Temas de Física Cuando el desorden genera magnetismo E. Menéndez1, J. Sort2, A. Varea3, A. Concustell3, S. Suriñach3, J. Montserrat4, E. Lora-Tamayo4, M. D. Baró3 y J. Nogués5 En los últimos años, el desarrollo de nuevos métodos para la fabricación de redes ordenadas de nanoestructuras magnéticas (litografía magnética) se ha convertido en un campo de investigación de gran interés. Esto se debe tanto a la gran variedad de aplicaciones tecnológicas que se derivan de las estructuras magnéticas de tamaño submicrométrico (por ejemplo, en biomedicina, grabación magnética, etc.), como a razones de carácter más fundamental, ya que a menudo el comportamiento magnético de estos materiales a escala nanométrica es diferente del correspondiente a los materiales macizos. Las aleaciones de Fe60Al40 (porcentaje atómico) poseen una combinación de propiedades estructurales y magnéticas que las convierte en materiales con potencial para ser litografiados magnéticamente. Desde un punto de vista magnético, mientras las aleaciones de Fe60Al40 ordenadas atómicamente son paramagnéticas a temperatura ambiente, las aleaciones de Fe60Al40 desordenadas a nivel atómico presentan un comportamiento ferromagnético. En este artículo, se presentan los resultados obtenidos a lo largo de estos últimos años de las diferentes estrategias seguidas para generar redes ordenadas de entidades ferromagnéticas a escala micro/nanométrica, dentro de una matriz paramagnética, en la superficie de aleaciones de Fe60Al40 con el fin de producir materiales con potencial para ser usados como medios de grabación magnética. Esto se ha logrado aprovechando las transiciones magnéticas que tienen lugar en esta aleación después de someterla a procesos de deformación plástica local (nanoindentación) e irradiación controlada con iones (usando tanto haces de iones focalizados como irradiación con iones de gases nobles a través de máscaras). 1. Introducción Desde tiempos ancestrales, en Asia Menor, ya se conocía la propiedad que un mineral llamado magnetita tenía de atraer al hierro. Durante cientos de años, la historia del magnetismo estuvo ligada a la utilización de la brújula. Las aplicaciones de los fenómenos magnéticos se han visto ampliamente diversificadas: los imanes se utilizan en motores, aparatos de radio y televisión, dispositivos electrónicos, sistemas de sellado y suspensión, memorias magnéticas, guías de haces de partículas en fuentes de luz sincrotrón, etc. [1]. Desde un punto de vista macroscópico, la respuesta de un material al campo magnético H viene cuantificada por una magnitud que se llama imantación, designada por M. Las propiedades magnéticas de un material no sólo están caracterizadas por el valor y signo de M, sino también por la manera como M varía con H. Las curvas M vs. H se denominan curvas de imantación o ciclos de histéresis. Según el tipo de material, se pueden obtener diferentes curvas de imantación. Como se puede ver en la figura 1, en los materiales ferromagnéticos (por ejemplo, los imanes), la dependencia de la imantación con el campo no es lineal sino que presenta fenómenos de saturación e histéresis. Por saturación, entendemos el hecho de que, para valores suficientemente elevados de H, la imantación M se hace constante y toma el valor de la imantación de saturación, designada por MS. Histéresis hace referencia al hecho que, después de la saturación, la disminución de H hacia cero no reduce M a cero, sino a un valor que llamamos imantación de remanencia, MR. Dependiendo del signo del campo magnético aplicado, se obtiene un valor de remanencia positivo o negativo (en otras palabras, el material tiene memoria de su historia magnética previa). Esta M (emu/cm3) 2 Ms MR 1 50100 –100–50 HC H(Oe) –1 –2 Fig.1. Curva de imantación típica de un material ferromagnético [2]. http://www.rsef.org REF, Vol. 26-1, Enero-Marzo 2012 32 Temas de Física M Multidominio H M Dominios de cierre de flujo H Disminución de tamaño Vórtice M Monodominio H M Siperparamagnético H Fig.2. Configuraciones magnéticas y curvas de imantación correspondientes a un estado multidominio, de cierre de flujo magnético, monodominio y superparamagnético [4]. característica es la que permite almacenar la información a nivel magnético. Además, para reducir la imantación a un valor nulo, hay que aplicar un campo magnético distinto de cero, el cual llamamos coercitividad, HC [2,3]. Hay que tener en cuenta que, cuando las dimensiones de los materiales ferromagnéticos se reducen hasta escalas micro-o nanométricas, sus propiedades pueden variar drásticamente respecto a las que se presentan cuando el material es macroscópico [4]. Si el material es suficientemente grande (escala macroscópica), los momentos magnéticos de cada átomo se alinean paralelamente con los de los átomos vecinos en determinadas regiones del material llamadas dominios magnéticos, formando así un estado multidominio (tal y como se muestra en la figura 2). De todas formas, si las dimensiones se reducen suficientemente (hasta el orden de unos cientos de nanómetros o de unos pocos micrómetros dependiendo del material), los dominios magnéticos tienden a formar estructuras de cierre de flujo que, cuando presentan una geometría circular, se denominan vórtices magnéticos. En este caso, en ausencia de campos magnéticos externos, la magnetización del material es prácticamente nula (el sistema casi no presenta remanencia). Esto hace que en el ciclo de histéresis muestre una constricción en su parte central (ver figura 2). Desde el punto de vista de la grabación magnética, la formación de estructuras de cierre de flujo no es deseable debido a la no existencia de remanencia. En elementos aún más pequeños (generalmente del orden de decenas de nanómetros), no existe suficiente volumen de material para formar más de un dominio magnético y el sistema se configura en un estado de dominio único que se denomina monodominio. Este es, de hecho, un estado ideal para el almacenamiento de información magnética: la remanencia toma el mismo valor que la imantación de saturación y el ciclo es completamente cuadrado con una coercitividad relativamente grande, que hace que cueste desimantar el material (o, lo que es paralelo, borrar la información magnética previamente grabada). Finalmente, si las estructuras magnéREF, Vol. 26-1, Enero-Marzo 2012 ticas son demasiado pequeñas, la agitación térmica predomina y hace fluctuar la orientación del dominio magnético de manera que la histéresis desaparece. Este fenómeno, que se denomina superparamagnetismo, es el principal factor que limita la cantidad de datos que se pueden almacenar por unidad de área en las memorias magnéticas como los discos duros de los ordenadores. Durante los últimos años ha existido un gran interés por implementar nuevos métodos de fabricación de redes ordenadas de estructuras ferromagnéticas a escala nanométrica (dimensiones de las entidades del orden de decenas o cientos de nanómetros), preferiblemente en estado monodominio [4]. Entre las posibles aplicaciones de estos pequeños imanes se pueden destacar, por ejemplo, su uso en sistemas de almacenamiento magnético de datos (las memorias magnéticas), en los sensores magnéticos o en diversas aplicaciones biomédicas (por ejemplo, la liberación controlada y local de ciertos fármacos). Asimismo, muchas de las aplicaciones en nanomagnetismo requieren que las estructuras se dispongan formando redes ordenadas y que los elementos magnéticos estén mutuamente separados por una fase no magnética (entendida como una fase no ferromagnética) para evitar así los posibles efectos negativos debidos a las interacciones entre unidades vecinas (en el ámbito de las memorias magnéticas, hay que evitar que las mismas unidades de información perturben o borren la información de otras). Los medios magnéticos litografiados (patterned media en inglés) están constituidos por pequeños imanes aislados unos de otros y separados por una fase no ferromagnética. Estos sistemas ofrecen en la actualidad un avance significativo respecto a los medios magnéticos continuos convencionales (por ejemplo, en discos duros), ya que permiten una reducción significativa del tamaño de las unidades de información (bits) y minimizan las interacciones entre entidades. Entre los métodos de nanofabricación de elementos magnéticos litografiados, se pueden destacar la litografía por haz de electrones, la litografía por haz de rayos X, la nanoimprintación sobre sustratos con resina, la electrodeposición en membranas porosas o las rutas químicas para la fabricación de nanopartículas [4]. En la mayoría de los casos, la técnica de micro-o nanoestructuración está compuesta por varias etapas que hacen que el proceso global sea relativamente lento y económicamente costoso. Típicamente, estos medios litografiados se depositan directamente sobre sustratos o bien se obtienen mediante el ataque físico selectivo de capas magnéticas continuas. Sin embargo, estos procesos litográficos convencionales no son óptimos para el almacenamiento de alta densidad ya que el perfil de superficie del material no es plano (existe topografía debido al ataque selectivo o la deposición), pudiendo dar lugar a graves problemas tribológicos (de interacción física entre el medio y el cabezal de lectura), ya que sólo existen unos pocos nanómetros entre los cabezales y la superficie donde se almacena la información. Para evitar este problema, desde finales de los años 90, se han ido buscando nuevos métodos para la generación de elementos magnéticos discretos sin modificar el perfil liso de la superficie del medio. Una posibilidad es la de utilizar la irradiación con haz de iones para generar ferromagnetismo en láminas de FeAl no magnéticas (entendiendo como no http://www.rsef.org 33 Cuando el desorden genera magnetismo magnético el comportamiento no ferromagnético; en el caso del FeAl, paramagnético). Cabe mencionar que, anteriormente, se había utilizado la irradiación con haz de iones para: (i) crear nanoestructuras con anisotropía magnética en el plano de la muestra, dentro de una matriz con anisotropía perpendicular al plano de la superficie [5], (ii) crear nanoestructuras magnéticamente blandas (con HC pequeña), dentro de una matriz magnéticamente dura (con HC grande) o viceversa [6], o (iii) crear redes de elementos con eje de anisotropía en el plano orientado en dirección distinta a la de la matriz [7]. En la mayoría de los casos, la irradiación se ha utilizado para modificar un orden ferromagnético preexistente, de modo que el problema de las interacciones entre los elementos irradiados y la matriz, que también es magnética, permanece. Nuestra estrategia de utilizar la irradiación para crear redes de elementos ferromagnéticos dentro de una matriz no magnética supone un avance respecto a los estudios que se han realizado hasta el momento. En este artículo, presentamos los procedimientos que hemos desarrollado recientemente para fabricar nanoestructuras magnéticas en la superficie de materiales no magnéticos. Estas rutas se basan en la generación local de ferromagnetismo mediante deformación plástica o irradiación con iones. 2. Nuevos procedimientos de litografiado magnético En la naturaleza existen determinados materiales que no son ferromagnéticos pero que tienen la capacidad de transformarse a ferromagnéticos cuando son sometidos a deformación plástica. Ejemplo de esos materiales son los aceros austeníticos, que se transforman en fase martensita (que es ferromagnética) al ser deformados [8], o los intermetálicos, como el FeAl, el CoGa, el CoAl, el Ni3Sn2, el FePt3 o el Fe2AlMn. En los intermetálicos atómicamente ordenados, cada átomo del elemento ferromagnético se encuentra básicamente rodeado por átomos del elemento no magnético, impidiendo así las interacciones de canje magnético con el resto de elementos ferromagnéticos (configuración no ferromagnética). Sin embargo, al introducir desorden atómico (entendido parcialmente como una mezcla posicional entre los átomos no magnéticos y los ferromagnéticos), estas aleaciones se vuelven ferromagnéticas debido a la proximidad entre átomos ferromagnéticos conseguida por el desorden, que da lugar al acoplamiento de canje magnético. Hemos estudiado en detalle el caso de la aleación Fe1-xAlx. Para 50 > x > 32 (porcentaje atómico) en su estado atómicamente ordenado, esta aleación no es ferromagnética a temperatura ambiente. De todos modos, bajo la acción de tensiones, los átomos de Fe se desplazan a las posiciones de los átomos de Al (y viceversa) dando lugar a ferromagnetismo. La correlación entre desorden estructural y magnetismo inducido fue estudiada en detalle hace unos años, en polvo de Fe60Al40 sometido a un proceso de molienda mecánica [9]. Recientemente, haciendo uso de estos conocimientos previos, hemos explorado nuevas rutas para inducir ferromagnetismo, de manera local y selectiva, en láminas de Fe60Al40 inicialmente no magnéticas [10,11]. Las láminas de Fe60Al40 que hemos utilizado fueron obtenidas a par (a) 1 nm (b) Fig.3. (a) Imagen de la topografía de las indentaciones (obtenida por microscopía de fuerzas atómicas) realizadas sobre la superficie de una lámina de Fe60Al40 utilizando una punta piramidal tipo Berkovich y aplicando una fuerza de 12 mN. (b) Imagen del contraste magnético correspondiente a las indentaciones mostradas en (a), obtenida mediante un microscopio de fuerzas magnéticas. tir de procesos de laminación y contienen pequeñas cantidades (< 0.1% atómico) de otros elementos (C, Mo y Zr) que aumentan la ductilidad del material. Las muestras fueron inicialmente pulidas con pasta de diamante hasta alcanzar una apariencia especular. Cabe remarcar que el pulido es suficiente para inducir magnetismo en la superficie de las láminas. Por esto es necesario recocerlas una vez pulidas, a una temperatura de unos 900 K, para asegurar la obtención de un estado atómicamente ordenado y por tanto no ferromagnético. Nuestro enfoque inicial consistió en usar la nanoindentación como proceso para generar desorden de manera controlada y en consecuencia generar magnetismo localmente. La nanoindentación es una técnica de deformación local que se ha desarrollado en los últimos años para caracterizar las propiedades mecánicas de materiales micro-y nanoestructurados [12]. La idea es utilizar una punta de diamante (típicamente de geometría piramidal –por ejemplo, las puntas tipo Berkovich– y de dimensiones micrométricas) para penetrar controladamente (indentar) la superficie del material. A medida que la punta va penetrando en el interior de la muestra, se registra su desplazamiento en función de la fuerza aplicada. Para producir indentaciones (es decir, huellas permanentes) micrométricas, se aplicaron fuerzas del orden de decenas de mN. En la figura 3, se muestra un conjunto de indentaciones de geometría triangular obtenidas por nanoindentación en una lámina de Fe60Al40 [10]. Las imágenes de microscopía de fuerzas atómicas indican que la superficie del material se deforma permanentemente al ser indentada. Las imágenes de microscopía de fuerzas magnéticas muestran que el magnetismo está básicamente confinado en el interior de la zona deformada. http://www.rsef.org REF, Vol. 26-1, Enero-Marzo 2012 34 Temas de Física Las propiedades magnéticas de las zonas indentadas fueron estudiadas también mediante un magnetómetro de efecto Kerr magneto-óptico. Con este instrumento se detectan los cambios del ángulo de polarización de la luz de un láser (con diámetro de haz de aproximadamente 5 nm) al ser reflejada en la superficie de un material ferromagnético. Este cambio de ángulo de polarización es proporcional al momento magnético de los átomos de la muestra. En la figura 4, se muestran los ciclos de histéresis obtenidos con este magnetómetro, correspondientes a una región no deformada, a un conjunto de indentaciones obtenidas con la punta Berkovich aplicando fuerzas de 3 y 12 mN respectivamente, y a una lámina comprimida uniformemente con una presión de 6 MPa. Tal y como se puede observar en la figura 4, la curva de imantación medida en una zona de la muestra no deformada es lineal y no presenta histéresis. Esto significa que la muestra no es ferromagnética, tal y como corresponde a las láminas de Fe60Al40 no deformadas (atómicamente ordenadas). Al aplicar una presión homogénea sobre toda la muestra, se genera ferromagnetismo (ver figura 4(d)). El valor de la coercitividad en este caso es aproximadamente 4 mT. Valores de coercitividad un poco más elevados (alrededor de unos 10 mT) se obtienen cuando se mide el ciclo de histéresis de las regiones donde se han hecho las indentaciones. Como el ferromagnetismo en estas regiones está confinado, las paredes de dominio no se pueden propagar libremente con el campo magnético aplicado y en consecuencia la coercitividad aumenta. Hay que tener en cuenta que en las regiones indentadas el valor de la magnetización de remanencia es cercano al de saturación, lo que es deseable para almacenar información magnética. M (a.u.) (b) M (a.u.) (a) Zona no deformada Indentaciones F=3 mN –20 –15 –10–50 5101520 –20 –15 –10–50 5101520 n0H (mT) n0H (mT) M (a.u.) (d) M (a.u.) (c) De todos modos, la utilización de la nanoindentación como técnica de litografía magnética tiene algunas desventajas. En primer lugar, es difícil conseguir estructuras más pequeñas de 800 nm. Por otra parte, la nanoindentación siempre deja una huella física sobre la superficie de la muestra, lo que no es apropiado desde un punto de vista tribológico. Aparte de la litografía magnética (es decir la generación de redes de estructuras ferromagnéticas), existe también una litografía física (cambios topográficos) en la superficie del material debido a la deformación permanente. Además, el abanico de geometrías magnéticas que se pueden generar está limitado por la geometría de la punta utilizada. Finalmente, hay que decir que la nanoindentación es un proceso en serie, donde cada elemento se fabrica independientemente, lo que hace que el proceso global sea relativamente lento. Para superar algunas de estas deficiencias y, en particular, la modificación de la superficie del material, hemos utilizado la irradiación con iones como técnica para generar, de manera selectiva, desorden atómico en láminas de Fe60Al40. La irradiación se ha realizado de dos maneras diferentes: (i) utilizando un haz de iones de Ga+ focalizado (de unos pocos nanómetros de diámetro) con una dosis de 1.5 x 1016 iones/cm2, que corresponde aproximadamente a 50 desplazamientos por átomo (dpa), y (ii) irradiando con un haz continuo ( aproximadamente 1 cm de diámetro) de iones de He+, Ne+, Ar+, Kr+ y Xe+, con dosis que varían entre 1.0 x 1013 y 1.0 x 1016 iones/cm2 (lo que produce entre 0.5 y 5 dpa) a través de rejillas usadas en microscopía electrónica de transmisión, máscaras de alúmina y polimetilmetacrilato (PMMA) [11,13]. Estas máscaras de irradiación, deben ser suficientemente gruesas para evitar que sean atravesadas por los iones incidentes y generen ferromagnetismo de una forma homogénea a lo largo de toda la superficie de la muestra (ver la figura 5). La energía de los iones se ha ajustado en cada caso para que el daño que causan en el material se concentre en los primeros 20 nanómetros de la superficie irradiada. Cabe destacar que los desplazamientos por átomo permiten cuantificar el daño físico causado a nivel atómico. En la figura 6 se muestra una imagen, obtenida mediante microscopía de fuerzas magnéticas, de unas estructuras Indentaciones F=12 mN (a) Lámina compactada uniformemente Iones Máscara (b) Iones Máscara –20 –15 –10–50 5101520 –20 –15 –10–50 5101520 n0H (mT) n0H (mT) Fig.4. (a) Curva de imantación correspondiente a una zona de la lámina de Fe60Al40 no deformada obtenida mediante magnetometría de efecto Kerr. (b) Ciclo de histéresis correspondiente a las indentaciones sobre la superficie del Fe60Al40 utilizando una punta piramidal tipo Berkovich y aplicando una fuerza de 3 mN. (c) Ciclo de histéresis correspondiente a las indentaciones sobre la superficie de Fe60Al40 utilizando una punta piramidal tipo Berkovich y aplicando una fuerza de 12 mN. (d) Ciclo de histéresis correspondiente a una lámina de Fe60Al40 uniformemente comprimida con una presión de 6 MPa. REF, Vol. 26-1, Enero-Marzo 2012 Material Material Zona ferromagnética Fig.5. Representación esquemática del proceso de irradiación a través de una máscara suficientemente gruesa, que no permite el paso de los iones y, por tanto, permite una irradiación local, (a) y otra que debido a su poco grosor causa que toda la superficie se vuelva ferromagnética ya que los iones la penetran (b). http://www.rsef.org 35 Cuando el desorden genera magnetismo 100 mT 200 nm (a) (b) (c) (d) M (a.u.) (b) (a) –150–100 –50 0 50 100 150 n0H (mT) Fig.6. (a) Imagen obtenida por microscopía de fuerzas magnéticas de un conjunto de estructuras circulares preparadas mediante irradiación con un haz de iones de Ga+ focalizado; la imagen fue registrada bajo la aplicación de un campo magnético de 100 mT, después de haber saturado la muestra. (b) Ciclo de histéresis correspondiente a las mismas estructuras [11]. 50 40 Rotación Kerr (mdeg) 30 20 10 0 –10 –20 1 x 1015 iones/cm2 (5 dpa) –30 1 x 1014 iones/cm2 (0.5 dpa) 1 x 1013 iones/cm2 (0.05 dpa) No irradiada –40 –50 –30 –20 –100 10 20 30 n0H (mT) Fig.7. Dependencia del ferromagnetismo generado en función de la dosis de iones utilizada correspondiente a iones de Xe+ a 45 keV de energía [14]. circulares preparadas por irradiación con un haz de iones focalizado. Es importante subrayar que las estructuras magnéticas generadas mediante este proceso tienen dimensiones inferiores a 100 nm [11]. También se presenta el ciclo de histéresis correspondiente. En este caso, el ciclo es completamente cuadrado y la coercitividad es mucho más elevada que en las estructuras preparadas por nanoindentación. Esto es debido a que, al ser las dimensiones tan pequeñas (diámetros por debajo de 100 nm), la inversión de la imantación tiene lugar por formación de estados monodominio que, tal y como se ha mencionado en la introducción, son óptimos para la grabación magnética de alta densidad. Además, este proceso de litografía no deja huellas permanentes en la superficie de las estructuras, lo que permite minimizar los posibles problemas de interacción entre el cabezal de lectura y el medio magnético. Pese a que la irradiación con haz de iones focalizado permite conseguir tamaños de bit muy pequeños sin producir un ataque físico de la superficie de la muestra, este proceso sigue siendo muy lento para aplicaciones escalables a nivel industrial, pues se requiere fabricar las estructuras de una en una (proceso en serie). Para superar este inconveniente, se hizo también litografía magnética Fig.8. (a) Imagen de microscopía de fuerzas atómicas y (b)-(d) imágenes de microscopía de fuerzas magnéticas de una lámina de Fe60Al40 después de ser irradiada con iones de Xe+ (40 keV, 2.0 x 1014 iones/cm2). En relación a las imágenes magnéticas, los siguientes campos magnéticos han sido aplicados durante la adquisición de las imágenes: (b) 0 mT, (c) –40 mT, (d) 40 mT. Las flechas indican la dirección del campo magnético aplicado [14]. utilizando un haz de iones no focalizado a través de diferentes máscaras de irradiación, de manera que se pudieran obtener áreas grandes de estructuras magnéticas de manera rápida (proceso en paralelo). Previamente, se llevó a cabo un estudio preliminar sobre la cantidad de ferromagnetismo que se genera en función del tipo de ion y la dosis que se utilizó. A modo de ejemplo, en la figura 7, se muestran diferentes ciclos de histéresis, medidos por magnetometría de efecto Kerr, correspondientes a la irradiación de las láminas de Fe60Al40 sin introducir las máscaras. En este caso, toda la muestra fue irradiada con iones de Xe+ a 45 keV. Tal y como se puede observar, una dosis de 1.0 x 1013 iones/cm2 es suficiente para generar una señal ferromagnética claramente medible. Conviene notar que la cantidad de ferromagnetismo tiende a saturarse para dosis superiores a 1.0 x 1014 iones/cm2. Gráficas similares se obtienen si se emplean otros iones pesados, como Ne+, Ar+ o Kr+. En el caso del He+, que es un ión muy ligero, hay que utilizar dosis aún más elevadas [14]. Para fabricar grandes áreas (del orden de milímetros) de estructuras magnéticas pseudo-ordenadas y de manera rápida, se usó un haz de iones de Xe+ (energía de 45 kV y dosis 2.0 x 1014 iones/cm2) para irradiar una lámina de Fe60Al40, a través de una rejilla de uso común en microscopía electrónica (con agujeros de 7.5 x 7.5 nm2). En la figura 8(a), que es una imagen de una zona irradiada a través de la rejilla obtenida mediante microscopía de fuerzas atómicas, se puede observar como no existe, a nivel topográfico, ninguna huella de la irradiación localizada. Por el contrario y a pesar de la no existencia de litografía física, se puede ver, en las imágenes de microscopía de fuerzas magnéticas tomadas con campo magnético aplicado de la figura 8, como existe un contraste dipolar en las http://www.rsef.org REF, Vol. 26-1, Enero-Marzo 2012 36 Temas de Física (a) (b) M (a.u.) (a) 30 mT 1 nm 50 mT (c) –10–8–6–4–20 2 4 6 8 10 n0H (mT) (d) –40 mT 300 nm –30 mT (b) 400 nm 200 nm M (a.u.) Fig.10. (a) Imagen obtenida por microscopía de fuerzas magnéticas de un conjunto de estructuras cuadradas preparadas mediante irradiación con un haz de iones de Xe+ no focalizado a través de una máscara litografiada de PMMA; la imagen fue grabada bajo la aplicación de un campo magnético de 30 mT, suficiente para saturar la muestra. (b) Ciclo de histéresis correspondiente a estas estructuras cuadradas. (c) y (d) Imágenes obtenidas por microscopía de fuerzas magnéticas de un conjunto de estructuras elipsoidales y circulares, respectivamente, preparadas de la misma manera [11]. –20–15–10–5 0 5 10 15 20 n0H (mT) Fig.9. (a) Imagen obtenida por microscopía de fuerzas magnéticas de un conjunto de estructuras circulares preparadas mediante irradiación con un haz de iones de Xe+ no focalizado a través de una membrana porosa de alúmina, la imagen fue registrada bajo la aplicación de un campo magnético de 50 mT, suficiente para saturar la muestra. (b) Ciclo de histéresis correspondiente a las mismas estructuras. fronteras de los imanes generados, demostrando que las entidades magnéticas están embebidas en una matriz no ferromagnética. Con el objetivo de crear estructuras más pequeñas, se hicieron pasar iones pesados de Xe+ a 45 keV a través de máscaras de alúmina porosa (50 nm de espesor, con un diámetro medio de poro de aproximadamente 300 nanómetros). El resultado se muestra en la figura 9. La imagen de microscopía de fuerzas magnéticas correspondiente a estas estructuras evidencia la existencia de un contraste dipolar cuando se aplica un campo magnético suficientemente elevado. Esto quiere decir que, en presencia de este campo, los momentos magnéticos de todas las estructuras se alinean con éste. El ciclo de histéresis de estos elementos presenta una constricción en la parte central, típica de la formación de un estado vórtice (ver la introducción). Por lo tanto, al ser la remanencia prácticamente nula, no es posible almacenar información magnética en estas estructuras. Por ello se tendría que utilizar membranas de alúmina con tamaño medio de poro más pequeño para REF, Vol. 26-1, Enero-Marzo 2012 que la inversión de imantación tuviera lugar por rotación coherente de estados monodominio. Una alternativa más laboriosa, es la de recubrir las láminas de FeAl con PMMA y realizar una litografía por haz de electrones de esta capa de resina [4,13]. Así se puede controlar tanto la geometría como el tamaño de las estructuras resultantes y sus propiedades magnéticas. La figura 10 muestra algunos ejemplos de estructuras magnéticas fabricadas por irradiación con haz de iones de Xe+ (a 45 keV) realizadas utilizando una máscara de PMMA de 90 nanómetros de espesor, previamente litografiada con un haz de electrones. Tal y como se puede ver en las imágenes, esta técnica permite fabricar elementos con formas variadas, por ejemplo círculos, cuadrados o elipses. Como en los casos anteriores, la litografía es puramente magnética y confinada a las regiones donde los iones han interaccionado con el material. Aunque se puedan obtener varias entidades ferromagnéticas con una única irradiación, este método en última instancia no deja der ser un proceso en serie ya que el diseño de la máscara se realiza estructura por estructura. El ferromagnetismo generado puede ser completamente borrado mediante un recocido posterior (a T > 800 K [9,11]), permitiendo reutilizar las láminas tantas veces como se quiera. De esta manera se pueden fabricar estructuras con otras geometrías y propiedades magnéticas diferentes utilizando una única lámina. Este grado de reversibilidad supera al de los medios magnéticos litografiados convencionales, que se pueden litografiar una sola vez y las propiedades magnéticas quedan, por ello, unívocamente determinadas de manera permanente. http://www.rsef.org 37 Cuando el desorden genera magnetismo 3. Conclusiones En este artículo hemos presentado nuestros estudios recientes sobre métodos de litografía magnética no convencional para generar estructuras de dimensiones sub- micrométricas (en algunos casos sub-100 nanómetros), con algunas propiedades idóneas para el almacenamiento de datos de alta densidad y, en algunos casos, sin que se produzca una marca física en la superficie del material. Con ello se minimizan algunos de los problemas de tribología que presentan los medios magnéticos litografiados convencionales. Además, hemos mostrado que los métodos de litografía convencionales también se pueden utilizar para desarrollar medios magnéticos, a partir de procesos de irradiación a través de máscaras con propiedades específicas y controladas, que abren las puertas a nuevos esquemas para implementar memorias magnéticas más eficaces. Agradecimientos Agradecemos a S.C. Deevi y K. V. Rao por proporcionarnos las láminas de Fe60Al40 y a J. Fassbender, M.O. Liedke, A. Weber, L.J. Heyderman, T. Gemming, T. Strache y W. Möller por su ayuda en distintos aspectos experimentales. Asimismo, los autores agradecen el apoyo económico obtenido en los siguientes proyectos de investigación: 2009-SGR-1292 PNL2006-019, MAT-2007-61.629, MAT-2007-66302-C01, MAT- 2007-66302-C02 y MAT-2010-20616-C02. Este trabajo ha sido parcialmente financiado por la Unión Europea (Research Infrastructures Transnational Access program; Center for Application of Ion Beams in Materials Research under Contract No. 025646). E.M. agradece el Fund for Scientific Research - Flanders (FWO) por el apoyo económico. Parte de este trabajo fue realizado en la ICTS “Sala Blanca integrada de micro y nano-fabricación” del IMBCNM (CSIC), financiada por el programa GICSERV-5 (proyecto NGG-106) del MICINN. M.D.B. agradece la financiación obtenida mediante una distinción ICREA-Academia. Referencias [1] Ishikawa, Y. and Miura, N. Physics and Engineering Applications of Magnetism (Springer-Verlag, Berlin, 1991). [2] Cullity, B.D. Introduction to Magnetic Materials (Addison Wesley, Reading, Boston, 1972). [3] Chikazumi, S. Physics of Magnetism (John Wiley & Sons, Inc., New York, 1964). [4] Martín, J.I., Nogués, J., Liu, K., Vicent, J.L. and Schuller, I.K. J. Magn. Magn. Mater. 2003, 256, 449. [5] Konings, S., Miguel, J., Goedkoop, J., Camarero, J. and Vogel, J. J. Appl. Phys. 2006, 100, 033904. [6] Terris, B.D., Folks, L., Weller, D., Baglin, J.E.E., Kellock, A.J., Rothuizen, H. and Vettiger, P. Appl. Phys. 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Phys. 2011, 109, 093918. [14] Fassbender, J., Liedke, M.O.. Strache, T., Miiller, W., Menéndez, E., Sort, J., Rao, K.V., Deevi, S.C. and Nogués, J., Phys. Rev. B 2008, 77, 174430. E. Menéndez, Instituut voor Kern- en Stralingsfysica and INPAC, Katholieke Universiteit Leuven, Celestijnenlaan 200 D, B-3001 Leuven, Belgium. [email protected] J. Sort, Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA) and Departament de Física, Universitat Autònoma de Barcelona, 08193 Bellaterra, Spain A. Varea, A. Concustell, S. Suriñach, M.D. Baró Departament de Física, Universitat Autònoma de Barcelona, 08193 Bellaterra, Spain J. Montserrat, E., Lora-Tamayo, Institut de Microelectrònica de Barcelona (IMB-CNM), CSIC, Campus Universitat Autònoma Barcelona, E-08193, Bellaterra, Spain J. Nogués Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA) and CIN2 (ICN-CSIC), Universitat Autònoma de Barcelona, Catalan Institute of Nanotechnology, Campus de la UAB, 08193 Bellaterra (Barcelona), Spain http://www.rsef.org REF, Vol. 26-1, Enero-Marzo 2012