LA POESÍA DE PEPITA TOMÁS

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LA POESÍA DE PEPITA TOMÁS
“El mirador de Pepita Tomás”, de José
Luis Jiménez Sánchez-Malo, 2010.
“¡Dichosa la mujer que ha podido demostrar su
gratitud, al suelo que oyó su primer llanto y que
recibirá tal vez, su último suspiro!”(Pepita Tomás:
Pregón de Semana Santa. Écija, 1985).
Ilustrísimo Señor Alcalde del excelentísimo
Ayuntamiento de la Ciudad de Écija.
Excelentísima Señora Presidenta de la Real Academia de
Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras “Luis Vélez de Guevara” de
Écija.
Ilustrísimos Académicos.
Señor Director de la Universidad Loyola de Andalucía, Juan
María Muñoz Tomás.
Muy queridos hijos y familiares de Pepita Tomás Montero.
Queridos poetas.
Amigos.
Señoras y Señores:
1
Sean mis primeras palabras de agradecimiento a esta Real Academia
de Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras “Luis Vélez de Guevara“ de
Écija, con quien Pepita Tomás tanto quería, por haber organizado este
justo y solemne Acto de Homenaje a Pepita Tomás, poeta y académica, en
el marco de un día tan señalado como es el acto de clausura del curso
académico 2011-2012. Les agradezco de todo corazón su amable invitación
y me alegra, sobremanera, compartir con todos ustedes mis deudas de
gratitud con esta maravillosa Dama Blanca de la poesía ecijana: Pepita
Tomás Montero. Su palabra poética palpita extendida en el corazón de
todos los ecijanos y su voz trasciende más allá de nuestras fronteras.
Vivimos una época de necesidad poética. En palabras del escritor
Benjamín Prado, “un buen poema escrito a la altura de la realidad explica
muy bien lo que está pasando. El lector necesita poesía que le enseñe la
realidad, y que le suscite la necesidad de despertar. Y al que esté despierto,
la necesidad de actuar".
Las primeras manifestaciones literarias en nuestra literatura
española, desde las jarchas, las cantigas de amigo o los villancicos
castellanos de finales del siglo XII y la primera mitad del XIII, nacen de la
mujer, de esa queja puesta en boca de una mujer, preocupada por los
asuntos de su corazón, y, en nuestro tiempo, esa mujer pasa su semilla en
Écija a otra mujer, una voz poética femenina contemporánea, la de Pepita
Tomás, cuya poesía emana de un alma sencilla con tal fuerza que
difícilmente se volverá a encontrar: una poesía, a la vez, densa y
transparente, misteriosa y reveladora.
Por ser la primera mujer de Écija en muchos actos importantes, ella
misma se denominaría “Manolita la Primera”, pues, efectivamente,
llegaría a ser una mujer pionera (FRESCALES ─como le decía su propio
padre─ o AVANZADA para la época), pionera, en definitiva, en muchas
empresas acometidas: pregonera, académica numeraria, junto a Rosarito
Novales, Secretaria, exaltadora de la saeta, cofundadora de la Tertulia
Poética Hontanar, entre otros muchos logros, todo un récor transoceánico
que le llevó a la Universidad de Colorado. Las amas de casa, cuenta
Pepita, dicen que ella fue rompiendo muchas trabas y abriendo puertas
para que la mujer pudiese actuar en sitios en los que estaba vedada ... ”El
alcalde dijo que en pleno siglo XX yo he sido la única mujer que ha sido
nombrada Hija adoptiva de Écija y ahora me van a rotular una calle. ¡La
gente está loca! Bueno lo que me diste por lo que me quisiste!”, señala
con la gracia y simpatía que la caracteriza.
2
Pepita Tomás tenía ángel, tuvo siempre el don de decir lo que sentía
sin molestar a su interlocutor. Poseyó una memoria ejemplar y cuenta su
vida sin olvidar detalle y a todo le intercala una sonrisa y un chiste.
Más allá de las reivindicación de un lugar para las escritoras, hoy
las mujeres poetas coinciden en que es el momento de defender las
individualidades: la propia Pepita Tomás tuvo ocasión de reivindicarlo el
15 de marzo de 1991 por medio de una carta que se publicó en el ABC de
Sevilla, dentro de la amena página titulada “El Patio”, en la que recordaba
a José Luis Montoya, redactor de El Patio, el hecho de que una mujer
ecijana ya hubiera hecho el Pregón de Semana Santa tanto en El Carpio
(1984) como en Écija (1985) o el Pregón de las Fiestas del Pilar (1985),
patrocinado por la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife o incluso que el
día 22 de ese mismo mes de marzo de 1991 hiciera la exaltación de la saeta
en El Carpio.
Centraré mi intervención en torno a tres claves fundamentales para
comprender la poesía de Pepita Tomás: 1) un esbozo de su biobibliografía;
2) sus motivos temáticos recurrentes y 3) su arte poética, que además
incluye la presentación del libro electrónico Desde las riberas del Genil.
Todo ello estará animado por un proyección audiovisual complementaria
de mi exposición, que además pueden seguir en el cuadernillo que les
hemos repartido al comienzo del acto y que ha sido editado por gentileza de
esa empresa, Gráficas Sol, fundada por ese gran poeta-impresor, Manolo
Mora Jiménez, y por ese empresario especialmente comprometido con la
cultura de Écija, discípulo él mismo de Pepita Tomás en el internado del
colegio San Fulgencio: Manuel Alejandro Mora, a quien agradecemos, una
vez más, su generosidad.
1.- Esbozo de una biobibliografía: Etapas
de la trayectoria literaria de Pepita Tomás
Montero (1924-2009).
El esbozo de una biobibliografía pretende ser una sencilla
aproximación a los diferentes ciclos poéticos de la trayectoria literaria de
Pepita Tomás: faltan aún muchos datos, como por ejemplo, entre otros, la
fecha del nacimiento de cada uno de sus siete hijos, sus siete niños de
Écija, como su madre cariñosamente los llamaba, o incluso los múltiples
premios que recibió y los viajes de esta fecunda escritora por España.
Completaré, no obstante, los datos que ustedes tienen en el cuadernillo con
otros aspectos fundamentales de su obra literaria:
3
-PRIMERA ETAPA (1924-1983): Dama Salesiana
de la Caridad.
La primera etapa literaria de Pepita Tomás, como Dama Salesiana de
la Caridad, constituye una clave fundamental para entender su obra poética
posterior. Su prehistoria literaria se sitúa entre los años 1924 y 1983 y
está fuertemente marcada por tres influencias decisivas:
1.- Sus padres, Dolores y Eduardo.
2.- La espiritualidad salesiana y el magisterio de Rafael Martínez
Ibáñez.
3.- La Antología Ecijanos de Oro (1982), de Tomás Beviá Aranda.
1.- Sus padres, Dolores y Eduardo.
Muchas de las claves poéticas de Pepita Tomás, y por tanto muchos
rasgos de su personalidad creadora, pueden localizarse ya en su infancia
y en el recuerdo de sus padres y profesores. La escritora aprendió de sus
padres que hay que ser humilde, escuchar a todos y no tratar de
imponer tu criterio.
Desde pequeña, demostró un carácter impulsivo, creativo y rebelde.
La inclinación por los versos le viene a Pepita Tomás desde su infancia,
donde solía declamarlos a solas delante de un espejo. Le gustaba incluso
improvisar delante del auditorio infantil. Posteriormente, estudiando
Magisterio, también se inclinó por el mundo del teatro.
Su madre, Dolores Montero Maldonado, era una persona muy
prudente y no le gustaba ocupar la primera fila, era sencilla y siempre
estaba al margen de las cosas.
Su padre, Eduardo Tomás Velasco, tuvo muy buenos cargos, llegó
incluso a ser alcalde de Écija después de licenciarse como Guardia Civil, y
le preguntaba a Pepita adónde iba a llegar ella con la Literatura y,
“sinceramente –decía Pepita Tomás−, nunca creyó que esto de la Literatura
sirviera para algo; pero exceptuando las satisfacciones que le han dado sus
hijos, “lo más importante para ella”, la escritura le ha brindado a Pepita
Tomás grandes momentos rebosantes de emociones.
4
En la época de su niñez, cuando se sentía tan protegida, tan acunada,
tan caprichosa; nació en ella una rebeldía instintiva a todo lo que se le
imponía y quizás porque convivía poco con otros niños de su edad y al ser
sus hermanos mucho mayores que ella, no eran los más idóneos para sus
juegos, empezó a inventarse amigos, a hablar con el perro o con el gato y
estos soliloquios dieron lugar más de una vez a un comentario cariñoso
en boca de los suyos y que se repitió luego muchas veces a lo largo de su
vida.
En un ensayo de soneto, que precisamente se llama “!!REBELDE!!,
Pepita Tomás expresó esta compleja relación con su propio padre:
Mi padre, la rebelde me decía.
Yo era pajarillo sin fronteras
en ansias, remontando las riberas
del mundo rutinario que tenía.
2.- La espiritualidad salesiana y el magisterio de Rafael Martínez
Ibáñez.
Otro pilar fundamental de la trayectoria poética de Pepita Tomás es,
sin duda, la espiritualidad salesiana (con su apuesta por la formación
religiosa y por el apostolado en la familia), y la presencia real de Rafael
Martínez Ibáñez. Esta etapa poética fue prolífera en poesías románticas y
sentimentales. Pepita Tomás fue siempre, según sus propias palabras,
romántica y sentimental. (Discurso como académica numeraria, 1984).
Pepita Tomás comenzó a escribir en el colegio. Ya como estudiante,
tanto en Primaria como en Bachillerato, manifestó pronto sus inclinaciones
literarias y destacó por sus improvisaciones en teatros y fiestas escolares.
Pronto comenzaría a componer en solitario, como nos ha confirmado su
hijo Juan María, con poemas de su propia cosecha en las Salesianas y
actuaciones en las Olimpiadas Literarias que su profesor de Literatura,
Pedro Mesa Cabello, organizaba en el aula.
Como botón de muestra de esta su cosmovisión salesiana,
escuchamos a continuación un fragmento de su Pregón del Centenario de
la llegada de las Hijas de maría Auxiliadora de la ciudad de Écija,
pronunciado en 1995.
5
(AUDICIÓN)
Pepita Tomás, a pesar de que le gustaban otras carreras como la de
actriz, a lo Marí Sampere, o la de Filosofía y Letras, estudió Magisterio por
“obediencia paterna” y llegó a dar clases en el Internado del San
Fulgencio. Siempre recordaría el valioso legado de Rafael Martínez
Ibáñez, apóstol de la enseñanza y director del colegio San Fulgencio,
paladín que le dio el espaldarazo de aceptación a sus inquietudes poéticas.
Era la primera persona que por vez primera se interesaba en sus escritos.
A Rafael Martínez Ibáñez dedicó este elogioso y agradecido soneto
que pueden ver en la pantalla, en el que la autora reconoce su legado y que,
como Giner de los Ríos en Machado, tanto influiría en su poética.
3.-- La Antología Ecijanos de Oro (1982), de Tomás
Beviá.Aranda.S
Cuando me casé y vinieron los hijos me sentí plenamente realizada,
pues ellos fueron lo mejor de mi lírica; seguía escribiendo. En esta nueva
fase de mi vida tienen mis versos un aire más extrovertido. Me gusta
escribir sobre temas actuales, siempre con la base sólida de deberse a
algún acontecimiento o a alguna experiencia, también noto que en ellos,
en mis escritos, hay algo más de ironía (Discurso de investidura como
académica, 1984). Cfr. su poema contra el aborto, “Sentencia”, entonces de
plena actualidad.
Me gustaría destacar de esta primera etapa literaria el hecho de que la
poesía de Pepita Tomás, ya presente en la revista bimensual editada por la
fábrica en que trabajaba su marido, Productos Alimenticios Gallo, fuese
seleccionada en 1982 por Tomás Beviá, el primer antólogo de la poesía
ecijana actual y el primer crítico literario de Pepita Tomás, en su famosa
antología, Ecijanos de oro, en la que Pepita publica tres poemas: Sueños,
Te cruzaste y el tierno poema Manos sucias, dedicado a su hijo Tony (Este
poema surge cuando íbamos a poner interno en el Colegio a mi hijo), y hoy
un arquetipo antologal de toda su obra poética.
Las manos son un motivo temático recurrente en la poesía de Pepita
Tomás. La propia escritora lo expresa abiertamente: son unos miembros
que nos sirven para muchas cosas, lo mismo para lo bueno que para lo
malo y yo veía que de mis manos y de mi mente brotaban todas estas
6
cositas que mi gente decía que eran tonterías, y luego he visto, en el
transcurso del tiempo, que todas no son tonterías
Sus versos cortos y rápidos ─afirma entonces Tomás Beviá, 1982:
69─ encierran sílaba a sílaba una emoción vibrante que conmueve las
fibras más sutiles, finas y delicadas del corazón y del cerebro en una tibia
atmósfera de romanticismo.
-SEGUNDA ETAPA (1984- 1992): Dama de la
Tertulia Poética “Hontanar”.
De su segunda etapa (1984-1992),en la que llega a ser la Dama dela
Tertulia Poética “Hontanar”, quisiera llamar la atención, aparte de sus
pioneros Pregones de Semana Santa tanto en El Carpio como en Écija,
entre los de otras ciudades, sobre la conciencia creadora, artística, de
Pepita Tomás de ir ordenando progresivamente su obra poética. En este
itinerario destacan tres hitos primordiales:
1.- Discurso de ingreso como académica numeraria en la Real
Academia de Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras “Luis Vélez de
Guevara” de Écija (1984).
2.- La cosmovisión poética de “Hontanar” (Écija, 27-9-1986).
3.- El libro Amigos (Hermandad del Resucitado, 1992).
1.- Discurso de ingreso como académica numeraria en la Real
Academia de Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras “Luis Vélez de
Guevara” de Écija (1984).
A raíz de su ingreso en la Real Academia astigitana es, sobre todo,
cuando Pepita Tomás se tomó en serio y con ahínco su primitiva afición a
la poesía.
En su poético Discurso de investidura como académica numeraria en
la Real Academia de Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras “Luis Vélez de
Guevara” de Écija,Pepita Tomás, ante un primer intento de ordenar su obra,
incluye entonces once poemas: Esa reja(nuevo arquetipo antologal de su
obra); Dichosas fueron mi niñez y juventud; Me dicen que estoy loca;
Suspiros entrecortados; Estoy sola; No permitas, Señor; Sentencia; Manos
sucias; Se llamaba Tina; Oídme, padre, me siento deprimida; Écija de mis
amores.
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A lo largo de su disertación Pepita Tomás repitió frecuentemente tres
valores (amor, amistad y comprensión), valores a los que durante toda su
vida dio una gran importancia.
2.- La cosmovisión poética de “Hontanar” (Écija, 27-9-1986).
El día 27 se septiembre de 1986 tuvo lugar la primera reunión de la
Tertulia Poética “Hontanar”en el Bar Talega; se decidió entonces que el
primer a modo de manifiesto-poético de Hontanar lo escribiera el
convocante Paco Fernández-Pro y esa misma noche lo escribió con el título
de "27 de septiembre, como un presagio". Posteriormente, en una
reunión celebrada el sábado siguiente en casa de Pepita -y como un a modo
de ejercicio-, se decidió que Pepita, Tomás, Curro y Manolo Díaz Baena,
escribieran un poema dedicado a Hontanar .
En 1988, en elsegundo aniversario de la Tertulia Poética "Hontanar",
Pepita Tomás firma el Manifiesto del Grupo Poético “Hontanar”, formado
entonces por seis poetas (Tomás Beviá, Pepita Tomás, Curro Torres, Paco
Fernández-Pro, Manuel Díaz Baena y Marcelino Fernández Piñón). La
atenta lectura de este texto nos mostrará las claves poéticas fundamentales
de Pepita Tomás en esta etapa literaria:
SELECCIONO
MANIFIESTO:
UN
PASAJE
DE
ESTE
IMPORTANTE
Somos un grupo heterogéneo, que une al fraternal lazo de la
amistad un desmedido amor a la poesía y una gran afinidad de
pensamiento, aunque nuestra poemática y forma de elaborar los versos sea
distinta, aunque siempre coincidimos en eludir, dentro de lo posible, el
plagio, el ritmo y el tópico…
Asimismo, la poesía de Pepita Tomás no es ajena al sencillismo,
primer movimiento que se planteó la ruptura con el modernismo. Frente a
la ornamentación modernista, el sencillismo se aproxima a un lenguaje
llano, sencillo, incluso coloquial. Las voces femeninas destacaron entre
los seguidores de esta tendencia; por ejemplo, la chilena Gabriela Mistral
(1889-1957), la argentina Alfonsina Storni (1892-1938) y la uruguaya
Juana de Ibarbourou (1895-1979).Como en Gabriela Mistral, en varios
poemas de Pepita ─aún inéditos─ se expresa la frustración amorosa y el
empleo de metros y formas tradicionales
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3.- El libro Amigos (Hermandad del Resucitado, 1992).
En el año 1992 Pepita Tomás, Hermana Honoraria de la Hermandad
del Resucitado, participa, en un nuevo intento de reordenar su obra poética,
con diez poemas,en la obra colectiva “Amigos”,dirigida por el pionero
profesor, Juan Palomo Ibáñez, ydedicada a la memoria de don Rafael María
Galán Maestre: “Opúsculo por un sacerdote ejemplar (A D. Rafael María
Galán)”; y una serie de poemas titulada“Mis versos”: “La chica del
bolso”, “Al buen capataz del Cristo de la Yedra”, “Remembranza”,
“Poema de mi adolescencia”,“Idilio de Écija y el sol” (donde expresó,en
verso rimado y de forma más íntima,la famosa leyenda prosificada por
Joaquín Noguera Rosado en su imprescindible libro Fantasía ecijana,
fuente a su vez de inspiración de otro poema de Pepita Tomás,La leyenda
de las torres (luego publicado en su poemario Desde las riberas del Genil,
1993: 13-14) y del soneto inédito aún “Écija y el sol” (Zumo de versos,
2012);“Mis versos” (en el que expresa su arte poética), “¡Cuántas cosas
quedaron en la orilla!”, “Infatigable voy por el camino”. Se puede afirmar,
sin temor a equivocarnos, que estos diez poemas publicados en el libro
Amigos constituyeel más importante precedente de la obra fundamental de
Pepita Tomás: Desde las riberas del Genil.
Con este poemario Pepita Tomás alcanza su madurez y plenitud
creadoras en su ANNUS MIRABILIS: 1993. Desde entonces, sobre todo,
su
obra literaria es una LLAMA POÉTICA DE VIDA QUE
TRASCIENDEy ella, Pepita Tomás, la DAMA BLANCA DE LA
POESÍA ECIJANA.
-TERCERA ETAPA (1993-2009). Llama poética
que trasciende: DAMA BLANCA DE LA POESÍA
ECIJANA.
(PROYECCIÓN DEL LIBRO ELECTRÓNICO). Hay escritores y
libros sin los cuales mucha gente no podría vivir: forman parte de la
Biblioteca sentimental de Écija: como todos los libros de cabecera, Desde
las riberas del Genil.Editado en 1993 por la Biblioteca Pública “Tomás
Beviá”. Delegación de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Écija, exhibe la
parte crucial y moral de lo que somos.
El principal poemario supervisado por Pepita Tomás lo constituye,
sin duda, el titulado Desde las riberas del Genil. De él se han realizado
hasta el momento dos ediciones que se agotaron en seguida, y hoy ya está
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disponible la tercera, impulsada por la SAFA, la Hermandad del
Resucitado de Écija y por la Asociación Cultural Ecijana “Poeta Manolo
Mora”.
Les ofrecemos hoy, en exclusiva, a las puertas del veinte aniversario
de su publicación, la versión electrónica del poemario de Pepita Tomás,
Desde las riberas del Genil,maquetado y digitalizado por tres profesores:
Antonio García Visglerio, Mª Pilar Sánchez Serrano y Ceferino Aguilera
Ochoa. Gracias a la generosidad de los herederos de Pepita Tomás pueden
descargárselo gratis desde esta dirección de la Biblioteca Digital SAFA:
http://ecija.safa.edu/
Según consta en el libro de actas de La Biblioteca Pública Municipal
“Tomás Beviá” (que fue entonces la gran valedora, con la ilustrísima
señora doña María Andújar a la cabeza, del homenaje a Pepita y la gran
impulsora de esta publicación en Écija), la presentación de este magnífico
poemario tuvo lugar el día 23 de abril, Día del Libro, de 1993, a las ocho y
media de la tarde. Pepita Tomás dedicóel libro “A la memoria de mi marido
y amis hijos: Paco, Eduardo, Loli, Mamen, Juanma, Mª José y Tony”.
Asimismo, lleva un certero prólogo de Don Tomás Beviá y en su portada,
elegido entonces por Pepita Tomás, el cuadro de Marcelino Fernández
Piñón, “Desde las riberas del Genil”. Asimismo, en las dos solapas del libro
se sintetiza el hasta entonces perfil biobibliográfico de Pepita Tomás.
La estructura de este poemario la diseñó la propia autora, que en 1993
supuso una verdadera antología de su obra escrita hasta la fecha y una
auténtica declaración de intenciones de los cimientos de su poética. Desde
las riberas del Genil aparece temáticamente organizado en tres partes con
un total de 38 poemas, varios de ellos dados a conocer por la autora con
antelación:
POEMAS ECIJANOS (10 poemas)
POEMAS ÍNTIMOS (17 poemas).
SONETOS VARIOS (11 poemas).
En la actualidad, la poesía de Pepita Tomás es una llama que
trasciende: ya en 2008, un año antes de morir la escritora, los jóvenes
estudiantes que participaron en el duodécimo Recital Poético SAFA
eligieron nueve poemas de Pepita Tomás, más que de ningún otro escritor
ecijano de entonces: su palabra poética llega a la juventud. Su poesía está
presente también, con ocho poemas, en el memorable antología
compartida, Hexaedro. Poemas ilustrados, editado entonces, en el año
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2009, por Real Academia De Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras “Luis
Vélez de Guevara”: “La rosa marchita”(24-1-1996), “A un pino solitario”
(3-10-1997), “La dársena”, “Luz sonora. A la pintura de Concha Ortega”,
“A un pacífico”, “A una rosa”, “Alberca”, ”A un camino”.
Dos años después de la muerte de Pepita Tomás,
un joven y emergente artista musical, Fernando
Sanjuán, organizador del espectáculo homenaje del
flamenco a la poesía ecijana, "Donde viven las
palabras", musica el poema Mis manos, de Pepita Tomás. Escuchamos
también un fragmento memorable que nos ha facilitado el propio Fernando
Sanjuán:
(PROYECCIÓN)
Este mismo año el cantautor, Luis Losada, música el poema La reja
para el Homenaje a Pepita Tomás, Amigos en la memoria (en prensa),
coordinado por la Hermandad del Resucitado.
También en el año 2011 el Ateneo de Córdoba organiza el
homenaje dedicado a Ilma. Sra. Dña. Pepita Tomás, In memoriam,el
miércoles, 14 de diciembre de 2011, a las 21 horas, en Bodegas Campos.
Desde el Romanticismo y, sobre todo, desde los movimientos
vanguardistas de principios del siglo XX, poetas y pintores se han influido
mutuamente. Pepita Tomás, poeta pintora y Conchita Ortega, pintora poeta,
“escritora romántica de un lirismo directo”; poemas en cerámica y
pinturasinteractúan, recíprocos. Ambasexpusieron como aliadas hasta
crear una obra inesperada y fascinante que permitió visionar la palabra
poética y el color.
Y no solo la pintura─ de hecho el ilustrísimo señor don José Luis
Jiménez Sánchez-Malo, recientemente, hizo una memorable acuarela del
balcón acristalado de la casa de Pepita para nuestro libro Amigos en la
memoria ( cfr. la foto agua del cuadernillo─ y la música se han acercado a
la poesía de Pepita Tomás, también el cine se inspiró en los tres poemas de
Pepita dedicados al Idilio de Écija con el sol de la mano del Manuel
Duvisón Farfán, y que tan bien supo plasmar en el documental“Écija, la
leyenda” en el año 2005.
11
Por último, quiero aludir brevemente al poemario inéditoZumo de
versos(póstumo, en prensa).Cuando Pepita Tomás murió (1 de junio de
2009), dejó, entre sus papeles, varios libros inéditos, que el paso del tiempo
ha convertido en míticos. El último que escribió fue el titulado Zumo de
versos, celosamente guardado por sus hijos, y que el paso del tiempo ha
convertido en mítico. La obra, temáticamente ordenada, consta de cuatro
secciones: familiares, lúdicas, lugareñas y románticas.
El libro tiene mucho de “diario íntimo”. Sus cuatro secciones están
relacionadas con cuatro momentos, aspectos y lugares del último período
de la vida de Pepita Tomás.
2. Motivos temáticos recurrentes:
A continuación, antes de terminar, nos gustaría mostrarles, por medio
de la voz y en ocasiones también del rostro y de la figura de Pepita Tomás
en vivo, los principales motivos temáticos recurrentes de su obra poética.
Pepita Tomás trata los temas universales de la poesía: el amor, la
plenitud, la muerte, la soledad, la ausencia, el juego intrascendente… E
incluye también la preocupación social (“Al chico de la jeringuilla”).
1.- Arte poética.Pepita Tomás es una poeta completa, en el sentido
de que atiende no solo a la realización material de sus versos, sino también
a esa preocupación interior que ronda a todo auténtico creador: una
actitud reflexiva sobre la creación literaria.Un texto de carácter
metapoético es el tituladoMIS VERSOS donde puede apreciarse el
proceso creativo de Pepita Tomás:
MIS VERSOS
Yo puse en mis versos locos
todos mis cinco sentidos
y en su música he vertido
mis vivencias, poco a poco.
Mis versos (Amigos,1992:31).
12
2.- Pasión amorosa.En el tema amoroso destaca la visión
apasionada en la que Pepita concibe el amor como un arte que exige
imaginación y una visión regeneradora de lo cotidiano (La reja).
Pepita Tomás nos dijo que cuando terminó sus estudios, o casi a punto de
terminarlos, se enamoró, también esta etapa de su vida fue muy bonita. En
aquella época era costumbre trenzar palabras de amor tras una reja.Esta
poesía la compuso Pepita Tomás cuando reedificaron su casa de Écija. El
poema está dedicado a su marido, Juan Eugenio,y nos da buena cuenta de
su estado de ánimo.Glosa de la autora: Esta era una casa de dos plantas y,
cuando yo me puse en relaciones con mi marido, se llevaba eso de hablar en una
reja hasta que él ya venía y pedía tu mano. Y había una reja a la derecha de la
puerta de abajo, que daba al patio, un patio muy bonito, de azulejos sevillanos,
lleno de macetas, y allí hablamos mientras estuvimos de novios, hasta que él “pidió
la puerta” y ya entraba en casa y nos casamos estando aquí.
(AUDICIÓN)
Tus manos, morenas, fuertes,
aferradas a la verja,
acariciaban las mías
como palomas inciertas;
y en los hierros, ¡cuántos besos,
ilusiones y promesas…!
La reja (Desde las riberas del Genil,1993:42).
3.- Pasión sacral.El carácter sacral de la poesía de Pepita
Tom´s conlleva un deseo de exaltar la vida y de reivindicar sus
impulsos. En alguna de las composiciones de Pepita Tomás la
autora roza la mística. Los poemas de temática religiosa siempre le
interesaron por la descarga que suponía para su alma grande verter en ellos
sus desilusiones y contrariedades, contando en cambio con la recompensa
que supone encontrar la fe y la esperanza:
(AUDICIÓN)
¡Qué hermosa noche de Abril!
Madero y yedra fundidos
ante un pueblo dolorido.
Lejos… llorando el Genil
Pregón de Semana Santa(1985).
4.- Pasión de la tierra.No había nacido en Écija, pero la quería tanto
o más que cualquier otro que se jacte de serlo: “Yo quiero mucho a este
pueblo tan simpático y del que me considero parte y estoy encantada” ( de
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ser nombrada “Hija Adoptiva”. A este pueblo de Écija, a esta maravillosa
y espléndida ciudad en la que no tuvo la suerte de nacer, nos expresa la
propia Pepita Tomás, pero sí de crecer, madurar y soñar, amar y sufrir. A
esta ciudad que le ha inoculado todo lo bueno y noble que ella haya podido
expresar en mis versos.
(AUDICIÓN)
Y es que donde haya un cante
una guitarra y un hombre,
hay la pena que se esconde
por el camino adelante;
mientras con el vino aguante
y se llene de poesía
en la infinita armonía
del Cielo, el campo o el río,
será eterno el señorío
y el alma de Andalucía.
La voz de Andalucía (Desde las riberas del Genil,
1993:12).
5.- Familia.Pepita decía que para ella lo más grande era el culto a la
familia y a la amistad.
Vosotros que sois tierra de la mía,
haréis que florezca duradera,
en una eternidad de cada día.
A mis hijos (Desde las riberas del Genil, 1993:58).
(AUDICIÓN POSTERIOR)
6.- Amistad.Pepita tuvo múltiples y grandes amistades y ella
misma nos dice que le dedicó un recuerdo a los que un día
estuvieron muy ligados a mí, los animales. Más concretamente a
Tina, un perro que le dio toda su fidelidad y todo su amor:Glosa de
Pepita: A los pocos días de llegar a Écija, cuando yo tenía cinco años, me
puse mala con fiebre y llamaron a don Manuel Romero y resultó, por esas
cosas de la vida, que la familia Romero estaba algo emparentada con
nosotros. Ahí empezó la amistad que nos convirtió prácticamente en
familia.
(AUDICIÓN)
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¡Llorad! torres ecijanas
con ese llanto tan vuestro,
voz de metal lastimera
y pena de bronce añejo.
¡Llorad! Que murió Manuel,
¡ay!, dolor Manuel Romero.
In memoriam (Desde las riberas del Genil,
1993:24).
7.- Plenitud.El tema de la plenitud lo expresa Pepita Tomás en
“Tiene mi pueblo una ermita”, en donde llevada por el asombro que le
produce la armonía del entorno exclama su admiración por la bella Ermita
del Valle. Glosa de Pepita Tomás: Para mí la ermita tiene mucho significado, quizá
por el sitio donde está situada, en la campiña, que se veían los campos y los recuerdos
que traen de los seres queridos, bien para ir al cementerio y, sobre todo, por estar tan
recoleta, por no sentir nada más que el espacio a su alrededor, la arboleda, los
sembrados... y yo he sido en ese aspecto un poco romántica y me encantaba, yo iba por
allí y disfrutaba y lo exponía con lo poco o mucho que sabía.
(AUDICIÓN)
Tiene mi pueblo una Ermita
como una blanca paloma:
entre la verde arboleda
la besa el sol cuando asoma
y admirándola se queda
desde la cercana loma.
Tiene mi pueblo una ermita (Desde las riberas del Genil,
1993:23).
8.- Ausencia.
No soy nada, sin ti y tú te has ido,
cansada estoy de andar y de buscarte.
Mi voz murió sin voz, porque al llamarte
el mismo corazón casó en latido.
Soneto de la ausencia (Desde las riberas del Genil, 1993:65).
9.- La muerte.El tema de la muerte en la poesía de Pepita Tomás
se concibe con ejemplar actitud cristiana y aparece, recurrente, como en
Juan Ramón Jiménez y en Lorca, como si fuera un presagio de su propio
destino. En su elegía “In memoriam” nos sitúa en la perspectiva de la
muerte y nos expresa el dolor por el amigo muerto, pero en ella Pepita
Tomás también reflexiona sobre la muerte misma. Este tema se haría
especialmente presente, como clave hermenéutica de su obra, a partir del
12 de marzo de 1987, día en que tiene lugar el fallecimiento de su marido,
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Juan Eugenio Muñoz Jiménez .Múltiples poemas entonces expresan el
dolor de la pérdida del amado: “Meditaciones sobre la enferma del
hospital”; “Sentimientos”; “Noche sin ti”.
Así aparece en el poema titulado “Memorando” pueden ustedes
localizarlo en la página 8 del cuadernillo que les hemos repartido), donde
adquiere voz propia el poema “El viaje definitivo”, de JRJ.:
(AUDICIÓN)
Y siento que este mundo
de quimera,
que solo por la noche
es algo mío,
vivirá eternamente
aunque yo muera,
entre las plantas del salón
y mi sillón vacío
Memorando (Desde las riberas del Genil,
1993:33).
10.- Humor.Pepita Tomás afirmóque, en su osadía, había atacado
todos los géneros poéticos, con mejor o peor fortuna, y que los poemas que
ella denominabajocosos, a la manera anacreóntica, harían pasar al lector un
buen rato:
Había una vez, un callo chiquito
pero matón. (He dicho callo, no
gallo, entiendan la confusión).
Zumo de versos(2012)
11.- Preocupación social.Contra el aborto (“Sentencia”), contra la
droga: “El chico de la jeringuilla”:
Querías libertad, ¡y la tenías
para inventar un mundo ya inventado!
Hacer todo con paso apresurado
bebiéndote los sorbos de tus días.
Al chico de la jeringuilla (Desde las riberas del Genil,
1993:60).
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12.- Autorretrato.Ella ha preferido que hablen de sí misma sus
propios versos:como ya hemos dicho, la inclinación por los versos le viene
a Pepita Tomás desde su infancia, donde solía declamarlos a solas delante
de un espejo. Otra clave poética de Pepita Tomás la constituyen sus
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diversos autorretratos. Estos no solo reflejan su personalidad creadora,
sino también convierten su YO LÍRICO en un personaje poemático que se
dirige a personas (a la madre, al marido, a los hijos, a los nietos), meses,
días (Viernes de Dolores), pensamientos y objetos (la reja) que aparecen y
desaparecen a la vez, que son presencia y ausencia al mismo tiempo, que
son ─como todo─ desvelamiento y ocultación. Pepita se fue convirtiendo
en una poeta que puede expresar a través de sí misma el sentimiento de
todos los hombres.
Yo me miro en el espejo
que nos refleja a los dos,
y siento pena y dolor
porque somos ya dos viejos.
Un lamentable bosquejo
de aquella imagen de ayer:
tú la gloria y el poder,
yo el amor y la poesía.
La imagen del espejo(Desde las riberas del Genil,
1993:37).
Mientras tuvo memoria siempre llegó a escribir. Nos llama
especialmente la atención su poética del espejo, del AUTORRETRATO
como reflejo de su personalidad creadora. Pepita expresó de múltiples
formas, en diversos momentos (cuando cocinaba, mientras estaba en la
cocina y se preparaban los pucheros─la poesía y Dios está entre los
pucheros─ Pepita siempre tenía una libretilla por si el momento se
presentaba y hacer lo que la imaginación le está pidiendo en aquel
momento: así compuso “Sueño de un retrato fugaz”) y en distintas
situaciones expresó quién era ella. Incluso en el cuarto de baño llegó a
componer sus rimas y sus versos mientras su marido dormía. Escribir y
llorar, lloro cuando escribo, a golpes de corazón…
(proyección de vídeo: QUIÉN SOY YO).
3. Poética del espejo: Galería de
autorretratos
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Para terminar, destacaré la poética del espejo: la múltiple y diversa
galería de autorretratos que llegó a componer Pepita Tomas en toda su obra
literaria. Una buena muestra de ello pueden encontrarla en las páginas 9,10,
11 y12 del cuadernillo.
La imagen del espejo acuático es utilizada por Pepita Tomás como
metáfora de sus múltiples autorretratos dispersos en múltiples poemas
como una imagen constante y como imagen del viaje. El espejo viene a ser
también el reflejo del paso del tiempo. El reflejo acuático de su poesía se
embarca Desde las orillas del Genil por ese gran río que hermana a Écija
con Puente Genil, cuna de Pepita Tomás, quien se ve reflejada en sus aguas
e impulsada a profundizar en el espíritu propio. Aparece así también la
poética del viaje, de ida y de vuelta, como forma de encuentro con la
propia subjetividad, único puerto de llegada, y que hace de su poesía una
aventura moral. Se trata del viaje a uno mismo. El tema del viaje como
recuerdo, como regreso a la infancia, también como teatralización personal,
para encontrarse a sí misma está presente en su poesía. Pepita hace de su
figura un personaje poemático; en sus versos asistimos a una escenificación
de sus autorretratos y participamos de ellos, pues vemos a Pepita
autocomunicarse y, a través de ella, nos reflejamos nosotros mismos. La
ciudad de Écija se constituye también en geografía para el viaje: sus
poemas ecijanos son un claro ejemplo de lo que decimos.
Pepita Tomás hizo de su vida un poema en el que supo exprimir
sus vivencias en una galería de autorretratos dispersos por toda su
obra literaria.Prefirió siempre la poesía a la prosa. Sus poemas tienen
siempre un par de versos inolvidables, que te dan que pensar. Entran por el
ojo, van directos al cerebro y ahí se quedan.Como ella misma escribió, lo
mejor de ella como poeta “era quizás esta intimidad musical de mis versos,
en los que he puesto siempre mi corazón y mis sentidos” (Pregón de
Semana Santa. Écija, 1985).Para Pepita Tomás la poesía es un
encuentro:Ella viene a mí, yo la tomo de la mano y la hago música en mis
versos (Discurso de investidura como académica, 1984).
Los grandes poetas tienen siempre numerosos críticos literarios. De
entre los críticos literarios que, a lo largo de más de veinte años, han ido
estudiando la poesía de Pepita Tomás quisiera recordar a los siguientes:
Tomás Beviá, María Andújar, Pedro Abaurre, Manuel Gahete, Vicente
Durán, Juan Palomo, Marcelino Fernández Piñón, Francisco Martínez
Calle, José Manuel González Núñez, Odón Betanzos, Marina Martín
Ojeda, y su propio hijo, Juan María Muñoz Tomás.
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Hay poetas cuya expresión se concentra en un género y su tono,
con ligeras variantes, suele ser siempre fiel a sí mismo. Pepita Tomás
articula su voz oracular, voz clara , emocionante y eterna en un sistema
de dicción, moderno y clásico, a la vez que, en una nueva forma de canto
RESIGNIFICA EL SENTIDO PERDIDO DE LAS COSAS (una reja,
una torre, una ermita, un perro). Pepita centra su atención en los
minúsculos detalles y en los matices más humildes de la vida, extrayendo
de ellos un significado que nos comunica y nos hace compartir.
Con frecuencia, Pepita Tomás intenta congelar esos momentos
recordados que tuvieron lugar en algún sitio (la reja), y que gravitan aún,
claros y nítidos, en su memoria. Después tiene el talento de verterlos en la
clásica ánfora de sus versos. Nos llama la atención su singularísimo modo
de recordar que focaliza el pulso de lo cotidiano (cfr. el poema
Memorando), el caos diario, y nos lo hace ver a través de una lente de
ámbar, pues sabe que “bajo el lenguaje / calla otro lenguaje”.
La sencillez de su palabra poética y la humildad con que está dicha
no debe ocultarnos dos claves fundamentales de su poética: la complejidad
de lo inmediato y el aura religiosa, el carácter sacral, con que su palabra
da trascendencia a lo inmanente.Llena de ilusiones, Pepita acepta poniendo
“al servicio de la Señora unos versos sencillos, salidos del corazón” (X
Aniversario de María Santísima de la Alegría, 1998:6). Aúna desparpajo y
profundidad. Su palabra poética eleva, ente el pregón y la exaltación, con
su gracia y salero, supo elevar los corazones del auditorio al viento, con su
agudeza creadora y arte de ingenio, con su mirada creyente y afirmativa.
Asimismo, puede apreciarse en la poesía de Pepita Tomás su
concepto del poema como ritmo propio del corazón, lo que dota a sus
textos de una emoción única, que la obliga a prescindir de las
interpunciones (cfr. su preocupación por comas y acentos) y a optar por una
disposición formal en la que el poema es un todo que solo puede ser dicho
de una vez (ejemplos).Conviene llamar la atención sobre una clave
estilística de la poética de Pepita Tomás: se trata del desajuste que se
produce con frecuencia en sus versos entre una pausa métrica, o
poética, y una pausa gramatical: siempre vence la pausa métrica
motivada por la dicción oral del poema sobre la pausa funcional, sintáctica,
ortodoxa: la poesía de Pepita Tomás tiene una enorme fuerza oral, fue
compuesta para ser escuchada y no solo leída.
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La imagen del reflejo marino siempre estápresente en su obra
literaria: así, por ejemplo, “Al buen capataz del Cristo de la
Yedra”(Amigos, 1992: 26):
“Una voz, que viene de lejos
entre abalorios de nubes
en un coro de querubes
que propagan los reflejos
de río y luna en espejos…”
Bécquer, Teresa de Jesús, Lorca y Machado, Gabriel y Galán fueron,
entre otros, sus poetas predilectos.
Ahora bien, nos dice Pepita Tomás, en honor a la verdad nunca he
querido ni pretendido imitar a nadie. He deseado ser fiel a mí misma y
estos poemas son mis sueños, la conjunción de mis sueños más íntimos, los
anhelos más vehementes de una manera de ser un poco introvertida y que
siempre ha buscado la exquisitez y la elevación.
No creáis que es presunción todo lo que os cuento, aquí estoy
desnudando mi alma de todo lo que hasta ahora era un capítulo de mi
intimidad. A mi favor solo tengo que nunca he escrito por afán de lucro ni
por llegar a la fama. Solo lo he hecho como solaz de mi espíritu, que no
se rinde a la mediocridad y siempre busca algo por lo que sobrevivir
(Discurso de investidura como académica, 1984).
Creó un lenguaje propio, único y así expresó de forma más íntima,
por ejemplo, la leyenda del Idilio deÉcija y el sol (Amigos, 1992: 30), La
leyenda de las torres (Desde las riberas del Genil, 1993: 13-14) y el soneto
inédito aún “Écija y el sol” (Zumo de versos); su poesía tiene la capacidad
de síntesis y es capaz de atrapar un trozo de realidad intensa como La
reja (Discurso de ingreso en la Real Academia, 1984) y sacarlo fuera del
tiempo. Su poesía tiene exaltación e intensidad. Sus poemas románticos
no te cuentan un sentimiento amoroso, te lo dan: sus poemas los habita el
lector.
Para Pepita, junto al romance, el soneto italiano (no el inglés, con
diferente estructura métrica), al que ella llama“el aristócrata de la lírica,
por su forma y contenido”, es una de sus composiciones estróficas
predilectas:
El soneto trae a mi mente uno de los momentos más culminantes de la lírica universal,
hacia el siglo XIII, cuando al aparecer en Italia, el DolceStil Novo, Petrarca lo introduce en el
mundo poético. Tanto Petrarca como Dante Alighieri, pioneros en su género, idealizan a la
mujer, a la naturaleza y sus sentimientos en un tono elevado casi a la mística, por su elegancia
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y expresión. Ambos fueron imitados posteriormente, sobre todo en el Renacimiento. Y
precisamente es en el Renacimiento cuando la poesía lírica llega en nuestro país a su máximo
esplendor al introducir Garcilaso de la Vega la métrica y el estilo como normas compositivas
(Discurso de investidura como académica numeraria, 1984).
Con su obra literaria demuestra que el rigor expresivo, el
experimentalismo verbal y la ambición poética no son incompatibles con la
claridad, el compromiso ético y el tono conversacional. Sus elegantes
poemas tienen un carácter intimista, de arrolladora ternura y rima en la
ortodoxia más exigente (Marina Martín Ojeda, 2007: 192-93).
4.- CONCLUSIÓN.
Pepita Tomás tiene una manera poética de habitar el mundo y de
entender la vida: sembró una memorialietraria que en el aire de Écija
distribuye ahora recuerdo y justicia.Una poeta es más de su tiempo que de
su país. Es ella la que reclama su espacio en la Literatura, y la que lega su
obra para latir, para sentir, para vivir en los lectores.
La voz poética de Pepita Tomás entra por la puerta grande de la
literatura ecijana: una voz femenina rotunda y esencial de nuestra más
querida lírica culta y popular astigitana.Los poetas se encuentran en el aire
y en los años. Y en estos días se cumplen tres años de la muerte y
resurrección de Pepita Tomás.
Desde este acto proponemos una serie de acciones poéticas
urbanas que unirían diferentes espacios culturales de la ciudad siguiendo
una ruta literaria ecijana que ponga en valor el patrimonio poético ecijano,
que incluya, entre otras, la casa de Pepita Tomás, en la que se coloque
además una placa con el poema “La Reja”. Como testimonio de cómo los
versos de Pepita trascienden en el tiempo, termino mi intervención con este
corto de vídeo sobre el poema “La reja”, en el que pasado y presente se
funden y se confunden abiertos al futuro.
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