po por su legítima indicación, se han retardado los pro

Anuncio
)
po por su legítima indicación, se han retardado los progresos en este ramo de nuestra práctica. Consiste, pues,
aquella importantísima idea en combatir directamente un
v e n e n o de tal carácter m a l i g n o , que ha de terminar indefectiblemente en buena ó mala supuración,
y en este último caso puede sobrevenir la gangrena.
Constándonos, pues, por una dilatada esperiencia el poderoso y benéfico influjo, que tiene la Quina para mejorar y mantener en buen estado las supuraciones, por
mas loables que sean, corregir las m a l a s , y precaver
las gangrenas, sería abandonar desde su debido tiempo
Ja indicación principal, esponiendo nuestros enfermos
á los terribles síntomas, que suelen acompañar á la calentura secundaria. Y a todos convienen en que hemos
de recurrir al uso de la Quina cuando aparecen esos
síntomas. ¿ Y nó serán ellos un producto necesario del
v e n e n o varioloso en cuerpos mal dispuestos por un m i llón de circunstancias posibles, á convertir en malignas
las viruelas, que á los principios se creian ser las mas
benignas? ¿Pues por qué no cuidamos de precaverlos
en tiempo por un remedio, que administrado desde el
principio como antídoto de este v e n e n o , llena cumplidamente la principal indicación de mantener en buen
estado las materias?
T o d o el conato de la naturaleza por sí, ó ayudada
del médico en la calentura secundaria, se dirige principalmente á cocer y convertir en materias de la mejor condición el veneno varioloso, que arrojó,, separándolo de la masa de la s a n g r e , en aquella multitud de
granos acia la superficie del cuerpo. Si así comienza á
egecutarlo ella en cuerpos bien dispuestos, queda todav í a "el recelo de que pueda trastornarse esta saludable
operación por causas las mas ligeras , ú- otras que no
están sugetas al conocimiento del médico. 'En tales casos, demasiado frecuentes, se pervierte toda la masa de
la s a n g r e , parte por el humor varioloso que no pudo
Descargar