TRES SALTEÑOS A UDINE – ITALIA Todo un sueño Eduardo Ceballos © Tres salteños a Udine - Italia Autor Eduardo Ceballos Colaboró en la edición el profesor Francisco Fernández. Fotos de Eleonora Sensidoni, Fabio Pérez y Rubén Pérez Jorgelina Flores Barrantes, traductora del texto de Bagio Calcavecchia y del aviso de la clase magistral. Diseño e impresión Editorial MILOR Talleres Gráficos Mendoza 1221 - Salta - Argentina Tel./Fax: (0387) 4225489 E-mail: [email protected] ISBN Para contactarse con el autor: [email protected] Para conocer más de su obra: www.ceballoseduardo.com Hecho el depósito que establece la ley 11.723 Impreso en Argentina /Printed in Argentina DEDICATORIA Este libro está dedicado en forma especial a Alessandro, Ottawia y Eleonora Sensidoni; a la Profesora Silvana Serafin; a mis compañeros de ruta Rubén Pérez y Fabio Pérez, a su familia y a la mía que nos brindaron tanto apoyo. PRÓLOGO Los argentinos festejamos los 200 años de nuestra patria de distintas maneras. El escritor Eduardo Ceballos, lo hace desde su sencillo lugar de trabajo, ofreciéndonos a modo de regalo en este cumpleaños de la patria, un ramillete de libros que aparecieron en este año del bicentenario: el primer libro aparecido en el año 2010, fue de poemas, titulado «Es primavera»; el segundo, también de poemas «Cafayate, rumores de su paisaje»; el tercero una crónica de una fiesta popular, titulada : «Serenata a Cafayate, una historia musical»; un cuarto libro sobre «Periodismo de Salta, diarios de las décadas 50, 60, 70»; y ahora nos presenta el quinto libro del año, para cerrar esta primera parte del festejo patrio, con un libro que lo tituló «Tres salteños a Udine, Italia, todo un sueño», que sumados a la plaqueta «Doscientos años Patria», completan el homenaje del año 2010. Rubén Pérez, Eduardo Ceballos y Fabio Pérez, cumplían su sueño de estar presentes en ese Congreso Internacional de «La Alimentación como Patrimonio Cultural de la Emigración en las Américas», que se desarrolló en la ciudad de Udine, los días 8 y 9 de octubre de 2009, organizado por la Universidad de Udine. Llevaban como cargamento cultural, un bagaje de conocimientos y vivencias personales: Rubén Pérez, su canción popular; Eduardo Ceballos, su poesía; y Fabio Pérez, la magia de su danza criolla. Fue un modo de dar y recibir una valiosa información; otros conocimientos, otras perspectivas, con distintas visiones y realidades. El autor con intenso vigor, describe lo acontecido en el viejo continente, al que había visitado a través de libros de historia, geografía, filosofía y literatura en general. Desde muy pequeño soñaba conocer los lugares por donde transcurrió la historia de la humanidad. Por eso este trabajo es un regocijo para su alma y un regalo que desde el momento mismo del regreso quiso entregar como testimonio de aquel viaje, en su nombre y en el de sus compañeros de ruta Fabio y Rubén Pérez. Es un modo de agradecer a personas como las profesoras Eleonora Sensidoni y Silvana Serafín que hicieron posible la presencia de Salta en Udine, gratitud que hace extensiva, a los catedráticos disertantes, a las autoridades universitarias y a las entidades y empresas que en Italia, apoyan grandemente a la cultura. Se logró un abrazo cultural, símbolo de amistad, entre pueblos de distintos continentes, que poseen una raíz en común. El grato ambiente de cordialidad, con el que fueron recibidos, sensibilizó aún más la extrovertida personalidad del autor, rescatando saberes de los lugares y personajes con los que estableció contacto. Relata los momentos de cada paseo por plazas, calles, ríos, negocios, restaurantes y el rico contacto con la gente de cada lugar, que dejaron un sello imborrable en su memoria. El poeta Eduardo Ceballos unió las distancias para regalar su paisaje interior. Como un viento surcó los mares, llevando los pájaros de su canto azul de luz y en un abrazo fraternal unió armoniosamente dos culturas hermanas. Susana Rozar LAS PRIMERAS PALABRAS Siempre ha sido un sueño alto la posibilidad de viajar a Europa. El viejo mundo que guarda en su geografía el formato de una historia que pasó tantos siglos. El bolsillo escaso de un bohemio latinoamericano tornaba en casi imposible el sueño de cruzar el gran charco que separa los mapas, y asentar la anatomía personal en esa tierra que fue pisada por la historia. Cuando jovencito estudiaba a los clásicos de la literatura universal y en particular, a los exponentes de la cultura greco latina, viajaba con la ilusión por la Grecia de Homero, de Sócrates, de Platón, de Aristóteles, de Anacreonte y de tantos hombres que fueron verdaderos faroles de la humanidad; de la España que a partir del Mío Cid construyó un colosal discurso cultural que se refleja especialmente, en todos los países hispanoparlantes de la tierra; de la Francia ensayística y novelística que tanto influyó en el pensamiento moderno, con su visión del arte y de la existencia; de la península itálica, que desde los etruscos vienen aportando saberes a la distancia, el genovés Cristóbal Colón con su sueño joven; Copérnico y su visión del mundo; Galileo Galilei, el injustamente enjuiciado; el Dante Alighieri, que armó su Divina Comedia para explicar su futuro, como el primer autor de ciencia ficción; Leonardo da Vinci, con sus códigos de armonías que concordaban con el orden del mundo; el Miguel Angel inmortal, que sigue hablando con el Moisés o La Piedad, nacidos de sus manos; Petrarca, Ovidio, Horacio, Séneca, Bocaccio, Tasso, Ariosto, el gran orador Marco Tulio Cicerón. Andar por Los Alpes, ver sus ríos y sus mares. Era TODO UN SUEÑO que se hizo realidad para TRES SALTEÑOS que se fueron A ITALIA. Se cumplió el sueño del pibe. Por eso este humilde libro servirá de testimonio para tan bella travesía que nos llenó de asombro. Tres salteños a Udine - Italia 11 EL PRIMER CONTACTO Sabía de la relación de amistad que poseía Fabio Hernán Pérez con una estudiante de posgrado en Ciencias Lingüísticas y Literarias, Eleonora Sensidoni, con quien caminaba por las calles de Salta, con toda la desbordante alegría de la juventud. Recuerdo que el 20 de febrero de 2009, me llaman Fabio y su padre, el cantautor Rubén Jesús Hernán Pérez, para que nos juntemos y pueda conocer a esta educadora italiana que andaba por Salta. Nos encontramos en el Monumento 20 de Febrero, porque ese día desfilaba a caballo mi hija menor Viviana Cristina Ceballos, actual delegada del Fondo Nacional de las Artes, y me había pedido que fuera a sacarle fotos y Fabio Hernán Pérez, quien es un gaucho con muchos desfiles en su historial personal. Allá con mi señora, nos juntamos con los Pérez y la italianita, que al instante se mostró como una vieja amiga. El desfile de gauchos le llamó la atención a la turista europea y su máquina de juntar recuerdos, no paraba de gatillar ese espectáculo tan nuevo para ella. La jornada era de fiesta y hasta el buen clima se había dado cita. Luego del multitudinario desfile, el gentío se desparrama y en pocos minutos los boliches, restaurantes, se sienten superados por la multitud. Nosotros debíamos esperar en el parque a que retorne la gauchita que había desfilado con la Agrupación Gaucha de Atocha, que es dirigida por hijos y nietos del poeta José Solís Pizarro, fundador de la República Lírica de Atocha, donde instaló el Cementerio de Pájaros, que se hizo canción con la poesía del poeta José Gallardo, fallecido en octubre de 2010. Cuando Viviana Cristina se suma al grupo, vamos a buscar un lugar donde almorzar, porque ya eran más de las dos de la tarde. Pudimos sentarnos gracias a los conocidos que nos ayudaron y se armó la mesa, en el mismo parque bajo una frondosa arboleda. 12 Eduardo Ceballos En el almuerzo, ya distendidos iniciamos un diálogo donde con avidez le descubríamos Salta a la flamante amiga italiana y ella nos regalaba evocaciones de su bella Italia. El diálogo era cada vez más rico e interesante. Con Rubén le contábamos de nuestra preparación humanística, del conocimiento del latín y del griego. Luego de compartir la sabrosa parrillada argentina, cruzamos la calle Necochea y nos sentamos a tomar café en la confitería de un supermercado que allí está. Con el café se elevó el contenido del diálogo y como por arte de magia surgió la posibilidad de un viaje a Italia, porque allá se sentirían complacidos de escuchar a greco-latinistas provenientes del continente americano. Eleonora empezaba a sembrar una semillita de ilusión en el corazón de sus nuevos amigos, quienes por adultez comprendían que era casi imposible, pero se quedaron expectantes. Luego de esa bella reunión de los cafés compartidos, se dividen los presentes: Fabio, debía llevar su caballo; Eduardo Ceballos, su esposa y su hija Viviana, se retiran a su domicilio; Rubén Pérez acompaña a Eleonora, hasta su hotel. Se bifurcaron los caminos y las esperanzas. El tiempo tomó el tema entre sus manos para dar un golpe sorpresa. Tres salteños a Udine - Italia 13 LAS COMUNICACIONES DESDE ITALIA Empiezan las comunicaciones con Italia, a través de Fabio, y la chispa de la ilusión estaba viva. Decía Eleonora desde el viejo mundo que había posibilidades del viaje. Pero nada estaba totalmente definido. A fines de abril, llega la invitación para participar del Congreso Internacional en Udine. Pero la invitación consistía en el hospedaje en Italia, ya que se recibe un e-mail desde Udine, donde se comunica que Fabio Pérez, Rubén Pérez y Eduardo Ceballos, serán considerados huéspedes de la Universidad de Udine, y que ya están hechas las reservas en el Hotel Friuli, ubicado en la via Ledra Nº 24 de Udine, comunicación que llega con la firma de la Profesora Silvana Serafin. Hasta ese momento éramos invitados con los gastos pagos en Italia, pero debíamos conseguir los pasajes en Argentina. Empieza una maratón por los organismos provinciales, solicitando los pasajes, también se los requieren al Ingeniero José Antonio Vilariño, quien a los pocos días comunica que no había posibilidades. El diputado nacional, gestiona ante el Presidente del Fondo Nacional de las Artes los pasajes para los tres y nos comunica por nota del 13 de mayo del trámite realizado. Pasó el tiempo y la falta de respuesta nos llenaba de inseguridad. Mientras tanto, en Salta hablaba en forma personal con el Ministro de Turismo, quien garantizaba una solución, pero los días pasaban y la situación no variaba. Agotadas las instancias locales, se comunica a Italia, la imposibilidad de hacer el viaje, por no contar con ningún tipo de apoyo económico. También les hacemos saber que el deseo era ir hasta la bella Italia a llevar el mensaje de nuestra cultura. Se había roto la ilusión. El 15 de setiembre de 2009, día del Milagro en Salta, se recibe un e-mail de Udine, a través del cual se nos reconfirma que seríamos hués- 14 Eduardo Ceballos pedes en Udine y que de los tres pasajes, la Universidad de Udine nos podría reembolsar dos, esto quería decir que uno de los tres tendría que solucionar el problema con sus autoridades, pero había que comprar los billetes, ida y vuelta en Salta, los que serían reintegrados en Udine. Estos costos se cubrían de Buenos Aires – Trieste por la Universidad de Udine y correría por cuenta del grupo, el viaje de Salta – Buenos Aires y viceversa. El tema estaba más fácil, pero no resuelto. Salimos a gestionar el pasaje que faltaba y obtuvimos la misma respuesta. Recuerdo que les propuse a los Pérez, que vayan ellos, que esto era una misión muy difícil. Recibimos el programa del Congreso Internacional, donde ya estábamos incluidos con día y hora. La comunicación con Udine era prácticamente diaria. El pasaje que faltaba no se resolvía, la ilusión se apagaba. De pronto, el día de la primavera llega la buena noticia, la noticia que la Facultad tiene ahora la posibilidad de pagar el viaje a los tres. Nos recomiendan que dejemos de hablar con nuestras autoridades. El tema era que se reconocían los tres pasajes, pero que debíamos sacarlo nosotros en Argentina. Informamos lo difícil que se nos hacía conseguir ese dinero, por nuestro nivel económico, tan austero. Por fin, aparece una mágica solución. La Universidad reservaría los pasajes y se comprarían los billetes cuando le enviaramos el fax con la copia de los pasaportes de los tres. Tres salteños a Udine - Italia 15 LA CONFIRMACIÓN DEFINITIVA Pasan pocos días y nos comunican desde la Universidad de Udine: « No hagan más trámites ante su gobierno, porque la Universidad de Udine los invita con todos los gastos, para que puedan vivir el Congreso Internacional, que tratará de la Alimentación como Patrimonio Cultural de la Emigración de América». Esta confirmación definitiva moviliza nuevamente el entusiasmo, resucita la alegría, y exige un prolijo armado de preparativos para el viaje. Lo primero que se pide desde Italia es el pasaporte y como se consideraba imposible el viaje, no se había hecho el trámite. Ahora se debía acelerar. El otro tema era conseguir los pasajes a Buenos Aires y se recurre al Ministerio de Turismo, contando que Italia nos había concedido los pasajes internacionales y que necesitábamos los pasajes hasta Aeroparque. Prometieron solucionarlo, pero pasó la semana y nos dijeron que no se podía. Mientras tanto Rubén y Eduardo no tenían el pasaporte en regla, El único que estaba en condiciones legales para viajar era Fabio. Como Salta es una ciudad pequeña y la gente se conoce, por intermedio de Tony Ferriño, gerente del Hotel Victoria Plaza de Salta, habíamos conocido al Comisario Renato Constantini, delegado de la Policía Federal en Salta, a quien le llevamos nuestro problema el día jueves 23 de setiembre, comunicándole que la Universidad de Udine, nos tenía reservados los pasajes para volar a Italia para el día 6 de octubre y que no teníamos el pasaporte. Nos explicó que era un tema que no podía resolver de ningún modo en Salta y que por lo importante podría hablar con sus superiores en Buenos Aires, solicitándoles la gentileza de solucionar el inconveniente, pero por el poco tiempo que se tenía, había que estar en Buenos Aires el día lunes 28 de setiembre, en la Policía Federal de Capital Federal, en la avenida Azopardo donde se emiten los pasaportes. Gracias a esos amigos se empezaba a solucionar 16 Eduardo Ceballos lo que parecía imposible. Ese mismo día 23 y el viernes 24 de setiembre volvimos a insistir en el Ministerio de Turismo en la ciudad de Salta, pidiendo que revieran el tema de los pasajes, pero sin éxito. Entonces ese mismo viernes sacamos los tres pasajes hacia Buenos Aires, ida y vuelta, para viajar el domingo 27 a la mañana, porque ese coche nos dejaba en la Capital Federal a las siete de la mañana del día lunes 28 de setiembre. Era un servicio que transporta a los que van de compras, con tarifas accesibles. Lo importante era llegar y cumplir con todos los requisitos que exigía el viaje. En Italia habían hecho la reserva para volar el día 6 de octubre, pero necesitaban los números de los pasaportes, así que esperaban que les enviaramos un fax con la copia de los tres para poder confirmar los pasajes. Tres salteños a Udine - Italia 17 EL PASAPORTE Tal como estaba previsto a la hora señalada se llega a Buenos Aires, luego de un viaje a todo rezo, porque el noventa por ciento del pasaje era de una agrupación religiosa, que rezaron no menos de diez rosarios y un par de sacerdotes, de a ratos se paraban y arengaban con un amplificador portátil a toda esa gente que andaba haciendo turismo religioso. Si hasta se me ocurrió pensar que estaban orando para que nos fuera bien en nuestros trámites. El punto de llegada fue en la calle Misiones, casi esquina Rivadavia, a pocas cuadras de la plaza Once. Bajamos nuestras pertenencias y en la misma esquina desayunamos y organizamos la jornada. Fuimos hasta un hotel ubicado sobre la calle Sarmiento al 2000, casi esquina Ayacucho. Dejamos los equipajes, nos aseamos y nos fuimos hasta la Policía Federal, en la avenida Azopardo. Salimos del hotel, caminamos una cuadra hacia el norte donde encontramos la avenida Corrientes y tomamos el subte, que nos dejó en la esquina del Correo Central, que en otras épocas tenía un importante movimiento. Caminamos hacia el río, pasando por el Luna Park y en sus cercanías abordamos un taxi que nos llevó hasta la sede donde la Policía Federal emite los pasaportes. El trámite por suerte fue rápido, nos presentamos en la oficina que nos indicara el delegado de la fuerza en la ciudad de Salta, y en pocos minutos, nos dieron instrucciones de cómo realizar la gestión. Cumplidos los requisitos de rigor, se vuelve a la oficina recomendada y allí nos informan que en esa jornada o a más tardar en la del día martes 29 tendríamos el pasaporte. Habían comprendido lo importante que significaba para nosotros ese documento. De allí salimos con la satisfacción de ver encaminado nuestro trámite y avanzamos hacia el oeste, donde nos encontramos a dos cuadras con la vieja avenida Paseo Colón, la del tango, cuando dice: «Y en un viejo almacén del Paseo Colón…» Ofre- 18 Eduardo Ceballos ciéndome de cicerone, avanzamos siempre hacia el oeste hasta llegar a la calle Defensa, pleno barrio de San Telmo, donde se perciben las viejas señales de la primera parte, la fundacional de la ciudad de Buenos Aires. Hoy ese barrio está lleno de nostalgias, que asoman en antiguos bodegones, en elegantes restaurantes, en finas casas de regionales, donde vive el arte, el tango y los elementos de antes. Volvimos después de almorzar en un sencillo restaurante de San Telmo, caminando por Defensa hasta la Plaza de Mayo, desde donde se ve la imagen de la histórica Casa Rosada, por donde pasó la historia marcando cada capítulo de la patria. Tomamos por Diagonal Norte hasta el Obelisco y de allí por Carlos Pellegrini, hasta el teatro Colón. Acompañamos a Fabio que quería comprar herramientas para trabajar el cuero y producir sus artesanías. Luego de nuevo al hotel, donde Fabio se despide porque se iba a instalar a la casa de sus amistades en Morón, hasta el día de la partida. Rubén y yo nos quedamos en el hotel, dispuestos a pasar esa semana que nos separaba del viaje. El martes 29 de setiembre, amanece bien temprano. Después del desayuno, de nuevo a la Policía Federal a buscar el pasaporte. El trámite fue mucho más sencillo de lo esperado. Ya con el pasaporte en mano, buscamos una fotocopiadora para lograr la copia de los tres documentos y entonces en una cabina, en la misma avenida Paseo Colón, enviamos la noticia a Italia. Con el viejo mundo estábamos comunicados a través de Internet. Además del fax, informamos a Italia del envío y al otro día nos responden que todo había sido recepcionado bien y que nos confirmaban los pasajes por Air France, que nos llevaría en un vuelo desde Ezeiza hasta París y desde allí, otra máquina hasta la ciudad de Trieste en Italia. Pero, la frutillita del postre que no esperábamos, desde Italia se nos comunica que, serían reconocidos todos los gastos que relizados desde Salta, los pasajes, la hotelería en Buenos Aires, las comidas, los cafés, los taxis, nos pidieron que por favor guardáramos todos los comprobantes para el reintegro. Tres salteños a Udine - Italia 19 Con Rubén no salíamos del asombro, ante tanta generosidad. Ya estaban los pasajes y la fecha de viaje 6 de octubre, a las 16.15 hora argentinas. La cabeza movía información y recuperaba la historia de la patria. Relacionaba a mi país con Italia. Me acordaba de la Constitución de 1853, de Juan Bautista Alberdi, el tucumano, que le puso las bases legales a este nuestro país; del Preámbulo, cuando invitaba a los pueblos del mundo a «habitar el suelo argentino»… del salteño Aarón Castellanos que fue a Europa a traer a los inmigrantes en forma personal, para fundar en Santa Fe, la primera Colonia Argentina, «Esperanza». Toda la política argentina se puso en movimiento, creando una «oficina de tierras y colonias», en 1876. Los resultados están a la vista en las estadísticas, en 1869, Argentina tenía 180.000 habitantes; 1.300.000 en 1910; y 6.330.000 en 1930. Buena parte de ese crecimiento provenía de Italia, que por las guerras enviaba a sus hijos a la tierra nueva de América. Todo este movimiento produjo cambios sustanciales, en todo sentido. Se transformaban las ciudades, las industrias, la cultura. Se mezclaban las palabras, la comida, la música. El tango se nutre de italianos en un listado que asombra y después los hijos de los tanos, que pasan a ser parte de esta patria. Se cumple lo que vaticinaba Lotman: « Ninguna cultura se ha gestado, desenvuelto y ha llegado a la plenitud sin nutrirse de otra…» Surgen seres especiales como la escritora italiana Syria Poletti, quien decide cambiar de patria, en un gesto mental, eligiendo el idioma de los argentinos como propio, para expresar esta cultura nueva para ella. Escribía en argentino, pero con una carga importante de nostalgia de lo que había dejado en Europa. Ella solía afirmar que había que saber escuchar el mandato del paisaje y afirmaba: … «Pero los hombres no saben escuchar ni las aves, ni a la Madre Tierra…». Yo en Buenos Aires, junto a Rubén y Fabio, preparando el viaje para juntarnos en el lugar donde se construyó la historia y nuestra cultura occidental. Tres salteños a Udine - Italia 21 LA ESTADÍA EN BUENOS AIRES Se debía pasar toda una semana en Buenos Aires. La suerte ya estaba echada. Cuando todo está listo para el viaje, el tiempo de espera se hace largo. Aparecieron las urgencias y la ansiedad. Había que cuidar la poca moneda y preparar el ánimo. Fue una semana densa, llena de concentración. Yo me metía en los escritos y preparaba una conferencia con los temas sobresalientes de la cultura argentina y me aferraba en la figura de mi compadre Zamba Quipildor, que nos protegía con su tiempo y sus atenciones. El reloj parecía más lento. Caminábamos por la avenida Corrientes con Rubén, buscando de encontrarnos con nuestro querido amigo el poeta, José Gallardo, pero nada, ya que se había mudado y le habíamos perdido el rastro. Rubén se contactaba con sus amigos y algunos de ellos pasaron también a ser mis amigos. Casi todos eran taleños. Uno de ellos tiene un importante cargo en el Círculo de Gendarmería, lugar adonde llevó a otros taleños, que se desempeñan como personal gastronómico en un bonito salón comedor, destinado a los altos jerarcas de la fuerza. Ese Círculo de Gendarmería, está ubicado en la calle Paraguay al 900, a media cuadra de la avenida 9 de Julio y a unas cinco cuadras de la querida Mercedes Sosa, a quien quise ir a visitar, desconociendo su estado de salud. El hecho es que el viernes 2 de octubre, esos paisanos de Lola Mora nos invitan a almorzar al emblemático Círculo de Gendarmería. Ya habían pasado el martes, el miércoles y el jueves. Habitábamos el viernes 2 de octubre, faltaba menos. Acudimos a la cita y los amigos nos reciben con desbordante alegría con una muestra de afecto que era notoria. Nos invitan a pasar a un salón señorial, donde nos ofrecen un almuerzo lleno de exquisiteces. Nos presentan a viejos comandantes de la fuerza, hombres que ya estaban retirados, pero que solían volver para hacer sociales con los colegas con quienes habían com- 22 Eduardo Ceballos partido una vida. Nos auguran éxitos en nuestro inminente viaje y nos entregan algunas publicaciones que la fuerza hace circular por toda la geografía argentina. También había sido invitado Zamba Quipildor, quien no pudo ir por tener otros compromisos. El contacto telefónico con Salta era permanente: Rubén con su familia y yo con mi esposa, que me acompaña con afectuosos mensajitos de texto. El amigo de Rubén, y ahora también mío, Julito Dionisi, a quien Rubén conoce desde niño, quedó en pasar a buscarnos el domingo 4 de octubre por el hotel. La jornada dominical amanecía luminosa. Nos levantamos y fuimos a buscar donde desayunar, porque estaba todo cerrado, hasta que encontramos abierta una cafetería en Avenida Corrientes y Callao, allí se da cita la gente para acompañar el desayuno con los diarios de la jornada. Volvimos al hotel y a los pocos minutos viene Julito y nos lleva hasta el Centro de Residentes Salteños en la Zona Oeste del Gran Buenos Aires, en Rafael Castillo. Luego de una hora de viaje aproximadamente llegamos a destino. Se trata de un proyecto llevado a cabo por el esfuerzo de muchos salteños, que fueron aportando hasta construir una sede con un tinglado de grandes dimensiones, que además cuenta con oficinas, aulas, salón de reunión para la comisión directiva, baños de primera y una cocina espectacular, capaz de atender a una gran concurrencia. En el tinglado hay un escenario por donde desfilaban los músicos y los cantores. Era un domingo clásico, con toda la familia salteña, que se junta para bailar, cantar, recordar a su Salta natal. Hay clima de fiesta. Cuando llegué me acordé de mi compadrito Polito Rojinegro, quien era un asiduo asistente y enviaba notas para que las publicara en la revista La Gauchita. Allí nos reencontramos con Fabio, quien estaba acompañado de toda la gente amiga de Morón. Ellos lo trataban como de su familia. En ese lugar me encontré con amigos entrañables como Cristóbal Juárez, David Pastrana, Miguel Alegre, la bagualera Norma Agüero y muchos otros, de los que tenía referencia y Tres salteños a Udine - Italia 23 otros que me ubicaban por mi actividad. Recuerdo que estos amigos me acompañaron cuando me otorgaron el reconocimiento de «Patricio de la Humanidad Solidaria», en el Centro de Ingenieros de Capital Federal, en diciembre de 2001, escoltándome con sus pilchas gauchas en aquella jornada, gesto que guardaré para siempre en mi memoria. Además de los gauchos, había una formación de Granaderos, Embajadores y Rectores de Universidades. Veo esta gente y me acuerdo de momentos tan importantes de mi existencia. Ese día, los paisanos nos entregaron una distinción a los tres viajeros en acto público. Para hacer entrega de esa plaqueta, se paró la música y se nos brindó un homenaje lleno de afecto. Los cantores populares asumían el escenario ofreciéndonos sus canciones. En ese lugar se vive la salteñidad de un modo tan bonito, que me recuerda la Salta de los años 50 ó 60, cuando, por ejemplo, en las carpas de Salta, para el carnaval todo el mundo bailaba. Aquí van los paisanos a comer, a tomar algunos traguitos y a bailar con todo el entusiasmo, la música carpera de nuestra provincia. Estábamos en plena fiesta, cuando alguien trajo la noticia de la muerte de Mercedes Sosa. A partir de ese momento, sentía que se me había acabado la alegría. Julito, gentil como en todo momento, se ofreció devolvernos al hotel, en otra hora de viaje por las calles del Gran Buenos Aires y de la Capital Federal. Cuando el día ya agonizaba y las primeras sombras empezaban a dibujar la noche, nos dejó en la puerta del hotel, en la calle Sarmiento al 2000. Subimos a nuestra habitación y decidimos despedir a la querida Negra en su velatorio que se realizaba en el Congreso Nacional. Tres salteños a Udine - Italia 25 MUERTE DE MERCEDES SOSA Moría una mujer que era considerada la voz del continente. Su figura había trascendido las fronteras. Los pueblos del mundo lloraban su muerte. Yo que había compartido tantas vivencias con esta mujer excepcional, no podía permanecer indiferente. La conocí en los finales de la década del 60, cuando llegaba de Mendoza con su esposo, el Negro Matus y el poeta Armando Tejada Gómez. Tuve la suerte de trabajar a su lado, sin la participación de otro número artístico, al principio de la década del 70, en un espectáculo ofrecido en el Salta Club, en la calle Alberdi al 700 de la ciudad de Salta; asados con amigos en Salta, como aquel en la casa de Miro Barraza. Actué con ella en San Luis, ciudad donde nos juntamos en la Casa del Viento, también de la década del 70 y desde allí me llevó en su auto Peugeot 504 hasta la ciudad de Mendoza, donde tenía mi residencia; las visitas que solía hacer a su piso en la calle Carlos Pellegrini, donde recibía su afecto, en tiempos en que era su empleada doña Petrona; luego la Serenata a Cafayate y tantos momentos felices. Era muy fuerte la noticia de su muerte. Con Rubén Pérez, fuimos ese domingo 4 de octubre al Congreso Nacional a despedirla. La manzana del edificio de Congreso Nacional estaba abrazada por la gente y la otra manzana entre Rivadavia y Mitre también estaba colmada por una muchedumbre que pacientemente aguardaba su turno. Recordaba cuando en ese emblemático Congreso Nacional, presenté un libro de mi autoría con antología, en homenaje a la poesía de Salta, en el año 1997, con el acompañamiento del Chaqueño Palavecino, quien llegó con sus músicos para sumarse al nacimiento del libro «Poetas Salteños en el Congreso Nacional». Hicimos la cola como cualquier hijo de vecino, porque intentamos de otro modo, pero no se pudo. Luego de casi una hora desandamos una manzana y 26 Eduardo Ceballos en perfecto orden ingresamos al palacio de las leyes y pudimos despedir a la entrañable amiga. Nos contaron luego que en Salta nos vieron en el momento que entrábamos gracias a la televisión que acerca las distancias. Al salir nos cruzamos con el querido poeta riojano Héctor David Gatica, que estaba ingresando. Fue una despedida multitudinaria. La gente portaba sus flores para ofrendárselas. Tres salteños a Udine - Italia 27 EL DISCURSO Se acercaba el día de la partida y pensaba en la temática del Congreso internacional que versaba sobre la alimentación y descubría la importancia del clima. La exposición fue creciendo lentamente a partir de estas reflexiones. Esa palabra es mágica y proviene de la palabra griega «clima», que en su lengua original significa inclinación. Está referida a la inclinación del eje del globo terráqueo con relación al sol. Allí está el laboratorio que vincula a los astros con la tierra. A partir de esa magia acontecen las variaciones de temperaturas, los vientos y todos los fenómenos atmosféricos que marcan las diferencias para cada región geográfica del mundo. A consecuencia de todos los valores climáticos, como una resultante está la vida, que se expresa en la flora y la fauna de cada porción del globo. Lo que significa, que los alimentos que se extraen del mundo circundante, están gobernados por leyes que viajan desde las estrellas. El alimento, nutriente de la existencia, se diferencia en cada zona, que guarda secretamente en su química, las características que marcan y que se muestran en los rasgos y en las tonadas. Es un modo de comprender el viaje que realiza la semilla para llegar al árbol. Toda esa maravilla envolvente, es la que los griegos llamaban economía, palabra que deriva de dos vocablos griegos: «oikos», que significa casa y «nomos», que se traduce como la ley o la norma. Pero esa economía que concebían los antiguos griegos, estaba referida al cuidado y a la administración de la gran casa del hombre, el mundo. Porque la verdadera riqueza, pasa por sostener con equilibrio los generosos elementos que nos provee la tierra. Teniendo conciencia de estos saberes elementales, se puede empezar a hablar de los alimentos, de las comidas, que son una verdadera alquimia: mezcla los ingredientes naturales, para producir los sabores y las fragancias, que constituyen el oro de la vida. 28 Eduardo Ceballos Debía viajar y hablar de la comida, que es parte de la cultura de mi tierra. Por eso tomo muy en cuenta el gran trabajo realizado por mi paisana Juana Manuela Gorriti, nacida en 1818, en el seno de una emblemática familia de Salta. Ella fue una mujer fuera de serie, culta, estudiosa, a la que muchos estudiosos la sindican como la autora de la primera novela argentina «La quena». Por razones políticas de sus padres, debe emigrar a Bolivia, donde se casa con un joven oficial del ejército, Belzú, quien llegaría al grado de general y presidente de los bolivianos. Luego se radica en Perú, donde crea el primer salón literario, para transferir sus experiencias a las damas de la alta sociedad peruana. Después de mucho peregrinar, ya madura, regresa a su patria, fijando domicilio en la ciudad de Buenos Aires, que ya se mostraba como un pujante centro comercial de prometedor futuro. Juana Manuela Gorriti, produjo muchos libros, pero quería rescatar, por ser especial para la temática del Congreso Internacional de Udine, el titulado «La cocina ecléctica». En el prólogo de este libro, entre otros conceptos expresa, que: «El hogar es el santuario doméstico; su ara es el fogón; su sacerdotisa y guardián natural, la mujer. Ella, sólo ella, sabe inventar esas cosas exquisitas, que hacen de la mesa un encanto, y que dictaron a Brantóme el consejo dado a la princesa, que le preguntaba cómo haría para sujetar a su esposo al lado suyo: Asidlo por la boca… Yo, ¡ay! Nunca pensé en tamaña verdad. De otras regiones, arrojeme a los libros, y viví en Homero, en Plutarco, en Virgilio, y en toda esa pléyade de la antigüedad, y después de Cornielle, Racine; y más tarde aún, en Cháteaubriand, Hugo, Lamartine; sin pensar que esos ínclitos genios fueron tales, porque –excepción hecha del primero- tuvieron todos, a su lado, mujeres hacendosas y abnegadas que los mimaron, y fortificaron su mente con suculentos bocados, fruto de la ciencia más conveniente a la mujer. Mis amigas, a quienes, arrepentida, me confesaba, no admitieron mi «mea culpa», sino a condición de hacerlo público en un libro. Y, tan buenas y misericordiosas, como bellas, hanme Tres salteños a Udine - Italia 29 dado para ello preciosos materiales, enriqueciéndolos más, todavía, con la gracia encantadora de su palabra. Juana Manuela Gorriti». Esta importante mujer llama a su cocina «ecléctica», relacionándola a la escuela filosófica llamada eclecticismo, palabra que proviene del vocablo griego «eklegein», que significa escoger. Se caracteriza por tomar concepciones, puntos de vista, ideas y valoraciones entre las otras escuelas, combinándolas y mezclándolas aunque el resultado pueda ser a menudo contrapuesto sin llegar a formar un todo orgánico. El eclecticismo se produjo en Grecia a partir del siglo II a.C., como una forma de sintetizar los grandes hallazgos intelectuales de la filosofía clásica. Por ejemplo, Antíoco de Ascalón compaginó el estoicismo y el escepticismo, Panecio de Rodas basó su pensamiento en el platonismo y el estoicismo. Cicerón asimiló teorías del estoicismo, del escepticismo y de los peripatéticos, sin considerar su desunión esencial. Entre los cristianos, Clemente de Alejandría y Orígenes combinaron la metafísica griega y las ideas judeocristianas de las Santas Escrituras. Ya a fines de la Edad Media, el maestro de la Devotio moderna Eckart formuló un sistema de filosofía cristiana basado en Aristóteles, sus comentaristas árabes medievales, el neoplatonismo y la Cábala o mística hebrea. Con ese criterio Juana Manuela Gorriti trabaja su «Cocina ecléctica», combinando los ingredientes naturales y la experiencia cultural recogida. Aparece la flora y la fauna en sus comidas e ideas, como su famosa sopa teóloga. En sus preparados están las montañas y el mar a través de los muchos ingredientes, que ingresan a esa alquimia cotidiana, que prepara los alimentos, en una interminable gama de sabores y fragancias. Otro importante ejemplo, en la gastronomía cultural argentina, la brindó el poeta Armando Tejada Gómez, de Mendoza, Argentina, quien es el autor del libro «El canto popular de las comidas». Su trabajo fue un rescate, de ese milenario oficio, que realiza la mujer, desde siempre, en to- 30 Eduardo Ceballos dos los tramos de la historia, en todas las culturas de la tierra. La provincia argentina de Salta, zona de valles, de ríos esplendentes, es como la región norte de Italia, donde el agua baja cantando de las altas montañas, para tirar su cauce en el sediento océano, que como animal insaciable todo lo bebe. En cada región de la tierra, están los sabores, los aromas. En la fragancia del ambiente se observa el trabajo del árbol, que generosamente produce sus frutos. El mineral sube con el agua construyendo un verde que se mete por los ojos con su sabor agreste. En la altitud de las montañas están las plantas andinas, que ayudan a vivir a través de los tés digestivos. El ají es la sonrisa de la tierra americana, el que le pone el sabor justo a la jornada. Cristóbal Colón buscaba la ruta del sabor y viajó hacia Oriente, pero se encontró con un nuevo continente. El gusto movilizaba los intereses políticos de la época. Se buscaba pimienta, la princesa de la mesa. Días pasados saboreando un aperitivo, me sorprendí al recordar que su amargo sabor proviene de la quinina, corteza andina que conquistó al mundo entero. La región andina del siglo XVI, ofreció sin duda, un nuevo mundo de sabores. Las noticias de las tradiciones gastronómicas andinas durante la conquista se encuentran dispersas en las crónicas, que hablan de las plantas y animales. Las primeras que se conocen pertenecen al cronista Cieza de León, quien recorrió la región americana en 1547; luego las obras del padre Acosta en 1590; las del Inca Garcilaso y posteriormente, las del padre Cobo. Los aportes andinos a la alimentación mundial, fueron importantes, a través de la papa, el tomate, los condimentos, el maíz, el cacao, por nombrar algunos. A su vez, la cocina andina se beneficiaría con la introducción de alimentos de otros continentes. Muchas recetas criollas, todavía en práctica en la región andina, tienen raíces muy antiguas. Para culminar, quiero dejar demostrado que todos los temas gastronómicos tienen un viaje de ida y de vuelta. Euro- Tres salteños a Udine - Italia 31 pa aportó lo suyo y América también. Un prestigioso intelectual argentino, don Ricardo Rojas, autor de una gran obra y de una teoría filosófica, donde hace un profundo análisis, de los seres humanos, donde se incluyen las ciencias y las artes. Tituló «Eurindia» a ese tratado, que esgrime argumentos para construir un puente ideal, por donde transite la cultura de cada pueblo. Como síntesis, una visión globalizada, con los ingredientes que interactuan. La realidad nos da la razón. Si tenemos que hablar de la cocina italiana, hay que rescatar su polenta. Un plato simple y antiguo, consumido en la Roma Imperial, que se hacía con cereales tostados, triturados, hervidos, normalmente de trigo, al que se agregaban carnes o vegetales. Tiempo después, llegó a Italia, el gran americano, el maíz, el choclo, que se sumó a la polenta, haciéndola más apetitosa. Desde entonces señorea en la cocina casera del norte de Italia, donde se sirve con salsas de todo tipo, con carnes o mezcladas con otras harinas en tortas y panes regionales. Tres salteños a Udine - Italia 33 A EZEIZA CON ZAMBA QUIPILDOR El lunes 5 de octubre, víspera del viaje, fue largo y tedioso. Parecía interminable. Empezaban las despedidas más concretas. Deambulamos como noctámbulos por las calles de la ciudad. Era una ansiedad nueva al menos para mí, que nunca había cruzado el océano. Rubén ya tenía una larga experiencia, puesto que lo había hecho en muchas oportunidades y Fabio un poco menos, pero también con su experiencia. Por fin amanece en el día indicado, ese martes 6 de octubre, jornada del viaje. Nos levantamos temprano, desayunamos. Se llama por teléfono a Fabio y se lo cita en la oficina de Zamba Quipildor, ubicada en la avenida Corrientes al 1100, a metros del Obelisco, donde lo esperamos. Llevamos todas las valijas hasta la oficina de este cantor popular, porque se Eduardo y Rubén en Ezeiza. 34 Eduardo Ceballos ofreció llevarnos hasta el aeropuerto de Ezeiza. Zamba tenía estacionada su camioneta, que es como una casa rodante al frente de la oficina, adonde fuimos y cargamos todas nuestras pertenencias. Sólo quedamos con unos bolsos de mano para llevar lo que debe andar con uno. Fabio llega y también deja en la camioneta sus pertenencias. Rubén y Fabio bajan de la oficina, para hablar por teléfono en la última despedida. Yo me quedo con Zamba en la oficina hablando de nuestros temas. Cuando Fabio y Rubén vuelven, decidimos ir a almorzar y Zamba no acepta la invitación, porque prefería avanzar con sus compromisos. A las 14.30 aproximadamente, partimos con Zamba en su vehículo rumbo al aeropuerto de Ezeiza. Vamos por Rivadavia hasta Pueyrredón y por esta hasta la autopista, luego la avenida Ricchieri que nos lleva hasta el aeropuerto internacional. Viajamos recordando tanto camino recorrido por la patria. Cuando entrábamos a la estación aérea, Rubén dice: «No tengo el dinero» y buscaba con mucho nerviosismo en su bolso de mano. Nos contagió a todos su nerviosismo. Las cosas habían quedado solas en la oficina de Zamba, quien estaba en el banquillo de acusados, al igual que yo y la secretaria que trabaja en la oficina. Fueron minutos que parecían eternidades. Zamba toma el teléfono para preguntarle a la secretaria si sabía algo, pero justo en ese instante, después de mucho insistir que busque bien, Rubén, dice: «Aquí está», y recuperamos la normalidad. Nos despedimos de Zamba, agradeciéndole el gesto de traernos y nos encaminamos para el embarque. Cumplidos todos los trámites de rigor, luego de las clásicas colas de aeropuertos, ascendimos a la aeronave que nos recibe con una multitud de diarios franceses, españoles, italianos y portugueses. Era un auto servicio en la manga de acceso. Me serví de algunos de ellos y me ubiqué en el asiento que me correspondía, junto a seres extraños, ya que mis compañeros fueron ubicados en la fila de enfrente. Me había tocado ventanilla y me programé mentalmente, para hacer un viaje concentrado, sin moverme de mi butaca y así lo hice. No me moví de mi lugar para nada. A Tres salteños a Udine - Italia 35 las 16.15 hora de Argentina, estaba programado el viaje, que se realizaba a pesar de tantas adversidades. Esa máquina que lleva tanta gente y tantas toneladas de equipajes y encomiendas, más el peso del combustible, toma su impulso con una importante carrera por la pista y levanta vuelo como un pájaro. La jornada era limpia y desde las alturas se observaba la geografía por donde volaba. Además cada asiento tenía una pantalla donde se informaba a que velocidad transitaba, cuanto tiempo de viaje se llevaba, cuanto tiempo faltaba para el destino; marcaba la altitud del vuelo y de fondo un mapa con un avioncito que marcaba la posición. La capacidad del hombre en desafiar la naturaleza con alta maestría. Aplaudía en silencio la historia de la aviación mundial. Recordaba sus primeros muertos, que sirvieron como mártires para el progreso de la técnica. Mientras volaba recordaba las viejas lecciones de geografía y veía los contornos del continente americano en el avance hacia el norte. Me acordaba de Cristóbal Colón (Cristóforo Colombo), el genovés, cuando produjo la hazaña de cruzar el océano con tres carabelas, dando inicio a la edad moderna, ya que se constituyó como un momento fundamental para el desarrollo de la civilización, que trajo cambios en lo económico, en lo social, en lo científico, en lo cultural. Por eso se le reconoce el mérito de haber revolucionado la historia. La costa brasileña y como una brillante culebra el Amazonas desde la distancia y más adelante el Orinoco, que en sus cercanías tiene al Río de Oro, bautizado así por los españoles que en sus arenas habían encontrado mucho oro, en la zona de su delta. Avanza y después de mucho andar pega un viraje hacia África, cruzando el movedizo océano Atlántico. Se me ocurría ver el movimiento de sus aguas, que danzan como la vida o la sangre. Cuando termina de cruzar el misterioso océano, se empieza a ver el contorno del continente africano y en poco tiempo más las islas Canarias y una iluminada Europa que empieza a despertar de su sueño. Se atraviesa España, hasta ingresar a Francia, que nos espera ya de madrugada con las primeras luces 36 Eduardo Ceballos del alba, en el aeropuerto Charles De Gaulle de París. Allí lo observé con toda su gracia al río Sena serpenteando la geografía de los galos como hace muchos siglos. Era una mañana contagiosa de tiempos, cuando llegamos al gran aeropuerto de París. Con los viajeros van las leyendas, las mitologías, los olores y los sabores, los sueños humanos. Yo iba a la ciudad de Udine, a participar de un Congreso Internacional sobre «La alimentación como Patrimonio Cultural de la Emigración en las Américas». Se cruzaba por mi memoria la obra de mi paisana, Juana Manuela Gorriti, que con su libro «La cocina ecléctica», ha llenado de sabores muchas mesas de distintos pueblos del mundo. También venían a mi memoria el trabajo que habían compartido en forma conjunta el poeta mendocino Armando Tejada Gómez y el músico salteño Gustavo «Cuchi» Leguizamón, ambos argentinos, y que han titulado «El canto popular de las comidas», que cruza con canciones mares y recuerdos, que abraza culturas y pueblos, para instalarse en la hacendosa mano cocinera, para darle el sabor justo a la alegría. Allí conviven el laurel con el picante ají y la copla que se hace canción con el Dúo Salteño y sale a volar como un pájaro nuevo por el paisaje de los hombres. Todo eso soñaba despierto. Tres salteños a Udine - Italia 37 AEROPUERTO PARÍS Me parecía increíble estar pisando territorio europeo por primera vez. Todo un sueño cumplido. La tierra de Napoleón Bonaparte, de tanta presencia. Estaba en un importante aeropuerto del mundo, donde se veía descender en forma incesante a una interminable caravana de aviones, por un lado y por el otro lado, un permanente despegar de máquinas que surcaban los cielos con destinos diferentes. Era muy temprano y mucha gente llegaba con portafolios o con las manos vacías, como quien toma un tren o un colectivo para ir a su trabajo. Es tan grande este aeropuerto que tiene colectivos internos para cubrir las distancias que separan de las pistas, o de las empresas. Es un nudo de caminos aéreos, donde con- Pérez y Ceballos en el Aeropuerto de París 38 Eduardo Ceballos Fabio y Eduardo Rubén y Eduardo. Tres salteños a Udine - Italia 39 vergen máquinas venidas desde distintos puntos cardinales del mundo, transportando seres y culturas, que se mezclan. Una exposición de razas que pasa por todos los colores. En ese aeropuerto, observé como cuidan del árbol los franceses, ya que los protegen con un cercado especial, para que nadie le haga daño. Se ve el respeto por el verde. Tal vez porque ya se había destruido tanto, que aprendieron la lección. Allí vimos pequeñas motos con cabinas, como un autito de tres ruedas en miniatura. Luego de algunas horas de espera, nos toca el turno de embarcar rumbo a Italia y cumplidos los trámites de rigor, empezamos a deambular por una kilométrica manga, en estado de absoluta soledad, que nos llevó hasta una pista, a la que descendimos para ingresar a una aeronave, de pequeño porte, que nos llevaría hasta el aeropuerto de Trieste. Las valijas que viajaban en la bodega, fueron entregadas en Ezeiza y no las vimos más. Un asom- Ascendiendo a la máquina que volaría de París a Trieste. 40 Eduardo Ceballos bro fue cruzar los océanos, percibir que el mundo está en movimiento y la cultura anda llevando sus noticias de pueblo en pueblo. Esa pequeña máquina, que estimo sería para unos cincuenta pasajeros, toma vuelo en París y avanza hacia nuestro destino, el norte de Italia, a 1.214 kilómetros de distancia. Luego de los cielos de Francia, se cruza por el de Suiza. Toda la ruta de aeronavegación se realiza bordeando Los Alpes. El día ayudaba para visualizar la gran cantidad de poblaciones, que se levantan en las montañas, a orillas de los ríos. Fue un paisaje que me instalaba en los tiempos adolescentes, y los recuerdos pasaban por la historia, la geografía, la literatura, las artes. Cada tramo era un cuadro bello para los ojos. Desde las alturas, se percibían los límites de los países europeos, que utilizan estas montañas para separar sus pueblos. En menos de dos horas de vuelo, se aterrizó en Trieste, aeropuerto ubicado en el norte de Italia. Fabio en París. Tres salteños a Udine - Italia 41 AEROPUERTO DE TRIESTE ENCUENTRO CON ALESSANDRO Y ELEONORA Llegamos al Aeropuerto de Trieste, el 7 de octubre cuando se terminaba la tarde, allí la profesora Eleonora y su papá Alessandro, también docente de la misma universidad de Udine nos esperaban; al igual que las valijas, porque no tuvimos que esperarlas. Nos acomodan en un gigantesco auto para siete personas y emprendemos viaje rumbo a Udine, distante a unos 40 kilómetros. La recepción brindada fue como la que se dispensa a los seres queridos. Ese viaje del aeropuerto de Trieste hasta Udine, sirvió para cruzar palabras, emociones, saberes, en castellano, en italiano, en latín, que fueron sellando esa amistad que nació en forma instantánea. Diálogo rico, con la evocación del mundo clásico grecoromano. El paisaje de un verde bien cuidado, donde se siente Descendiendo en el Aeropuerto de Trieste. 42 Eduardo Ceballos el trabajo humano. Cuando ingresamos a la ciudad de Udine, quedó dibujado el medioevo, con toda su elegancia. La arquitectura mostraba las imágenes de postales de la Europa señorial. Ingresamos por una avenida, con boulevard al medio, por donde corre cantando un caudaloso río que viene de Los Alpes, trayendo agua fresca para fundar lo verde. Justamente, en esa avenida, pero de la otra mano estaba el Hotel Friuli, de estructura moderna, lugar donde nos alojaron, ubicado en la vía Ledra Nº 24. Udine, bella ciudad poblada desde épocas prehistóricas, probablemente a consecuencia de un asentamiento céltico. Desde 1420, pasó a formar parte de la Serenísima República de Venecia (Venezia), antes del descubrimiento de América realizado por otro italiano, el genovés Cristóbal Colón (Cristoforo Colombo), quien construyó Rubén y Eduardo en el Aeropuerto de Trieste al norte de Italia. Tres salteños a Udine - Italia 43 un imaginario puente que sirvió de tránsito para las culturas europeas y americanas. Ya estamos en la histórica, emblemática ciudad de Udine, codiciada por los franceses primero, por los austríacos después, para compartir con la inteligencia de la linda gente de la Universidad de Udine. Grande fue la sorpresa, ya que al llegar al hotel, nos recibieron las autoridades de la universidad, dándonos la bienvenida e invitándonos para que en una hora, en ese mismo hotel, en su salón comedor, compartiéramos la cena inaugural, junto a otros invitados, venidos de otras universidades del mundo. Rubén y Fabio, son asignados en una habitación compartida y a mí me dieron una single. Eran habitaciones altamente confortables. Cuando ingreso a la misma, en el escritorio de la habitación había un sobre con el membrete de la Universitá Degli Studi di Udine a mi nombre, al que lo abro. Era para darme la bienvenida çon el siguiente texto: «Querido Miguel Eduardo, es con mucho placer que te doy mi bienvenida en Udine y te agradezco una vez más haber aceptado mi invitación a participar en este encuentro que espero sea estimulante para el espíritu y no sólo. En la cartera encontrarás las indicaciones para alcanzar la Universidad, los tickets para las comidas que presentarás en el restaurante y el programa del congreso que vamos a concluir juntos y en alegría, delante de un plato de la cocina tradicional friulana regado por el sabroso vino local», con la firma de la Profesora Silvana Serafín y en un tarjetón que tenía como membrete un logo y la leyenda «Centro Internazionale Letterature Migranti». Al lado, un portafolio del congreso, con toda la información del mismo y otros elementos de trabajo, a su lado, un elegante estuche de botella, que contenía una grapa especial producida en esa zona de Italia, de marca Storica Nera, grappa Domenis civilidade del Friuli , elaborada según las antiguas tradiciones artesanales. Junto a ello, un paquete de masas típicas de la gastronomía friulana. Me sentí complacido y el alma disfrutaba de atenciones tan delicadas. Lo mismo les había sucedido a los Pérez. A la hora señalada, 44 Eduardo Ceballos bajamos al salón comedor y nos encontramos con un grupo de unas treinta personas, con quienes iniciamos una bella relación, que pasaba por el intercambio de experiencias, conocimientos y vivencias. Esta cena, en el restaurante del hotel, con una esmerada atención, nos hizo probar las primeras exquisiteces italianas, donde reinaban las sabrosas pastas y las variadas ensaladas. Sirvió como prólogo del Congreso Internacional, que comenzó al otro día, el 8 de octubre de 2009. Cuando volví a mi habitación, abrí el estuche donde estaba la botella de grapa y me puse a estudiar «La lección del buen beber», la primera lección, la correcta degustación, que me ofrecía ese tríptico, con que la empresa Domenis, acompaña a la botella. Se trata de una grapa obtenida de un alambique discontinuo tradicional, que funciona a vapor directo, en base Fabio y Eduardo . Tres salteños a Udine - Italia 45 de presión, con un método de destilación histórico, transferido de generación en generación. El fundador y maestro destilador fue Pietro Domenis, tarea que continuaron Pedro y Emilio Domenis, nieto y tataranieto del fundador. Proviene de uvas cultivadas en las del Friuli Oriental. La particularidad de esta materia prima es que en el acto produce una fermentación tumultuosa. Luego del tratamiento técnico, resulta una grapa típica, armoniosa, aromática, redonda. Es como saborear el paisaje que se mete por su cuerpo, como un delicado saludo de Los Alpes. Tres salteños a Udine - Italia 47 INAUGURACIÓN DEL CONGRESO EN LA UNIVERSIDAD DE UDINE El día jueves 8, temprano desayunamos en el hotel, y en caravana partimos hacia la Universidad, caminando las cinco cuadras que nos separaban. Primero por la transitada avenida Ledra, luego, por calle Castellana había que cruzar por la esquina próxima el río en medio del boulevard arbolado y después la otra mano de la avenida. Allí caminamos por calle Baldissera, angosta y curvada, bella y silenciosa, con poca circulación de vehículos, hasta llegar a la sede de la universidad de Udine, en la vía Mantica 3. Me llamó la atención, el silencio, la pulcritud y los jóvenes estudiantes en actitud de concentración. Un edificio de grandes dimensiones, con dos o tres plantas y un enorme patio interior lleno de árboles y verde. Inauguración del Congreso Internacional. 48 Eduardo Ceballos A las 9 de la mañana de Italia, se da por inaugurado el Congreso Internacional de la Alimentación como Patrimonio Cultural de la Emigración en las Américas, organizado por la Universidad de Udine, a través del Departamento de Lengua y Literatura. El acto inaugural se abrió con palabras de la Rectora de la Universidad de Udine, Cristiana Compagno; seguidamente habló el Consejero Regional, Giorgio Venier Romano; luego el Presidente de la Fundación Crup, Lionello D’Agostino; el Presidente de la Entidad Friuli en el Mundo, Giorgio Santuz; la Presidente del CPO de la Universidad de Udine, Marina Brollo; la que preside la Facultad de Lengua y Literatura Extranjera, Antonella Riem; el director del departamento de Lengua y literatura Germánica y Romance, Sergio Capello; Fabrizio Cigolot, Director del Ente Friuli en el Mundo; y Silvana Serafin, responsable Científico del Congreso, quien dio por iniciado el mismo. Allí se hizo un breve intermedio para un café a la italiana y se retornó para escuchar las Puerta de la Universidad de Udine. Tres salteños a Udine - Italia 49 distintas ponencias, que fueron presentadas en forma de panel, con alguien que presidía y los exponentes. La primera ponencia fue presidida por el Consejero Regional Giorgio Venier Romano, que presentó a los exponentes: Alessandro Sensidoni con Biagio Calcavecchia. Se refirieron acerca de «La insospechable riqueza que ha producido el encuentro de la civilización europea y la latinoamericana sobre los cultivos, conservaciones y preparativos de los alimentos»; Adriana Crolla, de la ciudad de Santa Fe, Argentina, que se refirió a la «Incidencia de la matriz italiana y la tradición operada por las mujeres en la cultura culinaria de la Pampa Gringa». El otro panel de la mañana estuvo presidido por Giuseppe Bellini, quien presentó a: Sebastiano Martelli. Él expuso acerca de la «Memoria del sabor y el sabor de la me- Fachada de la Universidad de Udine 50 Eduardo Ceballos moria en la literatura de la emigración»; y María del Carmen Simón Palmer, representante de España habló sobre «El impacto del Nuevo Mundo en los fogones españoles». Culminaba de este modo, la primera media jornada. Cuando salimos de la Universidad, llovía muy finito sobre la ciudad de Udine. Aparecen los paraguas que se ofrecen con toda delicadeza y caminamos unas pocas cuadras para llegar hasta un restaurante señorial, donde los participantes ocuparon una gran sala, con mesas en forma de «U» y donde se me ubicó en la cabecera, tal vez por ser el participante venido de más lejos. Lo cierto es que los paraguas quedaron en un recipiente, que estaba en la entrada del restaurante y nos sentamos a platicar animadamente, sobre lo que se había escuchado, entrecruzando información. El conocimiento más profundo de cada persona, empieza a tejer ese cuadro de relación, que cada uno llevará en su memoria por el resto de su vida. La comida, típicamente italiana, mostrando una varie- Clásica calle de Udine. Tres salteños a Udine - Italia 51 dad de sabores, con pastas frescas y productos venidos de la tierra y del mar. Era un modo de aprender comiendo. Luego de los postres y de una breve sobremesa, volvimos al trabajo en la sede universitaria. Todo lo que se toca y respira en esta tierra está vinculado con la historia, con la lengua, con las creencias, con el arte. De esa Italia de los primeros tiempos no se puede obviar el talento de Dante Alighieri, uno de los más grandes que dio este país, autor de La Divina Comedia, entre otras obras, que había nacido en Florencia (Firenze), en 1265; contemporáneo de otro gigante de la poesía universal como fue Francesco Petrarca. Antes vivió San Francisco de Asís, quien dejó fuertes testimonios de su paso por la vida, que repercutieron en el mundo y en forma especial en América, donde su influencia es tocante. Hablar de la tierra por donde pasaron los etruscos, los filósofos, los fundadores del derecho, la magia del latín, lengua que sintetizaba todas las culturas de su épo- Vista de la Udine Medieval. 52 Eduardo Ceballos ca y que arrastró palabras, fundando otras lenguas, como el italiano, el portugués, el francés, el español o el antiguo romance. En latín se expresaron, entre otros, Virgilio, Horacio, Ovidio, y el formidable orador Marco Tulio Cicerón. Por la tarde, se abrió el Congreso, con el panel que presidía Emilia Perassi y que incluía las exposiciones de: Nicola Bottiglieri con un tema poético «Cuatro pastas al día al sonido de la campanilla»; Rocío Oviedo, habló de «El manjar como adjetivo. García Márquez y sus antecedentes europeos»; Anna Pía de Luca, versó sobre el «Ajo, la planta más elocuente, con la gracia de un lirio: olor y sabor en la literatura ítalo-canadiense»; Diego Símini, tocó un tema muy especial «Alimento y bebida, metáfora distintiva y vital en la ópera de Mauricio Rosencof», que lo expuso con alta eficacia; Ilaria Magnani enseñó «Cómo se cocina una cazuela a fuego lento»; Rosa María Grillo, en forma creativa se refirió a «Comer la hoja: la metáfora del alimento en la literatura femenina de la emigra- Ruta de salida de Udine hacia distintos destinos. Tres salteños a Udine - Italia 53 ción». Este día de congreso culminaba con el panel que presidía Eleonora Sensidoni, quien presentó al poeta Eduardo Ceballos, al cantautor Rubén Pérez y al bailarín Fabio Pérez. Ellos al ritmo de zambas, chacareras, fueron mostrando la tradición culinaria y folklórica de Salta, La Linda. El primero en exponer fue Eduardo Ceballos con su trabajo «Un abrazo de cultura en el plato», luego Rubén Pérez deleitó con sus canciones, para terminar acompañando a Fabio Pérez, quien primero bailó con la estudiante italiana Eleonora Sensidoni, zambas y chacareras y terminó con el criollo malambo, mostrando toda la gallardía del gaucho y la destreza en el manejo de las boleadoras. Después de salir del edificio universitario, el catedrático Alessandro Sensidoni, nos invitó a los tres salteños a caminar por las calles céntricas de la ciudad de Udine, mostrándonos en detalle cada rincón, que guarda celosamente en sus espacios el paso del tiempo. Nos comentaba que era una ciudad Rubén, Eduardo y Eleonora Sensidoni, en el Congreso. 54 Eduardo Ceballos de grandes eventos, más de cien por año, que se vivían en las plazas, en los teatros y en otros lugares del centro histórico. Entre las más importantes fiestas y entretenimientos, según datos extraidos de AG, la mia guida turistica, figura el carnaval; en marzo, en la plaza Duomo, se realiza el «Choco…lando», una verdadera vitrina dedicada a la producción y venta del chocolate con sus maestros artesanales. En ese mismo mes, en el centro histórico se programa la «Calendidonna», toda una cultura dedicada a la mujer; en abril, en la plaza Maggio, se hace una fiesta de primavera, con diversión para todas las edades; en mayo, la maratón de la ciudad de Udine; en junio, una pedaleada por las calles de Udine, una larga competencia; en los meses de junio, julio, y agosto se programa la «Udinestate», tradicional cita con espectáculos, que incluyen música, cine, deporte, itinerarios culturales y entretenimientos musicales; en setiembre, en el centro histórico, se efectúa el «Friuli Doc: Vini, Vivande, Vicende, Vedute (vinos, comidas, opinión, acontecimiento); en octubre, Concurso Internacional de Música Contemporá- Rubén Pérez en el Congreso. Tres salteños a Udine - Italia 55 nea «Ciudad de Udine»; en noviembre, «Feria de Santa Caterina», antigua, que se remonta al 1400, con exposiciones de dulces y artesanías; en diciembre, «Mercatino di Natale» (Mercadito de Navidad), en la plaza Maggio, para encontrar un regalo original; y se cierra el año y se recibe al nuevo con el «Capodanno» (El año nuevo), con un espectáculo pirotécnico desde el Cerro del Castillo y con entretenimiento musical en la Plaza Libertad. Mientras esto nos contaba el amigo Alessandro, llegamos a la Plaza Libertad, que según el decir popular es «la más bella plaza veneciana de tierra firma», rodeada de edificios de estilo gótico de gran belleza. Allí se visualiza la Loggia del Lionello, que data de 1448, magnífico ejemplo del gótico veneciano, con grandes pórticos y arcadas; la Loggia di Giovanni (Portal de San Juan), que tiene la torre del reloj (torre dell’Orologio), de 1533; y bellas esculturas como La estatua de la Justicia, la Estatua de la Paz. Desde la plaza Libertad, ingresamos por el Arco Bollani, que tiene en su parte superior El León Veneto, construido por el famoso arquitecto veneciano Andrea Palladio en 1556, y una vez pasado el arco, lo primero que se ve es el Pórtico de Lippomano, construido en el año 1487, cuando Cristóbal Colón todavía no Eleonora Sensidoni. 56 Eduardo Ceballos había llegado a tierras americanas. Es un camino marcadamente ascendente, rodeado por esos antiguos pórticos, que nos llevan hasta la antiquísima iglesia de Santa María del Castillo. De ella se dice que probablemente su construcción data del siglo IV, con un modelo similar a la iglesia de Aquileia. Pasando esa iglesia y siguiendo el camino ascendente, se llega como a una natural terraza, la cima de un cerro, de donde se divisa toda la ciudad a su alrededor. Allí está el complejo edilicio que originalmente fue la sede del Patriarca de Aquileia, y donde en la actualidad funciona el Museo Cívico y Galería de Historia y Arte de Udine, construido en el Fabio con su pilcha gaucha. Tres salteños a Udine - Italia 57 siglo XVI, donde también funcionó el Salón del Parlamento. En este lugar se tira la pirotécnia del año nuevo. En esa cima se construyó en tiempos posteriores la Casa de la Contandinanza, que fue sede del tercer organismo político del Friuli. Para descender lo hicimos por unas escalinatas rodeadas de jardines, que mostraban especies vegetales del tiempo de Cristo, descritas en los evangelios. Toda esta estructura es conocida como el Castillo de Udine, emblemático lugar de la ciudad. Con este bello paseo volvimos al hotel con la alegría de lo nuevo conocido. Tres salteños a Udine - Italia 59 SEGUNDA JORNADA DEL CONGRESO La jornada del viernes 9 de octubre, se inició con el panel que presidió Renata Londero y que presentó a Deborah Saidero, quien se refirió a «El alimento y el placer en la imaginería femenina canadiense»; Camilla Cattarulla expuso acerca de «El alimento y la mujer en la Argentina migratoria (siglo XIX y XX): La construcción culinaria de la nación»; Alessandra Ferraro, disertó sobre el tema: «Cocinar en la Nueva Francia del siglo XVII; Daniela Ciani Forza, brindó «Un breve itinerario culinario en la literatura de Estados Unidos». El otro panel de la mañana fue presidido por Mario Sartor, que presentó a Gianpaolo Gri, quien habló sobre «El valor simbólico del alimento»; Trinidad Barrera se refirió a «Entre cocinas anda el juego: escritores/as mexicanos/as al fogón»; Asistentes al Congreso. 60 Eduardo Ceballos Carla Marcato aportó saber lingüístico con «La palabra migrante»; culminó la mañana con Susanna Regazzoni, quien se refirió a un tema muy caro a la cultura de Salta: «Del privado al político: el recetario de Juana Manuela Gorriti». Concluida la actividad de la mañana, nos invitaron a abordar un colectivo, en el que nos llevaron hacia el lugar donde se realizaba el almuerzo, el Castillo de Zegliacco del siglo XII, totalmente restaurado, siguiendo las líneas originales, luego del terremoto de 1976. Fue una invitación de la profesora Anna Pía de Luca, su anfitriona. Está ubicado al norte de Udine, a unos 30 kilómetros aproximadamente, camino a Austria y a Eslovenia. Una zona verde con pequeñas serranías, que se vinculan con los vecinos Alpes, los cuales dividen las fronteras. Desde allí, a menos de 100 kilómetros están los límites. El Castillo está enclavado en la cima de una serranía y tiene a su alrededor varias hectáreas de parque, que muestran un alto cuidado y un mantenimiento esmerado. Ingresar al Castillo, era como pasar por las puertas del tiempo e instalarse en el medioevo, una edad tan deslum- Asistente al Congreso. Tres salteños a Udine - Italia 61 brante en la historia de los hombres. Sus ambientes mostraban pinturas y obras de arte de todas las edades. Sus acogedores salones contenían la larga mesa para recibir a los viajeros. Con la fragancia de la clásica Europa de los mejores tiempos, compartimos un almuerzo de exquisiteces, en un clima humano y geográfico que eran un canto a la vida. Por allí quedaron las palabras de Eduardo Ceballos, las canciones de Rubén Pérez y el baile criollo de Fabio, un joven que se ganó el cariño de todos los presentes. Cuando retornábamos a Udine, la profesora Mara Donat, contaba que en las cercanías de ese Castillo, la gente lugareña, suele festejar la navidad con liturgias exclusivas de la zona, donde se incluyen cantos, danzas y rezos. Recordaba que para la navidad, la nieve vive y reina por el paisaje. Luego de ese tocante almuerzo, asentado con vino italiano, de nuevo al congreso. Trajinaba mi poncho salteño por todos los rincones, orgulloso de mi salteñidad. Cuando se retoman las actividades, la profesora Emilia Perassi, presenta el libro «Ecos italianos en Argentina. Emi- Almuerzo en el Castillo Zegliacco, del siglo XII. 62 Eduardo Ceballos graciones reales e intelectuales». Esa presentación estuvo a cargo de la profesora Silvana Serafin, organizadora y responsable científico de este congreso internacional. A continuación se presentó el panel presidido por Rosa María Grillo, quien convocó a Amanda Salvioni para que hablara de «La presencia recurrente y constitutiva del asado como rito colectivo y núcleo productivo de sentido en la novelística de Juan José Saer; María Gabriella Dionisi, mezclaba sabores en «Espaguetis, ravioles y la rueda del tereré»; la profesora Mara Donat, italiana residente en México, abordó el tema «Sabores clásicos de México: elementos gastronómicos en la comunidad veneciana de Chipilo»; Antonella Cancellier, dejaba como mensaje «La lengua del emigrante: paradigma de identificación y metáfora del pensamiento»; y finalizó Federica Rocco, con su trabajo «Nutrir … el recuerdo». Antigua callecita de Udine. Tres salteños a Udine - Italia 63 Luego de esto se produjo la clausura del Congreso Internacional, con el sentimiento del deber cumplido y sabiendo que se había realizado un importante aporte cultural a los pueblos, a través de las personalidades asistentes, quienes tienen el compromiso consigo mismos de difundir tanta riqueza intelectual expuesta en esas jornadas en Udine, en el norte de Italia. Este Congreso sobre la Alimentación como Patrimonio Cultural de la Emigración en América, fue organizado por la Universidad de Udine, a través del Departamento de Lengua y Literatura, con el apoyo brindado por la Fundación Crup; por la Región Autónoma Friuli Venecia Giulia; por el Centro Internacional de Altos Estudios Latinoamericanos; por el Consorcio Universitario del Friuli; entidades que responsablemente se unen para producir hechos culturales, que implican progreso y desarrollo para la región norte de la bella Italia. Alessandro Sensidoni, Eduardo y Rubén. 64 Eduardo Ceballos Por todo lo expuesto en el Congreso Internacional de Udine, se fue descubriendo la alquímica riqueza de la histórica cocina humana, que provee de alimentos a la existencia. Por habernos permitido a los tres salteños, participar, damos las gracias y dejamos, como testimonio de afecto, este abrazo de cultura en el plato. COLABORACIONES ENVIADAS DESDE ITALIA… Tres salteños a Udine - Italia 67 ESCRITO DE BIAGIO CALCAVECCHIA Profesor responsable de garantía y calidad de productos biológicos y biodinámicos que procesa Ecor NaturaSi, en Verona, Italia. Magico momento A volte si fanno grandi sforzi, accurate programmazioni, meticolosi controlli ma è solo per inspiegabili casi del destino che questa frenetica attività crea le condizioni per cui scocca la scintilla e capita di vivere momenti di sublime armonia che vanno dritti all’anima. E’ quello che è successo al Convegno L’alimentazione come patrimonio culturale dell’emigrazione nelle Americhe che si è tenuto all’Università di Udine il 9 Ottobre 2009. La calda, melodiosa e avvolgente voce di Eduardo, accompagnata dalla musica di Ruben Jesus Hernan Perez , ha suggellato una bella giornata di comunione tra persone arrivate da tutte le parti del globo creando un indimenticabile magico momento. Grazie Eduardo per aver riempito i nostri cuori con i tuoi modi pacati e la tua indimenticabile voce che scalda i cuori e genera un persistente senso di serenità e armonia. I miei migliori auguri affinché il libro che ti accingi a pubblicare abbia il grande successo che merita! Con carigno Biagio Calcavecchia Verona (Italia), 28-X-10 MOMENTO MÁGICO A veces se hacen grandes esfuerzos, precisas programaciones y meticulosos controles, pero es sólo por inexplicables 68 Eduardo Ceballos casos del destino que esta frenética actividad crea las condiciones por las cuales se enciende una chispa y se viven momentos de sublime armonía que van directamente al alma. Es esto lo que sucedió en el «Congreso Internacional sobre alimentación como Patrimonio Cultural de la Emigración en las Américas», que tuvo lugar en la Universidad de Udine, el 8 y 9 de octubre. La cálida, melodiosa y envolvente voz de Eduardo Ceballos, acompañada de la música de Rubén Jesús Pérez, ha sellado un bello día de comunión entre personas llegadas de todas partes del globo, creando un inolvidable y mágico momento. Gracias Eduardo por haber llenado nuestros corazones con tu modo calmo y tu inolvidable voz, que entibia los corazones y genera una persistente sensación de serenidad y armonía. Mis mejores augurios para que el libro que te preparas a publicar tenga el gran éxito que merece. Con cariño. Biagio Calcavecchia Verona - Italia - 28-10-10 Biagio Calcavecchia y Sensidoni. Tres salteños a Udine - Italia 69 Escrito de SILVANA SERAFIN A TAVOLA! Silvana Serafin* È davvero con grande piacere che ho accettato l’invito a partecipare al presente volume del poeta ed amico Eduardo Ceballos, gradito ospite all’università di Udine nei giorni otto e nove ottobre 2009, in occasione del congresso internazionale su «L’alimentazione come patrimonio culturale dell’ emigrazione nelle Americhe». Il congresso, da me organizzato in collaborazione con il Centro Internazionale Letterature * Silvana Serafin è professore ordinario di Lingua e letterature ispano-americane presso l'università di Udine. Ha ricoperto e ricopre numerose cariche istituzionali. E' socio fondatore e presidente di 'Oltreoceano-Centro internazionale letterature migranti- CILM', è socio fondatore e vice-presidente del CIASLA 'Centro Internazionale alti studi latinoamericani'". Ha diretto e dirige numerosi programmi di ricerca ministeriali, del CNR e regionali; fa parte di consigli scientifici delle riviste Studi di letteratura ispano-americana, Rassegna Iberistica, Il bianco e il nero di cui è condirettore, Studi latinoamericani/ Estudios latinoamericanos di cui è condirettore, Oltreoceano di cui è fondatore e direttore responsabile. Fa parte dei consigli scientifici delle collane CNRLetterature e Culture dell'America Latina- 'Memorie, viaggi e scoperte', 'Studi di letteratura ispano-americana-Biblioteca della Ricerca", di cui è condirettore, 'Soglie americane','Culture a confronto', 'Incontri' e 'Donne e società' delle quali è direttore. Le sue ricerche spaziano dalla cronachistica delle Indie alla letteratura tra fine Ottocento- inizi Novecento, contemporanea, di genere e delle migrazioni. E' autrice di trenta volumi (monografie, curatele), di circa 200 saggi, articoli, note e recensioni, pubblicati su riviste nazionali e internazionali. 70 Eduardo Ceballos Migranti «Oltreoceano-CILM ( http: //oltreoceano. uniud.it) che dirigo, è stato ampiamente diffuso dai mezzi di comunicazione ed ha ottenuto un notevole successo da parte del pubblico specializzato e non. Come ogni anno il suddetto Centro, organizza incontri con i maggiori esperti del settore migrante; ciò offre un ampio panorama d’interpretazioni relative ai molteplici aspetti dell’emigrazione –compresi quelli più marginali e per lo più poco noti–, alla coplementarietà delle ricerche, sviluppate con competenza e profondità d’analisi e diffuse tramite la rivista omonima Oltreoceano. Si tratta del primo Centro in Italia in grado di occuparsi specificamente di letterature migranti nelle Americhe –nord centro e sud–, dove intere popolazioni di italiani si sono insidiate dando vita a comunità ‘migranti’che si esprimono in italiano, francese, friulano, inglese, portoghese e spagnolo. Con il loro bagaglio di rancori e di paure, ma anche di fiduciose attese e di antiche tradizioni, i nostri connazionali hanno superato i confini della patria che, in un certo senso li aveva respinti, per aderire ad un progetto di nazione diversa entrando nella dialettica permanente di una nuova costruzione culturale e sociale. Grazie all’immigrazione italiana che ha comunicato e trasmesso valori simbolici, testimonianza di un’appartenenza ed insieme tensione di una distanza, mai totalmente percorribile, i territori d’arrivo hanno sviluppato la possibilità del proprio futuro, fondato su un sistema di valori rispettosi dell’identità culturale altrui. Il progetto globale del Centro si fonda su dette interpretazioni e la sua finalità è quella di dimostrare l’importanza del discorso migrante, incentrato su esistenze avventurose e sulla riflessione di una situazione sociale in movimento. All’interno di un particolare momento di crisi, in un clima sociale abbastanza confuso, esasperato a volte dagli accordi migratori tra Italia e i diversi paesi di arrivo – fortemente selettivi nel concedere permessi d’ imbarco e di sbarco–, è possibile individuare le differenti tappe ‘iniziatiche’ Tres salteños a Udine - Italia 71 dei protagonisti che concentrano tutte le forze sulla drammatica esperienza dell’emigrazione, paragonabile ad un percorso di iniziazione. Il Congresso ha sviscerato tematiche innovatrici, focalizzandosi sulla produzione gastronomica e letteraria delle migrazioni, nelle diverse espressioni –poesia, narrativa, musica– in una zona ben circoscritta verso la quale si sono diretti la maggior parte degli emigranti italiani e in particolare modo friulani (ovvero le Americhe –Argentina in primis–). Così l’insieme degli interventi ha individuato un percorso articolato secondo prospettive differenziate: - prospettiva letteraria: è stato analizzato il valore simbolico del cibo e la sua spinta per l’ integrazione sociale; - il ruolo fondamentale della donna nel recupero e nel mantenimento di antiche tradizioni legate alla cucina; - aspetti linguistici relativi all’arte culinaria: è stato effettuato un censimento dei termini italiani e dialettali, evidenziando la vitalità, la conservazione, l’innovazione e lo sviluppo della Exponiendo la profesora Silvana Serafin. 72 Eduardo Ceballos terminologia italiana relazionata al cibo che ha dato vita all’‘italiano gastronomico’, ovvero a quel vocabolario piuttosto fornito di parole italiane di diffusione internazionale; - aspetti folcloristici ed etnografici legati all’alimentazione: letteratura orale, musica, canti, danze, religiosità popolare, usi e tradizioni; - aspetti della scienza dell’alimentazione: rivisitazione delle ricette tradizionali –ad esempio emblematico, il rientro nelle Americhe della polenta come valorizzazione dell’autoctono mais reinterpretato dalla cultura friulana e veneta– e l’importanza del settore enologico ed enogastronomico in generale; - aspetti antropologici e sociologici: autocoscienza etnica, integrazione degli italiani, cibo come valvola di sfogo per compensare l’insoddisfazione del vivere-al-di-fuori. Ne è derivato uno sguardo acuto sulle nuove società, all’inizio refrattarie a ricevere lo straniero. L’importanza dei relatori provenienti da varie università italiane –Milano, Cassino, Roma 3, del Salento, Salerno, Venezia Cà Foscari, Macerata– e straniere –Santa Fè, Salta, Madrid-Università Complutense–, insieme a prestigiose realtà come EcorNaturaSì SA di Verona, CSIC di Madrid, e Real Academia de la Cocina Española, hanno costituito una garanzia di successo ad un congresso che ha stimolato ‘appetiti’ molteplici. Ad iniziare da quello poetico-musicale, grazie al sentito intervento del poeta Eduardo Ceballos che, con profondità ed eloquenza, ha affrontato la relazione esistente tra la canzone popolare e la cucina creola dimostrando il forte vincolo culturale esistente tra Italia ed Argentina; del cantautore Rubén Pérez che, con voce suadente, ha offerto un ‘fiorito mazzolino’ di canzoni dai ritmi diversi proprie della musica popolare argentina; del ballerino Fabio Pérez che ha danzato freneticamente con la musica argentina finendo con un malambo, dal ritmo travolgente e di espressione gauchesca in cui danzavano anche le boleadoras. Tutto ciò ha aperto al dialogo interculturale all’interno di Tres salteños a Udine - Italia 73 un generale sistema di valori sempre più omologante. La razionalità e l’ethos impliciti nel confronto dialogico hanno stimolano la lotta per la conquista dei diritti degli emigranti, compreso quello di realizzare il sogno più ambizioso: vivere in un mondo globale senza perdere la propria specificità. In particolare, grazie all’originale condizione d’impero europeo nel quale convivono molteplici apporti culturali, le Americhe si sono imposte sin dall’inizio come laboratorio d’incontri e di situazioni in grado di anticipare le problematiche che hanno animano il dibattito culturale del XX secolo e continuano a tutt’oggi. In esso, inevitabile è il riferimento alla funzione simbolica e reale del cibo, in grado di fornire una via d’uscita da situazioni di marginalità, rafforzando la sopravvivenza di culture e stimolando una pacifica convivenza nel rispetto dell’altro-da-sé. La riflessione sulle relazioni cibo-migrazioni ha offerto, pertanto, un percorso di lettura originale proprio per l’ interdisciplinarietà e di sicuro interesse per tutto il territorio italiano, in particolare per la Regione Friuli Venezia Giulia in contatto costante e fruttuoso con le comunità friulanofone sparse nelle Americhe. Inoltre, i molteplici interventi hanno portato in superficie elementi tematici e morfologici necessari alla costruzione di un quadro sistematico totale della letteratura migrante, rinforzando l’impianto metodologico e teorico ancora incompleti negli attuali studi di settore. Non è casuale la relazione donna ed emigrante perché le due categorie di persone vivono sulla soglia tra l’essere inserite nel sociale o nel sub-sociale. Ambedue trovano nella cucina un ambiente ricettivo e tranquillante nonostante i gravi problemi. Quando le due situazioni convivono in un unico individuo, la donna, i ricordi allora danno vita a poesie, a racconti e a romanzi che, in funzione del valore simbolico della letteratura, trasformano momenti di esistenza individuale in tematiche collettive. Questa tipologia di scrittura frammentaria, resistente alle lusinghe della globalizzazione, caratterizza in fondo l’attuale narrativa latinoamericana e non solo al femminile, 74 Eduardo Ceballos testimonianza di una realtà complessa e contraddittoria. Il principale obiettivo è quello di rivendicare la propria autonomia rispetto ai consolidati canoni estetici di derivazione patriarcale che spesso vengono invertiti con sottile umorismo o ironizzati con efficacia o analizzati con sarcasmo. Dalla situazione di marginalità, l’emigrante lancia un grido disperato per appropriarsi delle proprie origini considerate sempre, anche a distanza di anni e di generazioni, sorgente di energia vitale. Se l’approccio della scrittura si caratterizza per la malinconica nostalgia per la patria lontana, è evidente la volontà di riscatto e d’ integrazione, condotti a volte con rabbiosa ostinazione, altre volte con amarezza e delusione, benché non manchino situazioni esilaranti che strappano al lettore sonore risate liberatorie. Sono descrizioni soggettive, dove l’emigrante, proprio come la donna, nel risalire alla realtà trova il concetto di collettività. Ambedue rivelano la necessità di inserirsi nella storia del paese e di apportare soluzioni alternative per una migliore vita sociale. Poco importa se non è la società di provenienza ma l’America, la terra dove inventarsi un futuro di speranza, costruito sul potere dei sogni e sulla razionalità. Ed è precisamente nel tempo ambivalente della letteratura che l’esperienza individuale diviene universale. Il se e l’altro si riversano in un unicum totalizzante, dove sguardi molteplici e frammentari s’intersecano, si Tres salteños a Udine - Italia 75 affrontano, si spiegano dialetticamente fino a tracciare i contorni ontologici di un essere-in-situazione. Traducción escrito de SILVANA SERAFIN ¡A COMER! Silvana Serafin* Es un placer para mi participar en este volumen del poeta y amigo Eduardo Ceballos que tuve el honor de recibir en los días ocho y nueve de octubre de 2009 en la Universidad de Udine (Italia). La ocasión la ofreció el congreso internacional sobre «La alimentación como patrimonio cultural de la emigración en las Américas», obteniendo un gran éxito de público y eco entre los medios de comunicación. Como cada año, el centro «Oltreoceano-CILM (Centro Internacional Literaturas Migrantes: http: // oltreoceano. uniud.it), que dirijo, organiza encuentros con los mayores expertos del sector, proporcionando un amplio panorama de interpretaciones –relativas incluso a los aspectos marginales, a veces poco conocidos–, que ahondan en los diferentes matices de la emigración, como complemento de las investigaciones desarrolladas con competencia y profundidad de análisis y que se di* SILVANA SERAFIN es catedrática de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Udine, donde ocupa múltiples cargos institucionales. Es socio fundador y presidenta de "Oltreoceano-Centro Internazionale Letterature Migranti (CILM)", socio fundador y vicepresidenta del "Centro Internazionale di Alti Studi Latinoamericani (CIASLA)". Ha dirigido y dirige numerosos programas de investigación ministerial y regional, revistas y colecciones científicas además de formar parte de consejos científicos de las mismas y de otras. Sus intereses investigadores van desde las Crónicas de las Indias hasta la literatura de los siglos XIX y XX, contemporánea y de género. Es autora de un número ingente de volúmenes, ensayos, artículos, notas y reseñas, publicados en revistas nacionales e internacionales. 76 Eduardo Ceballos funden a través de la revista homónima – Oltreocéano–. Se trata del primer Centro en Italia que se ocupa específicamente de literaturas migratorias, con respecto a las Américas –Norte, Centro y Sur, y de Argentina en particular – es decir, aquellas tierras que ofrecieron un futuro de esperanzas, a menudo realizado, a miles de nuestros connacionales. Con su equipaje de rencores y miedos, pero también de confiadas esperas y de antiguas tradiciones, ellos superaron los confines de la patria que, en cierto sentido los había rechazado, para adherirse a un proyecto de nación distinta entrando en la dialéctica permanente de una nueva construcción cultural y social. Gracias a la inmigración italiana, que ha comunicado y transmitido valores simbólicos, testimonio de una pertenencia, los territorios de llegada han desarrollado la posibilidad de su propio futuro, que se basa en un sistema de valores que respetan la identidad cultural ajena. El proyecto global del Centro, se apoya en dichas interpretaciones y su finalidad es demostrar la importancia del discurso migratorio, centrado en existencias aventureras y en la reflexión de una situación social en movimiento. Dentro de un momento particular de crisis, en un clima social bastante confuso, exasperado a veces por los acuerdos migratorios entre Italia y los distintos países de llegada –bastante selectivos en conceder permisos de embarque y desembarque –, es posible localizar las diferentes etapas ‘iniciáticas’ de los protagonistas, quienes concentran todas sus fuerzas en la dramática experiencia de la emigración, comparable a un recorrido de iniciación. El Congreso abarcó temáticas innovadoras, implicando la producción gastronómica y literaria de las emigraciones, en sus diferentes expresiones. Así el conjunto de las intervenciones localizó un recorrido articulado según perspectivas diferenciadas: - literaria: se analizó el fenómeno de la integración social a través de la comida; - el papel fundamental de la mujer en la recuperación y Tres salteños a Udine - Italia 77 mantenimiento de las antiguas tradiciones; - aspectos lingüísticos relativos al arte culinario: hubo un censo de los términos italianos y dialectales, de la vitalidad, conservación, innovación y desarrollo de la terminología italiana relacionada a la comida que dio vida al «italiano gastronómico» o bien ese diccionario bastante dotado de palabras italianas de difusión internacional; - aspectos folclóricos y etnográficos ligados a la alimentación: literatura oral, música, cantos, danzas, religiosidad popular, empleos y tradiciones: - aspectos de la ciencia de la alimentación: examen de las recetas tradicionales –por ejemplo emblemático, el regreso a las Américas de la polenta como valorización del autóctono maíz reinterpretadas por la cultura friulana y véneta–, importancia del sector enológico y enogastrónomico en general; - aspectos antropológicos y sociológicos: auto-conciencia étnica, integración de los italianos, comida como válvula de desahogo para compensar la insatisfacción del «vivir afuera»; consigue de ello una aguda mirada apartada sobre las nuevas sociedades, al principio refractarias a recibir al extranjero. La importancia de los conferenciantes procedentes de varias universidades italianas –Milano, Cassino, Roma 3, del Salento, Salerno, Venezia Cà Foscari, Macerata– y extranjeras –Santa Fe, Salta, Madrid –Universidad Complutense– junto con prestigiosas realidades como EcorNaturaSì SA de Verona, el CSIC de Madrid, y la Real Academia de la Cocina Española, constituyeron una garantía de éxito en un congreso que ha estimulado ‘apetitos’ múltiples, incluido el poético-musical gracias a la entrañable intervención del poeta Eduardo Ceballos, que abarcó con gran sabiduría y elocuencia la relación existente entre la canción popular y la cocina criolla demostrando la fuerte vinculación cultural existente entre Italia y Argentina; del cantautor Rubén Pérez, que ofreció con una voz cautivadora un florido ramillete de cancio- 78 Eduardo Ceballos nes de la música popular argentina en distintos ritmos y del bailarín Fabio Pérez que danzó frenéticamente con la música argentina y culminó con el malambo, un ritmo bravío de alta expresión gauchesca, donde utilizó entre otros ingredientes las boleadoras. Todo eso abre al diálogo intercultural dentro de un general sistema de valores cada vez más homologante. La racionalidad y el ethos implícito en la comparación dialógica estimulan la lucha por la conquista de los mismos derechos, incluido el de realizar el sueño más ambicioso: vivir en un mundo global sin perder la misma especificidad. En particular, gracias a la original condición de imperio europeo en la que conviven múltiples aportaciones culturales, las Américas se han impuesto ya desde el principio como laboratorio de encuentros y situaciones capaz de adelantar las problemáticas que animan el debate cultural del siglo XX y continúan hasta hoy día. En ello es inevitable la referencia a la función simbólica y real de la comida, capaz de proporcionar una vía de escape de situaciones de marginalidad, reforzando la supervivencia de culturas y estimulando una pacífica convivencia en el respeto de lo «otro-de-sí». La reflexión sobre la relación comida-migraciones ofrece, por lo tanto, un recorrido de lectura original justo por su interdisciplinaridad y de seguro interés para todo el territorio italiano y en particular para la Región Friuli Venezia Giulia en contacto constante y fructífero con las comunidades friulanófonas que se encuentran en las Américas –Argentina in primis –. Además, las múltiples intervenciones han sacado a la superficie elementos temáticos y morfológicos necesarios para la construcción de un cuadro sistemático total de la literatura migratoria, reforzando la instalación metodológica y teórica todavía incompleta en los actuales estudios de sector. No es casual el enlace mujer y emigrante porque las dos categorías de personas viven en el umbral entre estar en lo social o en lo sub-social. Ambos encuentran en la cocina un entorno receptivo y Tres salteños a Udine - Italia 79 tranquilizador pese a sus graves problemas. Cuando las dos situaciones conviven en un único sujeto, la mujer, los recuerdos dan vida a poemas, cuentos y novelas que, en función del valor simbólico de la literatura, transforman trozos de existencia individual en temáticas colectivas. Esta tipología de escritura fragmentaria, resistente a las lisonjas de la globalización, caracteriza en el fondo la actual narrativa latinoamericana y no sólo a lo femenino, testimonio de una realidad compleja y contradictoria. Su principal objetivo es reivindicar la misma autonomía con respecto a los consolidados cánones estéticos de derivación patriarcal, que a menudo invierte con sutil humorismo o ironiza con eficacia o analiza con sarcasmo. De la misma situación de marginalidad, el emigrante lanza un grito desesperado para apropiarse de sus propios orígenes, que él siempre considera, también a distancia de años y generaciones, manantial de energía vital. Si la aproximación de la escritura se caracteriza por la melancólica nostalgia por la patria lejana, es evidente aún la voluntad de rescate e integración, guiados a veces con rabiosa obstinación, otras veces con amargura y desengaño, aunque no falten situaciones hilarantes que le arrancan al lector sonoras risotadas liberatorias. Son descripciones subjetivas, donde el emigrante, exactamente como la mujer, remontándose a la realidad encuentra el concepto de colectividad. Ambos revelan la necesidad de introducirse en la historia del país y aportar soluciones alternativas para una vida social mejor. Poco importa si no es la sociedad de procedencia sino América, la tierra donde inventarse un futuro de esperanza, construido sobre el poder de los sueños y la racionalidad. Y es precisamente en el tiempo ambivalente de la literatura, donde la experiencia individual se transforma en universal. El sí y el otro se derriten en un unicum totalizador, donde se intersecan sus miradas múltiples y fragmentarias, se enfrentan, se explican dialécticamente hasta trazar los contornos ontológicos de un ser-en-situación. Tres salteños a Udine - Italia 81 Escrito de DIEGO SIMINI Diego Símini – Profesor del Departamento de Lengua y Literatura Extranjera. Università del Salento (Italia) Alimentos y bebidas en Las cartas que no llegaron de Mauricio Rosencof Mauricio Rosencof, nacido en Florida, Uruguay, en 1933, vivió desde niño en Montevideo en un conventillo y por tanto conoce desde siempre la mezcla cultural del Uruguay en una fase de crecimiento económico y demográfico1. Así es como la recetas culinarias, las bebidas se relacionan directamente con la cultura de cada habitante del conventillo. Es interesante observar que la cercanía y la solidariedad entre inmigrados implica frecuentes intercambios, que paulatinamente van transformando la forma de alimentarse. Aquí veremos lo que ocurre en Las cartas que no llegaron. Las cartas que no llegaron es un texto con considerables rasgos autobiográficos. En esta obra Rosencof evoca su infancia, en relación con la situación trágica de sus familiares polacos Polonia, deportados en los campos nazis; a su vez, esta situación se vincula con su experiencia carcelaria en la dictadura militar (1972-1985). El diálogo cultural (entre la cultura de origen de sus padres y la adquirida) y humano (entre sus padres y él) pasa también por elementos alimenticios. Veamos algunos ejemplos. Hay una fase de integración entre culturas, con la amistad entre Moishe y Fito, hijo de inmigrantes italianos. Las dos familias también se relacionan, y esto se expresa mediante el Para profundizar los aspectos biográficos de Rosencof véase: Campodónico, Símini «La memoria…»; «Mauricio Rosencof, una vita e un’opera intense»; -»Comunità ed estraneità…». 1 82 Eduardo Ceballos intercambio de recetas. o scambio di ricette. Es como el momento central de la aceptación mutua entre inmigrantes de distintos orígenes. En el bar de don Tomás había un sótano misterioso, con una tapa secreta, con una manija redonda, que era de plata. Cuando la abrían, doña Catalina ponía sillas y mesas para que Fito y yo no miráramos para adentro del «aujero» y si queríamos mirar, nos decía: «¡Pobres de ustedes!». Adentro del «aujero» había cosas de misterio, y don Tomás se reía en el mostrador y nos miraba y decía: «Amici, amici, sono amici». Doña Catalina solía hacer tuco para los tallarines porque era italiana y le enseñó a mamá, que le enseñó a hacer torta de miel (38). Desde luego, Rosa, la madre, cambia de usos en la cucina, y esto plantea una visión casi surrealista para el niño Moishe: Los sábados por la noche las lunas llenas asomaban por toda la casa: eran finas, redondas, y se ponían a orear espolvoreadas con harina, y eran muchas para el domingo, cuando mamá las volvía un chorizo largo, y picaba y picaba como una máquina de coser y nacían los tallarines que alzaba con las dos manos, como para airearlos, desenredarlos, ofrendarlos a Jehová –que nunca vino–, mientras en la ollita la carne mechada agotaba y agotaba chorros de agua caliente que mamá le agregaba a la salsa, y así tres, cuatro horas, para que papá comentara siempre: «se deshace en la boca», porque de otra manera, Viejo, con los de Federico Heller Ritter no ibas muy lejos. Y aquello era vida, a las doce a la mesa y éramos tres la familia éramos tres tres tres tres en Polonia no había nadie tres León ya no estaba –Leonel– y se comía a las doce. Los tres (56). Moishe, ya adulto, en la cárcel, intenta reconstruir su propia prehistoria, antes de nacer, cuando sus padres todavía estaban en Polonia: Tres salteños a Udine - Italia 83 Cómo era, papá, la casa donde nació León; cómo era mamá y cómo eras vos, Viejo, qué tomaban, guindado, vodka, qué; y si hubo fiesta y estaban tus papás y los de mamá y los tíos; qué comieron, fija que guefilte fish – me comería una bandeja una bandeja, Viejo, de guefilte fish y de lo que venga, aunque acá no viene nada, pero esa es otra historia – (52-53). Hasta el viaje de su madre Rosa y de su hermano Lev, de Polonia a Uruguay, tienen connotaciones alimentarias: […] y él, de alguna manera reconoció la voz que lo había dejado un año y pico atrás, y enroscó sus piernas a tu cintura, Viejo, que ya los esperabas con casa en Florida, en una calle que hoy es principal y que tenía entonces el colonial nombre de Camino Real, y marchaste con ellos (¿en qué?) supongo que en ferrocarril, que en ferrocarril cruzaron Europa, que mamá y León llevaron para el viaje en ferrocarril pepinos salados y eiring y bizcochos de miel y pan y leibeburst y algún pollo (82). Diego Simini. 84 Eduardo Ceballos Pero más tarde, ya adulto, el proceso de transculturación tendrá como imagen un referente musical: […] los judíos tocan el violín y no el piano porque se vive ligero de equipaje, si rajás del pogromo no cargás un piano, te subís al carro, y entre el jaulón de gallinas y el baúl de ropa de cama, desenfundás el violín y te tocás el Eili Eili o el Hatickva, que yo tocaba y ya ni me acuerdo, papá; y no se te ocurra mandarme el violín acá;[…] pero así y todo, a veces me paro en el centro de mis dos metros cuadrados y encajo el violín bajo la pera, lo sostengo, y mientras la mano izquierda ajusta las clavijas y afina, con la diestra –con el arco de cerdas blancas al que le vengo de dar una biaba de parafina, y con el pie izquierdo ligeramente avanzado– marco el compás, Viejo… pero lo que me sale es un tango, ¡quevachaché! (54). Estas evocaciones alimentarias, como la del deseo de guefilte fish en su celda, en la que Moishe (al que solo sus padres llaman con este nombre), aislado y con muy poca comida rememora su existencia y escribe una larga carta a su padre, una carta que no llegará nunca. Entre estas cartas también hay una de Leibu (Lev, hermano de Isaac y padre de Moishe; el hermano de Moishe tiene el mismo nombre): Pienso en un vaso de té. Sueño con un vaso de té, caliente, humeante, ambarino, que te entibia las manos y abriga tu vientre, sorbo a sorbo; es casi una obsesión, una alucinación, Isaac. ¿Existe realmente el té? En tanto, yo lo bebo, Isaac, no te creas. Porque la fantasía, ¿sabes?, es la única cualidad humana que no está sujeta a las miserias de la realidad (39-40). En una situación simétrica, ya después de su liberación, Mauricio va a ver a sus padres, internados en un asilo, pero no consigue entablar una real comunicación con su madre, perdida en las nieblas de la senectud. Supone sin embargo que la anciana piense algo: Tres salteños a Udine - Italia 85 Tal vez vieras eso, eso que fue el instante más pleno de tu vida, simplemente porque estábamos todos, y para todos traías la lisa más gorda, todavía boqueando, que descamabas, abrías, lavabas, y picabas su carne con pimienta y pan viejo en leche y huevo y sal y un poco de azúcar, para que culminara en esas albondiguillas de amarillo celestial coronadas por una rebanada de zanahoria, mamá, cuánto daría yo por volver a comer tu guefilte fish, festival de la gastronomía materna, santo y seña del judío en cualquier parte (124). Además el reencuentro, tanto con su padre como con su madre, tiene un elemento alimenticio, que denota la profunda relación entre generaciones, ya que son los padres los que dan de comer a los hijos. La primera palabra, quizás la única, que le dirige madre: […] llegué como si hubiera faltado dos días, vos acostada, papá a tu lado, yo al pie de la cama antes del abrazo que fue Asistentes al Congreso. 86 Eduardo Ceballos sencillo, un beso leve, porque la palabra fue todo, fue el todo como antes, como siempre, la raíz de tu razón, la palabra entre signos que nos volvía al siempre: –¿Comiste? (124). Algo parecido ocurre con su padre, que en el asilo sufre una especie de alucinación viendo a su hijo en el comedor y le dice algo. Quizás en el mismo momento, el prisionero, en su celda, oye a su padre pronunciando una palabra, una palabra que el lector no lee, una palabra «caldea, aramea, babilónica, hebrea» (155) o quizás yiddish (153). La palabra dicha por el padre en el asilo y oída por el hijo en el calabozo es la misma. Aun no conociendo más que el castellano, el prisionero entiende y le transmite a través de la pared a su compañero («el Ñato», Eleuterio Fernández Huidobro) la traducción de la palabra: «Moishe, qué hacés ahí parado, sentate, comé» (153,154). Durante la narración de la trayectoria de Moishe, el texto nos ofrece otros momentos en que el elemento alimenticio es decisivo. Ahí está por la figura di Ramón Lezcano, cuya importancia es considerable en la formación de una conciencia social y solidaria del pequeño Moishe. Ramón, obrero, le ofrece un muy criollo puchero: En el fondo del patio había una escalera de fierro que iba hasta el altillo de Ramón. […] Los domingos hacía puchero. Ponía afuera un brasero como el de mamá para el hígado de Miska que comemos todos pero que mamá no quiere que diga, y en una ollita ponía carne, chorizo, papa, zapallo, que no me gusta ni así, boniato, de todo, y me convidaba (31). Vemos pues que la alimentación tiene un valor importante en portante valore, come simbolo del passaggio da una cultura all’altra in alcuni casi, specie in Las cartas que no llegaron, como señal de la transculturación, del paso de una Tres salteños a Udine - Italia 87 cultura a otre en el proceso de la emigración, y como elemento de solidariedad, de cercanía entre personas. Rosencof es así coherente con su concepción de la escritura come portadora de un mensaje de hermandad y de íntima comunicación entre seres humanos. Bibliografía Campodónico, Miguel Ángel. Las vidas de Rosencof. Montevideo: Fin de Siglo. 2000. Forné, Anna. «El desdoblamiento de identidades en El Bataraz de Mauricio Rosencof». Hipertexto, 9 (2009): 95105. Johansson, María Teresa. «Palabra en sepultura. El Bataraz de Mauricio Rosencof». Persona y sociedad, XX (2006), 2: 177-189. Rosencof, Mauricio. El bataraz. Montevideo: Santillana/ Alfaguara. 1999. ________. Las cartas que no llegaron. Buenos Aires: Suma de Letras Argentina. 2005 (1a ed. 2000). ________. El enviado del fuego. Montevideo: Santillana/ Alfaguara. 2004. ________. El barrio era una fiesta. Montevideo: Santillana/Alfaguara. 2005. ________. Una góndola ancló en la esquina. Montevideo: Santillana/Alfaguara. 2007. ________. Medio mundo. Montevideo: Santillana/Alfaguara. 2009. Símini, Diego. «La memoria dell’orrore come riscatto dell’umanità». Mauricio Rosencof, Le lettere mai arrivate. Firenze: Le Lettere. 2008: 87-96. _ «Mauricio Rosencof, una vita e un’opera intense». Collettivo R – Atahualpa, 8-9 (nuova serie) (2008): 57-59. _ «Comunità ed estraneità nella narrativa di Mauricio 88 Eduardo Ceballos Rosencof». Lo sguardo esiliato. Cultura europea e cultura americana fra delocalizzazione e radicamento. Ed. Cristina Giorcelli, Camilla Cattarulla. Casoria: Loffredo. 2008: 411422. _ «Un gallo multicolore per un detenuto in isolamento». Proa Italia, 1 (2009): 156-158. _ «Registri linguistici in El bataraz di Mauricio Rosencof». Lingue policentriche a confronto. Quando la periferia diventa centro. Ed. Gian Luigi De Rosa e Antonella De Laurentiis. Milano: Polimetrica. 2009: 203-211. Tres salteños a Udine - Italia 89 RECEPCIÓN A ROMINA Y A MATÍA Italia, ya nos tenía deslumbrados. Su paisaje, su gente, su cultura. Era una emoción tocante la que se vivía. En Salta estaban los seres queridos expectantes, a través de Internet me comunicaba diariamente con mi familia, con un teclado italiano, que no tiene eñe, pero las señales llegaban. Por ese medio me entero de la muerte casi simultánea de dos amigos, Patricio Giménez del Dúo Salteño y Eduardo «Tuna» Esper, el reconocido animador del folklore. Desde Udine salí al aire por AM 840, en un programa que conducen Iván Romero y Leonardo Tejerina, a la hora de la siesta en la emisora más importante de Salta, para contarle a su audiencia de nuestra experiencia europea. Rubén y yo habíamos dejado nuestro celular en Buenos Aires; en cambio Fabio trajo el suyo. Calles de Udine. 90 Eduardo Ceballos Pensábamos que era totalmente inútil andar cargando esa máquina, pero nos sorprendió cuando manejaba mensajes de textos con muchos seres queridos de Salta. Todavía me pregunto cómo lo habrá hecho. Resulta que días antes de partir de nuestra provincia, fui a contarle de mi viaje a un querido amigo de toda la vida, Julio Gaspar Jovanovich y a su esposa Tilda, porque tienen una hija en Italia. Les pregunté si querían mandarle alguna cartita o algún presente. La cartita se hizo una valija de unos 15 kilos, que me acompañó, todo el tramo del viaje. Esa valija estaba con llave y se mantuvo cerrada hasta Udine. Era sábado 10 de octubre y el Congreso había terminado. Estaba libre. Me levanté muy temprano y salí a caminar por la silenciosa ciudad, que mostraba poco movimiento. Me entretuve con unos pescadores que diligentemente buscaban sacar algún pez, de ese río, limpio y sonoro, que transita por toda la ciudad y se mete por debajo de los edificios de propiedad horizontal y gambetea la ciudad como si la conociera desde siempre. Pescaban con cañas y líneas similares a las utilizadas en Argentina y sacaban peces muy parecidos a nuestros bagres o bogas. Pude dialogar con ellos para conocer los secretos de su río y allí me enteré que estaban en período de pesca. Miro el reloj, que me recuerda que tenía una cita de honor en el hotel a las 10 de la mañana italiana. Debía llegar Romina Julieta Jovanovich, la hija de mi amigo a buscar la valija. A la hora puntual aparece la salteñita que vive en Italia con su compañero Matía Rondine, un joven que es bombero en su ciudad natal de Ferrara, distante a unos 50 kilómetros de Bologna, donde además sus padres tienen una porción de tierra que la trabajan produciendo algunos frutos. Fue una alegría el encuentro. Se entregó la valija, recibí como presente un marcador de libros metálico, ingeniosa artesanía italiana y una bella lapicera, que utilizo para escribir estos inolvidables recuerdos. Baja de su habitación mi compañero Rubén y le digo que me iba con Romina y Matía, hasta la plaza San Giácomo, donde está la iglesia de San Giácomo, que data del Tres salteños a Udine - Italia 91 año 1378, una de las más antiguas de la ciudad, quedamos de encontrarnos en ese lugar. Era una plaza, como las antiguas agorás griegas, una manzana con un terreno nivelado. A la misma altura está La Fontana obra de Juan de Udine, discípulo de Rafael, del año 1543. Allí, se instala los días sábados un mercado, como en la antigüedad, donde se ofrecen todos los comestibles imaginables que proporcionan la tierra, el mar y los productos que procesa el hombre con esa materia prima. Comprobé, una vez más, cómo trabaja el mar para producir un abanico tan importante de alimentos, viendo especies desconocidas para mí. Los frutos de la tierra eran de producción local y otras venían desde África o de otros países europeos. Además, en esa plaza se brindan conciertos y representaciones teatrales. Un elegante aperitivo en una de sus calles circundantes, con una ciudad medieval que nos mostraba sus formas. Era un modo de sentir una experiencia nueva. Pasa el tiempo y los compañeros no llegaban. Enton- En la puerta de un restaurante de Udine. 92 Eduardo Ceballos ces decidimos volver al hotel, porque ya era la hora del almuerzo, que se servía allí mismo. Pero cuando retornamos y nos reencontramos con los compañeros, quienes nos informan, que el comedor del hotel no funciona ni sábado ni domingo. Nos indican que habían reservado una mesa en un restaurante histórico de esa ciudad. A pocas cuadras del hotel, en una de esas callejuelas estrechas, sin veredas, en la calle Viola, nos encontramos con el histórico restaurante, que días antes, ya nos había mostrado Alessandro Sensidoni. Se llama en italiano «Al Vecchio Stallo», que traducido al español es «El viejo Establo», un lugar tradicional de la región friuliana para el buen comer y el buen beber. Funciona en una vieja casona que tiene una larga historia. Se trata de una estación de posta y restaurante medieval. Allí llegaban carrozas, (nuestros coches de plaza,»los mateos») y los carros venidos de distintos destinos de la provincia. Encontraban refugio los animales y los carreros, en el marco de la cerca amurallada, que significaba el perímetro de la ciudad de Udine. En ese antiquísimo tiempo medieval surge este complejo arquitectónico, que perteneció al noble Gorgo y luego propiedad de Maniago, con la antigua hostería «El viejo Establo». Una historia de siglos, milagrosamente intacta, que se ha mantenido fiel a la cultura y a la tradición friulana, en la vía (calle) Viola Nº 7, en la ciudad de Udine. Fue también sede de la Academia de Udine. Una casa con tan rica historia nos almacenó aquel 10 de octubre de 2009. La profesora Adriana Crolla, argentina, de la provincia de Santa Fe nos acompañó al almuerzo que compartimos Fabio y Rubén Pérez, la salteña Romina Jovanovich y su esposo el italiano Matía Rondine y quien esto escribe. Un lugar que el tiempo pasado depositó en el hoy, lleno de magia y de dioses tutelares que viajaron por el tiempo en la mente de la gente. Se formó una Comisión Friulana en defensa de la hostería, que preside Enzo Driussi. Está a pocos metros del Museo de Arte y Tradición Popular y a pocos pasos de la vitalísima vía Poscolle. Lucio Tirelli expresa que «El Viejo Establo» es un homenaje a la Tres salteños a Udine - Italia 93 tradición Alpina contra la hipocresía. Allí comimos los mejores manjares de nuestra estadía en Udine, sin desmerecer nada de lo anterior. La cocina friulana se caracteriza por la simplicidad y lo genuino de sus ingredientes. La polenta , es una comida popular y tradicional. En ese negocio, la especialidad son las pastas, de las mejores. Tomamos vino Valle, producido en esas geografías que poseen colinas por donde el agua juega con su danza diáfana alimentando las parras en la región friuliana que vive en la lontananza de sus valles mirando nostálgica sus mares. Los vinos de Udine son de alta calidad, en virtud de la peculiar característica de su microclima, que favorece la auténtica gema de la enología friulana, con el delicado sabor que la generosa tierra produce. Una ciudad de buen beber en la mesa cotidiana. La primitiva mística, elegante y ordenada, produce parsimoniosamente ese vino manso que provoca el canto. En esa ancha, profunda, antigua cantina italiana, consumí su vino nuevo con el sabor viejo de su historia. En la copa asomaba el amor por la naturaleza y el cuidado de su hechura que aparecía en el sabor. Ese vino es producido por Aziende Vitivinicole Valle y sirvió de compañero fiel a los manjares allí consumidos. En sus instalaciones se veían a las familias tradicionales con sus niños en el almuerzo del afecto. Entre el personal, había gente de raza negra, venida de África. Lo puedo afirmar porque les pregunté. En sus paredes, una exhibición de hierros y cueros que hablan de su pasado, afiches de espectáculos que pasaron y la promoción de actos culturales que vendrán. Muchas fotos con músicos que interpretan sus melodías en ese clásico rincón de Udine, a media cuadra del río. Cuando veo tanta referencia, me dirijo a unos de sus dueños que ya me había sido presentado, y le digo que a ese lugar lo único que le falta es un libro. Al rato vuelve hasta mi mesa y me dice que allí tenía el libro, que muestra en su tapa la foto del frente del local con su nombre y al pie de la tapa, el dibujo de un coche galera, parecido a nuestro coche de plaza. En su interior 72 páginas, en un generoso papel de más de 100 gramos, donde 94 Eduardo Ceballos se relata su historia, exhibe mágicas recetas, en las que se incluye una seleccionada antología de escritores y poetas que cantan a su memoria. Como gratitud al gesto, dije que difundiría por mis caminos las bondades de esa casa, ubicada en la calle Viola Nº 7 de la ciudad de Udine y su teléfono fax es 0432-21296, por si viajan a Italia y quieren reservar una mesa. Con el apetito calmado y el corazón henchido caminamos en caravana hacia el hotel, donde debíamos juntarnos con la familia Sensidoni, para realizar un paseo. Tres salteños a Udine - Italia 95 VIAJE A AQUILEIA Llegamos al hotel Friuli y en pocos minutos, en el exacto tiempo convocado nos unimos a los Sensidoni y todo el grupo que venía del almuerzo, para emprender un paseo hacia Aquileia. Para viajar más cómodos nos repartimos en el auto de Alessandro y en el de Matía. Partimos hasta Aquileia, ciudad fundamental del Imperio Romano, una tranquila población medieval, situada a espaldas de la Laguna de Grado, a la que unía el río Natisone, fundada por los romanos en el año 181 a.C. Tenía una relevante función como gran emporio mercantil abierto al Mediterráneo, que conserva intacta gran parte de su antigua estructura. Es uno de los más importantes centros arqueológicos de la Italia septentrional, declarado por la UNESCO, patrimonio de la humanidad. En primer lugar vi- Rubén y Fabio en la antigua iglesia de Aquileia. 96 Eduardo Ceballos sitamos su iglesia, que se llama Basílica de Santa María Assunta, que tiene aproximadamente mil años. Se trataba de una Basílica Patriarcal y cuenta con un Bautisterio (Battistero). En él se encontraban las señales de las culturas que nos precedieron en el tiempo y en sus paredes y pórticos, se podían leer textos en griego clásico, en latín. En su piso, que se protege como una reliquia, antiguos mosaicos que muestran ideogramas, a través de los cuales se desarrolla el mensaje de las sagradas escrituras. Para no pisar esos mosaicos históricos, los más extraordinarios del mundo, que datan del año 313, se han construido pasarelas, para causar el menor daño posible a esta joya de la arquitectura medieval. Tiene cúpulas tan altas, que rozan el asombro, con un campanario de 73 metros de altura. En un ambiente, ubicado frente al templo hay una pila bautismal que se usaba en la antigüedad, cuando el sacramento requería una zambullida total del cuerpo Ottawia, Eduardo y Alessandro en Aquileia. Tres salteños a Udine - Italia 97 del nuevo cristiano. Impactante y colosal monumento de la historia, que ya no funciona como iglesia, al menos eso creo, sino como un museo. La construcción de la Basílica data de los tiempos del Patriarca Poppone (1019-1042) y luego Marquado (1365-1381). Los mosaicos fueron hechos en la Milán de Constantino. La observación de la simbología que representan los mosaicos, muestran animales, plantas, hombres, con muchos trazos geométricos en su trama. Son difíciles de interpretar con justeza, porque hay una mezcla de códigos. No todo es cristiano, ya que se perciben señales de otras creencias. Es por eso importante conocer la historia de la Aquileia cristiana de los primeros siglos. Saliendo de la iglesia, en un gran terreno que la circunda, majestuoso colonato del foro, corazón comercial, político y jurídico de la ciudad, pudimos hacer una caminata por un antiquísimo puerto fluvial, que ha quedado como testimo- Figuras de los mosaicos de la iglesia de Aquileia. 98 Eduardo Ceballos nio del tiempo. Sus inutilizadas estructuras, permiten visualizar la importancia de la actividad que se desarrolló en esta puerta acuática que servía para el comercio de tiempos milenarios, cuando los griegos viajaban con su cultura hasta esta geografía, ya que este puerto vinculaba con todo el Oriente. Llegaban a través del Mediterráneo, trayendo alimentos, especias, madera, mármol, piedras preciosas para el consumo interno. Ese paseo fue de varios kilómetros caminando y viendo bien de cerca los vestigios de otros tiempos. Salimos a la ruta, Alessandro y Matía fueron a buscar los autos, que quedaron lejos. Cuando retornaron, Romina Jovanovich y Matía Rondine, se despidieron para retornar a Ferrara, su lugar de residencia. El abrazo en representación de su familia y el mensaje envuelto en una lágrima emotiva, contaban del entrañable cariño que sentía por los suyos, que vivían cruzando los mares, en la lejana Argentina. Fue la despedida de ellos en tierra Italiana. Ya de vuelta en ese auto para siete pasajeros, Alessandro nos llevó hasta la ciudad de Grado. Eduardo y Alessandro. Tres salteños a Udine - Italia 99 VIAJE A GRADO Éramos siete pasajeros, el auto completo. A mi me reservaron el lugar del copiloto y avanzamos por caminos llanos y después de un rato de ruta, el agua nos fue abrazando. La ruta y el agua a los dos costados. Estábamos entrando a una ciudad rodeada por una laguna y del otro lado el mar Adriático. Una fina lengua de tierra. Una ciudad casi acuática. La belleza de Grado consiste en la posibilidad de meterse en un mundo antiguo, rico de sugestivas evocaciones y el encanto histórico que tiene la isla Sol de Oro (Sole e d’oro), situada en un apoteótico marco natural, en medio del paisaje de lagunas. Allí me acordé de aquella vieja canción triestina que decía que «el mar se mueve apenas». En el tiempo del Imperio Romano, la isla de Grado, era la escala naval de la populosa En Grado. 100 Eduardo Ceballos ciudad de Aquileia. Su particular conformación y su envidiable posición geográfica la hace una localidad ideal para el paseo y la excursión. Bellas barcazas, elegantes yates, le ponían color a la tarde. Recorrimos iglesias y museos, como la Basílica de Santa Eufemia, fundamental edificio de la cultura gradese, muestras de tiempos especiales. Otra joya es la iglesia de Santa María de la Gracia, del siglo IV. Pocas cuadras separan la laguna gigante, que parece otro mar, del mar propiamente dicho. Caminamos por sus orillas, mirando hacia oriente, donde viven otros hombres, con otros sueños, con otras culturas, con otros idiomas, pero que trajinan las mismas necesidades existenciales. Luego, las peatonales en la zona céntrica, donde veo a unos niños italianitos con una pelota de fútbol. Justo cuando pasábamos se les cae el balón, que viene hasta mi. Hago unas pataditas y se lo devuelvo. A los chicos les gustó y me la tiraron de nuevo. De ese modo se armó un juego lleno de gracia. Enseguida ganó un público que entusiasta participaba. De allí a tomar un café en la peatonal como Tres salteños en Grado. Tres salteños a Udine - Italia 101 invitación argentina, pero al que no pudimos pagar, porque la generosidad de Alessandro es sin límites y siempre logra su cometido. De regreso a Udine, cuando la naturaleza apagaba las luces y la técnica humana encendía la suya. Llegados al hotel, nos despedimos de la profesora Adriana Crolla, quien emprendía viaje a otros destinos. No conforme con todo lo ofrendado, la familia Sensidoni, en esos momentos representada por el padre Alessandro, por la madre Ottawia y por la hija Eleonora, nos invitan a su vivienda, que también estaba a pocas cuadras del hotel. Nos vienen a buscar y nos llevan. Era una casa de dos plantas, donde la madera tenía una fuerte presencia y la ornamentación rayaba en lo artístico. Allí pudimos observar cuadros pintados por Alessandro con maestría infinita, que demuestran su exquisita sensibilidad. Ottawia, le ponía ternura a la cocina y tiraba en la cacerola los elementos de su mundo circundante, para luego volcar en el plato, las fragancias y los sabores de su tierra. Eleonora, con su sonrisa abría una luz de En una esquina de Grado. 102 Eduardo Ceballos amistad que nos iluminaba. Les entregué algunos libros de mi autoría y un DVD que me diera Zamba Quipildor para mostrarlo en esta región del mundo. Comimos con la alegría desbordante de compartir los sueños y la memoria de la vida que nos juntaba. Todo tenía gracia y gusto. En la sobremesa, apareció la guitarra y cantó Rubén Pérez. Luego a dúo con Alessandro y la participación de Eleonora luciendo una voz especial con la que canta todo el clásico repertorio folklórico de Salta y la fiesta fue creciendo en entusiasmo, hasta el asombro. En esa casa de Italia, en Udine, además de nosotros, tres salteños, estaban invitados Manuel J. Castilla, el Cuchi Leguizamón, el Jaime Dávalos, Julio Espinosa, Eduardo Falú. El repertorio musical de Salta estaba vivo y casi éramos paisanos. Ese ingrediente nos fue descubriendo parientes en los modos, en los sueños y en el canto. La música nos acompañó con esa grapa friuliana hasta altas horas de la madrugada. En la despedida nos dicen que al día siguiente nos buscarían para llevarnos a Venecia. Eduardo con el Adriático a su espalda. Tres salteños a Udine - Italia 103 VIAJE A VENECIA El domingo 11 de octubre, a las 10 de la mañana, ya estaban los Sensidoni, buscándonos en el hotel para llevarnos rumbo a Venecia, distante a 127 kilómetros de Udine. Rubén y Fabio no paraban de gatillar la máquina juntadora de recuerdos, mientras yo me comía el paisaje. Los campos limpios, bien cuidados, como si fuesen un parque. La ruta con un tránsito constante pero muy prolijo. Los pequeños autitos Smack para una o dos personas se multiplicaban. De pronto estábamos entrando a la gran Venecia, una ciudad de sueños, cielos, aguas, góndolas, máscaras y un incesante desfile turístico que trae gente de todo el mundo. Se deja el auto en un gran edificio de estacionamiento, de muchos pisos, con ascensores para los vehículos, y empezamos a caminar la ciu- Navegando por Venecia. 104 Eduardo Ceballos dad famosa por sus carnavales. Fue un gran impacto ver la primera imagen de esa ciudad que, al decir de mi amigo Alessandro, es la más bella del mundo. Sus calles de agua me recordaban películas y canciones. Boquiabierto miraba cada rincón y no podía creer lo que pudo el hombre; ganarle al mar y quitarle espacio. Los Sensidoni, conocedores del terreno, ya tenían los pasajes para que ascendiéramos a unas embarcaciones que llevan a casi un centenar de pasajeros y que se mete mar adentro por una avenida de agua, llamada el «Rialto». Tiene, en ambas márgenes, verdaderos castillos de varias plantas. La puerta de salida lo vincula al mar. Muchos edificios tienen en sus puertas, amarradas, sus embarcaciones. Miraba ese mundo y no podía entender la capacidad humana para sostener por tantos años esas construcciones centenaría que se muestran esbeltas, intactas y bellas. Son edificios imponentes como nuestro Salón América, el de la Mitre 23, o más bellos, pero contados por miles. La ciudad En Venecia. Tres salteños a Udine - Italia 105 de Venecia es como una lengua terrenal que se mete audazmente hacia el mar. Mientras viajaba en esa embarcación, Eleonora me convidaba uva italiana y melón africano. Los consumía con la bella armonía que me sugería el paisaje circundante. Parecía una fantasía extraída de los sueños. Fuimos hasta la Plaza San Marco, situada casi al final de esa ciudad lengua que apunta hacia el mar. Allí desciende gran parte del pasaje y Alessandro me dice: «Mira, esa isla que está allí al frente es la isla Murano, donde el hombre trabaja con los vidrios y los cristales que son famosos en el mundo entero». Fue un compromiso pendiente ver a los hombres soplando el cristal en la isla Murano. Desde allí nos dirigimos hasta la Plaza San Marco, sin árboles ni estatuas. Es un piso parejo rodeado por edificios deslumbrantes de grandes dimensiones, por sus cuatro puntos cardinales. En una recova de esa plaza hay un café que tiene un pequeño escenario. En el momento en que por allí pasaba, la voz de un violín se me Plaza San Marco de Venecia. 106 Eduardo Ceballos metió en el alma, ordenando mis recuerdos y mis nostalgias. La música que penetró por el oído se estacionó en el corazón. Ella impulsó la sangre hasta llevarla al punto exacto de la emoción. La antiquísima iglesia de San Marcos era visitada por una interminable cadena de peregrinos mientras el mar saludaba con vientos de otras regiones. Desde allí desandamos por tierra lo que habíamos hecho por agua, visitando con nuestra mirada todas las imágenes inéditas que el paseo nos daba. Por allí apareció el hombre orquesta, petisito, de unos setenta años, que tocaba varios instrumentos a la vez mientras caminaba: llevaba un tambor a su espalda. Sonaba con unas cuerdas que subían desde sus talones, donde tenía una especie de espuelas muy sonoras; en la cabeza, a modo de sombrero llevaba unos platillos que eran movidos por un hilo que subía desde la punta de sus pies; en el pecho le colgaba un xilofón que interpretaba con maestría; y, por fin, en sus labios tenía una armónica que ponía el fondo melodioso a su música exótica; en ambos brazos, a la altura de los hombros, tenía dos tarritos donde recibía las donaciones y agradecía con los cartelitos. Un cuadro lleno de gracia que se completaba con su cara brillante de alegría. El camino para volver al punto de partida era un verdadero laberinto. Sus estrechas callejuelas, los puentes que cruzanban las calles de agua, los gondoleros cantando a una pareja de enamorados, los miles de locales comerciales ofrecían las cotizadas artesanías locales, donde sobresalen los artículos de cristal y las artísticas máscaras legendarias del carnaval veneciano, que han cruzado las fronteras. Un remolino humano de gente que va y viene, sin destino elegido. Porque en Venecia hay que dejarse llevar por el impulso de la curiosidad, tentada a cada paso. Luego de una fatigante caminata, se hizo un alto en el camino para almorzar. La oferta era variada y entramos a un bonito restaurante donde nos inclinamos por la pizza veneciana, muy distinta a la que consumimos en la Argentina, porque en esta tierra le imprimen el sabor característico de su cultura. Tres salteños a Udine - Italia 107 Alessandro me contaba que el carnaval de Venecia es famoso en el mundo entero. Es el de las máscaras más perfectas, que desfilan por el gran Canal hasta el Rialto. Esta fiesta se vive intensamente durante diez días. Cada año confirma que es la más bella. La comparsa más antigua de Venecia es «Calza i Antichi», nacida en 1400. Desde entonces celebra al dios pagano. En algún tiempo Venecia era la «República Serenísima» y, ante el león de San Marco, las grandes potencias enviaban a sus representantes, que competían entre sí con todo su esplendor. Ahora te cuento lo que sucedió en el carnaval de 1987, al que se lo bautizó el carnaval de las embajadas. Se montó en la Piazza San Marco un gigantesco escenario, que reprodujo un carnaval de 1700. Se invitó a embajadores de 14 países a quienes, el último día del carnaval, se les ofreció un espectáculo de época: el circo. Los más grandes artistas de circo de todo el mundo hicieron su demostración en Venecia y nombraron a Giulieta Massina, su reina. La ciudad estaba iluminada con un sistema eléctrico que se pro- Típica calle de Venecia. 108 Eduardo Ceballos bó por primera vez, que opacó el encanto de los viejos faroles de la luz rosada. Luego tomamos un fragante café en una confitería llamada Ottelio, que está en la Plaza San Marco, al lado de sus recovas, que hablan de la historia. Muchos hoteles en esas callejuelas mostraban el movimiento incesante de turistas. Muchas plazas en el recorrido y un paisaje que se movía, como el agua, en forma permanente. Se veía un incesante movimiento de trenes que transportaba a una población que utilizaba la ferrovial como vehículo para llegar a Venecia. Luego de retornar al punto de partida, Alessandro sacó el auto del estacionamiento y emprendimos felices el camino del retorno hacia Udine. Incansables en su generosidad, la familia Sensidoni, nos vuelve a invitar a cenar a su casa. Con la constante atención de todo momento, Alessandro nos busca en el hotel y nos lleva a su casa, donde Ottawia preparaba los alimentos con alegría deportiva. Mientras llega la comida Alessandro muestra más de sus pinturas, donde nos asombra con sus dibujos, que parecen fotografías del pequeño mundo circundante, donde viven los insectos, las mariposas y las hojas que los alberga. Son pinturas con vida propia. Con la comida y el vino italiano, fuimos creciendo en la sensibilidad, que llegó a su momento más alto cuando nos pusimos a ver el DVD de Zamba Quipildor, que grabó la Misa Criolla y le insertó los paisajes de nuestra patria, y especialmente los de Salta. Así se culminó la noche del domingo, porque al otro día era lunes y había que trabajar. Con una fuerte lluvia nos llevaron hasta el hotel. Tres salteños a Udine - Italia 109 CAMINATA CON RUBEN POR UDINE La mañana del lunes 12 de octubre, en la Universidad de Udine, en los transparentes, se leía un comunicado, que en italiano textualmente decía: «Avviso per gli studenti de Lingua e Letteratura Spagnola e Ispanoamericana. Si avvisano gli studenti che martedi 13 ottobre alle ore 16 in aula 12ª si terrà una lectio magistrale del poeta argentino Eduardo Ceballos sulla produzione poetica di Salta accomgnata dalle composizioni musicali del cantautore Rubén Pérez. Si sottolinea l’eccezionale occasione culturale dell’ evento per il quale si auspicia la vostra partecipazione». Su traducción: AVISO PARA LOS ESTUDIANTES DE LENGUA Y LITERATURA ESPAÑOLA E HISPANOAMERICANA. Se avisa a los estudiantes que el martes 13, a las 16 horas, en el aula 12 tendrá lugar una lección magistral del poeta argentino Eduardo Ceballos acerca de la producción poética de Salta, acompañada de composiciones musicales del cantautor Rubén Pérez. Se destaca la excepcional ocasión cultural del evento en el que se espera vuestra participación. El lunes 12 de octubre, temprano, salí a caminar por las atractivas calles de Udine, observando con detenimiento cada detalle. Una ciudad que muestra en cada tramo su rica historia cultural. Fue fundada en el año 53 a.C. con el nombre de Forum Julii. El nombre del Friuli viene del año 568 d.C., siendo la primera sede del ducado de Longobardo. Está en el centro de la región del Friuli Venezia Giulia, en una posición geo- 110 Eduardo Ceballos gráfica privilegiada, circundada por un marco de colinas, en el centro de Europa, vecina al mar y a la montaña. Visité la vía Mercatovecchio, antiguo lugar donde estaba el mercado, los negocios de moda y los antiguos restaurantes. En las vidrieras se veían los vinos y los chocolates. Luego de un rato de caminata vuelvo hasta el hotel a buscar a Rubén y juntos emprendemos un nuevo recorrido por la ciudad, dejando las indicaciones, para que Fabio luego nos alcanzara en la zona céntrica. Con Rubén en la mitad de la mañana compartimos un aperitivo, una tradición en esta región de Italia. Se ve, cerca del mediodía o al anochecer, a grandes grupos de amigos dialogando en las veredas de las confiterías, en barras callejeras, mostradores que reúnen a los amigos mayores, hombres grandes, donde consumen sus aperitivos y se ríen contando sus ocurrencias o hablando de la actualidad. Es una costumbre milenaria por lo que pude averiguar. Todo lo que se observaba tenía la edad de la historia: la iglesia de San Francisco, consagrada en 1266, uno de los más antiguos testimonios de la presencia de franciscanos en Friuli, que actualmente se utiliza como sede de muestras temporarias. Es agradable detenerse frente al Duomo, imponente edificio de tres naves y una capilla lateral, que se remonta al 1335. Udine es la ciudad del arte y del buen vivir, elegante, con refinada arquitectura, donde el vivir friuliano aparece con toda autenticidad. Es distinguida su gastronomía, la labranza artesanal de la piedra, de la madera y de los metales preciosos. Es el corazón del Friuli y el portal de ingreso a un mundo especial, donde se habla una lengua antigua, que es riqueza y memoria de culturas milenarias. En Udine me obsequiaron un ejemplar de la publicación Udinetraduce de la Universidad Degli Studi Di Udine, realizada en forma conjunta con el Teatro Palamostre, el Auditorium Zanon, la librería la Feltrinelli y el Caffé Caucigh, cuyo director es Lello Voce. La publicación es organizada por el Departamento Político Social, Educativo y Cultural, con toda la actividad que se desarrolla en la ciudad. Hay un se- Tres salteños a Udine - Italia 111 guimiento de cada proyecto, difusión puntual de cada hecho cultural y la poesía ocupa grandes espacios en sus páginas. Publicación que hace pensar y sugiere corregir el rumbo cultural de nuestro pueblo. Realmente un ejemplo para ser imitado. Tres salteños a Udine - Italia 113 CLASE MAGISTRAL EN LA UNIVERSIDAD DE UDINE El tiempo se agotaba, al otro día ya no estaríamos en Udine, motivo por el cual recorríamos todo lo que se podía para aprovechar la estadía en tan bella ciudad. Esa mañana en una gran caminata recorrimos los lugares más emblemáticos de Udine, como el Museo Arqueológico, que posee una importante colección de Aquileia, objetos provenientes de la Italia meridional, consistentes en cerámicas y en vasos que unen las historias de Grecia y de Italia, la Magna Grecia. Estos fueron encontrados en el prehistórico territorio de Udine; en su Gabinete numismático conserva un patrimonio de alrededor de 60.000 monedas, 4.000 medallas y numerosos billetes históricos. Rubén y Eduardo en su clase magistral. 114 Eduardo Ceballos La Biblioteca Cívica «Vincenzo Joppi» tiene la verdadera historia de la ciudad, ya que posee un rico patrimonio de 500.000 volúmenes. La Biblioteca Delfino, aunque menor, tiene su importancia con 20.000 volúmenes, más de un centenar de códices manuscritos y cerca de 200 incunables. El Museo Friulano de Historia Natural, originado en 1866, cuenta con un amplio muestrario científico. Caminando me encontré con un dibujo que fue atribuido a G. B. Cosattini (16411698) donde se refleja el mapa de la ciudad de Udine toda amurallada. El espíritu religioso de su población es percibido claramente al constatar tantas iglesias con las que cuenta la ciudad, dedicadas a beata Virgen del Carmen, a San Juan, a Santa María, a San Pedro Mártir, a Santa María del Monte, a San Giácomo, a la Presentación de María al Templo, a San Francisco, al Espíritu Santo, a San Antonio Abate, a Santa Clara, a Ntra. Sra. de la Pureza, a Santo Cristóforo y gran cantidad de capillas y oratorios, todos de gran belleza arquitectónica. El almuerzo en el restaurante del hotel fue altamente emotivo, puesto que era el último y nos despedían con tanto afecto que parecían de nuestra familia. Como el tiempo de ponencia en el marco del Congreso Internacional fue breve, la profesora Silvana Serafin, me invitó a que dictara una clase magistral sobre poética argentina, donde le di un amplio espacio a la de Salta y una breve referencia a mi poética personal. Asistieron alumnos hispano parlantes de esa Universidad de Udine. Esto se realizó en horas de la tarde, cerrando la participación en esa casa de altos estudios. La temática de esa clase magistral pasó por un panorama de la poética sudamericana, donde se incluyeron los notables nombres de Rubén Darío, José Martí, Amado Nervo, Gabriela Mistral, César Vallejo, Sor Juana Inés de la Cruz, Nicolás Guillén, Vicente Huidobro, Pablo Neruda, Octavio Paz, Mario Benedetti, voces que perduran en el tiempo por su notable calidad. De la poética argentina se rescató a Martín del Barco Tres salteños a Udine - Italia 115 Centenera, José Hernández, Ricardo Rojas, Leopoldo Lugones, Almafuerte, Evaristo Carriego, Alfonsina Storni, Oliverio Girondo, Enrique Banchs, Raúl González Tuñón, Jorge Luis Borges, Enrique Molina, Julio Cortázar, Alejandra Pizarnik, Baldomero Fernández Moreno, Ricardo Güiraldes, Olga Orozco, Guillermo Ara, Armando Tejada Gómez, José Pedroni, Juan Gelman, Andrés Fidalgo, Luis Franco, Raúl Galán, Néstor Groppa, Domingo Zerpa, María Adela Agudo, Manuel Aldonate, Arturo Alvarez Sosa, Mario Bravo, Jorge Calvetti, Ariel Ferraro, Alfonso Nassif, Héctor David Gatica y los poetas del tango Homero Manzi, Homero Expósito, Enrique Cadícamo, Enrique Santos Discépolo, Horacio Ferrer, Pascual Contursi, Esteban Celedonio Flores. Por último abordé la poesía de Salta, donde destaqué a Juan Carlos Dávalos, Joaquín Castellanos, Manuel J. Castilla, Raúl Aráoz Anzoátegui, Sara San Martín, Julio Ovejero Paz, Juan José Coll, Roberto Albeza, José Juan Botelli, Julio Espinosa, Walter Adet, Jacobo Regen, Antonio Vilariño, César F. Perdiguero… Terminada esa actividad, nos llevaron hasta una oficina, donde estaba la administración de la universidad y se nos paga un dinero por la clase magistral y por la participación a los tres integrantes de la delegación. Asímismo se nos nos entrega un certificado con el siguiente texto: «UNIVERSITÁ DEGLI STUDI DI UDINE, Departamento de Lingue e Letterature Germaniche e Romanze. ATTESTATO DI PARTICIPAZIONE. Si dichiara che il sig. Miguel Eduardo Ceballos Corbella ha partecipato al Convegno Internazionale «L’alimentazione come patrimonio culturale dell’emigrazione nelle Americhe» organizzato a Udine nella sala Convegni di Palazzo Antonini dell’Universitá, nelle giornate di Giovedi 8 e Venerdi 9 ottobre 2009. Il sig. Miguel Eduardo Ceballos Corbella ha presentato la relazione dal titolo Al ritmo di zambas e chacareras: tradizione gastronomiche e folcloristiche di Salta la Linda nel pomeriggio del giorno 8 de ottobre 2009 come previsto dal programa allegato. Inoltre, in data 13 ottobre 116 Eduardo Ceballos il sig. Miguel Eduardo Ceballos Corbella ha tenuto una lectio magistrale sulla produzione poetica di Salta. Cattedra di Lingua e letterature ispano-americane, Prof. Ssa Silvana Serafin. Udine, 13 Ottobre 2009. Con sello, firma y domicilio de la Universidad. Su traducción: UNIVERSIDAD DE UDINE DEPARTAMENTO DE LENGUA Y LITERATURA GERMÁNICA Y ROMANCE CERTIFICADO DE PARTICIPACION Se declara que el señor Miguel Eduardo Ceballos Corbella ha participado en el Congreso Internacional «sobre Alimentación como Patrimonio Cultural de la Emigración en las Américas», organizado en Udine en el Salón de Congresos del Palacio Antonini de la Universidad, en las jornadas del jueves 8 y el viernes 9 de octubre de 2009. El señor Miguel Eduardo Ceballos Corbella ha presentado la ponencia titulada «Al ritmo de zambas y chacareras: tradición gastronómica y folklórica de Salta La linda, en la tarde del día 8 de octubre de 2009, como estaba previsto en el programa oficial. Además, en fecha 13 de octubre el señor Miguel Eduardo Ceballos Corbella, ha dictado una clase magistral de su producción poética en Salta. Cátedra de Lengua y Literatura Hispanoamericana. Profesora Silvana Serafin Udine, 13 de octubre de 2009 Vía Mantica, 3 33100 - Udine - ItaliaTel. 39-432-556750 / 556762 - Fax 5566779 Tres salteños a Udine - Italia 117 Un detalle que muestra la alta corrección y el respeto de sus reglas de juego. Abandonamos el edificio universitario con la euforia de sentirnos valorados. No eran sólo monedas; eran motivaciones existenciales, las que nos habían dado. Además, la profesora Silvana Serafín me hizo entrega de libros que responden a profundos estudios sobre la relación de América con Europa, la de Italia con Argentina, los que me aportaron nuevos saberes y visiones. Entre esos libros, destacamos los siguientes: «Descubrimiento y Conquista Americana en España y en Italia» (Scoperta e Conquista Americana in Spagna e in Italia), de Silvana Serafin; …Nos volvimos caminando hacia el hotel con Rubén porque a Fabio se lo llevó la señora Ottawia para comprarle una hermosa cámara fotográfica digital. Tres salteños a Udine - Italia 119 CENA DESPEDIDA EN EL RESTAURANTE ODEON A la noche nos buscan los Sensidoni en el hotel y nos llevan al Restaurante Odeón, que está distante del centro, hacia la zona norte de la ciudad, para ofrecernos la cena de despedida. Era como un homenaje permanente. Me llamó la atención en ese local: cuando nos ubicamos los seis comensales, se acercó el mozo, nos levantó el pedido y se quedó parado al lado de la mesa. Tenía en sus manos una máquina parecida a las de control remoto. Me preocupaba que no fuera a llevar el pedido porque seguía impávido parado al costado de la mesa, mirando hacia el resto del local. Mientras tanto conversábamos y agradecíamos tantas atenciones recibidas. Crecían las motivaciones para invitarlos a Salta y devolver un poquito de lo mucho recibido. El mozo seguía impertérrito al lado de la mesa, hasta que llegó toda la comida como por arte de magia. Pregunté por el sistema y allí me enteré de que la maquinita que tenía el mozo, le daba la orden al adicionista de facturar lo pedido y a la cocina de preparar los alimentos. Fue otra lección recibida en el viejo mundo que de tan viejo, parecía estar rejuveneciendo. Se nota un gran cuidado del medio ambiente y el río habla con elocuencia, porque se lo ve limpio y saludable. Fue la última cena en Udine. Nos dejan en el hotel y prometen buscarnos a las 5.30 hs., para llevarnos hasta el aeropuerto de Trieste. Con la oscuridad que quedaba del saldo de la noche, abordamos el auto de Alessandro, que vino acompañado de su hija Eleonora, para llevarnos hasta el aeropuerto distante a 40 kilómetros. Fue un diálogo rico, lleno de promesas de encuentros posteriores, de afectos, de respeto. Cumplidos los trámites de rigor, se entregaron las valijas, quedando cada uno con el bolso de mano. Todavía recuerdo ese pesado nudo 120 Eduardo Ceballos de emoción que me embargó, cuando avanzaba hacia el embarque y veía a Eleonora y a Alessandro, como dos nuevos parientes que me había dado la vida. Fue tan fuerte lo compartido, que llevaré ese perfumado recuerdo hasta el final de mis días. Ya en la máquina, el despegue fue a horas 7.20. Volamos por los cielos de Italia, a la que conocía por los libros de historia y por la literatura. La distancia del aeropuerto de Trieste hasta el de Roma es de 633 kilómetros, que se recorren en una hora y diez minutos de viaje. Siempre me tocaron días limpios en estos vuelos por Europa. Miraba su geografía y se me ocurría ver a los emperadores con sus ejércitos conquistando a los hombres y ganando espacio. El avión aterrizó en Roma a las 8.30 de la mañana de Italia, en el aeropuerto internacional Leonardo da Vinci, a orillas del mar Tirreno. Estaba en la capital de la cultura occidental, ciudad motor que movió la historia. Desde el mismo aeropuerto internacional de Roma, tomamos un tren que nos llevó hacia la zona céntrica, a la Estación Central de Roma, Termini (Stazione Centrale Roma Termini). Viajaba en el tren y veía que los yuyos también ornamentaban las vías ferroviarias italianas, aunque más cuidados. Es la fuerza de la naturaleza irrefrenable. Luego de unos cuarenta minutos, llegamos a la estación central, donde tomamos un subterráneo que nos dejó a dos cuadras del Vaticano. Ese tren subterráneo, emerge para cruzar el río Tíber (Tevere) que atraviesa la ciudad, desde hace muchos siglos. Cuando nos bajamos y salimos al nivel de la tierra, nos encontramos con la elegante avenida de la Conciliación, la que nos lleva en forma directa hacia la imponente estado del Vaticano. Son cuatro cuadras desde la estación de subte hasta la puerta de acceso al Vaticano, capital de la grey católica del mundo. Tres salteños a Udine - Italia 121 VISITA AL VATICANO Y AL COLISEO ROMANO A medida que nos acercábamos, la afluencia de público crecía a pasos agigantados. Se veía gente de todas las razas y hábitos religiosos de todos los colores y formas. Como era día miércoles, al llegar a la plaza San Pedro nos encontramos con la sorpresa del Papa en la Audiencia General con todos los peregrinos. La concede ese día a las 10.30 horas. Lo vimos desde lejos porque la muchedumbre era importante. Pensé en la historia, en dos mil años de tradición cristiana, y en tantos temas que van de la mano de la Iglesia desde todos los tiempos. Quisimos entrar hasta la Basílica de San Pedro, pero era imposible hacerlo porque estaba cerrado el acceso. Nos Eduardo frente al Palacio de las Artes de Roma. 122 Eduardo Ceballos informaron que a las 15 horas de Italia, abrirían las puertas para el público. Entonces fuimos a almorzar en un restaurante que está en la vía Mascherino, a dos cuadras de la Plaza San Pedro y volvimos a la hora señalada. Mientras nos acercábamos al lugar del almuerzo, íbamos viendo la grosera venta de recuerdos. Una verdadera industria de baratijas que la gente compra con desesperación. No tiene nada que ver con el sentido religioso y la piedad de los verdaderos creyentes. Las cuadras aledañas al Vaticano, parecía una gigantesca feria americana, o lo que decimos en nuestros países subdesarrollados, unos mercados de pulga. Con la diferencia de un comercio incesante con una moneda fuerte como es el euro. Pensé que los fabricantes de esas baratijas deben recibir más dinero que muchos jerarcas de la Iglesia. Miles de curitas y monjas anónimos venidos, vaya uno a saber de qué país del mundo, vagaban desorientados por las calles de Roma, como Estación ferroviaria del Aeropuerto de Roma. Tres salteños a Udine - Italia 123 nosotros que éramos simples curiosos. Así llegamos al restaurante, situado exactamente a dos cuadras. Comimos en una mesa en la vereda, ya que en esa cuadra, había varios restaurantes y todos tenían mesas en las veredas y al frente otra feria que vendía artículos regionales, con un público comprador compulsivo y multitudinario. Luego del almuerzo, siendo ya la hora permitida para visitar la Basílica, nos sometimos a la larga cola de miles de personas, que pugnaban por ingresar al templo, y con paciencia litúrgica pudimos por fin, luego de un buen tiempo de espera, acceder a ese monumento de la historia de la humanidad. Todo es de grandes dimensiones; en su interior miles de turistas, más que peregrinos, movilizaban sus cámaras fotográficas y sus filmadoras. Parecían tucu- tucu las lucecitas que disparaban las máquinas en cantidades indescriptibles. Yo miraba cada detalle de esa deslumbrante obra arquitectónica. Se me ocurrió pensar Acceso a la Plaza San Pedro. 124 Eduardo Ceballos en Miguel Angel Buonarroti, en su obra, en su soledad cómo artista, en como calcular los espacios y distribuir las figuras en ese impresionante «Juicio Final» sobre una pared abobedada. Pensaba en el mundo interior del artista y esa puja entre el gesto creativo y la férrea voluntad del poder; lo veo creando casi salvajemente con su fuerza instintiva y la observación de quien paga y hace valer su moneda. Lo imaginaba y lo buscaba, entre sus señales en el arte. El ha erigido el David, porque él era un David, un hombre de lucha y de ideales firmes. Después fuimos por un lateral de la iglesia, donde cobraban entrada para ir a ver la cúpula, si subía por la escalera y otro precio más importante si lo hacía por ascensor. Luego ingresamos a la galería donde están los restos de los papas difuntos, la Sagrada Gruta Vaticana (Tombe dei Papi – Sacre Grotte Vaticane), que se exhiben para todas las personas que quieran verlos. Un cementerio exclusivo lleno de Plaza San Pedro. Tres salteños a Udine - Italia 125 historia. Avanzamos por verdaderos laberintos interiores, bellamente ornamentados, y salimos por el otro lateral de esa impresionante basílica, que está frente a la plaza San Pedro, de grandes dimensiones, de forma circular con recovas en todo su contorno y con unas columnas exageradamente grandes. En una de las paredes de la plaza, un gigantesco cartel de Telecom, como si esa empresa auspiciara alguna refacción. Esa pequeña porción geográfica guarda en sus espacios, además de la Plaza San Pedro, La Basílica, su Cúpula artística; el Museo Histórico Artístico, Tesoro de San Pedro (Tesoro di San Pietro); los Jardines del Vaticano (Giardini Vaticani); la Biblioteca Vaticana; la Capilla Sixtina, íconos de la cristiandad. Lo que nos llamó fuertemente la atención fue un servicio especial, brindado por empresas especiales, que realizan tareas de guías turísticas y trabajan con una tecnología que los destaca. El grupo que contrata el servicio recibe, para cada Basílica de San Pedro. 126 Eduardo Ceballos persona, un audífono. El guía lleva un número grande visible con un cartelito, para que la gente lo siga. Él habla explicando lo que se ve, y el usuario recibe, a través de su audífono, un mensaje personalizado. Muchos grupos caminaban tras sus guías escuchando sus informaciones. Desde allí nos fuimos, con la satisfacción de haber conocido un ícono de la cultura universal, punto de referencia de los hombres de este tiempo y que lo fue por miles de años de otros hombres. Un sueño cumplido. Ahora, queríamos conocer otro lugar emblemático de Roma: el Coliseo Romano. Luego de averiguar como llegar y después de mucho esperar, pudimos abordar un colectivo que nos dejó a dos cuadras. La ancha avenida San Gregorio nos mostraba al fondo un impresionante edificio blanco, construido con una arquitectura deslumbrante: era el Palacio de las Artes, que tenía centenares de escalones para su acceso. Allí comenzaba un par- Vista Plaza San Pedro. Tres salteños a Udine - Italia 127 que de varias hectáreas, el Foro Romano, donde se podían ver los vestigios de la historia romana. Estaban las ruinas, las milenarias columnas. Se podía observar cada detalle de la vida del ayer. Había miradores y pasarelas para acercarse y ver del mejor modo cada tramo. Dentro de ese gran marco, las autoridades turísticas de Roma tienen oficinas para ofrecer información al viajero. Caminando unas dos cuadras nos encontramos frente al Coliseo Romano, ubicado junto a una avenida de doble mano con fluido tránsito. Es una mole impresionante ese gran estadio de la antigüedad, donde funcionaba el cruel circo romano. Allí se jugaba a matar. Su estructura edilicia está presente a pesar del tiempo. En las amplias veredas se ven italianitos disfrazados con ropa de época, que prestan su facha para las fotos, a cambio de algunos euros. Al frente posamos para las fotos, bajo el Arco de Constantino. En la Plaza Coliseo (Colosseo) está el Museo del Divo Plaza San Pedro. 128 Eduardo Ceballos Vespasiano (Museo il Divo Vespasiano, il bimillenario dei Flavi), en homenaje a Tito Flavio, emperador romano de 69 a 79, nacido en el año 9, que pacificó Judea, reformó el senado y la orden ecuestre y construyó el Coliseo y el templo de la Paz. Era como caminar por otros siglos. Luego de haber visitado estas moles arquitectónicas, de miles de tiempos, despacio nos fuimos acercando hacia el subterráneo que nos llevaría hasta la estación de ferrocarriles, para desde allí trasladarnos al aeropuerto de Roma. Antes de tomar el tren caminamos por la avenida que está al frente de la estación. Nos sentamos bajo una recova a merendar en una apacible tarde romana. Luego de mirar con ojos asombrados los últimos paisajes de la ciudad luz, cruzamos hasta tomar el tren que nos llevara al aeropuerto Internacional Leonardo da Vinci. Desde allí retornaríamos, en el avión que saldría con destino sudamericano a las 21.50. Dejamos Roma con el deseo de Vestigios del Foro Romano. Tres salteños a Udine - Italia 129 volver a recorrer sus seis catacumbas y los grandes museos, que guardan cuidadosamente la memoria de la humanidad. Ya en el aeropuerto, preparados para ascender a la máquina de la empresa Alitalia, que nos devolvería a nuestra patria, quise tomar el último café a la italiana, exponiéndome a pagar un alto sobreprecio, como acontece en todos los aeropuertos, ya sea de vuelos nacionales como internacionales. Pido el café y la cuenta. El mozo me entrega el ticket que decía 0,80 centavos de euro, lo que significaba el mismo precio que pagaba en la ciudad de Salta y mucho más barato que lo que pagaba en Buenos Aires. No podía creer, que en el aeropuerto de Roma haya tomado un café más barato que las confiterías de Buenos Aires, y quizá al mismo precio o tal vez más barato que en las de Salta. Me sentí respetado. Em- Al fondo Coliseo Romano. 130 Eduardo Ceballos Vistas del Coliseo Romano. Tres salteños a Udine - Italia 131 barqué con el deseo de volver alguna vez con mi esposa a vivir intensamente la cultura de esta tierra. El viaje de regreso, tuvo una duración de 13.45 horas, nos juntó a los tres salteños en una misma fila. Pudimos venir recordando cada instante de lo mucho que nos hicieron vivir estos flamantes amigos italianos que nos había regalado la vida. Tres salteños a Udine - Italia 133 DE VUELTA A las 7.30 horas de la mañana argentina aterrizamos en el aeropuerto internacional de Ezeiza, con la satisfacción de un viaje de película. «Tres Salteños A Italia, Todo un Sueño», que se había hecho realidad. Llegamos en un taxi hasta el modesto hotel de la calle Sarmiento al 2000, donde dejamos las pertenencias. Llamamos a Zamba Quipildor, con quien quedamos en juntarnos a la tarde, para recoger las dos valijas que habíamos dejado a su cuidado. Fui a reservar mi pasaje para retornar a Salta y encontré para el otro día, el viernes 16 de octubre, en la misma empresa en la que habíamos viajado antes. Rubén y Fabio se quedaron por algunas jornadas más en Buenos Aires. Para despedirnos nos vamos a almorzar en un restaurante chino que está sobre la avenida Rivadavia al 1600, frente a la Plaza de los dos Congresos, donde se cobra un dinero fijo y se come lo que se desee. La bebida es aparte. Allí recuperamos los extrañados sabores argentinos, distintos a los italianos. Pero justo es destacar la rica cocina italiana, que tanto ha influido en las culturas culinarias del mundo. Después de ese almuerzo, Fabio nos despide y se va hacia Morón, donde lo esperaban con mucho cariño. A la tarde fuimos a visitar al compadre Zamba Quipildor y con él dimos un paseo hasta la Boca. Buscamos las valijas y nos dejó con ellas en el hotel. Para contarle de nuestra gira, hicimos una bonita picada en un restaurante, ubicado al lado del hotel, donde dialogamos hasta altas horas de la noche, y yo me despedí de mi compadre hasta la próxima. Resulta que la valija que había dejado con Zamba era nueva. La había comprado unos días antes de viajar a Italia y la deje con un poco de ropa. No tiene llave, porque viene con esos cierres con códigos numerados. Al subir a la habitación, quise abrirla y no podía. Yo debía organizar mi equipaje porque al otro día viajaba a Salta y debía hacerlo. No había forma. Mientras Rubén dormía, me voy al baño y recorro todas las combina- 134 Eduardo Ceballos ciones posibles pero no podía. Extenuado de sueño, la dejo en 0000 y me acuesto como a las cinco de la mañana. A las ocho me desperté, miré la valija y me dije que no me podía ganar. La pongo en la cama, dispuesto a buscar el modo y comienzo con el 0000 y mágicamente se abre. Conclusión, nunca más la volví a usar El viernes a la mañana Rubén me acompañó a caminar por la zona de Once para descubrir algunos regalitos para la familia. Luego comimos en un viejo restaurante que está al lado de la Asociación Israelita, en la calle Sarmiento al 2300, y después me acompañó hasta el colectivo con el infaltable Julito que nos llevó en su auto, hasta la calle Misiones y Rivadavia, de donde partí rumbo a Salta. Ya estaba deseoso de juntarme con mis afectos, luego de largas jornadas. Un viaje sereno, que se inició de tarde y en pocos minutos se hizo de noche. Aproveché el silencio y me entregué al sueño reparador, que me acortó el viaje. Cuando desperté eran las siete de la mañana. Estábamos en un pueblito de Santiago del Estero sobre la ruta 34, donde desayunamos. Desde allí hasta Salta fue un incesante crecer de mi ansiedad por volver y reencontrarme con mi querida familia, para contarle cada tramo de mi camino y la rica experiencia recibida. De pronto, el Portezuelo y la ciudad de Salta a mis pies, como una luz llena de energía. Es lindo pasear, pero parece que es más lindo volver a casa, luego de haber vivido tan importante experiencia. Tres salteños a Udine - Italia 135 BIBLIOGRAFÍA, PUBLICACIONES Y DOCUMENTOS CONSULTADOS · Udinetraduce, Cantieri Internazionali de Poesia, octubre de 2009, Udine. · AG, La Mia Guida Turistica, Areagroup Editore S.r.l., Nº 27, Anno II, Milano. · Friuli Venezia Giulia, Le Terre de Udine, Codroipo. · Friuli Venezia Giulia, Perle d’Arte, Codroipo. · Friuli Venezia Giulia, Città d’Arte, Codroipo. · Friuli Venezia Giulia, Le terre di Trieste, Codroipo. · Un Ospite a Roma, Mensile Bilingüe di Informazione Turistica, Nº 10, Anno 28, Octubre 2009, Roma. Associazione Romana Chiavi D’Oro. · SERAFIN, Silvana: «Scoperta e Conquista Americana in Spagna e in Italia, Vincitori e Vinti Raccontano». Bulzoni Editore. Año 2000, Roma, Italia. Con ilustraciones en la tapa y en el interior de Marco Toffanin. · SERAFIN, Silvana: «La Selva, da soggetto narrativo a ricorso letterario», Bulzoni Editore, Año 2006, Roma, Italia. Ilustración de la tapa: Marco Toffanin. · SERAFIN, Silvana: «Ecos italianos en Argentina – Emigraciones reales e intelectuales», dirigido por Silvana Serafin y la colaboración de Adriana Crolla, Eleonora Sensidoni, Sagrario del Río Zamudio, Rocío Luque, Mariarosa Scaramuzza Vidoni. Campanotto Editore, 2008, Italia. Ilustración de la tapa: Marco Toffanin. · SERAFIN, Silvana: «Voci da lontano – Emigrazione italiana in Messico Argentina Uruguay», a cuidado de Silvana Serafin y la colaboración de Mara Donat, Eleonora Sensidoni, Renata Londero, Sagrario del Río Zamudio, Catalina Paravati, Rocío Luque, María Luisa Daniele Toffanin, Federica Rocco 136 Eduardo Ceballos Contin. Mazzanti Editori, 2008, Venecia, Italia. Ilustración de la tapa: Marco Toffanin. · SERAFIN, Silvana: «Friuli versus Ispano-America». A cuidado de Silvana Serafin y la colaboración de María Luisa Daniela Toffanin, Susanna Regazzoni, Catalina Pavarati, Silvana Serafin, Emanuela Turchet, Renata Londero, Mara Donat. Mazzanti Editori. Venecia. 2006. Italia. Ilustración de la tapa: Marco Toffanin. · SERAFIN, Silvana: «Immigrazione Friulana in Argentina – Syria Poletti Raconta», dirigido por Giuseppe Bellini y Silvana Serafin; la colaboración de Silvana Serafin, Sagrario del Río Zamudio, Mara Donat, Chiara Gallo, Susanna Regazzoni y Silvana Serafín. Bulzoni Editore, 2004, Roma, Italia. Ilustración de la tapa: Marco Toffanin. · SOCIETAT FILOLOGJICHE FURLANE: «Il Strolic – Pal 2001», Antología de varios autores. 2000, Udine, Italia. Con ilustraciones de Alessandro Sensidoni. · MANCINI, Enzo; Mancini, Maurizio; Mancini, Mario: «Vecje Ostarie – Al Vecchio Stallo» – «Te tradición furlane – dal mangiá e dal bevi gjenuin», antología. 2005, Udine, Italia. · BOTTIGLIERI, Nicola: «Operositá Missionaria e Immaginario Patagónico», al cuidado de Nicola Bottiglieri, con la colaboración de Liliana de Brezzo, María Gabriella Dionisi, María Andrea Nicoletti, María Carolina Odone Correa, Carlos Baldassarre, Ilaria Magnani, Nicola Bottiglieri. Edizione Universitá di Cassino. 2009, Cassino, Italia. Tres salteños a Udine - Italia 137 EDUARDO CEBALLOS Poeta y escritor con profunda formación humanística, vinculado al periodismo radial, escrito, televisivo. Recibió distinciones y reconocimientos, entre los que se destacan el título conferido de «Patricio de la Humanidad Solidaria». Relacionado con muchas universidades del mundo. La Universidad de Tokio le hizo una película documental, filmada en la ciudad de Salta y que se puede ver ingresando a la página de esa casa de altos estudios http://spanish.ecc.u-tokyo.ac.jp./aries/ morvida, basado en un libro de su autoría. También está difundido por universidades argentinas, norteamericanas, mexicanas y francesas. En octubre de 2009, fue invitado junto al bailarín Fabio Pérez y al cantautor Rubén Pérez, por la Universidad de Udine, en el norte de Italia, adonde viajaron llevando el mensaje de la cultura de Salta. Tuvo amplio reconocimiento en Bolivia, junto a Susana Rozar, autora del prólogo de este libro, ya que fueron denominados «Embajador de la Cultura Universal» con sendos diplomas y declarados «Visitantes distinguidos de tres ciudades». Editó : «De la mano con el arte», «Logos» ( en tres ediciones), La Gauchita ( en cien ediciones ). Entre sus libros: «Conozca la historia de Salta a través de sus efemérides», « Poetas salteños en el Congreso Nacional», «El IncaPaz», «Per saecula saeculorum - Amen», «Por amor a la vida», «Es Primavera» (Libro de poemas), «Serenata a Cafayate - Una Historia Musical», «Cafayate - Rumores de su Paisaje», «Periodismo de Salta - Diarios décadas 50, 60, 70». Vale decir que este es el quinto libro que edita Eduardo Ceballos en el año 2010. Grabó dos CD: «La palabra» con Zamba Quipildor y Rubén Pérez y «Frutos de la memoria», con Cholonga Navarro. Para conocer más de su actividad puede ingresar a su página web: www.ceballoseduardo.com Tres salteños a Udine - Italia 139 Indice PRÓLOGO ...................................................................................................... 05 LAS PRIMERAS PALABRAS.......................................................................... 07 EL PRIMER CONTACTO ............................................................................... 09 LAS COMUNICACIONES DESDE ITALIA .................................................... 11 LA CONFIRMACIÓN DEFINITIVA .................................................................. 13 EL PASAPORTE.............................................................................................. 15 LA ESTADÍA EN BUENOS AIRES ................................................................. 19 MUERTE DE MERCEDES SOSA ................................................................. 23 EL DISCURSO................................................................................................ 25 A EZEIZA CON ZAMBA QUIPILDOR ............................................................ 31 AEROPUERTO PARÍS.................................................................................... 35 AEROPUERTO DE TRIESTE ENCUENTRO CON ALESSANDRO Y ELEONORA .................................. 39 INAUGURACIÓN DEL CONGRESO EN LA UNIVERSIDAD DE UDINE .. 45 SEGUNDA JORNADA DEL CONGRESO ................................................... 57 COLABORACIONES ENVIADAS DESDE ITALIA… .................................. 63 ESCRITO DE BIAGIO CALCAVECCHIA ...................................................... 65 ESCRITO de SILVANA SERAFIN ...................................................................... 67 ESCRITO de DIEGO SIMINI .............................................................................. 79 RECEPCIÓN A ROMINA Y A MATÍA ............................................................... 87 VIAJE A AQUILEIA ............................................................................................ 93 VIAJE A GRADO............................................................................................... 97 VIAJE A VENECIA ....................................... ...................................................101 CAMINATA CON RUBÉN POR UDINE ....................................... ...............107 CLASE MAGISTRAL EN LA UNIVERSIDAD DE UDINE .......................... 111 CENA DESPEDIDA EN EL RESTAURANT ODEÓN ............................... 117 VISITA AL VATICANO Y AL COLISEO ROMANO ........................................ 119 DE VUELTA.................................................................................................... 131 BIBLIOGRAFÍA, PUBLICACIONES Y DOCUMENTOS CONSULTADOS ............................................................. 133 RESEÑA DEL AUTOR ................................................................................. 135 Se terminó de imprimir en el mes de Diciembre 2010 en los Talleres Gráficos de Editorial MILOR Mendoza 1221 - Tel./Fax. 0387-4225489 4400 Salta - República Argentina e-mail: [email protected] Se terminó de imprimir en el mes de Diciembre 2010 en los Talleres Gráficos de Editorial MILOR Mendoza 1221 - Tel./Fax. 0387-4225489 4400 Salta - República Argentina e-mail: [email protected]