SEUIA-ITESO DOCUMENTO INSPIRADOR SOBRE LA PARTICIPACION DEL ESTUDIANTADO EN EL SEUIA-ITESO PRESENTACION Conscientes de la importancia que tiene la participación de los alumnos en la vida institucional del Sistema Educativo Universidad Iberoamericana – Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (SEUIA- ITESO), y después de un proceso de análisis y reflexión de varios documentos que presentaron los Homólogos de las Direcciones Generales de Servicios Educativos Universitarios, Integración Comunitaria y Formación Valoral, la junta de Rectores del SEUIA-ITESO en su Sesión Ordinaria No. 59, celebrada el jueves 27 de septiembre en las instalaciones del ITESO, en Guadalajara, Jal. tomó el Acuerdo No. 59/4 en el que aprobó el “Documento inspirador sobre la Participación del Estudiantado en el SEUIA – ITESO”. Como su mismo nombre lo indica, el documento DE NINGÚN MODO TIENE CARÁCTER NORMATIVO. Su función es seguir animando e inspirando la reflexión para una participación de nuestros alumnos en la vida institucional de nuestras universidades, siempre acorde y respetuosa de nuestra Misión e Ideario. “La Verdad Nos Hará Libres” “El Espíritu Vivifica” Dr. Jaime Emilio González Magaña S.J. Secretario Ejecutivo 1 SEUIA-ITESO “Los jóvenes son el objeto central de la Universidad. No es la institución ni los docentes, sino los estudiantes. Son nuestra plataforma para la transformación de la sociedad. Si no creemos en la nueva generación perdemos el tiempo...Es importante encontrar la cultura actual de los jóvenes para poder trasmitirle el mensaje “ P. Javier Goroztiaga S.J. Los siguientes párrafos proponen una plataforma mínima que intenta orientar sobre el tipo de participación que esperamos impulsar en el estudiantado de nuestras universidades. Tal noción debe ser fruto de nuestra inspiración educativa particular y de la realidad que ahora experimentamos. Síntesis 1. La participación es connatural y configura una demanda social dificultada por el entorno. 2. La participación estudiantil es un aspecto integrante de la filosofía educativa de nuestras universidades. 3. Existen actualmente diversas formas activas para esa participación. 4. Se recomienda analizar a fondo estas formas, para diseñar mecanismos que las potencien e incluso puedan llegar a modificarlas o aún a ampliarlas. 1.La realidad social demanda personas que participen. “Tomar parte en las decisiones que nos afectan” es la definición más recurrente sobre el significado de la participación. Implica la toma de postura ante un hecho y asumir ciertas decisiones al respecto. 1. La sencillez de tal significado es directamente proporcional a la dificultad de hacerla realidad. La participación, fruto de operaciones cognoscitivas y volitivas complejas, es hermana predilecta del sentido de pertenencia. Se participa en algo cuando la persona se siente incluida. Además, se encuentra relacionada con los dinamismos de la libertad y la creatividad, cuya característica básica es impulsar responsablemente al ser humano a que supere e innove las condiciones que encuentra. La participación nos humaniza pues se ubica en la responsabilidad que es una de las caras de la libertad. 2. Existen rasgos notables de nuestra cultura que contradicen la invitación a la participación. A pesar de que contamos con ejemplos patentes de solidaridad activa en nuestras familias, en la cultura popular y en coyunturas muy particulares, como las que se dan a partir de desastres y catástrofes originadas por fenómenos naturales. Se requiere analizar el papel de las instituciones sociales, sobre todo las educativas, para reaprender a participar. 3. La falta de participación, además de estar asociado al miedo o a la equivocación y considerarse normal en el ser humano, tiene una raíz 2 SEUIA-ITESO sociocultural ligada a estructuras familiares verticales, paternalistas o desestructuradas, incapaces de promover personas moralmente autónomas; además se retro-alimenta de una cultura política muy pobre, lejana de los intereses inmediatos de la ciudadanía y construida durante décadas en un clima autoritario desde el poder político y privado. 4. La participación está determinada no sólo por el deseo de hacerlo sino por factores de tipo político y cultural, ambos producto de la acción humana y por tanto susceptibles de ser modificados por seres humanos concretos que entiendan que la participación es un valor, un derecho y una tarea pendiente. 5. La intervención cada día más evidente de la llamada sociedad civil en los asuntos públicos es un fenómeno nuevo que descansa en el viejo deseo humano de participar en los asuntos que afectan su vida y la de los otros, y representa una aspiración social urgente y necesaria, que se puede fomentar o inhibir desde el ámbito universitario. 6. Si bienes cierto que existen obstáculos históricos y estructurales para la participación, las experiencias de la población al intervenir en la lucha por encontrar soluciones a diversos problemas que afectan a grandes cantidades de personas, tales como de derechos humanos, medio ambiente, asuntos de genero, desarrollo urbano y movimientos cívicos, son realmente inspiradoras, sirven de ejemplo y reafirman la importancia del asunto de educar para la participación. II. La participación como elemento constitutivo del modelo educativo del SEUIA – ITESO. 7. La universidad es un espacio privilegiado para educar en la participación y en la democracia. Sin embargo, existen al interior de la universidad diversas modalidades de intervención en los asuntos de la institución y también, existe un modo especial de participación por tratarse de una institución de educación superior. En este sentido, con un matriz común, el fenómeno a la participación busca un doble propósito: 1º que el estudiante tome parte en las decisiones que se deben desplegar necesariamente con su intervención y 2º formar ciudadanos capaces de construir contextos mejores en relación a la justicia social y a la democracia. 8. El P. Ernesto Meneses, lo señala en un texto muy clarificador: “Más bien la UIA practica una democracia orgánica la cual toma en cuenta por una parte, que, en cuanto a seres humanos, todos los miembros deben tener alguna participación responsable, y por otra, que la participación debe estar de acuerdo con la naturaleza de la sociedad que forman. Esto quiere decir que la forma de participación no puede ser idéntica en un club de amigos, en una sociedad anónima, en una familia, en el estado y en una universidad. La participación estudiantil en los 3 SEUIA-ITESO organismos (universitarios) no se desprende de un intento de mantener un equilibrio de fuerzas que buscará formalmente la igualdad por sí misma, sino que está delimitada en función de los objetivos de la actividad universitaria: No se pretende, pues, la representatividad como un fin, sino como medio delimitado por la naturaleza y finalidad de la universidad”. Ahora bien, la corresponsabilidad y la actitud de servicio no pueden aprenderse conceptualmente en las clases. Deben ser vividas en las experiencias diarias de la actividad académica para que puedan transformarse en valores. Sólo viviendo un modelo de sociedad nueva puede confrontarse y enriquecerse una sociedad que abiertamente se critica. Este tipo de participación estudiantil, planeado como parte de un proceso educativo en función del servicio, proporciona a los estudiantes no una oportunidad de jugar a la responsabilidad, sino de participar en decisiones importantes y compartir el riesgo de equivocarse. 9. Como se desprende claramente de los textos, la participación: • Es un valor que debe estár presente en el proceso educativo UIA – ITESO • Está sujeta a la naturaleza que como universidad tenemos • Incorpora esfuerzos realizados fuera del aula para que verdaderamente exista una construcción intrapersonal de valores. • Es fructífera cundo se liga a la responsabilidad y tiene como horizonte el servicio. • Implica la corresponsabilidad de asumir dentro del proceso educativo los riesgos implícitos de toda propuesta activa y novedosa. 10. En las filosóficas del SEUIA – ITESO se propone, como el indicador más claro de la formación humanista que se imparte, la actitud operante sobre la búsqueda de la justicia social y del bien común. Tal aspiración, junto con otras características ignacianas como el ser hombres y mujeres de frontera (aquellas situaciones donde existen necesidades más urgentes y universales), críticos solidarios, audaces e inclinados al servicio, pasan necesariamente por tener en la participación un valor terminal. No se puede ser hombres y mujeres para los demás en un estado permanente de pasividad. Entendemos el servicio no como pérdida de autonomía, sino “asumido como una manera de realizarse plenamente así mismos; tal, en la servidumbre de amor, en la entrega a una institución, en el sacrificio cotidiano por una causa social, o en el trabajo desinteresado por la colectividad. En esos casos, autonomía cobra un sentido específico. No equivale a autarquía individual: el servidor asume su libertad personal en un compromiso estrecho con otras libertades, elige la consecución de un fin común, al que sólo pueden contribuir arbitrios libres. La cooperación entre libertades se presenta como valor común”. 4 SEUIA-ITESO Para los y las estudiantes, necesitados de vivir realidades donde se experimenten los valores que discursivamente se proclaman, construir y vivir espacios favorables para la participación es condición necesaria, si a caso se desea realmente formar hombres y mujeres universitarios con el perfil cristiano-ignaciano. Lo que buscamos en nuestras universidades es construir, en última instancia, lo que idealmente hemos llamado “comunidad educativa”. III. Una reflexión sobre nuestro modo actual de operar” 11. Considerando la formación del P. Meneses SJ. , en el sentido de tener claridad sobre la naturaleza de la participación estudiantil en la universidad, se podría pensar en un esquema como el que sigue: Tipo de participación Colegialidad Ámbito Cuerpos colegiados estatuidos según los estatutos orgánicos Representativa/Directa -Asociación de Sociedades de alumnos. -Sociedades de alumnos Representativa En grupos juveniles, de planeación y discusión de políticas sobre la juventud, propios del ámbito municipal y de los Estados. Directa Actividades curriculares Directa Actividades Extracurriculares promovidas por la propia universidad: Actividades deportivas, artísticas, pastorales... Directa Grupos de interés específicos: Medioambientales, científicos, derechos humanos, promoción social, asistencia social, salud (A. A., drogas), mujeres, de lectores, literarios, cívicopolíticos, ASIA, atención a desastres y emergencias... 12. Estos campos pudieran ser fortalecidos en nuestras universidades como ámbitos propicios para la participación estudiantil libre, responsable y solidaria, con las siguientes anotaciones: • En organismos colegiados, en tanto espacios de presencia estudiantil, permiten la expresión de las visiones de los jóvenes de las estructuras formales de la universidad y abren su perspectiva frente a diversas dinámicas que van más allá de su interés propio inmediato; • En todos ellos debe estar presente el proceso educativo que favorece el aprendizaje significativo y el trabajo en cooperación entre alumnos y profesores; • Asimismo, debe impulsarse el ambiente educativo integral, capas de determinar a la actividad curricular formal – y no al 5 SEUIA-ITESO revés – y de potenciar las condiciones propicias para la participación estudiantil libre y voluntaria en actividades formativas no curriculares de amplio espectro; • Las asociaciones y sociedades de alumnos, en tanto organizaciones estudiantiles que fomentan la participación desde los intereses académicos de los alumnos y se constituyen en escuela que a la larga, ya en el ejercicio de su profesión, pueden seguir abriendo posibilidades de representación en organismos de profesionistas, empresariales, cívicos o ciudadanos y políticos. • Los grupos de interés, en tanto espacios que promueven la formación integral, deben incluir también estas dimensiones formativas y de servicio a la comunidad. 13. Cada una de las modalidades de participación merece especial atención para valorar su importancia y factibilidad de acuerdo con la realidad de cada uno de los planteles que componemos el SEUIA –ITESO. Necesitamos proponer medios concretos para realizar una profunda reflexión sobre la actual representación y participación estudiantil. 14. La universidad es un espacio de reflexión y diálogo donde los estudiantes han de participar para que exista una opinión fundada de ellos sobre este tema. Sería contradictorio que se hablara de participación de estudiantes y no se escuchara su palabra directamente. 15. También sería insuficiente el esfuerzo si no se involucra a profesores y profesoras que desde el aula fomenten la participación del estudiante como parte indispensable de su aprendizaje. 16. La relativa flexibilidad curricular que nos distingue, las diversas formas que ha adoptado en la docencia la característica de la pedagogía ignaciana que nos habla del papel activo del alumnado en el aprendizaje, la composición de organismos colegiados, la intervención en asuntos como el combate a la pobreza, los derechos humanos, el servicio a zonas marginadas, la atención emergente a comunidades siniestradas, el creciente número de actividades extracurriculares, la posibilidad de elegir las materias de integración y los diversos grupos estudiantiles que se agrupan en torno de algún interés particular, son algunos ejemplos de formas actuales que se viven ya en el SEUIA – ITESO y que nos manifiestan una participación activa del estudiantado en su propia educación. En este sentido, nuestras universidades han ido respondiendo históricamente a la invitación que el Padre Peter Hans Kolvenbach, S.J. nos hizo recientemente en la universidad de Santa Clara, California, con motivo del vigésimo quinto aniversario del decreto 4º de la Congregación General 32 de la Compañía de Jesús: 6 SEUIA-ITESO “Los estudiantes a lo largo de su formación tienen que dejar entrar en sus vidas la realidad perturbadora de este mundo, de tal manera que aprendan a sentirlo, a pensarlo críticamente, a responder a sus sufrimientos y a comprometerse con él de forma constructiva. Tendrían que aprender a percibir, pensar, juzgar, elegir y actuar a favor de los derechos de los demás, especialmente de los menos aventajados y de los oprimidos. La pastoral universitaria tiene mucho que hacer para fomentar tal compasión inteligente, responsable y activa, que es la única compasión que merece el nombre de solidaridad”. 17. La reflexión sobre si éstos y otros medios que estamos utilizando son los mejores para los fines que nos hemos propuesto, nos lleva a detectar no solo los aciertos sino los puntos nodales que pueden favorecer una mayor participación de los y las jóvenes en la vida universitaria. . 18. Con el fin de avanzar en el camino iniciado, en el SEUIA – ITESO se pueden explorar programas dirigidos a favorecer la participación del estudiantado, coherente con la postura clara dirigida a fomentarla. 19. En este sentido, existen relatos importantes en nuestra vida universitaria: • • • • • Tomar mayor conciencia sobre el tipo de participación que estamos favoreciendo y ubicar la participación estudiantil en un contexto más amplio que integre a los distintos miembros de la comunidad universitaria. Por ello, siguiendo al P. Goroztiaga: “la conformación de una comunidad universitaria entre autoridades, profesores, administradores y estudiantes al servicio del proyecto universitario debería ser fomentada incrementando tanto las formas de participación como de corresponsabilidad en la misión universitaria. Analizar los factores institucionales que inhiben o favorecen la participación estudiantil, tales como la confianza, la comunicación y una adecuada carga curricular y también aquellos que son de índole “externa”, como la necesidad de trabajar, ya sea por decisión personal o fruto de la crisis económica que vivimos. Impulsar los espacios que analicen académicamente el fenómeno de la participación estudiantil. Continuar con la producción y difusión de estudios dirigidos al conocimiento del joven actual, de sus características (muy distintas a las experiencias en su tiempo por los adultos actuales), de su particular individualismo y de los resortes profundos ligados a sus motivos de vida. Potenciar más la noción de colegialidad que distingue nuestro trabajo universitario. 20. No cabe duda de que estamos frente un problema muy importante que requiere ser estudiado e investigado, pero al mismo tiempo representa una veta riquísima para formar integralmente al estudiantado. Ejemplos de participación y de su vínculo con el proceso educativo los tenemos en la práctica universitaria del SEUIA –ITESO. Todos afirman la 7 SEUIA-ITESO confianza que debemos tener en los estudiantes. Hace falta sistematizarlos, reflexionar sobre ellos, difundirlos y operar diversas estrategias educativas que vayan apuntando al tipo de persona del futuro, que ya desde hoy, exige el país y nuestro modelo educativo. 8