Monstruos callejeros Benvinguts a la defensa de l`exèrcit d`Espanya

Anuncio
la Mañana
OPINIÓN 5
LUNES 16 DE ABRIL DE 2012
A CONTRACORRIENTE
Monstruos callejeros
J. Moya-Angeler
Periodista y escritor
L
a madre de un niñato que, con
cócteles molotov en el zurrón
ayudó a sus compañeros a barrar la Diagonal de Barcelona en los
últimos altercados, se quejaba de
que lo hubieran detenido, alegando
ella que “es un buen chico”. Señora, si su hijo ha sido aleccionado para fabricar estos cócteles, llena pacientemente botellas con gasolina y
aceite de motor, le adosa unas pastillas de hidróxido de potasa o les
pone una mecha de trapo, se las
lleva al lugar donde ha convenido
con sus amigotes y está dispuesto
a lanzar estas bombas caseras contra quien sea, pudiendo incluso causar la muerte, su hijo no es víctima
de la policía, ni ha padecido un trastorno pasajero, su hijo es un monstruo. Se cuentan por decenas de miles las personas muertas por cócteles molotov. El juez ha puesto en
libertad sin cargos a ese individuo.
¡Bravo por el juez, pues el monstruo
anda suelto!
Una propietaria de una tienda ha
escrito un tuit para la televisión en
el que decía: “Yo pensaba que la
policía era dura con los manifestantes; después de haber intentado incendiar mi tienda el día de la huelga general, ahora creo que es demasiado blanda”.
¿Qué nos pasa a la gente pacífica
que nos asombra que nuestros hijos y algunos ya mayorcitos devengan bestias incontrolables cuando
se escudan en la masa de vociferantes? Nos pasa que hemos ejercido
con demasiada tolerancia el tutelaje
de nuestra propia organización, de
la sociedad. Nos pasa que habiendo
vivido nuestra lucha contra el franquismo y sus “grises” represores, no
hemos cambiado el chip por el cual
la policía defiende el orden (o debiera defenderlo, que a veces parece
que no hagan demasiados esfuerzos). También seguimos pensando
que a veces no queda más remedio
que exclamarse saliendo a la calle,
con los efectos secundarios que esto
produce. Salir a la calle, sí, pero evidenciando que las circunstancias no
nos desbordan. Si no podemos controlar –los sindicatos cuando quieren lo hacen a la perfección- nuestras acciones, perdemos la razón.
Cabe pensar que lo que inquieta a
los políticos no es que haya gente
que salga a la calle, sino quién sale.
Las algaradas favorecen a los políticos, pues se cargan de razón al decir: lo ven, son alborotadores que
sólo buscan la destrucción.
La huelga general, tan absurda como ineficaz, que vivimos hace unas
semanas, sólo ha dejado una huella en la mente de los ciudadanos:
aquella que hizo exclamar a Stalin
“admiro a los pueblos, temo a las
multitudes”. Esta huelga, visto cómo
se desarrolló, no va con el sentir del
país, un país que tembló con los jóvenes monstruos que gozaron con
la violencia. La mayoría de estos jóvenes cuentan los días que quedan
para una nueva acción, esa con la
que intentan dar sentido a sus vacías vidas. “Ya que no somos capaces ni queremos esforzarnos por
adaptarnos a la vida social, vamos a
que aceptarlo. El rechazo engendra
‘Yo pensaba que la policía era
demasiado dura con los
manifestantes, ahora creo que
es demasiado blanda’
destruirla, porque la hemos convertido en nuestro enemigo” razonan.
Les falta la sinceridad de reconocerse fracasados por culpa propia. Los
inadaptados lo son por vocación y
desidia, porque todos, en el fondo,
somos unos inadaptados, pero hemos aprendido aquello que enseñan los psiquiatras a los que padecen fobias: el mundo es así y hay
barbaridades.
No nos vale la excusa de decir que
son incontrolados. Sabemos dónde están: ocupando pisos y casas al
viejo estilo del asalto y destrucción.
Sabemos que cuentan con recursos:
los dineros que envían sus asustados padres, quienes creen equivocadamente que al menos el niñito
comerá caliente. Hay padres que se
han hartado, han recibido amenazas de sus hijos y han acabado denunciándolos. Sabemos quiénes les
apoyan: los partidos de izquierda;
he visto en la televisión al eurodiputado Romeva que sin vergüenza ha
dicho que tan culpables de los desmanes son estos monstruos como la
propia policía, mientras trataba de
vender un libro suyo (se ve que el
sueldo de eurodiputado es para esto
y que le sobra tiempo, cosa que no
sobra a la mayoría de los trabajadores a los que dice defender). Sabemos también que cuentan con abogados que los sacan de la cárcel de
inmediato y que están en red con
todo el mundo y viajan de aquí para
allá si es posible gratis (he visto detenerse el talgo de París porque uno
de estos cafres se había colado sin
billete y había que expulsarlo. ¡Qué
bello es París sin pagar!).
Si lo sabemos todo de ellos, ¿por
qué no limpiamos las ciudades de
okupas en lugar de compadecerlos?
¿Por qué los jueces son tan blandengues? ¿Qué diferencia hay entre uno
de estos monstruos que roba, asalta, usurpa, se beneficia de las propiedades de los demás y lanza luego bombas de mano, asola tiendas,
siembra el terror, y un extorsionador, un ladrón o un terrorista? ¿O es
que hay escalas de valores cuando
se viola la ley?
No nos vale la excusa de que tienen derecho a una vivienda. Por el
mismo motivo yo, que llevo más de
cuarenta años cotizando al Estado,
tengo derecho a tres o cuatro pisos
gratuitos, cuanto menos. Y, de momento, no los reclamo, aunque me
lo estoy pensando...
L’ACADÈMIA DE SUBOFICIALS DE TALARN
Benvinguts a la defensa de l’exèrcit d’Espanya
Salvador Puy
Castarlenas
Secretari general del
PP de Lleida / Portaveu
del PP a la Diputació
A
rrel de la notícia reflectida en
les darreres setmanes en els
mitjans de comunicació a propòsit d’un ‘possible’ tancament de
l’acadèmia de suboficials de Talarn
–no oblidem que es tracta d’una infraestructura militar espanyola-, em
resulta francament sorprenent que
tots aquells col·lectius que es proclamen a favor de la independència de
Catalunya i vulguin convocar consultes pel dret a decidir, surtin ara al
carrer per queixar-se i manifestar-se
en contra d’un –no decidit encaracessament d’activitats d’una infraestructura militar que depèn del govern espanyol.
Encara em resulta més contradictori que els grups polítics que són
darrera aquest col·lectius, i que, teòricament, els representen, hagin
presentat al Congrés dels Diputats
propostes demanant que el pressupost assignat al Ministeri de Defensa es rebaixi.
Potser cal buscar resposta a aquestes clares contradiccions en les polítiques partidistes que practiquen
aquestes formacions. Quan hom mira més el rèdit polític que el bé de la
ciutadania s’incorre, repetidament,
en aquests despropòsits.
Sobtadament i sorprenent, sembla
que tothom vulgui parlar ara amb
el ministre de Defensa sobre aquest
afer, obviant, de manera sistemàtica
el fet que el Diputat del PP al Congrés i els representants del Govern
de l’Estat a Lleida estan essent extremadament sensibles en aquesta
qüestió, tal com ho hem vingut demostrant des de l’inici de tot aquest
afer.
Cal, potser, fer una mica de memòria. Durant el mandat socialista, ja va iniciar-se la reducció de les
acadèmies militars existents en tot
l’estat espanyol, i la de Talarn no
en va ser una excepció. La ministra
Chacón també va dur a terme unes
dràstiques revisions a la baixa en els
pressupostos assignats a Defensa, la
qual cosa ens ha portat, en l’actualitat, a un necessari replantejament
de les funcions de les infraestructures militars ja existents.
La ministra de defensa socialista,
trucció la completaran en la destinació final, on els seran lliurats els
despatxos corresponents. El conveni, doncs, ja va deixar el futur de les
acadèmies, i en el cas de la nostra,
la de Talarn, en una complicada tessitura pel que fa a la seva continuïtat. El problema, doncs, va començar en l’anterior legislatura, i l’actual
‘Hi ha col·lectius que volen la
independència i ara demanen que
l’exèrcit no marxi de Catalunya’
amb el conveni que va signar amb
la CUD (Centre Universitari de Defensa), en aplicació del pla de Bolònia, ja va infligir una greu ferida en
el futur de l’acadèmia de Talarn, ja
que, canviant el sistema formatiu,
els suboficials només hauran de formar-se durant quatre mesos en les
acadèmies. La resta de la seva ins-
govern, com en moltes altres qüestions, dissortadament, només ha fet
que fer-se càrrec de les conseqüències d’una nefasta gestió anterior.
Dit això, vull deixar molt clar que
el Partit Popular és molt conscient
de la problemàtica generada entorn
a les possibles modificacions que
pugui patir l’acadèmia en un futur.
Des del PP de Lleida, amb el nostre
Diputat al Congrés i amb línia directa amb el ministre Morenés –el qual
ja va manifestar la seva sensibilitat
per Lleida quan era Secretari d’Estat de Defensa, venent Gardeny a la
Paeria en temps de l’alcalde Siurana,
per menys de la meitat del preu que
demanava el govern de Felipe González-, s’està fent i es farà tot el necessari per buscar la solució més
adient per tal que no es produeixi
el tancament del centre i evitar així,
el màxim possible, les negatives repercussions, tant econòmiques com
socials, que podria patir la comarca
del Pallars.
Lluny de crítiques estèrils i sense fonament i d’actituds partidistes
que fan més mal que bé al territori, dels del Partit Popular considerem que, per damunt de tot hi ha la
ciutadania, tots i cadascun de nosaltres. I pel bé dels veïns del Pallars,
en aquest cas, el Partit Popular treballa i treballarà. No en tingueu cap
dubte.
Descargar