2 introducción

Anuncio
ÍNDICE
ABSTRACT …………………………………………………………………………………..2
INTRODUCCIÓN ………………………………………………………………………….…3
(I) LA NUEVE: texto original en español ……………………………………………………5
(II) LA NOVE: texto traducido al italiano …………………………………………….……53
(III) ANÁLISIS DE LA TRADUCCIÓN ……………………………………………….….95
1. ASPECTOS DE LA TRADUCCIÓN ……………………………………………………95
1.1 Los culturemas en la traducción ………………………………………………………...95
1.1.2 Pandilla ………………………………………………………………………………98
1.1.3 Pacha de seco ………………………………………………………….……………..99
1.1.4 Guayabera…………………………………………………………………………...100
1.1.5 Términos de los bailes folclóricos ……………………………………………….…101
1.1.6 Chances ………………………………………………………………………….….103
1.1.6 Diablo Rojo y el Pavo ……………………………………………………………....103
2. LOS MARCADORES …………………………………………………………………...105
2.1 Bueno ………………………………………………………………………………....105
2.2 Pues ………………………………………………………………………………..….107
2.3 Hombre ………………………………………………………………………….……108
3. EL ESPAÑOL COLOQUIAL ………………………………………………….……….109
3.1 Anglicismos …………………………………………………………………….……112
3.2 Español de Panamá ………………………………………………….……………….112
3.3 Vocativos ……………………………………………………………………….……115
CONCLUSIONES …………………………………………………………………….…….118
GLOSARIO TRILINGÜE …………………………………………………………….…...119
BIBLIOGRAFĺA ……………………………………………………………………….……123
ARTĺCULOS …………………………………………………………………………..…….125
DICCIONARIOS ……………………………………………………………………..……..125
SITOGRAFĺA ………………………………………………………………………..………126
1
ABSTRACT
The novel “La Nueve” is a proper photography of pandillas, little groups of boys that experiment
criminality in everyday life.
The text is rich of dialectal words and phonetic transposition representing the complexity and
maybe the limit of translation.
In this analysis I focused the attention on cultural and phonetics aspects, which are difficult
elements to be translating without loss of identity hints from the source language.
According to my objective, the main importance was given to the author style in order to reproduce
informal and colloquial language but trying to maintain fluency and spontaneity in Italian language.
2
INTRODUCCIÓN
Encontrar un texto para empezar este trabajo de análisis traductológico ha sido muy difícil,
primeramente por la vastísimas posibilidades ofrecida por la amplia producción de textos o escritos
en la lengua española, entre los cuales como estudiante de ITES podía escoger cualquiera. La forma
más conveniente y aconsejada por parte de los profesores de la Universidad ha sido escoger según
los intereses y las pasiones personales. De allì empezó una larga búsqueda tocando varios temas, y
que me llevó a un tema social juvenil.
Pero fue mi experiencia laboral a orientarme hacia el español de Panamá dado que desde hace unos
años estoy trabajando en el Consulado de Panamá en Venecia y gracias a esta útil experiencia he
tenido la ventaja de conocer y escuchar un español diferente desde el punto de vista léxical y
fonético con respecto a la lengua estudiadas en las clases de la Universidad.
La curiosidad por este país, por su cultura y por su habla han ido creciendo y por fin tropezé en un
listado de algunos autores panameño,entre los cuales Andrés Villa me llamó la atención por haber
tratado un argumento complejo y actual: la violencia juvenil en los barrios latinoamericanos a través
de la historia de una pandilla en Panamá.
Este tema me pareció interesante porque también en los mismos periódicos italianos habían
aparecido artículos que relataban los crímenes de estos grupos de jóvenes que se unen por tener en
común usos, costumbres y un estilo de vida caracterizado por crímenes crueles, actos delictivos,
robos, y tráfico de drogas.
El autor da realce al habla coloquial de Panamá, a su nivel oral y fonético: en los diálogos recurre a
la técnica del alargamiento silábico, al léxico argótico y vulgar propio de los pandilleros y hasta
transcripciones gráficas de los sonidos y de la pronuncia. No obstante se pueda considerar como una
novela, al lector le parece ver un documental sobre estos grupos de jóvenes y escuchar sus
conversaciones debido a la importancia de la oralidad de este texto.
Esta novela breve consta de treinta y tres capítulos que resultan inconexos y que producen la
sensación de las vidas vacías, interrumpidas, y crueles de los muchachos de las pandillas de
Latinoamérica, relatando brevemente algunos acontecimientos de las vidas de los protagonistas.
En esta tesis opté por una traducción que en lengua italiana pudiese reproducir el mismo efecto que
puede tener el lector hispanófono y además por analizar los aspectos traductológicos que me
3
parecieron más interesantes a la hora de traducir: los culturemas, los marcadores y el español
coloquial.
En este trabajo quise subrayar la gran riqueza cultural y lingüística a través del uso de los
culturemas,analizándolos singularmente cada vez que no fue posible respetar el criterio de
equivalencia en la lengua de llegada.
Asimismo, siguiendo como objetivo el criterio de correspondencia y equivalencia, para intentar
decir casi la misma cosa1, centré mi enfoque en la reproducción del mismo efecto coloquial y
callejero, respetando el tono informal y prestando mucha atención a los marcadores de los diálogos.
De igual manera la riqueza léxica de los marcadores, y de los aspectos extralingüísticos han
representado para mi el desafío más relevante para la traducción italiana dado que toda lengua tiene
un concepto del mundo diferente2 y en este caso he tenido que buscar soluciones para los referentes
de equivalencia entre dos lenguas y dos culturas muy lejanas y producir cierta naturalidad en la
lengua de llegada.
Los instrumentos más importantes para este breve análisis han sido Internet y los Diccionarios.
La red, a pesar de no aportar siempre una tipología de información institucional y oficial, puede
ayudar a los traductores a examinar diferentes propuestas para encontrar la solución que más se
acerca, incluso con las imágenes.
Por lo que concierne a los diccionarios, he utilizados tanto los bilingüe como los monolingüe,
especialmente el Diccionario on-line de la Real Academia Española y la Enciclopedia Treccani online, los cuales han sido fundamentales para una búsqueda de los significados intrínsecos y
particular del léxico. Otros diccionarios, artículos y manuales de traducción empleados para
redactar el siguiente comentario, fueron encontrados en las bibliotecas universitarias de Ca’ Foscari.
El libro que resultó más útil para la traducción de la novela ha sido elManual de Traducción de
Peter Newmark, el cual suministra elementos teóricos para obtener un resultado equivalente y
redactado a conciencia.
Por fin he podido aprovechar de la posibilidad de solicitar consejos sobre los significados y los
matices culturales a nativos panameños que me ayudar aclarar algunas dudas del habla coloquial.
1
2
Cfr. ECO, U. (2007): Dire quasi la stessa cosa, Milano, Studi Bompiani, p. 10.
Cfr. Ibíd. P. 39.
4
(I) LA NUEVE: texto original en español
De Andrés Villa
A las mujeres de la casa:
Ecala, La Negra, Mayi,
Merce, Chefi, Anita.
Gracias a Fiesta Casinos por su apoyo.
5
I
Tenía la nueve en la mano. Sus ojos se iluminaron con el mismo fulgor de sus años infantiles,
cuando vio los juguetes de sus vecinos. Negra, descascarillada, pesada, herrumbrosa, para él,
una belleza. Eran raros pensamientos los que pasaban por su mente. No supo por qué, pero
aquel objeto lo sentía femenino. Las formas de la pistola 9 milímetros le hicieron recordar la
sensualidad de la cintura y las caderas de las chicas del barrio, cuando pasaban por la esquina de
su calle. Acarició lentamente la empuñadura y trató de meter los dedos y palpar el gatillo, pero
las gratas sensaciones
se esfumaron abruptamente, cuando Dumbo se la arrebató.
-¡Ya ta bueno, _ya la viste! ¡Querías tocarla, ya lo hiciste!- le regaló una mirada fiera, de
aquellas a la
que lo tenía acostumbrado desde que comenzaron a ser partes de la pandilla y a realizar juntos
pequeños delitos
Conocía a Dumbo desde siempre. Sus familias eran vecinas del mismo viejo caserón de madera,
de aquel barrio que cada vez lucía peor. Nunca pensó que su amiguito de infancia se
transformaría de esa manera. Una cosa era matar gatos a palazos o soltarles cohetes a perros
sarnosos, pero después vino lo de arrancar carteras a viejas señoras. Y lo más grave, asaltar a
las billeteras con pistolas de juguete.
Dumbo ejercía sobre él una rara fascinación. Lo admiraba por sus habilidades en el fútbol,
o porque nadaba más rápido en la piscina. Se decía que pensaba rápido y bien. Siempre llevó la
voz cantante en el grupo. El decidía a dónde y cuándo ir.
Dumbo era moreno, alto y espigado, pero todavía tenía apariencia dejovenzuelo. Su pelo no era
lacio del todo y lo 1ucía al rape como Ronaldo el jugador brasileño. Todo le salía bien á
Dumbo.
Él había tenido que seguir sus pasos y adecuar sus maneras a la nueva situación, para no quedarse
atrás. Siempre había sido así desde pelaítos.
6
La noche anterior Dumbo había disparado contra la gente de la calle arriba. Un grupo de mozalbetes
como ellos, a quienes también conocían desde siempre. Ahora él también
debía asumir
la
responsabilidad del hecho pues todos lo identificaban como su amigo.
Dumbo guardó la pistola en la pretina de su pantalón y se movió hacia la luz. Dio la vuelta por el
pasillo ysigilosamente caminó hacia el balcón. Enseguida regresó y le dijo,
. -Vámonos, parece que too ta bien.
Cruzaron la vía y se perdieron por el callejón hacia la otra calle. Estos eran oscuros y sucios
espacios que separaban las casas del barrio. Caminaban por los bordes evitando pisar las partes
mojadas de la zanja del centro. Uno nunca sabía que era lo que por allí corría. Eso sí, el olor no
auguraba nada bueno. Así dejaron atrás la zona que juzgaban peligrosa.
Calitín era diferente a Dumbo. Su tez era más olivácea, su pelo era cholo, y lo luda a la moda,
rape a
los lados, dejándolo más poblado en 1a parte superior. Un corte doble tono como le decían. Sus
alargados Y_ orientales ojos eran la huella de algún marino de las Filipinas que pasó por
Panamá.
Seguían por la avenida. Siempre caminado junto a la pared y viendo con disimulo hacia todos
lados. Los juegos infantiles de antes les servían ahora para moverse rápidamente sin llamar la
atención.
-¿Adónde vamos?- preguntó.
- Tas ahuevao, sígueme. Vamos a conseguíte otra herramienta. Y además, Tabo nos va a da un
montón de gramos pa' que controlemos esta parte del barrio. ¿No quieres tené lo tuyo? ¿Quieres
seguir siendo un perrón? Es hora de tirarse al ruedo.
Llegaron hasta aquel edificio de mampostería de varios pisos, con el aspecto de deterioro que
los años y la falta de mantenimiento le regalaron. Entraron por el zaguán y se movieron por pasillos
que se repetían. Esa casa siempre les había parecido un laberinto. Enfilaro? hacia los pisos
superiores. De pronto, dos mozalbetes armados como ellos aparecieron de las sombras de uno de
los descansos de la escalera y los encañonaron.
Alto ahí, pa onde van. ¿Quiénes son ustedes?
Más atrás apareció otro tipo, un poco mayor quetodos, con un humeante cigarro en la mano.
7
-Cálmense, ellos son los bultos de la calle 35. Ellos tan bien.- dijo a los que guardaban la
escalera, sin dejar de fumar. Una sonrisa malévola, con algo de desprecio hacia los recién
llegados, se dibujó en sus labios. Enseguida miró autoritariamente a Dumbo y le dijo:-¿Traes
encima lo que te di?
Otra bocanada de humo llenó el corto espacio donde se agrupaban los cinco jóvenes.
Dumbo con mucho cuidado movió su suéter e insinuó el bulto que se notaba bajo su pantalón.
Miró al tipo un poco mayor que ellos con mucho respeto y algo de sumisión, se diría que con
algo de temor también. De la misma manera que había obligado a Calitín a tratarlo a él.
- Tranquilo, tranquilo, déjala ahí.-y volvió a darle una apasionada chupada al cigarrillo de
marihuana ...
- ¿Tábo, estos son los que van a mover la mercancía en ese wing? ¿Tas seguro que ellos
pueden con eso?
- Cálmate Fulo. Yo sé lo que hago. Allá ellos si no pueden. ¡Esa es una resposabilidáaa!
Tienen que pararse bonito. Los pelan los de allá, o los pelamos nosotros. Ya saben, ya yo se los
advertííii.
Al hablar, Tabo gesticulaba y los señalaba con los índices de ambas manos. Al mismo tiempo
hacía muecas agresivas con sus labios y sus ojos emojecidos por la droga, lanzaban terribles
augurios.
El Fulo· se apartó para ver mejor a los extraños. Luego se les acercó lentamente enseñándoles
el revólver con que les dio la bienvenida. Lo levantó y se los pasó amenazadoramente frente a
sus caras.
La presencia de ambos le repugnaba. Era algo en su espíritu, los veía como sus rivales y
enemigos. Sentía que él era mejor que ellos en todo sentido. Esos bríos que corren por las venas
de los muchachos, esas ansias de competir que hay en todo animal joven, en él, tenían algo
extremo.Pasó por su mente un sentimiento de que los podía exterminar si era necesario.Sin
ningún motivo·y sin arrepentimiento.
-
Mírenla bien... Ta azuquita, con gana de dale cuero a alguien. Jueguen vivo con lo que les
dijoTabo.Vengan completos.
Calitín no decía nada.Dumbo sonrió con una mezcla de temor y desafío.
-¡Uuuuuu cuál es la cizaña! Nosotros vamos al cuero. Tabo sonreía y fumaba.
BuenoFulo,deja a los pelaos.¡Vamoavé!¿Quieren estar en las grandes ligas?¡Van a tá!-y
mirando al compañero del Fulo le dijo – Dale una bolsa y ya sabes, tú y el Fulo tienen que
cobrar esa mercancía. Al hablar cortaban y alargaban las palabras según el momento y las
adornaban con una entonación que además era obedecida por el balanceo de sus cuerpos.
Dumbo se guardó el envoltorio lleno de sustancia blanca entre sus piernas. Acomodó la
pistola en su espalda y se despidió de sus mentores. Comenzaron a desandar la ruta previa,
pero antes de salir a la calle, miró a Calitín que lo seguía y le dijo-Mejor será que nos
separemos. Yo me la voy a rifá con esto. Si nos encontramos a la ronda de tongos, juntos
damos más sospechas.
8
Si eso pasaba los detendrían y de seguro les pedirían la cédula. Cómo si esos policías no
supieran que eran menores de edad. Y si los registraban, estaban listos.
-Eso sí-agregó Anda delante. Nos vemos en la casa de Dorita. Y se separaron.
II
El hombre caminaba lentamente por la calle. Se tocaba los bolsillos traseros del pantalón,
asegurándose de que allí seguía la pacha de seco que comenzó a tomarse en el parque con
otros alcoholítos que lo habían ayudado a comprarla. En un descuido se escabulló y enrumbó
hacia su casa, varias cuadras más abajo. Allá terminaría de tomársela solo.En la esquina próxima,
bajo la luz del farol vio agrupados a los mozalbetes. Allí estaban como todas las noches.
Eran los de la calle de arriba. Se animó a pasar entre ellos, no le importaban las 'burlas de esos
"culicagaos". Aunque cada noche eran más atrevidos. Pensó en cuánto habían cambiado las
costumbres de la vecindad. Antes no era así. Era un sitio rareza. Música, cantinas,
panaderías, talleres, cantinas, barberías, salas de cines por todos lados, campo-s de j uegos
y más cantinas. Gente humilde, pero trabajadora. Muy cerca del centro de la ciudad, los
desfiles patrios, de los carnavales recorríanlas avenidas próximas. Antes allí vivían familias
decentes. Los muchachos iban y venían de la escuela alegremente, sin problemas.
Los años habían pasado y la aparición de la droga cabió todo. Antes no era así. La droga que
comenzó como una moda, como un juego de bohemios en los años setenta, se tornó en una
pesadilla en los ochenta.
Para los noventa era una verdadera plaga. Habían proliferado los vendedores, los adictos y los
delitos en su mayoría se relacionaban con la droga. La ciudad de Panamá, centro del mundo y
corazón del universo, también era una ruta principal de la cocaína que se exportaba desde
Colombia hacia el norte del continente,donde se pagaba hasta cien veces más cara. Pero el
tráfico que movía cantidades industriales, contaminaba todo a su paso. Los primeros años del
nuevo siglo pasaron rápidamente y ahora Colombia exportaba no solo la droga, sino su desprecio
por la vida, en la forma delos más horrendos crímenes y venganzas.
El farol y las figuras de los mozalbetes se hicieron más cercanos. No le importaba con ellos, el
consumo constante de alcohol había embrutecido su mente. Al caer la noche ya estaba bastante
borracho. Lo estaría aún más cuando se bebiera la pacha casi llena que escondía en el
bolsillo trasero de su pantalón. Notó que el peso de la botellita hacía que la prenda de vestir
bailara en su cintura. Había adelgazado. Su figura también, al igual que el sector, se había
deteriorado.
Él, que a punta de vender periódicos había sido un buen vecino, había jugado fútbol, ahora no
era nada. Aunque no consumía drogas se había dejado dominar por el alcohol.
Recordaba cuando caminaba por esas calles oyendo las melodiosas canciones, que se derramaban
desde las cajas de música por las puertas giratorias de las cantinas.
De los radios de las casas salían a los balcones y también de las esquinas donde se paraban a
conversar muchachos con aparatos portátiles como los que lo esperaban más allá. Las
canciones tenían la magia de traer recuerdos, devolver sensaciones y recordar personas y
hechos. La música era parte del lugarPero esos chicos no eran como los de antes. Estos . eran
crueles y peligrosos. Se odiaban a muerte con los de las otras esquinas. Antes no era así.
9
-. ¡Ehhh¡ Miren quién viene allí. La mierda esa- dijo uno.
-Sí, es el alcoholito.- -agregó otro.
-¿Saben quién es él? El Tío de Dumbo- dijo el primero. Saltó del vagón de una camioneta
estacionada que les servía de grada y esgrimiendo un revólver comenzó a golpear al borrachín
con la cacha en la cabeza.
-¡Ayyyyyyyy!-se quejó.
Lo derribaron a patadas y lo ievantaron para volver a tirarlo. Lo empujaron con saña, hacia el
final de la calle. No sabía de dónde le caían los golpes. Sangrando cayó nuevamente al piso
-Y dile a tu sobrino que el próximo será él.- dijo otro.
El que tenía el revólver se le acercó sonriendo con malignidad y le puso el cañón al lado de la
oreja. Hizo una seña a sus compinches de que se apartaran. Teniendo el cuidado que la bala
impactara en otro lado, jaló suavemente el gatillo y disparó. El sonido le estalló enel tímpano. El
pobre hombre se revolcó en el suelo en protesta por la ofensa recibida. La reacción provocó
otra tanda de patadas que lo dejaron inmóvil, como un monigote sin cuerda, muy cerca de la calle
transversal que dividía los dos territorios.
III
Dumbo se asomó sobre la rejilla de madera de la puerta del cuarto de Dorita, que daba
sobre la calle. Los vio juntos, demasiado juntos, a ella y a Calitín.
- ¿ Y qué pasó, en qué and an ustedes ? Yo , arriesgándome y ustedes aquí como
tortolitos.- Separó sus piernas y sacó de entre ellas la bolsa de cocaína y además se desembarazó
de la pistola, ocultándola bajo un almohadón de uno de los sillones que había en el cumio. Se
sentó sobre el-.
El sitio donde vivía Dorita tenía dos piezas. La de adelante servía de sala y comedor y ]a de atrás
de cocína y dormitorio. En esta últi ma tam bién se había construido, de manera artesanal, un
altillo que servía de dormitorio extra y al cuál se ascendía por una escalera de manos con cierto
grado de inclinación. Había una puerta que daba al patio, donde estaban los fregaderos y los
baños comunales de la casa de madera de dos pisos: que tenía muchos cuartos como ése.
No, nada de eso, Dumbo, Cal i.tín me taba diciendoque tú no demorabas. Que venías con la
cosa. ¿La trajiste? Pa vela.
-Mírala,- y le dio la bolsa- Comienza a empaquetala, rápido. Vamo a dale cuero a esto. Y
tú,ve diciéndolo a la gente, que llegó la droga, pura potencia.
¡Ja, ja, ja, ja!
Durante cortos momentos Calitín lo acompañó en larisa triunfal que anunciaba una nueva
etapa en sus vidas.
Rápidamente se movió y salió por la puerta del patio.
10
El cambio se notó enseguida. La calle de los mozalbetes estaba estratégicamente situada a un
costado del barrio y la venta de droga fue buena. Tabo ya no les enviaba una bolsa, la relación era
de varias a la semana. Los consumidores y hasta los pequeños revendedores preferían ir donde
Dumbo y Dorita, en vez de affiesgarsc y cruzar tantas calles. Había días que las rondas
policiales jodían mucho.
Ahora los tres vestían bien, tenían billetes y Calitín se encargaba de la seguridad y tenían dos
y tres secretarios.
Pero antes tuvieron que ahuyentar al papá de los dos hijos de Dorita. El tipo, cuando se dio
cuenta de que ella vendía droga, le reclamó y quiso hasta golpearla. Pero Dumbo y la nueve lo
pusieron en su sitio. Se fue y no regresó más por la calle.
Los padres de ambos, mejor dicho sus madres, no pusieron muchas objeciones a las andanzas
de sus hijos. Las pequeñas sumas que de vez en cuando les daban acallaron los reclamos de: ¡Vas
a terminar muerto! ¡No me digas que no te lo advertí! ¡Te van a encontrar tirado en la acera lleno
de sangre! Y la que más le molestaba a ambos, quizás porque venía de sus madres. ¡Oye chucha de
tu madre, hijoeputa no andes con revólveres!
Era la misma situación. Sus madres tenían, cada una, varios hijos más pequeños por los que
preocupa rse. No existía la figura paterna y ellas pensaban que los más grandes ya se habían
perdido.
Dejaron sus respectivas casas. Nadie en el vecindario se atrevía a reprocharles nada, eran
peligrosos, estaban armados.
A punta. de pistola habían desalojado a viejos vecinos que vivían solos, y ocuparon sus cuartos.
Y como en esos edificios nadie pagaba alquiler, el asunto no se notó.
Dormían de día, la noche era para el negocio y para hacer otras cosas.
IV
Calitín observó el cuarto de Dorita cerrado. Entonces entró por el zaguán y torció a la izquierda
por el pasillo. Allí estaba Dumbo parado en la puerta trasera, señal que estaban empaquetando la
droga. Era el momento en que estaban más expuestos a todo. A un allanamiento de la policía, a la
repentina llegada de la pandilla de arriba, a cualquier cosa.
Dumbo lo dejó entrar. Vio como Dorita manejaba con destreza un cuchillo y trabajaba con los
cerros del polvo blanco, con una pesa aUado, sobre la mesa sin importarle que Irving y Yariney,
sus hijos de tres y cinco años la vieran. Había poco espacio en ese cuarto para ocultar algo. Le
entregó las bolsitas plásticas donde guardarían la droga y de paso le puso el dorso de la mano,
para que le sirviera una pequeña dosis para inhalarla.
Ella lo recriminó con la mirada y le advirtió. - Esto está puro.- pero le sirvió lo que le pedía. El
sonrió satisfecho.
Dile a Dumbo que entre- dijo la joven, que vestíaropas muy ajustadas que mostraban sus encantos.
Dorita, tenía una piel tersa, de bonito color moreno, que contrastaba con su cabello teñido de
un rubiochillón. Ella sí era mayor de edad, tenía 22 años, y aunque había parido dos hijos, la
11
maternidad no logró marchitada. Sus ampulosos senos se desbordaban por las chaquetitas que
vestía y siempre lucía las uñas de las manos y de los pies pulcramente pintadas. Un tatuaje de
arabescos se le podía ver siempre en el comienzo de su trasero, pues los pantalones a la cadera que
usaba no llegaban a ocultarlo.
Dorita sabía del deseo con que la miraba Calitín, pero hasta ahora se las había arreglado para
mantenerlo a distancia, al igual que a Dumbo, con aquello de que los sentimientos no se mezclan
con el negocio. Al fin y al cabo eran sólo dos chiquillos.
Ella levantó la mirada y le dijo a Dumbo.Vamosa quedá debiéndole en esta vuelta a Tabo. Yo no sé
qué fue lo que pasó. Tomaste más dinero o cogiste más droga de la cuenta. Acuérdate que a esa
gente hay que pagarle completo.
Era de noche. Los muchachos estaban sentados en los escalones de la escalera trasera de la casa.
Era un sitio seguro, cuando ellos estaban fumando, por allí nadie pasaba. Los chiquillos los
evitaban. Calitín se paró y bajó hasta quedar frente al primer peldaño, que era de cemento y no de
madera. Como un profesor ante su audiencia, comenzó a gesticular y hablar sin dejar de
fumar. No le pasaba el_ bate a nadie.
Entonces, Dumbo la cosa anda bien ¡Ahaaaah!
El único problema son esos laopes de allá arriba. Ellos dicen que te van a pelá a ti, o a mí. Que
nos hemos puesto muy lisos. Qué ellos no creen en hombres, ni en sobrenombres. Bueno te toy
diciendo desde hace tiempoque hay que poner orden, ante que pase una vaina. Recuerda lo
que le hicieron a tu tío. Lo patarorf tocfo .y le soltaron un tiro en la _oreja. Desde ese tiempo élno
anda bien. Eso fue una amenaza mayoooor. Todavía noha habido una respuestaaa.
Y quién te dijo eso, ¡pero pasa el canyac!. ¡No te hagas el huevón!-argumentó el aludido.
Calitín sonrió, dio una última chupada y se lo pasó. Antes de seguir hablando retuvo el humo,
para que quemara su garganta. Siguió mirando eufórico a su . audiencia, compuesta de
Dumbo, Titín, Rogelio y Roberto, sus compinches.
-Me lo dijo la pasierita Renata. Esa que ta' bien buena, la que vive al lado de la tienda del chino de
allá arriba. Ellos hablan con ella y dicen que nos van a quebrá. Yovoy pal cine con ella el domingo.
Voy a tumbala, ellaqmere commgo.
Cambiaron de puestos, Dumbo se incorporó y Calitín se sentó.
Bueno llegó el día pues. Vamo a dale un escarmientoa esos laopes.- Dumbo calló y con aire
misterioso miró a sus amigos uno por lino. Lentamente repasaba su mirada por sus rostros.
Dio unos pasos hacia atrás y como había visto actuar alguna vez a Tabo, avanzando en forma
súbita recuperó el espacio perdido y sacó la nueve de su pretina y apuntó a uno de ellos. Al
más bajito.
-¡Titín, tú querías tené la nueve, no te la voy a dá! Esa es mía. Dale el revólverCalitín.-ordenó.
Ante la duda de éste, reiteró subiendo el tono de su voz. -¡Dásela! ¡Te toy diciendo que le des el 38!
Vamo a vé si es guapo. ¿Te atreves Titín?- Subía y bajaba el tono de su voz con una elocuencia
que le daban los efluvios del cigarrillo que fumaba.
Calitín entregó el arma con desgano. Nadie notó en su rostro un gesto de_ inconformidad, que
ocultaba algo más.
-Cógela. Te vamos ácoinpañá. Yo voy con la nueve. Vas a ta respaldaoo.- un gesto malsano
curvó sus labios.
12
El muchacho, dos años menor que los líderes, dudó un poco. No alargó la mano ante el ofrecimiento
que le hacían, hasta que sintió un empujoncito de Roberto, su mejor amigo. Tenía su misma edad y
estaba sentado en el escalón superior. Sintió el frío del arma y la empuñó. Se incorporó y selló
con una nerviosa sonrisa su aceptación.
Entre todos formaron urt círculo y comenzaron planear la estrategia que usarían en el asesinato.
V
-Te lo dije que ellos iban a cree que Titín era un pelaíto.
¡Chucha pasiero la hiciste de alante!- Dumbo sentado en uno de los sillones de la sala de Dorita
hablaba y al mismo tiempo palmeaba las espaldas del asesino, sentado a su lado.
Calitín, frente a los dos mostraba orgulloso la portada del diario que decía. ¡Lo pelaron! Y más
abajo la fotografía del cadáver de unjoven sobre el p•avimetoen un charco de sangre.
Dorita nerviosa los recriminó.-¿Por qué hicieroneso?so va traer problemas. Eso no es bueno para
elnegoc10. Fue la perra ésa que anda con Calitín la quemetió la cizaña. Ella es la culpable. Dumbo
se incorporó lleno de ira y- la agarró por el cuello, zarandeándola violentamente - ¿Qué quieres?
Que sean ellos los que nos maten.
-¡Suéltame, que me tas ahorcando! estúpido!Calitín intervino, lo empujó por la espalda y gritó- ¡La
vas a matáaa!
Dubo la soltó y se enfrentó a Calitín. No llegaron a agredirse, pero sus miradas airadas chocaron.
Iban a empezar a pelear, pero Dorita se interpuso entre am- bos. Calitín optó por retroceder y
salir por la puerta de atrás al patio.
***
Aquella noche del asesinato del chico de arriba, Titín se separó del grupo y tomando por otra calle
rodeó la esquina, donde se reunían todas las noches sus rivales. Dumbo, Calitín y Roberto juntos a
algún otro, subieron lentamente dándole tiempo para que atacara a sus víctimas.
Más rápido de lo que esperaban oyeron los disparos, atronadores y funestos y vieron al grupo
de jóvenes huyendo despavoridos, buscando refugio en la oscuridad de los zaguanes de las
casas próximas.
Titín, corriendo con el revólver en la mano aún, chocó con ellos cayendo al suelo.
Rápidamente se levantó y todos juntos bajaron a su calle.
En la seguridad de la escalera del patio de atrás, Titín parado frente a sus compañeros no
soltaba el arma. La aferraba como un demente, hipaba, sudaba y de cuando en cuando
murmuraba, -Lo maté, lo maté .... lo maté-Finalmente arrancó allorar. Paradójicamente fue el
primero que regaló lágrimas al muerto.
Allá arriba, en el pavimento, inmóvil, el cadáver de aquel jovencito, aún no se trasladaba a la
portada de los diarios.
13
VI
Doña María deme un pedacito de treinta y dos.
- Hola mijo, sí eres tú. ¿Y que te pasó en la cara, Gilberto? ¿Y ese yeso en el brazo? ¿Y
por qué estás todo tembloroso? Eso está muy sucio, tienes que cambiártelo ya. Pero oye, anda
al centro de salud. Verdadque esas vendas están negras de mugre. -La vendedorade billetes
hablaba al mismo tiempo que buscaba el número solicitado entre las filas de papeletas de lotería
que exhibía en el tablero de madera. Este tenía dos hojas unidas por un par de bisagras, las que
le permitían doblarse y ser cargado con facilidad cuando terminaba la venta. Lo buscaba en la
parte que guindaba, en una serie de cordeles, los de dos dígitos, llamados chances. Al otro lado
estaban los billetes de cuatro números, igualmente fijados.
Ay Doña me atacaron unos desalmados de la parte de arriba de la calle. Se acordaron que soy el
tío de Dumbo.· Yo no sé que les había hecho él. Dicen que les aventó balas y la cogieron
conmigo.
Gilberto mostraba un triste aspecto. Aunque ya empezaban a borrarse los moretones y las
heridas que le cosieron en su momento habían cerrado, estas
mostraban el color violáceo de lo reciente. Llevaba aún el brazo en cabestrillo y después de que
sintió ese tiro tan cerca de su oreja, no caminaba muy bien.
- Oye y ¿qué hace la mamá de ese muchacho? Se le ha descarriado en eso de las pandillas. Mira
donde vendo ahora los billetes. Amíy a otras niás nos asaltaron esos muchachitos. Andan azotando
por todo el barrio. Este sitio es más seguro, pues hay más gente y vigilancia. Yo antes visitaba a
la mamá de ese muchacho. La ayudaba, para ver sí salía adelante. Pero cada vez que iba la
encontraba preñada. No se cuidaba. Con tanta pastilla anticonceptiva que hay. ¡Oye! Los
condones lÓs regalan en los centros de salud ¿Cuántos chiquillos tiene ahora?
-_ Cinco, con Dumbo seis--dijo Gilberto que guardaba
su pedacito de treinta y dos en una
cartera que amenazaba desgajarse la próxima vez que la abrieran.
-- Mira tú, cinco come atroz. Son muchos para una mujer que •no trabaja y que es madre y
padre. Ella no puede sola. Por eso es que se le van para la calle y allí aprenden todas esas
vagabunderías.
-¡Ayy! Doña María estos chiquillos han secuestrado el barrió. _ Cada calle tiene una pandillaacotó otro cliente que quería cinco _ pedazos de cero cero y tres fracciones del treinta y uno
setenta y seis. Protegía las arrugas de su rostro y las canas de su cabeza con un simpático
sombrero de ala corta y de paja azul. Este estaba adornado de una elegante cinta que le
combinaba con su guayabera bien planchada, ambas prendas lo ide11tificaba como un antiguo
habitante del barrio. Así se vestían los caballeros los días domingos en aquellos tiempos que el sitio
era otro.
- Eso es verdad - dijo la doña.
El señór mayor sacó de su bolsillo el equivalente al costo de las oportunidades, pagó a la billetera y
agregó.
Yo ya no vivo por aquí. Vengo los miércoles a visitarlay a comprar los billetes que me guarda.
Aquí en el parque veo algunos amigos y los saludos. Me tomo un café en ese viejo restaurante que
da buenos servicios. Antes me gustaba comerme un sándwich de lomo en- el de más abajo, pero lo
14
cerraron. Dicen que lo asaltaban mucho en las noches y que lo último fue que mataron a un guardia
de seguridad.-¡Ay! Eso es en toda esta parte de la ciudad. Le digo señor que ayer tarde- se formó
una balacera frente a mi casa. La bala no conoce a nadie y una de esas cogió a un pelaito que venía
de la tienda. Dicen que está entre la vida y la muerte en el Hospital del Niño.
La que participaba en la conversación era otra vendedora ubicada al lado de Doña María. Era
joven, de buen ver, con ese color de piel aceitunado producto de la mezcla de razas que se seguía
dando en la popular vecindad. Su pelo estaba teñido de rubio, era la moda, y tenía el brazo
adornado con pulseras de oro. De. los lóbulos de sus orejas colgaban grandes aretes con' letras que
podrían ser las iniciales de su nombre. También de su cuello colgaban algunos collares del metal
precioso. Sus ojos eran verdes, segurament por el uso de lentes de contacto de ese color.
¡Mirejovencita! Cuánto siento lo que pasó en su casa. Ojala que ese niño se salve. Y usted cuídese
que con esos ojos tan lindos y esas prendas de oro, cualquiera se.la lleva. Por lo menos yo sí
quisiera llevármeia para m1 casa.
Todos rieron ante la ocurrencia del señor. El piropo sirvió como epílogo para la inusitada reunión,
en torno a los tableros de billetes.
VII
Era el tercer guardia de seguridad tiroteado y despojado de su arma en ese popular restaurante.
Esta vez el pobre hombre quedó muerto en el acto, con un tiro en el estómago y otro en la cabeza.
Nunca vio a sus atacantes o si los vio reaccionó muy tarde. El propietario del establecimiento optó
por cerrarlo. Después de décadas de operaciones se había convertido en un referente del
barrio. Pero había llegado esta ola de asaltos, tan feroces, nunca vistos.
Lo que había motivado a contratar a los guardias privados fueron las agresiones a los
parroquianos. Pero resultó que las armas que portaban los vigilantes eran un botín muy codiciado
por los pandilleros.
Dicen que el dueño tuvo miedo. Que tenía ya mucho dinero y que estaba muy viejo y que éste
no era el barrio en el que había trabajado por tanto tiempo. Que era hora de retirarse.
***
Necesitamos celulares. Con celulares vamos a ta bienpritty.
-Necesitamos más billetes.
-Yo quiero un arma. Necesito mi arma. Sólo tenemos la nueve y el revólver.
Bueno;tienes que buscála. Quítasela a un seguridad.Ahí tá.la solución.
Y consiguieron los celulares. Los robaron. A una pareja de enamorados, a un chico despistado
que acertó pasar por la calle de noche. Parecía perdido.
Siempre lo hacían del mismo modo. Encañonaban de repente a los _ transeúntes, los
zarandeaban, los amedretaban con insultos, después los arrastraban a un zaguán, un _ par de
golpes y los despojaban de todo. Collares, celulares, dinero, relojes, de todo. Si se te_mplaban
le disparaban.
Compraron y cambiaron los chips de los teléfonos móviles robados y todos quedaron comunicados.
15
-Tamos modernos. ¡Jaja ja ja! ¡Ahaaaa, ahahhh, ja ja ja
***
Dumbo cómo anda too." Bueno pana, necesito un favor. Yo te hice varios. ¿No es verdad? Te
arreglé bien pritty.Ahora te necesito.
Tabo con su cigarrillo de marihuana en la mano atendía a su secuaz de la calle 35. Esta vez,
en la sala de su cuarto. Dumbo había sido un buen compinche y se había ganado cierto respeto.
-Dime mi panita.Contigo todo.Yo sé, toy agradecido, por lo que has hecho.
Bueno es algo serio. Bien serio. Necesito un menor que se culpe de un asesinato. Es por el Fulo,
peló a un taxista, le metió cuatro tiros y le están echando la culpa.
Le pueden echar 20 años, pues es mayor de edad. Si es un menor sale en catorce ó dieciseis
meses, una bicoca. Le vamos a poné un abogado y le vamo a da un billete, y tooo pa que se la
mame, pero que salga arreglao. Dice que por allá tú tienes un gatillo alegre que en cualquier
momento lo arrestan. Te lo toy diciendo. Ya me pasaron el dato. La PTJ lo tiene en la mira. A
ustedes también. Ese tiro que le metieron en la cabeza al seguridad del restaurante, los puso
caliente. Sí el se echa la culpa de esto paga por los dos casos y borra todo. ¡Ufffff ! El tiempo pasa
rápido.
-¡Chucha, pero te estoy diciendo que es un favor! No entiendes que me debes varias! Nunca te
cobré la pistola.
¡Una nueveeee! Con eso dominaste a todos. Te fieé las bolsas.
Del mismo modo en que se sulfuró volvió a calmarse. Recogió el cigarrillo de marihuana que
había tirado y ya empezaba a quemar el mantel de la mesa y sonriendo continuó convenciendo a
Dumbo. Era su filosofía subir y bajar el temperamento.
Ahora, no te toy diciendo que te eches la culpa tú. Yo sé que también eres menor. ¿Cuantos años
tienes? Diecisiete. Pero somete a otro. Te toy diciendo que al chiquitito ése que ta caliente. Ese es
él que es.
Dumbo sumiso ya, asintió con la cabeza. Calló un rato aún y por fin dijo.
Ta bien, voy arreglate eso.
Salió del edificio de Tabo. En la esquina se encontrócon el Fulo.. Este lo desafió con la mirada. Y
burlándose le dijo. ¿Por qué te dicn Dumbo? Debe de ser por esas 01;ejonas ah, ¿Ah?
Él le devolvió otra mirada llena de rencor y de promesas de vengar el agravio que acababa de
escuchar. Era la segunda que le hacía. Primero lo había amenazado con una pistola y ahora éste
favor que le pedía Tabo, para salvarlo precisamente a él.
Lo dejó atrás, caminó, cruzó la calle, y siguió por otras doblando las esquinas. Tan distraído iba
que no vio al enemigo que lo embistió con el revólver en la mano. Y le soltó un tiro, otro y
otro, tres en total. El instinto de supervivencia lo hizo agacharse y buscar refugio tras los
carros estacionados. Las balas, no le acertaron pero las detonaciones hirieron sus oídos
ensordeciéndolo El . sicario lo seguía apuntando, pero viendo a su víctima en guardia y a la
16
gente que se asomaba a los balcones, a los peatones de ojos desorbitados por el pánico que
se refugiaban tras cualquier cosa que brindara abrigo, optó por desaparecer por la entrada dé una
casa que tenía salida al otro lado
VIII
¡Qué huevo!-Así gritaba, en silencio, Titín después de hablar y discutir con Dumbo, con
Calitín, Rogelio y con Roberto. -¡Qué huevo! Pagar -por. algo que no cometí. ¡Qué huevoooo !.
Que se echara la culpa por un asesinato de un bulto que no conocía. ¡ Que.huevo!
Porque era el más pequeño, se decía, pero era el que había demostrado tenerlos bien puestos.
El maricón de Dumbo le tiene miedo al mentao Tabo. Lo obedece como a un corderito, en
vez de enfrentarlo.
Estas palabras vibraron en el aire escapando de su soliloquio'. El tipo lo había decepcionado, ..
era un cobarde. Ya no quería más su amistad. No lo obedecería más. Y si no lo hacía, no
pertenecería más a la pandilla.
¿Qué haría entonces?
Sacó el revólver 38 del escondite secreto ubicado en algún lugar del patio. Era el que le había
quitado al guardia de seguridad, aquella noche de su segundo asesinato cuando se le acercó al
uniformado por un la.do. Recordaba que antes esperó que el tipo saliera del restaurante y se
parara afuera a fumarse un cigarrillo. Lo disfrutaba tanto que se dio cuenta muy tarde de queTitín
recordó que la llevaba montada. También pasó por su mente aquella rareza, cuando apretó el gatillo
ycomo si fuera la víctima, él mismo sintió el balazo que atravesaba la barriga ajena.
Después supo que aquella sensación fue pura imaginación. y que los estómagos eran un
blanco muy blando para la potencia de la nueve.
El tipo cayó y en el suelo trató de desenfundar su 38. .Eso fue lo que le obligó a meterle otro
tiro en la cabeza, y hace_rla estallar como un melón. Después fue fácil quitarle de la mano el
revólver niquelado con la cacha negra. Rápidamente cruzó la calle y se perdió . entre las
sombras que proyectaban las fachadas de las casas. Esta vez no lloró, ni se emocionó. Lo disfrutó.
Ahora empuñaba aquel mismo revólver y la rabia lo cegaba. No se iba a culpar. No se iba a
doblegar ante sus amigos. No iba hacer ese favor. ¡Qué huevo! se repitió. Se lo guardó en la
pretina del pantalón y salió sin rumbo, sin mapa y sin fin.
***
Dos disparos turbaron lanoche. Los curiosospudieron ver a un jovencito saliendo despavorido
de la tienda del chino, con un puñado de billetes en la mano. A contraluz, del farol de la esquina,
sus movimientos parecían los de un muñequito de cuerda. Los policías que hacían ronda se lo
encontraron súbitamente. Le dieron :e_l alto. Él respondió con un disparo. •
El fugitivo tropezó con alguna desigualdad de las deterioradas aceras. Repuso el paso e iba a
seguir uyendo, pero los uniformados, resueltos, lo abatieron con sus armas de reglamento.
Ahora . sería su pequeño cuerpo sin vida el que aparecería en las portadas de los matutinos.
17
IX
Dumbo y Calitín veían una película en el aparato DVD de la sala del cuarto de Dori ta.
Seguían frecuentando a la mujer que venclía la droga que suministraba Tabo. La relación
entre ls pandillas seguí creciendo. Ellos eran como una sucursal del _delito. Los muchachos estaban absortos mirando la pantalla en la que ocurrían los más sangrientos
asesinatos, las más increíbles persecuciones en automóviles y losmás sofisticadosasaltos a bancos,
licorerías y estaciones de gasolina
En una de las escenas se veía a tres •mozalbetes entrando en un comercio de Nueva York.
Sacaron sus pistolas y comenzaron a disparar contra las botellas de las estanterías, ante la mirada
atónita del propietario. Uno de ellos, tomó a otro por la espalda y lo enfrentó contra el hombre
que se moría de pánico. Le dijo.
-¡Mátalo!
En ese momento Rogelio entró al cuarto abriendo la rejilla y se quedó viendo al televisor para
ponerse a tono con la atenta audiencia.
Uuuu, ya yo ví esa cinta. La que van•a dar ésta noche va tá más sólida. ¡Ay papá! Ahí si se va ve
muerto empila y policiías corruptos y too y too. Yo no me la pierdo.
¿Ustedes la van a ve?... Enseguida q1m bió el tono de euforia por otro cargado de misterio. Se
acercó a la oreja de su compañero.
- Ueeyy, Dumbo préstame el 38, ése que usaba Titín.- El de Titín, se lo quitó la policía cuando lo mataron.- dijo molesto por la interrupción.
No, ese no, el otro
-¿Pá qué?-preguntó el dueño del arma sin apartar los ojos del televisor, donde se seguía
disparando y derramando sangre.
- ¡Chu! , toy limpio. Voy a ve que encuentro esta noche, voy al cuero con un par de laopecillos
de la casa de más allá. Tú los conoces loco. Ellos creen en ti. No sé si Roberto me quiera
acompañá.
-Bueno, ya saberi, tienen que trae mi parte. El impuesto por la herramienta. La toy arriesgando. Yo
no sé cómo se porten esos laopecillos. Sólo tienen catorce años, pueden fallar.
- Tranquilo, yóvoy con ellos. ¡Uaaaaaa, manso tatuaje frend! Es nuevo ah. Y tú tambiénCalitín.
¡Uaaaa!Aónde se los hicieron.
Los recién . tatuados hincharon sus antebrazos y sonrieron llenos de orgullo. El tatuaje de
Dumbo era un corazón colorido en rojo, traspasado por una daga y con el lema " Nunca me
rindo". Mientras que el de Calitín era una calavera de pirata cruzada con dos tibias y otra
leyenda desafiante: "Van duro".
18
En eso entró Dorita, que venía de la cocina. Ella también había agregado un tatuaje a su
cuerpo. La rosa de su tobillo también fue celebrada por Roberto. Sonrió halagada, pero enseguida
arremetió contra los muchachos que veían la televisión.
- Otra vez están viendo la misma película. Solo ven la parte en que los malos roban y asesinan.
Siempre se duermen cuando al final las pagan todas, y la policía los recoge. Jueguen vivos, a
ustedes les va pasá lo mismo.
- ¡Ey, cállate pela, no tes hablando ahuevazones !
- ¡Huevazooones!-Y sonriendo, dejó de molestar a los televidentes. Sabía que no le gustaban
los malos augurios. Ellos vivían el hoy. No esperaban nada del mañana. O quizás nada bueno.
Rogelio esperó pacientemente que mataran a los malos en la película, sólo así sus compinches
perdieron el interés. Entonces fue que recibió el arma.
Antes de salir se encontró con el reproche •de la mirada de Dorita, que se animó a decirle. Para hacer lo que vas hacer, no tienes que ver películas. Mira los• noticieros de las seis, compra
los periódicos y allí verás toda clase de crímenes, puedes aprender de ellos, todos los días.
Rogelio la miró sorprendido y dijo para sí -¿Qué le pasa a esta guial? Últimamente está muy rara.
X
El carro pasa muy despacito por la calle. Sigue y desaparece doblando la esquina. De pronto,
reaparece a mayor velocidad y desde sus ventanillas vomita fuego sobre dos tipos que conversaban
frente a la bodega, a la entrada de una vereda. El automóvil parte haciendo chillar sus
neumáticos y dejando huellas negras en el pavimento.
Atrás quedan aquellos dos tirados en el piso y se oyen gritos de las mujeres que vieron
todo desde el portal de una casa cercana.
Uno está muerto. Pero el otro vive aún. Amigos y familiares lo montan en un taxi que pasa. Tres
de ellos a punta de pistola obligan al taxista a que los lleven al hospital más cercano. El conductor
asustado tiene que pasarse luces rojas que impiden su paso. El asiento trasero del vehículo de
alquiler se mancha con la sangre de la víctima. Los reproches del infortunado conductor son
acallados con dos pescozones en la cabeza. El trío cargando en vilo al herido entra vociferando al
cuarto de urgencia y demanda a los médicos que le salven la vida al herido.
El joven doctor al que le toca el caso, intimidado, no acierta a manejar la situación. Sabe que el
tipo está muy mal herido y que poco hay que hacer. La bala perforó el estómago e interesó
las importantes venasde esa parte del cuerpo. ¿Pero qué saben estos pistoleros de anatomía y de
los efectos devastadores de un pedazo de plomo impulsado a una velocidad infernal por la
pólvora de un cartucho? Ellos creen que las balaceras son juegos de niños, hasta que les toca
enfrentarse a la cruda realidad de la muerte.
El cañón de un revólver" de uno de los que trajo al ahora muerto sobresalta al médico. Ante la
agresión entra en su auxilio un policía que guarda el lugar y un tiroteo se desata dentro del hospital.
Los tres pillos salen en fuga s9lo para recibir disparos desde el mismo carro qte reaparece como en
19
una película. Entre dos fuegos no saben qué hacer. Afortunadamente para ellos y para otros
pacientes del hospital los balazos no le aciertan a nadie.
***
Bien, Dumbo, ahora sí laope, la hiciste bien. Esosmalditos recibieron su merecido. Los dos tan
fritos. Bien laopé. De todos modos el colombiano, agradecido, te dejó esto.-Tabo le entregó un
sobre con dinero. An- tes, había separado su parte como contratista.
Dumbo había cumplido con el encargo. Ahora sí estaba en el ranking. De simple pandillero,
ahora era reconocido como un sicario confiable y eficaz.
Se preocupó un tanto cuando Tabo le había pedido que liquidara a dos tipos de aquella parte de las
afueras de la ciudad. Le dijo que no conocía mucho de ese barrio y preguntó que cómo iba a hacer
para huir. Tabo le dijo que no se preocupara, que él se encargaría de lo del carro y de
conseguir un conductor que conocía todo eso por allá.
Durante dos días pasearon por aquella qarriada. Lasegunda vez identificaron a sus víctimas.
Hasta le pasaron al lado, muy cerca, cuando compraron unaspintas de cervezas en esa bodega.
Aquella tarde de los hechos los sorprendieron en el mismo sitio no les dieron chance a nada. Le
llamó 1a atención las muecas de terror en sus rostros cuando vieron los cañones de la nueve
milímetros y la treinta y ocho apuntándoles, vomitando balas.
Cuando Calitín le preguntó sobre el pecado de sus víctimas, le contestó : - A nosotros no nos
importa. Simplemente es un encargo que teníamos que cumplir.
Recordaba bien la tranquilidad del conductor. No le conocía. Había sido asignado por Tabo y
recomendado como un tipo de confianza. Cuando iban les dijo que todo saldría bien si ellos
seguían sus recomendaciones. Que no se apresuraran, que apuntaran bien y jalaran del gatillo
suavemente. Les pidió ver sus armas y al ver - lo descuidadas que estaban les enseñó a limpiarlas.
Eso fue dos días antes del tiroteo. En verdaq que sus enemigos sabía lo que hacía. Una vez
que comprobó que sus enemigos habían sido impactados, rápidamente dobló la esquina y siguió la
ruta de fuga que previamente había trazado. Pero después dudó y hasta los obligó a formar una
ponchera en ese hospital.
***
20
Dorita notó el cambio que se iba dando en los muchachos. Sólo salían de noche. Andaban
nerviosos y alterados con cualquier ruido que provenía de la calle. Parecía que le temían a todo el
que pasaba. Siempre estaban en guardia. Calitín ya no era el chico divertido que conoció y Dumbo
parecía paranoico, siempre andaba la nueve encima.Como si sólo confiara en ella.
XI
La noticia de la muerte de Rogelio llegó como un golpe demoledor. Habían pasado los
momentos más calurosos del día. El sol no era un tirano, a su paso repartía sombras
equitativamente en el barrio. En la mañana, para las casas de una acera y después del
mediodía para las de las otras.
Cuando la tarde moría todos los habitantes se refugiaban en la parte sombreada. Bajaba el astro
y con eso el calor. Los vecinos sacaban sillas y las ponían frente a los portales. Era la hora en
que los escolares regresaban de las escuelas.
* ** *
Los gritos de aquellos dos niños que vivían dos casas
más abajo, que embarazados por las mochilas en sus espaldas no podían correr más rápido,
alarmaron a todos. La noticia rompió la modorra en la que se encontraba sumida la calle.
Matilde y Jorgito eran vecinos de Rogelio y contaron asustados cómo los miembros de la otra
pandilla lo habían acorralado y disparado dos calles más allá. Dijeron que primero lo
inmovilizaron con un tiro en una pierna y luego lo remataron en el piso con un último disparo en
la cabeza. Antes de huir lo habían pateado varias veces en la cara.
Los niños se encontraron con el crimen en el trayeéto de su escuela a la casa. También
describieron que el joven todavía respiraba cuando la ronda policial se aproximó al lugar de los
hechos, ellos oyeron cuanclo uno de los guardias le dijo al conductor de la patrulla, que llegó un
rato después, que estaba listo.
Después, aparte Jorgito, un niño de solo 11 años, le dijo a Dumbo el nombre del que había
ultimado a su amigo.
21
Alarmados se perdieron del barrio por varios días. Sus rivales habían bajado a buscarlos y
disparado sobre la esquina vacía. Una de esas balas perdidas impactó mortalmente al tío de
Dumbo cuando salía del zaguán de la casa en que vivía. Era un mensaje muy claro.
Al caer la noche los vecinos de la calle se refugiaron en sus casas, temerosos que los de arriba
volvieran a tirar balas. Se alarmaron con el estallido de los fuegos artificiales que los de arriba
soltaron como celebración por su victoria. La noche se iluminó con regocijos mortales.
* * **
Los muchachos reaparecieron en el entierro de Rogelio. Se atrevieron acompañar a su amigo.
En los corrillos fuera y dentro del templo, antes de la misa de muertos, las muchachas que
asistieron al
sepelio, furtivamente, los
señalaban,
y hasta
les regalaban miradas de
admiración. Los identificaban como los futuros vengadores de la víctima.
-Eso no se va a quedar así- dijeron algunas.
La madre del difunto al verlos no los dejó acercarse al ferétro colocado frente al altar mayor de la
iglesia. Llorando, histérica, la mujer les recriminó haber echado a perder su hijo. Avergonzados
sintieron que todas las miradas de los dolientes recaían sobre ellos. Calitín y Dumbo se refugiaron
en una esquina del templo estaba Tabo con algunos de sus compinches, que lo resguardaban. Varios
de ellos estaban armados. Él sí que los apoyaba en esos momentos difíciles.
Afuera de la iglesia, en el parque, los compañeros del tío de Dumbo preguntaban cuándo sería su
entierro.
XII
La noche había caído sobre estos barrios. La violencia reinaba por doquier. El nuevo fenómeno
era materia de estudio para sociólogos, y de preocupación para los habitantes y para los gobernantes
y estamentos policiales que no encontraban los métodos para controlarlo.
Algunos
decían
que
estas manifestaciones
habían aparecido
después
de la invasión
norteamericana que terminó con una dictadura militar que gobernó el país por 20 años. La
violenta intervención del ejército gringo, amparada por la oscuridad de aquel 20 de diciembre, dejó
a miles de muertos y provocó un terrible saqueo que acabó con bienes materiales y empresas
que prestaban servicios en toda la ciudad. Fue de muchas formas una revolución social.
22
También dejó una gran cantidad de armas en manos de civiles y en muchos jóvenes una convicción
que la vida humana poco valía. Es que el país había vivido décadas de una relativa
tranquilidad y el trauma sufrido tam bién
arrasó
con
las
normas
de
conductas
tradicionales.Los nuevos organismos de seguridad no se adecuaron a las manifestaciones
violentas de una nuevasociedad , pero
sobre todo a la de los jóvenesdelincuentes. - Las
autoridades se organizaban, pero los facinerosos lo hacían mejor superando con sus crímenes las
medidas represivas y preventivas. Las cárceles se convirtieron en uníversidad es del delito y
los egresados de esos lugares fueron un problema mayor.
Cada vez los miembros - de las pandillas eran más jóvenes y cada vez más se relacionaban
con mafias internacionales que traficaban drogas. Ya el problema tenía algunos años y en ellas
actuaban gentes de distintas edades, que habían dejado códigos y normas a seguir.
Esto generó una mística alrededor de los facinerosos, que atrapó a nuevos adeptos y los instó a
superar las hazañas y los horrores que realizaron miembros anteriores del grupo.
Si se lograba resocializar a algunos, surgían nuevos integrantes. Este era el verdadero problema.
Los barrios eran factorías de pandilleros, de muchachos violentos, cada vez más niños.
Los sociólogos decían que los delicuentes actuaban impulsivamente, respondiendo a los momentos,
sin mostrar nada
de arrepentimiento. Comenzaban con atos vandálicos, de crueldad con
aniimales y una precoz actividad sexual, sin mostrar reparos por el bienestar de su pareja. Estos
jóvenes obedecían a sus instintos, violando persistentemente las reglas sociales establecidas,
mostrándose incorregibles y agravando su conducta con el abuso de sustancias ilícitas. Su vida era
impulsada por un tobogán, una violenta espiral sin dirección que les impedía mantener un trabajo.
El problema se repetía en las grandes ciudades latinoamericanas. Se . identificó que la
delincuencia juvenil está ligada a la obtención de bienes suntuarios de consumo. Los jóvenes se
desviven por un par de zapatillas nuevas, por un collar de oro, por un teléfono celular, un reloj
y por una combinación de camisa y pantalón. Para obtenerlos utilizan la violencia.
Es
impresionantecómo los habitantes de
estos barrios, como parte de la sociedad, son
bombardeados por toda la maquinaria publicitaria orquestada por el sistema. Esto se reafirma
para las fiestas de fin de año. Los medios anuncian cosas y más cosas. Artículos electrónicos,
juguetes, ropa, cosas, cosas, máscosas, invitando a la participación en eventos que cuestan
dinero. El que no es capaz de obtenerlos no es nadie. Para ellos es importante tener dinero en el
bolsillo para gastarlo. Es una cuestión vital. Sin eso no pueden tener novias, no pueden salir a
23
divertirse, se ven obligados a estar relegados en un segundo plano. El trastorno, dicen los
expertos, es cinco a diez veces más frecuente en hombres que en mujeres, quizás por la mayor
presión que reciben de la vida.
El crecimiento en el país, de los indicadores económicos, reiteradamente anunciados en las
secciones financieras de los diarios no significaba la disminución de la brecha entre pobres y ricos.
Esta frase trillada es apuntalada por decenas de miles de tragedias. Sus protagonistas son gente
sin alternativas, sin deseos o que no creen poder cambiar su destino. Sin saber identificar
oportunidades. No conocen otra forma de vida que la delictiva.
XIII
Jorgito, ¿qué quieres hacer cuando estés grande?-El niño miró a su compañero que le
aventajaba por algunos años y le contestó.
-Ya yo toy grande, yo tengo once. ¿Que qué me gustaría ser? Me gustaría manejar bus, pero
un diablo rojo. Uno de esos potentes, con luces de neón y pintados bien pritty, y poder recorrer la
ciudad de arriba abajo, sin temor de la gente de arriba. Ser libre.
El chiquillo sentado sobre un escalón de la escalera de atrás, abría sus brazos y miraba al sol que
regalaba sus últimos rayos al rincón del patio de esa casa, representando el concepto que él
entendía por libertad. A esas horas vespertinas la escalera era de ellos. En la noche no.
-Roberto, ¿qué quieres ser? Tú estás en la escuela y dicen que te va bien. ¿Por qué andas con
Dumbo y Calitín en la pandilla? Mira lo que le pasó a Rogelio, tu mejor amigo, lo mataron los de
allá arriba.
Roberto lo miró y sonrió con un dejo de tristeza, al recordar los hechos.-No sé, quizás porque me
cuidan, precisamente delos de allá arriba:Tú sabes que ellos ya vengaron aRogelio? Ese que tú
viste dispararle, lo mataron como un perro la gente de más allá. Eso es pa' que vean que se metieron
con gente pesada. Pero de eso no se habla. Es peligroso. ¿Quieres montar un diablo rojo? Vamos
Yo te invito, el próximo sábado, nos iremos a pasear en diablo rojo.
- Pero ellos ya no pasan por aquí. Mi mamá dice que es por que los asaltaban y mataban a los
choferes. El maestro me dice que los que pintan esos buses tienen que estudiar mucho los temas
que ponen en los lados del bus. Que los de la puerta trasera pueden ser la pintura de la cara de
24
artistas, de familiares o de quién sea, pero que las escenas que pintan en sus costados significan
guerras o temas de otros tiempos. ¿Será verdad eso?
Robe1io miró a Jorgito con afecto y le dijo:
-A mí las que me gustan son las de las tapas de la gasolina y los pregones de las defensas de
adelante y de la parte de atrás, son muy graciosos.
El otro niño que los acompañaba en esa parte trasera de la casa, aprovechó para participar diciendo.
-A mí lo que más me gusta son las pinturas de las mujeres, las ponen bien pritty y bien bonitas.
Con unas piernonas, y unas cabelleras largas y poca ropa. -Su carita reflejó un gesto de picardía
que hizo reír a todos. El próximo sábado los tres se alejaron de la calle en que vivían y
caminando llegaron hasta las avenidas que recorrían los buses. Escogieron uno muy colorido y lo
abordaron.
Los vehículos eran la forma más popular de transporte de la ciudad. Grandes y rojo se
desplazaban desde la parte vieja, por el centro bancario hasta barriadas en las afueras. A los
turistas les llamaba mucho la atención verlos cruzar por los altos y modernosedificios de la zona
hotelera.
Sus conductores los manejaban con poca cortesía y a veces a mucha velocidad por calles muy
estrechas. En las horas picos porfiaban por pasajeros, enfilaban contra las paradas atestadas de
gente que salía del trabajo y quería llegar a su casa a toda costa. Producto de esas estrategías se
llenaban los buses superando los límites que permitían la lógica y las reglas del tránsito .
Aferrados a su timón en lo alto, cobrando los pasajes y manejando con destreza las máquinas
guarda monedas, los choferes no tenían la visualización completa de lo que pasaba alrededor
del bus. A veces por su impaciencia, o por la imprudencia de los peatones, o por la falta de
precaución de ambos, se daban fatales accidentes. Las llantas de los buses machacaban a personas
que pocas veces sobrevivían.
Hasta que se convirtieron en un problema citadino . De allí el nombre de diablos rojos. Todo
conductor tenía un ayud ante al que le llamaban, "el pavo". Estos gritaban la ruta del bus al
llegar a las paradas. Vociferando rítmicamente invitaban a subirse, llegaron a ser tan famosos como
los tipos al volante . Eran una especie de sanchos y quijotes.
Los buses eran considerados por muchos como una muestra de arte popular, que caracterizaba el
folclorede esta ciudad. Fueron traídos de los Estados Unidos. Allá eran del color amarillo, y usados
25
para transportar a colegiales. Cuando llegaban acá, artistas populares muy hábiles los pintaban
y decoraban profusamente. Después parecían otros.
La música era otro de sus elementos claves. Antes le decían buses de salsa, pues esa era el género
musical predominante, pero ahora era disputado por el reggae. Un género con canciones que
muchas voces impulsaban al machismo y a la violencia.
A medida que la ciudad crecía en número de habitantes, los buses se tornaban más
peligrosos. Las calles eran las mismas y había más usuarios que, a pesar de todo, los requerían.
Los muchachos regresaron a su calle en la tarde, satisfechos por la aventura vivida. Cuando
doblaron la esquina y se acercaron al zaguán de la vieja calle, Roberto se encontró con Dumbo.
Éste muy enojado, le preguntó que adónde había estado.
-¡Tabas con esos chiquillitos ! ¿Qué te van a dá esos pelaos? Te tamos necesitando pa una vaina.
¿Dónde estabas ah? ¿Dónde? No hagas eso más, tienes que reportáte. No lo olvides-Y lo
señaló con el dedo, amenazador, rnirando fieramente a los otros dos componentes del trío.
XIV
Su vida empezó a pasar vertiginosamente por su mente, como un dictamen, al mismo tiempo
que por sus ojos los distintos pisos del edificio que bien conocía.. Vio al señor José en su
ventana del nivel siete aguaitándolo s, como siempre l o h acía en las madrugadas, pero
qué raro, lo vio cabeza abajo. Al mismo tiempo recordó cuando llegó a vivir a la
edificación. Era aún muy joven, se convirtió en el alma • del nuevo vecindario, pero esa parte
desfiló en un milésimo de segundo. Enseguida se vio ya un hombre y a muchas familias amigas
abandonando el inmueble que se deterioraba. La gente del quinto piso le resultó extraña. Sus
miradas se cruzaron con la suya, peto • rápidamente sus muecas de terror desaparecieron.
Volvió a verse, esta vez discutiendo con su madre y hermanas que lloraban, pero el piso
cuatro, tétrico, oscuro y abandonado interrumpió esa parte de su vida. La nueva imagen que
percibió no le gustó para nada, se veía sucio, sin dientes, descuidado, preparando droga
junto a otros adictos. El piso dos donde tampoco vivía nadie, pues las autoridades poco a poco
lo habían desalojado derrumbando sus balcones, despertó una llamada de alarma en su
26
cabeza. Algo raro sucedía. Seguía viendo todo al revés. Entonces recordó la disputa en la azotea
con sus secuaces, por el juego de dados, y la porción de droga que había consumido sin pagar.
Entendió que era arrastrado de forma irreversible poruna fuerza infinita, cósmica. Movió sus
manos y sus piernas con la esperanza de asirse a algo.
Un alarido espantoso rebotó en la noche llenándola deho rror...seguidodeun g olpe seco, brutal y
monstruoso.
***
- Huey Tabo, la muerte de ese piedrero calentó la calle.
La policía. anda preguntando. Quiere
saber qué fue lo q{iepasó: Mientras, nó se puede vender nada. Las rondas tn violentas parando a
todo mundo. Tienes que arregla eso; Tabo, hombe.
El Fulo se quejaba ante sujefe. El creía firmemente que éste tenía las soluciones para resolver
todos los pro blem s. El podía arreglar los inconvenientes ocasiónados por el hallazgo de un
hombre muerto en el patio de ese caserón vecino.
Tabo lo miró y movió la cabeza decepcionado. Le gustaba sentirse importante. En esos momentos
se sentía como el Rey Salomón impartiendo justicia. Lo había visfo ert una mini serie•en la
televisión. Le llamó mucho
la atención ese personaje rodeado de aduladores que podía contra todo y contra todos y protegido
hasta por Dios.
Volvió a mover su cabeza y aunque sabía lo sucedido preguntó.
-¿Buenoy qué fue lo que pasó ? -Sin esperarrespuesta volvió a decir- Todo en esta vida se
puede arreglar con billetes. No me jodas, encárgate de eso. Recuerda, con un par de billetes se
arregla todo.
XV
Roberto, en el patio de la escuela, conversaba con Herminda. La joven admiraba el cabello
emulado Y brillante de gel de su compañero de aulas.
entados en una banca, bajo un árbol, le
decía que se iban a casar cuando terminaran el bachillerato. Ella reía. Para eso faltaban dos años.
27
A pesar de la algarabía que formabn cientos de estudiantes que gozaban del recreo, se sentían solos,
hablándose uno al otro.
-
¿Por qué no me acompañas a bailar en el conjunto típico de la escuela? Yo estoy
preparando mi pollera Y mis babuchas.
-
Yo no sé bailá típico peláa,- le conest? sonriendo.
Ella coqueta insistió, abrazándolo por el cuello.
- No importa, aprendes. Así como cualquier problema de álgebra, a bailar típico, se aprende.
-¡Eso no es pa' mí, típico, eso no ta en naaa! Eso no ta . cul.
-¿Cómo me veré vestida de pollera?
- Te verás muy linda, con los tembleques y esas prenda con que se adornan.
- Bueno después no te pongas bravo cuando baile con otro parejo.
Roberto recibió el golpe y la miró a los ojos. Ella sabía que había dado en el blanco.
Vamos a pensarlo, pues-dijo el muchacho, mientrasella . sonriente hundía sus dedos en sus
enrulados cabellos. El timbre del recreo los obligó a atender sus obligaciones escolares.
Roberto cada vez se veía más comprometido con la pandilla. Esa relación lo comenzaba a
atemorizar. Había visto morir a dos de sus amigos. Ya no podía caminar libremente por el barrio.
Para ir y regresar de la escuela tenía que dar rodeos. Su carácter también había cambiad9 y
tenía problemas con sus padres que le recriminaban sus salidas nocturnas, para atender los
requerimientos de Dumbo y Calitín.
A él no le gustaban las drogas, y no sabía por qué se había involucrado tanto con ellos. Quizás por
lo de las armas. Eso era una moda. En el barrio había que demostrar que uno podía
manipularlas. Que no se le temía a nadie. Pero no sabía si iba a llegar al extremo de dispararlas
contra otros.
Su participación se había limitado a guardarles el revólver y la pistola. A entregárselas y a
volver a esconderlas en su bolsa escolar.
Desde niños los tres se conocían. Y aunque no habitaba en el viejo caserón vivía muy cerca,
en una renovación urbana próxima. Su papá había dicho que se iban a mudar. Que ya no le
28
gustaba el barrio, pues era muy peligroso para todos. No sabía si le iba a gustar otro lugar en las
afueras para vivir. Sus hermanas estaban muy ilusionadas con abandonar el pesadoambiente
de la vieja calle. Ahora lo que sentía por Herminda, esa linda joven que se había fijado en él,
lo instaba a ser mejor. Ella era muy buena alumna y le había dicho, aquella vez que
estudiaron juntos los problemas de álgebra, que él también era muy capaz
-Tú aprendes muy rápido. Resuelves los problemasmuy bien. Viste, así mismo puedes
aprender a bailar típico.
Los silbidos de sus amigos lo invitaron a salir de su casa y a dejar de lado los recuerdos de su
amiga. No sabía qué iba a decirles a sus padres. Ya sabía que querían la nueve milímetros.
Cómo pudo salió y se las entregó. Cada vez se hacíamás difícil ayudar a los pandilleros.
XVI
Los muchachos salieron a fiestar durante el fin de semana. Al caer la tarde estaban bien vestidos,
con ropa y zapatillas de marca. Se animaron a visitar uno de los malls de moda en la ciudad.
Dumbo se esmeraba por estar al lado de Dorita, que se hacía acompañar por dos amigas. Cada día
le gustaba más esa mujer, se decía por dentro. Calitín, cuyo vestuario no desentonaba con el de
los demás alegraba a todos con sus ocurrencias.
Hacía tiempo que no se sentían así, volvían a ser los de antes, sin miedos, ni temores. En ese
centro comercial, de anchos pasillos, bien iluminados y con aire acondicionado podían caminar
junto a otras gen- tes, a turistas. El sitio les parecía como los de las películas.
Nadie los miraba mal, eran iguales a los otros. Ni los guardias de seguridad reparaban en ellos.
Deslumbrados por la mercancía y el brillo que se veían tras las vidrieras, recordaron las
propagandas turísticas que decía que en la ciudad se podía comprar y comprar y comprar, cualquier
cosa imaginable a menor precio que en otros lugares del mundo. Panamá es un bazar mundial.
Dorita se demoraba viendo la oferta de un almacén de zapatos y carteras, los precios la asombraron.
–Conochenta dólares me compro diez en los almacenes de la Avenida Central-le dijo a Rosario, una
de las amigas que la acompañaban. Riendo y echando una última mirada a los bolsos se
unieron al grupo.
Mientras Dumbo se sintió atraído por las zapatillas de una_ marca francesa, que no eran
comunes en el barrio.
-Esas sí tan cul. Me las voy a compráaaa.
Les gutó mucho que allí se encontraran muchos jóvenes como ellos. El ambiente era agradable,
y aunque bullicioso, no era peli groso. En verdad que lo disfrutaban alegremente.
29
Subieron las escaleras eléctricas hasta el piso de los restaurantes de comida rápida y allí ante la
oferta de los numerosos anuncios, dudaron. Las luces de los MC Donalds, KFC, Popeyes,
Wendys, Leños y Carbón, La Estancia, Fast comida China y otros y otros trataron de atraerlos y
torcer su decisión. En el centro del salón encontraron un amplio espacio lleno de sillas y mesas
donde cenaban muchas personas.
Al fin se decidieron por el restaurante que ofrecía el más famoso pollo del mundo. Desde niños
conocían el producto, habían visto su propaganda, y lo habían probado pues alguna vez sus
madres los llevaron a alguno de estos establecimientos que se podían encontrar en distintas
partes de la urbe.
Formaron la fila frente a la caja y cuando comenzaron a leer el cartel del menú de
múltiples opciones pudieron
ver,
en la fila . del cercano MC Donalds, a sus rivales de la
calle de arriba. Ellos también los vieron.
Ante la presencia del enemigo los nervios se apoderaron de ambos grupos. La diversión se
esfumó, ante el miedo de que sus oponentes estuvieran armados comenzaron a retroceder
respectivamente.
Corno pudieron ambos grupos se escabulleron del mall, utilizando puertas diferentes alcanzaron la
avenida
y como pudieron cada cual regresó a su sórdida calle.
Dorita, ahora sentada en uno de los sillones de su casa, sollozaba. Dumbo y Caiitín la miraban
sorprendidos, Y apesadumbrados. Se sentían culpables, pero no identificaban plenamente su culpa.
-¡Nunca nos podemos divertir sanamente!- gritó l chica que ahora sí rompió en llanto, y molesta
buscó refugio en el cuarto de atrás.
XVII
- En otras palabras, el menor de edad, no tiene, de acuerdo a la ley, la suficiente capacidad de
entender y querer. Se trata de una evidente falta de madurez física, que también, lo es psíquica.--decía el reportero de pie, al que estaba sentado frente a la computadora, en la sala de noticias
del canal televisivo.
- Es más, compañero, según estos escritos-y comenzó a leer el legajo de papeles que acababa
de recoger de la impresora adjunta a la computadora- el menor de edad podrá llevar acabo actos
u omisiones típicos, pero no culpables, pues para que se le pueda reprochar su conducta, a
30
título doloso o culposo el menor deberá tener la capacidad de entender y querer su conducta, de
tal suerte que no se puede formular el reproche que entraña la culpabilidad, por falta de base o
sustentación mencionada.
- ¡Chuleta!- exclamó el interlocutor- Según eso, Esteban, los muchachos pueden asesinar, violar,
destripar como sea y a quién sea. No son culpables, porque su edad los exime de culpa. Por eso
es que están así. Amigo, yo viví en un barrio de ésos y losjóvenes no eran de esa manera. Pero
ahora se han convertido en monstruos. Cada día los crímenes son más espantosos.
Esteban miraba a Julio , su compañe ro de asignaciones. Llevaban meses de componer un dúo,
él cómo reportero y su amigo que se encargaba de la cámara. Habían logrado algunos
reportajes impactantes sobre las pandillas, como se conocía el problema.
-Bueno, amigo-- repuso, Esteban-Ahora hay muchos que piden el aumento de penas para los
menores. Que se les juzgue como adultos. Pero ayer en conferencia deexpresó firmemente
contra eso. Dice que ésa no es la salida . . _
Julio caminó alrededor de su compañero y
siguió hablando -El problema es grave, y no solo ocurre en nuestro país. Cada vez que navego por
los noticieros en Internet, me encuentro con casos similares, en distintas partes del mundo. Aquí
parece no haber solución.
Esteban volvió a recurrir a los documentos y le dijo a su compañero -Lo anterior nos lleva a
concluir que el . menor no es, no puede ser delincuente, simple y sencillamente porque su
conducta no puede llegar a integrar todos los elementos del delito, pues es un sujeto inimputable
y ésta es condición esencial para que pueda integrarse el elemento de la culpabilidad.
Los periodistas aparcaron y bajaron de su automóvil. Caminaron por la acera de la calle de ese
antiguo barrio, y se acercaron a la escuela donde había ocurrido un hecho reciente enel cual un
alumno de quinto grado, con apenas once años había apuñalado a otro un poco mayor. La herida
había sido suficientemente profunda como para enviarlo al hospital. Los noticieros de la tarde
anterior mostraban imágenes de cuando la policía aprendía al .niño agresor. Le taparon el
rostro para protegerlo de laopinión pública ..En su escuálido cuerpo típico del estiramiento que
sufren los muchachos en es etapa del crecimiento, se notaban la protuberancia de sus costillas.
Sus piernas flacas se movían torpemente,dando tumbos por no poder mover las manos.esposadas y
no ver el camino hacia el vehículo .que.lo arrancaba de
su hogar hacia un supuesto proceso de
resocialización, de cuya efectividad dudaban muchos.
Después de grabar patéticas entrevistas con maestras alarmadas por el pasado caso del
apuñalamiei:ito dentro de un salón de clases, los periodistas salieron de la escuela.
31
Un niño uniformado llevando su mochila de libros, los acompañó en su salida. Con latípica
curiosidad infantil, les preguntó que qué hacían. Que si lo podían filmar a él.Que le gustaría verse
en las noticias de la tarde.
-Cuando te gradúes, y seas un famoso médico, entonces vas asalir en los noticieros. O cuando seas
un granjugador de.... ¿Qué te gusta jugar a ti?-preguntó Esteban. _
El niño sonriente, aunque agobiado por el peso de la bolsa escolar, contestó-Futbol.
-Lo que pasa es que ahora queremos filmar a pandilleros. A esos muchachos malos que
andan en bandas y disparan por cualquier esquina sin importarlesnada.
- Ustedes quieren filmarlos a ellos. Yo conozco a unos.- se detuvo, dudó un poco y después
preguntó:Pero, ¿Ustedes creen que ellos quieran salir entelevisión?
-Les prometemos que no vamos a filmar sus rostros, ni a decir sus nombres. - acotó Julio
moviendo la cámara.-¿Tú puedes llevarnos do'nde ellos?
Jorgito hizo una señal con su mano y empezó a correr por las aceras, sorteando baches llenos
de. Aguasucia, hacia el' viejo casetón que estaba en medio de su calle, en busca de la venia de
Dumbo y de Calitín.
* **
La entrevista a los pandilleros fue la serisación de los
noticieros de la tarde y de la noche. Los periodistas lograron que les enseñaran sus armas. Aunque
no mostraron sus rostros fue suficiente el que los televidentes pudieran verlos empuñando la nueve
y la 38 respectivamente. También hablaron sobre que no esperaban nada del futuro, porque no se
les había dado nada.
- Compa, nada nos han dejao. Así que Yo salgo a buscá lo mío. Si nos pelan, mala suerte.
Aprovecharon para mostrar sus nuevos tatuajes. En verdad que atemorizaban. Sobre las otras
pandillas afirmaron que la guerra era a muerte.
- En cualquier lugar papá, ahonde los vea les doy
cuero. Yo sé que la cosa es ellos o
nosotros. Derroche de violencia, papá. Pá que lloren en mi casa, mejor que lloren en la de ellos.Disfrutaban utilizando la jerga características de las bandas. Movían las manos señalando
rnenazadoramente. Esa fue la despedida televisiva de Dumbo. Esteban y Julio, consternados y
32
eufóricos después del reportaje pensaron que lo podían complementar con opiniones de vecinos del
barrio.
Hubo quién se atrevió a hablar, si no mostraban su rostro por temor a represalias. Un señor, con la
frente surcada de profundas líneas que se repetían en la comisura de los labios, y subían en
diagonal hasta casi tocar sus pómulos sobre los que brillaban unos ojos aindiados y que peinaba
canas, mencionó lo tantas veces reiterado por otros fuera de cámaras. Que el barrio habíacambiado.
Que la violencia era incontrolable. Que meten presos a unos, mueren otros y los más chicos
que
vienen subiend o se
hac-en cargo de
las organizaciones, en una especie de relevo
diabólico.
-Miren señores periodistas, la pandilla es una escuela, los más niños aprenden a ser violentos con
los malos ejemplos de los mayores. Por aquí esto está serio.
Después de las seis de la tarde trato de no salir. Ellos han secuestrado el barrio. Y si no, miren
a cuantos empresarios han matado, cuántos negocios han cerrado, y cuantas vidas jóvenes
se
han perdido. Lo han convertido en un lugar estéril, peligroso no hay movimiento económico.
El tipo al ver que los periodistas daban por terminado el reportaje, agregó Déjenme terminar
con esto. Para afrontar el problema, el Gobierno debe implementar programas contra la
pobreza,y acentuar la educación de valores en las escuelas. Vienen, pintan unas casas, reparan un
parque y quieren organizar eventos deportivos, pero estos muchachos no pueden jugar juntos.
Se matan.
XVIII
Nunca pensó que ese caso provocaría su asesinato. El abogado había suspendido todas las citas
que esa tarde había programado con su clientela habitual. Le dijo a la secretaria que no lo
molestara. Sobre el escritorio dos maletines llenos de dinero. El resultado de las fechorías que
ocupaban las últimas portada de los diarios y los espacios televisivos. Los habían dejado allí sus
clientes antes de salir. Era el custodio de esos bienes mal habidos. Tenía que invertirlos y
blanquearlos en cuentas bancarias respetables.
Después de graduarse de abogado, con mucho esfuerzo había montado ese despacho. Se
especializaba en lo penal y poco a poco había ganado fama por haber logrado poner en la calle a
conocidos delincuentes. Eso fue en otros tiempos, cuando la dictadura. Era fácil arreglar con
33
los fiscales y con los militares. Una llamada bastaba. Eso sí, siempre que los delitos no tocaran sus
intereses.
Ahora eran otros tiempos, pero había ganado experiencia y con la democracia las leyes eran las
que mandaban. Él las sabía aplicar para que beneficiaran a sus acudidos. Además era conocido
en las cortes y fiscalías por su generosidad.
"Báñate en regadera", era el consejo que le habían dado al inicio de su carrera. ¡Qué dicho aquel!
¡Y qué vaina estos clientes suyos! Creían que sus fechorías eran juegos de niños. No pensaban en
la culpa. Para ellos este sentimiento que había aherrojado desde siempre al comportamiento
humano no existía. Gustaba de analizar, para sí mismo, el comportamiento de estos
delincuentes. Siempre le llamó la atención la filosofía, fue una de sus materias preferidas en la
Facultad de Derecho.
Comenzaban con la mentira para ocultar la culpa, consecuencia de sus actos cometidos a la libre.
-Fue la volunad de Dios. ¿Qué querían que hiciera? No pude hacer nada más.-Eran las frases que
siempre usaban.
El continuo delinquir a través de los años los llevaban a otro nivel, el de engañarse ellos
mismos y a sus compinches. ¿Cómo definir esta forma de mentir? Cruzó los pies sobre el
escritorio. Se rellenó sobre el mullido sillón de cuero con medas que le permitían girar y Vl!ar haia
las ventanas o hacia la pared llena de diplomasy reconocimientos profesionales. Se rascó
lacabeza y enseguida vino la respuesta. Sí, como no, la colusión: "Un juego entre dos o más
personas que se engañan a sí mismas, un juego que es el del autoengaño mutuo". No pudo
recordar el origen de la cita. En palabras
del
pueblo
llano
era
simpl emente,
confabulación, componendas, alianzas o complicidad. Cuando iba a seguir filosofando sobre la
anatomía de la ocultación, el timbre del intercomunicador lo interrumpió.
-No le dije que no estaba para nadie.
-Pero Licenciado es ....
El abogado quedó nuevamente sólo n su despacho, estaba preocupado. La oscuridad de la calle. se
colaba por el ventanal, luchando contra los reflej o de los fanales y de las luces rojas de los
auomovles que, circulaban. Otros clientes, también relacionados con los maletines, acababan de
visitarlo. Temían que los arrestaran, por las declaraciones. del plo aquel y de ciertos testigos
que habían surgido a ultima hora. Le exigían protección. Eran tipos peligrosos.
34
"La delación era peor que la traición" Recurrió nuevamente a su manía de psicoanalizar el
comportamiento de los clientes. “ La delación implica la denuncia de un acto en que se ha
partecipado, precisamente para ocultar la intervención y la culpa propia, es la venta de la
conciencia”
-Déjate de pensar tonterías.- se dijo - Tienes que hacer algo rápido. El dinero q1e le guardas y del
que tetoca una buena parte, está en Juego.
Tiempo
después
sus clientes . fueron
considerados . culpables, de varios delitos. Robo,
asociacionilicita para delinquir, y hasta de asesmatos.
Nunca contó con las nuevas técnicas de estos fiscales jóvenes. Habían ofrecido al que
capturaron,protecc ión y un trato especial a la hora de juzgar los delitos. Fue eltestigo clave en el
juicio. Hablo, hablo y hablo.
Ese día, en el tribunal, se sorprendió por ls miradas amenazantes, desilusionadas y llenas d odios
de sus defendidos, al oír las sentencias. ¿Habnan notado,. su poco esfuerzo en defenderlos?
-Contra eso no se podía, él no tenía la culpa. Fue la voluntad de Dios. ¿Que querían que hiciera?
No pude hacer nada más.-¿Dónde había oído eso?
Y encima le pedían que devolviera el botín a sus mujeres, sin descontar más de la mitad en
honorarios.
****
El asesinato del abogado fue brutal. Los sicarios lo
atacaron sin piedad cuando abordaba la lujosa cuatro por cuatro. Algunos reportes afirmaban que
ni vio a sus asesinos. El arma con que fue ultimado era una nueve milímetros. Así lo determinaron
los siete casquillos de balas que quedaron allí como testigos alrededor del cuerpo de la víctima.
****
Dumbo y Calitín, regresaron aquella noche al viejo caserón. Entraron al patio de su casa por la
parte de atrás. Furtivamente tomaron los callejones de la otra calle. Subieron las escaleras y se
refugiaron en uno de sus cuartos.
35
Dumbo se sentó sobre su camastro. Algo no lo dejaba hacerlo cómodamente e incorporándose sacó
debajo de su camisa la Nueve. La contempló tembloroso por largo rato. La movió con saña
repitiendo la forma en que hacía poco había hecho los disparos.
Calitín lo miraba y no acertaba a decirle nada. Por fin rompió el silencio y dijo.
Dumbo, debemos botarla. Dicen que la policía puederastrearla comparando los casquillos que
encuentran en la escena del crimen y las balas en el cuerpo de ese man.
-¿Que qué? ¿Qué me dices?
-Que tamos en vaina con esa Nueve.
-Tas loco, yo nunca la voy a dejá. Primero me matan antes de dejá mi Nueve. Lo que debemos
hacé
es desaparecer esta ropa y las gorras. Mañana todos esos noticieros
de esos foquins
periodistas, van a decí que uno de los sicarios llevaba un suéter rojo de rayas otro verdeQue
tenían pantalonescortos y gorras debéisbol.
XIX
A Roberto le gustaba Herminda. Sus ímpetus juve- niles lo llevaban a buscarla en todos los
momentos que permitía el horario escolar. A la entrada, durante el recreo y a la salida. Pero
notó que los ensayos del conjunto típico eran algo especial. Se había decidido por fin a
presenciarlos y cuando lo hizo, le gustó el repicar de los tambores, los golpes de las baquetas
sobre las rústicas cajas, que con sus encordados atesaban los parches de ambos lados del
instrumento. Ese tambor le recordaba a los que usaban los ejércitos de otros tiempos para dar las
órdenes en las batallas. Era muy parecido al que portaba un soldadito de plomo que vio dibujado en
un cuento infantil. No tenía aquellos brillantes colores, pero sonaba bien.
El puje y repuje de los instrumentos de percusión llenaban el ambiente y eran obedecidos por las
caderas de las muchachas que arrancaban requiebros de sus parejos. ¡ Ojúaaaaa!
Le era difícil reconocer en el grupo de baile a sus compañeras y a sus compañeros. No
imaginaba que fueran capaces de seguir los ritmos con tal destreza.
Veía a Herminda pasar, danzando, ligera de pies y con una brillante sonrisa que iluminaba su rostro
y se reflejaba en sus lindos ojos. La rueda que formaba el conjunto se le pareció a la de un mágico
carrusel.
36
.Pero los tambores, los tambores lo emocionaban. Después hablando con el profesor de.folclor se
lo hizo saber. El le contestó que aunque había nacido en la capi- tal Y aunque decía que no tenía
raíces en el interior del paí el tamborito entró a Panamá por Portobelo en el Canbe Y cruzó a la
ciudad en la que el había nacido, para después propagarse por todo el territorio.
-Se puede decir Roberto que en Azuero fue que se le dio forma al tamborito panameño. Los
tambores negros se mezclaron con los tambores blancos. Ese que dices tú que te gusta mucho, la
caja, es un tambor copiado del de los soldados españoles ..
-¡Vio, me lo imaginé!
El profesor, joven también, le explicó que había visto como jóvenes capitalinos que en sus
casas
se criaron oyendo ritmos del Caribe, música de salsa, ca- lypso, reggae, se sintieron
cautivados por los tambores folclóricos. Eso lo llevamos en la sangre y en un momento de la
vida aparece. Puede pasarte a ti.
- ¿Te gustaría participar del conjunto típico?
***
A la salida del colegio acompañóa Herminda a comprar sus babuchas y prendas con las que se
adornaría en el acto cultural de las festividades de la escuela. Herminda era una chica muy
linda, de tez y cabellos claros, sin ser rubia, tenía sus ojos como caramelos. Yaa sus quince años su
cuerpo anunciaba las curvas y los encantos de una bella mujer.
Fueron a la Bajada de Salsip11:edes, un sitio singular, estrecho y popular, donde se vendían miles
d.e cosas incluyendo las referentes al folclore.
-A mí no me gusta ir a ese lugar. Hay mucha gente yuno no puede ni caminar-dijo sonriente
Roberto.
-Eso es precisamente lo que me gusta del sitio. Sal sipuedes, es su nombre original. Lo dijo en
clases el profesor de Historia. Aquí, hace muchos años atrás, decían que los chinos se comían
al que pasaba en horas de la noche.
-La chica risueña y alegre, disfrutaba estar con su compañero.
-Herminda tú si eres, sabes de todo. ¿Cómo haces, para sacar tan buenas notas y participar en
tantas cosas? Estás en el conjunto típico, juegas voley ball, vas a fiestas.
37
-Sólo voy a los quince años que me invitan. Pero Roberto, solamente gozo mi juventud , y
además debo cumplir con mis deberes escolares. Imagínate que va a ser de mi futuro si no
estudio y consigo una carrera. Fíjate bien, la escuela es divertida, es cierto que damos clases,
hacemos exámenes, tareas, pero además se nos ofrece una serie de eventos que son nada más y
nada menos que diversión. El conjunto típico es una de ellas.
-¿Vas a participar?
-El joven la observó con admiración asintiendo y dudando después. Al final rieron juntos de la
insistencia de la muchacha.
Tú debes hacer lo mismo. Debes estudiar, crecer. Esome lo dice mi Mamá. Ella es la mejor amiga
que tengo. Me repite siempre que la juventud es una etapa muy difícil, pero que es muy bonita.
A Roberto los consejos de Herminda le calaban muy adentro. No sabía por qué, pero le recordaban
a Dumbo y a Calitín, sus compañeros de la pandilla. Quizás era por lo diferente de su discurso.
XX
Dumbo y Calitín salieron en busca de Roberto. Lo encontraron saliendo de su colegio, venía
acompañado de Herminda. Cuando los vio, se despidió rápidamente de la muchacha y se juntó con
ellos.
-Que sopá Robert, mansa guialcita. ¿Ta contigo en el salón?- le comentó Dumbo ante la sonrisa de
Calitín. Se saludaron, y caminaron juntos de regreso a la calle en que vivían los tres. Siempre
alerta, tratando de no pasar por el territorio de sus rivales.
Hey Robert, cuando tú vas y vienes de la escuela tienesque tené cuidao con esos laopés de por acá
arriba. Ellos te conocen. Saben que tú eres de acá abajooo.-dijo Dumbo con ironía.
Roberto, contestó que no podía hacer el trayecto usual pues lo obligaba a pasar por lugares
que frecuentaban sus rivales. Que prefería tomar un bus y bajarse más adelante y llegar al colegio
por el otro lado.
-Qué te pasa que te vemos poco. Tas perdía, pana. Últimamente sólo nos mandas la nueve que
guardas con Jorgito y ya no te juntas con nosotros.- dijo Calitín con tono de reproche.
Te tamos necesitando, Robe1i. Tenemos unos asuntosen que tú puedes ser muy importante. Tú
sabes. Te vas a ganar un par de billetes.
Lo que pasa es que he estado muy ocupado con laescuela. Estamos en semana de exámenes
bimestralesy además mi Papá se dio cuenta la noche pasada sus silbidos eran llamándome a mí.
Me preguntó en qué negocios andaba.
-Bueno Robert eso es asunto tuyo, resuélvelo, pero no puedes fallamos. Tamos en negocios
importantes y tienes que ayudamos. Ya te avisaremos. No nos traiciones.Roberto subió solo las
38
escaleras de su casa cargado con la preocupación del encuentro con sus amigos. ¿Quéestarían
tramando? ¿Qué papel nuevas fechorías?
***
Calitín le reclamaba a Dumbo el cambio que notaba en Roberto. Le preguntaba su opinión por el
giro que había dado respecto a sus relaciones con la pandilla.
-Mira Dumbo lo que hay que hacer es ponerle una prueba. Una que demuestre y lo obligue a
involucrarse con nosotros. Qué se cree, que es más que nosotros. Porque está en la escuela y
camina con yeyesitas . Se equivoca y eso es traiciooon.
Dumbo, que sentía mucha simpatía por Roberto, por que, quizás veía en él cualidades que no
poseía, contestó.
-. Suave Calitín, Robert es un buen pelao, siempre nos ha apoyado. No disparando, ni vendiendo.
Pero ta con nosotros.
-Uuuuf, no vengas con eso Dumbo. Tú sabes que esto es el que ta con nosotros ta, o si no, no ta. Tú
lo salvas con su par de dólares, por guardar el arma cuando hemos necesitado tenerlas lejos de
nosotros . No lo hace por amor al arte.
-Ya·veremos,yaveremos,Calitín,vamosavercomo viene Roberto.
XXI
A Herminda le contaron que Roberto tenía relación con una pandilla. Ella ya lo sospechaba, pues no
le gustó la facha que tenían los amigos que se encontraron aquel día a la salida de la escuela. Eso
fue un indicio que apoyó lo que le contaron dos de sus compañeras que vivían en calles vecinas del
muchacho. Le relataron varios de los incidentes en que se habían visto envueltos Dumbo Y
Calitín y agregaron que sabían que Roberto se relacionaba con ellos. Herminda, alarmada no
sabía qué creer. Conocía del buen comportamiento de su amigo, que era cortés con ella y un
alumno regular. Comenzó a dudar y a recordar todo lo que los diarios y los noticieros
mostraban de los pandilleros. Del temor de la sociedad hacia esos muchachos que no respetaban la
vida de nadie, ni medían las consecuencias de sus acciones.
39
En el próximo recreo la chica buscó a Roberto. El también quería verla y salió a su encuentro
sonriente. Se sorprendió al ver lapreocupación en elrostro de Herminda..
-¿Qué te pasa?-dijo alarmado. En un segundo comprendió lo que sucedía. Sus esfuerzos para
que la pandilla no interviniera en su vida escolar se desplomaron .
Me lo han contado todo. Tú sabes qué. Pero quiero que me lo digas por tu propia boca. ¿Te
atreverás?- La actitud desafiante de Herminda se diluy ó y llevándose las manos al rostro
comenzó a llorar.
Roberto trató de consolarla con un abrazo. La llevó hasta un rincón apartado del patio de recreo
para que otros alumnos no notaran el drama que vivían. La chica lo apartó bruscamente y le dijo.
-Suéltame, eres un falso. Me has engañado. Tú sabes que si yo sabía que eras un pandillero jamás
sería tu amiga. Creí que eras un chico decente, que valía la pena acercarme a ti. Y eso que decías
que Yo te importaba tanto. Mentiras, puras mentíras. Eres un pandillero.
La chica no le dio tiempo a explicaciones dio la espalda y se separó de él perdiéndose
entre los otros alumnos que gozaban del momento de esparcimiento entre las horas de estudios.
Roberto quedó allí rodeado de compañeros, pero más solo que nunca.
XXII
El índice de delitos cometidos por menores era alarmante. Serelacionaban con asesinatos,
robos, con el tráfico de droga, con venganzas y hasta servían de sicarios. La muerte del
abogado había sido muy comentada por los medios de comunicación. La policía contraatacó
poniendo retenes en las noches, redoblando las rondas policiales en las zonas rojas de estos barrios
popul ares. Hicieron ostentoso s allanamiento s repentinos. Parte de la sociedad clamaba por
el endurecimiento de las penas, otros decía que esto no era la solución. Mientras tanto algún
nuevo crimen asombraba a todos y le daba la razón a los que querían que juzgaran a los menores
como adultos.
La polida decía que ellos conseguían arrestarlos, pero si los fiscales no podían armar cargos
contra ellos en menos de 24 horas quedaban libres, pues no se podía ordenar su prisión preventiva.
El debate crecía en calor y se trasladaba a los principales titulares de las noticias del día. Para
muchos los derechos de los menores infracto res
superaban
al
de
las
víct imas. No
comprendían disposiciones como aquella que establecía que si en una nota periodística se
40
mencionaba la dirección de un joven delincuente esto podía anular la investigación. Lo cierto era
que el mal estaba enquistado enJa sociedad y tenía raíces más profundas, y mucho más complejas.
XXIII
La pareja desnuda continuaba abrazada. El calor de la tarde era sofocante en ese estrecho
rincón del cuarto de la casa de madera de alquiler. Eso no había sido obstáculo para que ambos
dieran rienda suelta a la pasión que hasta hora habían reprimido.
Minutos antes habían quedado solos en el cuarto y al cruzar miradas, se encendieron las chispas del
deseo. Antes había pasado, pero lo de hoy fue un momento de magia que los impulsó uno contra
otro y sin darse cuenta subieron por la maltrecha escalera, desnudándose el w10 al
otro,
acariciándose, besándose buscando el secreto que les regalaba como un cómplice aquel espacio
entre el piso y el techo.
Calitín separó la cabeza de Dorita de su pecho. Se miraron a los ojos y somieron con ternura. Se
besaron y el muchacho pensó que era el hombre más afortunado del mundo. Había conquistado a la
hembra que deseaba.
- Vístete mi amor, no sea que venga Dumbo y se entere.
- ¿Acaso él es tu marido?-le reprochó.
- No, tú sabes bien que no. Pero tenemos que saber cómo manejamos esto, sólo entre nosotros.
- A mí no me importa que se entere. Conmigo va duro.- Dorita, utilizó un recurso visceral muy
propio de la mujer de cualquier época, lo miró tiernamente, le pusoun dedo en los labios y le acarició
la cabeza tratando de tranquilizarlo. Después le susurró en el oído. -No es el momento, Carlos.
Su nombre de pila en los labios de ella fue la clave para que Calitín se empezara a vestir. Se
tuvo queinclinarse para hacerlo pues no en el altillo.
-Apúrate por favor.
Ahora sí el romance había desaparecido porcompleto y era el temor que asomaba en el rostro de
la joven.
-¡Dorita! ¡Dorita! - Era la voz de Dumbo llamando desde la puerta que daba a la calle.
41
--- Espérame allí, ya te abro, iba a bañarme. Espérame.
-- Bajando la voz, nerviosa, le pidió a su amante que saliera por la puerta que daba al patio.
-Cuál es el encerramiento, son las tres apenas.
- Espérate, ya te abrn, estoy en toalla.
El tono meloso de la hembra aquietó el llamado de Dumbo. Antes de abrir la puerta secó el
pegajoso legado que le habían dejado entre sus piernas. Mientras tanto, Calitín salió a medio vestir
hacia el patio, en el apuro chocó aparatosamente con un vecino que por allí pasaba.
XXIV
Roberto seguía con la mirada a Herminda, pero la sentía cada vez más lejos. Le dolía mucho
que lo ignorara por completo. Sus ojos buscaban una señal por pequeña que fuera, de un ansiado
perdón, pero nada, nada. Para lajoven era como sí él no existiera. Henninda se escudaba tras sus
amigas, que, como celosos guardianes, ideaban toda clase de artimañas para que no se diera un
casual encuentro. Para eso resultaron ser muy buenas.
Roberto se desesperaba y buscó en los ensayos de los sábados del conjunto típico la excusa para
estar cerca de su amiga. Para eso pidió el permiso del profesor de folclor.
-Tú tienes ritmo, puedes ser un buen bailarín. Estamos necesitando parejos para las muchachas.
Ellas
son expertas, pero
creo que puedes
ayudarnos.
Si ensayas estarás listo para las
presentaciones del aniversario de la escuela.
Las palabras del profesor llenaron de ánimo al joven y el siguiente sábado se alistó para ir a las
prácticas del conjunto típico. Sabía que allí vería a Herminda.
Su desilusión fue grande cuando no la vio entre las muchachas que entonaban las tonadas que
acompañaban con el batir de palmas. En otro rincón muy cerca los músicos preparaban sus
tambores. De todos modos participó en la práctica. Le gustó que el profesor se le aproximara, lo
presentara y que lo tomara en cuenta en los bailes. Fue una sorpresa pero Roberto no desentonó.
Después de algunos titubeos que propiciaron algunas risas burlonas, fue cogiendo los pasos,
demostrando un gran sentido del baile. Como pareja le tocó Rosita, la mejor amiga de Herminda.
42
-¿Y qué bicho te picó a ti? ¿Desde cuándo te gusta la música y los bailes típicos? Mmmmmm Yo
creo que sé por.qué tu estás aquí-le reprochó la bailarina, en medio de vueltas y vueltas de la
primera danza.
Pero hasta allí llegaron los rechazos. Rosita resultó ser una buena pareja que sonrió todo el tiempo.
Después comenzó a pensar si aquellos gestos de alegría no serían fingidas y obligadas en el baile. El
profesor les pedía a ellas que miraran sensualmente a sus parejos y de vez en cuando sonri.eran en
dirección donde debería estar el público. Rosita le dijo que Herminda no había asistido porque
estaba con gripe y que si mejoraba estaría en la práctica del próximo miércoles. La noticia le tardó
en llegar a la muchacha, el mismo tiempo que les ocupó a las chicas salir del ensayo y llegar a su
casa. Cuando se retiraron y la dejaron sola, no sin antes describir una y otra vez lo bien que había
bailado Roberto, la joven esbozó una sonrisa de satisfacción.
XXV
Algunos pensaban que el fenómeno de la violencia social era insoluble. En el país las cosas no•
habían llegado a tanto, pero el grado de organización que habían mostrado algunos crímenes era
alarmante. En otros sitios fronterizos, o de más arriba y más abajo del continente, con
grandes poblaciones, tras la violencia de las calles, había una red de poder que se basaba en una
doctrina de anti . valores que identificaba a los gobiernos como el enemigo común. Una
entidad malévola para los que políticos y burócratas no eran más que personajes corruptos,
incapaces de brindar soluciones para la mayoría, pues engañaban a las masas con sus hipocresías.
En la región la degradación social tenía los mismos síntomas: la migración desde el campo• y el
nacimiento
de
cinturones
poblados
alrededor
de los centros citadinos. Sumados a la
desintegración fa- miliar y una pésima distribución de la riqueza, pecados tan íntimos de la
naturaleza humana que eran difíciles de enfrentar. La falta de estadistas, la intolerancia política
no dio respuestas a esos fenómenos. Entonces apareció la multinacional de la droga, un
organismo que aún muchos no se atreven a aceptar, ni a identificar y sin saberlo muchos trabajan
para él. Los millones y millones de dólares de su prod ucto compraron conciencias y
consiguieron aliados. Entre ellos abogados, policías, generales, políticos, empresarios ygente
común que viven y gozan de ese estallido económico, de otra forma de vida, muy aliada con la
muerte. Desaparecen sus líderes y surgen otros peores, y más crueles, aunque más refinados. Esos
son los que creen que no hay solución. Que están igualados con gobernantes que tampoco
43
merecen el más mínimo respeto. Se preguntan - ¿Quiénes son ellos para gobernar los países?.
¿Acaso se han ganado el respeto de sus pueblos?
-¡No, definitivamente que no!
Siguen respondiendo que los países fueron y son saqueados sin piedad por sus líderes y
ahora deben enfrentar las represalias de los monstruos que nacieron en aquellos densos barrios
populares, que adornan las estadísticas más espeluznantes . . No serán capaces de aguantar los
vientos que sembró la injusticia y que ahora regresan . convertidos en la tempestad vestida con los
ropajes de la explosión demográfica y de los altos índices delictivos. ¿Será ésa la razón?
Una ecuación progresiva con un resultado alarmante: a mayor cantidad de seres humanos más
maldad. ¡No, no hay solución! Es un mensaje apocalíptico qué cada vez tiene más adeptos,
enrolados en un ejército de inadaptados, que no tienen piedad, ni esperanzas, devotos del mal.
XXVI
Roberto, guárdame la nueve un rato. Contigo estarábien cuidada, ya no confío en los huecos del
patio y otros escondrijos. Me dicen que muy pronto vart hacerun operativo por acá y se puede
perder. Pero eso sí, siempre me la tienes que tener a mi alcance. No sé cuando la voy a
necesitar. Roberto miró de reojo a Dumbo y comprobó de cuánto •había cambiado el
muchacho. Sabía que había asesinado a varios y que el • tráfico y consumo de drogas eran sus tareas
habituales, pero que aún guardaba por él cierto aprecio. Eso lo podía • ver en el fondo de sus
pupilas, pero muy en el fondo•. Dumbo no vivía en paz. Arrastraba un infierno por dentro .
-Esta pistola tiene problemas Dumbo, mejor bótala.
-¿Qué sabes tú de esta pistola? No me vuelvas a decir eso, guárdala y cállate.
XXVII
Dorita, mami, ya no aguanto más ocultar lo nuestro,toy cabreao de esto.
- Carlos, por favor, no hagas más difícil mi vida. Suficientes problemas tengo con darle largas
a Dumbo. Ya tengo miedo. Cada vez es más difícil tratar con él, parece como una alma en pena.
Espero que tú no te pongas así.
44
A Calitín le gustaba que aquella hembra le llamara por su nombre de pila y no por su apodo,
como lo llamaba todo el mundo. Una idea le daba vuelta en la cabeza. Sabía que tarde o temprano
tendría que enfrentar a Dumbo y poner las cosas en su lugar, si quería que Dorita fuese suya,
solamente suya, como debía ser.
La miró con deseo y dando la vuelta abrió la rejilla y salió a la calle. Casi enseguida se encontró a
su amigo y rival que le regaló una mirada inquisidora.
-¡Chucha, pero tú no sales de donde Dorita! ¡Deja a la guial en paz! ¡ Estás rompiendo las reglas,
pela el ojo!
-Qué reglas, Dorita no es pasiera, pues. No toy haciendo na malo. ¡Uuuuu, cuál es tu
cizaña! ¿Ta celoso?.
-Ta celoso, ahuevaoo, te vas a busca un lío.
Sus miradas se cruzaron, pero enseguida, Dumbo cambió la conversación y cesó el desafío. Bueno vamo hace la cosa o no. Ya le debe habé llegado la mercancía a esos huevones. Vamos
a tumbalos.
-Esperemos que sea de noche.-replicó Calitin.
-La sorpresa era la clave de aquel tumbe.Aunque ellos no lo consideraban un delito, pues
despojarían de varios kilos de drogas a otros traficantes. Ladrón que roba a ladrón.... Ellos no
se atreverían a denunciar a nadie. Se repétían que:- Esto es de huevo a huevo. Va porque sí.Conocían el accionar de sus rivales. Los habían chequeado desde hacía más de dos meses.
Habían constatado que cada dos semanas recibían
cinco kilos de cocaína. La aparición del
colombiano coincidía con la distribución de- la droga a los •revendedores. Además, un soplón les
había confirmado que la mercancía estaba allí, junto a cantidades de dinero de laventa y la compra.
Se colaron por un zaguán que tenía salida a dos éálles. Cuando se acercaron al sitio taparon
sus rostros con pasamontañas. Fue el momento de sacar sus armas. Ellos eran tres, e irrumpieron en
el cuarto con violencia, golpeando y derribando sillas y mesas. Al que se templó le descerrajarcm
un tiro en la cabeza. Eso fue suficiente. Los sorprendidos señalaron que debajo del colchón
estaba el botín. Seis ladrillos de drogas y varios fajos de billetes. Los encapuchados se
llevaron todo hasta las armas que encontraron en la mesa, no pensaron que el tumbe fuera tan fácil.
45
XXVIII
-¿Tabo, qué hay? ¿Qué e lo que es?- eljovenzuelo le hablaba con algo de sorna e irrespeto. Le
miraba a la cara y enseguida le rehuía la mirada. Se alejaba de su presencia con pasos cortos. Tabo
no sabía que le pasaba con ese muchacho. Conocía gente mala, asesinos, traficantes a los que
dominaba con su presencia, pero éste era especial. Había llegado de otro barrio recomendado
por otros líderes •amigos, buscando refugio por haber cometido fechorías recientes, Pero era
peligroso, muy peligroso. Era malo se dijo Tabo para sí mismo.
- Tú te tienes que quedá quieto por un tiempo, así me dijo tu gente. Obedece
- Ta loco, Yo voy al cuero. Sólo dime que tienes por allí y Yo lo hago. Yo no puedo ta sin hacé
naaa. Tengo que vivir. Esto es así. Yo sé que me tan buscando, y no me van dejá vivo. Mira estos
tatuajes, ellos los conocen. Toy identificao, así que qué importa, Tú, búscame oficio.
Bueno, déjame pensá, ahora me llaman y me dicen qué negocios hay en el mercado.
Más tarde con suma frialdad Tabo le dijo al jovenzuelo aquel que había tratos por un fiscal
con desempeño muy eficiente, un director de escuela que jodía mucho a ciertos alumnos y otro
sicario que seinvolucró en ciertos asesinatos y se temía sirviera de testigo incriminante para
gente influyente.
Lo vio salir, con su pistola al cinto, un pasa montaña en el bolsillo trasero. Tabo sabía que no
regresaría, que estaba sentenciado por su misma gente, pues estaba muy caliente. Simplmente era
muy peligroso para todos, demasiado para que siguiera vivo. Era uno de tantos que no
llegaría a los veinte años. Qué podía hacer él. Súficiente problema tenía con su vida, con
conservarla y estar en el tope de la cadena de esta mafia. Pensabaenalgúndíaretirarse,perolos
sucesos se iban multiplicando y complicándose.
XXIX
Las pericias sobre el crimen de aquel delncuehte muerto por un tiro en la cabeza determinaron que
salió de una pistola nueve milímetros y que la bala coincidía con otra que segó la vida a un tipo
asesinado en las afueras de la ciudad y también con el proyectil que mató al abogado aquel. Al
igual que aquellas veces el asesinato llenó las portadas y páginas de los tabloides sangrientos y
conmovió a la opinión pública.
46
Los titulares decían que la policía no tenía control sobre los delincuentes. Que las estadísticas
de las muertes violentas aumentaban. Que los uniformados y el gobierno iban perdiendo una batalla
contra las bandas delictivas.
XXX
Los jóvenes por fin se encontraron en uno de los ensayos del conjunto escolar. Por casualidad
les tocó bailar juntos. Lo disfrutaron mucho. Sonrieron con cada vuelta y con cada requiebro y las
galanterías de Roberto. Herminda soltaba su risa juvenil de alegres tonos. Comprobó que
Roberto bailaba bien. Que seguía el ritmo de los tambores con gracia y elegancia. Es que el
tamborito, baile nacional panameño, no es más que un cortejo del hombre hacia la mujer. Él tiene
que decir con sus movimientos acompasados lo mucho que le atrae la hembra, que su
compañera es la más bonita de la ronda y que sólo tiene ojos para ella.
Al final del ensayo Herminda permitió que Roberto la acompañara. Sentados en la banca de un
parque iniciaron la conversación largamente postergada.
-Ya te dije que no soy pandillero. Que mi familia se va a mudar muy pronto a las afueras de
la ciudad. Entonces no los voy a ver más. Más nunca estaré con ellos.
Será muy difícil, he oído que el que entra a una pandilla no la abandona jamás.
-¿Tú no tienes tatuajes?- y la chica trató de levantar las mangas de la camisa para poder ver los
antebrazos del joven.
Qué te pasa, Yo no toy tatuado.
Sí, pero pronto te harás uno bien horrible, como los de esos muchachos que salen en las noticias.
Los que salen muertos tirados en el piso. O quizás como sus asesinos, arrestados y esposados
por la policía. Lajoven ocultó, su rostro entre sus manos y entonces Roberto la rodeó con sus brazos
y le dijo.
- Herminda; te prometo q ue voy a dejar esas compañias.Te juro que quiero ser bueno.
Sus ojos se encontrar on con una mirada reconciliadora y tomados de la mano echaron a
andarrumbo a sus hogares, hablando de los bailes y tamborito, de la práctica que acababa de
terminar.
47
XXXI
Huey Fulo, las cosas se están poniendo feas. La policía está buscando el arma con qué
mataron al tinterillo aquel. Yo toy viendo cómo que ellos están . apuntando mucho pa acá. A
mí, mi gente de allá mismo, me dicen que están sospechando de por acá. Me huelo algo malo.
¡Chucha! No sé pa que nos metimos en ese lío. Pero estas son las grandes ligas. No fue por mala fe,
lo tuvimos que hacé.
Tabo hablaba con su compinche, frente a un montón de polvo blanco esparcido sobre un vidrio en
la mesa, del que de tanto en tanto inhalaban porciones que se llevaba a sus fosas nasales con
una cucharilla.
Nerviosos, sobresaltados buscaban con los tragos de ron y en las chupadas de cigarrillos mitigar
los efectos de la cocaína que habían comenzado a inhalar, apenas cayó la noche.
Tabo caminaba paranoico de un lado a otro del cuarto. Salía al balcón y regresaba temeroso.
El Fulo sentado en un sillón lo miraba atento. Se comportaba de forma opuesta a sujefe. Era
como si los movimientos del otro lo tuvieran inmovilizado.
-Tú sabés lo qué es. Tú vas a ir a buscá esa pistola, la nueve con que pelaron al buay ése y me la vas
a traer. Hace tiempo le dije que lo hiciera y Dumbo ta rompiendo las reglas, ¡Ta rompiendo
las
reglas! Hicieron ese tumbe y no mandaron nada pacá. Actuaron por la libre, pero
comprometiéndonos a todos.
No me la va queré dá Tabo. Ese man y yo no nos llevamos, Tú sabes cómo es.
Tabo. se irguió y gesticuló como sabía hacerlo cuando quería • imponer su autoridad. Bajó
su brazo derecho y sacó su dedo índice, levantó el pulgar y guardó los otros tres coino si empuñara
un arma y gritó.
-Dile que digo Yo que la mande. Y si no, ya tú sabes.
Lleva lo tuyo y a la gente. Pero quiero esa
arma aquí. Yo mismo voy a desaparecerla. No voy a correr riesgo, loco. ¡ Ya ta bueno, hay que
poné orden!
XXXII
Dumbo no sabía qué hacer con el botín arrebatado a los narcotraficantes de la otra vez, aquellos
de unas calles más arriba. Ya había dado uno de los kilos de cocaína a Dorita para que lo
48
vendiera al menudeo, pero todavía quedaban cinco. Estos eran difíciles de esconder o de negociar
sin llamar la atención de los tumbadores, especialistas en arrebatar droga y dinero mal habido a
otros delincuentes. Temía que le hicieran !o mismo que ellos habían hecho. Decidió que no iba a
darle nada a Tabo. Creía que era el momento de independizarse. Buscó un escondite, un lugar
que solo él conociera y allí depositó los kilos. Después de todo en el tumbe también había
recogido una buena cantidad de billetes. No tenía nada de qué preocuparse. Por lo menos eso
pensaba. Se sentía fuerte.
Por eso cuando unos días después fue al escondite y no encontró nada, se sintió desamparado. Ese
día había dormido demasiado, producto de los excesos de la noche anterior. Todavía no se sentía
bien, su cabeza tenía como un zumbido y le pesaba y eso que había dormido bastante.
Sabía quién lo habían traicionado. Corrió a la casa de Roberto a buscar la nueve. Con desilusión
recordó que todavía no era la hora en la que salía de la escuela. Era cierto que ahora ya contaba
con otra arma, un revólver 38, pero la nueve, era la nueve, su preferida.
Desesperado comenzó a correr por las calles por las que sabía que Roberto debía regresar a
casa. Los rayos del sol que aún deambulaban por el barrio iluminaron a una pareja haciéndola
resplandecer. Se les acercó, sólo para constatar que esos no eran. Se detuvo, y entonces los
vio a lo lejos, caminando uno al lado del otro, a Herminda y a Roberto. Los abordó bruscamente
-Roberto, apúrate, necesito la vaina, muévete-no pedía, ordenaba, amenazaba.
Herminda,
temerosa,
se refugió
en un portal
dos,poniendo su bolsa como escudo, con algo
Dumbo,
que
estaba
de un antiguo edificio alejándose de los
de repugnancia
por
el semblante feroz • de
como endiablado. Muévete deja a esa yeyecita. Ella no vale na. Vamos,
muévete.
-Roberto miró a Herminda como tratando de que comprendiera la situación, pero la
desilusión de la muchacha cauterizó sus silencio.sas peticiones. Ella quedó allí, mientras ellos,
a contraluz desaparecían en la perspectiva de la calle.
Casi corriendo llegaron al lugar en que vivían. Allí encontraron un camión de mudanza estacionado
cerca de la esquina. Roberto palideció al recordar que era su familia la que dejaba el barrio.
Enseguida, temió que su papá hubiera encontrado la pistola en el hueco de su cama; donde la
escondía. Subió la escalera saltando los escalones de dos en dos, seguido muy cerca de Dumbo. En
la sala de su casa lo esperaba su padre con una mirada terrible que los detuvo a ambos.
49
-Esto es lo que vienen a buscar. Me has desilusionado, hijo mío.
A Dumbo se le iluminaron los ojos cuando vio la nueve en la mano del señor. Sqrprendiéndolo,
rápido como una centella, se le abalanzó, y se la arrebató de la, mano. Enseguida desapareció por
el hueco de la escalera, buscando venganza. Más atrás como un loco, lo siguió Roberto sin su
mochila escolar. El grito p:ater- nal salió violentamente por el zaguán a la calle pimero que ambos,
pero era inútil, no los detuvo.
Esgrimiendo la nueve, Dumbo irrumpió en el cuarto de Dorita. Allí la sorprendió en los brazos de
Calitín. Los amantes se separaron, y cuando vieron la actitud del recién llegado sabían que
tenían que defenderse. Calitin trató de alcanzar su arma que siempre guardaba bajo el almohadón
de uno de los sillones del cuarto. Mientras que la chica recogió del piso un maletín
deportivo que guardaba algo pesado. Dumbo no dudó, disparó a la espalda de su amigo. El tiro
retumbó en el pequeño cuarto. Calitín cayó, la bala le atravesó el pulmón y le partió en el acto
el corazón. Por eso no sangró. Los forenses. encontrarían solo un pequeño agujero rojo en su
camiseta. La bala había partido la bomba de sangre de su cuerpo.
Enseguida Dumbo encañonó a Dorita, pidiéndole que le entregara el maletín donde estaba
seguro que escondían los kilos de cocaína perdidos.
Nosotros te los estábamos guardando. El nó quería traicionarte, siempre fue tu amigo y ahora
lo has asesinado. ¡Maldito!
El terror de la chica la hizo aferrarse al maletín, al que utilizó como escudo. Con un golpe de pistola
en su cabeza Dumbo la hizo soltarlo. Rápidamente abrió la cremallera y vio lo que esperaba,
los ladrillos de drogas. Recriminó con la mirada, que a la vez fue una sentencia para la joven que
sangraba pot la cabeza. Le apuntó con la terrible pistola y jaló el gatillo, pero esta vez una
fracción de segundo antes que hiciera el disparo, un empujón de Roberto, que apareció de
repente, le salvó la vida a Dorita.
Dumbo se repuso del empellón y sorprendido vio a Roberto en el piso. Desesperado abandonó el
cuarto llevando la pistola en ristre y el maletín con la droga. Salió . al patio, al que ya empezaban
a envolver las sombras de la noche. Dudó un instante hacia donde escapar. No tenía hacia
1onde. Su mundo, con la muerte de Calitín, la traición de Dorita y el reproche de Roberto se había
encogido hasta sólo quedar el espacio que ocupaba bajo sus pies. No, todavía podía él solo,
pensó animánd ose. Reinte ntó seguir con su huid a. Sorprendido, fue detenido por varios
50
disparos. Uno de ellos le destrozó una rodilla haciéndolo caer al piso. Trató de reincorporarse,
pero sólo logró revolcarse más en el patio limoso. El maletín se le escapó de la mano. Desesperado
quiso alcanzarlo pero fue en vano. Su cuerpo resbalaba entres las inmundicias de esa parte de la
casa. Otro tiro le atravesó el costado, hundiéndolo más entre la miasma.
Desde el piso vio como se acercaban sus verdugos. Trató de defenderse con la nueve, pero sintió un
dolor horrible cuando otra bala le hizo añicos los huesos de su rodilla sana. Fue muy raro para él
ver, la cara del Pulo, su enemigo de siempre que lentamente y sonriendo se le acercó y con mucho
cuidado, para no resbalar, le pisó la mano armada. Lentamente hizo más fuerte la presión hasta
hacerle soltar la nueve. Entonces otros esbirros recogieron el maletín de la discordia y lo
arrastraron por una pierna hasta la parte más seca del patio.
-Viste lo que te pasa por no hacerle caso a Tabo, orejón. -dijo el Fulo saboreando su victoria.
Dumbo desde ese difícil ángulo al que lo reducían sus heridas, vio como del cañón de su nueve
salía un fogonazo mortal. Roberto y Dorita asomados a la puerta que daba al patio fueron testigos
de la terrible ejecución. Y tuvieron que retirarse cuando los pistoleros soltaron balas al aire y en
dirección a los cuartos, asegurando su retirada y prometiendo venganzas para el que hablara de lo
sucedido.
XXXIII
Las sirenas de los carros policiales anunciaron su llegada. Las lámparas azules y rojas, las
luces direccionales amarillas decoraron de fiesta las paredes del barrio. Las fuertes pisadas de las
botas y los gritos aterrorizaron a todos los espectadores que se agolpaban fuera de aquel cuarto a
puerta de calle, haciéndolos dispersarse.
Roberto, justo a tiempo, salió furtivamente del cuarto de Dorita, y utilizando los conocidos
recovecos de esas casas salió, por
un
sitio que todavía no había acordonado
la policía.
Escudándose entre las sombras periódicas que fabricaban el frenético girar de los reflectores,
llegó hasta el camión que realizaba la mudanza de su familia en la otra esquina.
Allí vio a su madre,.a su padre, y a Herminda que lo esperaban. Lajoven sollozaba, pero la alegria
de verle sano y salvo fue entonces el sentimiento reinante.
-Roberto la abrazó y mirando al cielo, bajó sus ojos hasta encontrar los de sus padres.
51
Como pudieron todos se apretujaron en la cabina del camión, el que echó a andar al son del
ronroneo de un viejo motor y muy despacio comenzó a doblar la esquina, dejando atrás el
terribl e drama de los pandilleros de las calles.
FIN
52
(II)LA NOVE: texto traducido al italiano
De Andrés Villa
Alle donne di casa:
Ecala, La Negra, Mayi,
Merce, Chefi, Anita.
Grazie a Fiesta Casinos per l’aiuto.
53
I
Aveva la nove in mano. I suoi occhi si illuminarono dello stesso scintillio di quando era
bambino, quando guardava i giocattoli dei vicini. Nera, scrostata, pesante, arrugginita, per lui una
bellezza. Erano strani pensieri quelli che gli passavano per la testa. Non sapeva perché ma
quell'oggetto lo sentiva femminile.
Le forme della pistola 9 millimetri gli ricordavano la sensualità della vita e dei fianchi delle ragazze
del quartiere che svoltavano l'angolo della sua strada. Ne accarezzò lentamente l'impugnatura,
provò a metterci le dita e a palparne il grilletto ma le gradevoli sensazioni svanirono bruscamente
quando Dumbo gliela strappò.
- Basta, sta’ buono, l'hai già vista! Volevi toccarla e l’hai fatto! - gli lanciò un'occhiata feroce, di
quelle a cui lo aveva abituato da quando avevano iniziato a far parte della pandilla3 e a commettere
insieme piccoli delitti.
Conosceva Dumbo da sempre. Le loro famiglie erano vicine nello stesso vecchio casolare in legno,
di quelle del quartiere che peggiorava sempre di più. Mai avrebbe pensato che il suo amichetto
d'infanzia si sarebbe trasformato in quel modo. Una cosa era uccidere gatti a colpi di pala o lanciare
petardi a cani rognosi ma dopo si arrivò a strappare portamonete a vecchie signore. E più grave,
rapinare portafogli con pistole giocattolo.
Dumbo esercitava su di lui uno strano fascino. Lo ammirava per la sua bravura nel calcio o perché
nuotava più veloce in piscina. Si diceva pensasse bene e velocemente. Aveva sempre l'ultima parola
nel gruppo. Lui decideva dove e quando andare.
Dumbo era scuro, alto e snello ma sembrava ancora un ragazzino. I suoi capelli non erano
completamente lisci e li sfoggiava rasati come Ronaldo il giocatore brasiliano. Tutto riusciva bene a
Dumbo.
Aveva dovuto seguirne i passi e adeguare i suoi modi alle nuove situazioni per non rimanere
indietro. Era sempre stato così da quando erano bambini.
La notte precedente Dumbo aveva sparato alla gente della strada di sopra. Un gruppo di ragazzi
come loro che conoscevano da sempre. Ora anche lui doveva assumersi la responsabilità del fatto
dato che tutti lo identificavano come suo amico.
Dumbo mise la pistola sulla cintura dei suoi pantaloni e si spostò verso la luce. Passò per il
corridoio e camminò verso il balcone. Ritornò subito e gli disse:
- "Andiamo, sembra tutto ok"
Attraversarono la strada e si persero per la viuzza verso l'altra strada. Questi erano gli oscuri e
sporchi spazi che separavano le case del quartiere. Camminavano ai bordi per evitare di pestare le
parti bagnate del rigagnolo centrale. Uno non poteva mai sapere cosa scorreva lì. Eh si, l'odore
non lasciava intendere nulla di buono. E così si lasciarono alle spalle la zona che pensavano
pericolosa.
3
Termine che indica piccolo gruppo o banda di adolescenti che commenttono piccoli reati o crimini
54
Calitin era diverso da Dumbo. La sua carnagione era più olivastra, i capelli da meticcio indigeno
portati alla moda, rasati ai lati, lasciandoli più folti nella parte superiore. Un taglio a doppio stile,
come gli dicevano. I suoi occhi allungati e orientali erano l'impronta di qualche marinaio delle
Filippine passato per Panama.
Continuarono lungo il viale. Camminando sempre lungo il muro e guardando di sottecchi ogni lato.
I giochi infantili di una volta gli servivano ora per muoversi rapidamente senza attirare l'attenzione.
- Dove andiamo? chiese.
- Sei un idiota, seguimi. Ti troviamo un altro arnese. E in più Tabo ci darà molti grammi così
controlleremo questa parte del quartiere. Non vuoi avere la tua parte? Vuoi continuare ad essere un
cane? E' il momento di lanciarsi nell'arena.
Arrivarono fino a quell'edificio di muratura di diversi piani, con l'aspetto di degrado che gli anni e
la mancanza di manutenzione gli avevano regalato. Entrarono dall'ingresso e camminarono lungo
corridoi che si ripetevano. Quella casa gli era sempre sembrata un labirinto. S'infilarono verso i
piani superiori. All'improvviso due ragazzi armati come loro comparvero dall'ombra di uno dei
pianerottoli della scala e li puntarono.
- Alto là, dove andate. Chi siete?
Da dietro apparve un altro tipo, poco più grande di tutti, con una sigaretta fumante in mano.
- Calmatevi, sono i rompi scatole della 35esima strada. Loro vanno bene. - disse a quelli che
controllavano la scala, senza smettere di fumare.
Un sorriso malvagio con un cenno di disprezzo per i ragazzi appena arrivati, gli si disegnò sulle
labbra. Immediatamente guardò Dumbo in modo autoritario e gli disse: - Hai portato con te ciò che
ti ho dato?
Un'altra boccata di fumo riempì il piccolo spazio in cui si raggruppavano i cinque giovani. Dumbo
con molta attenzione spostò la maglia e lasciò intravedere il bozzo che si vedeva sotto i pantaloni.
Guardò il tipo un po' più grande di loro con molto rispetto e una certa sottomissione, si sarebbe
detto anche con un certo timore. Era lo stesso modo con cui aveva obbligato Calitin a trattare se
stesso.
- Tranquillo, tranquillo, lasciala lì. E diede di nuovo un'altra aspirata alla canna di marijuana.
- Tabo, sono loro che porteranno il business in quella zona? Sei sicuro che possono farlo?
- Calmati Fulo. So quello che faccio. Peggio per loro se non ce la fanno. E' una responsabilitàaa!
Devono farlo per benino. Gli fanno la pelle quelli di là o gliela facciamo noi. Già lo sanno, li ho già
avvertitiiiii.
Parlando Tabo gesticolava e li indicava con l'indice di entrambe le mani. Allo stesso tempo faceva
smorfie aggressive con le labbra e i suoi occhi arrossati per la droga lanciavano terribili auguri.
Il Fulo si spostò per guardare meglio gli estranei. Poi gli si avvicinò lentamente mostrandogli il
revolver con il quale gli aveva dato il benvenuto. Lo alzò e glielo passò minacciosamente davanti ai
loro visi.
55
La presenza di entrambi lo disgustava. Era qualcosa nel suo spirito, li vedeva come suoi rivali e
nemici. Avvertiva di essere migliore di loro in tutti i sensi. Quelle energie che scorrono nelle vene
dei ragazzi, quell'ansia di competere che esiste in tutti gli animali giovani, si manifestavano in lui
con qualcosa di rischioso. Gli passò per la mente un sentimento per cui li avrebbe potuti sterminare
se fosse stato necessario. Senza alcun motivo e senza pentimenti.
- Guardatela bene... questa zuccherina, con la voglia di fare la pelle a qualcuno. Occhio a quello che
vi ha detto Tabo. Venite puliti.
Calitin non diceva nulla. Dumbo sorrise con un misto di timore e sfida.
- Hey che male c’è!!!! Noi andiamo al punto. Tabo sorrideva e fumava.
- Dai Fulo, lascia stare i ragazzi. Vedremo! Vogliono stare nel giro grosso? e ci staranno! - e
guardando il compagno di Fulo gli disse: - Dagli una borsa e già lo sai, tu e Fulo dovete
guadagnarci da questa merce.
Mentre parlavano tagliavano e allungavano le parole secondo il momento e le arricchivano con
un'intonazione che obbediva anche al dondolio dei loro corpi. Dumbo si mise l'involucro pieno della
sostanza bianca tra le gambe. Sistemò la pistola sulla schiena e salutò i suoi mentori.
Incominciarono a ridiscendere per la via presa in precedenza ma prima di uscire per strada, guardò
Calitin che lo seguiva e gli disse: - meglio se ci separiamo. Io lavoro sodo con questo. Se ci
incontriamo con la ronda dei poliziotti insieme daremo più sospetti.
Se fosse successo li avrebbero fermati e gli avrebbero chiesto la carta d'identità. Come se quei
poliziotti non sapessero che erano minori d'età. E se li avessero registrati, erano freschi.
- Questo è vero - aggiunse - Vai avanti. Ci vediamo a casa di Dorita- E si separono.
II
L’uomo camminava lentamente per la strada. Si toccava le tasche posteriori dei pantaloni per
assicurarsi che ci fosse ancora la “pacha de seco”4che aveva iniziato a bere nel parco con altri
alcolizzati che lo avevano aiutato a comprarla. In un momento di distrazione se la svignò e
s’incamminò verso casa, ad alcuni isolati più giù. Lì se la sarebbe bevuta da solo.
All’angolo successivo, sotto la luce del lampione vide un gruppo di ragazzi. Erano lì come tutte le
sere. Erano quelli della strada di sopra. Si arrischiò apassare in mezzo a loro, non gli importavano le
burla di quegli “sbarbati”. Sebbene ogni sera fossero sempre più insolenti. Pensò a quanto erano
cambiate le abitudini del vicinato. Prima non era così. Era un posto strano. Musica, taverne,
panifici, botteghe, mense, barbieri, cinema dappertutto, campi da gioco e ancora taverne. Gente
umile ma lavoratrice. Molto vicino al centro della città, le sfilate patriottiche e del carnevale
percorrevano le strade vicine. Prima lì abitavano famiglie oneste. I ragazzi andavano e tornavano da
scuola serenamente, senza problemi.
4
Bottiglietta schiacciata in vetro che contiene una bevanda alcolica fatta da canna da zucchero.
56
Gli anni passarono e la comparsa della droga cambiò tutto. Prima non era così. La droga che
cominciò come una moda, come un gioco da boemi negli anni sessanta, si trasformò in un incubo
negli anni ottanta.
Per i novanta era una vera piaga. Erano proliferati venditori, i tossicodipendenti e la maggior parte
dei delitti erano collegati alla droga. La città di Panama, centro del mondo e cuore dell’universo, era
anche la principale via della cocaina che veniva esportata dalla Colombia verso il nord del
continente, dove la si pagava anche cento volte più cara. Ma il traffico che ne muoveva quantità
industriali, contaminava tutto al suo passaggio. I primi anni del nuovo secolo erano trascorsi
velocemente e ora la Colombia non solo esportava droga ma anche il disprezzo per la vita, nella
forma di orrendi crimini e vendette. Il lampione e le sagome dei ragazzi si fecero più vicine. Non gli
importava molto di loro, il consumo costante di alcol gli aveva intorpidito la ragione. Al calare della
notte era già abbastanza ubriaco. Lo sarebbe stato ancora di più quando si sarebbe bevuto la
bottiglietta quasi piena che nascondeva nella tasca posteriore dei suoi pantaloni. Sentì come il peso
della bottiglietta gli faceva ballare i vestiti sulla vita. Era dimagrito. La sua figura, come tutte in
quell'ambito, si era consumata.
Lui che a costo di vendere i giornali era stato un buon vicino, aveva giocato a calcio, ora non valeva
nulla. Sebbene non consumasse droghe si era lasciato sopraffare dall'alcol.
Ricordava quando camminava per quelle strade sentendo canzoni melodiose che si diffondevano
dalle casse di musica oltrepassando le porte girevoli delle cantine. Si propagavano dalle radio delle
case attraverso i balconi e anche dagli angoli dove si fermavano a parlare, con apparecchi portatili,
ragazzi simili a quelli che li aspettavano più avanti. Le canzoni avevano il potere di riportare
ricordi, restituire sensazioni e ricordare persone e fatti. La musica era parte di quel luogo.
Ma questi ragazzi non erano come quelli di prima. Questi erano crudeli e pericolosi. Si odiavano a
morte con quelli delle altre strade. Prima non era così.
- Ehhh! Guardate un po' chi arriva. Quella merda – disse uno.
- Si, è l'alcolizzato – Aggiunse un altro.
-Sapete chi è? Lo zio di Dumbo – Disse il primo. Saltò dal vagone di un camioncino parcheggiato
che gli serviva da gradino e brandendo un revolver iniziò a colpire sulla testa l'ubriacone con
l'impugnatura.
- Ahiiiii! – Si lamentò.
Lo atterrarono a calci e lo sollevarono per colpirlo di nuovo. Lo spinsero con accanimento fino alla
fine della strada. Non capiva da dove gli arrivassero i colpi. Sanguinante cadde di nuovo a terra.
- E dì a tuo nipote che il prossimo sarà lui – gli disse un altro.
Quello che aveva il revolver gli si avvicinò sorridendo con malvagità e gli mise la canna vicino
all'orecchio. Fece un segnale ai suoi compagni di spostarsi. Facendo attenzione che la pallottola
colpisse l'altro lato, premette delicatamente il grilletto e sparò. Il suono gli esplose nel timpano. Il
pover'uomo si rigirò a terra come protesta per l'offesa ricevuta. La reazione provocò un'altra serie di
calci che lo lasciarono immobile come una marionetta senza fili, molto vicino alla via trasversale
che divideva i due territori.
57
III
Dumbo si affacciò alla grata in legno della porta della stanza di Dorita che dava sulla strada. Li vide
insieme, troppo vicini, lei e Catilin.
- E che succede, che state combinando voi due? Io rischiando e voi qui come piccioncini - Aprì le
gambe e ne tirò fuori il sacchetto di cocaina e poi si sbarazzò della pistola, nascondendola sotto un
cuscino di una delle poltrone che c'erano nella stanza. Ci si sedette sopra.
Il posto dove abitava Dorita aveva due stanze. Quella davanti serviva da salotto e sala da pranzo e
quella dietro da cucina e camera da letto. In quest'ultima avevano anche costruito in modo
artigianale un soppalco che serviva da seconda camera alla quale si saliva con una scala a mano con
una discreta pendenza. C'era una porta che dava sul cortile dove si trovavano i lavelli e i bagni
comuni della casa in legno a due piani che aveva molte stanze come questa.
- No, niente di tutto ciò Dumbo, Calitin mi stava dicendo che non saresti stato in ritardo. Che venivi
con la roba. L'hai portata? Per vederla.
- Guardala - e gli diede il sacchetto - inizia ad impacchettarla, sbrigati. Dai, cominciamo. E tu, vai e
di’ alla gente che è arrivata la droga, pura potenza. Si, si, si!
In brevi momenti Calitin lo accompagnò nella risata trionfale che annunciava una nuova tappa nelle
loro vite.
Velocemente si spostò e uscì dalla porta del cortile.
Il cambiamento si notò subito. La strada dei ragazzi era strategicamente situata al lato del quartiere
e lo spaccio della droga fu buono. Tabo non gli mandava più solo un sacchetto, la lista era di varie
alla settimana. I consumatori e persino i piccoli rivenditori preferivano andare da Dumbo e Dorita al
posto di rischiare e attraversare tante strade. C'erano giorni in cui le ronde di polizia rompevano
molto.
Ora tutti e tre si vestivano bene, avevano i soldi, Calitin si occupava della sicurezza e avevano due o
tre segretari.
Però prima avevano dovuto scacciare il papà dei due figli di Dorita. Il tipo quando si rese conto che
lei vendeva droga, la reclamò e volle persino picchiarla. Ma Dumbo e la nove lo misero al suo
posto. Se ne andò e non ritornò più nella via.
I genitori di entrambi, anzi le loro madri, non ebbero molte obiezioni sui giri dei loro figli. Le
piccole somme che talvolta davano loro facevano tacere gli avvertimenti di: Finirai morto! Non mi
dire che non ti avevo avvertito! Ti troveranno buttato sul marciapiede pieno di sangue! E quella che
più infastidiva entrambi, forse perché veniva dalle loro mamme: Senti che cazzo, non andare in giro
con revolver!
Era la stessa situazione. Le loro madri avevano ognuna diversi figli più piccoli di cui preoccuparsi.
Non esisteva la figura paterna e pensavano che quelli più grandi erano ormai perduti.
58
Lasciarono le loro case. Nessuno del vicinato osava rimproverargli nulla, erano pericolosi, erano
armati.
Puntando la pistola avevano fatto sgomberare vecchi vicini che vivevano soli e avevano occupato le
loro stanze. E siccome in quei palazzi nessuno pagava l'affitto, il fatto non si notò. Dormivano di
giorno, la notte era fatta per gli affari e per fare altre cose.
IV
Calitin osservò la stanza di Dorita chiusa. Quindi entrò per l'ingresso e girò a sinistra lungo il
corridoio. Lì c'era Dumbo fermo nella porta posteriore, segnale che stavano impacchettando la
droga. Era il momento in cui erano più esposti a tutto. A una perquisizione della polizia, all'arrivo
improvviso della pandilla di sopra, a qualsiasi cosa.
Dumbo lo lasciò entrare. Vide come Dorita maneggiava con destrezza il coltello e lavorava i
mucchi di polvere bianca, con vicino una bilancia sopra il tavolo e non le importava che Irving e
Yariney, i suoi figli di tre e cinque anni la vedessero. C'era poco spazio in quella stanza per
nascondere qualcosa. Le portò i sacchettini di plastica dove mettere la droga e allo stesso tempo le
porse il dorso della mano perché le servisse una piccola dose per inalarla.
Lei lo rimproverò con lo sguardo e lo avvertì -questa è pura - ma gli diede quello che chiedeva. Lui
sorrise soddisfatto.
- Di’ a Dumbo di entrare - disse la giovane che portava vestiti molto aderenti che mostravano le sue
bellezze.
Dorita aveva una pelle luminosa di un bel color scuro che contrastava con i suoi capelli tinti di un
biondo vistoso. Lei si era maggiorenne, aveva 22 anni e nonostante avesse partorito due figli, la
maternità non l'aveva sfiorita. Il suo seno abbondante traboccava dalle giacchine che metteva e
sfoggiava le unghie delle mani e dei piedi perfettamente colorate. Le si poteva vedere sempre un
tatuaggio arabesco all'inizio del fondoschiena dato che i pantaloni a vita bassa che usava non
riuscivano a nasconderlo.
Dorita conosceva il desiderio con cui la guardava Calitin ma finora era riuscita a gestirlo per
mantenerlo a distanza, lo stesso per Dumbo, per il fatto che non si mescolano i sentimenti con gli
affari. Alla fine erano solo due ragazzini.
Lei alzò lo sguardo e disse a Dumbo - Saremo in debito questa volta con Tabo. Non so cosa sia
successo. Hai preso più soldi o più droga di quanto calcolato. Ricordati che questa gente dev'essere
pagata correttamente.
Era notte. I ragazzi stavano seduti sui gradini della scala posteriore della casa. Era un luogo sicuro
per fumare, per di là non passava nessuno. I ragazzini li evitavano. Calitin si fermò e scese fino a
restare davanti al primo gradino che era di cemento e non di legno. Come un professore davanti alla
sua platea iniziò a gesticolare e a parlare senza smettere di fumare. Non passava la canna a nessuno.
59
- Quindi Dumbo le cose vanno bene, Ahaaaaah! L'unico problema sono questi ragazzini di lì sopra.
Dicono che faranno la pelle o me o a te. Siamo diventati molto sfacciati. Loro non credono in
uomini ne in soprannomi. Bene, ti sto dicendo da molto tempo che bisogna fare ordine prima che
succeda qualcosa. Ricordati cosa hanno fatto a tuo zio. Lo hanno preso tutto a calci e gli hanno
mollato uno sparo nell'orecchio. Da quella volta lui non sta bene. Quella era stata una minaccia più
grossaaa. Non ha ancora avuto una rispostaaaa.
- E chi ti ha detto questo, passa il canyac, non fare lo scemo! - argomentò chi era stato nominato
Calitin sorrise, diede un'ultima boccata e glielo passò. Prima di continuare a parlare trattenne il
fumo perché gli bruciasse la gola. Continuò a guardare euforico la sua platea composta da Dumbo,
Titin, Rogelio e Roberto, i suoi complici.
- Me lo ha detto la mia amichetta Renata. Quella molto bella, che vive a fianco del negozio del
cinese là sopra. Loro hanno parlato con lei e hanno detto che ci rovineranno. Io vado al cinema con
lei la domenica. Me la farò, lei mi vuole.
Si scambiarono di posto, Dumbo si alzò e Calitin si sedette.
- Bene, alla fine è arrivato il giorno. Andiamo a dare una lezione a questi ragazzini. - Dumbo si zittì
e con aria misteriosa guardò i suoi amici uno per uno. Lentamente passava lo sguardo sui loro volti.
Fece dei passi indietro e come aveva visto fare delle volte a Tabo, avanzando velocemente recuperò
lo spazio lasciato ed estrasse la nove dalla cintura e la puntò a uno di loro. Al più piccoletto.
-- Titin, tu vorresti avere la nove, non te la darò! Questa è mia. Dagli il revolver Calitin -- ordinò.
Di fronte al dubbio di lui, ripeté alzando il tono della voce - Dagliela! Ti sto dicendo di dargli la 38!
Vediamo se è un figo. Vuoi osare Titin? - Alzava e abbassava il tono della voce con un'eloquenza
data dagli effluvi della sigaretta che fumava. Calitin consegnò l'arma malvolentieri. Nessuno notò
sul suo viso un gesto di disaccordo che nascondeva qualcosa di più.
- Prendila. Ti accompagniamo. Io ho la nove. Sarai spalleggiato - un gesto maligno curvò le sue
labbra.
Il ragazzo, di due anni più piccolo dei due capi, indugiò un poco. Non allungò la mano davanti
all'offerta che gli facevano, finché sentì una piccola spinta di Roberto, suo migliore amico. Aveva la
sua stessa età ed era seduto nel gradino superiore. Sentì il freddo dell'arma e la impugnò. Si alzò e
suggellò con un sorriso nervoso la sua accettazione.
Tutti formarono un cerchio e iniziarono a pianificare la strategia che avrebbero usato per l'omicidio.
V
-Te l’avevo detto che avrebbero creduto che Tintín era unragazzino.Cazzo amicol´hai fatta bella!–
Dumbo seduto su una delle poltrone della sala di Dorita parlava e allo stesso tempo dava delle
pacche sulla schiena dell’assassino, seduto al suo fianco.
60
Calitín, di fronte a tutti e due faceva vedere orgoglioso la prima pagina del giornale che diceva: Lo
hanno ucciso! E più giù la fotografia del cadavere di un giovane sul pavimento, in una pozza di
sangue.
Dorita nervosa li rimproverò. –Perché lo avete fatto? Questo porterà problemi. Questo non va bene
per gli affari. E’ stata quella cagna che va con Calitín che ha messo zizzania. Lei è lacolpevole.
Dumbo si alzò pieno d´ira e la prese per il collo, scuotendola con violenza –Cosa vuoi? Che siano
loro ad ammazzarci?
- Mollami che mi strozzi! Mi fai male, stupido!
Calitín intervenì, lo spinse da dietro e gridò –La ammazziiii!
Dumbo la lasciò e affrontò Calitín. Non si aggredirono ma i loro sguardi furiosi si scontrarono.
Stavano per picchiarsi ma Dorita si interpose fra i due. Calitín decise di indietreggiare e uscire dalla
porta posteriore del cortile.
****
Quella sera dell’assassinio del ragazzo di sopra, Titín si allontanò dal gruppo e prendendo un’altra
strada girò l´angolo dove si riunivano tutte le sere i loro rivali. Dumbo, Calitín e Roberto assieme a
qualcun’altro, salirono lentamente dandogli il tempo di attaccare le sue vittime.
Più presto di quanto si aspettassero sentirono gli spari, assordanti e funesti e videro il gruppo di
giovani che fuggivano impauriti, cercando rifugio nell´oscurità degli androni delle case vicine.
Titín, correndo con il revolver ancora in mano, andò a sbattere contro di loro cadendo a terra. Si
alzò immediatamente e tutti insieme scesero verso la loro strada.
Al sicuro della scala del cortile posteriore, Titin fermo davanti ai suoi compagni non mollava
l´arma. La stringeva come un pazzo, singhiozzava, sudava e di tanto in tanto mormorava, - l’ho
ucciso, l’ho ucciso... l’ho ucciso- Alla fine scoppiò a piangere. Paradossalmente fu il primo che
regalò delle lacrime al morto.
Lassù, sul pavimento, immobile, il cadavere di quel giovanotto, ancora non era riportato sulla prima
pagina dei giornali.
VI
- Signora Maria, mi dia un pezzo da trentadue.
- Ciao figlio mio, sì sei tu. E che ti è successo in faccia, Gilberto? E quel gesso sul braccio? E
perché sei tutto tremante? Quello è molto sporco, devi cambiarlo subito. Ma senti, vai al centro di
salute. Quelle bende sono veramente nere di sporcizia. –La venditrice di biglietti della lotteria
parlava e allo stesso tempo cercava il numero richiesto tra le file dei biglietti che mostrava sulla
tavola di legno. Aveva due fogli uniti da un paio di cerniere che le permettevano di piegare e
portare facilmente quando finiva la vendita. Lo cercava nella parte che appendeva, su una serie di
61
cordini, quelli a due cifre, chiamati chances5. Dall´altra parte c´erano i biglietti a quattro cifre,
attaccati allo stesso modo.
-Ahi signora, mi hanno aggredito degli spietati della parte di sopra della strada. Si erano ricordati
che sono lo zio di Dumbo. Io non so cosa possa aver fatto. Dicono che lui gli ha sparato e se la sono
presa con me.
Gilberto aveva un aspetto triste. Benché già cominciassero a sparire i lividi e le ferite cucite in quel
momento fossero chiuse, avevano quel colore viola recente. Aveva ancora il braccio al collo e dopo
aver sentito quello sparo vicino all’orecchio, non camminava tanto bene.
-Senti e cosa fa la mamma di quel ragazzo? Si è sviato con quelle pandillas. Guarda dove vendo ora
i biglietti. A me e ad altre ci hanno rapinato quei ragazzini. Se la passanocolpendotutto il quartiere.
Questo posto è più sicuro perché c´è più gente e vigilanza. Io inizialmente facevo visita alla mamma
di quel ragazzo. L’aiutavo per farla andare avanti.Ma ogni volta che andavo da lei la trovavo
incinta. Non fa attenzione. Ci sono un sacco di pastiglie contraccettive. Senti! E i preservativi li
regalano al centro di salute. Quanti bambiniha adesso?
-Cinque, con Dumbo sei –disse Gilberto mentre metteva il suo piccolo pezzo di trentadue in un
portafoglio che minacciava di rompersi la volta successiva che sarebbe stato aperto.
-Guarda tu, cinque bocche da sfamare. Sono molti per una donna che non lavora e che è madre e
padre. Lei non può farcela da sola. È per quello che vanno in strada e imparano tutte quelle cose.
-Ahii! Signora Maria questi bambini hanno sequestrato il quartiere. Ogni strada ha la sua pandilla –
commentò un altro cliente che voleva cinque pezzi di zero zero e tre frazioni del trentuno e una del
settantasei. Proteggeva le rughe del suo viso e i suoi capelli bianchi con un simpatico cappello a tesa
corta e di paglia azzurra. Era ornato con un elegante nastro che si abbinava con la sua “guayabera”6
ben stirata; entrambi i capi lo indentificavano come uno degli antichi abitanti del quartiere. Così si
vestivano i signori la domenica in quei tempi in cui il luogo era un altro.
-Questo è vero- disse la Donna.
L’anziano signore tirò fuori dalla tasca l'equivalente del prezzo dei biglietti, pagò alla venditrice e
aggiunse:
-Io non vivo più qui. Ci vengo i mercoledì a trovarla e a comprare i biglietti che lei mi mette da
parte. Qui nel parco mi trovo con alcuni amici e li saluto. Prendo un caffè in quel vecchio ristorante
che fa buoni coperti. Prima mi piaceva mangiare un panino di filetto in quello più giù, ma lo hanno
chiuso. Dicono che veniva rapinato spesso di sera e che l’ultima volta hanno ucciso una guardia di
sicurezza.
-Ahi! Questo succede in tutta questa parte della città. Le dico signore che ieri sera si è formata una
sparatoria di fronte a casa mia. La pallottola non conosce nessuno e una di loro ha colpito un
bambino che usciva dal negozio. Dicono che è tra la vita e la morte all´Ospedale del Bambino.
5
A Panama, biglietto della lotteria di due cifre dallo 0 al 99, che non vince il premio più importante.
La guayabera è una camicia a manica lunghe o corte, caratterizzata da pieghettature verticali (alforzas) e dotate di
due o quattro tasche, diffusa in America Latina, nelle Antille e in Indocina.
6
62
Quella che partecipava alla conversazione era un´altra venditrice posizionata a fianco della signora
Maria. Era giovane, bella, con quel colore di pelle olivastro prodotto della mescolanza di razze che
ancora si trovava nel popolare vicinato. I suoi capelli erano tinti di biondo, alla moda e aveva il
braccio ornato di braccialetti d´oro. Dai lobi delle sue orecchie pendevano grandi orecchini con
delle lettere che potevano essere le iniziali del suo nome. Anche dal suo collo pendevano delle
collane di quel metallo prezioso. I suoi occhi erano verdi, sicuramente per l´uso di lenti a contatto di
quel colore.
Guardi, giovincella! Quanto mi spiace per quello che è successo da lei. Speriamo che quel bambino
si salvi. E Lei, mi raccomando, che con quegli occhi così belli e quei pezzi d´oro, chiunque la
porterebbe via. Almeno io sì vorrei portarla con me.
Tutti risero della trovata del signore. La il complimento servì come conclusione all’inusitata
riunione, intorno alle tavole dei biglietti.
VII
Era la terza guardia di sicurezza a cui avevano sparato e rubato l’arma in quel ristorante popolare.
Questa volta il pover’uomo morì all'istante, con uno colpo allo stomaco e un altro alla testa. Non
vide mai i suoi aggressori oppure se li vide reagì troppo tardi. Il proprietario del locale decise di
chiuderlo. Dopo decadi di attività era diventato un referente nel quartiere. Ma era arrivata questa
ondata di rapine, così feroci, mai viste.
Furono le aggressioni ai vicini a portare all´assunzione delle guardie di sicurezza. Ma risultò che le
armi che portavano le guardie erano un bottino molto ambito dai pandilleros.
Si dice che il titolare ebbe paura. Che aveva già molti soldi e che era molto vecchio e che questo
non era il quartiere in cui aveva lavorato per tanto tempo. Che era l´ora di andare in pensione.
****
-Abbiamo bisogno di cellulari. Con dei cellulari saremo proprio fighi.
-Abbiamo bisogno di più banconote.
-Io voglio un´arma. Ho bisogno di un´arma mia. Abbiamo solo la nove e il revolver.
-Va bene, devi cercarla. Rubala a una guardia di sicurezza. Ecco la soluzione.
E riuscirono ad ottenere i cellulari. Li rubarono. A una coppia di innamorati, a un ragazzo distratto
che passò per caso per la strada di notte. Sembrava perso.
Lo facevano sempre allo stesso modo. Puntavano all´improvviso i passanti, li spintonavano, li
intimidivano con degli insulti, dopo li trascinavano verso un androne, un paio di colpi e li
spogliavano di tutto. Collane, cellulari, soldi, orologi, di tutto. Se resistevano gli sparavano.
Comprarono e cambiarono i chip dei cellulari rubati e tutti furono connessi.
63
-Siamo moderni. Ah, ah, ah! Aaaaah, ahahh, ah, ah, ah!
****
-Dumbo, come va la vita. Bene pana, ho bisogno di un favore. Io te ne ho fatti tanti. Non è vero? Ti
ho sistemato alla grande. Ora ho bisogno di te.
Tabo con la canna di marijuana in mano era assieme al suo seguace della 35esima strada. Questa
volta, nella sala della sua stanza. Dumbo era stato un buon complice e si era guadagnato un certo
rispetto.
-Dimmi panita7. Per te tutto. Io lo so, ti son grato per quello che hai fatto.
-Bene, è una roba seria. Ben seria. Ho bisogno di un minorenne che si prenda la colpa di un
assassinio. È per il Fulo, ha derubato un tassista, gli ha infilato quattro spari e lo stanno incolpando.
Gli possono dare 20 anni, perché è maggiorenne. Se fosse minorenne uscirebbe in quattordici o
sedici mesi, una sciocchezza. Gli daremo un avvocato e gli daremo un biglietto e tutto per ingannare
il sistema perché se la cavi. Si dice che da qualche parte ci sia un ragazzino che da un momento
all'altro viene arrestato. Te lo dico io. Me lo hanno già detto. La PTJ 8 ce l´ha nel mirino. Anche voi.
Quello sparo che avete ficcato nella testa della guardia del ristorante li ha scaldati. Se lui s´incolpa
di questo paga per tutti e due i casi e cancella tutto. Ufffff! Il tempo passa veloce.
-E tu non hai da qualche parte un minorenne? –chiese Dumbo intimorito e sorpreso davanti alla
proposta. Tabo reagì subito. Gettò la sigaretta fumante con violenza. Si fermò davanti a Dumbo
pieno d´ira, strillando
-Cazzo, ma ti dico che è un favore! Non capisci che me ne devi vari! Non ti ho mai fatto pagare la
pistola. Una noveeeee! Con quella hai sottomesso tutti. Ti ho fatto credito per i sacchetti.
Nello stesso modo con cui si arrabbiò tornò calmo. Riprese la canna di marijuana che aveva lanciato
e che stava già cominciando a bruciare la tovaglia sopra il tavolo e sorridendo continuò a
convincere Dumbo. Era la sua filosofia di aumentare e diminuire il temperamento.
-Ora, non ti sto dicendo di prenderti tu la colpa. Lo so che anche tu sei minorenne. Quanti anni hai?
Diciassette. Ma sottometti un altro. Ti dico che quel ragazzino è una testa calda. Quello è ciò che è.
Dumbo già sottomesso, assentì con la testa. Tacque ancora un po’ e alla fine disse:
-Vabbè, te lo sistemo.
Uscì dall´edificio di Tabo. All´angolo incrociò il Fulo. Questo lo sfidò con lo sguardo. E burlandosi
di lui gli disse: -Perché ti chiamano Dumbo? Dev’essere per quelle grandi orecchie, ah, ah?
Lui gli restituì un altro sguardo pieno di rancore e di promesse di vendicare l´affronto appena
sentito. Era il secondo che gli faceva. Prima lo aveva minacciato con una pistola ed ora questo
favore che gli chiedeva Tabo, per salvare proprio lui.
7
8
Letteralmente “piccolo amico”, compare.
La Policía Técnica Judicial de Panamá
64
Si allontanò, camminò, attraversò la strada e continuò per altre, girando gli angoli. Era così distratto
che non vide il nemico che lo caricò col revolver in mano. E gli sparò, ancora e ancora, tre in totale.
L´istinto di sopravvivenza lo fece abbassare e cercare rifugio tra le macchine parcheggiate.
Le pallottole non lo colpirono ma gli scoppi ferirono le sue orecchie assordandolo. Il sicario
continuava a puntarlo, ma siccome vide la sua vittima in guardia e la gente che si affacciava ai
balconi, i pedoni con gli occhi fuori dalle orbite dal panico che si rifugiavano dietro qualche cosa
che potesse offrire protezione, decise di sparire attraverso l´ingresso di una casa che aveva uscita
dall´altro lato.
VIII
Che palle! –così gridava, in silenzio, Titin dopo aver parlato e discusso con Dumbo, con Calitin,
Rogelio e con Roberto. – Che palle! Pagare per una cosa che non ho fatto. Che palleeee! Incolparsi
per l´assassinio di un insulso che non conoscevo. Che palle!
Perché era il più piccolo, dicevano, ma era quello che aveva dimostrato di avere le palle.
-Quel finocchio di Dumbo ha paura del famoso Tabo. Gli ubbidisce come un agnellino, invece di
affrontarlo.
Queste parole vibrarono nell´aria scappando dal suo soliloquio. Il tipo lo aveva deluso, era un
vigliacco. Non voleva più la sua amicizia. Non gli avrebbe più ubbidito. E se non lo faceva, non
apparteneva più alla pandilla. Cosa fare allora?
Tirò fuori il revolver 38 dal nascondiglio segreto che si trovava da qualche parte in cortile. Era
quello che aveva preso alla guardia di sicurezza, quella sera del suo secondo assassinio, quando si
era avvicinato alla guardia in uniforme dal lato. Ricordava che prima aveva aspettato che il tipo
fosse uscito dal ristorante e si fosse fermato a fumare una sigaretta. Se la godeva così tanto che se
ne accorse troppo tardi che qualcuno si stava avvicinando con una nove in mano.
Titin ricordò che era già pronta. Gli passò per la testa anche quella stranezza, quando aveva premuto
il grilletto e, come se fosse stato la vittima, lui stesso sentì il colpo che trafiggeva la pancia altrui.
Dopo capì che quella sensazione era pura immaginazione e che lo stomaco era un bersaglio molto
molle per la potenza della nove.
Il tipo cadde e per terra cercò di tirar fuori la sua 38. Questo lo costrinse a sparargli ancora sulla
testa e farla scoppiare come un melone. Dopo fu facile togliergli dalla mano il revolver nichelato
con la culatta nera. Attraversò la strada velocemente e si perse tra le ombre che proiettavano le
facciate delle case. Questa volta non pianse, né si emozionò. Se la stava godendo. Adesso
impugnava quello stesso revolver e la rabbia lo accecava. Non si sarebbe incolpato. Non si sarebbe
piegato davanti ai suoi amici. Non avrebbe fatto quel favore. Che palle! si ripeté. Lo mise nella
cintura dei pantaloni e uscì senza rotta, senza mappa e senza scopo.
****
65
Due spari turbarono la notte. I curiosi videro un giovanotto uscire impaurito dal negozio del cinese,
con un pugno di banconote in mano. In controluce dal lampione dell´angolo, i suoi movimenti
sembravano quelli di una piccola marionetta. I poliziotti che facevano la ronda lo trovarono subito.
Gli diedero l'alto là. Lui rispose con uno sparo.
Il fuggiasco inciampò su qualche dislivello dei marciapiedi rovinate. Recuperò il passo e stava per
continuare la fuga ma i poliziotti, risoluti, lo abbatterono con le loro armi regolamentari.
Adesso sarebbe stato il suo piccolo corpo senza vita ad apparire sulla prima pagina dei giornali del
mattino.
IX
Dumbo e Calitin guardavano un film sul lettore DVD della sala dell´abitazione di Dorita.
Continuavano a frequentare la donna che vendeva la droga che procurava Tabo. La relazione tra le
pandillas continuava a crescere. Loro erano come una succursale del delitto.
I ragazzi erano assorti a guardare lo schermo in cui accadevano i più crudeli omicidi, i più
incredibili inseguimenti in macchina e le più sofisticate rapine a banche, negozi di liquori e
distributori di benzina.
In una delle scene si vedevano tre giovanotti che entravano in un negozio a New York. Tiravano
fuori le loro pistole e cominciavano a sparare alle bottiglie sugli scaffali, davanti allo sguardo
attonito del proprietario. Uno di loro prese a un altro per la schiena e lo mise davanti all´uomo che
moriva di panico. Gli disse: -Uccidilo!
In quel momento Rogelio entrò nella stanza aprendo la grata e si mise a guardare la tv per allinearsi
con l’attenta audience.
-Uuuu, ho già visto quel film. Quella che ci sarà stasera è migliore. Eh si! Lì si vedranno un sacco
di morti e poliziotti corrotti e tutto e di più. Io non me la perdo. Voi la guarderete? ... Subito cambiò
il tono di euforia in un altro carico di mistero. Si avvicinò all´orecchio del suo compagno.
-Eehiii, Dumbo prestami la 38, quella che usava Titin.
- Quella di Titin l’ha presa la polizia quando lo uccisero- disse infastidito per l´interruzione.
-No, quella no, l´altra.
-Per cosa? – chiese il proprietario dell´arma senza distogliere lo sguardo dalla tv, dove
continuavano a sparare e versare sangue.
-Cazzo! Sono pulito. Andrò a vedere cosa trovo stanotte, vado all’attacco con un paio di ragazzini
delle case più in là. Tu li conosci,amico. Loro si fidano di te. Non so se Roberto mi vuole
accompagnare.
-Va bene, lo sapete già, dovete portare la mia parte. La tassa per l´arnese. La sto rischiando. Io non
so come si comporteranno quei ragazzini. Hanno solo quattordici anni, possono sbagliare.
66
-Tranquillo, io vado con loro. Wooow, bel tatuaggio, friend!9 È nuovo, ah. Anche tu Calitin.
Woooow! Dove li avete fatti?
I ragazzi che si erano tatuati da poco gonfiarono i loro avambracci e sorrisero pieni di orgoglio. Il
tatuaggio di Dumbo era un cuore colorato di rosso, trapassato da un pugnale e con il motto “Nunca
me rindo”10. Invece quello di Calitin era un teschio dei pirati oltrepassato da due tibie e un´altra
legenda di sfida: “Van duro”11.
In quel momento entrò Dorita, che tornava dalla cucina. Anche lei aveva aggiunto un tatuaggio al
suo corpo. Anche la rosa sulla sua caviglia fu elogiata da Roberto. Sorrise lusingata, ma subito si
avventò sui ragazzi che guardavano la tv.
-Ancora che guardate lo stesso film. Guardate solo la parte in cui i cattivi rubano e uccidono. Vi
addormentate sempre quando alla finele pagano tutte e la polizia li prende. State attenti, a voi
succederà lo stesso.
-Ehi, taci rompiballe, non dire cazzate!
-Cazzate! – e sorridendo, smise di disturbare i telespettatori. Sapeva che non amavano i cattivi
auguri. Loro vivevano il presente. Non si aspettavano nulla dal domani. O forse nulla buono.
Rogelio aspettò con pazienza che uccidessero i cattivi nel film, soltanto così i suoi complici
distoglievano l’attenzione. Solo in quel momento ricevette l´arma.
Prima di uscire incrociò lo sguardo di rimprovero di Dorita, che si azzardò a dirgli: -Per fare quello
che stai per fare non devi guardare dei film. Guarda i telegiornali delle sei, compra i giornali e lì
vedrai tutto il genere di crimini, puoi imparare da loro, tutti i giorni.
Rogelio la guardò sorpreso e disse fra sé e sé – Cosa sta succedendo a questa ragazza? In questi
giorni è molto strana.
X
La macchina passa molto lentamente per la strada. Continua e sparisce girando l´angolo.
All´improvviso riappare a maggiore velocità e dai suoi finestrini vomita fuoco su due tipi che
conversavano davanti alla cantina, all’inizio di un sentiero. La macchina parte facendo stridere i
pneumatici lasciando una scia nera per terra.
Dietro restano i due buttati a terra e si sentono le urla delle donne che hanno visto tutto dall´androne
di una casa vicina.
Uno è morto. Ma l´altro è ancora vivo. Amici e familiari lo caricano su un taxi che stava passando.
Tre di loro puntando la pistola obbligano il tassista a portarli all´ospedale più vicino. Il conducente
impaurito deve passare i semafori rossi che ostacolano il suo passaggio. Il sedile posteriore del
9
Parola inglese per indicare amico.
“Non mi arrendo mai”
11
“Sono coraggiosi”
10
67
veicolo preso in affitto si macchia del sangue della vittima. Le recriminazioni dello sfortunato
conducente vengono zittiti con due colpetti sulla testa. Il trio caricando in bilico il ferito entra
gridando nella stanza del pronto soccorso e chiede ai medici di salvare la vita al ferito.
Il giovane dottore a cui tocca il caso, intimidito, non riesce a gestire la situazione. Sa che il tipo è
ferito gravemente e che c´è poco da fare. La pallottola ha perforato lo stomaco e ha coinvolto le
vene importanti di quella parte del corpo. Ma cosa sanno questi gangsterdell´anatomia e degli effetti
devastanti di un pezzo di piombo spinto a una velocità infernale dalla polvere da sparo di una
cartuccia? Loro pensano che le sparatorie sono un gioco per bambini, fino a quando gli tocca
affrontare la cruda realtà della morte.
La canna di un revolver di uno di quelli che aveva portato il tipo ormai morto, spaventa il medico.
Davanti all´aggressione viene in suo aiuto un poliziotto che vigilava il posto e si scatena una
sparatoria dentro l´ospedale. I tre teppisti si danno alla fuga ma finiscono per ricevere gli spari dalla
stessa macchina che riappare come in un film. Tra due fuochi non sanno cosa fare. Fortunatamente
per loro e per gli altri pazienti dell´ospedale, gli spari non raggiungono nessuno.
****
-Bene, Dumbo, ora sì, ragazzo, l´hai fatta bella. Quei maledetti hanno avuto quello che meritavano.
Tutti e due sono morti. Bene, ragazzo. Ad ogni modo il colombiano, grato, ti ha lasciato questo.Tabo gli consegnò una busta con dei soldi. Prima, ne aveva presa la sua parte come mediatore.
Dumbo aveva eseguito l´incarico. Adesso sì era nel ranking. Da semplice membro della pandilla,
ora era riconosciuto come un sicario affidabile ed efficace.
Si era preoccupato un po’ quando Tabo gli aveva chiesto di far fuori due tipi di quella parte della
periferia della città. Gli disse che non conosceva tanto quel quartiere e aveva chiesto come avrebbe
fatto a fuggire. Tabo gli disse di non preoccuparsi, che lui si sarebbe occupato della macchina e di
trovare un conducente che conoscesse tutta quella zona là.
Per due giorni avevano passeggiato in quel quartiere. La seconda volta identificarono le loro
vittime. Passarono perfino vicino a loro, molto vicino, quando comprarono delle pinte di birra in
quella cantina.
La sera dei fatti li sorpresero nello stesso posto; non gli diedero scampo. Attirarono la sua
attenzione le smorfie di terrore nelle loro facce quando videro le canne della nove millimetri e della
38 puntarli e vomitare pallottole.
Quando Calitin gli chiese il peccato delle loro vittime, rispose: -A noi non importa. Semplicemente
è un incarico che dovevamo portare a termine.
Ricordava bene la calma del conducente. Non lo conosceva. Era stato assegnato da Tabo e
raccomandato come un tipo affidabile. Quando andarono gli disse che tutto sarebbe andato bene se
avessero seguito le sue raccomandazioni. Non affrettarsi, puntare bene e premere il grilletto con
delicatezza. Gli chiese di mostrargli le armi e vedendo come erano trascurate gli fece vedere come
pulirle. Questo fu due giorni prima della sparatoria. In realtà i loro nemici avevano capito cosa
stavano facendo. Quando controllò che i nemici fossero stati colpiti, girò velocemente l´angolo e
68
continuò per la via di fuga che aveva passato prima. Ma poi dubitò e li costrinse perfino a
combinare un casino all´ospedale.
****
Dorita avvertì subito il cambiamento che stava avvenendo nei ragazzi. Uscivano solo di notte. Si
innervosivano e si alteravano per qualsiasi rumore proveniente dalla strada. Sembravano temere
tutto ciò che passava. Erano sempre in guardia. Calitin non era più il ragazzo divertente che aveva
conosciuto e Dumbo sembrava paranoico, sempre con la nove addosso. Come se si fidasse solo di
lei.
XI
La notizia sulla morte di Rogelio fu come un colpo devastante. Erano passati i momenti più caldi
della giornata. Il sole non scottava, al suo passaggio distribuiva in modo equo le ombre nel
quartiere. Di mattina, per le case del lato di un marciapiede e dopo mezzogiorno, per le altre.
Quando la sera moriva tutti gli abitanti si rifugiavano nella parte ombreggiata. Scendeva l´astro e
con lui il calore. I vicini portavano fuori le sedie e le mettevano davanti ai portali. Era l´ora in cui
gli scolari tornavano da scuola.
****
Le grida dei due bambini che abitavano due case più in giù, che rallentati dagli zaini sulle loro
schiene non potevano correre più veloci, allarmarono tutti. La notizia interruppe il torpore in cui si
trovava immersa la strada.
Matilde e Jorgito erano i vicini di Rogelio e raccontarono impauriti come i membri dell´altra
pandilla lo avevano circondato e come gli avevano sparato due strade più in là. Dissero che in
primo luogo lo avevano immobilizzato con uno sparo su una gamba e dopo gli avevano dato il
colpo di grazia per terra con un ultimo sparo sulla testa. Prima di fuggire gli avevano dato molti
calci sulla faccia.
I bambini si trovarono il crimine davanti lungo il tragitto dalla scuola verso casa. Descrissero anche
che il giovane respirava ancora quando la ronda dei poliziotti si recarono sul luogo del delitto;
avevano sentito che uno dei poliziotti aveva detto al conducente della pattuglia, che era arrivato un
po’ dopo, che era morto.
Dopo, in disparte, Jorgito, un bambino di soli 11 anni, disse a Dumbo il nome di chi che aveva
ucciso il suo amico.
Spaventati si allontanarono dal quartiere per diversi giorni. I loro rivali erano scesi a cercarli e
avevano sparato all´angolo vuoto. Uno di quei colpi vaganti colpì a morte lo zio di Dumbo mentre
usciva dall´androne della casa in cui abitava. Era un messaggio molto chiaro.
69
Al calare della notte i vicini della strada si erano rifugiati nelle loro case, timorosi che quelli di
sopra tornassero a sparare. Si erano spaventati per lo scoppio dei fuochi artificiali che quelli di
sopra avevano acceso per festeggiare la loro vittoria. La notte s’illuminò di una gioia funesta.
****
I ragazzi riapparvero alla sepoltura di Rogelio. Si azzardarono ad accompagnare il loro amico. Nei
crocchi fuori e dentro il tempio, prima della messa funebre, le ragazze che assistevano al funerale,
dissimulatamente, li indicavano e gli regalavano perfino sguardi di ammirazione. Li identificavano
come i futuri vendicatori della vittima.
-Questo non rimarrà così- dissero alcune.
La madre del defunto al vederli non gli permise di avvicinarsi al feretro situato davanti all´altare
maggiore della chiesa. Piangendo, isterica, la donna li rimproverò di averle rovinato il figlio.
Mortificati, sentirono che tutti gli sguardi degli addolorati ricadevano su di loro. Calitín e Dumbo si
rifugiarono in un angolo del tempio dove si trovava Tabo con alcuni dei suoi compari, che lo
proteggevano. Alcuni di loro erano armati. Lui sì che li appoggiava in quei momenti difficili.
Dorita, che aveva potuto vedere il cadavere quando i parenti curiosi fecero aprire la bara alla madre,
come si suole dire come ultimo ricordo, disse che aveva la faccia tutta sfigurata, risultato delle
pedate che gli avevano dato quando era agonizzante.
Fuori dalla chiesa, nel parco, i compagni dello zio di Dumbo chiedevano quando sarebbe stato il suo
funerale.
XII
La notte era calata su questi quartieri. La violenza regnava dappertutto. Il nuovo fenomeno era
materia di studio per i sociologi e di preoccupazione per gli abitanti e per i governanti e la classe
poliziesca che non trovavano i metodi per controllarlo.
Qualcuno diceva che queste manifestazioni erano apparse dopo l’invasione nordamericana che finì
con una dittatura militare che governò il Paese per 20 anni. Il violento intervento dell´esercito
gringo12, protetto dall´oscurità di quel 20 dicembre, lasciò migliaia di morti e provocò un terribile
saccheggio che estinsero i beni materiali e le ditte che prestavano servizi in tutta la città. Fu per
molti aspetti una rivoluzione sociale.
Lasciò anche una grande quantità di armi nelle mani di civili e in molti giovani la convinzione che
la vita umana valeva ben poco. Il paese aveva vissuto decadi di una relativa tranquillità e il trauma
sofferto cancellò anche le norme di condotta tradizionali.
12
Statunitense.
70
I nuovi organismi di sicurezza non si adeguarono alle manifestazioni violente di una nuova società,
ma soprattutto a quella dei giovani delinquenti. L´autorità si organizzava, ma i facinorosi lo
facevano meglio superando con i loro delitti le misure repressive e preventive. Le carceri
diventarono l´università del delitto e quelli che ritornavano da quei posti diventavano un problema
maggiore.
I membri delle pandillas erano sempre più giovani e si relazionavano sempre di più con mafie
internazionali che trafficavano droga. Il problema aveva già parecchi anni e ci lavorava gente di
diversa età, che aveva lasciato codici e norme da seguire.
Questo generò un mistero attorno ai facinorosi, che conquistava nuovi adepti e li spronò a superare
le gesta e gli orrori che avevano realizzato i membri precedenti del gruppo.
Se si riusciva a recuperare qualcuno, sorgevano nuovi integranti. Questo era il vero problema. I
quartieri erano fabbriche di pandilleros, di ragazzi violenti, sempre più bambini.
I sociologi dicevano che i delinquenti agivano con impulsività, a seconda del momento, senza
dimostrare nessun pentimento. Cominciavano con atti vandalici, di crudeltà con gli animali e una
precoce attività sessuale, senza preoccuparsi per il benessere della coppia. Questi giovani
ubbidivano ai loro istinti, infrangendo continuamente le regole sociali stabilite, mostrandosi
incorreggibili e aggravando la loro condotta con l´abuso di sostanze illecite. La loro vita era spinta
da un toboga, una violenta spirale senza direzione che impediva loro di avere un lavoro.
Il problema si ripresentava nelle grandi città latino-americane. Si trovò che la delinquenza giovanile
era collegata all'ottenimento di beni sontuosi di consumo. I giovani si fanno in quattro per un paio
di scarpe nuove, per una collana d´oro, per un cellulare, un orologio e per un completo di camicia e
pantaloni. Per ottenerli utilizzano la violenza.
È impressionante come gli abitanti di questi quartieri, come parte della società, sono bombardati da
tutto il macchinario pubblicitario orchestrato dal sistema. Questo si riafferma per le feste di
capodanno. I mezzi annunciano cose e più cose. Articoli elettronici, giocattoli, abbigliamento, cose,
cose, più cose, invitando a partecipare ad eventi che costano soldi. Chi non è non riesce ad ottenerli
non è nessuno. Per loro è importante avere dei soldi in tasca per spenderli. È una questione vitale.
Senza di loro non possono avere ragazze, non possono uscire a divertirsi, si vedono costretti a
essere relegati ad un secondo piano. Il disturbo, secondo gli esperti è da cinque a dieci volte più
frequente negli uomini che nelle donne, forse per la pressione maggiore che ricevono dalla vita.
La crescita nel paese, degli indicatori economici, insistentemente annunciati nelle sezioni
finanziarie dei giornali, non significava la diminuzione del divario tra ricchi e poveri. Questa frase
ormai logora è sostenuta da decine di migliaia di tragedie. I loro protagonisti sono gente senza
alternativa, senza desideri oppure che non credono di poter cambiare il loro destino. Senza saper
individuare l’opportunità. Non conoscono altra forma di vita diversa da quella delittuosa.
71
XIII
Jorgito cosa vorresti fare da grande? il bambino guardò il suo compagno che lo superava di alcuni
anni egli rispose:
- sono già grande, ne ho undici. Cosa vorrei fare? Mi piacerebbe guidare i pullman, un Diablo
Rojo13. Uno di quelli potenti, con i neon e dipinto in modo figo e poter percorrere la città dall'inizio
alla fine senza paura della gente di sopra. Essere libero.
Il ragazzino seduto su un gradino della scala posteriore apriva le braccia e guardava il sole che
regalava i suoi ultimi raggi all'angolo del cortile di quella casa rappresentando il concetto che lui
aveva di libertà. A quell'ora del vespero La Scala era loro, di notte no.
Il ragazzino seduto su un gradino della scala posteriore apriva le braccia e guardava il sole che
regalava i suoi ultimi raggi all'angolo del cortile di quella casa rappresentando il concetto che lui
aveva di libertà. A quell'ora del vespero La Scala era loro di notte no.
Roberto tu cosa vorresti fare? tu vai a scuola e dicono che vai bene. Perché stai nella pandilla con
Dumbo e Calitin? Guarda cosa è successo a Rogelio, il tuo migliore amico, lo hanno ucciso quelli là
di sopra.
Roberto lo guardò e sorrise con una sfumatura di tristezza è il ricordo dei fatti.
Non lo so, forse perché si prendono cura di me, in particolare da quelli di là sopra. Sai che hanno
già vendicato Rogelio? Quello che hai visto sparare è stato ucciso come un cane dalla gente di
Sopra. Questo perché capiscano che si sono messi con gente seria. Ma di questo non ne parliamo. È
pericoloso. Vuoi andare su un diablo rojo? Andiamo, ti invito sabato prossimo, andremo a fare un
giro in un Diablo Rojo.
Ma non passano più per di qua. Mia mamma dice che è perché li assaltavano e ammazzavano i
conducenti. Il maestro mi ha detto che quelli che dipingono quegli autobus devono studiare molto
gli argomenti che rappresentano ai lati degli autobus. Che quelli della porta posteriore possono
essere la raffigurazione del viso di un artista, di familiari o chicchessia, però le scene che dipingono
sulle fiancate significano guerra o temi di altri tempi, che sia vero?
Roberto guardò Jorgito con affetto e disse:
- a me quelle che piacciono sono i coperchi della benzina e le frasi annunci di attenzione davanti e
nella parte posteriore sono molto simpatici. L'altro bambino che li accompagnava in quella parte
posteriore della casa approfittò per partecipare dicendo:
- quello che più mi piace sono le immagini delle donne ne fanno molto carine e molto belle. Con
delle gambone, lunghe chiome e pochi vestiti. Il suo visino rispecchiò un’espressione furbetta che
fece ridere tutti.
13
Scuolabus degli Stati Uniti, molto colorati e dipinti da artisti di strada. Portato poi a Panama come mezzo di
trasporto pubblico.
72
Il sabato successivo tutti e tre si allontanarono dalla strada in cui vivevano e camminando
arrivarono fino al corso percorso degli autobus. Scelsero uno molto colorato e ci salirono.
I veicoli erano il mezzo di trasporto più popolare della città. Grandi e rossi si spostavano dalla parte
vecchia per il centro bancario fino ai quartieri della periferia. Attirava molto l'attenzione dei turisti
vederli passare per gli alti e moderni edifici della zona degli hotel. I conducenti li guidavano con
poca cortesia e a volte ad alta velocità in strade molto strette. Negli orari di punta si ostina a mano
sui passeggeri, puntavano le fermate piene di gente che usciva dal lavoro e che volevano arrivare a
casa a tutti i costi. Come risultato di queste strategie gli autobus si riempivano superando i limiti che
permettevano la logica e le regole del transito.
Attaccati al volante in alto facendo pagare i passaggi che maneggia andò con destrezza le macchine
porta monete gli autisti non avevano la visuale completa di ciò che succedeva attorno all'autobus. A
volte per la loro impazienza o per imprudenza dei pedoni o per la mancanza di precauzioni di
entrambi con mettevano incidenti fatali. Le ruote degli autobus che schiacciavano le persone che
poche volte sopravvivevano. Finché diventarono un problema per la città. Da qui il nome Diavoli
Rossi. Tutti gli autisti avevano un aiutante che chiamavano el pavo14. Questi gridavano il percorso
dell'autobus all'arrivo delle fermate. Strillando ritmicamente invitavano a salire e diventare uno
tanto famosi come i tipi al volante. Erano come dei Sancho e Chisciotte.
Gli autobus erano considerati da molti come una mostra d'arte popolare che caratterizzava il
folklore di questa città. Erano stati portati dagli Stati Uniti. Gli erano di colore giallo e usati per
portare gli studenti. Quando arrivarono qui artisti famosi molto bravi nel pitturare e decorare uno
totalmente. Poi sembravano altri. La musica era un altro degli elementi chiave. Prima li chiamavano
autobus di salsa dato che quello era il genere musicale predominante ma ora era messo in
discussione dal reggae. Un genere con canzoni che con molte voci incitavano al maschilismo e alla
violenza.
Man mano che la città aumentava il suo numero di abitanti gli autobus diventavano più pericolosi.
Le strade erano le stesse e c'erano più utenti che nonostante tutto li richiedevano.
I ragazzi che entrarono nella strada di sera, soddisfatti dell'avventura vissuta. Quando svoltare
l'angolo e si avvicinarono all'ingresso della vecchia strada, Roberto incontrò Dumbo.
Lui molto arrabbiato gli chiese dove fosse stato.
- Eri con quei bambinetti! Cosa ti danno quei mocciosi? Abbiamo bisogno di te per una cosa.
Dov’eri eh? Dove? Non farlo mai più, devi saperti comportare non te lo dimenticare. E lo indicò
con il dito, minaccioso, guardando con autorità gli altri due componenti del trio.
XIV
La sua vita iniziò a passargli vertiginosamente per la mente come un verdetto e
contemporaneamente davanti ai suoi occhi, i differenti piani dell'edificio che conosceva bene. Vide
14
Aiutante del conducente nei Diablo Rojo, che annunciano la direzione e le fermate.
73
il signor José in una finestra del settimo piano che li aspettava come faceva sempre all'alba, però
che strano, lo vide a testa in giù. Allo stesso tempo ricordò quando era andato a vivere nel quartiere.
Era ancora molto giovane, era diventato l'anima del nuovo vicinato ma questa parte passò in un
millesimo di secondo. All'improvviso si vide già uomo e molte altre famiglie amiche che
abbandonavano l'immobile che si deteriorava. La gente del V piano gli sembrò strana. I loro sguardi
si incrociarono con il suo ma le sue smorfie di terrore scomparvero velocemente. Si vide di nuovo,
questa volta litigando con sua madre e le sue sorelle che piangevano ma l'appartamento numero 4,
lugubre, oscuro e abbandonato interruppe questa parte della sua vita. La nuova immagine che
percepì non gli piaceva per niente, si vedeva sporco, senza denti, trasandato, preparando la droga
ad altri tossicodipendenti. Anche l'appartamento 2, dove non viveva nessuno e le autorità poco a
poco lo avevano sgomberato buttando giù i terrazzi, risvegliò un richiamo d'allarme nella sua testa.
Succedeva qualcosa di strano. Continuava a vedere le cose al contrario. Poi ricordò la discussione
nella terrazza con i suoi seguaci per il gioco dei dadi e la porzione di droga che aveva consumato
senza pagare. Sentì che era trascinato in modo irreversibile da una forza infinita, cosmica. Mosse le
mani e le gambe con la speranza di afferrarsi a qualcosa. Un urlo spaventoso rimbalzò nella notte
colmandola di orrore....seguito da un colpo secco, brutale e mostruoso.
***
- Hei, Tabo, la morte di quel piedrero ha infiammato la strada. La polizia va in giro a far domande.
Vuole sapere cos’è successo. Intanto non si può vendere niente. Le ronde così violente, bloccano
tutto il mondo. Devi sistemare questo Tabo, amico.
Il Furo si lamentava con il suo capo. Credeva fermamente che avesse le soluzioni per risolvere tutti
i problemi. Lui poteva sistemare gli inconvenienti causati dal ritrovamento di un uomo morto nel
cortile di quel casolare del vicinato.
Tabo lo guardò e scosse la testa deluso. Gli piaceva sentirsi importante. In quei momenti si sentiva
come Re Salomone impartendo giustizia. Lo aveva visto in una mini serie in televisione. Aveva
attirato molto la sua attenzione quel personaggio circondato da adulatori che poteva contro tutto e
tutti e protetto persino da Dio.
Scosse di nuovo la testa e sebbene sapeva cosa fosse successo chiese
- Ok e che cosa è successo? - Senza aspettare la risposta ripeté - tutto in questa vita si può sistemare
con i soldi. Non mi rompere, pensaci tu. Ricorda , con un paio di bigliettoni si sistema tutto.
XV
Roberto, nel cortile della scuola parlava con Herminda. La ragazza ammirava i capelli ricci e lucidi
di gel del suo compagno di classe. Seduti su una panchina, sotto un albero, le diceva che si
sarebbero sposati una volta terminata la maturità. Lei rideva. Per questo mancavano due anni.
Nonostante la confusione creata dal centinaio di studenti che si godevano l'intervallo, si sentivano
soli, parlandosi l'un l'altro.
74
- Perché non vieni con me a ballare nel gruppo folcloristicodella scuola? Io mi sto preparando la
pollera15 e le scarpette.
- io non conosco i balli popolari, piccola - le rispose sorridendo
Lei civettando insistette, abbracciandolo, mettendogli le braccia intorno al collo.
- Non importa, imparerai. Come qualsiasi problema di algebra, i balli popolari s'imparano
- Questo non è per me, popolare, non ha senso! Non è cool
- Come mi starà la pollera?
- Sarai bellissima, con i tembleques16 e con quegli ornamenti con cui si decorano
- ok ma dopo non prendertela se farò coppia con un altro.
Roberto aveva incassato il colpo e la guardò negli occhi. Lei sapeva di aver fatto centro.
- Vediamo dai - disse il ragazzo mentre lei sorridente infilava le dita nei suoi ricci. La campanella
della ricreazione li costrinse a tornare ai loro doveri scolastici.
Roberto era sempre più compromesso con la pandilla. Questo legame iniziava a spaventarlo.
Aveva visto morire due dei suoi amici. Non poteva più camminare liberamente per il quartiere. Per
andare e tornare da scuola doveva fare diversi giri. Era cambiato anche il suo carattere e aveva
problemi con i suoi genitori che gli rimproveravano le uscite notturne per soddisfare le richieste di
Dumbo e Calitin.
A lui non piacevano le droghe e non capiva perché si fosse fatto coinvolgere tanto da loro. Forse per
le armi. Era una moda. Nel quartiere bisognava manifestare di saperle maneggiare. Che non si
temeva nessuno. Però non sapeva se sarebbe arrivato all'estremo di sparare ad altre persone.
La sua partecipazione era limitata a tenergli il revolver e la pistola. A portargliele e nasconderle di
nuovo nello zaino di scuola.
I tre si conoscevano da quando erano bambini. E anche se non abitava nel vecchio casolare, viveva
molto vicino, in una riqualificazione urbana adiacente. Suo papà diceva che avrebbero traslocato.
Che il quartiere non gli piaceva più poiché era molto pericoloso per tutti. Non sapeva se gli sarebbe
piaciuto vivere in un altro posto in periferia. Le sue sorelle erano molto eccitate di abbandonare il
pesante ambiente della vecchia strada. Ora quello che sentiva per Herminda, la bella ragazza che si
era fissata su di lui lo spronava ad essere migliore. Lei era una buona alunna e quella volta che
avevano studiato assieme i problemi di algebra, gli aveva detto che lui era molto bravo.
- Tu impari molto velocemente. Risolvi molto bene i problemi. Vedi, allo stesso modo puoi
imparare i balli popolari.
15
Vestito tipico panamense, indossato dalle donne durante i balli folcloristici e composta da una camicia e una gonna
lunga ricamate artigianalmente
16
Gioielli con motivi floreali fatti di perline che vengono applicati sui capelli. Questi ornamenti sono parte del vestito
tipico di Panama
75
I fischi dei suoi amici lo esortarono ad uscire e a lasciare da parte i pensieri sulla sua amica. Non
sapeva cosa avrebbe detto ai suoi genitori. Sapeva già che volevano la nove millimetri. Appena gli
fu possibile gliela diede. Ogni volta era sempre più difficile aiutare i pandilleros.
XVI
I ragazzi uscirono a far festa il fine settimana. Quando calava la sera erano preparati bene con vestiti
e scarpe di marca. Si entusiasmarono ad andare a visitare uno dei centri commerciali in voga della
città. Dumbo si sforzava di stare al fianco di Dorita che era accompagnata da due amiche. Quella
ragazza gli piaceva ogni giorno di più, ripeteva tra sé e sé. Calitin, il cui abbigliamento non stonava
con quello degli altri, rallegrava tutti con le sue battute.
Da tempo non si sentivano così, erano tornati ad essere quelli di prima, senza paura né timori. In
quel centro commerciale, dagli ampi corridoi, illuminati bene e con l'aria condizionata, potevano
camminare in mezzo alla gente, ai turisti. Il posto gli sembrava come quello dei film.
Nessuno li guardava male, erano uguali agli altri. Nemmeno le guardie di sicurezza si accorgevano
di loro.
Abbagliati dalla merce e dallo scintillio che si vedeva dietro le vetrine, ricordavano la pubblicità
turistica che diceva che nella città si poteva comprare e comprare e comprare, qualunque cosa
immaginabile ad un prezzo minore di altri posti del mondo. Panama è un bazar mondiale.
Dorita si era fermata a guardare l'offerta di un negozio di scarpe e borse, i prezzi la fecero
rabbrividire. - Con ottanta dollari me ne compro dieci nei negozi dell'Avenida Central- disse a
Rosario, una delle amiche che l'accompagnavano. Ridendo e dando un'ultima occhiata alle borse, si
unirono al gruppo.
Intanto Dumbo fu attratto dalle scarpe di una marca francese che non erano usuali nel quartiere.
- Queste sì che sono cool. Me le compreròooo
A loro piaceva molto che lì si trovassero molti giovani come loro. L'atmosfera era piacevole e anche
se chiassoso, non era pericoloso. Se la stavano davvero spassando in allegria.
Salirono con le scale mobili fino al piano dei ristoranti fast food e lì davanti all'offerta di numerose
insegne, dubitarono. Le luci dei Mc Donald, Kentucky Fried Chicken, Popeyes, Wendys, Leños y
Carbòn, La Estancia, Fast Comida China e molti altri ancora cercavano di attrarli e cambiare la loro
decisione. Al centro del salone trovarono un ampio spazio pieno di tavoli e sedie dove mangiavano
molte persone.
Alla fine optarono per il ristorante che offriva il pollo più famoso del mondo. Ne conoscevano il
prodotto da quando erano bambini, ne avevano visto la pubblicità e lo avevano assaggiato quando
qualche volte le loro madri li avevano portati in alcuni di questi stabilimenti che si potevano trovare
in diverse parti della città.
76
Erano in coda davanti alla cassa e quando iniziarono a leggere la carta del menù con le numerose
opzioni, videro nella coda del vicino Mc Donald, i rivali della strada di sopra. Anche loro li avevano
visti.
Davanti alla presenza del nemico, i nervi si impossessarono di entrambi i gruppi. Il divertimento
svanì e per la paura che i nemici fossero armati, ognuno iniziò a indietreggiare.
Come poterono entrambi i gruppi se la svignarono dal centro commerciale, utilizzando uscite
diverse raggiunsero la Avenida e come poterono ognuno ritornò alla propria squallida strada.
Dorita, ora seduta su una delle poltrone di casa sua, singhiozzava. Dumbo e Calitin la guardarono
sorpresi e afflitti. Si sentivano colpevoli anche se non riconoscevano totalmente la loro colpa.
- Non ci possiamo mai divertire in modo sano! - gridò la ragazza che adesso sì scoppiò a piangere e
infastidita cercò rifugio nella stanza posteriore.
XVII
- In altre parole, il minore d'età non ha, secondo la legge, la sufficiente capacità di intendere e
volere. Si tratta di un'evidente mancanza di maturità fisica che è anche psichica. - diceva il reporter
in piedi a quello che stava seduto davanti al computer nella sala notizie del canale televisivo.
- Per di più, caro collega, secondo questi testi - e iniziò a leggere il fascicolo che aveva appena
terminato di prendere dalla stampante collegata al computer - il minore d'età potrà compiere azioni
od omissioni tipiche ma non imputabili, perché si possa rimproverargli la sua condotta, a titolo
doloso o colposo il minore dovrà avere la capacità di intendere e volere la sua condotta, in tal caso
non si potrà formulare l'ammonimento che implica la colpevolezza per mancanza di base o
fondamento menzionato.
- Cazzo! - esclamò l'interlocutore - secondo questo Esteban, i ragazzi possono uccidere, violentare,
sventrare quando e come vogliono. Non sono colpevoli perché l'età li esime dalla colpa. E' per
questo che stanno così. Amico, io ho vissuto in uno di quei quartieri e i giovani non erano di quel
tipo. Ma ora sono diventati dei mostri. Ogni giorno i crimini sono sempre più spaventosi.
Esteban guardava Julio, suo compagno di studi. Era da mesi che formavano un duo, lui come
reporter e il suo amico che s'incaricava della telecamera. Avevano ottenuto dei servizi sconvolgenti
sulle pandillas, dato che si conosceva il problema.
- Bene, amico - Rispose Esteban - Ora in molti chiedono l'aumento delle pene per i minori. Che
vengano giudicati come adulti. Ma ieri in conferenza stampa il rappresentante delle Nazioni Unite si
è espresso fermamente contro questo. Dice che questa non è la soluzione - Julio camminò attorno al
suo compagno e continuò a parlare - Il problema è grave e non avviene solo nel nostro paese. Ogni
volta che navigo nei notiziari in internet, trovo casi simili, in diverse parti del mondo. Sembra non
esserci soluzione.
Esteban riguardò i documenti e disse al suo compagno - quanto detto prima ci porta a concludere
che il minore non è e non può essere delinquente, semplice e semplicemente perché la sua condotta
77
non può arrivare a costituire l'elemento di colpevolezza, dato che è soggetto non imputabile e questa
è la condizione essenziale affinché si possa costituire l’elemento di colpevolezza.
I giornalisti parcheggiarono e scesero dall'automobile. Camminarono lungo il marciapiede della
strada di quell'antico quartiere e si avvicinarono alla scuola dove si era svolto un fatto da poco in
cui un alunno di classe quinta di appena undici anni aveva pugnalato un altro poco più grande. La
ferita era abbastanza profonda da mandarlo all'ospedale. I notiziari della sera precedente
mostravano le immagini del momento in cui la polizia arrestava il bambino aggressore. Gli
coprirono il volto per proteggerlo dall'opinione pubblica. Nel suo corpo gracile, tipico
dell'allungamento a cui sono soggetti i ragazzi in questa fase della crescita, si notavano le costole
sporgenti. Le gambe magre si muovevano goffamente facendo dei sobbalzi per non poter muovere
le mani ammanettate e per non vedere la strada verso il veicolo che lo strappava dalla sua casa verso
un presunto processo di risocializzazione della cui validità dubitavano molti.
Dopo aver registrato interviste patetiche con insegnanti spaventate per il caso di accoltellamento
appena accaduto in un'aula, i giornalisti uscirono dalla scuola.
Un bambino con l'uniforme e con la cartella di libri li accompagnò all'uscita. Con la tipica curiosità
infantile gli chiese che cosa stessero facendo. E se lo potevano riprendere. Che gli sarebbe piaciuto
vedersi nel notiziario della sera.
- Quando sarai laureato e sarai un medico famoso, allora apparirai nei notiziari. O quando sarai un
grande giocatore di... Che sport ti piace? - chiese Esteban.
Il bambino con un sorriso e nonostante fosse sfiancato dal peso dello zaino, rispose - il calcio.
- E' che noi adesso vorremmo riprendere i pandilleros. Quei ragazzi cattivi che girano in bande e
che sparano a qualsiasi angolo senza importargli niente.
- Voi volete riprenderli. Io ne conosco alcuni.- Si fermò, dubitò un poco e poi chiese
- Ma voi pensate che loro vogliano mostrarsi in televisione?
- Gli promettiamo che non filmeremo i loro visi e che ne diremo i loro nomi. - assicurò Julio
spostando la telecamera - Tu ci puoi portare da loro?
Jorgito fece un segno con la mano e iniziò a correre per i marciapiedi, evitando le buche piene
d'acqua sporca, verso il vecchio casolare che si trovava a metà della sua via, a cercare
l'autorizzazione di Dumbo e Calitin.
***
L'intervista ai pandilleros fece scalpore nei notiziari del pomeriggio e della sera. I giornalisti erano
riusciti a farsi mostrare le loro armi. Sebbene non facessero vedere il loro viso fu sufficiente per i
telespettatori vederli impugnare entrambi la nove e la 38. Dissero anche che non si aspettavano
nulla dal futuro dato che nulla avevano ricevuto.
- Compa’, non ci hanno lasciato nulla. E così io vado a cercarmi la mia parte. Se ci ammazzano,
sfortuna.
78
Ne approfittarono per mostrare i nuovi tatuaggi. Facevano davvero paura. Sulle altre pandillas
affermarono che la guerra era all'ultimo sangue.
- In qualunque luogo dove li vedo, gli faccio la pelle. So che la questione è o noi o loro. Un mare di
violenza. Se devono piangere nella mia casa, è meglio che piangano in quella degli altri. - Se la
godevano ad utilizzare il gergo caratteristico delle bande. Muovevano le mani additando in modo
minaccioso. Questo fu il saluto televisivo di Dumbo. Esteban e Julio, costernati ed euforici dopo il
reportage pensarono di poterlo integrare con le opinioni dei vicini del quartiere.
Ci fu chi si arrischiò a parlare se non mostravano il suo volto per paura di ritorsioni. Un signore,
con la fronte solcata da profonde rughe che si trovavano uguali nella commessura delle labbra e che
salivano in diagonale fino quasi toccare gli zigomi sopra i quali brillavano degli occhi da indio e
che iniziava ad avere i capelli bianchi, disse ciò era stato ripetuto tante volte da altri a telecamera
spenta. Che il quartiere era cambiato. Che la violenza era incontrollabile. Che ne mettono in carcere
alcuni, altri muoiono e i più piccoli che vengono su si fanno carico dell'organizzazione, in una
specie di staffetta diabolica.
- Guardate cari giornalisti, la pandilla è una scuola, i più piccoli imparano ad essere violenti dai
cattivi esempi dei più grandi. Qui la questione è seria.
Dopo le sei di sera evito di uscire. Hanno sequestrato il quartiere. E se non si fa così, guardate
quanti imprenditori hanno ucciso, quante attività hanno chiuso e quante vite giovani si sono perdute.
Lo hanno reso un luogo sterile, pericoloso, l'economia non si muove.
Il tipo vedendo che i giornalisti consideravano concluso il servizio, aggiunse - Lasciatemi
concludere con questo. Per affrontare il problema, il Governo deve implementare i programmi
contro la povertà e intensificare l'educazione dei valori nelle scuole. Vengono, dipingono delle case,
sistemano un parco e vogliono organizzare eventi sportivi ma questi ragazzi non possono giocare
assieme. Si ammazzano.
XVIII
Non avrebbe mai immaginato che quel caso avrebbe procurato il suo omicidio. L'avvocato aveva
sospeso tutti gli appuntamenti che quel pomeriggio aveva programmato con la sua solita clientela.
Disse alla segretaria di non disturbarlo. Sopra la scrivania due valigette piene di soldi. Il risultato
delle malefatte che occupavano gli ultimi frontespizi dei quotidiani e degli spazi televisivi. Le
avevano lasciate lì i suoi clienti prima di andarsene. Era il custode di questi beni illegali. Doveva
investirli e riciclarli in conti bancari rispettabili.
Dopo essersi laureato come avvocato, aveva tirato su quell'ufficio con molti sforzi. Si era
specializzato in penale e poco a poco era riuscito ad ottenere la fama per essere riuscito a lasciare
liberi delinquenti conosciuti. Questo succedeva in altri tempi, durante la dittatura. Era facile
sistemare le cose con pubblici ministeri e militari. Bastava una telefonata. Questo sì, purché i delitti
non avessero toccato i loro interessi.
79
Ora erano altri tempi ma aveva guadagnato esperienza e con la democrazia erano le leggi a
comandare. Lui le sapeva applicare in modo che ne beneficiassero i suoi assistiti. Inoltre era
conosciuto presso i tribunali e le procure per la sua generosità.
“Lavatene le mani” era il consiglio che gli avevano dato all'inizio della sua carriera. Che proverbio
quello! E che problema questi suoi clienti! Pensavano che loro malefatte fossero giochi per
bambini. Non consideravano la colpa. Per loro questo sentimento che aveva oppresso da sempre il
comportamento del genere umano non esisteva. Gli piaceva analizzare per se stesso il
comportamento di questi delinquenti. Da sempre la filosofia lo attirava, era una delle sue materie
preferite alla Facoltà di Giurisprudenza.
Iniziavano con le bugie per nascondere una colpa, conseguenza dei loro atti commessi in libero
arbitrio.
- E' stata la volontà di Dio. Che volevano che facessi? Non potevo fare nient'altro - Erano le frasi
che usavano sempre.
Il continuo delinquere negli anni li portava ad un altro livello, ad ingannare loro stessi e i loro
complici. Come definire questa forma di mentire? Incrociò i piedi sopra la scrivania. Si accomodò
sopra la soffice poltrona di cuoio con le ruote che gli permettevano di girare e ruotare verso le
finestre o verso la parete piena di diplomi e riconoscimenti professionali. Si grattò la testa e subito
arrivò la risposta. Sì, come no, la collusione: "Un gioco tra due o più persone che ingannano loro
stessi, un gioco che è mutuo inganno". Non ricordava l'origine della citazione. In parole povere era
semplicemente confabulazione, compromessi, alleanze o complicità. Mentre continuava a
filosofeggiare sull'anatomia dell'occultamento, il campanello intercomunicante lo interruppe.
- Non le avevo detto che non c'ero per nessuno.
- Ma dottore è...
L'avvocato rimase nuovamente solo nel suo ufficio, era preoccupato. L'oscurità della strada filtrava
dal finestrone, lottando con i riflessi dei fanali e delle luci rosse delle automobili che circolavano.
Altri clienti, anche loro collegati alle valigette, erano appena passati a trovarlo. Temevano di essere
arrestati per le dichiarazioni di quel ragazzo e di alcuni testimoni che erano emersi all'ultimo
momento. Esigevano da lui protezione. Erano tipi pericolosi.
"La denuncia era peggiore del tradimento". Ricorse di nuovo alla sua mania di psicoanalizzare il
comportamento dei clienti. "La delazione implica la denuncia di un atto a cui si ha partecipato,
precisamente per nascondere l'intervento e la propria colpa, è la vendita della coscienza".
- Smettila di pensare a cavolate - si disse - Devi fare subito qualcosa. I soldi che gli tieni e di cui ti
spetta buona parte, sono in gioco.
Tempo dopo i suoi clienti furono giudicati colpevoli di vari delitti. Furto, associazione illecita per
delinquere e persino di omicidi.
80
Non aveva mai tenuto in considerazione le nuove tecniche di questi giovani pubblici ministeri.
Avevano offerto a quello che era stato arrestato protezione e un trattamento speciale nel momento
del giudizio dei delitti. Fu il testimone chiave nella sentenza. Parlò, parlò e parlò.
Quel giorno nel tribunale, si sorprese per gli sguardi minacciosi, delusi e pieni d’odio dei suoi
clienti sentendo la sentenza. Che avessero notato il suo poco sforzo per difenderli?
- Contro tutto ciò non si poteva nulla, lui non ne aveva colpa. E' stata la volontà di Dio. Che volete
che facessi? Non potevo fare nient'altro - Dove l’aveva sentito?
Per di più gli chiedevano di restituire il bottino alle loro donne, senza scontare più della metà in
onorario.
***
L'assassinio dell'avvocato fu brutale. I sicari lo attaccarono senza pietà mentre si avvicinava alla
lussuosa quattro per quattro. Alcuni reporter affermavano che non aveva nemmeno visto i suoi
assassini. L'arma con cui fu ammazzato era una nove millimetri. Lo determinarono i sette bossoli
delle pallottole che rimasero lì come testimoni attorno al corpo della vittima.
***
Dumbo e Calitin quella sera rientrarono nel vecchio casolare. Entrarono nel cortile della sua casa
dalla parte posteriore. Furtivamente presero le viuzze dell'altra strada. Salirono le scale e si
rifugiarono in una delle loro stanze.
Dumbo si sedette su una branda. Qualcosa non glielo lasciava fare comodamente e alzandosi tirò
fuori da sotto la camicia la Nove. La contemplò tremante per un lungo momento. La mosse con
accanimento ripetendo il modo in cui poco prima aveva sparato.
Calitin lo guardava e non riusciva a dirgli nulla. Alla fine ruppe il silenzio e disse:
- Dumbo dobbiamo buttarla. Dicono che la polizia può rintracciarla confrontando i bossoli che
trovano sulla scena del crimine e le pallottole nel corpo di quell'uomo.
- Cosa, cosa? Che mi dici?
- Che ci troviamo in un problema con quella Nove.
- Sei matto, non la lascerò mai. Mi devono prima ammazzare perché io lasci la mia Nove. Quello
che dobbiamo fare è far sparire questi vestiti e questi berretti. Domani tutti quei notiziari di quei
fottuti giornalisti, diranno che uno dei sicari portava una maglia rossa a righe e un'altra verde. Che
avevano dei pantaloni corti e un berretto da baseball.
XIX
A Roberto piaceva Herminda. Le sue pulsioni giovanili lo portavano a cercarla in tutti i momenti
che l'orario scolastico gli permetteva. All'entrata, durante la ricreazione e all'uscita. Ma aveva notato
81
che le prove del gruppo folcloristico erano qualcosa di speciale. Alla fine aveva deciso di assisterle
e quando lo fece gli piacquero il suono dei tamburi, i colpi di bacchetta sulle casse rustiche che con
i loro tiranti tendevano le membrane da entrambi i lati dello strumento. Quel tamburo gli ricordava
quelli che usavano gli eserciti di altri tempi per dare gli ordini nelle battaglie. Somigliava molto a
quello che portava un soldatino di piombo che aveva visto disegnato in un racconto per bambini.
Non aveva quei colori brillanti ma suonava bene.
El puje y repuje dei strumenti a percussione riempivano l'ambiente ed erano seguiti dai fianchi delle
ragazze che strappavano complimenti al loro compagno. Woooow!
Gli era difficile riconoscere nel gruppo le sue compagne e i suoi compagni. Non pensava potessero
essere capaci di seguire i ritmi con tanta destrezza.
Vedeva passare Herminda, danzando, leggera sui piedi e con un brillante sorriso che illuminava il
suo viso e si rifletteva sui suoi bei occhi. La ruota che formava il gruppo gli sembrò quella di un
magico carosello.
Ma i tamburi, i tamburi lo emozionavano. Poi parlando con il professore di folclore, glielo disse.
Lui gli rispose che sebbene fosse nato nella capitale e sebbene si dicesse non avere radici all’interno
del paese, il tamborito era entrato a Panama da Portobelo, nei Caraibi e aveva attraversato la città in
cui era nato per poi diffondersi in tutto il territorio.
Possiamo dire Roberto che fu ad Azuero che il tamborito panamense prese forma. I tamburi dei
neri si mescolarono con i tamburi dei bianchi. Quello che dici tu che ti piace molto, la cassa, è un
tamburo copiato (a quello dei )ai soldati spagnoli.
Vede, lo avevo immaginato!
Il professore, anche lui giovane, gli spiegò che aveva visto giovani della capitale che erano cresciuti
nelle loro case ascoltando ritmi caraibici, salsa, calipso, reggae, si sentirono affascinati dai tamburi
folclorici. Lo abbiamo nel sangue e in un momento della vita appare. Può succedere anche a te.
Ti piacerebbe far parte del gruppo folcloristico?
***
All’uscita di scuola accompagnò Herminda a comprare le scarpette e i vestiti con cui si sarebbe
agghindata nel momento culturale delle festività scolastiche. Herminda era una ragazza molto bella,
di carnagione e capelli chiari, senza essere bionda, i suoi occhi erano come caramelle. Già a
quindici anni il suo corpo preannunciava le curve e la grazie di una bella donna.
Andarono alla Bajada di Salsipuedes17, un posto singolare, angusto e popolare dove si vendevano
mille cose incluse quelle folcloristiche.
A me non piace andare in quel luogo. C’è troppa gente e non si può nemmeno camminare disse
Roberto sorridente.
17
Bazar Panamense nella capitale. Il nome “esci se puoi” lascia intendere che originariamente era una zona pericolosa
82
Questo è proprio quello che mi piace del posto. Esci se puoi, è il suo nome originale. Lo ha
spiegato durante le lezioni il professore di storia. Si diceva che qui molti anni fa, i cinesi si
mangiassero chi passava nelle ore notturne.
La ragazza sorridente e allegra, si divertiva in compagnia del suo compagno.
Herminda che tipo sei, sai di tutto. Come fai ad avere voti così alti e a partecipare a tante cose? Sei
nel gruppo folcloristico, giochi a pallavolo, vai alle feste.
Vado solo alle feste dei quindici anni a cui m’invitano. Ma Roberto, io mi sto solo godendo la mia
giovinezza e devo anche compiere i miei doveri scolastici. Immagina cosa sarebbe il mio futuro se
non studio e non ottengo una carriera. Ascolta bene, la scuola è divertente, è vero che abbiamo
lezioni, facciamo esami, compiti però ci vengono offerti una serie di eventi che non sono niente di
più e niente di meno che divertimento. Il gruppo folcloristico è uno di questi. Parteciperai?
Il ragazzo la osservò con ammirazione assentendo e dubitando poi. Alla fine risero assieme
dell’insistenza della ragazza.
Tu devi fare lo stesso. Devi studiare, crescere. Me lo dice la mamma. È la migliore amica che ho.
Mi ripete sempre che la giovinezza è una tappa molto difficile ma molto bella.
I consigli di Herminda penetravano molto profondamente Roberto. Non sapeva perché ma gli
ricordavano Dumbo e Calitin, i suoi compagni della pandilla. Forse per la differenza del suo
discorso.
XX
Dumbo e Calitin uscirono a cercare Roberto. Lo trovarono all’uscita di scuola, era accompagnato da
Herminda. Quando li vide, salutò velocemente la ragazza e andò da loro.
Tutto ok Robert, che ragazza carina. in classe con te? commentò Dumbo visto il sorriso di
Calitin. Si salutarono e camminarono insieme verso la strada dove abitavano tutti e tre. Sempre
vigili, cercando di non passare per il territorio dei loro rivali.
Ehi Robert, quando vai e vieni da scuola devi stare attento a questi ragazzi di qua su. Loro ti
conoscono. Sanno che tu sei di qua giùuu. disse Dumbo ironicamente.
Roberto rispose che non poteva fare il solito percorso perché l’obbligava a passare per i luoghi
frequentati dai loro rivali. Che preferiva prendere l’autobus e scendere dopo e arrivare a scuola da
un altro lato.
-Cosa ti succede che ti vediamo poco. Ti sei perso, pana. Ultimamente ci mandi solo la nove che
tieni con Jorgito e non esci più con noi. disse Calitin con tono di rimprovero.
Abbiamo bisogno di te, Robert. Abbiamo degli lavori nei quali tu puoi essere molto importante.
Tu lo sai. Ti guadagni un paio di banconote.
83
È che sono stato molto impegnato con la scuola. Siamo nella settimana degli esami bimestrali e
poi mio papà ieri notte si è accorto che i vostri fischi chiamavano me. Mi ha chiesto in quali affari
mi sono messo.
-Dai Robert questo è un tuo problema, risolvilo ma non ci puoi deludere. Abbiamo affari importanti
e devi aiutarci. Ti faremo sapere. Non ci tradire.
Roberto salì da solo le scale di casa preoccupato per l’incontro con i suoi amici. Cosa stavano
combinando? Che compito gli stavano per assegnare nelle loro nuove malafatte?
***
Calitin chiese a Dumbo cosa notasse di diverso in Roberto. Gli chiese la sua opinione per il
cambiamento che aveva avuto nel rapporto con la pandilla.
Guarda Dumbo quello che bisogna fare è metterlo alla prova. Una che dimostri e che lo obblighi a
compromettersi con noi. Cosa pensa, di essere migliore di noi. Perché va a scuola ed esce con le
ragazze. Si sbaglia e questo è tradimentooo.
Dumbo che provava molta simpatia per Roberto perché forse vedeva in lui delle qualità che non
aveva, rispose.
Tranquillo Calitin, Robert è un bravo ragazzo, è sempre stato dalla nostra parte. Non sparando né
vendendo. Ma è con noi.
Uffaaaa, non uscirtene con questo Dumbo. Sai che è così, se stai con noi, stai con noi, altrimenti
sei contro di noi. Tu lo salvi con un paio di dollari per nascondere l’arma quando abbiamo avuto
bisogno di tenerla lontano da noi. Non lo fa per amore dell’arte.
Ne riparleremo, ne riparleremo Calitin, vedremo cosa farà Roberto.
XXI
Avevano raccontato a Herminda che Roberto faceva parte di una pandilla. Lei lo stava già
sospettando dato che non le era piaciuto l’aspetto che avevano gli amici che avevano trovato quel
giorno all’uscita di scuola. Quello era un indizio che confermava quello che le avevano raccontato
due sue compagne che abitavano nelle strade vicine al ragazzo. Le avevano raccontato alcuni degli
incidenti in cui erano coinvolti Dumbo e Calitin e avevano aggiunto che sapevano che Roberto li
frequentava. Herminda, spaventata non sapeva cosa pensare. Era certa che il suo amico aveva un
buon comportamento, che era gentile con lei e che era uno studente diligente. Cominciò ad avere
dei dubbi e a ricordare tutto quello che i giornali facevano vedere dei pandilleros. Della paura della
società per quei ragazzi che non rispettavano la vita di nessuno e che nemmeno avevano coscienza
delle conseguenze delle loro azioni.
Alla ricreazione successiva la ragazza cercò Roberto. Anche lui voleva vederla e le andò incontro
sorridente. Si sorprese vedendo la preoccupazione nel volto di Herminda.
84
Cosa c’è? disse spaventato. In un istante capì cosa stava succedendo. I suoi sforzi per evitare che
la pandilla non interferisse nella sua vita scolastica crollarono.
Mi hanno raccontato tutto. Tu sai di cosa parlo. Ma voglio sentirlo dalla tua bocca. Ne hai il
coraggio? L’atteggiamento di sfida di Herminda si attenuò e portandosi le mani al viso scoppiò a
piangere.
Roberto cercò di consolarla con un abbraccio. La portò fino ad un angolo isolato del cortile della
ricreazione per non far notare agli altri studenti il dramma che stavano vivendo. La ragazza lo
allontanò bruscamente e gli disse:
Lasciami, sei un bugiardo. Mi hai ingannato. Tu sapevi che se avessi saputo che eri un pandillero
non sarei mai stata tua amica. Pensavo fossi un ragazzo onesto, che valesse la pena avvicinarmi a te.
E che dicevi che io ti interessavo tanto. Bugie, pure bugie. Sei un pandillero.
La ragazza non gli diede il tempo di spiegare niente, gli voltò le spalle e si allontanò da lui sparendo
tra gli altri studenti che si godevano il momento della ricreazione tra le ore di lezione.
Roberto rimase lì circondato dai compagni ma più solo che mai.
XXII
L’elenco dei delitti commessi da minori era allarmante. Avevano a che fare con omicidi, furti,
traffico di droga, vendette e facevano anche da sicari. La morte dell’avvocato era stata commentata
molto dai mezzi di comunicazione. La polizia rispose mettendo posti blocco di notturni,
raddoppiando le ronde dei poliziotti nelle zone rosse di quei quartieri popolari. Fecero perquisizioni
domiciliari improvvise e clamorose. Una parte della società esigeva l’aumento delle pene, altri
dicevano invece che questa non era la soluzione. Nel frattempo qualche nuovo crimine spaventava
tutti e dava ragione a quelli che volevano che i minori fossero giudicati come adulti.
La polizia diceva che loro riuscivano ad arrestarli ma che se i pubblici ministeri non riuscivano a
costituire un capo d’accusa contro di loro entro 24 ore, li lasciavano liberi dato che non gli si poteva
ordinare la prigione preventiva. Il dibattito cresceva nei toni e lo si riportava nelle principali testate
delle notizie del giorno. Per molti, i diritti dei minori delinquenti superavano quelli delle vittime.
Non ne comprendevano le disposizioni come quella che stabiliva che se in una annotazione
giornalistica compariva l’indirizzo di un giovane delinquente si poteva annullare l’indagine. Di fatto
il male era ancorato nella società e aveva radici più profonde e molto più complesse.
XXIII
La coppia nuda continuava ad essere abbracciata. Il calore del pomeriggio era soffocante in quello
stretto angolo della camera della casa di legno in affitto. Questo non era stato un ostacolo per dare
sfogo alla passione che finora avevano represso.
85
Pochi minuti prima erano rimasti soli nella camera e appena gli sguardi s’incrociarono, si accesero
le scintille del desiderio. Era già accaduto prima ma questa volta era stato un attimo di magia che
aveva spinto l’uno contro l’altro e senza rendersene conto salirono per la scala malmessa,
spogliandosi l’un l’altro, accarezzandosi, baciandosi, cercando il segreto che gli stava regalando
come un complice quello spazio tra il pavimento e il tetto.
Calitin spostò la testa di Dorita dal suo petto. Si guardarono negli occhi e sorrisero con tenerezza. Si
baciarono e il ragazzo pensò che era l’uomo più fortunato del mondo. Aveva conquistato la
femmina che desiderava.
Vestiti amore mio, che non arrivi Dumbo e ci scopra.
Ma è lui tuo marito?- la rimproverò.
No, tu lo sai che non lo è. Ma dobbiamo capire come gestire tutto questo, solo tra di noi.
A me non importa se viene a saperlo. meglio che non si metta contro di me Dorita utilizzò una
tattica viscerale tipica della donna di qualsiasi epoca, lo guardò con tenerezza, gli mise un dito sulle
labbra e gli accarezzò la testa, cercando di calmarlo. Dopo gli sussurrò all’orecchio. Non è il
momento, Carlos.
Il suo nome di battesimo dalle labbra di lei fu la chiave per fare in modo che Calitin iniziasse a
vestirsi. Si dovette abbassare per riuscirci perché non si poteva stare in piedi al piano superiore.
Sbrigati, per favore.
Ora sì, la poesia era completamente svanita e il timore oscurava il viso della giovane.
Dorita! Dorita! era la voce di Dumbo che chiamava dalla porta che dava sulla strada.
-Aspettami lì, ora ti apro, stavo per lavarmi. Aspettami.
Abbassando la voce, nervosa, chiese al suo amante di uscire dalla porta che dava sul cortile.
Come mai è chiuso, sono appena le tre di pomeriggio.
Aspetta, arrivo, ho solo l’asciugamano.
Il tono mieloso della femmina calmò la fretta di Dumbo. Prima di aprire la porta, si asciugò ciò che
di appiccicoso le era rimasto tra le gambe. Nel frattempo, Calitin uscì mezzo nudo verso il cortile e
per la fretta si scontrò violentemente con un vicino che passava per di là.
XXIV
Roberto seguiva Herminda con lo sguardo ma la sentiva ogni volta più lontana. Lo addolorava
molto che lei lo ignorasse completamente. I suoi occhi cercavano un segnale pur piccolo che fosse,
di un sospirato perdono ma niente, niente. Per la giovane era come se lui non esistesse. Herminda si
nascondeva tra le sue amiche che, come gelosi guardiani, inventavano tutti i tipi di astuzie per
evitare che si incontrassero casualmente. E risultarono essere molto brave in questo.
86
Roberto si disperava e cercò nelle prove del sabato del gruppo folcloristico la scusa per stare vicino
alla sua amica. Per questo chiese il permesso al professore di folclore.
Tu hai ritmo, puoi essere un bravo ballerino. Abbiamo bisogno di maschi per fare coppia con le
ragazze. Loro sono molto esperte ma penso che potresti aiutarci. Se provi sarai pronto per le
presentazioni dell’anniversario della scuola.
Le parole del professore riempirono di speranza il giovane e il sabato seguente s’iscrisse per andare
alle lezioni del gruppo folcloristico. Sapeva che lì avrebbe visto Herminda.
Ebbe una gran delusione quando non la vide tra le ragazze che cantavano le battute che
accompagnavano col battere delle mani. In un altro angolo molto vicino i musicisti preparavano i
tamburi. Partecipò comunque alla prova. Gli piacque che il professore si fosse avvicinato, che lo
avesse presentato e che lo avesse preso in considerazione per i balli. Fu una sorpresa ma Roberto
non sembrò fuori luogo. Dopo un po’ di incertezze che provocarono delle risate burlone, iniziò ad
imparare i passi, dimostrando grande senso del ritmo. Gli toccò far coppia con Rosita, la migliore
amica di Herminda.
Cosa ti è saltato in testa? Da quando ti piacciono la musica e i balli folcloristici? Mmmm io credo
di sapere perché tu sei qua gli rimproverò la ballerina, tra un giro e l’altro della prima danza.
Ma il rifiuto arrivò fin lì. Rosita si rivelò essere una buona compagna che sorrise tutto il tempo.
Dopo iniziò a pensare se quei gesti di allegria non fossero finti e obbligatori nel ballo. Il professore
chiedeva alle ragazze di guardare sensualmente i loro compagni e ogni tanto di sorridere verso il
luogo dove dovrebbe esserci stato il pubblico. Rosita gli disse che Herminda non era a lezione
perché aveva l’influenza e che se migliorava avrebbe partecipato alla lezione del mercoledì
successivo. La notizia ci mise un po’ ad arrivare alla ragazza, lo stesso tempo di cui ebbero bisogno
le ragazze per uscire dalla prova e arrivare a casa sua. Quando andarono via e la lasciarono sola,
non prima di averle descritto ancora una volta quanto Roberto avesse ballato bene, la giovane
abbozzò un sorriso di soddisfazione.
XXV
Alcuni pensavano che il fenomeno della violenza sociale era irrisolvibile. Nel paese la situazione
non era arrivata a tanto ma il livello d’organizzazione che avevano mostrato alcuni crimini era
allarmante. In altri posti di frontiera, o più in su o più in giù del continente, con una popolazione
numerosa, dietro alla violenza della strada, c’era una rete di potere che era basata su una dottrina
contro i valori e che identificava nei governi il nemico comune. Un’entità cattiva per la quale i
politici e i burocrati non erano altro che personaggi corrotti, incapaci di trovare soluzioni per la
maggior parte della popolazione, dal momento che ingannavano le masse con le loro ipocrisie.
Nella regione il degrado sociale aveva gli stessi sintomi: la migrazione dalla campagna e la nascita
di zone abitate intorno ai centri cittadini. Sommati alla distruzione familiare e a una pessima
distribuzione delle ricchezze, peccati talmente profondi nella natura umana che erano difficili da
affrontare. La mancanza di statisti e l’intolleranza politica non diedero risposte a questi fenomeni.
Di conseguenza apparve la multinazionale della droga, un organismo che ancora molti non riescono
87
ad accettare né ad identificare e senza saperlo tanti lavorano per lei. I milioni e milioni di dollari del
suo prodotto comprarono coscienze e trovarono alleati. Tra questi avvocati, poliziotti, generali,
politici, imprenditori e gente comune che vivono e godono di questa crescita economica, di un altro
stile di vita strettamente collegato con la morte. Spariscono i loro leader e ne sorgono altri peggiori,
più crudeli, anche più perfidi. Loro sono quelli che pensano che non ci sia soluzione. Sono simili a
quei governanti che nemmeno meritano il minimo rispetto. Si chiedono – Chi sono loro per
governare i paesi? Per caso si sono guadagnati il rispetto dei loro popoli?
No, decisamente no!
Continuano a rispondere che i paesi furono e sono saccheggiati senza pietà dai loro capi e ora
devono affrontare le rappresaglie dei mostri che sono nati in quei densi quartieri popolari e che
arricchiscono le statistiche più orripilanti. Non saranno capaci di resistere ai venti che hanno
seminato l’ingiustizia e che ora tornano tramutati in tempesta vestita con i panni dell’esplosione
demografica e degli alti indici di delinquenza. Sarà questa la ragione? Un’equazione progressiva
con un risultato allarmante: maggiore quantità di essere umani, più cattiveria. No, non c’è
soluzione! È un messaggio apocalittico che ha sempre più seguaci, arruolati in un esercito di
disadattati che non hanno pietà né speranze, devoti al male.
XXVI
-Roberto, tienimi la nove per un po’. Con te sarà al sicuro, non mi fido più dei buchi del cortile e
degli altri nascondigli. Mi hanno detto che qui faranno presto una retata e la potremmo perdere. Ma
devi sempre tenermela a portata di mano, questo sì. Non so quando ne avrò bisogno. Roberto
guardò con la coda dell’occhio Dumbo e constatò quanto era cambiato il ragazzo. Sapeva che ne
aveva ucciso parecchi e che la vendita e il consumo di droga erano le sue attività abituali ma aveva
per lui ancora un po’ di stima. Poteva vederlo in fondo alle sue pupille ma molto in fondo. Dumbo
non viveva in pace. Portava un inferno dentro di sé.
Questa pistola porta problemi Dumbo, è meglio se la butti.
Cosa ne sai tu di questa pistola? Non dirmelo mai più, nascondila e taci.
XXVII
Dorita, tesoro, non ce la faccio più a nasconderlo, sono stufo.
Carlos, per favore, non complicarmi la vita. Faccio già fatica a tirarla per le lunghe con Dumbo.
Ormai ho paura. sempre più difficile avere a che fare con lui, sembra un’anima in pena. Spero che
tu non diventi così.
A Calitin piaceva che quella femmina lo chiamasse con il suo nome di battesimo e non con il
soprannome, come era chiamato da tutti quanti. Un’idea gli girava per la testa. Sapeva che prima o
poi si sarebbe dovuto battere con Dumbo e che avrebbe dovuto sistemare le cose se voleva che
Dorita fosse sua, solamente sua, come doveva essere.
88
La guardò con desiderio e voltandosi aprì la grata e uscì in strada. Quasi immediatamente si trovò
davanti il suo amico e rivale che gli lanciò uno sguardo inquisitivo.
Cazzo, ma non starai mica uscendo dalla casa di Dorita! Lascia in pace quella ragazza! Stai
infrangendo le regole, sta’ attento!
Quali regole, Dorita non è un’amica, ecco. Non sto facendo niente di male. Uuuu qual è il tuo
problema! Sei geloso?
essere geloso, rincoglionitoo, stai andando in cerca di rogne.
I loro sguardi s’incrociarono ma subito dopo Dumbo cambiò discorso e interruppe la sfida.
andiamo a fare la cosa o no. Sarà già arrivata la merce a quei cretini. Andiamo a farli fuori.
Aspettiamo che faccia buio
Dai,
disse Calitin.
La sorpresa era la chiave di quel colpo. Anche se loro non lo consideravano un delitto, avrebbero
rubato alcuni chili di droga ad altri spacciatori. Il ladro che ruba a un ladro... Loro non avrebbero
osato denunciare nessuno. Si ripetevano:
una cosa tra pari. Va così. conoscevano il modo di
agire dei loro nemici. Li stavano controllando da più di due mesi. Avevano constato che ogni due
settimane ricevevano cinque chili di cocaina. L’apparizione del colombiano coincideva con la
distribuzione della droga agli spacciatori. Inoltre, una spia gli aveva confermato che la merce era lì,
insieme ai soldi della compravendita.
Passarono per un androne che dava su due strade. Quando si avvicinarono al luogo coprirono i loro
volti con il passamontagna. Era il momento di tirar fuori le loro armi. Erano in tre ed irruppero nella
stanza con violenza, sbattendo e rovesciando sedie e tavoli. A chi si metteva in mezzo sparavano in
testa. Fu sufficiente. Colti di sorpresa, indicarono che sotto al materasso c’era il bottino. Sei panetti
di droga e alcune mazzette di denaro. Gli incappucciati si portarono via tutto, persino le armi che
trovarono sul tavolo, non pensavano che il colpo sarebbe stato così facile.
XXVIII
-Tabo, cosa c è? Che c’è? il ragazzo gli parlava con un po’ di sarcasmo e insolenza. Lo guardava
in faccia e subito dopo distoglieva lo sguardo. Si allontanava dalla sua presenza con piccoli passi.
Tabo non sapeva cosa stesse succedendo a quel ragazzo. Ne conosceva di gente cattiva, assassini,
spacciatori che assoggettava alla sua presenza ma lui era speciale. Era arrivato da un altro quartiere
raccomandato da altri capi amici, cercando rifugio per aver commesso di recente qualche malefatta.
Ma era pericoloso, molto pericoloso. Era cattivo, si disse Tabo tra sé e sé.
Tu devi startene tranquillo per un po’, così mi ha detto la tua gente. Obbedisci.
-Sei fuori di testa, io faccio la pelle a qualcuno. Dimmi solo cos’hai tra le mani e io lo faccio. Io non
posso stare senza fare nienteee. Ho bisogno di vivere. È così. Lo so che mi stanno cercando e che
non mi lasceranno vivo. Guarda questi tatuaggi, loro li conoscono. Sono stato identificato, quindi
cosa importa, tu trovami qualcosa da fare.
89
-Allora, lasciami pensare, adesso mi chiamano e mi dicono che affari ci sono nel mercato.
Più tardi con grande freddezza Tabo disse a quel ragazzo che c’erano degli accordi con un
procuratore per un incarico molto impegnativo, un dirigente scolastico che disturbava molto alcuni
alunni e un altro sicario che era coinvolto in certi omicidi e che si temeva potesse essere testimone
d’accusa per persone influenti.
Lo vide uscire, con la pistola nella cintura, un passamontagna nella tasca posteriore. Tabo sapeva
che non sarebbe tornato, che era condannato dalla sua stessa gente perché era una testa calda. In
realtà era molto pericoloso per tutti, troppo per continuare a restare vivo. Era uno dei tanti che non
sarebbe arrivato ai vent’anni. Cosa poteva farci. Aveva già abbastanza problemi nella sua vita, per
conservarla e restare sulla superficie della rete di quella mafia. Pensava di ritirarsi un giorno ma gli
avvenimenti continuavano a moltiplicarsi e a complicarsi.
XXIX
Le perizie sul crimine di quel delinquente, morto per un colpo in testa, attestarono che era partito da
una pistola nove millimetri e che la pallottola coincideva con un’altra che aveva stroncato la vita di
un tipo assassinato nella periferia della città e anche col proiettile che aveva ucciso quell’avvocato.
Come le altre volte l’omicidio riempì le copertine e le pagine dei sanguinosi tabloid e commosse
l’opinione pubblica.
I titoli dicevano che la polizia non aveva controllo sui delinquenti. Che le statistiche delle morti
violente crescevano. Che le forze dell’ordine e il governo stavano perdendo una battaglia contro le
bande criminali.
XXX
I giovani finalmente s’incontrarono in una delle prove del gruppo scolastico. Per caso gli toccò
ballare assieme. Se la goderono molto. Sorrisero ad ogni giro e ad ogni gesto corteggiatore e alle
galanterie di Roberto. Herminda scoppiò in una risata giovanile dai toni allegri. Riscontrò che
Roberto ballava bene. Che seguiva il ritmo dei tamburi con grazia ed eleganza. È che il tamborito,
un ballo nazionale panamense, non è altro che un corteggiamento dell’uomo nei confronti della
donna. Lui deve trasmettere con i suoi movimenti a ritmoquanto lo attrae la femmina, che la sua
compagna è la più bella del circondario e che ha solo occhi per lei.
Alla fine della prova Herminda permise a Roberto di accompagnarla. Seduti sulla panchina di un
parco, iniziarono la conversazione lungamente rimandata.
-Ti ho già detto che non sono un pandillero. Che la mia famiglia sta per trasferirsi a breve nella
periferia della città. Quindi non li rivedrò più. Non starò mai più con loro.
Sarà molto difficile, ho sentito dire che chi entra in una pandilla non la abbandona più.
90
-Tu non hai tatuaggi?-e la ragazza cercò di alzare le maniche della camicia per riuscire a vedere gli
avambracci del giovane.
-Che ti prende, io non sono tatuato.
-Si, ma presto te ne farai uno davvero orribile, come quelli di quei dei ragazzi che si vedono nei
giornali. Quelli che si vedono morti buttati a terra. O forse come i loro assassini, arrestati e
ammanettati dalla polizia. La giovane nascose il suo volto tra le mani e allora Roberto la prese tra le
sue braccia e le disse.
-Herminda, ti prometto che lascerò quelle compagnie. Ti giuro che voglio essere una buona
persona.
I suoi occhi s’incrociarono con uno sguardo riconciliatore e prendendosi per mano,
s’incamminarono verso le loro case, parlando dei balli e del tamborito, della prova che era appena
finita.
XXXI
Ehi Fulo, le cose si stanno mettendo male. La polizia sta cercando l’arma con cui hanno
ammazzato quel leguleio. Mi sono accorto che stanno puntando verso di qua. La mia gente di quello
stesso posto, a me ha detto che stanno sospettando di qua. Fiuto qualcosa di brutto. Cazzo! Non so
perché ci siamo messi in questo casino. Ma questi sono i grossi giri. Non è stato per poca fede,
abbiamo dovuto farlo.
Tabo parlava con il suo complice, davanti a un sacco di polvere bianca cosparsa su un vetro sopra il
tavolo, di cui di tanto in tanto inalavano porzioni che portavano alle fosse nasali con un cucchaino.
Nervosi, spaventati, cercavano di attenuare con le sorsate di rum e le boccate di sigaretta gli effetti
della cocaina che avevano iniziato ad inalare appena calata la notte.
Tabo camminava paranoico da un lato all’altro della stanza. Usciva sul balcone e rientrava
timoroso. Il Fulo seduto su una poltrona lo guardava con attenzione. Si comportava in modo
opposto al suo capo. Era come se i movimenti dell’altro lo tenessero immobile.
Tu sai di cosa si tratta. Vai a cercare quella pistola, la nove con cui hanno ammazzato quel ragazzo
e me la porti. Gliel’avevo detto da tempo e Dumbo sta rompendo le regole, sta rompendo le regole!
Hanno fatto il colpo e non ci hanno dato nulla. Hanno agito liberamente ma compromettendoci tutti.
Non me la vorrà dare Tabo. Io e quel tipo non andiamo d’accordo, sai com’è.
Si drizzò e gesticolò come sapeva fare quando voleva imporre la sua autorità. Abbassò il braccio
destro e tirò su l’indice, alzò il pollice e guardò gli altri tre come se stesse impugnando un’arma e
gridò
digli che lo dico Io che te la dia. Se no, già lo sai. Portati la tua e gli altri. Ma voglio quell’arma
qui. La farò sparire io stesso. Non voglio correre rischi, amico. Starà buono, bisogna fare ordine!
91
XXXII
Dumbo non sapeva cosa fare con il bottino portato via ai narcotrafficanti dell’altra volta, quelli di
una strada più su. Aveva già dato uno dei chili di cocaina a Dorita perché lo vendesse al dettaglio
ma ne rimanevano ancora cinque. Questi erano difficili da nascondere o mettere in commercio
senza attirare l’attenzione di chi si occupava dei colpi, specialisti nel portar via droga e soldi illegali
ad altri delinquenti. Temeva che gli facessero lo stesso che loro avevano fatto. Aveva deciso di non
dar nulla a Tabo. Pensava fosse il momento di essere indipendente. Cercò un nascondiglio, un luogo
conosciuto solo da lui e li mise i chili. Alla fine con il colpo avevano preso una gran quantità di
banconote. Non aveva nulla di cui preoccuparsi. Almeno lui la pensava così. Si sentiva forte.
Per questo quando dopo alcuni giorni si era recato nel nascondiglio e non trovò nulla, si sentì perso.
Quel giorno aveva dormito troppo, conseguenza degli eccessi della notte precedente. Non si sentiva
ancora bene, in testa aveva ancora un ronzio e gli pesava nonostante avesse dormito abbastanza.
Sapeva chi lo aveva tradito. Corse da Roberto a prendere la nove. Con delusione ricordò che non
era ancora l’ora in cui usciva dalla scuola. Era sicuro che adesso poteva già contare con un’altra
arma, un revolver 38 ma la nove era la nove, la sua preferita. Disperato iniziò a correre per le strade
che sapeva che Roberto doveva fare per ritornare a casa. I raggi del sole che si spostavano nel
quartiere illuminarono una coppia facendola risplendere. Gli si avvicinò solo per assicurarsi che non
fossero loro. Si fermò e li vide da lontano, camminando l’uno al fianco dell’altro, Herminda e
Roberto. Gli si avvicinò bruscamente.
Roberto, sbrigati, ho bisogno di quella cosa, muoviti
non chiedeva, ordinava, minacciava.
Herminda, timorosa, si rifugiò nel portale di un antico edificio allontanandosi da tutti e due,
utilizzando la cartella come scudo, con un po’ di ripugnanza per l’espressione feroce di Dumbo che
era come indemoniato. Muoviti, lascia perdere questa ragazzina, non vale niente. Dai, muoviti
Roberto guardò Herminda cercando di farle comprendere la situazione ma la delusione della
ragazza disintegrò le sue tacite richieste. Lei restò lì mentre loro sparivano controluce nella
prospettiva della strada.
Arrivarono quasi correndo nel luogo in cui abitavano. Lì trovarono un furgone dei traslochi
parcheggiato vicino all’angolo. Roberto impallidì ricordando che era la sua famiglia a lasciare il
quartiere. Subito temette che suo padre avesse trovato la pistola nel buco del suo letto dove la
nascondeva. Salì le scale saltando i gradini due a due, seguito molto vicino da Dumbo. Nella sala di
casa sua lo aspettava suo padre con uno sguardo terribile che bloccò entrambi.
Questo è quello che siete venuti a cercare. Mi hai deluso figlio mio. A Dumbo s’illuminarono gli
occhi quando vide la nove nella mano del signore. Sorprendendolo, veloce come una scintilla, si
precipitò su di lui e gliela strappò dalla mano. Subito scomparve nel vano delle scale a cercare
vendetta. Dietro di lui come un pazzo, lo seguiva Roberto senza lo zaino di scuola. L’urlo paterno
uscì furiosamente dall’ingresso alla strada prima di entrambi ma fu inutile, non li trattenne.
92
Brandendo la nove, Dumbo irruppe nella stanza di Dorita. Lì la sorprese tra le braccia di Calitin. Gli
amanti si separarono e quando notarono l’atteggiamento del ragazzo appena arrivato capirono che
dovevano difendersi. Calitin cercò di raggiungere la sua arma che teneva sempre sotto il cuscino di
una delle poltrone della stanza. Mentre la ragazza prese dal pavimento una borsa sportiva che aveva
qualcosa di pesante. Dumbo non dubitò, sparò alla schiena del suo amico. Lo sparo rimbombò nella
piccola stanza. Calitin cadde, la pallottola gli attraversò il polmone e gli spaccò all’istante il cuore.
Per questo non sanguinò. I legali trovarono solo un piccolo foro rosso sulla sua maglietta. La
pallottola aveva distribuito la bomba di sangue nel suo corpo.
Subito dopo Dumbo puntò Dorita, chiedendole di consegnargli la borse dov’era sicuro che fossero
nascosti i chili di cocaina perduti.
Noi te lo stavamo tenendo. Lui non voleva tradirti, è sempre stato tuo amico e ora lo hai ucciso.
Maledetto!
Il terrore della ragazza la portò ad aggrapparsi alla borsa, utilizzandola come scudo. Con un colpo
della pistola sulla testa, Dumbo gliela fece mollare. Aprì subito la cerniera e vide quello che si
aspettava, i panetti di droga. Accusò con lo sguardo che contemporaneamente fu una sentenza per la
giovane che stava sanguinando dalla testa. La puntò con la terribile pistola e tirò il grilletto ma
questa volta una frazione di secondo prima che sparasse, uno spintone di Roberto che apparve
all’improvviso, salvò la vita a Dorita.
Dumbo si ripose dallo spintone e sorpreso vide Roberto nell’appartamento. Disperato abbandonò la
stanza portandosi la pistola stretta tra le mani e la borsa con la droga. Uscì in cortile che già iniziava
ad essere avvolto dalle ombre della notte. Dubitò un istante verso dove scappare. Non c’era un
verso dove. Il suo mondo con la morte di Calitin, il tradimento di Dorita e il rimprovero di Roberto,
si era ristretto fino a rimanere nello spazio occupato sotto i suoi piedi. No, poteva farcela ancora da
solo, pensò facendosi coraggio. Provò a riprendere la fuga. Sorpreso, fu trattenuto da diversi spari.
Uno di quelli gli distrusse il ginocchio facendolo cadere a terra. Cercò di alzarsi ma riuscì solo a
rigirarsi di più nel cortile fangoso. La borsa gli era scappata dalle mani. Disperato voleva
raggiungerla ma fu invano. Il suo corpo scivolava tra le immondizie di quella parte della casa. Un
altro sparo gli attraversò il fianco, affondandolo di più nel fetore.
Da terra vide come si stavano avvicinando i suoi giustizieri. Cercò di difendersi con la nove ma
sentì un altro orribile dolore quando un’altra pallottola ridusse in frantumi le ossa del ginocchio
illeso. Fu molto strano per lui vedere la faccia del Fulo, suo nemico di sempre che lentamente e
sorridendo gli si avvicinò e con molta attenzione a non scivolare, gli pestò la mano armata.
Lentamente aumentò la pressione fino a fargli mollare la nove. Poi gli altri sgherri raccolsero la
borsa della discordia e lo trascinarono per una gamba fino alla parte più asciutta del cortile.
Hai visto cosa succede se non ascolti Tabo, orecchione
disse Fulo assaporando la vittoria.
Dumbo da quella difficile angolazione a cui le ferite lo avevano ridotto, vide che dalla canna della
sua nove usciva uno scoppio mortale. Roberto e Dorita affacciati alla porta che dava sul cortile
furono i testimoni della terribile esecuzione. E dovettero rientrare quando i pistoleri spararono in
aria e verso le stanze, assicurando la ritirata e promettendo vendetta per chi avesse parlato
dell’accaduto.
93
XXXIII
Le sirene delle macchine della polizia annunciavano il loro arrivo. I lampeggianti blu e rossi, le luci
direzionali gialle decoravano a festa i muri del quartiere. I pesanti passi degli stivali e le grida
terrorizzarono tutti gli spettatori che si erano accalcati fuori da quella stanza vicina alla strada e li
misero in fuga.
Roberto giusto in tempo uscì furtivamente dalla stanza di Dorita e utilizzando i meandri che
conosceva di quelle case uscì per una zona che la polizia non aveva ancora circondato.
Proteggendosi con le cicliche ombre che formate dal frenetico girare dei riflettori, arrivò all’altra
strada fino al furgone che realizzava il trasloco della sua famiglia.
Lì vide sua madre, suo padre ed Herminda che lo aspettavano. La ragazza singhiozzava ma la gioia
di vederlo sano e salvo fu poi il sentimento dominante.
Roberto l’abbracciò e guardando il cielo abbassò lo sguardo fino ad incrociare quello dei suoi
genitori.
Come poterono si strinsero nella cabina del furgone che lasciò andare un rumorio di un vecchio
motore e molto piano iniziò a voltare l’angolo, lasciandosi dietro il terribile dramma dei pandilleros
della strada.
FINE
94
(III) ANÁLISIS DE LA TRADUCCIÓN
1. ASPECTOS DE LA TRADUCCIÓN
En la traducción de la novela he encontrado muchas dificultades para crear el mismo efecto
producido por el autor. Los capítulos del texto tal vez son inconexos y producen la sensación de las
vidas vacías, interrumpidas, y crueles de los muchachos de las pandillas de Latinoamérica. Las
escenas son bruscas y con repentinos cambios exactamente como sus vidas siguen acontecimientos
violentos.
El autor presta mucha atención al lenguaje, a la jerga típica de los niveles sociales bajos y de las
pandillas juveniles, adaptando las palabras y los verbos a transposiciones fonéticas que describen el
habla y su entonación.
Para producir este efecto intenté usar los términos que en italiano más se acercaban a estos niveles
sociales, pero en algunos casos, no era posible encontrar una correspondencia como en los casos de
los culturemas, que solo tienen nota al pie de página para que el lector entienda su significado.
1.1 Los culturemas en la traducción
El tema de los culturemas, llamados también por otros autores realia, es muy importante y actual en
un siglo que experimenta continuos intercambios y conexiones entre las lenguas y las culturas de
diferentes países. Los aspectos lingüísticos, gramaticales y culturales de las lenguas son cada vez
más debatidos y estudiados a la hora de traducir. La importancia de estos estudios sobre las lenguas
crece si nos enfrentamos a análisis contrastivos entre lenguas muy parecidas como el italiano y el
español. A la hora de traducir además es muy importante tener en cuenta mantener la naturalidad y
la equivalencia del texto y prestar atención a los falsos amigos, la fraseología y los culturemas.
Los culturemas son, por definición, nociones específico-culturales de un país o de un ámbito
cultural y muchos de ellos poseen una estructura semántica y prágmatica compleja. Los culturemas
son también unidades de comunicación que necesariamente han de ser tenidas en cuenta e
inventariadas ad hoc18.
18
Cfr. LUQUE NADAL, L. (2009): “Los culturemas: ¿unidades lingüísticas, ideológicas o culturales?”,
http://elies.rediris.es/Language_Design/LD11/LD11-05-Lucia.pdf , p. 94.
95
Podemos encontrar esta noción en muchas disciplinas entre las cuales citamos la traductología, la
sociología y en muchos sectores de la lingüística como por ejemplo en la fraseología y lexicología.
Los diccionarios bilingües y monolingües y las enciclopedias entre otros,son los instrumentos que
nos pueden ayudar en este proceso y pueden orientar hacia una elección de los términos más
adecuados, proporcionando explicaciones, traducciones o equivalents culturales.
La traducción puede ser interpretada como una mediación lingüística y cultural, es decir, como una
operación compleja, que debe plantearse siempre las implicaciones culturales de los fenómenos
lingüísticos19.Con este procedimiento se enfrentan no solamente dos sistemas lingüísticos diferentes
sino dos o más perspectivas de ver el mundo, dos culturas. Por esta razón el traductor deberá optar
por soluciones que tengan en cuenta la perspectiva del lector que tiene una mirada externa sin
conocer los elementos interiorizados de un hablante nativo.
Para encontrar la solución más adecuada hay que evaluar el texto y al posible lector. Las
posibilidades que se pueden enumerar son la sostitución del culturema por una paráfrasis
informativa, por otro culturema aproximado en la lengua de llegada o mantener el mismo añadiendo
una explicación como una nota al pie de página.
El origen de la definición es desconocido y segün algunos estudiosos tenemos que atribuirlo a
Vermeer:
Culturema: “Un fenómeno social de una cultura A que es considerado relevante por los miembros
de esta cultura y que, cuando se compara con un fenómeno social correspondiente en la cultura B,
se encuentra que es específico de la Cultura A”.20
Como expresa Luque Durán cuando hablamos de culturema no hay que pensar a un grupo cerrado
sino a un grupo abierto, numeroso y en constante crecimiento y cambio dado que a lo largo del
tiempo algunos pueden perder validez y actualidad21.
En base a esta noción podemos concluir que cualquier elemento que remita a un símbolo común y
compartido para la comunicación de una cultura logra el estatus de culturema.
Como detalla en su artículo Lucía Luque Nadal, Molina Martínez individua unos rasgos comunes 22:
19
Cfr. CALVI, M. V. (2008): “los términos culturales en los diccionarios bilingües de español e italiano: el caso de
autonomía y sus derivados”, en L. Luque Toro (ed.), Léxico Español Actual, Venezia, Ed. Cafoscarina, p. 51.
20
Cfr. LUQUE NADAL, L. (2009): op. cit, p. 95.
21
Cfr. Ibíd. p. 95
22
Cfr. Ibíd. p. 96
96
1) Los culturemas no existen fuera del contesto, sino que surgen en el seno de una transferencia
cultural entre dos culturas concretas. Esta afirmación pretende dar cuenta de dos situaciones
diferentes:
a) Los elementos culturales no deben plantearse como elementos propios de una única
cultura, habitualmente la cultura origen, sino como la consecuencia de un trasvase
cultural.
b) Los culturemas lo son en el marco de dos culturas concretas. La palabra chador que
Newmark califica como palabra cultural no funcionaría como tal si las lenguas en juego
fueran por ejemplo el farsi y el urdu. Podríamos decir que la palabra X funciona como
culturema entre las lenguas A y B, pero no necesariamente entre las A y C.
2) La actualización de un culturema como tal depende del contexto en el que aparezca.
Pamies Bertrán sugiere que los culturemas son símbolos extralingüísticos culturalmente
motivados23que se convierten en arquetipos para la reprodución de enunciados relevantes y
metafóricos que siempre remiten a elementos externos de la comunicación verbal.
Para resumir Lucía Luque Nadal define el término culturema como: cualquier elemento
simbólico específico cultural, simple o complejo, que corresponda a un objeto, idea, actividad o
hecho, que sea suficientemente conocido entre los miembros de una sociedad, que tenga valor
simbólico y sirva de guía, referencia, o modelo de interpretación o acción para los miembros de
dicha sociedad. Todo esto conlleva que pueda utilizarse como medio comunicativo y expresivo
en la interacción comunicativa de los miembros de esa cultura24.
De todas estas perspectivas se desprende que los encontramos en todos los ámbitos de la
cotidianidad, que son muy heterogéneos y que se mezclan en el léxico. Podemos encontrar una
definición parecida en Newmark cuando describe el “lenguaje cultural” distinguiendo entre
“universal” y “personal”.
Se puede afirmar que para obtener una traducción de calidad conviene proceder por un análisis
contrastivo, considerando tanto el ámbito general como la dimensión cultural en la cual el
culturema puede remitir a referentes específicos y distintos.
23
24
Cfr. Ibíd. p. 96
Cfr. Ibíd. p. 97
97
1.1.2 Pandilla
Un culturema muy importante en el texto ha sido pandilla que se refiere a un grupo de jóvenes
que se unen por tener en común usos, costumbres y estilo de vida. Se relacionan con los
crímenes más crueles y suelen ganarse la vida con actos delictivos, robos, y tráfico de drogas.
En la traducción opté por añadir una nota al pie de página en la cual explicaba que es un término
que se refiere a un grupo pequeño de adolescentes que cometen delitos y crímenes.
El diccionario de la Real Academia Española da las siguientes definiciones: 1. f. Trampa,
fullería, especialmente la hecha juntando cartas; 2. f. Liga o unión; 3. f. Liga que forman
algunos para engañar a otros o hacerles daño; 4. f. Bando, bandería; 5. f. Grupo de amigos que
suelen reunirse para divertirse en común25.
La definición del diccionario de Anaya, sin alejarse de la definición de la RAE añade
información sobre estos grupos que tienen un líder: 1 s.f. Grupo de amigos que se reúne de
forma habitual ; 2 Grupo de personas que se reúnen para engañar o hacer daño a otros; 3 Grupo
de personas capitaneadas por un jefe; 4 Liga o unión26.
Las posibilidades para la traducción al italiano que ofrece el diccionario Laura Tam son las
siguientes: 1. gruppo, combriccola, compagnia 2. Banda, cosca, cricca27.
Teniendo en cuenta el matiz de este culturema que subraya la actitud criminal de su miembros
había considerado también propuestas traductológicas como por ejemplo: “piccola banda”,
“gruppetto”, “gang” o “baby gang”. Los significados que el Diccionario Treccani 28 da a estos
términos se refieren a grupos pequeños de jóvenes que cometen delitos pero pierden el matiz
latinoamericano que subraya un sentido de pertenencia más ligado entre los miembros por los
cuales existen penas muy graves en caso de rebelión o traición.
En esta novela la actuación del culturema pandilla depende de un contexto peculiar y específico
y con el objetivo de minimizar las pérdidas no será traducido:
“¡ Ya ta bueno, ya la viste! ¡ Querías tocarla, ya lo hiciste! – le regaló una mirada fiera, de
aquellas a la que lo tenía acostumbrado desde que comenzaron a ser partes de la pandilla y a
realizar juntos pequeños delitos.”
25
Cfr. RAE, http://lema.rae.es/drae/?val=pandilla
Cfr.http://www.diccionarios.com/detalle.php?palabra=pandilla
27
Cfr. TAM, L. (2008): Grande dizionario di spagnolo, Milano, Ulrico Hoepli Editore, p. 755.
28
Cfr.http://www.treccani.it/vocabolario/gang/
26
98
Basta, sta’ buono, l'hai già
’
gli lanciò un'occhiata feroce, di
quelle a cui lo aveva abituato da quando avevano iniziato a far parte della pandilla e a
commettere insieme piccoli delitti.
No obstante el término “pandilla” no se encuentre todavía en los diccionarios de la lengua
italiana, ya se empieza a utilizar en algunos periódicos nacionales, como por ejemplo en “la
Repubblica” o en el “Corriere della Sera” cuando se refieren a algún acontecimiento relacionado
con jóvenes de Latinoamérica, muchas veces inmigrantes de segunda generación:
Tredici giovani dominicani, due dei quali minorenni, appartenenti alla pandilla del
«Trinitarios», sono stati arrestati dalla polizia, a Milano, con le accuse di associazione per
delinquere, tentato omicidio, rapina, spaccio di sostanze stupefacenti, lesioni personali
aggravate, detenzione e porto abusivo di armi da sparo, da taglio e corpi contundenti 29
Este es el caso de culturema más importante de la novela, no existe una traducción en la lengua
de llegada y no se puede traducir porque es típica de la cultura latinoamericana.
El mundo típico de la cultura, de estos países, es característico de un pensamiento y no se puede
traducir literalmente sino sólo mantener el efecto de equivalencia.
1.1.3 Pacha de seco
El término “pacha de seco” en algunos países latinoamericanos, como El Salvador, Honduras,
Nicaragua y Panamá significa “Botella pequeña y aplanada que se usa corrientemente para
llevar licor”30 producto de la fermentación de la caña de azúcar, llamado Seco31. Las diferentes
posibilidades para su traducción podían ser “bottiglietta di liquore” o “fiaschetta di rum” pero
las dos opciones pierden la raíz cultural:
29
Cfr. http://milano.corriere.it/notizie/cronaca/14_luglio_01/tentato-omicidio-spaccio-manette-gang-latinos2897cfe0-00ea-11e4-b768-bebbb8a7659d.shtml
30
Cfr. http://lema.rae.es/drae/?val=pacha
31
Cfr.http://www.visitpanama.com/es/component/k2/item/1452-licores-de-panam%C3%A1/1452-licores-depanam%C3%A1.html
99
“El hombre caminaba lentamente por la calle. Se tocaba los bolsillos traseros del pantalón,
asegurándose de que allí seguía la pacha de seco que comenzó a tomarse en el parque con otros
alcoholítos que lo habían ayudado a comprarla.”
L’u m
mm n
n m n
p
d .S
p
d
p n
n p
assicurarsi che ci fosse ancora la pacha de seco che aveva iniziato a bere nel parco con altri
alcolizzati che lo avevano aiutato a comprarla.
1.1.4 Guayabera
El caso de otro culturema que no fue traducido lo encontramos con guayabera, “la prenda de
vestir de hombre que cubre la parte superior del cuerpo, con mangas cortas o largas, adornada
con alforzas verticales, y a veces, con bordados, y que lleva bolsillos en la pechera y en los
faldones”32.
Las diferentes propuestas traductológicaspodrían ser “camicia”, “camicia sudamericana”, pero
ambos casos representan una pérdida por un término tan específico y cultural.
“Este estaba adornado de una elegante cinta que le combinaba con su guayabera bien
planchada, ambas prendas lo identificaba como un antiguo habitante del barrio.”
Era ornato con un elegante nastro che si abbinava con
u “guayabera” b n
;
entrambi i capi lo indentificavano come uno degli antichi abitanti del quartiere.
Cualquier tipo de traducción o explicación significaría una pérdida de cultura y equivalencia por
el lector: remitiendo a un referente específico de una esfera geográfica no fue posible encontrar
una correspondencia exacta y exhaustiva.
32
Cfr. http://lema.rae.es/drae/?val=guayabera
100
1.1.5 Términos de los bailes folclóricos
En el capítulo XV encontramos algunos culturemas y términos típicos de la cultura de los bailes
folclóricos panameños: la Pollera, los tembleques,el conjunto típico y el tamborito en el capítulo
XIX.
La música y los bailes típicos representan para la cultura panameña un sistema de identificación
cultural, la expresión del alma del pueblo, una manifestación de las raíces que forman parte de
la tradición y de la cotidianidad.
La pollera es el vestido típico nacional de la mujer, está compuesto por dos piezas, una camisa y
un pollerón, ambas piezas adornadas en tela fina, puede ser confeccionada en hilo y algodón y
finemente bordada de manera artesanal33.
“¿Por qué no me acompañas a bailar en el conjunto típico de la escuela? Yo estoy preparando
mi pollera y mis babuchas.
Yo no sé bailá típico peláa,
le contestó sonriendo.”
Perché non vieni con me a ballare nel gruppo folcloristico della scuola? Io mi sto preparando
la pollera e le scarpette.
io non conosco i balli popolari, piccola - le rispose sorridendo
La importancia y la peculiaridad de este traje no permite una traducción que refleje su ámbito
cultural y en la lengua italiana no existe ningún vestido semejante.
Muchas son las joyas queenriquecen la pollera y que se ponen en la cabeza, sobre las orejas y en
el cuello.
Entre las principales prendas para la cabeza en el texto encontramos los tembleques:piezas
flexibles lo que permite que al bailar se a ve cierto movimiento delicado en los mismos. Estos
en su forma son semejantes a flores como cirios, claveles etc. Los Tembleques son elaborados
con telas de gusanillos, seda, escama de pescado, perlas, canutillos y las conocidas chaquiras de
colores. Las formas de Tembleques más conocidas se encuentran la flor de guate, buqué de
novia, mosquetas, incluso se puede representar formas de animales como el alacrán y la libélula,
diseños originales de la campiña34.
33
34
Cfr.http://www.visitpanama.com/es/component/k2/item/5115.html?Itemid=618
Cfr. http://www.visitpanama.com/es/component/k2/item/5116.html?Itemid=618
101
“¿Cómo me veré vestida de pollera?
Te verás muy linda, con los tembleques y esas prendas con que se adornan.“
Come mi starà la pollera?
Sarai bellissima, con i tembleques e con quegli ornamenti con cui si decorano
También en este caso no fue posible encontrar una traducción equivalente.
El “Conjunto típico”es un grupo de personas especialistas en bailes folclóricos y en música
típica que realizan exhibiciones durante las fiestas patrias. Por la correspondencia encontrada en
“gruppo folcloristico” ha sido el único término que traduje, dado que con esta traducción no se
verifica ninguna pérdida porque en la lengua italiana el significado es casi equivalente y según
el Diccionario Treccani “folcloristico” indica “Che appartiene alla tradizione popolare di un
paese, di una regione, di un gruppo etnico, o ne è una manifestazione: canti, balli f.; una festa,
una manifestazione f.; uno spettacolo f.” 35, por lo tanto, con este significado se respeta el
criterio de equivalencia:
“¿Por qué no me acompañas a bailar en el conjunto típico de la escuela? Yo estoy preparando
mi pollera y mis babuchas.”
Perché non vieni con me a ballare nel gruppo folcloristico della scuola? Io mi sto preparando
la pollera e le scarpette.
El Tamborito es la danza más representativa de las tradiciones del país, de influencia española y
representado de forma muy particular en cada una de las provincias, pero con un arraigo
especial en la provincia de Los Santos36.
“Pero los tambores, los tambores lo emocionaban. Después hablando con el profesor se lo hizo
saber. El le contestó que aunque había nacido en la capital y aunque decía que no tenía raíces en
el interior del país el tamborito entró a Panamá por Portobelo en el Caribe y cruzó a la ciudad
en la que el había nacido, para después propagarse por todo el territorio.”
35
36
Cfr. http://www.treccani.it/vocabolario/folcloristico/
Cfr. http://www.visitpanama.com/component/k2/item/1443-danzas-folkl%C3%B3ricas.html?lang=es
102
Ma i tamburi, i tamburi lo emozionavano. Poi parlando con il professore di folclore, glielo
disse. Lui gli rispose che sebbene fosse nato nella capitale e sebbene si dicesse non avere radici
’n
n del paese, il tamborito era entrato a Panama da Portobelo, nei Caraibi e aveva
attraversato la città in cui era nato per poi diffondersi in tutto il territorio.
Este baile popular es un culturema y no se encuentra una correspondencia en la lengua de
llegada que no anule su importancia en el folclore panameño.
1.1.6 Chances
En el capítulo VI encontramos el culturema Chances, un tipo de billete de la Lotería de
Panamá37:
“Lo buscaba en la parte que guindaba, en una serie de cordeles, los de dos dígitos, llamados
chances. Al otro lado estaban los billetesde cuatro números, igualmente fijados.”
Lo cercava nella parte che appendeva, su una serie di cordini, quelli a due cifre, chiamati
chances. Dall´altra parte c´erano i biglietti a quattro cifre, attaccati allo stesso modo.
1.1.7 Diablo Rojo y el Pavo
En el capítulo XIII el autor menciona a los Diablos Rojos, viejos autobuses escolares
importados de Estados Unidos y utilizados en Panamá como una especie de transporte público38.
Son decorados con personajes famosos y con colores llamativos, y además de ser parte del
folclor y del tráfico panameño, representan una atractiva turística.
Los chóferes son siempre acompañados por “el pavo”, una persona que avisa gritando el
recorrido y las paradas del vehículo.
La particularidad de ese medio de trasporte no me permitió proceder con la traducción:
37
Cfr. http://www.lnb.gob.pa/
Cfr.http://www.panamaamerica.com.pa/nacion/resucita-la-anarquia-en-las-calles-diablos-rojos-desplazan-almetrobus
38
103
“Ya yo toy grande, yo tengo once. ¿Que qué me gustaría ser? Me gustaría manejar bus, pero un
diablo rojo. Uno de esos potentes, con luces de neón y pintados bien pritty, y poder recorrer la
ciudad de arriba abajo, sin temor de la gente de arriba. Ser libre.”
Sono già grande, ne ho undici.Cosa vorrei fare? Mi piacerebbe guidare i pullman, un Diablo
Rojo. Uno di quelli potenti, con i neon e dipinto in modo figo e poter percorrere la città
dall'inizio alla fine senza paura della gente di sopra. Essere libero.
104
2. LOS MARCADORES
En el complejo proceso de la traducción para trasladar todos los elementos lingüísticos e
interculturales del texto del autor, fijando el objetivo en mantener equivalencia y naturalidad en
la lengua italiana, he tenido que enfrentar y analizar otro aspecto de la traducción: los
marcadores del discurso, o marcadores conversacionales.
Considerando la importancia de la fonología en este texto, el aspecto conversacional y coloquial
de los diálogos, he prestado mucha atención a reproducir un habla parecida a la misma situación
italiana. Ha sido fundamental adaptarlos al contexto, intentando crear el mismo efecto que crean
al lector hispanohablante, dado que “cada esfera de la actividad humana selecciona los medios
lingüísticos más adecuados para expresar sus propios conceptos de la forma más clara posible y
para favorecer la comunicación”39.
Podemos confirmar que los marcadores son“unidades lingüísticas invariables, no ejercen
unafunción sintáctica en el marco de la predicación oracional y poseen un cometidocoincidente
con el discurso: el de guiar, de acuerdo con sus distintas propiedadesmorfosintácticas,
semánticas y pragmáticas, las inferencias que se realizan en lacomunicación”40.
Estas palabras enlazan discursos y enunciados pero remiten constantemente al contexto externo
y a la dimensión oracional.
En la lengua española, los marcadores del discurso representan un papel importantísimo tanto a
nivel oral como escrito: marcan el tono del discurso, lo interrumpen, lo terminan, cambian el
tema, introducen nuevos temas, reformulan, explican, corrigen algo postulado anteriormente,
subrayan un concepto, contraponen argumentos, suman y añaden ideas.
2.1 Bueno
El primer marcador que se encuentra es “bueno” en el capítulo I; este marcador puede introducir
un comentario nuevo o una respuesta reactiva con diferentes significados: abrir o cerrar una
conversación, cambiar, retomar, reformular o autocorregir un tema, rectificar lo dicho41.
Teniendo en cuenta estas numerosas posibilidades de interpretación, los marcadores representan
un verdadero escollo para el traductor.
39
Cfr. CALVI, M. V. (2010): Las lenguas de especialidad en español, Roma, Carocci Editore, p. 15.
Cfr. PORTOLÉS LÁZARO, J. (1989): “Los marcadores del discurso”, en I. Bosque, y V. Demonte, (eds), Gramática
descriptiva de la lengua española, Madrid, Ed. Espasa, p. 18.
41
Cfr. MARCHANTE, P. (2008): Practica tu español, Marcadores del discurso, Madrid, Sociedad Española de Librería, p.
8.
40
105
Se identifican tres empleos distintos: como marcador de modalidad deóntica, como enfocador
de la realidad y como metadiscursivo conversacional42.
En estos casos, lo encontramos en posición inicial y opté por lasopciones “su”, “senti” y
“quindi”:
(cap. I)
“Bueno Fulo, deja a los pelaos.¡Vamo a vé! ¿Quieren estar en las grandes ligas? ¡Van a tá!”
Su Fulo, lascia stare i ragazzi.Vedremo! Vogliono stare nel giro grosso? e ci staranno!
(cap. XX)
“Bueno Robert eso es asunto tuyo, resuélvelo, pero no puedes fallarnos.”
Senti Robert questo è un tuo problema, risolvilo ma non ci puoi deludere.
(cap. XXVII)
“Bueno vamo hace la cosa o no.”
Quindi, andiamo a fare la cosa o no.
Según la modalidad deóntica, el marcador en los casos siguientes ha sido traducido con “bene”,
“va bene” o “ok”, abriendo el discurso e indicando acuerdo, señala que el hablante acepta o
admite una sugerencia, petición, ofrecimiento que se ha presentado en la secuencia discursiva
anterior43:
(cap. IV)
“Bueno llegó el día pues”
Bene, alla fine è arrivato il giorno
(cap. VII)
“Dumbo cómo anda too. Bueno pana, necesito un favor.”
-Dumbo, come va la vita. Bene pana, ho bisogno di un favore.
“Bueno es algo serio. Bien serio.”
42
Cfr. CALVI, M.V., MAPELLI, G. (2004): Los marcadores bueno, pues, en fin, en los diccionarios de español e italiano,
Artifara, (http://www.cisi.unito.it/artifara/rivista4/testi/marcadores.asp)
43
Cfr. Ibíd
106
Bene, è una roba seria. Ben seria.
En este caso se optó por la repetición bene-ben para mantener la aliteración bueno-bien.
(cap. IX)
“Bueno, ya saben, tienen que trae mi parte.”
Va bene, lo sapete già, dovete portare la mia parte.
(cap. XIV)
“¿Bueno y qué fue lo que pasó?”
Ok e che cosa è successo?
(cap. XVII)
“Bueno, amigo repuso, Esteban Ahora hay muchos que piden el aumento de penas para los
menores.”
Bene, amico - Rispose Esteban - Ora in molti chiedono l'aumento delle pene per i minori.
Este marcador señala una trayectoria definida del discurso y añade información extraverbal.
2.2 Pues
“Pues” es un marcador que presenta múltiples facetas y para proceder con una traducción exacta
es fundamental saber cual es el contexto de uso:
(cap. IV)
“Bueno llegó el día pues”
Bene, alla fine è arrivato il giorno
Esta posición interna en el enunciado señala una consecuencia en los hechos del relato y la
opción escogida en la lengua italiana ha sido “alla fine”. Entre las posibles opciones destacaban
también “ebbene” y “quindi”, pero la primera no respetaba el resultado fonológico, y la segunda
opción no expresaba el significado del marcador en su totalidad.
La posición final en Panamá se emplea a menudo y funciona como fórmula de cierre y para
reforzar la conclusión de una frase.
107
2.3 Hombre
“Hombre” es uno de los marcadores del discurso de la lengua española más utilizado con
función apelativa y vocativa para presentar una relación afectiva entre los hablantes, sea buena o
mala y con tono amistoso, chistoso, alegre, de sorpresa y de asombro. Además puede expresar
disconformidad y desacuerdo44.
En el siguiente ejemplo del texto “amico” ha sido la traducción que más se acercaba al tono de
amistad y confianza del diálogo:
(cap. XIV)
“Huey Tabo, la muerte de ese piedrero calentó la calle. La policía anda preguntando. Quiere
saber qué fue lo que pasó. Mientras no se puede vender nada. Las rondas tan violentas, parando
a todo mundo. Tienes que arregla eso, Tabo, hombre.”
Hei, Tabo, la morte di quel piedrero ha infiammato la strada. La polizia va in giro a far
d m nd .
u
p
’è u
. In n
n n
può
nd
n n . L
nd
ì
violente, bloccano tutto il mondo. Devi sistemare questo Tabo, amico.
Como destaca Medina Montero los usos y los valores del conector “Hombre” son múltiples y en
líneas generales puede afirmarse que este conector sirve parareforzar la imagen positiva del
hablante, que imprime un tono amistoso a laconversación, y que se utiliza cuando hay una
relación afectiva entre loshablantes, aunque estos incluso ni se tuteen. […] tambiéntienen mucha
importancia los de sorpresa, duda o protesta45.
En resumidas cuentas este breve análisis contrastivo está enfocado hacia los marcadores
encontrados en el texto para analizar las propuestas traductológicas escogidas y demuestra la
complejidad de un tema que en lengua española es muy extenso, ampliamente debatido, y que
merecería ser largamente desarrollado.
Los marcadores del discursos son elementos lingüísticos que pueden llegar a ser un obstáculo
para la comprensión de un texto en lengua extranjera y para su traducción a la lengua materna y,
en ocasiones, ni siquiera el diccionario bilingüe, que para muchos es el único instrumento en
44
Cfr. MARCHANTE, P. (2008): op. cit. , p. 8.
Cfr. MEDINA MONTERO, J. F.: “El marcador discursivo Hombre en la enseñanza del español a italófonos: análisis y
propuestas de traducción”, http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/asele/pdf/20/20_0739.pdf
45
108
estas tareas, puede ser un apoyo válido46. A pesar del significado que podemos encontrat en los
diccionarios, estos elementos marcan el significado y la trayectoria del discurso sólo
considerando el contexto oracional y extralingüístico en el cual son insertados.
3. EL ESPAÑOL COLOQUIAL
La novela “La nueve” está caracterizada por el español coloquial, marcado por rasgos de
cotidianidad, espontaneidad e informalidad, incluyendo hasta un argot callejero y juvenil.
El marco de la oralidad y el tono informal presentan al lector la realidad de las pandillas desde la
misma perspectiva de los personajes gracias al registro utilizado.
Si en el caso del registro, es el mismo contexto extralingüístico que lo define, por los dialectos y los
sociolectos son el usuario y sus características que los determinan.Según J. Bustos Tovar (1995:18):
“la historia de los usos lingüísticos es el resultado de una tensión permanente entre oralidad y
escrituridad, que es mutuamente enriquecedora”47.
A pesar de que este registro no pertenezca a una clase social en particular porque es dominio de
cualquier hablante en base al contexto de la realización en acto, para los usuarios de nivel mediobajo y bajo es el código eclusivo que suelen utilizar en todos los ámbitos comunicativos,
exactamente como los protagonistas de la novela.
Podemos definir el español coloquial como un registro en el cual ejercen predominio el entorno
lingüístico y la situación comunicativa.
En el texto la esfera lingüistica se caracteriza por un lenguaje popular, vulgar y coloquial.
Coincidimos con M. Seco (1973) al considerar que con lenguaje popular conceptualizamos algunos
de los niveles de la lengua (medio-bajo, bajo), derivado de las características socioculturales del
individuo48.
Las situaciones cotidianas, el tono informal y espontáneo, y además los rasgos peculiares del
hablante, influencian el nivel del habla, el cual está determinado también por los rasgos geográficos
y sociales del interlocutor.
Con el término vulgar nos referimos a ciertos usos incorrectos, anómalos o al margen de la norma
estándar y de las normas regionales, resultantes de un nivel de lengua bajo. Y llamamos coloquial,
46
Cfr. CALVI, M.V., MAPELLI, G. (2004): “Los marcadores bueno, pues, en fin, en los diccionarios de español e italiano”,
Artifara, (http://www.cisi.unito.it/artifara/rivista4/testi/marcadores.asp)
47
Cfr. BRIZ, A. (1996): El español coloquial: Situación y uso, Arco/Libros, Madrid, p. 18.
48
Cfr. Ibíd, p. 25.
109
entendido como nivel de habla, a un uso socialmente aceptado en situaciones cotidianas de
comuniciación49.
El contexto callejero de las barriadas favorece el empleo de un lenguaje caracterizados por estos
rasgos dialectales y sociolectas y el autor los reproduce en los diálogos transmitiendo el mismo
dinamismo e inmediatez de la conversación coloquial, concatenando y acumulando enunciados.
Según el análisis de Antonio Briz se trata de conversación coloquial prototípica porque es una
conversación no preparada, con fines interpersonales, informal, que tiene lugar en un marco de
interacción familiar, entre iguales (sociales o funcionales) que comparten experiencias comunes y
en la que se hablade temas cotidianos50.
La producción del nivel coloquial determina la realización de un mensaje informal, el uso de una
sintaxis no convencional, con frecuentes recursos a autocorrecciones, reinicios y falsos comienzos.
El lenguaje de la producción coloquial no es uniforme debido a la inmediatez y espontaneidad de su
realización y a la variedad de los aspectos dialectales y sociales y refleja un sistema de expresión
que, más que simplificación del registro formal o del uso escrito, es la continuación y desarrollo del
modo pragmático de la comunicación humana51.
Los diálogos de la novela acompañan al lectoren el mundo de las pandillas a través de las
conversaciones, de elementos del paralenguaje, de descripciones de gestos y hasta de sonidos
onomatopéyicos, con el objetivo de enseñar la actitud del personaje.
El alargamiento silábico es un ejemplo de léxico argótico, utilizado muy a menudo por el autor para
reforzar una idea, una propuesta antedicha , intensificar una ehortación o una recriminación:
(cap. I)
“Cálmate Fulo. Yo sé lo que hago. Allá ellos si no pueden. ¡Esa es una resposabilidáaaa! Tienen
gue pararse bonito. Los pelan los de allá, o los pelamos nosotros. Ya saben, ya yo se los advertíiii.”
Calmati Fulo. So quello che faccio. Peggio per loro se non ce la fanno. E' una responsabilitàaa!
Devono farlo per benino. Gli fanno la pelle quelli di là o gliela facciamo noi. Già lo sanno, li ho già
avvertitiiiii.
Por medio de este recurso de un nivel cultural bajo o medio-bajo, el hablante puede intensificar y
dar énfasis a sus opiniones, y desde el punto de vista morfológico implica fenómenos de pérdida o
adiciones de vocales.
49
Cfr. Ibíd, p. 26.
Cfr. Ibíd, p. 33.
51
Cfr. Ibíd, p. 40.
50
110
En este breve análisis además cabe subrayar la importancia de los marcadores que controlan y
regulan el contacto, como por ejemplo:¿no? ¿eh? ¿sabes? ¿entiendes?, qu sonelementos fáticos o
apelativos a que se recurre constantemente en el diálogo. Se trata de marcas autorreafirmativas que
refuerzan o justifican los razonamientos de los hablantes ante su(s) interlocutore(s)52.
Son útiles a nivel coloquial para llamar de atención, para mantener el contacto, como fórmulas
exhortativas y apelativas para mantener el canal comunicativo abierto.
Podemos afirmar que el habla coloquial es un subconjunto del léxico común: como consecuencia
toda unidad léxica amplía la posibilidad de sus significados y de su uso genérico, convirtiéndose en
palabras polisémicas, para subsanar la falta de léxico disponible.
El sustantivo “vaina” tiene una gran extensión significativa, es una verba omnibus, es decir que se
puede aplicar polisemicamente:
(cap. IV)
“Bueno te toy diciendo desde hace tiempo que hay que poner orden, ante que pase una
vaina.Recuerda lo que hicieron a tu tío.”
Bene, ti sto dicendo da molto tempo che bisogna fare ordine prima che succeda qualcosa.
Ricordati cosa hanno fatto a tuo zio.
(cap. XVIII)
“¿Que qué? ¿qué me dices?
Que tamos en vaina con esa Nueve.”
Cosa, cosa? Che mi dici?
Che ci troviamo in un problema con quella Nove.
(cap. XXXII)
“Roberto, apúrate, necesito la vaina, muévete no pedía, ordenaba, amenazaba.”
Roberto, sbrigati, ho bisogno di quella cosa
52
Cfr. Ibíd, p. 52.
111
En este texto el argot juvenil y el registro coloquial representan un eje fundamental y otorgan a la
novela un carácter peculiar.
El español de hablado en Panamá puede considerarse uno de los dialectos del español de América,
aunque por la variedad de pronuncia y de vocabulario es difícil de clasificar en un único sistema.
3.1 Anglicismos en el español de Panamá
La lengua inglesa ha influenciado el español de Panamá en la capital y en las zonas limítrofes con la
antigua Zona del Canal.Muchos de estos anglicismos se utilizan también en otras partes de
Hispanoamérica: guachimán “vigilante” (<watchman), sanwiche, y muchos relacionados con los
deportes, los automóviles, las presencia militar estadounidense, la actividad maritíma internacional,
etc. 53
Por lo que concierne el término wing se optó por una traducción y una compensación del anglicismo
con business:
“¿Tabo, estos son los que van a mover la mercancía en ese wing? ¿Tas seguro que ellos pueden con
eso?”
- Tabo, sono loro che porteranno il business in quella zona? Sei sicuro che possono farlo?
Los términos “frend”, “cul” han sido traducidos al inglés como friend y cool, para evitar obstáculos
al lector. Mientras los términos “pritty”, “foquins”, yboay/guay, que viene del inglés boy“tipo,
hombre”, han sido traducidos para mayor naturalidad.
3.2 Español de Panamá
El español de Panamá pertenece al área lingüística Caribeña y sudamericana, a pesar de ser
considerada geográficamente parte de Centroamérica
Este istmo ganó el papel de puerto clave en 1513, con el descubrimiento de Balboa y Portobelo,
durante el período de la expansión colonial por su posición geográfica estratégica que permitia al
imperio Español evitar de alargar el viaje, dando la vuelta por el Sudamérica para alcanzar las
costas peruanas.
53
Cfr. LIPSKI, J. M. (1996): El español de América, Madrid, Ediciones Cátedra, p. 323.
112
El español panameño se caracteriza por una diferenciación que ocurre sobre todo a nivel social
mientras la causa geográfica no produjo una diferenciación significativa.
Lazona metropolitanade Ciudad de Panamá es un microcosmos sociolingüístico, cuyos rasgos
ejercen influjo a escala nacional. La región rural del oeste presenta algunas diferencias en el
vocabulario, la morfología verbal y la sintaxis54.
La costa nordeste es una zona dialectal de español africanizado, Colón tiene la influencia del inglés
antillano y en Darién se encuentran otras variedades además del español.
Una vez que la presencia de los españoles en Panamá empezó a ser estable, cultivaron las llanuras
de la zona occidental, formando el campesinado panameño, la parte de la sociedad más importante
de la economía del país. Por el contrario la zona de Darién, por la mayoría cubierta por junglas, no
fue colonizada.
La infuencia lingüísticas indígena no produjo gran interación aunque los colonos habían encontrado
muchas variedades de lenguasmuchas de las cuales desaparecieron sin haber sido bien descritas. Se
empleó el término cueva para designar a los grupos indígenas del nordeste de la costa caribeña,
donde se establecieron los primeros asentamientos. Todas las lenguas panameñas conociadas
pertenecen al grupo macro-chibcha, lo que supone tempranas emigraciones desde Colombia; esas
lenguas han aportado topónimos y unas cuantas palabras regionales55.
Como consecuencia de la llegada de la colonización, la población indígena disminuyó y los demás
aprendieron la lengua.
La contrucción del Canal de Panamá, abierto a la navegación en 1914 y restituido a Panamá en el
año 2000, ha constituido un medio de contacto lingüístico extrahispánico por a presencia
estadounidenseen la zona del Canal de un equipo de técnicos que no aprendieron el español.
Gracias a la alianza con Estados Unidos y al apoyo recibido por Theodore Roosevelt, lograron
independizarse del Gobierno de Colombia y constituir el Estado de Panamá en 1903.
En Panamá lahistoria colonial y postcolonial creó una abundante población de origen africano que
se radicaron durante procesos históricos distintos.
Los afro-panameños hispano-hablantes, llamados en los documentos antropológicos con el nombre
de afrocoloniales, descendien de los esclavos del periodo colonial. Aunque se reparten por todo
Panamá, las mayores concentraciones se encuentran en la costa caribeña, en particular en las
ciudades de Portobelo y nombre de Dios. Estos panameños hablan únicamente español, en la
54
55
Cfr. Ibíd, p. 315.
Cfr. Ibíd, p. 318.
113
variedad rural, con una proporción de palabras africanas sólo ligermente superior a la del resto del
país56
Por la construcción del Canal reclutaronuna enorme cantidad de trabajadores negros de las Indias
Occidentales que hablaban inglés criollo.
Posteriormente estos afro-antillanos, llamados chombos de modo despectivo, con el paso del tiempo
y trabajando establemente en la Zona del Canal, aprendieron el español poco a poco.
La población afro-antillana más numerosa se concentra en el puerto caribeño de Colón. Otro grupo,
parcialmente distinto al primero, habita en la región de Bocas del Toro, en el noroeste de la costa
caribeña cerca de la frontera con Costa Rica. Este último grupo desciende en su mayoría de los
trabajadores de las plantaciones bananeras. También en esta región el inglés criollo está cediendo
terreno en favor del español, pero el inglés sigue siendo una fuerza lingüística importante 57
Por lo que concierne a la fonética y la fonología, se puede afirmar que el español de Panamá es una
variedad caribeña, caracterizada por la reducción de las consonantes finales de sílabas y poca
modificación vocálica.
Por lo que concierne las características morfológicas, el oeste rural de Panamá, fronterizo con Costa
Rica, sigue utilizando vos, pero se considera rústico y obsoleto, y está en declive. Más frequente en
los sectores rurales es el uso tenaz de usted incluso entre amigos íntimos y miembros de la familia 58.
Cabe señalar además que es de uso habitual en el habla nativa la sufijación de vé a los imperativos
familiares: oyevé, andavé, etc.
En el proceso de la traducción he encontrado algunos términos propios del español de Panamá:
Ahuevao, Huevasón, bulto (en el sentido de persona que estorba), vaina,laope/laopecillos y
darcuero; los cuales a la hora de traducir al italiano perdieron todos los matices culturales.
Otro proceso peculiar de este habla es la sufijacionque encontré en los siguientes
términos:jovenzuelo,chiquitito,pelaíto,yeyesita,amiguita ypasierita, una vez más la traducción no ha
podido reflejar todos los significados intrínsecos y los matices del español de Panamá.
56
Cfr. Ibíd, p. 319.
Cfr. Ibíd, p. 320.
58
Cfr. Ibíd, p. 321.
57
114
3.3 Vocativos
Algunos casos muy frecuentes en Panamá son los vocativos que se utilizan entre amigos y
contono de amistad, en el texto analizado se pueden encontrar los siguientes: “pana”, “panita”,
“compa”, “mami”, “loco”, “Ay papá/papá” y “amigo”.
Los vocativos “pana” y “panita”se utilizan en el sentido de “compañero/amigo” pero por la
especifidad cultural de este término y para evitar una pérdida de la identidad del textono será
traducido:
(cap. VII)
Dumbo cómo anda too. Bueno pana, necesito un favor.
-Dumbo, come va la vita. Bene pana, ho bisogno di un favore.
(cap. XX)
Qué te pasa que te vemos poco. Tas perdío, pana.
Cosa ti succede che ti vediamo poco. Ti sei perso, pana.
(cap. VII)
Dime mi panita. Contigo todo. Yo sé, toy agradecido, por lo que has hecho
Dimmi panita . Per te tutto. Io lo so, ti son grato per quello che hai fatto.
Los vocativos “amigo” y “loco” fueron traducidos al italiano con “amico” que en ambos ejemplos
mantienen casi el mismo tono de confianza y amistad:
(cap. XVII)
Bueno,
repuso, Esteban Ahora hay muchos que piden el aumento de penas para los
menores.
Bene, amico - Rispose Esteban - Ora in molti chiedono l'aumento delle pene per i minori.
(cap. IX)
Tú los conoces loco. Ello screen en ti. No sé si Roberto me quiera acompañá.
115
Tu li conosci, amico. Loro si fidano di te. Non so se Roberto mi vuole accompagnare.
El vocativo “Compa” es la forma apocopada del término “compañero” y, por la debida
correspondencia del apócope de la forma italiana de “compagno” fue posible proceder con la
traducción de “compa’”:
(cap. XVII)
Compa, nada nos han dejao. Así que Yo salgo a buscá lo mío. Si nos pelan, mala suerte.
Compa’, non ci hanno lasciato nulla. E così io vado a cercarmi la mia parte. Se ci ammazzano,
sfortuna.
El vocativo “mami” es muy frecuente en las conversaciones familiares y para expresar
confianza y cariño al interlocutor y la misma forma que se utiliza en la lengua italiana y que
expresa el mismo cariño es “tesoro”:
(cap. XXVII)
Dorita, mami, ya no aguanto más ocultar lo nuestro, toy cabreao de esto.
Dorita, tesoro, non ce la faccio più a nasconderlo, sono stufo.
El vocativo “papá” se utiliza a menudo en el lenguaje coloquial y también callejero panameño
para reforzar una opinión o para reflejar la emoción de una exclamación. Lamentablemente no
ha sido posible encontrar un vocativo que en lengua italiana pueda expresar el mismo concepto
y que sea utilizado con la misma énfasis. Además, teniendo en cuenta el significado italiano de
“papá” como padre, no ha sido posible considerarlo un culturema y dejarlo en la lengua de
partida porque sería un obstáculo para la comprensión del lector que quedaría despistado:
(cap. IX)
“Uuuu, ya yo ví esa cinta. La que van a dar esta noche va tá más sólida. ¡Ay papá! Ahí si se va
ve muerto empila y policiías corruptos y too y too.”
Uuuu, ho già visto quel film. Quella che ci sarà stasera è migliore. Eh si! Lì si vedranno un
sacco di morti e poliziotti corrotti e tutto e di più.
116
(cap. XVII)
En cualquier lugar papá, ahonde los vea les doy cuero. Yo sé que la cosa es ellos o nosotros.
Derroche de violencia, papá.
In qualunque luogo dove li vedo, gli faccio la pelle. So che la questione è o noi o loro. Uno
mare di violenza.
117
CONCLUSIONES
Este trabajo de traducción debe su éxito a los numeros manuales teóricos y a los estudios
traductológicos que aportan al estudiante o al traductor que afronta sus primeras prácticas,
numerosos instrumentos y reflexiones para proceder con conciencia, respetando al autor y el texto
de partida.
Mi objetivo a la hora de traducir era obtener un resultado de naturalidad en la lengua de llegada
pero manteniendo una constante atención hacia el texto original, con el fin de no alterar, añadir o
quitar cualquier tipo de elemento.
Los aspectos que más me interesaron de este texto fueron los ámbitos lingüísticos y fonéticos y los
términos de la cultura panameña. Desde el primer capítulo mi desafío fue lograr el grado más alto
de equivalencia.
En el proceso traductológico existe una barrera infranqueable, es decir la transferencia del vigor
comunicativo, que ni la misma lengua ni un buen traductor pueden subsanar totalmente, sólo es
posible acercarse utilizando todos los recursos que la lengua permite para evitar pérdidas.
He encontrado muchas dificultades para reproducir el modusscribendi del autor, que inserta
diálogos de la cotidianidad mezclados con reflexiones sociológicas, con tono informal y de un
registro medio-bajo o bajo. Además en los discursos de los personajes están reproducidas las misma
entonaciones e incluso transposiciones fonéticas que suelen utilizar los hablantes de nivel bajo.
Estas formas coloquiales han representado una pérdida y un límite para la traducción, en el cual no
ha sido posible una reproducciónfiel.
El texto tiene la estructura del texto redundante, paratáctica y elíptica del nivel coloquial y con
marcadores del discurso que marcan la emotividad de los diálogos.
La traducción de esta novela ha sido compleja y fue necesario conservar todos los aspectos vulgares
y argóticos que caracterizan los protagonistas.
Desde el principio he considerado alcanzar fluidez e inmediatez comunicativa con objeto de que el
lector italiano pudiese experimentar el mismo efecto que según mi opinión el texto original podría
provocar en sus lectores.
118
GLOSARIO TRILINGÜE
(ESPAÑOL-ITALIANO-INGLÉS)
ESPAÑOL
ITALIANO
INGLÉS
Ahuevao
Idiota
Idiot, dumb
Acorralado
Circondato
Surrounded
Algarabía
Confusione
Confusion
Babuchas
Scarpette
Ballerinas
Balacera
Sparatoria
Shooting
Balas
Pallottole
Bullets
Blanquear
Riciclare
To launder
Bañarse en regadera
Lavarsene le mani
To wash one’s hand of something
Barriadas
Quartieri della periferia
Suburban neighbourhood
Barrio
Quartiere
Neighbourhood
Bate
Canna
Joint
Bodega
Cantina
Winery
Bolsa escolar
Zaino di scuola
Rucksack
Buay
Ragazzo
Boy
Bultos
Rompi scatole
Annoying presence
Buscarse un lío
Andare in cerca di rogne
Looking for beef
Cabreado
Stufo, arrabbiato
Sad up
Caserón
Casolare
Old country house
Casquillos
Bossoli
Bullet shell
Chances
Chances
Chances
Chiquitito
Ragazzino
Little boy
Cinco come arroz
Cinque bocche da sfamare
Five hungry mouths to feed
Conjunto típico
Gruppo folcloristico
Folklore group
Combinación
Completo
Suit
Compinche
Complice
Accomplice
Comprometerse
Compromettersi
To compromise
Coqueta
Civettando
Flirting
Cuídese
Mi raccomando
Take care
Cul
Cool
Cool
119
Custodio
Custode
Watchperson
Dar cuero
Fare la pelle a qualcuno
Taking somebody out
Dar en el blanco
Fare centro
To make it
Dar rodeos
Fare diversi giri
To beat about the bush
Darle largas a alguien
Tirarla per le lunghe
To buy time
De paso
Allo stesso tempo
At the same time
Descuidado
Trasandato
Sloppy
Diablo rojo
Diablo rojo
Diablo rojo
Encañonar
Puntare
To point
Enojado
Arrabbiato
Upset
Estallido
Scoppio
Crash
Estar bien pritty
Essere proprio fighi
To be really cool
Estar caliente
Avere la testa calda
To be hotheaded
Estar listo
Essere freschi
To be screwed
Fajos de billetes
Mazzette di denaro
Bundles of money
Fechoría
Malefatta
Wrongdoing
Fiscal
pubblico ministero
Public prosecutor
Foquins
Fottuti
Fucked
Golpe demoledor
Colpo devastante
Serious blow
Gringo
Gringo
Gringo
Guapo
Figo
Cool
Guayabera
Guayabera
Guayabera
Guial
Ragazza
Girl
Huevón
Scemo
Moron
Involucrarse
Farsi coinvolgere
To get involved
Jugar vivos
Stare attenti
To pay attention
La nueve
La nove
The nine
Ladrillos de drogas
Panetti di droga
Drug bricks
Laopes
Ragazzini
Youngsters
Llevar la voz cantante
Avere l’ultima parola
To have the final word
Mamarsela
Cavarsela
To get away with it
Maricón
Finocchio
Wimp
Menudeo
Vendita al dettaglio
Retail
120
Modorra
Torpore
Drowsiness
Mozalbetes
Ragazzi
Lads
Negocio
Affari
Business
Ocurrencias
Battute
Jokes
Parroquianos
Vicini
Neighbours
Pacha de seco
Pacha de seco
Pacha de seco
Pandilla
Pandilla
Pandilla
Pasiera / Pasierita
Amica / Amichetta
Friend / little friend
(El ) pavo
(El ) pavo
(El ) pavo
Pelaíto – pelaos
Ragazzino / ragazzini
Boy / little boys
Pelar
Ammazzare
To kill
Pescozones
Colpetti
Pokes on the shoulder
Pillos
Teppisti
Ruffians
Pistola
Pistola
Gun
Pollera
Pollera
Pollera
Ponchera
Casino
Raise hell
Ponerse bravo
Prendersela, arrabbiarsi
To be Pissed off
Ponerse liso
Essere sfacciati
To be impudent
Prendas
Ornamenti
Ornaments
Pretina
Cintura
Pants
Pantaloni
Que sopá
Tutto ok
What’s up
Recreo
Ricreazione
Recess
Regocijos mortales
Gioia funesta
Tragic joy
Relación
Legame
Bond
Renovación urbana
Riqualificazione urbana
Urban requalification
Reportaje
Servizio
Report
Revólver
Revolver
Revolver
Ser de huevo a huevo
Essere (una cosa) tra pari
To be (something) between equals
Silbidos
Fischi
Whistles
(El) sol no era un tirano
Il sole non scottava
The sun was not burning
Tamborito
Tamborito
Tamborito
Tembleques
Tembleques
Tembleques
121
Tirado en el piso
Buttato a terra
Thrown to the floor
Tirarse al ruedo
Lanciarsi nell’arena
To enter the ring
Tumbe
Colpo
Hit
Ultimado
Ammazzato
Killed
Uniformado
Guardia di sicurezza
Security guard
Vaina
Cosa
Thing
Problema
Problem
Vereda
Sentiero
Path
Yeyesitas
Ragazze
Girls
Zaguán
Androne
Lobby
Zumbido
Ronzio
Buzz
122
BIBLIOGRAFĺA
BASSNETT, S. (1993): La traduzione teorie e pratica, Milano, Strumenti Bompiani.
BRIZ, A. (1996): El español coloquial: Situación y uso, Arco/Libros, Madrid.
CALVI, M. V. (2008): “los términos culturales en los diccionarios bilingües de español e italiano:
el caso de autonomía y sus derivados”, en L. Luque Toro (ed.), Léxico Español Actual, Venezia, Ed.
Cafoscarina.
CALVI, M. V. (2010): Las lenguas de especialidad en español, Roma, Carocci Editore.
CARRERA DÍAZ, M. (1997): Grammatica spagnola, Bari, Laterza.
DELISLE, J., LEE-JAHNKE, H., CORMIER, M. C. (2011): Terminologia della traduzione,
Milano, Ulrico Hoepli.
ECO, U., (2007): Dire quasi la stessa cosa, Milano, Studi Bompiani.
GARCÍA YEBRA, V. (1997): Teoría y práctica de la traducción, Madrid, Gredos.
GÓMEZ TORREGO, L. (2002): Grámatica didáctica del español, Madrid, Zanichelli sm.
GONZALO GARCĺA, C., GARCĺA YEBRA, V., (2004): Manual de documentación y terminología
para la traducción especializada, Arco Libros, Madrid.
LIPSKI, J. M. (1996): El español de América, Madrid, Ediciones Cátedra,.
LÛDSKANOV, A., (2012): Un approccio semiotico alla traduzione dalla prospettiva informatica
alla scieza traduttiva, Milano, Ulrico Hoepli.
LUQUE TORO, L., MEDINA MONTERO, J. F. (2007): Frente a frente 2 lengua, cultura española
y traducció para italianos, Modena, Logos
123
MARCHANTE, P., (2008): Practica tu español, marcadores del discurso, Madrid, Sociedad
Española de Librería.
MARTÍN ZORRAQUINO, M. A. y PORTOLÉS LÁZARO, Y. (1999): “Los marcadores del
discurso”, en Bosque, I. y Demonte, V. (eds), Gramática descriptiva de la lengua española. Entre
la oración y el disscurso; morfología, vol. 3, Madrid, Ed. Espasa, Real Academia Española.
MARTÍN ZORRAQUINO, M. A. (2001): “Marcadores del discurso y estrategía de cortesía verbal
en español”, en Montoya, M. I. (eds), La lengua española y su enseñanza, Granada, Universidad de
Granada.
MARTÍN ZORRAQUINO, M. A. (2012): “Los diminutivos en español: aspectos morfológicos,
semánticos y pragmáticos. Los valores estilísticos de los diminutivos y la teoría de la cortesia
verbal”, en LUQUE TORO, L., MEDINA MONTERO, J.F. y LUQUE, R. (eds.), Léxico Español
Actual III, Venezia: Libreria Editrice Cafoscarina
MORINI, M. (2007): La traduzione, Milano, Sironi Editore.
NEWMARK, P. (1987): Manual de traducción, Madrid, Cátedra.
NEWMARK, P. (1988): A textbook of translation, Londres, Prentice Hall.
OSIMO, B., (2008): Manuale del traduttore, Milano, Hoepli.
OSIMO, B., (2009): Propedeutica della traduzione, Milano, Ulrico Hoepli.
OSIMO, B., (2006): Storia della traduzione, Milano, Hoepli.
POPOVIČ, A., (2010): La scienza della traduzione, Milano, Ulrico Hoepli.
PORTOLÉS LÁZARO, J. (1989): “Los marcadores del discurso”, en I. Bosque, y V. Demonte,
(eds), Gramática descriptiva de la lengua española, Madrid, Ed. Espasa.
124
ARTĺCULOS
CALVI, M.V., MAPELLI, G. (2004): “Los marcadores bueno, pues, en fin, en los diccionarios de
español e italiano”, Artifara, http://www.cisi.unito.it/artifara/rivista4/testi/marcadores.asp
LUQUE NADAL, L. (2009): “Los culturemas: ¿unidades lingüísticas, ideológicas o culturales?”,
http://elies.rediris.es/Language_Design/LD11/LD11-05-Lucia.pdf
MEDINA MONTERO, J. F.: “El marcador discursivo Hombre en la enseñanza del español a
italófonos: análisis y propuestas de traducción”,
http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/asele/pdf/20/20_0739.pdf
DICCIONARIOS
MOLINER, M. (2007): Diccionario de uso del español, Madrid, Gredos.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, [en línea], http://www.rae.es/
TAM, L. (2008): Grande dizionario di spagnolo, Milano, Ulrico Hoepli Editore
TRECCANI, G., Vocabolario della lingua italiana [en línea], http://www.treccani.it/
VV.AA. (2006): Diccionario Salamanca de la lengua española, Barcelona, Santillana Educación,
S. L.
WEHMEIER, S. (2001): Ox
d Ad n d L
n ’ D
n y, Oxford, Oxford
125
SITOGRAFĺA
http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/marcadoresdiscurso.htm
http://www.cisi.unito.it/artifara/rivista4/testi/marcadores.asp
http://www.prensa.com/maria_carmen_fernandez_de_vega/expresion-sopa-podria-incluidadiccionario_2_3613908578.html
https://motionpictureplanet.wordpress.com/2013/02/25/8-slang-words-to-know-for-panama/
http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/asele/pdf/20/20_0739.pdf
http://www.panamaamerica.com.pa/tema-del-dia/motete-de-panamenismos-reconocidos-por-el-drae
http://bdigital.binal.ac.pa/binal/iframes/cldetalle.php?id=177662&from=l
http://dizionaripiu.zanichelli.it/la-parola-al-traduttore/2014/09/18/il-mondo-dietro-alle-parole/
http://www.repubblica.it/
http://www.corriere.it/
http://www.wordreference.com/it/
126
Descargar