Maxima eficiencia de planchado con el revestimiento

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Máxima eficiencia de planchado con
el revestimiento adecuado
Al hablar de la mejora del proceso de planchado se deben considerar dos objetivos:
- Alcanzar una alta eficiencia de planchado (resultado en kg/h o m²/h).
- Obtener una calidad de planchado satisfactoria.
Hasta el momento es difícil realizar un juicio objetivo sobre la calidad del planchado a pesar de
existir algunos indicadores. Siguen faltando investigaciones sobre correlaciones que permitan
una clasificación progresiva del proceso. Nuestras investigaciones se basaban en juicios visuales
en función de los cuales se eliminaban aquellos procesos que generaban efectos poco satisfactorios. Cuando las superficies de la cubeta y el revestimiento estaban en perfecto estado, el
efecto de planchado solía considerarse positivo, como resultado secundario, en tanto en cuanto
la ropa estuviera completamente seca.
La eficiencia de la calandra es, al contrario que la calidad, algo que se puede medir fácilmente de
forma física si las condiciones de prueba se mantienen constantes (es decir, el tipo de tela y la
humedad de la ropa). El resultado de la calandra se obtiene por la capacidad de evaporación que
depende de la transmisión de calor.
La transmisión de calor se calcula mediante la siguiente fórmula:
Q = k.F.∆t
∆t : diferencia de temperatura ( C )
k : coeficiente de transmisión de calor (kcal/m2. ºC.h)
F: superficie de contacto (m2)
El flujo de calor depende de los siguientes factores:
1. La diferencia de temperatura entre la cubeta y la ropa. Entre 100ºC y 250ºC, el resultado de
planchado aumenta prácticamente de forma lineal con la temperatura de la superficie de la
cubeta. La aplicación de temperaturas más altas viene limitada por el posible deterioro de las
fibras desde el preciso instante en que las telas están completamente secas. Mientras que
haya humedad, la temperatura, tal y como se conoce, no aumenta de 100ºC. Por el contrario,
al final del secado puede ocurrir que se produzca un sobre-secado de las partes más en
contacto con la superficie de la cubeta. La condición para admitir la aplicación de temperaturas más altas es alimentar a la calandra con ropa similar, a una velocidad apropiada y con una
presión de calandro uniforme.
2. El coeficiente de transmisión de calor k depende del tipo y la textura de los tejidos, las
condiciones de estos, la condición de la superficie de la cubeta y la presión de planchado. Los
primeros factores dependientes de la ropa, la condición de la superficie de la cubeta
(mantenimiento regular) y la presión de calandro vienen determinados por la lavandería.
Pruebas realizadas en el pasado que han sido confirmadas en la actualidad muestran sin
embargo que la variación de k en relación a la presión de planchado es muy importante al
principio (según el tipo de tejido, entre 40 y 80 mbar (g/cm2)), pero disminuye gradualmente
y tiende finalmente hacia un límite que es solo 10-15% más alto. Tampoco hay mucha mejora
del efecto de brillo por encima de los 80 mbar, a pesar de aumentar considerablemente la
potencia necesaria.
3. La superficie de contacto depende, tal y como se ha dicho, del "relleno" de la cubeta en el
rodillo cubierto con la ropa. Según la construcción de la calandra, este relleno depende
realmente del revestimiento del rodillo que deberá poder cumplir una serie de requisitos.
La tarea del revestimiento del rodillo consiste en asegurar los siguientes efectos:
3.1. Presión uniforme sobre la cubeta calentada de los tejidos que se deben planchar
para asegurar así el mejor contacto y por lo tanto la máxima transmisión de calor.
3.2. Compensación de alto alcance de las diferencias de grosor de la ropa de diferentes
grosores (costuras, botones, capas múltiples). El revestimiento deberá ser lo suficientemente elástico para evitar la pérdida de presión resultante de un contacto pobre en
los alrededores de las irregularidades. Las consecuencias serían un secado insuficiente
y arrugas.
3.3. Como la ropa se debe transportar por la cubeta por fricción, la superficie del
revestimiento debe ser lo suficientemente dura para superar la fricción entre la cubeta
y la ropa. En consecuencia, el revestimiento debe ser lo suficientemente fuerte para
recoger las fuerzas de fricción y transmitirlas al rodillo.
3.4. El revestimiento debe permitir el paso libre del vapor.
3.5. El revestimiento debe ser termoestable. Hoy en día, este requisito es solo un pequeño
problema ya que se utilizan poliéster y poliamidas especiales (Nomex ®) Estas propiedades se deben conservar en buenas condiciones durante todo el tiempo en el que se
utiliza el revestimiento.
Estos requisitos también son valiosos para revestimientos de prensa; en este caso serán
más severos ya que la superficie de contacto está doblada y no es flexible. Así pues, una
pequeña disminución en el grosor del revestimiento, y por lo tanto en el radio del rodillo,
resulta en una disminución del ángulo de contacto o de la superficie de contacto, y reduce
así el rendimiento de la calandra.
Este efecto aumenta cuando el ángulo de contacto se hace mayor, y cuando el grosor del
tejido más pequeño. Así pues, la estabilidad del revestimiento es muy importante; la
eficiencia de la calandra depende de ella.
Únicamente un buen material elástico puede cumplir todos estos requisitos.
SPRINGPRESS vuelve a su estado inicial después de ser comprimido y liberado, independientemente de la presión, el tiempo y la frecuencia.
Como el rendimiento de calandro se determina realmente por el grosor del revestimiento,
este factor es el más importante.
Los siguientes requisitos son complementarios en relación al rendimiento:
- elasticidad
- reparto de la presión a lo largo y ancho de la calandra
- transmisión de calor desde el cubeta a la ropa
- permeabilidad del recubrimiento
- cambios en las relaciones de fricción.
3.6. La permeabilidad del recubrimiento deberá situarse en un rango entre 0,2 y 0,3 litros
por minuto por centímetro cuadrado. Si el vacío es demasiado fuerte, el rodillo recubierto
se enfriaría.
Si el vacío es demasiado débil, el recubrimiento quedaría húmedo.
3.7. Los tamaños de la cubeta y el rodillo se deben designar de tal modo que sea posible
mantener un contacto constante entre ellos.
Lo primero que debemos recordar es que la cubeta no reacciona del mismo modo si se
calienta con vapor o con aceite.
Una cubeta de 800 mm se expandirá hasta 804 mm bajo presión de vapor. La misma
cubeta sólo se expandirá hasta 801 mm si se calienta con aceite a 200ºC, aislada correctamente, por su puesto. Como ejemplo podemos considerar una cubeta de 800 mm a una
presión de vapor de 10 bar, se expande a 804 mm; el rodillo ha sido torneado a 774 mm;
utilizaremos 11 mm de muelles y dos capas de muletón 900 g/m2 (2 mm por vuelta).
La suma sería: 774 mm + 22 mm + 8 mm = 804 mm. Debido a la importancia del contacto
entre la cubeta y el rodillo en rodillos de gran tamaño, SPRINGPRESS ofrece la respuesta
correcta a la mayoría de las cuestiones.
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