CRITERIOS PARA LA GESTIÓN DE LOS ESPACIOS PROTEGIDOS EN EL CONTEXTO DEL CAMBIO GLOBAL Diciembre 2012 Con la colaboración de: Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos Este documento ha sido elaborado por el Grupo de Conservación de EUROPARC-España, formado por gestores de áreas protegidas responsables de planes y actuaciones de conservación del patrimonio natural y la biodiversidad. Además se han recibido aportaciones de investigadores relacionados con el estudio del cambio global (Fernando Valladares, CSIC; Miguel Ángel Zavala; Universidad de Alcalá; Regino Zamora, Universidad de Granada), así como del Organismo Autónomo Parques Nacionales y la Oficina Española de Cambio Climático. La coordinación ha corrido a cargo de la Oficina Técnica de EUROPARC-España. Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos CONTENIDO 1. INTRODUCCIÓN ...............................................................................................................1 1.1. ¿Qué es el cambio global?.................................................................................................. 1 1.2. Efectos del cambio global................................................................................................... 2 1.3. Los espacios protegidos y el cambio global ....................................................................... 5 1.4. Capacidades de gestión de las áreas protegidas. Construir capacidad de adaptación...... 7 2. EL CAMBIO GLOBAL EN LAS ESTRATEGIAS NACIONALES E INTERNACIONALES ....................9 2.1. Cambio global en la agenda internacional ......................................................................... 9 2.2. El cambio global en las políticas europeas ....................................................................... 11 2.3. El cambio global en las políticas españolas ...................................................................... 13 3. CRITERIOS PARA LA INCORPORACIÓN DEL CAMBIO GLOBAL A LA GESTIÓN DE LAS ÁREAS PROTEGIDAS ..................................................................................................................... 18 3.1. Considerar la perspectiva global. De los espacios protegidos a las redes, y el territorio como sistema .......................................................................................................................... 19 3.2. Gestionar la incertidumbre: la importancia de la investigación y el seguimiento ........... 22 3.3. Incorporar a la planificación y la gestión de los espacios protegidos el cambio como un proceso siempre presente ...................................................................................................... 26 3.4. Nuevas herramientas de gobernanza para un nuevo contexto ....................................... 29 3.5. Mejorar el apoyo social y la sensibilización sobre los efectos del cambio global ............ 31 3.6. Conclusión ........................................................................................................................ 32 4. REFERENCIAS ................................................................................................................. 34 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos 1. INTRODUCCIÓN 1.1. ¿Qué es el cambio global? Con el término “cambio global” se engloba el conjunto de cambios ambientales afectados por la actividad humana, con especial referencia a los cambios en los procesos que determinan el funcionamiento del sistema Tierra. El cambio global debe ser entendido por tanto como un proceso complejo, resultante de las interacciones entre los diferentes procesos biofísicos afectados por la actividad humana, y entre éstos y los sistemas sociales (Duarte, 2006). El cambio global es pues, el resultado de la interacción de un conjunto de factores que actúan de manera directa sobre los procesos biofísicos de los ecosistemas y por tanto afectan al flujo de servicios que éstos proporcionan. Los principales impulsores directos - o principales componentes del cambio global - son los cambios en los usos del suelo y modelos de gestión de los recursos naturales, y el cambio climático. A estos se añaden la contaminación de las aguas, suelos y atmósfera, las invasiones de especies exóticas, los cambios en los ciclos biogeoquímicos y la sobre-explotación de los componentes geóticos y bióticos de los ecosistemas. Además es necesario tener en cuenta el origen de estos cambios, es decir los llamados “impulsores indirectos” del cambio. Son factores y procesos sociopolíticos que actúan de un modo más difuso, alterando el funcionamiento de los ecosistemas a través de su acción sobre los impulsores directos de cambio. Los principales impulsores indirectos de cambio son demográficos, económicos, sociopolíticos, de género, ciencia y tecnología, y culturales (Evaluación de los Ecosistemas del Milenio de España, 2011). Aunque el cambio es consustancial al funcionamiento de los ecosistemas, dos circunstancias son singulares en el proceso actual de cambio global: su rapidez y el hecho de que la actividad de una sola especie (el ser humano) sea el principal motor de estos cambios. El cambio global no puede ser entendido como un fenómeno simple de causa-efecto, sino que obedece a múltiples relaciones causales, que tienen efectos a diferentes escalas espaciales y temporales; por eso una de sus características es la dificultad de predecir su evolución. En la práctica, esta incertidumbre dificulta la toma de decisiones para los gestores de las políticas ambientales. Por ello es necesario, como parte de las estrategias destinadas a evitar o limitar las consecuencias del cambio global, “construir capacidad de adaptación” frente al cambio global en las instituciones, en los procesos de planificación y en la toma de decisiones. Los espacios protegidos del Estado español necesitan adaptar sus modelos de gestión al mundo 1 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos cambiante del siglo XXI, en su dimensión social, económica y ecológica, para poder seguir ofreciendo a la sociedad el rico y variado flujo de servicios que contribuyen a su bienestar. 1.2. Efectos del cambio global Las consecuencias previsibles del cambio global son muy amplias, incluyendo un amplio impacto social (sobre la salud, estructura demográfica, flujos migratorios, modificación de la base económica, en la organización social). Desde el punto de vista del funcionamiento de los ecosistemas, algunos de los efectos del cambio global serán el cambio en el régimen de perturbaciones (sequías, inundaciones, incendios, plagas), cambios intensos en las zonas litorales por el incremento del nivel de mar, modificaciones en la composición específica y el funcionamiento de los ecosistemas (ligado al cambio en las condiciones ambientales y el consiguiente desplazamiento de las poblaciones de especies de flora y fauna, con un incremento en la llegada de especies invasoras), así como el incremento del número de especies amenazadas y pérdida de biodiversidad, y aparición de enfermedades emergentes que afectan a las especies silvestres. Un análisis de las causas y efectos del cambio global en España puede encontrarse en la Evaluación de Ecosistemas del Milenio en España (EME, 2011). De acuerdo a las conclusiones de este amplio proyecto, los “impulsores” más importantes del cambio global en España son: 1) El principal impulsor del cambio global en España en los últimos 50 años han sido los cambios de usos del suelo, con dos vertientes actuando simultáneamente: por una parte artificialización del suelo (urbanización) y la intensificación agraria, y por otro el abandono de las prácticas y usos tradicionales de gestión de los ecosistemas en el medio rural, con consecuencias como pérdida o degradación de hábitats y fragmentación de los mismos. Los cambios de uso más profundos e irreversibles son los relacionados con la construcción de urbanizaciones e infraestructuras: la superficie artificializada se ha incrementado un 54% entre 1987 y 2005. Los ecosistemas más afectados han sido los litorales. El abandono de los modelos agrarios tradicionales, por ejemplo la práctica desaparición de la cabaña ganadera extensiva o de los aprovechamientos de leñas en los montes en solo unas décadas han sido determinantes en la evolución de gran parte del territorio forestal y agrícola y han determinado profundos cambios en su 2 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos funcionamiento ecológico, entre los que puede destacarse el aumento exponencial de las poblaciones ciertas especies. 2) El siguiente impulsor de cambio global en relación a su impacto sobre la provisión de servicios de los ecosistemas es el debido a la contaminación, en especial de las aguas continentales, junto con la explotación intensiva de servicios de abastecimiento de los ecosistemas. Se destaca en especial la sobrepesca en el medio marino y la sobreexplotación de acuíferos, con graves consecuencias sobre los ecosistemas de humedales ligados a procesos de descarga de agua subterránea. 3) Según las predicciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC, 1997; 2007), España va a sufrir de forma severa los efectos del cambio climático, que van a afectar de manera directa e indirecta a la conservación de su biodiversidad. Aunque la intensidad de este motor del cambio actualmente es muy inferior a los anteriores, se espera una tendencia al aumento y un efecto especialmente acusado en los ecosistemas mediterráneos (Figura 1). Figura 1. Impacto del cambio climático para cada región biogeográfica de la Unión Europea en función de la vulnerabilidad por tipo de hábitat. (Fuente: Vos et al. 2010) 3 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos Figura 1. Impacto del cambio climático para cada región biogeográfica de la Unión Europea en función de la vulnerabilidad de las especies (Fuente: Vos et al. 2010) Los modelos predicen una reducción muy significativa de las precipitaciones que tendrá como consecuencia condiciones ambientales más áridas en la región mediterránea y más similares a la mediterránea en la región atlántica. Estos cambios en las condiciones ambientales modificarán la distribución de muchas especies, cuyo desplazamiento puede verse dificultado o impedido por la proliferación de infraestructuras que limitan la conectividad ecológica del territorio o por una matriz territorial poco permeable para estas especies. Las conclusiones de estos modelos pueden verse muy matizadas si se consideran otros factores como la variabilidad genética de las poblaciones y la plasticidad de muchas especies vegetales, por lo que el nivel de incertidumbre de estos modelos es elevado (Benito Garzón et al., 2011) Asociado a las nuevas condiciones climáticas, se prevén cambios en la productividad de los ecosistemas (con una tendencia general a una reducción; Benito Garzón et al. 2012) y una incidencia más severa de eventos extremos como sequías, inundaciones, grandes tormentas, así como incendios y plagas. Los ecosistemas más vulnerables al cambio climático serán los de montaña, los humedales y los ecosistemas marinos formados por comunidades de crecimiento más lento (corales, posidonia..) así como los litorales por la amenaza directa que supone el retroceso de la línea de costa. 4 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos 4) La segunda causa más importante de pérdida de biodiversidad en el Mediterráneo es la debida a las invasiones de especies exóticas. Los ecosistemas más sensibles son los humedales, el medio marino y los ecosistemas fluviales, además de los ecosistemas insulares (y en especial el Archipiélago de las Islas Canarias). El 32% de las especies de vertebrados de los ríos españoles son exóticas y los peces continentales son el grupo de vertebrados más amenazado en España. Respecto al medio marino, el Mediterráneo es el mar con más especies invasoras: 637 especies provienen de otros mares, transportados en el agua de lastre de los barcos. Ante este escenario cambiante e impredecible en muchos casos, las estrategias para la gestión y conservación del patrimonio natural deberán descansar en (Secretariat of the Convention on Biological Diversity, 2004, 2009; IUCN-WDPA 2004; IUCN 2009): Utilizar un enfoque basado en la gestión integrada de los diferentes componentes y procesos de los ecosistemas. Mantener (o restaurar) la capacidad de los ecosistemas para proveer de bienes y servicios a la sociedad. Ecosistemas bien conservados además de proporcionar medios de vida a la población son la herramienta más eficiente para la reducción de las consecuencias del cambio global (por ejemplo inundaciones, sequías…). Incorporar la resiliencia como criterio de selección, diseño y gestión de los sistemas de áreas protegidas para garantizar su supervivencia frente al cambio global. En ecología, la resiliencia es la capacidad de un sistema para retornar a las condiciones previas a la perturbación, e indica la capacidad de los ecosistemas de absorber perturbaciones, sin alterar significativamente sus características de estructura y funcionalidad, es decir, pudiendo regresar a su estado original una vez que la perturbación ha terminado1. 1.3. Los espacios protegidos y el cambio global El incremento en el número de áreas protegidas en el mundo es uno de los pocos indicadores favorables en el análisis de perspectiva mundial sobre la biodiversidad (Secretaría del Convenio de Diversidad Biológica, 2010). En España el conjunto de espacios protegidos, considerando la Red Natura 2000, comprende un 28% del territorio, que incluye amplias zonas en las que la actividad agrícola, ganadera o 1 El concepto de “resiliencia” tiene aplicación tanto en el ámbito de las ciencias naturales como en las sociales. En el plano social y psicológico, se usa el concepto como la habilidad para resurgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y acceder a una vida significativa y productiva. 5 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos forestal ha sido el principal elemento modelador de los ecosistemas y el paisaje. Dehesas, mosaicos agrícolas, pastizales de montaña o bosques utilizados durante generaciones forman parte de los ecosistemas incluidos en las redes de espacios protegidos. El proceso de abandono de las actividades tradicionales, los cambios de uso del suelo y la urbanización en algunos casos (como los humedales costeros) es con mucho el principal factor de cambio que está operando sobre estos ecosistemas. Superpuesto a este proceso acelerado de cambio en el uso del suelo y los recursos, se encuentra el cambio en el clima. Según los escenarios propuestos por el Observatorio de la Sostenibilidad de España (2011) el 54% de los espacios protegidos sufrirán de forma importante los efectos del cambio climático aumentando su aridez. Los espacios protegidos ubicados bajo condiciones templado-frías o eurosiberianas experimentarán un cambio climático que los acercará hacia las condiciones mediterráneas. Por el contrario, los espacios protegidos de clima mediterráneo podrían soportar condiciones de aridez y temperatura actualmente inexistentes en la península. Además se prevén cambios en el área de distribución de muchas especies y de los patrones de diversidad, debido a los cambios en la distribución de los nichos climáticos (Felicísimo y otros, 2011; Araujo y otros, 2011). Las áreas protegidas constituyen una parte esencial de la respuesta global al cambio global. Las áreas protegidas han demostrado su eficacia a la hora de evitar cambios drásticos en el paisaje debidos por ejemplo a la urbanización, pero se enfrentan al reto de mantener paisajes originados por actividades hoy desaparecidas, o bien gestionar el proceso de cambio y mantener la funcionalidad de procesos ecológicos que operan más allá de sus límites administrativos, y por tanto de su capacidad directa de gestión. Por otra parte, es evidente que los motores del cambio global actúan a una escala superior a la de los espacios protegidos, por lo que la capacidad de intervención sobre los mismos desde la administración de los espacios protegidos es muy reducida y en la práctica ineficaz si no se consiguen alianzas con otras políticas sectoriales y agentes sociales. Esto plantea en primer lugar la necesidad de incorporar los criterios ambientales, y de adaptación al cambio global en particular, en el conjunto de políticas con incidencia territorial (urbanismo, infraestructuras, agricultura y ganadería, turismo, energía e industria, etc.) y articular mecanismos de coordinación entre las mismas, una cuestión pendiente desde hace tiempo. Desde su ámbito, las áreas protegidas pueden contribuir a reducir los efectos del cambio global por dos vías principales: por una parte reduciendo la presión sobre los ecosistemas 6 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos derivada de actuaciones sobre las que sí existe capacidad de gestión (por ejemplo el control del uso recreativo, urbanismo, actividades agrarias,…). Por otra parte, reduciendo la vulnerabilidad de los sistemas naturales (de los espacios protegidos, en este caso) ante el cambio global, a través de medidas de planificación y gestión dirigidas la mitigación y adaptación a los efectos del cambio global, promoviendo prácticas que incrementen la conectividad, la madurez y diversidad de los ecosistemas, reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero, etc., contribuyendo en definitiva a mantener los servicios esenciales de los ecosistemas de los que depende el bienestar de las personas (Evaluación de los Ecosistemas del Milenio de España. 2011). Las redes de espacios protegidos, tanto por su extensión como por la variedad de ecosistemas que incluyen, pueden ser un importante instrumento en la gestión del cambio global, ofreciendo una de las “soluciones naturales” más eficaces contra la crisis climática (Dudley y otros, 2010). Sin embargo, el cambio climático está virtualmente ausente tanto en la legislación de espacios protegidos como en la Directiva Hábitats. De hecho, el principal objetivo de las áreas protegidas ha sido alcanzar o mantener un estado de conservación considerado deseable para los ecosistemas y especies, que es esencialmente estático. Por ello, este modelo necesitaría ser ampliado para acomodar el proceso de cambio propio de los ecosistemas, y en especial el proceso de cambio global en el que nos encontramos. El proceso de cambio global, en el que los cambios son rápidos e intensos, requiere una mayor capacidad de las instituciones de adaptación al cambio y a la incertidumbre, y el desarrollo de nuevas capacidades que permitan afrontar la gestión de ecosistemas en un proceso continuo de cambio. Para ello será necesario un nuevo enfoque en la planificación y la gestión de las áreas protegidas (Stephenson y Millar, 2012; Fundación González Bernáldez, 2011). 1.4. Capacidades de gestión de las áreas protegidas. Construir capacidad de adaptación. Las áreas protegidas son una de las piezas claves en las estrategias de adaptación de los ecosistemas a los efectos del cambio global. El éxito de las áreas protegidas frente a las consecuencias del cambio global radicará en el desarrollo de las diferentes “capacidades de gestión” (Carabias et al 2003) que permitan adaptarse de forma continua al cambio (Figura 3). 7 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos Figura 3. Capacidades necesarias para la gestión de áreas protegidas. La gestión eficaz de las áreas protegidas necesita una adecuada planificación, en la que se desarrollen los criterios por los que pueden designarse y que asegure una adecuada representatividad de los distintos ecosistemas, se determinen objetivos estratégicos, y se armonicen las políticas de conservación con el resto de políticas. Además es necesario garantizar una estructura institucional que respalde la gestión, permita el desarrollo de los necesarios protocolos administrativos (autorizaciones, informes, sanciones, etc.), así como la coordinación con otros departamentos y los mecanismos de gobernanza necesarios que aseguren la participación de la población local en la toma de decisiones y el establecimiento de alianzas con nuevos sectores y agentes sociales. La gestión debe basarse en el mejor conocimiento disponible y en la evidencia científica, para lo que es preciso desarrollar protocolos de seguimiento que permitan la evaluación continua de los efectos de la gestión, así como mecanismos que aseguren la transferencia a la gestión del conocimiento científico. La gestión eficaz precisa también de la asignación de medios humanos, económicos y materiales y la formación de equipos técnicos, que permita la ejecución de las diversas actuaciones previstas en la planificación. Finalmente, el éxito de los espacios protegidos depende en gran medida del apoyo social, tanto de la población local como de la sociedad en general, para lo que es preciso el desarrollo de las correspondientes capacidades de comunicación y el establecimiento de canales de participación en la gestión. El desarrollo de estas capacidades es el que puede asegurar que las áreas protegidas alcancen los objetivos para los que se han declarado, en un entorno de cambio global. 8 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos 2. EL CAMBIO GLOBAL EN LAS ESTRATEGIAS NACIONALES E INTERNACIONALES La evidencia del cambio global, y del cambio climático en particular, ha hecho necesario comenzar a incluir esta prioridad en la agenda política y en el desarrollo de las diferentes políticas sectoriales, entre ellas la referente a las áreas protegidas, en especial en el ámbito internacional (para una revisión véase Harley y Hodgson, 2008). Los efectos del cambio global sobre los ecosistemas y el papel de las áreas protegidas es ampliamente reconocidos a nivel científico (Heller y Zavaleta, 2009) y comienzan a trasladarse a la agenda de instituciones y administraciones, especialmente en el ámbito internacional. Se recogen aquí los documentos de referencia y las recomendaciones que se proponen. 2.1. Cambio global en la agenda internacional A nivel internacional el instrumento de referencia es la Convención sobre la Diversidad Biológica (CDB), en concreto el Programa de Trabajo sobre Áreas Protegidas es una de las principales herramientas para desarrollar estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático, priorizando las oportunidades de utilizar las áreas protegidas en el marco de sus estrategias de respuesta al cambio climático. Dentro del Objetivo “Mejorar sustancialmente la planificación y administración de áreas protegidas basadas en el sitio” se incluye el “Integrar las medidas de adaptación al cambio climático a la planificación de áreas protegidas, a las estrategias de gestión (Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica, 2004). La Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la UICN La Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la UICN propone algunas directrices para fortalecer el papel de las áreas protegidas en la respuesta al cambio climático (Ver IUCN-WCPA 2004 ; Dudley y otros, 2009): Mejorar o ampliar las redes de áreas protegidas, incluyendo los ecosistemas que actúan como sumideros de carbono, como estuarios o turberas, bosques tropicales, manglares. Conectar las áreas protegidas, estableciendo zonas de amortiguamiento, corredores y puntos de paso entre áreas ya declaradas 9 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos Adoptar prácticas de gestión que contribuyan a la mitigación del cambio climático (por ejemplo evitando prácticas que liberan CO2 como quemas, o promoviendo otras que fijan CO2) Asegurar el mantenimiento de la integridad de los ecosistemas y de los procesos que proporcionan resiliencia, para lo que puede ser necesario modificar algunos enfoques en la gestión. Mantener los servicios de los ecosistemas de forma que se garantice la subsistencia de las personas en condiciones de cambio climático y la protección frente a eventos extremos. La restauración de ecosistemas degradados será una de las opciones más importantes Las agencias internacionales de conservación Aunque con un enfoque muy dirigido al cambio climático, las entidades conservacionistas de ámbito global (Hansen y otros, 2003; Game y otros 2010) u otras que realizan inversiones en materia de conservación de la biodiversidad (The World Bank. 2009) han desarrollado directrices dirigidas a priorizar y redefinir sus estrategias y acciones de conservación en el nuevo contexto global. Se parte de la base de que el mantenimiento de la integridad de los ecosistemas es la estrategia más eficiente de mitigación y adaptación al cambio. Las principales líneas de actuación que sugieren son: Declarar áreas protegidas: en general hay un gran énfasis en la declaración de zonas protegidas, incorporando criterios de cambio climático. Se considera prioritaria la protección de refugios climáticos, la creación de redes de áreas protegidas representativas de los diferentes ambientes a escala regional, la creación de zonas de amortiguación alrededor de las áreas protegidas y la potenciación de la conectividad entre las mismas. Mantener los servicios que proporcionan los socio-ecosistemas, manteniendo o restaurando su funcionalidad. De esta forma se maximiza la capacidad de los sistemas ecológicos y sociales de tratar con el cambio global, tanto manteniendo el suministro de bienes y servicios como minimizando el impacto de eventos catastróficos. Facilitar la transferencia del conocimiento científico a la gestión. Desarrollar programas de seguimiento a largo plazo que permitan evaluar el efecto del cambio climático sobre los ecosistemas y aprovechar las nuevas oportunidades (desarrollo de nuevas tecnologías, redes de seguimiento, etc.) 10 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos Limitar las amenazas no debidas al cambio climático, como medio de reducir los efectos negativos de este. Controlar las especies invasoras. Desarrollar modelos de gestión adaptativa y modelos sostenibles de aprovechamiento de los recursos, considerando el papel de las perturbaciones. Además se proponen medidas como la migración asistida o la protección ex situ de determinadas especies amenazadas. 2.2. El cambio global en las políticas europeas No hay actualmente una estrategia en la Unión Europea específicamente dirigida al cambio global, aunque sus principales componentes están implícitos en algunas estrategias básicas como el Plan de acción sobre biodiversidad para la conservación de los recursos naturales (COM 2001) o la Estrategia de la UE en materia de biodiversidad 2020 (COM 2011). La Comisión Europea adoptó en 2011 la estrategia europea sobre biodiversidad “Nuestro seguro de vida, nuestro capital natural: una estrategia de biodiversidad de la UE para 2020”, acorde con los compromisos asumidos en la décima reunión de la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica. Esta estrategia va dirigida a proteger la biodiversidad de Europa y mejorar su situación en la próxima década. Se basa en que la aproximación más eficiente frente a la pérdida de biodiversidad y la adaptación al cambio climático es la basada en el mantenimiento y restauración de la integridad de los ecosistemas, y con ella de los servicios (de abastecimiento, regulación, culturales) que proporcionan a la sociedad. La estrategia comprende seis objetivos prioritarios que abordan los principales factores de pérdida de biodiversidad, y que buscan reducir las presiones más importantes que soportan la naturaleza y los servicios de los ecosistemas, integrando los objetivos de biodiversidad en políticas sectoriales clave. Entre sus metas está la contribución a los objetivos de mitigación y adaptación al cambio climático, y la lucha contra las especies invasoras. En 2009 la Comisión publicó el “Libro Blanco sobre la adaptación al cambio climático” en el que subraya como una estrategia importante de adaptación al cambio climático la conservación o restauración de los ecosistemas y su integridad, así como promover la conectividad ecológica en la Unión Europea. Asimismo, hace hincapié en la necesidad de mantener y mejorar los bienes y servicios que proporcionan los ecosistemas como medio para la adaptación al cambio 11 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos climático. También se subraya que es necesario garantizar que las medidas de adaptación y mitigación no se apliquen en detrimento de la biodiversidad. A través del desarrollo del Libro Blanco sobre Adaptación al Cambio Climático, la Comisión Europea está en proceso de revisión de las políticas sectoriales que van a verse afectadas por los efectos del cambio climático, mediante la identificación de los instrumentos normativos existentes a nivel europeo donde es necesario integrar sectorialmente la adaptación. El desarrollo del Libro Blanco conducirá a la adopción de la "Estrategia Europea de Adaptación", que será aprobada en el primer semestre de 2013. La incorporación de criterios de mitigación y adaptación al cambio climático está desarrollándose en las políticas correspondientes Aguas (Directiva Marco de Aguas, Directiva de Inundaciones) Agricultura (PAC), Evaluación Ambiental (Directiva de Evaluación de Impacto Ambiental, Directiva de Evaluación Ambiental Estratégica), Energía y Transporte (Programas de Redes Trans-europeas de transporte y energía), etc. (ver Berry et al. 2008 para una revisión) En el ámbito específico de las áreas protegidas la Comisión Europea ha publicado un documento de orientación en el que se identifican los grupos de especies y hábitat de interés comunitario son los más vulnerables ante el cambio climático (Vos et al. 2010), y se propone un conjunto de medidas de adaptación y mitigación (European Union, 2012). La Agencia Europea de Medio Ambiente ha publicado en 2010 un documento de directrices para la adaptación al cambio climático, en el que se señalan los siguientes principios generales (ETC/ACC, 2010): 1. Promover y facilitar las prácticas de adaptación, asegurar el compromiso de los gestores 2. Construir conocimiento y sensibilización 3. Identificar y cooperar con los principales agentes 4. Trabajar con la incertidumbre 5. Explorar los impactos potenciales del cambio climático y las vulnerabilidades, identificando prioridades 6. Explorar un amplio espectro de opciones de adaptación 7. Priorizar las opciones de adaptación 8. Modificar las políticas actuales, las estructuras y los procesos 12 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos 9. Evitar las prácticas equivocadas de adaptación (“maladaptation”; aquellas en contradicción con acciones de mitigación, las que hacen uso insostenible de recursos, las que no distribuyen sus beneficios de forma equitativa en la sociedad) 10. Realizar seguimiento y evaluación sistemáticamente 2.3. El cambio global en las políticas españolas Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático El Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC), aprobado en julio de 2006, plantea los siguientes objetivos: Desarrollar los escenarios climáticos regionales para la geografía española. Desarrollar y aplicar métodos y herramientas para evaluar los impactos, la vulnerabilidad y la adaptación al cambio climático en diferentes sectores socioeconómicos y sistemas ecológicos. Incorporar al sistema español de I+D+i las necesidades más relevantes en materia de evaluación de impactos del cambio climático. Realizar continuas actividades de información y comunicación de los proyectos. Promover la participación de todos los agentes implicados en los distintos sectores y sistemas, con objeto de integrar la adaptación al cambio climático en las políticas sectoriales. Elaborar informes específicos con los resultados de las evaluaciones y proyectos e informes periódicos de seguimiento de los proyectos y del conjunto del Plan Nacional de Adaptación. Los Programas de Trabajo constituyen los instrumentos de desarrollo del PNACC. El Segundo Programa de Trabajo se desarrolla en cuatro ejes: Primer eje: evaluación sectorial de impactos, vulnerabilidad y adaptación Segundo eje: integración en la normativa de la adaptación al cambio climático Tercer eje: movilización de actores clave en sectores incluidos en el PNACC Cuarto eje: sistema de indicadores de impactos y adaptación al cambio climático en España 13 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos El PNACC contiene una línea de actuación en materia de biodiversidad (Cuadro 1) Cuadro 1. Líneas de actuación del Plan Nacional de Adaptación en Biodiversidad Entre las medidas, actividades y líneas de trabajo para las evaluaciones de impactos, vulnerabilidad y adaptación relativas a Biodiversidad que se llevarán a cabo en el desarrollo del Plan Nacional de Adaptación, pueden señalarse las siguientes: Valoración del impacto del cambio climático sobre los bienes y servicios que proporcionan los distintos ecosistemas españoles. Evaluación de la vulnerabilidad al cambio climático de los hábitat y taxones españoles clave: cartografía de la vulnerabilidad de la biodiversidad española. Evaluación de las redes de espacios naturales protegidos (incluida la Red Natura 2000) en los escenarios de cambio climático: conectividad ambiental, gradientes latitudinales y altitudinales, establecimiento de “áreas de reserva” destinadas a reducir el impacto asociado al cambio climático, etc. Evaluación de medidas de conservación ex-situ, como respuesta a potenciales impactos del cambio climático. Incorporación del cambio climático como variable a considerar en los proyectos de restauración de sistemas ecológicos. Promoción de la existencia de la mayor variabilidad genética posible en los ecosistemas, como base de la capacidad adaptativa ante el cambio climático. Consolidación de redes de seguimiento ecológico a largo plazo e integración de los datos para detectar los efectos del cambio climático. Identificación de un sistema de indicadores biológicos de los impactos del cambio climático, y definición de protocolos de medida que conformen un sistema de vigilancia y alerta temprana. Evaluación de los balances de carbono para distintos tipos de ecosistemas españoles. Evaluación de los efectos del cambio climático sobre especies invasoras en España. Elaboración de modelos predictivos, basados en las respuestas de las especies y comunidades a los cambios y en las proyecciones de los modelos regionales del clima. Evaluación de los efectos de los escenarios hidrológicos derivados de los cambios climáticos sobre la biodiversidad asociada a ambientes acuáticos; demandas hídricas ecológicas y asignaciones de recursos. Evaluación de las actividades destinadas a potenciar los sumideros de carbono y su efecto (positivo o negativo) sobre la biodiversidad. Plan Estratégico del Patrimonio Natural y la Biodiversidad No hay en este Plan objetivos específicamente dirigidos al cambio global. No obstante los problemas derivados del cambio de usos del suelo o contaminación se encuentran integrados de forma horizontal en todo el documento. Respecto al cambio climático, las líneas prioritarias de trabajo del PNACC se han integrado en el Plan Estratégico y se consideran en el marco de referencia en la materia. Existe también un objetivo específicamente dirigido a las especies exóticas invasoras. 14 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos OBJETIVO 2.4 Establecer mecanismos para la prevención de la entrada, detección, erradicación y control de las especies exóticas invasoras Aprobar y aplicar el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras. Establecer un sistema de alerta temprana sobre especies exóticas invasoras Establecer un sistema de evaluación de riesgos sobre especies exóticas invasoras. Establecer estrategias con directrices de prevención de la entrada, detección temprana, gestión, control y posible erradicación de las especies del Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras Mantener información actualizada sobre especies exóticas Desarrollar métodos para la gestión de los problemas de especies exóticas invasoras establecidas y medidas preventivas frente a especies exóticas potencialmente invasoras Desarrollar una estrategia y plan nacional de contingencia frente a los organismos de cuarentena Realizar campañas de divulgación, información y concienciación sobre especies exóticas invasoras. Estrategias en las administraciones regionales Las comunidades autónomas, en el ejercicio de sus competencias, han desarrollado y mantienen unos marcos de planificación y una serie de iniciativas en materia de adaptación al cambio climático (OECC, 2011). El desarrollo de estrategias o planes para afrontar el cambio global es muy variable en las comunidades autónomas (Tabla 1), así como el grado de compromiso que suponen reflejado en el rango normativo empleado para aprobar planes y estrategias. La mayor parte son planes generales dirigidos sobre cambio climático; tienen menos desarrollo los planes de adaptación, aunque los planes generales contienen medidas de adaptación y en todos los casos abordan todos los sectores afectados, siendo los espacios protegidos (o biodiversidad) uno de los capítulos. Tabla 1. Marcos de planificación en relación al cambio climático en las comunidades autónomas españolas (Fuente: OECC, 2011, actualizado a noviembre 2012) COMUNIDAD AUTÓNOMA NOMBRE FORMULA DE APROBACION ANDALUCÍA Plan Andaluz de Acción por el Clima 2007-2012 Acuerdo del Consejo de Gobierno de 5 de junio de 2007 Acuerdo del Consejo de Gobierno de 3 de agosto de 2010 Acuerdo de Consejo de Gobierno de 23 de septiembre de 2009. Acuerdo de Consejo de Gobierno de 1 de diciembre de 2010 Programa Andaluz de Adaptación al Cambio Climático. Estrategia Aragonesa de Cambio Climático y Energías Limpias. ARAGÓN Plan de acción del Gobierno de Aragón frente al Cambio Climático y de Energías Limpias Estrategia Canaria de Lucha contra el Cambio Climático. Período 2008 – 2015 Plan de Mitigación 2008-2015 Acuerdo de Consejo de Gobierno y aprobación parlamentaria de 14 de mayo de 2009 - Plan de Adaptación Estrategia de Acción frente al Cambio Climático de Cantabria 2008 – 2012 En redacción Acuerdo de Consejo de Gobierno de 23 de octubre de CANARIAS CANTABRIA 15 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos COMUNIDAD AUTÓNOMA NOMBRE CASTILLA-LA MANCHA CASTILLA Y LEÓN Estrategia Regional de Mitigación y Adaptación frente al Cambio Climático 2010-2012-2020. Plan de Medidas Demostrativas e Incentivadoras para el Desarrollo Sostenible y la Lucha contra el Cambio Climático Estrategia Regional de Cambio Climático 2009-2012-2020. Estratègia Catalana d’Adaptació al Canvi Climàtic CATALUÑA Plan Marco de Mitigación del Cambio Climático en Catalunya 2008 – 2012 COMUNIDAD DE MADRID COMUNIDAD FORAL DE NAVARRA COMUNIDAD VALENCIANA Estrategia de Calidad del Aire y Cambio Climático de la Comunidad de Madrid (2006-2012). Plan de Lucha contra el Cambio Climático de la Comunidad de Madrid Estrategia frente al Cambio Climático de Navarra 2010-2020 Estrategia valenciana ante el cambio climático 2008-2012 EXTREMADURA Estrategia de Cambio Climático para Extremadura (2009-2012) GALICIA Estratexia Galega fronte ao Cambio Climático. 2007 Plan de observación, Investigación y Adaptación al Cambio Climático dentro del Programa Marco Gallego frente al Cambio Climático 2010-2020. Estrategia Balear de Lluita contra el canvi climátic Estrategia Regional Cambio Climático 2008 –2012. ISLAS BALEARES LA RIOJA Estrategia Regional de Adaptación al Cambio Climático Plan Vasco de Lucha contra el Cambio Climático. 2008 – 2012 PAÍS VASCO Plan Vasco de Lucha contra el Cambio Climático. 2011-2020 Ley Vasca de Cambio Climático PRINCIPADO ASTURIAS REGIÓN MURCIA DE DE Programa de Medidas Institucionales de Mitigación del Cambio Climático en Asturias Estrategia de Cambio Climático del Principado de Asturias Estrategia de la región de Murcia frente al cambio climático 2008-2012 FORMULA DE APROBACION 2008 Acuerdo de la Junta de Castilla y León de 21 de julio de 2008 Acuerdo de la Junta de Castilla y León 128/2009, de 26 de noviembre Acuerdo de Gobierno GOV/115/2012, de 13 de noviembre Acuerdo de Gobierno GOV/161/2008, de 7 de octubre Orden de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio 1433/2007, de 7 de junio En redacción Acuerdo de Gobierno de 31 de enero de 2011 Acuerdo de la Comisión Delegada de Coordinación de Políticas de Prevención ante el Cambio Climático del Gobierno 2 de diciembre de 2008 Acuerdo del consejo de Gobiermo de 23 de marzo de 2009 Pendiente de aprobación. En proceso de evaluación ambiental estratégica Pendiente de aprobación Acuerdo de la Comisión Delegada del Gobierno contra el Cambio Climático. Resolución 215/2008, de 10 de diciembre Pendiente de aprobación Acuerdo del Consejo de Gobierno y aprobación parlamentaria. 5 de diciembre de 2008 En redacción En tramitación (Proyecto de Ley) Acuerdo del Consejo de Gobierno de 19 de diciembre de 2007 Pendiente de aprobación - 16 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos Tabla 2. Resumen de las principales recomendaciones recogidas en estrategias y planes relativas a la adaptación al cambio global INVESTIGACION Mejorar el conocimiento científico respecto al cambio global y su aplicación a la gestión. SEGUIMIENTO Consolidación de redes de seguimiento ecológico a largo plazo e integración de los datos. PLANIFICACIÓN Mejorar o ampliar las redes de áreas protegidas, incluyendo sumideros de carbono, refugios climáticos, y redes de áreas protegidas representativas de los diferentes ambientes a escala regional. Creación de zonas de amortiguación alrededor de las áreas protegidas y la potenciación de la conectividad entre las mismas. Integrar la adaptación al cambio climático en las políticas sectoriales. GESTION DE ECOSISTEMAS Asegurar el mantenimiento de la integridad de los ecosistemas y de los procesos que proporcionan resiliencia. Mantener los servicios que proporcionan los socio-ecosistemas, manteniendo o restaurando su funcionalidad. Promover prácticas de gestión que contribuyan a la mitigación del cambio climático. Desarrollar modelos de gestión adaptativa y modelos sostenibles de aprovechamiento de los recursos, considerando el papel de las perturbaciones. Limitar todas las amenazas no debidas al cambio climático, como medio de reducir los efectos negativos de este. GESTIÓN DE ESPECIES Controlar las especies invasoras. Migración asistida de determinadas especies amenazadas. Protección ex situ de determinadas especies amenazadas. CAPACIDADES ADMINISTRATIVAS Mejorar coordinación con agentes y administraciones. COMUNICACION Realizar actividades de información y comunicación. Adaptar las políticas y estructuras administrativas. 17 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos 3. CRITERIOS PARA LA INCORPORACIÓN DEL CAMBIO GLOBAL A LA GESTIÓN DE LAS ÁREAS PROTEGIDAS La plasmación de la evidencia disponible sobre las causas del cambio global y su efecto en los ecosistemas en unos principios básicos sobre los que orientar la gestión de las áreas protegidas en el contexto del cambio global es posible, a pesar de las incertidumbres existentes y las lagunas de conocimiento en algunas áreas. Estos principios pueden desarrollarse en directrices generales, que deberán considerarse tanto a escala regional, como de redes de áreas protegidas a lugares concretos, y tanto a corto como a largo plazo. Estos principios y criterios deben permitir a los gestores de áreas protegidas incorporar el cambio global a las herramientas de planificación y a la gestión de ecosistemas, hábitats y especies. La plasmación de estos criterios generales en medidas concretas exige una consideración caso por caso en función de las características ecológicas de cada lugar y de las alternativas técnicas disponibles. Se proponen a continuación algunas recomendaciones para el desarrollo de la capacidad de adaptación al cambio global en las áreas protegidas, estructuradas en torno a cinco principios básicos: 1. Considerar la perspectiva global. De los espacios protegidos a las redes, y el territorio como sistema. Las áreas protegidas son una herramienta para gestionar el cambio global, pero por sí solas no serán suficientes. Es necesaria una perspectiva integradora, a escala global y largo plazo, que considere las áreas protegidas y el territorio en el que se asientan como una unidad funcional. 2. Gestionar la incertidumbre: la importancia de la investigación y el seguimiento. Las incertidumbres asociadas a los modelos predictivos hacen imprescindible que la toma decisiones se base en la mejor información científica, que se disponga de sistemas de seguimiento que informen de los efectos del cambio global, junto con un modelo de gestión adaptativa que evalúe de forma continua los resultados de las acciones emprendidas. 3. Incorporar el cambio como un proceso siempre presente a la planificación y la gestión de los espacios protegidos. Los ecosistemas están inmersos en un proceso de cambio constante. Es preciso contar con la sucesión como un proceso natural y no gestionar en su contra, e incrementar la capacidad de los ecosistemas de adaptarse a las nuevas condiciones ambientales y a las perturbaciones. 4. Desarrollar nuevas herramientas de gobernanza para un nuevo contexto. Es preciso desarrollar nuevas formas de gobierno de las áreas protegidas, incorporando a un 18 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos mayor número de agentes y definir modelos de gestión viables en el nuevo contexto socioeconómico y ambiental. 5. Mejorar el apoyo social y la sensibilización sobre los efectos del cambio global. 3.1. Considerar la perspectiva global. De los espacios protegidos a las redes, y el territorio como sistema La planificación de las redes de áreas protegidas es una herramienta fundamental en la gestión de los efectos del cambio global, si se incorporan criterios de adaptación a los habitualmente utilizados en el diseño de redes, y en la delimitación y zonificación de áreas protegidas (representatividad, rareza, etc; EUROPARC-España, 2008). Los efectos globales del cambio refuerzan la necesidad de planificar desde una escala de redes y sistemas de áreas protegidas. Para ello se recomienda: La gestión en un escenario de cambio global requiere considerar conjuntamente diferentes escalas espaciales (local, regional, global) y temporales (corto, medio y largo plazo). Reforzar el papel de las redes de espacios protegidos y diseñar y evaluar los objetivos de conservación desde la perspectiva de redes y no tanto de espacios protegidos individuales Utilizar técnicas de planificación que consideren la incertidumbre asociada al cambio global, y sean capaces de incorporar una amplia variedad de escenarios futuros. Incorporar los aspectos sociales y económicos a la definición de los modelos de planificación. Reforzar el papel de las áreas protegidas como ejemplos demostrativos de modelos de gestión ante el cambio global extrapolables al conjunto del territorio. Promover la conectividad a escala regional: mantener o mejorar la permeabilidad para el movimiento de las especies y procesos ecológicos. De esta forma se proporcionan más oportunidades para la el desplazamiento de las especies cuya estrategia frente al cambio global sea desplazarse siguiendo las condiciones óptimas de hábitat. 19 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos Considerar el territorio como un sistema: integrar las áreas protegidas en su contexto territorial. Incorporación de criterios de conservación en la planificación de la matriz territorial fuera de los espacios protegidos. Incluir explícitamente en la planificación aquellos ecosistemas degradados, cuya restauración sea viable. Identificación de refugios climáticos; dar prioridad a la identificación y protección de aquellas zonas con menos probabilidades de sufrir cambios significativos inducidos por el cambio climático. Prestar atención especial a las poblaciones aisladas o en el límite de distribución de una especie, que pueden constituir reservas genéticas, de especial importancia en un contexto de movilidad poblacional o de reducción de hábitat debido al cambio global. Es importante incorporar los sistemas de seguimiento a redes más amplias (LTER u otras), con objeto de poder comparar los datos, e interpretarlos en un contexto regional. Implementar o revitalizar la participación en redes de investigación como GLOBIMED y otras, así como desarrollar herramientas de transferencia del conocimiento científico a la gestión. Los efectos del cambio climático pueden alterar las áreas de distribución de ecosistemas y especies. Prever mecanismos que permitan la declaración de nuevas áreas protegidas o la adecuación de los límites de las áreas protegidas a nuevas situaciones socio-ecológicas que puedan darse a medio y largo plazo. 20 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos PLANIFICACIÓN DE ESCENARIOS DE FUTURO EN DOÑANA (Palomo y otros, 2012) La planificación de escenarios de futuro es una metodología de planificación que puede ser útil en la definición de modelos a largo plazo, en entornos ecológica y socialmente complejos y en proceso continuo de cambio, en los que la capacidad de gestión es limitada y el grado de incertidumbre muy elevada. Mediante este método se han definido cuatro posibles escenarios a largo plazo para la comarca de Doñana, y las estrategias de gestión que permitirían alcanzarlos, de forma participada y consensuada con un amplio plantel de actores sociales. Estos escenarios de futuro permiten llegar a un diagnóstico consensuado, a la definición de los motores de cambio y a la modelización del estado futuro del territorio, bajo ciertas asunciones que se hacen también explícitas. En el cuadro siguiente se sintetizan las principales características de cada uno de los cuatro escenarios definidos para Doñana y su entorno: 21 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos 3.2. Gestionar la incertidumbre: la importancia de la investigación y el seguimiento Dado el importante componente de incertidumbre asociado al cambio global, la mejora del conocimiento y el fortalecimiento de la investigación es un pilar fundamental sobre el que construir capacidad de gestión adaptativa. Existe una abundante bibliografía científica sobre los efectos del cambio global y del cambio climático, en particular en el ámbito de la conservación de la naturaleza, pero su plasmación práctica en la gestión es muy escasa. Existe una dificultad objetiva de llevar a la práctica las recomendaciones de estos documentos, pero a la vez una necesidad perentoria de comenzar a actuar sobre el terreno, a la vista de los efectos de los motores del cambio global sobre los espacios protegidos (cambios en el clima, cambios de uso del suelo, especies exóticas invasoras, etc). Por ello es imprescindible la transferencia del conocimiento científico y las propuestas académicas sobre el cambio global, aún de carácter muy teórico, a la planificación y gestión de los espacios protegidos. Además de generar nuevo conocimiento, hay que establecer puentes permanentes, flujos de colaboración, entre el mundo académico y los tomadores de decisiones. Tras varias décadas de experiencia acumulada de investigación, seguimiento y gestión en los espacios protegidos, se dan las condiciones objetivas para que los que generan el conocimiento (científicos) y los que administran el medioambiente (gestores) trabajen en estrecho contacto. Un ejemplo al respecto puede ser el programa de investigación en la Red de Parques Nacionales, con el que se pretende impulsar la investigación científica aplicada a la resolución de problemas de gestión (Cuadro 2). 22 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos Cuadro 2. INVESTIGACIÓN EN LA RED DE PARQUES NACIONALES El Organismo Autónomo Parques Nacionales viene desarrollando desde 2002 el Programa de Investigación en la Red de Parques Nacionales. El Programa de Investigación, elaborado con la colaboración de un Comité Científico, es el documento de referencia para el desarrollo de la investigación en el ámbito de la Red de Parques Nacionales. El fomento a la investigación se realiza mediante la Convocatoria Anual de Ayudas a la Investigación, a la que concurren competitivamente un gran número de organismos públicos de investigación. En el periodo 2007-2010 se financiaron 72 proyectos de investigación, con una dotación media de 76.000 € por proyecto, de los que un 31% tuvieron como objetivo los efectos del cambio global. La transferencia del conocimiento generado se realiza mediante la celebración anual de unas Jornadas de Investigación, donde se reúne a todos los investigadores que han sido beneficiarios de la convocatoria de ayudas, para que puedan mostrar sus resultados a los gestores de los parques nacionales. La difusión y divulgación de los resultados de los proyectos se realiza a través de las publicaciones del OAPN, es especial la colección “Investigación en la Red”, que cada año presentan un resumen de los proyectos financiados. Además de generar nuevo conocimiento y transferirlo a la gestión, es preciso mantener sistemas de seguimiento del estado de los ecosistemas y sus respuestas al cambio global. En España las redes de seguimiento del cambio global son muy escasas y con un grado de desarrollo incipiente, entre las que pueden destacarse: - Programa de Seguimiento de Cambio Global en la Red de Parques Nacionales. Forma parte del Plan de Seguimiento de la Red de Parques Nacionales. Su objetivo principal es crear una infraestructura de adquisición, almacenamiento y proceso de datos “in situ”, además de su intercambio con la comunidad científica, que permita el desarrollo de un sistema de evaluación y seguimiento de los impactos que se pueden generar en la Red de Parques Nacionales españoles como consecuencia del cambio global. Se lleva cabo mediante un convenio de colaboración entre el Organismo Autónomo de Parques Nacionales, la Oficina Española de Cambio Climático, la Agencia Estatal de Meteorología y la Fundación Biodiversidad, con la colaboración de Ferrovial-Agromán. Está formado por una red de estaciones permanentes de adquisición de datos, en una primera fase en cuatro parques nacionales. - Red Española de Investigación Ecológica a Largo Plazo (LTER-España): está formada por una red de científicos y centros de investigación, y se dirige al seguimiento ecológico y socio-económico a largo plazo. La red consta en España de nueve nodos, casi todos en espacios protegidos, es coordinada por el CSIC y está integrada en la Red 23 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos Europea de Investigación de Ecosistemas a Largo Plazo (LTER-Europa) y a la Red Internacional de Investigación Ecológica a Largo Plazo (ILTER). Paralelamente a estas redes de coordinación de ámbito nacional, existe una multitud de iniciativas de seguimiento desarrolladas en los espacios protegidos de forma individual (Tabla 2). En general están muy orientadas a las necesidades de la gestión, por lo que existe una cierta heterogeneidad en los parámetros de seguimiento, aunque predominan los parámetros climáticos y el seguimiento de poblaciones de especies amenazadas, y en ocasiones se cuenta con series temporales de datos muy largas, por lo que existe un gran potencial para el seguimiento del cambio global, para lo que es fundamental desarrollar mecanismos para que las diferentes plataformas de seguimiento existentes trabajen de forma coordinada. Tabla 2 Iniciativas de seguimiento ecológico a largo plazo en espacios protegidos recopiladas por EUROPARC-España. DESCRIPCIÓN Plan de Seguimiento y Evaluación de la Red de Parques Nacionales Observatorio del Cambio Global de Sierra Nevada Programa de seguimiento de recursos y procesos naturales en el espacio natural de Doñana Monitorización y censos de grullas en la Laguna de Gallocanta Plan de seguimiento ecológico del Parque Natural del Moncayo Plan de seguimiento ecológico en la Reserva Natural de los Galachos del Ebro Plan de seguimiento ecológico en la Reserva Natural de la Salada de Chiprana Seguimiento de la población de buitre negro en el Valle de Iruelas Distribución geográfica y fenología de los lepidopteros ropalóceros del Parque Natural del Alto Tajo Regeneración, dinámica y ecofisiología de especies leñosas del Parque Natural del Alto Tajo Seguimiento de flora en las lagunas del Barranco del Cubillo Plan de seguimiento de ropalóceros en Cataluña Seguimiento de aves comunes en Cataluña (SOCC) Red de estaciones de anillamiento con esfuerzo constante en Cataluña (SYLVIA) Proyecto de recuperación de espacios abiertos en la Alta Garrotxa Plan de Seguimiento en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa Seguimiento ecológico en el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici Plan de Seguimiento Biológico Parque Natural Alt Pirineu L'Observatori de la Tordera Plan de seguimiento de los parques naturales de Álava Seguimiento de los humedales de la Región de Murcia Seguimiento en el Parque Natural de Peñalara COMUNIDAD AUTÓNOMA - Andalucía Andalucía Aragón Aragón Aragón Aragón Castilla y León Castilla-La Mancha Castilla-La Mancha Castilla-La Mancha Cataluña Cataluña Cataluña Cataluña Cataluña Cataluña Cataluña Cataluña País Vasco Murcia Comunidad de Madrid 24 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos Con el fin de asegurar la gestión en las áreas protegidas con la mejor información disponible, se propone: Diseñar un programa de investigación donde se identifiquen las líneas prioritarias para fortalecer la capacidad de adaptación de las áreas protegidas al cambio global. Desarrollar plataformas de intercambio de conocimiento y de difusión de proyectos piloto y casos de estudio. Promover las redes de seguimiento y alerta temprana de los efectos del cambio global, aprovechando y coordinando las ya existentes. Reorientar los programas de seguimiento actuales, para incluir las necesidades de seguimiento del cambio global. Utilizar metodologías de seguimiento estandarizadas ya existentes siempre que sea posible. Integrar en los sistemas de seguimiento la información histórica disponible, de forma que pueda disponerse de series temporales largas. Es fundamental asegurar que el seguimiento sea viable a largo plazo. Para ello se recomienda potenciar la formación del personal propio para que pueda asumir las tareas de recogida y proceso de datos dentro de las rutinas de trabajo. Valorar la potencialidad de incorporar la participación ciudadana en los programas de seguimiento. Adoptar el enfoque de gestión adaptativa, con sistemas de evaluación de resultados que permitan aprender de lo realizado y ajustar los objetivos de gestión de forma dinámica. Poner en marcha proyectos trans disciplinares de investigación y seguimiento orientados al cambio global. Crear y potenciar nuevos perfiles profesionales y formar capital humano para ocupar un nuevo nicho interdisciplinar, a caballo entre la investigación, el seguimiento y la gestión. 25 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos 3.3. Incorporar a la planificación y la gestión de los espacios protegidos el cambio como un proceso siempre presente Las políticas de conservación de especies, hábitats o ecosistemas, habitualmente están basadas en la restauración o mantenimiento de un escenario ecológico considerado óptimo (el denominado “estado de conservación favorable” en el caso de la Red Natura 2000). Sin embargo es imprescindible reconocer que los sistemas naturales están sometidos a un proceso de cambio continuo, que pueden presentar más de un estado de equilibrio y que las variaciones que se producen pueden no ser lineales ni predecibles. En ocasiones, superado un cierto umbral de cambio, no es posible retornar al estado original (Terradas, 2001). Se trataría por tanto de promover ecosistemas resilientes, esto es, que puedan volver al estado ecológico considerado deseable después de una perturbación. La gestión debería dirigirse a potenciar los escenarios ecológicos con mayor valor social en términos de la provisión de servicios (de regulación, de abastecimiento y culturales) (Evaluación de los Ecosistemas del Milenio de España. 2011). Para asegurar el mantenimiento de la integridad de los ecosistemas y de los procesos que proporcionan resiliencia, puede ser necesario modificar algunos enfoques en la gestión. La gestión activa de ecosistemas en un escenario de cambio global implica desarrollar una gestión de enfoque flexible, ya que las formas de gestión actuales pueden no servir en el futuro. Para ello, es necesario poner en marcha proyectos que evalúen la idoneidad de las nuevas y de las viejas técnicas de manejo bajo escenarios de cambio global. Sobre todo en el entorno europeo y mediterráneo, una buena estrategia es la de promover los paisajes multifuncionales, donde el uso cultural de los recursos ha demostrado en muchos lugares que es posible la convivencia de altos índices de diversidad biológica, agraria y cultural con el bienestar social. La gestión debe ir dirigida a mantener los servicios de los ecosistemas de forma que se garantice la subsistencia de las personas en condiciones de cambio climático y la protección frente a eventos extremos. En este contexto, la restauración de ecosistemas degradados será una de las opciones más importantes. La implementación de medidas concretas de gestión de hábitats o ecosistemas destinadas a la adaptación al cambio global en los espacios protegidos españoles son muy escasas. Puede destacarse el caso del Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada (ver cuadro 3), varios proyectos de gestión para adaptación al cambio climático en la línea de costa en el Parc 26 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos Natural del Delta del Ebro o el proyecto LIFE-Boscos2 , que pretende contribuir a la adaptación de los ecosistemas forestales mediterráneos a los impactos negativos del cambio climático a través de la gestión forestal sostenible, mediante actuaciones forestales de adaptación en varias fincas piloto en Menorca. Cuadro 3. Gestión adaptativa de las masas de Quercus pyrenaica en Sierra Nevada a los procesos de cambio global y Conservación y mejora de las masas de enebral y sabinar en Sierra Nevada: Adaptación a los procesos de cambio global. Algunos de los elementos tenidos en cuenta en los planteamientos y redacción de los proyectos son: Utilización de especies facilitadoras para la siembra o plantación. Básicamente especies espinosas que protegen los plantones jóvenes de la herbivoría, además de proteger a éstos de la insolación y restar evaporación, aumentando el agua disponible en el suelo. Utilización de herramientas indirectas: Puesta en servicio de acequias tradicionales y protección de surgencias naturales de agua. En ambas formaciones (robledales y enebrales-sabinares) existe una relación directa entre su presencia y condiciones favorables de cierta de humedad edáfica. Localización y selección de enclaves de dónde se dan unas condiciones óptimas actuales y previsiblemente futuras (requerimientos de humedad, insolación suelo) para la existencia de esas formaciones vegetales. Sólo en estos lugares se planifican actuaciones de siembra o plantación. Eliminación de especies ocupantes y oportunistas que no ejercen efecto facilitador sobre las especies seleccionadas y que ocupan, por deterioro o por efecto de la acción antrópica, estos lugares óptimos seleccionados. Protección en primeras etapas de desarrollo frente a la herbivoría silvestre y doméstica eliminando este factor natural con objeto de garantizar un asentamiento inicial completo de los rodales de nueva implantación. Utilización en las plantaciones y siembras de especies acompañantes que producen una mejora sustancial del hábitat y una garantía adicional de supervivencia de las comunidades. Utilización de la metodología denominada núcleos de dispersión, consistente en crear enclaves que en un futuro próximo van a funcionar como elementos dispersantes de semillas. Las principales recomendaciones son: Incorporar el cambio global a los procesos de planificación de forma explícita. Considerar el mantenimiento de ecosistemas en buen estado de conservación como herramienta para atenuar los efectos del cambio global. En este sentido, considerar la importancia de la restauración de ecosistemas degradados. 2 LIFE+07ENV/E/000824 27 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos Promover los mecanismos de resiliencia en los ecosistemas (heterogeneidad, diversidad, facilitación, etc.) como forma de adaptación al cambio global Promover la heterogeneidad espacial a escala de paisaje y la heterogeneidad estructural en los ecosistemas. Los paisajes y ecosistemas más variados son menos sensibles a las perturbaciones como fuego o plagas, que pueden verse incrementados en un escenario de cambio global. Promover la heterogeneidad asociada a gradientes ambientales. Reducir al mínimo otros factores de estrés diferentes del cambio global, asegurar el buen estado de conservación de especies y ecosistemas como forma de resistir mejor cambios en las condiciones ambientales Establecer medidas para favorecer la conectividad ecológica tanto para elementos (fauna, flora, hábitats) como procesos (inundación, escorrentía, sedimentación, etc.). Valorar el papel de ciertas perturbaciones como generadoras de heterogeneidad, y por tanto resiliencia, en los ecosistemas. Promover en los ecosistemas las estructuras más resilientes ante las perturbaciones (ej fuego, sequías, inundaciones). Promover la diversidad específica y genética a todos los niveles: ecosistemas con mayor diversidad de especies, y poblaciones genéticamente diversas pueden tener más opciones de adaptación a nuevas condiciones climáticas. Adoptar medidas de gestión de los ecosistemas dirigidas a la mitigación del cambio climático, por ejemplo evitando prácticas que liberan CO2 como quemas, o promoviendo otras que fijan CO2. Asegurar que las actuaciones de mitigación se realizan de forma compatible con la conservación de la biodiversidad. Aprovechar el potencial de esta forma de gestión para alcanzar también objetivos de conservación. Promover la conservación de ecosistemas naturales como contribución a la mitigación (ej . deforestación evitada) y adaptación al cambio climático (ej . servicios de los humedales). Asegurar la conservación de los ecosistemas que actúan como almacenes de carbono (como las turberas) como estrategia de mitigación. 28 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos Adoptar medidas de seguimiento y control de especies autóctonas sobreabundantes como consecuencia del cambio global (ej. jabalí), atendiendo preferentemente a las causas del incremento poblacional. Estar preparado para cambios en la composición específica de los ecosistemas debido a cambios en la distribución de las especies por nuevas condiciones ambientales. Priorizar las acciones de control o erradicación de especies exóticas invasoras, dando preferencia a aquellas que afectan a objetos de conservación prioritarios, bien por su importancia o su buen estado de conservación, y especialmente a aquellas especies capaces de invadir los ambientes menos antropizados. Valorar el papel de translocaciones y medidas de conservación ex -situ como último recurso para las especies amenazadas, y después de un detallado análisis de las incertidumbres, riesgos, condicionantes legales, viabilidad técnica, aceptación social y sostenibilidad a largo plazo. Desarrollar protocolos de detección temprana de especies exóticas invasoras y un procedimiento de intercambio de información ágil, que permita conocer el avance de las mismas y los resultados de las acciones emprendidas. Adaptar las técnicas en las prácticas de gestión para promover la capacidad de adaptación al cambio en los ecosistemas (por ejemplo turnos de corta más largos, aclareo de bosques para reducir el estrés hídrico…). Hacer un seguimiento de los proyectos realizados. Incorporar sistemas de evaluación continuada en el diseño de los proyectos. Poner en marcha actuaciones piloto que permitan extraer conclusiones aplicables a otros territorios; documentar los ejemplos de buenas prácticas. 3.4. Nuevas herramientas de gobernanza para un nuevo contexto Los espacios protegidos tal y como los conocemos hoy, en tanto que estructuras administrativas, están diseñados pensando en un mundo esencialmente estable. Sin embargo, las aceleradas consecuencias del cambio global exigen replantear este modelo, flexibilizando el funcionamiento y favoreciendo la capacidad de adaptarse a nuevas realidades. 29 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos Los efectos del cambio global tenderán a producir cambios en la distribución de especies y hábitats que pueden hacer poco eficaces las políticas actuales, basadas en el mantenimiento de un determinado estado de conservación en lugares determinados. Es preciso una mayor atención a la conservación de los servicios ecosistémicos y los procesos ecológicos en el conjunto del territorio, para lo que será necesario desarrollar nuevas políticas y herramientas normativas que complementen a las actuales (Cliquet et. al. 2009). Además, un componente esencial del cambio global es la actual crisis económica y financiera. Las medidas puestas en marcha para solucionarla tienen efectos directos en las estructuras administrativas responsables políticas de conservación, derivadas fundamentalmente de la severa reducción de los recursos asignados a las áreas protegidas. Esta reducción se traduce en una importante disminución de los presupuestos públicos, la disminución del personal, y la reducción y simplificación de las estructuras administrativas, con la fusión de los departamentos de medio ambiente en otros no ambientales, y una pérdida de peso de las redes de espacios protegidos en el conjunto de la Administración. Paralelamente, el incremento en los controles para garantizar el buen uso de los recursos públicos tiene como consecuencia una mayor dificultad en la gestión de proyectos y procedimientos administrativos más rígidos. Esta nueva realidad exige replantear el modelo de gestión de las áreas protegidas, en un entorno de recursos humanos, materiales y económicos mucho más escasos, identificando nuevas formas de gobernanza. Los aspectos relacionados con las estructuras organizativas y la incorporación de los diferentes agentes sociales implicados en el territorio y la puesta en marcha de nuevos modelos de financiación, serán factores esenciales para alcanzar los objetivos de las áreas protegidas en el contexto de cambio global (Fundación González Bernáldez, 2011). Para ello se recomienda: Incluir la conservación de los servicios de los ecosistemas y los procesos ecológicos esenciales de forma explícita en las políticas de conservación Crear y fortalecer los procedimientos de coordinación interadministrativa entre las áreas con competencias sobre los impulsores directos del cambio global, de modo que se evite la duplicidad de esfuerzos. 30 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos Establecer mecanismos de coordinación intersectorial que aseguren la incorporación de criterios ambientales y de adaptación al cambio global en el conjunto de políticas con incidencia territorial. Desarrollar modelos de gestión que favorezcan las sinergias con otras entidades del sector público (sanidad, educación). Favorecer alianzas que estimulen la participación privada en la conservación de la naturaleza. Explorar nuevos mecanismos de financiación de las áreas protegidas (cobro por servicios, fiscalidad ambiental, …) 3.5. Mejorar el apoyo social y la sensibilización sobre los efectos del cambio global Un aspecto clave en el éxito de las políticas de conservación es el contar con el suficiente apoyo social. Las áreas protegidas se han demostrado como buenos instrumentos de sensibilización, comunicación y concienciación, contribuyendo a mejorar los procesos de concertación social y de participación (Fundación González Bernáldez, 2011). Sin embargo, actualmente el contexto de crisis económica ha hecho desaparecer el componente ambiental de la agenda política, y los movimientos sociales de carácter conservacionista no logran movilizar a la sociedad en la medida suficiente, por lo que desarrollar políticas activas de comunicación es una tarea prioritaria. Comunicar el efecto del cambio global sobre las áreas protegidas, utilizando un lenguaje más cercano a la gente. Enfatizar el papel de los ecosistemas como proveedores de servicios responsables del bienestar de las personas. Favorecer alianzas con los medios de comunicación. Impulsar políticas activas de comunicación. Hacer énfasis en los logros de las áreas protegidas. Difundir entre los principales agentes corresponsables y la sociedad en general las buenas prácticas realizadas en los espacios protegidos y zonas de influencia respecto al cambio global. 31 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos 3.6. Conclusión La evidencia científica disponible y las experiencias de gestión existentes permiten comenzar a dibujar algunas directrices generales para la adaptación de las áreas protegidas al nuevo escenario que supone el cambio global. Aunque estas recomendaciones deben ser concretadas para su aplicación en cada lugar concreto, pretenden ser un punto de partida para guiar a planificadores y gestores. El presente documento considera que la gestión debe orientarse en torno a cinco principios básicos que se desarrollan en criterios para las diferentes capacidades de gestión necesarias en las áreas protegidas. Las ideas principales contenidas en las recomendaciones anteriores pueden sintetizarse en la tabla siguiente (Tabla 3). 32 Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos Tabla 6. Principios para la adaptación de las áreas protegidas al cambio global y síntesis de recomendaciones por cada capacidad de gestión INVESTIGACION SEGUIMIENTO PLANIFICACIÓN GESTION DE ECOSISTEMAS GESTIÓN DE ESPECIES CAPACIDADES ADMINISTRATIVAS COMUNICACION CONSIDERAR LA ESCALA GLOBAL Promover redes de investigación Integrar experiencias de seguimiento en redes globales Territorio como sistema, atención a la matriz territorial Enfoque de redes GESTIONAR LA INCERTIDUMBRE Desarrollar programas de investigación sobre los efectos del cambio global Transferir los resultados del seguimiento a la gestión Identificar refugios climáticos Prever escenarios alternativos Garantizar la conectividad Desarrollar la gestión adaptativa Favorecer la heterogeneidad paisaje Facilitar la dispersión de especies Limitar todas las amenazas no debidas al cambio climático Sistemas de alerta temprana Conservación translocaciones recurso Ex -situ y como ultimo INTEGRAR EL PROCESO DE CAMBIO CONSTANTE NUEVO MODELO DE GOBERNANZA Adaptar la planificación al cambio (limites, nuevas áreas…) Evaluación de la eficacia de la gestión Promover la resiliencia de los ecosistemas (heterogeneidad, diversidad) Ecosistemas en buen estado como forma de resiliencia Control de especies exóticas invasoras Aceptar cambios en la composición de especies Integración de políticas sectoriales Mejorar la coordinación administrativa Énfasis en los servicios de los ecosistemas para el bienestar de la sociedad Actualizar políticas de conservación Incorporar nuevos agentes Nuevas vías de financiación Nuevas estructuras administrativas Alianzas con medios de comunicación Criterios para la adaptación al cambio global de los espacios protegidos 4. 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