editorial

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¡PUEBLO LATINOAMERICANO! UNÍOS COMO HERMANOS HOY
PARA COMBATIR CON LAS ARMAS DE LA INTELIGENCIA EL
ESTADO Y EL CAPITALISMO PRIVADO, QUE OS EXPLOTAN
HAMBRE Y A LA MISERIA.
MÁS QUE NUNCA,
CAPITALISMO DE
Y CONDENAN AL
P O S CL A
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ÓRGANO DE DIFUSIÓN DE LA ASOCIACIÓN DE CENTROS DE ESTUDIOS GNÓSTICOS,
ANTROPOLÓGICOS, PSICOLÓGICOS Y CULTURALES. A. C., SOBRE SUS PROPUESTAS
PSICOPOLÍTICAS Y POLIÉTICAS DEL CRISTO SOCIAL.
PERSONERÍA JURÍDICA 1294 DE 1990.
MATRÍCULA / CÁMARA DE COMERCIO SO-500484 DE 2004
BOLETÍN No. 26 – ENERO – MARZO DE 2012
www.acegap.org
EDITORIAL
D
ebido a la pérdida de los valores espirituales, como la “generosidad”, la “compasión”, la “paz”, la “verdad”,
la “alegría por el bien ajeno”, la “cooperación”, etc., la llamada política, actualmente es una actividad que
nos constriñe con mucha asiduidad, a encaminar nuestra atención a situaciones conflictivas o potencialmente
beligerantes.
La política en estos momentos, debido al descalabro de la inteligencia humana carece de portento en los
aspectos afectivos y emocionales; descalificando manifestaciones de amor, de altruismo y de conmiseración. La
política de estos tiempos, por causa del desastre ocasionado al recto pensar, recto sentir y recto actuar, es el
terreno en el cual las gestiones de los seres humanos, lo mismo que los acontecimientos, tienen tinte irracional,
entre grupos y entre individuos. De acuerdo con su falsa apreciación, no permite la expresión de las emociones
relacionadas con la bondad, la amistad y la nobleza.
Los mal llamados políticos de esta época, obligados por la ineluctable declinación en su forma de pensar
y sentir, proceden frente a una afluencia del problema muchas veces insolubles, sin sentimientos humanos y, sin
embargo, hacen ostentación de poder y eficacia que trasmiten por sus propios medios, tergiversando la cruda
realidad del naufragio en que se encuentra la gobernabilidad. Como si los sentimientos humanitarios fueran un
prototipo de debilidad, un lastre para la acción; y así la política, que otrora era una ciencia sagrada, y que en la
antigüedad sólo la ejercían los hombres de sabiduría, hoy es una actividad en la que se sacrifican los pueblos, se
les explotan, se les encadenan con impuestos injustos, para que los politicastros puedan saciarse instintivamente
“a sus anchas panzas”.
La ausencia de compasión impone a los politicastros falsamente llamados políticos, formas inhumanas
de procedimientos que, en rigor, originan la indiferencia, el abandono y el desamparo del trabajador (tanto del
músculo como del intelecto). Formas de modos descabellados de actuar cuyo origen se encuentra en la maldad
de estos sujetos y en sus instituciones que ellos han condicionado, para columpiarse cómodamente en sus
usufructos.
Estas formas de corrupción de los politicastros originan preocupación por el futuro de nuestra especie,
por el futuro de un mundo que ha llegado al siglo XXI muy disperso, cada vez más empobrecido en valores
éticos, lo suficiente para convencernos que, en este momento de la historia, el único futuro de la humanidad es
un Apocalipsis horroroso.
Sin duda alguna a causa de estos dos flagelos: politicastros y plutócratas, vivimos en este pobre planeta en
un clima que es la antítesis del amor.
Politicastros y plutócratas
H
oy por hoy, el político trata sólo con la politiquería; toda la estructura de la política moderna se basa en las
promesas que los politicastros nunca cumplen, en su farsa, y en su engaño, y así estos seres perversos,
causan abominables estragos y traen más desdicha al país. La política de hoy día, es meramente un instrumento
de explotación; pero si el político tuviera la inteligencia de considerar la vida como un medio de servir a su
prójimo, y no únicamente como un medio de aprovechamiento egoísta y contemplara los problemas insolubles
del pueblos, entonces él sería un
verdadero ser humano, no una arpía
inhumana.
En Colombia, por ejemplo, hay
millones de niños que padecen
desnutrición y mueren de hambre. El
político dice: “Invito a la nación a que
seamos
liberales,
conservadores,
comunistas; así podemos resolver el
problema del hambre”. Pero, en verdad, el
modo de resolver el problema de la
desnutrición y del hambre no es
perteneciendo a tal o cual partido político,
sino todo lo contrario, cooperando con la
clase desprotegida. El hambre es un
problema nacional y este proceso de
aislamiento como liberal, conservador o comunista, no hace sino incrementarlo aun más. Por consiguiente, un
auténtico político sería aquel que aborda los problemas del pueblo, no con personalismo, sino como un ser
humano bondadoso, si no es así, causaría mayores estragos, mayores males, mayor desdicha, como lo vemos
actualmente. Mas, si el político considera la totalidad de la vida humana, sin discriminar entre razas, estratos,
regionalismo y clases, entonces es un ser humano auténtico y puede ser un buen político.
Lamentablemente, los mal llamados políticos son seres moldeados por una educación marchita, por una
sociedad menguada; esto lo hace un ser humano interesado principalmente en poseer dinero, y para eso saquea,
roba, engaña, defrauda, etc., en su período de gobierno, ahogando la mínima reflexión humana, o el asomo de un
ente culto. Esa meta de enriquecerse a como dé lugar, pone fin a cualquier vislumbre de caridad y engendra
miedo, el cual bloquea la inteligente comprensión de su vida, como hombre público. Todo esto es así porque la
enseñanza académica convencional torna extremadamente difícil el pensar espiritual.
Los politicastros en el fondo, sólo se preocupan por su posición burocrática, por escalar mejores
posiciones, los concejales, aspiran a ser diputados, estos a su vez piensan en ser Representantes, Senadores,
Presidentes, etc., y así quieren hacerse sentir, trepar al tope de la escalera y engañar a los pueblos con falsas
promesa que no se consuman nunca. De esta forma, la farsa, la mentira, el engaño, rigen al pueblo colombiano
constitucionalmente. Y el daño moral ha sido tremendo que alcanza a afectar hasta las zonas más profundas de la
subconciencia humana. Es obvio que mientras tengan existencia los políticos de tipo reaccionario, regresivo y
retardatorio, todos los esfuerzos revolucionarios de los trabajadores se convertirán en sangre y dolor al chocar
inútilmente contra los muros abyectos de los politicastros.
El pueblo trabajador colombiano tiene mucha hambre, los gremios obreros están cansados con tantas
injusticias cometidas por los politicastros y exigen sus derechos. Nosotros los trabajadores necesitamos llevar al
poder a los hijos del proletariado, Sólo así podemos lograr con éxito la transformación radical de la sociedad.
Mientras los Tres Poderes: Ejecutivo, Legislativo, Judicial, estén representados por los zánganos politicastros,
representantes del capitalismo imperialista o sus compadres, los señores de la reacción comunista, toda
transformación radical del proletariado será saboteada desde arriba aunque los de abajo chillen y griten.
El Partido Socialista Cristiano Latino-Americano (POSCLA) y el pueblo latinoamericano van a enseñarle
al mundo cuándo y cómo es que se vive de verdad. La América Latina tiene que establecer en el mundo un
nuevo Orden Revolucionario.
Tras los politicastros están los plutócratas imperialistas, las poderosas sociedades anónimas, los trusts,
monopolios, etc., etc., etc. Los politicastros están secretamente controlados por los potentados del imperialismo
capitalista. Verbigracia, los jefes de los distintos estados latino-americanos son únicamente títeres, marionetas
controlados por los hilos secretos de los señores del oro y de la plata, a quienes no les importa un comino el
dolor de las clases sufridas. Auncuando parezca increíble, detrás de todos los gobiernos nacionales de la América
Latina, está el imperialismo yanqui, los amos del capital.
Los plutócratas del capitalismo "gringo", los señores del oro y de la plata, los potentados del petróleo, los
agentes tenebrosos de las grandes sociedades anónimas, resultan en el fondo ser los verdaderos gobiernos que se
esconden astutamente tras los gobiernos nominales.
El político debe ser anti-imperialista. Despojándonos de toda clase de fraseología inútil, diremos con plena
seguridad que el político corrupto, el politicastro debe terminar en la America. En nuestro país, Colombia, y en
toda la América Latina, necesitamos con urgencia una nueva organización económica y política que cumpla la
tarea gigantesca relacionada con la industrialización y educación pública, pero liberada de sus aspectos cruentos
de explotación humana y vasallaje nacional, y eso sólo lo pueden llevar a cabo los “políticos” en el sentido
exacto del término; políticos pletóricos de caridad cristiana.
El politicastro carece de caridad y cualquier cuestión que hace para favorecer a las gentes infelices lo lleva
a sentirse tan inmensamente satisfecho de su “gran caridad” que piensa que hasta ahí no más llega su gestión;
pero en verdad no posee compasión para los desamparados desplazados, que martirizados, hambrientos y
desnudos deambulan por las calles. Para esos infelices parias no hay cómodas residencias, ni adecuados vestidos.
En verdad la crueldad que cada politicastro lleva dentro, se expresa afuera como falta de legítima caridad para
las víctimas del infortunio.
El politicastro es cruel y malvado, y lo que los pueblos necesitan son políticos verdaderamente caritativos
que brinden a todos los seres vulnerables, exquisitos y agraciados hogares. Es obvio que esto sería un hecho si
cada político se hace consciente de su propia crueldad; sólo cuando comprenda que es egoísta e inhumano,
desaparecerá la crueldad en forma clara y espontánea; y brotará en su forma de pensar y sentir algo nuevo; eso
nuevo, es la auténtica caridad consciente.
El país necesita con suprema urgencia políticos auténticamente caritativos, democráticos, que trabaje por
sus compatriotas desamparados y afligidos. Sólo así es posible que el gobernante y las entidades pertinentes,
brinden a esos “huérfanos” colombianos desplazados, pan, abrigo y refugio. Estos seres desamparados, son
también seres humanos. Ellos no son menos que nadie, son tan humanos como cada uno de los habitantes de esta
nación; ellos tienen los mismos derechos que tenemos todos; y los políticos, y los gobernantes actuales deben
reconocérselos.
La crueldad para con estos compatriotas no admite justificación. Al respecto, ¿qué hacen los miembros
de los partidos políticos? ¿Por qué no se asocian para resolver este problema de estos compatriotas
desamparados? ¿Cuándo vamos a practicar la democracia que tanto pregonan en sus campañas políticas? En
verdad las ideas democráticas que dicen defender, deben ahora aplicarlas en realidad concreta.
Ese es el motivo por el cual, el POSCLA insiste en lo indispensable que es que elijamos para las alcaldías,
gobernaciones concejos, asambleas, senado, presidente, etc., seres humanos en el sentido más profundo del
término, que practiquen la caridad consciente como bálsamo milagroso que consuele los adoloridos corazones de
estos hermanos colombianos que por carencia de una verdadera democracia se encuentran en procelosa
desgracia.
¡Cuán doloroso es ver a millones de colombianos desplazados, pobres, sucios, miserables y descalzos
andando por las lujosas calles de las congestionadas urbes de este país¡ Se necesita de manera impostergable que
los miembros de todas los partidos políticos, los obreros de todas las fábricas, la gente de todas las industrias, los
devotos de todas las religiones se asocien y trabajen por estos desventurados.
El gobierno colombiano que presume de ser civilizado y dizque muy cristiano, abandona a millones de
colombianos y los deja vagar por las calles, hambrientos y desamparados. Y allí en ese grueso número de
colombianos desplazados, van miles de niños; sí, niños… ¡Cuán lejos está este gobierno de haber entendido al
Cristo cuando dijo: “Dejad que vengan los niños a mí porque de ellos es el reino de los cielos”! ¡Cuán lejos se
encuentra la sociedad colombiana de comprender lo que significa realmente ser cristiano! Ha llegado la hora de
realizar urgentemente un Cristianismo Socialista enseñado por Mesías, los Profetas, los Santos…
Los infames politicastros son los verdugos del pueblo. Los abyectos politicastros lo único que hacen es
engañar y explotar miserablemente a los sufridos y hambrientos trabajadores. La revolución social cristiana no
necesita de sangre y aguardiente, ni de campos de concentración, ni de nuevas Siberia, ni de fusilamientos y
cárceles, pero sí de sabios gobernantes, verdaderos políticos, verdaderos legisladores del proletariado; pero ante
todo es necesario llevar a la Presidencia de la República a los hijos del pueblo a verdaderos trabajadores de pico
y pala, a hombres del proletariado, jamás a políticos astutos que nunca han hecho nada por el pueblo. Es la obra
la que habla por el hombre no el hombre por la obra, "por sus frutos los conoceréis".
Hasta el momento ha resultado ser un exabrupto que el pueblo haya dado el voto por un sujeto corrupto,
por un politicastro que nunca ha hecho nada por el pueblo, que jamás ha pertenecido a las filas del proletariado.
Ha resultado ser una estupidez por parte del proletariado dar el voto por aquellos candidatos que fueron
impuestos por la propaganda de las camarillas de zorros políticos, astutos y egoístas.
Cuando el pueblo colombiano, cuando los pueblos latinoamericanos lleven al poder al proletariado y se
industrialicen, entonces ya los "gringos" no podrán monopolizar todos los mercados y seremos libres de verdad.
El “Enemigo Secreto” que se esconde tras todos los gobiernos y que sabe utilizar a los gobernantes en
forma astuta, ha trazado todo este plan maquiavélico de apoderarse de los recursos de las naciones
latinoamericanas; y está ya previsto con mucha anticipación, que una vez debilitados todos los sectores sociales
que podrían oponérseles, religión, capital del campo, capital de las ciudades, etc., etc., etc., vendrá entonces la
revolución armada para acabar con todo el orden cristiano-democrático e implantar nuevo orden de tipo
Marxista-Leninista.
La miseria se entroniza en Colombia
E
l POSCLA está en guerra contra la miseria. Son muchos los ciudadanos colombianos que sufren lo indecible
esperando un empleo y al fin, cuando llega el anhelado empleo u ocupación renumerada, surgen nuevas y
graves necesidades que vienen a llenarles la vida de amargura. Las sorpresas más desagradables sobrevienen
como es natural en el primer mes: descuentos y más descuentos al salario, ya para seguro, ya para sindicatos,
jubilaciones, etc. etc. etc. La realidad es que una cosa es el salario nominal y otra el salario real total; es cierto y
muy cierto que el salario real que reciben los pobres trabajadores no alcanza para cubrir todas sus necesidades y,
sin embargo, tiene que trabajar y saber cumplir con el trabajo.
Trabaja el pobre obrero y trabaja y trabaja y por más que
trabaje no gana lo suficiente como para cubrir todas sus
necesidades, esa es la triste realidad de la época en que
vivimos. Los trabajadores, salvo raras excepciones viven en
miserables viviendas propias para cerdos pero impropias para
seres humanos. Lo más común en toda esta tragedia es que los
trabajadores busquen soluciones fiando, sacando a crédito,
empeñando, etc., pero todo resulta inútil y la miseria continúa
su cruda campaña de horror contra los infortunados
trabajadores. Lo más trágico, son los vicios, por lo común los
trabajadores llenos de dolor y de miseria caen en el fango de
los vicios, alcoholismo, juego, etc., para olvidar los pesares
que la vida les ha dado. Así es como los amos del capital
preparan el terreno y lo abonan para que en él germine la flor
abominable de la violencia, del terrorismo…
Los trabajadores en desgracia están dispuestos a todo, inclusive a volverse extremistas. El POSCLA está
resuelto a acabar con estas lacras sociales que han convertido la vida en un infierno, minando peligrosamente la
unión nacional de cada país y haciendo peligrar muy seriamente la defensa común del hemisferio occidental.
Nosotros estamos contra la miseria que es la que lleva el dolor y la desgracia al individuo y a la familia.
El salario nominal que reciben los pobres trabajadores no alcanza para comprar las cosas que se necesitan
en el hogar y entonces es claro que tienen que comprar a crédito, sillas, mesas, camas, etc., todo esto con el ya
consabido recargo de intereses. Es lógico que si al mísero salario nominal se le resta todo el dinero que se
necesita para pagar las cosas sacadas a crédito, lo que queda del salarlo es una miseria que no alcanza casi ni
para comer. Liberada la familia de la necesidad del crédito, el nivel de vida es entonces superior, hay abundancia
y sobre todo tranquilidad.
La fórmula para liberar al individuo y a la familia de los tales créditos, consiste en pagarle a los
trabajadores sus sueldos completos y sin descuentos de ninguna especie y estableciendo salarios que estén de
acuerdo con el costo de las necesidades de la “vida Standard”.
¿Acaso podemos afirmar que estos parias de la vida tienen patria? La palabra patria está tan
rancia y sobrecargada de parámetros conceptuales que resulta demasiado abstracta, vaga. El sentido de
patria es algo que hoy no es entendido con claridad. La palabra patria es fascinante; a la gente le
fascina, sin embargo, no se tiene plena comprensión de ella; existe confusión en relación con esta
palabra. Si estudiamos un poco de historia sobre esta palabra, vemos que los bohemios utilizaban la cruz o la
“X” como signo de reconocimiento y guiados por este gráfico trazado en un árbol o en cualquier pared,
acampaban siempre en el lugar que ocupaban sus predecesores, junto al símbolo sagrado que llamaban patria.
Todavía algunos creen que esta palabra es de origen latino. Las tribus nómadas tenían un lema que
esforzaban en practicar, “Patria est ubicumque est bene”: “La patria está en todas partes donde se está bien”.
Según este lema-divisa podemos preguntar, ¿tienen los desplazados una patria? ¿Tienen los hambrientos, los
desempleados, los indigentes, una patria? Etimológicamente no, pues patria es “donde te va bien”.
Hoy es muy común que cualquiera manifieste que “hay que defender la patria”; ¿Pero acaso los
desamparados tienen patria? ¿Cómo se le puede decir a unos padres de familia que tienen patria cuando los
vemos mendigando un pedazo de pan? ¿Y a esos niños inválidos que piden una moneda para comprar una bolsa
con agua para calmar la sed, a todos esos desplazados que nadie siente piedad por ellos? A diario nuestra retina
registra escenas que conmueven las fibras más profundas del corazón. Por una parte, los desplazados no valen
nada, se les trata peor que a basura, por lo menos a la basura se le recoge, pero a ellos nadie los tiene en cuenta y
por otra parte, duele ver a unos gobernantes que no tienen un átomo de compasión por ellos. Mas, sin embargo,
se les escucha decir a esos abyectos gobernantes, rodeados siempre de cientos de “gorilas” que los protegen:
“Todos tenemos el deber de defender la patria”.
El verdadero sentido de patria, sólo se puede vivir íntegramente cuando se tengan gobernantes libres de
amos y respeten y hagan respetar los derechos humanos de los pueblos. Mientras el gobernante que esté sentado
en la silla de la primera magistratura reciba órdenes y las cumpla de sus dueños, éste no podrá ser luz para los
gobernados.
Los trabajadores están expuestos a un sin número de problemas que los llevan al hambre, a la miseria, etc.,
por ejemplo: los préstamos. Es urgente que los gobiernos controlen a los prestamistas a fin de acabar con los
abusos, los prestamistas son necesarios debido a este estado lamentable de cosas en que vivimos, pero no está
bien que los prestamistas abusen cobrando excesivos intereses.
El empeño también se constituye en otro problema gravísimo para los obreros. Es lamentable ver a muchas
familias corriendo en busca de lugares dedicados al negocio del empeño para dejar allí cosas de necesidad
imperiosa como prendas de trabajo, abrigos, máquinas de coser, vestidos, etc.; si al obrero se le pagara sueldos
justos podrían solucionar todos los graves problemas de la vida sin necesidad de recurrir al empeño.
Son millares los trabajadores honrados que se han vuelto ladrones de la noche a la mañana acosados por la
miseria.
Ya está demostrado que el proletariado colombiano es bebedor de alcohol en un noventa por ciento, al
borracho no le valen los consejos, al borracho le fastidian los consejos. Las necesidades, el hambre, la miseria,
los sufrimientos, etc., llevan a los trabajadores a la cantina; el borracho se siente fuerte, rico, etc., y así en esa
forma olvidan los sufridos trabajadores, todas las desgracias de sus vidas auncuando este sea por un rato.
Si se quiere de verdad acabar con el abominable vicio de la bebida embriagante y con los no menos
abominables vicios de la marihuana, cocaína, etc. etc., etc., págueseles bien a los trabajadores y acábese siempre
con la miseria, la enfermedad y la ignorancia.
El inmundo vicio del alcohol está degenerando a todo el proletariado de latino-americano.
Desgraciadamente los vicios se hallan muy bien aparentados y tras del alcohol está la marihuana, cocaína,
morfina, etc. etc. etc.
Pan, abrigo y refugio son necesidades vitales, fundamentales de todo ser humano. ¿Qué podríamos decir de
un padre de familia que no satisfaga estas necesidades de sus hijos? De hecho es un ser criminal que está
lanzando a sus vástagos al hambre, al desamparo total, a mendigar para conseguir qué comer, a trabajar para no
morir de hambre, o que vaguen semidesnudos y miserables, muchas veces perseguidos por la policía que quiere
llevarlos a la cárcel por un delito que no han cometido, o a un asilo nauseabundo que parece un chiquero de
cerdos, donde los pobres niños son maltratados, humillados, vejados.
Ahora, de igual manera, ¿qué clase de gobernante es aquel que tiene a un pueblo sumido en la peor desgracia
que puede ser sometido un ser humano, como el estar “sobreviviendo” con un salario irrisorio? Si realmente
queremos darle forma a la auténtica y legítima democracia es indispensable derrotar la plaga maligna del salario
de hambre.
Es de sentido común entender que si el obrero no tiene un salario con cual satisfaga sus necesidades vitales,
se está generando una situación peligrosísima de violencia y de guerra fratricida. En todo país verdaderamente
civilizado, o que presuma de serlo, no puede existir siquiera un solo ciudadano con un sueldo que no cubra sus
vitales necesidades.
¿Qué podríamos pensar de un gobernante que mantiene un altísimo porcentaje de ciudadanos viviendo en
casuchas, en miserables viviendas no propias para seres humanos? Tener en condiciones infrahumanas al
proletariado es tentarlo a cometer graves acciones que van contra la ley y el orden establecido, pues todo cuanto
la miseria toca se vuelve horrible; y lo peor de la pobreza es que se va tornando insoportable.
Un salario que priva al obrero de tener una buena alimentación, de abrigo, de vivienda, despoja a menudo al ser
humano de la virtud y del ánimo. No puede existir una sociedad floreciente y dichosa cuando la mayor parte de
sus miembros carecen de pan, abrigo y refugio.
Un estudio psicológico de la pobreza nos lleva a comprender que ésta, torna humillados a muchos, pero
perversos a la mayoría. Ostensiblemente en una sociedad que se precia de moderna, lo más vergonzoso es que
permite tener conciudadanos harapientos, y el delito más grave es que los ciudadanos no satisfagan sus
necesidades vitales por carencia de un sueldo justo.
Si al Estado se le extirpa una de sus más nobles razones de ser, como es ser padre y madre para el pueblo,
entonces se tornará cruel, despiadado y bárbaro. Mas los gobernantes jamás podrían cumplir con tal objetivo si
no les importa el dolor de los harapientos, de los mendicantes, mostrando así que no se tiene un corazón idóneo
para gobernar; recordemos que el Evangelio Crístico nos hace ver que lo que llevamos en el corazón es lo que
comanda nuestros actos en la existencia.
El más del 54% de habitantes en este país viven en horrible miseria, eso demuestra que tenemos un Estado
cruel y desalmado que abandona a sus gobernados; es muy perverso un Estado que le niega a un 54% de pobres
absolutos el derecho de vivir bien, el derecho a comer, etc. Si estos millones de colombianos son tan pobres, ¿por
qué los gobernante que se precian de honrados y dignos, no le dan siquiera un salario para que cubran sus básicas
necesidades vitales? Uno de los factores que origina la violencia es el de sentirnos “maltratados”. Así es como el
Estado es víctima de su propio invento.
Los trabajadores deben hacer valer sus derechos
L
as políticas económicas impuestas por el BM y el FMI, son puñales clavados en el corazón de los países en
vía de desarrollo; con estas medidas inhumanas las naciones pierden su independencia y se hacen esclavas;
arruinan a los pueblos y los hambrean. ¿Quiénes son los que diseñan estas maquiavélicas formas políticas? Los
personajes de la Sombra, los "Adeptos" de la Magistratura Negra, el Enemigo Secreto. Estos tenebrosos
hambrean a los pueblos, y acaban con la Independencia de las Naciones Soberanas. Detrás de toda Reforma
Tributaria que hambrea a los pueblos, pero que llenan de dinero los bolsillos de los poderosos capitalistas, está
desgraciadamente, el Enemigo Secreto, el Enemigo de los pueblos. Los capitalistas no le perdonan al infeliz
pueblo, el "delito" de ser pobres. Los poderosos de la Tierra aborrecen mortalmente a los hambrientos. Todo esto
nos hace pensar en la necesidad de utilizar las armas de la
inteligencia para destronar a los tiranos.
La mejor forma de acabar con esos tiranos es NO
COOPERAR con ellos. No obedecerles, no apoyarlos, no adularlos.
Cuando un tirano es muy poderoso se vuelve insoportable, pero
realmente es el pueblo quien le da el poder a los tiranos, y solo el
pueblo puede quitarle el poder a los tiranos. Resulta fácil derrocar a
un tirano cuando todos los Gremios de los trabajadores están unidos.
Empero, esto es una tarea difícil de realizar porque los amos
siempre procuran dividir a los trabajadores en bandos opuestos
para poder explotarlos; "divide y gobernarás", dicen los ingleses.
Las políticas perversas económicas de los capitalistas serían
reducidas a polvareda cósmica, si los trabajadores se unieran para defenderse, para hacer política propia. Es
absurdo sostener a los tiranos en el poder; es estúpido cooperar con los tiranos. El único que puede quitarles el
poder a los tiranos del capital, es el pueblo.
La violencia sólo sirve para reforzarles el poder a los tiranos; ese no es el camino de la liberación. Sólo por
medio de la inteligencia se puede derrocar a los tiranos. No hay tirano que resista un paro total de todos los
gremios obreros, el paro total es el arma más poderosa de los trabajadores.
Mientras exista la diferencia entre poderosos y necesitados, entre ricos y pobres, entre capitalistas y
proletariados, es lógico que tendrán que existir conflictos y revoluciones de sangre y aguardiente, y guerras de
toda especie; si realmente queremos que los pueblos de la Tierra vivan en paz, si queremos pueblos
verdaderamente democráticos y progresistas, debemos acabar con todas esas diferencias. Necesitamos terminar
con la crueldad, no debemos explotar a nadie ni tampoco dejarnos explotar; recordemos que el capitalismo es
cruel y despiadado. Los hombres verdaderamente amantes de la libertad deben defender los derechos de los
trabajadores; necesitamos defender nuestros derechos. Debemos acabar para siempre con aquello de la
“explotación del hombre por el hombre” y crear una verdadera democracia; sólo la democracia puede salvarnos
de la peste nauseabunda de la violencia y de la tiranía estúpida del capitalismo.
En el fondo los trabajadores tienen la culpa de esta situación por no hacer valer sus derechos. Sin embargo,
los capitalistas procediendo injustamente explotando a los trabajadores, se están causando daño a sí mismo,
porque los obreros sintiéndose defraudados en sus justas aspiraciones, se vuelven violentos y la violencia acaba
con el capital y con los patronos. No deben los capitalistas cometer el error de abonar la tierra para que en ella
germine la maldita flor venenosa de la violencia. Es necesario que comprendamos el peligro de muerte en que
nos encontramos en estos precisos momentos: la violencia domina ya una buena parte del globo terrestre, y si
continuamos así como vamos, tratando de engañar a los trabajadores para defender afanosamente las jugosas
entradas monetarias bien pronto estaremos gimiendo bajo el peso de las cadenas de la violencia...
El Socialismo-cristiano Gnóstico bien entendido es Democracia legítima. Es un Socialismo que mejora la
situación económica de los pueblos, sin necesidad de asesinar a ningún ser humano, sin necesidad de suprimir la
Iniciativa Individual. El Socialismo-cristiano Gnóstico piensa que se puede educar a las nuevas generaciones en
forma libre, sin necesidad de Materialismo Dialéctico, sin ateísmo, sin esclavitud.
El Socialismo-cristiano Gnóstico piensa que podemos vivir mejor conservando los grandes derechos del
hombre: Libertad religiosa, Libertad Política, Libertad Científica, Libertad de Expresión, Libertad Artística,
Libertad Filosófica, Libertad de Vida, Libertad de Trabajar, Libre Iniciativa, Libre forma de Pensar, Libre forma
de Sentir, etc., etc.
Cuando el hombre pierde la Espiritualidad, cuando se aleja de los Valores Eternos del Ser, cuando pierde
todo esto, se precipita por el camino de la más franca degeneración e involución. El Gnosticismo lucha por la paz
mediante la llamarada de la Comprensión y eso es todo. Necesitamos la transformación del individuo, sólo así es
posible la transformación del mundo. El problema del mundo es el problema del individuo. Las revoluciones de
sangre y aguardiente no resuelven nada. Solo mediante la inteligencia se puede resolver el problema del hambre
y la miseria. Sólo con la inteligencia podemos vencer los sofismas materialistas de Marx.
Creación del Organismo Social Cristiano
L
as múltiples y sangrientas luchas fratricidas que desgraciadamente se han venido sucediendo en estos últimos
tiempos, a todo lo largo y ancho de nuestra querida tierra latino-americana, tiene en el fondo una misma raíz de
sabor inconfundible. Se trata del abominable materialismo que lucha a muerte en el mundo entero, que quiere
destrozar absolutamente los Valores Eternos del Ser (de Dios Padre). Todas esas convulsiones, todos esos cataclismos
sociales y políticos de los distintos países Latino-americanos tienen raíces en el exterminio de los Valores Auténticos
del Espíritu... Las fuerzas materialistas que azotan al viejo mundo, que destruyen los países enteros, que acaban con el
Tíbet Teocrático, que ahogan en sangre los sagrados derechos de los trabajadores, que levantan muros de ignominia
para ocultar los derechos humanos, son las mismas que están provocando las tremendas crisis sociales, económicas,
políticas, en los distintos países del planeta Tierra. El materialismo se cree muy sabio, se burla de los Valores Eternos
del Ser, lanza ofensivas dizque culturales por toda la redondez de la tierra. La fuerza del asalto mental crece y se
tecnifica en la subyugación del niño que va a la escuela, del hombre de trabajo y de las masas siempre sufridas y
engañadas.
Por estos tiempos de degeneración moral el virus del materialismo se filtra
suavemente ya por medio de los muchachitos viciosos del existencialismo, ya a
través del profesor envenenado con el plato aquel de la Dialéctica Materialista, farsa
escrita por un fanático religioso con el propósito de engañar; ya por medio del
trabajador, que debido a las promesas que le hacen los políticos con “un nuevo
país”, y al no cumplirse éstas, toma el rumbo de creer que a través del materialismo
se puede crear un paraíso donde no existan las clases sociales, etc. Ningún virus
puede dañar el organismo, si este tiene magnificas defensas orgánicas. Por eso es
necesario crear el Organismo Social Cristiano formado por todas las religiones, el
cual debe robustecerse y fortificar la defensa de los Valores Eternos del Espíritu, si
es que realmente se desea resistir con éxito todos los ataques del virus del
materialismo.
El Organismo Social Cristiano de todas las religiones debe organizarse en América Latina para dar la Gran
Batalla contra el abominable Materialismo. Obviamente, no queremos decir con ésto violencia, no estamos hablando
de revoluciones de sangre y aguardiente, ni de nuevos campos de concentración, paredones y fusilamientos, pues
nosotros somos cristianos, y eso está de hecho, en contra de nuestra doctrina. Se necesita una contraofensiva de tipo
cultural científica, una plena divulgación de los Principios Socialistas Cristianos de todas las religiones. Las religiones
deben Confederarse para hacerse grandes y fuertes. Las religiones deben Transformarse, salir de los dogmas y de sus
artículos de fe inquebrantable; y después de transformarse a sí mismas, por medio de un Socialismo Cristiano de tipo
superior, pueden y deben transformar al mundo.
Donde no existe el hambre, las enfermedades y la ignorancia, no puede haber materialismo. El momento en que
vivimos es peligrosísimo, y si las religiones no se unen sabiamente, estamos perdidos. En verdad, el Gnosticismo
Universal ha analizado y reducido a polvo los Principios Fundamentales de la Dialéctica Materialista. Si tal tipo de
Dialéctica logró infectar a Europa y a Asia con su sofistería barata, con nosotros, los latinoamericanos si fracasó,
porque la América Latina tiene otra raza y otro tipo de gente. El ilustre señor, el Licenciado mexicano Don Alejandro
Salas y Linares, decía: “Sólo demostrando la falsedad de la Dialéctica Marxista y tirando sobre el tapete de actualidad
los Principios Fundamentales del Gnosticismo, podría de verdad iniciarse en el mundo una Nueva Era”. Y no andaba
lejos de la verdad este distinguido político y hombre de letras. El Socialismo Cristiano le demostrará a la humanidad la
tremenda falsedad de la Dialéctica Materialista.
Necesitamos crear de verdad la auténtica Democracia, y ésto sólo es posible a base de Cristianismo Dinámico, de
Cristianismo Dialéctico. Marx contra el Cristo; empero Marx no sirve ni para limpiarle el polvo de las sandalias al
Cristo. Es indispensable que grupos de personas de las distintas religiones se asocien para trabajar por este mundo
desamparado y afligido. Que los devotos de todas las religiones, los hermanos de todas las Escuelas, y Sociedades
Esotéricas, tomen la iniciativa y se asocien para resolver el problema de la humanidad desamparada.
Ha llegado la hora de practicar la Caridad enseñada por los Maestros y Sacerdotes de todos los tiempos. La
Caridad Consciente es el bálsamo milagroso que puede consolar nuestro adolorido corazón. El Organismo Social
Cristiano de todas las religiones unidas deben trabajar por todos los infelices de la tierra. Ha llegado el tiempo de
formar una Confederación de Religiones para hacernos libres del materialismo y realizar sobre la faz de la tierra el
Cristo Social en la práctica. Se hace indispensable que las religiones velen por los Valores Eternos del Espíritu. Las
religiones constituyen el fundamento vivo de toda sociedad civil y los manantiales inagotables de toda sabiduría.
Todas las religiones con sus Profetas, Mesías y Santos, son el producto de la Iluminación.
Esquilo dijo: “Un estado próspero honra a los Dioses”. El Gnosticismo dice: “El Estado Perfecto es imposible si
excluimos la religiosidad”. Los Jefes de Gobierno cuando no son líderes espirituales llaman Ley a su propio
terrorismo, y al terrorismo ajeno lo denominan crimen. Existe una Lógica Formal y una Lógica Dialéctica; mediante la
Lógica Dialéctica se puede demostrar científicamente la falsedad del Materialismo Dialéctico y la realidad de los
Principios Religiosos. Infortunadamente la actividad política es canalizada por personas llenas de astucia, egoístas,
codiciosas, inconscientes, en el sentido más completo de la palabra; por lo que la política de hoy día se encuentra lejos
de ser lo que es realmente.
La mente-corazón
Por: SAMAEL AUN WEOR
L
a mente-corazón del “animal intelectual” llamado hombre está llena de vanas teorías y supuestos mentales
que a nada bueno pueden conducirnos. Los intelectuales modernos quieren hacer un mundo nuevo de
acuerdo con el fantástico modelo que ellos han fabricado en su mente. Los líderes políticos hacen asombrosas
promesas a las sufridas y hambrientas muchedumbres con el propósito de lograr el poder, y una vez satisfecha su
ambición, se ríen a sus anchas del pobre pueblo imbécil.
El mundo está en crisis y por todas partes hay guerras y rumores de guerras, promesas y burlas,
fusilamientos y partidos políticos que se combaten mutuamente. Es absurdo suponer que podemos salir de este
caos social con todas sus luchas y miserias, si individualmente no nos resolvemos de verdad a un cambio radical
y definitivo.
Son inútiles los golpes de estado, las sangrientas dictaduras, las revoluciones de
sangre y aguardiente. Si verdaderamente queremos un cambio radical absoluto,
necesitamos primero cambiar nosotros mismos individualmente. Lo que nosotros
somos como individuos, es el mundo. Realmente el mundo es el individuo porque el
mundo es una suma de individuos. El problema del mundo es el del individuo. Si el
individuo no cambia internamente, el mundo tampoco cambiará auncuando muchos le
quieran cambiar basándose en doctrinas extremistas, revoluciones sangrientas,
dictaduras abominables, etc.
Si estudiamos detenidamente nuestros problemas íntimos, tenemos que llegar a
la conclusión lógica de que ningún líder puede resolvernos esos problemas. Lo que yo
soy, es de hecho, el partido, el grupo, la familia, la sociedad, la patria. El individuo es el principio y el fin de
todo orden de cosas. Si queremos una transformación radical de este mundo amargo y doloroso, necesitamos
transformarnos individualmente cada uno, y en forma verdaderamente muy íntima. Necesitamos con suma
urgencia establecer con firmeza en nuestra mente, los valores positivos del espíritu.
Cuando los valores groseros del mundo ocupan nuestra mente, el resultado es hambre, miseria, guerra,
ignorancia, enfermedades, etc., etc., etc. Sólo a partir de comprensión profunda podemos resolver en forma
positiva y verdadera, todos los problemas económicos y sociales que nos afligen y torturan. La opresión y la
explotación, la agresividad y la crueldad económica de esos tiempos, se deben al olvido de los valores eternos
del espíritu.
No se deshacen las tinieblas a manotazos, sino trayendo luz. Tampoco se deshace el error combatiéndolo
con violencia, sino enseñando la verdad. Las doctrinas políticas establecidas por medio de la violencia, no
consiguen jamás acabar con el personalismo, la codicia, la ambición, el egoísmo y la competencia. Cuando el ser
humano está acorralado por la ley, busca substitutos para su propia satisfacción personal. Los substitutos se
convierten en vehículos de nuestros propios errores, odios, egoísmos, celos, ambiciones, etc., etc., etc. El fin del
Zar y su familia Real, tuvo el substituto de Lenin, Stalin, Kruschev, y toda la camarilla del Kremlin.
El capital individual tuvo el substituto del capital de Estado, y la burguesía fue reemplazada por una nueva
burguesía disfrazada de proletaria. Todas las ambiciones antiguas se disfrazaron en Rusia con la Doctrina de
Marx y de Lenin. Todos los vicios y maldades se multiplicaron en secreto, y se recrudeció la crueldad por la falta
de los valores eternos. Si nosotros amamos de verdad a la humanidad, si nosotros queremos cooperar en la
iniciación de esta nueva era que está comenzando, es necesario que haya dentro de cada individuo, voluntaria e
inteligente transformación intima.
Este cambio íntimo seguramente no ha de producirse por medio de ninguna forma de violencia o coacción
desde afuera, porque si así fuera el resultado sería nuevos desastres sociales y amarguras. La regeneración íntima
debe ser voluntaria, inteligente, y no obligada. Debemos ser sinceros con nosotros mismos y hacerle la disección
al “Yo” con el tremendo bisturí de la autocrítica. Es absurdo criticar los errores ajenos. Lo fundamental es
descubrir nuestros errores y luego desintegrarlos basándonos en análisis y muy profunda comprensión.
Cuando un error ha sido totalmente comprendido en forma íntegra, y en todos los niveles más hondos de la
mente se desintegra inevitablemente. Así es como podemos disolver el “Yo”. Sólo con la muerte del “Yo”
podemos de verdad hacer un mundo mejor.
Necesitamos liberar la mente y el corazón de toda clase de maldades, si es que realmente queremos
transformarnos íntimamente para bien de la sociedad…
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