Ponencia del Magistrado LUIS EDUARDO FRANCESCHI

Anuncio
http://www.tsj.gob.ve/decisiones/scs/julio/166919-0883-17714-2014-13-630.HTML
Ponencia del Magistrado LUIS EDUARDO FRANCESCHI GUTIÉRREZ.
En el proceso por cobro de acreencias laborales, instaurado por los
ciudadanos DALCI BAENA y DIEGO PARADO FLAMES, representados en juicio,
el primero por el abogado José Gaspar Cottoni y el segundo por los profesionales del
derecho Raysabel Gutiérrez, Patricia Zambrano, Alirio Gómez, María Inés Correa, Raúl
Medina, Marjorie Reyes, Reiman Velásquez, Xiomary Castillo, Adriana Linares, Nancy
González, Carlos Caraballo-Gavidia, Mirna Prieto, Daniel Ginoble, Juan Neto, Josette
Gómez, Fabiola Álvarez, Luissandra Martínez, Mariana Reveles, Mauri Becerra,
Maryury Parra, Thahide Piñango, Ronald Arocha, Ada Benítez, Marlene Rodríguez,
Jackson José Medina, Aymee Calanche y Maolis Vargas, contra la sociedad
mercantil CENTRO ESTÉTICO AURA´S 33, C.A. y solidariamente el
ciudadano EDWARD GREGORY VELÁSQUEZ FERNÁNDEZ, representados
judicialmente por la abogada Natacha Melissa Mijares García; el Juzgado Superior
Segundo del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas,
mediante sentencia de fecha 19 de marzo de 2013, declaró con lugar el recurso de
apelación ejercido por la parte actora y con lugar la demanda, revocando el fallo de
fecha 29 de enero de 2013, dictado por el Juzgado Décimo Quinto de Primera Instancia
de Juicio del Trabajo de la referida Circunscripción Judicial, que declaró sin lugar
demanda.
Contra la decisión emitida por la alzada, las codemandadas anunciaron
recurso de casación y una vez admitido el mismo, el expediente fue remitido a esta Sala
de Casación Social.
Recibido el expediente, en fecha 22 de abril de 2013, la representación
judicial de la parte demandada, presentó escrito de formalización por ante la Secretaría
de esta Sala de Casación Social. No hubo contestación.
El 30 de mayo de 2013, se dio cuenta en Sala y se designó ponente al
Magistrado Luis Eduardo Franceschi Gutiérrez, quien con tal carácter suscribe el fallo
actual.
Por auto de fecha 13 de mayo de 2014, fue fijada la audiencia prevista en el
artículo 173 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, para el día 26 de junio de 2014, a
las diez y veinte de la mañana (10:20 a.m.).
Concluida la sustanciación del recurso, ambas partes comparecen a la
audiencia pública y contradictoria, en la ocasión fijada, y habiendo esta Sala
pronunciado su decisión en forma oral e inmediata, pasa a reproducir la misma in
extenso, en la oportunidad que ordena el Artículo 174 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, en los siguientes términos:
DEL RECURSO DE CASACIÓN
-IDe conformidad con el artículo 168 numeral 2 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, la parte impugnante denuncia infracción por errónea interpretación al
establecer la doctrina de la Sala de Casación Social que cuando el demandado niega la
prestación del servicio personal le corresponde al trabajador la carga de la prueba, y si el
demandado no niega la prestación de servicio personal sino que la admite pero le da una
naturaleza o calificación distinta a la laboral, le corresponde probar esta circunstancia;
situación acontecida en el presente asunto al reconocer la empresa en todo momento una
relación con los demandantes, pero demostrando que la relación era exclusivamente
comercial mediante las pruebas consignadas, entre las cuales consta un contrato de
cuentas de participación celebrado entre los accionantes y la empresa, por lo que se
equivoca el juzgador de alzada al indicar “quien decide las desestima por cuanto las
mismas fueron desconocidas por la parte demandada en la audiencia de juicio”, cuyas
documentales jamás fueron desconocidas en ningún caso, sino ratificadas y se insistió
en su firma y contenido, lo cual constituye prueba principal de la relación comercial
entre las partes al ser suscritas sin coacción ni apremio anterior a la existencia de la
relación comercial.
De la lectura realizada a la denuncia transcrita, se evidencia la falta de
técnica en que incurren los formalizantes al denunciar el vicio de errónea interpretación
y no encuadrar el mismo sobre norma jurídica alguna. En tal sentido, cabe reiterar al
formalizante que la técnica es necesaria para garantizar que no se desnaturalice el
carácter de medio de impugnación, y no de gravamen, que tiene el recurso de casación,
de allí que se exige al recurrente como carga que cumpla con un mínimo de requisitos
para considerar formalizado el recurso de casación, y solo en casos muy excepcionales,
en aplicación de normas constitucionales, podrá la Sala entrar a conocer y decidir un
recurso deficientemente formalizado, por privar razones de justicia cuidadosamente
ponderadas por ésta.
Ahora bien, entiende esta Sala que lo pretendido por los recurrentes es
atacar la apreciación dada por el juez de alzada a los contratos de asociación de cuentas
de participación celebrados entre las partes, promovidos por la demandada, al constituir
los mismos prueba principal de la existencia de una relación comercial. Sobre el
particular el sentenciador de alzada expresó lo siguiente:
PRUEBAS DE LA PARTE DEMANDADA:
(…)
Documentales cursantes a los folios ciento treinta (130) y ciento treinta y
uno (131) del expediente, inherentes a los términos y condiciones del
contrato de asociación de cuentas de participación celebrado entre la
ciudadana DALCI BAENA DE NARVAEZ y la sociedad mercantil
CENTRO ESTÉTICO AURA´S, C.A., en fecha veintitrés (23) de enero de
2007, quien decide las desestima por cuanto las mismas fueron
desconocidas por la parte demandada en la audiencia de juicio. Así se
establece.
Documentales cursantes a los folios ciento treinta y dos (132) y ciento
treinta y tres (133) del expediente, inherentes a los términos y condiciones
del contrato de asociación de cuentas de participación celebrado entre el
ciudadano DIEGO DE JESÚS PARADO FLAMES y la sociedad mercantil
CENTRO ESTÉTICO AURA´S, C.A., en fecha nueve (09) de abril de
2009, quien decide las desestima por cuanto las mismas fueron
desconocidas por la parte demandada en la audiencia de juicio. Así se
establece.
Efectivamente, el juzgador de alzada desestima los contratos de asociación
de cuentas de participación celebrados individualmente entre los ciudadanos Delci
Baena y Diego Parado con la sociedad mercantil Centro Estético Aura´s 33 C.A. por
cuanto los mismos fueron desconocidos por la parte demandada en la audiencia de
juicio.
Al respecto, se evidencia la existencia de un error material por parte del
sentenciador de alzada al momento de apreciar los contratos de asociación de cuentas de
participación promovidos como pruebas por parte de la empresa e indica que fueron
desconocidos por la parte demandada; cuando debía señalar que los desconoce la parte
actora, tal como se extrae del material audiovisual que contiene la celebración de la
audiencia de juicio, por cuanto quien las promueve es la accionada.
En relación a los contratos de cuentas de participación, esta Sala de
Casación Social sostuvo en sentencia Nro. 163 de fecha 4 de marzo de 2010 lo que a
continuación se transcribe:
(…) la doctrina jurisprudencial de esta ha sostenido reiteradamente que
resulta erróneo juzgar la naturaleza de una relación de prestación de
servicios con fundamento sólo en lo que las partes hubiesen pactado en el
contrato, pues el contrato de trabajo ha de ser entendido como un contrato
realidad, esto significa que lo realmente importante no es lo que las partes
abstractamente hayan establecido en el acuerdo, sino la realidad en la que se
desarrolla la prestación del servicio, en otras palabras, en las relaciones
laborales prevalece la realidad sobre las formas o apariencias, principio
consagrado en el artículo 89 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela.
De no ser así, bastaría con oponer un contrato en el que se califique de
mercantil, civil o de cualquier otra naturaleza la prestación de servicios para
desvirtuar la presunción de laboralidad, lo cual es contrario al principio de
irrenunciabilidad de los derechos de los trabajadores.
Del criterio ut supra, se extrae que el contrato de cuentas de participación,
es un medio de prueba que resulta a priori inconducente para desvirtuar la presunción
de laboralidad del servicio personal prestado por cuenta ajena previsto en el artículo 65
de la Ley Orgánica del Trabajo, a la luz de la teoría del contrato realidad, por cuanto no
es determinante lo establecido por las partes en el acuerdo sino las características en las
que se desarrolló la prestación de servicios, por lo tanto, de haber valorado el juzgador
de alzada los referidos contratos, igualmente hubiera concluido que la demandada no
logra demostrar que la relación que unió a las partes era de carácter mercantil; en virtud
que al admitir la empresa demandada la prestación de servicio recayó en ésta la carga de
desvirtuar la presunción de laboralidad, lo cual conllevó al sentenciador de alzada a
aplicar el denominado test de dependencia o examen de indicios a los fines de
comprobar si el servicio prestado por los accionantes se ejecutó por cuenta ajena, bajo
subordinación o dependencia, en forma exclusiva y mediante el pago de un salario.
De esta manera, el juez ad quem toma en consideración la declaración de
cada una de las partes en juicio a los fines de resolver el pre nombrado test de
dependencia o examen de indicios y verifica que ambas partes fueron contestes en la
prestación personal del servicio; y evidencia que los trabajadores debían cumplir un
horario de trabajo de lunes a viernes –no desvirtuado por la empresa–, el salario
devengado era cancelado semanalmente por la demandada, alegando ambas partes que
el monto dependía del trabajo realizado, pero obteniendo los peluqueros el pago de un
60% y el 40% era de la empresa; realizaban el trabajo asignado por la peluquería con las
herramientas aportadas por la misma (químicos a utilizar con los clientes, local, sillas y
servicios básicos), a los fines de la ejecución de las labores a desempeñar; lo que
conlleva al juez a concluir la inexistencia de independencia o autonomía de los
accionantes, no demostrando la demandada que el vínculo que unió a las partes era de
carácter mercantil, si no por el contrario quedó demostrada la existencia de una relación
laboral.
En consecuencia, por las razones anteriores se declara improcedente esta
denuncia. Así se decide.
-IIDe conformidad con el numeral 3 del artículo 168 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, se denuncia el vicio de inmotivación por silencio de pruebas.
Señalan los impugnantes que el vicio ocurre cuando el juez ad quem toma
en consideración las documentales referidas a los folios 130 al 133 ratificadas por las
accionantes en la declaración de parte rendida por ante el Tribunal de Juicio, en la cual
se deja constancia que ambos trabajadores estuvieron de acuerdo con la forma de
prestación del servicio al haber afirmado que les cancelaban el 60% y la entidad de
trabajo se quedaba con la cantidad del 40% de lo producido, indistintamente del monto;
el cual cancelaban semanalmente sin importar lo laborado, por lo tanto, los accionantes
no cobraban suma alguna cuando no prestaban servicios, ya que lo devengado dependía
directamente de la prestación de servicio lo cual es característico de las relaciones
comerciales de esta índole.
Manifiesta que el juzgador de alzada ignora el denominado test de
dependencia, test laboral o examen de indicios, donde los accionantes reconocen la
relación de tipo comercial que sostuvieron con la sociedad mercantil demandada, sin
estar obligados a cumplir un horario o asistencia diaria, por cuanto no existió relación
laboral alguna que exija el cumplimiento de ello; el Tribunal no toma en cuenta las
condiciones existentes a lo largo de la relación alegada en la que no hubo
subordinación.
La Sala evidencia:
Se denuncia el vicio de inmotivación por silencio de pruebas, por cuanto el
juez de alzada no toma en consideración las documentales que corren insertas a los
folios 130 al 133 del expediente y que fueron ratificadas por los accionantes en la
declaración de parte rendida por ante el Tribunal de Juicio y Superior.
Esta Sala de Casación Social en innumerables sentencias ha sostenido que el
vicio de inmotivación por silencio de pruebas tiene lugar cuando en la sentencia se
omite total o parcialmente el análisis sobre una o todas las pruebas promovidas, incluso
aquellas que a su juicio no son idóneas o no ofrezcan algún elemento de convicción,
debiendo expresar siempre su criterio al respecto. A los fines de ser declarado este vicio,
las pruebas promovidas y evacuadas en la oportunidad legal correspondiente por la
parte, y que fueron silenciadas total o parcialmente en la sentencia, deben ser de gran
relevancia para la resolución del caso.
A los fines de verificar lo denunciado, se observa que el sentenciador de
alzada al momento de valorar los elementos probatorios aportados por las partes, sobre
el particular expresó:
PRUEBAS DE LA PARTE DEMANDADA:
(…)
Documentales cursantes a los folios ciento treinta (130) y ciento treinta y
uno (131) del expediente, inherentes a los términos y condiciones del
contrato de asociación de cuentas de participación celebrado entre la
ciudadana DALCI BAENA DE NARVAEZ y la sociedad mercantil
CENTRO ESTÉTICO AURA´S, C.A., en fecha veintitrés (23) de enero de
2007, quien decide las desestima por cuanto las mismas fueron
desconocidas por la parte demandada en la audiencia de juicio. Así se
establece.
Documentales cursantes a los folios ciento treinta y dos (132) y ciento
treinta y tres (133) del expediente, inherentes a los términos y condiciones
del contrato de asociación de cuentas de participación celebrado entre el
ciudadano DIEGO DE JESÚS PARADO FLAMES y la sociedad mercantil
CENTRO ESTÉTICO AURA´S, C.A., en fecha nueve (09) de abril de
2009, quien decide las desestima por cuanto las mismas fueron
desconocidas por la parte demandada en la audiencia de juicio. Así se
establece.
De la transcripción que antecede, se observa que el juez de la recurrida sí
valora las documentales insertas del folio 130 al 133 del expediente, estableciendo que
los mismos son inherentes a los términos y condiciones del contrato de asociación de
cuentas de participación celebrado entre los ciudadanos Dalci Baena de Narváez y
Diego de Jesús Parado Flames y la sociedad mercantil Centro Estético Aura´s 33 C.A.,
por lo tanto, lo que manifiesta el formalizante es la disconformidad con los hechos
establecidos en base a dicha prueba.
Aunado a ello, como se indicó en la denuncia anterior, los contratos de
cuentas de participación son medios de pruebas por sí solos inconducentes para
desvirtuar la presunción de laboralidad, por cuanto lo relevante es la realidad de los
hechos al momento de la prestación del servicio y no lo establecido por las partes en el
acuerdo; de esta manera no incurre en el vicio de inmotivación por silencio de pruebas,
por lo tanto, debe ser declarado sin lugar la presente denuncia.
-IIIDe conformidad con el artículo 168 numeral 3 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, se denuncia el vicio de ilogicidad en la motivación, al señalar el juzgado
superior lo siguiente:
En cuanto a la manera de percibir y pactar la remuneración, se evidencia que
los trabajadores recibían el pago por sus servicios de forma semanal por la
prestación del servicio de trabajo prestado; por lo que a criterio de este
juzgador la remuneración percibida por los demandantes tienen carácter
salarial.
Expresa que el juzgador de alzada incurre en ilogicidad, por cuanto la
remuneración a pesar de ser pagada de forma semanal entre las partes carece de carácter
salarial; y en la declaración de parte practicada en la audiencia de juicio como en el
superior quedó evidenciado que no había obligatoriedad por parte de los accionantes de
laborar o de cumplir con horario alguno al no ser trabajadores sino socios comerciales,
en virtud que como fue expuesto por los accionantes, si no disponían ir a trabajar en la
entidad durante la semana, no eran objeto de sanciones ni percibían remuneración
alguna, por cuanto lo que cobraban era lo recibido por su labor diaria, es decir, a igual
trabajo igual remuneración tanto en su patrimonio personal como en lo percibido por la
empresa en forma de sociedad mercantil, lo que generaba la inestabilidad de las
cantidades percibidas por cuanto al no ser obligatoria la asistencia, variaba la cantidad
de personas atendidas.
Ahora bien, ha sido criterio de esta Sala que el vicio de ilogicidad en la
motivación, se configura cuando las razones y argumentos del juez son tan vagos,
generales, inocuos o absurdos que se desconoce el criterio jurídico que siguió para
dictar su decisión.
De la sentencia recurrida se desprende:
(…) Al respecto y al examinar la forma cómo se prestó el servicio, se debe
establecer si la misma se realizó o ejecutó cumpliendo los elementos propios
de la relación de trabajo, esto es, por cuenta ajena, bajo subordinación o
dependencia, en forma exclusiva y mediante el pago de un salario. En este
sentido, de acuerdo a la sentencia de fecha 13 de agosto de 2002, emanada
de la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, (…), la cual
señala el mecanismo que la doctrina ha denominado indistintamente “Test
de dependencia o Examen de Indicios”; señala dicha sentencia:
“Como lo señala Arturo S. Bronstein, el test de dependencia es (…)
‘Sin ser exhaustiva, una lista de los criterios, o indicios, que pueden
determinar el carácter laboral o no de una relación entre quien ejecuta un
trabajo o presta un servicio y quien lo recibe fue propuesta en el proyecto de
recomendación sobre el trabajo en régimen de subcontratación que la
Conferencia de la OIT examinó en 1997 y 1998:
a) Forma de determinar el trabajo (...)
b) Tiempo de trabajo y otras condiciones de trabajo (...)
c) Forma de efectuarse el pago (...)
d) Trabajo personal, supervisión y control disciplinario (...)
e) Inversiones, suministro de herramientas, materiales y maquinaria (...);
f) Otros: (...) asunción de ganancias o pérdidas por la persona que ejecuta el
trabajo o presta el servicio, la regularidad del trabajo (...) la exclusividad o
no para la usuaria (...)
Ahora, abundando en los arriba presentados, esta Sala incorpora los criterios
que a continuación se exponen:
a) La naturaleza jurídica del pretendido patrono.
b) De tratarse de una persona jurídica, examinar su constitución, objeto
social, si es funcionalmente operativa, si cumple con cargas impositivas,
realiza retenciones legales, lleva libros de contabilidad, etc.
c) Propiedad de los bienes e insumos con los cuales se verifica la prestación
de servicio.
d) La naturaleza y quantum de la contraprestación recibida por el servicio,
máxime si el monto percibido es manifiestamente superior a quienes
realizan una labor idéntica o similar;
e) Aquellos propios de la prestación de un servicio por cuenta ajena.”
G.- De todo lo antes establecido, este juzgador procede a aplicar el criterio
antes expuesto al caso bajo estudio:
(…)
c) Forma de efectuarse el pago: En cuanto a la manera de percibir y pactar la
remuneración, se evidencia que los trabajadores recibían el pago por sus
servicios de forma semanal por la prestación del servicio de trabajo
prestado; por lo que a criterio de este juzgador la remuneración percibida
por los demandantes tienen carácter salarial. Así se establece.
Ahora bien, de la revisión efectuada a la sentencia recurrida se valora que el
juez aplica el test de laboralidad o dependencia, por lo tanto a los fines de resolver el
mismo toma en cuenta la declaración de las partes en juicio y determina que los
trabajadores devengaban una remuneración semanal que tiene carácter salarial; se
observa de la declaración de partes que el monto devengado era cancelado
semanalmente e iba a depender del trabajo realizado por el peluquero; de esta manera, el
trabajador cobraba el 60% y la empresa se quedaba con el 40%; por lo tanto, no se
observa en sus fundamentos que se expresen argumentos vagos, generales o inocuos,
que no permitan conocer el criterio que siguió el juzgador. En consecuencia, no incurre
en el vicio delatado, razón por la cual se desestima la denuncia.
-IVDe conformidad con el numeral 3 del artículo 168 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, la parte recurrente denuncia el vicio de ilogicidad en la
motivación.
Alega que con relación al trabajo personal, la supervisión y control
disciplinario el tribunal de alzada expresó lo que a continuación se transcribe:
Se evidencia que los accionantes se sometía (sic) al trabajo que la
peluquería le (sic) asignaban (sic), cumpliendo con la ejecución de sus
acciones con base a la obligación adquirida, lo cual a criterio de quien
decide evidencia que sus actuaciones como Estilistas (sic) que los mismos
no era (sic) autónomos en sus decisiones y apreciaciones en cuanto a la
manera de ejecutar su actividad profesional.
De esta manera, delata que el ad quem incurre en el mencionado vicio toda
vez que durante la declaración de partes ambos accionantes manifestaron en especial el
ciudadano Diego de Jesús Parado Flames que: “tenía clientes fijos, pero también
atendía clientes que le pasaba la peluquería, siendo la cajera quien los distribuía entre
los Estilistas. Que programaba sus actividades para atender a sus clientes”; así las
cosas, alega que quien distribuía el trabajo entre los estilistas era la persona que ocupaba
el cargo de cajera, es decir, un trabajador mas y no el patrono o un representante de éste.
Por lo tanto, manifiesta que los accionantes al tener clientela propia como
suele suceder en el gremio de los estilistas, no guardan relación de subordinación con la
entidad, por cuanto no dependen de ésta para trabajar, no posee exclusividad en torno a
la prestación de sus servicios, en virtud que si los trabajadores querían acudir al trabajo
iban y si era lo contrario no estaban obligados a laborar.
Ahora bien, como se indica en la delación anterior, la ilogicidad en la
motiva tiene lugar cuando las razones y argumentos del juez son tan vagos, generales,
inocuos o absurdos que se desconoce el criterio jurídico que siguió para dictar su
decisión.
En el presente caso el ad quem a los fines de determinar el trabajo personal,
supervisión y control disciplinario sostuvo lo siguiente:
(…) al examinar la forma cómo se prestó el servicio, se debe establecer si la
misma se realizó o ejecutó cumpliendo los elementos propios de la relación
de trabajo, esto es, por cuenta ajena, bajo subordinación o dependencia, en
forma exclusiva y mediante el pago de un salario. En este sentido, de
acuerdo a la sentencia de fecha 13 de agosto de 2002, emanada de la Sala de
Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, (…) la cual señala el
mecanismo que la doctrina ha denominado indistintamente “Test de
dependencia o Examen de Indicios”; señala dicha sentencia:
(…) el test de dependencia es (…)
‘Sin ser exhaustiva, una lista de los criterios, o indicios, que pueden
determinar el carácter laboral o no de una relación entre quien ejecuta un
trabajo o presta un servicio y quien lo recibe fue propuesta en el proyecto de
recomendación sobre el trabajo en régimen de subcontratación que la
Conferencia de la OIT examinó en 1997 y 1998:
a) Forma de determinar el trabajo (...)
b) Tiempo de trabajo y otras condiciones de trabajo (...)
c) Forma de efectuarse el pago (...)
d) Trabajo personal, supervisión y control disciplinario (...) e) Inversiones,
suministro de herramientas, materiales y maquinaria (...);
f) Otros: (...) asunción de ganancias o pérdidas por la persona que ejecuta el
trabajo o presta el servicio, la regularidad del trabajo (...) la exclusividad o
no para la usuaria (…).
(Omissis)
(…) este juzgador procede a aplicar el criterio antes expuesto al caso bajo
estudio:
(…)
d) Trabajo personal, supervisión y control disciplinario: Se evidencia que
los accionantes se sometía (sic) al trabajo que la peluquería le (sic)
asignaban (sic), cumpliendo con la ejecución de sus acciones con base a la
obligación adquirida, lo cual a criterio de quien decide evidencia que sus
actuaciones como Estilistas (sic) que los mismos no era autónomos en sus
decisiones y apreciaciones en cuanto a la manera de ejecutar su actividad
profesional. Así se establece.
De una revisión a la sentencia recurrida, esta Sala observa que el juzgador
de alzada aplica el denominado test de dependencia o examen de indicios a los fines de
verificar la actividad a la cual estaban sometidos los demandantes, por lo cual, resuelve
el mismo tomando en cuenta las declaraciones dadas por las partes en juicio y concluye
que los trabajadores no eran autónomos en sus decisiones y en la manera de ejecutar su
actividad, por cuanto la empresa era quien les asignaba el trabajo a los peluqueros y de
la declaración de parte se extrae que si bien los estilistas tenían clientes fijos, atendían
clientes que distribuía la cajera, no eran independientes en sus decisiones, por lo tanto,
al igual que en la denuncia anterior se concluye que no existe en la motivación del juez
de alzada razonamientos vagos, generales o inocuos que no permiten determinar el
criterio que sigue el juez para llegar a su conclusión; razón por la cual se declara
improcedente la presente denuncia.
-VDe conformidad con el artículo 168, numeral 3 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, se denuncia el vicio de error en el alcance de una disposición expresa de la
ley con respecto a la contestación que debió realizar la entidad de trabajo.
Destaca que el tribunal ad quem establece lo siguiente:
Finalmente este Tribunal de una revisión exhaustiva realizada a las actas
procesales que conforman el presente asunto evidencia que la presente
demanda versa en contra del CENTRO ESTÉTICO AURA´S 33, C.A., y
solidariamente el ciudadano EDWARD GREGORY VELASQUEZ
FERNÁNDEZ. Ahora bien, en virtud que el referido ciudadano se
encontraba plenamente notificado de la demanda incoada en su contra, y
visto asimismo que el mismo no compareció por si, ni por medio de
apoderado judicial alguno a la celebración de la audiencia preliminar
efectuada en fecha 16-05-2012, lo cual evidencia que existe una admisión
de hechos relativa por parte del ciudadano EDWARD GREGORY
VELASQUEZ FERNÁNDEZ, en tal sentido, este Tribunal deja expresa
constancia que en la presente causa se condena al CENTRO
ESTÉTICO AURA´S 33, C.A., y solidariamente el ciudadano EDWARD
GREGORY VELASQUEZ FERNÁNDEZ.
Señala que al no existir contestación a la demanda, se está en presencia de
una presunción de admisión relativa de los hechos, que se puede desvirtuar mediante
prueba en contrario (presunción juris tantum), aunado a ello, la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela establece que el derecho a la defensa es uno de los
postulados esenciales de todo procedimiento judicial; y en el procedimiento se demostró
la relación comercial entre las partes, no demostrando los accionantes relación personal
alguna con el ciudadano Edward Velásquez, y quedaría este ciudadano en un estado de
indefensión en la presente acción la cual quedaría firme con una obligación inexistente
y de la cual la accionante no pudo presentar prueba alguna.
Indica la Sala que el numeral 3 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo establece como una de las causales de casación el error en los motivos, el
cual no tiene lugar cuando los motivos sean errados o equivocados, sino cuando los
motivos expresados no guardan relación alguna con la pretensión deducida y con las
excepciones o defensas opuestas, caso en el cual los motivos aducidos a causa de su
manifiesta incongruencia con los términos en que quedó circunscrita la litis, deben ser
tenidos como jurídicamente inexistentes.
En el presente caso, de una revisión exhaustiva de la sentencia se evidencia
que el jurisdicente determinó que la presente demanda era en contra de la sociedad
mercantil Centro Estético Aura´s 33, C.A., y solidariamente en contra del ciudadano
Edward Gregory Velásquez Fernández, el cual se encontraba plenamente notificado de
la demanda y no compareció ni por sí ni por medio de apoderado judicial alguno a la
celebración de la audiencia preliminar, por lo que concluyó la existencia de una
admisión de los hechos por parte del referido ciudadano, razón por la cual condena a
ambas partes.
En virtud de ello, se percata esta Sala que el ad quem indicó los motivos en
el cual soporta su decisión no incurriendo en el delatado vicio, por lo cual se declara la
improcedente la presente denuncia.
-VIDe conformidad con el numeral 3 del artículo 168 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, la parte impugnante denuncia el vicio de inmotivación por
contradicción en los motivos, al sostener la recurrida lo siguiente:
(…) considera este Tribunal que los accionantes prestaron servicios para la
demandada de forma subordinada y dependiente, y que el vínculo existente
entre los demandantes y la demandada, cumple con los elementos propios
de una relación de trabajo, por lo tanto no quedó desvirtuada la presunción
de laboralidad en el presente caso. Lo importante e indispensable para
demostrar la relación de trabajo, es la existencia de los elementos
constitutivos de la misma, es decir, la labor por cuenta ajena, la
subordinación o dependencia y el salario o remuneración. En tal sentido,
este juzgador no comparte el criterio señalado por el Juez de Juicio y
procede a revocar el fallo apelado.
Arguye que los trabajadores reconocen en su contenido y firma las
documentales constantes de contratos de asociación de cuotas de participación, los
cuales quedaron firmes como elementos probatorios, así como reconocen en la
declaración de parte el régimen abierto y libre con el cual trabajaban, sin obligaciones
de horario ni subordinación alguna, con libertad plena incluso de asistir o no al trabajo,
sin que esto fuera motivo alguno para ser objeto de calificación de falta alguna por parte
de la demandada, señalando el tribunal de manera equívoca lo que a continuación se
transcribe:
La representante legal de la demandada, en la declaración de parte
suministrada ante este juzgado superior, reconoce que los actores, prestaban
servicios de estilistas para la peluquería, recibiendo una suma dineraria
dependiendo del trabajo realizado, pactando en 60% para los peluqueros y
40% para la empresa.
En virtud de ello, destaca que el tribunal superior cae en una contradicción
al preguntar a la representación judicial de la accionada si los trabajadores prestaban un
servicio en persona o por medio de terceras personas, resultando evidente ser en
persona, pero no por ello es un servicio personal sino comercial, tal como lo establece
los contratos de cuotas de participación y la costumbre del patrono con estas personas.
Resultando determinante dicha contradicción por cuanto lleva a condenar al pago del
beneficio de prestaciones sociales y otros conceptos laborales de los cuales se encuentra
exceptuada por ley la demandada.
Así las cosas, de no haber caído en dicha imprecisión y haberle otorgado
valor probatorio a las referidas documentales, habría declarado la improcedencia del
pago de dichos conceptos.
En la delación bajo estudio, el formalizante entiende que se configura el
vicio de contradicción en los motivos, al preguntar el juzgador de alzada a la
representación de la empresa si los accionantes prestaban un servicio en persona o por
medio de terceros, y sostiene que era evidente la prestación personal de los accionantes
pero en relación a un servicio comercial establecido en los contratos de asociación de
cuotas de participación que de haberles otorgado valor probatorio y no caer en dicha
imprecisión, el ad quem habría declarado improcedente el pago de las acreencias
laborales y otros conceptos.
Ahora bien, lo anterior no daría cabida al vicio de inmotivación por
contradicción en los motivos, pues, ha sido criterio reiterado por esta Sala que el mismo
se produce cuando las razones del fallo se destruyen entre sí, en forma tal que la
decisión adolece de una exposición coherente de las razones de hecho y de derecho que
justifican el dispositivo, es decir, carece absolutamente de motivación y es imposible
controlar su legalidad.
En este sentido, por el hecho que el sentenciador haya preguntado a la
accionada la manera como los demandantes prestaban sus servicios y no haya valorado
los contratos de asociación de cuentas de participación los cuales como se expuso en las
denuncias anteriores son medios de pruebas prima facie inconducentes a los fines de
desvirtuar la presunción de laboralidad; y no da lugar a la existencia de una
contradicción en los motivos, más bien se considera que el formalizante pretende es
atacar una conclusión a la que arriba el juez de alzada, por lo tanto, no inficiona a la
sentencia recurrida del vicio delatado.
En consecuencia, se desecha la denuncia bajo estudio. Así se establece.
DECISIÓN
Por las razones antes expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala
de Casación Social, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de
Venezuela por autoridad de la Ley, declara: PRIMERO: SIN LUGAR el recurso de
casación interpuesto por la parte demandada, contra la decisión de fecha 19 de marzo de
2013, emanada del Juzgado Superior Segundo del Trabajo de la Circunscripción
Judicial
Área
Metropolitana
de
Caracas;
en
consecuencia; SEGUNDO: SE
CONFIRMA la sentencia recurrida que declara CON LUGAR la demanda intentada
por los ciudadanos Dalci Baena y Diego Parado Flames, contra la sociedad mercantil
CENTRO ESTÉTICO AURA´S 33, C.A. y solidariamente el ciudadano EDWARD
GREGORY VELÁSQUEZ FERNÁNDEZ.
Se condena en costas a las codemandadas Centro Estético Aura´s 33, C.A. y
al ciudadano Edward Gregory Velásquez Fernández.
Publíquese, regístrese y remítase el expediente a la Unidad de Recepción y
Distribución de Documentos de la Circunscripción Judicial supra señalada. Particípese
de la presente remisión al Juzgado Superior de origen, de conformidad con el artículo
176 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
No firma la presente decisión la Vicepresidenta de la Sala, Magistrada
Carmen Elvigia Porras de Roa, en virtud de no haber estado presente en la audiencia
oral y pública, por causas debidamente justificadas.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación
Social del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los diecisiete (17) días del mes
de julio de dos mil catorce. Años: 204º de la Independencia y 155º de la Federación.
El Presidente de la Sala y Ponente,
________________________________________
LUIS EDUARDO FRANCESCHI GUTIÉRREZ
La Vicepresidenta,
__________________________________
CARMEN ELVIGIA PORRAS DE ROA
Magistrada,
Magistrado,
_______________________________
OCTAVIO JOSÉ SISCO RICCIARDI
Magistrada,
__________________________________ _________________________________
SONIA COROMOTO ARIAS PALACIOS CARMEN ESTHER GÓMEZ CABRERA
El Secretario,
____________________________
MARCOS ENRIQUE PAREDES
R.C. N° AA60-S-2013-000630
Nota: Publicada en su fecha a
El Secretario,
Descargar