Costeo Basado en Actividades (ABC) Aporte a las nuevas empresas

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Costeo Basado en Actividades (ABC) Aporte a las nuevas
empresas competitivas
Por Mauricio León Lefcovich
Introducción
Bajo la tecnología tradicional de distribución de costos indirectos, se realizan los
prorrateos de costos de los centros de servicios a los centros productivos; sin embargo,
los costos acumulados en los centros productivos son asignados a los productos o
procesos normalmente con base en las horas máquina, horas hombre o unidades
producidas; pero estas bases no reflejan con precisión los recursos consumidos por los
diferentes productos o procesos.
La metodología de Costeo Basado en Actividades (Activity Based Costing) se basa en el
hecho de que una empresa para producir productos o servicios necesita llevar a cabo
actividades, las cuales consumen recursos, por lo que primero se costean las actividades
y luego el costo de las actividades es asignado a los diferentes objetos de costo
(producto, servicios, grupos de clientes y regiones, procesos, etc.) que demandan dichas
actividades; de tal forma se logra una mucho mayor precisión en la determinación de los
costos y de la correlativa rentabilidad.
Nuevas reglas para el cálculo de los costos
En una economía sometida a la globalización, el correcto cálculo de los costos, a los
efectos de su control y posterior reducción, resulta fundamental a los efectos de poder
competir eficazmente con los oferentes de otros lugares del planeta. Ello además es
también fundamental a la hora generar estrategias válidas para el mercado interior.
Ahora bien, ¿cuáles son éstas reglas?:
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Primero: superar las barreras organizacionales en cuanto a áreas o sectores,
para dar preponderancia a los procesos.
Segundo: debe ayudar a detectar aquellas actividades y procesos no
generadores de valor agregado para el cliente o la empresa, y por lo tanto ayuda
a su eliminación.
Tercero: concentra su atención más en la eliminación de las actividades
innecesarias, que en la reducción de los costos de las actividades.
Cuarto: permitir la fijación de precios competitivos para sus productos y/o
servicios en el mercado.
Quinto: evitar que actividades superavitarias financien a otras de carácter
deficitarias.
Como bien afirman Eliseu y Pol Santandreu: “La empresa debe hacer aquello que la
haga mejor que sus competidores”, y para ello es menester contar con un buen
sistema para el cálculo de los costos.
¿Qué es el ABC?
El ABC fue generado como un método destinado a dar solución a un problema que tiene
lugar en la mayoría de las organizaciones que utilizan el sistema tradicional de costeo,
consistentes ello en:
1. La incapacidad de reportar los costos de productos individuales a un nivel
razonable de exactitud.
2. La incapacidad de proporcionar retroinformación útil para la administración de la
empresa a los efectos del control de las operaciones.
Por tales circunstancias, los directivos de las empresas que venden una variedad de
productos y servicios toman decisiones cruciales para la marcha de la organización,
como la determinación de precios, la composición de productos y la tecnología de
procesos a aplicar, basándose en una información de costos notoriamente inexacta e
inadecuada.
Los sistemas tradicionales de costos basan el proceso de “costeo” en el producto. Los
costos se remiten al producto porque se presupone que cada elemento del producto
consume los recursos en proporción al volumen producido. Por lo tanto, los atributos de
volumen del producto, tales como el número de horas de mano de obra directa, horas
máquina, cantidad invertida en materiales, se utilizan como “direccionadores” para
asignar costos indirectos. Estos direccionadores de volumen, sin embargo, no tienen en
cuenta la diversidad de productos en forma de tamaño o complejidad. No existiendo
tampoco una relación directa entre el volumen de producción y el consumo de costos.
Al contrario de lo antes expresado, el Costeo Basado en Actividades basa el proceso de
costeo en las actividades; lo cual implica que los costos se rastrean de las actividades a
los productos, basándose para ello en la demanda de productos para estas actividades
durante el proceso de producción. Por lo tanto, los atributos de las actividades, tales
como horas de tiempo de preparación, o número de veces involucrados, se utilizan como
“direccionadores” para asignar los costos indirectos.
Como el número de la actividad mide los incrementos utilizados, el ABC permite captar
mejor los factores económicos subyacentes a la operación de la empresa, lo que
permite obtener costos de productos más exactos.
¿Qué dio lugar al Sistema ABC?
Muchos gerentes entienden intuitivamente que sus sistemas contables distorsionan los
costos de los productos, y hacen ajustes informales para compensar. Sin embargo pocos
gerentes pueden predecir la magnitud y el impacto de los ajustes que deberían hacer.
Cabe identificar tres factores independientes pero simultáneos como las razones
principales que justifican la necesidad y la práctica del ABC:
1. El proceso de estructura de costos ha cambiado notablemente. A principios del siglo
veinte, la mano de obra directa representaba aproximadamente el 50% de los costos
totales del producto, mientras que los materiales representaban un 35% y los gastos
generales el 15%. Ahora, los gastos generales normalmente hacienden a cerca del 60%
del costo del producto, con los materiales en el orden del 30% y la mano de obra directa
en tan sólo un 10%. Obviamente, el empleo de las horas de mano de obra directa como
base de asignación tenía sentido hace 90 años, pero no tiene validez dentro de la
estructura de costos actual.
2. El nivel de competencia que confronta la mayoría de las firmas ha aumentado
notoriamente. El entorno competitivo mundial y rápidamente cambiante no es un cliché,
es una realidad perturbadora para muchas firmas. Conocer los costos reales de los
productos es esencial para sobrevivir en esta nueva situación competitiva.
3. El costo de la medición ha bajado a medida que mejora la tecnología de
procesamiento de la información. Incluso hace veinte años, el costo de acumular,
procesar y analizar los datos necesarios para ejecutar un sistema de ABC habría sido
prohibitivo. Hoy, sin embargo, estos sistemas de medición de actividades no sólo son
financieramente accesibles, sino que una gran parte de los datos ya existen en alguna
forma dentro de la organización. Por lo tanto, el ABC puede resultar sumamente valioso
para una organización, porque proporciona información sobre el alcance, costo y
consumo de las actividades operativas.
¿Qué beneficios y usos estratégicos pueden derivarse de esta información?
Podemos resumir las ventajas y beneficios de la aplicación del ABC en los siguientes
puntos:
1) Permite la investigación sobre las causas que originan las actividades y a su vez los
costes.
2) No plantea dificultades de implantación en cualquier tipo de organización.
3) Es compatible con el método de Costes Totales, o Full Costing, ya que de hecho se
fundamenta en el cálculo del coste total.
4) Permite su adaptación tanto a los costes históricos como a los costes standard.
5) Facilita la eliminación de aquellas actividades que no generan valor.
6) Permite el cálculo “a priori” de actividades que se deseen incorporar, así como el
impacto que las mismas producirían de llevarse a término.
7) Facilita la toma de decisiones estratégicas, ya que pone de manifiesto el nivel real de
competitividad de la empresa, así como las posibilidades de éxito o fracaso frente a la
competencia.
En relación al punto 5º, cabe acotar que de múltiples empresas occidentales que auditan
sus actividades, se ha llegado a determinar que entre un 50 y un 70 por ciento de dichas
actividades no son valoradas por sus clientes.
Este dato refleja la importancia que tiene el análisis de las actividades y el valor
agregado que las mismas generan.
OTROS CONCEPTOS SOBRE EL COSTEO ABC
Los cambios en el mundo empresarial a mediados de los años 70, disparados
por la competencia global y las innovaciones tecnológicas, han conducidos a
innovaciones sorprendentes en la utilización de la información financieras y
no financieras en las organizaciones. El nuevo entorno exige una información
más precisa sobre los costes y la forma de proceder en cuanto a actividades,
procesos, productos, servicios y clientes de la organización.
En la última década mucho se ha escuchado y escrito sobre el valor y el
potencial -como herramienta de gestión- del sistema de costeo por
actividades -ABC, del inglés “Activity Based Costing”-, así como también del
gerenciamiento de negocios por actividad, ABM, del inglés “Activity Based
Management”. Inicialmente se utilizó el ABC para mejorar el costeo de los
productos que se fabricaban, pero más recientemente abogan por un uso más
universal del ABC.
Con el método ABC se atribuyen los costos de los recursos (insumos) utilizados
a actividades, en lugar de a centros de costos de producción, y,
adicionalmente, se emplean factores estructuralmente diferentes de los
tradicionales para asignar costo a las distintas actividades.
El apoyo que el ABC significa para las decisiones gerenciales constituye la
mayor diferencia respecto de los sistemas tradicionales.
ADOPTADO Y ADAPTADO SOLAMENTE PARA USO ACADÉMICO, POR MANUEL FADDUIL
ALZATE, DOCENTE.
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