Los Primeros Pobladores Hacia el año 11.000 antes de Cristo, los glaciares comienzan a retirarse de los extremos continentales y se pueden rastrear nuevos estilos de vida en estas zonas. A los grupos de personas que habitaron y se adaptaron por primera vez a América, se les llama paleo indios. Con un sistema de vida más especializado, encontramos uno de los grupos más importantes y que los investigadores llaman grupos Clovis. Vivieron en las llanuras de América del Norte y eran expertos en la caza del mamut. Fabricaron armas especiales para matar a este animal, creando afiladas puntas de proyectiles de piedra, de 12 centímetros de largo. Estas eran amarradas en unas varas de madera con cuerdas o nervios, que luego eran montadas en un hueso largo u otro palo más grueso parecida a una lanza corta. El cazador tomaba este dardo y con ayuda de un propulsor de madera o estólica lanzaba el proyectil a larga distancia, permitiéndole atacar al animal desde lejos y no poner su vida en peligro al acercarse. Los grupos Clovis eran nómades y se movían en pequeños grupos. Esta tecnología de caza se fue expandiendo por la región y surgieron variaciones. Cuando se extingue el mamut, los grupos humanos se concentran en cazar al bisonte. Mejoran sus técnicas de caza y además de rodear a los animales, provocaban estampidas hacia riscos y despeñaderos, aumentando el número de animales que era posible capturar. Así, se hizo posible que varias tribus se unieran durante los períodos de caza. Pero la conquista de América no fue fácil. Al ir avanzado hacia el sur, los climas y los animales van cambiando. Los grupos que pasaron a América del Sur, se encontraron con otros animales, como el milodón, el armadillo gigante, la paleo lama y otro tipo de elefante prehistórico, el mastodonte. Es necesario comprender que no fue posible el poblamiento sin un largo proceso de aclimatación y observación de las características propias de cada lugar, muchas de las cuales presentaban difíciles obstáculos como inundaciones, sequías, terremotos y huracanes. Los distintos recursos y condiciones necesitaron la creación de artefactos domésticos, casas, ropajes, herramientas y técnicas de caza especiales para cada lugar. Se designa época Paleolítica, al antiguo período de la prehistoria que se inicia hace unos 2.500.000 millones de años y finaliza en el 10.000 a.C. Significa "piedra tallada" y hace referencia a la forma "tosca" o rústica en que los humanos fabricaban sus herramientas y armas Con el período Paleolítico se inicia la Edad de la Piedra. Existen grandes discusiones para establecer las fechas aproximadas del comienzo de este prolongado período de acuerdo con los diferentes métodos de investigación. La realización de las primeras herramientas podría ubicarse hace aproximadamente 500 000 años. Durante el Paleolítico, la forma de vida humana era nómade, las principales preocupaciones del hombre eran conseguir el alimento diario y defenderse de los peligros, como los que representaban los grandes animales. La subsistencia se lograba a partir de la caza y la recolección. Por la caza se obtenían las carnes y por la recolección se reunían raíces, hojas y frutos. La actividad de los cazadores fue evolucionando con el tiempo; de devorar primero animales que enconraba muertos, debieron luego censar en qué forma matarlos. Esto los llevó a idear armas y técnicas de caza. Una de las primeras armas creadas para cazar fue el "hacha de mano", fabricada con un trozo de piedra tallada. Los hombre del paleolítico desconocían cómo sembrar semillas o la forma de criar animales. Recolectaban nueces, bayas y frutas silvestres, así como una variedad de plantas verdes y granos silvestres. Por todo el mundo cazaban y consumían diversos animales, entre los cuales estaban: el búfalo, el caballo, el bisonte, las cabras salvajes y el reno. En las áreas costeras, el pescado proporcionaba una rica fuente de alimento. No cabe la menor duda de que la caza de animales y la recolección de plantas silvestres originaron ciertos patrones de vida. Los arqueólogos y los antropólogos han especulado que la gente del paleolítico vivía en pequeños grupos, que oscilaban entre veinte y treinta personas. Eran nómadas (se movían de un lugar a otro), pues no tenían otra opción más que seguir las migraciones de los animales y los ciclos de la vegetación. La caza dependía de la observación cuidadosa de los patrones de comportamiento de los animales y requería un esfuerzo de grupo, con el fin de contar con una oportunidad real de tener éxito. A través de los años, las herramientas se perfeccionaron más y se volvieron más útiles. La invención de la lanza —y más tarde del arco y la flecha— hizo que la cacería se facilitara en gran medida. Los arpones y los anzuelos —hechos de hueso— incrementaron la captura de peces. Tanto el hombre como la mujer eran responsables de encontrar alimentos, principal actividad de la gente del paleolítico. Dado que la mujer procreaba y cuidaba a los niños, generalmente permanecía cerca de los campamentos; no obstante, desempeñaba un papel importante en la adquisición de la comida al recolectar bayas, nueces y granos. Los hombres cazaban animales salvajes, actividad que los mantenía alejados del campamento. Ya que tanto el hombre como la mujer desempeñaban papeles tan significativos para la sobrevivencia del grupo, los científicos han argumentado que existía una incipiente igualdad entre ellos. De hecho, algunos especulan que el hombre y la mujer tomaban decisiones que afectaban las actividades de los grupos del paleolítico. Dichos grupos — en especial los que vivían en climas fríos— encontraron refugio en las cuevas. Al paso del tiempo, también llegaron a construir nuevos tipos de refugios. Tal vez los más comunes hayan consistido en una estructura sencilla de postes de madera o varas, que cubrían con pieles de animales. Donde la madera era escasa, los cazadores-recolectores del paleolítico debieron utilizar huesos de mamut para construir estructuras que después recubrían con pieles de animales. Gracias a la utilización sistemática del fuego —la cual los arqueólogos creen que comenzó hace unos 500 000 años— las cuevas y las estructuras construidas por los humanos contaron con una fuente de luz y de calor. El fuego también permitió que los primitivos seres humanos cocinaran sus alimentos, con lo cual éstos adquirían mejor sabor, tenían mayor duración y —en el caso de algunas plantas, como los granos silvestres— eran más fáciles de masticar y digerir. La fabricación de herramientas y la utilización del fuego —dos innovaciones tecnológicas importantes de la gente del paleolítico— traen a la mente lo crucial que resultó para la sobrevivencia del ser humano su capacidad de adaptación. Pero la gente del paleolítico hizo más que sólo sobrevivir. PALEOLÍTICO INFERIOR HACHA DE MANO CONTROL DEL FUEGO PALEOLÍTICO MEDIO PUNTAS DE FLECHAS RASPADORES HACHAS MAS GRANDES PALEOLÍTICO SUPERIOR PUNZONES RASPADORES ANZUELOS SILBATOS LANZAS BASTONES LÁMPARAS AGUJAS DE COSER Las primeras obras de arte: Pero del ser humano del Paleolítico Superior nos queda un elemento más elocuente. Comenzó a expresarse a través del dibujo y generó lo que denominamos las "primeras obras de arte": pintó o grabó figuras de animales o personas sobre las paredes de las cavernas. Esta pintura se llama rupestre, es decir, hecha en as rocas. El contenido de as representaciones es e reflejo de grandes temas religiosos o míticos. Cabe pensar que trataban de favorecer con sus pinturas la caza de animales que servían para su subsistencia. Uno de los principios de su magia era "lo semejante produce lo semejante", por eso dibujaban actos de caza. Se representaba comúnmente la fauna que se iba a cazar; en genera, no aparecen vegetales ni paisaje. El centro de atención es el animal. Las pinturas rupestres más conocidas se encuentran en Francia (zona franco-cantábrica) y en España (región del Levante). Pero también hay excelentes ejemplos en África, en la India, en Australia y en América. "Caballo Chino" Lascaux Francia (-13500) "La Danza" Levante Español (-10000)