Vía Chilena al Socialismo

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“VÃ−a Chilena al Socialismo, definición, ideologÃ−a y caracterÃ−sticas”
Integrantes:
Gladys Cerda.
Camila Gómez.
Nathalia Pérez.
Curso: 4ºA
Asignatura: Historia y Ciencias Sociales.
Profesora: Daysi Villalobos.
Fecha de Entrega: 25 de Septiembre del 2007.
Mientras el panorama mundial se veÃ−a afectado por constantes conflictos bélicos, como son la Segunda
Guerra Mundial y todos los conflictos que ésta desencadeno. La guerra civil española, la invasión de
Hitler a Rusia, el ataque japonés a la base Norteamericana Pearl Harbor (Hawai), el lanzamiento de la
bomba atómica sobre las ciudades de Hiroshima y luego en Nagasaki, la realización de genocidios, los
ataques lanzados contra la población civil, el exterminio de judÃ−os, gitanos, homosexuales y otros grupos
llevado a cabo por la Alemania nacionalsocialista (nazi), entre otras catástrofes. Al finalizar este gran
conflicto armado, se generó en el mundo entero una situación bastante tensa en materia
polÃ−tica-económica a raÃ−z del enfrentamiento de dos ideologÃ−as que querÃ−an ser implementadas en
los distintos paÃ−ses por las potencias mundiales de ese entonces, es decir, EE.UU. que proponÃ−a el
Capitalismo formulado por el economista Adam Smith y la U.R.S.S. que planteaba el sistema Socialista,
creado por el filósofo Karl Marx.
Podemos decir que Latinoamérica estaba viviendo una etapa de recuperación económica en la que el
principal promotor fue EE.UU. con Truman en la presidencia, quien creó una polÃ−tica denominada “ayuda
mutua”. Es importante también mencionar la creación de otras organizaciones como la O.E.A.
(Organización de Estados Americanos), se firmó el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia
RecÃ−proca), entre otras decisiones promovidas mayoritariamente por el Estado Norteamericano en beneficio
propio para garantizar su hegemonÃ−a mundial.
Por otro lado América Latina estaba en un proceso de sustitución de importaciones y notables avances de
los movimientos polÃ−ticos llamados populistas, los cuales vivieron un increÃ−ble proceso de
democratización. En América Latina se vivió el fenómeno inesperado de dos paÃ−ses considerados por
EE.UU. como esfera natural de su dominio y como punto esencial de estrategia militar: Cuba y Nicaragua,
desafiando el poder imperial y proclamando a todos los vientos su derecho a determinar libremente su destino.
Por esta razón es importante mencionar que en el año 1959 se vivió la llamada Revolución Cubana,
hecho que convirtió a Cuba hasta el dÃ−a de hoy en un paÃ−s socialista liderado por Fidel Castro.
También es importante mencionar la creación de la denominada Alianza para el Progreso, que fue una
polÃ−tica norteamericana impulsada por los EE.UU. durante los años sesenta con el objetivo de prevenir la
repetición de experiencias similares a la Revolución Cubana en el continente americano.
Todos estos fenómenos sociales, polÃ−ticos y económicos no significan por si solos la construcción del
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socialismo tanto a nivel mundial como nacional, pero son el paso previo e indispensable para llegar a e1.
Dentro del contexto nacional daremos a conocer a modo de ejemplo unas palabras de Eugenio Gonzalez
(socialista chileno), escritas el 22 de enero de 1925: “Si no somos un pueblo decrepito, irremediablemente
perdido, dentro de poco habrá en Chile una revoluci6n. Hay que agitar el pensamiento y la voluntad de esa
revolución. Cuando el horizonte polÃ−tico se cierra, como hoy dÃ−a, no queda otro recurso ni otra
esperanza. La oligarquÃ−a latifundista y bancaria se ha adueñado del Estado para detener, quizá por
cuanto tiempo y por que medios, el progreso emancipador del pueblo. Es preciso hacer un esfuerzo máximo,
llegar, si es necesario, hasta el sacrificio, para derrocar, de una vez por todas, a los viejos explotadores de la
nacionalidad y abrir vÃ−as anchas y libres al desenvolvimiento de la justicia. A la violencia se debe responder
con la violencia. Queremos un movimiento del pueblo, que comience en torno a un programa mÃ−nimo de
beneficio colectivo, y vaya en el transcurso de los hechos, encontrándose con proyecciones nuevas y
perspectivas insospechadas”.
Desde fines del siglo XIX, Chile constituyó un tipo de capitalismo dependiente caracterizado como una
economÃ−a de base minera, centrada en la producción y exportación de salitre en su primera etapa y cobre
a partir del primer cuarto del siglo veinte, lo que contribuyo a un rápido crecimiento urbano en algunas
ciudades de Chile dando origen a un importante sector intermedio de funcionarios estatales, técnicos y
profesionales, una pequeña burguesÃ−a, los cuales se agruparon en torno al Partido Radical. Con respecto a
los sectores populares, los obreros o también llamado proletariado, fueron estas personas las que dieron
origen al Partido Comunista fundado en diciembre de 1920 y el Partido Socialista fundado en abril de 1933,
son estos tres partidos polÃ−ticos populares los que forman parte del denominado Frente Popular, ya que
también se le sumaron a los antes mencionados partidos polÃ−ticos, los sindicatos obreros agrupados en la
Central de Trabajadores de Chile (CTCH), la Federación de Estudiantes de Chile (FECH) y el movimiento
mapuche organizado en el Frente à nico Araucano, conformando un amplio bloque de izquierdas.
En nuestro paÃ−s, en un comienzo, la vÃ−a chilena al socialismo fue llevada a cabo por los Gobiernos
Radicales quienes mejorarÃ−an la economÃ−a realizando un Modelo de Industrialización por Sustitución
de Importaciones (modelo ISI) o de un Estado Benefactor (crecimiento hacia adentro), desarrollando
polÃ−ticas comerciales proteccionistas, puesto que fue recomendado por la CEPAL (Comisión Económica
para América Latina), las cuales aumentarÃ−an el valor de los impuestos a los productos extranjeros que
ingresarán al paÃ−s, de esta manera disminuirÃ−an las importaciones, aumentarÃ−a la producción
nacional de productos básicos como vestuario, calzado y alimentos, también se incrementarÃ−a el
consumo, se generarÃ−an una mayor cantidad de empleos, habrÃ−an aumentos salariales y se activarÃ−a la
economÃ−a nacional. En el ámbito social se generarÃ−a una ampliación de los servicios de asistencia
social, se reconocieron los sindicatos, se dictó la Ley de Sueldo Vital (salario mÃ−nimo).
Es asÃ− como desde 1938, nuestro paÃ−s con la presidencia de Pedro Aguirre Cerda, quien luego de
enfrentar los efectos catastróficos del terremoto de Chillán el mismo año debÃ−a llevar a cabo un
proyecto de industrialización en el paÃ−s con el fin de lograr la reconstrucción material y económica de la
zona afectada, en el cual serÃ−a el Estado el motor, gestor y motivador de esta iniciativa. Es entonces cuando
el gobernador crea la “Corporación de Reconstrucción y Auxilio” y del mismo modo también logrará la
creación de la CORFO (Corporación de Reconstrucción y Fomento de la Producción) cuya institución
estarÃ−a encargada de elaborar y realizar un vasto plan de fomento productivo destinado a elevar el nivel de
vida de la población chilena, y también realizó una fuerte inversión en tres grandes sectores
productivos: la energÃ−a, la agricultura y la producción de acero. Es importante mencionar también que
en el ámbito de la enseñanza promovió la educación técnico industrial.
Tiempo después en el año 1942 Juan Antonio RÃ−os asume la presidencia de Chile, el cual en esencia
sigue la acción de Pedro Aguirre Cerda y creó durante su gobierno la ENDESA (Empresa Nacional de
Electricidad) pilar fundamental para el desarrollo de la industria nacional, la CAP (CompañÃ−a de Acero de
PacÃ−fico S.A.), en la agricultura promovió la asignación de créditos para la modernización y
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mecanización de ésta, en educación fue un defensor de la educación técnica industrial y minera. Es
en este periodo en que Chile pone fin a la neutralidad que habÃ−a mantenido hasta el momento y apoya a los
paÃ−ses de la Triple Entente (aliados) no abasteciendo de tropas militares, sino que manteniendo un bajo
precio del cobre (producto muy demandado debido a las circunstancias del panorama mundial).
Finalmente en el año 1946 al finalizar la segunda guerra mundial, llega a la presidencia Gabriel González
Videla quien formó un gabinete de unidad nacional con bastante apoyo de radicales, liberales y comunistas,
esta unión benéfica en primera instancia tiempo después logro complicaciones, ya que el presidente tras
recibir apoyo económico de EE.UU. a Chile decide la salida de los comunistas de su gabinete.
Posteriormente se aprobó la Ley de Defensa de la Democracia (Ley Maldita) en la que se postulaba la
prácticamente expulsión del Partido Comunista. A pesar de la tensa situación polÃ−tica, en el ámbito
económico se creó la Siderúrgica de Huachipato en 1950, en el sector de la educación se creó la
Universidad Técnica del Estado y la Escuela de Artes y Oficios, y desde un punto de vista social, el hecho
más importante fue la incorporación del voto femenino a las elecciones presidenciales.
Hacia fines de los Gobiernos Radicales, Chile vivÃ−a una crisis económica, derivada de la decisión de
mantener a un bajo precio el cobre durante la segunda guerra mundial, el fracaso del modelo de Sustitución
de Importaciones, ya que Chile no era un paÃ−s industrial y la mano de obra no era bien calificada y porque
se generó un periodo de inflación, debido a que el Estado Benefactor gastó mucho dinero en la
realización de las mejoras en los servicios sociales públicos, tales como educación, salud, vivienda, obras
públicas, etc.
Es entonces, cuando el paÃ−s evidencia claramente un desorden social y económico el que deberá ser
reestructurado desde el año 1952 bajo el gobierno de Carlos Ibáñez Del Campo, quien planteaba una
reducción del aparato estatal, pretendÃ−a aplicar polÃ−ticas anti-inflacionarias; lo que generó un nuevo
problema, disminuyó la producción industrial y como consecuencia aumento el desempleo.
Años después, desde 1958 hasta 1964 la presidencia del paÃ−s fue asumida por Jorge Alessandri
RodrÃ−guez, quien venció al representante del Frente de Acción Popular, el socialista Salvador Allende en
las elecciones, ya que estaba ligado polÃ−ticamente a partidos de la derecha y se vio fuertemente vinculado
con el sector empresarial. En su gobierno se realizarán profundos cambios como la moneda de peso a
Escudo, promoverá la construcción de obras públicas y de viviendas, aprobará las primeras Leyes de
Reforma Agraria, creando asÃ− el INDAP (Instituto de Desarrollo Agropecuario). En general, Chile
mantenÃ−a una actividad económica estable, hasta que comenzaron a haber efectos negativos con el
aumento de las importaciones, ya que se generó desempleo y alzas de precios.
Al finalizar el gobierno de Alessandri RodrÃ−guez, llega a la Moneda, Eduardo Frei Montalva en el año
1964, quien nuevamente vence al socialista Salvador Allende, Frei es un presidente que aspiraba realizar
profundas transformaciones, pero evitando incorporar elementos extremos del marxismo. Creó el Ministerio
de Vivienda y CODELCO (Corporación del Cobre), lo que le permitió aumentar los ingresos del Estado y
del mismo modo el gasto social, modernizó el sector agrario con el uso de nuevas tecnologÃ−as, bajo el
auspicio de la inversión extranjera, convierte el sistema productivo más dinámico ligado a la fabricación
de artÃ−culos electrónicos, suntuarios, automóviles y la petro-quÃ−mica, pero a diferencia del modelo
anterior, totalmente subordinado al gran capital internacional, además realizó la adquisición del 51% de
las acciones de la Gran MinerÃ−a del Cobre, proyecto más conocido como la chilenización del cobre, se
produjo también durante su gobierno la creación de ENTEL (Empresa Nacional de Telecomunicaciones),
se creó el Aeropuerto Pudahuel, realizó bajo su mandato reformas al sistema educacional, e incentivó a la
población nacional a participar en la toma de decisiones polÃ−ticas por medio organizaciones polÃ−ticas
menores como sindicatos, juntas de vecinos, centros de madres, clubes deportivos, etc. Un factor destacado
dentro de los objetivos de la democracia cristiana consistÃ−a en lograr la organización de los campesinos
para consolidar una base populista de apoyo que le permitiera respaldar sus iniciativas polÃ−ticas. Como
resultado a lo anterior se comenzará a realizar en el paÃ−s una radicalización de los discursos y posiciones
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del pueblo, entonces se creará el MAPU (Movimiento de Acción Popular Unitario) y el MIR (Movimiento
Izquierdista Revolucionario), de esta manera los sectores populares comenzaron a alzar la voz y a exigir más
al Estado, lo que formó un ambiente de alta tensión social y polÃ−tica. Importantes fueron los esfuerzos
realizados en este sentido por el Estado a través de la sindicalización campesina, aunque el gobierno
comenzó gradualmente a perder popularidad entre este sector debido a la lentitud y falta de voluntad de las
autoridades para agilizar la expropiación de la tierra y la polÃ−tica regresiva salarial que perjudicaba cada
vez más sus ingresos. Lo anterior se combina a la vez con una serie de acciones de tipo legales e ilegales
realizadas conjuntamente por los sectores de pobladores sin casa en tomas de terrenos y contingentes
estudiantiles exigiendo reformas universitarias drásticas.
Sin embargo, el proyecto económico requerÃ−a de condiciones laborales ideales, las cuales permitieran
aumentar las tasas de ganancias al aumentar los niveles de consumo y asÃ− concentrar que el excedente
económico se obtuviera. En paÃ−ses dependientes como Chile, estas metas se han logrado a través del
aumento de las tasas de explotación de los obreros, proceso conocido como superexplotación del trabajo. El
efecto de esta polÃ−tica salarial se tradujo en una disminución del poder de compra de los trabajadores,
repercutiendo más intensamente en los sectores ligados a la industria tradicional, quienes para continuar
operando en forma regular requerÃ−an de un mercado relativamente estable. La carencia de tecnologÃ−a
moderna y lo limitado de su producción impedÃ−an que la industria tradicional chilena pudiera competir en
el mercado internacional. Por su parte, el declinamiento de la demanda y el consumo interno por parte de la
población generó una grave crisis de acumulación que afectó seriamente al sector industrial tradicional,
el cual, a su vez, los llevó a aumentar la tasa de explotación de sus obreros a niveles extremos para
mantener alguna cuota de ganancia. Lo anterior se complicaba debido a la escasa ayuda recibida por parte del
Estado, quién, por el contrario, se habÃ−a volcado totalmente hacia la industria dinámica a través del
otorgamiento de créditos, préstamos, facilidades para importar equipos, y otras medidas similares. Esta
polÃ−tica del gobierno de Eduardo Frei terminó arrinconado a los empresarios industriales nacionales del
sector tradicional, quienes debieron cerrar sus fábricas o terminar completamente supeditados al capital
extranjero. AsÃ−, los grupos empresariales nacionales y extranjeros vinculados al sector dinámico
industrial, se beneficiaron enormemente con las ventajas ofrecidas por la administración Frei, creando un
gran desconcierto y malestar entre el resto de los empresarios nacionales y las fuerzas productivas del paÃ−s.
Las dificultades durante el gobierno de Frei no sólo agravan las contradicciones entre las fuerzas del
proletariado y sus aliados con el gobierno sino que, a la vez, se profundiza la crisis al interior de los sectores
dominantes mismos. El conflicto observado al interior de las clases dominantes no se limitó simplemente al
sector industrial ni polÃ−tico, sino que también se extendió hacia los sectores vinculados a la agricultura,
sector que desde antes se presentaba enfrentando también una grave crisis productiva y de acumulación.
Este elemento de crisis interna constituye el elemento primordial que facilitará y permitirá el triunfo
electoral de Salvador Allende y la Unidad Popular el 4 de septiembre de 1970, el cual será analizado
posteriormente.
Definiremos Socialismo como un sistema de organización social, polÃ−tico y económico basado en la
socialización de la propiedad y administración estatal (parcial o completo) de los medios de producción y
la distribución de los bienes,lo que se opone frontalmente a los principios del capitalismo, con los
argumentos de que explotaba a los trabajadores, los transformaba en ´´máquinas o bestias`` que venden
su fuerza de trabajo, lo que permite a la clase superior incrementar sus rentas y fortunas, estableciendo de esta
manera una marcada diferenciación socio-económica en la sociedad. Los seguidores de esta ideologÃ−a
defienden también que el liberalismo económico era un sistema ineficaz e irracional para desarrollar las
fuerzas productivas de la sociedad, ya que esta pasa por periodos de superproducción o escasez de consumo.
Aunque los activistas socialistas concebÃ−an la propiedad estatal como un primer paso hacia la abolición
del capitalismo, las nacionalizaciones tenÃ−an por lo general objetivos más prácticos, como rescatar
empresas capitalistas débiles o ineficaces, proteger el empleo, mejorar las condiciones de trabajo o
controlar las empresas de servicio público.
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Es una ideologÃ−a que busca establecer un orden social justo, su pensamiento era fundamentado en decidir y
actuar de acuerdo al bien común de la sociedad, sin privilegiar el interés privado, y rechazando
rotundamente las desigualdades sociales.
Sus bases fueron planteadas por el filósofo alemán Karl Marx (1818-1883), es por esta razón que pasó a
denominarse marxismo o socialismo cientÃ−fico, ya que según su creador los socialistas sostenÃ−an que las
relaciones capitalistas irÃ−an eliminando a los pequeños productores hasta que sólo quedasen dos clases
antagónicas enfrentadas, los capitalistas y los obreros. A raÃ−z de esto es que postula la conocida frase: “La
lucha de clases es el motor de la historia”; lo que explica que la historia de la sociedad, es la historia de las
luchas entre los explotadores y los explotados, es decir, entre la clase social gobernante y las clases sociales
oprimidas. Aunque su pensamiento polÃ−tico era radical, no podÃ−a calificarse de comunista. Los estudios
de filosofÃ−a, historia y ciencia polÃ−tica que realizó le llevaron a adoptar el pensamiento de Friedrich
Engels, ya que ambos habÃ−an llegado de manera autónoma a las mismas conclusiones sobre el origen de
los problemas revolucionarios.
Marx postuló que la clase capitalista serÃ−a derrocada y suprimida por una revolución mundial de la clase
obrera o la dictadura del proletariado, la que culminarÃ−a con el establecimiento de una sociedad sin clases.
Se dedicó durante su vida a alentar la creación de un movimiento comunista internacional, sin embargo, no
ejerció una gran influencia en vida, fue después de su muerte cuando su pensamiento comenzó a destacar
dentro del movimiento obrero. Elaboró importantes obras que fueron constituyendo la base de la teorÃ−a
comunista. Entre ellas se encuentra su ensayo más importante, El capital, un análisis histórico y detallado
de la economÃ−a del sistema capitalista, en el que desarrolló la siguiente teorÃ−a: la clase trabajadora es
explotada por la clase capitalista al apropiarse ésta del `valor excedente' (plusvalÃ−a) producido por
aquélla.
Era fundamental analizar los cambios polÃ−ticos, sociales y económicos que ocurrieron al interior de la
sociedad chilena desde comienzos del siglo XX para comprender los diversos factores que contribuyeron al
triunfo de la Unidad Popular el año 1970, es por esta razón que anteriormente realizamos una breve
reseña histórica de lo que fue el comienzo de la vÃ−a chilena al socialismo desde los Gobiernos Radicales,
en donde gobernaron el paÃ−s Pedro Aguirre Cerda, Juan Antonio RÃ−os y Gabriel Gonzalez Videla hasta
finalizar el gobierno central de Eduardo Frei Montalva en el año 1970.
Los primeros escritos del socialismo chileno que conocemos provienen del publicista VÃ−ctor José
Arellano Machuca, cuyos textos poseen un carácter académico y polémico, pero que no determinan la
acción de un partido polÃ−tico ni tampoco la de organizaciones obreras. Arellano actuó como un defensor
de la ideologÃ−a socialista a través de la prensa y el folleto, y salio al combate para reivindicar sus ideales
frente al ataque sufrido a causa de la pastoral antisocialista de Mariano Casanueva, Arzobispo de Santiago,
producto de su postura anarquista y contraria al partido Conservador.
A continuación profundizaremos lo que fue el intento por instaurar un sistema socialista por la vÃ−a
democrática en nuestro paÃ−s desde el año 1970 durante el gobierno socialista de Salvador Allende
Gosens, lo planteamos de esta manera debido a que fue el primer polÃ−tico socialista y marxista que llegaba
al gobierno a través de la votación popular en la historia, lo que causó gran expectación mundial en
medio de un contexto a nivel mundial de Guerra FrÃ−a, es por esta razón que el gobierno norteamericano
capitalista decidió utilizar todas las armas necesarias con el objetivo final de derrocar al gobierno socialista
chileno.
El triunfo electoral de la Unidad Popular es producto de la crisis de dominación que se genera al interior de
las clases dominantes chilenas a partir de los factores mencionados anteriormente. La victoria popular de
Salvador Allende contribuye a incrementar dicha crisis originando nuevos puntos de confrontación dentro de
las clases dominantes mismas y el movimiento popular. Durante este perÃ−odo se agrega el factor que los
antagonismos entre los sectores empresariales y el movimiento popular chileno se acentúan debido al nivel
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de organización de estos últimos, seguidos por una elevación de los niveles de conciencia social que los
empuja a introducir cambios drásticos en las estructuras de la sociedad chilena. AsÃ−, la Unidad Popular se
apodera del aparato polÃ−tico del Estado a través de un proceso electoral limpio y constitucional. En otras
palabras, el triunfo de Salvador Allende se genera dentro de las reglas del juego establecidas por los mismos
sectores de la clase dominante, el proletariado.
La Unidad Popular llega al poder utilizando un programa de reformas radicales basada en 40 medidas, las
cuales consideraban una transición para alcanzar el socialismo a nivel nacional. Esta estrategia contenÃ−a
una serie de mecanismos que a juicio de la Unidad Popular le permitirÃ−an incrementar el apoyo popular para
luego atacar gradualmente las bases de sustentación de las clases dominantes y el control extranjero de la
economÃ−a nacional. Basados en esta interpretación, el programa de gobierno de Salvador Allende más
que destruir el sistema de dominación chileno se proponÃ−a modificarlo gradualmente a través de lo que
se designaba como la revolución por etapas.
El presidente Salvador Allende, junto a sus seguidores, estaba convencido de que el socialismo podÃ−a
construirse sobre la base de las tradiciones democráticas chilenas. Sin embargo, los hechos demuestran que a
finales de los años sesenta, tanto la estructura económica como la socio-polÃ−tica de Chile enfrentaban
una severa crisis que impactó fuertemente a la clase dominante, la cual fue expresada claramente por medio
de los crecientes conflictos sociales y las frecuentes interrupciones y acciones de militares en contra del
gobierno chileno. En este sentido, el movimiento popular chileno demostrado en sus diversas organizaciones y
partidos polÃ−ticos optaron por la vÃ−a electoral para resolver los conflictos y enfrentar a las clases
dominantes. Entonces podemos concluir que el esfuerzo del proyecto de la Unidad Popular durante este
perÃ−odo se orientó hacia una mayor democratización de Estado, acompañado por profundas reformas
socioeconómicas que permitieran la incorporación masiva de amplios sectores de la población al proceso.
Durante esta etapa, la base social inicial del gobierno era formada fundamentalmente por amplios sectores
obreros, numerosos campesinos, los que componÃ−an una clara clase media y baja. Esta es la razón que
explica entonces, que el programa económico de la Unidad Popular se concentrara alrededor de tres áreas
productivas: social, mixta y privada.
La estrategia de la Unidad Popular se aplica a través de una polÃ−tica económica cuyos elementos
principales pueden resumirse como: lograr en el corto plazo implementar una fuerte redistribución del
ingreso a través de aumentos salariales y creación de nuevos empleos, acompañado por un incremento
substancial del gasto fiscal. Con esto se pretendÃ−a no sólo reactivar la economÃ−a del paÃ−s, sino que, a
la vez, se esperaba que esta estrategia permitiera al gobierno acumular fuerzas sociales en el terreno polÃ−tico
para llevar a cabo las reformas estructurales proyectadas. La implementación de un conjunto de reformas
radicales tales como la nacionalización de las empresas extranjeras, especialmente el cobre, nacionalización
de los bancos, expropiación de las empresas monopólicas y su incorporación al Ôrea de Propiedad
Social, aceleración de la reforma agraria iniciada en el gobierno de Eduardo Frei, más otras reformas que
permitirÃ−an al gobierno reorientar la economÃ−a del paÃ−s.
Esta polÃ−tica del gobierno de Salvador Allende tuvo un gran éxito durante el primer perÃ−odo de su
gobierno y se demostró claramente en el aumento substancial de la votación obtenida por la Unidad
Popular. Sin embargo, esta victoria electoral profundizó la crisis del capitalismo chileno al amenazar y
desafiar abiertamente los intereses del gran capital extranjero, nacional y agrario, los cuales reaccionaron muy
pronto. En efecto, mientras que la administración norteamericana desataba una fuerte ofensiva en contra del
gobierno de Salvador Allende a través de bloqueos económicos, embargo de cargamentos de cobre en los
puertos norteamericanos, cancelación de créditos y ayuda financiera por parte de las agencias
internacionales, propaganda tendenciosa a cargo de los medios de comunicaciones en manos de las
transnacionales de la noticia, entre otras medidas. Por otro lado, iniciaban un enfrentamiento directo con el
gobierno, terrorismo y sabotajes financiados y facilitados por la C.I.A. a través de la embajada
norteamericana en Santiago.
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La sociedad chilena habÃ−a alcanzado una etapa en la cual la agudización del proceso polÃ−tico la
dividÃ−a drásticamente en dos sectores claramente antagónicos, por un lado, las clases dominantes
tradicionales y sus aliados, y por el otro, los sectores obreros y populares. En otras palabras, el paÃ−s vivÃ−a
una etapa pre-revolucionaria. El movimiento popular, los obreros, los campesinos y especialmente los sectores
más postergados de la ciudad y del campo, por su parte, muestran una cada vez mayor radicalización que se
expresa a través de continuas tomas de industrias, predios agrÃ−colas, movilizaciones masivas y otras
acciones similares. Mientras esta situación va en aumento la crisis se agudiza rápidamente en la medida en
que el gobierno intenta implantar una polÃ−tica de conciliación con los sectores no monopólicos, los cuales
más que nunca comenzaron a identificarse con la oposición al gobierno de Salvador Allende.
Sin dudas, la estrategia de la Unidad Popular no funcionó de la manera como fue planificada por sus
ideólogos y asÃ−, la concepción de la vÃ−a chilena hacia el socialismo llegó a poner en evidencia los
errores en la evaluación del comportamiento histórico de las clases dominantes del paÃ−s.
Durante 1972, diversos gremios paralizaron sus actividades; entre ellos, el transporte público. El
desabastecimiento de artÃ−culos de primera necesidad y los persistentes rumores de golpe militar,
contribuyeron a crear en la población una sensación colectiva de desgobierno.
El golpe de Estado por parte de las Fuerzas Armadas y Carabineros al Palacio de la Moneda, el 11 de
septiembre de 1973 fue un duro choque para la unión del gobierno, quienes esperaban una salida pacÃ−fica,
polÃ−tica y constitucional a la crisis de gobernabilidad que afectaba cada vez con mayor intensidad a la
sociedad chilena. Para el movimiento popular la toma del poder por parte de las fuerzas militares significó la
pérdida de la totalidad de sus conquistas sociales y económicas, como a la vez, la destrucción de sus
organizaciones sindicales, federaciones y partidos polÃ−ticos, con los cuales los sectores populares de todo el
paÃ−s se sentÃ−an fuertemente identificados.
Durante el momento del golpe militar, el presidente Allende resistió junto a sus más leales colaboradores,
mientras era bombardeado por las fuerzas militares. A todos sus cercanos les habÃ−a advertido que él
morirÃ−a en el lugar donde lo habÃ−a puesto el pueblo: como Presidente de Chile. Desde el Palacio de la
Moneda dirigió sus últimas palabras, ya que a las dos de la tarde, antes de que los militares ingresaran en el
Palacio, Salvador Allende se suicidó.
A continuación presentamos una breve caracterización de las principales agrupaciones que fueron
protagonistas del surgimiento polÃ−tico durante el perÃ−odo de la Unidad Popular.
Al interior del sistema institucional, y con la previa formación del FRAP (Frente de Acción Popular) se
conformó la Unidad Popular (UP), la cual fue la asociación de partidos polÃ−ticos de izquierda que
apoyaron la candidatura presidencial de Salvador Allende el año 1970 y posteriormente su gobierno. La
asociación era fundamentalmente conformada por los partidos Socialista (PS) y Comunista (PC), más
otras pequeñas agrupaciones polÃ−ticas. Entre estas podemos mencionar al Partido Radical (PR). Los tres
partidos antes mencionados: PC, PS y PR, eran los partidos tradicionales de la Unidad Popular, y los que
tenÃ−an mayor apoyo electoral. En las elecciones de 1969 el PS obtuvo un 12,2% para luego levantarse a un
18,4% en las elecciones de 1973. El PC en las mismas elecciones obtuvo un 15,9 y 16,2 por ciento. El PR el
año 1969, concentró el 13% de los votos, mientras que el año 1973, disminuyó su votación a un 3,6%.
Entre las agrupaciones polÃ−ticas más nuevas que conformaban la Unidad Popular, encontraremos tres
partidos polÃ−ticos. El primero de ellos fue el MAPU (Movimiento de Acción Popular Unitaria),
conformado hacia el año 1967 en lo que era el sector rebelde de la Democracia Cristiana, motivado
fundamentalmente por el “frenazo” que el gobierno de Frei impuso en ese año al proceso de reformas
sociales. El año 1969, este movimiento determinó su conformación como partido independiente de la DC,
oficializó su ingreso a la UP y posteriormente su apoyo a la candidatura de Allende. Altercados
fundamentalmente ideológicos produjeron una división del partido a comienzos del año 1973, lo que
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facilitó la conformación del MAPU OC (Obrero - Campesino).
El tercer partido de la Izquierda Cristiana que se incorporó a la UP fue conformado básicamente por
sectores cristianos de la izquierda del Partido Demócrata Cristiano los que entraron en disputa con la
directiva nacional de este último partido por la estrategia de oposición adoptada por este al gobierno de la
UP. El resultado de estos partidos en las elecciones fue relativamente mÃ−nima, debido a que en las
elecciones de 1973, el MAPU obtuvo el 2,5% de los votos, mientras que la Izquierda Cristiana apenas logró
el 1,1.
Con un pensamiento orientado principalmente hacia la institucionalidad vigente, encontraremos al
Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR. Esta agrupación se funda en 1965, a partir de la agrupación
fundamentalmente universitaria de un sector de la Juventud Socialista de la ciudad de Concepción, los cuales
tras las elecciones de 1964 creÃ−an que la vÃ−a electoral democrática ya no constituÃ−a una vÃ−a para
acceder al poder. Este movimiento, que llegó a ser el más importante de la izquierda, estaba
fundamentalmente inspirado en la Revolución Cubana, y representaba una tendencia marxista a la cual se le
denominó “castrismo”. Sus principales lÃ−deres fueron Miguel HenrÃ−quez y Andrés Pascal Allende,
sobrino de Salvador Allende.
Otro aspecto de la caracterización antes nombrada, tiene que ver con la configuración de las respectivas
bases sociales de los partidos polÃ−ticos que se generaron en este periodo histórico. Con respecto a este
punto, debemos en primer lugar señalar que es en este perÃ−odo cuando la representación polÃ−tica de
los distintos sectores sociales llega a su más clara expresión. Es decir, cuando existe la más clara
correspondencia entre los distintos sectores sociales y los partidos polÃ−ticos que representan sus respectivos
intereses. En este mismo sentido, se podrÃ−a presentar como el perÃ−odo de mayor agudeza del conflicto de
clases en la historia de Chile.
En el caso del Partido Nacional como del Partido Comunista, tenemos una base social relativamente
homogénea y simple. La base social del PN era eminentemente agrÃ−cola, este partido tendÃ−a a alcanzar
sus mayores éxitos de movilización polÃ−tica en aquellas zonas donde el sector agrÃ−cola era
predominante. Por otra parte, el núcleo de la base social del PC estaba constituido por la clase obrera
industrial y por el proletariado minero. De la misma manera como sucedÃ−a con el PN, el PC lograba
penetrar otros sectores económicos, en este caso, a la industria. En las grandes concentraciones
obrero-industriales urbanas se daba este fenómeno de penetración del PC para los sectores de comercio y
servicios. Por otro lado, a pesar de la preferencia derechista en las zonas agrÃ−colas, el PC lograba una alta
movilización en aquellas zonas con presencia significativa de agro-industria, lo que reafirma el carácter
proletario de este partido.
El Partido Nacional y el Partido Comunista definÃ−an de esta manera lo que se podrÃ−a llamar el eje
clásico del conflicto en las sociedades capitalistas con cierto grado de industrialización. Por un lado
tenemos entonces un partido como el PN, que representaba a los propietarios del sector industrial, financiero,
comercial y agrario, y que hacÃ−a descansar su fuerza en la capacidad de movilizar una masa agraria, o en la
hegemonÃ−a ejercida sobre los sectores agrarios de la población; y por otro lado, un partido como el PC,
cuyo anclaje social básico era la clase obrera industrial y minera, el proletariado más clásico.
En el caso de los otros dos grandes partidos, el Partido Demócrata Cristiano y el Partido Socialista, la
situación es fundamentalmente distinta. Las bases sociales de ambos partidos presentaban un grado de
complejidad bastante mayor debido a su alta heterogeneidad.
En el caso de la Democracia Cristiana, su base social se caracterizaba por ser fundamentalmente pluriclasista,
o sea, de muchas clases sociales. Sin embargo, ello no significaba que careciera de un núcleo social básico
de apoyo, que en este caso eran los sectores medios urbanos, ligados a las tareas burocrático-administrativas
en los sectores industriales, de comercio y servicios, tanto privados como estatales. La representación de
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esos sectores, que le otorgaban la identidad al partido, se expresaba en una ideologÃ−a de sectores medios
que enfatizaba el ascenso social, la movilidad, la educación, etc. A partir de esta ideologÃ−a la DC
penetraba a otros sectores, como los obreros industriales, campesinos y profesionales, sumando o agregando
sus intereses. En este sentido, la DC durante el gobierno de Frei buscó reemplazar la influencia de la
izquierda en los sectores populares, penetrando a sectores que desde su punto de vista no estaban influidos
polÃ−ticamente: campesinos, pobladores y mujeres.
En el caso del Partido Socialista, este presentaba en su núcleo básico de apoyo una cierta dualidad, un
contingente importante de éste se encontraba en el proletariado clásico, lo cual le daba su carácter de
partido obrero, semejante al PC. Pero por otro lado, el PS también representaba a una serie de otros sectores
que no entraban en el tradicional esquema de clases bipolar del capitalismo. Estos eran sectores que
presentaban una heterogeneidad de situaciones, lo que se expresaba en una multiplicidad de conflictos
diferenciados unos de otros, lo cual a su vez les impedÃ−a crear una organización autónoma capaz de
generar una plataforma común de intereses. Eran sectores más bien periféricos e insertos en situaciones
económicas poco dinámicas del desarrollo capitalista. A modo de ejemplo, podemos mencionar a los
obreros menos calificados en pequeñas y medianas empresas, las masas marginales urbanas y ciertos
sectores medios pobres. El PS, a diferencia de la DC que sumaba intereses, se podrÃ−a decir que sumaba o
agregaba conflictos. Esta alta heterogeneidad en su seno constituÃ−a una de las causas de su alta tendencia al
fraccionamiento, en tanto el PS, más que ser el partido representante de una determinada clase social, era
una alianza social en sÃ− mismo.
Como último punto de esta caracterización, presentamos una sÃ−ntesis de las ideologÃ−as de las
principales agrupaciones polÃ−ticas y de las estrategias polÃ−ticas que llevaron a cabo durante el perÃ−odo.
En el caso de la Izquierda politica, se expresó fundamentalmente en el desarrollo de dos estrategias para
enfrentar el proceso de la Unidad Popular. Pero se expresó también a su vez, en la rápida radicalización
de los sectores de la alianza de gobierno que no provenÃ−an del tronco marxista histórico.
El desarrollo de las dos estrategias mencionadas daba cuenta además de la existencia previa de dos
tendencias históricas en la izquierda, una representada por el PC, y la otra por el PS.
La primera, que podrÃ−a decirse era la estrategia más parecida a la visión de Allende sobre el proceso,
suponÃ−a una transición pacÃ−fica y gradual al socialismo, a través de la denominada revolución por
etapas empleada por los comunistas, que suponÃ−a el momento de una fase democrático-burguesa con
caracterÃ−sticas fundamentalmente antioligárquicas y antiimperialistas que prepararÃ−an el camino a la
construcción del socialismo en Chile. Dicha estrategia descansaba, en el pensamiento del PC, en una alianza
de clases entre sectores populares, sectores medios y algunos sectores burgueses, una alianza que los
comunistas venÃ−an defendiendo desde mediados de los cincuenta a través de lo que ellos llamaban el
Frente de Liberación Nacional. Esta postura fue la que finalmente permitió el ingreso de una sección del
PR a la Unidad Popular, cuestión que era rechazada por los socialistas. Finalmente, la conquista del poder y
la influencia era entendida por la conquista y apoderamiento progresivo del aparato del Estado.
La segunda estrategia, era defendida fundamentalmente por el PS y el MAPU al interior de la Unidad Popular,
y por el MIR por fuera del sistema institucional. Esta estrategia, que podrÃ−amos denominar también
rupturista, pero ahora en el caso de la izquierda, suponÃ−a la inevitabilidad del enfrentamiento armado con la
burguesÃ−a. A partir del triunfo de Frei el año 64, al interior del PS se habrÃ−a cimentado la sospecha del
fracaso de la vÃ−a electoral. A pesar del triunfo de la UP el año 70, este sector mantendrÃ−a sus
explÃ−citas sospechas sobre el proceso, y desacreditarÃ−a la posibilidad de una transición pacÃ−fica al
socialismo.
Del mismo modo, señalaban la inutilidad de una fase democrático-burguesa como postulaban los
comunistas, basados principalmente en lo que habÃ−a sido la experiencia de la Revolución Cubana que
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habÃ−a prescindido completamente de dicha etapa. Las reformas estructurales que debÃ−a emprender la
Unidad Popular, por lo tanto, debÃ−an ir encaminadas hacia una implantación rápida del socialismo. Se
abogarÃ−a, de esta manera, por una aceleración en las transformaciones de la estructura económica
argumentando la “inestabilidad de la fase” en que se encontraba el proceso: la rápida creación del área de
propiedad social e implantación del socialismo habrÃ−an de terminar entonces con dicha inestabilidad, por
cuanto no le darÃ−a a los sectores de la burguesÃ−a y de la reacción la oportunidad para reagruparse y
desestabilizar el proceso.
Además de estas diferencias con la estrategia utilizada por los comunistas, la tendencia liderada por el PS
postulaba una alianza de clases radicalmente distintas, señalando que las alianzas al estilo Frente Popular ya
estaban agotadas, y que las clases trabajadoras debÃ−an ser los exclusivos protagonistas del proceso
revolucionario. Esta visión se expresaba en lo que el PS denominaba también desde fines de los años
cincuenta como Frente de Trabajadores.
Ahora bien, la “vÃ−a chilena al socialismo”, asÃ− denominada por Allende, si bien se encuentra bastante
más cercana a la estrategia del PC, en sÃ− misma era más bien una mezcla, en tanto concedÃ−a al PS el
carácter directamente socialista que habrÃ−an de tener las reformas estructurales de la Unidad Popular, en
vez del carácter exclusivamente antioligárquico y antiimperialista que pretendÃ−an darle los comunistas.
Sin embargo, las discrepancias y contradicciones entre ambas tendencias nunca fueron resueltas, y para
muchos analistas polÃ−ticos en ese hecho reside una de las causas fundamentales del fracaso del Gobierno de
la Unidad Popular los años setenta.
ANEXO.
*Canción interpretada por los sectores populares latinoamericanos, en medio de un contexto de Guerra
FrÃ−a, en donde la lucha de la ideologÃ−a socialista contra la capitalista era evidente.
La Internacional.
Arriba los pobres de este mundo
Arriba todos a luchar
Por la justicia proletaria nuevo mundo nace ya
Destrocemos todas las cadenas de esclavitud tradicional
Y quienes nunca fueron nada dueños del mundo hoy serán
A la lucha proletarios al combate final
Y se alcen los pueblos por la internacional
A la lucha proletarios al combate final
Y se alcen los pueblos con valor por la internacional
Ya no queremos salvadores que sirvan solo al capital
Vendrán adelante los obreros y pondrán su voluntad
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Al burgués quitemos lo robado y todos juntos libres ya
Por el deber decidiremos y cada quien lo cumplirá
A la lucha proletarios al combate final
Y se alcen los pueblos por la internacional
A la lucha proletarios al combate final
Y se alcen los pueblos con valor por la internacional
Nosotros lo trabajadores en un ejército de paz
Debemos poseer la tierra que nos roba el holgazán
A la lucha proletarios al combate final
Y se alcen los pueblos por la internacional
A la lucha proletarios al combate final
Y se alcen los pueblos con valor por la internacional.
Comenzando el desenlace del informe desarrollado anteriormente, podemos concluir que los contenidos
tratados en él son de bastante relevancia para nosotras y al curso como oyente de nuestra presentación, ya
que nos facilitan la comprensión de la evolución polÃ−tica, social y económica que vivió nuestro paÃ−s
en el siglo XX. Asimismo son temas de gran importancia, que nos ayudan a analizar y debatir con otras
personas, sobre la explicación de los hechos históricos sucedidos en Chile desde el comienzo de los
Gobiernos Radicales hasta la toma del poder por el General Augusto Pinochet
Es evidente que gracias a la redacción del presente informe, ampliamos nuestros conocimientos
cuantiosamente, ya que nos informamos del pensamiento de Karl Marx, gestor del socialismo, también
profundizamos nuestras nociones sobre las obras y proyectos realizados durante los Gobiernos Radicales y el
Gobierno de Salvador Allende.
A modo de reflexión grupal sobre la vÃ−a chilena al socialismo, creemos que la ideologÃ−a Socialista que
se intentó consolidar en nuestro paÃ−s era beneficiosa para la población chilena, en especial para los
sectores populares, ya que les brindaba igualdad en términos sociales, polÃ−ticos y económicos, podemos
mencionar como ejemplo la estatización del sistema educacional y empresarial, mayor accesibilidad a la
salud, facilidades para adquirir viviendas y alimentos, lo que les ofrecÃ−a una mejor calidad de vida.
No obstante es importante mencionar que la oposición del sector alto no facilitó la implementación de un
sistema socialista en el paÃ−s, por lo que se interpuso de manera tajante, un claro ejemplo de esto es el golpe
militar en el año 1973, ya que la llegada al poder fue demasiado violenta y no democrática, terminando
asÃ− con este sistema.
Retomando el punto, de ser beneficioso, creemos que además de lo antes mencionado, esta ideologÃ−a
ayudo de sobremanera a la población, generando mayor cantidad de empleos con la creación de empresas
nacionales estatales durante los Gobiernos Radicales, entre las cuales podemos mencionar ENDESA, IANSA,
ENAP, ENTEL, entre otras.
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También queremos hacer mención sobre la conciencia de clases que generó la ideologÃ−a del
socialismo, ya que gracias a esta los obreros y trabajadores de la clase media y baja lograron en ellos la
motivación de querer recibir educación para alzar la voz y dar a conocer su pensamiento polÃ−tico,
logrando a la vez la creación de sindicatos, centros de madres, pequeñas organizaciones polÃ−ticas, las
que con el pasar de los años alcanzaron su mayor manifestación con la creación del MAPU, MAPU OC,
MIR, entre otros. Esta democratización de la sociedad chilena se vio reflejada en la creación de brigadas
encargadas de realizar murales a lo largo de todo Chile con un fondo polÃ−tico y social, entre las mas
conocidas podemos mencionar la Brigada Ramona Parra (BRP).
Complementando una mayor cantidad de fundamentos a nuestra postura positiva hacia el socialismo,
indicaremos que el proyecto capitalista que hoy en dÃ−a se lleva a cabo en nuestro paÃ−s genera una
marcada diferenciación social entre el empresario y el empleador, ya que es aquÃ− donde se origina la
desigualdad social en los chilenos, debido a que se genera una apropiación del trabajo ajeno, una perdida del
honor de la persona dominada, el trabajador chileno.
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