PDF - Revista Terral

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Empezamos el nuevo curso (la Rentree), como la llama nuestro colaborador
Pablo R. Guy en la sección Arte, editando el número 12 de la revista Terral de
otoño. Esperamos que no os defraude. También comienza para los escolares,
el Parlamento, la judicatura y otras instituciones culturales…
¿Por qué digo esto?
Hojeo la prensa, escucho los medios informativos…y el desaliento se apodera
de mí. Nada nuevo, lamentablemente. Una vez acabado el verano, con su
paréntesis artificioso y repetitivo de sol, baños, turismo, cervecitas, famosillos
en Marbella, macro botellones… –seguramente me dejo algo–, comienza la
misma letanía de los últimos años: corrupción, partidos irreconciliables,
discursos de tertulias que no aportan nada, salvo empecinarse en sus ideas
partidistas y rancias, sin pocas o ninguna idea nueva que ayude al triste
presente en que nos encontramos los ciudadanos. Estos, entre los que me
incluyo, deberíamos sacudirnos el ropaje de resignación o cabreo y hacer algo
más que protestar. Cada uno en su casa, en el barrio, en la ciudad, entre sus
amigos…puede compartir alguna idea, hacer propuestas, llevarlas a Instancias
superiores, usar su talento para que las cosas que hasta ahora hemos
consentido en nuestro país no vuelvan a ocurrir.
Otra forma de pensar y actuar es posible y necesario para avanzar.
Con las colaboraciones de este número de Terral pretendemos aportar la
creatividad y el trabajo de hombres y mujeres que de manera desinteresada
usan su talento y su voluntad para aportar su granito de arena a la sociedad.
La revista es trimestral. La fotografía de portada es de Enrique Bodero.
Para el envío de nuevos trabajos avisaremos con un mes de antelación.
Seguimos ofreciendo un servicio de publicidad para difusión de libros, eventos,
exposiciones..., del que pueden informarse en los correos que aparecen en
portada de la web www.revistaterral.com
Lola Buendía – Directora de la Revista Terral – ISSN 2253-9018
Revista Terral Número 12
©Todos los derechos reservados
ISSN 2253-9018
Colaboradores en este número:
Edición: Lola Buendía López – Enrique Bodero Moral
Equipo de redacción: Enrique Bodero – Lola Buendía – Ramón Alcaraz –
Erena Burattini
Cuadro de portada: Enrique Bodero
Diseño de portada: Enrique Bodero
Editorial: Lola Buendía López
Cine: Ramón Alcaraz – Ángel Silvelo – José Luis Casado
Opinión: Erena B. Burattini
Crítica literaria: Ricardo Guadalupe – Fuensanta Martín Quero
Poesía: Erena B. Burattini – Mónica López Bordón – Gustavo M. Galliano –
Saturnino Rodríguez Riverón
Relatos: Esperanza Liñán – Carlos Gutiérrez – Ángeles Bosch – Milagros
Arranz – Lola Buendía
Ser escritora: Lola Buendía – Mar Solana
Flamenco: Rafael Silva Martínez – Lola Buendía
Arte: José Manuel Velasco – Pablo Rodríguez Guy – José Antonio Martín
Santos – Lola Buendía
El viajero: Lola Buendía – Pepa J. Calero
La otra realidad: Mariano Vázquez Alonso
Diseño digital : Lola Buendía – Carmen Guerrero – M. José Moreno
Maquetación: Lola Buendía López
Diseño Web: Ana García – 644 262 880 – [email protected]
CINEXPLICABLE
(Ramón Alcaraz García. www.tallerliterario.net)
¿Sabías que la mítica Casablanca supuso un cúmulo de casualidades?
Durante la Segunda Guerra Mundial fueron muchas las películas que se crearon
para propaganda de Estados Unidos en el conflicto bélico, y para animar la moral de la
población y de su ejército. Una de ellas fue Casablanca, basta ver su guion: una
historia inmersa en la labor de la resistencia y la oposición al nazismo dominador.
Para empezar, el actor principal iba a ser Ronald Reagan. ¿Hubiera sido lo mismo
esta película sin Bogart en el papel de Rick?
Aunque la historia está basada en una obra de teatro escrita pocos años antes, el
guion se iba improvisando, nadie sabía cómo continuaba la historia ni (lo más
importante) cuál sería su final. Ni el director ni los actores; tres guionistas trabajaban
día a día al tiempo que se rodaba, con la consiguiente desorientación y enfado de los
actores. Cualquiera que entienda un poco sobre la planificación de una película, sabe
la dificultad de rodar sobre la marcha, sin un guion completo. Para Ingrid Bergman la
gran preocupación era saber de quién estaba realmente enamorada, si de Rick o de
Lazlo; a lo que el director Michael Curtiz respondía: “Bueno, no se sabe todavía, intenta
encontrar un intermedio”.
Pero en principio tampoco Ingrid Bergman iba a ser la protagonista femenina, sino
una tal Hedy Lamarr, y también se propuso a Ann Sheridan. Ni se iba a ambientar en
Marruecos, sino en Lisboa. Por lo que cabe pensar que no se habría titulado
Casablanca, sino con el título de la obra de teatro en la que se inspiró: Todo el mundo
viene a Rick's. Fue el éxito (tres años antes) de una película llamada Argel lo que
influyó en ponerle el definitivo.
Por problemas de incorporación de algunos actores, la primera escena que se rodó
fue la de la famosa canción: “As time goes by”. Esa canción no fue creada para la
película, sino que ya existía diez años antes y era casi desconocida. Sin embargo,
posteriormente se quiso cambiar y rodar de nuevo la escena pero con otra canción. El
problema fue que Ingrid Bergman se había cortado el pelo y eso habría supuesto un
error de rácord. Gracias a esa casualidad, no se perdió la que ahora es una de las
canciones más famosas de la historia del cine.
Es cierto que la película ha dejado muchas frases inolvidables, como el “siempre
nos quedará París”, “el mundo se desmorona y nosotros nos enamoramos” o “el
principio de una gran amistad”. Sin embargo, la frase “Tócala otra vez, Sam” nunca se
dijo así en la película (se dicen algunas similares, pero no exactamente ésa), ni en el
original ni en las versiones dobladas. Fue Woody Allen quien la hizo famosa en una de
sus películas, titulada así y traducida como Sueños de un seductor.
La incertidumbre del desenlace se mantuvo hasta final, hasta el rodaje de la última
escena. Pero todo iba a ser más complicado porque se escribieron dos finales posibles.
Cuando se filmó el primero, al productor se le ocurrió la idea de añadir la escena de
Rick y el comisario en el aeropuerto. Ya no se rodó el segundo, y ese mismo Hal B.
Wallis fue el que aportó también una de las mejores frases como final de una obra
cinematográfica: “Louis, creo que éste es el principio de una hermosa amistad”.
Pero igual que iba a ocurrir con la canción, más tarde se quiso añadir algo más,
una escena con Rick y Renault alistándose para la invasión de África del Norte en
1942. Por suerte, no se pudo conseguir de nuevo al actor Claude Rains y la idea no se
llevó a cabo, lo cual habría sido un gran error.
La película se rodó íntegramente en estudios, en Estados Unidos, aunque muchos
espectadores dieron por hecho que fue en Casablanca. Ante los numerosos turistas
que querían visitar allí el bar de Rick, acabaron construyéndose dos en una de sus
plazas: el Rick's Bar y el Blue Parrot Bar.
Por improvisación, por imprevistos y por un cúmulo de casualidades, Casablanca
pasó de haber sido una película entre muchas, más bien mediocre, a convertirse en
una de las más conocidas y mejor valoradas de la cinematografía.
Sección Cine
BLUE VALENTINE: LA VALENTÍA DEL FRACASO
Reseña de Ángel Silvelo Gabriel
No hace falta ser un samurái para caer prendido por la derrota que la muerte conlleva
en sí misma, porque a veces, en el amor, también somos capaces de comportarnos
como samuráis que muestran el arrojo suficiente de iniciar una huida hacia adelante a
través de ese último impulso que nos mueve el corazón. Ryan Gosling, el protagonista
masculino de este retrato de sueños rotos lo
tiene claro cuando dice que: "creo que los
hombres
son
más
románticos
que
las
mujeres. Cuando nos casamos, nos casamos
con una chica porque aguantamos todo el
camino
hasta
que
encontramos
a
la
adecuada y pensamos “sería idiota si no me
casara con esta chica, es genial”. Pero
parece que las chicas llegan a un punto en el
que solo eligen la mejor opción… “Oh, éste
tiene un buen trabajo”. Quiero decir que se
pasan toda la vida buscando a su príncipe, y
luego se casan con el tío formal que tiene un
buen trabajo. Y al visionar la película,
concluimos que se refiere a esa innata
necesidad de dar rienda suelta a ese otro sentimiento final que nos atrapa en mitad de
la noche cuando debemos hacer frente a nuestro instinto más íntimo, ese que no
entiende de realidades, sino de deseos. En este sentido, la valentía del fracaso que
esgrime Ryan Gosling es terrible, por el mensaje suicida que lleva en sí mismo... y en
el fondo enamorarse es tan fácil (como dice Paddy McAloond en su canción Falling in
love), pues cuando uno tropieza con la mujer de sus sueños, no duda en ofrecerle todo
aquello con lo que ella ha soñado, aunque para ello, renuncie a una parte de sí mismo.
El Gosling de Blue Valentine es el James Dean del siglo XXI o el nuevo Montgomery
Cliff de Hollywood, con unas dotes interpretativas muy cercanas a los dos astros del
celuloide anteriormente citados, pues Gosling sabe expresar como nadie esa pose de
frialdad extrema ante la adversidad y la cercanía del acantilado. Aunque, en este caso,
renunciar a saltar por el precipicio es la mejor forma de mostrar una generosidad tan
infinita que conmueve.
El amor sale herido de muerte en esta geografía plagada de fracasos existenciales.
Atravesar la adolescencia es lo que tiene, que puede suponer saltar al vacío sin una
red que te proteja del salto, aunque en ocasiones, seamos más que conscientes que
merece la pena saltar sólo por disfrutar un segundo de la sensación de libertad que te
recorre por todo el cuerpo hasta que llegas al suelo. La valentía del director Derek
Cianfrance es dejar que tanto Gosling como Michelle Williams muestren sus mejores
artimañas interpretativas a la hora de retratar su particular descenso a los infiernos, a
lo que sin duda, contribuye el más que acertado movimiento de la historia en forma de
flashback que se nos va desgranando a lo largo del film, pues aparte de protegernos
contra un relato lineal más previsible, podemos comparar las dos caras de la moneda
en las que se dividen sus vidas. El brillo se torna oscuridad y el amor rencor, pues
todos somos víctimas a la hora de ir en busca del Edén, y cuando la aventura se
convierte en rutina, el amor desaparece de nuestras vidas sin necesidad de ir a
buscarlo a otro lugar, porque muchas veces excava su propio agujero en nuestro
interior, rebuscando en el fondo más profundo de nuestras decepciones.
Blue Valentine es el relato que supone asumir la valentía del fracaso, porque cuando
se pierde, también hay que saber hacerlo con dignidad.
Sección Cine
EN BUSCA DE LA COMEDIA “PERDIDA”
José Luis Casado Toro
En el libro de los gustos debe haber escasas páginas escritas. Nadie duda que
cada persona tiene sus propias preferencias, en todas las categorías y realidades de
nuestra existencia. Pero este breve artículo se centra en el ámbito de la cinematografía.
Por este motivo, el autor de las palabras ha de definirse en cuanto al género fílmico que
prioriza, entre todas las opciones posibles. Partimos de la base de que el cine nos regala,
para nuestro placer y formación, muchos y variados valores. Personalmente quiero
destacar, sobre otros que también son muy importantes, su
irrenunciable capacidad de distracción. Y, en este campo de
sus heterogéneas virtudes, cada uno es muy libre de
distraerse con el género que se esté proyectando en
pantalla. En mi caso prefiero, sobre otros, la fuerza
gratificante de la comedia, especialmente cuando ésta
contiene una enriquecedora lectura, explícita e implícita, sustentada en la credibilidad
interpretativa de los actores. Admiro el cine clásico y, dentro del mismo, aquellas
inolvidables comedias, tan primorosamente narradas por la diestra acción ejecutiva de sus
míticos directores. Lamentablemente, en las pantallas actuales ya no resulta tan fácil
encontrar cintas de este género, que sabe reflejar, con puntual fidelidad, la realidad de la
vida. Acabasen “bien” o “menos bien” en las apetencias de ese espectador que, con
ilusión, intentaba y podía introducirse entre los bastidores de la trama argumental.
Imaginemos un domingo, en agosto. No todo va a ser el incentivo de la playa o la feria,
para el mejor empleo del tiempo vacacional. O ese tapeo, al que nunca se le ve el
minutero de su finalización. Somos muchos a quienes nos apetece ir al cine, frente a otras
opciones interesantes y, por supuesto, legítimas. Y echamos manos de la cartelera. Una
primera evidencia: van quedando pocas salas, por la zona céntrica de las ciudades. Ya es
bastante usual que tengamos que coger el coche, a fin de desplazarnos a una de esas
multisalas que se han ubicado en los arrabales o en la periferia, a varios kilómetros de la
city urbana. Y para nuestro desconsuelo, otra clamorosa realidad: observamos que, en
casi todos los complejos cinematográficos, se proyectan, de forma repetitiva, los mismos
títulos y géneros fílmicos.
Veamos un par de ejemplos, entre otros posibles, tomando como base la cartelera
publicitaria que nos ofrece la prensa. Yelmo Cines, Plaza Mayor (a unos cuantos
kilómetros del centro de Málaga; el tren de cercanías tiene una parada en este importante
complejo comercial y lúdico). En este momento, es la empresa que tiene un mayor
número de salas en funcionamiento: 20. En ellas están siendo hoy proyectadas 31
películas (algunas de las mismas, tienen una sólo pase). De esos 31 films, 10
corresponden al género de la animación; 8, a la ciencia ficción: 7, a la acción; 3, al terror;
2, al thriller; y 1, a la comedia (Niños grandes 2 ……). Ahora, nos desplazamos a otro
entorno, también malagueño, densamente poblado en estas fechas del estío por la
afluencia turística: Fuengirola. En esta conocida y bella localidad (a 30 kms de la capital)
hay dos cines que suman entre ellos 20 salas, proyectandose 26 películas: Animación, 10;
Ciencia ficción, 6; Acción, 5; Terror, 3; Thriller, 1; Comedia, 1 (Niños grandes, 2) .
Sufrimos, es una incuestionable evidencia, la aculturación, empresarial e ideológica, por
parte de Hollywood. Para visionar en Málaga cine europeo, asiático, africano, americano
(independiente de esa gran multinacional con sede en la ciudad de los Ángeles,
California) o con versiones subtituladas, tenemos la suerte de contar con las cuatro salas
del municipal Cine Albéniz, que está realizando una inestimable labor, frente al empuje
avasallador del “gigante” estadounidense. Para paliar la carencia en la ciudad malacitana
de una buena filmoteca, para el estudio y deleite del mejor cine, en una de sus salas se
proyecta, todo los jueves, una famosa película inserta en el mejor género clásico. Buen
gesto, pero insuficiente, pues el concepto de filmoteca debe ser algo más: biblioteca,
ciclos, aulas, exposiciones, conferencias, etc). Desde los organismos públicos, alguna que
otra vez se ha hablado de establecer en nuestra ciudad este necesario centro para el
estudio del cine. Pero las expectativas que esas informaciones periodísticas despiertan
(se hablaba incluso de lugares concretos, para su establecimiento) se han visto
defraudadas, una y otra vez, ante la desidia de los responsables culturales, regionales y
municipales. Hay que destacar que el Ámbito Cultural de El Corte Inglés proyecta algunos
ciclos del cine clásico. Pero la dura realidad es que las salas comerciales descuidan o
ignoran esta oferta cultural que reclama una parte cualificada del público espectador. Si
en un complejo cinematográfico hay quince o más salas en funcionamiento ¿tan difícil
sería el dedicar una de ellas a este tipo de cine alternativo, clásico o realizado en
geografías ajenas a la poderosa multinacional americana?
A pesar de este rutinaria cartelera, hoy voy a volver a visitar una sala de cine. Será, a no
dudar, la más eficaz decisión. Las películas del cine Albéniz, ya las he disfrutado. Me
agradaron, bastante: Una casa en Córcega (drama, vida rural) o Lo que el día debe a la
noche (romance). También, La Mejor oferta (intriga, romance). Ante otras carencias,
trataremos de encontrar, en el mundo de las multisalas, algún género que nos motive para
su mejor visionado. Optaremos por algún thriller, intriga que estimula y promueve el
proceso imaginativo. En definitiva, playa, lectura, tapeo, feria pero, sobre todo, cine. Y si
es una buena comedia, como aquéllas que antes se rodaban y deleitaban, pues mucho
mejor para la grata ilusión de compartir otras muchas vidas en pantalla.
PROGRAMACIÓN DE OTOÑO
SEPTIEMBRE
26
ANTES DE AMANECER (v.o.s.e)
Dirección: Richard Linklater
Interpretación: Ethan Hawke, Julie Delpy
USA. 1995.
101min.
Céline es una estudiante francesa que va a visitar a su abuela en Budapest. Jesse es
un joven estadounidense que realiza un viaje a través de Europa luego de ser
abandonado por su novia a quien realmente fue a visitar a España. Ambos se
encuentran en un tren, en el trayecto entre Budapest y Viena. Llegados a Viena, Jesse
debe descender, sin embargo, logra convencer a Céline para que pase una noche con
él en la capital austríaca. En el curso de esa noche, se conocen a fondo, discuten y
revelan cuestiones diversas como la vida, la muerte, el sexo.
OCTUBRE
3
A PUERTA FRÍA (v.o.)
Dirección: Xavi Puebla.
Interpretación: Antonio Dechent , María Valverde, Nick Nolte
España. 2012. 80 min.
«¿Cuándo empezó a joderse todo?», se pregunta Salva en la barra del bar del hotel
donde se celebra la feria más importante del sector. De vendedor estrella a un paso
del despido si en dos días no cierra al menos doscientas unidades. «¿Qué coño ha
cambiado, Carmelo, que yo no me he enterado?». Sentado junto a él, Carmelo, su
antiguo jefe. Ambos contemplan atónitos el relevo generacional y la deslealtad de un
sector que se muestra indiferente con aquellos que fueron imprescindibles.
3 NOCHES (Cortomeraje)
Dirección y guión: Jaime Santa Olalla
Interpretación: Gema Zelarayán, Daniel Torres Serralvo
Dos personas solitarias y un chat. Una atractiva abogada, un argentino sin papeles.
Cada uno busca algo distinto. Ambos tienen algo que ocultar.
Una historia sobre la necesidad de comunicarnos, aunque sea con un desconocido.
10
DE OXIDO Y HUESO (v.o.s.e.)
Dirección: Jacques Audiard.
Interpretación: Marion Cotillard, Matthias Schoenaerts
Francia y Bélgica. 2012. 120 min.
Todo comienza en el norte. Alain se encuentra con Sam, de 5 años, en los brazos. Es
su hijo, al que apenas conoce. Sin domicilio, sin dinero y sin amigos, Alain encuentra
refugio en casa de su hermana. Allí todo mejora, ella les aloja en el garaje, se ocupa
del pequeño y el clima es agradable. Pero tras una pelea en una discoteca, su destino
se cruzará con el de Stéphanie. Alain la lleva a su casa y le deja su número de
teléfono. Él es pobre, ella es hermosa y rebosa confianza. Son totalmente opuestos.
Una tragedia volverá a reunirlos.
17
VERDADES VERDADERAS (v.o.)
Dirección: Nicolás Gil Lavedra.
Interpretación: Susú Pecoraro, Alejandro Awada.
Argentina
2011. 96 min.
“Verdades verdaderas, la vida de Estela” narra la vida de la presidenta de las Abuelas
de la Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, desde la desaparición de su hija hasta la
actualidad. Cuenta la transformación a lo largo de su vida, la búsqueda de una esposa,
de una madre, de una abuela, la lucha por los ideales de justicia, por la reconciliación,
por los reencuentros. Su lucha incansable pone de manifiesto su historia y la de su
familia, que es el reflejo de miles de historias que vivieron esa realidad y luchan desde
hace más de 30 años por el derecho a la identidad.
24
VIOLETA, SE FUE A LOS CIELOS (v.o.)
Dirección: Andrés Wood.
Interpretación: Francisca Gavilán, Thomas Durand,
Chile. 2011.
110 min.
Desde la carpa que ella construyó en Santiago de Chile, Violeta Parra es visitada por
los recuerdos de los hombres que dieron forma a su vida: su humilde padre, su
marido y su último amante. Poco a poco descubrirá sus secretos, miedos,
frustraciones y alegrías. Desde sus inicios como cantante de feria junto a su
hermana, hasta su consagración internacional como compositora y artista en París,
sus logros son mostrados en un recorrido apasionante junto con los personajes que
marcaron sus sueños, sus risas y sus llantos.
31
LA CAZA (v.o.s.e.)
Dirección: Thomas Vinterberg.
Interpretación: Mads Mikkelsen, Thomas Bo Larsen.
Dinamarca.
2012.
111 min.
Tras un divorcio difícil, Lucas, de cuarenta años, ha conocido a otra mujer, tiene un
nuevo trabajo y se dispone a reconstruir la relación con Marcus, su hijo adolescente.
Pero algo va mal. Un detalle. Un comentario inocente. Una mentira fortuita. La nieve
comienza a caer, las luces navideñas se encienden y la mentira se propaga como un
virus.
La
sorpresa
y
la
desconfianza
crecen
hasta
alcanzar
proporciones
inimaginables, y la pequeña comunidad se sume en un estado de histeria colectiva.
Lucas no tendrá más remedio que luchar en solitario para defender su dignidad y su
vida.
NOVIEMBRE
7
TURISTAS (v.o.s.e.)
Dirección: Ben Wheatley.
Interpretación: Alice Lowe, Steve Oram.
Reino Unido. 2012. 89 min.
Chris quiere mostrar a su introvertida novia, Tina, su mundo, y quiere hacerlo a su
manera; en un viaje por las islas británicas en su amada caravana. Pero, lo que
empiezan siendo unas idílicas vacaciones, acaban convirtiéndose en una divertida y
perturbadora odisea.
14
¿Y AHORA ADÓNDE VAMOS?
Dirección: Nadine Labaki.
Interpretación: Claude Bazz Mossawbaa, Layla Hakim.
Líbano, Francia.
2011
102 min
En el camino que lleva al cementerio del pueblo, una procesión de mujeres de negro
afronta estoicamente el calor del sol estrechando contra ellas las fotos de sus maridos,
de sus padres o de sus hijos. Algunas llevan velo, otras una cruz, pero todas
comparten el mismo duelo, consecuencia de una guerra funesta e inútil. Al llegar a la
entrada del cementerio, el cortejo se divide en dos: uno musulmán, el otro cristiano…
21
DÍAZ, NO LIMPIÉIS ESTA SANGRE (v.o.s.e.)
Dirección: Daniele Vicari.
Interpretación: Claudio Santamaria, Jennifer Ulrich
Italia.
2012. 127 min.
En 2001, el último día de la reunión del G8 en Génova, justo antes de medianoche,
más de 300 policías asaltaron la escuela Diaz buscando manifestantes. Dentro de la
escuela se encontraban 90 activistas, la mayoría estudiantes europeos, y un grupo de
periodistas extranjeros, todos ellos preparándose para pasar allí la noche. Cuando la
policía irrumpió, los jóvenes manifestantes levantaron las manos en señal de
rendición…
28
LA PEQUEÑA VENECIA (v.o.s.e.)
Dirección: Andrea Segre.
Interpretación: Rade Serbedzija , Zhao Tao.
Italia
2011. 100 min
Shun Li trabaja en una fábrica textil en las afueras de Roma. De pronto, la mandan a
Chioggia, una pequeña ciudad situada en una isla en la laguna veneciana, para trabajar
como camarera en un bar. Bepi, un pescador eslavo al que sus amigos apodan El Poeta,
es un cliente habitual del pequeño bar desde hace años. El encuentro entre ambos se
convertirá en una escapada poética de la soledad, un diálogo silencioso entre dos
culturas que, aunque diferentes, no están tan distantes.
DICIEMBRE
5
ALACRÁN ENAMORADO (v.o)
Dirección: Santiago A. Zannou.
Interpretación: Álex González , Miguel Ángel Silvestre,
España.
2013. 100 min.
“Alacrán enamorado” nos cuenta la historia de Julián, un chico de barrio que junto con
su mejor amigo, Luis, integra un grupo de violentos neo-nazis liderado por Solís. Julián
empieza a entrenar en un gimnasio y se ve transformado por la disciplina del boxeo, la
nobleza de su entrenador, Carlomonte, y el amor de una joven mulata, Alyssa. Julián
intenta alejarse de su antiguo grupo, pero Luis no puede permitir que abandone “la
manada”.
12
LA MEJOR OFERTA (v.o.s.e.)
Dirección y guion: Giuseppe Tornatore.
Interpretación: Geoffrey Rush, Jim Sturgess,
Italia.
2013.
124 min
Virgil Oldman es un hombre solitario; un excéntrico experto en arte y agente de
subastas, muy apreciado y conocido en todo el mundo. Su vida transcurre al margen
de cualquier sentimiento afectivo hasta que conoce a una hermosa y misteriosa joven
que le encarga tasar y vender las obras de arte heredadas de sus padres. La aparición
de esta joven, que sufre de una extraña enfermedad psicológica que la mantiene
aislada del mundo, transformará para siempre la vida de Virgil.
Todas las proyecciones se realizarán
en la Casa de la Cultura de Arroyo de la Miel
a las 21:00h
Sección Opinión
De sorpresa en sorpresa
Erena B. Burattini
Hoy puedo agregar a mi lista de sorpresas -o de indignaciones- una diferencia
más. Sí, una diferencia más en negativo para nosotros los ciudadanos
españoles que formamos parte de la Comunidad Europea.
Hemos tenido a países europeos de primera línea, entre ellos Alemania, como
parámetro para adecuarnos a lo que se espera de un socio comunitario.
Medidas lógicas que no cuestionables.
Sin embargo contamos con ciertas diferencias en negativo que no se pretenden
igualar a las de nuestros socios europeos, tan emulados en otros aspectos, al
contrario.
Voy a enumerar algunas de estas diferencias tan solo como ejemplo. Entre
éstas se encuentran los sueldos mínimos interprofesionales que en España
asciende a € 645, que considerados en 12 meses serían € 752. En los países
más consolidados rondan los € 1.500. Luxemburgo destaca con sus € 1.874. Y
Rumanía, de reciente adhesión ofrece un sueldo mínimo de € 157. Ojalá un día
todos seamos Europa. Ah, por cierto que las remuneraciones de altos cargos
españoles se encuentran en la media o por encima de los países más
desarrollados, las que además son compensadas con unos golosos flequillos.
A estas diferencias hay que sumarles las tarifas de telecomunicaciones que
siguen siendo de las más altas de la CE., así como el precio de la energía
eléctrica. Y eso que la renta per cápita se encuentra entre el segmento bajo de
los países comunitarios.
Agrego a estos ejemplos uno bastante sangrante: las nuevas tasas de
impuestos. El IVA de tipo general en la CE fluctúa entre el 17 al 21, a
excepción de Dinamarca y Suecia que es del 25%. Ahora bien, donde se marca
la gran diferencia es en la tasa de la cultura. En España se subieron 13 puntos
para fijarse en un 21%. En cambio en Alemania y Francia es de solo 7 puntos,
y en otros países va desde el 6,5 hasta porcentajes similares al de España.
Y como dato curioso, este verano en Holanda, la fruta española se vendía más
barata que en España. Me pregunto ¿somos tan ineptos los españoles que
hasta para cubrir nuestro propio mercado no sabemos manejar los costes? No
deja de sorprender que para el mercado exterior seamos capaces de ser tan
competitivos. ¿Qué es lo que sucede entonces en nuestro país?
Volviendo a lo que decía al inicio de estas líneas -eso de una nueva sorpresa-,
hace poco me enteré de otra diferencia más en negativo para los ciudadanos
españoles: los franqueos postales. El hecho es que las tarifas de Correos
cuestan el doble o más que en Alemania. Un ejemplo muy elocuente:
Envío certificado hasta 2 K desde Alemania a Sudamérica-: € 11,00
Envío certificado hasta 2 K desde España a Alemania-:
€ 22,35
Es cierto que los franqueos de cartas normalizadas son algo superiores en
Alemania.
En vista de lo expuesto, hasta que no encuentre una respuesta cabal a tantas
sorpresas, me seguiré sintiendo como un limón estrujado…, cuyo zumo se
diluye quién sabe en qué profundidades.
Crítica Literaria
Últimas tardes con Teresa, de Juan Marsé
Ricardo Guadalupe
“¿Y en qué parte del mundo, entre qué gente no alcanza estimación, manda y
domina un joven de alma enérgica y valiente, clara razón y fuerza
diamantina?”. Con esta cita de Espronceda arranca la novela de Juan Marsé y
se presenta a uno de los personajes más destacados del autor y por tanto de la
literatura española, alguien que no deja indiferente a nadie, que provoca
rechazo, adhesión o ambas cosas a la vez: el Pijoaparte.
Verano del 56. Un murciano de un barrio deprimido de Barcelona llamado
Manolo Reyes, alias el Pijoaparte, va a la caza de alguna jovencita de familia
bien para promocionar socialmente. Se apoya en su aire altivo, en su más que
agraciado físico y en ciertos modales adquiridos de niño en el palacio de un
marqués donde sirvió su madre. Mientras, se dedica al robo, principalmente de
motos, para ir tirando.
No es en absoluto enamoradizo. Muy al contrario, ve al sexo femenino como un
poder oscuro capaz de someter al hombre: “Siempre
supo que aquellos inmensos pechos redondos y
ciegos, pintados con dos flores moradas y casi
metálicas que le miraban a uno fijamente como unas
gafas de sol, poseían algún secreto y terrible poder
de destrucción”.
Pero algo cambia cuando el sexo femenino viene
revestido de dinero: “El amor es irracional y ciego,
dicen, pero él sospechaba que eso era otro cochino
embuste inventado para engañar a las almas
simples: porque si hubiese conocido a Hortensia al
volante de un coche sport, por ejemplo, como en el
caso de Teresa, enamorarse de ella habría sido muy
fácil. ¿Qué eso ya no habría sido amor? Amor y del grande”.
Así que se enamora, y claro, le entran los miedos, sobre todo de que su amor
le venga demasiado grande: “¿Qué haces tú aquí, chaval, qué esperas de esa
amistad fugaz y caprichosa entre dos estaciones, como de compartimiento de
tren, sino veleidades de niña rica y mimada y luego adiós si te he visto no me
acuerdo?”.
La trama principal está lanzada, con subtramas igualmente interesantes, como
la política, en la que el autor aplica su tono más mordaz y descreído. ¿La idea
de la libertad para el Pijoaparte?: “Un coche sport. Un veloz y fulgurante
descapotable”. Trama y subtramas no hacen sino redondear la personalidad
del protagonista.
Sólo le pondría un pero a la construcción del personaje, y es la excesiva
comprensión de todo el mundo hacia la actitud violenta e insolente del
Pijoaparte. Se diría que hasta les atrae su mal carácter. Teniendo en cuenta
que entre ellos está el padre de Teresa, es difícil encontrar una explicación, a
no ser una fisonomía privilegiada que haga pasar por alto lo demás.
Luego se corrige, el amor mejora a Pijoaparte, atempera su agresividad. No
olvidemos que Últimas tardes con Teresa es una historia romántica, escrita en
pleno boom de las novelas rosa de Corín Tellado y con la revista Hola
marcando los inicios de la prensa del corazón. Una influencia a la que no es
ajena la novela.
Pero tampoco olvidemos que Marsé es uno de los mejores narradores vivos de
este país, para muchos el mejor, y que tiene una especial habilidad para
escribir en el momento adecuado acertadas metáforas que terminan de hundir
el puñal de lo que está contando.
Ahora, como despedida, volvamos al Pijoaparte. Veámosle, por ejemplo, la
noche que conoció a Teresa, con un cuba-libre en la mano, sentado en el sofábalancín de un jardín donde se celebraba la fiesta en que se había colado. Se
acercaba el amanecer, la oscuridad iba a dejar de protegerlo, era hora de
marcharse. Su estampa se perfiló contra la claridad rojiza del cielo, “donde las
estrellas se fundían apaciblemente como trozos de hielo en un vaso de campari
olvidado en la hierba”.
Crítica Literaria
ANTOLOGÍA, de AURORA GÁMEZ ENRÍQUEZ (COLECCIÓN DE POESÍA ALAS)
Por Fuensanta Martín Quero
Formada por poemas de diez obras que constituyen poemarios o
cuadernillos de Aurora Gámez, lo primero que llama la atención es la
disposición de los mismos en el libro, obviando el hábito que normalmente
encontramos en la mayoría de las antologías de seguir un orden cronológico.
La autora, así, ha querido utilizar, a mi juicio, una regla incuestionable que debe
regir en cada creación literaria, como es la libertad formal, probablemente, en
este caso, buscando la efectividad del texto al engarzar cada pieza en el todo
pero, al mismo tiempo, intercalando diferentes modos en cuanto a las formas y
los contenidos.
Empezaremos por el primero de los poemarios que aparecen en el libro:
Cinco continentes y un género. El tema principal es la mujer, contemplada
ésta desde dos vertientes. Por un lado, la mujer vista en su evolución individual
de la vida desde el nacimiento hasta la muerte, por otro, la mujer con
peculiaridades propias de las distintas zonas del mundo que en el libro se
sintetizan en cinco continentes. Son dimensiones diferentes las que se
proyectan. El trayecto vital como perspectiva común a todas las mujeres que es
parte integrada en el conjunto de la Humanidad, y la consideración de las
particularidades que rigen la vida de las mismas en cada lugar del mundo.
Ambas dimensiones se unifican para expresar un concepto de mujer universal
y peculiar al mismo tiempo, con sus dones -“ébano, miel, nieve/seducen por
igual al universo”, son los dos primeros versos con los que abre el libro- y con
sus sometimientos -“tiempo que nace para el no ser/dolor, silencio, pobreza
extrema”, dirá en el mismo poemario-.
Cinco continentes y un génerodescansa en una permanente antítesis.
Se contraponen las ideas del nacimiento y de la muerte, de los goces y de los
sufrimientos, de las luces y de las sombras, de la libertad y del sometimiento,
del norte y del sur, de la posesión y de la pobreza, etc. Este continuo contraste
es escenario en el que se evidencia con desgarro las servidumbres, la violencia
y las desigualdades de las que son objeto millones de mujeres del Planeta.
Pero, al mismo tiempo, la autora abre su mirada y se aferra a la esperanza y al
horizonte futuro a través de versos como los siguientes: “lo que engendró
perdura/crece entre sus iguales/en los queridos seres/senderos donde sus pies
hollasen”.
La temática de género es recurrente en Aurora Gámez, como también lo
es el amor y el desamor. Así, en Paréntesis, la segunda parte del libro, dirá:
“en cada encuentro se despide/viviendo un para siempre que se engarza en su
ojal”. Y, como siempre, fruto de su personalidad luchadora, vuelve de nuevo a
la esperanza y a la vida tras la
sanación
imprescindible
de
la
ruptura que deja paso al amor
renovado, expresado en
la quinta
parte del libro bajo el título Palabra
de honor.
El amor por la vida, eje
imprescindible del discurso que se
desarrolla en esta obra, emerge sin
esfuerzo a lo largo de la misma,
pero especialmente en Improvisado
espejo y en Monólogos desde mi
balcón, poemarios en los que cobra
especial relevancia lo sensitivo y el
goce ante los elementos de la
naturaleza
como
la
presencia
cercana del mar, las palomas o las flores a las que nombra con nombre propio
como si fueran personas que le acompañaran en su vida cotidiana. Y, si bien,
en ocasiones dedica una leve mirada a la nostalgia de un pasado reciente,
inmediatamente retoma su discurso de exaltación de la belleza y de refugio en
la esperanza.
Pero, si los poemarios anteriores brotan fundamentalmente de las
emociones, los versos de Haikus
blancos y de Seguidillas castellanas,
cuarta y sexta parte respectivamente del libro, lo hacen desde la reflexión.
Sorprende comprobar cómo desde la brevedad de las estrofas aquí plasmadas
y desde la transparencia de sus versos se hilvanan pensamientos profundos
que en alguna estrofa traen a la memoria los Proverbios y Cantares de Antonio
Machado.
Por otra parte, el componente autobiográfico es otro pilar sustentador de
la obra de Aurora Gámez, aflorando con mayor vigor en algunos de sus
poemarios. Se percibe especialmente en El nogal y el cielo donde subyace un
deseo de atrapar para sí los momentos de la niñez en la que transitaban “sin
frontera/los recuerdos felices” en un contexto familiar recordado con añoranza.
En esta línea, la tercera parte del libro titulada María y Sebastián sondos
poemas
escritos
a
dos
sobrinos que viven lejos de ella
en EEUU.
Por
último,
en
el
poemario Del azahar era el
valle la autora desvela su
nostalgia por su tierra natal en
donde
se
autenticidad
ubican
sus
con
raíces,
describiendo mediante el verso
popular -como el romance-,
que
se
emplea
conscientemente
acorde
con
el
de
forma
contenido,
lugares, rincones y personas
pertenecientes todos ellos a su historia vivida e interior. Descripciones que se
desgranan una a una desde lo sensitivo, desde la exaltación de la belleza
exterior como vehículo de expresión de sus propias emociones, traducidas en
gozo ante realidades vividas que la autora recupera del pasado para
incorporarlas a su mundo presente. Una vez más, la presencia de las flores,
que nombra mediante su denominación científica, lo que permite un contraste
singular con la versificación popular empleada aquí, incide en la importancia de
lo sensorial. Destaca, sobre todo, la flor del azahar, que se repite en diferentes
versos de este poemario formando parte, incluso, de su título, como flor donde
concentra con gran carga simbólica todas las emociones suscitadas por la
recuperación de sus raíces a través de la palabra y de la imagen.
La variedad formal es otra característica de esta obra antológica. Desde
el poema breve o extenso, desde el verso medido o libre, desde el haikus o el
romance, se refunden la musicalidad de la palabra con su propia transparencia
para indagar en las emociones y en lo sensorial, a veces también en la
reflexión, mediante epítetos, metáforas, prosopopeyas o simbolismos que, en
su conjunto, nacen de lo positivo, de la esperanza, de un optimismo vital -al
que yo calificaría además de necesario-, y que Aurora Gámez Enríquez, tanto
en su vida como en su obra, sabe transmitir.
***
Aurora Gámez Enríquez, poeta y escritora de Málaga, es socia
fundadora de la Asociación de Mujeres por la Literatura y las Artes (ALAS), y
presidenta de la misma desde sus inicios hasta la actualidad.
Sección Poesía
Camino del norte voy
Erena B. Burattini
Vengo del sur,
de lo más austral del sur
donde el este y el oeste
se confunden con el sur.
Norte, sur, este, oeste,
todo es igual, todo converge.
Mi meta es el norte,
camino del norte voy.
Sección Poesía
LA CIUDAD, LA TARDE Y TÚ
Mónica López Bordón
“Escribo para que la muerte no tenga la última palabra”
OctaveUzanne
Se despierta la tarde y me detengo en tus ojos.
Estoy sentada a la orilla de un río,
abrazo tu cintura.
Era noviembre,
con la patria entre mis manos
supe que tenía un futuro
y miles de cosas por empezar.
Caminaba como una gacela
de pies ligeros y desnudos pasos,
con las heridas todavía abiertas
cuando en la ciudad anochecía lentamente.
Simplemente nos dijimos adiós.
A veces me hubiese gustado acariciarte,
miraba las flores, la noche,
el sueño de las estrellas…
con los ojos cerrados viajaba en barco,
a la orilla del mar.
Supe que en algún momento
me ahogaba la tristeza,
entonces decidí escribir para que la muerte
no tuviese la última palabra
(“Una mujer escribe este poema”. Ed. Playa de
Ákaba)
Papeles de existir
Saturnino Rodríguez Riverón
(Cuba)
Ningún mapa contempla su accidentado relieve,
sus colinas dulces, el oscuro bosquecillo
que a las miradas se esconde.
Ni los sismógrafos informan de temblores
formados alrededor de su epicentro.
Tampoco los partes meteorológicos
indican las lluvias que provoca,
vientos huracanados, casi devastadores por su
ternura.
Los manuales de cocina no mencionan
los platos que la magia de sus manos aportan.
Ningún catálogo ha reproducido
sus irreproducibles ojos de hembra joven.
Y aún más lamentable:
la única bibliografía que la incluye
son mis poemas, papeles donde a diario
trazo sus contornos y temblores,
informo de las lluvias y vientos
y reproduzco sus ojos.
Con la prisa de reparar tanta injusticia,
porque alguien pudiera pensar
que esta mujer no existe.
Sección Poesía
ALGUIEN OBSERVANDO
GUSTAVO MARCELO GALLIANO
Te he observado espiar tras las cortinas,
con la mirada perdida en algún horizonte,
devorando a otras gentes tan indiferentes
que machacan veredas sólo por costumbre.
He notado la inquietud de tus pupilas,
con manos crispadas por tanta impotencia,
y un suspiro profundo empaño los cristales,
sin poder destruirlos como hubieras deseado.
Te he visto observar desde tu fortaleza,
con frente sudorosa y aspecto cansino,
bebiendo la brisa que obsequia la noche,
sin penas ni glorias, solo por destino.
He descifrado de pronto tus dudas y temores,
náufrago del llanto que abraza la impaciencia,
soñando una isla sin tesoros ni puertos,
y miles de gaviotas de incesante vuelo.
Te he visto observar hacia mi ventana,
papel y lápiz en mano, escribiéndome algo,
y dudé entonces si en verdad existías
o un gigantesco espejo pendía del cielo.
Gustavo M. Galliano es poeta, escritor, narrador y docente universitario.
Nacido en 1965 en la localidad de Gödeken, República Argentina. Vive en
la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, República Argentina, donde
centro sus estudios en Economía, Derecho e Integración (Mercosur).
Sección Relato
Injusticia escolar
Lola Buendía
Canales de lágrimas manaban de los ojos del niño. Sus puños golpeaban el
aire, ciegamente, en un intento de tocar carne. Un grupo de alumnos jaleaba
la pelea tanteando sus apuestas. Escupían estruendosas risotadas y
palabras hirientes, que iban a clavarse en el corazón
del acomplejado escolar. Acudió el profesor, y los
gallitos del corral plegaron espolones y se retiraron,
marcha atrás.
¿Quién ha empezado, Juanito…Iván…? ¿No
vais
a
contestar?...
¡Basta
ya!
¡Ahora…os
estrecháis la mano, y aquí no ha pasado nada…!
Esparcidos en el suelo, se veían los pedazos de
cristal de las gafas de Iván, que de un puñetazo de
Juanito habían aterrizado en las chinas del patio.
Iván no dejaba de mirar aquellos trozos que multiplicaban los dedos gordos y
sucios de aquel monstruo del recreo. Humillando la cabeza, extendió su
mano mientras aplastaba con el pie los vidrios hasta que no fueron sino
polvo.
(Publicado en la Sección Cultural del Diario SUR, día 8 septiembre)
Sección Relato
Chucho el Toro
Carlos Gutiérrez
Le falla mucho la memoria, cada vez más, pero en los espacios de lucidez nos
engaña y nos torea, se refocila como niño cuando triunfa en su travesura.
Mi madre mueve la cuchara dentro del frasco de papilla, el tintineo del metal
sobre el vidrio es ya una constante como las campanadas de las iglesias en los
pueblos para la asistencia puntual de los feligreses. A mi abuelo le pasa lo
mismo, él no asiste, la papilla viene a su boca de la cuchara y la mano de mi
madre. Se queda boquiabierto sin prestar atención ni a mi madre ni a mi
abuela, su esposa, sólo se fija en mí, los ojos se le iluminan. Me pregunta si me
acuerdo cuando me llevaba a ver los toros al matadero de Ferrería.
Cómo no acordarme del olor de las mangas, de los bufidos, del hedor a
estiércol, a sangre, a miedo, a muerte. Cómo no acordarme de las anécdotas,
de lo que mi padre me contaba, de cómo mi abuelo los mandó siendo aún muy
chamacos a él y a mi tío Felipe a que fueran a recoger un toro al establo, en
apariencia noble, pues de noble nada, estaba hecho un basilisco de 600 kilos.
Músculo y nervio puro. No se puede, está muy encabronado, vamos y le
decimos que nos ayude. Par de pendejos, cómo va poder más un pinche toro
que ustedes dos juntos; vamos, cabrones, para que vean cómo dobla los
cuernos.
Mi abuelo simplemente fue incapaz; la sonrisa de victoria y complicidad con el
animal les vencía a mi padre y a mi tío. Pasaron muchos años para que los
volviera a mandar, cuando ya eran más fuertes y diestros que él. También me
acuerdo de cómo le rebanó las nalgas a uno que correteaba porque le había
chocado el carro. Dddzummm, así suenan las nalgas cuando las rebanas a
toda velocidad con una charrasca bien filosa; el caimán, como le decía él a su
cuchillo, también tenía la cócona, el perro, el guajiro y otros más que escapan a
mi memoria. Tengo el escalofriante filo de todos en mi pulgar. Mi abuelo era
matarife del rastro que estaba al lado del Río del Consulado, antes de que se lo
llevaran a Ferrería. Le decían Chucho el Toro, cargaba medias reses de 200
kilos o más, silbando. Dicen que a más de un toro noqueó en la manga con el
puño cerrado y bien asestado el golpe en la testuz.
Se queda dormido y mi madre lo vuelve a despertar con el tintineo de la
cuchara sobre el frasco para darle la papilla. Mi abuela mira detrás de mi
madre, ya se acostumbró, más bien, ya se resignó al paso implacable y la lenta
invasión del tiempo que todo conquista. Abre la boca pero la desvía del
alimento, se queda pensando, como mirando y buscando algo o alguien ¿Y mi
nieto, dónde está mi nieto? Le estaba platicando de los toros, del rastro. ¡Pero
Chucho! dice mi abuela, si tu nieto ya no vive aquí, está del otro lado del
charco, en España, ¿No te acuerdas? acabas de hablar por teléfono con él
hace dos horas.
Sección Relato
AMOR A LAS TABLAS
Esperanza Liñán Gálvez
Todo quedó en silencio después de la última representación. El bullicioso trajín entre bambalinas que
unas horas antes ensordecía hasta el patio de butacas se amortiguó cuando escucharon «abajo el
telón». Los focos que daban luz y vida a cada rincón del teatro se apagaron. Ya no alumbrarían la
soberbia interpretación de los primeros actores, ni los titubeos de los meritorios, y se dispusieron a
dormir un largo sueño junto a un puñado de sogas enroscadas, como presagiando un trágico final.
Los camerinos parecían el resto de un naufragio. Sus espejos ya no reflejarían el maquillaje de
nuevas esperanzas. Las tablas del escenario quedaron huérfanas. No se escuchaban sus crujidos
bajo los pies de los actores. No había lágrimas de fracaso que enjugar en las cortinas de terciopelo ni
se oía repetir cientos de veces una frase hasta conseguir la dicción perfecta. Las risas y canciones
que alegraron el vetusto mobiliario de los palcos también habían hecho mutis por el foro. Los aplausos
y abucheos quedaron impregnados en los frescos del techo, colgados en las arañas de cristal, o en los
recovecos del paraíso. La vida inventada por la genialidad de los mejores escritores se escapaba entre
las rendijas de la realidad, quedando suspendida para siempre en un pudo ser y no fue.
Desde hacía dos meses el elenco al completo del Ateneo se afanaba cada día por hacer la mejor
representación de «La vida es sueño», y despertaron aquella mañana con el peor guión de una
realidad llamada «Orden de desahucio», que debían interpretar ese día después de la última función.
Al terminar esa noche todos abandonaron la escena con su dignidad a salvo, llevándose en la
mochila, junto a sus pocas pertenencias, trocitos de cada uno de los personajes que, como vidas
reencarnadas, ya eran parte de ellos.
Adrián observó desde la acera la imponente imagen de esa sala que había alojado las vivencias
de tres generaciones. No pudo evitar detener su mirada en el espacio donde el público hacía cola
delante de la taquilla, y a la que el director siempre echaba un vistazo antes de cada función.
Caminó hasta el hostal con ese pesado equipaje pegado a su cuerpo como una sombra, mientras
hacía un repaso mental a su trayectoria sobre las tablas. ¿Cuánto tiempo y cuántos sinsabores le
había costado esa bendita profesión? Sus años jóvenes en la escuela de arte dramático. Muchas
horas de sueño perdidas entre ensayos interminables, carreteras secundarias y pensiones de mala
muerte. Incontables tardes de sesiones dobles con ingresos simples. Otros tantos amores perdidos en
puertos, que como marineros de agua dulce, iban dejando una larga estela de desencanto.
Pero esos tristes pensamientos, que formaban parte de su bagaje personal, se desvanecían por
completo cuando miraba a los espectadores y sabía que la forma de identificarse con su papel en
cada obra les llegaba, y el premio de los aplausos era la certeza de que merecía la pena su entrega.
Algunas veces su interpretación llevaba implícita una misión: la responsabilidad de un embajador
ideológico o cultural que transmitía a los lugareños de aldeas recónditas y geográficamente perdidas,
lo que de otra forma quizá nunca hubieran conocido. Era un placer añadido observar la atención de
sus ojos, la sorpresa dibujada en aquellos rostros surcados por el tiempo, y la innegable sensación de
que algo se movía en su interior mientras desgranaba sus personajes encima de las improvisadas
tarimas. Les hacía descubrir otras realidades, olvidando aunque fuera por un rato, las largas jornadas
rompiendo terruños bajo un sol abrasador, como única rutina de sus despertares al alba.
Esa noche durmió más acompañado que nunca con sus recuerdos. En medio de esos sueños una
vocecita conocida le dijo que no se rindiera, y le descubrió el medio para seguir actuando por y para el
respetable.
A la mañana siguiente convocó al director, a los actores, attrezzistas, técnicos, y a todos los que
podían ayudar para sacar adelante su proyecto, aunque fuera sustituyendo las tablas por el parqué de
un caserón cerrado desde hacía varios años, cerca de la Gran Vía. La herencia de su tía materna, de
quién también había heredado el profundo amor por el teatro. En su juventud fue una actriz
importante. Nunca se casó y quizá por afinidad, o por razones que él desconocía, le había legado su
única fortuna.
Algunos permisos después, mucho trabajo de amigos incondicionales y compañeros de profesión,
hicieron posible que «El caserón-teatro» escuchara la frase: «Arriba el telón», abriendo sus puertas a
un público entregado que cada noche llenaba el gran salón con sus aplausos, y a veces se perdía
curioseando por los rincones. La vida volvió a latir entre los brocados de las cortinas y el artesonado
del mobiliario. La sobriedad y el silencio, hasta entonces personajes principales de ese entorno, fueron
relegados con otros cachivaches al baúl del sótano.
Como embajadora y presidiendo el vestíbulo, encontró su merecido lugar el cuadro de una dama
vestida con etérea túnica griega. Una desconocida para muchos, aunque bella para todos, que
demostró su amor a las tablas más allá de los escenarios de este mundo. Una musa cuyo timbre de
voz Adrián aún recordaba porque le ayudó a repasar la mayoría de sus guiones cuando empezaba su
carrera, y a quien dedicó a modo de homenaje el primer aplauso de cada noche, su generosa tía
Thalía.
Sección Relato
ESTÁBAMOS BAILANDO
Ángeles Bosch
María, sentada en el reposabrazos del sofá en actitud cariñosa, cogiéndole las
manos, miraba fijamente a los ojos a su marido. Nunca lo había observado tan
intensamente y descubrió con sorpresa que sus ojos no eran totalmente
marrones, tenían una fina línea azul oscura envolviendo su retina.― ¡Pero qué
bonitos tienes los ojos! ¿Cómo es posible que no me haya dado cuenta?―Le
dijo alegremente.
La mirada que Carlos le devolvía, profunda, tierna, dulce, no pasó
desapercibida a María. —¿Qué me estás diciendo con esta mirada?—Absortos
uno en el otro, pasaron unos segundos como hipnotizados. Eran dos
buceadores, cada uno con su escafandra, en el profundo océano de su ser,
donde se gestan las palabras y los silencios, buscando desesperadamente
aquella palabra, aquel silencio, aquel gesto que les uniese un poco más en la
gran aventura de su odisea.
Soltó sus manos y sin hablar, respetando el mudo diálogo que se estableció
entre ellos, y comenzó a besarlo suavemente, muy suavemente por el lado
derecho del cuello. María iba rozando con sus labios aquella piel tan delicada y
subió por la mejilla besando cada centímetro, como si esparciese la más
exquisita de las cremas y reseguía las todavía tiernas cicatrices a uno y otro
lado de la cara, cual maestro restaurador valora los daños de un valioso cuadro.
Carlos, con los ojos cerrados se dejaba querer. María lentamente pasó a su
labio superior, un labio muy inflamado todavía desde la reciente operación y
que, hubieron de estirar tanto que estaba deformado, y la piel era tan
sumamente fina que, al contacto con sus labios, creía estar besando un trocito
de delicada seda. La inflamación bajará y podremos restaurar el labio inferior
en cuanto se recupere, había dicho el cirujano. Sus ojos se humedecieron al
punto del llanto pero rápidamente se rehizo. Una sonrisa de esperanza iluminó
su semblante y siguió besando aquel trocito de seda liliácea, de una comisura a
la otra, una vez, dos, tres, de pronto tuvo una idea.
—¿Bailamos?
—¿Ahora? No tengo ganas, ¿qué cosas se te ocurren?
1
Sus miradas volvieron a reencontrarse con redoblada intensidad.
—Sí, por favor…—Respondió ella con su mejor sonrisa—bailaremos muy
juntos y despacito ¡no nos saldremos de una baldosa, te lo prometo, así nos
abrazaremos mejor!
Buscó entre sus CD’s y rápidamente sonó la melodía más maravillosa,
según María, que existía y que tantas veces habían bailado: Unchained melody.
Carlos, a pesar de la sutil negativa, ya la esperaba de pié con los brazos
abiertos y una deliciosa sonrisa.
Abrazados y muy juntos bailaban al compás de la música, uniendo sus
cuerpos con la suave presión de sus manos que, suavemente se deslizaban
reconociendo cada curva y reviviendo agradables sensaciones.
Al oír el timbre de la puerta, María se levantó del sofá y secándose las lágrimas
y moviendo la cabeza con un gesto de desagrado musitó: ―Qué llamada tan
inoportuna.
Abrió la puerta―Hola.―Dijo secamente a su mejor amiga, dejando translucir
su estado de ánimo. Cerró la puerta y sin hacer ademán de darle paso,
continuó de pié en silencio.
―¿Cómo estás María, te sientes muy sola? ¿Qué haces?
Desconcertada y violenta por el frío recibimiento, Julia, tras soltar una retahíla
de frases hechas, optó por esperar en silencio.
―Estábamos bailando―respondió en tono ácido María
―¿Qué estábais bailando?―Julia miró atónita a su amiga―¿Quiénes?
María estaba pálida. Toda la tensión acumulada en los últimos días, toda la
fortaleza mantenida durante tanto tiempo, se desmoronó como un castillo de
naipes y un llanto compulsivo hacía temblar su frágil cuerpo. Julia la abrazó con
inmensa ternura y así se mantuvieron, abrazadas, llorando, todo el tiempo que
María necesitó hasta que separándose un poquito de su amiga y mirándola
fijamente respondió temblándole los labios: ―Carlos y yo. Todavía siento el
calor de sus manos en mi cuerpo.
2
Sección Relato
PERDONEN QUE NO ME LEVANTE
MILAGROS ARRANZ
Apenas tengo ya fuerzas para pensar; me cuesta abrir los ojos para ver
esta habitación blanca de hospital, y los vuelvo a cerrar de golpe. Noto que la
vida se me está escapando a raudales. Solo recuerdo mi moto escurrirse en el
asfalto y resbalar hacia el quitamiedos de la carretera que me golpeó, sin
piedad, todo el cuerpo. Gritos, llantos, carreras, luces naranjas girando en una
sirena; aparatos médicos trabajando a destajo… y más carreras. El traqueteo
que llevaban las ruedas de la camilla rozando contra el asfalto, y luego en la
ambulancia, me hacían contener la pausada respiración que era capaz de
mantener. Intenté agarrarme, como pude, a la barra de la superficie donde me
habían tumbado; tenía miedo, mucho miedo y me sentía solo, muy solo.
Cerré los ojos vencido por el vertiginoso ritmo que llevaba la vida en esos
momentos, que ahora apenas podía retener para mí. Al rato quise abrirlos de
nuevo; para ello empleé las pocas fuerzas que me quedaban. Aún era capaz
de distinguir el color blanco que predominaba en aquella habitación, y que
contrastaba con los cachivaches médicos, que eran más oscuros. El personal
que allí trabajaba a una velocidad frenética también vestía de ese color. Un olor
muy fuerte, que no reconocí, me obligó a cerrarlos de nuevo, para no poder
volver a abrirlos nunca más. Ya apenas notaba que me hurgaban por todas
partes, taponando la sangre que huía, marcando el ritmo del corazón cada vez
más castigado, insuflándome ese oxígeno que ya no me correspondía.
De repente, la calma me invadió por completo y un espasmo brusco de
despedida me obligó a mover el cuerpo una vez más, sin voluntad. Y me
sumergí en el más absoluto vacío de los sentidos: ya no notaba ni la vista, ni el
oído, ni el olfato… todo se anuló para mí.
Me sentía muy lejos de todo y no pude despedirme de nadie; ni decirle a mi
madre lo que nunca sé cómo decirle, aunque ella lo suponga; ni devolverle
esos treinta euros a mi amigo que me dejó para comprarle un regalo a mi novia
por nuestro “cumple meses”.
Bueno, no nos pongamos dramáticos: yo ya no estoy aquí, pero fue bonito
mientras duró. Así que…¡perdonen que no me levante!
Ah, por cierto… lo de la luz blanca al fondo del pasillo es pura leyenda urbana.
Sección Cómo ser escritora y perseverar en el intento.
Lola Buendía
Capítulo 3 …Y lo que recibimos como compensación (2)
“Sobre todo disfrutar, disfrutar, y disfrutar…en el proceso de escribir”.
¿De qué forma?
Como escritora he atravesado por varias etapas que considero
gratificantes, pero con altibajos. Al comenzar los talleres de literatura, disfruté
bastante con el aprendizaje y las distintas formas de mejorar mi incipiente
escritura. A medida que avanzaban las lecciones y ejercicios prácticos,
obligándome a escribir siguiendo unas pautas, me planteaba cómo podía meter
todo aquel cúmulo de técnicas narrativas en mis textos. Mis relatos se hicieron
forzados, faltos del estilo espontáneo de mis comienzos. Era como un
rompecabezas compuesto por un párvulo.
Después de concluir esta etapa, llegó la fase de aplicar con coherencia todo lo
que había aprendido en esos talleres, y conseguí disfrutar con mi escritura
creativa. Olvidando las reglas del aprendizaje el cerebro tiene el don de
sintetizar.
Y comenzaron a llegar los primeros frutos en forma de premios a algunos
relatos y el reconocimiento entre mis amigos, que me animaron a seguir
escribiendo.
Pronto me di cuenta de que los relatos con los que más disfrutaba escribiendo
eran con los de mis vivencias personales. En la escuela primaria donde
trabajaba había un aula de integración para niños discapacitados. Entre los
alumnos solía ver a una niña negra, procedente de África, que no podía hablar
y a duras penas se mantenía erguida. Con frecuencia la veía llegar
acompañada por su madre adoptiva, que ya tenía dos hijos propios. ¡Qué
coraje había que tener, o cuanto amor en esa madre para hacerse cargo de
una niña con tantos problemas!
Durante la fiesta de fin de curso la vi en el escenario, formando parte de una
coreografía. No podía apartar los ojos de ella, sus movimientos, antes torpes al
andar, se habían vuelto coordinados y ágiles con la música. Sonreía y
disfrutaba tanto que la sala llena de niños, estaba emocionada. Cuando terminó
la danza, aplaudieron a rabiar. Supe que tenía que escribir la historia de
Edurne.
Magia de mujer, consiguió el primer premio en un certamen literario de
Benalmádena. En el acto de entrega del galardón se repartió el librito con el
relato. Observé que a algunas mujeres se les saltaban las lágrimas mientras lo
leían. Y me sentí feliz. Había conseguido conectar con los lectores; uno de los
requisitos que todo escritor debe perseguir.
A los pocos días vino a mi clase la madre adoptiva de Edurne. Una amiga le
había dado a leer el relato y ella se sintió aludida, aunque los nombres y
lugares no coincidieran con los suyos.
-Edurne es mi hija ¿verdad?... ¿Cómo pudo saber tantas cosas de nuestras
vidas si ni siquiera había hablado con mi familia?
-Una escritora debe meterse en la sala de estar y en el corazón de sus
personajes -respondí.
Otra satisfacción de la creación literaria es la energía que nos aporta. El mundo
se ve con más intensidad, y las personas ya no son seres anónimos, porque
muchas de ellas pueden ser protagonistas de algunas de nuestras creaciones.
Considero un privilegio escribir. Dotar de vida a un personaje, y conducirlo
hacia la gloria o hacia el precipicio, es un ejercicio apasionante. ¿Quién no se
ha identificado o emocionado con personajes como la Regenta, Miguel
Strogoff, Madame Bovary…y muchos otros que nos acompañan desde la
infancia?
Coincido con algunos escritores, en que después de una entrega de premios o
la presentación de un libro nuevo, ya estás pensando en escribir el siguiente,
porque el anterior ya sientes que no te pertenece; ahora está en las manos de
los lectores.
Volver a la soledad que requiere el hecho de escribir, es el precio que pide la
escritura. En ese terreno es donde verdaderamente comienza de nuevo el gozo
y el reto inherente a la creación literaria; en la dulce pelea con las palabras es
donde se encuentra la mejor recompensa. ¿Quién puede renunciar a escribir
ese libro con mayúscula? ¿Y si fuera el próximo? Escribir, escribir…aunque el
siguiente libro no llegue siquiera a publicarse.
“Deberíamos recordar que la fama y el dinero son dones que se nos
otorgan solo “después” de que hayamos brindado al mundo nuestros dones
mejores, nuestras verdades solitarias e individuales” –nos recomienda Ray
Bradbury en su libro: Zen en el arte de escribir.
Sección: Cómo ser escritora y perseverar en el intento (2)
Mar Solana.
SANDI
« ¡Claro! … ¡Sandi! Eso es.»
—La «Shandy»…, en el estante de la izquierda, al lado de la «San Miguel
cero-cero»—me dice una cajera servicial y sonriente. — Ay qué ver, siempre
olvidamos algo cuando ya nos toca la vez, ¿verdad? —Se le escapa una risita
que pretende conquistar una complicidad lejana como una estación espacial en
órbita.
— ¡Ah, sí, es verdad! —Intento sonreír, cordial, amable, pero ella intuye
que «no estoy allí».
—Entonces… ¿va a cogerla? Venga, la espero. Aproveche ahora que no
hay mucha cola.
—¿A coger el qué? —soy una estrella enana perdida en un firmamento
repleto de mostradores, latas de conserva y bebidas.
—¡Mujer! ¿Qué va a ser? ¡La cerveza «sin»! ¡La Shandy!
—¿La Sandi? —entonces recuerdo que «Sandi» es un nombre que he
inventado para mi novela. Con esa costumbre que ostento de hablar en alto
cuando tengo una ocurrencia que a mí se me antoja de las buenas, esté dónde
esté y creyendo que vuelo lejos de la tierra. Claro, por eso la cajera ha
pensado que mi «Sandi» era la cerveza que olvidaba y así se ha formado el
mal entendido. Me percato de que la cosa tiene su gracia y prorrumpo en
carcajadas. — ¡Ah… sí, no se preocupe! Cóbreme. La dejo para otro día, creo
que aún me queda alguna en casa…
La chica cambia la sonrisa por un rictus de incuria y espeta un «cómo
usted quiera». Me dedica una mirada indolente y después rasga de la caja mi
ticket como si me estuviera quitando una venda de los ojos.
Con tres bolsas en cada mano aterrizo en casa al estilo de un obús sin
trayectoria, rápida y epatante, pero con la cabeza elucubrando otros impactos.
«Sandi… Sandi… Sandi. Sí, es genial; desde aquel suceso que tanto marcó su
infancia… Compañeros inseparables: Sandi y Marcial». Sonrío al recordar que
Julián se encargaría hoy de recoger a los críos; eso me confiere un poco de
ventaja para ensamblar el segundo capítulo mientras preparo el almuerzo. Algo
sencillo, el verano aún colea: crema de patatas y filetes de pollo a la plancha;
de postre: sandía. Esbozo una gran sonrisa. «Sí, aquel postre fue el detonante
de tanto malaje, el tapón que se descorchó solito. Algunos individuos (creo que
no son personas) ya nacen con ello, solo hace falta un estímulo especial a
modo de pistoletazo de salida…». Observo el cuchillo patatero. Está afilado,
saca las tiras de una vez y rompe el almidón con presteza, como debe ser. El
de Marcial es para cortar carne, incisivo igual que los colmillos de un jabalí…
«Aquel día, en la feria, el padre de Marcial compró una sandía gigante.
Después de una comida campestre, tajó la refrescante pieza con el único
cuchillo que llevaba en el morral. Una pieza relumbrante y con el filo bien
puesto, en casa daba servicio para rebanar la pata del puerco que se curtía en
la despensa. Marcial tenía diecisiete años. Su madre y sus dos hermanas
pequeñas miraban la ceremonia con la boca abierta y un hilillo de saliva
columpiándose en sus comisuras. Traspasó la verde corteza y de un solo golpe
partió la badea en dos. Apartó una mitad y con la otra comenzó a separar rajas
para todos. Marcial observaba la que quedó entera e imaginó una cabeza.
“¿Sería así la sesera por dentro? Algo tendría de roja, seguro, como esa
sandía…” Vio como a una de sus hermanas le chorreaba el líquido encarnado
por la barbilla y a su madre escupiendo las negras pepitas igual que balas sin
pistolero. Y en ese preciso instante, un deseo perverso atravesó la voluntad del
joven. Se vio a él mismo hendiendo idéntico cuchillo sobre carne humana. La
visión de la sangre a borbotones lo excitó. Sí, esa hoja impoluta y tajante sería
un cómplice perfecto e inseparable. Su «Sandi», preciso rebanador de sandias
de feria y de…»
«Decidido. Un recuerdo tan crucial como ese “jamonero” en la biografía
de mi protagonista merece una personificación, un nombre propio.»
—Y «Sandi» es perfecto. —exclama Nuria al tiempo que deposita las
rajas recién cortadas en el frutero.
—¿Sandy, cariño?, ¿te refieres a la de «Grease»?—me pregunta de
repente Julián, mi marido, sin dejar de sonreír y mientras mordisquea un trozo
de la sandía que acabo de llevar a la mesa. — ¡Ay que ver qué peliculón! ¡Mira
que estaba buena la Olivia Newton! «Aicanchú demon de player…»—canturrea
con la boca llena— Para chuparse los dedos, lo mismo que esta sandía,
uhmm…
—Julián, «Sandi» puede ser muchas cosas. —le espeté, un poco molesta
por esa comparación. — La marca de una sangría, un huracán, una cerveza
sin alcohol… y el nombre del cuchillo de Marcial, el psicópata protagonista de
mi novela. Que no todo el universo gira alrededor de una tía buena. Además, la
Olivia ya es un poco carcamal, ¿no?
Mi marido me mira boquiabierto con las comisuras manchadas de la
polémica y refrescante fruta. Imagino que escuchar «cuchillo», «psicópata» y
«novela», por ese orden, le ayuda a olvidar de repente a la Sandy de Grease.
Sección Flamenco
PRIMERAS REFERENCIAS ESCRITAS: LOS COSTUMBRISTAS (I)
Rafael Silva Martínez
Vamos a comentar en este artículo y los siguientes la aportación que los
escritores costumbristas, nacionales y extranjeros de la época, realizaron a
nuestro Arte Flamenco, aportación que puede ser considerada la primera
fuente de información sobre el mismo. Se trataba de escritores viajeros, de la
época romántica, por supuesto no especializados en el tema flamenco, sino
que fueron atraídos por nuestro arte gitano-andaluz de forma especial, y bajo
tal prisma nos descubrieron en sus escritos el maravilloso mundo del que ellos
fueron testigos de primera línea. Gracias al
testimonio de escritores de aquélla primera
época, diríamos incluso preflamenca, y a
las ilustraciones de algunos pintores y
dibujantes que los acompañaban, como
Doré, nos ha llegado información
valiosísima para poder hacernos una
primera
impresión
sobre
aquéllos
ambientes, los cantes, los bailes, las
costumbres, y todo lo que rodeaba a los
albores de nuestro arte andaluz.
Lo primero que tenemos que decir sobre la
relación entre los escritores y el flamenco
es que ha sido muy variable en el tiempo. Es más, dicha relación está muy
lejos de haber tenido un discurrir lógico, o al menos coherente, a través de los
tiempos, como por otra parte, parece obligado que ocurra en todo lo
relacionado con lo jondo. De momento vamos a tratar sólo a los escritores
viajeros de la época romántica y costumbrista, para dar preponderancia a la
continuidad histórica, pero en su momento, llegaremos a las generaciones del
98 y del 27, y al trato que le dieron sus plumas al flamenco, comprobando,
como decíamos más arriba, que desde el antiflamenquismo más feroz hasta los
más arrebatados amores, de todo podemos dar testimonio en esta parcela del
trabajo de los intelectuales de cada época.
Pero comencemos por los costumbristas… ¿en qué consiste, o cómo podemos
definir, esa corriente literaria que se ha definido como el costumbrismo español
del siglo XIX? Pues tomando las palabras de Pérez Bowie: “…se trata de la
primera avanzadilla de la reacción realista que se desencadenó a partir de la
segunda mitad de la centuria, frente a los excesos del idealismo romántico:
Mesonero Romanos, Estébanez Calderón y Fernán Caballero, entre otros, se
presentan, pues, como los cultivadores de un tipo de literatura que tiene por
misión hacer pisar tierra firme y conocida a un público lector habituado por los
escritores románticos a transitar por geografías muy distanciadas de su hábitat
natural, y a enfrentarse con nuevos personajes y situaciones, raramente
frecuentes en él”. Los costumbristas, pues, representan una corriente nueva,
donde la minuciosa descripción de la propia realidad, y el detallismo, incluso en
exceso, representan sus mejores banderas.
Tenemos en primer lugar al que puede ser considerado el primer gran
memorialista del Flamenco, como es el malagueño Serafín Estébanez
Calderón, conocido bajo el sobrenombre de “El Solitario”. Nació en Málaga en
1799, y falleció en Madrid en 1876. Él puede ser considerado como el primer
gran intelectual que comenzó a descorrer el velo de ignorancia que mantenía
oculto el nuevo, y sin duda alguna, enigmático arte. Estébanez comienza a
ocuparse del Flamenco en 1831, fecha en que publica “Un baile en Triana”, y
entonces, nuestro arte era ya viejo de, por lo menos, dos o tres cuartos de
siglo. Evidentemente, nuestro ilustre malagueño,
cuando escribía sus impresiones del mundo
flamenco que él conocía y vivía en primera fila, no
pretendía hacer Flamencología ni escribió como
gran especialista en tal materia. Pero salvo muy
esporádicas y poco significativas alusiones
registradas
con
anterioridad,
que
iremos
comentando en su momento, él fue quien primero
reveló
con
cierto
detalle
determinadas
peculiaridades del Arte Flamenco, transmitiéndonos
los nombres de algunos artistas pioneros (Planeta,
Fillo, Juan de Dios, María de las Nieves…), de
varios estilos de la época (el polo, la caña, la
serrana, los romances…), de la forma de vestir, de los protocolos de las
reuniones, de la jerga del lenguaje usado, del contexto del ambiente y del
auditorio, y de otras singulares circunstancias que se daban en el mismo.
Su trabajo fundamental nos lo dejó en sus célebres “Escenas Andaluzas”,
recogidas y publicadas originalmente en 1847, y singularmente, en las dos
tantas veces citadas en diferentes textos que las aluden, como son “Un baile en
Triana”, y “Asamblea General”, aunque también son muy significativas las
tituladas “El Roque y el Bronquis”, “Pulpete y Balbeja”, o “La rifa andaluza”.
Según José Antonio Pérez Bowie, “a veces amanerado y aún artificioso, con
una evidente preocupación purista y arcaizante, Estébanez Calderón es un
delicioso y pintoresco escritor, cuya lectura, muy de su época, nos retrotrae
gratamente al costumbrismo romántico”. Pero El Solitario no sólo destacó por
su faceta de escritor, sino que fue considerado además un gran humanista,
jurista, político, pintor y bibliófilo. Pero gracias a
su faceta costumbrista, nos ha sido posible
recibir impresiones y sacar conclusiones sobre el
mundo flamenco de su época, y aún recuperar
letras completas que se cantaban, como las de
algunos romances.
Y todo ello lo hizo desde ese prisma del
costumbrismo, género en el que Estébanez
Calderón brilló con luz propia. No siendo, como
hemos dicho, un especialista en los temas que
abordaba, sin embargo se nos antoja que tuvo un
conocimiento del hecho y del tema flamenco
bastante próximo. Él mismo se consideraba
cantaor, y sus biógrafos dejaron constancia de cómo a veces cantaba “por lo
bajini” en diversas e íntimas reuniones con sus amistades. En El Solitario
encontramos ya algunas percepciones que las investigaciones posteriores, ya
con más rigor, vinieron a confirmar. Por ejemplo, la vigencia en la época
descrita de los corridos o romances gitanos, de los que actualmente se admite
generalizadamente su faceta como nexo de unión entre los romances
castellano-andaluces de tiempos preflamencos, y las primitivas tonás
consideradas ya flamencas. Por ejemplo, Estébanez relata en “Un baile en
Triana” que oyó cantar al Planeta el Romance del Conde Sol (del que incluye
su letra completa), haciendo referencias concretas a la antigüedad de dichas
composiciones, y a la presencia de versos de los antiguos romances.
De hecho, de este gran cantaor de la época, apodado El Planeta, poco o nada
sabríamos si Estébanez no nos lo hubiera presentado como auténtico patriarca
del cante trianero de antaño, dejándonos de él un completo retrato, vivísimo y
enormemente sugestivo. Como también nos presenta a un Fillo jovencísimo, o
nos habla y nos describe muchas singularidades del ambiente flamenco de su
tiempo, conformando un corpus informativo de primer orden, al que
necesariamente han de recurrir quienes pretendan historiar los primeros
capítulos de nuestro arte gitano-andaluz. En el siguiente número
continuaremos nuestra exposición, con algunos otros escritores costumbristas
de la época.
Sección Flamenco
EL FATAL CLARO - OSCURO DEL AMOR EN LA COPLA FLAMENCA (3)
Lola Buendía
“Letras que expresan un fuerte sentimiento masoquista”
Abordemos ahora el segundo grupo de aquellas letras antiguas, que
expresan, en mi opinión, un sentir marcadamente masoquista. Algunas mujeres
creían que su deber era el sufrimiento, a través del cual daban sentido a su
vida. Éste se convertía en una fórmula que, de alguna manera, era
recompensada en la sociedad de aquella época, y quizás en la actual, porque
mueve a la piedad de los demás, y a menudo se confunde con el sacrificio, con
la entrega personal, y esto sigue siendo aún muy valorado. Es lo que se espera
en una cultura que siempre ensalza a las mujeres hasta los altares, si lo da
todo por su familia: qué buena esposa, qué buena hija, qué excelente ama de
casa, qué incansable enfermera...
Impresionan estas coplas donde parece que si no era a base de “palos”,
las mujeres no concebían su existencia. Malos tratos vengan de donde vengan:
del padre, de la madre, del compañero o del esposo.
Mi padre me pega palos
Te quiero y no sé porqué
Y mi madre me pellizca
no me explico ni comprendo
Y yo le digo que sarna
el que tú a mí me desprecies
Con gusto a mí no me pica.
Y yo te siga queriendo.
De noche me salgo al patio
Estoy viviendo en el mundo
Y me harto de llorar
con la esperanza perdía;
Por ver que tanto te quiero
Y tú no me quieres na.
no es menester que me entierren
Porque estoy enterrá en vía.
Y en la letra que viene a continuación, hasta el autor varón parece quedar
perplejo ante el componente sadomasoquista de las relaciones amorosas:
Ya ves tú si me quería
Que me besaba llorando
La mano con que la hería.
(Narciso Díaz de Escovar)
Aunque escasas, no todas las mujeres se resignaron a ser tratadas como
bestias. También en aquella época hubo algunas que se rebelaron contra esta
situación injusta y humillante, a pesar de que el castigo por ello suponía
consecuencias durísimas de aislamiento social, tanto por parte de los hombres
como de las mujeres. La gente, la sociedad, jugaba un importante papel para
aquellos cuya única riqueza era la honra y el buen nombre. ¡Cuántos amores
se destruyeron con su maledicencia!
Más tarde comienzan
a surgir nuevas letristas que van a responder
valientemente al machismo imperante en las coplas. Mujeres que empiezan a
liberarse o al menos a desahogarse del yugo que le impone esa sociedad.
En estas coplas del cancionero popular se advierte que algunas mujeres ya no
temen al qué dirán de los hombres y hasta se permiten una gran carga de
ironía en sus réplicas:
Dicen que no tengo novio
Cuando yo te quise a ti
Cuando tengo en la estación
estaba ciega y no veía
Maquinista, fogonero,
ya se me quitó la venda
Guardagujas y revisor.
que tan ciega me tenía.
Soy mujer y me atermino
Yo no quiero más pan tuyo
Al hombre que dé mal pago,
que me amarga la corteza
Desafiarlo en el camino
ni más amores contigo
Y con palabras matarlo.
Que los que he tenío me pesan.
Si piensas que por quererte
Maldita sea la leche
Voy a perder la salud
que mamaron los mocitos
Estoy dando con el pie
en apartando a mi hermano
A otros mejor que tú.
Y también mi morenito.
Pelea vienes buscando
Si piensas que voy a usar
Y te las vas a encontrar,
luto porque me has dejao,
Te ofendo porque te ofendo,
un vestido tengo negro
Y ahora te vas a enterar
y lo pinto colorao.
Pa que vayas aprendiendo.
Como conclusión me hago estas reflexiones: ¿ Donde está la pasión, el amor,
la ternura en estos hombres y mujeres de aquella España oscura, dura y
trágica, de la que aún creo quedan coletazos, a tenor de las tragedias que se
cuecen en algunos hogares españoles? ¿Son algunos maltratadores actuales
producto de una herencia educativa anclada en el pasado de una sociedad
machista, mezquina y mal encauzada? Volver a nuestras raíces nos pueden
ofrecer pistas para comprender de dónde proceden nuestros comportamientos
y, a continuación, corregir los que sean equivocados.
Sección El Viajero
Siguiendo la Ruta de los Cátaros (I)
Lola Buendía López
Montségur, Peyrepertuse, Quéribus, Carcassonne, Puylarens…
Son algunas de las fortalezas que sirvieron de refugio a los Cátaros, y después
bárbaramente asediadas hasta el exterminio de los llamados “Buenos
hombres”, durante la primera mitad del siglo XIII.
Recorrí estas tierras del Sur de Francia, el Languedoc, con un equipaje
concienzudamente preparado: la lectura de algunos libros
(hay bastantes
sobre el tema) y la mente abierta a seguir el rastro de sus espíritus, que aún
rondan por allí – según me dijeron los escasos turistas con los que coincidimos.
Fue un movimiento religioso gestado muchos siglos atrás, antes de que
apareciera en Europa, con unas doctrinas consideradas heréticas. Nacido de
antiguas creencias paganas orientales, sus creencias se basaban en dos
principios: el Bien y el Mal.Los cátaros consideraban que la Iglesia de Roma
había perdido su primitiva esencia, aquella con la que los primeros cristianos
vivían su Fe, con sencillez, pobreza y humanismo. Según los cátaros, la Iglesia
se había convertido en una religión, prepotente e intransigente.
Partimos en coche desde Málaga y atravesamos los Pirineos por Andorra. Al
traspasar la montaña, el cielo se abrió entre las negras nubes, y nos cayó una
lluvia tan oportuna, que alivió el sofoco del ardiente día de Julio. Nos
internamos por una preciosa carretera rural bordeada de árboles, y nuestro
GPS se despistó. Preguntamos a unos paisanos, en español, que cuánto
faltaba para llegar a Francia. Ellos contestaron, en francés, que ya nos
encontrábamos en ella. El concepto de frontera de hace unos años, cuando
había que acreditar tu identidad mediante el pasaporte, desapareció ¿Qué
diferencia había con respecto a unos minutos y unos metros atrás? La misma
lluvia, el mismo paisaje, las mismas faenas… ¿Dónde había empezado la
frontera? – nos preguntamos. ¡Qué pena, qué insensatez, que otras, en la
actualidad, sigan costando tanta sangre! ¿Pero, acaso las tierras por donde
nos adentrábamos no fueron arrasadas y exterminadas unos siglos atrás por la
intolerancia de la Iglesia y los intereses del poder? El viaje puede ser un buen
momento para la reflexión.
Aún teníamos que recorrer unos kilómetros más para llegar a Foix, donde nos
quedaríamos unos días para preparar nuestra ruta cátara. En Ia oficina de
información nos orientaron debidamente y llenaron mi mochila de folletos.
Foix en francés y en catalán, Fois en occitano, es una localidad y comuna
francesa situada en la región Mediodía-Pirineos, en la confluencia del Arget con
el Ariège, en el llamado Pays de Foix, comarca que se corresponde
aproximadamente con el núcleo del antiguo condado de Foix.
Foix es una tierra de suaves pendientes verdes, por estar próxima a los
Pirineos. La ciudad tiene un trazado medieval de calles y callejuelas, con los
típicos entramados de madera en las fachadas de sus casas, que podemos
encontrar en otras ciudades de la
ruta cátara. Desayunábamos
deliciosos croissants en la calle de
los Oficios. Por la noche
acompañábamos la cena con una
frasca de vino, de los excelentes
caldos de sus espléndidos y
extensos viñedos, al borde de río
Tarn.
La casa de Foix procedía del condado de Carcassonne, y dominaban la parte
oeste del Languedoc. Durante la Edad Media permaneció alejada de los
crueles asedios y matanzas que sufrieron otras ciudades vecinas, por donde se
extendió la doctrina albigense o cátara.
Las noches de Foix son deliciosas. El silencio es el protagonista, o un murmullo
sosegado de las gentes que cenan en los restaurantes, a pesar de ser verano.
Sobre las mesas de los pequeños restaurantes, las velas encendidas se
alinean como luciérnagas. Sólo el bello castillo cátaro emerge resplandeciente
elevado sobre una altura de 60 metros, con sus tres torres bien visibles: dos
cuadradas, del siglo X y XI, y la central, redonda, más tardía. Desde una de las
torres: la “Torre del Argot”, se vigilaba el valle del río del mismo nombre, a fin
de prevenir la llegada del enemigo.
En el año 1034, el castillo se convierte en sede del condado de Foix, jugando
un importante papel en la historia militar medieval. Durante los dos siglos
siguientes, el castillo protege no sólo a los condes, sino también a las
personalidades
inspiradoras
de
la
resistencia
occitana
durante
la
Cruzadacontra los cátaros –también llamada Albigense–, y el condado se
convierte en refugio privilegiado de los cátaros. Después de varios asedios,
entre ellos el de Simón IV de Montfort, el perseguidor obsesivo de los llamados
herejes, se rindió
al rey de Francia.
Las
mujeres
tuvieron una gran
influencia en la
sociedad de los
cátaros,
sobre
todo porque en la
Edad
Media
lo
femenino era un
elemento
de
perturbación para el hombre, al considerarla un ser pecaminoso e inferior. Sin
embargo la mujer cátara era valorada en igualdad
con sus compañeros
varones.
Es de destacar el gran papel que jugó Esclaramunda de Foix, hermana del
conde Ramón Roger I de Foix. Esta dama procedía de la nobleza más antigua,
que llegó a ser reina al casarse con el futuro rey Jaime II de Mallorca.
La influencia de Esclaramunda se hizo patente entre los cátaros, al ser
nombrada “Perfecta” por el obispo cátaro Gilabert de Castres en el año 1204.
En Fanjeaux organizaba reuniones con otras relevantes cátaras: Ermesenda de
Castellbó, Helis de Masseroles, Endia de Fanjeaux, Ramona de Durfort, Saura
d'Amiel y muchos otros personajes cátaros.
En uno de los coloquios y debates religiosos entre valdesos, cátaros y
católicos, dirigidos por Esclaramunda en Fanjeaux, un abate lanzó una de las
primeras frases machistas contra ella: “señora idos a hilar con vuestra rueca,
no os toca a vos tomar la palabra sobre estas cuestiones”.
Ya en tiempos de Esclaramunda, se buscó un lugar idóneo para establecer el
cuartel general de los cátaros, eligiéndose el inexpugnable castillo de
Montsegur, cuando ya las persecuciones de los cruzados se hicieron bien
patentes. Al parecer, esta dama cátara, ocupó dicho castillo, según el
testamento del Conde de Foix, reflejado en el manuscrito anónimo de “La
Canción de la Cruzada”.
Y para terminar nuestro recorrido por el país de Foix, os invito a degustar sus
inigualables embutidos, exquisitos quesos, miel, castañas, espárragos…tal y
cómo eran elaborados por los antiguos cátaros. Y para los amantes de los
buenos vinos, son excelentes los de la Montaña Negra: Corbieres, Fitou,
Minervois, o un Saint Chinian. Pero si tu poder adquisitivo no es muy alto,
puedes beber otros más económicos, los llamados del Pays que se sirven en
frascas de cristal, y son también excelentes.
(En la próxima entrega os hablaré de la cruel persecución que sufrieron los
llamados “Hombres buenos”. Nuestro viaje acaba de empezar).
El Viajero
RONCESVALLES
Pepa J. Calero
“Roncesvalles era una llanura de forma elíptica, cuyo eje mayor tiene
cinco kilómetros y el menor, tres, y que rodean cumbres cespedinas y silvosas
praderas”.
Joseph Bédier
Llovía. Un agua suave y continua caía sin descanso en el emblemático
enclave. El nombre de Roncesvalles, con sus connotaciones mágicas entre
bosques de abetos y leyendas, flotaba en el aire como una cálida morada entre
todos los que allí nos dirigíamos para comenzar el camino de Santiago.
Poco a poco el autobús, cargado de almas inquietas, fue vaciándose de
mochilas, ilusiones, palos, bicicletas plegadas y asombro ante la cortina mojada
que caía sin cesar. El corazón me latía intranquilo y tibio ante la novedad
contemplando la explanada con la casa prioral y los inmensos bosques de
alrededor.
Su arquitectura, eminentemente funcional, acoge por igual a caminantes,
curiosos, montañeros, peregrinos y visitantes. Un entramado de pueblos celtas,
romanos, visigodos, musulmanes y cristianos han cruzado este mítico lugar
poblado de tritones pirenaicos, ciervos, jabalíes e intrépidos humanos.
Levanto los ojos a los montes pensando en si las piedras hablaran. Aquí
tuvo lugar una importante batalla, glosada en el poema épico medieval de La
“Chanson de Roland” en la cual el sobrino de Carlomagno, llamado Roland y
los doce pares, perecieron.
“A Roncesvalles habré de conducir a mis mesnadas: son veinte mil
hombres armados de escudos y lanzas”.
La canción de Roland
Un reguero de almas nos dirigimos a mostrar la credencial y solicitar
cama en el albergue. Pasé junto a la colegiata. Al atravesar un pequeño túnel
de piedra de bóveda rebajada, un señor alto, de edad indefinida, con cofia,
capa, zurrón, sandalias y bastón, mesa su barba blanca al tiempo que recibe
a los peregrinos sonriendo y hablando
la lengua de Shakespeare.
Me
recuerda a Merlín el mago. Dócil, se dejó fotografiar sin descanso en la gran
plaza empedrada rectangular. Hacía frio. Poco a poco
la luz comenzó a
retirarse despacio tras las montañas mientras un suelo brillante de piedras y
adoquines resbaladizos
me obligó a
caminar despacio.
"La puerta se abre a todos, enfermos
y sanos; no sólo a católicos, sino a
paganos, a judíos, herejes, ociosos, y
vanos; y más brevemente, a buenos
profanos”.
Diario
de
Peregrinación
de
GeoffroyLeroi (1381)
En el albergue de piedra sin ventanas Itzandegia, una dama alta de pelo
corto blanco, pregunta a un grupo de peregrinos ya instalados si han podido
visitar el museo y ver el ajedrez de Carlo Magno y la esmeralda Miramolin, el
califa derrotado en la batalla de Las Navas de Tolosa. Los dejo hablando y
salgo al exterior. La lluvia ha cesado.
Entré en la pequeña capilla aún silenciosa y allí, a golpes de bastón, un
hombre bajito, con la cabeza rapada y una enorme mochila naranja marcaba
un ritmo musical en un banco de la iglesia de Santa María, réplica del coro de
Notre-Dame de París. Ya habían cerrado el lugar donde se halla la tumba del
rey navarro Sancho VII el Fuerte, un gigante de más de dos metros que amaba
estos bosques de hayas y robles.
En la calle, la luna iluminaba los adoquines cuando salí de escuchar la
misa de peregrinos, con su bendición ancestral en varios idiomas y el canto
gregoriano de tres sacerdotes vestidos de blanco. Ya en la cama, dentro del
saco de dormir, recordé la bellísima talla gótica de madera, la Virgen de
Roncesvalles, mirando a los cientos de almas allí congregadas listas para
partir. Como soldados ante una gesta heroica, la más heroica de todas, la
batalla que uno libra consigo mismo todos los días entre continuar y avanzar, o
detenerse y abandonar.
“He de ir a Roncesvalles, a jugar mi vida”.
La canción de Roldán
Sección el viajero
LAS TUMBAS DE JOHN KEATS Y JOSEPH SEVERN EN EL CEMENTERIO PROTESTANTE
DE CAMPO CERTIO DE LA CIUDAD DE ROMA
Ángel Silvelo Gabriel
Ya no crecen margaritas sobre su tumba, tal y como era su deseo, ni
tampoco se ha convertido en alguien cuyo nombre fue escrito en el agua, por
mucho que en su lápida no figure su nombre, y todo se resuma a un poema y a
una lira a la que le faltan la mitad de las cuerdas. Sólo hace falta rendir una
visita al Cimetero Acattolico de la ciudad de Roma en Campo Certio, para
darnos cuenta del halo que
desprende la obra de este
joven poeta (fallecido a los
veinticinco
años
el
veinticuatro de febrero de
mil ochocientos veintiuno)
en el espíritu de todos
aquellos que necesitan de
la belleza para sobrevivir.
Sus
poemas,
aunque
escasos, con el paso del
tiempo se han convertido en una especie de maná con el que muchos
alimentan su alma, pues no son pocos los que buscan la verdad y la belleza
más allá de su anodina existencia, y cuando encuentran los poemas de Keats,
ya no pueden dejar de leerlos para alimentar a su maltrecho espíritu. En este
sentido, el caminito enlosado que nos lleva hasta su tumba así lo atestigua,
pues es pisado una y otra vez por un buen número de penitentes que quieren
cumplir con la liturgia de visitar el lugar donde descansan los restos de su
poeta entrañable o favorito. No hace falta sino permanecer unos minutos a su
lado, para comprender que John Keats forma parte del Olimpo de los elegidos,
y no sólo por parte de la crítica literaria inglesa, que le considera como el más
destacado de sus poetas de la parte final del Romanticismo, sino porque sus
odas son ya patrimonio de la humanidad. Si su maltrecha salud no fue capaz
de sobreponerse al paso del tiempo, sus versos y poemas sí lo han hecho, y se
han erigido en el máximo estandarte de una forma de sentir y vivir la vida que
no conoce de fronteras, salvo la de los sentimientos. La verdad, la belleza o la
transformación en ruiseñor a través de lo que él llamaba como capacidad
negativa son algunos de los signos de identidad del poeta que quedarán por los
siglos de los siglos, y que nos llevarán hacia ese otro territorio donde sólo le
está permitido a las mariposas posarse sobre las flores.
Y a su lado, el fiel Joseph Severn, amigo accidental que en un principio le
acompañó en su viaje hacia la muerte, y que después se convirtió en el gran
apoyo y albacea de sus últimos días en este mundo. Gracias a Severn
conocemos la cronología de unos días teñidos de sufrimiento y duermevela que
no han hecho sino acrecentar la gloria del poeta a través del hombre que
aguantó todo lo que pudo hasta que sus ojos se cerraron en el sueño más
profundo. Menos mal, que tras de sí quedará la gloria de aquellos que con su
presencia hicieron del mundo un lugar diferente, en este caso, un lugar donde
la contemplación de la naturaleza, o la necesidad de amar son el primer y
último hálito de una forma de entender la vida.
Sección Arte
Tránsitos. La obra reciente de Salvador Palomo
José Antonio Martín Santos
Imágenes que formulan preguntas. ¿Sabemos quiénes somos? ¿A
dónde vamos? ¿A qué hemos venido? Así presentaba Salvador Palomo la
obra de su proyecto Efímeros en Estampa en el año 2012. Añadía como
reflexión que nuestra idea del planeta es fruto de la relación, efímera con
frecuencia, entre los individuos y los lugares que ellos habitan. Toda esa obra
que fue vista y comentada por él en el número 8 de TERRAL conformaban un
proyecto que en sus imágenes se mostraba sugerente, hermoso, elegante y
austero. Austero en color.
Elegante
en
la
distribución
de
los
personajes sobre la superficie cerrada de la
imagen. Sugerente porque cada unos de
esos
personajes,
las
personas
que
deambulaban, los grafitis de las paredes,
los ojos bellos que nos miran, están para
nosotros sin que ellos lo sepan.
Hermosos en fin porque son austeros, elegantes, sugerentes y están
armoniosamente dispuestos.
El siguiente proyecto de Salvador Palomo, Programados, que presentó en La
Sala de Blas en el pasado mes de julio volvió a hablar sobre lugares de tránsito
y personas en tránsito.
La Sala de Blas es un espacio expositivo independiente situado en Archidona
en la calle Santo Domingo, 8 que dirige de Francisco Javier Toro, Blas para sus
vecinos de Archidona. La Sala de Blas es la sala de estar de la casa de
Francisco Javier y en ella cada mes recrea un universo diferente. En Julio
Salvador Palomo en la pared de la sala de estar de Blas creó el itinerario vital
de un arquetipo.
Para ello desarrolló imágenes concretas de lugares e imágenes difusas de
personas. Imágenes, códigos y objetos. Y los presentó distribuidos como un
mapa que debíamos seguir y descifrar. El mapa que conduce a entender el
camino por el que transcurrimos los humanos.
Nos exponía la mano de un neonato, la naturaleza, el campo, la huerta, una
casa tras las rejas, una abertura. Bullicio, manifestación, gente hablando,
grupos de personas, amor, confusión, ruido. Gregarismo, desmadejamiento,
(seis imágenes, corazón y aliento primero de esta obra, tomadas desde un
dispositivo móvil de una persona sola, ensimismada, con movimientos
confusos, una marioneta con los hilos rotos). Mujer mirando al horizonte, que
brazos en alto se expone al sol en su caída. Un fragmento de lápida. El
crucifijo, una instantánea tomada en un cementerio. Y al final el código QR. El
código QR es un módulo para almacenar información en una matriz de puntos.
Con los códigos QR accederemos a los mensajes que iluminan nuestra
existencia.
Un
itinerario
vital
arquetípico
hecho
imagen y conceptualizado y por tanto
empaquetado para consumo cultural. Los
códigos QR como acceso a las historias
por las que podríamos pasar.
Dice Salvador Palomo: “Programados está compuesto de imágenes, códigos y
objetos. Se instaura la previsión de un camino que guía al espectador y
provoca la meditación sobre la finalidad temporal del humano y de su paso por
la tierra”.
Y a eso nos convocó Salvador en su último proyecto, a ir y ver, leer y oír. Si en
Efímeros la obra está presentada de manera hermosa, elegante y es la meta
del camino, en Programados, no se ha preocupado por el producto final y su
perfección técnica. Aquí las imágenes son de producción rápida, casi
inmediata, incluso algunas no son de elaboración propia. Todas ellas están
compuestas pensando en una creación artística como proceso.
Salvador Palomo que empezó como pintor figurativo, siguió por los caminos de
la abstracción pictórica, paso a la fotografía con abordajes expresionistas
parece haber concluido en una obra conceptual. ¿Hasta cuándo? Hasta la sus
próximas obras. Nos veremos.
ARTE PARA RECOMENDAR
JOSE MANUEL VELASCO. SEPTIEMBRE 2013
Después de un magnífico verano turístico en nuestro país y a pesar del palo
que nos han dado al no concedernos los juegos olímpicos, que por otro lado no
entendemos pues Madrid es una ciudad desde mi punto de vista muy
preparada, con una buena infraestructura ya creada muy por encima del nivel
de otros países. Pero claro, los intereses creados que decía Benavente y con la
política hemos topado…bueno, por lo menos, la prima de riesgo ha bajado y
parece que la economía se va estabilizando, ojala empecemos a tener un poco
más de optimismo, baje el paro y por la parte que me toca que es el arte quiten
esa subida del IVA tan disparatada por el bien de la cultura de este país.
Bueno por eso empezaremos con optimismo dando la enhorabuena a
esa magnífica exposición de Salvador Dalí en el Museo Reina Sofía, ya recién
clausurada, y que ha estado organizada por el Museo Reina Sofía y el Centre
Pompidou de París, siendo hasta este momento una de las más visitadas de
la historia del centro. En total han sido 732.339 personas las que han podido
disfrutar por las salas de esta
gran muestra, con unas 7000
personas diarias de media para
entrar a verla. Sin lugar a duda
ha
sido
una
de
las
exposiciones más completas
realizadas hasta el momento
sobre
el
genial
artista
ampurdanés.
Ya que hemos hablado de Dalí, me da pie para hablar de una próxima
exposición que se inaugurara el 8 de Octubre en el Museo Thyssen de Madrid
cuyo título es “El surrealismo y el sueño”, que no se deben perder ya que el
Surrealismo no fue un movimiento artístico más, sino una actitud ante la vida
que ha dejado una marcada huella en todo el arte posterior. Esta exposición
mostrará, por vez primera, como esa huella, esa transformación de la
sensibilidad contemporánea, tiene su raíz más profunda en la vinculación
surrealista entre sueño e imagen. Pinturas, dibujos, collages, esculturas y
fotografías de artistas como André Breton, Salvador Dalí, Paul Delvaux, Yves
Tanguy, Renée Magritte, André Masson, Max Ernst, Jean Arp, Claude Cahun y
Paul Nougé, entre otros. Se podrá visitar hasta el 12 de enero de 2014.
Continuamos
en
Madrid, hasta el 24 de
Noviembre
se
puede
visitar
una
curiosa
exposición en la sala La
Fragua de Tabacalera
cuyo título es “Escultura
de luz”,
de la artista
peruana
Grimanesa Amorós y que
está inspirada en la propia
historia del edificio de Tabacalera y su antiguo uso como fábrica de tabacos.
Grimanesa Amorós es una artista interdisciplinar, fascinada por las
posibilidades de la luz y con intereses diversos en los campos de historia
social, investigación científica y teoría crítica. Se podrá ver hasta el 24 de
noviembre de 2013.
De Madrid nos vamos a Barcelona para recomendar a dos de las
instituciones culturales más importantes de Barcelona: el Museo de Arte
Contemporáneo de Barcelona y la Fundación La Caixa. Que en esta ocasión se
unen para celebrar una exposición conjunta que aglutina las mejores obras de
arte contemporáneo de sus respectivas colecciones. La muestra tiene como
objetivo principal que se asocie Barcelona con las capitales europeas del arte
contemporáneo gracias al acuerdo de 2010 para la unión de las colecciones del
MACBA y de la Fundación La Caixa. Su característica principal es la
exploración del concepto de modernidad y su relación con la vanguardia. Se
podrá ver hasta el 6 de Enero de 2014.
Bajamos por la costa mediterránea y, en Valencia, el Instituto Valenciano
de Arte Moderno expone una amplia panorámica de la creación artística de
Fernando Almela en la Sala de la Muralla desde el 10 de septiembre de 2013
hasta el 10 de noviembre de 2013. Con esta exposición la ciudad de Valencia y
el Instituto Valenciano de Arte Moderno
IVAM recuperan un legado artístico de
primer orden y profundamente vinculado a
su cultura. Fernando Almela (Valencia,
1943-2009),
nos describe paisajes de
rincones discretos y olvidados que evocan
silenciosos
jardines
con
estructuras
arquitectónicas
clasicistas,
y
masas
boscosas que interpreta con gestos
cercanos a la abstracción. Pintura en la que
se puede apreciar un contrapunto narrativo
donde la forma, la luz y el espacio son
decisivos, al captarlos por observación directa y combinarlos por la memoria
del artista, en un proceso que separa a esta pintura de la simple representación
mimética. Con su estética sosegada y su extraordinario respeto a la pintura,
plasmó un intenso elogio de lo visible. Pintor de lo diáfano, de la vida silente,
describe una naturaleza que se torna íntima tanto si aborda el paisaje como el
bodegón.
Nos vamos ahora a Cuenca. En la Fundación Antonio Pérez-Museo Arte
Contemporáneo recomiendo la exposición “PEPE ESPAÑA, VUELTA AL
ORIGEN”. Pepe España (José Luis Jiménez España, Málaga, 1930-Biel, Suiza,
2007) inició su trayectoria artística vinculada a los primeros intentos de
renovación de lenguajes en nuestro país en los años cincuenta. A comienzos
de los sesenta llega a Cuenca, ciudad en la que se instalará, definitivamente,
entre 1967 y 1973. Lugar capital en su trayectoria, epicentro de los nuevos
lenguajes artísticos, este creador se convierte así en uno de los primeros
"descubridores" de lo que, en esa década, se llamó la Cuenca abstracta, la
ciudad que poblarán los artistas de llamado "grupo de Cuenca" que impulsarán
el Museo de Arte Abstracto Español inaugurado en 1966. Vecino y amigo de
artistas como Antonio Saura, Antonio Pérez, Gerardo Rueda o Bonifacio
Alfonso, próxima su casa a la de José Guerrero, subrayado su dibujo por
Fernando Zóbel, su obra, en esos años sesenta, es mostrada regularmente en
las numerosas galerías que surgen en Cuenca, al amparo del Museo citado,
convirtiéndose también en artista de una de las grandes galerías del Madrid de
ese tiempo: la galería Seiquer, y exponiendo en el Pabellón Español de la Feria
de Nueva York de 1968.
Pepe España aborda una singular síntesis en su trabajo creativo, donde
dominará siempre su extraordinario dominio del dibujo y un personalísimo uso
del color. Reconocido en Suiza, en donde su obra obtuvo una extraordinaria
difusión, pero su reconocimiento no alcanzó nuestro país, posiblemente por su
temprana marcha y su alejamiento durante más de tres décadas. Se podrá ver
hasta el 1 de diciembre de 2013.
Y volvemos a bajar por la costa mediterránea hasta Málaga. Aquí tengo
que destacar el esfuerzo de la asociación de artistas plásticos (APLAMA) por
ese gran acierto de abrir galería en este barrio denominado ya “El Soho” de
Málaga, en donde se concentran cada vez más actividades
artísticas en cada uno de los espacios y galerías que están
proliferando cada vez más, consiguiéndose así, poco a poco,
el convertir esta zona en un barrio de y para los artistas
plásticos. La Galería Manuel Barbadillo, perteneciente a
APLAMA, es un claro ejemplo de seriedad, rigor, calidad y
buen hacer como hemos visto desde su inauguración hasta
esta última exposición que ha terminado de los magníficos artistas Adolfo Soto
Satarem y J. Doña, y que se corrobora con la actual exposición de los grandes
artistas Pepe Bornoy y Fernando Núñez .Se podrá ver hasta el 7 de Octubre.
.
Y para terminar no dejar de visitar en el Centro de Arte Contemporáneo
de Málaga la primera exposición individual en España de Subodh Gupta “The
imaginary order of things”. La exposición, comisariada por Fernando Francés,
incluye tres piezas inéditas que han viajado desde la India para esta
exposición. Sus esculturas, instalaciones, vídeos y pinturas se caracterizan por
mostrar elementos cotidianos, empleados en el día a día de una familia, en un
contexto y con uso diferentes, lejos de los estereotipos convencionales de la
India. Su obra representa la unión entre el mundo urbano y el rural, el mundo
espiritual y el material, al evocar, por un lado, la idea de la emigración de las
familias hacia las áreas de mayor desarrollo, y por otro lado, la tradición y los
rituales religiosos. Emplea una gran variedad de elementos y materiales en su
trabajo y destaca el enorme tamaño de sus obras. Subodh Gupta vive y trabaja
en Nueva Delhi desde 1990. En total se expondrán 19 piezas. Esta exposición
se suma a los actos programados con motivo del décimo aniversario del CAC
Málaga (2003-2013). Se podrá ver hasta el 13 de Octubre.
Estas son mis recomendaciones para este otoño que comienza. Espero
que os gusten y que disfrutéis, como lo hago yo, viendo todo este arte, que, en
las circunstancias de la crisis actual, es de las pocas cosas que nos ayudan a
animarnos y a olvidar, aunque sea por unos momentos, esta realidad tan dura
que estamos viviendo.
Sección Arte
LA RENTREE (1)
Siempre he considerado la Reentré, como la llamamos nosotros, un
acontecimiento ilusionante y prometedor.Es el inicio de un nuevo periodo de
actividades, de una nueva época donde ponemos en marcha toda nuestra
capacidad e ilusión en
nuevos proyectos y
nuevos propósitos.
Hasta
hace
mucho,
en
no
nuestro
mundo agrario, todos
los nuevos contratos
y arriendos se hacían
en septiembre, una
vez
recogida
y
celebrada la cosecha,
se empezaba un ciclo
natural. A pesar de la
división
del
calendario, que pone
el inicio del año en
enero.
La Reentré es Natural
y Cultural. Después
de
los
ditirambos
veraniegos y de los
horarios desmedidos
1969
por las largas horas de sol, llega el reencuentro con la Cultura y el Trabajo, con
el curso escolar, con las actividades lúdicas formativas, las exposiciones, los
conciertos, hasta el Año Judicial empieza en otoño.
En mí, personalmente, se ha quedado grabada
la Reentré de mi época de estudiante. Cuando
regresaba de mi barrio periférico al centro de
Barcelona para hacer las matrículas de la
Escuela Massana o luego en Bellas Artes o en
el popular Círculo Artístico SantLluch en el
Barrio Gótico, cerca de la Plaza del Pí y de la
calle
Petritxol.
reencontrarme
Era
con
un
la
tiempo
cultura,
para
con
los
compañeros de estudios y profesores, para ver
exposiciones y, sobre todo, emprender los
estudios de la ilusión de mi vida. Además,
muchos hechos importantes en mi vida, se han
producido en el noveno mes del calendario.
Y casi cincuenta años después, aún tengo más
ilusión en esta época del año y me embarco en
exposiciones, ideas y proyectos con gran
entusiasmo. Invariablemente para mí, el nuevo
año
1971
empieza
concretamente
ahora,
en
en
otoño
septiembre.
y
Y
más
para
celebrarlo recibí un mail con un vídeo de YouTube de un joven y virtuoso
pianista,
que
además
de
ciego
tiene
síndrome
de
Down.
1972
Pablo Rodríguez Guy
Sección La otra realidad
HABLEMOS DE LA ASTROLOGÍA (I)
Sin duda es la astrología una de las artes esotéricas más antiguas, pues
si bien no es descartable que tenga sus orígenes en épocas prehistóricas se
sabe con certeza que era practicada por la civilización sumeria en el quinto
milenio antes de nuestra Era. Del año 2600 a.C., durante el reinado de Sargón
I, fundador del reino semita de Akkad, se conservan tablillas de arcilla en las
que se relacionan aspectos vinculados a la astrología.
Contemporáneamente a la astrología
caldea se practicaba este arte en
China y en Egipto, si bien en este
último
país
se
reservaba
para
predicciones de tipo político.
La práctica de la astrología era, en la
Antigüedad, privilegio de sacerdotes, y
se la consideraba una ciencia oculta.
La astrología china constituía una síntesis de taoismo y de las teorías
astrológicas babilónicas, persas e indias. En la biblioteca de Asurbanipal, s. VII
a.C., se encontraron una serie de tablillas en caracteres cuneiformes, en las
que se establecían comparaciones detalladas de los fenómenos cósmicos con
otros de tipo terrenal, haciéndose valoraciones que servían para previsiones
posteriores.
En el siglo V a.C. los astrólogos griegos, basándose en sus colegas babilonios,
empezaron a relacionar el destino personal del ser humano con los astros,
Posteriormente, quizás tres siglos más tarde, se establecieron
nuevas
relaciones entre los planetas, el sol y la luna, los minerales y las plantas.
Tuvieron que pasar otros trescientos años hasta que Claudio Ptolomeo
escribió el "Tetrabiblos", uno de los primeros códices de astrología. Durante el
imperio romano la astrología se difundió preferentemente entre el pueblo, ya
que varios emperadores - Augusto, Domiciano y Adriano, entre otros expulsaron a los astrólogos de Roma, a pesar de lo cual la astrología siguió
extendiéndose.
Para los árabes existía una conexión indudable entre la Medicina, la
Alquimia y la Astrología. Esta última penetró en Europa, en gran parte a través
de la península Ibérica- También en Italia, y más especialmente en la escuela
médica de Salerno, ejerció su predicamento este arte esotérico, contando entre
sus más ilustres propulsores a Federico II, quien poseía sus propios astrólogos
en la corte.
A partir de los siglos XIV y XV, la astrología va tomando mayor auge, y tanto
monarcas como papas poseen sus propios astrólogos, quienes les
aconsejaban las fechas más favorables para llevar a cabo campañas militares y
coronaciones regias.
Figura sobresaliente de la astrología renacentista fue Nostradamus, cuyas
"Centurias" marcaron un auténtico hito en la historia de las profecías
astrológicas. Y aunque a partir de la Edad Moderna la astronomía fue
descartando a la astrología, ésta sigue constituyendo una de las paraciencias
más extendidas en el mundo del ocultismo.
Dentro de lo que podríamos llamar metodología astrológica, y si bien se
identifica este arte con una observación de las estrellas, la astrología se ocupa
básicamente de interpretar la influencia de los planetas en las actividades
humanas. A fin de lograrlo, los astrólogos adoptan los procedimientos que
saben que son inexactos. Clasifican al Sol y a la Luna como planetas, y
efectúan sus cálculos siguiendo el viejo sistema heliocéntrico, es decir,
considerando a la Tierra como centro del sistema solar.
(En un próximo trabajo continuaremos hablando de este arte esotérico
tan extendido incluso en nuestros días).
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