Año XL. Núm. 26. Madrid, 15 de julio de 1896

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La Ilustración
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y A mencana
REVISTA DE BELLAS ARTES, LITERATURA Y ACTUALIDADES
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Año XL. — Núm. 26.
MADRID
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15 Julio de 1896.
Administración: ALCALÁ, 23
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fundada en 1780
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D E P A R IS 1889
Miembro del Jurado
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dos, después"! los coches puramente de sport, os decir, de
recreo, y últimamente á los ocths, ó, como decimos aquí, si
mones, de Loudreu, Paris y algunas otras capitules.
Cinco son las principales ventajas do los coches de rue­
das neumáticas nebro los carruajes del antiguo sistema:
1/ La duración del carruaje. Como desaparece casi por
completo la vibración y el traqueteo, el coche dura el doble
de lo q u e duran los demás. A p a r t o esto, lo dicho ¡permite
construir loa carruajes más ligeros, pues todos los fa b ri­
cantes de coches saben la solidez que les obliga á dar á los
vehículos el traqueteo sobre Jos empedrados.
2.* Son sumamente ventajosos para el caballo. Las rue­
das neumáticas para coches van, como las de los velocípe­
dos, armadas sobre «couos de bolas», esta admirable inven
ción de Trufault que ba venido á hacer nulo el roca de ejes.
I.a extremada facilidad de rodar que con esto obtienen los
carruajes hace que el caballo baile uua resistencia á vencer
tan sumamente suave, quo arrastra el vehículo sin el me­
nor esfuerzo. Además, el desaparecer el traqueteo de los
coches, cuyas coussoueneiAs sufre siempre el caballo, liare
que ¿ate se encuentre como en copipleta libertad, y al arras­
trar los modernísimos carruajes lo hace con toda la soltura
del noble bruto y podiendo desplegar toda la gallardía del
caballo en libertad. Consecuencia de lo dicho es que el ca­
ballo puede arrastrar mucho más peso. Eu las primeras
pruebas de cochas da ruedas neumáticas, verificadas eu
Coventry (In glu terra), un ooche de ruedas de madera y
P
I D
CATALO G O S
C a r c e r a d e S a n .Jerónim o, 411, M a d rid
NOTAS
El más opulento y á la v ez el más cómodo de los sports,
el sport del carruaje, ha sufrido una revolución de poco
más de dos años á esta parte.
Esta transformación, que podemos llamar radical, v de
qae, á pesar del tiempo d j que data, apenas si se lian dado
cuenta los aristóorutos y los «burgueses» españoles, con­
siste en el sistema de ruedas que se emplea hoy en el ex ­
tranjero para los carruajes de lujo, y que, á no dudar, den­
tro .de algunos años no 6 s empl Jará otro.
Me refiero al sistema da ruedas neumáticas, esta comodhíima invención que comenzó por aplicarse a loa velooipe-
A
Representantes generales para Esparta
« i. G I I K K X Y C.
«• U
larganti
E l 1sport» rodado.—L a s ruedas neumáticas. — Sus venta­
ja s .—L a s Acmé y la s D unlop. — En loa Estados Unidos.
- E n M adrid.
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ARISTOCRATICA
DE
FEBRÍFUGO IIP A X T 1 L 8AWTOYO
Caatro Medallas «le plata. Un diploma de Mé­
rito. Muy elogiado por la premia médica y por
muchos médicos eminentes. Desechad imitacio­
nes. Véndese en las boticas, y va por correo.
l ) r . S a n to y o . Subdelegado, Linares.
SPORT
los huit-ressorts, haoe que la persona que va en un carruaje
de estos que me ocupan se encuentre casi como en una an­
tigua silla de manos. Ex­
cusado os decir las ven­
tajas q u e esto ofrece
para loa enfermos.
4. * La desaparición
del ruido del ‘carruaje.
Esto, que tal v ez para
algunos será un incon­
veniente, pues el ruido
del c a r r u a je previene
á los transeúntes y evita
atropellos, ed una da las
mils reales ventajas de
las ruedas neumáticas.
Eu efecto, se comprende
f ácilmente q ue es simple
cuestión de costumbre la de que los transeúntes de la calle
se enteran de quo viene un coche por el ruido de bus ruedas
ó sólo por el de los cascos de sus caballos; y en cambio,
;cuanta mayor comodidad para los vecinos de calles da ma­
cho tránsito y para las personas quo van eu el carruajeI
Considérese el fragor qua arman los miles de carruajes
qae ciroulau al día por los boulevaras más céntricos de
l'arls, por las calles de la C ity, cu Londres, y por la calle
do Alcalá ú última hora de la tarde. ¡Si hay algún enfermo
eu el vecindario, ya .puede empezar ú hacer acopio de pa
ciencia.
5.* Ira conservación del afirmado de las calles. Está sola
consideración movió el año pasado á un concejal londo­
nense a proponer que se obligase á todos los coches de
Londres.á usar dichas ruedos; con cuya medida demostró
se obtendría una economía de algunos millones de pesetas
al año en la conservación de los pavimentos de calles y
ilazos. El proyeoto no prosperó porqué.... la mayoría de
os concejales de Londres usaban todavía sus coches con
ruedas del antiguo sistemo. Acordóse que era conveniente
esperar aún algún tiempo á dictar dicha medida. Los pro­
pietarios de coches de la modernísima especie no hicieron
gestión para secundar loa propósitos del mencionado edil,
porque los calles da Londres nada dejan que desear eu
pej-f ecto afirmado, y no se metieron en tnás averiguaciones
aceran de lo que aquello costaba al afio. Los únicos que 8»
movieron fueron los fabricantes de los nuevos coches; pero
no se les hizo caso, pues veíase que obraban á impulsos del
interés propio.
6/ La mayor velocidad. Esta ventaja me atrevo oasi á
considerarla como desventaja, pues si de algo pecan y a los
carruajes actuales es de llevar demasiada velocidad, oon
el consecuente peligro de los que van á pie. N o obstante,
en momentos determinados, no hay duda que es muy con­
veniente el poder tomar el mayor grado de velocidad. Y de
todas maneras, en al terreno especulativo, siempre as una
perfección y nn bien. En París se hicieron no ha macho
pruebas de velocidad alrededor de Longchump oon un co­
che de ruedas de madera, al que se le pusieron después
ruedas neumáticas, pero siempre tirado por el mismo tronco
de caballos, ocupado por las miseras personas y guiado por
el mismo ouobero. En el primor caso dió el carruaje la vuelta
á Longcbamp en 22 segundos, y en el segundo en 15 */5No está demás hacer presente que ol record de la vuelta
de Lougchamp lo posee el caballo Launay eu 6 segun­
dos */„; el record de bicicleta le tiene el ciclista Dunwody,
en */s de segundo menos que el caballo.
Dos son las olasos de ruedas neumáticas que se constru­
yen para coches: las llamadas «ruedas .lc//ié», que construyo
la casa inglesa Quinten y que bou exactamente como las do
los velocípedos, con los radios de acero; y las que construyo
la casa Dunlop, también inglesa, y cuyos radios los fabrica
de madera. Esta casa, más práctica que la otra, compren­
diendo que, más que oainbiar totalmente las ruedas anti­
guas, los dueños de carruajes encontrarían mas práctico el
aprovechar las mismas ruedas cambiando sólo las llantas
de hierro, se dedicó á construir gomas, tyrea on inglés, y
baiulages eu francés, para ser colocadas sobre la misma
llanta de madera.
En la fig. 3.* publicamos nn corte del conjunto de la
goma neumática y la llanta de madera, con su válvula para
hinchar el neumático. Este va con cámara de aire, como los
de los velocípedos, oon objeto de poder reparar el neumá
tico oon facilidad siempre que baga falla. Eu la lig. 4.“ se
puede ver «1 acto de quitar la cámara Je aire de debajo la
cubierta de goma; y en la lig. 6." se ve la cámara y la oubierta separados de la rueda.
Las ruedas con llanta neumática duran mucho tnás que
las ruedas ordinarias. No hay quo confundir las llantas neu­
máticas con las do Himple gom a, que eu Madrid hau dado
muy nial resultado.
Eu los Estados Unidos, cuino gentes más radicales en
todo, lian adoptado ol sistema (lo las ruedos Aan¿, exacta
monte como Lis de los velocípedos. Asi se aprovechan de
la triple ventaja de los neumáticos, da los ejes do bolas y
«lo los radios ligeros.
En Modrid sólo existe uno do estos coches que nos ocu­
pan, que lo posee un propietario que v iv e en la Carrera da
•Sun Jerónimo.
Es un error el creer, como .creen algunos, que esta olasa
de coches requieren calles afirmadas como lo están las prin­
cipales del extranjero y que para las callea de Madrid no
sirven. Precisamente es todo lo contrario. El malísimo es­
tado de nuestras calles hacen más necesario uu medio de
evitar el tremendo troqueteo que aquí sufren los coches.
f
cargado con cuatro personas, que no podían casi m over dos
hombres, fu é fácilmente arrostrado por un niño de trece
años sustituyendo las ruedas le madera por los neumáti­
cas con conos de bolas.
3.* Si m ayor comodidad encuentra el caballo en tirar
de los nuevos vehículos, es mucho mayor la que experi­
mentan las personas qne van dentro de los mismos. La
desaparición completa del traqueteo, que hasta hov había
que combatir con muelles y contraían ellas, hasta llegar á
Madrid es la población donde menos duran los carruajes y
donde más se gastan los caballos. Los coches de ruedas
neumáticos evitarían en gran porte esto, y se conservarían
unta los entarugados de esta corte, que tan defectuosos son.
Los coches neumáticos parecen hechos para reoorrer
algo cómodamente nuestros empedrarlos inverosímiles, sal­
var nuestras cuestas construidas con picoa y arrostrar
nuestros entarugados defectuosísimos.
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Madrid...................
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SEMESTRE.
TRIMESTRE.
35 peseta».
40
id.
50 francos.
16 pesetas.
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id.
22 francos.
10 pesetas.
11
uL
14 francos.
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PBEClOS DE S l'S C R IP C IO N , PAGADEROS E N ORO.
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ADMIN1STRACIÓN ;
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Dem is Estados de Ami-nca y
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M a d rid , 15 de J u lio de 189»>.
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DIBTJJO
S E G A DO R A .
DE
M.
ALCiZAR.
SEMESTRE.
12 pesos fuertes.
7 peso» fuertes.
60 francos.
35 francos
18 — jí.° xxvi
LA
SUMARIO.
T e x to . Cronion contraI, por D. Jow Fernández Bremon.—Nuestro«
(¿robado?, por 1). G. Reparo?. — El Emperador de Alemania y el
l ‘rinci]ie di- Ba\ iern . i>or I>. Emilio Cautelar, de la Real Academia
Española. — Lo* leeos. por ¡CrJn. Huevona, por l). Eduardo
Abela.—>fan-«'duniluv, por I) Luí? Calvo Hcvilla. — El ejemplo de
Francia, por I). Jerónimo Becker. — ¡Oh! ¡I.a m-piración!.... i « » “sm, por 1). F. Limendoux.— Por nnilio- inundo« Narmelonr* cok.
raopollta*. por D Htoa rilo Becerro de Benuon.- Sueltos.— Adver­
tencia.— Libro«, presentados a esta Redacción por nutorc» 6 editores,
l>or G. R.— Anímelos.
GltAitADos. — Bellas Artes: Ln »ojudorii. dibujo de M. Alcázar,
La
iiitu' U del i'fi/iituii Ti iit¡irtido cu Caelclfulht. cuadro de ID Víctor
Morelli.— Retrato« de lo« nuevos purpiinido- españoles. Eminentí­
simos Br>-. 1). Salvador Ca-añu* y PatJc« y L>. Antonio Mana Cas­
cajares v Azara.
Boma: Salón destinado a los Cardenales en
Montserrat. — Habitaciones destinadas para alojamiento de lo«
nuevo« purpurados españoles en el Colegio Español y en Montse­
rrat. — Retrato de Mr Félix Fume, presidente de la República
francesa. — Trieste i Austria): El crucero Tim a, cuya venta al Go­
bierno español gestiona la casa constructora. - Humburgo (Alema­
nia): Llegada del virrey de China Li-Mung-Cbung a la estación
de Dammthort.— Ginebra: Exposición Nacional Suiza. Varias vis­
tas.—Retrato de L>. Juan Alvaro?, y Mas-so, comandante de Húsa­
res de Pavía.
CRÓNICA GENERAL.
continuación (le las discusiones del Mensaje
en el Congreso lia fijado en estos (lias, más
'l ,,e n' nf?lln "tro asunto, la atención de los
lectores de periódicos. Aquellos que se dejan guiar por la opinión de un solo diario
ven la cosa pública á través de un lente ru^ í ) sudo si es snscriptor minisl .erial, ó con negras
tintas si lo es de un periódico de oposición: aun
es peor leer un diario neutral, porqu • no hay criterio
posible para rebajar las exag «raciones de quien no He
sabe á qué pasiones ocultas obedece. Es indispensa­
ble, para enterarse de las cosas, b vr un diario de oposición,
otro ministerial V otro neutro, y luego pensar por si que
pudieran todos tres estar equivocados, y uno propio en lo
que se le ocurre. De todo cuanto al Mensaje se refiere, sólo
se lia hecho hincapié en lo que se roza con la política do
Cuba-, y como en esto no ten.«utos otra política que predicar
que la "unión de todos los españoles, claro es que no leería­
mos con gusto los cargos (pie hizo un señor diputado ü
diestro y siniestro, levantando lo que se llama una polva­
reda que al lin parece terminada. Nada más natural (pie la
intervención del Sr. Sánchez Guerra en el debate por ha­
ber sido subsecretario de Ultramar cuando era ministro el
Sr. Maura y ser acaso el más identificado con este hombre
político en lo que se refiere ú la política ultramarina, y te­
ner como tal subsecretario una participación en ella moral
y positiva. Si hubo choques en la discusión y personalida­
des, sucedió lo que siempre que se da el toque de ataque.
V si el discurso del Sr. Moret no tuviera otro mérito 'pie el
haber restablecido la tranquilidad en los ánimos alterados,
merecería los elogios «pie le prodigan periódicos de diversas
fracciones y el efecto extraordinario (pie causó en el Par­
lamento. Diremos, con E l Nocional, (pie habló en su magní­
fico discurso como un verdadero estadista, aunque como
periodistas irresponsables disintamos do alguno que otro
concepto.
Otro orador elocuentísimo terció en la discusión, «1 señor
Maura, cuyas declaraciones ituportuntes no podemos con­
densar en esta crónica, asi como ol discurso del Sr. Homero
Robledo que se está pronunciando cuando cerramos nuestra
crónica.
a
f
Mucho pe lia hablado y discutido en estos días d élos
embarazos que causa ú nuestra acción gubernamental el
Tratado con los Estados Unidos, en lo que se refiere ¡i los
privilegios otorgados á los subditos norteamericanos. Pero
no hay derecho que no se deba reglamentar para que
cause efecto y se eviten los »busos. ¿Existe en Cuba un
registro en (pie se inscriban los súbditos españoles que lian
optado y conseguido la nacionalidad de los Estados U ni­
dos? No de otro modo puede impedirse que estén disfru­
tando las ventajas de la nacionalidad española los que, al
cometer un delito, y sólo para ese caso, resultan luego ex­
tranjeros privilegiados. Disfruten del p rivilegio, mientras
no varíe el actual estado de cosas, esos extranjeros; pero
impídase ñ los que lo son los derechos inherentes ¡i nuestra
nacionalidad, y míe la prueba de esu naturalización sea
clara, no pudiéndose gozar ese fuero de extranjería sin
estar declarado y reconocido de antemano. Esto es justo, y
evitaría abusos, sin que se puedan hacer objeciones de
buena f e , y las que sean de mala fe no deben aceptarse ni
escucharse.
Escritas estas lineas, leemos en el Heraldo que se lia
realizado el pensamiento (pie acabamos de indicar, y que se
habrá publicado en la (lócela de la Habana cuando circule
nuestro número.
o
O o
E l Sr. D. Rodrigo Suriano, reductor literario de E l Im p a rcia l, nos pregunta en una circular impresa lo que opi­
namos acerca de la creación en Madrid de un teatro libre,
exigiendo que la contestación sea breve: procuremos com­
placerle.
Desde que en París hizo la prueba Mr. Antoine, presumi­
mos que no tardaría en repetirse entre nosotros; y como,
por lo menos, puede ser curiosa, sin prometernos grandes
resultados deseamos que se haga.
N o creemos agotados los recursos del ingenio humano
en lo que se refiere al arte teatral: hoy mismo asistimos al
prodigioso adelanto con que se liaeen aplaudir obras sin
asunto, ni ingenio, ni interés, ni más elementos escénicos
que música sin voces, trajes, pantorrillas v evoluciones de
comparsas: y a se ha suprimido la comedia. ¿No podia prescindirse también del autor, del empresario y del teatro?
ILUSTRACIÓN
ESTAÑOLA
Y
15 J r a o 1896
AMERICANA
Hablemos seriamente. Siempre hemos defendido la liber­
tad del teatro antiguo, en que el autor podia desarrollar su
pensamiento non la libertad del novelista, aunque con el
lenguaje y condiciones necesarios para impresionar viva,
rápida y gratamente al auditorio. Si la antigua libertad que
se invoca se refiere al uso de frases ó representación de
episodios licenciosos. diremos que en esto cada siglo tiene
su pudor, y aventura mucho el (pie escandaliza, aunque a
veces la desvergüenza y el atrevimiento scau aplaudidos:
en París se estrenaron obras asquerosas. Si se trata de
abrir una especie de templo dramático, al cual asista el pu­
blico con el recogimiento (pie al antiguo drama litúrgico,
sin voz ni voto, donde el autor pueda estrenar cómoda­
mente y sin peligro, diremos (pie nos purecc muy difícil
conseguirlo en nuestro temperamento, aunque sólo ocupen
los asientos frailes cartujos; pero si se reuniera esta clase
de público, faltaría en la prueba la piedra de toque para
distinguir la obra teatral de la qcie no lo sea; es decir: el
resultado del choque de la obra con el público: seria udu
lecttira representada.
Desde luego preferimos al que innove con obras á los
teorizantes; pero no admitimos que nos den vejeces por no­
vedades, ni con viertan en trascendental y simbólicamente
bello lo que es pobre y confuso: no hay drama de Comella
al que no se pueda atribuir entre lineas simbolismo y al­
cance misterioso con buena voluntad. Ni creemos que de
una prueba semicasera se deduzcan las condiciones de una
obra para la escena verdaderamente pública: cuando leemos
ó nos leen uua comedia, podemos decidir si es ó no digna
de representarse, pero no si agradará, porque el gusto ajeno
y colectivo es una incógnita: querer prescindir de este co­
nocimiento, es negarse á aprender lo 'pie no podemos estu­
diar de otra manera. Es dudoso y arriesgado, pero á ese
peligro se han sometido todos los ingenios teatrales, y aun
se han complacido en esa lucha. V como se puede evitar
imprimiendo las comedias, nos parece esto más lógico que
crear un público sin nervios. Más diremos: que cuando hoy
se concede al sufragio universal tanta extensión, es extraño
que so quiera privar al público de un derecho que goza
desde tiempo inmemorial, el juicio de las obras teatrales.
¿Se quiere crear un teatro erudito? Sea; pero resultará que
llaman teatro libre al arte esclavo.
Mucho podríamos extendernos acerca de la admisión de
obras que ofrecieran verdaderas novedades, y los que ha­
brían de elegirlas, y si so deberían preferir, como creemos,
autores desconocidos, etc.... Pero no tenemos licencia para
más, y concluimos por decir que toda prueba nos agrada;
pero como desconocemos el plan que se lia de seguir y tas
obras (pie lian de estrenarse, nos reservamos la opinión para
el final de temporada.
o
o o
Creemos hacer un servicio á los escritores y músicos y
domas interesados en la propiedad intelectual recordándo­
les ‘pie el día 2 de Agosto próximo expira el plazo para re­
gistrar las obras (pie carezcan «le ese requisito y hayan de­
jado de inscribirse en el plazo de un año que la ley concede
para esa formalidad. Como son innumerables los escritores
(pie se bailan fuera de la ley, v el plazo que les queda para
ponerse bien con ella es corto, y ol perjuicio do no inscri­
birlas puede ser muy grande, nos parece útil el aviso. Eos
interesados deben presentar en el Registro de la Propiedad
intelectual, eu el piso bajo del Ministerio de Fomento, tres
ejemplares «le las obras que deseen registrar, con su firma
en la portada y rubricado cada pliego de la obra; Henar y
firmar una hoja impresa en aquellas oficinas, acogiéndose á
los beneficios de la ley del 2 de Agosto; recoger el titulo
provisional, y esperar que so les extienda el definitivo, «pie
sólo les costara un sello de dos pesetas cuando se verifique
el canje de ese titulo. Eos que residan en provincias podrán
cumplir con lu ley en sus respectivas capitules.
o
o o
En el estudio de nuestro querido compañero D. Juan
Comba hemos tenido el gusto de v er el techo que acaba
de pintar para la subsecretaría dol Ministerio de Hacienda:
todas las regiones contributivas de la Península están re­
presentadas, no por figuras alegóricas, sino por tipos bien
caracterizados y vestidos á la usanza de cada país, con atri­
butos hábilmente escogidos paru expresar de un modo na­
tural y sencillo los productos, ó industrias ó circunstancias
que los distinguen ó avaloran. Está, a nuestro juicio, pen­
sada la composición en su conjunto y sus detalles con acierto
y madurez, sin perjudicar en nada con el exceso de inten­
ción á la gracia y ligereza artísticas del cuadro. Estas son
las cualidades (pie podemos apreciar con uiás conocimiento:
las de ejecución y colorido pertenecen á los prácticos; aqué­
lla en lo que podemos distinguir nos parece sincera y fácil,
y éste acertado y serio; y como, aunque son tuntas las figu­
ras que contiene aquella gallarda composición que honra á
nuestro querido compañero, el pensamiento aparece claro y
luminoso, adelantamos, pues, estas noticias sin contar con
su anuencia, mientras otros más competentes juzgan ese
trabajo que da á conocer ú Comba en un genero tan difícil,
que lia dominado al ensayarle.
o
o o
Gran motín se armó el sábado en la plaza de la Cebada:
fué la causa de todo un muchacho que tomó, ó creyó un
guardia municipal que había tomado, unos pimientos que
no le pertenecíau: indignado ante aquella acción el repre­
séntame del Ayuntamiento, y ejerciendo de juez y de ver­
dugo, hubo de castigar, sin otro proceso, al poseedor de
los pimientos, aplicándole con un vergajo el correctivo que
en su leal saber y entender creyó que merecía. N o calculó
el municipal la fuerza de su brazo y la escasa resistencia
de la victim a, que, según se dice, perdió el conocimiento,
y , ya por la brutalidad del golpe, ó al caer, resultó con una
costilla fracturada, según la? referencia?. Las verduleras y
compradores que vieron un chico de diez años muerto, al
parecer, á manos de un guardia, se alborotaron como era
natural y quisieron aplicarle la justicia catalana. Piedra?,
verduras y toda clase de proyectiles llovieron sobre el cajón
en donde había sido encerrado el agresor, y no costó poco
trabajo librarle de la muchedumbre irritada y descompuesta,
que pedia á gritos sil muerte, durando muchas horas el
motín, a lo que contribuyeron las noticias inexactas que
esparcían entre aquellas gentes crédulas otras malinten­
cionadas.
En resumen: un hecho brutal por el exceso del castigo,
y mi alboroto junto en ¡irin cip io , pero también exagerado.
Eos guardias municipales, como encargarlos del orden en
las plazuela« y ejecutores de las Ordenanzas, siempre anti­
páticas y duras, nunca son populures: entre la disposición
de las leves y reglamentos y su ejecución hay diferencias
inevitables que a veces los suavizan y á veces los agravan,
y los municipales son los que sufren las asperezas fiel cho­
que de la ley contra los intereses menudos, pero importan­
tes, ,le los vendedores; v unos dias se levantan con ánimo
tolerante y hacen la vista gorda á muchas infracciones;
pero otros días el hombre se despierta en mala disposición,
v '¡a y del que caiga! Pululan por todas las plazuelas muchos
granujillas que acechan los puestos, y rara vez se vuelven
manivacíos. El guardia creyó ver una transgresión, alzó el
vergajo y se perdió; porque si libró la vida en el motín del
Rábado. lo que es el susto y las consecuencias del proceso
nadie se las quita.
o
o o
Epitafio bullado en lina encrucijada:
t Aquí yace el mejor de los gitanos: jamás hizo obra buena
ni dijo una verdad: la mayor pai te de sus huesos son roba­
do?. Deja la bolsa, viajero, si no quieres que su sombra te
persiga.»
D.J Rosa balda perdido un perrito á quien amaba; un
inspector amigo, enterado de que se le baldan llevado los
luceros, había jurado devolvérsele.
A y e r entró con aire triste en casa de DA Rosa.
— ¿Trae usted mi perro?
— S i, señora: aunque usted no le reconozca en la nueva
forma que le han darlo.
V desenvolviendo un papel, presentó ú D.a Rosa un sal­
chichón.
Unn la caseína, ó sea la sustancia principal fiel queso, la
industria fabrica una pasta semejante al marfil, muy buena
para estatuas.
Veremos pronto en el pedestal de un héroe esta leyenda:
f‘ Al libertador del territorio le erigió esta efigie fie queso
la patria agradecida.»
J osé F k r x á n b e z R h k .món .
N U E STR O S G RAB AD O S.
B K t.L A s
1a
A ll T K S .
negadora, dibujo do M . Alcázar.—L o muerte del capitán Temprado,
cuadro de D. Víctor Morelli.
L a *et(utltnn, de Alcázar, cuyo grabado publicamos al
fronte de este número, es una herniosa figura fie mujer. La
alegría del rostro, la viveza de lu mirada, lo airoso de la
postura, están declarando salud y vida; condiciones de be­
lleza que suelen faltar á lus mujeres de 1« ciudad. El tra­
bajo la hizo fuerte; tendrá hijos fuertes como ella, y asi,
lo q u e la suerte la quitó haciéndola nacer pobre y en ol
campo, la Naturaleza se lo da en alegría y robustez.
El cuadro de D. Victor Morelli que reproducimos en la
piig. 2ó, llamó mucho lu atención en la última Esposición de
pinturas celebrada en el Palacio de Relias Artes.
El asunto es, en verdad, bellísimo, y la ejecución digna
del asunto.
El capitán Temprado vese rodeado de carlistas, quedán­
dole sólo para defender los cañones un puñado de soldados.
A llí pelearon hasta morir con valor heroico, sin que las
voces que los carlistas les daban diüiéndoles que se rindie­
ran. que les darían la vida y además lu libertad, bastasen
á hacerles cejar un instante en su empeño.
Destácase vigorosamente en el eentro del cuadro la figura
del capitán Temprado, la mano izquierda apoyada en el
cañón y la derecha armada de revólver, con el que dispara
ú un enemigo, que cae de espaldas. Kodéanle hombres que
pelean desesperadamente cuerpo ú cuerpo. En el suelo, un
artillero sujeta a un enemigo procurando estrangularlo. Un
oficial carlista, admirado del valor de Temprado v los suyos,
levanta el brazo siu arma, como ofreciendo paz. En el fondo
vense, entre e] humo, soldados que huyen.
La impresión que el cuadro produce es grande. E l Museo
de Artillería lia comprado esta obra notable, de lo que nos
congratulamos.
o
o o
los
XFKVOS rCRPCRADOS BSPASOLES.
En el Consistorio fie 25 fiel pasado impuso Su Santidad
el capelo cardenalicio, con toda la pompa propia de tales
ceremonias, a los ilustres prelados españoles Sres. Cascaja­
res y Azara y Casonas y Pagés, ambos muy dignos de tan
señalada honra por su salier, virtud y talento.
El cardenal Cascajares nació en 1834, y fué en su juven­
tud oficial de artillería. Pasó al estado eclesiástico, v pronto
subió, muy merecidamente, á la sede de Ciudad-Rodrigo,
Después gobernó las de Calahorra y Valladolid. Honra á la
región aragonesa en que nació.
15 J ulio 1896
LA
ILUSTRACION
El cardenal Casarlas es natural de Barcelona, donde
vió la luz el mismo año que el cardenal Cascajares. I>e
Obispo de U rgel ha pasado á Curdenal, porque no conve­
nía que, por ser Arzobispo, tuviese que abandonar la sol**rania de Andorra, aneja á aquel obispado. En tal difícil
puesto, teniendo que compartir la soberanía con Francia,
el nuevo Cardenal lia dado muestras de talento y perspica­
cia nada vulgares. ¡Quiera Dios conservar su vida largos
años para bien de la religión y de la patria !
En la Embajada española en liorna hubo gran recepción
para celebrar la imposición del capelo á ambos prelados, v
en ella pudo lucir el cardenal Cascajares el magnifico anillo
que le regaló hace poco id cuerpo de Artillería.
DamoB también algunas vistas de las habitaciones que en
el Colegio Español y en Montserrat ocuparon los prelados.
Están amuebladas y decoradas con gusto y sencillez. Son
cómodas y decorosas, pero no lujosas en demasía. En ellas
han vivido los Sres. Casañas V Cascajares mientras han es­
tado en liorna. (Véase la pág. 21.) En la pág. 20 riamos los
retratos de los Cardenales.
o
o o
MR. FÉLIX FACBK,
presidente de la República francesa.
Asi como en el talento y grandeza de los sabios V hom­
bres de gobierno tiene tanta parte la nación que los form a
corno tiene la madre en el hijo que echa al mundo, asi
también en las locuras de los enajenados políticos se conoce
inmediatamente el estado de la sociedad que los produce.
Si ésta se halla perturbada, sin f e , sin Dios y sin conciencia
del deber, natural es que produzca hombres violentos que
todo lo quieran atropellar, sin conocer respetos humanos,
cosa muy natural no conociendo los divinos.
Los exaltados y delirantes de otros tiempos mataban
principes y reyes porque creían servir con eso á la religión,
por vengar ofensas ó por cualquiera causa parecida á éstas.
Los de ahora atentan contra los de arriba sólo porque es­
tán alto y les encoleriza ver á alguien por encima de ellos.
Malo era lo uno, pero bastante peor os lo otro. En aquello
cabía grandeza. En esto no.
Uno de estos locos, que podríamos llamar sintomáticos,
disparó el día 14 dos tiros de revólver al presidente de la
Hepública francesa. Mr. Félix Faure. Entraba éste en Longciiamp, donde iba á pasar revista á las tropas, cuando el
criminal, acercándose al carruaje lo que pudo, hizo fuego.
Tuvo el Presidente la suerte de salir ileso y la serenidad
de volverse luego á saludar á la muchedumbre sin dar la
menor muestra de alteración. Sobre el que disparó los tiros
cayó buen golpe de gente, y en poco tiempo recibió infinitos palos, patadas y lajfetones. La policía piulo sacarlo
vivo , aunque m uy maltratado. Declaró llamarse Francisco,
ser escritor y que había disparado con pólvora sola.
Entretanto el Presidente era aplaudido y vitoreado por
el pueblo y felicitado también por el príncipe Li-HuugChang, que so hallaba presente.
Dicen que el tal Francisco está verdaderamente loco y
que es el mismo que hace poco tiempo arrojó ú la Cámara
un puñado de papeles desdo una do las tribunas.
En la pág. 24 publicamos un retrato del Presidente de la
Hepública francesa tomándolo de un excelente cuadro do
L. Iíonuat. Mr. Faure es natural de París, donde nació
en 1841. Establecióse en el H avre, llegando á ser uno do
los principales armadores de aquel puerto. En la guerra do
1870 inundó un batallón do guardias móviles, con ol que
peleó más tarde contra la Communr. Acabada aquélla, volvió
al Havre, donde siguió dedicado ú sus negocios hasta que
salió diputado en 1881. Gumbetta le nombró subsecretario
de Estado, y en este puesto estuvo hasta 1885. Después fué
ministro de Marina, y hace próximamente año y medio que
pasó á ocupar el alto cargo que hoy tiene, y que, más que
nada, debe á su reputación de hombre recto y tirine.
Xo le ha valido, sin embargo, la consideración de algu­
nos de sus adversarios. Hace tiempo que muchos periódicos
escriben contra el Presidente en el lenguaje más destem­
plado y acusándole de muchas fallas y aun de delitos.
Ahora, como siempre, el intento de asesinato hu venido
después de una campaña periodística.
o
o o
TRIESTE.
E l crucero Vtena, cuya venia al Gobierno eRpañol gestiona
la casa constructora.
Continúa el Gobierno español procurando aumentar la
marina de guerra, por si la guerra de Cuba trae aparejuda
otra con la ambiciosa potencia que tan ú las clarus codicia
la posesión de aquella isla.
Después de adquiridos los cruceros de Genova, parece
que se tratu de comprar otros barcos reeién construidos en
los astilleros de San Hoque, de Trieste. Como todo lo refe­
rente ú aprestos nuvales es del mayor interés, en la pág. 25
damos una vista de uno de estos barcos, acompañándola de
los siguientes datos descriptivos.
El casco del lle n a (que asi se llama bosta ahora) es de
acero Martín Siemens, y está dividido en muchos comparti­
mientos estancos. Estos y las potentes bombas de achique
que tiene le hacen casi insumergible. Tiene 93,30 metros de
eslora, 17 de manga, 6.36 de calado y 5.550 toneladas.
La máquina le dará 16 nudos por hora con tiro natural y
17 A con tiro forzudo. Puede llevar 3.000 toneladas de car­
bón, lo que le asegura un radio de acción de 5.556 kilóme­
tros á 10 millas de marcha por hora.
L le va coraza de acero niquelado de 2,10 de ancho y 217
milímetros de grueso. Los puntos vulnerables, la cindadela,
el reducto central y todos los otros puntos importantes están
también protegidos. Los cuatro cañones principales son de
24 centímetros, y liállanse colocados en torres blindadas.
Estos cañones pesan 26 toneladas cada uno, y el proyectil
215 kilos. L leva además otros seis cañones sistema Krupp
(como los anteriores); dos Uchatius; 16 cañones de 47 mi­
ESPAÑOLA
N.° XXV! — 19
Y AMERI CANA
límetros: 16 cañones de 47 milímetros, do tiro rápido; dos
ametralladoras y dos tubos lanzatorpedos.
X o es seguro aún que el Viena y alguno de sus compa­
ñeros, como el /iudapexfh y el .Vanaren, construidos en
los mismos astilleros pasen á formar parte de la marina es­
pañola; pero se ha tratado «le su compra, y creemos que
aun no se han roto del todo estos tratos. (Véase la pág. 28.)
o
o o
En la actualidad so halla opernmlo este je fe ñor la juris­
dicción «le Cíen fuegos, en «londe es tan apreciado como dis
tinguido. Damos su retrato en I» pág. 32.
Un detalle: todos los oficiales é individuos de tropa de
su escuadrón se hallan recompensados, unos con una cruz,
bastantes con dos cruces y algunos con tres, de ellas varías
pensionadas: lo «pie demuestro «pie este brillante escuadrón
de Húsares continúa la gloriosa tradición «le su regimiento,
y es uno «le los «pie más trabajan en la actual campaña.
IIA M I lfl» ;« ' (A L E M A N IA ).
G. H e p a r a z .
Llegada del virrey Li-IIunK-Cliang ít la estación de Dntnmthort.
El virrey Li-lIung-Clm ng es, sin duda, uno «le los prin­
cipales personajes de este siglo. En la famosa guerra délos
Tae-pings, en la que murió más gente que en cuantas ha
habido en Europa desde tiempo de Napoleón, aprendió,
viendo las victorias que con poca gente conseguía el oficial
inglés Gordon, las ventajas «le la táctica y disciplina eur«»peas sobre las que empleaban los chinos de uno y otro
hun<lo, y que eran de lo más primitivo é ineficaz «pie en el
arte de la guerra se ha conocido. Poco á poco fu é adies­
trando gente, gastando dinero en arsenales y artillería y
preparando la gran revolución que ha de hacer á China
potencia militar. Halló gratules obstáculos; pero la invasión
anglo-f ranees« (1860) allanó muchos de ellos, descubriendo
á los más ciegos la debilidud del Imperio. El naciente ejer­
cito chino probó sus fuerzas en la campaña del Turquestún,
de la «pie salió airoso. Sabido es lo mal «pie ha saliilo de la
del Japón por hallársele adelanta«lo éste en la magna «ibra
de urinurse v org> nizar se para la guerra á la manera délos
pueblos occidentales.
A aprender en éstos lia venido á Europa el anciano \ irre v , y también, según parece, a buscar aliados para el «lia
«leí desijuite. Sus visitas preferentes son para los arsenales,
los cuarteles y los políticos.
En Alemania ha visto á Krupp y á Bisniarck. En las ofi­
cinas de aquél ha estudiado los cañones más perfectos y
destructores. Con el Canciller lia tenido una entrevista de
dos horas á solas. X o se sabe lo «pie en ella trataron; pero
sólo por haberse juntado los «los insignes estadistas es digno
de ser conocido el viaje de Li-Hung-Chnng ú Alemuniu.
Damos su retrato en la pág. 28.
o
o o
GINEBRA.
Exposición Nacional Suiza.
Puede decirse que la Exposición Nacional Suiza «le Gine­
bra lia sido una seguiula edición, muy bien corregida y
bastante aumentada, «le la «|ue se celebró en Zurich el
año 93, y que tan buen resultado tuvo.
Ocupa unas 3o hectáreas y está en las afueras «le la ciu­
dad. Conipúnenla un palacio «le Bellas A rte s , una galería
de máquinas y regular número de pabellones para la in­
dustria, las ciencias y la agricultura. Nuestro primer gra­
bado de la pág. 29 es una vista de conjunto do la Expo­
sición.
Lo más nuevo é interesante de la Exposición es la aldea
suiza, obra ingeniosísima en la que los autores han que­
rido resumir la aripiitcctura «le las construcciones rurales y
la manera de vivir de los montañeses suizos. A la entrada
veso la casa «le unu do las personas importantes del pueblo;
luego la iglesia, el lavadero, y , por último, los prados del
común, «londe pastu el ganado. Para «pie la ilusión sea com­
pleta, lu aldea está habitada por verdaderos aldeanos, ves­
tidos con el traje nacional.
En la página antes citada damos varias vistas de la aldea
suiza.
La agricultura tiene parte muy principal en la Exposi­
ción. El parque á ella destinado es muy espacioso. Tam ­
bién os hermoso edificio el palueio de Bellas Artes (véase
la misma pág. 29), de tun sencilla como original arquitec­
tura.
DON JUAN ÁLVAtlEZ V MASSÓ,
comandante de Caballería, jefe del escuadrón Húsares de Pana.
El comandante Massó nució en Barcelona el 1.® de N o­
viembre de 1853, y entró en la Academia de Caballería en
Junio de 1872. Terminados sus estudios en Septiembre del
74, marchó en seguida á la campaña carlista, tomando parte,
entre otras, en las acciones de Cantavieja, Olmeda «le Cu­
beta, Seo de l ’ rgel, A oiz, Lnmbier, Mirava lies y Estella,
por las «pie fué recompensado con varias cruces y con el
grado y empleo de teniente y grado de capitán.
Cuando el sorteo de escuadrones para la isla de Cuba el
20 de Mayo del año anterior, le tocó eti suerte ir maullando
el de Húsares de Pavía, de cuyo cuerpo era comandante
mayor. En el año que próximamente lleva de campaña no
ha cesado de operar por casi todas las provincias de la isla,
habiéndose encontrado en los combates de Manneas y rio
Zaza, perteneciendo á la columna del general O liver, que
fueron los «pie impidieron el paso ¡i Máximo Gómez á las
Villas en su primera invasión en Noviembre último; en las
acciones de Delicias y llamones, Alameda y Guanche (en
la «pie murió el húmico teniente del escuadrón D. José Se­
bastián); en la brillante carga de la brigada de Caballería
en el ingenio Luz. en la «jue entró el primero al frente «le
un escuadrón en el batey; en el reunió y glorioso combate
de Pozo-Hondo (Cantlelaria), y en las acciones de Yabueito,
Laberinto y Aguacate, Loma sin Nombre y en la de la P i­
mienta, ocurrida el 20 del actual.
P or su comportamiento ha merecido ser propuesto por los
hechos de anuas de Pozo-Hondo, Yabueito y Pimienta, ha­
biendo merecido juicio de votación para el empleo inme­
diato por su «listinguido comportamiento, valor y dotes de
mando en este último é importante combate, en el cual, al
frente de su fuerza y al grito de «¡V iv a España!» «¡A rrib a
los húsares!», dio una carga á fondo que causó al enemigo
22 muertos de arma blunca y detenuinó su derrota y pre­
cipitada y vergonzosa fuga.
E L E M P E R A D O R DE A L E M A N I A
Y EL PRÍNCIPE DE BAVIERA.
I.
la muerte de Julio Simón grandísimos
extremos de dolor se han hecho, pri­
mero por su familia, y después por
sus amigos, viéndose privados de un
estadista y filósofo tan extraordinario.
Las ofrendas de agradecimiento no falta­
ron á sus honras, ni los partes de pésame
jf¡$ á sus deudos. Entre los más notables ha re■QJ sallado el telegrama dirigido, no á la viuda
del insigne filósofo, como dijeran primero las
gentes, al Jefe del Estado francés, por tan elevada
y conspicua persona como el Emperador de A le­
mania. Subido y llegado éste al trono con todas las
ambiciones propias de su juventud y de su exalta­
ción, entre las cuales privaba en su ánimo la, para
su carácter muy honrosa, del desvelo por las clases
pobres, convoc«) un verdadero concilio de sabios en
Berlín, proponiéndose ver si la mayor cantidad de
ciencia que hay en Europa, mantenida por la mayor
cantidad de poder, lograban remediar en algo las
irremediables dolencias humanas, tan propias del
mundo social como las epidemias y los ciclones y
los terremotos del universo material, y tan inde­
pendientes de la humana inteligencia como de la
humana voluntad. Francia creyó no poder excu­
sarse, y envió á Berlín el gran Simón. Este creyó no
empecer al patriotismo la cortesía, y estuvo tan
halagüeño como digno con el Emperador. El Em­
perador, muy romántico y muy hospitalario, trabó
amistad con el publicista. Quisieron demostrar
emperadores y sabios que la Ciencia y el Estado
so dedicaban al problema social juntos: sólo de­
mostraron que ni la Ciencia sabia, ni el Estado
podía cortar de raíz malos cuyos efectos algo se
alivian, pero nada se impiden, por sontimienlos así
colectivos como individuales «le ardorosa caridad,
y por expedientes administrativos de socorros y
do beneficencia, «pie no deben herir los dos facto­
res combatidos á la continua por el socialismo, la
propiedad individual con el humano derecho.
Ilo y han dejado de agitar al joven César los pro­
blemas económicos y sociales; agítanle mucho las
relaciones entro los pueblos germanos. No está en
lecho de rosas Guillermo II. Los adelantos de Ru­
sia muy amenazadores á su Imperio; el recobro
de las esperanzas francesas en los proyectos anti­
guos de apocalíptico desquite: los quebrantamien­
tos y menguas padecidos por Italia, su aliada fiel,
retirándose rota de Abisinia y recluyéndose pru­
dentísima en Eritrea: el divorcio de Inglaterra por
los conflictos australes y el apego á Inglaterra en
las expediciones nubias: su fracaso diplomático
ante las escapatorias de Turquía en Armenia bur­
lándose de sus intimaciones, y los progresos de
Rusia en Bulgaria constituyentlo su tutela sobre
tal reino, todo agravado por los levantamientos en
armas de Creta y por las crisis nerviosas de Macedonia: la exaltación y revuelo del partido antisemita:
la hostilidad del agrario: la conjura del militar arte­
sano contra el militar clásico; los disgustos del Can­
ciller cesante y del Canciller activo; las neurosis re­
ligiosas, agravadas por el socialismo, enfermedad
en estado álgido, producen una situación tal en la
grande Alemania, que se necesita mucho esfuerzo
para conjurarla y mucha perseverancia en el es­
fuerzo. Pero todo esto no es nada, en paralelo y com­
paración puesto con las agitaciones separatistas.
Mucho tiempo bacía (pie se notaba en Berlín el
apartamiento de Baviera: mucho tiempo que sur­
gían en el reino de Wutemberg meditadas y siste­
máticas resistencias al Imperio: mucho tiempo que
se paralizaba el Consejo federal por no poder con­
cordarse á una para cualquier definitiva resolución
sus discordes sumandos, como sucede ahora con la
cuestión de los jesuítas; mucho tiempo que se conocia frialdad en la devotísima Casa de Sajouia, y
que hostilizan por democrático al Imperio el nú­
mero increíble de señores feudales, náufragos
sobre sus castillos de águilas y en sus marcas de
combate tras el arreglo de la unidad germana:
pero nunca se había mostrado este cáncer del
I
'■
20 —
I.A I L USTRACI ÓN
K.° X X V I
E mmo . S r . D. A N TO N IO M A R I A CASCAJARES Y A Z A R A,
K mmo . S r . D. SA LV A D O R L A S A Ñ A S Y PACES
R. O B I S P O
DE
URGEL,
CARDENAL
DE L A
S. I. R.
15 J ru o 189G
ESPAÑOL A Y A M E R I C A NA
M.
LOS N 1’ EVOS PPBPt ' RADO' S
R.
A R Z O B I S P O DE V A L L A D O L I D ,
CARDENAL
DE L A S. I. R.
BSI’ a S OL KS .
R O M A . — LOS NUEVOS CARDENALES ESPAÑOLEA.— SALÓN DESTINADO Á LOS CARDENALES EN MONTSERRAT,
(Do fotografías remitidas por D. B. Esteran.)
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Despacho del cardenal Cascajares. — Despacho del cardenal Casañas.— Salga en el Colegio Español.— Comedor de los Cardenales.— Antesala.— Coarto dormitorio.
R O M A . — HABITACIONES DESTILADAS Á LOS CARDENALES ESPAÑOLES EN EL COLEGIO ESPAÑOL Y EN MONTSERRAT.
(De fotografías remitidas por D. H. Esteran.)
22 — N.° XXVI
LA
m u n d o a le m á n p o r m a n e r a d o t a l s u e r t e a c e r b a
c o m o a h o r a , c o n o c a s ió n d e l f e s t e j o d e M o s c o u , a
lo s d is e n t im ie n t o s e n t r e la p e r s o n a d e l p r u s ia n o
E n r i q u e y l a p e r s o n a d e l h e r e d e r o h á v a r o , h u id o s
d e u n b a n q u e t e a l im p u ls o d e m u t u a s r iv a lí« la d o s .
N a r r e m o s lo s h e c h o s . N a t l i e ig n o r a c ó m o la c o ­
r o n a c i ó n « le í C z a r l l e v ó á l a c o r t e m o s c o v it a e l c r e ­
c i d o n ú m e r o « le P r in c ip e s i m p e r ia le s y r e a le s , m u \
c e r c a n o s a la s c o r o n a s d e s u s r e in o s •'■ im p e r i o s r e s ­
p e c t iv o s . N a d i e i g n o r a q u e d e s c o lla b a n e n t r e ta n
p r in c ip a l g e n t e la p e r s o n a d e l P r i n c i p e m a r in o
a le m á n y l a p e r s o n a d e l P r í n c i p e h e r e d e r o b a v a r o ,
r e p r e s e n t a n t e s « lo la s d o s m a y o r e s m o n a r q u ía s «p ie
h o y e n l a c o n f e d e r a c i ó n g e r m á n ic a e x i s t e n , ta l y
c o m o e s tá c o n s t it u id a t r a s l a e x p u ls ió n y a p a r t a ­
m i e n t o d e l A u s t r ia . N a d i e i g n o r a q u e c a d a g r u p o
e x t r a n j e r o h a t e n id o s u c o r r e s p o n d ie n t e f e s t e j o
d e n tr o d e su s r e s p e c t iv o s c ír c u lo s , y q u e fo r m a n
u n o m u y n u m e r o s o lo s a le m a n e s e n M o s c o u r e s i­
d e n t e s . P u e s b ie n : e l C í r c u l o a le m á n i n v i t ó a lo s
P r í n c i p e s a le m a n e s á u n a tie s ta . Y lo s P r ín c ip e s n o
p u d ie r o n d e c l i n a r l a i n v i t a c i ó n , h a b it u a d o s c o m o
e s t á n t a le s s e ñ o r e s d e a r r ib a p o r n e c e s id a d a e s te
c o m e r c i o s o c ia l c o n lo s h u m i ld e s d e a b a j o , p r o v i n ie n t e d e la m e n g u a d e l p r i n c i p i o r e a lis t a y d e la
p r e p o n d e r a n c ia d e l p r in c ip io d e m o c r á t ic o e n t o d a s
p a r t e s . J u n t o s f u e r o n e l P r i n c i p o m a r i n o a le m u n
y e l P r í n c i p e h e r e d e r o h á v a r o : ju n t o s a c e p t a r o n
lo s o b s e q u io s o f r e c i d o s á s u s a lt a s p e r s o n a s p o r lo s
d e v o t o s s ú b d it o s : ju n t o s s e h o lg a r o n á l a c o n t e m ­
p la c ió n d o u n a f i d e l i d a d t a n b ie n p r o b a d a c o m o la
« p ie s ie n t e n lo s a le m a n e s d e M o s c o u y s u s a s o c ia ­
c io n e s p o r t o d o r e c u e r d o v i v o « l e la p a t r ia y « le la
n a c ió n a u s e n te s , m o s trá n d o s e u n a v e z m á s c ó m o
a l n o m b r e d e A l e m a n i a la t e n u n ís o n o s t o d o s l«>s
c o r a z o n e s g e r m á n ic o s , m u y c o n t e n t o s y b ie n p a g a ­
d o s , m a g u e r la b a ja d e s u a n t ig u a d e s c e ñ í r a iiz a e ió n
s e c u la r , c o n b is c o m p e n s a c io n e s d e l a s c e n s o e n in ­
f lu jo e n o r m e , « p ie le s g r a n je a la p o d e r o s a r e c ie n t e
u n id a d , s o b r e lo s m a y o r e s p u e b lo s d e l p la n e t a .
T o d o á p e d i r d e b o c a ib a , c u a n d o l l e g ó e l d e m o ­
n io y t i r ó d e l a m a n t a , m o s t r a n d o la s l l a g a s p o l í t i ­
c a s o c u lt a s b a jo lo s o r o p e le s c o r t e s a n o s . J .a p e r s o n a
q u e p r e s i ilía e l C í r c u l o g e r m á n i c o , s i m p l e y l l o a ­
r a d o c o m e r c ia n t e , c r e y ó s o r e l p r í n c i p e m á s c o n s ­
p ic u o y e m p i n g o r o t a d o e n t r e t o d o s 1o s a l l í r e u n i­
d o s E n r i q u e 1fr a u d e b u r g o , p o r s u g r a d o e n la
e s c u a d r a g e r m á n ic a y p o r su r e p r e s e n t a c ió n d e l
C é s a r im p e r a n t e . A s i , l e d i r i g i ó e l in c e n s a r io c o n
e n t u s ia s m o ¡i l a c a r a , y s e lo q u e b r ó c o n t o r p e z a
e n la s n a r ic e s . L a m a y o r p in g a e n t ie s ta s y r e c e p ­
c io n e s p a r é c e m o á m i e l b a n q u e t e , á c a d a h o r a d e l
d í a s u r g i d o , a n t e lo s e m p a c h o s d e l o b s e q u ia d o ,
s in r e s p e t o a lg u n o á s u e s t ó m a g o y s in la d e b i d a
c o n s u lt a « le s u s g a n a s . R e c u e r d o u n a v e z q u e f u i
y o d e v i a j e t r i u n f a l e n m i p r e d ic a c ió n r e p u b li­
c a n a ( « l e l a c u a l n o e s t o y a r r e p e n t id o , c o m o c r e e n
m i s a d v e r s a r io s , s in o m u y s a t is f e c h o , c o m o q u e
la v o l v e r í a « lo n u e v o á c o m e n z a r s i v o l v i e s e «le
n u e v o á r e j u v e n e c e r ) d e s d e S a n S e b a s tiá n á B i l ­
b a o , d o n « le t o p é c o n c a t o r c e b u ff e t* , a p e r c í b e l o s
p o r lo s M u n i c i p i o s e n m i h o n o r , y t u v e q u e m e ­
r e n d a r c a t o r c e v e c e s , r o c ia n d o la s c a t o r c e m e r i e n ­
d a s c o n v in o s v a r i o s , p o r n o a p a r e c e r d e s a fe c t o
á lo s p u e b lo s o b s e q u io s o s ó m e n o s p r e c ia d o r « lo
s u s o b s e q u io s . Y t o d a v í a p a s e n la s c a t o r c e m e s a s
e n u n a t a r d e ; p e r o ¿ y lo s c a t o r c e b r in d is o b lig a d o s
t r a s c u a t r o c ie n t o s « p ie o s lia n d i r i g i d o v u e s t r o s
c o r r e lig io n a r io s , t o d o s e n s e r io ? Y a u n s e q u e ja n « le
q u e a h o r a n o a p o s t o liz o . D a d le á e s t e s e s e n t ó n o r e ­
ja s q u e n o r e v i e n t e n c o m o la s d e a n t a ñ o , y d e m á s
a u x ili a r e s , g a r g a n t a c o m o d e c a ñ ó n r a y a d o , p e c h o
d e f r a g u a , b r o n q u io s d e f u e l l e , c o r a z ó n d e s a n g r e
a r d o r o s a , e s t ó m a g o d e a v e s t r u z in s a c ia b le , u n a
in e x p e r i e n c i a s in d e s e n g a ñ o s , u n a f a n t a s ía p r i m a ­
v e r a l s in o t o ñ o s c o n o c id o s n i a g u a r d a d o s , l a e s p e ­
r a n z a h u i d a q u e n o h a p o d id o d e t e n e r l a f e a ú n
h o y a r d o r o s a , y d a r á in d u d a b le m e n t e á E s p a ñ a o t r a
r e p ú b lic a c o m o l a c o n s e g u id a u n d i a , p a r a q u e
n u e v a m e n t e la p ie r d a n lo s r e p u b lic a n o s e s p a ñ o le s ,
s e m e ja n t e s á e s o s n iñ o s q u e p id e n llo r a n d o c h u ­
c h e r ía s ó m u ñ e c a s , n o p o r u s a r la s , p o r r o m p e r la s .
P e r o s e m e h a b ía s u b id o e l s a n t o a l c i e l o , y
t e n g o q u e r e a n u d a r l a s e r ie d e m i n a r r a c ió n . B r in d ó
e l P r e s i d e n t e d o la f i e l s o c i e d a d a le m a n a p o r e l
P r ín c ip e y su c o m it iv a , tr o c a n d o e n c o rte s a n o s d e
p u r a p o m p a lo s c o m p a ñ e r o s d e r e g ia c o m p a ñ ía .
N o s a b e m o s a ú n s i a g r a d ó a l a d u la d o la i n c r e í b l e
a d u la c i ó n , p e r o d e s a g r a d ó á t o d o s lo s p r e s e n t e s .
C o le g a s e r a n l a m a y o r p a r t e d e lo s r e u n id o s , s o b r e
t o d o lo s o b s e q u ia d o s , n o c o r t e s a n o s . A s í e l h e r e ­
d e r o d e l a c o r o n a b á v a r a s in t ió q u e l e q u e m a b a
l a f r e n t e a q u e l ilu s t r o le g a d o d e s u s m a y o r e s s i n o
s e a t r e v í a c o n á n im o f u e r t e y s e r e n o á p r o t e s t a r
s in t a r d a n z a n in g u n a . Y ' p r o t e s t ó , d i c i e n d o q u e n o
e r a é l s é q u it o , c o m it iv a , c o rte s a n o d e n a d ie , q u e
e ra P r ín c ip e p o r s í m is m o y e n si m is m o , c o m o
p r e s u n t o y v e n i d e r o m o n a r c a d e l s e g u n d o r e in o
a le m á n . O i r t a l c h a p a r r ó n d e p r o t e s t a s y e c h a r á
c o r r e r e l P r ín c ip e m a r in o , to d o fu é u n o : c o r r e r e l
ILUSTRACIÓN
ESPAÑOLA
Y
15 Ji’Lio 1896
AMERICANA
P r in c ip e m a r in o y e n c re s p a rs e a q u e llo c o m o un
r e v u e l t o m a r , t a m b ié n fu é o b r a d e u u m in u t o .
I m a g in e s © q u i e n l e y e r e c u á n m a lt r e c h o q u e d a r ía
e l P r in c ip e m a r in o , e s c a p a d o á u n a to r m e n ta e n
t ie r r a : c u á n f u r i o s o e l h e r e d e r o P r i n c i p e a l t o m a r
c o m o d e s a c a t o a s u p e r s o n a e l a c a t a m ie n t o a s u c o ­
le g a : c u a n a g it a t i«» <•! C í r c u l o , a n s io s o p o r c u m p l i r
u n a c t o d e c o n c o r d ia t e r m in a d o p o r u n a d is c o r d ia :
c u a n c o r r i d o e l P r e s i d e n t e , c o n t r a r ia n d o p o r la
p r o p ia to r p e z a e l o b je t o p r o p u e s to , q u e fu é p r e s ­
t a r h o m e n a je a t o lo s lo s P r i n c i p e s r e a le s é im p e ­
r ia le s p o r i g u a l , d e m o s t r á n d o le s a s i lo a r r a ig a d a
q u e e s tá la u n id a « ! g e r m á n ic a e n t o d o s lo s g e r m a ­
n o s , d e n t r o y fu e r a <1© G e r m a n ia .
D e s d e t a l s u c e s o , p e q u e ñ o e n s i, m a s g r a n d e p o r
la .s ig n ific a c ió n q u e h a t o m a d o e n E u r o p a , n o c e ­
s a n la s c o n t r o v e r s ia s , f o r m u l a d a s y r e s u m id a s e n
la r g o s c o m e n t a r io s . E o s fr a n c e s e s y c o s a c o s , p r i n ­
c i p a l m e n t e , s e d e s h a c e n á u n a e n r is a s a l e s t u p o r
« le io s a le m a n e s , c á n d id o s h a s t a im a g in a r s e h a b e r
fu H ila d o v e r d a d e r a u n id a d . C o n e f e c t o , l a u n id a d
g e r m á n ic a n o p u e d e c o m p a r a r s e n i c o n la u n id a d
r u s a n i c o n la u n id a d fr a n c e s a d e n in g ú n m o d o .
A l O r ie n t e d o A l e m a n i a f o r m a n e n e i d e s p o t is m o
J o s m o s c o v it a s u n E s t a d o m u y o b e d e c i d o p o r t o ­
lla s s u s t r ib u s , y a l O c c id e n t e d e A l e m a n i a f o r m a n
Jos fr a n c e s e s u n E s t a d o m u y u n o p o r s u a d m i ­
n is t r a c ió n y p o r bu p o lit ic a . N i e n é s t a n i e n a q u é ­
l l a c o n s ig u ie r o n l o s a le m a n e s la p e r f e c t a u n id a d
s e c u la r d e lo s fr a n c e s e s , d E s t a d o m a s E s t a d o , si
e s p e r m i t i d o h a b l a r a s i , « p ie h a y e n t o d a la c r i s ­
t ia n d a d . P e r o n o d e b e n f o r j a r s e ilu s io n e s n u e s t r o s
h e r m a n o s d e a l l e n i l e lo s P i r i n e o s : e l p u e b l o a le ­
m á n s e d e s g r a n a , c o m o r o s a r io r o t o , si le d e ja n
a b a n d o n a d o á s i m i s i n o : e l p u e b l o a le m á n s e u n o
c o m o v e r d a d e r a p if ia s i l e a m e n a z a ó l e a r r e m e t e
u n p o d o r e x t r a n je r o . S o n e c e s it a n o f o r j a r s e il u s i o ­
n e s s o b r e lo s m a le s f u t u r o s , d e s p u é s d e h a b e r e x ­
p e r im e n t a d o lo s m a le s p r e t é r i t o s . C r e e r « p io B a ­
v ie ra . p o d r í a s u b le v a r s e c o n t r a P r u s iu c u a n d o s o
p r e s e n t a r a u n e j é r c i t o f r a n c é s , c o m o L o m b a r d ia
s o s u b l e v ó c o n t r a A u s t r i a e n s u s t ie m p o s , e s p e c a r
d e u n a ig n o r a n c i a q u e s u e lo t r a e r d ia s « lo lu t o ,
m a r e s «1«) s a n g r e , d e s m e m b r a c ió n « le p r o v in c ia s ,
r u in a u n iv e r s a l.
A m i s ie m p r e m e f u é o « lio s o e l g r u p o s e p a r a t is t a
« le la s r e g i o n e s a le m a n a s . Y m e f u é o « l io s o p o r q u e
y o p r o f e s o f o r v i e n t e c u lt o á la l i b e r t a d , y p o r q u e
y o q u i e r o u n p r o g r e s o m e d i d o y d e s a r r o lla d o u n
s e r io , c o m o q u i e r o e l a d v e n i m i e n t o a lo s g o b ie r n o s
d o u n a d e m o c r a c ia c i r c u n s p e c t a , y m u c h o m e jo r ,
si p u e d e s e r , b a jo la f o r m a r e p u b lic a n a « p ie b a jo
la f o r m a m o n á r q u ic a . E o s p a r t ic u la r is t a s a le m a n e s ,
c o m o le s lla m a m o s , q u ie r e n la in t o le r a n c i a r e l i ­
g i o s a : l«»s m o t in e s a n t is e m it a s ; u n c o m u n is m o
c o n v e n t u a l, q u e u u e s e l d e r e c h o a l t r a b a j o , s in o
e l « lo r e c lio ¡i la v a g a n c ia ; lo s c a s t illo s f e u d a le s , ta l
c o m o e s t a b a n e n l a g u e r r a « le lo s c a m p e s in o s ; c o ­
to s d e c a z a y t r ib u t o s d e p e s c a , y d e r e c h o « l e h o r c a
y c e t r o c o m o « l e c u c in ilo c o r t a n t e y p e n d ó n d e
b la s o n e s y c a l d e r a d e s i e r v o s p a r a s u p a t r ic ia d o ,
m ie n t r a s p a r a e l p l e b e y o lo s s u r c o s d e la g l e b a \
u n a e s c la v it u d j» e n lu r a b io . M u c h o s o a s e m e ja n lo s
r e g io n a l is t a s e s p a ñ o le s á lo s r e g io n a l is t a « a le m a ­
n e s . E c h á n d o s e la s lo s p r i m e r o s d o m u y a v a n z a d o s ,
llo r a n p o r lo s t ie m p o s f e u d a le s « le u n B e r e u g u e r
c u a l q u ie r a e n C a t a lu ñ a , y p o r lo s t ie m p o s f e u d a le s
« lo u n G a r c ía c u a lq u ie r a e n G a lic ia , p o r q u e la s «lo s
g r a n d e s id e a s d e l a s o b e r a n ía d e l h o m b r e « le n t r o
d e l d e r e c h o i n d i v i d u a l y « le l a s o b e r a n ía « le í p u e ­
b l o , n o m e n o s s a g r a ila q u e la s o b e r a n ía « l e í h o m ­
b r e d e n t r o d e s u d e r e c h o c o l e c t i v o , f o r m a n á la
p o s t r e u n o r g a n i s m o y u n e s p ír it u c o n t r a r io s a l
t e r r ib le fr a c c io n a m ie n to , s o b r e c u y o s e s c o m b r o s se
a lz a l a r e a c c i ó n v i o l e n t a , p r e d e c e s o r a d e la e t e r n a
t ir a n t a .
L o s v i e j o s h é r u lo s , e x t e r m i n a d o r e s e n B a v i e r a
d e lo s a n t ig u o s c e lt a s ; c o m p o n i e n d o , á p a r t i r d e
A u g u s t o , u n a p r o v i n c i a r o m a n a , y r e c o n s t i t u id o s
e n r e g i ó n u n i f o r m e b a jo e l p o d e r d e lo s c a r lo v i n g i o s , c o m o f a c t o r e s i m p o r t a n t ís im o s d e l s a c r o I m ­
p e r i o o c c i d e n t a l h is t ó r ic o ; f e u d a t a r io s u n d i a d e l
f r a n c o r e i n o d e A u s t r a s ia ; p r im e r o s e n e m ig o s d e
lo s e s c la v o n e s y la E s c l a v o n ia ; e n la n o v e n a c e n ­
t u r ia h e c h o s c r is t ia n o s d e s p u é s d e h a b e r á C a r lo s
M a r t e l r e s is t id o y á s u p u ja n z a , t e n d r á n t o d o s lo s
t ít u lo s h i s t ó r ic o s « le m o n á r q u i c a n o b le z a y a n t i­
g ü e d a d «|u e s e q u i e r a , p o r h a b e r s e á la s c r u z a d a s
in m o la d o y r e c i b i d o s u s d u q u e s á g u s t o d e la s p o ­
t e s t a d e s v e n c e d o r a s e n la s c e n t r a le s c iu ila d e s g e r ­
m á n ic a s , d o m in a d o s n o s ó lo p o r s u s d u q u e s , p o r
s u s o b is p o s r e y e s y s u s n o b le s , t a n r e y e s c o m o s u s
o b is p o s , a s í c o m o p o r s u s u n iv e r s id a d e s p o n t ific ia s
y s u s ó r d e n e s c a b a lle r e s c a s : h a b r á n p o d i d o lu c h a r
c o n lo s B r a n d e b u r g o a , n o o b s t a n t e p r o v e n i r é s t o s
• le N n r e m b e r g , e d a d e s t r a s e d a d e s , p r e s i d id o s p o r
u n a d in a s t ía q u e s e c r e e o r i g i n a r i a d e la d u o d é c im a
c e n t u r i a , e n la s g u e r r a s r e li g i o s a s c o n t r a lo s lu t e ­
r a n o s y e n la t e r r i b l e g u e r r a d e lo s t r e i u t a a ñ o s ,
a d s c r it o s á lo s A u s t r ia s y á io s je s u ít a s ; p e r o n o
p o d r ía n lu c h a r h o y , p o r q u e á u n a s e p a r a c i ó n s u y a
i m p o s i b le d o l ’ r u s ia ó lo s p r u s ia n o s , n u n a m a g o
« le c o m b a t o s u y o , ir ía n a llí lo s e x t r a n je r o s « le í
G e s t e •» « le í E s t e , c o n s t it u y e n d o s o b r e s u s e s p a ld a s
lo q u e m á s d e s h o n r a y e n v i l e c e y a p e n a h o y á lo s
p u e b lo s : e l r é g im e n d e la c o n q u is t a . P o r e s o la
p r e n s a g e r m á n ic a d e l N o r t e n o h a t e n id o m á s q u e
c o m p a r a r e l in f lu j o d i p l o m á t i c o d e B a v ie r a y P r u s iu u n id a s , f o r m a n d o e l I m p e r i o a le m á n m o d e r n o ,
c o n e l in flu jo d i p l o m á t i c o « le la h is t ó r ic a B a v ie r a
s o la , p a r a d e s t r u i r y e n t e r r a r e n lo s b á v a r o s t o d o
in t e n t o « le s e p a r a c ió n y r e g io n a l is m o .
A n t e u n e s p e c t á c u lo t a l h a o r g a n i z a d o e l E m p e ­
r a d o r g r a n fie s t a u n it a r ia e n la m o n t a ñ a « le H a r z ,
d o n d e c r e e la g e n t e s e n c i I la d e A l e m a n i a q u e d u e r ­
m o a ú n e l s u e ñ o « lo s u g l o r i a F e d e r i c o B a r b a r r o j a
p a r a v e n i r a la d e fe n s a d e su I i n p o r i o , s i e l I m p e r i o
e n g u e r r a l o n e c e s it a , c o m o c r e e n lo s c a m p e s in o s
« le E m b r i a q u e S a n F r a n c is c o e s tá e n p e n it e n c ia
s o b r o a q u e lla s c e le s t i a le s m o n t a ñ a s , i n t e r c e d ie n d o
p o r e llo s «le r o d illa s y e s p e r a n d o á q u e v e n g a e l
ju ic io fin a l p a r a s o c o r r e r lo s y s a l v a r l o s c o n s u a n ­
g e l i c a l a s is t e n c ia . Y h a t u r b a d o G u i l l e r m o I I el
s u e ñ o d o s u p e t r if i c a d o a n t e c e s o r c o n b u r r a s d e
f e r v o r o s o e n t u s ia s m o e s p a r c id o s e n lo s a ir e s jim ­
ia s b o c a s « le in n u m e r a b le s s o ld a d o s : c o n s a lv a s «le
p iY lv o r a q u e d e b í a n p a r e c e r c o m o t r u e n o s y r e la m j» a g ü e o s y f u lm in a c io n e s d e l c i e l o ; c o n t o q u e s t a le s
«lo m ú s ic a s v c h a r a n g a s q u e a p a g a b a n á v e c e s lo s
t r e m e n d o s c a ñ o n a z o s : c o n a r e n g a s p a r e c id a s á g r i ­
t o s d e c o m b a t e ; c o n c e r e m o n ia s r e c o r d a t o r ia s «le
lo s s i g l o s m e d io s , c o lo c a n d o s o b r e a iju e l s i t i o m is ­
m o y lu g a r d o n d e s e h a l l a e l g i g a n t e , d o r m i d a
p o r e x c e p c i ó n , e n jia r t ic u lu r s i n c o p e d e m u e r t e , y
n o e n e l e t e r n o s u e ñ o , l a e f i g i e d e s u f é r r e o a b u e lo ,
c o lo c a d o s o b r e m o le s g r a n ít ic a s , « le t a n g ig a n t e s c a s
jir o j io r c io n e s y d e a g lo m e r a c ió n ta n t it á n ic a q u e
p a r e c e n e lla s n o u n s im u l a c r o á la m o d e r n a , u n a
g r a n d e a p o t e o s is •’» d i v i n i z a c i ó n « le la s u s a d a s en
R o m a b a jo e l d e s p o t is m o y la t r is t e z a d e l I m p e r io .
E n la é p ic a h is t o r ia « le lo s s i g l o s m e d i o s , B a r b a ­
r e o j a , p o r la s c o n t r a d i c c i o n e s e t e r n a s e n t r e la g e n t e
a le m a n a y la g e n t e la t i n a , r e c u e r d a m u c h o « le lo
q u e r e c u e r d a n a s i e l p o e t a p r o v o n z a l y f i l ó s o f o s i­
c i l i a n o F e d e r i c o I I , c a t ó l i c o j i o r su n a c i m ie n t o y
r e b e b ió a l c a t o l i c i s m o p o r s u f i l o s o f í a , ó E n t e r o ,
m o n je y It e r e s ¡a r c a , e n e m ig o s t o d o s « le la C iu d a d
E t e r n a , c u a l e n e m ig o e r a e l g e r m a n o A r m i n i o ,
r a íz « le a q u e lla r a z a . I ’ o r m u c h a s c o n s id e r a c io n e s
« p ie a l l ’ o n t ilic u d o g u a r d a r a n lo s E m p e r a d o r e s r o ­
m a n o s , y p o r m u c h a s r e la c io n e s « p ie c o n o l P o n t i f i ­
c a d o t u v i e r a n , á la p o s t r e d e b í a n a c o r d a r s e d e «ju o
r e jir e s e n t a b a n e l a n t ig u o c e s a r is m o , c o m o lo s P a ­
p a s d e b ía n a c o r d a r s e d e « ju e r e p r e s e n t a b a n la I g l e ­
s ia r e p u b lic a n a . Y n o s o lo d e s d e la s p á g in a s «le í
E v a n g e l i o , i ns| » ir a d a s j i o r e l c e n á c u lo r e p u b lic a n o
« le í c u e r p o s a c e r d o t a l e n P a le s t i n a , y «l«-l c u e r p o
a le ja n d r in o e n G r e c i a , p o r la s a s o c ia c io n e s d o lo s
m á r t ir e s e n e l s e n o « lo la s C a t a c u m b a s , p o r e l c e lo
d o l o » d e fe n s o r e s « le la s c iu d a d e s y G b is jio s c o n t r a
lo s b á r b a r o s y s u s c a u d i l l o s , p o r e l o r g a n i s m o v e r ­
d a d e r a m e n te m u n ic ip a l d o R o m a , p o r la p e r d u r a ­
b l e l u c h a d o lo s P o n t í f i c e s c o n lo s E m p e r a d o r e s ,
a s í o r ie n t a l e s c u a l o c c i d e n t a l e s , la I g l e s i a r o m a n a
e s c o n m e jo r e s t ít u lo s « p ie la s p o s t e r io r e s ig le s ia s
p r o t e s t a n t e s , q u e la c a l v i n i s t a ó p u r it a n a s o b r o
t o i l o , u n a I g l e s i a f a v o r a b l e a s í á la d e m o c r a c ia
c o m o á la r e p ú b l i c a : y a l s e n t ir s e h o y F r a n c ia
g ü e l f a , r e p u b lic a n a , c o n u n P a p a g i i e l l 'o , r e p u b l i ­
c a n o t a m b i é n , a l f r e n t e d e s u i g l e s i a , e n a b ie r t a
c o n t r a d i c c i ó n r a d ic a l c o n I t a l i a y A l e m a n i a g ib e lin a s ó i m p e r i a l e s , c o m o e s ta ú l t i m a r e c u e r d e á
B a r b a r r o ja , v e n c id o p o r la s r e p ú b lic a s y c iu d a d e s
it a l ia n a s , n o e s m a r a v i l l a q u e c r e a F r a n c ia , e n la s
m ú l t i p l e s s u s p e r s t ¡c io n e s s u g e r id a s p o r e l d e s e o d e
su v e n g a n z a , s e r c o s a fá c il q u e e l n u e v o Im p e r io
d e l a c o r r ie n t e c e n t u r ia q u e d e v e n c i d o , c o m o e l
I m p e r i o d e la c e n t u r ia d u o d é c i m a , p o r p a b e lló n
l l e v a n d o u n id a s la s a r m a s d e lo s c a t ó lic o s a la s a r ­
m a s d e lo s r e p u b lic a n o s e n u n a c r u z a d a v ic t o r io s a ,
y j> or l o m i s m o in m o r t a l.
E m il io C a s t e l a r .
-
LOS CIEGOS.
f jL
E d a d M e d ia fu é u n s e m ille r o d e m i­
la g r o s . E n e l s i g l o XT1I, p o r e j e m p l o ,
c e n t u r ia p r i v i l e g i a d a e n q u e v i v i e r o n ,
■X [ |
c o m o to d o e l m u n d o sa b e, S an F ra n c is c o d e A s í s . S a n t a C la r a , S a n t o D o *"
m in g o , S an B u e n a v e n tu ra , A lb e r t o d
M a g n o ... e l m i l a g r o l l e g ó c a s i , c a s i , h a s ta
e l a b u s o . V é a s e c o m o m u e s t r a lo q u e r e ­
f ie r e e l c a p u c h in o f r a y L e o p o l d o C h e r a n c e e n
su H is t o r iU d e l g l o r i o s o f u n d a d o r d e la O r ­
d e n fr a n c is c a n a .
■ • P a b lo C a t a n i o — d i c e e l s e n c i l l o e s c r i t o r — t u v o
a
15 .Trun 1895
LA
l a h o n r a «lo s e r e l p r i m e r v i c a r i o g e n e r a l d e l r e l i ­
g io s o i n s t it u t o , y f in ' e n v i d a d e c h a d o «!<• v ir t u d e s
c r is t ia n a s , e n t r e la s q u e d e s c o lla b a la o b e d i e n c i a .
S u c e d ió q u e , c o m o d e s p u é s « le m u e r t o y e n t e r r a ­
d o , h ic ie s e c a d a « lia n u e v o s m i l a g r o s , la a flu e n c ia
d e g e n t e s ¡i l a s e p u lt u r a d e l s a n t o v a r ó n a u m e n ­
ta b a d e u n m o d o i m p o n e n t e , y a lt e r a b a la paz. «le
lo s r e l i g i o s o s q u e h a b ía n s id o c o m p a ñ e r o s « le í « lifu n t o . A íin « le p o n e r c o t o á a q u e lla i n v a s ió n «1«;
s o lic it a d o r e s d e m a r a v il l a s , a c e r c ó s e u n d ía H a n
F r a n c is c o á la fo s a d e < ’ a t a n io , «'■ in c lin á n d o s e a n t«*
e lla g r it ó :— H e r m a n o P e d r o , p u e s to q u e e n v id a
o b e d e c is t e s ie m p r e m i s ó r d e n e s , q u i e r o « p ie t a m ­
b ié n a h o r a m u e r t o m e o b e d e / .c a s . M a n d ó t e , p u e s ,
« p ie n o v u e l v a s á h a c e r m á s m i la g r o s . C u m p l i ó
C a t a n io e l m a n d a t o «le í s e r á fic o P a d r e y . c o m o c e ­
s a r o n lo s p r o d i g i o s , c e s ó la i n v a s i ó n ... F u é , c o m o
s e v e . m e n e s t e r e l m i l a g r o p a r a a t a ja r e l e x c e s o d e
m i l a g r o s : US!m i li a n i m i l ib a s
>■
E r a n e n t o n c e s la s r e l i q u i a s v e r d a d e r o s t a l i s m a ­
n e s : lo s q u e la s p o s e ía n , y h a s ta lo s q u e s o la m e n t e
la s t o c a b a n , v e ía n s e in s t a n t á n e a m e n t e c u r a d o s d e
la s e n f e r m e d a d e s m á s t e r r i b l e s . G r a c ia s á e lla s
lo s c i e g o s v e í a n , h a b la b a n lo s m u d o s y e c h a b a n á
c o r r e r lo s p a r a lít ic o s . S u c e s o s n o m e n o s a s o m b r o ­
s o s q u e é s t o s o c u r r ía n c a d a lu n e s y c a d a m a r t e s .
C i e r t a c r ó n i c a it a l i a n a r e f i e r e « ju e u n a u r r a c a ,
v i é n d o s e á p u n t o d e p e r e e e r e n t r e la s g a r r a s « le
u n m i l a n o , p ú s o s e á r e p e t i r l a i n v o c a c i ó n « p ie e m ­
p le a b a su d u e ñ o e n s u s o r a c io n e s : « ¡ S a n t o T o m á s ,
a y ú d a m e ! ¡S a n t o T o m á s , a y ú d a m e ! » E l a v e d e r a ­
p iñ a , a l o i r t a le s p a la b r a s , d e j ó l i b r e d e s u s u ñ a s
a l p ia d o s o p a ja r r a c o .
E n e l D ia lo g a n M i r a r a lo r a d í d e C e s á r e o «le
H e is t e r b a o h s e r e f i e r e q u e , h a b ie n d o u n m e r c a d e r
d e G r o n i n g a r o b a d o u n b r a z o d e S a n .J u a n B a u t is ­
t a , a d v i r t i ó q u e s e e n r iq u e c ía c o m o p o r e n c a n t o :
p e r o c u a n d o l a I g l e s i a h ú b o s e e n t e r a d o d e l s a c r i­
l e g i o y q u i t ó a l c o m e r c ia n t e e l b r a z o p r o d i g i o s o ,
q u e d ó e l e n r i q u e c i d o m e r c a d e r t a n m is e r a b l e , q u e
v ió s e o b l i g a d o , p a r a v i v i r , á p e d i r li m o s n a « le
p u e rta e n p u e rta .
S e r ía e l c u e n to d e n u n c a a c a b a r si p r e te n d ie s e
y o h a c e r a q u í u n a e n u m e r a c ió n d e lo s m i l a g r o s
« p ie lo s e s c r it o r e s d e a q u e lla s e d a d e s n o s r e f ie r e n .
Y e n p r u e b a d e e l l o , a h í e s tá n b is o b r a s d e n u e s t r o
B e r c e o , la s C a n t ig a s d e A l f o n s o e l S a b io t ó la s v i ­
d a s d e s a n t o s d e a q u e lla e d a d , d o c u m e n t o s t o d o s
q u e n o m e d e ja r á n m e n t ir .
• «
A e s to s f e l i c e s t ie m p o s d e f e r v o r s e r e f i e r e la s i­
g u i e n t e v e r í d i c a h is t o r ia .
H a b ía e n T o u r s d o s m e n d ig o s , c ie g o s a m b o s ,
lo s c u a le s , h a c i e n d o s o c o r r id a in d u s t r ia d e su d e s ­
g r a c ia , d á b a n s e b u e n a v i d a , y h a s ta «1«« s u p o n e r e s
q u e t u v i e r a n a lg u n o s a h o r r i í l o s c o s i d o s e n t r e lo s
h a r a p o s d e s u s a n d r a jo s a s v e s t im e n t a s . L l e v á b a n s e
lo s p o r d io s e r o s c o m o lo s m e j o r e s a m i g o s d e l m u n ­
d o . D a n d o t r a s p ié s y a u x i l i á n d o s e c o n s e n d o s g a ­
r r o t e s , ib a n y v e n ía n p o r l a c iu d a d y p o r s u s c e r ­
c a n ía s p i d i e n d o lim o s n a : y c o m o lo s d i n e r o s n o
f a lt a b a n , y c o m o a d e m á s lo s m e n d r u g o s y t a l c u a l
t o r r e z n o lle n a b a n s u s r e s p e c t iv o s z u r r o n e s , y c o ­
p io s o s t r a g o s d e b u e n v i n o le s a y u d a b a n á s o p o r ­
t a r la s f a t i g a s d e l a e x i s t e n c i a , p u e d e , e n v e r d a d ,
d e c ir s e q u e lo s d o s m e n d i g o s e s t a b a n t a n c o n t e n ­
to s c o n s u s u e r t e c o m o e l a b a d c o n su a b a d ía ó e l
c o n d e c o n s u c a s t ill o .
H a b ía n n a c id o e l u n o p a r a e l o tr o , y ja m á s e n
e l e s p a c io d e m u c h o s a ñ o s c r u z ó s e e n t r e e l l o s u n a
m a la p a la b r a , n i t u v i e r o n u n a t r a b a c u e n t a , n i o c u ­
r r i ó n a d a , e n f i n , q u e r o m p i e s e , n i s i q u i e r a a flo ­
ja s e , l a b u e n a a m is t a d q u e u n ía á lo s «lo s c o m p a ­
ñ ero s.
T e n í a n s u p r i n c i p a l c a m p o d e o p e r a c io n e s e n
la s g r a d a s d e la c a t e d r a l « le T o u r s . A l r o m p e r e l
d í a , y a e s ta b a n a l l í lo s d o s p o r d io s e r o s , s e n t a d o s
e n la e s c a lin a t a , a r r e b u ja d o s e n s u s h a r a p ie n t a s
c a p a s , e x t e n d i e n d o la m a n o e n d e m a n d a d e l i m o s ­
n a , y r e p itie n d o in v a r ia b le m e n t e c o n p la ñ id e r o
to n o :
— ¡U n a l i m o s n i t a p a r a e l p o b r e c i e g o !
— ; M á s v a l e d a r la q u e p e d i r l a !
T e r m i n a d o s lo s O f ic io s d i v i n o s , r e c o r r í a n la c iu ­
d a d l la m a n ilo á t o d a s la s p u e r t a s , y a l c a e r l a t a r ­
d e , c o n lo s f a r d e l e s b i e n r e p le t o s , r e t ir á b a n s e a l
t u g u r io q u e le s s e r v ia d e a lb e r g u e .
A s í s e d e s liz a b a n t r a n q u ilo s y f e l i c e s lo s d ía s
p a r a lo s d o s c ie g o s . S a b ía n q u e s u f o r t u n a d e p e n ­
d ía d e s u d e s g r a c ia , y b e n d e c ía n d e s d e l o h o n d o
d e s u c o r a z ó n á D io s p o r q u e le s h a b ía p r i v a d o «le
la v is t a .
*
9
e
U n a m a ñ a n a , c u a n d o lo s d o s m e n d i g o s e s ta b a n
y a , s e g ú n c o s t u m b r e , a p o s t a d o s e n e l a t r i o d e la
i g l e s i a , d o s d e v o t a s e n v u e lt a s e n s u s m a n t o s s u ­
b i e r o n la s g r a d a s d e l t e m p lo .
ILUSTRACIÓN
ESPAÑOLA
Y
jc.°
AMERICANA
— ¡ U n a lim o s n i t a p o r a m o r d e D i o s ! — d i j o u n o
d e lo s c ie g o s .
¡ M á s v a l e d a r la q u e p e d i r l a ! — a ñ a d ió e l o t r o .
L a s v i e j a s n o h i c i e r o n c a s o , p r e o e u p a d a s c o n la
c o n v e r s a c ió n <|uc t r a ía n e n t a b la d a .
— C o m o s e lo « l i g o á u s t e d , s e ñ o r a M a r t a ; m a ­
ñ a n a á m á s t a r « la r e s ta r á n a q u í l«*s r e s t o s d e l s a n t o .
— ¡Q u é fe lic id a d p a ra n u e s tro p u e b lo , s e ñ o ra
B e rta !
— E s o s p ic a r o s « le A n g e r s n o q u e r í a » s o lt a r la s
r e lu p iiu s « le H a n M a r t í n : p o r o la s g e n t e s <1<- T o u r s
le s h a n a r r a n c a d o su p r e s a . N o h a y s a n t o c o m o
n u e s t r o g l o r i o s o S a n M a r t í n , s «»ñ o r a M a r t a . D o n d e
e s tá n s u s h u e s o s t o d o s e v u e l v e m i l a g r o s ; lo s c a m ­
p o s a s o la d o s p o r la s s e q u ía s y la s g u e r r a s , v e r d e a n
q u e e s u n g o z o ; lo s e n f e r m o s s e c u r a » , y t o t lo s lo s
m a le s d e s a p a r e c e n ...
— ¡ F e l i c e s n o s o t r a s , q u e h e m o s a lc a n z a d o t a le s
m a r a v i l l a s ! ...
Y la s «lo s b e a ta s e n t r a r o n e n la C a t e d r a l.
f» O
E s p a n t a d o s q u e d á r o n s e lo s «lo s c i e g o s c o n l o q u e
a c a b a b a n d e o ir .
— ¿ H a s o íd o , J u a n ?
— E s to y a s u s ta d o , P e d r o .
— D e m o d o « ju e , s i «;s c i e r t o l o q u e e s a s m u je r e s
h a n d i c h o , c u a n d o l l e g u e n a q u í la s r e l i q u i a s «le
S a n M a r t ín s e d is ip a r á n la s t i n i e b l a s <l«i n u e s t r o
o jo s .
— ¡ Y s e a c a b a r ía n e n t o n c e s la s lim o s n a s !
— ¡A d ió s b u e n a v id a !
— Q u iz á — a p u n tó J u a n — sea to d o e llo c u e n to
d e v ie ja s .
— C u a n d o e l r í o s u e n a ...
— ¡H ¡ f u e s e c ie r t o !
A q u e l d ía f u é m u y e s c a s a la lim o s n a ; su p r e ­
o c u p a c ió n h a c ía o l v i d a r su o f i c i o á lo s d o s a m ig o s .
C u a n d o , t e r m i n a d a l a m is a , lo s f ie le s s a lie r o n d e l
t e m p l o , lo s p o r d io s e r o s p u iíie .r o n c o n v e n c e r s e d e
« ju e la s b e a ta s h a b ía n d ic h o v e r d a d . C u a n t o s s a ­
lía n d e la i g l e s i a r e p e t ía n y c o m e n t a b a n la s p a la ­
b r a s « l e í s a c e r d o t e : « M a ñ a n a r e p o s a r á p a r a s ie m p r e
e n e s ta a f o r t u n a d a c iu d a d e l c u e r p o d e n u e s t r o
v e n e r a b l e p r e la d o S a n M a r t í n . E l d a r á la s a lu d á
v u e s t r o c u e r p o y la p a z á v u e s t r o e s p í r i t u . »
L a s «lo s b e a ta s s a l ie r o n la s ú lt im a s y , e c h a n d o
c a d a u n a « le e lla s u n a m o n e d a «I«1 c o b r e e n lo s g r a ­
s ic n t o s s o m b r e r o s « le lo s m e n d i g o s , « l i j a r o n :
A l e g r a o s ; m a ñ a n a n o t e n d r é is y a q u e p e d i r l i ­
m o s n a . D e n t r o d e u n a s c u a n t a s h o r a s v e r é is c o m o
li n c e s .
— ¡Q u e v e r e m o s !
— ¡ Y c o m o li n c e s !
— ¿Q u é h a cer, P ed ro ?
— ¿Q u é h a cer, Ju an ?
— i l u y a m o s l e j o s , m u y l e j o s , d o n d e n o a lc a n c e
e l p o d e r d e l m i l a g r o .... Y o n o q u i e r o v e r .
— Y o ta m p o co .
E im p u ls a d o s a m b o s p o r e l m is m o t e r r o r , s a l i e ­
r o n «l«5 T o u r s , d a n d o t r o m p i c o n e s , c a y e n d o a q u í y
le v a n t á n d o s e a c u llá ,e s p a n t a d o s , f e b r i l e s , p e n s a n d o
c o n h o r r o r e n «|u e p u d ie r a la lu z d e l s o l d is i p a r
la s t i n i e b l a s q u e c u b r ía n s u s o jo s .
xxvi —
23
«lo l a c iu d a d . C ie n v e c e s e s t u v ie r o n á p u n t o d e
c a e r e n la s z a n ja s ó d e r o m p e r s e l a c a b e z a c o n t r a
la s p ie « Ir a s .
— A n d a , a n d a — «U -cía J u a n , e m p u j a n d o á su
c o m p a ñ e r o c o n e l h e r r a d o r e g a t ó n d e su g a r r o t e .
— N o p u e d o m á s — d e c ía e l o t r o , a r r a s t r á n d o s e
c o n in a u d it o t r a b a jo .
D e c la r o e n c la r o p a s a r o n la n o c h e , a n d a n d o
s i e m p r e , p e r o c o n t a n m a la f o r t u n a q u e a l r o m p e r
«•I d ía h a llá b a n s e c e r c a «I«' la c iu d a d , y n o le j o s d e l
c a m i n o p o r « lo in le a v a n z a b a l a f ú n e b r e c o m i t i v a .
U n c a n t o l e j a n o , «ju e ib a c r e c i e n d o y a c e r c á n «lo s e p o r m o m e n t o s , lle g a b a á lo s o íd o s d e lo s
c ie g o s .
— ¿O yes?
— Estamos perdidos.
— E s i m p o s i b l e h u ir .
— S i p u d ié r a m o s e s c o n d e r n o s ...
A s í h a b la b a n lo s d o s m e n d i g o s , m i e n t r a s q u e
p o r lo s s e n d e r o s y á c a m p o t r a v i e s o a c u d ía e n ­
j a m b r e d e g e n t e s , a n h e la n t e s c o n e l a n s ia d e l s e ­
d i e n t o q u e c o r r e á c a l m a r su s e d . D e t o d a s la s b o ­
c a s s a lía e l m i s m o g r i t o : « ¡ V i v a S a n M a r t í n !
¡ V i v a e l O b is p o d e T o u r s ! » Y la s c a m p a n a s v o l ­
t e a b a n c o m o lo c a s , y u n a l a r i d o in m e n s o c o n t e s ­
ta b a d e s d e lo s m u r o s d e la c iu d a d á la s a c la m a c io n«?s d e l c a m p o .
9
• 9
U n a t u r b a d e c o jo s , m a n c o s , c ie g o s , lis ia d o s , l e ­
p r o s o s , u n h o s p it a l s u e lt o , l l e g ó h a s ta d o n d e e s ta ­
b a n lo s f u g i t i v o s .
— S o n d e lo s n u e s t r o s — g r i t a r o n a l t o p a r c o n lo s
«lo s a m ig o s . E l s a n t o n o s c u r a r á á t o d o s ... ¡ V i v a
San M a r t ín !
E n v a n o J u a n y P e d r o q u i s ie r o n r e s i s t i r á a q u e ­
l l a o la «1«; m i s e r i a q u e lo s e m p u j a b a h a c i a e l b o r d e
« I d c a m in o . R e v u e l t o s c o n e l l a c a y e r o n d e b r u c e s
e n e l p o l v o , «ju e h o lla b a n y a lo s q u e fo r m a b a n la
f ú n e b r e e o m it i v a .
E n t o n c e s o c u r r i ó u n p r o d i g i o . C o m o lo s r a y o s
d e l s o l f u n d e n e l h i e l o <l«5 l a n o c h e , a s í l a p r o x i m i d a d « le la s s a g r a d a s r e l i q u i a s d e s h iz o lo s m a le s
q u e e n t o r p e c ía n lo s s e n t id o s y m i e m b r o s d e a q u e ­
llo s i n f e l i c e s lis ia d o s . L o s c i e g o s a b r ía n lo s o jo s
c o n e s t u p o r e x t á t i c o ; lo s p a r a lít ic o s s e e r g u í a n g o ­
z o s o s : lo s m a n c o s a lz a b a n a l c i e l o s u s b r a z o s s a n o s
y r o b u s t o s ; lo s 1<5jir o s o s s e c o n t e m p la b a n lim p io s
« le s u s a s q u e r o s a s lla g a s , y t o d o s , c o n f u n d i e n d o
e n m i s o lo c l a m o r s u s g r i f o s , r e p e t í a n d e l i r a n t e s :
« ; V i v a d s a n io ! ¡ V i v a S a n M a r t i n ! »
L o s ú n ic o s q u e n o g r it a b a n e r a n J u a n y P e d r o
q u e , fu r i o s o s y c o l é r i c o s , m ir a b a n c o n o j o s b la s f e ­
m o s la b ó v e d a a z u l , s e r e n a y r e s p l a n d e c ie n t e .
A l e j ó s e la c o m i t i v a s e g u id a «lo la m u l t i t u d , y
lo s d o s m e n d i g o s , s e n t a d o s a l b o r d e d e l c a m in o ,
e c h á r o n s e á l l o r a r , la m e n t a n d o e n t r e s o llo z o s la
p é rd id a , d e su c e g u e r a .
•
• •
I d h'c/or .— E s t e c u e n t o e s i n v e r o s í m i l y a b s u r ­
d o . ¿ H a b r á a lg ú n c ie g o q u e n o q u ie r a v e r ?
¡Oh lector, hay tantos!
Z
e d a
.
*
e •
E l c o r t e j o q u e c o n d u c ía lo s h u e s o s d e l S a n t o s e
a c e r c a b a á T o u r s . C u a n d o lo s d a n e s e s i n c e n d i a ­
r o n y s a q u e a r o n la c iu d a d d e S a n M a r t í n , e l c u e r ­
p o d e l b ie n a v e n t u r a d o v a r ó n f u é l l e v a d o s e c r e t a ­
m e n t e á A n g e r s . D e s p u é s , lo s « le e s ta ú l t i m a c iu d a d
n o q u e r ía n d e s p r e n d e r s e d e la s s a g r a d a s r e l i q u i a s ;
p e r o lo s d e T o u r s a r r a n c a r o n e l c u e r p o d e l S a n t o
d e m a n o s « le s u s r i v a l e s .
I b a e l c a d á v e r e n u n a s a n d a s , c u b ie r t o d e lu e n g o s
y n e g r o s p a ñ o s . O c h o c lé r ig o s , q u e d e t ie m p o e n
t i e m p o e r a n r e l e v a d o s p o r o t r o s t a n t o s , ll e v a b a n e n
h o m b r o s e l s a g r a d o c u e r p o . H o m b r e s y m u je r e s , n o ­
b le s y p l e b e y o s , m o n j e s y s e g la r e s , c o n c i r i o s e n
la s m a n o s y f o r m a n d o d o s la r g a s lila s , a c o m p a ñ a ­
b a n la s c e n iz a s « le í S a n t o . E l O b is p o « le T o u r s , b a jo
p a lio , a c o m p a ñ a d o d e l a lt o c l e r o y d e lo s p r o c e r e s
d e la c iu d a d , m a r c h a b a d e t r á s d e l f é r e t r o : y c e r r a n ­
d o la m a r c h a e n c o n f u s o t r o p e l , i b a u n a m u c h e ­
d u m b r e in m e n s a q u e « le m o m e n t o e n m o m e n t o
a u m e n t a b a . L o s c á n t ic o s r e l i g i o s o s s e o ía n d e s d e
m e d i a le g u a . H e d e s p o b la b a n la s a ld e a s y la s a l ­
q u e r ía s , c u y o s h a b it a n t e s c o r r ía n á p r o s t e r n a r s e
a n te e l c a d á v e r. E n fe r m o s , im p o s ib ilit a d o s , m o r i­
b u n d o s y h a s ta m u e r t o s , e r a n c o n d u c id o s p o r s u s
p a r ie n t e s h a s ta e l b o r d e d e l c a m in o . E l S a n t o , s o ­
la m e n t e c o n p a s a r c e r c a d e e llo s , s a n a b a á lo s u n o s
y r e s u c it a b a a lo s o t r o s , m i e n t r a s « p ie lo s c a m p o s
s e c u b r í a n d e flo r e s y b is á r b o le s d e h o j a s , y c i e l o
y t i e r r a p a r e c ía n r e g o c i j a r s e e n p r e s e n c ia d e t a n t o s
y t a n g r a n d e s m i la g r o s .
*
•
•
J u a n y P e d r o n o c o n o c ía n lo s c a m in o s . D u r a n t e
t o d a l a n o c h e v a g a r o n s in r u m b o l i j o c u d e r r e d o r
H U E V E R Í A.
I.
o debe pencarse que vayamos á tratar de nin­
gún despacho de huevos, por más que las
hueverías de Madrid posean en el dia cierta
presentación artística que honra á la cul­
tura de nuestra capital.
Tiene mayor importancia para nosotros la
estadística de la pniducción y el comercio de
huevos, correspondiente al interés alimenticio é
industrial de tan geneializado articulo de universal
consumo.
El mayor contingente de huevos consumidos pro­
cede de las gallinas, aunque son también preciados auxilia­
res los ánades y sus demás con familiares pahnípedos.
Los huevos constituyen predilecto y socorrido manjar en
la mesa del pobre como en la del rico. Su variedad de con­
dimentación es infinita, con la sal ó con el azúcar, en mez­
cla con la leche ó con las carnes y los pescados.
La industria aprovecha las duras por su albúmina, de tan
general aplicación, que. á más de servir de alimento, puede
fijar los colores en las telas, abrillanta éstas ó el papel aíbuminndo, clarifica vinos y licores, sirviendo además para va­
riados usos.
La estimación de las yema* es también considerable en
Jos productos de Ja confitería, de Ja pastelería, de Ja misma
panadería, y aun en la industria del curtidor para el apresto
de las pieles.
Francia, según sus estadísticas, consume 5.000 millones
«le huevos, que representan el valor de 250 millones de fran­
cos. Exporta algunos años más de 25 millones de kilogra­
mos. ósea unas 417 millones de huevos, representando el
valor de 2y millones de francos.
M
P R E S ID E N T E
r
.
DE
F É L I X
LA
F A U R E ,
R E P Ú B L IC A
CUADRO DE L. DONNAT.
FRANCESA.
T
B E L L A S
L A
M U E R T E
D E L
C A P I T Á N
A R T E S .
T E M P R A D O
E N
CUADRO DE D. VÍC TO R M O RE LLI,
•
ADQUIRIDO
POR
EL MUSEO
DR A R T I L L E R Í A .
( ’ A S T E L E U L L 1T .
26 —
LA
x .° x x v i
ILUSTRACIÓN
Calculando por liajo, 4 millones de familias españolas,
con el moderado consumo de dos huevos diarios por familia,
resultan para cada cual por a fio 730 huevos. De este modo
el consumo nacional llegaría á 2.920 millones de huevos, lo
(pie guarda relación aceptable con el consumo francés.
El comercio de cabotaje en España durante el año 1893
acusa el movimiento de 6.363.578 kilogramos (valor de
6.502.901 pesetas), ó sea algo más de 106 millones de hue­
vos, sin contar el consumo «le los productos de cada loca­
lidad.
¡Sin embargo, importamos millón y medió de kilogramos,
ó más de 25 millones de huevos de l'ortugal, de Marruecos
y de M elilla; lo .pie hace ver que nuestra producción hue­
vera es todavía insuficiente. La exportación que hacemos es
muy escasa, no pasando de 134.800 kilogramos.
Los productores franceses se lamentan de la competencia
«pie les hace Rusia: nosotros no podemos competir e n na­
die, y somos tributarios del Norte de Africa, cuando es indu­
dable que podríamos producir las gallinas y los huevos con
cierta ventaja.
La mayor exportación de huevos procedentes de Francia
se destina á Inglaterra, que le compra directamente de 16 á
24 millones do kilogramos. De esta cantidad, la mayor
parte de los huevos sou de producción francesa, y unos
4 millones de kilogramos son reexportados de las adquisi­
ciones hechas en Argelia, Italia y Bélgica.
ltusia es un coloso en producir y exportar huevos. Todos
los años da salida á 11.U00 vagones con este cargamento,
conteniendo cada vagón de 95 á 115 cajas de huevos (7.0U0
u 8.000 kilogramos), que suponen 1.3 0 millones de huevos.
El valor de dicha exportación representa 25 millones de ru­
blos (97.600.000 pesetas).
Hay casa exportadora en Rusia, como la de Beker, de
R iga, que expide anualmente de 2(>0 á 300 vagones de hue­
vos. Remesan éstos á Inglaterra sin cáscara, dentro de cajas
oe hojadelata, con destino á la pastelería. De este modo
realizan una gran economía en los gastos de transporte.
Otros países productores compiten también con los expre­
sados. Austria suele exportar 780 millones de huevos; Italia
225 millones, y Dinamarca 160 millones.
Condensando los datos anotados, para establecer la im ­
portancia comercial de los países más productores por su
exportación, resulta:
Millones
de liuevos.
Países exportadores.
ESPAÑOLA
Y
AMERICANA
Existen, además, granillos microscópicos, que so coloran
de azul por la influencia del yodo, asemejándose á los gra­
nos de almidón.
La albúmina de la clara es la que posee mayor importan­
cia industrial, como hemos indicado anteriormente.
Sus propiedades son análogas á las de la albúmina de la
sangre, coagulándose por la acción del calor entre los 63° y
los 74" C. Ritiere en su reacción con el éter, que precipita la
solución de la obtenida del huevo, mientras que no modi­
fica la de la sangre. Un exceso de ácido clorhídrico redi­
suelve el precipitado que forma el mismo ácido en las solu­
ciones alcalinas de Ir. albúmina de huevo, y en esto se
advierte otra diferencia.
Por lo demás, esta albúmina forma con las bases verdade­
ras sales, albuminulo*, insolubles, por lo general, salvo los
albutninatos alcalinos, que son solubles. Aun la albúmina
coagulada es soluble en la palana, y da un liquido del cual
puede precipitarse la albúmina por la acción de los ácidos.
Este precipitado constituye también una sustancia intere­
sante , cual es la prote.iva.
La generalización de estas curiosas propiedades o frece un
interés indudable, bajo el concepto de las aplicaciones.
Por otra parte, la facilidad de aislar la albúmina de las
claras de huevos invitad vulgarizar los procedimientos para
su obtención.
Separada la clara por los medios culinarios tan conocidos,
sólo bav que agiegar sobre tres volúmenes de agua para
formar una solución adecuada. Pasando ésta á través de un
lienzo, esta libración permite separar las membranas celula­
res y partículas salinas.
En el liquido colado ó filtrado existe la albúmina casi
pura, y cualquier medio de evaporación que permita no su­
perar la temperatura de 40“ C., es adecuado para obtener la
albúmina. El procedimiento más perfecto es la evaporación
al vacio, que facilitan las trombas de agua.
Si se desea conseguir la albúmina más pura, debe tratarse
el licor librado por el subacetato de plomo, que da un pre­
cipitado do albumirmto plomizo. Este se lava y Be descom­
pone por el hidrógeno sulfurado, después de haberle dejado
en suspensión en el agua. Procede nueva filtración para
separar la albúmina.
Este último perfeccionamiento exige algunos más conoci­
mientos de laboratorio químico, que felizmente se van g e ­
neralizando, como lmce falta á las artes y á la industria.
III.
Rusia........................................
Austria......................................
F rancia....................................
Ita lia ........................................
Dinamarca.................................
Bélgica......................................
325
Alemania en esto es país casi exclusivamente consumi­
dor, que importa 750.000 quintales, ó sean unos 975 millo­
nes de huevos. Su exportación no excede de 9 millones.
Sin embargo, la avicultura prospera allí do modo extraor­
dinario, y es de esperar que alcance pronto mejores resulta
dos de su producción.
II.
El huevo es la condensación de la vida en los animales:
sus principios alimenticios son de mayor potencia nutritiva
que la leche, uno de los alimentos más completos.
Un huevo de gallina pesa ordinariamente de 40 á 72 gra­
mos. En uno de grosor m ediano. pesando 57 gramos, sus
diferentes partes orgánicas se distribuyen del modo si­
guiente :
Clara........ .............................
Yem a......................................
Cáscara..................................
32
17
8
T otai...................
57
gramos.
—
Las relaciones de estos principios por 109 partes, vienen
á ser:
Clara..............
Yem a......................................................
Cáscara...................................................
T otal................................
56
30
14
100
Estas relaciones son deducidos de experiencias propias y
directas.
La composición de la clara se suele anotar en los análisis,
estableciendo las proporciones siguientes:
Albúmina............................................
Materias grasas y membranas............
—
sacarinas...............................
Sal marina.................
12,6
0,5
0,2
(»,7
Agua............................................
86
T otai...............................
100
L a composición de la yema la representaremos como
sigue:
Yitelina................................................
Margarina, oleína y ácidos grasos . . .
Acido fosfoglicérieo...........................
Materias nitrogenadas y colorantes...
Colesterina..........................................
Sales minerales...................................
Hierro y ácido láctico.. . V estigios..
Agua y pérdidas.............
T
o tal
..........................
15,8
28.5
1,2
1,2
0,4
1,4
»
51,5
100
L o expuesto hace v er la importancia extraordinaria del
consumo de huevos y el gran beneficio agrícola industrial de
su producción.
E l consumo de Francia, elevándose á 5 000 millones de
huevos, y representando el de España 2.920 á 3.000 millones,
dicen lo suficiente para deducir consecuencias provechosas.
Dichas cantidades representan próximamente 300 millo­
nes de pesetas para Francia y 180 millones de la misma m o­
neda para España.
Sun ingresos «le primera entidad para cada uno de ambos
países.
Natural es que tales beneficios industriales hayan estimu­
lado á muchas personas para establecer con mayor ó menor
perfección la industria agríenla de criar gallinas.
V iv e y so propaga la gallina en asociación complementa­
ria á la mayoría ó ú todas lus explotaciones agrarias que
pueden realizarse.
En los jardines, la gallina, convenientemente encerrada en
determinadas épocas, no causa daño á la íloricultura, limpia
el suelo de insectos y da una producción tan espléndida «pie
suple el lujo exagerado de ciertas producciones vegetales
poco lucrativas.
En la huerta, cuyo carácter industrial so acentúa de modo
mucho más marcado, aun cuesta menos el sostenimiento de
la gallina, y sus productos, en huevos y pollos, constituyen
casi en totalidad preciado beneficio.
En la explotación de cereales no se aprecia tanto su utili­
dad por la defectuosa forma del cultivo en ambas Castillas,
donde la casería rural no aparece y todo se pretende arreglar
desde lacas« del pueblo, faltando el fundamento del cultivo
racional y lucrativo. Quien hubiese leído á nuestro inmortal
publicista D. Fermín Caballero, no abrigara duda alguna de
esta afirmación.
Pero quien vacile en creerlo «pie se acerque á los cortijos
de nuestra Andalucía, donde es el gallo centinela avanzado
que custodia el averinamiento He los extraños, lanzando en
su alegre canto el alerta que anuncia la llegada del visitan­
te. Las gallinas recorren todas las tierras que circundan el
caserío del cortijo, lo mismo las caballerizas y los establos
que los estercoleros y las eras, consumiendo insectos y lim­
piando el suelo «le los enemigos délas plantas. ¡Cuántos hue­
vos frescos de dimensiones colosales!
Buena prueba de esto es el afán con que buscan los agri­
cultores castellanos las afamadas castas de gallinas de Jerez
de la Frontera, de Sevilla y de otros centros de la produc­
ción andaluza.
En la vifia hay algún más temor para la crianza de la ga­
llina; pero los que duden de su eficacia expurgadora y pro­
ductiva. «jue recorran los alrededores de Burdeos, que vayan
á los ricos viñedos del Medoc, y verán por todas partes g a ­
llinas, que sólo se recogen en épocas muy señaladas al apro­
ximarse la madurez de la uva.
¿Y en los olivares? ¿ Y en las dehesas? ¿Qué dniios puede
causar la gallina? Todos son beneficios en tan propicias ex­
plotaciones agrícolas, demostrando este conjunto de circuns­
tancias que pueden criarse en España muchas más gallinas
de las que se propagan, y «¡ue podemos alcanzar una produc­
ción enorme de huevos, con inmenso beneficio para la for­
tuna particular y para la fortuna pública.
Puede decirse, sin temor á exageración, que no existe
agricultura productiva sin la presencia ó el concurso de la
gallina, porque ésta es solidaria de la existencia de la casa de
canuto, centro de la organización y buena marcha adminis­
trativa del cultivo, y morada del campesino, que es el único
15 .T ru n 1800
agricultor que retine condiciones propicias para prosperar y
enriquecerse*.
El agricultor que habita en villas y poblados, no viendo
salir el sol en su terruño, ni observando cómo se recogen las
aves al gallinero de su finca, parece sólo extraño comer­
ciante «le agricultura, mal enterado de lo que interesa al
empresario inteligente.
Si queréis tener agricultura provechosa y lucrativa, de­
béis contar con el albergue de la gallina en el coto redondo
anacarado.
Por esto debe repetirse bosta la saciedad: ¡Agricultores!
Criad muchas gallinas \ producid abundancia de huevos.
E dgardo A bkt.a .
M A N S E D U M R R E.
f ■nás**"í
¿ A c ió d e lo s h o m b r e s . S e n t ía n c o m o v e r g l i e n z a d e p e r m a n e c e r e s t a c io n a r io s
• ‘ *e ( l u e i :i p e s a r d e la c o n s t a n t e s o lie i t u d h u m a n a p a r a o b t e n e r m e jo r a s , t o d o
in t e n t o e n e s t e s e n t id o f u e s e p o r la s u p e r i o ­
r id a d d e n e g a d o .
— J u s t a f u é la p e n a q u e lo s h o m b r e s p a d e ­
c e n — d e c ía n e l l o s , — p o r q u e l o m á s p a r e c e p o c o
c o m o c a s t ig o d e l a r e b e l d í a c o n t r a u n D io s ; p e r o
m e r c e d á lo s e j e m p l o s q u e d im o s d u r a n t e n u e s t r a
v i d a m o r t a l y á la v i g i l a n c i a q u e e n la e t e r n a e j e r ­
c e m o s s o b r e lo s n a c i d o s , h a n v a r i a d o é s to s d e m a ­
n e r a q u e s u s p a d r e s , E v a y A d á n , n o lo s c o n o c e ­
r ía n .
N o b u s c a n a h o r a a lia d o s i n f e r n a l e s p a r a h a c e r s e
p a r t í c i p e s d e la s a b id u r ía d e D i o s , n i p r o y e c t a n
a s a lt o s c o n t r a e l c i e l o c o r n o e n t ie m p o s d e la t o r r e
f a m o s a , n i v e n d e n á lo s d ia b lo s e l a lm a á t r u e q u e
d e lo s b e n e f ic io s d e l a t i e r r a , s in o q u e c o n s in c e r a
b e a t i t u d r u e g a c a d a c u a l p o r s í y p o r lo s o t r o s , y
c u a n d o e l ru e g o n o d a fr u to s , to d o s p r e s u m e n q u e
a s í a su c o n v e n i e n c i a c o r r e s p o n d e , r e c i b i e n d o e l
m a l c o m o si f u e r a b e n e f ic io . D a n n o s g r a c ia s s i a l­
g ú n b ie n s e le s h a c e , y n o s e o f e n d e n s i n u e s tr a
p r o t e c c ió n le s f a lt a ; y p u e s t o q u e la e s p e c ie h a v a ­
r ia d « ) e n su e s e n c ia , p a r e c e j u s t o , s a l v o l o q u e e l
A l t í s i m o d e c r e t e , q u e la p e n a t a m b ié n e n a l g o s e
m o d if iq u e .
D e c i d i d o s , p u e s , c o n e s ta s r a z o n e s á i m p e t r a r la
d iv in a c le m e n c ia , se p re s e n ta ro n a n te D io s y p i­
d ie r o n p a r a e l p o b r e m o r t a l a lg u n a r e f o r m a e n e l
c a s t ig o ; y a fu e s e a q u é lla la s u p r e s ió n d e l d o l o r e n
la s e n f e r m e d a d e s y e n l a m u e r t e ; y a la c o n c e s ió n
d e o t r o c l i m a d e c o n t i n u o a p a c ib le ; y a q u e l a t i e ­
r r a p r o d u je r a s u s d o n e s s in m e n e s t e r d e t a n t o e s ­
f u e r z o ; e n f i n , c u a l q u i e r a h o r r o d e lá g r im a s e n
e s t e v a l l e d e e lla s .
L a d e fe n s a d e la in s t a n c ia f u é d e t a l m o d o r a z o ­
n a b l e : s e h a b ló t a n t o d e la s in c e r a s u m is ió n d e l
h o m b r e á lo s d e s ig n io s d e l S e ñ o r , q u e p a r e c ió
q u e E s t e c e d í a , p u e s t o q u e , s i b ie n n o r e s p o n d ió
p a la b r a , e n c a r g ó á u n o d e s u s á n g e l e s q u e s a lie s e
e n s e g u i d a c a m in o d e la t i e r r a c o n u n m e n s a je
q u e le c o m u n ic ó e n s e c r e t o . Y n o b i e n l l e g ó e l
e n v i a d o á la d is t a n c ia p r e c is a p a r a q u e d e s d e e s te
m u n d o p u d ie r a n v e r l e lo s o jo s d e l m o r t a l , c u a n d o
to c ó la tro m p e ta d e q u e , s e g ú n c o stu m b re en ca ­
s o s t a le s , v e n í a p r o v i s t o , y o c a s io n ó c o n e s to ta n
d e s o r d e n a d a f u g a e n t r e lo s h o m b r e s , q u e n o a t i ­
n a b a n c o n s i t i o á p r o p ó s it o p a r a g u a r e c e r s e : a c a s o
p o r q u e t o m a r o n a q u e l a n u n c io p o r e l d e l ú lt im o
d í a d e q u e n o s h a b la n la s E s c r it u r a s .
T a r d ó n o p o c o e l á n g e l e n p e r s u a d ir le s á q u e le
o y e r a n ; p e r o a l fin d i ó l e s á c o n o c e r e l d i v i n o m e n ­
s a je , q u e n o e r a o t r a c o s a s in o la s i g u ie n t e c o n c e ­
s ió n : Q u e d e s d e a q u e l m o m e n t o , y h a s ta d e t e r m i ­
n a c ió n c o n t r a r ia , a q u e llo s q u e s e r e b e l a r e n e n su
c o n c i e n c i a c o n t r a la s d e c is io n e s d e l A l t í s i m o , p o ­
d r í a n o p o n e r s e « le h e c h o á lo d e c r e t a d o p o r E l é
i m p e d i r lo s r e s u lt a d o s d e s u s d e c r e t o s , s in q u e p o r
e l l o s o b r e v i n i e r e a l r e b e l d e n in g u n a c la s e d e p e r ­
j u i c i o s : p e r o e n t e n d i e n d o b ie n q u e la r e b e l d í a n o
s e r ía n u n c a d e l a g r a d o d e D i o s , a u n r e n u n c ia n d o
á c a s t ig a r la , s in o q u e á s e m e ja n z a d e lo s p a d r e s
q u e e n t r e lo s h u m a n o s , p o r su e s p ír it u d é b i l , n o
s e o p o n e n á lo s d e f e c t o s d e s u s h i j o s , a s í q u e r ía e l
S e ñ o r n o c o n t r a r ia r la s r e b e l i o n e s s i la s h u b ie r e ,
n i c a s t ig a r la s s in d e j a r d e s e n t ir la s . Y p a r a q u e p o r
ig n o r a n c i a n o s e i n c u r r i e r a e n d e f e c t o , n i s e o f r e ­
c ie r a d u d a s o b r e c u á le s e r a n ó d e ja b a n d e s e r d e c i ­
s io n e s d e la D i v i n i d a d , r e p i t i ó e l á n g e l l o q u e e n
lo s l i b r o s s a g r a d o s y e n la s p r e d i c a c i o n e s r e l i g i o ­
s a s v e m o s y o ím o s c o n f r e c u e n c ia . — C u a n t o e n lo s
c i e lo s y e n la t i e r r a o c u r r e , a s í l o q u e r e s u lt a b e ­
n e fic io c o m o lo q u e a l p a r e c e r p e r ju d ic a , es o b ra
d el S u p rem o H a ced or.
D i j o e s to e l á n g e l: to c ó d e n u e v o la tr o m p e ta y
s e d e s v a n e c ió e n la s a lt u r a s , d e j a n d o á la h u m a n i­
d a d ta n a b s o r ta , q u e n i se d ió c u e n ta e n u n b u e n
1 5 - J u l io 189(ì
LA
r a t o d e l a lc a n c e d e la c o n c e s ió n , a t u r d id a c o m o
e s t a b a p o r e l m i s t e r i o ; y a s i q u e l o g r ó 'r e c o b r a r s e
y d i s c u r r i ó a c e r c a d e l o o f r e c i d o , a b d ic ó e n s u
c o n c i e n c i a d e l p o d e r q u e s e le o t o r g a b a , p r o p o ­
n ié n d o s e c o n t i n u a r s o m e t i d a d e b u e n g r a d o a la
S u p r e m a V o lu n t a d .
P e r o c o m o la s c a l a m i d a d e s v e n ía n s o b r e la t i e ­
r r a s in d a r s e m i n u t o d e r e p o s o , y a q u í s e p e r d ía
la c o s e c h a p o r fa lt a d e r i e g o y a l l á p o r s o b r a d e
a g u a , c o n l o q u e s e h a c ia s e n t ir d e m á s e l h a m b r e ,
s in q u e d e la s r o g a t iv a s , á v e c e s , s u r g ie r a n e f e c t o s ;
y la p e s t e a h o r a , y la g u e r r a d e s p u é s , y la s e n f e r ­
m e d a d e s s ie m p r e lle v á b a n s e á lo s h o m b r e s , a u n
a c u d ie n d o á r u e g o s y a p le g a r ia s : y é s te n o lo g r a b a
la c o r r e s p o n d e n c ia d e su a m o r , y a q u é l c a r e c ía d e
t r a b a j o , y o t r o a u n q u e t r a b a ja b a n o c o m í a , y a t o ­
d o s , e n f i n , s e lew q u e d a b a n p o r r e a l i z a r s u s m a s
g r a t o s d e s e o s , a p r o v e c h ó s e e l d i a b l o d e ta n p r o ­
p i c i a c o y u n t u r a p a r a la n z a r s o b r e la g e n t e la d e ­
s e s p e r a c ió n y e l d e l i r i o , c o n l o q u e n o q u e d ó d i s ­
c u r s o s in o p a r a s a t is f a c e r lo q u e e n e l a c t o s e a p e ­
t e c í a ; y y é n d o s e a llá lo s b u e n o s p r o p ó s it o s p o r la
c o n c e s ió n q u e s e h iz o p a r a e l r e m e d i o d e lo s m a ­
l e s , n o h u b o s in o o p o n e r s e á la s in u n d a c io n e s y
s e q u ía s , g u e r r a s y p e s t e s , q u e d a n d o a s i c o n t r a r r e s ­
ta d a la v o lu n t a d d e D i o s y d is c u lp a d o , c o m o .-i •u jp r e , e l m o r t a l c o n la f la q u e z a d e su c a r n e .
C o n t e m p l a b a n lo s s a n t o s d e s d e la a lt u r a a q u e l
b a t ib o r r illo , y e s tu v ie r o n á p u n to d e s o lic it a r d e l
H a c e d o r , n o s ó lo q u e v o l v i e r a n la s c o s a s a l a n t e ­
r i o r e s t a d o , s in o q u e n o d e ja r a s in c a s t ig o ta m a ñ a s
o s a d ía s , á p e s a r d e l o f r e c i m i e n t o : ¡ á t a l e x t r e m o
lle g a b a s u e n o j o p o r h a b e r s e c o m p a d e c id o d e la
t u r b u le n t a h u m a n id a d !
E lla , m ie n tr a s , m a rc h a b a m u y ¿ g u s t o , y s a b e e l
d i a b l o , c o m o d i r e c t o r d e e s te n e g o c io , a d o n d e h u ­
b i e r a n l l e g a d o la s c o s a s s i D i o s n o i n t e r v i n i e r a
p u r a q u e lo s d e s m a n e s c e s a r a n : p o r q u e , c o m o y a
n a d ie s e d a b a p o r c o n t e n t o c o n lo q u e d e l a D i ­
v in a V o l u n t a d o b t e n í a , q u i s ie r o n lo s h o m b r e s ,
n o s ó lo d i s f r u t a r d e u n a v i d a d ic h o s a , s in o t a m ­
b ié n q u e f u e s e e t e r n a , y h a s ta c o n o c e r l o q u e d e
la c r e a c ió n e s t á s e c r e t o ; á lo q u e y a s e p r e p a r a b a n
lo s s a b io s , c u a n d o , h a c ie n d o u s o d e su ju s t ic ia ,
d ijo e l S e ñ o r:
— M o r t a l e s , n i y o p a s é d e la c r u z , n i v o s o t r o s
p a s a r é is d e a q u í.
Y q u i t á n d o le s la f a c u l t a d q u e c o m o p r u e b a J es
o t o r g a r a , v o l v i e r o n ¡i r e g i r la s le y e s n a t u r a le s e n
a r m o n ía c o n e l d e s t in o d e la t ie r r a .
V u e l t o e l m u n d o ¡i su a n t ig u o g o b i e r n o , d i j o
D io s á lo s s a n t o s in t e r c e s o r e s :
— Y a e s t a r é is c o n v e n c i d o s d e q u e la s u m is ió n
d o lo s h o m b r e s e s lo q u e p o r a l l á a b a jo s e d i c e :
« A la f u e r z a a h o r c a n . *>
L üis Calvo R e v i ll a .
EL EJEM PLO
D E F R A N C IA .
d e M a y o d e 1 8 7 1 h a llá b a s e F r a n c ia e n u n a b is m o d e d e s v e n t u r a s y d e
d e s g r a c ia s , d e l c u a l p a r e c ía n o h a b ia
J e l o g r a r s a l i r ja m á s . M M . .J u lo s F a v r e , m i n i s t r o ríe N e g o c i o s E x t r a n j e ­
r o s , y P o u y e r -Q u e r tie r , q u e lo e ra d e
H a c i e n d a , f ir m a b a n , e n n o m b r e d e m o n s ie u r T h i e r s , e l t r a t a d o d e F r a n c f o r t , p o r e l
c u a l l a R e p ú b l i c a f r a n c e s a , n o s ó lo s e c o m ­
p r o m e t ía á p a g a r u n a c r e c i d í s i m a i n d e m n i ­
z a c ió n d e g u e r r a , s in o q u e s a n c io n a b a l a c e s ió n d e
A l s a c i a y d e L o r e n a , e s d e c i r , la d e s t r u c c ió n d e la
o b r a d e la M o n a r q u í a ; e l a b a n d o n o d e la s c o n q u is ­
ta s d e E n r i q u e I I , d e R i c h e l i e u . d e M a z a r iu o y d e
L u i s X I V ; la m u t ila c ió n d e su i n t e g r i d a d t e r r i t o ­
r i a l. U n a lú g u b r e y g r o t e s c a p a r o d ia d e l T e r r o r
r e p r e s e n t á b a s e e n l a c a p it a l, y lo s s o ld a d o s f r a n ­
c e s e s , q u e a c a b a b a n d e s a l ir d e l c a u t i v e r i o a le m á n ,
v e ía n s e p r e c is a d o s á e m p u ñ a r d e n u e v o la s a r m a s ,
n o p a r a v e n g a r b is d e s g r a c ia s d e s n p a t r ia , s in o
p a r a c o m b a t i r á s u s p r o p io s h e r m a n o s a n t e e l e n e ­
m i g o d e u n o s y o t r o s ; p a r a p o n e r fin á la s a n ­
g r i e n t a o r g í a d e la C o m tn u n e .
C u a n d o lo s p l e n i p o t e n c i a r i o s fr a n c e s e s s u s c r i­
b i e r o n la s c o n d ic io n e s q u e im p u s o e l v e n c e d o r , e n
a q u e llo s d ía s d e t r i s t e z a , d e a n g u s t ia , d e a m a r ­
g u r a y d e d e s a lie n t o , p u d o p a r e c e r lle g a d a la h o r a
d e e s c r i b i r s o b r e e l s e p u lc r o d e e s a g r a n n a c ió n ,
r e c o r d a n d o á K o s c iu s k o , e s to t e r r ib le e p it a fio :
«Ñ jL J j
F i n í s Q a llia ? .
V e in t ic in c o a ñ o s , u n c u a rto d e s ig lo , h a p a sa d o
d e s d e e n t o n c e s , y e n e s p a c io d e t i e m p o t a n c o r t o
e n la v i d a d e u n p u e b l o , h a r e s u r g id o F r a n c ia ,
m á s r ic a , m ás p o d e ro s a , m á s g ra n d e y m á s re s p e ­
t a d a q u e n u n c a . L l e v a a ú n c la v a d a e n e l c o r a z ó n
la e s p in a d e l a p é r d i d a d e a q u e lla s d o s p r o v i n c i a s ;
p e r o su s d o m in io s c o lo n ia le s h a n a u m e n ta d o , y
1LU-KTR A C I Ó N
ESPAÑOLA
A’
AMERICANA
p o r e l d e s a r r o l l o d e s u c o m e r c i o , la r e o r g a n i z a ­
c ió n d e s u e j é r c i t o , e l c o n s i d e r a b le i n c r e m e n t o d e
s u a r m a d a , y s o b r e t o d o p o r s u s a m is t a d e s y a l i a n ­
z a s , su p e s o y su i n l l u e n c i a e n e l A r e ó p a g o d e la s
g r a n d e s p o t e n c ia s i g u a l a , c u a n d o m e n o s , á lo s d e
q u e g o z a r a e n s u s d ía s m a s g lo r io s o s . M i l a g r o s d e
u n a la b o r p e r s e v e r a n t e , r e a liz a d a p o r u n p a t r i o ­
t is m o p r á c t ic o .
E l e je m p lo d e F r a n c ia e n c ie r r a fe c u n d a s e n s e ­
ñ a n z a s , d e m o s t r a n d o c ó m o u n p u e b l o h e r i d o p o r Ja
a d v e r s i d a d , y c o lo c a d o p o r la d e s g r a c ia a l b o r d o
d e l s e p u lc r o , n o d e b e d e ja r s e d o m i n a r p o r e l d e s ­
a l i e n t o , n i a c e p t a r c o n o r i e n t a l r e s ig n a c ió n su
c a í d a , s in o p e n s a r q u e le e s d a d o a ú n , p o r e l c o n s ­
t a n t e t r a b a jo d e s u s h i j o s y p o r la p r e v i s o r a d i r e c ­
c ió n d e s u s h o m b r e s d e g o b i e r n o , r e c o b r a r e l
p u e s to q u e le c o r r e s p o n d e e n e l m u n d o y h a c e r q u e
lu z c a n d e n u e v o p a r a é l d ía s d e p r o s p e r id a d y d e
gra n d eza .
H o n d a y g r a v e e s l a c r is is q u e s u f r e h o y E s p a ñ a ,
(.'ié r n e n s e s o b r e é s ta , c u b r i e n d o e l h o r i z o n t e , n e ­
g r a s n u b e s p r e ñ a d a s d e d e s g r a c ia s ; p e l i g r a l a i n t e ­
g r i d a d n a c i o n a l; u n a g u e r r a c r u e l n o s d e s a n g r a y
n o s a r r u in a , y p e s a s o b r e t o d o s c o n g r a n p e s a d u m ­
b r e la a m e n a z a d e l f a l l o i n c i e r t o d e l d e s t in o s o ­
b r e n u e s t r o p o r v e n i r e n A m é r i c a . P e r o c o n s e r ta n
g r a v e la s it u a c ió n , y t a n d i f í c i l y c o s t o s o e l r e m e ­
d i o , q u e n o b a s ta n a d a r n o s c o m p le t a s e g u r id a d d e
s a l v a r a q u é l l a y d e a c e r t a r c o n é s te n i e l h e r o ic o
v a l o r d e l e j é r c i t o n i e l p a t r io t i s m o in m e n s o d e l
p a ís , n o d e b e m o s d e s e s p e r a r n i e n t r e g a r n o s á j e r e m ia c a s y e s t é r ile s la m e n t a c io n e s , s in o m i r a r c a r a
á c a r a á l a d e s g r a c ia , s i l a d e s g r a c ia l l e g a , y p r o ­
c u r a r r e s t a ñ a r c u a n t o a n t e s la s h e r id a s d e la p a t r ia
á f u e r z a d e a b n e g a c ió n y d e s a c r if ic io s . E l e j e m p l o
d e F r a n c i a n o s lo e n s e ñ a .
E s p a ñ a n o p u e d e p e r d e r á C u b a , y n o la p e r ­
d e r á ; m a s d e to d a s s u e rte s , la m á s v u lg a r p r e v is ió n
a c o n s e ja q u e e l p a ís , y e s p e c ia lm e n t e lo s e l e m e n ­
to s d i r e c t o r e s , n o o l v i d e n q u e p o s e e m o s e n e l
m u n d o a l g o m á s q u e la s A n t i l l a s ; q u e t e n e m o s
la s im p o r t a n t ís im a s p la z a s d e l n o r t e d e M a r r u e ­
c o s ; lo s e x t e n s o s t e r r i t o r i o s d e la c o s t a o c c i d e n t a l ;
la s c o d ic ia d a s is la s d e l g o l f o d e G u i n e a , y s o b r e
t o d o , q u e a llá , e n t r e e l m a r « le la C h in a y e l O c é a n o
A t l á n t i c o , e n e l c a m in o d e A s i a á A u s t r a l i a y e n
e l p u n t o m is m o e n q u e e s t a g r a n v í a c o m e r c i a l h a
d e c r u z a r s e c o n la d e A m é r i c a á E u r o p a p o r P a ­
n a m á , y o c u p a n d o e l c e n t r o d e u n a r e g ió n c u y a
im p o r t a n c i a , c a d a d ía m a y o r , s e r á q u i z a e n lo f u ­
t u r o ig u a l á la d e l M e d i t e r r á n e o , s e e n c u e n t r a e l
h e r m o s o A r c h ip ié la g o f ilip in o , m e r e c e d o r d e to d a
n u e s t r a a t e n c ió n y t ío t o d a n u e s t r a s o l i c i t u d , p o r ­
q u e la r a z a q u e e n é l d o m i n o y s e p a s a c a r p a r t id o
d e s u p o s e s ió n p e s a r á s i e m p r e « le u n m o d o d e c i ­
s i v o e n lo s d e s t in o s d e b is p u e b lo s .
F i l i p i n a s , c o n c o s t a s , y g o l f o s , y b a h ía s , y e s t r e ­
c h o s , y p e n ín s u la s q u e , p o r s u f e l i z d is p o s ic ió n ,
s o n a c a s o la s p r im e r a s d e l m u n d o p a r a la s fa e n a s
d e l c o m e r c io ; c o n u n c lim a s a n o y c o n u n a n a tu ­
r a le z a q u e p o r la g r a n d io s id a d d e su a s p e c t o y la
i n f i n i t a v a r ie d a d y r i q u e z a d e s u s p r o d u c t o s r e ­
c u é r d a la s d e s c r ip c io n e s d e lo s m i t o l ó g i c o s E lís e o s ;
s i e n d o , p o r su e x t e n s i ó n , m a y o r q u e e l R e i n o
U n i d o y q u e I t a l i a ; y c o n t a n d o c o n p r o v in c ia s
c o m o C a v it e , q u e p a r e c e la A n d a lu c ía filip in a ;
c o m o R u b ic á n , q u e r e c u e r d a la h u e r t a v a l e n c i a n a ;
c o m o P a n a y , la C a t a lu ñ a d e l A r c h i p i é l a g o ; c o m o la
is la d e N e g r o s , m a y o r q u e A l m e r í a , y m u y s e m e ­
ja n te p o r su s c o n d ic io n e s á C u b a ; y , e n fin , c o m o
M i n d a n a o , l a A r a b i a d e O c e a n ia , F i l i p i n a s n e c e s it a ,
a n t e t o d o , b r a z o s q u e a r r a n q u e n á su s u e lo b is r i ­
q u e z a s (p ie a t e s o r a e i n t e l i g e n c i a s q u e la n c e n a q u é ­
lla s a l t o r r e n t e « le í c o m e r c i o u n i v e r s a l ; p o r q u e
h o y d i a , c a s i t o d o c u a n t o a l l í c a b e a d m ir a r , p u e d e
d e c ir s e e s o b r a d e la N a t u r a le z a . S u s b o s q u e s i n ­
m e n s o s , f o r m a d o s p o r g ig a n t e s v e g e t a l e s c u y a s
c im a s s e p i e r d e n e n e l e s p a c io ; s u s v a s t a s p l a n i ­
c i e s , c u b ie r t a s d e m á s d e d o s c ie n t a s c in c u e n t a e s ­
p e c ie s d e a r r o z : s u s c a f e t a le s , s u s c a c a o s , s u s a l g o ­
d o n e r o s , s u s p la t a n a le s , s u s c a m p o s d e c a ñ a d e
a z ú c a r ; s u s g r a n ít ic a s m o n t a ñ a s , q u e e n c ie r r a n e n
su s e n o e l a m a t is t a y e l d i a m a n t e , e l z a f ir o y e l
r u b í , e l t o p a c io y la e s m e r a ld a ; s u s v o l c a n e s , q u e
v o m i t a n la v a s d e a z u f r e ; s u s m in a s , r i q u í s i m a s e n
v a r ia d o s m i n e r a l e s , y s u s m a r e s , q u e b r i n d a n c o n
la p e r la y e l c o r a l , t o d o e x i g e q u e e l s u d o r h u ­
m a n o l o f e c u n d e y e l e s f u e r z o d e l h o m b r e lo
a v a lo r e .
E n m a n o s d e u n a n a c i ó n m á s p r á c t ic a , e l A r c h i ­
p i é l a g o p o d r ía s e r , y s e r ía s e g u r a m e n t e , u n e m p o ­
r io d e r iq u e z a , m ie n tr a s q u e E s p a ñ a se c o n te n ta
c o n l a g l o r i a d e l d e s c u b r i m i e n t o y la s r e s p o n s a b i­
lid a d e s q u e a n t e la h is t o r ia i m p o n e su p o s e s ió n .
M á s a ú n : E s p a ñ a , n o s ó lo n o s e u t i l i z a « le lo s g r a n ­
d e s e le m e n t o s q u e e n c i e r r a n la s is la s F i l i p i n a s ,
s in o q u e s u c o n s e r v a c ió n l a i m p o n e f r e c u e n t e s s a ­
c r ific io s d e s a n g r e g e n e r o s a , y c u a n to s e s fu e r z o s
r e a l i z a p a r a im p la n t a r y e x t e n d e r lo s a d e la n t o s d e
la c i v i l i z a c i ó n m o d e r n a r e s u lt a n a l c a b o y a l fin ,
K.° XXV! — 27
p o r su e x c l u s i v a c u lp a , h e c h o s , n o e n b e n e f i c i o d e
s u s in t e r e s e s , s in o p a r a a c r e c e n t a r e l c o m e r c i o e x ­
t r a n j e r o , y c o n e l c o m e r c i o l a e x p l o t a c i ó n d e la s
is la s p o r n u e s t r o s r i v a l e s e n a q u e llo s m a r e s .
V e n d e m o s b ie n p o c o a l A r c h i p i é l a g o y le c o m ­
p r a m o s m u c h o m e n o s ; y s in e m b a r g o , p o d r ía m o s
l l e v a r á a q u é l la s h a r in a s y o t r o s a r t í c u l o s a l i m e n ­
t i c i o s « le q u e h o y s e s u r t e e n lo s E s t a d o s U n i d o s ;
la m a q u i n a r i a y o t r o s o b je t o s d e h i e r r o y p o r c e la ­
n a, q u e a d q u ie r e en In g la t e r r a y A le m a n ia , y m o ­
n o p o liz a r e l c o m e r c io d e l a lg o d ó n , c r e a n d o a llí
p a r a n u e s t r a in d u s t r i a u n m e r c a d o c a d a « lia m a s
i m p o r t a n t e . A l m i s m o t i e m p o p o d r ía m o s a d q u i r i r
e n la s I s la s e l a b a c á , e l c a f é , e l c a c a o , la s e s p e c ia s ,
e l t a b a c o , y m i l m a t e r ia s t in t ó r e a s , d a n d o d e e s ta
s u e r t e á n u e s t r a m a r in a m e r c a n t e p o d e r o s o s e l e ­
m e n t o s d o v id a .
P e r o a p a r t e d e l i n t e r é s m a t e r i a l , a u n p r e s c in ­
d i e n d o « le q u e la s is la s F i l i p i n a s p o d r ía n s e r f u e n t e
d e c u a n t io s o s r e c u r s o s y e l e m e n t o p r i n c i p a l í s i m o
d e p r o s p e r id a d p a r a n u e s t r a i n d u s t r i a y p a r a n u e s ­
t r o c o m e r c i o , a lt a s c o n s i d e r a c io n e s o b l i g a n á n o
o l v i d a r q u e , e n c la v a d a s a q u é lla s e n u n a r e g ió n d e
ta n e x c e p c io n a l im p o r t a n c ia q u e a ca so e n e lla h a ­
y a n d e v e n t i l a r s e , e n p la z o m á s ó m e n o s r e m o t o ,
la s r i v a l i d a d e s « le d o s g r a n d e s p u e b lo s , y t e n ie n d o
p o r v e c i n o a l J a p ó n , e s p e c ie d e E s t a d o s U n i d o s d e
O r ie n t e q u e , c o m o lo s d e A m é r i c a , m a r a v i l l a n p o r
s u r a p id o y e x t r a o r d i n a r i o d e s a r r o l l o , y c u y o s f á ­
c i l e s t r i u n f o s s o b r e C h in a p u e d e n d e s p e r t a r e n
e l l o s g r a n d e s a m b ic io n e s , p o d r ía s u c e d e r q u e p e l i ­
g r a r a l a s e g u r id a d d e l A r c h i p i é l a g o , y e l p e l i g r o
s e r ía a c a s o i n m i n e n t e s i s u f r i e r a E s p a ñ a a lg ú n
fr a c a s o e n o t r a p a r t e d e l m u n d o .
E s u n a l e y « le la v i d a q u e , e n la lu c h a p o r la
e x i s t e n c i a , s u c u m b a n s ie m p r e la s r a z a s y lo s p u e ­
b lo s d é b i l e s é i m p r e v i s o r e s ; y e n la p u j a d e la s
a m b ic io n e s , e n la c o n t ie n d a d e la s r i v a l i d a d e s , e n
e l c h o q u e d e lo s in t e r e s e s d e q u e h a d e s e r t e a t r o
e l E x t r e m o O r i e n t e , c l a r o e s q u e , d e c o n t in u a r e n
la s it u a c ió n a c t u a l, h a b r ía m o s d e s e r f o r z ó s a m e n t e
lo s m á s p e r ju d ic a d o s .
E n e s t e o r d e n d e c o n s i d e r a c io n e s i m p o r t a n o
o l v i d a r « p ie , a s í c o m o e n l a v i d a i n d i v i d u a l e l t o ­
t a l a i s l a m i e n t o e q u i v a l e á u n s u i c i d i o , e n la v i d a
d e la s n a c io n e s e s u n a p e li g r o s a t e m e r id a d p e r m a ­
n e c e r c o m p le t a m e n t e a le ja d o s d e t o d o s lo s p r o b le ­
m a s . L a n a c ió n q u e s e e m p e ñ a e n a is la r s e d o t o d a s
la s d e m á s , e n c e r r a n d o s u p e n s a m ie n t o y su v o l u n ­
t a d d e n t r o «1«! s u s f r o n t e r a s , c o m o s i f u e r a d e é s ta s
lia d a p u d ie r a in t e r e s a r la , s e e x p o n e á d o lo r o s a »
s o r p r e s a s i ' á t e r r i b l e s d e s e n g a ñ o s . C h in a y J a p ó n
v i v i e r o n a s í l a r g o t i e m p o , h a s ta q u e á c a ñ o n a z o s
a b r ie r o n s u s f r o n t e r a s la s e s c u a d r a s d e F r a n c ia é
I n g l a t e r r a ; y E s p a ñ a , q u e h a q u e r i d o t a m b ié n p r a c ­
t ic a r e s a p o l í t i c a d e t o t a l a b s t e n c ió n , h a t o c a d o la s
c o n s e c u e n c ia s « le su e r r o r , p r i m e r o e n M a r r u e c o s
y a h ora en C u ba.
F r a n c ia n o s h a d a d o e l e j e m p l o ; y y a « p ío t a n t o
m a lo h e m o s c o p ia d o d e e l l a , c o p i e m o s a h o r a lo
b u e n o q u e á n u e s t r a im it a c ió n o f r e c e . A l s a lir d e
a q u e lla t r e m e n d a c a t á s t r o fe d e 187U y l o g r a r l e ­
v a n ta rs e d e n u e v o , p o r e l m a r a v illo s o e s fu e r z o d e
s u s h ijo s , r ic a y g r a n d e , n o s e c o n f i a á s u s p r o p ia s
fu e r z a s , n o s e a ís la , b u s c a a m is t a d e s , c o n t r a e a l i a n ­
z a s : y e lla , r e p u b lic a n a , d e m o c r á t ic a , c a s i s o c i a lis ­
t a , s e u n e í n t im a m e n t e á la m o n á r q u i c a y a u t o r i­
t a r ia y a u t o c r à t ic a R u s ia : y R u s ia y F r a n c i a u n id a s
p e s a n t a n t o e n e l m u n d o , q u e r e s t a b le c e n e l e q u i ­
l i b r i o p o l i t i c o , p r o f u n d a m e n t e a lt e r a d o e n E u r o p a .
P u e s b i e n : E .-p a ñ a , n o s ó lo c u e n t a c o n e n e r g i a »
y c o n e le m e n t o s p a r a s a l i r d e s u d i f í c i l s it u a c ió n
a c t u a l, s in o q u e , a u n e n e l i m p r o b a b l e s u p u e s t o
d e q u e l l e g a r a á c o n s u m a r s e la c a t á s t r o fe q u e p a ­
r e c e a m e n a z a r la e n e l m a r d e la s A n t i l l a s , p o d r ía
e n c o n tr a r e n su p r o p io s e n o , e n e l fo m e n t o y d e s ­
a r r o l l o d e s u s p o s e s io n e s u lt r a m a r in a s , y e s p e c ia l­
m e n t e d e l A r c h i p i é l a g o f i l i p i n o , m e d io s s o b r a d o s
p a r a r e c u p e r a r e l p u e s t o q u e la c o r r e s p o n d e . N e ­
c e s a r io e s p a r a e l l o q u e e l p a ís e n t e r o s e p e r s u a d a
d e q u e n o e s p o s ib le p r e s c i n d i r d e l a v i d a d e r e ­
l a c i ó n , y q u e lo s d i r e c t o r e s d e l a p o l í t i c a , e s t u ­
d ia n d o a te n ta m e n te e l p r o b le m a c o lo n ia l, y e n
p a r t ic u la r l o q u e á la s is la s F i l i p i n a s s e r e f i e r e , s e
c o n s a g re n á r e s o lv e r lo , p r o c u ra n d o e l d e s e n v o lv i­
m i e n t o d e la s in m e n s a s r i q u e z a s q u e a q u é lla s a t e ­
s o r a n , c u id a n d o d e q u e e n la e s f e r a e c o n ó m i c a n o
s e r e p r o d u z c a lo o c u r r i d o e n C u b a , e s t o e s , q u e e l
A r c h i p i é l a g o n o s e a u n a d e p e n d e n c ia m e r c a n t il d e
lo s E s t a d o s U n i d o s , d e l J a p ó n ó d e I n g l a t e r r a , y
b u s c a n d o f u e r a d e a q u é lla s la s a m is t a d e s « p ie m á s
n o s i m p o r t e c u l t i v a r . T a n c a p it a l e s e s t o ú lt im o ,
q u e s i n e l l o r e s u lt a i n ú t i l t o d o l o d e m á s .
P e r o n i la p o l í t i c a e x t e r i o r n i la s a m is t a d e s i n ­
t e r n a c i o n a le s s e i m p r o v i s a n . S o n e l r e s u lt a d o d e
u n c o n o c i m i e n t o p r o f u n d o d e lo s p r o b le m a s , d e
u n e s t u d io s e r i o d e lo s v a r io s f a c t o r e s q u e s e m u e ­
v e n e n la e s f e r a d i p l o m á t i c a , d e u n c o n v e n c i ­
m i e n t o a r r a ig a d ¡s im o d e l a c o n v e n i e n c i a d e s e g u i r
u n a d ir e c c ió n d e te r m in a d a . H a y q u e s a b e r lo q u e
28 —
n .°
xxvi
TR IE STE
LA
ILUSTRACION
ESPAÑOLA
( A U S T R I A ) . — EL CHUCERO « V I E X A » , « U V A
Y
15 J u l io 1896
AMERICANA
V E N TA A L (ÍOIUEHNO
l.’C !• v v n l
t•
in V \
(Dibujo ile A de CjiuIr.)
H AM B U R G O
(A L E M A N IA ). — LLEGADA d e l v i r r e y d e c h i n a LI-H U XG -CH ANO
A
L A ESTACION d e DAM M THORT EL
(De fotografía remitida por D. llamón Abella.)
23
DE JUNIO ÚLTIMO.
G I N E B R A . — E X P O S I C T Ó N
N A C T 0 X A T.
S U I Z A .
» »
*%>
I . VISTA DE CONJUNTO. — 2. ENTRADA Á LA ALDEA SUIZA. — 3,
Ó, (5. DIVERSOS ASPECTOS DE LA ALDEA SUIZA.
7. PALACIO DE BELLAS ARTES.— 8. PARQUE DE AGRICULTURA.
(De íotogTatías.)
LA
30 — N.° XXV!
s e p u e d e y á lo q u e s e a s p ir a , y lo q u e p u e d e n y ¡i
l o q u e a s p ir a n l o d e m á s ; h a y q u e c o m p a r a r lo q u e
n e c e s it a m o s y l o q u e p u e d e n d a r n o s ; lo q u e d e
n o s o t r o s r e c la m a r ía n y lo q u e e s t a m o s e n d is p o s i­
c ió n d e h a c e r . ¿ Q u é n a c ió n t ie n e e n e l E x t r e m o
O r i e n t e in t e r e s e s q u e m e j o r p u e d a n a r m o n iz a r s e
c o n lo s n u e s t r o s ? ¿ A l e m a n i a , q u e e s tá e n la s M a r ­
s h a l l; I n g l a t e r r a , q u e e s tá e n B o r n e o ; R u s ia ó
F r a n c i a q u e t a n t o s in t e r e s e s t i e n e n e n C h i n a , y á
la s q u e t a n t o p u e d e a f e c t a r e l d e s a r r o llo d e l J a p ó n
y la a m is t a d d e é s t e c o n la G r a n B r e t a ñ a ? E s t e e s
e l p r o b le m a q u e h a y q u e r e s o lv e r : n o p e r d ie n d o
d e v is t a q u e , n o d e b i e n d o a b a n d o n a r in f lu e n c ia s
l e g í t i m a m e n t e a d q u ir id a s y p o s e s io n e s im p o r t a n ­
t e s e n o t r o s m a r e s y e n o t r o s c o n t in e n t e s , e s i n d i s ­
p e n s a b le q u e la r e s o lu c ió n d e a q u e l p r o b le m a n o
s e a o b s t á c u lo in s u p e r a b l e á l a d e t o d o s lo s d e m á s
q u e in t e g r a n n u e s t r a v i d a n a c io n a l.
S ó lo a s i , c o n s a g r a n d o e l p a ís t o d a s la s e n e r g ía s
d e q u e e s c a p a z á s u r e c o n s t i t u c ió n i n t e r n a , y t e ­
n i e n d o u n a p o l í t i c a e x t e r i o r p e r f e c t a m e n t e c la r a y
p e r f e c t a m e n t e d e f i n i d a , y p o r t o d o s lo s p a r t id o s
q u e r i d a p o r ig u a l y p r a c t ic a d a d e ig u a l s u e r t e , p o ­
d r á E s p a ñ a d o m i n a r la s d if ic u lt a d e s p r e s e n t e s y ,
c o m o F r a n c i a , s a lir fu e r t e y r e s p e t a d a d e la s m a ­
y o r e s c a t á s t r o fe s .
J e r ó n im o B é c k e r .
;0 H !
¡L A
ILUSTRACION
ESPAÑOLA
Y
AMERICANA
Pues no, querida; para tales cosas,
Que son de inspiración un tiel modelo,
El poeta n«i tuvo que moverse
1>eí sillón del despacho ni un momento,
Y á la luz del quinqué, con pluma y tinta,
Su fantasía modeló los versos....
o
o o
¿Te convences ahora
De que ú posar de lo que yo te quiero,
• liando voy á cantar mis ilusiones,
Mis dulces alegrías, mis anhelos,
'i el amor que me inspiras como esposa,
N o puede ser si junto á mí te tengo?
Ya salies que te adoro con locura.
Que es esclavo «le ti mi pensamiento;
Pero al tenerte al lado, si te miro
\ en tu casta hermosura me recreo,
O dejo de escribir, sencillamente....
¡0 me van á salir muy mal los versos!
F. Ll.MEXI)Ol.\X.
POR
AMBOS
MUNDOS.
SARRACIOXES COSMOPOLITAS.
Contra c! so! oanicul'ir: lo« «ombreroft-síivfts de las mujeres. —En
las playa* de Chalichapitea,—La poesia filosófica: ite riti*, de
Mr. L- Hély: La herencia del naturalismo—Sin fe y sin amor —La
libertad de los poeta*: M entís y L u ía : la verdad laberíntica de los
espacio* fantásticos.—La novela soololóiric«: D. Nilo Mana Fabru
y el Dr. E. Itiehter con su S m in i demockratlsehe Z u k iin ftM ld ir .
IN S P IR A C IÓ N !.
OMPUÉXDESK que las damas y damiselas pue­
Déjame trabajar; no me molestes
Con ese loco empeño
De colocarte al ludo, cariñosa,
M irá n d o m e en silen cio.
Mientras estés asi será imposible
Que se me ocurra un verso,
Y ya ves que es preciso que trabaje.
Conque déjame en paz: yo te lo ruego.
o
o o
¿Pero de veras lloras? ¿Es posible
Que te haya impresionado basta ese extremo
L o que te dije sin pensar que acaso
Pudiese lastimar tus sentimientos?
¡N o seas tonta, m ujer!....¿De dónde sacas
Que esa es la prueba de que no te quiero?
Dices que, en vez de serme tal estorbo,
Tu cariño y tu amor puro y sincero
Debieran inspirarme.... ¡Calla, tonta!
¡L a inspiración! ¿Tú sabes lo que es eso?
o
o o
El A rte es un asceta misterioso
Que vive entre quimeras v entre sueños,
Y lleva en si, por ignorado arcano,
De la l>ellozu el germen verdadero.
En sus grandes delirios
Crea él sólo las «dirás de lo lidio,
Sin más intervención que el soplo santo
Que Dios le imprime con su augusto beso....
o
o o
Tú luis leído á muchísimos poetas
Que cantan muy en serio
A l mar cuando, irritado,
Levántase soberbio,
Y el peñón de la costa al toletea
Con un vaivén monótono V eterno,
O bien cuando tranquilo y apacible,
Copiando en su cristal la luz del cielo,
Llega á la playa, y al romper sus olas
Deja en la arena sus nevados besos;
A l sol cuando, radiante,
Inundu con su luz el lirmamento;
A la luna argentada
Que el bosque alumbra en plácido misterio;
A l huracán que ruge,
A l pájaro que canta, ¡ü arroyuelo....
tías leido á otros muchos
En cuyos cantos épicos
Se ve el fragor de la sangrienta lucha,
La bandera agitada por el viento,
El brillo de aceradas bayonetas
Prontas á herir el enemigo pecho....
Otros cantan en plácidas estrofas
Sus amores poéticos,
Y pintan el instante en que sorprenden
A la púdica virgen en el lecho,
Destrenzada la rubia cabellera,
Desnudo el brazo, palpitante el seno....
Tú lias leido estas cosas.
Que idealizó con su poder el genio,
Y sin duda has creído
Que el autor en tan crítico momento
Escribía en la playa.
O achicharrado por la luz de I ’ebo.
O ladrando á la luna
A l lado del pacifico arroyuelo,
O mirand«) el fragor de la batalla
Desde un lejano cerro.
O metido en la alcoba de la virgeu
Sin ningún miramiento,
Armado de cuartillas y de lápiz
Mientras la pobre se abandona al sueño....
dan resistir en la playa la irradiación solar,
porque, con arreglo á la moda, van cobijadas
este año por un sombrero-paisaje, tan colo■(iN» sal y monumental como paisaje como como
^
sombrero. Pero nosotros los Adanes, á quie­
nes la reglamentación de la moda ha impuesto
el uso del sombrerillo de paja gorda, cnpn(r d io de higos, recto y moderado de ala y corto de
j copa, no podemos, con adminiculo semejante, defen­
dernos de los ardores del astro, ni en las playas, ni
en ninguna parte. La libertad femenina arrambla con todo;
y al aniojársele ahora encasquetarse en la cabeza, éntrelos
amplios y caprichosos pliegues ó planos «le la paja lisa, ri­
zada, musgo ó trenzada de sus chambergos todo un inundo
de llores, pájaros, cintas, alumbres, trapos, plumas y pom­
pones, es lo cierto que á su sombra puede pasarse confor­
tablemente el verano, sin temor á que caigan del cielo ra­
yos encendidos, bólidos, pedruseos y capuchinos de bronce.
H e bajado hacia los peñascos de Chalichapitea hace un
cuarto de hora, en compañía «le dos señoritas, altas como
faros, fuertes como mimbres y coloradotas ó ooloruditus
como velas de cera; y allí lie tenido que dejarlas, mirán­
dose en las ondas «leí ruar, saltando entre las piedras, la
espuma y la arena, porque á mí, francamente, me era im­
posible resistir el fuego canicular que cae desde lo alto en
esta mañana límpida y hermosa, venida pura achicharramiento de los mortales, que ha convertido el suelo y el
aire en un verdadero cuarto de calderas, A posar del ligero
aireejllo que de cuando en cuando pasa rastrero, como úl­
timo vestigio «le la brisa de la montaña.
Mis compañeras de excursión han bajado á la costa á
coger fuerzas para almorzar fuerte. Yo no he querido co­
ger una insolación. ¿En virtud de «pié cansa extraordinaria
pueden resistir ellas las feroces caricias del sol, dada su
naturaleza lurguilachu, delgaducha y transparentucha?
l'ues....en virtud «leí sombrero. Una lo lleva de gruesa paja
de rizo, color oro, recto y con más alas que un buitre «le
Gorbea, cuya copa no se ve, oculta como está entre un
laberinto «le rosas de seda, heliotropos, botones brillantes
y follaje verde musgo, y coronada por tres pompones de
plumas superpuestas, negras con reflejos dorados, á las
que circundan, como formando artistico valladar, altos
fsprits de diversos colores, y de cuyo fantástico armatoste
cuelga por detrás una aigrette de encaje rosa. El sombreromonumento de su compañera es de paja de arroz, corte
Arratia, es decir, con el ala delantera plegada ligeramente
hacia abajo, y la posterior doblada hacia arriba sobre el
moño, imitado por peineta de rosas. Una diadema de bullo­
nes de seda mordorado8, sujeta por un nudo de cinta de
fuva plateada, cae sobre la copa, y á los lados de ésta sur­
gen las elegantes curvas de plumas redondas y de plumascuchillo. azules y tornasoladas, llenando su asiento, sobre
las sinuosidades de la form a, grupos de tul verde, con florecillas enanas, entre las cuales anidan varios pájaros,
como sobre los cabos de los esprits que acompañan á las
plumas rectas extienden lindas mariposas sus transparen­
tes alas. ¡ Y ahora, que les éntre el sol á semejantes mon­
teras !
Y o también necesitaba guarecerme bajo enramadas de
hojas y flores, con pájaros ó sin pájaros, al amparo de la
Naturaleza; y , para conseguirlo, suiti por la ladera de Cha­
lichapitea, y me tumbé á la sombra del primer castaño que
encontré. Sombrero por sombrero, ¡qué más da un árltol
frondoso que el que usan mis amigas ! Mientras allí cá la
fres c a », como dicen en lu aldea, me abanicaba eon mi
sombrerillo paja serón de higos, «le á seis reales la pieza,
las jovenes me saludaban desde la playa, celebrando con
grandes carcajadas mi escapatoria. Poco después dieron
vuelta al recodo de las peñas, tomando la dirección del ho­
tel y desaparecieron de mi vista, y entonces y o , ni envi­
diado ni envidioso, saqué del bolsillo el último libro que lo
poesía sentimentalista de hoy ha producido, el que acaba
de escribir en París Mr. León H ély, discípulo entusiasta de
Mr. Sully Prudhomnie, y que ha titulado Mentis. Convida­
ban el lugar y la soledad á abstraerse del mundo ramplón
y á engolfarse en los espacios quiméricos de la poesía filo-
15 Jruo 1896
sófica, ocupación muy propia de quien no tiene el espirito
preocupado por ninguna utliceión, remordimiento ó compromiso, y de quien, con recursos no escatimados, buen
apetito, ánimo alegre y naturaleza sana y equilibrada,
puede permitirse el lujo «le distraer su imaginación y sus
iioras como mejor le plazca. Sólo en estas circunstancias
cabe el que uno se meta en lo que no le importa, y trate,
por ejemplo, de averiguar, ó de hacer como que averigua,
para qué, cómo y cuándo se crearon los espacios poblados
de astros, y qué hacemos nosotros aquí abajo, y qué rela­
ciones hay entre «.-so* mundos desparramados por las altu­
ras y los retortijones, cojeras, tombos y petardos que nues­
tro espíritu y nuestra carne y nuestros huesos sufren
entro la comida, la cena y el desayuno, que son las tres
estaciones «le la marcha «le la villa, en las que, antes y des­
pués de dormir, nos detenemos para pasarla á tragos.
o
o o
El libro Mentís es un dato más para la demostración de
la tesis, por bastantes pensadores sostenida, y reciente­
mente expuesta por la revista inglesa Athenmim, en el
resumen que acaba de hacer acerca de la producción litera­
ria del continente durante el año no económico, sino inte­
lectual, que ajusta, según antigua costumbre de esa revista,
«le Julio á Julio. El naturalismo, con sus diversas denomina­
ciones, ha desaparecido; cuyo innegable hecho se reconoce
y afirma por todos los críticos «leí mundo de las letras,
l’ ero, al desaparecer, no le ha sustituido nada en literatura.
Tras de la decadencia de la moda realista no ha surgido
«le nuevo la idealista. N o existe hoy un ideal definido en el
arte; no se crea, ni se escribe nuda original; y se lian abu­
rrido los lectores con tanta descripción, en calderilla, de los
objetos materiales y de los sucesos vulgares, siquiera estén
expuestas en magistral estilo, y eon tanto análisis psicoló­
gico, sutil, autopersonal y de puro urtifioio. A las tentati­
vas de restauración del arte espiritual se las lia bautizado
con los nombres de neomisticismo, neocristianismo y senti­
mentalismo; pero, en suma, como falta la base esencial, la
f e , los trabajos resultantes n<> son más que fantasías in­
comprensibles, sensiblerías ridiculas y confecciones labe­
rínticas. En ios espíritus serenos, estas joyas del modernis­
mo literario, en v ez de dejar honda huella ó alguna ráfaga
de luz, producen risa. El lector, al cerrar el libro, se encoge
de hombros, y haciendo un gesto de desdén exclama:
«¿¡Tiempo perdido!»
Como los poetas tienen más amplios privilegios y nin­
guna responsabilidad para volar con la imaginación por
donde les plazca, v son casi iulinit«>s los horizontes en que
vuelan, parece que se encuentran en mejores condiciones
para realizar la reversión de la moda literaria desde el de­
sierto entripo «leí naturalismo al casi olvidado del sentimen­
talismo, hoy tan apetecido; pero, ó no encuentran el ideal
sohro la tierra, ó no lo ven en el espíritu de sus contempo­
ráneos, y tal voz por alio se remontan á las esferas ó huyen
hacia los tiempos pasudos para inspirarse y tejer la trama
de sus poemas. El hoy «1«: por aquí abajo no ofrece atracti­
vos á la poesía. L a devoción literaria estética tiende á cantur, en el lenguaje divino «1«« las musas, los grandes siste­
mas del universo y las profundas síntesis especulativas. La
ciencia, poco á poco, va conociendo algunos do los llamados
misterios naturales: todo lo demás está á obscuras, ó un si
os ó no es estrellado; y en estas obsoiiridudes se mete la
poesía para aclararlo todo con la potente luz de lu funtasia
personal, que al fin y al cabo á las tinieblas añade el em­
brollo.
Siquiera los grandes poetas de la antigüedad se postra­
ban ante el altar de donde se irradian la luz y la vi«(u para
el universo, ante el amor, y lo cantaban maravillosamente
«liciendo: « T ú sola, ob diosa, gobiernas la Naturaleza; sin
ti nada brota bajo la luz divina; nada de lo que produce
alegría, nada de cuanto se achira.... »
s Q u t r q u o n t a m r e r u v i n n t u r a m s o la (H ib ern a s,
X e e s in e te q u t e q u a m d in * tn l u i n l n i s o r a s
E x o r i t u r , ñ e q u e t i l Ic r t u m , ñ e q u e a m a O tle q u i c q u a n i. »
Ahora los vates ueoinisticos ó filosóficos, que dicho se
está que no tienen f e , tampoco sienten el amor; y por más
que escriben primorosamente, afiligranando, dorando y es­
tofando el estilo, sin f e y sin amor no pesan lo bastante
para arraigar en los corazones que viven pegados al suelo,
y por esa falta de gravedad moral y física suben á los espa­
cios, giran entre los torbellinos, deslumbran con sus rápidos
juegos y movimientos, y después de trastornar la cabeza á
quien atento Ies sigue con lu vista, estallan sin ruido al­
guno como delicados globos de goma, y no dejan en pos
«le si más que el pingajo de su inflada envoltura; un mon­
tón de puginas, edición enana, con tipos elzeviriunos, lá­
minas pornográficas, canto dorad«i, muchas márgenes y
doble forro de seda y lustrina.
Mr. León H é ly , aí escribir Mentís, lo lia hecho como un
sentido y verdadero poeta. Tiene talento positivo, parece
pensador serio y hombre dedicado á la meditación, y de la
índole de su libro dice el académico francés Mr. Ánatole
France que el autor «quím ico de la psicología luí querido
extraer y estudiar lo d ivin o » de toda la historia de la hu­
manidad. L>ice además que siempre lian existido almas lle­
nas de ansiedad, i|ue removieron y escudriñaron el con­
junto de todas las creencias para extraer de él partículas
de verdad. Mentís es el hombre de fin de nuestro siglo que
se dedica á hacer un trabajo «le investigación semejante.
Ninguna religión le satisface, ni le agrada. El filósofo no
puede quedar asi, como el alma de Garibay. Hace falta «|ue
alguien le ilumine y le entere «le lo que desea saber, «¡ue,
como se v e , n<> es cosa baladi. Y , es claro, para un poeta
no hay nada imposible: ese alguien aparece; es una figura
celestial, aunque no cristiana, ni judía, ni cuatera, ni
inorrnona, es L u r a : la Verdad, ni más, ni menos. La v e r­
dad era amarga antaño, y parece que no ha cambiado,
porque la que acude á conversar con el poeta no es una
señora pacifica, sino batalladora y fiera.
Hablan largo y ten«iido en deliciosos versos, llenos de
angustia y de desesperación. N o tratan de la f e , porque no
15 J u l io 1806
LA
ILUSTRACIÓN
la tienen, ni del am or, porque no lo sienten. Tratan de la
sed del espíritu por conocer las cansas de todo lo creado y
existente; de la contextura, disposición y marcha de los
mundos y de la materia; de las antiguas contiendas filosó­
ficas v científicas sostenidas acerca de estos puntos; de que
el Sol es una burbuja de gas incandescente, y la Tierra una
gota de barro frío ; de que, puesto que los astros nacen,
mueren; y de que la creación, infinita é imperfecta siempre,
se reproduce sin cesar en perpetuas metamorfosis. No hay
reposo en el cielo, ni en la tierra, y la infinidad de los mun­
dos se rigen por la ley de la energía y del trabajo. Los cie­
los, los espacios «•••lestes que so consideraban incorrupti­
bles, no tieiien más «le eterno que la eternidad de sus mu­
danzas y variaciones. Muertes y nacimientos no son otra
cosa «jue dilataciones y condensaciones de la misteriosa
materia, por lo que alguien dijo «pie el universo es la res­
piración de Dios.
En verso, y entre una musa y un filósofo, cabe decir es­
tas y otras fantasmagorías. En prosa sesuda, y entre gente
natural, es imposible pensar, ni balitar asi. Con los amplios
privilegios y ninguna responsabilidad «le que disfrutan los
poetas, pueden volar asi por los horizontes infinitos «leí
idealismo inocente: lo «pie no pueden es crear, ni escribir
nada original, nada que interese ni nada que enseñe. L'u so­
ñador en materia de religión, puede en su sentimentalismo
aspirar a buscar la verdad, vistiéndola «le dioSh, ó de musa,
ó de compañera, para hacerla decir todo lo «pie él tiene ya
de antemano pensado; peni lo que no parecerá minea es la
verdad, prohibida á los hombreB de ciencia; imposible para
los poetas. El sentido común primero, y el Atkenceum des­
pués, han diuho la verdad: muerto el naturalismo realista,
no le lia reemplazado tia«la. lia venido el caos, el desen­
freno de la iiuaginución individual, el arte de perder el
tiempo. I.a obra Mentís esta maravillosamente cincelada; la
inspiración fantástica, un tanto revestida de saber enciclo­
pédico, brilla en todas las páginas de las tres partes del
poema; la cultuia del autor aparece á nivel tan alto como
su buen gusto literario; pero dentro de esta armadura ar­
tística, en lus entrañas de esta creación tan bonita, ¿qué
hay? Nada: un mentís á las presunciones filosóficas del re­
buscador de verdades; una L u x a , que no es otra cosa «pie
un lujo de frases y de cien veces repetidas afirmaciones
acerca de la vida de la Naturaleza.
Cierro el libro; la campana del hotel llama al almuerzo,
abandono mi hermoso refu gio del pie de vetusto tronco
«leí castaño, y sin salir de la sombra que proyectan en la
ladera los «pie componen el bosquecillo, llego al alto «pie
domina el valle del pueblecito que da nombre á la playa.
Mis niñas, las «le los sombrerones, esperaban sobre la
escalinata de mármol del vestíbulo de la fonda, con sus caliecituB al aire, peinadas á lo marino, sin bucles, espirales,
bandos ni arremontonamientos, sino pelo arriba, recogidos
los cabellos con un lazo de seda en caprichoso moflete en
la coronilla, desde la cual caían sobre el cogote, y sobre el
cuello alabastrino, redondo y terso, la mar de panojas de
hebras de oro. Y a no terminaba su atavío en aquellos chamliergos-paisajes-nacimientos que, como tiendas de campaña
en el desierto, resguardan á la persona del fu ego solar; y
en cambio y o , además de mi honguillo marinero paja serón,
llevaba en mi calieza la filosofía, la poesía, el universo, el
éter, los mundos supratelúricos, 1« fe laberíntica de todos
los siglos, el infinito, el ayer, el hoy y el mañana, doscien­
tos endecasílabos, y además á Mentís, ú Lu xa , a Lucrecio,
u Parmenides, á Empédodes, a los estéticos, á los neomín­
ticos y toda la evolución sentimentalista del arte moderno.
jV aya una montera para tener fresca la calieza!
Pero las cuartillas, como los libros, los olvido en cuanto
las escribo ó Ico; y asi pensé descansar después del almuer­
zo, sin darme una luga de todas mis meditaciones del cas­
ESPAÑOLA
Y
AMERICANA
tañal sombrío, cuando un demonio do bañista, muy releído
y redicho, la emprendió durante el cafe con la disensión
de un tema semejante al que á mi me bahía preocupado,
sosteniendo que en la literatura de hoy, enterrados los no­
velistas del naturalismo, ya n«« hay ninguno «pie merezca
leerse. Y, tras «le mucho y mucho hablar, yo le confesé, y
él uonviun en ello, que en lus luchas «le los tiempos presen­
tes la novela más interesante es la sociológica, acerca de
la cual ha dicho mucho y muy bueno, en la revista España
Moderna, hombre tan entendido, profundo y estimado entre
la gente culta de nuestro país como el docto catedrático de
la Universidad «le Oviedo 1». A d o lfo A . Huilla, poniendo
corno ejemplo de genero tan apetitos«» y sobresaliente la
traducción «le la novela «leí doctor Eugenio Hichter: Des­
pués ile la r ir loria del socialismo (Soscial «leiuokratische ZnKUnftsbilder), escrita en Alemania para contrarrestar el
efecto que produjo la que el profesor socialista-colectivista
norteamericano publicó con el titulo de Lookinn buclacard.
La verdad es que en ltJÜO, antes de que a Hichter se le
ocurriera tramar el argumento cari««sisimo «le lo que puede
ó debe ocurrir después que triunfen el socialismo y el
anarquismo, lo bahía hecho con verdadera originalidad, v
en ameno y corriente «•siil««, nuestro compatriota el muy in­
genioso y muy conocido escritor L). Nilo María Fabra, pu­
blicando aquí, en L a I lustración* Escaño!.a y A mkrica .va ,
una serie «le artículos novelescos acerca «le ose mismo
asunto, «pie, completados después y eon bellos grabados,
formaron una obra «le gran interés propagandista contra
las aberraciones de las escuelas colectivista y demoledora,
y á cuyo trabajo puso elocuente prólogo el Sr. Castelar.
No son ni naturalistas ni idealistas estos trabajos, aun­
que participan «le ambos fundamentos «le información y «le
labor: pero s««n de oportunidad y «le positiva inlluencia, y
cabe en ellos el «pie «ú arte literario aparezca eon todos sus
límpidos y correctos primores. Tienen por lo menos una
liase en su origen y un fin determinado, y en esto llevan
ventaja á todas las fantasmagorías sentimentales é idealis­
tas con que los neo-románticoa del día llenan tantas y tan­
tas paginas para desahogar su mal humor ó poner un par­
che de tela de araña á su pesimismo.
X.8 XXV! — 31
de cuantas Compañías existen en el mundo.
En i.° de Enero de 1896 importaba en
P eso s fuertes.
Su activo,
Su pasivo,
201.009.388
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Los polvos de arroz O l l \ V F L O R A . clase de f a ­
bricación extra, están indicarlos para el tocador de las se­
ñoras, así como los polvos de
El S O B R A N T E de las Compañías de
seguros de vida constituye la mejor norma
para juzgar de la importancia de cada una.
Representa el exceso de las garantías
sobre las obligaciones; el poder financiero
y la capacidad de las Compañías para dis­
tribuir dividendos.
Es, á la par, una reserva bancaria y
un fondo de beneficios; una garantía su­
pletoria y una fuente de utilidades.
La s e g u r id a d , la s o lid e z y los b e ­
n eficio s sociales se resumen en el SO­
Lacteine, Hellotropo blanco, Opoponax, Peau d ’ Espagnc
y demás perfuraes tan conocidos.
A D V E R T E N C IA .
E l c o n s id e ra b le n ú m e r o d e o r ig in a le s lite ra rio s
a d q u ir id o s p o r esta D ir e c c ió n y o í escaso e s p a c io
q u e d e ja n d is p o n ib le s las s ec cio n e s lijas «p ie tie n e
e s ta b le c id a s L a I l u s t r a c i ó n E s p a ñ o l a y A m e ­
r i c a n a , la o b lig a n ;í s u p lic a r ;i las m u ch a s p e rs o ­
n as <|ue a n u n cia n o l e n v ío «le n u e v o s e s c rito s se
a b s te n g a n «lo h a c e r lo , á lin d e e v it a r s e in ú tile s m o ­
le stia s , y ú la D ir e c c ió n la c o n tra rie d a d d e te n e r
«p ie a r c h iv a rlo s p o r un t ie m p o in d e te r m in a d o .
BRANTE.
El de «La Equitativa» es mayor que el
El A
d m in is t r a d o r
.
CONCURSO LITERARIO
PROGRAMA DE PREMIOS OFRECIDOS POR EL
T E
M
J U E C E S
A
C o m p o s ic ió n e n l e n g u a c a s t e lla n a , d e c in c o d é c im a s l o m e n o s y d i e z lo
m á s , e n l a c u a l s e m a n if ie s t e l a im p o r t a n c i a , m é r i t o y t r a b a j o d e lo s
C a r t e r o s , l o a c r e e d o r e s q u e s o n á q u e s e le s c o n s id e r e c o m o fu n c io n a r io s
p ú b lic o s , y s e p r e c o n ic e a d e m á s la g e n e r a l id a d d e la s n a c io n e s q u e le s c o n ­
c e d e n h o n o r e s e s p e c ia le s e n s e r v ic io s e x t r a o r d i n a r i o s , y r e c o m p e n s a n lo s
o r d in a r i o s c u a n d o p o r l a e d a d ó a c h a q u e s n o p u e d e n s e g u i r p r e s t á n d o lo s .
P R
E
M
I O
S
D o s : U n o d e q u i n ie n t a s y o t r o d e c ie n p e s e ta s .
C
O
N
D
I C
I O
DOCTOR THEBUSSEM
N
E S
L a s o b r a s q u e o p t e n á lo s p r e m io s d e b e r á n h a lla r s e a n t e s d e l 3 0 d e N o ­
v ie m b r e d e 1 8 9 6 en p o d e r d e D . A b e la r d o J o s é d e C a r lo s , p r o p ie ta r io d o
L a I l u s t r a c ió n E s p a ñ o l a y A m e r ic a n a , c a lle d e A lc a lá , n ú m . 2 3 , M a d r id .
A c o m p a ñ a r á á c a d a u n a n n p lie g o c e rra d o en q u e c o n s te e l n o m b r e y lu g a r
d e r e s id e n c ia d e l a u t o r , s e ñ a la d o e n l a c u b ie r t a c o n e l l e m a q u e c a d a c u a l
a d o p t e . E s t e h a d e e s c r ib i r lo t a m b ié n a l p r i n c i p i o d e s u o b r a p a r a q u e s e
d i s t i n g a d e la s d e m á s . D e c la r a d o s lo s p r e m io s , s e a b r ir á n s o la m e n t e lo s
p li e g o s q u e c o r r e s p o n d a n á la s o b r a s r e c o m p e n s a d a s y lo s r e s t a n t e s se
in u tiliz a r á n .
D E L
I). J osé F e rn á n d ez B rem ó n .
D . J o s é M a r í a A s e n s io .
D . J u a n V a lo r a .
A D
V
C O IS T C U J E íS O
D . M a r c e lin o M e n é n d e z y P e la y o .
D . V ic e n t e B a rra n te s .
D . V í c t o r B a la g u o r .
E
R
T E
N
C
I A S
S i p o r c u a l q u i e r m o t i v o n o p u d ie s e n a s i s t ir a lg u n o s d e e l l o s , s u s c o m p a ­
ñ e r o s e l e g i r á n la s p e r s o n a s q u e , p r e v i a d e c la r a c ió n d e n o h a b e r s e p r e s e n t a d o
a l c o n c u r s o , h a y a n d e r e e m p la z a r lo s .
P a r a o b t e n e r lo s p r e m io s , d e b e r á n la s p o e s ía s t e n e r p o r s i m é r i t o s u fi­
c ie n t e , n o b a s t a n d o e l r e l a t i v o e n c o m p a r a c ió n c o n o t r a s d e la s p r e s e n t a r la s .
J a is a u t o r e s q u e d a r á n c o n l a p r o p ie d a d d e s u s o b r a s , p e r o h a n d e c o n s e n ­
t i r e n q u e la s p r e m ia d a s s e in s e r t e n d e s d e lu e g o e n L a I l u s t r a c i ó n E s p a ­
ñ o l a y A m e r ic a n a .
L o s ju e c e s , q u e p o d r á n s i l o e s t im a n c o n v e n i e n t e r e u n ir s e e n l a D ir e c c i ó n
d e l c i t a d o p e r i ó d i c o , d ic t a r á n s u f a l l o e n e l p l a z o q u e m e d i a d e s d e e l 1.® a l
15 d e D ic ie m b r e d e 1 8 9 6 .
L a s s e is c ie n t a s p e s e t a s , i m p o r t e d e lo s d o s p r e m io s o f r e c id o s , s e h a lla n
d e p o s it a d a s e n l a C a j a d e L a I l u s t r a c i ó n E s p a ñ o l a y A m e r i c a n a .
N
O
T A
A q u e l l o s p e r ió d ic o s q u e s e in t e r e s e n p o r e l m e j o r a m i e n t o d e lo s C a r t e ­
y e n c o n s e c u e n c ia p o r e l p r o g r e s o d e l s e r v i c i o p o s t a l d e E s p a ñ a , p o d r á n ,
s i g u s t a n , r e i m p r i m i r e s te a n u n c i o p a r a d a r l e p u b l i c i d a d .
ros,
Julio de 1896.
32 —
LA
N." Xxvi
ILUSTRACIÓN
ESPAÑOLA
Y
15 Jru o 180'i
AMERICANA
V e n t a j a s d e i n s t r u i r á l a m u je r
L IB R O S P R E S E N T A D O S
Á ESTA BEPACCIOS
pon A r ii'H K ' «’) KIil'iniiK-M c lo ria »
c t'A li'íc a . A
y sos aptitudes para instruirse, por
D.a Concepción Jimeno de FlaqueaLa tan debatida cuestión de si la mujer
es ó no superior al hombre, y de si debe
ó no gozar de muchas de las ventajas de
que éste disfruta, lia sido tratada por la
Sra. .limeño ríe Flaqiier en una notabilí­
sima disertación leída en el Ateneo la
noche del 6 de Mayo del pasado año,
impresa posteriormente, formando el
folleto que nos ocupa.
En él aboga su autora por la mujer.
dando muy atendibles razones, citando
numerosísimos ejemplos históricos en
apoyo de su teoría, y demostrando pal­
pablemente las innumerables ventajas
que ofrece á la sociedad la educación
grande y sólida de la mujer, y las nota­
bles aptitudes de la misma para ins­
truirse, aptitudes que, hay que recono­
cer, aun cuando hayan sido negadas por
algunos.
Agradecemos profundamente á la se­
ñora Jimeno de Flaquer el envío de
ejemplares de su folleto con que nos ha
favorecido.
d e te/ a d e
J.oiirruro Margues e a* cawpanhas «/<•
talle d " Ineomate >' do p a i: de (,'aza,
por Antonio de Campos.
El autor estudia la campaña de. los
portugueses en Lourenco Marques con­
tra los zulús. Recomendamos esto libro n
los lectores españoles aficionados á las
cosas de la guerra, porque en Louren^o
Marques encontrarán repetidos mucho«
sucesos de la Isla de Cuna, así en lo re­
ferente al gobierno de la colonia como
en las causas de la guerra.
Tiene una? 325 página? y un mapa.
K H t a (li « t i e a d e la A d m in i s t r a c ió n
deju sticia m tu crim inal y en lo d r i l ,
rn España, dorante el año 180-t.—Obra
do innegable utilidad para los abogados
y cuantos al cultivo del Derecho se de­
dican, y que ocasiona á los encargado?
de su publicación un trabajo penosísimo
y difícil, del que lian sabido salir airosos
en los dos tomos de que consta la Esta­
dística.
I - a C r in t ia d a , por fray Diego de Hojeda.— Hemos recibido el quinto cua­
derno de tan hermosa publicación, que
con gran elogio liemos citado en varios
de nuestros anteriores números. El cua­
derno que anunciamos se baila de venta,
como los anteriores, al precio de 5 pe­
setas.
E l b ó lid o «ir >l.-nlri«l, por D. José de
Castro Pulido.—Interesante folleto, en
el que, ron la reconocida competencia
que orí materias astronómicas posee el
Ór. Castro Pulirlo, hace un estudio de­
tallarlo y detenidísimo del fenómeno que
tanto llamó la atención y tanto tlió que
hablar en los. dias siguientes al 10 de
Febrero riel corriente año.
En el folleto van incluidas una recti­
ficación ríe D. José Eeliegaray y una bri­
llante contestación del autor, a quien
dárnos las más expresivas gracias por
el envío ríe ejemplares con que nos ha
favorecido.
C u en tó n v a n e o n g a d o n , por D.a Fran­
cisca Sarasate de Mena, y Jfíálngox y
artículos, por D. Francisco l’ i y Martiall.— Estos ríos tomos, cuyo mejor elo­
gio se hace con citar los nombres de su?
autores, forman los volúmenes 4.1 y 44
de la ('olerehin diawan/r que publica
en Barcelona la cosa editorial de los se­
ñores López.
Se bailan de venta en todas las libre­
rías al precio de dos reales el tomo.
F l o r e s d e p o e ta s ilu s tr e s d e F.spaña.— De dos parles consta tan intere­
sante y amena obra, recientemente pu­
blicada. La primera, de la que ya se ha
hecho otra edición. íué ordenada por
Pedro Espinosa, y la segunda, impresa
ahora por primera vez, lo filé por D. Juan
Antonio Calderón. Ambas han sido ano­
tadas por los Sres. D. Juan Quirós de los
Ríos y D. Francisco Rodríguez Marín, c
impresas á costa del Excelentísimo se­
ñor Marqués de Jerez de los Caballeros.
Utilísima y muy interesante para los
aficionados á la bella literatura, á la que
han prestado un gran servicio los seño­
res Quirós de los Ríos y Rodríguez Ma­
rín, es la obra que anunciamos. En ella
se dan A conocer buen número de joyas
literarias de los más ilustres poetas es­
pañoles, desconocidas muchas y poco
conocidas las más, rectificando, en las
eruditas y acertadísimas ñolas queaeomañan á cada tomo, errores de gran
ullo, no sólo de erratas de anteriores
ediciones de las obras publicadas que
alteraban notablemente los tc.xlos ori­
ginales haciéndolos defectuosos, sino
también de confusiones de autores de
las mismas, puesto que no pocas de las
obras atribuidas á nuestros más esclare­
cidos ingenios demuestran los Sres. Qui­
rós y Rodríguez Marín ser de autores
menos conocidos.
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e s t r o p e e n a l h o je a r lo s . E s ta s c a r p e t a s s o n d e m u y b u e n a s p e c t o y s u f ic ie n t e m e n t e s ó lid a s , r e s u lt a n d o m u y á p r o p ó s it o p a r a c o n t e n e r e n f o r m a c ó m o d a j
e le g . m t e lo s n ú m e r o s ú lt im a m e n t e p u b lic a d o s . S u p r e c i o : 2 p e s e t a s e n M a d r i d , 3 e n p r o v i n c i a s y 4 e n A m é r i c a y e l e x t r a n j e r o , in c lu s o lo s g a s t o s d e f r a n ­
q u e o , c e r t if ic a d o y e m b a la je 'e n t r e c a r t o n e s .
D i r í j a n s e lo s p e d i d o s , a c o m p a ñ a d o s ele su i m p o r t e , a l A d m i n i s t r a d o r d e L a I L U S T R A C IÓ N E S P A Ñ O L A Y A M E R I C A N A , A l c a l á , 2 3 , M a d r i d , y a d ir e c t a ­
m e n t e , y a p o r m e d i a c i ó n d e lo s S r e s . C o r r e s p o n s a le s .
S U P R IM IE N D O
N I N O N DE L E Ñ O L O S
EL MERITOon ifran
DE HABER
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eaoalu, os el mayor que se puedi*
LAS
ARRUGAS, MANCHAS ROJIZAS
Re¡at>e de las arrugas, ciue no se atrevieron nunca'A señalarse en su epidermis, y se conservó
alegar on favor del Agua, loa P o l v o «
y la 5*n**ta d e n tífr ic a «le I o n H<*- joven y bella hasta más nliá de sus So míos, rompiendo una vez y otra su acta de nacimiento á la
faz del tiempo, que en vano agitaba su guadaña delante de aquel rostro seductor sin poder morti­
n e ó le lln o » d e l m o n te M n j e i U
rara evitar toda equivocación, lo mejor ficarle.—Este secreto, que la gran coqueta egoísta no ctuiso revelar a ninguno de sus contemporá-
la U r la » l a o t i«-a (agua ó pomada), no « * Umita
A devolver al que la una la Juventud y la beOeai,
niñoque ecm«ervaestos dones hasta los mn» en rol
tuo h limite« de la edad. Hirfumerle Eediqur. 35, rur.
1 es d - únt-se A Mr. Senct, administrador rué , neos, ha sido descubierto por el doctor Leconte entre las luyas de un tomo de 'a historia amorosa dn i Stph mhr$. Puna. — Depósito* en Madrid: Perfu­
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A l problema aritmético
631* —
317* —
213= —
131*—
111J—
97»—
79*-—
73*—
511* —
57* —
53= —
51= —
629* = 398161 — ,396641 = 2620
313» = 1004«9 — 97969= 2520
207= = 45369 — 42449 = 2520
1 2 1 *= 17161 — 14641 = 2520
9ít= =
12321 —
9801 = 2520
83= =
6889 = 2520
9409 —
6241
GP =
37.1 = 2520
53= =
5329 —
2809 = 2520
31- =
3481 —
9 6 1 = 2520
27* =
3249 —
7 2 9 = 25*20
1 7 *=
2809 —
289 = 2520
y*=
2601 —
81 = 2520
A la curiosidad ortográfica:
so Pía — rEata— an Do— p Rosa — rú e« —
arCa —•mol A — at I.a« •— sal D o— pEona —
tlía jo — canOa — oX da— man Da — rE o* —
aLto — trAes — «Illa — cfltAria — unito —
C hato-—m ¡Asma.
PED R O C A LD E R Ó N DE L A
IN H A L A D O R DE Á C ID O CAR
SÓDICO puede ser usado durante vario El
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tanto, el remedio mas barato del rnuudo.— bu
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A l logogrifo completo:
IN H A L A D O R DE Á C ID O C A R ­
B Ó LIC O , una vez vacio, bc vuelve á llenar
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