LA ERMITA DE LES SANTES AGUEDA Y LUCIA DE CABANES

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LA ERMITA DE LES
SANTES AGUEDA Y
LUCIA DE CABANES
PROYECTO FINAL DE CICLO
TUTOR: SALVADOR CABEDO MANUEL
ALUMNO: JOSE HERRERA BOIRA
CASTELLÓN, MAYO 2008
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INDICE
1.- Introducción…………………………………………………………….3
2.- Ermitas de la provincia de Castellón…………………………………....4
3.- El barranco de les Santes……………………………………………….6
- El roure valencià…………………………………………………6
- La fuente del Buen Suceso……………………………………...10
- Capillitas del camino……………………………………………11
4.- La ermita………………………………………………………………14
- La capilla de la Virgen……………………………………………17
5.- La Imagen de la Patrona………………………………………………18
- Pleito vecinal……………………………………………………19
- Robo de la imagen………………………………………………20
- Características de la imagen…………………………………….21
- Indumentaria y joyas……………………………………………21
- La cofradía de Ntra. Sra. del Buen Suceso………….…………..22
- Gracias y favores………………………………………………..22
- Composiciones en honor a la Virgen……………………...……22
6.- Las Romerías……………………………………………………….….24
7.- Los Gozos a la Virgen…………………………………………………26
8.- Bibliografía……………………………………………………………29
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1.- INTRODUCCIÓN
El objeto del presente trabajo es dar a conocer detalles y pormenores de la
ermita de Les Santes y su entorno, centro de los fervores marianos de los
cabanenses, para de esta forma compartir los sentimientos de estima y
admiración hacia uno de los referentes históricos de la localidad, símbolo
de la devoción popular.
Aparte de la belleza del lugar, se pretende acercar al lector a la carga
afectiva que encierra este ermitorio, enclavado en un privilegiado rincón de
la naturaleza, para la comunidad de Cabanes que lo venera como legado de
sus antepasados y como algo que debe ser transmitido a las futuras
generaciones.
Les Santes es mucho más que un centro pintoresco o estético, es un retazo
de historia, cargado de significado y vivencias. Expresa señas de identidad
y concentra buena parte de la espiritualidad de todo un pueblo.
En estas páginas se abordan también diversos aspectos relacionados con la
historia de la Virgen del Buen Suceso, patrona de la villa, las romerías y
fiestas que anualmente se celebran en su honor.
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2.- ERMITAS DE LA PROVINCIA DE CASTELLON
Según refiere el profesor Alvaro Monferrer en su trabajo ‘La cultura
popular’, la provincia de Castellón tiene casi medio millar de ermitas e
iglesias no parroquiales, sin contar las capillas murales, lo retablos
cerámicos, las cruces de término y los humilladeros que se levantan junto a
los caminos y en otros lugares. En torno a ellas nuestro pueblo ha
desarrollado sus propias manifestaciones religiosas, sorprendentes y
admirables.
Estas construcciones supusieron, en su momento, un enorme esfuerzo por
sacralizar el paisaje secular de nuestra historia, puesto que no existe
principio sagrado sin una humanización y viceversa. Muchas de ellas son
inmediatamente posteriores a la conquista cristiana y existen indicios
suficientes para sospechar que su función viene de tiempos anteriores.
En el siguiente cuadro de Monferrer pueden verse las principales
advocaciones de las ermitas de la provincia de Castellón:
Cristo (Calvario)
Santa Bárbara
San Roque
San Antonio Abad
San Miguel
San Cristóbal
San José
San Vicente Ferrer
San Juan Bautista,
Sangre de Cristo
Santa Lucía
Ntra. Sra. del Rosario
Ntra. Sra. de Loreto
San Pedro Apóstol
San Antonio de Padua
Ntra. Sra. de los Desamparados
Purísima Concepción
Santa Ana
San Francisco de Asís
San Blas
Santa María Magdalena
San Marcos
Ntra. Sra. del Pilar
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10
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9
9
7
7
6
6
4
Santo Domingo de Guzmán
Ntra. Sra. de la Fuente
Ntra. Sra. de Gracia
6
6
6
Es principio general que las ermitas dedicadas a la Virgen suelen situarse
en valles y lugares amenos, mientras que las de ciertos santos buscan los
lugares escarpados y de difícil acceso. Las de San Cristóbal ocupan
siempre lugares cimeros, como también las de San Miguel. Entre las santas
ocurre algo semejante: Santa Bárbara tiende hacia las cumbres, mientras
que otras santas suelen estar más cercanas y en lugares más amables.
También existen advocaciones preferentemente urbanas (San Antonio,
Virgen de Loreto, San Roque...), al contrario que otras situadas
mayormente en descampados (San Juan, San Gregorio, San Marcos, San
Pedro Apóstol).
Por otra parte, suele adscribirse una especialidad protectora a cada
advocación y una a cada imagen, y en ello estarán también las veneradas en
capillas y altares secundarios. San Cristóbal, San Miguel, Santa María
Magdalena y muchos Cristos son patronos del tránsito a la otra vida; las
Vírgenes de la Font, de las aguas saludables; otras de la sequía. Hay santos
con una especial dedicación a la salud como San Roque y San Sebastián
contra la peste, San Blas contra los males de la garganta; Santa Lucía
contra las enfermedades de la mujer, etc.
Cabe decir que, aunque estos patronazgos se manifiestan en fiestas y
celebraciones comunitarias, suelen apreciarse más en las devociones
particulares, lo que en ocasiones da pie a prácticas supersticiosas.
Estrechamente relacionadas con las ermitas están las peregrinaciones y
romerías, muy frecuentes en estas tierras, que de forma reglada se repiten
periódicamente, con características muy especiales tanto las de tipo
penitencial o rogativas, como las festivas. Sin tener en cuenta las
ocasionales, se han contabilizado en la provincia 429 romerías o
peregrinaciones, en su mayoría con plena vigencia en la actualidad.
Las penitenciales obedecen bien a un voto de la comunidad ante una
necesidad perentoria, sequía o alguna enfermedad epidémica, mientras que
las festivas, que pueden tener su origen en una motivación semejante,
presentan rasgos característicos de diversión y esparcimiento.
Abril, Mayo y Junio son los meses que concentran el mayor número de
romerías a lo largo del año.
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3.- EL BARRANCO DE LES SANTES
En el corazón del paraje natural del Desierto de las Palmas del que forma
parte, a los pies de la serralada del mismo nombre en su cara norte, a
espaldas del Bartolo, el barranco de Les Santes - antiguamente del Ritxer ofrece al visitante frondosos paisajes, cristalinas aguas, aire puro,
tranquilidad. Situado en un enclave único, ha resistido las sucesivas
embestidas de la irracional conducta humana sin que los reiterados intentos
incendiarios hiciesen mella en las numerosas muestras de las especies
autóctonas que pueblan su entorno, algunas de las cuales son únicas en la
Comunidad, como los dos ejemplares del roure cerrioides o roure
valencià, según denominación del botánico castellonense Manuel Calduch,
que lo estudió como ya hiciera Cavanilles en el siglo XVIII.
El roure valencià
Con motivo de la XV Acampada de la Federación Valenciana de
Montañismo celebrada en la ermita de les Santes los días 29 y 30 de abril
de 1973, Manuel Calduch publicó un interesante artículo sobre robles, en
el que afirma que los dos existentes junto a la ermita son sin duda alguna
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los ejemplares más grandes de robles cerrioides de todas las tierras
castellonenses.
Para general conocimiento reproducimos parte del artículo publicado en la
revista de la FVM que se editó en su día:
‘... En són tres només. I a més vull dir-vos que no pense entrar a fons en la
qüestió dels noms. Seguirem el costum de la gent de la nostra muntanya,
que tan prompte els diu roures com els diu rebolls.
El Roure Valencià (Quercus valentina Cav.) abunda molt en les terres altes
del nostre Regne i per tota la terra veïna de Terol. Ja de lluny es distingeix
pel seu color verd clar, lluminós i cridaner, que el fa destacar sobre el verd
grisenc, seriós i tristó de les carrasques, entre les que sol criar-se. Es fa
present en quasi tots els carrascars de la part alta del nostre Regne. Baix
de la costa d’Ares, en Vistabella, a prop del riu Montlleó i en alguns altres
racons de l’Alt Millars i l’Alt Maestrat, arriba a formar xicotets boscatges
quasi bé purs.
Quercus cerrioides. Sense nom vulgar característic, el botànic cátalà
Francesc Masclans i Girvés el descriu sota el nom acadèmic de Roure
cerrioide. Aquest roure havia estat estudiat per primera vegada pel botànic
valencià A. C. Costa que l’havia trobat en els obacs de la Serra Collcerola.
Al Principat és comú pels fondals i les obagues de les serres no molt
allunyades de la mar. Enrareix cap al Sud, però es troba encara en la
Serralada de Les Palmes al Pais Valencia. Açó és el que diu Masclans, que
és l’únic autor que parla de l’existència d’aquest roure en aquesta terra
nostra.
Es falta només parlar-ne d’un altre. Aquest tercer en discòrdia és el
Quercus Pyrenaica. Abunda en tota l’Espanya interior. En terres
valencianes es troba només a Penyagolosa, on forma un xicotet bosc molt
poblat i pintoresc: el rebollar del mas Roig. Està situat entre aquell mas i
la cova de la Beltrana. També se’l troba junt a la font del mas dels Arcs i
més amunt al costat del mas de les Pomeres, ja en terme de Xodos.
Encara que superficialment entrarem en la qüestió dels noms.
F. Masclans té un magnífic treball premiat i editat per l’Institut d’Estudis
Catalans titolat ‘Els noms vulgars de les plantes a les terres catalanes’. Es
un recull de tots els noms que dóna el poble a certes plantes en aquells
països on es parla alguna forma de llengua catalana. Des del Segura al
Rosselló i des de Fraga a l’Alguer.
Però en la ‘Guia per conèixer els arbres’, l’autor ha procurat simplificar
el problema d’una forma encertada i pràctica.
Així Masclans, en aquell llibre, li dóna al Quercus Valentina Cav. el nom
de roure de fruita petita. De l’única monografía espanyola del gènere
Quercus escrita pel gran botànic aragonés Carlos Vicioso, podem traure
aquesta llista de noms vulgars: ‘Quejigo’ els andalussos i ‘Rebollo’ els
aragonesos.
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Els nostres paisans ‘Roure’ i ‘Rebollo’. Però al meu gust, el nom més
encertat és el que li donen els alcoians i els alzirencs; li diuen ‘Gal.ler’.
Al Quercus Pyrenaica, Masclans li dóna el nom de roure reboll. Segons
Vicioso tenim ‘Roble negral’ i ‘Roble tozio, en Castella la Vella; ‘Melojo’ i
‘Marojo’ en Castella la Nova i Aragó, i segons un pastoret a qui vaig
estirar la llengua, allà dalt al Pla de la Creu, ‘Reboll de fulla ampla’.
I per acabar aquest romanç, ara devia fer-vos una descripció acabada del
roure cerrioide. Doncs, val, senteu-vos en el pedrís davant de la font de les
Santes, d’espatlles a la font; els peus penjant en l’aire. Baix dels peus teniu
un hort de tarongers; a la vora d’ell, el barranquet, i més enllà del
barranquet, al davant vostre, recte al nas i a una pedrada de distància,
voreu, juntets, dos roures cerrioides. Els més grans, potser, que es crien en
totes les terres castellonenques. Ja són vostres, mireu-vos- els bé ... per
dalt, per baix, pel mig.
I després de ben mirats, ja estan de sobra les paraules. I a més, mirant-los,
comprendreu per qué parlar de roures en les Santes és cosa que venia a
pél.’
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La majestuosidad de las agrestes montañas que lo circundan, la rica
cubierta vegetal con poblamientos tan poco habituales como los
alcornoques, la carrasca, el pino rodeno y el carrasquero, los madroños y
otros arbustos como el palmito, así como la abundancia y calidad de sus
aguas, con numerosas fuentes y manantiales, amén de la calma y el sosiego,
confieren al barranco un atractivo especial, convirtiéndolo desde antaño en
lugar apetecible para las distintas civilizaciones, como lo prueban restos de
poblados neolíticos y otros vestigios de sucesivas generaciones que
habitaron estas tierras, que son citadas y reconocidas por su fertilidad en el
documento de la carta-puebla de Cabanes otorgada en 1243.
Sobre la riqueza y el valor mediambiental del paraje escribió el profesor
Rogeli Santamaría Luna en su artículo ‘Aprofitament medioambiental del
paratge de les Santes’ en el libro editado por el Ayuntamiento de Cabanes
en el año 2000, en conmemoración del 75 aniversario de la fuente del Buen
Suceso, que transcribimos:
‘A les Santes els factors abiòtics (terreny i clima) es combinen formant
distints ambients naturals i el resultat és una gran varietat de flora en un
espai molt reduït i una belleza del paisatge on destaquen els contrastos de
colors (roig, gris i ocre dels sols i verds vegetals) i de formes (cingles de
rodé tallen la vegetació i els cingles grisos envolten el paratge destacant
sobre els bancals o els pinars com un amfiteatre). Ës un espai privilegiat
per conèixer millor un dels terrenys geològics més propis de la Comunitat
Valenciana: les zones de rodé o gresos rojos.
Si bé a la província de Castelló aquestos terrenys geològics i les
associacions naturals que els són pròpies estan representades a les Serres
Calderona, d’Espadà i Espina i al Desert de les Palmes, la diversitat que
podem observar als voltants de l’ermita de les Santes és difícil de trobar
als llocs citats. Apareixen, darrere l’ermitori, calises i la base paleozoica
de pissarres. Seguint l’estratificació trobem, al fons del barranc, les roques
pròpies del buntsandstein triàssic: conglomerats silicis rogencs sobre els
quals hi ha grans estrats de rodé roig i argilites pissarroses del mateix
color. Ales parts més altes podem trobar ells materials calcaris grisos o
quasi negres.
Aquestes matrius rocoses deriven en terrenys característics (sols silicis de
pissarra, de rodé i d’argila roja i sols calcaris …) que limiten una
vegetació particular, influenciada per altres factors abiòtics.
La diferència d’altitud entre el fons del barranc i les muntanyes que
l’envolten no és excessiva, encara que varia d’uns 300 metres a l’ermita
fins a 700 metres al Colomer i podem trobar fortes costeres i cingles
abruptes. Els espais agraris s’han mantingut gràcies a l’abancalament de
les faldes de muntanyes.
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L’orientació NE-SO del barranc permet observar en algunes zones les
diferències entre ombría i solana, contribuint açò a augmentar la diversitat
de la vegetació i els contrastes del paisatge.
La proximitat a l’aigua (fonts, barrancs i regalls, basses...) limiten
l’existència d’algunes plantes (baladre, emborratxacabres, canyes, joncs
...) i la humitat de les zones ombrívoles i fondes afavoreix la presència
d’espècies característiques d’aquest ambient (falgueres, molses, rusco,
marfull).
Els arbres més abundants són els pins (pi blanc i pi pinastre) però també
trobem altres arbres roures, carrasques, oms, lledoners, falses acàcies i
plàtans d’ombra) a més dels que tenen utilitat agrícola (fruiters de pinyol,
taronger, garroferes, ametllers i olivers).
La vegetació arbustiva és variada (brucs, estepes, matissa, coscoll, romer,
margalló) i resulta molt important la concentració d’arbocers a la
capçalera del barranc, abans de començar el pinar de pi pinastre.
L’abundància de plantes enfiladisses o lianes (lligabosc, heura,
sarsaparrella, pegalosa, rosers bords, esbarzers) és simptomàtica de les
ombríes així com l’existència de líquens, molses, bolets i, especialment, les
falgueres, sense oblidar els ‘melics’ (umbilicus rupestris) que naixen a la
paret a vora de la bassa.
No és difícil pensar que en un lloc on hi ha aigua i una varietat i riquesa
florística excepcional hi haja molta fauna, i per això és un bon refugi o
reserva d’animals salvatges.
Per tot l’abans esmentat ja caldria una especial atenció a aquest paratge
des del punt de vista natural i entendre perqué les Santes és un lloc visitat i
estimat per moltes persones, que han estat captivades per la belleza
natural i la seua riqueza ambiental’.
La fuente del Buen Suceso
En la carta puebla de Cabanes, otorgada por el obispo tortosino Poncio de
Torrellas, como señor de la Tinença de Miravet, el 19 de junio de 1243, se
estipuló que el barranco del Ritxer, abundante en aguas y en el cual se han
hallado restos de un poblado neolítico, sería para los nuevos pobladores
salvo los molinos y dos huertos que retenía el señor.
La abundancia y calidad de las aguas del paraje de Les Santes no pasó
desapercibida para los habitantes del lugar que, en 1925 las condujeron
hasta la población donde levantaron una fuente que lleva por nombre el de
la Patrona y que desde entonces abastece a los vecinos.
La conducción del agua a través de una tubería por impulso natural, así
como la construcción de la fuente, se deben a las gestiones de un ilustre
benefactor, Isidro Valera Penalva a la sazón delegado gubernativo en
Castellón, del que Cabanes guarda un especial recuerdo, con una calle
dedicada y teniéndolo presente en cuantos festejos se han celebrado al
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efecto, como las bodas de plata, de oro y de platino de la citada fuente, con
masiva participación popular y actos especialmente emotivos, que
recordaban como los antepasados dieron solución al grave problema que
suponía la escasez del líquido elemento.
Con motivo de la celebración en el año 2000 del 75º aniversario de la
Fuente del Buen Suceso, el llorado poeta cabanense Ricardo Ripollés
compuso esta poesía:
Naces en las entrañas de unos peñascos
y encuentras en el bosque frondosa cuna.
Una Virgen alienta todos tus pasos
por cerros, por cañadas y por llanuras.
Desciendes silenciosa del alto monte
entre aromas de pinos, jaras y azahares,
Las brisas te saludan con sus rumores
y te guía la Virgen hasta Cabanes.
Y en el centro del coso, samaritana,
guarnecida de mármol y bronces viejos,
nos brindas las delicias del agua clara,
que un manantial serrano vierte en tus senos.
¡ De les Santes nos llegas querida fuente,
para calmar las ansias del cabanense!
Otro de los atractivos del lugar - para los cabanenses el más importante - es
la ubicación en pleno barranco de la vieja ermita de las santas Águeda y
Lucía, en la que se venera, desde hace más de tres siglos, la imagen de la
patrona de la villa, la Virgen del Buen Suceso.
Al ermitorio, situado a unos ocho kilómetros de Cabanes, se accede por un
estrecho y tortuoso camino que bordea el pintoresco barranco, escoltado de
cerca por las ruinas del castillo de Miravet y las enhiestas cumbres de las
Agujas de Santa Águeda.
Capillitas del camino
A lo largo del serpenteante camino todavía perduran, como vivos ejemplos
de la devoción popular a la Patrona, ocho capillitas, de escaso valor
arquitectónico es cierto, pero cargadas de historia y fervor religioso, que
aguardan silenciosas el paso de la comitiva, cuyos romeros hacen
inexcusablemente un alto en su peregrinar y tras colocar las pequeñas andas
sobre las que se transporta la venerada Imagen en el poyo adosado a cada
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‘capillita’ se canta una Salve y en determinados lugares hasta es preceptivo
hacer un breve descanso para reponer fuerzas y emprender nuevamente la
romería.
Se trata de pequeñas obras de mampostería, con el denominador común de
contener un cuadro con la efigie de la Virgen del Buen Suceso pintado
sobre artísticos azulejos.
Según relata el sacerdote Sales y Vidal, en 1868 sólo había dos capillitas en
el camino, una en la parte baja de la cuesta y otra en el Pedrisset.
Actualmente son ocho, pues a las citadas, se unen las del Campet, Calvari,
la Arena, les Foies, dalt de la Costa, y Molí del barranc o de Monferrer.
Todas se construyeron y / o restauraron en la década de 1940.
Como homenaje a los cabanenses que generación tras generación se
preocupan de la conservación, cuidado y mantenimiento de las ‘capillitas’ y
como motivo de meditación de la profunda devoción popular a la Mare de
Déu de les Santes, detallamos todo cuanto se conoce de cada uno de estos
hitos que adornan el camino desde el pueblo al ermitorio, según datos
publicados por Vicente Llobet Vidal en la revista ‘Fiestas Patronales de
Cabanes’ correspondiente al año 1966.
1.- Campet.-‘Ntra. Sra.del Buen Suceso’. Reconstruida por Herminio
Gauchía, Francisco Ribés, José Carceller y Vicente Montoliu en 1943. Se
hizo nueva en la antedicha fecha en cumplimiento de una promesa hecha
por los citados señores durante la guerra civil española.
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2.- Pedrisset.- ‘Ntra. Sra. del Buen Suceso. Reconstruida por la devota
Victoria Segarra Cueva. Año 1940’. Es una de las más antiguas y según la
tradición en su poyo se dejó la Santa Imagen cuando se pretendió robarla
en el siglo XVIII.
3.- Les Foies.- ‘Ntra. Sra. del Buen Suceso. Patrona de Cabanes’. No se
conocen más detalles.
4.- Dalt de la Costa.- ‘Ntra. Sra. del Buen Suceso. Reconstruida por el
devoto José Reula Fabregat en el año 1940’.
Se hizo nueva a últimos del siglo XIX por un devoto que salió ileso de la
guerra de Cuba. En 1982 se cambió su ubicación, pasando al otro lado del
camino.
5.- Baix de la Costa.- ‘Ntra. Sra. Del Buen Suceso. Reconstruida por el
devoto Laurentino Capdevila Vicente. Año 1940’.
Es también una de las más antiguas y por el mismo motivo que la anterior
se ha cambiado su ubicación, pasando a la margen derecha del camino.
6.- Molí del Barranc.- ‘Ntra. Sra. del Buen Suceso. Fundada por Manuel
Monferrer Reula y reconstruida por su hermana Manuela en 1940’. Está
situada frente al antiguo molino del Ritxer.
7.- La Arena.- ‘Ntra. Sra. del Buen Suceso. José Valls Amer,
encontrándome en una muerte segura invoqué a nuestra Madre la Virgen
del Buen Suceso y fui salvado. Prometí fundar esta capilla. Año 1940’.
8.- Calvari.- ‘Ntra. Sra. del Buen Suceso. Fundada por Josefa Esteller
Roca y reconstruida por sus descendientes. Año 1940’.
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4.- LA ERMITA
En otros tiempos, hubo en este mismo barranco una antigua ermita
dedicada a las Santas Águeda y Lucía, cuyas reliquias todavía se
conservan. Aquella vetusta ermita se vino abajo y los devotos de Cabanes,
para seguir cumpliendo la promesa de visitarlas anualmente, peregrinaban a
la ermita de Santa Águeda de Benicasim.
Pero el 22 de octubre de 1610, el obispo de Tortosa, Pedro Manrique, al
acabar la santa visita Pastoral, ordenó a los feligreses de la población que
reconstruyeran la ermita en ruinas y que cumplieran su voto comunitario en
la misma, en vez de encaminarse a tierras benicenses.
El mandato episcopal fue obedecido con tanta exactitud que el 18 de
febrero de 1611 era colocada la primera piedra y dos meses más tarde, el 25
de abril, ya celebraba misa el párroco Melchor Pedreguer, aunque las obras
estaban aún por acabar. La edificación concluyó en 1617 y fueron
colocadas en el altar mayor las imágenes de las dos mártires titulares, que
hoy conservan su puesto de honor. Asimismo guarda la ermita en un
artístico relicario dos huesecitos de sus titulares.
Antiguamente poseía bastantes tierras para su sostenimiento, pero fueron
vendidas en su mayor parte durante la guerra de la Independencia con el fin
de atender las necesidades de la población. Para su cuidado y aseo había un
ermitaño puesto por el Ayuntamiento, así como anualmente se nombraba
también a dos mayorales para atender a las fiestas y funciones que allí se
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celebraban a cuenta de la villa, que se reducían a una misa cantada el día 5
de febrero en honor a Santa Águeda, otra el 13 de diciembre por Santa
Lucía y la ‘processó de la caritat’, el segundo día de Pascua de
Resurrección. En esta procesión, llamada así porque en su origen se daba
de comer a todos los que iban, se llevaban las imágenes de las dos Santas y
el predicador de la Cuaresma hacía su último sermón en honor de las
gloriosas mártires. Esta práctica se extinguió a finales del siglo XVIII, pero
las fiestas de las Santas duraron todavía hasta el año 1859, en que por
haberse apropiado el Estado de la ermita y sus tierras en virtud de las leyes
desamortizadoras, ya no se pudieron celebrar.
El actual complejo arquitectónico, que consta de iglesia, casa del santero y
dependencias anejas, fue levantado siguiendo los tradicionales cánones de
la edificación propia del momento, desarrollados tras el Concilio de Trento
y la irrupción del pensamiento humanista. Un manierismo desordenado que
supuso una secuencia de la última arquitectura gótica y la superación de la
tradición bajomedieval con unos modelos arquitectónicos trabajados en
cantería y obra, con fachada retablo exterior. Una verdadera irrupción del
renacimiento en términos arquitectónicos.
El que fuera Cronista Oficial de la villa de Cabanes, Guillermo Andréu
Valls, describe así la ermita: “Su bóveda de crucería está sostenida por dos
magníficos arcos torales, cuyos contrafuertes por la parte de Levante
forman el artístico pórtico de su entrada lateral con fachada clásica de estilo
barroco, coronada por dos hornacinas para las Santas y en el que consta la
inscripción A 1617”.
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Esta preciosa iglesia mide 15,20 por 7,83 m, su altura es de 7.46 metros y
su artística fachada está coronada por una espadaña con dos campanas, con
una inscripción que dice: ‘Año 1911 -Agueda Lucía- Refundida en 1948’.
En torno a su altar, como formando corte de honor, están las imágenes de
San Joaquín y Santa Ana, la de San José y la de San Agustín, cada una en
su respectiva hornacina. En el presbiterio está el altar de la ermita con las
imágenes de Santa Águeda y Santa Lucía. En una y otra parte del
presbiterio hay sendas sacristías, la iglesia tiene coro alto.
Coincidiendo con el 350 aniversario de su construcción, en 1967 se llevó a
cabo una restauración del ermitorio con aportaciones de particulares y
devotos. En 1993 se procedió a la limpieza de muros, dejando la piedra al
descubierto y un año después se acondicionó el entorno con la instalación
de paelleros cubiertos, mesas y bancos. En 2003 se reconstruyó la casa del
ermitaño de la que se había estropeado una viga de carga, se cambió todo el
pavimento y se decoró el interior de la ermita, un año después se
renovaron los bancos.
El camino que pasaba por delante de la ermita se desvió por detrás en 1955.
Aparte de la citadas inscripciones, de la entrada lateral y las campanas, hay
otras como la del dintel de un hueco del muro de la explanada ‘Año 1898’;
en la fuente nueva ‘Bendecida el día 31 de Agosto del año 1912’ y en la
otra fuente ‘Restaurada el día 1 de mayo del año 1993’.
Junto a la iglesia hay una espaciosa hospedería con vivienda para el
ermitaño que antiguamente cuidaba la ermita y sus propiedades. El
ermitorio cuenta con una gran explanada bordeada de frondosos árboles y
en la parte posterior ha sido habilitada una parcela para el aparcamiento de
vehículos.
El paisaje serrano le confiere al lugar un especial encanto por la frondosa
vegetación, las extensas pinadas de alto monte, las colgadas rocas a punto
de despeñarse y la majestuosidad de su silencio roto tan sólo por el canto
del ruiseñor, el siseo de los pinos y el suave murmullo de las aguas del
riachuelo que discurre por el fondo del barranco.
El paraje, lejano del pueblo y en solitario rincón montañés, es lugar
adecuado para acampadas juveniles, marchas de senderismo y para unos
días de reflexión y recogimiento.
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La capilla de la Virgen
En la iglesia, a mano derecha está la capilla de la Patrona construida en
1694, de 6,27 por 4,53 m. Fue su promotor el Dr. Juan Huguet, Pbro., el
cual fue enterrado allí al morir el 1 de agosto de 1697.
Conserva algunos testimonios de su primitiva ornamentación de hojarascas
al más puro estilo ‘Pérez Castiel’. Ubicada en el lado de la epístola y
abierta por un gran arco cerrado por una reja monumental. El retablo de la
capilla lateral, dedicada a la Virgen del Buen Suceso, fue construido en
1859 y según reza una inscripción en el mismo, fue renovado el 23 de
mayo de 1886 por Felipe Vaquer, siguiendo esquemas neoclásico, con altar
tabernáculo del tipo pórtico y ordenación académica de todo el espacio
propia de los últimos años del novecientos.
Posiblemente es la única imagen patronal que no ocupa los honores
presidenciales del altar mayor.
Ante el mal estado de conservación de las pinturas motivado por las
humedades, se procedió a la limpieza general y a la restauración cromática
de las pérdidas pictóricas de la capilla, labor que llevó a cabo el artista
Salvador Rubio Tomás (Pío), bajo la dirección técnica de Carmen Cardona
y Carolina Calabuig en el año 2005.
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5.- LA IMAGEN DE LA PATRONA
Vivía en Cabanes una familia de abolengo, la de los Gavaldá. En 1583 el
matrimonio formado por el notario Juan Gavaldá e Isabel Guasch fundó un
beneficio en la iglesia parroquial bajo la advocación de Nuestra Señora del
Rosario, cuya imagen presidía el altar beneficial, que cambió al poco
tiempo su titulación, por la de la Inmaculada Concepción.
Retirada que fue la imagen del Rosario de dicho altar, fue acogida en el
domicilio familiar, sito en la calle San Antonio de la población, siendo
instalada en un oratorio privado de la casa.
El venturoso matrimonio tuvo un hijo enclenque y enfermizo llamado
Francisco y de él nos habla el presbítero y beneficiado de la parroquia de
Cabanes, Dr. Cherta de esta manera: “Siendo niño padecía el mal caduco o
del corazón, lo que tenía afligidos a sus padres. Sucedió un día que al
volver la madre de la iglesia advirtió que el rostro de la Santa Imagen
estaba todo mojado, tomó un lienzo y lo enjugó, y movida por su devoción
y singular impulso, puso el lienzo mojado bajo la almohada de su hijo
enfermo, y quedó libre del accidente”.
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El mismo autor nos dice quién es este niño al escribir lo siguiente:
“Andando el tiempo, este niño fue religioso jerónimo ..., cursó escuelas,
regentó cátedras, manejó gobiernos, y, habiendo ascendido por sus méritos
al Generalato de la Religión, le presentó el Rey Felipe IV para el obispado
de Segorbe, y obtuvo la gracia de Inocencio X a 14 de octubre de 1652 ...
gobernó la Silla de Segorbe siete años, siete meses y tres días”.
Este es el obispo Fr. Francisco Gavaldá y Guasch, que tomó posesión de la
Sede el 4 de febrero de 1653 y murió siendo su obispo el 19 de mayo de
1660.
Este santo obispo, al morir sus padres, hizo generosa donación de la
imagen a la parroquia de Cabanes, entrando en la misma con tan buen pie,
que quiso el Señor favorecerla con nuevos prodigios. Hasta tal punto se
complació en ello, que el pueblo fiel a ella acudía en cualquier tribulación,
y así fue como la imagen del Rosario fue proclamada patrona de la villa,
mudando su nombre original por el del Buen Suceso. Entonces se pensó en
ofrecerle digna morada y no se halló otra mejor que la misma ermita de Les
Santes.
Es muy posible que el cambio de nombre por el del Buen Suceso y, sobre
todo, por el de Mare de Déu de les Santes fuese también consecuencia del
hecho de que el Papa Urbano VIII (1623-1644) decretase de ‘motu propio’
que cada nación, ciudad o villa eligiese a sus respectivos patronos con el
fin de evitar el exceso que se hacía entonces de fiestas religiosas y profanas
en toda la cristiandad en detrimento de la clase trabajadora, que pasaba
necesidad por este hecho. Así Játiva nombra patrono a San Félix en 1643,
Sagunto a los santos Abdón y Senén en 1644 y posiblemente Cabanes
también por estas fechas y posteriormente por algún hecho que se
consideró extraordinario le dio el título del Buen Suceso, aunque desde el
traslado al ermitorio siempre se la denominó coloquialmente la ‘Mare de
Déu de les Santes’ y con el nombre del ‘Bon Succés’ sólo se la conoce
documentalmente hacia 1678.
Aunque son confusas las noticias sobre la donación episcopal y la posterior
colocación en la ermita, el historiador Sales y Vidal habla de los años 1638
y 1639 como los más probables, puesto que fue el primer domingo de mayo
del último de los años citados cuando el pueblo celebró por primera vez la
fiesta en su honor.
Pleito vecinal
Uno de los acontecimientos más notables y singulares en la historia de
Ntra. Sra. del Buen Suceso es sin duda el ruidoso pleito que en el siglo
XVIII hubo entre los vecinos de la calle del Rosario y adyacentes y los del
resto de la villa sobre la fiesta a realizar en honor de la Virgen el primer
domingo de mayo de cada año. Este litigio fue ocasionado por el
entusiasmo y fervor que llegó a tener el pueblo por su excelsa Patrona,
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poniendo de relieve cuan grande era el amor y la devoción que le
profesaban.
La fiesta era en un principio costeada por los devotos del barrio donde se
ubicaba la calle del Rosario, que pretendieron convertir la costumbre en
derecho, a lo que se opuso la otra parte de la población al considerar que la
donación de Gavaldá fue para todo el pueblo y por tanto todos los vecinos
debían participar en la elección de clavarios y los mayorales.
El litigio alcanzó su punto culminante en 1762, cuando el clavario y los
mayorales tuvieron que enfrentarse no sólo al resto de vecinos sino también
la justicia y al Ayuntamiento, que pretendía acabar con el privilegio y
asumir la organización de los festejos. Intervino el Sr. Obispo, que mandó
por decreto que se mantuviera la tradición en favor de la calle del Rosario
no sólo dicho año sino también en los venideros, avivándose de esta forma
las desavenencias, lo que precisó la intervención de autoridades civiles y
eclesiásticas, que no pudieron, pese a sus intentos, arreglar las cosas.
Robo de la Imagen
El empeño y entusiasmo que las calles litigantes tomaron para defender sus
derechos es inexplicable y duró largos años como especie de ojeriza entre
ellas en lo tocante a este punto, pero afortunadamente con el paso del
tiempo llegó a extinguirse.
No obstante la tradición nos ha conservado un hecho que revela hasta qué
punto llegó el calor y la efervescencia en estas cuestiones y altercados, y es
lo que vulgarmente se conoce como el ‘robo de la Santa Imagen’.
Aunque se desconoce el año que sucedió, es probable que ocurriera antes
de la ocupación de estas tierras por las tropas francesas en la guerra de la
Independencia, pues uno de los que cometieron la acción, un tal Tomás
Puig, carpintero de la villa y como tal práctico en las entradas y salidas de
la iglesia, murió el año 1828 de una edad avanzada.
No pudiendo sufrir algunos vecinos de las calles contrarias a la del Rosario
que ésta siguiera obsequiando a la Virgen la fiesta, planearon el robo de la
Imagen y a tal fin, concertaron con el ermitaño que en una de las noches de
fiestas, mientras el pueblo se divertía en el baile, entraron en el templo por
la puerta del cementerio, tomaron la Imagen y salieron tomando el camino
de la ermita. No obstante fueron descubiertos, el pueblo se alborotó con el
toque de las campanas para avisar del suceso y persiguió a los atrevidos
que, al verse acusados y perdidos, dejaron la Santa Imagen en el camino, a
un cuarto de hora de la villa y huyeron. Devuelta la Imagen a la iglesia,
fueron a la ermita donde les esperaba el ermitaño con las puertas abiertas
para consumar la impostura, de la que la tradición no dice nada respecto a
si hubo sanciones o castigos.
La prerrogativa del barrio del Rosario terminó definitivamente con la
destrucción de la primitiva imagen en 1936. La primera fiesta a la nueva,
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costeada por el Ayuntamiento, la hizo por primera vez todo el pueblo el 6 y
7 de mayo de 1939, variándose por esta razón el itinerario de su entrada
solemne en la villa, ‘Entrà de Maig’, que antiguamente pasaba por dicho
barrio y en la actualidad se hace por la Plaça dels Hostals y calle de San
Vicente, manteniéndose el recibimiento oficial en la plaza de la Virgen del
Buen Suceso, anteriormente denomina de la Fuente Vieja.
Características de la imagen
Es de escultura bastante perfecta, de dos palmos y medio y un tercio de
altura, bien colorida y conservada; tiene sobre el brazo izquierdo al Niño
Jesús y en la derecha lleva un cetro de plata.
Angel Sánchez Gozalbo, en su obra Imágenes de Madona Santa María en
el Boletín de la Sociedad Castelonense de Cultura, t. XXV (1949), página
464, la describe así: “Nuestra Señora del Buen Suceso (Madera) 0, 52 m.
de alta, Siglo XVI. Virgen estante con Niño Jesús en brazo izquierdo. Lleva
túnica gris y manto azul por fuera y blanco por el envés. Cetro en mano
derecha”.
Aunque toda es de talla, se venera vestida de ropa al modo de otras varias
imágenes de esta divina Señora, adornando finalmente su cabeza una
corona de plata.
La imagen original desapareció el 15 de agosto de 1936 cuando la iglesia
parroquial fue saqueada, los altares destruidos y las imágenes quemadas en
una hoguera, pero la piedad popular halló el modo de continuar sus filiales
fervores en una nueva imagen bendecida el 6 de mayo de 1939, digna
sucesora de la tradición y de la historia.
La nueva imagen, idéntica a la primitiva, fue tallada en madera por el
artista villarrealense Pascual Amorós ‘Pasqualet el santero’, mide 80
centímetros y se venera con túnica y manto de tela. La Virgen lleva al
Niño Jesús en su brazo izquierdo y sostiene con su mano derecha el cetro
imperial.
Las andas para la procesión las construyó en Castellón Antonio Masip,
mientras que las pequeñas para los traslados desde la ermita al pueblo son
obra del carpintero cabanense Daniel Andreu Llobet.
Indumentaria y joyas
La parroquia de Cabanes guarda, con estima reverente, el ajuar de la Mare
de Déu de les Santes, un tesoro que se ha ido acumulando a través de
regalos y donaciones de los fieles a su Patrona y que está compuesto por un
conjunto de vestidos y joyas
El atuendo de la Patrona está formado por dos trajes completos de color
blanco, utilizados en las grandes solemnidades (Entrà de Maig y fiesta
principal), a ellos hay que añadir uno de color negro (se usó en tiempos del
cólera), uno morado (para rogativas), otro rojo completo (para el día de
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Pentecostés), dos azules y uno verde. El vestuario de la Virgen se completa
con cuatro mantos y todos sus complementos de enaguas, camisas,
delantales, manoplas y gorgueras, gran variedad de valiosas joyas, coronas,
cetros, pendientes, anillos, medallas, camafeos y colgantes, amén de varias
pelucas de la Virgen y el Niño, un guión de seda azul y las dos andas o
peanas, una pequeña para los traslados y la otra más grande para las
procesiones.
La cofradía de Ntra. Sra. del Buen Suceso
Aunque en la iglesia parroquial no existe cofradía alguna bajo este título, ni
en el pueblo hay memoria de que haya existido, en el archivo parroquial se
encuentra una bula del Papa Clemente XIV fechada en Roma el 8 de
noviembre de 1769, en la que se conceden ciertas indulgencias a los
cofrades de la Bienaventurada Virgen María del Buen Suceso, documento
que hace suponer que por aquellos años se fundó o al menos se pensó en
ello, una cofradía en honor y gloria de Ntra. Señora.
Gracias y favores
Cuenta la tradición que son numerosas las gracias y favores, tanto en
común como en particular, con que la Virgen ha premiado a través de los
tiempos el amor y devoción que la villa le profesa.
Así son muchas las ocasiones que el pueblo acudió en ‘rogativas’ para
pedir los auxilios de la Patrona ante los problemas de sequía (años 1673,
1690, 1798, 1814, 1834) y/o enfermedad (cólera 1731, 1756 y 1865), tal
como se recoge en una de las estrofas de los Gozos:
En sus conflictos y afanes,
sequedades y dolencias,
acude a Vuestra presencia,
todo el pueblo de Cabanes.
Composiciones en honor a la Virgen
Son numerosas las composiciones, tanto en verso como en prosa, dedicadas
a la Virgen del Buen Suceso en las distintas épocas y publicaciones. Como
más importantes citaremos las siguientes:
‘Epítome histórico de la prodigiosa imagen de María Santísima del Buen
Suceso ... de Cabanes’. En Valencia. Por Joseph Thomas Lucas, año 1762.
48 páginas. 150 por 95 mm. De esta edición sólo se conservan dos
ejemplares.
‘Novena de Ntra. Sra. del Buen Suceso, Patrona de la villa de Cabanes’.
Compuesta en 1761 por el Dr. D. Joseph Cherta, presbítero y beneficiado
en dicha iglesia. Reeditada en el año 1962.
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‘Resum històric sobre la Imagte de la Mare de Déu del Bon Succés
Patrona de Cabanes’, de José María Bertrán Bojadós, Canonge de la S.I.C
de Tortosa (1926).
‘Historia de Ntra. Sra. del Buen Suceso, venerada en la ermita de Les
Santes de la villa de Cabanes’, de José Sales y Vidal, presbítero, coadjutor
de la parroquia de San Juan Bautista de Cabanes. Fue escrita en 1867 y ha
llegado a nosotros en un manuscrito único fechado en Cabanes en 1868.
Fue reeditada bajo los auspicios de la Sociedad Castellonense de Cultura en
1956, con edición y notas del Cronista Oficial de la villa, Guillermo
Andreu Valls.
Entre las composiciones poéticas más notables destacan el ‘Ave María’ que
en 1950 compuso el cabanense Antonio Bellés Tena, cuyas estrofas se
cantan con gran fervor y devoción popular en las romerías de traslado de la
Virgen y ‘Sábado de romería’, composición muy lograda, que el poeta
local Ricardo J. Ripollés Bellés dedicó a la Patrona en 1983 y que fue
publicada en la revista de fiestas del mes de mayo del citado año.
Aunque ninguno ostenta carácter de oficial, dos son los himnos conocidos
dedicados a la excelsa figura de la Virgen del Buen Suceso. El más antiguo
es obra de Ricardo J. Ripollés y data de 1970 (revista de fiestas de mayo de
1970), mientras que en 2005 el guitarrista José Vicente Ripollés estrenó
otro dedicado a la Patrona de su Cabanes natal, que también fue publicado
en la revista - programa de las fiestas de mayo del citado año.
23
6.- LAS ROMERIAS
Desde el año 1639 el sábado anterior al primer domingo de mayo los
romeros cabanenses peregrinan a Les Santes para traer la imagen de la
Patrona a la población, según nos cuenta el Cronista Oficial: “Los romeros
procedentes de toda la comarca se congregan a primeras horas de la
mañana para acompañar a la Virgen con fervoroso entusiasmo hasta la
villa. Dice la tradición popular que la imagen de la Patrona suda amorosa
mientras recorre los ocho kilómetros del serpenteante camino, al mismo
tiempo que bendice los campos y sus granadas mieses. Al mediodía llega la
romería a la ermita del Calvario, en las afueras de la población, y cuando el
sol oculta sus destellos por la lejana e ingente mole del Peñagolosa se
efectúa la solemne Entrà de Maig, en la cual las autoridades y todo el
pueblo le rinden su cordial homenaje de bienvenida en la plaza que lleva su
nombre, terminando el acto con la triunfal entrada en el templo parroquial
donde se le tributa una ofrenda floral. Pasada la medianoche se cantan en la
plaza inspiradas ‘albaes’ en su honor. Sigue una semana de alegres fiestas
y el domingo de Pascua de Pentecostés tiene lugar la solemne fiesta de
despedida para ser devuelta al día siguiente al ermitorio, en cuyo típico
cortejo formaban antaño caballerías enjaezadas y carros engalanados, según
costumbre local, así como toda clase de vehículos motorizados”.
Una vez en la ermita, se celebra la misa en su honor y los romeros se
disponen a pasar el día en el campo con comidas de ’germanor’. Al caer la
tarde, todos regresan a sus hogares, quedando la venerada imagen en su
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trono, engalanada con su florida guirnalda viajera, esperando durante el año
las visitas devotas de sus hijos, que le cantan con fervor las estrofas del
estribillo de sus Gozos:
‘Pues vuestro amor, gran Señora,
en nuestro pecho está impreso,
sednos Madre y defensora
¡ Oh Virgen del Buen Suceso’
Las fiestas de Mayo en honor a la Patrona de la villa, estaban antaño
presididas por un clavario y tres mayorales, encargados de su financiación
y organización, pero posteriormente pasaría a depender del Ayuntamiento.
De ahí la denominación de clavariesa y mayoralesas que se dio desde 1968
a las representantes de la mujer cabanense, que se cambió por la de reina y
damas en el año 1984. Se trata de unos festejos populares, muy
participativos, con actos religiosos, lúdicos y recreativos, marcados por la
tradición y el fervor mariano.
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7.- LOS GOZOS A LA VIRGEN
El siglo XVIII se caracterizó por el resurgir cultural que, en el ámbito
religioso contó con la aparición de numerosas publicaciones sobre
historias, novenas, epítomes, etc. que mayoritariamente se deben al clero de
las diferentes poblaciones.
En Cabanes, pese a la gran devoción que se tenía a Ntra. Sra. del Buen
Suceso, salvo unos gozos anónimos no se escribió nada sobre esta venerada
imagen hasta que, en 1762 el Dr. José Cherta, presbítero, beneficiado de la
iglesia parroquial de la villa, publicó el “Epítome histórico y novena de
María Santísima del Buen Suceso, patrona de la villa de Cabanes”, que
contienen una novena con sus gozos.
De los gozos dedicados a la Virgen del Buen Suceso se han publicado
cinco versiones diferentes, todas con el mismo estribillo pero con
variaciones en lo referente a número de estrofas y con modificaciones en el
contenido de las mismas.
a) Anónimos
La versión más antigua, anónima, está compuesta por nueve estrofas y el
estribillo; se ignora cuándo se compusieron e imprimieron, aunque por
ellos mismos consta que fue después de construida la capilla de la Patrona
en la ermita de Les Santes en 1694.
Esta versión anónima tuvo desde siempre gran aceptación popular y pese a
la aparición de otras posteriores y a los intentos de sustituir los primitivos
gozos, siempre se han cantado éstos, incluso en la actualidad.
b) Dr. Cherta
Una nueva versión de los gozos nos la ofrece el Dr. José Cherta al final del
“Epítome histórico ...” Se trata de ocho estrofas y estribillo – idéntico al de
la versión anónima – en las que se observan notables variantes. Estos gozos
no se han cantado prácticamente nunca, lo que prueba que con anterioridad
había otros más arraigados.
c) Sales y Vidal
En 1868 el sacerdote José Sales y Vidal, natural de Canet lo Roig y cura
que fue de Cabanes, publicó la “Historia de Ntra. Sra. del Buen Suceso,
venerada en la ermita de Les Santes de la villa de Cabanes”, en la que se
efectúa un análisis de los gozos conocidos, al tiempo que se ofrece una
nueva versión compuesta por trece estrofas y estribillo.
d) José María Bertrán Bojadós
En 1926, el cabanense Bertrán Bojadós, que fue canónigo de Tortosa y
autor del “Resum històric sobre la imatge de la Mare de Déu del Bon
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Succés, patrona de Cabanes” tradujo al valenciano seis estrofas y el
estribillo de los gozos anónimos. Esta versión en lengua vernácula nunca
ha tenido la debida aceptación y los gozos siguen cantándose en castellano.
e) Joseph Martinez Rondán
Más recientemente, en 1972, el saguntino José Martinez Rondán, cura de
Faura en la Vall de Segó, compuso els “Goigs a les Santes Àgata i Llúcia,
verges i màrtirs, venerades a l’ermita de Les Santes de la vila de Cabanes
(Castelló)”, que constan de diez estrofas y estribillo. Fueron publicados en
el programa de fiestas de mayo del año 1997 y ahora reproducimos:
El cor nostre remorer
s’enterneix quan us nomena:
a vós, Santes , se n’ofrena
tot Cabanes amb plaer.
1.-Verges, Màrtirs sens tremir,
Àgata i Llúcia amades,
flors vermelles venerades
al jardí d’un bell retir;
puix poguéreu assolir
de Jesús daurat llorer
a vós, Santes, se n’ofrena
tot Cabanes amb plaer.
2.-Aquest poble pelegrí
va baixar fins la florida
on la vostra ermita avida
entre flors de romaní;
hora i mitja de camí,
i aplegant tots al verger:
a vós, Santes, se n’ofrena
tot Cabanes amb plaer.
3.-Des de temps immemorial
la romeria allargava
i a Benicàssim aplegava
a lloar-vos per igual;
un mandat episcopal,
l’acurtà fins al Ritxer:
a vós, Santes, se n’ofrena
tot Cabanes amb plaer.
6.-Per conviure amb dos infantes
aplegava uns anys després
la Verge del Bon Succés
a l’ermita de les Santes;
i floríreu a les plantes
de la Reina del Ritxer:
a vós, Santes, se n’ofrena
tot Cabanes amb plaer.
7.-De molt nobles sentiments
vostres ànimes cenyides
van lliurar les tendres vides
a l’angoixa dels turments;
ien la mort lliçons fervents
vau donar al món sencer:
a vós, Santes, se n’ofrena
tot Cabanes amb plaer.
8.-Fóreu Àgata amorosa
de Jesús i molt fidel
quan del foc d’un sol cruel
Vau eixir victoriosa,
i volant-se delerosa
al celeste colomer:
a vós, Santes, se n’ofrena
tot Cabanes amb plaer.
9.-Fóreu, Llúcia, inculpada
de tenir gran caritat
i a l’humil desemparat
d’ajudar encoratjada.
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4.-Vostra llar reedificada
des de l’any mil sis-cents onze
acollia al so del bronze
dels romeus la dolça estada;
ben joiosa fou l’anada
d’un amor profund, sincer:
a vós, Santes, se n’ofrena
tot Cabanes amb plaer.
5.-L’ampla ermita i nemorosa,
màrtirs verges molt il.lustres,
després d’uns setanta lustres
isqué més avantatjosa;
l’antigor obsequiosa
amb fervor la fa refer:
a vós, Santes, se n’ofrena
tot Cabanes amb plaer.
Puix que fóreu apagada
blanca llum de l’ametller:
a vós, Santes, se n’ofrena
tot Cabanes amb plaer
10.-La salut a tots lliureu,
conserveu-nos els sentits,
dels malalts guariu els pits
i la llum als ulls doneu.
Tot el poble consoleu,
flors invictes del Ritxer:
a vós, Santes, se n’ofrena
tot Cabanes amb plaer.
Tots anem cap al Ritxer
on en goig tornem la pena:
a vós, Santes, se n’ofrena
tot Cabanes amb plaer.
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8.- BIBLIOGRAFÍA
‘Notícias históricas de la Villa de Cabanes’, Guillermo Andreu Valls,
1988
‘Tresors Amagats. Les ermites de Castelló’, Vicente Pascual Moliner,
1997
‘La provincia de Castellón’, Mª Jesús Gimeno Sanfeliu y otros, 1999
‘Historia de Ntra. Sra. del Buen Suceso venerada en la ermita de Les
Santes de la villa de Cabanes’ José Sales y Vidal. Edición y notas de
Andreu Valls, BSCC 1956
‘Indumentària i joies de la Mare de Déu de Les Santes’, Xavier Allepuz
Marzá y Salvador Castellet Casanova, 2002
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