CASO Nº 1 UN CASO HISTÓRICO A TÍTULO DE EJEMPLO Extractado de 'Filosofía de la Ciencia Natural' de C.G. HEMPEL Entre 1.844 y 1.848, Ignaz Semmelweis, de origen húngaro y médico de la Primera División de Maternidad del Hospital General de Viena, se sentía preocupado al ver que una gran proporción de las mujeres que habían dado a luz en esa división contraía una seria y, con frecuencia, fatal enfermedad conocida como fiebre puerperal o fiebre de postparto. En 1.840, hasta 260, de un total de 3.157 madres de la Primera División -un 8'2%- murieron de esa enfermedad; en 1.845, el índice de muertes era del 6%, y en 1.846, del 11'4%. Estas cifras eran sumamente alarmantes, ya que en la adyacente Segunda División de Maternidad, en la que se hallaban instaladas casi tantas mujeres como en la Primera, el porcentaje de muertes por fiebre puerperal era mucho más bajo: 2'3, 2'0 y 2'7 en los mismos años. En sus esfuerzos por resolver este terrible rompecabezas, Semmelweis empezó por examinar varias explicaciones del fenómeno corrientes en la época. Una opinión ampliamente aceptada atribuía las olas de fiebre puerperal a "influencias epidémicas", que se describían vagamente como "cambios atmosférico-cósmico-telúricos", que se extendían por distritos enteros y que producían la fiebre en mujeres que se hallaban de postparto. Pero, argumentaba Semmelweis, ¿cómo podían esas influencias haber infestado durante años la División Primera y haber respetado la Segunda?. Y ¿cómo podía hacerse compatible esta concepción con el hecho de que mientras la fiebre asolada el hospital, apenas se producía caso alguno en la ciudad de Viena o en sus alrededores?. Una epidemia de verdad -como el cólera- no sería tan selectiva. Según otra opinión, una causa de mortandad en la División Primera era el hacinamiento. Pero Semmelweis señalaba que de hecho el hacinamiento era mayor en la División Segunda, en parte como consecuencia de los esfuerzos desesperados de las pacientes para evitar que las ingresaran en la tristemente célebre División Primera. En 1.846, una comisión designada para investigar el asunto atribuyó la frecuencia de la enfermedad en la División Primera a las lesiones producidas por los reconocimientos poco ciudadosos a que sometían a las pacientes los estudiantes de Medicina, todos los cuales realizaban sus prácticas de obstetricia en esta División. Semmelweis señala, para refutar esta opinión, que: (a) las lesiones producidas naturalmente en el parto son mucho mayores que las que pudiera producir un examen poco cuidadoso; (b) las comadronas que recibían enseñanza en la División Segunda reconocían a sus pacientes de modo análogo, sin producir por ello los mismos efectos; (c) cuando, respondiendo al informe de la comisión, se redujo el número de estudiantes y se restringió al máximo el reconocimiento de las mujeres por parte de ellos, la mortalidad, después de un breve descenso, alcanzó sus cotas más altas. Otra suposición hacía notar que en la División Primera el sacerdote que portaba los últimos auxilios a una moribunda tenía que pasar por cinco salas antes de llegar a la enfermería; la presencia del sacerdote, precedida de un acólito que hacía sonar la campanilla, producía un efecto terrorífico en las pacientes, debilitándolas y haciéndolas más sensibles a la enfermedad. Semmelweis convenció al cura, que tenía acceso directo a la División Segunda, para que diera un rodeo en la División Primera, pero la mortalidad no disminuyó. Finalmente, en 1.847, la casualidad dio a Semmelweis la clave para la solución del problema. Un colega suyo, Kolletschka, recibió una herida penetrante en un dedo, producida por el escalpelo de un estudiante con el que estaba realizando una autopsia, y murió después de una agonía durante la cual mostró los mismos síntomas que habían sido observados en las parturientas. Aunque por esa época no se había descubierto todavía el papel de los microorganismos en ese tipo de infecciones, Semmelweis comprendió que la "materia cadavérica" que el escalpelo del estudiante había introducido en la corriente sanguínea del colega era la causa de su muerte, y las semejanzas entre el curso de la dolencia de Kolletschka y el de las mujeres de su hospital le llevaron a la conclusión de que sus pacientes habían muerto por un envenenamiento de la sangre del mismo tipo; él mismo, sus colegas y los estudiantes de Medicina habían sido los portadores de la materia infecciosa, ya que solían llegar a las salas inmediatamente después de realizar disecciones en la sala de autopsias y reconocían a las parturientas después de haberse lavado las manos sólo de un modo superficial, conservando éstas a menudo un característico olor a suciedad. Semmelweis puso a prueba esta posibilidad. Si la suposición fuera correcta, entonces se podría prevenir la fiebre destruyendo químicamente el material infeccioso adherido a las manos. Dictó, por tanto, una orden por la que se exigía a todos los estudiantes que se lavaran las manos con una disolución de cal clorurada antes de reconocer a ninguna enferma. La mortalidad puerperal comenzó decrecer y en el año 1.848 descendió hasta el 1'27% en la División Primera, frente al 1'33% de la Segunda. CASO Nº2 ¿QUIÉN ES QUIÉN EN LA AMÉRICA NEGRA? En una visita a Atlanta, la socióloga norteamericana Lois Benjamín llamó por teléfono a casa de una amiga compañera de la universidad, pues quería saber si ella (su amiga Sheba), había conseguido terminar su doctorado, colocarse como profesora en una universidad y dedicarse a la investigación. Este había sido el viejo sueño de las dos. Sheba, al parecer, no lo pudo realizar. Benjamín recordó que ya había notado signos preocupantes. Sheba se matriculó en un doctorado en Canadá comenzando allí sus dificultades. Siendo norteamericana de raza negra, tenía la sensación que había prejuicios racistas contra ella, se dejó vencer y abandonó el doctorado culpando a sus profesores blancos de esta decisión. Se marchó al Reino Unido, donde se matriculó en otro programa de doctorado y consiguió terminarlo y luego que se fue a Nigeria. Benjamín no supo más nada de ella. Cuando entró en casa de Sheba, se alegró de verla pero su alegría se desvaneció al ver el estado en el que se encontraba. Después de una grave crisis nerviosa, Sheba era incapaz de comunicarse con nadie. Benjamín tenía grabada en su cabeza la imagen de su amiga. Muchos factores habían contribuido a causar esa tragedia personal, pero habiendo sufrido ella misma la hostilidad y las provocaciones racistas, estaba convencida que el odio racial había sido el causante del colapso mental y emocional de su amiga. Así, en parte para rendirle un homenaje, comenzó a investigar los efectos de los prejuicios raciales en la vida profesional de los relativamente pocos norteamericanos negros que consiguieron terminar estudios universitarios y triunfar en su profesión. Benjamín era consiente que con su investigación estaba poniendo en entredicho algunas ideas muy extendidas entre los sociólogos. En concreto, que los prejuicios raciales no están afectando la vida profesional de los negros que han conseguido tener buena educación, que estos prejuicios afectan mucho más a los negros pobres que los que han conseguido un buen trabajo y un salario alto, pero su propia experiencia y la de su amiga contradecían esas ideas. Para responder a sus preguntas, Benjamín tenía que averiguar si, y en qué medida, los prejuicios racistas habían tenido alguna influencia en la vida profesional de otras personas de color. Antes de enviar cuestionarios por correo, Benjamín optó por la técnica de las entrevistas personales: primero, porque quería conversar cara a cara con esas personas para poder indagar con mayor profundidad; y segundo, porque sabía que estaba investigando un asunto complicado y debía tratar temas personales que solamente se hablan entre personas que se tienen cierta confianza. La decisión de hacer entrevistas implicaba reducir el número de personas que iban a participar en el estudio. Benjamín pensó que cien eran suficientes. Dedicó más de dos años en hacer las entrevistas, viajando de un lugar a otro del país, y otros dos años en transcribir cintas, a analizar toda la información que había conseguido y a redactar el informe de investigación. En un principio Benjamín pensó que podía seleccionar a esas cien personas utilizando una especie de listado de la población: personas de color que se han destacado en su vida profesional. Con este listado podría haber seleccionado aleatoriamente a cien personas, esto es, podría haber obtenido una muestra representativa de la población que se quería investigar. Pero optó por otra estrategia, decidió empezar a entrevistar a personas de su entorno, quienes, a su vez, sugerían otras personas que podían ser entrevistadas. Este método de selección se llama bola de nieve. Seleccionar personas según el método de la bola de nieve puede facilitar la investigación: el investigador comienza a obtener información de personas próximas que a su vez, pueden facilitar otras entrevistas con personas que ellas conocen. El problema es el de la representatividad. La muestras obtenidas en este método no son representativas; muy probablemente los entrevistados iban a señalar a otras personas con opiniones semejantes a las suyas y, por supuesto, a personas dispuestas a hablar de temas tan personales. Para corregir este problema, Benjamín intentó que en su muestra figuraran personas de distintas categorías, en término de género, edad, lugar de residencia, región del país, ocupación, etc. Antes de empezar la entrevista, Benjamín ya tenía preparadas una serie de pregunta pero no siguió un guión preestablecido Prefería que los entrevistados hablaran libremente según el curso de sus experiencias y recuerdos. Benjamín decidió grabar las entrevistas (que solían durar entre dos y tres horas) para no tener que interrumpir el flujo de la conversación tomando notas. Entrevistó a esas personas en sus oficinas, en hoteles, en el coche; en donde era posible. Después vino la tarea de transcribir unas trescientas horas de conversación. Tal como exige la ética de la investigación, Benjamín ofreció el anonimato a todos los entrevistados. Sin embargo, muchos de ellos, incluyendo personas sometidas al ojo público, rechazaron esta oferta y permitieron a Benjamín que usara sus nombres en el informe final. Lo que más sorprendió a Benjamín fue la disposición que mostraron estas personas a ser entrevistadas. Generalmente muy ocupadas, eran siempre capaces de encontrar un hueco en la agenda para hacer la entrevista. Benjamín cuenta que en algún momento de la entrevista muchos entrevistados, cuarenta para ser exactos, no pudieron contener las lágrimas. Era evidente que para muchos la entrevista se había convertido en una ocasión para revelar sus sentimientos y expresar sus frustraciones. ¿Cómo respondía Benjamín a esta exteriorización de sentimientos? Cuenta en su libro que reía, pensaba y lloraba con esas personas. Pensando sobre el grado de compenetración que había alcanzado con estas personas, uno puede preguntarse si un investigador de raza blanca que hubiera preferido hacer entrevistas formales habría sido capaz de realizar esta investigación. Como ya hemos dicho, otros investigadores habían concluido que en las últimas décadas los afroamericanos habían hecho grandes avances. La investigación de Benjamín cualifica este tipo de conclusiones al advertirnos que la vida diaria de incluso aquella minoría de afroamericanos que habían conseguido cierto éxito profesional, seguía marcada por el racismo. En las entrevistas, muchos decían temer que los prejuicios raciales terminaran arruinando sus éxitos profesionales, otros que no pudieran seguir progresando en sus carreras pues les parecía que los prejuicios raciales ponían u tope profesional a las personas de su raza. En conclusión, Benjamín sostiene que, a pesar de las mejoras conseguidas en los últimos años, los negros de Estados Unidos siguen experimentando vivamente la hostilidad racial. Y más importante, que ni siquiera los miembros de la elite profesional del país pueden ahorrarse esta hostilidad. En su informe de investigación, Benjamín dedica algunas líneas a decirnos que esto debería cambiar; afirma que la investigación no solo sirve para aumentar nuestro conocimiento, sino que también cebe servir para mejorar las vidas de las personas que estamos estudiando. Investigación realizada por Lois Benjamín, profesora de Hampton University, EEUU, acerca de la discriminación de los negros. Black Women in the Academy, 1997. CASO Nº 3 ¿URNAS FUNERARIAS? ¿CREMATORIOS? A 60 kilómetros de la capital de La Rioja, en la localidad de Catuna, un equipo de arqueólogos estudia unos misteriosos y antiguos artefactos de barro cocido. Durante cientos de años, entre los habitantes de la región, existió la leyenda de que estas bóvedas semienterradas guardaban pequeños tesoros. Pero desde el siglo XIX, distintos investigadores plantean sus propias hipótesis: ¿eran en realidad depósitos de granos, hornos para cocer cerámica o quizás estructuras usadas en rituales funerarios? El arqueólogo Sergio Martín de la Universidad Nacional de La Rioja (UNLAR) explicó que “las estructuras principalmente están realizadas por el procedimiento de cavado de un pozo, un amasado del material del lugar (el barro), con agua y un posterior embadurnado de las paredes del pozo. Generalmente observamos huellas que quedan de los dedos en sentido a veces vertical y a veces horizontal acompañando los bordes de los pozos, que evidentemente están mostrando los momentos de confección cuando todo ese barro estaba fresco”, reforzó. Sergio trabaja junto a un equipo de investigadores que estudia estas bóvedas a las que llama “estructuras píricas”. “Lo que nosotros estábamos empezando a registrar es un evento en donde se cavó un pozo, se colocaron arcillas, material de la tierra, barro diluido con agua, se formaron paredes y se produjo un calentamiento, y nos dimos con que aparentemente, cuando estaba finalizando ese calentamiento se depositaba en el lugar algunos elementos correspondientes con restos óseos humanos” de regiones anatómicas Esta práctica ritual era desconocida hasta hoy por los arqueólogos y los historiadores. En un sitio llamado El Medanito, Sergio y su equipo detectaron más de 200 “estructuras píricas” vinculadas a pozos crematorios o piras. El arqueólogo explicó que: “por un lado, está la pira de cremación que es el lugar mismo donde se produce el acto de cremación, es decir de tratar de llegar al calcinamiento de los restos humanos que fueron depositados allí para su inhumación. Y por otro lado existe otro lugar, que serían los depósitos, que serían justamente para trasladar y redepositar todo el material que ya ha sido producto de la cremación”. En estos depósitos de barro cocido se realizaba una segunda inhumación, pero sólo de algunos fragmentos de los cuerpos ya cremados. Los restos de este proceso son cenizas y diminutos fragmentos de huesos que se estudian en el laboratorio. Los primeros resultados de su trabajo mostraron que estos artefactos fueron usados hace 1000 años en rituales crematorios de niños y adultos. En El Medanito, ocurrió también un hallazgo muy importante: los arqueólogos encontraron un pozo que puede haber servido como pira funeraria para incinerar los restos de una persona. “Se trata de un esqueleto desarticulado, que fue depositado allí y se prendió fuego, ¿cómo sabemos eso?, porque estamos viendo el tema de cenizas, de carbones, que están dispersos dentro de lo que es esta estructura funeraria”, destacó Martín. La edad, el sexo y la causa de la muerte de los individuos encontrados son los datos básicos que buscan los arqueólogos. Es posible que esta información sirva para reconstruir el contexto social y las causas de los rituales de cremación. El equipo de arqueólogos toma las medidas del hallazgo y anota todos los datos necesarios sobre el sitio... “Nosotros levantamos el material luego de haber tirado los niveles con mucho cuidado y de depositarlos en algunas bolsas, cajas, acondicionadas para que el hueso dure hasta llegar al laboratorio”, remarcó el director del proyecto. Este trabajo necesita de mucha paciencia. Los huesos son muy frágiles y el sedimento, como fue sometido a calor, es muy duro. Por eso hay pocas probabilidades de sacar el material entero. El arqueólogo Claudio Revuelta perteneciente al Museo de Ciencias Naturales de la UNLAR, comentó que lo que están haciendo es tratar de identificar aquellos pequeños restos recuperados del campo y detectar en ellos trazas o huellas humanas, o de producto de marcas animales, sea de roedores o de carnívoros. “La línea que estamos tratando de seguir, lo que queremos identificar, es si estos cuerpos eran preparados antes de la cremación. Las huellas, según la localización en alguna topografía especial del esqueleto, nos hablan de que pueden ser huellas de corte o huellas de descarne o huellas de desarticulación de los miembros”, aseveró Revuelta. Con la ayuda de un microscopio de luz, Claudio observa cada marca de los huesos. “Nosotros tratamos de identificar lo que es humano y diferenciarlo de la acción de carnívoros o roedores, en base a la morfología de la sección de ese corte, es decir si tiene la forma de una V correspondería a la acción humana; en cambio si uno identifica la forma de U, sería acción de roedores”. El trabajo de los arqueólogos para reconstruir el pasado a partir de huellas tan frágiles es muy complicado. Sin embargo, los arqueólogos no están solos. Esta investigación comenzó hace 4 años, pero en La Rioja hay pobladores que conocen estas estructuras de barro desde mucho tiempo atrás y que también colaboran con Sergio y su equipo, y también se suman investigadores especialistas en otras disciplinas. En el caso de los geofísicos, ellos colaboran con la difícil tarea de encontrar las estructuras, ya que muchas de ellas están completamente enterradas. Mediante estudios geomagnéticos es posible detectar las huellas que dejó el fuego en los antiguos crematorios. Con este método de detección, se pudieron encontrar 17 estructuras enterradas. El ingeniero Manuel Mamaní de la UNLAR e investigador del CONICET explicó que “como hubo fuego, y se desarrollaron altas temperaturas, esto deja una huella, esa huella es la que nosotros encontramos a través del campo magnético y es la que medimos”. Para comprender las prácticas rituales de cremación es necesario estudiar los restos humanos encontrados en las excavaciones. Pero los restos depositados en las estructuras píricas son pequeños fragmentos. Por eso, los arqueólogos cuentan con la ayuda de un grupo de médicos que identifica a qué parte del cuerpo humano corresponde cada diminuto fragmento de hueso. “Hacemos un estudio comparativo, utilizamos muestras de cadáveres adultos, restos óseos. Lo que hacemos es empezar a comparar restos de distintas regiones”, comentó el doctor Héctor. Mientras que Revuelta explicó “nos queda por averiguar si esta gente que estaba cremada era parte de una misma sociedad o eran gente de otras sociedades, de otros grupos humanos distintos a la gente que realizaba las cremaciones. Son muchas preguntas,… por lo menos con responder a una nos quedaríamos satisfechos” “En la medida en que se excaven mayor número de estructuras probablemente podamos llegar a tener una información mas completa. Por ejemplo podríamos llegar a respondernos preguntas como ¿de qué manera funcionó todo este sitio?, ¿fue un sitio únicamente utilizado para realizar algunas actividades rituales vinculadas con las cremaciones?, ¿o se realizaban cremaciones de ciertas partes esqueletarias seleccionadas muestralmente?, o también ¿estas personas cremadas han vivido dentro de esta área o pertenecían a otras sociedades?”, concluyó Martín. Extraído de www.cientificos.arnet.com.ar, 23/04/2008 CASO Nº 4 ¿Quién realizó el disparo? Teresa Rodríguez, una joven periodista de 24 años, murió durante la represión de la pueblada de Cutral-Có, en 1997. Un año después se dictó la prisión preventiva del policía Hugo Rudolf, que presuntamente había efectuado el disparo. Al poco tiempo se revirtió la medida. Otra pericia sugería que el disparo había partido de los manifestantes. En este punto oscuro estaba la causa cuando la justicia convocó a dos físicos del Instituto Balseiro para realizar un nuevo estudio. Esta investigación científica, basada en un video de la represión grabado por un noticiero y en el estudio acústico de los ecos de los disparos parece más sacada de una película que de un expediente judicial. Ernesto Martínez (Físico Forense del Centro Atómico Bariloche, Instituto Balseiro) dice: “Uno de los primeros desafíos que tuvimos acá fue averiguar en qué momento del video se habían sacado las tres fotos que usábamos como guía. Las tres fotos eran muy importantes porque eran muchísimo más detalladas y más claras que el video, o sea la calidad de la imagen del video es muy borrosa realmente”. Además de trabajar con las imágenes del video, a los físicos se les ocurrió usar el audio también y resultó una idea excelente. Hicieron audiogramas del video, es decir, grabaciones digitalizadas de los sonidos del video donde se perciben la voz de la periodista, y los disparos. Cada pico del audiograma representa un disparo y los piquitos pequeños ecos de disparos. Enrique: “El disparo tiene un ataque muy, muy marcado, ahí empieza uno puede ver muy claramente cuando empieza a escucharse el disparo y después hay una serie de picos secundarios, fíjense este audiograma da la impresión, tiene la forma de un pino acostado, el comienzo de la copa, aquí esta el tronco, el comienzo de la copa es el ataque, que esta dado por el momento en que la onda de sonido del disparo llega al micrófono. Y después hay otros picos secundarios, que nosotros pensamos que probablemente eran ecos, quiere decir ondas de sonido que no han venido en línea recta por la vía mas directa desde el disparo hasta el micrófono si no que han rebotado contra algún objeto y han venido por la vía indirecta”. -Cuando los físicos viajaron a Cutral-Có hicieron un plano minucioso de la zona. Compraron petardos, los hicieron reventar en el puente y los grabaron. En los audiogramas de esas explosiones se ven muy claramente los piquitos que corresponden a los ecos. Enrique: “Entonces lo que hicimos fue tomar un plano del lugar donde se había producido el hecho, aquí esta la posición del micrófono, estos son los postes de la luz y otros diferentes postes o carteles que había en el lugar y trazamos la elipses que corresponden a los diferentes ecos que vemos cuando hacemos explotar el petardo numero 1 ahí. Hicimos eso 4 veces, con 4 petardos diferentes, y el cruce de estas elipses nos mostró que definitivamente los postes, estaban produciendo ecos, y que eran los ecos que se escuchaban y que además había otros ecos que venían de algunos objetos que no conocíamos aquí a bastante distancia”. -Con estos datos, los físicos plantearon el problema inverso: sabiendo que hay ecos, ¿cómo determinar de dónde vienen los disparos? Enrique: “Ya con esto localizábamos los disparos, lo cual podía responder ciertas preguntas, por ejemplo, la policía decía que nunca había disparado, que todos los disparos habían provenido del lado contrario. No sabemos que pasó con los 6 disparos que no pudimos localizar pero los 11 disparos que sí pudimos localizar se generaron en la zona donde estaban los policías”. -Los científicos habían visto el video muchas veces y no habían notado armas, pero tras detectar los ecos de manera acústica, volvieron al video. De acuerdo al sonido los disparos provenían del grupo delantero de policías. Y además ninguno de los disparos venía del policía inculpado en un principio. ¿Cómo lograron esta evidencia? Enrique: “Una vez que habíamos localizado los disparos y sabíamos en qué momento se habían producido, debíamos tratar de estimar quién estaba en ese lugar, sí?. Para eso tuvimos que hacer un trabajo que fue bastante complejo para localizar las personas que se ven en la imagen, momento por momento en el puente, eso es una técnica que se llama fotogrametría que permite deshacer los efectos de la perspectiva y poder medir donde están las personas. El policía que coincide mejor con la posición del disparo es el que para nosotros tenía el número 18 ahí, nosotros de los policías no conocíamos los nombres, no conocíamos las caras, todo lo que habíamos visto eran espaldas que se movían. Hicimos un trabajo muy laborioso de seguir a cada uno, decir bueno, numero uno es el que tiene una gorra, de tal tipo que hace tal cosa, etc., etc. Entonces nuestra conclusión en este caso, es que este disparo salió de esa posición y debe haber sido un disparo al aire porque se ve que tiene la pistola levantada. Para nosotros resultó imposible determinar a partir del video si una pistola estaba disparando, no se ve ningún fogonazo, no se ve humo, no se ve el brillo de un casquillo que vuela, no se ve nada, simplemente toda la información que sacamos fue de dónde se produjo el disparo a través de la acústica y mirando la imagen si efectivamente esa persona en condiciones de disparar, quiero decir, tenía una pistola en la mano, estaba en condiciones. Si por ejemplo hubiéramos visto que el policía 18 tenía las manos limpias, hubiéramos dicho bueno aquí nos equivocamos, de cómo nos salió esto, pero en todos los casos siempre la persona que estaba en ese lugar tenía una pistola disponible. En especial el octavo disparo que según lo que pensamos es el que causó la muerte de Teresa Rodríguez salio de algún lugar de ese pelotón. El disparo que mató a Teresa Rodríguez salió de aquí adentro de los policías que están probablemente en la primera línea”. -¿Cómo se siente pertenecer al único equipo de físicos forenses que existe en el país? ¿Son científicos comunes? ¿Vienen de otra parte? ¿Cómo viven esto de trabajar junto a la justicia? ¿Les hacen caso a sus investigaciones? Ellos mismos nos lo cuentan. Ningún científico investiga solo y Ernesto Martínez no es la excepción, en el esclarecimiento de los puntos oscuros de la muerte de Teresa Rodríguez formó un sólido equipo científico con su compañero Rodolfo Pregliasco, otro físico forense del Instituto Balseiro. Rodolfo nos contó cómo se siente trabajar en esta curiosa rama de la ciencia. Rodolfo Pregliasco (Doctor en Física del Centro Atómico Bariloche, Instituto Balseiro): “No existe ningún físico forense, en realidad somos físicos, o sea no existe una formación de físico forense, nosotros somos físicos que hicimos una carrera en física, yo trabajé en coaliciones atómicas, en física de superficie y en propiedades ópticas de materiales, antes de dedicarme a la física forense. Mucha gente le dice a uno, uuuy vos sos doctor en física, todo lo que debés saber!!!, y para mí, lo que yo de, no es lo más importante, lo más importante para mí es lo que yo puedo aprender, lo que estoy en condiciones de hacer, y este es un campo en el cual yo puedo aprender un montón de cosas nuevas, y tengo que estar despierto”. Rodolfo: “La labor del científico es excitante, es interesante, pero pasa por largos períodos de rutina, en general cuando uno hace su tesis doctoral uno elabora un tema y se trabaja muchos años en lo mismo, con las mismas metodologías a veces con los mismos programas con el mismo equipo de medición, los temas son minúsculos y uno los estudia con muchísima profundidad. Esto es muy diferente, cada caso es un mundo nuevo, hay que estudiar cosas distintas y eso es muy excitante, es muy interesante, hay que estar dispuesto a tirar lo que uno sabe y empezar de vuelta y convertirse en experto en un área nueva”. -El equipo de físicos forenses requirió en algunos tramos de su investigación de la ayuda de Silvia Dutrús, experta en técnicas nucleares y microscopía electrónica en aplicaciones forenses para analizar los detalles que escapan al ojo humano. Con los miles de aumentos del microscopio electrónico de barrido hasta la más imperceptible evidencia puede ser detectada, observada y fotografiada. Silvia explica su intervención en el caso Rodríguez. Ingeniera Silvia Dutrús del Centro Atómico Bariloche: “En el caso de Teresa Rodríguez analizamos con este microscopio analizamos el proyectil, la idea era observarlo para ver las formas, las deformaciones que tenía y ahí se pudo ver que era un proyectil que estaba deformado de tal manera que había rebotado contra algún elemento suficientemente duro como para imprimirle esa deformación, esa fue la parte en la primer instancia, el primer trabajo que se hizo en el caso de Teresa Rodríguez”. -Todas las pruebas que los científicos obtienen son aportadas a la justicia y a fin de cuentas es ésta la que dictamina si la evidencia es suficiente para resolver un caso criminal o no. Silvia: “Tu aporte a veces es definitivo, pero muchas veces en general es un granito de arena a toda una causa y cierra a veces todo el panorama”. Rodolfo: “Uno aplica un montón de conocimiento a un caso y después va al juzgado y no tiene los resultados que uno quiere, no hay que tomárselo personal, no somos investigadores que resolvemos el caso, atrapamos al asesino y nos vamos con la chica, sí? Lo que nos motiva para hacer esto no es ni el dinero ni el reconocimiento académico sino el convencimiento de que esto sirve, es interesante y es útil. Extraído de www.cientificos.arnet.com.ar, 23/04/2008 CASO Nº 5 SOLO UNO DE CADA CUATRO CHICOS ESTUDIA REGULARMENTE Para terminar la secundaria no hace falta estudiar demasiado ni esforzarse mucho. Un estudio del Centro de Investigación de la Facultad de Educación (Cife) de la Universidad Católica de Córdoba concluye que no existe una estrecha relación entre el estudio y los resultados obtenidos. Revela que no es necesario estudiar todos los días un poco para avanzar en los niveles de enseñanza obligatorios ni para completarlos. Y muestra que quienes estudian ocasionalmente ("sólo para las pruebas") tienen un rendimiento similar a quien se esfuerza a diario. Un relevamiento entre alumnos de sexto año de escuelas públicas y privadas de la ciudad de Córdoba desnuda que sólo el 24,4 por ciento de los alumnos a punto de egresar estudia de manera regular, aun cuando no tienen que afrontar un examen inmediato. Por su actitud -y no por los resultados que obtienen- podrían denominarse "estudiosos" o "buenos" estudiantes. Cuando hay un examen próximo, siete de cada 10 adolescentes estudia. El 33,8 por ciento no estudia ni en esta situación. "En la investigación se revela que no necesariamente los alumnos estudiosos son los que tienen éxito en su trayectoria escolar", explica María Angélica Paladini, miembro del Cife. Para analizar la relación entre conducta estudiosa y rendimiento académico, los investigadores registraron la cantidad de materias aprobadas en el primer cuatrimestre del año (la muestra se tomó en 2008). "Si bien existe una relación, no era demasiado fuerte. Parece que se proceda a estudiar de manera ordenada y regular o no, los resultados que se obtienen son más o menos los mismos", indica Livio Grasso, docente e investigador de la UCC. El trabajo deja claro, también, que muchos chicos logran buenos resultados aun cuando estudian de vez en cuando y hay muchos otros que, incluso estudiando regularmente, no alcanzan buen rendimiento. El 35,2 por ciento de aquellos que estudian de manera regular (un promedio de dos horas y 20 minutos por día) tiene aprobadas todas las materias en el primer cuatrimestre del año. Mientras que entre los que estudian sólo para la evaluación, el 25,5 por ciento promueve con éxito la totalidad de las asignaturas. "La conclusión alarmante es que no hace falta estudiar ni esforzarse para recorrer la escuela y terminarla bien", insiste Grasso. Los "estudiosos" tienen en el primer cuatrimestre una media de tres asignaturas reprobadas, mientras que los "no estudiosos", no aprueban cuatro. Al finalizar el primer cuatrimestre del año, el 71,6 por ciento de los chicos de sexto año no logra promedio en todas las asignaturas. De todos modos, la excepcional situación de promover la totalidad de las materias es algo más frecuente entre quienes estudian regularmente que entre quienes no lo hacen. Privadas o públicas, igual. El porcentaje de chicos que estudian regularmente es el mismo en escuelas privadas y públicas. Tampoco hay diferencias sustanciales entre varones y mujeres. La relación entre el estudio regular y el nivel educativo y socioeconómico de los padres no tiene una influencia contundente. Por otra parte, en contra de lo que podría suponerse, la cantidad de alumnos que desarrollan hábitos de estudio es mayor entre quienes trabajan (30,6 por ciento) que entre quienes no lo hacen (22,8 por ciento). El porcentaje de quienes tienen este hábito es algo mayor entre los que planean seguir estudios superiores (25,4 por ciento frente al 10,3 por ciento). "El esfuerzo por el esfuerzo en sí deja de ser un valor o es un residuo cultural de una época que está pasando. Hoy parece no ser importante la excelencia en la calificación. El alumno se da cuenta y dice que aprobar es suficiente", sostiene Ángel Robledo, docente e investigador de la UCC (ver Esfuerzo...). "El sistema educativo no es pasivo en esto sino que alienta la desconexión entre esfuerzo y resultados. Me temo que ese es el ámbito en el que el chico aprende, precisamente, que esta relación no existe", agrega Grasso. "Uno pensaría que la escuela debe transmitir valores, y no simplemente inclinarse por los valores en boga", finaliza. La muestra. Se encuestó a todos los alumnos de sexto año de 41 colegios públicos y privados de la ciudad de Córdoba, en 2008. Estadísticamente, la muestra es representativa de todo el universo escolar de ese nivel y división. Usar la PC ayuda Uso de TIC y resultados. La aprobación de todas las materias es más frecuente entre los estudiantes que utilizan las nuevas tecnologías para encontrar información o para buscar ideas (ver infográfico). Los libros siguen vigentes. El 75% de los alumnos de 6° año prefiere los libros o apuntes para estudiar y no un CD o un portal de Internet. El 11% expresa no haber estudiado nunca con un CD o en la Web. PC en la escuela. El 42% de los alumnos dice que utilizó la PC en la escuela en la última semana, sin especificar para qué la usó. 2 horas y cinco minutos Estudio. Es el tiempo que dedican los chicos a estudiar para una prueba muy próxima. A esta cifra se llega excluyendo a los alumnos que no estudian nada. Asignaturas aprobadas. Los chicos que tienen todas las materias aprobadas y estudian regularmente le dedican dos horas y 40 minutos por día. Quienes lo hacen sólo para la prueba y tienen todo aprobado estudian dos horas y 20 minutos los días precedentes al examen. Puntos de vista Alexis reyes (17) - Alumno barrio Jorge Newbery “Estoy repitiendo porque el año pasado no estudié nada y me llevé todas las materias. Cambié de actitud porque quiero terminar el secundario”. Verónica Carballo (19) - Alumna barrio Las Violetas “Si bien el colegio público exige menos, también depende de nosotros estudiar y llegar a ser alguien. Quiero terminar y llegar a la Universidad”. Agustín Ferreyra (19) - Alumno barrio Inaudi “Estudio lo justo y lo necesario cuando me agarra el apuro. En los recreos releo los títulos y los resúmenes. Me llevo materias por vago”. Jessica Lehmann (17) - Alumna barrio Yapeyú “Pienso que la escuela puede exigir un poco más, pero también conozco escuelas privadas donde los chicos rinden bien sin estudiar demasiado”. Fuente: La Voz del Interior 06 de noviembre de 2011 CASO Nº 6 CADA VEZ HAY MÁS MADRES ADOLESCENTES Los programas nacionales y locales de salud sexual y reproductiva y los esfuerzos de las organizaciones no gubernamentales parecen no llegar. A nivel nacional y local, el embarazo adolescente no sólo no bajó en los últimos años, sino que se incrementó: en la provincia de Córdoba, la cantidad de niños nacidos de madres menores de 20 años aumentó 23 por ciento entre 2001 y 2008. Así surge de los datos del Ministerio de Salud de la Nación, que van desde el año 2000 al 2008 inclusive. Son congruentes con cifras más recientes de la Municipalidad de Córdoba, que muestran que la tendencia en aumento no se modificó. En la Capital provincial el año pasado nacieron 500 bebés más que en 2008 hijos de madres menores de 20 años, es decir, un aumento del 14 por ciento con respecto al año anterior. En relación al total de nacimientos, los porcentajes se mantienen: tanto en todo el país como en la provincia de Córdoba, el 15 por ciento de los bebés nacidos vivos son hijos de madres menores de 20 años. En 2008, Córdoba está prácticamente en la misma situación que en 2000, con unos 8.600 niños nacidos vivos de madres adolescentes. En la provincia y en el país, a partir de 2001 hubo una baja considerable pero desde 2004 en adelante, la cifra no paró de crecer. "A pesar de la importancia de leyes como la de Salud Sexual y Reproductiva, y la de Educación Sexual en las escuelas, la tasa de abortos se mantiene, la mortalidad materna aumentó, y el embarazo adolescente no cede, sino que aumenta. "Los por qué, exceden la cuestión sanitaria, son socioculturales", dijo Ricardo Rizzi, titular de Obstetricia de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Las causas. Es que el aumento en el embarazo adolescente se debe a múltiples causas que no se solucionan en el corto plazo, pero que, para los expertos, podrían centrarse en tres: las falencias en la información y educación por un lado; la falta de accesibilidad a métodos anticonceptivos; y, por último, la inexistencia en amplios sectores sociales para la joven de un proyecto de vida alternativo a la maternidad. En 2003, se comenzó a instrumentar en el país el Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva que tiene como objetivo que todas las personas puedan elegir, según sus convicciones un método anticonceptivo adecuado para definir la posibilidad de tener hijos, cuántos tener y cuándo, y el intervalo entre ellos. Y promueve la "consejería" en servicios de salud pública de todo el país; donde se da, de manera gratuita, asesoramiento y anticonceptivos. En la ciudad de Córdoba, mientras en 2003 hubo 5.160 mujeres incluidas en el programa, el año pasado se registraron 36.154, según datos de la Secretaría de Salud municipal. Las autoridades sanitarias capitalinas admiten que no es suficiente y que por alguna razón no llega a los adolescentes. Y, aunque ahora mejoró, en ocasiones falló desde Nación la provisión de anticonceptivos, lo que dificulta la continuidad del tratamiento. "También es cierto que tal vez el impacto de las políticas públicas en salud reproductiva recién se vea dentro de algunos años, pues comenzamos a aplicar estrategias después de décadas en las que no se hizo nada. Lo que está claro en cualquier caso, es que hay que garantizar la continuidad y la profundización de esas políticas públicas", reflexionó Rizzi. De la misma manera, la Ley de Educación Sexual Integral, que en octubre cumple cuatro años, aún no se universalizó; su implementación es dispar y depende de la voluntad de los docentes y de cada escuela, según revela un informe publicado en este diario pocos días atrás. "La educación sexual en las escuelas es central. De eso se habla mucho, pero hasta ahora se ha hecho muy poco, prácticamente no está instrumentada. Por eso, hay mucho desconocimiento de los adolescentes. Además, una encuesta del Ministerio de Salud de la Nación muestra que cada vez es más precoz el inicio de las relaciones sexuales", aseguró Humberto Jure, subsecretario de Salud de la Municipalidad de Córdoba. Proyecto de vida. "También hay que trabajar el proyecto de vida de las adolescentes, y eso no se soluciona con un taller de un día, sino a mediano y largo plazo. En algunos sectores, lo único que les da a las chicas reconocimiento y valorización social y familiar es ser madre", dijo Alejandra Domínguez, titular del Programa de Género de la Secretaría de Extensión de la UNC. En el mismo sentido se expresó la médica Juana Presman, titular del comité de adolescencia de la Sociedad Argentina de Pediatría, filial Córdoba. Pobres, sin estudios ni trabajo Perfil. La maternidad adolescente es un fenómeno que incide con mucha mayor intensidad en los hogares de más bajos ingresos, según un informe difundido ayer por Idesa, en base a la Encuesta Permanente de Hogares del Indec referidos al 4° trimestre del año 2009. Las madres de entre 14 y 20 años tienen perfiles socioeconómicos muy diferentes al promedio de las adolescentes. Pobres. El 40% pertenece al quintil más pobre de la sociedad y otro 34% al segundo quintil. Sin estudios ni trabajo. El 83% dejó de estudiar. El 59% no trabaja ni busca trabajo, es decir, se ha convertido en ama de casa, 22% está desempleada y sólo 19% tiene empleo. Fuente: La Voz del Interior 23 de Agosto de 2010 CASO Nº 7 JÓVENES EN BUSCA DE UNA NOCHE PERFECTA Según una encuesta del Instituto Gino Germani, los chicos encuentran el ideal de diversión en los amigos, el alcohol y la música ¿Cuáles son los componentes de una noche perfecta? Ese interrogante guió a investigadores del Instituto Gino Germani, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires a meterse en el mundo adolescente e intentar descifrar las piezas que conforman el ideal de diversión que reina hoy en la vida nocturna joven. Los cuatro más mencionados son los amigos, el alcohol, la buena música y la presencia de jóvenes del otro sexo. La valoración registra diferencias entre hombre y mujeres: para los varones el ranking de importancia de los componentes lo encabeza el alcohol (74,4%), seguido por la presencia de amigos (66,1%), las mujeres (51,7%), la buena música (51,7) y la alegría (32,2%). Para ellas lo más importante es estar con amigos (79,7%), la buena música (65,5%), el alcohol (56,8%), la alegría (27%) y la buena onda (20,9 por ciento). Que durante la noche haya sexo es para ellos casi cinco veces más importante: el 13,9% contra el 2,7%. Sin embargo, es un porcentaje bastante bajo si se lo compara con el valor que se da al alcohol. En cambio, para las chicas, el cigarrillo es diez veces más importante que el sexo: el 20,3% lo mencionó entre los ingredientes esenciales de una buena noche. En el otro extremo de la lista, figuran aquellas cosas que pueden malograr una salida: para ellos, una pelea, no tener dinero o que no haya mujeres. Ellas, en cambio, consideran que el exceso de alcohol, la mala onda y, en menor proporción, las peleas con los novios son los peores enemigos de la noche perfecta. Para poder retratar esta situación, el grupo de investigadores dirigidos por Ana María Mendes Diz eligió tres ciudades del interior y entrevistó a cien jóvenes de entre 16 y 24 años en cada una: Villa María, Córdoba; Gualeguaychú, Entre Ríos, y Junín, provincia de Buenos Aires. Se buscaron jóvenes que vivieran en ciudades de entre 60.000 y 100.000 habitantes y que suelen salir más de tres noches por mes. Además, se realizaron 16 entrevistas en profundidad y seis grupos focales durante 2008. Sin hablar de lo ideal, sino de lo real, los cinco elementos que más se asocian con las salidas nocturnas son la diversión, la música, la libertad, el alcohol y el encuentro con otros. En el extremo opuesto, los cinco elementos que menos caracterizan la noche joven son el aburrimiento, el sentirse dueño de la ciudad, el estar controlados por los padres, el acoso sexual y las drogas. Los investigadores aclararon que el hecho de que los jóvenes marcaran como muy presentes algunos de los elementos no significaba que ellos por ejemplo consumieran mucho alcohol o drogas, sino que percibían que la presencia del alcohol y las drogas estaba muy presente. ¿Qué se logra, efectivamente, en una salida nocturna? Esa fue otra de las preguntas. Según los entrevistados, las cinco cosas que más se consiguen son encontrarse con amigos, divertirse, tomar alcohol, pasar el tiempo y bailar. Las cinco que menos se consiguen son novio, molestar a otros, drogas, mostrarse ante los demás y descontrolarse. De todas formas, llaman la atención los porcentajes: el 46,3% dijo que cree que durante la noche se puede obtener drogas, mientras que sólo el 27% dijo que en sus salidas están presentes estas sustancias, aunque no significa que sean ellos quienes las consumen. El 76,8% dijo que se consigue una transa para esa noche contra el 36,9% que dijo que se consigue novio o pareja estable. Las mujeres mencionaron en mayor medida que los varones que lo que se logra en una salida es conseguir novio. Ellos, por su parte, refieren más el conseguir una transa para esa noche y "levantarse" a alguien. Para ellas, en cambio, es más importante mostrarse ante los demás como un logro de sus salidas nocturnas. Los investigadores analizaron qué elemento se relacionaba con otro. "Son elementos que pueden ser pensados analíticamente como cadenas de significantes. Así, en los varones, el alcohol está vinculado con el "levante" y el "levante" con el sexo", dice el documento. Según esta teoría, conseguir drogras está relacionado con mostrarse ante los demás, molestar a otros y generar descontrol. Pasar el tiempo está vinculado con tomar alcohol con amigos y esto con conseguir una transa para esa noche. También, hacer nuevos amigos, con bailar, "levantarse" a alguien y conseguir novio. ¿Qué es la diversión? Para los jóvenes la diversión está "fuertemente asociada con una alta presencia de música, libertad, alcohol y encuentro con otros y dinero; con baja presencia de drogas y no estar controlado por los padres. "La noche para cumplir su promesa de libertad debe alejarse del tiempo de todos, de los adultos, de los poderes hegemónicos... Así, la noche comienza cada vez más tarde, con lo que logran un mayor distanciamiento con el tiempo reglamentardo por los adultos. La noche constituye un territorio recorrido por los jóvenes. Es propicia para la fiesta y allí hay lugar para la libertad, la rebelión, la inversión de roles y poderes, el goce, la imaginación, el éxtasis y la risa como ridiculización de los poderes hegemónicos. Un tiempo en el que está permitido invertir las condiciones habituales de existencia generando la ilusión de libertad", apunta el estudio. Cuales son los ingredientes que los chicos creen indispensables para una buena salida nocturna: ALCOHOL 74,4 % varones 56,8 % mujeres AMIGOS 79,7% mujeres 66,1 % varones BUENA MUSICA 65,5% mujeres 51,7% varones JOVENES DE OTRO SEXO 51,7 % varones 16,9 % mujeres . Fuente: La Nación 19 de marzo de 2011