LA CIENCIA Y LA CIENCIA FICCIÓN Alumno: GARGANTINI, Ana Laura Escuela: Instituto Virgen del Carmen de Cuyo, Maipú, Mendoza Profesor Guía: REY, Marcela INTRODUCCIÓN Del proceso de investigación que se realizó al comenzar este trabajo, surgió una muy llamativa definición de la Ciencia Ficción, del controvertido autor Norman Spinrad: “Ciencia ficción es lo que se publica en las revistas y libros de ciencia ficción”.1 A no asustarse, aficionados y entendidos en el tema; riamos de su frescura que no fue escrita con mucha pretensión, y, aunque sencilla o simplista, puede utilizarse como base. A continuación, se ampliará esa definición, y se hará evidente por qué y cómo desde su mismo origen, la ciencia ficción influyó tanto en el imaginario popular y en cierta parte de la evolución de la ciencia y la tecnología. Como para ejemplificar, se evocarán obras que, luego de alcanzar la fama en la literatura, el cine, la televisión, fueron concretadas, llevadas a la realidad para integrar el avance tecno-científico. 1. RESEÑA SOBRE EL CONCEPTO Y ORIGEN Si bien la ciencia ficción tuvo su origen en la literatura (según un consenso relativo) en el siglo XIX, cerca de la Revolución Industrial y con el exponencial crecimiento del papel de la tecnología, de la mano de Wells y Verne o incluso antes de ellos con Mary Shelley y su “Frankenstein”, publicado en 1818; no fue hasta 1926 que comenzó a reconocerse como tal. Hugo Gernsback, quien fue editor de la revista “Amazing Stories”, concibió el término scientifiction, por 1926, que se debió descartar y reemplazar poco más tarde por science fiction. Posteriormente llegó al idioma español traducido como ciencia ficción, aunque podría decirse que la versión más acertada según la expresión original es ficción científica. Y esto porque ya sea tratando contingencias científicas y tecnológicas, o recurriendo a temáticas sociales o humanísticas, se observa que se ilustran con principios del razonamiento lógico y metódico propio de la ciencia pues, como su nombre lo indica, está compuesta de ciencia y de ficción. Por esto son hechos potencialmente viables, pero dentro de un contexto transformado, diferente del real ya sea en el tiempo, el espacio; social o políticamente, etc. Hay una descripción fundamentada de los hechos que se narran que nos hace creer en la posibilidad de los relatos aunque seamos muy conscientes de que son imaginados. Cabe aclarar que la finalidad de los autores no es acertar o adivinar el futuro, ni plantear con seriedad verdaderas hipótesis científicas. Simplemente, se han ocupado de aventurar especulaciones y, sin intenciones explícitas, configuraron ciertos conceptos que la sociedad tomó e incorporó al imaginario colectivo. 1 Glosario: Ciencia Ficción. http://www.ciencia‐ficcion.com/glosario/c/cienficc.htm 2. UN GÉNERO INFLUYENTE. RETROSPECTIVA Se sabe que la ciencia ficción tuvo su lugar privilegiado en la cultura de masas, y que su llegada fue amplísima, en el lugar y al momento de su nacimiento, a través de diversos medios como fueron la literatura, la historieta, el cine, la TV e incluso la radio. Vivió su apogeo en el siglo XX, cuando su difusión fue masiva. En Estados Unidos e Inglaterra –aunque de maneras diferentes– se fue incrementando el material en circulación; florecían las editoriales que publicaban las narraciones de los nóveles autores y de los que ya tenían su lugar en la calificación de ‘grandes’, fuesen libros o cuentos en revistas de poca calidad que llamaron pulp. Así fue expandiéndose desde su lugar de origen hacia otras regiones. En principio, se configuró un público específico y reducido para estas ediciones, ya que muchos las relegaban por ser consideradas subliteratura. No obstante, la ciencia ficción tuvo gran alcance y el impacto general que ha causado siempre fue notable, al igual que sus repercusiones en el progreso de la tecnología. Tanto ayer como en la actualidad, ha sabido sacudir nuestra sensible imaginación, al punto que muchos emprendieron la tarea de convertir tales fantasías, en realidad concreta, tangible. Por medio de la ciencia, desde luego. Con respecto a esto, hay muchos casos para mencionar, como la vela solar que la NASA desplegó a mediados 2008, que es una nave impulsada por la presión solar, similar a la que describió Clarke en su relato “El viento del sol” en 1972. Él mismo propuso las comunicaciones vía satélite en “2001: una odisea del espacio”. También, hace un par de años, el gobierno japonés redactó un borrador sobre la política preventiva que debiera aplicarse, para que los robots estén siempre bajo el control humano; recordemos que Capek utilizó el término robot por primera vez en su libro “R.U.R”. Este documento está inspirado en las tres leyes de la robótica de Isaac Asimov. Además de su alcance y popularidad, una buena causa de esta influencia fue la capacidad de maravillar y aturdir al público con la temática y el tratamiento de ésta. Puede decirse que representó ciertamente una innovación: la ciencia ficción es llamada literatura de anticipación; ya que ha referido cambios potenciales en todos los aspectos de la sociedad y su desarrollo. En muchos casos, los autores reflejan su contexto histórico: desde la carrera espacial en la guerra fría, de la cual surgen centenares de obras sobre viajes cósmicos y seres extraterrestres; hasta los temores que derivaron de las guerras mundiales, sobre todo en Europa, manifestados en novelas como “Un mundo feliz” de A. Huxley, “Fahrenheit 451” de R. Bradbury, o “1984”, G. Orwell, conocidas distopías; y sin ir más lejos, con respecto al contexto patrio, Oesterheld y Solano López crearon el genial “Eternauta” donde se sabe combinar elementos de ciencia ficción con un análisis de la realidad política y social de la época (eran tiempos de dictadura). En resumen, se puede establecer que hay un flujo de elementos y una influencia recíproca entre las obras de ciencia ficción y su contexto de producción, también en relación con la ciencia y la tecnología conocidas en el momento. 3. CIENCIA FICCIÓN HOY. PROYECCIÓN Partiendo de la historia que lleva recorrida la ciencia ficción hasta hoy, podemos diferenciar los temas que fueron predictivos (que al presente son reales y también los que no), y los que constituyen la anticipación hoy, los que tienen vigencia en la actualidad. Más que nada, esta diferencia reside en un cambio de enfoque: la ciencia se actualiza constantemente, así como la tecnología también se encuentra en permanente desarrollo, lo que hace que los nuevos escritores piensen en otro futuro, y dejen de lado ideas más primitivas. Algunos de estos autores son Orson Scott Card, William Gibson, quien recurre frecuentemente a la narración de cyberpunk; Jeff Noon, escritor de obras como “Pollen” y “Automated Alice”; Greg Egan, quien escribió “Diáspora”; entre muchos otros. Si bien la lista no es corta y no faltan las buenas obras, tanto los autores como la ciencia ficción en general, han perdido empuje y en los últimos años no han surgido autores que destaquen a la manera de los grandes, como Asimov, Clarke, Dick, Lem o Heinlein. Donde sí se encuentra la fuerza es en la parte comercial, ya que se sigue vendiendo la imagen estereotipada de ciencia ficción como espectáculo entretenido y de fácil lectura. Arthur Clarke propuso que cualquier tecnología es suficientemente avanzada cuando, a los ojos del espectador, es indistinguible de la magia. A modo representativo, tengamos en cuenta cómo reaccionaría una persona que vivió en la década de 1920, por poner un ejemplo, si fuera trasladado a nuestros días, y tuviera la oportunidad de verse envuelto en los ardides de la tecnología. Imaginemos su sorpresa al tener contacto con computadoras, celulares, ¡verdaderos robots!, el progreso científico (una breve revisión incluye el desarrollo de antimateria, teletransportación, invisibilidad, trenes magnéticos) y así podemos enumerar incalculable cantidad de situaciones en las que la tecnología y la ciencia han alcanzado y en algunos casos, superado, el horizonte que planteó la ciencia ficción hace muchos años. En vista de todo esto, Michio Kaku, un físico teórico norteamericano ha opinado que, en el lapso de un siglo, “el 80% del cine de ciencia ficción será una realidad”. En nuestros días, parece ciencia ficción pero la manipulación genética, la clonación de seres humanos, la introducción de inteligencias artificiales a la vida cotidiana, el implante de chips en el cuerpo para regular diversas funciones fisiológicas o anatómicas, la exploración del cosmos, el auge de la “realidad virtual” de hecho, son realidades inminentes. CONCLUSIÓN Es muy cierto que no toda la ciencia ficción que circula por este planeta es brillante, es decir, debemos tener en claro que en muchos casos se produjo una reiteración de argumentos y temática y que, como dijo Bradbury, lamentablemente se ha dado una “actitud incestuosa” por parte de los autores del género, que sólo se leen entre ellos y terminan limitando sus variaciones genéticas, es decir, siguiendo los mismos típicos modelos. Por ejemplo, al preguntar sobre ciencia ficción, es posible que alguien conteste circunscribiéndose a los viajes al espacio, marcianos invasores, electrodomésticos futuristas, etc. Además podría decirse que el lugar prioritario en el mercado actualmente le corresponde al sensacionalismo de los efectos especiales y la aventura, por encima de la aplicación inteligente de la ciencia. Esto sucede sobre todo en la oferta cinematográfica y televisiva, que siempre fueron un fuerte soporte de la ciencia ficción. Allí se percibe una finalidad evidentemente distinta de la que la ciencia ficción propuso en sus comienzos: falta la expectación, la inquietud curiosa que transmitía a los lectores, una valiosa herramienta de análisis social o lógico. No obstante, hay obras que vale vindicar, que representan un enfoque crítico y reflexivo, una luz de juicio sobre una sociedad en detrimento, que es susceptible a los condicionamientos del totalitarismo, de la despersonalización, la funcionalidad de la ciencia en ese sentido, incluso llegando a una instancia de empobrecimiento moral e intelectual. Son obras como “Un mundo feliz”, “La naranja mecánica”, entre muchas otras, donde se ha dado lugar a ciencias de carácter social como la psicología, la lingüística o la sociología, así como la filosofía y la política; y a la vez se han logrado la belleza y la estética, la creatividad, la originalidad, la expresión. Por otra parte, y desde otro estilo, a la ciencia ficción frecuentemente se le aplicó rigor científico; y es muy interesante ver la verosimilitud que lograron escritores a través de las más ocurrentes extrapolaciones y fundamentos. Más allá de toda critica, positiva o negativa, no se puede negar que la ciencia ficción penetró en la imaginación de generaciones, e inagotablemente puso alas a nuestra mente, como estímulo de la curiosidad, de la proyección, de la sorpresa; y que el impacto que tuvo es y será trascendental. BIBLIOGRAFÍA Borges, Jorge Luis. "Prólogo". En: Bioy Casares, Adolfo. La invención de Morel. Buenos Aires: Colihue, 1997, p. 43. Castro Vilalta, Natalia. “Ciencia, tecnología y sociedad en la literatura de ciencia ficción”. En: Revista CTS. En línea: http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S185000132008000200010&script=sci_arttext (Consultado: 5 may. 2009) Drake, Pancho. “El sentido de la ciencia-ficción - Pablo Capanna (1966)”. 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