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EL COLEGIO MEXIQUENSE
Sociología histórica y
modelos teóricos
estructuristas *
Claudia Guarisco Canseco **
[email protected]
D
e lo que trata este texto es del uso de modelos estructuristas en la sociología
histórica. Y comenzaré definiendo la sociología histórica por contraste con la
historiografía tradicional. La historiografía tradicional se dedica a narrar las
acciones individuales o colectivas a lo largo de una cronología y muchas veces sin
interesarse incluso por los antecedentes mentales. Ese desinterés se arraiga en la
creencia de la incognoscibilidad de todo aquello que no es directamente observable.
Rechaza, por ende, cualquier apelación a la teoría, por considerarla un sistema
conceptual de carácter muy general, conformándose con elaborar conceptos que
describen y explican procesos particulares. Y sin embargo, ese rechazo es injustificado.
Existe actualmente consenso en torno a que todo conocimiento se forja no a partir de la
DOSSIER
Académico
observación sino de algún tipo de teoría, aún cuando ésta sea muy burda. De ahí que
cuanto mejores sean estas teorías mejor será nuestro conocimiento de la realidad. De
ahí también la necesidad de que la historiografía acuda a las teorías económica,
política o sociológica, que nos proveen de conocimientos que superan el sentido
común.
La sociología histórica resulta del encuentro entre historiografía y teoría
sociológica. Está avocada a explicar el funcionamiento y cambio de la vida cultural,
económica y política de los grupos o sociedades. La teoría sociológica la provee de
explicaciones generales de tipos de procesos, que le permiten realizar explicaciones
sobre procesos particulares siempre y cuando sea “aterrizada” en algún modelo teórico.
Como se recordará, la construcción de modelos teóricos constituye el segundo gran
paso del método científico. El primero es la formulación del problema y el último la
articulación del modelo teórico con la evidencia, a través de técnicas particulares. El
método científico constituye, como Mario Bunge apuntó años atrás, una brújula que
impide que nos perdamos. Sin embargo, el método no es una regla de oro. Nos
proporciona solamente lineamientos de carácter general que cada investigador
modelará como mejor pueda.
El “aterrizaje” de la teoría sociológica representa quizá el momento más
importante de la investigación, pues son los modelos teóricos los que permiten construir
nuestras explicaciones. Para buena parte de los historiadores interesados en la
sociología constituye, además, el paso más difícil, aunque no pueda decirles con
exactitud por qué. Atendiendo a estas cuestiones, Cristopher Lloyd y Anthony Giddens
han formulado una propuesta muy interesante sobre los atributos básicos que debe
contener un buen modelo teórico. Lloyd1 es un reconocido profesor de la Universidad
de Nueva Inglaterra, en Australia, y Giddens2 es el archiconocido intelectual inglés que
Tony Blair reconoce como su gurú. En lo que sigue trataré de dar cuenta de su
propuesta.
*
Texto leído por la autora en el seminario “Métodos en Ciencias Sociales hoy”, organizado
por la Coordinación del Doctorado en Ciencias Sociales de EL COLEGIO MEXIQUENSE, A.C., el 19 de
octubre de 2001.
**
Doctora en Historia por El Colegio de México e investigadora de EL COLEGIO MEXIQUENSE, A.C.
1
Cfr. Christopher Lloyd, The structures of history, Oxford, Blackwell, Oxford U.K. &
Cambridge, 1993.
Número 11 septiembre-octubre 2001 1
LA GACETA DE
La propuesta estructurista desalienta cualquier uso a
priori, global y mecánico de la teoría sociológica. En cambio,
sostiene que hay que acercarse a ella de manera selectiva,
extrayendo solamente lo que ofrece, es decir, tipos ideales que
describan y expliquen la realidad de manera aproximada. Ese
proceso selectivo debe estar guiado por un conjunto de criterios:
primero, que los tipos ideales caractericen la acción individual y
sus antecedentes mentales; segundo, que caractericen la acción
social grupal y sus antecedentes mentales; tercero, que esos
tipos describan las estructuras, y cuarto, que describan las
relaciones entre la acción individual (y sus antecedentes
mentales), la acción grupal (y sus antecedentes mentales) y las
estructuras. Esto es así porque Giddens y Lloyd parten de la
premisa de que individuos, grupos y estructuras son los
componentes esenciales de la sociedad y mantienen entre sí
vínculos de influencia recíproca en los que descansan el orden y
el cambio sociales.
Para Giddens y Lloyd, las estructuras están constituidas
por instituciones y poseen propiedades no reductibles a los
individuos o grupos. Al mismo tiempo, esas propiedades
estructurales no son independientes de las prácticas
estructurantes intencionales e inintencionales de los individuos y
grupos. En suma, en la sociedad existen dos núcleos de poder
causal, pero diferentes: uno a nivel macro y otro a nivel micro.
Ambos tienen el poder de influirse mutuamente. Sin embargo,
solamente el poder de los individuos y grupos es agencial,
incluso cuando no es consciente, en virtud de los arreglos
cooperativos que establecen día a día. En cambio, las
estructuras tienen un poder condicionante. Tienden hacia la
continuidad espacial y temporal y moldean la acción y el
pensamiento humanos. Los seres humanos no pueden existir,
actuar o pensar excepto dentro de contextos estructurales que
permiten y constriñen su existencia.
Por su énfasis en la “agencia”, la propuesta estructurista
supera a otras dos maneras de concebir la sociedad: la
individualista y la holista. La primera intenta explicar todo proceso
por referencia a las decisiones conscientes de los individuos y
estados mentales internos que, no obstante, solamente supone y
sobre los cuales no profundiza. En tanto, la perspectiva holista
explica la acción colectiva y sus antecedentes mentales por
referencia a grandes categorías, como sistema social, época,
cultura, nación, raza o clase. El problema con esta aproximación
es que contempla lo microsocial como causalmente dependiente
de lo macrosocial. En otras palabras: las estructuras subordinan
a los hombres.
El concepto de agencia, núcleo de la propuesta
estructurista, no enfatiza una autonomía abstracta del individuo,
ni su determinación estructural. Todos los sistemas sociales
complejos poseen agentes de cambio. Tanto los individuos como
los grupos son agentes al servicio de las estructuras que
requieren ser reproducidas para que la sociedad sobreviva. El
mismo proceso de reproducción social origina transformaciones
graduales y algunas intempestivas. En suma, los agentes tienen
una doble labor: la de reproducir y cambiar las estructuras. Sus
acciones están precedidas por procesos conscientes de selección
entre varias opciones, pero tales selecciones no son totalmente
libres, sino que influyen las varias esferas estructurales que
componen la sociedad, es decir, la cultura e ideología, la política
y la economía. Además, también intervienen determinaciones
inconscientes.
En suma, un modelo teórico estructurista debe presentar,
como atributos esenciales, un conjunto de tipos ideales
compatibles con una noción de sociedad que enfatice la
influencia recíproca entre individuos, grupos y estructuras. Una
vez construido el modelo teórico lo que sigue es articularlo con
la evidencia, particularizarlo o, utilizando como analogía la
elaboración de una pintura, precisar las formas y colores de los
objetos bosquejados.
Lloyd y Giddens han ido más allá de promover el uso del
modelo estructurista en la sociología histórica. Sostienen,
además, que esta disciplina debe contribuir, simultáneamente, al
perfeccionamiento de una teoría sociológica avocada a dar
cuenta de los aspectos generales de la naturaleza, causa y
cambios experimentados por el comportamiento humano y la
estructura social. El programa es ambicioso y, por lo tanto, difícil
de llevar a cabo. No obstante, Barrington Moore y Reinhardt
Bendix, entre muchos otros, han hecho importantes aportaciones.
Apelando al marxismo, Moore se propuso3 explicar la
transformación de la sociedad agraria en países específicos y
entender la lógica interna generalizable al conjunto. En su
modelo, las clases terratenientes y campesinas contribuían a la
generación de instituciones políticas democráticas, dictatoriales o
comunistas en función del impacto ejercido sobre ellas por las
nuevas instituciones económicas capitalistas. Los resultados de la
investigación lo llevaron a proponer tres grandes vías en el
tránsito del mundo preindustrial al moderno. Una vía fue a través
de las revoluciones burguesas, que condujeron a Inglaterra,
Francia y Estados Unidos a la democracia, gracias al desarrollo
de una burguesía con una base económica independiente que, al
atacar los obstáculos heredados y opuestos a esa democracia,
logró el apoyo del campesinado y se impuso finalmente tras una
guerra civil o revolución. La segunda vía, ejemplificada por
Alemania y Japón, fue también revolucionaria, pero se trató de
revoluciones “desde arriba”. Una coalición entre élites
terratenientes y una burguesía comercial e industrial débil dominó
a las clases bajas urbanas y al campesinado, instituyendo formas
políticas dictatoriales. En la tercera ruta, ejemplificada por Rusia y
China, la revolución condujo a la instauración de instituciones
políticas comunistas. En estos casos, la nobleza terrateniente y la
burocracia estatal fueron menos sensibles a los impulsos
comerciales e industriales, lo que mantuvo débiles a las clases
urbanas y alimentó la existencia de un ingente campesinado
tradicional que, sujeto a nuevas sobrecargas y presiones,
respondió ante ellas con la expropiación de la burocracia
agraria, despejando así el camino hacia el comunismo.
Por otro lado, para Bendix4 las personas actúan
racionalmente y asignan significados cambiantes a sus acciones.
Sin embargo, esas acciones no están totalmente motivadas de
manera interna por significados subjetivos. También están
constreñidas por situaciones externas. El problema es entonces el
de construir un puente entre lo subjetivo y lo objetivo, así como
entre el libre albedrío y las constricciones estructurales para
mostrar de qué manera la gente construye la historia, pero
también cómo las circunstancias particulares condicionan esa
producción, entre las cuales Bendix señala sobre todo a la
ideología y la cultura. Su principal interés es establecer el rol de
éstas en la motivación de la acción humana estructurante y en la
legitimación de las estructuras sociales. También se ha interesado
en determinar de qué manera las estructuras han influido en el
desarrollo y articulación de ideologías.
No obstante lo fructífera que ha demostrado ser la
propuesta estructurista para la construcción de modelos teóricos
en la sociología histórica, dista de ser óptima. No queda claro,
por ejemplo, qué clase de vínculos hay entre individuos y grupos,
ni si los mismos principios deben ser observados al estudiar la
sociedad en general que al hacerlo con agrupaciones
específicas. A pesar de ello, creo que constituye una buena
solución para los dolores de cabeza de los investigadores. Por
otro lado, no es necesario aceptar íntegramente el paquete
estructurista. Es decir, no hay por qué fijarse como meta el
contribuir a la construcción de una teoría general de la acción y
las estructuras. Yo creo que ya es bastante con construir buenas
explicaciones, en la medida de lo posible. Y subrayo en la
medida de lo posible porque las fuentes no siempre nos
permitirán establecer claramente la relación entre individuos,
grupos, sus antecedentes mentales y las estructurasv
2
Cfr. Anthony Giddens, Social theory and modern sociology,
Stanford University Press, 1987.
3
Barrington Moore, Los orígenes sociales de la dictadura y de la
democracia, Barcelona, Ed. Península, 1973.
4
Reinhardt Bendix, La razón fortificada: ensayo sobre el
conocimiento social, México, FCE, 1975.
2 septiembre-octubre 2001 Número 11
EL COLEGIO MEXIQUENSE
El euro y sus implicaciones en las
relaciones internacionales
(Tercera y última parte)
Eduardo Morales Pérez *
[email protected]
E
n un mundo altamente interrelacionado, las acciones que
realiza un país o un grupo de países tienen implicaciones
directas e indirectas en el resto de la comunidad
internacional, más aún cuando los protagonistas constituyen la
agrupación económica más importante del orbe, como lo es la
Unión Económica y Monetaria Europea (UEM)
A escasas semanas de que inicie el acontecimiento
financiero más importante desde la instauración de los tipos de
cambio flotantes a mediados de la década de los setenta, fluye
ahora una literatura abundante sobre el tema. En esa literatura
figuran autores a favor de la integración, aun cuando destacan
los problemas que deben ser superados; otros autores, en
cambio, afirman que la UEM será un factor de división y, por
consiguiente, de tensiones en Europa.
En términos generales, los países desarrollados están
manteniendo un activo y cuidadoso seguimiento de los
acontecimientos y avances en la construcción de la UEM. Sin
embargo, los países en desarrollo dan la impresión de que no
les resulta motivo de preocupación el lanzamiento de una
nueva moneda internacional, en especial aquellos que están en
la zona monetaria del dólar y presuponen que los asuntos
monetarios y financieros europeos están muy lejanos de sus
intereses o suponen que el euro no tendrá para ellos
repercusión alguna.
En efecto, algunos países han cedido de manera
precipitada su soberanía monetaria, sin negociación, al
reemplazar su moneda nacional por el dólar de los Estados
Unidos. El Salvador, el 1 de enero de 2001, tomó esa decisión,
sumándose a Ecuador, que lo hizo un año antes, y a Panamá,
que lo hizo después de la Segunda Guerra Mundial. A esta lista
habría que agregar el caso de Argentina, que también
abandonó su función monetaria al renunciar a crear liquidez,
disminuyendo la función de su banco central al de la figura
llamada Caja de Conversión, y establecer una relación fija entre
la moneda nacional y el dólar de los Estados Unidos, lo que si
bien redujo de manera sustancial la inflación, tuvo también un
costo inmenso en términos de desempleo y crisis financieras
posteriores.
En México, las instituciones oficiales, las académicas y
las organizaciones empresariales han prestado poca atención a
las implicaciones económicas, políticas y sociales de la
introducción de la moneda común europea. Ciertamente, el
tema no se ha abordado de manera directa, y se percibe una
corriente de opinión que favorece la excesiva dependencia
económica con los Estados Unidos, proceso que lejos de
disminuir va en aumento, como lo muestran recientes
*
Maestro en Economía por El Colegio de México. Se especializó en
Análisis y política financiera en el Instituto del Fondo Monetario
Internacional. Es coordinador del Programa Interdisciplinario de
Estudios sobre Europa e investigador de EL COLEGIO MEXIQUENSE, A. C. Entre
sus publicaciones recientes está “La Cumbre de Niza: parteaguas de la
integración europea” (GACETA DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES DE EL
COLEGIO MEXIQUENSE, A. C., «Dossier Académico», Núm. 6/7, enerofebrero de 2001.)
acontecimientos políticos y económicos en el país, entre ellos la
adquisición por Citibank del Grupo Financiero Accival Banamex
y el activismo de México en materia de política exterior a favor
de Estados Unidos, después del 11 de septiembre del año en
curso. Ese proceso silencioso y efectivo, se piensa, llevará a la
larga a una efectiva integración económica y, por consiguiente,
monetaria con Estados Unidos, como si éste fuera el destino y
la mejor alternativa para México.
Las instituciones académicas y los organismos
empresariales, al igual que las instituciones oficiales, han
mostrado una gran cautela, a fin de no acrecentar la
controversia y el debate político sobre un tema altamente
sensible para el país. Por ello, es necesario aportar elementos
que estimulen la discusión sobre las conveniencias y desventajas
de la excesiva dependencia con Estados Unidos. No es posible
que por inercia se arrastre al país a la subordinación monetaria
con Estados Unidos. A este propósito se presentan las siguientes
reflexiones.
BANCO CENTRAL EUROPEO
En términos generales, los bancos centrales son instituciones
sólidas y de prestigio en todos los países, entre otras
importantes razones porque conducen la política monetaria y
cambiaria, ejes importantes en la configuración de la política
macroeconómica. Su solidez y prestigio son mayores cuando
ejercen con autonomía sus funciones en relación con las
autoridades políticas y económicas de carácter federal y/o
estatal.
Es entendible entonces que la creación del Banco
Central Europeo (BCE), que coordina la política monetaria de
los doce bancos centrales, tendrá sin duda un peso
considerable en las negociaciones económicas internacionales.
A través de esta institución, y ya no de doce bancos centrales
independientes, los países europeos estarán en posición de
influir de manera considerable en cualquier foro de
negociaciones, lo cual significará un verdadero contrapeso a la
excesiva influencia de los Estados Unidos o quizá el principio
del ocaso de la nación que ha ejercido el liderazgo político y
económico desde la conclusión de la Segunda Guerra Mundial
y que se consolidó con la Conferencia Monetaria y Financiera
Internacional de Bretton Woods, en julio de 1944, cuando
fueron creados el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el
Banco Mundial (BM).
Es importante señalar que los actos de terrorismo
internacional del 11 de septiembre tendrán también
repercusiones en las relaciones entre la Unión Europea y
Estados Unidos. Algunos escritores norteamericanos han dicho
que la UEM, en particular el euro, será un factor de tirantez y de
distanciamiento, porque, sin duda, la zona monetaria europea
erosiona la importancia relativa del dólar en el sistema
monetario internacional y deja fuera de los asuntos monetarios
europeos a Estados Unidos. Después de esa trágica fecha, los
europeos harán todos los esfuerzos para apoyar totalmente a
Estados Unidos en el frente político, militar y económico, para
Número 11 septiembre-octubre 2001 3
LA GACETA DE
sancionar y castigar a los culpables del genocidio. Dentro del
ámbito económico, seguramente los europeos procurarán que
el euro no tenga elementos que debiliten (o aumenten las
tensiones en) las relaciones financieras y monetarias con los
Estados Unidos.
MONEDA ÚNICA EUROPEA
El lanzamiento del euro será un acontecimiento con
implicaciones en el sistema monetario y financiero internacional,
y es previsible que se constituya en un activo internacional en el
corto plazo, con una amplia aceptación por parte de otros
bancos centrales diferentes a los doce bancos centrales de la
UEM. Los bancos centrales de los países del centro y del Este
europeo y los del Norte de África, por citar algunos,
seguramente reconfigurarán sus reservas internacionales con
base en el euro.
No sólo serán factores políticos o comerciales los que
determinarán que las autoridades monetarias decidan en qué
medida podrán reconfigurar las reservas internacionales a favor
de una u otra moneda convertible, también habrá criterios
financieros, como rendimiento, liquidez y seguridad. En otros
términos, el tesorero del banco central tendrá que decidir sí
invertirá en euros o dólares las reservas internacionales de su
país. Además, es posible que el euro se constituya en un activo
internacional estable, ya que es respaldado por economías
financieramente sanas.
Se ha insistido con frecuencia que con el euro se
constituirá la base de un sistema monetario tripolar (euro, dólar
y yen). Sin embargo, las evidencias parecen indicar que el
sistema monetario internacional se circunscribirá
fundamentalmente a dos monedas, el euro y el dólar, y que en
menor proporción figurarán el yen japonés, la libra esterlina y
el franco suizo. Baste recordar que en la actualidad las
emisiones de bonos que se colocan en los mercados
internacionales de capital están denominados en un 40% en
euros.
Igualmente, la composición de las reservas
internacionales de los países miembros del FMI ha tenido
cambios significativos (que serán mayores con motivo del
lanzamiento del euro), los cuales se reflejan en una disminución
porcentual de la importancia del dólar (por ejemplo, el Reino
Unido tiene configuradas sus reservas internacionales con una
fracción muy pequeña de dólares y, de 1985 a 1994, esa
moneda representó entre 2.7 y 3.8% del total). Es obvio que en
países como México, situados en la zona del dólar, sucede el
fenómeno contrario, en el sentido de que se ha presentado un
aumento en la importancia de la moneda norteamericana.
Un estudio realizado en 1997 por el Sistema de la
Reserva Federal de los Estados Unidos concluye que el euro
tendrá efectos sustitutivos contra el dólar. No sería remoto que
éste afronte una situación similar a la que experimentó la libra
esterlina en 1931, en ocasión de la Conferencia Monetaria
Mundial de ese año, cuando el Banco de Inglaterra suspendió
la convertibilidad de su moneda con el oro, concluyendo con
ello su intento de restaurar el “patrón oro”.
Es posible que en el curso de 2002, países que no
están en el SME intentarán la sustitución gradual de la moneda
norteamericana por el euro. Se reitera que será gradual porque
el entorno político internacional no es favorable para crear
fisuras entre Europa Comunitaria y Estados Unidos. También es
previsible que el Banco Central Europeo adopte como medida
de política monetaria disuadir a sus homólogos de otros países
de que demanden artificialmente la moneda única europea,
para evitar una apreciación de esta unidad monetaria frente al
dólar, lo que seguramente no será un objetivo prioritario del
BCE. Sin embargo, las autoridades monetarias saben que no es
lo mismo configurar sus activos internacionales con una
moneda producto de los déficit de pagos o de sus
desequilibrios en las finanzas gubernamentales, como es el
caso de los Estados Unidos, que hacerlo con una moneda
creada con el consenso de importantes países europeos,
4 septiembre-octubre 2001 Número 11
sujetos a una estricta disciplina fiscal y monetaria (Pacto de
Estabilidad y Crecimiento).
A propósito de lo anterior, es importante tener presente
que en el actual orden monetario internacional no existe
autoridad internacional que controle, regule y supervise la
creación de liquidez internacional (dólar de los Estados Unidos).
Las autoridades monetarias norteamericanas son las que
determinan, tanto en su país como en el resto del mundo, las
prioridades y el tamaño de la emisión de su moneda.
DECLINACIÓN DEL DÓLAR EN EL SISTEMA
ECONÓMICO MUNDIAL
Una forma poco usual de analizar la declinación del dólar en el
sistema monetario internacional es la participación de Estados
Unidos en el sistema de toma de decisiones del Fondo
Monetario Internacional. En julio de 1944, en ocasión de la
Conferencia de Bretton Woods, Estados Unidos inició con un
poder de votación de 31.3%, pero éste ha disminuido a lo
largo de 55 años para representar en la actualidad 17.5% del
total. Sin embargo, este ultimo nivel sigue siendo, por una
parte, el más importante para un país y, por otra, le permite a
Estados Unidos mantener su capacidad de veto para las
decisiones más importantes que se adoptan en ese organismo
internacional (políticas financieras y operativas, aumento de
recursos y admisión de nuevos miembros, entre otras).
Es importante mencionar la existencia de corrientes de
opinión que consideran como algo posible el derrumbe del
euro, debido, entre otras importantes razones, a que algunos
países parecen no estar en condiciones de cumplir con los
requisitos de disciplina monetaria y presupuestal. Igualmente, se
piensa que el lanzamiento del euro ha sido precipitado, en vista
de que no se han dado pasos firmes con respecto a una política
fiscal común y a que hay grandes espacios grises de
incertidumbre en este campo.
Los 12 países miembros de la UEM, en conjunto, tienen
un poder de votación en el FMI superior a 22.2%, casi 5 puntos
porcentuales por arriba de Estados Unidos. De esta forma, la
Europa comunitaria y Estados Unidos comparten la facultad de
veto que por decenios este último había ejercido de manera
exclusiva. Lo anterior no sugiere, sin embargo, que ambos
centros de decisión se confrontarán para definir el futuro del
orden monetario y financiero internacional. Los ataques
terroristas del 11 de septiembre conducirán seguramente a la
negociación, como única fórmula en que los dos bloques
evitarán debilitarse en una competencia sin cuartel.
Cabe recordar que en la década de los setenta la
mayoría de las naciones europeas y algunos países
latinoamericanos (entre ellos México) y asiáticos apoyaron la
propuesta de creación de la Cuenta de Sustitución en el FMI,
cuyo objetivo central fue el reemplazo gradual y supervisado del
dólar por una nueva unidad monetaria convenida
internacionalmente. En ese tiempo, se pensó en el Derecho
Especial de Giro (DEG), pero, como era de esperarse, Estados
Unidos se opuso a la propuesta porque ésta nulificaba un
privilegio que había detentado desde la Conferencia de Bretton
Woods, arguyendo que un nuevo ciclo de asignaciones de los
DEG estimularía la inflación y el estancamiento mundial.
La Cuenta de Sustitución se fundamentaba en la tesis de
que los crecientes déficit presupuestal y comercial de los
Estados Unidos se estaban exportando al resto del mundo con
la emisión de más dólares, fenómeno que hasta ahora no tiene
límite ni está sujeto a supervisión alguna, además de que es el
camino más eficaz para transmitir la inflación. Por la enorme
ponderación política de los Estados Unidos en el FMI y en otros
organismos económicos internacionales, ese país ha estado en
condiciones de impedir, ahora más que antes, la fijación de
límites o candados a la masa de dólares que envía al exterior
por la vía de los aludidos déficit.
EL COLEGIO MEXIQUENSE
TENENCIA OFICIAL DE DÓLARES
Se estima que a medida que avance la instrumentación de la
moneda única europea, los países europeos reducirán los
niveles oficiales y privados de sus tenencias en dólares, proceso
que puede dar lugar a una sobreoferta de la moneda
norteamericana y, por ende, a su abaratamiento. El relativo
abaratamiento del dólar podría traducirse en mayores
exportaciones de Estados Unidos, siempre que se cumplan tres
supuestos, a saber: que las cotizaciones en dólares de las
mercancías no experimenten variaciones sustantivas, que la
tasa de inflación de los Estados Unidos sea menor a la de los
doce países miembros de la UEM y que las preferencias de la
sociedad no cambien sustancialmente con respecto al dólar. El
incumplimiento de alguno de estos supuestos llevaría a una
reducción significativa del dólar en las tenencias tanto del
sector oficial como del sector empresarial y de las personas.
La pérdida de confianza en la moneda norteamericana
por la moneda única europea se perfila como altamente
posible. Los países europeos, a través del Banco Central
Europeo, tendrán que reconfigurar necesariamente sus
tenencias oficiales, entre ellas el dólar, porque así lo sugiere el
buen juicio. Dada la sensibilidad de los mercados financieros
internacionales, es posible que la suerte del dólar tendrá un
efecto en cascada en otros países. Es difícil prever la dimensión
y la dirección de estas implicaciones, en particular después de
los atentados terroristas del 11 de septiembre, pues los países
europeos han conformado una firme alianza en torno a los
Estados Unidos. Sin embargo, todo parece apuntar a un
detrimento de la hegemonía del dólar norteamericano.
COMPETITIVIDAD
Las relaciones intraindustriales en la Unión Europea han sido
estimuladas por los avances en la construcción del mercado
único europeo, lo que se refleja en el firme crecimiento del
comercio intraeuropeo (59% en 2000). Sin embargo, hasta
ahora las empresas europeas han tenido que hacer frente a los
costos cambiarios de recibir y pagar en diversas monedas
europeas (a pesar de que en enero de 1999 se fijaron
estrictamente las relaciones cambiarias entre los países
miembros de la UEM) y realizar las distintas operaciones
cambiarias a través de instituciones financieras que cargan o
cobran los llamados puntos de compra y de venta de las
divisas involucradas, cuya banda de fluctuación actual oscila
de 15 por encima y por debajo del tipo de cambio central. Al
entrar en vigor la moneda única europea, dichos costos
financieros van a desaparecer, por que ya no existirán
monedas nacionales, como también desaparecerá la ventanilla
de cambios para las operaciones entre europeos. Esto
significará un ahorro para las empresas europeas, las cuales
podrán competir en precio en terceros mercados, pues por la
calidad de sus productos y servicios y el cumplimiento de sus
contratos, los europeos disfrutan de un merecido
reconocimiento internacional. Además, es posible que las
empresas exportadoras de terceros países se sientan más
interesadas en el acceso al mercado europeo por su
estabilidad y crecimiento, y también porque recibirían una
divisa estable (un verdadero almacén de valor) y de gran
solidez.
QUÉ SIGNIFICARÁ PARA LA SOCIEDAD EN SU
CONJUNTO EL ADVENIMIENTO DEL EURO
A grandes rasgos, las repercusiones en el conjunto de la
sociedad serán diferentes, tanto si se trata de las doce naciones
miembros de la UEM como si se trata del ámbito exterior a la
zona monetaria europea. Igualmente, no será lo mismo para
las empresas orientadas al mercado internacional que a las
orientadas al mercado interno. En este orden de ideas, se
pueden llegar a establecer múltiples distinciones sobre las
implicaciones del euro en personas y empresas. Realizadas las
aclaraciones, a continuación se presentan algunas reflexiones
sobre la adopción de una nueva unidad monetaria
internacional.
Las naciones europeas pertenecientes a la zona del
euro tendrán importantes ventajas. Una de ellas es que al
eliminar las operaciones cambiarias se reducirán los costos de
las empresas y de las personas. Además, es de esperarse que
habrá un ambiente más favorable al comercio y la inversión.
También se fomentará el ahorro con la eliminación los costos
asociados al riesgo cambiario (según estimaciones de la
Comisión Europea, éste asciende aproximadamente a 1% del
PIB de los países de la UEM) y, con ello, se promoverá la sana
competencia.
Asimismo, la UEM es vista como un paso en la dirección
correcta para consolidar el proceso de integración europea. La
UEM implica una verdadera desregulación y simplificación
administrativa, que representará un colosal ahorro para
empresas y personas.
Con la entrada en vigor de la UEM es posible que se
generen fuertes perturbaciones en la economía mundial, en
particular en los flujos de inversión y de comercio, así como en
la inflación y en las tasas de interés, entre otras variables.
México, al estar en la zona monetaria del dólar, se verá
sometido a la influencia de los factores económicos y políticos
de la instauración de la UEM, de manera que nuestra tarea será
evitar o mitigar los efectos dañinos, y la única forma de
lograrlo es que la economía mexicana esté sólida y saludable y
se instrumente una política económica que responda
satisfactoriamente a los cambios que se van a producir en las
relaciones internacionales, especialmente después de los actos
terroristas del 11 de septiembrev
Número 11 septiembre-octubre 2001 5
LA GACETA DE
Las mesas itinerantes organizadas
por EL COLEGIO MEXIQUENSE *
Ma. Teresa Jarquín Ortega **
[email protected]
E
L COLEGIO MEXIQUENSE, A. C., nació el 1 de octubre de
1986. Su aparición está enmarcada por una época de
profundos cambios que caracterizan a nuestra sociedad y
sobre los cuales es necesario reflexionar para proponer
alternativas y soluciones coherentes con la realidad. Por esta
razón, es necesario también recobrar la continuidad de
elementos esenciales que expliquen el proceso histórico de la
sociedad. Así, su objetivo fundamental está en el análisis y la
explicación del pasado y el presente del estado, sin descuidar
el estudio de los problemas que plantea la realidad nacional,
que, en resumen, constituye el marco general y nuestra
perspectiva final.
Uno de los objetivos específicos de EL COLEGIO es el de
realizar investigaciones en el campo de las ciencias sociales y
las humanidades, con especial atención a los sectores
prioritarios del desarrollo económico y social del estado. Este
objetivo ha guiado a EL COLEGIO desde su fundación, hace 15
años, y no ha quedado circunscrito a los muros de Santa Cruz
de los Patos, su sede, o entre los académicos, en su torre de
marfil. Desde un principio, se pensó que nuestra institución
tenía la obligación de divulgar los resultados de sus
investigaciones al pueblo del Estado de México, por ello, se
empezaron a organizar mesas redondas, que llamamos
itinerantes, en el sentido de ir de un municipio a otro llevando
el conocimiento. La idea fue que las investigaciones de los
especialistas deben llegar a los campos mismos del objeto de
estudio; de esta forma, los habitantes de cada municipio
recordarían o aprenderían la historia de su localidad, los
problemas que ésta ha sufrido a través del tiempo —y que en
muchos casos sufre todavía—, así como las soluciones que se
les proponen para remediarlos.
La idea era tener una interrelación con los habitantes
del Estado de México, en que no sólo hablarían los
investigadores, sino los protagonistas de la historia: los
habitantes, quienes nos plantearían sus preocupaciones o nos
corregirían las interpretaciones o los datos que teníamos. El
resultado, a 15 años, ha sido maravilloso. No fue fácil
alcanzarlo. En un principio, algunos vieron la actuación de EL
COLEGIO MEXIQUENSE como una intromisión en la cultura de
sus municipios, cada uno de los cuales tenía su cronista, a
quienes —pensaron— queríamos suplantar, cosa muy lejana
del objetivo e interés de nuestra institución. Pero al ver que
varios de los cronistas empezaron a colaborar con nosotros y
notar que era benéfica la acogida, la actitud fue diferente: las
puertas de los palacios municipales se abrieron, así como las
*
Versión del texto leído por su autora en la presentación del
cuaderno municipal diecisiete Malinalco, en el Museo Universitario Luis
Mario Schneider, Malinalco, el 29 de septiembre de 2001.
**
Doctora en Historia de América por la Universidad Complutense
de Madrid y doctora en Historia de México por El Colegio de México,
A.C. Forma parte del Sistema Nacional de Investigadores. Fue
presidenta de EL COLEGIO MEXIQUENSE (1990-98), del que es investigadora
de tiempo completo. Tiene diversos libros publicados y cocoordinó
Historia General del Estado de México (EL COLEGIO MEXIQUENSE, 1998).
6 septiembre-octubre 2001 Número 11
de las instituciones educativas y las de la casa de cultura.
Inclusive, varios presidentes municipales se acercaron a nuestro
COLEGIO a pedir su mesa itinerante.
La historia de estas mesas esta llena de anécdotas,
buenas y malas, y en ella ha jugado un papel principal la
maestra Rosaura Hernández Rodríguez, quien fue designada
como coordinadora de esta actividad por el departamento de
Publicaciones. Las experiencias que la protagonista principal ha
vivido en cada una de las mesas itinerantes son, en sus propias
palabras, inolvidables; personas mayores que dan la
bienvenida en lengua náhuatl, otomí e incluso matlatzinca;
otras cuyos padres o abuelos vivieron la revolución de 1910, y
jóvenes que no conocían la historia de su municipio se han
sentido un tanto avergonzados, pero luego de enterarse de la
tradición histórica, han afirmado su identidad estatal. Quizás
tarde mucho tiempo en germinar la semilla sembrada, pero
estamos seguros de que brotará segura y orgullosa de ser
portadora de la identidad local, estatal y nacional.
Recordamos con agrado que la primera mesa itinerante
la organizamos en el municipio donde estamos avecindados,
Zinacantepec, y su título fue «Zinacantepec en el tiempo». Se
llevó a cabo en el claustro alto del Museo Virreinal de ese
lugar, en 1987. Estuvo presidida por el profesor Omar Martínez
Legorreta, presidente de EL COLEGIO MEXIQUENSE, y por el
presidente municipal de Zinacantepec, C. P. Guillermo
Argüelles. Las ponentes fueron las licenciadas Elisa Cruz
Domínguez y Bertha Abraham Jalil, y, por supuesto, la maestra
Rosaura Hernández, quien ha estado presente en las 82 mesas
itinerantes.
Posteriormente, se organizó otra en Toluca, por ser la
capital del estado y su presidente, miembro de la Asamblea
General de Asociados de EL COLEGIO MEXIQUENSE.
Continuamos con Texcoco y Naucalpan, los otros municipios
cuyos presidentes eran entonces miembros de la Asamblea.
Podría contar muchas historias de cada una de estas
actividades. Por ejemplo, en Texcoco nos enviaron a la Feria
del Caballo. Participaba la investigadora visitante Ma. Teresa
Reau, de nacionalidad francesa, quien me fue a ver para
decirme: “tengo mucho gusto de ser una potranca enviada a
esa Feria junto con la maestra Hernández”.
En 1991 organizamos 10 mesas, en Sultepec,
Amecameca, Jocotitlán, San Mateo Atenco, Toluca, Cuautitlán,
El Oro, Tepetlaoxtoc, Lerma y Zumpahuacán. Cabe resaltar la
anécdota de Sultepec, a donde regresamos luego de la primera
mesa itinerante, en virtud de que publicamos un libro, producto
de las conferencias que organizamos con la Universidad
Iberoamericana, y lo presentamos en el municipio. Las
invitaciones corrieron a cargo de la presidenta municipal y el
pueblo se engalanó para la ocasión. Sin embargo, los amantes
de lo ajeno, que no de la cultura, también se prepararon y
quisieron robar el banco. A la hora del encuentro, apareció la
policía informando a la presidenta de lo ocurrido. Gracias a
que la cajera del banco era una hábil mujer, los ladrones
solamente sustrajeron 250 pesos. Quien perdió fue el dueño
de un taxi de un pueblo vecino, pues su vehículo fue utilizado
EL COLEGIO MEXIQUENSE
Mesas itinerantes
Municipio
Valle al que corresponde
Número de veces
Acolman (incluye Tepexpan)
Amecameca
Apaxco
Atizapán de Zaragoza
Coacalco
Coyotepec
Cuautitlán
Cuautitlán Izcalli
Chapa de Mota
Ecatepec
Huehuetoca
Huixquilucan
Naucalpan
Nextlalpan
Nezahualcóyotl
Ozumba
Teoloyucan
Tepetlaoxtoc
Tepotzotlán
Texcoco (incluye Coatlinchan)
Tlalmanalco
Tlalnepantla
Tultitlán
Villa del Carbón
Zumpango
Aculco
Almoloya de Juárez
Atlacomulco
Calimaya
Capulhuac
Coatepec Harinas
El Oro
Ixtapan de la Sal
Jilotepec
Jiquipilco
Jocotitlán
Joquicingo
Lerma
Malinalco
Metepec
Mexicaltzingo
Ocoyoacac
Otzolotepec
San Antonio la Isla
Morelos
San Felipe del Progreso
San Mateo Atenco
Santo Tomás de los Plátanos
Sultepec
Tejupilco
Tenancingo
Tenango del Valle
Toluca (incluye Tecaxic)
Tonatico
Zacualpan
Zinacantepec
Zumpahuacán
México
México
México
México
México
México
México
México
México
México
México
México
México
México
México
México
México
México
México
México
México
México
México
México
México
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
Toluca
2
1
2
1
2
1
2
1
2
1
1
1
2
1
1
2
1
1
2
3
1
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1
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1
1
1
1
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1
1
2
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3
1
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3
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1
1
1
1
1
1
2
1
3
2
1
2
3
1
1
2
1
Total
82
Número 11 septiembre-octubre 2001 7
LA GACETA DE
para el atraco. Las bromas no se hicieron esperar y, la verdad,
nunca se aclaró si la organizadora de la mesa itinerante tenía
nexos con la mafia del sur del Estado de México.
En 1992, recorrimos nueve municipios: Nextlalpan,
Ozumba, Naucalpan, Tlalnepantla, Ocoyoacac, Tenango del
Valle, Mexicaltzingo, Coatepec y Metepec. En 1993
organizamos seis encuentros, en Apaxco, Tepotzotlán (dos
veces en ese año), Acolman, Metepec y Huixquilucan. En 1994
fuimos a Ecatepec, Nezahualcóyotl, Capulhuac, Chapa de
Mota, Zumpango y Zacualpan. En 1995 estuvimos en ocho
municipios: Calimaya, Huehuetoca, Malinalco, Otumba,
Tejupilco, Coacalco, Teoloyucan y Zinacantepec. En 1996
fuimos a Aculco, Almoloya de Juárez, Texcoco, Valle de
Chalco, Cuautitlán Izcalli, Jiquipilco y San Felipe del Progreso.
En 1997 se visitaron diez municipios: Morelos, Tlalmanalco, la
comunidad de Tecaxic, perteneciente a Toluca; Tepexpan,
Tejupilco, Coacalco, Tenango del Valle, Lerma, Cuautitlán
Izcalli y Tultitlán, En 1998, a pesar de la austeridad por la que
atravesó EL COLEGIO MEXIQUENSE, se organizaron ocho mesas
itinerantes en Atizapán de Zaragoza, Santo Tomás de los
Plátanos, Tenancingo, Otzolotepec, Atlacomulco, San Antonio
la Isla, Tonatico y Coyotepec. En 1999 estuvimos en Ixtapan de
la Sal, Joquicingo, Chapa de Mota, Jocotitlán, San Mateo
Atenco y Villa del Carbón. En el año 2000 sólo tuvimos tres
mesas, en Jilotepec, Malinalco y Coatlinchan (Texcoco), en
virtud de haber sido año de elecciones. Los funcionarios
salientes no mostraron interés porque ya entregaban sus cargos
y los entrantes no sabían de qué se trataba. Ninguno de ellos
quiso tomar la responsabilidad de una actividad cultural. En el
curso de este año, hemos visitado Apaxco y, de nuevo,
Malinalco.
Los ponentes han sido investigadores estatales,
nacionales e internacionales, de distintas instituciones, quienes
han colaborado siempre con gusto, deseosos de someter sus
trabajos a la crítica más dura, que, por supuesto, no es la de la
academia, sino la de los habitantes de los municipios, y el
resultado se está viendo no sólo en las conferencias sino en
publicaciones en la colección denominada «Cuadernos
municipales», que EL COLEGIO MEXIQUENSE, A.C., está
divulgando desde 1996.
Estos diecisiete cuadernos municipales, cuyo objetivo
principal es dar a conocer los resultados de las investigaciones
históricas más actuales y especializadas, para que los
interesados en un municipio aprendan el qué y el cómo ha sido
éste a través del tiempo, cuáles han sido sus problemas
ancestrales y cómo se han resuelto, o si es que aún persisten,
son productos resultantes de las mesas itinerantes.
En estas pequeñas obras se resaltan aquellos periodos
históricos que no han sido suficientemente estudiados, ya sea
por falta de fuentes históricas, muchas veces inaccesibles al
ciudadano común y corriente, o bien porque aun cuando el
municipio conserve un buen archivo, tampoco es común que
sus habitantes acudan a él. Entonces hay que transmitir, a
través de los investigadores, lo que contienen esos papeles
guardados generalmente en la presidencia municipal y en el
8 septiembre-octubre 2001 Número 11
archivo parroquial. No por eso quedan excluidos otros
repositorios de gran importancia como el Archivo General de la
Nación y los que están en el extranjero.
Debo aclarar que estos cuadernos tienen como
propósito ser auxiliares y servir de apoyo a las monografías
municipales. Conocer la historia de nuestros municipios nos
permite identificarnos con ellos, cuidarlos, mejorarlos, hacer de
ellos nuestro hogar y fabricar el futuro de nuestro entorno y de
nosotros mismos. Han transcurrido cinco años desde la
publicación del primer cuaderno municipal y EL COLEGIO
MEXIQUENSE reconoce con agrado la acogida que en este
tiempo se ha dado a estos libros. Hay que decir también que el
cuaderno que hoy presentamos es el número 17 y corresponde
al municipio de Malinalco. Es el benjamín de esta serie y está
precedido por los dedicados a Aculco, Tianguistenco,
Cuautitlán (con el título Cuauhtitlan), Valle de Chalco
Solidaridad, Naucalpan, Ozumba, Zumpahuacán, Tenango del
Valle, Otzolotepec, Jocotitlán, Joquicingo e Ixtapan de la Sal, y
por cuatro cuadernos que abordan cuestiones específicas del
ámbito municipal: Hacia el fortalecimiento municipal,
Modernización y recursos municipales, Experiencias municipales
y Una mirada a los gobiernos municipales en México.
La tabla que se incluye muestra los municipios visitados
y el número de mesas itinerantes que se han realizado en cada
uno de ellos. Como se aprecia, en sólo tres de ellos se han
realizado tres mesas itinerantes, uno del valle de México,
Texcoco, que ha sido centro de cultura desde la época
prehispánica, y Jocotitlán y Malinalco, en el valle de Toluca. En
los municipios de Toluca, Sultepec, San Mateo Atenco, Lerma,
Jilotepec, Tenango del Valle, Zinacantepec, Tejupilco y Metepec,
también en el valle de Toluca, hemos estado dos veces y en el
valle de México hemos estado también dos veces en los
municipios de Chapa de Mota, Cuautitlán, Apaxco, Tepotzotlán,
Naucalpan, Ozumba y Coacalco.
Como se puede apreciar, EL COLEGIO MEXIQUENSE, A.C,
ha estado en 57 municipios del Estado de México, 25 del valle
de México y 32 del valle de Toluca. En las mesas itinerantes han
participado investigadores de diversos centros educativos,
dependencias públicas e instituciones culturales, como El
Colegio de México, A.C., la Universidad Nacional Autónoma
de México, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el
Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología
Social, la Universidad Iberoamericana, el Instituto Tecnológico
Autónomo de México, la Universidad Autónoma MetropolitanaIztapalapa, la Universidad Autónoma del Estado de México, el
Instituto Mexiquense de Cultura, la Asociación Mexiquense de
Cronistas Municipales, la Secretaría de Educación Pública, la
Secretaría de Educación, Cultura y Bienestar Social del Estado
de México, la Secretaría de Gobierno del Estado de México, el
Consejo Estatal de Población, la Universidad de Bremen, el
Centro de Estudios Mexicanos-centroamericanos,
ayuntamientos, a través de los presidentes municipales, e
incluso arzobispos y sacerdotes de diversas diócesis y órdenes
religiosasv
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