Violencia en el fútbol uruguayo

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Ãndice
Ãndice − 1 −
Abstract − 2 −
Introducción − 3 −
Capitulo Primero: marco conceptual − 4 −
1.1 ¿Qué es la violencia? − 4 −
1.2 ¿A qué se debe este fenómeno? − 4 −
1.3 Tipos y consecuencias − 5 −
Capitulo segundo: los comienzos de la violencia en el fútbol a nivel mundial − 8 −
2.1. ¿Donde y cuando? ¿Quiénes se vieron implicados? − 8 −
2.2. ¿Cómo se soluciono el problema de la violencia? ¿Que medidas se tomaron? − 9 −
2.3. ¿Son compatibles con la realidad presente? − 10 −
CapÃ-tulo tercero: Violencia en el fútbol uruguayo − 12 −
3.1. Los Inicios − 12 −
3.2. ¿Hechos sucedidos originales o influenciados? − 16 −
3.3. Consecuencias − 18 −
3.4. Medidas tomadas − 20 −
3.5 La responsabilidad corresponderÃ-a a varios sectores − 22 −
3.6.Actualidad ¿sigue todo igual que en el comienzo? − 24 −
Conclusión − 27 −
Anexos − 28 −
BibliografÃ-a − 30 −
Abstract
The following monographic work is about the violence in Uruguay. First of all, we need to define the concept
of violence. Then, as a way to contextualize this phenomenon, it is mentioned where and when the first
violence facts took place. There is when we start talking about hooliganism and the problems they provoked
in England in the 80s, that were then successfully eliminated by the police.
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However, hooliganism expanded to other parts of the world, such as our country. Nowadays, this is a huge
problem of the Uruguayan society and many measures have been taken against it. Nevertheless, it has not
been eradicated yet.
Introducción
Al comenzar el año y bajo el tema paragua Violencia y vida cotidiana en la sociedad uruguaya, el grupo se
limitó en el enfoque e investigación del tema Violencia en el Fútbol Uruguayo. Esta decisión la tomamos
en base a que nos llamó profundamente la atención este tema ya que es una lamentable realidad que
estamos acostumbrados a ver en nuestra sociedad, y gracias a esta opción, creÃ-amos que serÃ-a una buena
instancia para poder focalizarnos e investigar más sobre esta cruda realidad que hace ya tiempo solemos
vivir.
En los últimos años, nos hemos acostumbrado a presenciar en cada fin de semana hechos que involucran
conductas agresivas en los distintos escenarios deportivos. Personalmente hemos sido testigos de algunos
hechos en partidos de fútbol a los cual hemos concurrido y creemos que este problema debe ser
rápidamente solucionado para que las familias y las personas que han dejado de ir a los escenarios
deportivos puedan volver a presenciar.
En tanto a la pregunta orientadora, creÃ-mos pertinente la siguiente: ¿Hasta qué punto las soluciones para
erradicar la violencia propuestas por los distintos actores involucrados han llegado a ser eficaces?
El motivo por el cual nos centramos en las posibles soluciones al problema de la violencia y no a los hechos
en si mismo, es que sentimos más importante tratar de buscar las soluciones al problema y no alentar a los
inadaptados que los ocasionan. Para esto estamos investigando las medidas que se tomaron, tratando de ver
cuales fueron efectivas y las que no fueron eficaces, a que se debió.
En tanto a la estructura general, dividimos la monografÃ-a en tres grandes capÃ-tulos que van, desde un
marco conceptual, pasando por los orÃ-genes de la violencia a nivel mundial y culminando con la violencia
en lo que se refiere al medio local. En conclusión, fuimos desde lo más genérico a lo más especÃ-fico.
Esta decisión la tomamos con la finalidad de darle la posibilidad al lector de que vaya familiarizándose con
el tema y que se le haga mas fácil la lectura e ir dándole sentido al capitulo que le seguÃ-a a cada uno.
Remarcando lo que fueron las fuentes, creemos que siempre nos basamos en elementos confiables, ya que
tuvimos como principales herramientas libros, artÃ-culos publicados en diarios nacionales y una entrevista al
Prof. Ricardo Piñeyrúa, que por cierto, nos fue muy útil para afirmar y adquirir nuevos conocimientos.
Capitulo Primero: marco conceptual
1.1 ¿Qué es la violencia?
Dentro del grupo consideramos apropiado comenzar el desarrollo de este tema tan actual como polémico,
como lo es la Violencia en el Fútbol Uruguayo, ubicándolo en un marco conceptual. Para ello, creemos
pertinente la necesidad de mencionar y explicar conceptos generales, como lo es la violencia.
Comenzando con la información conceptual básica que requiere este trabajo, debemos hacer referencia al
término violencia. Este se puede definir como una exteriorización de una conducta que generalmente
tomamos como inadecuada, que tiene como fin el provocar daños, tanto fÃ-sicos como psÃ-quicos a otros
seres. Además, se puede asociar con la agresión, ya que también puede ser psÃ-quica o emocional. Las
distintas sociedades, suelen castigar cuando se dan actos de violencia, pero esto depende directamente de la
cultura y el sistema reglamentario de cada paÃ-s.
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También es importante destacar que la violencia existe desde siempre, desde el primer ser humano en la
Tierra hasta el dÃ-a de hoy, claro esta que este fenómeno fue empleado con distintos fines con el correr de la
historia, por ejemplo violencia para sobrevivir, para controlar el poder, para sublevarse contra la dominación.
Pero también es claro que se da en distintos ámbitos como lo son la polÃ-tica, el deporte, etc.
1.2 ¿A qué se debe este fenómeno?
Tanto en el mundo entero, como en el Uruguay, la violencia no depende única y exclusivamente de una sola
causa, sino que es el resultado de un conjunto de causas complejas, lo que hace que sea un problema
interminable y dificultoso a la hora del control.
Las causas que luego serán desarrolladas, son sumamente variadas ya que suelen depender de diferentes
condiciones, tales como experiencias personales o situaciones graves en la vida del ser; la falta de
experiencias personales, etc.
A continuación, mencionaremos las principales causas que llevan al ser humano a entablar conductas
violentas.
• La exclusión social o el sentimiento de exclusión. Este sentimiento de ser marginado es sumamente
humillante y serÃ-a un factor que llevarÃ-a a la ira del ser humano, facilitando las conductas violentas.
• La ausencia de lÃ-mites podrÃ-a ser tomada como otra fundamental causa. Si un individuo, sobretodo en el
niño y adolescente, no se le educa en lo que se refiere a lo que está bien y lo que está mal, luego no se
le puede reclamar en cuanto a su conducta. Es importante la enseñanza de lÃ-mites y valores de la
sociedad para evitar la violencia.
• La exposición a la violencia a través de los medios de comunicación. Este es un factor que puede
llegar a ser terrible, ya que la sociedad esta en continuo contacto con los dichos medios, por lo tanto, los
hechos de violencia son rápidamente globalizados y pueden corromper a las personas y llevarlos a
cometer similares actos.
• La integración de bandas o grupos identificados con la violencia. El ser humano tiende a no tener las
mismas conductas cuando esta en grupo que cuando se encuentra solo. Es por ello que, cuando la persona
se vincula a un grupo muy allegado a la violencia, su conducta se va a adaptar a ella.
• El alcoholismo y el consumo de sustancias ilegales. En estudios realizados sobre si existe una relación
entre la violencia y el consumo de estos dos elementos, dio como que hay un nexo entre lo que es la droga y
el alcoholismo con la violencia, sin decir que estas dos sustancias tienen a alterar el comportamiento del
individuo y los hace reaccionar de formas muy variadas.
1.3 Tipos y consecuencias
En lo que trata a los tipos de violencia, el grupo considero adecuada la clasificación que planteo el
politólogo noruego Johan Galtung. Este identifico tres tipos distintos de violencia:
• Violencia Directa: es lo que Galtung describe como la violencia visible, es decir, fÃ-sica y verbal.
Ejemplos serÃ-an guerra, conflictos armados, asesinatos, uso de armas, uso de palabras, uso del poder, etc.
En las dos pelÃ-culas de Cronenberg vemos claramente el uso de la violencia directa.
• La segunda es la Violencia Estructural originada por la injusticia y la desigualdad como consecuencia de
la propia estructura social (en una propia sociedad o en un conjunto entre varias sociedades). De esta forma,
la existencia de policÃ-a, servicios de seguridad y las fuerzas armadas se justificarÃ-a en este apartado.
Consecuentemente, la violencia estructural acaba siendo institucionalizada.
• El tercer tipo es la Violencia Cultural generada y materializada por medio de la religión, la ideologÃ-a, el
lenguaje, el arte y las ciencias, entre otros. También se trata de una violencia que según los que la
emplean es justa, necesaria y correcta. Es importante mencionar, que esta violencia es la que más
lentamente se genera y la que es menos transformable, ya que tiene unas raÃ-ces profundas en la propia
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cultura de una sociedad. AquÃ- encontrarÃ-amos las teorÃ-as del choque de civilizaciones de Huntington,
la justificación del terrorismo local e internacional y el genocidio. Este tercer tipo de violencia encuentra
su justificación en la presencia de la Mafia Rusa en Promesas del Este y en la mafia de Boston de Una
historia de Violencia. Su propia presencia y cultura autóctona justifica el uso de la violencia para la
justificación de su ideologÃ-a, cultura o género.
Continuando con los tipos de violencia, creemos pertinente mencionar la violencia patrimonial ya que es un
suceso muy frecuente en el futbol, esta se puede definir como toda acción u omisión que con ilegitimidad
manifiesta implique daño, pérdida, transformación, sustracción, destrucción, distracción,
ocultamiento o retención de bienes, instrumentos de trabajo, documentos o recursos económicos, destinada
a coaccionar la autodeterminación de otra persona
Llegando al final de este punto, queremos mencionar algunas consecuencias que se pueden llegar a afrontar en
caso de adoptar conductas violentas.
En primera instancia, al estar involucrados en una sociedad, cada individuo se mueve en un entorno que esta
altamente reglamentado y limitado por normas para un orden interno y mayor organización. Esto no es solo
en Uruguay, sino en la gran mayorÃ-a del Mundo. Es por ello que, toda aquella persona que, lleve a cabo
conductas violentas, muy probablemente reciba un castigo. Este no tiene porque ser explÃ-citamente
relacionado con lo judicial, sino que, por ejemplo, el castigo podrÃ-a ser social.
Por otra parte, una nueva consecuencia, serÃ-a que podrÃ-a conducir a la persona violenta a ser marginado
por la sociedad. Esto implicarÃ-a que se le cerrarÃ-an varias puertas, pero a su vez, se le abrirÃ-an varias,
como por ejemplo la posibilidad de pasar a formar parte de pandillas.
Otra consecuencia que puede implicar actos violentos son daños, en la integridad fÃ-sica de la persona en
si, de terceros, o muy probable también, de elementos materiales.
Con los distintos tipos de violencia, pero que no nombramos esta la violencia domestica. Esta trae ciertos
inconvenientes en lo que es la integridad de una familia, dándose fuertes distanciamientos, donde se puede
llegar a dar la desintegración de esta.
Capitulo segundo: los comienzos de la violencia en el fútbol a nivel mundial
2.1. ¿Donde y cuando? ¿Quiénes se vieron implicados?
La violencia en el deporte es casi tan antigua como el deporte mismo. Entrando en el tema de la violencia en
el fútbol, podemos encontrar los primero hechos de violencia en la Edad Media, en los encuentros de fútbol
de carnaval, que se caracterizaban por no tener reglas y por el uso desmedido de la violencia. Luego en 1314
se realiza la prohibición de este deporte para evitar la creciente ola de violencia que producÃ-a.
En el fútbol moderno, la primera vez que se da un episodio de violencia es en un encuentro entre los equipos
de Inglaterra de Preston North End y el Aston Villa en 1885 que terminó con un enfrentamiento entre los
jugadores de estos dos equipos.
En Inglaterra, como ya dijimos, es donde se dan los primero hechos de violencia, cuando hablamos de fútbol
moderno, y es donde nace también el termino Hooligan, que es definida por la Real Academia Española
como "Hincha británico de comportamiento violento y agresivo."
Hay diversas versiones sobre el origen del término hooligan. Una de ellas afirma que apareció en 1898, en
un informe policÃ-aco; otra señala que era el apellido de un joven irlandés que vivÃ-a en Londres y se
caracterizaba por no trabajar, beber alcohol y ser muy violento.
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Sus escándalos impresionaron tanto a la sociedad de Londres que, a partir de este joven, todo aquel que
protagonizó hechos violentos y actuó en contra de las normas comenzó a ser llamado "hooligan". Los
hooligans se convirtieron en el sÃ-mbolo del fútbol ingles y hasta hubo una época en la cual estaba de
moda ser hooligan.
Como ya dijimos los primeros episodios de violencia en el fútbol se dieron en Inglaterra, pero esto no
quedó aquÃ- sino que luego se fue expandiendo para los paÃ-ses vecinos y se extiende por toda Europa
hasta llegar a América Latina
2.2. ¿Cómo se soluciono el problema de la violencia? ¿Que medidas se tomaron?
Para solucionar este problema de la violencia en el fútbol, que ya habÃ-a dejado numerosas muertes, se
toman diferentes medidas, las cuales parecen haber sido eficaces ya que como se puede ver en la actualidad
los episodios de violencia en Inglaterra son realmente muy escasos.
El fútbol inglés fue escenario, durante la década de 1980, de dos grandes tragedias que dejan como
saldo centenares de muertos y muestran que es muy necesaria la acción del Estado para frenar la violencia
vinculada al fútbol. Para esto es que se crea el famoso Informe Taylor, que hace hincapié principalmente
en dos aspectos: la mejora de las condiciones en los estadios y la necesidad de un control mucho más
intensivo, a todo nivel, de las personas que asisten a los estadios.
A partir de los años 90`, en Inglaterra se pone en marcha un proceso de transformación cuyos resultados
son visibles al dÃ-a de hoy. Las formas de asistir a un estadio de fútbol cambian por completo, teniendo
poco y nada que ver la experiencia de un hincha que concurrÃ-a hace 20 años a un estadio de Inglaterra que
la experiencia de un hincha que concurre a un estadio en la actualidad. Las razones de ese cambio tienen su
origen en las medidas que se toman luego del informe Taylor, que al modificar los estadios y los modos de
comportamiento aceptados de los hinchas generan un cambio muy importante y no dejan lugar a
comportamientos violentos.
Los cambios más relevantes que se producen al nivel de la seguridad en los estadios a partir de los años
noventa son:
−Se eliminan los alambrados que rodean al campo de juego.
− Se eliminaron de todos los estadios las zonas en las cuales no habÃ-a asientos, obligando a que todas las
localidades fuesen de asiento.
     − Una mejora en los accesos que permita la evacuación rápida en caso de ser necesario (con
las salidas claramente identificadas y visibles).
     − El reemplazo de los agentes pertenecientes a la policÃ-a por los llamados stewards, civiles
capacitados para organizar grandes grupos y mediar en caso de ser necesario, sin el perfil represivo que
caracteriza a los agentes policiales.
     − La prohibición de vender tickets en los estadios en el dÃ-a de partido, y la priorización de la
venta de abonos por la temporada completa.
     − La instalación de cámaras de video que registren lo que sucede en las tribunas.
     − La aplicación del derecho de admisión en los estadios y la confección de un registro de
hinchas que recoge información del público que asiste al fútbol.
− Se establecieron criterios para evaluar el nivel de seguridad y confort de los estadios, y la FIFA procedió a
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hacer inspecciones. Se decidió que, en adelante, sólo acogieran grandes finales europeas los estadios
catalogados como de "cinco estrellas".
−Se establecieron criterios para evaluar el riesgo de los partidos de fútbol, y se incluyeron medidas de
prevención (como un mayor número de agentes de seguridad y de sanidad) en función de sÃ- los partidos
eran de alto riesgo.
−Se establecieron medidas para que las aficiones de los dos equipos estuvieran separadas por cordones de
seguridad, de manera que no pudiesen coincidir ni antes ni durante ni después de los partidos.
−Se prohibió la entrada a los estadios de banderas provistas de mástiles, y de todo tipo de elementos
rÃ-gidos, o susceptibles de ser utilizados como armas arrojadizas.
−Se incrementaron las medidas de seguridad en el acceso a los estadios, incluyendo cacheos.
−Se prohibió la venta de bebidas alcohólicas en el interior de los estadios.
−Se prohibió el acceso de botellas de vidrio al interior de los estadios.
−Se prohibió la exhibición en los estadios de banderas y sÃ-mbolos nazis, asÃ- como de pancartas que
pudieran incitar a la violencia.
−Se conminó a los clubes a que dejasen de colaborar, e incluso de financiar, a los grupos ultra más
violentos, como en muchos casos habÃ-a venido sucediendo.
A partir de la implementación de esta cantidad de medidas se logra en gran parte reducir la conflictividad de
los espectáculos futbolÃ-sticos.
2.3. ¿Son compatibles con la realidad presente?
En cuanto a la compatibilidad de las medidas tomadas en Inglaterra que solucionaron en gran parte el
problema de la violencia en ese paÃ-s con los problemas de violencia en Uruguay, podemos decir que no
todas son compatibles; las formas de pensar, de sentir, las formas de vivir el fútbol son completamente
distintas; las culturas son muy distintas, esto es lo que hace que no todas las medidas sean compatibles.
Pero, ¿Por qué las medidas que son compatibles no son aplicadas?
Muchas medidas como ya lo hemos dicho no son compatibles por las diferencias en las culturas de estos
paÃ-ses, pero por que las medidas que son compatibles, no son aplicadas en Uruguay. Uno de estos motivos
es la falta de recursos económicos de los cuadros Uruguayos y la Asociación Uruguaya de Fútbol,
medidas como:
−El reemplazo de los agentes pertenecientes a la policÃ-a por los llamados stewards, civiles capacitados para
organizar grandes grupos y mediar en caso de ser necesario, sin el perfil represivo que caracteriza a los
agentes policiales. Â Â Â
• Una mejora en los accesos que permita la evacuación rápida en caso de ser necesario (con las
salidas claramente identificadas y visibles).
− La instalación de cámaras de video que registren lo que sucede en las tribunas.
Todas estas medidas implican un costo económico muy importante, el cual no es accesible para los clubes
del fútbol uruguayo, los cuales no solo no cuentan con recursos económicos sino que tienen deudas, por lo
que se les harÃ-a muy difÃ-cil poder juntar dinero para poder financiar todas estas medidas
También se da el caso en el cual se implementan medidas para frenar la violencia luego de que ocurre un
episodio grave, por ejemplo luego de la muerte del simpatizante de cerro, Héctor Da Cunha, se tomaron
varias medidas como la implementación de arcos detectores de metales, se comenzaron a realizar controles
de alcoholemia, etc. Pero luego de un par de fin de semanas estas medidas dejaron de utilizarse.
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Otra medida que se establece en Inglaterra es la de dejar de brindar ayuda, frenar con el apoyo económico a
las Barras Bravas, son medidas compatibles con nuestro paÃ-s, pero son medidas que no se toman. Se
conocen casos en los cuales barras bravas han amenazado a dirigentes para que dejen de brindarles ayuda
económica.
Todas estas, son medidas que pueden ser aplicadas en nuestro paÃ-s, pero que por distintos motivos no se
aplican: debido a la gran diferencia de culturas de estos paÃ-ses, debido a que se necesitarÃ-a una gran
inversión de dinero, de trabajo, y también debido a que muchos se ven beneficiados con las llamadas
barras bravas y no ponen empeño para que el problema de la violencia sea erradicado.
CapÃ-tulo tercero: Violencia en el fútbol uruguayo
3.1. Los Inicios
Edward Hooligans era un personaje de Inglaterra el año 1877, era burdo y violento con las personas que
estuvieran en contra de su manera de beber. A partir de ese entonces todo aquel que protagonizó hechos
violentos y actuó en contra de las normas comenzó a ser llamado "hooligan". Fueron las diferencias
sociales producidas por la industrialización y el imponente capitalismo las causantes de que en Inglaterra un
sinnúmero de grupos juveniles comenzaran a imitar a Edward generando el desorden y el caos social en
nombre del naciente movimiento conocido como el ultranacionalismo. Este fenómeno se siguió
expandiendo por toda Europa generando batallas campales, hasta llegar a Latinoamérica.
La violencia está en la sociedad. Pero también el fútbol tiene su propia violencia. La violencia en este
deporte es un fenómeno sumamente complejo.
Cuando se alude a la complejidad, se hace referencia a que la violencia no se acota a los incidentes que se
producen, a veces lamentables entre hinchadas de distintos clubes y entre estas y la policÃ-a, sino también
a la tolerancia de algunos dirigentes con sus hinchas violentos, al acoso de representantes y padres a jóvenes
valores, al exitismo de ciertos técnicos, a muchos jugadores que cometen faltas graves y se provocan, a
algunos árbitros que ven desbordada su tarea por las presiones de los protagonistas del juego, y hasta la
misma policÃ-a tiene su cuota de responsabilidad cuando no actúa como corresponde en la prevención de
los incidentes.
En el fútbol hay tres categorÃ-as de asistentes: espectadores, hinchas y barras bravas. El espectador es aquel
que disfruta, va a gozar. El resultado es para él una anécdota. El hincha es aquel que carece de espÃ-ritu
crÃ-tico, no razona, se limita a sentir a su club. Es dramático e intolerante. Se siente protagonista. Cree que
puede insultar al árbitro, a un futbolista, o pedir la renuncia del director técnico.
Cuando se juntan los hinchas que poseen perfiles delincuenciales, consagran su vida a un club, viven de él,
están armados y conforman grupos mafiosos, los llamamos barras bravas. Estos son los principales causantes
de la violencia que reina en el fútbol. Pero no son los únicos, todos los que formamos parte de este deporte,
directa o indirectamente, tenemos nuestra cuota de responsabilidad.
Los antecedentes de barras bravas datan de la década del treinta del siglo XX, cuando transcurren los
primeros años del fútbol profesional. Roberto Arlt decÃ-a en un diario de la época: Tan necesario es que
los hinchas de un mismo sujeto se asocien para defenderse de las pateaduras de otros hinchas y que son como
escuadrones rufianescos, brigadas bandoleras, quintos malandrinos, barras que como expediciones punitivas
siembran el terror en los estadios, con la artillerÃ-a de sus botellas, y las incesantes bombas de sus naranjazos.
Esas barras son las que encargan de incendiar los bancos de las populares, esas mismas barras son las que
invaden la cancha para darle el pesto a los contrarios.
Son innumerables los artÃ-culos periodÃ-sticos en aquella época que aluden a la violencia en el fútbol.
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Aquella violencia se originaba por robar banderas, correr a hinchas rivales o por exceso en el ingreso de
espectadores.
Hasta esos momentos la violencia desplegada era sin organización, aislada y sin excesiva rudeza. La
situación actual en cambio es distinta. A los barras les quedo chica la tribuna. Adquirieron mayor poder y
están organizados como verdaderos grupos mafiosos. Sus acciones no se restringen exclusivamente al
fútbol ya que suelen realizar actividades delictivas lejos de los estadios. Al panorama descrito habrÃ-a que
agregarle el incremento del consumo de drogas y el protagonismo que ha cobrado la discriminación. Esta
forma de intolerancia esta enquistada en el fútbol. Actitudes xenófobas pueden observarse a través de los
cánticos y en los foros de los clubes.
La primera vÃ-ctima en el RÃ-o de la Plata por el fútbol data del año 1924. Montevideo fue el lugar de tan
lamentable muerte y un argentino el gran protagonista de esta historia.
HabÃ-an jugado Uruguay y Argentina y los orientales se consagraron campeones.
El hotel Colón, donde se encontraba el plantel argentino, fue el sitio donde explotó la violencia. En la calle
hinchas de ambas selecciones intercambiaban insultos y los jugadores argentinos desde los balcones del hotel
se prendieron en las chicanas verbales entre ambos sectores. Un joven uruguayo de 24 años terminó con
dos disparos en el cuello. Se llamaba Pedro Demby y murió a las veinticuatro horas de haber sido baleado.
Aparentemente el asesino se refugió en el hotel y fue amparado por lo jugadores argentinos que lo ayudaron
a huir.
La policÃ-a uruguaya logró identificar al asesino y dio parte al gobierno argentino que detuvo a José
Lázaro RodrÃ-guez el cual fue llevado ante un juez y luego a una celda de la cárcel de Villa Devoto, sin
ser deportado al Uruguay.
Con el paso de los años la nómina de vÃ-ctimas fue creciendo, originadas por diversos motivos que van
desde peleas entre hinchas, pasando por errores policiales y hasta por fallas organizativas.
VÃ-ctimas fatales del fútbol uruguayo
Esta es una cronologÃ-a de muertes ocurridas en el fútbol uruguayo.
El 22 de septiembre de 1957 en un partido decisivo por el ascenso a la Primera División entre Sud
América y Progreso que se jugaba en el estadio de Belvedere, un hincha de Sud América, Carlos
Héctor Gómez, saltó para festejar el segundo gol de su equipo, sin saber que serÃ-a lo último que
vivirÃ-a, ya que una horda de hinchas rivales cayó sobre Castro, con tal fiereza que los golpes ocasionados
determinaron posteriormente su muerte en un centro asistencial de la zona.
El 30 de septiembre de 1959 jugaban Liverpool y Danubio en cancha de los primeros. El clima era tenso
porque estaba en juego el descenso. El árbitro culminó el primer tiempo con algunos pequeños incidentes
entre parcialidades. A los 10 minutos del complemento el partido quedó trunco por una agresión al arquero
local. A la salida del estadio se produjeron serios incidentes entre los que estaba involucrado Julio
Calognil, quien falleció al recibir un impacto de bala.
El 16 de setiembre de 1963 cuando Nacional y Wanderers jugaban en el Estadio Centenario por el
Campeonato Uruguayo se el siguiente episodio de violencia. En determinado momento del partido, que
aparentemente se vivÃ-a dentro en tranquilidad, se produce un incidente de grandes proporciones en la
Tribuna Amsterdam. Un hincha de Wanderers, Hugo RodrÃ-guez, en medio de la gresca perdió pie y
cayó al talud sufriendo heridas que le ocasionaron posteriormente la muerte en un sanatorio particular.
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Otro incidente el 19 de septiembre de 1992. Esta vez el hecho de muerte se produjo en un partido de la "B",
entre Basáñez y Villa Teresa (que después generó la paralización de la actividad). El encuentro se
disputaba en La Bombonera y en lo previo se habÃ-a hablado mucho. Al terminar el partido (estaba
catalogado de alto riesgo) en las afueras del estadio, en un predio entre la cancha y la calle se originó una
gresca entre ambas parcialidades. Un coracero que intentaba reprimir los hechos atropelló con su caballo al
ex jugador Wellington "Chumbo" Castro, quien cayó al piso. Jamás pudo levantarse porque el equino,
nervioso por los incidentes y el tumulto, terminó aplastando al infortunado Castro. El guardia posteriormente
fue procesado sin prisión.
Para la fecha 12 de junio de 1994, previo a la disputa de un clásico en el Estadio Centenario, los ánimos
estaban bastante caldeados y todo hacÃ-a presumir incidentes luego del encuentro. Sin embargo este hecho se
produjo previo al mismo. Un hincha de Nacional de 16 años, Walter De Posadas, fue prácticamente
degollado por un parcial identificado con camiseta de Peñarol cuando el chico se dirigÃ-a al Centenario.
Luego el Consejo Ejecutivo actuó derivando el tema a un tribunal que sancionó a Nacional y a Peñarol
con la pérdida de 4 puntos.
Otro hecho ocurrido en nuestro fútbol el 11 de julio de 1995 pese a que no tuvieron participación parciales
de clubes de Uruguay se registró en Paysandú durante la disputa de la Copa América.
Se enfrentaban las selecciones de Argentina y Chile, cuando al finalizar el mismo se generaron disturbios
entre dos barras argentinas en las afueras del estadio. Como resultado de ese enfrentamiento falleció el joven
argentino, Hernán GarcÃ-a, quien integraba una de esas barras. El hecho no fue aclarado y hasta hoy se
buscan responsables, por más que se identificó a los agresores.
Nacional y Cerro, jugaban en el Parque Central el 30 de marzo de 1996 un partido que habÃ-a sido tildado
como peligroso, por el entorno. Sin embargo la muerte anduvo rondando hasta cobrar su vÃ-ctima. Daniel
Jaime Tosquellas Portella, de 31 años, quien al ver cómo hinchas de Cerro intentaban sacarle la bandera a
un jovencito acudió en su ayuda, pero el hincha albiceleste extrajo de entre sus ropas un revólver y disparó
hiriendo a Tosquellas en el pecho. Fue trasladado al Hospital Militar falleciendo horas más tarde.
El 12 de enero de 2006 jugaban en el estadio Domingo Burgueño Miguel de Maldonado Nacional y
Peñarol, por la Copa Ricard, que terminó 1 a 0 en favor de los tricolores. En determinado momento se
produjo un incidente en una de las tribunas, pero todo quedó en nada ya que nadie denunció absolutamente
nada. Sin embargo averiguaciones realizadas posteriormente determinaron que en aquel incidente un hincha
de Nacional, VÃ-ctor Laluz DÃ-az (de 25 años) fue golpeado en la cabeza, con tal saña que perdió masa
encefálica quedando internado en un nosocomio fernandino. El desdichado hincha tricolor falleció el 20 de
enero, sin que aparecieran los responsables de la brutal agresión.
Tras el partido entre Peñarol y Cerro por el Clausura el 11 de marzo de 2006, un hincha de Cerro que
esperaba un ómnibus en Avenida Italia para regresar a su casa con la derrota a cuestas, fue agredido por una
horda de hinchas aurinegros. Uno de los iracundos sujetos extrajo de entre su ropas un cuchillo con el que
ultimó al hincha albiceleste Héctor Da Cunha de cinco puñaladas. Las investigaciones se están
realizando.
Es de esperar que en algún momento haya un quiebre en estas cuestiones de la violencia en el fútbol y no
hablemos más de vÃ-ctimas ni de heridos.
3.2. ¿Hechos sucedidos originales o influenciados?
Los hechos de violencia que se desarrollaron en los últimos años en el Uruguay, fueron llevados a cabo por
individuos que en su conjunto crean cierta impunidad, estos grupos se autodenominan barra bravas. Es un
grupo humano diverso y complejo y, dentro de ellas, es cierto, existen personas que no se ajustan a los
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supuestos marcos éticos normativos con que se mueve el resto de la sociedad. Las auténticas barras
bravas son las argentinas y las de los paÃ-ses europeos, por número de integrantes y niveles de
organización. Nuestro paÃ-s ha sido influenciado negativamente creándose grupos que actúan en
semejanza a estos, esto trajo como consecuencia un incremento en la violencia que se genera en los ámbitos
deportivos.
Una cosa es la mentalidad de quien se vende para ir a alentar a un equipo y obtienen beneficios de tipo
económicos, estatus social en el ámbito en el cual estos se mueven y relacionarse con individuos de un
nivel social superior (dirigentes); y otra completamente distinta es la pasión que lleva a gente de todas las
clases y edades a decir que un cuadro es "su vida". Estas son los verdaderos espectadores, los cuales van a
presenciar un evento deportivo exclusivamente y no por intereses ocultos.
El tema no es de ahora y si hoy alcanza niveles de gravedad es porque hay una crisis social con válvula de
escape en la violencia que se expresa en el fútbol.
En cuanto a la gravedad de los actos, ha ido en aumento en el Uruguay hasta llegar a acontecimientos de
vÃ-ctimas fatales ya sea desde baby fútbol hasta los profesionales.
El deporte se utiliza como salida a problemas o bien a una caracterÃ-stica de la naturaleza humana de las
personas que lo practican o acompañan y en él se manifiesta sentimientos que no se aplican en otras
actividades de nuestra sociedad. Generalmente no se castigan con sanciones severas a las actitudes que en otro
ámbito si se harÃ-an. En el deporte está permitidos socialmente desmanes que no son correctamente
sancionados utilizando como escudo el actúan conjuntamente perdiendo de esta forma la individualidad.
Generando de esta manera los pocos individuos que generan la violencia se refugien en el anonimato.
Cada paÃ-s posee sus caracterÃ-sticas particulares sociales, culturales y económicas que modifican a su
manera la actuación de estos grupos, creándose de esta manera una identidad propia. Una de las
caracterÃ-sticas es la decadencia que está atravesando la sociedad uruguaya, los valores éticos−morales
cada vez son más desvalorizados y dejados de lado, lo que se traduce en un maltrato cada vez mas agravado
entre los integrantes de la comunidad, los cuales estamos tan acostumbrados a escuchar que se podrÃ-a decir
que ya forman parte de la cotidianeidad de los uruguayos.
3.3. Consecuencias
En caso de producirse antes, durante o después de la realización de un partido hechos que afectaren su
normal desarrollo o se generaren incidentes que implicaren alteración o se produjeren agresiones a árbitros,
técnicos y demás funcionarios, dirigentes, periodistas, funcionarios policiales o integrantes del público, o
se destruyeren emblemas representativos de las instituciones o se produjeren daños a las instalaciones,
siempre que los hechos tuvieren por causa u origen el espectáculo, y se acredite la responsabilidad del o los
Clubes participantes, conforme lo dispuesto precedentemente; el Tribunal de Penas podrá aplicar las
siguientes sanciones:
• Económicas
El art. 23º, 3 del Código de Penas establece que el Tribunal puede aplicar multas económicas que van
desde las 150 a las 400 Unidades Reajustables, a los clubes cuyas parcialidades participen en actos de
violencia en los espectáculos antes, durante o después de los partidos, "que afectaren su normal desarrollo
o se generaren incidentes que implicaren alteración o se produjeren agresiones a árbitros, técnicos y
demás funcionarios, dirigentes, periodistas, funcionarios policiales o integrantes del público, o se
destruyeren emblemas representativos de las instituciones o se produjeren daños a las instalaciones, siempre
que los hechos tuvieren por causa u origen el espectáculo". La iniciativa del escribano Miguel Sejas,
propone que el dinero que se recauda por las multas que aplica el Tribunal y que el Consejo Ejecutivo vuelca
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a las "rentas generales de la AUF", de ahora en más, se vuelque a un rubro determinado con el único fin de
ir comprando equipos (cámaras, detectores de metales, vallas, etc.) que luego se instalarán en los diferentes
escenarios, de acuerdo a lo que recomiendan las autoridades de la Jefatura de PolicÃ-a de Montevideo.
• Seguridad
Según los datos obtenidos por este cronista, en 1996 la Asociación Uruguaya de Fútbol, la Intendencia
Municipal de Montevideo y la Jefatura de PolicÃ-a, aportaron US$ 15.000 cada una para la confección de
las vallas metálicas que se utilizan para los partidos de alta convocatoria en el Estadio Centenario, que
están apiladas en la parte exterior, frente a la Tribuna Colombes.
Teniendo en cuenta que los equipos de seguridad, de alta tecnologÃ-a tienen costos muy elevados, desde la
AUF se promoverÃ-a repetir la experiencia de 1996 para adquirir nuevos que faciliten la labor de control de la
PolicÃ-a.
En marzo de 2006, luego del asesinato de Da Cunha por parte de parciales de Peñarol, la AUF adquirió
detectores metálicos que entregó en comodato a la Jefatura de PolicÃ-a, pero que curiosamente, no son
usados en los partidos de alto riesgo.
• Al Recinto deportivo
Clausura de los campos de juego. La clausura podrá ser de cinco a doce fechas, las que se cumplirán en la
misma temporada y si ello no fuere posible, en la inmediata siguiente.
Cuando los hechos determinantes de la clausura de un campo de juego se produjeren en uno que no fuera de
propiedad, o de su posesión o uso exclusivo del club infractor, la suspensión afectará el derecho del Club
a utilizar esa cancha, la propia o la que tuviera en posesión o uso exclusivo, por el tiempo que se
determinare.
En caso de clausura de campos de juego, mientras se encontrare en vigencia la misma, la Mesa Ejecutiva
respectiva fijará el escenario en que actuará el club sancionado cuando le correspondiere ser locatario.
• A los Socios
Privación a los socios de los clubes de los derechos que le confiere la calidad de locatario, cuando le
correspondiere serlo.
• Puntos
Cuando los hechos fueren manifiestamente graves y no respondieren a actitudes individuales, sino de origen
indiscutiblemente colectivo, podrán aplicarse penas de quita de puntos a la institución o instituciones
responsables.
• A las instituciones
Cuando sucedan incidentes colectivos de inusitada gravedad, entre parciales de distintos Clubes, de los que se
deriven lesiones graves o muerte de alguna persona, promovidos por la parcialidad de un Club, o de ambos, en
ocasión de la disputa de un encuentro, la o las instituciones responsables serán castigadas con la pena de
suspensión de 1 a 4 partidos.
En caso de reiteración o reincidencia, la Asamblea General, por 4/5 de votos, podrá decretar la expulsión
del club de la AUF.
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3.4. Medidas tomadas
A lo largo de esta última década, el fútbol en el Uruguay se ha visto muy afectado por episodios de
violencia, con fuertes consecuencias tanto para los clubes, público y el fútbol en general.
En lo que se refiere a consecuencias de estos actos violentos sobre los que asisten a este espectáculo en los
últimos tiempos, el hecho más difundido es la muerte del parcial de Cerro Héctor Da Cunha y la muerte
de dos adolescentes en el último año. Ésta se vincula con las esferas del básquetbol pero tiene mucha
influencia con lo que es fútbol en sÃ-.
Por otra parte están las consecuencias que las conductas violentas traen a los clubes. Los castigos por parte
de la Asociación Uruguaya de Fútbol (en adelante AUF) han sido: la quita de puntos, inhabilitación de
canchas, multas con valores económicos, entre otras.
En lo referente al fútbol en general, se dio en la AUF un clima tenso en torno a lo que se vivÃ-a en el
deporte, dándose en este, una realidad de violencia y disturbios. Ante esto, se generó la renuncia de
dirigentes, amenazas de delegados en dejar la Asociación, etc. Como reacción a esta situación, se le dan
poderes especiales al Presidente Corbo para poder tomar cartas en el asunto junto al Ministerio del Interior.
El Ministerio de Deporte y Juventud encara el tema de la violencia para crear un proyecto de ley para
solucionar este tema en el deporte. Por lo pronto ha realizado un estudio y pone como ejemplo a la comunidad
Europea, se ha tratado en la Legislación la prevención de la violencia. En Uruguay se han coordinado
acciones por parte de la administración pública y también del sector privado.
Lo que se pretende con el proyecto es realizar un planteo institucional que comprenda a los dos sectores,
público y privado, trabajando en la parte preventiva y haciendo las normas punitivas más severas, más
aplicables y más cercanas a los responsables.
El problema de la violencia está ligado al comportamiento de la sociedad con respecto a los emblemas de las
instituciones deportivas, a los propios deportistas y a sus dirigentes, en torno a la eventual promoción de la
violencia, aún siendo esta no voluntaria. Estando el hecho deportivo rodeado de condicionamientos sobre los
que se debe trabajar. Se necesitan medidas educativas pero también uno de los problemas, es que hoy el
deporte se sufre y no se disfruta, se va a la cancha a sufrir y a agredir, si se fuera a disfrutarlo no se
necesitarÃ-a la medida del alambrado, por ejemplo.
El proyecto de ley del Ministerio de Deporte y Juventud crea un grupo de trabajo a efectos de coparticipar en
una comisión que tiene por objetivo trabajar en temas vinculados con la prevención. Éste grupo se
integrarÃ-a con miembros del Ministerio de Deporte y Juventud, el Ministerio del Interior, el Congreso de
Intendentes, la Asociación Uruguaya de Fútbol y la Federación Uruguaya de Básquetbol. Esta comisión
estará dirigida no solamente a estudiar el tema desde el punto de vista técnico, sino desde el punto de vista
cultural, para asÃ- lograr una campaña que tenga como objetivo promover la no violencia y que se admita
que el deporte es para disfrutar.
Este trabajo también va a tener responsabilidades en el sector privado, que tienen que ver con las
asociaciones y federaciones deportivas y la búsqueda de las medidas en los estadios, las canchas, los lugares
de práctica, etc. para que sea un compromiso colectivo.
La comisión va a proyectar un reglamento general de seguridad para espectáculos deportivos públicos,
para asÃ- orientar y recomendar a las federaciones, a los clubes deportivos y a las asociaciones que organizan
espectáculos, que prevean actos violentos e informen proyectos y disposiciones que las instituciones
estatales competentes les soliciten, para la seguridad en los estadios deportivos. Por lo tanto cuando se habilita
un estadio o una cancha, estos tienen que tener alguna medida de seguridad ya prevista.
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Al trabajar con las asociaciones y federaciones deportivas se pretende que estas incluyan en sus reglamentos y
recojan en sus códigos de ética, actitudes y posiciones frente a la no violencia en el deporte.
Si bien este proyecto de ley contiene un capitulo punitivo estableciendo algunas sanciones más a las ya
existentes a la Legislación Penal, agrega la prohibición del ingreso a los espectáculos deportivos y se
agravarÃ-a la situación si el individuo ese dirigente deportivo. De esta forma, se quiere que se asuma un
compromiso por las autoridades del deporte, no solo por el deporte espectáculo sino por el deporte
profesionalizado, para el desarrollo de la propia economÃ-a del deporte. Porque por la violencia no solo ha
bajado la taquilla sino que han aumentado los gastos en las reparaciones que se han debido hacer por los actos
de violencia.
En el proyecto también se prohÃ-be la introducción y exhibición en el espectáculo deportivo de
pancartas, sÃ-mbolos, emblemas o leyendas que implique incitación a la violencia, asÃ- como también
armas u objetos que puedan utilizarse como tales: cohetes, bombas, bengalas, fuegos de artificio, etc. La
detección de los mismos se decomisaran por parte de la autoridad policial, los organizadores de la
competencia estarán obligados a controlarlas. La responsabilidad será patrimonial, se materializara por la
vÃ-a de multas y será determinada por una comisión honoraria que se crea con el proyecto de ley.
También hay que señalar la capacidad del Estado para actuar en cercanÃ-a con el deporte, estableciendo
normas y dándole herramientas a la justicia para que actúe cuando se den estos hechos.
Este tema se trabajó también el año pasado en la Feria del Deporte, donde se realizo un seminario con
personalidades del deporte nacional y expertos en el tema provenientes del exterior, por lo que demuestra el
nivel de sensibilidad que el tema de la violencia provoca.
3.5 La responsabilidad corresponderÃ-a a varios sectores
• Los clubes, que apoyan a las barras logÃ-stica y económicamente, estos son fenómenos que crecen,
pasa en Argentina donde amenazan a los propios dirigentes que los sustentan.
• Desde el punto de vista policial hay una inacción que es peligrosa.
• Los jueces deben investigar, la policÃ-a y la justicia no pueden seguir pasivos.
La impunidad ha hecho que el fenómeno crezca y se descontrole.
En esto de las responsabilidades existen jerarquÃ-as, hay unos más responsables que otros y se aplicarÃ-an
en este orden:
• El Sr. Presidente de la República, debe ordenar al (o ala) Ministro del interior que aplique la tolerancia
cero y las medidas de prevención para que esto no se repita.
2) La Justicia, aplicando con suma agilidad, responsabilidad, las leyes y penas que estén legisladas y
vigentes. En caso de que no sean suficientes que lo hagan público asÃ- el Gobierno hace lo que debe
enviando al Parlamento las leyes que sean necesarias.
3) El Parlamento (donde el Gobierno tiene las mayorÃ-as suficientes para sin necesidad de la oposición)
que genere las leyes necesarias para terminar de una vez por todas con esto.
4) El Pueblo para que controle, fiscalice, recuerde lo que hizo cada uno y actué en consecuencia en las
próximas elecciones
Todo lo anterior funciona en paÃ-ses donde la conciencia ciudadana está impregnada de liberalismo, donde
todos tienen claro cuáles son sus responsabilidades y las consecuencias de sus actos u omisiones. La
sociedad uruguaya por el contrario, no alcanzarÃ-a dicho nivel de madures cÃ-vica. Acá nadie se hace
responsable y actúa en consecuencia.
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En una reunión efectuada el primero de septiembre de dos mil nueve presentándose el Vicepresidente de la
República, Rodolfo Nin Novoa, el Ministro de Deporte Héctor Lescano y el Presidente de la AUF José
Luis Corbo, para evaluar las medida que se tomaran por parte de las autoridades ante los hechos de violencia
ocurridos en nuestros ámbitos deportivos.
El Ministro Lescano explica que el problema no se reduce a tener el texto de una ley y una comisión
integrada.
Para el representante del Poder Ejecutivo, hay que trabajar más en aspectos de identificación y registros,
que impidan el ingreso de los espectáculos deportivos aquellas personas que están involucradas e incitan
los hechos de violencia. Además informo que comenzó una investigación interna, para definir sobre quien
recae la responsabilidad en los hechos de violencia sucedidos recientemente.
La AUF y el Ministerio del Interior ya tomaron y tomaran medidas para evitar incidentes, de todas maneras
para el titular de la AUF el fenómeno de violencia va más allá del fútbol, sino que es un fenómeno
cultural.
Siempre se ha tenido la contribución del Ministerio del Interior para prevenir o reprimir los episodios de
violencia, pero solamente eso no alcanza.
Corbo señala que el Tribunal de Penas, es el que define las sanciones, aunque llama a realizar una
reflexión sobre las consecuencias de la toma de ciertas decisiones debido a que estas a veces traen más
perjuicios que beneficios.
El Ministerio del Interior tomo cartas en el asunto a través de la Comisión Honoraria para la Prevención,
Control y Erradicación de la Violencia en el Deporte y luego de un análisis y estudio exhaustivo del tema,
esta Comisión transmitió al Presidente de la AUF Dr. José Luis Corbo, alguna iniciativas para mejorar la
seguridad de los espectáculos deportivos, sobre lo cual el Ministerio detalla, la absoluta falta de
colaboración por parte de los Clubes, para aplicar las medidas sugeridas, no existe compromiso de los
organizadores de los espectáculos y no entienden que la responsabilidad sobre la seguridad es de todos y que
la PolicÃ-a es una parte de la organización y no toda.
Cuando ocurren incidentes los organizadores no se hacen responsables y siempre recae todo en lo que puede
hacer o evitar la policÃ-a.
Tampoco existe un marco legal que le dé potestades al Ministerio del Interior para que las recomendaciones
que la PolicÃ-a les hace a las Asociaciones y a los Clubes, sean obligatorias, ya que carecen de fuerza legal.
Es decir, solo se pueden recomendar acciones y no se los puede obligar a que las cumplan, porque se fijan los
partidos y los juegan, perjudicando el accionar policial, ya que se deben tomar medidas extremas descuidando
la seguridad del resto de la población.
Las propuestas de esta Comisión serán incluidas en una Ley del Deporte Nacional, que el Ministerio de
Turismo y Deporte está elaborando.
Cabe destacar que estas propuestas realizadas a las Asociaciones, Federaciones Deportivas, Clubes, etc. será
conveniente reiterarlas a la prensa en general en forma más directa, ya que muchos medios las desconocen y
no quieren reconocerlas.
Por último, una cosa si es cierta, si bien se ha trabajado en la prevención y en el control de la violencia en el
Deporte, no se han hecho trabajos importantes para erradicar definitivamente la violencia. Es asÃ- que en la
última reunión del tres de octubre de 2009 se estableció por unanimidad que cada Organismo Estatal que
esté representado en la Comisión, debe traer un especialista en Violencia en el Deporte, que puede ser un
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sociólogo, un psicólogo o un experto en el tema, para poder realizar un profundo análisis y estudio del
mismo para luego detener un diagnostico, sugerir medidas para erradicar este fenómeno.
3.6.Actualidad ¿sigue todo igual que en el comienzo?
Pese a los mecanismos empleados para minimizar este tipo de violencia, el problema ha empeorado, y basta
con remitirnos a los datos estadÃ-sticos: ha aumentado el número de vÃ-ctimas, reduciéndose a un tiempo
el perÃ-odo entre un episodio fatal y otro.
Los datos hablan por sÃ- mismos: en los primeros 60 años de fútbol profesional se registraron tres
muertes; en la década de los 90 tres muertes y en la primera década del siglo van cuatro (incluyendo las
del básquetbol). No hablamos aquÃ- de violencia simbólica, es decir de aquella que apela a la
disminución ética o moral del otro, tan común en una barra, en el palco o en una cancha de baby fútbol,
por nombrar sólo algunos escenarios.
Creemos, y lo repetimos una vez más, que no hemos acertado en el análisis del problema, y por
consiguiente, no es posible hallar soluciones satisfactorias. También los datos estadÃ-sticos destierran
viejas frases hechas que manejamos cotidianamente y que no se condicen con la realidad; por ejemplo, la
consabida frase que afirma que "la gente no va más al fútbol porque siente temor"; nuevamente los datos
nos permitirán rechazar esta teorÃ-a: desde el año 96 hasta el 99, la venta de entradas en el fútbol creció
sistemáticamente, pasando de 400.000 a 900.000 a pesar de que en los años 92, 94 y 96 se produjeron
muertes relacionadas al fútbol. A partir de 2000 comienza a disminuir (no olvidemos la entrada de Tenfield)
hasta el año 2001, cayendo sostenidamente a partir de 2002 (recordemos la crisis), subiendo
significativamente a partir de 2005 y 2006 (recordemos aquÃ- que en este año murieron La Luz y Da
Cunha). El básquetbol pasa de 2001 a 2005 de 50.000 a 250.000 entradas, descendiendo en 2006. Como
vemos, no siempre somos responsables en el manejo de la información, acreditando imaginarios que en
ocasiones no se condicen con la realidad.
Queremos insistir una vez más en que los episodios de violencia efectivamente acaecidos, y por más
lamentables que sean, constituyen los sÃ-ntomas, los indicadores visibles del problema, y que, al igual que los
sÃ-ntomas de una enfermedad, nada nos dirán acerca de la forma para combatirla con eficacia. Las barras
como chivos expiatorios funcionan muy bien, pero esconden un conjunto de variables que inciden en el
problema.
Hemos mirado soluciones extranjeras, sin comprender que las soluciones del fútbol inglés no pasaron
exclusivamente por Inglaterra, sino por protocolos a nivel de la Comunidad Económica Europea (que
incluyeron asociaciones de fútbol nacionales, de árbitros, de jugadores y periodistas) y que, además,
referÃ-an a causas muy distintas (racismo, xenofobia) a las que podemos establecer en Uruguay. Christopher
Walley, director de seguridad de los estadios ingleses, comenzó su charla con una frase que nadie recuerda:
"Debido a diferencias idiosincráticas, es muy difÃ-cil aplicar nuestras recetas, o los mismos conceptos en
otro paÃ-s". Para muestra alcanza un botón: Inglaterra tiene en promedio una cámara de control cada 13
habitantes; aumentó ostensiblemente el valor de las entradas, adecuó los estadios para minimizar la
movilidad del hincha y creó espacios para que ciertos parciales sigan los encuentros lejos del escenario
donde se producen. Si pensamos en Uruguay y sus estructuras deportivas, que podemos catalogar de museos y
no de escenarios adecuados para las exigencias que requiere hoy el deporte espectáculo, y en nuestro
contexto social, está claro que tenemos que pensar en otras cosas.
Hoy, como nación, quizás nuestro mayor desafÃ-o sea asumir que existe un estado de cosas que se va cada
dÃ-a más yendo de las manos y que únicamente actuando en conjunto, contando con objetivos claros y
compartidos, se podrá empezar a revertir.
Conclusión
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Creemos que es sumamente importante resaltar los puntos fundamentales del trabajo, lo que el trabajo con su
investigación dejo en cada integrante del equipo.
Con el comienzo del desarrollo, pudimos aclarar temas conceptuales que envuelven a este importante
fenómeno como lo es la violencia. Continuando, pudimos encontrar un nexo entre lo que es la violencia a
niveles mundiales con los actos que se fueron dando en nuestro paÃ-s.
Cabe destacar lo importante que fue esta monografÃ-a para ampliar nuestra visión y conocimientos del tema,
ya que antes de comenzar el proyecto, entendÃ-amos que el alcohol y las drogas eran los disparadores de la
violencia, pero con esta oportunidad pudimos interiorizarnos en el tema y darnos cuenta que ante todo, la
violencia es un problema de la sociedad y su cultura.
En lo que refiere a la pregunta orientadora que nos planteamos, llegamos a la conclusión que las medidas
tomadas, por las distintas partes, sea AUF, Ministerio del Interior o clubes, no llegan a tener los resultados
esperados, ya que la violencia levemente disminuyo en entornos futbolÃ-sticos, pero no ha desaparecido.
las soluciones a la violencia en el fútbol que este grupo plantea, son una mayor rigurosidad por parte de,
Ministerio del Interior a la hora de implementar mas y mayores castigos cuando se enfrentan a este problema,
y que la policÃ-a sea mas severa. Los clubes deberÃ-an cumplir polÃ-ticas de anti violencia, donde por
ejemplo, se encarguen de no dar entradas a los barra Brava y que dispongan de gente de confianza dentro de
esta para el control.
Hasta entonces, solo marcamos aspectos negativos por lo cual la violencia no ha podido ser extraditada del
todo, por eso, es que debemos valorizar los intentos que han tenido hasta ahora las autoridades, como ya
dijimos no son lo suficientes, pero por algún punto deben empezar. Es aquÃ- que remarcaremos las medidas
que tomaron, como la colocación de cámaras de video y controles de espirometrÃ-a en la entrada de las
parcialidades, restricción de pirotecnia, etc. Estos puntos son claramente factores que llevan a prevenir
supuestos casos de violencia
Culminando, queremos plantear la posibilidad de que se estudien nuevos métodos para poder evitar la
violencia, por ejemplo, los adoptados en Inglaterra, que pasaron a ser el paÃ-s más incorrecto en el mundo
deportivo, a que en los estadios no separe nada, ni un tejido, a los jugadores con las parcialidad.Anexos
GRUPO: Desde su punto de vista ¿Cuáles son las soluciones para erradicar la violencia del ámbito
deportivo?
Ricardo Piñeyrúa: el tema de la violencia no es un tema que sea pura y exclusivamente del fútbol. El
fútbol es una de las tantas expresiones de la sociedad, esta cargado de violencia, asÃ- como está toda la
sociedad desde hace ya muchÃ-simo tiempo. Independientemente de eso, no se puede decir, eso es problema
de la sociedad que es violenta, por lo tanto, no podemos hacer nada en el fútbol, yo creo que el fútbol puede
tomar medidas para resolver o intentar resolver los problemas de violencia que se generan dentro del fútbol.
Creo que las medidas pasan, no tan lejano, a las medidas que se tomaron en los acuerdos que existieron el
año pasado (2008) con el Ministerio del Interior, que son de la aplicación de la ley, que entre otras cosas
procura que los que producen actos de violencia no pueden entrar a los estadios. Fundamentalmente yo dirÃ-a
esa como un intento que se esta haciendo para sacar a los violentos. De alguna manera el compromiso que
deberÃ-an asumir todas las partes integrantes del fenómeno del fútbol de no generar hechos que a su vez
sean generadores de violencia. Que pasa de los jugadores al fútbol, que no se agarren a las piñas, que
jueguen al fútbol y no se den patadas, que no exalten a la hinchada, que no le pidan a la hinchada que griten.
A los periodistas que no hagan un culto a aquellos jugadores que dan patadas, sino que se lo hagan a los que
juegan al fútbol. Y después medidas que son concretas, que no pueden entrar los violentos, que la gente no
deberÃ-a estar parada, porque en el mundo se ha comprobado que cuanta más gente sentada hay en los
estadios, menos situaciones de violencia se dan. Después hay medidas que son de carácter policial, que en
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otros lados se han aplicado y son exitosas, por ejemplo, identificar claramente quienes son los responsables en
cada una de las barras que generan problemas, separarlos, no permitir que concurran al fútbol, controlarlos.
Además, que no se den entradas. Que los dirigentes no los apoyen, no los respalden; una serie de medidas,
que en realidad se sabe cuales son, pero no se aplican. Debe existir una voluntad de todas las partes, que diga,
intentemos de frenar este fenómeno, que es imposible erradicarlo, que se llegue a violencia cero, pero por lo
menos hacerlo lo menos riesgoso.
G: ¿Los hechos de violencia tienen repercusiones en la sociedad?
RP: si tienen repercusiones, porque vivimos en una época donde la sociedad es violenta. Sin duda, el
Uruguay es un paÃ-s particular donde se ha perdido cierta coerción social que tenia. Hoy se ha transformado
en un paÃ-s donde hay grandes diferencias y distanciamientos sociales. Ese es uno de los fenómenos que
genera situaciones violentas.
El fútbol no puede resolver los problemas de la violencia en la sociedad, tiene que tratar de tomar y evitar ser
un generador más de violencia. Lamentablemente con la identificación de la gente con los clubes, genera
un sentimiento de pertenencia que lo lleva a defender y ser generadores de violencia.
Hoy en dÃ-a, los hinchas de los clubes, son más contras del rival, que hinchas del propio club. Disfrutan
más del fracaso del rival que sus propios logros. Eso lo resaltan los medios de comunicación. Por ejemplo
en Argentina hay un programa de televisión, donde los hinchas de un club insultan o provoca a los mismos
de otra institución. A todo esto, si los medios promueven eso es muy difÃ-cil después poder combatirlo.
G: ¿De qué forma el alcohol y las drogas influyen en los actos violentos?
RP: Sin duda que esto el tema de la droga y el alcohol juegan, de hecho la sociedad tiene una exculpación
muy grande con la pasta base y el daño que genera. Esta se identifica como un factor de responsabilidad en
situaciones de violencia. En definitiva, el combate a las drogas, es un combate que esta perdido. La droga
existió siempre, a lo largo de la existencia de la humanidad, siempre. Hoy se la reconoce más por estar mas
expuesta. El negocio de la droga es algo que hoy en dÃ-a esta muy desarrollado, por eso es muy difÃ-cil
combatirla.
El fútbol lo que tiene que haces es controlar que, la gente no ingrese alcoholizada porque en definitiva es un
factor de riesgo. También debe tratar de reprimir la venta de drogas dentro de los estadios. Pero pasa más
que por estos factores, por lo que es la educación. Este tema es mucho más cultural que casual. Por
ejemplo, yo fui al campeonato del mundo en Alemania, donde los parciales tomaban entre el partido y el
entretiempo cuatro litros de cerveza.
BibliografÃ-a
Eibl−Eibesfeldt, Irenäus. Guerra y paz. Barcelona: Salvat, 1987.
Instituta Nacional de Mujeres. No era un gran amor: cuatro investigaciones sobre violencia domestica
Trallero, Toro. El comportamiento humano. Barcelona: Salvat, 1991
Savia, Jorge. Una bomba de tiempo. Diario El PaÃ-s sección deportiva ovación, 31529, Montevideo,
Domingo 17 de Mayo de 2009, C2−C3
Eibl−Eibesfeldt, Irenäus. Amor y odio. Barcelona: Salvat, 1987.
ECHOES. La violencia según Galtung [En lÃ-nea]. ECHOES, 17 de Octubre de 2007,
17
http://my−eternal−odyssey.blogspot.com/2007/10/la−violencia−segn−galtung.html, [consulta 10 de
Octubre de 2009].
Instituto Nacional de Mujeres. No era un gran amor: Cuatro investigaciones sobre violencia domestica.
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