103-R-1999 SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las nueve horas del día ocho de febrero del año dos mil dos. El presente juicio contencioso fue iniciado por el doctor Enrique Hayem Moreno, de cincuenta años de edad a la fecha de presentación de la demanda, abogado, de este domicilio, y continuado por el doctor Rodolfo Antonio Revelo Vaquero, mayor de edad, abogado y notario, de este domicilio y del de Antiguo Cuscatlán, ambos en calidad de Apoderados Generales Judiciales del señor Carlos Justiniano Rengifo Orellana, mayor de edad, ingeniero industrial, del domicilio de San Salvador, en contra de la Junta Directiva del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria, impugnando de ilegal el acuerdo XXXI de sesión ordinaria número treinta y nueve guión noventa y ocho, de fecha veintinueve de octubre de mil novecientos noventa y ocho. Han intervenido en el juicio: la parte actora, los licenciados José Rodezno Campos y Luis Mariano Turcios Joya, en carácter de apoderados generales judiciales del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria, el segundo en sustitución del primero; el señor Ciro Arturo Ruíz Torres en carácter de tercero perjudicado y el licenciado Leonardo Alberto Oviedo Martínez, mayor de edad, en carácter de delegado del señor Fiscal General de la República. CONSIDERANDOS: ANTECEDENTES DE HECHO. ALEGATOS DE LAS PARTES. I. En la demanda presentada, textualmente y en lo pertinente se expone: "II. AUTORIDAD DEMANDADA. a) Que en el carácter en el que comparezco, vengo a demandar a la Junta Directiva del INSTITUTO SALVADOREÑO DE TRANSFORMACIÓN AGRARIA ISTA, por medio de su Presidente y Representante Legal José Roberto Pacas Méndez, de cincuenta y tres años de edad, Licenciado en Administración de Empresas, de los domicilios de Santa Ana y de esta ciudad. EL INSTITUTO SALVADOREÑO DE TRANSFORMACIÓN AGRARIA ISTA, es una entidad de Derecho Público con personalidad jurídica y autonomía en lo económico y administrativo, de acuerdo a su ley de creación, mediante Decreto número trescientos dos, emitido por la Asamblea Legislativa a los veintiséis días del mes de junio de mil novecientos setenta y cinco publicado en el Diario Oficial número 120, Tomo 247 del día treinta de junio de ese mismo año o sea mil novecientos setenta y cinco, pudiendo ser emplazada dicha Institución, por medio de su presidente, en el edificio del ISTA, situado en la carretera a Santa Tecla, kilómetro cinco y medio, contiguo al Parque de Pelota de la ciudad de San Salvador. b) Que tal como lo he manifestado, en el carácter en el que comparezco, vengo a demandar a la Junta Directiva del ISTA en el juicio contencioso administrativo para resolver la controversia suscitada en relación con la ilegalidad cometida por ese Instituto en contra de mis poderdante, al expropiarle y pretender pagarle, ARBITRARIAMENTE, la porción que le corresponde que es el cincuenta por ciento del valor del inmueble denominado San Benito Porción III, propiedad también del señor Ciro Arturo Ruíz Torres, y que es de una extensión superficial de más o menos trecientos cincuenta manzanas o sea doscientos cuarenta y cinco hectáreas, ochenta y tres punto noventa y cinco centiáreas situada en jurisdicción de San Francisco Menéndez, del Departamento de Ahuachapán. III.- ACTO ADMINISTRATIVO QUE INPUGNO. El acto administrativo, ilegal, que impugno por ser arbitrario, que ya no admite ningún recurso en sede administrativa y del cual solicito, desde ya, se ordene la suspensión provisional, es el acuerdo número XXXI de sesión ordinaria número treinta y nueve guión noventa y ocho, de fecha veintinueve de octubre de mil novecientos noventa y ocho, mediante el cual pretenden, ARBITRARIAMENTE, pagar el inmueble referido, en la cantidad, IRRISORIA E INAUDITA, de setecientos mil colones en bonos de la Reforma Agraria serie A, más los intereses ajustados por la inflación, ocurrida en el país desde mil novecientos ochenta hasta la fecha de pago, ascendiendo, los intereses, a la cantidad de tres millones noventa y ocho mil ciento setenta y dos colones ochenta y dos centavos; dicho acuerdo fue ratificado en la misma sesión, es decir, que dicho acuerdo fue tomado y ratificado, el mismo día veintinueve de octubre de mil novecientos noventa y ocho, razón por la cual ya quedó agotada la vía administrativa. IV.- DERECHO PROTEGIDO POR LAS LEYES Y DISPOSICIONES GENERALES QUE CONSIDERO VIOLADOS. Esta Honorable Sala, en juicio contencioso administrativo de Lesividad, promovido por el Licenciado Juan Pablo Córdova Hinds, como apoderado del INSTITUTO SALVADOREÑO DE TRANSFORMACION AGRARIA ISTA, controlado con el número 26-1-96, a las quince horas y treinta minutos del día once de septiembre de mil novecientos noventa y ocho, emitió sentencia definitiva y en los considerandos de dicha sentencia, estableció que el ISTA debía de pagar a los expropietarios, el valor de una indemnización, la cual JAMAS DEBE ALEJARSE DELOS PARÁMETROS DE JUSTICIA CON TODAS LAS IMPLICACIONES QUE TAL CARÁCTER LLEVE CONSIGO, y que "para que la indemnización sea justa deberá ser actual e integral. El carácter ACTUAL, implica que el expropiado deberá ser resarcido del valor que tiene el respectivo bien al ser transferido al expropiante, además deberá ser INTEGRAL, en razón de lo cual comprenderá la depreciación monetaria, intereses, exención de impuestos, y en fin, todos los valores que constituyan la consistencia jurídica de lo que se prive", también, esta Honorable Sala, estableció que la Entidad demandante o sea el ISTA, debería emitir un nuevo acto, fijando una nueva determinación del monto a pagar, conforme a lo establecido en la Ley Básica de la Reforma Agraria y los parámetros de una justa indemnización fijados en la sentencia. En consecuencia, fraudulentamente y con perspectiva reduccionista, el ISTA, ha violado totalmente, la sentencia de esa Honorable Sala, pronunciada de acuerdo a la Constitución, Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, Ley Básica de la Reforma Agraria, Doctrina de Los Expositores del derecho, ¡Honorable Sala, por la arbitrariedad del ISTA, Vuestra sentencia, está quedando en simple retórica. Consecuentemente con todo lo anterior, los derechos de mi mandante, protegidos por la Constitución, Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, Ley Básica de La Reforma Agraria, Doctrina, y la sentencia que maliciosamente ha violado el ISTA, son: el derecho a que el ISTA, no se burle del derecho a la justicia; el derecho a que se cumpla, se ejecute sin fraude, la sentencia referida; el derecho a que no se le confisquen sus bienes; el derecho a que se le fije un nuevo monto a pagar mediante valúo actual e integral del inmueble y los demás bienes que lo integran, esto conforme a la Ley Básica de la Reforma Agraria, en relación al contexto de los considerandos de la sentencia y su fallo; el derecho a que se le pague a mi poderdante una indemnización justa, pronta y eficaz, es decir, el derecho a una indemnización justa, actual e integral; el derecho a que el Estado, no se enriquezca ilícitamente con los bienes de mi poderdante; y en fin el derecho a la seguridad jurídicaadministrativa. V.- CUANTIA ESTIMADA DE LA ACCION. Para estimar la cuantía de la acción debo hacer algunas consideraciones. Hay que tomar en cuenta la depreciación de la moneda, punto a punto, o sea año con año, desde mil novecientos ochenta hasta la fecha; debe tomarse en cuenta el precio por manzana o hectárea, en el año de mil novecientos ochenta, comprendiendo tierra, bosques, especies de diferentes maderas, cultivos de café, accesos al inmueble, fuentes de agua, ríos; todo lo anterior, insisto, debe estimarse desde el momento en que fue expropiado el inmueble y establecer la depreciación monetaria del valor por hectárea o por manzana desde mil novecientos ochenta hasta la fecha. Así las cosas, estimo que: a) El valor de la tierra, bosques, cultivos y de otros valores que constituyen la consistencia jurídica del bien expropiado, en mil novecientos ochenta, fue de diez mil colones por manzana; b) El valor total del inmueble, o sea de trescientas cincuenta manzanas o doscientas cuarenta y cinco hectáreas en mil novecientos ochenta fue de tres millones quinientos mil colones. En consecuencia, el valor total actual depreciado del inmueble, desde mil novecientos ochenta hasta la fecha, es de cincuenta millones ochocientos once mil seiscientos diez colones; y los intereses depreciados desde mil novecientos ochenta, hasta la fecha, tienen un valor de sesenta y seis millones, ochocientos ocho mil setecientos seis colones, siendo el VALOR TOTAL ACTUAL E INTEGRAL, de ciento diecisiete millones seiscientos veinte mil trescientos dieciséis colones. Los anteriores valores están determinados de acuerdo a la información oficial, obtenida de la Dirección General de Estadística y Censos, División de Precios. En los valores anteriores no se ha tomado en cuenta el precio sombra del inmueble; ni se ha tomado en cuenta que los bonos, no representan realmente su valor nominal, y que no tienen ningún precio en el mercado de valores, pues no tienen valor comercial. Por lo expuesto en este numeral, el valor estimado de la acción de mi poderdante, es de cincuenta y ocho millones, ochocientos diez mil, ciento cincuenta y ocho colones, más las costas, daños y perjuicios causados hasta la fecha. VI.- EXPOSICIÓN RAZONADA DE LOS HECHOS QUE MOTIVAN LA ACCION. a) Honorable Sala, el día siete de marzo de mil novecientos ochenta, el ISTA, expropió a mi poderdante, el inmueble denominado San Benito Porción III, ubicado en la jurisdicción de San Francisco Menéndez, Departamento de Ahuachapán, de una extensión superficial de más o menos trescientas cincuenta manzanas o sea doscientos cuarenta y cinco hectáreas ochenta y tres punto noventa y cinco centiáreas, inscrita a favor de mi mandante y del señor Ciro Arturo Ruíz Torres, bajo el número treinta y siete del Tomo doscientos treinta y ocho de la Propiedad del Departamento de Ahuachapán; la anterior expropiación en base a los Decretos número 153 y 154, ambos de fecha cinco de marzo de mil novecientos ochenta. Durante varios años, mi poderdante le han estado solicitando al ISTA, le pague la indemnización que le corresponde en dicho inmueble y al final de tanto esfuerzo, el día dieciocho de septiembre de mil novecientos noventa y uno, largos once años después, mediante acta número treinta guión noventa y uno, la Junta Directiva del ISTA, acordó: que los expropietarios sigan sus acciones legales pertinentes, adonde corresponda. Lo anterior se resolvió así porque el ISTA afirmaba, que los dueños ya habían vendido el inmueble a ese Instituto y en otras oportunidades, afirmaban que el inmueble no existía, lo que después, judicialmente, hemos demostrado ser falso. b) Ante tal resolución, los expropietarios, decidieron entablar juicio de amparo constitucional, el cual fue controlado con el número 98-R-91, en contra del Instituto, por haber violado sus derechos consagrados en los artículos dos y ciento seis de la Constitución, y a las catorce horas con cuarenta minutos del día nueve de diciembre de mil novecientos noventa y tres, la Honorable Sala de lo Constitucional, le concedió a los expropiados, el amparo solicitado, lo anterior después de recibir diversas pruebas, incluso haber practicado inspección judicial para comprobar la existencia del inmueble San Benito Porción III. Lo anterior significaba que se había comprobado la existencia del inmueble y el derecho de dominio y que el ISTA estaba en la obligación, legal y moral de pagar la indemnización del inmueble, no obstante, el ISTA se negó a determinar el monto del precio de la indemnización e interpuso diversos recursos con el objeto de dilatar y evitar el pago del inmueble, en franca oposición y burla a la sentencia de la Sala de lo Constitucional. Esa Honorable Sala Constitucional, se vio en la obligación, de prevenir al ISTA, que cumpliera con la sentencia y, entonces, el ISTA emitió un acuerdo para pagar dicha indemnización siguiendo los trámites administrativos para determinar la cantidad que debería pagarse. Así las cosas, el ISTA decidió mediante el acuerdo 3-95 punto número VIII. varios, de fecha diecinueve de enero de mil novecientos noventa y cinco, pagar la cantidad de veintidós millones de colones en bonos de la Reforma Agraria, pero resulta que la Junta Directiva del ISTA después emitió otro acuerdo, de fecha dieciocho de septiembre de mil novecientos noventa y cinco, número 35-95, REVOCANDO el acuerdo anterior y APROBANDO, el pago de un millón seiscientos setenta y siete mil seiscientos colones. Al no haberse cumplido con la sentencia, la Sala de lo Constitucional, le ordenó cumplir, al ISTA, con el acuerdo 3-95 y entonces mediante otro acuerdo el número 22-96 de fecha seis de junio de mil novecientos noventa y seis acordó DEROGAR el acuerdo número 35-95 y RATIFICAR el acuerdo número 3-95. En vista de lo anterior, la Junta Directiva del ISTA, argumentando razones de carácter legal y de interés público, emitió el acuerdo número XI/91-46 con fecha dieciocho de octubre de mil novecientos noventa y seis, declarando lesivos al interés público, el acuerdo número 395 y el acuerdo número 22-96 de fecha seis de junio de mil novecientos noventa y seis, que acordaba derogar el acuerdo número 35-95 de fecha dieciocho de septiembre de mil novecientos noventa y cinco y ratificar el acuerdo número 3-95 de fecha diecinueve de enero de mil novecientos noventa y cinco, que aprobó el pago de veintidós millones de colones como indemnización por el inmueble expropiado. c) En base a la Ley de lo Contencioso Administrativo, el ISTA, entabló un juicio contencioso administrativo, promoviendo la lesividad del acto administrativo, dictado por el mismo y pidiendo la declaratoria de ilegalidad de los acuerdos 3-95 y 22-96. d) Esta Honorable Sala emitió su fallo definitivo el día once de septiembre de mil novecientos noventa y ocho y resolvió: 1.Que la demanda contra el acuerdo 3-95 punto número VIII. varios, de fecha diecinueve de enero de mil novecientos noventa y cinco era inadmisible; y 2.- Que declaraba ilegal el acuerdo 22-96 punto XXIII dictado por el ISTA el día seis de junio de mil novecientos noventa y seis. Sin embargo, en los considerandos de la sentencia definitiva, estableció que: 1.- La Entidad demandante debería emitir un nuevo acto y 2.- Fijar una nueva determinación del monto a pagar, conforme a lo establecido a la Ley Básica de la reforma Agraria y los parámetros de una justa indemnización. El ISTA para burlar los considerandos de la sentencia definitiva de esta Sala, en contravención a la Ley Básica de la Reforma Agraria, ARBITRARIAMENTE, emitió un nuevo acto, el día veintinueve de octubre de mil novecientos noventa y ocho, número 39-98, punto XXI, aprobando el pago de setecientos mil colones y los intereses de tres millones noventa y ocho mil ciento setenta y dos colones ochenta centavos. e) La Honorable Sala de acuerdo al art. 32 inciso segundo de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, tiene la obligación de declarar total o parcialmente la ilegalidad de los actos impugnados y dictar, en su caso, las providencias pertinentes para el pleno restablecimiento del derecho violado y en los considerandos de la sentencia definitiva, dictó el procedimiento a seguir para enmendar la ilegalidad y restablecer el derecho violado. Los parámetros de la sentencia son claros, en el sentido, de que la indemnización jamás debe alejarse del parámetro justicia y que debe pagarse conforme lo establece la sentencia. Esta Honorable Sala, ha sido bien clara, al explicar que es exclusivamente en lo relativo al tópico justa, en que no ha de existir excepción alguna, es decir, que la indemnización, por ningún motivo, debe alejarse de los parámetros de justicia, con todas las implicaciones que tal carácter lleve consigo; debo entender que cuando hay conflicto debe lucharse porque impere la justicia. En tal sentido, resulta inaudito pretender pagar el inmueble Hacienda San Benito Porción III, en base a precios de mil novecientos ochenta, ya que esto significaría entre otras cosas, una desnaturalización del carácter de indemnización justa y efectivamente compensatoria y rompería con el equilibrio entre el daño sufrido y su reparación. En vuestra sentencia Honorable Sala, vos dijiste, que la suma a establecer NATURALMENTE SERA MAYOR a la ofertada por los expropietarios en base a valores de mil novecientos ochenta y dos y es precisamente este parámetro, el que ha violado el ISTA, al fijar arbitrariamente una indemnización de setecientos mil colones ofertados en mil novecientos ochenta y dos, sin hacer un valúo ACTUAL e INTEGRAL, y sin fijar una nueva determinación del monto a pagar. La verdad, Honorable Sala, es que el ISTA quiere hacer prevalecer su poder arbitrario, antes que respetar el poder jurisdiccional, que es el que establece nuestra Constitución para dirimir las pretensiones de los querellantes. VII.- TERCERO BENEFICIADO CON EL ACTO ADMINISTRATIVO ILEGAL IMPUGNADO. El tercero beneficiado con el acto ilegal impugnado, es EL ESTADO DE EL SALVADOR, quien se está enriqueciendo ilícitamente, con los bienes de mis poderdantes y puede ser emplazado por medio del Fiscal General de la República en su sede oficial. VIII.PETICION. Por todo lo antes expuesto, Honorable Sala, con fundamento en el art. 2 y el art. 32 inciso segundo de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, vengo a pedir: 1.- Se me admita la presente demanda; 2.- Se me tenga por parte en el carácter en el que comparezco; 3.- Se le dé el trámite legal correspondiente, ordenando suspender el acto administrativo que impugno de ilegal; 4.- En sentencia definitiva se declare la ilegalidad del acuerdo número XXXI de sesión ordinaria 39-98, de fecha veintinueve de octubre de mil novecientos noventa y ocho, por adolecer de ilegalidad; y 5.- De acuerdo al art.32 se dicten las providencias pertinentes, para el pleno restablecimiento del derecho violado, es decir, se pague a mi poderdante, la indemnización justa, actual e integral que le corresponde y se dicten, también, las providencias para que se le pague, las costas, daños y perjuicios desde la expropiación". II. La demanda fue admitida, se tuvo por parte al doctor Rodolfo Antonio Revelo Vaquero, en carácter de apoderado del señor Carlos Justiniano Rengifo Orellana, no se suspendió la ejecución del acto impugnado, en vista de que la misma no pone en peligro el cumplimiento del fallo que pueda recaer en el presente juicio, y se solicitó informe a la Junta Directiva del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria, sobre la existencia de dicho acto; éste fue evacuado por el abogado José Rodezno Campos en los términos siguientes: "Que mi apoderada ha sido demandada mediante Juicio Contencioso Administrativo, promovido por el Doctor Enrique Hayem Moreno, Apoderado General Judicial del señor Carlos Justiniano Rengifo Orellana. Que según la resolución pronunciada a las quince horas con treinta y dos minutos del día cinco de octubre de mil novecientos noventa y nueve; esta Sala admite la demanda y su ampliación interpuesta en mi contra; y a la vez, me solicita que informe sin son ciertos o no los hechos que se me atribuyen en la demanda. En virtud de lo anterior, y conforme a lo dispuesto en el Artículo 21 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativo, expreso que no son ciertos los hechos, actos e incidentes atribuidos en la demanda. Por lo anteriormente expuesto, a VOS respetuosamente PIDO: a) Me admitáis el presente escrito; b) Me tengáis por parte en el carácter que comparezco; c) Me tengáis por evacuado el primer informe de ley". Se tuvo por parte al Licenciado José Rodezno Campos, en carácter de apoderado general judicial y administrativo del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria. Se pidió nuevo informe a la autoridad demandada en el que puntualizara las razones de la legalidad del acto en mención; asimismo se ordenó notificar al señor Fiscal General de la República la existencia de este proceso; y se tuvo por parte al señor Ciro Arturo Ruíz Torres, en carácter de tercero perjudicado con el acto impugnado. A fs. 159 corre agregado el referido informe justificativo presentado por el Licenciado José Rodezno Campos, en el cual se manifiesta: "Que he sido notificado de la resolución judicial pronunciada por esa Sala, a las doce horas con cuatro minutos, del día doce de noviembre de mil novecientos noventa y nueve, por medio del cual se me pide, rinda nuevo informe de conformidad al Articulo 24 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativo. Es por ello, que vengo ante su digna autoridad a fundamentar la legalidad del acto administrativo impugnado. Es el caso, que mi representada al emitir el Punto XXXI de la Sesión Ordinaria No. 39-98, de fecha 29 de octubre de 1998, adoptó los criterios de esa Honorable sala, específicamente los vertidos en la sentencia de las quince horas y treinta minutos del día once de septiembre de mil novecientos noventa y ocho, del juicio marcado bajo el número 26-I-96, en el sentido de considerar que el Punto XXIII de la Sesión Ordinaria VEINTIDOS-NOVENTA Y SEIS de fecha seis de junio de mil novecientos noventa y seis, el cual ratificaba el pago de veintidós millones de colones en bonos de la Reforma Agraria a los señores Ciro Arturo Ruiz Torres y Carlos Justiniano Rengifo Orellana, era ilegal. Asimismo, consideró que la oferta de venta del inmueble HACIENDA SAN BENITO, PORCION III, suscrita por el señor Ciro Arturo Ruiz Torres, en el carácter personal y como apoderado del señor Carlos Justiniano Rengifo Orellana, de fecha trece de diciembre de mil novecientos ochenta y dos era válida. Además manifestó en la referida sentencia, que si bien es cierto, la indemnización deber ser justa actual e integral, ésta debe ser acorde a lo estipulado en la Ley Básica de la Reforma Agraria, en lo que fuere aplicable el caso, de ahí que el inmueble expropiado, por estar sometido a un régimen especial establecido por la Ley Forestal, que no permite una libre explotación agrícola ni tampoco la libre extracción de madera de los bosques del inmueble, el valúo de dicho inmueble no permite que se le apliquen criterios comerciales. Por lo anterior es que, según los informes emitidos por el Banco Central de Reserva de El Salvador, se debió pagar a los expropietarios la cantidad de TRES MILLONES NOVENTA Y OCHO MIL CIENTO SETENTA Y DOS COLONES CON OCHENTA CENTAVOS. Por lo tanto la fundamentación legal del acto adversado se basa en el cumplimiento de la sentencia proveída a las quince horas con treinta minutos del día once de septiembre de mil novecientos noventa y ocho de conformidad a lo dispuesto en el Art. 34 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativo y Art. 13 de la Ley Básica de la Reforma Agraria. Por las razones legales expresadas, las cuales fundamentan la legalidad del acto impugnado, a VOS respetuosamente PIDO: a) Me admitáis el presente escrito. b) Tengáis por evacuado el segundo informe, de acuerdo al Artículo 24 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativo". III.- Se tuvo por agregado el escrito y la credencial presentados por el licenciado Leonardo Alberto Oviedo Martínez, a quien se dio intervención en este proceso en carácter de delegado del señor Fiscal General de la República. El juicio se abrió a prueba por el término de ley. La parte actora y el tercero beneficiado solicitaron se ordenara la recepción de prueba testimonial y que se nombraran peritos valuadores especialistas en materia agrícola y económica, la cual se declaró improcedente. Por su parte, el demandado presentó prueba documental, la cual se tuvo por agregada y consiste en lo siguiente: escrito dirigido al Señor Presidente del Banco Central de Reserva de El Salvador de fecha seis de julio de mil novecientos noventa y nueve, acta de depósito del pago de indemnización por la expropiación del inmueble denominado San Benito Porción III de fecha nueve de septiembre de mil novecientos noventa y nueve, punto XXV del acta de sesión ordinaria No. 3-99 de fecha veintiuno de enero de mil novecientos noventa y nueve, punto XXXI del acta de sesión ordinaria No. 39-98, de fecha veintinueve de octubre de mil novecientos noventa y ocho y, sentencia de las quince horas y treinta minutos del día once de septiembre de mil novecientos noventa y ocho, pronunciada por la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia, todos estos documentos en fotocopia certificada por el Presidente del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria. Se tuvo por parte al Licenciado Luis Mariano Turcios Joya en carácter de apoderado del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria, en sustitución del Licenciado José Rodezno Campos. Se corrió traslado a la parte actora quien al contestarlo hizo una relación de los hechos y concluye que se han violado disposiciones legales, por lo que pide se declare la ilegalidad de acto impugnado. Se corrió traslado a la entidad demandada, quien al contestarlo reforzó los argumentos expuestos en el informe justificativo. A folios 251 corre agregado escrito de fecha seis de junio del año dos mil presentado por el señor Ciro Arturo Ruiz Torres en el cual manifiesta: "En vista de que tenemos VEINTE LARGOS AÑOS de reclamar la indemnización que nos corresponde, por justicia, por Moral y por derecho; y con el fin de que se nos proporcione una pronta y cumplida justicia, renuncio al traslado que me corresponde de acuerdo al Art. 28 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa". El Fiscal General, a través de su Agente Auxiliar delegado, al contestar el traslado conferido manifestó en lo esencial que: "...el Estado por medio del ISTA está obligado a darle cumplimiento a lo que le ordena la sentencia en referencia en cuanto a lo que se refiere a los intereses, depreciación de la moneda y demás considerando, y es por ello que el ISTA tuvo a bien que para emitir el nuevo acuerdo que le fue ordenado realizar, debía tomar de base los lineamientos o parámetros que se le habían señalado, por ello toma de base la Ley Básica de la reforma Agraria y para efectos de determinar los otros valores que de llevar invivita la indemnización justa e integral mando a solicitar al Banco Central de Reserva de El Salvador le computara los intereses correspondientes a la suma de setecientos mil colones que debieron haberse hecho efectivo por los demandantes en mil novecientos ochenta y dos, en virtud de ajustes por la deprevación monetaria, y por ello en base a los valores que le fueron proporcionados por el Banco Central, emite el acuerdo ahora impugnado, considerando de esta manera que con ello se cumplía el mandato de la sentencia emitida por este tribunal en el sentido que la suma a establecer como pago por indemnización de la expropiación a que se hace referencia, que naturalmente será mayor a la ofertada por los expropietarios en base a los valores de mil novecientos ochenta y dos, recalcando la parte impetrante que este es el parámetro que ha violado el ISTA señalando el acuerdo impugnado de arbitrario por contemplar el valor del inmueble expropiado en la cantidad de setecientos mil colones. En razón de todo lo anterior el suscrito fiscal considera que el acuerdo tomado por la Junta Directiva del ISTA a sido realizado tratando de ajustarse a los parámetros o lineamientos que le fueron señalados por esta Honorable Sala, no obstante lo anterior debe tomarse en cuenta que el pago tardío de la indemnización exigida por la parte actora no es exclusiva responsabilidad del Estado ya que ellos han tenido oportunidad de haber ejecutado los acuerdos y obtener el pago, el cual por negligencia también de su parte no lo hicieron efectivo en el momento preciso, por lo tanto considero no es obligación única del Estado cargar con dichos intereses...". FUNDAMENTOS DE DERECHO. IV.- El juicio se encuentra en estado de dictar sentencia. El acto objeto de la pretensión, es el acuerdo número XXXI de sesión ordinaria número treinta y nueve- noventa y ocho, de fecha veintinueve de octubre de mil novecientos noventa y ocho, en el cual la Junta Directiva del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria estableció el monto de la indemnización a pagar por la expropiación de la Hacienda San Benito porción III. Los demandantes sostienen que dicha resolución es ilegal, porque con tal determinación se han violado los parámetros que fueron establecidos en la sentencia definitiva dictada por este Tribunal el once de septiembre de mil novecientos noventa y ocho, respecto a la indemnización que de conformidad a la Ley Básica de la Reforma Agraria correspondería pagarles por el bien aludido. Sostienen así que se debe realizar un valúo "actual e integral" a fin de determinar el monto a pagar. Antecedentes Este Tribunal dictó sentencia definitiva en el proceso referencia 26-I-96, declarando ilegal el acuerdo 22-96, punto XXIII, emitido por el Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria el día seis de junio de mil novecientos noventa y seis, mediante el cual derogó el acuerdo 35-95 y ratificó la resolución que acordaba el pago de veintidós millones de colones en bonos de la Reforma Agraria a los señores Ciro Arturo Ruíz Torres y Carlos Justiniano Rengifo Orellana, como indemnización del inmueble Hacienda San Benito porción III. En la referida sentencia, esta Sala expuso que dicho acto era ilegal, ya que se había originado en el análisis de una segunda oferta, cuando aún se encontraba pendiente la continuación del procedimiento de determinación iniciado con la primera oferta formulada conforme al Art. 13 de la Ley Básica de la Reforma Agraria. Se sostuvo así que: "la determinación de la suma de veintidós millones de colones, emanó de un procedimiento iniciado con una segunda oferta no contemplada en los parámetros de la Ley, por lo que, tanto la contraoferta como el valúo -consecuencias de este nuevo procedimiento- también resultan viciados. Como corolario de lo anterior, la emisión del Acuerdo 22-96 es ilegal.....". Sin embargo, se aclaró que la proscripción del mundo jurídico del acuerdo 22-96, se fundamentaba exclusivamente en la ilegalidad de la forma de determinación de la cuantía de la indemnización, no en cuanto al núcleo del derecho como tal, es decir, a que se le reconociera a los afectados la indemnización en la porción de terreno Hacienda San Benito III. Lo anterior implicaba, que la Administración debía dictar un nuevo acto en relación al monto a pagar; por ello, se establecieron una serie de parámetros y lineamientos a tomarse en cuenta para la determinación de una justa indemnización. Este Tribunal expuso entre otros aspectos, que las características de la expropiación en el proceso de Reforma Agraria en el país, obviamente difieren de las expropiaciones que por utilidad pública y a través de actuaciones administrativas individualizadas se realicen. Respecto a la indemnización, elemento indispensable en toda expropiación, se estableció que podía no ser previa y en dinero en efectivo -por la singularidad del proceso mismopero jamás alejarse del parámetro justicia. Es ilustrativo transcribir algunas afirmaciones sostenidas en el fallo: "Para que la indemnización sea justa, deberá ser actual e integral. El carácter de actual, implica que el expropiado deberá ser resarcido del valor que tiene el respectivo bien al ser transferido al expropiante; además deberá ser integral, en razón de lo cual comprenderá la depreciación monetaria, intereses, exención de impuestos, y en fin, todos los valores que constituyan la consistencia jurídica de lo que se prive..."; "...es exclusivamente en lo relativo al tópico "justa" en que no ha de existir excepción alguna, es decir, que la indemnización por "ningún" motivo deberá alejarse de los parámetros de justicia con todas las implicaciones que tal carácter lleve consigo...". Asimismo se citó doctrina para respaldar la necesidad que la indemnización: "sea aumentada o actualizada en proporción a la depreciación de la moneda: de lo contrario la indemnización acordada implicaría un agravio a la garantía constitucional de inviolabilidad de la propiedad. Dicha actualización del valor de la moneda debe efectuarse por el período comprendido entre la toma de posesión y el pago total y definitivo....en épocas de inestabilidad económica, los intereses no bastan para mantener incólume el principio de la indemnización "integralmente justa": se requiere actualizar el signo monetario considerado para fijar el valor asignado al bien... si no lo hace así o si lo paga sin tomar en cuenta la desvalorización de la moneda, su enriquecimiento injusto es manifiesto y es también manifiesta la violación no justificada del derecho de propiedad...". "....el momento desde el cual debe ser considerada la depreciación y pago de intereses, será desde que los titulares del bien se vieron privados de la heredad, a fin que la indemnización adquiera el matiz de ser "integralmente justa". En otras palabras, tal indemnización queda sujeta a una determinación ulterior con el fin de establecer su monto...". Todo lo expuesto implica que el Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria debía emitir un nuevo acto, fijando el monto a pagar, conforme a lo establecido en la Ley Básica de la Reforma Agraria, y los parámetros de una justa indemnización fijados en dicha sentencia. Pretendiendo dar cumplimiento a estos parámetros, la Junta Directiva del ISTA emitió el acuerdo número XXXI en la sesión ordinaria número treinta y nueve-noventa y ocho, de fecha veintinueve de octubre de mil novecientos noventa y ocho, mediante el cual estableció el monto de la indemnización a pagar en la cantidad de setecientos mil colones, más los intereses ajustados a la inflación ocurrida en el país desde mil novecientos ochenta hasta la fecha de pago, ascendiendo a la cantidad de tres millones noventa y ocho mil ciento setenta y dos colones ochenta centavos. El punto de análisis en este proceso es precisamente si la resolución que establece dicha indemnización es legal, respondiendo a los principios de justicia, actualidad e integralidad. Base de la indemnización: monto de la primera oferta. En la sentencia a que se ha hecho alusión, se expuso detalladamente que los señores Ruíz Torres y Rengifo Orellana realizaron en fecha trece de diciembre de mil novecientos ochenta y dos una primera oferta de setecientos mil colones por el inmueble San Benito porción III. Dicha oferta fue realizada válidamente, por lo cual, conforme al Art. 13 inciso tercero de la Ley Básica de la Reforma Agraria, el ISTA debía resolver en la siguiente sesión de Junta Directiva; sin embargo, dicha entidad nunca emitió un pronunciamiento relativo a la determinación de tal cantidad, sino, se limitó a desestimar la petición por considerar que la porción ya había sido pagada. Fue precisamente el hecho que aún se encontraba pendiente el procedimiento de determinación iniciado con dicha oferta, la cual continuaba siendo válida, lo que vició el acuerdo del ISTA por el cual se determinó en la suma de veintidós millones de colones, basado en una segunda oferta. De lo expuesto se colige, que naturalmente la emisión de un nuevo acto fijando la indemnización, debía tener como base la suma de la oferta original -setecientos mil colones-. En la resolución impugnada en este proceso -la cual corre agregada de folios 82 a 91 del expediente- la Junta Directiva del ISTA, acordó: "1) Aceptar la oferta efectuada por los señores Ciro Arturo Ruíz Torres y Carlos Justiniano Rengifo Orellana sobre la Hacienda San Benito porción III, en la cantidad de setecientos mil colones, pagadera en bonos de la Reforma Agraria serie A....". Como primer punto, se determina que la Administración actuó correctamente al aceptar la oferta original, la cual serviría de base para determinar el monto de la indemnización, conforme a los parámetros establecidos. No es aceptable la argumentación del demandante, en el sentido que debía realizarse un nuevo valúo del inmueble para determinar el monto a pagar, ya que ello implicaría desestimar por completo la primera oferta. Se reitera que en la sentencia dictada por esta Sala a que se ha hecho referencia, se aclaró que la oferta de los setecientos mil colones se encontraba vigente, por lo cual la determinación de la indemnización debía tener como base dicha suma, lo cual es contradictorio con el hecho de pretender un nuevo valúo del inmueble. Parámetros para la determinación de la indemnización. Ya se ha establecido que es lícita la actuación del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria al aceptar la primera oferta efectuada por los señores Torres y Rengifo. Sin embargo, tal como se señaló en la sentencia que sirve de antecedente, los parámetros de justicia, actualidad e integralidad solo podrían cumplirse adecuando dicha oferta a valores actuales, tomando en cuenta intereses y depreciación monetaria. Así, oportunamente se expuso que el monto de lo pagado debe ser necesariamente mayor a los setecientos mil colones constituyeron dicho ofrecimiento, ya que: "resulta inaudito pretender pagar el inmueble Hacienda San Benito porción III en base a precios de mil novecientos ochenta, ya que esto significaría entre otras cosas, una desnaturalización del carácter de "indemnización justa" y efectivamente compensatoria, y rompería con el equilibrio entre daño sufrido y su reparación...". No es jurídicamente posible ni justo, intentar a veinte años de haber privado a un particular de una propiedad, pretender cancelar el monto ofrecido en dicha época, sin incrementar el referido valor teniendo en cuenta diferentes factores económicos que a partir de esa fecha han mostrado evolución y que necesariamente deben ser incorporados en la indemnización. Lo anterior implica en términos prácticos, que el valor de la primera oferta sirve únicamente como precio base para la determinación del resarcimiento. En aras de que el referido valor sea justo, actual e integral, dicho monto debe proyectarse de acuerdo a los factores que han modificado los valores a pagar en la actualidad. La Administración debía entonces realizar una revalorización del precio base (setecientos mil colones) calculando además de los intereses la depreciación monetaria. De conformidad a lo expuesto por Jorge Mosset Iturraspe, en su libro Derecho Monetario, (Derecho Monetario Rubinzal- Culzoni S.C.C. Editores, Santa Fé, Argentina 1980) los intereses son los aumentos paulatinos que experimentan las deudas de dinero en razón de su importe y del tiempo transcurrido, prorrata temporis. En el presente caso la Junta Directiva del ISTA ha calculado únicamente los intereses correspondientes a los bonos; sin embargo, como se expuso oportunamente, debía también calcularse la depreciación monetaria. En términos generales, la depreciación indica la pérdida del poder adquisitivo de la moneda con el paso del tiempo. El efecto inflacionario, es decir, la disminución de la posibilidad de adquirir bienes y servicios en la misma cantidad de monedas, genera la necesidad de ajustar el monto de la indemnización. La Administración deberá tomar en cuenta para ello parámetros técnicos, tales como los índices de inflación, índice de precios, etc. Sin embargo, como se aprecia de la resolución impugnada, la Junta Directiva del ISTA resolvió aceptar la oferta de setecientos mil colones "pagadera en Bonos de la Reforma Agraria serie A, y ajustar los intereses correspondientes a tales bonos de acuerdo a los parámetros establecidos por la sentencia de la Sala de lo Contencioso Administrativo y la información oficial suministrada por el Banco Central de Reserva de El Salvador". Así, expuso que los mencionados bonos "han devengado los intereses de acuerdo a la ley, los que debidamente ajustados por la inflación ocurrida en el país desde mil novecientos ochenta hasta la fecha de pago de tales intereses, ascienden a TRES MILLONES NOVENTA Y OCHO MIL CIENTO SETENTA Y DOS COLONES OCHENTA CENTAVOS." (Folios 90 y 91 del proceso). Como se aprecia, la Junta Directiva del ISTA se limitó a realizar un ajuste a los intereses devengados por los Bonos de la Reforma Agraria; naturalmente este cálculo forma parte del monto de la indemnización, pero no compone su valor total. Es claro que para dar real cumplimiento a la justicia e integralidad de la indemnización, la depreciación monetaria debía calcularse también en base al monto de los setecientos mil colones. Sin embargo, la Administración ha confundido la evolución de la obligación dineraria con la variación de los intereses propios de la forma o medio en que se realizó el pago de la deuda (bonos). Todo lo anterior denota que con la determinación de la cantidad que pretende cancelar el ISTA a los expropiados no se han respetado los parámetros que deben regir el establecimiento del monto de la indemnización para que ésta pueda considerarse justa, conforme al sentido que informa la legislación aplicable, tanto la constitucional vigente, antes, durante y después del proceso de Reforma Agraria, como la secundaria que lo implementó, principalmente la Ley Básica de la Reforma Agraria que no excluyó el elemento justicia en la determinación del monto de las indemnizaciones, y no pudo haberlo hecho sin anular el carácter jurídico de la expropiación, convirtiendo ésta en una mera arbitrariedad que podría generar una confiscación rechazada por el ordenamiento jurídico. POR TANTO: Con base en las razones expuestas y de conformidad con los artículos 412 y 427 Pr.C.; 31, 32 y 53 de la L.J.C.A., a nombre de la República esta Sala FALLA: a) Que es ilegal el acuerdo XXXI de fecha veintinueve de octubre de mil novecientos noventa y ocho tomado por la Junta Directiva del ISTA, al no realizar correctamente el ajuste de la oferta de setecientos mil colones, presentada por los señores Ciro Arturo Ruíz Torres y Carlos Justiniano Rengifo Orellana; b) No hay especial condenación en costas, por haber sucumbido ambas partes en aspectos de sus pretensiones; c) Como medida para el restablecimiento del derecho violado, la Junta Directiva del ISTA deberá dictar un nuevo acto administrativo en el que se establezca el monto de la indemnización incorporando los valores de acuerdo a los indicadores a los que hace alusión esta sentencia; d) En el acto de la notificación, entréguesele certificación de esta sentencia a la autoridad demandada y a la representación fiscal. NOTIFÍQUESE. ---M. ALF. BERNAL SILVA------F. J. RETANA--M. CLARA---RENE FORTIN MAGAÑA--PRONUNCIADA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LA SUSCRIBEN--J.E. ESCALANTE D.---RUBRICADAS.