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Sala I – 40269-C. N., L. A.Queja/violación al plazo previsto por el art. 294 del CPPNJuzgado de Instrucción nro. 1/Secretaria nro. 105-
///nos Aires, 18 de mayo de 2011.
Y VISTOS:
Con fecha 16 de mayo del año en curso se celebró la audiencia
oral y pública prevista por el art. 454 del CPPN (ley 26.374) en razón de la
queja abierta interpuesta por la defensora oficial Verónica Blanco contra el
decreto obrante a fs. 71, por cuanto allí se rechazó el planteo de la defensa de
inmediata libertad de su asistido L. A. C. N. o H. C. B., por haber vencido el
plazo legal máxime para mantener dicha situación, con relación al art. 294 del
CPPN. Tras ello, se ordenó un intervalo a los efectos de continuar con la
deliberación y resolver.
USO OFICIAL
Cumplida la deliberación de rigor, el tribunal se encuentra en
condiciones de resolver el presente asunto.
Y CONSIDERANDO:
Oídos los agravios expuestos por la Dra. Blanco, y confrontados
que fueran con las actas escritas que tenemos a la vista, consideramos, a la luz
de la sana crítica racional, que la decisión que viene recurrida debe ser
homologada aunque por los fundamentos que a continuación se indican.
a- Antecedentes del asunto:
A modo de síntesis, y a los efectos de tornar comprensivo nuestro
análisis, es de señalar que el imputado fue detenido en estas actuaciones el
pasado 1 de abril de 2011 a las 15:45 hs., conforme se desprende del acta de
detención obrante a fs. 4. Durante el 2 de abril, se ordenaron medidas de
prueba (cfr. fs. 50/54), y al día siguiente, se dejó constancia que la defensora
oficial se entrevistó con el detenido (a las 17:36hs, cfr. fs. 63).
El 4 de abril a las 7:17hs. el sumario fue recepcionado en el en
el juzgado interviniente (cfr. cargo a fs.65/vta.), y tras ello se ordenó recibirle
declaración indagatoria al imputado C. (art. 294 del CPPN). Seguidamente, la
defensora solicitó su libertad del planteo aquí examinado, y ese mismo día se
materializó la declaración, oportunidad en la cual el detenido se identificó
como H. C. B., conforme surge del acta de fs. 73/4.
Entre tanto, y a raíz del pedido de libertad formulado por la
defensa oficial, se tramitó la excarcelación de C., donde se le denegó la
libertad, extremo que fue confirmado por esta alzada, vía incidental (recurso
nro. 40.184).
b- Su análisis:
Con esos antecedentes, y ya ingresando al quid de la cuestión,
tres aspectos se deben destacar a los efectos de dar respuesta al recurso.
I) La primera cuestión que debemos abordar conforme resulta del
planteo formulado por la defensa, se refiere a cómo se deben computar los
plazos establecidos por el art. 294 del CPPN, para establecer cuándo, según
nuestro ordenamiento jurídico, debe ser recibida dicha declaración.
En esa línea, si la persona a indagar se encuentra en libertad, ésta
tiene lugar durante la instrucción cuando se acredita el estado de sospecha
bastante para convocarla en esos términos.
Mas en el caso de autos, el imputado se encontraba detenido, no
obstante lo cual esta situación se encuentra prevista expresamente en la norma
al indicar que el juez debe interrogarlo “…si estuviera detenida[o],
inmediatamente, o a más tardar en el término de veinticuatro (24) horas
desde su detención. Este término podrá prorrogarse por otro tanto cuando el
magistrado no hubiere podido recibir la declaración, o cuando lo pidiere el
imputado para designar defensor.”
De una interpretación literal de este último tramo normativo,
concluimos que asiste razón a la defensa en cuanto a que el plazo que allí se
señala se debe contar de momento a momento por horas corridas, pues allí se
fija un momento –el de la detención- como inicio del plazo y a él se refiere en
horas (24/48), y no a días. Si bien ello no se encuentra expresamente previsto
en el Código Civil como premisa, sí podemos destacar que el plazo de días, en
cuanto a su cómputo, sí se encuentra contemplado expresamente en el Código
Civil, en el art. 24, a modo de oposición a nuestro plazo y precisamente
teniendo presente la diversa naturaleza, de la siguiente manera: “el día es el
intervalo que corre de medianoche a medianoche; y los plazos de días no se
contarán de momento a momento, ni por horas, sino desde la medianoche en
que termina el día de su fecha.”
Pues en esa misma línea la propia CSJN se ha expresado sobre el
punto, cuando sostuvo que “es jurisprudencia de esta Corte, la de que los
términos por hora corren desde aquella de la notificación (conf. Fallos
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t.44,p.233; t.80, p.164)”1. Esa ha sido también la jurisprudencia que se
observó con posterioridad en distintos fueros: “El art. 15 de la ley 16.986 es
claro en cuanto dispone que el recurso de apelación contra la sentencia
dictada en el juicio de amparo deberá interponerse dentro de las ’48 horas’
de notificada la resolución impugnada. El plazo establecido en horas
comienza a correr desde la hora en que se ha practicado la notificación y se
computa hora a hora”2.
También la doctrina se hizo eco de tales antecedentes. Así se ha
indicado que “…cuando la persona está detenida, el plazo para tomar
indagatoria no puede exceder de cuarenta y ocho horas contadas de momento
a momento, por eso es imprescindible hacerlo constar en el acta, pues así
podrá verificarse la corrección del cómputo cuando deben incluirse las horas
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inhábiles circunstancia que sólo se da en la instrucción (art. 116)”3.
Sentado ello, al examinar el caso de autos, advertimos que desde
que fue detenido C. hasta que se llevó a cabo su declaración, se excedió no
solo el término de regla de 24 horas, sino también la prórroga
que
excepcionalmente dispone la norma cuando fundadamente así se justifique (24
horas más, aunque ello tampoco fue objeto de pretensión por parte del a quo),
dado que ello en definitiva lo hubiera colocado en la situación extrema de
prestar declaración el domingo 3 de abril a las 15:45 horas. Lo que no ocurrió.
La interpretación adversa que implícitamente surge del criterio
del juez de grado (contar el plazo en examen a partir de días hábiles), llevaría
a una inaceptable prolongación del plazo en ciertos casos como son los
feriados turísticos o “feriados puente” establecidos por el art. 3º del dec.
1584/2010, en los que el cómputo del término máximo previsto por el art. 294
del CPPN, de 48 horas, podría traspasar ese bloque de 4 días, y en definitiva
cumplirse el mandato a mas de 100 horas desde la detención.
En definitiva, y como ya lo hemos esbozado, en este caso el
imputado C. debió ser indagado, cuando menos, el domingo 3/4/2011 a las
15:45hs.
1 JA, 63-352.
2 C.Nac. Cont. Adm. Fed. Sala I, 26/10/95 “Talami SA”, causa nro. 41880/95; en igual sentido: C.Nac.
Electoral 17/11/1998 “Sosa, Ángel”; C.Nac. Trab. Sala 6ta. Rta. 17/10/94 “Cácerez González” citado en
Código Civil y leyes complementarias, de Marcelo López Mesa, T.1, Lexis Nexis, 2007, pag.50.
3 Código Procesal Penal de la Nación, Anotado. Comentado. Concordado, Francisco J. D’Albora, octava
edición, Abeledo-Perrot, pág. 511.
II) Ahora bien, advertida la irregularidad señalada, debemos
abocarnos a establecer si el incumplimiento del plazo del art. 294 del CPPN
acarrea los efectos pretendidos por la recurrente.
Nos inclinamos por la negativa. Ello por cuanto la libertad
pretendida no es un efecto previsto por la norma que fija el plazo en examen
frente a su incumplimiento, ni siquiera implícitamente, como ocurre en el caso
del art. 77 del CPPN, donde, ante la incapacidad mental sobreviviente, se
establece la internación de resultar peligro, con lo que tácitamente, se impone
la libertad para el caso de no serlo.
Asimismo, podemos señalar que la cuestión de la demora en la
presentación del detenido ante un órgano judicial cuenta con otras respuestas
en el ordenamiento positivo, tales como los casos de urgencia regulados en el
último párrafo del inc. 10 del art. 184 del CPPN, y la existencia del instituto
del habeas corpus que posibilita la comparecencia de manera inmediata y
pública de toda persona privada de su libertad ante un juez (art.11 de la ley
23.098).
Por igual motivo, tampoco corresponde fulminar con nulidad el
acto cumplido fuera del plazo en examen, más allá que no fuera la
consecuencia pretendida por la defensa. En ese sentido se entiende que se trata
de “un plazo meramente ordenatorio; su superación no acarrea la nulidad”4.
Y en sentido orden, se ha sostenido que “el cumplimiento estricto de este
plazo es una obligación imperativa para el juez. Como no se trata de un
término perentorio sino simplemente ordenatorio, puede vencerse sin que se
extinga el deber del juez de interrogar al detenido, sin perjuicio del derecho
de éste o de su defensor a urgir al juez.” 5
III) Lo expuesto hasta aquí nos conduce al tercer interrogante que
debemos afrontar, esto es, ante qué tipo de plazo nos encontramos.
Como se desprende de la doctrina citada, consideramos que se
trata de un término ordenatorio toda vez que el sistema legal no establece
ninguna consecuencia procesal en caso de incumplimiento. De igual forma,
podemos citar el art. 207 del mismo cuerpo legal, unido íntimamente con la
declaración indagatoria puesto que a partir de allí comienza a correr el plazo
4 Ibídem.
5 Código Procesal Penal de la Nación, Comentado y anotado, T.II, Director Miguel Angel Almeyra, La Ley,
2007, texto de Mariano La Rosa, pág. 505.
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de duración de la instrucción, sin que expresamente y frente a su exceso se
establezca secuela alguna. De adverso, podemos citar lo previsto por el 400
del CPPN, en cuanto establece la lectura de la sentencia y prevé una hipótesis
de invalidez que se vincula con la falta de lectura en el término de ley.
Ahora bien, el carácter ordenatorio del plazo no descarta la
obligatoriedad de su cumplimiento por parte del órgano judicial. Solo indica
que carece de efectos dentro del proceso su incumplimiento, por lo que cabe
sostener que solo podría excederse, en lo mínimo indispensable, en casos
excepcionales y en forma debidamente motivada. Por el contrario, su reiterada
violación podría generar las consecuencias disciplinarias destacadas por la
doctrina ya citada.
c- Finalmente, es necesario mencionar que la defensora oficial
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hizo alusión en la audiencia a la posible violación del plazo de
incomunicación previsto en el art. 205 del CPPN, respecto de su asistido; sin
embargo, ese aspecto no integró el planteo de la letrada a fs. 69/70, ni en
consecuencia fue materia de decisión del decreto recurrido (cfr. fs. 71), por lo
que debe ser considerado tardíamente introducido en este asunto, sin que
entonces corresponda aquí su tratamiento.
Por las consideraciones expuestas, el tribunal RESUELVE:
I- CONFIRMAR la decisión obrante a fs. 71, en cuanto fuera
materia de recurso (art. 455 del CPPN).
II- Tener presente el juez de grado los fundamentos expuestos en
los considerandos.
Devuélvase, y practíquense las notificaciones de rigor en la
instancia de origen. Se deja constancia que el juez Alfredo Barbarosch no
suscribe la presente por no haber intervenido en la audiencia, e informada la
parte no realizó objeción alguna a la composición del tribunal.
Sirva la presente de muy atenta nota de envío.
JORGE LUIS RIMONDI
Ante mí:
LUIS MARIA BUNGE CAMPOS
Silvia Alejandra Biuso
Secretaria de Cámara
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