o superior a la administración de heparina no fraccionada.19,20 La estrategia terapéutica de mayor aceptación en la actualidad es la fibrinólisis sistémica, en la que un activador del plasminógeno se administra con la finalidad de efectuar la conversión de éste a plasmina, degradando a través de esta reacción el fibrinógeno unido al trombo, que resulta en una más rápida y completa degradación del mismo. Con esto se logra una mejoría más rápida del flujo pulmonar; por lo tanto, mejor oxigenación y menor sobrecarga al ventrículo derecho, en consecuencia menores morbilidad y mortalidad;21 sin embargo, se asocia con tasas de sangrado mayor cercanas a 20% con incidencia de hemorragia intracraneal de 3%.22,23 En los pacientes con embolismo pulmonar masivo y contraindicación del tratamiento fibrinolítico, Embolismo pulmonar masivo Mortalidad 25-52.4% 1. Hipotensión arterial: TA < 90 mmHg, una reducción de la presión arterial > 40 mmHg durante 15 minutos o la administración de aminas vasopresoras para mantenimiento de la presión arterial. 2. Choque cardiogénico con datos de hipoperfusión periférica e hipoxia. 3. Colapso circulatorio, incluyendo síncope o la necesidad de maniobras de reanimación avanzadas. como: 1) cirugía reciente, 2) traumatismo craneoencefálico o 3) evento cerebrovascular. Se ha descrito la embolectomía quirúrgica urgente, como una opción viable de tratamiento en centros hospitalarios con experiencia. En el estudio clínico de mayor importancia (International Cooperative Pulmonary Embolism Registry; ICOPER) que incluyó a 304 paciente, la embolectomía quirúrgica de urgencia solo se realizó en 1% de los pacientes con choque cardiogénico, que se asoció con alta tasa de complicaciones fatales y mortalidad hospitalaria, incluso de 30%.24 Otra alternativa terapéutica ante el embolismo pulmonar asociado con insuficiencia ventricular derecha y choque cardiogénico es la terapéutica endovascular con trombolisis dirigida por catéter o con trombectomía mecánica percutánea. Esta última se efectúa en pacientes con contraindicaciones para la fibrinólisis sistémica o que no resultan idóneos para la embolectomía quirúrgica debido a comorbilidades, sobre todo desde el punto de vista cardiopulmonar.25 29 Revista de Sanidad Militar La trombolisis dirigida por catéter permite infundir una alta concentración de agente fibrinolítico dentro del trombo, que resulta en menores tiempos de infusión y menor dosis de trombolítico para lograr la degradación del trombo, lo que reduce el riesgo de complicaciones hemorrágicas en comparación con la fibrinólisis sistémica. En años recientes surgió el interés en diferentes estrategias endovasculares para tratamiento del embolismo pulmonar, incluidas las basadas en procedimientos percutáneos realizados en el laboratorio de cateterismo cardiaco. Se han utilizado algunos dispositivos mecánicos con base en los principios de fragmentación o de trombectomía reolítica, que ya demostraron eficacia clínica, disminución de los síntomas y resolución radiológica respecto del trombo.26-32 MATERIAL Y MÉTODO Estudio piloto, no comparativo, efectuado en un solo centro en pacientes con diagnóstico angiotomográfico de tromboembolia pulmonar. Todos los sujetos de estudio se estratificaron en las categorías de índice de gravedad de la embolia pulmonar (IGEP) y riesgo de muerte prematura. En las primeras 24 horas se les realizó angiografía pulmonar, con trombectomía por aspiración con catéter JR 8 Fr y aplicó el trombolítico dirigido por catéter con asistencia de ultrasonido, EKOS, que consiste en: 1) catéter inteligente para infusión de fármaco (Inteligent Drug Delivery Catheter, IDDC), 2) dispositivo removible con múltiples transductores de ultrasonido distribuidos a lo largo de la zona de tratamiento (MicroSonic) y 3) unidad de control EkoSonic para mantenimiento de infusión continua del fibrinolítico (Alteplase o activador tisular de fibrinógeno recombinante rtPA) a dosis de 0.25 mg a 1 mg/hora. El paciente se trasladó a la unidad de cuidados coronarios para vigilancia continua, mantener la infusión de rtPA durante 30 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 10 a 20 horas. En la angiografía pulmonar de control al siguiente día valoró el retiro del sistema EKOS o la necesidad de efectuar otra intervención. La angiotomografía realizada a las 24 a 48 horas para valorar la carga trombótica y calcular el puntaje de Miller, que es un parámetro cuantitativo para medir el grado de afección pulmonar (émbolos intravasculares y alteración en la perfusión), permitió el control de la evolución. RESULTADOS Se estudiaron 17 pacientes con diagnóstico de tromboembolia pulmonar tratados mediante aspiración percutánea con catéter y trombolisis dirigida por catéter con asistencia de ultrasonido. Se observó predominio del sexo masculino con 5.9%, con una media de edad de 61.6 años (Cuadro 2). Cuatro pacientes (23.5%) tenían algún tipo de cáncer y seis (35.2%) ingresaron con datos de trombosis venosa profunda. La disfunción del ventrículo derecho, por medio del índice VD/VI, se observó en 70.5% (n=12). La mayoría de los pacientes se estratificó en un riesgo intermedio de mortalidad temprana por tromboembolia pulmonar, con 82% (n=14). El puntaje alto de Miller (>0.522) antes de la intervención se encontró en 52.9% (n=9) de los pacientes y posterior a la intervención solo en 1 (5.8%). DISCUSIÓN El tratamiento de pacientes con tromboembolia pulmonar no está claramente establecido si debe ser invasivo o conservador. La evolución a corto y mediano plazo no es satisfactoria, pero con la intervención practicada se observaron resultados alentadores en cuanto disminución de la carga trombótica y evolución clínica. Sin duda que hace falta estudiar un grupo mucho mayor de pacientes con tamaño estadísticamente significativo. Gutiérrez-Leonard H y col. Tratamiento de la embolia pulmonar por EKOS severe pulmonary embolism. Intern Med J. 2008; 38:657667. Cuadro 2. Características basales de los pacientes intervenidos Género Masculino 59% (n=10) Femenino 41% (n=7) Media 61.6 años Máxima: 86 años Mínima: 21 años Hipertensión 64% (n=11) Tabaquismo 41% (n=7) Diabetes 23.5% (n=4) Cáncer 23.5%(n=4) TVP 35.2% (n=6) BNP >100 82% (n=14) Troponina >0.05 41% (n=7) Relación VD/VI >1 70.5% (n=12) TEP bilateral 76.4%(n=13) TEP ramas principales 64.7%(n=11) Hipertensión arterial pulmonar 35.2%(n=6) Riesgo Alto: 11.7%(n=2) Intermedio: 82% (n=14) Bajo: 5.8% (n=1) Score Miller preprocedimiento 52.9% (n=9) >0.522 Score de Miller posprocedimiento 5.8% (n=1) >0.522 Número de intervenciones Promedio=2.4 Máxima= 4 Mínima=2 2. Zamanian RT, Gould MK. Effectiveness and cost effectiveness of thrombolysis in patients with acute pulmonary embolism. Curr Opin Pulm Med. 2008;14:422-426. 3. Goldhaber SZ, Visani L, De Rosa M. Acute pulmonary embolism: clinical outcomes in the International Cooperative Pulmonary Embolism Registry (ICOPER). Lancet. 1999;353:1386-1389. 4. Vedantham S. Interventional approaches to acute venous thromboembolism. Semin Respir Crit Care Med. 2008;29: 56-65. Ferreira G, Carson JL. Clinical prediction rules for the diagnosis of pulmonary embolism. Am J Med. 2002;113:337338. Edad CONCLUSIONES El tratamiento de la embolia pulmonar con aspiración con catéter y trombolisis dirigida en pacientes de riesgo intermedio y alto con contraindicación para trombolisis sistémica mostró buen resultado en disminución de la carga trombótica con restablecimiento o mejoría del flujo arterial pulmonar, con beneficios clínicos a corto plazo. No es posible concluir en este momento su repercusión en supervivencia porque se requieren estudios adicionales que den seguimiento a mediano y largo plazo para evaluar sus ventajas en la calidad de vida y las secuelas por embolismo pulmonar. REFERENCIAS 1. Hamilton CR, McNeil K, Dunning J, Walters DL, Slaughter R, Kermeen F. Treatment options and strategies for acute 5. 6. Carson JL, Kelley MA, Duff A, Weg JG, Fulkerson WJ, Palevsky HI, et al. The clinical course of pulmonary embolism. N Engl J Med. 1992;326:1240-1245. 7. Wood KE. A history of pulmonary embolism and deep venous thrombosis. Crit Care Clin. 2009;25:115-131. 8. Kuo WT, Van den Bosch MA, Hofmann LV, Louie JD, Kothary N, Sze DY. Catheter-directed embolectomy, fragmentation, and thrombolysis for the treatment of massive pulmonary embolism after failure of systemic thrombolysis. Chest. 2008;134:250-254. 9. Douma RA, Kamphuisen PW. Thrombolysis for pulmonary embolism and venous thrombosis: is it worthwhile? SeminThromb Hemost. 2007;33:821-828. 10. Segal JB, Streiff MB, Hofmann LV, Thornton K, Bass EB. Management of venous thromboembolism: a systematic review for a practice guideline. Ann Intern Med. 2007;146: 211-222. 11. Goldhaber SZ. Percutaneous mechanical thrombectomy for massive pulmonary embolism: improve safety and efficacy by sharing information. 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Guidelines on the diagnosis and manage- 31 Revista de Sanidad Militar ment of acute pulmonary embolism: the Task Force for the Diagnosis and Management of Acute Pulmonary Embolism of the European Society of Cardiology (ESC). Eur Heart J. 2008;29:2276-2315. 18. Goldhaber SZ. The current role of thrombolytic therapy for pulmonary embolism. Semin Vasc Surg. 2000;13:217-220. 19. Meyer G, Brenot F, Pacouret G. Subcutaneous lowmolecular- weight heparin fragmin versus intravenous unfractionated heparin in the treatment of acute non massive pulmonary embolism: an open randomized pilot study. Thromb Haemost. 1995;74:1432-1435. 20. Simonneau G, Sors H, Charbonnier B, Page Y, Laaban JP, Azarian R, et al. A comparison of low-molecular-weight heparin with unfractionated heparin for acute pulmonary embolism. The THESEE Study Group. Tinzaparine vs Heparine Standard: Evaluations dans l’Embolie Pulmonaire. N Engl J Med. 1997;337:663-669. 21. Arcasoy SM, Kreit JW. 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Catheter-tip embolectomy in the management of acute massive pulmonary embolism. Am J Cardiol. 2007;99: 415-420. 26. Chechi T, Vecchio S, Spaziani G. Rheolytic thrombectomy in patients with massive and submassive acute pulmonary embolism. Catheter Cardiovasc Interv. 2009;73: 506-513. 27. Spies C, Khandelwal A, Smith TH, Jolly N, Kavinsky CJ. Percutaneous mechanical thrombectomy for massive pulmonary embolism using a conservative treatment strategy. J Interv Cardiol. 2008;21:566-571. 28. Kucher N, Goldhaber SZ. Mechanical catheter intervention in massive pulmonary embolism: proof of concept. Chest. 2008;134:2-4. 29. Margheri M, Vittori G, Vecchio S. Early and longterm clinical results of AngioJet rheolytic thrombectomy in patients with acute pulmonary embolism. Am J Cardiol. 2008;101:252258. 30. Myat A, Ahsan A. Percutaneous mechanical thrombectomy for the treatment of acute massive pulmonary embolism: case report. Thromb J. 2007;5:20-23. 31. Casazza F, Roncon L, Greco F. 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Rodrigo López-Inclán1 Sergio Hernández-Aguilar2 Mario Óscar Flores-Orellana3 Ricardo Antonio Sánchez-Arteaga4 Mario Enrique Rendón-Macías5 Walter López-Cadena6 1 Residente de cuarto año de la especialidad de Cirugía General, Facultad Mexicana de Medicina, Universidad La Salle, Nuevo Sanatorio Durango, Ciudad de México. 2 Profesor titular de Cirugía General, Facultad Mexicana de Medicina, Universidad La Salle, Nuevo Sanatorio Durango, Ciudad de México. 3 Profesor adjunto de Cirugía General, Facultad Mexicana de Medicina, Universidad La Salle, Ciudad de México. 4 Residente de Cirugía General, Facultad Mexicana de Medicina, Universidad La Salle, Nuevo Sanatorio Durango, Ciudad de México. 5 Investigador-profesor, Facultad Mexicana de Medicina, Universidad La Salle, Unidad de Investigación en Epidemiología Clínica, UMAE Hospital de Pediatría CMN Siglo XXI IMSS, Ciudad de México. 6 Residente de la especialidad de Neonatología, Facultad Mexicana de Medicina, Universidad La Salle, Hospital Español, Ciudad de México. Objetivos: realizar la correcta estratificación del riesgo trombótico en los pacientes de cirugía general. Conocer si las medidas tromboprofilácticas aplicadas de manera empírica son correctas. Material y método: estudio observacional efectuado de octubre de 2014 a febrero de 2015 en pacientes de cirugía general de población mexicana en un hospital de segundo nivel. A todos se les aplicó la escala de Caprini para estratificación del riesgo trombótico. Se revisó el cumplimiento de las medidas tromboprofilácticas, sin realizar modificaciones. Se verificó si las medidas indicadas eran las correctas con base en las guías. Resultados: se estudiaron 105 pacientes que se estratificaron conforme a su riesgo trombótico; riesgo muy bajo 0 (0%), riesgo bajo 23 (21.9%), riesgo moderado 70 (66.7%) y, riesgo severo 12 (11.4%). Todos (100%) recibieron indicaciones de tromboprofilaxis y se encontró que: 8.7% tuvieron riesgo bajo, 7.1% riesgo moderado y 16.2% riesgo alto y no cumplieron con ninguna medida. El cumplimiento simultáneo de la deambulación temprana y de las medias compresivas se distribuyó de la siguiente manera: riesgo bajo 69.6%, riesgo moderado 45.7% y riesgo alto 50%. Sólo 2 pacientes del grupo de riesgo alto (16.7% p=0.03) recibieron anticoagulación en el prequirúrgico, 3 pacientes (25% p=0.03) fueron anticoagulados en el postquirúrgico. Tres pacientes de riesgo alto tuvieron tromboembolia pulmonar y ninguno estaba anticoagulado. Conclusiones: es necesaria la correcta estratificación de los pacientes con base en su riesgo trombótico para la correcta aplicación de las medidas de tromboprofilaxis. Palabras clave: tromboprofilaxis, riesgo trombótico, medidas tromboprofilácticas. www.nietoeditores.com.mx Recibido: 7 de diciembre 2015 Aceptado: 13 de enero 2016 Correspondencia Dr. Rodrigo López Inclán [email protected] 33 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Correct thrombotic risk stratification and the implementation of measures tromboprophylactic patients of general surgery ABSTRACT Background: Venous thromboembolism events are a serious complication. The actual guidelines allow the correct stratification of patients according to their thrombotic risk, and therefore apply thromboprophylaxis measures that decreases the incidence of venous thromboembolic events. Objectives: To realize the correct stratification of thrombotic risk in general surgery patients. To determine if the thromboprophylaxis measures applied without the stratification are correct. Methods and materials: Patients were stratified accordingly to the result obtained in the Caprini score. Fulfillment of the thromboprophylaxis measures was checked without applying any modifications. It was verified if the thromboprophylaxis measures that were indicated are in concordance to the actual guides. Results: 105 patients were studied. Patients were stratified accordingly to thrombotic risk; very low risk 0 (0%), low risk 23 (21.9%), moderate risk 70 (66.7%) and high risk 12 (11.4%). 100% received indicactions for thromprophylaxis measures. 8.7% from low risk, 7.1 moderate risk and 16.2% high risk did not fulfill any indication. The use and fulfillment of compression stockings and early deambulation simultaneously was distributed as follows; low risk 69.6%, moderate risk 45.7%, high risk 50%. Only 2 patients (16.7% p=0.03) in the high-risk group were anticoagulated previously to surgery, in this group 3 patients (25% p=0.03) were anticoagulated after surgery. 3 patients from the high-risk group presented pulmonary thromboembolism, none were anticoagulated. Conclusion: The correct stratification of thrombotic risk is mandatory in order to be able to apply the correct thromboprophylaxis measures. Keywords: Thromboprophylaxis, thrombotic risk, thromboprophylactic measures. ANTECEDENTES Los pacientes que serán intervenidos quirúrgicamente plantean un reto multidisciplinario para su atención y, los problemas trombóticos venosos derivados de la hospitalización también deben resolverse. Se han elaborado diferentes guías clínicas 34 para orientar al cirujano mediante diversas escalas de clasificación del riesgo de trombosis venosa profunda o tromboembolia pulmonar. La prevención inicial intrahospitalaria requiere la clasificación del enfermo de acuerdo con las escalas establecidas y dar, con base en lo anterior, la adecuada profilaxis que favorezca la evolución sin complicaciones, López-Inclán R y col. Correcta estratificación del riesgo trombótico en pacientes de cirugía general que si sobrevienen aumentan el tiempo de estancia hospitalaria, el costo del tratamiento y la morbilidad y mortalidad. La tromboembolia pulmonar y la trombosis venosa profunda son dos padecimientos que se suceden una a la otra. Esta última se define como cualquier evento tromboembólico que se inicia en los sistemas venosos profundos de las extremidades o en la pelvis. Los factores de riesgo más importantes son: la inmovilización prolongada, el estado postquirúrgico, cirugías mayores de 30 minutos, tabaquismo, viajes prolongados recientes (dos semanas antes de la operación), traumatismo en la pelvis o extremidades inferiores, consumo de anticonceptivos hormonales orales, cáncer, edad mayor de 60 años, antecedentes de enfermedad tromboembólica venosa, obesidad, insuficiencia cardiaca, embarazo, puerperio y enfermedades hematológicas (mutación del factor V de Leiden, deficiencia de antitrombina III). La tromboembolia pulmonar es el alojamiento en la circulación pulmonar de un trombo o material embólico de origen distante. Sus principales factores de riesgo son los mismos que para la trombosis venosa profunda agregándose ésta como factor de riesgo de tromboembolia pulmonar. La importancia de la profilaxis de estos eventos radica en que la tromboembolia pulmonar ocasiona 5 a 10% de las muertes hospitalarias, con una mortalidad general de 30% si no se diagnostica y, mortalidad de 8% cuando se diagnostica. En más de 50% de los casos la tromboembolia pulmonar se origina de una trombosis venosa profunda. La disminución de los eventos tromboembólicos venosos en los pacientes quirúrgicos no solo es un reto sino una obligación del personal médico. El objetivo de este estudio es realizar la correcta estratificación del riesgo trombótico en los pacientes de cirugía general. Conocer si las medidas tromboprofilácticas aplicadas de manera empírica son correctas. MATERIAL Y MÉTODOS Estudio observacional efectuado de octubre de 2014 a febrero de 2015 en pacientes de cirugía general de población mexicana en un hospital de segundo nivel. Los pacientes se incluyeron sin importar su sexo, pero sí mayores de 18 años de edad, que fueran a ser intervenidos en el área de cirugía general por algún procedimiento de urgencia o programado. Se excluyeron quienes tenían enfermedades hematológicas, estuvieran recibiendo algún anticoagulante y los intervenidos de urgencia en quienes no fuera posible establecer la calificación para la escala de Caprini por su estado de gravedad. A todos los pacientes se les aplicó la escala de Caprini validada para idioma español y se calificaron de acuerdo con los grupos establecidos en la novena edición de la Guía Clínica de Prevención de Trombosis y Terapia Antitrombótica del American College of Chest Physicians. Las medidas tromboprofilácticas se establecieron según el criterio individualizado de cada médico tratante, sin modificaciones, sólo se observó que se cumplieran. Se estableció la relación entre medidas tromboprofilácticas aplicadas por los diferentes médicos con las descritas según el riesgo establecido por la escala de Caprini, con las normas tromboprofilácticas indicadas en la novena edición de la Guía Clínica de Prevención de Trombosis y Terapia Antitrombótica del American College of Chest Physcians. La medición de los riesgos quirúrgicos se realizó con base en los criterios de ASA y Goldman. Se obtuvo la escala de Caprini para estratificación de riesgo trombótico. Se verificó el cumplimiento de las indicaciones de tromboprofilaxis mecánica y farmacológica en los pacientes que así se indicaron en las hojas de seguimiento de enfermería. Se reportaron los eventos tromboembólicos venosos diagnosticados. Para poder obtener un estudio significativo, se determinó un tamaño de muestra de por lo menos 100 pacientes. El cálculo se efectuó 35 Revista de Sanidad Militar considerando un poder estadístico de 0.80 y un nivel de significación estadística de p<0.05. Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Cuadro 1. Características de los pacientes estudiados (n=105) Dato El estudio fue autorizado por el comité de investigación y ética del hospital. Todos los pacientes accedieron a participar en el estudio mediante consentimiento informado. El análisis estadístico para determinar el cumplimiento de las medidas tromboprofilácticas se realizó con el programa estadístico SPSS, mediante la prueba de χ2 lineal con una p = 0.052 y prueba de χ2 de Pearson p = 0.03. RESULTADOS Se estudiaron 105 pacientes, de los que 54 (51.4%) eran mujeres y 51 (48.6%) hombres, el grupo etario predominante fue el de 19 a 60 años con 86 sujetos (81.9% de la población estudiada). El 56.2% de la población tenía sobrepeso u obesidad según su índice de masa corporal. En 48 sujetos (45.7%) se encontró riesgo ASA II, que fue el más frecuente y 67 sujetos (63.8%) con Goldman II, que fue el de mayor prevalencia. Cuadro 1 Para asignar un riesgo trombótico con base en la novena edición de la Guía Clínica de Prevención de Trombosis y Terapia Antitrombótica del American College of Chest Physcians se aplicó la escala de Caprini y los hallazgos fueron: riesgo muy bajo 0 pacientes (0%), riesgo bajo 23 pacientes (21.9%), riesgo moderado 70 pacientes (66.7%) y riesgo severo en 12 pacientes (11.4%). Cuadro 2. Todos los pacientes recibieron, por parte del médico tratante, indicaciones de medidas tromboprofilácticas: uso de medias compresivas, deambulación temprana, ambas o anticoagulación farmacológica. Dos pacientes (8.7%) de riesgo bajo, 5 (7.1%) de riesgo moderado y 2 (16.2%) de riesgo alto no cumplieron con ninguna medida tromboprofiláctica a pesar de tenerla indicada. Cuadro 2 36 Sexo Edad en años Estado nutricional ASA Cirugía Escala de Goldman n % Femenino Masculino 19 a 60 61 a 74 ≥75 Adecuado Sobrepeso y obeso 54 51 86 11 8 46 59 51.4 48.6 81.9 10.5 7.6 43.8 56.2 I II III IV 43 48 13 1 41.0 45.7 12.4 1.0 I II III IV 31 67 6 1 59 36 19 15 2 1 23 70 12 29.5 63.8 5.7 1.0 56.2 34.3 18.1 14.3 1.9 1.0 21.9 66.7 11.4 Alcoholismo Tabaquismo Hipertensión arterial sistémica Diabetes mellitus Enfermedad oncológica Eventos trombóticos previos Riesgo ACCP Leve Moderado Severo La mayoría de los pacientes del grupo de riesgo bajo cumplieron e iniciaron la deambulación temprana (20 pacientes; 87% p=0.052). La mayoría de los sujetos de los grupos de riesgo moderado y alto usó medias compresivas (52 pacientes [74.3%] riesgo moderado y 10 pacientes [83.3%] riesgo alto, p=0.052). Sólo 2 pacientes (16.7% p=0.03) recibieron anticoagulación farmacológica en el periodo prequirúrgico en el grupo de riesgo alto, mientras que en ese mismo grupo 3 pacientes (25% p=0.03) recibieron anticoagulación en el posoperatorio. Cuadro 2.1. La deambulación temprana y las medias compresivas se distribuyeron de la siguiente manera: riesgo bajo 16 pacientes (69.6%), riesgo moderado 32 pacientes (45.7%) y riesgo alto 6 pacientes (50%). Del grupo de riesgo severo 3 pacientes (25%) tuvieron tromboembolia pulmonar, que se López-Inclán R y col. Correcta estratificación del riesgo trombótico en pacientes de cirugía general Cuadro 2. Cumplimiento de medidas preventivas de trombosis según riesgo ACCP Ambas Medias compresivas Deambulación temprana Ningunas Riesgo leve n= 23 Riesgo moderado n= 70 Riesgo severo n= 12 Total 16 (69.6%) 1 (4.3%) 4 (17.4%) 2 (8.7%) 32 (45.7%) 20 (28.6%) 13 (18.6%) 5 (7.1%) 6 (50%) 4 (33.3%) 0 2 (16.7%) 54 (51.4%) 25 (23.8%) 17 (16.2%) 9 (8.6%) Nota. Prueba de c2 lineal por p = 0.052, prueba de c2de Pearson p =0.03 Cuadro 2.1. Cumplimiento de medidas preventivas de trombosis según riesgo ACCP Deambulación temprana Medias compresivas Ambas anteriores Uso de HPBPM prequirúrgica Uso de HPBPM postquirúrgica Riesgo leve n= 23 Riesgo moderado n= 70 Riesgo severo n= 12 Valor de p 20 (87%) 17 (73.9%) 16 (69.6%) --- 45 (64.3%) 52 (74.3%) 32 (45.7%) -3 (opcional) 6 (50%) 10 (83.3%) 6 (50%) 2 (16.7%) 3 (25%) 0.01* 0.78** 0.13** corroboró por angiotomografía pulmonar, ninguno de estos pacientes recibió anticoagulación farmacológica. Del grupo con riesgo trombótico severo 1 tuvo tromboembolia pulmonar (8.3%) y falleció. La incidencia total de eventos venosos tromboembólicos fue de 2.85%. Cuadro 3 DISCUSIÓN En pacientes con riesgo bajo (23 = 21.9%) de eventos trombóticos las guías de práctica clínica indican el uso de medidas mecánicas de tromboprofilaxis, que en el grupo de estudio se cumplió con los criterios establecidos por las re- Cuadro 3. Eventos venosos tromboembólicos Riesgo Riesgo Riesgo leve moderado severo n= 23 n =70 n =12 Total Trombosis venosa profunda 0 (0%) 0 (0%) 0 (0%) 0 (0%) Tromboembolia pulmonar 0 (0%) 0 (0%) 3 (25%) 3 (2.85%) comendaciones internacionales. Estas se aplican sin conocer el grupo real de riesgo trombótico porque no se establece de rutina. En la novena edición de la Guía Clínica de Prevención de Trombosis y Terapia Antitrombótica del American College of Chest Physcians se sugiere el uso de medias de compresión neumática intermitente en vez de cualquier otro tipo de medida mecánica (medias de compresión o bien deambulación temprana), pero no excluye el uso de estas otras medidas tromboprofilácticas de índole mecánica. Los grupos que generan mayor interés y preocupación son los de riesgo moderado y alto. En el caso del primero (70 pacientes; 66.7%) tuvieron un riesgo incluso de 3% de padecer un evento venoso trombótico. Las recomendaciones indican que el uso de medidas mecánicas de tromboprofilaxis, con preferencia por las medias de compresión neumática intermitente, son mejores que no indicar medida tromboprofiláctica alguna; sin embargo, para este grupo se prefiere, según los expertos, la anticoagulación con heparina no fraccionada o con heparinas de bajo peso molecular a dosis profilácticas; esto se apoya 37 Revista de Sanidad Militar en las guías con un grado de evidencia IIB.4 En nuestro estudio ningún paciente con riesgo moderado recibió anticoagulación farmacológica, y tampoco médico alguno señaló en el expediente que la falta de anticoagulación se debiera a una contraindicación y, aunque el cumplimiento de las medidas mecánicas fue satisfactorio (74.3% medias compresivas, 64.3% deambulación temprana y 45.7% ambas p=0.052), su utilidad puede disminuir debido a factores fuera del control del personal médico. El paciente puede no deambular tempranamente (en las primeras 24 horas posteriores a la operación) o retirarle las medias de compresión elástica o de compresión neumática intermitente, con lo que se incrementa la probabilidad de un evento trombótico. En un grupo con riesgo comprobado de 3% de evento trombótico venoso2,3,4 debe asegurarse la tromboprofilaxis y la anticoagulación profiláctica en quienes tienen riesgo moderado de trombosis sin alto riesgo de sangrado. En el grupo de riesgo severo (12 pacientes; 11.4%) sólo a 2 pacientes (16.7%) se aplicó anticoagulación profiláctica, a pesar de que las guías de práctica clínica indican la administración de la profilaxis farmacológica (evidencia clínica IB). Aún en los pacientes con riesgo alto de trombosis que pueden estar en alto riesgo de sangrado si se aplica la tromboprofilaxis farmacológica debe aplicarse tromboprofilaxis farmacológica cuando el riesgo de sangrado disminuya. Las medidas empíricas aplicadas a los pacientes del grupo de riesgo severo no fueron suficientes. Del grupo de riesgo severo 3 pacientes (25%) tuvieron tromboembolia pulmonar, ninguno estaba anticoagulado, uno de ellos (8.3%) falleció. CONCLUSIONES La correcta estratificación de riesgo trombótico basada en los elementos validados para idioma español (escala de Caprini) permite la correcta aplicación de las medidas tromboprofilácticas 38 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 de acuerdo con las guías internacionales para pacientes que recibirán algún procedimiento quirúrgico general, y evitar que se recurra a medidas tromboprofilácticas no útiles. BIBLIOGRAFÍA 1. Ferri FF. Ferri's Clinical Advisor 2016. New York: Elsevier, 2016;1049. 2. Courtney TM, Beauchamp DR, Mark EB, Kenneth M. Sabiston Textbook of Surgery: The Biological Basis of Modern Surgical Practice. 19th ed, New York: Elsevier, 2012;295. 3. Cabrera-Rayo A, Nellen-Hummel H. Epidemiología de la enfermedad tromboembólica venosa. Gac Méd Méx 2007;143 (Supl 1). 4. Kearon C, Akl E, Comerota A, et al. Antithrombotic therapy for venous thromboembolic disease: antithrombotic therapy and prevention of thrombosis. Chest. 2012;141:419S. 5. Hughes MJ, Stein PD, Matta F. Silent pulmonary embolism in patients with distal deep venous thrombosis: systematic review. Thromb Res. 2014, Dec;134(6):1182-1185. 6. Rogers SO Jr, Kilaru RK, Hosokawa P, Henderson WG, Zinner MJ, Khuri SF. Multivariable predictors of postoperative venous thromboembolic events after general and vascular surgery: results from the patient safety in surgery study. J Am Coll Surg 2007 Jun;204(6):1211-1221. 7. López-Beret P, Pinto JM, Romero A, Orgaz A, Fontcuberta J, Oblas M. Systematic study of occult pulmonary thromboembolism in patients with deep venous thrombosis. J Vasc Surg. 2001 Mar;33(3):515-21. 8. Cronenwett JL, Johnston K. Wayne MD. Rutherford's Vascular Surgery. 8th ed. New York: Elsevier, 2014. 9. Brunicardi ChF, Andersen DK, Billiar TR, Dunn DL, Hunter John G, Matthews JB, Pollock RE. Schwartz's Principles of Surgery. 10th ed. New York: McGraw-Hill, 2015. 10. Kearon C, Akl EA. Duration of anticoagulant therapy for deep vein thrombosis and pulmonary embolism. Blood. 2014 Mar 20;123(12):1794-1801. 11. Naess IA, Christiansen SC, Romundstad P, Cannegieter SC, Rosendaal FR, Hammerstrøm J. Incidence and mortality of venous thrombosis: a population-based study. J Thromb Haemost. 2007 Apr;5(4):692-9. 12. Johnson SA, Stevens SM, Woller SC, Lake E, Donadini M, Cheng J, Labarère J, Douketis JD. Risk of deep vein thrombosis following a single negative whole-leg compression ultrasound: a systematic review and meta-analysis. JAMA. 2010 Feb 3;303(5):438-45. 13. Goldhaber SZ, Bounameaux H. Pulmonary embolism and deep vein thrombosis. Lancet. 2012 May 12;379(9828):1835-46. Artículo original Rev Sanid Milit Mex 2016;70:39-46. Tratamiento de reestenosis intrastent con stent bioabsorbible vs balón medicado Hugo Gutiérrez-Leonard1 Aldo Siney Hernández-Casas2 José Luis Ojeda-Delgado3 Patricia Martín-Hernández4 Luis Enrique Berúmen-Dominguez5 Miguel Angel Ramírez-Aldaraca6 Antón Meneses-Bonilla7 Cor. M.C., cardiólogo intervencionista, jefe del área de Medicina interna. 2 M.M.C., residente de Cardiología Intervencionista, Escuela Militar de Graduados de Sanidad. 3 Gral. de Bgda. M.C., cardiólogo intervencionista, director del Centro Hospitalario del Estado Mayor Presidencial. 4 M.M.C., cardiólogo intervencionista, adscrito de la Sala de Cardiologia. 5 Tte. Cor. M.C., cardiólogo intervencionista, jefe de la Sala de Hemodinamia. 6 M.M.C., cardiólogo intervencionista, subjefe de Hemodinamia. 7 Cor. M.C., cardiólogo intervencionista, subdirector del Centro Hospitalario del Estado Mayor Presidencial. Hospital Central Militar, Ciudad de México. 1 RESUMEN Antecedentes: la reestenosis origina isquemia miocárdica; por esto se han buscado maneras de tratar este problema y la mejor estrategia de tratamiento en la actualidad es la intervención con balón medicado o implante de nuevo stent farmacoactivo pero aun así, el riesgo de aparición de nueva reestenosis no se ha logrado desaparecer por lo que es necesario continuar con la búsqueda de nuevas estrategias de tratamiento. Objetivo: comparar los resultados de la reestenosis intrastent con stent bioabsorbible versus balón medicado, los eventos cardiovasculares mayores (infarto agudo de miocardio, evento vascular cerebral y muerte) y la necesidad de revascularización de la lesión diana. Método: estudio observacional y prospectivo efectuado en la sala de Hemodinamia del Hospital Central Militar en pacientes con reestenosis intrastent tratados con un stent bioabsorbible y otro grupo tratado con balón medicado. Se revisaron los detalles de la técnica utilizada en cada grupo y se hizo un seguimiento clínico a los 6 meses para determinar si hubo eventos cardiovasculares mayores y necesidad de revascularización de la lesión diana. Resultados: ambos grupos tuvieron características similares y todos los procedimientos fueron exitosos. En los pacientes con stent bioabsorbible se necesitó preparación de la lesión con balón semicomplaciente (28.5%), balón no complaciente 50% y balón no complaciente más balón de corte. La mayoría de los pacientes con stent bioabsorbible se valoraron con tomografía de coherencia óptica. Se detectó infraexpansión del stent bioabsorbible en 42%, que ameritaron postdilatación. Los pacientes se encontraron en clase funcional I (mayormente) y II de la New York Heart Association, sin eventos cardiovasculares mayores. Se observó una tasa baja de revascularización de la lesión diana, similar en ambos grupos. Conclusión: en pacientes con reestenosis intrastent el implante del stent bioabsorbible o la angioplastia con balón medicado dan buenos resultados clínicos a corto plazo, con tasa de recurrencia baja. Si bien la estrategia de implantar el stent bioabsorbible puede tener mayor grado de complejidad, en este estudio mostró igual seguridad. Palabras clave: reestenosis intrastent, Absorb, balón medicado, clasificación de Mehran. www.nietoeditores.com.mx Recibido: 29 de diciembre 2015 Aceptado: 3 de febrero 2016 Correspondencia Cor. M.C. Hugo Gutiérrez Leonard José Rubén Romero 1 53100 Naucalpan, Estado de México [email protected] 39 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Restenosis In-stent, treatment with bioabsorbable scaffold vs medicated ballon ABSTRACT Background: Restenosis results again myocardial ischemia; so they have sought ways to address this problem and better treatment strategies to day is an intervention or implant medicated ballon again but still drug-stent, the risk of new restenosis was not achieved so disappear it is necessary to continue the search for new strategies to combat this problem. Objective: To compare the results of in-stent restenosis with bioabsorbable stent versus medicated ballon. Material and methods: A group of 14 patients was studied in-stent restenosis, whom were treated with a bioabsorbable scaffold and another group of 12 patients who were treated with medicated ballon. The details of the technique of both groups were reviewed and were clinical follow-up was 6 months having as objectives the presence of major cardiovascular events and the need for revascularization of the target vessel. Results: The characteristics of both groups were similar. The procedures were successful in all procedures, in patients who bioabsorbable scaffold was placed was necessary preparation of the lesion with semicomplacent ballon (28.5%), with No complancent ballon 50% and No complacent ballon plus cutting ballon (21%), almost all bio absorbable scaffold patients were evaluated with optical coherence tomography. Underexpansion the bioabsorbable scaffold was detected in 42% deserving postdilatation. The patients were in functional class I (mainly) and class II of the New York Heart Association, without major cardiovascular events and in terms of target vessel revascularization was observed a low rate and being similar in both groups. Conclusion: In patients with in-stent restenosis with bioabsorbable stent implantation versus balloon angioplasty medicated give good clinical results in the short term, with low recurrence rate. While the strategy of implementing the bioabsorbable stent may have a greater degree of complexity, this study showed equal security. Key words: Stent restenosis, absorb, bioabsorabable scaffold, ballon medicated, Mehran classification ANTECEDENTES Angioplastia coronaria. La revascularización coronaria es el tratamiento de pacientes con cardiopatía isquémica que mejores resultados ha dado. Su evolución ha tenido cambios trascendentales, al grado de realizarse una angioplastia 40 coronaria por vía percutánea con excelentes resultados. Hoy día la mayor parte de las revascularizaciones se efectúa por esta vía. Esta técnica consiste en resolver, de manera mecánica, la obstrucción de la luz de los vasos coronarios, secundaria a la placa de ateroma, Gutiérrez-Leonard H y col. Tratamiento de reestenosis evidenciada mediante un estudio diagnóstico angiográfico. Se utilizan catéteres que en su parte distal llevan un “balón” con el que se aumenta el diámetro intraluminal; posteriormente, para mejor resultado y durabilidad, se implanta en ese mismo sitio un dispositivo de metal llamado “stent”, que puede o no tener un recubrimiento con medicamento que disminuya la proliferación de la íntima.1,2 En el intervencionismo coronario se siguen indicaciones específicas, establecidas en las guías internacionales de tratamiento, en donde se especifica el procedimiento a realizar tomando en cuenta el tipo de cardiopatía isquémica, los factores de comorbilidad asociados (edad, diabetes, enfermedad renal), si la afección es en un solo vaso o múltiples, así como la porción o porciones dañadas por la placa de ateroma. Con base en lo anterior se determina una clase de indicación para el procedimiento. Esta estrategia de tratamiento ha tenido resultados benéficos para los pacientes con cardiopatía isquémica, pero aun así no es perfecto pero sí con baja probabilidad de complicaciones a corto, mediano o largo plazo, una de ellas es la reestenosis intrastent.2,3 Reestenosis intrastent. Se trata de una nueva reducción de la luz del vaso coronario después de la implantación de un stent. Su mecanismo de acción es la hiperplasia neointimal debida a la proliferación y migración de células de músculo liso, agregación plaquetaria, formación de trombo y remodelación negativa de la pared. En la actualidad se utilizan dos términos: reestenosis binaria, que se refiere a la reducción de la luz del vaso en más de 50%, vista por angiografía y reestenosis clínica que es una reestenosis binaria más síntomas de isquemia o una reducción angiográfica de la luz del vaso mayor de 75% con o sin síntomas de isquemia. La incidencia de la reestenosis varía dependiendo de la modalidad terapéutica. Cuando se usó solo angioplastia con balón, la incidencia era de entre 32 y 42%, cuando se realizó angioplastia con balón medicado el porcentaje de aparición fue de 16 a 32% y alrededor de 10% con stent medicado.4 La clasificación más aceptada es la de Mehran, publicada en 1999, en la que se toma en cuenta el tamaño de la lesión intrastent y su localización en el stent: Clase I es la lesión focal de tamaño menor de 10 mm y se localiza en la unión o en el gap de dos stent, o en alguno de los extremos dentro del stent o una combinación de sitios. Clase II es la lesión difusa intrastent, mayor de 10 mm pero limitada por el stent. Clase III difusa proliferativa, mayor de 10 mm que abarca el stent y más allá de sus bordes. Clase IV son lesiones con oclusión total.5 Figura 1 Los factores asociados con el incremento de la reestenosis se han estudiado en varias ocasiones y se ha establecido que se relacionan con el entorno clínico, como el infarto sin elevación del segmento ST, síndromes coronarios agudos y angina. Las características del paciente, como la diabetes, edad menor de 55-60 años, sexo masculino, afección multivaso y factores relacionados con el procedimiento, como stents de diámetro menor a 2.5 mm o 40 mm o más de longitud.6,7 Figura 1. Clasificación de Mehran para reestenosis intrastent. 41 Revista de Sanidad Militar Las estrategias para tratar la reestenosis intrastent han evolucionado. Primero se trataron con angioplastia con balón convencional, pero su recurrencia era de 30 a 55%, le siguió la enterectomía rotacional y la angioplastia con láser con mejor resultado, pero 30% requería revascularización posterior; incluso se utilizó braquiterapia intracoronaria con una revascularización de 11 a 32% de los casos. La estrategia más practicada en la actualidad es la angioplastia con balón medicado de paclitaxel. Se ha comparado el tratamiento del implante de un segundo stent medicado con la terapia convencional. Los ensayos más recientes son RIBS IV y RIBS V, en los que se estudió el tratamiento de la reestenosis con un stent convencional, en el primero, y de reestenosis con un stent medicado, en el segundo. Se concluyó que ambas estrategias tienen buenos resultados clínicos en relación con eventos cardiovasculares mayores y necesidad de revascularización de la lesión diana, semejantes en una y otra opción, pero en el aspecto angiográfico el implante de stent medicado tiene mejor resultado.8,9 mecánico suficiente para mantener la luz del vaso y el flujo sanguíneo adecuados. La segunda fase es la restauración, con duración variable, e inicio luego de tres meses, en la que hay una degradación gradual hacia material inerte que resulta en elementos que permiten la recuperación vasomotora normal. La tercera fase es la reabsorción que tiene como meta la desaparición completa de la endoprótesis que deja un vaso absolutamente recuperado, con permeabilidad persistente. Su seguridad en la intervención coronaria ha dado resultados satisfactorios, en lesiones no complicadas, pues solo se han reportado algunos casos en los que se han utilizado en casos complejos, incluso uno en el que se utilizó para tratamiento de reestenosis intrastent.9-12 El objetivo de este estudio es comparar los resultados de la reestenosis intrastent con stent bioabsorbible versus balón medicado, los eventos cardiovasculares mayores (infarto agudo de miocardio, evento vascular cerebral y muerte) y la necesidad de revascularización de la lesión diana. En conclusión, la reestenosis intrastent favorece la aparición de isquemia miocárdica; por esto se han buscado opciones para tratar este problema y entre las mejores está la intervención con balón medicado o implante de nuevo stent farmacoactivo. Aun así, el riesgo de reestenosis no desaparece, por esto es necesario continuar con la búsqueda de estrategias que no originen este problema. Estudio observacional y prospectivo efectuado en la sala de Hemodinamia del Hospital Central Militar, en pacientes con reestenosis intrastent y tratados mediante implante de stent bioabsorbible o angioplastia con balón medicado de paclitaxel, en un periodo de 12 meses. La estrategia a elegir no fue al azar, sino a preferencia del operador del procedimiento. El abordaje fue percutáneo en la arteria radial o femoral, de la manera habitual. La lesión intrastent se preparó mediante dilatación con un balón convencional para después implantar el stent bioabsorbible o el balón medicado. Para poder colocar el implante del stent bioabsorbible se dilató la lesión intrastent con un balón no complaciente en gran parte e, incluso, en una parte una insuflación con un balón de corte, debido a que la lesión fue resistente a la técnica habitual con balón convencional y la ganancia luminal del vaso no era la adecuada para implantar correctamente el stent bioabsorbible. Con una Endoprótesis coronaria bioabsorbible. La última generación de stents, hasta la actualidad, han sido las endoprótesis coronarias bioabsorbibles, con la misma plataforma que los demás stents, de catéterbalón que libera el stent. Este último es de material absorbible, tipo ácido poli-láctico, recubierto de medicamento antiproliferativo del tipo everolimus. Estos stents pasan por tres etapas en su implantación: la primera fase es la de revascularización, que abarca desde el implante hasta el tercer mes, que es la etapa en la que debe tenerse el soporte 42 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 MATERIAL Y MÉTODO Gutiérrez-Leonard H y col. Tratamiento de reestenosis tomografía de coherencia óptica intracoronaria se valoró la correcta expansión del stent. Se recabaron todos los datos del paciente relacionados con los detalles de la técnica y seguimiento clínico a los seis meses posteriores a su procedimiento. RESULTADOS Se revisaron 532 coronariografías efectuadas en el servicio de Hemodinámica del Hospital Central Militar, y entre ellas las de 174 pacientes con stents previos, con una tasa de reestenosis, de cualquier grado, de 30% (53 pacientes) Figura 2. De los pacientes con reestenosis intrastent se tomaron los que se trataron con implante de stent bioabsorbible y a los que se les realizó angioplastia con balón medicado con paclitaxel. Se formaron grupos de 14 y 12 pacientes, respectivamente. Las características basales de ambos grupos fueron similares (Cuadro 1), con edad promedio de 65.9 años en el de stent bioabsorbible y de 64.3 años en el de balón medicado, en ambos grupos predominó el género masculino y como comorbilidades crónicas se encontraron: diabetes mellitus e hipertensión arterial sistémica. La indicación para coronariografía fue el cuadro clínico de angina estable con Nombre de categoría Valor 30% Nombre de categoria Valor Figura 2. Porcentaje de reestenosis encontrada en el periodo de 12 meses. Cuadro 1. Caracteristicas generales de los pacientes en ambos grupos de estudio Stent Balón bioabsorbible medicado (n=14) (n=12) Género Femenino Masculino Edad (años) Diabetes mellitus Hipertensión arterial sistémica Tabaquismo Dislipidemia Insuficiencia renal crónica Diagnóstico Angina estable Estudio diagnóstico Prueba de esfuerzo positiva Gamagrama positivo Coronarias tratadas Coronaria derecha Descendente anterior Circunfleja Ramo intermedio Primera diagonal Tipo de lesión (clasificación de Mehran) I II III IV Tomografía de coherencia óptica Preparación de la lesión Balón semicomplaciente Balón no complaciente Balón no complaciente y balón de corte Técnica directa Postdilatación Revascularización de lesión diana Clase funcional (NYHA) I II 21.5% (3) 78.5% (11) 65.9 57% (8) 64% (9) 29% (4) 7% (1) 7% (1) 33% (4) 67% (8) 64.3 75% (9) 75% (9) 33% (4) 0 8% (1) 100%(14) 100% (12) 64% (9) 36% (5) 83% (10) 17% (2) 50% (7) 35% (5) 7.5% (1) 7.5% (1) 0 16% (2) 34% (4) 42% (5) 0 8% (1) 14.5% (2) 28.5% (4) 28.5% (4) 28.5% (4) 8.5% (1) 25% (3) 58% (7) 8.5% (1) 97% (13) 33.3% (4) 28.5% (4) 50% (7) 21.5% (3) 33.5% (4) 25% (3) 0 0 42% (6) 7% (1) 41.5% (5) 0 8.3% (1) 86% (12) 14% (2) 91.5% (11) 8.5% (1) estudio positivo de inductor de isquemia (prueba de esfuerzo o perfusión miocárdica). Los hallazgos angiográficos en el grupo de stent bioabsorbible fueron: coronaria mayormente tratada en 50% (n=7), descendente anterior, 43 Revista de Sanidad Militar 7 6 5 4 3 2 1 0 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 7 5 5 4 2 1 CD DA Absorbible 0 1 CX 1DX B. Medicado 1 0 RI Figura 3. Comparación de arterias coronarias tratadas con stent bioabsorbible o balón medicado. Figura 5. Tomografía de coherencia óptica de un stent posterior a dilatación con un balón de corte que muestra recuperación de la luz del vaso y corte de la capa de hiperplasia neointimal (flecha). Figura 4. Tomografía de coherencia óptica de un stent (flechas) con gran capa de hiperplasia neointimal (cabeza de flechas). 35% (n=5). En los pacientes tratados con balón medicado el vaso coronario predominante fue la circunfleja, 42% (n=5); después la descendente anterior, 34% (n=4) (Figura 3). Los tipos de lesión, según la clasificación de Mehran (Figura 4), en el grupo tratado con stent bioabsorbible fueron: II, III y IV en igual porcentaje (28.5%) y en el de balón medicado tipo III (58%). En ambos grupos se consiguió el éxito; en quienes se colocó el stent bioabsorbible se requirió preparación 44 de la lesión (Figura 5) con balón semicomplaciente en 28.5%, con balón no complaciente en 50% (n=7) y balón no complaciente más uso de balón de corte (debido a que la lesión no cedía y por lo tanto la ganancia luminal no era adecuada) en 21.5% (n=3). En el grupo de balón medicado la preparación fue con balón semicomplaciente en 33.5% (n=4), balón no complaciente 25% (n=3) y con técnica directa en 41.5% (5). A la mayoría de pacientes (97% n=13) con stent bioabsorbible se tomó una tomografía de coherencia óptica y solo a 33.3% con balón medicado. Se detectó infraexpansión del stent bioabsorbible en 42% (n=6), que ameritó postdilatación (Figura 6) con lo que mejoró el implante del stent. En el seguimiento clínico a seis meses posteriores al procedimiento la mayoría de los pacientes se encontraba en clase funcional I y II de la New York Heart Association, sin datos de angina. En cuanto a revascularización de la lesión diana en los dos grupos de tratamiento la tasa fue baja y similar en ambos grupos: stent bioabsorbible 1 paciente (7%) y en balón medicado 1 paciente (8.3%). Gutiérrez-Leonard H y col. Tratamiento de reestenosis posterior al implante del stent. Este punto es mejor que solo angiografía porque ayuda a mejorar el resultado del procedimiento y evitar complicaciones. La estrategia de implante del stent bioabsorbible en la reestenosis intrastent es buena, al menos en el seguimiento clínico a 6 meses donde los resultados son parecidos a los que se consiguen con el balón medicado. En un seguimiento a mayor plazo con control angiográfico es posible que el stent bioabsorbible supere al resto de las estrategias, debido a sus características de degradación total en tres años, que deja menor estímulo para la neoproliferación en la íntima. CONCLUSIÓN Figura 6. Tomografía de coherencia óptica que muestra el stent bioabsorbible (flechas) implantado adecuadamente dentro de un stent metálico, como tratamiento de la reestenosis (cabezas de flecha). DISCUSIÓN Las estrategias terapéuticas para la reestenosis intrastent son seguras y con semejanza en sus resultados clínicos, por lo menos a seis meses de seguimiento, en pacientes de similares características basales. En los pacientes de este estudio la tasa de revascularización de la lesión diana fue baja en ambos grupos y clínicamente el resultado es bueno con cualquiera de los tratamientos. Desde el punto de vista técnico se alcanzó el éxito del procedimiento en todos los casos. En el grupo de pacientes con stent bioabsorbible se requirió mayor material para optimizar el resultado, circunstancia que incrementó el costo del procedimiento. Las lesiones de este grupo fueron de características más complejas, según la clasificación de Mehran. En un porcentaje importante de este grupo se detectó infraexpansión o mala aposición del stent, que requirió postdilatación. A prácticamente todos los pacientes se les realizó un estudio de tomografía de coherencia óptica intracoronaria para tener una visión detallada Este estudio sugiere que en pacientes con reestenosis intrastent tanto el implante del stent bioabsorbible o la angioplastia con balón medicado dan buenos resultados clínicos a corto plazo y la tasa de recurrencia es baja y similar en los dos grupos de tratamiento. Aunque técnicamente la estrategia de implantar el stent bioabsorbible puede tener mayor grado de complejidad, en este estudio mostró igual seguridad. REFERENCIAS 1. 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Rev Esp Cardiol 2000;53:1183-1188. 5. 6. 7. 8. 46 Mehran R, Dangas G, Abizaid AS, Mintz GS, Lansky AJ, Satler LF, et al. Angiographic Patterns of In-Stent Restenosis: Classification and Implications for Long-Term Outcome. Circulation. 1999;100:1872-1878. Singh M, Gersh BJ, McClelland RL, Ho K, Willerson JT, Penny WF, et al. Clinical and angiographic predictors of restenosis after percutaneous coronary intervention insights from the prevention of restenosis with tranilast and its outcomes (PRESTO) trial. Circulation. 2004;109:2727-2731. Touchard A, Schwartz R. Modelos preclínicos de reestenosis: retos y éxitos. Rev Esp Cardiol Supl. 2013;13(E):13-19. Myung L, Park J, Jeon K-H, Jung JH, Eun S, Han J-K, et all. Comparison among drug-eluting ballon, drug-eluting stent, and plain ballon angioplasty for treatment of in-stent Reste- nosis: a net work metanalysis of 11 randomized controlled trial. JACC 2014;64(11):13-17. 9. Lambert B, Leigh L, Rapoza R. Endoprótesis coronarias bioabsorbibles. 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Tratamiento del infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST mediante el diferimiento del stent para prevenir el fenómeno de no reflujo Hugo Gutiérrez-Leonard1 Higinio García-Velásquez2 José Luis Ojeda Delgado3 Antón Meneses-Bonilla4 Luis Enrique Berúmen-Dominguez5 Aldo Siney Hernández-Casas6 1 Cor.M.C., cardiólogo intervencionista, jefe del área de Medicina Interna. 2 Residente de cardiología intervencionista. 3 Gral. de Brig. M.C., cardiólgo intervencionista, director del C.H.E.M.P. 4 Cor. M.C., cardiólogo intervencionista. 5 Tte. Cor., cardiologo intervencionista, jefe de sala de cardiología intervencionista. 6 M.M.C., residente de cardiología intervencionista. Hospital Central Militar, Ciudad de México. RESUMEN Antecedentes: en pacientes con síndrome coronario agudo en las primeras 24 horas de evolución el estado de inflamación y la activación de plaquetas son mayores, aún más si se agregan las maniobras mecánicas para restablecer el flujo, incluido el implante del stent, que favorece el fenómeno de “no reflujo”. Objetivo: conocer si el diferimiento de la aplicación del stent en pacientes con infarto agudo de miocardio disminuye la tasa de eventos de no reflujo. Material y método: estudio observacional, descriptivo, longitudinal, ambispectivo y comparativo efectuado en pacientes del Hospital Central Militar con diagnóstico de infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST en las primeras 12 horas de evolución. Se formaron dos grupos: el primero recibió tratamiento inmediato y en el segundo se difirió, en promedio, 64 horas. Resultados: se estudiaron 26 pacientes, 23 de género masculino (88%) y 3 del femenino (12%). A 11 se les realizó angioplastia y diferimiento del stent más balón largo (42%) (grupo 1) y 15 se trataron con angioplastia e implante inmediato del stent (58%) (grupo 2). En el evento agudo del grupo 1 se observó menor proporción de fenómeno de no reflujo aunque sin significación estadística por el tamaño de la muestra. En ninguno de los grupos hubo defunciones. Conclusiones: el diferimiento de la aplicación del stent en pacientes con infarto agudo de miocardio resultó en menor tasa de eventos de no reflujo. Para confirmar las ventajas y seguridad de este procedimiento será necesario estudiar una muestra mayor de pacientes. Palabras clave: cardiopatía isquémica, infarto agudo de miocardio, elevación del segmento ST, fenómeno de no reflujo, intervencionismo coronario percutáneo, stent diferido. www.nietoeditores.com.mx Recibido: 12 de enero 2016 Aceptado: 4 de febrero 2016 Correspondencia Cor. M.C. Hugo Gutiérrez-Leonard José Rubén Romero 1 53100 Naucalpan de Juárez Estado de México [email protected] 47 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Experience in the treatment of myocardial infarction with ST-segment elevation by deferring the stent to prevent no-reflow phenomenon ABSTRACT Background: In patients with acute coronary syndrome the first 24 hours of evolution, the state of inflammation and platelet activation are higher, especially if the mechanical operations are added to restore the flow, including stenting, which favors the phenomenon of "no-reflow". Objective: To determine whether the deferral of the application of the stent in patients with acute myocardial infarction event rate decreases no-reflow. Methods: Observational, descriptive, longitudinal, and comparative ambispective study in the Hospital Central Militar (Mexico) 12 hours of evolution. Two groups were formed: the first received immediate treatment and the second was deferred, on average, 64 hours. Results: 26 patients, 23 males (88%) and 3 women (12%) were studied. A 11 underwent angioplasty and stenting plus deferred ball over (42%) (group 1) and 15 were treated with angioplasty and stenting immediately (58%) (group 2). In the acute event group 1 smaller proportion of noreflow although not statistically significant for the size of the sample was observed. In either group, there were deaths. Conclusions: The deferral of the implementation of the stent in patients with acute myocardial infarction resulted in lower event rate of no-reflow. To confirm the benefits and safety of this procedure will be necessary to study a larger sample of patients. Key words: Ischemic heart disease, myocardial infarction, ST elevation, no-reflow, percutaneous coronary intervention, stent deferred. ANTECEDENTES La cardiopatía isquémica es la principal causa de muerte en el mundo, en Estados Unidos se estima que cada 25 segundos una persona sufre un episodio de infarto de miocardio y que cada minuto fallece una como consecuencia de éste.1 México no es la excepción, según el último análisis realizado en el 2013, pues la cardiopatía 48 isquémica es la principal causa de muerte, seguida de la diabetes mellitus2 y para el 2050, uno de cada dos mexicanos tendrá diabetes mellitus. Si bien la cardiopatía isquémica incluye varios padecimientos (angina estable e inestable, isquemia silente y síndromes coronarios agudos) el infarto con elevación del segmento ST es el que requiere tratamiento urgente, en las primeras 12 Gutiérrez-Leonard H y col. Tratamiento del infarto agudo de miocardio y diferimiento del stent horas de evolución, porque el retraso del tratamiento definitivo tiene implicaciones pronósticas adversas a corto y largo plazo.3 El tratamiento del síndrome coronario agudo con elevación del segmento ST ha cambiado desde la demostración de la ventaja de la permeabilización del vaso responsable del infarto, ya sea por algún método farmacológico (trombolisis) o mecánico (angioplastia e implante de stent). El intervencionismo percutáneo es el método de elección para los centros que cuentan con sala de hemodinamia equipada y con personal adiestrado en esta técnica.4 La ventaja de llevar a estos pacientes al intervencionismo con implante de stent en la arteria infartada se demostró en 1999 por Grines y colaboradores quienes reportaron una disminución significativa de todos los eventos cardiovasculares durante la hospitalización y de la tasa de reinfarto y muerte a los seis meses versus la angioplastia sola.5 La revascularización coronaria no es sinónimo de perfusión miocárdica. A pesar de los beneficios del intervencionismo coronario percutáneo y conforme los distintos dispositivos y técnicas de intervencionismo coronario han avanzado, las complicaciones agudas, subagudas y a largo plazo relacionadas con el propio procedimiento, son ahora el nuevo reto para los cardiólogos clínicos e intervencionistas.6 Una de las complicaciones agudas más temidas durante el procedimiento intervencionista es el fenómeno de “no reflujo”. Fenómeno de no reflujo Kloner y su grupo demostraron, en perros, que 90 minutos de isquemia se asocian con reperfusión incompleta del lecho vascular miocárdico. Este fenómeno puede observarse fácilmente en el laboratorio de hemodinámica, en donde los pacientes con fenómeno de no reflujo tienen mayor cantidad de trombo intravascular, en parte, favorecido mecánicamente por el tratamiento intervencionista.7,8 El fenómeno de no reflujo es la disminución súbita del flujo epicárdico anterógrado (flujo TIMI menor a 2) en un vaso con restablecimiento previo del flujo epicárdico (flujo TIMI 3) que puede acompañarse de inestabilidad hemodinámica (hipotensión, insuficiencia cardiaca aguda o arritmias graves), sin que haya causa mecánica aparente, como la disección coronaria o la lesión macroscópica residual.9,10,11 Este fenómeno es una disminución súbita del flujo epicárdico, a pesar de la adecuada permeabilización del vaso tratado. Sucede en aproximadamente 5-10% de las intervenciones percutáneas de forma programada, pero su incidencia aumenta en el intervencionismo coronario percutáneo primario, incluso 20 a 30% porque los factores que la favorecen suceden más durante los eventos agudos.12,13 Fisiopatología El fenómeno de “no reflujo” resulta de la embolización coronaria distal de placa y trombo que obstruye la microcirculación miocárdica (vasos menores de 200 mcm de diámetro) y causa trombosis intravascular; esto genera edema miocárdico e inflamación endotelial. En cuestión de minutos hay daño por reperfusión, con hemorragia miocárdica y muerte celular. Otros factores que contribuyen a este fenómeno son las especies reactivas de oxígeno y los factores proinflamatorios activados por el daño endotelial.9,11,14 Factores predisponentes Aunque no se conocen todos los factores que influyen en la aparición de este fenómeno de no reflujo, algunas de las causas identificadas 49 Revista de Sanidad Militar son factores clínicos y mecánicos. Los más importantes son:15,16 a) Factores clínicos Edad mayor de 65 años Diabetes mellitus Tabaquismo previo Infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST Insuficiencia cardiaca o Killip Kimbal III al ingreso Insuficiencia renal b) Factores mecánicos Tamaño grande de la carga de trombo Flujo TIMI 0 previo a la angioplastia Lesiones largas con placas ulceradas a través del vaso, lesiones difusas o excéntricas Implante del stent Esta complicación durante el procedimiento intervencionista en pacientes con infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST se asocia con mayor número de eventos cardiovasculares adversos e implica aumento de la mortalidad intrahospitalaria incluso de 3 veces y a los 30 días hasta de 27.5%.17,18 A largo plazo se relaciona con insuficiencia cardiaca, arritmias, reinfarto y muerte súbita.19 50 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 activa señales intracelulares asociadas con cardioprotección, como la apertura de canales de potasio, sensibles a ATP, inhibe la migración de neutrófilos y previene la generación de especies reactivas de oxígeno. Disminuye la liberación de endotelina.24 Nitroprusiato y nitroglicerina. Fármacos donadores de óxido nítrico que provocan vasodilatación. La microvasculatura no es capaz de metabolizar la nitroglicerina, mientras que el nitroprusiato no requiere metabolizarse; por lo tanto, actúa mejor en la microcirculación.25, 26 Verapamil. Inhibidor de la agregación plaquetaria y, por lo tanto, de la formación de trombos en la microvasculatura; protege a los miocitos de la toxicidad por exceso de calcio porque disminuye el flujo del calcio a través del sarcolema.27 Inhibidores de la glucoproteína IIb/IIIa. Disminuyen la embolización distal y desintegran los trombos formados.20 La desaparición del fenómeno de no reflujo solo se consigue en 30-40%28 de los pacientes con tratamiento farmacológico. Los fármacos prescritos tienen efectos cardiovasculares que pueden empeorar el estado clínico del paciente, como: bradicardia, hipotensión y aumento del riesgo de sangrado. Por esto su indicación debe ser cauta basada siempre en la situación clínica de cada paciente. La gravedad de sus implicaciones clínicas y pronósticas a corto y largo plazo ha dado pie al desarrollo de múltiples estrategias farmacológicas (calcio antagonistas, vasodilatadores e inhibidores de la GP IIb/IIIa)20,21,22 y mecánicas (dispositivos de aspiración, dispositivos de protección distal) con resultados clínicos variables y poco alentadores.23 El fenómeno de no reflujo sucede tres o cuatro veces más en el contexto del infarto agudo con elevación del segmento ST. Puesto que la repercusión de los tratamientos es variable, la prevención puede ser una estrategia viable en pacientes de alto riesgo. Tratamiento con fármacos Antecedentes del diferimiento del stent Adenosina. Es un nucleósido endógeno de las purinas que reduce la resistencia arteriolar y Sin bien es cierto que el intervencionismo coronario percutáneo (implante de stent durante Gutiérrez-Leonard H y col. Tratamiento del infarto agudo de miocardio y diferimiento del stent el procedimiento primario) es superior a la trombolisis y la angioplastia sola (sin implante de stent),29,30 el fenómeno de no reflujo sobreviene en múltiples ocasiones. Esto sucede inmediatamente después de la impactación del stent secundario a la microembolización y a los factores proinflamatorios y protrombóticos que se encuentran completamente activos, aunado a que la mayoría de estos pacientes tiene mútiples factores de riesgo clínicos que favorecen la aparición del fenómeno de no reflujo.31 versus el implante diferido del stent, concluyó que el resultado del diferimiento del implante fue: menor tasa de eventos angiográficos periprocedimiento (RM= 0.13), sin diferencias en los eventos cardiovasculares mayores (RM=0.40, IC95%: 0.09-1.91) y en el riesgo de sangrado, (OR=0.81, IC95%: 0.01-13.42).33,34 En 2004 Cafri y colaboradores realizaron los primeros estudios, sin asignación al azar, en 106 pacientes, a los que en 82 se implantó inmediantamente el stent y en 24 se difirió el implante. El intervalo de diferimiento fue de 4.9 ± 3 días. Los resultados fueron: mayor número de eventos cardiovasculares periprocedimiento 26% (n=22) vs 4% (n=1) en el grupo de implante inmediato del stent. El estudio DEFER-STEMI (2014) es un ensayo prospectivo, controlado, con asignación al azar, efectuado en un solo centro que evaluó si el diferimiento del implante del stent reducía la incidencia del fenómeno de no reflujo. Los resultados mostraron menor incidencia del fenómeno con una razón de momios de 0.16 (0.04 vs 0.59), incremento significativo en la cantidad de miocardio salvado en el grupo de stent diferido medido por resonancia magnética postintervencionismo. El tiempo de diferimiento fue de 4 a 16 horas con promedio de 6 horas.35,36 En 2009 Riezbos y su grupo publicaron los resultados de 142 pacientes de los que 73 recibieron inmediatamente el stent y en 69 se difirió la aplicación. No hubo diferencia en relación con los eventos cardiovasculares periprocedimiento, pero en los eventos cardiovasculares mayores hubo más en pacientes con implante inmediato del stent: 66% (n=48) vs 43% (n=43). Los estudios demuestran que a mayor tiempo de diferimiento los resultados angiográficos son mejores; sin embargo, la posibilidad de trombosis, reinfarto no fatal y sangrado aumentan.37,38 El objetivo de este estudio fue: conocer si el diferimiento de la aplicación del stent en pacientes con infarto agudo de miocardio disminuye la tasa de eventos de no reflujo. En el 2011 Tang y colaboradores publicaron, igualmente, sus resultados en 87 pacientes: 47 en el grupo de implante inmediato y 40 a quienes se realizó angioplastia con balón e implante del stent a los 7 días del evento agudo. Los resultados fueron: mejor tasa de flujo TIMI 3 y TMP hasta 3 veces en el grupo de implante diferido del stent y menor tasa de fenómeno de no reflujo.32 MATERIAL Y MÉTODO Un metanálisis del 2013 que revisó cinco estudios con y sin asignación al azar, incluidos los mencionados y que reunió a 590 pacientes en quienes se comparó el implante inmediato Estudio observacional, descriptivo, longitudinal, ambispectivo y comparativo efectuado en pacientes del Hospital Central Militar (México) con diagnóstico de infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST en las primeras 12 horas de evolución. RESULTADOS Se estudiaron 26 pacientes, 23 de género masculino (88%) y 3 del femenino (12%). A 11 se 51 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 les realizó angioplastia y diferimiento del stent más balón largo (42%) (grupo 1) y 15 se trataron con angioplastia e implante inmediato del stent (58%) (grupo 2). En el evento agudo del grupo 1 se observó menor proporción de fenómeno de no reflujo aunque sin significación estadística por el tamaño de la muestra. En ninguno de los grupos hubo defunciones. en acceso vascular utilizado; en el grupo de diferidos fue más frecuente el acceso femoral, quizá secundario a la preferencia del operador. La mediana de stents implantados en ambos grupos fue de 1, sin diferencias significativas. (Cuadro 2) En el Cuadro 1 se presentan las características generales de la población por grupos, sin diferencias significativas en edad, sexo o factores de riesgo. La mayor parte de los infartos fueron en el territorio de la descendente anterior, sin observar diferencias entre los grupos. En el grupo control se observó mayor proporción del fenómeno de no reflujo, aunque sin alcanzar significación estadística por el pequeño tamaño de la muestra. Llama la atención la ausencia de esta complicación en el grupo diferido (0%) (Figura 1). En ningún grupo hubo defunciones. En los resultados de la intervención coronaria se realizó implante de stent en todos los pacientes, con predominio de la descendente anterior en ambos grupos. Hubo una diferencia significativa DISCUSIÓN En la angiografía invasiva inicial 90% del grupo diferido tuvo trombo angiográfico TIMI 5. Este estudio plantea que en pacientes con infarto agudo de miocardio de alto riesgo clínico y an- Cuadro 1. Características generales Característica Edad en años Sexo masculino Diabetes mellitus Hipertensión arterial Tabaquismo Diagnóstico: • Territorio DA • Territorio CD • Territorio CX No diferidos (n=15) 63.7±10.5 14 (93%) 6 (43%) 11 (73%) 11 (73%) 8 (53.%) 5 (33%) 2 (13.3%) Diferidos (n=11) Valor p 65.2±10.6 9 (90%) 6 (60%) 6 (60%) 8 (72%) 0.73 0.99 0.41 0.67 0.98 5 (45.5%) 4 (36.3%) 2 (18%) 0.13 Cuadro 2. Resultados angiográficos Característica Colocación de stent • CD • DA • CX • OM • DX Acceso vascular • Femoral • Radial Trombo intracoronario TIMI 5 52 No diferidos (n=15) 4 9 2 1 0 (27%) (60%) (13%) (7%) 4 (27%) 11 (73%) 11 (73%) Diferidos (n=11) 4 6 3 0 1 (40%) (60%) (30%) (10%) 8 (72%) 3 (28%) 10 (90%) Valor p 0.67 0.99 0.36 0.99 0.40 0.04 0.4 Gutiérrez-Leonard H y col. Tratamiento del infarto agudo de miocardio y diferimiento del stent 2. Bhatt DL, Topol EJ. Does creatinine kinase-MB elevation after percutaneous coronary intervention predict outcomes in 2005 Periprocedural cardiac enzyme elevation predicts adverse outcomes. Circulation. 2005;112(6):906-915. 3. Henriques JP, Zijlstra F, Ottervanger JP, de Boer MJ, van 't Hof AW, Hoorntje JC, et al. Incidence and clinical significance of distal embolization during primary angioplasty for acute myocardial infarction. European Heart Journal. 2002;23(14):1112-1117. 4. 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La limitación del estudio es el escaso número de pacientes en quienes se ha aplicado esta estrategia. Con respecto al grupo comparado, el sangrado mayor fue un poco más en el grupo del diferimiento del stent (un paciente 9%). CONCLUSIONES En una población con infarto agudo de miocardio, con elevación del segmento ST, predominantemente masculina, se observó que diferir el procedimiento intervencionista se traduce en menor proporción de eventos de fenómeno de no reflujo, aunque sin alcanzar significación estadística. No se observó aumento de la mortalidad intrahospitalaria por esta maniobra. REFERENCIAS 1. Stone GW, Grines CL, Cox DA, Garcia E, Tcheng JE, Griffin JJ, et al. Comparison of angioplasty with stenting, with or without abciximab, in acute myocardial infarction. N Eng J Medicine 2002;346(13):957-966. 10. Bavry AA, Kumbhani DJ, Bhatt DL. 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Epidemiología de las fracturas de cadera por estrés en militares de nuevo ingreso al Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos RESUMEN Antecedentes: las fracturas por estrés resultan de la sobrecarga continua y repetida sobre una estructura ósea, que ocurre cuando la tasa de microfracturas en la matriz extracelular es mayor que la tasa de reparación ósea. Este tipo de fracturas ocurre, predominantemente, en atletas y personal de reclutas en prácticas militares. Marcelo de la Rosa-Aguilar1 Carlos Martín Hernández-Toscano1 Jesús Rafael García-Andino1 Ricardo Brian Palmieri-Bouchan2 Luis Roberto García-Valadez3 Jorge Sáenz-Guerra4 1 M.M.C., adscrito al Departamento de Ortopedia, Hospital Central Militar, Ciudad de México. 2 M.M.C., residente de Traumatología y Ortopedia, Escuela Militar de Graduados de Sanidad, Hospital Central Militar, Ciudad de México. 3 M.M.C., adscrito al Departamento de Ortopedia, Hospital Regional Militar, Acapulco Guerrero. 4 M.M.C., adscrito al Departamento de Urgencias, Hospital Central Militar, Ciudad de México. Objetivo: valorar las fracturas de cadera en pacientes del Ejército mexicano, su tratamiento y seguimiento. Materiales y métodos: estudio retrospectivo efectuado con base en la revisión de expedientes de pacientes con diagnóstico de fractura por estrés de cadera atendidos en el Hospital Central Militar entre el 1 de enero de 2009 y el 31 de diciembre de 2014. Se determinó la epidemiología de las fracturas de cadera por estrés en militares de nuevo ingreso. Resultados: se estudiaron 11 pacientes con límites de edad de 21 y 27 años (media de 22 años DE ± 2.14). En distribución por sexo: 45% hombres y 55% mujeres. Los trazos predominantes de las fracturas fueron: basicervical (64%), transcervical (27%) y subtrocantérica (9%). El tratamiento fue quirúrgico y los implantes utilizados: DHHS (45%), DHS (45%) y TFN (10%). Solo en 9% de los pacientes hubo complicaciones postquirúrgicas. Conclusiones: la distribución por edad y sexo fue heterogénea, lo que implica que no hubo factores predisponentes para fractura por estrés de cadera dependientes de estas variables. Las fracturas por estrés predominan en los militares de nuevo ingreso al instituto armado, lo que coincide con lo establecido en la bibliografía internacional. Palabras clave: fracturas por estrés, fracturas de cadera, reclutas. Epidemiology of stress hip fractures in mexican army and air force recruits Recibido: 19 de agosto, 2015 ABSTRACT Background: Stress fractures are the result of a continuous and repeated stress on a bone structure that occurs when the rate of microfractures in the extracellular matrix is greater than the rate of bone repair these fractures occur predominantly in athletes and recruits in military practices. Objective: This study evaluated patients with hip fracture who belong to mexican army, their treatment and follow up. www.nietoeditores.com.mx Aceptado: 19 de enero, 2016 Correspondencia M.M.C. Marcelo de la Rosa Aguilar Calle de los Flamencos 21 Colonia Lomas de la Herradura 52785 Huixquilucan Estado de México [email protected] 55 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Material and methods: The records of 11 patients diagnosed with hip stress fracture admitted to the Hospital Central Militar (Mexico city) in the period of January 1th, 2009 to December 31, 2014 were reviewed and the epidemiology of stress hip fractures in military recruits was determined. Results: The age distribution of the patients was between 21 and 27 years (mean 22 years SD ± 2.14) Of these, 45% were men and 55% women.The fracture line that prevailed in these patients was the location basicervical 64%, then 27% transcervicaland finally 9% subtrochantericfracture. All the patients received surgical treatment, the implant type distribution was: 45% were treated with DHHS, 45% with DHS and 10% with TFN. Only 9% had postoperative complications. Conclusions: Distribution by age and sex was obtained heterogeneous, which makes us conclude that there are no dependent predisposing factors for these variables to present hip stress fracture. The presence of stress fractures in military recruits is the same as the incidence known in International literature. Key words: Stress fractures, hip fractures, recruits. ANTECDENTES El hueso es un tejido dinámico con constantes rupturas y reparaciones mientras se adapta a las cargas que recibe. La expresión fractura de cadera se utiliza para describir las lesiones que afectan al cuello femoral y a la metáfisis proximal del fémur.1 Las fracturas por estrés son consecuencia de la sobrecarga continua y repetida sobre una estructura ósea, que ocurre cuando la tasa de microfracturas en la matriz extracelular es mayor que la tasa de reparación ósea.1 Este tipo de fracturas ocurre, sobre todo, en atletas y reclutas durante las prácticas militares. En dos a tres semanas de entrenamiento pueden ocurrir cambios ligeros o una fractura completa que requiere la fijación mediante osteosíntesis. El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son imprescindibles para conseguir que el resultado funcional permita la rápida reincorporación 56 a la actividad física habitual. El retraso en el diagnóstico o el tratamiento inadecuado son un problema potencialmente debilitante, con alta morbilidad que va desde dolor crónico hasta discapacidad permanente.1,2 Las fracturas por estrés en el cuello femoral son lesiones poco frecuentes, suponen 5% de todas las fracturas por estrés que sufre la población en general.3 Anatomía La carga de peso corporal del corredor se trasmite hasta las extremidades inferiores a través de los huesos y puede exceder 5.3 veces el peso corporal en el cuello femoral durante la marcha. Los músculos ayudan a absorber y distribuir las fuerzas de carga, sobre todo el glúteo medio. El peso de las extremidades y del tronco superior se aplica a las fuerzas de compresión a la cara inferior del cuello femoral. A la inversa, las fuerzas de tracción actúan sobre la cara supe- De la Rosa-Aguilar M y col. Epidemiología de las fracturas de cadera rior del cuello femoral. Estas fuerzas se vuelven importantes en el pronóstico y tratamiento de la fractura por estrés.4 Biomecánica El cuello del fémur se localiza entre la cabeza femoral y el eje femoral, delimitado por los trocánteres mayor y menor. Las fuerzas y el peso provenientes desde el tronco provocan una fuerza de compresión sobre la cara inferior del cuello femoral, mientras que la cara superior está sujeta a las fuerzas de tracción. El suministro de sangre a la cabeza femoral se ejecuta a través del cuello femoral. Así, una fractura del cuello puede interrumpir el suministro de sangre a la cabeza femoral y causar necrosis avascular de la cabeza femoral.5 Epidemiología Las fracturas por estrés pueden suceder, incluso, en 15% de los corredores y personal en prácticas militares. De los pacientes que sufren fracturas por estrés, alrededor de 5-10% suceden en el cuello femoral.6 Las fracturas por estrés en el lado de compresión (la cara inferior) del cuello femoral son más comunes que las que suceden por sobrecarga en el lado de tensión (cara superior).7 Causas La causa más evidente es la falta de condicionamiento físico. El aumento de la duración, la frecuencia o intensidad del entrenamiento demasiado rápido no permite la adaptación apropiada del hueso de soporte ni muscular, que resulta en daños óseos microscópicos que no permiten la recuperación rápida de la lesión.8 En la población militar, los alumnos con más bajos niveles de aptitud inicial y mayores índices de masa corporal tienen mayor riesgo de fracturas por estrés. El antecedente de fractura previa también es un factor de riesgo de recurrencia. Otros factores de riesgo de fracturas por estrés incluyen: calzado inadecuado, discrepancias en la longitud de la pierna y un cambio de la superficie de rodamiento.9 La coxa vara se ha asociado con mayor riesgo de fracturas por estrés.9 Un estudio efectuado en reclutas de marines estadounidenses masculinos mostró mayor riesgo de fractura por estrés en los individuos con bajo peso corporal y en los que tenían diáfisis femorales de menor diámetro.10 Quienes tienen la tríada de la mujer atleta (trastornos alimentarios y menstruales y osteoporosis prematura) también están en mayor riesgo de fracturas por estrés.11 Las mujeres jóvenes que regularmente realizan ejercicio con soporte de peso pueden aumentar la densidad de los huesos del cuello femoral.11 Reclutas en formación en la Academia Naval de Estados Unidos que tuvieron una pérdida significativa de peso y menor masa muscular se asociaron con mayor incidencia de fractura de estrés que sus cohortes.12 Diagnóstico El paciente refiere coxalgia progresiva e incapacitante, localizada en la ingle o el muslo, síntomas que suelen confundirse con desgarre muscular o lesión ligamentaria. Por lo general, el dolor inicial aparece después de una actividad. Conforme la lesión evoluciona, el dolor se torna más intenso y frecuente durante el entrenamiento y salvo que se modifique la actividad, el dolor empeora gradualmente durante unas pocas semanas, hasta el punto en que el paciente es incapaz de caminar sin dolor; si esta actividad persiste es posible que resulte en una fractura por estrés.12 A diferencia de muchas otras fracturas por estrés, durante la exploración de la cadera no es posible 57 Revista de Sanidad Militar palpar el cuello femoral y determinar la depresión habitual ósea característica de la fractura por estrés. Esto puede conducir el diagnóstico erróneo de tendinitis de los músculos flexores de la cadera.12 Debe considerarse la posibilidad de los estudios de laboratorio, como: hemograma, proteína C reactiva (PCR) y velocidad de sedimentación globular (VSG) para descartar artropatía infecciosa o inflamatoria. También son útiles los estudios de extensión, como: tomografía computada o gamagrama óseo en caso de sospecha de neoplasia.13 La resonancia magnética es un adecuado apoyo diagnóstico que permite descartar lesiones condrales y osteocondrales; es más específica que el gamagrama, pero su costo es mayor.14 Existen algunos diagnósticos diferenciales para casos de síntomas similares, como: necrosis avascular de la cabeza femoral, fractura del cuello femoral, luxación de cadera, bursitis de la cadera, tendinitis del ilio-psoas, síndrome piriforme, lesiones de la articulación sacroiliaca y deslizamiento de la epífisis capital femoral, entre otros. TRATAMIENTO Deben seguirse los principios de tratamiento de lesiones agudas: protección, reposo, hielo, compresión y elevación de la extremidad. Protección La deambulación debe ser sin carga de peso, con el apoyo de muletas hasta que se consiga el alivio completo del dolor en reposo. Podrán efectuarse ejercicios alternativos para mantener el acondicionamiento cardiovascular (nadar y movimientos en bicicleta estática). También es útil la colocación de hielo para ayudar a la reducción del dolor y la inflamación. La elevación 58 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 de la extremidad para disminuir la inflamación. Los antiinflamatorios no esteroides (AINE) están indicados para aliviar el dolor y los narcóticos cuando el dolor es agudo.15 Los AINES deben administrarse durante el menor tiempo posible porque pueden interferir con la cicatrización ósea.16 En raras ocasiones puede intentarse el tratamiento conservador si la fractura es pequeña, estable y no desplazada. La intervención quirúrgica está indicada cuando la fractura es desplazada o si el dolor persiste por más de dos semanas, a pesar del estricto cumplimiento de las medidas mencionadas. Las fracturas sin desplazamiento o angulación suelen tratarse con fijación quirúrgica profiláctica.17 La marcha puede iniciarse conforme el dolor disminuye y puede incrementarse poco a poco con descarga parcial del peso y, finalmente, suspender el uso de las muletas. Este proceso suele tardar 4-6 semanas. Después que el paciente es capaz de caminar 1.5 kilómetros sin dolor (por lo general en 8-12 semanas, pero a veces más) debe iniciarse un programa aeróbico más intenso para conseguir el retorno gradual a la actividad física. Por lo general se requieren alrededor de 2.5 meses para poder recorrer 5 km sin dolor.18 La terapia física con entrenamiento dirigido también puede influir favorablemente en la rehabilitación del paciente. Actividades como: correr en el agua con un chaleco de flotación puede ser de ayuda. Si el dolor regresa durante el periodo de rehabilitación debe disminuirse la actividad del paciente hasta que no exista dolor a la deambulación porque es probable que la fractura no haya sanado por completo y necesite descanso adicional. Si el dolor es agudo conviene la toma de una radiografía para comprobar el desplazamiento. La necrosis avascular, pseudoartrosis, consolidación viciosa, y el eventual reemplazo de cadera pueden ser De la Rosa-Aguilar M y col. Epidemiología de las fracturas de cadera consecuencia de las complicaciones de una fractura por estrés que no se diagnostica a tiempo o que se rehabilita con demasiada rapidez.18 El objetivo de este estudio es valorar las fracturas de cadera en pacientes del Ejército mexicano, su tratamiento y seguimiento. MATERIAL Y MÉTODO 9% 27% Estudio retrospectivo efectuado en pacientes atendidos en el Hospital Central Militar entre el 1 de enero de 2009 y el 31 de diciembre de 2014 con diagnóstico de fractura por estrés. Se obtuvo el expediente clínico electrónico de la totalidad de pacientes Se reunieron los datos de: edad, sexo, situación en el ejército y los relacionados con la lesión: lado afectado, clasificación de la fractura por su localización, tratamiento y complicaciones postoperatorias. La información previa se descargó en una hoja de cálculo del sistema Stat Plus for Mac y se procedió a la codificación de los valores obtenidos. RESULTADOS Se estudiaron los expedientes de 11 pacientes con diagnóstico de fractura por estrés de cadera, en diferentes localizaciones, distribuidos conforme se señala en el Cuadro 1 y la Figura 1. El 100% eran militares en el activo. La distribución por edad fue 21 a 27 años (media de 22 ± DE 2.14 años). El 45% de género masculino y 55% del femenino. Cuadro 1. Distribución por localización del trazo de fractura Tipo de fractura n % Basicervical Transcervical Subtrocantérica Total 7 3 1 11 64 27 9 100 64% Basicervical Transcervical Subtrocantérica Figura 1. Distribución por localización de fracturas por estrés de cadera. En cuanto a distribución por lado lesionado: 36% del derecho y 63% del izquierdo. El tratamiento en la totalidad de los pacientes fue quirúrgico, y el tipo de implante se seleccionó con base en las características particulares del paciente y el trazo de fractura: 45% con DHHS (LCP Dynamic Helical Hip System), 45% con DHS (Dynamic Hip Screw) y 10% con TFN (Trochanteric Fixation Nail) Figura 2. En el seguimiento a largo plazo solo un paciente tuvo complicaciones postquirúrgicas: desanclaje del material de osteosíntesis del sistema DHS que requirió reosteosíntesis con clavo TFN y, posteriormente, artroplastia total de cadera debido a necrosis avascular de la cabeza femoral. Figura 3 En las Figuras 4 y 5 se observa otro ejemplo radiológico del tratamiento quirúrgico de un paciente con fractura por estrés en el Hospital Central Militar. 59 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 45% 45% 10% DHHS TFN DHS Figura 2. Tipos de implante seleccionados. CONCLUSIONES Las fracturas por estrés tienen predominio en militares de nuevo ingreso al instituto armado, Figura 4. 4A. Proyección radiográfica anteroposterior de la pélvis con ambas caderas. Se observa la solución de continuidad a nivel basicervical de la cadera izquierda y desplazamiento de fragmento proximal en varo. 4B. Proyección radiográfica anteroposterior de pelvis donde se observa reducción y alineación adecuadas de la fractura en la región basicervical de la cadera izquierda, con datos adecuados de consolidación para su evolución (a las ocho semanas de posoperatorio). y en militares en adiestramiento intensivo (que sufren microtraumatismo de repetición), características que coinciden con lo establecido en la bibliografía internacional. La distribución por edad y sexo fue heterogénea, lo que implica que no hubo factores predisponentes dependientes de estas variables para la fractura por estrés de cadera. Figura 3. 3A. Proyección radiográfica anteroposterior de cadera izquierda donde se observa pseudoartrosis del cuello femoral, cefalización de tornillo dinámico, con implante DHS. 3B. Imagen en proyección anteroposterior de pelvis donde se observa el implante intramedular correspondiente al clavo trocantérico, y el colapso de la cabeza femoral, consolidación de la pseudoartrosis del cuello femoral y datos compatibles con necrosis avascular de la cabeza femoral. 3C. Imagen en proyección anteroposterior de pelvis con implante in situ de prótesis total de cadera izquierda no cementada. 60 De la Rosa-Aguilar M y col. Epidemiología de las fracturas de cadera Figura 5. A. Proyección anteroposterior de la cadera izquierda, con solución de continuidad a nivel de la región basicervical, con desplazamiento mínimo de la fractura. B. Control fluoroscópico inmediato de la reducción de la fractura y colocación de implante DHHS donde se observa reducción adecuada de la fractura del cuello femoral. C. Proyección anteroposterior de la cadera donde se observa implante in situ (DHHS), y fractura del cuello femoral en fase de consolidación y sin datos de necrosis avascular de la cabeza femoral. Puesto que las fracturas por estrés son situaciones que ocurren en militares de reciente ingreso, se sugiere establecer un protocolo de estudio de todos los reclutas con dolor de cadera para evitar complicaciones a largo plazo. Por su inicio insidioso estas fracturas pueden subdiagnosticarse o confundirse con algún padecimiento muscular común, como: tendinitis, desgarro o distención. Se sugiere, al menos, la toma de radiografías simples de la cadera para que el médico de primer contacto con pacientes con actividades deportivas o castrenses las valore. Ante la persistencia de los síntomas y la sospecha del diagnóstico de fractura por estrés se recomiendan la gammagrafía ósea o resonancia magnética para su confirmación. REFERENCIAS 1. Shaffer RA, Rauh MJ, Brodine SK, Trone DW, Macera CA. 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Objetivo: determinar las causas de la hemorragia obstétrica en pacientes a quienes se efectuó histerectomía obstétrica en el Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología entre los años 2011 a 2015. Material y método: estudio de prevalencia, descriptivo, observacional, transversal y retrospectivo efectuado en el Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología en pacientes atendidas en los años 2011 a 2015. Se consideraron los expedientes de pacientes embarazadas y en el puerperio que tuvieron alguna complicación intraparto o posparto que hizo necesaria la histerectomía obstétrica. Los resultados se analizaron con programas de paquetes de datos (Microsoft Excel© y de IBM SPSS Statistics©) con estadística descriptiva. Resultados: se registraron 19,746 pacientes en quienes se demostró que la atonía uterina y el acretismo placentario fueron los factores de riesgo que más se asociaron con la hemorragia obstétrica, con una frecuencia de 8 y 5 casos (23.5 y 14.7%, respectivamente), seguidos por placenta previa con algún otro factor de riesgo asociado (placenta previa y acretismo placentario; placenta previa y atonía uterina; placenta previa y placenta acreta) con una proporción de 8.8%, respectivamente. Conclusiones: la prevalencia es similar a la publicada en la bibliografía internacional que señala que la principal indicación de la histerectomía obstétrica es la hemorragia, y la atonía uterina y el acretismo placentario los principales factores de riesgo que incrementan la morbilidad. No se registraron casos de muerte por esta causa. Palabras clave: hemorragia obstétrica, histerectomía obstétrica, tratamiento. Obstetric hysterectomy, the ultimate resource to manage obstetric hemorrhage ABSTRACT Background: The term Obstetric Hysterectomy refers to uterus surgical removal that takes place by some obstetric complication that did not answered to other treatment. This includes subsequent hysterectomy to a caesarean section, normal vaginal delivery or an implemented curettage. www.nietoeditores.com.mx Recibido: 1 de enero 2016 Aceptado: 19 de enero 2016 Correspondencia M.M.C. René Hernández Sánchez [email protected] 63 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Objective: Determine Obstetric Bleeding causes in patients undergoing obstetric hysterectomy at the Hospital MiIitar de Especialidades de la Mujer y Neonatología in 2011-2015. Methodology: Descriptive, observational, cross-sectional retrospective prevalence study, held at the Hospital MiIitar de Especialidades de la Mujer y Neonatología in 2011-2015. Medical records of all pregnant women and mothers of newborns, who had an intrapartum or postpartum complication that conditioned obstetric hysterectomies, were considered. The results were analyzed with statistical analysis software (Microsoft Excel© and IBM SPSS Statistics©) with descriptive statistics. Results: A total of 19,746 patients were captured in the study period. Uterine atony and placenta accreta were obstetric bleeding major risk factors associated, with a frecuency of 8 and 5 cases (23.5% y 14.7%) respectively, followed by placenta previa with another associated risk factor – placenta previa and accretism; placenta previa and uterine atony; placenta previa and placenta accreta, with a proportion of 8.8% respectively. Conclusions: The prevalence is similar to that reported in the worldwide literature, showing the main indication for obstetric hysterectomy was the obstetric hemorrhage, with uterine atony and placenta accreta being major risk factors, causing increased morbidity and mortality in patients undergoing obstetric hysterectomy in this hospital. Key words: Obstetric Bleeding, Obstetric Hysterectomy, Treatment. ANTECEDENTES El vocablo histerectomía proviene de las voces griegas: isteros (útero) y ectomia (extirpación). La histerectomía obstétrica es una intervención que luego de extraer al feto por histerotomía se extirpa el útero. Se indica para tratar distintas complicaciones que ponen en peligro la vida de la paciente por el incremento del riesgo de hemorragia. La intervención puede justificarse después de una cesárea, parto vaginal, legrado o durante el puerperio mediato o tardío. La hemorragia posparto ocurre en 1% de las pacientes y es, principalmente, secundaria a atonía uterina y a trastornos en la implantación de la placenta.1-3 Un estudio de serie de casos, observacional, transversal, retrospectivo y descriptivo efectuado en el Hospital de Ginecología y Obstetricia del Instituto Materno Infantil del Estado de México 64 (2007-2008) de expedientes de casos clínicos con diagnóstico de histerectomía obstétrica absoluta reportó los resultados encontrados en 23 expedientes, de los que 21 cumplieron con los criterios de inclusión y fueron la muestra en la que se realizó el estudio y análisis de investigación. La incidencia de histerectomía obstétrica absoluta de los 21 casos arrojó una incidencia de 1.26 por 1,000 nacidos vivos. En 2007 hubo 13 (61.9%) casos de histerectomía obstétrica absoluta y en 2008 los otros 8 (38.1%). Los factores predisponentes asociados con la histerectomía obstétrica fueron: media de edad de 29.90 años (límites: 17 y 40 años). El promedio de embarazos 2.76, de partos 1.19, cesárea 1.48 y aborto 0.1. Los diagnósticos prequirúrgicos fueron: atonía uterina (33.3%) y acretismo placentario (28.6%). Diagnósticos histopatológicos: placenta acreta 6 casos (28.6%), complicaciones posquirúrgicas 3 casos (14.2%).4,5 Hernández-Sánchez R y col. Histerectomía en hemorragia obstétrica Clasificación de las histerectomías Si bien existen varias clasificaciones, la mayoría de los autores coincide en dividirlas en función de la circunstancia que la motiva. Histerectomía de urgencia 1. Hemorragia posparto debida a: atonía uterina, placenta previa, placenta acreta, hematoma retroplacentario. En pacientes con útero de Couvelaire debe plantearse la posibilidad de histerectomía.6 2. Lesión traumática: rotura uterina, cicatriz de cesárea anterior, postaborto tras legrado, o rotura de embarazo ectópico cornual o cervical. En las roturas uterinas, la laparotomía y sutura del defecto suelen aliviar el cuadro en la mayoría de los casos. En algunos situaciones de lesiones irreparables, gran inestabilidad hemodinámica o incluso infecciones, la histerectomía se torna necesaria; desgarro de la vía vaginal, con hemorragia intensa y serios trastornos de coagulación, aunque es indicación muy discutible.6 3. Etiología médica: coagulopatías por síndrome de HELLP, esteatosis hepática gravídica, preeclampsia grave. Si la hemorragia es abundante puede desencadenarse una coagulopatía por consumo, que agrava la situación hemodinámica de la paciente. 7 4. Infección: estados infecciosos severos que favorecen la sepsis sin respuesta al tratamiento con antibióticos y que requiera desfocalización. Endometritis posparto complicadas con pelvi-peritonitis, o de origen pélvico que sobreinfectan el útero, incluso tromboflebitis pélvicas que persisten a pesar del tratamiento intenso con antibiótico. Puesto que existe el riesgo de choque séptico materno la mejor opción es la histerectomía.6,8 5. Inversión uterina: ante situaciones como ésta es excepcional la indicación de histerecto- mía, aunque puede ser necesaria cuando la inversión sea irreductible (falla de la taxis y la cirugía reparadora) o curse con necrosis o infección.9,10 Histerectomía electiva En la actualidad es motivo de controversia por el aumento de la morbilidad y mortalidad. En este grupo los motivos más frecuentes son: 1. Oncológicos: la neoplasia cervical es la causa oncológica más frecuente de histerectomía obstétrica. La histerectomía se realiza en las formas invasivas, al comienzo del embarazo. Al final del embarazo, se opta por la cesárea, que evita el riesgo de diseminación de las células malignas por un parto vaginal. En la práctica clínica la neoplasia de ovario es una causa rara de histerectomía obstétrica; la actitud dependerá del estadio tumoral. Si es avanzado se realizará histerectomía, anexectomía bilateral y omentectomía en cualquier momento del embarazo, pero ante un estadio precoz con tumor localizado, estará indicada la anexectomía bilateral durante el embarazo, esperar al término de éste y entonces completar la cirugía al tiempo de la cesárea.6 2. Causa benigna: la cirugía se reserva para síntomas resistentes al tratamiento médico o en casos de mioma complicado (degeneración, mioma gigante, necrosis, infección, atonía secundaria al mioma).7 3. Otras indicaciones descritas en la bibliografía en la actualidad excepcionales en la práctica clínica diaria: trastornos menstruales, dolor pélvico crónico, placenta previa no acreta, corioamnionitis, esterilización.6 Indicaciones de la histerectomía obstétrica Las indicaciones absolutas son las que durante el trascurso de un nacimiento por vía vaginal o 65 Revista de Sanidad Militar abdominal obligan a terminar la intervención con una histerectomía como único procedimiento para solucionar el estado de gravedad. Figura 1 Por lo general se elige la histerectomía total, pero en determinados casos, por la urgencia requerida, puede estar indicada la histerectomía subtotal. 1. Indicaciones absolutas: ruptura uterina de difícil reparación, útero de Couvelaire en abruptio placentae, acretismo placentario, atonía uterina que no se alivia con tratamiento médico, infección puerperal de órganos internos.8 2. Indicaciones electivas: son las que se plantean antes de la intervención; algunas surgen en el momento de la cirugía, sin ser por sí mismas indicación absoluta de histerectomía: carcinoma invasor del cérvix, cáncer de ovario, cáncer de mama, mioma uterino en pacientes con paridad satisfecha, torsión de útero grávido en grado avanzado, afección uterina no tumoral (adherencias inflamatorias, prolapso uterino), algunos casos de corioamnionitis grave, enfermedad concomi- Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 tante que haga suprimir la función menstrual (talasemia, enfermedad de Werlhof [púrpura trombocitopénica idiopática], etc.).8 Técnica de histerectomía obstétrica modificada en el Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatologia Si no hay sangrado significativo no es necesario cerrar la histerotomía. Es preciso disecar el colgajo vesical antes de iniciar la histerectomía. Desde el segmento uterino inferior anterior se efectúa la doble ligadura de ligamentos redondos, se extiende hacia un lado la serosa vesicouterina a la que estaba adosada la vejiga antes de su disección. En ese momento se aseguran los ligamentos útero-ováricos, previa formación de una ventana a través de la hoja posterior del ligamento ancho mediante doble fijación, corte y ligadura bilateral. Se disecan los vasos uterinos, se corta y se hace una doble ligadura: se disecan, se sujetan y ligan a un nivel inferior al cuello uterino y, posteriormente, se retira la pieza quirúrgica por una incisión en la mucosa vaginal; se revisa el cuello uterino para asegurar que la remoción fue completa.9 Después de retirar el útero completo, se aseguran todos los ángulos del fórnix vaginal lateral a los ligamentos cardinales y úterosacros con surgetes anclados con vicryl del número 1-0. En cuanto a si debe mantenerse abierto o cerrado el manguito vaginal no hay unanimidad de opciones. Posterior al cierre se realiza la peritonización pélvica, se verifica la hemostasia de todos los muñones y se continúa con el cierre de la pared abdominal, por planos.6,9 Complicaciones de la histerectomía obstétrica Figura 1. Exposición de un útero posterior a una atonía uterina, que condicionó una hemorragia obstétrica. Archivo fotográfico del Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología. 66 Las complicaciones asociadas con la histerectomía obstétrica dependen más de la causa que la originó que del procedimiento en sí. Esto se ve reflejado claramente cuando se separan las complicaciones en dos grupos: las asociadas con histerectomía Hernández-Sánchez R y col. Histerectomía en hemorragia obstétrica de urgencia con la histerectomía electiva. Estas complicaciones obstétricas no son exclusivas de esta intervención; sin embargo, algunas suceden con más frecuencia que en la intervención ginecológica. Las más comunes son: hemorragia posoperatoria, laceración vesical, fístula vesicovaginal, ureterovaginal y rectovaginal; también eventos tromboembólicos, infecciones vesicales de la cúpula e incluso peritonitis.8 El objetivo de este estudio fue determinar las causas de la hemorragia obstétrica en pacientes a quienes se efectuó histerectomía obstétrica en el Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología entre los años 2011 a 2015. MATERIAL Y MÉTODO Estudio observacional y descriptivo efectuado en un muestreo de tipo no probabilístico convencional, de acuerdo con la disponibilidad de los casos atendidos en el periodo de estudio y que cumplieron los criterios de selección. Se utilizó un diseño de estudio de prevalencia que, por análisis y alcance de resultados es descriptivo; de a cuerdo con el control de asignación de los factores de estudio es observacional; conforme al periodo de estudio y secuencia temporal es transversal; según la ocurrencia de los hechos observados en relación con el inicio del estudio es retrospectivo. Criterios de inclusión: se consideraron los expedientes de todas las embarazadas y pacientes en el puerperio, con alguna complicación intraparto o posparto y que condicionaron la histerectomía obstétrica en el Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología en el periodo 2011-2015. Criterios de exclusión: no se consideraron los expedientes de las embarazadas y mujeres en el puerperio que no tuvieron alguna complicación intraparto o posparto y que no condicionaron histerectomía obstétrica en el Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología en el periodo de estudio. Criterios de eliminación: no se incluyeron expedientes incompletos o sin datos indispensables. Puesto que el estudio es observacional, el método de investigación fue la observación por medio de un registro, utilizando el instrumento de la cédula de recolección de información. El proyecto de investigación se efectuó mediante la revisión de los expedientes de las pacientes derechohabientes y militares que se encuentran en activo en el Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología, para la respectiva revisión de los archivos. Los resultados se analizaron con programas de paquetes de datos (Microsoft Excel© y de IBM SPSS Statistics©) con estadística descriptiva. Como fuente de información se recurrió al Sistema de Informática y Administración Hospitalaria de la Clínica de Especialidades de la Mujer donde están incluidos los expedientes electrónicos de las pacientes, que es una fortaleza de nuestro hospital. Se solicitó autorización al Comité de Investigación del Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología, para la respectiva revisión de los archivos (expedientes, historias clínicas, reportes operatorios) de las pacientes posthisterectomía obstétrica en el periodo de estudio. Este estudio se apegó a los lineamientos vigentes en la Ley General de Salud en el Capítulo I de los Aspectos Éticos de la Investigación en seres humanos en su artículo 17. RESULTADOS Se documentaron 19,746 nacimientos por vía vaginal normal o cesárea, y 34 histerectomías 67 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 obstétricas. La situación clínica de las pacientes con histerectomía obstétrica fue: 1458 En el 2011 se documentaron 3,892 partos: 2,434 vaginales normales, y 1,458 abdominales (cesárea). Se registraron 56 casos de hemorragia obstétrica de los que en 5 casos se efectuó histerectomía obstétrica. En el 2012 se documentaron 4,023 partos: 2,547 vaginales normales, y 1,476 abdominales (cesárea). Se documentaron 53 casos de hemorragia obstétrica y a 5 casos se les realizó histerectomía obstétrica. En el 2013 se registraron 3,975 partos: 2,628 vaginales normales, y 1,347 abdominales (cesárea). Hubo 51 casos de hemorragia obstétrica de los que solo 6 condicionaron histerectomía obstétrica. En el 2014 se atendieron 3,874 partos: 2,510 vaginales normales, y 1,364 abdominales (cesárea). Hubo 38 casos de hemorragia obstétrica, en 10 casos se indicó histerectomía obstétrica. En el 2015 tuvieron lugar 3,982 partos: 2,648 vaginales normales, y 1,327 abdominales (cesárea). Se registraron 59 casos de hemorragia obstétrica, en 8 casos fue necesaria la histerectomía obstétrica. Figuras 2 y 3 En este estudio descriptivo se demuestra que en 2011-2013 no hubo gran diferencia en el número de pacientes (56-51), con una diferencia estadísticamente no significativa (p >0.05). De 2013 a 2014 sí se registró una diferencia estadísticamente significativa (p <0.05) con 13 pacientes. Del 2014 al 2015 hubo una diferencia de (+) 21 pacientes, de 38 a 59 pacientes, con una diferencia estadísticamente significativa (p <0.05). Del total de pacientes atendidas por parto vaginal normal o cesárea, el porcentaje de his- 68 2626 2547 2434 1476 2011 2012 2648 2510 1347 1364 2013 2014 Parto vaginal Casárea 1327 2015 Figura 2. Total de nacimientos e incidencia por año de partos vaginales y cesáreas. Fuente: Archivo Clínico del Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología. 70 60 56 59 53 50 51 38 40 30 20 10 0 5 Hemorragia obstétrica 2011 2011 5 6 10 8 Histerectomía obstétrica 2013 2014 2015 Figura 3. Total de casos por año de hemorragia obstétrica y sus condicionantes. Fuente: Archivo clínico del Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología. terectomías obstétricas corresponde a 0.172% al momento de la revisión de los expedientes clínicos concentrados en el archivo clínico de este hospital. Del total de pacientes con histerectomía obstétrica, a 27 se les realizó cesárea (79.4%), 5 tuvieron parto vaginal normal (14.7%) y en 2 (5.8%) se indicó legrado uterino instrumentado. Hernández-Sánchez R y col. Histerectomía en hemorragia obstétrica Se demostró que la atonía uterina y el acretismo placentario fueron los factores de riesgo asociados en mayor proporción con la hemorragia obstétrica: 8 y 5 casos (23.5 y 14.7%), respectivamente, seguidos por placenta previa con algún otro factor de riesgo asociado (placenta previa y acretismo placentario; placenta previa y atonía uterina; placenta previa y placenta acreta) con una proporción de 8.8%, respectivamente. La mortalidad en nuestra población de estudio fue 0%, en 54 histerectomías obstétricas. Se documentaron 2 casos (5.9%) con atonía uterina asociada a útero de Couvelaire (proceso hemorrágico de la musculatura uterina que puede acompañar al abruptio placentae grave. La sangre extravasada se dispone entre las fibras musculares y por debajo del peritoneo que cubre al útero; éste adopta un color púrpura y se contrae anormalmente; también se denomina apoplejía útero-placentaria). Figura 4 DISCUSIÓN Lo demostrado en este estudio es similar a lo publicado en la bibliografía internacional porque la prevalencia es también semejante a la mayor parte de los estudios efectuados en instituciones internacionales. La atonía uterina y el acretismo placentario fueron las principales indicaciones de histerectomía obstétrica (23.5 y 14.7%, respectivamente). En otras publicaciones se ha reportado a la hemorragia secundaria a acretismo placentario como la principal indicación, comparado con este Hospital, que se reportó la atonía uterina superior al acretismo placentario. En un estudio emprendido por Carlos Briceño y su grupo, en un análisis de 15 años en un Hospital de Ginecología y Obstetricia de Maracaibo, Venezuela, se reportaron 8 muertes maternas de 50 pacientes a quienes se efectuó histerectomía obs- Figura 4. Pieza quirúrgica (útero de Couvelaire) donde se observa infiltración hemática del miometrio uterino debido a la formación de un hematoma retroplacentario masivo sin salida hacia la cavidad vaginal por vía cervical. Archivo fotográfico del Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología. tétrica. La tasa de mortalidad materna general fue de 1.67 por cada 10,000 nacidos vivos y la tasa de mortalidad materna ajustada para hemorragia obstétrica fue 792 por cada 10,000 nacidos vivos. En nuestro estudio se encontró una mortalidad del 0%, en 54 histerectomías obstétricas.3 En este estudio se reportaron 27 cesáreas, 5 partos vaginales normales, y 2 legrados uterinos instrumentados, todos asociados con factores de riesgo que condicionaron la histerectomía obstétrica: atonía uterina y acretismo placentario seguidos por placenta previa total, dehiscencia de histerorrafia, retención de restos trofoblásticos, desgarro de ligamento redondo, absceso de ligamento redondo y sepsis, y enfermedad trofoblástica gestacional persistente. El acretismo placentario se asoció más frecuentemente con partos por cesárea y vía vaginal normal y con antecedente de cesárea previa. En la histerectomía obstétrica publicada en diversos estudios se obtuvieron resultados similares a los aquí 69 Revista de Sanidad Militar reportados puesto que el buen estudio de los antecedentes de las pacientes es una excelente medida para hacer frente a las posibles complicaciones. La hemorragia obstétrica sigue siendo la principal complicación en la mayoría de los casos publicados, que en algunas series alcanza 96%. En nuestro caso el 100% de las pacientes tuvo hemorragia obstétrica, de las que 61.7% requirió hemotransfusión versus 91% en otras publicaciones. En algunas publicaciones la mortalidad por cualquiera de las causas mencionadas alcanza 1% de los casos versus 0% en nuestro estudio. En 2005 se efectuó un estudio similar en nuestro hospital, como trabajo de investigación no publicado por el M.M.C. José Arturo García Plascencia, donde se evidenciaron resultados similares a los publicados en este estudio, lo que demuestra que se han rescatado varias pacientes susceptibles de alta mortalidad, en caso de no realizar el procedimiento. CONCLUSIONES La prevalencia es similar a la publicada en la bibliografía internacional lo que muestra que la principal indicación de la histerectomía obstétrica fue la hemorragia obstétrica. La atonía uterina y el acretismo placentario fueron los principales factores de riesgo, causantes del aumento de la morbilidad y mortalidad en las pacientes a quienes se efectuó histerectomía obstétrica en este hospital. Por lo que se refiere a las indicaciones de la histerectomía obstétrica, al igual que los estudios referidos, en este estudio se encontró que la atonía uterina y el acretismo placentario fueron las principales indicaciones médicas o factores de riesgo para realizar el procedimiento quirúrgico. Esto puede deberse al aumento del índice de pacientes en quienes el embarazo concluye en cesárea, que es uno de los factores de riesgo 70 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 desencadenantes de acretismo placentario y, por ende, de hemorragia obstétrica posterior. La morbilidad es similar a la reportada en la bibliografía, pero deben hacerse esfuerzos adicionales que conduzcan a mejor pronóstico, disminuyan los factores de riesgo, las complicaciones, y la morbilidad y mortalidad. La disponibilidad, capacidad, pericia y compromiso de nuestro personal de médicos especialistas en Ginecología y Obstetricia y médicos residentes en formación de la especialidad, ha demostrado con el paso de los años, que la histerectomía obstétrica se ha indicado oportunamente y ha salvado varias vidas. Con esta experiencia podemos continuar realizando el procedimiento, en cuanto las circunstancias lo requieran. REFERENCIAS 1. Nava FJ. Indicaciones y factores de riesgo para histerectomía obstétrica de urgencia. Ginecol Obstet Mex 2002;70:284-289. 2. Tisne Brouse. Histerectomías Obstétricas De Emergencia En El Hospital Santiago Oriente Periodo 2002 A 2006. Ginecología Obstétrica, Santiago de Chile, 275. 3. Briceño-Pérez C. 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Antonio Moreno Guzmán José Linares 1635-4 03100 Ciudad de México [email protected] Recibido: 19 de agosto 2015 Aceptado: 16 de octubre 2015 Título abreviado: Escuela Médico Militar y la Bandera Nacional. Figura 10. 16 de septiembre de 1984, Escolta de la Escuela Médico Militar momento antes de la ceremonia para desenfundar la bandera. De izquierda a derecha 1ª fila: Macario García Rojas, Luis Manuel Páez Lizárraga, Santos Regino Uscanga Sánchez (abanderado) y Gaspar Alberto Motta Ramírez. 2ª. fila: Agustín Verano Pérez y Abelardo Macías Esqueda. Cortesía: Cor. M.C. Gaspar Alberto Motta Ramírez. Figura 11. 13 de septiembre de 1986, Escolta de la Escuela Médico Militar en el edificio de la Secretaría de la Defensa Nacional previo a la revista para la selección de la escolta que acudiría al Palacio Nacional. De izquierda a derecha 1ª fila: Gaspar Alberto Motta Ramírez, Cuauhtémoc Villagómez Rodríguez, Luis Manuel Páez Lizárraga (abanderado) y Abelardo Macías Esqueda. 2ª. fila: Román Acosta Rosales y Francisco Gallardo Ollervides. Cortesía: Cor. M.C. Gaspar Alberto Motta Ramírez. 71 Artículo original Rev Sanid Milit Mex 2016;70:72-86. Valoración de las concentraciones plasmáticas de la proteína plasmática A- asociada con el embarazo (PAPP-A) en las coronarias y en el nivel periférico en pacientes con cardiopatía isquémica con aplicación de cateterismo cardiaco RESUMEN Antecedentes: uno de los principales objetivos de la investigación cardiovascular es encontrar nuevos marcadores de daño cardiaco que puedan mejorar el diagnóstico y la clasificación de los pacientes según su riesgo. La proteína plasmática-A asociada al embarazo (PAPP-A) es un marcador emergente relacionado con la aterogénesis y la cardiopatía isquémica. Hugo Gutiérrez-Leonar1 Eleazar Lara-Padilla2 Esaú Floriano-Sénchez3 Alfonso Eduardo Fierro-Macías4 Luis Enrique Berúmen-Domínguez5 Higinio García-Velásquez6 Cor.M.C., cardiologo intervencionista, jefe del Área de Medicina Interna, Hospital Central Militar, Ciudad de México. 2 D. en C., médico docente, Instituto Politécnico Nacional. 3 Tte. Cor. M.C., jefe del curso de la Maestría en Ciencias Biomédicas con especialidad en Biología Molecular, Escuela Militar de Graduados de Sanidad, Ciudad de México, Subdirector de Investigación, Escuela Militar de Graduados de Sanidad, Ciudad de México. 4 M. en C. Médico cirujano general. 5 M.M.C., cardiologo intervencionista, jefe de sala de cardiología intervencionista. 6 Dr. Residente de cardiología intervencionista, Hospital Central Militar, Ciudad de México. 1 Objetivo: determinar la asociación entre las concentraciones plasmáticas de la proteína PAPP-A a nivel coronario y periférico en pacientes con diagnóstico de cardiopatía isquémica secundaria a aterosclerosis y en pacientes sin la enfermedad. Materiales y método: estudio observacional, prospectivo, transversal, de casos y controles al que se incluyeron pacientes que recibieron cateterismo cardiaco para tratar la obstrucción coronaria secundaria a la aterosclerosis (n=35) o para corregir defectos intracavitarios (n=30). Durante la intervención percutánea coronaria se obtuvieron muestras de sangre coronaria y periférica (arterial radial o femoral) por medio de un microcatéter cerebral. El análisis de las concentraciones plasmáticas de PAPP-A se realizó con el equipo manual de ELISA ultrasensible DRG®. Resultados: en el grupo de casos la media de las concentraciones plasmáticas, a nivel periférico, fue de 247.88 ng/mL (11.58-560.70) y en el grupo de controles de 158.72 ng/mL (4.58-335.58); en el grupo de casos a nivel coronario fue de 324.99 ng/mL (9.46-635.88) y en el grupo de controles de 206.98 ng/mL (15.30-466.53). En el sitio de obtención de la muestra a nivel periférico o coronario existió una diferencia estadísticamente significativa entre el grupo de casos y el grupo control (p=0.007 y p=0.001, respectivamente). De acuerdo con los antecedentes personales patológicos y no patológicos, los pacientes con tabaquismo tuvieron promedios mayores en las concentraciones de PAPP-A a nivel coronario y periférico (283.62 y 212.36 ng/mL, respectivamente) que los pacientes sin tabaquismo (249.57 y 197.72, respectivamente). Los pacientes con antecedentes de alcoholismo, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial e infarto de miocardio previo tuvieron mayores concentraciones de PAPP-A en comparación con los pacientes sin estos antecedentes. 72 Recibido: 27 de octubre 2015 Aceptado: 4 de febrero 2016 Correspondencia: Cor.M.C. Hugo Gutiérrez Leonar José Rubén Romero 1 Ciudad Satélite, Naucalpan, Estado de México. [email protected] www.nietoeditores.com.mx Gutiérrez-Leonar H y col. Concentraciones plasmáticas de proteína plasmática A Conclusiones: los pacientes con cardiopatía isquémica tienen concentraciones plasmáticas de PAPP-A superiores que quienes no tienen la enfermedad. En este estudio se demostró la asociación de mayores concentraciones plasmáticas de PAPP-A a nivel coronario y periférico en pacientes con cardiopatía isquémica secundaria a aterosclerosis. Las concentraciones plasmáticas de PAPP-A son superiores en pacientes con antecedentes personales patológicos y no patológicos, como: tabaquismo, alcoholismo, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial sistémica e infarto de miocardio previo. Palabras clave: cardiopatía isquémica, aterosclerosis, proteína plasmática A asociada con el embarazo. Rating plasma concentrations of plasma protein A- associated with pregnancy (PAPP-A) in coronary and peripheral levels in patients with ischemic heart disease undergoing cardiac catheterization Abstract Background: One of the main objectives in cardiovascular research is to find new markers of cardiac damage that can improve the diagnosis and stratification of patients according their risk. Pregnancy associated plasma protein-A (PAPP-A) is an emerging marker that has been linked with atherogenesis and coronary heart disease. Objectives: The aim of this study was to assess the association between plasma concentrations of PAPP-A at coronary and peripheral levels in patients with a diagnosis of coronary heart disease secondary to atherosclerosis and in patients without the disease. Material and Methods: This was an observational, prospective, crosssectional, case control study. The study included 65 patients who underwent percutaneous coronary intervention for treatment of coronary obstruction secondary to atherosclerosis (n=35) or intracardiac defects correction (n=30). Blood samples were obtained at coronary and peripheral (radial or femoral arteries) levels through a microcatheter in each patient during percutaneous coronary intervention. PAPP-A assay was performed using manual ELISA kit, DRG®. Results: Mean plasma concentrations at peripheral level in the case group was 247.88 ng/mL (11.58-560.70) and in the control group 158.72 ng/mL (4.58-335.58); plasma concentrations at coronary level in the case group was 324.99 ng/mL (9.46-635.88) and in the control group was 206.98 ng/mL (15.30-466.53). There is a statistically significant difference between the case group and the control group according the site of blood collection at peripheral or coronary level (p=0.07 and 73 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 p=0.001, respectively). According to medical history, smoking patients had higher mean concentrations of PAPPA in coronary and peripheral levels (283.62 and 212.36 ng/mL, respectively) than patients without smoking (249.57 and 197.72 ng/mL, respectively). Similarly, patients with history of alcoholism, hypercholesterolemia, hypertriglyceridemia, obesity, diabetes mellitus, hypertension and previous myocardial infarction had higher levels of PAPP-A compared to patients without such records. Conclusions: Patients with ischemic heart disease have higher mean plasma concentrations of PAPP-A than patients without the disease. This study showed an association between plasma concentrations of PAPP-A in coronary and peripheral levels, with higher mean values in coronary level. Finally, mean plasma concentrations of PAPP-A are higher in patients with a medical history of smoking, alcoholism, hypercholesterolemia, hypertriglyceridemia, obesity, diabetes mellitus, hypertension and previous myocardial infarction. Key words: Ischemic heart disease, atherosclerosis, Pregnancy associated plasma protein-A ANTECEDENTES Las enfermedades cardiovasculares, específicamente la cardiopatía isquémica, constituyen, desde hace varias décadas, la principal causa de mortalidad en el mundo. Cada año mueren más personas por enfermedades cardiovasculares que por cualquier otra causa. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2008 murieron por esta causa 17.3 millones de personas, que representan 30% de todas las muertes registradas en el mundo.1 De esas muertes, 7.3 millones se debieron a la cardiopatía isquémica.2 Este padecimiento afecta a los dos sexos y más de 80% suceden en países de ingresos bajos o medios. A pesar de que la cardiopatía isquémica tiene una etiología multifactorial, más de 90% de los casos se debe a las placas de colesterol que se forman en las arterias coronarias (aterosclerosis). 74 Se calcula que en el año 2030 fallecerán cerca de 23.3 millones de personas y se prevé que siga siendo la principal causa de muerte.1-3 En México, según el Sistema Nacional de Información en Salud (SINAIS) desde el año 2000 las enfermedades isquémicas del corazón ocupan el segundo lugar en la mortalidad general (solo después de la diabetes mellitus).4 Además, según el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en el año 2006 fue la enfermedad que generó mayor inversión en salud: 22,020 millones.5 A pesar de que en el ámbito mundial se han implementado, en los tres niveles de salud, grandes medidas de prevención y control para los factores de riesgo cardiovascular (tabaquismo, alcoholismo, dieta alta en grasas y baja en fibra, vida sedentaria, obesidad, diabetes mellitus, dislipidemias e hipertensión arterial), no se ha observado que la tendencia en morbilidad y mortalidad disminuya de manera importante.4-6 Gutiérrez-Leonar H y col. Concentraciones plasmáticas de proteína plasmática A Por esto es necesaria la inversión nacional en investigación biomédica enfocada a dilucidar todas las vías fisiopatológicas de esta enfermedad, con el objetivo primordial de crear nuevos métodos diagnósticos y terapéuticos con mayor repercusión. En el año 2001, Bayes-Genis y Conover de la Clínica Mayo (Rochester, Minnesota) encontraron una relación entre concentraciones elevadas de la proteína plasmática-A asociada con el embarazo (PAPP-A) y la aterogénesis.7 Esta asociación se relaciona, directamente, con el papel que juega la proteína PAPP-A en el sistema del factor de crecimiento similar a la insulina (IGF) en al aterogénesis. Hoy día existe una fuerte controversia en el papel que juega la PAPP-A en la aterogénesis. Existen dos hipótesis principales: la proteína es en cierta medida la causa de la formación de placas ateroscleróticas y en el otro extremo, la que ayuda a disminuir la aterogénesis.8,9 Puesto que no se ha llegado a una conclusión definitiva, la investigación de esta proteína y del sistema IGF resulta una propuesta ambiciosa con el fin de establecer nuevas medidas diagnósticas y terapéuticas en cardiopatía isquémica. Aterosclerosis Definición. La aterosclerosis es la patología más común de los grandes vasos; es una enfermedad crónica, inflamatoria, sistémica y multifactorial, responsable de síndromes isquémicos con daño a órganos vitales.10,11,12 Se caracteriza por el depósito de colesterol y por el endurecimiento de las arterias en su capa interna (íntima).13,14 Fisiopatología Los mecanismos fisiopatológicos de la aterosclerosis se han venido conociendo mejor a través del tiempo.14,15,16 Los primeros antecedentes datan de 1856, cuando Rudolph Ludwig Karl Virchow propuso una enfermedad denominada endarteritis deformans, que ligaba a la inflamación con la aterosclerosis.17,18 Después del trabajo de Virchow se han llevado a cabo numerosos intentos por explicar los mecanismos aterogénicos.19,20,21 En los inicios se estableció que la formación de un ateroma implicaba un proceso simple de acumulación lipídica en la pared arterial, lo que a su vez lleva a una lesión endotelial y, consecuentemente, a una agregación plaquetaria.21,22,23 Las plaquetas conglomeradas en torno a la lesión liberan el factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF), con lo que se desencadena una acumulación de células musculares lisas en la capa interna de los vasos arteriales (íntima), que funge como envoltura de la placa aterosclerótica y le brinda estabilidad.24,25 La forma simple, pero correcta, en que esta teoría explica la fisiopatología de la aterosclerosis se ha tomado como punto de partida para numerosos trabajos de investigación enfocados a dilucidar, de una forma más específica, la manera en que se realiza este proceso; esto es posible gracias al gran avance tecnológico y científico de nuestra época.26,27 Un ejemplo de esta revolución es la llegada de la biología molecular y la ingeniería genética que permitieron conocer múltiples vías independientes en la formación de la placa aterosclerótica, su inestabilidad y los episodios trombóticos. En la actualidad se utiliza el principio basado en que el endotelio vascular funge como una interfaz dinámica y mutable, cuyas propiedades estructurales y funcionales son sensibles a una variedad de estímulos locales o sistémicos, y que su modulación fenotípica hacia un estado disfuncional puede constituir un factor de riesgo importante para las enfermedades vasculares, incluida la aterosclerosis.27,28 75 Revista de Sanidad Militar Esta disfunción endotelial se caracteriza por la disminución de la biodisponibilidad de óxido nítrico, migración y proliferación de las células de músculo liso que contribuye a la formación de neoíntima. La fisiopatología de la formación de lesiones ateroscleróticas incluye interacciones complejas entre las células de la pared arterial, como las endoteliales, macrófagos, SMC, lipoproteínas plasmáticas y sistemas moleculares (inmunológicos) involucrados en la trombosis, fibrinólisis, oxidación e inflamación.29,30,31 En este contexto, durante los pasos iniciales de aterogénesis los monocitos circulantes se adhieren a las células endoteliales en la pared arterial, entran al espacio subendotelial y se diferencian en macrófagos.27,30 Estos macrófagos acumulan colesterol y oxLDL (LDL oxidada) que resulta, finalmente, en su transformación a células espumosas que se consideran el “sello de garantía” de la aterogénesis temprana.25,26,30-31 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 producción de células espumosas y la proliferación de neoíntima, estudios recientes sugieren que las células dendríticas residen en áreas arteriales predispuestas a sufrir lesiones y que también tienen una función importante en el desarrollo de células espumosas en las etapas tempranas de la aterogénesis.33 Proteína plasmática-A asociada al embarazo Generalidades. La proteína plasmática-A asociada al embarazo (PAPP-A) se aisló por primera ocasión en 1974, como una de cuatro proteínas de origen placentario con altas concentraciones en el plasma de mujeres embarazadas.34,35 Su función biológica permaneció sin conocerse durante 25 años; sin embargo, a partir del año 1999 se estableció como un marcador de gran utilidad para el diagnóstico de la trisomía 21 (síndrome de Down) en el primer y segundo trimestres del embarazo, y permanece como una de las principales herramientas diagnósticas de esta afección.36 Fuerzas hemodinámicas en aterogénesis Otro mecanismo fisiopatológico involucrado son las fuerzas hemodinámicas, que actúan como un estímulo que provoca disfunción endotelial y que proporciona la base conceptual de que las primeras lesiones ateroscleróticas se desarrollen en un patrón no aleatorio distintivo, cuya geometría se correlaciona con los puntos ramificantes de las arterias y otras regiones de flujo sanguíneo alterado, como las curvaturas arteriales.31,32 Estas alteraciones de flujo sanguíneo llevan a las células endoteliales a adoptar un estado proinflamatorio, que genera regiones arteriales de mayor permeabilidad hacia macromoléculas que de esta forma facilitan la entrada y depósito de lipoproteínas, incluidas las lipoproteínas de baja densidad (LDL) en la pared arterial. A pesar de que los macrófagos son imprescindibles para la acumulación de colesterol, 76 A principios del decenio de 1990 diversos grupos de estudio reportaron una actividad proteasa nunca antes descrita en contra de la proteína 4 de unión inhibitoria al factor de crecimiento similar a la insulina (IGFBP-4) aumentando la biodisponibilidad de IGF-1. 17,38,39 Se determinó que esta actividad la realizaba PAPP-A gracias a estudios realizados en fibroblastos; más tarde se logró demostrar que también se expresaba en células vasculares de músculo liso, osteoblastos, trofoblasto y células de la granulosa del ovario. 40-42 Esto permitió evidenciar que PAPP-A no se debe considerar solo como “asociada al embarazo”. Estudios in vitro y en modelos en ratones knock-out permitieron explicar de forma más integral la función de esta proteasa de IGFBP como un regulador relevante de la biodisponibilidad de IGF en gran variedad de sistemas biológicos. Gutiérrez-Leonar H y col. Concentraciones plasmáticas de proteína plasmática A Papel de la PAPP-A en cardiopatía isquémica En 2001 Bayes, Conover y sus colaboradores publicaron en The New England Journal of Medicine el primer antecedente de importancia internacional relacionado con la proteína plasmática A, asociada al embarazo como marcador de síndromes coronarios agudos. Esto sentó las bases de numerosos trabajos encaminados a comprobar esta asociación.41,43 Por lo que se refiere al método, estudiaron el nivel de expresión de PAPP-A en ocho placas inestables ateroscleróticas y en cuatro placas estables de arterias coronarias obtenidas de la autopsia de ocho pacientes durante las primeras 24 horas posteriores a su muerte, debido a causas cardiacas. También se analizaron los valores circulantes de PAPP-A, proteína C-reactiva y factor de crecimiento similar a la insulina I (IGF-1) en 17 pacientes con diagnóstico de infarto agudo de miocardio, 20 con angina inestable, 19 con angina estable y 13 controles sin aterosclerosis. En cuanto a sus resultados, encontraron que la PAPP-A se expresaba de manera abundante en células de la placa y matriz extracelular de las placas ateroscleróticas inestables erosionadas o con ruptura, pero no en las placas estables. Las concentraciones circulantes de PAPP-A fueron significativamente mayores en pacientes con angina inestable o infarto agudo de miocardio que en quienes padecían angina estable y controles (p<0.001). Las concentraciones de PAPP-A se correlacionaron con las de IGF-1 y proteína C reactiva, pero no con los marcadores de lesión miocárdica, como la troponina I y la CK-MB. Debido a esto concluyeron que la PAPP-A se encuentra en las placas ateroscleróticas inestables y que las concentraciones circulantes se elevan en los síndromes coronarios agudos, quizá debido a la inestabilidad de las placas ateroscleróticas.43 En el año 2002 Javad Khosravi y sus colaboradores (Canadá) realizaron un estudio en 47 controles y 71 pacientes con evidencia bioquímica de síndrome coronario agudo (elevación de CK-MB y/o troponina T) en el que midieron las concentraciones séricas de PAPP-A mediante una ELISA ultrasensible que medía la fracción libre de PAPP-A y no la subunidad que forma el complejo con pro-MBP (proforma de la proteína eosinofílica básica mayor) que se encuentra elevada sobre todo en pacientes embarazadas y no en pacientes cardiópatas. Sus resultados establecieron una relación entre PAPP-A con otros marcadores cardiacos, como CK-MB y troponina T, debido a que ambos se encontraron elevados en pacientes con síndrome coronario agudo.44 En el año 2008 Michael Miedema, Cheryl A. Conover y colaboradores realizaron un ensayo clínico con asignación al azar, doble ciego, en 86 pacientes con diagnóstico de infarto de miocardio sin elevación del segmento ST, angina estable e inestable en quienes se corroboró el diagnóstico de cardiopatía isquémica mediante angiografía coronaria invasiva. Los 86 pacientes se asignaron al azar a un grupo que recibió tratamiento con 10 mg al día de atorvastatina y otro grupo tratado con 80 mg al día de atorvastatina. A todos los pacientes se les midieron las concentraciones séricas de PAPP-A y proteína C-reactiva antes del tratamiento, a los 30 días y a los 6 meses. Concluyeron que PAPP-A se incrementó significativamente en los pacientes con síndrome coronario agudo en comparación con quienes padecían cardiopatía isquémica estable. También encontraron que a altas dosis de atorvastatina las concentraciones de PAPP-A y de proteína C-reactiva disminuían de manera muy importante al mes y a los 6 meses de tratamiento, respectivamente.46,47 Uno de los estudios más recientes y de mayor relevancia estadística es el de Marc Bonaca y colaboradores (2012). Estos investigadores midieron los valores plasmáticos basales de PAPP-A en 3782 pacientes con diagnóstico de 77 Revista de Sanidad Militar NSTEMI que se incorporaron a partir del estudio MERLIN-TIMI 36 (eficiencia metabólica con ranolazina para menor isquemia en síndromes coronarios agudos sin elevación del segmento ST) y se les dio seguimiento durante 12 meses. De acuerdo con sus resultados, una concentración de PAPP-A mayor a 6.0 μIU/mL se asocia con mayores tasas de muerte cardiovascular o infarto de miocardio a 30 días y 1 año. Con base en estos hallazgos se sustenta la utilización de PAPP-A como marcador pronóstico en pacientes con síndrome coronario agudo y la investigación del mismo con fines terapéuticos.47 El objetivo de este estudio es: determinar la asociación entre las concentraciones plasmáticas de la proteína PAPP-A a nivel coronario y periférico en pacientes con diagnóstico de cardiopatía isquémica secundaria a aterosclerosis y en pacientes sin la enfermedad. MATERIAL Y MÉTODO Estudio observacional, prospectivo, transversal, de casos y controles al que se incluyeron pacientes con cateterismo cardiaco para tratamiento de obstrucción coronaria secundaria a aterosclerosis o para corrección de defectos intracavitarios. Se obtuvieron muestras de sangre a nivel coronario y periférico (arterial radial o femoral) a través de un microcatéter cerebral durante la intervención percutánea coronaria. El análisis de las concentraciones plasmáticas de PAPP-A se realizó con un equipo manual de ELISA ultrasensible DRG®. RESULTADOS En el Cuadro 1 se aprecia la distribución porcentual de las características clínico-patológicas de la población de estudio. Entre los hallazgos más relevantes destaca que de los 65 pacientes reclutados, 35 conformaron el grupo de casos y 30 el de controles. Por lo que hace a la distribución por sexos: 52% fueron masculinos. En 78 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 cuanto a edad: 60% menores o mayores de 60 años. En escolaridad, 50% con primaria. Más de 70% tuvo diagnóstico nutricional normal o en sobrepeso, según el índice de masa corporal. El 72% tuvo presión arterial sistólica descontrolada; 50% hipertensos sin saberlo. En cuanto a los antecedentes patológicos de importancia: 62.5% de los pacientes reportaron tabaquismo activo. El 47.7% consumía bebidas alcohólicas con frecuencia. El 58.5% eran diabéticos y solo 38.5% había padecido un infarto de miocardio previo. En el análisis por subgrupos se demostró una coexistencia de antecedentes personales patológicos. En el análisis por subgrupos según las características clínico-patológicas de los pacientes, en las concentraciones plasmáticas de la proteína PAPP-A se observaron valores mayores en las muestras a nivel coronario que en el periférico. En el grupo de casos se observaron valores mayores que en el grupo de controles; el sexo masculino tuvo mayores concentraciones que el femenino. También se observó un aumento en pacientes de la tercera edad, en quienes tenían presión arterial sistólica ≥140 mmHg, con tabaquismo, alcoholismo, hipertensión arterial sistémica, cardiopatía isquémica, hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia. Sin embargo, no se observó aumento significativo en pacientes con antecedente de diabetes mellitus e hiperglucemia. Tampoco se observó correlación en los grados de escolaridad, de hipertensión y de diagnóstico nutricional según el IMC (con excepción de 1 paciente desnutrido). Asimismo, en pacientes con múltiples antecedentes patológicos (tabaquismo, alcoholismo, diabetes mellitus, hipertensión arterial sistémica y cardiopatía isquémica) se observaron concentraciones mayores que en pacientes con un solo antecedente. Cuadro 2 Para determinar si existe asociación entre las concentraciones plasmáticas de PAPP-A a nivel Gutiérrez-Leonar H y col. Concentraciones plasmáticas de proteína plasmática A Cuadro 1. Distribución porcentual de las características clínico-patológicas de los pacientes Característica n (%) 35 30 53.8 46.2 34 31 52.3 47.7 26 39 40.0 60.0 33 13 12 7 50.8 20.0 18.5 10.8 Diagnóstico nutricional según IMC Desnutrición (<18.5) Normal (18.5 a 24.9) Sobrepeso (25 a 29.9) Obesidad grado I, II y III (≥30.0) 1 21 27 16 1.5 32.3 41.5 24.6 Presión arterial sistólica ≤ 129 mmHg 130 a 139 mmHg ≤ 140 mmHg 18 14 33 27.7 21.5 50.8 10 9 13 15.4 13.8 20.0 50.8 40 25 62.5 38.5 31 34 47.7 52.3 38 27 58.5 41.5 47 18 72.3 27.7 25 40 23 12 17.8 23 19 38.5 61.5 35.4 18.5 26.2 12.3 35.4 Diagnóstico de cardiopatía isquémica Con (casos) Sin (controles) Sexo Masculino Femenino Edad 31 a 59 años ≥60 años Escolaridad Primaria Secundaria Media superior Superior Clasificación de hipertensión arterial (sistólica-diastólica; mmHg) Óptimo (<120 / <80) Normal (120 a 129 / 90 a 84) Prehipertensión arterial (130 a 139 / 85 a 89) Hipertensión arterial grado I, II, III y sistólica aislada (≥140 / ≥90) Antecedentes personales patológicos Tabaquismo Con Sin Alcoholismo Con Sin Diabetes mellitus Con Sin Hipertensión arterial sistémica Con Sin Cardiopatía isquémica Con Sin Tabaquismo + Alcoholismo Tabaquismo + Alcoholismo + Diabetes Tabaquismo + Alcoholismo + Hipertensión Tabaquismo + Alcoholismo + Cardiopatía isq. Hipertensión + Diabetes mellitus Característica Hipertensión + Cardiopatía isquémica+Diabetes mellitus + Cardiopatía isquémica Hipertensión + Diabetes + Cardiopatía isq. Tabaquismo + Alcoholismo + DM + HAS + CI Química sanguínea Glucosa (mg/dL) 70 a 125 ≥126 Colesterol (mg/dL) <180 n (%) 18 12 1 29.2 27.7 18.5 1.5 19 46 29.2 70.8 12 18.5 79 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Cuadro 2. Valores de la concentración plasmática de la proteína PAPP-A a nivel periférico y coronario según las características clínico-patológicas de los pacientes (Continúa en la siguiente página) n (%) Periférica de PAPP-A (ng/mL) Coronaria de PAPP-A (ng/mL) Diagnóstico de cardiopatía isquémica Con (casos) Sin (controles) 35 (53.8) 30 (46.2) 247.88 (11.58-560.75) 158.72 (4.58-335.58) 324.99 (9.46-635.88) 206.98 (15.30-466.53) Sexo Masculino Femenino 34 (52.3) 31 (47.7) 227.91 (4.95-560.75) 183.51 (4.58-455.88) 291.68 (9.46-635.88) 247.31 (52.32-539.21) Edad 31 a 59 años ≥60 años 26 (40.0) 39 (60.0) 181.86 (4.58-535.25) 223.31 (11.58-560.75) 221.56 (15.30-572.15) 303.16 (9.46-635.88) Escolaridad Primaria Secundaria Media superior Superior 33 (50.8) 13 (20.0) 12 (18.5)7 (10.8) 207.03 (4.58-535.25) 231.73 (88.95-385.77) 184.35 (11.58-560.75) 197.25 (15.05-405.25) 273.55 (15.30-575.25) 291.34 (135.58-425.55) 240.53 (9.46-635.88) 269.00 (35.07-498.65) Diagnóstico nutricional según IMC Desnutrición (<18.5) Normal (18.5 a 24.9) Sobrepeso (25 a 29.9) Obesidad grado I, II y III (≥30.0) 1 (1.5) 21 (32.3) 27 (41.5) 16 (24.6) 32.86 210.13 (4.58-497.13) 207.35 (11.58-560.75) 212.09 (15.05-535.25) 102.60 265.86 (15.30-575.25) 278.48 (9.46-635.88) 273.71 (35.07-572.15) Presión arterial sistólica ≤129 mmHg 130 a 139 mmHg ≥140 mmHg 18 (27.7) 14 (21.5) 33 (50.8) 194.72 (4.58-560.75) 138.76 (4.95-330.11) 242.12 (32.86-535.25) 261.89 (9.46-635.88) 201.07 (15.30-466.53) 304.70 (78.98-572.15) 10 (15.4) 9 (13.8) 13 (20.0) 33 (50.8) 242.50 (11.58-560.75) 129.75 (4.58-325.10) 142.69 (4.95-330.11) 242.12 (32.86-535.25) 300.60 (9.46-635.88) 224.79 (35.07-415.80) 192.29 (15.30-466.53) 304.70 (78.98-572.15) 40 (62.5) 25 (38.5) 212.36 (4.58-560.75) 197.72 (11.58-385.77) 283.62 (15.30-635.88) 249.57 (9.46-488.69) 31 (47.7) 34 (52.3) 240.77 (4.58-535.25) 175.69 (4.95-560.75) 319.22 (52.32-575.25) 226.12 (9.46-635.88) 38 (58.5) 27 (41.5) 206.03 (4.58-560.75) 207.72 (32.86-535.25) 258.74 (9.46-635.88) 287.10 (86.20-572.15) 47 (72.3) 18 (27.7) 225.53 (11.58-560.75) 157.64 (4.58-330.11) 291.57 (9.46-635.88) 215.56 (15.30-466.53) 25 (38.5) 40 (61.5) 23 (35.4) 12 (18.5) 17 (26.2) 223.98 (4.95-535.25) 195.95 (4.58-560.75) 230.55 (4.58-535.25) 250.74 (4.58-497.13) 255.71 (32.86-535.25) 287.51 (15.30-572.15) 259.91 (9.46-635.88) 310.26 (52.32-575.25) 318.11 (52.32-575.25) 345.23 (102.60-575.25) Característica Clasificación de hipertensión arterial (sistólica / diastólica; mmHg) Óptimo (<120 / <80) Normal (120 a 129 / 90 a 84) Prehipertensión arterial (130 a 139 / 85 a 89) Hipertensión arterial grado I, II, III y sistólica aislada (≥140 / ≥90) Antecedentes personales patológicos Tabaquismo Con Sin Alcoholismo Con Sin Diabetes mellitus Con Sin Hipertensión arterial sistémica Con Sin Cardiopatía isquémica Con Sin Tabaquismo + Alcoholismo Tabaquismo + Alcoholismo + Diabetes Tabaquismo + Alcoholismo + Hipertensión 80 Gutiérrez-Leonar H y col. Concentraciones plasmáticas de proteína plasmática A Cuadro 2. Valores de la concentración plasmática de la proteína PAPP-A a nivel periférico y coronario según las características clínico-patológicas de los pacientes (Continuación) Característica n (%) Periférica de PAPP-A (ng/ mL) Coronaria de PAPP-A (ng/ mL) 8 (12.3) 265.09 (77.08-535.25) 356.41 (109.19-572.15) Hipertensión + Diabetes mellitus Hipertensión + Cardiopatía isquémica 23 (35.4) 19 (29.2) 248.19 (11.58-560.75) 244.57 (77.08-535.25) 298.86 (9.46-635.88) 313.23 (78.98-572.15) Diabetes mellitus + Cardiopatía isquémica 18 (27.7) 207.54 (4.95-455.88) 258.35 (15.30-539.21) Hipertensión + Diabetes + Cardiopatía isquémica 12 (18.5) 231.93 (85.58-455.88) 284.50 (78.98-539.21) 19 (29.2) 46 (70.8) 216.59 (41.49-497.13) 202.66 (4.58-560.75) 311.87 (135.58-575.25) 253.44 (9.46-635.88) 12 (18.5) 14 (21.5) 39 (60.0) 154.79 (4.95-399.45) 147.03 (4.58-355.85) 244.14 (15.05-560.75) 240.24 (9.46-488.57) 206.82 (52.32-488.69) 302.71 (35.07-635.88) 14 (21.5) 51 (78.5) 135.74 (4.95-306.42) 226.22 (4.58-560.75) 176.98 (9.46-379.87) 296.20 (35.07-635.88) 28 (43.0) 241.85 (15.05-560.75) 296.87 (35.07-635.88) Tabaquismo + Alcoholismo + Cardiopatía isquémica Química sanguínea Glucosa (mg/dL) 70 a 125 ≥126 Colesterol (mg/dL) <180 180 a 200 >200 Triglicéridos (mg/dL) 100 a 149 ≥150 Glucosa ≥126 + Colesterol >200 + Triglicéridos ≥150 coronario y periférico en el grupo de casos y en los controles, se realizó una prueba t de Student para muestras independientes. De acuerdo con el análisis, ambos grupos cumplen con el supuesto de homocedasticidad (prueba de Levene) y existe una diferencia estadísticamente significativa entre el grupo de casos y el control, según el sitio de obtención de la muestra a nivel periférico o coronario (p =0.007 y p=0.001, respectivamente). Cuadro 3 Debido a que el análisis previo fue estadísticamente significativo según el sitio de obtención de la muestra en los grupos de comparación, se decidió evaluar si las variables previas continuaban con significación estadística al segmentarlas con las características clínico-patológicas de los pacientes. De esta forma, se realizó una prueba t de Student para muestras independientes donde se analizaron las concentraciones plasmáticas de PAPP-A a nivel coronario y periférico, según el diagnóstico de cardiopatía isquémica (casos y controles) y segmentadas de acuerdo con el sexo del paciente. Solo el sexo femenino tuvo homocedasticidad y significación estadística con un valor de p=0.016 a nivel periférico y un valor de p=0.005 a nivel coronario. Cuadro 4 De igual forma se realizó un análisis segmentado por edad con la misma prueba estadística, donde se demostró que solo los límites de edad entre 31 y 59 años tuvieron una diferencia estadísticamente significativa a nivel coronario (p=0.006) y periférico (p=0.003). Cuadro 5 En el análisis segmentado, según los valores categorizados de la presión arterial sistólica, fue notable una significación estadística en los pacientes con cifras hipertensivas, a nivel coronario (p=0.012) y periférico (p=0.014). Cuadro 6 81 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Cuadro 3. Análisis estadístico de las concentraciones plasmáticas de PAPPA a nivel coronario y periférico según el grupo de estudio Prueba de Levene (homocedasticidad) Sitio de obtención de la muestra Concentración periférica de PAPP-A (ng/mL) Concentración coronaria de PAPP-A (ng/mL) t de Student para muestras independientes F Significación t gl Significación IC 95% 3.318 1.786 0.073 0.186 -2.8 -3.3 63 63 0.007* 0.001* -152.7 a -25.5 -187.6 a -48.3 Cuadro 4. Análisis estadístico de las concentraciones plasmáticas de PAPPA a nivel coronario y periférico según el grupo de estudio segmentado por sexo Sitio de obtención de la muestra Sexo Prueba de Levene F Sig. t de Student para muestras independientes t gl Sig. IC 95% Concentración periférica de PAPP-A (ng/mL) Masculino Femenino 4.56 0.211 0.04 0.65 -1.72 -2.55 31 29 0.095 0.016* -187.3 a 15.7 -160.5 a -17.7 Concentración coronaria de PAPP-A (ng/mL) Masculino Femenino 1.492 0.259 0.231 0.615 -2.02 -3.07 31 29 0.051 0.005* -234.7 a 0.49 -192.2 a -38.6 Cuadro 5. Análisis estadístico de las concentraciones plasmáticas de PAPPA a nivel coronario y periférico según el grupo de estudio segmentado por edad Sitio de obtención de la muestra Edad (años) Concentración periférica de PAPP-A (ng/mL) Concentración coronaria de PAPP-A (ng/mL) 31 a 59 ≥60 31 a 59 ≥60 Prueba de Levene F Sig. 0.363 1.553 0.067 0.680 0.552 0.221 0.798 0.415 t de Student para muestras independientes t gl Sig. IC 95% -3.35 -0.889 -3.04 -1.23 24 37 24 37 0.003* 0.38 0.006* 0.225 -252.9 a -60.0 -145.1 a 56.6 -263.4 a -50.6 -177.8 a 43.1 Cuadro 6. Análisis estadístico de las concentraciones plasmáticas de PAPPA a nivel coronario y periférico según el grupo de estudio segmentado por presión arterial sistémica categorizada Sitio de obtención de la muestra Presión arterial sistémica (mmHg) t de Student para muestras independientes t gl Sig. IC 95% Concentración periférica de PAPP-A (ng/mL) ≤129 130-139 ≥140 0.066 2.489 0.948 0.80 0.141 0.338 -0.538 0.960 -2.6 16 12 31 0.598 0.356 0.014* -213.1 a 126.9 -74.6 a 192.2 -202.6 a -24.4 Concentración coronaria de PAPP-A (ng/mL) ≤129 130-139 ≥140 0.001 0.003 1.957 0.974 0.958 0.172 -0.986 -0.447 -2.666 16 12 31 0.339 0.663 0.012* -271.1 a 98.9 -230.9 a 152.3 -226.7 a -30.1 Al analizar la clasificación de hipertensión arterial sistémica no se observó significación estadística en los pacientes en condiciones óptimas, normales o con prehipertensión. Sin embargo, congruente con los resultados 82 Prueba de Levene F Sig. obtenidos en el análisis de la presión arterial sistémica, los pacientes hipertensos sí mostraron diferencias significativas a nivel coronario (p=0.012) y periférico (p=0.014). Cuadro 7 Gutiérrez-Leonar H y col. Concentraciones plasmáticas de proteína plasmática A Cuadro 7. Análisis estadístico de las concentraciones plasmáticas de PAPPA a nivel coronario y periférico según el grupo de estudio segmentado por clasificación de hipertensión arterial sistémica Sitio de obtención de la muestra Clasificación de hipertensión arterial sistémica Prueba de Levene F Sig. t de Student para muestras independientes t gl Sig. IC 95% Concentración periférica de PAPP-A (ng/mL) Óptima Normal Prehipertensión Hipertensión 1.855 7.366 0.948 0.210 0.03 0.338 -0.003 -0.054 0.668 -2.6 8 7 11 31 0.998 0.959 0.518 0.014* -311.6 a 310.9 -193.9 a 185.5 -133.6 a 250.1 -202.6 a -24.4 Concentración coronaria de PAPP-A (ng/mL) Óptima Normal Prehipertensión Hipertensión 1.613 17.741 1.957 0.240 0.004 0.172 -0.246 -1.211 0.342 -2.666 8 7 11 31 0.812 0.279 0.738 0.012* -381.7 a 308.2 -330.3 a 117.7 -223.0 a 350.2 -226.7 a -30.1 En el análisis segmentado por antecedentes personales patológicos se observó que ni la diabetes ni el antecedente de infarto influyen en los valores plasmáticos de PAPP-A. Sin embargo, el antecedente de tabaquismo sí influyó notablemente en las concentraciones de PAPP-A a nivel coronario (p=0.002) y periférico (p=0.011). Otro hallazgo de interés fue que el alcoholismo no influyó en las concentraciones periféricas de PAPP-A pero sí en las coronarias (p=0.05). Cuadro 8 DISCUSIÓN La proteína PAPP-A es una metaloproteinasa de la superfamilia de la metzincina y de la subfamilia de las papalisinas; se aisló en 1974 en el plasma de mujeres embarazadas.48 En 1999 se determinó su función proteolítica y su papel en la regulación de la biodisponibilidad de IGF-1.49 Este hallazgo permitió inferir un nuevo mecanismo involucrado en el proceso aterogénico. A pesar de que en estudios clínicos previos se ha podido demostrar una diferencia significativa entre los valores séricos de PAPP-A a nivel periférico en pacientes con cardiopatía isquémica (infarto y angina inestable) y en controles, aún no se ha demostrado si la expresión de la proteína es sistémica o localizada en los sitios de ateromas. En el mismo sentido, no se ha demostrado si la elevación en las concentraciones séricas se debe exclusivamente a la cardiopatía isquémica y no a otro padecimiento concomitante. En la actualidad en México no existen datos experimentales o clínicos del efecto aterogénico de la proteína PAPP-A. Este trabajo es el primero en su clase porque al igual que en los estudios previos se obtuvo una muestra de sangre a nivel periférico (radial o femoral), pero además se lograron recolectar muestras de sangre a nivel coronario inmediatamente contiguas al sitio de obstrucción. Además, se evaluó si existe asociación entre las muestras coronarias y periféricas de cada enfermo, y con pacientes controles (análisis intergrupos e intragrupos). En estudios previos se cometió el error de utilizar equipos de ELISA para la detección de PAPP-A durante el embarazo donde circula como un complejo heterotetramérico con la proteína proMBP (500 kDa). Esto incrementa considerablemente la posibilidad de falsos positivos y sobreestimación de las concentraciones séricas de PAPP-A.49 A diferencia de estos antecedentes, en este estudio se utilizó un equipo de ELISA ultrasensible para la detección de PAPP-A en su estado proteolítico activo (dímero de 400 kDa) con efectos proaterogénicos. 83 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Cuadro 8. Análisis estadístico de las concentraciones plasmáticas de PAPPA a nivel coronario y periférico según el grupo de estudio segmentado por antecedentes personales patológicos y no patológicos Prueba de Levene Sitio de obtención de la muestra Antecedente personal patológico F Sig. t gl Sig. IC 95% Concentración periférica de PAPP-A (ng/mL) Tabaquismo Sin antecedente Con antecedente 0.416 2.207 0.525 0.146 -0.9 -2.6 23 38 0.373 0.011* -120.8 a 47.0 -215.6 a -29.5 Concentración coronaria de PAPP-A (ng/mL) Sin antecedente Con antecedente 0.182 1.385 0.674 0.247 -1.079 -3.258 23 38 0.292 0.002* -163.6 a 51.4 -249.4 a -58.2 Concentración periférica de PAPP-A (ng/mL) Alcoholismo Sin antecedente Con antecedente 3.105 0.003 0.088 0.956 -1.688 -1.771 32 29 0.101 0.087 -153.6 a 14.3 -194.7 a 13.9 Concentración coronaria de PAPP-A (ng/mL) Sin antecedente Con antecedente 2.046 0.509 0.162 0.481 -2.13 -2.046 32 29 0.041* 0.05* -195.6 a -4.3 -214.1 a -0.04 Concentración periférica de PAPP-A (ng/mL) Diabetes Sin antecedente Con antecedente 2.311 1.088 0.141 0.304 -1.419 -2.410 25 36 0.168 0.021* -167.8 a 30.9 -192.0 a -16.5 Concentración coronaria de PAPP-A (ng/mL) Sin antecedente Con antecedente 0.195 1.077 0.663 0.306 -2.761 -2.306 25 36 0.011* 0.027* -206.7 a -30.0 -224.7 a -14.4 Concentración periférica de PAPP-A (ng/mL) Cardiopatía Isquémica Sin antecedente Con antecedente 0.550 4.272 0.463 0.05 -2.116 -1.669 38 23 0.041* 0.109 -166.0 a -3.6 -204.7 a 21.8 Concentración coronaria de PAPP-A (ng/mL) Sin antecedente Con antecedente 0.559 1.610 0.459 0.217 -2.442 -2.204 38 23 0.019* 0.038* -200.3 a -18.7 -248.2 a -7.8 En los resultados obtenidos se demostró la asociación entre las concentraciones plasmáticas de PAPP-A a nivel coronario y periférico en el análisis intragrupos, con valores mayores a nivel coronario (p<0.05). Al igual que en otros estudios se demostró una diferencia estadísticamente significativa entre los valores del grupo de casos y controles (p<0.05). Por lo tanto, es evidente que las concentraciones plasmáticas de PAPP-A son mayores en pacientes con cardiopatía isquémica (infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST, infarto agudo de miocardio sin elevación del segmento ST y angina inestable) y el hecho de que se asocien las concentraciones coronarias con las periféricas hace viable proponer su uso como marcador diagnóstico o predictivo. 84 t de Student para muestras independientes También se demostró que las concentraciones plasmáticas de PAPP-A se ven afectadas significativamente por factores como: tabaquismo, alcoholismo, hiperglucemia, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial sistémica e infarto previo (p<0.05). De hecho, existe un antecedente que demostró una disminución significativa en los valores de PAPP-A en pacientes tratados con altas dosis de atorvastatina a seis meses de seguimiento.47,48 CONCLUSIONES Los resultados demuestran que los pacientes con cardiopatía isquémica tienen concentraciones plasmáticas de PAPP-A superiores a las de pacientes sin la enfermedad. También se demostró Gutiérrez-Leonar H y col. Concentraciones plasmáticas de proteína plasmática A que las concentraciones plasmáticas de PAPP-A son superiores en pacientes con antecedentes personales patológicos y no patológicos de: tabaquismo, alcoholismo, hiperglucemia, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial sistémica e infarto de miocardio previo. 4. SINAIS. Principales causas de mortalidad general 20002008. In: www.sinais.salud.gob.mx, ed. México: Secretaría de Salud. 5. Ávila-Burgos L, Cahuana-Hurtado L, González-Domínguez D. 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Con base en los resultados obtenidos es viable implementar la proteína PAPPA como marcador diagnóstico o predictivo de cardiopatía isquémica, sin dejar de lado la necesidad de realizar estudios en una muestra más grande, estratificada por subgrupos según el riesgo cardiaco y con seguimiento a corto, mediano y largo plazo. Resulta interesante investigar cómo afecta el tratamiento farmacológico de la hipertensión, diabetes, obesidad, hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia en las concentraciones plasmáticas de PAPP-A y su posible beneficio. Conflicto de intereses. Los recursos para este proyecto los proporcionó la Secretaría de la Defensa Nacional de México a través del programa SEDENA-CIDEFAM. Programa Presupuestario A022-2014: “Investigación y desarrollo militar en coordinación con universidades públicas, instituciones públicas de educación superior y/o demás centros públicos de investigación”. Agradecimientos: al Centro de Investigación y Desarrollo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos (C.I.D.E.F.A.M.) que en todo momento nos apoyó y gestionó para que se autorizará el financiamiento con cargo al programa presupuestario “A022 Investigación y desarrollo militar en coordinación con universidades públicas, instituciones públicas de educación superior y/o demás centros públicos de educación superior. REFERENCIAS 1. Alwan, A. Global status report on non communicable diseases. Geneva: World Health Organization, 2011;343-368. 2. A. Alwan, T. Armstrong, D. Bettcher, T. Boerma, F. Branca, J. Global atlas on cardiovascular disease prevention and control. Geneva: World Health Organization, 2011;211-216. 3. Mathers CD, Loncar D. Projections of global mortality and burden of disease from 2002 to 2030. PLoSMed 2006;3:e442. 10. Sierra-Vázquez G. Manual de Anatomía Humana. 2a ed. Chihuahua: México: Imprenta Universitaria, 2004;643-651. 11. Erbel R, Heusch G. Coronary microembolization. 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Juan Isaac Reyes-Sepeda1 Emmanuel García-Jiménez2 Jan Jacobo Gutiérrez-Sereno3 Mayra Cristina Galeana-Hernández4 María Eugenia Liliana Gutiérrez-Saucedo1 M.M.C., residente de Medicina Interna, Escuela Militar de Graduados de Sanidad, Hospital Central Militar. 2 Subtte. Snd. Lic. en Salud Pública y Urgencias Médicas, Escuela Militar de Oficiales de Sanidad. 3 Especialista en Epidemiologia, Servicios de Salud Pública de la Ciudad de México. 4 M.M.C. residente de Oncología, Escuela Militar de Graduados de Sanidad, Hospital Central Militar. 1 Objetivo: determinar la prevalencia de sobrepeso y obesidad, conocer los hábitos alimenticios y de actividad física en niños escolares de 5 a 11 años de edad. Material y método: estudio clínico-epidemiológico, observacional, descriptivo y transversal, realizado del 8 de mayo al 5 de junio del 2015 en la Unidad de Especialidades Médicas del Hospital Militar. Se incluyeron niños de 5 a 11 años de edad, a quienes se aplicó una encuesta de hábitos de alimentación y actividad física. Resultados: se registraron 122 niños, y la prevalencia total de obesidad y sobrepeso fue de 37.8%. El 68.9% consume alimentos “chatarra” menos de dos veces por semana; 1.6% ingiere comida rápida más de tres veces por semana; 47.5% consume bebidas azucaradas menos de dos veces a la semana y la mayoría de los niños tiene un horario establecido para jugar o practicar alguna actividad física tres o más veces por semana. Conclusiones: la prevalencia de obesidad y sobrepeso en niños en edad escolar se incrementó significativamente en los últimos años, como consecuencia de las malos hábitos alimenticios y de actividad física. Palabras clave: obesidad infantil; prevalencia; sobrepeso; México. Prevalence of childhood obesity in the medical specialties unit related to diet habits and physical activity ABSTRACT Background: Obesity is associated with meaningful health problems in childhood. It is an important and early risk factor in morbidity and mortality of adults. Mexico has got the first place in child obesity in the world and the importance of this fact resides in the relation it has with some other metabolic alterations. Objective: Determine the overweight and obesity prevalence correlated with food habits and physical activity in school children. Material and Method: This is an epidemiologic, observational, descriptive and transverse clinic study; it was held from May 08 to June 05 www.nietoeditores.com.mx Recibido: 30 de diciembre 2015 Aceptado: 2 de febrero 2016 Correspondencia M.M.C. Juan Isaac Reyes Sepeda Cerrada de Palomas s/n 11200, Ciudad de México [email protected] 87 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 2015. Children between 5 and 11 were included; they answered a survey about food habits and physical activity. Results: 122 children were included. The total prevalence of obesity and overweight was 37.8%. It was found that 68.9% of children eat junk food less than twice during a week; 1.6% eat in fast food restaurants more than three times per week; 47.5% have sweet beverages less than twice a week; a few more than half children have a schedule for playing three or more times a week. Conclusion: The prevalence of overweight and obesity in school children has raised significantly in recent years, as a result of bad physical and food habits. Key words: Obesity Childhood; Overweight; Prevalence; México. ANTECEDENTES La obesidad es una enfermedad crónica de origen multifactorial, caracterizada por la acumulación excesiva de grasa o hipertrofia general del tejido adiposo en el cuerpo.1,2 Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, se considera sobrepeso infantil al valor superior del centil 75 y obesidad al valor por arriba del centil 85.3,4 Los factores sociales implicados con el aumento de la prevalencia de obesidad incluyen: fenómenos migratorios, transculturización, aumento de las porciones de alimentos, condiciones de urbanización no aptas para caminar, falta de cultura nutrimental, ofertas sin fin de soluciones fantásticas para la obesidad y condiciones económicas que favorecen todo lo anterior. Estas circunstancias hacen de la obesidad una consecuencia inevitable.5 En Estados Unidos se ha incrementado el peso promedio de un niño, en más de 5 kg, en las últimas 3 décadas, a tal grado que una tercera parte padece sobrepeso u obesidad.6 88 México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil y el segundo en obesidad en adultos, precedido por Estados Unidos.7 La incidencia de obesidad ha crecido de manera exponencial: en los escolares 1 de cada 4 (26%) y en los adolescentes 1 de cada 3 (36%) padecen sobrepeso u obesidad.8 La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2012 (ENSANUT 2012) reportó una prevalencia nacional combinada de sobrepeso y obesidad de 34.4% (19.8 y 14.6%, respectivamente), en niños de 5 a 11 años de edad, que equivale a 5,664,879 escolares.9 Un estudio realizado en Sonora reportó que 40% de los niños y 35% de las niñas padecen sobrepeso u obesidad. Una opción para solucionar este problema es evaluar la cantidad de alimentos que consumen y no la cantidad de energía que deberían gastar.10 En México esta situación se ha relacionado con cambios demográficos. Anteriormente la población rural representaba 75 a 80% del total del país y la urbana de 20 a 25%; para mediados del Reyes-Sepeda JI y col. Prevalencia de obesidad infantil siglo XX se invirtieron estas condiciones, pues hasta hoy 20% de los habitantes del país viven en zonas rurales, lo que advierte un incremento de obesidad en los grupos con nivel socioeconómico bajo. Por lo tanto, este padecimiento ha dejado de ser un problema de los estratos económicos relativamente altos, para convertirse en un indicador de pobreza.11 La Encuesta de Salud en Escolares del 2008 colocó a las bebidas gaseosas entre los cincos productos más consumidos en las escuelas primarias y secundarias públicas del país. Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública de México reveló que, según lo declarado por los niños, solamente 28.1% de su consumo total de líquidos corresponde a agua o infusiones sin cafeína ni azúcar, comparado con 44% de quienes consumen bebidas de alto valor calórico, ya sean líquidos azucarados con y sin gas (refrescos), aguas de sabores, bebidas endulzadas con sabor a fruta y néctares.12 En el 2010 el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” señaló que México era el país con la mayor cantidad de anuncios de alimentos con alta densidad energética difundidos por televisión. Ese mismo año, el estudio “La desnutrición infantil y obesidad en la pobreza en México” reportó que si un niño pasaba, en promedio, 2 horas diarias frente al televisor habría visto más de 12,400 anuncios de alimentos con alta densidad energética en un año. Como estrategia coadyuvante para prevenir el sobrepeso y la obesidad, la industria creó el Código de Autorregulación de Publicidad de Alimentos y Bebidas No Alcohólicas dirigida al público infantil (Código PABI) y con ello disminuyó el número de anuncios televisivos.13 Según los resultados de actividad física y sedentarismo de la ENSANUT 2012, se estimó que 58.6% de los niños y adolescentes de 10 a 14 años no realizaron ninguna actividad física organizada (participación en deportes organizados) durante los últimos 12 meses previos a la encuesta, 38.9% realizó una o dos actividades y 2.5% más de tres. La actividad más frecuente para este grupo de edad fue el fútbol.9 Los niños han preferido consumir la denominada comida “rápida” (hamburguesas, pizzas, hotdogs, pollo frito, etc.) y las familias de recursos económicos bajos comen “lo que haya en casa”; sin embargo, al buscar otro sabor para disfrutar, prefieren la comida chatarra. En Europa los niños no acostumbran practicar actividades físicas, pero los sectores de salud tienen como prioridad realizar este tipo de actividades. La población infantil no acostumbra o es poco frecuente que practique alguna actividad física, y este hábito disminuye conforme aumenta la edad.14 Los programas escolares son una gran oportunidad para promover la nutrición sana y la actividad física, pues los niños de este grupo de edad permanecen más de la mitad de sus horas de vigilia en la escuela, lo que sugiere una opción para integrar actividades de alimentación saludable y acondicionamiento físico, como parte del plan de estudios regular, apoyado por los padres en el hogar.2 El aumento de la obesidad se asocia con elevados costos sanitarios y mayor uso de los servicios médicos. En México, el costo total del sobrepeso y la obesidad se duplicó entre 2000 y 2008, pasando de 35,429 a 67,345 millones de pesos. Se estima que ese gasto aumentará a 150,860 millones de pesos para el 2017.15 Este dato se refiere solamente al gasto ejercido por el gobierno para el tratamiento de las enfermedades derivadas de la obesidad. Los pacientes con obesidad mórbida o severa mueren entre 8 y 10 años antes que quienes 89 Revista de Sanidad Militar tienen un peso equilibrado. Se estima que por cada 15 kg extras de peso, el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares aumenta en 30%, lo que representa un gasto adicional para los servicios de salud pública.16 De acuerdo con los registros de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, las personas con estos padecimientos estarán enfermas 18.5 años de su vida, lo que afectará su desarrollo personal y profesional.17 El objetivo de este estudio es determinar la prevalencia de sobrepeso y obesidad, además de los hábitos alimenticios, en los niños escolares de 5 a 11 años de edad, derechohabientes del Hospital Militar que acuden a consulta externa de pediatría. MATERIAL Y MÉTODO Estudio clínico-epidemiológico, observacional, descriptivo y transversal realizado en la Unidad de Especialidades Médicas del Hospital Militar. La muestra de pacientes se calculó con la fórmula para población finita (n=[EDFF*Np(1-p]/ [d2/Z2 1- α /2*(N-1)+P*(1-P)]), con IC 95%. Según el cálculo se requería un tamaño de 347 y de 80% para una muestra de 149; sin embargo, se realizó un muestreo probabilístico a disposición. Si bien no se cumplió el tamaño de la muestra, las asociaciones obtenidas a través del cálculo de razón de momios (RM) indicaron poco probable que las asociaciones observadas se debieran al azar. Se incluyeron niños de 5 a 11 años de edad, atendidos por cualquier motivo en la consulta externa de pediatría, entre el 8 de mayo y 5 de junio del 2015, cuyos padres aceptaron contestar la encuesta de hábitos alimenticios y actividad física (cuestionario propuesto por la Confederación Nacional de Pediatría de México). Se excluyeron los niños con sobrepeso y obesidad, con 90 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 diagnóstico clínico de obesidad por síndrome genético o metabólico, y a quienes no se realizó la somatometría de manera protocolaria (por ejemplo: incapacidad para mantenerse en posición erecta o postración en silla de ruedas). Para determinar el peso, la talla e índice de masa corporal se utilizaron las gráfica del Centro Nacional para la Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de Salud (CDC 2000) en niños de 2 a 20 años de edad, según su género (femenino o masculino).3 Se consideró sobrepeso al valor superior del centil 75; obesidad por arriba del centil 85 y obesidad mórbida al valor superior del centil 97. No se realizó preselección de los participantes; se procuró incluir a todos los niños que cumplieran con los criterios de selección para evitar sesgos. Se utilizaron métodos estandarizados para obtener los datos de los participantes y se aplicó la misma encuesta en todos (instrumento validado para evitar sesgos de información). Los resultados obtenidos de los cuestionarios se analizaron con el programa estadístico SPSS. Se utilizó como medida de asociación el cálculo del análisis de razón de momios de prevalencia, con intervalos de confianza. Para estimar la significación estadística de las asociaciones se utilizó la c2, con la intención de determinar que la distribución de pacientes obesos y las variables estudiadas no se debieran al azar. Se consideró estadísticamente significativo el valor de p < 0.05. RESULTADOS Se registraron 122 niños: 66 (54.1%) varones y 56 (45.9%) mujeres. El 27.8% correspondió al grupo de 5 a 6 años de edad, 31.1% al de 7 y 8 años y 40.9% al de 9 y 11 años. La prevalencia total de obesidad y sobrepeso fue de 37.8%, es decir, 46 casos: 18 (14.8%) Reyes-Sepeda JI y col. Prevalencia de obesidad infantil niños se clasificaron con sobrepeso y 28 (23%) con obesidad (Figura 1). Según el género, 13% de las mujeres versus 24.5% de los hombres representaron el total de la población con sobrepeso u obesidad. Las mujeres tuvieron menor prevalencia de sobrepeso y obesidad: de 56 niñas estudiadas, 8 (14.2%) se clasificaron con sobrepeso y 8 (14.2%) con obesidad; mientras que de 66 niños, 10 (15.1%) resultaron con sobrepeso y 20 (30.3%) con obesidad. Los pacientes de 11 años de edad tuvieron mayor frecuencia de obesidad y sobrepeso (17.39%) (Figura 2). En relación con los hábitos alimenticios, 68.9% consume alimentos “chatarra” dos o menos veces por semana, 47.5% consume bebidas azucaradas menos de dos veces a la semana y 57.3% de los niños juega o practica alguna actividad física tres o más veces por semana. Los problemas de sobrepeso y obesidad fueron más frecuentes en niños que no acostumbran comer frente al televisor; sin embargo, no representó un 14 12 10 8 6 4 2 0 5 6 Normal 7 8 Sobrepeso 9 10 11 Obesidad Figura 1. Prevalencia de obesidad infantil. factor de riesgo. Se encontró que 54.2% de los niños acostumbra ver televisión más de 1 h/día, tres o más veces por semana, y 33.3% no juega o practica alguna actividad física fuera de casa ningún día de la semana (Cuadro 1). 23% 62% 15% Normal 16 Sobrepeso Obesidad Figura 1. Prevalencia de obesidad infantil. Al aplicar la razón de momios de prevalencia en cada variable del cuestionario, se observó que los niños que consumen bebidas azucaradas tienen 2.1 más veces riesgo de padecer sobrepeso u obesidad (IC de 0.644 a 7.038 [p=0.208]), quienes no juegan fuera de su casa tienen 1.53 veces más riesgo de sufrir sobrepeso u obesidad (IC de 0.680 a 3.460 [p=0.3]) y los que no tienen un horario establecido para jugar tienen 1.3 veces más riesgo de padecer obesidad (IC de 0.539 a 3.529 [p=0.501]); sin embargo, no se encontró diferencia estadísticamente significativa. La única variable con significación estadística fue no ver el televisor por más de 1 h/día, con RM de prevalencia de 0.31, colocándola como factor 91 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Cuadro 1. Proporción de niños de acuerdo con las variables estudiadas Hábitos higiénico-dietéticos % Alimentos chatarra dos o menos veces por semana Restaurantes de comida rápida más de tres veces por semana 68.9 1.6 No acuden a restaurantes de comida rápida más de tres veces por semana 62.3 Frutas tres o más veces por semana 9.8 Consumo de frutas diariamente 68.9 Productos lácteos tres o más veces por semana 14.8 Productos lácteos diariamente 65.6 Bebidas azucaradas menos de dos veces a la semana 47.5 Consume verduras diariamente 60.7 Horario para jugar tres o más veces por semana 57.38 Come viendo la televisión todos los días de la semana 16.4 Come sin ver la televisión 47.54 Ve más de una hora al día la televisión por más de 54.2 tres veces por semana No juegan fuera de casa ni un solo día a la semana Juegan fuera de casa menos de dos veces a la semana Comen más de dos colaciones al día más de tres veces a la semana 33.3 16.6 27.9 Comen más de dos colaciones diariamente 32.8 Fuente. Directa. protector para obesidad (IC de 0.127 a 0.766 [p=0.009]) (Cuadro 2). DISCUSIÓN La prevalencia de sobrepeso y obesidad en este estudio fue de 37.8 vs 34.8% de la obtenida en la Encuesta Nacional de Salud 2012 en niños escolares de 5 a 11 años de edad.9 Nuestros datos son similares a los encontrados en una Unidad de Medicina Familiar del IMSS en 2011, que señala una prevalencia de 43% (139 casos) en niños de 6 a 14 años;18 por lo tanto, la prevalencia de obesidad y sobrepeso en los niños que acuden a los servicios médicos del Hospital Militar es similar al de la población general. Un estudio realizado en España reportó una prevalencia de sobrepeso de 11.5% (IC, 95%: 7.8%-15.3%) y de obesidad de 10% (IC, 95%: 6.5%-13.7%).19 92 Una situación que debe considerarse es que se trató de niños que pertenecen a una población urbana, quienes realizan recorridos cortos para desplazarse a cualquier lugar y tienen a su alrededor diferentes franquicias de restaurantes de comida rápida, accesible a toda la población en general. Llama la atención que los niños mayores de 11 años son el grupo con mayor frecuencia de sobrepeso y obesidad. Aunque no se encontró asociación significativa con la mayor parte de los factores evaluados con la encuesta aplicada, es posible que los hábitos alimentarios durante los primeros 11 años de vida sean los determinantes para este desenlace, así como la información nutricional y el tipo de alimentos que los padres proporcionen a sus hijos. Una opción para disminuir el sobrepeso y la obesidad es fomentar las Escuelas Promotoras de Salud, cuya finalidad es crear las condiciones para adquirir conocimientos y mejorar la salud.2 Por ejemplo, un estudio realizado en niños de primaria de la Ciudad de México, señaló que la prevalencia de sobrepeso (sobrepeso y obesidad) disminuyó significativamente (p<0.001) después de la intervención de los protocolos para promover la salud.20 El informe provisional de la Comisión de la Obesidad Infantil menciona que la base para disminuir la obesidad es asegurar comer sano, con hábitos que se establecen desde la infancia. Para ello se requiere que el cuidador o la persona que se encargue de los niños comprenda la relación entre dieta y salud, y proponga conductas que fomenten o apoyen este protocolo.21 Un estudio realizado en Irán, con pacientes de 7 y 12 años de edad, encontró diferencias estadísticamente significativas, pues reporta que los niños sin obesidad se dedican a diversas actividades físicas, por ejemplo: correr, practicar Reyes-Sepeda JI y col. Prevalencia de obesidad infantil Cuadro 2. Análisis de la razón de momios de prevalencia Variable Consume bebidas azucaradas Consume alimentos chatarra Come más de dos colaciones al día Come en restaurantes de comida rápida Come en el automóvil Come en frente del televisor Otros alimentan al niño Come frutas Come verduras Come lácteos Ve más de una hora al día la televisión Juega fuera de su casa Tiene un horario para jugar Obeso No obeso Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si 44 4 40 8 38 10 18 30 8 40 22 26 10 38 44 4 42 4 46 2 32 16 34 12 40 62 12 68 6 66 8 30 44 16 56 42 32 16 58 72 2 72 2 74 0 64 10 48 26 58 No 8 16 Rmp IC 95% P 2.1 (0.644-7.038) 0.208 0.44 (0.1428-1.363) 0.148 0.4 (0.1675-1.267) 0.129 0.88 (0.4173-1.856) 0.737 0.7 (0.2733-1.793) 0.456 0.64 (0.3105-1.339) 0.239 0.95 (0.3919-2.322) 0.917 0.3 (0.053-1.738) 0.16 0.29 (0.051-1.661) 0.143 0 0.0-? 0.077 0.31 (0.127-0.766) 0.009 1.53 (0.680-3.46) 0.3 1.3 (0.539-3.529) 0.501 Fuente. Directa fútbol y caminar rumbo a la escuela, comparado con los niños obesos que no realizan ciertas actividades.22 televisor máximo durante 1 hora al día representa un factor protector de obesidad y sobrepeso, similar a lo reportado en la bibliografía. Los factores de riesgo para padecer sobrepeso u obesidad encontrados en este estudio fueron: permanecer en el hogar sin realizar actividades físicas, consumir bebidas azucaradas y no tener un horario establecido para jugar o realizar actividades físicas; sin embargo, por el tamaño de la muestra no resultaron estadísticamente significativos. CONCLUSIÓN El estudio de Herman y su grupo, efectuado en niños de 8 a 10 años de edad, mostró que los niños con sobrepeso u obesidad son más sedentarios y pasan mayor tiempo viendo el televisor (más de 2 h/día) que los niños con peso normal.23 En nuestro estudio se encontró que observar el La prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños en edad escolar aumentó significativamente durante los últimos años. En el caso de las fuerzas armadas no ha sido la excepción, pues se encontró una prevalencia similar a la de la población general, como consecuencia de los malos hábitos alimenticios y poca o nula práctica física. Deben realizarse estudios con periodos más largos de evaluación y poblaciones mayores. Los servicios de salud deben vigilar el sobrepeso y la obesidad para conocer el panorama epidemiológico y darle seguimiento estricto a esta enfermedad, además de aplicar 93 Revista de Sanidad Militar acciones contundentes en la prevención de sus complicaciones. Se recomienda establecer un grupo de expertos en nutrición y promoción de la salud, con la finalidad de apoyar las campañas de comunicación educativa y los contenidos de nutrición y salud en las unidades médicas del instituto armado. REFERENCIA 1. Pallaruelo-Lanau S. Prevención y educación en obesidad infantil. Trabajo fin de Máster en Salud Pública. Universidad Pública de Navarra, España. [en línea]. Dirección URL: <http://academicae.unavarra.es/xmlui/ bitstream/handle/2454/5683/OBESIDAD%20INFANTIL. pdf?sequence=1&isAllowed=y>. 2. Mohamed SM. Childhood obesity: epidemiology, determinants, and prevention. J Nutr Disorders Ther 2015;5:156. 3. Centro de Prevención y Control de Enfermedades de los Estados Unidos de América (CDC.) Artículo peso saludable: No es una dieta, es un estilo de vida. [en línea]. Dirección URL: <http://www.cdc.gov/healthyweight/spanish/>. [Consulta 18 de agosto 2015]. 4. Calzada-León R. 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Puntuaciones del cuestionario PODCI en una población urbana de sujetos mexicanos sanos y la de sus padres como proxies Rodrigo Azcona-Cervera1 Armando Torres-Gómez2 1 Cirujano ortopedista y traumatólogo, Centro Médico ABC Santa Fe. 2 Cirujano ortopedista y traumatólogo, Centro Médico ABC Santa Fe. RESUMEN Antecedentes: el cuestionario PODCI (Pediatric Outcomes Data Collection Instrument) permite evaluar el estado funcional de algún aparato o sistema (salud general, dolor y habilidad para participar en actividades de la vida diaria) de sujetos menores de 19 años y considerar la percepción de sus padres. Objetivo: aplicar el cuestionario PODCI en una población urbana de sujetos mexicanos sanos, evaluar la validez de los padres como proxies y proponer los valores (puntajes) de referencia normales para la población mexicana. Material y método: estudio prospectivo efectuado con encuestas a niños y adolescentes de una institución académica que imparte educación a nivel de primaria, secundaria y media superior, y a sus padres. Los valores se reportaron en términos de mediana (rango inter-cuartil, mínimo-máximo) con p=0.05. Resultados: se efectuaron 244 encuestas con puntajes de referencia normal en 82.9 (mínimo) y 100 (máximo). Los padres no sirven como proxies de sus hijos. Conclusiones: los sujetos de este estudio mostraron valores (puntuaciones) elevados en el cuestionario PODCI; no existe diferencia entre la percepción funcional de los niños y la de sus padres. Los individuos con grado de funcionalidad normal resultan con límite de puntuación mínima y máxima de 83 y 100, respectivamente, en el cuestionario PODCI, Palabras clave: proxies, adolescentes, adolescentes sanos, percepción funcional, estado funcional PODCI instrument score for an urban population of healthy Mexican subjects and the validity of their parents as proxies ABSTRACT Background: The clinical PODCI (Pediatric Outcomes Data Collection Instrument) allows us to evaluate the functional state (general health, pain and the ability to participate in every day activities) of subjects under 19 years old, and also consider the perception their parents may have of their functional state. www.nietoeditores.com.mx Recibido: 19 de diciembre 2015 Aceptado: 2 de febrero 2016 Correspondencia Dr. Rodrigo Azcona Cervera Av. Carlos Graeff Fernández 154-21505300, Cuidad de México [email protected] [email protected] 95 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Objective: Apply the use of the PODCI instrument in an urban population of Mexican subjects, and study of the validity of their parents as proxies, and propose values of normal reference. Materials and methods: 244 surveys were carried out on children, adolescents and their parents. The values were reported in terms of the median (Inter-Cuartil range, minimum – maximum) with a p=0.05. Results: The normal reference range is of 82.9 to 100. The parents do not work as proxies for their children. Conclusions: The population studied showed elevated values and there does not exist a difference between children and their parents in terms of the perceived functionality of the subject. Those individuals with a normal level of function show a range of 83 to 100 on the PODCI questionnaire. Key words: Proxies; Adolescents; Healthy adolescents; Perception of functionality; functional state. ANTECEDENTES En el área de ortopedia y traumatología debe conocerse la aplicación de métodos, intervenciones y tratamientos para los pacientes y cómo repercuten estos en su funcionalidad, pues de ello depende su mejoramiento y perfeccionamiento.1-3 Esta necesidad se hace extensiva en cualquier tipo de paciente pediátrico o adulto. Antes de indicar algún tratamiento es importante conocer el grado de la funcionalidad de cualquier paciente. Un patrón de referencia útil es la comparación de funcionalidad entre un paciente sano y otro con alteración ortopédica.1-6 Para medir directamente los grados funcionales de los pacientes pediátricos con alguna alteración ortopédica se han diseñado múltiples instrumentos clínicos. Con la participación de la Sociedad de Ortopedia Pediátrica de Norteamérica (POSNA), de la Academia Americana de Cirugía Ortopédica (AAOS) y de la Sección de Ortopedia de la Academia Americana de Pediatría (AAP), se organizó un grupo de trabajo para elaborar un instrumento clínico, 96 con el propósito de evaluar el estado del sistema músculo-esquelético y su relación funcional en niños y adolescentes.3 El Pediatric Outcomes Data Collection Instrument (PODCI) permite evaluar cuatro variables o valores funcionales en los niños con alteración ortopédica: 1) funcionamiento de la extremidad, 2) función de transferencia y amplitud de movilidad, 3) función física en los deportes y 4) comodidad-dolor al realizarlos.5-9 En México se han realizado estudios para la validación del cuestionario en sujetos sanos y en pacientes pediátricos con alguna discapacidad ortopédica. Castañeda y su grupo realizaron un estudio de validación en pacientes sin alteración ortopédica, con la finalidad de establecer un patrón de referencia con las puntuaciones y evaluar la percepción funcional del niño y sus padres. Con una muestra de 87 sujetos (adolescentes y sus respectivos padres) se propuso una base comparativa para considerarla como valores de referencia normal en México.10 Un proxie es un sujeto que toma la identidad de otro para determinada tarea o para respon- Azcona-Cervera R y col. Puntaje de PODCI der algo en su representación. En el estudio los padres se encargan de responder el cuestionario PODCI por sus hijos. Debido al tipo de variables que utiliza el cuestionario PODCI, se utilizan pruebas no paramétricas (Kolmogorov-Smirnov) para efectuar el análisis de las variables. Las pruebas no paramétricas no establecen suposiciones de los resultados, sino que estiman la correlación entre la percepción de los sujetos sanos y la de sus padres, con la finalidad de demostrar si es o no significativa, lo que representa una estrategia adecuada para el análisis estadístico.11 El objetivo de este estudio es estimar los valores (puntaciones) del cuestionario PODCI en una población urbana de sujetos mexicanos sanos y evaluar el valor de los padres como proxies (representantes) de sus hijos. Estos datos servirán como patrón de referencia para validar el instrumento PODCI en la población mexicana. MATERIAL Y MÉTODOS Estudio prospectivo consistente en la selección de sujetos al azar (niños, adolescentes y sus respectivos padres) de una escuela que imparte educación en los niveles de primaria, secundaria y preparatoria de Los Mochis, Sinaloa, entre agosto del 2011 y junio de 2012. Para realizar la encuesta se utilizó la versión traducida del instrumento PODCI para padres de hijos adolescentes y la versión para población adolescente e infantil. 8,12 Los resultados de las encuestas se evaluaron con base en los lineamientos de la Pediatric Orthopaedic Society of North America (POSNA) para efectuar el Pediatric Outcomes Data Collection Instrument (PODCI). Los individuos con puntuación 0 (calificación más baja) se consideraron con nula funcionalidad y quienes tuvieron 100 (calificación más alta) con la mejor función. Los criterios de inclusión fueron: sujetos sanos con padres que aceptaran participar en el estudio; los de exclusión: sujetos con alguna alteración ortopédica conocida, y los de eliminación: quienes no completaron las encuestas. El tamaño de la muestra se calculó con base en la población total de la institución educativa: 1,250 alumnos. La finalidad del cálculo fue buscar una correlación mínima de 0.05, con poder de 90% y valor de Z-alfa de dos colas de 1.96 y significación estadística de p=0.05. De acuerdo con estos criterios se obtuvo un tamaño de muestra de 187 sujetos con sus respectivos padres. Además, consideramos 20% más sujetos para fortalecer el análisis. Las variables (valores funcionales) se sometieron a pruebas de normalidad (Kolmogorov-Smirnov) y los valores (puntuaciones) se reportaron en mediana (límite inter-cuartil, mínimo-máximo). La correlación entre los valores reportados por los sujetos y sus padres se calculó con el coeficiente de correlación de Spearman. Se consideró significativo el valor de p≤0.05. Los datos se analizaron con los programas R (V3.1.0: A language and environment for Statistical Computing. R Foundation for Statistical Computing, Vienna, Austria, 2014) y Rcmdr (V2.0-4). RESULTADOS De acuerdo con el cálculo de la muestra se realizaron 250 encuestas a niños sanos y a sus padres, pero se eliminaron 6 por estar incompletas, por lo que solo se consideraron 244 para el análisis final. La mediana de edad fue de 11.83 años (9.50, 8.00-17.50) y se registró mayor cantidad de mujeres: 141 (57.7%) que hombres: 103 (42.22%). La mediana del promedio general de puntuación en los niños fue de 98.3 (0.83, 90.50-100) y en los padres de 100 (0, 91-100). (Figuras 1 y 2). 97 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 de 0.041 (p=0.520), “deporte-actividad física” de -0.164 (p=0.010), “dolor-comodidad” de 0.224 (p<0.001), “función global” de -0.152 (p=0.017) y para “felicidad” de 0.040 (p=0.531). La correlación para el “promedio general” fue de 0.030 (p=0.644). En los niños sanos se obtuvieron como valores normales los límites de 82.9 a 100 puntos con el cuestionario PODCI (Cuadro 1 y 2). Función (Sujeto) 120 100 Frecuencia 80 60 40 DISCUSIÓN 20 0 90 92 94 96 98 100 Puntaje PODCI Figura 1. Mediana del “promedio general” en los niños. Función (Padre/ Proxy) 200 Frecuencia 150 100 50 0 86 88 90 92 94 96 98 100 Puntaje PODCI Figura 2. Mediana del “promedio general” en los padres. Los coeficientes de correlación entre los niños y sus padres para la “extremidad torácica” fue de 0.236 (p<0.001), “transferencia y movilidad” 98 Haynes y su grupo1 desarrollaron el cuestionario PODCI y lo utilizaron en 57 niños y 27 adolescentes sin discapacidades ortopédicas. El objetivo de su estudio fue validar el cuestionario PODCI en sujetos pediátricos sanos, establecer como patrón de referencia esos resultados y correlacionarlos en sujetos pediátricos con diferentes alteraciones ortopédicas. El estudio señaló que los niños sanos respondieron la encuesta con un puntaje alto en todas las valoraciones PODCI, es decir, cerca de 100 y no menos de 80. Estos resultados sugieren que un niño con puntuación igual o menor de 80 tiene un grado de funcionalidad diferente al de un niño sano. Castañeda y sus colabordores10 seleccionaron sujetos mexicanos sanos entre 11 y 17 años de edad y reportaron que los adolescentes pueden obtener puntuaciones cercanas al 100, y que la calificación menor a 80 indica un grado de función por debajo de lo normal. Además, los sujetos sanos obtuvieron un promedio de puntuación del cuestionario PODCI de 83.4 a 100 y sus padres de 79.2 a 100. Ese dato sugiere que el cuestionario puede responderlo cualquier sujeto mexicano sano y funciona como referencia para conocer el grado de funcionalidad para pacientes con alguna discapacidad. Los resultados de cada variable analizada con la encuesta PODCI mostraron un valor máximo Azcona-Cervera R y col. Puntaje de PODCI Cuadro 1. Resultados del cuestionario PODCI en padres e hijos (coeficientes de correlación) Valores Extremidad torácica Padres Hijos Trasferencia y movilidad Padres Hijos Deporte-actividad física Padres Hijos Dolor-comodidad Padres Hijos Función global Padres Hijos Felicidad Padres Hijos Promedio general Padres Hijos Mediana Mínimo Máximo RIC* CC† p 100 100 85 90 100 100 0 0 0.236 <0.001 100 100 87 87 100 100 0 0 0.041 0.520 100 92 69 85 100 100 0 5 -0.164 0.010 100 100 87 78 100 100 0 0 0.224 <0.001 100 98 87 90 100 100 0 2 -0.152 0.017 100 100 80 70 100 100 0 0 0.040 0.531 100 98.33 91 90.50 100 100 0 0.83 0.030 0.644 *Rango inter-cuartil; † coeficiente de correlación de Spearman (entre el puntaje de padres e hijos) Cuadro 2. Comparación de puntajes PODCI para adultos Dimensión Sujetos sanos Padres Diferencia p* p† Extremidad torácica 99.53 (±1.56) 100 (0) 99.55 (±1.91) 100 (0) 93.92 (±3.93) 92.00 (5) 99.38 (±2.68) 100 (0) 98.12 (±1.89) 98.00 (2) 98.82 (±4.19) 100 (0) 98.22 (±1.53) 98.33 (0.83) 99.20 (±2.70) 100 (0) 99.45 (2.105) 100 (0) 98.85 (±4.34) 100 (0) 99.60 (±1.92) 100 (0) 99.13 (±2.65) 100 (0) 99.10 (±2.88) 100 (0) 99.22 (±1.70) 100 (0) 0.328 0 0.182 0 -4.930 8 -0.221 0 -1.417 2 -0.283 0 -1.003 1.67 0.739 0.101 0.410 0.605 <0.001 <0.001 0.344 0.295 0.860 0.385 <0.001 <0.001 <0.001 <0.001 Transferencia y movilidad Deporte-actividad física Dolor-comodidad Función global Felicidad Promedio general * Mediana (RIC): U de Mann-Whitney; † presentación de media (±DE): t de Student. de 100 y mínimo de 82.9 en ambos grupos. Nuestros datos sugieren que, por tratarse de una población clínicamente sana, los individuos deben tener un grado de funcionalidad normal, con límite general, mínimo y máximo, de 83 a 100 en el cuestionario PODCI. 99 Revista de Sanidad Militar Comparar los valores de sujetos sanos con los de sus padres, como grupos independientes, no proporciona la verdadera correlación o acuerdo entre uno y otro; sólo se estarían comparando los valores promedio (medias). La estrategia que proporciona una correlación entre los puntajes de un sujeto sano y los de sus padres debe calcular un coeficiente de correlación como el que se observa en el Cuadro 2, cuyas puntuaciones de “transferencia y movilidad” son aparentemente similares entre ambos grupos, comparada con una prueba de grupos independientes (p=0.605, prueba paramétrica). Sin embargo, el coeficiente de correlación (p=0.041 prueba no paramétrica) no refleja correlación/ cambios y representa un error comparar los grupos mediante pruebas paramétricas. Otras investigaciones han analizado las puntuaciones con pruebas paramétricas (media o desviación estándar). En sentido estricto, los puntajes de este tipo de instrumentos no cumplen con los criterios de medición paramétricos; por lo tanto, se aplican pruebas no paramétricas (Kolmogorov-Smirnov) a los valores o puntuaciones. También se observó que las diferencias aparentemente pequeñas (menores de 1), por ejemplo de “felicidad” (-0.283 para la media), evaluadas con la prueba no paramétrica, son estadísticamente significativas. Al analizar individualmente los casos no se encontró correlación entre la percepción de los sujetos con la de sus padres. Las puntuaciones de actividad física y dolor obtuvieron los valores más bajos de correlación. En el caso de la actividad física, los resultados se alejaron de la media de manera importante (CC -0.164, p=0.010); sin embargo, fue mínima la puntuación de estos sujetos (1 con 69 y otro con 76, ambos del grupo de los padres). La muestra de este estudio correspondió a sujetos sanos, comparada con otra realizada por nuestro mismo equipo en el 2012, donde aplicamos el cuestionario PODCI para evaluar la correlación 100 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 funcional en pacientes con alguna alteración ortopédica y se encontró que los padres funcionan como proxies sustanciales al realizar el cuestionario PODCI13 (CC 0.566, p<0.001). En el presente estudio se esperaba encontrar una correlación similar, pero no fue así. Esto puede deberse a que los padres de pacientes con alguna alteración ortopédica se encuentran más sensibilizados y, por tanto, más conscientes de la enfermedad y limitación de sus hijos. El cuestionario PODCI, aplicado en sujetos mexicanos sanos, estima el grado de funcionalidad auto-reportada por los sujetos. Sin embargo, los puntajes emitidos por sus padres no se correlacionan con los de sus hijos. De acuerdo con los resultados de este estudio, los padres no son buenos proxies de la valoración funcional de sus hijos sanos. Analizar los motivos por los que no hubo correlación similar entre la percepción de los padres con la de sus hijos implica un elemento cultural a considerar: “la idiosincrasia de la sociedad mexicana”. Esta percepción se construye a partir de una cultura de salud donde la prevención médica y la capacidad o conciencia de detectar “que algo no está bien” no es una actividad común y genera una serie de inconvenientes para el paciente y el sistema de salud. Este modo de pensar pudo influir en la manera como contestaron los padres la encuesta y por tanto la diferencia en la correlación. Este estudio debe aplicarse en otras sociedades con circunstancias similares para comparar los resultados, conocer la correlación del cuestionario PODCI en sujetos sanos y sus padres como proxies, además de estimar los valores o puntuaciones de referencia normales. CONCLUSIONES Es posible afirmar que los valores normales obtenidos en este estudio pueden considerarse un Azcona-Cervera R y col. Puntaje de PODCI patrón referencia para identificar algún grado de alteración funcional en sujetos mexicanos sanos, mediante un resultado menor a 82.9 en cualquiera de los elementos que evalúa el PODCI. No existe correlación funcional entre sujetos sanos y sus padres como proxies. assessment in patients with adolescent or juvenile idiopathic scoliosis and congenital scoliosis or kyphosis. Spine 2002;27:52-57. 7. Wren T, et al. Agreement among three instruments for measuring functional health status and quality of life in pediatric orthopaedics. J Pediatr Orthop 2007;27(2):233240. 8. 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Análisis de la secuencia del exoma de 100 genes y sus variantes tipo snp en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 por pirosecuenciación RESUMEN Sergio Araujo-Betanzos1 José Juan Ceballos-Macias2 Elsa Saldaña-Rivera3 Fabiola Esther G Enriquez-Espinosa4 Eleazar Lara-Padilla5 Esaú Floriano-Sanchez 6 1 M.M.C., jefe de la sección de investigación de la Escuela Militar de Graduados de Sanidad. 2 M.M.C., jefe de la consulta externa de Endocrinologia, Unidad de Especialidades Médicas, Naucalpan, Estado de México. 3 M.M.C., jefe de la subsección del Laboratorio Multidisciplinario de Investigación, Escuela Militar de Graduados de Sanidad. 4 Cap. 2º investigador adjunto del Laboratorio Multidisciplinario de Investigacion, Escuela Militar de Graduados de Sanidad. 5 Doctor en ciencias, director de la Escuela Superior de Medicina, Instituto Politecnico Nacional. 6 Tte. Cor. M.C., jefe del curso de la maestría en Ciencias Biomédicas con especialidad en Biología Molecular, Escuela Militar de Graduados de Sanidad, Ciudad de México, subdirector de Investigación de la Escuela Militar de Graduados de Sanidad, Ciudad de México. Escuela Militar de Graduados de Sanidad, Unidad de Especialidades Médicas. Antecedentes: la mayor parte de las enfermedades crónico-degenerativas resultan de la interacción de factores genéticos y ambientales; el humano tiene la predisposición a padecer diabetes mellitus cuando sus costumbres alimenticias se modifican al incrementar el consumo de azúcares simples y grasas. Objetivo: identificar las variantes tipo snp del exoma de 100 genes en individuos con diabetes mellitus tipo 2 y no afectados por la enfermedad que acuden a la Unidad de Especialidades Médicas. Material y método: estudio de casos y controles efectuado en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 y sanos, sin antecedentes heredofamiliares de esta enfermedad. Análisis de 100 genes capturados con auxilio del programa de cómputo SureSelect DNA Standard Design Wizard (Agilent Technologies), mediante pirosecuenciación con la plataforma 454 GS Junior, con enriquecimiento del equipo SureSelect. Resultados: se reportan 536 variantes que pasaron los filtros para las muestras analizadas, entre ellas la variante “missense” en el gen mtch2 del cromosoma 11. Este gen está relacionado estrechamente con la obesidad de acuerdo con lo reportado en la bibliografía. El mismo comportamiento mostraron otras variantes según la captura dirigida realizada con el protocolo adaptado de “SureSelect”. Se obtuvieron 24 snp’s exclusivos en los individuos diabéticos, cuatro mutaciones que solo se encontraron en la totalidad de diabéticos y en ningún control. Aún no se encuentran reportadas como snp en las bases de datos. Conclusión: para corroborar los hallazgos de este estudio es necesario emprender otro con un tamaño de muestra representativo de la población de estudio. Palabras clave: diabetes mellitus tipo 2, pirosecuenciación, polimorfismos genéticos. 102 Recibido: 2 de octubre 2015 Aceptado: 2 de febrero 2016 Correspondencia M.M.C. Sergio Araujo Betanzos Escuela Militar de Graduados de Sanidad, Universidad del Ejército y Fuerza Aérea Cerrada de Palomas s/n esq. Periférico 11200 Ciudad de México [email protected]. www.nietoeditores.com.mx Araujo-Betanzos S y col. Secuencia del exoma de 100 genes Sequence analysis of the exome of 100 genes an their variants type snp in patients with diabetes mellitus type 2 by pyrosequencing ABSTRACT Background: Diabetes mellitus has become a major public health problem due to the high costs of treatment and prevention complications. This disease is the most common cause of blindness, end-stage renal failure, non-traumatic amputations and premature disability, in Mexico and in most countries. Most of the chronic and degenerative diseases result from the interaction of genetic and environmental factors. The individual has the predisposition for the disease when his eating habits are modified to increase the consumption of simple sugars and fats. Objective: Identify the type SNP variants in the exome of 100 genes in individuals with DM2 and individuals not affected by the disease attending the Unit of Medical Specialties. Material and methods: We analyzed a total of 25 patients with type 2 diabetes and 25 healthy patients without a family history of DM2. The regions of the 100 genes analyzed were captured by SureSelect DNA Standard Design Wizard software of company Agilent Technologies and were analyzed using pyrosequencing technique with the 454 GS Junior platform enrichment with sure select kit. Results: 536 variants which passed the filters for the analyzed samples are reported, and within a missense mtch2 gene variant on chromosome 11, the gene is closely related to obesity as reported in the literature. Other variants have the same behavior according to the targeted capture made with the protocol adapted from "sure select". 24 exclusive snp's were obtained in diabetic individuals, 4 mutations also not yet are reported as SNP databases., the results are encouraging so we consider to conduct further studies with larger sample size to substantiate the preliminary findings presented in present pilot study. Conclusion: To corroborate the findings of this study is necessary to undertake another with a more representative sample size. Key words: Diabetes mellitus type 2, Pyrosequencing, Genetic polymorphisms. ANTECEDENTES Conforme la prevalencia de la obesidad aumenta, se incrementa la prevalencia de diabetes mellitus tipo 2.1,2 Dependiendo del grado de obesidad, solo alrededor de 25-40% de los individuos obesos llegan a padecer diabetes mellitus tipo 2.3 103 Revista de Sanidad Militar La Organización Mundial de la Salud calcula que la cantidad de diabéticos en el mundo sobrepasa los 347 millones y pronostica que en el año 20130 habrá 366 millones. En México, a partir del 2000, la diabetes se considera la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres.4,5 La proporción de adultos con diagnóstico previo de diabetes se incrementó de 5.8% en el 2000 a 9.2% en el 2012, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición.6 En los últimos años las variantes genéticas se asocian con riesgo de diabetes mellitus tipo 2. Los estudios de asociación del genoma y otros enfoques han identificado muchos genes con susceptibilidad para diabetes mellitus tipo 2, a pesar de que solo representan una modesta proporción de su capacidad para heredar la diabetes mellitus tipo 2.3 Los genes que con más frecuencia se asocian con diabetes mellitus tipo 2 en diferentes poblaciones son: PPARG, KCJN11 y TCF7L2.7 El objetivo de este estudio es identificar las variantes tipo snp del exoma de 100 genes en individuos con diabetes mellitus tipo 2 y no afectados por la enfermedad que acuden a la Unidad de Especialidades Médicas. MATERIAL Y MÉTODO Estudio de casos y controles efectuado en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 y sanos, sin antecedentes heredofamiliares de esta enfermedad. Los controles aparentemente sanos y los diabéticos se reclutaron de la Unidad de Especialidades Médicas de la Escuela Militar de Graduados de Sanidad. De todos los pacientes se obtuvo información de: edad en años, sexo, estatura, peso, índice de masa corporal, lugar de nacimiento del paciente y de sus padres; datos bioquímicos de: glucosa, hemoglobina glucosilada, colesterol total, HDL, LDL, triglicéridos y perfil tiroideo. A todos los sujetos de estudio se les tomaron muestras de sangre periférica con técnica estéril. 104 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Pirosecuenciación. El ADN genómico (ADNg) se extrajo y purificó con el sistema DNeasy Blood & Tissue Kit (Qiagen, Alemania).8 Las regiones exónicas de los 100 genes se amplificaron de las muestras de ADNg utilizando una captura dirigida con el programa de cómputo SureSelect DNA Standard Design Wizard, adaptando de esta forma el equipo SureSelect ((Agilent Technologies) a la plataforma 454 GS Junior de Roche. El análisis se enfocó, primeramente, a estandarizar parámetros de limpieza, recorte de lecturas y filtrado por calidad de las lecturas crudas producidas por el secuenciador GS- Junior 454®. Los resultados se obtuvieron en archivos de secuenciación limpios (sin adaptadores, filtrado de secuencias contaminantes y respetando la calidad mínima) que se ingresaron a un pipeline de análisis de variantes para generar tablas Excel (formato TSV) y archivos VCF (variant calling file). Los archivos tabulares Excel y los VCF presentan las variantes resultantes del análisis conjunto de las muestras secuenciadas. El pipeline está conformado de la siguiente forma. FASTQC • Revisión inicial de la calidad de las lecturas. Fastx-toolkit • Filtrado de lecturas de baja calidad y el recorte al inicio y final de las lecturas. GATK pipeline - BWA - SAMTOOLS - PICARD • Pipeline desarrollado para reportar variantes homocigotas o heterocigotas en humanos. snpEff/SnpSift • Suite que reporta el impacto funcional de la variación encontrada por GATK. FASTQC-FASTX-Toolkit Los parámetros iniciales para el corte y filtrado de lecturas se determinaron aplicando FASTQC. Con la finalidad de no dañar el análisis poste- Araujo-Betanzos S y col. Secuencia del exoma de 100 genes rior, luego del proceso de filtrado en las lecturas crudas, la calidad está por debajo del ideal y se tuvo que cortar hasta la posición 320 eliminando los resultados que no pasaron los controles de calidad. GATK pipeline Los archivos procesados se analizaron en una primera etapa individualmente y luego se integraron a un análisis comparativo con GATK, BWA, SAMTOOLS y Picard en conjunto. Se mapearon las lecturas procesadas (controles y diabéticos) al genoma de referencia hg19. Se hizo la conversión entre formatos de mapeo (SAM a FASTQ) y se aplicó un filtro de lecturas duplicadas que pueden producir un bias en el llamado de variantes y, finalmente, GATK con toda esta información para establecer las variantes reales y filtrar los falsos positivos mediante un sistema de “score” basado en la calidad y análisis estadístico por cada variante reportada. filtered_output_final_hg19.tsv Archivo generado a partir de las variantes reportadas para todas las muestras. Este “vcf” se anotó en un pipeline denominado “SnpEffect”, que reporta el impacto de la variante, cambio de aminoácido y tipo de variación. Además de reportar los cambios fue objeto de varias comparaciones con otras bases de datos de SNP’s, como: “PhastCons” (http://varianttools. sourceforge.net/Annotation/PhastCons), bloques de regiones conservadas que reportan variantes. La base de datos de SNP’s de los 1000 genomas, finalmente aquellos snp’s que fueron de relevancia se analizaron en la plataforma snp nexus con la finalidad de obtener sus asociaciones con enfermedades clínicas, además de observar su comportamiento en otras poblaciones (caucásica y méxico-americanos de Los Ángeles California). RESULTADOS En el Cuadro 1 se resume el análisis luego de aplicar los controles de calidad por medio del filtrado y eliminación de las lecturas crudas que no alcanzaron los controles de calidad. Se reportan 536 variantes que pasaron los filtros para las muestras analizadas, y entre ellos una variante “missense” en el gen MTCH2 del cromosoma 11. Este gen está estrechamente relacionado con la obesidad según varios reportes (http:// www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21795451). El mismo comportamiento tuvieron otras variantes de acuerdo con la captura dirigida realizada con el protocolo adaptado de “SureSelect”. En el Cuadro 2 se señalan las variantes encontradas, su longitud y cromosoma en el que se Cuadro 1. Resumen del análisis de variantes Genoma Fecha Versión SnpEff Línea de comandos hg19 2015-07-31 13:52 SnpEff 4.1b (build 2015-0213), by Pablo Cingolani SnpEff hg19 filtered_output_final.gatk.vcf Advertencias Errores Número de líneas (archivo de entrada) 0 0 536 Número de variantes (antes del filtro) 536 Número de no variantes (referencia alternativa) Número de variantes procesadas (después del filtro) Número de variantes conocidas Número de multi-alelicas (mas de dos alelos) Número de efectos Longitud total del genoma Longitud efectiva del genoma Tasa de variantes 0 536 488 ( 91.045% ) 0 580 3,137,161,264 2,691,689,960 1 variante cada 5,021,809 bases Fuente directa 105 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Cuadro 2. Detalles de las variantes encontradas Cromosoma 1 2 3 4 5 6 7 8 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 22 Total Longitud Variantes Tasa de variantes 249,250,621 243,199,373 198,022,430 191,154,276 180,915,260 171,115,067 159,138,663 146,364,022 135,534,747 135,006,516 133,851,895 115,169,878 107,349,540 102,531,392 90,354,753 81,195,210 78,077,248 59,128,983 63,025,520 51,304,566 2,691,689,960 115 6 29 16 14 68 37 46 70 19 28 3 13 19 34 1 6 2 4 6 536 2,167,396 40,533,228 6,828,359 11,947,142 12,922,518 2,516,398 4,301,044 3,181,826 1,936,210 7,105,606 4,780,424 38,389,959 8,257,656 5,396,389 2,657,492 81,195,210 13,012,874 29,564,491 15,756,380 8,550,761 5,021,809 En el Cuadro 5 se observa que entre las variantes analizadas hubo cuatro que solo se observaron en individuos diabéticos y no en controles; hasta ahora no están reportadas en la base de datos como snp´s. Entre las variantes analizadas se encontró el rs 1064608 del gen MTCH2 inserto en el cromosoma 11, NM-014342.3, en el que provoca un cambio de aminoácido prolina hacia alanina (alelo G/C , Pro290Ala) y que está relacionado con la obesidad. Fuente directa DISCUSIÓN ubican. Se advierte que el mayor número de variables se localizó en el cromosoma 1. La diabetes tipo 2 pertenece a un grupo de alteraciones metabólicas de carácter heterogéneo con grado variable de predisposición hereditaria y participación de diversos factores ambientales.9 La diabetes mellitus tipo 2 se caracteriza por hiperglucemia persistente debido a la resistencia a la acción de la insulina o por la deficiencia en su producción que afecta el metabolismo de los carbohidratos, proteínas y grasas.10 La diabetes mellitus tipo 2 tiene un origen complejo y multifactorial, que principalmente se asocia con obesidad, concentración elevada de triglicéridos y baja de colesterol-HDL y resistencia a la acción de la insulina.10 En el Cuadro 3 se observa cómo la mayor parte de los efectos de las variantes se dan en las regiones intrónicas. Cuadro 3. Efectos por tipo y región Tipo de efecto 3_prime_UTR_variante 5_prime_UTR_variante Rio abajo_gen_variante intergénica_región intragénica_variante intrón_variante missense_variante no_codificante_exon_variante sinónimo_variante Rio arriba_gen_variante Fuente directa 106 Después de analizar la totalidad de polimorfismos tipo snp reportados en el Cuadro 4 se señalan los polimorfismos (24 polimorfismos tipo snp distribuidos en los cromosomas 1,5,6,7,8,10,11,12,15,16,18 y 22) que se encontraron en todos los pacientes diabéticos y que no se observaron en los pacientes controles sin diabetes tipo 2. Cantidad Porcentaje 4 1 10 21 15 508 1 11 1 8 0.69 0.172 1.724 3.621 2.586 87.586 0.172 1.897 0.172 1.379 La participación de factores genéticos relacionados con la susceptibilidad a padecer diabetes mellitus tipo 2 se asocian estrechamente cuando existen antecedentes heredo-familiares de diabetes.10 Araujo-Betanzos S y col. Secuencia del exoma de 100 genes Cuadro 4. Lista de los snp´s encontradas en la población de individuos con diabetes tipo 2 y que no se observan en controles SNP Alelo Cromosoma Gen Transcripto Entrez gen Predice función en: rs1155175 rs10458580 rs6689643 rs10789323 rs4147264 rs1459795 rs2770156 rs152184 rs9368243 rs4710965 rs6900022 rs520161 rs12677632 rs764738 rs62759162 rs231893 rs2270589 rs2270588 rs1397559 rs445660 rs10521303 rs582571 rs5767203 rs5768768 T|C A|G T|G T|C C|T A|G G|A C|T A|G C|G T|A T|C T|G G|A T|T|C C|A T|C C|T C|T G|T T|A C|T G|T 1 1 1 1 1 1 1 5 6 6 6 7 8 8 10 11 12 12 12 15 16 18 22 22 NEGR1 NEGR1 NEGR1 NEGR1 NEGR1 NEGR1 RASAL2 IPO11 CDKAL1 CDKAL1 ME1 JAZF1 MSRA MSRA CAMK1D KCNQ1 TSPAN8 TSPAN8 TSPAN8 LIPC FTO ME2 CELSR1 CELSR1 NM_173808 NM_173808 NM_173808 NM_173808 NM_173808 NM_173808 NM_170692 NM_001134779 NM_017774 NM_017774 NM_002395 NM_175061 NM_001135670 NM_001135670 NM_153498 NM_000218 NM_004616 NM_004616 NM_004616 NM_000236 NM_001080432 NM_002396 NM_014246 NM_014246 257194 257194 257194 257194 257194 257194 9462 51194 54901 54901 4199 221895 4482 4482 57118 3784 7103 7103 7103 3990 79068 4200 9620 9620 Intron Intron Intron Intron Intron Intron Intron Intron Intron Intron Intron Intron Intron Intron Intron Intron Intron Intron Intron Intron Intron Intron Intron Intron Fuente directa Cuadro 5. Mutaciones dentro de las variantes aún no reportadas como snp SNP Alelo Cromosoma Gen Transcripto Posición Predice función en: AT|A T/A GA/G AT/A 2 8 10 12 GPR35 MRSA TCF7L2 TSPAN8 NM_001195381.1 NM_012331.4 NM_001146274.1 NM_004616.2 241548348 9964787 114903198 71526330 Intron Intron Intron Intron Fuente directa Los retos del estudio de asociación genética en humanos implican: 1) diagnóstico adecuado de la enfermedad para evitar un error de clasificación de los sujetos seleccionados como sanos o enfermos. 2) La elección adecuada de ambos grupos a estudiar, que deben ser comparables en edad, sexo, grupo étnico, nivel socio-económico e incluso nivel de escolaridad. 3) Tamaño de la muestra y la población a estudiar, es decir, si se va a realizar un análisis basado en población abierta, un estudio de casos vs controles o una aproximación por el estudio de familias.11 De acuerdo con lo descrito en los párrafos anteriores nos dimos a la tarea de clasificar adecuadamente a los dos grupos de estudio: diabéticos sin antecedentes de enfermedad tiroidea que pudieran dar falsos positivos de diabetes 107 Revista de Sanidad Militar mellitus tipo 2, pacientes aparentemente sanos sin antecedentes heredofamiliares de diabetes mellitus tipo 2, cuando menos hasta la segunda generación. Debido a los costos económicos que se originan del estudio del exoma completo de 100 genes en individuos diabéticos y controles, lo heterogéneo que es la diabetes mellitus tipo 2, en este estudio, por el tamaño de la muestra, no pueden obtenerse conclusiones con aplicación en la población mexicana en general. En concordancia con lo expuesto por Miguel Cruz,11 y para este estudio en particular, por lo complejo de la diabetes mellitus tipo 2 lo conveniente, de acuerdo con las estadísticas de prevalencia de diabetes mellitus tipo 2 en la Unidad de Especialidades Médicas, sería ideal abordar el estudio con 1500 pacientes diabéticos y controles, respectivamente, para obtener datos estadísticamente significativos en la población de la Unidad de Especialidades Médicas. La inclusión de la información genética de loci asociados previamente con factores de riesgo cuantitativo para diabetes tipo 2, pero no principalmente con la diabetes, aumenta de manera significativa el poder de discriminar entre personas con y sin diabetes tipo 2 clínicamente manifiesta.12 Esto pone de relieve el carácter multifactorial de la diabetes tipo 2 y resalta el importante papel potencial en el inicio de la enfermedad que desempeñan los loci que no alcanzan un nivel de significación de todo el genoma para diabetes mellitus tipo 2.13 Estamos de acuerdo con lo descrito por Renstrom, sin perder de vista los alcances de este estudio que solo se centran en el análisis del exoma de 100 genes para determinar cuáles polimorfismos de nucleótido simple o snp, son exclusivos en pacientes diabéticos. Nuestros hallazgos de polimorfismos en los genes NEGR1, RASAL2, IPO11, CDKAL1, ME1, 108 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 JAZF1, MSRA, CAMK1D, KCNQ1, TSPAN8, LIPC, FTO, ME2 Y CELSR1, principalmente, como se muestra en el Cuadro 4 de resultados, que de una forma directa o indirecta implican un riesgo de susceptibilidad para diabetes mellitus tipo 2, según lo reportado en las bases de datos y en el banco de genes (genbank). También se encontraron mutaciones en los genes GPR35, MRSA, TCF7L2 Y TSPAN8 que aún no están en las bases de datos consultadas. Por lo reportado para esos genes en la bibliografía se cree que confieren riesgo para diabetes mellitus tipo 2. Estamos de acuerdo con la opinión generalizada de lo heterogéneo de la diabetes mellitus tipo 2 y si bien de 100 genes solo se encontró exclusividad para diabéticos en 16 de ellos, no por esto se da por asentado que las mutaciones tipo snp encontradas en pacientes diabéticos y en los controles queden excluidas de conferir riesgo. Para demostrarlo hacen falta estudios de desequilibrio genético que determinen qué snp,s o haplotipos se secretan de manera conjunta y así adjudicar un riesgo de llegar a padecer diabetes mellitus tipo 2, que en lo individual no se aprecia. En genética, una mutación con cambio de sentido o contrasentido (missense), es un tipo de mutación puntual no sinónima en la que se produce un cambio en un único nucleótido, lo que provoca la aparición de un codón que codifica para un aminoácido diferente. Esto puede provocar un producto proteico incapaz de cumplir su función. Es el caso del polimorfismo (rs1064608) encontrado en el gen MTCH2 que se ubica en el cromosoma 11, NM_ 014342.3, en el que provoca un cambio de aminoácido prolina hacia alanina ( alelo G/C , Pro290Ala) y que está relacionado con la obesidad, como lo mencionan diversos autores de acuerdo con estudios en otras poblaciones.14-16 Si bien no fue objeto de este estudio la obesidad, estamos de acuerdo con lo descrito por William L,3 quien Araujo-Betanzos S y col. Secuencia del exoma de 100 genes menciona que dependiendo del grado de obesidad, de 25 a 40% de los obesos tendrán diabetes mellitus tipo 2. Desde finales del siglo XV la población de lo que hoy se llama América Latina ha sufrido grandes cambios demográficos en el contexto de un entorno físico y social sumamente diversificado.17 Estos cambios incluyen la ocurrencia de olas de inmigración de diversas partes de África y Europa, la consiguiente disminución de las poblaciones nativas más expuestas a los inmigrantes y una mezcla variable entre estos grupos. También ha habido una serie de movimientos de población sensibles en la región. Por ejemplo, en las últimas generaciones ha habido una extensa migración a las ciudades. América Latina es ahora la región más urbanizada del mundo (alrededor de 80% de su población está actualmente considerada urbana).17 Estas poblaciones muestran una variación considerable en lugar de nacimiento y de una serie de variables biológicas y sociales, que ilustra la amplia heterogeneidad de los latinoamericanos. Debido a la heterogeneidad de la población mexicana y lo complejo de la diabetes mellitus tipo 2, consideramos pertinente abordar en el futuro el estudio de esta enfermedad con estudios de ancestría y de genética de poblaciones para acotar las posibles huellas génicas que pudieran ser específicas de nuestra población o de un grupo de la población, con la finalidad de aplicar los resultados de una manera dirigida y responsable en pro de los grupos poblacionales. mando en cuenta realizar estudios de genética de poblaciones, y el análisis de todo el exoma humano con estudios de asociación a factores bioquímicos cuantitativos. Conflicto de intereses. Los recursos para este proyecto fueron auspiciados por la Secretaría de la Defensa Nacional de México por parte del programa SEDENA-CIDEFAM. Programa Presupuestario A022-2014: “Investigación y desarrollo militar en coordinación con universidades públicas, instituciones públicas de educación superior y/o demás centros públicos de investigación”. Agradecimientos: Al Centro de Investigación y Desarrollo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos (C.I.D.E.F.A.M.) que en todo momento apoyó y gestionó para que se autorizara el financiamiento con cargo al programa presupuestario “A022 Investigación y desarrollo militar en coordinación con universidades públicas, instituciones públicas de educación superior y demás centros públicos de educación superior”. REFERENCIAS 1. Funk JL. Trastornos del páncreas endocrino. En: McPhee SJ, Hammer GD. Fisiopatología de la enfermedad. New York: McGraw-Hill, 2011;497-522. 2. Insulin Resistance and Prediabetes. Human U.S. Department of Health and Services. NIH Publication No. 09–4893 October 2008. Disponible en http://permanent. access.gpo.gov/lps115346/insulinresistance.pdf 3. Lowe WL, Bain JR. Prediction is very hard, especially about the future: new biomarkers for type 2 diabetes. Diabetes 2013;62(5):1384-85. Disponible en http://diabetes.diabetesjournals.org/content/62/5/1384.extract. 4. Secretaría de Salud (SSA)-Dirección General de Información en Salud. Elaborado a partir de la base de datos de defunciones 1979-2008 INEGI/SS compendio Histórico. Disponible en www.dgis.salud.gob.mx/descargas/ xls/m_001.xls 5. Secretaría de Salud. Estadísticas de mortalidad en México: muertes registradas en el año 2000. Salud Pública Mex 2002;44:266-82. Disponible en http://bvs.insp.mx 6. Secretaría de Salud. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, resultados nacionales. México. Disponible en http:// ensanut.insp.mx/ 7. Prokopenko I, McCarthy MI and Lindgren CM. Type 2 diabetes: new genes, new understanding. Trends Genet 2008;24(12):613-21. Disponible en http://dx.doi. org/10.1016/j.tig.2008.09.004. 8. Dedoussis GV, Kaliora AC, Panagiotakos DB. Genes, diet and type 2 diabetes mellitus: a review. Rev Diabet Stud 2007;4(1):13-24. Disponible en http://www.ncbi.nlm.nih. gov/pmc/articles/PMC1892523/ CONCLUSIONES Debido a lo heterogéneo de la diabetes mellitus tipo 2, a la influencia para conferir un riesgo de susceptibilidad por cada uno de los spn,s explorados y a los resultados obtenidos debe abordarse el estudio con un tamaño de muestra representativo de la población de estudio, to- 109 Revista de Sanidad Militar Zeggini E, Weedon MN, Lindgren CM, Frayling TM, Elliott KS, Lango H, et al. Wellcome Trust Case Control Consortium (WTCCC), McCarthy MI, Hattersley AT: Replication of genome-wide association signals in UK samples reveals risk loci for type 2 diabetes. Science 2007; 316(5829):1336-41.Disponible en: http://doi.org/10.1126/ science.1142364. 14. Willer CJ, Speliotes EK, Loos RJ, Li S, Lindgren CM, Heid IM, et al. Genetic Investigation of Anthropometric Traits Consortium: Six new loci associated with body mass index highlight a neuronal influence on body weight regulation. Nat Genet 2009 January; 41(1): 25–34. doi: 10.1038. Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/ pubmed/19079261 10. American Diabetes Association (2014) Diagnosis and classification of diabetes mellitus. Diabetes Care;37: S81-S89. Disponible en: http://care.diabetesjournals.org/ content/37/Supplement_1/S81.full.pdf 15. Locke AE, Kahali B, Berndt SI, Justice AE, Pers TH, Day FR, et al. Genetic studies of body mass index yield new insights for obesity biology. Nature 2015 February 12; 518(7538):197-206.Disponible en:http://www.nature. com/nature/journal/v518/n7538/full/nature1417.html 9. 11. Cruz M, García-Mena J, López-Orduña E, Valladares A, Sánchez R, Wacher-Rodarte N, y col. Genes candidatos como posibles marcadores de susceptibilidad a diabetes tipo 2. Revista de Educación Bioquímica 2005; 24 (3-4): 81-86. Disponible en: http://www.redalyc.org/ pdf/490/49024403.pdf 12. Fontaine-Bisson B, Renstrom F, Rolandsson O; MAGIC, Payne F, Hallmans G, Barroso I, Franks PW. Evaluating the discriminative power of multi-trait genetic risk scores for type 2 diabetes in a northern Swedish population. Diabetologia 2010; 53: 2155-2162. 13. Scott LJ, Mohlke KL, Bonnycastle LL, Willer CJ, Li Y, Duren WL, et al. A genome-wide association study of type 2 diabetes in fins detects multiple susceptibility variants. Science 2007 June 1; 316(5829): 1341-45. Disponible en: http://doi.org/10.1126/science.1142382. 110 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 16. Hindorff LA, Sethupathy P, Junkins HA, Ramos EM, Mehta JP, Collins FS, Manolio TA. Potential etiologic and functional implications of genome-wide association loci for human diseases and traits. PNAS,June 9, 2009;vol. 106 no. 23 , 9362-9367.Disponible en:http://www.ncbi.nlm.nih.gov/ pubmed/19474294 17. Ruiz-Linares A, Adhikari K, Acuña-Alonzo V, Quinto-Sanchez M, Jaramillo C, Arias W, et al. Admixture in latinamerica: geographic structure, phenotypic diversity and selfperception of ancestry based on 7,342 individuals. PLoS Genet 2014 Sep 25; 10(9): e1004572. Disponible en: http:// journals.plos.org/plosgenetics/article?id=10.1371/journal. pgen.1004572 Investigación y desarrollo militar Rev Sanid Milit Mex 2016;70:111-121. Valor predictivo de la determinación de LRG (leucinerich alpha-2-glycoprotein) en orina mediante ELISA en pacientes pediátricos con apendicitis aguda RESUMEN Antecedentes: la apendicitis aguda es la causa más común de dolor abdominal que amerita tratamiento quirúrgico en los servicios de urgencias de pediatría en todo el mundo. El retraso en el diagnóstico se asocia con aumento de la morbilidad, mortalidad y costos. Francisco Garibay-González1 Edgar López-Virgen2 Juan Pedro Galán-Luis3 Rafael Torres-Castañón4 Mariana Aragón-Flores5 Salvador Martín Polo-Soto6 1 Cor. M.C., cirujano pediatra, jefe del servicio de Pediatría, Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología, Ciudad de México. 2 Tte. Cor. M.C., cirujano pediatra, jefe de la Sección de Pediatría Quirúrgica, Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología, Ciudad de México. 3 M.M.C., cirujano pediatra, adscrito al servicio de Pediatría, Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología, Ciudad de México. 4 Cor. M.C., cirujano pediatra, director del Hospital Militar Regional de Puebla, Puebla, Pue. 5 Cor. M.C., médico anatomopatólogo, jefa del área de auxiliares de diagnóstico y tratamiento, Hospital Central Militar, Ciudad de México. 6 Tte. Cor. M.C., M en C. Centro de Investigación y Desarrollo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos (CIDEFAM). Objetivo: determinar la utilidad diagnóstica de la α-2 glicoproteína rica en leucina en orina, en niños con sospecha de apendicitis aguda. Material y métodos: estudio analítico, prospectivo, transversal y observacional efectuado entre el 1 de marzo de 2014 y el 31 de noviembre de 2015. Se cuantificaron las concentraciones de α-2 glicoproteína rica en leucina en orina (LRG) en pacientes pediátricos, con sospecha de apendicitis aguda, mediante el método de ELISA. Se evaluaron los resultados en forma ciega y se compararon con los de la prueba concordante con el diagnóstico y la graduación histopatológica de la apendicitis (complicada versus no complicada). Resultados: se efectuó la prueba en 110 pacientes, 49 con diagnóstico de apendicitis, 26 de ellos masculinos (53%) y edad de 9.5 ± 3.4 años. De los 61 pacientes sin diagnóstico de apendicitis (grupo control), 63.9% correspondieron al sexo masculino y 8.2 ± 4.5 años de edad. La apendicitis no complicada se reportó en 30 pacientes. El promedio de los valores de α-2 glicoproteína rica en leucina en orina fue 61.35 ng/mL para el grupo control y 20,371.82 ng/mL para el grupo con apendicitis (p<0.005). Para el grupo con apendicitis no complicada la media fue de 5,952.19 ng/mL vs el grupo complicado 43,139.65 ng/ mL (p<0.005). La sensibilidad para el diagnóstico de apendicitis fue de 0.98, especificidad de 1, valor predictivo positivo 100% y valor predictivo negativo 98%. Conclusiones: en pacientes pediátricos la determinación urinaria de α-2 glicoproteína rica en leucina permitió discriminar entre los que tenían y no tenían apendicitis aguda. La LRG urinaria es un marcador diagnóstico promisorio para apendicitis. En la actualidad el equipo comercial disponible (IBL International) no tiene aprobación para uso clínico. El desarrollo futuro de una prueba que incluya la LRG en una tira reactiva podría facilitar el uso y costos de este biomarcador. Palabras clave: apendicitis, complicaciones, diagnóstico; biomarcadores urinarios; ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas; glicoproteínas en orina. www.nietoeditores.com.mx Recibido: 28 de diciembre 2015 Aceptado: 15 de enero 2016 Correspondencia Cor. M.C. Francisco Garibay-González Industria Militar s/n esquina Gral. Juan Cabral 11200 Ciudad de México [email protected] 111 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Predictive diagnostic value of urine leucine-rich alpha-2-glycoprotein (LRG) in children with suspected acute appendicitis ABSTRACT Background: Acute appendicitis is the most common cause of abdominal pain in children that requires surgery in the entire world. Delays in diagnosis are associated with increased morbidity, mortality and cost. Objective: To measure diagnostic utility of urine leucine-rich alpha2-glycoprotein (LRG) in children with suspected acute appendicitis. Material and methods: An observational, analytic, prospective, transversal study was done. From March 1st 2014 to November 31, 2015, levels of urine leucine-rich alpha-2-glycoprotein (LRG) were quantified (ELISA) in pediatric patients with suspected acute appendicitis. Urine LRG test performance was evaluated blindly against the diagnosis and histologic grade of appendicitis. Results: Test was done in 110 patients, 49 with appendicitis, 26 of them (53%) were male children, 9.5 ± 3.4 years old. 61 without appendicitis (control group), 63.9% male, 8.2 ± 4.5 years old. 30 presented not complicated appendicitis. Urine LRG values were 61.35 ng/mL and 20,371.82 ng/mL for control and appendicitis group respectively (p<0.005). Mean values were 5,952.19 ng/mL for not complicated appendicitis group versus 43,139.65 ng/mL for the complicated group (p<0.005). Sensitivity was 0.98; specificity 1, positive predictive value 100% and negative predictive value 98% for appendicitis. Conclusion: Urine LRG ELISA allowed for discrimination between pediatric patients with and without acute appendicitis. LRG is a promising urinary diagnostic marker for acute appendicitis. Actually, the commercially available LRG ELISA kit (IBL International) is not approved for clinical use. Future development of a LRG urine dipstick could make an easier use and decrease cost of this biomarker. Key words: Appendicitis/complications/diagnosis/urine; Biomarkers/ urine; Child, Enzyme-Linked Immunosorbent Assay; Glycoproteins/ urine. ANTECEDENTES El dolor abdominal en niños es un motivo de consulta muy frecuente y la apendicitis aguda es la causa más común de dolor abdominal que amerita tratamiento quirúrgico en los ser- 112 vicios de urgencias de pediatría en el mundo. A pesar de su alta incidencia y potenciales complicaciones quirúrgicas, el diagnóstico de apendicitis aguda en niños es difícil debido a que los signos y síntomas en esta etapa de la vida son inespecíficos.1,2 Garibay-González F y col. Determinación de LRG urinaria en apendicitis El abordaje inicial para la sospecha de apendicitis aguda en un niño es clínico, pero requiere de ayudas diagnósticas, como: estudios de laboratorio e imagen, que en muchas ocasiones requieren tiempo e implica costos y no siempre permiten llegar a un diagnóstico oportuno y exacto.3-5 La determinación por estudios de laboratorio de marcadores de respuesta inflamatoria sistémica en sangre, como el recuento leucocitario y la determinación de proteína C-reactiva (PCR), permite una aproximación objetiva hacia el diagnóstico de un proceso inflamatorio complicado durante la valoración del dolor abdominal con sospecha de apendicitis aguda. Diversos estudios efectuados con respecto a estos marcadores séricos de respuesta inflamatoria indican que tienen poca sensibilidad y especificidad.6-10 El advenimiento del estudio de marcadores inflamatorios en orina permite mayor aproximación al estudio inicial del proceso inflamatorio apendicular en niños. La α-2 glicoproteína rica en leucina (LRG), proteína detectable en la orina, podría servir como marcador biológico de la apendicitis.8-12 La pregunta de investigación de este proyecto fue: ¿cuál es la utilidad de la α-2 glicoproteína rica en leucina en el diagnóstico de apendicitis aguda en niños? Y como hipótesis: la determinación de un marcador urinario de respuesta inflamatoria es más eficaz que el abordaje clínico tradicional para el diagnóstico de apendicitis aguda en niños. Para dar respuesta a las anteriores interrogantes se diseñó un estudio observacional, analítico, prospectivo y transversal, que se llevó a cabo en pacientes del Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología, con tomas de muestras de orina para la determinación de LRG a pacientes pediátricos con dolor abdominal y sospecha de apendicitis aguda y pacientes pediátricos con dolor abdominal sin patología quirúrgica. La determinación de LRG urinaria se realizó en los laboratorios del Instituto Nacional de Perinatología de México, por el método de ELISA (ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas) y, posteriormente, se efectuó el análisis estadístico de los datos obtenidos con el fin de determinar la utilidad del citado marcador urinario en el diagnóstico de apendicitis aguda en niños. MATERIAL Y MÉTODO Estudio observacional, analítico, prospectivo y transversal efectuado en pacientes pediátricos de uno y otro sexo de 4 a 14 años de edad, con dolor abdominal y con sospecha de apendicitis aguda que acudieron al servicio de Urgencias de pediatría del Hospital Central Militar (HCM) y del Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología (HMEMyN) entre el 1 de marzo de 2014 y el 31 de noviembre de 2015. El grupo control lo conformaron pacientes pediátricos que ingresaron, en el mismo periodo, al servicio de urgencias de pediatría del HCM y HMEMyN con cuadro de dolor abdominal de diferente etiología. Criterios de exclusión: pacientes menores de 4 años, antecedentes de cirugía abdominal, padecimientos neurológicos (dificultad para la recolección objetiva de los datos), padecimientos linfoproliferativos u oncológicos, pacientes embarazadas y que no dieran su aprobación mediante el consentimiento informado para su inclusión en el estudio. No se eliminó a ningún paciente, aunque se establecieron como criterios de eliminación las pacientes cuyos padres o tutores no aceptaran el procedimiento quirúrgico o que no puedan ser hospitalizados por diferentes motivos. 113 Revista de Sanidad Militar Los pacientes de 4 a 14 años de edad de uno y otro sexo que ingresaron al departamento de Urgencias de pediatría del HCM y HMEMyN por un cuadro clínico de dolor abdominal fueron valorados por médicos de cirugía pediátrica y se abrió una hoja de recolección de datos para recabar la información requerida para el estudio. Una vez efectuada la valoración clínica se formaron dos grupos: el grupo de estudio conformado por los pacientes pediátricos a los que se les diagnostique un cuadro de dolor abdominal compatible con apendicitis aguda y el grupo control, que estará formado por pacientes pediátricos que ingresen a urgencias con un cuadro de dolor abdominal que no sea compatible con un padecimiento quirúrgico (no ameritan cirugía). A los dos grupos de pacientes se les tomó una muestra de orina (5 mL) con técnica de chorro medio en envase estéril y se congelaron a -80 ºC. Posteriormente, las muestras de orina se colocaron en envases separados y diluidas 1:20 en una solución búfer. La cuantificación de las concentraciones de LRG se realizó con un equipo de análisis para LRG humano marca IBL (ImmunoBiological Laboratories) con el método de ELISA (ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas), que es una técnica de inmunoensayo en la que un antígeno inmovilizado se detecta mediante un anticuerpo enlazado a una enzima capaz de generar un producto detectable, que en nuestro caso la citada detección se realizó por el método de colorimetría. Al grupo de pacientes con cuadro de dolor abdominal compatible con apendicitis aguda se les realizó apendicectomía y la pieza quirúrgica (apéndice cecal) se envió al departamento de Anatomía Patológica del Hospital Central Militar para su estudio histopatológico. Análisis de los resultados. Los datos se expresaron como valores absolutos y relativos y se exponen 114 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 en cuadros y figuras (ver resultados). Asimismo, se utilizó la prueba t de Student para las variables cuantitativas y la prueba exacta de Fischer para las variables cualitativas. La precisión de las concentraciones urinarias de LRG para el diagnóstico de apendicitis (evaluación de la prueba diagnóstica) se presenta en función de sensibilidad, especificidad, valor predictivo positivo y valor predictivo negativo, para lo que se realizaron las respectivas tablas de contingencia. Se utilizó la curva operador-receptor para determinar el mejor valor de corte y este valor representó 260 ng/mL (que equivale a la media más dos desviaciones estándar hacia arriba de los resultados obtenidos en el grupo control. Se tomó en cuenta una p < 0.005 como estadísticamente significativa). El análisis de los datos se realizó mediante el paquete estadístico PSSP de uso público (Copyright (C) 2007 Free Software Foundation, Inc. http://fsf.org/) así como el programa de Microsoft Excel 2010. Consideraciones éticas. El proyecto de investigación se apega a la Norma Oficial Mexicana NOM-012-SSA3-2012, que establece los criterios para la ejecución de proyectos de investigación para la salud en seres humanos. Asimismo, en congruencia con la declaración 18A de la Asociación Médica Mundial realizada en Helsinki, Finlandia, en 1964, mejor conocida como Declaración de Helsinki, en la que se establecen los principios éticos para la investigación médica en humanos, incluida la investigación de material humano y de información, se solicita el consentimiento informado de los padres o tutores. RESULTADOS Las características de la población estudiada se resumen en el Cuadro 1. Se estudiaron 110 pacientes: 61 sin apendicitis y 49 con apendicitis de los que 19 correspondieron a apendicitis complicada. En ambos grupos predominó el sexo masculino. Garibay-González F y col. Determinación de LRG urinaria en apendicitis se registraron en la apendicitis complicada. (Figuras 2-4) Para el grupo con apendicitis no complicada la media fue de 5,952.19 ng/ mL vs el grupo complicado 43,139.65 ng/mL (p<0.005). Figura 5 Cuadro 1. Características de los pacientes estudiados Diagnóstico final Apendicitis Sin apendicitis Número Sexo masculino (%) Edad (años) Histología Apendicitis aguda no complicada Apendicitis gangrenada y/o perforada 49 26 (53%) 9.5 ± 3.4 61 39 (63.9%) 8.2 ± 4.5 30 N/A 19 N/A DISCUSIÓN Las primeras referencias médicas acerca de una enfermedad similar a la apendicitis datan de aproximadamente hace 500 años.13 Los datos estadísticos del grupo de pacientes controles, con apendicitis no complicada y complicada se muestran en el Cuadro 2. Existió diferencia en las medias de la determinación urinaria de LRG al comparar el grupo control con el de apendicitis. Se observaron valores mayores en el grupo con apendicitis (p<0.005). También la diferencia fue significativa entre los subgrupos de apendicitis; fueron mayores en las apendicitis clasificadas complicadas (p<0.005). (Cuadro 3) La sensibilidad para el diagnóstico de apendicitis fue de 0.98, especificidad de 1, valor predictivo positivo 100% y valor predictivo negativo 98%. (Cuadro 4) Los valores promedio de LRG urinaria fueron: 61.35 ng/mL para el grupo control y de 20,371.82 ng/mL para el grupo con apendicitis (p<0.005). (Figura 1) Los valores más elevados La peritiflitis es el vocablo utilizado para describir un proceso patológico en el apéndice vermiforme. Se relacionaba al ciego como fuente de la enfermedad hasta que Melier en 1827 propuso al apéndice como causante de la enfermedad.14 En 1886, el patólogo de Harvard, Reginald Fitz demostró que la peritiflitis comenzaba con la inflamación del apéndice y acuñó el término “apendicitis”.13,14 La incidencia de la apendicitis aguda es muy variable y tiene que ver con aspectos como país, región geográfica, raza, sexo y estación del año. Las razones de esta variabilidad son hasta el momento desconocidas. La apendicitis aguda ocurre con menor frecuencia en países menos industrializados.13 El riesgo de apendicitis a lo largo de la vida es de 9% para los hombres y de 7% para las mujeres. Aproximadamente un tercio de los pacientes con Cuadro 2. Datos estadísticos de los pacientes pediátricos controles y con apendicitis no complicada y complicada Pacientes LRG (ng/mL) Controles Apendicitis Apendicitis no complicada Apendicitis complicada Datos estadísticos del grupo n Media 61 49 30 19 61.35 20371.82 5952.19 43139.65 Desviación típ. Error típ. de la media 98.18 26339.32 5963.47 29983.59 12.57 3762.76 1088.78 6878.71 115 116 -37187.46 5611.09576 -48475.53078 -25899.39 -37187.46 6964.34170 -51768.91159 -22606.012 .000 .000 0 61 apendicitis son menores de 18 años. El pico de incidencia es entre 11 y 12 años de edad,15,16 similar a las edades observadas en este estudio. 47 19 -6.62 -5.34 .000 42.38 143.69 107.14 73.91 .000 Esto da lugar a congestión vascular y mayor distensión de la víscera, lo que finalmente dispara el estímulo nauseoso y el vómito subsecuente.4,17,18 .000 Conforme la distensión del apéndice evoluciona, la presión intraluminal excede la presión venosa, pero no la presión arterial. El resultado es un flujo arterial continuo hacia el apéndice pero poco o nulo drenaje venoso.4 .000 78 18 La obstrucción apendicular da lugar a la acumulación de secreciones en el lumen y distensión. La continua distensión estimula las terminaciones nerviosas de las fibras aferentes viscerales que, a su vez, son las que originan el dolor.3,4,15 -11.38 -6.26 -50612.23 -57529.94 -35544.37 -28626.65 3784.28 6878.71 -43078.30 -43078.30 .000 .000 48 1 89 29 -4382.10 -3663.92 Positivo Negativo Diagnóstico Apendicitis Sin apendicitis -7.75 -5.41 -7399.57 -8117.75 759.31 1088.84 -5890.83 -5890.83 .000 .000 Valor de LRG por arriba de 260 ng/mL 108 48 -13633.29 -12744.89 Cuadro 4. Tabla de 2 x 2 con valores de lrg superiores a 260 ng/dL -6.02 -5.39 -26987.63 -27876.04 3368.60 3762.78 -20310.46 -20310.46 .000 .000 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Controles vs apendicitis Se han asumido varianzas iguales LRG (ng/mL) No se han asumido varianzas iguales Controles vs apendicitis no complicada Se han asumido varianzas iguales LRG (ng/mL) No se han asumido varianzas iguales Controles vs apendicitis complicada Se han asumido varianzas iguales LRG (ng/mL) No se han asumido varianzas iguales Apendicitis no complicada vs complicada Se han asumido varianzas iguales LRG (ng/mL) No se han asumido varianzas iguales Prueba de muestras independientes Prueba de Levene para la igualdad Prueba T para la igualdad de medias de varianzas F Sig. t gl Sig. Diferencia Error típ. de 95% Intervalo de confianza para la diferencia (bilateral) de medias la diferencia Inferior Superior Cuadro 3. Prueba de muestras independientes de pacientes pediátricos controles versus con apendicitis Revista de Sanidad Militar Esta secuencia de eventos origina sobrecrecimiento bacteriano, destrucción de la barrera epitelial local, invasión bacteriana e infiltración leucocitaria.17,18 Una historia típica de inflamación del apéndice cecal es el dolor abdominal que aumenta progresivamente de intensidad y que se localiza en la fosa iliaca derecha, asociado generalmente con anorexia, náuseas, vómitos y fiebre de bajo grado.3,4,15,17,19 La fiebre, taquicardia y leucocitosis se desarrollan como consecuencia de liberación de mediadores de la inflamación por los tejidos isquémicos, leucocitos y bacterias.17,20 Garibay-González F y col. Determinación de LRG urinaria en apendicitis 30000 25000 n= 110 n= 91 LRG (ng/ml) LRG (ng/ml) 25000 20000 15000 * 10000 5000 LRG (ng/ml) * 0 *P<0.005 Apendicitis no complicada Figura 3. Concentraciones de lrg (ng/ml) en la orina de pacientes pediátricos controles versus con apendicitis no complicada. 100000 40000 * 30000 Controles 120000 n= 110 50000 20000 n= 80 80000 60000 * 40000 10000 0 10000 Controles Apendicitis Pacientes *P<0.005 Figura 1. Concentraciones de lrg (ng/ml) en la orina de pacientes pediátricos controles versus con apendicitis. 60000 15000 5000 LRG (ng/ml) 0 20000 20000 Controles * Apendicitis no Apendicitis complicada complicada 0 Controles Apendicitis complicada *P<0.005 *P<0.005 (en relación con el grupo control) Figura 2. Concentraciones de lrg (ng/mL) en la orina de pacientes pediátricos con apendicitis no complicada, complicada y controles. El apéndice inflamado irrita el peritoneo adyacente cuando entra en contacto directo con éste. Esto da lugar a peritonitis focal y dolor localizado en el cuadrante inferior derecho.20,21 Este proceso explica la migración típica del dolor del ombligo hacia la fosa iliaca derecha, en un sitio que se ha denominado punto de McBurney.4 Figura 4. Concentraciones de lrg (ng/mL) en la orina de pacientes pediátricos controles versus con apendicitis complicada. Los signos de apendicitis perforada incluyen temperatura mayor de 38.6ºC, cuenta de leucocitos mayor de 14,000 y más signos de peritonitis generalizada.21,22 El dolor desencadenado por los movimientos bruscos del vehículo al trasladarse al hospital 117 Revista de Sanidad Militar 120000 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 La perforación puede dar lugar a un alivio temporal de los síntomas una vez que la presión intraluminal es liberada.4,21 n= 49 LRG (ng/ml) 100000 80000 60000 * 40000 20000 0 Apendicitis no complicada Apendicitis complicada *P<0.005 Figura 5. Concentraciones de lrg (ng/ml) en la orina de pacientes pediátricos con apendicitis no complicada versus complicada. es un dato útil para sospechar el diagnóstico de un proceso apendicular agudo.17,19 Antes de comenzar la palpación del abdomen es útil preguntar al niño la localización del dolor abdominal, ubicándolo con la punta de un dedo.19 Con las rodillas dobladas para relajar los músculos abdominales, la palpación gentil del abdomen debe comenzar lejos de la percepción del punto doloroso.4,19 La auscultación del tórax para examinar la vía respiratoria inferior es útil porque la neumonía lobar derecha puede imitar un cuadro de apendicitis.4,17 Hiperestesia cutánea, una sensación derivada de las raíces nerviosas de T10 a L1, es a menudo un signo temprano aunque inconsistente de apendicitis. Un ligero toque al paciente con el estetoscopio crea esta sensación desagradable.19 Conforme la enfermedad progresa hacia la perforación, sobreviene la peritonitis. El patrón del dolor depende de la localización del apéndice. 118 En el caso de pacientes con apendicitis aguda, el tratamiento es la apendicectomía urgente, pero en situaciones como una apendicitis perforada (complicada) muchos cirujanos pediatras consideran la administración de antibióticos intravenosos durante un determinado tiempo para, posteriormente, llevar a cabo lo que se ha denominado apendicectomía de intervalo en un periodo posterior a 6 semanas.15,21,23,24 Esta modalidad de tratamiento ha demostrado disminuir tiempos de hospitalización, complicaciones y costos, comparados con el abordaje tradicional de emergencia.15,21 Si la apendicitis evoluciona dos eventos son posibles: 1) peritonitis difusa y choque o 2) la infección se aísla y se forma un absceso.21,22 La peritonitis difusa es más común en niños de uno a cinco años, probablemente debida a la ausencia de grasa peritoneal. Los niños mayores y adolescentes es más probable que tengan un absceso organizado.16,21 Los niños tienen tasas más altas de perforación apendicular comparada con los adultos, en rangos que van de 22 a 52%, sobre todo en pacientes menores de 5 años.16,20,25 Una radiografía simple de abdomen puede ser útil en algunos casos con sospecha de apendicitis. Los fecalitos pueden estar presentes en 10 a 20% y pueden ser indicación de cirugía cuando hay síntomas.18,26,27 En el caso del ultrasonido el apéndice es visto como una estructura tubular con líquido en su interior, no compresible, con un diámetro de más de 6 milímetros en apendicitis.7 Garibay-González F y col. Determinación de LRG urinaria en apendicitis En la tomografía computada los hallazgos sugerentes de apendicitis en niños son: engrosamiento de la pared apendicular (más de 1 mm), apéndice aumentado de tamaño (más de 6 mm), acumulación de grasa periapendicular y reforzamiento de las paredes del apéndice.9,28 La resonancia magnética tiene reportes de alta sensibilidad y especificidad en diversos centros hospitalarios del mundo (97-100% y 92-93% respectivamente), pero tiene limitaciones como: el tiempo requerido para su realización y los artefactos de movimiento que surgen, aún con el uso de software reciente.8,28,29 El recuento de células blancas con diferencial y los niveles de proteína C reactiva (PCR) son estudios realizados en todos los niños con sospecha de apendicitis.7,8,10 La PCR es una proteína sintetizada en el hígado ante el estímulo de la interleucina-6, reactante de fase aguda utilizado en el estudio de procesos de tipo inflamatorio, que aparece en sangre periférica pocas horas después de manifestarse una infección bacteriana.10 En diferentes publicaciones existen reportes contradictorios acerca del recuento leucocitario como marcador de la severidad de la enfermedad. El valor de estos marcadores inflamatorios aumenta cuando son interpretados en combinación y no como aspectos aislados en la valoración clínica.9,30 La alfa-2-glicoproteína rica en leucina (LRG) es una proteína secretora tipo 1 de fase aguda cuya expresión es regulada por los mediadores de respuesta de la fase aguda. Es una glicoproteína sérica de 312 aminoácidos de los que 66 son de leucina con peso molecular de 34 a 36 KDa y consiste en una única cadena de polipéptidos unida con un oligosacárido de galactosamida y cuatro de glucosamina.6,10,11,24 La LRG se expresa por los neutrófilos en diferenciación, el hígado y las vénulas endoteliales del mesenterio, incluyendo el mesoapéndice, que funciona en la activación de leucocitos y en la quimiotaxis. Las concentraciones se incrementan durante infecciones microbianas y cáncer, probablemente como resultado de la respuesta hepática a las citocinas proinflamatorias.8,10,25 La secreción de LRG por las células del hepatoma humano se incrementa con el tratamiento de una mezcla de citocinas que incluyen interleucina-6, interleucina-1beta y factor de necrosis tumoral alfa que son inductores de los reactantes de fase aguda.11,24 La función de la LRG es desconocida pero se ha comprobado que está ligada al citocromo C. Se ha sugerido que el citocromo C extracelular que es liberado por la muerte celular secundaria a inflamación aguda puede ser atrapado por un complejo junto a la LRG y ser extraído de la circulación.6,30 La LRG también tiene un papel en las interacciones de adhesión entre los linfocitos y el endotelio. Puede ayudar en el control de la granulopoyesis al modular la expresión de diferentes tipos de receptores de superficie, incluyendo receptores para el factor transformante y del crecimiento, factor estimulante de colonias de granulocitos-macrófagos y, posiblemente, del factor estimulante de colonias de macrófagos.12,28 La aparición de LRG en la orina de pacientes con apendicitis aguda sugiere que puede ser liberada por los neutrófilos activados localmente o en sitios inflamatorios, como el mesoapéndice.6,7,8 La LRG se ha detectado en pacientes con apendicitis, en ausencia de cambios inflamatorios macroscópicos en estudios de imagen pero con evidencia de apendicitis en el examen histológico.8,9,10 119 Revista de Sanidad Militar El estudio de un marcador urinario de respuesta inflamatoria ayudará al diagnóstico de una patología quirúrgica pediátrica que hasta el momento es un reto para el pediatra y cirujano pediatra en nuestro país y a nivel mundial y reduciría las potenciales complicaciones derivadas de un diagnóstico retardado o erróneo.31 Los pacientes pediátricos afectados de un cuadro de apendicitis aguda podrían contar con un estudio de laboratorio alternativo a los tradicionales (sanguíneos) que pueda ser de mayor precisión diagnóstica y menos doloroso de obtener. El diagnóstico más preciso de un cuadro de apendicitis aguda en la niñez repercutirá en disminución de las complicaciones y, por consiguiente, de la morbilidad asociada con el tratamiento quirúrgico.31,32 El diagnóstico de apendicitis aguda en niños continúa siendo un reto para pediatras y cirujanos pediatras. En los servicios de urgencias de las instituciones de salud en México y en el mundo los retrasos en el diagnóstico han llevado al incremento de complicaciones como la perforación apendicular y la peritonitis, presentes en 30 a 60% de los pacientes pediátricos diagnosticados con apendicitis, lo que da lugar a cirugías innecesarias en 10 a 30% de los casos.4,15,21 El abordaje inicial de un proceso apendicular agudo es principalmente clínico, el interrogatorio y la exploración física detallada permiten un acercamiento diagnóstico hacia la patología; hecho que es limitado en pacientes pediátricos que aún no tienen las habilidades verbales para proporcionar una exacta descripción de los síntomas.6,15,25 Los estudios de laboratorio solicitados como ayuda diagnóstica incluyen marcadores séricos como la cuenta de leucocitos totales y proteína C reactiva (PCR), así como otros marcadores 120 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 que solos o en combinación pueden ser útiles, pero la poca sensibilidad y especificidad de los mismos los hacen poco confiables para excluir o precisar el diagnóstico.24 Con base en la bibliografía revisada, se propone el uso de marcadores urinarios de inflamación como ayuda diagnóstica en casos de sospecha de apendicitis aguda en niños.7,9,30 La α-2 glicoproteína rica en leucina (LRG) se ha demostrado que se encuentra elevada en procesos inflamatorios de origen bacteriano.8-10 En el presente trabajo se observó una alta sensibilidad y especificidad para el diagnóstico de apendicitis en la población estudiada. Se observó que los valores más elevados se registraron en la apendicitis complicada. Kentsis11 describe limitaciones al uso del equipo comercial de ELISA para determinación urinaria de LRG debido a la interferencia con el inmunoensayo. Ésta puede deberse a la baja afinidad por los anticuerpos o por la presencia potencial de epitopes que semejan LRG en las proteínas urinarias. Sugiere el uso de espectrometría de masas con monitorización selectiva iónica para la medición de la LRG. CONCLUSIONES La determinación urinaria de la α-2 glicoproteína rica en leucina permitió discriminar entre pacientes pediátricos con y sin apendicitis aguda. La LRG urinaria es un marcador diagnóstico promisorio para apendicitis. En la actualidad el equipo comercial disponible (IBL International) no tiene aprobación para uso clínico. El desarrollo futuro de una prueba que incluya la LRG en una tira reactiva urinaria podría facilitar su aplicación y costos de este biomarcador. Agradecimientos: Al Dr. Jorge Arturo Cardona Pérez, director general del Instituto Nacional de Perinatología y a la Q.C. Mari Cruz Tolentino Dolores, Químico A del Garibay-González F y col. Determinación de LRG urinaria en apendicitis Instituto Nacional de Perinatología, por la colaboración en el procesamiento de las muestras. Fuentes de financiamiento: SEDENA-CIDEFAM. Programa Presupuestario A022-2014: “Investigación y desarrollo militar en coordinación con universidades públicas, instituciones públicas de educación superior y demás centros públicos de investigación”. Referencias 1. Bundy DG, Byerley JS, Liles EA, Perrin EM, Katznelson J, Rice HE. Does this child have appendicitis? JAMA. 2007; 298(4):438-451. 2. Schneider C, Kharbanda A, Bachur R. Evaluating appendicitis scoring systems using a prospective pediatric cohort. Ann Emerg Med. 2007; 49(6):778-784. 3. Kulik DM, Uleryk EM, Maguire JL. Does this child have appendicitis? 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Asociación de los polimorfismos rs1805192(PPARG), rs5219 (KCNJ11) y rs7901695 (TCF7L2) con el fenotipo metabólico de pacientes con diabetes mellitus tipo 2 en una muestra de la población mexicana Resumen Antecedentes: en la actualidad existen estudios de asociación genenfermedad que buscan polimorfismos individuales de genes implicados en la patogénesis de la diabetes mellitus y que determinan su relación con ella. Sergio Araujo-Betanzos1 Elsa Saldaña-Rivera2 José Juan Ceballos-Macias3 Javier Ángeles-Martinez4 Fabiola Esther G Enriquez-Espinosa5 Lucila Maritza Lozano-Trenado6 Esaú Floriano-Sánchez7 1 M.M.C., jefe de la Sección de Investigación, Escuela Militar de Graduados de Sanidad, Ciudad de México. 2 M.M.C., jefe de la Subsección del Laboratorio Multidisciplinario de Investigación de la Escuela Militar de Graduados de Sanidad, Ciudad de México. 3 M.M.C., jefe de la consulta externa de Endocrinología en la Unidad de Especialidades Médicas, Naucalpan de Juárez, Estado de México. 4 M.M.C., discente de doctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México. 5 Cap. 2º investigador adjunto del Laboratorio Multidisciplinario de Investigación, Escuela Militar de Graduados de Sanidad, Ciudad de México. 6 Tte. Q.B., investigador adjunto del Laboratorio Multidisciplinario de Investigación de la Escuela Militar de Graduados de Sanidad, Ciudad de México. 7 Tte. Cor. M.C., jefe del curso de la Maestría en Ciencias Biomédicas con Especialidad en Biología Molecular, Escuela Militar de Graduados de Sanidad, Ciudad de México, Subdirector de Investigación de la Escuela Militar de Graduados de Sanidad, Ciudad de México. Objetivo: determinar la asociación de los polimorfismos de PPARG (rs1805192), KCNJ11 (rs5219) y TCF7L2 (rs7901695) con el fenotipo metabólico de pacientes con diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2. Material y método: estudio de asociación caso-control efectuado en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 y pacientes sanos, sin antecedentes heredofamiliares de esta enfermedad, atendidos en la Unidad de Especialidades Médicas. Los datos bioquímicos obtenidos fueron: glucosa, hemoglobina glucosilada, colesterol total, HDL, LDL y triglicéridos. Las regiones de los genes PPARG, KCNJ11 y TCF7L2 se analizaron con la técnica de discriminación alélica por PCR en tiempo real. Resultados: se estudiaron 91 pacientes y no se encontró el polimorfismo rs 1805192 del gen PPARG, que sí se ha detectado en otras poblaciones de diabéticos tipo 2. Conclusiones: con base en los objetivos de este estudio y sus resultados, las variantes de los polimorfismos encontrados en los genes KCNJ11 y TCF7L2 no pueden emplearse como marcadores pronósticos de diabetes mellitus tipo 2 en nuestra población, aunque se demuestra una asociación significativa de estos polimorfismos con las concentraciones de glucosa plasmática y hemoglobina glucosilada; por esto será importante seguir estudiando esta posibilidad en muestras de mayor tamaño. Palabras clave: diabetes mellitus tipo 2, discriminación alélica, polimorfismos genéticos. 122 Recibido: 2 de octubre, 2015 Aceptado: 25 de enero, 2016 Correspondencia: M.M.C. Sergio Araujo Betanzos Escuela Militar de Graduados de Sanidad Universidad del Ejército y Fuerza Aérea Cerrada de Palomas s/n esq. Periférico 11200 Ciudad de México [email protected] www.nietoeditores.com.mx Araujo-Betanzos S y col. Asociación de polimorfismos en diabetes tipo 2 Association of polymorphisms rs1805192(PPARG), rs5219 (KCNJ11) y rs7901695 (TCF7L2) with the metabolic phenotype of patients with type 2 diabetes in a sample of the Mexican population Abstract Background: Diabetes Mellitus is defined as systemic, heterogeneous chronic degenerative disease, with varying degrees of hereditary predisposition involvement and the contribution of various environmental factors. Currently there are studies of gene–disease association where individual polymorphisms of genes involved are searched in the pathogenesis of this disease by determining whether there is any relationship with it. Objective: Determine the Association of polymorphisms of PPARG (rs1805192), KCNJ11 (rs5219), and TCF7L2 (rs7901695) with metabolic phenotype of patients diagnosed with type 2 diabetes (T2D). Material and method: We analized a total of 91 patients with DM2 and 119 healthy patients with no family history of inherited DM2. Biochemical data taken into account from each patient were: glucose, glycosylated hemoglobin, total cholesterol, HDL, LDL and triglycerides. Regions of PPARG, KCNJ11 and TCF7L2 genes were analyzed by the technique allelic discrimination real-time PCR. Results: rs1805192 polymorphism of the PPARg gene was not found present in a sample of the population studied in the Unit of Medical Specialties. Conclusion: Considering the objectives of this study and based on our results so far variants of polymorphisms found in KCNJ11 and TCF7L2 genes cannot be used as prognostic markers to develop DM2 in our population, although a significant association of these polymorphisms is demonstrated plasma glucose levels and glycosylated hemoglobin, we consider to conduct further studies with a larger sample size. Key words: Diabetes mellitus type 2, Genetic polymorphisms, allelic discrimination. ANTECEDENTES La diabetes mellitus tipo 2 la padecen más de 90% de las personas con diabetes mellitus. La resistencia a la insulina es el dato característico de este tipo de diabetes porque regularmente hay secreción residual variable de insulina que evita la hiperglucemia o cetoacidosis grave. Los 123 Revista de Sanidad Militar pacientes suelen permanecer asintomáticos y se diagnostican 5 a 7 años después del inicio de la enfermedad, por pruebas de detección sistemática de glucosa.1,2 La Organización Mundial de la Salud calcula que el número de personas con diabetes mellitus en el mundo sobrepasa los 347 millones y se pronostica que aumentará a 366 millones en el año 2030. En México, a partir del 2000 se considera la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres.3,4 La proporción de adultos con diagnóstico previo de diabetes se incrementó de 5.8% en el 2000 a 9.2% en el 2012, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición.5 En los últimos cinco años se han identificado variantes genéticas que se han asociado con la predisposición al fenotipo de la diabetes mellitus tipo 2.6 Los genes asociados con más frecuencia con la diabetes mellitus tipo 2 en diferentes poblaciones son los PPARG, KCJN11 y TCF7L2.6-12 El gen PPARG (isoforma gamma del receptor activador de peroxisomas) se localiza en el cromosoma 3 en la posición 25.2 en humanos y mide 146,508 pb. Su producto es un factor de transcripción implicado en la diferenciación y función de los adipocitos.13 Está demostrado que la expresión de PPARγ2 es mayor en jóvenes que en individuos más viejos.14 La disminución en la expresión de PPARγ en tejido adiposo durante el envejecimiento podría facilitar la acumulación de especies lipotóxicas en otros tejidos diferentes al adiposo15,16 y llevar a resistencia a la insulina y a disfunción mitocondrial. El gen KCNJ11 se localiza en el cromosoma 11 en la posición 15.1 del brazo corto en humanos y mide 4085 pb.17 El gen KCNJ11 codifica para una proteína integral de membrana y de los canales de potasio de tipo rectificador interno (kir 6.2). Los canales de potasio dependientes de 124 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 ATP (KATP) participan en la regulación de la secreción de insulina, el control del tono vascular y protegen a las células del estrés metabólico.18 El polimorfismo rs5219 de este gen lo estudiaron Koo y colaboradores, en el 2007 y reportaron una asociación estrecha con diabetes mellitus tipo 2 en población coreana. De igual forma, Scott y su grupo (2007) lo asociaron con diabetes mellitus tipo 2 en población finlandesa (RM =1.14 y p =6.7x10-11). En el 2012 Li YY reportó la asociación entre el polimorfismo y la diabetes mellitus tipo 2 en un estudio realizado en población china (RM=1.44, IC 95%: 1.25–1.65, p=0.00001).16 El gen TCF7L2 se encuentra en el cromosoma 10 en la posición 25.3 del brazo largo en humanos y mide 217,381pb. El gen TCF7L2 codifica al factor de transcripción activo en la vía de señalización Wnt y se ha demostrado que una alteración en su función o expresión interrumpe la función de los islotes pancreáticos, quizá a través de la desregulación en la expresión del gen pro-glucagón; lo que conduce a reducción de la secreción de insulina y aumento del riesgo de padecer diabetes mellitus tipo 2.6 El objetivo de este estudio es determinar la asociación de los polimorfismos de PPARG (rs1805192), KCNJ11 (rs5219) y TCF7L2 (rs7901695) con el fenotipo metabólico de pacientes con diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2. MATERIAL Y MÉTODO Estudio de asociación caso-control efectuado en pacientes controles aparentemente sanos y de diabéticos, reclutados de la Unidad de Especialidades Médicas. Todos firmaron la carta de consentimiento informado aprobada por el Comité de Ética de la Unidad de Especialidades Médicas. Posteriormente se tomaron las muestras del carrillo bucal con un cepillo endocervical de 5 mm, estéril y la muestra se colocó en tubos Araujo-Betanzos S y col. Asociación de polimorfismos en diabetes tipo 2 Eppendorf de 1.5 mL, junto con solución PBS al 1X. También se incluyeron los datos de cada paciente: edad en años, sexo, estatura, peso, índice de masa corporal, lugar de nacimiento del paciente y sus padres, datos bioquímicos de: glucosa, hemoglobina glucosilada, colesterol total, HDL, LDL y triglicéridos. La razón de momios (RM) se calculó con el fin de conocer el grado de asociación entre la frecuencia de la variante rs5219 del gen KCNJ11 y de la variante rs7901695 del gen TCF7L2 con la diabetes mellitus tipo 2 en el grupo de casos y controles. El cálculo se hizo con el programa SPSS v20.01 (SPSS Chicago, II). Discriminación alélica. Se extrajo y purificó el ácido desoxirribonucleico genómico (ADNg) con el sistema DNeasy Blood & Tissue Kit (Qiagen, Alemania). Las regiones de los genes PPARG, KCNJ11 y TCF7L2 que incluyen a los polimorfismos rs1805192, rs5219 y rs7901695, respectivamente, se amplificaron de las muestras de ADNg con sondas Taqman pre-diseñadas y el sistema Genotyping Master Mix (Applied Biosystems, USA). Las reacciones de amplificación se realizaron en un volumen final de 25 µL en un termociclador de tiempo real 7000 Sequence Detector System (Applied Biosystems).19 RESULTADOS Análisis estadístico de los datos. Los datos poblacionales y clínicos se procesaron mediante análisis univariado y bivariado; de este último se contrastó la variable dependiente de diabetes mellitus tipo 2 con el resto de las variables independientes que previamente se seleccionaron por plausibilidad biológica. Cuando se cumplían los supuestos correspondientes (normalidad, homocedasticidad, independencia y linealidad) se utilizó t de Student y c2 cuando las variables analizadas eran de tipo cualitativo. Para saber si nuestra población a analizar mediante estudio de asociación caso-control estaba en equilibrio de H-W, primero se obtuvieron las frecuencias alélicas de cada polimorfismo en cada grupo (controles y diabéticos) por separado. El análisis del equilibrio de H-W se realizó mediante el estadístico c2 de Mantel-Haenszel, utilizando un programa de internet diseñado para ello (http://ihg2.helmoltz-muenchen.de/ cgi-bin/hw/hwa1.pl). Se estudiaron 119 individuos aparentemente sanos y 91 diabéticos. En el Cuadro 1 se muestran los datos obtenidos para las frecuencias alélicas y genotípicas en los genes PPARG, KCNJ11 Y Cuadro 1. Frecuencias genotípicas y alélicas de los genes PPARG, KCNJ11 y TCF7L2 GEN PPARG rs KCNJ11 Control Diabetes tipo 2 Genotipo n=119 119(1) 0 (0) 0 (0) 238(1) 0 (0) 0 Control n=91 91 (1) 0 (0) 0 (0) 182 (1) 0 (0) 0 Diabetes tipo 2 CC CT TT C T n=119 52 (0.44) 46 (0.39) 21 (0.18) 150 (0.63) 88 (0.37) n=91 30 (0.33) 46 (0.51) 15 (0.16) 106 (0.58) 76 (0.42) rs1805192 Alelo TEST H-W GEN Genotipo p rs CC CG GG C G rs5219 Alelo TEST H-W p 0.062 0.708 GEN rs Genotipo Control Diabetes tipo 2 TT TC CC T C n=119 86 (0.72) 27 (0.23) 6 (0.05) 199 (0.84) 39 (0.16) 0.060 n=91 58 (0.64) 30 (0.33) 3 (0.03) 146 (0.80) 36 (0.20) 0.711 TCF7L2 rs7901695 ALELO TEST H-W p Los valores de p<0.05 se toman como significativos. TEST H-W (prueba del equilibrio de Hardy-Weinberg). Fuente directa 125 Revista de Sanidad Militar TCF7L2; así como el análisis del equilibrio de Hardy-Weinberg. Se observa una frecuencia del alelo de referencia (C) en el gen PPARG igual a 1 para los controles y diabéticos, respectivamente; la frecuencia del alelo (G) es igual a 0 en ambos grupos de estudio. Las frecuencias del alelo de referencia (C) en el gen KCNJ11 fueron 0.63 en los controles y 0.58 en los diabéticos; el alelo (T) se observó de 0.37 y 0.42 para controles y diabéticos, respectivamente. Para el gen TCF7L2 las frecuencias alélicas son de 0.16 (C) y 0.84(T ) en el grupo control, y en el de diabéticos de 0.20 alelo ( C) y 0.80 alelo (T). Las frecuencias genotípicas del gen PPARG en pacientes controles fueron: CC=1,CG=0 y GG=0; para pacientes diabéticos CC=1,CG=0 y GG= 0. Las frecuencias genotípicas del gen KCNJ11 en pacientes controles fueron: CC=0.44, CT=0.39 y TT=0.18; en pacientes diabéticos fueron: CC=0.33, CT=0.51 y TT=0.16. De igual forma se calcularon las frecuencias genotípicas del gen TCF7L2 en pacientes controles (CC=0.05, CT= 0.23, TT= 0.72) y en diabéticos (CC=0.03, CT=0.33,TT=0.64). También se muestran los valores de p, de acuerdo con el análisis del equilibrio de H-W para el gen KCNJ11rs 5219 p=0.062 y p=0.708 en controles y diabéticos, respectivamente. No se desviaron del estado de equilibrio de Hardy-Weinberg; los valores de p, referentes al análisis del equilibrio de H-W en el gen TCF7L2 rs 7901695 son: p=0.60 para controles y p=0.711 en diabéticos, no se desvían del equilibrio de Hardy-Weinberg. Análisis de asociación de los polimorfismos presentes en los genes KCNJ11 y TCF7L2 con diabetes en población mexicana. En el Cuadro 2 se observa que no existen diferencias estadísticamente significativas (p=0.319) que corroboren la asociación (RM=1.222, IC 95% de 0.823-1.814) 126 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 del polimorfismo rs5219 del gen KCNJ11 con el riesgo de llegar a padecer diabetes mellitus tipo 2. El polimorfismo rs7901695 del gen TCF7L2 no se encontró asociado directamente con diabetes mellitus tipo 2 (p=0.368, RM=1.258, IC95% de 0.762-2.076) (Cuadro 2). En el Cuadro 3 se observa que sólo la glucosa tuvo un valor de p significativo para el polimorfismo rs5219 en el grupo de controles p=0.049 porque los portadores del alelo (T) en una copia o dos tuvieron concentraciones de glucosa mayores que los que no tenían ese alelo. En el Cuadro 4 se observan los valores estadísticamente significativos en las covariables de glucosa (p= 0.004) y hemoglobina glucosilada (p=0.027) en el grupo control. Los pacientes de este grupo tenían el alelo C y en una o dos copias presentaron concentraciones mayores de glucosa y hemoglobina glucosilada, que quienes no tenían ese alelo. En la covariable lipoproteínas de alta densidad HDL (p= 0.042) en el grupo de diabéticos se observa un valor de p significativo porque los pacientes diabéticos con el alelo “C” en una o dos copias tuvieron concentraciones mayores de HDL que quienes no tenían ese alelo. DISCUSIÓN Al ser la diabetes mellitus tipo 2 una enfermedad multifactorial, que depende del grado de susceptibilidad genética y los factores ambientales, en nuestro estudio se incluyeron los polimorfismos de los genes PPARG, KCJN11 y TCF7L2, y el fenotipo metabólico representado por la glucosa sanguínea, hemoglobina glucosilada, índice de masa corporal (sobrepeso u obesidad), concentraciones de colesterol total y HDL, LDL, índice aterogénico y triglicéridos, para determinar el grado de asociación con la diabetes mellitus tipo 2. Araujo-Betanzos S y col. Asociación de polimorfismos en diabetes tipo 2 Cuadro 2. Distribución y riesgo asociado con la frecuencia de los polimorfismos rs5219 del gen KCNJ11 y rs7901695 del gen TCF7L2 en pacientes con diabetes tipo 2 KCNJ11 Control (n=119) Diabetes tipo 2 (n=91) TCF7L2 Control (n=119) DM2 (n=91) Frecuencias genotípicas (%) C/C C/T T/T 52 (0.44) 30 (0.33) 46 (0.39) 46 (0.51) 21 (0.18) 15 (0.16) Frecuencias genotípicas (%) T /T C/T C /C 86 (0.72) 58 (0.64) 27 (0.23) 30 (0.33) 6 (0.05) 3 (0.03) p* 0.337 p* 0.385 Frecuencias alélicas C T 150 (0.63) 106 (0.58) 88 (0.37) 76 (0.42) Frecuencias alélicas T C 199 (0.84) 146 (0.80) 39 (0.16) 36 (0.20) p** ORT 0.319 1.222 (0.823-1.814) p** RMC 0.368 (0.762-2.076) * c2 Prueba de la ji al cuadrado (IC 95%). ** Prueba exacta de Fisher (IC 95%). RM: razón de momios. Fuente directa Cuadro 3. Análisis del polimorfismo rs5219 del gen KCNJ11 a los rasgos cuantitativos en los controles y con diabetes tipo 2 Grupo Parámetro Glucosa HA1C1 COL-T C-LDL C-HDL TG IA Controles Diabéticos CC CT+TT p CC CT+TT p 89.4±9.4 4.7±0.35 176±72 104±61.3 42.5±21 180.8±184.1 3.3±1.6 92.7±8.5 4.8±0.33 180.3±61.5 105.8±51.5 46±19 153.4±84.2 3.6±1.5 0.049* 0.052 0.725 0.869 0.324 0.323 0.352 174±72.2 8.4±1.8 200.8±41.0 111.7±30.6 52.3±14.5 167.6±73.2 4.0±1.0 157.4±67.5 8.0±1.9 184.1±44.5 106.2±31.8 50.2±12.6 181.0±107.8 3.8±1.2 0.299 0.369 0.083 0.430 0.502 0.487 0.580 Datos reportados en medias + la desviación estándar. *Valores estadísticamente significativos p < 0.05. Fuente directa Cuadro 4. Análisis del polimorfismo rs7901695 del gen TCF7L2 a los rasgos cuantitativos en los controles y diabetes mellitus tipo 2 Grupo Parámetro Glucosa HA1C1 COL-T C-LDL C-HDL TG IA Controles Diabéticos TT CT+CC p TT CT+CC P 89.7±8.7 4.8±0.35 173.3±69.4 101.4±56.9 43.7±20.7 162.1±150.9 3.3±1.5 95.1+8.7 4.9±0.31 191.6±55.4 114.4±52.6 46.5±17.5 173.8±93.5 3.9±1.4 0.004* 0.027* 0.139 0.243 0.470 0.615 0.050 157.5+61.9 8.0±1.9 190.3±38.5 106.3+30.9 48.7+12.2 170.4+92.9 4.1±1.1 172.4+80.4 8.3±1.8 188.4+52.7 111.0+32.3 54.8+14.3 187.3+105.9 3.6±1.2 0.361 0.479 0.861 0.503 0.042* 0.447 0.067 Datos reportados en medias ± desviación estándar. *Valores estadísticamente significativos p < 0.05 Fuente directa. 127 Revista de Sanidad Militar Según lo reportado por Chistiakov y su grupo (2009) en población rusa (588 diabéticos y 597 controles) para rs1805192 considera la variante Pro12Ala del gen PPARG como un marcador independiente que confiere susceptibilidad a la diabetes mellitus tipo 2 (p=0.046 ORM=1.69 IC 95% 1.02-3.03). La frecuencia de la variante Pro12Ala en esta población fue de 28.4% en diabéticos y 34.9% en controles.19 En contraste, el polimorfismo rs1805192 encontrado en el exón 1 del cromosoma 3 en la posición 25.2 del gen PPARG, ausente en nuestra población de estudio, no muestra variación genotípica. El cambio que se genera durante la presencia del SNP es el de C/G y da un cambio de aminoácido de prolina en alanina en la región codificante 12 de la proteína (Pro12Ala). Ereqat y su grupo, en un estudio de población palestina (106 con diabetes mellitus tipo 2 obesos, 73 con diabetes mellitus tipo 2 no obesos) encontraron una frecuencia alélica para la variante Ala (alelo mutado) de 0.066 y 0.049 en individuos con diabetes mellitus tipo 2 obesos y diabetes mellitus tipo 2 no obesos, respectivamente. En nuestro estudio las frecuencias para pacientes diabéticos y controles fueron de 0 en ambos grupos.20 Ereqat y sus colaboradores asocian la variante Ala con disminución de las concentraciones plasmáticas de glucosa (p=0.03).20 La asociación entre el polimorfismo P12A de PPARG, por el contrario, en nuestra muestra no se encontró y al no existir alguna publicación previa de este polimorfismo en población mexicana, podemos sospechar, hasta el momento, que no la hay y, por lo tanto, no es un factor genético que esté relacionado con la susceptibilidad a padecer diabetes mellitus tipo 2 en pacientes mexicanos. En referencia al polimorfismo rs 5219 del gen KCNJ11, diversos estudios de ampliación del 128 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 genoma en distintas razas mencionan a este polimorfismo como posibilidad para generar susceptibilidad a padecer diabetes mellitus tipo 2. Los resultados de investigación alrededor del mundo siguen discutiéndose.8-11,17 Gloyn LA y sus colaboradores efectuaron un estudio a gran escala en tres poblaciones diferentes del Reino Unido (854 pacientes con diabetes mellitus tipo 2 y 1182 controles) y encontraron la asociación del alelo T (RM 1.23 IC 95% 1.12-1.36 p=0.000015) y el genotipo TT (RM 1.65 IC 95% 1.34-2.02 p=0.000002) con diabetes mellitus tipo 2.10 En cuanto a la población coreana, BK Koo (2007) encontró que el polimorfismo rs5219 del gen KCNJ11 se asocia con incremento del riesgo de llegar a padecer diabetes mellitus tipo 2.21 En contraste, Nielsen y su grupo encontraron que la asociación del polimorfismo E23K KCNJ11 no es significativa en Dinamarca.22 En 2006, Yokoi y colaboradores informaron que la variante de E23K KCNJ11 no mostró asociación con la diabetes entre los japoneses.23 En este estudio encontramos una asociación en pacientes controles sin el genotipo CT y TT con una tendencia al aumento en los valores de glucosa sanguínea (p= 0.049). Estos resultados concuerdan con el estudio de Yasufumi Doi y su grupo efectuado en población japonesa que observó la repercusión del polimorfismo rs5219 en los cambios de tolerancia a la glucosa y confirmó que el riesgo de llegar a padecer diabetes fue significativamente más alto en sujetos con el genotipo C/T y T/T que en quienes no tienen la mutación.24 Hace poco Yan-yan Li (2012), en la población de chinos Han encontró una asociación del polimorfismo E23K del gen KCNJ11 con diabetes mellitus tipo 2 a través de un modelo genético recesivo (RM: 1.44, IC 95%: 1.25-1.65, p=0.00001).16 En contraste con lo observado en nuestra población de estudio cuando se realizó un análisis por modelos genéticos para buscar su asociación con diabetes mellitus tipo 2 no encontramos valores estadísticamente signifi- Araujo-Betanzos S y col. Asociación de polimorfismos en diabetes tipo 2 cativos que indicaran alguna asociación con diabetes mellitus tipo 2. Yan-yan Li menciona que el polimorfismo del gen KCNJ11 alelo T se asocia con la susceptibilidad a padecer diabetes mellitus tipo 2, aunque sugiere que solo es una tendencia y que es necesario investigar más.16 La relación entre el polimorfismo E23K del gen KCNJ11 y la susceptibilidad a la diabetes mellitus tipo 2 sigue siendo polémica en todo el mundo. En el 2008, Alsmadi y sus coautores informaron una asociación de la variante E23K con diabetes mellitus tipo 2 en la población árabe.25 En 2009 Chistiakov y se grupo encontraron que la variante E23K en el gen KCNJ11 contribuye a la susceptibilidad para diabetes mellitus tipo 2, intolerancia a la glucosa y alteraciones en la secreción de insulina en una población rusa.26 En el año 2007, sin embargo, Cejková y su grupo no pudieron confirmar el polimorfismo E23K como marcador genético para diabetes mellitus tipo 2 en población checa.27 En estudios de asociación genómica de la diabetes mellitus tipo 2 que implican los datos del genotipo en una variedad de consorcios internacionales, la Iniciativa Genética de la Diabetes del Instituto Broad de Harvard y el MIT, la Universidad de Lund, y de los Institutos Novartis para la Investigación Biomédica (2007),28 Zeggini y colaboradores (2007), y Scott y su grupo (2007) confirmaron la asociación del polimorfismo E23K (rs5219) con susceptibilidad a la diabetes mellitus tipo 2.8,9,29 Aunque esta asociación no se observó con fuerza en cualquier análisis individual, en todos los datos de metanálisis se observaron asociaciones significativas (RM= 1,14, p= 6,7 x 10-11).8,9,29 En nuestro estudio se encuentra una asociación con las concentraciones de glucosa en pacientes del grupo control que en una o dos copias tienen el alelo T (sus concentraciones de glucosa están dentro de los parámetros normales, aun cuando se observa la tendencia a elevarse). Aunque se observa esta tendencia por el tamaño de la muestra del estudio se sugiere realizar más estudios para determinar, con significación estadística, cuál es la relación que se observa con el alelo T y las concentraciones elevadas de glucosa. Además, por lo que se refiere al grupo de diabéticos se observa que existen rangos muy amplios en las desviaciones estándar de las diferentes co-variables. Por esto creemos que resulta en un factor que permite encontrar diferencias significativas en este grupo. Por tal motivo, la única forma de reducir estos sesgos es aumentar el tamaño de la muestra. Por lo que respecta al polimorfismo rs7901695 del gen TCF7L2, Grant y colaboradores 2006,29 Cauchi y su grupo 2007,30 Florez JC, 2007,31 Tong y su equipo, 2009, Carrasco y sus coautores, 2010 y en estudios de asociación del genoma completo, relacionan este polimorfismo con predisposición a padecer diabetes mellitus tipo 2. En 2008 Rees SD y su grupo, en poblaciones de origen surasiático reportaron la asociación del polimorfismo rs7901695 del gen TCF7L2 con diabetes mellitus tipo 2 en pacientes con los genotipos CT (RM=1.31, IC 95% 1.02-1.68 y p=0.032) y CC (RM 1.65, IC 95% 1.12-2.44 y p=0.012).32 Además presenta frecuencias genotípicas de: TT= 43.7%,CT=42.9% y CC13.4% para diabéticos, los controles tuvieron las siguientes frecuencias genotípicas TT=51.7%, CT=38.7% y CC= 9.6%. Lo antes descrito por Rees SD es muy similar a la tendencia observada con los resultados obtenidos en nuestra población de estudio en donde el genotipo CC fue menos frecuente en el grupo de controles y diabéticos, respectivamente. En cuanto a la asociación de los genotipos rs7901695 del gen TCF7L2 con diabetes mellitus tipo 2 en nuestro estudio no encontramos valores estadísticamente significativos que indiquen asociación del polimorfismo con diabetes mellitus tipo 2. 129 Revista de Sanidad Militar En nuestra investigación, para una muestra de la población mexicana, se observa una relación del polimorfismo rs7901695 del gen TCF7L2 con las variables de glucosa y hemoglobina glucosilada de los pacientes controles con los genotipos C/T y C/C. Los pacientes controles con estos genotipos tuvieron concentraciones mayores de glucosa y hemoglobina glucosilada que quienes no tenían ese alelo. CONCLUSIONES El polimorfismo rs 1805192 del gen PPARG no se encontró en una muestra de población estudiada en la Unidad de Especialidades Médicas. Con base en los objetivos de este estudio y en nuestros resultados, por el momento las variantes de los polimorfismos encontrados en los genes PPARG, KCNJ11 y TCF7L2 no pueden emplearse como marcadores pronósticos de diabetes mellitus tipo 2 en nuestra población. Se sugiere un estudio con mayor tamaño de muestra por la asociación que se aprecia de los polimorfismos en los genes KCNJ11 y TCF7L2. Conflicto de intereses. Los recursos para este proyecto fueron auspiciados por la Secretaría de la Defensa Nacional de México por parte del programa SEDENA-CIDEFAM. Programa Presupuestario A022-2014: “Investigación y desarrollo militar en coordinación con universidades públicas, instituciones públicas de educación superior y/o demás centros públicos de investigación”. Agradecimientos: al Centro de Investigación y Desarrollo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos (C.I.D.E.F.A.M.) , que en todo momento nos apoyó y gestionó para que se autorizara el financiamiento con cargo al programa presupuestario “A022 Investigación y desarrollo militar en coordinación con universidades públicas, instituciones públicas de educación superior y/o demás centros públicos de educación superior”. REFERENCIAS 130 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 09–4893 October 2008. Disponible en http://permanent. access.gpo.gov/lps115346/insulinresistance 3. Secretaría de Salud (SSA)/Dirección General de Información en Salud. Elaborado a partir de la base de datos de defunciones 1979-2008 INEGI/SS compendio Histórico. Disponible en www.dgis.salud.gob.mx/descargas/xls/m_001.xls 4. Secretaría de Salud: Estadísticas de mortalidad en México: muertes registradas en el año 2000. Salud Pública. México, 2002, 44 (3): 266-82.Disponible en http://bvs.insp.mx 5. 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El tratamiento con mayor eficacia es la resección de la lesión y radioterapia. Caso clínico: hombre de 70 años edad que acudió a consulta por proptosis, diplopía y desplazamiento inferior del ojo derecho de un mes y medio de evolución. A la exploración oftalmológica se encontró proptosis del ojo derecho, distopia inferior, limitación total a la supraducción y neuropatía óptica con pliegues coroideos ipsilaterales. Los estudios de imagen mostraron un tumor en el techo de la órbita derecha con lisis ósea; incidentalmente se detectó otro tumor en la región frontoparietal izquierda. El diagnóstico histopatológico fue plasmocitoma plasmacítico. Ana María Borbolla-Pertierra1 Gabriela García-Nieto2 Gildardo Agustín Garrido-Sánchez3 César Manuel López-Hernández4 Víctor Miguel Moreno-Estrada5 David Rey Morales-Baños6 1 Médico oftalmólogo egresada del Hospital Central Sur de Alta Especialidad PEMEX, Fellow de órbita del Hospital Central Militar. 2 Residente de segundo año de la especialidad de Neurocirugía. Escuela Militar de Graduados de Sanidad. 3 M.M.C. adscrito al Departamento de Anatomía Patológica. 4 M.M.C. adscrito al Departamento de Radiación Ionizante, subsección de Tomografía Computada. 5 M.M.C. adscrito al servicio de Neurocirugía, Departamento de Cirugía General. 6 M.M.C. adscrito al servicio de Órbita Hospital Central Militar, Ciudad de México. Palabras clave: plasmocitoma, mieloma múltiple, neoplasia orbitaria, plasmocitoma extramedular. Orbital plasmacytoma. A case report ABSTRACT Background: Plasmacytoma is a plasma cell malignancy, part of the monoclonal gammapathy spectrum that include multiple myeloma. When not related to systemic infiltration of the bone marrow, it is considered solitary plasmacytoma. It may affect bone and soft tissues (extramedullary). The most effective treatment is surgical resection combined with radiation therapy. Clinical case: 70 year-old male patient presented with proptosis, diplopia and inferior displacement of theright eye. On xamination we found proptosis, inferior dystopia, severe supraduction limitation, and optic neuropathy with choroidal foldsin the same eye. CT and MR confirmed a right orbital roof mass with bone lysis and the incidental finding of another mass in the left fronto parietal region. The histopathologic diagnosis was plasmacytoma. Key words: Plasmocytoma, multiple myeloma, orbital neoplasm, extramedullary plasmocytoma. 132 Recibido: 19 de agosto 2015 Aceptado: 29 de diciembre d2015 Correspondencia Dra. Ana María Borbolla Pertierra [email protected] www.nietoeditores.com.mx Borbolla-Pertierra AM y col. Plasmocitoma orbitario CASO CLÍNICO Hombre de 70 años de edad, originario de Guanajuato, con antecedente de fractura provocada por una caída que ameritó cirugía de fémur 1 año antes de acudir al servicio médico; tabaquismo positivo a razón de 5 cigarrillos al día. Acudió al servició médico con proptosis, diplopía y desplazamiento inferior del ojo derecho de 1 mes y medio de evolución. A la exploración física se observó agudeza visual de 20/40 en el ojo derecho que no mejoró con la prueba de agujero estenopeico y de 20/40 en el ojo izquierdo que mejoró a 20/20. A la exploración externa se encontró ptosis derecha, exoftalmos y desplazamiento inferior (en bloque) del ojo derecho, sin posibilidad de realizar exoftalmometría confiable (Figura 1), además de resistencia importante a la retropulsión. También se identificó limitación de -4 a la elevación del ojo derecho y de -2 a las lateroversiones (Figura 2). En el segmento anterior se observó solamente hiperemia conjuntival (++) y el resto del examen sin alteraciones. El fondo del ojo derecho con midriasis, vítreo transparente, papila con borramiento de los bordes en 360º, con proyección anterior leve, hemorragia peripapilar retiniana en forma de flama, tortuosidad de los vasos temporales y Figura 1. Proptosis y desplazamiento inferior del ojo derecho. pliegues maculares (Figura 3). El ojo izquierdo se observó sin alteraciones. Dos meses después reingresó al servicio médico con un tumor en el fémur distal, por lo que se obtuvo una biopsia que reportó plasmocitoma con las mismas características que las mencionadas en la órbita y el cráneo. Se solicitó determinación de proteína de Bence-Jones que resultó positiva y el aspirado de médula ósea mostró 50% de células plasmáticas. Con estos elementos se estableció el diagnóstico de mieloma múltiple y se inició la quimioterapia. Figura 2. Limitación a la supraducción del ojo derecho. Figura 3. Fondo del ojo derecho. Papilitis, hemorragia peripapilar en forma de flama y pliegues coroideos. 133 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 La tomografía computada mostró un tumor extraconal en la órbita superior derecha que rompió la porción anterior del techo orbitario e invadió el seno frontal ipsilateral. En la resonancia magnética se observó la masa isointensa al parénquima cerebral en T1 (Figura 4), que se reforzó con gadolinio y mostró contacto aparente con las meninges frontales derechas y desplazó inferiormente el músculo recto superior y el nervio óptico. También se detectó una nueva lesión craneal situada a nivel frontal izquierdo, independiente de la descrita previamente (Figura 5). Se solicitó el apoyo del servicio de Neurocirugía para establecer el tratamiento quirúrgico, mismo que se realizó con abordaje bicoronal hasta exponer el hueso frontal y al momento se apreció un tumor color rosado-grisáceo que rompía la región ciliar derecha del hueso frontal (Figura 6) y ocupaba el seno frontal derecho. La lesión contralateral mostró características similares en el espesor del hueso que provocaba lisis. Se realizó resección de la lesión mediante craneotomía con márgenes libres para extraer todo el tumor. La periórbita se encontró intacta. También se resecó la lesión frontal contralateral y se reconstruyó Figura 5. Corte axial de la lesión frontal contralateral. del cráneo con una malla de titanio y placa de polimetilmetacrilato. El diagnóstico histopatológico fue plasmocitoma plasmacítico para ambas lesiones, que por inmunohistoquímica se detectó restricción de cadenas ligeras kappa (Figuras 7). La evolución postoperatoria fue favorable; dos meses después de la intervención quirúrgica recuperó completamente la movilidad del globo ocular (Figuras 8 y 9). DISCUSIÓN Figura 4. Corte sagital. Tumor orbitario con invasión a la región frontal derecha. 134 El plasmocitoma es una lesión maligna que se caracteriza por la proliferación de células plasmáticas que secretan inmunoglobulinas monoclonales.1 Esta alteración forma parte de diversas gamapatías monoclonales como: mieloma múltiple, plasmocitoma solitario de hueso y plasmocitoma extramedular. El International Borbolla-Pertierra AM y col. Plasmocitoma orbitario Figura 7. Corte histopatológico: A. Proliferación de células plasmáticas tumorales monomórficas con núcleos grandes periféricos, nucléolos prominentes y abundante citoplasma eosinófilo (H-E, 20x); B. Células plasmáticas tumorales positivas con inmunorreacción para CD38; C. Prueba positiva para CD138 y D. Restricción de cadenas ligeras kappa (positivas, monoclonales). Figura 6. Abordaje bicoronal. Lesión con lisis ósea de la región supraciliar derecha. Myeloma Working Group describe una tercera categoría: plasmocitoma solitario múltiple,2 en la que por definición no existe afección de la médula ósea. El mieloma múltiple es el tumor maligno primario de hueso más frecuente;1 se caracteriza por la triada: infiltración de células plasmáticas en la médula ósea, múltiples lesiones erosivas del hueso y producción de proteínas monoclonales.3 El plasmocitoma solitario es una alteración poco frecuente distinguida por proliferación de células plasmáticas que forman una masa localizada en la médula ósea (plasmocitoma solitario de hueso o intramedular4) o en los tejidos blandos (plasmocitoma extramedular).1-8 El 85% de los Figura 8. Recuperación de la posición del ojo derecho. Figura 9. Recuperación de la movilidad del ojo derecho. 135 Revista de Sanidad Militar pacientes con plasmocitoma intramedular evolucionan a mieloma múltiple.4 El plasmocitoma de hueso suele afectar al esqueleto axial y manifestarse con dolor y fracturas patológicas de las vértebras.1 El plasmocitoma extramedular aparece en 80-90% de los casos1,5 en la cabeza y el cuello; proviene, principalmente, del tejido submucoso del tracto respiratorio, incluidos los senos paranasales. También puede encontrarse en las glándulas salivales, conjuntiva, órbita, tiroides, mama, testículos, vejiga, uretra, ovario, pulmón, pleura y cerebro.5 La manifestación orbitaria del plasmocitoma es excepcional, pues hasta el 2010 se habían reportado solamente 20 casos.5 Los pacientes con esta variante producen proptosis lentamente progresiva.6 Por tratarse de una alteración muy rara no existen datos demográficos que especifiquen su prevalencia o predominio de afección por género. El diagnóstico suele establecerse con estudios histopatológicos, debido a la falta de especificidad en los hallazgos clínicos y radiológicos.7 Los estudios radiológicos suelen mostrar una masa que provoca lisis en el hueso. En el paciente de este estudio la resonancia magnética mostró una masa isointensa al parénquima cerebral que se reforzaba con el medio de contraste. La biopsia por aspiración con aguja fina puede ser inútil para establecer el diagnóstico, debido al escaso tejido disponible para realizar los estudios especiales de tinción. La histopatología muestra proliferación de células plasmáticas, con variabilidad en los grados de madurez y atipia.4 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 El plasmocitoma es una lesión altamente radiosensible. La mayor parte de los artículos describen respuestas favorables con dosis de 40 a 50 Gy. Otros mencionan que el tratamiento coadyuvante con quimioterapia puede prolongar el tiempo de evolución a mieloma múltiple.8 El pronóstico es favorable en pacientes que reciben terapia combinada de resección quirúrgica y radioterapia. Las recurrencias son frecuentes y la posibilidad de progresión a mieloma múltiple es de 20 a 30% de los casos con plasmocitoma extramedular. A pesar de esto, el plasmocitoma extramedular tiene comportamiento más benigno que el mieloma múltiple, por lo que se considera una alteración independiente.9 En el caso aquí expuesto el tumor provocaba distopia inferior del globo ocular. Ese desplazamiento induce diplopía, un síntoma que afecta significativamente la calidad de vida. Después de la resección del tumor el paciente tuvo una recuperación importante de la posición y movilidad del globo ocular, y curación completa de la diplopía. CONCLUSIÓN La coexistencia de múltiples plasmocitomas en un paciente debe orientar hacia el diagnóstico de mieloma múltiple; por lo tanto, es obligatorio completar el abordaje con aspirado de médula ósea y realizar estudios completos de sangre. El pronóstico de vida suele ser malo y el tratamiento sistémico tiene la finalidad de prolongar y mejorar la calidad de vida. REFERENCIAS Entre los diagnósticos diferenciales de plasmocitoma orbitario se encuentran las enfermedades inflamatorias de la órbita, lesiones linfoproliferativas, histiocitosis, metástasis, hemorragias espontáneas orbitarias3, entre otros. 136 1. Cioranu VI, Seceleanu P, Imre M, Nicolae V, Ibric S, Cioranu SI. Maxillary solitary recurrent plasmacytoma: a case report. Chirurgia 2013;108(5):732-735. 2. Hughes M, Soutar R, Lucraft H, Owen R, Bird J. Guidelines on the diagnosis and management of solitary plasmacyto- Borbolla-Pertierra AM y col. Plasmocitoma orbitario ma of bone, extramedullary plasmacytoma and multiple solitary plasmacytoma: 2009 update. London (UK): British Committee for Standards in Hematology; 2009. p. 14. 3. Almousa R, Shuen C, Sundar G. Acute orbital hemorrhage as a presentationof a lytic bony lesion. Craniomaxillofac Trauma Reconstruction 2011;4:189-192. 4. Gangadhar K, Santosh D, Kallahalli S. A rare differential diagnosis for cause of proptosis: skull plasmacytoma. Neuroradiol J 2012;25:374-378. 5. Duletic-Nacinovic A, Stifter S, Marijic B, Miletic D, Loncarek K, Manestar D, Jonjic N. Dacryocystitis provoked by recurrence of extramedullary plasmacytoma of the orbit:a case report. Tumori 2010;96:164-167. 6. Kelly SP, Lloyd IC, Anderson H, Joyce PW, Pace-Balzan A. Solitary extramedullary plasmacytoma of themaxillary an- trumand orbit presenting as acutebacterial orbital cellulitis. BritishJournal ofOphthalmology 1991;75:438-439. 7. Huggins A, Carrasco J, Evans J, Rabinowitz M. 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Estas células plasmáticas se producen inicialmente en la médula ósea y después pueden invadir el hueso adyacente o esparcirse a distancia; su manifestación más frecuente son las lesiones óseas provocadas por la proliferación de células tumorales y activación de osteoclastos que generan la destrucción ósea. Los estudios de imagen muestran una lesión solitaria (plasmocitoma óseo solitario), plasmocitoma extramedular o múltiples lesiones líticas. Fernando Pérez-Zincer1 Blanca Evelyn Lucio-García2 Federico Maldonado-Magos3 Juan Carlos Chagoya-Bello4 1 M.M.C., jefe de la sección de Oncología Médica, Hospital Central Militar, Ciudad de México. 2 M.M.C., residente de tercer año del curso de especialización y residencia en Hematología. Escuela Militar de Graduados de Sanidad. 3 Tte. Cor. M.C., jefe del servicio de Radioterapia. 4 M.M.C., jefe del área de Medicina Respiratoria y del curso de especialización y residencia en Neumología. Hospital Central Militar, Ciudad de México. Caso clínico: se reporta el caso de un paciente con mieloma múltiple, donde los plasmocitomas aparecieron inicialmente en el cráneo y después se extendieron hacia el tórax, la piel y el testículo. A pesar del tratamiento quirúrgico y farmacológico apropiados, se extendieron de manera importante al mediastino y la cavidad abdominal (peritoneo y retroperitoneo), sin infiltración a la médula ósea, lo que causó la muerte del paciente. El caso aquí expuesto representa una variante de mieloma múltiple poco frecuente, pero llama la atención aún más la no infiltración a la médula ósea. Palabras clave: plasmocitoma, mieloma múltiple. IGA multiple myeloma involving skull, chest, skin, testis and abdominal cavity. A case report ABSTRACT Background: Multiple myeloma is a malignant neoplasm from monoclonal plasma cells, resulting in overproduction of monoclonal immunoglobulin. These plasma cells initially grow in the bone marrow and then can invade the adjacent bone and/or spread to distant organs. Its typical presentation is bone lesions secondary to the proliferation of tumor cells and the activation of osteoclasts producing bone destruction. The imagenological presentation include: solitary lesion (solitary bone plasmacytoma), extramedullary plasmacytoma and multiple bone lytic lesions. Case report: This case report presents a skull plasmacytoma that progressed to multiple myeloma in spite of multiple treatment regimens. It is important to mention that the bone marrow was not involved, which very unusual in multiple myeloma. Key words. Bone plasmacytoma, extramedullary plasmacytoma, multiple myeloma. 138 Recibido: 31 de agosto 2015 Aceptado: 14 de enero 2016 Correspondencia M.M.C. Fernando Pérez Zincer Boulevard Manuel Ávila Camacho esquina Gral. Cabral 11200, Ciudad de México [email protected] www.nietoeditores.com.mx Pérez-Zincer F y col. Mieloma múltiple IgA ANTECEDENTES El plasmocitoma solitario es un tumor que se caracteriza por la acumulación localizada de células plasmáticas neoplásicas monoclonales, sin evidencia de infiltración sistémica. Representa 5 a 10% de todas las neoplasias de células plasmáticas. Se clasifica en 2 grupos respecto de su localización: a) plasmocitoma solitario de hueso y b) plasmocitoma extramedular. El primero suele afectar los huesos del esqueleto axial (vértebras y cráneo) y el segundo la cabeza y el cuello, principalmente la cavidad nasal y nasofaringe. La edad promedio de manifestación es a los 55 años de ambas variantes. La proporción mujer-hombre de plasmocitoma solitario es 2:1, con mayor tasa de incidencia conforme avanza la edad.1,2 Los criterios de diferenciación de ambos tipos de plasmocitoma versus mieloma incluyen: hipercalcemia, insuficiencia renal, anemia y múltiples lesiones óseas.1 El diagnóstico de plasmocitoma solitario de hueso se establece con la detección de lesiones en el estudio de imagen, infiltración de células plasmáticas mediante biopsia de hueso, pero con resultado normal en la biopsia de médula (concentración de células plasmáticas menor de 10%), y sin evidencia de afección a órgano blanco por mieloma. Los criterios diagnósticos para plasmocitoma extramedular incluyen: células plasmáticas monoclonales en la biopsia de tejidos, menos de 10% de células plasmáticas en la biopsia de médula ósea, ausencia de lesiones osteolíticas u otra infiltración a tejidos blandos por mieloma, hipercalcemia e insuficiencia renal. En algunos casos puede haber concentraciones séricas de proteína M (monoclonal), pero en condiciones normales debe ser baja.3 Existen tres patrones de progresión: 1) evolución a mieloma múltiple, 2) recurrencia local y 3) formación de nuevas lesiones óseas sin mieloma múltiple. El plasmocitoma solitario de hueso tiene peor pronóstico que el extramedular y el riesgo de progresión a mieloma múltiple es significativamente mayor, pues varía de 65 a 84% a 10 años y de 65 a 100% a 15 años, aun en pacientes que reciben tratamiento.4 La mayor parte los plasmocitomas extramedulares se producen en la cabeza y el cuello; sin embargo, la cirugía radical está contraindicada, pues implica un abordaje mutilante. El tratamiento inicial consiste en radioterapia. La irradiación con dosis total de 40 a 50 Gy (medular o extramedular 50-60Gy) genera una excelente respuesta y baja tasa de efectos secundarios;5 no obstante, los pacientes con afección en otras áreas requieren extirpación quirúrgica completa. La quimioterapia coadyuvante no tiene efecto benéfico en el control de la enfermedad o la evolución a mieloma múltiple. Se recomienda iniciar el tratamiento sólo en pacientes con tumores mayores de 5 cm e histología de alto grado (anaplásico), o en quienes no responden con radioterapia.6 CASO CLÍNICO Hombre de 45 años de edad, militar en el activo, con antecedente de exposición a combustibles, solventes y lubricantes durante 30 años. Acudió al servicio de Urgencias en noviembre de 2012 con protrusión en el área frontal de la cabeza. La radiografía simple y tomografía de cráneo mostraron lesiones líticas y serie ósea metastásica (Figuras 1 y 2). La resonancia magnética mostró lesiones expansivas que causaban erosión ósea e invadían las meninges. La biopsia de médula ósea resultó negativa para procesos infiltrativos. El paciente solicitó su egreso en diciembre de 2012 por motivos personales; se le otorgó el alta hospitalaria y no hubo seguimiento del caso. En julio de 2013 acudió, nuevamente, a valoración médica por 139 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 aumento de las lesiones craneales. Se obtuvo una biopsia de cráneo y se realizó plastia craneal. Figura 1. Tomografía computada con vista anterior de tejidos blandos. Se observa importante aumento de volumen en la región frontoparietal izquierda, asimetría en la forma de la región frontal y remodelamiento de la piel, con aparente integridad de la región facial y ciliar. Figura 2. Tomografía computada con vista anterior de las estructuras óseas. Se aprecia una lesión infiltrativa del hueso parietal y afección de la porción vertical del hueso frontal; la tumoración tiene un componente de tejidos blandos que protruye a la región extracraneal y produce el efecto de volumen y asimetría del cráneo. 140 El estudio anatomo-patológico de la lesión ósea reportó neoplasia de células plasmáticas IgA, con coexpresión de cadenas ligeras lamda (l). La electroforesis de proteínas séricas no mostró pico monoclonal. Se inició tratamiento de citorreducción con dexametasona (40 mg/día) por vía endovenosa durante 4 días y radioterapia holocraneana, en dosis de 17 fracciones de 31 Gy, con lo que obtuvo curación completa. Se indicó una segunda muestra de aspirado y biopsia de médula ósea, que resultó sin infiltración por células plasmáticas y electroforesis de proteínas con pico monoclonal IgA. En noviembre de 2013 hubo progresión de la enfermedad, aparecieron plasmocitomas en las costillas, la clavícula y la columna vertebral, además de concentraciones elevadas de IgA (el triple de su valor de referencia) y B2-microglobulina. De acuerdo con estos hallazgos el paciente mostró criterios de mieloma múltiple. Se inició quimioterapia con el esquema VTDZ (40 mg/día de dexametasona durante 4 días, cada 10 días; 100 mg/día de talidomida por vía oral; 1.3 mg/m2/semanal de bortezomib por vía endovenosa y 4 mg/21 días de ácido zoledrónico por vía intravenosa), hasta completar 8 aplicaciones. En enero de 2014 recibió radioterapia en las nuevas lesiones torácicas (dosis de 45 Gy en 25 sesiones), con adecuada respuesta, pero en febrero del mismo año manifestó neumonitis posradiación, por lo que se suspendió el bortezomib y se indicaron altas dosis de glucocorticoides, broncodilatadores y oxigenoterapia. Continuó con terapia de mantenimiento con talidomida y dexametasona. La enfermedad evolucionó con plasmocitomas cutáneos en el tórax y el testículo izquierdo, por lo que se decidió realizar orquiectomía. El estudio anatomo-patológico de las lesiones confirmó plasmocitomas IgA. Se indicó un tercer aspirado y biopsia de médula ósea, sin documentarse infiltración por células plasmáticas. En junio 2015 se agregó, nuevamente, bortezomib semanal Pérez-Zincer F y col. Mieloma múltiple IgA al tratamiento. En agosto de 2015, después del octavo ciclo de bortezomib, se observó reducción de las lesiones cutáneas en 90%, pero se agregó tos no productiva y disnea progresiva, tres lesiones nuevas en la región pectoral izquierda (sugerentes de plasmocitomas), leve daño al estado general y neuropatía periférica producida por bortezomib. La tomografía reportó lesión pectoral, se extendía en forma intratorácica hasta envolver el mediastino, y derrame pleural masivo, ambos en el lado izquierdo, además de abdomen con múltiples lesiones intrabdominales, sugerentes de plasmocitomas. El paciente tuvo evolución de la enfermedad a nivel pulmonar y retroperitoneal, y se observaron múltiples plasmocitomas en el colon y mesenterio, que provocaron hidronefrosis y derrame pleural bilateral de predominio izquierdo. Los estudios de laboratorio reportaron lesión renal aguda, anemia y elevadas concentraciones de deshidrogenasa láctica. Se suspendió el bortezomib y se indicó el tratamiento de tercera línea: 25 mg/día de lenalidomida por vía oral durante 21 días y 40 mg/día de dexametasona durante 4 días. El servicio de Neumología indicó continuar con al tratamiento broncodilatador, antibioticoterapia y toracocentesis. El líquido del derrame pleural resultó con infiltración de células plasmáticas. Dos semanas después manifestó dolor en el hipocondrio izquierdo, imposibilidad para consumir alimentos y disnea. La electroforesis de proteínas mostró pico monoclonal IgA. Se inició al tratamiento con melfalan por vía oral y continuó con lenalidomida y dexametasona. El servicio de Radioterapia consideró que el paciente no se beneficiaría con esta modalidad terapéutica y tendría mayor riesgo de daño pulmonar, debido al antecedente de neumonitis posradiación. Finalmente, el paciente falleció por la evolución de las lesiones abdominales. DISCUSIÓN Los criterios para establecer el diagnóstico de mieloma múltiple incluyen: identificiación de células plasmáticas en la médula ósea o biopsia con diagnóstico de plasmocitoma, determinación del componente monoclonal en suero u orina y evidencia de lesiones óseas multifocales.7 Todos los criterios aparecieron en el paciente de este estudio, excepto la infiltración en la médula ósea. La afectación extraósea del mieloma es poco frecuente (sólo se ha registrado en 5% de los casos); la lesión más común aparece en la submucosa de las vías áreas altas, aunque también puede identificarse en la mucosa del tubo digestivo y los ganglios linfáticos. Otros sitios donde se han detectado lesiones son: testículos, hígado, intestino delgado, páncreas y colon, incluso algunos reportes señalan diseminación a la piel.8 De acuerdo con las guías internacionales más recientes, la detección de lesiones óseas en pacientes con mieloma múltiple se obtiene mediante la serie ósea metastásica; sin embargo, son más evidentes cuando se observan por radiografía, sólo cuando la destrucción es mínimo de 30%. Los rayos X son incapaces de mostrar la osteopenia o las fracturas. Diversos estudios demuestran que la tomografía tiene adecuada calidad de imagen y alta sensibilidad diagnóstica en pacientes con mieloma múltiple. Las dosis bajas de radiación global (4 mSv) han demostrado resultados satisfactorios, pues definen adecuadamente las masas extramedulares. Además de otros hallazgos extraóseos, permite evaluar la integridad cortical y, en consecuencia, la extensión de las masas neoplásicas en los tejidos blandos. Las estructuras trabeculares de la columna vertebral pueden reducir la visualización correcta de las lesiones, mientras que en el esqueleto apendicular, la infiltración extramedular puede atenuar las lesiones óseas.9 CONCLUSIONES Las neoplasias de células plasmáticas representan un grupo heterogéneo de enfermedades. Por un lado se encuentra la gammapatía monoclonal 141 Revista de Sanidad Militar de origen incierto y por el otro la leucemia de células plasmáticas. En ambas alteraciones se encuentran plasmocitomas óseos, extraóseos y mieloma múltiple, este último es el más frecuente. El plasmocitoma carece de hallazgos clínicos o radiológicos patognomónicos; por lo tanto, el diagnóstico definitivo requiere el análisis histopatológico. Los hallazgos sugerentes de plasmocitoma deben considerarse en el diagnóstico diferencial de alguna masa expansiva, osteolítica, homogénea, hiperdensa y con reforzamiento al medio de contraste. En pacientes con plasmocitomas solitarios el indicador pronóstico es la progresión a mieloma múltiple, que aparece en 50% de los casos diagnosticados, después de tres a cinco años de establecerlo. Por ello, estos pacientes, aunque tienen buena reacción al tratamiento con radioterapia o cirugía, deben llevar un seguimiento estrecho a largo plazo, porque se han registrado recidivas después de 28 años de haber iniciado el tratamiento.10 El caso aquí expuesto es excepcional, debido a que no se observó infiltración de células plasmáticas hacia la médula ósea. REFERENCIAS 1. 142 Berdugo JO, Nieto SJ, Garzón JG. Extraosseous multiple myeloma with retroperitoneal manifestation: A Case Report. Rev Colomb Radiol 2008;19(4):2539-2541. Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 2. Ozsahin M, Tsang RW, Poortmans P, Belkacémi Y, Bolla M, et al. Outcomes and patterns of failure in solitary plasmacytoma: a multicenter Rare Cancer Network study of 258 patients. 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De acuerdo con estos hallazgos se decidió realizar trasplante alogénico de células progenitoras hematopoyéticas, con lo que se obtuvieron resultados satisfactorios. Juan Uriarte-Duque1 Carolina García-Castillo2 Álvaro Campos-Cortés3 Tania Lizbeth Martínez-Cornejo4 Óscar del Ángel-Guevara5 María Lilian Montes-Cruz Rosa6 1 Tte. Cor. M.C. jefe del servicio y sección de Trasplante de Células Progenitoras Hematopoyéticas. 2 Tte. Cor. M.C. jefa del Banco de Células Progenitoras Hematopoyéticas y del curso de Especialización y Residencia de Hematología. 3 M.M.C. jefe de la sala de Inmunohematología. 4 M.M.C. residente del curso de Especialización y Residencia en Hematología, Escuela Militar de Graduados de Sanidad. 5 Gral. Brig. M.C. Ret. adscrito al servicio de HematoOncología y Trasplante. 6 Cap. 1º M.C. adscrito al servicio de Reumatología. Hospital Central Militar, Ciudad de México. Palabras clave: leucemia, mutación, trasplante. Complete hematological response in patients with chronic granulocitic leukemia with mutations, treated with hematopoietic progenitors trasplant. Case reports ABSTRACT Clinical case: We report two clinical cases of with granulocitic chronic leukemia and evidence of T315I, F311I and E225V mutations treated with first and second generation tirosin kinase inhibitors without molecular response and that get good results with alogenic progenitor hematopoietic transplant. Key words: Leukemia, mutation, transplant. www.nietoeditores.com.mx Recibido: 14 de septiembre 2015 Aceptadod: 19 de enero 2016 Correspondencia Tte. Cor. M.C. Juan Uriarte Duque Boulevard Manuel Ávila Camacho s/n Lomas de Sotelo, Av. Industrial Militar y Gral. Cabral, Miguel Hidalgo, 11200, Ciudad de México [email protected] 143 Revista de Sanidad Militar ANTECEDENTES La leucemia mieloide crónica es una neoplasia mieloproliferativa clonal que resulta de la translocación recíproca del cromosoma 9 y 22 t(9,22) (q34,q11), también conocido como cromosoma Filadelfia (Ph+). En Estados Unidos ocurre un caso por cada 100,000 habitantes al año, lo que representa 15% de las leucemias. Esta translocación genera un gen de fusión anormal llamado BCR-ABL, que codifica para una proteína con función de tirosina-cinasa no controlada (anormal).1 Existen 3 fases de la enfermedad: 1) blástica, 2) acelerada y 3) crónica. La fase crónica es la más frecuente al momento de establecer el diagnóstico. La fase acelerada incluye 10 a 19% de blastos en la sangre periférica o médula ósea, más de 20% de basófilos en sangre periférica, trombocitopenia persistente (menor de 100,000/ µL) o trombocitosis (mayor de 1,000,000 /µL ), esplenomegalia progresiva o persistente, aún con tratamiento específico, y evidencia citogenética de evolución clonal. En la fase blástica se encuentran cifras ≥ 20% de blastos en la sangre periférica o médula ósea, además de proliferación blástica extramedular. El advenimiento de los inhibidores de tirosincinasa revolucionó el tratamiento de la leucemia mieloide crónica y logró ser la primera enfermedad hematológica maligna con una diana terapéutica específica: el gen BCR.2 A pesar de los buenos resultados del tratamiento médico, algunos pacientes no reaccionan con el mesilato de imatinib (Glivec®), ya sea por intolerancia, reacciones secundarias o resistencia al fármaco (aparición de mutaciones). Las opciones de tratamiento disponibles en México para esta enfermedad incluyen: inhibidores de tirosin-cinasa de segunda generación (dasatinib y nilotinib) y el trasplante de células progenito- 144 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 ras hematopoyéticas (TCPH). Este transplante es una opción en pacientes con leucemia mieloide crónica, en quienes ha fallado la prescripción de dos inhibidores de tirosin-cinasa o con enfermedad avanzada, cuidadosamente seleccionados.3 CASO CLÍNICO 1 Hombre de 30 años de edad, sin antecedentes crónico-degenerativos de importancia para el padecimeinto actual, con diagnóstico de leucemia granulocítica en fase crónica establecido en noviembre 2001, quien inició tratamiento con hidroxiurea (30 mg/kg), interferón alfa 2b por vía subcutánea (3,000,000 UI/ 3 veces por semana), con buen control durante 3 años. En 2004 inició protocolo con mesilato de imatinib (Glivec®), con dosis de 300 mg/día por vía oral, debido a leucocitosis (250,000 x 103/ µL) y esplenomegalia clínica detectada por ultrasonido (22 cm X 8 cm). Posteriormente se ajustó la dosis de mesilato de imatinib a 600 mg/día por persistencia de la leucocitosis (383 x103/ µL) y esplenomegalia. En abril de 2005, con base en los criterios clínicos, de laboratorio (esplenomegalia y leucocitosis de 400 x103/ µL) y aspirado de médula ósea sugerentes de fase acelerada de la enfermedad, se decidió su hospitalización y se estableció tratamiento de citorreducción tumoral con citarabina por vía intravenosa. Con la valoración del servicio de Radio-oncología decidieron indicar radioterapia a campo directo en el bazo, con dosis de 800 CGy en 8 sesiones, con lo que se observó disminución importante de la leucocitosis. El personal médico decidió otorgar el alta hospitalaria y mantener seguimiento de control externo. En marzo 2008 se realizaron ajustes del tratamiento farmacológico; inició con un inhibidor de tirosin-cinasa de segunda generación (dasatinib, Sprycel®), con dosis de 70 mg/12 h por vía oral, sin obtener respuesta satisfactoria (leucocitos 171 x103/ µL). Debido a que el paciente tuvo Uriarte-Duque J y col. Respuesta hematológica completa en leucemia mieloide crónica resistencia al tratamiento, se realizaron nuevos estudios y se detectó una mutación para T315I. Por el resultado anterior se buscó un donador compatible emparentado y se encontró compatibilidad con un hermano. Se realizó el trasplante de células hematopoyéticas procedentes de médula ósea, infundidas a dosis de 4.5 x 108 células/ kg el 10 de diciembre de 2009, cuyo protocolo de mantenimiento fue BUCY2 y profilaxis antirechazo con ciclosporina A y metotrexato. El injerto mieloide fue positivo al día +23 postrasplante. Durante el seguimiento clínico requirió hospitalización (día +97) por dermatosis viral y enfermedad cutánea injerto contra huésped grado II (día +169), que se resolvió médicamente de manera satisfactoria. Siete meses después del trasplante se realizó el estudio FISH (análisis de hibridación in situ fluorescente), con resutado de cariotipo normal, quimerismo al 100% (células del donador) y análisis de mutaciones sin evidencia de translocación T315I. Se dio seguimiento clínico durante 5 años y hasta el momento ha demostrado adecuada respuesta hematológica, sin evidencia de la enfermedad. CASO CLÍNICO 2 Mujer de 29 años de edad, con diagnóstico de leucemia mieloide crónica, cromosoma Filadelfia positivo (Ph+), establecido el 23 de mayo de 2007. Inició tratamiento con 30 mg/kg/día de hidroxiurea por vía oral y posteriormente mesilato de imatinib (Glivec®) a razón de 400 mg/día por vía oral, que se ajustó a 600 mg/día debido a trombocitosis persistente (1000 x103/ µL). En marzo de 2010 se le prescribió dasatinib (Sprycel®), con dosis de 70 mg/12 h por vía oral, por enfermedad persistente, pero se suspendió debido a efectos adversos (diarrea crónica y pérdida de peso). Se propuso el trasplante de células hematopoyéticas el 17 de diciembre de 2010, pero no fue aceptado, por lo que se optó por tratamiento médico por vía oral. Debido a la reacción hematológica, sin respuesta molecular (RT-PCR de 13.6% de copias de BCR/ABL), se decidió iniciar tratamiento con otro inhibidor de tirosin-cinasa (nilotinib, Tasigna®), con dosis de 300 mg/12 h por vía oral, que fue bien tolerado. El 7 de enero de 2014, como parte del estudio de pacientes con enfermedad molecular persistente (BCR/ABL 12.2% por RT-PCR), se solicitó la detección de mutaciones y se encontró positivo a F311I y E255V en ABL, por lo que fue enviada a la clínica de trasplante, donde se valoró la elegibilidad de la paciente, encontrando además donador HLA compatible emparentado. El 23 de agosto de 2014 se realizó el trasplante de células progenitoras hematopoyéticas procedentes de sangre periférica, con dosis celular de 1.37 x106 CD34+/kg y de 3.45 x108 CMN/kg. Como terapia de acondicionamiento se le prescribió BuCy2 y tratamiento antirechazo con ciclosporina A y metotrexato. Se indicó una sesión de plasmaféresis el día -1 por incompatibilidad de grupo sanguíneo mayor-menor. Se logró el injerto mieloide 14 días postrasplante, por lo que dicidió otorgarse el alta hospitalaria en el día +16. Se realizaron estudios de quimerismo cada mes, durante los primeros 3 meses, con resultado 100% positivo para células del donador y sin evidencia de cromosoma Filadelfia. El 27 de diciembre de 2014 tuvo concentraciones elevadas de bilirrubina total, con patrón mixto, de predominio de la directa y colestasis comprobada por elevación de la fosfatasa alcalina (bilirrubina total de 7.26 mg/dl, bilirrubina indirecta de 4.47 mg/dl, TGO 198 U/L, TGP 177 U/L y fosfatasa alcalina de 269 U/L), con lo que se estableció el diagnosticó de enfermedad injerto contra huésped, hepática confirmada por estudio histopatológico (biopsia hepática transyugular). Por lo anterior se realizó el ajuste del tratamiento inmunosupresor con prednisona (60 mg/día y en dosis de reducción), micofenolato de mofetilo (1.5 g/24 h), ácido ursodesoxicólico (250 mg/12 h) , ademetionina (500 mg/12 h) por vía oral y aplicaciones de inmunoglobulina G (10 g/cada mes) intravenosa. Diez meses después 145 Revista de Sanidad Militar del trasplante se encontró a la paciente estable, sin evidencia de la enfermedad hematológica y en tratamiento de la enfermedad injerto contra huésped hepática. DISCUSIÓN Los casos aquí expuestos son un ejemplo de cómo una enfermedad “crónica” y que suele aparecer en etapas avanzadas de la vida puede tener un comportamiento “bimodal” y afectar a pacientes jóvenes, cuyo resultado implica evolución clínica diferente y poco predecible. En los pacientes de este estudio se prescribió tratamiento médico de manera “escalonada”, según las guías clínicas internacionales establecidas para la enfermedad;4 sin embargo, ambos casos tuvieron evolución clonal y requirieron trasplante de células progenitoras hematopoyéticas, como indicación clínica indiscutible,5 pues el tratamiento de las mutaciones tuvo poco o nula respuesta con los fármacos actualmente disponibles México. Entre las nuevas opciones de tratamiento se encuentra ponatinib (A24534), un potente inhibidor de tirosin-cinasa que puede administrarse en pacientes con mutaciones de BCR-ABL resistentes a otros fármacos, incluida la T315I. Este fármaco, a diferencia de imatinib, nilotinib o dasatinib, no requiere un enlace de hidrógeno con T315, por lo que puede “acomodarse” en la cadena lateral de residuos de isoleucina, específicamente en el lugar que representa la mutación T315I. Un estudio en fase 2, donde se prescribió ponatinib a 449 pacientes con leucemia granulocítica crónica o leucemia linfoblástica aguda con cromosoma Filadelfia, resistentes o que tuvieron efectos secundarios con dasatinib o nilotinib (dosis inicial de 45 mg/día por vía oral, con media de seguimiento de 15 meses), mostró que de 267 pacientes, 34% tuvo respuesta citogenética mayor. Desafortunadamente, este fármaco aún no se encuentra disponible 146 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 en México.6 En 2006 la FDA lanzó una alerta farmacológica debido a la elevada incidencia de trombosis venosa y efectos cardiovasculares en pacientes con leucemia granulocítica crónica que recibían ponatinib.7 Un estudio efectuado en 39 pacientes diagnosticados con la enfermedad y que recibían ponatinib a diferentes dosis (30, 45 o 60 mg/día) reportó que quienes recibieron 60 mg/día experimentaron prolongación del intervalo QT (70%) sin eventos cardiovasculares significativos, por lo que su prescripción sigue discutiéndose.8,9 CONCLUSIONES Con el advenimiento de los inhibidores de tirosin-cinasa se ha revolucionado el tratamiento de los pacientes con leucemia granulocítica crónica, pues ofrecen mayor calidad de vida, estancias hospitalarias más cortas y convierten una neoplasia fatal en un padecimiento controlable. Sin embargo, aún deben realizarse investigaciones, porque en la mayoría de los pacientes que reciben inhibidores de tirosincinasa representan, por sí solos, una opción curativa única, costeable y real, debido a que la enfermedad puede reaparecer al suspender el medicamento. Esto sugiere que los fármacos no eliminan la clona leucémica en su totalidad, sino que la mantienen “inhibida”. Existe un amplio porcentaje de pacientes resistentes al medicamento después de cierto tiempo de exposición (efecto de tolerancia), con subsiguiente evolución leucémica, por lo que es necesario el desarrollo de medicamentos con dianas terapéuticas más específicas y “duraderas” para este tipo de padecimiento. En países en vías de desarrollo el tratamiento con inhibidores de tirosin-cinasa es mucho más costoso a largo plazo que el trasplante de células progenitoras hematopoyéticas.10,11 Hoy en día el trasplante sigue siendo la única opción curativa para estos pacientes, cuya supervivencia libre de la enfermedad varía de 70 a 80% a 5 años, principalmente en jóvenes Uriarte-Duque J y col. Respuesta hematológica completa en leucemia mieloide crónica (menores de 40 años de edad); sin embargo, el éxito de este procedimiento depende de otros factores de riesgo como: momento de la inclusión al procedimiento y fase de la enfermedad en que se encuentre el paciente. Desafortunadamente más de un tercio de los pacientes con leucemia granulocítica crónica son mayores de 60 años de edad y no cuentan con donador HLA compatible, además de tener múltiples comorbilidades, lo que impide ser ideales para recibir esta opción terapéutica. REFERENCIAS 1. 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Analysis of the potential effect of ponatinib on the QTc interval in patients with refractory hematological malignancies. Cancer Chemother Pharmacol 2013;71(6):1599-1607. 10. Avilés-Vázquez S, Chávez-González A, Mayani H. Inhibidores de cinasas de torosina (ICT): la nueva revolución en el tratamiento de leucemia mieloide crónica. Gac Med Mex 2013;149 :1245-1267. 11. Jabbour E, Kantarjian H. Chronic myeloid leukemia: 2012 update on diagnosis, monitoring, and management. Am J Hematol 2012;87(11):1037-1045. 147 Caso clínico Rev Sanid Milit Mex 2016;70:148-151. Tratamiento con trióxido de arsénico en paciente con recidiva de leucemia promielocítica aguda t (15; 17). Reporte de un caso RESUMEN Antecedentes: la leucemia promielocítica aguda es un subtipo de leucemia mieloblástica aguda con variante morfológica M3 y translocación cromosómica específica t(15;17), que origina la fusión de los genes PML del cromosoma 15 y RARa del cromosoma 17. La característica más importante de esta enfermedad es su respuesta terapéutica al ácido holo-trans-retinoico y alta tasa de curación. Álvaro Campos-Cortés1 Jéssica Nájera-Martínez2 Juan Uriarte-Duque3 Carolina García-Castillo4 M.M.C. jefe de la sala de Inmunohematología. M.M.C. residente de tercer año del curso de especialización y residencia en Hematología, Escuela Militar de Graduados de Sanidad. 3 Tte. Cor. M.C. jefe del Departamento de Inmunohematología. 4 Tte. Cor. M.C. jefa del Banco de Células progenitoras hematopoyéticas y del curso de especialización y residencia en Hematología Hospital Central Militar, Ciudad de México. 1 2 Caso clínico: hombre de 23 años de edad, con leucemia promielocítica aguda y translocación t(15;17). Se observó recidiva por estudio molecular, tratado con trióxido de arsénico en el Hospital Central Militar. Después del tratamiento se comprobó la remisión-curación completa de la leucemia; por lo tanto, documentar la recidiva molecular e iniciar el tratamiento con trióxido de arsénico evita la recaída clínica. Los pacientes con recidiva clínica de leucemia promielocítica aguda y translocación de t(15;17) tienen elevada tasa de remisión-curación cuando reciben trióxido de arsénico. Palabras clave: leucemia promielocítica aguda, t(15;17), recidiva, remisión-curación, trióxido de arsénico. Treatment with arsenic trioxide in a patient with relapsed acute promyelocytic leukemia t (15; 17): a case report ABSTRACT Background: Acute promyelocytic leukemia is a subtype of acute myelogenous leukemia with morphological variant belonging M3 and specifies a translocation t (15;17) that causes the fusion of PML gene on chromosome 15 with RAR gene on chromosome 17. The most important feature is the therapeutic response to retinoic acid and its high cure rate, higher than other subtypes of AML. Case report: We report the results of a patient with acute promyelocytic leukemia with the translocation t (17;15) and only molecular relapse, treated with arsenic trioxide at the Military Central Hospital. The goal went to achieve molecular remission after first relapse, so we conclude that documenting molecular relapse and begining treatement with arsenic trioxide prevents clinic relapse. Key words: Acute promyelocytic leukemia, t(15;17), relapse, remission, arsenic trioxide. 148 Recibido: 14 de septiembre 2015 Aceptado: 14 de enero 2016 Correspondencia M.M.C. Jéssica Nájera Martínez Boulevard Manuel Ávila Camacho y Cerrada de Palomas s/n 11650, Ciudad de México. [email protected] www.nietoeditores.com.mx Campos-Cortés A y col. Trióxido de arsénico en leucemia promielocítica aguda ANTECEDENTES La leucemia promielocítica aguda es un subtipo de leucemia mieloide aguda, cuyo patrón de diferenciación es particular­mente agresivo, debido a su evolución hiperaguda que provoca la muerte por coagulopatía. Constituye una neoplasia única; sin embargo, con el tratamiento oportuno y específico puede conseguirse la curación.1 Representa 85% de las leucemias mieloides y aparece, en promedio, a los 40 años de edad. Desde el punto de vista clínico puede representar una urgencia médica, con alta mortalidad por hemorragia, coagulación intravascular diseminada y fibrinólisis, por lo que debe tratarse ante cualquier sospecha diagnóstica. El 98% de los pacientes producen células leucémicas que expresan la variante t(15q22;17q21) y provocan la fusión de los genes RARa (receptor a del ácido reti­noico, en el cromosoma 17) y PML (promyelocytic leukaemia, en el cromo­soma 15); en menor proporción se han detectado las translocaciones (11,17) y (5,17). Éstas pueden detectarse por estudios de cariotipo, hibridación fluorescente in situ (FISH) o reacción en cadena de la polimerasa (PCR). La PCR es el estudio más utilizado para evaluar la respuesta terapéutica (remisión molecular o RMol) y vigilancia de la enfermedad residual mínima. La hemorragia pulmonar o la que se produce en el sistema nervioso central durante los primeros días de establecer el diagnóstico representa la principal causa de mortalidad del padecimiento. En estos casos la concentración leucocitaria inicial es mayor de 10,000/mm3 y constituye un factor de mal pronóstico. CASO CLÍNICO Hombre de 23 años de edad, militar en el activo, con infección de las vías aéreas superiores de dos semanas de evolución, fiebre de repetición con poca reacción a los antibióticos y pérdida de 8 km en 2 meses. Posteriormente manifestó síndrome hemorrágico (epistaxis, gingivorragia), sin adenopatías ni visceromegalias palpables, por lo que fue enviado al Hospital Central Militar. A su ingreso se encontró pancitopenia y los estudios iniciales de sangre (febrero de 2009) reportaron: concentración total de leucocitos de 3.2 x 103/ mL (4.50-11.0 x 103/mL), hemoglobina de 6.4 g/ dL (12-17.5 g/dL), plaquetas de 69,000 x 103/mL (130-409 x 103/mL), neutrófilos de 2,200 x 103/ mL (1.20–7.00 x 103/mL) y linfocitos de 1,000 x 103/mL (1.20-3.5 x103/mL). El aspirado y biopsia de médula ósea reportó leucemia mieloide aguda M-3 (biopsia Q-155909): celularidad de 100%, células con abundante citoplasma claro, núcleos irregulares; mieloperoxidasa positiva y CD45+, CD117+, CD34+, CD68+ y lisozima negativos. Con estos hallazgos se estableció el diagnóstico de leucemia mieloide aguda M3 de bajo riesgo. El estudio de hibridación fluorescente in situ de médula ósea mostró positividad para la variante t(15;17) en 6%. Se prescribió el esquema AIDA (ácido transretinoico-idarrubicina), con dosis convencionales (10 mg/12 h de ácido transretinoico durante 45 días), 3 ciclos de idarrubicina (18 mg por 3 días) y 1 de mitoxantrona (novantrone), que concluyó en julio 2009. Se inició tratamiento de mantenimiento para remisión-curación hematológica con metotrexato, mercaptopurina y ácido transretinoico trimestral desde el momento del diagnóstico, con lo que obtuvo la primera remisión y se mantuvo así durante 1 año. La primera recidiva se detectó por estudio molecular de control en febrero 2010. El reporte del estudio FISH mostró PML-RARa positivo en 14%, por lo que se inició tratamiento con trióxido de arsénico (15 dosis de 0.15 mg/kg/día). El estudio FISH de control reportó PML-RARa positivo en 10%, que requirió completar 60 dosis de trióxi- 149 Revista de Sanidad Militar do de arsénico hasta julio de 2010. Durante la primera dosis mostró prolongación del intervalo QT, por lo que solamente se prescribió mercaptopurina y metotrexato semanal, como tratamiento de mantenimiento, hasta julio de 2012; la dosis tuvo que ajustarse debido a toxicidad hepática documentada por hiperbilirrubinemia. Al realizar un nuevo estudio molecular de sangre periférica y médula ósea (enero 2011) se observaron resultados negativos para mutación de PML-RARa, con lo que se estableció la segunda remisión completa. DISCUSIÓN La leucemia promielocítica es una neoplasia de rápida evolución; por lo tanto, los pacientes no manifiestan visceromegalias ni signos adicionales de infiltración1. Los signos y síntomas se relacionan con diátesis hemorrágica e implican un alto riesgo de muerte por coagu­lación intravascular diseminada o fibrinólisis. En 1997 diversos investigadores reportaron la eficacia del trióxido de arsénico en la remisión-curación de pacientes con leucemia promielocítica aguda que sufrían recidiva, y quienes anteriormente habían logrado remisión completa con ácido transretinoico y terapia de mantenimiento con quimioterapia.2 El trióxido de arsénico fue aprobado por la FDA en el 2000 para la remisión y el tratamiento de pacientes con leucemia promielocítica resistentes al fármaco, o quienes sufrían recidiva con ácido transretinoico y antraciclinas, además de la translocación de la variante t(15; 17) o la expresión del gen PML-RAR3. La acción del trióxido de arsénico en los promielocitos leucémicos no es citotóxica, sino que afecta numerosas vías de señalización y transducción intracelulares, y altera la función de las células para inducir apoptosis;5 también degrada la proteína de fusión producida por el gen PML/ RARa, que provoca el bloqueo de genes responsables de la diferenciación mieloide.4 Los promielocitos leucémicos tienen la capacidad de someterse a diferenciación por la exposición del 150 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 ácido transretinoico y apoptosis generada por el trióxido de arsénico.6 La mayor parte de las recidivas ocurren durante los primeros 3 años de finalizar la consolidación, por lo que el seguimiento con estudios moleculares puede hacerse en forma aislada a partir de esa fecha.7 La recidiva puede implicar cambios moleculares, hematológicos o extramedulares. Para establecer el diagnóstico molecular de recidiva se requiere la obtención de 2 muestras de sangre periférica y de médula ósea, además de estudios citogenéticos en intervalos de 2 a 4 semanas, con la finalidad de confirmar positiva la prueba de reacción en cadena de la polimerasa. Los registros varían de 80 a 100% de remisiones hematológicas entre los 28 y 42 días de tratamiento.8 Un estudio demostró que el trióxido de arsénico, como tratamiento de consolidación después de la primera remisión completa, aumenta la supervivencia global y libre de enfermedad de forma estadísticamente significativa. El esquema de inducción de trióxido de arsénico consiste en 0.15 mg/kg/día hasta la remisión en médula ósea, con periodo máximo de 60 días. El tratamiento de consolidación debe iniciar entre la semana 3 y 6 después del periodo de inducción, con un máximo de 25 dosis en 5 semanas.9 Las reacciones adversas más frecuentes son: hiperleucocitosis (50.5%), alteraciones cardiovasculares (prolongación del intervalo QT, taquicardia ventricular y torsión de puntas) y elevación de transaminasas, fosfatasa alcalina y bilirrubina (15 a 20%).10 El paciente de este estudio recibió tratamiento después de detectar la recidiva por estudios moleculares en sangre periférica y médula ósea, obteniendo una segunda remisión completa, misma que se mantiene hasta la actualidad y cuyas reacciones adversas durante la aplicación Campos-Cortés A y col. Trióxido de arsénico en leucemia promielocítica aguda del trióxido de arsénico fueron: prolongación del intervalo QT y elevación de bilirrubinas, por lo que se decidió disminuir la dosis de mantenimiento, sin repercusión en la reacción al tratamiento. 3. Ghavamzadeh A, Alimoghaddam K, Rostami S, Ghaffari SH, Jahani M, Iravani M, et al. Phase II study of single-agent arsenic trioxide for the front-line therapy of acute promyelocytic leukemia. J Clin Oncol 2011;29(20):2753-2757. 4. Ablain J, de The H. Revisiting the differentiation paradigm in acute promyelocitic leukemia. Blood 2011;117(22):57955802. CONCLUSIONES 5. Powell BL, Moser B, Stock W, Gallagher RE, Willman CL, Stone RM, et al. Arsenic trioxide improves event-free and overall survival for adults with acute promyelocytic leukemia: North American Leukemia Intergroup Study C9710. Blood 2010;116(19):3751-3157. 6. Sanz MA, Montesinos P. tratamiento de la leucemia promielocítica aguda de nuevo diagnóstico Recomendaciones terapéuticas. PETHEMA LPA 2012. [En línea]. Dirección URL: <http://www.sehh.es/images/stories/recursos/pethema/ protocolos/LAP-2012/1-PROTOCOLO-guia_LPA2012.pdf>. 7. Au WY, Kumana CR, Lee HK, Lin SY, Liu H, Yeung DY, et al. Oral arsenic trioxide–based maintenance regimens for first complete remission of acute promyelocytic leukemia: a 10-year follow-up study. Blood 2011;118(25):65356543. 8. Tallman MS, Altman JK. How I treat acute promyelocytic leukemia. Blood 2009;114(25):5126-5135. 9. Iland HJ, Bradstock K, Supple SG, Catalano A, Collins M, Hertzberg M, et al. All-trans-retinoic acid, idarubicin, and IV arsenic trioxide as initial therapy in acute promyelocytic leukemia. Blood 2012;120(8):1570-1580. Existe elevado porcentaje de respuesta hematológica y molecular asociada con baja incidencia de efectos adversos en pacientes con leucemia promielocítica aguda; sin embargo, la tasa de respuesta varía de 55 a 90% y en este rubro nuestro paciente obtuvo reacción favorable. REFERENCIAS 1. 2. Sanz MA, Grimwade D, Tallman MS, Lowenberg B, Fenaux P, Estey EH, et al. Management of acute promyelocytic Leukemia: recommendations from an expert panel on behalf of the European Leukemia Net. Blood 2009;113(9):18751891. Adès L, Guerci A, Raffoux E, Sanz M, Chevallier P, Lapusan S, et al. Very long-term outcome of acute promyelocytic leukemia after treatment with all-trans retinoic acid and chemotherapy: The European APL Group experience. Blood 2010;115:1690-1696. 10. Ercilla-Liceaga M, Andueza-Granados K, FernándezGonzález I, Barcia-Romero MJ. El trióxido de arsénico en el tratamiento de la leucemia promielocítica aguda. Farm Hosp (Madrid) 2003;27(2):93-100. 151 Historia y filosofia de la medicina Rev Sanid Milit Mex 2016;70:152-168. Síntesis histórica de la Escuela Médico Militar. Plantel militar emblemático del CEMICSA Antonio Moreno-Guzmán1 1 M.M.C., Ret. MSc, profesor adjunto de Cirugía I y II, Secretario de la Comisión de Estudios Históricos de la Escuela Médico Militar, vicepresidente de la Sociedad Mexicana de Historia y Filosofía de la Medicina. RESUMEN En ocasión de la próxima inauguración del Centro Militar de Ciencias de la Salud (CEMICSA) se expone una síntesis histórica de la Escuela Médico Militar para dimensionar la trascendencia y la profunda raíz que representa esta escuela para el cuerpo médico militar y los planteles que integran el CEMICSA. Palabras clave: historia, Escuela Médico Militar, Centro Militar de Ciencias de la Salud, CEMICSA. Summary of The History of The Military Medical School. Emblematic Military Campus of the CEMICSA ABSTRACT Due to the future opening of the Military Centre of Health Sciences (CEMICSA), This summary of the history of the Military Medical School was written in order to provide a display of the transcendent and significant root this School represents for the Military Medical Corps and the different campus that constitute the CEMICSA. Key words: Military Medical School History, Military Centre of Health Sciences, CEMICSA. 152 Recibido: diciembre 2015 Aceptado: enereo 2016 Correspondencia M.M.C. Antonio Moreno Guzmán José Linares 1635 03100 Ciudad de México [email protected] www.nietoeditores.com.mx Moreno-Guzmán A. Síntesis histórica de la Escuela Médico Militar ANTECEDENTES La Escuela Médico Militar (Figura 1) es el plantel militar posrevolucionario más antiguo y, por ende, con mayor tradición de todos los que conforman el nuevo Centro Militar de Ciencias de la Salud, en adelante CEMICSA, por lo que es primordial detallar sus orígenes históricos, escudriñando en sus raíces para entender porqué es el pilar fundamental del Servicio de Sanidad Militar e, indudablemente, su tarjeta de presentación nacional e internacional. La tradición médico-quirúrgica del médico militar mexicano se remonta a los pueblos mesoamericanos, en donde existía un respeto social muy importante hacia los individuos dedicados a la medicina e, inclusive, entre estos se hacía la distinción entre los médicos y los cirujanos, denominándose tlama a los primeros y texoxotlatícitl a los segundos.1 Durante la Conquista, las tropas españolas y el mismo Hernán Cortés fueron atendidos por cirujanos tlaxcaltecas con tan buenos resultados que el conquistador, en una de sus Cartas de Relación, le escribió al rey advirtiéndole que no enviase médicos, pues en la Nueva España ya los había y muy buenos. Con la llegada de los españoles a Mesoamérica se inició un proceso paulatino de mestizaje entre ambas poblaciones, la indígena y la española y esta mezcla, desde luego, no se limitó exclusivamente a los aspectos raciales, sino que hubo un intenso intercambio de costumbres y saberes de ambas culturas. Por esto es indispensable citar en los antecedentes, en primer lugar, el estado de la cirugía y de la medicina nahuas antes de la llegada de los españoles. Más tarde la cirugía durante la Conquista y, posteriormente, la forma en cómo ambos saberes “médico-quirúrgicos”, el indígena y el español, se entrelazaron en un proceso de aculturación bilateral,2 aunque con un claro dominio de la cirugía y medicina españolas, puesto que la Conquista fue, precisamente, eso: un choque de culturas en el que la española vencedora se impuso a la indígena derrotada,3 hasta que finalmente se dieron las condiciones para la fundación de la Real y Pontificia Universidad de México. La Real y Pontificia Universidad de México Figura 1. Emblema de la Escuela Médico Militar. Archivo fotográfico de la Comisión de Estudios Históricos de la Escuela Médico Militar. Posteriormente, durante la Colonia, en 1553, se fundó la Real y Pontifica Universidad de México y, a partir de ese momento, los médicos se formaron en ella, pero no hacían cirugía, en virtud de que el quehacer quirúrgico era considerado una labor desagradable y poco digna para ser desempeñada por los distinguidos médicos académicos egresados de la Universidad. Debemos recordar que la separación entre medicina y cirugía existía en todo el mundo y que la supremacía de la medicina sobre la cirugía era total, 153 Revista de Sanidad Militar absoluta y aceptada como un hecho en todo el mundo civilizado conocido. Es importante destacar que el primer virrey de la Nueva España, don Antonio de Mendoza y Pacheco quien, junto con fray Juan de Zumárraga, prácticamente desde su llegada a tierras americanas en 1535, fueron los principales promotores ante el rey Carlos I de España y V del Imperio alemán, de la creación de la Universidad en la Nueva España. No fue sino hasta 1551 cuando se ordenó la fundación de la Universidad por Real Cédula del 21 de septiembre de 1551, cuya inauguración, sin embargo, se llevó a cabo hasta el 25 de enero de 1553. La cédula fue expedida en la ciudad de Toro, por el entonces príncipe Felipe y más tarde rey Felipe II. Los médicos Las cátedras de medicina fueron creadas a instancias de las peticiones que desde 1576 hizo el entonces rector de la Universidad, doctor Pedro Arteaga Mendiola, ante el rey Felipe II, quien autorizó la creación de las cátedras el 11 de enero de 1578. Sin embargo, al parecer fueron las exigencias de las castas privilegiadas de la sociedad novohispana las que condujeron al inicio de los estudios médicos en la Universidad, puesto que buena parte de ellos no estaban de acuerdo con ser atendidos por personas indígenas y sintieron la necesidad de ser auxiliados por médicos científicos, partícipes de su mismo estrato cultural.4 Luego entonces, la primera institución que inició la formación de médicos en la Nueva España fue la Facultad de Medicina de la Real y Pontificia Universidad de México, cuya primera clase de medicina (prima de medicina) se inició en 1578.5 En los siguientes 40 años se fueron agregando las de vísperas de medicina en 1598 y hasta 1621 se completaron las materias con las de método medendi y anatomía y cirugía para, finalmente, 154 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 agregarse a las cuatro anteriores la cátedra de astrología y matemáticas en 1637, con lo que se sumaron cinco cátedras de medicina en total.6 Esta Facultad funcionó hasta 1833, fecha en que la reforma educativa de Valentín Gómez Farías ordenó la clausura de la Universidad por considerarla obsoleta para el incipiente México independiente. Los cirujanos Entre los cirujanos había de dos tipos: los romancistas y los latinistas. Los primeros, o de toga corta, eran individuos sin estudios que se formaban al lado de algún cirujano latinista examinado por el protomedicato y ellos mismos. Los romancistas tenían que presentar examen ante el Tribunal, acreditar y comprobar la formación adquirida en un hospital o al lado de un maestro cirujano latinista reconocido. No sabían latín, sólo lenguas vernáculas o romances, por lo que se llamaban “romancistas”. Los latinistas, o de toga larga, tenían la obligación de saber latín para poder asistir a cursos en la Facultad de Medicina de la Universidad y cursar las cátedras de Método Medendi, Anatomía y Cirugía, así como la de Astrología y Matemáticas; sin embargo, dado que su plan de estudios era inferior en duración y en número de cátedras, ellos también eran considerados inferiores en preparación y desde luego en la aceptación social. Amén de que esta estancia en la universidad de ninguna manera significaba la obtención de grado académico alguno. El hecho incontrovertible de no contar con grado universitario ni con una institución que los formara y certificara, mantuvo a los cirujanos supeditados a la supremacía de los médicos.7 Sin duda, los grandes descubrimientos y avances de la medicina en los siglos XVI y XVII fueron determinantes para que en la segunda mitad Moreno-Guzmán A. Síntesis histórica de la Escuela Médico Militar del siglo XVIII e inmersos en la dinámica del movimiento ilustrado, los médicos y cirujanos hicieron que los cimientos de la escolástica académica universitaria tradicional se vieran cimbrados por ideas renovadoras y que, finalmente, se iniciaran los cambios que modificaron la enseñanza de la medicina y de la cirugía. Fue así como terminó el predominio de los dogmas hipocrático-galénicos y la vieja teoría humoral. Se dio paso a las teorías modernizadoras de la ciencia médica y, muy importante, a los conceptos del ejercicio de la profesión, a lado de la cabecera de los enfermos. Así se convirtió a la profesión en una actividad eminentemente práctica, en la que, hay que decirlo, los cirujanos como gremio tuvieron un papel definitivo para generar esos cambios y modificar para siempre el estatus de la cirugía y el ejercicio de la profesión médica. formación como futuros cirujanos del ejército, desde la concepción del proyecto del Colegio se tuvo como objetivo primordial que fuera instaurado en el seno del mencionado nosocomio. Desde entonces surgió el primer binomio escuela-hospital del que se tenga noticia en nuestro país.9 Fue así como se estableció el vínculo entre esta institución educativa, pionera en su tipo y la actual Escuela Médico Militar, institución que provee los cirujanos para el Ejército y la Fuerza Aérea mexicanos. Incluso, actualmente con la Escuela Médico Naval que aporta los cirujanos para la Marina Armada de México. Ambas instituciones, tanto la Escuela Médico Militar como la Escuela Médico Naval, obedecen en su formación, en alguna medida, a las mismas causas que motivaron la creación del Real Colegio de Cirugía en el siglo XVIII. Los cirujanos militares El establecimiento de las ciencias médicas Como parte de los antecedentes en la formación de los cirujanos militares en nuestro país es importante mencionar que no fue sino hasta 1770, cuando inició sus actividades la Real Escuela de Cirugía de la Nueva España que, aunque no fue una institución militarizada propiamente dicha, sus alumnos tenían la facultad de poder utilizar el uniforme militar, portar espadín, recibir el tratamiento de “don”. Con ello adquirían la obligación, una vez egresados, de prestar sus servicios en los cuerpos de tropa a donde fuesen designados. Muchos se desempeñaron adecuadamente durante las prolongadas guerras de independencia.8 Esta fue la primera escuela relacionada con el servicio de sus cirujanos egresados en los cuerpos de tropa. Sus estudios y prácticas hospitalarias las desempeñaron en el interior del Hospital Real de San José de los Naturales, porque habiendo sido por demás reconocida la necesidad de la práctica y el contacto directo con los enfermos para su Esta Real Escuela de Cirugía de la Nueva España fue la primera y, durante toda la Colonia, la única en donde se formaban profesionalmente los cirujanos militares, de manera escolarizada. Esta Escuela aportó los cirujanos militares para el naciente ejército novohispano y funcionó de manera constante hasta 1833. Por disposiciones de Gómez Farías, la Escuela fue cerrada y fundida con la que fuera la Facultad de Medicina de la extinta Universidad, en un solo plantel que abrió sus puertas el 23 de octubre de 1833, con la denominación de Establecimiento de Ciencias Médicas, uniéndose en ella ambas profesiones, la de médico y cirujano, en una sola.10 Posterior a la consumación de la Independencia, durante el efímero primer imperio de Iturbide (1822-1823), cambió su nombre por el de Escuela Imperial de Cirugía y, para finales de 1823 se le denominó Escuela Nacional de Cirugía. Con la reforma educativa de Don Valentín Gó- 155 Revista de Sanidad Militar mez Farías en 1833 fue “refundida” con la que fuera la Facultad de Medicina de la otrora Real y Pontificia Universidad de México, que fue clausurada por Gómez Farías por considerarla retrógrada y obsoleta. Ambos planteles, recién fusionados, iniciaron actividades con la nueva denominación de Establecimiento de Ciencias Médicas el 23 de octubre de 1833 y, a partir de ese momento, los alumnos egresarían como médicos cirujanos, fundiendo así ambas profesiones, la de médico y la de cirujano en una sola. Con la extinción de la Real Escuela de Cirugía desapareció también el nexo que existió con las fuerzas armadas. Por esta razón y tomando en cuenta estos antecedentes, ya en pleno siglo XX en el año de 1937, el Dr. Pedro Rendón y la Confederación de Sindicatos Médicos de la República Mexicana, eligieron el 23 de octubre como el Día del Médico en México. Celebrándose a partir de entonces en esa fecha a todos los médicos del país. Este Establecimiento de Ciencias Médicas fue cambiando de denominación hasta alcanzar la de Escuela Nacional de Medicina en 1843.11 El siglo XIX y el Cuerpo Médico Militar Durante buena parte del siglo XIX, el Cuerpo Médico Militar sufrió constantes supresiones y reactivaciones, obligando a que en estas últimas se hicieran sus correspondientes reorganizaciones, tanto operativas como administrativas, dependiendo de qué personaje ocupara la primera magistratura del país y de los fondos que se tuvieran designados para esta importante agrupación dentro de los ejércitos. A partir de la reforma educativa efectuada en 1833 por don Valentín Gómez Farías, el Cuerpo Médico-Militar careció de un plantel para educar a sus cirujanos, aunque fuese de manera indirecta; es decir, ya no se contaba con los 156 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 egresados del Colegio de Cirugía para cubrir las plazas de cirujano de ejército y, como se comentó, el Cuerpo Médico Militar tuvo múltiples reorganizaciones. En una de ellas el coronel médico cirujano Pedro del Villar, a la sazón jefe del Cuerpo Médico-Militar, presentó ante el Congreso de la Nación, en 1836, un proyecto para la creación de un Hospital de Instrucción Militar, con la inclusión de una Escuela que formase a los facultativos para el ejército;12 sin embargo, la resolución del Congreso fue que no se contaba con fondos para sufragar el proyecto y, por ende, la iniciativa no prosperó. Sin embargo, el coronel Del Villar no cejó en sus intentos e insistió, nuevamente en 1841 con la misma solicitud y desafortunadamente consiguió el mismo resultado.13 Para 1846, el entonces presidente de la República, general Mariano Paredes y Arrillaga nombró al coronel médico cirujano Pedro Vander Linden, inspector general del Cuerpo de Sanidad Militar, quien logró persuadir al Presidente Paredes de la necesidad de crear un Hospital Militar. Éste se abrió en el ex convento de San Hipólito;14 sin embargo, este nosocomio, el primero en su tipo en la capital de la República, tuvo una efímera existencia. Solo estuvo abierto unos meses, puesto que se cerró como consecuencia del conflicto bélico en que se vio envuelto el país durante la guerra contra la potencia invasora de Estados Unidos que persistía en su afán expansionista.15 El Dr. Pedro Vander Linden nació en Bélgica, aunque se desconoce cuándo, se sabe que llegó a México en 1832, que causó alta en el ejército como médico cirujano en 1837. A partir de 1846 tomó parte activa en diversas batallas durante la intervención americana y, en una de ellas, la de Cerro Gordo (población ubicada a 35 kilómetros de la ciudad de Xalapa-Enríquez, capital del estado de Veracruz) acontecida el 18 de abril de 1847, se le tomó un daguerrotipo16 y practicó una amputación en pleno campo de Moreno-Guzmán A. Síntesis histórica de la Escuela Médico Militar batalla, desde luego sin los cuidados de asepsia y antisepsia (que en ese momento se ignoraban en todo el mundo ) y sin anestesia. Figura 2 Daguerre comunicó su invento al mundo en Francia, en 1839. Este hecho es el que le confiere particular importancia a esta imagen y hace de ella una de las primeras fotografías de cirugías de guerra tomadas en pleno campo de batalla en el mundo y la primera de estas características en nuestro país.17 También es pertinente aclarar que la primera demostración pública y exitosa del éter como anestésico se efectuó en el Hospital General de Massachusetts, de la ciudad de Boston, Estados Unidos, el 16 de octubre de 1846. 18 Unos cuantos meses antes y que fue precisamente durante la invasión norteamericana en 1847. En el desembarco en el puerto de Veracruz fue cuando el cirujano militar norteamericano Edward H. Barton realizó con éxito la primera amputación bajo anestesia con éter sulfúrico en un conflicto bélico en el mundo.19 También en ese mismo desembarco, otro cirujano militar del ejército invasor, el Dr. Porter, lo utilizó sin éxito. Figura 2. Pedro Vander Linden, Batalla de Cerro Gordo, 18 de abril de 1847. Archivo fotográfico de la Comisión de Estudios Históricos de la Escuela Médico Militar. Años más tarde, y después de la pérdida de más de la mitad del territorio mexicano como consecuencia de la invasión norteamericana, el doctor Vander Linden nuevamente insistió en la creación de un Hospital Militar. Tocó en esa ocasión el turno al presidente Antonio López de Santa Anna durante el undécimo y último de sus periodos presidenciales, quien accedió e inauguró en 1855 el Hospital Militar de Santa Anna. Ahí había 100 camas, en el ex convento de San Cosme, el segundo en su tipo en la capital de la República, que fue cerrado pasados seis años y fue utilizado, prácticamente, durante todo el periodo de las Guerras de Reforma.20 Para 1867, una vez restaurada la República, el presidente Benito Juárez García nombró al coronel médico cirujano Francisco Montes de Oca y Saucedo (Figura 3), subinspector del Cuerpo Médico-Militar y director del Hospital Militar, que se instaló en la capilla y ex convento de San Lucas, en el mismo sitio en donde la Regencia Franco Mexicana, previamente a la llegada de Maximiliano de Habsburgo al país, había ubicado el Hospital Militar del Imperio en 1863 y que desde entonces se le conoció como Hospital Militar de San Lucas. Montes de Oca se encargó de colocarlo como la mejor instalación hospitalaria de su tiempo, a decir de don Manuel Rivera Cambas “...a la altura de los mejores de Europa…” Montes de Oca, desde su época de alumno de la Escuela Nacional de Medicina, se dio de alta como practicante del Cuerpo Médico-Militar y cuando apenas cursaba el cuarto año de medicina tuvo oportunidad de demostrar sus grandes dotes de cirujano. Efectuó una amputación de muslo en el Hospital Militar de San Cosme. Posteriormente, en 1859, escapó fortuitamente de los fusilamientos masivos de Tacubaya, a donde había concurrido como voluntario a prestar atención médica a los heridos siendo aún alumno. Más tarde, ya como médico, tomó parte en las acciones del 5 de mayo en 1862 y en el sitio de la Plaza de Puebla, en 1863. 157 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 militar con el nombre de Anales de la Asociación Larrey. Todo esto como resultado de la profunda admiración que el coronel Montes de Oca sentía por el Barón Dominique-Jean Larrey, el cirujano en jefe de los ejércitos napoleónicos, inventor de las ambulancias para la atención de los heridos en el campo de batalla y el cirujano militar decimonónico por antonomasia.22 Figura 3. Coronel Médico Cirujano Francisco Montes de Oca y Saucedo, fundador del Hospital Militar de Instrucción y de la Escuela Práctica Médico-Militar. Archivo fotográfico de la Comisión de Estudios Históricos de la Escuela Médico Militar. Años más tarde, en diciembre de 1867, recibió del presidente Benito Juárez García, el nombramiento de coronel médico cirujano de Plana Mayor Facultativa y los cargos de director del Hospital Militar de San Lucas y sub-inspector del Cuerpo Médico Militar, cargos que desempeñó desde 1867 hasta su muerte en 1885.21 Simultáneamente a sus actividades castrenses, se desempeñó activamente en el gremio académico médico de la época, ocupó, a partir de 1874, la titularidad por oposición de la cátedra de Clínica Externa (así se denominaba a la materia de cirugía) en la Escuela Nacional de Medicina. En 1875 fundó la Asociación Médico-Quirúrgica Larrey, que fue la primera agrupación de carácter científico que reunió a los médicos militares mexicanos. Esta sociedad tuvo como órgano oficial la publicación de una revista médico 158 Pocos años después, en 1880, Montes de Oca encabezó una Comisión integrada por Felipe Méndez, Epifanio Cacho y Antonio Andrade, cuya labor específicamente fue presentarle un proyecto al presidente de la República, general Porfirio Díaz Mori, para abrir una Escuela que se encargara de la preparación de los futuros médicos cirujanos militares. El general Díaz dio su aprobación y el plantel inició sus actividades el 15 de enero de 1881, con el nombre de Escuela Práctica Médico-Militar, ubicándose en el interior del Hospital Militar que, por esa razón, a partir de ese momento recibe oficialmente el nombre de Hospital Militar de Instrucción, aunque ya era conocido por ese nombre desde la década de los setenta del siglo XIX. Gestación de la Escuela Práctica MédicoMilitar (EPMM) El coronel Montes de Oca, el 25 de marzo de 1880, le propuso al general Porfirio Díaz la creación de una escuela de medicina militar que formara médicos cirujanos para cubrir las plazas de cirujano de ejército en las corporaciones del ejército federal. Para esto se integró una comisión presidida por Montes de Oca, que se encargaría de justificar la existencia de este plantel. Dentro del reglamento propuesto se mencionaba, entre otros asuntos que: “…además de los conocimientos propiamente médicos, se hace indispensable exigir los de la medicina legal en sus relaciones con el código penal y legislación militares, Moreno-Guzmán A. Síntesis histórica de la Escuela Médico Militar que no se enseñan en ninguna otra parte, ni pueden dejarse a la espontaneidad de cada uno, dada su imprescindible necesidad y su alta importancia….”, Así mismo, se destacaba también lo importante que resultaba el espíritu de cuerpo y el sentido de pertenencia al instituto armado, ya que por todos eran conocidas las dificultades que representaba la vida del militar y lo indispensable de llevar a cabo el cumplimiento del deber, aún a costas de la propia seguridad y de la renuncia voluntaria a las comodidades que podrían disfrutar de no ser militares. Así como también se hacía notar que únicamente formando parte integral del ejército, el médico sería capaz de identificarse y entender a la tropa, evitando así ser sorprendido por malos elementos que pretenden pasar por incapacitados para el servicio activo de las armas. Dicha escuela llevaría el nombre de Escuela Práctica Médico-Militar que fue concebida tomando como modelo a la Escuela de Aplicación Médico-Militar de Val de Grace en Francia. El 22 de abril de 1880, se aprobó la iniciativa presentada para la creación de la Escuela Práctica Médico-Militar. El 3 de junio de 1880, el coronel Francisco Montes de Oca recibió, del presidente de la república, general Porfirio Díaz, el nombramiento como director de la Escuela Práctica Médico-Militar y en el reglamento de la Escuela quedó establecido que el director del Hospital Militar de Instrucción sería, simultáneamente, el director de la Escuela Práctica Médico-Militar y que dicha Escuela se instalaría dentro del edificio del Hospital Militar de Instrucción, retomando el concepto del binomio escuela-hospital de la Real Escuela de Cirugía. El 5 de junio de 1880 se otorgaron los nombramientos a los profesores fundadores y, para 1881, salieron a la luz las convocatorias para ocupar las plazas de profesor por oposición tanto para profesores propietarios como adjuntos.23 Fue hasta el 15 de enero de 1881, con la inauguración de la Escuela Práctica Médico Militar por el entonces presidente de la república general Manuel González y, a instancias del Coronel Médico Cirujano Francisco Montes de Oca y Saucedo, cuando por primera vez apareció en nuestro país un plantel, cuya única finalidad fue la de formar Médicos Cirujanos para el Ejército, todos ellos con una formación preponderantemente quirúrgica, dadas las particulares habilidades y destrezas quirúrgicas de Montes de Oca, quien ejercía un poderoso liderazgo en el gremio médico militar, pero sobre todo por el tipo y frecuencia de la patología que generalmente se presentaba entre los integrantes del ejército.24 Por reglamento, los alumnos a ser admitidos, tenían que ser por lo menos tercianistas en la Escuela Nacional de Medicina (ENM), es decir, tendrían que haber cursado por lo menos tres años o más en la Escuela Nacional de Medicina y permanecer como alumnos regulares tanto de la ENM como de la EPMM, hasta la culminación de sus estudios en ambas, ya que a la EPMM sólo acudían en los últimos años a cursar las materias de índole específicamente médico-militar que serían el complemento a su preparación en la ENM. Una vez concluida la carrera, presentaban su examen profesional en la ENM y habiendo resultado aprobados en éste y, siempre y cuando no adeudaran materias en ninguna de las dos escuelas, obtenían el título de médico cirujano en la ENM y en la Escuela Práctica Médico-Militar se les otorgaba la patente de Mayor Cirujano de Ejército, con el empleo y salario correspondiente,25 con la obligación de prestar sus servicios por un término de cinco años en las corporaciones militares. Figura 4 Por disposiciones del reglamento estaba previsto que en esta Escuela de Aplicación los profesores 159 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 un plantel específico para la formación de sus médicos cirujanos y que, evidentemente, sirvió de base para la actual Escuela Médico Militar. El general de brigada M.C. Francisco Montes de Oca y Saucedo, es el único médico militar cuyos restos descansan en la Rotonda de las Hombres Ilustres, en el panteón de Dolores de la Ciudad de México.26 Diferencias entre escuelas de aplicación y escuelas de formación Figura 4. Grupo de alumnos de la Escuela Práctica Médico Militar, 1900. Archivo fotográfico de la Comisión de Estudios Históricos de la Escuela Médico Militar. recibieran el nombramiento de tenientes coroneles y, de manera muy enfática, se destacaba que en lo sucesivo las vacantes de cirujano de ejército se cubrirían, exclusivamente, con los aspirantes egresados de la Escuela Práctica Médico-Militar, con lo que se restringió el ingreso al Cuerpo Médico-Militar a médicos netamente civiles que no tuviesen vínculo alguno con el ejército. Esta Escuela, al igual que el resto del Ejército Federal, fue suprimida con la firma de los Tratados de Teoloyucan, en agosto de 1914, en donde se especifican los términos de la rendición incondicional del Ejército Federal al triunfante Ejército Constitucionalista. Esta fue, sin duda, la acción educativa más trascendente de Montes de Oca y a la cual apenas sobrevivió cinco años porque falleció en 1885, víctima de una neumonía, a la edad de 47 años, truncando así el destino, la vida de este brillante cirujano militar, gracias a quien después de 48 años del cierre de la Real Escuela de Cirugía en 1833, el ejército pudo contar con 160 Las escuelas de aplicación médico-militares son las más comunes en el mundo y son en las que los alumnos son estudiantes civiles cursantes de años superiores en escuelas de medicina totalmente civiles, quienes reciben instrucción militar en los últimos años o en el último año de sus carreras. Posteriormente son “asimilados” por los ejércitos. Como ejemplo de ellas podemos citar a la Escuela de Aplicación Médico Militar de Val de Grace, creada en Francia en 1850 y la Escuela Práctica Médico Militar de Montes de Oca, creada en México en 1881.27 Las escuelas de formación son en las que los alumnos causan alta en el ejército desde el primer día de su carrera y desde ese momento reciben educación médica y entrenamiento militar de manera simultánea y constante. Por esto las escuelas de formación son las que realmente pueden llamarse academias médico-militares en todo su contexto, sólo unos cuantos países cuentan con este tipo de escuelas, entre ellas: El Colegio Médico de la Defensa en Japón que inició sus cursos para varones en 1974 y para mujeres en 1985; la Escuela de Medicina de la Universidad de los Servicios Uniformados de los Estados Unidos en Bethesda, Maryland, cuya apertura data de 1972 y por supuesto la Escuela Médico Militar de México. Esta última se inauguró, simbólicamente, el 12 de octubre de 1916 e inició sus cursos el 15 de marzo de 1917.28 Estaba Moreno-Guzmán A. Síntesis histórica de la Escuela Médico Militar en el interior del Hospital Militar de Instrucción. Los alumnos ingresan como cadetes u oficiales en instrucción, según sea el caso, y permanecen en calidad de internos militares desde el primer día de su carrera y cursan desde el primero al sexto año, egresan como mayores médicos cirujanos, comprometiéndose a servir en el Ejército por lo menos el doble del tiempo que duraron sus estudios, es decir 6 años de carrera más 12 de servicio obligatorio hacen un total de 18 años de servicio como mínimo. Las mujeres se admitieron como alumnas a partir de 1973.29 Es indudable el vínculo entre las instituciones comentadas; a diferencia de la época actual en que la Escuela Médico Militar es un internado militar de seis años de duración, es decir una escuela de formación, la Escuela Práctica Médico-Militar era una escuela de aplicación que, ubicándola en su contexto histórico decimonónico, respondía cabalmente a las necesidades de su tiempo y coincidía con las tendencias del primer mundo, correspondiente a ese periodo. Lo personalizado de la enseñanza, posible por la poca cantidad de alumnos, la innegable calidad de sus profesores, los apoyos económicos y la disciplina militar, hicieron de sus egresados profesionistas exitosos y miembros destacados de su entorno social, profesional y académico.30 Fue durante la Revolución, en 1912, cuando el Dr. Guadalupe Gracia García y el mayor médico cirujano Guillermo Cerqueda concibieron y lograron poner en funcionamiento el primer convoy sanitario del que se tiene registro alguno en la historia mundial. El tren hospital diseñado, propuesto y en buena medida operado por ellos en abril de 1912, fue una primicia y una aportación de México al mundo (Figura 5). El concepto fue rápidamente adoptado en otras naciones, particularmente en Europa durante la primera Guerra Mundial. La principal consecuencia fue aumentar la supervivencia de los combatientes heridos al disminuir sustancialmente el tiempo trascurrido entre la lesión y el tratamiento quirúrgico temprano.31 Uno de los acontecimientos más importantes para el futuro del Cuerpo Médico Militar sucedió el 3 de junio de 1915, durante las campañas del Bajío que se dieron entre los constitucionalistas al mando del general Álvaro Obregón y la Divi- La cirugía militar durante la Revolución Mexicana y la Escuela Médico Militar Durante la lucha armada de la Revolución Mexicana los principales jefes revolucionarios contaban entre sus filas con médicos militares egresados de la Escuela Práctica Médico-Militar. Los mayores médicos cirujanos Ricardo Suárez Gamboa y Jesús Alemán Pérez estuvieron con Venustiano Carranza; el teniente coronel médico cirujano Alfredo Cuarón con Emiliano Zapata y el coronel médico cirujano Andrés G. Castro y teniente coronel médico cirujano Enrique C. Osornio con Álvaro Obregón, entre otros. Figura 5. Vagón 6150, del Servicio Sanitario del Ejército de Noroeste. Sede de la Escuela Ignacio Ramírez y de las oficinas e imprenta del periódico El Noroeste, creados por el Dr. Gracia-García. Cortesía: Tte. Cor. C.D. Estela Gracia-García y Martínez. Escuela Médico Militar. Fundación. México, 2012. p. 20. 161 Revista de Sanidad Militar sión del Norte al mando del general Francisco Villa. En la Hacienda de Santa Ana del Conde, muy cerca de la ciudad de León, se encontraba Álvaro Obregón haciendo un reconocimiento del terreno cuando fue alcanzado por una esquirla de granada que le cercenó el brazo derecho a nivel del tercio inferior. Obregón, convencido de estar herido de muerte, tomó con la mano izquierda su pistola e intentó quitarse la vida, pero por fortuna se salvó porque su pistola no tenía proyectil en la recámara. De inmediato sus ayudantes le arrebataron la pistola y en ese momento llegó el coronel médico cirujano Jorge Blum, de la División Murguía, y le aplicó un torniquete al muñón sangrante, como medida hemostática heroica y lo condujo a la casa de la hacienda. Después fue llevado en un catre por más de 10 km, bajo el sol y el fuego enemigo, hasta la estación ferroviaria de Trinidad. En el camino lo alcanzó el teniente coronel médico cirujano Enrique Cornelio Osornio, quien le administró un narcótico y se le trasladó al vagón de operaciones, en donde fue intervenido quirúrgicamente. En la remodelación del muñón (Figura 6) participó como cirujano el teniente coronel médico cirujano Senorino Zendejas y como ayudantes los tenientes coroneles médicos cirujanos Heberto Alcázar y Enrique C. Osornio (Figura 7), médico personal del general Obregón. El coronel médico Cirujano Andrés G. Castro le administró la anestesia y, posteriormente, se le trasladó al vagón “siquisiva” en donde cursó su convalecencia, y su evolución postoperatoria, tuvo en vilo a la nación entera.32 Estos acontecimientos fueron sumamente trascendentales para el Servicio de Sanidad Militar, pues sin duda influyeron en el pensamiento del caudillo para que después, y a solicitud expresa del general brigadier médico cirujano Enrique C. Osornio y el doctor Guadalupe Gracia García, lograran persuadir a don Venustiano Carranza, en ese momento Primer Jefe del Ejército constitucionalista y Encargado del Poder Ejecutivo de la Nación, para que aprobara el proyecto de 162 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Figura 6. El General Álvaro Obregón, instantes previos a la remodelación del muñón del brazo derecho. A la derecha aparece el Teniente Coronel M.C. Senorino Zendejas (cirujano). Archivo fotográfico de la Comisión de Estudios Históricos de la Escuela Médico Militar. Figura 7. Teniente Coronel M.C. Enrique C. Osornio, sosteniendo la extremidad amputada del general Álvaro Obregón. Archivo fotográfico de la Comisión de Estudios Históricos de la Escuela Médico Militar. creación de la Escuela Médico Militar. Esta Ecuela surgió en respuesta a la necesidad de contar con un plantel que no fuera sólo de aplicación como la Práctica Médico-Militar, sino con una Moreno-Guzmán A. Síntesis histórica de la Escuela Médico Militar escuela de formación completa de médicos cirujanos militares para el ejército, cuya labor se hizo manifiestamente indispensable durante los años del conflicto revolucionario. Comienzo de la reconstrucción nacional y la creación de la Escuela Constitucionalista Médico Militar Luego de derrotar a Francisco Villa, Carranza, como Encargado del Poder Ejecutivo de la Nación, se avocó a la reconstrucción del tejido social del país y una parte importante para el Servicio de Sanidad Militar fue la presentación tanto a Carranza como a Obregón, del proyecto de creación de la Escuela Constitucionalista Médico Militar para persuadirlos de la necesidad de aprobar el proyecto de creación de la Escuela Constitucionalista Médico Militar que, como genuino producto de las necesidades de atención médico-quirúrgica en los campos de batalla durante las campañas revolucionarias, fue realizado por los dos fundadores de la Escuela, el general brigadier médico cirujano Enrique Cornelio Osornio Martínez de los Ríos, egresado de la Escuela práctica Médico-Militar, médico personal y amigo del general Obregón y el coronel médico cirujano Guadalupe Gracia-García y Cumplido, médico de extracción civil, egresado de la Escuela Nacional de Medicina, dotado de una extraordinaria sensibilidad social, hábil y destacado cirujano perteneciente a la escuela quirúrgica del Hospital Juárez (ubicado en ese entonces justo enfrente del Hospital Militar de Instrucción) quien se encargó, además, de reunir la excelente planta de profesores fundadores con la que inició actividades la Escuela Constitucionalista Médico Militar, el 15 de marzo de 1917. El proyecto estuvo a cargo del doctor Guadalupe Gracia-García Cumplido (Figura 8), quien para ello recibió el grado de coronel médico cirujano el 1 de julio de 1916, junto con el nombramiento de director del Hospital Militar de Instrucción y Figura 8. Coronel M.C. Guadalupe Gracia-García Cumplido. Archivo fotográfico de la Comisión de Estudios Históricos de la Escuela Médico Militar. el encargo de reorganizar la antigua escuela de aplicación denominada Escuela Práctica Médico Militar. Él no estaba satisfecho con la Escuela por ello se dio a la tarea de reunir a seis distinguidos médicos revolucionarios para darle forma al proyecto de creación de una escuela de formación integral para los futuros médicos cirujanos del ejército: la nueva Escuela Médico Militar. Esos médicos fueron los coroneles Andrés G. Castro, Adolfo Orive Campuzano, José de Jesús Sánchez Gómez y Eduardo Fritsch Gutiérrez y los tenientes coroneles Cleofas Padilla Silva y Samuel M. Salazar Angulo.33 Finalmente, el proyecto fue aprobado por la superioridad y nació así la Escuela Médico Mi- 163 Revista de Sanidad Militar litar como producto legítimo de la Revolución Mexicana. Se inauguró simbólicamente el 12 de octubre de 1916 (Figura 9), primero con el nombre de Escuela Constitucionalista Médico Militar, que inició sus funciones el 15 de marzo de 191734 y que a partir de la muerte de Carranza y hasta la fecha se denomina Escuela Médico Militar y se ubicó en las mismas instalaciones que ocupara la Escuela Práctica Médico-Militar dentro del vetusto Hospital Militar de Instrucción en la calle de Cacahuatal, hoy Escuela Médico Militar. En este plantel los alumnos cursarían seis años y egresarían como mayores médicos cirujanos con la obligación de prestar sus servicios al ejército por un plazo del doble de la duración de sus estudios.35 La Escuela Constitucionalista Médico Militar fue la primera institución educativa del país creada por el régimen de Venustiano Carranza con lo que quedó manifiesto el particular interés que los revolucionarios tuvieron en contar con médicos militares profesionales y con una adecuada preparación. Figura 9. Inauguración de la Escuela Constitucionalista Médico Militar, 12 de octubre de 1916. Primera fila de izq. a der. Álvaro Obregón, Venustiano Carranza, Enrique C. Osornio y Guadalupe Gracia-García. Archivo fotográfico de la Comisión de Estudios Históricos de la Escuela Médico Militar. 164 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Los maestros cirujanos fundadores fueron (Figura 10): Donato Moreno Muro, Gonzalo Castañeda Escobar, Luis Rivero Borrell, Alberto Lozano Garza, Guadalupe Gracia García y Cumplido, Gustavo Gómez Azcárate, Rafael Cravioto y Francisco Reyes Bocaccio, entre otros. La Escuela Médico Militar se ha mudado de instalaciones en diferentes ocasiones; en 1881 se asentó la Escuela Práctica Médico-Militar en el interior del edificio del Hospital Militar de Instrucción en la calle de Cacahuatal y ahí continuó durante la transición de esa Escuela a la, en un inicio, Escuela Constitucionalista Médico Militar y, posteriormente, a partir de 1922, Escuela Médico Militar hasta 1930, cuando un derrumbe ocasionado por lo vetusto de la construcción le ocasionó la muerte a dos cadetes alumnos: Rafael Martínez Estévez y Rodolfo Avitia Arzápalo. Este incidente obligó a un cambio de domicilio, en esta ocasión al antiguo Parque de Ingenieros en la calle Arcos de Belén,36 en donde permaneció de septiembre de 1930 hasta diciembre de 1945,37 en que por primera vez la Escuela Figura 10. Planta de profesores fundadores de la Escuela Médico Militar, 1922. Archivo fotográfico de la Comisión de Estudios Históricos de la Escuela Médico Militar. Moreno-Guzmán A. Síntesis histórica de la Escuela Médico Militar Médico Militar contó con un edificio exclusivo construido ex profeso para ella y con las instalaciones adecuadas para esa época. Se ubicó en la Loma de San Isidro en estrecha proximidad al, en ese entonces, nuevo y moderno edificio del Hospital Central Militar de Lomas de Sotelo que se inauguró el 20 de noviembre de 1942, continuando así con el binomio escuela-hospital que tan particularmente benéfico ha resultado para la enseñanza de la medicina y cirugía militares mexicanas. Posteriormente, en 1975 ese edificio fue demolido y en ese mismo sitio, un año más tarde, el 15 de septiembre de 1976, se inauguraron el último edificio y las modernas instalaciones con las que contó la Escuela Médico Militar hasta el 2015.38 (Figura 11) La Escuela Médico Militar de México fue pionera en su tipo a nivel mundial y fue tomada como ejemplo para que otros países hicieran una realidad sus respectivas escuelas de formación médico-militares. Para esto citaré a la Escuela de Medicina de la Universidad de los Servicios Uniformados de los Estados Unidos en Bethesda, Maryland, cuya apertura data de 197239 y el Colegio Médico de la Defensa en Japón, que inició sus cursos para varones en 1974 y para mujeres hasta 1985.40 Si recordamos que nuestro plantel inició sus cursos en 1917, esto hace patente que la Escuela Médico Militar de México fue el modelo tomado para ser reproducido con las particularidades que cada nación tiene. Asimismo, es importante destacar que en cuanto a la admisión de personal femenino en su seno, nuevamente la Escuela Médico Militar volvió a ser pionera, pues desde el año de 1973, las mujeres han sido admitidas en sus aulas y hoy representan, aproximadamente, 45% del alumnado, habiendo alcanzado la jerarquía de General Brigadier Médico Cirujano dos de ellas. En 98 años de fructífera existencia de la Escuela Médico Militar, a la fecha se han graduado exactamente 3,693 médicos militares, de los que 3,107 son varones nacionales y 61 extranjeros (total de varones 3,168). Por lo que se refiere a las mujeres, las cifras son 516 mujeres nacionales y 9 extranjeras (total de mujeres 525).41 Nueva etapa, nuevo edificio, nuevas perspectivas Figura 11. Edificios ocupados por la Escuela Médico Militar, composición fotográfica de la autoría del Mayor M.C. Antonio Moreno Guzmán. Archivo fotográfico de la Comisión de Estudios Históricos de la Escuela Médico Militar. A semejanza de lo sucedido en 1975, por la necesidad de demoler el edificio de la Escuela Médico Militar (Figura 12) para construir en el mismo predio un edificio nuevo y funcional, se ordenó el desalojo total del inmueble el sábado 7 de febrero de 2015. La demolición se inició el 9 de febrero de 2015, para que, a semejanza de lo ocurrido hace 38 años, en el mismo terreno se levante, en tiempo récord, el nuevo edificio de la Escuela Médico Militar, esta vez como parte integral del Centro Militar de Ciencias de la Salud (CEMICSA) proyectado y dispuesto por el Alto Mando del Ejército Mexicano, general Salvador Cienfuegos Zepeda en enero de 2014. 165 Revista de Sanidad Militar Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Figura 12. Mural de la Biblioteca de la Escuela Médico Militar de México (1976-2015). Archivo fotográfico de la Comisión de Estudios Históricos de la Escuela Médico Militar. Temporalmente, la Escuela Médico Militar ocupa las instalaciones del exedificio de la Escuela Militar de Oficiales de Sanidad para alojar a todo su personal, excepto el femenino que se encuentra temporalmente alojado en el actual edificio de la Escuela Militar de Graduados de Sanidad. Se espera que la construcción del nuevo edificio de la Escuela Médico Militar concluya en enero o febrero de 2015, para que todo el personal de la misma regrese a su plantel de origen y tome posesión de las nuevas y modernas instalaciones con las que se culminará la creación del Centro Militar de Ciencias de la Salud CEMICSA (Figura 13), integrado por las siguientes Escuelas: • Escuela Médico Militar • Escuela Militar de Graduados de Sanidad • Escuela Militar de Odontología • Escuela Militar de Oficiales de Sanidad • Escuela Militar de Clases de Sanidad Estamos seguros que el nuevo edificio será un incentivo para seguir preservando las tradiciones, el elevado nivel académico, la entrega, el espíritu de cuerpo, el patriotismo y en general los valores y virtudes comunes a todos los que orgullosamente somos militares mexicanos. La Escuela Médico Militar ha superado con creces la prueba del 166 Figura 13. Escudo del Centro Militar de Ciencias de la Salud (CEMICSA) Mayor M.C. Ret. Antonio Moreno Guzmán. Colección particular. tiempo, demostrando que de sus aulas han egresado profesionistas con excelente preparación académica, con un elevado nivel de destrezas médico-quirúrgicas, alto nivel de disciplina en todos los actos de su vida, una sed insaciable por adquirir cada vez mayor y mejor preparación, emigrando a instituciones civiles para continuar su educación ya sean nacionales o extranjeras y en la mayoría de los casos retornarán al Hospital Central Militar para trasmitir sus conocimientos y experiencias como maestros formadores de los médicos cirujanos nobeles y, muy importante de mencionar, siempre teniendo muy presente que deben su preparación y prácticamente todo lo que han logrado después de egresar de la Escuela Médico Militar, al Ejército Mexicano y al pueblo de México, lo que les confiere un muy profundo sentido social en el ejercicio de su profesión. Es de particular relevancia mencionar también el cambio en el grado de egreso de los médicos Moreno-Guzmán A. Síntesis histórica de la Escuela Médico Militar militares, que a partir de cambios legislativos relevantes que modificaron la Ley de Ascensos y Recompensas del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, los miembros del Ejército egresados de todos los planteles de educación militar con nivel de licenciatura egresarán con el grado de Subtenientes. Para los egresados de la Escuela Médico Militar ello implica cambiar el paradigma de egreso con el grado de Mayor Médico Cirujano al de Subteniente o en el mejor de los casos al de Teniente Médico Cirujano, a casi cien años de la fundación del plantel. La Comisión de Estudios Históricos de la Escuela Médico Militar elaboró un documento en el que plasmó las conclusiones del análisis realizado por sus integrantes en cuanto a las consecuencias que dichas modificaciones traerán a los egresados de la Escuela Médico Militar.42 Confiemos en que un nuevo análisis de esta situación tenga consecuencias positivas para el Servicio de Sanidad Militar y una vez más, el tiempo hará su labor. ¡Larga vida a la Escuela Médico Militar! 6 Rodríguez-Pérez ME. Los estudios médicos en México. periodo virreinal y siglo XIX. Boletín Mexicano de Historia y Filosofía de la Medicina, México. 2ª. época, Vol.4 No. 2 2001. p.16-17. 7 Morales-Cosme A, Aceves P, Gómez C y González E. Los cirujanos-médicos en México, 1802-1838. LLUL. España. 2006. Vol. 29, p. 97-98. 8 Flores y Troncoso F. Historia de la Medicina en México. T. III. Instituto Mexicano del Seguro Social. México, 1982; p.158-160. 9 Moreno-Guzmán A. Historia del binomio Escuela-Hospital y la Medicina Militar en México. Rev Sanid Milit Mex Número Especial, 2012. Suplemento del Vol. 66 Núm. 6: 3-12. 10 Rodríguez-Sala ML, Ramírez-Ortega V. “Los cirujanos novohispanos, de la lucha por la independencia a la primera década del México independiente”. 200 años de Iberoamérica (1810-2010) -XVI Encuentro de Latinoamericanistas españoles: Congreso Internacional, Santiago de Compostela: Espagne (2010)- [Consultado en 2013, marzo 25].Disponible en http://halshs.archives-ouvertes. fr/halshs-00529258. p. 176. 11 Rodríguez-Pérez ME. La Escuela Nacional de Medicina 1833-1910. Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina, Facultad de Medicina, UNAM. México, 2008;13. 12 Mayoral-Pardo D. XIX Aniversario de la Escuela Médico Militar. Revista del Ejército y de la Marina 1934;270-276. 13 Flores y Troncoso F. Historia de la Medicina en México, T. III. Instituto Mexicano del Seguro Social. México, 1982;238. 14 Moreno-Guzmán A. Historia de la Cirugía General en el Hospital Central Militar. Rev Sanid Milit Mex 2013; 67(3):128-135 15 Gutiérrez-Sedano JL. Historia del Servicio de Sanidad Militar en México. T. II. Ejército Mexicano. Secretaría de la Defensa Nacional. México, 1982;24 y 33. 16 El daguerrotipo fue el antecesor inmediato de la fotografía, inventado por Daguerre y Niépce en 1829 y muerto Niépce en 1833, Daguerre lanzó al mundo su invento en 1839. El invento tenía el inconveniente de ser una imagen única sin posibilidad de obtener copias, con un tiempo de exposición prolongado (promedio 3 o 4 minutos), eran muy pesados y para revelarlos se utilizaba mercurio que resultaba sumamente tóxico, todo esto trajo como consecuencia que la tecnología de la fotografía se desarrollara, cayendo en desuso el daguerrotipo. 17 Moreno-Guzmán A. Breve historia de la anestesia. Rev Sanid Milit Mex 2012; 66(4):189-194 18 Lyons AS, Petruccelli RJ. Historia de la medicina. Barcelona: Mosby-Doyma, 1994; 528-531. 19 Aldrete JA, Marron MG, Wright AJ. The First Administration of Anesthesia in Military Surgery: On Occasion of the Mexican-American War. Anesthesiology 1984; 61:585-588. 20 Gutiérrez-Sedano JL. Historia del Servicio de Sanidad Militar en México. T. II. Ejército Mexicano. Secretaría de la Defensa Nacional. México, 1982; 49 y 67. Mayor M.C. Ret. MSc. Antonio Moreno Guzmán. REFERENCIAS 1 Gutiérrez-Sedano JL. Historia del Servicio de Sanidad Militar en México. Secretaría de la Defensa Nacional. México, 1986; Tomo I, p. 19. 2 Vargas LA. La aculturación del saber médico. En: Gonzalo Aguirre Beltrán y Roberto Moreno de los Arcos, Coordinadores. Medicina Novohispana Siglo XVI. Tomo II. Historia General de la Medicina en México. México: Academia Nacional de Medicina-UNAM, 1990;155. 3 Puerto-Sarmiento FJ. Conferencia del 23 de noviembre de 2011, Palacio de la Medicina, Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina, Facultad de Medicina, UNAM. 4 5 Rodríguez-Pérez, ME. La Real y Pontificia Universidad y las cátedras de medicina. En: Gonzalo Aguirre Beltrán y Roberto Moreno de los Arcos, Coordinadores. Medicina Novohispana Siglo XVI. Historia General de la Medicina en México. Tomo II. Academia Nacional de Medicina-UNAM. México, 1990; 262-265. Fernández del Castillo F. La Facultad de Medicina, según el archivo de la Real y Pontificia Universidad de México. Consejo de Humanidades. México, 1953;15. 167 Revista de Sanidad Militar 21 Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional (AHSDN). Fondo de Cancelados. Expediente de Francisco Montes de Oca. 33 Moreno-Guzmán A. El Cuerpo Médico Militar y el Servicio Sanitario durante la Revolución Mexicana. Rev Sanid Milit Mex 2014;68(6):325-340. 22 Calva-Cuadrilla E. Francisco Montes de Oca y Saucedo General de Brigada Médico Cirujano. Rev Sanid Milit Mex 2006;60(3):201-202. 34 23 Neri-Vela R, Bidart-Ramos B. La Escuela Práctica Médico Militar. En: Apuntes Históricos de la Medicina en Sonora. Sociedad Sonorense de Historia, 2003; 131-145. Loyo-Camacho MB. Joaquín Amaro y el proceso de institucionalización del ejército mexicano, 1917-1931.Instituto de Investigaciones Históricas UNAM. FAPECYFT. INEHRM. FCE. México, 2003;56. 35 Gracia-García G. El Servicio Médico durante la Revolución Mexicana. Ramírez editores. México, 1982; 260. 24 Moreno-Guzmán A. La Escuela Práctica Médico-Militar. Rev. Sanid. Milit. Mex. 2011; 65(3):116-120. 36 25 Rodríguez-Pérez ME. La Escuela Nacional de Medicina 1833-1910. México. Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina. Facultad de Medicina, U.N.A.M. México; 2008;158. Moreno-Guzmán A. Escuela Médico Militar ¡75 años de egresados!, primer caso en 98 años de historia. Rev Sanid Milit Mex 2015;69(2):145-151. 37 Plascencia de la Parra E. 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Arias Gómez ME. El cambio del paradigma en el grado jerárquico de egreso de los Médicos Militares Mexicanos: Análisis y reflexiones frente a un reto de identidad. Rev Sanid Milit Mex 2014;68(1): 57-60. 28 168 Volumen 70, Núm. 1, enero-febrero 2016 Alva-Rodríguez M. El Hospital Central Militar y la Escuela Médico Militar. En: Francisco Méndez Oteo, Historia Gráfica de la Medicina Mexicana del Siglo XX. México: Méndez Editores, 2003; 866. 29 Moreno-Guzmán A. XC Aniversario de la Escuela Médico Militar. Rev Sanid Milit Mex 2007;61(2):118-120. 30 Moreno-Guzmán A. La Escuela Práctica Médico-Militar Rev. Sanid. Milit. Mex. 2011; 65(3):116-120. 31 Gracia-García E. La Escuela Médico Militar, Fundación. México: Arvic, 2012; 25. 32 Gutiérrez-Sedano JL. Historia del Servicio de Sanidad Militar en México. T. III, Ejército Mexicano. Secretaría de la Defensa Nacional. México, 1982; 65. Aceptación de cesión de la propiedad de los derechos de autor. RSM ¨Los autores que firman al calce están de acuerdo con transferir la propiedad de los derechos de autor del manuscrito titulado: _______________________________________________________________________________________ a la Revista de Sanidad Militar, en el caso de que éste sea aceptado para publicación. Los autores están de acuerdo también que, en caso aceptado, la Revista de Sanidad Militar publique el artículo en un número subsiguiente, así como en cualquier otro medio de difusión electrónica. Estos autores declaran que están enterados y de acuerdo con el orden de autoría señalado en el manuscrito original, que tuvieron una participación en el estudio como para responsabilizarse públicamente de él y que aprobaron la versión final del manuscrito enviado. Estos autores aseguran que el trabajo sometido es original; que la información contenida, incluyendo cuadros, figuras y fotografías, no ha sido publicada previamente o está en consideración en otra publicación; que de ser publicado no se violarán derechos de autor o de propiedad de terceras personas y que su contenido no constituye una violación a la privacidad de los individuos en estudio. Estos autores afirman que los protocolos de investigación con seres humanos o con animales recibieron aprobación de la(s) institución (es) donde se realizó el estudio¨. Autor responsable: _­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­_______________________________________ _________________________ (nombre completo) (firma) Otros autores: ________________________________________ Fecha:_______________________________________ www.nietoeditores.com.mx _________________________