Capítulo 488 Principios del tratamiento & e488-1 [(Figura_1)TD$IG] Figura 488-1 Disminución de la tasa de mortalidad por cáncer en niños menores de 15 años (triángulos) en EE.UU. como consecuencia directa del National Cooperative Group Program patrocinado por el National Cancer Institute, y en comparación con la incidencia creciente de cáncer antes de los 15 años (círculos). Las barras horizontales indican la duración de la existencia de los grupos cooperativos de cáncer infantil nacionales, empezando por el Children’s Cancer Group (CCG) en 1955. Otros grupos son el Pediatric Oncology Group (POG) derivado del Pediatrics Divisions of the Southwest Oncology Group y el Cancer and Acute Leukemia Group B, el National Wilms Tumor Study Group y el Intergroup Rhabdomyosarcoma Study Group. En el año 2000 los cuatro grupos cooperativos de cáncer infantil se fusionaron en el Children’s Oncology Group. (Los datos de incidencia y mortalidad son de Ries LAG, Eisner MP, Kosary CL y cols., editores: SEER Cancer Statistics Review, 1975-2002. Bethesda, MD, National Cancer Institute: http//seer.cancer.gov/csr/ 1975_2002/, basados en los datos de noviembre de 2004 de SEER (Surveillance Epidemiology and End Results), publicados en la página web del SEER en 2005. Los datos de mortalidad son tasas nacionales y los datos de incidencia proceden del programa SEER, que representan alrededor del 15% de EE.UU.). condicionado en gran medida por el tipo de tumor. Además, se han establecido subgrupos pronósticos en función del estadio del proceso para la mayoría de los tumores malignos infantiles. Esta clasificación permite tratar a los niños con buen pronóstico de una forma menos agresiva; con dosis de quimioterapia o radioterapia menores, tratamientos más cortos o incluso eliminando una modalidad terapéutica (radioterapia, quimioterapia o cirugía). La estadificación exacta reduce el riesgo y evita los efectos adversos agudos excesivos y las complicaciones a largo plazo de los tratamientos empleados en los pacientes cuyo pronóstico indique la necesidad de terapéuticas menos intensas. El tratamiento excesivo de los pacientes con mejor pronóstico es un riesgo evidente si no se remite al enfermo a un centro especializado en cáncer en el que se puedan tratar los efectos adversos de estos tratamientos. Por el contrario, un tratamiento escaso también supone un riesgo si el diagnóstico o la estadificación no son correctos, lo cual podría poner en peligro lo que en otras circunstancias tendría una mayor posibilidad de curación. Las pruebas radiológicas son una fase esencial de la evaluación de la mayoría de los niños con tumores sólidos (es decir, neoplasias distintas de las leucemias). En niños con cáncer, la RM, la TC, la ecografía, la gammagrafía, la tomografía por emisión de positrones (PET) y la espectroscopia (según necesidad) tienen una clara utilidad en la evaluación de los niños con cáncer, no sólo antes del tratamiento para determinar la extensión de la enfermedad y el procedimiento terapéutico necesario, sino también en el seguimiento, para determinar la eficacia del tratamiento administrado. Además, la respuesta al tratamiento basada en las pruebas radiológicas se utiliza cada vez más para decidir los cambios terapéuticos. La experiencia en patología y laboratorio infantil resulta útil para establecer el diagnóstico y dirigir el tratamiento en niños oncológicos. Se pueden realizar métodos relativamente no invasivos (como la aspiración con aguja fina y las biopsias guiadas por imagen) en centros pediátricos dotados de especialistas expertos en estudios de imagen, radiología intervencionista, citología y anestesia. El estudio del ganglio centinela se aplica cada vez más en la estadificación de los tumores infantiles. En muchas cirugías de extirpación tumoral es fundamental determinar la idoneidad de las mismas mediante la evaluación de los márgenes de resección de los cortes congelados en busca de células tumorales. © ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito. UN ENFOQUE MULTIDISCIPLINAR, MULTIMODAL La mayor posibilidad de curar el cáncer se tiene durante el período inicial del tratamiento. La tasa de curaciones de pacientes con recidiva de la enfermedad es mucho menor que en la enfermedad primaria. Todos los pacientes con sospecha de cáncer deben ser remitidos a centros especializados lo antes posible. Todos los centros de este tipo en Norteamérica se recogen en la página web del Children’s Oncology Group (www.childrensoncologygroup.org) y en la página web de los ensayos sobre cáncer del National Cancer Institute (www. clinicaltrials.gov). La espectacular mejora en las tasas de curación de tumores malignos infantiles desde la década de 1980 no se habría producido de no ser por la participación colectiva de los pacientes y de sus médicos en los programas de investigación clínica de estos centros. En EE.UU., mediante el Clinical Trials Cooperative Groups Program del National Cancer Institute, se ha conseguido una reducción superior al 80% de la mortalidad por cáncer en niños menores de 15 años, a pesar de haberse producido un incremento global en la incidencia de cáncerenesteperíodo(fig.488-1).Esteimportantelogroeselreflejodeuna colaboración eficaz multimodal, multiinstitucional y multidisciplinar. La información más actual sobre el tratamiento de todos los tipos de neoplasia infantil está disponible en el PDQ (Physician Data Query) de la página web del National Cancer Institute (www. cancer.gov/cancertopics/pdq/pediatrictreatment). DIAGNÓSTICO Y ESTADIFICACIÓN Resulta fundamental realizar un diagnóstico y una estadificación del cáncer adecuados, sobre todo en las neoplasias infantiles cuyas tasas de curación sean elevadas, porque el tipo de tratamiento viene En la evaluación, el tratamiento y el control de los niños con cáncer se requiere la participación de muchas subespecialidades pediátricas, entre las que se incluyen modalidades principales y cuidados de soporte (fig. 488-2). Con frecuencia se suelen usar más de dos de las opciones terapéuticas principales juntas, siendo la quimioterapia la más empleada, seguida en orden de frecuencia por la cirugía, la radioterapia y el tratamiento con agentes biológicos (fig. 488-3). Las leucemias infantiles generalmente se suelen tratar sólo con quimioterapia, y un pequeño porcentaje de los pacientes recibe radioterapia craneal o craneoespinal para prevenir o tratar la afectación del sistema nervioso central (SNC) por la enfermedad. Los niños con linfoma no Hodgkin sólo reciben quimioterapia, con excepción de radioterapia para la afectación del SNC. El tratamiento local mediante cirugía asociada, o no, con radioterapia es un componente terapéutico esencial de la mayoría de los tumores sólidos, incluido el linfoma de Hodgkin, pero suele ser necesario complementarlo con quimioterapia sistémica con varios fármacos, porque, por lo general, ya se ha producido diseminación tumoral, incluso aunque no sea detectable. La quimioterapia aislada suele resultar inadecuada para erradicar los tumores residuales macroscópicos. Por tanto, no es raro que los niños con tumores malignos requieran las tres modalidades terapéuticas (v. fig. 488-3). Por desgracia, la mayoría de los tratamientos que son eficaces en los niños con cáncer tienen un índice terapéutico estrecho (un cociente eficacia:toxicidad bajo). Los efectos adversos agudos y crónicos de estos tratamientos pueden reducirse al mínimo, pero no se pueden evitar por completo. Durante los últimos 15 años el tratamiento biológico se ha convertido en una modalidad terapéutica importante en algunas e488-2 & Parte XXII Cáncer y tumores benignos [(Figura_2)TD$IG] Figura 488-2 Tratamiento multidisciplinar de los niños con cáncer. El círculo interno designa modalidades principales y el anillo externo identifica elementos de tratamiento sintomático a los que tienen acceso todos los niños con cáncer. [(Figura_3)TD$IG] Tabla 488-1 INHIBIDORES DE LA PROTEÍNA TIROSINA CINASA Y ANTICUERPOS MONOCLONALES FÁRMACO Imatinib CINASA BCR-ABL PDGFRa PDGFRb cKIT Figura 488-3 Principales modalidades de tratamiento utilizadas en niños con cáncer. Los tamaños relativos de los círculos indican la proporción aproximada del global del tratamiento del cáncer infantil. neoplasias infantiles (v. fig. 488-3). Por lo general, este tipo de tratamiento se refiere a inmunoterapia, modificadores de la respuesta biológica o moléculas endógenas que tienen efectos terapéuticos a dosis suprafisiológicas. Ejemplos de este tipo son el ácido retinoico en la leucemia promielocítica aguda, los anticuerpos monoclonales en el neuroblastoma y en algunos linfomas de Hodgkin, el imatinib mesilato para las leucemias mieloides crónicas y las leucemias con cromosoma Filadelfia positivo y el tratamiento con metayodobenzilguanidina radiactiva para el neuroblastoma. La quimioterapia se emplea más en niños que en adultos porque los niños toleran mejor los efectos adversos agudos y los tumores malignos de la infancia suelen responder mejor a ella que las neoplasias de adultos. La radioterapia suele utilizarse menos en niños porque éstos son más vulnerables a sus efectos adversos tardíos. Siempre que sea posible, el tratamiento de las neoplasias pediátricas debe realizarse de forma ambulatoria. Los niños deben permanecer en su domicilio y seguir acudiendo al colegio durante todo el tiempo posible, algo que cada vez es más habitual gracias a la introducción de algunos dispositivos, como las bombas de infusión programables, los regímenes de quimioterapia oral, la posibilidad de dar el alta precoz del hospital con un cuidado intensivo ambulatorio y los servicios de asistencia domiciliaria. Algunos pacientes pierden gran cantidad de clases durante el año siguiente al diagnóstico debido a la intensidad del tratamiento o a causa de sus efectos adversos, y también por las complicaciones asociadas a la enfermedad o a la terapia. Se recomienda asignar al niño un tutor para evitar retrasos en sus estudios; también se debe ofrecer asesoramiento en la medida de lo necesario. Los pacientes que deben permanecer ingresados Dasatinib BCR-ABL Nilotinib BCR-ABL Gefitinib Erlotinib Trastuzumab Cetuximab EGFR EGFR ERBB2/HER-2 EGFR Bevacizumab VEGFR-1, -2 CÁNCER LMC LLA cromosoma Filadelfia positivo Síndrome hipereosinofílico Mastocitosis sistémica LMMC Mastocitosis sistémica Tumor del estroma digestivo LMC LLA cromosoma Filadelfia positiva LMC LLA cromosoma Filadelfia positiva Cáncer no microcítico de pulmón Cáncer no microcítico de pulmón Cáncer de mama Cáncer no microcítico de pulmón Cáncer epidermoide de cabeza/cuello Cáncer no microcítico de pulmón Cáncer de mama Cáncer de células renales Cáncer colorrectal Glioblastoma LLA, leucemia linfoblástica aguda; LMC, leucemia mieloide crónica; LMMC, leucemia mielomonocítica crónica. durante períodos largos de tiempo para recibir tratamiento o tratar las complicaciones secundarias al mismo deben recibir clases en el hospital. El desarrollo de un tratamiento selectivo y muy eficaz para el cáncer, tanto infantil como de adulto, se ve limitado por la falta de conocimientos sobre los mecanismos moleculares subyacentes al desarrollo de malignidad. La resistencia nueva o adquirida a la quimioterapia y a la radioterapia sigue siendo un obstáculo para la curación. Los descubrimientos actuales sobre los mecanismos moleculares y celulares que explican el proceso de malignización han permitido obtener tratamientos antineoplásicos cada vez más específicos, generalmente denominados tratamientos dirigidos a las moléculas. Su característica más importante es una relativa ausencia de toxicidad en los tejidos normales, de forma que el beneficio terapéutico adicional se produce con una mínima toxicidad adicional. Muchos de los nuevos tratamientos biológicos, como el imatinib y el rituximab, pertenecen a esta categoría (tabla 488-1). Los padres, cada vez más, dan a sus hijos con cáncer remedios complementarios y alternativos, con o sin conocimiento de los profesionales médicos a los que confían el cuidado del niño (cap. 59). Muchos de ellos no han sido evaluados mediante pruebas rigurosas y la mayoría son ineficaces; algunos son tóxicos o interfieren con el metabolismo de otros fármacos. Los espectaculares avances en esta disciplina han reducido el carácter Capítulo 488 Principios del tratamiento & e488-3 empírico del tratamiento del cáncer, pero todavía quedan muchas cosas por descubrir. EXPOSICIÓN DEL PLAN TERAPÉUTICO AL PACIENTE Y A LA FAMILIA El plan diagnóstico y el terapéutico deben explicarse atentamente a los padres y, si el niño es capaz de entenderlo, también a él. La mejor estrategia es una charla sincera sobre los hechos. Los niños deberían recibir tanta información como sean capaces de entender y pueda resultarles útil o como deseen o quieran saber. Los efectos del tratamiento, como la posible necesidad de amputar una extremidad, la pérdida de pelo por la quimioterapia y el posible deterioro funcional temporal o permanente deben anticiparse y explicarse con detalle. La posibilidad y la probabilidad de muerte por cáncer deberían exponerse de modo acorde con la edad. Habitualmente es necesario repetir las explicaciones varias veces antes de que los miembros de la familia, preocupados, las entiendan bien. Durante el tratamiento los padres, los pacientes, los hermanos y el personal sanitario necesitarán ayuda para expresar sus sentimientos de ansiedad, depresión, culpa e ira. Los profesionales expertos, como asistentes sociales infantiles, psicólogos y psiquiatras infantiles, especialistas en vida infantil y profesores con experiencia concreta en estudiantes con cáncer deberían ser consultados por el especialista en oncología pediátrica y por las enfermeras cuando fuera necesario. TRATAMIENTO Quimioterapia La modalidad terapéutica más empleada en el cáncer infantil es la quimioterapia (v. fig. 488-3). El tratamiento casi siempre consiste en una combinación de fármacos, como VAC (vincristina, dactinomicina [actinomicina D] y ciclofosfamida) y CHOP (ciclofosfamida, doxorubicina [adriamicina], vincristina [oncovin] y prednisona). Históricamente, la administración secuencial de un solo fármaco en raras ocasiones conseguía respuestas completas, y las respuestas parciales también eran raras y transitorias; su duración era cada vez menor con cada nuevo fármaco utilizado. La quimioterapia combinada se convirtió en el tratamiento estándar cuando se demostró la utilidad de combinaciones de fármacos con distintos mecanismos de acción y toxicidades no superpuestas en la leucemia infantil (POMP [mercaptopurina, vincristina (oncovin), metotrexato y prednisona], VAMP [vincristina, doxorubicina (adriamicina), metotrexato y prednisona] y MOPP [mostaza nitrogenada, vincristina (oncovin), prednisona y procarbazina]).Lamayoríadelosagentescitotóxicosutilizadosenelcáncer infantil se seleccionan de entre diversos tipos de fármacos, incluidos los alquilantes, antimetabolitos, antibióticos, hormonas, alcaloides vegetales e inhibidores de la topoisomerasa (tabla 488-2). La mayor actividad metabólica y del ciclo celular de las células malignas las hace más susceptibles a los efectos citotóxicos de estas sustancias (fig. 488-4). Dado que la mayoría de los antineoplásicos dependen del ciclo celular,susefectosadversosgeneralmenteguardanrelaciónconlacinéticade proliferación de poblaciones celulares concretas. Los tejidos y órganos más susceptibles son los que tienen un recambio celular rápido, como la médula ósea, las mucosas oral e intestinal, la epidermis, el hígado y las espermatogonias. Los efectos adversos agudos más significativos son la mielosupresión (sobre todo problemas asociados con la neutropenia y la trombopenia), inmunosupresión, náuseas y vómitos, disfunción hepática, mucositis digestiva alta y baja, dermatitis y alopecia. Por fortuna, estos tejidos afectados también se recuperan con rapidez, de formaquelosefectosadversosagudoscasisiempresonreversibles.Entre los efectos adversos de la quimioterapia potencialmente letales destacan la neutropenia grave con infección, la fungemia o neumonía por hongos secundaria a inmunosupresión y la septicemia, relacionada frecuentemente con los dispositivos intravasculares permanentes (tabla 488-3; caps. 171 y 172). La miocardiopatía por antraciclinas (p. ej., doxorubicina y daunorubicina) y la insuficiencia renal por derivados del platino pueden también ser letales o incapacitantes. Las células menos susceptibles a la quimioterapia y la radioterapia son las que no se replican o lo hacen muy despacio, como las © ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito. [(Figura_4)TD$IG] Figura 488-4 Lugar de acción de los fármacos antineoplásicos de uso habitual. CMP, citidina monofosfato; dCMP desoxicitidina monofosfato; dTMP, desoxitimidina monofosfato; dUMP, desoxiuridina monofosfato; FH2 dihidrofolato; FH4, tetrahidrofolato. (Modificada de Balis FM, Holcenberg JS, Blaney SM: General principles of chemotherapy. En Pizzo PA Poplack DG, editores: Principles and practice of pediatric oncology, 4.a ed., Filadelfia, 2002, Lippincott Williams & Wilkins, pág. 241.) e488-4 & Parte XXII Cáncer y tumores benignos Tabla 488-2 FÁRMACOS ANTINEOPLÁSICOS USADOS CON FRECUENCIA EN LA INFANCIA FÁRMACO MECANISMO DE ACCIÓN O CLASIFICACIÓN INDICACIÓN(ES) REACCIONES ADVERSAS (LISTA PARCIAL) COMENTARIOS Administración sistémica por vía oral, intramuscular o intravenosa; también por vía intratecal Debe vigilarse la concentración plasmática si se emplean dosis altas o dosis bajas en pacientes con disfunción renal y debe aplicarse tratamiento de rescate con ácido folínico según necesidad El alopurinol inhibe el metabolismo Metotrexato Antagonista del ácido fólico, inhibe la dihidrofolato reductasa LLA, linfoma no Hodgkin, osteosarcoma, linfoma de Hodgkin, meduloblastoma Mielosupresión, mucositis, estomatitis, dermatitis, hepatitis Con administración prolongada: osteopenia y fracturas Con dosis altas: toxicidad renal y del SNC Con administración por vía intratecal: aracnoiditis, leucoencefalopatía, leucomielopatía 6-Mercaptopurina Análogo de purina; inhibe la síntesis de purina Análogo de pirimidina; inhibe la ADN polimerasa LLA Mielosupresión, necrosis hepática, mucositis; el alopurinol aumenta la toxicidad Náuseas, vómitos, mielosupresión, conjuntivitis, mucositis, disfunción del SNC Con administración intratecal: aracnoiditis, leucoencefalopatía, leucomielopatía Náuseas, vómitos, mielosupresión, cistitis hemorrágica, fibrosis pulmonar, secreción inadecuada de ADH, cáncer de vejiga, anafilaxia Citarabina (arabinósido de citosina; Ara-C) LLA, LMA, linfoma no Hodgkin, linfoma de Hodgkin Ciclofosfamida Alquila la guanina; inhibe la síntesis de ADN LLA, linfoma no Hodgkin, linfoma de Hodgkin, sarcoma de partes blandas, sarcoma de Ewing Ifosfamida Alquila la guanina; inhibe la síntesis de ADN Linfoma no Hodgkin, tumor de Wilms, sarcoma de partes blandas Doxorubicina, daunorubicina e idarubicina Se une al ADN, intercalación Dactinomicina Se une al ADN, inhibe la transcripción Bleomicina Se une al ADN, rompe las cadenas de ADN Inhibe la formación de microtúbulos LLA, LMA, osteosarcoma, sarcoma de Ewing, linfoma de Hodgkin, linfoma no Hodgkin, neuroblastoma Tumor de Wilms, rabdomiosarcoma, sarcoma de Ewing Linfoma de Hodgkin, Linfoma no Hodgkin, tumores de células germinales LLA, linfoma no Hodgkin, linfoma de Hodgkin, tumor de Wilms, sarcoma de Ewing, neuroblastoma, rabdomiosarcoma Linfoma de Hodgkin, linfoma no Hodgkin, histiocitosis de células de Langerhans LLA; LMA cuando se combina con citarabina Vincristina Vinblastina Inhibe la formación de microtúbulos L-Asparaginasa Depleción de L-asparaginasa Pegaspargasa Conjugado de polietilenglicol y L-asparaginasa Lisis de células linfáticas Prednisona y dexametasona Carmustina Carboplatino y cisplatino Etopósido Tretinoína (ácido holo trans-retinoico) e isotretinoína (ácido cis-retinoico) Carbamilación de ADN; inhibición de la síntesis de ADN Inhiben la síntesis de ADN Inhibidor de topoisomerasa Aumenta la diferenciación normal LLA LLA; linfoma de Hodgkin, linfoma no Hodgkin Tumores del SNC, linfoma no Hodgkin, linfoma de Hodgkin Osteosarcoma, neuroblastoma, tumores del SNC, tumores de células germinales LLA, linfoma no Hodgkin, tumor de células germinales Leucemia promielocítica aguda, neuroblastoma Náuseas, vómitos, mielosupresión, cistitis hemorrágica, fibrosis pulmonar, secreción inadecuada de ADH, cáncer de vejiga, disfunción del SNC, cardiotoxicidad, anafilaxia Náuseas, vómitos, miocardiopatía, orina roja, tejido necrótico si extravasación, mielosupresión, conjuntivitis, dermatitis por irradiación, arritmia Náuseas, vómitos, tejido necrótico si extravasación, mielosupresión, radiosensibilizador, úlceras mucosas Náuseas, vómitos, neumonitis, estomatitis, fenómeno de Raynaud, fibrosis pulmonar, dermatitis Celulitis local, neuropatía periférica, estreñimiento, íleo, dolor mandibular, secreción inapropiada de ADH, convulsiones, ptosis, mínima mielosupresión Celulitis local, leucopenia Reacción alérgica, pancreatitis, hiperglucemia, disfunción plaquetaria y coagulopatía, encefalopatía Indicado en depleción prolongada de asparaginasa y pacientes alérgicos a Lasparaginasa Síndrome de Cushing, cataratas, diabetes, hipertensión, miopatía, osteoporosis, necrosis avascular, úlcera péptica, psicosis Náuseas, vómitos, mielosupresión retrasada (4-6 semanas); fibrosis pulmonar, estomatitis carcinogénica Náuseas, vómitos, disfunción renal, mielosupresión, ototoxicidad, tetania, neurotoxicidad, síndrome hemolítico urémico, anafilaxia Náuseas, vómitos, mielosupresión, leucemia secundaria Boca seca, pérdida de pelo, seudotumor cerebral, cierre epifisario prematuro, anomalía congénita ADH, hormona antidiurética; LLA, leucemia linfocítica aguda; LMA, leucemia mielógena aguda; PEG, polietilenglicol; SNC, sistema nervioso central. Administración sistémica por vía oral, intramuscular o intravenosa; también puede administrarse por vía intratecal Requiere activación hepática y, por tanto, es menos eficaz en presencia de disfunción hepática Mesna previene las cistitis hemorrágicas Mesna previene las cistitis hemorrágicas Dexrazoxano reduce el riesgo de cardiotoxicidad Sólo administración intravenosa, no debe permitirse la extravasación Sólo administración intravenosa, no debe permitirse la extravasación Actualmente, se prefiere PEG-asparaginasa a L-asparaginasa El fenobarbital aumenta el metabolismo, disminuye la actividad Los aminoglucósidos pueden aumentar la nefrotoxicidad Capítulo 488 Principios del tratamiento & e488-5 Tabla 488-3 COMPLICACIONES INFECCIOSAS DE LAS NEOPLASIAS FACTORES PREDISPONENTES ETIOLOGÍA Neutropenia Quimioterapia, infiltración de la médula ósea Inmunodepresión, linfopenia, disfunción linfocito-monocito Catéter venoso central permanente Quimioterapia, corticoides Nutrición, administración de quimioterapia FOCO INFECCIOSO Septicemia, shock, neumonía, tejidos blandos, proctitis, mucositis Neumonía, meningitis, infección viral diseminada Sepsis del catéter, del tracto del túnel, del punto de salida AGENTES INFECCIOSOS Streptococcus viridans, Staphylococcus aureus, Staphylococcus epidermidis, Echerichia coli, Pseudomonas aeruginosa, Candida, Aspergillus, bacterias anaerobias orales y rectales Pneumocystis jiroveci, Cryptococcus neoformans, Mycobacterium, Nocardia, Listeria monocytogenes, Candida, Aspergillus, Strongyloides, Toxoplasma, virus varicela-zóster, citomegalovirus, herpes simple S. epidermidis, S. aureus, Candida albicans, P. aeruginosa, Aspergillus, Corynebacterium JK, Streptococcus faecalis, Mycobacterium fortuitum, Propionibacterium acnes Modificada de Kliegman RM, Marcdante KJ, Jenson HB y cols., editores: Nelson essentials of pediatrics, 5.a ed., Filadelfia, 2006, WB Saunders, pág. 733. neuronas, las células musculares, el tejido conjuntivo y el hueso. Sin embargo, los niños no están libres por completo de toxicidad a este nivel, posiblemente porque a esta edad estos tejidos todavía proliferan, aunque a menor velocidad que otros, durante el crecimiento y en los picos del mismo. Físicamente, en muchos sentidos los niños pueden tolerar mejor los efectos secundarios agudos de la quimioterapia que los adultos. La dosis máxima tolerada en niños, expresada en función de la superficie corporal o del peso, suele ser mayor que en adultos. En un estudio comparativo en fase I de antineoplásicos en población pediátrica y adulta se demostró que la dosis máxima tolerada en los niños era mayor para un 70% de los fármacos, igual en ambos grupos para un 15% de los agentes y sólo para el 15% restante era menor. En todos los fármacos comparados la dosis máxima tolerada media era superior en niños que en adultos. Entre algunos enfoques terapéuticos nuevos que todavía no se aplican de forma general en niños se incluyen los tratamientos dirigidos al tumor de forma específica, como anticuerpos monoclonales antigénicos específicos, vacunas antitumorales, tránscritos de ADN y de ARN antisentido y antiangiogénicos. © ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito. Cirugía Los niños con cáncer requieren unos servicios de anestesia y cirugía pediátrica óptimos. El papel del cirujano pediátrico cambia en función del tipo de tumor. En los tumores sólidos se suele realizar una resección completa con márgenes libres como paso fundamental para conseguir la curación o el control a largo plazo. La prolongación de la supervivencia depende casi siempre de si el tumor se puede extirpar y de la extensión real de la resección. Todos los tumores sólidos necesitan un diagnóstico histológico, a excepción de los del tronco del encéfalo y el retinoblastoma, por lo que resulta esencial obtener muestras para realizar una biopsia ante la sospecha de tumor. La estadificación mediante biopsias del ganglio centinela se ha estandarizado para varias neoplasias pediátricas. La experiencia quirúrgica es esencial para poder implantar o retirar dispositivos intravasculares, así como para su sustitución en caso de trombosis o infección (cap. 172). Cada vez es más frecuente el uso de técnicas de cirugía endoscópica mínimamente invasivas, cuando el estado del paciente lo permite, para realizar biopsias o resecar el tumor, para valorar de forma directa la existencia de enfermedad residual y para determinar la respuesta o proceder a la lisis de las adherencias y la esplenectomía. Radioterapia La radioterapia se utiliza poco en niños, ya que éstos son más susceptibles que los adultos a sus efectos adversos tardíos. La aplicación de la irradiación conformacional ha supuesto un gran avance en la radioterapia de los tumores infantiles. Esta técnica, más frecuentemente aplicada como radioterapia de intensidad modulada (RTIM), respeta el tejido normal adaptando el volumen de irradiación a la forma del tumor, de manera que permite la aplicación de dosis más elevadas en los tumores con menor exposición de los tejidos normales adyacentes, o en el paso del haz de irradiación del tumor. Otro ejemplo es el tratamiento con haz pro- tónico, que ha comenzado a estar más disponible para los niños con cáncer. La utilización de haces más enfocados y las mejoras en la sedación y en las técnicas de inmovilización han permitido un uso cada vez más frecuente de la radioterapia en los niños. Los efectos adversos agudos de la radioterapia son menos graves que los de la quimioterapia, y dependen de la parte del cuerpo irradiada y del modo de administración. La dermatitis es el más habitual, ya que la piel siempre permanece dentro del campo de tratamiento. Entre los efectos adversos subagudos se encuentran las náuseas y los vómitos, en los casos tratados con radioterapia abdominal. Cuando en el tratamiento se incluye mucosa oral o intestinal siempre se produce cierto grado de mucositis. La radioterapia craneal se suele asociar con somnolencia. Si el pelo se incluye dentro del campo de radiación se producirá alopecia. La mayoría de los programas de radioterapia incluyen tratamiento 5 días por semana durante 4-7 semanas, en función de la dosis necesaria para controlar el tumor y de la cantidad y tipo de tejido normal presente en el campo. La mayor parte de los efectos adversos no se perciben hasta la segunda mitad del ciclo. Los efectos tardíos pueden aparecer meses a años después de la radioterapia y suelen ser manifestaciones limitantes de la dosis. El tipo de toxicidad tardía depende de la zona irradiada. Así, se puede producir un retraso del crecimiento tras la radioterapia craneal o vertebral, una disfunción endocrina con la irradiación del mesencéfalo, insuficiencia cardíaca o pulmonar por la irradiación torácica, estenosis o adherencias por la radioterapia abdominal e infertilidad en la exposición pelviana. EFECTOS TÓXICOS AGUDOS Y CUIDADOS DE SOPORTE Los efectos adversos asociados con las primeras fases del tratamiento pueden dar lugar a emergencias oncológicas. Destacan los trastornos metabólicos, la supresión de la médula ósea y la compresión por el tumor de estructuras vitales (tabla 488-4). En el síndrome de lisis tumoral (SLT) hay una liberación masiva a la circulación de ácido úrico, fosfatos y potasio procedente de la muerte de las células tumorales. La hiperuricemia puede conducir a un deterioro de la función renal con un incremento mayor de los trastornos metabólicos. El SLT puede presentarse antes del tratamiento en los pacientes con una carga tumoral alta (p. ej., linfoma de Burkitt, linfoma linfoblástico y leucemia con recuento elevado de leucocitos), aunque por lo general se observa a las 12-48 horas de iniciar la quimioterapia. El SLT es poco frecuente en otros tumores (linfoma de Hodgkin, neuroblastoma, hepatoblastoma). Antes de iniciar el tratamiento se deben medir los niveles séricos de ácido úrico, electrólitos, calcio, fósforo y creatinina, y garantizar una hidratación adecuada. La administración de alopurinol (un inhibidor de la xantina oxidasa) debe iniciarse para evitar una acumulación mayor de ácido úrico. En pacientes con SLT establecido con concentraciones elevadas de ácido úrico o en aquéllos con riesgo elevado de SLT debe administrarse rasburicasa (una enzima que degrada el ácido úrico) en lugar de alopurinol. Cuando la función renal no es adecuada se pueden producir cuadros de hiperpotasemia e hiperfosfatemia sintomáticas, con la consiguiente hipocalcemia. Casi cualquier régimen de quimioterapia puede provocar mielosupresión, como también pueden hacerlo aquellos tumores que infiltran e488-6 & Parte XXII Cáncer y tumores benignos Tabla 488-4 EMERGENCIAS ONCOLÓGICAS TRASTORNO MANIFESTACIONES ETIOLOGÍA CÁNCER TRATAMIENTO METABÓLICO Hiperuricemia Nefropatía por ácido úrico Síndrome de lisis tumoral Linfoma, leucemia Hiperpotasemia Arritmias, parada cardíaca Síndrome de lisis tumoral Linfoma, leucemia Hiperfosfatemia Tetania hipocalcémica; calcificación metastásica, fotofobia, prurito Síndrome de lisis tumoral Linfoma, leucemia Hiponatremia Convulsión, letargia, asintomática Hipercalcemia Anorexia, náuseas, poliuria, pancreatitis, úlcera gástrica; intervalo PR prolongado, intervalo QT disminuido SIADH; pérdida de sodio, líquidos por vómitos Resorción ósea; prostaglandinas, vitamina D, parathormona ectópicas Leucemia, tumor del SNC Metástasis ósea, rabdomiosarcoma, leucemia Depresión o infiltración de la médula ósea; pérdida de sangre Depresión o infiltración de la médula ósea Septicemia, hipotensión, factores tumorales Cualquiera con quimioterapia Transfusión de concentrado de eritrocitos Cualquiera con quimioterapia Leucemia promielocítica, otras Cualquiera con quimioterapia Transfusión de plaquetas HEMATOLÓGICO Anemia Palidez, debilidad, insuficiencia cardíaca Trombocitopenia Petequias, hemorragia Coagulación intravascular diseminada Neutropenia Shock, hemorragia Hiperleucocitosis (>50.000/mm3) Enfermedad injerto contra huésped Alopurinol, alcalinizar la orina; hidratación y diuresis, rasburicasa Kayexalate, bicarbonato sódico, glucosa e insulina; compruebe en tubo de ensayo la presencia de seudohiperpotasemia por lisis de células leucémicas Hidratación, diuresis forzada; interrumpir la alcalinización; hidróxido de aluminio vía oral para fijar fosfato Restricción de agua libre por SIADH; reposición de sodio si hay depleción Hidratación y diuresis con furosemida; corticoides; mitramicina; calcitonina, bifosfonatos Plasma fresco congelado; plaquetas, tratar la infección Infección Depresión o infiltración de la médula ósea Hemorragia, trombosis; infiltrados pulmonares, hipoxia; síndrome de lisis tumoral Dermatitis, diarrea, hepatitis Leucostasis; oclusión vascular Leucemia Si presencia de fiebre, administrar antibióticos de amplio espectro y filgastrim (G-CSF) si está indicado Leucoféresis; quimioterapia Inmunosupresión y hemoderivados sin irradiar; trasplante de médula ósea Cualquiera con inmunosupresión Corticoides; ciclosporina; tacrolimús; globulina antitimocito Metástasis vertebrales y al espacio extramedular Neuroblastoma; meduloblastoma RM o mielografía diagnósticas; corticoides; radioterapia; laminectomía; quimioterapia Tumor cerebral primario o metastásico Neuroblastoma, astrocitoma; glioma TC o RM diagnósticas; corticoides; fenitoína; tubo de ventriculostomía; radioterapia; quimioterapia Masa mediastínica superior Linfoma Quimioterapia; radioterapia Masa mediastínica que comprime la tráquea Linfoma Irradiación, corticoides LESIONES OCUPANTES DE ESPACIO Compresión de la Dolor lumbar radicular médula espinal Por encima de T10: debilidad simétrica, reflejos tendinosos profundos aumentados; presencia de nivel sensitivo; flexión dorsal dedos del pie Cono medular (T10-L2): debilidad simétrica, reflejo rotuliano aumentado; reflejo aquíleo disminuido; pérdida sensitiva en silla de montar; flexión plantar y dorsal de dedos del pie Cola de caballo (debajo de L2): debilidad asimétrica; pérdida de reflejos tendinosos profundos y déficit sensorial; dedos del pie caídos Presión Confusión, coma, emesis, cefalea, intracraneal hipertensión, bradicardia, convulsiones, aumentada papiledema, hidrocefalia, parálisis del III y IV par craneal Síndrome de la Congestión de las venas del cuello, edema vena cava de cabeza y cuello, cianosis, proptosis, superior síndrome de Horner Compresión de la Dificultad respiratoria tráquea G-CSF, factor estimulante de colonias granulocíticas; SIADH, síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética; SNC, sistema nervioso central. Modificada de Kliegman RM, Marcdante KJ, Jenson HB y cols., editores: Nelson essentials of pediatrics, 5.a ed., Filadelfia, 2006, WB Saunders. y sustituyen la médula ósea. La anemia se puede corregir mediante transfusiones de concentrados de hematíes y la trombopenia mediante transfusiones de plaquetas. Los pacientes sometidos a tratamiento inmunosupresor deben recibir hemoderivados irradiados para evitar la enfermedad injerto contra huésped y hemoderivados leucorreducidos para evitar reacciones asociadas a la transfusión y las infecciones. La neutropenia (recuentos de neutrófilos <500/mm3) puede asociarse con infecciones potencialmente letales. Los pacientes neutropénicos con fiebre deben ser ingresados en el hospital y recibir tratamiento empírico con antibióticos de amplio espectro por vía intravenosa hasta que lleguen los resultados de los hemocultivos, de los urocultivos y de los cultivos de cualquier fuente evidente de infección (cap. Capítulo 488 Principios del tratamiento & e488-7 171). El tratamiento se debe mantener hasta que la fiebre desaparezca y aumente el recuento de neutrófilos. Si la fiebre persiste más de 3-5 días mientras el paciente recibe antibióticos de amplio espectro hay que valorar la posible existencia de una infección fúngica. En pacientes inmunodeprimidos el riesgo de sufrir infecciones por Candida y Aspergillus es elevado. Los microorganismos oportunistas, como Pneumocystis jiroveci, pueden causar una neumonía mortal. Por ello, cuando se espere una inmunosupresión prolongada o grave se debe administrar tratamiento profiláctico con trimetoprimasulfametoxazol. Los virus de capacidad patógena baja pueden causar enfermedades graves en los pacientes inmunodeprimidos por neoplasias o su tratamiento. Estos pacientes no deben vacunarse con virus vivos atenuados. Los niños tratados con quimioterapia que se han visto expuestos al virus de la varicela deben recibir una dosis de inmunoglobulinas frente al virus de la varicela-zóster (IGVZ) o, si no se dispone de IGVZ, debe considerarse la administración de aciclovir oral. Si hay enfermedad clínica, el niño debe ser hospitalizado y tratado con aciclovir por vía intravenosa. El control adecuado del dolor es crucial. Las pautas de actuación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) resultan muy útiles para paliar el dolor asociado al cáncer o a su tratamiento (cap. 71). Según el tipo de tratamiento oncológico los pacientes pueden perder más de un 10% de su peso corporal. En ocasiones, los enfermos reducen la ingesta de alimentos por las náuseas, la estomatitis o los vómitos secundarios al tratamiento de forma temporal. La pérdida de apetito no es un signo de alarma. Existe un riesgo especialmente elevado de desnutrición en los pacientes sometidos a radioterapia abdominal o de cabeza y cuello, en los tratados con quimioterapia intensiva y en los que reciben radioterapia corporal total y quimioterapia a altas dosis como paso previo a un trasplante de médula ósea. Si la administración de complementos orales no resulta adecuada, es posible que estos pacientes requieran alimentación parenteral o sondas para alimentación enteral. EFECTOS ADVERSOS TARDÍOS Las lesiones en tejidos de escasa capacidad regenerativa pueden determinar deficiencias a largo plazo o permanentes. Estos efectos pueden ser originados por el tumor o su tratamiento. Por ejemplo, un tumor cerebral o medular puede producir una paresia o una disfunción autonómica permanente en el niño, la miocardiopatía secundaria a la administración de antraciclinas suele causar una disfunción cardíaca refractaria al tratamiento y la leucoencefalopatía secundaria a administración intratecal de metotrexato o a radioterapia del SNC con frecuencia sólo es reversible de forma parcial. Los posibles efectos adversos tardíos dependen de la edad del niño en el momento del tratamiento, la localización del tumor y el tratamiento administrado. El pediatra, el paciente y la familia que tienen que contar con estas posibilidades disponen de un buen recurso en www.survivorshipguidelines.org. Los efectos adversos tardíos del tratamiento son una causa posible de morbilidad importante (tabla 488-5). La resección quirúrgica completa puede conllevar la pérdida de estructuras funcionales necesarias. La radioterapia puede causar un daño orgánico irreversible, con síntomas y limitaciones funcionales que dependen del órgano afectado y de la gravedad de la lesión. Muchos problemas relacionados con la radioterapia no son evidentes hasta que el paciente crece, Tabla 488-5 EFECTOS SECUNDARIOS TARDÍOS Y FACTORES DE RIESGO SEGUN EL CÁNCER INFANTIL Y SU TRATAMIENTO EFECTOS TARDÍOS © ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito. NEUROCOGNITIVOS Déficits neurocognitivos Déficits funcionales en: Función ejecutiva Atención mantenida Memoria Velocidad de procesamiento Integración visomotora Trastornos del aprendizaje Coeficiente intelectual disminuido Trastornos de conducta NEUROSENSITIVOS Hipoacusia neurosensorial Hipoacusia de conducción Timpanoesclerosis Otosclerosis Disfunción de la trompa de Eustaquio Trastorno visual Cataratas Atrofia del conducto lacrimal Xeroftalmía Retinopatía Glaucoma Neuropatía periférica, sensorial FACTORES DE ALTO RIESGO SELECCIONADOS GRUPOST DIAGNÓSTICOS DE ALTO RIESGO Quimioterapia: Metotrexato Irradiación cerebral: Craneal Oído/infratemporal ICT Edad <3 años en el momento del tratamiento Sexo femenino Tumor supratentorial Premorbilidad o historia familiar previa de problemas de atención o aprendizaje Dosis de irradiación >24 Gy Irradiación cerebral total Leucemia linfoblástica aguda Tumor cerebral Sarcoma (cabeza y cuello u osteosarcoma) Quimioterapia: . Cisplatino . Carboplatino Irradiación que afecta al oído: . Craneal . Infratemporal . Nasofaríngea Irradiación que afecta al oído: . Craneal . Infratemporal. . Nasofaríngea Quimioterapia: . Busulfán . Glucocorticoides Irradiación que afecta al ojo: . Craneal . Órbita/ojo . Lesión cerebral traumática Quimioterapia: . Vincristina . Vinblastina . Cisplatino . Carboplatino Dosis más alta de cisplatino (360 mg/m2) Dosis de irradiación más alta que afecta al oído (>30 Gy) Irradiación y cisplatino concurrentes Tumor cerebral Tumor de células germinales Sarcoma (cabeza y cuello) Neuroblastoma Hepatoblastoma Dosis de irradiación más elevadas que afectan al oído (>30Gy) Tumor cerebral Sarcoma (cabeza y cuello) Dosis de irradiación más alta que afecta al ojo (15 Gy para cataratas; >45 Gy para retinopatía y trastorno visual) Tumor cerebral Leucemia linfoblástica aguda Retinoblastoma Rabdomiosarcoma (orbitario) TCMH alogénico Dosis de cisplatino más alta (300 mg/m2) Leucemia linfoblástica aguda Tumor cerebral Linfoma de Hodgkin Tumor de células germinales Linfoma no Hodgkin Sarcoma Neuroblastoma Tumor de Wilms Carcinoma EXPOSICIÓN (Continúa) e488-8 & Parte XXII Cáncer y tumores benignos TABLA 488-5 EFECTOS SECUNDARIOS TARDÍOS Y FACTORES DE RIESGO SEGUN EL CÁNCER INFANTIL Y SU TRATAMIENTO (cont.) EFECTOS TARDÍOS NEUROMOTORES Neuropatía periférica motora ENDOCRINOS Déficits de GH Pubertad precoz Obesidad Hipotiroidismo central Déficit de gonadotropina Insuficiencia adrenal central Hipotiroidismo primario REPRODUCTIVO Disfunción gonadal Pubertad tardía o interrumpida Menopausia prematura Disfunción o insuficiencia de células germinales Infertilidad CARDÍACOS Miocardiopatía Arritmias Miocardiopatía Arritmias Fibrosis pericárdica Valvulopatía Infarto de miocardio Cardiopatía isquémica PULMONARES Fibrosis pulmonar Neumonía intersticial Enfermedad pulmonar restrictiva Enfermedad pulmonar obstructiva GASTROINTESTINALES Enterocolitis crónica Estenosis Obstrucción intestinal EXPOSICIÓN FACTORES DE ALTO RIESGO SELECCIONADOS GRUPOST DIAGNÓSTICOS DE ALTO RIESGO Leucemia linfoblástica aguda Linfoma de Hodgkin Linfoma no Hodgkin Sarcoma Tumor cerebral Neuroblastoma Tumor de Wilms Quimioterapia: . Vincristina . Vinblastina Irradiación que afecta al eje HHA: . Craneal . Órbita/ojo Oído/infratemporal Nasofaríngeo ICT Sexo femenino Dosis de irradiación del eje HHA >18 Gy Cuello, irradiación en manto Dosis de irradiación del tiroides >20 Gy Quimioterapia alquilante: . Busulfán . Carmustina . Clorambucil . Ciclofosfamida . Ifosfamida . Lomustina . Mecloretamina . Melfalán . Procarbazina Irradiación que afecta al sistema reproductor: . Abdominal total (chicas) . Pélvica . Lumbar/columna sacra (chicas) . Testicular (chicos) . ICT Dosis más alta de agente alquilante Preparación con agente alquilante para TCMH Dosis de irradiación 15 Gy en chicas prepuberales Dosis de irradiación 10 Gy en chicas puberales En chicos con insuficiencia de células germinales, cualquier tipo de irradiación Para insuficiencia androgénica, irradiación gonadal, 20 a 30 Gy en chicos Alto riesgo de leucemia linfoblástica aguda Tumor cerebral Linfoma de Hodgkin avanzado o desfavorable Linfoma no Hodgkin avanzado o desfavorable Sarcoma Neuroblastoma Tumor de Wilms avanzado TCMH alogénico o autólogo Quimioterapia: . Daunorubicina . Doxorubicina . Idarubicina Sexo femenino Edad <5 años en el momento del tratamiento Dosis de quimioterapia más altas (300 mg/m2) Dosis más altas de irradiación cardíaca (30 Gy) Tratamiento combinado con quimioterapia cardiotóxica e irradiación Linfoma de Hodgkin Leucemia Linfoma no Hodgkin Sarcoma Tumor de Wilms Neuroblastoma Quimioterapia: . Bleomicina . Busulfán . Carmustina . Lomustina Irradiación que afecta a los pulmones: . En manto . Mediastino . Pulmón completo . Irradiación corporal total . Tumor cerebral Tumor de células germinales Linfoma de Hodgkin Sarcoma (pared torácica o intratorácico) TCMH autólogo o alogénico Irradiación que afecta al aparato digestivo (30 Gy) Cirugía abdominal Dosis de irradiación del intestino más alta (45 Gy) Terapia combinada con irradiación abdominal y quimioterapia radiomimética (dactinomicina o antraciclinas) Terapia combinada con irradiación y cirugía abdominal . Sexo femenino Edad más joven (<4 años) Dosis de irradiación que afecta al eje HHA >18 Gy Leucemia linfoblástica aguda Sarcoma (facial) Carcinoma (nasofaríngeo) Leucemia linfoblástica aguda . Tumor cerebral Sarcoma (facial) Carcinoma (nasofaríngeo) Linfoma de Hodgkin Irradiación que afecta al corazón: . Tórax . En manto . Mediastino . Axila . Columna . Abdomen superior . Dosis más elevadas de quimioterapia Terapia combinada con quimioterapia pulmonar tóxica e irradiación Sarcoma (retroperitoneal o pélvico primario) Capítulo 488 Principios del tratamiento & e488-9 TABLA 488-5 EFECTOS SECUNDARIOS TARDÍOS Y FACTORES DE RIESGO SEGUN EL CÁNCER INFANTIL Y SU TRATAMIENTO (cont.) EFECTOS TARDÍOS HEPÁTICOS Fibrosis hepática Cirrosis RENALES Insuficiencia renal Hipertensión Lesión glomerular Lesión tubular EXPOSICIÓN Irradiación que afecta al hígado FACTORES DE ALTO RIESGO SELECCIONADOS Volumen de tratamiento o dosis de irradiación más alta (20-30 Gy para todo el hígado o 40 Gy para al menos un tercio del hígado) GRUPOST DIAGNÓSTICOS DE ALTO RIESGO Sarcoma Neuroblastoma Quimioterapia: . Ifosfamida . Cisplatino . Carboplatino Irradiación que afecta a los riñones: . Abdomen completo . Campos abdominales superiores . ICT GH, hormona del crecimiento; HHA, eje hipotálamo-hipófisis-adrenal; ICT, irradiación corporal total; TCMH, trasplante de células madre hematopoyéticas. De Kurt BA, Arnstrong GT, Cash DK y cols: Primary care management of chilhood cancer survivor, J Pediatr 152: 458-466, 2008. © ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito. [(Figura_5)TD$IG] Figura 488-5 Modelo propuesto de asistencia compartida estratificada según el riesgo para supervivientes de un cáncer infantil. Las líneas continuas indican responsabilidad principal para la asistencia basada en el riesgo: estratificación del riesgo basada en la determinación del equipo de seguimiento a largo plazo (SLP). CA, cáncer, DX, diagnóstico; Onc, oncólogo; AP, atención primaria; Tto, tratamiento. (Adaptada de Oeffinger KC, McCabe MS. Models for delivering survivorship care, J Clin Oncol 24(32):5119, 2006; con autorización de la American Society of Clinical Oncology.) (De Oeffinger KC, Nathan PC, Kremer LCM: Challenges after curative treatment for chilhood cancer and long-term follow up of survivors, Pediatr Clin North Am 55:251-273, 2008.) e488-10 & Parte XXII Cáncer y tumores benignos como puede ser la asimetría entre las zonas irradiadas y no irradiadas en las extremidades. La irradiación de campos que incluyen órganos endocrinos puede causar hipotiroidismo, disfunción hipofisaria o infertilidad. Dosis suficientes de radioterapia craneal pueden producir una disfunción neurológica, y la radioterapia vertebral puede retrasar el crecimiento. La quimioterapia también conlleva riesgo de lesiones orgánicas a largo plazo, entre las que destacan la leucoencefalopatía por altas dosis de metotrexato, la infertilidad en varones tratados con alquilantes (ciclofosfamida), las lesiones miocárdicas por antraciclinas, la fibrosis pulmonar por bleomicina, la disfunción renal por ifosfamida, nitrosourea o platino y la hipoacusia por cisplatino. La aparición de estas secuelas puede depender de la dosis y generalmente es irreversible. Se deben solicitar los estudios necesarios antes de iniciar el tratamiento con estos fármacos, y después de forma intermitente, para confirmar que los órganos diana no tienen lesiones previas al tratamiento y poder controlar posibles efectos adversos secundarios al mismo. Quizá el efecto adverso tardío más grave sea la aparición de una segunda neoplasia en los pacientes tratados con éxito de una previa. Parece que el riesgo es acumulativo y aumenta un 0,5% cada año, lo que se traduce en una incidencia del 12% a los 25 años del tratamiento. En los pacientes tratados de un cáncer infantil se debe realizar un seguimiento anual, con especial atención a los posibles efectos adversos tardíos del tratamiento, incluidos segundos tumores (fig. 488-5). CUIDADOS PALIATIVOS En todas las fases de la asistencia a los niños con cáncer se deben seguir los principios del cuidado paliativo para aliviar el dolor y el sufrimiento y proporcionarles la mayor comodidad posible (cap. 40). El dolor causa gran sufrimiento a los pacientes con cáncer y se puede deber a la obstrucción o compresión de un órgano o a la existencia de metástasis óseas, o puede ser neuropático. Se debe tratar de forma intensiva y escalonada según las recomendaciones de la OMS, con la analgesia adecuada, la dosis idónea, la vía de administración correcta y la pauta de dosificación apropiada para evitar su persistencia y aliviar los dolores intercurrentes (cap. 71). Además, se debe realizar un ajuste exhaustivo de la dosis y, a la vez, anticiparse, controlar y tratar los efectos adversos. Se deben valorar fármacos adyuvantes y ensayos secuenciales con analgésicos. Entre los objetivos de la asistencia de los pacientes terminales se incluye evitar las molestias al enfermo, a su familia y a sus cuidadores, administrarle los cuidados según sus deseos y los de su familia y tratar de ajustarse a las pautas clínicas, culturales y éticas. BIBLIOGRAFÍA American Academy of Pediatrics Section on Hematology/Oncology Children’s Oncology Group: Long-term follow-up care for pediatric cancer survivors, Pediatrics 123:906-915, 2009. Bradlyn AS: Health-related quality of life in pediatric oncology: current status and future challenges, J Pediatr Oncol Nurs 21:137-140, 2004. Cardous-Ubbink MC, Heinen RC, Langeveld NE, et al: Long-term cause-specific mortality among five-year survivors of childhood cancer, Pediatr Blood Cancer 42:563-573, 2004. Dickerman JD: The late effects of childhood cancer therapy, Pediatrics 119:554-568, 2007. Dolmans MM, Marinescu C, Saussoy P, et al: Reimplantation of cryopreserved ovarian tissue from patients with acute lymphoblastic leukemia is potentially unsafe, Blood 116(16):2908-2914, 2010. Eshelman D, Landier W, Sweeney T, et al: Facilitating care for childhood cancer survivors: integrating children’s oncology group longterm follow-up guidelines and health links in clinical practice, J Pediatr Oncol Nurs 21:271-280, 2004. Fallon M, Hanks G, Cherny N: Principles of control of cancer pain, BMJ 332:1022-1024, 2006. Fong SL, van den Heuvel-Eibrink MM, Eijkemans MJC, et al: Pregnancy outcome in female childhood cancer surviviors, Hum Reprod 25(5):1206-1212, 2010. Giulino LB, Bussel JB, Neufeld EJ, et al: Treatment with rituximab in benign and malignant hematologic disorders in children, J Pediatr 150:338-344, 2007. Green DM, Kawashima T, Stovall M, et al: Fertility of female survivors of childhood cancer: a report from the childhood cancer survivor study, J Clin Oncol 27:2677-2685, 2009. Grunberg SM, Rolski J, Strausz J, et al: Efficacy and safety of casopitant mesylate, a neurokinin 1 (NK-1)-receptor antagonist, in prevention of chemotherapy-induced nausea and vomiting in patients receiving cisplatin-based highly emetogenic chemotherapy: a randomized, double-blind, placebo-controlled trial, Lancet Oncol 10:549-558, 2009. Harris MB: Palliative care in children with cancer: which child and when? J Natl Cancer Inst Monogr (32):144-149, 2004. Hoffer FA: Interventional radiology in pediatric oncology, Eur J Radiol 53:3-13, 2005. Hudson MM, Mulrooney DA, Bowers DC, et al: High-risk populations identified in childhood cancer survivor study investigations: implications for risk-based surveillance, J Clin Oncol 27:2405-2414, 2009. Jenney M, Levitt G: Survivors of childhood cancer, BMJ 340:3-4, 2010. Joensuu A: Sunitinib for imatinib-resistant GIST, Lancet 368:1303-1304, 2006. Juweid ME, Cheson BD: Positron-emission tomography and assessment of cancer therapy, N Engl J Med 354:496-507, 2006. Kantarjian H, Shah NP, Hochhaus A, et al: Dasatinib versus imatinib in newly diagnosed chronic-phase chronic myeloid leukemia, N Engl J Med 362:2260-2270, 2010. Kelly KM: Complementary and alternative medical therapies for children with cancer, Eur J Cancer 40:2041-2046, 2004. Koehn BH, Schoenberger SP: Tumor immunotherapy: making an immortal army, Nat Med 15:731-732, 2009. Krause DS, Van Etten RA: Tyrosine kinases as targets for cancer therapy, N Engl J Med 353:172-187, 2005. Kurt BA, Armstrong GT, Cash KC, et al: Primary care management of the childhood cancer survivor, J Pediatr 152:458-466, 2008. Lobo RA: Potential options for preservation of fertility in women, N Engl J Med 353:64-73, 2005. Mack JW, Grier HE: The day one talk, J Clin Oncol 22:563-566, 2004. The Medical Letter: Palifermin (kepivance) for myelotoxic-therapyrelated mucositis, Med Lett 47:36-37, 2005. Mocellin S, Mandruzzato S, Bronte V, et al: Part 1: vaccines for solid tumours, Lancet Oncol 5:681-689, 2004. Mocellin S, Semenzato G, Mandruzzato S, et al: Part II. vaccines for haematological malignancy disorders, Lancet Oncol 5:727-737, 2004. Mulrooney DA, Yeazel MW, Kawashima T, et al: Cardiac outcomes in a cohort of adult survivors of childhood and adolescent cancer: retrospective analysis of the childhood cancer survivor study cohort, BMJ 339:b4606, 2009. Nathan PC, Furlong W, Barr RD: Challenges to the measurement of health-related quality of life in children receiving cancer therapy, Pediatr Blood Cancer 43:215-223, 2004. Neal DE, Donovan JL, Martin RM, Hamdy FC: Second primary cancers in survivors of childhood cancer, Lancet 374:1484-1485, 2009. Oeffinger KC, Ford JS, Moskowitz CS, et al: Breast cancer surveillance practices among women previously treated with chest radiation for a childhood cancer, JAMA 301:404-414, 2009. Oeffinger KC, Mertens AC, Sklar AC, et al: Chronic health conditions in adult survivors of childhood cancer, N Engl J Med 355:1572-1582, 2006. Oeffinger KC, Nathan PC, Kremer LCM: Challenges after curative treatment for childhood cancer and long-term follow up of survivors, Pediatr Clin N Am 55:251-273, 2008. Capítulo 488 Principios del tratamiento & e488-11 © ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito. Offit K, Sagi M, Hurley K: Preimplantation genetic diagnosis for cancer syndromes, JAMA 296:2727-2730, 2006. Patenaude AF, Kupst MJ: Psychosocial functioning in pediatric cancer, J Pediatr Psychol 30:9-27, 2005. Patiño-García A, Zalacaín M, Marrodàn L, et al: Methotrexate in pediatric osteosarcoma: response and toxicity in relation to genetic polymorphisms and dihydrofolate reductase and reduced folate carrier 1 expression, J Pediatr 154(5):688-693, 2009. Pollock BH, Knudson AG: Preventing cancer in adulthood: advice for the pediatrician. In Pizzo PA, Poplack DG, editors: Principles and practice of pediatric oncology, ed 5, Philadelphia, 2006, Lippincott Williams & Wilkins, pp 1617-1628. Prasad D, Schiff D: Malignant spinal-cord compression, Lancet Oncol 6:15-24, 2005. Pui CH, Relling MV: Can the genotoxicity of chemotherapy be predicted? Lancet 364:917-918, 2004. Reaman GH: Pediatric cancer research from past successes through collaboration to future transdisciplinary research, J Pediatr Oncol Nurs 21:123-127, 2004. Reulen RC, Winter DL, Frobisher C, et al: Long-term cause-specific mortality among survivors of childhood cancer, JAMA 304(2): 172-178, 2010. Ross CJD, Katzov-Eckert H, Dubé MP, et al: Genetic variants in TPMT and COMT are associated with hearing loss in children receiving cisplatin chemotherapy, Nat Genet 41:1345-1349, 2009. Ross L, Johansen C, Dalton SO, et al: Psychiatric hospitalization among survivors of cancer in childhood or adolescence, N Engl J Med 349: 650-656, 2003. Saglio G, Kim DW, Issaragrisil S, et al: Nilotinib versus imatinib for newly diagnosed chronic myeloid leukemia, N Engl J Med 362: 2251-2259, 2010. Soussain C, Ricard D, Fike JR, et al: CNS complications of radiotherapy and chemotherapy, Lancet 374:1639-1650, 2009. Shamberger RC, Jaksic T, Ziegler MM: General principles of surgery. In Pizzo PA, Poplack DG, editors: Principles and practice of pediatric oncology, ed 5, Philadelphia, 2006, Lippincott Williams & Wilkins, pp 405-420. Sharma R, Tobin P, Clarke SJ: Management of chemotherapy-induced nausea, vomiting, oral mucositis, and diarrhoea, Lancet Oncol 6: 93-102, 2005. Simard PF, Bolton RM, Tarbell NJ: Anti-inflammatory cream reduces skin damage induced by ionizing radiation, Oncologist 14:197-198, 2009. Spielberger R, Stiff P, Bensinger W, et al: Palifermin for oral mucositis after intensive therapy for hematologic cancers, N Engl J Med 351: 2590-2598, 2004. Steward AF: Hypercalcemia associated with cancer, N Engl J Med 352:373-378, 2005. Tarbell NJ, Yock T, Kooy H: General principles of radiation oncology. In Pizzo PA, Poplack DG, editors: Principles and practice of pediatric oncology, ed 5, Philadelphia, 2006, Lippincott Williams & Wilkins, pp 421-432. Uren A, Toretsky JA: Pediatric malignancies provide unique cancer therapy targets, Curr Opin Pediatr 17:14-19, 2005. van Casteren NJ, van der Linden GHM, Hakvoort-Cammel GAJ et al: Effect of childhood cancer treatment on fertility markers in adult male long-term survivors, Pediatr Blood Cancer 52:108-112, 2009. Viswanathan AN: Childhood cancer survivors: stillbirth and neonatal death, Lancet 376:570-572, 2010. Weiner LM, Dhodapkar MV, Ferrone S: Monoclonal antibodies for cancer immunotherapy, Lancet 373:1033-1040, 2009.