Poder Judicial Mendoza Tercera Circunscripción Judicial Segunda Cámara del Crimen Causa N° 167 - caratulada "F. c/ TELLO, María Celia por promoción prostitución… y acumuladas causa N° 168 por amenazas coactivas agravadas por el uso de arma de fuego”; y causa N° 169 - por lesiones leves dolosas agravadas por el vinculo” FUNDAMENTOS DE LA SENTENCIA Nº 053 En mi público DESPACHO de la EXCMA. CAMARA SEGUNDA DEL CRIMEN de la Tercera Circunscripción Judicial, a los treinta días del mes de abril del año dos mil trece, el Tribunal en Colegio, presidido por la Doctora Viviana Patricia MORICI e integrado por los Doctores Armando Cecilio MARTÍNEZ y Jorge Luis Del Pópolo y asumiendo la jurisdicción de la misma a tenor de lo previsto por el artículo 46 del Código Procesal Penal, me constituyo a fin de dar a conocer los fundamentos tenidos en cuenta en la Sentencia Nº 053 dictada el día 23 de abril de 2.013 en la Causa N° 167 (a. 85.423/12) - caratulada "F. c/ TELLO, María Celia por PROMOCION DE PROSTITUCIÓN AGRAVADA por el vínculo y por mediar amenazas” y acumuladas causa N° 168 (a. 85.425/12) - "F. c/ TELLO, María Celia por AMENAZAS COACTIVAS AGRAVADAS por el uso de arma de fuego”; y causa N° 169 (a. 85.446/12) - "F. c/ TELLO, María Celia por LESIONES LEVES DOLOSAS AGRAVADAS POR EL VINCULO”, seguida a instancia Fiscal contra María Celia TELLO FERNANDEZ, con D.N.I. N° 18.626.017, argentina, nacida en la provincia de Mendoza, para fecha siete de mayo de mil novecientos sesenta y siete, alfabeta, secundaria incompleta, ama de casa, hija de Julio y de Mónica, antes domiciliada en B° Aguaribay M-L, C-12, Palmira, San Martín, Mendoza, y actualmente alojada en la penitenciaria provincial. Después de oídos en el debate la Señora Fiscal de Cámara subrogante, Doctora María Mónica FERNANDEZ POBLET y la Doctora Natalia Verónica MANRIQUE, Titular de la Tercera Defensoría de Pobres y Ausentes de la Tercera Circunscripción Judicial y los testigos; se plantean las siguientes cuestiones a resolver: PRIMERA: ¿Corresponde hacer lugar al incidente de nulidad articulado por la defensa en la causa n° 167? SEGUNDA Están acreditados los hechos investigados y la participación en los mismos de la acusada: TERCERA:En ese supuesto, cuál es la calificación legal que corresponde ? CUARTA: En su caso ¿qué pena corresponde aplicar? QUINTA: Costas?.- SOBRE LA PRIMERA CUESTION LA DOCTORA VIVIANA MORICI DIJO: Cuestión incidental: Después de la apertura del debate, la defensa solicita la nulidad absoluta de la testimonial de fojas ocho y vuelta de los autos n° 167 prestada por el hijo de su asistida Agustín David Rodríguez Tello, por no habérsele hecho conocer la facultad de abstención de declarar, que prevé el artículo 233 del C.P.P., fundada en el vínculo con la imputada, también en consideración del artículo 11 de la C.I.D.H, afirmando que el gravamen que se genera es irreparable dado que se vulnera el principio de solidaridad de la condición de la familia. Corrida vista a la señora Fiscal subrogante, sostiene que el vicio que contiene el acta es de nulidad relativa, en razón que la misma puede ser subsanada en el proceso, ya que el testigo ha sido citado, puede comparecer, declarar y subsanar este vicio procesal, en virtud del principio de subsistencia de pruebas procesales. Que en ocasión de comparecer Agustín Rodriguez a la audiencia de debate, previo imponerlo de la facultad que le asistía, conforme surge del art. 233 del C.P.P., manifestó que iba a declarar y fue juramentado de ley, siendo ampliamente interrogado por las partes. Que el acta testimonial de fs. 8, no fue incorporada al debate como prueba instrumental, razón por la cual deviene abstracto expedirse sobre el planteo de la defensa, al no ser objeto de valoración en el dictado de la sentencia. No obstante, lo cual, cabe señalar que el vicio contenido en el acta testimonial, impedía su incorporación por no ser prueba obtenida, conforme las reglas de la investigación penal preparatoria. ASI VOTO. Los Doctores Armando Cecilio Martínez y Jorge Luis Del Pópolo, se adhieren al voto precedente. SOBRE LA SEGUNDA CUESTION LA DOCTORA VIVIANA MORICI DIJO: Causa n° 167: La causa viene al Tribunal en virtud del Requerimiento de Citación a juicio de fs. 271/275, cuya plataforma fáctica se desarrolla en los siguientes términos: “Que en fecha y hora no precisada, en el transcurso de hace aproxima- Poder Judicial Mendoza Tercera Circunscripción Judicial Segunda Cámara del Crimen damente siete meses, antes del día 06 de octubre de 2011, María Celia Tello Fernández se trasladó con su hija Luciana Ximena Rodríguez Tello - de 16 años de edad – desde el departamento de San Martin, a la casa de tolerancia denominada “EROS”, situada en la localidad de El Challao de la Ciudad de Mendoza, a efectos de que la menor prestara allí servicios sexuales. Que a tal fin, Tello Fernández exhibió una cédula de identidad correspondiente a una persona mayor de edad y desde aquella fecha la menor ejerció la prostitución habiendo sido obligada por la encausada a través de amenazas de golpearla o matarla, las que fueron vertidas en distintas circunstancias en el departamento de San Martín. Asimismo Tello Fernández concurrió con la menor en algunas oportunidades al Casino de la Ciudad de San Martín, a efectos de que esta prestara servicios sexuales a cambio de dinero, que la justiciable, percibía personalmente, como así también la incusa obligó a su hija Luciana Ximena Rodríguez Tello a que mantuviera relaciones sexuales con su ex – pareja. Fue fundamentada la acusación en las pruebas colectadas durante la investigación penal y en cuanto a la calificación legal, los hechos fueron encuadrados en el tipo penal de PROMOCION DE PROSTITUCIÓN AGRAVADA POR EL VINCULO Y POR MEDIAR AMENAZAS, art. 125 bis, 3° párrafo del Código Penal.II.- Iniciada la audiencia de debate fue individualizada la imputada María Celia Tello Fernandez , aportando los datos que arriba se detallan, y afirmó que tiene seis hijos, dos de una anterior unión, Sebastián Jara (29 años) y Leonardo Jara (28 años) y de la relación de concubinato que, por veintidós años, ha mantenido con David Arturo Rodriguez, nacieron Agustín (20 años), Luciana (18 años), Alvaro Lautaro (8 años), Octavio Enrique ( 5 años) y Ornella Salomé ( 3 años) y puesto en conocimiento del alcance de la acusación, por lectura que se diera de la pieza requirente, como también, impuesto que fuera sobre sus derechos, optó por abstenerse de declarar, por lo que habiendo declarado a fs. 183, se procedió a su incorporación por lectura. Allí dijo que no es cierta la acusación, que ella quería que su hija estudiara o trabajara y ella no quería. Le había dicho que lo único que había conseguido era de “trapito” limpiando vidrios, frente al casino, que traía veinte o treinta pesos por día, dándole la mitad para la comida. Eso hasta un día que empezó a llegar tarde, y comenzaron los problemas entre ambas, contándole que se había comprado una moto, por lo que pensó que algo no correspondía y le pegó una cachetada y ella con su madrina Lorena Ferri, le armaron todo esto, porque Luciana le prestaba plata y ella le decía que no lo hiciera, porque no se la iba a devolver. Seguidamente se recibe declaración testimonial a la Srta. Luciana Ximena Rodriguez , quien da cuenta que una vecina llamada Mayra Corzo, les contó que trabajaba en un lugar llamado Eros en El Challao, donde hacía servicios sexuales con los hombres; que aproximadamente, siete meses antes de su denuncia, es que su mamá la acompañó al lugar y le dio el documento de su prima Fernanda Gisell Arce, para que pudiera trabajar. Allí habló con el encargado, presentó el documento, su trabajo era de camarera, pero ella sabía que iban hombres para tener relaciones sexuales con las chicas que allí estaban, que así empezó a ir de lunes a sábado y que usaba el nombre de “Salomé” Explica que la persona entraba elegía a la chica y se la llevaba a la habitación y el dinero que cobraba dependía del servicio, el de media hora estaba entre 200 y 300 pesos y parte de lo cobrado, se la daban al encargado, conoció a dos, de nombre Marcos y Cristian. Refiere que su mamá sabía que ejercía la prostitución y que la plata se la daba a ella, quien la acompañaba hasta tomarse el colectivo para el trabajo. Que a su padre le decían que trabajaba en Mendoza cuidando unos niños de noche en la casa de una médica. Cuenta que firmaba una planilla de ingreso y salida, reconociendo como suyas las firmas estampadas, bajo el nombre de Fernanda Arce, de las planillas glosadas 85/86, 105/168, como también, la fotocopia del documento que ella utilizó. Afirma que en el lugar había conocido un chico, que solo iba a verla, con el que comenzó una relación y a quien le había contado su situación con la madre, por lo que se fue a la casa de él, porque la iba a ayudar; pero su madre la llamaba y le decía que fuera a su casa hablar, pero “…como yo temía…siguió obligándome a trabajar”. Que ella le manifestaba que no quería ir más, pero le decía “si te vas yo te mato”, “si querés andá a colgarte de un árbol, yo no me voy a hacer problema”, amenazaba con tratar mal a sus hermanos. Refiere que estaba afligida por sus hermanos, a quien ella había criado. Que con lo que ella ganaba compraron muebles, una moto. Y a su hermano Sebastián Jara le consiguió un trabajo en un club nocturno de Tunuyán “Las Vegas” . Poder Judicial Mendoza Tercera Circunscripción Judicial Segunda Cámara del Crimen Afirmó, que con anterioridad a los hechos antes relatados, acompañaba a su madre al casino en San Martín donde habían conocido a un hombre, a quien su madre le hablaba de ella y le daba plata para que tuviera relaciones sexuales. Que iban a hoteles, eso duró una o dos semanas porque el hombre no era del lugar, él tenía su número de teléfono y las pasaba a buscar, y él le daba la plata para que su madre se quedara en el casino, y ella se iba con él, la suma era entre 100 y 150 pesos, dependía. A preguntas formuladas, respondió que su primera relación sexual la mantuvo con un chico, a los quince años. Que luego, tuvo un novio, de nombre Carlín, con el que había estado bien, tuvo relaciones consentidas, pero después de un tiempo, no quiso estar más con él, porque lo conocí bien, pero la madre insistía en que estuviera con él. Un día estando en el cumpleaños de Lorena Ferri, a quien llama su madrina, ella bailaba con todos y su madre la llevó a la pieza y la cacheteó, porque no quería bailar con él. A raíz de ese hecho, intervino Lorena Ferri, le cuenta lo que estaba pasando y me dice que me va a ayudar, pero que busque un familiar cercano. Así fue como se entera Agustín, y la va a buscar a la escuela, donde había llevado a sus hermanos, ofreciéndole ir a la casa de la Sra. Balmaceda, así lo decidió, yéndose con Walter Rodriguez y su hermano Agustín. Esa noche llegó a la casa su madre buscando la moto, que se la llevó; pero ella no salió de la casa por temor. Que su hermano hacía un tiempo que se encontraba con la familia del “mochila” y la Sra. Balmaceda, porque se peleaba con su madre, que vendía frutas por la calle, él era amigo de Walter Rodriguez, hijo del mochila; desconoce que Agustín tuviera problemas de droga. Relata que con esa familia, ella estuvo tres meses, hasta que fueron a hablar a la Dinaf y se fue con su tía Lorena Ferri, que estando de novia, después de cumplir los dieciocho años, decidió irse a vivir con su novio y actualmente tiene un hijo, de tres meses. A preguntas formuladas refiere que con sus hermanos tiene buena relación; que estando con su madrina, la visitó su hermano Toto (por Sebastián) quien le dijo que esto debía terminar de alguna manera, en alusión a lo que la madre le hacía. Refiere que estuvo bajo tratamiento psicológico en el CIC . Comparece el progenitor de Luciana, David Arturo Rodriguez, quien, por manifestar que mantiene una relación de concubinato de veintidós años, con la imputada Tello, es advertido de las facultades que le acuerda el art. 233 del Código Procesal Penal, quien manifiesta que se abstiene de declarar Se escucha al Sr. Agustín David Rodriguez Tello, quien advertido de las facultades que le otorga el 233 C.P.P., manifiesta que va a declarar, razón por la cual es juramentado de ley. Al comenzar con su declaración, el testigo se emociona fuertemente, se acerca a su madre, se arrodilla la abraza y comienza a llorar desconsoladamente. Declara que quiere contar su verdad, que todo es mentira, todo lo que le han hecho a su mamá, que no estaba en sus cabales, que no recuerda nada, que se empastilla mucho. Que no sabe cómo llegó Luciana a vivir a casa de Walter Rodriguez, afirma desconocer a Lorena Ferri. Niega haber vivido con Walter Rodriguez, solo afirma trabajar con él, dice que siempre vivió con sus padres. A preguntas formuladas, refiere que cualquier pastilla que tome con alcohol lo pierde, hasta una bayaspirina, que nunca se hizo asistir médicamente, no recuerda haber denunciado a su madre. Expresa que quiere que su mamá salga porque la necesita mucho. Reitera en numerosas oportunidades, que no recuerda nada, que solo sabe que todo es mentira. Comparece la Sra. Silvia Leonor Balmaceda que da cuenta que conoce a la imputada, por ser madre de Agustín, quien vivía en su casa desde hacía más de un año, aproximadamente, porque fue a buscar trabajo y al no tener donde vivir se quedó. Añade que a Luciana la conoció porque Agustín le dijo que su madre la estaba prostituyendo y necesitaba ayuda, razón por lo que permitió que se quedara en su casa; que ella no habló mucho del tema con Luciana, solo la acompañó a denunciar; después de que su madre, viniera a los gritos buscándola. Lo que escuchó de Luciana fue que la madre la llevaba a la parada del colectivo y a la vuelta la esperaba, que el lugar era como un prostíbulo. Da cuenta que la madre fue a buscarla a su casa, de mala manera y Luciana se ponía muy nerviosa, porque decía que se la iba a llevar de vuelta y le iba a seguir haciendo lo mismo, pero que la chica en ningún momento salió de la casa. Una de las veces, la madre llevó un cuchillo y le tiró un cuchillazo a su hijo Agustín. Durante el tiempo que permaneció en su casa, estaba con mucho miedo y nerviosa. Por otra parte, Fernanda Gisel Arce, juramentada de ley, manifiesta que ella nunca se presentó a trabajar en un local llamado Eros, ubicado en El Challao, ni presentó allí su documento; niega que su tía Celia Tello ni su pri- Poder Judicial Mendoza Tercera Circunscripción Judicial Segunda Cámara del Crimen ma Luciana se lo hayan pedido prestado, que no se lo presta a nadie, ni se le ha perdido. Se le exhibe la fotocopia del documento de identidad obrante a fojas ochenta y cuatro, y manifiesta que se le debe haber perdido; que reconoce su número de documento, también la fecha de nacimiento y el domicilio, pero no está segura de la foto, está muy oscura, que aparentemente es su documento. Al serle exhibidas las planillas de asistencia del local, desconoce la rúbrica que se halla bajo su nombre. Argumenta que en qué cabeza cabe que preste un documento para perjudicarse a sí misma. Califica de buena la relación de su tía con su prima Luciana. Acto seguido, es escuchada la Sra. Rosa Rosario Chavarría, quien niega haber prestado el documento de su hija Fernanda Arce, a su hermana Celia Tello, que pocas veces era la que iba a su casa, su hermana y menos la visitaba, su sobrina Luciana. Afirma que el documento viejo se lo pidieron cuando hizo la renovación. Ante la exhibición de la fotocopia de fs. 84, refiere que la foto le parece que no es de su hija. Al interrogatorio de las partes, refiere que la firma que aparece al pie del documento le pertenece. Respecto de la relación de su hermana con Agustín da cuenta que, a veces, se portaba mal y le pegaba o retaba porque le robaba cosas, y a veces, se iba de la casa, pero eso no era habitual. Refiere que mientras su hermana está presa, su sobrina cae embarazada, afirmando haberla visto en el Santo drogada y borracha. Añade que la detención de su hermana le conviene al concubino, porque le vendió la casa y se juntó con una mujer que ya tenía. Asevera que su hermana no aceptaba la relación de Luciana con Carlín porque cree que se drogaba y no era buen pibe. El concepto que tiene de Luciana es que es una niña común. Se escucha a Walter Olmos, quien conoce a Celia Tello por haber sido vecinos, y por jugar con sus hijos cuando eran chicos, recordando que sus hijos eran Sebastián (Toto), Luciana, Agustín. Que a Luciana la veía pasar cuando iba a una iglesia de Palmira, era normal, pasaba y saludaba. Declara la Sra. Delia Lorena Ferri, dando cuenta que Luciana siempre la tuvo como su madrina, cuando vivía en el barrio Aguaribay, que al mudarse, continuó la relación con la familia y le cuidaba los niños a Celia Tello. Que un día 21 de setiembre, Luciana se va con su hija al Parque Añesi por el día de la primavera, y al regresar mi hija me dijo que Luciana quería hablarme, contándole, llorando, que no era verdad que estuviera trabajando en la casa de un doctor, sino que la madre la obligaba a trabajar en un cabaret y a pesar, de que se sentía mal, la obligaba. Que primero la llevó, usando una cédula de la prima y después la empezó a mandar sola. Que también, la llevaba al casino de San Martín, que ella se quedaba jugando con la plata que un hombre le daba, mientras que Luciana se iba con él. La testigo afirma que ella no sabía que pensar, que un día al ir al trabajo de su marido en Mendoza, se encontró a Luciana, siendo aproximadamente, las 23 horas, a quien acompañó a tomar el micro para irse al trabajo, mientras que Celia Tello se quedó en el casino. Otro día se baja del micro en la ciudad a las 7:40 hs. y Luciana le dijo que venía de trabajar. La madre le contó que su hijo, el Toto (Sebastián) le había conseguido un trabajo con un doctor del hospital Central. Que el día primero de octubre van a mi cumpleaños, y allí observé cómo la madre le pegó a Luciana para que solo bailara con Carlín y que estuviera con él, cuando sabía por Luciana que ya había terminado con ese chico. Da cuenta que Luciana se mostraba unos valecitos de quinientos y setecientos pesos, que era lo que ganaba por noche. Un día llegó a su casa llorando, diciendo que ya no daba más, que le había pegado, y le había dicho, “si querés matarte, matate… pero vas a ir a trabajar”; esa vez, la madre la había subido al expreso de Barriales y Luciana, se bajó y se fue a su casa. Ella tenía miedo porque no tenía ayuda de nadie, entonces le dijo que hablara con Agustín porque era necesario un familiar, prometiéndole que la iba a ayudar. Así fue, que Agustín habló con ella, llorando muchísimo y diciendo que esto no iba a quedar así, se llevó a Luciana a la casa del mochila, porque si la dejaba en su casa, la madre la buscaría allí. El “mochila” era la familia con la que vivía hacía más de un año Agustín, porque su madre lo corría. Agrega que Tello solo le mandó mensajes, que decían por qué había hecho eso, a lo que le respondió que solo había tratado de ayudar a su hija. También, ya estando presa su yerno recibió mensajes amenazantes, todo lo cual fue denunciado en la Comisaría de Palmira. Respecto de Carlín dijo que Luciana le había contado que era una persona adicta, que se drogaba. En acta la defensa hace saber que existe una contradicción con su declaración de fojas diecisiete barra dieciocho, ya que allí dijo que la señora Tello y Carlín la obligaban a consumir estupefacientes y a tener sexo y aquí dijo que su madre no, que era el muchacho Carlín quien la obligaba. Por Presidencia se le exhibe la declaración de fojas diecisiete barra dieciocho, manifestando la testigo que Luciana le había dicho que no había consumido, Poder Judicial Mendoza Tercera Circunscripción Judicial Segunda Cámara del Crimen que sí había tenido relación. La testigo a lo largo de la declaración manifestó que lo que sabe era por lo que le había contado Luciana. Continua la testigo sosteniendo que Luciana se fue a vivir con ella, que le costó muchísimo sacarla adelante, se las pasaba llorando, se encerraba en la pieza, o se iba en bicicleta, un día la encontró frente de la plaza, sentada, llorando. Que le hicieron muchos estudios, también ginecológicos, quien la atendió fue la Licenciada Silvia Saldaña que atiende en el CIC de Palmira, que, la psicóloga le dijo que tenía que tener paciencia, por todo lo que le había pasado y que iba a salir, que lloraba mucho. La Licenciada Silvia Saldaña, del C.I.C. de Palmira le dijo que con esta niña había que tener mucha paciencia por todo lo que había pasado. Afirma la testigo que el sufrimiento que ella tuvo fue muy grande y lo fue superando gracias a la médica clínica Cecilia Morales , a la ginecóloga de nombre Florencia y a la psicóloga. A preguntas formuladas sobre si Luciana le dio detalles de lo que hacía en el local Eros, manifestó que “contaba que hacía tragos y varias veces pases”, siempre llorando. Dijo que estaba en El Challao y que el nombre del dueño era Mariano, quien tenía otros lugares, y que querían llevarla a otro. Se recepta la declaración de Antonio Jacinto Cepeda, quien manifiesta que trabajó en Eros, un “Night Club”, lugar de alterne, donde van caballeros a buscar señoritas para tomar un trago. Que él no estuvo presente, la primera vez que se presentó a quien conocía como Fernanda Arce, bajo “Salomé” y después supo que era Luciana Ximena Rodríguez. La documentación que se pedía era el documento de identidad y libreta de sanidad, que requiere para obtenerla análisis de orina y sangre; sabe que presentó documento, pero él no lo vio, solo vió una fotocopia después, no recuerda si la fotocopia del documento tiene una fotografía; debido a que dijo no saber si la chica tenía problemas familiares, se le dio lectura de fs. 66/67, a pedido fiscal, donde refirió que escuchó que por comentarios que había ido con la madre, que si bien, ella no dijo que estaba obligada por la madre, se notaba una persona presionada por la madre, que Fernanda le había contado de los maltratos hacia ella, ya que él había hablado por teléfono con la misma y se notaba una persona conflictiva, violenta con los hijos, que una vez Fernanda le mostró un mensaje dirigido a él que decía “ya vas a ver quien soy yo”, que era un mensaje relacionado con el dinero que según ella se le debía al hijo, porque el hermano de Fernanda, Santiago, quienes eran muy parecidos, había trabajado tres días, en el local de Tunuyán, en tareas de maestranza y parece que la madre creía que se le debía algo y que el mensaje hacía referencia al pago, en cuanto a la madre cree que es una persona conflictiva y molesta porque cuando llamó por el pago, escuchaba los gritos y cómo se molestaba la señora. El número de teléfono de la madre no recuerda donde lo sacó, cree que una oportunidad el chico no tenía crédito y le llamó de su teléfono y allí lo registro como “mamá de Sebastián” o algo así, no recuerda, no tenía el número de todas las alternadoras, el de ella sí, el nombre de fantasía de la chica era “Salome”. Describe a Luciana (Fernanda, Salomé) como una chica muy seria, introvertida. En cuanto a las veces que la chica, concurría al lugar no sabe, que no era permanente, algunos días, iba lo normal, cuatro o cinco veces por semana, el lugar abría de lunes a lunes, a las veintidós horas y cerraba a las cinco más o menos de la mañana, que las alternadoras van cuatro o cinco días por semana y siempre se toman un día. Describe las características del lugar, manifiesta que no tiene habitaciones, que tiene un lugar vip pero es grande como el otro salón, que no se ejerce la prostitución; pero no puede asegurar que las chicas no la ejerzan porque es algo privado; la habilitación municipal es “Night Club” lugar de alternadoras, la municipalidad es la que toma controles, en cuanto al precio no recuerda, se paga una consumición por charlar, después del valor del trago se saca el porcentaje, el dueño del lugar es S.I.P.E. S.R.L., el dueño de la sociedad es Marcelo Méndez. Las personas que trabajaban en ese momento era Daniel, el chico de Buenos Aires que no recuerda el nombre y la persona de seguridad (Sergio Mereles); abrían los siete días, que las personas (clientes) que concurrían, aproximadamente era doce, quince, no más de veinte, y las chicas que trabajaban eran aproximadamente seis o siete, todas eran alternadoras, cuando conoció a Fernanda (Salomé) ya era Alternadora, la asistencia está en un libro proveído por la policía de Mendoza, donde se marca el ingreso y el egreso, lo controla el encargado, lo firman las señoritas, el pago es diario por porcentajes, se calcula del valor de lo que ellas consumen, que es del cuarenta por ciento de lo que ellas toman o la invitaban, se anota en una hoja lo que consumía cada chica, sobre lo que consumían los clientes no tenían porcentajes; el trago de la chica, es sin alcohol, se les recomendaba por su salud no tomar alcohol, no había show. En cuanto a la diferencia en el sector vip del lugar, es por una cuestión de seguridad cuando había mucha gente. Se le Poder Judicial Mendoza Tercera Circunscripción Judicial Segunda Cámara del Crimen exhibe fotocopia del libro de asistencia, afirmando que él no firmaba, porque iba eventualmente. Acto seguido se hace comparecer a Sergio Daniel Mereles, refiere que trabajó en Eros desde el año dos mil ocho a diciembre de dos mil doce más o menos, que estaba en la recepción, cobraba, ayudaba en la barra y en la cocina, no ponía música, que no conoció a Luciana, si conoció a una chica llamada Salome, no recuerda el nombre, tampoco recuerda el día que comenzó, llegó acompañada de una señora, manifestó que quería trabajar en el lugar, como no hablan con terceras personas, le dijo que se quedara afuera y salió, luego habló con esta chica Salome. A pedido fiscal, se le señala una contradicción con la declaración de fojas noventa, ya que allí dice que al momento de solicitar el trabajo la chica, se presentó con la madre y en lo sucesivo fue sola a trabajar, manifestando el compareciente que hoy en día no recuerda, pero si está asentado es así, porque en aquella ocasión, recordaba mejor. El trabajo que le ofrecía era el del salón el cual tomaba copas con el cliente y tenía un porcentaje. Manifiesta que vieron el documento original y después llevó la fotocopia, tenía foto y coincidía con la persona. No recuerda si empezó ese día o posteriormente a trabajar y no recuerda cuento tiempo por semana, no sabe, es relativo va de un día o dos a semana completa y después falta, no recuerda el tiempo que trabajo. En cuanto a las características de Eros, existe una recepción, salón, espacio para la música, cocina, un salón vip, baño varones y mujeres, baño en el interior para el personal, tres depósitos, no hay habitaciones. En cuanto al trabajo, las chicas tomaban copas con el cliente, algunas podían hacer show, baile del caño, no se sacaban la ropa interior, no recuerda que hiciera show pero que tomara copas seguro que sí. Se le pagaba en base al precio de la copa que pedía la chica, cuarenta por ciento para la chica y el sesenta por ciento para el boliche, solo sobre el trago de la chica y dependía de la cantidad de clientes que fueran, el cliente entraba al lugar y se ponía hablar con la chica. No se ejercía la prostitución en Eros, pero no puede asegurar que pueda ejercer prostitución. En el lugar trabajaba el barman, cajero, persona en la cocina, no le daban de cenar a las chicas, el precio del trabajo iba de cincuenta pesos para adelante, a veces, se tomaba champagne, dependía del trago el precio, a veces, alguna de las alternadoras pedía alcohol, aunque generalmente no tomaban alcohol, no había una medida de trago especial para las chicas. No sigue funcionando Eros, ahora es una Discoteca, más que todo por una cuestión económica. No tenía contacto con Fernanda Arce, de vista, si habló es porque a veces le pedía algún trago y no le habló de la vida personal, no sabe si la madre fue otra vez al lugar. Respecto de las personas que trabajaban en el lugar dependía de la cantidad de eventos, habitualmente trabajaba él, el encargado Daniel en ese tiempo, de vez en cuando solía ir Antonio Cepeda, cuando había franco de alguien, Marcos. Fijos eran él, Daniel, Antonio y el dueño, que no recuerda al dueño, que lo conoce por Mariano, que tenía Eros y La Vegas que estaba en Tunuyán, no sabe si tenía locales en Buenos Aires. En el local había un libro habilitado por la policía de la gente que ingresaba a Eros, las chicas firmaban el libro, con la hora de ingreso y la hora que salían, a veces, lo firmaba también el encargado. Las chicas que trabajaban allí, llevaban una solicitud en la cual adjuntaban fotocopia del documento nacional de identidad y libreta sanitaria, se le ponía la foto y se adjuntaba a la ficha que iba a una carpeta de todas las chicas, tiene que haber habido de Fernanda. Preguntado sobre cómo relacionó el nombre de Fernanda a Luciana, explica que cuando fue citado a la instrucción, le dieron dos nombres, Luciana y el otro Fernanda, cuando le dan el primero no lo recordaba, cuando le dan el segundo, lo relaciona con Salomé. Un cliente estaba de cinco minutos a dos o tres o más horas, que se podían retirar las chicas antes y también podían volver, firmaban la planilla cuando salían. En este estado, Presidencia le exhibe el libro de asistencia, donde reconoce y detalla cuál es su letra, ya que hay letra de otra persona. Manifiesta que el lugar se cerraba a las cinco de la mañana y otros días a las siete y que él no registraba su ingreso. No se daba el traslado de las chicas al otro local, pero si las chicas querían ir a trabajar a Tunuyán iban. Continua diciendo que la relación de él era con el dueño, no tenía bono de sueldo, ni estaba en los libros, a las chicas se le pagaba por día, al terminar de trabajar, él no estaba en el final cuando se cerraba la caja, por ejemplo, a María le colocaban una copa de cien pesos o ciento cincuenta, y dependiendo de la cantidad de copas, al finalizar el día se sabía cuánto ganaba. Respecto del dueño lo conocía por el nombre de Mariano, pero no recuerda el verdadero, preguntado por si es Marcelo Méndez y manifiesta que sí. Refiere que él no tenía libreta sanitaria, que solo se les pedía a las chicas. El trabajo de las alternadoras consistía en tomar copas bailar, estar con el cliente, hacer show, el baile del caño era privado, el sector vip era privado, cuando Poder Judicial Mendoza Tercera Circunscripción Judicial Segunda Cámara del Crimen había una despedida de soltero o soltera en el vip, se podía hacer privado donde había una puerta y por ahí se ingresaba, también podían ingresar el cliente A y el cliente B si ellos querían, y si no ingresaban de a uno, que si un cliente pretende estar solo con una chica tiene que pagar un monto muy grande o de repente varios quieren tomar copas en el vip. Lo vip era más caro, ya que podía estar solo con esa chica o pedir un show, que la gente que estaba del otro lado no era vista por otras personas; manifestando que en ese lugar podían estar personas como jugadores de fútbol, empresarios, etc., que querían estar en ese lugar y no ser vistos. Respecto de la vestimenta de las chicas, refiere que estaban vestidas de mini falda y top o musculosas, en invierno calzas, la ropa ellas se la compraban al local, generalmente el encargado se la pedía al dueño y le acercaba la ropa. A preguntas formuladas afirmó que había contacto físico entre el cliente y las chicas, ya que bailaban, también, vio que se besaban. Comparece Carlos Adrián Alberto Luquez, expresando que fue novio de Luciana un año o año y medio más o menos, no recuerda la época, terminó en el dos mil once, siguió en contacto por amistad con la familia, sobre todo con el padre y los hermanos. Que él sabía que trabajaba en una casa, por la tarde, cuidando chicos, según le dijo ella. En cuanto a la relación de Luciana con su madre era buena. Que él no sabía que ejercía la prostitución. Que él tenía relaciones sexuales con ella consentidas. La veía día por medio cuando salía de trabajar a las seis de la tarde, estaba allí un rato y se iba, no más de las nueve de la noche, porque trabajaba todos los días. Algunos fines de semana Luciana se iba para su casa, con el permiso de su madre, siempre salían a tomar algo o a bailar. La señora Fiscal observa el tatuaje que tiene en el brazo y le pregunta por el mismo, manifestado que es el nombre de ella “Lucy”. Continua respondiendo que no fue al cumpleaños de Delia Lorena Ferri, tampoco fue a la casa de Chavarría y Fernanda Arce, que la relación con la señora Tello era común y corriente, buena. Que él estuvo presente en uno de los allanamientos, la señora Tello no estaba. Que después no tuvo más contacto con Luciana ni supo más nada de ella. El día que se realizó el allanamiento estaba cuidando los niños porque el padre se había ido a trabajar. Que en la mañana del allanamiento, estaba ahí, porque fue a llevar al marido de ella porque quería ir a Palmira, ahí supo el problema, que había hecho prostituir a la hija, que cuando se enteró no sabía que pensar, que no sabía nada. Respecto de la señora que Luciana llama madrina, no la conoce solo de vista porque ella se la ha señalado en la calle, en una oportunidad, en que la vieron y le dijo que era su madrina. Que cuando la relación terminó no la vio más. Niega haber recibido dinero de parte de la señora Tello. Por último, asiste Walter Miguel Rodriguez, quien jura decir verdad y manifiesta que el día del cumpleaños de Lorena Ferri, quien es amiga de su novia Alba Ledesma, estaba Luciana y la madre y todos estaban “jodiendo” “bailando entre todos”, que en un momento la madre se va detrás de Luciana a la habitación y ésta última sale llorando; contándole Lorena Ferri adelante de su novia, que la madre hacía prostituir a Luciana en un prostíbulo en Mendoza. Así fue, como a los días, él le cuenta a Agustín Rodriguez, que vivía con su familia, lo que sabía, quien le pide que lo ayude. Fueron a buscarla y la encontraron cerca de la escuela República Colombia y la tratan de convencer de que se fuera a su casa; ella no quería ir, pero tampoco quería seguir haciendo lo que la madre le hacía hacer, por eso cuando decidió irse con nosotros, nos pidió que no la dejáramos volver con la madre. Refiere que al llegar a su casa, en la noche, Tello estaba allí, buscando a Luciana; todavía no llegaba Agustín, y al verlo, lo empieza a corretear insultándolo y pidiéndole a la Luciana; que después Agustín, le contó que llevaba un arma de fuego, pero él, aclara, que no vio el arma, solo vio que llevaba la mano escondida para abajo. Que al llegar la policía nos dice que la mujer quería la moto y que nosotros hiciéramos la denuncia. Cree que Agustín le dio la moto, Luciana no salió, permaneció adentro. Luciana lloraba mucho y se abrazaba con Agustín, llorando ambos. Después Luciana hizo la denuncia, acompañada por su madre, Silvia Balmaceda. Agrega que al otro día, estaban con Agustín afuera, a la orilla del cordón, cuando llega Celia Tello, pregunta por él y cuando Agustín le dice “acá estoy”, lo insulta y le pide que traiga la Luciana, momento en que saca de la espalda un cuchillo, grande como de treinta a treinta y cinco centímetros; Agustín se para y le larga la puñalada y le corta el brazo, afirma que prácticamente fue al pecho, porque cuando él ve la cuchilla, se para. Inmediatamente, se suben a la camioneta y se van a la policía. Afirma que vuelve con la policía, viendo a la Tello, sentada en la puerta, la policía va hacia ella, mientras él busca su documento. A preguntas formuladas, da cuenta que ayudaron a Luciana por la situación que estaba pasando y por el hermano, Poder Judicial Mendoza Tercera Circunscripción Judicial Segunda Cámara del Crimen quien vivía con ellos hacía como dos años porque trabajaba con ellos vendiendo verduras y viajaba a Villa Mercedes, además, la madre “lo corría”. Luciana contó que estaba cansada, que seguía porque la madre le ponía por delante a los hermanos más chicos, que la plata se la daba a la madre, quien se la gastaba en el casino. Describe a Luciana como buena piba, de la casa. Se recepciona declaración a la Licenciada Natalia Verónica Ayala, quien ratifica la actuación glosada a fs. 178, que da cuenta que se muestra colaboradora, respetuosa, tímida, inhibida, predominan sentimiento de indefensión y vacío. Necesidad de estima, actitud dependiente y sumas. Se observan sentimientos de temor, vergüenza y asco frente a la situación que ha vivenciado. Denota ánimo triste, ansiedad, disminución del apetito, conducta de aislamiento, dificultades para reiniciar actividades, temor a los juicios y críticas que puedan provenir desde el exterior, el cual lo vive como amenazante y peligroso. No muestra tendencia fabulatoria, posee elementos de veracidad, discurso coherente, idea directriz, logra discriminar entre fantasía y realidad. Depone ampliamente ante el interrogatorio de las partes y las preguntas aclaratorias del Tribunal Asimismo, a instancia fiscal, con conformidad de la defensa técnica, se incorpora las declaraciones testimoniales que fueron objeto de lectura para ayudar la memoria del testigo o despejar contradicciones y la prueba instrumental, todas las cuales son contenidas y descriptas en el acta de debate, a la que se remite brevitatis causae. II.- En los alegatos la Sra. Fiscal de Cámara subrogante, Dra. Mónica Fernández Poblet, sostuvo la materialidad del injusto y autoría de la imputada respecto del delito de PROMOCION DE PROSTITUCIÓN AGRAVADA POR EL VINCULO Y POR MEDIAR AMENAZAS, art. 125 bis, 3° párrafo del Código Penal.- Analizó la prueba recepcionada y la incorporada por lec- tura, destacó que por las características del delito investigado, que se consuma en ámbitos de privacidad y se mantiene oculto, y por tanto, las prestaciones sexuales a cambio de precio no pueden ser acreditadas por prueba directa, toma especial relevancia el testimonio de la menor víctima, el cual ha permanecido inalterable a lo largo del proceso, con apoyo en el examen psicólógico , que descarta la fabulación de la víctima, reuniendo criterios de credibilidad, a la vez, corroborado, a partir de los testimonios de los empleados del lugar, quienes señalaran que la menor concurría con habitualidad; siendo que uno de ellos, afirmó que concurrió con su madre y aportó el documento en original de Fernanda Arce, siendo ésta última, la prima de Luciana, quien reconoció como suyo los datos estampados en la copia del documento; como también, la Sra. Rosa Chavarría reconoció al pie del mismo, su propia firma como quien presentaba a la menor. También, destaca el testimonio de Delia Ferri, descartando un interés de perjuicio en contra de Tello, pues afirma que era amiga tanto de la encausada, como de su hija, Luciana, y que conoció el hecho por los dichos de la víctima, pero también, da cuenta que vio cuando la menor tomaba el colectivo para ir a trabajar a las 23,30 hs., y que en otra oportunidad la vio en la terminal de ómnibus a las 7.30 de la mañana, y que estaba mal, remarcando la angustia que tenía Luciana por querer dejar el trabajo y no poder, razón por la que le pidió ayuda. Concluye que Tello promovió la prostitución de su hija menor de edad, iniciándola en un ámbito proclive al trato sexual, como es un “Night club” o cabaret, aún contando con su consentimiento inicial, consiguiendo de este modo que asumiera el estado de prostitución, y luego, la mantuvo en ese estado, convenciéndola de que era mejor para el bienestar de sus hermanos o ejerciendo presión mediante malos tratos a sus hermanos o a ella misma, lo que es compatible con el inadecuado manejo de conductas hostiles que evidencia la imputada. En cuanto al tramo de conducta contenido en la acusación consistente en que Luciana era obligada por su madre, a mantener relaciones sexuales con su ex novio Carlos Luquez, no la sostiene porque no ha podido determinar si había contraprestación pecuniaria que Tello recibiera a cambio. Por su parte, la defensa técnica ejercida por la Dra. Verónica Manrique reclama la absolución de su defendida por entender que concurre la duda. Afirma que no se ha podido acreditar el ejercicio de la prostitución ni acá ni en Eros, reseña el testimonio de Cepeda y Mereles que así lo afirman, sosteniendo que es solo lugar de alterne, con show, bailes del caño, en sus palabras, “nada que no sea normal de los programas de T.V.”. Añade que el lugar estaba habilitado por el municipio y el Poder Ejecutivo tenía el poder de policía sobre el mismo. Tampoco, hay una inspección ocular del lugar. Sostiene que hay un manto de duda sobre si “Fernanda Arce” es la misma “Salomé” y la misma Poder Judicial Mendoza Tercera Circunscripción Judicial Segunda Cámara del Crimen “Luciana”. Descarta el hecho de que la haya llevado al casino en San Martín y la ofreciera a un hombre, porque no hay pruebas, ya que Luciana Rodriguez no dio detalles de la cita, no ofreció teléfono, no especificó cómo. Descree de las conclusiones de la Lic. Ayala, por cuanto no entiende cómo hay una sola entrevista para semejante causa. Se pregunta sobre el diagnóstico “depresivo agudo” cuando, afirma que seis meses después de la denuncia Luciana está viviendo en pareja y feliz III.- Interrogada la imputada sobre si tiene algo que manifestar refiere que nunca obligó a su hija a ejercer la prostitución, que jamás se presentó en ese lugar, ni sabía que su hija se prostituía, que ella hacía lo que le daba la gana, no respetaba los planteos que le hacía el padre y ella, quería tener zapatillas y ropa de marca, en un momento le dijo que consiguiera trabajo, que es verdad que quería que volviera con Carlín porque ella se sentía contenida por él, que jamás él le dio dinero, que quiere a su hija y a sus hijos y que jamás le hubiere hecho nada a sus hijos, que estuvo ocho meses en el penal con su hija menor, y si bien quería estar con su hija, debido a estar sufriendo todo lo que allí se sufre, dada las cosas que se ven y que pasan allí, prefirió que saliera porque quería lo mejor para ella, debido a que había perdido la imagen masculina, que lo que único que quiere es estar con su hijos. La defensa solicita para el caso de que tenga una condena en efectivo, la misma sea con la modalidad de prisión domiciliaria, en el domicilio de calle Gascón 2420, Villa del Carmen, San Martín, Mendoza. La imputada implora que se haga lugar al pedido, afirmando que en el penal se siente inútil, que la vida del penal es levantarse, bañarse, ver televisión, dormir, escuchar música. Si no tuviera a sus hijos menores, es como si fuera un hotel, que lo único que quiere es estar con ellos, atenderlos, levantarlos, hacerle la comida, mandarlos a la escuela , que ella está dispuesta a pasar por todo tipo de estudios, y controles que sean necesarios. IV.- Se ha analizado el plexo probatorio, conforme las reglas de la lógica, la psicología, el sentido común y la experiencia que dan contenido al método de la sana crítica racional, apreciada ésta como el recto entendimiento humano. En base a ello es que el contenido de este voto está enderezado a confirmar la fidelidad legal observada en la motivación que resulta controlable por las partes y eventualmente por el Superior Tribunal, respecto del examen analítico de los hechos y la apreciación crítica de la prueba, todo como derivación razonada de dicha evaluación.En la férrea convicción de haber arribado a la certeza, entendida como la firme creencia de estar en posesión de la verdad, estimo acreditado el hecho que constituye el objeto procesal y la autoría de la imputada María Celia Tello, con el alcance que infra se explicita.El hecho se reconstruye a partir del testimonio de la menor víctima Luciana Ximena Rodriguez Tello, quien al momento de los hechos tenía 16 años de edad (ver fs. 14), la testigo fue ampliamente interrogada en la audiencia, no habiendo detectado en el control de veracidad efectuado, dato alguno que revele un interés en mentir por parte de la misma, tampoco he encontrado circunstancias que pudieran haber influido en su ánimo o dato alguno que autorice a inferir la búsqueda de alguna ventaja o conveniencia; por el contrario, su relato transmitió en la audiencia, características de realidad de tal entidad, que me persuaden de su verdad. La credibilidad que trasuntó el testimonio en la audiencia de debate, encuentra apoyatura en el examen psíquico llevado a cabo a Luciana Rodriguez, glosado a fs. 178, y ampliado en sus conceptos por la Licenciada Natalia Ayala, quien manifestó que a Luciana Rodriguez la observó triste, angustiada, con sentimientos de asco, vergüenza, llanto espontáneo, dificultades de apetito, miedo, muy sola e indefensa. Le costaba confiar en otro para contar lo que le estaba sucediendo. Había una preocupación en ella por el bienestar de sus hermanos, que la hizo tolerar la situación vivenciada, siendo la preocupación excesiva, al punto de que la llevó a mantener secreta la situación que soportaba por más tiempo, para lograr el bienestar de sus hermanos y evitar el maltrato. Presentaba la mayoría de los criterios de credibilidad, dijo …“todos aquellos que necesariamente tienen que estar presentes, estaban en ella…”; tales, como una idea directriz en su relato –no hay contradicciones entre sícon detalles en tiempo y espacio; con alta resonancia emotiva, afectiva, así es que lloró, durante toda la entrevista; estructura lógica y coherencia en el discurso; algunas lagunas amnésicas, que la llevaban a no recordar situaciones exactas, explicando que frente a la situación que resulta traumática, la mente trata de correrla de la propia mente para no sufrir. Presentaba sentimiento de bronca y rabia hacia su madre, porque había interrumpido los vínculos, debi- Poder Judicial Mendoza Tercera Circunscripción Judicial Segunda Cámara del Crimen do a la situación en que la había implicado. Refiere que ella tenía mucho miedo a la madre, una imagen negativa de la misma. Presentaba asco frente a los encuentros sexuales que tenía, se bañaba, a nivel del pensamiento evitaba tratar de recordar. Muy desprotegida y sola frente a esta situación, a punto de creer de que no podría salir nunca de esa situación. Tenía mucho miedo a la opinión externa, a que la gente pensara mal de ella. Describía detalles inusuales. Aseveró, al ser preguntada sobre si la denuncia tenía algún beneficio ganancial, respondió que ella no podía beneficiarse de otro modo que no sea por el “alivio emocional”, “alivio corporal” que implicaba sacar a la luz su situación y que pueda continuar con su desarrollo emocional físico de manera normal. Dio cuenta que los síntomas descriptos estaban en un momento muy agudo, pero todo lo que refería lo era en relación a un tiempo atrás. La secuela psicológica en el momento la constituye el síndrome depresivo; a futuro, habría que ver después de un tratamiento su evolución emocional. Hay que tener en cuenta la edad, que es donde se intenta reconstruir la parte de la sexualidad que está latente en la infancia. Con un tratamiento adecuado se puede elaborar y el estrés postraumático, no impide que si ella encuentra una persona adecuada en la cual se encuentre contenida, pueda formar pareja y una familia. El testimonio de Luciana, como dije, resulta ser la columna vertebral del plexo probatorio, a partir, del cual, toda la demás prueba receptada se ensambla y le da valor y fuerza convictiva de verdad; a la vez, que permite ir desechando aquella que resulta mendaz. Veamos. Primero hay que establecer cuál era el entorno familiar y marco fáctico que precedía al inicio del “trabajo” de Luciana en el local “Eros”; según sus propias afirmaciones y de los testimonios recibidos. Luciana vivía con sus padres, la imputada María Celia Tello, su padre Agustín Miguel Rodriguez y sus hermanos menores Alvaro Lautaro (8 años), Octavio Enrique ( 5 años) y Ornella Salomé ( 3 años), de cuyo cuidado se encargaba habitualmente. Ya tenía conocimiento del aspecto sexual, porque a los quince años había tenido su primer relación sexual y luego, mantuvo un noviazgo con Carlos Luquez “Carlín”. En ese contexto y el que se construye a partir de las características de personalidad de cada una de ellas, es que se enmarca la relación madre hija, entre María Celia Tello y Luciana Rodriguez; una madre que “… intenta manejar el entorno y ocultar su tendencia a no respetar los límites externos…”, que al “ejercer su rol y establecer vínculos interpersonales lo hace, con actitud distante, fría, crítica, descalificante y manipulación del otro a fin de obtener beneficios personales” (fs. 266) frente a una hija, de escasos 16 años de edad, en etapa de adolescencia, cuya personalidad destaca “…flexibilidad de adaptación… Necesidad de estima, actitud dependiente y sumisa. “ (fs. 178). Afirmó, Luciana, que en ese tiempo, acompañaba a su madre al casino en San Martín donde habían conocido a un hombre, a quien su madre le hablaba de ella y le daba plata para que tuviera relaciones sexuales. Que iban a hoteles, eso duró una o dos semanas porque el hombre no era del lugar, él tenía su número de teléfono y las pasaba a buscar, y él le daba la plata para que su madre se quedara en el casino, y ella se iba con él, la suma era entre 100 y 150 pesos, dependía. Relató que, habiéndose enterado, por una vecina que trabajaba en un lugar llamado Eros en El Challao, donde hacía servicios sexuales con los hombres; concurren al lugar junto a su madre, quien le da el documento de su prima Fernanda Gisel Arce, que era mayor de edad para que pudiera trabajar. Así fue, que presentó el documento, y que si bien, su trabajo era de camarera, ella y su madre, sabía que iban hombres para tener relaciones sexuales con las chicas que allí estaban. Adoptó el nombre de fantasía “Salomé” Explica que la persona entraba, elegía a la chica y se la llevaba a la habitación y el dinero que cobraba dependía del servicio, el de media hora estaba entre 200 y 300 pesos y parte de lo cobrado, se la daban al encargado. Aseveró que su mamá sabía que ejercía la prostitución y que la plata se la daba a ella, quien la acompañaba hasta tomarse el colectivo para el trabajo. Corrobora sus manifestaciones con el reconocimiento de las firmas que aparecen estampadas en las planillas glosadas 85/86, 105/168, bajo el nombre de Fernanda Arce, como también, la fotocopia del documento que ella utilizó y le facilitara su madre. De allí se desprende, que su horario de ingreso era a partir, de las 22:30 hs., y el egreso a las 5:00 hs. o 7:00 hs., que durante el año 2.011, concurrió 11 días en el mes de febrero; 25 días en el mes de marzo; 10 días en el mes de Poder Judicial Mendoza Tercera Circunscripción Judicial Segunda Cámara del Crimen abril; 8 días en el mes de mayo; 3 días en el mes de julio; 24 días en el mes de agosto; 20 días en el mes de setiembre y dos días en el mes de octubre. Contó que en el local Eros había conocido un chico, que solo iba a verla, con el que comenzó una relación y a quien le había contado su situación con la madre, por lo que se fue a la casa de él, porque la iba a ayudar; pero su madre la llamaba y le decía que fuera a su casa para hablar, afirmando, en forma llorosa, pero “…como yo temía…siguió obligándome a trabajar”. Añade que ante sus reclamos de estar cansada de hacer eso y de no querer ir más, le decía que tenía que ir igual; que si no se tenía que quedar en su casa, donde la maltrata y golpeaba; manifestaba que no quería ir más, pero le decía “si te vas yo te mato”, “si querés andá a colgarte de un árbol, yo no me voy a hacer problema”, amenazaba con tratar mal a sus hermanos, algo que a ella le afligía porque ella los criaba. A partir del episodio ocurrido en la casa de Lorena Ferri, donde la imputada la llevó a la pieza y la cacheteó, por no querer bailar con Carlín, con quien su madre insistía en que mantuviera el noviazgo; es que intervino Lorena Ferri, le cuenta lo que estaba pasando y le dice que la va a ayudar, pero que busque un familiar cercano. Así fue, como se entera Agustín, y la va a buscar a la escuela, donde había llevado a sus hermanos, ofreciéndole ir a la casa de la Sra. Balmaceda, decidiendo irse con Walter Rodriguez y su hermano Agustín. Esa noche llegó a la casa su madre buscando la moto, que se la llevó; pero ella no salió de la casa por temor. Relata que con esa familia, ella estuvo tres meses, hasta que fueron a hablar a la Dinaf y se fue con su tía Lorena Ferri, que estando novia, después de cumplir los dieciocho años, decidió irse a vivir con su novio y actualmente tiene un hijo, de tres meses. Relató que a su hermano Sebastián Jara le consiguió trabajar en el club nocturno “Las Vegas” de Tunuyán, a través de una de las personas del local Eros, en obras de mejora. Su hermano Toto, así le dicen a Sebastián, cuando vivía con su madrina (Ferri) la fue a ver y le dijo que esto debía terminar de alguna manera, en alusión a lo que la madre le hacía. A partir del testimonio de Luciana, el Sr. Antonio Cepeda aportó las planillas de registro de asistencia de referencia y dio cuenta del conocimiento que tenía de Fernanda Arce, conocida como “Salomé”, en el local, la cual trabajaba como alternadora con los clientes; y ninguna duda cabe que quien Ce- peda conocía como Salomé, por Fernanda Arce, era Luciana Rodriguez; por cuanto ella había servido de nexo para que Cepeda le diera trabajo a su hermano Sebastián Jara, en el local “Las Vegas” de Tunuyán, en trabajos de mantenimiento; aludiendo como dato relevante, que le llamó la atención el parecido que tenían, o al menos él encontró, entre los hermanos. A la vez, que este testigo sostuvo que Fernanda (por Luciana) se notaba una persona presionada por la madre, le había contado de los maltratos hacia ella, ya que él había hablado por teléfono con la misma y se notaba una persona conflictiva, violenta con los hijos, que una vez Fernanda le mostró un mensaje dirigido a él que decía “ya vas a ver quien soy yo”, que era un mensaje relacionado con el dinero que según ella se le debía al hijo, porque el hermano de Fernanda, Santiago, quienes eran muy parecidos, había trabajado tres días, en el local de Tunuyán, en tareas de maestranza y parece que la madre creía que se le debía algo. A raíz de esto, es que tenía registrado el teléfono de la madre de Sebastián y de “Salomé”, a quien describió, como una chica muy seria, introvertida. También, dijo que solo se tomaba a quien presentaba el documento en forma original, aunque después se agregara copia. En el mismo sentido, Sergio Meleres, afirmó que no conoció a Luciana, pero si conoció a una chica llamada Salome, ratificando lo declarado en la instrucción como lo más fiel a su memoria, cuando a fojas noventa, dijo que al momento de solicitar el trabajo la chica, se presentó con la madre y en lo sucesivo fue sola a trabajar. Al ser preguntado cómo relacionó el nombre de Fernanda a Luciana, explica que cuando fue citado en la instrucción, le dieron dos nombres, Luciana y el otro Fernanda, cuando le dan el primero no lo recordaba, cuando le dan el segundo, lo relaciona con Salomé. Coincide en la persona presentó el documento original. Cabe destacar, resaltando la veracidad de los dichos de la víctima, que tanto ella, como los empleados de Eros, aludieron a que el nombre de fantasía era Salomé, lo cual confirma su denuncia y las declaraciones vertidas en el juicio. Tanto Fernanda Arce como su madre Rosa Chavarría reconocen que los datos personales que aparecen en la fotocopia del documento como pertenecientes a la primera; aunque dudan de la foto por la oscuridad que presenta. La primera niega conocer ni haber trabajado en ese lugar. Ambas desconocen cómo pudo llegar esa copia al lugar. Fernanda dice que no sabe, que no se Poder Judicial Mendoza Tercera Circunscripción Judicial Segunda Cámara del Crimen le perdió, para después decir, que se le debe haber perdido. Su madre afirma que ese documento se lo retuvieron al renovar el nuevo documento. Por lo tanto, está probado claramente que Luciana Rodriguez, fue quien presentando el documento original de su prima, Fernanda Arce; y acompañada hasta el lugar por su madre, se empleó en el local Eros y allí prestó servicios. La prestación de servicios sexuales por parte de Luciana con hombres indeterminados a cambio de dinero, está acreditado por sus propias manifestaciones, que amén de tener el aval de credibilidad de los estudios psicológicos, aparecen totalmente desprovistos de un fin ganancial o perjudicial para su madre. Por su parte, la habitualidad del trato sexual que mantenía en el club nocturno Eros, surge de las planillas de registro llevadas en el local nocturno obrante en autos. Los testigos Cepeda y Mereles niegan que en ese lugar se ejerza la prostitución, pero no pueden asegurar que las alternadoras no lo hagan; tampoco niegan que ellas podían ausentarse del lugar por horas y luego regresar. También, son contestes en afirmar que Eros era un lugar donde los hombres buscaban señoritas para alternar una copa con ellas. Puedo advertir que la negativa del ejercicio de la prostitución en ese lugar, obedece a una declaración parcial que podría involucrarlos por haber permitido el uso del club para fines distintos a su habilitación. Eso se advierte de las contradicciones que surgen, en ambos, al momento de explicar las actividades que allí se desarrollaban, lo que pone la duda sobre la veracidad de lo que allí ocurría en realidad Mientras Cepeda al describir las características del lugar, manifiesta que no tiene habitaciones, que no había show, que tiene un lugar vip pero es grande como el otro salón, que lo vip, es por una cuestión de seguridad cuando había mucha gente. Que se pagaba una consumición por charlar, después del valor del trago se sacaba el porcentaje de los tragos que ellas sacaban por cliente, cuyo valor no era por el contenido del trago sino simbólico, se les pagaba el cuarenta por ciento de lo que ellas toman o la invitaban. Por otra parte, Sergio Mereles, dijo que existe una recepción, salón, espacio para la música, cocina, un salón vip, baño varones y mujeres, baño en el interior para el personal, tres depósitos, no hay habitaciones. En cuanto al trabajo, las chicas tomaban copas con el cliente, algunas podían hacer show, baile del caño, aunque no se sacaban la ropa interior. Se le pagaba en base al precio de la copa que pedía la chica, cuarenta por ciento para la chica y el sesenta por ciento para el boliche, solo sobre el trago de la chica y dependía de la cantidad de clientes que fueran, el cliente entraba al lugar y se ponía hablar con la chica. El precio del trago iba de cincuenta pesos para adelante, claro que no pudo explicar, de qué dependía el aumento del precio. Explica que un cliente estaba de cinco minutos a dos o tres o más horas, que se podían retirar las chicas antes y también podían volver. El trabajo de las alternadoras consistía en tomar copas, bailar, estar con el cliente, hacer show, había contacto físico entre el cliente y las chicas, ya que bailaban, también, vio que se besaban; aclarando que el baile del caño era privado. El sector vip era privado, cuando había una despedida de soltero o soltera en el vip, se podía hacer privado donde había una puerta y por ahí se ingresaba, también podían ingresar el cliente A y el cliente B si ellos querían, y si no ingresaban de a uno, que si un cliente pretende estar solo con una chica tiene que pagar un monto muy grande o de repente varios quieren tomar copas en el vip. Lo vip era más caro, ya que podía estar solo con esa chica o pedir un show, que la gente que estaba del otro lado no era vista por otras personas; manifestando que en ese lugar podían estar personas como jugadores de fútbol, empresarios, etc., que querían estar en ese lugar y no ser vistos. En suma, la regla de experiencia común indica y cualquier ciudadano lo sabe, que históricamente, los denominados clubes nocturnos, cabaret, lugares de alterne o como quiera llamarse, están destinados al acercamiento de hombres a señoritas, que allí se ofrecen como compañía sexual, abarcando según el valor de la copa, desde bailes, besos, tocamientos, “pases”, sexo explícito, etc. En otro aspecto, cabe reconstruir la forma en cómo Luciana, pudo escapar de la situación en que se hallaba, bajo presión de la autoridad e intimidación de su madre, a partir de los testimonios que receptaron el relato de su historia y los pedidos de ayuda; y así lo hicieron, con la asunción de los riesgos y molestias que eso conllevó.. Así, surge relevante, por sincero y desinteresado, el testimonio de Delia Lorena Ferri, quien era amiga de la familia, por ser vecina del barrio Poder Judicial Mendoza Tercera Circunscripción Judicial Segunda Cámara del Crimen Aguaribay, relación que continuó, a pesar de mudarse de domicilio, a la vez que cuidaba a los niños a Celia Tello. Luciana, la llamaba “madrina”, porque lo iba a ser pero nunca se concretó. Esta testigo, ya tenía noción de lo que estaba sucediendo, desde el día 21 de setiembre, pues Luciana había acompañado a su hija al Parque Añesi por el día de la primavera, y al regresar dijo que Luciana quería hablarme, contándole, llorando, que no era verdad que estuviera trabajando en la casa de un doctor, sino que la madre la obligaba a trabajar en un cabaret y a pesar, de que se sentía mal, la obligaba; contándole, que primero la llevó, usando una cédula de la prima y después la empezó a mandar sola. Que también, la llevaba al casino de San Martín, que ella se quedaba jugando con la plata que un hombre le daba, mientras que Luciana se iba con él. La testigo afirma que ella no sabía que pensar, pero que un día al ir al trabajo de su marido en Mendoza, se encontró a Luciana, siendo aproximadamente, las 23 horas, a quien acompañó a tomar el micro para irse al trabajo, que estaba en El Challao; mientras que Celia Tello se quedó en el casino. Otro día se baja del micro en la ciudad a las 7:40 hs. y Luciana le dijo que venía de trabajar. A la vez, que la imputada le contó que su hijo, el Toto (Sebastián) le había conseguido un trabajo con un doctor del hospital Central. En concordancia, con lo que dice Luciana, refiere que el día primero de octubre van a mi cumpleaños, y allí observó cómo la madre le pegó a Luciana para que solo bailara con Carlín y que estuviera con él, cuando sabía por Luciana que ya había terminado con ese chico. Dio cuenta que Luciana le mostraba unos valecitos de quinientos y setecientos pesos, que era lo que ganaba por noche. Un día llegó a su casa llorando, diciendo que ya no daba más, que le había pegado, y le había dicho, “si querés matarte, matate… pero vas a ir a trabajar”; esa vez, la madre la había subido al expreso de Barriales y Luciana, se bajó y se fue a su casa. Ella tenía miedo porque no tenía ayuda de nadie, entonces le dijo que hablara con Agustín porque era necesario un familiar, prometiéndole que la iba a ayudar. Así fue, que Agustín habló con Ferri, llorando muchísimo y diciendo que esto no iba a quedar así, se llevó a Luciana a la casa del mochila, porque si la dejaba en su casa, la madre la buscaría allí. El “mochila” era la familia con la que vivía hacía más de un año Agustín, porque su madre lo corría. Agrega que Tello solo le mandó mensajes, que decían por qué había hecho eso, a lo que le respondió que solo había tratado de ayudar a su hija. También, da cuenta que ya estando Tello presa su yerno recibió mensajes amenazantes, todo lo cual fue denunciado en la Comisaría de Palmira; lo que fue corroborado mediante la incorporación “ad effectum videndi” del expediente n° 119.924/12, caratulados “F.c/ Celia Tello p/Amenazas”, originarios de la Fiscalía de Instrucción n° 2 , UFI San Martín La Colonia, traído ad effectum videndi. La testigo sostuvo que Luciana se fue a vivir con ella, que le costó muchísimo sacarla adelante, se la pasaba llorando, se encerraba en la pieza, o se iba en bicicleta, un día la encontró frente de la plaza, sentada, llorando. Que le hicieron muchos estudios, también ginecológicos, quien la atendió fue la Licenciada Silvia Saldaña que atiende en el CIC de Palmira, que, la psicóloga le dijo que tenía que tener paciencia, por todo lo que le había pasado y que iba a salir, que lloraba mucho. Afirma la testigo que el sufrimiento que Luciana tuvo fue muy grande y lo fue superando gracias a la médica clínica Cecilia Morales , a la ginecóloga de nombre Florencia y a la psicóloga. A preguntas formuladas sobre si Luciana le dio detalles de lo que hacía en el local Eros, manifestó que “contaba que hacía tragos y varias veces pases”, siempre llorando. Dijo que estaba en El Challao y que el nombre del dueño era Mariano, quien tenía otros lugares, y que querían llevarla a otro. La evidente sinceridad transmitida por la Sra. Ferri en la audiencia, y el afecto manifestado hacia Luciana, a quien cuidó denodadamente, después de que denunciara a su madre y la asistiera en sus necesidades tanto médicas como emocionales, permiten desechar por inaceptable y contrario a los más elementales principio de la lógica y sentido común, lo afirmado por la justiciable Tello en su defensa, cuando sostiene que su hija Luciana con su madrina Lorena Ferri, le armaron todo esto, porque Luciana le prestaba plata y ella le decía que no lo hiciera, porque no se la iba a devolver. Argumento, a todas luces, inaceptable, pues de haber sido cierto que estaba interesada en la plata que generaba Luciana, la conducta a adoptar por Ferri hubiera sido la contraria. El testimonio de Ferri se cohonesta principalmente con el testimonio de Walter Rodriguez, quien afirma haber estado el día del cumpleaños de Lorena Ferri, amiga de su novia Alba Ledesma, cuando estando Luciana y la madre y todos estaban “jodiendo” “bailando entre todos”, que en un momento Poder Judicial Mendoza Tercera Circunscripción Judicial Segunda Cámara del Crimen la madre se va detrás de Luciana a la habitación y ésta última sale llorando; contándole Lorena Ferri adelante de su novia, que la madre hacía prostituir a Luciana en un prostíbulo en Mendoza. Así fue, como a los días, le contó a Agustín Rodriguez, que vivía con su familia, lo que sabía, quien le pide que lo ayude. Fueron a buscarla y la encontraron cerca de la escuela República Colombia y la tratan de convencer de que se fuera a su casa; afirma que ella no quería ir, pero tampoco quería seguir haciendo lo que la madre le hacía hacer, por eso cuando decide irse con ellos, les pidió que no la dejaran volver con la madre; situación que refleja la relación de dependencia y manejo que mediaba entre la madre y Luciana. Después de contar que Tello fue a buscar a la noche a Luciana y lo correteó a Agustín, insultándolo y pidiéndole a la Luciana; dio cuenta de que Luciana lloraba mucho y se abrazaba con Agustín, llorando ambos; lo que denota a las claras, la situación de temor hacia la madre, en especial, a sus conductas hostiles; lo que se patentiza a la hora, de merituar la forma en que pretendía recuperar a Luciana, que relata el propio Walter. El testigo impresionó totalmente creíble, muy elocuente y sincero al afirmar que con su familia, tanto su madre Silvia Balmaceda como su padre, Miguel Rodriguez, ayudaron a Luciana por la situación que estaba pasando y por su hermano Agustín, quien vivía con ellos hacía como dos años porque trabajaba con ellos vendiendo verduras y viajaba a Villa Mercedes, además, la madre “lo corría”. Añadió que Luciana contó que estaba cansada y que solo seguía porque la madre le ponía por delante a los hermanos más chicos, dándole el dinero a ella, quien se la gastaba en el casino. Describe a Luciana como buena piba, de la casa. En el mismo sentido, debe evaluarse el testimonio de la Sra. Silvia Leonor Balmaceda quien dijo que Agustín Rodriguez, vivía en su casa desde hacía más de un año; que a Luciana la conoció porque Agustín le dijo que su madre la estaba prostituyendo y necesitaba ayuda, razón por lo que permitió que se quedara en su casa; que ella no habló mucho del tema con Luciana, solo la acompañó a denunciar; después de que su madre, viniera a los gritos buscándola. Lo que escuchó de Luciana fue que la madre la llevaba a la parada del colectivo y a la vuelta la esperaba, que el lugar era como un prostíbulo. Da cuenta que la madre fue a buscarla a su casa, de mala manera y Luciana se ponía muy nerviosa, porque decía que se la iba a llevar de vuelta y le iba a seguir haciendo lo mismo, pero que la chica en ningún momento salió de la casa. Una de las veces, la madre llevó un cuchillo y le tiró un cuchillazo a su hijo Agustín. Durante el tiempo que permaneció en su casa, estaba con mucho miedo y nerviosa. Como corolario de lo expuesto, debe resaltarse que los últimos testimonios valorados, provienen de Walter Rodriguez y Silvia Balmaceda, quienes ningún vínculo mantenían con la imputada Tello, de modo que pudiera pensarse en algún atisbo de sospecha de parcialidad o inquina; por el contrario, gracias al compromiso desinteresado de esa familia, que tendió la mano a Luciana, dándole albergue para protegerla de su propia madre y acompañándola a denunciar, es que podemos sostener que salió del trato sexual por precio al que se sometía, y pudo evitar, quizás, ser en el futuro víctima de alguna modalidad de trata de personas. Lo expresado pone de relieve, claramente, que la actitud adoptada por el hermano de Luciana, Agustín, obedece a la necesidad emocional de ver a su madre en libertad. Pues, en la audiencia de debates, negó sistemáticamente sin dar razones, incurriendo en una serie de afirmaciones que, lejos de poner en crisis el testimonio de Luciana, y las circunstancias que rodearon el momento de la develación a través de la denuncia, lo refuerzan. Así nos dijo, que nunca vivió con la familia de Miguel Rodriguez y Silvia Balmaceda, que ni siquiera conoce a Lorena Ferri, reiterando que no estaba en sus cabales, porque se empastillaba. Afirmó que todo era mentira; pero también, sin decir una palabra en contra de su hermana Luciana, lo que evidencia con claridad la difícil situación en que se hallaba. Distinta fue la actitud adoptada por Rosa Chavarría y Fernanda Arce quienes intentaron dar una imagen de mala conducta de Luciana, situándola en el boliche El Santo, borracha y drogada; cuando todos los testigos, hasta los que la vieron actuar en el ámbito del club nocturno Eros, la describen como una chica callada, introvertida, tímida. En otro aspecto, cabe señalar que las manifestaciones de Luciana, fueron claras en sostener que en cuanto a quien había sido su novio Carlos Luquez, su madre, a pesar que ella no quería, insistía en que ella mantuviera esa relación, pero que desconocía si su mamá recibía algún beneficio a cambio; por lo que ese Poder Judicial Mendoza Tercera Circunscripción Judicial Segunda Cámara del Crimen tramo de conducta no resulta relevante jurídico penalmente, como lo sostiene la fiscalía. En suma, tengo por acreditado materialmente el injusto penal y por probada la autoría de María Celia Tello Fernandez, en los términos del requerimiento fiscal de elevación a juicio, con la salvedad que aludo en el párrafo que antecede, en forma coincidente con lo sostenido por la fiscalía en la etapa de alegatos. ASI VOTO. Los Doctores Armando Cecilio Martínez y Jorge Luis Del Pópolo, se adhieren al voto precedente. CAUSA N° 168 I .- La causa viene a juicio en virtud del Requerimiento de Citación a juicio de fs. 43/44, cuya plataforma fáctica se desarrolla en los siguientes términos: “Que en fecha 06 de Octubre de 2.011, siendo las 20:00 horas, aproximadamente, la encausada María Celia Tello Fernández llegó al domicilio situado en la casa “10”, manzana “C” del Barrio Río Mendoza y habiéndole apuntado con un arma de fuego brillante -cromada- a la víctima (Agustín Rodriguez) le exigió: “Dame la Luciana, te voy a matar, dámela”, -haciendo referencia a la hermana menor de aquél. Se fundamentó la responsabilidad penal del imputado en las pruebas reunidas en la instrucción y, en cuanto a la calificación legal, los hechos fueron encuadrados en el tipo penal de Amenazas coactivas por el uso de arma de fuego, artículo 149 ter, primer párrafo en función con el artículo 149 bis, segundo párrafo del Código Penal.II.- Impuesta del alcance de la acusación e impuesta, previamente sobre sus derechos, optó por declarar manifestando que fue a ese domicilio a buscar a su hija Luciana, que se había ido con la moto, refiriendo que tuvo un par de palabras con su hijo Agustín, pero que en ningún momento llevó un arma de fuego. Añade que quería saber si su hija se encontraba allí, a la cual no vió, pero discutió con Agustín, que hacía unos dos meses, que vivía allí, el cual no estaba en su sano juicio porque la desconocía como madre. Aclara que en el lugar vive un hombre, al que conoce como “el mochila”, de cincuenta años, aproximadamente, que vende droga y tenía amistad con su hijo; quien según le decía su corazón de madre, consumía droga. Ese hombre no estaba, sino su señora de la cual desconoce el nombre. Después llegó la policía, y ella se llevó la moto. Fue escuchado en testimonial el Sr. Agustín David Rodriguez Tello, quien negó todo, quiere que su mamá salga porque la necesita mucho. Reitera en numerosas oportunidades, que no recuerda nada, al dársele lectura por pedido fiscal de su denuncia, insiste en no recordar y pone en duda su contenido y firma Niega haber vivido con Walter Rodriguez, solo afirma trabajar con él, dice que siempre vivió con sus padres. A preguntas formuladas, refiere que cualquier pastilla que tome con alcohol lo pierde, hasta una bayaspirina, que nunca se hizo asistir médicamente, no recuerda haber denunciado a su madre. Expresa que solo sabe que todo es mentira. Declara Walter Miguel Rodriguez, a cuyo respecto, que estando ya Luciana en su casa, porque con Agustín la habían ido a buscar, conforme ut supra se reseñó. Ese mismo día, al llegar a su casa, en la noche, Tello estaba allí, buscando a Luciana; todavía no llegaba Agustín, y al verlo, lo empieza a corretear insultándolo y pidiéndole a la Luciana; que después Agustín, le contó que llevaba un arma de fuego, pero él, aclara, que no vio el arma, solo vio que llevaba la mano escondida para abajo. Que al llegar la policía nos dice que la mujer quería la moto y que nosotros hiciéramos la denuncia. Cree que Agustín le dio la moto, Luciana no salió, permaneció adentro. Se procedió a incorporar, por pedido fiscal y conformidad de la defensa, la prueba instrumental que da cuenta el acta de debate, a la que se remite; como también, la informativa solicitada por la defensa, diligenciado a fs. 580 y cuyo informe a fs. 582 del que surge que respecto Miguel Angel Rodriguez, no se encuentra ninguna investigación o causa referente al ciudadano mencionado. En la etapa de alegatos la Sra. Fiscal de Cámara sostuvo la acusación basada en el acta de denuncia y en las manifestaciones del testigo Walter Rodriguez, sosteniendo la autoría de Tello por el delito de Amenazas coactivas por el uso de arma de fuego, artículo 149 ter, primer párrafo en función con el artículo 149 bis, segundo párrafo del Código Penal.- A su turno, después de consideraciones de hecho y derecho, la defensa reclama la absolución de su pupila. Poder Judicial Mendoza Tercera Circunscripción Judicial Segunda Cámara del Crimen III.- Puesto a resolver, conforme el análisis crítico de la prueba pasada en la audiencia y la debidamente incorporada, obtengo un estado de duda razonable sobre la existencia material del injusto y la autoría de la causante. Está acreditado con certeza que María Celia Tello, en fecha 06 de Octubre de 2.011, siendo las 20:00 horas, concurrió al domicilio de la familia Rodriguez, situado en la casa “10”, manzana “C” del Barrio Río Mendoza, buscando a su hija Luciana, en forma prepotente; que discutió con su hijo Agustín Rodriguez y lo correteó. Sin embargo, no puede sostenerse el tramo fáctico que tipifica la figura endilgada, al no poder afirmar con certeza los términos vertidos por la justiciable hacia su hijo, habida cuenta que Walter Rodriguez, solo dijo escuchar insultos, que “le diera a la Luciana” y la moto, sin haber observado que la misma, esgrimiera en forma ostensible un arma de fuego; y más allá de los dichos iniciales de Agustín en ese sentido; que se encarga de desmentir en audiencia; lo cierto es que habiendo arribado la policía al lugar y habiendo entrevistado a la propia imputada, no se obtuvo el secuestro del presunto arma de fuego utilizada; y si bien, puede haberse incurrido en la omisión funcional de no palparla de armas, lo cierto, es que no se estableció la existencia de la misma; ni tampoco, ex post , luego de que se le allanara su domicilio. Por tanto, ante el equilibrio probatorio, propongo al acuerdo, la absolución de la imputada del delito de Amenazas coactivas por el uso de arma de fuego, artículo 149 ter, primer párrafo en función con el artículo 149 bis, segundo párrafo del Código Penal.- ASI VOTO. Los Doctores Armando Cecilio Martínez y Jorge Luis Del Pópolo, se adhieren al voto precedente. CAUSA N° 169 I.- La causa viene a juicio en virtud del Requerimiento de Citación a juicio de fs. 78/79, que reza así: “Que en fecha 07 de Octubre de 2.011, siendo las 17:00 horas aproximadamente, la encausada María Celia Tello Fernández llegó al hogar situado en la casa “10”, manzana “C” del Barrio Río Mendoza y en la vía pública, previo haberle manifestado a Agustín David Rodríguez “Dame la Luciana”, sacó de su cintura un cuchillo y le lanzó una puñalada a su tórax, habiendo alcanzando la víctima a cubrirse con su antebrazo derecho, donde resultó lesionado”. Se fundamentó la responsabilidad penal de la imputada en las pruebas reunidas en la instrucción y, en cuanto a la calificación legal, los hechos fueron encuadrados en el tipo penal Lesiones Leves Dolosas Agravadas por el Vínculo, previsto y sancionado por el artículo 92 en función con el artículo 89 del Código Penal. II.- Leída la acusación e impuesta, previamente sobre sus derechos, optó por abstenerse de declarar, adoptando el mismo temperamento que en la investigación penal preparatoria. Como antes se señaló, el hijo de la imputada, Agustín David Rodriguez Tello, concurrió a la audiencia a negar lo denunciado, afirmando no recordar nada de lo que había sucedido; poniendo en duda el acta de denuncia y su contenido. Argumentando que él se empastillaba, no estaba en sus cabales; insistiendo que no recuerda. Expresó que quiere que su mamá salga porque la necesita mucho. Prestó testimonial la funcionaria policial Marcia Daniela Liliana Ceballos Camargo, ratificando firma del acta de procedimiento de fojas 1, ratificado a fojas 3 y 4, dando cuenta que el día del hecho, un chico viene a buscarlos a la Comisaría de Palmira, porque la madre había intentado apuñalarlo, que ante tal situación se trasladó hasta el domicilio y al llegar observó a la justiciable sentada fuera de la casa, con un cuchillo grande y manifestaba que quería ver a la hija, quien no quiso salir en ningún momento, solo se asomaba. Que inmediatamente, procedió a la aprehensión y al secuestro del cuchillo. En concordancia, declara su compañera Elizabeth Vilches. Por su parte, ut supra reseñado, se recibió testimonial al Sr. Walter Miguel Rodriguez, quien en particular al hecho aquí tratado sostuvo que al otro día de haber traído a Luciana a su casa, estaban con Agustín afuera, a la orilla del cordón, cuando llega Celia Tello, pregunta por él y cuando Agustín le dice “acá estoy”, lo insulta y le pide que traiga la Luciana, momento en que saca de la espalda un cuchillo grande, como de treinta a treinta y cinco centímetros; Agustín se para y le larga la puñalada y le corta el brazo, afirma que prácticamente fue al pecho, porque cuando él ve la cuchilla, se para. Inmediatamente, se suben a la camioneta y se van a la policía. Afirma que vuelve con la policía, viendo a la Tello, sentada en la puerta, la policía va hacia ella, mientras él busca su documento. Poder Judicial Mendoza Tercera Circunscripción Judicial Segunda Cámara del Crimen A pedido de parte, se incorpora la prueba instrumental, que se tiene aquí por reproducidas. II.- La Sra. Fiscal de Cámara subrogante formula los alegatos y luego de consideraciones de hecho y derecho sostiene la acusación y afirma la materialidad del hecho y autoría de la imputada del delito de penal Lesiones Leves Dolosas Agravadas por el Vínculo, previsto y sancionado por el artículo 92 en función con el artículo 89 del Código Penal. Por su parte, la Sra. Defensora reclama la absolución de su asistida, argumentando que al haberse desconocido la denuncia, no hay instancia y por tanto, no hay acción penal; pidiendo en subsidio, en caso de que el Tribunal la encuentre responsable el mínimo de la pena. III.- El análisis de la prueba receptada me convence con certeza de la existencia del hecho y de la autoría de la imputada. Veamos. El testimonio de Walter Rodriguez afirma las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que María Celia Tello, arribó a su domicilio y cómo le arroja el cuchillazo al cuerpo de su hijo Agustín, quien logra poner su antebrazo; logrando escapar con Walter e irse a la comisaría 28 de Palmira a pedir ayuda, donde permanece Agustín. Al arribar junto al móvil policial a la casa, encuentran a Tello, con el cuchillo en sus manos, procediéndose a su aprehensión y al secuestro, conforme surge del acta que luce agregada a fs. 11, que describe un cuchillo con cabo de color negro, con una hora de 15 centímetros de largo aproximadamente, cuyas fotos son de figuración en autos a fojas 12/13; las cuales, en audiencia le fueron exhibidas, tanto a los actuantes policiales y a Walter Rodriguez , afirmando las coincidentes características. Agustín Rodriguez, que según el acta de nacimiento (fs. 39) resulta ser hijo de David Arturo Rodríguez y María Celia Tello, fue examinado por el médico forense que informó “presenta escoriación puntiforme rojiza, de 1,5 mm. de diámetro en tercio medio interno de antebrazo izquierdo”, con tiempo probable de curación e incapacidad laboral menor a treinta días. La denuncia, oportunamente formulada, conforme las normas de la investigación penal preparatoria, agoto la facultad de instancia del legitima- do, contenida en un acta, resulta ser un instrumento público; cuyo contenido hace plena fe, erga omnes, hasta ser redargüido de falsedad, por acción civil o criminal. En tal carácter, la regla prevaleciente es que basta con el anoticiamiento del hecho ante la autoridad, la que supone aquella voluntad, sin ser necesario que se formule petición alguna, siendo suficiente con su voluntad de denunciar, la que debe ser indubitada y expresa; requisitos reunidos por el acta de fs. 6/7, donde, además, quedó en forma expresa la voluntad de instar la acción. De ese modo, se removió el obstáculo que constituía la instancia privada, conforme lo establecido por el art. 72 del Código Penal y art. 9 del C.P.P., permitiendo la promoción y el ejercicio de la acción penal por el Ministerio Fiscal, que dado su carácter público; no puede ser retractada (principio de legalidad e irrectractabilidad) En suma, las pruebas de cargo analizadas me convencen sobre la existencia del hecho ut surpra descripto, como también, la autoría y responsabilidad penal de la imputada. ASI VOTO. Los Doctores Armando Cecilio Martínez y Jorge Luis Del Pópolo, se adhieren al voto precedente SOBRE LA TERCERA CUESTIÓN LA DOCTORA VIVIANA PATRICIA MORICI DIJO: Causa n° 167 : La plataforma fáctica que se encuentra acreditada y cuya autoría se afirma respecto de María Celia Tello Fernandez encuadra en el delito de Promoción a la prostitución agravada, previsto en el art. 125 bis, tercer párrafo del C.P.. El tipo penal castiga a quien instiga o inicia al menor en la prostitución o lo mantiene en la ya iniciada, allanándole los obstáculos para su ejercicio, así promueve la prostitución, el que con su iniciativa, trata de conseguir que la víctima asuma el estado de prostitución, lo mantenga o intensifique si ya lo tiene. Facilita: el que elimina los obstáculos o suministra medios u oportunidades (locales, clientes, etc.) para que la víctima logre su propio objetivo de prostituirse, o realice las actividades del estado en que ya se encuentra. Poder Judicial Mendoza Tercera Circunscripción Judicial Segunda Cámara del Crimen Las conductas típicas consisten en promover o facilitar la prostitución como un estado más o menos permanente. entendiendo por prostitución cuando el sujeto pasivo se entrega habitualmente a tratos sexuales –que puede estar constituida por accesos carnales normales o anormales o cualquier otro modo de aproximación sexual, como el coito oral o la prestación del cuerpo para otra clases de actividades sexuales- con sujetos indeterminados por lucro, o con el deseo de obtener beneficios materiales. Sanciona la promoción o facilitación de la prostitución de menores de 18 años con o sin el consentimiento de estos, siendo suficiente para conformar el tipo penal que la acción delictiva promueva o facilite la prostitución del menor de edad, dado que la ley parte del supuesto de que el consentimiento prestado por el menor a los requerimientos o facilidades de quienes pretenden su prostitución no puede ser considerado válido ni justificar jurídicamente la conducta de aquellos. María Celia Tello, como progenitora de Luciana (su ascendiente), ostentaba a su respecto, posición de garante y debía velar por su cuidado y protección. Sin embargo, junto a ella concurría al lugar de cita y mientras Luciana se dirigía a mantener contacto sexual a cambio de precio, con un sujeto que Tello había contactado, su madre permanecía en el casino, aguardándola. Asimismo, la acompañó a una entrevista para obtener el trabajo de “copera o alternadora” en un club nocturno, cuyo horario de trabajo era de 22:30 hs. a 5 o 7 hs. de la madrugada, muniéndola del documento de identidad de su sobrina, mayor de edad, para lograr su objetivo. Ya logrado, su hija le entregaba el dinero, que con el comercio de su cuerpo lograba; manteniéndola en ese estado, en el mejor de los casos, bajo persuación de ser lo mejor para el bienestar de sus hermanos; o bajo amenazas de maltratos a los mismos, e inclusive a ella “si te vas yo te mato”; o utilizando diversas formas de presión psicológica, tales como “si querés andá a colgarte de un árbol, yo no me voy a hacer problema”. Circunstancias configurativas de las agravantes del tipo en comento que aumenta la pena cuando simplemente es un ascendiente o hubiera mediado violencia, amenaza, abuso de autoridad o cualquier otro medio de intimidación o coerción, entendiendo junto a la doctrina que esta enumera- ción de la norma es meramente ejemplificativa, pues se agrava la conducta toda vez que se empleen medios coactivos, que tienden a lesionar la libre decisión de la víctima. Causa n° 168: De acuerdo a la conclusión que se arriba en el punto anterior, deviene en abstracto su tratamiento Causa n° 169: La plataforma fáctica que se encuentra acreditada y cuya autoría se afirma respecto de María Celia Tello Fernandez encuadra en el delito lesiones leves agravadas por el vínculo (art. 92 en función con el artículo 89 del Código Penal) toda vez que con un cuchillo, ocasionó un daño en el cuerpo de su hijo Agustín Rodriguez Tello, que lo incapacitó por menos de un mes para el trabajo ASI VOTO. Los Doctores Armando Cecilio Martínez y Jorge Luis Del Pópolo, se adhieren al voto precedente SOBRE LA CUARTA CUESTIÓN LA DOCTORA VIVIANA PATRICIA MORICI DIJO: El Ministerio Fiscal en sus alegatos solicitó la pena de trece años de prisión como autora de los delitos contenidos en las respectivas requisitorias fiscales de elevación a juicio. I.- Conforme al acuerdo arribado sobre los puntos anteriores, en orden a la graduación de la pena a imponerse a la imputada MARIA CELIA TELLO FERNANDEZ debe tenerse presente la escala penal en abstracto, contenida en el art. 125 bis, tercer párrafo en concurso real con la contenida en el art. 92 en función con el artículo 89 del Código Penal que, por aplicación del art. 55 del Código Penal, oscila entre un mínimo de 10 años de prisión y un máximo de 17 años de prisión. Fijada la escala penal aplicable, a los efectos de su selección, se impone estimar la pena justa a la magnitud del injusto y reprochabilidad del autor, conforme los baremos trazados por el art. 40 y 41 del Código Penal. El caso juzgado amerita imponer a la imputada MARIA CELIA TELLO FERNANDEZ la pena de DIEZ años de prisión. Sabido es que el marco penal configura una escala de gravedad continua en la que el legislador establece todos los casos posibles, desde el más grave hasta el más leve, en orden ascendente. Es lo que se ha dado en llamar “escala Poder Judicial Mendoza Tercera Circunscripción Judicial Segunda Cámara del Crimen de gravedad continua”, subdividida en tres segmentos. El límite inferior para los casos más leves, el tramo medio para los intermedios y el superior para los hechos de máxima gravedad (conf.Ziffer, Patricia “Lineamientos de la determinación de la pena”, pág. 37) Debe atenderse muy especialmente a la naturaleza de las acciones desplegadas, los medios empleados, la extensión del daño causado y los peligros ocasionados, así como el grado de participación que tuvo el sujeto juzgado en el hecho, la calidad de las personas involucradas y las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que se desplegaron las conductas que se juzgan. En el caso que nos ocupa me sitúo en el límite inferior de la escala referida porque gran parte de la medida de la culpabilidad la recepta la calificación legal, al establecer la circunstancia agravante que aplicamos, tal como es la calidad de ascendiente y el medio comisivo utilizado; desvalorándolo con una pena alta que estimo suficiente a los fines preventivo especiales. En la pena elegida, se pondera por un lado, el escaso nivel educativo y los tres hijos de corta edad que posee; y por el otro, el daño irreparable que ha ocasionado en la vida de relación con su hija y su entorno familiar, los peligros a los que la expuso y la agresividad desplegada con posterioridad a la denuncia de los hechos. Advirtiendo que la condena recaída lo es por un delito comprendido en el Título III, capítulto II del Código Penal y que de la prueba rendida, se ordenó que una vez firme, la presente sentencia, se inscriba en el Registro de Infractores Sexuales (RE.D.I.S). II.- La defensa solicitó que en caso de que el Tribunal condenara, se ordenara la prisión domiciliaria de su asistida, reeditando un pedido que ya tuvo respuesta jurisdiccional en autos n° 171.361 y 171.368, acumulados a los presentes por cuerda separada. En tal inteligencia, no habiendo variado las circunstancias que se tuvieron en cuenta para el rechazo de aquel pedido, es que no corresponde expedirse nuevamente al respecto. Por otra parte, cabe referenciar que el Tribunal resulta ser órgano de alzada respecto de las resoluciones dictadas por los Jueces de Ejecución, en virtud de equidad en la distribución de causas, en relación a la Cámara de Ape- laciones de la Provincia; conforme lo resolvió la S.C.J. en autos 107443 “Lencina Agüero, Juan Ceferino Ejecución 105/a s/Competencia”. En tal virtud, no resultaría procedente expedirse sobre materia de exclusiva competencia del Juez de Ejecución, como es la modalidad del cumplimiento de la pena impuesta por el Tribunal de Juicio; toda vez que de hacerlo, se estaría vedando la posibilidad del recurso o derecho de doble conforme, a una de las partes del proceso. III. COMPULSA: He considerado que los hechos que surgen probados indican la posibilidad de comisión de otros hechos delictivos que violen lo prescripto en las leyes 12.331 y 26.842, toda vez, que entre otros, en el local nocturno “Eros”, sito en El Challao, de la Ciudad de Mendoza, ejercía la prostitución una menor de edad con documentación perteneciente a otra persona, lo cual amerita profundizar la investigación por los órgano estatales competentes. ASI VOTO. Los Doctores Armando Cecilio Martínez y Jorge Luis Del Pópolo, se adhieren al voto precedente SOBRE LA QUINTA CUESTIÓN LA DOCTORA VIVIANA PATRICIA MORICI DIJO: Siendo condenatoria la presente sentencia, corresponde aplicar las costas y accesorios legales del presente juicio al condenado (art. 29 inc. 3º del Código Penal y 431; 581 y 582 del Código Procesal Penal). ASI VOTO. Los Doctores Armando Cecilio Martínez y Jorge Luis Del Pópolo, se adhieren al voto precedente Con lo que quedaron formulados los fundamentos de la presente sentencia. CONSTANCIA: Se deja constancia que los fundamentos que anteceden no son suscriptos por el Dr. Armando Cecilio MARTINEZ (Vocal), por encontrarse en uso de licencia el día de la fecha, (art. 411 inc. 5 del C.P.P., Ley 6.730 y modif. ). SECRETARIA, 30 de abril de 2013.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -