ESAP. Encuentro Regional de investigación. Villa de Leyva

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ESAP. Encuentro Regional de investigación. Villa de Leyva. Diciembre de 2013
Ponencia: “Desarrollo regional, institucionalidad pública y post “conflicto-armado” en Colombia, 20142025”
Wilson Ladino Orjuela1
Se nos ha invitado a presentar unas reflexiones sobre el desarrollo regional. El tema ha sido abordado por los
economistas y expertos en planeación del desarrollo, en desarrollo regional y por analistas con diferentes
perspectivas teóricas.
En primer lugar debemos señalar que el desarrollo regional se refiere desenvolvimiento de actividades
económicas, sociales, culturales, políticas que un determinado grupo humano, localizado en un territorio
específico, puede lograr. En desarrollo regional conlleva crecimiento económico, aglomeración de población,
transformación de comportamientos sociales, y de valores que orientan la producción de bienes culturales,
por parte de los asociados.
En la perspectiva económica se ha insistido en la importancia de conjugar factores que conlleven al “éxito”
en la acumulación de capital y de riqueza, es decir de producción de bienes de uso. Reconocer la vinculación
a mercados en los que se puedan tranzar los bienes que se producen, en una determinada localidad, es
crucial para facilitar el desarrollo de la economía y otra de las condiciones para que se produzca dicho
desarrollo.
Otros análisis del desarrollo regional han puesto el énfasis en la institucionalidad, pública y privada, que se
considera “clave” para lograr el desarrollo regional. En los últimos 50 años la literatura ha enfatizado en el
aspecto de la “institucionalidad pública” necesaria para garantizar dicho desarrollo regional.
Los estudios empíricos dejan ver que los países en los que se han consolidado ciertas instituciones
democráticas, estables, conocidas, confiables, etc., son los que han logrado con mayor éxito el desarrollo
económico. El reciente trabajo de Acemoglu y Robinson (Acemoglu y Robinson, 2013) insiste en la
importancia de las instituciones “inclusivas”, frente a las instituciones “extractivas” para permitir el
desarrollo de la democracia y del capitalismo moderno. Su trabajo presenta evidencias de lo ocurrido en
diferentes lugares del mundo y la conclusión es la misma: sólo las instituciones inclusivas, que permitieron la
existencia de diferentes actores económicos y políticos, garantizaron el desarrollo regional y nacional que
hoy se observa en los países dominantes de la economía y el escenario mundial.
El otro aspecto del análisis que se ha planteado en los estudios es el de la paz o las condiciones pacíficas para
la resolución de los conflictos entre los miembros de la sociedad. Desde los estudios del capitalismo
moderno elaborados por Smith (Smith, 1990) y Marx (Marx, 1975) en el siglo XIX se ha señalado la
importancia de condiciones pacíficas en la sociedad para permitir el crecimiento y la acumulación, luego de
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Profesor Asociado ESAP. sociólogo. Máster en Sociología. DEA en Gobierno y Administración. Candidato a doctorado
en Gobierno y Administración Pública. Integrante del grupo de investigación Estado y Poder de la ESAP.
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la llamada “acumulación originaria” que se caracteriza en todas partes por ser un proceso violento, de
saqueo y de agresión de unos sobre otros.
En Colombia, a raíz de las conversaciones entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las FARC-EP, en este
año 2013, se ha venido hablando de “post conflicto” para querer decir etapa “post guerra” o post conflicto
armado.
Debe ser claro que el conflicto es “natural” a la especie humana y a la vida en sociedad y en consecuencia lo
que se termina no es el conflicto sino el “conflicto armado” y deben crearse las condiciones para que las
diferencias que generan los conflictos se resuelvan mediante instituciones adecuadas, que la humanidad ha
construido a lo largo de milenios.
En general, todos los estudios están de acuerdo en que se requieren soluciones pacíficas a las diferencias
que se presentan entre los ciudadanos que comparten un territorio, tradiciones, cultura, economía y
régimen político, para poder acumular capital económico, capital social, capital cultural y capital humano.
Si el país logra superar el conflicto militar o la guerra civil de baja intensidad que se ha vivido en estos 50
años, se debe trabajar en varios ámbitos para garantizar el asentamiento de la paz y el desarrollo regional.
Veamos:
A) INSTITUCIONALIDAD PÚBLICA ESTATAL. Se hace necesario crear una institucionalidad que
desarrolle la Constitución Política Nacional. Es imprescindible pasar de la administración pre
moderna patrimonial que caracteriza a las entidades nacionales y territoriales y consolidar una
administración burocrática moderna. Esto quiere decir quitarle las administraciones del Poder
Ejecutivo, del Poder Judicial, de los órganos de Control, de las entidades autónomas, a los líderes
“carismáticos” del Poder legislativo colombiano. Imponer el mérito, es decir, establecer los
concursos como la condición fundamental para el ingreso a la carrera administrativa es
indispensable. Pero también es necesario “masificar” el funcionariado de carrera que opera en las
entidades del Estado en todos los Poderes Públicos y organismos especiales.
En la actualidad por cada funcionario de carrera debidamente inscrito puede haber entre 10 y 20 por
contrato lo que quiere decir, además de empleo de mala calidad sin prestaciones, ni estabilidad, ni
competencias definidas, ni memoria en las oficinas públicas, miles de cuotas con las que se soportan
los Senadores y Representantes a la Cámara, los Diputados y Concejales del país. Esta realidad es
triplemente costosa.
Un primer costo es la debilidad de la capacidad de las instituciones estatales para realizar la tarea
que tienen asignada por la Constitución y la Ley.
Un segundo costo es la falta de memoria en las instituciones y la incapacidad de acumulación de
conocimientos y experticia en procesos que se adelantan de manera cotidiana (planeación,
contratación, evaluación, atención al ciudadano, inversión, etc.)
Un tercer costo son las deplorables condiciones personales y familiares de miles de contratistasfuncionarios que operan en las instituciones del Estado colombiano, lo que en parte los puede hacer
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proclives a dejarse manipular o a depender de las decisiones de sus “padrinos” que se desempeñan
en los órganos coadministradores territoriales o en el legislativo nacional.
El Poder Judicial debe garantizar su presencia en todo el territorio nacional. Se debe incrementar el
número de jueces y funcionarios auxiliares, para asegurar el principio de “pronta y efectiva justicia”
entre los ciudadanos. Esta decisión debe contar con el supuesto de la carrera administrativa o
carrera judicial en esta Rama del Poder Público. Lo mismo aplica para la organización electoral.
Los Organismos de Control deben contar con fuertes carreras administrativas y evitarse su control
por fuerzas extrañas a los principios del mérito y la eficiencia en su tarea constitucional.
La descentralización debe seguir profundizándose en el país. No se debe detener el impulso que le
dio la Asamblea Nacional Constituyente en 1991 y que el Congreso Colombiano, con la iniciativa de
los Gobiernos Nacionales, ha venido “cercenando” en estos casi veinticinco de vigencia de la
Constitución de 1991.
B) REDISTRIBUCIÓN DE RECURSOS HACIA LAS ZONAS PERIFÉRICAS DEL PAÍS. A lo largo de estos 200
años el país se ha concentrado en la zona andina (polígono de oro) y ha descuidado las zonas de
fronteras y las fronteras internacionales. Son múltiples los trabajos realizados por los académicos
demostrando esta afirmación. La pérdida reciente del mar Caribe por la decisión de la Corte
internacional es una evidencia del descuido. Los diferentes rankings (competitividad departamental,
etc.) evidencian las distancias que se presentan entre las cuatro principales ciudades del país y las
zonas periféricas de la nación.
Se requiere un cambio radical en la fórmula de distribución de los recursos nacionales hacia las
entidades territoriales y es imprescindible que se adelante pronto (fruto de una Asamblea Nacional
Constituyente, de un Referendo o de cualquier otro mecanismo de refrendación que se determine
entre las partes). En los próximos 10 años se deben asignar todos los recursos de regalías hacia las
entidades territoriales con menor desarrollo relativo de la Nación. Y se deben asignar cuotas
porcentuales de recursos del presupuesto nacional hacia estas zonas y hacia las zonas rurales,
descuidadas. Una reducción paulatina de la inversión militar y orientarla hacia las zonas de frontera
y regiones con menor desarrollo relativo.
C) LEGALIZACIÓN DE LA PROPIEDAD Y DISTRIBUCIÒN DE LA TIERRA. Es sabido el problema lejano en
el tiempo de falta de garantías de propiedad de la tierra en el país. Se debe establecer una estrategia
de legalización de predios en los próximos diez años. Se debe crear una coordinación entre
instituciones que cumplan con esta tarea constitucional. La disputa entre instituciones
especializadas en el proceso de legalización debe ser superada por la colaboración y la garantía de
resultados. Es necesario apoyarse en experiencias internacionales (Japón, Alemania, Emiratos Árabes
Unidos, etc.) en procesos de legalización de predios en regiones diversas.
D) ORGANIZACIÓN ELECTORAL TRANSPARENTE Y BLINDADA DE ACCIONES TURBIAS. La falta de
credibilidad en la institucionalidad electoral ha sido una constante en Colombia. Es condición
fundamental para la credibilidad de los ciudadanos y de los diferentes actores políticos, la fortaleza
de las instituciones electorales del país. Allí está una de las condiciones para aclimatar la paz en todo
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el territorio nacional en los próximos años. Ya se ha planteado el tema del Estatuto de la Oposición
previsto en la Constitución Política Nacional y aplazado estos veinticinco años. Los partidos conocen
hoy las fragilidades en la “cadena de custodia” del sistema electoral y sobre esos puntos críticos
debe trabajarse sin demora.
E) PARTICIPACIÓN CIUDADANA. GOBERNANZA Y DESARROLLO REGIONAL. Aunque está prevista en la
Constitución y en diversas leyes y dado que se habla de un proyecto de estatuto de la participación
ciudadana es necesario intensificar, con el apoyo de instituciones educativas de básica, secundaria,
media y universidades en todo el país, la alfabetización en participación ciudadana y en veedurías
comunitarias que puedan hacer control a las administraciones locales. El país debe pasar de estilos
de gobierno propios del siglo XIX a formas de Gobernanza característicos del siglo XXI. Lo alcanzado
por algunas localidades en el territorio colombiano debe ser estudiado y tomarse como ejemplo y
demostración de que se es viable el desarrollo regional en el Tercer Mundo.
F) UNIVERSALIZACIÒN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN LAS REGIONES DE MENOR DESARROLLO
RELATIVO. Un asunto clave para avanzar en el desarrollo regional, además de las inversiones en
infraestructura y en procesos productivos, es la formación de capital humano en las regiones y
países. Colombia se ha quedado atrás en la calificación de su recurso humano, en parte por la
asignación hacia la “defensa nacional” (aproximadamente 25 billones de pesos al año). Comparado
con los países de América Latina, el país sigue por debajo en los promedios de calificación
universitaria de su población, aún de la más joven. Se requiere cambiar radicalmente la panorámica
señalada. Es imprescindible llevar educación universitaria de alto nivel hacia las regiones de menor
desarrollo relativo y abrir las fronteras con Brasil, Venezuela, Ecuador, Perú y Panamá, que permitan
nuevas proyecciones y atracciones hacia estos centros regionales de interés estratégico
internacional.
G) ALIANZAS CON PAÍSES DE ALTO DESARROLLO O DE MEDIANO DESARROLLO. Las Entidades
Territoriales y el Nivel Nacional de Estado deben adelantar intensas relaciones con países de Alto
Desarrollo (OECD) y con aquellos que se ubican como de Desarrollo medio en el Mundo, para
favorecer relaciones comerciales, culturales, promoción de los intereses locales y activar mercados
especializados, especialmente ambientales con dichas economías. Las perspectivas del desarrollo
tecnológico en la medicina, en la nano tecnología, en las comunicaciones, en el turismo ambiental, le
ofrecen importantes perspectivas a estos escenarios regionales. Se requiere una diversificación y
especialización de las economías regionales, para competir en el monopolizado mercado mundial, el
cual se encuentra “dominado” por las potencias económicas: Estados Unidos, China, Japón,
Alemania, Inglaterra, India, Brasil, Rusia, entre otros, miembros todos de la OECD.
En consecuencia, sólo bajo la decisión inaplazable de adelantar estos cambios en las prioridades de inversión
nacional y de políticas públicas nacionales y regionales se podrá conseguir el llamado desarrollo regional en
la etapa de post “conflicto armado” que se vislumbra en el país para los próximos años.
La condición de Colombia no es fácil, el panorama se observa complejo y le ofrece importantes retos a una
nación que se encuentra, dicen los expertos, en desarrollo medio. Sólo una dirigencia nacional alimentada
por las tensiones regionales puede dar salida a nuevos procesos dinámicos para enfrentar con éxito dichos
retos. Si estas decisiones no se toman, a dicha dirigencia (los Presidentes, Senadores, Representantes a la
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Cámara, Academia, Gremios, Diputados, concejales, entre otros) le corresponderá la responsabilidad de
seguir dejando a la nación por fuera de los circuitos de la modernidad por la que se han encauzado países
que estaban por debajo de Colombia y hoy lo superan con altos indicadores diferenciales.
¡Muchas Gracias por su atención¡
Villavicencio, 15 de Noviembre de 2013
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